Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CUADERNO DE T RABAJO
ii
AGRIMONIA
Agrim onia Eupatoria L.
iii
AMAPOLA
Papaver Rhoeas L.
USOS y APLICACIONES – Vía oral en el tratam iento de la tos espasm ódica, tos ferina,
asm a, bronquitis, m anifestaciones de nerviosism o ex cesivo en niños y adultos, así
com o en t rastornos del sueño y la ansiedad. En uso ex terno para conjuntivitis.
iv
ARÁNDANO
Vaccinium Myrtillus L.
RECOLECCIÓN – Las hojas se recogen de las ram as estériles y los frutos cuando están
m aduros.
v
CALÉNDULA
Calendula Officinalis L.
vi
CANTUESO
Lavandula Stoechas L.
DESCRIPCIÓN BOTÁNICA – Arbusto ram oso que puede alcanzar 1 m de altura. Sus
ram as son jóvenes y de color verde o rojizo con pelos blanquecinos. Las hojas están
enfrentadas y son largas y estrechas, t am bién de color blanquecino. Las flores están
apiñadas en espigas, que est án form adas por 6 a 10 flores de color m orado oscuro. El
fruto está form ado por 4 nuececillas alargadas. Florece en prim avera y a principios del
verano.
DROGA – Flor.
vii
CARDO MARIANO
Silybum Marianum L.
PRINCIPIOS ACTIVOS – Silim arina, flavonoides, ácido linoléico, oléico y palm ítico y
tocoferol.
viii
CELIDONIA
Chelidonium Majus L.
ix
COLA DE CABALLO
Equisetum Arvense L.
x
DIENTE DE LEÓN
Tarax acum Officinale
xi
ESPLIEGO
Lavandula Latifolia Médicus
DROGA – Flores.
PRINCIPIOS ACTIVOS – Aceit es esenciales, taninos, ácido rosm arínico, cum arinas y
fitosteroles.
xii
FUMARIA
Fumaria Officinalis L.
PROPIEDADES – Dism inuye o estim ula la secreción biliar según la necesidad corporal,
hipotensora, antiespasm ódica, antiestam ínica, sedante y bactericida.
xiii
GORDOLOBO
Verbascum Thapsus L.
DROGA – Flores.
USOS y APLICACIONES – Por sus propiedades em olientes y suavizantes vía oral para
el tratam iento de irritaciones del aparat o respiratorio. Vía tópica en irritaciones
cutáneas, úlceras varicosas, llagas y m aduración de granos.
xiv
HINOJO
Foeniculum Vulgare
DROGA – Frutos.
xv
HIPÉRICO
Hypericum Perforatum L.
xvi
LLANTÉN MAYOR
Plantago Major L.
DESCRIPCIÓN BOTÁNICA – Planta vivaz de pequeño tam año. Tiene un corto rizom a
vertical que origina una roset a basal de hojas largas y lanceoladas. En las ax ilas de las
hojas nacen unos tallos de 50 cm de altura, cubiertos de pelos cortos. Están
rem atados por una espiga cónica, que se alarga adquiriendo form a cilíndrica. Las
flores se desarrollan en las ax ilas y son de color pardo. El fruto es una cápsula oval.
Florece de m ayo a septiem bre.
xvii
MALVA
Malva Sylvestris L.
DESCRIPCIÓN BOTÁNICA –Planta bienal o vivaz, con tallos que alcanzan entre 1,20 y
1,50 de altura. La raíz es gruesa y está cubierta de num erosas raicillas laterales. El
prim er año se origina una roseta basal con hojas pecioladas y redondeadas. El tallo es
erecto o ascendent e. En las ax ilas de las hojas del tallo nacen las flores, reunidas en
grupos de 2 a 6 y con pedúnculos relativam ente largos, de color entre rosa claro y
púrpura, recorridas por nervios violetas. Los frutos son planos en form a de panecillos
y contienen entre 15 y 18 sem illas. Florece de junio a septiem bre
USOS y APLICACIONES – Vía oral para el t ratam iento de cat arros, bronquitis,
faringitis, asm a, gripe, estreñim iento, problem as de irritación gástrica. Vía tópica para
pieles irritadas, sensibles o secas.
xviii
MANZANILLA
Chamaemelum Nobile L.
xix
MELILOTO
Melilotus Officinalis L.
xx
MELISA
Melisa Oficinales L.
DROGA – Hojas.
PRINCIPIOS ACTIVOS – Aceit e esencial rico en cit ronela, ácido rosm arínico, taninos,
flavonoides y triterpenoides.
USOS y APLICACIONES – Vía oral las hojas frescas en el tratam iento del nerviosism o,
depresión, insom nio y cefalea de origen nervioso. Com o infusión después de las
com idas porque facilita la digestión y alivia la flatulencia y los cólicos. En eczem as
causados por alergias. Tam bién para resfriados y gripos por su acción sudorífica.
xxi
MILENRAMA
Achillea Millefolium L.
xxii
ORÉGANO
Origanum Vulgare L.
DESCRIPCIÓN BOTÁNICA – Planta vivaz. La raíz es fina, ram ificada y leñosa. Los
tallos son erectos y ascendentes, de 20 a 50 cm de altura, vellosos, rojizos y
ram ificados en el ápice. Las hojas son opuestas, anchas y ovales, de ex trem o
puntiagudo o redondeado. Las flores están sustentadas por cortos pedúnculos y est án
reunidas en grupos de 3. La inflorescencia es de form a oval y present a flores
bilabiadas de color rosa o blanco. Los frutos son aquenios. Florece de julio a
septiem bre.
RECOLECCIÓN – El tallo florido durante los m eses de agosto o septiem bre. Debe
cortase a ras del suelo.
USOS y APLICACIONES – Vía oral para trastornos digest ivos, accesos de tos, faringitis
y bronquitis. Vía tópica en heridas y úlceras.
xxiii
ORTIGA
Urtica Dioica L.
DESCRIPCIÓN BOTÁNICA – Planta vivaz con rizom a am arillo m uy ram ificado. Tiene
num eroso tallos de hasta 1,20 cm de altura, cuadrangulares y cubiertos de pelos
urticantes. Las hojas son opuestas, pecioladas, puntiagudas, redondeadas en la base y
cubiertas de pelos urticantes por las dos caras. Las flores son unisex uales, de color
verde, agrupadas, situadas en las ax ilas de las hojas m ás altas del tallo. El fruto es un
aquenio. Florece de junio a oct ubre.
xxiv
ROMERO
Rosmarinus Officinalis L.
DESCRIPCIÓN BOTÁNICA – Arbusto que perm anece verde todo el año. Ram as leñosas
y de color parduzco. Alcanza 1,5 m de altura. Se ram ifica abundantem ent e y sus
ram as son cuadrangulares y están cubiertas de pelillos blanquecinos. Las hojas son
estrechas y casi cilíndricas y de color verde por el haz y blanquecinas por el envés.
Nacen enfrentadas y presentan el borde entero. Las flores nacen en cortos ram illetes
ax ilares y son de color azul claro, rosa o blanquecinas. El fruto está form ado por
cuatro nuececillas de color parduzco. Florece casi todo el año.
xxv
ROSAL SILVESTRE
Rosa Canina L.
DROGA – Frutos.
PROPIEDADES – El escaram ujo es vitam ínico, sobre todo contiene vitam ina C. Adem ás
es astringente, antidiarreico, diurético, protector capilar y venotónico.
xxvi
SAUCE
Salix Alba L.
RECOLECCIÓN – La corteza de las ram as de 2 a 4 de m arzo a abril. Tam bién las hojas
y los brotes jóvenes.
xxvii
SAÚCO
Sambucus Negra L.
DROGA – Flores.
xxviii
TILO
Tilia Platyphyllos
xxix
TOMILLO
Thymus Zygis L.
xxx
D ICCIONARIO DE T ÉRMINOS T ERAPÉUTICOS
ABORTIVO – propiedad que hace referencia a la int errupción del em barazo.
ACEITE ESENCIAL – sustancias volátiles de carácter arom ático.
ACCIÓN VITAMÍNICA P – protege los capilares sanguíneos.
AEROFAGIA – ex ceso de gases en el tracto digestivo.
AFONÍA – im posibilidad transitoria o perm anente del habla.
AFTA – pequeña lesión ulcerosa de fondo am arillento m uy dolorosa, generalm ente
fugaz, localizada en la m ucosa.
ALERGENO – agente causant e de alergias.
ALOPECIA – caída parcial o total del cabello.
AMARGO / APERITIVO –provoca la secreción de los jugos gástricos, facilitando la
digestión y estim ulando el apetito.
AMENORREA – supresión de la m enstruación en la etapa fértil.
ANALGÉSICO / ANTIÁLGICO – calm a el dolor.
ANESTÉSICO – anula la sensibilidad, que produce o causa anestesia.
AQUENIO – fruto seco y con una sola sem illa.
ANTIÁCIDO – evita o neutraliza el ex ceso de acidez.
ANTIALÉRGICO – act úa contra la alergia o sus síntom as.
ANTIASMÁTICO / BRONCODILATADOR – calm a o atenúa los efectos del asm a y dilata y
calm a los bronquios.
ANTIBIÓTICO – sust ancia quím ica que destruye m icroorganism os.
ANTIDIARREICO – com bate la diarrea.
ANTIEMÉTICO – evita o detiene el vóm ito.
ANTIESPASMÓDICO / ESPASMOLÍTICO – inhibe espasm os en órganos huecos
(estóm ago, VB, intestinos y vejiga) y desórdenes nerviosos.
ANTIFLOGÍSTICO – antiinflam atorio.
ANTIFÚNGICO – dest ruye o inhibe el crecim iento de hongos.
ANTIHELMÍNTICO – elim ina las lom brices intestinales.
ANTIHEMORRÁGICO / HEMOSTÁTICO – detiene las hem orragias.
ANTIOXIDANTE / ANTIRADICALAR – ret rasa el proceso ox idativo de las células.
ANTIPARASITARIO – ataca y/ o destruyo parásitos.
ANTIPIRÉTICO –dism inuye la fiebre.
ANTISÉPTICO / DESINFECTANTE – im pide el desarrollo o proliferación de
m icroorganism os nocivos en piel y m ucosas.
xxxi
ANTIRREUMÁTICO – cura o previene las enferm edades reum áticas.
ANTISUDORÍFICO – dism inuye la secreción de sudor.
ANTITUSÍGENO / BÉQUICO – calm a la tos.
ASTENIA – debilitam iento del estado general.
ASTRINGENTE – produce constricción y sequedad. Los PP.AA. suelen ser antidiarreicos
y antihem orrágicos.
BACTERICIDA – destruye las bacterias.
BACTERIOSTÁTICO – im pide o paraliza el crecim iento de las bacterias.
BALSÁMICO / EMOLIENTE – contiene PP.AA. como aceites, resinas y esencias, con
acción suavizante en piel y m ucosas.
BLEFARITIS – inflam ación del párpado.
CARDIOTÓNICO – tónico para el corazón, aum enta la fuerza de contracción del
corazón y m ejora su rendim iento.
CARMINATIVO – inhibe la producción de gases o favorece su ex pulsión, producidos
por la ferm entación intestinal.
CATÁRTICO – m edicam ento purgante.
CICATRIZANTE – ayuda a cicatrizar heridas y regenera el epitelio.
COLAGOGO – aum enta o estim ula la secreción de bilis contenida en la VB.
COLERÉTICO – aum enta o estim ula la secreción de bilis.
CORICIDA – capaz de elim inar callosidades.
DEMULCENTE – sust ancia no grasa que suaviza, relaja y protege la piel y las m ucosas.
DEPURATIVO – favorece la elim inación de sustancias tóx icas.
DETOXIFICANTE – dism inuye los efectos negativos de un tóx ico sobre el organism o.
DIAFORÉTICO – provoca la sudoración.
DIGESTIVO / ESTOMACAL / EUPÉPTICO – favorece la digestión.
DISMENORREA – dolor en la m enstruación, evacuación dolorosa y difícil.
DISPEPSIA – digestión difícil de carácter crónico.
DISQUINESIA – trastorno caracterizado por la realización de m ovim ientos involuntarios
y repetitivos.
DIURÉTICO – provoca la diuresis, facilitando la elim inación de orina.
DRÁSTICO / PURGANTE – lax ante m uy fuerte.
EMENAGOGO – favorece la m enstruación, la regulariza o norm aliza.
EMÉTICO – provoca el vóm ito.
EMOLIENTE – suaviza y calm a la inflam ación de piel y m ucosas.
ESTIMULANTE / TONIFICANTE – activa o m ejora la actividad nerviosa o m uscular.
xxxii
ESTOMÁQUICO – favorece las funciones digestivas.
ESTROGÉNICO – produce o induce la form ación de estrógenos, reguladores del ciclo
m enstrual fem enino.
ETIOLOGÍA – causa de la enferm edad.
EUPÉPTICO - digestivo
EXPECTORANTE – ayuda a elim inar secreciones bronquiales, calm ando la tos.
FEBRÍFUGO – dism inuye la fiebre.
FLATULENCIA – ex ceso de gases en el estóm ago o intestino.
FLEBITIS – inflam ación venosa.
FUNGICIDA – destruye los hongos.
GALACTÓGENO / GALACTOGOGO – favorece la producción y secreción de leche en las
m ujeres lactantes.
GINGIVITIS – inflam ación de las encías.
HEMOLÍTICO – produce lisis de glóbulos rojos, liberando hem oglobina.
HEMOSTÁTICO – corta hem orragias.
HIPERHIDROSIS – ex ceso de sudoración.
HIPERTENSOR – eleva la tensión arterial.
HIPERCLORHIDRIA – ex ceso de ácido clorhídrico a nivel gástrico.
HIPERCOLESTEROLEMIANTE – dism inuye la concentración de colesterol en sangre.
HIPERURICEMIA – ex ceso de ácido úrico en sangre.
HIPNÓTICO – que induce al sueño.
HIPOGLUCEMIANTE / ANTIDIABÉTICO / ANTIGLUCEMIANTE – dism inuye el nivel de
azúcar en sangre y orina (en diabéticos).
HIPOLIPEMIANTE – dism inuye lípidos en sangre (colesterol y triglicéridos).
HIPOTENSOR – dism inuye la presión arterial.
INFLORESCENCIA – orden o agrupación con que brotan las flores en las plantas.
INMUNOESTIMULANTE – estim ula el sist em a inm unitario, aum entando las defensas del
organism o.
LAMPIÑO – con poco pelo.
LÁTEX – líquido lechoso que gotea de algunas plantas cuando se las rom pe.
LAXANTE – facilita la evacuación intestinal.
LENITIVO – acción analgésica débil.
LITIASIS – form ación de cálculos en órganos huecos o conductos del organism o.
METRORRAGIA – hem orragia uterina no relacionada con la m enstruación.
MIDRIÁTICO – dilat a la pupila.
xxxiii
MIORRELAJANTE – produce la pérdida del tono y reflejo m uscular.
MUCOLÍTICO – disuelve o deshace el m oco, facilitando su ex pulsión.
NARCÓTICO – m edicam ento que produce sopor, relajación m uscular y em botam iento
de la sensibilidad.
ODONTALGIA – dolor de dient es o m uelas.
OFTÁLMICO – adecuado para enferm edades oculares.
OLIGOMENORREA – m enstruación escasa o poco frecuent e.
OTALGIA – dolor de oídos.
OXITÓCICO – provoca contracciones en el útero.
PECTORAL – para afecciones de vías respiratorias.
PP.AA. – Principios Activos.
PURGANTE – acción evacuadora intestinal, lax ante m uy intensa, que puede irritar el
intestino.
REMINERALIZANTE – aporta sales m inerales y oligoelem entos para rest aurar el
equilibrio m ineral del organism o.
RESOLUTIVO – disipa inflam aciones.
REVULSIVO – produce inflam ación o congestión en piel y m ucosas.
RUBEFACIENTE – provoca irritación y enrojecim iento de la piel.
SEDANTE – calm a o m itiga el dolor o la ex citación nerviosa.
SOMNÍFERO – induce un sueño natural o sem ejante.
SUDORÍFICA – estim ula la sudoración.
TÓNICO – preparado que estim ula y norm aliza el tono norm al o estado saludable.
TONIFICANTE – fortalece o increm enta las funciones del organism o.
TÓPICO – de uso ex t erno.
URICOSÚRICO – favorece la elim inación por la orina de ácido úrico.
VASOCONSTRICTOR – causa la constricción de los vasos sanguíneos.
VASODILATADOR – dilata los vasos sanguíneos.
VASOPROTECTOR – refuerza las paredes de los vasos y capilares sanguíneos.
VENOTÓNICO – estim ula el tono m uscular de las paredes de los vasos sanguíneos.
VERMÍFUGO / VERMICIDA – provoca la ex pulsión de lom brices intestinales.
VESICANTE – produce am pollas o vesículas en la piel.
VITAMÍNICO – proporciona alguna vitam ina.
VULNERARIO – favorece la cicatrización de heridas y la curación de contusiones,
golpes y traum atism os.
xxxiv
T ALLER LA FARMACIA DE LA N ATURALEZA
I DENTIFICACIÓN y USO DE PLANTAS M EDICINALES y AROMÁTICAS
PARA USO CULINARIO
2 . IDENTIFICACIÓN
2.1 RECONOCER, OLER y TOCAR
2.2 RECOLECCIÓN, SECADO y CONSERVACIÓN DE PLANTAS MEDICINALES
5 . BIBLIOGRAFÍA
ii
1 . INTRODUCCIÓN A LAS PLANTAS MEDICINALES y AROMÁTICAS
Se sabe de la utilización de las plantas com o m edio de curación desde hace m ás de 5000 años, aunque posiblem ente su uso
sea bast ante anterior, rem ontándose incluso a la época prehistórica. El hom bre ha recurrido a las plantas com o m edio de
curación y de sanación.
Esta búsqueda le ha hecho profundizar en el conocim iento de las especies vegetales con propiedades m edicinales y am pliar su
ex periencia con los preparados que se ex traen de ellas. Y de este estudio m inucioso estudio de observación y de ex periencia
es de donde surge la FITORERAPIA . Es la ciencia que est udia la utilización de las plantas m edicinales y sus derivados con
finalidad terapéutica, ya sea para prevenir, para aliviar o para curar las enferm edades.
Las prim eras aplicaciones fitoterapéuticas que desarrolló el ser hum ano tuvieron lugar, en principio, por una sabiduría
ancestral e innata, de conex ión energética con el m edio, y, por la observación de los anim ales y las aplicaciones que ellos
hacían de las plantas.
La naturaleza adem ás ha favorecido el conocim iento de sus aplicaciones, ya que la propia m orfología de las plantas y sus
partes están m uy relacionadas con los usos terapéuticos. Este estudio queda ex presado en la Doctrina de la Signatura ,
desarrollada por Paracelso, donde establece que cualquier elem ento de la naturaleza posee un signo distintivo, gracias al cual
es posible com prender la esencia del m ism o. Las plantas son portadoras de alguna señal que nos sugiere alguno de sus
secretos o virtudes que podríam os utilizar en beneficio de nuestra propia curación. Estas características sutiles quedan
m anifiestas a través de la observación de la form a, tanto de la flor, com o de la raíz, tronco, hojas, color, hábitat, etc…
iii
TRATAMIENTOS PRIMITIVOS – En la m ayoría de las culturas antiguas se consideraba la enferm edad com o un castigo de los
dioses. Los curanderos trataban a los enferm os a base de conjuros y ritos con pócim as m ágicas preparadas con plantas
locales.
Descubrim ientos arqueológicos en Irak, realizados en un cem enterio del hom bre de Neandert al, de hace unos 60000 años,
indican que ya se usaban algunas plantas m edicinales que todavía figuran en la herbolaria tradicional, com o la m ilenram a y el
m alvavisco.
En las t ablas sum erias, 4000 aC, nom bran m edicam entos com o el opio, el tom illo y la m ostaza.
Los babilonios, civilización que los sucedió, am pliaron la farm acopea sum eria con plantas com o el sen, el azafrán, el cilantro,
la canela y el ajo. A partir de ellas y de resinas preparaban cataplasm as, bálsam os y linim entos.
LA MEDICINA DEL ANTIGUO EGIPTO – Gracias a descubrim ientos de papiros, datados aprox im adam ente en el 1600 aC,
hay const ancia de la cantidad de rem edios naturales que aplicaban, así com o de su gran conocim iento de la t erapéutica y sus
posibilidades. El prim er papiro localizado, uno de los prim eros tex tos m édicos, fue el papiro de Ebers, contiene unas 800
recetas y hace referencia a m ás de 700 productos, con los que preparaban ex tractos, licores, infusiones, píldoras, cat aplasm as
y bálsam os. En los preparados m ezclaban tanto plantas (aloe, ajenjo, hierbabuena, beleño, m andrágora, m irra…), com o
m aterias de origen anim al (grasas anim ales, sangre, leche…) y m ineral (sal, m ercurio, m agnesio, alabastro…).
Adem ás concebían las bases de una alim entación saludable, el uso de las term as y de aguas m inerales, realizaban operaciones
quirúrgicas y tenían un gran conocim iento de anatom ía y fisiología, gracias a lo cual realizaban m om ificaciones.
iv
MESOPOTAMIA – Obtenían com puestos m edicinales de 250 plant as, 120 sust ancias m inerales y 180 sustancias de origen
anim al. Daban gran im portancia a la hora del día en la que se preparaba o se consum ía el rem edio m edicinal.
LA INDIA – Toda la erudición herbolaria acum ulada durante generaciones se reunió en el Ayurveda. Apareció por prim era vez
en form a escrita alrededor de la época de Cristo.
El Ayurveda es el conocim iento que indica lo que es apropiado e inapropiado, las condiciones de vida felices y tristes, lo que
es favorable y desfavorable para la longevidad, al igual que la duración y naturaleza de la m ism a. Considera la salud com o un
equilibrio entre el individuo y su entorno, que se interrelacionan a través de la energía vital o prana, basada en la Teoría de
los 5 Elementos.
Sus preparados se ingerían oralm ente, m ezclados con m antequilla clarificada, sésam o y m iel, aunque tam bién elaboraban
píldoras.
CHINA – Hace por lo m enos 2000 años que se escribió la m ás antigua farm acopea china que se conoce, el Pen Tsao, que
ofrece una recopilación autorizada y puesta al día de los preparados m edicinales que em pleaban. En los tratados tradicionales
aparecen hasta un total de 8160 fórm ulas de m ezclas de plantas m edicinales junto con sustancias de origen anim al.
Las dos bases en las que se apoya la Medicina Tradicional China son la acupuntura y la farm acopea. Y su base filosófica de
entendim iento del universo está basada en la Teoría del Yin- Yang , la Teoría de los 5 Elementos y el Chi o fuerza vital que
anim a todo lo ex istente.
v
HEBREOS y SÁNSCRITOS – Reconocidos por su salud pública e higiene, ut ilizaban plant as m edicinales com o el enebro, la
m andrágora, el algodón y la m ostaza para curar sus enferm edades. La Biblia autoriza y fom enta, en cierto sentido, el uso de
esta práctica: “ El Señor hace salir de la tierra los remedios, y el hombre sensato no los desestima”.
LA CONTRIBUCIÓN DE LOS GRIEGOS – En el siglo V aC, Em pédocles de Agrigento, difunde la idea que se estaba aplicando
sim ultáneam ente en China y en la India, que la vida se constituye sobre 4 raíces et ernas, fuego, agua, aire y tierra. Y a través
de ellas intenta conciliar la perennidad del ser con el transcurrir de todo, llegando así al equilibrio y a la salud de la persona.
Esta teoría estuvo vigente en Europa durante m ás de 2000 años.
Hacia el año 400 aC, Hipócrat es apartó la m edicina de la religión y el m ist icism o alegando que se trataba de una ciencia y un
arte, donde no había cabida para la superstición. Se le considera el padre de la m edicina m oderna. Sus enseñanzas hacen
hincapié en las virtudes de la dieta, el ejercicio y la ex posición al sol y al agua, y, se basaban en la m áx im a “ Primum non
nocere” o “ lo importante es no causar daño”, dem ostrando así el int erés hum anitario que tenía.
Sostenía que los 4 elem entos constitutivos de la naturaleza (fuego, agua, tierra y aire) estaban representados en el cuerpo por
la bilis am arilla, la flem a, la bilis negra y la sangre, que cualquier desequilibrio en uno de ellos causaba la enferm edad, y que
podía corregirse elim inando el ex ceso predom inante, a través de sangrías, enem as, purgantes (ricino, anís, leche de burra…),
diuréticos (perejil, t om illo, hinojo, apio…), sudoríficos o em éticos.
Le sucedió Aristóteles y su discípulo Teofrasto, que fue el prim er botánico científico, que registra en Historia de las Plantas y
De las causas de las plantas, 550 especies de Europa e India, clasificadas de acuerdo a su form a y estructura.
Aunque en el siglo I de nuestra era es Dioscórides quien en su obra De Materia Médica recopila inform ación de m ás de 600
especies de plantas de valor m edicinal, 35 productos de origen anim al y 90 m inerales.
vi
ADELANTOS ROMANOS – Las innovaciones fundam entales en Rom a con referencia a la salud pública fueron la distribución
de agua potable por m edio de acueductos y la creación de sistem as de drenaje. En cuanto a la salud individual los m étodos
curativos consistían en dieta, adm inistración de m edicam entos y cirugía. Su m edicina era una fusión ent re los principios
hipocráticos con una gran dosis de religiosidad.
Galeno prom ovió el estudio de las sustancias vegetales y sus acciones terapéuticas en base a la riqueza de determ inadas
sustancias, descritas en la Teoría de las Cualidades. Las form as galénicas eran unas m ezclas de hierbas que él m ismo
revalorizó y que consideraba que curaban casi cualquier patología.
MEDICINA y ALQUIMIA ÁRABES – Tras la caída de Rom a fue el im perio musulm án el que m antuvo y profundizó sobre la
cultura m edicinal griega. Destacan los trabajos de Avicena, m édico, científico y filósofo, considerado com o uno de los m ás
grandes m édicos de todos los tiem pos. Escribió el Canon de la Medicina , donde describe 811 productos vegetales y
m inerales y sus acciones sobre el ser hum ano, con m últiples referencias de Galeno y Arist óteles, donde se describen
enferm edades com o la m eningitis y el tétanos.
A través de los árabes llegó al m undo occidental la alquim ia, m ezcla de quím ica y filosofía. Los alquim istas intentaban
averiguar los m isterios de la naturaleza ex perim entando en el laborat orio con m uy diversas sustancias.
LA EDAD MEDIA – El uso de plantas m edicinales sufre un estancam iento y descrédito debido a la Sant a Inquisición, que
m anda quem ar en la hoguera a cientos de curanderos. Se centró el arte de curar en los m onasterios y los m onjes y sacerdotes
tradujeron del griego y del latín las obras prim itivas sobre el em pleo m edicinal de las hierbas. Carlom agno ordenó a los
conventos el cultivo de plantas m edicinales, lo que contribuyó a im pulsar el desarrollo de la m edicina, creándose num erosos
jardines botánicos al m ism o tiem po que hospitales m onásticos.
vii
A partir del S. XII, con la gran influencia de la iglesia, la fitoterapia pasa el olvido a nivel oficial, aunque su uso se m ant iene en
reductos, incluso perseguidos por los elem entos eclesiásticos. Con el inicio del Renacim iento com ienza el resurgir de la
m edicina a base de plantas y la identificación de plantas m edicinales y sus partes útiles. Y junto con la invención de la
im prenta com ienza lo que se denom inó la edad de los herbarios. La Dotrrina dei Segni sostenía que el uso m edicinal de una
planta podía reconocerse en función de la m orfología de la m ism a, en correspondencia con alguna parte de la anatom ía
hum ana.
EL NUEVO MUNDO – Los aztecas tenían una herencia herbolaria m edicinal que com prendía unas 3000 especies. En 1552 se
escribía el prim er libro de m edicina de Méx ico y Am érica, traducido al latín. Algunas de las especies traídas a Europa son la
quina, la coca y el t abaco.
DEL RENACIMIENTO A LA ACTUALIDAD – Paracelso reim pulsó la Teoría de las Signaturas y una de sus innovaciones fue
el estudio y aplicación preciso de las dosis estableciendo que “el que un veneno sea un veneno o no, depende sólo de la
dosis”, desarrolló el uso de tinturas y de m etales en la m edicina.
En Alem ania, Sam uel Hahnem an, funda la hom eopatía, basando su acción m edicinal en las bases sobre las dosis que sentó
Paracelso y sobre la m áx im a “similla similibus curantes” o “ los sem ejantes se curan con los semejantes”. Esta doctrina
terapéutica se basa en dar al paciente dosis m ínim as de un m edicam ento que produzca efectos sim ilares a sus síntom as,
estim ulando así sus m ecanism os de defensa. Las sustancias que a dosis elevadas provocan enferm edades, son las m ism as que
diluidas y dinam izadas van hacia la curación.
En 1850 se desarrolla un m ovim iento de invest igación para conocer la com posición de los vegetales y nace la base de la
industria farm acéut ica, perfum era y condim entaria actual. Se com ienzan a purificar los principios activos de las plantas
m edicinales.
viii
El hom bre prim itivo carecía de las respuestas que hoy día tenem os a través de la ciencia, entonces. ¿cóm o podía dudar y
cuestionarse el poder m ágico de las plantas?, ¿de qué otra m anera podía ex plicarse los m isterios que rodean al reino vegetal?,
si cada año veía com o con la llegada del ot oño “m orían” los bosques cuando perdían sus hojas y las flores se m architaban, y,
con la llegada de la prim avera “resucit aba” y en las ram as aparecían nuevas yem as de las que brotaba nuevo follaje y las
plántulas surgían del suelo con renovada energía.
Nuestros lejanos ant ecesores no necesit aban ser ex pertos botánicos para advertir y valorar la notable pujanza y la diversidad
el m undo vegetal. La necesidad los llevó a observar atentam ente la flora que les proporcionaba alim ento, vestido y
m edicam entos.
Sin duda alguna, el com portam iento de algunas plantas les llenaba de asom bro: ¿por qué los girasoles seguían a lo largo del
día el m ovim iento del Sol a través del firm am ento?, ¿por qué las flores de la m aravilla se abrían al alba para cerrarse a la
puesta de Sol?
El ser hum ano que ya dependía de las plantas para satisfacer sus necesidades m ateriales, encontraba natural buscar tam bién
en ellas ayuda contra la adversidad. Com o las plantas parecían tener poderos m ágicos, era lógico suponer que si lograba
dom inar y dirigir esa fuerza, el hom bre podría vencer la desgracia y la enferm edad, controlar el destino y estar en paz con los
dioses.
A lo largo de la historia han aparecido un sinfín de fábulas, que hay que ex am inar con m ucho detenim iento para distinguir la
realidad de la ficción.
ix
Es el caso del griego Heredoto, que en su obra llam ada Historias describe la planta del algodón refiriéndose a ella com o
“ árboles… que producen como frutos unos vellones superiores en calidad y belleza a los de las ovejas, y con los que los
nativos tejen telas para vestirse”. Y, que al paso de los siglos, este relato fue haciéndose m ás fantástico hasta convertir la
planta “que producía lana” en un cordero de carne y hueso, pero de origen vegetal, que crecía en un árbol desarrollado a partir
de una sem illa parecida a un m elón.
Tam bién, la m andrágora, una hierba perenne de la región m editerránea, tuvo gran fam a por sus poderes m ágicos en parte a
su tox icidad, capaz de m atar al que la com iera, y, por la form a tuberosa de su raíz parecida a un pequeño hom brecito.
x
Es evident e com o el hom bre, a pesar de la ex periencia que iba adquiriendo, conservó a través del tiem po la convicción de que
había algo m ágico en las plant as; idea que se infiltró en todos los aspectos de su vida, incluyendo el em ocional, el práctico y el
espiritual, y estuvo firm em ente arraigada a través de la superstición.
Para los egipcios, la cebolla era una planta a la que reverenciaban; no sólo la consideraban un sabroso condim ento y verdura
apetecible, sino que adem ás representaba el universo. Así com o se superponen una a una las capas de la cebolla, el m undo
inferior estaba rodeado por la tierra, que a su vez estaba cubierta por el cielo. Juraban sobre una cebolla com o hoy en día se
realiza sobre la Biblia, y presentaban cebollas a los dioses com o ofrendas.
Así m ism o, los árboles eran sagrados y los plantaban alrededor de los tem plos para deleite de los dioses. Incluso llenaban con
flores las criptas funerarias. En sus m om ias se han encont rado guirnaldas de m ejorana, crisantem os, narcisos, rosas y otras
especies.
xi
Los griegos crearon toda clase de m itos para ex plicar los fenóm enos naturales o para justificar la intervención de lo
sobrenatural en la vida cotidiana. Para ellos, eran doce los dioses que regían los cielos, la tierra, el m ar y el infram undo. Todos
habitaban en la cim a del Monte Olim po y estaban em parentados entre sí, aunque cada uno tenía una personalidad propia,
atributos distintivos y predilección por alguna planta con la que se identificaba en la literatura y el arte. Por ejem plo, Zeus, el
dios suprem o, adoptó el roble com o sím bolo de su eterno poder, Ares, dios de la guerra, el fresno que proporcionaba m adera
para las lanzas, y, Atenea, diosa de la sabiduría, tenía com o em blem a el olivo, que ella m ism a creó y que no sólo producía
m adera, sino tam bién frutos y aceite.
Las plantas m ágicas tam bién desem peñaron un papel im portante en la vida de los personajes bíblicos. Cuando Moisés se
convirtió, fue una zarza el oráculo a través del que le habló Dios.
Para los druidas, en agradecim iento a los árboles del bosque, que los aux iliaron cuando las fuerzas oscuras am enazaban a la
hum anidad, adoptaron com o nom bre el que en celta se daba al árbol, y basaron en los árboles su alfabeto; para representar la
A dibujaba un olm o, para la B un abedul, y así sucesivam ente.
Los m isioneros se valieron de hierbas y flores para ex plicar su doctrina. San Patricio ilustró con el trébol el m isterio de la
Trinidad; t res hojas distintas pero una sola unidad.
Las brujas y hechiceras ejercían su oficio en secreto porque una acusación de hechicería les podía costar la vida. Eran
herederas de conocim ientos m uy antiguos sobre las propiedades m edicinales de productos naturales. Casi todas las plantas
que utilizaban pertenecían a la vieja tradición herbolaria, algunas eran venenosas y hoy se conocen bien las potentes drogas y
tox inas que producen. Com o es el caso del beleño, con el que hacían un ungüento que les servía para “volar”. Lo m ezclaban
con ingredientes de origen anim al y lo untaban sobre la piel y com enzaban a alucinar im aginando que se transportaban por
los aires y danzaban con los dem onios, lo que dio lugar a leyendas de vuelos m ágicos y lúgubres aquelarres.
xii
Los principios activos son sustancias que se encuentran en las distintas partes u órganos de las plantas y que alteran o
m odifican el funcionam iento de órganos y sistem as del cuerpo hum ano y anim al. Los m ás im portantes desde el punto de vista
de la salud son los aceites esenciales, los alcaloides, los glucósidos o heterósidos, los m ucílagos o gom as, y, los taninos.
Ex isten en las plantas otros principios activos relevantes denom inados nutrientes esenciales, com o vitam inas, m inerales,
am inoácidos, carbohidratos y fibras, azúcares diversos, ácidos orgánicos, lípidos y antibióticos.
Los principios activos, según su estruct ura quím ica, se clasifican en dos grupos:
- Productos resultantes del metabolismo primario , de procesos quím icos que intervienen de m anera directa en la
supervivencia, crecim iento y reproducción. Glúcidos, lípidos, derivados de aminoácidos.
- Productos derivados del metabolismo secundario , que no son esenciales para el m etabolism o, sino que son sintetizados
com o defensa y adaptación. Son los m ás im portantes. Heterósidos, polifenoles, terpenoides y alcaloides.
Éstos últim os son los m ás im portantes, que se subdividen en distintos grupos en función de su estructura quím ica.
xiii
HETERÓSIDOS
Tipo Propiedades Especies
Antraquinónicos Purgante Cáscara sagrada, Sen
Cardiotónicos Tónico cardíaco, diurético Digital
Cianogénicos Anestésico, antiespasmódico, hipotensor Cerezo, Guindo, Alm endro
Cum arínicos Antibacteriano, anticoagulante, protector solar Avena, Castaño de Indias
Fenólicos Febrífuga, antipirética, analgésica Peral, Sauce, Ulm aria
Flavónicos Fragilidad capilar, antiinflam atorio, antiox idante Limón, Ginkgo Biloba, Cardo Mariano
Iridoides Antiinflam atorio, analgésico, sedante Valeriano, Harpagofito
Ranunculósidos Irritante de la piel Ranunculáceas
Saponósidos Hem ólisis, em oliente, derm atitis Abedul, Regaliz, Saponaria, Violeta
Sulfurados Antibiótico Ajo, Cebolla, Rábano
POLIFENOLES
1. Ácidos Fenólicos; antiox idante, analgésico, colerético.
2. Flavonoides; ex isten m ás de diez tipos. Acción vitam ínica P, espasm olítica del tracto digestivo, antiinflam atoria por
vasoconstricción, aum enta la reserva alcalina, protege contra radiaciones ionizantes, lax ante y diurética (flor de la
pasión, m anzanilla rom ana, aquilea, regaliz, espino blanco).
3. Cum arinas; sistem a vascular, tanto arterial com o venoso, y, alteraciones de la piel (m eliloto, castaño de indias).
4. Lignanos; hepatoprotector (cardo m ariano).
5. Taninos; precipitan alcaloides, proteínas… Acción astringente, vasoconstrictora, hem ostática, antibiótica, antifúngica
(ham am elis).
6. Quinonas; Acción antim icrobiana, antifúngica, antibacteriana (ajo, tom illo).
xiv
TERPENOIDES
1. Iridoides (ver tabla)
2. Lactonas; Acción ant ibacteriana y antifúngica (ajenjo, diente de león)
3. Saponinas; Acción m ucolítica, diurética, ligeram ente hem olítica, dism inuyen el colesterol, antiinflam atoria, antifúngica,
antim icrobiana, antiulcerosa (castaño de indias, regaliz, centella asiática, rusco, llantén)
ALCALOIDES
La m ayoría son tóx icos por su potente efecto sobre el SN. Acción sedante (acónito, coca) y ex citante (te verde, m ate, cacao),
sobre el SNA es antiespasm ódica, anestésica, analgésica, antipirética (opio, am apola), antiparasitario, estom acal, bactericida,
diurético.
xv
2 . IDENTIFICACIÓN
La clave para encontrar una especie determ inada es conocer su hábitat, las condiciones am bientales que resultan m ás
favorables para su desarrollo. Cada t ipo de planta prospera únicam ente en los lugares que pueden proporcionarle las
condiciones particulares que requiere para su crecim iento.
En conjunto, las plantas son m uy adaptables. Hay pocas regiones en la Tierra que carezca totalm ente de vegetación. A través
del tiem po algunas especies han evolucionado desarrollando la capacidad de colonizar los hábitats m ás inhóspitos. Por
ejem plo, en el desierto se encuentran plantas que sobreviven gracias a un sist em a de raíces ex tenso y profundo, que alcanza
los m antos subterráneos de agua.
En general, conviene recolect ar plantas m edicinales silvestres cuando estén en pleno crecim iento y sean abundant es. Es
posible que una m ism a especie varíe su poder m edicinal según la región donde se encuentre y donde crezca, la etapa de su
crecim ient o en que se encuent re y la época del año en que se recolect e.
Para llegar a conocer bien las plantas el m étodo m ás directo es la confección de un herbario, es decir, una colección de
plantas silvestres o cultivadas, o partes de ellas, que se prensan y desecan a fin de m ontarlas en un álbum que sirve de
referencia perm anente.
Cuando se recolect an plantas hay que t ener cuidado de no m alt ratar las que crecen a su alrededor y estar seguros de que no
se encuentra en peligro de ex tinción (árnica, m anzanilla de Sierra Nevada). Y, aunque haya en el cam po gran abundancia de
alguna planta, hay que recoger sólo los ejem plares necesarios, para evitar que el m edio am biente se deteriore a largo plazo.
xvi
xvii
Es im portante entrenar la pituitaria para reconocer y disfrutar de los arom as de las plantas. Aquí cobra especial im portancia el
uso de la arom aterapia con fines terapéuticos, ya que un cam bio en una nota del aceite nos hará diferenciar la calidad el
m ism o. Por ejem plo, para distinguir una lavanda de un lavandín, que aunque son plantas de la m ism a fam ilia, tienen distintos
m atices tanto en su arom a com o en sus propiedades.
Cuando llega la prim avera y las plantas em piezan a enseñar sus pequeños brotes y poco a poco van floreciendo, al am anecer y
com ienzo del día, un paseo por el cam po puede ser m uy reconstit uyente por la gran variedad de olores y colores que se
puedan encontrar.
Para tocar una planta o un árbol hay que dirigirse a ella con cuidado y respeto, tratando de no ser bruscos para no dañar
ninguna de sus partes. Un buen ejercicio puede ser intentar “sentir” lo que cada planta nos dice, que nos sugiere, que nos
hace sent ir. No es lo m ism o tocar una m argarita o una am apola, flores delicadas, que tocar un roble, un árbol fuerte y
vigoroso.
xviii
xix
La recolección es el proceso m ediante el cual se obtiene la parte de la planta que va a ser utilizada. Esta parte se separa de la
planta en el m ism o m om ento de la recolección o se corta una parte de la planta y después se separa la parte de interés.
Hay 2 tipos de recolección, la recolección silvestre y la recolección de cultivos. La recolección se puede realizar de form a
m anual, sem im anual y m ecánica. En nuestro caso nos vam os a centrar en la recolección m anual.
La recolección de las plantas debe realizarse en m om entos precisos, que pueden variar en función de cada especie. Suelen
coincidir con el periodo de floración o inm ediatam ente ant erior. El m om ento del día es im portante a la hora de la recolección,
ya que la planta debe encontrarse sin la hum edad de la noche y recolectarse antes de las horas m ás calurosas.
El m om ento óptim o para la recolección está relacionado con la parte de la planta que se quiere aprovechar y es el factor clave
para conseguir la calidad y riqueza deseada de principios activos.
Com o norm a general, algunas pautas para la recolección y recogida de plantas m edicinales y arom áticas;
• Las hojas cuando son jóvenes, cuando están com pletam ente desarrolladas, just o al inicio de la floración.
• Las flores cuando están abiert as del todo, pero aún siguen frescas.
• Los frutos se recogen m aduros.
• Las raíces cuando se encuentran totalm ente desarrolladas y vigorosas.
• La corteza se recoge de las ram as jóvenes.
• La hierba com pleta al principio de la floración.
xx
El periodo de recolección com ienza en abril - m ayo y se puede alargar hasta el m es de octubre. De algunas especies se
realizan hasta 3 y 4 cortas por tem porada (tom illo, m enta) m ientras que otras sólo aportan 1 ó 2 (lavanda, hipérico). El
m om ento óptim o.
El secado debe realizarse siem pre a la som bra, en un lugar bien ventilado, al abrigo del polvo y la hum edad, ex tendiendo la
planta sobre una superficie lim pia y seca. Se puede utilizar papel secante o un paño de algodón o lino para aislar la planta de
la superficie. Cualquier procedim iento de secado es válido siem pre que se evit en m ateriales que no dejen transpirar a la
planta.
Hay que procurar que la planta quede bien dispersa, sin am ontonam ientos, y rem overla diariam ente, procediendo al
alm acenado en cuanto se encuentre seca. Y, m uy im portante, asegurarse de que no contiene parásitos en este m om ento. Así
aseguram os la efect ividad de los principios activos en el tratam iento terapéutico.
La conservación debe hacerse en lugares secos y lim pios, sin refrigeración, bajo la som bra y que no estén ex puestas a las
radiaciones solares directas. La ex cesiva hum edad es causa del deterioro progresivo de las plantas m edicinales. Los envases
para el alm acenam iento m ás recom endables son de vidrio y de cerám ica, opacos y cerrados. En el caso del alm acenam iento en
grandes cantidades se pueden utilizar sacos que tengan las m ism as propiedades para la protección. Bajo estas condiciones
pueden tener una vida útil de un año e incluso m ás. En cualquier caso, la pérdida de sus características y propiedades se
puede apreciar por el cam bio de arom a o de sabor en com paración con el habit ual. En est e caso es m ejor utilizarlas para la
lim pieza o desecharlas y adquirir nuevas m uestras.
Siem pre hay que indicar en el envase; parte de la planta, lugar de recogida y fecha de envasado.
xxi
3 . INTRODUCCIÓN A LA BOTÁNICA MEDICINAL
CULINARIOS – Las especias o hierbas arom áticas constituyen un recurso m uy útil en la cocina porque perm iten elaborar
platos m ás sabrosos y saludables. Para conseguir aum entar el sabor o la fragancia de las com idas es necesario conocer bien
las caract erísticas de las especias de m anera que com binen bien.
Desde un punto de vista culinario se distinguen los siguientes tipos de especias o hierbas arom áticas:
• Especias Base: se pueden ut ilizar para todo tipo de verduras, sopas, salsas, rellenos, arroz, hongos, patatas y
todas las legum bres. Entre ellas; ajo, cebolla, coriandro, tom illo, albahaca, orégano…
• Especias Suaves o Dulces: para dar sabor y arom a a preparados dulces (galletas, bizcochos, m erm eladas,
m acedonias…). Pueden ser; anís, hinojo, vainilla, clavo, canela, cardam om o…
• Especias Fuertes o Ásperas: com o condim ento de carnes, pescados, verduras, legum bres, sopas, hongos o
patatas. Pim ienta negra, ajo, cebolla, apio, com ino, clavo, perejil, salvia, rom ero, m elisa, laurel, eneldo, m ostaza,
cúrcum a, nuez m oscada…
• Especias de Relleno: se utilizan en pequeñas cantidades para sazonar platos de los grupos anteriores. Com o el
jengibre, clavo, hinojo, cardam om o, nuez m oscada…
xxii
xxiii
FITOCOSMÉTICA – Es el uso de los principios activos de las plantas para el cuidado y estética de la piel y el cabello. El uso
de una o determ inadas plantas viene determ inado por su actividad fisiológica, que varía de unas plantas a ot ras. Las
propiedades derm atológicas de las plantas son m uy variadas; tonificantes, astringentes, antiinflam atorias, antisépticas,
cicatrizant es, detergentes, suavizantes, calm antes, em olientes, descongestionantes, refrescantes…
Es necesario y de vital im portancia realizar preparados fitocosm éticos sin com puestos quím icos, sobre todo sintéticos, ya que
serán absorbidos al interior del cuerpo y llegarán al torrente sanguíneo en cuest ión de segundos. De ahí la im portancia de que
realicem os o utilicem os productos procedentes de m aterias prim as naturales de origen ecológico o biológico, libres de
pesticidas, abonos quím icos, y dem ás t ox inas dañinas para la salud y el equilibrio del individuo.
xxiv
REMEDIOS CASEROS – En la preparación casera de rem edios a base de plantas se utilizan disolventes, com o agua, alcohol y
vino. Los dos últim os m étodos de ex tracción aprovechan las propiedades alcohólicas del disolvente para ex traer los principios
activos no solubles en agua que contienen las plantas.
Por su naturaleza se conservan durante largos periodos de tiem po, que van desde los 3 a los 5 años.
Entre los preparados m ás habituales están las infusiones, decocciones, vinos m edicinales, ex tractos y tint uras, enjuagues y
gargarism os, cataplasm as, m ascarillas, baños de vapor, inhalaciones, com presas, baños terapéuticos, m aniluvios y pediluvios,
m aceraciones frías y calient es…
xxv
INFUSIÓN – Es la form a m ás popular y clásica de ex tracción de principios activos. Las dosis generales aprox im adam ente son
de 1g de planta por cada 10 de agua. Colocam os la planta o m ezcla de plantas en un recipiente sin agua. Ponem os agua a
calentar, llevándola hasta el punto de ebullición. Cuando com ienza a hervir, con el fin de que no se concent ren partículas, la
retiram os del fuego y la vertem os sobre la/ s planta/ s. La t apam os inm ediatam ente y dejam os reposar entre 10 y 15 m inutos,
con el fin de que se disuelvan todos los principios activos. Las sustancias ex traídas m ediante este procedim iento son
hidrosolubles. Indicadas para los órganos de la planta, com o flores, hojas y tallos verdes.
DECOCCIÓN – Es la ex tracción en agua de determ inadas partes. Utilizam os 1 parte de planta por cada 10 de agua., salvo en
el caso de las plantas con alto contenido en m ucílagos, que será de 1 parte de planta por cada 20 de agua. Colocam os la/ s
planta/ s en un recipiente con agua fría y calentam os a fuego m edio, dejándola cocer ent re 3 y 5 m inutos. Después tapam os y
dejam os reposar entre 10 y 15 m inutos. En decocción tallos, cortezas, raíces y frutos.
xxvi
MACERACIÓN FRÍA – Para las flores y las hojas dejam os en un recipiente la cantidad de planta necesaria cubierta de agua
durante 12 horas. En el caso de tallos y raíces durante 24 horas. En am bos casos procurarem os dejar el recipiente bien tapado
y resguardado de la luz solar. La tom am os a tem peratura am biente.
MACERACIÓN CALIENTE – Igual que en el caso de m aceración fría, pero m anteniendo el agua calient e sin que llegue a
hervir. Con algunas raíces, cortezas y t allos es recom endable dejarlas antes en m aceración fría.
CATAPLASMA – Consiste en el tratam iento tópico de preparaciones vegetales en form a de pasta, espesa y húmeda, envueltas
en una tela, caliente o tibia, aplicadas sobre la parte del cuerpo afect ada, con efecto em oliente, calm ante y antiinflam atorio.
Las cataplasm as ablandan la piel dilatando los poros, para que absorban los principios terapéuticos incorporados. Se prepara
la infusión o decocción según las indicaciones precisas de las plantas que vayam os a utilizar. Una vez preparada y estando
bien caliente, sin colarla, em papam os un paño de tejido natural, de algodón o lino, y lo aplicam os lo m ás caliente posible
sobre la zona a trat ar.
xxvii
En el caso de aplicación tibia se deja enfriar una vez em papado el tejido, com o es el caso de inflam aciones donde hay m ucho
calor o cuando hay fiebre ex cesiva. Para la aplicación sobre heridas, llagas, úlceras, abscesos…, colam os el preparado y
colocam os en el interior del paño los restos de las plantas, sin que estén en contacto con la herida.
EXTRACTO – Es una concentración obtenida m ediante m aceración en determ inados líquidos, com o agua, alcohol, glicerina
vegetal, et c. De consistencia líquida, densa, fluida o seca. Los ex tractos líquidos son ligeram ente espesos y los fluidos tienen
una consistencia sim ilar a la m iel fresca.
TINTURA – Es el m étodo de ex tracción de los principios activos a través de la m aceración en alcohol o vinagre de m anzana
durante varios días (entre 15 y 30 aprox im adam ente). Se colocan las hierbas en un recipiente de vidrio oscuro y se cubren con
alcohol. Se guardan en lugar cálido y alejado de la luz solar. Se rem ueve con pequeñas sacudidas t odos los días.
xxviii
JARABE – Son líquidos m uy concentrados a base de ex tractos, m iel o azúcar integral de caña y agua. Se hacen a base de
cocciones m ezcladas con jugos de plantas y frutas. Galeno decía “ que no sólo sirve la miel para la conservación, sino que
ayuda por su propia virtud; la cual ayudará también en los jarabes, lax ando y haciendo mover el vientre, y halagando al
paladar con su dulzor ”.
ENJUAGUE – Es un preparado a partir de plantas de uso interno y ex terno. Su uso interno para com batir llagas, afecciones
bacterianas y m icroorganism os bucales, y, su uso ex terno para aplicaciones en el cabello, para restaurar el equilibrio
adecuado del ph, tom ando un aspecto sano y brillante.
DENTÍFRICOS – Preparados para m antener una buena salud tanto dental com o bucal, libre de m icroorganism os. La placa
bacteriana dental está form ada por la saliva junto con restos de bacterias m uertas e hidratos de carbono com plejos, que las
propias bacterias producen a partir de los azúcares de la com ida, creando un m edio ácido que ataca el esm alte y la dentina
dental.
xxix
CREMA – Es una m ezcla de agua y aceite con un em ulsionante para conseguir una tex tura hom ogénea. Se puede preparar de
varias m aneras. Consta de 3 fases principales, la prim era, la fase acuosa, engloba los líquidos solubles en agua, la segunda, la
fase oleosa, está form ada por aceites, mantecas y ceras, y, la tercera y últim a, la fase emulsionante, fusiona las dos fases
dando est abilidad a la m ezcla.
xxx
COMPONENTES DE LAS CREMAS
1. Fase Acuosa: form ada por los ingredientes solubles en agua. De acuerdo al tipo de em ulsión, pueden ser em ulsiones
agua en aceite o aceite en agua. Las em ulsiones agua en aceite, el agua form a pequeñas partículas que se dispersan en
el aceite. La cantidad de agua es la m ism a que la de aceite, aunque por regla general se pone m enos. Son crem as m uy
nutritivas para pieles secas o m uy deshidratadas. Las em ulsiones aceite en agua tienen m ayor cantidad de agua que de
aceite. Es el tipo de crem a m ás com ún y su consistencia depende del porcentaje de agua, así com o del em ulgent e
utilizado.
2. Fase Oleosa: form ada por los aceites y las grasas. Según la proporción de grasas la crem a será m ás o m enos rica.
3. Emulgente: de él depende la estabilidad de la crem a. La m ás utilizada es la “cera lanette”. El em ulgente influye en la
tex tura de la crem a según su proporción. Una proporción baja (aprox 4%) dará una tex t ura m uy líquida y ligera, com o
una leche corporal, m ientras que un porcentaje m ás alto (aprox 8%) dará una crem a m ás com pacta.
4. Aditivos y Activos: m om ento donde se añaden a la crem a ex tractos, tinturas, activos cosm éticos, arcillas, aceites
esenciales, fragancias, etc…
5. Conservante: im prescindible en cualquier em ulsión con fase acuosa, para evitar el crecim iento de m icroorganism o. Por
regla general entre el 0,5- 1%.
UNGÜENTO – Es un preparado para aplicaciones ex ternas sobre la epiderm is. La droga activa tiene com o soporte aceite para
darle consistencia. Está constituido por grasas o sustancias con sim ilares caract erísticas que presenten aspect o sem isólido a
25º . El preparado se ablanda a la tem peratura del cuerpo y perm ite su absorción por la piel. Antiguam ente se usaba para
em balsam ar cadáveres. Para prepara un ungüento se cocinan las plantas que vayam os a utilizar en aceite, con cuidado de que
no lleguen a hervir, y sin parar de rem over. Después se tapa y se deja enfriar durante t oda la noche. A la m añana se calienta
de nuevo y se cuela a través de un lienzo y se envasa en vasijas de cristal o de cerám ica.
xxxi
4 . BOTIQUÍN CASERO BÁSICO
Planta Usos
Albahaca Picaduras de insectos, vóm itos, estreñim iento, dolencias nerviosas
Ajo Tos y resfriados, cándidas, infecciones, colesterol, hipertensión
Caléndula Cortes, m agulladuras, rozaduras, problem as cutáneos m enores
Cola de Caballo Afecciones de riñones y de vejiga
Consuelda Mayor Reumatismo, hinchazón de articulaciones
Equinácea Infecciones y resfriados, gripe, irritación de garganta, sistema inm unológico debilitado
Helicriso Estim ula m etabolism o, elim ina residuos tóx icos, dietas adelgazam iento
Hinojo Digestiones pesadas y dolores abdom inales
Jengibre Indigestión y flatulencia, trastornos circulatorios, artrosis
Laurel Reum atism o
Lavanda Estrés y trastornos relacionados, insomnio, dolores de cabeza, infecciones
Lino Para el correcto funcionam iento del intestino
Llantén Afecciones respiratorias
Malva Irritación de tejidos, especialm ente bucales
Malvavisco Estados inflam atorios de cualquier parte del cuerpo
Manzanilla Fiebre, dolencias digestivas, llagas, fatiga
Pasiflora Estados de ansiedad y agitación nerviosa
Propóleo Antibiótico
Rom ero Trastornos circulatorios, m agulladuras, agotam iento
Saúco Afecciones bronquiales, resfriados
Tila Dolores de cabeza tensionales, dolores del aparato digestivo
Tom illo Tos y resfriados, irritación de garganta, catarro
xxxii
5 . BIBLIOGRAFÍA
BRUNETON, J. (2001) FARMACOGNOSIA. FITOQUÍMICA. PLANTAS MEDICINALES. 2ª EDUCACIÓN. ZARAGOZA. ACRIBIA, S.A.
VAN GINKEL (2003) APUNTES DEL MÁSTER y DIPLOMÁTICA DE POSGRADO DE LA UAB. “ PLANTAS MEDICINALES Y
FITOTERAPÉUTICAS. MÓDULO 2. CULTIVO DE PLANTAS MEDICINALES, TECNOLOGÍA y PRODUCCIÓN”
BOTTICELLI, ANA MARÍA y CAGNOLA, CLEMENTINA (1998) LA SALUD HOJA A HOJA. EVEREST, S.A.
ARA ROLDÁN, ALFREDO (1995) LAS 40 PLANTAS MEDICINALES MÁS POPULARES EN ESPAÑA. EDAF, S.A.
xxxiii