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Encontrando esperanza
Unos estudios sobre el posible uso de triglicéridos de cadena media o cuerpos
cetónicos no sólo para tratar, sino para prevenir la enfermedad de Alzheimer
llamaron la atención de la Dra. Newport. Los triglicéridos de cadena media se
consideran también como un tratamiento potencial para la enfermedad de
Parkinson, enfermedad de Huntington, la esclerosis múltiple, la epilepsia resistente
a los fármacos, y la diabetes. La Dra. Newport explica: “Los cuerpos cetónicos
pueden ayudar al cerebro a recuperarse después de una pérdida de oxígeno en
los recién nacidos y hasta adultos, también pueden ayudar al corazón a
recuperarse después de un ataque agudo, y pueden reducir los tumores
cancerosos. Los niños con epilepsia resistente a fármacos a veces responden a
una dieta cetogénica de hidratos de carbono extremadamente baja“.
Las células del cuerpo pueden ser capaces de utilizar los cuerpos cetónicos como
combustible alternativo cuando la glucosa no está disponible. Los cuerpos
cetónicos normalmente no circulan en el cuerpo a menos que se tenga hambre
durante varios días, o si uno está en una dieta muy baja en carbohidratos, como la
dieta de Atkins. La Dra. Newport explica: “En la enfermedad de Alzheimer, las
neuronas en ciertas áreas del cerebro son incapaces de tomar la glucosa debido a
la resistencia a la insulina, y poco a poco van muriendo … si estas células tuvieran
acceso a los cuerpos cetónicos, potencialmente podrían mantenerse con vida y
continuar funcionando.»
Los resultados
Para acortar la larga historia, la Dra. Newport empezó a dar una dosis diaria de
aceite de coco a su marido, Steve. Sólo 60 días después de haber empezado a
tomarla, la Dra. Newport recuerda que Steve estaba alerta y feliz, hablador y
haciendo chistes, y el temblor que había desarrollado era menos notable. Fue
capaz de concentrarse en una tarea en lugar de distraerse con facilidad. Steve
tomaba alrededor de 2 cucharadas de aceite de coco dos veces al día, para
asegurarse de que no hay períodos en los que los cuerpos cetónicos no están
circulando.
Después de un año del tratamiento natural, la Dra. Newport dice que su marido es
una persona diferente. Ella señala que todavía tiene dificultades para encontrar
algunas palabras, pero reconoció familiares en un viaje familiar, participaba
activamente en las conversaciones, y sus expresiones faciales eran más
animadas.
Y añade: “Por ahora, estamos muy satisfechos con cómo se encuentra ahora y
seguiremos dejando que el aceite de coco ralentize el progreso de su enfermedad,
valdrá la pena cada gota que se toma.