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Expósito, F. y Moya, M.

(2005)"Antecedentes históricos de la psicología social aplicada"


en Aplicando la psicología social. Madrid. Ediciones pirámide pp. 23- 44.

,,
-s; '
Antecedentes históricos 11
.::~
~: de la psicología social aplicada _ji_
FRANCISCA EXPÓSITO

1. INTRODIJCCJÓN cimiento deJa psicología social hay que situarlo des-


pués de la Primera Guerra MundiaL(AlJport, f968),--
El t!t.ulo de este libro merece_una explicación, evento al que siguieron la expansión del comunj~­
sobre todo cuando hubiera sjdo más fácil y directo mo, la gran depresión de los años treinta en Estaclmi
de_no~lo «Psico!og!a social aplicada».-En nues- Unidos, el auge del nazismo, el genocidio judío, la
~ra opinión,-aunque pueda..existir una asignatura de- Segunda Guerra Mundial y la «guerra fria»_ El de-
- n_orninada-psicología social apli<;ada-(PSA) en los sarrollo de la disciplina estuvo estrechamente yin- -
diferentes planes de estudio, creemos que esa de- culado a estos acontecimientos sociales, y la psi-
nominación obedece a criterios didácticos, pero no cología social ha tenido desde sui · Orig.enes un -
a que exista una disciplina claramente diferencia- enfoque marcadamente aplicado. ·Nuestrd. posición
da que se denomine PSA No obstante, esta postu- coincide básicamente con esta tercera postura. El
.JFTil no es admitida por todos los psicólogos sociales estado actual de laPSA es el resultado de una-se-·-
L o psicólogos sociales aplicados, por lo que merece rie de factores que influyeron decisivamente én el
una justificación de nuestra parte, y eso es lo que desarrollo y consolidación de la propia psicología
intentaremos hacer de alguna manera en el presen- social, por eso, al hablar de laPSA no tenemos por
te capítulo. Sin embargo, sí utilizaremos la expre- menos que recordar el desarrollo histórico dé la
sión «psicología social aplicada» para referirnos, propia psicología social. Conocer la bÍstoria de una
sobre todo, a un campo de estudio, o a un enfoque, disciplina nos ayuda a comprender tanto su di--
que para nosotros está integrado en la psicología so- mensión interna (la fotrila en qué el conocimiento
cial. · de la disciplina se fue desarrollando) como su di-
El surgimiento de la PSA estuvo rodeado de mensión externa (el contexto social en el que se ha
cierras polémicas. Para algunos autores, sri naci- ido fraguando). Allport (1954) situaba el origen dé
miento es algo relativamente reciente que ha teni- ]a psicología soeial'en el pensamiento sOCial y'po:
do lugar después de la «crisis» atribuida a la psi- lítico. Su nacimiento no fue· algo casual que 'oc:ul
cología__ s()cüil (finales· de Jos años sesenta y rrieta en el vado social; resultado del hore albedrío
comienzos de los setenta del siglo pasado} y como de unos pocos pensadores, sino que hay que sitUarlo
respuesta a ella. Otros autores, en cambio, no sólo en el contexto social, político;'económico y cultú-
cuestionan la existencia de dicha crisis en psicolo- ral de la sociedad'én la ·qúe dicho nacimiento tuvo
gía social, sino que dudan incluso de la aplicabili- lugar. En palabrasde Cartwright:
dad de la psicología social como ciencia.. Para otros,
por último, la PSA no puede diferenciarse de la evO- «[ ... ] eJ conocintiento conseguido es el
lución histórica dé la propia psicología social. El na- producto de riii sistema social, y como tal,
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1 Aplicando la psicología social

está influido por las propiedades de dicho sis- cías diversas, fundamentalmente el hecho de que se mquictude::;.
tema y por su ambiente cultural, social y po- haya establecido un antes y un después de la PSA. mente sensii
lítico» (Cartwright, 1979, p. 82). Esto de alguna manera ha producido la escisión de, que le rode·.l.
la psicología social en dos p~~glogi;g; ~ociales di- naba que k"
Más concretamente, el surgimiento, evolución ferentes y seguidas cronológicamente en el tiempo: jeto del que-
onsolidación ele la psicología social (y, por con- la psicología social básica (sería la primera) versus muchas cic:::
uiente, ele la PSA) están profundamente arrai- psicología social aplicada (sucedería a la básica en Sirve. sn
~_se_
3Dsr~4de:yanollo y evolución de la sociedad el tiempo y compartirían con ésta su estatus cle~n­ util!za. y a
admmidense de principios de siglo XX. A ese tífico). que se en..::u
ntexto haremos referencia en el siguiente aparta- Ya desde los orígenes de la disciplina, una par- do. su pri_rrr
' enfatizando la naturaleza aplicada de la psico- te importante de los trabajos llevados a cabo por los 1919. y fue:
~~ía social desde sus inüo:ios. Posteriormente ex- investigadores más notables de la época tenían, ade- cola con a'i'
nclremos nuestra visión respecto a la opinión que más de una gran preocupación por el desarrollo teó- 1991 ).
ncibe el nacimiento de l~ PSA como respuesta a rico y metodológico, un marcado interés aplicado, Kurt u
crisis de la psicologí.a social, y nos referiremos en tanto que eran sensibles a-ciertos problemas so- contraposi~
a -dicotomía psicología social básica versus apli- ciales que caracterizaban a la época y que eran con- C.o y lo api1
da para acabar-con una "definición de psicología siderados relevantes socialmente. rüentos de ll.
óal aplicada, -asj como- con los principales mo- Un primer ejemplo lo encontl-amos- en la teo- tro de lmo--e
:los de_aplicac~ón- psrcosocial existentes. ría de G. H. Mead, quien, según el _apálisis de su un claro ej
obJ:a realizado por Joa~5). esboza sus traba- cología SC4t
jos sobre dos puntos clave: por un lado, la ~úsque:. - yectaba ·l.J¡:,
NATURALEZA- AP-l10ADA da de una solución racional a los problemas socia- psicológior
DE LA P$1COLOGÍA~SOCIAL les, es decir, considera la-ciencia c~_mo instrumento tativos o cr ~~~
por excelencia para el centro! inteligente del am-=--- la invesrier:
Cuestionar la aplicabilidad de la psicología so- biente físico y soci?J, y p()r-otro, la convicción a lo apliGll
tal es igual que cuestionar la finalidad última de en la fuerza emancipadora de la racionalidad cien- dad (Blan1L
Llalquier otra ciencia. A ~nuestro juicio, la impor- tífica. . -
mcia de toda ciencia radica precisamente en su Mención especial ~merece Kurt Lewin, uno de
Tn el ~ITL
Lsen~)- ~-~
plicabilidad, en el hecho de que puede ser aplica- los psicólogos sociales más importantes. Su apor- gamzaoom1
a para resolver problemas y/o aportar elementos tación ha sido décisiva, tanto para la consolidación queluchab
movadores que contribuyan positivamente al de- de la psicología social como disciplina indepen- ..:ia los g:rG~¡·
arrollo y bienestar de la humanidad. Desde un pun- diente, como para la consolidación de laPSA. Des- comisión o
;) de vista conceptual, puede que exista una dis- de su juventud, Lewin estuvo preocupado por fo- Lewin tue,
inción entre lo, que denominamos ciencia pura y la mentar actitudes democráticas en una sociedad cado en el
iencia aplicada. ,La ciencia pura busca el conoci:- alemana de la que tuvp que exiliarse por ser judío. comisión~
niento en sf~smo (la ciencia como f:in en s(mi~7 Luchó por la igualdad. Y, llegó aidentificarsecon siendo l~'- -
na) .. La ciencja_aplicada busca utilizar las id~,y quienes eran objeto:ci(áq~q poq)arte de Ici~, pÓ~ portailtesft
os descubrimi~nt()S para algo explícito, concr~to; derosos. Sus experiencias person!tles 1~ !levar()n a 1991)>''~'
)ar<:tun prop~s_ito ~de la vida real. }'Jo obstante, en interesarse por el estudio de 'qs pí-Ücf?sos g¡}ip~es

Talf~.
, 14
:1 desarrollo de toda ciencia, la distinción entre (liderazgo, conflicto,~ etc.),. astitlides,. prej~icio, y nco-práCU
;iencia p~ y ~p~¿ada es más aparente que real~ En por todas las cúestiones qÜe afectábáll a la.socie=
ros~"
~sencia, toda cien~ia puede ser aplicada; cosa dife- dad de la époc·a (Blanco, 199:1). . . .. ~ método5'a
~ente es el modo en que se aplique y con qué fina- Dos aspectos son relevantes en su obra y cons- ciales~/
1idad. En la PSA, la situación no es diferente, aun- a
tituyen su principal contribución la psicología so-. treinta~
:J.Ue pro@ablemente' el uso relativamente reciente del cial: a) su actitud epistemológica; en tanto que otor- por regínBr
adjetivo aplicada parec~haber tenido consecuen- gaba una gran imPortanda a la teoría", y b) sus win y asli
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, ::se inquietudes aplicadas, en tanto que era especial- estudio del liderazgo. Los resultados de esas in-
DSA. vestigaciones tuvieron un gran impacto en diferen-
mente sensible a las circunstancias socio-históricas
• de que le rodeaban. Respecto a lo primero, Lewin opi- tes campos, como en el de las relaciones intergru-
~s di-
naba que lo decisivo en una ciencia no es ni el ob- pales o en el organizacionaL El hecho de que la
po: jeto del que se ocupa (que puede ser compartido por efectividad del liderazgo autocrático (o autoritario)
~rsus
muchas ciencias), ni los conceptos concretos de que dependiera del poder inmediato ejercido por el lí-
en se sirve, sino el sentido y la acepción c_o_n_que_los der;-o-que la conducta agresiva dentro del gru¡x>
"ien- utiliza, y eso depende del campe--;::4r,, cptual en el fuera a menudo precipitada por esre-trpuCfe lide-
que se encuentren inmersos:: En cuanto a Jo segun- razgo, o que el liderazgo democrático pudiera ser
par- do, su primera obra de vocación aplicada data de eficiente, fueron algunos de los resultados que en-
1os
1919, y fue «La racionalización de la empresa agrí- contraron en sus experimentos. _
ade- cola con ayuda -{je--la-psicologfa-apiicada» (Bfanco, Durante la Segunda Guerra Mundial, como dú-:-
ó- 1991 ). rante cualquier otra guerra, las condiciones de vida
ado, Kurt Lewin consideraba carente de sentido la se hicieron más difíciles y muchos bienes (por
0-
contraposición entre teoría y praxis, entre lo bási- ejemplo, alimentos~ empezáF~ a es~asear. Exper-
:::on- co y lo aplicado, ya que, para él, se tiata de mo- tos en nutrición de Estados Unidos se pusieron en
mentos de un mismo proceso. La creación del Cen- marcha para tratar de convencer a sus conciudada-
te o- tro de Investigaciones de Dinámica de Grupos es nos de que consumieran ciertas vísceras de anii~a- -_ -
;u
un claro ejemplo de su forma de entender la psi- les (por ejemplo, hígado o riñones ----:que se consu-
lb a-
'-- ~-
. cología social (Lewin, 1947). En este centro pro- men habitualmente en multitud d~ paises): A :Resar
yectaba Lewin utilizar cualquiera de los métodos de que esos aliment9s estaban_ disponjbles_ e_ri el_ _
;::¡a-
- psicológicos, sociológicos o antropológicos, cuali- mercado, de que los prec1os eran muy asequibles _y·-
·-· o
tativos o cuantitativos, que fueran necesarios para de que se trataba de alimentos aceptados por otras
H1l-
la investigación, concibiendo a lo metodológico y culturas (incluso muchos estadounidenses las ha-
a lo aplicado-como dos caras de una misma reali- bían consumido con anterioridad), los esfuerzos del
dad (Blanco, "}991). Finalmente; el centro se creó Gobierno por promocionarlos fueron inútiles. Le-
en el MIT (Instituto de Tecnología de Massachu- win (1958) señaló que las actitudes hacia aquellos
setts). Mientras tanto, Lewin contactó con una or- alimentos que n()r:malmente aceptamos para nues-
. ganización privada, la American Jewish Congress, tro consumo diario, son adquiridas y mantenidas
que luchaba contra el prejuicio y la intolerancia ha- por el contexto social, y que, por tanto, tratar:,de
cia los grupos étnicos y que decidió financiar una cambiarlos a través de la persuasión individual se-
comisión de Relaciones Intercomúnitarias de la que ría un fracaso. Él mismo ideó llevar a cabo peque-
Lewin fue codirector. De este modo el centro ubi- ños grupos de discusión con amas de casa para in-
cado en el MIT era la base teórico-académica y la troducir una nueva norma con relación a este· tipo
comisión funcionaba como campo de aplicación, de alimentos, consiguiendó que las amas de casa se
siendo los trabajos desarrollados en este último im- convencieran de las ventajas de su consumo. Se tra-
portantes para el desarrollo de la PSA (Blanco, tó de algo muy parecidó a Jo qué hoy. en día cono--
1991). cemos como demostraciones de ·productos en <loe
Tal fue la fuerza de Lewin, considerado un teó- niicilios particulares, donde se suelen reunii gru.pqs
rico-práctico, que incluso llegó a convencer a cier- de amas de casa, por ejemplo. ·
tos sectores de la sociedad de que se podían usar los A este tipo de aproximación, Lewin (l946)la
métodos de la ciencia para abordár problemas so- denominó· Action Research,. donde .la adquisicit?~
ciales complejos. Por ejemplo, en la década de los del conoéimíento se concibe: como· inseparable~
treinta de! siglo pasado, Europa se vio dominada su aplicación para el cambio social. Lewin propu-
por regímenes fascistas, situaCión que motivó a Le- so un modelo que conjugaba la investigación social
win y a sus colaboradores a llevar al laboratorio el · y la acción social. Dicho modelo se traduce en un

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proceso cíclico de planificación, acción, y evalua- ca y la firme creeDc::ia de ía conveniencia ele una psi- to.::
ción de los resultados de la investigación; en el que cología social capaz de mejorar la sociedad. La in- pro¡
tanto la acción social como la investigación que vestigación psicosocial, teóricamente fundada, se este
evalúa dicha acción, pueden suministrar informa- convirtió con él en una parte importante de la psi- real
ción útil para reformular la teoría. En otras pala- cología de la época. Muchos son los autores que
bras, la investigación-acción puede ser utilizada in- resaltan un antes y un después de Lewin para la psi- Gu.o.J--::__:c
distintamente y simultáneamente, bien para resolver cología sociaL Deutsch (1980), uno de Jos discípu- gía socíc.
proble.m~f1 para ge~:r-ar nuevos conocimien- los de Lewin, reconoce a Lewin las siguientes in- samente •
tos (Bargal, Gold. yLewin, 1992). fluencias: 1) la investigación experimental de los la psicolc
Lewin,aoemás, estaba bastante interesado en las ·fenómenos psicosocíales;Lf1nffindir conciencia so- , . más aplic
relaciones intergrupales, concretamente en las re- cial en el científico, 3) f4vüJecer su participación o pnnCip;
laciones entre los grupos mayoritarios y minorita- activa en la creación de un mundo mejor; 4) elabo-· do lugar t
rios.- B-asadb~jos previos sobre procesos gru- ración de buenas teorías científicas válidas para la de la prec
pales, aplicó su teoóa de campo a los grupos. Esta acción; 5) el estudio de los eventos ps!cnlógicos a la exister.
teoria se centra en el principio de interdependencia, la luz de sus interrelaciones. · sea bies.
enfatizando la primacía del todo sobre las partes. Por tanto, y toma-ndo la obra de Lewin como un La a¡:
Lewin se apartó de la rígida metodología experi- bü'eri ejemplo de~ello, podemos decir que la apli- gía expcr
mental que dominaba la psicología ele la época y cación forma parte, sin ·Jugar a dudas, de la psico- investiga
llevó a cabo una serie de experimentos con grupos logía social y de-la psicología en .su coñjuntó: CÜmo la armad
en -la vida real, con el fin de cambiar su conducta, señalaba Mi)ler (1969) al ser elegido presidente de ejército r
-moral, prejuicios, estiios de liderazgo, etc. Los re- la Asociación Americ~ma de Psico]ogfa ·(APA), les para
sultados ele estos estudios venían a constatar que las «promover -e1 biene~tar humano, en su vertiente in- sibilidad - - - - ·
diferencias existentes entre los grupos eran debidas -_ dividual y SO\,:ial_e§ el marco de_ referencia ~ri el que periment
a diferentes estilos de comunicación interpersonal se mueve-la-psícolog;-ía como ciencia». Así _pues, el Corte, 1~_
empleados, así como a la -sítliación de desventaja propósito de Galton con la creación de su labora- Cart\
·del grupo minoritario, lo cual tendía a estar rela- torio antropométrico, el de Cattell cuando publica podelü
-cionado con una notoria pérdida de confianza y au- los resultados de sus tests mentales, el Arrny Alpha pos fund
toestima presente en la mayoóa de los miembros ele Test o el General Classification Test, desarrollados ca centra
_ estos grupos. De estas investigaciones se despren- por los psicólogos en la Primera y Segunda Guerra implicac
dieron importantes avances que-tuvieron un papel Mundial, respectivamente, no era otro que el de blemas s
decisivo en la reducción del conflicto intergrupal, contribuir a la solución de problemas o a la mejo- Ene!
no sólo mediante el cambio de las actitudes prejui- ra de la calidad de vida. te desan
ciosas del grupo mayoritario, sino también me- Ante esta situación, preguntarse si la psicología y procd
diante estrategias que incrementasen la autoestima en general y concretamente la psicología social es lo quep
y la sOlidaridad grupal del grupo minoritario. Este aplicable, es una pregunta sin_ sentido y ajena al rimental
hecho tuvo un importante impacto en el posterior verdadero desarrollo histórico de ambas disciplinas. cesarian:
desarrollo de los derechos humanos y de los movi- Stephenson (1990) dice que «está en la propia na- Lad ..
mientos feministas que acontecieron a principios de turaleza de la psicología social el ser aplicable». ciada~
los años.sesenta.: - MáS exactamente dice el. autor perso1}3!--
Lewin subrayó la importancia que en el análi- unempl_
isis científico desempeña la estructura de la situa- «[ ... ]muchos procesos esenciales estudia- comolcit_
ción en el que el objeto de estudio se halla inserto, dos por los psicólogos sociales están insti- gieron u/
determinando su comportamiento. La realización y tucionalizados en diferentes áreas de la vida alabús¿
el fomento de investigaciones aplicadas en áreas social, organizacional y política. Por esta ra- en lo qú,
como el liderazgo, conflictos en el trabajo y la fa- zón, ofrecen buenas oportunidades a los psi- era una"-_./
milia, 'aiscriminación, etc., revela su actitud teóri- cólogos sociales para aplicar su conocimien- activos e

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~- SJ- to, a la vez que contribuyen a perfeccionar la nía que mostrar su utilidad dando respuesta a los
d ln- propia psicología social permitiendo estudiar problemas sociales, entendiéndola como «ciencia
' se estos fenómenos en escenarios de la vida al servicio del bienestar de las personas»~ Su cabe-
psi- real»~ za visible, Watson, profesor de psicología social, se
"ue encargó de presionar a la APA para que abordara
jJSI- Otto Klineberg (1985), en su manual Psicolo- asuntos de interés sociaL Tales presiones culmina-
;"U- -gfa social aparecido-err--1940, resaTúiba preci- ron en 1936 con la creación de la sociedad para el
)o rn- samente corno una de las tres características de estudio psicológico delos_pn:t_:~:nas sociales (SG-
' 1 os la psicología social el hecho de que cada vez era ciety for the Psychology Study of Social Issues), y
';,0- más aplicada, señalando que algunas de las teorías más tarde con la publicación de su revisfa (Journal
~;<)n o principales desarrollos teóricos que habían teni- of Social Issues).
--tu O- do Jugar en psicología social habían sido resultado Pero fue en la época cercana a la Segúñda Gue-
~~ la de la preocupación por algún problema social o por rra Mundial cuando se produjo una auténtica eclo-
..._,._,a la existencia de ciertas condiciones sociales inde- sión de la psicología social, porque fue~ cua..-1do el
seables~ método experimental se adoptó de manera genera-
- Jn La aplicación no está reñida con -1~ metodolo- Jizada por los psicólogos sociales y cuando la psi-
mli- gía experimental ni con el rigor en el diseño deJa~~ cología social se institucionalizó. Durante la Se-
~- )- investigación. Así, Smith (1983), -tras su paso por gunda Guerra Mundial, ~un grupo de _científicos
)m O -la armada ~~entrenamjente del sociales colaboraron en la realizació,!l de diversos
le ejército proporciona_ba las circunstancias ca_si idea- estudios que aparecieron-publicados en los diversos
)A), les para la experimentación de ~ampo con]a po- volúmenes de El soldado _americano; coordinados
]- sjbilidad de asignación al azar-de condiciones~~x­ por el sociólogo Stou:ffer. Eñtre estos trabajos cabe
que perirnentales y de CDIJtrOl» (en Blanc_o ~y-~De la - destacar las encuestas sobre el ajuste de los solda-
~] Corte, 1996) - dos a la vida en el ejército (Stou:ffer, Suchman y
)fa- Cartwright ( 1979), quien formó~ parte de! gru- cols~, 1949) y la participación en el combate y sus
a po del Centro de Investigación en Dinámica de Gru- secuelas (Stou:ffer, Lums.daine y cols., 1949); los es-
?ha pos fundado por Lewin, señaló" que la característi- tudios en los que se diagnosticó la eficacia de dife-
'S ca central de la~psicología social de la épo~a la rentes formas de información al personal militar
orra implicación de los psicólogos sociales en los pro- (Hovland y cols., 1949) o aquellos otros que trata-
e blemas sociales de la vida cotidiana. ban sobre la solución de problemas técnicos rela-
:jO- En esta época también se produjo un importan- cionados con la medida de las actitudes y la pre-
te desarrollo en el uso de técnicas experimentales dicción de la conducta (Stouffer y cols., 1950). ·
gía y. procedimientos matemáticos y estadísticos, con El programa de colaboración investigadora que
S lo que parecía evidente que lo aplicado y lo e;x:pe- favoreció la guerra tuvo importantes consecuencias,
tal rimental en psicología social no tenían que estar ne- siendo una de las más importantes el que algunos
cesariamente reñidos. de los equipos de investigación que se forrriaron du-
aa- La déc'ada de los treinta fue una:· épocá desgra- rante· la .'guerra ·continuaron· colaborando cuando
ciada tanto social como políticamente, y muchas ésta ternlinó. Entre estos equipos, el más importaÍlte
personas tuvieron serios problemas para conseguir para nuestra disciplina fue el dirigido por Hovlánd,
un empleo en Estados Unidos (en lo que se conoce quien tras la gu~rra se instaló en Yalé desarrollanc..
1a- como la Gran Depresión). Fue entonces cuando sur- do su programa de investigación sobre mensajes
gieron un grupo de psicólogos sociales orientados persuasivos. Hovland supo atraer hacia Yale a un
roa a la búsqueda dé recursos y empleo que desembocó grupo considerable de investigadores, muchos de
en lo que se vino a denominar New America: Ésta los cuales habían colaborado con él durante la gue-
SI- era una organización de psicólogos sociales muy rra, así como a estudiantes de doctorado de gran
activos convencidos de que la psicología social te- talento, que tuvieron una influencia notable en el
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8 1 Aplicando fa psicología social

esarrollo posterior de la psicología sociaL Este centrada en los problemas sociales, se rompió en 3. EL NA
rograma de investigación fue bastante más orto- sus sucesores, convirtiéndose en dominante la más SOCIA
oxo que el impulsado por Lewin en el MIT y tra- científica de las dos tradiciones. A mediados de los A LA(
lba básicamente sobre el estudio experimental de años cincuenta se produce un viraje en la discipli- SOCI.t:
1 comunicación de masas. En sus estudio·s se uti- na hacia el estudio de temas de índole más «imli-~
tzaba de manera predominante el análisis de va- vidual», abandonando en cierto modo los fenóme- Si bierr '
ianza, siendo las variables independientes las fuen- nos de carácter «social». En esta época ven la luz pensar otr:l
~s persuasivas (por ejemplo, creíbles versus no desarrollos teóricos como la teoría de la compara- =occ~ ha sido apiJ ---
reíbles, atractivas versus no atractivas, competen- ción social y la teoría de la disonancia cognitiva de existan opi-¡
~s versus no competentes, etc.), las formas del Festinger, las teorías del equilibrioy de la atribu- ·-x.
.-,;, como reacc:
nensaje (por ejemplo, unilaterales versus bilatera- ción de Heider, la teoría de la congruencia de Os- ),~ cología soc
es, primacía-recencia), o el contenido de las co- good y Tannenbaum, o la de la consistencia de Ro- emergenn~

nunicaciones (por ejemplo, racionales versus emo- senberg, entre otras. A pesar--de-esteaiejamiento de - tado de ins.
ivos) y las variables dependientes el impacto la problemática social, algunas de las teorías que gía social_ "
Jersuasivo-o el cambio de actitud. surgieron en esos años, como el caso de la teoría los método
Pero la Segunda Guerra Mundial, y lós aconte- de la atribución, han sido y siguen siendo hoy día con la in~
:imientos a ella vinculaqos, IJO sólo tuvieron una in- algunas de las que más aplicaciones han dado Ju- diante tale
luencia directa en el desarrollo de )q_psicología so- gar en multitud de contextos de la vida cotidiana 1973): 2) la
:ial, sino también _upa influencia indirecta, quizá (sala de justicia, relaciones de pareja, etc.), como teorías psic
nás importante aún que la del primer tipo. Nos re- se verá en este libro. El gran
'erimos al éxodo intelectual que-produjo de-los psi- Aunque no acapararon a tantos psicólogos so- zar la res-¡x -
:ólogos ~uropeos hacia Estados-Un-idos 0algunq~ ya ciales como los núcleos en tomo a Hovland y Le- la mayorfa
Jsicólogos sociales y otros psicÓíogos genúales win, también existieron otros centros de investi- en el laoot<---
:¡ue_ se.ror.vertiríari posteriormeñte en- psicólogos gación importantes en aquellos años, como los dió la inves
;ociales): Entre los integrantes de este éxodo po- de Harvard y Columbia. En 1946 se había creado en la psicolog,
jerños recordar a Lazarsfeld y a algunos de sus co- Harvard un departarnento pluridisciplinar, dirigido conformid:
laboradores, que emigratoñ desde Viena a Nueva por el sociólogo T. Parsons, en el que se realizaron tado en pár,
York. Lazarsfeld ayuaó a establecer en Columbia notables aportaciones a la psicología social, como desarrollo: J
d BurkaJl_j)fA.pplied Social Research y se conver- los estudios sobre la gifusión de rumores (Allport que de apl/ l
tiría en una referencia fundamental para la meto- y Postman, 1952), la denominada «new look in per- mundore<i
dología -de la investigación social de la posguerra. ception» (Bruner y Goodman, 1947), la eláboración nal de los r
Tarnbié~ Jos integrantes de la· famosa escuela de de un sistema de categorías para analizar la inte- época de a
Franlifurt en ciencias sociales (Adorno, Korkhei- racción en los grupos pequeños (Bales, 1950), la ciplina, ge
mer, Marcuse, Fromm, etc.) emigraron en bloque. elaboración de la teoría del intercambio social (Ho- según algn'
Otros refugiados importantes fueron los austriacos mans, 1950) o la formulación de la teoría sobre mo- Ring, 196:1
Heider, Brunswick, Schütz, e Ichheiser y el grupo tivación de logro (McClelland). - Si bies\_
berlinés de psicólogos de la Gestalt:. Koffka, Wert- En Columbia, Gardner Murphy había ejerci- za~g~,
heirner, Lewin y Kohler. Refugiadós que huyeron do una gran influencia durante los años de 1930 en énfasis em\. .., ,
. ~

de ·la Europa continental, aunque en este caso su investigadores como R. Likert o M.: Sherif, y con- llevar a uii
. . (
destino fue el· Reino Unido, fueron Tajfel, Him- tinuó haciéndolo durante la guerra en otros es- 1mport:ank.
melwdty Gustavo. y María Jahoda. tudiantes y colaboradores (como R M. Prohansky, fectamen!t:
A juicio de Deutsch (1975,p. 2), la conjunción quien desempeñaría un papel crucial en el desarro- n~logía df,,_~
que se dio en Lewin entre la orientación teórico-in- llo de la psicología ambiental). También en Co- pidamen:lle.
vestigadora (donde predomina la elegancia formal, lumbia se encontraba S. Asch cuando en 1946 pu- un cúmnk'
el rigor lógico, la objetividad intersubjetiva y la for- blicó su influyente trabajo sobre la formación de piado que
taleza de la verificación empírica) yJa orientación impresiones. muchas o{

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20~
Antecedentes históricos de la psicología social aplicada 1 29

IV en 3. EL NACIMIENTO DE LA PSICOLOGÍA desde los propios psicólogos sociales experirnen~


'"'!ás SOCIAL APLICADA COMO RESPUESTA tales se indica que la psicología social parecía ha-
e; JOS- ~~ A LA CRISIS DE LA PSICOLOGÍA ber caído en una circularidad metodológica, per-
-; nli- SOCIAL diendo su objeto real para convertirse en objeto de- - --
llJJÍ- sí misma, produciéndose así una supremacía de los
me- Si bien el nombre del epígrafe pudiera llevar a métodos sobre los problemas. Es decir, los proble-
' ,uz -·---~
- pensaF-Otra cosa, para nosotros la psicología social mas metodológicos en un área determinada de in-
::lr(j-
ha sido apiicaill~~ti.:~-sttsc:irrici;:-,:; a pesar de que: vestigación se convierten progresivamente en la te-
u. Je existan opiniones_seg-ÚJ:l-las cuales la PSA surge mática principal de la misma, desplazando las
ihu- como reacción a la denominada «crisis» de la psi- cuestiones teórico-sustanciales.
~s- cología social. Para Rodin ( 1985), por ejemplo, ]a La respuesta que dieron algunos psicólogos so-
Ro- emergencia de laPSA es la cemsecnencia de u-n es- ciales, fundamentalmente a partir de los años de
~ Je tado de insatisfacción dentro de la p~opia psi colo- 1970, fue aventurarse a salir del laboratorio y del
aue gía social, debido a: 1) una gran insatisfacción con ámbito académico con el fin de probar sus teorfas
__ a lQs métodos tradicionales de laboratorio, así como en contextos reales de la vida, tratando así de dar
día con fa inestabilidad de los hallazgos obtenidos me- respuesta a otra de las principales críticas que re-
di ante tales métodos (McGu)re, ·1 913;· Smith, cibió la psicología social: la trivialidad· (Ring,
ana 1973); 2) la escasa generalidad de la -mayoría de las 1967). La experimentación, y la investigación eñ
) teoríaS pSiCOSOCiaiCS. - . - genera], en COnteXtOS de CaiDpO empiezan a,.:..sJwac:u;<eAX=---------
El gra11 deseo de !a-psicología social por alca·n- tenderse, lo que de alguna manera permitió que la
z_ar la respetabilidad como ciencía había llevado a . psicología social llegara a otras áreas de-ap1ic_ación
~e-
·-la mayor.fa -de los psicólogos sociales a enceirar~e ·::_a las que hasta ahora no había tenido acceso. En
en e! fabo;r_at_Qpo. El progreso mewdológi~o inva- esta dirección ocupan un lugar destacado McGuire
!os dió la investigación en todas las áreas de estudio de (1967, 1973) y Schlenker (1974), quienes pretE:IJ~-
la psicología social: percepción social, actitudes, dían crear una serie de principios generales y una
do conformidad, disonancia, etc. Corno hemos apu_n~ investigación dirigida a la acción pero socialmente
tado en párrafos anteriores, ésta fue una época de relevante. Su idea era la de hacer investigación en
no desarrollo y puesta ;:tprueba de diversas teorías más contextos diferentes a los usados hasta entonces
que de aplicaciones de la psicología social en el empleando una metodología más acorde con el
.,._ mundo real y sobre problemas de la vida real. El fi_: objeto de estudio. Este cambio de actitud tambi~n
nal de los años de 1960 se contempla como una' cristalizó en algunas posiciones más radicales y_cri- .
e- época de autorreflexión y autoevaluación en la dis::, ticas de la propia metodología experimental (Ar-:
ciplina, generando un cierto sentinúento de crisis mistead, 1974; Harré y Secord, 1972). .
)--
según algunos autores (Elms, 1975; Gergen, 1973; Fue entonces, finales de los sesenta y comien~
Rjng, 1967). zos de los años setenta del siglo pasado, cuando se
. Si bien es cierto que las investigaciones reali- promovió el nacimiento de diferentes áreas de apli-
zadas gozaban de un mayor rigor metodológicO, el cación de~ una manera sólida: psicología de la, sa:':(
f1
énfasis en lo «metodológicamente correcto>>:pudó lud,: psicología jurídica; psicología de las orgafii~-
llevar a un olvido de lO esencial o verdaderamente zaciones,• psicología-: ambiental, etc., ·También
importante socialÍnente. Katz (1967) recogió per- nacieron revistas especialiZadas como-eiJournal of
fectamente esta situación cuando dijo qúe <<la tec_: Applied Social Piychology en 1971, que junto con
nología de la discipliná se ha desarrollado_ más rá..: el Joumalof Social Issues son las que mejor re{
pidamente que su teoría>>. Se había ido obteniendo presentan el rango y rigor de la psicología social
u? cúmulo de datos sin un armazón teórico ápro- aplicada contemporánea. Las revisiones de los tra-
~Iado que pudiera dar coherencia y significado, en bajos publicados en ambas revistas pop.en de maní-
muchas ocasiones, a esos datos empíricos. Incluso fiesto que los principales temas que forman la base
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_, ._;
210
-~ --- -··- -- - - - ----

1 1 Aplicando la psicblogia social

nuestra disciplina aplicada hoy día son funda- cologías sociales diferentes. Deutsch (1975) seña- tes y un des:-'=-
~ntalmente los trabajos llevados a cabo en el ám- la que estamos ante un conflicto entre dos tipos de A pesar de i.
to de la salud, la ley, el medioambiente y las or- seguidores de Lewin: unos, los prácticos, con una manteniend·o
nizaciones (Sadava y McCreary, 1997, p. 8). mayor sensibilidad al mundo que les rodea, y otros, ciplina no r
A la gran aíluencia de trabajos realizados sobre los investigadorEs~ -quese~olvidaron de la realidad Deutsch ( 19- ·
s aplicaciones de la psicología social hay _que aña- social. Esta tensión será expuesta en el siguiente rerés por las ::
r la aparición de importantes manuales como el apartado. cólogos s0<..--i1
sk<J[np_(198jl.1pplied Social Psydtology, que su- dece, en pan
JS_<)Un hito para laPSA. Desde entonces no han entre las que
:sado de salir a la luz diferentes manuales con el 4. DICOTOMÍA ENTRE PSICOLOGÍA ,.·ersidad y ~
:ismo título, entre Jos que podemos citar los de Se- SOCIAL BÁSICA Y APLICADA pequeñob~,
tin y Fiedler ( 1996), Sac!ava y McCreary ( 1997) o sociales, sus
más reciente de Oskamp y Schultz (1998). La tercera cuestión, por tanto, que debemos neamiento ce
En la actualidad, la psicología social se carac- abordar aquí es, precisamente, la dicotomía que se Smith, por 51
:riza .por una mayor amplitud metodológica, una deriva de la inclusión del adjetivo_aplicado~ Dicho de la posgue
tientación multidisciplinar y"un_a clara sensibilidad de otra manera, ¿existe una psicología socüi.l bási- ciales pertea
pl1cada. En 1997, la APA Qirigió a Shelley Taylor ca y una psicología social aplicada, como si de dos de Miclúgan
f siguiente pregunta:_«¿Pod!ia proporcionar algu- disciplinas diferentes se tratara?, ¿existen teonas ~ -o los psicói.c
os ejemplos de inyestígación psicológica b_ásica que no puedan ser usadas o aplicadas?, o ¿pueden rerés por~
ue, de manera clara,·hayan producido mejoras de existir a_glicaciones que no estén sustentact"as en al- nentemenre;
1 salud física y mental de la población?». Para res- guna teoría? -- persuasiva ( -
•onde_r a la:pr~g\:lu~a, Taylor se la reenvió en una en- La forma en la que algunos conciben la apari- \Adorno)_ li
a
uesta través de Internet a los miembros de varias ción de laPSA implica asum]r -que se trata del re- racial, conffi~
livisiones de la APA: Recibió 48 respuestas que ella sultado de décadas y décadas 9e investigación óá:. En palabras
tgrupó fundamentalmente en aquellas áreas de la si ca y desarrollo teórico. El modo en el que algunos
;alud en las que se había realizado la intervención manuales se refieren al desarrollo histórico de la ...¡_
salud mental, prevención de salud, conductas au- disciplina nos presenta a unos académicos que du-~ gía ~.
oagresivas o perjudiciales y aquellas que sirven rante años estuvieron desarrollando teorías y- e~ que se'
Jara la mejora de la inserción social de las perso- so~i~ando sus I_Détodos de inv~stiga~ión, y a o;r:>s neren
Jas, por citar algunas) y la investigación básica de ps1cologos socwles que postenormente, y aprove- ciocul
la que parte o en la que se han inspirado para ia in- chándose de lo anterior, produjeron la aplicación y psicol
tervención en cuestión (procesos c.ognitivos rela- el uso del conocimiento acumulado .. social
cionados con el procesamiento de la información, Reich (1981) opina que ·1a: aplicación ha veni- la~
procesos motivacionales, aspectos afectivos,. acti- do ocupando un papel muy secundario. en el desa- eiDaDI'
tudes, relaciones intergrupales, etc.). rrollo de la disciplina. Se basa en tres puntos para tarJa
Tras analizar todas las respuestas en las cate- . defender esta posición: 1) los intereses y preocu- p.l~
gorías que previamente había construido, Taylor paciones teóricas y aplicadas han estado siempre
concluyó que la investigación básica es muy valio- presentes a lo largo de la historia de las ciencias so- Pertenet
sa y útil para cualquier intervención, y que si bien ciales; 2) hasta hace poco tiempo, la aplicación ha toda costal;
la psicología social se enfrenta a muchos problemas ocupado un lugar secundario, y 3) la igualdad en~ que situara
de difícil_solución~ podemos asegurar que cuenta tre orientación básica y aplicada sólo_~ t~nido lu- oación -bá5i
b

con importantes y amplios recursos para conseguir gar en los últimos años y como consecuencia de principios--~
sus propósitos. presiones internas y externas a la propia disciplina rrespondee
No obstante, algunas voces consideran que den- (Blanco y De la Corte, 1996). relevantes l
tro de la propia psicología social se empieza a vis- La postura de Reich y su visión de la PSA cae Enlam
lumbrar en aquellos años la existencia de dos psi- dentro de la corriente de los que defienden un an- baqueloh

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211
Antecedentes históricos de la psicología social aplicada 1 3i

;eña- tes y un después de la crisis de la psicología social. en el fin último, sino además en el método que em-
de A pesar de la evidencia, algunos autores siguen plean en su trabajo, el contexto en el que tales ta-
1 una manteniendo que antes de la crisis atribuida a la dis- reas son realizadas, así como en él rol desempeñado
)S, ciplina no había interés por las aplicaciones. por el investigador, destacando ·cierta autonomía de
¡dad Deutsch (1975), por ejemplo, resalta el escaso in- la investigación aplicada que otros autores le nie-
te terés por las aplicaciones que han mostrado los psi- gan. Deutsch (1980) sitúa la diferencia fundamen-
cólogos sociales antes de 1970, y que según él obe- tal en la orientación de unos y otro'S:"tos básicos es-:..._--=-
dece, en parte, a las influencias sociales generales tán orientadQS hacia las teorías y los aplicadOs nic]a=oc-
entre las que se encontraban: la estrUctura de la uni- los problemas. Hollander (1978) mantiené una ac-
versidad y de la carrera académica, la procedencia titud mucho más prudente y señala que en la prác-
pequeñoburguesa de la mayoría_ de los psicólogos tica, la distinción no es tan clara. Continú2 d.lcien-
sociales, sus aspiraciones proTeslomrres--.fsu ali- do q1.le ciertas teorías originadas en el trabajo básico
'JJOS neamiento con los grupos poderosos de la sociedad. son muy útiles a la hora de guiar el trabajo aplica-
~ r:e Smith, por su parte, escribt3 sobre sus impresiones· do. Saxe y Fine (1980) alegan que las-incompaü-
l.llO de la posguerra y resalta el iriterés de psicólogos so- bilidades entre básicos y ap1Icados radica: en razo-
~). (' ~-
ciales pertenecientes al Institute for Social Research nes metodológicas. A esta idea se suman Kidd y
úVS- de Miclúgan, las investigaciones del grupo de Yale Saks (1980). Proshansky (1981) admite-la distin-
.--"'fc.s
o Jos psicólogos del grupo de Nueva York y su in~ ción básico-aplicado pero no en las c!encías de la ¡ -
J'-'n terés por los estudios de temas de carácter emi- conducta y por Tanto no en la psicología sociaL --¡
~1- Considera que la única solución al diTema es. crear -
nentemente aplicados tates como la comunicación \
persuasiva (Hovland),_la persona}jdad autoritaria . una investigación psicQ~C?tiai aplicada que_perrni-_-
LT!- (Adorno),- relaciones i~ternacionales, segregación ta conseguir los objetivos que-persígue la inves- !!
racial, conflicto intergrupal (Deustch, Jahoda, etc.). tigación básica_ Gergen y Basseches ( 1980) ponen
Já- En palabras de Smith: de manifiesto que el simple hecho de defender
. ·una PSA implica necesariamente la existencia de 1
la «[ ... ] Deseo fervientemente una psicolo- otra de índole básica. No obstante, el reconocer
gía .social genl.Jinamente interdisciplinaria,
que se tome en seri.o la responsabilidad de po-
ner en relación los niveles individuales y so-
las diferencias no les lleva a negar una frente a la
otra.
Aunque seguidamente expondremos nuestro

'e- cioculturales de análisis. Echo de menos una
psicología social interesada en los problemas
desacuerdo con esta posición, lo que sí es induda.:.
ble es que durante los años de 1970 ocurren ·ma se-
1

sociales, no tanto en el sentido tecnológico de rie de eventos que contribuyeron al avance impa-
la ingeniería humana sino en el espíritu rable deJa PSA y que pueden haber hecho pensar
a- emancipatorio de. ayudar a la gente a afron- a algunos que se trataba del nacimiento de esta dis-
tar la· vida con más garantía» (Smith, 1983, ciplina: la creación del Joumal of Applied Social
1-
p. 137). Psychology en 1971; la publicáción de la obra de
/,' Varela (1971) Psychological :Solutions to Social
)-
Pertenecientes al grupo de quienes mantienen a Problems, obra que tuvo un importante impacto, ya
toda costa la dicotomía básico-aplicado tendríamos que en ella se recogían aplicaciones diversas de teo-
1-
que situar a Varela (1975). Para el autor, la investi- rías y técnicas a la solución de problemas sociales;
gación J>ásica se encamina al descubrinúento de la publicación en 1975 por parte de Deutsch y
e principios básicos, núentras que al aplicado co- Homstein deApplying Social Psychology; en 1980,
rresponde extraer de ellos sólo aquellos que le sean Bickman dirige una serie titulada Applied Social
relevantes para la solución de un problema. Annual, y Kidd y Saks otra que lleva por título Ad-
En la misma dirección, Bickman (1981) opina- vances i{l Applied Social Psychology; entre 1981 y
ba que lo básico y lo aplicado se diferencian no sólo 1984 aparecen varios volúmenes sobre Progress in
~
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212
,.
·").';.

32 1 Aplicando la psicologfa social

Applied Social Psychology, dirigidos por Stephen- les en términos psícosociales_ Reich ( 1981) bitos concr
son y Davis en Europa. A todo ello habría que su- señala que entre las grandes aplicaciones dos por psi
'~~
mar la aparición de importantes manuales de in- de este período habría que destacar los tra- -~~~ nocimient~
''~"
troducción a la psicología social, com.o_el _de__ _ bajos de Tripplett, McDougall y Floyd AH- cial (sigui~
Wrightsman ( 1977) y el de Lamberth ( 1980), en los port. Para r-.lor-2
que dedican algunos capítulos a la PSA, cosa que b) De 1930 a 1940. Momento álgido de apli- chos, esta
antes nunca ocurrió y que después ha sido algo asu- caciones en el que se podrían situar los tra- que tantod
mtdo por casi todos los manuales y, cómo no, la bajos realiiaooS"pofBiuwn, Katz y Shanck tiene hO}---!L
aparicióndeirnanu-arde Oskamp (1984) Applied ·y el trabajo de Mayo en la industria. En este reconoce i:
Socia-l Psychology. período se crea la Sociedad para el Estudio túan a lo li
Sin embargo, la evidencia ha mostrado que la Psicológico de los Problemas Sociales. tienen taj:<.
psico-logía soc--i-al-acaaémic-a hat:Bexistido con la e) De 1940 a 1950. En este período tiene-lu- suav1zan o
PSA desde el mismo instante en que la psicología gar la masiva participación de ·]9_S-psicóló- Los a:
socia-l fue aceptada como disciplina. Ya, el primer gos sociales en el esfuerzo bélico y seco- vos mana
manual de Lindzey (una especie de enciclopedia so- mienza a sentir cierto desaliento que fue Fíedler. ~
bre lo fundamental en psicología social), publica- -puesto de manifie_sto por Guthrie en 1-946, y ScJ:;ultz,_
do hace casi medio siglo, constaba de una sección denostando el interés por las a2licacionC::s. aplican lo
denominada PSA que abordaba temas sobre pre- - No obstante, en este tiempo SOJ1 resenab-les ha idoarn
juicios y relaciones étnicas, psicología industrial,_y los tral}ajos realizados por Lewin y ~u co- lucionarc
efectos de Jos medios de comunicación de masas_ laboración en la _creaCión de ia serie The tuyen un«:
La segunda edición de Lindzey y Aronson (1968, Anli!rzcan Soldier. Lewin h_a sido conside- rnía básio-
1969) dedicaba el último volumen a laPSA. Como rado por muchos co!Jlo la persona qpe más
ha manifestado Morales ( 1999), la psicología social coñtribuyó al desarrollo de-la PSA. _ -
aparece como un intento de comprensión de la gran d) De 19 50 a 1969 _ En estos años las aplica- 5. ¿QU
d!versidad social existente y de sus consecuencias -ciones no sólo disminuyeron consi-derable- soc
para la sociedad. Es precisamente porque la psico- mente, sino que además se apartaron de la
logía social siempre ha estado muy enraizada en los corriente dominante en psicología social. Oskm
problemas sociales, que mantener la dicotomía en- El desmorolfulliento del empirismo pare- cial aplic
tre lo básico y lo aplicado parece, en nuestra opi- cía ofrecer Lmbios importantes para el de- señanza(!
nión, inj'lStificado, máxime si tenemos en cuenta sarrollo de la disciplina. A finales de este como:
los trabajos realizados por diferentes autores en los período, Miller (1969) hace su alocución
que se pone de manifiesto que las aplica:::iones en presidencial en la APA con un trabajo que
psicología social han existido desde antes de 1970: pretende, entre otras cosas, cuestionar el col
Katz y Kahn (1965), en el ámbito organizacional; hecho de que existan perspectivas y desa- de
Bradford, Giba y Benne (1964), en el ámbito de las rrollos teóricos que no sean aplicados ni ClÓ
aplicaciones grupales; Schramm (1962), Lumsdai- aplicables. P-:;~
ne y May ( 1965), sobre los efectos de los medios e) Desde 1969 hasta nuestros días. Se produ-
"'
de comunicación de masas, por citar algunos. ce una eclosión de lo aplicado que queda ~
Siguiendo a Morales, Blanco, Femández Dols, visiblemente reflejado con la aparición en autores:é
Huici y Morales (1985), podríamos diferenciar has- 1971 del Joumalof Applied Social Psy~ psicolog._
ta cinco fases en la historia de las aplicaciones de --chology, así como numerosos trabajos apli- psicolog
la psicología social antes de 1970: cados. (1982),.4_-
ría-pcict
q.) De 1908 a 1930. Época caracterizada por Son todos ellos trabajos que podemos calificar pretendt
un enfoque traductivo-interpretativo que de aplicados y psicosociales. Lo primero, porque como m
consiste en convertir los problemas socia- han dado lugar a intervenciones y cambios en ám- buscar Ji

© Ediciones Pirámide © Edicionl::--- -

213
Antecedentes históricos de fa psicología social aplicada 1 35 - - -

sin embargo, estas mismas conductas pueden no cuestión que para un sector de la población supo-
serlo en otras sociedades o culturas. Por ejemplo, ne contribuir a que se reduzca el número de perso-
G.nición durante un tiempo, eLadulte.rio._en España consti- nas que lleven armas y por tanto, que las puedan
~pro-
tuía un delito, pero sólo si era cometido por una mu- usar en la comisión de actos delictivos, mientras
:terísti- jer. Hoy ufa el adulterio ha dejado de ser conside- que para otro sector de la población, este mismo
;::¡ co-
rado delictivo, ya sea cometido por hombres o por _hecho )_l!pone limitar la posibilidad de conseguir
1 algún
.:.."-
mujeres_ Esta cuestión essumame111e importante en una licencia para adquirir un arma como medio de
PSA PSA, ya que nuestra sü-~;ii:dad~"flas sociedades en defensa personal en una sociedad en la que la in-
al y no general, son compleja·s-: pluralistas, en las que coe- seguridad ciudadana alcanza las cuotas más altas.
tlgún xisten diversos grupos cada uno de los cuales con
sus propios sistemas de valores, que hacen pifícil,- 3. Utilidad social
f'Üt>
en ocasiones, alcanzar un consenso_
-la as- Recordemos que uno de los deseos de Lewin
El principal obstáculo que debe salvar el psi-
a so- cólogo sor:ial aplicado es-el de adoptar una posici_ón ( 1948) era hacer que la psicología social, sus
jar los conocimientos y métodos, fueran útiles para los
(valor) gire ie pem1ita y ayu_de a determinar cuáles-
ente son las circunstancias que constituyen un pr()blema· propósitos sociales. El término que acuñó, Acti~n­
::ipales social que necesita ser solucionado_· _ Research, se refería específicamente a que los cien-
nen- Ejemplos rela_cioñados con e3te punto los· en- tíficos trabajaran en la construcción de teorias y que
xiales al mismo tiempo tales teorías-fue¡ aJJ diiigidas.a re
contramos en ciertas cuestiones sobre diférentes as-
-laría
pectos de la vjda social que han salidO-~ debate pú- solver conflictos sociales. El sentido de <<utilidad»
rca del
blico_-en Jos últjmos añ()S. P.or ejemplo, ante el de la psicología social fue retomado por-Saks -
ltes_
desastre ecológico que sufre nuestro p_laneta han (1978), quien defendía que los psicólogos sociales
onible aplicados debían dirigir sus esfuerzos a aquellos as-- -
emergido grupos de personas (ecologistas, partidos
-- ::ión
«Verdes») -defensores del medio ambiente, CUyOS pectos relacionados con el problema social que pu-
nues-

e
planteamientos pueden ir en contra de algunas po- dieran ayudar a solventarlo. Por ejemplo, en el pro-
~,so-
líticas destinadas a la mejora de las condiciones de a de la delincuencia; sigui en. do la propuesta. de
:1 pro-
vida de los ciudadanos (mejoras de las redes de co- , el trabajo del psicólogo aplicado debería di-
'~ No
municación y carreteras, construcciones urbanísti- rse no tanto a una meta difícil de alcanz(lr-corno
a una
cas con mayores y mejores servicios, etc., que se es la erradicación de la delincuencia, sino a cues- _
traduce en un mayor consumo de los llamados re-. tiones que contribuyan a paliar tal problema- ytque
cursos naturales limitados). Recordemos, por poner garanticen la utilidad de su trabajo: dirigir los es-·
un ejemplo, las polémicas mantenidas entre aque- fuerzos hacia la prevención de la delincuencia con
llos que defienden la construcción de una autovía grupos de riesgo, trabajar en el diseño de progra-
)lé- que pase por determinados lugares (los valores que mas dereinserción eficaces que contribuyan a re-.
subyacen a esta opción podrían ser: el desarrollo de ducir la tasa de reincidencia de los que ya han de!.
la comarca, mejorar sus conexiones con el resto del linquido y han sido condenados por ello, etc. Para
país, el enriqueciiniento,·el progreso en general) y ser útil a la sociedad, el psicólogo social aplicado
d~cia·
aquellos que se oponen· a dicha construcción ape- debe, en ocasiones;· parcelar el problema y decidir
u este lando a cuestiones ecologistas y de mantenimiento sobre qué aspectos puede intervenir de modo que
• "'de del entorno. O recogiendo otro ejemplo quesrf)ieíi- garantice el mayor exitó. . -
;alldo se está debatiendo lejos de nuestras fronteras, pue-
'<' El de tener impOrtantes· repercusiones en· nuestra so-
~vrno
4. Centrada en sitúaciones sociales :.":·
ciedad, aunque de manera indirecta, podemos ha-
vnde blar de que en Estados Unidos, ante el aumento de Ésta es una característica que comparte con la
....._tos homicidios por arma de fuego, se ha empezado a psicología social· más básica, enfatizando el poder
~rlos;
cuestionar la limitación de los permisos de armas, de la situación o del contexto en cuanto a que afee-
rámide © Ediciones Pirárrüde
216
36 1 Aplicando la psicología social

tan a las creencias, sentimientos y conducta de la un cambio en la manera en la que laPSA se acer- serie de el
gente. Este énfasis diferencia a la psicología social ca a su objeto de estudio, demostrando una mayor mayor det<
de otras áreas de la psicología, en las que se otor- amplitud teórica y metodológica. tareas esc1
ga mayor importancia a características de persona- cionista. É
lidad. Uno de los conceptos más desarrollados que
guardan relación con este énfasis es el conocido 6. ¿QUÉ ES UN PROBLEMA SOCIAL? a) G,
___s:rrrz!fundqmental s_le atrib!Ac:ión, entendido como gi\
la tendencia uubestiinar las causas situacionales. Hasta ahora hemos hecho bastante hincapié_en ca
de la cond-ucti(cte los demás y a exagerar la impor- que la PSA se caracteriza por una orientación ha- ur;
tancia de las- causas disposicionales o de persona- cia la solución de los problemas sociales. En con- SU
lidad. secuencia, resulta crucial que intentemos exponer C{]

qué entendemos por un problema social. Lo pri- b) G


5. Una aproximación amplia mero que tenemos que decir es que plantearse una el
definición de problema social no es una tarea que «l
· Para ser útil, laPSA necesita s·er comprehensi- podamos hacer sin tener en cuenta el contexto so- pi\.
va e~inclusjva, considerar üll rango global de va- cial en el que éste se origina. En ocasiones, dicha bl
riables que pueden estar influy~ndo en un área par- definición contempla un aspecto subjetivo result¡_t- se.
ticular de interés. La PSA suele adoptar, por tanto, do de las normas y valores de-una mayoiía que lo u
1,.m nivel de análisis macró: Esta perspectiva eu el han definido como tal, así como también de l<!s_ con- C(¡
~nfoque le-lleva-en ocasíones a colaborar con otras diciones spciales que lo rodean. Sánchez Vida! m.
disciplinas o campQs. de estudio, como la antropo- (2002) hace una reflexión sobre qué podemos con- re-
1
_logía,.la_ psicología ~línica, la ·s~iología, los estu- siderar problema social y- men~iona a Merton, bl
dios sobre familia, sobre género, etc., sumando las ( 197 6) que recogiendo esta misma idea d(:;cía qu~ n;·
aportaciones de todas ·estas perspectivas para una ''un problema social existe cuando hay una discre- · Cl
mejor comprensión del objeto de estudio. pancia entre lo que es y lo que la gente piensa que ()(

debería ser». Existen mucha-s definiciones de p_ro- té


6. Contexto aljicado . blema social, una de las más aceptadas es la -pro.: dí,
puesta por Sullivan, Thomps~m, Wright, Gross y h¡
La mayoría de 1Jh.-psicólogos aplicados tienden Spady (1980), según la cual, «existe un problema ~-
a realizar sus trabajos en aquellos marcos «natura- social cuando un grupo de influencia es conscien- q -'·
les» donde la gente vive, trabaja, se divierte, etc., te de una condición social-que afecta a sus valores 9:
lo cual les hace sentirse mucho más seguros. Esta y que puede ser remediada mecliante una acción co-: ~
naturalidad contrasta con la artificialidad asociada lectiva». Definiciones más recientes recogen la mis,- Ip
a los estudios :de laboratorio y ofrece la posibilidad
de realizar estudios, si no experimentales --en los
ma idea propuesta por- Sullivan;y .Cols::;;por ejem-
plo Rubington y Weinberg (1995) hablan de que
~
Cl
-~-'

que sería imposible el. control de todas las varia- '<un problema social se da.cuando .se alega la exis-: b1
bles-, sí cuasi experimentales, además de los es- tencia de una situación incompatible. 'f.On los valo-:. d
. ~'
tudios más extendidos en este ámbito como son los res de un número significativo, de personaS que es-: ll"
de tipo correlaciona!.
Si bien durante 1960-1970 los estudios de cam-
tán de acuerdo en que ·es 'necesario' actuar para
alterar la situación» (p. 4);: ' · · -. · . , • " . :. ...
d!!.
·et.._j
"'11.
po no supéiaban el IO por 100 {Fried, Gumpper y Si bien existe cierta poléniíea respecto a qué se ny"i:·:·J
Allen, 1973), en los noventa del siglo pasado el in- considera problema social, la definición de Sullivan yj. __
cremento de estos estudios ha sido considerable, y cols. introduce un matiz importante{.:en .tanto en g
llegando a alcanzar el 60 por 100 de los artículos cuanto tiene en cuenta no sólo a quienes padecen ~'-----
publieados ,en el Journal of Applied Social Psy- el problema, sino a la sociedad en la quy surge. Esta '!
chology (Schultz y Butler, 1996). Este dato refleja definición~ además, resalta la importancia de un~ «k ..
© Ediciones Pirámide © Edici=l-- -

"\ 17
---------- ---- ---~------

Antecedentes históricos de la psico!o§íii-socialaplicada 1 37

U.\....~r- serie de elementos que son necesarios analizar en viene tener bien presente el matiz que di-
'1V0r mayor detalle y cuya delimitación se convierten en ferencia ambos conceptos, ya que se trata-
tareas esenciales desde una perspectiva interven- ría de intervenir en la variable (condición
--cionista: Éstos son: social) que causa el problema social que
pretendemos solucionar. Pero para hablar
a) Grupo de influencia. Nos referimos a un de problema social, no basta con la exis-
grupo de personas con-mrimpa-cto signifi- tencia de un grupo de7nfluencia y d~ uná::-:~­
?~~ 1
'é en cativo dentro del debate público. Esto es, condición soc;_ial· · .:1no que además .lJ<L<k__-
' .. a- un colectivo formado por unnumero con- existir otro requisito:
con- siderable de personas_ que consideran esa e) Conciencia de una condición social inde-
-cr condición social como injusta. seable. La simple existencia de una condi-
pn- ¿¡1
;~
b) Condición sociaL Segtínta aeTmi:ó&tr;"seria ción social problemática no implica el sur-
¡a el antecedente del problema social, esto es, gimiento de un problema social, sino que
que «la caracteristica en cu_ya presencia nace un debe convertirse en u_na condición inde-
)- problema social». Será por tanto la varia- seable para quienes fa p·a&cen. Las muje--
icha ble independiente o causante del problema res han sido maltratadas por sus maridos o
l- social que se va a estudiar. El problema so- compañeros desde hace muchos sigfos sin
_e ]o cial puede entenderse entonces como «la embargo, ha sido recientemente cuando en
1- consecuencia o uno de los posibles pro- nuestra soc]edgd la mujer maltr<!_ta~ y el-
idal ductos que se manifiestan al estar presen- resto de la sociedad, han tornaoo concien-
te tal condición social»~ por tanto, la varia- cia de esa condición_indeseable~ Jo que ha,.
_:on, ble dependiente. En la práctica, puede contribuido a convertir lo que antes cons-

:re-
-- resultar dificil diferenciar la condición so-
cial del problema social, ya que en muchas
tituía un problema doméstico o familiar en
un problema social.
~ ocasiones empleamos indistintamente el d) Afecta negativamente a los valores. Esta
•ro- término «problema»-_para resaltar la «con- idea hace referencia a las preferencias per-
dición». A esta confusi~fterrninológica sonales y a las prioridades de los grupos so-
S y hay que añadir el hecho ~que, en muchas ciales. La solución de cualquier conflicto
l ocasiones, un problema social (delincuen- dependerá de una correcta priorización de
~n- cia) puede venir determinado por varias los valores de las personas y grupos afeo:..
conC.iciones sociales (pobreza, desigualdad tados.
:o- en el reparto de los bienes ... ). En otras, un e) Acción colectiva. Sólo si la solución de esa
-- mismo hecho (guerra) puede ser una con- condición social indeseable requiere de la
m- dición social que genera un problema so- acción colectiva, estarnos ante un problema
...
cial (pobreza) y también puede ser el pro- social (Clemente, 1992) .
lS blema social que surge en presencia de una
-~

. condición social determinada (aumento . Pero ¿quién decide qué problema social se es-
poblacional) (Clemente, 1992). Debido ala nidia, o hacia dónde es necesario -dirigir el cambio?
. dificultad que entraña, a veces, distinguir ¿Cuál debe ser el papel del psicólogo social apli-
entre condición_social y problema social, cado? Si bien trataremos de dar respuesta a estas
~p
muchos autores han optado por conside- preguntas en los párrafos que siguen, hemos de se-:-
ll.(
rarlos indistintamente. Aunque en términos ñalar que, al formularlas, entramos en una cuestión
'n generales tal diferenciación carece de rele- importante para la PSA: definir el rol dd psicólo-
-u vancia, se convierte en fundamental de cara go social aplicado. En este sentido, se plantea la re-
t:c~
a una posible intervención para la soiución lación entre los valores del contexto en el que se
de problemas sociales. En este caso, con- realiza la aplicación y la actividad científica.

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218
.;~
~~<

38 1 Aplicando la psicología social

Una vez definido el problema social trataremos nos vamos a centrar sólo en aquellos que, por un va ele l3. i m e
de enumerar algunas de las diferentes maneras que motivo u otro, se han convertido en los más repre- · su parte. ab.;:
la psicología social ha propuesto para intentar dar- sentativos, y que Morales (1984) ha agrupado en perimentaic:
les respuesta. Una de ellas procede de la sociedad tres tendencias o formas mediante las cuales los psi- logía soci2
misma que con sus demandas sociales exige un cólogos sociales han resuelto la aparente dicotomía les de inte<
mayor compromiso social por parte ele laPSA, que entre lo básico y lo aplicado, o entre la ciencia pura <<experimef"i.:
debe adaptarse a las nuevas condiciones sociales. y la ciencia aplicada: la tecnología social, la expe- gía implic..:
Otra procede del propio desarrollo de la -discipli- rimentación__s_ocial y la extensión de la. teoría psi- tica de vari~
na, que tras un períoci_Q_Qe_reflexión y autocrítica, cosocial:-- Campbell ' :
se plantea la necesidad de aplicar la psicología so- Una de las propuestas que mayor énfasis ha social. inc!u
cial allí donde-se originan los problemas sociales, puesto en la solución de los problemas sociales ha según Ciar'..:
desarrollando model9s de apl_icación psicosocial. sido la de la tecnología social. Su máximo expo- un ímiice de
Veamos cada -una de -eStas:-perspectivas a'conti- nente es Varela, para quien la ciencia tiene como- empresa o ,
nuación. objetivo último la búsqueda de relaciones causales ción>>. Este t
mediante el método experimental: consecución del siderada cie
conocimiento: La tecnología social es una activi- ticas fu11dar:
7. EL PASO DE LO BÁSICO dad que combina resultados ae diferentes áreas para 1 ) opcracirn
A LO APLICADO: MODELOS solucionar los problemas ~ociales. Para V~rela, la- dición CUaiM
DE APLICACIÓN PSICOSOCIAL invesügación se detiene allí donde comienza la tec~ luar Jos efC'I!:
nología, y la resolucióñ de problemas -es compe-- dor es ün e
Como ya apuntábamos en párrafos anteriores, a tencia de la tecnología (;y del tecnólogo) y no de-la opinión de~ -
finales de los setenta del siglo pasado existía un investigación. Su trabajo consiste en recurrir-ateo- ha sido mu'
cierto descontento respecto a los logros alcanzados rías psicosociales_que tengan ·una-cierta n~levancia en ]a·eva.In2
por la disciplina y fueron muchos los autores que para el problema de que se trat_~, ~s el tecnólogo el mos años.
hicieron pr9puestas de cambio, todas ellas con un encargado de descubrir el problema y elegir entre _ Una ten:
denominad0r común: la necesidad de pasar a las las diferentes teorías que puede emplear en su in- ría psicOS(X
aplicaciones de la psicología social. Autores como tervención, sean una o varias. que dicha u
McGuire (1973) y Ryckman (1976) trataron de N ouvilas (1999) realiza una síntesis de los pun- lares. La m
ofrecer soluciones que pasaban necesariamente por tos fundamentales que Morales (1984) hace de este sido cuesñt
cambiar de contexto y de rol. O Cialdini ( 1980), que enfoque: a) hincapié en la visión sistemática sobre una de las'
planteaba una combinación entre el interés por los la analítica; b) preferencia por las visiones globa- Faucheux (1
problemas sociales y el rigor metodológico a lo que les y generalistas; e) orientáéióri pragmática por la ha empezail
denominó «psiéólogía social de ciclo completo».A qu~ la búsqueda de córiotiriñentó tiene un fin uti- ría psico~
estos autores habría que sumar las propuestas de litario; d) importancia' de:1d-'iíleográ:fico o estudio caciones~ .
y
Saxe y Fine (1980) la que proviene de psicólogos de un fenómeno como'único;'eri sú desarrollo his- Moral6
sociales latinoamericanos como Rodrigues (1983), tórico; e) interés sólo poflainforrnación que se re- nes psicosos
que valoran positivamente la réplica de investiga- fiere al problema córiéreto-:il-iesolver; y f) búsque- 1u d y Ca.rroJ
ciones bechas en otros contextos para integrarla$ y da de soluciones sin-feñ:iói.ji}qué!s~an novedosas. las teorías I
generalizarlas_al_contexto latinoamericano; Ribes La segunda tendencia~- la>eipe'rimentación so- da para el~
(1976), que planteó consideraciones acerca del rol cial, pretende conjugaTia mvisiigáéión social con cial, no qui
de la psicología frente a los grandes problemas so- la elaboración de políticilS sotiáles conio respuesta rrándose así
ciales de los sectores marginados de la sociedad; Es- a problemas sociales particuláres: (Tales propuestas aplicacíóiLi"'.
cavar (1977; 1980), que propone un <<modelo psi- tratan de extender la metodología de la psicología en contacto
cosocial de desarrolló>>, o el propio Varelá, que social a las aplicaciones en cóntextos reales. Auto- ti diana.
persíg~re la aplicación de los hallazgos científicos. res como Saxe y Fine (1980) han defendido que la Noobsl
Ya que sería imposible recogerlos todos aquí, creación metodológica no es competencia exclusi- criticadas i: .

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219
'"'o";_.;
~~

40 1 Aplicando la psicologla social

tención dé_
aplicabilidad exige que se conceda prioridad abso- ceptual, consideración de Jos efectos colaterales y dos reaiiG.,_,_~
luta a la solución de un problema social generando efectos logrados) y la evaluación (vertiente meto- a la psi colo~
un entramado teórico de conceptos, variables y re- dológica). pico, tanto -
laciones que permitan una intervención teórica-
mente infonnada (Morales y cols., 1985).
Parten de la existencia de una psicología social 7 .3. Modelo de ciclo completo
~~aplicable que coñsta-cte·tres elementos, vinculados de Cialdini (i 980)
entre sí por una serie de adaptadores: l) mejora de
la calidad de vida; 2) construcción del conoci- Este modelo parte de un verdadero interés por
miento, y 3) utilización del conocimiento para in- los problemas reales y por el intento de solucio- Blanco ..A. __ F
tervenir. Tanto la construcción del conocimiento narlos mediante el uso de una metodología riguro-
como la utilización-intervención dependen o están
¡:_ (J_5)~5-
sa. Parte fundamentalmente de dos supuestos. El c_' i-Juic~
condicionados por la mejora deJa calidad de vida, primero es más bien una crítica que hace a la psi- ciol op{S,
objetivo último del modelo. cología social, a la que acusa de haber dedicado Blanco, A. y,
Este modelo pretende conseguir un conoci- mud~o tie!npo y rewrsos al estudio de cuestiones aplica<h
miento que sea significativo, para lo cual habrán de poco releyantes socialmente, y el segundo consis- rico. F:n.
cumplirse tres condiciones: a) orientarse más hacia te-en resaltar que el _psi_cólogo social tiene como ob-
la predicción que hacia la explicación; b) centrar- jetivo _el estudio del comportamiento normaL
se más en el estudio de los efectos que en el de las Cialdini es UI!_ p_sicólogo social que destaca en
causas; e) favorecer el estudio de las van:ililes ma= el campo de la influencia. A través de la observa-
crosociales sobre las microsociales. ción de cómo se--cOipportaban los expertos en COIJ-
El elemento utilización-intervención tambiérr es vencú a los dem-ás y con~eguir que accedieran a sus
sometido a un riguroso análisis conceptual, sien9o requerimien-tos, Cialdini sistematizó todas las téc- AllporL G_ '\
tarea del psicólogo social aplicado aclarar una se- nicas de influencia observadas en relación con una -- MA: Ari
rie de puntos como: a) la naturaleza de la utiliza- serie de_principios psicológicos. Su modelo de ci- Aiiport, G_ "4
ción del conocimiento construido; b) comunicación clo completo-comprende las siguientes fases: a) la dern sa:
con las personas ~-solicitan el cambio o van a ser observáción de la vida real de los casos de interac- (Eds_)_l
objeto de dicho dlmbio; e) establecimiento de re- -ciÓn social que puedan considerarse relevantes por - (pp. 1---4
laciones adecuadas con esas personas; d) plantea- su intensidad o repetición; b) la formulación de hi- -Allport, G_!
miento del grado de poder de que van a gozar las pótesis con apoyo teórico;_ e) la metodología ade~ rumour:.
personas cuya calidad de vida se quiere mejorar, y cuada y rigurosa; d) la ejecución de investigaciones Armistead, •
e) planificación de la intervención. El modelo de ehologJ
nuevas que nos pemútan comprobar la validez ex-:
Mayo y La France es cíclico en tanto que la mejo- · Bales, R-E,
tema y, a partir de esos resultados, diseñar nuevas
ra de la calidad de vida lleva a la construcción del hodfCN
investigaciones (Blanco, Fernández Dols, Huici y
conocinrieilto·y a través de éste·a-Ia intervención. di son-V
Morales, 1985). Bargal, D..;;.'
El paso de un elemento a otró- se realiza a través· de
únaserie dé adáptadores. Así; entre la mejora de la Theha
calidad de-vida y la constrriccióiidel conoeinrien- 48 (2),)
8. COMENTARIO FINAL Bickman,. l.
to se encuentra la formulación del problema· y la voL I-;1
elecc-ión del método. Para pasar: de la construcción
En este capítulo, hemos tratado de situar al lec-,. - Bickman.I.
del conocinllento a la utilización-intervención he-
tor en el marco sociohistórico ·que caracterizó el applierl
mos de tener en cuenta el análisis del sistema (pe-
surgimiento de la psicología ·sociaL Es necesario Social
culiaridadú) y la definición dd rol (es decisivo en verlyE
el curso de la intervención). Para pasar de la utili- conocer el pasado para entender el presente, y has-'
Blanco, A-
zación-intervención a la mejora de la calidad de ta podríamos decir, para apuntar hacia el futuro. Es-
da. :Mz:
vida es necesaria la interpretación (vertiente con- peramos que su lectura haya contribuido a la in-
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22U
Antecedentes históricos de la psicología social aplicada 1 39

r un va de la investigación básica. Campbell ( 1969), por ne determinada fundamentalmente por la negación


pre- su parte, aboga por la extensión de las técnicas ex- de la complementariedad de los modelos de apli-
) en perimentales y cuasiexperimentales que la psico- cación y por la oposición que establece entre in-
psi- Iogía social ha desarrollado, a situaciones natura- vestigación pura e investigación aplicada. Hoy día
'Jr.ía les de intervención, lo que hoy se conoce como abogamos por otros enfoques, que como apunta
)Ura «experimentación social». Este tipo de metodolo- Morales (1984), presentan un modelo más inte-
<pe- gía irn_plica la aplicación ~_l!!_anj_p~l.<J_ción sistemá- grado de PSAy que se recoge en las siguientes pro-
p::,¡ , tica de variables sociales en contc-xtos naturales. puestas realizadas por Gergei}_yB;:¡sseches (1980),
Campbell ( 1969), además de la experimentación Mayo y La France (1980), y Cialdini (1980), res-
; ha social, incluye la investigación de evaluación, que pectivamente.
s ha según Clark (1972) «tiene como fin proporcionar
;po- uníndice de algún aspecto del rendimiento de una
)ffiO empresa o del funcionamiento de una organiza- 7 .1. Modelo de psicología social
ales ción»._Este tipa de investigación de evaluación con- aplicada de Gergen y Basseches
del siderada ciencia aplicada presenta tres caracterís- (1980) .
ivi- ticas fundamentales, según Glass y Ellett (1980):
)ara D operacionalizacíón ae los con_structos y su me- Este modelo se caracteriza fundamentalmente
1, la dición cuantitativa; 2) ejerc;_iC.lo- de control al e va- por tres aspectos: l) Niega la distinción básico-
luar los efectos-de una intervención; 3) el evalua- aplicado por razones epistémicas·. Cualquier cien-
-~ es un expenmenüidor _qiíe busca causas. En cia básica presupoñe la fijeza dei-objeto de estudio,
opinión de Morales (1984)., este ti pe de aplicación perQ en psicología social ese objeto óe estudio está
e o- ha -sido muy empleada por ios psicólogos sociales históricamente condicionado. 2) La- actividad hu-
lcia en la evaluac-ión de programas socÍales en los últi-.: ____ mana, en cualquier momento temporal, está orga-
:J el mos año~. nizada en tres niveles: fisiológico, psicológico y so-
ltre Una tercera orientación, la extensión de la teo- óoestructural. Cada uno de ellos susceptible de
in- r[a psicosocial, consiste en mostrar la forma en la cambios que a su vez, si se prodiJcen, podrían mo-
que dicha teoría es trasladable a eventos particu- dificar los otros niveles. Según los autores, la tea-
un- ~ 1
...

:ste j;' .
•¡
.' l~es ..L.-. a ~tilidad de las t:orías psi~osocial~s ha ___If~ psicosoci~l es la actuació_n que r~aliz~n_ l~s psi-
sido cuestiOnada en repetidas ocasiOnes, stendo cologos sociales en el mvel psicologico. La
bre j" _ una de las críticas más radicales la realizada por aplicación o praxis es la actividad organizada q~e
ba- .~; · Fauch~ux (1975). No obstante, en los últimos años busca un impacto sobre la estructura de la sociedad_
ha empezado una corriente que contempla la teo- Teoría y praxis (así denominan a lo básico y apli-
ría psicosocial co~o guia de las más diversas apli~ cado) aparecen entrelazadas en su modelo y ambas
caciones, ' influyen en la forma en que se organiza la activi-
tis- \hRI Morales señala algunos ejemplos de aplicacio- dad de las personas en el plano psicológico_ 3) Re-
nes psicosociales, como Saks en el ámbito de lasa- coge los aspectos de los valores. Según Jos autor~
lud y Carroll en el judicial, concluyendo que si bien la potenciación del conocimiento psicosocia}p~~'
las teorías pueden proporcionar un punto de partí- de ir en dos direcciones: tratar de preseryar e~;()r::-
da para el estudio de algún aspecto de relevancia so-: den social existente u orientarse en la dirección del
cial, no quedan inalteradas en el proceso, demos- cambio (Morales, 1984).
trándose así la relación bidireccional entre teoiia y
aplicación. La teoría exige modificaciones al entrar . .· . .
en contacto con los problemas reales de la vida co- 7.2. Modelo de Mayo Y la France (1980).
ti diana.
No obstante, las propuestas anteriores han sido Ofrecen una propuesta más elaborada, <liferen-
si- ~- criticadas por su unidimensionalidad, hi cual vie- ciando entre aplicada y aplicable. La condición de

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221
Antecedentes históricos de la psicología social aplicada 1 41
,)
1~, y tención de la autora, e¡ u e no es otra que aunar como cología social y una psicología social aplicada. Asi- 2i/.
dos realidades inseparables a la psicología social y mismo, se abordan aspectos esenciales en toda dis- ~
.1et0- i
a la psicología social aplicada, rompiendo con el tó- ciplina, como es su definición, características y mo- t;
~;
pico, tanto tiempo sostenido, de que hay una psi- delo de aplicación. r
¡
'.!

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~J V ·.__; 225
Expósito, F. y Moya, M. (2005)"Delimitando el contenido de la psicología social aplicada"
en Aplicando la psicología social. Madrid. Ediciones pirámide pp. 45- 75.

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Delimitando el contenido ~
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de la psicología social aplicada
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1. INTRODUCCIÓN pecto a Jo que conviene o le es pertinente esru-
aiar a-laPSA, cuestión de la que nos ocuparemos
Tratar de delimitar lo que hace diferente a una más ádelante-,--e-Xisten, a nuestro juicio, una serie
djsciplina con respecto a otras disciplinas afines re- - - de factores a tener en cuenta para tratar de de-
su Ita una tarea compleja por cuanto ~upone ufl--65-- limitar de-m~a manera más comprehensiva y glo-
fuerzo que comienza en la propia defini~ión y que bal qué _estudia la ?SA. Atender a unos u otros de
se extiende a los propósitos y meta~ que_dicha dis- _ estos faciür:es nos puede servir como hilo-conduc-
ciplina persigue. En nuestro caso, la tarea se com-- tor-a-la hor~ de agrupar la diversidad de los con-
plica aún más por el hecho de que el ser s9cial es tenidos.
por sí mismo un ser de naturaleza compleja,· y su No es nuestro propósito ser exhaustivos en la
estudio nos lleva a adoptar diferentes enfoques y enurnerac~ón de dichos factores, por lo que aquí va-
perspectivas que nos permitan considerar toda su -mos a ·destacar sólo algunos de ellos. Por un lado,
complejidad. Entramos entonces en otra cuestión.· resaltar la postura de los niveles o dominios de ai:lá-
importante relativa al objeto de estudio, la de los·Ií~ lisis adoptados en ocasiones en rcla&ión-al objeto
mites de la disciplina, esto es, qué es lo caracter:ís- de estudio de la disciplina. Recogeremos, en otro
tico o distintivo en la- psicología social aplicada apartado, ·algunas de las propuestas o aproxima-
(PSA) que la diferencia de otras disciplinas afines, ciones teórico-prácticas de determinados autores
e incluso de otras ramas de la propia psicología. Al- respecto a lo que le es propio a laPSA. Y por últi-
gunos se han aventUrado a ello, como Lewin, Lip- mo, no debemos olvidamos de otros elementos que,
pitt y White (1939), que en su obra Teoría de cam- aunque de manera diferente, han contribuido a per-
po y ·experimentos en psicología social hacen un filar y modelar los temas de estudio a lo largo de la
recorrido por los diversos asuntos que, según ellos, historia de la disciplina. Nos referimos fundamen-
debé ·abordar la psicología-s'ocial, incluyendo des- talmente a dos tipos de factores: unos, las perspec-
de los valores'e_ idéológfas ·hasta aquellos asmitos tivas, enfoques u orientaciones teóricas que hari
estrictamente físicos ·pasando por los sociológicos dado como' resultado determinadas :aplicaciones;
y psicológicos. Si tomamos este enfoque como re- coriformando, en cierto modo, el cuerpo de laPSA
ferente, podríamos decir que cualquier tema o cues- (independientemente del fm últimó dé tales aplica-
tión que afecte a los individuos y a su relación con ciones); y otros; las circunstancias o condiciones
los demás y su entorno, queda dentro del campo de sociales que l:Ían rodeado, tanto el surgimiento de
estudio de laPSA. la psicología social como su desarrollo y·consoli-
Pero, sin dejar del todo de lado las diferentes dación, y que de alguna manera han marcado la
posturas que autores concretos puedan tener res- agenda de la PSA.
© Ediciones Pirámide .._; ,; 226
46 1 Aplicando la psicología social

2. CONTRIBUCIONES DE LA tiendo de alguna manera sobre el problema social proceso:;. s.


PSICOLOGÍA SOCIAL BÁSICA en cuestión. (por ejen:q:
A LA PSICOLOGÍA SOCIAL APLICADA En este apartado sólo vamos a mencionar algu- mientras q
nos principios y teorías psicosociales, fundamen- to de exp~
Al tratar de delimitar el contenido de la PSA, talmente aquella-sCjlie más desarrollo y utilidad han cretos de ·
no podemos por menos que hacer mención al ob- mostrado en contextos aplicados. reales \ c:I ~
jeto de estudio de la psicología social, entre otras No obstante, tratar de delimitar el objeto de es- ciones de;
razones porque ambas constituyen dos momentos tudio de la PSA partiendo -de las diferentes conffic-- tal difcra;
diferentes del mismo proceso. buciones que la psicología social ha realizado y rea- Siempre~

Por otra parte, y dado que hemos definido en el liza como respuesta a los problemas sociales. En cu;:a
capítulo anterior laPSA como la aplicación de mé- resulta en sí mismo laborioso, sobre todo por el he- aplicaciv3
todos, teorías, principios o resultados de investi- cho de que gran parte de la investigación que se ha decen a Till
gación de !a psicología social al entendimiento o ido desarrollando en el campo aplicado está -muy en a: trae~
solución de los problemas sociales, queremos par- determinada y profundamente unida a las circuns- por la ~-M
tir de tales constructos, print:ipios y te_orías, y ex- tancias concretas que motivaron su aparición (pro- venciól:L lf
traer un denominador común: las diferentes apli- blemas raciales, conflictos entre grupos, situa- cwnes 50ll
caciones que de ello se han dérivado. _ _ ciones de desigualdad social, violencia, etc.). Por gativas p
Al hablar de principios nos referimos a aque- ___ tanto, una posible forma (aunque no sea la única) sociedad~
llos elementos que constituyen la C<!USa que sub-_ de aproximarnos a la característica distintiva de la
yace a un fenómeno o resultado psicosocial. El PSA es considerando la existencia de un continuo
principjo suele describir los procesos básiGOs .poi de investigación en el que en uno de los extremos 2.1. Ap
Jos que Jos_sereshumanos pensamos, sentimos y aG- situaríamos todas aquella~ aplicaciones derivadas de
tuamos (Oska"rnp y Schultz, 1998). Por ta_nto, co- de_la investigación básica (nos referimos a aquellas so
nocer los principios psic_osociales basicos ·es uñ ·_ aplicaciones que han resultado de desarrollos teó-
paso necesario y fundamerrta.ken el diseño de es- ricos y que de alguna manera han supuesto un cam- Re ton
trategias de intervención para la solucíón de cues- bio en alguna área de la vida real), rnientr~s que en aplicadai.
tiones psicosociales o para la mera compá::nsión del el otro extremo tendríamos aquellas aplicaciones ciones de
comportamiento humano. Algunos de estos princi- o ir.vestigaciones que han surgido como res¡#íeSta rías, prin
pios han llegado a formar parte de iinportantes teo- a una condición social concreta (la aplisacih.por para cOIIJj
rías psicosociales.- Las teorías son, por tanto, una sí misma) y que se han ido consolidando como parece ol
serie de principios integrados _que describen, expli- áreas específicas de aplicación psicosocial (Jones, precisaillt
can y predicen hechos observados. En psicología 1998). Por último, no podemos acabar este aparta- seguirlot
social, las teorías tienen diferentes grados de ex- do sin pasar a considerar el papel decisivo que las cipios oi"
tensión y/o niveles de análisis, abarcando desde el circunstancias sociales han desempeñado en el de- logía~
nivel individual hasta la comunidad en su totalidad, sarrollo del quehacer de la psicología social (apli- algunasd
pasando por. los grupos pequeños y las organiza- cada). . que han~­
ciones. Como psicólogos sociales aplicados, debe: Como señalaba McGuire (1969), tanto la Se- respuesl2
m os estar interesados en el uso de aquellas teorías gumía Guerra Mundial como .la época de la pos- en ocasi(.
que nos ayude,n a entender, prevenir y solucionar guerra, han contribuido decisivamente a delimitar necesitaá
problemas sociales. Las teorías son útiles en el tra- las áreas de interés tanto dentro como fuera de la discipliD;.-
b~o aplica<ió porque nos ayudan a entender por qué psicología social, haciendo difíc-i-~·detemunar cuál tudiada J;;
la gente actúa como lo hace. Si conocemos el me- fue el verdadero motivo que originó el interés por teorías p
canismo, principio o proceso que subyace a deter- los temas estudiados en el seno de. la psicología so- cionamíC
minado problema social estaremos mejor prepara- ciaL Algunos de ellos han emergido como conse- amodoi.
dos para desarrollar intervenciones que permitan cuencia de un verdadero interés teórÍco, para tratar cación q
actuar sobre dicha conducta-problema, repercu- . de dotar de un marco conceptual a determinados quibles..;

© Ediciones Pirámide © Edici<.....,.,.


22..-1 '-..../
Delimitando el contenido de la psicología social aplicada 1 47

ial procesos sociales -intiividuales- o psicosociales sea por la consolidación alcanzada por dicho ám-
(por ejemplo, la teoría de la disonancia cognitiva), bito de aplicación, aunque obviamente, no sean las
, -u- mientras que otros parecen obedecer más al inten- únicas.
nen- to de explicar determinados comportamientos con-
, Lan cretos de personas reales en siiuaciones sociales 1. Prejuicio y estereotipia
reales (el estudio_ de la conducta de ayuda en situa-
~ ~s-
ciones de emergencia). Si bien es ci§iiü__q\le_eX;iste Una de las áreas que más investigación ha pro-
mn- tal diferenciaci-ón, desafortunada_il;ente--f:~~ no ducido en psicología social ha sido, sin lugar a du-
r6a- siempre es clara. das, el estudio del prejuicio étnico, estereotipos y
~H::S, En cualquier caso, en nuestra opinión, todas las relaciones intergrupales. Dos son fundamentalmen-
__ t ~->e-
te_los motivos que han propiciado este desarrollo.
aplicaciones o resultados de investigaciones o_be-
\J 11a decen a una misma finalidad o pueden aplicarse a -Uno, las propias condiciones sociales que han fa-
mlJy ella: tratar de utilizar los conocimient9s adquiridos vorecido los movimientos de personas de diferen-
uuS- por la psicología ~~>.cjal para la-comprensión, pre- tes ra~as -y etnias y que les ha llevado a tener que
nro- vención, modificación- o solución-oc c1ertas condi- convivir -Y compartir los recursos existentes. Dos,
c~a- ciones sociales consideradas problemáticas o ne- -el_ d~arrollo de instrumentos de medida adecuados
Por gativas para el funcionamienfo_ normal de la - a_! objeto de estudio. Hemos de recordar que en la
__ a)
sociedad_y de los individuos que la componeJl. décacla de los años treinta del siglo pasado se pro-
le la -_ dujo un importante avance en la medida-Be las ac
JO ti tu des, y que éstas fueron empleadas fundamental-
mos 2.1. Aplicaciones derivadas - _ mente p:ma medir preferencias hacia las difer~ntes
lS de la existencia de cuestiones miñorías étnicas. Este desarrollo metocfológ~co
:llas socialmente relevantes abrió-un amplio abanico de posibles aplicaciones.
5- Dentro de este contexto, hemos de destacar la im-
am- Retomando la definición de psicología social portante labor realizada por Tajfel, para quien su ex-
n aplicada desarrollada por Oskamp (1984), «aplica- periencia personal en campos de concentración su-
mes ciones de los métodos de la psicología social, teo- puso el verdadero motor que le llevó no sólo a
:a rías, principios o resultados de investigaciones, trabajaH:on personas exiliadas y perseguidas por
por para comprender o solucionar problemas sociales», cuestiones de raza, sino que le impulsó también a
o parece obvio que el objeto de la PSA debe ser estudiar psicología social, . convirtiéndose pQCO
1es, precisamente los problemas sociales, y para con- después en el padre de una de las teorías más im-
l-
seguirlo tendríamos que hacer uso de teorías, prin- portantes y aplicadas de la psicología social, la teo-
las cipios o resultados de investigaciones de la psico- ría de la identidad social.
logía social. En este apartado trataremos de recoger En este mismo contexto podríamos situar la
pli- algunas de las aplicaciones de la psicología social obra que Adorno~ Frenkel-Brunswick, Levinson y
que han sido realizadaS fundamentalmente como Sanford publican en 1950 con el título La persa"
Se- respuesta~·a: Úná-cürtditión social indeseable y que, nalidad autoritária} y.que constituye sin duda una

Itar
en ocasiones,- ese piimer'
acercamiento o'bien ha de las "Obras más influyentes en la psicología: Esta
necesitado de los conociinientos acumulados en la obra se enmarca dentro de una línea de trabajo que
'!!
disciplina; o bien ha sido la propia problemática es- el Instituto de Investigación Social venía realizan-
ual tudiada la- que ha generado el desarrollo de nuevas do desde hacía tiempo y al que Adorno pertenecía.
--r
teorías psicosociales, o la modificación y perfec- La intención de Adorno fue la de elaborar un ins-
SO- cionamiento de las ya existentes. Nos centraremos trumento de medición del síndrome autoritario (es-
a modo de ejemplo en algunas de las áreas de apli- cala F), de modo que una persona que obtiene una
trar cación que existen y que nos resultan . más ase- alta puntuación en dicha escala estaría más pre-
~~'i
quibles, bien sea por los cambios logrados, bien · dispuesta a dejarse influir por la propaganda e ideo-
ni ti' e
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228
48 1 Aplicando la psicología social

Jogía de Jos grupos fascistas. La tesis de la que par- 3. Conducta de ayuda man. G!ass
tían Jos autores era la de que los individuos autori- mucho a Ia
tarios presentan un pensamiento estereotipado ade- Un ejemplo claro de investigación dirigida por ·j· de pionero::;
más de cierta agresividad hacia sus inferiores o los hechos fueron los estudios realizados por Lata- ren la etiqu¡
hacia los grupos minoritarios. Desde entonces, los né y Darley en sus investigaciones sobre la inter- _Esta die
trabajos empíricos realizados para intentar probar vención en situaciones de emergencia en 1970. Esta puesta de ;
esta tesis han sido numerosos. línea de investigación surgió como consecuencia (1976), qlli.:
Si bieneste trabajo surgió como un intento de del asesinato de Kitty Genovese, que fue apuñala- la psicol~
·-_explicar el origen-de Ia persO:nalidad autmítaria en da en la puerta de su apartamento ante la mirada im- como por ::o
un momento enel·que la_ ide-ología nazi y fascista pasible de varias decenas de personas sin que na- creen que 1:<
sorprendían al mundo entero con sus métod_os, ha die le ofreciera ayuda o la pidiera. El hecho produjo psicología ;;
sido de gran valor para la psicología social y ha tal reacción social que desde entonces y hasta el
dado lugar a muchas aplicac"iones, fpñdameñtal- momento la investigación sobre este tema no h_a de-
jado de aumentar en un intento de tratar de expli- 5. Sal
mente en el ámbito de la psicología política (Moya
y Morales, 1988). - car no sólo las bases de la conducta altruista, sino Aunque
los determinantes de la misma tanto individuales medicina o
como sociales. ximación 11
2. El impacto de la violencia t.el~visjva-
ducta q_u~ :d -
La creencia de que la culpa de todo·lo n~alo que 4.- Hacinamiento y estrés cadas. bah;
ocurre en la sociedad la_tienela teievjsion no es re- ~

ciente. En-una·épOC!f de rev1:1eltas_ ciudadanas, ma- El gran movimiento migratorio de las zonas ru- - lacíón méd
-_rrifesta9ones, agrr;;siones y_ viQlencia calkjera, un rales a las urbanas como consecuencia de la i:ndus- diagnó~üca -
nutrido número de iñvestigadores trataron _de -esta- - - tnalización y la urbanización produjo, a finafes de ción causal
blecer el papel__q~_e la exposición a·la violencia te- los sesenta y comienzos de los setenta del siglo pa- bs síñtomd"_
levisiva jugaba en la inducción al crimen y a la con- sado, una línea de trabajo sobre la relación eñtre- 1978). El =
ducta agresiva. Si bien la conclusión a la que llegó hacinamiento y estrés. Dado que no había· un desa- cuestiones!
la Eisenhower Commission on zhe Causes and Pre- rrollo teórico suficientemente capaz de explicar di- cepto de s;
vention of Vio lene e era que la violencia televisiva - ·· cho fenómeno, lo que se hacía era comparar el ha- social, sine
aumenta las m"anifestaciones conductuales violen- cinarniento y la densidad por una parte, con el estrés tado de qu
tas, el debate sobre Iaveracidad de tal afirmación y el rendimiento por la otra. Si bien los efectos del dades tient
se mantuvo abierto durante años, originando desa- hacinamiento han sido algo exagerados (Freedma!!, rnin_adas g
rrollos teóricos que trataron de acotar los factores 1975), no ha ocurrido igual con los efectos estre- vida,p~
gue mejor explicaban dicho fenómeno. Una de las santes del ruido (Glass y Singer, 1972). La investiga- ,.,_
teorías que trataron de dar respuesta a la influen- ción sobre hacinamiento, ruido y otros factores que 6. ~'
cia de los medios de comunicación· sobre la con- contribuyen al estrés urbano forman parte del rápi- ···-~ ..
ducta violenta ha sido la teoria del aprendizaje so- do desarrollo del campo de aplicación de la psico- En~'
cial desarrollada por Bandura (1977). El autor llevó logía social en el medio ambiente. Los .. trabajos por el esili
. "·"""'
a cabo gran .número de estudios que le sirvieron deAndersony Anderson (1984) y Ander~qn (1987) malegaL:g.
para poner de manifiesto el papel crucial del apren- constituyen un claro ejemplo de la búsqueda de UJ1a y la recoJ.i
dizaje en la agresión. Básicamente, Bandura de- relación causal entre factores del medio ambien:- creación.~
mostró que los niños aprenden la agresión de los te (densidad, ruido, calor, .etc.) y comportamiento campo~.._____.
adultos o de otros niños a través de la observación social. do una~
y la imitación. Cuando se presenta una situación No obstante, la relación de este campo de apli- lectivayé-
oportuna, aquellas imágenes archivadas en la me- cación (psicología ambiental) con la psicología so- en el :marti
moría d~ los niños son recuperadas para realizar el cial no está completamente clara. Además de los social ba:~-'-./
acto agresiyo. trabajos de psicólogos sociales tales como Freed- natural pe1
"---'

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22:3
Delimitando el contenido de fa psicojogía social aplicada 1 49

man, Glass o Singer, la psicología ambiental debe tudios sin artificialidad ni manipulación. El proce-
mucho a la investigación y orientación intelectual so de deliberación del jurado es un claro ejemplo
,'Or de pioneros como Roger Barker (1968) que prefie- en el que se pueden estudiar los procesos de in-
~ata­ fluencia social, la polarización grupal o la toma de
ren la etiqueta de psicología ecológica.
:r- Esta dicotomía o relación poco clara ha sido decisión, sin necesidad de producir artificialidad.
Esta puesta de manifiesto por autores como Altman Entre Jos hechos concretos que han disparado
la ( 1976), quien se__muestra a favor de la influencia de el interés de la psicología social por cuestiones le-
íala- -··ra psTcofogía social en !a psicología ambiental, así gales se encuentran Jos juicios basad_6s <:11 confe-
1- siones falsas, lo que suscitó, entre otros, el 1nterés
como por aquellos como Proshansky (1976) que-
na- creen que la influencia de la psicología social en la por el interrogatorio policial o la disparidad de las
iO
psicología ambiental ha sido negativa. sentencias dictadas por los jueces.
a el
;-
pli- S. Salud y medicina
2.2. Factores que marcaron·
0 Aurique la primera nomenclatura empleada, su objeto de estudio
1Ies medicina conductual, tiende a connotar una apro-
ximación más propia de la modificación de con- Desde sus orígenes han existido alrededor de la
-_--·aucta que de la psicología social, en la últimas dé- psicología social una serie de tendencias conver-
cadas ha habido importantes contribuciones de la gentes, de diversidad, e incluso antagonismo, tanto
psicología social a cuestiones sanitarias, c-Omo la re- a nivel teórico como a nivel metodológico. La evq- ·
la~ión médico-paciente, reacción a la información lución de la historia de la disciplina también supone,
US: diagnóstica, efecto placeóo, relación entre atribu- a núe~tro Xuicio, un elemento determinante en la de.:
ci-ón causal y experiencia de dolor, percepción de terminación del contenido y objeto de estudio, así
los síntomas, comu-ñ]cación, entre otros (Taylor, como de su desarrollo metodológico. La evolución
1978). El interés de la psicología soci~l por las de la psicología social no puede entenderse al mar-
cuestiones sanitarias radica no sólo en el nuevo con- gen del desarrollo histórico, social y cultural dentro
cepto de salud en el que se resalta la dimensión def que se ha ido consolidando. En este sentido, dos
social, sino fundamentalmente en el hecho consta- son los factores o elementos diferenciadores que ha
tado de que una parte1mpofüinte de las enferme- utilizado la PSA precisamente para tratar de deli-
dades tienen etiologías dé tipo conductual (deter- mitar su objeto de estudio: uno, el referido a los di-
minadas conductas que entrañan riesgo, estilos de ferentes niveles o dominios de análisis y del que nos
vida, pautas comportamentales, etc.). ocuparemos en primer lugar; dos, las características
históricas, sociales y culturales que han determina-
6. Psicología social y ley do su consolidación como disciplina y en lo que nos
detendremos menos, ya que ha sido abordado en el
En los últimos años ha habido un gran interés terna anterior con mayor detalle.
por el estudio de los problemas asociados,al siste-
ma legal. EI_interés por la identificación de testigos 1. Diferentes dominios en el objeto
y la reconstrucción de los hechos ha llevado a la de estudio de la psicología social
creación de una psicología del testimonio corno aplicada ·
campo de estudio independiente y que ha genera-
do una gran cantidad de estudios sobre retención se- Como una forma de abordar el objeto de estu-
lectiva y cambios de actitudes que se han utilizado dio de la PSA se encuentra el enfoqué clásico adop-
en el marco del jurado, por ejemplo. La psicología tado por la psicología social básica y representado
social ha encontrado en el sistema legal el marco por Tesser (1995), en el que se establece una serie
natural perfecto para llevar a cabo una serie de es- de niveles y los contenidos psicosociales que se van

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230
50 1 Aplicando la psicología social

ubicando en cada uno de ellos. Tesser señala fun- rarquías, sino.que además los dominios de análisis lo~-
~:,
damentalmente tres niveles (Morales, 1999): son complementarios. Según el autor, en psicolo- o<.:;. raL
gía social coexisten cuatro dominios de análisis, a ~~]~ !If<:
.':~~
a) Nivel intrapersonal. Adoptando este nivel saber: ·.': par
de análisis, el objeto de estudio de la psi- die,
cología social serían aquellos fenómenos o a) SocietaL Este dominio comprende las re- cL:K
procesos que tienen lugar dentro del indivi- laciones sociales, es decir, las que se dan Os"
duo: cognición social, percepción de perso- entre clases y grupos sociales considerados e) fru.__
nas, atribución, actitudes__)' conductas. Es- en su totalidad. Su análisis es de interese:" qs
tamos en una era en la que los principales para la PSA porque contribuye a la expli- ció
temas de la sociedad moderna pueden, en cación de las conductas de los miembros ag:r
gran medida, ser atribui_óos a pro_l2_lemas de individuales de la sociedad. La explicación ció
conducta, como los Jlevacfosac·abo sobre la· societal parte del supuesto de que la socie- na'
timidez por Zimbardo (1977). Ejemplos dad en su conjunto no es la propiedad ni la Cl3
como el consumo de energía, hacinamiento creación de personas concretas, sino que es SOf
de las ciudades, el crimen y la delincuencia, ella la que constitUye_ a ios indiv:i<iuos. Den- riel
e incluso la obesidad tienen cabida dentro tro de este dominio se ubicarían aquellos f&
de este nivel de análisis, lo cual ayudaría procesos colectivos que posean dos carac- di\
a entender el hecl]o de que la solución a ta- terísticas fundamentales: 1) que sean ex- oh
les problemas haya estado durante mucho ternos a ias personas individuaies, y _2) se- d) Im
tiempo oriencida al estudio de· la conducta apoyen en interacciones,-insütucio_nes y re- pD'
-humana sin tener en cuenta el_ contexto en presentaciof!~s- comgartidas socialmente SOl
el que tiene lugar (Lowman, 1980):. (Páez, Marques e Insúa, 1996). Li elabo- la1
··---b) Nivel interpersonal. Abarcaría cualquier ración de programas para combatir la po- frn
proceso que Í!pplicara la interacción entre, breza, o los diseñados para mejorar el cui- t:ÍD
al menos, dos personas. Entraría dentro de dado de la salud o la educación constituyen op
este nivel de análisis: la atraccit)11, agresión, un ejemplo de actuación en este niveL b)
conducta de ayuda, los procesos de in- b) EC grupo. Gran parte de la conducta so-
fluencia social, problemas sobre la discri-
minación y el racismo, por citar algunos~
cialmente relevante tiene lugar en contex-
tos de grupo y se la denomina «interacción
~
~
e) Nivel colectivo. Se refiere a entidades de grupal». A través de ella los miembros del P?
más de dos personas e incluye los grupos grupo establecen relaciones y vínculos en- en
y las relaciones entre grupos. tre sí y con el grupo en su conjunto. En este ~"'
dominio, el foco de análisis noestá en lo -.taL
-z
Aunque el enfoque propuesto por Tesser ofre- que cada participante hace o siente, sino en ~j,
ce la posibilidad de abordar la diversidad que su- los construétos grupales que surgen de la Si bid.
-~
pone nuestro objeto de estudio, y en sí mismo pue- interacción ·eritre ellos. ·Tales ·constructo& social,~
de resultar- útil para sistematizar la tarea, dicho son los fenómenos ·grupales :qtie ·sóló·se PSAes;~
enfoque ha recibi~o algunas criticas, fundamental- pueden dar en el grupo; comci'son los pro- plia e inlii
mente en lo que respecta a la jerarquización, ya que cesos de diferenCiacióri, tofua de decisión;' conteni~~-'
la propuesta del autor va del nivel más simple de conflicto grupal,·pensainíento grupal, etc; dríamos.áj
análisis al más complejo, sin que sea posible con- Por ejemplo; en el'ámbito·de las organiZa~ -cüióglco ;r
jugar diferentes niveles. Una respuesta a esta críti- ciones se está trabajando mucho en el de~ concept~
ca, y por tanto una propuesta alternativa, la encon- sarrollo de· tareas de esfuerzo cooperativo ducta soS
trarrio~en el enfÓque de los dominios representado para conseguir metas comunes o los pro- objeto&.;~
por Sapsford (1998), en el que no sólo no hay je- cedimientos más innovadores sobre círcu- sociedad{(

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231
Delimitando el contenido de la psicología socia! aplicada 1 51

alisis los de calidad o satisfacción de vida labo- lincuencia o los actos delictivos) a partir del indi-
•lo- raL En este mismo nivel, más reciente- viduo (la existencia de patologías o rasgos patoló-
sis, a mente se ha hecho necesario crear métodos gicos, o la forma de procesar la información .. +,-ob---------
para mejorar y ajustarse a las nuevas con- viando la existencia de ciertos parámetros o
diciones organizacionales, como la diversi- condiciones sociales (por ejemplo, la exclusión so-
re- dad étnica, cultural y de género (Chemers, cial, la desestructuración social, el reparto desigual
-dan---_; Oskamp y Constanzo, 1995). de los recursos o características del contexto social)
:os r) Juuper:se·'-'; Inclui:nos aquí fenómenos que tendrían que ser abordadas por otras ciencias
Lerés que van desde la influencia hasta la atrac- sociales. Pero sólo desde el nivel de análisis psico-
Ji- ción o conducta de ayuda, pasando por la lógico, ni es posible ni tiene mucho sentido el de-
oros agresión. En este dominio, el foco de aten- sarrollo de una PSA. Es pues necesario la articula-
Sn- ción ha de estar en el análjsis de las perso- ción e integración de niveles y puntos de vista
•cie- nas individuales y no en el de su pertenen- distintos en el estudio de la conducta y experiencia
la cia a un grupo o su posición en un orde!1 humana.
e es sociaL No obstante, desde este dominio, se De acuerdo con Kelman (1965), la psicología
'1- 1 tiene en cuenta la interacción social y la soc;ial centra sü interés en_la -intersección de la con-
Ilos- fom1a en que ésta moldea los procesos- in- - ducta individual y de IoS'procesos sócio-institucio-
> dividuales que tienen Jugar y son _nuestro nales;El objeto de atención fundamental del análi-
ex- objeto de estudio. _ _ sis psicosoci_a1 ~s 1? 1nteracción social, área en la
.e d) !ntrapersonal. Hoy día, uno de los temf(s que los proceso&indivlduales y sociales se ínter-_
re- prioritarios de investigación y teoría-psico-- ceptan. La-interacúón social es el nivel de análisis
·e social es la cognición sociaL El interés de más·pl:lro y·más dis6ntivair}ente psicológico. Esta
8ú- --- .Ja psicología social por la cognición se debe _ _perspectiva centrada en la interacción ha originado
fundamentalmente a dos razones: a) son es- una preocupación y atención hacia aspectos de la
Ul- tímulos sociales los que desencadenan la realidad social;_ individual y colectiva y sus rela-
'~1 operación de Jos mecanismos cognitivos, y ciones, que constituyen el núcleo de la temática y
b) el contenido de }a-cognición es sociaL-La la justificación científica de la PSA.
_c_ognicíón social cáe, por tanto, dentro de - La psicología social aplicada es una disciplina
.A- este dominio, ya que se refiere al es-tudio de_ que aborda el estudio de una gran cantidad de te-
ór¡ cómo opera la mente humana y engloba los -mas en los que si bien se resalta la dimensión so.,.
n"'1 procesos que ocur;en dentro de ella. Esta- cial, también se contempla la dimensión biológica,
n- cognición no sólo sé refiere a estímulos ex- psicológica e histórica. A laPSA la hace distintiva
ternos (otras personas, grupos, etc.), sino no tanto el objeto de estudio sino más bien las he-
lo tanJbién al propio yo (identidad). rramientas conceptuales y metodológicas que ha
ido desarrQllando hasta el momento para abordar
Ja Si bien este enfoque es valido para psicología los temas a t.I:atai. Lo peculiar y distintiyp de la P,SA
social, cuando se trata del objeto de estudio de la es que se acerca al estudio del comportarni~ntos~
;e
1;-

t-'
PSA es necesario adoptar una perspectiva más
plia e integradora que nos permita entender dichqs
contenidos en toda su dimensión. Por ejemplo, po-
am-
dríamos adoptar como único nivel de análisi~ el psi.,.
cológico o intraindividual, utilizando asimismo sus
. cial humano, pero· de una forma caracterizada por.
a) manejo de .teorías y/o metodología psicosocial;
b) abordaje de asuntos cotidianos, del ciudadan_Ó de
la calle; e) análisis de las hipótesi·~ en los escena-
rios reales de la vida diaria, y d) tener en cuenta la
i
l
o
conceptos y principios o leyes para explicar la con-
ducta social. Desde este enfoque, se diría que el
aportación de otras disciplinas (Blanco y De la Cor-
te, 1996). l
objeto de estudio de la PSA es tratar de explicar la
sociedad o fenómenos sociales (por ejemplo, la de-
El cumplimiento de estos requisitos es lo que
garantiza la sensibilidad de la PSA por la<; cuestio-
l
[

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2;32
52 1 Aplicando la psicología social

nes (y/o problemas) sociales en un sentido general zacíones y el estudio de la conducta económica y se habü -.:3
y cotidiano. Las teorías psicosociales resultan, por política, fundamentalmente (Cartwright, 1979). mensión s
tanto, útiles, tanto para comprender determinados Desde el punto de vista de la PSA, llama la periencü
fenómenos que ocurren en la vida cotidiana como ..m~nción I;1rapidez con la que los investigadores lados re-=
para influir en ellos, y producir cambios. académicos de la posguerra desviaron su atención socieda0
Por último, hemos de resaltar la importancia de cuestiones sociales, denominadas «de gran es- Los psio::::
que el propio desarrollo histórico ha tenido en la de- cala», que caracterizaban el objeto de estudio de la sados P'-'~
limitación del objetode estudio de una disciplina psicología social antes-de la guerra (mezcolanzas mulado~ ~
tan arraigada en Jos problemas sociales. raciales, prejuicios, discriminación, revueltas so- les de b. >
ciales, etc.), hacia otros temas más limitados o de la obrad:
2. Influencia de las condiciones sociales menor impacto social y que además podían ser es- o Fraser_
en el objeto de estudio de la psicología tudiados en el laboratorio. Podríamos decir que, de__ él~ dos. La o
social aplicada alguna manera, el clim? social y político que ·exís- - ropeos t:ñ:.
tía después de la Segunda Guerra Mundial contri- tes impf:ii
El objeto de estudio de fa psicología social y buyó a que la psicología social se convirtiera en empírico
también el de la PSA, en cualquier momento his- . «una ciencia del individuo», hecho éste que estuvo la vida s:c
tórico, está en función de las cuestiones SGciales do- condicionado, además, por la confluencia de dos bajos de
minantes. Si hacemos u-n recor:rido por los aconte- --·-factores: a) el paso del enfoque conductual al cog- logía, pmt
cimientos sociales que hari ido sucediéndose a Jo nitivo y b) el hecho de que las teorías de rango am- les, etc_
largcr tiet--dL"S<<!Tofto-~~a disci - plio dieran paso a las de rango medio. De este aplicaci@
plina, podemos constata.c realmente que los teiJ:¡as modo, los procesos cognitivos pasaron i ser con- la apliG!!
· _·_de-interés en psicología social han e::;tado, y toda- - cebidos como la dinámica-subyacente a la conduc- (1984)_ i(
vÚ1lo están, determinados en gran medida pur-acon, -_ ta-social, y por tanto, el objeto de estudio. cotomfu.
tecimientos acaecidos en Cleterrninados momentos ·Hasta finales de Jos años sesenta, la historia de euro~
y que eran (o son) rel~vantes socialmente. Así, du- los Estados Unidos jugó un importante P<lPel en la las teocil
rante la Primera Guerra Mundial, las prioridad~ sq- estructuración de la psicología social, contribuyen- ésta ~Jin
ciales estaban relacionadas con el reclutamiento de do a que el foco de interés de la disciplina estuvie- Pro®
miles de ciudadanos corno soldados: por lo que los ra fuertemente influido por los ~lemas sociales se obser
psicólogos sociale_s se dedicaron fundamentalmen- de la sociedad norteamericana. Uinejemplo de esta queesl<a.
te a trabajar en el desarroHo de tests de aptitudes influencia lo encontramos en la reseña que Cartw- mensióá
para el ingreso en e1·ejército. Tal fue la aceptación right (1979) hace de los temas de los que se ocu- frente áil
de dichas pruebas y la eficacia demostrada, que una paba la psicología social de la posguerra: problemas corrier*
vez finalizada la guerra, algunos de estos test pa- derivados de la propia guerra; investigación sobre coge esl
saron a ser utilizados en contextos educativos y la- conformidad (años cincuenta); revueltas urbanas, cología'
borales. Durante la década de los treinta, y debido violencia y robos (años sesenta) y roles sexuales y ampli.;~
a las condiciones sociales imperantes, los psicólo- estatus de la mujer (años setenta)~ Podríamos decir acep~
gos sociales americanos se vieron involucnidos en que las áreas de investigaCión y aplicación hacían dos e:XP
;'~:~
la lucha contrá el prejuicio racial. Su principal meta referencia a: relaciones intergrupales; prejuicio; es.: mayora ...
respecto a esta cuestión era el uso de la psicología tereotipos raciales y étnicos, discriminación; con:. adíñ~
social para el logro de una armonía ét:llita y racial. flictos sociales, la íneficaciá y patologías de· las ins:. . cial ~··.
De nuevo, la significatividad del contexto social tituciones sociales, el-efeetonegativo de la sociedad texto~.
dirigía la agenda de la psicología social. Son mu- moderna en 'a salud mental, así como los proble-' inve~.­
chos los' autores que describen el modo e~ el que mas sobre la delincuenciá y la conducta antisocial, quedatlJ.
la Segunda Guerra Mundial inició· nuevas líneas por citar algunos. estereO'~
de iñvestigación, abriendo paso al desarrollo de lo En Europa, autores cómo Tajfel y Moscovici los trai:
que hoy se conoce como psicología de las organi- abogaron por una psicología social distintá a la que mín~

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233
Delimitando el contenido de la psicología social aplicada 1 53

ca y se había desarrollado en América, resaltando la di- europeo de la psicología social tiene su foro más
79). mensión social, esto es, «el grado en que nuestra ex- importante en la Asociación Europea de Psicología
a la periencia y conducta están determinados y mode- Social Experimenrat- ---------
adores lados por las propiedades de la cultura y la En definitiva, es precisamente este hecho, la di-
:::ión sociedad en la que vivimos» (Tajfel, 1981, 1984). versidad que caracteriza a la psicología social, uno
·an es- Los psicólogos sociales europeos están más intere- de los elementos que, sin duda,dificulta la delimi-----
le la sados por la aplic-ación de los conocimientc:>ácü=- Tación de su objeto de estudio.
danzas mulados de la psicología social a cuesti-o~:;::-­
so- Jes de la vida real. Ejemplos de ello los constituyen
>S o de la obra de Jahoda (1962) y autores como Jaspars, 3. ALGUNAS PROPUESTAS SOBRE
:es- Fraser, además de los anteriormente menciona-· a-El DEBE» DE LA PSICOLOGÍA
¡ue, de dos. La concepción que los psicólogos sociales eu- - SOCIAL APLICADA
:XI S- ropeos tienen de la disciplina ha tenido importan-
contri- tes implicaciones para 1a .naturaleza-de su trabajo En lo-referente a la cuestión sobre de qué debe
J en empírico y teórico, así como una gran-relevañcia en ocuparse la rsA, diferentes autores han expresado
estuvo la vida social. En esta línea, son destacables los tra- _ sus opiñmnes respecto a lo que, desde sus posicio--
dos bajos de Tajfel sobre el desempleo, religión, ideo- nes particulares, le es propio a dicha disciplina.
3] cog- logía, procesos- de grupos y relaciones intergmpa-- · -_ Kldd y Sakz (19SO) proponían la existencia de
am- les, etc., en los que presta especial atención a las varias psicologías sociales aplicadas diferentes en
>e este aplicaciones en ll.Q intento por integrar la teorí_a y · -~funció~ con su objeto de estudio. Los autores pro-
:on- la aplicación, e-1-iñ-dlviduo_ y -la· sociedad.- JaJioda- ·-ponían f_unaamentalmente cinco tipos: a) una PSA
Jnduc- (1984), que nunca ha estado de acuerdo con la di- derivada de la investigación básica; b) una PSA as-
cotomía básica-aplicada, también opinaba que Jos pirante a auténtica psicología social; e) una disci-
Jna de europeos han sido más hábiles a la hora de integrar plina específica de conocimiento; d) un campo de
las teorías en }as cuestiones aplicadas haciendo de estudio relacionado con la aplicación y utilización,
ésta una disciplina de rel~vancia_ so_cial. y ~)una ~~A orientada a la ap1icación del conoci_,-
Probablemente una diferenCia ·tmportante que rmento valido. - L.
se observa en la tradición americana y europea es Otros autores, por su parte, mantienen la creen- -
que esta última ha puesto un mayor énfasis en la di- cia de que es posible la unión entre aplicación y un
mensión social del individuo y conducta del grupo, modelo de ciencia pura como el defendido l:>or
frente al individualismo que ha caracterizado a la Guthrie ( 1946), o de otra manera, que es posible que
corriente americana. El propio Jaspers (1986) re- la psicología social como ciencia pura pueda con-
coge esta idea cuando señalaba que si bien la psi- tribuir a la solución de problemas sociales. Autores
cología social despegó con un enfoque mucho más como Miller (1969), Campbell (1969), Deutsch
amplio y fue estrechando su tarea para obtener (1969), o Saxe y Fllie (1980) han sido defelisoresde
aceptación científica mediante el empleo de méto~ _esta relación. Todos ellos son conscientes de que la
dos experimentales, podría ser que ahora obtUviera realidad dellaboratorÍó\rio coincide éªn~fó~g~~ su-
mayor aceptac:ión como ciencia social volviéndose cede fuera de él, y hacen una apuesta por:eJ intentó
a dirigir a las cuestiones sociales. La psicología so- de dar respuesta a los problemas sociales..:.Campbell,
cial europea muestra un mayor interés por el con- resaltando la necesidad de aproximaciÓn ex:Peri-
texto social, tanto de la conducta social como de su mental a las reformas sociales de modo que perrrii::.
investigación psicológica." Esta preOcupación· ha taponera prueba programas dirigidos a la soluCión
quedado recogida en los trabajos de Tajfel sobre los de problemas sociales. De esta manera resalta lá.ló-
estereotipos, prejuicios y conducta intergrupal y en gi~a de la experimentación y la consideración de que
los trabajos de Moscovici sobre influencia social, la psicología social como ciencia no tiene por qué es-
minorías y representaciones sociales. El enfoque tar reñida con la sensibilidad respecto a los proble-

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4 1 Aplicando la psicologia social

1as sociales (Campbell, 1969). Deutsch, señalando Si lo distintivo de laPSA es precisamente su ca- príncipaks a
Uf; existe una correspondencia conceptual entre los rácter aplicado, creemos que otra manera de acer- nuales de psi·
). 1
~nómenos micro y macrosociales que permite la carnosa su objeto de estudio es haciendo una revi- lla aquellos r
·aslación de uno a otro nivel (Deutsch,J9_69j.Saxe sión de los trabajos publicados en el área. El y la psicolog:
Fine (1980), por su parte, enfatizan que los méto- análisis del Joumal of Applied Social Psychology añadir otros ,
os de la ciencia social están basados en los princi- constituye un claro indicador de los principales tc- laPSA espan
·ios de la experimentación. mas de interés en PSA. En la revisión de la citada vista de psio.
~iller (1969), en su artículo_~<La psicologTa ____ revista realizaCiapor Bhn~o, Fernández Dols, Hui- ta ae psicolo
omo 1nstrumento al servi-cio de-Ja-promoción del ci y Morales (1985) desde su publicación hasta En 1986.
•ienestar», señala que el o1enestar pasa por las si- nuestros días, se observa la evolución de las prin- hace una ~ri
uientes consideraciones: a) promocionar el esta- cipales áreas de aplicación de la psicología social. más importai
us de la psicología haciendo de ella una ciencia _Como recogen Jos autores, el campo de la salud que cial. Desde e
ada vez más rigurosa; b) las vías que la psicolo- apareció inicialmente bajo el epígrafe de medicina cho sino cre.:
,ía tiene_para la promoción del bienestar son las conductual emerge con posterioridad como uno de vas. Por tantt
¡ue se desprenden de su capacidad para compren- ·los más importantes temas de aplicación de la psi- capítulo de-di
!er y predeCir_ los principios d~l comportamiento _cología social acaparando un total de 111 artículos nemos, a fll()(
tumano; e) la capacidad revolucionaria de la psi-_ . publicados desde l 985 hasta 1995. A esta cifra ha- - tribución- qllf'
ología reside en una concepción del hombre_coino bría que sumar aquellos trabajos que versan sobre· uno de los fu; - -
ndividub y criatura S?Cial, y d) distinguir ~ntre !J.C~. temas relacionados como los que abordan el estrés,
-¡vista social o político y el profesional o científi- sida, etc. Manteniendo como.....criterio de imp¡.rOu.fL=---'
o que emplea la -psic-ología para pro~oción del tancia de las diferentes áreas de aplicación el volu-
IÍenestaC(Blanco y De la Corte, 19-96).]\1iller, tras _ men de artículos publicados en un período de diez
puntar las limitaciones de las aplicaciones de la- años, el área de la salud se situaría en primer lugar, - Gomparntr.-o, -_
1sicología social, rechaza la idea de que lo·s avan- seguida de las aphcaciones en las organizaciones y Jos_últimos e
s tecnológicos sean la única vía por medio dda psicología del trabajo (1 00 artículos), psicologíajl!- celebrado en'
ctal la psicología social pueda contribuir al bie- rídica (51), psicología ambiental (31), evaluación tatar que-de!'
testar humano. Por el contrario, defiende la exten- (29), psicología comunitaria (18) y psicología mi- breJos ~·
ión del conocimiento psicológico a la comprensión litar (13). No -~nte, muchos artículos de los que. cos de ouestr
!e las condiciones de la existencia humana. aparecen en Ikvista podrían incluirse en algunos básicos. El n¡
De este aspecto y de algunas otras propuestas de los apartados anteriores, modificando, por tan- sobre áreas d
le aplicación psicosocial nos ocuparemos con ma- to, el orden de los mismos. Aun así, valgan estos ·da- nes presen~
'Or extensión a lo largo de este manuaL tos a título orientador del estado actual de la PSA. _ · cursos bun:ia
En líneas generales podemos decir que si bien (44 ), salud (4,
en el período previo a 1985, el estudio de lasdife- cul tura-innut
~- CONTENIDO,DE LA PSICOLOGÍA. rencias raciales, discriminación y prejl)icio acapa- mo (22).¡)0~
·sQ{;IJ\L,A.PÜCADA COMO . raban la mayoría de los trabajps r~do~~ e_stos te7 ma de IlllC$'
lt,IDI_CADOil DEL OBJETO' mas fueron .decayendo paula_t;illai1lellt.~- Ptros, c5in corrobo~
DE ESTUDIO . : , _,, ) embargo, como es el caso de las adic:~i_ones, psico:- logía soci311J
., . : - . :
-~~. logía militar, psicología comunit!rfa y medíos.de :A
., go-
Un inform.e realizado en 1996,indicaba qu,e la comunicación, han proliferado; , pfqpablemente
>sicología social era una de las áreas que más in- como--consecuencia del afán~delos psic;ólogos,s<;>-:- 4.1. Psi~.
erés suscitaba entre los estudiantes, además de que, ciales aplicados por adaptarse a los cambios socia- intet}
a mayoría de ellos, tenían la intención de dedicar- les. Una revisión posterior a la realizada por Blanco ~:

e a la aplicaci<Sn de la disciplina, convirtiéndose, y colaboradores fue la llevada a cabo por Jiménez Lasr-elaÓ
>Or tanto,._en,una de las áreas de mayor crecimien- Burillo, Sangrador,Barrón y De Paúl (1992). En siendo hoyd
o en los últimos años (Merray, 1996). este caso, los autores realizaron un recuento de las bre todo, a Ji ___

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235
Delimitando el contenido de la psicología social aplicada 1 55

~u ca- principales aplicaciones que aparecían en los ma- ciones más poderosas que pudiera acabar en una
:er- nuales de psicología social, siendo los temas estre- guerra nuclear. Si bien las aportaciones de la psi-
re vi- lla aquellos relacionados con la psicolog@jm:ídica__ cología social a este ámbito han sido escasas y de
El y la psicología ambiental. A estos datos habría que limitada relevancia, existen trabajos que demues-
Jtogy añadir otros de interés para el panorama actual de tran la preocupación que los psicólogos sociales
~- te- laPSA española. como son el nacimiento de la Re- han mantenido pDLestas.cuestiones. Por ejemplo,
Jtada vista de psicología social en 1985 y el de la Revis- --la publi.cación del volumen titulado Psychutogy and
~-u¡-
ra de psicología social aplicada en 199 L the-prr!Vention of nuclear war (White, 1986). U!l<l. .
wsta En 1986, Oskamp escribe un artículo en el que de las figuras clave en este campo de aplicación es

¡
1
~-,_n-
hace una serie de predicciones respecto a las áieas Deutsch, quien ha trabajado durante mucho tiem-
·ual. más importantes de aplicación de la psicología so-_.-.-. pg_en___d-estudio de:lüscprocesos de cooperación y
1 ~ue ciaL Desde entonces, esas mismas áreas no han he- competición entre individuos, grupos y naciones.
'"'na cho sino crecer e incluso han emergido otras nue- Deutsch (1966, 1968) ha centrado su análisis de las -I
" de vas. Por tanto", no podemos, ni debemos acabar este relaciones internacionales en el estudio de Ias eo-·-
y~l­
capítulo dedicado al contenido de la PSA sin dete- municaciones sociales como indicadores del grado
nl')s 1r.
nemos, a modo de presentación al menos, en la con- de integración nacional e internacional en un in- !
.,a- tri~).l_<;ióri que la psicología social ha hecho a cada tento de establecer las condiciones básicas para la ¡
11n0 de los ámbitos de aplicaCión, aun siendo cons- paz entre las naciones.
n cientes de que dejaremos de mencionar algun.l) de Además de las aportaciones de Deutsch, hemos
~ >:< 1 elfos. A modo de conclusión de Jo que podríamos de hacer mención a la obra de Kelman (J 965, 1969,
---definirwmo el interés de Jos psicólogos sociales es- 1977), cuyos planteamientos generales para-una
lleZ_:_-
- panoles~ Blanco (2000) ha realizado un análisis psicología social de las relaciones internacionales
tÜmparativo de las comunicaciones presentadas en la podemos resumir en tres: 1) La psicología social
:s y los últimos congresos, y centrándose en el último, debe abandonar toda pretensión de autosuficienciá
- celebrado en Torremolinos (Málaga), se puede cons- y reconocer que no puede hablar de teoría psicoló-
ión tatar que de las 18 mesas existentes, una trataba -so- gica completa para~icar fenómenos de natura-
bre los aspectos_hi~tó?cos, teóricos y metodológi- . lez~ inte:n_acional. apsicosocia_lno es una alter-
;u e cas de nuestra disciplma, y otra sobre Jos procesos nativa teonca; por tan o, no debe Ignorar el entorno
básicos. El resto de las mesas trataban básicamente en el que se desarroHan los procesos psicológicos
m- sobre áreas de aplicación: trabajo (46 comunicacio- (social, político, económico, etc.). 2) Las investi.:.

A.
nes presentas), organizaciones (40), gestión de re-
cursos humanos (17), comunitaria (44), jurídica
(44), salud (41 ), ambiental (19), comunicación (28),
gaciones psicosociales sobre aspectos involucrados
en las relaciones internacionales deberán centrarse'
directamente en el contacto y lá interacción intEr"
~
~
e- '
cultura-inriligración (25), familia (26), ocio-consu- nacional, relacionando los procesos psicológicos·
mo (22), política (26) y educación (31). El panora- con los procesos de política exterior; 3) Replantéai
e- ma de nuestra disciplina que refleja esta revisión, rriiento necesario sobre el papel dé las variables psi-: .
corroborad<! por Blanco (2000), es el de una psico- cólógica5 en la conducta iritemaciorÚll y sobie·s~t
)-
logía social volcada hacia las aplicaciones. adeeuación como unidad de análisis (Raniirez y TO::.:.
. rregrosa, 1996). · · ,- . ._ · · · ·::--;
:e
Peroefdesarrollo de
láSidaciones internacío;-,
4.1. Psicología social y cuestiones nales como área de conocinúentó rio se entiende sm
internacionales hacer referencia a las dos guerras mundiales qri~ 1~'
l
impulsaron, siendo la guerra el tema centrar en
Las relaciones internacionales han sido y siguen sus primeras etapas. Este' interés ha ·perriútidó'd)~
siendo hoy día un tema de gran interés debido, so- nectar con temas centráles en psicología social;
bre todo, a la amenaza de un conflicto entre las na- como: agresividad, prejuicio, autoritarismo, ·lide:

© Ediciones Pirámide
236
56 1 Aplicando la psicología social

razgo, cohesión grupal, etc. Aspectos psicosociales mulada en la disciplina y que ha sido recogido por
tor--
todos ellos relacionados con la guerra y la paz. En diferentes programas y técnicas, algunas de las cua-
P\--"X
general, podemos decir que la PSA se ha interesa- les son:
an:
do por lª_~_cuestiQne_s internacionales por varias ra-
lkr
zones: 1) se observa una creciente valoración de las a) GRIT Program de Osgood (1962, 1986).
t1i..:
identidades nacionales y de los procesos actitudi- Este programa fue diseñado para reducir de
ve
nales y cognitivos relacionados con ellos como mo- forma progresiva las tensiones entre dife-
las
tiy-ª!;iones su byaceñles-eh-las conductas---aepolíü~­ rentes grupos (naciones), y desde__su desa- __&
ca exterior, temas éstos que ya constituíai!el objeto rrollo ha mostrado un gran éxito, tanto en
dd
de estudio de la psicología social; 2) las relaciones situaciones de laboratorio (Lindsk_Q~~l%
apr
internacionales están ofreciendo enfoques analíti- 1978) como en contextos reales. Por ejem--
C:l!
cos que tienen en común el enmas_~aramiento psi- plo, en 1995, Israel y la OLP siguieron al-
ps1
cológico de fenómenos de riaturalez~Cespecífica­ gunos de los pasos de este programa para
gC'
mente político-estructural y transcultural; 3) las reducir las tensiones existentes entre am-
o~
relaciones internacionales se-caracterizan por ser un bos, aunque es de todos sabido gue el_ éxi-
-(B
tipo de relación social particularmente viva y cam- to alcanzado no fue.el . qeseado. ~n_esencia,
e) . Oi:
biante de la que participa todo el conjunto social, el programa requiere dar una serie de pa-
re!
y 4) las relaciones internacionales son el resulta- sos de muy pequeño peso al principio, au-
eh
do de un complejo entramado de interacciones so- mentado la importancia de los mismos a
pr:
ciales en las que están presentes estrategias de ne- medida que el otro grupo muestra un rrú-
mi
gociación, cooperación e influencia sobre las que nimo de reciprocidad. Se b?sa ~n el reco-
SÍ<
es posible-- la intervención, revelándose como un nocimiento de una.amenaza común (la ani-
sit
área de estudio con un alto potencial aplicado (Ra- quilación mutu-a} y unas me-tas comun_es.- ·
CJi
mírez y Torregrosa, 1996). Para el desarrollo del programa, Osgood
du
Tal y como he mencionado anteriormente, una considera indispensabl~s los siguientes pa-
p-r;
preocupación constante én este ámbito ha sido la sos: a) cualquier acto unilateral debe ser B¡
guerra. Si bien con la caída del m_uro de Berlín en visto por el adversario como una reducción
d) Er
1989 y la ruptura de la URSS en peque¡as:--repú- de la amenaza externa; b) cada acto debe ir

blicas, el peligro de una- guerra nuclear kece ha- acompañado por una invitación explícita de
e~
ber disminuido, la probabilidad de guerras más lo- reciprocidad; e) los actos unilaterales de-
calizadas, sin embargo,_ parece ir aumentando ben llevarse a cabo de manera gradual y IX
~
(guerra del Golfo Pérsico en 1991, guerra de Bos- continua; d) es necesario contar con una m
nia, Croacia y Chechenia, Conflicto de Irlanda, la planificación inicial de los objetivos que se
de israelíes y palesÍ:inos, la reciente y polémica in- desean conseguir en cada etapa del pro.,. ~
A
vasi<)n de Irak por ios EE.UU. como respuesta a los grama; e) cada mtervénción deberá ser pre-.
atentados del 11-S, etc.). En todos estos confliqps viarnente anunciada y divulgada, tanto en- ~
o-
pueden estuqiarse .como _denominador común la tre los países: aliados como entre los, no
gran, espira(de ~teracciones hostiles entre d}fec- aliados; J) gráduai- cada intervención. res-:-. ~
a __
rentes naciones o gi-upos. - - pecto a su potencial de nesgo~ y g) la<;_ac~ }á
¿Cuál ella aportación de la psicología social tuaciones no deben referirse sólo a un área A __
a este ámbito? Probablemenre,-una-de las aporta- concreta, sino, que deben abarcar varias fa: Cl
ciones más cruciales que ha rdlizado la psic910-~a cetas (Vidal y Clemente~ .
1999).:,,
. ..
(\ -
social. aplicada haya sido la de tratar de int~rrum­ b) Perceptual mirror image. A través de esta ti
pir esa espiral de interacciones hostiles eni:re las na- técnica cada una de las partes en conflic- '
ciones implicadas (White, 1985). Para conseguir to ve a: la otra y a sí misma como en un es- l'---
d
este pr;pósito se ha utilizado el conocimiento acu- pejo a través del cual se obtienen las dis- t., __
© Ediciones Pirámide
©- Ediciooes

23!1

~~-~~-~~~-------~----~--~-~--------------~~---~-~~
!

Delimitando el contenido de fa psicología social aplicada 1 57

_)por
torsiones perceptivas existentes. Poco a 4.2. Psicología social y medio ambiente
e ~ua-
poco estas distorsiones van disminuyendo
a través del contacto que se realiza en ta- La psicología social y la psicología ambiental
lleresaisenados-para la solución de con- están estrechamente unidas, ya que toda actividad
36).
flictos. Lüs talleres han sido desarrollados humana ocurre en un locus o contexto ambientaL
rirde
y empleados con éxito desde hace años e_Il__ _1,-a interacción con el ambiente, por tanto, consti-
~ife­
Jas disputas entrelsrae1 y Palestina por tuye un elemento clave en el estudio del compor-
drsa-
Kelman (1995), asf--e-,..~.,y en el conflicto tamiento sociaL Desde sus orígenes, podemos re-
~ en
del norte de Irlanda (Fisher, 1993). Estas saltar dos perspectivas en psicología ambiental: por
kold,
aproximaciones han generado un gran un lado, aquella que sitúa el análisis del ambiente
.m-
campo de investigación y aplicación de la como variable dependiente, y por otro lado, la que
'n al- psicología social en lo que se refiere a ne~ sitúa el análisis del ambiente como variable inde-
irá
gociación y mediación, tanto en marcos pendiente (determinante de la actividad humana y
am-
organizacionales como internacionales escenario de la m~sma). Dentro de esta última línea,
o-
(Bercovitch y Rubín, 1992). podemos situar los trabajos tradicionales sobre los
DCJa,
e) Otra Jfnea de investigación relevante en lo efec-tos de! ambiente, tantQ físico como construido,
a-
referente a conflictos internacionales ín- _sobre el organismo,_ coñcretamente aquellos que
" au-
cl1,1ye el trabajo de Janis (1982) sobre el destaqinlos efectos sobre la conducta social (agre-
a
mí--_ proceso de pensamiento grupal. que se ha· sividad, attact;:iof!, con-ducta altruista, etc.).
}-
utilizado en el análisis de la toma de deci:- Más reciente~nte, y como resultado de un _
siones de oficiales o personas con poder erL - cambio_ de énfasis que ¡jone de manifiesto que el de-
arü-
situaciones de crisis política. Uno de los sarrol"lo-de la investigación-~n psicología ambien-
s.
ejemplos más referidos lo constituye sin- t_al aparece estrechamente vinculado a las necesí-
ood
l-
duda el realizado por el grupo asesor .del -dades sociales, surge esta segunda orientación en la
presidente Kennedy en la invasión de que el ambiente: no. es la variable independiente,
ser
Bahía de Cochinos en Cuba. - sino más bien el efecto o uno de los posibles re-
d) E_n _los últim?s años, otro c~nc_ept<:? psia(f sul_tados_ de la cond?cta humana~. Los trabajos so-
[]

e ir
logico en el area de la negoc1acwn mten!~-- bre densidad poblac10nal, consumo de energ.¡a, con-
::
je- cional es la necesidad de la creación de gru- ducta ecológica responsable, etc., son claro ejemplo
pos activistas organizados a nivel naCional de esta nueva perspectiva de estudio.
ma
para mantener la atención del Estado sobre Por otra parte, y como consecuencia de cambios
un determinado problema y así influir para -importantes en los últimos años, la investigación en
"0-
modificarlo mediante la presión extem:i.. psicología ambiental está muy determinada por el
·:r
Aunque no siempre es efectivo, en ocasio- intento de solución de ciertos problemas sociales de ~i
n- nes un grupo organizado puede provocar naturaleza ambientaL Por ejemplo, los trabajos so-
cambios políticos y legislativos. Un ejem.:. bre estrés anibiental (DiMento, 1981), preferencias ¡¡¡
plo de ello lo encontramos en el movimien- del paisaje (Gilmartfn,, 1995), o los-trabajos desa-
~~
to de los derechos humanos en Améñca tras
la gUerra de Vietnam, o las actuaciones de
rrollados sobre el consumo energético·- (Yates y
Aronson; 1983). Este último,jurito cori ~lde Cial- r,¡
. Anlnistía Internacional en sitmrcidnes so-: dini, Rerio.y Kallgren (1990), constitUyen un claro H
ii
ciales problemáticas y de gran complejidad ejemplo del intento ·de la psicología ambiental por 1
~
r::> (valga como ejemplo el Tratado de Toron- integrar la relevancia teórica con la relevancia so-
to sobre la protección de las personas ma- cial (Corraliza y Gilmartín, 1996)~' · ·
yores en el mundo o las actividades lleva- Una de los prinCipales cuestiones medioam-
das a acabo para proteger los derechos de bientaies que constituye también un importante pro-
las mujeres en situaciones de indefensión). blema social, por cuanto supone la mayor amenaza

©·Ediciones Pirámide
238,
--:.::·

58 1 Aplicando la psicología social

para la vida humana y para el futuro de la tierra, es dican que los países industrializados, ade- La ¡:--c1
el daño causado por los seres humanos a Jos recur- más de ser los que más consumen, son tam- pado un 1
sos medioambientales. Esta amenaza incluye desde bién los que más contaminan. El buen uso vestigado:
el calentamiento de la atmósfera, el agujero de la de los recursos no sólo es una cuestión de sos psico]
capa de ozono, la lluvia ácida que afecta a lagos y tecnología y economía, sino conductuaL percibcc:.
ríos, polución, etc. Problemas medioambientales to- Por eso, la PSA se ha implicado en la in- que COG!l~
dos ellos que son causados por la conducta huma- vestigación sobre conservación de la ener- dos_ L3 p
-na y cuyos efectos son mayores cada año. La pro- -gía y en el modo en..eLque la tecnología atención
blemática, además, se ve agravada por el incremento debe avanzar para conseguir una mejor ges- COl! SU ~

de la población mundial que se reparte de forma de- tión de los recursos: Todos los esfuerzos-- -- mente los
sigual a lo largo del globo terrestre. Los recursos de por reconvertir los recursos, reutilizar el pas cog__,'l.
la tierra son finitos; de hecho, informes proceden- aire (energía eólica), el sol (energía soi3J), Martíncz
tes de científicos sociales nos avisan de que hemos los océanos, etc., van en esa línea. En· su ií~- -- ffneade nc:
sobrepasado nuestros recursos y que estamos gas- bro Renewables are ready, Col e y Skerrett tornourb
tando los de nuestros descendientes CHardin, 1993). ( 1995) muestran una guía útil de diferen- les (V3J~I
Para corregir estos abusos necesitamos trabajar des- tes posibilidades a adoptar para reconvn- los trabaj
de varios frentes que nos permit~ modificar lDs pa- tir la energía en diferentes situaciones. atribuido
trones de conducta actuales por otros que contribu- __ ._.- e) Evitar la polución. Un problema medio- mentos q
yan a mantener los recursos; por ejemplo, no agotar ambiental serio es la polución del aire, el liza, 198'
o MOI:I:<lU_l]__jjQU~llns_.reClliSQS.q_~ son fácilmente_ agua, los pesticidas, etc. La PSA na juga- Otra•
reemplazables o persuadir a la gente de invertjr en do un importante papel en la difusión de es- pode la 1
energías alternativas. Algunos de los trabajos-que_ tos problemas medioambientales, estu- ye la ev.:
laPSA ha venido desarrollando en.e~te álnbito SOJ1; diando y tratando de influir en la opinión piedades
pública que se tiene de estos hechos, y su-____ _ caracterr
a) Control de lq poblarión. Los esfuerzos de ministrando resultados de investigaciones bajos lle1
las ciencias sociales son esen_;::iale~ para así como consejo y asesoramientO para pre- la vivien
persuadir a la gente de todo el mundo para venirlos o tratarlos. Esto sería en definiti- En li
~eduzca el tamaño de -¡a fannlia y que va lo que se ha dado en llamar «la psico- cuenu-a •
Iik- programas de contr-Ol familiar sean logía ambiental verde» (Poi, 1988)_ miento.
efectivos·. La accesibilidad a los programas imporuu: /
de planificación familiar y el uso de anti- En nuestro pais, sin embargo, el desarrollo de psicosoc.
conceptivos se ha incrementado en los paí- la psicología ambiental tiene lugar en un contexto da subje
ses desarrollados en los últimos 30 años fundamentalmente académico, ligado a la actividad que uno
(Segal, 1993); sin embargo, el efecto con- de los grupos de investigación en el seno de las uni- destacar
seguido no es deltodoel esperado. versidades españolas. Entre las causas que motivan yHombr
- b) El uso de material combustible. La gasoli- la preocupación por el ambiente desde una pers- Martinp.
na que usamos para el transporte, el petr~ pectiva psicológica, podríamos mencionar, además Montalb
leo,_el gas natural o el carbón que consu- de su propia consideración como factor importan- yMartñ
. mimos para calentar QUestras casas no sólo te en la deten;ninación de la conducta, su relación La e
disminuye los recursos, sino que repercute con el bienestar social. El interés social y el de los tituido""l:<
-negativ<l!llente en la atmósfera creando lo psicólogos sociales por aportar soluciones a los pro- dadas a
que conocemos como «efecto invernadero». blemas ambientales, unido a la preocupación por el cion~
En 1990 se calcula quelos Estados Unidos diseño de ambientes apropiados que posibilitaran 1998; Íi
y otros países del Oeste utilizaron el 50 por mejor calidad de vida a la comunidad, ha jugado un ~
- ._ lOOde la energía, mientras que el bloque papel importante en el impulso de la investigación en la int
del Este gastó el 23 por 1OO. Estos datos in- en psicología ambientaL su im~
© Ed!ciLD __ _
© Ediciones Pirámide

23:3
Delimitando el contenido deiapSícología social aplicada 1 59

)S. ade- La percepción y cognición ambiental han ocu- 1999). En este sentido, se hace especial hincapié en
. tam- pado un lugar importante en la agenda de los in- la importancia del comportamiento humano y so-
yestigadores, en un intento por dilucidar Jos proce- cial como factor fundamental a tener en cuenta para
sos psicológicos que explican cómo las personas abordar los problemas ambientales en los ámbitos
uctual. perciben, representan y comprenden la información r;atural y urbano (De Castro, 1991 ). En este sen ti-
l In- que configura el aml_?ien~y ~liS problemas asocia- do se enfatiza la perspectiva social de la gestión de
a ener- dos-:l,a psiCología arnbic:ntal ha prestado esp~~ial -c-lgs_entomos natunlfes-como complementaria-de--
:Jgfa_ atención al análisis de hs relac1ones del hombre Otros enfoques." donde la pmticipación social jue-
or ges- con su entorno construido, estudiando especial- ga un papel importante (Hombrados, Martinportu-
mente los espacios urbanos. Los trabajos sobre ma- gués y Perles, 1996).
__ jJ(lS <;Qgnitivos han sido abundantes (Hemández, _En general, la solución de los problemas am-
Martínez y Suárez, 1994; Poi, 1996), así como otra bientales implica poder cambiar las actitudes de la
línea de investigación centrada en el estudio del en- gente, y como consecuencia, su comportamiento ha-
rett tomo urbano mediante las representacione-s socÍa- büual, Jo cual requiere un enfoque de investigación
feren- les (Valera, 1997; Valera y Pci, }994), sin ólvidar _ que 'considere el medio desde una perspectiva psi-
'er- los trabajos realizados para analizar el significado cosocial. Un_a r~visión sobre las actitudes y creen-
:s. atribuido por los ciudadanos a Jos distintos ele- cias hacia eJ medió ambiente ha sido realizada por
no- mentos que configuran un espacio úrbanp (Corra- H~mández e.Hídalgo (1998).
re, el liza, 1987, 1998). - Por úitimo, y de acuerdo con De Castro ( 1998),-
ga- Otra de las grandes líneas de trabg.jo en -el C3ITI- e1 con~epto de educación ambiental se ha conver-
jees- po de la psicología ambientar española lp constitl}- . ti do- en un elemento clave en psicología ambiental,
tu- ye la evaluación del paisaje urban-o, ·con sus pro-- fundamentalmente desde los años de 1990, mamen-
mión piedades físico-espaciales, organización y rasgos to en el- que se incorpora al concepto que existía
;u- característicos (Sangrador, 1986), así como los tra- de educación- ambiental mayor énfasis en los as-
ones bajos llevados a cabo para medir la satisfacción con pectos sociales, políticos y económicos del medio
·e- la vivienda. ambiente. La educación ha jugado un papel críti-
rmti- En línea con los eJfidios sobre viviendg. se en- co en la construcción de una conciencia pública so-
.. ·o- cuentra el análisis dJl-1-a privacidad y el hacina- bre los problemas ambientales y en la promoción
miento. Este último, el hacinamiento, ha sido un del conocimiento y la competencia necesaria para
importante fenómeno de interés en la investigación con el medio ambiente en general (Calvo y Corra-
o de psicosocial, entendido como la experiencia definí- liza, 1994).
o~~o
da subjetivamente respecto al número de personas A modo de resumen, y siguiendo a Corraliza y
ruad que uno siente alrededor. En este campo hemos de Gilmartín (1996), se propone un esquema que sir-
·~~J-
destacar ]os trabajos realizados por Gómez Jacinto ve de agenda en torno a la cual deberían~ articular~
vdl}
y Hombrados (1991 ), Gómez Jacinto, Hombrados, se-todos los trabajos; tanto teóricos como aplicados,
Pr<;-
Martinportugués y Maldonado (1994), Hombrados, así como los programás de intervención que se de-
.n\l.tS
Montalbán y Gómez-(1994), y Hombrados, Gómez sarrollen dentro del ámbito de la psicología social
':ln-
y Martinportuguéi (1998); por Citar algunos.-- >; ambiental:
•vil La evaluación 'de los entornos también ha cons~ ,¿-_, _:-·
lns ti tui do unaoeia5 líneas de investigación más cui.:· l. Problemas'relacionados con la estética am-
dadas en el área,' llevándose a cabo en organiza.: biental y la calidad escénica de los lugares
rf>} ciones, empresas y lugares· diversos (Gilmartín, 'naturales(Kaplan y Kaplan, 1989).- -
,~.J
1998; Íñiguez y Vivas, 1998; San Juan, 1998). -· 2. Problemas relacionados con la gestión de
un Otra línea de investigación ha estado centrada espacios naturales. Una de las áreas estra-
en la intervención ambiental y en la evaluación de tégicaS de mayor interés en la actualidad es
su impacto ambiental (Poi y Moreno, 1994; Poi, precisamente la intervención del ps'icólogo
lide © Ediciones Pirámide
240
60 1 Aplicando la psicología social

en los trabajos previos para la elaboración Históricamente, los mass-media han usado este diado los
de los planes rectores de uso y gestión de doble juego, primero fueron Jos periódicos y revis- ejemplo -::
los espacios naturales protegidos y de los tas locales, luego la radio y el cine. Durante mucho «Barrio Si
planes de ordenación de los recursos natu- tiempo, los psicólogos sociales han tratado de con- actualidilli
rales. jugar los aspectos positivos y los negativos de di- Yentiva en
3. Problemas relacionados con la calidad am- chos medios. Cuando a finales de los años de 1940 Irán e Ir-J:!
biental y los procesos de degradación_me- la televisión se convirtió en el medio de mayor in- ciónde~
dioambiental con- especial Felevancia a las fluencia:··e-mergli~rón gran-cantidad d~ cienJ[ficos de asesor
dimensiones-p-sib.glógicas y sociales de la sociales interesados en estudiar dicho fenómeno: divulgari•"1.
evaluación del impacto ambientaL uso, contenido, así como los efectos de la televisión bre CÓJI}{) ·
4. Las conductas pro-ambientales (conducta sobre la sociedad. mas contr
ecológica respónsable).- Es un hecho constatado que la televisión ha in- 13 homo:s
5. Por último, todos aquellos asp.ectos rela- vadido nuestros hogares y en ocasiones ha susti- Pero en k
cionados con -la educación ambiental, qm tuido la comunicación interpersonal. Según los úl- la llegada
-- · -.el objeto de mejorar la información -Y a u-- timos sondeos, la gente ve una media de tres horas- nuevas rar l

mentar la "toma cte conciencia de la pobla- diarias de televisión; por tanto, si la televisión for- ~os intera
ción sobr~ los problemas ambientales y· su ma parte de nuestras vidas, podríamos pensar que nue'los re
implicación y responsabilida-d .en la pre,- igualmente influye en ellas. No obstante, los estu-
vención yío solución-de los rnis:mOs (Co- dios que tratan de mostrar el grado de influencia ·
rraliza y Gilmarfín, 1_996[. que determinados contetJidos ejerce
vida no han arrojado resultados determinantes. Esta fines·- que
Pod~inos- conclüir diciendo· que la p~icoiegía ambigüedad ha sido utilizada por los producto~e~ y mados-n.x-
ambiental ha quedado configurada .como aquella responsables de los canales de televisión para elu- de_ coú..~- _-
parte de la psicología que se ocupa de abordar de dir el control de los contenidos -cle los programas analizar i
modo sistemático las interrelaciones entre la con- que emiten (sobre todo en lo que respecta aJos pro-_·- quisicíón
ducta y el entorno (García, 2000), siendo una de sus gramas de contenido violento dirigidos a niños y jó- lluencia.;o
principales metas la-de llegar a conocer más pro- venes). otras ár~
fundamente las relaciones individuo-ambiente y Otro factor importante no es sólo el efecto de dentro d.:
aprovechar la aportación de este conocimiento para la exposición prolongada a la-programación tele- varias pe
hacer frente a los problemas derivados del deterio- visiva y el posible efecto acumulativo; sino el )le-
ro de la calidad del ambiente. La tendencia de la cho de que a través de la televisión se está trasini., a)_ 1
psicología ambiental ba venido mostrando un pa- tiendo una determinada cultura, creencias y sistema ..
trón cada vez más orientado a lo social (Po!, 1997). de valores a todo el mnndo. Por ejemplo, las peli- (

En otras palabras, no es posible comprender los culas americanas llegan a todos los países, incluso t.
procesos psicológicos individuales si no es en su a aquellos que poseen una cultnra muy diferente
.
J
contexto.social (García, 2000). como por ejemplo China, y en ocasiones los valo-'_
res que los individuos recogen de su cultura .pue~~
den entrar en conflicto con aquellos que inculca la-
4.3. Psicología social, medios televisión. Én esta misma línea, los temas ·de inte_-
de comunicación y consumo rés que más atención han acaparado son: el rol que, b)
representa la mujer, minorías étnicas, los efectos d~,
Los mass~media han sido siempre considerados la sexualidad y la violencia, los efectos de la pu-:
como un ruma de doble filo; por un lado, poseen un blicidad en los hábitos de los niños,· etc.
enorme potencial para informar a la sociedad, y por Pero los psicólogos sociales aplicados no sólo
otro, poseen un gran poder para influir en los va- se han ocupado del estudio de los efectos negativos
lores sociales fundamentales. de los medios de comunicación, también han estu-
>) Ed>,_-,39<
© Ediciones Pirámide
241
1jfl Delimitando el contenido de la psicología social aplicada 1 61

:do este diado los efectos prosociales y educativos. Un sica se refiere y mayor en cuanto a Jos re-
y reVIS·, ejemplo claro Jo constituye el programa infantil sultados, a la venta del producto. No obs-
mucho «Barrio Sésamo» (Ball y Bogatz, 1970) que en la tante, en ocasiones ambos grupos siguen
je con- actualidad se ha propuesto como herramienta pre- los mismos pasos: la exposición de la au-
de di- ventiva en la largamente sostenida enemistad entre diencia a la publicidad, su situación, cc;:~­
~e 1940 Irán e Irak. La PSA ha contribuido a la planifica- prensión del producto o del mensaje, si este
jOT ln::._~.c.¿-t. _ción de este programa, así como también ha-servido es persttasivo, consideración de all~mati- -'
"''1tíficos d€~'-·'''"' o consultor en otros muchos programas _vas, toma de decisión y, finalmente. la
meno: divulgativos y de entretenimiento dando consejo so- compra del producto y el uso del mismo.
-Tevisión bre cómo presentar y abordar de forma positiva te- e) Los que adoptan la perspectiva del consu-
mas controvertidos socialmente como el divorcio, midor. Fullciam~Dtalmente este grupo se
'l ha in- la homosexualidad, o la droga, por citar algunos·.---~­ -- ·- -~-"'Cfedica ainvestigaC1ón sobre cuestiones de
susti- Pero en los últimos años, y como consecuencia de protección del consumidor (Friedman,
• los úl- la llegada de los canales privados, el desarrollo de 1991), trabajan para agencias de regulaci~n _
10ras nuevas tecnologías como Jos vídeo-juegos, los jue- de publicidad para asegurar la calidad del
ón for- gos interactivos o Internet, se han vuelto a suscitar producto (Richards, 1990) o tratan de ga-
. que nuevos retos para laPSA, para los que debemos es- rantizar la seguridad de aquellos consumi-
s estu- tar preparados. dores a los que van dirigidos los_productos,
ncia_ - Dentro de este mismo campo de aplicación de- como por ejemplo los niños, con el único
!U e 1 1<1-psicología social, y considerada como uno deios interés de proteger los intereses públicqs
Esta - fiñes que _persigue determinado sector de los lla- (Hill, 1995).
ores y -iñados mass-media, está precisamente la conducta
~lu~ - de._ ~onsumo. La psicología del consumo trata de
ramas analizar aquellos aspectos-relacionados con la ad- 4.4. Psicología social y cuestiones
-·ro- quisición de productos que pueden tener alguna ~n­ legales
: y jó- fluencia en nuestras vidas. Al igual que ocurriera en
otras áreas, e incluso en la propia psicología social, El campo de la ley y la psicología ha crecido
to de· dentro de este campo de aplicación se diferencian enormemente, fundamentalmente per-tios-razones:
•~Je.,
varias perspectivas o enfoques: una, porque esta unión ofrece multitud de áreas en
t He- las que aplicar tanto la investigación como la pues-
<'"'Ú- a) Los académicos. Prácticamente se dedican ta en práctica de los conocimientos acumulados por
e rila a hacer investigación sobre procesos bási- la psicología social; dos, porque tales áreas son de
,.,.¡í- cos de persuasión, cambios de actitudes, gran interés social por Jas consecuencias que de
(UJO etc. Estudian temas como la percepción, la ellas se derivan.
•nte
memoria, la cognición, emoción, aprendi- . La psicología social se incorpora al ámbito de
.u.d- zaje y motivación, todo ello aplicado a la la justicia en. un intento de aplicar sus conocimien-
·IJ~-
información sobre productos o servicios di- tos para ayudar a comprender y. resolver uno de los
••a rigidos a los consumidores (Muller y John- problemas social e~ más antiguo; la delincuencia y
tte- son, 1990). los conflictos interpersonales que requieren una in-
,-~
b) Los prácticos. Más directamente dedicados tervención judicial.·Si bien la relación entre psico_.
-de-. ~a las cuestiones de venta, a cómo diseñar: logía social y ley es antigua, no podemo's decir que
un producto para que resulte atractivo> sea simétrica. Es decir, mientras que la psicología
cómo lanzarlo al mercado, qué clase de pu- social.ha invertido mucho tiempo y esfuerzo para
. blicidad conseguiría ,la máxima respuesta acercar sus conocimientos a los procesos judiciales,
)S
de los consumidores, etc. Su interés es me- el ámbito legislativo y judicial, por su parte, sigue
nor en lo que a procesos de persuasión bá- limitando el papel del psicólogo a tareas muy es:-

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pecíficas, interfiriendo o retrasando su incorpora- a que ya existía una gran cantidad de trabajos rea- aprendizaje
ción en la totalidad del proceso judicial. Lose! lizados, los psicólogos sociales seguían sin intere- Geffner ~ i ~
( 1992) identifica cuatro tendencias de trabajo en sarse por los problemas educativos como tales. Ha mientos de
esta área de aplicación: 1) incremento de la inves- sido poco a poco, y como consecuencia de que los Jo que se ce
tigación empírica; 2) énfasis en un apoyo teórico; propios psicólogos educativos han ido incorporan- cho que ha-
3) incremento en la realización de investigaciones do a su trabajo una perspectiva psicosocial. Sea terogénea;
sobre conductas del-sistema legal y sobre la prác- como fuere la relación entre psicología social y psi- empieza a
tica legal, y 4)-una extensión de la investigaclünde cologla de la educación, el reconocimiento de la ciedades a;.
la ley penal a la ley civiL ---- - psicología social de· ia educación comQct\isci-ph-::=c: ·· vestigaciór
Una parte importante 9e la investigación en el na autónoma se sitúa en 1969 gracias a Uil-artículo ·e>~ que un per
ámbito jurídico se ha desarrollado en aspectos rela- de Getzels en el Handbook of Social Psychology bilingüe fa
cionados con la sala de justióa:1emª_9e (leG-isión de tl:"edición) de Lindzey y Aronson, titulado «A so- además de
jueces y jurados, testimonio visual, interrogatorio, cia!Psycho1ogy of Education». En los años seten- i.De Vi!Jar_
peritaje psicológico en la ~ala de justicia, selección ta, es cuando podemos decir que surge la auténtica -- !ación ha ~
de jurados, etc. Otras cuestiones emergentes como la psicología social de la educación, momento en el guaje i_nfm
seguridad del testimonio en los niños, síndrome de que son los mismos psi-e&iogos socinle_s los que venjdo en1
maltrato en mujeres, consecuencias del abuso sexual comienzan a ocuparse directamente de fos proble- muchas pe
y violación, atención a las víctimas de los delitos, mas educativos. En palabras de Sangra9or, (1985), _apr:endizaj
cuestiones relativas a la custodia de los hijos, etc., «[ ... ]con la llegada de Jos años setenta comienza a P-or úl1
constituyen nuevas líneas de estudio dentro de la notarse una mayor apertura de la psicología social - -ci~temeu·
psicología jurídica (Monahan y Walker, 1994). al campo educativo, lo que unido.ahnterés -ya ma-- ceso al mi-
En general, la psicología social no sólo trata de nifestado anteriorme_!!_te pm ~os psicólogós ~du­ pacitados
contribuir a un mejor desarrollo del quehacer del ju- cacionales hacia las vanables psicosociales -de- H bíen-un ~
rista, sino que su interés y acción se extiende a todo educación, da un definitivo impulso a las investi- considerái
el sistema legal, desde los abogados a los jueces, gaciones en el campo, multiplicándose a partir de diados de
pasando por los jurad{?s, oficiales de condicional, entonces las publicac1ones» (p. 143). sia sobre
carceleros, policías, etc. Uno de los temas que más investigación ha sus- Pratkanis,.
citado ha sido el de las expectativas del profesor y En olll
el efe{;t{}-que- éstas pueden tener en el rendimiento ~íene aún
4.5. Psicología social y cuestiones de los alumnos, lo que se conoce con el nombre de mente eX}
educativas Efecto Pigmalión (Harris y Rosenthal, 1985). El re- talroente;J,
sultado más determinante de este efecto señala que este ám~
La educación es altamente deseable como for- los profesores pueden transmitir sus expectativas a comol4
roa-de cambiar las actitudes y la conducta de las los alumnos de forma no verbal, a través de su en- do,com2
personas;- por este motivo ha sido una de las áreas tonación, gestos, emociones y conductas. Los meute. y.
de estudio y aplicación para los psicólogos socia- alumnos pueden así responder mejorando o empeo- labor de:~
les. El acercamiento de la psicología social a la edu- raudo su autoestima y nivel de esfuerzo;lo que re- cología~
cación se ha producido de múltiples roaueras, bieu percute en su rendimiento. de la psif
sea porque·rouchos psicólogos sociales han traba- Otra línea de aplicación de la psicología social el estudK
jado como educadores, bien sea porque otros se hau al ámbito educativo lo coustituye la necesjdad de en el áJrl:'
dedicado a dar consejo o asesoramiento sobre temas implementación de programas de promoéión de toda~
educacionales: No obstaute, la historia de la psico- igualdad en colegios segregados. La psicología so- ría inclni
logía social de la educación no ha sido fácil, pro- cial ha mostrado los efectos positivos de unir estu- todo la ñ
bablemente debido al escaso acuerdo de los psicó- diautes pertenecientes a grupos mayoritarios y mi- grupales.
logos sociales y educadores que trabajaban en el noritarios. Uno de los programas más conocido colar, d~
área. Hasta bien entrados lOS- años cincuenta y pese desarrollado en éste contexto es sin duda el de cacióndi

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'3 .
Delimitando el contenido de la psicología social aplicada 1 63

re a- aprendizaje cooperativo de Aronson, Bridgeman y cesos de socialización en la escuela, influencia del


Geffner (1978). En esta misma línea, los conoci- grupo escolar, fenómenos grupales, técnicas de in-
Ha mientos de la psicología social se han utilizado para tervención escolar, determinantes psicológicos de
IS lo que se conoce como educación multicultural, he- la conducta social escolar, etc., y b) la psicología
·an- cho que ha sido necesario en ~:-:a .::ociedad tan he- social de la educación debería estudiar los proce-
a terogénea y multirracial como la americana y que sos intraindividuales a través de los cuales y gra-
psi- empieza a ser un caraBterística esencial deJas_s_o_-__ _ cias a-los cuales se operan los cambios individua-
·a ciedades actuales. Uno de los resultados d~__ i,~­ les (Gilly, 1986).
pll- vestigacíón llevada a cabo en esta área ha señalado Para Ovejero, la psicología social de la educa-
- 'o que un período inicial de instrucción en una clase ción (PSE) tiene un importante reto en cuanto a su
Jgy bilingüe facilita el aprendizaje de una nueva lengua papel en la intervención para la solución de algu-
además de mejorar el rendimiento de los alumnos- nos de los problemas que afectan a nuestra socie- '

-:~a
(De Villar, Faltis y Cummius, 1994). Esta misma re- dad, precisamente porgue se trata ele problemas psi-
·Jación ha sido utilizada en el aprendizaje del len- - cosociaks. Ovejero analiza algunos de los errores
j
tel guaje informático, ya que el ordenador se ha con- cometidos por la psicología y entiende que la psico- 1
~
vertido en el segundo sistema de comunicación para logía social 9e ]ªeducación tiene el deber de corre- 'J
r¡c-- muchas personas y una herramienta esencial en -el girlos. En éste sentido pJopene, en primer lugar, una ~
~ '"'- aprendizaje de nuestros jóvenes (Schofield, 1995). PSE dirjgida más a los afectos que a la razón, pres-
ad Por último, un hecho que ha tenido Jugar re- tando especial atencÍÓ!! al concepto de inteligencia
·i::~j- cientemente eh el ámbito eclucativo ha sido el ac- afectiva como-algo central en la naturaleza huma- 1
._..,-u-
.Jn-
._,1
ceso al mismo de grupos subrepresentados (disca=
pacitados psíquicos, físicos y sensoriales), que si·
bien un primer análisis arrojó resultados positivos_
na. En segundo Jugar, ~entrarse en el ser humano -
como _ser so-cjal y rel'!cional., aumentando la ense------: _-
ñanza en g[l}QO. En tercer lugar, sustituir la creen-
cia del ser-humano como un ser egoísta y compe-
i
;ti- considerándolo un hecho claramente exitoso, a me-
diados de los noventa se ha retomado la controver- -titivo por otra que resalte su naturaleza cooperativa.
sia sobre la «discriminación inversa» (Tumer y En este sentid"o, -el papel de la escuela seria el de
Pratkanis, 1994). enseñar a los niños y niñas a cooperar a la vez qUe
rv En nuestro país, la psicología de la educación se les_-enseña valores de altruismo y solidaridad, sin
tiene aún una historia más corta que la anterior- duda más rentables y útiles para vivir en una so-
de merite expuesta, pudiéndose localizar fundamen- ciedad cada vez más compleja y heterogénea (Ove-
talmente tres equipos activos de investigal.:ión en jero, 1990, 1993). En C'Jarto lugar, y dado que el
ue este ámbito: el grupo de Sevilla, con psicólogos multiculturalismo va a ser la característica general
como Loscertales, Marín y Gil; el grupo de Ovie- de las sociedades en el siglo XXI, serán necesarias
n- do, compuesto por Ovejero y Moral, fundamental- nuevas formas de tolerancia y de comunicación in-
mente, y el grupo de Mallorca, donde destaca la tercultural, y donde la escuela desempeñará un
o- labor de Manassero. Ovejero (2000) define la psi- papel decisivo ..El aprendizaje cooperativo ha mos-
cología social de la educación como la aplicación trado que .es capaz de ofrecer soluciones satisfac-
de la psicología social al ámbito educativo; o bien torias aJos posibles problemas derivados del multi-
el estudio de la interacción social que tiene lugar culturalismo (Ovejero, 1990, 1993). Según el autor,
ie en el ámbito educativo, Además, según el autor, esta técnica mejora la aceptación de los alumnos
toda disciplina que desee llevar ese nombre. debe- que pertenecen a grupos diferentes, mejora la co-
;)- ría incluir los siguientes elementos: a) estudiar ante hesión grupal, aumenta el rendimiento académico
todo la influencia de los componentes sociales y de todos los. grupos escolares, además de ser un
1- grupales de la escuela sobre el sujeto individual es- buen remedio contra Jos conflictos procedentes de
colar, de esta forma la psicología social de la edu- la heterogeneidad y pluralidad de los alumnos. Por
fe cación debería interesarse por el estudio de los pro- Último, Ovejero exige a la PSE una actitud crítica
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64 1 Aplicando la psicología social

en tanto en cuanto debe ir a la raíz de los proble- tura y procesos de las relaciones personales, desa- necesario aQ.
mas educativos, ya que éstos no son más que un fiel rrollándose posteriormente otras áreas de investi- desde una p
reflejo de los problemas de la sociedad, llegando a gación más orientadas a la terapia que ofrecen téc- manera más
proponer la existencia de una psicología educativa nicas de manejo de conflicto y solución de bra especial
comunitaria (Ovejero, 2000). problemas (Barker, 1992). y coE~(l9s::­
Uno de los aspectos más positivos de la red fa- es el análisis
miliar es la provisión de apoyo social, el cual va plicadas en
4.6~-PsTcOiogía social y relaciones desde el apoyo emocional, empatía, consejo útil, psicología s
familiares ayuda material y funcional en actividades cotidia- estudio de k
nas, etc. La investigación ha mostrado que la dis- teracción CQ
La familia es una de ]as instituciones funda- ponibilidad de apoyo social puede aumentar el bie~ conducta ha
mentales de nuestra sociedad y _en los últimos años nestar de las personas y su ajuste psicológico y --~9I:t-Ja salud
los dirigentes de los principales países han tratado social, así como también protegerles de los even- liza en una.
de ver cómo encauzar los c~<_Y_a_lQ~l'.Jm:r¡i_liar(:S» de tos o situaciones estresantes de la vida diaria (Perl- sociocultur.;:
forma más positiva y enérgica. No obstante: la fa- . man y Rook, 1986). guez Marin.
milia nuclear tradicional ha dado paso a otro(s) Una línea. de aplicación algo más reciente lo Aspecto
tipo(s) de familia como la mpnoparental o la faini-- constituye la necesidad de integrar los roles fami- vención de I
lia extensa. liares--con los laborales y las actividades_ fper~_ ¡je nitaría, etc_,
En Estados Unidos sólo el 30 por 100 á dos ni- casa (Crqsby, 1991 ). Esta cuestión es sobre todQ desarrollad<
ñOS menores de baDOS VlVen COn ambOS prOgenj- _ "fundam~ntaJ para )as mvjereS, aunque dado qu~ JOS que tal y co
tores (Hernández, 1993) y el-2.6 por 100 viven en __roles de género en n'uestra sociedad han cambiado las teorías e
familias tradicionales donde e} padre trabaja fuera -hacia otros- m~s igualitarios, el hombre también tituyen una
y la madre está en casa. En España, si bien toda~ eebe ajustarse-a esta nueva situación (Winstead y el área de J
vía persiste un modelo de· famiba __tradicional, la Derlega; 1993). nes que ha
tendencia cada vez se asemeja más a la situación Un hecho que no podemos pasar por alto es el sarse por la
americana. El número de mujeres casadas qpe tra-- número cada vez mayor de parejas morioparenta- más las ea
bajan fuera de casa va en aumento. Según la en~- les, lo que ha creado la necesidad de estudiados personas y
cuesta de pobiación activa en 1987 algo más de dos efectos del divorcio en los niños (Walsh, 1993), que en pan
millones de mujeres casadas-tenían empleo, mien- problemas derivados de la separación (Pasley, clhin- portame~,
tras que esta cifra alcan?:a a mas de tres millones ger y Tallman, 1987), causas y consecuencias del ta, el ejen:i
y medio de mujeres en 2003. La creciente incor- - m~ltrato a mujeres (Dutton, 1995) y niños, pro- consumo o,
poración de la mujer al mercado laboral y el au- biemas derivados del envejecimiento, etc. Todos tomosreb
mento de su formación contribuyen a la bajada de ellos, problemas sociales que se irán incrementan~ cambio c:D(
la natalidad según los expertos, que ha pasado de do en los próximos años y a los que deberemos ha- · social cod-
2,8 hijos por mujer fértil a 1,26, situándose en la cer frente_ cotidi~.
segunda tasa más baja de Europa (1,47 de media). ciales y ciÍ<
La menor fecundidad también guarda relación con social que§.
el retraso de la edad de la maternidad, que se ha in- 4.7. Psicología social y salud biológi~
crementado en cuatro años desde 1975, sierido aho- tores ded
ra de 29,7 años_ Esta área de aplicación de la psicología social · Panl:Jf'---'
Un área importante de investigación en psico- se ha convertido en los últimos años en un campo. ciones Iléi:
·logía social ha sido el de las relaciones· íntimas o· en sí mismo (Taylor, 1995). Parte de este creci.:: emerger~
estrechas entre las que se incluye la amistad, el miento se debe al incremento en recursos :econó-' los mecaú
compromiso, el matrimonio, así como diferentes micos dedicados a la salud. Desde que la OMS . ma ind~:_.'
patrones familiares (Kelley y cols., 1983). En esta definiera la salud «como el estado absoluto de bie-' nos estarii
áre~, ,Kelley fue pionero en el análisis de la estruc- nestar físico, mental y social», se ha hecho más que vida y al i(

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Delimitando el contenido de la psicología social aplicada 1 65

desa- necesario abordar la salud y la enfermedad no sólo tales sobre nuestro aparato biológico. Asumir este
sti- desde una perspectiva individualista, sino de una concepto de salud supone aceptar que ciertos de-
n téc- manera más global izada donde el aspecto social co- terminantes de los comportamientos de salud son de
de bra especial importancia. Como señalaban Morales origen social, entre los que podemos citar: la so-
y cols. (1985), la aportación de la psicología social cialización, donde cubran especial importancia el
'fa- es el análisis de todas las posibles interacciones im- contexto fJmiliar (Prather, 1997), los valores aso-
___ piicadas en el procew-de-enfennedad~ Aplicar la ciados a una cultura particular o a un grupo socio-
psicología social al campo·de la salud significa~el economico {Wilkinson y Kitzing_eLl_~06). la in-
estudio de la conducta de salud/enfermedad en i-rt- _fluencia del grupo (Castillo y Musitu, 1992; Díaz
teracción con otras personas o con productos de la y Sanabria, 1993), el modelo y tipo de asistencia sa-
conducta humana, ya que la conducta relacionada nitaria a la que el individuo puede acceder (Pérez-
con Ia-s<fft!d o con la enfermedad se aprende y rea- Morá, Mira,()arcía-Aionso y Vázquez, 1994). Po-
liza en un contexto social, donde las circunstancias demos definir, por tanto, el estilo de vida como un
socioculturales tienen un papel importante (Rodrí~ conjunto de comportamientos adquiridos que com-
guez Marín, 1995). parten los miembros de una categoría social y que
Aspectos como la promoción de fa salud, la pre- tienden a pe_rsistir en ~el tiempo (León, 2000).
vención de la enfermedad, programas dé polític_a sa~ Esta nu~va perspectiva obliga a la psicología so-
nitaria, etc., son algunas de las áreas que han sido cial de la salud a qiferenciarse de otros análisis del
desarrolladas por la psicología social de la salud, ya tema en e¡ ff¡odo de conceptuar su objeto de estu-
que tal y como apuntaban Stroebe y Tay lnr( 1-995), dio-, que _no es otro que la salud como fenómeno so-
las teorías e investigación en psicología·social cons~ ci.lll interactivo (León, -:?000). Como señalaba Ba-
tituyen una de las aportacion-es más iDipcrtantes en· rrón ( 1990), sentirse- sano· o :enfermo es en cierto
el área de la salud. Precisamente una de .las. razo- modo una· construcción sociaL Entender la salud
nes que ha llevado a la psicología socíal a intere- como un problema social tiene una repercusión cla-
s::~rse por la salud es el hecho de que cada vez son ra: la responsabilidad de la salud y de la enferme-
más las enfermedades crónicas que afectan a las ciad ya no es un tema ~xclusivamente médico. La
personas y cuyas causas no son sólo físicas, sino salud no puede caracterizarse exclusivamente des-
que en parte están ocasionadas por patrones ·cQIT1:- de un nivel individual, ya que si la cultura trasmi-'-
portamentales tales como los estilos de vida, la die- te unos significados respecto a ella es porque ésta
ta, el ejercicio, estrés, condúcta de fumar, beber: o supone un valor (Martínez, 1997). Es precisamen'.-
consumo de drogas, etc. Los estudios sobr~ los tras-
tomos relacionados con el estrés en un momento de
te bajo esta perspectiva más comprehensiva que tra-:
ta de acercar los factores biológicos, psicológicos· !
cambio cultural y la investigación sobre el apoyo y sociales como determinantes de la salud y la en-
social como estrategia para afrontar las tensiones fermedad en la que nace el modelo biopsicosocial
1
cotidianas; ilustran muy bien cómo los procesos so- que Bishop (1994) define como «Un acercamiento :!
ciales y culturales generan patrones de interacción
social que moldean y modelan nuestras respuestas
biológicas hasta el punto de transformarlas en fac-
sistémico a la enferm~dad que enfatiza la ínter-
dependencia de Jos factores físicos, psíquicos y
sociales que intervienen en ella, así como la im-'
¡
tores de riesgo para la salud (Corin, 1996). portancia de la enfermedad en todos sus niveles». ~~
Paulatinamente, los resultados de las investiga- Las principales características de este modelo son:
}
ciones llevadas a cabo en este ámbito han hecho a) rechaza el reduccionismo biomédico otorgando .,
:J
emerger una nueva acepción del término salud y de mayor importancia a los niveles físico, psicológico )
'
los mecanismos por los cuales ·moldeamos de for- y social en la determinación de la causa de la salud
ma indirecta nuestro organismo; concretamente, y enfermedad; b) evita el dualismo mente-cuerpo;
nos estamos refiriendo a la s~lud como estilo de e) introduce el concepto de autorregulación, ya que
vida y al efecto de nuestros hábitos comportamen- cada sistema está orientado a alcanzar un equilibrio

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246
66 1 Aplicando la psicofogia social

en su funcionamiento; d) enfatiza tanto la salud bre el rendir


4.8. Psicología social y conduct9
como la enfennedad por considerarlos dos aspec- de <dos proc
organizacional
tos de un mismo proceso, al mismo tiempo que con- impulsara N
cede gran importancia a la prevención de la enfer- La psicología de las organizaciones se engloba interesante I
medad y promoción de la salud, y e) desde este dentro de los conceptos interdisciplinares más am- liza en el ,.';F-- -

modelo la salud es considerada un problema social plios del comportamiento organizacional o teoría pequeño::e o
y político, cuyo planteamiento y solución pasa ne- organizacional, siendo ésta una disciplina que tra- Más re:
cesariamente porJa partícipaeión activa y solidari- ta de la acción y las vivencias de los individuos en constituye l
dad-<Je la comunidad o~"--eón,-200&}.~ las organizaciones y del comportamiento de las or- tisfacción o
A modo de conclusión po_demos señalar que ganizaciones en sus ambientes (Fuertes, 2000). factores rd
h;m sido y son muchos Jos caminos a través de los_ El impacto de las organizaciones es importan- percusión e
cuales la PSA ha contribuido y contribuye a con- te en nuestras vidas, ya que la mayoría de nosotros estudios lle
seguir que la gente viva mejor y más-tiempo._.La in- trabajamos en una organización y/o pasan1os mu- do el auge
vestigación sobre la relación entre factores psico- cho de nuestro tiempo en organizaciones de dife- de este carr ·
lógicos (estrés emocional)- y condiciones de salud rentes tipos (laborales, sanitarias, bancarias, lúdkas hu-manos-
(alta pFesrón sanguínea) es un ;c;jemplo de elh o de esparcimiento). Por eso los psicólogos socia-
O las investígaciones s-obre las círcunstancjas que les han encontrado interesante estudiar los proce-
rodean a las personas_ enfermas para tratar de en- : dimientos y estructura organizacional y el modo en 4.9. Psi<
tender qué conductas y- experiencias les ayudan _a que las perss:mas responden a ellas. Como señalaba
mejonrr y cuáles son contrap~oducentes.-"Qesoe la Peiró ( i 993) al hablar de la rclarión entre psicolo- La
psicología social se han diseñado e implementado gía social y organizaciones,«[ ... ] es importante es- ri a recienre -
mucho~--­
programas de promoción de la s~lud (dejar de fu- tudiar las organiza~!ones desde la psicología social-_ .
mar,-perder peso,-etc.), se·ha esiUdiádo ia impo.¡;- por dos razones-l:)ásicas: la primera, porque sin con- si bieit la e e:..
tancia que una buena relación m_~dj~_o-paciente tie- templar estas fonnaciones sociales desde esta pers- cíentífiro) -
ne para la adherencia al tratamiento, así como para pectiva no es posible obtener un conocimiento c;a- reciente, si
la mayor implicación en el autocuidado de Jos pa- bal sobre ellas, y la segunda, porque sin estudiar las relaciones
cientes, se ha desarrollado el campo de la geronto- organizaciones_formales no es posible en la actua::. líticos cUe1
logía en el que cobra especial importancia la in- lidad lograr una psicología social en toda su exten.., saniienro s
fluencia negativa de los estereotipos sociales y las sión. En efecto, el estudio de las organizaciones es · los setenta
autoevaluaciones negativas en la salud-de los indi- necesario para la psicología social si ésta prétende sidaddefu
viduos mayores, mientras que Jos estilos de vida sa- ahondar en la riqueza de lo psicosocial, es decir; de cantidad d
~··
ludables y el entrenamiento conductual pueden me- la interacción social y de la compleja articulación cesos~
jorar su funcionamiento físico y ajuste emocionaL entre lo individual y lo colectivo». cas (Mo~
La psicología social ha investigado con pacientes El campo de las organizaciones es, al igual que> Casíei
que padecen enfermedades específicas como las co- el de hi salud, otra de las escisiones de la psicolo"'' como·<b..~
·iíi
ronarias, cáncer o sida y ha producido una gran can- gía social que ha crecido enormemente y ha logra-,' . mental y:a..
tidad de conocimiento sobre estrategias de afron- do un esta tus independiente como área de. aplica-". · dec~
. ·~W,J.
tamiento al dolor, al estrés que supone padecer ción de la psicología social (Dunnette y Hough~ nne~
determinadas enfermedades, etc. (Maes, Spielber- 1990-1994). ,f es p "'
ger, Defares, y Sarason, 1988). Una dé las primeras aplicaciones de la psicolo.: logíapol!!
Por último, el trabajo de la PSA también ha in- gía social en el campo organizacional fue la selecc;. que baT~
fluido en la política sanitaria, administración de re- ción de personal, con el desarrollo de tests y entre-7; · desarr0fl5:
TI"''

cursos, asistencia médica, etc. Autores como Ba- vistas de selección. Posteriormente, 'el campo de ésta, se~
rriga, León, Martínez y Fernández (1990) y aplicación se dirigió hacia el entrenamiento y dec; .· · yenf~.
Rodríguez Marin (1995) han abordado estos temas sarrollo de habilidades para el desempeño del pues~ sándosep
influir en;
en nuestro país. to de trabajo. Hoy día son centrales los estudios so-:
©~·-
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-~-.···--~-.~~~~-
Delimitando el contenido de la psicología social aplicada 1 67

bre el rendimiento laboraL el liderazgo y el estudio riormente su interés por las actitudes y conducta de
de «los procesos del pequeño grupO>> que en su día voto, para continuar con el estudio de los mecanis-
impulsara Kurt Lewin. Esta área de aplicación es mos del proceso de la información (influencia del
oba interesante porque gran parte del trabajo que se rea- cognitivismo). Ha sido esta última, la influencia del
is am- liza en el ámbito laboral se lleva a cabo en grupos cognitivismo, lo que ha contribuido al desarrollo de
)[Ía pequeños o equipos de trabajo. Jo que se conoce como «cognición política>>. g<"ne-
_Más-recientemente, otra área de aplicación la rando una gran cantidad de trabajos en áreas como:
; en c0nstít~~~ ~valuación de la vida labora!, la sa- la percepción de políticos, las habilidades políüt:as,
as or- tisfacción o el clima laboral, donde se analizan Jos o ereSfu(Tío de las creencias y actitudes políticas
factores relacionados con el rendimiento y su re- (Nouvilas, 1999).
Drtan- percusión en la productividad. La gran cantidad de En una conferencia presentada en un congreso
ros estudios llevados a cabo para tales fines ha genera- -- --de-¡:isieeJ.ogía-socia.f, realiiado en Oviedo en 2000,
s mu- do el auge y consolidación de una subárea dentro Sabucedo recogía las principales líneas de inwsti-
,.fe- · de este campo de actuación como son Jos recursos gación en la psicología política de nuestro país en
1d1cas hurnanos. las siguientes: ·
13-
lroce- 1. Los estudios sobre actitudes, ideología y
4.~. ---Psicología política creencias. Algunas de las contribuciones en
este ámbito se dirigen a analizar las 3ctitu-
_ ~Di psicología política como tal tiene una histo- des sociopolíticas y las diversas expresio-
lCCS- J:io reciente, aunque su relación con la psicología es nes del autoritarismo (Ovejero, 1992: Sa-
nrjaJ- mud1o más antigua. Por tanto, podliamos decir que · _-_-: - bucedo, Arce y Rodrfguez, 1992; Swne-y
'-''·)J]- si bien la existencia de un ámbito de conocimiento Garzón, 1992). Dentro de esta misma ca-
_nPfS- científico y- académico con dicha denominación es tegoría, resulta interesante resaltar los tra-
'J ~a- reciente, sin embargo, los estudios que analizan la~ bajos dirigidos a conocer la posición polí-
1rlas -_relaciones entre los fenómenos psicológicos y po~ tica de la población ante los nuevos retos y
---a-. líticos cuentan con una amplia tradición en el pen:..- desafíos sociales (Garzón, 1998; Herrera,
<ten" samiento social. Es precisamente en lá década de 1992~ Seoane y Garzón, 1989, por citar a1-
Jos setenta cuando se toma conciencia de la nec'e- ~oo0. ·
sidad de fonnalizar, en una nueva disciplina, la gran 2. Una línea de investigación dedicada a lps
can~idad de trabajos que relacionan distintos pro- estereotipos, identidad social y el naciO-
cesos psiCológicos con diferentes temáticas políti- nalismo, donde destacan los trabajos de
cas (Moya y Morales, 1988). Sangrador (1981; 1996), Moya y Mora-
Castellani (1996) define la psicología política les (1988), Rodríguez, Sabucedo y Arce
como «la disciplina que estudia el funcionamiento (1 991), entre otros.
mental y acciones de los actores políticos, es decir, 3. El estudio de la participación y acción po-
de cualquier sujeto visto como ciudadano, líder o lítica, sobre todo en la década de los ochen-
miembro de un grupo o movimiento cuyo objetivo ta. :Trabajos como los de Sabucedo (1 984),
es público y colectivo». El contenido de la psico- Sabucedo y Arce (1991) merecen ser seña-
logía política es por tanto amplio y flexible, y dado · lados. En ellos se .analizaban algunas de las
que ha estado estrechamente vinculado al propio variables relacionadas con la participación
desarrollo de la psicología social, también como e}ectoral, como ellocus de controL identi~
ésta, se ha visto influido por las mismas corrientes ficación partidista, o el estudio de las dife-
Yenfoques. La psicología politica comenzó intere- rentes formas de participación (Grossi y
sándose por factores de personalidad que pudieran Herrero, Rodríguez y Fernández Alonso,
iñfluir en la actividad política, desplazando poste- 2000; Rodríguez, Sabucedoy Co~ 1993).

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2 4 f:~
68 1 Aplicando la psicología social

4. El estudio de los movimientos sociales. Al- mas no sólo en el individuo que los padecía, sino cuanto a ,;.e;:
gunos de los trabajos desarrollados en esta en la sociedad en la que tales problemas se origi- finición .:k: (
área han tratado de ofrecer modelos y apro- nan. Este paso de lo individual a lo social (o co- gía comuni:
ximaciones teóricas para el análisis de los munitario) supuso un importante impulso en el ori- hasta tal pm
movimientos sociales. Trabajos corno los gen y consolidación de la psicología comunitaria, tervenciór:;:
realizados por Javaloy (1993) sobre el mo- entendida corno un área de intervención e investi- un5nime .__"'2
vimiento ecologista, el de Rebolloso y Ro- gación que surge fundamentalmente por el interés y de fin i ¡L'ri-
dríguez-i"f999)·o el deSabucedo, Grossi y hacia la comunidad, concretando su campo de ac- cios social~
Fernández (1998) merecen ser citadB-s aquí. tuación en aquellos probie·mas sociales que ace- A m'---&
5. El estudio de la violencia es otra de las chan a nuestro entorno más cercano: la comunida~­ psicologia <:
áreas que está cobrando cada vez mayor en la que vivimos y nos desarrollamos. Sánchez Vi- clara VO-.~
fuerza, empezando a apar_ecer-tr.a_b_ajg_s_que . dal (1991) se refiere a esta disciplina como ague-_ sarrollo en
tratan de analizar las posibles causas y al- !la que permite el desarrollo integral de la persona el momenrr
ternativas a los conflictos de alta intensidad a través de su comunidad sociaL cantado 5n -- ·
como son las guerras (Moreno y Jiménez, En lo qne se refiere a la psicología comunitaria con un esp
1992), o las consecuencias de tales con- en España, dicho desarrollo sé-encuentra propicia- gación qL>o<: _
flictos en la infancia (Moreno, 1991 ). do por los cambios sociales y políticos que se pro- dad. Pru.,.=?>- -
ducen en nuestro país. La constitución de 19-78, la - tras y Oi_.;;;ca-
Como ha quedado puesto de manifiesto, la psi- descentralización del poder hacia las comunidades ll_evañ_u:r.rr
cología política está abierta al estudio de todos autónomas y la puesh en marcha de ampÍiaciones años, su si
aquellos temas que surgen en una sociedad diná- importantes en la cobertura de prestacroñes· de los _.psicología
mica y demañdame como la nuestra, que constan- servicios sociales, p.r:opiciaron, sobre todo en Jos _cología ccr
temente plantea nuevos .retos y desafíos a Jos que años ochenta, el que· uñ gran núme-ro·ae profesio-- sin olvid::5- -
la PSA no puede permanecer aj~na_- -- nales se encontraran trabajando en la comunidad. de m::mua!
Hoy día, los dos grandes marcos de actuación fuerzo-dec
de la psicología comunitaria los constituyen la sa- munitaria
4.1 O. Psicología comunitaria lud comunitaria y los servicios sociales. Tanto una nez, 198&
como otros, comparten los mismos principios y se Bejarano,'
El nacimiento de la pskología-Cómunitaria se centran, como objetivo último, en la mejora de la .•. 1988, 199.
sitúa en 1965, año en el que un grupo de psicólo- calidad de vida y la promoción del bienestar sociaL · No~
gos se reunieron en Boston con la intención de tra- Podemos decir que el marco de actuación de la · una~
tar de dar respuesta al fracaso del modelo médico psicGlogía comunitaria y el desarrollo de sus CO-;j rica y qm
tradicional de salud mental. Es aquí donde se es- nacimientos encuentran una vía institucional _ ciones al
• -1
bozan las principales líneas definitorias de lo que aplicación a través de los servicios sociales. trano, ~
hoy conocemos como psicología comunitaria. servicios sociales _.:<deben ser aquellos instrumentos· primera :C
Si bien la psicología comunitaria es una disci- económicos, técnicos y humanos de que.se dad~­
plina joven desde el punto de vista teórico, no ocu- una sociedad para facilitar el desarrollo humano ción de 1
rre así en el plano aplicado, ya que a partir de la todas Jas vertientes de los ciudadanos, obteniéndof éste el -JiJ.,
Segunda Guerra Mundial algunos profesionales de se así la prevención de situaciones de marginación necesid'~;-
la psicológía dedicaron su trabajo al tratamiento de y la eliminación de variables que impiden-la ; marcos K
los problemas psicológicos relacionados, funda- tención de niveles adecuados de satisfacción de de datoS!
. . 1
mentalmente, con las consecuencias de la guerra. necesidades. Todo ello habría de contribuir al diferente.
El fracaso del modelo médico tradicional para sol- del bienestar físico, psicológico y social» genes_ SE
ventar tales problemas propulsó una nueva forma rero, 1987). cuestiüoi
deentender la salud mental que se tradujo eri un Si bien cada comunidad autónoma (al menos en familiar, _/
intento de búsqueda de los orígenes de los proble- nuestro país) tiene delimitadas sus actuaciones en ries!!o
~
~
Y'"'-../

© Ediciones PirdliÚde <D~

2l.t9
70 1 Aplicando la psicología social

5. COMENTARIO FINAL Dado que se trata de un manual que pretende ser Bishop. G.
básico para los estudiantes de psicología social frl!r.~ il?:

Como bien es sabido, una forma de definir a aplicada, hemos creído necesario hacer, a modo de Blanco._...__'
una disciplina es haciendo un análisis de su con- presentación, un recorrido por el panorama actual v rr::G:cxi
de la psicología social aplicada en general y sobre En_-'-__ C
tenido, esto es, a qué se dedica. En este capítulo,
todo en nuestro país. Como podrán comprender, ni iia ~ _.:::1
hemos tratado de hacer una breve presentación de
.:+3~~.:-.
aquellas cuestiones que han constituido el centro están todos Jos que son ni sería posible recoger to-
Blanco_~-'--­
de interés de la psicología social-en -su origen y que - ~ dasJas áreas de-aplicación en una obra de estas ca-
racterísticas. No obstante, a lo largo del manual J. F • J9
incluso justificaron o motivaron su surgimiento.
tratamos de presentar con mayor detalle algunas de
_2.;.
co.C E
Algunos de estos temas siguen siendo de interés y
cia[ ~~J
constituyen tópicos centrales de esta disciplina. ellas.
wer_
Blanco __.;_~
aplicad;
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© Ediciones Pirámide © Edicñ...~.r -

.251
Delimitando el contenido de la psicología social aplicada 1 69

a, smo cuanto a servicios sociales, como ha reflejado la de- personales y sociales (autoestima, apoyo sociaL
origi- finición de Camarero, servicios sociales y psicolo- participación ciudadana, etc.). Tales intervenciones
(o co- gía comunitaria comparten sus principios básicos, se han llevado a cabo en diferentes ámbitos corno
el ori- hasta tal punto que García (1988) afirma que «la in- el escolar, sanitario o .agmp_a..e.iones sociales de di-
1Ílaria, tervención comunitaria es ... vr:s!derada de forma versa índole, siendo el denominador común de to--
'lVesti- unánime como el elemento básico, paradigmático dos ellos el deseo de mejorar la calidad de vida y
mterés y definitorio de la estructura integral de los servi- el bienestar psicosocial de los individuos, conside-
de ac- cios sociales». rando su desarrollo personal y en íntima conexión
e ace- A modo de conclusión podemos referimos a la con su entorno social (Musitu y Cava, 2000).
Jnidad psicología comunitaria como una disciplina con una En la obra titulada Psicología social .aplicada,
Jez Vi- clara vocación aplicada y que ha tenido un fuerte de- Hombradas y Gómez Jacinto ( 1993) han recogido
ague- sarrollo en las últimas décadas en nuestro país. En los principios fundamentales que, a su ju·ici-o; -defi---"'=----
::rsona el momento actual, la psicología comunitaria ha al- nen a esta área de aplicación y que básicamente se
canzado su momento de <;:onsolidación y cuenia ya resumen en los siguientes:
nitaria con un espacio propio y algunas líneas de investi-
ip!CJa- gación que se delimitan cada vez con mayor clari- 1. El término psicología comunitaria sustitu-
e pro- dad. Prueba de ello §On la gran-cantidaa de-encuen- ye al de salud mental comunitaria.
178, la tros y discusiones científicas y profesionales qu~ se· 2. La psicología comunitaria nace con una
.dades llevan manteniendo_ en nuestro piís en los últimos clara vocación aplicada y busca ia solu-
:wnes aíios, su ~ación ~n los estudios umversJt4flOS de ción de problemas sociales relevantes.
de los psicología, así C(lmO -la creación de másters en psi- 3. Da preferencia a los factores sociales.
~n los cología comunitaria de-Sde_ diferentes universidades, 4. Estudia al individuo en el entorno físico--
fesio- sin olvidarnos de la apáÍi"ción ele una gran cantidad social en el que se encuentra inmerso.
üdad. de manuales que abordan -~sta temát-ica, en un es- S. Considera los factores físicos y ::;ociales
ación fuerzo de conjugar-la investigación con la acción co- _ como los más responsables a~ la conduc-
lasa- munitaria (Baróga, J987; Martín, Chacón y Martí- ta humana.
nez, 1988; Musitu, Bejarano y Bueno; 1990; Musitu, 6. La intervención se centra preferenternen- T
Bejarano, Gracia y· Bueno, 1993; Sánchez Vida!, te en las comunidades más ll}_arginadas so- L
1988, 1991, 1993, y Sánchez Vida! y Musitu, 1996). cialmente.
No obstante? la psicología comunitaria no es 7. Utiliza un modelo proactivo de interven-
una disciplina que surge con una gran solidez" teó- ción centrado en la prevención (primaria,
rica y que trata, poste-riormente, de ofrecer solu- secundaria y terciaria).
ciones a los problemas sociales. Más bien al con- 8. Sustituye ef <<modelo de espera» por el
trario, como señalan Musitu y Cava (2000), su «modelo de búsqueda», que implica una
primera razón de ser la constituye la propia reali- intervención anticipada. . · ·
dad social, la práctica y la intervención en la solu- 9. El psicólogo comunitario analiza las ca-
ción de los problemas sociales. Es precisamente raCterísticas y las demandas_ de la comn:..
éste el motivo por el que la psicología comunitaria nidad trabajando con 'ótfbs profesionales
necesita algún tiempo aún para desarrollar unos . en "equipos intérdisciplináies. ':~· :. .
marcos teóricos que den cabida a la gnin cantidad 1O. . Potencia la utilización de para.:.profesio-
de datos que se han ido obteniendo a través de las nales qrie pertenezcan a la comíiniaaa::-
diferentes intervenciones realizadas desde sus orí- 11. Involucra a la comunidad en la planifica-
genes. Se han diseñado intervenciones dirigidas a ción y desarrollo de programas de inter-
cuestiones tales como la prevención de la violencia vención, adquiriendo un gran compromiso
familiar, las conductas ádictivas o las conductas de social cuyo objetivo es el cambio institu-
riesgo para la salud, la potenciación de recursos . cional y social.

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·~..J -..J V
257 © Ediciones Pirámide
2.- Socialización y género.

Una categoría básica en la relación del individuo con su medio social, a través de la psicología social, es el
proceso de socialización en donde se determinan una serie de pautas o formas de comportamiento de las
personas, con su medio social, que van a enfatizar desde aspectos biológicos, cognitivos, de aprendizaje
social, culturales e históricos, y como a partir de estos, se van a generar roles comportamentales que van a
ser determinantes en la vida de toda sociedad. También desde la psicología social se han realizado
importantes contribuciones para entender a la categoría de género, como un decodificador cultural para
comprender las diferentes formas de relacionarse de los hombres y mujeres, y sus procesos de identidad
generados. El feminismo sin lugar a dudas ha sido un factor fundamental para ampliar el análisis crítico de
todo este proceso, por eso incluimos lecturas que nos parecen pertinentes para revisar este aspecto.

PROGRAMACION DE LECTURAS.

¡·--· 2.~ Tema, Socia!izacióny génerac


f ·Seminario Contenido Referene:ta--· Páginas.
~- 1 Definición. -Corogerio, K. (2001) ¿Qué es la s~cialización? En Cor~gorio, 11-25
1 _ K. (Eds.) Socialización. México: Trillas.
r-:-· 2 Socialización Yubero, S. (2004). La socialización como un -producto. En 819-888
J como un Yubero, S. (Eds.) Psicqlogía_ social, cultura y educación.
L proceso social. Méxi~~:- TriJJas._ _ 1 1
3 Teorías de la Perlman, D. y Cozby, P. C. (1986) Socializació!J.: tre~ edades,

l
41-70
· socialización. tres sistemas de reglas. En Perlman, D (Eds.·) Psicología social.
México: McGraw-Hill. . - _ -_ -- ¡ - 1
1 4 1 Socialización Poal, M. (1993) Teorí'! de la socialización diferencial mujer- 1 69-110
t
¡ 1 diferencial. varón. En ~oal, M.-(Éds.) Entrar, queiarse y_avanzar. Madrid:
Editoriat sigio XXI. _ -
~-- 5 Socialización 1 Katchadour~an, H. (1984) La terminol_ogía de género y sexo. E_n ¡11-45 y
j diferencial Katchadounan, H (Eds.) En Sexua!tdad humana: un estud1o 193-227.
l comparativo de t:Volución. México: Fondo de Cultura
j __ Económica. i
\ 6 Socialización y Barín, M. y M eles, I. (1998) Género y familia. México: Paidós. 19-29 y
!
¡ familia. 193- 231 J
f---· 7 Feminismo Rubín, G. (1996) El tráfico de mujeres: notas sobre la
1 "economía política'' cit:t_s<;:J:CO. Y usos, dificultades y

:
1 posibilidades de la categoría de "género". En Lamas:-M. (Eds.)
El, ~énero: la ~onstrucción, cultural del a diferencia sexual.
1 35 - 96 Y
327- 365.

L
¡
i----
8 Feminismo.
Mex1co: PUEG. VNAM!Porrua.
Barbieri, T. (1986) Movimientos feministas. México: UNAM.
1
3-29
1

1 9 Procesos de Mieles, M.D. y García, M. C. (2010) Apuntes sobre


1

identidad. socialización -infantil y construcción de identidad en ambientes


multiculturales. En Rt:Vista Latinoamericana de Ciencias 1 809-819
Sociales, Niñez y Juventud, volumen.S, ·· Jiúm~2-julio -
diciembre. Colombia: Universidad de Manizales.

Palacios, A. (1 997) Migración: procesos transculturales e 115-132


identidad en la familia citadina. En Palacios, A. (Eds.) La
familia. México: Porrúa- ACPEfNAC

2~)b
Lo.r:e río, K. (2úu 1) .;:,ociaiizacirn, pp.
~
1

' 1

"
,\

1 ¡'

Intentaremos dar u9a definición provisional¡ acerc!L del concepto


de socialización y la iremos ratificando o rectificando ien las páginas·
siguientes. • 1 i
Entendemos por "socialización" todas y cada un~ de las instan-
cias a través de las cuales un sujeto humano integra f' incorpora las
consignas y determinat;iones de la estructura social en/' la que inter-
.actúa, Más precisamente: la socialización incluye todas las instancias a
' ' ' través de las cuales un sujeto humano se hace individuo. Ser un indi-
1' viduo implica ','individualizar" en una persona aquellah características
1 1
generales :11ue connotal una estructura social. 1

Las so·~iedades gen ran en su propio seno las vías[ y los vehículos
para efect¡iar la actíví •ad socializadora; hasta podemos asegurar que
ellas son llas formá.~ más evidentes y eficaces de li acción social.
No obsta~te, la acción socializadora no se agot¡¡, nij es posible con
la sol~ p<qticipación de las instituciones sociales al servicio de dicha
actividad. En cada sujTto de la organización existen las capacidades
para que ello ocurra. :
1 Un "~istema social" no se compone ·solamente de. la estructura
1 económica y las demás áreas determinantes o autónomas, sino que
1
sus agent~s y destinatarios primeros y finales, son los individuos
1 que parti4ipan en ella y quienes deben hacer "sistema con el siste-
i ma". Estl) sólo puede llevarse a cabo a través de capacidades y
·¡ mecanismos psicosociales activos y receptivos del proceso socializador.
Por esto, podemos asociar e identificar la socialización con el pro-
~,:
'>:
ceso de ideologización de una sociedad. La ideología se manifiesta a
1
través de un sistema de representaciones, imágenes y actit'Jdes con-
¡1·~.,;·:· cretas que tienden a procurar la cohesión social. Ella respünde a los
1 (
11
1 \\
1 -~·
1 ''·
ALGUNAS TEORIAS SOBREi SOCIALIZACIÓN 13
12 CAP. l. ¿QUÉ ES LA SOCIALIZACIÓN?
i

dictados de los distintos niveles, clases y capas s~ciales de .la estructura bamos pues que la socialización es uno de los principales :lell'l;entos
y manifiesta los antagonismos entre ellas. 1 •
que componen una ~ociedad, a la. ~u e . s~ ofrecel tanto v~h~~c1ón Y
. La socialización, así como también la. ideologízación, tiene como . reforzamiento de desigualdades e mJUStlClas, como la pos1b1hdad de
objetivo fundamental la homogene-izacwni de los miembros de una ' re~onocerlas para su superación, aun cuando ?t;ba ser solidari~, de los
sociedad. i 1 i cambios transformacionales de la estructura bas1ca de produccwn.
Toda estructura social regulada bajo el sistema capitaÚsta de pro- ·
ducción económica, reconc;>ce sectores dominantes encargados no sólo
~e . la propiedad y apropiación Id e los mcd~os y bienes económicos, 1
ALGUNAS TEORíAS SOBRE SOCIALIZACióN
smo también de la elaboración de las neces1ri~ respuestas a las pre- li
guntas que plantea el devenir so~ial conflictil/o.¡Incluso en las coyun- Hemos aclarado que no es posible elaborar un discurso "cientí-
turas en donde los conflictos se operan como yerdaderas luchas, las ¡, fico" sobre socialización si hacemos abstracción de las teorías sociales,
respuestas deben ser acciones ideológicas eficaces y acciones sociali- psicológjcas y aun filosóficas en las que explícita o implícitamente se
zadoras fuertes. t ! ' apoya.
En caso contrario, la debilidad en el proceso de socialización Por ello, lo primero que debe ocupar nuestra atención es des.de
acarreará, conjuntamente a las crisis económicas la posibilidad de qué punto de vista analizaremos la problemática del proceso de soCia-
la desestructuración de la sociedad, inaugurando periodos de revo-
' 1
lización. ,
lución social. En la historia de las ciencias sociales han abundado las teorías
Tomemos un ejemplo de la historia y ,verifiquemos el puesto. ·de y .métodos que abordan nuestro objeto de estudio desde distintas y
la socialización en Jos procesos políticos y económicos: la nac,ientc disímiles perspectivas, según objetivos más. o menos manifiestos. o en-
sociedad burguesa estableció sus categorías ideo-socializadoras báSicas cubiertos. Las ha habido empiristas y racionalistas. Las pnmeras
a partir de la Revolución Francesa de 1789,,.revolución más político- conciben los hechos sociales como fenómenos "ya dados" con carac-
ideológica que económica. · teres cuasi naturales. Por eso resalta, aun hoy día, la problemática
~ Las categorías básicas de referencia son: la igualdad jurídica ante del método observacional, aislando sus objetos del marco histórico y
.Jas leyes soberanas, la fraternidad entre los miembros de la sociedad social del cual nacen. Por ot~a parte, las corrientes positivistas no hacen
y la prosperidad económica basada en la voluntad general. Igualdad, sino exaltar este punto de vista. Los racionalistas, aunque se separan
fraternidad y prosperidad no significaron meros ideales vagos en lós de la realidad social de la misma forma que sus históricos rivales,
que se asentaba la sociedad burguesa, sino que elaboraban una serie los empiristas, adoptan un punto de partida diferente. A partir del
de' mediaciones institucionales, económicas, familiares y pasta morales método hipotético deductivo elaboran ciertos principios generales,
(ideológicas), en las cuales se concebían los necesari~s procesos de producto, dicen, de la mera actividad espiritual, y luego confrontan
socialización de tal manera que los individuos se compbrt~ban como los fenómenos, sean naturales o sociales, con dichos principios a Jos
si esos principios emergieran de su propia "naturaleza'l y no fueran que se ajustan; si no lo hacen, "tanto peor para los hechos sociales",
los resultados de la acción histórica. ' pero los principios se anteponen a ellos.
Así, los individuos hadan "sistema" en una cultura que había También las hay materialistas e idealistas. La teoría materialista
preparado, no sin luchas y conflictos, aquello que desde ese momento es aqu€1la cuya lectura de la realidad (física y social) reconoce la
pareció ser el histórico encuentro con la naturaleza esencial del hombre, prioridad de las relaciones materiales efectivas a la interpretación o
concebido bajo los estrechos límites de la nodión de ci~dadano. "ideas" de las mismas. Los idealistas a la manera racionalista dedu-
Tal como la historia fue la actora y produ~tora de e$as categorías, cen de sus "elaboraciones espirituales" los hechos de la sociedad,
· también lo fue de la revelación de la realidad abstraata en la cual campo de verificación de sus ideas.
esa sociedad se apoyaba y educaba a sus mierhbros. ,! Bástenos sólo incluir las tendencias formalistas y dialécticas.
Se comprobará una vez más cómo esa · pretendid¡t "naturaleza Mientras que unos conciben el todo social de manera estática, a me-
humar.a" es una forma de encubrimiento y valida,ción, .de privilegios, nudo jerarquizada o estratificada, los otros (por lo menos aquéllos
resultado de un proceso histórico-cultural de socialización.'· Compro- qt,le, spstienen simultáneamente:. una concepción materialista), auscul-
14 CAP. l. 0 QUÉ ES LA SOCIALIZACIÓN'?
ALGUNAS TEORIAS SOBRE SOCIALIZACIÓN 15
1 !'
tM la cstmctura social como una organización compleja, con múlti· ·
1
su seno una Serie de prioridades, trtdicionf:s, costumbres Y
pies contradicciones .y existencia propia; es decir, no dependiente de uene en . . al ··
armas qu<:: están inspiradas por preferencias . orauvas.
"ideas" o causas extrañas al contexto histórico-material cuya deter- n "Normalmente el investigador social tiene que opservar los .datos
minación reconocen.
sociales en su con~exto, que ya de por si ~pl!can \lna valoraoón o
Excede los marcos de este trabajo exponer satisfactoriamente todas
preferencia por ciertos principios. En las c1enc1as n~tural.es, en c~­
las corrientes y los matices posibles en el campo de las ciencias sociales,
bio, e1 problema es bastante menor, en vista de que fl ??Jeto Y su~eto
pero a partir de lo ya apuntado y de acuerdo a los fines que nos ueden distinguirse como dos extremos de una r~1a.cl0n: El objeto
proponemos: resaltaremos una opción posible que nos dará un pano-
ra111a despejado para conformar un contorno apropiado para el estu-
~e estudio en las ciencias físico-químicas puede du¡tmguuse del su-
dio de la socialización. jeto que las estudia; lo que no pasa en las ciencias ¡sociales. . '
Más allá de diferenciaciones inmanentes o trascendentes podemos
&:ñalar una opción entre teorías descriptivas y teorías transformadoras.
"Segunda: Por ~a 1

com:raración que se hace de los resultados


prácticos y útiles que·se han derivado de las ciencias de la naturaleza
y de los muy escasod, pera sobre todo, poco tangi~les resultados de
Las teorías descriptivas son aquéllas que abordan el todo social
como si efectuaran una narración de hechos sociales sucesivos acon-
las ciencias sociales. : .
tecimientos que poseen una legalidad cuasi natural. Operan c~mo las
m:rnorias fo~ográficas: son estáticas, formalizan tes y encubren el
"Tercera: La objetividad en las ciencias sociales no es un pro-
ongen y sent1do de sus elaboraciones, El conductistno estadouni'dense
blema individual de falta de cuidado, de falta de profesionalismo o
es u~ ~iel ejemplo de estas corrientes, que se fol¡nan, de' datos y
estadJstlcas pero no 'producen una reflexión razorada y fundad 1a de' ' carencia de honradez del científico." 1
los hechos que anahzan. · · , ' Entonces ya sabemos: no nos es posible avanzar en los procesos
~as teor}as transformadoras, por· el contrarid, entienden ,que h 1 •
de socialización si pretendernoS colocarnos fuera de los mismos, lo. c.u:U
reah~ad soc1al no puede ser estudiada como si estuviéramos en pre- no sólo es materialmente imposible, sino que tampoco nos lo penmtlna
senc¡~ de fenómen?s físico-naturales en donde el Ü1ves~igador es aje¡;¡ 0 el aislmniento. Nuestra objetividad y neutralidad estará dada por
al objeto de estudw: éste ocupa una posición determinada en él, y; :¡ un:t determinación de nuestras posiciones sociales y de nuestros com-
promisos. Hablaremos de socialización pero sabremos que nosotros
por lo tanto, su estudio sufre las influencias de sus enfoques social
económico, cultural, etcétera. ,'1 mismo.; estamos incluyéndonos en nuestro objeto de estudio.
. Azr:bas teorías difieren también en la consideración d~·,la presurtta
neutralidad de las perspectivas y de la objetividad que puede alean- , Una hojeada histórica
za;-s~ en los estu~ios. Para las concepciones transformadoras no puede 1 1 , 1
CXIStir la neutralidad científica en los estudios sobre socialización ' 'ni 1
Volvamos nuestra mirada a Grecia, esa inefable cuna del pensa-
tampoco una objetividad que no se funde en la historia y el anilisis miento, de la cultura y también. . . de la socialización.
concretos del contexto social. El grado de "objetividad" ~ incorpora Aristóteles, como todos sabemos, defirú~ al hombre como un zoon
sólo .cuando se ausculta la realidad social y en la' dinámica de,· politikón." Esta definición fue. permanentemente reinterpretada a lo
c.onflJctos Y circunstancias económico.ideológicas se incluye el inves~ : largo de toda la historia occidental de acuerdo con las distintas filo-
tJgador, como parte de las mismas para comprenderlas y trascen~,' sofías políticas: animal que vive en sociedad, ser político, etc.; sin
derlas o sea para transformarlas. .
embargo, debemos ubicar esta idea más allá de las tradiciones literales
, ."El problema de la objetividad se plantea en forma especialmente y en su debido contexto histórico. Es precisamente en la époc?- de la
''
\ cntica en las ciencias sociales por las siguientes razones: polis 8 ateniense cuando se comprendían los actos de sus ffilembros
como concernientes a toda la comunidad. No existía; como en la
"Primera: El sujeto que conoce (el científico social) y el objeto
que se conoce (los hechos socic'lles), no pueden separarse y distinguir- 1 Paoli, Franci~co J., M6du!o de Ciencias sociales, ANUlES, México, 1972.
se, ya que el investigador es parte de una sociedad concreta que ya 1 z Aristóteles, La PoUtica, Ed, Porrúa.
s Ciudad-Estado.

' ' '


ALGUNAS TEORIAS SOBRE SOCIALIZACIÓN 17
16 CAP. 1. i ¿QUt ES LA SOCIALIZACIÓN?

re istrables estadísticamente, pero son inc,apaces de c_omprender ~1


actualidad, e~a rígida distinción entre el sujeto y sus actividades so-
ciales. La ousfa (fel~cidad) y la areté (virtud) filosóficas, s~ realizaban
se~tido 0 significación de dichos hechos. 1 razan una lmea de con,tl·
'dad en la evolución animal, donde el hombre parece ser solo
en el demos··~ espacio público) y la paideia (educación) ~ociales. DUl ' • b' 1' '
una estaciÓn y no una termina] en eJ cammo 10 oglCO. .,
Para Aristóteles~ como para otros pensadores de la antigüedad
Sabemos, desde Darwin, que es posible reconocer una evoluoon
el hombre es ¡un sef que vive en sociedad, y ésta no es uha cualidad
de las especies; tambi6n sabemos de nuestro probable parentesco con
indiferente o lpasajera sino que es su "nota'¡' fundamental. Nada hay
los primates. Se ha demostrado, por ej.emplo, que existen element~s
que pueda nj;mars~ humano que exista futra de la sociedad; todos
simbólicos en animales de algunas espeoes, como los gansos, los delfl-
los. eJemplos que puedan formularse en su contra, o peG<Ln de inge- , etc Han sido comprobadas además, ciertas similitudes en la
nmdad o se apoyan en truculentas concepcione~ acerca t,ie la natu-
;~s~ta ~cológica (medio a.r:'bi.ent~) 'de ~i:tin\~~ e.spe::es. Muchas .o
1

raleza humana. ~. '


casi todas guardHn un eqU!hbno homeostauco op.t~mo con s~ medw
1
' 1

La m.oderna antropología científica y el materialismo histórico ambiente (habitat), en el número de la poblacwn, la cant1dad de
han desvirtuado rotundamente las teorías insHntivistas1 acerca del
alimento disponible, la vivienda y la protección ..se ha afirmado la
hombre. ~s~e posee un instinto socialilador (gregario) 'que provoca
importancia de la muerte de algunos g.rupos (a m males Y vegetales)
el agrupam1ento con sus semejantes. No existe u1;1a prioridad del
para la supervivencia de otros, porque s1 fuese de otra forma, se alte-
h?rn~re frente a la sociedad, a la cual crea por volunt~d y ~nve­
mencia. Los hombres han creado la sociedad tanto como ésta los ¡:aría e'l eq'uilibriq general de h naturaleza.
Todo ello ele inmenso V';'or científico, es luego desplazado por
ha. creado a ellos, por lo menos en lo que éstos tienen de hombres ' ¿· .,
los mismos científicos sociale; ::\cscriptivos y, sin ninguna me ¡acwn,
al orden social. De ahí que ~,e pretenda estudiar pro.blcma~ social~s
sociales; es decir. . . históricos.
. Otra f~t;na de malinterpretar el proceso de socialización y que corno la natalidad, el aborto, las migraciones, el racwn~nl!ento ah-
tiene tambien un punto de partida en Aristóteles es a través del
menticio y aun conflictos sociales, como si correspondieran a un
e~tudio c~mparativo .d!~erencial con el mundo ~nimal, partiendo
y equilibrio ·ecológico con d medio ambiente. Se interpretan las conduc-
de la tergiversada cleflmcwn de que "el hombre es un animal racio-
tas humanas como actos naturales que parecen responder a un orden
nal". Si la racionalidad ·es la nota distintiva del hombre no por ello
~eja de pertenecer a la naturaleza; entonces el hombre ;s un compo- superior.
Si un país invasor o colonialista expolia a otro país pobre, pero
~tum de dos partes irreductibles la una a la otra, que bien puede
con vastas fuentes de riquezas, ¿puede creerse que se trata de un acto
n:sertarse en .la noción dualis:a ~el c~erpb (animal) y alma ( espi- convalidad\Eior el "equilibrio ecológico"? Si pueblos enteros son
ntual), propia de las tendencias Idealistas y de la religión.
1

PreClsamente,, la psicolog}~ social 1:1:1sociología que se apoyan


diezmados
explicación e
ot ,os son devastados por ¡,ruerras, ¿debemos buscar la
s antecedentes biológicos y an~males de las co~ductas
e? estas concepciOnes metafJSicas dualJStJ, llevan a cabo investiga- humanas? Los actos humano~; tienen sus prop1as leyes y son ureduc·
ClOnes que comprenden ciertos procesos socializadores, como homólo-
gos ; a algunas conductas de agrupaciones animales (las más se ' tibles a las posibles analogías naturales. ; '. . . .
¿Sería posible interpretar con aque~las teor1:lS d:escnpt1vas y reduc-
realizan frecuentemente con abejas, hormigas, primates, etc.).
cionistas el hecho de que Roma haya destruido ·a¡ Cartago o de que
Esto no quiere decir que sea imposible hacer estudios etológicos
'.'Hitler haya deseado apoderarse de toda Europa? Creemos que estos
1
o sea del comportamiento animal, como aquéllos del premio Nobei 1 '
1 1 aconteciÍnientos históricos, de profundas consecuencias sociales, deben
Konrad Lorenz, sino que se utilice el métodp comparativo como forma ser explicados en el nivel específico en que son pl.anteados. f!e~haza­
de emboscar. lo específico de los. aspectos 1cultural e histórico de la mos toda concejJCi6n reductiva del fen6meno socwl y descnptwa de
conducta socml humana. Los que; así proce~en, ponen de relieve cier-
los acontecimientos humanos.
tos comportamientos de tipo condicionado, frecuente en distintos Todo 'estudio comparativo parte de las similitudes, desplaz~ las
agrupamientos . animales; luego *asladan sus n:ecanismos propios a diferencias , y, formula analogías. Se debe par ti: del proceso n:!Smo
la esfera humana,. y con ello bmiten la necesaria caracterización que genera las' diferencias y descubrir lo específiCo que caractenza a
de las estructuras particulares qu~ la gobiernan. Hacen aparecer sólo
cada uno de los niveles en cuestión.
conductas empíricamente observables y manifestaciones visil:~les y'
i
1

ALGUNAS TEORIAS SOtiRE SOC.II\LIZACIÓN 19


HJ CAP. ¡ · ¿QUt E'S LA SOCIALIZACIÓI~?

''bl ;;er humano se va distinguiendo progrcsiv(lmente como espe··


M:~:X decía: "Podemos distíni!Uir (ll homb d, 10 , " . .
la.fconc¡encia,
. la religión
' . 0 lo 'J' ~e
.,, 1c " qu¡cra. . P ero(,¡
re e hom'o ·' ,tJum. ,.1.\cs por
e .. ·.
cíe (algo especial, distinto de 'otros animales), por d tratmjo coope-
rativo con los otros hombres. Por \o visto, en ese proceso de trabajo,
. ·t·lr d el momento. en c .l r IIJI~,mo
d 1 crenoa de los anim·tks ' -· .,' par · se
a producir sus medio•·~ de vid·a, .oaso . este
,
1.ll~
que ,e hal!J. . ,. · comrenza, d ,
ciertas partes de su cuerpo y particularmente algunas propiedades

~gani:-ac!ón su~ r~~dios ~e ~i~;:m~~o¡na ~·


de su cerebro, se fucrpn modificando. Los desarrollos específicos del
bor su corporal. Al producir :,: rg;mismo humano parecen haber proporcionado las bases para la
re pro uce mdJrcctamwte su propia vida material , ' ' . 10m , 0
C0!1Sl!\.ICCiÓll de la vida SOcial." G
],,] hombre S"~ ha difercncm · · d o h'tstoncJmcntc
' · clr.l· ant'rn"l .. t , . . El animal se adapta a su medio ambiente natural; el hombre tras-
e proceso m'!SIDo d e pro d ucc!on·, de su existencia · Su en" su" . ravcs .
d 1. . . ciende su propia naturaleza y produce así un mundo histórico-social.
ammahdad y sus limitaciones corporaks a ' 1.. , . d. ]· P. ' . . JHOp.w.
dé! la naturaleza y de la . b ... , ' ' a.ve~ e ·< t1 ;:msformacwh Los animales reproducen su existencia física; en cambio, los seres
rán doble ··r 1·· . ,. e1a or,tcwn de hcrram¡ent;Ls que le pcrmitíJ humanos, a partir de la reproducción, crean nuevas condiciones de
serán pieJ~'lS as 0~crz<J.sl nalturales y a los animales hostiles. Primero, o;u existencia, o lo que es lo mismo, hacen la historia.
' ', pu ' as, Jac l<l1i, ruedas y martillos·. ¡ '" . . .. Se ha operado: un salto cu::tlit.ativo en el nivel de la vida orgánica
¡. . f 1' ucco, arm,1~ y
·!
arados, y mas tarde arribar:< ·¡ las -
tecnología. ' ' ' comp cps om as que provee la hac)it lo históricJ hthnano, sin que se pueda reconocer este nivel
1
emergente· a part¡'rc·.f.c los proccws biológicos, aunque estén necesa-
"Con las herramientas el hombre . erfe, . , ..
\ los motores como los sen so ·, ¡" . .P ccwna su:; 01·ganos tanto· riamente supues\0'. r:n este nivel emergente es donde se manifiesta
n,\ es Y e 11mma las barrpra
~ s que se oponeri ,
~' · b. estn1ctura de !; sqpialización¡ debemos, pues, estudiarla como pro·
\' a su acción. Las máquinas 1, ,. 1 . . ' .
'i ~- puede dirigir como sus ·'. ~1 "lmJmstran g¡gantescas fuerzas que , ce3o sod:\l. . ''1
· mttscuo~ en cu;:dqui·r d'·
navío V al avión n¡' el ~"'U.. , r . , , ~ . '
'
:
., .
n ecc¡on; graCias al , Sin duda, los in~tintos regulan gran parte ele h vida humana,
1! t:l aJrc rons r . ' pero no pueden ser el punto de ¡xu'ticla del análisis ya que la realidad
mJe~tos, Con la lente corrige los defectos ~tH ¡~el¡~· Imita~ sus movl-:
. • • , . ,,,.., u

copw contempla las más remotas le·. '· cns ,m o )' co~t el teJes- humau:~ 'es más comprchensivot y compleja.
La~ teorías no transform;\i ivas &e basan (~!1 el estudio c;omparativo
.pma~'. merced al m.>croscopio
V.

supera Jos límites de lo visible .


de: \o animal y lo humano: .io,dcn ~n resaltar el seudocarácter so-
Pr

Con la cám f t ·'f' tmptJc.,tos pOI Lt estrucltHil de la retina.


. ara o ogta !Cl. ha creado un . ··t
Impresiones ópticas fuwtces s . .
, .
, lm,, n:mt:nlo que Jtp las
.. . , 'cial de la vida animal. Afirt,;~.n qtie .~on poca:.; las especies que viven
la"" "'' ' crvtc¡o que e fo.nor~rafo le rinde con en' el aisl'amiento; que por dh generan ésl:<ts una verdadera división
.o no menos fugaces imryc•·iww·
instrumentoS m¡¡te'ri ]': ,'
d' · ~ .
. ·' 'j .~. ~U ¡tJvas, COUStttuyenéio am\JOS
· · ' social del trabajo, y que dicha:J "~ociedades" tienden al bienestar gene·
de . '·..' a}"acwncs Le su mnata facultad dt: rccord.ac •'5 ral como si tuvieran fin::tliclacks ~.omunes conscientes: los monos viven
Cl~, su memon.t. ¡ Con ayuda
tanelaS que ú l .
dd teléfono !~s ¡ b. ..
- ' " 10m 1 es oyen a cm-
'··V en grupos nómadas; los páj;·ro1 costeros forman colonias mLÜtitudi-
La escritura acsn o~if!~~l:~o ~e lllacl!as res!)etaría como in~canzablcs. narias en los acantilados; cierto~ tipos de abejas, avispas y mariposas
' , '" ' en e, e en guaJe del ausenf'e. !· , , d 1
se reúnen todas las noshcs en g;rjtndes cantidades para dormir hasta el
día siguiente. De aq~í sólo resta un paso para que: los llamados
un sucedaneo del vientre matern .. · . ' a VIVJen a,
quizá aún persi:;ta en . t . • do, dprnne~a morada cuya nostalgia !·
< noso .to~, on e estabamos ta "científicos" corroboreh situaciones sociales, y para que además com-
sentíamos tan a gusto." o n seguros y nos
prueben pautas de con~ducta y acciones adecuadas a dichas situaciones.
Estas son las condicio~¡es inclispcnsables · p<Lra la existencia del gl·upo
ac~rca
. La anterior reflexión nos puede dar cierta claridad .
diStantes nos enwntramos de. la " VI'd a na t ur al" ' Loo med s d de cuan
• • ,
i.'lnirnal: a partir de ellas se aparcan y alimentan; por eso para ellos
mcacwn, la enFrgía1
nuclear y todos los d' . . :: w e comu-
provee la e' ·· . . lSposllJvos que hoy día es lícito concluir que en el mundo ele los animales existen inter-
· Jenct~, nos plrmJten afumar y co b 1 .
que se ha abierto entre el hombre 1- • mpro ar ?
abismal hiato acciones antecedentes de los procesos de socialización humanos, for ..
la necesidad de 'estudiarlo en el e Y. \ n~ur~eza, as¡ como también 111as de convivencia, reglas y costumbres, tal corno existieron en 'Grecia,
a la sociedad y su3 cornplej'as relaon;¡un o e os procesos que definen China, en la Europa: del siglo XV!ll o en el México de 1970. Han
· · c1ones. ~'"""' inventado la "teoría de la influencia" que sostiene que el individuo
• 1 1

ifarx, K.arl, La ideología alemana Pueblos U 'd . . . 1


reud, Stgmund, Obras comfJ!etas 'tomo liT "m os, pág. 19. 6 Paoli, Franci¡co J., op. cit., pág. 15.
página 22, Ed. Biblioteca Nueva, Madrid. ' El malestar en la cultura", 1
ESTRUCTURA SOCIAL Y SOCIALIZACIÓN 2l
20 CAP. 1. ¿QU~ ES LA SOCIALIZACIÓN?
f

ue no hay ni una sola área social ni espacio orgánico que pueda


se ve afectado ~r el "medio", se ve influido por una serie de va1ores
• • 1
~rrogarse ser "la sociedad", sino ~u e tan sól~ pod.rán re~resentarla,
o expenen.cl~s q~n ot~os. seres hu~~~os en los que. a la vez influye. ¡;rnificar su existencia. Ni el palac1o gubernattvo m las Camaras del
.. La soc¡a~¡zacJ6n e~tonces cons1st~r~ en el aprendizaje de un reper- 5
d;ngreso ni los tribunales ni menos a6n personajes detern:inados, son
touo de act¡tuqes y respuestas codihcadas que sirven para d'st' t ,
· · t l 1 mas ' la· sociedad misma, sino tan sólo sus representantes. La sooedad, como
c¡r~unsta~cJas. , odo_ipdivi.duo, por naturaleza! o por instinto, 0 como 1 '
1 ca'tegoría teórico-política, es una abstracci6~. .
se le qmera
R . dehomm~r, tiende al provecho peL -rsonal' familiar y en Toda i.\ociedad es una estructura orgamzada de un determmado
grup~. eqmere, y por eso procura, hábitos comunes que le permitan grupo hun~.~no: está compuesta de un conjunto de entidades, institu·
rcaccwna: ~certadamente y que le proporcionen seguridad. , ciones y actos sociales que en su con junto son la representación de la
El objetivo supremo será perpetuar la :;ociedad existente inmovili- totali'dad de 1os miembros, aunque como ya lo hemos señalado, esta
z:u-la; ad~e~trar nuevos. indi~iduos que sepan ocupar las dis;intas posi- ' ~epresentación. sea exclusiva de importantes sector~s sociales. Repr~­
CIOnes: dmgentes, func10nanos, gobernantes etc. a través de inculcarle sentantes y representados generan conductas y acCiones que son soh-
1os "'d.1 e al es." convementes,
. ' '
altamente valorizados, del sistema' social.
'
daria$, y su interrelación no es la mera suma de dichos actos, sino
La mter~cc16n ehtre los individuos se ha convertido en estudio de
)a constituciÓn de Ja t0taJidad social.
labor~tono. Ellos. son estu?iados como conejillos de indias por ,quienes , 1'oda estructura ~ocia! se' encuentra en permanente proceso de
:na:1e?n el .destmo de ctentos de pueblos y cientos de millones de t;·ansformación pues sus 'fundamentos son esencialmente históricos;
mdJV1duos, y pretenden seguir haciéndolo. 1
es decir, cambiantes. El objetivo básico de estas estructuras sociales es
la satisfacción de las.' necesidades de sus miembros, desde las más
elementales (alimentación, vivienda y vestimenta) hasta las más sofis-
ESTRUCTURA SOCIAL Y SOCIALIZACióN
ticadas de las sociedades contemporáneas .
Podemos comprobar que desde la más remota antigüedad, los
.Tal como lo est.amos viendo.' l~s t~~rías conductistas y descriptivas hombres debieron, antes que nada, producir los medios para procurar
c,;n.lten en· e! est~dJO de la .socJahzac¡on y en otros problemas· psico- la más elemental supervivencia. Estos pueblos de caiadores, de agricul-
socJa:es, la ~elac10n que ex1ste entre tales procesos y ·el marco rnás tores o de pastores debían ya organizarse para conducir, lo más
amp}w (soc~al) en los que éstos se llevan a 'cabo. Parece obvio, pero eficientemente posible, su vida en común, su existencia social.
aquellas olv1dan. q~e s.~n las estr~cturas soc~ales las que requieren y La soc~ali~~Ti6n, precisamente, es el conjunto de. esas activid~des
producen la socmhzacwn a traves de orgapismos sociales que éstas directame~adas al tipo de producción económiCa que reahzan
crean para tal efecto. 1
los pueblos; por ello, no hay estructura social sin: socialización, pero
La socializaci6n es un fen6meno emerge~te de la estructura social tampoco es posible concebir la socialización con independencia de la
y cumple con los objetivos que ésta le asigna. El estudio de la con-
duct~ .humana ca;ece de sentido si no se comprende el carácter
sociedad .
\ Según Karl Marx, las sor:iedades deben clasiíi~arse según el modo
.espec~Ílc?. de la m!S!na a la luz del contexto social que la proveerá '1 d: producción que emplean. Una determinada e~tructura social tiene
del s1gmÍ!cado que no puede obtener por sí sola. Los actos y las fuerzas, capacidades o posibilidades de producción!, pero el modo utili-
condu~tas son .resultado del proceso socializador, pero no debemos zado para la producción es históricamente v'ariable. Muy distinto es
de.duc!r que es la organización la que "dir¡'ctamente" socializa a sus que el resultado de lo producido socialmente pertenezca a todos los
miembros. productores, o que sea patrimonio de unos pocos o de uno solo Y
. Si bien es, correct0 a~irrnar qu~ la socieaad educa y forma a sus,
que todos los demás trabajen.
¡membros segun las cons1gnas qu~ le son propias el término "socie- A lo largo de la historia han existido distintos modos de produc·
da d" es un ' concepto muy comprehensJVo,
1

generalizante
'
y abstracto,'
ci6n que podemos sintetizar bajo los nombres siguientes:
lo c~al nos c?~~u~ a la pre¡suntr ¿~ué es la sociedad? • 1

Se nos d1ce. . .. la soc¡edadi esta en todas partes", . a'firmación l. Modo de propiedad comunal y de pequeña propiedad rural
que n~s recuerda metáforas de orden religioso. Ante ella respondemos:
b soCJedad está en todas partes y a la vez en ningún lugar, dado libre.
1
i
!'¡¡:
::¡
T 1

22 CAP, l. ¿OUt ES I.A SOCIALIZACIÓN?


NIVELES DE ESTUDIO DE LA SOCIALIZACIÓN 23
2. Modo de producción asiático o despótico.
')
,), Nó puede extstJr tina sociedad sin proceso mediato ~e represión
Modo de producción esclavista.
de los su jetos que la componen, por lo menos en .las soc1~dades c¡.ue
4. Modo de
producción feudal.
han existido históricamente. Esta realidad no es mslada m aleatona;
5.
6.
Modo Je
producción capitalista.
por el contrario, siempre se ha ten_id~ mucho cuidado de que este
Modo de producción socialista.
proceso se lleve a cabo de manera optlma.. .' . . ., ·
El error de las te 0 rías de>.criptivas prov1ene de su. v1s10n de la
Todo sistema pr~ductivo genera relacione~ cspc~ de propiedad 1

comunidad en su conjJ¡\nto. Se aíslan de toda la riqueza de sus. deter-


Y. d~ goce ,de los b1~nes que en .él se elaboran, 'de barrera que a minaciones y la abordan "sin compromi8os". Se trata mis b1en de
traves de. tstas relacwnes se conf1guran las clases de esa sociedad.
~os traba.Jadores (clase trabajadora) serán explotados y dominados
concepciones compron~ctidas. . . con el statu quo ct:.la sociedad.
Los actos ele socialización no son solamente hechos mamflestos y obser-
la prop1edad Y el goce de la producción no está en sus manos ~:i.no
81
vables, sino que incluyen toda la gama de formas de la conciencia
en las de un sector (clase explotadora y dominante) que se a¡;ropw socizL1.
de los resultados del trabajo. · · ~
Ahora estamos en mejores condiciones de comprender que "no
. . La co~1flictiva propia de la dinámica de la estructura social (con- e,l; la conciencia (descriptiva y funcional) la que detcm1ina el ser
fhctos. socwl<:.s, desarr?IIo de las fuerzas de producción y no desarrollo social, sino que es el xr sccial (estructura social-socialización) el
~e las r.e,lacwn~s ,~oCJales de producción), determina las etapas de que det~rmina la conciencia".
re.volucl~n .soc~al , a través de las cuales se pasa de un sístcm;¡
socwewnormco. a. ot~~ superior, con el consecuente· cambio en Jos T

1
procesos de soCiahzacwn.
Nif'IIE~JES DE ESTVDW D.E LA SOCIALIZACióN
1 '
'_'La revolución no sólo es necesaria pcrc¡ue la clase dominante no
puede se: derrocada de otro modo, sino también porque únicamente Así ¿omo los Individuos, según hemos intentado definir, no pueden
P_or medw de una revolución logrará la clase que derriba salir del sa considerados fuera de los contextos en los que operan y se inte-
ctcno en que está hundida y volverse capaz de fundar la sociedad
sobre nuevas bases." 7 ·
gran, t~mpoco podemos efectuar un estudio generalizador acerca de
1
la soci<\Jización: caeríamos en meras abstracciones si no estudiára-
i .Si la ~istoria es estudiada desde este punto de vista, los actos mos la •socialización en los marcos de dichos contextos, sin definir
sdoctalcs d~pn de re~rcsent;:¡r hechos aislados o dejan de ser producto
1
instanc~as y for~as de inserción.
1
1
1
e rnentalJdades genral 1' d A ' 1
. es o a lena as. sr, as guerras, conquist;:¡s etc. Lo~ sujetos se encuentran permanentemen~e org~nizados en ?rupos
! recobran su verdadero sentido. ' '
,1
e instituciones (real e~ y/ o imaginarias), dent~o de }as pautas dictadas
, Cada <;tapa ha tenido. modelos específicos de socialización, algunos por una específica <;structura social, aunqu~ ésta! revista caracter('.S
aun hoy vr~?ntes y otros mcorporados como simples o curiosos hechos ! primitivos. El antropólogo Claude Levi Strauss ha¡ demostrado feha-
culturales. Sm embargo es posible llegar a la conclus'' ·] . 1 cientemente el carácter complejo y estructurado ue sociedades que
l al ¡ 'd l ' 10n e e que, por
o ,genelr , 1an sr o as religiones (politeístas o monoteístas) 1 1 :

han sido erróneamente catalogadas como "sitnples p primarias". Esta


mas eflc d · ¡· ., as annas
. aces e sacra rzacwn, o sea, de justificación de los poderes complejidad de las relaciones evidencia que los Brocesos de sociali-
estableczdos, para J'U perpetuación.
zación no son puúimonio exclusivo de "sociedadef avanzadas" .
. .Generalmente; la sccialización se torna ineficaz en las etapas de Más adelante señalaremos las ilusiones de la teoría del individuo
cnsJB de una sociedad ·o, mejor dicho, una sociedad entra en crisis aislado magistralmqnte elaborada pcr Rousseau y /literariamente des-
cu~~do sucumben los procesos de socialización. Los socializados se· crita e~ el personaj9 ele Robinson Crusoe. La aprioridad del ind~viduo
re e an, ya no creen en las consignas morales, religiosas 0 justicieras. , frente a las organi2¡aciones sociales, toma como p1,1nto de part1da la
Es entonces cuando l?s age~tes socializadores (las clases dominantes) metafísica de la viQlencia innata de los hombres 'y la regulación de
a pe1an a las formas rnmed1atas de acción· la fuerzo y la · 1 · sus libertades por rnedio del estado y sus institucibnes.
· . ,~ v1o eneJa.
1
Karl, Marx, op. cit., pág. 82, ' Los niveles. de estudio de la socialización son :un recorte posible1
ni el mejor ni 'el }~mico, para considerar la existencia humana dentro
1
1

~
--~·--·-·- ----··· ---- ··--------·-· _._:......:.~-. _.... ···'

'
NIVELES DE ESTUDIO DE lA SOCIALIZACióN 25
24 CAP. 1. ¿QU~ ES lA SOCIAliZACIÓN?

Comprendidos los tres niveles anteriores, esta~emos en condiciones


1
1

de una s<¡\ciedad. Decimos "recorte" en la medida en que las socie-


de estudiar el cuarto y último nivel: el psicosocial (mal llamado indi-
dades son' una. estructura totalizadora en la cual todas sus instancias
vidual). El sujeto humano es auscultado en su ser aislado pero
son solid<jrias Y que se nos presentan interrelacionadas. Solamente
habiéndole incorporado las nociones básicas para la vida en sociedad.
para los fines d~ su. estudio, las .separamos para comprender su forma
Esta "internalización de las reglas y normas sociales'' configuran lo
~ función¡ especf!ica, para des~~és incotporarlas d~ nuevo a la tota- que el doctor Enrique Pichon Rivicre denomina "mundo interno"
lidad .. No., es pos~ble la abstraccwn dado que el sent1do que tiene cada
de los individuos. De esta forma se nos hará comprensible la falsa
orgaruzac16n, es descubierto sólo a través de su estudio dentro del
antinomia entre individuo y sociedad. El hombre como sujeto socia-
contexto en el cual existen. lizado no se distingue ni se antepone a la estructura social que lo
.'i Los niveles que proponemos tratan Jc reencontrar el proceso socia- determina, Aquí desarrollaremos la mítica idea de la "robinsonada",
hz,ador en sus grandes manifestaciones. La socialización no' se lleva así como las fonnas enfermas (patológicas) de la socialización: la
a c~bo por la sociedad "en general" sino por sus representante> imti ..,' alienación, la reificación, la marginación, la desviación, la anomia
tuc~o~ale~,, comunita~ios. y de grupo. Los aparatos estatales de 1~ y la alteridad.
soc¡ahzacwn son em1sanos de la reproducción de las' característiczts'
de un determinado sistema económico. Los abordaremos ror separado
desde los. más amplios y generales hasta los más específicos, sutik~ "1¡
Cuestionario
y complejos.
Elp~imer niv~l, ent~nccs, e~
se:·á co*u.ri¡itario o· social propia- 1.
2.
¿Qué es la socialización'~
¿Cuál es el objetivo fundamental del proceso de socialización?
mente d1cho. Aqm el su3eto es v¡sua!Jzad& d~ntro de Jos marcos de
3. ¿Qué relación puede establecer entre socialización e ideología?
socializaci.ón más. ~mplios de la estructur~ s ~ial. Analizaremos 'los 4. ;, Cuáles son las diferencias básicas entre las tesis empiristas y
aparatos zdeo-soczalzzadores del estado: los r))e ios mas'ivos de· emisi6n las tesis racionalistas?
Y recepción de los mensajes sociales, las fortna. diferenciales de socia- 5. ¿Cuáles son las diferencias básicas entre las tesis idealistas y
lización en las distintas clases sociales, y las cohsecuencias que rd~iste !a's tesis rn<itcrir<listas?
el aprendizaje. · 1' 6. ¿En qué se diferencian las tendencias [orinales de las dialéc-
El segundo nivel, al que llamamos' institucional, se: encarga Jc '1 ticas?
abordar a los in.diviJuos socializados, ~eunidos para J~ realiz:1(;ióu 7. táles son las teorías descriptivas y cuáles las transforma·
de tareas determmadas, lo que les pro~ee de una cierta unidúd e as?
8. ¿En qué consiste b socialización para Aristóteles?
id~ntidad. En. est.e nivel existen relaciones jerarquizadas que deno- 1 1 9. ¿Puede estudiarse la socialización a partir de la hipótesis del
mmamo.s vert¡calzdad y horizor:talidad en .Jas relaciones sociales y ! "equilibrio ecológico"? i
el es~ud~o d.el concepto de autorzdad: Jos· Jid'erazgos, funciones y códi- 10. ¿Qué diferencias puede establecer en¡rc "medio ambiente'' y
gos mst¡tucwnales, en torno a organizaciones de tipo educativo reli- "mundo sociztl"?
gioso, militar, político, etcétera. ' 11. ¿Qué sostiene la teoría de la influencia?
El tercer nivel es el sociodinámico. ;su perspectiva· fundamental 12. ¿Qué relación existe entre sociedad y socialización?
son Jos grupos, los cuales distinguiremos¡ en primarios y secundarios 13 .. ¿Cuáles wn los niveles Je abordaje del proceso socblizaclor?
o sea, conjuntos microsociales ~ue provetn las características particu~
lares de las clases y sectores de la soctedad. El modelo básico de
grupo .es. la .~structura familia7l, o Jo que llamamos grupo primario
de soctal!zacwn, porque prove~ al sujeto desde su irjfancia de las
funciones y relaciones necesari~s para vivir en sociedafl. Ve;cmos al
emergente y al portavoz del igrupo, el llamado "chivo emisario"
en 1~ actividad .soci~izadora, y los grupos de referencia y de perte-
nencia tanto pnmanos como secundarios. '

Yubero, S. ( ). P.sicología social, cultura~ educación, pp. 819-888
' !

El capítulo 24 revisa la definición de Socialización y los rm~canism~:S probables de Aprendi-


zaje SociaL
En el capíluio 25 se examinan primero las concepciones de la Socialización, revisando evi-
dencia y teoría sobre el aprendi?.aje social directo y a través de la observación de conductas, in-
cluyendo los medios de comunicación. Una serie ele cuadros sintetizan la relación entre las
dimensiones culturales y los estilos de socialización educativos. A continuación se examina el
desarrollo ele lazos afectivos y la problemática del apego en la fam~Gl:_l-'osteriormente examina-
mos Jos estilos de socialización parent<J! y su efecto en la ndaptaci"ón social y el ajuste psi-
cológico. Tanto las relaciones de apego como los estilos de -socr,alizació,n parental se ponen en SOCIALIZACIÓN Y APRENDIZAJE
relación con Jos valores culturales dominantes. El conocimiento·de los diferentes estilos de so-
cialización colectivistas asiático y latinoamericano permite ylltender mejor b dinámica potencial
de alumnos inmigrantes de estas culturas. '
SOCIAL
Los estilos de apego se acompañan de una sencilla práctica de Hazan y Sha\rer que p~rmite
que el lector se categorice en un estilo ele apego. Los estilos parentales de soci~lización illltori- ,
tario, permisivo y democrático se examinan críticamente en cuanto :1 sts-'eTectos y condicionan- , ' SANTIAGO YUBERO
tes socioculturales. Una serie de priÍcticas basadas en escalas de Ftliig'ni 'y ws colaboradores' '
permiten que el lector tenga unn visión sobre las expectirtivas de ~poyo familiar, qe discusión y '
conflicto y de autonomía. La respuesta retrospectiva del lector de su época adolescente o la res-
puesta ele Jos adolescentes con Jos que él trabaja le permitirán situar su experienci¡¡ pasada o la '
actual de sus alumnos adolescentes en los diferentes contextos socioculturales. '
¡ '
820 P;icoiogía social, cultura y educación Socialización y aprendizaje social 821
1

LA SOCIALIZACIÓN ~COMO PROCESO hijos, sintiéndose impotentes frente a su influencia, Sin embargo, la influencia de la relaci¿n_pa-
iemo-filial anterior a la adolescencia juega un papel decisivo, y por ello los esfuerzos socwhza-
1 ' ' - ' dores deben iniciarse desde la niñez más temprana.
Puede decirs~ que el Ser humano desde que nace es un'.ser social, destinado a vivir en u:n Los patrones familiares de éxito en la socialización incluyen la segmidad del vínculo afecti-
do social y que, para ellol necesita la ayuda de los demás.1Es~,ser social, además, se va vo, el aprendizaje por observación del comportamiento d~ los padres y 1~ capacidad de respuesta
poco a poco a través de la interacción con Jos otros, en un pro'ceso continuo de socialización. mutua entre padres e hijos (Maccoby, 1992). De hecho, L1la, Mus1tu y P1nazo (1995), a partir del
el proceso de socialización será el proceso de aprendizaje de: a) las conductas sociales análisis de las relaciones entre los estilos ele socialización familiar y los valores en la adolescen-
radas. adecuadas dentro del contexto donde se encuentra el individuo en desarrollo junto con cia en jóvenes españoles y colombianos, encuentran que la dimensión <<apoyo» es la que más in-
las normasy valores que rigen esos patrones conductuales. Es má~_,__<!_!l_ledida que los niños cide en la socialización de valores. En este sentido, debe entenderse el apoyo parental como «la
duran física, cognoscitiva y emocionalmente buscan su independencia de los adultos, por lo conducta exhibida o manifestada por el padre/madre hacia su hijo/hija que hace que éste se sien-
el necesario paso del control externo al autocontrol hace impTeSCindible la interiorización de· ta cómodo en presencia de uno o ambos padres, confinnándole que se le acepta Yaprueba como
normas y valores característicos de la cultura -donde deben insertarse_ persona>> (Musitu y Molpeceres, 1992). En este sentido, mediante :1 proceso de socialización se
El proceso de socialización también puede concebirse como un conlimt~ ,que está en transmiten las pautas culturales que permiten que unas personas aJusten sus comportamientos a
nente desarrollo. Se inicia desde el momento del nacimiento y-va-progresando y evol __Qt_ras,_¡:ons_tf\lyendo un esquema sobre lo que se puede esperar de los demás y sobre sus expect~---­
durante todas las etapas del ciclo vital. La socialización exige, por tanto, adoprnr unos patrones tivas de relación.
ciales determinados como propios, con el objetivo de conseguir la, n:cesaria ~IT~gu!ación Queda claro, por tanto, que las aportaciones del proceso de socialización se dirigen en Jos di-
nos permita una cierta independencia a la hora de adaptarnos a las expectativas de la sociedad. , recciones (Elkin y Handel, 1972): 1) por un lado, facilitan los medios para hacer efectiva la par-
hecho, puede decirse que la autorregulación es el fundamento de la socialización, la cual no sólo: ticip<tción socia!óel individuo; y 2) a su vez, posibilitan el mantenimiento de l<t sociedad de la
requiere conciencia cognoscitiva sino también, y de manera importante, contrpl emocional. c¡ue el individuo socializado forma parte. Es, pues, un proceso de interés mutuo tanto para el in-
Por otra parte, Papalia, O!ds y Feldrnan (2001) afinnan: «Lo que _ocurre e~,e1 mundo del niño ·. dividuo -de cara a insertarse en el entramado social en el que se encuentra- como para la
es significativo, pero no es la totalidad de la historia. Cada uno sigue escribiendo su propia histo- ·.·· sociedad -en relación con su supervivencia-. Debiuo a ello, los agentes socializauores desa-
ria de desarrollo humano mientras vive». De esta manera, los ageptes de socialización -aquellas 1101!~m una laboriosa wea en pro ele su consecución. Para Williams (1983), dichos agentes de so-
personas o instituciones que hacen posible la efectividad de la ii\terioriz.acióil de la estructura y cialización podrían clasificarse como personales, impersonales, grupales e institucionales: sien,do
procesos sociales- se van diversificando conforme se incremeñtanTos conte'xtos sociales de ac- los persontles y 1,nicrogr~pales los más determi~antes en las prin;eras etapas de In soc~_altzacwn,
ción del individuo, pasándose de la exclusividad de la famllia a ia!íii1Üencia de otros agentes ex- mientras q~gentes 101personales e mstltucwnales encontranan su maym wfluencta en pos-
ternos a la misma_ Así, y aunque la familia siga siendo el bentro del mundo sbcial del tüño, éste teriores momentos evolutivos. Podríamos afinnar que: «... cada una de las personas con que mter-
empieza pronto a interesarse por personas diferentes a las tle su hogar, siendo especialmente im- act'ua;nos en nuestra vida cotidiana es un agente socializador, a1guien c¡ue posee la capacidad de
portante el grupo de iguales, el cual alcanzará su máxim~1 relevancia en el período de la adoles- inlluir en nuestro comportamiento ... En este sentido, entendemTs que la socialización es un pro-
cencia. Este paso supone la conversión del nifio en constnlctor de su propio mundo social, en el ceso de interacción, donde los protagonistas poseen distintas p sibili,dades de influencia social,
que se reproducen das características más salientes del rnundo adulto en que se desarrollan>> . durante un período variable y en segmentos específicos de la elaciOn>> (Yubero, 2002). Ftnal-
(Sánchez y Goudena, 1996), y en el que pueden ir adquiriendo un gran bagaje de conocimiento · mente, también entendemos que a lo largo del ciclo vital pueden atravesarse diversos momentos
social. ya que las demandas que les exigen los iguales les permiten progresar en su integración. - en Jos que es posible que comiencen nuevas fases de nuestra socialización, por ejemplo cuando
Por tanto, los niños, en interacción con sus compañeroi,, desarrollan las destrezas necesarias asumimos nuestro primer empleo, o cuando llegamos a la vejez y tenemos que realizar .una nue-
para su socialización y para el logro de su independencia s9cial. Para formar parte de u~ grupo, va socialización pma el ocio.
el niíío tiene que aceptar los valores y normas que existan
' 1
en
él y que en muchas ocaswnes no
. '
coinciden con los de la familia. Dichas normas: y valores podrán actuar entonées como potencta-
dores de la socialización familiar o bien como ~tna influencia diferencial del proceso iniciado en Perspectivas teóricas y procesos de socialización,
la familia. Es más, en la etapa adolescente, etapa caracterizada por el aislamiento de .la sociedad
de los adultos y hostilidad hacia los valores impuestos, puede despertarse cierta rebeldía que im- Existen tres perspectivas b{Jsicas e~-cuanto a los procesos ele socialización (Bu gental YGood-
plique conflicto con la familia. Los aclolescent~s buscarán entonces el apoyu en los amigos que now, 1998): una perspectiva biológica, la perspectiva cognitiva y una perspectiva socioculnmd.
comparten sus mismas creencias, constituyéJ¡dose éstos en fuente de afecto y orientación social Desde la perspecriva biológica se entiende que la herencia biológica nos proporciona los me-
frente a,los modelos comportarnentales que les ofrecen sus padres. J?'sf, los amigos, trente aJos canismos necesmios para adaptarnos a la sociedad, de manera gue las personas al nacer ya ve-
p~ídres; son las personas en las que más se confiará con relación a la intimidad y el apoyo, cons- nimos preparados para ser e<tpaces de llevar a término el proceso ele socialización. Este enfoque
tituyendo.•para ~ellos un entorno seguro donde social izarse sin crítica, ni dirección externa. En se enfrenta a la idea ele aquellos autores que delienden que el hombre al nacer es una «labia
estas edades los:padres,suelen mostrar una especial preocupación por el grupo de amigos de los J",IS<I». Desde este punto de vista, los niños no serían recipientes vacíos ante la influ_encia de su

,1 1 rr--.
._J.,'
824 Psicología social, culiura y educación Socialización y aprendizaje social 825

necesidades del individuo, que quedan re/1ejadas en el conjunto de sus valores sociales. Por también han sido construidos socialmente. Aunque en algunos casos los comportamientos no se
ello, el estilo de vida es mucho más que una determinada conducta, aunque pueden ser Jos adapten, en parte, a,las normas sociales imperantes y se demande un proceso de resocialización,
portamientos que llevea caboin persona los que definan su estilo de vida particular y no al 1 no debe impedirse que se replanteen y analicen con detenimiento los procesos socializadores que
En este sentido, y de forma pareja, se crean las actitudes y se construyen las representaciones, actúan sobre los miembros de nuestra sociedad.
ciales, que explican subjetivamente la interacción de la persona con su contexto, pudiéndose
gar a seleccionar aquellos valores que justifiquen determinadas pautas de comportamienro. ,
Por otra parte, ¡mede que los choques que se producen entre el estilo de vida de la j El fatalismo como producto y/o proceso de socialización
el estilo de vida adulto sean el origen de discusiones y preocupaciones familiares. La exr;HcacHJn
que habitualmente se da es que ha fallado el proceso d¡¡ educación familiar y escolar en la Fatalismo es un término que proviene del latín fatum -«predicción», «destino inevitable»-
lización de los individuos jóvenes; sin embargo, a~eptar sin ninguna objeción esta otirmoc•if>n . y cuyo significado e1.1, castellano también incluiria el de la actitud resignada de la persona que per-
1
ría analizar Jos hechos de forma sesgada. En el proceso de socialización intervienen cibe que no pue¡ e dambiar un futuro, probablemente desgraciado, El fatalismo conlleva, por
agentes sociales que potencian, modulan y modifican la socialización primaria o familiar. Si tanto, entender q e l~ vida está predeterminada y que no queda otra opción que someterse «a la
dimos a ellos y analizamos los estilos de vida transmitidos, podremos observar en qué med¡'da los suerte que a uno' eh~ tocado>>.
resultados del proceso de socialización se ajustan o no a las prácticas culturales que en realidad· La comprensi n tMalista de la existencia es, sin duda, el resultado de un proceso de socialización
•se-están-llevando a cabo.
que pmducirá sentimi~ntos conformistas y conductas resignadas ante las circunstancias, muchas de
La sociedad del siglo XXI es bastante diferente a la de hace unas décadas, en la que se ed ellas negativas. El conformismo tiene como resultado una fonna de plantearse la Vida, que puede en-
ron nuestros padres. De hecbo, lo que caracteriza en mayor m~dicla a nuestra sociedad is
tenderse como una actitud básica ante ésta, y en este sentido lo examina Martín-Baró (1983), desde
car{Jcter cambiante, lo que conlleva la presencia de patrones conductuales, valores y creencias
el análisis de sus ideas y contenido, de su componente afectivo y de las posibles conductas deriva-
ferentes entre generaciones. Estos cambios afectan muy directamente a la vida cotidiana de
das de1esta actitud. El síndrome fatalisra que este autor describe en el pueblo latinoamericano es el
personas en todos Jo ámbitos de su quehacer -personal, familiar, profesional y soéial-,
típico síndrome de culturas colectivistas~ de alta distancia jerárquica y de sociedades con recursos es-
ciendo estilos de vida diferentes para cada uno de los diferentes ámbitos de actuación de·la
· sona. Por ejemplo, dentro de la vida en familia, influirían en la distribución del tiempo de casos y desajustados. Así, pma este aut1r las ideas básicas de la actitud fatalista serían:
jo y ocio, en la crianza de los hijos o en la formación laboral. 1, El destino fom1a parte de nosotros mismos, desde el mismo momento del nacimiento. Lo
Múltiples factores detenninan esta diná1nica de cambio social: transfonnaciones políticas, trans- : traemos «escritO>>, nuestro proy~cto de vida está predetenninado.
formaciones sociales -como el aumento de la esperanza de vida, descenso de la natalidad, 2. Las personas no p4eden hacer ~ada por cambiar su destino, que se escapa al propio con-
cimiento de la población, movimientos migratmios, modificación de la estructura familiar-, trans- ·' trol. La vida está rdgida por fuerzas superiores ajenas a uno mismo.
fonnnciones económicas como la universalización de Jos mercados, nuevas formas de producción, 3. Con una referencia! de carácter religioso, el destino es atribuido a un Dios al que no sirve
exclusión social, creciente pobreza, etc. (Pe11a, Toria y VJñuela, 2002), si bien dos temas, directa- 1
de nada oponerse, pues su snbiduria y poder no pueden ser cuestionados.
mente vinculados a los procesos de socialización, preocupan principalmente a la sociedad actual:
Para él, Jos tres elementos emocionales que con más frecuencia aparecen en el síndrome fata-
a) El conflicto, lf¡ violencia y el ma/11·ato. La prevención y el tratamiento del conflicto y la-
lista latinoame1icano serían:
violencia son ~n problema que no compete exclusivamente a las instituciones educativas,
sino a todos los agentes socializadores. El <<bul/ying escolao> o el maltrato entre iguales l. La aceptación sin resentimientos y con resignación del destino, ya que cualquier signo de
marca un estilo de vida asocial que se considera imprescindible <rnalizar desde los proce- - rebeldía no sirve para nada.
sos de socialización. 2. La disminución de lf importancia que tienen los hechos que acontecen e~ la vi?a· Si estos
b) La atención ala multiculturalidad, con la incorporación de ~z más individuos pro- ·• hechos son inevitabjcs no existe ninguna razón para alterar el estado de las emociones, de-
cedentes de culturas d1stmtas a la nuestra, ex¡gc pensar y eXplicit¡jr valores de tolerancia , jarse llevar por la alFgría o la tristeza.
junto con procesos de soci<Jiización que ya están consolidados o en vías ele desan-ollo. El' 3. Si entendemos que, ;de alguna manera, se nace para sufrir, se terminan identificando desti-
problema principal de la multiculturalidad no se encontraría en las diferencias culturales no y sufrimiento. 1
en sí mismas sino, como afinnan twezn, Crespo, Pallí y Luque (2001), en la subordina-
ción que genera el grupo mayoritario sobre el minoritario. De hecho, el trabajo de Rome- Pina/mente, J¡¡s tendencias de comportamiento espeCificas del fatalismo serían:
ro, Cuellar y Roberts (2000) encuentr<J que la identific<~ción con la cultura ele origen acttía l. La tendencia al conformismo, en cuanto a la aceptación de la propia suerte, conlleva con ..
como predictor de la medida de aculturación del individuo: ductas adaptadas a las exigencias del destino.
Así, la intervención unte los problemas de socialización ele un individuo o grupo· de individuos' 2. Si nada puede hacerse para variar el futuro que nos espera, es inútil realizar ningún es-
•w se reducinín a lil eliminación de las conductas no deseados socialmen(e, ya que estam~s , fuerzo para intentar cambiar lo que estri predeterminado. Por ello, es la pasividad la forma
h<ísicamente ante estilos de vida que se engranan como un todo y que implican unos v,nlóres qul) más sencilla y cómoda de adaptarse a ese destino fatal.
822 Psicolog(a social, cultura y educación ' ' . ..¡ Socialización y aprendizaje social 823
i
entorno, considerándose que la persona está dotada a nivel genético y biológico -J.Jcu""'"' del grupo al que peltenece aceptando su modelo cultural. Todo ello le orientará sobre los modos
na!- con una serie de influencias que le permiten interactuar con los dem<ís miembros de la de observar e inte~retar los acontecimientos del mundo que le rodea (D' Andrade y Strauss,
ciedad. Esta perspectiva se justifica si tenemos en cuenta que determinados signos !992).
como la sonrisa o el llanto, son instrumentos de origen biológico que nos facilitan la · Moreland y Levine (1989) y Moreland. Levine y Wingert (1996) han elaborado un proceso de
con nuestro entorno. distintas fases por las que pasa el individuo hasta llegar a ser miembro aceptado de un grupo. Se-
En este sentido, se considera que las variaciones de carácter biológico, tanto en los niiíos gún estos autores, su clave inicial es la consecución de un compromiso satisfacto~o entre el
en sus padres, producirán diferencias en la socialización. Papousek y Papousek (199 1) re! individuo y el grupo a panir de la evaluación positiva, por ambas partes, de las alternativas dis-
distintos·modos dé actuación de los padres que se producen en casi todas las culturas, y qúe ponibles. Si el individuo es un miembro del grupo, se ponen en funcionamiento los procesos de
pueden entenderse, como conductas aprendidas, como unajuFtificación de la idea de que acomodación y asimilación, con los que el recién llegado realizará su adaptación a las normas
los padres una capacidad biológica para proporcionar socialización -por ejemplo, la grupales. Una vez que el individuo es aceptado como un miembro de pleno derecho, tienen lugar
pecífica que tienen! Jos padres de comunicarse con sus hijos pequeños-. A pesar de que esta los procesos de mantenimiento y compromiso por parte de todos Jos componentes del grupo, que
pectiva haya tenidp cierto eco, actualmente nadie duda en ~onsiderar que las ;"''""r.,.;"""" a menudo colaboran en la búsqueda de un lugar dentro del grupo para el nuevo miembro. Tam-
mantiene la persorla con su entorno son también una importante variable predictora de su bién puede ocurrir, como señalan estos autores, que las «negociaciones» realizadas durante el pro-
__ _rrQ[lQ_ (Bronfenbrepner, 1979). ' ceso de socialización no consigan que el individuo se adapte al grupo, convirtiéndose entonces en
La perspectiva¡cognitiva hace referencia a las formas de procesamiento de la un miembro marginal dentro del mismo. En este caso, puede ocunir que el grupo acerque al su-
situaciorres de soc~alización, tratando de considerar cómo los individuos interpretarnos, jeto a un proceso de resocialización o bien que refuerce su marginación.
zamos, recordamo~ y transformamos los. acontecimientos propios del proceso de soc:JaJJIZa<;wn Por tanto, se puede afirmar que mediante el proceso de socialización el individuo se afilia
igual que se entierlde que las personas realizamos una tarea cognitiva de análisis, ,1 1
al grupo,· desarrolla una identidad y que, con ello, se encuadra en un número detenninado de
predicción y copiaide algubos aspectos de los procesos de interacción, que son propios de categorías .sociales (Tajfel, 1981 ). Sin dudil, la interacción social es el aspecto central de la socia-
laciones de sociali~ación, $e entiende que las cogniciones que realizamos sobre dichos ·---.~ Jización,' .que en síntesis puede considerarse como un proceso de relaciones a través del cual se
no sólo son una reproduccibn del contenido de dicha socialización, sino que también se ' desarrollan determinadas formas de pensar. sentir y actuar que son características ele un grupo.
cesos de evaluación que nos permiten tener iniciativa y creiltiviaaCI en la elección de E'ste pro'c~so: no sólo producirá cambios en el propio. individuo, sino tnmbién en el sistema de re-
y opciones. laciones que establezca, modific<mclo y adaptándose a sus propias normas de relación. Desde esta
Dentro de esta perspectiva, la cognición adopta el papel de organizador, preocupándose · perspectiva, la s0cialización es un proceso de modelado cultural: somos socializados a través del
los procesos de mediación que operan entre-los. inputs o «Variables de entrada» de · · aprendizaje de las prácticas culturales que realizan Jos miembros de nuestro grupo y que nos en-
--como serían, por ejemplo en un niño, los comportamientos de sus padres-, y los ; senar tanto los modos de actuar y de expresar emociones, como bs formas de reaccionar ante de-
«variables de salida))~que podrían hacer referencia en este caso al nivel de conformidad o · terminadas situaciones, así. como . el 'establecimiento de esquemas relacionales.
nalización de la informacioo suministrada por Jos padres. Así, podemos hablar de dos t · ..
procesamiento: en un primer nivel, las cogniciones se entenderían como organizadores de las ·
periencias vividas en las situaciones de socialización, sirviendo como marco de referencia dé
respuestas provocadas por dichas situaciones. A otro nivel, Jos procesos cognitivos
LA. sociALIZACióN c·oMo·rRonucTo
corpornr información del contexto, para adaptar las..respuestas a las nuevas situaciones.
En definitiva, desde la perspectiva cognitiva, la socialización se entiende como un proceso· Un objetivo priorit<nio para los miembros que se incorporan a la sociedad es la consecución
es establecido por Jos miembros de una comunidad y que, siendo compartido, es generador de patrones de comportamiento socialmente aceptados. Morales y Huici (2000) sefialan que uno
de modelos internos de procesamiento de respuestas como de representaciones del de los problemas principales que cualquier grupo se plantea es cómo conseguir que sus nuevos
~(liento social que, además, influirán en las relaciones posteriores que establezca la persona miembros adquieran las conductas grupales consideradas apropiadas para integrarse adecuada-
zan y ~ha ver, 1987). mente. Esta integración pasa, nonllalmentc, por la consecución de una conformidad social, a tra-
La perspectiva sociocultural considera la importancia que tienen los grupos que rodean vés del modelado de la conducta. y la adquisición de normas y valores dentro del marco exigido
persona en su procesó de socialización, y en este sentido, udo de sus principales propósiws es por cada sociedad particular.
el individuo forme parte de los grupos sociales. Además, se entiende· que la socinlización Para Lcó~, Cantero y Mcdina ( 1998) la socialización conlleva 18 adquisición del <<estilo de
relación con distintos aspectos del desarrollo que tienen luJar a lo largo de la vida, vida>> caract ístic de la sociedad en la que se vive. Se entiende el concepto de «estilo de vida>>
un proceso de adaptación que, además de aceptar las paut1s culturales de un grupo, con! como cada U!, s formas diferentes de vivir que incluyen pautas d!-•comporramiento basadas
1
desarrollo de novedades y cambios para adaptarse mejor a 'las nuevas circunstancias. La en valores y acriwdes sociales. Así pues, el estilo de vida de una persona es el conjunto de
todo el proceso, como ya hemos señalado, es la entrada y adaptación de !u persona a la sus pautas de conducta y hábitos cotidianos, estando detenninado en gran medida por las con-
diciones socioculturales del entorno en el que se inseru:. Tambi4n se basa en las preferencias y

-
dad, y para ello es necesario que la persona aprenda tanto los significados como las
-.
826 Psicología social, ctdlura y educación
Socialización y aprendizaje social 827
3. Ante este planteamiento vital, resulta inútil planificar el futuro, por lo que recobra una ~a-
yor relevancia, si cabe, el momento presente, reduciéndose la existencia a la vivencia ·
_ _h modo de conclusión, podemos allrmar que el fatalismo, antes de convertirse en una actitud
«aquí y ahora,, _personal, interna y subjetiva, es una re~id_a~. social extemil y objetiva, «una afirmación en la que
confluyen Durkheím y Vygotsk.i>>, conio señala Blanco (!998): <<La primera parte: la realidád, ex-
El análisis de Martín-Baró del fenómeno del fatalismo nos permite reconocer una forma ternalidad y objetividad, nos llevaría af Durkheim del "hecho social", mientras que la traducción
ticular de estar situado frente a la vida, lo que tendrá implicaciones en la relación que se es posterior en una actitud personal, inte~a y subjetiva nos conduce a la "ley genética del desarro-
ce con las demás personas y consigo mismo, dentro de un determinado contex-to y ct'rctmslcan<:ias llo cultural" de Vygotsk.i>>. Por tanto, hemos de entender el fatalismo como una socialización ne-
Por otra parte, también muestra una imagen estereotipada, atribuida en muchas M·"o'''""". gativa que \l!l,característiJo orden soci~l propicia en unos determinados estratos de la población,
buena parte del pueblo latinoamericano por encima de distinciones nacionales o grupales y El cará~ter socio-históric~ de este proceso de moldeamiento exige un análisis determinado por las
cioculturales, pudiendo llegar¡¡ constituir un esquema de referencia donde se integran las ciftons\¡lllcias concretas,~ por la especificidad de cada siJuación donde tiene lugar.
culturales del conju~to de dichos países. En esta línea, y sobre el marco de los estereotipos, se ,·
contraría por ejemplp la idea de un latinoamericano rnuy religioso, pero a la vez, perezoso, ¡uer->:'"i2r'f'- 1
1
1
guista e iJTesponsab\e. Desde el plano psicosocial, no podemos obviar que el an~lisb del
me fatalista confirma la negación ele! esfuerzo del individuo por mejorar su posición y la LA SOCit\1!~\CIÓN COMO PROCESO EDUCATIVO
con su contexto provocando, a modo ele profecía de auto-cumplimiento, aquello mismo que
tul a en cuanto a la incapacidad para controlar las circunstancias y_ cambiar los hechos nega · -~:r·.lEurkheim (1976)j la socialización a la que se somete a las generaciones más jóvenes es
ele la vida. Por todo ello, y ele cara a promover procesos de so~i~n ad<~ptativos que el resu11ai!O"'eUñjíroces~ educativo que planifica y dicta la sociedad. Entiende este autor, a la
rezcan transformaciones sociales e individuales, debería analizars~ en qdé casos el fatalismo hora d~ acercarse al análi~is de la educación, que se trata de una acción ejercida por los adultos
ponde a una actitud real o a un simple estereotipo que se considera caracteriza a todo un a las gbneraciones jóvené~ con el objetivo <<de suscitar y desarrollar en el niño cierto número de
)'que, sin duda, puede llegm a influir en ellos como en nosotros. estados)'ísicos, intele~tuales y morales que requieren en él tanto la sociedad política en su
En relación con esta última ide<1, se h<1n buscado diversas causas que puednn explicar el he-' coñ}UJ]t'o: como el ambiente particular al que está destinado de milnera específica>>. Se trata de
cho ele que cletermil\ados grupos asuman una actitud fatalista ante la vida, Una de ellas hace re-· considerar que, al someter a un individuo a un proC'eso,de socialización, estamos convirtiendo un
ferencia il la cultura de la pobreza, cntenclicla como un estilo de vida que florece en un dete11ni: simple-orgarrismo biológico en un ser social, a través de las interacciones que éste realiza dentJo
nado contexto social. Pmo Lewis ( 1959; 1969). ~uien acuñó el término, <<lil culturo de la - de su contexto social.
constituye tanto una adaptación como una reacción de los pobres hacia su posición mmginal en ,~-'l:evine (1969) entiende que el proceso de socialización es de naturaleza esencialmente inter-

una sociedad estratificada en clases, muy individu¡1lista y capitalista. Representa un est'lterzo activa. implicando un aprendizaje por parte de la persona socializada, quien va a ser objeto, en
para manejilr los sentimientos ele impotencia y desesperación que se desarrollan ante la come función ele su papel moldeador, de diferentes cmnbios. Hemos de considerar que la soci<Jlización
prob<Jción de que es improbable tener éxito siguiendo los valores y fines de la sociedad m{ls am-. supone un proceso de ?daptación a la sociedad que necesariamente es educativo, ya que implica
pliil>> (véase el Capítulo 3 sobre «Dimensiones culturales: inclividualismo-colectivismo el aprendizaje de una,'serie de contenidos que la sociedad ha preparado para tal fin. Y es que lil
síndrome cultural»). , educación es la principal responsable de la continuidad wcial y, sin duda, gracias a ella es posi-
Dentro de esta argumentación, el fatalismo constituiríil unil manera de adaptarse;¡ las nonnas ble el mantenimiento de la sociedad. Así, entendemos que la socialización es el proceso que ex-
dominantes o, posiblemente, la únicil posibilidad de adaptación que pennita la supervivencia plica los diversos modos de acceso, integración y pennancncia de un sujeto en un grupo social,
las personas de los sectores marginados, La cultura de la pobreza. al igual que ocurre con~¡ tanto en el sentido de captar lo característico de su grupo y ele quienes lo componen, como el
lismo, se da dentro de un proceso ele socialización que puede convertirse en una profecía q'ue dominio de las normas, las formas de expresión, los modos de comunicación y el control de los
cumple a sí misma, generando una impotencia aprendida, que lleva a la persona a no realizar 'niri: vínculos afectivos, Por todo ello, podemos afirmar que el proceso de socialización evoluciona
gún tipo de acción destinada a cambiar su situación. Si In aceptación de la cultura ele la pobreza. conjunta e interactivamente con el propio desarrollo cognitivo del individuo (Justicia, 1986), sin
se entiende corno un mec<Jnismo de adaplilción a las circunstancias negativas del contexto, ryay · olvidar que lil soci~liz,~ción no se produce en el vacío, ya que los sujetos estamos inmersos en un
que tener en cuenta que, una vez estableciciJ, resulta m:ís difícil de eliminar que la propia pQbre- ' , entorno ~ull\lrill qtfe nlarc ará_Ias pautas adecuadas en la c1nse~uci?n _de la adaptación social.
1
za. Es más, si se establece un estilo ele vida ncorde con esta situación, puede ocmrir que este es- Por su parte, lltransmtsJon ele la cultura se produce a ¡raves d~ dtversos procesos ele ¡nterac-
tilo de vida adquiera unil autonomía funcion:1l que lk~ue a malllcnerlo y reproclucirlo, aunque,lm; ción, pudiendo dif ren'Giarse tres momentos estructural me<\ le disti~tos. Quintilna ( 1988) y Petrus
condiciones sociales cambien en parte. Y esto puede ser cierto si entendemos que las actituclc~ Y, ( 1998) distinguen res,'1tapi1S que coinciden, b:ísicamente. rn el desarrollo deJ proceso. Quintana
valores propios de l<1 cultura de lil pobreza son lu consecuencia del f'llncionilmíento normal del s,is- dife¡en(ia entre en ulli1ración. aculturación y transculnmirión, mi:entras que Petrus habla de so-
tcma social ele! que los pobres fomwn parte. Así podemos comprender, como sciíalii el propio ~u-\ ciulización primaria, s~cializoción secundaria y sociakació1r ter~iaria. Independientemente ele
tor, la gran diftcultad que entr¡¡ña lo elimin<Jción de la cultura de !:1 pobreza si no se consiguen'eli-' la denominación, el proceso descrito es prácticamente ,imílar parp ambos autores: cada una ele
minar la propia pobreza y las estructllras socio-económicas que ayudan a perpetuarla. · las f<)ses se produce de fon11a secuenciada y lleva a la introducción del individuo en su cultura.
Estas' fa,ses serían: '
828 Psicología social, cultura y educación
Socialización y aprendizaje social 829

a) La socialización primaria o enculturación, cuya responsabilidad recae en el entorno permite la adaptación y desanollo de los individuos en un determinado contexto social. Este
afectivo y primario del individuo, corno es la familia. Su función principal es iniciar el proceso continuo-ere· sciciaTización orientará las relaciones que establece la persona con los de-
ceso de socialización para que los niños asimilen las manifestaciones básicas de la más, que serán las que van a ir configurando su estructumbásica de competencia social Ycog-
cultural del grupo, si bien el proceso es completado y ampliado por la escuela. En nitiva.
caso, la LOGSE (1990) establecía la socialización como principio de intervención Por otia parte, no debe olvidarse que si la socialización es un proceso de adaptación, una co-
tiva, especificando la necesidad de una formación personalizada e integral en cu><>ucw¡,,cu, necta socialización consiste en adaptarse a la sociedad, pero también en ser crítico con aquellas
tos, destrezas y valores morales (De la Fuente, 1999). normas y creencias que no sean válidas, tratando de analizarlas y transformarlas positivamente.
b) La socialización secundaria o acu/turación, como prolongación de la primera fase La socialización debe potenciar, en cierta medida, el inconformismo, para que no se mantengan
, socialización, completando el proceso a través del fortalecimiento de Jos hábitos y estructuras socialiTienfé injustas, y los miembros de una sociedad puedan intervenir para mejorarla
mientos adquiridos en la familia y en la escuela. Se realiza dentro de los grupos secunda, (Quintana,i'788). El ya citado Marún-Baró (1972, 1986), por su pune, habla de la Psicología S?-
rios: amigos, instituciones no escobres, medios de comunicación, asociaciones, grupos de - cial en la misma línea que Freire Jo hace sobre la educación -como instrumento de comprens10n
ocio, comunidades religiosas, etc., que poseen un carácter menos afectivo. Gracias a estos de la realidad a par¡jr de uo conocimiento crítico- (Freire, 1970; 1971 ), y desde un plantea-
grupos, que representan valores y estilos sociales, el individuo se introduce en un nuevd. miento psic.osOOal, confirma la necesidad de una Psicología Social que contri huya a que los pro-
aspecto de la cultura a través de los contactos que establece con la sociedad. cesos de socialización fnvorezcan la transformación social y al progreso deJos individuos Yde los
e) La socialización terciaria tal vez haya sido la única fase descrita con dos procesos pueblos. Blanco (1998) afirma que el modelo de Psicología Social avalado por este autor latino-
tintos. Algunos autores la hacen coincidir con el proceso oe transctilturación, que americano es un modelo yil aceptá.do, donde In realidad adquiere un valor esencial sobre los con-
lugar cuando se produce el encuentro entre dos culturas diferentes, tendiendo al ceptos, de maner, que puede hablarse de la existencia de un compromiso para el cambio Yla me-
zamiento de una sobre la otra. Otros, en cambio, hablan del proceso de jora que trate de conseguir un mayor bienestnr común, psicológico y social.

~
como aquel que se dirige a individuos dis-socializados para conseguir su incorpornción
a la sociedad.
De esta manera, la socialización implicaría un concepto diversificado de educación,' la cual há ·
recnído tradicionalmente en exclusividad sobre la familia y la escuela, y que actualmente debe ser', AGE;NTES DE SOCIALIZACIÓN
asumida también por otras instancias sociales. Es más, la educación no se agotarla con la escoJa-·'
rización (Puig y Trilla, 1990), sino que pueden encoiHrarse prácticas educativas ;¡lo largo de toda '·; Al hablar de agentes de socialización entendemos que éstos son las personas e ¡nstituciones
la vida en Jos grupós de amigos, en la familia, en Jos medios úe comunicación, en las asociacio-' que se ocupan de que la interiorización de la estructura social se haga efectiva. Como hemos co-
nes de tiempo libre, etc. Por su parte, Trilla (1993) integra los diversos sectores educativos y mentado, se puede afirmar que cada una ele las personas con las que in1eraccionamos en nuestra
establece tres categbrías diferenciadas dentro del universo ed~c.ativo: la educación formal, la edu- vida cotidiana es un agente socinlizador, siempre y cunndo posen la capacidad de influir en nues-
1
ca~iónno formal y11la educación info;mal. ~a di~erencia bád¡c~.' en~e ellas estaría en la intencio- tro cornportamienlo en la dirección que él mismo marca y que, nornwlmente, coincide con la
nal!dad del agente ~ducatJVO y el caracter s¡stemat1co o no d~IIrroc¡· so.
orientación aceptada socialmente.
Así, In educaciJ;¡formal sería la realizada en In escuela, tlajo un sistema normativo y con pro· Dentro de este proceso de interacción, los agentes poseen distintas posibilidades de influen-
cesos intencionado¡ dirigidos a la consecución de objetivos espccí ¡cos de instrucción, y que se cia, acotadas en el tiempo y en función de las estructuras de relación establecidas, si bien utilizan
orientan hacia la o?tención de útulos de reconocido prestigio soc al (Fern1oso, 1994). La edu-
una amplia gama de refon.adores con la intención de modificar y adaptar la conducta en la direc-
cación no formal se refiere también a acciones educativas sist~mabzadas pero que tienen )ugar
ción preestablecida socialmenle. Torregrosa y Fernñndcz Villanueva (1 ~R4) consideran que w.m-
fuera del marco escplar, produciéndose a través de la crención de recursos complementarios y de
bién las personas socializadas mantienen sobre los agentes de soci:ilización un poder potenCial,
medios y entornos educativos externos a la institución escolar, mientrns que Jos procesos Je edu-
que Jifícilmente podría traJucirse a un c:letcrminado porcentaje del lot:il de la influencia que se
cclción informal carteen de entorno educativo definido. Dentro de esta úl¡jma categoría, quizás el
pone en juego en la relación socializadora, pero que, indudablemente, mantiene un margen de in-
agente educativo m~s poten1e y el más eficaz sea la televisión. Este agente es socializador porque
determinación sobre el producto linal ele esa relación. Podríamos poner como ejemplo el proceso
trnnsmite una cultu[a muy detenninada que incluye vnlore$, creencias y comporlamientos 'con-
1 de disminución de la influencia socializadora de la rel:;ción padres-hijus.
cretos vinculados a:los inteteses de Jos grupos dominantes en la sociedad. Fenés (2000) afirma
que, en la actualidad, las instituciones tradicionalmente encargac¡as de Jos procesos de socializa- Tradicionalmente, se han considerado como los principales agentes Je socialización: la fnmi-
ción van siendo sustituidas por los medios de masas audiovisuales e ínformáticos:·~ue muestran !ia, la escuela, el 'gntpo de igtl<lles, los medios de comunicación -ht televisión- y, acrunlmente,
nuevas formas de comunicación y de interpretación ue la realidad. tendríamos que añadir In influencia de las nuevns tecnologí:ts como es <'1 caso de Internet. A con-
No queda ninguna duda de que educación y socialización son. clos conceptos que caminan tinuación nos centraremos en los c¡ue se consideran claves dentro de los sectores educatJvos for-
juntos, de manera que al hablar de socialización nos referimos a un proceso de educación que males e informales: la escuela y la televisión.
830 Psicología socia/, cultura y educación Sociaiización y aprendizaje social 831

La escuela: diferencias socio-culturales y variaciones (continuación)

estructurales/funcionales del proceso educativo •mowtn•


; . '· · , i' Bajo·indivlduali~.mo ': ·•.·~,;.:'·' ·. •. ·: ··Alto individuan mo · .~·
En todas la~ sociedades, la escuela es sin lugar a dudas el principal agellte institucjonal
· (China, Ma!aSia. África Óeste, Ven~.zue!i:i;Mexico... } (EE.UU., Australia, Gran Bret ña, Escocia... )
cargado de soc¡.a!Jzar a sus miembros más jóvenes mediante tln proceso educativo sistemático' ·
n1vel ~e contemdos, metodología y actuación. Aun· así, podemos afinnar que estos aspectos La armohía en el aula es fundamental: el conflicto Discutir y la confrontación abierta son normales y
gumran su par11cular rdJOs1ncrasJa teniendo en cuenta la variabilidad sociocultural y se evita o se formula de modo que no hiera al otro. saludables.
ex1Sttllll1l"'entre los drferentes grupos sociales y/o naciones del mundo. por ello, considerando
Avergonzar en público es un método disciplinario Se espera el respeto hacia la persona del
c:uatr:r d1n:ensrones socioculturales propuestas por Hofstede (200 J ), se ha realizado la sigv,iente' •: .frecuente y efectivo. estudiante .
clasihcaCion de las d1ferencras entre las sociedades en torno a: J) la estru,ctura y desarrollo del ..
proceso educa~1vo en las aulas (incluyendo el desempeño de roles por part'e de' los ed~Jcado\es·y· '. ',Los estudiantes no deben preguntar al profesor ni Los estudiantes preguntan y hablan abiertamente
las reglas y .';le todos de control uuhzados para asegurar un funcionamiento gmpal que posibilite . hablan en clase. en el aula.
la consecucron de los objet¡vos eclucntivos propuestos), y 2).\os.Hnes que.se persiguen de cma ·
lograr un desarrollo del md1vrduo «adecuado>> o socinlmente ¡:ompetente (véase, el Capítulo 19 Desarrollo de la Persona Desarrollo de fa Persona
bre «N~¡;¡¡palg.o;,..interacción pedagógicn y cultura»), ' En preescolares de 3-4 años: orientado hacia el En preescolares de 3-4 años: orientado hacia la
grupo -los profesores tratan con ellos como persona -los profesores tratan con ellos
colectivo (Japón y China). individualmente (Hawai-EE.UU.)

ESCUELA_Y DI!'.ER~NCIAS CLAVE ENTRE SOCIEDADES COLECTIVISTAS E INDIVIDUALISTAS Las iniciativas individuales de los alumnos se Las iniciativps individuales de los alumnos se

EN LA ESCUELA
desestiman. ¡ rorentan.

Los estudiantes se juntan en función de lazos Los estudiantJs se as~cian de acuerdo con tareas
endogrupales preexistentes. y necesidades comunes.
·,

En asiáticos, el comportamiento agresivo de los En occidentales, la autoestima se asocia


estudiantes se asocia negativamente con el
desempeño académico.
i'
positivamente con desempeño académico.
Propósito de la educación: enseñar las habilidades El propósito de la educación: preparar a la persona 1

y virtudes necesarias para que la persona sea un para adquirir una posición en la sociedad, enseñar
miembro aceptable del grupo. Fuente: Hofstede (2001)
cómo afrontar las situaciones nuevas.
1
Los escolares aprenden puntos de vista tradicionales. Los escolares aprenden puntos de vista modernos.

Lo importante es aprender "cómo hacer las cosas•> Lo importante es saber "cómo aprender» para
OdMfUI 1

para participar en la sociedad. El aprendizaje conseguir las habilidades que le permitan ESCUELA Y DIFERENCIAS CLAVE ENTRE SOCIEDADES EN FUNCIÓN DE LAIDISTANCIA DE PODER
: !
es un proceso temporal, reservado para los más desenvolverse solo. El aprendizaje en la vida nunca
' jóvenes. EN LA ESCUELA
acaba.
El Diplo1na es un honor para el poseedor y su El Diploma garantiza la validez económica del
>: ~.;.; :~ • 1~·
0

• eajadfstancía d ~~der:"~-~'-.> . 11' ,.'r :·:·· .".,:.:v<'·"\.Aita.dls!ancili·de poder·.''"'·. 'V.''


grupo de pertenencia, pues le autoriza a asociarse poseedor, proporciona sensación de logro y ··;'·-'> .(lsrMI, Aust~ia,-Oif!Íi!lJaréa.NU~va?~~nik:'~ .' -~: (Eslovac¡uia, Malasla, Filipinas, Ruma~ia;: ·
con miembros de grupos de estatus superior. aurnenta la autoestima. ' ·.: · · ·• ·.. ·'Noruega, Inglaterra... ) • .::_,~ .. '- : i · ·· · '· · · · :. Venezuela, México, China.:.) •· .; '
Importa la aceptación social que proporciona.
Estructl/~a y Proceso[ Educativo Estructura y Proceso Educativo
Roles: ¡ i
Roles. Proceso educ~tivo centrado ien el alumno y Proceso educativo centrado en el profesor y
\ T
bast~nte
Un buen profesor es el que consigue que el alumno Un buen educador es el Jue refuerza la ~utoestirna impersonal: altamente personalizado:
sea un miembro aceptable del endogrupo o de la implica transferir "vérdades o hechos» que existen subraya las partes que deben estudiarse y no se
del estudiante.
sociedad. con independencia del profesor. premia la iniciativa.

(continúa) (continúa)
832 Psicologla social, cultura y educación Socialización y aprendizaje social 833

(continuación)

ESCUELA Y DIFERENCIAS CLAVE ENTRE SOCIEDADES MASCULINAS Y FEMENINAS

EN LA ESCUELA

i -.. ~ . "" Bala m~~c;ullnldad " _: ·· , Alta masculinidad .


1, (Noruega, Suecia, Htítañda, Dinamarca, Eslovénlá ·. (Eslovaquia, Japón, Hungrla, Venezuela, ,
Sistema basado en el buen desarrollo de la Sistema basado en que la necesidad de: J. " ': · ·o ~. : ;éiiíie... )" : · , ·.. . : ·.. · .... · Alemania, Inglaterra, EE.UU....) · . · ·
necesidad de independe~alumno. dependencia del, alumno eslé bien establecida.
EStructura y Proceso Educativo Estructura y Proceso Educativo
La calidad de la enseñañza aeterminada por la La calidad de la enseñanza delerminada por la Criterio de evaluación: dominan la reputación
Criterio de evaluación: juegan un rol principal las
. .excelencia da los alumnos. excelencia de sus profesores. académica, el destacar y el desempeño académico
habilidades sociales, el ser amistoso y la
adaptación social del estudiante. -excelencia.
Roles: Roles:
El fracaso académico es un incidente menor El fracaso académico es un hecho desastroso
Se espera un trato igualitario recíproco entre Se espera un trato desigualentie~esti.laíarites y --mayor número de suicidios de estudiantes.
profesores y alumnos. pr~fesores. -mayor índice de depresión no asociada a
----- desempeño en jóvenes.
Ingleses: describen la relación alumno-profesor Chinos: describen la relación alumno-profesor como Los deportes competitivos juegan un importante
como menos cerca_na y desigual. una relación padre-hijo: cerca ha y desigual. Los deportes competitivos son extra-curriculares.
papel en el currículo.
Normas y Control en el Aula: Normas y Control en el Aula:
;la elección del currículo está guiada por intereses La elección del currículo está guiada por las
Los estudiantes no muestran ningún respeto Los profesores son-tratados con gran respeto ' , intrínsecos del alumno. expectativas de los cuidadores.
particular por Jos profesores fuera _sJel colEJgio. -sobre todo los mayores.
Los alumnos se levantan cuan~() éstos entran ·---.%/es: Roles:
en clase. /,
Los estudiantes jóvenes tienen hombres y mujeres Sólo las mujeres enseñan a los más jóvenes. Los
1 l como profesores. hombres lo 11acen en la Universidad.
Los estudiantes pueden hacer intervenciones y El profesor da pie ~ todas las comunicaciones.
preguntar en clase sin ser invitados a ello, cuando 1 1
Los profesores prestan más atención a los niños.
tienen alguna duda. Los prolesores prestan la misma atención a niiíos y
niñas.
Los alumnos pueden discutir y contradecir al Los alumnos nunc<t contradice ni al prolesor en
Chicos y chicas no estudian diferentes materias. Chicos y chicas estudian diferentes materias; los
profesor. público. · chicos «ciencias".
' ' '
Cuando el alumno se comporta mal, Jos padres a Los padres son involucrados ante el mal
Normas y Control en ~Eil Aura: Normas y Control en el Aula:
menudo se ponen de su parte conlra el profesor. comportamiento del niño, y se espera que ayuden
disciplinándolo El estudiante medio es la norma: ser el mejor de la La norma es el mejor estudiante: los padres
clase es r!dículo. esperan que su hijo sea el mejor.
Castigo físico de niños en la etapa prepuberal visto El castigo corporal de niños en la etapa prepuberal ¡

como abuso infantil. está más aceplado. No hay premioJ especiales. Los premios son para Jos buenos estudiantes y
1
El elogio público se utilizP para estimular a los profesores.
Desarrollo de la Persona Desarrollo de la Persona ' alumnos más llojos. El elogio público se utiliza para recompensar a los
buenos alumnos.
Se premia la iniciativa del estudiante. Se premia l.a acomodación del estudiante.
1
Niños desfavorecidos o con limitaciones -que no Niños desfavorecidos o con limitaciones tienden a No se compite en clase. Los estudiantes tratan de sobresalir en clase y
desarrollan el cultura/mente espérado sentido de recibir menos ayuda. compiten abiertamente entre ellos
independencia- tienden a recibir más ayuda. -en el ámbito individual o grupal.

(continúa)
Fuente: Hofstede (2001)
...j"\''"
r-
N
1 1
'
Socialización y aprendizaje social 835
834 Psicología social, cullllm y educación

(continuación)

•~nnn• '1
1'

. · ·· B'aja evitación.de la inti'IÍtidÚmbre' '· , ' Alta evitación de la Incertidumbre


(Singapur,:Jamaica, Dinamf;lrca, St¡ecia, Hc;>hg Kong, (Grecia, Portugal, Uruguay, Salvador, Bélgica
' .·. Vietnam,.China~::h · : . • •. Japón. Serbia, Yugoslavia, Perú ...) ·

' Roles: Roles:


Se evita el conflicto y el castigo ffsico en el aula Mayor probabilidad -junto con bajo POI-, de
-criterio de socialización. considerar el castigo físico como beneficioso para ' ,' A niveles de em;eñanza primaria y secundaria: A niveles de enseña~za primarl&¡bsecundaria:
el desarrollo del carácter, sobre todo de los chicos, los profesores ihtertan' implicar a los padres en los se supone que los pa~res velan por la motivación
' ' ' lemas escolares. de los niños y su c~mportamiento en el aula.
Los problemas propios no deben tomarse tan Los problemas y las competencias de la persona
seriamente. son temas muy serios -criterio de socialización. Las ideas de los padres se requieren activamente. Los padres son '1nexp~rtos en la tarea de educar a
1 un niño: rarament~ son c..o.M\ill.<Jdos por los
Desarrollo de la Persona Desarrollo de la Persona profesores, aunqpe les inviten a charlas.
i
1 '
1
Los profesores deben ser experto.§_: «Deben sab§L
Pocas diferencias de género en habilidades de Amplias diferencias de género en habilidades de Los profesores son gulas: se acep~ un «no se"
percepción -independencia/dependencia de percepción: chicos más analíticos, chicas mayor por su parte. ' todas lab respuestas».
1
campo. influencia del contexto físico y social en la dirección
Respeto ante los profesores que son claros en sus Se respeta a los ~rofesores que utilizan un
de conducta.
explicaciones -que utilizan términos cotid'1anos lenguaje académico rebuscado.
El propio desempeño es minusvalorado: Ego El propio desempeño es sobrevalorado: Ego para solucionar las dificuitapes.
effacing. boosting. !
Reglas: Reglas:

-Eldiscrepar intelectualmente con el profesor es un Nunca se discute con el profeseF:ia discrepancia


Fuente: Hofstede (2001) ejercicio estimulante. intelectual es interpretada com<runa desleallad
personal.

Desarrollo de la Persona Desarrollo de la Persona

Auloeficacia: los estudiantes atribuyen antes sus Mayor pesimismo en torno a su autoeficacia: los
EsCUELA Y DIFERENCIAS CLAVE ENTRE SOCIEDADES CONSIDERANDO LA EVITACIÓN DE LA INCERTIDUMBRE estudiantes atribuyen rnenos los logros a sus
logros a sus propias habilidades.
habilidades.
EN LA ESCUELA

·... . Baja evitación de la incertidumbre'~· ·. :· ·, . ·. "· _;-- Alta evitación ~~·r¡¡lnGI:!rtidlimbr~.; ...'. ··. Fuente: Hofstede (2001)
• ' • •' ' <.t ~ •-.., > • '1 • ' *' '.'~ • '\; .
• ) ..
(S1ngapur, Jama1ca, Dinamarca, Suec1a, Hong Kong, · ·., : . (Grecia, Portugal, QrJ,Jgllay, Salvador, Bélgica,
~ Vietnam, China...} ~ . · · .·~.'.JapÓn, Serbia;'(~goslavia 1 Pécú.'..)··' · ~
La televisión como ente socializador
Estructura y Proceso Educativo Estructura y P.roqeso Educativo

Profesores y alumnos prefieren situaciones dé · Seguramente, la televisión es el instrumento de socialización más poderoso que ha existido a
Profesores y alumnos prefieren situaciones de
aprendizaje abiertas: aprendizaje estruciUradE~s: . lo largo de la historia de la humanidad. Como señala Ferrés (1996), se trata de tillO de los fenó·
·objetivos poco definidos, amplias asignaturas y no objetivos precisos, asignaturas detalladas y , · '·' menos sociales y culturales más impresionantes ya que hasta ahora «ningún otro medio de co-
mucha estructuración horaria. horarios estrictos. ' '' '.' municación había demostrado un poder tan grande de fascinación y de penetración>>, posible-
mente por «la es)'ecial atracción que la imagen en movimiento ejerce sobre rrnestra arquitectura
«Ni hablar de que sólo hay una respuesta válida»: «Sólo hay una respuesta válida,: ~speran que se 1 biológica, especialmente en las edades más tempranos" (Áivarez, 1997). Como señala este autor,
esperan premio a la originalidad. premie la exactHucl. ' «nos encontramos ante la que probablemente sea una de las revoluciones más poderosas en la cul-
(continúa) turogénesis: "ellengunje visual",,
1
!

836 Psicología social, cultura y educación


Soci~lización y aprendizaje social 837

Además, la televisión ha adquirido un papel preferente en la organización de la vida cotidia- tres etapas. En la primera, desde principios del siglo xx a la década de los 30, se confinna la fuer-
na, o.c~1~ando un lugar privilegiado dentro del disetio ambiental del hogar. Puede decirse que la te influen1ia de I,os medios de comunicación sobre los individuos desde la concepción de un-mo"
television ha pasado a ser el centro de atención de toda la tpmilia, presi~iendo sus comidas y réu~ deJo que r~ la idea de la incapacidad de los sujetos para sustraerse a los efectos deJos me,
DJones y, SObre todo, llegando a llenar gran parte de los momentos de OCIO de todos SUS .· · dios. Una segunda etapa, que llega hasta principios de la década de los 60, agrupa los trabajos
(Ferrés, 1994). De hecho, hay quienconsidera al televisor «como uno más de ]a familia)) un '·. ·. sobre la influencia de las campañas electorales en la opinión pública y los trabajos de Hovland
je~o dotado. casi. de :~da. prop!a que nos ofrece su compáñfa a todas las horas del df~ y ·•. ; (1 954) sobre la influencia de los medios en las actitudes de los soldados en la Segunda Guena
alimenta la tmagmacwn Infantil, pero también la de los adultos, con toda clase de fantasías · · Mundial. Estos trabajos sirven de apoyo a la teoría de los «efe! tos mínimos>> de Klapfer (1974!-
torias Ysueños que realizar. Incluso es posible, como señala este mismo autor, que <da televisi . quien considera que la influencia de los medios ele masas no e relevante en los cambiOs de acu-
r~presen:e para los ciu~adanos de las sociedades modemas lo que el tótem para las tribus primi~ · tudes de los individuos basándose en el argumento de que es os medios sirven, más que_ ~omo
ti vas: obJeto de veneración y reverencia, signo de identificación individual y colectiva ... Como tó- productores de dichos cambios, como refuerzo de actitudes ya preexistentes. __
tem, la televisión concentra las expectativas y temores de la~ tribus modernas. A ella sacrificamos La tercera etapa que propone McQuail retoma, en cierta medida, la idea inicial de la impor-
nuestro tiempo. Ella da sentido (su sentido) a la realidad. Decide lo que es y lo que no es impor- tante influencia que Jos medios de comunicación ejercen en las personas:-Y lo hace con el papel
tante Y produce el placer de s.aberse y sentirse integrad6 en una colectividad. Para muchas de poder seleccionar qué hechos son noticia y cuáles no merecen ese calificativo. El poder de se-
personas la televisión compendia el total de st\s esperanzas: es lo más importante que ocurre en' leccionar In información que poseen los medios, definida como la función de «agenchn'1;rtfng,
sus vidas a lo largo del día». 1 - - - · ·

-frente a otras funciones que pueden calificarse de más secundarias-, les permite construir bá·
.como sabemos, en torno a la televisión se cpnstruy~n muchos l'ituales personales, familiares y sic amente la imagen de la (su) realidad que se nos va a transmitir y que, en muchos casos, al!...t.e"l_a_ _ __
socwles, con una organización del tiempo y del!espacio que gira, en muchos momentos, alrededor· dificultad de verificar las informaciones, vamos a integrar como nuestras. Como señalan
del tótem televisivo. Por ejemplo, de la televisiÓn puede depender nuestro horario doméstico, mu- ,1 1 Chomsky y Herman (1990), el hecho de controlar lo que las personas piensan acerca de las cosas
chos de los productos que consumimos e incluso parte de nuestras relaciones sociales v persona, está 1;n. la línea del planteamiento de «quien controla la información, controla a las personaS>>.
les. De esta manera se constituiría la te/e-realidad, una nueva forma de relacionar al indlviduo con Además, dentro del poder socializador de la televisión, podríamos decir que ésta ha permitido_ que__ ~ _
la realidad o más bien con la realidad que la televisión misma crea. Es más, a través de las ínter! los Estados Unidos colonicen Europa y también el resto del mundo mediante las «ficciones>>, las
prelaciones de seres humanos o con las representaciones a partir de dibujos animados se nos' cual~s pu~den manifestarse y potenciar una cultura, Utl sistema de valores, una lengua, una ideo-
presentan historias donde se desarrollan actividades, surgen conflictos y aparecen intenciones di- logía y un .estilo de vida determinados: las series y los telefilmes norteamericanos ~on un mode:
versas, que nos permiten entrar en otras realidades (Borrego, 1997). Toda esta infonnación que nos , lo de dichas estrategias. • -----
transmiten los medios de comunicación puede ser descrita corno el conjunto de «mapas que nos Por su parte, Gebner, Gross, Morgan y Signorielli (1990), entienden que <da televisiorJ-·e-stJn
proveen de una representación del mundo y que, como tod<J representación social, tienen yomo una •'sistema ccntmlizado de·narrar la. historia. Sus dramas, anuncios, noticias y otros programas, lle-
de sus funciones la de ser guía cognitiva, afectiva y comporta mental» (Younis, ¡ 992).' van un mundo relativamente coherente de imágenes y mensajes comunes a cada hogar televiden-
En el ámbito social, pero sobre todo en el educativo, la televisión provoca actitudes ma-· te. Trascendiendo barreras l;istóricas de cultura y movilidad, la televisión se ha convertido en la
niqueas, o lo que es lo mismo, una cierta ambivalencia afectiva. De acuerdo con la. conocida pr.i.ncip,al y n1ás común fuente ele cultura cotidiana de una población diversa y heterogénea>>. Los
d~cotomía de Umberto Eco, se podría hablar de dos categorías que agruparían las actitudes y opi" determinantes ele esta convergencia son de naturaleza social y responden a unos mecanismos que
mones de las personas sobre el papel educativo o socializador de la televisión: J) Apocalfpticas, guardan relación, según Roda (1990), con los criterios y normas profesionales, con criterios de lí-
donde se encuentran los que piensan en la televisión como uno de Jos principales males de nues· nea editorial, con la proximidad u oportunidad política y tanto con la búsqueda del interés de la
tra época, una forma de degradación cultural con carácter unificador y alienante que, práctica· audiencia como con una búsqueda directa de ésta.
mente.' ~ólo sigue .las reglas del consumo y las nonnas dominantes. 2) Integradas, que incluyen Pero la televisión también nos acerca a los problemas de otros grupos, de otros colectivos y ele
las opiniOnes Yactitudes de los que consideran las posibilidades democratizad oras de la televisión otros pueblos. Nos muestra las respuestas y soluciones que se han dado a problemas similares a los
en lo referente tanto al incremento de la probabilidad de acceso a la información y n la cultura, nuestros y, en este sentido, puede generar el sentimiento de participación al permitirnos cierta im-
como a sus posibilidades como instrumento o medio de aprendizaje desde In libertad de opción. plicación en los acontecimientos que ocurren fuera de nuestro entorno más cercano. Así, la expe-
_.. Finalmente, podemos decir que unas y otras son los extremos de un mismo continuo c¡ue permi· riencia ha demostrado que la televisión puede actuar como un elemento «sensibilizador» de los
te armonizar distintos puntos de vista intennedios. Dichos puntos de vista giran en torno~~ h1 idea ciudadanos, facilitando la toma de conciencia con relación a determinados temas de interés como
de una actitud de aceptación crítica, asumiendo In ambivalencia de la televisión con sus posibili- son la corrupción política o la contaminación del olaneta. En relación con este hecho. Funes (J 994)
dades y limitaciones.
analiza, d rravés de entrevistas a voluntarios de Amnistía lnternC~ciotwl. el origen de los valores de
Sobre el poder socializador de la televisión, el cual queda reflejado en distintas investigacio· comprot~iso y cooperación, e>~cunlrando que la educación familiar y escolm tienen un :peso
nes sobre los efectos de los medios rle comunicación, puede decirse que las opiniones ~Ji rcspcc· importante. Sin embargo, también resulta especialmente relevante el papel que juegan los medios
to suponen una realidad compleja, susceptible ele an<Íiisis desde diversas perspectivas. Los traba· de comunicación como motivmlon;s del primer contacto con la organización para establecer
jos de McQuai! (1981) proponen el Jesan·oJJo de los estudios sobre la influencia de Jos medios en un compromiso. Aun así. seglin Ferrés (1994), también puecle producirse el fenómeno de b1
-···-·- ----r-

838 Psicología social, cultura y educación


Socialitación y aprendizaje social 839
1
<<insensibílización" de íos televidentes, bien or ue sed, ., . .
hecho de gue las infonnacio . 1 p q e una saturacJOn ele '!lformacJOnes, por d) ;La excitación emocional. Las características propias de la televisión, en cuanto a la pro·
sabi!idades en e! espectado~e~;~1n Irre e;~ntes o porque se produzca una d~legación de ·• • ,: clucción clelemocipnes, potencian su capacidad socializadora. De esta manera, como seña-
respecto bastaría el dato de que en ~o:~~~i~;~~: ~~~~SI~a ante la saturación informaiiya. A · lan Bandurp y Walters (1974); la excitación emocional aumenta la probabilidad de que se
parte de la existencia de la especie, la población .se haa~os, represe~ativos tan solo de If . . modifique la conducta social de los observadores y se induzcan valores y pautas de com-
expansión de conocimientos e ¡'¡¡fo . h ult¡p!Jcado por cmcuenta, rmentras que portamient(>.
rmactones 1o a hecho po d' ·¡¡
lumen de información ha crecido 200 000 v .'. . r Iez • J ones. De tal maneri!, el ,
Finalmente, y a modo de conclusión, podemos afirmar que la televisión realiza una importan-
La saturación de informaciones IJ~va a ¡eceds J~afs depns~ que la población (Pleton, 1985). .'
'b a esm ormacwn Y es que las inf . · te función socializadora, en unas ocasiones intencional y en otras involuntaria, y que actualmente
rec¡ en, mayoritariamente, no resuelven los lroblemas co . ·. ' oJ:nac'?ncs que se lo ha~e, fttndamentalmente, a través del entretenimiento. Los relatos que nos muestra la televisión
mejoran nuestra calidnd de vidn ' 1, ' ttdtanos, suelen ser Irrelevantes y
'· 0 curre, ac1emas, que los problemas de ltr<n1 . socializan a partir de los valores, positivos o negativos, que conferimos nos transfieren las «reali·
son, en ocasiones, tan graves que sobrcp-¡s·rn nuestra ·. . . ' . u •¡ue se nos mfomJa cladc~,) representadas en la pantalla, y que en muchas ocasiones van a ser interiorizadas con una
duciéndose a la larga una C''pec¡'e eJe . '· '. . , · ' posJb!lidad de mtervención personal, pro-
,, "lllrnun¡zac¡on" ·rntc est · · E carg4:emocional que las dotará de valor y significado.
bable que el hecho de que se prod . " .. ~ · as noticias. ·n muchos c<Jsos, e.s pro-
. . . · uzca una tmposJbiiJdad de re, t d bi" . . De algtín modo, menospreciamos ingenuamente el poder socializador del entretenimiento, lo
lllmtac¡ones, nos exima de responsab.l'd ·¡ T 1 spues a, e u\HHJUestnrs propias
' 1 1 aL· a vez por esto se ha di eh ¡ · · ·. cual le hace particularmente eficaz. Es más, según los datos aportados por Urra, Clemente y Vi-
genera la pequeña pantalla es tan sólo d , , 't . ' o que a particrpacJon que da! (2000), en-Íwestro-pafs y en gran parte de Europa:
· e carac er emociOnal una 1,arti . · ·,
en la que cnbe la posibilidad r! .l . . ., ' upacwn por c.1e1egación.
. ., -e que a parttcipacwn del espectaóbr en vez de -·-,--"--.,-_:_;, l. Los niños ven la televisión durante bastante tiempo. De hecho, en general se sobrepasa la
rnmuya, v~lvwndose así más pasivo (Colombo, 1976). , , ,
media de cuatro horas al día, si bien algunos estudios indican que éstos pasan delante del
TambJen puede hablarse de la televisión como fuente . .,
miento por lo que y sin ningurn dud .. ' de creacwn de modelos de comporta· televisor cinco homs. Por tanto, si consideramos que este hecho sucede durante todo el año,
' ' a, cump 111 a un papel fundamental '¡ , b' ¡ ¡ ve¡·iticamos q.ue el niño pasa más horas frente a la <<teJe, que en el colegio y que interac-
zaje por modelado .1 irnhólico e . ' en y am Jto ee apren~i-
. . · ,omo veJemos. la mayor parte ele ¡ . ,- -.
e¡ ue mtenorizamos las personas . . • • ' as pautas e1e comportam11)d!o tuando con si1s padres.
' · '· Jl!Ovrenen re 1 expenencl'ls vicarias 1 d' . '' 2. Por otra parte, sin olvidar que las cadenas televisivas descuidan claramente las medidas de
y de la observacirín rle los efecto, . d .· ' ',e e iipren JZ<lJes mediatizad..os
. s que se envan del comportamiento 1 t - ,
sentido, las consecuencias ele li!s ., . h. ee o ras per.s?nas. En este · pn,tección hacia el menor, y que éstos valoran altamente los dibujos violentos, bastantes ni-
. · respuestas o servadas --en publicidi!d el' 1 .. t' \ . . ños ven además la televisión a horas de adultos. En consecuencia, visionan muchos progra·
vos ... - pueden funcionar pa. 1 · d' .d , P Jcu ils, 111 ormHJ·
' 'ra e In IV! uo como un elemento t' · ¡ -- · ·. · mas pensados y estructurados para adultos, algunos de ellos con excesiva carga de violencia.
tipos ele comportamiento v bloclu 1
. D mo rvacwna, mc. entJVilnclo unos
~ eanc o otros. e este modo los espectad b
portamiento ele los modelos Jl 1 , . ,· . ' • 1
' ores, a o servar el coln·
·, oc ran antrcrpar cxpectauv-1s de berJefi · · Ante estos hechos, y como recomiendan Urra et al. (2002), la familia debería ser conciencia-
rnientos y consecuencias neg"t. '· · J,ctos para unos comporta· c/u sobre la irnpqrtancia que tiene ver la televisión con los niños, el comentar todo tipo de conte-
.. , . ~ ' " lVJs pam otros.
, En smteSJS. la televisión socializa reforzando cre<mclo . . ., nido violento cf:'n ellos y el evitar su exposición excesiva a dichos elementos. Puestos a ver la
lom1aciones que proporcionan los co rt . Y pautas de conducta a parttr de las !Tl· televisión. se de e p\Qcurar que siempre exista, bien durante o después, un diálogo de Jo que se
· rnpo anuentos que realizan los m J ¡ b •
1 y ,las
consecuencias que obtienen. Algunos d 1 e . . , • . ' ore os o servacos ha visionado, a) recalcando en ocasiones, como en el caso de los dibujos animados o ele muchas
~ e os ,acto1es estudtados desde lit pe, l , S . 1
consideran elementos relev·mtes par¡¡ co , . ' srco og~a ocra y que se películas. que lo qu~.' ,aparece en la pantalla suele ser mentira, y iJ) especificando, como en el caso
· ' · ' ' nsegrm que 1os procesos de modelado seon eficaces será/Ji
a) La similitud co1r el modelo· hs · t' ·
de las noticias, ue.Hay
1:1
hechos que actualmente suceden pero que son reprobables y que nunca
·-····-- -·-
.b ,· . .. · ' mves IgilcJOnes han demostrodo que, cuando el individuQ deberían pasm. Es i~portante tener en cuenta que resulta más negativo ocultar aL menor la ver-
perc¡ e crerta serneJdnza con el rnoclelo, la influencia de és . . .
si una person;1 recib, 1 · fl . . . ·te es mayor. Del mrsrno mod¡?, .dad, y que lo verdad~ramentc educativo es fomentar su capacidad de discernir entre lo que resul·
.. . e a tn. uencJa e1e un modelo l!ende a redefinir su ro ia identidad so- '. ta corrcuo y lo que do. Así, se debería hacerle consciente de que las noticias son noticias por no
~~~t~ ~~e7~~~~~ ~ ~lit~.~ua a~nb(t~;se
11
las característic<JS estereotipadas dctgr:po al que perte- ser, lo normal, es decir, que lo ocasional es el terremoto, el asesinato, el incendio de una casa y
. . enCJa 1 oscovtcJ, Mugm y Pérez, 1991. Myers 1995) propiciar así una vivencia positiva de las intenciones ajenas o, lo que es lo mismo, un posiciona-
b) El atmct1vo del modelo. Pratk-Jnis ·\ro . e ' ., · · · ,
. ·, . ~ ' Y · nsoJJ ( 1914) llegaron a demostrar rrue son ¡n{!s' miento posiiivo ante la vida.
per.luasJ\ os ,¡quellos comuntcaclores · , ¡
¡ . .. ' ' que resu tan agr;¡cJablcs <1J telespectaclor por Jo qut•
e entro e1e1medro televrstvo, el atractiv 1 ·J, ¡ . , , . ·, . , ' '
poder de influencia. ' re os peisondJes potenciara su credibilidJd y su
e) Los !'(ifuerws dd modelo. ¡ ¡ "
. . ,·b . ,,as con.r uctas de imitación son más probables si el rnoclclo ob· APRENDIZAJE SOCIAL: TEORÍA Y APLICACIONES
serv,Jc1o rec1 e tefucrws. En tcie 1·isió 11 ¡ , .. . .
1mm.r Jnc. .. , . • • os persondJes pueden ser relorzados l<trnbién de

tex~os
1lleCtd. mectiante la asociación ele · . 't. ¡ . .
.. · . .
na!JiltJV8sposJtrvas.
·sus ,¡e ti U< es Ycomponarntcrtos

con ,sc'ucncm
L, l, No es común encontrar en los de Psicología Social capítulos que estudien la socialización
y el aprendizaje social, aunque pode~os afinnar que se trata de temas relevantes para la Psicología,
' 1
1
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1 '
840 Psicología social, cultura Y. cducaci~n Socialización y aprendizaje social 841

pues entendemos que la mayor parte de las conductas de los seres humanos son aprendidas básica- para resolver problemas simbólicamente, puesto que nuestros procesos mentales nos pueden
mente a través de procesos sociales, concretamente a través de procesos de observación e tmit1lcinn~ pemlitir la comprensión y previsión de conductas futuras.
dentro de una dinámica de interacción social. Aun así, y desde los orígenes de esta ciencia, lo • Procesos vicarios. No sólo aprendemos por exreriencia directa, de ensayo y error, sino ob-
mal ha sido estudiar el tema del aprendizaje desde una perspectiva conrluctual. Por su parte, cuan- servando la conducta de otros, de modo que los otros funcionan como ejemplos y a través
do la Psicología Social lo ha abordado, ha sido para desarrollarlo prácticamente desde un enfoque de su observación podemos adquirir nuevos comportamientos.
cogni\ivo en exclusiva, debido a que dicha perspectiva prevalecía en su campo de estudio. • Procesos autorregu/adores. La conducta está también motivada por criterios internos y au-
. ~e un~ for:na u otra, hemos de considerar la relevancia que adquiere el desarrollo del apren- toevaluaciones y, por tanto, no exclusivamente determinada por variables externas. Por ello,
dizaJe social SI entendemos que el comportamiento es, esencialmente, un producto del aprendi-· tenemos capacidad ele anticipar las consecuencias de la conducta y de poder manipular
zaje y no de cuestiones de tipo genético, donde el contexto social que rodea al individuo determinadas variables ambientales en la dirección adecuada para conseguir la meta antici-
un peso importante. En este sentido, puede afirmarse que, mientras los postulados del condicio- pada.
namiento clásico y el condicionamiento instrumental explican el aprendizaje desde un plano
mecanicista, el aprendizaje por observación e imitación de modelos consigue11cabar con los plan- El papel de la imitación
teamientos reduccionistas anteriores, incorporando simultáneamente a la explicación variables de
comportamiento, variables de tipo ambiental y variables cognitivas. -----~ ... ,.::•: Cada sociedad establece lo que es susceptible de observación por los miembros más jóvenes
a lo largo de su proceso de socialización y, mientras que en las sociedades menos desarrolladas
los modelos están próximos al entorno vital del individuo, en sociedades desarrolladas como la
Bandura y la Teoría Cognitivo-Social del Aprendizaje nuestra, los avances tecnológicos hacen posible la observación de modelos lejanos en el espacio
y en el tiempo, sin dejar por ello de ejercer su influencia sobre las personas. De hecho, como se-
Como se ha comentado, desde los desarrollos conduc¡1stas se considera que el aprendizaje .
puede explicarse, exclusivamente, por condicionamiento ci;ásico e instrul)lenti!l, sin que a¡lar~zck · ñala Reidh~d (1938), en muchas culturas, y también en la occidental, <<los niños no hacen lo que
la imitación. como alternativa explicativa.·Sin embargo, el conductismo plantea lagunas' y dej los adult~icen que hagan, sino más bien lo que les ven hacer>>. Es más, para Bandura (1982),
problema: sm resolver, lo que le ha ocasionado duras crítibs y ataques, fundpmentalmente diri- la imitación es una modalidad necesruia de aprendizaje, ya que <<si el (mico aprendizaje posible
gidos hacta su concepción del hombre como un mero reactor a estímulos externps, es decir, que fuera el que se cÍa-a-través de las consecuencias de los ensayos y errores, las perspectivas de su-
no posee decisión propia sobre el origen de su comportamiento. Como señala Marín (1998), lo' pervivencia serían escalas ... ,, 1

que se cuestiona es la idea de que el individuo tenga capacidad propia para originar su Así, y teniendo en cuenta los procesos señalados en el apqrtado anterior, entendemos que, en
y dirigirla hacia un fin concreto, y en este sentido se entendíXque estas teorías gran medida, el aprendizaje es una actividad de procesamiento! de información a partir de su trans-
determinantes que proceden de las funciones cognitivas pr~pi, s. del individuo.' formación en representaciones simbólicas que sirven ele guía paru el comportamiento. Según
Bandura, por su parte, ha llegado a primar el proceso de ~pr hdif.aje social hasta convertirlo en Bandma, en el aprendi:aje ¡>or imitación, el modelo es fuente de información, interviniendo bá-
el agente principal del proceso de socialización, compatibilizando apprtaciones de la tradición con- sicamente a lo largo de todo el proceso: a) procesos de atención; b) procesos de retención; e) pro-
duc~i~t-a y c?~nitiva, convirtiéndose en el autor 1más represe~tatl\Jo d~l tema que nos ocupa. Así, la cesos de producción; el) procesos de motivación. Según Leyens (1982), <<mientras la atención y la
postcwn teonca de Bandura (1987) pretende s\tpemr los modelps i(Itemalistas (la teoría psicodí- retención afectan esencialmente a la adquisición, la reproducción motriz y la motivación inter-
ná~i~a y de rasgos) y los modelos situacionist~s (conductismo 'ski~neriano), considerando que el vienen sobre todo a nivel de rendimiento>>.
JndtvJduo no se encuentra gobernado por fuerzás mternas t11 determinado por estímulos extcmos. • Atención. Para que' un individuo aprenda no es suficiente con la mera exposición del mo-
La teor(a cognitiva social que propone estd autor intenta explicar la actividad humana desde delo, sino que es también necesario que se le preste atención y que se extraigan las con'secuencias
un modelo de reciprocidad «triádica>> en el qu~ la conducta, los factores personales y los aconte- de su comportamiento a través de la observación. Se trata, por tanto, de un proceso adaptativo,
cimientos ambientales se determinan recíprocamente, partiendo, por tanto, de una determinación
' pues contiando en la conducta de los modelos el individuo puede actuar de forma adecuada en
recíproca entre persona-conducta-ambiente. Se trata de un modelo interacciona! de causación
cada situación sin tener que descubrir en cada momento qué conducta es la acet1ada y adecuada
donde la reciprocidad no significa simetría en cuanto a intensidad de las influencias ni ta~1poco
socialmente. Son diversos los factores que influyen en la atención, los cuales dependen princi-
queda fijado en el proceso la proporción de las influencias mutuas, sino que la influencia relativa
palmente de los atriburos del modelo (posición social, competencia, poder, interés, atractivo,
ejercida por los tres grupos de factores que interaccionan se explica en función de una variación
valor afectivo ... ), los atributos del observador (capncidades y tetJdenciÚs perceptivas, nivel de ac-
acorde con la actividad, el individuo y la situación. Así, esta teoría, desde el momento en que la
tivación, preferencias .. ) y del valor funcional de la conducta modelada.
conducta es suscitada hasta que llega a su expresión final, concede especial atención a una serie
• Retención. Lns actividades modeladas no pueden influir en el individuo si éste no las re-
ele factores personales o procesos particulares que suceden en el individuo, siendo de especial re:-x
cuerda. Si una conducta observada quiere ser reproducida en ausencia del modelo, es necesario
levancia los que a continu~tción se detallan:
que quede simbólicamente en la memoria ya que, si esto no sucede, las influencias pasadas no
• Procesos simbólicos. Las conductas observad<ts se representan a nivel intemo y se toman aclc¡uirir:ín grado de permanencia. Las transformaciones simbólicas favorecen el aprendizaje
esas representaciones como guía de acción concluctual. Las personas estamos capacitadas por observación ya que. mediante los símbolos, las experiencias de modelado se retienen en la
842 Psicofog(a social,. culfrlra y edv;cac/ón Sociaiiwción y aprendizaje socia! 843

m:moria, proceso denominado codificación simbóíica. 'Para Bandura, ei aprendizaje por 'obsen:¡¡ .. obse(var que detenninadas conductas de los demás consiguen éxito, aumenta la tendencia dei ob-
cwn s~ apoya en dos ststemas de representación: imágenes y símbolos verbales. Oe ~sta forma servador a realizar una pauta comportamental parecida (refonamiento vicario), mientras que si
los estnnulos modeladores dan lugar a imágenes, más o menos duraderas, de las secuencias otl: .· observa castigos ocunirá Jo contrario (castigo vicario). Del mismo modo, la observación de una
servadas Yque el Sl!Jeto puede evocar. La representación verbal implica la codificación por el · ' conducta socialmente indeseable, que no vaya acompañada de consecuencias negativas, puede
tema verbal delrnatenal observado y facilita la rapidez y la retenciÓn prolongada de todo a · ' llegar a imitarse si no se perciben riesgos. Más importante aún puede resultar el hecho de que la
dtzaJe observac10na!. . observación de las consecuencias de la conducta de otros determine en parte la fuerza y las pro-
Además de la in.fluencia de la cocli/icación simbólica, los procesos de ret~llCión se ven favp-: piedades funcionales de los reforzadores externos. El valor de un incentivo depende mucho de su
rectdos por la repeltclOn de los hechos o conductas del modelo observado y por las habilidades· relación con otros incentivos, y no únicamente de sus cualidades intrínsecas. El reforzamiento vi-
cogmttvas del observador. cario cumple, por tanto, una serie de funcíones como son:
. ' Pr~du:cíón. El tercer componente del modelado comprende la conve~si~n de las conce -,' l. Función informativa. Las consecuencias de la respuesta de Jos demás proporcionan a los
ClOnes Slfnbo!icas en .~CCIOnes adecuadas, Jo que SUpOne analizar ]OS mecanis1hos conceptilq/efy ¡· observadores infonnación acerca de los tipos de acciones que es probable que se recompensen o
motores de la e¡ecuc10n. La conducta modelada es, en gran parte, aprendida de forma sin1bólich castiguen. Y, en este sentido, se debe tener en cuenta que una misma conducta puede tener con-
antes des~: eJecutada y, por .tanto, la emisión de respuestas implica principalmente un proceso de · secuencias notublemente distintas en función de las situaciones en las que se manifiesta, de las
reproduccton.de-la
f concepciÓn cognJtlva de la acción · El grado de apren d'IZaJe ~ entre ..
· depenye, personas a las que se dirige, y del momento en que se reuliza.
otros actores, del grado de desarrollo físico y de la capacidad de retroalimentación infonnativa. · 2. Función motivacional. Un motivador importante es la observación de los refuerzos que re·
. Por lo que respecta a la eJecución modelada de la acción, el sujeto, después de comprobar las.· ciben las otrus personas con la ejecución de sus conductas, de manera que si el modelo es refor-
cJ¡ferencJas entre su representación simbólica y su ejecución, puede perfeccionar Ja zado se crea la expectativa de recibir también refuerzo al realizar una conducta similar.
aprendrda medwnte correcciones de los intentos preliminares perfeccionando sus acciones a tra-·· ·. 3. Función de aprendizaje emocional, En la observación del modelo se recoge también in-
ves de los.pro;;sos autorreguladores constituidos por e! feedback de su propia conducta. · formación sobre sus reacciones emocionales en función de la motivación recibida, lo que actúa
. ' MottJ'acton. La teoría del aprendizaje distingue entre adquisición y ejecución. Es un hecho como facilitador del aprendizaje. ······
el q~e las personas no realizan todo lo que aprenden. Las discrepancias entre aprendizaje y eje- 4. Función valorativa. Se refiere al mantenimiento o modificación de los valores del obser-
cucton se producen con mayor frecuencta cuando la conducta adquirida tiene escaso valor fun- vador en función de Jos refuenos que recibe la conducta modelada.
Cional 0 comporta un elevad? riesgo . De este modo, cuando la conducta modelada comporta 5. Función de influencia. En el proceso de modelaje también se observan las respuestus del
resultados valiosos para elmdtvtduo, ttene mayor probabilidad de manifestarse que aquella cuyos• modelo como consecuencia del trato al que es sometido, actuando como factor importante de in-
efectos s~n negattvos, o bien carezca ele gratificación alguna. Los criterios personales de conduc- fluencia en el aprendizaje.
ta, ademas de aque.llas conductas que parecen resultar eficaces para Jos dermís, representan otra
fuente de lllOtii'Jcton. e) l'v!otivaciones autoproducidas: 1la conducta de las personas no depende solamente de acon-
En.general. las personas realizan actividades que comportan autosatisfacciones y rechazan las tecimientos externos. Las personas sor agentes causales de su actividad porque, entre otras cosas,
que les desagradan personalmente. Concretamente, la ejecución de la conducta aprendida está in- la mayoría de las influencias ex temas' afectan a la conducta mediante procesos cognitivos del su-
Dutda por tres itpos de incentivos: jeto. Así, en el proceso autorregulati~o, los individuos ditigen, mantienen y modifican su propia
' ' ' conducta y se aplican a sí mismos recompensas cuando su comportamiento se ajusta a las normas
.. a) Motivadores directos: este tema ha tenido especial importancia en el desarrollo de la tra-. prescritas de forma perspnal. Es decir, actúan autoimponiéndose determinadas normas conduc-
dtct6n, del condtcionamiento instrumental, al explicar la conducta en fundón de sÜs consecuen- tuales1y suministrándose refuerzos y castigos en función de sus propias ucciones.
Cias (Skinner. 1953)._ Pero frente a los planteamientos operantes, para la teoría del aprendiz¡¡je • . 1

soctullos resuliildo.\ mfluycn en la conducta, en gran parte, por su valor informativo, originando Dc;'este modo, :poderhos concluir que los criterios de conducta que detenninan las respuestas
expectattvas de que se producirán determinados resultados, anticipando premios y castigos. Así, autoqeforzantes pvedcn establecerse bien mediante la enseñanzu bien mediante el moldeado. Por
hente a l~s con:,ecucn9Jas reale,, las consecuencias verdaderamente influyentes son precisamen- una parte, Jos adultos, padres o educadores, se sienten más o menos satisfechos de lo que Jos niños
te las anticipadas. c.1 d~cir, las representadas cognitivamente. realiz~n en funció~ de unos criterios con los que evalúan sus comporturnientos y que detenninarán
Es necesarin iencr ~n cuenta que en el aprendizuje soci<llefrefuerzo no es una condición ne- si los ~!aban o rec¡iminan, los premian o los castigan. Los propios niños, por otra parte, se auto-
cesan:¡ para que se realtcc una conducta, sino una condición que puede facilitar el proceso, ya que criticarán o autoalabarán según el ajuste de su conducta a los criterios recibidos del exterior, En
>e constdera que extsten otros factores, además de las consecuencias~das de las respuestas suma, se hace necesario ¡eforzar la idea de que la teoría del aprendizaje social es de enorme utili-
cleltncltvtduo. que pueden mtlurr sobre la persona en su proceso de dprendtaje (Bandura, 1974, dad p'~ra tratar de predecir ciertas conductas humanas y, por Jo tanto, también capacitnrií pma po-
19R2). No_ obstante. <ntnque este autor sugiere que el aprendizaje por imitación puede ocurrir sin der ca:rnbiarlas con rnay9r eficacia, lo cual es la tarea fundamental de los procesos educativos. Es
retuerzo, este 11 aumenta la probabilidad de emisión de una conducta. más, la mayoría de los padres y muchos educadores emplean de vez en cuando, deliberad'¡to in-
b) A1otivndores ,·icarios: la motivación vicaria se produce cuando un observador modifica la consc1~ntemente,, distintqs métodos para modificar respuestas sociales. Pero también es verdad que
conducta después cié haber observado cómo otros individuos han sido motivados al realizarla. Al casi nunca programan ni plnni ti can la distribución de refuerzos, ni seleccionan cuidadosamente los
844 Psicología social, cultura y educación

modelos que los niños han de observar. Además, podemos decir que Jos modelos que presentamos
los adultos, en muchos casos, están en desacuerdo con las epseñanzas que queremos tralisrr~tir. ': ·

SOCIALIZACIÓN, FAMILIA Y CULTURA

MIRYAM CAMPOS
AMAIA EcEIZA
DARÍO PÁEZ

' ' .

,1 1
846 Psicologia socíal, cuttura y educación Socialización, familia y cultura 847

SOCIALIZACIÓN: ¿CÓMO ADQUIERE LA GENTE SUS CULTURAS? b) A la hora d1 abq.·rdar los factores que influyen en la socializacio.'r.l, t.eníendo en cuenta que
los microsis em~s no sonwmpletamente independientes entre sí, habría que examinar las
semejanzas, dif~fencias y conexiones de los diferentes microsistem.¡¡,s -la familia, la es-
. La socialización puede ser delinida como el aprendizaje y uso de normas, actitudes, v:ilores,)• cuela y los rup¡js de pares por ejemplo---, nivel de análisis conocido como mesosistema.
ststemas de creencias dominantes en el contexto social en el que la persona se desarrolla. La Sl}· e) Los microsistenuls y mesosistemas están a su vez inmersos en otra esfera de influencias o
cialización concierne, por tanto, a los procesos que permiten a Jos adultos ser capaces de funcio- exosistema que normalmente ejerce su influencia de modo indirecto. Nos estamos refi-
nar adecuadamente y en consonancia con los requeritnientos de los grupos sociales en Jos· que se· dendo a la familia extensa, las experiencias laborales de los padres, a servicios comunita-
insertan o con los que viven, aprendiendo e interna/izando las reglas y modelos de r·n•mn''"'''···'··· ,, rios de asistencia sanitaria, legal Xeducativa, etc.
miento que son afectados por la cultura. d) !',a última esfera de intluem:i~_serya el macrosistema o conjunto de características que de-
Tradicionalmente, se considera que la socialización comienza después del nacimiento, y e'n l<l finen los rasgos básicos del microsistema, el mesosistema y el exosistema en un tiempo Y
actualidad los prototipos que se mantienen son los que se refieren a las partes más tempranas d~l en un 'lugar determinados. Está cdnstituido por las normas y las leyes imperantes. las cos-
ciclo vital de la persona -niñez y adolescencia- por entenderse que es cuando ésto m6s se nece .. tl;mbneS'y-nonnas·morales, el gr~do de desarrollo tecnológico y la situación económica
sita Y existe mayor probabilidad de que sus efectos sean a largo plazo. La niñez es en cualquier (Bronfenbrenner, 19C-... ' .
cultura el periodo del ciclo vital de mayor apertura al cambio y a la flexibilidad, así corno a las in- La cultura en sus aspectps más generales pertenecería al macrosistema, pero entendrda_c_om(l ___ _
- ---rJuencias culturales y ambientules. El aspecto que podría mantenerse con mayor constancia a tra- algo sujeto a pern1anentes c,ambios y evolución. Es importante tener en cuenta que st bten el ma-
vés de las culturas es que la gente emerge de este periodo con el deseo de convertirse en crosistema puede aparentar ser /;¡.e~cia más distante, esto no debe interpretarse así,
felices Yproductivos, sie[1cto en el contenido de estas metas donde se aprecia el mayor grado de va- sino más bien como aquella que está presente en todas ellas. En efecto, la estructura social va a
Jiabilidad intercultural. Así, y con el !in de que los niños sean adultos «adecuados,, deben adqui- determinar las normas, leyes y el desarrollo econórnico, que a su vez influirán en la definición y
rirse hábitos, habilidade~. valores y motivos que les capacilen para: a) evitar conductas desviantes realidad de la familia extensa, en el. tipo de trabajo de los padres y en las instituciones educacio-
o comportamientos que lnterrumpen o ponen cargas indebidas en el funcionamiento ele otras per- nales, sanitarias y de servicios soeiales-.- P-or ejemplo, la ley que favorece a la familia monoparen-
sonas dentro de la jerarquía ele los grupos.en Jos que la persona desarrolla su vida; b).contribu¡r tal. el fuerte apoyo social a ~sta familia y·e1 clesamillo económico escandinav& peFmiten que mu-
mediante el u·abajo al sop~r1e económico de uno mismo y de la fa~ili~nnar y montener re- chos niños nazcan ;·uer~ deljmatrirnooio-; .peLQ ~n condiciones de estabilidad familiar. Es1e hech~,
laciOnes cercanas con otros rndrvtduos; y d) ser capaces de cnar nrnos 'cuand~ corresponda. a su vez, enmarcara el ttpo dP-fªmtlta, escuela y grupos de pares extstentes en drcha soctedad. Ast,
~ZE~:iiD la familia nuclear pequeña 9e_co..Jl;¡b.itación, escuelas pequeñas y cooperativas y 'gntpos de pares
de ambos sexos desde pequeños definen la realidad escandinava. En el caso concreto del niño es-
Socialización y cultura candinavo, dicho conjunto determinará el tipo de escenarios, prácticas y creencias que orienten su
crianzo.
'Para comparar entre culwras --o u! menos entre nociones- ideologías so.bre socialización-y
las prácticas asociudas a ellas, el concepto ele nicho evolutivo elaborado por Super y Harkness so-
bre la base de estudios transculturales integra bien el tema de este capítulo. Dicho concepto se de-
FAMILIA Y SOCIALIZACIÓN-ESTILO RELACIONAL ENTRE PADRES E HIJOS
line como el conjunto de escenarios, creencias y práclicas que <;:n cilda,cultura existen en tomo a
los niños, su crianza y su educación, con la función ele servir ele mediadores entre J¡¡·cultura y la
Si bien la supervivencia de los hijos, su cuidado y la preservación de su desarrollo se consi·
experiencia indivioual (Super y Harkncss, 1986). De est<l rnanera, las regularidades que se dan en
deran ubas de Jus funciones más importantes de la familia, su adecuada realización implica que
estos tres subsistemas, así como los elementos ele continuidad que se mantienen de un estadio evo-',
,Jos padres deben además preocuparse por hacerlo utilizando los mecanismos e ideas que se con"
lutivo al siguiente, aportarán el material del que la persona -el niño- inferirá las norm;1s cultu·
sideren adaptativos en ese determinado contexto socioculturaL Esta integración sociocultural a
raJes en los niveles social, afectivo y cognitivo. ' '
la que nos referimos comienza a darse a muy temprana edad. De hecho, sabemos que en los
Partiendo de la influencia ele los contextos soc'tales sobre la personq, y las relaciones inlerper·
primeros meses de vida se van gestando una serie de interacciones entre padres e hijos que pre-
sonales, y consiclerando el Modelo de Ecología del Desarrollo Htllltal;o que Bronfenbren,ner,
' sen tan peculiaridades culturales respecto a su sincronía, ¡.itmicidad y reciprocidad. Estas inter-
propone, se han diferenciado cuatro niveles para definir y analizar el impacto,contextllal sobre la
acciones permitirán un primer nivel de comunicación de tipo no verbal y sentm·án las bases para
socialización o crianza y la educación·. ' la emergencia de procesos de simbolización -representaciones socioculturales- Y de lengua-
a) Las influencias sociales en el moldeamiento de la persona provienen de su ~ntorno más in· je. Bornstein (1995) después de iíbservar diversas conductas entre madre e hijo en tres culturas
mediato o núcrosistema, Éste lo constituye su entorno más cercano, ese ~ntomo donde se --Nueva York, Tokio y París- concluyeron que las mayor¡es difer~ncias se encontraban en las
1
viven las experiencias más significativas y que en el casb de los nirios y niflas serían Ia.fa· respuestas maternas ante Id mirada ele los niños y en hasta Rué punro las madres hablahun o es-
milia y la escuela. '' timulaban a sus hijos.
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848 Psicologfa social, cultura y educación Socialízación, familia y culrura 849

casarse y reproducirse (Harris, 2003). Por ejemplo en sociedades colectivistas como la de los yo-
En los procesos de socialización infantil existen al menos tres tipos de influencia:
ruba de Nigeria,la gran mayoría de los niños-fle.dos.años -75%- transportan agua en cuencos,
a) La actividad del niño: el temperamento heredado del niño, que se manifiesta en patrones ordenan, hacen recados, lavan sus utensilio_s de comida, etc. (Zeitlin, 1996). También en poblados
de conducta desde pequeño, es una variable que interviene tanto en competencia social tradicionales de Kenia se ha observado cómo los niños a los tres años conducen vacas, con cinco
como en la eficacia de determinadas estrategias de socialización. Niños irritables, impulsi- cuidan de sus hermanos y a Jos ocho años incluso cocinan para el resto de los miembros de la fa-
vos temperamentalmente, van a inducir formas de crianza de mayor control y castigo milia (Harkness y Super, 1992). Lo mismo ocurre entre Jos mayas en América Latina.
(Gershoff, 2002). Las elno/eorias o creencias culturales sobre la eslimulación necesaria para el desarrollo in·
b) Influencia indirecla, entre las cuales destacan las variables socioculturales, la expresividad ...·~'",.-.;'~..._ fanril son también importantes. El desarrollo motor se considera un área crucial de estudio por su
emocional, y las cogniciones parentales (ideas y sentimientos) sobre objetivos educativos. contribución a la comprensión del desarrollo ~voluiivo (Kéller et al., 2002). Cuando se han estu-
En el caso de la socialización emocional, estaríamos hablando de este tipo de proceso> diado en madres alemanas y mujeres de cÜitura-nso -oeste de África- el conjunto de ideas
cuando los padres explícita o intencionadamente no pretenden modincar la conducta emo- parentales relacionadas con la estimulaciünmotora, se ha comprobado que la estimulación tem-
cional del niño. Aquí se incluirían el aprendizaje por observación y la transm1sión de va- prana se concibe como tm índice de S'dlud en esta última cultura -«es el modo de que crezcan
lores, actitudes y filosofías de vida. mejor, más rápido y más fuertes»- y consideran determinante en el infraclesarrollo de los niños
e) influencia direc/a. Los padres influyen directamente en la ense11anza de nuevas destrezas ',
,1 1 el hecJ'¡o de que madres como las alemarr<Jnle:fena sus hijos tanto tiempo en la cama. Estas 1deas
_ y normas sociales culturalmente adaptativas mediante procesos como la imitoción, el mo- sobre, la estimulación temprana son compartidas también por los kung-san de Botsuana. Hopkins
delado o la instrucción oral, Asf, en el caso de la socialización emocional, la inJluencia di~ (1991, en Bomstein, 1995) comprobó que en culturas afro-caribefias con estimulación motora
recta hará referencia a las acciones intencionadas dirigidas"a influir o facilitar la conduqá temprana los niños suelen sentarse y andar antes que los niños británicos. A nivel fisiológico, al·
emocional del niño y que normalmente conllevan una actitud de instrucción por pa11e del guno~ estbdios constatan que la posición venical tranquiliza a los niños al favorecer la secreción
padre, como por ejemplo cuando se explica a los niños cuáles son las expresiones de cienas hormonas -ACTH- y que aumenta los nivel"~ ciP "'~'ncicin, lo cu2l ~"~":"'·''"''·:'..Joco
nales adecuadas en determinadas situaciones -:-<<no reírse ante una caída o el daño aje~ rrollo cog~itivo ·(Konner, 1977). Tanto los nso_ COl]]() l.O.J kung-san de Botsuana son culturas co-
no>>-, o las ligadas al género -<<los hombres no lloran>>-. Estas normas explícitas sobr~ lectivistas donde los índices de supervivencia son menores que en la cultura alemana, y p~r ta_)]-~ .
la apropiada expresión de las emociones que sentimos irán dirigidas a favorecer compe- .'to, el mayor apbyo social attibuido a estas comunidades contribuiría directamente en la
tencias emocionales socialmente adecuadas. ·· ' supervivencia. A4emá,, en dichas culturas el desarrollo· motor temprano se torna un objetivo de
1
': socialización impbnante ya que se requiere ra· ayuda deln1ño como mano de obra de cara a con-
Ideas, creencias y objetivos culturales asociados a la niñez y crianza :, tr\buir ~n Jas'iaborcs y responsabilidades colnu1iTÚ1rias (Keller el al., 2002). En culturas como la
alemana, la panicipación infantil temprana en la comunidad no se tiene en cuenta, lo cual está di-
1
A lo largo de nuestro desarrollo y socialización, los humanos vamos adquiriendo una serie de rectamente unido a' una concepción más laxa en el tiempo sobre la adquisición de las habilidades
ideas y valores sobre cómo son los niños, cómo se desarrollan y cuáles son las estrategias ade- infantiles motoras y la anteposición de estrategias dirigidas a la independencia y autonomía.
cuadas para cuidarlos (Harkness y Super, 1992). Desde esta perspectiva, Le vine ( 1Y88) propone Por otra parte, lo C<tracterístico y diferencial de las familias como grupo social es el estilo de
la existencia de tres; valores u objerivos parenrales que rienen',carcícter de meras universales: a) la·. las relaciones que se dan entre sus miembros, aspecto recogido en lo que se denomina clima enw-
supervivencia y la·s'alud del niño o la niña; b) el desarrollo d~ capacidades que le permitan ser un cional ele las relaciones interpersonales, que tendría dos venientes: 1) el estudio de las relaciones
adulto económicru~ente independiente; y e) e! logro de un~ serie de rasgos y valores cultural"·. qtle tienden a establecer lazos afectivos y emocionales, y 2) el estudio de relaciones con el pro-
mente apreciados. La organización jenírquica según su imp\¡rtancia de estas metas implica que · pósito de establecer controles y regulaciones en el proceso socializador de adquisición ele normas
cuando la primera de ellas se ve amenazada se conviene en Id más importante. En relación con la,, y valores entre los más jóvenes.
tercera meta, sabembs que en culturas individualistas Jos padres valoran más la autodirección Y:lil
independencia mieqtras que en las culturas colectivistas, como las orientales, la conformidad· Relaciones afectivas: el apego
y la obediencia (Kobn, 1969).
Otra de las etnot~orías o creencias culwrales relacionadas con/a socialización se reliere a h\s
A Jo largo del proceso de crianza se gestan relaciones interpersonales basadas en el :ompro-
copacidades atribu{das a Iris niños y niñas en diferentes edades. En sociedades individualistas;
miso e implicación emocional entre padres e hijos. Se ha denominado apego a la relacJOn espe-
los niños disfrutan 4e un est'atus especial ya yue se concede gran tiempo a aprendizajes dirigidos
cial que el niño establece con un número reducido de personas, lazo afectivo que se forma entre
hacia la participacidn en un~ sociedad cambiante y con medios de producción muy sofisticados,
él mismo y cada una de estas personas, un law que le impulsa a buscar la proxnmdad Yel con-
mientras que no se lrs exigelque contribuyan con su trabajo pesfuerzo en la vida familiar o de la
comunidad. Si bie~ en to~as las culturas se cree que a los 7 años los niiíos ya tienen tacto con ellas a lo largo del tiempo (López, 1999).
capacidad de ser autónomos, en.las culturas tradicionales colectivistas los niños empiezan a: El ~pego, tanto en animales como en humanos, cumple una función muy ~mportante, como
trabajar alrededor de los cinco años y, a partir de la pubertad, se les considera con capacidad de es la• de asegurar ]a. supervivencia del ser en sus momentos de mayor JragllJdad, med1ante la
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850 Psicología sodnl, cultura y educación Socialización, familia y cuitura 851
1

proximidad, protección y la asistencia directa o indirecta de las figuras parentales. Así, uno de los Por tanto, los aspectos que condicionarán las relaciones íntimas,las de amistad Ylas relacio-
primeros estudios red! izados sobre In conducta de apego a sus crias en pz'íniates no humanos nes sociales serán:(!) la adquisición de un estilo de apego, lo cual está directamente relacionado
--chimpancés-- reveló una serie ele conductas que tanto en sus formas como en sus funciones pa-. •. con el 9esarrollo de la conpanza básica en las primeras relaciones que se establezcan; y (2) el
recían propiamente humanas: cuidados físicos, protección frente · sgos, seguridad frente · desarrollo de las habilidad1s necesarias para usar los códigos de comumcac16n competentes en
amenazas. Por su parte, las crías de estos animales también desarroll,aban modo jerárquico las relapiones interpeson~es. Centrándonos en el tipo de factores parentales que van a promo-
serie de lazos afectivos que les conducüzn a manifestar conductas de aprox mación y de evitación· cionar tmas relacron:es afec~vas satzsfactonas, se rescata la ¡mportancJa de estos cuatro factores
hacia ciez1os miembros del gnJpo. Es por ello por lo que se prewpone que las relaciones que se" (López!1 1999): ¡
establecen entre el niño y sus progenitores se basan tanto en el desarrollo filogenético o de la es-
pecie como en el desarrollo onto_gg¡@ico o de la persona, teniendo como función principal ase-
a) 4para percibir las señales que el niño emite necesidad~s
sensibi/i&¡d materna a las demandas y
y
en particul~r la habilidad
del nil!o,
la capacidad para responder a estas de forma
gurar la supervivencia del nift_Q_,__
rápida y adecuada.
Por tanto, el apego se explica en parte por factores biologicos innatos -es probable que los
b) La cooperación materna, gue se refiere a la ausencia de conductas intrusivas o de interfe-
miembros dé hn:!speeie qtHnueran capaces de demandar y dar seguridad y cuidado sobrevivieran":
más- y también por aprendizaje -los niños aprenden gue sus padres y cuidadores los alimen- . roncia.
e) t.~ camidad de contacto físico mate mo y
tan y reconfortan, y por ende-se apegan a ellos-. De hecho, muchas conductas innatas_d_e[
d) +fl «responsividad» o frecuencia y_rapidez de la respue~a-materna a las señales infantiles
-llorar, sonreír, sentirse bien al ser arropado, etc.- son importantes para inducir apego, mien' ·..
...,.sin tomar en cuenta su adecuacwn.
tras que, a la vez, es reforzante paLaJQ;W2.iliU:es-e_hijos la secuen_¡¡ia de demanda-lloro, etc. - ->
presencia y cuidado por el adulto-> detención del malestar y bienestar en el niño. Basándonos en la tipología de Ainsworth y en los posteriores trabajos sobre la teoría del ape-
Algunos autores afirman que las relaciones de apego tempranas también influyen en el tipo de go, hoy en día se puede aflnnar gue existen tres patrones de apego a la hora de explicar las rela-
relaciones que la persona desarrolla entre grupos y con la sociedad en su etapa adulta y a lo J;¡r- ciones entre el niño y su mundo social: apego seguro, evitativo y ansioso-ambivalente.
go de la vida. De hecho se supone c¡ue las .relaciones de apego cumplen dos funciones: a) dar una Apego seguro: Jos niños con un apego de este tipo se caracterizan por tener confianza en que
base de seguriclacl para que el niño y la persona exploren el entorno; y b) entregar información so- la madre va a responder a sus necesidades. Habitualmente, éstas muestran alto contacto visual,
bre el medio social. táctil y verbal, así comq alta conciencia y capacidad de reacción ante las necesidades de sus hi-
jos, es decir, alta sensíoilídad y responsividad. Por ello se explica que los niños seguros busquen
consuelo en ellas y exploren coníiadamente el medio en su presencia. En general, el estilo de ape-
Tipos de apego y desarroHo-de modelos internos de relaciones go de la madre y el del padre coinciden, si bien cuando est9 no ocurre basta con que un progeni-
interpersonales tor facilite un estilo segurq para que el niño desazrolle coz~petencif y adaptación social, que le
conducirá a mostrar en la etapa adulta facilidad a la hora d~ intima{ o depender de los otros. En
En la teoría del apego se asume que el tipo de inter<zcciones tempranas entre el niño y la tigu- culturas occidentales, y desde el punto de vista dimensional, 1un apeg(> seguro implica un alto afec-
ra de apego constituir{Jn las bases sobre las cuales el niño organiza su mundo y se desarrolla. El to o calidez y un bajo control como sobreprotección en las relacione~. El 50% o más de los niños
procedimiento conocido corno «La situación extraña>> (Ainsworth et al., 1978) evalúa la medida en 'observados o adulws encuestados son categorizaclos dentro de esta itipología. Por otra parte, se-
la que un niño pequer1o toma como referencia ele base segura la figura de apego para explorar el g!Ín el meta-aná!isi& de '66 estudios y 4 mil sujetos de De Wolf y Y4n Ijzendoom (1997), la rela-
entorno. Al mismo tiempo, este procedimiento nos informa --en los momentos de separación Y de · ción entre la sensibÚidadmatema --evaluada a través de la observatl6n de su actividad- Y ape-
reunión con la madre- sobre el equilibrio entre el sistema concluctual de apego y el de explor;a- go segur¿ en el niñt~va!uaclo mediante la observación de sus reacciones- era media, lo que
ción ele entornos no familiares. Por otra parte, durante el primer año ele vicia, el nir1o va constnr- significa que un niñ cory ~na madre sensible tendrá u~ 62% de apego :eguro, fren~e a un38% d_e
yendo progresivnmente expectativas sobre los hechos que regularmente suceden en su entorno, la3, apego seguro con 11'\adr~~ pe baja senszb¡J¡dad. Tambwn la cooperal;wn materna se asoc1aba dc-
cuales se organizarán para dar lugar a Jo que Bowlby ( 1982) denominó «modelos internos aclii'OS» bilmente· a un apego seg~rp, lo mismo que la cantidad de contacto físico ¡natemo Y la responst-
del entorno físico, ele las figuras ele <!pego y de «SÍ mismo>>. Estas creencias o «modelos internos»' vidad, aunque éstas de njo~o aún más débil 1. :
sobre «SÍ>>, «los otros» y «las relaciones con ellos» penniten 1<1 rcllexión y comunicación sobre sit Apegtt-evitativo: estos Qiños esperan una falta de reacción y el appyo de sus madres cuando se
tuaciones y relaciones tanto pasadas como futuras, favoreciendo la creación de planes coniuntos sienten ansiosos, pues ellas o sus cuidadores son rechazantes y no reactivos, esto es, que marcan
sobre la regulación ele la proximidad y la resolución de conllictos interpersonales. las distancias y están poco accesibles. En con.1ecuencia, los nir1os evitativos no suelen utilizar a
De hecho, los «modelos internos <~ctivos'' asociados a cada tipo de apego van a orientar la ¡e- sus madres como base de apoyo de cara a explorar el medio o como refugio/consuelo Y se carac-
gulación psicológica, las relaciones mterpersonales y las relaczones íntimas en la aclo!esccncin y ' t,crizan po.r su·falta de sensibilidad, una gran resistencia verbal y concluctual al contacto físico Y
ewpa adulta, si bien están sujetos a posibles cambios a lo largo de todo el ciclo vita!.,Aun así,.
como todas las creencias estructuradas, tenderán a rechazar información contradictoria c0n ellos 1 Rd¡¡ción entre sensibilidad, cooperílción, camidad ele contacto físico y responsividad materna con apego seguro,

mismos. 1 ' r ~ 0,24, r ~O. t3, r ~ 0,09 y r =O, t Orcspcclivamcn/c.


852 Psicología social, cultura y educación Socialización, familia y cultura 853
, '
baja expresividad emocional (Ainsworth et al., 1978), así como por una mayor tende1icia a En estudios realizados en España, el apego seguro matemal también se asociaba y predecía
hostiles y agresivos con sus pares. Cuando llegan a Ja·erapa adulta, esa excesiva auuJou.tJu•rncm• mejores relaciones de amistad y con los grupos de iguales en la adolescencia, si bien el apego se-
típica del estilo evitativo les crear~ dificultades a la hora de .Jntimar con los otros y depender· guro se asocia con más fuerza a una buena relación de amistad que con la relación con el grupo
ellos (Hazan y Shaver, 1994). Alrededor de un 20-25% de rüños observados y adultos de iguales (Sánchez-Queija y Oliva, 2003)'. Esto sugiere que las relaciones sociales diádicas de
dos se sitúan en este estilo. apego seguro con la madre son más parecidas a la confianza e intimidad que se da en las relacio-
Apego ansioso-ambivalente: el patrón ansioso-<mJbivalente es muy frecuente en niños e nes de amistad, que a relaciones con el gmpo o colectivo de pares, pues éstas requieren otras ha-
madre responde de forma inconsistente a sus necesidades (Ainsworth et al., 1978); bilidades sociales de manejo del estatus y del conflicto entre iguales. Por tanto, un 62% de niños
tanda frecuentemente una falta de contingencia y consistencia en los cuidados. Esto les con una madre de estilo de apego seguro estarán por encima de la media en buenas relaciones de
demandar continuamente la atención de sus pregenilores y a sentir grandes dosis de amistad y un 57% Jo estarán en relaciones con Jos pares, frente a un 38% y 43% respectivmnen-
cuando la figura de apego desaparece de s~ntomo o cuando lo ignoran. Como resultado, te de niños con apego matemal más inseguro.
tran dificultades a la hora cle~xp!Qrar e!Jnedio y en ser consolados despu~s de las sep:aracJO:nes Algunos autores defienden que a medida que las personas van avanzando en edad, la estabili-
_:_reaccionan altemando la búsqueda activa de contacto hacia la madre junto con una fuerte re·, · dad del apego es mayor, siendo posible que después de la adolescencia se convierta en un patrón
sistencia a éste en el momento en el que se les intenta consolar-. En la etapa adulta, temen el básico poco modificable. Para ellos lo que sí es posible es aumentar el auto-conocimiento de·las
abandono de los otros o que no quieran intimar suficientemente con ellos, sintiendo a su vez ' · propias características, el autocontrol de sus efectos y el aprendizaje de habilidades sociales para
Jos demás no les apoyan tanto como ellos quisieran. Alrededor de un 20% de niiios ·relacionarse de manera eficaz a partir del propio estilo. Por otra parte, no p\!ede QQyiarse que en
adultos encuestados se sitúan en este estilo. " ·"" la vida adulta la conducta depende más de aprendizajes y roles sociales, lo que determinaría que
A partir de la adolescencia media, el amigo íntimo irá gan~ndo import*ncia sobre .o.tras el apego se viva de forma más variable de unas pCÍ'sonas a otras, sobre todo ya que éste interac-
tuará de manera más estrecha con otros vínculos afectivos, especialmente los sexuales.
ras de apego hasta convertirse en la figura p_rincipal, siendo'hr~cterfsticas l~limordiales de las
En relación con este tema y sobre la base tanto del modelo que las personas emparejadas cons-
luciones de amistad el apoyo emocional y la intimidad. Las di~ensiones J~ apego en las que
truyen sobre sí mismo y sobre el otro, como del grado de dependencia y evitnción de la intimidad
aprecia. esta mayor impo:tancia _del amigo frente atvlnculo co~ la ma~re ~¡:ln en la búsqueda
que se vive en la relación, Bartholomew (1990) y Griffin y Bartholomew (1994) encuentran cuatro
proxm11dad y en su cons1deracwn como <<puerto de refug¡o,. En camb1o, !a madre s1gue '"""'"'""'.:-;:-..~;.,
patrones de apego adultos. Basándose en las evaluaciones y expectativas con respecto ¡¡J selfy a los
J1endo su papel p1incipal como base de seguridad (Hazan-)'-Zeifman, 1994)¡ Por tanto, tras la
demás, se encuentran dos dimensiones subyacentes en la medida en que un individuo (1) tiene una
~ertad la familia tendrá que compartir con el-gf~po de iguales su capacidad de influencia,
autoimagen positiva y espera que los demás respondan coherentemente a ella, y (2) tiene una ima-
situarse en la mayoría de los casos en un segmn:tu-lugar. Es más, la importancia de e'stas gfn ,positiva sobre los d¡~más y espera que éstos estén dispuestos a apoyarle, En funciün de la po-
nes queda patente en estudios que muestran fuerte asociación entre mantener una buena 'c''""JH'·> sición que la persona ocupe en estas dimensiones, se clasificará en uno de los cuatro patrones de
de amistad durante la adolescencia y una alta autoestima o mayor satisfacción vital, menor apego adulto propuestos: seguro, ansioso o preocupado, rechaz.ante o evitativo y miedoso.
go de mostrar problemas emocionales o de conducta o un mejor ajuste escolar. De hecho,
mostró el meta-análisis de Schneider, Atkinson y Tardif (2001), los niños cmr ww base de
seguro tienden a estar más adaptados cuando son adolescentes. Estos autores analizaron 63 Sección Práctica • Estilos de Apego
tudios longitudinales en los que fueron observados el apego y las conductas de adaptación, en-
c,ontrando que el buen apego a la madre se asociaba y predecía de form~ moderada unas mejores Sección Práctica ·Estilos de Apego
relaciones de amistad y con los pares 1. Tres estudios en culturas colectivistas asiáticas -Japón, i (Hazan y.Shave1; 1987)
China y Corea- mostraron un efecto de rango similar frente al rango medio en Estados Unidos' .... ·.
·~Cumro:es.tudios.en.EurQpa -Alemania e Inglaterra- y dos en Israel mostraron asociaciones si· . Por fbvor, Jea las tres viñ~tas siguientes y clasifíquese en una de ellas. ¿Cuál de estas descripciones
niilares. emre upegüseguro observado en hvinfancia y adaptación social posterior'. El apego se- · describe mejor sus sentimientos?
guro se asodaba.a la con1petencia social en relacioues.·cqn. pares en la adolescencia, en relación
con: a) un menor.aislmiüento social observado; b).una mebr.ugresividad observada·, y e) una ma- (!) Encuentro bastante fácil tener relaciones íntimas con otros. Siento la necesidad de estar estrecha-
yor sociabilidad y capacidad de liderazgo observado.'. mente unido a otras per.s.ona.s._y. también saber que otras personas eslári íntimamente unidas a mí.
Sin embargo, no me preocupa el ser abJndonado por los otros o que los otros tengan relaciones de-
1

n,1asiado íntimas conmigo.___ '


prl~·
1 '

2
: !{e] ación entre¡apcgo seguro con la mudre observado en la infnueia]y:calidad:dc:l<itrelnción de-ami:;rad y con los
res, r = 0,20. cr ~ (contintÍo)
' Rango dnfec¡o en culturas.cbtectivistas asiáticas -hpón. China y Corea- 0,15'·0,19 y en EE.UU. O,t8.
4
Asociación en !Europa -Alemania e Inglmerra- O, 18 y en 1sracl ,59. -·
1
Relación entre!apego seguro y competencia social observ¡¡Ja: r = 10,15 con <~islamienw socíal; r ~ -0,14 con agre- ~ Asociación en &pañfl.eQtre apeg9_'seguro con calidad tie.la relación Uc amistad y con.cl grupo de .iguales: r ~ 0.24
sividad y j' = O,t5 cor sociabilidad y capacidad dé· liderazgo. ,1 1
y r = O,t4 respectivamente.
1

' 1
854 Psicología social, cullura y edwación Socialización, familia y cultura 855

1continuación) Los adultos con creencias o modelo ansioso-ambivalente o un patrón de apego preocupado
se caracterizan por tener una imagen de sí mismos negativa -más autocrítica·- y potencialmen·
te positiva de los otros, aunque perciben que los otros ni relacionarse tan íntimamente con
(Il) No me siento muy a gusto con la idea de intimar mucho con las personas. Encuentro di fíci!' confi:~ :
ellos ni les apoyan tanto fomo les gustaría (Hazan y Estas personas creen más en
totalmente en la gente. Me siento tenso cuando alguien intima mucho conmigo. Mis pare]as hubie-· ·.
el amor maníaco y al dis~utir temas importantes siendo para ellos los con-
ran querido que yo hubiera estado más cercano/a a ellas, pero e~to me hace sentir '
incómodo/a. _ _ __ flictos más dolorosos por' activarles el temor al abandono.· después de una discusión per-
ciben de manera más negativa tanto a su pareja como a 1~
(Jll) Encuentro que los otros dudan antes de intimar conmigo como yo quisiera que lo hicieran. Tengo, 1

a veces, la impresión de que mi pareja no me ama realmente, o no Jo suficient~, y¡engo r;niedo de


que él/ella me abandone. Quisiera ser con mi pareja una sola persona, pero ese deseo nsusta a ve-'
ces a algunas personas, que intentan huir. ·

Claves de Interpretación

Si has marcado la viñeta f, te autodefinirias de acuerdo con el Apego Seguro, corno el 47% de lapo-
blación, se,gún una muestra de 1.500 estudiantes de 14 países.
Si has elegido la viñeta Il, lo haces de acuerdo con el Apego Evitan te, como el 28% de la muestra.
Si has seleccionado la viñeta III, te incluyes en el Apego Ansioso-ambivalente, como un 24% de la·,
población.

Por su parte, Grossmnnn y Grossmann ( 1990) afirman que lJ estilos de apego se i


de manera congruente con estructurns ele creencias y expectativas :sobre sí mismo, los otros y
mundo, destacando que: ' ·.
a) los individuos con conjuntos de creencias o modelos inlemos seguros prestan atención
todo el conjunto de causas externas a la hora de emitir respuestas emocionales,
adern;ís más las emociones contradictorias:
b) las personas con modelos internos inseguros prestan un tipo de atención rnás selectiva an. :·
sus respuestas emocionalesy no suelen tener en cuentil todo'·e! rango,d11 r~spuestas ex
nas ante emociones potencialmente contradictorias. Fuente: bas~do e~ infqrmaciór de Bwon y Byrne (1998), Bartholomew y Horowitz (1991)

Indudablemente, tiene que marcar alguna diferencia el hecho de vivir en contextos


turales donde, ante los retos potencialmente conflictivos, sean aspectos dominantes la En l~s relacione~ interpersonales, las personas adultas con creencias o patrón de apego evi-
y la dificultad, reforzándose probablemente el apego inseguro. lativo {rechazan/e :tienen una imagen positiva de sí, son autosuficientes y muestran mayor dis-
Sieudo_.adultas, las personas con un modelo interno activo seguro no suelen rerner el tancia y desconfian~a ante Jos demás, sintiéndose incómodos cuando los otros están muy cerca
no ni el exceso de intimidad (Hazan y Shaver, 1994), y suelen tener una' imagoi posiliva ernocidpalrnente de 'ellos. Los adultos con creencias evitantes creen meno.~ en el amor romántico
mismos y de los otros (Bartholomew y Horowitz, l 991 ). Las creencias o modelo in temo ·. y al disC:frlir temas importantes en su relación de pareja, ni vivencian emociones negativas ni eva-
seguro se asocian por tanto a una percepción positiva de sí mismo -mayor auto-estima-, lúan después la relación como menos íntima, si bien los hombres evitantes manifiestan un menor
fianza en !<1s relaciones con otros y ausencia de temor a la hora de implicarse en ellas. Como apoyo il_ su pareja, lo que no ocurría en el cas"" de las mujeres.
examina en el capítulo sobre atracción y relaciones íntimas. estas personas creen rmís en el Finahncntc, se ha planteado que existe un modelo o patrón de apego temeroso, con una ima-
romántico, e incluso después de discutir terms importantes ven tanto a su pareja corno a la gen neg'ativa de sí y de los otros. Estas personas quisieran tener relaciones con los demás, pero
ción de un modo müs positivo. tienen rr¡iedo de ser heridos por parejas y confidentes (Bm1holomew y Horowitz, 1991 ).
N.
C1)
(Jl
856 Psicología social, culwra y educación Socialización, fumilia y cultura 857

Apego y relaciones intergrupales


Los modelos internos activos vinculados a los estilos de dpego también serán relevantes para
01ientar a las personas sobre la sociedad y las relaciones intergr(¡pales. Así, hay estudios que han en-
contrado cómo sujetos con apego seguro tienen una relación m~s positiva con su Dios, y otros mues-
tran que estas personas se definen como más «patriotas» --quieren a su país- mientras que bs de
apego inseguro tienden más a ser nacionalistas -preocupados por el dominio y defensa nacional.
Los sujetos seguros reaccionan ante el estrés social -crisis social, etc.- de forma más equi-
librada, utilizan más la búsqueda de apoyo social y muestran una actitud más abierta y favorable
hacia los extraños y las nuevas evidencias. Las personas con apego ansioso alto van a mostrar re-
acciones más negativas ante miembros de exogrupos -de otra corriente política o grupo nacio-
nal-~ y en situaciones de crisis social se van a alterar más afectivamente. Los sujetos evitan tes en
,1 1
situaciones de crisis social se van a distanciar más psicológicamente de Jo que ocurre en la so-
ciedad como una forma de afrontar el estrés (lvlikulincer y Shaver, 2001; Durkin, 1996).
Ca pre-activación de una visión segura de sí, mediante palabras que connotan apego y proxi-
midad a: otros -cercanía, amor, apoyo- o a través de instrucciones de tareas de imaginación
-«imagine que está en una situación problemática rodeado de personas que son sensibles y re-
accionan a s.u J?alestar. Desean ayudarle porque le quieren y aprecian, y dejan de bdo otras acti-
vidades para hacerlo»-, atenúa la reacción ante críticas a la visión del mundo de la persona y
,' reduce la evaluación de un exogrupo como fuente de amenaza simbólica y real. Por ejemplo, Jos
, lsraelitas van a evaluar más positivamente a grupos palestinos que critican a Israel cuando han
pensado estar en una-situación ele apego seguro, que en una situación neutra. Esto sugiere que un
estilo ,segurp de apego, gue-se mantiene durante la adolescencia y adultez o que es activado por
tlll contexto cultural fa_vorable, se va a asociar a un modelo interno positivo de Jos otros, en parti-
cular de exogntpos (Mikulincer y Shaver, 2001)1. Ahora bien, recordemos que el apego seguro se
asociaba más a relaciones interpersonales que a relaciones endogrupales y podemos suponer que
su asociación con las relaciones intergrupo y las ideologías sociales serft aún mús débil.

Sección Práctica: Estilos de Apego e Importancia otorgada a los Tipos de Amor


Cultura, crianza y socialización relacional en la familia
Por fa Por, revise ahora sus puntuaciones en/os Estilos de Amor-Escala de Hendricks y !Iendricks del
capítulo de Relaciones íntimas. Univer~alidad del apego
Recuerde que a meuor puntuación, mai_?_rimportancia dada al Tipo de Amor.
Los ~studiÚ,dc la «Situación extraña» en cerca de 20 culturas confirman que el apego seguro es
Amor Eros: las personas que se auto-categorizan en el Apego Seguro le d<Jn más importancia
dominante_en tOdas las naciones estucliaclas y que las creencias sobre el niilo ideal en diferentes cul-
(M= 2,19) que las personas que se categorizan como Apego Evitativo (M= 2,48), aunque no difieren de
turas son las. del niño con un estilo seguro. Waters et ul. (]995) comprobaron en los 6 países donde
las pe~sonns que se clasificaron como Ansiosas-Ambivalentes (M =2,08).
Amor Manía: las personas que se identifican con la viñeta de Apego Ansioso-Ambivalente le otor- renlizaron su estudio que las madres mostraban más similitud y preferencia por las conductas típicas
descritas: bajo el p<ltrón de apego seguro, es decir, que a graneles rasgos tod<ts las madres coincidían
garon mayor importancia (M =2,55) que las de Apego Seguro y Evitativo (ambos M =2,99), Jo que es
coherente con la idea de que las -pe!'SefiAS ansiosas son más celosas y están más preocupadas por las ame- en el tipó ideal de niño y que éste coincide con las características de Jos niños con apego seguro.
nazas a sus relaciones de pareja. De esta manera y en primer lugar, cuestionando el dominio general de la dependencia en las
Estos resultados confirman las ideas anteriormente expuestas. Ahora bien, la varianza explicada o di- culturas colectivistas, las investigaciones han demostwch por ejemplo, que el niño ideal chino es
versidad de las creencias sobre el amor explicada por la visión sobre sí y Jos otros oscilaba entre el 1 y percibido con las características del apego seguro. Esto signil]ca que, en esta sociedad, h idea
3%, lo que muestra que se trata de una relación moderada débil. culturalmente mantenida de la interdependencia emocional .QO impregna las creencias maternales
Por tanto, si usted se ha clasificado como Seguro es probable que haya puntuado JS o menos en arror
erótico, y si usted se ha clasificado como Evitante es probable que haya puntuado 17 d más. ' 7
Valoraciones mediLJs de israelitas a grupos palestinos que critican a !~rae!: iYJ = 5,13 Lras pensar en una situación de
--~-- apego seguro y M= 3.75 en situación neutra.

1'
858 Psicología social, cultura y educación Socíplización, familia y cultura 859

chinas sobre el niño ideal, contrariamente a lo que podría esperarse si partimos de sus valores cul-
turales de tipo colectivistas (Van Ijzendonrn y Sagi, 1999). Como hemos visto, e>tudios en 'más de
15 naciones también confirman que estudiantes jóvenes adultos se identifican mayoritariamenty con
una viñeta de descripción del estilo de apego seguro proyectado en las relaciones sociales.
En segundo lugar, una relación segura se asocia a la sensibilidad materna en diferentes cultu-
ras. Posada et al. (1995) confirmaron en las siete culturas que el patrón seguro coiTelacionatia ~on
la sensibilidad materna.
En tercer lugar, los estudios realizados en Uganda subrayan que la variación de l,a forma cu!- •
tural del apego no altera los procesos básicos de éste, ya que el hecho de que haya múltiples cui- ,.
dadores no parece interferir en el desarrollo ele un apego seguro. pon la cantidnd y la ~alidad del .'. 5
tipo de interacciones que se establecen entre el niño/a y la figura ~e apego las que _,_0_,,, ••,._._,,_,e;, 47 17
existencia (Van ljzendoorn, y Sagi, 1999). Sin embargo, a pesar dp que el apego seguro es mayo- 46 95 65 26
ritario y deseable en todos los países, y de que exista una relación con la sensibilidad en la rela- 20 80 66 30 68 16
ción de cuidado, no puede negarse que el apego es sensible a determinadas inOuencias específi- 91 40 62 46 67 12
camente culturales. 47 as···· ·---3¡-- 92 54 23
848 23 63 28 86 50 22
Diferencias socio-culturales y variaciones en estilos de apego 926 90 36 61 51 70 14
434 27 64 41 52 61
En los países con prácticas de socizdización profundamente diferentes, la distribución ele los MaW'*"'* 214 20 77 46 54 o 88 12
tipos de apego varía significativamente. Por otro lado, los valores, creencias, objetivos y conduc- Uganda"'' 272 27 64 41 52 18 57 25
Indonesia 586 14 78 56 48 7 59 34
tas de socialización de los padres están ligados a lo que en una cultura determinada se entiende
por «ser un buen padre» y a las conductas infantiles preferibles paro cada sexo. Lns prácticas de
socialización que utilizan las madres estarán relacionadas con los valores de ese gn1po social, y -Fuentes: Van ljzerdoorn, M. H. y Kronenberg, P. M. (1988); • Van ljzerdoorn, M. H. (1990); "Barnett et al. (1987);
~Valenzuela (1990); ""Van ljzerdoorn y Sagi (1999)
así, lo que significa sensibilidad puede diferir significativamente de una sociedad a otra.

CORRELACIONES ENTRE TIPOS DE APEGO Y FACTORES SOCIO-CULTURALES


ESTILOS DE APEGO Y FACTORES SOCIO-CULTURALES: PORCENTAJES MEDIOS DEL TOTAL
DE ESTUDIOS OBSERVACIONALES EN NIÑOS'
i''.~,:"-" <· ' ·· Apego .. ' ' ; ' · ,. ~- . 'IOH::' · ·:. IND' . POI ' , MAS ~. UAI ' .
~ ..-.<·· · ,·.· :·. ·. .:. ·_ ··índice de ~esarro!lo H~~ano : ·:·. · .,. :... : ··.:~~a~~o~ás·d~ Ap~g~:;:,.'i" Patrón Seguro .01 .31 -.40+ -.10 -.37+
.· ... ' ... < .· .. yPu~tuacJonesDJmerysJ?nes;: . : ... · .• -.-/·, . . ·!(%).,:::.··:~: Patrón Evitativo .44+ .46' -.20 -.29 -.14
. Países . . · · · Culturafes-9 '· · .' ..· . · _:•. -· , ... . .· ' .... Patrón Ansioso-Ambivalente .59* .48'
·-·~~ . -.38+ -.70' .27
. . ··.· ·: IDH· . ID'll-- POI /MAs··; UAI· .. - ·.~~)~-< :,s,..··> ~;e),··, +p< .10,. p < .05
Alemania 918 67 35 66 65 35 57' 8
Gran Bretaña 919 89 35 66 35 22 75 3
Holanda 923 A) Pautas de crianza colectivistiis: cercanía física y anticipación de necesidades del niño.
80 38 14 53 2'6 . 78 ·6
' .,
En una cultura africana colectivista como la de los nso, Séller el al. (2002) hallaron que entre
(continúa) 'las madres la sensibilidad se definía co1Í1o un patrón de estimulación individualmente adaptado,
----- quedando su uso en función de las hnbilidades de cada madre en particular. La contigüidad ora-
1
(!) Solo se tuvieron en cuenta estudio~ de apego matJre-hijo evalut~dos a través de <<L<,1 situilción cxtraiirP> Y que pidez de respuesta materna también tiene connotaciones diferentes en esta cultura ya que no pa-
.;lportabnn el tipo de distribución de los estilos <<A)) o Eviwtivo-Ansmso, <<B» o Seguro y uC)) Ansioso Resistente o /un- ,
bivalen1e. (2) Se incluyeron sólo e"udios realizado> con pnhlación non~nl. . 1 ¡'_
rece estar asociada a nuestro concepto de sensibilidad, puesto que sus esfuerzos van más bien
' Índice de Desnrrollo Humano (IDH): Individualismo¡ lDV), Dis1ancia Jerárquica (PDI); Masculinidad (NojAS); EVI· '
dirigidos a anticipar cualquier indicio de estrés en el niño y a satisfacer sus necesidades antes
loción de la lnCC11idumbre (UAI). ' de que sean expresadas. Est<~ anticipación materna de las necesidades infantiles, en lugar de la
860 Psicología social, wlturd y educación Socialización, familia y c11lt11ra 861
,1 ~ 1 !
reaccwn a sus señales trus su expresión, se ha constatado también en otras culturas semi-colecti- dormir con los padres, es frecuente que pase a hacerlo con los hermanos u otros núembros de la
vistas corno la japonesa %en la de los indios zinancanteco. En cambio, madres alemanas dieron · - -- -familia. Por tanto, el contacto físico con la madre es mayor hasta los tres-cinco años, momento a
respuestas ~onsistentes c?n el mod~lo occidental y acor,qes a l~s de culturas individúalistas. ES. , partir del cual es frecuente que sea reemplazado por el contacto con hermanos, sobre todo herma-
dew, defin1eron la sens1bjildad en ternunos de la actuacJOn contmgente y consistente hacia las . · nas, que actúan corno cuidadores. Como resultado, el niño es «destronado>>, pasando de ser centro
ñales del be~é, entendiendo que se debe esperar a que estos se expresen para luego responder. ··, • de atención a ser uno más en la fanúlia. Ante sus protestas se reacciona aislándole, ignorándole o
hay que olv1d~r que en las culturas occidentales individualistas; coliJO la de Estados Unidos · castigándole. Además, con el fin de asegurarse la cooperación del niño, en estas culturas es fre-
potencian la ~ü'tonomía, la individuacióh y la exploración. Los padi-~s nort~americanos ' cuente que se le amenace con grandes males si no obedece, corno por ejemplo decirle «te llevará
esperar a que _los niños comuniquen sus necesidades antes de actuar, .Siendo su objetivo · un diablo si no te port,1s bien>> (Harris, 2003). Este último hecho puede conducir a que en Jos ni-
con el fin de ayudarles a lograr sus deseos personales y promover sus esfuerzos autónomos _.=ños de culturas colectivistas prevalezca un mayor apego ansioso resistente o ambivalente.
que satisfagan sus propias necesidades (Vogel, 1991).
En una cultura asiática menos individualista como la de Japón, la sensibilidad, la individuación y. B) Relación entre apego ansioso-resistente, colectivismo, distancia jerárquica y desarrollo social.
el concepto de base segura son entendidos también de modo diferente. Los padres lo relacionan con."
cercanía física y emocional entendiendo que su papel debe ser ayudar a los niños a regulár sus esta' Confirmando la idea de la relación entre cultura tradicional y apego ansioso, cuando se co-
d~s en;ocwnales. ;or ello prefieren anticipar las necesidades infantiles y tomar medidas con objeto rrelacionó la prevalencia de niños clasificados en el estilo ansioso en quince naciones y sus ca-
muunuzar el es tres (Yo gel, 199 J). Frente a las culturas individualistas occidentales, el tipo de racterísticas socioculturales -valores de las dirnensiones ..culturales. de Hofstecle y el Índice de
nicación, la cercanía física y la orientación de la atención que establecen las madres japonesas hacía( Desarrollo Social- (véase la Tabla 25.1), se encuentra que el apego ansioso se asocia al menor
sus hijos parece potenciar niveles de dependencia y cercanía emocional mayores, El discurso de dts<lnollo social, al colectivismo y a la alta distancia jerárquica 10 (véase la Tabla 25.2).
madres japonesas suele tender a centrarse en emociones, núentras que el de las norteamericanas en in-. El patrón de apego ansioso-ambivalente es más frecuente en culturas colectivistas, donde los
formaciones objetivas. A su vez, estas últimas tienden a establecer contacto visual a cierta distancia' niños reaccionan fuertemente ante la separación. Como hemos comentado, es probable que en los
e~ situaciones en las que las madr:s japonesas establecen y rnanfienen durante más tiempo contacto modelos internos de estos sujetos prime una visión negativa de sí y positiva o ambivalente de
J!-~Jco .. Por otro. lado, en la cultura Japone,sa las.madres Henden a ~pe1ar la atención de sus.hijos :~~­ - los IJtros, debida en p~u·te a la idea de In obediencia sin explic~ción y la aceptación de los valores
cw objetos socJales -hacw ellas nusmas- nuentras que las arn~nca as lo hacen haCia ob¡etos hsJ- familiares a la hora de desarrollar criteriiE pmpi.Ds e individuales. Esto favorecerá grandes dosis
cos. Finalmente, ~odriarnos decir que las esu·ategias ut~lizadas por, las ~adres jap?nesas irán. dirigi~as de ansiedad y una excesiva dependencia de la valoración externa. La visión amenazante de los
a re.sponder pnnc1palmente a las neces1dades qu~ requ1ere ei?tño, par ,Iograr que su funcionamiento . ____ otros y ~1 mundo que se utiliza con frecuencia para educar a Jos niños en la obediencia a la au-
socwl sea el adecuado, y por ello una madre sens1ble será aq~ella que 1~romocione dichos valores. En --toridad .· i fu explicaría la asociación entre colectivismo y menor apego seguro o creencias más
Estados Unidos, en cambio, las estrategias puestas en march~ irán dirigidas a satisfacer las propiás' ne- negativas so re sí mismo. Estudios con jóvenes adultos asiáticos y anglosajones han mostrado que
cesidades infantiles con el fin de favorecer su proceso ele individuación, entendiéndose por' tanto que b ansiedad social es más frecuente en personas con una identidad sociocéntrica o colectivista. Es
una madre sensible ser{¡ aquella que favorezca la autononúa de sus hijos. decir, las personas socializadas en valores de dependencia d,el grupo muestran mayor vergüenza
En cultur~.s asiáticas más colectivistas y femeninas como la indonesa, In calidad de las reJa-. · social y sensibilidad al rechazo cuando llegan a adultas (Smlth 1
y Bond, 1998), siendo la confian-
~iones supone una de las mayores preocupaciones, constituyendo uno de sus valores típicps la , za en Jos demás menor en estas culturas, como se ha visto en otros capítulos.
1clea de que las personas deben amarse, cuidarse y guiarse los uhos a los otros (Zevalkink.et al., En síntesis, dichas características culturales de mayor cdrcanía física, anticipación a las res-
1999). Es decir, socialmente se potencian el respeto, el honor y la obediencia hacia las personas· puestas del niño y en algunos casos el cambio brusco ele un apoyo especial a un apoyo distri-
de esta tus social superior, como por ejemplo los padres, qulenes ~cambio se comprometen a pro-··· buido por las hermanas, así como otros elementos típicos de estas sociedades como son la
teger, apoyar y guiar a los de esta tus inferior como es el ca~o de' los hijos (Wilcox Pall¡1er, 1967). visión más negativa del mundo y de los extraños fuera de la familia, el uso de la amenaza de
La importancia que se concede a los niños se refleja en el ctrnplio número de hijos en las familias rechazo si el niño no obedece -«te vas a la calle>>-, la valoración del contacto estrecho con
y las altas aspiraciones educativas que se tien~n sobre ellos. En el caso de las madres, una de las el endogrupo y el énfasis en la fusión con los otros (Fiske, Markus, Kitayama y Nisbbet, 1998)
conductas sobresalientes es que cada vez que ~1 niíio llora o se muestra inquieto éstas inmediata- pueden explicar la sobre-representación de patrones de apego ansioso-ambivalente en las cul-
mente tratan de calmarlo, bien persuadiéndolo:paw comer o beber, o bien pidiéndole que se tran- turas colectivistas.
quilice (Widjaja, 1989). También es destacabld el hecho de que cuando las madres son lentas a la
hora de reaccionar ante sus hijos son fuertemehte criticadas por la vecindad y el entorno social en C) Apego ansioso, normatividad cultural y rechazo a lo extraño.
general (Adimihardja y Utja, 1991). En relación con la proximidad física y el fontacto entre ma-
En las culturas de alta evitación de la incertidumbre se rechaza más lo extraño por percibir-
dre e hijo cabe destacar que, durante su primer año de vida, estos niños son tr(l~sportaclos en una
,. se el exterior como peligroso, sienJo lo propio de c·stas culturas -al menos en Europa y el área
especie de sábana durante todo el día, por Jo cual los periodos de L'Ontacto físiC(j cercano son gran-
des. lnclt1so duermen en la cmna con sus madres hasta que cumplen 2-3 años.!
Este último aspecto es común en la mayoría de las culturas colectivistas. 1~1 niño duenne en " Corre lociones enrre Apego Ansioso e IDII, r ( t3)= ·.38. 1p < .tll1: Apego Ansioso con IDY r ( t~) = -.69, ip < .OOt):
la misma habitación y/o en la misma cama que la madre en sus primeros años y, cuando deja de Apego Ansioso y airo PDJ, r ¡ t4)= .59, (p < .021.

co
CíJ
N
862 Psicologia social, cultura y educación Socialización, familia y culwra 863

rnediten·ánea- una fuerte reactividad emocional, allo eslrés y neurolicisrno, así corno la descon- Dado que las culturas de alta distancia al poder subrayan el autocontrol emocional y se man-
fianza hacia los demás. Teniendo en cuenta que la incertidumbre inherente de la vida se siente tienen fuertes distancias entre personas de estatus diferentes, como padres e hijos, es coherente
corno una amenaza que debe ser controlada mediante reglas claras y estructuras, en los niños se que en ellas el patrón de apego seguro sea menos frecuente. Por otra parte, las culturas de baja
primará la obediencia de las reglas y lógicamente se les enseñará,que el mundo es hostil y que de- . distancia al poder refuerzan un tratamiento más igualitario del niño, lo que también explicaría el
ben protegerse de lo desconocido (Hofstede, 2001 ). Coherentemente, el patrón apego ansioso se mayor número de estos apegos. Así, parece comprensible que en estas culturas donde se valoran
asoció al dominio de valores culturales de alta evitación' de la incertidumbre" (véase la Ta- , tanto la autonomía e independencia del sujeto así como la confianza en los iguales, se inculcará
bla 25.2), siendo más numeroso en culturas que puntúan alto en dicha ilimen'sión como Jsrael,J · con mayor probabilidad una visión positiva de sí mismo y de los otros. También es comprensible
pón, Chile, Uganda e Indonesia (véase la Tabla 25.1). · ' ' ,.
que estas culturas de baja evitación de la incertidumbre, que perciben lo diferente y extraño como
Desde el punto de vista cultural, la sociedad israelí se caracteriza por una alta.evi,tación de' ¡a
interesante y aceptan la ambigüedad, refuercen modelos internos seguros. De hecho, aparecen
incertidumbre, y el que en ella se hayan categorizado más 'niños con apego ansiosa:ambival~n'te
ha sido atribuido a motivos socio-políticos y a las prácticas de crian~a propias de este entom¿ c\11" más sujetos con un patrón de apego seguro en naciones con menor grado de evitación de la in-
tural. Así, el predominio de dicho tipo de apego se explicaría, junto' con las características típicas· certidumbre y de menor distancia jerárquica, como Gran Bretaña, Suecia y Estados Unidos (véa-
de esta dimensión cultural, por la sensación de amenaza nacional y la preoc,upación por !'os 'epi- se la Tabla 25.1).
sodios ele violencia, pues puede que conduzcan a los padres hacia una actitud wbre-protectora y En síntesis, se confuma la existencia de una asociación congruente entre los valores culturales
cierta insensibilidad ante las seilales del niño.- .. "------. " , ' y los estilos de apego. Aunque el apego seguro era dominante en todas las naciones, se encontra-
ba con rnayoff[·ecueñcia en algunas culturas igualitarias. El apego evitativo era minoritario, aun-
-"---·-"__Q) Apego evitativo y culturas individualistas de mayor desarr,.pllo sociaL • que relativamente más presente en culturas individualistas y el ansioso-ambivalente relativamente
Como se muestrn en la Tabla 25.2, existen asociaciones positivas entre el .patrón apego ' más frecuente en culturas colectivistas. Resultados similares para la distancia jerárquica y el me-
tivo con el individualismo y el desarrollo económico". De hecho, en sociedades más ind!vidup' nor apego seguro se han encontrado utilizando escalas de auto-adscripción a estilos de apego con
listas y de mayor IDH, el patrón evitativo es más numeroso que en otras culturas, tal y corno adultos. Como se puede examinar en la Tabla 25.3, hay más personas que se clasifican en la viiie-
puede observar en Alemania, Gran Bretat13, Holanda, Estados Unidos y Suecia (véase la ta de apego seguro en los paíoes de baja distancia jerárquica o igualitarios. Sin embargo, el núme-
bla 25.1). En estas culturas, las ilStra~gias de soci<ilización van dirigidas a potenciar las ' ro limitado de países incita a tomar estos resultados como preliminares. Además, algunos <Iutores
da des educativas que fomentan la uutonomía personal y niveles menores de depe~denciu. sugieren que la variabilidad intra-país es igual o más importante que la inter-país.
.. Algunos autores ya habían sugerido que en culturas individualistas como la alemana y las an- .''
glosajonas se valora sobre todo la independencia, percibiéndose al niño que busca contacto
un «mal educado>>. En Alemania particularmente, las personas tienden a mantener una mayor
tancia interpersonal y destaca la idea de que el niño debe ser independiente, no «estar colgado
las faldas de la tmdrc>> todo el día y no hacer demasiadas peticiones, pero sí obedecer las PORCENTAJES DE PERSONAS IDENTIFICADAS CON LOS ESTILOS DE APEGO EN 13 PAÍSES
sin cuestionarlas -«al niño se le debe ver pero no oín> dicen en Alemania y se decía tambi
lo;; países anglosajones en el pasado reciente- (Harris, 2003). Por ello, desde el punto ele
el el apego, sería relativamente más adaplatiYu el patrón evitan te (Matsumoto, 2000). De hecho,
estudios sobre el apego en la cultura ale1mn:1 destacan que estos niños lloran menos en Jos mo,·
mentas de separación, son saludados con menos frecuencia en el reencuentro y que ·
conductas interactivas más distantes. Parece comn si las madres debieran reducir el contacto
co con el niño desde el momento en que éste adquiere movilidad para evitar así que se Argentina SB 13 29 49 8 28
en un niño mima el o. Por tanto, parece razonable pensar que un énfasis en la individuación y el .. · Angola 46 37 17 33 36 17
tocontrol normativo puedan reforzar el apego evitativo y que en estas culturas se inculcará Bélgica 38 31 31 45 5 29
cialmente una visión positiva de sí y negativa ele los otros. Brasil 57 1B 25 42 17 24
Cabo Verde 57 20 23 32 56 28
' ' '
E) Apego seguro y menor distancia jerürquica y normatividad cultural. España 63 10 27 49 5 25
Francia 61 11 28 56 4 24
La mayor presencia relativa del patrón de apego seguro se asoció con la baja distancia j Mozambique 36 40 24 42 38 23
ca y con la baja evilación de la incenidumbre ''(véase la Tabla 25.2), es decir, el apego seguro Porlugal 60 23 17 54 22 13
más frecuente en culttjras más igualitarias, menos nonnativas y que temen menos a lo extraño. Suiza 61 19 19 52 29 16
EE.UU. 47 37 16 50 37 12
" Corretnción cnlre A¡hgo Ansioso y UAl. r ti" 1 = .4~. tr < .04). Rusia 39 36 25 31 57 12
" Corrclocionco cn1re el·pntrón Apego· Evitnlivo cnn lf)V, r ( 14) = AJí. (p < .05) y con JDII, r ( 13) = .44 (p <.O? k, : Japón 25 53 23 49 43 9
l) Correlaciones cnlrc el p.1trón Apego Seguro con U1stanci.1 Jer~rc¡uica y Evitación de lJ Incertidumbre, r (J 5) =

(p < .07) y r (15) = ·J7, (p < .09) respectivamente. Fuente: EE.UU., Rusia y Japón, Sprrher et al. (1994)
1

!
864 Psicología social, cultura~ educación
Socialización, familia y cultura 865
1

2) Retirada del afecto: los padres utilizan como estrategia de control el enfado y la desapro-
Estrategias d~ socialización parental
1 '
1'
'' bación· ante las conductas negativas del niño, ignorándole sin. hablarle ni escucharle, incluso
• --- - - .. 1 i
dejando de jugar con él-por ejemplo: «No quiero hablar contigo. ¡Eres tmible!>>-, lo que oca-
Además~~ implicar la generación de se.ntimientos intenJos y habitualmente positivos con res- sionaría una relación de tipo ambivalente entre ellos. Su uso prolongado, sobre todo en formas ex-
pecto a los hijos, ser padres también implica tener que encauzar el comportamiento de éstos en.
tremas, conducirá al niño hacia el miedo al abandono o la separación.
una ~et~rminada dirección, o lo que se denomina hacer uso de «estrategias de socialización>>. Así;. Ambos estilos son medios de control más directos que llevan a una motivación extrínseca se-
el obJetivo que se ~ersigue está relacionado directamente con moldear a través de la intervención gún la cual hay que portarse bien para evitar el castigo (control-imposición).
educativa el tipo ~e conductas que Jos padres valoran como apropiadas y deseables para sus hi' 3) Inducción: modo de control más indirecto que hace hincapié en las consecuencias nega-
J~S,,tant_o para su de:~ollo personal como con vistas a su integración sociqJ. Los estilos de 30• · tivas del daño causado a otros, fomentando la empatia hacia éstos y la reflexión. Conlleva
c_Jahza_C16n en la farmha ~o~prenderán dos dimensiones: J)A~pecto de contenido o «qué se trans· connotaciones positivas, ya que a través de explicaciones de normas, principios y valores, y el
__mlte>>, que hace referencia ;a los. valores inculcados a J?s hijos, los cuales dep~nden de Jos valores .· ofrecimiento de razones para no comportarse mal, trata de inducir una motivación intrínseca
personales de los padres Yoel ststema de valores dommantés en el entorno s<iciocultural más am- -por ejemplo: «Si vas a ese sitio que no es para personas de tu edad me preocuparía mucho
I' ' 1 •
por ti>>-. Por ello, pese a servirse del mismo sistema motivacional que el anterior -calor o afec-
P w; 2) Aspecto formal o l<cómo se transmite>>, conocido como disciplina üimiliar o las estrate·
gias Ymecanismos que utilizan uno o ambos padres para regular la conducta y transmitir Jos con- to-, no se culpa al niño y In relación entre padres-hijos mantiene un tono emocional afectivo.
---¡e¡rrrros culturales (Darling y Steinberg, 1993). ' . Este estilo se asemeja al democrático pero no usa el control-guía para marcar directrices claras.
• • •• ·-··--~-- 1 . normas firmes y exigir su CJJmplimiento.
Esta tarea es evolutivamente postenor al establecmuento del ap~go y requier~,por parte de Jos pa·,.
En términos generales los padres democráticos utilizan la disciplina inductiva, reconocen y
dre§_ de una toma de_decisiones, una serie de comportamientos y terlstones que tl¡\icamente no se ··
respetan la individualidad ele sus hijos y les animan a negociar verbalmente las decisiones. Con-
en las relaciones de apego. Las estrategias de socialización también tiene que ver ton el tono de la re~ :
trolan y restringen el comportamiento mediante normas y límites claros -control-guía- que
!ación, con el nivel de comunicación, con formas concretas de exJresión del afecto, etc., y por ello .: aplican coherentemente adaptándose a las características de sus hijos e impulsándoles a ser inde-
son en realidad estilos de relación entre padres e hijos no limitadas' al ámbito cte. las relaciones aíec· pendientes. Un padre «autoritativo» o democrático tal vez pondría su mano sobre el hombro del
tivas, encuadl'ándose básicamente en dos dimensiones de carácter bipolar: 1) TÓrw emocional de la hijo de una forma cariñosa y diría «'fú sabes que no debiste hacer eso. Hableiúo·s de cómo podrías
relación Ycomunicación (aceptación/rechazo; calorlfriatdad; afecto/hostilidad; proximidad/distancia- . · manejar la situación de forma diferente la próxima vez». Se ha planteado que un estilo de apego
mientot Y2) Conductas puestas en juego para controlar y encauzar la conducta del niño (autoncr · ' segu'ro es una. de las bases de este estilo de socialización.
_r[l@jptrusividad o sobreprotección; flexibi!idad!rigidez; pcrrnisividad!restrictividad). .. El estilo parental donde se evita hacer uso del control es el estilo permisivo. Los padres se en-
cuentran muy involucrados con sus hijos, pero les imponen pocos límites o restricciones sobre su
Tipos de estrategias de socialización parentales comportamiento -por ejemplo: «Ve donde quieras. Coge dinero del bolso de tu madre»-. Uti-
lizan pocos castigos, se realizan pocas demandas y les permiten regular sus propias activiclacles
En un texto ya clásico, Baumrind (1973) identificó tre~ estilos de socialización parental eh, porque creen que la combinación de una crianza aceptante y ia falta de imposiciones tendrá como
función de una dimensión bipolar de control que recoge las conductas que Jos padres utilizan ··... consecuencia niños creativos confiados en sí mismos. El resultado real es gue estos niilos, por lo
encauzar la conducta del niño -control guía frente a contrql imposición-. Esta dimensión · · : general, no aprenden a controlar su comportamiento ya que no se les ayuda a guiar sus estrate-
ne el. control como es~ucturación, implicación o exigencia¡' hacia el niño por parte del cuidador, . · gias, ni6'S ofrecen otras nuevas.
consrderando un maneJO adaptado a su estado de desarrollo Un polo comprendería la valoración'. Los dres·autoritarios se caracterizan por utilizar un nivel de control restrictivo y severo so-
de la empatía y afectividad en el cuidado, y el otro el cuida,do manipulativo o punitivo. Los es ti-·.:.: bre las tas de sus hijos y para ello recurren al castigo, la prohibición y continuas amena-
los de socialización que se encuentran se denominan: dembcrá1ico o correcto, autoritario o de- . zas tanto físicas como verbales. Los padres autoritarios exhortan a sus hijos a que Jos obedezcan
masiado duro y permisivo o demasiado blando. y Jos respeten sin tener en cuenta los intereses, opiniones, necesidades y características persona-
Hoffman (1970) ya había realizado una clasificaci0n de las estrategias disciplinarias de los '· les del niño. Establecen límites y controles firmes que permiten muy poco intercambio verbal, por
padres. Su teoría afirma que las prácticas inductivas, al fomentar la reflexión, propician una ade- ejemplo, diciendo «se hace lo que digo yo y no habrá más d)scusión>•.
cuada interiorización de la norma parental puesto que los r<~zonamientos contribuyen a clarilicar Posteriormente, Maccoby y Martín (1983) reformubríanila teoría ele Baumrincl en función ele
la postura de los padres, facilit<mdo su comprensión siempre y cuando las razones y argumentos dos dimensiones bipolares subyacentes: a) el comrol, exigencia porental o presión Y demandas
estén a la altura del nivel de comprensión del hijo. Así, Jichas estrategias disciplinarias o de con- que los padres ejercen sobre los hijos para que alcancen determinados objetivos y metas; y b) el
trol parental quedarían clasificadas de la siguiente manera: ! afecto o responsividad, sensibilidad y calidez en la respuesta parental ante las necesidades ele los
', hijos. De la combinación de estas dos dimensiones se obtienen los siguientes estilos parentales:
1j Afirmación de poder: relativa a la hostilidad parental.lesta estrategia supone el uso de cas' 1 1

' demo,crático, aworitario, indulgente y negi(Rente o indiferente. Por tanto, el estilo permisivo
tigos físicos, amenazas verbales, retiradas de phvilegios y gran variedad de técnicas coercitivas¡
de Baumrind se divide en dos, el indulgente y el negligente, este último asociado al maltrato. En
con el fin de modificar la conducta del-niño ~por ejemplo: «¡No hagas eso!>> acompañado de)
este' modelo se asume una relación causal entre las ncciones parentales y las de los niños y IJa sido
uso de la fuerza física-. Se asemejaría al estilo autorit:1ril>.

1
866 Psicología social, cultura y educación Socialización, famiiia y cultura 867

espe~ialmente,criticado por la falta de aclaración sobre los mecanismos que influyen en c~a aso- Las coordenadas socioculturales relacionadas con la elección del estilo educativo serían: 1) La ,
cJacwn, ademas de ser reduccionista a la hora de abordar los determinantes de los procesos de' 50 , clase social: las ciases media y alta usan estrategias rnás_inductivas y las clases de niveles ink '
cialización (véanse los Cuadros 25.3 y 25.4). ' , riores las estrategias basadas en la af¡rmación del pode_r o restrictivas. 2) Las creencias de los pa·
dres sobre el desarrollo y educación de los hijos: Palacios (1987) y Moreno (1991) encuentran
para una mues¡ra de Andalucía cóm? los padres con creencias tradicíonales muestran preferencia
'!
por riñas y cas¡igos, mientras que Jo~ modernos prefieren estrategias basadas en el razonamiento
y la argumentabóri. 3) Las dimensid¡zes culturales: las culturas colectivistas asiáticas y en menor
medida latinas~y africaryas considera'n normativo un estilo autoritario -la mayoría de las campa·
racion:s, aunq ~ n,_9 todas, confirman que asiáticos y latin_oamericanos e.n .Estados ~~idos utili·
zan mas el ca tig\J,¡corj¡oral (Gershoff, 2002). En las soeffihrdes colectlVIStas tradicionales los
padres, a la ho a d~ cohseguir que sus hijos se coffij)()ften, utilizan antes los castigos que el re·
fuerzo positivo, siendo poco frecue~~-=i~Eluso a~se11te- el elogio a los niños por sus logros y
conductas adaptativas. Cuando éstos hacen algo mal, se les castiga pegándoles o se les amenaza
con historias de fantasmas, diablos extranjeros o animales salvajes, sin dar explicación alguna del
por9ué. En sociedades colectivistas tradicionales lo que se sanciona habitualmente -frente a las
intenciones del niño- es el resultado de su conducta (Harris, 2003).
. .1
Estrategia~ de so~ialización, Ajuste psico-social y educación

~X'tos efectos de las e~trategias de socialización no se limitarían a los años de la infancia, sino
que se prolongarán hasta la adolescencia y la juventud bien·por la impronta de las influencias tem·
pranas o por la permanencia a lo largo del tiempo del mismo estilo de socialización familiar. Sus
consecuencias evolutivas en niños y adolescentes, dentro de las sociedades occidentales, se refle·
jarían dentro del desarrollo psicosocial en aspectos curnoJa.autoconfianza, la competencia social
y la orientación hacia el trabajo. Concretamente, 1) Rendimiento escolar: motivación escolar y
rendimiento académico. 2) Estrés psicológico o problemas intemalizados: síntomas psicológicos
y somáticos. 3) Problemas extemaliwdos o de conducta: mal comportamiento escolar, abuso de
drogas y delincuencia (Ceballos y Rodrigo, 1998) (véase el Cuadro 25.5).
Ahora bien, la mayoría de los estudios sobre los que se basan estas afirmaciones son correla·
cionales, lo que implica que la relación pudiera ser la inversa, es decir, los adolescentes que
turnan, beben, etc., producen que sus padres sean más autoritarios o distantes de ellos. Además,
muchos de ellos se basan en auto .. informes de padres o de niños/adolescentes, lo que favorece que
las respuestas se asocien por la tendencia del mismo informante a dar respuestas congruentes. Fi-
nalmente, los estudio.> sobre herencia genética de rasgos de personalidad han mostrado que cre-
cer en la misma casa y ser criados por los mismos padres no hace que las personalidades adultas
de hermanos genéticamente diferentes sean parecidos. Las relaciones entre las actitudes de los
padres y las de los hijos --como por ejemplo el prejuicio racial- son débiles (Harris, 1995).
Por otra parte, aunque el estilo autoritario no se redyce al castigo corporal, hay evidencia de
que su uso más frecuerve se asocía a una peor calidad db la relapión parental con el niño, a peor
salud mental y a mayo[es problemas de adaptación (v~ase el n¡eta-análisis ele Gershoff, 2002).
Dado el carácter correl~cional de estos estudios también ~s difícil afirmar que el castigo es la cau-
sa y no un efecto: se puede pensar que los niños más agtesivos, ~on más problemas de conducta,
inducen en los padres mayor castigo. Algunos estudios ;IOllgitu+nales confinnan esta úllima re ..
l
!ación causal, aunque otros confirman que el castigo precede causa problemas en los niños.
Este meta-análisis t<Jmbién encontró que una alta frecuencia de. castigo corporal se asociaba en
Fuentes: Oliva, Moreno, Palacios y Saldaña (1995); Hoffman, Paris y Schell (1995); y Hinúc y Groeb,el (1991) y
, la etapa adulta a mayor conducta anti-social. mayor agresión solo débilmente a peor salud
; '

868 Psicología social, cultura y educación Socialización, .f<uniliit y cultura 869

mental" ..Aunque la mayoría de los estudios eran retrospectivos, los estudios longitudinales mostra- Todo esto sugiere que los efectos de la crianza parental se han sobre-estimado. La primera revi-
ban asociaciones similares -aunque no controlaban la conducta inicial ni el temperamento del niño. sión exhaustiva realizada por Maccoby en 1983 ya concluía que había poca relación entre los mé-
todos de crianza de los padres y la personalidad de los niños (Harris, 2002).Recordando el tamaño
del efecto, una mayor frecuencia de castigo corporal en la infancia se -asociaba a que el 60% de es- ·
tos niños fueran más agresivos que la media, frente a un 40% de los menos castigados -y la rela-
ción entre personalidad y agresividad infantil es alta" o explica el 50% de la varianza, Jo que deja
solo un 5% de t'nlluencia probable debida al castigo-. La inlluencia del castigo en la salud mental
adulta era men· r 16 , es decir, un 52,5% de los niños más castigados estarían por debajo de la media
en auto-estima bienestar o por encima en ansiedad, frente a un47,5% de los menos castigados.
Las estrategias de socialización también pueden ser utilizadas para el manejo del aula. Así, y
corn.o los padres democráticos, los maestros que utilizan dicho estilo tendrían estudiantes con ten-
1 i
1 dencia a presentar mayor confianza en sí mismos, a retrasar la gnitilícáción, llevarse bien con sus
pares· y mostrar alta autoesúma. Concretamente, una-estrategia Bliforitativa de manejo en el aula
anima a los estudiantes a pensar y funcionar de manera independiente sin prescindir de la super-
visión ~fectiva. Así, estos educadores comprometerían a Jos ootOOiaHtes en un considerable
·intercambio verbal, mostrando una actitud de cuidado hacia ellos. Sin embargo, no dejarían de es-
tablecer .límites en los momentos necesarios, aunque dichos estándares de regulación comporta-
mentál -'-nbrmas y reglas- los establezcan con la intervención de Jos estudiantes.
La estrategia democrática contrastará, por tanto, con dos estrategias consideradas inefectivas
, dentro de la mayoría .de los planteamientos educativos y de las creencias de sentido común del
mundo occidental: a) la autorÚaria, que principalmente mantiene un enfoque de control punitivo
y orden restrictivo en el aula frente a la instrucción y el aprendizaje. Los-edtteadores con este es-
tilo se caracterizan por poner límites firmes, controlar a los estudiantes y tener poco intercambio
'verbal con eqos; b) la estrategia permisiva de manejo en el aula les ofrece fC!l cambio una consi-
derable autonomía, pero sin proporcionar el apoyo necesario para ~e desarrollen habilidades de
aprendizaje o manejar su comportamiento.
En general, se asume que una estrategia autoritativa o democrática beneficiará a sus alumnos
más que las autoritarias o permisivas, ayudándoles a ser aprendices activos y autorregulados. De
hecho, habitualmente se considera que los estudiantes en aulas autoritarias tienden a ser aprendi-
ces pasivos, con dificultades a la hora de iniciar actividades por sí mismos, expresando ansiedad
ante la comparación social y poseedores de deficientes habilidades de comunicación. Por su par-
te, los estudiantes en aulas permisivas tenderían hacia el escaso autocontrol y las inadecuadas ha-
bilidades académicas (Lonzarich, 2001, en Harris, 2002).

CULTURA Y FUNCIONALIDAD SOCIAL DEL GRUPO FAMILIAR

Dimensiones culturales y estructuras familiares: la familia extensa


y el colectivismo, la familia nuclear y el individualismo
Se presupone que la familia numerosa y extensa, que incluye a tres generaciones en la misma
residencia,_;omo la fuerte valoración ele Jos lazos naturales hereditario~ sean de la familia real,
1
~~ Asocinción entre frecuencia de castigo corporal con agresión y salud mental en 1<1 et¡:¡pa adt1!ta, r :=:: 0,20 y/:::: -0,05 11
r= 0.7.
1
respectivamente. " r = -0,05
870 Psicolog(a socio.!, cultwr.-:~ ¡educación Sociaiiwción, jami!fa y c:uiwra 871

del Iin2,je o deí clan. eran aspecws estructurales 'dpkos de I2s sociedades tradícionales y que ~e .. el mismo grado de implicación y cercanía en las relaciones -compadres o comadres, es decir, ami ..
forzaban el colectivismo. El desarrollo industrial, la urb5nfzacíón y la nioclernización habrían gos cercanos de la famlli~ a los que se les da el estatus de parientes- (Marin YVanüss, 1991), La
reforzado la familia nuclear y reducido el tamaño de la familia, colaborando por ende en el des a-·· expresión de estos síndr~m.es de .valores colectivistas e~ la familia o familism~ se ?enomina pie-
rrollo del individualismo. Esta visión tiene una serie de Jimjtador,es. dad filial confixwna en f.sw y drgmdad y respeto famrilar en las culturas mechterraneas.
Primero, la familia nuclear preexistía al desarrollo industrial y en culturas comunitarias y de fa- •·
mili a extensa. Aun e~ culturas colectivistas como la eslava balcánica. en la que predominaba la·
familia conjunta y enjla que las personas colaboraban con el trabajo.de la comunidad, la mujer tra-
bajaba esencialmente'¡ para su pareja e hijos. Algo similar se puede decir de las mujeres mayas,
cultura también cons\derada colectivista y en la que la familia-ªl~nsa es importante (Hobsbwam, DATOS SOCI:Q·DEMOGRÁFJCOS Y: SOCIO·ESTRUCTURALES EN PAISES INDIVIDUALISTAS,COLECTIVISTAS
1995). ' --
Segundo, existe la visión de que era más frecuente eñer¡Jasado ~en el presente la cohabita-·
ción entre tres generaciones cuando en realidad la familia extensa ti ne s que ver con la nostal- '"'·'''''-''· 111r.
gia de la memoria colectiva que con la realidad demográfica. Así, en el p ríodo pre-industrial ca-
racterizado por el régimen antiguo de mortalidad, la fuef!e-moftalidad infantil y maternal, la baja
expectativa de vida, el matrimonio tardío y el impacto de las epidemias y hambnma hacían que el África Oiientaí:-- - ...¡ Indonesia 37 65 21,1 4,8
India 27 63 18,7 - ·s;o-··
tamaño de la familia no fuera ;nuy grande, y por tanto era poco frecuenle que coexistieran tres ge- Etiopía 16 43 17,5 5,0
Irán 60 69 19.7
neraciones. Lo mismo ocurría el siglo pasado en Estados Unidos-"(Páez;'i5:TslrtJe-yGonzález, 1997). Kenia 30 52 20,3 5,2
Irlanda 58 76 25,9 3,7
Tanzania 26 48 18,6
Tampoco es cierto que la revolución industrial disminuyera el tamaño de la familia, al menos Zamb1a ' 44 40 19,4 5,0 Israel 91 78 23,5 3,5
en el pafs paradigmático de ésta, lnglatena, donde desde"el siglo XVII al XIX el tamaño medio de Italia 67 78 25,6 3,0
Álnca Occidenlal: Jamaica 55 75 25,2 4,2
la familia permaneció estable -alrededor de 4,75 miembros-. Resultados similares se encon~ Japón 78 80 25,1 3,0
Ghana 37 60 19.4 4,8
traron en Europa. Por otra parte, al aumentar los recursos graciasnh:!esarrollo industrial, la co- Nigeria 41 50 18,7 Matasia 55 72 23,5 5,1
rcsidencia con los padres y el tamaño de la familia también aumentaban. ..-'Sierra Leona 35 37 Marruecos 53 67 22,3 6,0
México 75 72 20,6 5,5
Ahora bien, se ha confirmado que el tamaño de la familia ·es IDayoum ~ulturas colectivistas Alemania 87 77 26,0 2,4
18,7
89 73 22,9 3,9 Nigeria 41 50
-véanse la Tabla 25.4 y el Capítulo 3-. De hecho. el tam_año g,e las familias colectivistas es ma- Argenlina
78 23,5 3,0 Noruega 74 78 26,2 2,7
Australia 85
yor que el de las individualistas en general y en comparacion"~-irtt[a,naciones; el tamaiío medio de ___ J\uslna 56 77 25,7 2,7 Nueva Zelanda 86 76 22,7 2,9
la familia mejicana en Estados Unidos es ele 4,1. el ele la familia latina 3,5, el ele la familia asiáti· Bangladesh 19 58 16,7 5.7
Paises Árabes:
Bélg1ca 97 77 24,9 2,7
ca 3,3 y el ele la familia euro-americana 2,5 -sinular a la japonesa-americana- (McLoyd el al., 61 22,1 4.4 Egipto 45 66 21,4 5,5
Boliv1a 62
2000). Aunque este mayor tamaño se puede explicar por constricciones sociales -la mortalidad Bras1l 00 67 22,6 4.4 lrak 75 62 20,8 6,3
infantil es mayor en las sociedades tradicionales, los niños son útiles como mano de obra, los Bulgaria 70 71 21,9 2,9 Kuwait 97 76 22,9 6,5
Canadá 77 79 26,1 2,8 Liba no 88 70
farniliores actúan como una red informal de «servicios sociales" y a mayor número de hijos, más Rep. Checa 66 74 21,5 Libia 86 70 18,7
probabilidad ele que alguno pueda hacerse cargo de los padres en la vejez-, Georgas y sus c~la,­ Chile : 84 75 23,6 4,5 Arabia Saudí 84 71
boradores han mostrado que el colectivismo cultur;il se asocia a un mayor contacto con la familia Ch1na 32 70 22,4 4,0 Paquistán 35 64 19,8 6,7
ColomUia 74 70 22,6 5,1 74 21,2 4,6
extensa -aunque no había diferencias en relación con la fomilia nuclear- (Georga~ el al., 2001). Coraa'del Sur 83 72 24,1 4,1
Panamá 56
Perú 7'J 68 22,7 5,1
76 4.7
~
Cosla Hica 50 ¡21,7 Polonia 73 21,6 3,1
CroaciJ 64 73 ,23,2
Colectivismo e importancia funcional de la familia Dinamarca 85 76 i28,2 2,4
Portugal 75 24,5
22,1
3,3
3,1
Rumania 57Í 70
Ecuador 60 70 21,1 4,8
Rusia 77:1 67 2,9
De acuerdo con Jos resultados de varios estudios sobre la dimensión de individualisrno-colec .. Eslovaqwa ! 60 73 21,2 5,0
Salvador, El 46 69 19,4
Eslovenia 63 14 24,1
tivismo (Oyserman er al., 2002) el familismo es un valor cultural asociado al colectivismo Ya Singapur 10? 77 26.2 4,7

~~~
Es paila 77 25,3 3,5
55 22,8
~~
culturas latinas, africanas y medilemíneas, que para las personas implica tanto una fuerte identlfi . 74 23,0 Sudálrica
Estonia 2,2
·, 22,4 ---&,&-- Suecia 79 27,8
cación y vinculación con su familia nuclear y extensa como fuertes sentimientos de lealtad, (eci· Fillptnas '56
~~
~ 2,6 Suiza 79 27,3 2,5
Fmlandií-1 64 26,9
prociclad y solidaridad entre Jos miembros de dicho grupo (Triandis, Marín, Betancourt, Lisansky Fr;-HlCIJ 75 26,1 2.7 Tailandia 69 22,7 4,6
y Chang, 1982; citado en Marín y VanOss, 1991). De hecho, las culturas asi;íticas y Jatinoam~\i­ Gron 8re!año 89 ' 25,7 ?..7 Trinidad y Tobago 7~ 74 22,3 4,2
canas se caracterizan por ser colectivi.1tas y de gr<ll1 distancia jsrárquica, siendo lípicas la v;¡lora· GreCia 65 l,B :'1 24,4 3,1 Turquía 7:! 69 20,6 5,2

eion de la le;iltad a los grupos adscritos, la mmoní<r en las relaciones eneJo-grupales y el respeto Y
1'
Gurdemala '·11 64 '¡ 20,5 5,2 Estados Unidos 7~
gj
77 23,3
21,2
2,6
5,3
Holanda 89 78 26,6 2,5 Venezuela 72
la deferencia ante los superiores en eslalus, como los pnclres. El «familismo>> también se manil¡cs·, '," Hofl~ !<ong 95 78 25,3 3.7 Vielnam 21 67 •1,8
Hunqría 61 71 21,6 2,8 Ztmbabue 3j 44 20.4 5,2
t<l en la eslructuraci<Ín y formación de la denominada «familia extensa>>, que puede componerse
tanto de personas con rcl;1ciones «por sangre, o ele familiares «liclicios>> con los que se ¡n;¡nticne /-.'Ir!;!(' l'ncsco 11999)
872 Psicologla social, cultura y educación Socialización, familia y cultura 873

A) Elfamilismo en el colectivismo asiático: piedad filial confuciana. Para entender la estruc- .•· culturas colectivistas latinas, africanas y mediterráneas el autocontrol emocional es más relativo
turación y funcionamiento familiar en estas culturas debe recurrirse a los pñnc'ipiós ideológicos·,. y la expresión emocional positiva hacia la familia se acepta y subraya más.
desarrollados por Confucio. Esta ideología dio lugar a un modelo jerárquico que definía los · Sin embargo, en contra de la idea de que las relaciones con los padres pueden ser más impor-
deberes y obligaciones de la persona dentro del Estado y que también se aplica a la familia. tantes para los niños y adolescentes de familias colectivistas, tres estudios encontraron una aso-
dentro del grupo familiar, Jos roles de cada individuo estarán dictados principalmente por !a ciación negativa similar entre calidez familiar y positiva entre el conflicto padres-adolescentes Y
y el género, siendo predominante la estructura patriarcal o patriarcado -e! padre mantienP la au: síntomas depresivos en asiáticos americanos, chinos de Hong Kong, australianos, jóvenes de Es-
toridad y la distancia emocional con el resto de miembros de la familia-. La mujer está subór' tados Unidos y chinos (Greenberger et al., 2000). Resultados similares se encontraron compa-
di nada a su marido pero en su rol como madres tienen considerable autoridad y autonomía en fa rJndo ingleses con españoles (Goodwin et al., 2000). La relación entre calidez o aceptación
crianza del niño. La familia extiende su control hacia sus miembros fundamentalmente a través . parental, supervisión parental y conflicto padres-hijos con las conductas antisociale~ era similar
de un principio gufa para el comportamiento de todos ellos: Jos propiu.uleseos debt;n pos en todas las culturas, con la excepción de la aceptación y la menor conducta antiSOCial en Chma
se ante las necesidades del grupo familiar. Los niños muestran obediencia, respeto y (Chen 'el al., 1997).
sus padres y las generaciones de mayor edad, esperándose-es-pedalme~te en el caso de los
que se hagan cargo·del cuidado de sus padres cuando envejezcan.·Éste es ,el aspecto por el qü~
concretamente se denomina piedad filial a este síndrome de valores familiares. En resumen, el
<ifamilismo» en el contexto del colectivismo asiático se caracteriza por la i!lzponancia
al deber y.el respeto ante los padres, la obediencia hacia la aut<Jridad CORRELACIONES ENTRE ESTILOS DE SOCIALIZACIÓN PARENTAL Y CONDUCTA ANTISOCIAL
17
POR GRUPO ÉTNICO
dada ~ los v(nculos afe:rivos familiar~s. Por ello, el fu~cio~amiento f~mili:;zr se basa _en el ·.. ·
tenJJruento de la armoma en !as relacwnes entre sus miembros ~ traves de la evnacwn del cón-
flicto y el control parental. China y Vietnam, en comparaci6h ct. n Japói1, se caracterizan por su ,<' Correlación ;co~: ;:-. . Euro· . Ch!no~ Taiwán · China · ·
mayor énfasis en la piedad filial (Chen et al., 1997). · - - - '
B) Elfamilismo en el colectivismo latino, aji'icano y meditl'rr íneo: teniendo en Cltentn que en
' ' .
,{ ConCflicfá. .anbs01:1al(. , , .A!Ylericanos
' .. : , Amencanos . , , . . .. .,
• Cónfliclo .28 .20 .35 .23
estas culturas el «familismo» se caracteriza por un alto senti~o el~ la dignidad y eje! respeto hacia -.25 -.05
Aceptación -.19 -.22
el grupo familiar y un mayor énfasis en la lealtad y la asistencia; a los fi).Inj[iares, podemils di fe: Supervisión -.34 -.36 -.13 -.15
renciar dos niveles en los que se manifestarán dichas características, clandQlugar a: l) eljami/is' ,,. .,,•N','·"'"'•'·
mo comportamental, en el que la implicación con los miembros de la familia srpresenta a través ~-",- ' ¡·

Fl.Jente: Chen et al. (1997)


de las visitas y el intercnmbio de servicios, y 2) el familismo actirudinal, relativo a los senti-
mientos de lealtad, solidaridad y reciprocidad entre los miembros de la familia, y qt'e es parcial;
mente modificable con el proceso de aculturación. En Atmilias de origen latino 4ue yiven en Familismo e importancia del grupo de pares
Estados Unidos se encuentra que la importancia dada a las obligaciones familiares y al hecho de •".·T:\•:.•c.:.·'·!l~'·
tener la familia como referente decrece a través de generaciopes, mientras que t:s la percepción Por otro lado, se puede pensar que el menor familismo individualista hará a los niños y aclo-
del apoyo que ésth presta lo que se mantiene a través ele Jos cambios debidos a la aculturación Y · lesccntes m{¡s susceptibles de ser influidos por sus grupos igualitarios de pares. Desde este punto
el estatus generac)onal. Dicha percepción del apoyo familiar incluso se incrementa a medida que de vista, la teorfa de la socialización grupal de Han·is (2002), al afirmar que el grupo de iguales
aumenta de generación en generación el número de miemb~os en la familia (Sabogal et al., 1987): es Ja fuente fundamental de transmisión de la cultura, estaría generalizando a partir de la expe-
Por otra parte) los estudios confirman que en culturas dolectivistas y de gran distancia jerár-
riencia cultural de Estados Unidos. De hecho, hay evidencia que confirma que los !:ujetos indivi-
quica se valoran ¡)Jás la obediencia, el trabajo duro, la éti4 del esfuerzo, y menos la :llltonomía
du,distas responden mcís a la presión social de sus grupos de pares: en adolescentes chinos Ytai-
e independencia (Hofstede, 2001 ), y que en ellas se recurre a estrategias de socialización dirigí-·
waneses la relación entre aprobación de los pares y el nivel de conducta conflictiva era mucho
das a recalcar la sblidaridad y el sentido de obligación hacia la familia, para proteger así la con-
mds débil que en Estados Unidos (Chen et al., 1998). Un estudio comparativo de jóvenes rurales
tinuidad familiar yasegurar su transmisión cultural (Zayas y Pa!Jeja, 1988)¡! El objetivo de esta
adolescentes de América del Norte y daneses-emtfitmó que los primeros se comparaban más con
socialización ser~ por t<mto inculcar en los niños la idea d~ que la familia,dcbe ser:' objetivo
sus pares y que la influencia de éstos era m{ls importante para realizar conductas de riesgo como
central de sus VId!ls (Zayas y So!an, 1994) y para conseguulo se suelen po(cnctar mas las con-
fumar, beber, uso de drogas y sexo (Gibbons, Helweg-Larsen y Gerrard, 1995, citado en Hofste-
ductas dirigidas a )a búsqueda de proximidad y menos las de evitación. También se enseña a los
cle. 1998) (véase el Capítulo 21, influencia social en la adolescencia).
niños !a obedien~a y respeto hacia los mayores, y se les considera capaces 'De ser socialmente
competentes a una edad imás tardía. El énfasis de las culturas colectivistas asiáticas en las
relaciones emociqnales ar/noniosas y controladas dentro ~el endogrupo se opone al énfasis in·
dividua!ista occidental enpa individualidad y espontaneidad emocional, si~, olvidar que en las La~ 1' 's > .lJ son significativns.

i 'l
1
1
87 4 Psicología social, cultura y educación Socialización, familia y cultura 875

Culturas colectivistas y familismo: amortiguación del estrés ~---------------~siste~da Habitual


y cantidad-calidad del apoyo social
1 (Fuligni, Tseng y Lam, 1999)
Comparando el apoyo social en familias mejicanas y euro-americanas, se ha encontrado que, i La escala que a continuación le presentamos valora las expectativas de los adolescentes en lomo a la
aunque la red familiar más extensa era la de la familia mejicana intacta, no había diferencias ni frecuencia con que ellos consideran que se debería ayudar en las tareas del hogar Y el tiempo que se de-
de cantidad ni de satisfacción con el apoyo recibido (Gamble y Dalla, 1997; Eaymond et al., ci- bería estar con la familia.
tado en Vaux, 1985). Los niveles de cohesión familiar -con la 'm<~dre- no eran diferentes en \fe Por favor, a continuación marque la opción que refleje mejor su perce]Jción de lo que se espera!ba
filipinos, chinos, mejicanos, sur-americanos y euro-americanos en Estados l'lnidos (Fuligni, en su familia en relación con estos 11 comportamientos.
Tseng y La m, 1999). Otro estudio que comparó a jóvenes británicos y'españ'oles confinnó qu~ los
segundos puntuaban más alto en la escala de colectivism0 de Bierbrauer y que ¡ai actitudes Cnsi Casi
Asistencia Habitual Siempre
colectivistas se asociaban a un mayor apoyo social después. de un hecho estresante y, a mayor per- Nunca
cepción de apoyo. Sin embargo, no había diferencias entre ingleses y españoles er1 apoyo fami- Tus padres esperan que realices
liar, de los amigos y apoyo global percibido (Goodwin et al., 2000).. , 2 3 4 S
las siguientes actividades
-- ----- --F'i¡¡almente, en contra de la idea de que en las culturas colectivistas las relaciones cqn la·~-__,¡¡,_,..
milia son más importantes, la calidad de la relación con los padres no amortigua más el impacto l. Pasar tiempo con tus abuelos, primos, tíos y tías. lo o_ o o D
del estrés en los síntomas depresivos en adolescentes chinos que -én sus siinil<u'·es de Estado,s ~)ni­ o
1

2. Pasar tiempo en casa con tu 'familia. ID D D D


dos (Greenberger et al., 2000). En el mismo sentido de cuestionar que el apoyo social sea más re- 3. Realizar encargos que la familia necesita que se hagan. D o o o D
levante en los países colectivistas, la amortiguación por el apoyo social det efecto del estrés fu~ 4. Ayudar a tus hermanos/as con sus deberes. iD o o o D
mayor en universitarios de Estados Unidos que de China (Liang y Bogat, !994). 1
1 5. Ir ele vacaciones con tu-familia, o o o o D
6. Echar una mano en casa. [J o o o D
Sección Práctica: Actitudes Respecto a las Obligaciones Familiares 7. Pasar tiempo con tu familia el fin de semana. o o o o D
8. Ayudar haciéndote cargo del cuidado de tus hermanos/as. [J o o D D
El grado de cohesión o grado en el que la persona se siente unida o separada a su sistema fa; 9. Comer con tu fam¡Jia. D o o D D
miliar se considera una dimensión de comportamiento interacciona] clave en el estudio del fun- ---
1
1Q_ Ayudar hac1éndote cargo d~l cmdado de tus abuelos. O o o o D
cionamiento familiar y del proceso de individuación de los hijos. Habitualmente se ha medido 11. Hacer cosas ¡untos. con tuslhermanos/as. O O o o []

desde la perspectiva de la cercanía emocional entre el hijo y sus padres, aunque existe otra ma-
nera de valorar la cohesión familiar·. el grado de obligatoriedad hacia la asistencia y el apoyo ins- Para hallar la puntuación lata], suma las opciones que hayas señnlado: ___
rrumcntal y económico a otms miembros del grupo familiar. Por otra parte, un eje transversal de En relación con las expectativas ele ayuda en el hogar y tiempo a Col)lpartir con la familia, si la pun-
tlicha dinámica, así como del tipo de apoyo que los miembros están dispuestos a darse, será el tuación obtenida es igual o mayor de 36, se incluiría dentro del colectivismo del t~po as~ático.
grado de apertura a la comunicación entre padres e hijos. Entendida como cornpa11ir opiniones Entre 31 y 35, se acercaría más al colectivismo del tipo latino, y con puntuacwnes 1guales o me-
o debatir, es una medida que en general correlaciona p_o_;;ítivamente con la cohesión entendida nores de JO l;ls expectativas ele ~sistir cotidianamente a la familia serían las habituales de grupos con un
como obligación familiar. mayor individualismo como el de los europeos.
La práctica que presentamos" recoge tres dimensiones de la~ohesión en el grupÓ familiar
entendida como obligatoriedad hacia la familia: Asistencia Habitu 1, Respeto hacia la Familia Y
Apoyo/Obligaciones en el Futuro. Así, a mayor puntuación obteni ¡:z en cada una de ellas y en su Hespeto hada la Familia
conjunto, la actitud de la persona favorecerá la unión o cohesióntamiliar o será menos favora- (Fuligni, Tseng y Lam, 1999)
ble a la sepamción del grupo familiar:_ Estas_subescalas se realizan;n a partir de grupos ele discu-
Esta escala que a continuación presentamos mide las creencias de /os adolescentes sobre la importan-
sión con adolescentes y de la revioión de la literatura existente sobre piedad tilia! y obligaciones
cia de reseerar y seguir los deseos de oIros miembros de la familia, es decir, la importancra dada ala Opi-
familiares, y de hecho algunos de Jos ítems utilizndos son similares a los que ~o;nponen medidas
nión 1)e las jig¡;rns pa'rentales respecro a la toma de decisiones, la manera de comportarse Y la pnondad
sobre actitudes hacia el colectivismo (Triandis, 1995: Hui, [988).
dada al desarrbllo. "
Por fnvor. a ;continuación marque la opción que refleje mejor su percepción de lo que se espemlha
~~ Tod<1s las escalas CJUC presentamos n continuaciÓn cslrin pens<Jdas
tc Si 11sted ya no ~e encuentra en dicho periodo, por ft1vor. respondo de
p<~ra ser contest<Hiéls por pub!ación Mit1 lcsccn-
mílllCI"il retrospectiva r.:n relación con ~u ct>lpa
tn
de estos comppi·lamientos su familia.
adolescente. -------------¡- (continúa)
1,
'1
1

''
1

876 Psicología social, cultura y educación .~ocialización, familia y cultura 877


! ¡'

(continuación) (continiwción)

., .Nada Muy Obtén la puntuación total sumando la puntuación señalada para cada opción: _ __
Respeto hacia la Familia
importante importante
A puntuaciones iguales o mayores a 17, mayores expectativas de apoyar en el futuro a la familia
Crees que en ru familia cada uno de estos como colectivistas asiáticos y latinos --a mayor puntuación, mayor colectivismo de tipo asiático.
comportamientos es
2 3 4 5
A puntuaciones iguales o menores a 15, mayor individualismo como los europeos, es decir, las
l. Tratar a tus padres con gran respeto. o o o o o expectativas en torno a las obligaciones futuras hacia el grupo familiar y sus miembros mayores son más
2. Seguir Jos consejos de tus padres a la hora de elegir bajas.
amigos. o o o o o
. 3. Ser bueno por consideración con tu familia . o o o o o
4. Seguir Jos consejos de tus padres a la hora de elegir un Corno se aprecia en el Gráfico 25.1, en comparación con los europeos, Jos adolescentes chi-
empleo o una carrera. o o o o o nos y filipinos creen que deberían pasar más tiempo en el día a día ayudando y con sus familia-
5. 1htar a tus ab~lo~~l!_gran ~~sp~to. _ o o o o o res. Los dos grupos latinos presentan puntuaciones más bajas y significativ<~mente menores que
6. Respetar a tus hermanos con gran respeto. o o o o Jos filipinos en asistencia habitual a sus familias. La dimensión de respeto hacia J¡¡ familia mues-
l1J u:a cómo Jos jóvenes de origen latino y sobre todo asiático --filipinos-, frente a los de origen
7. Hacer sacrificios por tu familia. [] o1
o o o
europeo, presentan valores familiares más fuertes -tratar con respeto a Jos mayores; seguir el
Para obtener la puntuación total, suma todas las opciones que hayas Jeñalado:_:'__ consejo de los padres-. Finalmente, asiáticos -sobre todo filipinos- y latinos mantienen sig-
nificativamente valores más fuertes en relación con estar más cerca de sus familias en el futuro
A puntuaciones iguales o mayores de 24, mayor colectivismo referid1j a un mayof.respeto y consi-
que Jos de origen europeo.
deración de los deseos de los miembros de la familia. A mayor puntuación, mayor colectivismo· de tipo
asiático. - ·----- ' . '
A puntuaciones iguales o menores de 21, mayor individualismo como los europeos en relación con
una menor percepción de la importancia dada al mantenimiento del respeto hacia Jos miembros de la fa- il Asistencia
habitual
milia como elemento normativo y regulador del comportamiento individual.
• Respeto

O bligadones
Apoyo/Obligaciones hacia Ju Familia en el Futuro en e-1 1<\ituro
(Fuligni, Tseng y Lam, 1999)
Esta escala mide las creencias de los adolescentes sobre las obligaciones de apoyar y estnr cerca de
la familia en elfururo.
Por favor, a continuación marque la opción que refl~je mejor su percepción de lo que se espera!ba
en su familia en tomo al compromiso en la realización de estos comportamientoS.
Nada Muy
Apo~·o/Obligaciones en el futuro
importante importante

En ru fnmilia, cada uno de esros


2 3 4 S Chinos Filipinos Mexicanos Sur y Centro Europeos
comportamienros es
Americanos
l. Ayudar a tus padres económicamente en el futuro. -u--- o o o [J
Qráfico 25.1 Puntuaciones medias en expectativas y valores en adolescentes estadounidenses
2. Vivir en casa con tus radres hasta que te cases. o o [] [J ll
'3. ~ylidar haciéndote cargo de tus hermonos/as en el futuro D o [] [] [] , sobre obligacior)es familiares po; origen étnico".
; 1
4. ·Pasar tiempo con tus padres aunque tú ya no vivas con ellos. [J o o [j [] ' Fuente: Fuligni, Tseng y Lam (1999)
5. Vivir o irta un colegio cerca de donde viven tus padres. o o o [1 1] ' '
6. Tener a tus padres v.iviendo contigo cuando seas mayor. o o ll o []
," No,"" Filipi~os (N= 312) Chinos (N= 103) Mejicanos (N= 120) América Central y del Sur (N= 9S \ Europeos
(cpnti111ía) (N= !?O), j
1

878 Psicología social, cultura y educación S~cialización, familia y wltura 879 .

En relación con eí niveJ·de aculturación, referido al tiempo que los núembros de ia familia lle-
van viviendo en los Estados Unidos, los adolescentes de primera generación de 'origen nsi{¡tico, : Aceptación del Desacuerdo con l~s Padre~
mexicano Y europeo, frente a sus iguales de tercera generación, puntúan más alto en valoración (Fuligni, 1998) __ [
de obligaciones futuras de apoyo a sus familias. , · Esta escala núde las creencias de los adolescentes sobre el grado en ~1 que consideran adecuado el
En resumen, los colectivistas asiáticos y semi-colecpvistas latinos subrayan más fuertemente mantener un desacuerdo abieno con los padres. ¡
que los adolescentes euroamericanos, supuestamente más individuaiistas, la asistencia habitual 0 , i A continuación, se prese,ntan una serie de preguntas referidas a la manera de afrontar los desacuerdos
apoyo objetivo a la familia, una expectativa a futuro de mayor ayuda a sus miembros y un mayor con Jos padres. Por favo(, pei¡sa/ldo primero en situaciones de desacuer~o para la madre Y luego para
respeto de los deseos de las personas que componen el grupo familiar (Fuligni, Tseng y· Lam: el padre, señale se~:tm:nteflns opciones que más se adecuen/adecu~ban a su manera de actuar,
1999; McLoycl el al., 2000). '
' 1
Otros estudios, comparando adultos latinos con euro-americanos también han encontrado :i ! Casi Casi
que los primeros atribuyen más importancia a la familia que Jos seg~ndos. Adultos mejic;nos ' .1
Desacuerd~ co\1\lailvladre y con el Padre· Nunca ' Siempre

.en Estados Unidos estaban más de acuerdo con actitudes de obligación de ayudar a la familia
1 ' En relación con mi Aladre, creo que... 3 4 S
o familismo, puntuaban más alto en valores colectivistas y declaraban ayudar más a sus páclryil '(·

en la vida diaria que euro-americanos, que de forma coherente con otros estudios puntuab;ín l. Discutiría·con mi madre cuan¡lo estoy en desacuerdo
más alto en contacto extra-familiar. Sin embargo, y en relación con el individualismo no se ha- '
con ella.
1
1 o o o o o
llaron diferencias, sintiendo Jos mejicanos una obligación más [J¡erte de ser autosufi~lentys ante o o
1
2. Contestar a mi mad~.alMOOi'ara mí está bien. o o o
la familia (Freeberg y Stein, 1996). Esto es coherente con el hetho de que, si bien )os.Jatihos 3.· Si me estoy vol~iendo Joco por causa suya, se lo diría. o o o o o
son en general más colectivistas que Jos anglosajones, no nece ariamente son me~os inc;lívl-
dualistas. , En relación con mi Padre, creo que ...
1 Discutiría con mi padr.~_c.Uillldo estoy en desacuerdo con él. o o o o o
2. Contestar a mí padre es algo que para mí está bien. D o o o o
Sección Práctica: Creencias y Expectativas sobre l Si me estoy volviendo loco por causa suya, se lo diría. o [] o o o
Autoridad Parental Obtén la puntuación total sum~ndo los números de las opciones marcadas para cada padre.

El conflicto entre padres e hijos <1dquiere un¡¡ mayor importancia durnnte la etapa adolescen- Puntuación desa-¿;;;;rdo con la madre: ___ Puntuación de.5acuerdo con el padre: _ __
te de la persona por estar asociado al desarrollo de la individualidad y especialmente vinculado al Para desaCtlerdo con la 1'vfadre:
incremento de la autonomía personal. Sobre la base de muestras de filmilias mncricilnas de origen Si tu puntuación es igual o mayor a 8, te incluyes dentro de los individualistas europeos. Si tu pun-
europeo-occidental y según el meta-análisis ele Laursen el al. (1 998), es comtín encontrar duran- tuación es igual o menor de 7, te sitúas entre los colectivistas asiáticos y latinos-mexicanos.
te dicha etapa un incremento de pequeño a moderado en el conflicto entre pnclres e hijos y un de-
clive, de la cohesión en la relación entre éstos, si bien la mayoría del incremento en el conflicto Para desawerdo con el Padre:
tiende a ser en la relación madre-adolescente. mientras que el declive de la cohesión suele en- A puntuaciones iguales o mayores a 7, mayor individualismo, como el de europeos. Puntuaciones
contrarse más a menudo entre el adolescente y su padre. Por otra pa11e, ~1 nivel de conflicto 'en iguales o menores de 6 implican mayor colectivismo.
las relaciones familiares se ha medido habirualmente desde el plano afectivo-emocional, sien,do
un componente clave en los estudios de clima emocional familiar. Otra manera de valorarlo'~s a
partir de las respuestas que la persona da de manera independiente a una serie de cuestiones re- Ya hemos apuntado que las culturas colectivistas, por su valoración de la familia Y la ar-
lativas a áreas cotidianas de funcionamiento familiar sobre las que se toman decisiones o se monía, rechazarían más las discusiones y conflictos entre padres e hijos. Así, madres chmas
discute. Ésta es la que propone Steinberg ( J987) en sus investigaciones sobre el impacto de la pu-- informan de menor conflicto con sus hijos que madres de Taiwán, chino-americanas y euro-ame-
benad en las relaciones familiares. ricanas. Adolescentes chinos de Taiwán y China infonnan de menor conflicto con Jos padres que
También es habitual en esta etapa el incremento del conflicto entre padres e hijos a partir del norteameric:mos (Greenberg el al., 2000), al igual que adolescentes filipinos Y mexicanos están
cucstionamiento de la autoridad parentaL L1s creencias de los adolescentes sobre la legitimidad menos dispuestos a discutir con sns padres (Fuligni, 1998; McLoyd el al., 2000).
de la nutoridad parental se recogen a partir de la medid~ que Smetana ( 1988) uriliza para el es(u- ' 'En general, Jos datos muestran que todos Jos adolescentes están más dispuestos a discutir con
dio del razonamiento ele los adolescentes sobre las relaciones entre padres e hlji:Js en riluestras de la madre que con el padre, es decir, existe un nivel mayor ele manifestación de desacuerdo,
blancos norteamericanos y sus familias. Los temas ~obr~ los que trata la escala se a~igharon a tres comunicación o de debate con la madre en todas las culturas. En todos los grupos culturales la
{!reas: !) Are a Persona: ítems números 1, 4, 7; 2) Are a Convencionat íterns 2, 5, 8, lO; y 3) Area tendencia a medida que Jos hijos f\Vanzan en el ciclo vital es hacia el aumento del conflicto con
Mullijacélica: ítems 3, 6, 9 y J L · los padres, junto con el aumento de la autonomía adolescente.

1 ¡'
880 Psicología social, cultura y educación Socialización, familia y culrura 881

Acuerdo con la Autoridad Parental Sección Práctica: Creencias y Expectativas sobre Autonomía Individual
(Smetana, 1988; Fuligni, 199$) En la siguiente práctica se examinan las expectativas de autonomía individual dentro de la fa-
i

A continuación se presenta un listado que describe una serie de ~ctividades sobre las que los padres milia. La escala, que iia sido utilizada en estudios sobre adole-Scentes chinos de Hong Kong y Es-
habitualmente suelen construir reglas ele comportamiento para los hijds. Por favor, marque la casilla que tados Urlidos (feldman et al., 1991 ), recoge las expectativas del adolescente con relación a cuán-
represente su opinión sobre el hecho de que sus padres hagan/hicjesen una regla para su comporta- do podr~ollar una serie de comportamientos autónomos tradtcwnalmente asoctados al
miento en cada uno de estos temas. esta tus de ser adulto.

1 1
Listado de Temas asignados a Autoridad Parental SÍ NO 1
Expeütal.ivas de Comportamiento AutóJomo
¿Consideras pertinente que tus padres hagan una regla .J.Eddman y Rosentlwl, 1991; Fuligni, 19p8!
para 111 comporTamiento de ... ? o
A continuacióq-se presentan una serie de comportamientos habituales que denotan las expectativas
de,autonomía de los padres hacia los hijos.
l. Donnir hasta tarde los fines de semana. o o ' , Por favor, decide para cada...unn la edad a la que crees que tus padres te pennitirrin o te permi·
2. Hacer las tareas asignadas. o o ticron por. primera vez .llevarlo a cabo, y señálala en la casilla que corresponda.
·--1. La manera en que te vistes. [ 1· o o
4. Hablar por teléfono. ¡ o [1 Expectotivns sobre Conducta Autónoma Antes de Enlre 14·15 Enlre 16-17 Apartirdr
Nunca
5. Mantenerles infonnados de las actividades que iealizas. o o en la Vida Diaria · J4años años ~ños 18años

6. Salir con los amigos en lugar de ir con la famili~. o o ¿A qué ecjad esperas que podrás?
7. Ver la televisión. [ o o ¿A qué edad se te permitió por primera vez? 2 3 4 S
8. Llamarles por su nombre. o [1
9. Amigos con los que uno se relaciona socialmente. o D l. Elegir el propio estilo de corte de pe-io, <Ltmque
1O. Limpiar después de una fiesta. o o los padres Jo desaprueben. o o ET- f_] []
11. Limpiar la propia habitación. o [] 2. Ir a fiestas por la noche con chicos-y chicas. o o o o o
3. Elegir qué ropa comprar, aunque los padres la desaprueben. o o o f ~.
c.J o
Suma el numero de respuestas que hayas señalado en la casilla <<SÍ» para obtener el Índice de 4. Ver la televisión tanto comollnG-quiera. o o o [J o
Acuerdo con la Autoridad Parental: _ __ 5. Ir fuera por unos días. o [] o o o
6. Prefe1ir hacer cosas con los amigos antes que con la familia. o o o [J o
Puntuaciones menores o iguales a 5, grado de acuerdo con la Autoridad Parental como los iJitli· 7. Fumar cigarrillos. [J o o [J o
vi dualistas de origen europeo y los latinos semicolectivistas e individualistas. 8. Quedarse solo en casa por la noche cuando los padres salen. o o o o o
Puntuaciones superiores a 5, índice de acuerdo como los colectivistas asiáticos. .9. Concertar tú mismo las citas con el médico o el dentista . o o o o o
10. Hacer un viaje pasando una noche fuera con amigos de tu
mismo sexo, sin supervisión. [] o o e] o
Por otro lado, adolescentes latinos y asiáticos en Estados Unidos informan de niveles de con- 11. Beber alcohol. o o o IJ o
flicto similares a euro-americanos (Fuligni, Tseng y Lam, 1999; Fuligni, 1998). Teniendo en 12. Poder ver cualquier película, vídeos o programas televisivos
cuenta la aculturación de los emigrantes, en la cultura individualista de Estados Unidos se con· que quieras. [J o o [~1 o
firma que la asimilación refuerza la tendencia al debate con los padres: los miembros de la terce- 13. Elegir tus propios amigos, aunque tus padres no lo apnteben. o [] [) C] o
ra generación presentan más voluntad para discrepar con sus madres que los de la segunda, mos- 14. Decidir cómo gastar tll dinero (asignación, sal:uio, regalo). [] [J o [J o
trando ambos más voluntad para ello que los. adolescentes de primera generación"'. ur pwwwci6n indicará sí las expectativas de comportamiento autónomo son tempranas o tardías: a ma·
Podemos concluir ·que los datos confmnarul}ue.lás·cuJturas·colectivistas, por su valoración ele yor puntuacüín, expectativas más Tardías de auTonomía. Para obtener el indicador, sume las puntuado·
la familia, la jerarquía y la armonía;! rech'azar.ían m~s las discusi@nes·.Y.I conflictos en!Ie padres e ·· nes señaladas al contesta¡: Indicador de Expectativa de Autonomía: ___ _
hijos (Fuligni, Tseng, La m, 1999}>Por todos estos rnotivos un mayor:rcivel de' apoyo st;cial obje-'
tivo y armonía caracterizaníwalas-familias colectivistas. · .'·. 1 Si la puntuación es menor o igual a 33, te incluyes dentro de las expectativas para individualis·
·t¡l.nurQpeos y colectivistas mexicitnos.
' Si ~~~puntuación es mayor o igual a 36, te incluyes demro del grupo de colectivismo como el de
0
-' Medias de discrep<mcia con madres en adolescentes est;rclounidenses de" tercew, :-.egunda y primera generación:,
los chinos, es de¿ir. las expectativas de comportamiento autónomo son más tardÍllS.
M= 2,64; M= 2,36; M= 2,05, respeclivamente. ·
882 Psicología social, mltura y educación Socialización, familia y cultura 883

Se presenta a los sujetos una lista de 14 conductas, en las queJe les pide que para cada ítem países colectivistas: 10% Jndia, 18-20% Corea, y mayor en los individualistas como Estados Uni-
marguen en iuia~·escafa de ¡·a 5 la edad a la que esperan que les será permitido realizar dicbo com- dos y las sociedades europeas, 29%. La diferencia es más fuerte aún en el tiempo que se pasa con
portamiento.- Si la persona ya está realizando algmia !k ellas, se le pide que indique la ed.ad pares del otro sexo: es inferior al!% en India, alrededor del 2% en Corea, y mayor en las cultu-
a la que por primera vez se le permitió realizarla. · ras individualistas: del45% en Italia y 47% en Estados Unidos (véase la Tabla 25.6).

2,6
2,55
2,5
ernotttf•
ESTIMACIONES DEL TIEMPO QUE LOS ADOLESCENTES DEDICAN POR DÍA A DISTINTAS ACTIVIDADES 22
2,45 --lt- CompoJ'talniento
2,4 Autónomo
2,35
-·> :' ", . :, , ' ·
; T
P.o laCion No)ndustrial , Población Post-industrial Escolarizada '
¡ • .. !'' -

2,3 ic-'"c'i""'"'t7 · Actividad : Nd'Escolarlzada , ~ , EE.UU. Europa Asia del Este


2,25 Labores doméstioas 5-9 homs 20-40 minutos 20·40 minutos 10·20 minutos
2,2 f------'---+-----t---'---~>----'-1 Trabajo pagado l 0,5-8 horas 40-60 minutos 10-20 minutos 0-1 Ominutos
Chinos Filipinos Mexicanos Europeos Tareas escalare~. -~horas 4,0-5,5 horas 5,5· 7,5 horas
Total horas traba/b. 6-9 horas 4-6 horas 4,5-6,5 horas 6-8 horas
Gráfico 25.2 Medias de creenctas y expectativas sobre autonomía individual en adolescentes VerTV 1 Datos insuficientes 1,5-2,5 horas 1,5-2,5 horas 1,5-2,5 horas
estadounidenses por grupo étnico. Hablar Datos insuficientes 2-3 horas Datos insuficientes 45-60 minutos
Fuente: Fuligni (1998) -- Deportes Datos insuficientes 30-60 minutos 20-80 minutos 0-20 minutos
Ocio activo , Datos insuficientes 10-20 minutos 10-20 minutos 0-1 O minutos
Total tiempo libre i 4-7 horas 6,5-8,0 hs. 5,5-7,5 hdras 4,0-5,5 horas
Las puntuaciones medias para adolescentes de 4 grupos Cle Oilgeíi étnico diferente muestran
cómo los que provienen de...países de tradición colectivista -México, China y Filipinas- com- Fuente: Larson y yerma (1999)
pmados conJos...de origen europeo, mantienen creencias y expectativas con menor énfasis en la · 1: .
autonomía, aunque-no aparecen diferencias entre culturas sobre percepción de autoridad parental. En lo referente al tiempo compartido en la familia, de manera coherente con la importancia
Los colectivistas chinos y filipinos son los que presentsn expectativas de autonomía más tardías que se le da en las culturas latinas, es decir, con la fuerte valoración de los lazos familiares fren-
que el resto de grupos étnicos. Para finalizar, los adólescentes inmigrantes de primera generación te a otros vínculos y con la importancia otorgada a la cercanía y cohesión familiar o familisrno,
presentan expectativas ele comportamiento autónomo más tardías comparados con los de segun.- ,los padres latinos frente a los euro-americanos supervisan más las actividades de los h1jos y pa-
cla y tercera generación". Por tanto, la aculturación en la sociedad norteamericana refuer¿a la ten- san más tiempo compartiendo actividades con ellos (McLoyd et al., 2000). Los estudios de orga-
dencia a esperar autonomía personal a edad más temprana. nización del tiempo también confirman que los adolescentes asiáticos pasan más tiempo con su
familia y trabajando.bajo su supervisión en tareas escolares y menos con sus pares, en particular
Colectivismo y uso del tiempo del otro sexo, que adolescentes de Estados Unidos u occidentales (Larson y Yerma., 1999).
Los·adólescentes asiáticos informan de pasar más tiempo estudiando que adolescentes latinos
En los procesos ele sociali2ación, uno de los factores que va a contribuir directamente al afian- o euro-americanos en Estados Unidos, y tienden a mantener más aspiraciones y expectativas edu-
zamiento de las estrategias parentales será el tiempo compartido entre padres e l11jos. Los distin- cativas que sus pares de otros grupos étnicos. Los adolescentes chinos tienen las notas más altas
tos contextos en los cuales los nifios y adolescentes pasan su tiempo pueden ser considerqdós , · frente al resto, los filipinos mejores que los mejicanos y los euro-americanos mejores gue Jos la-
como ambientes de aprendizaje, y la cantidad de tiempo que la poblacrón joven dedica a reali~ar tinos. Los latinos están tan motivados como los europeos, pero tienden a recibir las peores notas
diversas experiencias provee el índice sobre el grndo de exposición, compromiso y su absorción. en sus cursos (véase el Gráfico 25.3).1
Según los datos obtenidos por Larsen y Ver ma (1999), el porcentaje' de tiempo que se está solo Finalmente, los adolescentes con rictitudes de apoyo a las obligaciones familiares tienden a es-
''
es común en todas las culturas complejas: oscila entre un 30-35% en la India urbana, 22% Con!?, tar más académidam9nte motivados. ~egún Jos datos de estos autores, aquellos que más creen que
26% Estados Unidos y 25% Italia. El porce11ta¡e del tiempo que se paso con /afami/ia es el el l4% deberían asistir llbil~•_·,almente
. a los rrjiernbros de su familia tienden a tener mayores asprracwnes
en una cultura individualista corno Estados Unidos, de un 38% en Jndia. v aún más alto en paú;es y expectativas d continuar su educación después del bachillerato e invierten más tiempo sema-
colectivistas comó Corea. El porcentaje de tiempo que se pasa con lo,; pares es menor en lqs nal en estudio. ' !:1 [ '
'
Lns estimacio~es fll ~ro~ rcaliz:~d¡¡s de acuerdo con la media de los siete dúis de la semana, incluyendo días Jaba.
1
'" 1
22
:r Mccli<Js en expectativ;¡s de comportamiento autónomo en ildolescentcs inmigrantes de primera, segunda y tercera
generoción: M= 2,69; M= 2.41; y M= 2,31, rcspcclivamcnte. rales y fines de sernann.
884 Psicologfa social, cultura y educación Socialización, familia y cullllra 885

b) la inhibición de la expresión abierta del enojo y emociones fuertes, y


e) la obediencia y sumisión rápida a las normas y órdenes parentales.

To o esto se traducirá en una mayor sensibilidad de los padres a las expresiones emocionales
de Jos .. os · en un mayor control de ellas. De manera coherente, con muestras similares en edad
Ysexo, s encuentra que los padres tailandeses, frente a los de Estados Unidos, perciben a sus hi-
jos más irritables y con un habla más fuerte. Ya que esperan que los niños sean obedientes y que
no expresen emociones negativas, los padres son más sensibles a la expresividad infantil y por ello
Actldémlcas califican a sus niños más fácilmente como ruidosos e irrita~les (Weisz y McCarrhy, 1999).

Gráfico 25.3 Ajuste académico en adolescentes e~tadounidensesipo grupo étnico de ?rigen".


Fuente: Fuligni, Tseng y Lam (1999) l
! ¡

CULTURA Y ESTILOS DE SOCIALIZACIÓN EMOCIONAL EN LA FAMILIA

-L-5Dcialización colectivista asiática de control parental alto


y menor expresión de Afecto
La socialización familiar en Asia, basada en la piedad filial.ronfuciana, se caracteriza por:
a) Promoción de la cercanía física y emocional Jurante la 'infancia.
b) El mantenimiento de la autoridad parental a través de una firme disciplina, a pa~1ir de los
6 años.
e) La importancia del orden social, .del respeto de la jerarquía y el cumplimiento de las res-
ponsabilidades.
d) El fuerte control, la sobre-protección y una menor expresión explícita de afecto. El control
por la ansiedad y la vergüenza son mecanismos también utilizados (Chao, 1994). Un estudio encontró que los asiáticos percibían menos expresiones positivas pasivas de Jos pa-
dres, nuentras que no había diferencia en respuestits activas negativas. Todo esto sugiere la exis-
En comparación con las culturas occidentales, un estilo parental de socialí~ación orientado al
tencia de una mayor inhibición emocional entre Jos asiáticos (Kao, Nagata y Peterson, 1997). Otro
auto-control, a la moderación emocional y que promueve la inhibición social e$ dominante en cul-
estudio encontró que los,adolescentes .de. clase media de Estados Unidos, :\llnque percibían ma,
turas colectivistas de tipo budista;como son la ta'ilmidesa, carnb-9yana,"j~ponésa y la de Sri Lan-
yor control :o superyisión.,por parte de.sus madres, también percibúm.mayor aceptación parental
ka. Así,dos~~iguiontes rasgos caracterizan a {a.sociálizaci6n.l<budisliv>:
que clllllO-arnencanos, chinos de Taiwán y ele Chim1 continenlttl (Chen, Greenberger, Les ter,
a) la iroportancia''de ser bien educauo. deferente, una actitud de modeslia'y de. e\ritm moles- Dong y Guo, 1998).
tar a los demás por expresar sus prnpios deseos, Una serie de estudios que compararon estudiantes universitarios y madres·de niíios euro-ame-
¡ ricanos y asiáticos encontraron que estos últimos mencionaban mayor control familiar y estilo
" Tiempo invertido en estudio. medido. en hora>; aspiraciones y expectativa5 educativas vatJfadas según una·csci~a parental aut01itario -control mediante crítica, supervisión directa. y control por ansiedilcl-, un
de. rango 1 a 5 donde 1 =Escuela Secundana Obilptorl<l. 2 = Bachrlleralo, 3 = C;arrera de dos añps, 4 =Carrera dc.cu.J- grado de cohesión algo menor y menos conductas de apoyo y de expresión de afecto I.Uomoto.
tro años y 5 =Grado Superior. Notas tinales valoradas en escala de 1 a 10. j ,,' 1983, citado en Vaux, 1985; Chao, 1994).
886 Psicolog(a social, cultura y educación Socialización, familia y cultura 887

Un estudio que comparó jóvenes adolescentes australianos e inmígrantes asiáticos -vietnami- a sus pares como más aceptantes que los chinos, aunque la opinión de ambas mue~trª§ _sobre padres
y pares era positiva (Greenberg et al., 2000). Finalmente, un estudio que comparaba la percepción
tas- confirmó que entre lps últimos había más control, sobre-protección y menos expresión abier-
ta de afección (Herz y Gullone, 1999). Otro estudio comparativo de canadienses-asiáticos de los lazos parentales de adolescentes indios y de Estados Utúdos encontr6 que fos primeros eva-
-un 85% de la mueslra eran chinos-- con euro-canadienses encontró que entre jóvenes asiáticos luaban a sus padres como más cariñosos y menos sobre-protectores (Luthar y Quinlan, 1993).
el castigo emocional-«me amenazaron con abandonarme», «me ridiculizaron delante de mís mni- Por otra parte, el significado del estilo de bajo afecto y alto control en sociedades individua-
gos», «no me alabaron mís éxitos>>-, el abandono -<<me dejaron solo durante horas>>- y el cas- listas es de falta de aceptación y cariño, mientras que en culturas colectivistas asiáticas tiene un
sentido de respeto, interés y piedad filial. No sólo el control estricto es una forma de preocupa-
tigo físico eran superiores en el recuerdo retrospectivo de su infanéia (véase el Gráfico 25 .4) (Mes-
ción parental, expresada implícitamente mediante acciones, sino que también tiene un sentido de
ton, Heiman, Trapnell y Carlin, 1999). Como se puede apreciar en 'el Gráfico 25.4, la poblacion
control organizacíonal, de entrenamiento y de gobierno preocupado por el niño y el íuven (Chao,
femenina española -muestra de la Comunidad Autónoma Vasca- presenta,porc~ntajes interme-
1994). En este sentido, el estilo autoritario es normativo en el colectivismo asitítieo; por Jo que no
dios entre asiáticos y euro-canadienses en el recuerdo de castigo emocional y físico. '
sólo su significado es diferente, sino que los niños y adolescen.tes Jo a_ceptarán !TláS, y dado su ca-
Otros dos estudios han encontrado resultados similares ele menor apoyo entre jóvenes y pa- rácter normativo no se asocia a una mala relación entre padres e hijos. Varios estudios han mos-
dres en asiático-americanos, aunque a la luz de la Ínvestigación que comparó jóv~n~s en China y
trado que el estilo autoritario no se asocia a problemas de ajuste social en personas de cultura co-
Estados Unidos, estos resultados se pueden atribuir en parte al estrés de la inmígración (Green-
lectivista asiática (Harrís, 2003).
berg et al., 2000).

Consecuencias en los hijos del estilo colectivista parental de contro_._l- -


90%
75%
Cas ti~o 8n oi:ional• Ybaja afección
80% 70.?&. liiAband'ono
De manera general, Jos colectivistas asiáticos, en comparación con Jos individualistas occiden-
70% ·"''·
Castigo Físico tales, se caracterizarían por una me~or expresión verbal y no verbal de las emociones. Por otro lado,
60% el control, constticción e inhibición, emocional facilitarían la armonía interpersonal social y prepa-
rarían a las personas para participar en una sociedad que valora las relaciones equilibradas (l(ao, Na~

.,
50%
gata ~ Peterson, 1997), si bien las ¡ca:ac~e~~t~cas de este. estilo de socialización de-sobrc:control
40%
tendnan como coste un aumento de )a mhJblcJon, de la ansJedad y de los problemas psicológicos in-
30% \S'i• ternaliz~dos -somati1ación, timid~z, efectos en la auto-estima, depresión etc.-, como sugiere la
9'/o tendenc1a central de v~nos estudws. Por ello, se supone que el estilo colectivista de inhibición emo-
20%
10% cional y baja afectivid~d se asociará mayormente a problemas psicológicos de este tipo.
Las investigacioneh muestran que el estilo de sobrecontrol se asocia a una mayor presencia de
0%
Euro• Euro .. Aslil.tlcas. Asiáticos Españolas· Españoles· problemas intemalizados en la adolescencia y niñez principalmente en jóvenes tailandeses y afri-
canadienses canadiJn~es CAV CAV canos de Kenia -timidez, miedo y dificultad de hablar- frente a estadounidenses (Weisz, Su-
M ujoros Hom (os
wanlert, Chaiyasit, W~iss, Achenbaxh y Eastman, 1993; Chen, Greenberger, Les ter, Dong y Guo,
Gráfico 25.4 Porcentafe·s de tu jetos que responden 1 o más en castigo emocional, abandono y 1998). El estilo parental de control y baja afectividad también se ha asociado negativamente al
castigo físico, según sexo y origen étnico". bienestar, aun entre adolescentes en los que este estilo es normativo culturalmente. Concreta-
mente, dos estudios ha¡¡ mostrado que el estilo parental de alto control y baja afección se asocia-
ba negativamente a la ~uto-estima en adolescentes inmigrantes asiáticos (Herz y Gullone, 1999).
Sin embargo, no todos los estudios han confirmado que hay ~afección entre padres Se suponía que el e~tilo occidental de aceptación de la expresión emocional se asociaría a una
asiáticos. Un estudio que comparó madres chino-americanas no encor;tró dif~rencias con euro-ame- mayor presencia de trdstomos extemalizados -de conducta abierta y agresividad- en nir1os y
ricanas en el estilo parental democnítico o «autoritativo» -refuerzo de la independencia, jóvenes de Estados Unldos. Sin embargo, dos estudios con muestras representativas no encontra-
expresión de afecto y orientación razonada- (Chao, 1994). Adolescentes chinos evalúan a sus pa·- ron diferencias en conductas antisociales, ele violación de estatus y conductas conflictivas en la
dres como más cálidos y aceptantes que adolescentes de Estados Unidos y éstos, a su Nez evaluaban
escuela (Chen, Greenberger, Lester, Dong y Guo, 1998). La tendencia central de Jos estudios no
enc~entra diferencias en conductas problemáticas abiet1as entre tailandeses y Estados Unidos
" En la investigación de *Meston eral. ( 1999). la escala de Mal traro Físico colista ele 1J ítems.la de Malrrato Erno . (Wei,b y McCarthy, 199~.
cio11al de 9 ítems y la de Abandono de 6 ítems. Las escalas utilizadas por *'Guibcrt, M. (2002) se componen de 7, 4 y 5 P?r otra parte, la relación negativa entre eotílo autotitario y conducta antisocial también se
ítcms, respectivamente. ha c0nfirmado e~ personas de cultura anglosajona y latina, aunque no en personas asiático ni
Mujeres; Euro-Canadienses* (11 = 391); Asiáticas' (11 =278); Españolas (CAV)'* (11 =67). afrofamericanas, en las que el estilo autotitario es normativo. Además, en las culturas asiáticas se
Hombres: Euro-Canadie11seS* (11 =191): Asiáticos* (11 = 192): Españoles (CAV)'* (11 = 72).
1
'1
1
; 't

888 Psicología social, cultura y educación

presentan menos problemas de conducta antisocial y se tiene mejor rendimiento escolar, lo que
·· cuestiona que este estilo sea intrínseca y transculturalmenie negativo (Harris, 2002).
En dos estudios en. asiáticos tampoco se ha encontrado ;una relación positiva fuerte o clara en-
tre el estilo «autoritativo>> --control razonado y afecto-~ el rendinúento yscolar, como ocurre
en occidentales (Chao, 1994), aunque en otros estudios dicho estilo se aso(:\aba a un mejor ren-
dimiento y ajuste. Es decir, entre jóvenes asiáticos -que Je caracterizan pot un buen rendimien-
to escolar- el estilo autoritativo no siempre tiene efectos positivos en el ajUste social.
Perlman, D. y Cozby, P. C. (1986) Socialización: tres edades, tres sistemas de reglas. En
Perlmar., D (Eds.} Psicología social, pp. 41 - 70. México: McGraw-Hill.

Soeializaeión:
tres edades, tres
sisteJUas de reglas

s Teorías de la socialización

_] • La socialización en la familia
·- El adotescente en la escuela: Legitimación de las reglase
identidad personal
• Eimundo legal del adulto: La regla de aplicación y el ejercicio de
autonomía
• El caso de Wounded Knee
• Resumen

303
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas 4 1

Desde febrero hasta mayo de 1973, miembros portamientos violan los códigos de conducta de la
del Movimiento Indio Estadounidense ocuparon sociedad.
la villa de Wounded Knee en la Reserva Sioux de En este capítulo estudiaremos la socialización
Pine Ridge Oglala en Dakota del Sur. Al presen- como ocurre a través del ciclo de la vida. Como el
tar su protesta en Wounded Knee, el sitio de lama- examen del proceso de Wonded Knee lo ilusuara,
sacre de mujeres y niños indios en 1890 a manos la socialización no es un proceso que termina
de tropas gubernamentales de Estados Unidos, junto con la niñez. Más bien, es un proceso des-
los jefes del movimiento rrocuraban llamar la arrollado durante toda la vida, mediante el cual el
atención pública hacia las obligaciones pactadas individuo se convierte en un miembro de la socie-
que no respetaba el gobierno federal y la relación dad, añadiendo o aprendiendo nuevos códigos de
de esos pactos rotos y los problemas de los indios conducta, a medida que la sociedad, o el sitio del
estadounidenses. Después de 61 días, las fuerzas individuo en la sociedad, cambia a través del
del gobierno, equipadas con vehículos blindados tiempo. Estudiaremos tres fases de la socialización
y rifles M-16, y los indios equipados con armas li- y tres contextos en los cuales puede ocurrir la so-
geras y escasas provisiones alimenticias negociaron cialización. Consideraremos la niñez como la
el final de la ocupación. edad en la cual muchos de los códigos de conduc-
La acusación gubernamental proveniente de la ta son adquiridos en el contexto del hogar; la ado-
ocupación, tuvo como resultado una lista de más lescencia como la edad en la cual el individuo
de 100 procesos para ser juzgados en Sioux Falls, cuestiona la justicia de los códigos e intenta legiti-
Dakota del Sur. La defensa estableció que un pro- marlos, a veces en el contexto de la escuela; y la
ceso jusw para el caso de los jefes no deberla ser adultez como la edad en la cual las creencias soste-
juzgado ahí, y obtuvo un cambio de jurisdicción nidas p_ueden ser cambiadas y alcanzados nuevos
para los- procesos de Russel Means y Dennis Banks, entendimientos. Hemos escogido el tribunal
quienes eran procesados por cargos de conspira- como un cpntexto en el cual discutir la socializa-
c~ón: complicidad e incitación. El proceso de estos ción adulta.
líderes del Movimiento Indio fue convocado· para
.e_nero de 1974 en la Corte Federal de Sr. Paul, Min-
nesoia·. · TEORIAS DE LA SOCIALIZACION
· · Los miembros del jurado fueron instrmdos para ---------::-·-=-----------
e~cuchar ía causa presentada por el EStado contra --Los psicólogos han ideadrr vari~ teorías para
estos dos hombres y juzgar con su mayor habili- explicar cómo se socializan los Se-res_hmn:mos. Es-
· dad-si los dos acusados eran culpables o no de vio- tas teorf~ varían e.n: 1) s11a narlira_leza humana se
-lar las leyes o códigos escritos de la sociedad. Estos considera antisocial: prosoc~al o ileutral, -2) si los
juicios no son siempre fáciles de efectuar. Uno de individuos se-consideran como seres que desem-
los factores claves que influyeron bastante en este peñan activ:-unente su papel_en su propia sociali-
caso fue la historia de sq~ializqc¿~on legal que cada zaciórr, 3) la importancia ·asignada a los factores
miembro presentó a la deliberación del ju- biológicos, y 4) si Ia so-¿ialización se considera un
rado. fenómeno del desarrollo que implica cambios pre-
_Socia/I_};a_ción__es el proceso por el cual la gente decibles relativos con la edad. Sola, ninguna de
adopta los códigos de conducta de su sociedad y las teoríaS descritas puede explicar la socialización
logran el respeto a sus reglas. _!.lámese sociali_za- human_a .. _CQ_ma_animales sociales, ~u1'ª supervi-
9Qn_.jmemalización o CQ_nci~ncia desarrollada, el -vencía depende de su habilidad para vivir juntos
proceso que describe cómo los ~embros de u~a so- en grupos sociales, los procesos que gobiernan
·• ciedad adquieren sus normas y actúan dentro de nuestra socialización son complejos y sobredeter-
ellas sin perder su individualidad. La socialización minados. Así, necesitamos una combinación de
forma nuestras opiniones acerca de cuáles com- acercamientos teóricos para entender cómo traba-

Este capítulo fue escrito por June Louin Tapp, Megan Gunnar y Daniel Keating.

3B1
42 Procesos individuales

ja la socialización. En esta sección describiremos el calendario interno; que este calendario a su vez
cuatro abordamientos teóricos que han tenido un estaba regulado por cambios biológicos en las par-
impacto significativo en el estudio de la sociali- tes del cuerpo, que servían como la fuente pri-
zación. maria de satisfacción sexuaL Así, su teoría ha sido
calificada como de desarrollo psicosexuaL El én-
fasis en la sexualidad del niño de corta edad ha
TeorÍa psicoattalitica sido una de las partes más polémicas de su teoría.
----Mtichos de los psicólogos teóricos modernos po-
Sigmund Freud desarrolló la teoría psicoanalí- nen menos énfasis en el papel de la sexualidad y
tica en la primera parte del siglo XX. D_~s_pués__9~ enfocan el de los conflictos psicosociales en la
e~~t!di.ar a pacientes S(J!Ur!,lstornos mentales,_ co_- socialización y el desarrollo de la personalidad. El
~e~zóa ver el des;rrollo de la personalida<:L<:Orn.9 enfoque social 3-1· compara la teoría psicosexual
-ÚÉ_ proceso dinámico, que co-mpren.d~ p()derosos de Freud con una teoría psicosocial propuesta por
~qnflictos enÚe Íos deseos del instimo individual y otro psicólogo, Erik Erikson (1968).
las demandas de la sociedad. Según la teoría psi- Si observamos el enfoque social 3-1_, encontra-
coanalírica freudiana, esws conflictos conforman remos que según la teoría de Freud, el superego
el desarrollo de tres emucruras de la personalidad: debe emerge:r al final del esradiojáli¡:o, _<:J!a{1dQ el
);:lid, el ego y el Sl}perego~ niño tiene aproxi~adamente j~is años. Ahora
Se cree que el id es una estructura primitiva, sabemos que el niño de esa edad tiende a conside-
que h,os?ed~ l~s _d_~seos in~t0tivo_s _del IO]ividuo. rar ~as reglas co~o algo ab~oluto; a veces son más
Es el un!Co aspecto dc-b:r-person;;.hda~ente al estrictOs en sus mterpretauones de-las reglas que_
nacer y se orienta hacia la inmediata satisfacción los adultas. Esto puede explicar por qué el
de necesidades y deseos~ La sociedad no funciona- superego es frecuentemente- riguroso y más de-
ría bien, si todos sus miembros exigieran que sus mandante que. los_ propiospadres. Conforme el
necesidades, carencias y deseos fueran inmediata- niño madura, las demandas del superego se con-
mente satisfechos. Al principio, los padres pro- vertirán en más temperadas y humanas. Esto suce~
porcionan al niño los controles que éste aún no derá, sin embargo, sólo si los yalores represeñta- -
posee. Después, cuando emerge el ego, el niño dos -en el superego permanecen conscientes y_
desarroll-a el significado del autocontroL Inicial- modificables. Es decir, Cu~ndo está.rl reprifDidos y -
mente, el ego trata de los conflictos entre las de- permanecen i-nmadúros produce-n en el adutto
mandas del id y las demandas de los padres o de semimientoslrrealq-de culpa y-um-dula po-smra
las figuras amoritarias_ Este es el trabajo del ego moral (Baldwin, 1968). Freud dedicó poco tiem~
para enc;_ontrar medios de satisfacer las necesida- po en discutir el desarrollo del superego en los
des del -id, sin violar las normas paternas. Para niños mayores y en los adultos. El desarrollo del .
lograrlo, -el ego desarrolla mecanismos de defensa, razonamiento moral después de la primera infan-
de los que se sirve para mantener al id en jaque, ciase expone con mayor extensión en la descrip-
hasta que sus deseos puedan ·ser satisfechos por ción de la siguiente teoría.
medios socialmente aprobados.
El superego corresponde aproximadamente a la
conciencia. Incluye valores mor!,llesy_Q_r_o~ibicio­ TeorÍa del desarrollo cognoscitivo
nes. Una vez que el superego se ha desarrollado,
muchas de las funciones de control de los padres y La teoria del desarrollo cognoscmvo surgió a
la sociedad son transferidos a él mismo. La confor- partir de la obra de Jean Piaget (1932), quien se
midad a las reglas de la sociedad se convierte interesó priinero-erilonipos de razonamiento que
menos en el temor a un castigo externo y más en los niños usan para resolver problemas lógicos. Su
el deseo de evitar los sentimientos de culpa que trabajo sobre el razonamiento lógico le condujo a
surgen cuando cumplimos con nuestras normas creer que el peósamiento de los niños se somete a
internas. cambios cualitativos y pronosticables con el des-
Freud creía que el desarrollo de estos tres com- arrollo. Los niños de mayor edad no sólo resuelven
ponentes de la personalidad estaba regulado por los problem~ de mejor manera que los niños de

' 305
SocializáCíón: Tres edades, tres sistemas de reglas 43

ENFOQUE SOCIAL 3-1.


Una comparación de los estadios psicosexuales
de Freud y psicosociales de Erikson del desarrollo
social y de la personalidad.

Estadio psicosexual Estadio psicosocial

Edad Región
cronológica del cuerpo Eventos y personas
~ aproximada o calificación Oescripd_ón Crisis stgnificativas

O a 1 año Oral Necesidades centradas en Confianza contra Madre: su amor y respon-


esta funaón. Las personas desconfianza sabilidad
son valocadas de acuerdo
a su capacidad de propor~
cionar gratificación oral
psicosocial.
1 a 3años Anal El control voluntario de los Autonomía contra ver- Padres: la forma en que
esfínteres anales se con- güenza y duda éstos reacci0f1an a la
vierte en fuente tanto de conducta asertiva del ni-
placer como de frustración no y continUan su nece-
al comenzar el entrena- sidad de dependencia.
miento higiénico.
3a6años Fálica El complejo de Edipo: amor _!_J}j_Q~_c_ontra..culpa Familia: conflictos entre
~ opuesto y odio al del mis- él mismo y amenazas de
mo sexo. Ansiedad dirigida otros. s~ntidos
por su ini-
hacia la identificación con ciativa. produce senti- .J,
____;;:3l{
los vaJores paternos y al mientos de culpa_
desarrollo del superego.
--~~-_:::

6a 12años Latencia Los Impulsos sexu31es del Laboriosidad contra infe- Escuela y compañeros:
niño son relativamente tran- -rioridad comparación socíal in-
quilos. Su energia la em- tensa entre las perso-
plea en el trabajó -escotar y nas.
en juegos vigorosoS.

12 a 17 años Genital Se dirige hacia la madurez lt;;;Jentictad contra contu- _ Grupos de compañeros
sexual de sus relaciones: sión y_.·hecoes". Los cambios
un volver a despertar de sOCia:eS. hormonales y
muchos conffictos anterio- -_ cognoscitivos forzan al
(es. adolescente a buscar
una K:!entidad más adulta
Adulto joven Intimidad contra aislá- - Los amigos y amantes:
miento la búSqueda de relacio-
nes slgR-ificativas.
Adulto Fecundidad contra es- Consorte. niños_ otros·
tancamiento. las necesidades propias
y de -su familia versus las
necesidades de la so- -
ciedad en generaL
Vejez Identidad del yo contra Uno mismo en relación
desesperación con otros y el pasado:
resumir satisfaccíón. ver
~t su insatisfacción.

~--~----

escasos años, sino además comprenden, organizan y una vez logrado un alto nivel de razonamiento
y actúan la información de.modo diferente. piaget no se pierde nunca. Así, el desarrollo procede
y otros teóricos del desarrollo cognoscitivo, creen hacia adelante (Maccoby, 1980). Además, los teó-
que hay una secuencia invariable en el tipo de ricos del desarrollo_ coghoscitivo_'"__J:.rl:;en~qu-elos
cambios ocurridos con el desarrollo. La gente-pro- -ninos juegan un papel I?UY activo en su proQia
gresa de diferentes modos a través de la secuencia socialización_ Arguyen que el efecto de ~quier
pero no se salta jamás nin~n paso de la misma, experiencia de "sociali;Zación de~Jl__q~_de____c_ómD_eL

--------- ~--- --------

~
h

30h
44 Procesos individuales

piño percibe o interpreta 1a_~eriencia. La misma nivel de Kohlberg va más aliá de la moral de co-
experiencia puede ser percibida en forma diferen- operación de Piaget, en que los individuos más
te por niños a distintos niveles cognoscitivos. . maduros pueden distinguir entre reglas sociales y
Los teóricos del desarrollo cognoscitivo rjan principios morales. En el estadio 5, el primer esta-
estado especialmente interesados en el desarr~llo dio en el nivel posconvencional o "escrupuloso"
de cambios del razonamiento moraL Piaget 'fue del sistema de Kohlberg, un individuo siente la
uno de los primeros psicólogos en examinar cóm_o obligación moral de intentar cambiar una regla a
los niños piensan acerca de los problemas morales través de procedimientos -ac-e-ptables, si la regla no
a diferentes edades. Trató de entender qué pien- es moralmente justa. En el estadio 6, el sentido de
san los niños acerca de las reglas, de dónde pien- una persona, de un compromiso personal a lo que
san ellos que provienen las reglas sociales y cómo cree que son principios éticos universales es tao
deciden si una regla es justa o razonable. Creía grande, que ninguna presión externa ni convenio
que el mayor cambio en el razonamiento moral previo (contrato social) es suficiente para permitir
ocurre durante la niñez media (siete a nueve años que el individuo cumpla reglas que violen su
de edad). Argüía que los niños de corta edad se creencia personal. En el enfoque social 3-2 tam-
comportan de acuerdo a una moralidad de cons- bién será descrito el modelo de niveles legales de
tricción. Emplean~ una forma egocéntrica (auto- Tapp (1974, 1977), el cual revela cambios en el
centrada) de razonamiento moral. Ven las reglas desarrollo similares en el ámbiro del razonarrllen=- --
como heterónomas, esto es, como emanadas de to legal. La opinión de Tapp, la cual se presentará
figuras autoritarias, y así, externas a ellos?' Para el con mayor detaHe}lmás adelante en este capí~lo, _
niño de cona edad, las reglas son realidades inalre~ se basa en paudn el trabajo de Piaget-yKohl---~­
rabies, en el sentido de que han sido siempre así y berg.
permanecerán así si~mpre. Las razones para la su-- Ciertos estudios actuales indican que la gente
misión, están fundamentadas- en un respeto uni- en efecto avanza a través de estos modelos de
lateral para las figuras autoritarias asociadas con razonamiento moraL Sin embargo, la progresión
las reglas. Lo~ niños en ·este estadio del pe_ns_?- · de un nivel o estadio al siguiente no parece ser tan
miento igualan el castigo col! la maldad (l9s-ac-ros abrupto como en un tiempo se pensó (Flavell,
erróneos son aquellos que se castigan) y juzgan la 1977). Las personas pueden emplear en sus juicios
desviaCIÓn de un acto por el dano que hace-, mÍen- diferentes niveles de razonamiento moral en si-
tras prestan_ menos a tencióo a las intenci-Gru:s _de la - tuaciones diferentes. Así, los estilos individual~~ •
persona que ejecuta el at::to. Piaget argumenta_ de _razonamiento pueden reflejar una mezcla del
que los niños ma,_yores, se coinporrañ con base en . funcionamiento de niveles algo más o algo menos
una moralidad de -c-ooperación. Emplean un maduros. Sin embargo, usualmente ~ay un nivel
modo más autónomo, s-ociocénrrico de razona- dominante o modal (Rest, 1973; Tapp y Kohl-
miento moral. -Las reglas soh co~ideiada.S conve- be-rg, 1977; Tapp y Levioe, 1974). Esto hi dirigi-
nios sociales, convenidas por miembros de un gru- do a varios investigadores a la cuestión de si el
po social. A causa de participar con otros en hacer desarrollo cognoscitivo realmente ioduye cambios
las reglas; los niños grandes comprenden que las cualitativos completos en la forma en que la gente
mismas pueden ser hechas y cambiadas a través de piensa. Una segunda cuestión acerca de este enfo-
la discusión y P<?I: _nuevos convenios entre los in di- que es si el razonamiento moral es_ rela~vo a la
viduos. Los niños actúan de acuerdo a la morali- conducta mor3J:--pr-edecir la conducta moral, ha
dad de cooperación, ven la obediencia como nece- sido un problema central de la teoría que tratare-
saria para mantener el orden social. Intentan to- mos en seguida.
mar la perspectiva de otros (desempeñar un papel)
y juzgar la seriedad de una fechoría más en térmi-
nos de intenciones que de acciones. Teoria del aprendizaje social
Kohlberg ( 1969) ha tomado el marco básico de
Piaget, re_finá_[}dolo y extendiéndolo a cubrir cam- Los teóricos del aprendizaje social creen que la
bios en el razonamiento moral durante la adoles- gran mayoría de la conducta humana es apren-
- ______cencía_y !~ -~ggkez_ (enfoque social 3-2). El tercer dida. La gente se desarrolla según las oportunida-

307
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas 4 5

ENFOQUE SOCIAL 3-2.


Descripción del nivel de razonamiento moral y legal

Estadios de Piaget Niveles de Kohlberg Niveles de Tapp

~:Estadio de moralidad heterónoma. ~ivel preconvenclonal. jf Nivel preconvenclonal: Aplazamien-


El individuo funciona sobre una morali- Estadio 1: Castfgo y obedencla. to de la ley.
dad de obligaciones. Las reglas se con- La justicia o injusticia de las acciones LoS irldívíduos muestran una forma de
:t; sideran moralmente absolutas. Las con- son definidas por sus consecuencias. razonamiento legal basado en ei miedo
~ secuencias de un acto son tratadas
más bien hacía las intenciones del actor_
Un acto es erróneo sólo si uno es des-
cubierto y castigado.
al castigo o en la defensa al poder. Se
;.': centra en las consecuencias externas y
~~ El individuo cree que la gente que viola en la autoridad_
las reglas invariablemente será casti· 'K Estadio 2: Hedonismo simple. El hedonismo modera las valoraciones
gada por alguna autoridad -Dios o una · Las reglas son conformadas a fjn de legales. las nociones egocéntricas de
fuerza natural. obtener las recompensas deseadas_ la justicia vengativa y el exacto inter-
Las intenciones del actor definen ahora cambio son penetrantes_ La generali-
parci3Jménte la seriedad de una viola~ dad de la ley está ausente del razona-
ción. miento acerca de las acciones y actitu-
des legales_

~-Estadio de moralidad autónoma. ~Nivel convencional. ~~Nivel convencional: Mantenimiento


e El niño actUa ahora sobre una moralidad Estadio 3: "St..~en nfño"' o de la ley_
de cooperación y relativismo. Se da .. buena niña··_ La gente está interesada en llenar las
cuenta que las reglas sociales son acor- La moralidad se define en términos de expectativas de su rol_ Los compromi-
dadas arbitrariamente. que pueden ser que ayuda o agrada_ La intención es sos hacia la comunidad estan ligados a
modificadas y desafiadas por el conse- ahofa importante para determinar la ~·9ctuar_____c.or.¡:\(} ·niño o niña buenos. La
jo de la gente. maldad. justicia es Sinónimo del voto de las
mayorías.
*'=- Estadio 4: Orientación a la ley. y el Los derechos individuales están perdi-
__ . . - - o r d e n . dos en un grupo de normas: igualdad
Las leyes son aceptadas sin cuestionar- significa sólaJa ap!icación-,imparcial de
las_ La orientación es hacia el rnantent-- -¡as f'egtaS::Los derechos son féicilmente
miento del orden social_ coP.fundidos con Jo_s privilegios conferi-
dos por el .papel social propio_ Las
normas sociales deben ser mantenidas
para una vida ordenada.

_:..:1: Nivel posconvencional. ..;[ Nivel posconvenclonal: Creación


--EStadio 5: Orientación ar contrato de la ley. Los individuos tienen un
soclaJ _ El bienestar socia! y el futuro de panorama legislativo. Estos individuos
la mayoría definen la legitimidad de las pensantes en los principios, ven la
rf?glas sociales. Las reyes pueden verse necesidad de sistemas sociales y dife-
como injustas. pero deben ser obede- rencian entre los valores de un orden
cidas hasta que puedan ser cambiadas social dado y la ética ur.h..·ersal. En una
por el consenso sociaL estructura de referencia posconven-
cional. las directrices legales son cons-

-- ·;(Estadio 6: Orientación a fos princi-


pios éticos universales. los dere-
chos y_ las faítas son determinadas por
la propia conciencia, basada en los prin-
cipios éticos. La vioíaci6n de los propios
trucciones hum.anas que reflejan la par-
ticipación consensual de movimientos
iguales hacia expectativas compartidas.
Mientras valoran Jos sistemas sociales,
los individuos en este nivel aprecian la
principios produce sentimientos de necesidad de crear oportunidades éti-
culpa y autocondenaci6n. cas y pueden distinguir los principios de
justicia de las leyes concretas y las con-
venciones sociales.

des y experiencias proporciomdas por su ambien~ ~ejemplo, --un niño pequeño puede aprender cómo ~~:

te. Siguiendo las directrices de Alberto Bandura poner el maquillaje observando a su madre y sin
(1977), los teóricos del aprendizaje social creen embargo d nunca aplicarse maquillaje a sí
que muchas conductas son adquiridas a través del mismo_
aprendizaje observacional. Lo que el observador Cuatro procesos interrelacionados están com-
adquiere son representaciones simbólicas de U[l prendidos en el aprendizaje observacional (Bao-
modelo de acciones. Lo que es aprendido, es des- dura, 1977). Ames que un observador pueda
pués codificado en la memoria para servir como aprender mucho de un modelo, deberá atender
una guía para la conducta posterior. No se nece- activamente la conducta del-modelo. Mectan la
sita imitar una conducta a fin de aprenderla. Por _atención tanto las características del modelo como
"''l o\V1_ ~
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(\\)
3
- - \J ,,)
46 Procesos individuales

del observador_ La ·memon'a y los procesos moto-


res también están incluidos. Se puede aprender
cómo ejecutar una conducta, pero después olvidar
lo aprendido (componente de memoria). O tal
vez necesitamos practicar una o varias de las accio-
nes motoras requeridas para ejecutar la conducta
(componente motor). ¿Recuerda como aprendió a
silbar o a montar en bicicleta? Estas conductas
fueron aprendidas observando a otros, pero nece-
sitaron perfeccionarse mediante la práctica. Por
último hay un aspecto motivacional al apren-
dizaje observacional. Si ejecutamos o no una con-
ducta, depende de si esperamos ser alentados
o castigados por efectuarla. El niño del ejemplo
anteriDr quizá no emplee nunca su conocimiento
de cómo aplicarse rn:a:c¡Ti-i.fl.a)e, debido a que ha
aprendido que-la Im!tanón de esta conducta
Témenma no está aprobada en su grupo. sociaL
Como en la conducta social, se aprende m_ucho
acerca de las reglas sociales y de las-sanciones co- travé:~: __3
Los niños aprenden su papel sexual a
la observación y generalmente imitan lo que
rrespondientes a través de la observación, al aten- aprenden .
.. . der lo que; otros dicen y observar las consecuencias
de-las· ac'ciones de otros. Quizá se le dijo- al_ niño
que los niños no hacen cosas de mujeres_ o tal vez
observó cómo_ otro niño 'fue reprendído pol apli-
carse el maquillaje de su _madre. B~ndura deno- ocurriera en el hábitat natural de la especie. Estas
mina e!tOS ~asOS CO!DO íefuerzos y c-as[Ígos vicarios. descripcíones se denominan etogramas. A panir
de estos etogramas, el nologista intenta identifi-
- - car homologías o similaridades en los patrones d~
Teoría. ctológica conducta, motivación y procesos de desarro-llo
entre los miembros de la misma especie (Tinber-
Mienuas los teóricos del aprendizaje social ar- ger, 1972). Una vez que éstos han sido identifica: -
gumeman que en su mayoría las conductas son dos, el ecologista intenta comprender la función;_
aprendidas, los etologistas arguyen que estamos puede servir la conducta en la supervivencia de esa
predispuestos biológicamente a aprender ciertos especie.
patrones de conducta debido a sus valores adapta- Aunque todos los etologistas están interesados
tivos. Igual que los demás animales, tenemos una en el papel de la evolución al determinar la con-
larga historia evolutiva. Así, arguyen, no pode- ducta adaptativa, difieren en cuanto al ·grado en
mos ignorar el papelque-lis presiones evolutivas --que resultan suficientes las explicaciones de .la
durante la evolución han jugado un papel en la conducta en términos de la evolución. Alguhos:---·---
formación de nuestra conducta social (Cairns, erologístas, como Eibl-Eibesfeldt ( 1975) y O.
1979). Además, los etologistas creen que no Wilson (1975) proponen que las influencias evo-
podemos comprender el significado adaptativo de lutivas son las causas primarias de la conducta.
la conducta al observar cómo actúa la gente en Otros, como Hinde (1970) y Tinbergen (1972),
situaciones frecuentement-e montadas en el !abo- creen que a fin de explicar adecuadamente la con-
rawrio por los psicólogos sociales o del desarrollo. ducca, deberán wmarse en cuenta las causas pro-
En lugar de esto, creen que la conducta-debetía ..--Ximales (inmediatas) así como las últimas (evolu-
estudiarse en su medio natural. Al intentar com- tivas).
prend~í:._la conduCta de "Cualquier espe{:-ie, un ero~ __ _ Tanto los métodos como los conceptos emplea·-
logista primero traza o describe la conducta como dos por los etologistas están comenzando a tener

30~1
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas 4 7

influencia en el estudio del desarrollo social hu- raleza humana como una entidad dinámica -una
mano. De espq-:ial importancia han sido los entidad que cambia con la edad, a medida que se
intentos deJohn Bowlby (1969, 1973) de combi- desarrollan sus capacidades naturales y alteran su
nar conceptos de los ecologistas con los de_ la teoría comprensión individual del mundo social?
psicoanalítica para explicar la naturaleza, función Si revisamos las cuatro teorías de socialización,
y co~secuencias de las relaciones sociales de los podremos ver que describen la naturaleza hu-
. niños durante la infancia_ I2_owley propuso, que a mana de diferente forma_ La teoría freudiana nos
lo largo de la evolución, la supervivencia del in- presenta como criaturas imbuidas de impulsos
fante ha dependido de mantener la proximidad a peligrosos, que deben ser controlados para funcio-
un guardián primario, quien es capaz de satisfacer nar en la sociedad. La teoría de]aprendizaje social
las necesidades biológicas del infante de comida, describe a la gente como entes racionales que
calor y protección contra los depredadores. Como actúan para optimizar las oportunidades de reci-
resultado de estas presiones de la supervivencia, bir los beneficios de la vida (refuerzo) y minimiz_~r
los infantes tienen una fuerte predisposición bio- las consecuencia,sincleseables (castigo\ Los etolo-
lógica a estar emocionalmente vinculados a alguno gistas, por orra parte, ven la naturaleza h~ma11á
o a algunos guardianes primarios_ Además, Bowley como un medio auxiliar para asegurar la supervi-
argumenta que los orígenes de la psicopatología vencia de las especies_ Esto no significa que siem-
pueden rastrearse a problemas de "amor" o de las .pre actuemos de acuerdo con las necesidades de
relaciones afectivas del infante_ Muchas de las ideas nuestro grupo social inmediato. Más bien, en el
de Bowley han sido fuertemente criticadas (Rutter, largo curso de nuestras conductas, resultarían sufi-
1972). !Sin epbargo, los conceptos ecológicos mo- cierrres-ios procesos reproductivos, para-asegur:u
dernos han servido para reorientar los estudios del que nuestros genes estén representados en los cau-
d~,sirroilo social temprano, en el sentido de identi- dales de genes de las futuras generaciones_ Final-_
ficaciones transculrurales y sirnilaridades entre las es- m eme, la perspectiva de desarrollo cognoscitiv¿-
pecies, en d esrablecirniemo y regulación de las rela- present;- ;.;;;; ~¡";¡ón de la naturaleza humana
ciones soci~les tempranas. Los resultados de algu- -~?~ó aigo que cambia con d d~sarr?llo.
n()S de ~stos trabajo~ son revisados después, cuando
~ consi-deren h>procesos de socialización en el El proble~a de la interacción. Casi tQdo~- esta-
corúexto de la fa.TTiilia_ ríamos de acuerdo en que la socialización no es
---a"""'n"a calle de un solo sentido_ La cuesúóo. de exac-
tamente guién se socializa y quién ef<;GtÚ;_J. la so-
- Dos pro_blemas persistentes al c.~; !;;:;::-ié-0! dc!Y~~=": -:J. e la perspe~tÍva ele cada p~r­
describir los J>rocesos sona. Cuand¿ un nuevo miembro se une- a un
de socializaciÓ•! grupo, quizá se altere la conducta de ese indivi-
duo a conforf!_larse con las reglas del grupo, pero
La índole de la naturaleza humana. Cualquier la presencia .del nuevo núembro podría aiterar
teoría de socialización, tanto si es una teoría explí- también la naturaleza y-:c'c;f funcionamiento dd
cita como las que hemos descriw, como si es una grupo. Si pensamos que_-unmatrimonio tiene un
teoría implícita, como las que sostienen el hom- hijo, los padres emprenden la tarea de socializar al
bre o la mujer en la calle, deben en algún punto niño, pero la presencia de éste enl'i familia altera
tratar las cuestiones siguiemes: ¿Cuál es la índole dramáticamente la vida de los dos adultos_ El
de la naturaleza humana? ¿Somos básicamente recién nacido--=s¿cialu-~-;-los padres en su nuevo
individuos que se valen por sí mismos y cuyos papel de padres, aSÍ como los padres inteman so-
impulsos· necesitan ser restringidos y controlados cializar al niño según su cultura_ ~._s.ocialización
para que funcione la sociedad? ¿Somos básica- es un proceso interactivo con cada individuo sien-
mente· seres sociales adaptados para vivir en gru- do -< ~iem o d age;;e y el ob ·ero del ro-
pos-y des~rrollar relaciones soc-iales' ¿No sorpos de ceso. Esto es cierto a través de toda la vida y en los
naturaleza social ni amisocial, sino el producto de ~dos contextos donde ocurre la socialización.
nuestras experiencias, cual pueden dirigirnos en Ninguna de las teorías de socialización han cap-
una u otra dirección? ¿O deberíamos ver la natu- tado totalmente hasta la fecha, la naturaleza

·<:
,_.,_ ~

31U.
48 Procesos individuales

interactiva de estos procesos. La teoría freudiana


ve a la sociedad como presionando al individw;> a
conformarse contra lo que el propio individuo
sería. La del aprendizaje social, como la conducta
de los individuos, está formada o moldeada por sus
propias experiencias. La teoría del desarrollo cog-
noscitivo, describe a los individuos como agentes
activos (quizá los más activos) de su socialización.
Sin embargo, históricamente, muchos teóricos del
desarrollo cognoscitivo se han enfocado a probar
que los individuos pasan a través de estadios pre-
determinados de desarrollo, más bien que desta-
car en la naturaleza interactiva de los procesos
promotores cognoscitivos y en el crecimiento so-
ciaL
Finalmente, los etologistas han sido algunos de
los más expresivos propugnadoresde un enfo-
que interactivo. Los intentos de describir las accio-
nes sociales han resaltado --la-aeEeSidad de idear
códigos o categorías de cou_Q!JCta que_.s:apten el
sentido interactivo de ia -zondu~ra sooai. Sin"em:-
bargo, la teoría etológica -que subraya las bases
evolutivas y biológicas ele ia conducta social- aún Las relaciones paternoinfai!tlles son .
tiende a presentar una image-fl- -del individuo en el desarrollo de los Individuas , rrnp~antes
como un ser dirigido por fuerzas ajenas a su con- lazos afectivos durante su ternpr~ '-- 0 S que tienen
den a ser más abiertos, servicial na Infancia tien-
trol. hacia los demás. es Y amistosos

SOCIALIZACION EN LA FMHLIA

Durante la primera niñez, la propia familia es


probablemente el agente más importante de la so-
cialización. Al inteinar socializar aT niño, los pa-
dres establecen reglas y pretenden imponerlas a
través de castigos, refuerzos y ejemplo. Los padres

Calor humano y af~cto. La relación emocional


entre los padres y el mño forman el contexto en el
cual la socialización ocurre dentro de la familia.
Por lo general, el_ amor . afecto de los adres faci-
Desarrollo :m.oral litan la socializaCión, mtentras que el rechazo y la
hostilidad de éstos a menudo se relacionan con el
Toda moralidad consiste en un sistema de desarrollo de conductas_~atisociales (Boffman,
reglas y su esencia radica en el respeto que el indi-
1970; Patterson, 1976).)¿Por qué es tan importan-
=:viduo adquiere haoa esas reglas (fiaget, 19}2). ra tee.[ a.mru de_lo.s padres__ ....... -

l
311
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas 49

Los teóricos de la agregación, como Bowley, (Freud la denomina identificación defensiva. El


y los teóricos neopsicoanalíticos, como Erikson, creía que éste era el proceso más marcado del
subrayan el papel del amor de los padres e~ el desarrollo del superego o consciencia.) El uso de la
establecimiento de la confianza básica. Arguyen disciplina de afirmación del poder -que incluye
que los ninos que experimentan relaciones pater- castigo físico, privación de privilegios o amenazas
noinfamiles íntimas y amorosas, desarrollan con- de ambos- deberá realzar la inrernalízación roo-
fianza en la gente y una orientación positiva de ral, de acuerdo a la teoría freudiana (Hoffman,
cooperación social. Contrariamente, los niños que 1970; Sears, Maccoby y Levin, 1957). Los psicólo-
experimentan relaciones paternoinfantiles frías y gos del desarrollo, sin embargo, han encontrado
de rechazo, sospecharán de los demás y desarrolla- que el uso de la técnica de la afirmación del oder
rán una orientación negativa de hostilidad social. rmpr e el desarrollo moral. Contrario a la teoría
La investigación actual apoya esta opinión. Los <Ie Freud, los ninos que experimentan a menudo
niños que experimentan una relación amorosa y -la disciplina de afirmación del poder tienden a
estrecha durante la infancia y la niñez tienden a sentir menos culpa cuando violan una regla, dejan
ser más abiertos y amistosos hacia los demás de cumplir las indicaciones de los adultos cuando
{Arend, Gove y Sroufe, 1979; Main, 1973). Como es evidente que nadie vigila su conducta y tienen
vemos, la confianza y una orientación positiva una onentación moral externa. Básicamente creen
hacia los demás, forma la base para muchos aspec- que las reglas deben ser obedecidas para evitar
tos de la socialización moral. Por consigui-ente, el castigos, masque porque éstas sean justas o co-
~.de ..los padres y el afecro en la niñez tempra- rrectas. En términos de la reo ría d~: _á.trihucrón
na ponen los cimientos para el desarrollo moral. (cap. 6), estos niños parecen- atribuir su conducta
Mientras usualmente vemos a los padres como a a fuentes de control externo. _Lo-anterior podría
~- _:. quien~-determinan ht-alidad emocional de las impea.Ír la internalización de los ~valores morales y
r~laciones paternoinfamiles, las características del el movimiento_ hacia niveles más maduros de razo-
riiño tan1bién juegan un papel importante. No namíemo moraL Además, los padres que fi:e.cue·n-
" hay duda de que es más fácil aceptar y amara .. tememe.emplean-e! poder de afirmación también
% unos niños que a otro~. Por qemplo, estudios re- !'iend<:n a ser más hostiles y rechazaaores- (lo cual
l. cientes indican que los.lactaores cuya apariencia p~e-de guiar al niño a ver s~s coñducras como con-
~ física y conducta se desvían significativamente de troladas. ext~rnamente) y !a hostilidad (que puede
~ lo normal provocan menos respuestas emocionales condu<jr a la falta de_ confianza en los demás)
l positivas en los adultos (Lamb, en prensa; Park, parece se; una -buena fórmúfa para lograr_ el desa~ ¡
¡
~ 1977). __ - rroH? moral deficienré de los-niñ_os. Siq embargo,
\( esto no significa que el uso ocasional del poder de 'i
!l
:r;
~. Disciplina. En su intento de desarrollar un sen- afirmación, cuando el niño es particularmente
~ tido moral en el niño, los padres disponen de mu- de~obediente, produzca los efectos mencionados. lj,
iíl
~ chastécmcas. Debido a que las crisis de disciplma De hecho~ hay alguna evidencia ~e que un mode- H
fson frecuentes durante los primeros años -apro- rado uso del poder de afirmae1ón, por padres '~~ji¡
' ' '~ ~ximadamente cinco o seis veces por hora (Wright, generalmente afectuosos, en efecto inhibe la con- !¡
~ 1_967, segú~ lo cita Ho~man, 197?)---:-los ?adres ducta indese~ble del niño {Parke, 1974; Sears, !i·
· nenen
· muchas oportuOJ dades de eJercitar drferen- Macobv v L
tes estrategias disciplina nos están . JI
,¡~.
o al mie- ~~~!
H tipo de disciplinas - - -r - ---- ·.·¡'
j¡",
--~

~uirá en el desarrollo moral de los niños. Los minaiden- ¡¡.¡


ree que i'!~ j
psicólogos sociales del desarrollo han examinado
:ni-
res clases de disciplina paterna: afirmación del
oder, retiro del amor e inducción (Hoffman,
el menos
os teóri- ...
·"'
.,¡¡q.
1¡1•
{1968), han . ·¡¡1;1.
~~
970). '-"''"' .................
~"""''-'.t'"-'" ... -----l ------ -------
~~--

Según la teoría freudiana, los niños internali- -argüido que las amenazas a la segUJ d de los :

~azos
lazos paternomhnnks sirve como una poderosa :·/11!'
·an los valores p_aternos debido a que están teme- Qaternomf¡¡mdcs sírve
fuerza motivadora en la socialización. P or consr-
1
.-.H .i:·t~~
,,. '11
=>sos de ser casti{rados oor d oadre todonoderoso.

1
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.~:~1
312
,,,,, ,_

¡¡ 50 Procesos individuales

guienre, el frecuente uso de la disciplina del retiro La moralidad como una característica. Hasta aquí
del amor:-promoverá la interoalización moraL En se ha estado hablando como si la moral fuera al-
generaí, esta hipótesis ha resultado más f1rme. Los gún tipo de atributo Ünitario. Esto es, se ha ha-
niños privados del cariño de un adulto parecen blado como si algunos oiños fueran más morales
motivados a ganar la aprobación de aquel adulw que otros. @e acuerdo coo esta perspectiva, la
(Hartup, 1958). El empleo frecuente de la disci~ moral es uoa característica que predispone a la
· plina de privación de afecto está también asocia- gente a actuar en ciertos modos consecuentes;;
da con la inhibición de ira de parte del nioo Como coo otras características (agresión, depen-
(Hoffman y Salztein, 1967). Y hay alguna prueba dencia, sociabilidad), hay uo agitado debate entre
de que los niños que experimentan frecuente dis- los psicólogos sobre si los individuos son bastante
ciplina de privación de afecto desarrollan una con- consecuentes en su conducta a través de situacio-
ciencia más bien áspera y punitiva (Hoffman, nes que hacen razonable decir que una persona es
1970). Sin embargo, esws niños parecen valorar la más "moral" que otra. Si vemos de cerca una
letra más que el espíritu de la regla moraL Des- conducta moral, encontraremos que la gente varía
arrollan sistemas morales rígidos e inflexibles. No en buena parte de una situación a la siguiente. El
han desarrollado realmeme un principio de orien- niño que hurta pastelitos de un tarro de pasteles
tación moral; más bien, en el esquema de Kohl- en una ocasión, puede o no ser el que hace trampa
.berg, permanecen al nivel de razonamiento moral en un examen o miente acerca de dónde ha
de niño bueno o niña buena. estad~, varios de los aspecms de la conducta_
El modelo de disciplina paterna más condu-
cente a la imeroalización moral parece ser una
combinación de inducción más calor humano y
cariño en las relaciones paremomhnÍ:!les cuando,
-no se impone la disciplina (Hoffman, 1979). La
inducción se define c9mo razonar con el niño v
dar tnfasis especiar a· tos- efectos que las acciones
de los mnos tienen en otras persona?_ las afirma- -
c~~sdeMnycoo
rus palabras'', ''El señorJones ha trabajado muci10- í
f
en su jardín y le dolerá ver-cómo písoteast~ sus flo~
res" y "A tÍ no te gusta_que otros-t~hagan.esco, .- f
entonces, ¿crees que les_ guste que ~ú se los r
¡,
hagas?" son ejemplo.s de disc!pllna inductiva. Los ¡r
padres que emplean inducción, frecueme:rn<;me_
también alientan a los niños a repara~- o a hacer i
enmiendas de los daños que haya~ causado (dis- t
[
culparse con Mary; ofrecer aylidá al señor Jones
para arreglar su jardín). En términos de teoría de, 1
aprendizaje social,- los pad-res que milizan la f
Índucción sirven como modelos verbales de lo;
pnnc;pws básicos de las reglas moralej. En térmi-
nos de desarrollo cognoscitivo podrían fomentar
--t-
F
el desarrollo moral al alentar al niño a desempe- t
~
¿ar un papel o ver la sttuaoón desde el punto de
vista de los demás. f
Ambos procesos combinados con un sentimien-
to básico de confianza extendido a la relación de
~moL parernoinfamil puede explicar por qué la
f
Los juegos y las experiencias en equipo pueden
i.nducción es una técnica tan poderosa en la imer- influir en la adopción de las conductas del papel
nalización moraL sexual.

~ ~

313
~i­
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas 51
·:.

moral (sentimientos morales, pensamientos y con- bien existen excepciones la conducta en la mujer
l\t ductas) no siempre estarán junto~. Los niños que ;$obediente v responsable mientras que la con-
nenden a sentir culpa sí violan una regla, no nece- -ducta asertiva, orientada al logro y de autocon-
sariamente resisten la tentación de hacerlo. Los ftanza es generalmente del varón (Barry, Bacon y
~-, que tienden a conformarse a las reglas, podrían Chdd, 1975). La propia sociedad estadounidense
\ hacerlo debido al temor a ser atrapados o la creen- está en un periodo de transición. Se reconoce que
~ cía de que la "gente buena" es recompensada las características masculinas (como autoconfianza
~ (orientación externa) más bien que creer que las y asenividad) son apreciadas en algunas situacio-
~ reglas son justas y correctas (orientación interna). nes; mientras que las características femeninas
~ Dadas estas posibilidades, ¿cómo podemos hablar (como educación y expresividad emocional) son
~
" .
acerca del desarrollo de la moral? Primero, hay valiosas en otras situaciones. Conceptos como la
~ evidencia de cómo el niño madura y de cómo su androginidad se están imroduciendo para describir
~ razonamiento moral se vuelve más escrupuloso individuos que pueden ser educados (femenino)
~ (véase estadios de Kohlberg 5 y 6), los pensamien- en situaciones donde la conducta educada se re-
~ tos morales, sentimientos y emociones se vuelven quiere, y el ser dominante y asertivo en otras si-
"
~. más consecuentes (Grim, Kohlberg y White, tuaciones (Bem, 1974).
t 1968; Schwarrz, Feldman, Brown y Heingartner, En esta sección se examinará el desarrollo de la
Q 1969). Segundo, existe la evidencia de que aún la formación sexual en la famiha-. Debi-do a un inte-
~ conducta desusada varía con las situaciones; si rés en las influencias familiares, no se examinarán
~-s- nosotros .
medimos la conducra de una persona a los aspectos. biológicos ni otros factores. Sin
tl~'1. través de diversas situaciones, podrá revelarse un embargo, esto no signilica-qu~_d.iffios factores no~cc"'
J
.
el
~l esquema más cohesivo de su personalidad (Ep- tengan importancia en desarrollo de las diferen-
¡¡¡ srein, 1979). Podríamos hacer declaraciones simila- cias sexuales. Existen etapas preliminares en la
~ res acerca de nuestra moíal: "Bueno, a veces mien- formación sexual. -Primero, los niños deben
i
fo, pero en- el fondo soy una persona veraz.'' Las aprender que hay dos sexos y saber distinguirlos,
~ e~peri~?cias f~mili!res del niño p~ede~ no prede- así como Identttfcaf-S_U propio sexo. Sólo asÍ los
1
Cir su - mora-!t~ad e~ ro~a::_Jas-situacwnes, ~ro mnos comen:;;arán a a render conscientemente
- ~ pu_eden predeCir su disposiCIÓn moral oromedw. acerca e as normas Ele-los papeles y estereotipo~
sexuales de la sociedad ..
Los padres; así como otros agentes sociales,
-~ familia ~,la ;.._º-~i~fuación del .
·~·

intentan i:ener ninos que adopten ciertas actitudes


- 1-;~pcl S'<XU.al - _ y creenoas del papel sexual. En muchas culturas,
incluso la estadounidense, se asigna a los papeles
_ lg:lprimir el- papel sexual es el proceso por el masculinos mayor valor e im~ariCia (D'Andrade, ·
cual los ninos adquieren las conductas q-ue su cul- 1966). Quizá debido a estO, ~~~ experimen-
¡tura Juzga apropiadas para su sexo. Hay tres as- tan una mayor presión a actuar en determinada
. pectos de la im-presión del papel sexuaL Primero, forma, apropiada ~su sexo, que las niñas (Fling y
~iste una orientación propia o percepción de la Manosevitz, 1972; Lansky, 1967). No importa que
masculinidad o feminidad (o androgínidad). Se- una chiquilla se compone un poco como mucha-
;gundo, exiSte una papé] sexual preferente en el cho, pero no es correcto que un niño sea afemi-
fque ·queremos actuar en formas juzgadas apropia- nado. Esta formación comienza a temprana edad .
. aspira _nuestro sexo. La niña pequeña, que En una sala de espera se observó a padres con hijos
fehúsa ponerse vestidos y piensa que las muñecas e hijas de 12 meses de edad; en dicha sala había
·"on fastidiosas, está manifestando una clara dispo- un anaquel con juguetes para los niños (dos ca-
Jicíón acerCadesu preferencia del papel sexual. miones, dos muñecas, una pala y uua barredora
-inalmeote, existe la adopción de un papel se- de alfombras). El estante estaba hecho de t¡¡J
aL Se refiere a otras percepciones de la femini- forma que los niños no podían alcanzar los jugue-
~ad o masculinidad de nuestra conducta. tes, sino que los padres tenían que dárselos. Estos
: A través de diversas culturas, existen pruebas !k no restringían la clase de juguetes que daban a sus
~bngruencia en las normas del papel sexuaL Si hijas; es decir a las niñas les daban indistinramen-
!O

31lt
52 Procesos individuales

te camiones y muñecas_ Sin embargo, evitaban en esta tarea y los rompimientos por la oposición
darles muñecas a los varones y siempre les daban de la familia con el desarrollo del papel sexual,
-camio_nes (Gunnar, 1975). tamo en los niños como en las niñas, parec~n
El padre arece ser más activo ue la madre en afectar más a los varones.
la ormación del rol sexual de los hijos (Hether- La orienración. preferencia y adopción mascu-
ington y Parke, 19_79). También el progenitor li~está deteriorada en el hogar cuando la roa-
muestra una fuerte preferencia por tener un va- dre es dominante y el padre juega un papel pe-
~ón desde antes de nacer el niño, especialmente riférico (Hetherington y Parke, 1979). La ausen-
--;i es el primero. Los padres son más extremist~ ~ca o psicológica del padre también rom-
que las madres en percibir las diferencias físicas $-d desarrollo del papel sexual, pero una vez
entre los hijos (tamaño, coordinación, actividad) y ?más los niños resultan más afectados que las
las hijas (pequeñas, frágiles y bellas) recién ' ñinas. Esto es especialmente cierto si ocurre la
nacidos (Rubio, Provenzano y Luria, 1974). Y de- auSeñcia del padre antes de los cinco años de
dican más tiempo a hablar y jugar con sus hijos edad_ Hasta aquí, los efectos sobre las niñas pare-
~arones que con sus hijas durante la niñez. Es como ceo estar limitados a la habilidad de éstas a formar
si los padres creyeran que deben comcibuir algo relaciones con miembros del sexo opuesto y sólo se
--m_ás para que el nino séliag:c'"hombre' ', míen- vuelven notorios hasta la adolescencia (Hethering-
3ras el desarrollo de la moa puede confiarse con ton, 1972).
más seguridad a la esposa. Dentro de la familia no -sólo-los padres, sino
- Conforme los niños_se desarrollan, frecuente- también los hermanos influyen en el desarrollo
menté imitan la conducta de seis padres, Una va:- del papel sexuaL Un principio central de la teoría
1 riedad de teorías subraya la importancia de obser- del aprendizaje s~ial es que el niño aprend~
var ~ imitar al progeñitor del mismo sexo en el "Zonceptos del papel sexual de una amp~
desarrollo de lafcmnacióo sexuaL Las caracrerisri: dad de modelos. Así, los hermanos -m~ores, la
cas de los padres influyen en el aprendizaje__ del observación, los maestrOS la televisión V también
papel sexual tanto en los varonts como- er1' las Íos padres influirán en el desarrollo del papel
niñas. Una vez máS, es el padre quien p~ece te: sex-ual (Shaffer, 1979). De hecho el número de
1 ner el papel más influyente. Los padres que tie- hijos en la familia, sus edades-y--distribución---ffi..±Jflftul-----

¡ -;;_en relacioñes cií.!idas y amorosas .c-Nl sus hijos y y~n en la masculinidad o feminidad de los niños _ i
:tOman un papel másactí_vo y<domiaante en su dis- (Smith y Rosemberg, 1970). Los niños que tienen
1
1
l ciplina, -tienen hijos más tradicionalmente máscu- hermanos únicamente de su mismo sexo desplie-
linos en orientación, preferencia y adopció[1 de su gan menores conductas sexuales contrarias. Los - _
r¡, papel sexual (Hetheringron, 1965). los padres v;¡¿:ones criados sólo con hermanos y las niñas cría-
¡, también influyen en la feminidad.de sus hijas. ET das sólo con hermanas, son respectivamente, más _
1
padre masculino, que goza de ·fafeminidadde su masculinos y más femeninas_ En los hogares sin
j esposa y refuerza los intentos de sus hijas a ser padre, los varones con hermanos mayores son más- ¡
1 femeninas, tiene hijas que adoptan más tradicio- agresivos y menos dependientes que los varones i
1
1' nalmente su oriem~ción y preferencia hacia su con hermanas mayores o sin herm:rn~s ni herma- J
papel sexual (Hethenngron, 1967). nas mayores. Como estos descubnm1entos lo su- f
1 A primera vista, estos descubrimientos parecen gieren, aun dentro de la familia el desarrollo del -if-~­
j
t encajar con la noción psicoanalítica deÍdentifi- papel sexuJ del niño..¡ no están basados única-::- i
l cación. Pero los ninos no están realmente idemifi- ~ente en la conducta paterna, stoo que es influí- . ¡j
~---1
,¡, cados con sus padies, en el sentido de convertirse do por los hermanos de ambos sexos y por todo el '
l en copias al c~r?ón de la feminidad de su madre o Yrubieme de l~ ~~i~a (Shaffer, _1979), - f
¡j
il de la mascultmdad de su padre. En vez de esto, Así, la faml11a nene un gran 1mpacto en la so- ¡-
:1
los n. iños_ buscan información acerca de la co~duc- c~alización durante la niñez. L_as relaciones emo- ;
ta apropiada a su papel sexual en una ampha va- oonales entre los padres y el mí'ío forman el con-
1
:[ riedad de fuentes (observando a sus padres, maes- texto en el cual ocurre la socialización. Mientras
w
i! tros, otras personas, etc.). Las relaciones familiares que los padres pueden emplear refuerzos y casti-
¡;,
¡¡ en su función de alentar o desanimar a los niños gos para modificar la conducta de los niños; los-

l -=~·--

315
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas 53

niños también juegan un papel importante en su escuda. Esta tendencia se ha revertido mucho en
propia socialización. Aún durante la niñez, hay la sociedad estadounidense contemporánea.
otros agentes, aparte de los padres, que influyen Tales cambios convierten en un problema social
en el desarrollo social. Los niños y los adultos des: crucial el análisis de hacia dónde y cómo las escue-
arrollan sus sistemas de reglas guiadas para la in- las están socializando a los adolescentes. Examina-
teracción de encuentros a través de una variedad remos las tmphcacwnes de la sooahzación de los
de sistemas sociales -la familia, la escuela, el tra- adolescentes en las secciones siguientes.
bajo y los sistemas políticos y legales. Con los
años, el hijo sale del contexto familiar y sus expe-
riencias en el de l:r escuet:Cse hacen cada vez más Desarrollo del adolescente
importantes en su proceso de socialización.
t~ Ames de pasar a ejemplos específicos de las in-
·~
~ fluencias de la socialización escolar sobre los ado-
~t
~
lescentes, consideraremos algunos problemas pre-
~~ EL ADOLESCEl\'TE EN LA
~ ESCUELA: LEGITDIACIÓN DE liminares, que proporcionen los antecedentes ne-
~
%~
LASREGL~SEIDENODAD cesarios. Primero, surge la pregunta general: ¿En
'3

~ PERSONAL qué aspecto del desarrollo del adolescente típico


puede influir la escuela? Reconocemos que no hay
respuestas satisfactorias breves a esta pregunta y
la mayoría de las sociedades occidentales pos- que el "adolescente típico" es una ficción conve-
-·-·-amdustriales, la adolescencia ha sido considerada_ niente. Sin embargo, notamos algunos aspectos
~ tradicionalmeOfr e~ m o una ~poca de transición s~bresalienres del desarroll~ adolescente, en_ espe-
~ entre la dep~enoa de la n1ñez, centrada en el oal aquellos que son pettmenres a la sooa!Iza-
~ hogar y la familia, y la independencia de ia vida ción.
~ adulta. Desde la primera parte de este siglo, este Desde el punto de vista cognoscitivo, los ado-
~ período interino de semiindependencia y semiau- lescentes están en el proceso de convertirse en
-~ ronomía, ha sido más claramente identificado pensadores abstractos más eficaces. Tienden mu- -----
~ como una pat.te ·definida del desarrollo de cada . cho más a pensar lógicamente que _cuando eran-
~individuo (•Eider, 1980; Kett, 1977). Durante el menores, así como a pensar más ·seria V clar-a-
'/~

.~f
1 mis_mo periodo hiStórico, más y más jóvenes han ñiCÍÍte acerca oe una amplia variedad de probi~ -
-~permanecido en la escuela durante toda o la mas, incluso los pr.ofum:l~.mente difícile,?, comg. -
im;yor parte de 1~ adolescencia. Por ejemplo, en -¡usÓcia social e identidad-personal (Er1kson; 1968; _· _
\
_ ~1970 más del 90°~ de los jóvenes entre 14 y 17 Keating, 1980). Además, los adolescentes son
~;años estaba en secundaria y cerca del 60% de los capaces de am liar la re la del· roceso de ad uisi~
!h
icle 18 a 20 años-asistía a una universidad (Elder, ~ue le fue importante· durante la niiíez~
11980). - regla de legitimación. Mientras continúan apren-
~ Esto implica que para la sociedad en general la diendo las reglas de la. sociedad y. ·a refinar sus
~scuela se convierte en un agente muy significa.- aplicaciones en la práctica, muchos adolescentes
~, qUizá el primordial, de la socialización. Las comienzan a admirarse del por qué esas reglas y
~~laves de las Iecoones, cuando en un periodo his- expectativas particuhres existen y de si son las .
,ór.ico antig.uo pudieran haber sido aprendidas en mejores reglas que podríamos tener como socie-
na amplia variedad de trabajo o conteJ<ws de la a .
·omunidad, so~madas dentro de un marco ---r:; habilidad de pensar lógicamente y de mane-
~ colar -y a veces transformadas en el proceso. jar claramente situaciones hipotéticas contribuye a
- ett (1977) cita como una práctica frecuentc···a esu clase de pensamientos y cuestionamientos de
:rincipios del siglo XIX, el tener niños como ayu- los problemas sociales entre los adolescentes (Kear-
. mes (o aprendices formales) con otras familias, mg, 1980); sin embargo, también consigue lo
una edad temprana a veces de 10 años. El traba- mismo una variable más psicodinárnica, la bús-

r. . y la vida de los niños y adolescentes estaban gueda de idtntidad (Erikson, 1968; y Marcia,
1

fundamentados en la comunidad que en la - 1980). En la teoría psicosocial del desarrollo, Erik-

~,

-· -:'
316
54 Procesos individuales

son intenta combinar una perspectiva básicamen- jeros, administradores y estudiantes, sino también
te psicoanalítica con el reconocimiento de la im- las actitudes sociales acerca de las escuelas y las
portancia del ambiente social en el cual son pro- expectativas sociales respecto a los resultados de la
bados los problemas definidos psicoanalítica- instrucción, etc.
mente. Su teoría ha tenido una profunda influen-
cia sobre la investigación actual y en el pensa-
miento acerca del desarrollo de los adolescentes. Estcrcotipación del papel sexual
.. 1 Desde esta perspectiva, una de las razones de obli-
gar al adolescente de a render cómo entender y Como se ha visto, la oriemación del papel
ana ¡zar as reglas y expectaciones sociales, así sexual y su adopción son adquisiciones importan-

.]::~ como a observarlas, es que ellos estan tratando cÍe tes en los años de la niñez, pero el desarrollo de
-entender su propza 1dent1dad y su propto _lugar en las ideas, actitudes y conductas conectadas con la
i' la sociedad_ asignación del propio sexo, continúa a través de

l'
1
Se puede observar que no sólo los adolescentes los años de la adolescencia_ La mayoría de las acti-
incrementan correctameme su capaádad cognos- vidades semejantes en la preadolescencia, están
~;
"]· citiva para pensar de un modo más profUndo acer- ~ganizadas en grupos del mismo sexo; es decir,
,.
!<-
ca de los problemas sociales sino que también los varones tienden a reul)irse con otros varones y_ -- --
~l
están cada vez más motivados parahacerto en vir- las niñas con otras niñas_ Al llegar a la edad__e_n~-­
l:·¡: tud del interés en su propio status de identidad_ que los estudiantes pasan a secundaria (alrededor
_] ;.,~
Un resultado de esto es que, de hecho, los adoles- de 12 ó 13 años) las interacciones entre ambos___
centes mayores son más capaces-ae-~aer y ar-- ~mentan en frecuencia e imgortaocia den:
ticular las reglas sociales (y las razones de su exis- tro de grupos semejantes (Colemao, 1980; Dun-
tencia) que los adolescentes menores. -phy, 1963). Un resultado de esto es que los roles
Aunque esta progresión general del desarrollo socialmente aprobados para od~ sexo cobran una
es bastante congruente, no se debe exagerar su Importanoa mayor_ A fin de ser aceptado, ef ado- -
importancia_ La conciencia política y social, aún lesceme dehe_-~q~irir una notable formac¡ón de
~~~
de los adolescentes mayores, es según cualqmer conductas y actirudes típicas de su sexo.
criterio objetivo aún bastante primitiva (Gallatin, Este es en gener-al también un peíÍodo de ma-
'2 1980). Estos adolescentes emplean ideas y concep- yores presiones de- éonformidad gener!!!-: Las pr_e-
tos políticos, sólo que con muy poca compren- siones para coñformarse a !dS normas del gmpo de
~ión. Zellman y Sears (1971) descubrieron que semejantes quizá alcanzan su máx1~o entre ios 13-
los adolescemes, por ejemplo, apoyan con más -y 15 afu;s de ed~d (Conger, 1977). Recuérdese,
fuerza que los niños la idea abstracta de las liber- además, que éste es también un importante perio-
tades civiles (por ejemPlo, la libertad & opinión), do para el desarrollo de la idemidad perso~l~
pero aún tienen dificuitades en casos específicos formación de muchos valores importantes, que los
(como la idea de si debe permitir a los comunistas 'Individuos observan en la edad adulta a ·través de
e'nseñar en las escuelas). Es importante entender codo el ciclo vital. La combinación de. todos
el nivel al cual los adolescentes (o los adultos) tra- estos factores -intentos iniciales de interacción
tan los problemas sociales más complejos. heterosexual adulta, mayores presiones de confor-
Consideremos ahora la~ontribución de la es- midad y preeminencia de cuestiones acer¿a de la
cuela a la socialización de los adolescentes en dos identidad personal y de los valores- hacen vulne-
áreas específicas: estereotipos del papel sexual y . rabie al adolescente a una variedad de influencias
conformida~ socia~. Al hacerlo, es importante en- externas en la formación del papel sexual aproba-
tender lo que srgnifica la escuela como un agente do socialmente. Adquirir y practicar estos papeles
de la socialización. Por supuesto la escuela no obviamente tienen una tremenda influencia en la
designa a una persona tan específicam~nte como autoimagen y autodefinición subsecuentes del
la familia_ Lo que se quiere decir aquí con el tér- individuo. -
mino ''escuela'' es todo lo comprendido en la ¿Qué efectos específicos tiene la escuela en este
;:_structura social de instrucción formal en esta so- proceso? Hay dos áreas relativas en las cuales la es-
ciedad, que incluye no sólo los maestros, conse- cuela juega un mayor papel: El estrfo aceptado del

~
31 r'¡
Socíalízacíón: Tres eaades, tres sistemas de reglas 55

logro y el logro satiSfecho en el marco académico. _::ompetir y los varones muestran un patrófl~
Esw se verá en mayor detalle más adelante. __.!9.. Además, hubo una muy significante e inrere-
Durante los años de la escuela elemental, existe sante interacción de diferencias de edad y de sexo;
ya una expectativa de que las niñas cooperen más la distancia entre las actitudes de los varones y de
que los niños y que éstos sean más competitivos las niñas mostró un espectacular incremento del
que aquéllas. De hecho, durante estos años las segundo al cuarto años del bachillerato. Esto se
_niñas la pasan mejor en el marco escolar, debido a debe a que los varones son aún más competitivos
que su estilo concuerda más con el preferido en la durante estos años, pero aún más a que las niñas
mayoría de las escuelas elementales; pero,_ dt~_ran_::_ se tornan mucho menos inclinadas a ser competÍ-
te estos años hay aún un traslapo considerable ovas.
entre los sexos, es decir, que no son rareza las niñas La impresionante congruencia con la cual las
competitivas, ni los varones que cooperan. Aún niñas tienden hacia la cooperación y la comunión
cuando la cooperación es el estilo preferido en y los varones se empeñan en la acción y la compe-
general, la competitividad en los varones es espe- tición, es quizá más fácil de entender cuando se
rada y recompensada. examinan_las presiones de socialización que los
A este respecto, el cambio a la secundaria es im ulsan en esas direcciones. No sólo hay presio-
dramático. l:_as actividades competitivas de las nes gue inducen a os m IV! uos a adoptar los
niñas tocante a las materias académicas son des- Zs"tereotipos de los papel.es__sexuales socialmenre
~ pero en_ los niños son al~ame?te aprobados, hay i:ambiénconsiderables obstác_ulos
recompensadas. Las mñas pueden compew sonal- para aquellos que vaya:n contra las expectativas:.
mente, pero una alta competen~ia aEi Un e¡emplo reciente bien documentado de este
ble ha sido una ventaja social, espe mente si proceso fue presentado en el .contexto de un esru-
-- .-e;"ta:-~-tincia es a·e-xperuas e os niños en un dio sobre los adolescentes que son muy talentosos
marco competitivO. para las matemátiqs (Keating, 1976). El bajo flÚ-
-Los psicólogos han hecho una distinción entre f1!ero de niñ~ con mucho talento fue un propósi-
"agencia", la cual involucra actuar hacia una -ro -primordial de este estudio, dado que mu~ho
meta definida y visible y "comunión"' que entra- menos niñas que niños comin9an renieñdo-ins-
ña reunir grupos y mantener relaciones sociales. trucción matem;itica a través de los años_ de la
Es ro diferencia en mucho una parte de los patro- secundaria. -Esto puede -disminúiF_ mucho ias
nes socioculturales (Feathec, 1980). Se espera que carreras y !as.opcioP..es educativas.
los varones estén más interesados en actuar, lo _ Fox ( 1976) presentó un <:_st;yqio-en ei cual seJec-
cual concierne al organismo individual y se mani----cionó álgpnas de fas-niña$ con ·mayor éxi-ta en el
fiesta a sí mismo en autoprotección~ autoaserción primero y segundo años de secundaria para ense-
y autoexpansión, mientras que se espera que las fiarles_ matemáticas avanzadas y animarlas a des-_
jóvenes tengan mayor interés en la comunión, la arrollar sus habilidades en una gran variedad de
cual es descriptiva, del organismo individual, exis- opciones. Tuvieron muchoExito en este programa
rente como una parte de un organismo mayor y se especiaL Encontraron algunos problemas, sin cm-
manifiesta a sí mismo en el sentido de estar con bargo, cuando ·retornaron a sus cursos regulares,
orros organismos (Block, 1973, p. 515). identificadas como buenos talentos en matemá-
La eficacia de este juego de diferenciación ticas -un dominio tradicionalmente masculino se
sexual de las expectativas y recompensas se ilustra presentó tocante al retorno de estas niñas a su es-
en forma dramática en un esrudio-de--:A-hlgreen y cuelá se"C-undaria; Fox informó lo siguiente:
Johnson (1979), quienes observaron a más de
2 400 alumnos desde el segundo año de primaria Se encomró una interes4.me diferencia entre las ocho
hasta el fin del bachillerato respecto a sus actitu- niñas que tuv!~[ó-;"fxi~;-y las siete que tuvieron dificul-
des ante la cooperación y la competición acadé- tades. Sólo una de las ocho triunfadoras ~nformó t~ner
mi-ca, d en·van d o u n a p un t uao·0/n d e "prererenct·a problemas
L - con
- su maestro y con su consqero
- - d1recuvo.
r
_ . _ 11 _ as s1ete mñas que 1ograron menos éxito lll<Ormaron
cooperativa" para cada estudiante. Se dif~renCian rene~ problemas en la escuela. Muchos de los problemas
ambos sexos en cada escala de edad estudiada; las comenzaron anres de su retorno a la escuela. Las niñas,
niñas resultan más inclinadas a cooperar qu;;-;:-- asi como sus padres, manifestaron afro mar problemas en

318
56 Procesos individuales

y Tapp y Levine (1974), la creciente madurez del


la escuela. Es difícil creer que los maestros trataran deli-
beradamente de frustrar a alguna de estas niñas. Más de adolescente avanzado para lidiar con tales proble-
un padre o estudiante informó que el maestro había mas, cuando se compara con la de los adolescentes
dicho al estudiante que las niñas posiblemente (no)
sabían suficiente álgebra ... para salir bien (págs. 202-
menores, es evidente en el pensamiento moral,
209). . legal y político. A despecho de este incremento
del interés, la mayoría de los individuos se des-
Estas experiencias contrastan con la recepción arrollan a través de la adolescencJa con ideologías
en general positiva de··lus estudiantes masculinos Süj)e"rficiales y no profundizadas. Emplean muy
avanzados en matemáticas, y con las expectativas poco tiempo en examinar las importantes cuestio-
escolares de que tales avances fueron apropiados nes morales, legales y po!ftiCas. A menudo tienen
(Keating, 1976). -un poco de reconocimiento de qué tan profunda-
No todas las presiones de socializaci6n son pro- mente estas ideologías implícitas, desarticuladas y
yectadas a las ninas aunque parecen ser más fuer- no analizadas afectan sus valores e identidades
tes para ellas durante la adolescencia. Este es un personales (Adelson, 1975; Marcia, 1980). Una
contraste confuso para el modelo dela niñez tra- observación relativa he_cha por Piaget, es que el
tado anteriormente. Sin embargo, es claro que los "idealismo" es común durante los años de la ada-
muchachos adolescentes que no dan la medida en beocia. Notó que la capacidad cognoscitiva de
"espíritu de competencia" padecen bastante, estos jóvenes para el análisis lógico conduce' a
aunque el sitio de estas presiones es más común soluciones sociales simplistas e insubstanciales,
en los cam de ortivos que en las aulas durante -dado que es escaso su conocimiento de la comple-
estos añ Coleman, 1961). -Ludwig y Maehr jidad de la realidad (Inhelder y Piaget, 1958).
(1967) por ejemplo, mostraron que para los varo- ¿Qué efecto tienen las escuelas en este proceso?
nes con un bajo promedio de autoimagen, lis. crí- Aunque nos gustaría pensar de otra manera, las
ricas de un maestro de educación física de sus escuelas contribuyen probablemente con -;-;.:;;
habilidades atléticas eran devastadores, no sólo el) pequena ayuda a Iosadolescentes a desarrollar u!}-
la percepción de su imagen deportiva, sino taÍn- · pens~~nto complejo de los problemas políncos- ---- -
bién en su autoimagen globaL y soct-afes. Además las escuelas parecen apoyar la
Estos ~mplos i~tran de muchos modos ia in- cooformid;d a las normas sociales existentes y son
fluencia de la socialización que las escuelas tienen Írnprobables de crear condiciones o de bnndar
sobre el desarrollo de los adolescentes. El cante- experiencias que animen o desafíen- los razoF..a-
nido de la socialización es en todo de acuercf9 co~- mi;nr0s moFa-les olíticos o le ales. Los adoles-
las expectativas de la mayor parte de la sociedad. cente son tanto im lícita corno ex lícitamente
Un número crec~ente de investigadones ha e~- \socializados por las escuelas a no desafiar el status
menzado a cuestionar e1 valor de estos estereotl- l ~_(Silverman, 1970). ¿En qué formas específi-
pos rígidos (Bem, 1974; Spence y Helrnreic;b, cas se logra esto? Veamos algunos ejemplos.
1978). Es un tópico muy importante, incidiendo Un modo obvio radica en la ocultación de in-
como lo hace sobre el desarrollo de Ia· identidad formación crítica acerca de esta sociedad que pro-
personal y los valores básicos. bablemente conducirá a cuestionamientos más
profundos. Fitzgerald (1979) analizó d contenido
de una amplia variedad de libros de textos de la
Socialización política historia de Estados Unidos en los últimos 50 años.
Su más significativo descubrimiento fue que estos
Además del creciente interés de los ag_()le_ic__e_l!- textos excluyen sistemáticamente los actos negati-
tes en cuestiones de identidad personal, hay tam- vos de la historia de Estados Unidos_ Esto es evi-
bién una expansión de intereses más allá del aquí dente en su tratamiento de la gente oprimida
y ahora inmediatos. Entre los tópicos usualmente ~negros, mujeres e indios en particular. Sin una
incluidos en este amplio horizonte figuran cues- estimación objetiva y veraz, los adolescentes
tiones acerca de la justicia social y de los antece- aprenden mitos acerca de la historia estadouni-
dentes políticos de la sociedad contemporánea. dense que son más agradables que la realidad. Si
Como indicaron Adelson (1975), Gallatin (1980) este aprendizaje conduce o no a un análisis crítico

31:J
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas 57

dres y los maestros (y los policías también) res-


ponden en diferente forma a alguien que tenga
cuatro años, o que a uno de 14 años que dicen
"esa no es una buena regla" o "esto no es jusw".
reacción ne¡:;ativa a la desviación. Esto puede ser Los pensamientos y experiencias acerca de la ley y
Observado en la ensenanza de la democracia en las la justicia cambian a lo largo de la vida y se des:
aulas de enseñanza media, contrastando con la mollan también en situaciones ajenas al hogar y a
distinta organización autoritaria de la mayoría de la escuela. El bP~0 proporciona una analogía útiL
las escuelas (Silverman, 1970; Tapp y Levine, Un beso signific:- algo-diferente para quien lo da y
1974). Además, los estudiantes de alta realización quien los recibe a los 4, 8, 10, 40 y 80 años de
también encuentran difícil alcanzar una educa- edad. El beso, al igual que las conductas y creen-
ción apropiada, debido a que no pertenecen al cias legales, es un fenómeno identificable, que
"promedio" (Keating, 1979). El mensaje a los evoluciona con diferentes caracteósricas según el
estudiantes es muv claro: convrenen la conformi- tiempo, el lugar o la persona. Como en el caso del
craciYcorresponden al término medio. La atmós- beso, el entendimiento del proceso de la socializa-
fera Qara la crítií:a d pensamiento 2erseicaz y el ción legal requiere describir cómo los niños, los
(k;eo de cambios significativos no es evidente en adolescentes y adulros ven su mundo legal,
escuelas; pero ha sido una importante fuente de En la década pasada, aproximadamente los
~ la preparación de los maestros en las es- investigadores han incrementado- el reconoci-
cuelas de educación. miento de la Euafión educacional de la ley y por lo
El análisis y l~s ilustraciones precedentes han tanto su impor;JPcia como l!r:_a_instit~cj_ón soci~li~
mostrado que las escuelas desempeñan un papel e las leves-de urriui:!ar orooorno-
.primordial en la socialización de los adolescentes. nao pautas Eara una conducta social apropiada, la ?
En la actualidad, esto es efectuado a través de un eycontrola también cómo facilitar la interacción
sistema comPlejo que los anima a conformarse a la ñilmana. La internalización y el respeto a las
~ existencia de las normas sociales. Aun cuando ~ f; sociedad involucra participar en la
mUcllos estudiar:Jtl:;s --<:ll~stianan est<>< nmmas al creación y sostenimiento de las leyes. Un lugar
•- 1Tégar a ser adultos jóvenes;-ta·mayoría acepta la ~de los adultos -el público- en la sociedad
1egltfmao(m ae estas regias con EOCO anallSls adi- estadounidense puedeñ crear y mantener la ley y
' cto!lAI~egitimaEiéfl de las mismas se conviene la justicia es la sala de jurados.
en una parte integral Cle su identidad oersonal ~ En_ esta secc_ión del capítulo se examinará un
- ~ciliS de valotes... Sin embargo, las experiencias aspecto del papel socializan te de la ley (especw-
.,
en la edad -adulta pueden -guiar a·los individuos a cameme el servicio de jurado) sobre los adultos.
<, cuestionar los sis_temas de reglas qu-e aceptaron in- Utilizando una pru~ba americana famosa como
cori"saentemente durante la adolescencia. caso en cuestión, se -descubrirá el efecto de una
- - . experiencia de nueve ineses en un jurado, sobre el
- EL MUNDO LEGAL DEL ADULTO: LA
raí:onamiento legal y la jurisprudencia de los jura-
dos. Antes de efectuar el análisis, se presentará un
.. REGLA DE APLICACION Y EL
modelo cognoscitivo de legalidad, que resume las
EJERCICIO DE AUTONOMIA interculturas y los datos desarrollados sobre las
creencias le:gales___)L-Se revisarán las estrategias de
-- - ·Se ha visto -cómo el hogar y la escuela son con- socialización. Por último, se considerará el papel
, textos in5~Ítucionales importantes para enseñar del jurado y las implicaciones para la participación
'valores, reglas y normas a los niños y adolescentes. pública en la administración de la justicia.
En la adultez otros contextos vienen a ser ganes
;r importantes 12ara el ;mrs:odizajc d~ los códigos de Una 'teoria cognoscitiva
··conducta en una nación o gruEo cultural. de la legalidad
También se sabe que la socialización es un pro-
,ceso interactivo que avanza con el desarrollo de las La socialización legal imelica básicamente el

-·--- ----
~defin1ciones y-expeCtativas. Por ejemplo, los pa-

-·----- --·----- ---~-


-désru-rollo de un sentido de consciencia de la ley y

~~

~:~ .

32-U
58 Procesos individuales

ENFOQUE SOCIAL 3-3.


Trabajo contra negocio: la historia de
los libros de texto contra la realidad

Un aspecto crucial de la influencia de la sociedad en el desarrollo de la propia


identidad personal es la informac-ión acerca de las experiencias pasadas de la
sociedad. según si ésta es transmitida formal o informalmente. El principal medio
para la comunicación de esta información en la sociedad estadounidense con-
temporánea son las escuelas. especialmente a través de cursos formales de su
historia_ A través de muchos años, gran número de historiadores han comen-
zado a examinar la exactitud de la información de los textos de historia para
secundaria. Movidos por un interés sobre la autenticidad de la información
"oficial" surgida de fas experiencias de Vietnam y Watergate estos historiado-
res han descubierto perturbadoras inconsistencias en los tratamientos de mu-
chos tópicos altamente controversiales.
Uno de los más interesantes y rigurosos análisis lo hizo Jean Anyon. de la Uni-
versidad de Rutgers. Anyon (1979) examinó el contenido de gran cantidad de
textos dehistor:_~stados Unidos de nivel medio. Se centró en la historia
económica y laboral desde la Guerra Civil hasta la Primera Guerra Mundial. Este
periodo es-cruc;lal én el desarrollo de la estructura económica. que continúa
ahora·

d-~a
"A princ-ipios Primera Guer;a Mundial, la industrialización e incorpora-
ción habían producido considerables riquezas para algunos, una opulenta cla-
se media_ y problefllas económico~ y sociales que han perdurado: pobreza
urbana, desempleo persistente_ y trabajadores empleados marginalmente:
administración laboral de los conflictos: bajos salarios y pobres condiciones de
trabajo para muchos no sindicalizados; y el control de los principales recursos
económicos de Estados Unidos-por-un relativamente pequeño número de cor-
poraciones" (pág. 364).
1
- Añyon examinó gran núfn?n; de pmblemas específicos que reflejan.~
_ g'?nc!Q entre !os tex_tos de historia y fa realidad de aquellos tiempos. Notó que el
11 punto de vista de la historip que hizo hincapié en los beneficios de este desarrollo
_económic_o y desacredLta las cOnsideraciones de serias alternativas. es para
veñtaja de las·principales-corporaciones. (Nótese que a estas corporaciones las
benefician la mayoría de los acuerdos económicos existentes y que publican la
mayoría de los libros de texto.)
Quizá es ejemplo más interesante el tratamiento histórico a los movimientos
radicales de este periodo histórico. Si una de nuestras metas es asegurar la con-
formidad social, una herramienta útil es convencer a Jos demás de que las solu-

un sentido de justicia. A través de este proceso la


geme aprende normas para efectuar los juicios
ma legal ("el largo brazo de la ley"). En la socie-
dad estadounidense contemporánea, muchas fi-
1
sociales y para emplear el sistema legal, así corno guras legales _-:=_como d juicio en la corte o el po- - f
para conducir los asuntos humanos. Naturalmen- licía en la ronda- educan acerca de la ley, y así
te, el sistema legal también influye en estos actúan corno agentes socializantes. Estas acciones
asuntos. Cada día se encuentran leyes que regulan ilustran el papel de la ley como socializa
la vida del hogar y de la familia, las escuelas y las Además~ desde la década de 19)0, la ley ha sido
guardetías infantiles, la oficina y las condiciones empleada por muchos grupos -étnicos, mujeres
de trabajo; lo que significa que sólo pocos indivi- y niños- para expresar injusticias y obtener dere-
duos escapan a las obliga<Úones directas del siste- chos. Así, además de servir como socializadora, la

321
l m-u---~--------
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas

.
59

ciones alternativas son inexistentes o "malas"_ El análisis de Anyon de 1 7 textos,


sugiere cómo se puede lograr esto.

''Si bien el socialismo há sido una respuesta popular a la industrialización en


prácticamente todos los países capitalistas del mundo, y aunque el Partido
Socialista Estadounidense al principio del siglo fue juzgado como significativo
por políticos y grupos económicos dominantes. 12 de los libros de texto no
describen al Partido Socialista Estadounidense ni su plataforma. ni mencionan
las simpatías radicales entre varios grupos de la población_ De los cinco libros
que tratan al Partido Socialista, casi todos contienen comentarios que desacre-
ditan las intenciones de los socialistas y cuatro de los cinco hacen declaracio-
nes que minimizan su influencia. Arguyen. así como lo hacen 1 O de los libros
que no describen al partido. que sólo unas pocas personas fueron atraídas por
las ideas radicales; uno infiere que los hombres probos no lo hicieron.
El énfasis sobre la insignificancia del movimiento socialista en Estados
Unidos puede ser contrastado al calcular el periodo de más simpatía a la
meta de redistribución del poder económico y de propiedad. A principios del
siglo se trató al socialismo como una indicación importante de protesta social y
discusión, citando como prueba de popularidad de los líderes socialistas e~-_
Eugene Debs, Bill Haywood y Elizabeth Guryl Flynn. James Weinstein prese
pruebas de los sucesos electorales del Partido Socialista entre 1 9 1 O y ,
cua-ndo 150 socialistas fueron electos para las legislaturas estatales. En 1912,
en lo alto de su popularidad, 1200 socialistas fueron elegidos para cargos en
municipios de Estados Unidos, entre ellos 79 principales de 24 Estados. En
1912 el socialista Eugene Debs recibió casi un millón de votos para presidente
(Woodrow Wilson fue elegido ese año con seis millones de votos). Estas cifras
nos -dirigen a desafiar al libro que trate trivialmente al socialismo en Estados
L¿nioos y a cuestionar la aseveración hecha por un texto de que el socialismo
fue la "pesadilla ... del pueblo estadounidense en general" {págs. 369-3-?D).

~ SObre otro probiema que examinó Anyon (trataFPoiento de los grupos económi-

l
cos, sindicatos, conflictos industriales y laborales) son evidentes distorsiones
similares. Sí el conocimiento social es un aspecto impor-tante qe la socializaci_9n,
y 1? socialización juega un importante papel en el desarrollo -de la iden\idad, en-
to_nces quizá necesitamos pensar más profunda y críticamente acerca dé cómo-
este conocimiento es transmitido para desarrollar a los adole·s¡;:entes. Los análi-
sis como el de Anyon proporcionan un útil ejemplo de las directricE?spara esta crí-
tica reexaminación. -

ley también ha servido como un cinturón móvil del desarrollo cognoscitivo como las del aprendí,
de la-sociedad esta.doun!dense. - zaje social son correctas hasta cierto punto"
Los diferentes enfoques sociales (cada uno con (Maccoby, 1968, pág. 253). Se describe la teoría
una diferente visión del género humano) han sido cognoscitiva de la legalidad empleada_en la socia-
empleados para estudiar cómo las personas apren- lización legal desde 1960 por Levine y asociados
den sus códigos de cultura de conducta. La venta- (Tapp y Levine, 1974; Tapp y Kohlberg, 1977).
ja de un enfoque del desarrollo cognoscitivo, con- La utilidad de un modelo de desarrollo cognos-
cebido ampliamente es que puede incorporar citivo es su identificación de estructuras de razo-
. ()tras sistemas teóricos. En este capítulo se recono- namiento fundamentales con características defi-
~-e que probablemente "tamo las forriíuE1c1ones nibles, básicas a los juicios legales. El modelo de

322
60 Procesos individuales

razonamiento legal de Tapp y Levine aplica la eta-


, pa mo~al de la tipología de Piaget (1932) y de
Koh}berg (1969) para el reino legaL También se
extiende a los pensamientos socíopsicológicos y
filosoficolegales (jurisprudencia).
La psicología social proporciona un apoyo adi-
-cional para estos modelos legales (es decir, Ban-
dura y McDonald, 1963; Hoffman y Saltzstein,
1967). La psicología social ha empleado mucho
un enfoque de mveles mteractJvos para mterpre-
tar los fenómenos individuales, sociales y culrug-
Tes. Por ejemplo, como se verá en el capítulo 15,
Tellman (1958) caracterizó el fenómeno de in-
fluencia social en tres niveles progresivos (sumí~
sión, identificación e internalización ).
El modelo cognoscitivo de legalidad de T app y
Levine también se extiende al trabajo del abogado "-!
Loo L Fuller (1969) y al del filósofo morat]ohtf Et contacto con la ley s1rve para socializar a los -¡-
Rawls (1971). FilóSofos y psicólogos .describen un n:iembros de la sociedad Y para influir en sus
. - • n1veles de razona~to legal
av~ce~ s1milar des~e un esr:~o dep~-~?_iente
eteronomo) hedomsta y no crmco·,-a:11no m<k-c:--
pendiente (autónomo) altruista y racional en
materÍa de legalidad. va ética. (Una descripción de los tres niveles lega-
--------- lesse encuentra en el enfoque social 3-2.-J -- _
Como se puede ver en el enfoque social 3-2, los i
Patrones de razonantiento
y desarrollo legal
niveles legales se caracterizan por ciertos estilos de
razonamiento legaL .§_n el nivel I (preconvencio-
-¡·¡
nal) se ve la ley y la obligación legal enfocando ias
El modelo de razonamiento legal de Tapp y consecuencias externas y la autoridad; un instru--
¡
Levine tiene tres niveles legales: I-preconvencio- mento hedonista._ que templa est~ -~valuaciones /_
nal; II-convencional; -III-posconvencional. El legales. En el nivel II, el del mantenimiento con~
n1vd I es un estado de diferimiento orientado al vencional de la ley, la gente se preocupa por cum-
castigo. El nivel II es una postura de conformidad plir las extgenoas de su papel en la sociedad; ob~­
áÍ mantenimiento de la ley; el nivel III es una dece o desobedece por razones de conformación
perspectiva principal de creación ·de la ley. Cada personal o social._Én el nivel III, posconvencíonal,
nivel representa un modo distinto de caracterizar las personas de desarrollo avanzado (cognoscitiva-
los derechos, roles y responsabilidades en relación mente complejas) ven la necesidad de los sistemas
con el sistema legal. Juntos los tres niveles com- sociales, pero diferencian entre los valores de un
prenden una secuencia desarrollada{pero no siem- eterminado orden social y los principios univer-
-r----- pre invariable) donde los niveles altos (III > II > I) sales. MartÍn I.uth_~_r-~ng podría ser un_e}emplo
reflejan mayor acomodamiento, interacción, y es- -ael;iglo XX con tal capacidad de razonamiento
tructuras complejas de razonamiento. "Alto" posconvencional; Thomas Jefferson sería uno del
aquí significa simplemente mejor en la resolución siglo xviii. ____ _
de un conflicto o de un problema y de la integra- Cada una de las tres caracterizaciones se basa en
ción de diferencias tanto biológicas como psicoló- las respuestas de niños y adultos de seis países a
gicas. Cada nivel del razonamiento legal es visto problemas jurídicos clásicos, como el significado
mejor como una transformación sucesiva del pen- de reglas, leyes, derechos, justicia y sumisión.
samiento {reestructilfando ideas) acerca de mate- Para valorar el razonamiento legal se ha redactado
rias legales. Los tres despliegan mayores progre- un cuestionario abieno, conocido como la Entre-
------ -siones-dd aumentO--de la complejidad cognosciti- ~sta de la Regla Legal de Tapp y Levine (ERLTL);

323
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas 61

ENFOQUE SOCIAL 3-4.


Entrevista sobre la Regla Legal de Tapp-Levine
.
(ERLTL: versión 1980)

1 1. ¿Qué es una regla? ¿Por qué es esa regla?


1" 2.
3.
¿Qué es una ley? ¿Por qué es esa una ley?
¿Por qué tenemos leyes? ¿Por qué debemos tener leyes?
~ 4. ¿Pueden justo y recto hacer algunas cosas aun cuando no hay leyes acerca
de ellas? ¿Cómo puede ser esto?
1ij 5.
6.
¿Qué es una ley justa? ¿Porqué es justa?
¿Qué es un derecho?
1g 7.
8.
¿Qué tipos de derechos debe tener la gente? ¿Por qué?
¿Qué clase de derechos tiene la gente? ¿Porqué?
9. ¿Qué pasaría si no hubiera leyes en ninguna parte?

1
~
f,!
1O.
11 .
12.
¿Por qué la gente cumple las leyes?
¿Por qué usted obedece las leyes?
¿Cómo y por qué pueden cambiarse las leyes?

1~ 13.
14.
15.
¿Hay veces en que debería violarse una ley? ¿Cuándo, si acaso es posible?
¿Qué significa ser recto?
¿Puede ser recta una persona y vjolar una ley? ¿Cómo- puB'dé=seí-esto?
r;¡

5ffi -- -~---~-- ------

ttfí
~.

i la entrevista se centra en cinco áreas importantes:

ciones de la obediencia legal, la mutabilidad y


fragilidad de las reglas y leyes, la dinámica de la
versas instituciones. universitarias ( 17 a 21 años);
el valor y la función de las r~gl_~-:Y leyes, las condi-
4) grupos_ adultos de_egresados de facultades de
leyes, escudas normafes, periitenciarías federales y
jurados (20 a 60 años). _- -

1 justicia y la naturaleza consciente de los derechos,


así .permite la clasificación del razonamiento
kg:rf,de acuerdo a ios tres mveles del desarrollo
Los datos de estos estudios han revelado, PQf
ejemplo, que a través de fas culturas hay regufan'-
dades detectabler en el pensamientc¿ legal; es
i1 ~- La versión básica d~_ !5 puntos se
encuentra en el enfoque social 3c4 y una clasifi-
tf.ecir,- que Zas mzsmas etapas de desap:o!ló ectán _
prese-ntes e7l tedas fas cu!tttras. Por ejemplo, dos
preguntas respecto a cómo los individuos definen
cación de las respuestas en los tres niveles en el
1 enfoque social 3-5. ideal y realmente las obligaciones a los sistemas
legales (¿por qué la gente debiera obedecer las re-

1 glas? ¿Por qué usted obedece las reglas?) fueron


Datos psicológicos sobre los li~nites presentadas a escolares de seis países (Dinamarca,
psicológicos de la legalldad Grecia, India, Italia)apón y Estados Unidos). En
los seis países, los niños de años escolares medios
La entrevista de la Regla Legal de Tapp y Levine dieron respuestas convencionales (II). En ambas
ha sido empleada interculturalmente y en des~ · -preguntas los niños pequeños dieron respuestas
arrollo a diferentes edades en grupos ocupaciona- preconvencionales (I). Los pocos niños con res-
les en aulas, tribunales y celdas, en ejemplos que puest·as posconvencionales (III) fueron de segun-
totalizan alrededor de 6 000 individuos. Las res- do año de secundaria. Esta tendencia en un:a mues- (
puestas de cuatro clases de poblaciones dentro y tra internacional su iere un atrón universal
fuera de Estados Unidos, se analizaron: 1) alum- enten tmtento de la gente joven, de la dinámica
nos desde jardín de niños hasta el tercer año de de la sumisión legal.
primaria (cinco a ocho años); 2) preadolescente de Estos éstudios también mostraron que la fre-
cuarro año de primaria hasta el segundo de secun- ~ zm m·~·•d lcgaLmár alto es mayor en los
daría (10 a 14 años); 3) hombres y mujeres de di- grupos de más edad; es decir, el movimiento

:__......¿""

32,'1
62 Procesos Individuales

g~
ENFOQUE SOCIAL 3-5.

~
~:
Clasificación de las categorías de la entrevista
por niveles legales*

~
r Nivef 11: Mantenimiento
Nivell: Dilatación legal legal Nivel 111: Creación legal
Sujeto/
Categorías Categorías convenciona- Categorías posconven-
Pregunta preconvencionales les cionales

1. Valor y función de las Vfolencia-crfmen: Deseos personales no El ser humano como


reglas y de las leyes: Las leyes prevén amenazas principios: Las leyes frenan au-ton-egufador: Guia su
¿OJé pasaría si no hubiera físicas concretas como ac- el mal. guía6 al débil y conducta a través de princi~
reglas? tos malos específicos. Estas aseguran el control personal pios y distingue entre la ley y
(¿Qué pasaría si no hubiera aseguran las necesidades sobre la codicia los principios morales.
leyes en ninguna parte? físicaS. Anarquía-desorden-caos:
Las leyes mantienen el or-
den social.
Jmposible de lmagínar:
La sociedad no existiría sin
reglas. La regulación abs-
tracta es un requisito para la
sociedad.
Función de las reglas y Prohibittvo: Prescrfptivo; Funcionan Racional-beneficioso
leyes: Funcionan como una pros- como guias compartidas. Funciona para lograr un pro-
¿Qué es una regla? cripción o poder llano que Generafizan sistemas com- pósito racional detrás de la
¿Qué es una ley? restringe las acciones que pletos de regalos, como fa- ley. usualmente :naximizü
no son socialmente buenas. cilitar el "mé:l.ntenimiento de do las consecuenciaS del
la sociedad·· o ""prevenir la bienestar personal y social..
conducta antisocial·'. Consciente de la utilidad-
Sanción: Distinguir entre la lo acordado sobre los es-
ma!dad de un acto y el casti- tándares.
go consiguiente.
2_ Condiciones de obe- Evitar consecuencias ne- - Con~ormidad personal: Beneficio-utilit.ario-racio-
diencia legal: gativas: Confunde la obediencia con nal:
__ ¿Por qué la gente debería El castigo es la razón para la la conducta socialmente de- Obediencia para mantener el
cumplir las reglas? conformidad. La simple se~ble ~ fin de ser bueno y bienestar individua! y social,
¿Por qué usted cumple las obediencia, no el respeto mantener Jo que los legi$la- basado en las decisiones
reglas? por las leyes. dores piensan que-~ una creativas mutuas racionales
(¿Por qué la gente deberla Autoridad: ObedLencia a "buena"' conducta. y las consideraciones de uti-
cumplirlas leyes?) las figuras del poder como- -Conformidad-social: lidad.
{¿Por qué usted cumple las guias últimas. Las reglas de- Requiere de obediencia Obediencia por considera-
leyes?) _ i~e elles. La "1rra!dad pdla ser justo cOn otros y ciones sopesadas.
de la actividad proscrita se evitar-el c.::ros. - Poincipios:
confunde COI1 la maJdad de Obediencia gurada por ¡;:>rin-
desobedeceriareola de au- cípios como el sentido de la
toridad. - ~ justicia e Hldependiente de
la sociedad
Conforme sóio a las reglas
basadas en principios.
3. Modificación de.reglas No: las leyes son ~íj.cis, per- Sí: Las leyes no son para el Sí: Por razones de utilidad
y leyes: ~­ manenteS o cosas cuasifi· bien de todos debido a que social, propósitos racionales
¿Pueden can<blarse las re- srcas. permiten- dur..eza. o son y cambios sin principios de
glas? ¿Cómo y por qué pue- No: No hay-diferencia entre flechas por personas intran- leyes.
den cambiarse las reglas?) lo legal y lo moral. La maldad. sig-entes. Reglas de moralidad: Se
Violabilidad de las reglas de violar una regla o ley es Moralidad de circunstan- justifica violar las leyes inmo-
y leyes: equiparable- a la maldad eñ cia: rales o injustas, c:..~ando las
¿Hay veces en que sería si. - - - Orcunstancias extíemas jus- leyes violan los pr:ncipios
correcto vioiar una regla? Sí: Simple .. si·'. pero las nor- tifican violarlas. Reconoce la morales.
¿Hay veces en que seria co- mas morales de_ las directri- función socio-moral de las
rrecto violar una ley? ces prudenciales_ reglas a la cual es instrumen-
to la obediencia de la ley.

Nota: Las preguntas entre paré'nresis son la versión de 1980 de la Entrevista sobre Reglas y Leyes de Tapp.Ltvine ( ERlTL).
"El esquema de clasiflcanón es pane de una conceptualización más extensiva del desarrollo legal en Tapp y Levine ( 1971, 1974).
Este cuadro 3- S está adaptado de Tapp, J.L y Kohlberg, L Desarrollando el sentido de ley y justicia legal. En J.L Tapp y F J.
Levine: Ley, justicia y lo individual en sociedad, 1977.

~-~,

3 'll.
~J
~l Socialización: Tres edades. tres sistemas de reglas 63

ENFOQUE SOCIAL 3-6.


Ejemplos de respuestas de niños_ y adultos
a preguntas seleccionadas de ERLTL

Area/Pregunta Nivel Categorías Edad/Ocupación Declaración/Respuestas

Valor y función de fas 1 Violencia/crimen Grado 2 la gente andaría matando.


reglas y leyes robando y secuestrando a
los demás.

¿Qué pasaría si no hubiera U Anarquía/desorden/caos Grado4 Habría una gran desorgani-


reglas? zación en el mundo.

11 Anarquia/desorden/caos Universitario Habría caos y confusión


completos

111 Los humanos se autorregu- Universitario Si la gente fuera capaz de


larian actuar responsable y moral-
mente, no pasaria nada.

Jurado de Wounded La gente puede autorregu-


Knee Jarse.

Condiciones de fa sumi- Evitar las consecuencias ne- Grado2 La gente estaría hacien_d_Q
sión legal gativas cualquier cosa:-- La- po/Ícía
estaría tratando de atrapar-
les. Sería malo_

¿Por qué debe la gente ob- Estudiante de leyes Para evitar el precio de no
servar las reglas? seguirlas. ---- -~=::-~-

¿Por qué obedece--las re- 1 Autoridad 5o. año Porque mis padres. fa es-
glas? cuela y la comunidad me Jo
solicitan _

H Conformidad personal. __ 2o.año No ser malo. No hacer


cosas que ellos no han ima-
ginado hacer_

-- ¡f Conformidat:_i sOcial. Secundaria A veces es bueno para su


propio bienestar. Se debe-
rian seguir las reglas debido
- - a que regr-esarí-amos a la
confusióñ. si no ruvléramos
---- ninguna regla_

- - - Bachillerato Para mantener el orden y


alcanzaí los objetivos de la
sociedad_

desde e/ ni~ell all_!_y_ al III es relativo a la edad y camenre unos o pocos creen que la gente podría
el desarrotfo. Por ejemplo, sobre la pregunra: regular su conducta por medio de principios uni-
¿Qué p.asaría-si no hubiera reglas?" ;fue eviden- versales. Los_grupos -aduilosfimbién consideran
·. e una marcad? progresión en la juvenrud de Esta- primariamente las reglas en términos d.~ manteni-
~os Unidos desde el jardín de niños hasta la uni- miento de la ley (II), razonando que la anarquía y
~e,rsidad _Los niños de primaria se preocupan por la el caos hundirían a una sociedad sin reglas. El

iolencia y el crimen en un mundo sin reglas (I). enfoque social 3.6 contiene ejemplos de respues- :.'l
[-os adolescentes cambiaron de un interés egocén- tas de niños y adultos a preguntas seleccionadas.
rico acerca del castigo físico, a un interés social clasificadas según el nivel legaL
onvencional respeCro a las instiruciones que go- En general, estos descubrimientos proveruen-
·''
i. ~ Jj
ieman la conducta humana (II). El razonamien- tes de grupos de edades, culruras y ocupaciónes
p legal surge sólo a nivel universitario, pero úni- diversas, apoyan muchos remas recurrentes sobre

_J
t\

32t)
64 Procesos individuales

1 u - -~--~ ~- ~-- -- --- -~ --~~-]

Area/Pregunta N_fvel Categorías Edad/Ocupación Declaración/Respuestas

IH Racional/benéfico/utilitario Secundaria Para el beneficio de todos.


Se hace todo más fácil y es
más fácil convivir.

Bachillerato Para lograr mayor bienestar


para todos.

Principios Universitario La gente debería seguir sólo


aquello que cree justo y
recto.

Jurado de Wounded Cada regla esta fundamen-


Knee tada. así todos podemos ser
tratados rectamente.

Vlolabllldad de las reglas Mora!fdad de circunstancias Secundaria Depende de qué esté pa-
y leyes --··· - - - sando_ Si es un asunto de
vida o muerte. todo es
correcto_

¿Hay ocasiones en las cua· Presidiario Prevaleciendo las circunsy


les seria correcto violar una tancias de condiciones no
regla? usuales, merecen violarse.

m Moralidad de la regla Universitario Cuando la regla es inmoral o


injusta. debido a que creo
que la gente es moralmente
responsable de sus accio-
nes_

Ptesidiario No todas las reglas son bue-


nas. justas o éticamente
deseables~

Jurado de Si no son buenas y a usted le


\Nounded importa el hecho de que no
Knee son buenas. entonces usted
tiene que violarlas.

los orígenes de la jurisprudencia y de los límites embargo, para los adolescentes mayores y panicu-
psicológicos de la legalidad. Primero, ha:y-vnrno~-­ larmente los de edad universitaria, minorías con-
delo de razonamiento legal que avanza de una siderables mostraron principios posconvenciona-
legalidad preconvencional dilatada, pasa por una les. Sin embargo, esta forma de razona.rniento
legalidad convencional mantenida y llega hasta legal no domina en ningún grupo de edad.
una legalidad posconvencional creada. Segundo, Cuarto, mientras las respuestas no personales fue-
esta progresión está marcada por un efecto más ron el 100% en ningún nivel, los grupos univer-
evolucionista (e<;lad) que situacional o .cultural, sitarios y de adultos fueron más posconvenciona-
pero la variación entre los grupos ocupacionales les que preconvencionales. En contraste, los pre-
revela la naturaleza interactiva del desarrollo adolescentes -die-r-on-respuestas típicamente con-
legal. Tercero, sobre todos los grupos se observó vencionales, y los niños de primaria razonaron en
que era modal la perspectiva convencionaL-Sin :este--nll1el con_-lllla _frecuencia significativa. Por

32·¡
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas 65

~~
U'
último, desde una perspectiva empírica, los dacos
de los niveles legales derivados de respuestas de
den hacer uso tan eficaz de un servicio, invocar un
derecho, solucionar un agravio, recurrir a un oficial
t\ interculturas, evolucionistas y diferentes ocupa- de la policía o contratar los servicios de un abogado.
Sin embargo, el conocimiento solo n·o es condicíórr
'lt\;1 ciones a las preguntas del ERLTL de jurispruden- suficieme para estimular el pensamiento inregraC in-
l\ cia abierta, son confiables. Hay también algún dependiente y crírico.
2. Desajusre y conflicto_ El desajuste en l~_gri.~IJ.t~~Ío­
\Í~\
dato teórico de congruencia (imbricación) emre
los modelos filosófico y psicológico de pensa- nes o en los conf1íciosae valor estimula la elabora--
~ miento, que sugiere que los códigos éticos de ~6r:m:a~ffii;:C~mpJ~1?,sA~:8~Q;:¡wJs~_¡;?".)iiu-
nos que arguyen que el incremenco en el desequili-
l ~
conducta se desarrollan ínceractivameme, es decir,
en respuesta a energía natural y sociaL
brio proporciona excelentes condiciones de desarro-
~¡¡; llo_ Tamo en la teoría del desarrollo cognoscitivo
Además de demostrar la progresión evolutiva como en la del aprendizaje social, se han identificado
del razonamiento legal, este enfoque cognoscitivo los conflictos como una esrraregia en la educación de
valor. Según afirman Haan, Smírh y Block: "Tal vez

\
también se ha empleado ara estudiar las relacio-
las experiencias no conflictivas sean incompatibles
nes e razonamiento legal a los juicios morales con el desarrollo cognoscitivo y el moral" (1968, p.
<ieterminar el impactO de las estrate ias de socialí- 200).
zacwn so re el desarrollo de una legalidad ética. 3. Participación. A través de la participación, un indivi-

\ ,_n conjunto, esros trabajos ofrecen apoyo a una


construcción de razonamiento legal y a una secuen-
cia relativa a la edad en el crecimiento de ideas so-
duo puede apreciar la esuuctura de ideas de alguien
más. La centralización de tal perspectiva, la cual se
acoge a la acción y el pensamiento moral maduro, la
subrayan los psicólogos del desarro!!o cognoscitivo
bre la!eyyh}usticia. (FlaveB, Botkin y Fry, l%E}- Además de las oportu-
nidades de panícipación, ésta remarca la reciproci-
dad y la cooperación. Según el grado en que las expe-
Estrategias de la socialización riencias de _____ :_: -< ·-------'- L - --'-

A la fecha, el niveÍ convencional de mantener


el sistema (Il), ha sido modal eri la mayoría de las 4. VVI..ll..lli.UU...!.O.U 1\...

- sociedades, pero estudios recientes, demuestran ~1--" ~~-- .. ~-

que los individuos tie(len el pot-encial_'para_alcan-


zar el tercer o más alto. ni~ef-de razo~;amiento
legal (Rest, 1973, 1979;-:fapp y Keniston, 1976;
Tapp y otros, -1981)~ La dominancia de !a legali-
9-ad convencionai ~n la niñez, la juvemud y la
adulrez_, ~ugi_ere !=!~¿ !as experie-ncias sociales, en
art!cu-l~H las ambientales, pueden limitar o aro-
liar la capacidad natúral individuaL Como psicó-
ogos , deseamos conocer las condici¿;-es de socia-:_
- - - - ersonas a hacer deci-
--,
;
~iones autónomas v a usar la ley de manera justa.
11as cuatro estrategias de socialización desarrolla-

as por Tapp y Levine (1974, 1977), parecen bási- EL CASO DE WOUNDED liNEE
para estimular el alcance de un alto nivel de
zonamiento legal y así socializante para una
Mientras hemos observado que la edad es una
'-alidad ética_
vafrable crucial en el progreso de socialización,_
también sabemos que otras situaciones variadas
@W leQL Esra esrrategia comprende la á"fectan vitalmente la veiocidad dirección del
1transmísión de íilformacíón _ La socialización eficaz esarrollo. Dado que la socializacióa y la resocia-
nduye la "enseñanza" de los derechos, reglas y llzación c-;)ntinúan a lo largo de la vida (Brim y
oluciones. Tal tipo de educación permite a los indi-
iduos convertirse en creadores así como en
Wheeler, 1966), la actual participación de los
mplídores de la ley_ Sin un buen conocimiemo de adultos en la institución de la ley puede ayudar al
ley y de los procesos legales, los individuos no pue- desarrollo legal individuaL Una cuestión básica es

~
ll


l

·~' ,_.
3Z8

r
66 Procesos individuales

el grado al que los marcos institucionales, en par- de datos demográficos básicos (edad, religión,
ticular los legales, usan -o pueden usar- las estado civil) a actitudes hacia los indios y creencias
estrategias de simulación que estimulan el cam- acerca de la ley. Durante este interrogatorio, Tapp
bio. y asociados midieron el nivel potencial de razona-
En la sociedad estadounidense contemporánea, miento legal y autoritarismo de cada jurado. Los
la partici ación en un jurado es un mecanismo prospectos a jurados cuestionados por los aboga-
prioritario para invo ucrar a los ciu a anos en ~ dos gubernamentales fueron predominamemen-
roma de decisiones. En el curso de un juicio, el te jóvenes, solteros, mujeres, residentes urbanos,
--servtoo de jurado; proporciona información acer- con alguna preparación universitaria. Tendían a
ca del sistema legal para los jurados cuyos contac- estar afiliados al Partido Demócrata, renían cierro
tos previos con la ley han sido limitados; una contacto con estadounidenses nati'::os, se inclina-
oportunidad de participación y toma del papel, ban a apoyar la autodeterminación india y defi-
exposición a modos nuevos -a veces conflicti- nían la ley como un proceso más que como una
vos- de pensar acerca de los sistemas de reglas y regla fija. Los abogados de la defensa trataron de
una ocasión de ideas jurisprudenciales (significa- remover a los de edad madura o avanzada, a los
dos de la ley, justicia y derechos) de un marco que residían en zonas rurales, oficinistas, republi-
"legal" a otro. Si estas cuatro condiciones (infor- canos, los que no tenían actitudes CO(l!prendidas
mación legal, participación, conflicto y contirnrF hacia los indios y los que mostraban una mentali-
dad) operan óptimamente, los jurad()s deberán dad inclinada a la ley y el orden. Los 26 jurados
avanzar a un más alto nivel de razonamie~t~esrionados incluían a 12 mujeres y 14 hombres,
legaL __ _ -. -------- ------'erirre los 19ylos-S't2.ños de edad (medía 49.9).
La oportunidad de trabajar en la selección del -Los 12 jurados electos (individuos seleccionados
. juicio de Wounded Knee brindó una excelente después de los interrogatorios de la defensa y el
oportunidad para investigar en la vida real el fiscal) incluían 7 mujeres y 5 hombres, de.2D-:J, 53
éfecto socializante del servicio del jurado sobre el --;_-rios de edad (en promedio 29.3 ): El jurado elecw
desarróllo IeiaL Este juicio, consecuencia de los -fue predominantemente urbano, de educación
-incidentes del gobierno de Estados Unidos y los universitaria y joven: 9 jurados tenían 32 años o
indios estadouñidenses de Dakota cfei Sur, se menos; 7 tenían alguna preparaeión universitaria;
efectuó en Minnesota. Duró nueve meses y perdió los demás eran oficinistas. Respecto a la aurode-
el gobierno federal. r_a~a poder tener una perspec- terminación estadounidense, 7 jurados la apoya-·
tiva de este aspecto socializame, se examinó el bao.- -- -
impacw de una experiencia del jurado sobre razo- De los 12, 6 sentían simpatía por los indios, y 5
namiemo legal de los adultos y se identificaron no. De los 12, 7 consideraban legírimo el derecho
las estrategias socíalizames de importancia. Para de protestar (Zimbro!t, 1974).
hacerlo se tomaron firmemente en consideración
;
los estudios exploratorios de Tapp y colaboradores
'i efectuados demro y fuera del uibunal. El estudio de investigación

Para examinar los efectos de un juicio público


Selección del jurado sobre los adulrqs~_JªJ2p__y_sus asociados (Aliotta y
Tapp,--1981 y Smolka, 1975; Tapp y Keriiston,
El juicio de Wounded Koee comienza con la 1976) estudiaron tres grupos: Primero, hubo 9
selección de los jurados. De los 93 prospectos lÍa- personas (2 hombres y 7 mujeres, de edad prome-
r'nados originalmente, fueron excluidos 55 (7 por dio de 31 años) que sirvieron como jurados en el
'c;¡_usa y 4 por fátiga). Después de los 14 días de juicio de Wounded Knee_ Segundo, fueron 14los
interrogatorio minucioso, 38 personas fueron can- jurados interrogados, 9 hombres y 5 mujeres (de
didatos para integrar el jurado de 12. El equipo edad promedio de 46 años). Finalmente, selecdo-
de selección del jurado para la defensa consistió naron al azar 23 jurados potenciales. Incluían 11
en los acusados, abogados y científicos sociales. hombres y 12 mujeres con una edad rhedi;Cd.e--ztzl.
Las preguntas del citado interrogatorio variaron años.

_; 32:J
Socializaci6n: Tres edades. tres sistemas de reglas 67

Después del juicio, los tres grupos fueron entre- ción de niveles. La prevalencia de un nivel con-
vistados e interrogados. La entrevista suministrada vencional repitió los descubrimientos de la combi-
fue la de la Regla Legal de Tapp y Levine con me- nación extendida entre los individuos_
didas de autoestima y autoritarismo. Se diseñó un Las respuestas a la Entrevista de la Regla Legal
juego de cuesrionarios abiertos para que los jura- de Tapp y Levine en el estudio posterior al juicio,
dos describieran sus experiencias de socialización reveló que ninguna de las personas en cada grupo
relativas al juicio. estaban en el nivel preconvencional (I). Dentro
De acuerdo a la teoría cognoscitiva de la lega- de los jurados escogidos al azar, el40% estaba en
lidad, los jurados seleccionados -aquellos invi- el nivel II y el 60% en el nivel IIL En el grupo
tados para servir en el jurado de Wounded interrogado el 50% estaba al nivel convencional y
Knee- deberían haber tenido más oportunida- el 50% al posconvencional o escrupuloso (III).
des para el desarrollo legal de los jurados cambia- Pero entre los jurados seleccionados, cada uno
dos o seleccionados al azar. Los jurados selecciona- (lOO%) estaba al nivel posconvencional cuando
dos deberían haber estado expuestos activamen- terminó el juicio de Wounded Knee. Incidemal-
te a las cuarro condiciones de socialización. Debe- meme, la correlación entre las clasificaciones en el
rían haber avanzado a los niveles legales más altos tribunal y las puntuaciones obtenidas en los cues-
en nueve meses que los otros dos- grupos y exce- tionarios sobre niveles legales eran también signi-
dido su nivel anrerior. Teóricamente, el jurado ficativos,_ dando así confiabilidad a r:r:-validez de
que sirve en ufl__i_uicio, especialmente en uno las calificaciones en el tribuna!-:
comrovenído, debe promover la socialización a El hecho de que todos los jurados seleccior1a~
niveles más imporcames de razonamiento legaL mostraran un pensamiento basado en principios _
También hay__implic~~iDnes para_ d desarrollo -;z;;pués del iui-cio en contraste con el 42 °/o antes--
de la pe!-soñ-alid;éi~ relativos a la socialización Ck1 juicio ilustra un cambio importante en el razo-
legaL Por ejemplo, en términos de una teoría cog- namiento legal de ese grupo. 'Mientras inicial-
noscitiva de la legalidad, los individuos a niveles mente había:--más_ del tipo nr entre los jurados
inferiores de razonamienro debieran ser más auro- seleccionados, el dramático giro del grupo entero-
ritarios y menos tolerantes. Por otra parte, el nivel a una póslc-iÓn ·posconvencional, sugiere influen-- _
de madurez legal debiera estar asociado con el cías importante~ tanto so~iales como inte~activas,_
crecimient<? personal hacia la autonomía y la role- que- actuaron sobre ellos dura me el jtúcio. ¿Cuáles·
ranCia. fueron algunas de las variables sociales en la expeFieD-
cia que de~is-ran expl[car _este mevi[lljemó hacia-un
nivel más ale~ de ra:-zoñamiemo legal! ¿Qué efec=
Los efectos de la participación ws de socialización tuvo el juicio de Wounded
en el juicio de Woundcd Kuec Knee sobre el razonamiento legal de !os jurados
con grados variables de involucración -es decir,
Nivel de clasificación y movimiento. Permíta- en los grupos de jurados seleccionados, interroga-
-(:_nos examinar algOn signo que indique los efec- dos y seleccionados al azar?
os positivos de la socialización de un juicio públi-
0. so!;>re-·un grupo de ciúdadanosadulws _ De los El impacto de socialización. Las preguntas
?J?_rospectos a jurados (menores) los porcentajes sobre socialización en el estudio de Tapp fueron
u m
niv~l~s. !, y fundamentados en aprecia- dirigidas a problemas (estrategias) de información
ones en la corre fueron respectivamente de 19, legal, conflictos, participación y continuidad: dos
•:y 12% para los jurados interrogados; para los de ellas discrimi,oaban bien entre los grupos de ju-
ra~?s seleccionados fueron de 8, 50 y 42%. Esta rados: uno anticipando el resultado del juicio; el
s_t~~_bución de los niveles legales al comienzo del otro conociendo el proceso de selección del jura-
icio, sugieren el efecto de interrogatorios peren- do. Los efectos de la información y participación
ios en el proceso de selección del jurado, pero pueden ser vistos en el 75% de votos de
de la socialización del jurado. Cerca de la absolución prono~ticados en los jurados seleccio-
_tad (20) del grupo de prospectos (menores) nados (quienes opinaban que el gobierno no tenía
ron.también identificados como una combina- caso ni evidencia), comparado con el 23% de .r~:-

-~J

330
68 Procesos individuales

votos de los jurados imerrogados y el 17% de los tieron que la situación de jurados proporcio-
jurados escogidos al azar. Los jurados selecciona- naba información, producía conflictos, demandaba
dos vinieron a ser suficieotemente conocedores participación y permitía desempeñar un -papel
del proceso del jurado; así, nueve meses después, (cambio de perspectiva). Todos se sintieron más
el lOO% de ellos tenían alguna noción del porqué capaces de eslabonar sus nuevos valores descubier-
habían sido seleccionados para el jurado_ Sólo el tos al marco de reglas seguidas (gobierno, hogar,
54% de los jurados interrogados y el 4% de los comunidad) fuera del tribunaL La mayoría comu-
escogidos al azar pudieron dar razones para su nicó cambios en sus actitudes hacia las minorías, el
inclusión. gobierno y el significado de ley y justicia.
El efecto de las experiencias del jurado está más
bien ilustrado por las respuestas a las cuestiones Modelos de razonamiento legaL La apreciación
de información legal: ¿Los buenos motivos justi- después del juicio de los niveles legales, mostra-
fican violar la ley? Casi el 88% de los jurados ron que muchos de los problemas de los grupos de
seleccionados, comparado con el 8% de los inte- jurados fueron similares. Sin embargo, surgieron
rrogados y el 25% de los tomados al azar, dieron diferencias sobre problemas de autoridad, [un-
respuestas de nivel escrupuloso_ Los jurados se lec- ción de la ley, sumisión (obediencia), la opción de
cionados, preocupados acerca de las personas y violar la ley y el significado de los der_sc:hos. Por
el sistema, razonaron que "depende de los ejemplo, sobre la pregunta, ¿qué haría usted si
motivos';, ''puede ser benéfico al sistema legal'', alguien con autoridad_j<:_ ordenara hacer algo
o "si es una ley mala". El mayor porcentaje de malo? El67% de los jurados seleccionados apeló a
~espuestas escrupulosas de los jurados selecci-oria- los principios de la moral universal como base
_ dos, sugiere que tenían una experiencia distintiva para la desobediencia, mientras sólo lo hizo el
diferente sobre los nueve meses, o comenzaron 47% ael grupo de jurados interrogados. Sobre la
con un alto nivel de legalidad, o ambas cosas. La pregunta, ¿qué pasaría si no J:!l_~ina leyes?, wdos
diferencia entre ef 88% y el 8%, sin. embargo, lo_s jura~o_s int_errogados y los tomados al azar con-
además sugiere que el servicio de jurád~-~es ·una testaron a nivel convf_Of:Íon:iL Sólo los jurados se-
experiencia ''social'' importante, capaz de esri-- lecciol}ados dieron- respuestas posconvencionales,
mular el movimiento a...m:ís al ros nÚLeles ''nat;1ra- ~ndo por la posibilidad de que la humanidad
les" de razonamiento legal. sea capaz de autorregulación. Al contestar la pre-
Para -alcanzar. el resultado de cambio y_ más gunta, ¿gué cl~e ele derechos debería tener el
pruebas de las dimensiones de la socialización, se puebJo?, l0s jurad()s seleccionados expresaron una
hicieron las siguientes preguntas a los jurado:s ~e- ''perspectiva consciente de los derechos'' (III) en
!eccionados: _ mayqr proporción que los jurados reemplazados y
los escogidos al azar (45% contra 29 y 14%). En
l. ¿Cómo le afectó a usted esta experiencia de servir
general, _los júrados removidos o tomados al azar
como jurado? ¿Modificó sus ideas?
2. ¿Pie osa usted que experimemó algún cambio per-
expresaron que los derechos de las personas debe-
manente o duradero como resultado <;le- cumplir su rían ser relativos a1 sistema; es decir, para el
deber como jurado? -m;_ntenimiento del sistema legal. En contraste,
los jurados seleccionados vieron l~s derechos como
., Sobre todo, describieron su experiencia con pa- ~ componente básico de la dignidad humana~­
\ sión y fervor. Vieron al juicio y el deber de jura- Uno de los jurados seleccionados, lo resumió de
do como más importante que los grupos de los esta manera: "Cuando pienso en los derechos en
constituidos o escogidos al azar. Muchos de los este país, pienso en la vida, la libertad y la bús-
jurados seleccionados vieron el servicio de jura<;!Q queda de la felicidad. Ninguno puede quitar
~mo una experiencia educativa socializan~. Más esto. Si tú no tuvieras estos derechos, no serías
una persona, serías un animal".

Personalidad y legalidad. Al considerar la per-


sonalidad correlacionada con la legalidad, Tapp y
colaboradores encontraron una relación negativa

331
Socialización: Tres edades, tres sistemas de reglas 69

enue la madurez legal y el autoritarismo: los jura- ni mato, sino también para todas las personas que
dos de un mayor nivel legal eran menos autorita- _ deseen convertirse en más autónomas, competen-
ríos. Los análisis de otras dimensiones de la perso- tes y éticas en sus juicios acerca de los códigos de
nalidad revelaron, por ejemplo, que los jurados conducta personales y sociales.
seleccionados, de;pués del juicio, mostraron ma- Un jurado respondió a la pregunta, ¿qué piensa
yor autoesrima. Y la mayor auroesÚma iba de usted del proceso de jurado?, captando la impor-
la mano con un nivel más alto de razonamiento rancia del jurado para los adulros: ''Espero sentir
legaL Aparemememe aquéllos con un alw nivel de siempre que fue un sistema de justicia, si no lo
razonamiemo legal y puntuaciones elevadas de fuera para el jurado, ¿qué sería de codo', ¿qué·
autoesrima muestran un mayor sentido de justicia. seríamos? Este último refugio de la participación
en el proceso de la toma de decisiones judiciales es
importante mantenerlo en Estados Unidos, como
El jurado como socializador De Tocqueville (1835/1961, p. 337) observó hace
ysilubolo más de 100 años:

Los notables cambios y diferencias en materia "El jurado conuibuye poderosamente a formar el
legal entre los jurados seleccionados y los reempla- juicio y a incrementar la imeligencia natural de la
gente, y esta es, en rpi opinión, su mayor ventaja. Pue-
zados o escogidos al azar, sugieren que el servicio
de ser considerado como una escuela pfi~ grrtuira
de jurado puede ser una importante experiencia siémpre abierta, en la cual cualquier jurado aprende sus
socializadora (y eduéativi). Mientras el estudio derechos, entra a las comunicaciones diarias---ton los
del jurado de Wounded Knee mostró que los miembros más doctos e ilustres de las clases altas y vie!_!_e
adultos respondían a las cuestiones básicas de la a conocer particularmente las leye.>, -las-¿uales-surftüio-
cadas dentro de su capacidad por los esfuerzos del tribu-
jurispru-dencia en alguno de los tres niveles de nal, los consejos del juez y aun por las pasiones de las
razonamiento legal,_ esta investigación también panes. Pienso que la inteligencia práctica y el buen sen-
indicó que-se pueden obrener niveles más com- . rido político de los estadounidenses debe ser atribu,ib!e ---
plejos y avanzados de la experiencia en el marco, principalmente al uso que han hecho del jurado en las
ccológicameme válido,.de socialización, como un causas.Ci_viles' '__
jurado. Si éste es el caso, es imporrahi:e-~ntener
el proceso de- jurados ~no meramente por la jus- Finalmente, los psicólogos partKtpames en el
---l'!l\Sr. _ricia y el simoolisme, sino por_ te0-er un vehículo proceso de ·selección del ju-rado pueden haber
para so<:ializar un razonamiemojegal más escru- movido tanto_ al profesional como al público a
se
puloso. El-deber de jprado convertiría entonces revisar el significado de un jurado imparcial en
en una actividad, rro sólo para la o-óosidacl_y ano- términos de socialización y significancia simbólica.

RESU~IEN

-Como se ha analizado, la socialización abarca los procesos mediante los cuales los indi-

--·
viduos vienen a intemalizar las convenciones sociales, las guías normativas (reglas) y los
~os morales de nuestra sociedad. Esros procesos ínreracovos son bidireccionales, en
los cuales el individuo puede tener un papel activo o pasivo. Mientras que las regla_.s
_sociales v los conceptos de moralidad durante la ninez parezcan ser impuestos exrerna-
~n heterónomo , con la madurez el individuo ·ue a un papel activo en la internali-
zación de las normas sociales; diferenciando las convenciones sooa es e as reglas mora-
ksy abstrayendo y organizando un conjunto personal de principios éticos. El resultado
de este proceso son los códigos de conducta que guían las relaciones y definen las funcio-
nes, así como las responsabilidades entre las personas y los sistemas sociales.
La socialización abarca el ciclo de la vida. Comprende el desarrollo de las emociones y

- -
de la cognición, así como también las creencias y conductas_ Las diferentes teorías de

_, .... ~ - 332
70 Procesos individuales

socialización hacen hincapié en diferentes dominios de la personalidad y del desarrollo


sociaL Se trazaron las cuatro reor~ (psicoanal!tica, de aprendizaje sociaL del desarrollo
cognoscitivo y etológico) que han ten"ido impacto en el estudio de la socialización __Mien-
tras se indicó la fi;:-meza y debilidad de cada enfoque teórico, se nora que la combinación
de abordamienros será probablemente necesaria a fin de entender los procesos que rigen
la socialización_
Justamente como la socialización no es un fenómeno peculiar para ningún periodo de
edad, tampoco es un fenómeno que ocurra en un solo contexto_ Se decidió examinar la
socialización en tres sistemas de reglas (en el hogar, la escuela y. el jurado)_ Sin embargo,
a lo largo de roda la vida las experiencias de socialización se encuenuan en una gran
variedad de marcos_ En verdad, tamo la reiteración de los remas sociales, a través de los
contextos, así como antagonismos entre las creencias y las normas (reglas) observadas
como un movimiento a través de dichos contextos, juegan un papel en promover siste-
mas de valores más maduros e integrados_
Para la niñez temprana y media se enfocó la socialización como ocurre demro de la
familia_ Se anotaron lás relaciones emocionales de los niños con sus padres, los inten-
tos de los padres para conse u ir ue sus hi- os vean al mundo social desde la pers-
pectiva de otros (tomar el papel de) y los inrencos de los propios ni nos de e m en er la
naturaleza de las reglas sociales (así como los proceso__u-omo el aprendizaje por la obsrr-

_ _] vación, refuerzo y castigo) jueganimportames papeles en la socialización _


-Para la adolescencia se consideró la socialización en un marco escolar_ Miemras los
adolescentes están desarrollando- ca ací~des cognoscitivas que deberán dirigirlos a un-a
valoración crítica de la~ reglas sociales y las convenciona es, a veces también las escuelas
pare\=en estar estructuradas para animar O reprimir activamente este proceso_
Por ultimo, se describió. cómo la ex eriencia deser:vir e o el jurado (para el proceso de
Wounded Knec) pareció promover el desarrollo de más madurez y ormas éticas com le-
jas de razonamien!:o legal en los a u! ros-_ En tanto se sabe que la mayoría de las personas
-;dquieren sus c-reencias (ideas)_3cerca-de l~ le-y- y la jusr;_icia a lo l:ugo de su ciclo viral, la
experiencia de_socialización legal de servir de jurado, subraya el aspecto inreracriv-e--e!d-t>e+i---
prQceso_ De-spuÉs de- todo, cada -jt¿rado aportó un~ historia de socialización en el
-co-mexto de_la-cone _ Es~:a_história, -que incluye- experÍeRcias en el hogar, la escuela y la ley,
la reacción de los jurados hacia el juiciQ y su pánicipación en el proceso, ayudó a su vez a
los jura<:fos a reformular e imernalizar nuev()S códigos para guiar su razonamiemo y con-
ducta ps.icolegal subsecuente_

BIBLIOGRAFIA

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3 J ~J
4
Actitudes y creencias

• Introducción: Three Mile lsland


• Definición de actitudes ---------
• Medición de actitudes
• • Formación de actitudes
• Re!:)umen

l.

,;¡

t
:i,:
_A

JJ_..
. • 1·
68
1 2 .. TEORÍA DEJA SOCl/\1.1/./\CJ()N DII . ERENClAL
· MUJER-VARÓN

Poal, M. (1993) Teoría de la socialización inujJ - varón. En dÚé~en~ial


Entrar, quedarse! y avanzar, pp. 69 - 110 Madrid. Editorial stg1J XXI. 1

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m.enina han aume?tad~, tanto respecto a año~ ~~~t~~i~;e~~~·~;,;;;-·r;;~ '


pecto,a las tasa~ _m~scuhn~s (éstas, de hecho, h~n disminuido). Las tí).~,
sas .de ocupacwn ¡femell!na se han mantenido, Jo cual supone en
~eabdad un a¡~ncl si se tiene en cuenta que se mantuvieron incluso
urante.Ja cns¡s (excepto en una ocasión) y que las masculinas han l. INTRODUCCIÓN
de:cend1do. Las rafas d~ colocación femenina han aumentado y ade~ .
mas lo han hecho a un rttmo más acelc;rado que las masculinas. Con- Hemos observado en el capítulo anterior que~s diferencias históri-
secuentemente podríamos hipotetizar que el aumento de las tasas de camente determinadas entre mujeres .y hombres ocasionan una serie
paro ~ ele;ado. y superior al aumento masculino) no se debe ta~to a ·de diferencias entre los sexos respecto a niveles de instrucción, activi-
una ~~s.mmucJon d~ la o1upabilidad femenina tomo a un aumento de dad económica, posibilidades de ocupación, etsJEn el' presente capí-
l a actlVldad de dicho colectivo.
tulo analizaremos en más profundidaq cómo funciona dicho proceso
pero lo haref)1os desde un enfoque distinto: ell!f.!lfoque psicosocíal. Es
decir, describiremos cómo una serie d'e mecanismos .. suúles tienen
como consecuencia que mujeres y hombres piensen y se comporten
de for.ma distint~ En este capítulo' hablaremos, pues, de procesos psi-
cosoCJales; de actitudes y de conductas.
t§.Dtendien~o por socialización eLpr.o.c.eso a través del cual las pcr,
sonas aprende'J!l los valores, expectativas y roles de la sociedad en b
que han nacid~ parto de la base de que: .

. . -1Qicho~'~alorc's, lexpec;tativas y roles· son distintos y son trans-


mitidos de fot¡ma distibta según el sexo al que pertenece cada per-
sona. .i · ·
- Varones y mujeres interiorizan dichos merisa}es diferenciales,
siendo ésta la, razón principal por la cual los sexos acaban pensando y
comportándos~ de forma distint::J

Este capítUlo .sistematiza, por tanto, el proceso a tr~vés del c~al


mujeres y ho~ reciben una socializacíón diferencial 1 y cómo ello ·
genera· consecuencias diferencíales entre los sexos . .
Pero hablar sobre las diferencias de socialización entre mujeres
y hombres requiere cautela y ecuanimidad ya q~e se trata de un te-
·1
1
1
Aunque quizá resulte'obvio, quiero señalar que el proceso de socialización al que
nos referimos no tiene nada qfte ver con la otra ·acepción (quizá la más conocida) del
término, es decir, la que·hacc referencia a la incautación de bienes y su nacionalización.
. ' 71
70 Glor/4 Poal Mafcet 1
Tt?or~ci de la soci4lización diferencia l mujer-varan
'

'ma complejo, polémico y cambiante. Personalmente, cada. vez que aca~émi~o, científico, político, etc.Jj A las primeras se_les en_seña a va-
leo/pienso/ escribo sobre ello me aborda el síndrome del «sÍ; pero no». ¡orar y desear prioritariamente permanecer en el. ámbtto pr;vado pre-
Es decir que, justo cuando pienso/digo «A» inmediatamente pienso · '·pa'rándolas para, y exigiéndoseles que, sean eficaces ~n este. A los
«sÍ, pero también B», y no .acabo de señalar «B» Fuando ya ·pienso «SÍ, hombres, en cambio, se les enseña a valorar y desear m~o'J:orarse Y
1
pero también A». Intentar reflejar este ir y veniit. d1idcas, este pensa- ' pr,ogresar en el ámbito público preparándoles pa~a, y extgtendoseles
miento zigzagueante, manteniendo a la vez una Jier ::t coherencia en el que, sean cfiGaces en éstsj · . ·
discurso, no ha sido tarea fácil. A contiquación lo. esumiré, pue,s, en : - Si lo analizamos neutralmente, observamos que mnguno de
unos cuantos párrafos que faciliten la comprens~ón global ·de lo que esos dos ámbitos es intrínsecamente mejor o peor que el ot.r~. A.mbos
pienso sobre el tema y sirvan de hilo conductor de'l capítulo. '' tienen ventajas y .desventajas, ambos pueden gener~r grattfrcacwnes,
exigencias y disgustos, ambos pueden llegar a ser tgualmente estre-
- Hacer generalizaciones sobre las diferencias ho11).bre-mujer .santes e igualmente atractivos: . . ., .
puede ser peligroso ya que existen otras variables importantes como · ·- Considero, pues, que lo negativo de la s?Clah~acwn dift;ren-
la edad, el nivel sociocconómico, cultural, etc. Pueden darse, pues, si- cial y de sus consecuencias tw so.n las caract~rísti~as inyínsecas·a"_cada
militudes entre personas de distinto sexo pero que tengan la misma 'áJ:nbito sino el hecho de que socialmente se mfrayalore a uno de ellos
1

edad o procedan de igual clase social y, a la inversa, puéden darse di- (él privado) ylel hecho de que se eduque a cad;¡. sexd: para desarro-
ferencias entre personas del mismo sexo si tienen distinta edad o pro- llarse e~ uno s~o de los ámbitci._Esto~o sólo es emp?b:ecedor para
cedencia sociocultural. . _ambos sexos, sino que sitúa a uno de ellos (el que h~ stdo educado
- Sin embargo, y globalmente, podemos decir que.~xisten con- para «lo privado>>) en una pos.ición desv~~tajosa· resp~cto al o~ro, ya
siderables diferencias entre mujeres y hombres, y que esas diferencias que se. le prepara mal para s.u mcorporacwn y progrelo en el ambtto
no se limitan a lo biológico sino que se deben también al hecho de re- «importante» (o sea, el pú~hc~ · . , . : · _.
cibir uno·s mensajes y una educación diferente, es decir, al hecho de - Paralelamente, y c~mo consecuenCia logtca de fO ax;r_e~Ior a la
recibir lo que llamaré una socialización diferencial. As( segun el sexo . vez que causa de' que se mr-nrenga,~ obser;a que ~a equcacwn e.s 9lo·
en el gye les ha tocado nacer, las personas reciben durarúe toda su balmente discriminatoria h:acia la mujer. Asr;l.!od~s los ,entes soctal~za­
vida (no ~t?lo durante su infancia) unos mensajes distintc~s sobre lo dores importantes (familia; enseñanza, lenguaje, medio.s de comum~a­
que de ellas se espera, sobre cómo deben comportarse, sobre qué de- ción y religión) centran su atención en los var0nes r~legand? a. la muJer
b~n sentir y a qué deb·en aspi\a!,l etc. El sexo 2 es, pues, una variable a un segundo término. Esto puede ge~erar en la muJ.er sentimtento.s ~e
diferencial importantísima, porTo cual ~on.sidcro que es ppsible y /í- ioadecuáción, actitudes de·4ependenéta, cornportamtento~ d~ .a~toh.~l-,
cito esbozar algu.nas ideas generales sobre las difcr~n.cias dd¡socializa;- tación, etc., lo cual contribuirá,· a su vez, a mantener la dlscnmmac~~ \
ción mujer-hombre y sus posibles consecuencias. • 1 1 • ¡ - No podcmo.s olvidar, por otra p~rt~, que )os agen~es act1v s
· - t.bas dif~rencias de mensajes y expectativJs r~spe,c'to a cada de la educación infantojuvenil son mayontanamente ~1UJe~es. (ma-
sexo podrían resumirse en una diferencia fundamental: @..]as mujeres dres, abudas, maestras, niñeras ... ) las cüales, hab~endo mtenonzado
.se las educa básicamente para el ámbito privado (domésdco, repro~ los patrones discriminatorios para la mujer, contnbuy~n .a pe.rrct~ar­
ductiv'o, afe.ccivo) y a los hombres. para el ámbito. público (laboral, los en la .e\i~cación de l~s generac~ones fut~ras. La so~tah.za~wn. ~lfe­
:1
rencial, pues, al convertir a la mujer en ob;et~ de la dtscnmmac~on la·
l No pretendo obviar la interesante diferenciación que se ha formulado desde al¡;u-.
transforma en sujeto de ésta, es decir, la convierte en ag~nt~ que con-
nas fuentes respecto a los co'nceptos sexo y gé.nero. Segun ésta,~exo se utilizaría para tribuye a perpetuar dicha discrimin~ción tanto c~ntra s1 misma· como
referirse a las características innatas que diferencian a hembras y varones, mientra.~ que contra las generaciones venideras. Esta es la razon por 1~ _que es t~n
género se utilizaría para· referirse a las diferencias construidas socialmente en función difícil el cambio hacia una mayor igualdad, pero es tamb1Cn la razon
del sexo.:f.or razones prácticas, sin embargo, en este libro, al hablar de la socialización
diferenc!al recibida por mujeres y hombres, utilizaré básicamente los términos sexo, 'por la que las mujeres: podemos (y debemos) ser los agentes del ~~m­
diferencias sexuales, etcétera. bio. En nuestras manos está.
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72 ' l• Gloria Poal Marcct TcorÚI de la socialización difcreriqial mttjcr-varón

~ambién glo~
1
' ·' ' mujer todavía no funcionan del todo y los antiguos esquemas ya no
Considero que a pesar de que . a socialización es
balmente desventa~osa para la muj~r,/la educ~ción recibida por los ·sie~~1p1'e funcÍb1,1an. Y esto no es sólo difícil para las mujeres~os
homb~es no es t~m,poco l.a idónea. Estiss reciben también presiones y .' , hon1bres también están sufriendo presiones de roles para los que no
represwnes de drv~rsos trpos, y el hecho de haber nacido en el sexo ha~ sido educados y tampoco disponen aún de nuev~s modelo~ ~ los
«importante» (y pdr tanto más visible) hace que se les obligue a ajus- que' al:laptarse. Quizá estemos, pues, a mitad. de ca:mmo.' ~ qu1za no
tarse a unos modejos considerablemente rígidos y exigentes, lo cual lleguemos nunca porque la sociedad avanza a pasos ve~tlgmosos ~,ya
se hace a costa de mucha's de sus potencialidades, supone limitaciones que unos retos sustituyen a otros, es posible que «el fm del car::_mo»
y puede generar en; los il)ldividuos y en la sociedad consecuencias ne- simplemente no exista. Es por eso que creo que par: q_u~ las nmas Y
nii'íos de hoy estén a la altura del siglo que les tocara VIVIr no les de-
gativas diversasj ! [. i ,
· - Igualmente, creo qt1e. sería un error considerar que todo aque- bemos educar pensando .en el hoy sino en la sociedad de mas allá del
llo en lo q.u.e hemos ~id.o adoctrinadas las mujeres es n'cgativo. Hay va- afio 2 ooo_ y probablemente sólo valores tan básicos como la autoes-
lor~es, ~osltlvos, ·dc~JdJdamente recuperables/ reivindicables y quizá .
tima, la fl~bilidad, la creatividad capacidad de adaptació~, la ecua-·
y
mas urdes y adaptatiVOS para el rriundo actual y futuro que algunas de nimidad y capacidad de autocuestionamiento, etc., sean resistentes al
las características masculinas. Igualmente pienso que las amas de casa. paso de los años y ayuden a las personas a adaptarse a los constantes
y toda mujer acostumbrada al trabajo doméstico y a la educación de cambios que el futurÓ, incluso el más inmediato, nos depara. ,
los hijos, dispone de un potencial considerable para triunfar en el
mundo laboral. Hasta la actualidad las reivindicaciones de igualdad de y
Las diferencias hombre-Ínujer la situación actual al respecto no
?erechos han sido imprescindibles y cruciales, habícndo supuesto una son, pues, fenómenos si~ples ni estáticos, sino complejos y c.ambian-
1mportante revolución. Pero creo que representan un avance compa- tes. Son fenómenos que no deben ser 'interpretados como s1 de una.
ratlvar.nente menor (aunque necesariamente previo) al que supor{dría moneda inmóvil se tratara (con dos caras, blanco/negro, bueno/malo),
que la sociedad realmente asumiera como propios y s·e beneficiara de sino como si se tratara de una moneda en movimiento (que, al hacerla
a!sunos de los valor.es femeninos. Considero también que la reV.olu- girar sobre sí misma, presenta diferentes facetas) .. ~e creí~o in~ere­
cion que supone la rgualdad de derechos no debe hacerse a costa de sante, por tanto, intentar sistematizar dicha complé¡l¡jad y dmarrusmo
renuriciar a muchos aspectos femeninos p·ositivos, sino a base de apqr~ a través de lo l1_ue llamaré «Teoría de la socializadón diferencial mu-
· társelos a una sociedad aún demasiado retice:nre a asumirlos. Y ésta, es , jer-varón~>. Las ideas que co~ponen esta teoría son desc'ritas en este
una tarea que debemos llévar a cabo .básicamente las mujeres. ' capítulo y el'si~ie.nt,e., pero se hallan subyacentes, de hecho, en la to-
. - cu.ando ~a.blo de la socializ.ació~ ~isc+m~nator.ia ·para la m u~ t , talidad de la pr en e obra. . ·
¡er me reflero bastcamente a la que rec1b1eron las mu¡eres·s9bre las Esta ,teoría no ebe ser considerada, sin embargo, como una con-
que habla este libro, es decir, las nacidas antes de 1976 y que pbr ce¡l,tualización e~haustiva, cerrada y estática, sin~ ~u jeta también a los
tanto está~ ya en edad laboral (16.años). Se da la co~ncidencia·de que , ·cambios que afectan a su propio objet;o de análts1 ~s, por lo qu.e debe
fue a parttr de e·sa fecha que los. valores en nuestros. país cambiaron \1 corhemplarse más bien como una herramienta fle:x;1ble de traba¡o.
• 1

más r~pidame?te y por tanto quizá hoy en día la educación que reci- , 1 1
1
beú mñas y·mños es realmente más igualitaria. Creo decididamente''
' 1 1
.·,Resumidament~ diré que los _p~stulado~ de mi T~O~!A DE LA SO-
CIAL!ZACIÓ.N DIFERENCIAL MUjER-VARÓN son los s1gurentes:
que en algunos aspectos se ha avanzado bastante. · · ' '

-:- Pero demasiad.o a menudo ta~bién terygo la sensación (y de~


' - . La sociedad adoctrina a las personas de forma di;tinta según
mastados datos lo demuestran) de que las cosas no han cambiado
tanto, de que la sociedad sigue sien~o altamente discriminatoria y el sexo en el que han nacido. . . .
que aún queda muchísimo por avanzar. Probablemente estemos en -- Aunque la socialización se recibe de forma espec1almente m-
un momento crítico (no sólo en el sentido de difícil sino también de tensa en la infancia/adolescencia,~ proceso socializador perdura du-
crucial) ya que los nuevos modelos pl~nteados por la liberación de la rante toda la vid']

j
75
Teoría de la socialización diferenci)jl mujer-varón
74 1

mujer sería que ésta fuera capaz de, y estuviera dispuesta a, benefi-
.-. é:~~ socíalizaci~n diferencial determina que, a tr~és de la in- ciarse de sus propias cualidades y potencialidades.
terwnzacwn de mensll¡es di~ti?tos, mujeres y farones 4caben pen- - Por otra parte, podríamos decir queLd, ser socializados_ para un
sando y-actuando ~e f~rma d1stmta.( ¡ ,'
solo ámbito es desventajoso para ambos sexos. La socialización dife-
- Aunqu~ ex1st~r:t algunas drterencias biológicas o~jetivas entre rencial, pues, parcializa y limita a las personas, resultando empobre-
los sexos, las ~¡ferenClas de actitudes y CO!).ductas entre ellps son bási-
cedora para ambos sexos, lo¡ cual genera insatisfacciones diversa;j
cam~nte de ongen social. , ·, · ,
e~ ~ d~ferencias entr~ ~cialización
- El, !¡echo de que la sqcialización diferencial no resulte satisfac-
• :as los sexos que ?icho tipo toria ni para los val·onrs ni p_a'ra bs mujeres h<1. supuesto que, en gene-
gu1e1~ c_ontnbuyen a confmnar la creen:.:1a previa de que los sexos
ral, en la dctnaiidad La tt:ndencia sea a que ninguno de los dos sexos
son ?Jstmtos .Y'. por tanto, contribuyen a justificar la necesidad de ?tcepte ya limitarse al ámbito para el que ha sido socializado. Esto ha
c<?ntmu~r soc1ahzand? a los sexos de forma desiguallfa socialización
determinado (j~nt~ a otros factores) la aparición de cambios sociales
dife_renctal es por tantq un proceso que se autojustifica a sí mismo, es al respecto. En la propia socialización diferencial se hallaba, pues, la
dec1r, que se retroalimentaj · ·
. semilla del cambio.
. --:-, Un_a de la~ principales características que definirían a la socia- 4 - Por lo tanto, aunque la socialización diferencial es (como de-
hzacwn dJfere,nCla_l es quel!:L ca_da sexo se le orienta y se le prepara cíamos) un proceso que se retroalimenta, e·s también un proceso que se
para un solo amblto:\a las mu¡eres para el ámbito privado y a los
hombres para el púb'ITc~ . · autodestruye. . .
- Los mencionados cambios sociales determinan que en la ac-
. - Ya que cada uno de es?~· ámbitos presenta ventajas y .desve~- tualidad se espere y se exija dé cada sexo cosas distintas a aquellas
. ta¡a~ _Y puede s_er en parte grauhcante y en par~e frustrante, la sociali-. para las que habían sido socializados, lo cual convierte a la sociali-
~aczon que reabe cad~ uno de los sexos tiene aspeCtos positivos/venta-·
. zación diferencial no sólo en insatisfactoria sino también en poco
;osos y aspectos negatzvosldesventajosos. · ·
'adaptativa. Tanto mujeres como varones se hallan 'PtJes, hoy en día,
-:- Si1_1 _em~argo, el h_echo de que ~ocialmente se considere a uno ante una sin¡ación compleja para la que no disponen de claros mo-
?e d_1chos am?lt~s ~el p_r,Jvado ~ como men<?s prestigioso, s~pone una
Clelos. ·
1~1portant~ dzscnmmaaon hac1a el sexo que ha sido socializado para 1
' ,1 El tipo de socia'Lización (diferencial) que reciben mujeres y
1 '-

' hon;rbres dobería,. por tantof ser re~isada y modif~cada~ ipero no con un
d1cho amb1t0 (las mujeres). .
. -:- L_a~ mujer.es, por tanto, deben'tener. ~onsciencia de dicha dis- 1 objetivo· homogeneizadbr p uniformizador, súu:) con ia finalújad de
• cnmmacwo para· n~ reprodu~irla en sus propias actitudes y conduc- , que varones y mujeres lleguen a ser personas menos parcia/izadas y
tas. Y e~to e_s esp_ecJalmente Importante no sólo para su propio, bie-
disf'ruten de mayor~s, P?sibilidaqes de :L~cció~.\ ~a_s petson~s deberían
nestar _s;no también po·r ser ell~s las principales responsable; de la ser t!'atadas en funoon de sus .caractenst1cas mdiv1duajes y no en fun-
e~~cac10n d~ las nuevas generacw~es. Al ser objeto .de la discrimina-
E:ión d~, su pertenencia a un colectivo determinado (e$ este caso a un
non, las mu;eres se han convertido también en sujeto activo de -ésta
sexo d,eterminado). Igu'almentc, los valores que deberían fomentar~
por, lo cual el poder de cambiar la s'ituáción se halla en gran medúl.a e~
, . ~tanto· en la e.duca.cióh dr las generaciones más jóv~nes comci, por
manos de '/.as propias mujeres.
ejemplo,, en: los procesos fü'rmativos con personas ad~l~as)0-,on aque-
- La socialización rec~~ida' por las mujeres p'resenta, por otra
llos _valor~s de car.ácter:b~~ico y' más_ res_is:entes al paso del tiemp_o. Es
l
parte, alg~r:os aspe~tos pos1ttyos que generarán en aquellas cu'alida-
dee1r, valores que 'perm~~an a los md1v1duos prom9ver cambws y
des Y ~ab1hdades d1versas, las cuales'vendrán a añadirse a las que, de
adaptarse a las nuevas situaciones: la autoestima, la tOlerancia, la ca-
forma mn~~~' pued~ presentar el colectivo femenino. Dichas ventajas.
pacidad crítica y autocrítica, la creatividad, etcéter:J ·
Y caractcrzstzcas postttvas deben ser recuperadas, potenciadas y divul-
g~das Y; en el caso que nos ocupa, transferidas al mundo laboral,
szendo estas tareas que pueden y deben llevar a cabo básicamente· las
propias mujeres. Una de hs claves de h mejoca en 11 situoción de¡h
¡' !
1 1
76 1 1

Glori4 Poal !v! arcet TeorÚl de la so~(ización diferencial mujer-varón 77


1!
1

sonas de form a sutil y durante toda su vida. A su vez, todas las per-
IL LA SOCIALIZACIÓN
sonas son entes socializadores de todas las personas, ejemplo de lo
:'c~al es g u e a! menudo nos influyen no sólo los comentarios de las
Entendemos por socialización el proceso a través del cual las perso- ,)ersonas más 'cercanas a nosotros, sino también las de los compañe-
nas aprenden los valores, expectativas y costumbres de la sociedad en ·~os de trabaj0'1 los simples conocidos o incluso los desconocidos. La
lq. que han nacido. Así, la familia, los amigos, la escuela, la televisión, socialización 'i·epresenta, por tanto, un fenómeno múltiple y un pro-
los compaileros de trabajo, etc., nos van transmitiendo continua- ceso dinámico.
mente los parán:etros dentro de lo~ cuales se permite y se_ .espera que ~ungue las persona~ no somos receptores totalmente pasivos de
las personas a~tuen en nues.tra SO~ie?ad.¡ Es en la infancia cuando se los mensajes que nos son transmitidos, éstos influencian considera-
r~ciben los pnme~os mensaJes sociahzadtrres los cuales, por ser reci- blemente la forma en que pensamos y sentimos respecto a los demás
bidos en una etapa de gran influenciabilidad, tienen un poderoso y a nosotros mismos. La so'cialización que vamos interiorizando nos
efect.o. La persona, ya de niña, aprende qué es lo que en su culrura es condiciona y crea neces)dades internas que nos motivan o reprimen y
c?nside~ado correc~o, adecuado y pertinente, aprendiendo también a que determinan nuestl·o comportamiento. La socialización moldea
diferenCiarlo de lo mcorrecto, inadecuado o no deseable. Es en estas pues;. en gran medida, nuestros peqs;\mientos, sentimientos y con-
edades tempranas cuando, a través de mecanismos de imitaoon e duc,t;t~Afortunadamerite, sin embargo, nosotros mismos somos tam-
identificación, se i,nternalizan .modelos de pensamiento y conducta', bién (podemos y¡ debemos ser) el principal y más potente motor de
respecto a los demas y-a uno inismo.¡ . . . autdcuestionamiepto y cambio.
Si~ em~ar?o, la infancia no es ef único iy¡omento en que se reci- L socialización tiene 'por una parte una funci6n homogeneiza-
b.en e i~t.erronzan los mensajes socializadot[es. De hecho, he prefe- , ~o Así, existen un~ sfrie de non:us y expectat!vas soci~les que son
ndo utilizar el término «socialización» frente al de «educación»
porg.~e este últin: o se halla .muy asociado a la etapa infantojuvenil y
t'gu . s para todas 1,. personas tlaodas en una misma sociedad o cul-
tur,a. Pero la sociali adón tiene también, y principalmente, una fun-
ademas en demas~adas ocaswnes se confunde con cuestiones de tipo
1

ción dij'erencia~ora· ~~~:e rea~iza en base a dive.rsas variables': edad,


ac~démic~. Por sbciali.zación en cambio ent: endemos. un concepto sexo, mvel socwe.co'rto$co y cultural, etc. Por eJemplo, una persona
mas amplw, que ~e refiere a un sutil proces de transmisión de va- . de un nivel sociocultudl determinado no recibe .los mismos mensajes
lores, no reahzad:o solamente por personas .o coléctivos concretos ·y no se le socializa en bas.e a los mismos _valores que una persona d.e
sino por la sociedad en general, de forma nd necesariamente inten·- otro nivel s~·cíoc:;uliur::!l, y las expectativas que sobre ellas s'e depo~i­
cionada o no conSc-ientemente planificada, y que los individuos; re~ . Ú.n son también distintas. Igualmente,. no es.lo mismo na:cer en un
c~bc;n a ló .largo d~ toda su vid.a. De alguna manera los mensajes so-.' mom,ento históric.o determinado que en otro, y las distintas genera-
oalizadores se ha~lan incorpor¡1dos de forma a menudo inconsciente .·c~opes reoibet) distintos patrones y valores, razón por la cual la edad
en la sociedad como colectivo, y por tanto es como si «flotaran en es otra 'importante variable. Tampoco se socializa p_or igual a los va-
.el ambiente>> impfegnahdo de'forma sutil la vida de los. individuos. rones que a las hembras, por lo que el sexo se convierte t~mbién en
Así, aparte d~ lod ~nt~s socializadores cláskos formados por nú-· uiu·varíable muy imp<;mante.
cleos ?e personar (coro la' !am.ilia y la d~uela). que transmiten Li ·socialización y sus consecuencias son, pu.es., fenómenos com-
mensaJeS concretos con una fwaltdad educattva, extsten otros entes plejos de analizar ya que s'e cruzan las influ~ncias de 'diyersas ·varia-
. socializadores, co_mo po.r ·ejemplo~¡ lenguaJ1 que '~ransmiten a lo bles. Así, hablar sobre las diferenéias de socialización entre mujeres y
_largo de toda la vida suttles mensajes que no están siendo intencio- hombres es un tema delicado ya que pueden existir grandes sim.ilitu-
nadamente planificados en la actualidad, sino que fueron codifica- . des entre personas de distinto sexo pero igual edad o nivel sociocul-
dos en un principio lejano y se van transmitiendo de generación en tural e importantes diferencias entre personas que sean de un mismo
gen_eración.~ medios de comunicació~?n otro ejemplo de ente sexo pero tengan distinta edad o nivel sociocultural. Podríamos refle-
sonahzador que va moldeando las expectativas y deseos de las per-· jar esto en el cuadro siguiente:
1 1

/
, ' Teoría de La soci<zlización diferencial rnujer-v~ró1~
78 Glori<z Poal Marcet

CUADRO 2. Interrelación entre algunas de las variables en base a las qu~ se


realiza La socialización 3 ' Ill.

Nivel sociocultural BAJO Nivel sociocultural ALTO L!J.~ factor clave en el proceso dT soc~al!z:ción esL}a tran~~i~ión de r~­
~Entendemos por rol (aun9-~e extstman. muchas defmtcwnes posi-
Infan- Adoles- juven- Adul-
ci<z cencia tud tez
Senec- Infan- Adoles- Juven- A'dul- Senec-
tud cencw tud tez tud
bles) el·conjunto de expectativas compartidas acerca de la condu~ta
de quienes ocupal). posiciones¡ específicas en .ur:a. estructura so~~
Cta

Muje-
Así, podríamos·hablar,del rol de madre, que es d1stmto al de los hiJOS
res A B e F G H
9 al del padre, esperárl.dose conductas distintas de cada uno de ellos.
Hom- Igualmente el rol de jÚa o directora es distinto al rol de sus emplea-
bres D E J K
dos. A veces es decididamente imposible que una misma perso~a de-
A= Niña de nivel sociocultural bajo F =Niña de nivel sociocultural alto tente dos· roles distintos, otras veces los roles son complemcntanos, y
B =Adulta de nivel sociocpltural bajo G =Adulta de nivel sociocultural alto
C := Ancia.na de nivel socidcultural bajo H =Anciana de nivel sociocultural alto
a veces se dan situaciones en que una misma persona tiene dos roles
D = Niño de nivel sociocultural bajo I =Niño de nivel sociocultural alto difícilmente compagi.nabies.
E = Chico de nivel sociocultural bajo J ~·Adolescente varón de nivel alto Dt:sde luego, si dos roles son transmitidos de forma claramente
K = Anciano de nivel sociocultural alto
diferenciada éstos son] el masculino y el femenino. Nuestra· sociedad
Este cuadro que interrelacior:a.l~s tres. v~ria~les nqrmite ob- adoctrina a las ,person!as de fo~ma distinta y tiene expectat~v~s dife~
se~a~, pues, que l~s personas reCJbtran socta!tzacwnes. dtstmtas según rentes sobre ellas en flinción de su sexo, y ya desde el naCimiento a
se sttuen en los dtstmtos cuadrantes de las tablas. Las consecuencias los niños se les vis'te y se les educa de forma distinta que a las niñas.
~e dichq socializ~ci~n. determinarán considerables diferencias y simi- Aunque sería más lógico que las diferencias realmente existentes en-
laudes entre los mdivJduos. Así, pues, la variable edad puede ser cru- tre los sexos fueran paliadas o compensadas, la sociedad más bi~1: las
cial: existen por ejemplo importantes diferencias entre una niña y una incrementa y exacerba. Un 'símil deportivo puede sernos de uttltdad
anctana aunque ambas sean de igual sexo y nivel cultural (entre A al respecto. ~uando· en gimnasia se observa q~e et. lado derecho ?el
y e, .:_ntre F y H), y exist~n .importantes similituqes entre una niña y. cuerpo está en general más desarrollado que el IzqUierdo lo que se m-
un nmo aunque sean de distmto sexo y nivel socio·cultutal (entre A e tenta es balancearlo. Para ello sería ridículo ejercitar ambos lados por
I, ·entre D y F). Por qtra parte la variable nivel sociocultural t;s tam- ig.ual o, aun más absurdo, ejercitar más el de:echo a c.o.sta. del i~­
bié~ él ave, existiendo considerables diferencias entre do~· ·.tp.ujeres · quierdo. Lo que debería hacerse para con~egm.r un equihbno s~na;.
adultas de distinto nivel aunque sean de igual sexo y edad (entre B y · por ejemplo, diez ejercicios .con ·el brazo lZquterdo·por ca~a .cmco
. ~).'.así como sirni~itudes e~tre personas de igual nivel a':lhque sean de que se hacen con el derecho. Parece, sin embargo, que ~sta lo~tca no
dtstmto sexo· y edad (por e¡emplo, entre el joven ij y¡ la adulta B o en- .se aplica .:;n la socialización que recibimos. Aunque eXJsten diferen-
tre la niña F y el adolescente J ). La. variable sdo ~'s igu,almente im- cias biológicas obvias entre los sexos, .es evidente que lo social tiene
port~n.te, ex~stiendo d~ferencias y simi~itud~s sexu,al s' que t~aspasa~án, un peso también muy importante. Sería demasiado extenso discutir
las otras vanables. Ast, a pesar de la d1vers1dad de e , ad y n'tvel sociO- aquí hasta qué punto las diferencias que presentan ho.mbres y r:nuie-
cultural habrán similitudes entre A, B, e, F, G y!H'a'sí como impor- res sori innatas o aprendidas, pero supongéj.mos, ,por e¡emplo, que las
tantes diferencias entre éstas ylas personas del otro sexo (D,E,I,j,Iq' niñas tuvieran realmente mayor tendencia !a ser ,afectivas e intimistas
l~s cuales, a su vez, presentarán similitudes entre sí aunque s.ean de y los niños a ser más aetivos y competitivos.~
edades y procedencias socioculturales distintas. sociª-~ión intentara equilibra . . · , · ntes entre los
sex-~s pro~ en os varones una m\lyor · ensi~i · &solí ari,:_.
3 Los niveles socioculturales son, en realidad, un continúum y obtendríamos ;t~Í . . . r . . .. u~of11ía sx~~or ot~a
ta~tas tablas como categorías utilizaramos (por ejemplo:· medio-alto, medio, medi'o-
ba¡o, etc.) pero a efectos prácticos hemos incluido aquí sólo los, dos extremos ..
-· . . -- ------------]··-- 1 .
parte, ello fuera en detrimento deJ;¡.D~nde~~-

NQ6 -23
1
1

Teoría de la socia(ización diferencial mujer-varón 81

sexo. Pero la socicJad (<1. quien lo anterior parece obvia~~nte no inte~· •


l. ~ia importan~es esfuerzos y logro;,(J}Q permitiéndoseles, por otra
rcsar) más bien crea esas diferencias o incrementa las existentes, edu- parte, expresar miedo o inseguridach Los niños, pues, se encuentran
cando a los sexos de forma tan divergente q~e acaban condenados a' ante la difícil paradoja de intentar ser los mejores pero reprimiendo
no entenderse. ' .los temores que dicha carrera generará. Expectativas y exigencias
1 ¡'
' 1
pueden convertirse en una opresiva red que induzca en niños/jóve-
nes/hombres niveles considerables de ansiedad (respecto a su capaci-
Ili.l. Nacer varón i dad para cumplir lo que se espera de ellos) así como sentimientos de
ii . . 1
' fracaso· y frustración (en caso de no llegar a los estándares)f Estar
e omo sena
- I'b ·
a amos · la introducción
en · de este capítulo (y tal como
· siempre en primer plano representando al «sexo importante» y vién-
desa:rollarem~s .~ás adelan_te}ltQ9os los entes¡ socializadores (familia, dose impelido a emular a héroes diversos puede ser desde luego exci-
ensenan~a, r~hgton, lenguaje, medios de comunicació~tc.) centran tante, pero también puede resultar demasiado desafiante y psicológi~
su atenc1~n en loJ ,va.rones, considerando el sexo masculino como el camente agotador. Algunos hombres se quejan ya de ello. Frank ·
protagomsta y trias Importante, y relegando al femenino a un se- Cardelle \ analista del rema e impulsor de talleres. de trabajo grupal
/ . 1
gun do .termmo ... '· .. ¡ . . . . . COf! varones, considera ·que:
&r va.rón es, !pues, consi~er~~Iemente ventajoso y~ que supone
1

haber nactdo en L\n sexjo que msptra orgullo'y prestigio. A los hom- Se espera ele nosotros que seamos dominantes, fuertes, que nos hagamos
bres, por e.l simpl? hec~o de ~erlo, ~es ofre~en ventajas y se les pre- cargo de muchas COS:tS, que siempre sepamos qué hacer, y éstas SOn expeÚa-
tivas inhumanas ~n la sociedad moderna que acarrean estrés, minan la energía
suponen vtrtu~es que las ·muJeres deben ganarse a pulso. Igualmente,
y vii'alidad y nos hacen sentir aislados. . .
los varo~es dtsponen de mayores libertades y se les permiten más
.transgresiOnes. Así, a los niños se les permite e incluso fomenta el ser Los varones deben, ~demás, afrontar retos y desafíos con poco
rr:~s activos, travies~s, agresivos, aventureros y: desc1,.1idados que las apoyo afectivo ya que se espera que serán qpaces de hacerlo sin
ntnas. To?olo ant~n~r gene~a~á.en.los varones sentimientos de' orgu- afucia. f\.s.í, ~'niños se les conforta poco afectivament~ Está de-
llo, segun~ad enst.mtsn:os, mtctatJva, tendencia a la acción y a la in- mosrrad:o, por ejemplo, que a las bebés se las acaricia más que a los
~ependenct~t<\,rEsto vtene.reforzado por el ~echo de que a los ni~
bebés y ~e atiende más rápidamente a su llanto (18). En general po-
. ~o.s y adof~centts ~e les ~stimula más que a las niñas y chicas hacia el dríamo~· decir tqmbi~n que lo.s adultos son más cariñ<?sos, tierno~ y
e~tto, presta~doseles más apoyo y atención para que alcarrcen metas
delicad?s con 11s niñas que con los ni.ños. No olvid~m.os tampo<;:o
dtver~as de ttpo ·académico, ·deportivo y, sobre todo; económic..9.J
que los'idatos sobre maltrato infantil demuestran ,que los niños son
St.r: embargo, nace~ el?- el sexo protagonista y prestigiado tiene ·más susdepiibles de ser maltratados que las niñas. Así, según un estu-
· ta~~ten ~u~ desventa;a,s ya que supone cargar sobre sus espaldas dio de la Generalitat de Catalunya (24 ), entre los maltratados el
multtples e Importantes expectativas. Así,~ espera que los niños/jó- 57,2% s.on niños y el42,8% son niñas 5 • Aunque los.maltratos it1fan-
venes/hom?res se co.mporten permanentemente como seres agudos, tiles representar¡ casos extremos, no deja ·de ser. significativo respecto
capaces, extto.sos, valteJ:?,tes y que no. traicionen la esperanza de ser el a la ~de4, de que los adultos tenderían a ser menos pacientes y. cariño-
sexo f1,1erte sobre el éual recae el progreso' y el futuro del mundo. sos, m~~ negligentes (en cuanto a cuidados básicos) y más exigentes
Esto puede ser. estimulante y suponer un iq¡.porÍ:ante in<;:entivo hacia con lo1, ni9o_: que con l~s niñas, pues se espera de aquellos que, ya
la autosuperactón, pero puede también gerter~r sufrimient~Parece
desde ~nos,·se espabtlen por su cuenta.. , ,
demostrado que, por razones hormonales,! ex1ste una tendencia in-
. nat~ de los varones hacia la competitividad, pero esto viene refo;zado
soe1alme~te .a través del imperativo que se impone a: los varones de ' <<La liberación masculina». Entrevista a Frank (::ardelle, Integral, núm. 127, julio
ser los. mas hstos, lo~ más fuertes, los más rápidos, etc. f:g·a que cum~ . de 1990. · 1

5 Este dato podría estar sesgado por el hecho dJ que un tipo de maltrato más fre-
plan dtchas expectativas a los varones se les exigen ya cfeSde su infan- cuente en las niñas es,";:l de tipo sexual, el cual es más! difícilmente detectable.
82 florU¡ Poal Ma;Jet ' Teo'l'ztz de la socialización diferencial nmjer-varón 83

l '
/.!::a sociedad, pues, espera mucho de los hombres,: por lo cual les é'ste seguridad en sí mismo y capacidad para el éxito, puede volverse
exige mucho pero también les estimula y alient1 a nivel intelectual y en su contra al convertirse en un exceso de confianza que infravalore
práctico para que alcancen los estándares. Parii.)eiamente se confía sus necesidades de apoyo emocional o en un exceso de exigencias que
mucho en ellos, por lo cual se sobrevaloran sus d~p c,idades e infrava- "' bloquee sus capacidades.
loran sus necesidades de apoyo y expresión afe:cti 'a. Igualmente se' En general podríamos decir que el proceso socializador funciona
les brindan grandes libertades, pero también se Íeslreprimen algunas aproximadamente de la siguiente manera: partiendo de unas ideas
de sus potencialidades, básicamente las relacidna das con la esfef¡1
1

preconcebidas respecto a las características de cada sexo, y partiendo


afectiva. Aunque a los varones se les permite expresar algunos senti- de unos intereses previos respecto a la importancia a otorgarle a.i:ada
mientos de tipo negativo (disgusto, agresividad ... ), en general se les • uno, se les socializa de una manera determínada (prácticamente
\ '
reprime la expresión (al menos, la expresión positiva) de los afectosJ opuesta la una a la otra), lo cual tendr.i una serie de consecuencias que
Así, a los. hombres se les presupone menos emotividad y ~scas·as r1z; 'tenderán a confirmar los supuestos previos respecto a las.características
cesidades afectivas, no pretendiéndose tampoco que desarrollen qi- e importancia de cada sexo.
chos aspectos. El que a tln· niño se le diga despectivamente «llorar 'es · · Presentamos a continuación el-cuadro 3 que resume algunos de
de niñas» es obviamente ofensivo p_ara éstas pero·también muy repre- los aspectos de la socialización_masculina y sus posibles consecuen-
sor pai:a el niño. Así, a éstos no sólo no se les fomenta sino que mu- cias ventajosas/desventajosas, y que resulta ilustrativo respecto al
chas veces se les repri-men activamente valores como la ternura y sen- proceso de socialización en sí. Lógicamente no pret~nde ser un cua-.
sibiLidad o la capacidad para expresar sentimientos, para dar y recibir dro exhaustivo ni gerieralizable a la absoluta totalidad del colectivo
cariño,. etc. Tampoco se les permiten «debilidades» o «veleidades" masculino, pero considero que puede resultar útil y clarificador.
que pueden cumplir la función de saludables válvulas de escape, es- ·A modo de resume'n podríamos decir que, por el hecho de perte~
tigmatizándose o malpensándose del niño que tiende a ser inseguro, ne'CCr al sexo considerad:o socialmente como .el más fuerte e impor-
tímido, llorón, sensual o coqueto. El niño/joven/hombre r~cibc men- tante, a los individuos nacidos en éste se les tiende a sobrevalorar, so-
sajes como: <<Debes ser fuerte, inconmovible y valeroso», i«debes sa- breexigir e infraproteger. ·
lirte con la tuya, por difícil que sea, sin dar el brazo a torcer y sin dar ·
muestras de debilidad>>, «ser blando, sentimental o débil es de infe~
riore~», .«debe~ resolver to~os los p:oblemas técnicos: ~rganizativos, III.2. Nacer mujer
econom1cos e mcluso afcct1vos C0!1lmpetu, durezá y ex1tdt. Todo lo·
anterior puede generar aspectos positivos· como predispo$ición a la · Las mujeres, a la inversa, pertenecen_ al sexo socialmente considerado
au~oex:igencia, iniciativa,. segu'ridad 'en sí mismos, f::ap·a~id<l;tl de deci- como secundario y menos fuerte, por l,o cual a las person,as r:acidas erz
sión y de autosi.tperación, pero también negativos como tendencia a
1

este sexo se las tiende a infrav.alorar, infraestimular y sobreproteger.


la excesiva ·competitividad, agresividad,_ terquedad, bloquee afectivo, Hablaremos 11;1ás específicamente sobre la socialización. femenina
poca tolerancia a la frustración,. inseguridad y sentim,ientps late;ntes en el capítulo_~ pero,adelantarerpos ~quí algunas ideast_!:Iab~r -?acido en
de insatisfacción. Incluso aunque algunos dé estos· aspectos (como la el sexo cons1derado compleméntano puede gener.ar sentlmwnto.s de
competitividad) sean a~aptativQs para una sociedad como la nuestra, y
inadecuación baja autoestim~. Paralelamente 'se presupone que las
llevados al extrem.o pueden ser socialmente conflictivos y personal- mujeres ·son física y afectiva:mdnte más frágile~ que los hombres, y se
mente insatisfactorios. . presupone ·también que a una ;mujer le acecharán más peligrqs. y su-
Como v'emos, afgunas consecuencias pueden parecer contradicto- frimientos· que a un h~mbre (sean de tipo externo como violaciones,
rias. Esto es parcialmente lógico ya que la socialización masculina abusos y agresiones diversas, o naturales como la menstruación y el
tiene ventajas que generarán, por ejemplo, seguridad en uno mismo y pano). Todo lo anterior conduce a que a las mujeres se les limiten las
desventajas que generarrn lo contrario. De hecho, la confianza que se libertades y se tienda a sobreprotegerlas, lo cual puede generar en és-
deposita en las posibiliqades y c<tpacidades del varón para generar en tas pasividad, miedo y tendencia a la autolimitación. Igualmente, el
...,1
•i

84 Gloria Poal Marcet Teoría de la sor:ializaci~~ diferencial mujer-varón 85

CUADRO 3. Procese) socializador masculino por ejemplo, sociolaboral. Así pues, no se les estimula suficientt>-
mente hácia el logro y la competitividad, se les exige por debajo de
r---~---------------~--~-------------------_,·~--~'"--·~---------~--~·
.• '1] s,us posibilid,ades reales y no se les ofrece tanta atención y apoyo en b
En comparacwn con; as
mujeres, a los varon~s. .. Por lo tanto ... Posibles consecuencias , obt,encióH de metas académicas o laborales como a los varone~
Por otra parte, ser «telón de fondo» en vez de protagontsta, no
- Se les considera el Jexo ser el foco de la atención ni de grandes expectativas E~~e sus ventajas:
fuerte e importanti!, y
~e ¡netcnde que\ lo
se puede pasar más desapercibida, desarrollarse en m 'or libertad al
SCJn. 1 -Afectivamente se les - Afectividad insatisfe- ritmo propio, con mayor capacidad de maniobra/rectificación y, por
1 atiende y conforta me-- cha/ sufrimiento. tanto, mayor margen de tolerancia a los errores y menor ansi~
j 1 nos. Esto favorece el aprendizaje y el desarrollo, lo.s cuales vienen tambren
- Se les presupone me- - Inhibiclón afecti-
favorecidos por un ambiente afectivamente más ·cálido que el que ro-
. nos emotividad y les- Se potencia poco o in- va/frialdad, distancia-
casas necesidades af;ec- cluso reprime su emo- miento, desapego. dea a los varo'nes. Igualmen~c, se les, permiten válvulas de escape di-
tivas. Además noi se tividad y sensibilidad. _y~rsas. como el poder expresar los miedos e inseguridades. Todo lo
pretende que desarro- -- Seguridad en sí mismo.
llen su esfera afectiva, - Se 'les protege menos. Org~llo.
anterior puede generar una buena autoestima básica, un bu~n nivel de
tolerancia a la frustración y una buena capacidad para reconocer y
- Se les presupone más - Se les exige más. - !Jldependencia .. rectificar los propios errores así como para s'olicitar ayuda, todo lo
fuerza y capacidad.
- Se confía más en ellos. - Iniciativa/ tendencia a
cual, a su vez, mejora las posibilidades de aprendizaje, desarrollo y
- Se espera más de ellos. la acclón. autosuperacíón. ·
- Se les da rriás libertad. El cuadro 4 p'uede ser ilustrativo al respecto.
- Se cree que les ;¡cecha- - Predisposición a la au-
Como vemos,· aparecen también consecuencias que pueden pare-
rán menos peligros Y· -Se les estimula más roexi.gencia.
sufrimientos pero que hacia el éxito y la cer contradictorias,. lo cual se debe a que aspectos socializadores que
deberán afrohtar más competitividad .. - Capaci~Jad para la -au- pueden ser positivos llevados al extremo· resultaran negativos. -Así,
retcis y desafíos. Se rosuperaci·ón. por ejemplo, que no se les presione hacia el éxito o que se les permita
presupone que sabran - Se potencia su arroJO
afrontar éstos eficaz y y agresividad. - Sentimientos de sobre' la expresión ·de inseguridades y temores puede. facilitar el aprendizaje
valerosamente. exigencia: estrés, irlsí'- a ritmo propio, generar menor ansiedad respecto a los' propios erro-
- Se. les reprime la exis- gtiridad, ·. : res, etc., pero que no se Les estimule hacia el éxito o que se les fomente
tencia y expresión de
sen'ti miento$ como ·- Dificultad' eh autocon-
la exp~esíón de temores puede generar apatía, inseguridad, tendencia
miedo, inse'guridad, l. . -forrarse, en sompren-, 1 a la delegación, poca iniciativa, etcétera. · ·
equivocación, tristeza. ¡ der y consolat·. '
1

i- Tendencia a la ,terque-
¡ dad 1 agresividad. 1 .¡'
IIU.
u
M ujer-priv4dd 1 hombre-público_
' 1
- Pre~unció~, suficien:
• 1

· M_uchas de las cosas q'!Je acabamos de decir r.especto a la diferente edu-


cia. Dificu!ta<;l en reco-
·noccr errores y en pe- cación que reciben las pers9nas de distinto sexd convergen en una idea
dir ayuda. 'clav~: A los hombres se les socializa para el ámbito público y a las mu-
jeres para el privado. Podríamos decir que existen diferencias físicas y
.- 1 . hormonales entre los sexos que explicarían parcialmente una cierta ten-
~exo femenino está infravalorado, por lo cual Sf espera menos de las dencia femenina a los ámbitos interpersonales y una cierta tendencia
mujeres que de los hombres, confiándÓse menos en ellas, y no se es- masculina a las actividades instrumentales. Así, los hombres tienen ma-
pera ni se pretende que deban afrontar retos o desafíos de carácter, yor musculatura y fuerza física, mayor tendencia a la agresividad y
1

86 Glo~r Poal Marcet Teoría de la socialización diferencial mujer-varón 87


1
1

CUADRO 4. Proceso socializador femenino ·' competitividad así como mejor percepción espacfal que las mujeres,
mientras que éstas tienen mayor habilidad manu~l, mejor compren-
sión/expresión verbal y menor tendencia a la agresividad/competitivi-
En comparación con los
Por lo tanto ... Posibles co'nsecuc~cias dad que los hombres. 'Pero es difícil determinar ddnde acaba lo innato
varones, a las mujeres ...
y comienza lo aprendido y lo cierto es' que, di~erencias biológicas
- Se, ks considera el aparte, la sociedad tierde a encasillar a cada sexo; en un ámbito con-
sexo débil y secunda-
rio, y se pretende que creto y claramente diferenciado del ;tro. Así,'l!:.e ,cada sexo se espera
lo sean. - Afectivamente se lq que sea exitoso básicamente en un solo ámbito y se' le adiestra para ello,
atiende y conforta -Posibilidad de una educándose/e para que desee estar y disfrute en ese ámbito y para que
más. buena autocstima bá-
Sica.
valore su felicidad en función del éxito en él. .
- Se les presupone más
emotividad e impor- - S~ po.tencia su sens~b¡:·' En el caso de las m~jeres, el ámbito en cuestión es el privado (fami-
tantes necesida'des lidad y la expresÍÓ!'J de - Caiacidad par~ aut?- liar, doméstico, afectiv'o), y ya que se pretende que permanezcan y se
afectivas. Se pretende afectos.· co ortarse ast con¡o
limiten a él, se les educa en los valores afectivos, la dependencia y 'la· au-
desarrollar su esfera par. COil)prender y
afectiva. consolar. tolimitación de talentos y ambiciones extradomésticas. De las mujeres
se espera que asuman la mayoría de las tareas ;eproductivas de la socie-
1

- Se les exige menos.


- Buen margen de ma- dad, es decir, todas las relacionadas con la reproducción de la vida en
- Se les presupone rrie- niobrabilidad y error.
nos fuerzá y capaci- Posibilidad de apren- un sentido amplio: alumbramiento y crianza de los hijo.s, cuidados físi- ·
dad. di7.aje y desarrollo a cos y apoyo afectivo de la célula familiar (hijos, cónyuge y ancianos),
ritmo propio. etc. Por esta razón se les orienta hacia la intimidad, las relaciones Ínter-
- Se espera menos' de. - No reciben presiones;
exigencias ni tampoco - Tolerancia a la frustra-
. personales (vinculadas po'r lazos afectivos), y las esferas microsociales
ellas.
estímulos hacia el lo- ción.
1 '
,1 1
', (relaciones de pareja, amistad, grupos pequ.eños ... ~ A las mujeres no ·se
gro, el éxito y la com- les socia.liza para que consideren el trabajo fueraderhogar y la manu-
petitividad. - C~pacidad· para la au-
tención económica propia y de sus hijos como una obligación priorita-
tosuper:i.ción.
'ri~ ni c;orno un valor intrínseco a su .condición de mujer, por lo que se
- Capacida;d· par·a reco- les indu'ce a una dependencia económica que probablemente generará
·- Se confía menos en nocer los propios también dep:endencia afectiva y de 'acclQcl Tienen, sin embargo, ·a dife-
ellas. errores.
rencia de los hombres, la posibilidad de escoger entre dos opciones: ca-:-
- Tendencia a la depen- sarsc/ser mantenidas o ser económicamente a<::tivas (sea para automan-
. ciencia. \eherse o para contrib~ir a la ecqnomía f¡1miliar). .
- Se cree que les. acecha- - Se tiende· a sobrepro-
- lnfravaloración!Inse-
[A.los h<;Jmbre~ a la inversa,~ les socializa para que se incorpo-
rán más peligros y su- tegerlas y a limitar sus
frimientcis. No se es- libertades. guridad. Poca con- ren y progresen en el ámbit:o público (laboral, profesional, acadé-
pera que deban afron- fianza en sí ¡nisma>. mico, tecnoló'gico, 'político, 'científico). ~¡ valor trabajo (remunerado)
. tar demasiados retos y - Se les permiten e in-·· Baja autoestima.
se les inculca como definitorio de su con.dición de hombre, y el auto-
desafíos. · cluso fomentan los
. sentimientos de temor - Poca motivación hacia mantener·se y/o sustentar. económicamente a su familia se les señala
e inseguridaq. el logro, el éxito y la como opción única y obligación prioritaria. A lo~ varone.s, pues, se
competitividad. les ofrece desde pequeños una considerable libertad de acción y elec-
- Se reprime su intrepi-
dez, su· agresividad, -· Poca tendencia a la ac- ción, se les estimula la diversificación de talentos y ambiciones, se les
fomentándose su pru- ción y a tomar la ini- orienta hacia la iniciativa y la acción. Paralelamente, se les reprime la
dencia y delicadeza. ciativa. esfera afectivo-emotiva y se les orienta hacia lo exterior y macroso-
cial (relaciones ínstrumentales, no basadas en vínculos afectivos sino
' 1
88 Gloria Poal Marcct CUADRO 5..i Algunas claves de la socialización diferencial mujer-varón
¡: 1

productivos, inte:és por los fenómenos macfosociales, es decir, de


A los niños~!hontbres A las niñas/chicas/mujeres
grandes grupos o mcluso de masas, etcJJ 1 •
1 1

El cuadro 5 resumiría esquemáticamente io que acabarnos de se- - Se les s~~ializa para la producción ..• - Se les socializa para la reproducción.
ñalar.
'J;odo lo anterior podría ser también esquematizado en el esquema 1. - Se les socializa para progresar en el - Se les sociUiza para pennanecer en el
ámbito público (laboral/profesional, ámbito p*ivado (doméstico, afee-
político, t<!cnológico ). Así: tivo). Así: ·
!
ESQUEM:\ 1. Interrelación sexo-ámbito
--Se csper:\' de ellos que sean exitosos .- Se espera de ellas que sean exitosas
en dicho ,fmbito. en dicho ámbito.
EXTERNO 1 PÚBLICO 1 INTE~NO 1 PRIVADO 1 - Se les prdpara para ello. - Se las prepara para ello.
PRODUCTIVO IINSTRUMENT AL REPRODUCTIVO 1 AFECTIVO - Se les educa para que su fuente de - Se les ~duca para que su fuente de
! .
!/
gratificación y autoestima provenga gratificación y autoestima provenga
del ámbito público. del ámbito privado.

Consecuentemente a lo anterior: Conse'wentemente a lo anterior:


~
- Se les reprime la esfe;a afectiva (sen- - Se les fomenta ia esfera afectiva.
MUJERES :,timientos, expresión de afectos) ..

·- Se les potencian libertades, talentos y - Se les reprimen diversas lioertades.


ambiciones diversas que faciliten la - No se fomenta e incluso se reprime
autopromoción. la diversificación de sus talentos y
ambiciones (se induce a que éstos se
limiten a lo p,rivado),

- Rc;ciben bastant~ :estiímulo y poca - Reciben poco estímulo y bastante


protección'. 1 protección. ·
HOMBRES
- Se les orienta hacia la ~'cci6rt hacia lo . - Secia leslo orienta hacia la intimidad, ha-
interior, hacia lo microsoc;ial.
exterior, hacia lo mkcro!¡ocial. ·

~ Se les orienta hacia la independencia - ·se .les orienta hacia la dependencia


ec?n~mic,a, afectiva, de acción y de ec?nómica, afectiva, de acción y· de
'' entena:, entena.
'
- El válor trabajo (remunerado) se les - El valor· trabajo (remunerado) no se
',•
inculca como ·una obligación priori- les incculca como obligación priorita-
',. 1 taria y como definitorio de su condi- ria ni como definitorio de su co1;1di-
ción de h·ombre. Esto tiene como ción de mujer. Esto tiene la desven-
A las mujeres se les fomenta la expresión y realización en el ámbito ventaja la indcpende'ncia y como taja de la dependencia y la ventaja de
privado-afectivo, y no se les estimula e incluso reprime su expre- desventaja el tener sólo una opción poder opta'r (automantene~se o ser
(automantenerse). Se le8 exculpa del mantenidas). El trabajo doméstico se
sión e'n el terreno público,
tr¡1bajo doméstico. Se les induce a les inculca como una obligación ex-
A la inversa, a los hombres se les estimula y se les permite la expre- · sentirse responsables del sustento elusiva de su sexo. Se les induce a
sión y promoción en el terreno de lo social-publico Y: no se les fo- económico de otros (esposa e hijos). sentirse responsables del sustento
afectivo de otros (marido, hijos, an-
menta e incluso reprime su expresión en la esfera afecuva.
cianos).
90 Gloria Poal Manct Teoría de la ~oci.alización di/erenci.al mujer-varón 91

cir,cu~stancias. Una cifra impresionante al respecto proviene de un


III.3.1. Evasión/transgresión de rol e~,tuc:ho norteamericano (55) que demuestra que después de un divor-
CIO el nivel de vida d'e las mujeres disminuye en un 73%, mientras

Como vemos, pues, los roles sexuales están claramente diferenciados que r;l d'e sU:s exmaridos aumenta en un 42%.
y los ámbitos también. Sin embargo, ¿hasta qué punto las personas Igualmente,, las' consecuencias negativas que se dan en el caso de
deben cumplir o ceñirse a su rol sexual y al ámbito en el que les ha que tanto hombres como mujeres fracasen o cometan errores al incor-
~<tocado» estar? ¿Qué pasa si las personas eluden su rol, lo minsgrc- porarse en el ámbiro para el que no han sido tducados, recaen sobre
den o intentan invadir el rol ajeno? las m';ljeres. A.sí, si el varón fracasa en el mundo privado las conse-
cuenClas negativas son menos estigmatizantes para él y normalmente
Eludir,: Rehuir las obligaciones del propio rol está socialmente las acaba sufri~ndo también la mujer. En cambio, si la mujer fracasa en
penalizado en ambos casos. Así, tan estigmatizado está que un hom- el ámbito público los éfectos negativos recaen a todo nivel sobre ella
bre no trabaje o no mantenga a su familia como que una mujer.fl:o se misma e incluso sobre el' colectivo al que representa (el femehino ).
empareje, decida no tener híjos o no cuide de su familia. Por _otra p~rte, podríamos decir que existe una mayor permisivi-
Transgredir el propio rol o invadir el ajeno: Globalmente po'dría- da~ social. haCla la trapsgresión del rol fem~ninoi que del masculino.
mos decir que ambos sexos hallan obstáculos para «invadir>> el rol ~st, por eJ~mplo, se acepta mejor la fuerza ~n uni mujer que la debi-
ajeno porque ambos sexos tienen resistencias a que su propio rol sea. lt~~d o deltc~deza. en un varón. Las mujerés, pu~s, tienen más posi-
invadido. Así, las mujeres hallan barreras· diversas para incorporarse bilidades de mvad!r el ro'! masculino que a la inve'rsa, .tanto a nivel de
y progresar en el ámbito público' (por ejemplo, en el mundo laboral, actitudes y conducta.s como .a niv~l formal. Una~ujer, por ejemplo,
político, sindical) porgue a los varones no les interesa que lo hagan. puede mostrarse activa y aftrmattva, llevar pant~lones y no inaqui-
Igualmente no podemos negar que los hombres encuentran sutiles llarse,yero un hombre inseguro y suave todavía1 es tildado con fte-
barreras para participar en el mundo doméstico, pues éste ha cpnsti-, cuenCla de amaneradp, y si se. maquilla o utiliza! faldas debe limitar
tuido durante demasiados años el único re~gio y el único 'espaci~ de su vi? a (o al men_os picho aspecto. de ~u person~lidad) a ambi~ntes
·.dominio y poder que tenían las mujeres, razón por la cual muchas : mar~mal~s. Constd.ero que esto es ofensivo pat'fl las mujeres, pues
presentan resistencias (aunque sea Ínconscientes) a compatt~rlo. . · ref!ep la t~toleranc1al s~cial a que lo~ individuos del sexo prestigioso
(el mascuhno) se «rcba¡en» a 'asumir modos «ihferiores». Pero tam-
A pesar de lo a~terior, en la actualidad muchas personas de ambos 'bién tiene para las rri1;1jeres la ventaja de una mayor tolerancia social
sexos. desean invadir el rol aj·~nb. Así,,~ la.a~t~a. lipa~ exisi:en ~a n:~­ respecto ·a la transgresión de su rol mientras que, a la inversa, supone
chos· varones que desean dedtcarse mas a:, y dtsf:ru~ar de, la educ'l:pon para los hombres algt!nas desventajas. El que los varones no puedan
y cuidado de sus hijos, y muchas mujeres dese~n · ncorporarse al ~n,l­ llorar, no puedan mostrarse nunca mimosos o expresarse lastimera-
bito público. Podríamos decir, sin embargo, qu¿ e , ~ncral existe más mente, ·no puedan demostrar miedo o no puedan embellecer su físico
deseo, necesidad y predisp~sición por parte d~ Üs ~ujeres para in- ' a base de maquill.aje y j?y;s genera más sufrimientos de lo que
<;:o.rporarse al mundo público que por parte d~ losi hombres para par- puede p~recer a, pnmera ~tsta y supone una importante represión ex-
ticipar en el mundo piivad2J Esta diferencia, desventajosa· para las ter~a ast como autorrepresiones diversas. Otro ejemplo al respecto
1

mujeres, viene agravada por el hecho de que las consecuencias de ha- sena lo que. h~m0s se.ñalado acerca de que esta p.eor visto el que ún
llar obstáculos en el ámbito público son para la mujer más perjudicia- hombre se hmtte al ámbito d'oméstico que el que. una mujer se incor-
les que las con~ecuencias que para un hombre' puede tener el haÜar pore al ámbito público. · ·
obstáculos a su participación en el mundo privado. Así, debido las a
bajas cualificaciones y a la discriminación labo,\'al, las mujeres solas o
aquellas que acaban de romper una reb.ción estable tienen muchas
más dificultades económico-laborales que un hombre en similares
92 Glória Poal Marcet Teoría de la socialización difercncwl muJer-varón 9.3

-~ Por tratarse de un ámbito amplio y abierto, permite diversi-


III.3.2. Ámbito y rol dad de opciones y posibilidades y puede generar. satisfacciones diver-
sas a~í como posibilidades de promoción .
Como vemos, pues, se asocia lo público al rol m:1.sculino y, lo privado ._ Por tratarse de un ámbito competitivo resulta estimulante,
al rol femenino. Ambito y rol son, pues, conceptos que se hal)an fuer-, pero también requiere c.onsiderables autoexigencias y supone ciertas
temente interrelacionados influyéndose mutuamente. Así, el. prestigio' probabilidades de fracaso.
asociado a un rol influirá en la import~ncía social que se le otorgue al , 1
- Por ser un ámbito más visible que el privado, el fracaso en él
ámbito correspondiente. Paralelamente, las características de ~ada ám,-:, puede ser considerablemente amenazante y perjudicial para el indivi-
bito conferirán a su rol asociado una serie de ventajas y desventajas. duo .
Veamos a continuación algunos de los aspectos ventajosos y des-, .-- Por tratarse de un ámbitq externo el éxito en el rol depende,
ventajosos que para cada sexo supone el rol y el ámbito al que les 1'1a no sólo de fos individuos sino también de factores coyunturales di-
tocado pertenecer. versos (económicos, sociales, políticos) que el individuo no puede
controlar.
a. Rol masculino-ámbito público· - Debido a las características que acabamos de men~ionar, el
'«ideal de rol» (triunfar claramente y sobresalir en su ámbito) es ambi-
El rol masculino es un rol prestigiado, por lo que en nuestra sociedad cioso y poco accesible para la mayoría de los sujetos. Hacerse millo-
de.dicarse al. ámbito. p~blico supone gozar de independencia econó- nario o'llegar (por ejemplo) a ministro, catedrático odirector general
m¡ca y un Clerto estatus. :' es algo alcanzable sólo por unos pocos.
Por otra parte, como veíamos, ser educado ~n el rol más impor-
tante supone también cargar sobre sí considerables expectativas y exi- b. Rol femenino-ámbito privado
gencias, lo cual en este caso viene agravado por la competitividad
existente en el ámbito público. . El rol femenino es ~n rol menos pr~stigú¡.do, por lo que el trabajo en
De los· varones se espera que· se incorporen y prog~escn en un ám- el ámbito privado no se halla reconocido ni remunerado, lo cual tiene
bito distinto al que han 'vivido en su infancia (ámbito' familiar y, por obvias e importantes desventajas.
tanto, privado). El var-ón, pues, para adecuarse al ~ol que 'le corres- ·Las 11;1ujeres, además; ·son educadas para permanecer en el ámbito
ponde por sexo, debe realizar una transición para la cual se lé prepara . privado, ~s decir, son inducidas a quedarse en el ámbito conocido en
y hacia la cual se le induce desde los primeros momentos de su vida. el que tra¡\scurre su infancia. No .se pretende, pues, que las mujeres'
El concepto de transición suporie movimiento, cambio, avance, y el realicen \lna rranskión, sino que ési:as, paracadecúai-se al rol que. les
hecho de transitar puede ser complejo y dificultoso p.ero es también c?rrespopde fr.or spxo, de?e~ realizar una rep.e~ición de lo que ~an vi:.
estimulante, atractivo y enriquecedor. Por lo tanto, el hecho de que :v1do, y són p r tahto SOC!al1zadas en la esrabil1dad, el no-camb10 y el
'inherente al rol masculino halleni.os una n~cesidad de üansición :es tancarnien o· (no- rnovimien to ). Aunq.ue permanecer. sea l~gica­
puede suponer dificultades 'Y adaptaciones oiversas que los varones . rnen.te m~s sencillo que transitar, es también menos estimulante y en-
deberán afrontar, pero supone también que éstos disponen de un im- riquecedqr, y'no requiere ejercitar habilidades como buscar, sopesar,
portante incentivp hacia el desarrollo y la al.l.tosuperación, y que se decidir, optar. · . ' ·
les prepara y estimula para ello. Igualmente, el tener que incorporarse Ser equcada p'ara permanecer en lo conocido es ya de por sí limi-
en un ámbito abi~rto y variado supone aprenrer a buscar, decidir, es- tativo, in,tluso aunque se tratara de permanecer en un ámbito presti-
coger, elegir, etcétera. ¡ giado. Ser educada para permanecer en un ámbito poco prestigiado
Veamos a co~tinuación algunas de las características del ámbito resulta, por tanto, doblemente perjudicial y desventajoso .
. público y las ventajas y desventajas que confi~ren al rol masculino. El Por otra parte, no debemos olvidar que las mujeres, a diferencia
c;../mbito público: ' de los hombres, tienen en su juventud y adultez la posibilidad de op-
~
ea... Ji
94
Gloria Poal Marcet 95
Tcorí.a de la socialización diferwcial mujer-varón

pa~a
tar P.or lin:itarse al ámbito el que .han sidopr,•~pf r~das
1 .Y en ;1 que CUADRO 6. Rol masculino-ámbito público/rol femenino-ámbito privado
son mductdas a quedarse, o mtentar mcorporarSe 1. ambno publico
(lo cual, aunque no sea fácil, es siempre una opción abierta). Diría-·
mos, pues, que el hombre es t'nducido a transitar p~ro sólo tiene esa El rol masculino El ro/femenino
!
opción ya que no le está permitido permanecer, mieritras que la mufer
es inducida a permanecer pero tiene también la posibilidad de transí- - Es un rol presiigiado, !o que coJ- - Es un rol poco prestigiado o incluso
tar. vierte al ámbito público en un ám- desprestigiado, lo que determwa
bito socialmente bien c~nsiderado y que el ámbito priv~do ~o goce de
Las características del ámbito privado suponen también vcnLaja:; ' econom:c,,rn_•:nte remuryrado. recorlC>cimicnto soCial m de rcmu-
y desventajas para las personas del sexo que ha sido socializado para' neración económica.
permanecer en aquél. Así: :
- Es un rol inherente al. ~ual se halla Es· un rol inherente al cual se halla
el concepto de transición y cambio el concepto de permanencia, es~abi-
I)or tratarse
. d . 1 ' b' d 'd .' b.
e up am rto re ua o y poco' a terto supone res- (a los varones se les educa para que lidad y no-transición (a las mu¡eres
tricciones a la diversid4d de opciones y posibilidades. Además, las abandonen el ámbit9 en el que se les educa para que permanezcan
transcurre su infancia y se incorpo- en el ámbito en el que transcu.rre su
posibilidades de promoción son prácticamente nulas. ren/progrcsen en· un ámbito· dis- infancia: el privado). Lo antenor no
- Po.r tratarse de un ámbito relativamente limit~ por pre- tinto: el público). Lo tnter'ior fo- fomenta la necesidad de aprender y
tenderse que las mujeres se limiten a él, requiere de éstk.s inpportantes menta el aprendizaje d habilidades utilizar habilidades como: buscar,
autonegaciones. . · como buscar, sopesar, ec1drr, ele- sopesar, decidir, elcgi~. Por otra
gir. Por otra p~;te los: var~ncs no parte, aunque a las mu¡eres se l~s
1

- Por ser un ámbito menos visible que el públ¡'co, el ~tac.aso en tienen más operan que¡ rea]¡zar ese indue:e a permanecer uenen tamb1en
él es menos ostensible (aunque no necesariamente'' menos frustrante tránsito. la opción de transitar.
para la persona ya que las mujeres han interiorizado la ne(;'esidad de -
·éxito en dicho ámbito). · Es un rol que induce a incorporarse - Es un rol que induce a permanecer
en un ámbito amplio y abierto, !o en un ámbito reducido y !or t~nto
- Por tratarse de un ámbito interno el éxito en el rol depen'de en cual permite diversidad de posibil~- r'estringido en cu.anto. a iversidad
gran parte de los individuos, teni!'!'ndo en generallás mujerfs impor- . dad es y opciones y c_iertas probabr- de posibilidades y opcwnes.
lidades de·promoción.·
tantes posibilidades de control sobre su ámbito. . 1,
- E1 «ideal de roL, (encontrar'pareja y formar 4na fami~ia) es re- - La adaptación al rol requiere im- - La adaptación al rol requiere im-
lativamente limitado pero también más accesible a )la may~·r·ía de las · portan.tes autoexigencias e im_plica portan tes auton.egacion~s por ser el
probabilidades de fracaso dcb1do a ámbito privadó un ámbr.to hm1tado.
mujeres. . · . ,: ..
qu~ el ámbito público es muy com-
!, petrt1vo. '.
El cuadro 6 puede sernos de utilidad para sintetizado que acaba-
mos de señalar. · - Ei éxito en dic,ho rol depende de los - El éxito en dicho rol depende bási-
indivíduo$, pero también de facto- · camente de los individuos.
Como hemos visto existen algunas diferencias entre los ámbitos res externos diversos (situación po-
(visibilidad/ privacidad, eo mpetiti viciad/ seguridad, amplitud/ acota- lítica y econ?rnica).
miento, etc.) que determinarán consecuencias distintas (ventajosas o
- El ideal de rol.es arybicio;o pero - El ide~l de roi es lir;litado per~ acce~
desyentajosas) pqra cada sexo. Sin embargo, no _podemos decir que poco accesible para la mayona. . siblcr¡ra 1~ Ifayona. '
un ámbito sea, en sí, mejor o peor que el otro. Tanto el mundo pri-
l '
vado como el público pueden resultar gratificantes o frustrantes, en- - El fracaso en dicho rol ~s m~s v_isi- _ E! fracaso enidicho ro es m~nos v~-
• 1

ble por tratarse del ámbrto pub!tco .. sible por tr~t'arse del ámb1to pn-
riquecedores o rutinarios en función de muy diversos factores que no
podemos aquí entrar a analizar (el nivel sociocultural, las opciones y
vado. l
valores individuales, la suerte, la edad, el momento de la vida, etc.). 1

Con frecuencia se tienden a sobrevalorar las virtudes y ventajas del

1 1
'i

96
Glor/4 Poal Marcet TeorÍd llc la s'dcializaciól/ di~erenc/4/ mujer-varór. 97
' ' ' J
ámbi:o público, pero éste no siempre es tan accesible ni tan atractivo . 1 A. Puede gene at!/ considerables. niveles de insa_tisf~c~ión en .las
o rutdant~ como parece y sólo un porcentaje limitado de personas personas, y no sólo eh las pertenec1entes al sexo d1scnmmado smo
ll_egan a disfrutai:lo realment~. Participar en el mundo laboral, por, también en las del sexo al que pretende privilegiar.
e¡e~plo, supone mdependenCia económica, puede facilitar la relación B. Fr4casa parcialmente en sus objetivos.
social Y. la auto:reali_z,ación, per~ también. puede suponer frustrac·io- C No 'resulta adecuada ni adaptativa para los tiempos actuales.
nes, rut1na Y ahenacwn. No olvidemos que sigue habiendo muchos
tra~ajos m?nótonos y _agotadores (como la minería, la construcción,
la siderurgia, etc.) o bJCn psicológicamente estresantes (como la en- IV.!. 'Frac~so A: genera insatisfacción
~ermería, la enseñanza, el trabajo social, etc.). A la 1nversa, tienden a .
mfravalo:arse l~s ventajas y gratificaciones del mundo privado. Cier- A las personas no se les socializa en base a sus propios defectos y li-
tamente este puede ser monótono o limitado y la dedicación exclu- . mftacíones ni e~ base a sus posibilidades y virtudes personales, sino
s!va a él ge_nerara dependencia económica, pero t~reas como (por en base al sexo en que les ha tocado nacer. Además, a ninguno de los
e¡emplo) cn~r, educar y atender a los hijos, aunque a veces estresan- dós sexos se ,le valora ~n su punto justo sino que, como veíamos, a
r
tes co_mple¡as, puede~ ser altamente gratificarltes y suponer una ex-
penenCia profunda, ennquecedora e irrepetible.
uno 'se le sobrevalora· y al otro se le infravalora. Esto es injusto para
las personas de ambos sexos ya que sobrevalorar puede ser estresante
D~s~e ~ p~ntq de vista lo negativo no se halla, pues, en las ca- y opresivo e ·infravalorar puede ser· limitativo y represivo; 'Y alorar y
ractensticas mtnnsecas de cada ámbito, sino en·~os aspectos: exigir en su punto justo según las características personales sería lo

pe~s6nas r:cib~n.
más adecuado, pero infravalorar/infraestimular o sobrevalor,ar/sobre-
. --:-· .El que las un tipo de so!cializ.ación dirigista y exigir son extrémos que· resultan indeseables ambos. Toda acción so- ·
parCiahzada que pr~para e mduce a cada sexo ;exclusivamente hacia cializadora, pues, que se sobredimcnsiona generará insatisfacción en
uno de los ámbitos. i los individuos e incluso puede producir los efectos contrarios a los
- El hecho de gue socialmente uno de lo·s dos roles y consecuen- preté;ndidos. En. los apartados «Nacer varón» y «Nacer mujer» he-
temente .u~o de los 4os. ámb"itos se halle desprestigiado, lo cual sit¿a al mos vi~to ejemplos al respecto: en el caso de los varones estimularles
seXD socializado par~ d1~~o ámbito en unq. posición desventajosa. y exigirles son· incentivos para e1· desarrollo y el éxito, pero sobredi'-
mensionar hs exigencias reprimiendo ademá:; la esfera afectiva ge~e­
rará no sólo importantés frustraciones e irif~licidad sino también in- .
seguridad y dependencia afectiva. Por otra parte el hee:ho de que al~s
. 'IV. 1
· · ¡nuje~es se les conforte afectivamente. tendrá efectos positivos sobre
, su autoesi:ima, sobre su .capacidad para confortar a otros y sobre su
N o podemos negar: que el hecho de socializar de for;n~ distinta a. deseo y capacidad para atender a su ·familia, pero sobredimensionar.
1'
hombres y mujeres es_u~a estrategia exitosa eri el sentido de :qu~ glo'- ' dichll atención afectiva hasta el punto de la sobreprotección_ generará
balmente.logra sus. ob¡et1vos. La socialización diferencial de los sexos ; no sólo-dependencia sino también insatisfacción. Aunque generar de-
pretende cre~r diferenci_as entre éstos y lo consigu.e, pretende. _q~e uno ' pendencia en las mujeres es precisamente uno de los objetivos de la
de ellos se ·sie~ta supepor y «llegue más lejos» que el otro y global- 1 ¡' socialización diferencial, llevada al extremó generará lo contrario a lo
~-en~e lo consigu~, pretende que los varones se incorporen al mundo 1 !; pretendido, es decir, deseo de huida. Para que la socialización dife-
y
publico y las mu¡ere~ permanezcan en el privado lo consigue (re- rencial fuera totalmente exitosa debería conseguir que las personas· se
cordemos que las mu¡eres que forman parte de la población activa si- sintieran satisfechas y realizadas en el rol sexual que se les ha im-
guen siendo minoría). Pero por otra parte la socialización diferencial' puesto, pero como vemos dicha socialización genera sufrimiento e
de hombres y mujeres no sólo es injusta sino que además presenta insatisfacción incluso en el sexo al que pretende privilegiar.
tres fracasos o incongruencias:
L
,,
1
Teoría de la socialización diferencial mujer-varón 99
98 Glori4 Poal Marcet
·'
débiles. Esto les convertiría en afectivamente dependientes de las mu-
IV.2. Fr¡¡~,caso B: no logra totalmente sus objetiv,os jeres, sin el apoyo y continuo cariño de las cuales pueden llegar in-
clus~ <,1 pesequilibrarse. Dicho autor cita para ilustrar lo anterior al-
La socialización diferencial pretende crear varones afectivamente !' gunas cartas de hombres célebres a mujeres (no menos célebres):
f~íos, seguros de sí mismos, independientes y fuertes. Sin embargo, Sartre a Simone de Beauvoir, Kafka a Felice Bauer, Nietzsche y Rilke
drversos datos demuestran que existe un cierto fracaso en dicho obje- a Lou Andrea Salomé, etc. En sus cartas dichos varones reconocen ·
tivo. Paralelamente se pretende que la mujer acepte limitarse al ám- abiertamente su dependencia respecto a las mujeres en cuestión, a las
bito priva~'o pero cada vez son más las mujeres que desean y consi- cuales necesitan no sólo para !su bienestar emocional sino también
guen incorporarse al ámbito público. para su trabajo profesional, político o artístico. Igualmente cita un es-
. Diversos datos' demuestran que la fuerza e independencia mascu- tudio de H. Goldberg según el jcual:
. lrp.a no son hechos tan claros como se pretende. El que se produzcan
más abortos de embriones masculinos que femeninos y el que las mu- - Entre los solteros la tasa de suicidios es cuatro veces superior
jeres tengan una esperanza de vida seis años mayor que los hor.nbres a la de las solteras. 1

serían ejemplos· al respe~ro. Paralelamente, la sobreexigencia y el me- -- La tasa de mo~talidad anual de los divorciados triplica la de
nor apoyo afectivo a lo~ varones pueden ser las causas de que aparez- las divorciadas. .
. can en los niños con ~ás frecuencia que en las niñas 6 problemas - Los viudos mueren 'en el curso de los primeros seis meses de
como la encopresis (faÍta de control sobre las heces), enuresis (falta viudedad en un 40% más de lo que cabe esperar por las estadísticas
de control sobre la orína), tartamudeo, dislexia, asma, hiperkine'sia de edad.
(no saberse estar quietos), etc., es decir, problemas ~hos de los ,. - Los hombres que han perdido a su madre recientemente tie-
cuales pueden indicar la existencia de inseguridades! y 9ecesidades 1 ' 1 , ' nen una tendencia al s*icidio mayor que la del resto.

afectivas no cubiertas. · !
. El psicólogo alemán W. Wieck (59) seli.ala uria incongruencia en La socialización diferencial fracasa parcialmente, pues, en conse-
la fo~~a en que sé· educa a los :varones. Según este autor a los hom- . guir que los hombres sean fríos e independientes, pero también fra-
bres se les exige .mucho y desatiende afectivamente, pero tambi~n a . casa en conseguir que las mujeres deseen hacer del hogar su única'
.menudo. se le.s sobreprotege,. consiente y malcría demasiado (el exi- fuente de felicidad y sustento, y deseen permanecer exclusivamente
mirlos tle las tareas domésricas,podría ser un ejémplo) ya que son <<el· 1
en, él. Así; el ·progre?ivo e ininterruw.pido aumento de. la población
rey de la casa>> y a veces el preferido de -la madre (sobre todo, si es el· activa femenina' no· ·responde· solamente a razones de necesidad eco-
ú~ico. hijo varón). Esta contradicción tenderá a generar en. los var¿- 1 nÓmica sino también 'a los de.seos de autorrealización extradoméstica
nes una mezcla de: dé muchas mujeres. La doctora Brothers.cita en su libro (6) diversos
1 estu'dios que res'ul~an ilus~rativos respecto.a lo que acabamos de seña-
- Poca preparación para la vida ad~lta/inmadurez emocional/in-
1

¡l lar tanto en lo referente a los varones como a las mujeres: durante los
mensa necesidad de reconocimiento. años ·cincuenta, sesenta y setenta se realizaron en EE UU diversos es-
- Y Ú:ndencia a la vanagloria, org>1llo y prepotencia. tudios (~ menor o mayor escala) que relacionaban niveles ·de felici-
dad, estado civil y sexo. Todos estos .estudios arr~jaron resultados
A lo .largo de su libro Wieck desarrolla la idea de que los ~arones, l ·muy similares que podrían resumirse en:
bajo una aparente capa de frialdad e independéncia, son en r.ealidad . 1

dependientes. ya que, por haber sido educados para no aceptar en sí Niveles de felicid~d (de mayor a menor¡:
mismos sentimientos de tristeza e inseguridad, ~on emocionalmente
1°: Hombres casaaos.
6 Revista Ser Padres Hoy, núm. 210, mayo de 1992. 2°: Mujeres solteras.
100 GlorU. POaLMarcet Teor~ de la socialáaciór¡ diferencial mufer-varón 101

3°: Mujeres cas:adas. ciai, pero s~ convierten a su vez en causa de que dicha socialización
t
1

4o: Hombres srlteros, 1 resulte ya ?bsoleta poco adaptativa. La idea general sería:
1 .

Como vemos, ~ues, aunque la socializaciÓn no pretende que los - Tad to hom8res como mujeres hemos sido educados para ba-
1

hombres centren S\1 vida en lo emotivo son también muy vulnerables sar nuestros interes<¡:s y esfuerzos, nuestro sentimiento de valía perso-
al vacío que puedelsuponer no disponer de compañía afectiva o de un nal así con1o el éxito en nuestras vidas en un solo ámbito (público en
hogar. y una famili$, siendo los hombres solteros los últimos en la es- l.
los hombres, privado en las mujeres), lo cual limita las posibilidades
cala de felicidad. . de autorrealización y parcializa la existencia. ParalclamenteL::,? diver-
'
Paralelamente,ien las décadas a que hacen referencia estas inves~ sificar las fuentes de satisfacción personal es arriesgado ya que puede
tigaciones las T?uj~res c4sadas presentaban bajos ~iveles de felicidad, conducir n1.ás fácilmente a frustración e incluso desesP.eración en caso
muy por deba¡ o d~ sus /maridos e incluso de las mujeres solteras, a de fallar dicha fuent~
pesar de que eran aüos en que se presuponía que formar una familia -.Las insatisfacciones generadas por lo anterior, conjuntamente
era el cenit de la felicidad femenina. En aquellos años la disminución con dive'rsos factores socioeconómicos y políticos, han determinado
de las tasas de natalídad y la aparición/ generalización de los electro- la apariCión de Citmbios sociales importantes en la percepción que se
domésticos (hechos que en España ocurrieron aproximadamente tiene de ambos sexos, en lo que de ellos 'se espera, en las exigencias
diez-quince aílos más tarde que en EE UU y Europa) disminuyeron que deben afrontar, etc. Por esta razón la socializac-ión diferencial que
considerablemente el trabajo doméstico y por tanto la imprescindi- han recibido los jóve'nes y adultos de hoy (así como la que actual-
bilidad de la mujer, creando en éstas sentimientos de inutilidad/in- n1e,nte siguen recibiendo niños y niñas)resul'ra poco adaptativa para.
satisfacción. Resulta interesante -constatar que en dichos estudios, la sociedad actual. T;:¡.nto a hombres como a mujeres se les exige hoy
realizados en décadas previa~ al auge o a las consecuen~ias del movi- en' día que transgredan su rol, que sean capaces de sobrepasarlo, de
miento feminista, y en las que ·por tanto prevalecían· roles aún muy invadir el.rol ajeno, que sean pe~sonas, en definitiva, más completas.
tradicionales? las mujeres casadas presentaban ya índices tan claros As'Í pues, el hecho de haber sido educados en la parcialidad nos luce
de· infelicidad· (cosa por otra parte esperable, ya que dicha infelici- po~o 'adaptativos para afrontar los requerimientos actuales de com.-
dad fue precisamente la que causó la aparición de la lucha femeni- .p!itud. i · . , ..
nista en dicho país). La socialización dife~encial, pues, no cons<;:guía -: Podríamost'ec;:ir, pues, que la in~atisfacción .proveniente de la
. ní siquiera entonces que las mujeres fuera.n d<?ciles y depe.ndientes .y parcialización de J s ~oles sexuales ha sido en gran parte el motor de
desearan permanecer en el hogar ni tampo'co cqnseguía ·que los cambios que, .a su'¡e~,
, generan nu~vas'.insatisfacciones y sufrimien-

c
.
hombres :fueran tan· fríos e irídependierit~-s ~offió' se pretendía fo- tos. Tanto bres cpmb mujeres deseamos actualmente cosas que
mentar:. · 1 • . aún no sab cómo conseguir y que no siempre estamos realmente
De alguna m~nera; podríamos c~ncluir qJe un tipo de socializ.a-. dispuestos a alcanzar; Igualmente la sociedad pos· exige cosa.s que no
ción que para conseguir sus objetivos debe hacerlo a costa ·de anular ·siempre sab,emos cómo afrontar: Debemos, pues, aprender a apren-
·j '
diven;as potencialidades d.e cada sexo y a base de represiones y opre- . der del sexo contrario así como renunciar a sellos dueños del ámbito
siones, tiene c::levadas probabilidades qe fracaso. ·· para·el que (según el sexo) hayamos sido educ~dos. .

. Asf pues, los fracasos e incongruencias de la socialización dife-


IV.3. Fracaso C: no resulta adaptativa rencial están claramente interrelacionados entre sí creando un círculo
que refuerza la inadecuación de dicho tipo de socialización y que es,
El momento actual es un momento deiruptura de moldes, de cuestio- por tanto, la semilla de su autodestrucción. Podríamos resumir lo an-
nami'ento de los roles sexuales. EsroJ cambios son en parte conse- terior en el esquema 2.
cuencia de las insatisfacciones generad as por la socialización diferen- Pero desarrollemos con más deterÍ.imiento todo lo anterior. Hace
1
' 1 •;

102 Glorz4 Poal Marcet Tco":ÚI de la socialización, di)rrencial mujer-varón 103

J:
ya unos años Bersoff Crosby (65) en un estudio sobre satisfacción
en el. trabajo y estatus lamiliar alertaban sobre los peligros de limi-
.
u
tarse a un solo rol·y señalaban los beneficios derivados del desem-
peño de distint~s roles. Entre las ventajas de no limitarse a un rol o

ámbito estricto los autores señalan:

- La participación en contextos sociales distintos permite un


apoyo social más extenso y también más continua·~·o.
- Uno de los roles puede hacer de amortiguador o bálsamo en

t caso de fallo del otro. Así ~ar peso emocional a distintos segmentos
1
de la vida personal scrviríaae protecció~ frente a problemas psicoló-
gicos derivados dda ruptura en cualquiera de esos segmento1_:J

Limitarse, pues, a un solo rol o ámbito no .solamente es insatisfac-


torio y empobrecedor sino que puede ser psicológicamente peligroso,
tal como se comprueba en diversos estudios y en la práctica profesio-
nal diaria con amas de casa, con personas desempleadas o jubiladas,
etcétera.

t a
un estudio norteamericano de 1985 llevado c'abo por la revista
Success demostraba que la felicidad masculina estaba íntimamente li-
, gada a la satisfacción en el trabajo, resultándoles difícil a los hombres
' bustar alternativas y vías de salid.a en caso de fracaso en dicho te-
rreno. De hecho, e.s de todos conocido 'el devastador impacto psico-
logico que puede tener el desempleo en el caso de los h?mbres, Para
el varón, educado para el.ámbito público y cuyos lazos de amistad
y redes sociales provienen en gran medida ·del mundo labora), el
desempleo puede conducir a SJ':ntimientos de inutilidac;l: y fraqso vital
así como a un importante aislamiento, aprreando a v.eces dramáticas
consecuencias. Igualmente; el momento 'de la jubilación, el deja(:de
fort?ar parte del engranaje productivo puede también producir en los
f-I-l(/) ancianos más sentimientos de inutilidad y enajenación social que en
~~~
J 1

(:Q
' el caso de las mujeres de su misma generación. .
• •C,)f-I-l!-< A la inversa, una encuesta realizada a 22 000 mujeres de muy di- .
O,
¡q O~f-I-l
u
,_¡,_l~ 'vers~s país.es de 'todo el mundo 7 demostró que las mujeres son capa-
"'.... cy<o
1-L z~-<C/) ces de separar sus problemas en el trabajo de sus sentimientos de ·va-
Ü::J
!-<(/) lía personal. Por ejemplo, de las mujeres que señalaban tener
'
problemas en el trabajo el 70% pe sentían, a pesar de ello, felices y sa-
tisfechas de sus vidas: Aunque 1stos datos son positivos y esperanza-

' Periódico USA Today, 10 de febrer~ de 1991.


104 GlorÍ4 Poal Marcet Teoría de la soci4lizacíón diferenci4l mujer-varón 105

"
dores respecto a 1J capacidad de adaptación .y autosatisfacción, de la difícil que éste se sostenga con un sueldo único, lo que contribuye
mujer, no debemoJ llevarnos a engaño. No es que las mujeres ten,g'a- ,claramente' a que tanto hombres como mujeres pretendan y acepten
mos diversos ejes ~e satisfacción personal' (aunque creo que sí·tene- que estas últimas trabajen fuera del hogar. Este hecho, a su vez, de-
mos gran potencia/ para diversificar las fuentes de autoestima), 'sino termina que las mujeres ejerzan una con~iderable presión sobre los
que nuestro eje esd en ótro sitio: en el terreno afectivo: De hecho, e], ' varones para que contribuyan al trabajo doméstico. Igualmente, los
mismo estudio derimestr.a que la mujer tiend~ a traspasar los ·proble~ cambios sociopolíticos, la contribución del feminismo la disminu-
n:a.s familia~es al t~rrenp laboral, observánddse que las n1ujeres ton_ , , ción 'de las tasas de natalidad, el reducido tamaño de las ~iviendas, las
drficultades rmportantes en casa tenían dos veces más probabilidad de,' 'facilidades generadas por los electrodomésticos, la inestabilidad de las
desarrollar problemas en su trabajo que las mujeres sin estrés familiar. •parejas, etc. determinan qtie muchas mujeres deseen o necesiten cla-
Igualmente, según muchos datos y experiencia acumulada en psicolo~ ' ¡' , , ramente (re)incorporarse al mundo laboral. .
gía clínica y psiquiatría {12) la especial vuinerabilidad de las mujeres a' La situación actual conviene·, pues, en obsoleta la tradicional di-
la depresión tiene como causas principales (aunque)ógicamente exis- visión sexual ·del trabajo, y por tanto convierte en no adaptativos los
ten otras) el ce!)trar demasiado su vida en el terreno afectivo, el depeH-' , roles sexuales tradicionales. Así, podríamos decir que:
der demasiado de los juicios y acciones ajenas, y su aislamiento social
debido a la limitaci9n de su vida a un solo ámbito (el privado) que, Las mujeres Los hombres
además, es poco valorado socialmente. .
Han sido educadas para un ámbito (el Han sido educados para ser los dueños
Las iri.satisfacciones generadas por la parcialización de roles se-
privado) que ya no desean como exclu- de un ámbito c¡ue hoy ya no es cxclusi·
xuales han determinado un claro cambio social en la concepci6n y ex- sivam.cntc .suyo, y muchas quieren y/o vamcnte suyo, siendo requeridos (por
pectativas respecto a éstos. Muchas mujeres ya no desean limitarse a!' nc.cesnan mcorporarse en otro .(el pú- las mujeres y por las circunstancias) a
ámbito privado sino que quieren abrir sus horizontes y realizarse bl1w) para el que se hallan mal prcpa- compartirlo con el otro sexo y a incor-
radas. pararse en un ámbito (el privado) para·
más allá de la barrera doméstica. Muchos hombres ya no aceptan que el que se hallan mal preparados.
·se les excluya del terreno afectivo/privado y tampoco están confor-
mes con que recaiga sobre sus espaldas la mayor parte de la responsa-
bilidad económica familiú. j
. . Para!ela~ente, la evolución de los ·s~ctores de .actividad produc-·.
Así, en líneas generales podríamos decir que ninguno de !O's dos t.IVa Y, d1v~r os a~tores socioecoRÓm~co~. dere:.n:inan que part.icipar
sexos acepta .ya ser excluido de ninguno de los'dos árnbitos. Prueba en el ambrto hco no sea hoy en dra tarea faCll y que encontrar y
de lo anterior .es el progresivo y constante aumen'to de las tasa~ de ac- mantener un empleo resulte un reto importante para ambos sexos. El
tividad laboral femenina así como las quejas formúladas ya por algu- impado de .la "rhec~nliación y lá tecriüloglil''én ~os proásos producti.:.
nos varop.es. En un estudio de la American Managem~nt Association vos determulil que la ·fuerza física sea un valor cada vez menos im-
(6) sobre una muestra de 2.800 ejecutivos va:rones de alto nivel, el portante y .q~e la ~e.9esidad de mano de obra erllos sectores primario
83% expresaban no estar satisfechos con su vida. Éstos señalaron que y secundanq ( tradtcrq:malmente masculinos) disminuya. · ·
les faltaban oportunidades para expresarse1 ~ue su trabajo·ya no les . A la inv~rsa, ·aun~ u e las mujeres. adolece~ .de una menor prepara-
C1Ón para la ~ompetitividad 'y sufren aún diversas trabas para (re)in-
1
b.astaba, que querían tener mayor contacto ~on su· familia y poder
realizar 'sus potencialidades afectivo-,culturales. Aunque este estudio corporarse Y mantenerse en el mercado laboral, eJ peso del sector ser-
da cuenta de un sector muy reducidb de la pobiación masculina re- vicios. ha idq,.eX: aumento, convirtiendo algunos de los valores en que
sulta significativo ya que hace referencia precisamente a un grupo han srdo soé:!ahzada·s las mujeres (como la amabilidad, la capac;idad
empática y el don de gentes) en valores en alza .. Como recordará el/la
1

cuya dedicación al ámbito público es !supuestamente muy gratíficante


(trabajo interesante, estatus elevado, iniportantes ingresos económi-- lector/a titul;~ el apartado anterior «El (pétalo) rosa y el (príncipe)
cos, etc.). Paralelamente a lo anterior, la evolución de la situación azul>> y lo hi~e como una forma de sintetizar la idea de que al varón
económica y de las necesidades de consumo del núcl,eo familiar hacen se le educa como a un príncipe, es decir, como a alguien fuerte y vale··

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1
Gloria Poal Marcet Teoría de la socialización dzferrncial mujer.. varón 107
106
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roso, alg,uien que ya es importante pero quJ!i111gará a s:rlo más, Paralelamente, en el momento social actual de crisis de los valores
mientras que a la mujer se le educa como a un p~t.al o, es dee1r, como a 'Y roles tradicionalmente adscritos a mujeres y hombres, la posición
algo suave, delicado y dependiente (un pétalo, p or 1sí sólo; no es. nado , 'de éstos no resulta fácil¡ ya que han sido educados para ser duros,
ni sirve para nada si no forma parte de ~na flon~c~r:nplcta). Pero 1\~.y
1
·fríos y racionales pero las mujeres ya no aceptan estos valores y les
J exigen un cambio pretendiendo que los hombres sean hoy más co-
en día la fuerza física ya no es un valor ¡mprescmcltble, y aunque ,lps 'i
príncipes no han sido destronados, la sociedad tiendJ a ser. cada v~z , municativos, cariñosos y sensibles. Cambiar un estereotipo o un
más democrática. Paralelamente, las rosas se estan r~valonzando y, '«ideal del yo>> inculcado desde pequeño no es tarea fácil y requiere
.1 tin proceso doloroso, lleno de dudas, inseguridades y equivocaciones.
aunque muchos pétalos no sepan aún cómo llegar a' defenderse, \as
rosas han empezado a rebelarse y a veces pueden llegar a pinchar. :, l Pero, no sólo el hombre está poco preparado para dudar, sentirse in-
Nos encontramos, pues, ante una situación de cambio y de rur.s- ' ¡'seguro o equivocarse sino que las mujeres (que hemos interiorizado
tionamiento de roles, hecho que .genera dificultades, inadaptacion~s ' también los estereotipos) no siempre. estamos dispuestas a renunciar
y sufr:imiento tanto en hombres com_o c·n mujeres. Se trata de u~a SI- del todo al ideal del hombre seguro de sí mismo y valiente. El hom-
tuación transicional.en la que los ant1guos esquemas ya no funcwnan bre puede hallarse, pues, ante una exigencia contradictoria: «debes
(o ya no se hallan tan generalizados) y en q~e los nue;os esqu.emas cambiar tu estilo 'de rol masculino, pero el cambio debes hacerlo con
todavía no funcionan (o no se han gcnerahzado totauncntC'). l',,;·.~ ese estilo masculino». · ·
sintetizar aún mas: todo ha cambiado mucho pero aún no ha cam-
biado del todo. En esta situación nin'guno de los dos sexos dispone - Las mujeres son en granparte el motor del cambio, es decir,
·de nuevos y positivos modelos de conducta ni de modelos de n>l ~l· '1' ' las que más lo desean, las que más lo necesitan y las que lo están pro-
ternativ'os claros. moviendo, lo cual tiene ventajas y desventajas.'''Por una parte, tiel1ert
mucho que ganar con el cambio: independencia~ autorrealización,
- .Los hombres, aunque mantienen muchos de sus privilegios, prestigio, etc., y a pesar de las dificultades cada vez son más las que lo
cada· vez más deben ser capaces de demostrar su valía ,personal pues consiguen. Aunque es cierto que los avances son ,lentos y la desigual-
por el simple hecho de ser varón 'no ~e· da y~ .por supuest? 9ue serán. dad continúa existiendo de forma sutil, también es cierto que la situa-
exitosos. En el terreno laboral, por eJemplo, deb~n comp~tlr con las ción ha mejorado y que ~e observa un avance en la igualdad de opor-
mujeres y, aunque gener~lmente ellos. encuen~ratl muchas,\más facili- tunidades y en la incorporación de la mujer en cada vez más ámbitos
dades que ellas, supone una .competencia que hace· unos¡ años 1_11 s;- . de la sociedad. La labor del feminismo así como diversos factores so-
gu,isra ~e planteaba y. que viene~ afiadirs~ a_uni?é~~ad? c'1d~. ve~ r:1as ciales han. contribuido .a que la sociedad incorpore cada,vez .•~ás las ·
restringido 'y competitivo. La contrapa~ttd~ .al respe~.to e~. que ya ~o ideas y los postulados'de la igualdiJ.d, habiéiJ.dose dad<;> también diver-
··'·"',,

recae sobre sus hombros toda la responsabihdad ~el susteqto econo- sos avances· Icgisl~tivos e institúcionales que 'la facilitan .. Ya que el pa-
mico fanúliar, pero a. pesar de las ventajas que esto supone mu~hos · pel tradicional de la mujer está cambiando las chicas y mujeres reci-
aún no aceptan haber perdido el protagonismo que tenían .en d1~ho ben presiones soci.ales conflictivas y mensajes contradictorios, pero
terreno. Paral~lamerite, el que la m,ujer ~rabaje fu~ra del hogar. o~ rece ta.mbién disponen de una mayor libertad, maycrr cantidad de alterna-
·a éstas m.ayor libertad e independenci~, ~ene.rando con frecuencia en· tivas y mejores posibilidades de maniobrabilidad que antes.·
su pareja los .~onsiguientes temores de mf1dehdad y ~bando no. ., Sin embargo, la realidad actual es una reali~ad de «doble filo>> en
Igualmente los varones, educados en la comodidad de ~o tener •j que muchos av.ances se hallan interiorizados en las actitudes sociales
que participar en las tareas domésticas, se sienten hoy pres!Ona?os pero a~n no se traducen en la práctica. Un estudio re.ciente del Cen-
pa¡a ello. El hecho de tener que participar en un ámbito que han s1do tro de Investigaciones Sociológicas 8 realizado sobre una muestra de
educados para considerar «de inferiores» y para el que no están de- 2500 personas de ambos sexos, es sjgnificativo al respecto:
masiado capacitados les hace sentirse inseguros y estafados respecto a
las expectativas en que fueron socializados.
8
Periódico Avui, .3 de. octubre de 1991. ;¡

1 '
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Glórw Poal Marcet '
108 Teoríc( de la soctalzzaarn diferenczal mft¡er-varón 109

- Por una parte, sólo una minoría (coinc[dente con las personas - Doble jorqad~ laboral (trabajo en casa y fuera de casa).
más mayores) defienden aún los roles sexuale9 tradicionales y el mo- :¡ - Doble roll(atpa de casa/madre/esposa y trabajadora/profe-
delo tradicional de familia, mientras que la rhayoría defiende como sional). · '
modelo ideal de familia aquel que pdmite el trabajo fuera de casa d,e ••.,'
p.,
,,
los dos cónyuges y el reparto igualita'rio de las tareas domésticas y ~a Igualp.i.ente, en la actualidad la mujer se encuentra ante el dilema
atención a los hijos. Paralelamente el¡90%, de los encuestados co,ns1- , de haber sido educada en unos valores (discreción, dependencia, se-
deran que tener un trabajo gratificante es .muy importante para la, gu,ridad, necesidad de ser hermosa, entregada, solidaria) mientras
mujer. Igualmente la gran mayoría de las mujeres encuestadas priori- que ~1 feminismo, lo~ avances ~ociales y el mundo laboral imponen
zan el trabajo fuer~ del hogar a tener hijos y dedicarse a su .enanza. otros (libertad, autonomía, iniciativa, individualismo-competitivi-
- Por otra parte, la realidad demuestra que lo de repartir las ta- dad ... ). Estas duplicidades y contradicciones suponen que las muje-
reas doméstic.as igualitariamente 'continúa siendo aún un ideal y qu~, res se enfrenten hoy en día a una serie de retos y desafíos que difi-
a·pesar de sus deseos de, trabajar, el 75% de las encuestadas no rea.b- cultan su (re)incorporación, permanencia y pl,'omoción en ~1 mundo
7_<'-J, t:;, tJ ;d)ajo fuera del hogar y, entre las que lo hacen, las solteras laboral. ·
duplican la oifra de las casadas. · · Igualmente, los avances pueden beneficiar a· muchas mujeres pero
no a todas, y el cambio tiene ciertos costos como por ejemplo aque-
Paralelamente, las mujeres deben afrontar los sentimientos de llas mujeres que «se quedan en la .cuneta y sin alforjas». Me refiero a
amenaza y pérdida de protagonismo de sus con:p~ñeros varones,. sen- 1•· las mujeres q~e, debido a' un cambio de mentalidad o de su situación
timientos que pueden frenar claramente l.os obJeti.vos de las r:1UJer~s, '
J
personal se sienten dispuestas y deseosas de trabajar pero, por ed<~.d,
tanto a nivel social!laboral.como domést¡co/afectJvo. Las ret1cenc1as niveles de cualificación demasiado bajos o por la
cruda realidad d.el
de los hombres ·a parti'cipar en el ámbito privado con todas sus conse- mercado laboral tienen 1,1nas posibilidades muy limitadas. Probable-
cuencias, y sus resistencias a permitir que las mujeres participen en el mente la mayoría de estas mujeres se sitúan en el tramo de edad supe-
terreno público se convierten en claros obstáculos para ésta.s .. Igual- rior (mayores de 45 años) en las cuales puéden coincidir varios facto-
mente las mujeres, habiendo interiorizadó los valores tradiciOnales res conflictivos: ·
·tendemos a reproducirlos aunque no queramos y tenemos, por tanto,·
resistencias a abandonar el redücto doméstico. en' que hemo,s sido - Los valores en que fueron educadas no sólo no son social-
educadas a permanece.r. Así, la mujer c~n frecue:1cia se a~toimp~~e •,' mente valo.rados sino que la liberación de la mujer ha supuesto que
(aunql,lc sea. de forma inconsciente) barreqs·. pat~ su a~t?promocJ,on 1
hoy en d{a sei: ,«sólo» ama de casa ya no, sea suficiente; y·ha introdu-
y presenta sutiles reti~encias a dejar .que el. hombre parttc!pe en las ta- \'
1 cido, valo;-es como la independencia y. el trabaj·o fuera del hogar que a
reas domésticas y la educación de los "hijos. .· ': . 1 ellas les son ya difíciles de alcanz.ar. ·
1> De hecho, lo's problemas que debemos afrontai'las mujeres en
~ esta nueva situación tienen que ver básicamente con confliét<is de r~·l '
y de c'ompetencias. Es. decir, se nos exige y ·nos autoexigin;os ~o_sas
l.í' ' ·1
- Lo que ha c.onstituido durante mucho tiempo el centro de su
vida (la familia, los hijos) empieza a desintegrarse al sér los hijos ma-
yon.~s y no necesitar ya su ayuda.
contradictOrias o excesivas. Así, hoy en día puede resultar espcoal~
mente significativo aquello de que «la mujer d~be trabajar, ~omo .una
i
l
-- El inicio de la menopausia puede suponet también un mo-
'
1
mento crítico a nivel psicofisiológico.
mula, compo'rtarse como una dama y parecer s1empre ~na JOven~Ita», , "]

y aunque dichas pretensiones resultan habitualmcnt.e tncolnpattble~, ' 1


Muchas de estas mujeres ya no pueden volver atrás pero tampocl~
debemos cumplirlas para alcanzar el ideal de la rr:u;er moderna. ~e ' están a tiempo de subirse al tren de los nuevos tiempos, es como si se
alguna manera, las mujeres que hoy en día trabapn (un porcentaJ.e hubiera debiliFado el puente con su pasado y no tuvieran tampoco un
elevado y en aumento) deben afrontar en este momento una «doble puente que le$ conecte con el futuro. Por supuesto es prioritario que
duplicidad»: ~stas mujereslpuedan acceder al mercado laboral, pero teniendo en
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110 Gt'oria Poal Marcet
3. ALGUNOS ASPECTOS POSITIVOS Y NEGATIVOS
DE LA SOCIAL~ZACIÓN FEMENINA .
:
cuenta sus pocas posibilidades, deben también preverse otras medidas
de ayuda y autorrealización.
Como vemos, el panorama es complejo, presenta desafíos y difi-
cultades tanto para hombres como para mujeres, y ninguno de los dos
sexos dispone aún de· nuevos modelos de conducta más integrado~ y
acordes con los requerimientos actuales. Pero ambol sexos disp~I1en
también de ventajas y potencialidades que les ayudarfn a afrontar los
retos que tienen planteados. · ¡
El momento actual es un momento difícil, a veces paradójico, en
l. INTRODUCCIÓN
el que confluyen una serie de cambios recientes con una situación de
cambio permanente. Por esp es especialmente importante que a los
En ~ste capítulo profundizaremos sobre las caracterí~ticas d~ la socia-
sexos n~- se les. socialice para un solo ámbito, para un solo tipo de rol.
lización femenina así como sobre las posibles consecuencias (tanto
Encasillqr a las personas en un solo tipo de· función no sólo supone
positivas como negativas) que dicha socialización tiene sobre las mu-
prepararlas mal para asumir otras responsabilidades, sino también
jeres. · .
acostumbrarlas a pensar y actuar parcializadamente. Por eso es espe-
Como ya señalábamos en el primer capít~lo las mu¡eres sob,re las
cialmente importante socializar a las personas en valores de. carácter
, que versa este libro (mayores de '16 años). nacieron en su mayona an-
básico, que contribuyan a fomentar cambios positivos y que, a su
1 '; tes de' 1976, es .decir, antes de la transición democrática. Por lo tanto,
vez, permitan.a las person~s adaptarse a ellos,p decir, valores como 1

'· aunqu~ .a diferentes f}iveles, la práctica to~alidad de las mujeres que


la autoestima, la tolerancia y flexibilidad, la creatividad, l;i capacidad 1 ••
hoy en. día trabajan o.intentan (re)incorporarse.al.mu?¿o laboral, _re-
críticá y autocrítica, etcétera. . .: .
cibieron en su infancia (período en que la -socJahzacwn es especial-
Desde mi punto de' vista la situación actual, aunque difícil, pre~ent<i' ',
mente intensa e inflvyente) mensajes altamente tradicionales sobre el
más ventajas que desventajas, siendo más enriquecedor y pos!tiv6 el su- ·
papel de la mvjer en la sociedad. . ·
frímiento proviniente del autocue·stionamiento y de un camb10 de val o-·
En el mencionado capítulo analizábamos cómo influían en la. dis-
res que el generado por el encasillamiento y el estancamiento. Todo
po'rlÍbilidad al empleo y en las posibilidades labo~ales de las mu¡eres
momento de confusión, complejidad, ·contradicciones y retos es reflejo
lo's discriminatorios mensajes del período franquista. En el' pr~sente
de una situación de cambio, y en este caso la dirección del· cambio es
positiva ya -que ap.unta hacia una mayor integralidad de. las personas y
~~pítulo analizaremos los mensajesque s~~.l1en r:cibien~o _hoy en día · ·
tantb hombres córno'mujeres respecto al papel de estas ulttmas, me_n-
genera nuevas posibili.dades de autorrealizacíón. Toda evolución im-
sajes transmitidos básicamente a través d: los distinto~ agen~es ~oc¡a­
plica dudas y dificu~tades, pero también esperanza~,. nuevos ho.rizont~s
lizadores (familia, ámbito académico, rehgión, lengu~¡e X n:edws_ de
y posibilidades, siendo siempre una situación me¡or que .el Irimovi- ·comunica~ión) y que continúan siendo globalmente d1scr~mmatonos.
lismo.
Aunque decididamente han .existido av~nce·s en _la tgual.dad d_e
oportunidades, en el aumento de libertades de la~ mu¡e:es y en la s.~- ·
tuación general de éstas, observamos en este c~pm1lo _como la total:-.
dad de los agentes socializadores importanteS contmúan transmi-
tiendo ho.y día mensajes que relegan a la mujer .a un segundp pl~no, lo
.En+ro.v) S1-~e_da f S e y o. uo. Y~ zo. v · cual tendrá sobre el colectivo femenino una sene de consecuencias ne-
gativas. Existen también, sin embargo, algunas ventajas en la_si~uac~~n
Madn' el·. 'Si~ lo x:'Xl de las mujeres y aspectos positivos y recuperables de la socJahza~wn
recibida por éstas, lo cual también analizaremos en este capítulo.

:o
Lt"')
M
Katchadourian, H. (1984) Sexualidad humana: un estudio comparativo de
r ! : r, !
evolución, pp., 11-45 y lp~- 227. México. F. C. E.
1

lNTRODUCCfóN
1
Tlie Counsetlng P.l.ychologisl, para re¡m)(lucir "Los mccanis-
tnm-promcdio p<tr<l Ll ;idquisiciinl de Lt scxu:dic!Jd", tomado de \iLA TlR~INOLQGíA DEL GÉNERO Y DEL SEXO
"P:tu·ottes eJe adc¡uisici¡'Jil directos e indirectos en la madu~cz". 1 . i
por Jc:tll Lipm:tn-BlutllC\1 y 1 L1rold J. Lcavitt, que' <1péltCció en ·1 ' HERANT J\, KATCHADOUR!AN
ac¡ucl pcrit'Jdil o (vol. (i) ctl 1D7(i. 1

Duxbttry'¡· Pros, p:na r~eimprimir Ull extr:tcto de "EnctilJri-.


mic11LO cl~e, la ovulación, cuidado paterno y evolución soci3l
D,r·: Hu:rro, la ~éxualidad se ha convertido hoy en uno de los
llliTl\a!la", ¿¡e R. n. ;\!CX3!1llcr y K. l\f. Noonan, tomado de
l~uoiu.tiowuj Thcury and Hu111an Social Organization (1078),
te,mas m:'is cnig·m~íticos y conflictivos para los investigadores del

. r,
~e el i tado por N. ¡\. Chagtwn y w. G. lrons.
cc1n.1portam1entp htt.mJno. Quid no sea igualmente obvia la con-
ft,llitón terml!loUógica que carrtcteriza al discurso técnico sobre
Id sexualidad. ~Ji propósito es examinar aquí l<ls inconsecuen-
das de vocabt!J'ari9 y cles~ar la pluralidad de sign'iricados que
. 3parecen as<x1ados, en nuestra terminología sexual, a algunas
palabras da ves. ·
No se trata de un ejercicio de exégesis que pretenda resolver
todas las diferencias ele uso y ele significado: naturalmente, un
consenso cJq.·ese tipo seria imposible. Sin embargo, la clarifica·
ción de la terminología adquiere su importancia por lo menos
en dos sen.tidos. Ante todo, por la ol>via necesidad de una comu-
nicación en'tr.e las disciplinas y en el .seno de ellas mismas. Se-
gunc:o, lo c¡ue es .más impo~tante, porque dado que el lenguaje'
r~EleJ.a al pensamJCnto, no se puede esperar claridad conceptual
st ex1ste, ~llubigí.iedad lingüística. Del _mismo modo, tampoco se
puede dt~cu.pr la terminología sin considerar los conceptos que
las. palab~as; se supone que repre~entan; de aquí la razón de
cie.rtas in x¡\clítudes cuando se trata de problemas generales.
Dada.I en·"·asez ele co~ocimientos en el. campo de la sexualidad,
su termmplcp ía específtca nunca atr<1¡jo mt¡cha atención: Históri-
ca'mente, mt,r ¡pocos han dicho íllgÓ de /mportancia de modo
que la comtlniclacl científica pudierh pre~tarles atención. Pero
~s'ta sittJación ha cambiado notablem'cnte en Ias"\'tltimas décadas,
.y ~,L~~.dÍQ..J:iS:U[Q,1Q..J..le.J\.L~~;x.t J<dicl~cl, .c9h _sus tlcri vados psíco·
-~-()~_l<t1.ss;_l_l~. !t~cho.<¡uc:_! ~§\G. c:a:).)J!O _casi, ss jncorpordra al <'tr~a de
/ ~~-!;. d_t_~ctplin~s ~~.l._~·.?.I.ttp~~·tgt~_tiento: ..... ¡
,.. En el prtJsente cstudw,~~~~e~_tro mte.rél no ven(lr;í CG!llrgqq
~ x;;k¿tJc-1.dV) _exc!u~ívament<¡ ~n la_ sexualiclaél, sino e[\ sus derivados jJ.>ic;o·
~oE:ale~. A.unqpe exista el riesgo ele introcl~tcir otra palabra más,
( oV\~\ ;)1.eM e,((A parece váltdo romar en cuenta la utilidad ¡~otencial de esta desig-
1

15
LA TERMINOLOG!A DEL GÉNERO Y DEL SEXO 17
L.\ TERM!t\OLOGL\ JJEL Gf.NERO Y DEL SEXO
lli
calificamos de sexu uiolugico. Pero ni aun esta diferenciación
1\:\Uoll par:t incluir término'> iOIIJO illr:utidad genhica, ru.l.
llega a aislar una entidad autónoma, sino en todo caso una
!'r:n/rtco, ·rol sexual, ii/cntidll<i cicl rol scxltul, ctcé:ter~t.
enudC~d wn un c.into número de componentes discretos. Es im·
" L:t mclldiHl :t l:1 idcntid;l,l ~Clll~:l·ic:l, y tt':¡n\Ítlll'i tales. conto
¡>onante ~~~~ert.:nuar estos componentes, puesto que en conclicio-
/r'rivadus psicu.locialcs, nu i!tqdic:111 t¡IIC c·,t~t·, c:lriiClCthticas sólo
1 ne:, patolvgJcJ~ la al>~rración puede incluir un aspecto, pero no
sc:11\ dc·tcnninadas por L1uolTS psin)soci:tlc~. y no por [;¡ctores
el o~ro. feUtJl(los baJo la expre~ión sexo iJiológico tenemos los
l>iul<'>t;icm. Lo c¡uc si e' psicoouci:d en ciJu,, c11 C.'ilc contexto,
stguJeHtef ele!llentos:
Süll S\IS llli.!TltlcSliiCÍUIICS )' oll CX)JI'CSÍOJI, 1\l(IS ljlll' \Lh dCII\':1·
t'ÍUilt:s. Cu:tlc,<¡t.licr:t c¡ue ;,c:tJI lo' Lll'lOI'C'i l)ioli'Jgicus )' nu
1
1) Sexo genetico, revelado por el número de cromosomas
\)iológico'> qu~; dctcnnin:111 L1 ijl:·nt iJad. gcnérict y los. rules
('lt!XX o 'HiXY en las personas) o la presencia de croma·
. scxu:dcs, csta'i entid:Hks se: llLtnd ltestan ~l!crnprc co1nu asp~;clc~s
l!na sexual (cuerpo de Barr).
psicosocialcs de UJ\ imli1iLiu1J d<tclo. En otras palalJr:¡s, aunc¡u::
2) Sexo ltonuona 1: el eq uiliorio andróglno-estróg~no.
l:t idc'ntid:icl genérict y el papel! sexual se apoy;trl por ddlm-
3) Sexo gonáJico: la presencia de testículos u ovario~.
¡ción 011 t.:l sexo biológico de Lt p(.:lsulla y tiellell, naluralulente,
1) 1\lorfología. de los órganos internos de reproducción.
:dett.:rrninantcs biológicos lll:'ts all~ de Lt i:l11i.lLOlllía genital, t.:stos
5) l'vlorfología ·4e los genitales externos (Money, 1965).
:,COilCt.:fHOs "'do pueden sc1; cntcnLlidos como fcnómeuo psicoló·.
1 ' ' • 1 1
l,glCO Y SUCI~l, [ A esta lista .se. podría agreg~r el dimorfismo somátiw que se
establece ~efm1t1vamente al fmal de la pubertad, incluyendo las
Los r--rÚLTJPLES sH;:-;IFICADOS DU 1 sExo
1
características. sexuales secundarias.
Ayuí se ha descti.to la secuencia de la maduración normal,
l.a p(tlabra sexo, que viene llcl laLin sexw forma pzu.tc ct'esd/'
aunque en cualquier etapa del proceso pueden sobrevenir cua·
hace mucho tiernpo c\el vocabulario castellano. La Ennclupedw
Jros anormales: la pauta nor.n;al.de cromosomas sexuales puede
del illimna por ejemplo, il!cluye ~tna referencia que se remonta
1
1

P.resentarse anorma!; el eqlllllbno hormonal puede invertirse;


al sifilü xvl Pero en nuestros día~, ,¡a alabra ha acumulado una
1 / 1
la estructura .gonád1ca puede ser incoherente o mixta; lo.s órga·
divdsidadfde connotaciones. Def)n!tl ·formalmente, ely~X9 remi·
1 ] '

-~C-l?l~\l.!l_ari uuc~te _a la divisiór1-Jc ·lbs· ·~res orgÚ1i~o.s ide~1t~fiu1dos'


nos sexuales .Internos o externos pueden ser contradktorios con
como macho y he_mbra, __y a_ las qpa tdades _que los d1stm.guen.
el scx.o genéuco;!os cambi~s propios de la pubertad pueden no
oct~mr en. el yenodo _prev:sto (Federman, 1968).
í•c 1·o los múltiples usos y derivados (sexos, :;exuac\o, s~xual, ~~.n _un mdlVlduo bwlóg1camente normal (y la mayor parte
sex.ualmentc, sexualisrrio, sexua1ista, .sex.uali.do.d, sexltalizar) i4-¡.
~le la g:nte es n~rmal en este aspecto) el sexo biológico supone
. cluyen tantos significados. que la· palabra :ha -terminado . ~or
1

\}I'~ s.ene espedhca y coherente de características. Las anorm<l·


hacerse imprecisa. Tal cOl,l10'.se los usa J'lOrmalmente, ·estos :dife- .lid_ades, aunque escasas, tienen gr<~n importancia para nues:ra
rentes significado~ podr.lan.agt<uparise·bajo ,Jo~r9_e.~.s~t~g9.ti~~~: C()mprensión del desarrollo sexuaL
e1 se X<} ~ ~<~1!1_0, . E~r_<i<::~c.sf.s.tic!__~_l-~_1__(1§.i5:~~.o..~~~.~--.!~: :.P-~~~-<:>E:l~~la_dd ..~l Basada. en estas evidencias biolÓgicas, la palabra sexo es em·

~~ii~~l~f~¡1i~:1ª~&iSl~~i~gir~.§Y}~-~. ~~·~:.~?..~~-~~~s~.~~y~~:!:. pleada, sm em~argo, en otro~ sentidos. Por ejemplo, es muy


u~da. c.omo vanable demográllca y como índice de status social
p~~9...2l~.~ 1,1()~. ::E:P..hl&t~?J..~!..e.f.~.~E-~..::~; .:~·:~.uY!.~.?., f~-'~-- :\':1.'-~!.~~!>.~E:.-~~ ~o Y JUrldJco. Usos tales como tipología sexual, identidad sexual y
seres determinados. po~!'~E~~.~E.t:~t~-~~s_ , ~~~~-r~-~~.~~.<:tL~~-;.Yl;~~}}.9-?n.;· pape! sexual son. otros de los ejemplos posibles. y lo mismo
.~s:-- A.~ri.l!..ci.=~-~=~~~?.:=~~~':: ~,.; }.::~_?._:_.~~~ J!?,,~-~:~...:<i~ ~iJ?_?_!:_:.!~ ,CO_I?~·~l ocurre con el ~ex1smo,_ la ~xpresión m;is reciente incorporada a
~i~.P.~ ._ll n<_t pre.~~~~:~~. ~~p_~ra~.:v_a_, ~n~re I~s ...s.~_~:e~ .~~:l_l;:t~::?.?,~..Y.:YY.~ este vocabulano, por mflUJO de pal<. !).ras como racismo.
dicotomía clue es .muwamen~.-~. exclt!)'e~~te:_:l1na_ .~~·s.o!la.e.s r:?:~.?~lO . De este modo, en la primera categor!a 'de sentido, sexo designa
~..l~~~~?ra· Y:.~~Ci1§"di;be ~:crun~.Y?~~:-~.. L~~ . ?~~:~a:. Para· ·.dwrlo ~ás • Ciertos aspectos de los individuos, pero no necesariamente refe.
cspediJcamente,.. cuando hablamos así del,, sexo, a menudo lo ' ~ ... ~·

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V")
r''
1

!8 l.A H:RM"OLOGIA PLL '"'·"·'"'·' IWL SF.XO 1 LA TERM!t\OLOCfA DEL GÉ.NERO Y DEL SEXO !9
1 id()~ ;¡ qui(:ll es 11110, ':,ÍilU ldl\ll)i,'•i¡ ;1 se co.mportn, o
({Jillü r 'lógic:1s definió al componamiento sexual como el comporta·
C.ÓIIIU CSjlCLllllm (jiiC SC UJIII[.lOJ'lC. <j';¡J COIIl[lOI'li1111Í~IllO
110 :iÍCill-
miento t¡ue conduce al orgastJJO. Esta definición redujo el sexo
jll'C e\ >c:<u:il lOill:tdo c11 el sc11Lido <11: 'crr'Jticu; rlc :tquí que Jc a seis "s<tliclas'' principales: la masLUrbación, los sueiíos sexuales,
ju,cilic¡uc l:1 división cilLrc c:,l;t ,_:tlcgut í!t ·d¡; sig11il'icado~ y aqu ·._ las caricias, el coito, las actividades homosexuales y los contactos
ILt en la que sexo pcrtCIICcc c:1si c:opccíl'ic<tmcill,e al cu\tlJlOl'L'i·' ~mimales. La gran mayoría ele .los orgasmos pertenecían o eran
mie111o erótico. Est;1 di[crcnci:Jr:ir!n, sin cn).JJ.:I.rgo, ·CS déiJil, ¡J.. obtenidos ineclianlc una p otra de estas categorías. -Este enfoque
que el .\Cill ido de erótico en sí lllÍ:o1no es Uli11.plcju y ¡m'JiJictp í- proporciona una base c\npírica, pero restringe la realidad a
tico, y Lts du'> Gltcgorí:J.'i tic ·:,ig11ilic:tdus C>t;Íil cstrccll:llliCil e . aquello que puede :>er rápidamente contado y cuantificado.
rel:tcioll:tdas. . r
1

Por el contrario, Freu<j percibió el componamiento sexual en
Lt c:-:prclit.\11 r·u¡nj!OI'IIIIIIÍtlllu scx1wl :oc vuelve pl·~hlr.:ridricl:t términos mucho m<ls am¡~lios, mucho m:ís allá de lo que común-
Cll:111liu b cum;d,;r:lnln' lii.'Js ;¡\!;'¡ de su uso ii1Iorm:il y col\I]Í<tllb . mente se entienpe por sexual. .El enfoque ele freud hace de la
Colujllnf,;¡•¡.ollo so:uul UliJiúnmcnle se rdicrc a lo que L1 ~CIILC scxua)iclad una rucstión mas ele interpretación que ele observa·
"liacc" scxu:iliiiCilte ("pr:Iuic:tr el sexo"). Actividadcj tidcs•cóiÜO ción. El prol.Jlcn~a ahora ya no se refiere a cuáles categoría!l del
~1 C()Ílo <p Lt ma\LUJ'bación pucclen ser incluidas ÍilmediaLarnenLc comportam,iento son sexuales y cuáles no, sino más bien al_ com-
c11 c•;ta hu:,r.;oría. Pero, ¿cómo considerar las fantasías· sexuales portamiento particular en una situación dada, si éste es sexual-
o el Ol'g<lsrnu nocturno? La gente da di[erentes niveles de signi- mente motivado. En este sentido, cualquier clase de comporta-
ficado erótico a este tipo de hechos. Aquí el -problenJi\ bc\sico miento puede ser erotizado sin ser concebido col)scientemente
no pertenece específicamente a la esfera sexual, porque se relicre como sexual de parte ele la persona, .o reconocido como tal por
también a lo 1ue entendemos por com~miento. La fantasía
sexual puede ser erólica, pero, ¿se trata:¡ de un "comporta-
~Y:~J¿Tás. ~n If visión de. Reich, todo el cosmos aparece ero-
míe¡¡¡o"? 'En la primerJ categoría 'de significados, el sexo hace referen-
Par::t eludir esta dificultad, algunos hacen. rcfcrenciá a la cia primariame~te a las características morfológicas y ele la per-
r~xjJeriencia sexual, suponiendo que la experiencia incluye los sonalidad, pero' también al comportamiento. En la segunda
scnLimiqntos y los pensamientos privados, mientras que .el com- categoría, mientras el sexo refiere primariamente al comporta-
portamiento puede ser limitado a la ::tctividad "exterior", a la miento erótico, el término también tiene aspectos físicos y de
observable. Pero, otra vet, en este caso se plantean nuevas y fun- la personalidad· en su asociación con lo erótico, tal como ocurre
damentales cuestiones acerca de lo que· es "ÍJ)t~rpo" o "exterr~o" con palabras corl¡o sexy.
en el comportamiento, e incluso si este tipo de distinciones real- ~n ambas cat.egorías, en las que "sexo" se emplea tanto en
mente tiene algún sentido. fot.ma clescriptiva como adjetival, el nivel de precisión con
Aun si estamos de acuerdo en los temas fundamentales.. que qu~ la palabra 'designa una entidad varía enormemente. Por
se -~·efieren .. ~l 'comportamiento, todavía tendremos dificultad ejemplo: crómosoma. sexual denota una en~idad especifica y nada
p~t:ª_g_~tinir cuáles tipos de comportamiento deben ser consi- anl'bigua; hlormona ·sexual es, básicamente,' un nombre incorrecto,
derados "sexuales'', y sobre qué bases. Lás definiciones que se P~\O el usq cotidiano lo ha definido lo bastante para que su
a poyái1 en las pruebas. fisiológicas del orgasmo o la exci tac~ó~ sighificado sea claro para los científicos; papeles sexuales y corn-
sexual son muy valiosas, pero excluyen vastas zonas ele actiVI·: . po,ttamiento sexual son expresiones más ambiguas, y. pueden
dad que también podrían ser consideradas sexuales, tales co¡no teper diferentes significados para diferentes personas.
la fantasía sexual, que no ofrece manifesta-ciones fácilmerúe '¡tinalmente, la di~~i!:l_<:.i<?:n _er1tr~_ sexualiciad y sexo merece al·
discernibles de excitación sexual. Y aún más: la prueba fisioló-'· gubos comentarios. ~?.rmalmer1te definida, la sexualidad es la
gica incluiría manif~staciones tales como erecciones reflejas en ' .. 1

los niños, cuya naturaleza erótica es discutible. 1::La naturakzal del comportamiento sexyal y ~e la inclinación o prcfe-
re91cia sexual aparece tratada. más extensantente en el capítulo de Katcha·
j" Kinsey comprendió esta dificultad, pero por razones metodo- dol!rian y ~anin, en este m1smo volumen,, i
i 1¡

1 '

:10 L1\ TFRMl:\OLOG!A DEL 1l;¡c':'l::RO Y DEL SEXO


LA TERM!l\:OLOGI.\ DEL G~.NERO Y DEL SEXO 21
cu:liit!!ad de ser sexual, la posc:,ión¡ de: capJcicbd sexual y la cJ.pa·
cid:1d ip:tr:t Jus sentimientos sexuales. Pcrc·J en su uso Gomún este lDENTWAll C:};/~Í-:lUCA Y SEXUAL
tt'~rmir.1to tecibc.: significados ;¡diciunalcs. Sc:t· io que lu1.~re, el sexo,
la sdiullidacl er1 todos los ct:,os parece intpliclr ';¡]g_o tnJs. En su sentido m;ís primitivo, la identidad sexual es sinónimo
Desdé: el ¡m·rtto de vistJ. de un bi¿logu, "c.:xi~tc el ~.exo b:ísico,. del sexo de: Itll inuividtw, determinado por el hecho general-
que <.tepemlc del tipo de gL'tnduiJ sexu;tl, y b sexualidad, que · mctltc inequívoco y IJiológico de ser macho o hembra. Pero
depctt1de d4 bs diferentes estrupur:ts, (tltlciones y actividadc~ .la palabrJ tiene también un signi[icaJo más sutil y amlliguo,
asocia)cl;¡s :tl' l:ts gl:'tndul~s sexuale~'' (Benill, 107G): .Ut¡'uso a11ti· a sJbcr, la identidad sexual como característica fundamental
guo de la ·xprcstc'lll, citauo ]'\ll' el Oxford Eng(¡¡/¡ lJrccwnary, de la pc:isotl<tlidatl. En t:stc: sentido se le usa como sinónimo de
dc!'inc la sexu:dit!ad como lo que caraCLeri~a J ·Jos elementos irlentidar! gr'!li:rica. ( .. · ·~ ·
reproductures del m;tcllO y de Lt hembra: los gametos (óvulos -~Jj__c~~W proviene de la palabra latit 'l., idem, y las Jefinicio-
y e'>[!Crlli:t), l¡Ue a su v'cz determinan el sexo dél individuo. En Ites del diccionario refieren a la persistencia- .. de Una individua-
este sentido, ll\1 hombre tiene sexo,, y el espert'na tiene scxualidacl. lidad y a Ll misnlidad inalterable de 'una persona o cosa a
Por oposición, los puntos de vista de Bea,ch sobre l_a sexuali- travC:s del tiempo y en diferentes circunstancias. La idea central
dad colocan a 6ta como "emergente" eri la evolución del y u e subyace al concepto Llc idcnLiuad es tan importante que
Horno sapiells. En este sentiuo, la relación .tntre la sexl.\alidad se pueden enc:ontrJr innumerables referencias bajo diferentes
humana y el acoplamiento de otras especies púccle co~pararse· formas, . ( /_.. . . ,
a la relación existente entre el lenguaje h4mano y las formas Entre losfdós~fos,\l_ohn Locke .Y :Qav1d Hume se dedicaron
de comunicación entre Jo~ animales: (Beach, 1074). ¡ a ~sta cuestión. 2 Al término del últfmo siglo, Jos -psicólogos
Otros escritores son a menudo po:co clarogll cuando se refieren soctales comenzaron a dar importancia al concepto del "yo"
a la sexualidad, pero de todos modÓs en su:-'uso corriente la pa- corno fundamental para el desarrollo de Ja personalic;lad. Las
labra parece representar siempre algo más que sexo. Para algu· opiniones de(.~jllia!Tt James son. panicularmen'te interesantes,
nos, la sexualidad incluye más que las funciones genitales, . el al diferenciar en1re'el"'J"6-'matcrial, el 1 social, el e8piritual y el
coito u otros "comportamientos sexuales": Algunos empleJn puro yo, como, c?mponentes de Ja personalidad Qames, 1892).H
la palabra para sugerir la pres1encia de componentes _.no geni- ,1 · En l~s dos ulumas décadas, el concepto de identidad ha ga-
tales, interpersonalcs, sutilment~ emocionales del erotismo. Al- nado una notable popularidad gracias a los trabajos de Erik
gunos parecen usarla porque 14s parece más refinada, más co- f:il:O,~· Esta popularidat.l quizá se deba en parte al modo
rrecta. Todo este tipo de con~ideraciones probablemente han ¡ cor~ikson lig~ la formación de la identidad con, el periodo
¡·'
contribuido a hacer de la palabra sexualidad un componente de la ai:lolescencta, etapa de la vida que ha sido objeto de
in falta ble en los títulos de libros de texto publicados en este mucha aten~ión social y profesional d~sde el decenio de 1950.
campo (Gagnon, 1977; Goldstein, 1976; Katchadourian y Lunde, .La_sgp~ep~ión d~ Erikson de !a ''ideptidad del ego" es difícil
1975; McCary, 1973). .· : de resum1r sm pel¡gro de reduc¡rla, e iincluso en su forma ori-
Parece legítimo emplear sexualidad en su sentido más amplio g~n~l el significa~o de _i~e-~~i_dad sigue stendo poco claro. Erikson
y coíñ'ü' térniinó"que" engloba muchas 'cosas,'si'"ieriemcis--en cuen- dJStmgue entre tdenttcúid, que se caracteriza por rubros tales
. ta que representa tina abstraccfón, .Y que Ioq~~ .guíe!~ "decir como el nombre de una persona y su situación en un ambiente
esta palabra représéúa .~ás _?ier · ~-1. cu~dro ~~?n~o. _() I~~ ?'~ei1- dado; identida(l personal, que supone un "sentido subjetivo
·¿¡a-s-úé válor de quien la usa. Lá cuestión del s1gmhcado estncto de exi~tencia continua y una memoria coherente"; e identidad
,·,
slgüe. ·ere todos· rodas;
síendo, problemática. . · psicológicO:, que· ·~·todavia tiene características más ambiguas, a
2 Pnra sus escrito~' más representativos en este aspecto, y comentarios adi·
1
cionales .sobre otros .filósofos, vease Perry, 1975.
8 Para una ,visión ~neral sobre la obra de otros cientificos sociales en
1
,. ' 1
esta área, vea se Hall y .l:indzey ( [ 970). ·
1 1
,....-----

i ..
''" LA TFR,\11\'0LOCl.\ ll[L (;(.\LRO Y IlEL SEXO AITElU.HNOLOG(A DEL GÉ.NERO y DEL SE"<O 23

vcc e' oLII1jcti1·:ts 11 ol>jctiv:ts, i11dividttalc,; o sociales" (E,rik:sOII,


J%1)1>).
En ténni110s sencillos, la irfn¡f/rli!!l ~e rdicre a la in_\L¡.:::.i0. \.(:L· 1
lidad de un:t pcroOII:l, COillO rcspue~Lt a la ¡m~gu11ta "¿Q.t;tén
'
t
brc o m u cr.l ¿O acaso la identidad sexual es sólo una parte o
un aspect W'\s diferenciado de esta totalidad?
Lils propdjp concepciones de Erikson no son del todo claras
en este aspcc,to. La expresión identidad sexual aparece sólo en
,'.cly. \'ct?'; P-~;~o 1,1 que Eribon quiere decir COII i!lenlitlai .L[el' UIFL versión del cuadro epigenético de Erikson, junto con su
¡·gu 'v., JLILtc !Lo lll<Í'> con1pkjo. ¡.·.'>I<L cx¡¡¡c~;ic'>ll Í11cluye el scnt,i~l'd opuesto, ht difusión bisexual. El problema de la identidad sexual
cOJI'.CÍl'lltC de ];¡ idclltici<l(l ÍllllividLI<il, el csfucu.u. inc:c;>mcicntc.' ·es' el antecedente, durante la adolescencia, de la crisis especí-
por cull>crv:tl \111<1 CCJllllllllicLI(l del cadncr pcrson:1l¡ a'lgu~~·~s ' fica d~ esa etapa de la juventud, que es la de Intimidad contra
:tspcctos de '\i11tc:sis del ego", y el m:lnLcnimictlto de una solí· Ai\lamienLO (Eribon, 1959). En versiones posteriores, la identi·
d:1tid:1d ÍllterlLI con los ideales y b; ic.lcllliuad de un gn1po: El dád sexual es remplazada por la polarización sexual (Eribon,
jll·c,IJI(·tll:l de];¡ idt'lliÍd:id IIU se il:Sllc.\Vc pcrlll:IIIC\ll~IIIC!llt: dllt<.lll· 19G8b). A clife~pcia de Jo que ocur1·e cop otros términos, los
tl' el pcrioclo de !:1 :ldcilcvclll'i:t. Lo que ocune en ese pniodo es, que se refieren i a la identidad sexw~l no ]son considerados en
:1 lo stllllU, Ull:t d<~ril'ic:tcic'm y llll rcpia'ntco de solucícmcs obte- ll'ctalle · puP l~LiJs..s_Qn, pero una ele las implicaciones más claras
!lid;ts mucho illllCS, y l:1 su(icicllle COllSOliJación [J<ll'<L c¡ue. la es que la icLe.n~idad sexual incluye l~ defipíción de orientación
per;ona dispong;t ele cierta idcntidau au11 cuando ono.,·aspectos sexual o "polarización" e~ un eje heterosex\Ja,l-homosexual, como
·de la pct,Oil;Jlicbd v<Lyan sic:ndo refinados t;n etapas succsi: mOdo ele evitar la con fusión en esta opci6p. ·-,.,..,-~-----·
vas del ciclo vital. Erikson no ha elaborado los antecedentes de la identidad
1 .

La inupcic'm dd sentido de identidad personal progresa así ·sexual durante las cuatro etapas precedentes del ciclo vital, ni
en- mültiples frentes, incluyendo por supuesto· el desarrollo tampoco ex plisó sus derivaciones más allá ide la primera juven-
cognoscitivo. Dos compo11entes import.antes son. la autocatalo· tud. Habría s1do interesante saber, por /ejemplo, qué piensa
gac:ÍCÍil y la C<ttalogación que los dem;'ts hacen de nosotr~s. Eri~son acercil¡de Jo que ~curre en la pr·i*er~ infancia ~uando,
Ambos elementos sori c~e particular importancia para la identi- se¡.,run Jvl()!l~Y X,_()tros, _1¡¡ _ ~-~-~_t::_t<~:__ c1~1~ -~_c:I~rJ.~:c1~~- gcnénca" co-
dad sexual, puesto que entre los primeros marlletes que se rnünmente se c1erra P<ll-ª._s_¡.e.mpre. Del mi$mo modo, sería muy
útil poder ééirriparar el esquema de Moneyl y Ehrhardt sobre los
aplican a una perwna está el de su pertenencia a un sexo o.
componentes secuenciales e interaccionales de la diferenciación
a otro. 4 ·
en la identídad genérica (Money y Ehrhardt, 1972) con el mo-
Esta relación entre identidad y p~rsonalidad todavía. no .e~tá . de!o epigenético1 de Erikson. Lamentablemente, estamos bajo
clara. En un sentido, la identidad parecería' ser 'lfna. fqceta 1·o demasiada presión para buscar referencias y comparaciones es-
parte de la personalidad. Sin. embargE, .en ~u s'entjdo más a · pccWcas de estos y otros autores sobre sus mutuas opiniones.~
plio, la identidad se convierte p~ácqcamente en un si,nóní o ·Otros consideran la identidad sexual en términos mucho más
de la personalidad. 1
' globales. Por ejemplo, Sandra Bem atribuye a la tradicional
Sin querer resolver este problema, fundame~tal, concepción de la personalidad sana o ideal un concepto de
suponer que, sea cual lucre la identidad, la identidad sexual de identidad sexual que posee tres componentes básicos: 1) prefe-
todos modos forma parte de ella. ~zá I_~·_i4en.tida~~,.~.~~u~!: ~ ba, rencia sexual por miembros del sexo opuesto; 2) identidad del
incluir todo lo que es sexual en una person¡¡_,:_ fUJ;c:~?,es h~~.. ló:' papel sexual dividida como masctjlino o femenino, según el
~¡~~¿;·_tipo . e irlt~~s!~-~d_·.~~ . Jos comportal.t_l}ento~. se,xuales, la
~ Se puede observar la desesperación de Stoller con la palabra identidad
propia percep~i6n C()!110 se~ sexual, y la que _o,tros t1enen de u o, por una nota a pie ele página en la que comenta con evidente aprobación
Y. todo lo demás que tenga que. ver con el hecho ~e fef !·,1 m- la conclusión de un colega, en el sentido de que "el término 'identidad'
casi no sirve más que como una bella vestimenta para ocultar vaguedades,
4 Vean se los comentarios de Sears sobre la autocatalogación', 'en' ~~ste mis- ambigüedad, tautologlas, falta de información clínica y pobreza de explica·
mo vol\lmen. cienes" (Stoller, 1968, p. X).
:1

..
LA TERMINOLOGIA' DEL GtNERO ·Y DEL SEXO LA TERMINOLOGIA DEL GÉNERO Y DEL SEXO 25
sexo de cada uno; y 3) ide~tidad genérica, seguríd~d en la pcr· me.ni0o' en la personalidad del hombre, y al mismo tiempo
cepción del propio sexo como masculino o femenino ·(Bem, en la lnlagen que el tiene de la naturalet.a femenina en general¡ en
preparación). Otros autorc~ map la cxpresíótt idenlidad >·extwl otr~s ya!aiHas, el arquetipo de lo fei1Ú~nino·. Del mismo modo,
en sentiJo ntudw mJ.s rnlucidó, a 1\lClludo como sinónimo de el arwnu representa los coniponentes masculinos en la persona.
papel sexual o de identidad gcnb ica, como r<..:llejos de la magcu. lié ad de la mujer y también la imagen que ella tiene de la
liniclad y 1~ femineidad. 1· n; 1ra~cza masculina. Normalmente, las características tanto
La preocup~H.ión por el tem de ]J.· l!lasculinidad o la· fcmi· mascu inas como femeninas se encuentran en todo individuo
nid:1d es mucho m:ls antig.ua c¡uc l:l moderna atención puesta pero b persona expresa exteriorment~ el conjunto de' caracterís:
por los científicos. En la filosol'ía y 'la religión chims, ~~ rrin· Licas que se consideran mas apropiadrs para su respectivo sexo,
cipio m:¡sculiito (ya¡¡g) y' el principio femenino (yin) s~ ~tri· y que no ~ot.l!undan la autollnagen :dqal form~da (]ung, 1969).
buyen nu solamctlte a los hombres y a las 11l11jcrcs, sj.no a J ung dt~tltlguló entre la personal!cl~d ex tenor, a la que llamó
todo Jo <jlle existe, incluidos los objetOS inanimados, los cspíri.t persona, y la personalidad interior, a la que llamó dnima o
'
tus y los sucesm.. La doctrina, qtJe se funda en el texto taoí~la, 1 ' ,l 1 ' .alma .. Comp~r;uHI<: las personas de hombres y mujeres, Jung
el Too. Tc:·King, es la lÍpica m~nifestacic'ln del dualismp cl\ino, ' , ~tftrm.o que la realtdad lógica y objetiva prevalece en la actitud
que sostiene que todo; Jo que' existe está constit\lido por . la . extcrwr del .lto.mbre, o al menos es considerada como ideal, y
interacción de dos moclos de energía opuestos pero corrtplemen que los senumtentos prevalecen en la actitud exterior o idea
farios. El yang es mastulino, procreador, brillante, solaT, celes ··-,de la mujer. "La .actitud consciente de la mujer en general es
tial, activo y positivo. El yin es femenino, fértil, lunar, tcrres.lre mucho más exchtstvarnente personal que la del hombre. El mun·
pasivo y nega\ivo. El yin y el yang están presentes 'en dis .
1 do de-. la muj~r esta ~~~cho de madres y padres, hermanos y
tintos ¡~rados e interactúan en cada' ser humano, pero lo~ l~'om hermanas, mandos e hiJOS .•. El mundo del hombre es la na-
bres sun predominantemente yang: y las mujeres, yin. Y dadJ ción: el Estado, los negocios, etc. Su familia es simplemente un
que el bien y el mal son opuestos y depen ser tomados primor :nedto para alcanzar un fin ... " (.Jung, 1953, p. 208).
dialmente en cuenta en toda doctrina d~Jalista, los shen · (o es · I:'tX? (;}l el all1}a, estas. relaciones cambian de signo: el hom-
plritus buenos) son yang por carácter, mientras que los kwe bre s~ente y la mujer refl~ja. "Así como el ánima produce
(n :.nalos espíritus) son yin (Noss, 1963). De todos mo'dos, est, hutnor, .el .ánimo produce ()pinión." El hecho de conocer estos
cosir.ovisión bipolar en su formulación rnás antigua y clásica~ procesos psíquicos íntimos nos permite usarlos conscientemente
no rep,·esenta ba una !u c. ha entre las fuerzas primarias del bie como funciones, &egún Jung. Mientras el ánima o el ánimo sea
y del mal. Al r:ontr.aria, "el yang y el yin eran fuerzas esencial · ~nconsc~ence, allí será siempre proyectado "puesto que todo lo
mentt: iguales en la dinámica incesante de un u'niverso imperso mconsc1eute es proyectado", y la vida sigue su camino en esta
nal" (Thot11pso11 1 1969). . 1 inevitable oposición. En tales casos, el alma se proyecta en un
A~nq\.le en e~W q:>ntex.to el yin y el yan.g no p~eden ser coro.. objeto real y conespondiente -un miembro del sexo opuesto-
parado; con l~s aspectps de la identü+ad lie:l\.ual, <Ügunos e~ri· c~n el que se establece una relación de casi absoluta depen·
tores e' >n te~U:po.rf,n.eo~ \wn ~sadp estos <los coucep tos o algunos den da (.J ung, 1953, pp. 195·209).
similar !S par-a ~(;:pr~en~¡; los p~nt'O,s de vist?, ·del 11í).tnbre y ·de. ~a__f~nff11fÍQ.ll \:k fr~'llQ so't!re Ja,. i<;lt:ntidªc:l se~'llal quedó i_n·
la mujer, y los han, u,'l>i"ªdo. q;¡mo q:>nsthu·t\vos, tll} ,difere~ltes <::111~~~ :9el1.i~()
M s~ ±e:9rí:t. g!ql?<\1 ~~hre la, ~~~\la,U<;lacl. Aunque
gr.ad~-s y nivel-es, ~n ~da, \;\no de lQli \n(Kviduo:s qe 'lino y. '()tto no se imcr.nó en el concepto de identidad sexual en cuanto tal,
sex--o. f ~ con~,pt~. i~:~gii\n,\), d~ ~nÜUQ y ~1 á~i~a '0i;~ne :al ~a~~" · ~u~ preocupa.ciones 'llobre los conceptos de masculinidad y femi·
ri en tlsta <:Uestión. ne1dad 'hlln 1m,pregnado mudws de sus escritos. 6
Jung concebl!\ ·~::. ;anlnw y ~1 án\xna ~V> !~'t~~ :ar~'Wt\pi:ca1 '!! JiJn el. indicc •de 1~ mO.R\.IWWtl\1 .colección <\e escrito¡ p&icológirot d~
.per:ten('dentes a lll ~ncie~q¡¡, jndh··~dua,~ p~o ~¡;~~~~s ~ cl fre.ud,, ·~·tst-en ~renc1as a la s~ad en más de SO asooiaoio.nei oon
inconsdente wleot\vo. ::6',1 an~m,a rep~entl\ ~Ol\ ®.W-J?~"ll,WS ·fe·, ~~. «>Me~, ffiO :J.i\ iqooqdad no a.parccc en nmg.u~ de ellas. hra

·:1
~·--

• 1

LA TERM!NOLOGiA DEL GícNERO Y DEL SEXO


LA TERMINO:LOG!A DEL Gf:NERO Y DEL SEXO 27
26
' .
El concepto de bisexualidad es' fundamental para la visión ' tencial de los conccpt+s biológicos y la terminología dominante
¡;-énica freudiana: "Desde que me familiaricé con LL noción ele ~n el psi~oanálisis. En. un discurso de 1913 sobre las relaciones
bisexualidaJ, la he considerado como fac:LOr .decisivo, y oin tomar e¡ltre psi~oanflisis y biología, escribió:
en cuenta la biscxualidad .. pienso que seria muy difícil lkgar ' 1
pesar de i todos nuestros esfuerzos por evitar que las considera·
1

¡\
a comprender las manifestaciones sexuales que ele hecho se
cioncs :y la terminología biológicas dominen el trabajo psícoanall·
o!Jsnvan cn l10mbres y ntuj<:rcs" (FreuJ, 1S:220), ScgL'Ill Stoller,
1
tico, no podemos dejar de usarlos, incluso en la descripción de los
el concc¡)to de biscxpalidad mantuvo su con~,ició11 central y fenómenos que estudiamos ... hablamos, también, de impubos y
quedó relativamente intacto en LOdo el pens<tm1ento. ¡Jslcoanalt- ;¡tributos mentales 'masculinos' y 'femeninos', . aunque, dicho es:
tico de l;ircud (Stollcr, l 07•1). trictamcnte, las diferencias entre los sexos pueden no reclamar una
hcLHI creía c¡ue 1~1 l>ist:XIi:did<td era parte de la "IJ:tsc."·. biolc'¡- ' caracteri<aciin especifica mente psiquica (Frcud, 13: 182).
gict subyacente: en l:t; lui.Jcione~ psi·co~ts. Al corn¡c:nzo d.c
este siglo, la silllilitud lJ:\,ica ele la ontcigenirt ele! ststcma repro- i' En otro co\JtexLo, después de referirse, a Jos atributos inte-
ductor e11 ambos sexos ya se había establecido, y ya ~e esboza- lectuales "ma~culinos" en un paciente, agrega que "estas dis-
IJa!l paralelm con la bisexualidad psíquica. En una extensa 110ta tinciones s'on !más conve\"lcionales que científicas" (Freud, 18:
ele pie de p~lgina, Freud se refiere a un buen número ele con-. 14 7-172).
cepcione~ que sostienen que ~e pueden ~n~ontr<~r . elc~ncntos Freud escribió la primera exposición importante sobre su
masculinos y femeninos en todos los indiViduos, s¡ b1en en concepción de la bisexualiclad en sus Tres ensayos sobre la
distintas proporciones (Freud, 7: 143): }~reud. también 5upu~d teoría de la ·sexualidad (vol. 7), en 1905, cuando estaba abocado
cp 1e, como universal de tipo b~ológi~o, la blsexual!clacl tema '\ al problema de la homosexualidad. Otro documento importante
influencias sobre el terr~no pslcológJco. En su pensam1ento, [ sobre lo géiJico aparece también en relación con la homosexua·
como lo destaca Stoller, la biscxualidacl se convirtió·' ~n un ¡' lidad -esta vez en el caso de una discusión sobre una mujer'
referente ele ¡ homosexual (Freud, 18: 147-172). En sus Nuevas aportaciones al
t·'
1
' psicoandlisls (vol. 22), Freud escogió la "femineidad" como uno 1

la homosexualidad maniliesta; el placer tanto en la re\a('ió,n ho· 1 ele sus principales tópicos, y apoyó sus observaciones principa1-
f
mosexual como en la heterosexual; la identificación con, aspectos r men te sobre dos trabajos anteriores: Algunas consecuencias psí-
del sexo opuesto; comportamiento génico mi_xto sin conno:¡¡ci'dnes. quicas de la distinción anatómica entre los sexos (1925) y La
eróticas, tales como el afeminamiento; la amistad; la capawlaq de . sexualidfd femenina (1931).7
ciertas células o tejidos para cambiar de apariencia o. de., fu_ncj~n '
Los pficÓlogos de orientación más empírica y experimental
(o ambas cosas) típicas de un sexo al de otro; la indtferenc!'aCJÓn
también S<l han preocupado desde hace mucho por el tema
embriológica; restos de tejidos del sexo opuesto en el a~ulto; u:n:l
"fuerza" innata que puede influir. sobre el comportamL(:pto .~1m·· de la m s'}tlinidad y la femineida~. A fines del siglo xrx, las
giéndolo hacia el del sexo opuesto. :EI princípi_o de la bise~ual~d_a1 diferenc as :lse}í.uales empezaban a sh co~sideradas por Jos pro·
era la "base" del comportamiento,· y su. mamfestactón ps¡coló~tca fesionales ~ hacia el decenio de i 920 f!parecerían con cierta
-la homosexualidad- era el nido a partir del cual creda,.la ·,psiCO· :regularidad estudios formales en el, campo de la literatura psi-
patolog(a, Se sintió más que conforme con tal uso; pensó que. er.a· cológica. s .· : 1

correcto. No ver que todos estos el<'!mentos pertenedan a .1.1na mtsma ,


familia habría sido desechar un concepto muy po,deroso', (Stoller::
, ~~!':'!~- T~~~~-Y.c<l.~~~Ei?~ . Miles .. empre1_1dieron un estudio
~-~P.~~~~~-q~.~-Jl!~--p_~<:m_~:c_>! en el que crfaron un cue.stionario-
1974, pp. 392-393).
,7 Para mayor estudio de los conceptos de Ftcud sobre los genes y la
Sin embargo, Freud también pareció preocupado. ,por el. po~ bisexualidad, véase Stoller, 1972, 1974. '
s. Para una rrvisión de esta literatura· inicia.l,l. ~éase Johnson y Terman,
referencias más específicas 'sobre la masculinidad y la' fcmincid¡u.l• en los
1940.
escritos de l'rcud~ véase Freud, 24:317.
1

.
'•···· ,. .

¡.;
•'
LA TERMINOLOGIA DEL C~NE!RO Y DEL SEXO 29
~8 LA TERMINOLOG!A DEL Ct.NERO Y DEL SEXO
1
. ridad implica que la masculinidad y ~a femineidad se encuen-
tipo "Test de masculinidad.fcmijlcidad". Aunque en Sexo y. tran e? .los extremos opuestos de un continuo, ·en el que la
1!C1'.1'1!11(1/ii/ad 110 usan ex¡ne:,ioncs COlllO identidad, g¿nica O iden· · 1nasculmldad, en un extremo, no sólo representa la total ausen-
tid11d SI'XIIIIl, los autores, se cntAntan a esta cuestión .. En la Cia Jc femineidad, sino también su opuesto absoluto. Sea po-
introduccil'ill a su lil,ro, iTenn;¡n' cuenta que la idea de crear sible o no resolver este tipo de cuestiones al gusto ele cada
un Test de masculinidailjy femineidad se le ocurrió en 1922 en uno, s1n embargo existen hoy ciertas resistencias a considerar
rci:lción con s11 trabajo icon nii'íos talentoso>, y con respecto un ::Jsunto de tal complejidad como puro y simple continuo'
a ~liS itttere,cs, pduicas iY cut1ocimiento de los juegos. I)IJ'Olar (Carlson, 1972). ·Más aún, en las inve~tigaciones actua·
Lt cx¡JeCl;JtivJ z¡¡te stlby;tce e11 este tipo ele tests masculinidad· les, la masculinidad y la femineidad han sido ~onsideúd;ü no,.
fe mi nci d;1 d no se rd ierc I)t:cesar i;¡mente a 'l U(': e>Las di memiotltS como polos opuestos sino como dos dimensio(n~s ortogonales
de 1:1 ¡>l'l ,un;did;ld y sus ma11ile>tacionc:, consistan en altcrnativ;is qt~e representan, ambas. los caracteres 'pos"itivüs--deT:::-eomporta·
lJIIILtlalllt:lltC t:xcluyelllt'S, sino m:.ís bien a .si_~~.-~.~Jllbina~iones llliC!l~o, en una coexistencia óptima en la persona ideal con
di.! características se distribuyen irregularmente entre ,hombres Utla 1denticlacl sexual andrógina (Bem, en preparación). Para
y n!ujl.!l es. Como el propio Terman señ·a!ó, "A\ú1(¡ue ¡~tácf!·' hacer .mayor hinca pié en esta cuestión, algunos ha~ recurriuo
(·;i\1'i"C1írt:""'fódo atributo su¡luesto como caracterbtico de ·un al antJguo concepto del Yang y el Yin (Cox, 1976).
'CXO j¡¡¡ siuo CI.IC~LÍOII<Jdü, sin embargo los cuq.drOS COmptleStO~
La expresión identidad del rol sexual es usada, a menudo, en
producidos por la opinión de la mayoría nos ·o'frecen una:· a(ep·'' el mismo sentido que identidad ger1érica.10 Se la usa al menos
table claridad" (Terman y Miles', 1936). l:,stos· tests, por su'· para definir la noción de identidad como "lo que incluye fac·
puewl, ll a tan simplemente de. idfntificar 1<\s difere'ncias 'exis· • tores ta.nto cognoscitivos como afectivos que reflejan la auto-
evaluaCión y la e:valución que otros tienen de una persona
t.entes cmre Jos. dos s.ex~s,, sm l,'))rttender
1
. revelar cómo se
~omo· adecuada a su condición de hombre o mujer" (Constan-
prouucen e-,tas d tLerenoas.U. ,. : . . · · .
tinople, 1973). '
Desde el trabajo pionero de Terma se ha vemdo ptod\.lcJen:
do una vasta literatura· psicológica et~ este terreno: En .su gene- .J·:l .re laJ?;a ~en!,TO..J.!Ul.roX~..de.Lll\.l..tQ. geti!JS.J, q~le sig,t~ifica n~­
raliclacl, este tipo de literatura se Uedica a la psicalopia de l.as ClllllentO u ons_e~ 1 y dt agt;i_~~~ r.eP!~ cierto ~iJ?;?.,¡, Ante
diferencias sexuales, incluyendo un amplio número de vana· tod_o, es UI: tér~~no d:-~~~!1•. que fepresenta la_ subclas),fi-
·bles, que se escalonan desde la sensibilidad táctil hasta las· caCJón de cte~tes alabras co~~.~.~..S.tl.!J.C?.!Eb~~.J'.....E!2!:2...mb!t;.0
funciones intelectuales, los rasgos de la personalidad, las pautas ~~a_ss~~~'~'~ f~JJ1~p.i!!.~L,9~~I?-~.Jd,(X/!-,~. Las expresiones rol ge-
de socialización, etcétera (Maccoby y Jad:lin, 1974). Uq enfoque.
nenc? e 1dent1daá genenca son ele origen reciente. John Money,
el pnmero que empleó el término rol genérico, Jo hizo público
más especHico se circunscripe a la personalidad y a' las. c~rac ..
en ,195? (~one~, .1973). ~o.bert Stoller informa que se llegó a la
terísticas del comportamiento, y se 'h~n de~rr:ollado d1stmto~
ti pos de escalas e inventarios para ~a dlferenClaClón de lo~ sexos, expres1ón !.1El!.L.da.d g_~!!.'0:EP en una serie de discusiones que
sostuvo con Ralph Greenson. Stoller usó fonnalmente la ~e-
En la mayoría de estos tests, la 'masculinidad y la femmeidad
se perciben implícitamente como \>ipolare;s y u~i~imen.sionales.
]9§~SI}_una monog,ci}Ta-Ereseñtacla·a"l-"XXii;-co~o
.ti,\ÍE_en.
J.!Jl~cio~f'¿is.~~_iit{c~.,... (Stollitr,"'"Y96:I):--M-~ra'mbién
Como lo destacó Constantinople ((1973), ~o \lmdimens10nal .de
conhrma que Stoller dio origen a la expresión identidad del
la masculinidad-femineidad es frañcamente insostenible. míen·
núcleo génico (Money, 1973).
.
t~~~,_es.te tip·o~ ú tests no intenta medir una característica uni-
~-~.?..92:.cción del término identidad genérica encuentra su
taria. Además, s~gún el tipo de comportamientos computados,
se pueden deducir diferentes juicios sobre ~1 nivel relati~O· ¡;le·
·i~~~a-~r:_e_n~~~~i~~~?.~~~~~§-~~:t.?J!~~~····-~~--~C~~~'iido ·cl·e
masculinidacl-.femineidacl en una persona. E~ aspecto .de blp(!la~ lO La expresi6n•identidad del rol sexual aparece por primera ve1 en
1956, en un articulo de Harry Levio y Robert Sears publicado en Child
Droelopmcnt,
o Para una revilli6n 'f critica de los inv:entarios ¡jpbre la masculinidad Y
femineidad, véase Constant-int;>ple., l9H.

1,

1,
1 1
1
:JO J,,\ TLIZM!i'\OLOC!t\ DEL Gé:\ERO Y DEL SEXO LA TERMINOLOG!A DEL GÉ!'\ERO Y DEL SEXO 3!
1

c1t1c u!cntirlud .\CXIIIll cr~1 1~11a cxpr:'csÍÓ!l' ambiguJ. puesto .. clu.e


1 creencias tienden a identificarlos, están lejos de ser sinónimos. Como.
cscrilJió C. S: Lewis, "El género es una re<tlidad, una realidad mu-
[l<Jdí:t rdc1 i¡sc t:tllto 'l Lts :tCLivicL¡cJcs ocxua.lcs (:om'o a Lis [anta-
cho más impo'r.tante que el sexo. El sexo, de hecho, es simplemente
~í;ts_. D;tdo que .scxq \(CJIÍ't fu enes. connotaciones biol6gil:a~ .. la ada.p~ación ·a la vida orgánica de una polaridad fundamental
~LUIIu proplh<J que se lo m:tra par;t "!·cferirse al >e;o· del m'acl:o que d1v1de a ·todos los seres creados. El sexo femenino es simple-
~J de [;¡ llclllhr:t y a l()s comportclttc:~ biológicos que :deLcrminan mellte una de. las cosas que tienen género femenino; existen mu-
~i 111.1:1 pn;ur1:1 es macho o ltentiJrJ.". ¡\ co.tltinuación explicó c¡ue chas ot~a~, y lo lv~asculino y lo Femenino nos encuentran en planos

' . •
1 1 '
de real¡Jad donde la expresión macho o hembra simplemente ca-
L1 p;tl;thr:t H'.xunl tcndd connot;tcioucs d~ ;¡na,romL1 y fisi'ologla. recería ele scntidó"' (Morris, 1974).
OIJvi;tmcnLc:, esto deja 'in cuLrir enormes itrc<Js del 'comport:imict;-
to, scntintiCI\tos, pensamientos y fantasías que cstin en 'rclació,n LainciHablcmcntc, ~~ _expresión iclentid(yJ gmcri.íf.<L.J.!l!l ...Yll.Ra
COit los svxos y qut: sin cmiJaq;o no tienen, primariamente, conno-
·.como su ¡Jrop1a concepoón, no ha sido suficientemente estudia-
Ltt Íllll('S uioi<'¡gic;IS, Es ~~;¡¡·;¡ :tlgun()~ de estos [Qn()menos psiFológi-. da hasta el día de hoy,. En su primera argum"ent~~T¿;.;.·-¡;;:;:¡;;;.
~o;? p:tra lo> que ~kl!e ~mplear~~- g~.n~r_o: 1?.9c.I~D.W~
,la,,pjjlal,J,r_e.. h4\;¡lJ\rl. ta~tc sobre e~te asun~o, Stoller comentó c¡ue "mientras el tra-
del s~xo Jn:t>culiitO. o Jcl sexo femenino, , per<? .. ~~:I:.1l1ié_r< podernp.~'
~J:tiJLtr de la m:tsculinidaJ y la femil_leicja_d_§ÍI,I, .h.i!.C~Ll.l~.ccsari'amcute
baJO de nuestro equrpo de investigación se ha familiarizado
rdercltcia :1 la Jnatoli\Ía o a la fisiolozia. Por tanto, ,mi~ntra~· ;exo con_ la expr~sión identidad genérica, sin embargo no estamos
obl1gi\dos a sacar patente ele propiedad sobre esa expresión, o
y glf¡¡ero parecen práctic;mente ~·i;1·ó~dmo~ en el uso corriente, e
incxlricaLkmeiJte uniclos en la vicia cotidiana ... l:ts el os esfcr<Js a defender. el concepto ~omo si fuera uno de los grandes hallaz.
~sexo y género) no se ligan. irl~V:~l~\Ylt;,;n.S!li..\:_.ffi __L~\;~~_i~;l-.d~::·~:ú?..:~· gos del mund.~ cíentífic?· Es una expresión de trabajo. Sabemos
ttno, sino que pue\l~n JtJn.<;ÍC?f.!!lL \:J\§L9.\:.. ma..'l~!iL!.~.9.~P~D.9iE.r.U~ que,_ aunque .trene que ~er con otra esfera de sentimientos, pen-.
(Stollcr, 1968, pp. vii-ix). sanuentos y comportam;rentos diferente de la incluida en esta
expresión, digamos con la actividad sexual, los dos términos
I::l. ~.oncepto el.~ iclentid\td. g~né_ric¡¡,_J.ill.X.~~\l.l!i!Qg __I}).l~Y-1Lt.iLJ.2ll;.G son contiguos y a veceS aparecen inextricablemente enlazados.
[1 ~e-~-~- I0!1C:;Wj 9 ..~LL.l9o~ S.9I)1 P.?..!l.~.I1.tes_j~~~~9~.'?.Sb1Js.~_slL[~-.~~2':,~~IJ.: Con la palabq género difícil de ser definida, y con la iden-
~l.~~.!. El contraste entre "varonidad" y "llembridad" como refle. tidad, que conlstituye todavía un desafío para los teorizantes,
jos del s~xo biológico, y "masculinidad': y "femineidad""' para no· es necesario que insistamos en lo intocable de la expresión
sw; aspectos no biológicos, han permitido profundizar y refi· i~en.ti_dad genér~ca" (Stoller, 1968). Casi una década después, el
nar las c\!scusiones sobre el tema. · signtfrcado prec1so de esta expresión tampoco ha avanzado mu-
~"a separación del sexo biológico y del género adqu.ie.re .. pr()· cho (Stoller, 1976).
porciones dramáticas en la autopercepción de l<;>s trans.~l{l1!11~~· Moncy, Ehrlprdt y Creen intentaron sistematizar Jos usos
Esto queda certificado ·en las palabras~· Jan, ,(antes Jame~) qe este términ<~, aunque sus documentos también parecen mez-
í\lorris, quien escribe: . ·..: , · . . . . ;
. . .. '
. cla'dos' ·y lleno~ de ambigüedades y diferencias. Así definen
Para mí el género no· es físico, sino insustancial. Tal vez es alma¡,. M6;~ey y :Ehrh,rclt la idenúdad genérica:
talento, gusto, un cierto ambiente, como uno siente, es I'uz y som.
bra, es musica interior, es el salto e"n puntas de pie.o el intercam:.
1
bio de' miradas, es más verdaderamente.!¡¡_ vid¡¡ y el' amonque. cual·.,
1 J~enti~a4··genhica:
lVldual!da\i
la miW!idad, unid~d y persistencia de la indi·
de cada uno e~tanto macho, hembra, o ambivalente,
'fn dlfe~eh.· t7s grados, e_spec¡almente tal como se la experimenta en
quicr combinación de genitales, ovarios y hormonas. Es· lo~ esencial·
1a conciencia de si rmsmo y en el comportamiento; la identidad
ele uno mismo, la psique, el fragmento de unidad. Macho .. y hem· genérica c:s 1~ expe.rie~cia priva~a del. rol genérico, y el rol genérico
ora son sexos, masculino y femenino 5on géneros,. y aunque la~··' !; . . . ,es la exprestón publica de la Identidad genérica (Money y Ehr·
'hardt, 1972).
• En el original inglés, "malencss" y "f.emalenesa", en ·c9ntraposidón: :t··, .
"masculinity" y "fcminity", [Ed.]

w ,.,.
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c..r;
r 32 LA TERMINOLOGJA DEL Gt;-;ERO Y DEL SfXO
1
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LA TERM!NOLOG1A DEL Gf.NERO Y DEL SEXO SS
1
1
No est~i claro de t¡uc se trata la identidad genl.jrira cuando que, con quas excepciones, "el d.esarrollo de la sexualidad con·
st: la experilllCllta eu la autocoqciemia y el conlpor.tamiento.· duce a un sentido seguro de ]a varonidad o hembridad, que
1 ¿Es posible t:xperimentar t:l couljlOrt~tmiento fuera dt: la auto- comúnmente se completa hacia los tres años de edad". Luego,
! concienciú Si dcj:.unos dt: Ltdu b palabra comportwnit.:nto, Cll· Lief habla de la homosexualidad como "un caso especial de
tonces la idt:ntid~td gcnéric1 oc puede Ctltender m:ts fácilmemc: desequilibrio en la identidad genérica; los homosexuales no
sería b autopenepcil'Jil que cad~1 tillO tictlc soore su ''indivi- tienen duelas acerca Je .su varonidad o su hembridad (identi·
du:didad lUIIIO macho, hembra o awbivalcnte". A su veL, }Zich_~~:!_, dad: sexual)" (Lief, 1976).
~;ree~t defi11e la ídentidaJ gendriw de este modo: 'Hooker, quien ha estudiado la identidad sexual y las pautas
sexuales en homosexuales hombres, define ]a identidad genérica
La identidad sexual -a menudo llamada Jd~J~tid~d 12en~_ri;:3- es del hombre como una referencia a "todo aquello que distingue
un aspecto fundamcnt~d ck la p.:rsonaliJad. !'uede considerarse que
a hombres de m,tjeres; incluyendo pautas de habilidad, ocupa·
incluye tres compont·nte¡: J) 1~ . C.?.llY~~ciór~ ~ó.úca del IIH.lt_::.~0uo~
·-en el seÍllido de ser macho Q .b.t;n1.t.>r.<A~ ?J .'fl.so_rnp()rtamtento del ción, vestimenta. y adornos, gestos, conducta, expresión emocio·
·individuo, (lli~ culturalmente apar~ce. a~~i~.do c~on los hom.bre: y na!, fantasías eróticas y comportamiento sexual", En cuanto al
·bs mujen·s (masculinidad y femineidad); J 3) las preferencws.. 0~I descq uilibrio en·. la identidad genérica de los homosexuales,
'individuo pa~¡~ hacer_parej:¡ c?.~l~.?~:?~'::.. ~ .. f'uJ.e!!! _(C.:.r...e.~u~Jn12..::
1 Hooker informa. que "para la mayoría de los individuos estu-
'· l. diados por mJ aparentemente no existe correspondencia entre. un
Ahora la i<..lemidad sexual parete incluir alguna~ cosa~ más. sentido consciente ·de la identidad genérica y un papel prefe·
Ante tollo, es una "convicción b;\~ica", lo ,tual puede .significa: rente o predominarae en la actividad sexual. Salvo para una
que ~e trata de la continuidad de una :autopercepoón. Pero pequeñal:minoria, Já 'pauta sexual no puede ser. categorizada en
Green también le atribuye una liga cult4ral wn el comporta- términos de papel predominante, y la conciencia de la mascu·
miento y la preferencia e11 la orierata,Jon sexual: En sí, ~1o ~or­ ¡ linidad la femineidad no parece tener una relación clara
prende que las definiciones puedan ~iferir, pero lo cunoso es;
1
1
,con las pautas sexuales particulares" (Hooker, 1965).
que .1\Ioney, Ehrhardt y Grecnl han· s1do c~l~~radores du~ante
i
1
.SI de'sarrollQ~lcj seotido~IJ..E.!ll.9 bomb¡;~ .o. muj!r
mucho tiempo, y han desarrollado sus defmu;.10nes .a parur. de_ ~es nos .t_:~i~e a la ~xpresión id~..ntiM. ...sf:....!!.~..Ln~cleo gen~·
!
un ¡tipo de trabajo que tenía procedimientos e mformaaón ·
clínica muy similares. 12
Las discrepancias en
; . • .
el significado se hacen mayores SI 1nclUl•
¡
~~~
nco. Stoller d_ke: "Para).a ~,P.O~.fl fáljs;~ se ~s!aQ.l.~
en la persona normal .un sentido inalterable de la identidad
~~¡ núcleo...skJ.~~a ·(«Soy hombre•,
mo~ aquí a otros autores. Po~ !ejemplo, ~en~as Gre~n ac~pta ",sor muj~~.J.:.:....C~.l2.~.5.1)....:.:J..a....ili\ltsU.\.d nú~leo ge1_,1~,ric¡o
la expresión identidad gené-r1ca como smómmo de 1dent1dad es el sentido de varonidad o el sentido de hembridad. . . un
sex1wl, Lief parece hacer una idistinción entre. ambas~ au~que estado asicológico, una eart~ ~;-i'aide"'nt}~:._-nQ_ es estricta·
esta distinción no sea del todo clara. Para Lief, la tdentldad
sexV,al "puede ser definida como el scntimie~to intimo de varo- _!21ente sin?!:l.in:o d~_la.E~!.~W!;;Ü\..:..a..J.!.U s~XQ. 9et~tlllinad<J,.l!E.2
má!.bien de l¡uQnvi~iQn...d¡::_q.J.le,..l.!llQ....R~illnm a un scx.Q.'~. l:,.a
nid¡¡.d 0 hembridad de la persona, mantemdo a lo ~argo. del
tierhpo". A continuación se aboca separa~amente a la tdentt~d isi_e.,ntida.sL.9.~~~-ck9 ,&<;,1)-_é¿:j~o-~ro~.!:lc('. r:or. tr~s comEO~~n­
genérica, y aunque no define la expres16n como tal, nos dtce ~~ll:!,?E:}~ni@._~-~~f!:l.a¡ la2.__r.sj<;t_Q.<¿!]~LP.adres-i~s¡
1 • '
L13.':..~L9.~91Óg.i,fU" lili?Elüi.~L(S_tQ~9JJJ~ .
dGreeri también hace·· referencia¡ a ~res "fa.~a de desarroll~" 'c¡ue cons- El núcleo también fue usado para definir uno de los compo-
tituyen la identidad sexual: 1) ideqtidad del núcleo moriológtco¡ •,2) com·
1
nentes de la identidad genérica. Creen hace referencia a la .
Porta míen lo del ' rol genérico; 'i S) orientación haci,a su . pareja',' sexulll
1
. identidad del núcleo morfológico, concebida como "la primitiva
(Creen, 1975). ·
12 Ehrhardt retoma este asuuto en el capítulo que le corre3ponde ct'l este• · ,l •. avtoconciencia del individuo en el sentido de ser anatómica·
1
mente macho.o hembra ... " (Creen_. 1974).·En este volumen,
volumen.
1 • ' .
1 '

34 LA TERMINOLOGíA r¡EL GtNERO Y DEL SEXÓ LA TERMINOLOG!A DEL GÉNERO Y DEL SEXO 35
Luria también usa la palabra nucleo para describir b)denticlad travestismq, y "crónicamente" en el tra~sexualismo). Cuando
genérica que se establece en la primera infancia . . . , .· el bisexuai¡srr\o es episódico se caracteriza por una .transposición
Los deocquilibrios de la identidad genérica han SL<·lo esp~CLal­ "parcial", ¡~ lo mismo ocurre con el homosexuallsmo cuando
mcnte importantes para estudiar la identidad. sexuíl;~, ya .que ·es crónico: E,se tipo ele transposiciones también puede ser "op·
manifie.>tan la posibilidac! de una discrepanCLa entr~ c.\ SFXO cionaJ'.', y ie~en lugar episódicamente en las transposiciones re·
biológico y b autoperccpci.ón de una persona sobre s1 es hom-. creacionales die! rol, y crónicamente en las transposiciones
brc o mujer. 13 Tales desequilibrios pertenecen a dos· c¡i.tegorías ocupacionales del rol (Money, 1973).
genera !es. Ante todo est;\ el hermafr?d i tisn:o ? la interseX; yáli-,
dad, en que existe una falla en la dJferenCJaCLón sexual ana,tÓ·
mica, falb c¡ue puede ;er de diferentes gr~dos. El se~u~1do grup? , Los ROLES SEXUALES GJ::NÉRICO~
es biológicamente ¡wnnal, hasta donde esto pueda s~~; dc.tertnl·!. ·
nado. pero la identidad genérica no es congTucnte ,c?n el sexo •. Dado que los conceptos están estrechamente relacionados y que
biológico. De aquí que los individuos pertenecientes ~ est.e existe un uso habitualmente promiscuo de los términos, un
grupo sea11 considerados como tramexuales o tener una, 1dent1· buen número de cuestiones que se discute bajo los rubros de
ficación genérica invertida. . identidad sexual y genérica podría encontrarse también bajo
Un termino más reciente es la ~J..il.E.r.fi};_JJ,§J]_aJ..sa, enudad des· las denominaciones <.le rol sexual o rol genérico. Aunque algu-
cri pti va para ciertas condiciones que tienen como común deQO· nos autores han tratado de definir específicamente el rol sexual,
minador el r~~¡_~_a~g__ g~j_J_~Ji.Q_Qi.o,J.Qgj_~Lp.wpiQ,_y...$}__d~~~~-E~· · muchos usan esta expresión de manera lo bastante amplia para
sistente en el S.t.lj~to cl~.t:t1_ost~'ln.~j._.f.l...mlJ!:.r.. IJ~.mi'U'... J:.J.~.!ltl.f:-..,.~.2EQ.O inCluirla o hacerla sinónimo de identidad generica o expresio-
.
·;i···rúera é(e_l · se?'9 .?..pyyst(),. ~-1·· t~:!_ll:i r:~ ~!s!.?!'i3...)29.E ..2l?..Ob.~~ -~ó9.!.~~­
-.... ·· ·· .. ~les~gnil
¡;ujona) · · 1 · · [ 'ó. 1 1 10 sexo 10 g1co1
•.~.J_!}_~¡:_tl.~ -~cc~.JL.}.eS!.f.L g___ J:li.Ql?-:-. -~ ··--~--·-· ........
nes vecinas. Por ejemplo, una amplia bibliografía de investiga-
ción sobre los roles sexuales compilada para el Instituto Nacio-
-~m puest?: Dado que es:e t1 po de r.ersonas son mfe!Jces, no. con nal de la Salud Menta!' de los Estados Unidos incluye estudios
su género, sino con la mcongrueneta e.ntre éste y su sex~ b1~ló·
gico, nuevamente estamos en presenoa de una denom1~aoón ·
fallida.
El síndrome de la disforia genérica ha ganado import ncia,
como entidad medica, debido ~ la viabil.idad ele la trans orma·
ci6n r¡¡.dícal del sexo por med10 de la orug!a·, las. horm nas Y
t descriptivos de diferencias sexuales computadas y observadas en
Ias características de la personalidad, el funcionami'ento cognos.
citivo y problem.as similares; estudios sobre el origen de las
diferencias sexu'!-~es y el desarrrollo de los roles sexuales; estu-
dios sobre la manifestación de los roles sexuales en el mundo del

la reeducación (Laub y Gandy, ~973). Los que auende~ est.e r trabajo, de la familia y de las instituciones educativas; compi·
ladones históricas sobre el status .relativo de los sexos en dife·
tipo de individuos se enfrentan con un problema ~~ ~1agnoS1S rente:> culturas; el ·proceso de socialización y desarrollo de los
diferencial. Necesitan hacer distinciones entr.e: a) pstcótlc±s que roles sexuales; y una serie de cuestiones metodológicas y aspec·
tienen la ilusión de ser miembros del se~o opuesto;. b) hlmbres' t?~ de investigación en tjste terreno (Astin y otros, 1975).
"a(eminados" y mujeres homosexuales "masn.dínas",; e) raves- · .§..!:... la a rgu il,!C!J.t.a.ri2~_$...J.f.g,¡.l_!t•..ll'i\.t'll:[;.OJ.Q.LruLi!RQ-YlllnillJ.n
tistas; d) casos de inteiseX:ualidad biológica;·5) transexua es·. ,
~~~_l!!,l~~!~~~.!:JE.~'LC!. Jl<LlQ....q.UG. ..,C.Q[l.Jhl~I.ª"ffiO~ ~QffiO
Tales condiciones también fueron . categonz~das por oney rol~..§!l'..\;l.':~~ll~remos s~J:?r~Ye!...3Sll!~.ll2.Líi§F..lltQ.LSUJe
como casos de transposición de-l . rol genénco .. en lo ¡:_~rmitan ...~i_ferenc~~.5.9E..S~~9- ... ~L.9.~.~.!U.i9ilSJ .. gen~::.ica,
ocurre una transposición "total" (pero "episódicamente"
. . ~~D. í[!.\imaJU.m~¡;-liza,ws.
Las primeras publicaciones en este terretlO k remont~n' a ffiU has dé·
13
cad s atri\s. Véase, por ejemplo, Hampson, 1955; Hamp,son, Ha pson Y
Mo~ey, 1955; Hampson y Money, 1955. La tesis para el doctorad~ e John
, ¡'
1 Morey sobre t;l hermafroditismo t:s de 1952.
' 1 ¡ 1

1
LA TERMINOLOGíA DEL GÉNERO Y DEL SF.XO
l. TERMINO!.OCJI\ DEl.,' (;(:;-.;LlW Y DEL SEXO
:lli
EL C:ONCF.PTO DE -R~l-
n~e~He este .h.ech~., Por ejemplo, Neiman y Hugbes, quienes
IJ¡c¡eron una .revtstón de la literatura sobre este tema entre·
'l':tJi!o Ll ,;llalna cun1o Ja noci1 JJI de rol tuvlcrort su ori_g~r:1. en·
1 1000, Y_ 1.9~0, subrayaron la proliferación aparentemente inutil
1
cT tC<tlt'c¡, I .a p;tl;tlna J~tim rutulr~ ;igttifica un· pcquei'\o rollo de delt!ltcrcmes y usos (Nicman y Hug!tes, 1951). Para algunos,
;k ltt:tllL:r:t. Fl p:tpiro que contcnf:t el libreto dcstinildo ul actor este ti¡Jo. ~le discrepancias en el significado ha terminado por
estaba cmollado u cnvulvfa este rodillo, y, de <t<¡uí nace su hacer JIJutd el concepto ele rol (Dorgatta, !960). Ot..ros han tra·
;tlu~it'!ll ;ti rul/o, Fl i·()l de:! actC!l', ¡JUr lo tanto, ':'.ic·_nc ~l~,[ipid<;J, tado de acercarse ul tema con más ánimo y de dGsarrollar
un lenguaje más sistem:'tlico para el análisis de los roles (véase
llot· el lilm·t(l ljiiC (l ·debe n:prescnt:1r· ctl 1:1 ohr<t d~_.l<.;Jtro.
FxtClHiicttdo el significado, se podría decir que la gcn,'te re\)l'C· , el capítulo '1 en Gross y otros, op. cit.). ·
1 ''·
,, L.os sociólogos clclinc!l al rol como la "posición" de un indi-
,< tlld d<·tl'lltltlt.ldos "r1ilcs" en la vida. ' Con10 CJJ el C<t>O, de 1 l,os
_viiluo! con lo ·que seiíalun el. "lugar': de 'Lll1"i!Ct9·(:~--~¡"sl~·::~ria
:tctutc,, ~¡ 1 u 1 H 1~ptu de rol no~ _pcnnitc di.stingttir role~ .12'!~-.1
1

iÍIIII:tlC,, tales (01110 el de mediCO, Cll re!UClÓn COllt otr<t~ OSI· ,i


_cLase de actores en un sistema ele relaciones sociales. Dicha
po.sición es independiente- de c~álq uier ·c~r~rJotaciÓn·--i.í7nticular,
¿¡ullCS jJ<'l'SOltalcs del JndJyJd.ug_ C\1 )í,l. _yj(.)¡¡,, COJJl.O e,\ de \.!S[ ?SO , 1
(¡ padre. N<tpolcón Uonapurtc, en el rol de empcra,Jor t•s 1fe· ' e· t!IS~~~.Y.~J-~.~_g}'.l}EC?.. IT1~.~- ~- -~-~-n()~--~-xrlJ.~ítg __ ~l-~.. F~_onsabilida·
i'erllc, ·¡JOr supuesto, ele Marlon l3ralldo ct1 el'rol de Na,p? eón ~~)'. PLCli'IT~gu_ll..:'.!.s. ·. ~.l..r _oz. ~-S'-_··_ P.l~e_s •. ~_l"'~o. ~j-~_r:. r.~ _A~
.. _. eXiiectat{va1
soctales: .. s·~ \111 .Las ~u~le_~ el . que oc u pa_yn_~. po~i~_i?~_}:~ª~ debe
lUlllU cl!lpcrador. , 1
Cada persona colocada en un contexto social desen:r:eña f.1úl· . ~-0_1_1_1.P.?:t.q.. e fr~~Jt·~- a l?_s. c¡ue _ocupan o~:.'~.s. P?.Sl~liJ.Il.~~:...l::?~..!~~es
tiples rules que varían tan~o en su gmdo tlt,: estabrl¡tl-acl ~lo : ,._s_e. ~<)~1~~~.rte_n,,. en este c~-~o 1. .ei~. otr(). ~onj¡¿ptg 4.C.!L9.!:~..L.2.
largo del tiempo corno en los limites en que marcan o clef nen ~le~. -~()'!P.~.!.:!!.d9.~ .. ~ll ..eJ.. ~?P.!l.c.w .. 9.e l. ~()!']l'onarn ien to.
En el ,entido '.antes indicado, los r~les--;;~ñ-definidamente
la autopercepción de la persona y Hl ·posición pú?llca. · 's~s
toles varían, por supuesto, \amblen en su grudo de coher nc1a .u.n · tip.b de expectativas sociales. Aunque e:: e tipo dfl concep·
CJ~nes par~ce .ser compar:ido por la mayoría de los sociólogos,
y en otras dimensiones. : · '
¡ &.Us>.r.~~~ I?~.9.. sl e Jg}..l\!~ .ltlV:Q.du.clU.O..•mJM..cieo.d&~J.O.cia1~..m
. exrsten otros que Jo conoben como un elemento descriptivo de
l~L'!;f~2L~ 9. p_QI_Q~qrg,c;_lJJ_f.J.!íHLY.JQU.Q.ciólo.g.oL.d:· 1
t.~~­ .'lo que en realidad hace una persona, más que de lo que se
n~l~~s.LQ.~ ..Q.Lili;e~Q. Desde e~tonces, el concepto d~ rol ha sr~o esper~ 9ue ha?a. Entre los no-sociólogos y en la opinión comun,
~na de las preocupaciones de la sociología, de la psicología s eral e~tc ultimo ejemplo tendría un· uso prevaleciente. Tal distin·

~
. ele la antropologla culturaL ~e ha convertido, ademli , ep ctón entre el comportamiento y las expectativas sociales podría
uente concep\ual ~l2ocl;:!_ unir ci:_~}!l.J1.Q!.t.M!1\Wlll•..insll.'U' ' conservarse e~tendiendo simplemente el uso de la palabra rol
~-ú_La-o.r_g~~l6Q...!~dñi. E1 concepto de r~l tlene u~ lugar ele manera gene.ral, incluso evitando hablar de expectativas del
prominente en los amill~TM de lo~ sls~emaa soc1alea ,de 1 arsom, r?l, .c?mportamtento del rol o representación del rol, seglin el
!como' a~irnlsmo en lo~ esfuerzo8 de Linton para umr cultura Y signtftcado en cada caso particular. La expresión desempeñar
· lestrudtura social, y en la teoría del autodesarrollo de Mead. Este ·un rol. tal vez deba_ evitarse, puesto que connota un elemento
.!conc:dpto de rol inclmo h~ sldtl aplicado en muchom blros sen· ·de apariencia o simulación.
;tlclosl (Gross, M a son· y Mc:Eacherrt, 1958; Satblrt y Allert, 1954). En. términos más sencillos, los roles SE:._uaj~~- son aguéllos
,,/' ' Duda la vurledad de su~ U~tle, no wtptertde que· el eoncept? ~termína.2.<2J..EOr' ·el se2:-~· Existe otra distinción, entre roles
de ro1 hnytt ddo· abjetd de dlferer1té~ interpretncicmes y de deh·, sext[alt:s biológico~,. que hacen referencia a "sentimientos, com·
nlciortes ambiguas. Lós Jnveetlgndot'CM. hart clestncado r.epeddn~ Portamientos e impulsos (que dependen funcional e histórica·
14 Jtl O!lfutd Ertglish J)/ctloHary llene una rt\EI!rl!ncht !:¡ue data' de Hlll2 tnent e d e1 estlmu ' ¡·o. gon,ád ICO · ·y el reconoctm1ento · · social como
y dlcel ''Los tnétodos de goblernó y la organlr.11clón d.c la Wllledad human~ . pe~sona sexwilmente ·.madura)", y roles sexuales sociales, que
deben conecrvarse en fulldóu del rol y la nltunolón tortf~rldo! a tad , · :. tefleren a 1as "f uncwnes · · d'f1 erenCla · 1es, el status y los hechos
pcrooun." '· '
...~ ...
1 i'

: ~- . • .,J.

f'''
.•. · 1:
.~8 LA TERMll"OLOG!A DEL Gt:\ERO Y DEL SEXO
LA TElU>j'JNOLOG!A DEL GÉNE~O Y ~EL SEXO 39
de la personalidad que caracterizan a los dos sexos en un con- ' 1

texto cultural dado" (Ausubcl, 1958, p. 447). todo aquello que una persona dice o i'!ace p~ra demostrarse a si
misma que posee el status de hombre o ,de mt¡jer 1 r(!Sp~ctiv~!Uente,
Las socicc.laJes disponen de di (eren tes sistemas de di visión del Esta categoria !ncluye la sexualidad, pero nq se restringe a ella
trabajo, y el sexo ha si do un factor deci5i v'o 'al Jetenr,¡ i n.ár la·
en el sentido eróticq. El rol genérico es val9rad() .~11 fun_c;ió.f!. qe
d ifercnciación y la estratificación socia les res u 1tant~L. ~~ Dtor:. lo.s siguient<~s elementos;" maneras generales,.. Pjrte y condus~aL p~e·
~scribió en EJ3G: "La división y atribución del status en rela- · fenencias lüdicas e in te reses recrea ti vos; tema~ casuales de con ver·
éión con el scx~ parece ser una cosa básica en todos los sistemas sación en reuniones espontáneas, y comentariqs al <lZélfi CO?terÍi~()
sociales. Toda> las sociedades imponen diferentes actitudes Y sk, los sueños, !imaginaciones cotidianas y f<j.nt'!sla~¡ . ~esp\j_~s_tél a,
1

tipos de actividades a hombre> y :a mujeres", Los teóric~s ·socia- pf¡eguntas i/1dír~ctas y ¡¡, tests proyectivos¡ prufba d~. pr~cti~as eró-.
les, incluidos K¡¡rl Marx y Herbert Spetl¡;cr. h¡;n sug:r~~o que. ti~,as y, fina¡mc9te, las propias respuestas perso nales~)a.~. p¡:~g~!1,~!!s
1
la divi~ión económica del trabajo corpenzara por 1~ c!Jv~sión dt,!, d.t:t1ectas. (Mane~, Hampson y Hampson, J 95)~:·
de tarea:, entre lo' sexos. Los antropólogos han produc¡clo una
vasta literatura sobre los roles sexuales, e incluso han aumen- Gracias' al 'u~o:
de una expresión tan (que, sin em- gen~ral
tado su interés por este tema en 1os u' 1umos . - 15· .
a~os. barg<>. no tomaba en cuenta todos los aspectos a que alude el
El uso de la expresión roles sexuales en relaC!Ó,n con los r~les rol sl;xual), Money creyó que el rol generíco podría "unir Jo que
sociales es bastante claro. Pero tamfién se usa rf;l sexual r.ara percipe y almacena el observador con lo que la persona sabe y
hablar de los hechos de la personali ad y de. los ~.omportam!Cn· si~nt# sobre sí misma, como hombre o mujer". De este modo,
tos sexuales determinados fuera de los roles sooales. Aunque

el ro) genérico incluiría también la identidad genérica, y no
1

el término los incluye, no se restringe e~pecí:icamen~e a con- habría·necesidad de dividirlos en dos términos separados (Money,
ceptos tales como la respuesta eróti~a y las m:erac:1~nes. En 1973). Pero como la identidad genérica siguió empleándose en
este sentido debed aclararse su relaCión con la .ldenticla.d g~né­ la literatura, a continuación Money redefinió la expresión rol
rica. Otro motivo de ambigüedad es el contemdo erót1co que generico de manera más restringida para reflejar con mayor
se imputa a los diferente_s significados .del rol .sexual. De mod~ precisión la persistencia de esta dicotomia .. Las dos expresiones
general, el término no t1en7 connotaCIÓn eról!ca ·cu~n~o se ~e venían a.hora q representar las dos caras de la moneda de la
fiere a distintos roles ocu pacwnales, o a sus análogos sor:;1ale~. En identidad. Una' de esas caras es la definición de Money y Ehrhardt
el otro e~ tremo, están los roles sexuales ·en las in:t(:racClpnes d.e la identidad genérica antes mencionada; ~.-otr¡l_,S~.re_.~.L~
sexuales. Tales distinciones tienen validez limitad¡1;, ~~ien te defi11ició~- del rol ~!ler:icq_: .
Money sacó la conclusión de que la tipología .?e
.los. role~
T~~..!.9~~12-.~. .l?.!:E~2..~.!1....9k~.-9....D..:J..<;~.. Pª-X:!!_,!:;Q.W.l!~i.~¡¡_r_,.e.. !9JA~l!l~
sexuales incluye "todo lo que sea sexualmente d~coto:p¡zad.o,
como los empleos, la vestimenta, la etiqueta y la rec:r.eac~~n,' sm ~L~l~IE.~..&.&!.J:Hl\!,_~n.sJ"ql!~,.J:t .lJRmQJ.I!....P....muj.er......~_bi~t·
,~~te¡. iJl_cl u_y!<.JA.....ru.ttill.Q.!l..$.lt\li!:L _Y. Je... I~.Ul1!5!.&tíh ......¡¡e.ro. JlQ .. ~
tomar en cuenta el erotismo o los mismos órga~os sex~lal,es·
··rt;,~ri.!;_g,~ a .~s~~-~IE!!.l tos; ~t:1...r9lS.~.P..<i!:i.f\L~~-la.-~pr~~én...ruíQl.ifa
como entidades autónomas", todo lo cual constituy¡!_,'ura carga
demasiado pesada para un simple y solitario términó; •Fue ~ey
~..:_..1~}~ _tiJi~flé~i~.,w..l~.W«.l}Sf.sl.~sLg!f.tt~xis.~. ~U-Lt;?.'Eeri~~a
nvada él ·rol en~g_(.M.<?Jltt.Y.J•.lJJ.¡!J.~.r..g,r;.JJ.7,%).
el que i21goduis.da exeresión rol g~nerir_9 "?e_m.e.p..~.m ~.¡;. 1
1

confundiéramos el wm Q!::. los ~eimal~§ -~w....ac.~ La atenc1 D¡1obre el comportaqliento, más que sobre la·expec-
----·
\os role~ --- ó"'
.o.cos y DQ=g~J,<U.""' V rr,nj,.-._""_
··~1,.. .;.........,--r .. aCtlVl· . .· tativa social d~ el uso más común fuera de la literatura socio-
dades _gue .~Eiirecen cultural ~ histQ.d.~mente Pr.es.c..t.j.liJ:s;'. ~~~; lógica. Por ejemplo, Sears dice;
~ió.J.l rol g~n4ris~.e · '. .·· ·. .' 1 ' •

Por motivos metodológicos, el rol genérico debe ser reducido a for-


16 Uno de los primeros clásicos en cate terreno es Mead, 1985. Veaae, tam·_,
bién Mead, 1961, y para consultar esta litenltUra, D'~ndrade, 11966; Bmwn, tn1as precisas. del comportamiento cuya presencia o ausencia puede
1976; Lipman-Blumen, 1975; y Astin y otros,· 1975. , ' p,t!rcibirse en un marco naturalista o bien experimental (Sears, 1965).
. !

1 '; \ )- 1··:
: ...
1{) LA TERM!NOL~GfA DEL ,GCNERO Y DEL SEXO
r¡ LA TERMINOLOC!A DEL CI?.NERO Y DEL SEXO 41
Este es sólo un ejemplo en que el lenguaje ele la sociología ' ~
Í· a u.n disco o sello que p_roduce impr~so~~D... ~qí,t;.:. ~.. !..e.~t.ído
de los roles sexuales difir.re del de la psicología ele estos mismos· _denvado se extiende luego a cualquier elemento que no pu.eJa'
roks. En· el uso psicológico, el comportamiento típico sexual 9i$tinguirse con características indivídual~5. En biología, ·una
se define como "comporwmiento del rol apropiado para el respuesta es'tereotipaJa es~Ja reacción imprevista de comporta·
género del niíío" y la tipologia sexual como "el proceso evolu· miento asumida por un organismo frente a los estímulos am·
tivo por el que se establecen los componentes ele! comporta· L>ienta.les. En terminas más corrientes, L?Lt;.~_t,e~~9~ipo~ ~9.ll.~·
miento de uno u otro rol genérico" .(Sears, 19Gi!). Walte.r J\Iischel pect:wvas fijacbs de antemano sobre las caract~rí~ti~~~ .Y .le:>~
considera a Jos comportamientos típicos sexuales, en términos ~o m porta mi en tos su puesta mente manifestados P'?.r.J<J§.. ·~.i~!.!}.º!.QS
de la teoría del aprendlzoje social, como "comportamientos que de una clase d:1d~. Son presupuestos que pueden ser verdaderos
obtienen tlpicamente cierto tipo de recompens<~s para un sexo para algunos, pero no para todos. Por ejemplo, si se sostiene la
en Jug~r del otro. En otras palabras, los comportamientos típicos concepción Je que la mayoiía de las mujeres de los Estados
scxu;tles tienen comccuencias que varían ele acuen)o ,con el sexo Unidos no trabaja fuera ele casa, estarlamos en presencia de
(l\1ischel, 10GG). . · un estereotipo, puesw que esa situación es falsa. Pero la con·
La tipología sexual es una expresión muy importante' en la cepció~ de que las mujeres llevan sobre sí la responsabilidad
literatura psicológica.1o Lo que otros q'uieren dedr ·cu¡¡ndo se del cuidado de los nií1os, más que los hombres, es verdadera y
refieren a identidad genérica o rol sexual aparece' a' rnenudo ••. 1 por t:dHo no es un estereotipo del rol sexual, aunque esa
englobodo en la expresión comportamiento de tipo sex1Ífl'l. Po.r• :: ~ispariJ!ad no represente necesariamente una situación ideal.
ejemplo, los términos identiqad genér-i~a y rol sexuai no apa'· M u eh as veces s!-b<l... ~-c:!!-~.1-~d.() .l.~. ).!).f]_l,l.mcia ....PI.Q.Í1llli.tLd.~..Jru
recen en el índice de la anipÜa ~evisión de la psicología de l,as ~~.2,tjpg?S(llJ!:'~__el_I?l.~e-~.'::..al. Maccoby y Jacklin (1974) subra-
di r.erencías sexuales compilad. :~. ¡r:or Maccoby Y, ] acklin, pero yan estas influencias al hacer una evaluación de la literatura
ex1ste todo un capítulo sobre ~·upología sexual'· que trata de sobre las diferencias sexuales. Hubo intentos de analizar los
las pautas de comportamiento· ¡mascul'ino femenino (Maccob.Y efectos perjudiciales de tal estereotipo del rol sexual' en la prác·
y Jacklin, 1974). Maccoby ~ubra'ya ·que prefiere ~eservar la ex- rica psico.tera péutíca (Broverman y otros, 1970; American
presión roles sexuales parai"definir · sociológicatnente un c~m· Psychological Association, 197 5). Sie~!-~...9.~~-l'?~~eoti gos
Junto. de expectativas del comportamien~o". La tipología. sex¡J~l promuevan medias verdades O falsedades, desde lueD'O son
~amb1én aparece tratada en detalle por M1schel e~ el Carm1ch.ael s !§.! igr§f.·-pe·sa;ro-fro--'f>íiriro ... devistél.';····¿offiü1'ü~d.e~aca-C!o
J¡¡1anual of Child Psychology (Mischel, 1970). . · Jeanne Block, los estereotipos "pueden haber codificado también
1 El comportamiento del rol sexual es la cont.rapartida de la· . ciertas verdades discernidas culturalmente y repetidamente va·
~dentidad del rol sexual. CortJ,o lo destaca Ka~n·, "Los concep· lidadas" (Block, 1976), y por ·lo tanto no pueden ser descartados
1
tos de rol sexual, tipología s,exual e identidad del rol sexual' categóricamente co.mo "mitos", C_u<:_lg~eE~-.9.~e.. ~ea el.~~imi~~
'están :estrechamente relaciona'dos" (Kagan, 1964). Las diferencias 9H~.. te Og?;ll!QL..h.ag_<J,._~llo~..L.g.~Q~.IE.2.~~-l).f~_en tarnos a los estereoti.
/exactas entre estos , términos permanecen oscuras. Más aún, .la pos ~O!:J..O....E.m.~.w!.~ .l~~~-J>~.~-? ~·~ c.9pia~~ir1aCfóñ de
.
Jcoinddencia d~ estas dos¡ expresiones· 7n un mismo. té~ino la verdad. --·- ....__.
;prod¿ce confustón.para aquéllos que qmeren separar tdenttdad
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tico.par~ el establecimient.o de la identi~iad genérica, y consid~r~
' 1

las tmpllcacwnes de la evedencia mds reciente que parece poner j 1

~n duda la concepción de que. la i dentidad genérica se fija' ··j: '1 IX. ~I;T~RMINANTES PSICOSOCIALES
Irrevocablemente durante los pnmeros1 dos o tres años de vidd.
DE LAj·1Df:NTIDAD GENÉRICA, DEL ROL
En la tercera colaboración que aparece en esta sección Rober't
Sears integra las informaciones proporcionadas por Luria y', l. . 1. Y¡ DE LA ORIENTACióN
Aiaccoby en grupos de hipótesis qut!, se refieren al desarrollo · ~ :'1
de la tipificación sexual y .a la elección de objeto sexual. En ¿t,' . 1

ZELLA LURlA
terreno del desarrollo cognitivo, Sears distingue la relación ,del
proceso de tipificación sexual y las distinciones que se hace-n . 1 1

entre m.asculzno. y jementno. Luego considera las implicacion~s ·


de la tzptftcaczon sexual en la elección de obfeto sexual, que'
EN N·;JJcSTRA/cu 1tura, la id en tiuad genérica /lleva ~onsi~o un con·
siJerable b~'ajc. Se nos ha enseñado que cada 1denodad gené-
definen la orientación sexual de la ~ersona. Los efectos de ·la, Iica arr,asúa un grupo c~rrespondien:e d~ comportamientos emo-
enanza del .niño y las primeras experiencias son funCÚlmentales · cionales, so iales, vocacwnales, motlvacwnales y sexuales. Son
P.ara est~ ttpo de argumentos (un O<'lmpo de estudio que ha . l.ecciones q e fueron bien ens~ñadas, ~ien i~puestas, Y. muchas
stdo ennquectdo notablemente por las valiosas cot!tribuciones veces dema iado bien aprend1das. QUJenqtuera que megue la
del propio Sears durante varias decadas de trabafo), . d\ficultad ele las luchas de la gente por convertirse en un
. Tie~en. especial ~mportancia ·zas indiéac'iones para una nueva "nuevo hon\bre" o una "nueva mujer", sin duda no ha obser-
tnvesttgactón sugerzdas por· Srars en colaboración con Luria y
vado el ·fen~meno ele cerca. J<;s_~~.-~~_íty1() _e_~,el_o_~a_ _g~J_g:~:EE-..t.I$1.a­
Maccoby. Estas recomendaciones intentan sobre todo enrique-
c_i~n_t;.:>__ ~~1-t~-~· lf.:.J9e_n_U_g-ª~l g~-l}~r.i.~.<\,... ~1 f9Lg\:.DéXKQ. Y.J..a.9.r~n-
e~ el conocimiento· de la tipificación sexual y el comporta- tación sexuaL ~
"! lento sexual: en part(cular, descubrier~do las relaciones evolu- -T~;e-;;¡~!s~ucho que aprender sobre nosotros mismos exami-
tivas ~ntre ellos e identificando la influencia de las experiencias nando la p icología de los insultos, La mayoría de las veces nos
antenores en los comportamientos siguientes. Una mayor can- ofendemos' or desafíos a los concepto& que tenemo& de nosotros
tid~d de conocimientos, del tipo que reclama Sears, arrofarla 1 mismos, y ue valoramos más. Los niños muy pequeño~ .muchas
valtosa luz sobre las ralees del desarrrollo sexual humano. veces no n s comunican directamente sus fuentes de orgullo
personal, PFO podemos llegar a c~nocerlas. con ~lo ·examinar
H. A. K;· qué tipo d~ cosas los ofenden: q~.!_~jt__ ~L.P.~2~~~.}~.s.~)~~ .. ¿-~~ ...!:l
Y,e sug_girld UJl.JL.l).ji)~_.S.\!~~SJ~<i_lrp~~te U..I!.. ll!~sP.1:~h9dL.~t 9.e
<;k.c.irle a u _n.ÜlQ_Q.l;l~......rru:.~~lida~.. !'!~---~i.~_a.:__~~-_g~!l;~ -~9. ...~~- a· 1
mente a..E.,r nde su identidad g_~!?.~.\.~~--e. ...l~!!l.P!~~-~. <;5I a~~ --~1.~()
~u. etambJ:';-bde"f'ieñde v, nor i_nfe.~~l?.~~a.LJL~!P:~·
;;¡_ _ _ ,_>'.•w. ·---~---· ,. _ _,_:....J.... -..L.:, ....... •··. . . J d J,L\_&'d...e..~
com as u · e[l_.~!:!l'-Ye)..Ql~L_gm~l.~QLRªLª-...c:e.... :!'.t:.~.~<L... ~ ...Jl: .. Y.~- ~·
~~~ .'::~bt_~~~~11..~-~l_g_~-~.':.~-~~.J~~ . . ~e:,:~~j~~. a_pan;~~s/~~ ·
z.~D?...2.P~ e t.Q.~.-P.~IQ.~~-Y~L,ql,l}~I~/~?:.J~ .. qu~_ .. _n.:?. ~s..
e len-
Jen lo qu9 son. Incl~so en casos de 1~ent1dades genéncas mal
asignadas ?
confund1das, la gente qutere para sí uno de los
NoTA: Este/ trabajo recibió inmensa ayuda de mi colega, el doctor Mitchel
1
·n'.
w RQse. Además, aprovecho las sugerencias de los doctores Jeffrey Z. Rubin
y.' Brenda. $/einberg. La autora obtuvo ayuda económica otorgada por
-!1 Tufts Unive~sity, por medio de una beca, # 5·TOl·MH·l2672.
:1.

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194 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICAS •1 DETERMINANTES PSICOSOCIALES 195
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dos generos,.lo adopta y lo defiende. Nadie está comprometido fetos Xl'. ~a ausencia de hormonas testiculares deriva en la
con la ambigüedad. di ferenciadbn femenina. El desarrollo ovárico en los fetos XX
Ante todo, deseo revisar las pruebas clínicas más recientes se manifies~a en la l2a. semana del desarrollo embrionario. Los
que puedan echar alguna luz sobre los determinantes psicoso-· ovarios, a .~iferencia de los testículos, no desempeñan ningún
cíales de la identidad gencrica dentro de los tres primeros J;Ol en la diferenciación temprana de las estructuras genitales
años de vida de la persona. A continuación discutiré los ·casos·. .'•' i n'ternas y tex ternas. La regla es la siguiente: en ausencia de
excepcionales, los de los tramexuales. ', · hormonas lesticu!ares, la diferenciación· es hembra; en presen-
Money y Ehrharclt (1972) usan una definición de identid,acl cia ue horrttonas testiculares, la diferenciación es macho.
genérica que incluye tres componen(es: 1) e! sentido privado 1 ' . ~in emb~rgo, para que las hormonas testiculares sean efec·
1 1
prematuro de género, o identidad del' nuc/eo generic.o; 2) el ro( ' tivas, los órganos deben ser capaces de reconocer y responder a
generico de los comportamientos públicos,. o expresión del'génc- estas horm!onas para diferenciarse sexualrnente. El gene que
ro: y 3) la orientación sexual, o la expresión privada (y_,quiz.4 có'ntrola ell 'd'esarrollo de los centros receptores de una de las
pública) del género en el objeto de la excita~ión se,xual; :P.;:gf- húrmonas testiculares se localiza en el cromosoma X. Normal-
, 1

~umplir mis propósitos, he decidido abocarm(! pQ(. ~~¡pra~~.9.. a' , mente, el gene se encuentra tanto en [!os machos como en las
,Jos tres componente,s. Un sentido privado del género, que in· :1 hembras . ila pres:encia de andrógeno y de lqs centros receptores
cluye la rotulación asignada al género por uno mismo y por la de andrógeno en las estructuras pre4ursor~s de los genitales
gente que nos importa,, existe de hecho durante. todo· el ciclo ~xternos ~: internos determina que e~tos. &enitales externos e
· vital de una persona. ivfe referiré. a. la. _tgentigad g~nérk!l:...q_ue m ternos se¡rá.n de macho. Tanto la ausenc1a !de andrógeno como
se desarrolla en la primera niñez !;9.!11<?. i9~!1ti~lild deL rnLd1!9 la, aus,enci¡t de los centros receptores femi9izarán los genitales
geii.édco! y a la ig~ntidad genéri~!! de. la. p()_spu.l>~na.<:l. ~q_rn_o , externos '!1 no lograrán diferenciar compl~tamente los genita-
iclen tie\ad genéric.a..._G.Ii.Hlt(Z,. les intemo's masculinos, incluso en el caso de¡ un feto XY.
Mis razones para adoptar una definición que difiere de la En los iÍw.míf~ros inferiores, el andróg~nol en periodos críticos
de Money y Ehrhardt para la identidad genérica es la siguiente: afecta al ~istem~ nervioso central a través¡ del hipotálamo, de
existen muy pocos problemas referidos a la identidad del núcleo manera qpe la¡ circulación en la puberta~ queda su primicia.
genérico en comparación con el número qe variantes en lps Resulta t~ntacl9r aplicarlo a los primates, cuando se notan
roles genéricos y en la orientación sexual. El hecho de separar· · irregularrdades :en los mamíferos inferiores' tales como la rata,
estos tres elementos nos permite prestar mayor atención ·a cada el hámstef y c6nejillo de Indias. Frank B~ach lo llama "gene-
uno p<;>r separado. ralización' a partir del ramstergig". Los primates humanos y
también l~s no rumanos que han sido androgenizados prenatal·
mente so~ de h;echo afectados por la hormona, pero no de la
LA EVIDE:NC!A PEL PERlO, CRÍTICO misma minera que el 'ramstergig': El comienzo del ciclaje en
1'
~a pub~dad se demora, pero nunca se suprime de manera
Las diferentes etapas biológicas en la' creación de un ser hu- 1rrevers1b)e. .
1

mano macho o hembra empiezan a ser entendidas.· Et primet La pri*cipal razón para detenerse un poco en la genética y
paso es la determinación cromosómica: 46XX corno· hembra y en !a embriología es despertar nuestra conciencia de cuántas
46XY como macho. Hasta la sexta semana de gestación, !os .zonas de 1 con tacto existen biológicamente entn; la producción
fetos con XX aparecen idénticos a los fetos con XY.. Las ins· .cromosórillica y la morfología sexual de los recien nacidos, Hay
trucciones genéticas sobre Y dirigen luego el desarrollo testicu~ lugar p4~a que la "cinta computadora" genética sea incorrecta-
lar. El segundo paso en la' diferenciaci?n: sexual GS' dir~giclo mente p11ogramada en diferentes lugares. También queda espa·
por los testículos, que producen hormonas. fetales. :~St(J.~ hor· -,._".
.... cio para lla variabilidad en la lectura, de manera que el mis~ ·
monas dirigen la posterior masculini_zación :fllorfológic~·,.~e los . gene pu~da tener una ~xpresión variable. La di!Ta~ión · d~
,. ' ' ...... ·.;·::·" . ¡1, •J_,-' ,'

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!;¡, dei Í11i( iu11es scllcillas aparecen :tccrca de un nii'ío como a los nucstfci,. c;uztÚdo se le.. solicitó a lo~. padres prirn)E_'.lT9S
IJc\)(• Cúll pene, teSLÍCtilm y CiCI'(JIO, )' de lll,l:t nir)a COfl\0 bebe <iue c:lli[icl'f-~m a sus l1ijos en el primer día de vida, han visto
<011 C]ÍIUI'Í\ )' \'agitLI flOI' Jo gl'IICr,tl ]LJJHJOll:\11 Ulüll\ C>tas ue[j. a sus hijas ~omo tiernas, ¡;equeñas y de facciones delicadas, y a
11icionc' .'>ill embargo ocultan un;~ cotnplcjidad. Cada uno ele s•uo; IJij,os cotno rudos, de facciones fuerCes, grandes y menos cfis·
los JJit\( ltm p:1sos gclll'ticos y L>ioc¡uímicus supone una progra- 11'1li!lo;.¡ que! la~ niñas. Mientms que, en promedio, los niños
mación gctlc'l ict jJ!lm vna serie de fc¡¡or'ipos o resultados finales. tl:lCCll \tll ·l~OCO más grandes Y maS pesados que las niJíaS, en
Lo> que llcg:ltnos a idclllifictr couw nHtcho o hCJ,11brJ son, i:le esta_ n~,t'tcstr~ ell p~·or~edio ele tamaño y peso en el momei.lto del
lic' ltD, d(J) r:ttlgos gcité·ticos sobrq!ttcstos. Por lo tJnto, no' debe Il~LcJmlento ,¡era st1mhr. Aunque ambos padres estereotipan a
'<Jrpt('tl<ivrt\()s que Jos pngos de componamiento masculinos sus lii}ps Sülhrc 'la base de la información mínima sobre el sexo
y (cmr:ttinos t:tJniJi(':¡¡ .1c ¡nucstren sobrepuestos. ?\L\s aú·n, no ele los ireci~n nacidos, los padres son mucho más extremados
debe ,orpt"Cndcrno; el ]¡echo de c¡ue los rangos ele comporta· que las ma:{\res en su manera de estereotipar (Rubín, Proven-
1nietllo o(':ttl muy variado~ dentro de cada uno de los sexos. La zano y Lm;¡a, .1974). La literatura confi~ma repetidas veces el
su pcrpos ición ele lo~ rangos el el com ponamien to ocurre in el uso l1 ee Jw de que l?i!...E..~.c.Jre_s_~~~-t~r~.~ .~!P~.l'l: _.~.?.~-- r.?.!~~-- .~~~.1:1.~-~~~ .... .f~n
cuando l:Js ctí·acterísticas reproductivas permanecen intactas y
m<¿~;;;x~~f{~~l~Péo~~a r~f~;;ª~fs ~emas
1 5
no se soiJrcponen en los dos sexos'. ele creencias sobre las .
El concepto ele _la. superposición /en los .E~!:.B<?.S.•9e} -~o!Ilpon_a~ carac;{Hsticrs físicas y de la personalidad que. se esperan de
miento para lwmbn:.? y muj~rei :~i, \1DiY~n.itJ!11~!1t.~.-ªs:ept.ªclo. los nt~<¡un cuando sean ·bebés, como funoón del género.
~as §Ociedacles hu manas nq ti pifii~at}. sex_~¡¡)_m.~llte .. toa'<l.s ... J<J.s ~~~~---9.\f. ~-~}_~.!!;_maño Il}.~Y9Et_].E;_J.t:t!E!_íl:.J.J?.: .• Potenci~d
~:~iJT~~r(·tf-TnZa~-a6·a~:¿~~~~r }-i1a2~r~~a·~ñt:~~o r~~~rir~Jt
aptitudes y todas.)'!} c:¡¡J:;J.ct~rfgica,$ p~I~.Qrgl~§. ~ldn . ~\l'!I1Ó. o ¡¡lg\l- 5
nas divisiones la.b2rals:5 s()n cla~_i(is.ad¡¡_~ . . P()f..~llexg~ (D'Andrade,
f066). l_i_~·~t~ __ la,· __f~S.l~.'~L.lQMS.1'l~.. ~g-~i-~..<1~-Fai:I:'-~P... t;.l~gir. ..~l¡;y- v---a·--n-cam'~ 1
P. _.8f_·-·e-sTe··c:a·ñ·oarriTéiiio·-·auñ·ci.ia ..~d-6 ....ñosea-mdid'~a-
........... ,.,........-----.. ·---,............ - ........--~-- . .- - - · - -· ..
;:q,:~· dirn~nsione~. g~ 'l.Pt.i.~.'o!!:i~.~.Y/.9. ~~ .. P~E~()J}~lid~ci ... a.:;gsiad_<!..~.f\ inei?.liS.!im~?ili?.Pk· Cuando un grupo de ;estudiantes se enfrentó
L<L~Plfi~-~~Ic!!l .. ~-~X..':Jftl. Esta tradicióp. hace que la tarea de est~­ • a una pint1(lra aúónima del siglo xvm en la que se represen·
cliar la tipificación sexual en la :propia cultura de uno sea taqan ,a do'~ bebés, llamados Georg· y Regula Rohn, y cuando
n: ucho más dificultosa: Los . ca~os.. plín~cos que muestran ·v'iola·· se les pidiq[, que identificara!'! cuál era la niña y cuál el niño,
cwnes de las expectatJVas íde t!piftcaoón s~xual algunas v,eces estuvieron ?e acuerdo casi ep un 90c¡'0 • Los indicios que usaron
nos sorprenden lo su ficie~ temen te como para aflojar nue¡;~rag. para llegar 1¡ a sus decisiones· eran mínimos, pero estereotipados
anteojeras culturales. ' y ampliam~me compartidos~ (Luria y Rubin). Ninguno de los
participantes en ese estudio sabía cuál de los dos bebés repre-
¡ sentados e9 lt pintura era niño, ,Y cual er~ niñ_a,_ pero todos
1den ti dad de núcleo genérico y rol genérico s~ mostrarp. ~u!y seguros ,de su sistema de Jdent1f1car: Lamen·
. . . ',···,; tablemente, al ~stereotipú el ~xo a menudo confundimos
confianza n validez.~·· >.·.; 1'l ..
1

Nuestras interpretaciones psicosociale& ~el desarrollo fetal sex~tal­ •

mente dimórfico siguen al ~imple,'. hecho de etiquetar eligéne'ro 1Jnto e' e 'u!JQ2 <;Q,ti,d_g~~..Qill.Q._exU:Lm,.u..w.lQ_de la in·
del recién nacido. t¿na' vez' re se ha decidido el s,exo d~ \{el?,é . . . ·. vest~ción 1 s1co.JpgicaL la ge~tt..P..isl.~JE-~t?E.!!:.:~~~óD:_ sobreel sex_9
~S.~.!!Ü!.1JL9~cri~a e~_ ~Q~~Si.fiüiri~e son .el,, ~})e?$, E~~.• r~lilcion~'1rse más s2..JE_92.~.!E!.~-.~.2.!l..!L.J:>~
~-~~2....1Ulig.D.n.Q.QJ._je ha~~vi ent~_g~...:_~os ,a ]!2§;, o con sus · adres. ~-un ill.tmN_E.9I..¡;l..e~cu.Q¡;iJ: . . q\\~ .. ~LlQ...q.ue.la
n iñ..Q!,_,.a.J?,ª-1:1i.r gel nadm~ento 1 ~Q!.QQ~Il.lli.rs;adJtm.sallL9Jlflni.Q..9s. ,'. · .
g~~~ .:v.~· S.I!?-}1j..9,.,~b..~.9LP--2... S1.§:~Lict~n.c.ili~;ad.?-- .~e" ual.me.n~.
1
••

l!E¿ . Y~L9.!:.1.~...1Q.:LhCID.Q.t.~Ú.U~tl!!iQ ·como .lll~Q.W,l?.t~~ ,·;·.: . · .. ,.~ . s~ ,~.o!IC1.~67í~~" ux;?~ ....~~~~-~.~.B~~§...Q.~... J?9.~gJ:'.<l:.9.9 __ q~¿<: )~ga,r~!l..P?,~ -~l
Algunos estudio~ recientes sugieren que la, ..rotulaciól), s.trvq< · 1, Ji~2!t~_<'J..!L p~~~. llJ~ .&I.\\FO h~~--ª'~}g~~.d<? ~ _l~.S~t~g 9rf~. ~.~.J!I~o,
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198 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICAS :· ' DtTERMINANTES PSICOSOCIALES 199

para otro grupo a la categoría de niiia, y ~nra un tercer grupo del period~ presumiblemente crítico para el desarrollo de un
simplémcntc X. Los sujetos que participa on de la experiencia sentido de d' la id en ti dad del núcleo genérico.
1

en este ültimo grupo se mostraron muy i, cómodos, y resolvie- . Casos P\Jreados. En la primera categoría de casos se dispo-
ron su problema tomando una decisión a priori sobre el género,, ' nía de be~s cariotipados 46XX con genitales externos mascu-
. basada en una supuesta fortaleza o ternura del pebé. Las mu- linizados. Debido a un desorden genético, estos bebés habían
jeres jugaban más con el bebé no definido que co~ el definido. sido andrqgenizados en el útero mientras se diferenciaban los
Los hombres hacían todo lo contrario. Pero la rotulación mascu- genitales ~xternos. Antes de que se usara cortisona para el
lina o femenina del bebé en los diferentes grupos no produjo tratamientp del desorden, algunos de estos bebés eran asignados
como result<~do un diferente comportamiento en los adultos al rol ma~culino y criados como tales, y otros como mujeres,
(Scavey, Katz y Zalk, 1V75). Cuando se emplearon n~adres 'como aun cuando el grado de masculinización genital fuera el mismo.
sujetos en un estudio en que el mismo bebé era edquetad<;> Las percepciones de los bebés sobre su propio género eran
a veces como varón y a veces como mujer, los juguetes t\pi[i-, tipicarnent'e concordantes con el género que se les había asig-
cados sexualmcnte fueron usados de acuerdo 'con la et\qu~ta. , :_:_nado, y c9n la crianza. ·
[ s.exual del bebé, (Will, Self y Da\an, 1974). Pero el compm-,' Como prueba del poder de los detenninantes psicosociales
tamícnto ele la gente y la rotula~ión sexual• no son siempre, en la idenltidad genérica, los bebés androgenizados de cariotipo
coherentes. Cuando se atribuyen a1: ur:J. beW 'diferentes gén'~ros 16XX corl genitales externos viri!ízados son análogos a los
en una secuencia de videotape, lo~. ~ lsultados varían . E~: tro
1 1

b.
bebés par1ialmente androgenizados de cariotipo 46XY con ge-
estudio, un bebé que intentaba abri 'una caja sorpre,sa y no , nitales ex~ernos parcialmente virilizados. La insensibilidad al
lo conseguía fue calificado como :·rr strado'' cua!ldo se creía andrógeno, sea total o parcial, aparece en una gran cantidad
que era niña, y como "enojado" cua do ~e creía que era nií'io de variab~es del fenotipo, incluso dentro ·de un mismo linaje
(Condry y Condry, 1976). En otro i!studio, los hombres ,j úz- (Wilson yl otros, 1974). . .
gaban mas favorablemente a las niñas, y las mujere's a los niño~ Money,f Ogunro (1974) informaron sobre diez casos de insen-
(Gurwitz y Dodge, 1975). sitividad parcial androgénica en pacientes con una constitución
La naturaleza nos ha proporciona~.o algunos curiosos -y afor- crornosómdca de 16XY. Aunque los genitales de estos pacientes
turi'adamente raros-· casos para estudiar el poder de· la inter- se describen como "de aspecto más femenino que masculino",
p~etación psicosocial del género. Estos casos incluy,en, típica- en dos ca.$os fueron asignados al rol femenino y criados como
mente, alguna ambigüedad en los, genitales externos o alguna tales, y eq ocho casos como varones. Entre estos últimos ocho,
falta de correspondencia entre los·· genitales exterry()S Y..la cO!l1· tres había:n sido reasignados de niña a niño antes de los dos
posición cromosómíca. El trabajo de John Money y sus colegas años de ~dad; los restantes cinco fueron asignados desde el
en· Johns Hopkins ....:especialmente el de John y Joam 'H.ampsotj nacimiento a la categoría de n.iños, y criados como ,tales. Los
y el de Anke Ehrhardt-. ha conducido a una fonnulaCl<?n que dos casos' 'rsignados a la categoría de niñas y criados como tales
abarca la determinación psicosocial de la identidad· del núcleo no ~uero11- cromosómicamenu; diagnosticados hasta la ad.~les­
genérico. ~LP~O.~C:~<>, p_s~~?.s.c_>~~<l~ . s~.. P9~.~ .. ~!L~?Y.Í~i~.~.~9-~~':!~95J9 cenCla y. ,~a mad\.lrez, respectlVamente. Entre los ochos mnos,
se rotula genéricamente 6 se asigna el J.~:'-?. J~L~!?.~.-(~.9.P..2... ~~.IE.- se considqró o ·.~e aplicó 'la cirugía fálica en siete casos. Sólo
:y:
.bra.~ · macho·· o· ·~tri.bi~-a.:1_~!1.t.e~) .. p§( Ji~ co.n;~~E9.!:~J.~l!~~~--};r1.~.1)!~ tres de ellos tienen falo con capacidad de erección que les
del 11.1~o (co}P.C? v;1r(>p_, m}IJ~LQ AroJnx~l~It\~). · ·. ' .. · · permite !~ penetración en el coito. Sin embargo, cuando se eva·
·· ·g.L_zru po. ~-~- o_h_~s....~?P.~}~_s ~.:a .~S.t.~~~ú,.,~~~-5].~~~~....~~-~~-sos
J luó su id~ntidad genérica, un paciente asignado a la categoría
como prue?~ (]~! .~ol ~.rí,t~co. <!e 1_()5. ~e~e:_m~na~tes ys~.~oso~t~l~s de mujer! y los óc;ho asígnados a la Categoría de varones ex.
prema~':lrcis P!l~<l 1~ .Í.~t;.I,1.ti_~~d d~l núdcl~? &~.~~~:d~?..:.2)d'fca,s()s pa• presaron )satisfacd.ór pot su propio género. Sólo una inujer
reacios biológicamente pero asigna o~"' y . . ~"~~~..~~.~.. ,}~~e.~SI~ 1· se ~1ostr1 ambivalente, ¡obsesionada, con temor de ser des-
menté;- y Z) ca~?s ~7~signádos al gé~ero opu ~~.~9 ..~.~-~~~.Y de_sp_~_é>
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1 1
cubierta fn su secreto :por alguna pareja sexual. De todos

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200 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICAS 1 DETERMH\ANTES PStCOSOC!ALES 20!
::1.
modos, no deseaba ser rca>ignada al rol masculino. Dos de sus 12reocupauR1 _,·! por su apanenoa,
. . n11entras
. 1l 1
¡¡ .l.t;rrna_rt.Q.. 11.9 -~ pgg·
hermanas se habían· reasignaclo a sí mismas al sexo masculino <:.\1 p;¡ba pi~jrecer suci9.
en la nw.uurcz mielllr<ts ella era joven, sin confundir la actilud.· Antes d~ la reasignación y de la cirugía, el niño que luego
Seis de Jos siete hombres adultos están cpsados o planean c:~­ sería reaii~nado babia siuo el gemelo dominante, el "líder".
sarse. Los t.licz paciente., se visten de a<;:ucrdo con los sexos qu,e Como niii~, a los tres aííos de edad fue descrita como "man·
les fueron asignados: dos como mujeres, ocho como' hombres. dona". 1 Sy hermano todavía la protegía en situaciones de peli-
Evidentemente la identidad ·c.Jel nucleo gene"rico' de lo~ casos " gro.? amct1aza.
46XX anurogenizados y ele los. caso:; 46XJ' infra-anchngcniia- Los j ug\.letcs de Jos niños se habían organizado siguiendo
dos refleja el género al que han sid6 asignados y c1,1 el· que ' líneas de ;Jc!iferenciación genérica. Y esta organización "pren-
fueron criados. dió". El c91nportamiento hombruno de la niña -que es comón
Pero tales casos sólo fueron considerados .en término¡; de • en mujerb~ nndrogenizadas y suele aparecer también en las no
cuán bien ''encJja" el nir!o en el gén~ro que le. fue asigna(lo, ,' ~nclrogenltadas- fue combatido. La nifí.a recibió ni.uñecas y otros
si e~ el que el niiio acepta esa asignación com0 propia. Qu,izá JLiguct~s l/picos ele niñas; el varón recibió autos, herramientas
sería una prueba más dificil"preguntarse cómo funciona el:rnu· ·, y otros j u*uetes propios de varones, Las aspiraciones educativas
chacha en el rol genérico que se le lha asignado. Para considerar de la mad~·e para ambos gemelos permanecen .igualitarias; pero
este tema, nos deslizaremos a otro grupo de casos ~nfrentados, 1• ' ella piens~· que es más importante cumplir todas sus aspiraciones
El <ji_r::pl.<:!_ más famoso de tales casos, seguidos por un~·· asig- ' con respeqto" a su hijo var~n. M._<:¡_n._~Y. .. ~l~~-ª. ..WQ.Ld.OLniiL9~
1

nación ~exual y una crianza dife~enciadas, es el iJ1.(2I.!JlLiJ~ ., ' cozn.,g_ª~*ª-!!.0.9. Ü!Li.nd9.~.DJ~L~.l:l.s... r~!e..~.Z~.9~!:.i.~q_~_a__p~~::._9,~~u
~lH id ag _¡g~_r:¡ ~J~<l...SO..!!!()... g~!?~)?s.
0:~n..~:~-~~b_r~ü)ii•·--~~~J.~ ••..r;t~H~.~.~~~--~~~~~~r~~~f~~x/J.A): f' La impprtancia de este caso no debe desconocerse. Muestra
~ __)g_s__~-i~t~..... ,rn~.~-~~ .}9.> .. g:~.r:q~_l.Qs _f., .. t'!XC?!"l. .. ~~~~1Jnci_g_~9.Q~. _J._l}Jl a gemelos! apareados no sólo por las hormonas prenat.ales, sino
~ngr_..<;.~.... 1.?: . .9 p.er\\GÓJL.sif:!. . _U.fl...Q._f1~ .•'lQ§: ~m.<j2.~---º-~-~~.D.~í!.deD.ó.. .J.a también por las hormonas infantiles posnatales, puesto que
...n.~~xo.sis¡.y. el <lespre.ndim.i~.!H<2 ..iL~L.P.~!!~..:.Y.n._ ~-qu..lP2 d.~.J..g_h_n.s las difere9cias sexuales de la testosterona se encuentran hasta los
siete mese s ele edad, pero no después, al menos hasta que co-
!}_? p~_i.I"le . ,que_ -~-~-t.~jJ<?.. ~.l .. ~-~~-E~.c'-'?.~~D.9.~<l\l.~-~L be b~__f_~:~e~~_s_ig_· 1

mienzan ,~ps cambios de la pubertad (Forest et al., 1973).


!.~f.l-~2...~1. .K~.r~ero .f~.~~_l_l}E:.9· Cuando los niños tenían 17 meses
los padl:es aceptaron las recomendaciones médicas, y . tanto el Las mu1jeres con el síndrome adrenogenital, que han sido tra-
nombre' como la ropa como el peinado del niño penectomizado. tadas prethaturamente con cortisona exógena y con cirugía femi-
fueron ,Cambiados. A los 21 meses se realizó la priq¡.era cir~gía nizante, t~mbién pueden ser estudiadas para aprender cómo
la androg, neizacion fetal en una etapa afecta la manera como la
genitallfemi~izante. Mientras tantq, los psicólogos y médicos de
. 1;1iña ado • ta su rol genérico. Pero para el hombre parcialmente
Johns Hopklns proporcionaron a los miembros de la familia androgen izado, el desorden crea un efecto que se prolonga
un amplio. apoyo, los guiaron y les enseñaron experiencias a lo larg · de toda su vida· -y llO solamente en una etapa. El"
previas en casos de reasignación sexual. defecto.~~ ecta al desarrollo fetal, el pubertal y el aspecto del
.:!~L~Q.illp.QJ:.t!mientQ de los El;dres ú híZQ dllexs;nte ·para les adulto. C~mo adultos, esta gente sigue pareciendo joven para
§os ni_ños_je~spués -~ reas~ación,- La madre .descubrió di- ' su edad. · · ·
vertida cómo orinaba su hijo varón en el patio, pero un com- ' : ~q~rp.o ~ <;J.e$empeñan su rol en la niñez las mujeres andronoge-
portamiento similar de parte de su hija era considerado inde- neJza'qas 'fetalmente? ¿Y cómo desempeñan su rol en la niñez
cente,· el tipo de cosas que no hacen "las niñas buenas"~ A los los hombftes parcialmente andronogeneizados? La respuesta es que
cuatro años de edad la niña prefería los vestidos a los panta· todof de!l¡'!m~eñan sus roles dentro de los límites socialmente
Iones y estaba orgullosa de tener el cabello. La madre describió l. ·! 1

~--~~-hija,_,_~_t1_~nd~nía cuatro años y_ medio, con:o•• ~oguetG 1\hke ~- Ehrhardt, comunicación personal, 1970.
1 11


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202 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICAS ·'1
• 1
1
DETERMINANTES PSICOSOCIALES . 203
.,
aceptados, pero con algunas diferenl'ias irnpórtatÚcs respecto ·' ·padres in~~ uso desaprueban el llanto por frustración o por dolor
a sus coetáneos. a la edad 1 ~de tres o cuatro años, aunque las madres no se com-
Ante todo, parece existir un .efecto continuo del :mdrógeno portan de /esta manera. . .
sobre l~s juegos vigorosos en la niñez. Las niñas andrenogenei~ Las san}iones negativas contra el comportamiento femenino
zadas tlenden a ser "hombrunas", se incorporan más a Jgs de- d~ los nir¡os varones ocurren especialmentt:! de parte del gru-
portes que lo que lo hacen las niñas del grupo Qe co1_1trqj. Emre po ele corvpañeros. Los niños considerados como "mariqu.i~¡¡.s"
los ocho nif10s parcialmente andrenogeneizados, sólo dos mostra- ~~-~len ser:! aislados por los otros niño.s. Y hacia segundo grado,
ban predilección por deportes rudos practic~dos con otros· las niñas ·muestran menor voluntad que antes para ofrecer un
niños, y los dos abandonaron los deportes cuando, en la puber- refugio a¡~1istoso al niño1 aislado.
tad, se desarrollaron sus pechos pero no una musculatura Estas d~scripcioncs de Jlos roles genéricos en la niñez provie-
masculina. Ni las mujeres andrenogeneizadas ni los hombres par- nen sobrei todo. de la pr~ctica clínica. La buena practica expe-
cialmente andrenogeneizac.los (y las mujeres XY) entran en peleas. rimental y la observació~ de la interacción en el grupo de pares
Pueden ser enérgicos, pero no son agresivos ni les importa se hará cada día mas valiosa, ahora que podemos captar algu-
mucho la situación de dominio. 1 nas de esas intetacciones en videotape. Recientes trabajos sobre
1

Las niñas hombrunas -desempeí'ían ~1 rol fdtnenino de ma- los juego~ de n iños que empiezan a caminar parecen sugerir
1

nera diferente de las otras niña,s. Pr~fieren lds pantalones a que, por ;Jo menos en el segundo año de vida, algunos niños
las faldas pára practicar juegos activqs, y ju~gan menos con interactúan y son interactuados más que otros (L Lee, citado
muñecas -o /casi nunca- en relación a sus aná1ogas ele control. en Muell er y Vandell, 1978).
1
Pero son aceptadas por sus pares del mismo sexo; además, el 1
comportamiento hombruno es bastante común ehtre las jóvenes, , ~igiJ.a~~ sext.Wl clínica. El trabajo clínico permitió que
y es normal que una niña hombruna pueda ser amiga de otra& ' l¡t psicol~gfa evoiutfva·-t'i:iviera
mas conciencia de la importan·
niñas hombrunas. Aparte de la frecuencia ~redilección por. cia de la lidehtí~acl del núcleo genérico prematuro como primer
los deportes, que es inferior a lo previsibl~, y &1 menor interés paso hada el d'bsarrrollo posterior del rol gené ieo. Los psicó-
por el dominio que muestran los niños parcialmente andrenoge- logos to4avía ·pueden dudar de cómo los ni· .JS .asumen sus
neiz.ados, ellos también parecen lograr la aceptación entre sus roles genpricos'.~Mischel,l966; Kohlberg, l:lt..6' pero todos acep-
pares. No sor descritos ni como solitarios ni como "mariquita·s". tan -de¡¡ algún rb.odo- la concepción quf' .o~ clínicos nos han
¿Q.g_L~zr.tg_~-.l9..~~~-.f.2.!l...!~~f'-~<;1Q....a.. las rQta..g~~e.tl ofrecido :Js9bre la ,ipentidad del núcleo g' ·érico, ·'
~~~.~-i. ~-~z.?. . AP~!:~E.te~-11.~~ !9~.-~c:>l.~~ ·g~J!érig:>s en l~ií'iez ~4i- El qufsigue a continuación es tal vez ..:.!. mejor ejemplo resu-
!?.!.~o. ~d~;¡}a expe.rie~cia clínica de reasig: ~ación sexual cumplida
.[¡a;~~~~:}.~:~~~~lg!:~~!~i~~p;e~~~I4I~.\~!.~D~-~~~H:. en: nmQ&¡ con anomalías sexuales congém~as:
----.-~ .... , ''"."¡'¡".. ... .. ......... .,. .. .
!.t~.~.~---~J:!.~i_g~r.¡¡..~l_~.U:l.!?~S.l:ll.Lr:~§J_IA!L!.l.~.? -~~!,-~~L--~~:?
n:.:~~~~J92. f-~.r..~.~-.9SL~i~~-X.2...~.9.. ~2:1en_a_l_~~:... e.s~:_a _ad.9.1::i- Las dmearaciones basa~JLb.e~l:ill.9.lliill:Q!LSlJ.le
;::;:t:.~.?J~.-~.1!.~.1-~l~!lt~--~arga,..d.e..X.Q.lgW.Il~.R.i!:t:L(l}JJl..I?llJ~~­ it"'it:2'~~i.§)iiiit9~u.~tl.t~. . ~.s~~-T1... P.~<?.~o~ti_cad_oL.m.~. ~?.~e_r_~-~~e
~:si.éE... ?l..l~.-~9l~L~U~.dS2L~~l.t.2s 1' a la identidad~né_ü~a · i: coi'Jf;9.l~ ...9.tL.r9l..K~~r~~9-~~Ll.~.~rn_¡~f.~2.~!t!l: ... Y.. ..~-~ Ja .. 9..d!<!l\lf.L~n ·
·~~l<.\L~IQ9J..Q.~Qwi~t• .líL.JJ;lQIJQlQg(~.r~P.IS?s!Y.~.t_i,y~ .!~.~~.Wi!: ... a_<;g~­
~o~~UJ~-~-~d-;l~?· De. todos modoS, exi§te-:-úfir--~i9r li1~¡t!,d
~l!~.fL~.~~&2..11fl:f.l.iS.9I.. ~.l...J.~~Q..Jtg_rr¡:¡Qn~L2.J!l:,.~2.x:f.()l_?gi~-~!?..bi_~:.
~~~i_!las masculinE-~~~QJ. t;:Os ~~g~~~s. Sólo hubo 5 pacientes de un totá1 de
padres no toleran ningún tipo de comportamiento que indiq,tie 105 -<;1uyo rol genérico y cuya orientación eran ambiguos y se
que sus hijos varon:es sean afeminados. Abefle y Naegele (1952) desvia¡ban' del sexo que se les habla asignado, y en el que hablan
informaron sobre padres nerviosos y preocupados incluso por' ' 1 ' sido c¡riad,os.... Nuevas y posteriores pruebas de apoyo a la im-
sus hijos en edad preescolar, que aprendían a condu"cirse d~ ma- porta~cia psicológica de la asignación sexual y la correspondiente
neras poco o mal adaptadas para la futura vida de trabajo. Los crian~a han sido proporcionadas por los casos de reasignacióJl de
1 ~·
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'201 L.-\S. PERSPECTIVAS l'SlCqLóGJCAS •t DETERMINANTES rsrcoJocrALES . 205


. '.'1 .
sc~o promovidos por edicto. Entre 1juc~tros casos había
1

l4 pacien· 'obr::ts posUerio;:cs han impulsado a l\Joncy y Ehrharclt a d~t~r·


tes que sufrie10tt una rc,t>ignación dp >cxo después de bs prim~ras rnir~ar·cr{ !.os' tre~ afíos c~e edad son el límite s.uperi~r ele, est~
semanas nco:tatalcs. De estos H, O tcnlan menos de 2 afws 'de t)t:lloclo q·1ttco, aun se d1ce que el argumento esenctal cJtadSJ
edad y 3 mese:; ett el nton\cnto dd cambio; con tres excepciones, antes se spsiiene con la r"Casignación sexual. En la literatura
a parecen· b~os ¡ posteriores de reasignación sexual, pero por lo
1
parecían haber soportado e1 cambio sin los menores inclicios de
perjuicio psicológico. Por ~ontraste, sólo uno de los cinco chicos
nt:tyorcs de 2 aí\os y 3 mqses en el momento de reasignac:ión .'ele
.
, gener.::~l r~.qllic j.·e~ una ~anipulación psiquiátrica y ambiental
mucho m~s tmpl1a y rad1cal (Lev-Ran, 1974).
sexo pudría ser catalogado como psicológi·camcnte sano. Poderi1os Lt'> cue~t·OI:~s planteadas por la necesidad ele intervención
inferir de esto c¡ue una vez que el rol genérico de una pcrsort•a
;¡ttlCS ele .~o· t.fcs :tilOS sugieren c¡uc podriamOS estudiar con
st· t·st.tbkcc cottcct.~rncnt(', el tntctHO de'rcgrcsión es un riesgo p•,¡.
culógico t'Xttelllo. ' provtclw h · naltur~ilcza de la comprensión que del sexo tiene
... Sin cmiJugo ttn pequci'to grupo de cinco pacientes, cuyz¡ a¡~a.,'' el tlitio arftcs de los tres afíos,
ricnciJ !>Cxual clivcrgía un poco de la del sexo al que hab{J;t sido '1

asigJtados, pnrn ite que dudemos de toda concepción si n1plista


sobre el clt:tcrrninismo ambiental. Al contrario, parece que el' n¡¡l ~~AS PRIM!:RAS CONCEPCIONES SOBRE Y.~.. 9.É..1':1~!'9
,genérico ele una persona y su orientación se establecen,, empezando
:; corta edad, cuando esa persona se familiariza y descifra una · , T0l ye;~·~~_l<t.m&rf!. .;impfici_d.g,c!. el~. la 'i~l~nüpf!q _g~ll~ÜS.~ pre·
multiplicidad continu:J. de signos que apuntan en dirección al hecho · ;p~t.t~!'~.}<;!;¡ q~1e ayus.Ja al .. !li~.?. a s~ber acer,~~ .~~1 . gé_n~r() en Jos
?e s~r niño o niña. Estos· signos se escalonan desde nombres Y. PE!.!!~.~r·gL~Ss o .t!'.\':.?. il0_c?Lde_ vi9.a. El concepto de r~l g~l')~;ico,·
pronombres que diferencian el género hasta modos de comporta-· S.'2I.l . ~1,!..._Y.a!o<::.9E-9. sJco d..l.g_¡_~.rlsw.n.~.~ delcornp()rt.~rni~nt(), ~~t. . p()r,
. i
miento. corte de cabello, vestido y ornatos personales que son dife-
~o.:r21.J?fl.@_~J?D· en()rr:.nern~!lt~_cornplejo, :El géfl,e..t:<? .<:~ al PI~nci_p~()
renciados de acuerdo con el sexo. El signo más categórico de todos
sgjQ_..~I!~,4.tiqt~ta,?.. ~.~~~:~J.ll_e __~t.l1a etiqueta de gran vaJ?r. Pero,
cs. por supuesto, el aspecto de los órganos genitales ... La variable
¿c¡ué saber¡. Jos nii'ios de dos años·-sol:)r'e el"'g'é!iero~··s·obre el suyo
saliente en ;t est~bleci.!Tlient?. ~1_e.l.. roJ._ &~!!.f~i.co ~e \l_l}a~.J?_e_r:,sgJ)íL .•Y
propio .y s'qbre el de los demás? ¿Cómo usan y cómo entienden
9~ ..sll ?rientación no ~.~.ni h~r~~.i.t.a~i_a _ni.. ar'nbie.n_t;ll, .~!l_e.L~~r,ti99
los niños Jla etiquetación genérica? La información clínica antes
El1:ista. ~.e estos ~o~ ~érroinos, sino que CJ ~u p~oc~sg.....Qs... 2.t=.~\~- ·
discutida iho obliga a prestar atención al hecho ele la rotulación
pf~!l\9 ·~·-· interpr,e,~~~i?n .. ?.e Y~.~. plUI:~lida(f d~ .. ~ig[lC!.SLa]gunos de
~?.~ cuales pue.den ?.~.r ~?.l1~.i.slt;.~~9o§ .h~r~<:l}t.a~!,qJ.,_9 ,c;_o_n_s_t.i.~~-~LQD.<~les, y al com~ortamiento que se sigue 'ele la primitiva rotulación.
.L?~!'.?.Uilli?.Í~I1.~e)~§.. ... (M..?~.~U. Hampson, y Hampson, 1957). ··¡.·
'. Hace poc9 tiempo hemos empezado a encontrar algunas res-
' ' puestas. 1 '

b'.L.S!.~~!~~~ d-~~- .5?El.~ ~~9.~~~.!9 n.~~- 9.~I__g.!:_t,~.E9 9.~ ... P.lL~l2K9.Lili..I!J · L:a razót,~ de esta demora no es difícil de comprender, Incluso
cos y psiquiatras de Johns· Honkins, al separar los efectos de aquel verdadero dinamo de la primitiva psicología experimen·
·'fa:-s··. fiarmori'ii'S';'"er-desarrroiró--~ii'aral;Ta-iürlif<i.él.ón ·sex~;r-;;. tal, Walt~r Hunter informó que el ser humano de dos años
re;:¡·¿¡:-·;¡·--eJ·"··a'e·sarrütr;~-;;;<:~exü-a:i·-sü¡;i:;-Ia:..,..íaeñtTcii'd.--~¡. de edad ~o era buen sujeto experimental. Los niños de dos
fl~~;·~Tla·~~Jl§~a(l(;)~~-::-Jdww~i\Aj!¡-tiñ r<::Iod~-=·cr!SJ~o e~.~ años no .~esponden coherentemente a las preguntas. A veces
sólo su padr.es saben lo que ellos quieren decir. Se niegan a
LS!.~n.U.sl.~.c.!. g~n~_r,i.c;ªJ-~E tr~c0_~~q!;_c,!.QI_.9~.).2D§_.y_ lo§_fLª-~}!1..~
~le...Yi.~l~~- .E!.9.~.?:.i?l~!E-~IJ.t~....C.9liJs..L\:l.knsJSL..W.~.~-9-~LQ$J_r;l_~~W2~· ~
mantener ·iJa atención. Pierden pronto el interés, No se puede
12?-~~L.~~EK':!Je. La pericia clínica en la reasignadón sex.ual ~e,
!
confiar enl ellos. Esto no significa que sean incompetentes, que
hace cada vez más difícil a medida' que aumenta ·la d~stanóa· l . carezcan 9~ conocimientos. Sólo significa que nosotros tenemos
con respecto al periodo crítico.· Incluso se ha ·dicho. que el !.
' poca competencia, menos de la que necesitamos, para poder
proceso es virtualmente imposible en una persona sexualrnente f: depender'.'!:ie su competencia. '
madura y plenamente identificada en su sexo.. Esto nos lleva ~s niñ~s de entr~_lJLY..ll.2.JlliJJ~t.d.~...~9.ªd..kQnJQ~. qllit.Q.Ú$.f.~.!?
al terna del transexualismo, que discUtiremos lu~go. I':!lefl!J:!'U, las ama;s, ~ior~~a.d. ..más ..ap.x.opiada.S . ~Pl\ríL~:i.tJJ.diar..JQ.~

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20G LAS PERSPECTIVAS PSlCOLóGlCAS .i :1


DETERMINANTES PSICOSOCIALES 207

primeros pasos en la adquisición de la identidad genérica, a · :nujer~ s~forfseñora, p¡¡drejwadre, y papi¡mami, Ellos clasifi.
juzgar por la información clínica sobre el impacto de la reasig· 91ban y istinguían la vestimenta y los artlcul.os comúnmen.te
nación sexual. ¿Cómo se podría hacer preguntas a niños de ~ipificado por el sexo, colocándolos en un¡1 caja para n¡no Q
1
esas edades, para clarificar un poco el proceso de adquisición ~n una ca~a para nií'ia. Pero todavía no aplicaban correctamei!·
de la identiclad genérica y el rol genérico? !e los rótulos genéricos a sus propias fotografías.
Podríamos preguntar: ¿cuándo saben los chicos el nombre J:Iacia J/os 30 meses de edad, los niños agre&aban cosas, e
de su propio género? ¿Y cómo y cuánclo aprenden sobre el i.ncluso m~ jora ban el repertorio de los de .24 me~~~:. Podían cla-
género de otra gente? ¿Y usan la rotulación de género para ~i ficar. retratos·. de ellos mismos con el nombre y pronombr~
elegir sus actividades? Si es así, ¿cómo Jo hacen? ¿Cuánd~ y· ' aproptac\os para las categorías genéricas, e identificaban su
cómo saben finalmente los chicos que sólo los genitales s'?n parec.id? fOn rn.L~~ecos .de s~ propio sexo. Más aún, cuando se
el criterio definitivo para el género? ¿Y cómo se liga la nofni: . ¡!
descnbián¡ los 9bJetos Jdéntlcos, uno .como "bueno" y el otro
naci6n del género a las definiciones de rol genérico caracterls· , como "m<+lo".', Ir~ chicos de 30 meses/ e!egí~n el "bueno", cosa
1 '
,1 1
tÍCi.lS de la cultura del chico? ¿Cómo llega el niño a compartir ,que los ele ·24 meses no habían podi4o hacer, Como los niños
estereotipos genéricos? J:1oncy y ri!lt:npSOIJ. not~ron h~~~-· m. u.chp ~~ 2·1: ~.e ses, los de 30. toda;ía n.o 0ostr¡lban. prefe~~~~i~ por
1
~~ importancia de los nombres y pronombres, "modo? de' 1 ~<>.~ . .r'~ ~lewo~ entre dos obJetos 1dénucos¡ cuanpo uno er¡¡, ~o~ulado
p?rtamiento, corte de cabello, vestido y ad~rnos .. personale~ (y) -·~ra n~ñps" y el otrv "para niñas" .. El r<?.üllo ~cnérico ~e)~~ vía
¡~or supuest~, el aspecto de los órganos .gentt,a~~~ ... P..'!I~...l<l 1.9~~- ·¡: ..~.<:>JupqC?r;tba claramente en las op¡;iones1 / p~r<;> ~~tQ ~! QS\:IJ:Fía.
~1dacl g_enénca. Para entender por que es clímcamente d1fícll · . ~I!J()1:.A1.99 mr;:s~. . 1

reasignar a los niños después de los tres años .de edad a '\.lO · / • Así pue,s, podemo;; concluir que hacia lo~ 24 meses, los niños
nuevo género se necesitaría obviamente, contes'tar a· estas · · han empe¡zado efectivamente a clasificar sexualmente d mundo
preguntas. . exterior, ~ ·los pbjetos y las personas. Exti enclen esta clasifica-
1

Algunos estudios significativos se han referido a este 'tipo ción · haci~ ello~ mismos a. los 30 meses ci e edad 1 y hacia Jos
1

de pregttntas. Muchos de estos estudios han sido realizados ~6 mes,es :flus.an tótulos genéricos para gljiar.•. sus preferencias. El
por psicólogos de la ucu que, quizá debido .a su propio tra. proceso ~· 'obablemente se haga más refinado y más profundo
bajo clínico en la. identificación de chicos en peligro de tener a lo larg,q de· la niñez. Acaso no sea insignificante, sin embargo,
desórdenes genéricos de adultos, han percibido y han visto las el poder. ~e la clasificación sexual antes de los ·24 meses. Fein y·
lagunas en nuestro, conocimiento sobre qué es lo c¡,ue saben s~~ colab<prador~s ( 197 5) han demostrado que los niños y las
los niños sobre el género. Un estudio (Thompson, ¡975) en· nmas de ZO meses de edad, cuando son examinados en su hogar
focó Jo que saben los chicos de 24, 301 y 36 meses ;sobre su ~o; perso,f.as que les son familiares, ya muestran más predispo-
propio género y el de los ?tros. En Jug4r de. pedir eiaboradas SJCIÓ~ a. ,rugar libremente con juguetes tipificados para su
respuestas verbales y exphcaciones, los i tests requerían sobre prop10 se u; tal pauta de comportamiento también es válida
todo comprensión verbal, selección y elecciones preferenciales. para la p· opieclad del juguete, aunque hay más niñas que po·
Puesto que los chicos entienden más de lo que pueden .verba- seen juguetes de niños, que al revés. Sólo uno de los 24 niños
lizar espontáneamente, esta estrategia de investigáción le permite cstudiado'f tenía un "juguete favorito" que no era el apropiado
al niño demostrar competencia sin que intervenga su capacidad . para su sexo. El hecho de que la preferencia de los varones
limitada para la expresión verbal. . . · por jugu~tes apropiados para su sexo no es sencilla· lo indican
~J?SO].L~Ó 9~.!'! el ord!{n 'de apguisiciói]...J.le rótulos . siete· de l~s once niños en su comportamiento con muñecas: sal-
g~_n._(ri~;o_s_va.::l~.<i-~9..~...la....w..9.~ncia a rotulaE.Jt._l_?,!~_t!o~ta taban soblre ellas, les tiraban del pelo y las arrojaban. Fein y
la tendencia a ha~)S?.~<;9!LYJlQ....~º'-~~~0. <?~... E!...~I...!Eese~ sus cola.~rado~es consideran qu~ _las acti~udes paternas hacia
d";;-~-¿·~¿¡-·¡;üciía;_:w. <:!.l.~Lf_i_~ª-LJ.~.clc.~_~~ 5y._a_~~-~..~c::.~~~a d91 :.a poses~ql11 .de JUguete.~ por Jos mnos .funcwna de esta manera:
STiil.§=~~~~l~:·.:~~~il..!.LDQUl.Qr~L1ªk~.S.Qf.!lQ..Jliñ? Ln!ñ~_)}.g~/ Está bt.~p 9.ue m1 hiJa juegue con martillos y herramientas,
1

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DETERMINANTES PSICOSOCIALES 209
~OH L.\$ PEltSPECTIVAS PSICOLóGICAS d
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~ntactos 1<?~ atríbutos de criterio -los genitales-:, e1 género per-
pero no que: 1hi hijo juegue con lll~liíccas." Las jHCfcrcncias por
1
1
.! .r.nane~e co,hstante. Ma~coby y Jacklin (1974) han destac'adó que
jttgltC:lCS hmi)i:trcs tal vez no rcc¡theran etiqueta:; ni 1denti~latl las d1vers{s pre.ferenoas. por el rol sexual existen antes de
gcnérict, peto llii:I rc~JC(ÍÓit t~\11 fuerte hacia unJ muC1ecJ. sq"
q.ue tal coj'stanc1a genénca pueda ser demostrada.
gicrc que e:-;i>tc 1111 aprcndiz:1jc ituponante en el niiío haci·a, ~s ent~evístadores que tratan de detectar la constancia ge·
los 20 !lJ(;scs c.lc edad. Puc>to que la reacci6,n tan hostil ocurriQ nénc~ les preguntan t!picamente a los chicos ''tú vas a ser una
Siílo contra Lt InuiíeGt, el comportamiento de los' 1iifios varones ·'
'mamaa ·~.:un papito?", y a continuación, en oposición a su
no puede: ser interpretado como agresión generalizada. e,lecdón: 1P~dr~as ser tú una m ami ta j papito si quisieras serlo?"
Asi como obscrv:mws l:is tempranas pre[erend¡a~; ,por jugue- Enton¡t~s se I¡lVIta al niño a que explique sus respuestas. Se
te' sexu:dmC!llC tipificados, del mismo modo \'CITlOS -cuando
los IIÍtiO.> Jllll'tkt\ elegir-- la elección de compailero de juegos del
mísnw. scxu a la c:tlad de dos años (Koch, !9H; f>I:u:coby y
l
\
h¡l.ce ,ev1~~~te a?or~ que, cuat~~o se hace ese tipo de preguntas
1
1

(smdl~edu! expltcac~ones) a mn~s de cuatro, cinco y seis años


de .e ¡td, n~ s~ consigue el cambw registrado año por año nece·
}tckli11, l\!7'1). Un tr;.¡bajo de Thompson, de 1975, dala ptimera
indicación de.: que los chicos de 21 meses de edad pueuen dis-
! sano para de~ectar una huella de desarrollo como respuesta a
1
la segunda pregunta, aunque virtualmente todos los chicos saben
crimillar con cierta confianza -aunque no con el lOO por ciento 1 1

corre~tame~:ue si van a ser madres o padres (Thompson y


ele seguridad- el 5CXO de las otras personas. Por otro lado,
puesto que los chicos no están seguros tle su pro¡)io sexo haota
¡
,_..
Bentl?r, 19~3), De acuerdo con. estos resultados, deberíamos decir
1 ~~~:iclP..S..~!.~'?.~ ..9.~-g~~~...~~.~-s. ya__ poseen t1.!1_U,, ...~?~~t'!!l~i.!:l__.ge.
lus 30 meses de edad, si eligen a sus compañeros de juego del
mismo sexo antes ele haber adquirido una rotulación coherente t -···~-·"·"l'·'
.~~!{.~o. ~i~n~fi~a._q!-1~ lo~ ni~()_S sepa11 qu~ )o~. g~[l~tales son el
1

sobre su propio género, estamos obligados a concluir que la c~~~~EL~.P.~~~-.9mdtr el g~r1erC>.O: )9s ~ua_tp;>. a[íos. Los.. nifios"gúe
selección se Lasa en alguna compptibilidad con el mismo sexo, 1 uene _.!P,t'19s g~; ¡:iry.~p. ()S_eis _¡¡,ñC>_s .. ~san ~1-cabelfó-;-fas.ropasj
o que se percibe una similitud que trasciende la adquisición el__<:_u,.. o. ~omo 111~~ct()~. ~el gé,11:e~g_,de los demás··--(coiin~ I94D;"
1

de un rótulo para su propio g~nero. Es una pregtmta que Katcner, ·1,~55; Levm, Balistrieri y Schukié~-·-i972; Thompson
·~~ ~~lterd,j 19 7 I). ~~f!.S.d.!.'!-.~iU.9.L.~i~t?.. a.~.9.~-·~e_ ~cJ.!L~'· .PtiÍ&tÜ:a·
1 1
vale la pena plantearse.
Nadie, excepto Thompson, que yo sepa, h~ estudiádo ·a. -:::.:.:' o qs ~-u.u.C.O.~.Jl§.-ªJ1 ..§,g_~---g~p_I_t!l}:es como único criterio .
chicos tan pequerios en sus conoCimientos sobre el 'propio confiable ,JaraJ.UzO"ar l é d · ,.... '"··;;-···-""··-···---··"·····--..·-""·
~--·~--~ ..--~---~,gsn.~ro
variaciones'ten 1 1~ r1 .. ·
e una runec'!, -~· a.-·.r:...., rlA Jªs
ne,oo>r.... \.\.~<.-~
género y el de los demás. La .dependencia de la imitación; de ¡' · - · - · -................ ,_ ..,......
- - - - · · -·-~<A •..A.Srg9_M.~< ...". Q.~ •. ca}){::_llos.Y..J~ . . constnuclón del
··•

modelos y la expresión verbal como indicadores del corior:i- ~~I?.Q.. (1;, omps?n y Bentler,. 1971). Esto no sigr1ifiCa... que .
Tos
miento del.género ha sido casi siempre desestimada cuando se nmos más,, equenos no estén mteresados en los genitales. Segu-
trata de entender qué es lo que ~aben los chicos. Los méto,dos. :arr:e~te. 1~¡ está~· (E lías y Ge.bhard, 1969). Pero, dado que los
de Thompson nos dan :una base para caracterizar el conod·, mdJciOs .n.. gemtal~~ ~on fác1les de ver y confiables, sólo en
miento de un nifío esredfico, y remitir potencialmente. el 1
:as cond1~1; nes artifiCiales de un experimento de laboratorio
estado de ese conocimiento a su comportamiento sexual, sea, , ¡. con un m, ,de1~ factorial autocon.sciente de 2x2x2 realmente se
masculino o femenino. ' :e q~e ~o~~ ~ñ~s muy, pequeños ignoran los genitales, para
h~~~~~9gnitiva de! JS.~~..!.&....§.obre la ·ad~isició_;;;Ji~l. usar md1c1 s , ás familiares.
&en~x.iE.<?...ru:~cfu:.LQ.uftlos chi ós ·se tiE~ficara~s. segt;;:_~~e , . Todas e. t~ i.nfonnaci?nes significan, que el niño tiene un
eñ" un sexo_J S~l:~Ka.!á_!l E.~~~.--~~~-· ~~~t.~p~.sJ~~~L.,¡;tl Sistema orte aqf¡) para Juzgar. el género de los demás a los
iil.§~.~~~~~?,"f~~.~.!l~~A!:_l.~-~-~!-~.2.12.~.~g.l:l_~C?-0~~-co~st~~n.E!~ 21 me~es ?, . da~, Y para sí mismo a los '30 meses. El sistema
g_e!;i!:2.S.~ .•h.?:<;~5l..klL~~.~oul~-~~<;l.:...l¿__~S>.~-~<l.I1.~'!--.g·(!Eé· no. c_:s per ecto,. per~ funciona. Los psicolingüistas J?I)S han
~[~~ -~~,.cl~,~~-~L~QX!1SL~J:l.9L..1t~IJ1Q._clL~....lill.J.l.Q.rn.QX.~....i9.,;.~a ensenado que los chicos generan reglas un poco imperfectas
mt;)~:~ e e 0 , _P,.;~.._,_JlLQ!:.,,._,,___..~_ÚJ. .. P.~IQ.....--·-"·--~I.ffi.anl -···-
ue.....--·-··· )~ ~0JoS~.IE*J·<lE.~~~~··:it~ii(?·s Er--~~re~tr~~.:~~.~-·-~~i{~~ com9 ·se d1rnuestra en un dicho de esta especie: "Los ratone~
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210 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICAS DE:rERMIN ANTES PSICOSOCIALES

lL •!1 211

están en latones." Del mismo modo, chicos de dos años 1


diferenci~~~ ~ incrementarán con· el tiempo. Y, de hecho, este
de edad generaran reglas sobre el géner~ y los roles genéricos, increment9 sucede. La cuestión de cómo estas d'iferencias se
ayudados, probablemente, por la conveniencia de que el sexo establecenidefinitivamente es asunto importante y objeto de deba·
es binario. El desarrollo fonético ocurre en etapas de la discri- te entre lds psicólogos. Ninguna de las variedades de explica-
minación binaria, como sucede cOf1 el desarrollo semántico~ .cíones sob:\·e cómo la tipificación sexual ocurre -por el mode·
incluyendo los adjetivos opuestos. . . lado con rfcompensas o castigos diferenciales hacia sí mismo y
Si la evidencia que se obtiene de la adquisicion de una regla hacia el modelo (Mischel ( 1966), o por la autosocialización
en el lenguaje es la analogía correcta para la adquisición del cognitiva t(Kohlberg, 1966)- es totalmente congruente con la
conocimiento sobre el. rol sexual, entonces. deberíamos esperar evidencia , esumida por Maccoby y Jacklin. Nadie cree, ahora
que los niños hagan un proceso de super-regularización, al que la tip · ficación sexual sea determinada simplemente po¡: re-
menos como primer paso. Si los niños hacen a menudo algo, y compensas . /·paternas, por comportamientos que se desean (el
las nir"ías hacen a menudo algo distinto (comúnmente vi.sto sexo apropiado) y por castigos paternos por comportamientos
como opuesto). la regla inducida tiene pro~?abilidades 'd,~ ser que no se <!lesean (el sexo no apropiado). Es claro que lo_~ _chicos
de este orden: "Todos los niños hacen· x mientras las ,.niñ¡ts aprenden ~e una variedad de fuentes deri.t'r'oy füéúl.' d~ su;¡_ f<\·
hacen y." El grupo de compañeros seguramente funciona.rJí. pe! milias cómo su cultura espera que sean niños o niñas.
mismo modo binario, para empezar. Lo que los niños '.'y ·las ·- Seguram~nte observan al resto ele la gente y entonces practican
niñas podr{an hacer no tiende a ser discriminado por los' chic~,s' lo que ham visto. También es posible que los chicos atiendan
en relación a lo que están. haciendo. En realidad, el com~orta· selectivamente a la información sobre su propio género, aunque
miento rr •Y bien puede ser radicltlmente distinto a la expecta· las prueba~ sobre este aspecto son cuestionables entre los más
tiva de J J chicos y de sus padr~~t 1n el sentido de reconocet pequeños. ¡un estudio sobre chicos en edad preescolar encontró
la violar .ón de las expectativas sdl. ) r el rol sex~al. Los estereo- cierta evidl!ncia de miradas selectivas hacia modelos del mismo
tipos no invitan a romper las reglas. . · ' sexo entre:lniños que tenían constancia genérica, pero no suce·
~a biblio~rafía sobre el desarr911 del r?l genérico ha s~do · dió esto cdn las niñas (Slaby y Frey, 1975). Janice Bryan y yo
revrsada critrcamente por Maccoby y Jacklm (véan~e espemaJ. no hen;1os 'bodido encontrar pruebas del mismo tipo de miradas
mente sus capítulos 8 y ·9, 1974). ·Las pruebas ·qUe resumen . selectivas ~\acia el mismo sexo en chicos de cinco a seis años
muestran que, hacia la edad escolar maternal, tanto Jos niñós ' de edad (q, para la cuestión, en chicos de nueve a diez años de
como las niñas ya están tipificados sexualmente para los juguetes edad), ni ~iquiera usando una medida. encefalográfica de aten-
y las preferencias de actividad; est9 es, que muestran el compor· · ción (Bry~n ·y Luria, 1978? -
tamiento del rol que se considera apropiado para: 'su género;_ Sin emoargo, las actividades de los grupos de niños son dife-
pero los niños a partir de los cuatro años son cada vez más rentes de ~as de los grupos -o mis bien parejas- de niñas a
tipificados sexualmente que las ~.iñas . Las niñas están mas 1[. 1' todas las ~dades. Un· poco de esa diferencia (tal como en, los

bres de hacer cosas de muchachos durante la edad preescolar; juegos rud¡os) puede tener mediación del andrógeno ..Pero· no
que los muchachos a la inversa. Ar!tes que los chicos lleguen ocurre est~ _en todos los casos de diferencias . .Q_~l~~iera. 9.u~
a la escuela, muestran preferencias por compañeros de juegc>s
s~2,s_,2gge?~. g~~-~i fet_::_r.~~i-~~! ~Ja.s_. ?.!2.9!.~~!\-~9_~.9.~~... iQ.deJes
de su mismo sexo. Las niñas juegan en grupos más pequeños ~~:L~<l....9.~~r.en:.-~acen, f.nensan y desean Jos niños
que Jos niños. Y tienen m<;nor i:-clinación a los juegos rudos que .~das _!.li.~~~r~ui~re _\!~. l{::'~I?.<ii.@.~i.\:·a_nte,_·~':l.S.'C?~P~ñ.~~_.?.~...y· de
éstos. Las nifías que se reúnen en grupos pequeños se pe::_an 1~-~~E~~~c-~{.~f.l._!!_'::.~!.~q_P,~r-~s. ___~<:> ~1~~-- Gagnon y Simon (!973)
menos que los niños que juegan en grupos' grandes. Y las mnas ¡
D~.~r:~:.T~~__g1; ion~c;-~g~l~f~ _2. Il:.a,· .vi9._~· . ·s~x.ila.~ :l:d. t1J ~ª·. ~QJl
a.ri.. u ..
parecen recurrir más que los niños a los a4ultos para hacer sus ¡
1.'
-::S<:?.ffi.'L!.U;~.dws___elem.en.tos_de.._1a...t.ipiJJ~1199_!f...~~x,tJ.al::::.. por..la ... ge·
·tareas comunes (Maccoby, 1976).
~~r.~Q.c!i.~~~p!l--~L.gr~~~E'?.. _<;l_~..-~<?.IEPªñ.Y..~C?.s.
!

La temprana segregación social por. se~o significa que· las . . 1 1 .

1
1
1
:1
212 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICAS
r-
.r: · · 'ii' DETERMINANTES PSICOSOCIALES 213

',. que la rnayoria de los chicos de su género hadan: Dos de cada


~OENTIDAD GENÉRICA, ROL Gf.N.EIUCO Y Oltl_!'!'!IA.<:J<?..N SE.XUAL
tres 'hombres homosexuales adultos se describen a sí mismos
1 en la niííq: como afeminados o "mariquitas", lo que se compara
El testimonio de algunos transexuales, en el sentido de que·
1 con sólo el 3% de los hombres heterosexuales. Igualmente dos
siempre han sentido que pertenecen a) género opu.esto a su 1
tercios de !las mujeres homosexuales adultas se describen a sí
sexo aparente, ha planteado inevitablemente.· esta pregu11ta:
mismas en 1 la nifiez como hombrunas, tal como lo hicieron el
¿Cual es en realidad la relación entre la, ide,n.tidad genérica
16% .de la~ mujeres heteros~xuales. La diferencia social es gran-
prematura y la orientación sexu~l posterior? ¿Y entre, aquélla
,de.' de t~dps modos. Los niños '"mariquitas'' comúnmente ter·
y la identit!ac! genérica del adulto? ' mman aislados de los otros niños, mientr.as que las niñas hom.'
Existe relativamente po( a infor111ac!ór: par~ ligai:)~ o_rient_a·
brunas no1 son socialmente aisladas. No podemos, de todos
ción sexual a la identidad gen~Ei~~- ..P~elr_¡~tl,l_ra: 1q~ .l1om_f?.I:~~
modos, Cof\cluir que en nuestra sociedad la homosexualidad esté
Í10mosexuales casi universalmente S(! ú_s;rt~!l hQ.m.!lr.~§, y virtua..l·
,siempre pr~figurada por la historia del mariquita o de la hom-
mente todas las mujeres hornO?~X-~-~~~~-11}~!) _q_u,<: .SQ!] .. ~Uj_~re.~; bruna, pu,esto que un tercio de los homosexuales estudiados
Y' de· chicos t()dos fueron a.sig_fl:Jl?.~~--i'·. ~~- _sj~~~-~rgl}_~qLI~ par;
c~re~ía .~lt ese antecedente. El ~islamiento social de los "ma.
!J)ños y niñas, ¡:~sp~Y!1TE.er1.~· A partir de la wformac,tón de,
nq unas , pe todos modos, los hiere en la nir1ez· este descubrí·
Kinsey sobre el número de parejas sexuales, Gagnon y Simor1;
rr:i_ento conpere Cierta garantía a la intervenciód prematura en
(1973) han documentado que las lesbianas se parecen a pt,tas 1
mujeres más de lo que se parece9 a los hombres; y que l~s J;om~
nmos afeminados, pero un tipo similar de intervención con las
h~mbrunas 1 seria absurdo, puesto que su tasa básica es alta
bres homosexuales, a su vez, se parecen a otros hombres más
. m1entras que la tasa básica para la homosexualidad femenina
de lo, que se parecen a las mujeres. Trabajos ',posterion;s cori·
1 e~_ re la ti'va~ente baja. Las escasas niñas que creen 'que son
firmah esto (Saghir y Robins, 1973). '
mnos representan una problema un poco diferente (ver Creen,
,. La j homosexualidad es sólo eSporádica entre hermafrodita~
1974¡. Sm JFm~argo, la masculinidad en }a~ ni?as y las Er~~e­
y seupollermafroditas (Money, ~970). La unica exce.pción de·
!..encJas_ pó§te~!Qtes PQ!i: el 9trQ_s.~.L-..E.!-!m1das por ellas,
la qur:: se tiene noticia es la alt~ tasa de bisexualidad en u?
debería~ s,t~r;v1r para_ ;e~~rdarll~~-2~~-l_liñas!.~s ~ue se
grupd, de diez mujeres sexualme~te experimentadas con m~m­
íestac!ones todavía no corregidas del síndrome adrenogemtal l__es ,confter~l ~_!la ~~Eha. hbert~g de roJ.~~gJa n.if1.ez en cQ.!!lE_á·
(Mof\ey y Ehrhardt, 1972). No existían, de todos modos, pr~e­ raCI~.!!.l0s mnos, t.l.:_~_y,~rda_g~__r:~~t.~..._IEenor promedio
bas s6bre la confusión de la identidad genérica en estas d1ez . ~~AJJFI¡¡atiY..'Lral!.~ ...tH9s. ,
, Debemosq tomar, sin embargo, una precaución adicional. An-
mujetes marcadamente virilizadas. Después del tratamiento con .
·. . tes de con~luir que el relato retrospectivo de la niñez obtenido
cortispna, y disminuida la androgenizadón, estas mujeres se
, por interr6~a~os. que ~e reclu.taron entre el movimiento horno-
casan ¡ conciben y crían a sus hijos en matrimonio normal.. En
1
. . se~ual -taiFs :c?m? los. del ejemplo de Saghir y Robins- des-
1970 iMon~y cvnduy6,, "existe mf~a más homosexualidad. mas-.:
. ) en be con P.~e~lSl~n :I~ mñ~z, d.eberfamos saber que parte del pro- ,
culin~ ent~¡e Jos orgamstas, los 11ew~dores; los act_or~s, los deccr ceso de socillhzacrón emprendido por el movimiento homosexual
radóres de interiores o los comerciantes ~e antigüedades; que ·
tienecomo:•bbjeti:v.o fortalecer. el ~entimiento personal del homo-
entre los pacientes co_n . cualquier. tipo :¿e · d~ag~óstico e~dcr', ·
. s~_xual ~n e:j. senti.~o de que siempre ha sido distinto. Esto muy
i:rino" (p. 434). . · .·. ': · •- · · : .,: ·~·.. : · ' · 1.,
bien p:1,1ed~ ser ~Ierto. Pero deberíamos tener precaución de
En su estudio de homosexuales adultos· y contr()les,de adultos · , · 1
~o acep,.t~r' ¡esto ~a.s~a que no tengamos antes alguna prueba
heterosexuales solteros, Saghir y .Robins (1973) no. encuentran t ¡ndepend1eqte. '.. 11 1 ., , • .
prueb~s de la confusión de identidad del núcleo' genérico pre- '. .,_

. Pan9' de,olla tl~~ón'4e qúe yo desconfíe de las autodescrip-
maturo en los 'primeros años de la escuela, pero· si encuerman ' ·
C!ones ret:~speqi.vas vrene como resultado del reciente trabajo
disturbios del rol genérico. Dos· tercios. de las ·:muestras • de·
sobre ~U Jefes bisexuales realizado por Bl umstein y Schwartz
homosexuales de Saghir y Robins dic.en que evitaron hacer lo 1
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214 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICAS ¡. DETERMINANTES PSICOSOCIALES 215

(1976). El hecho de que las mu~eres bisexuale~ sd consideren


1
· y, si pue,~o recurrir al lenguaje bíblico, "conocen" más com·.
a sí mismas homosexuales, bisexuales o sólo ltberadas parece P,at'ieros ~u~ sus propias madres y que sus abuelas. Una genera-
no depender del comportamiento sexual de hecho, sino de las c¡ón de muJeres tan sexualizada será, por lo tanto, menos célibe
justificaciones ideológicas para sus comportamientos sexual~s. que las *eneracíones precedentes de mujeres después del di-
i,. vorcí.o y fe la separació9, especialmente cuando las al_tas tasas
y del mundo social del que forman parte. 1

Blumstcin y Schwartz documentan múltiples antecedentes ' _<:le d1vorc1o desarrollan estrechos lazos entre las mujere~J Pienso
para los ejemplos bisexuales que han entrevistado. Algunas mu· que podria predecir que la gran visibilidad de la elección homcr
jeres tienen un matrimonio duradero, es.table y heterosexual sexual, más la disminucióp del promedio de hombre a mujer con
seguido por una relación homosexual dur¡ádera y estable, des· la edad, donducirá a una futura generación de mujeres sexuaJi.
pués de la cual algunas regresan a las rela'ciones heterosexuales · zadas a l~ posibpidad de elecciones homosexuales tardías (des·
estables. El hecho de que esas mujeres se consideren a sí mismas . , . pues de lljls 35 afias) más que en las generaciones anteriores. Si
bisexuales, heterosexuales .u homos~xual.es parece ser más bien, la elecciófl homosexual depende -como lo han sugerido Saghír
función !Clel tipo de relac.ión que .Je~ sea más corriente,.. y ele fac· .Y Robins :y también Money y Ehrhardt- de la fantasía homcr
tares sodiales exteriores a sus vidas se~uales, esto es, s1 .sus con· . sexual pr~adolescente y adolescente, como ensayo cognitivo para
tactos sdciales se esta:blecen con la comunidad homo.sexual, con el comport¡¡miento homosexual, entonces mi predicción care·
el movi!pie.nto feminista, etcétera. Sin emb4rg.o, algunas mujeres 'CCría de validez. Pero si asimilamos las· altas tasas de elección
-a pesar de su contacto· prácticam.ente rep~rndo en partes Igua- homosexual.adu!ta y tardía' en las mujeres a nuestra concepción
les con parejas masculinas y feme[linaM ~ienten a sí mismas de la hornosexm\lidad situacional o la "homosexualidad laten·
homosexuales, puesto que su tendencialemqcwnal es más grande te", nos vamos ~ privar de importante información sobre lo
que signi(ica la blección sexual en el contexto social.
hacia las mujeres que hacia los hombres. 1: · .

Otro modelo que enc~mtraron Blu'mstein y Schwartz f~e el


de las mujeres bisexuales autoidentificadas que tienen, s11nul¡
tánea y.¡o sucesivamente, parejas de ambos sexos. ¡Una mujer · 11eutidad genérica prematura y transexualismo
bisexual expresó el sentimiento de que ella era ":exista" co~o 1

discriminación contra un género dado en su elecoón de pareJa ~ descri~ción clásica del transexualismo fue muy razonable: el
sexual! Existen otras pautas más de entrada y salida tanto de des~rden. provenía de u~.a id¡;:ntidad. genérica revertida· tempo·
las relaciones homosexuales como de las heterosexuales. La& ralmente, 1lo que llevaba a la atracc1ón sexual a miembros del
pautas de edad, matrimoniales y libe.rta:ias son de gr~n. varie-· ;:;is~o seXo, con la fant~sfa d¡;: ser del género opuesto. La mujer
dad, y también varían las autodescnpcwnes. Me parece raw- era 'se.pu~tada". (como la describí? Jan Morris) en el cuerpo
nable que estemos alerta y precavidos al caracterizar esta pat;tta · ~ascu.hno¡ (o VIceversa) y se depnmía seriamente por aquella
sexual sólo en términos de orientación sexual, cuando aparecen s:tuac;ón 1des~sperada. Ese mod~lo pue~e llamarse la descrip-
incluidas en este asunto muchas elecciones sociales no Sej(uales CIÓn Iatrogémca del transexuahsmo. F1sk (1973) sugiere que
(véase Lipman-Blumen, 1975). ~ada la distribución de .fuentes el· deseo ·t·e arr~glirselas con psiquiatras -puesto que la ma·
económicas, el matrimonio heterosexual ofrece a las muJeres la Y?ría de 1, s ped1dos de ca.mbio. de sexo no ~on aceptados por la
posibilidad de ascenso. El mundo homqseX;\l~ qfl;'ec; a los h\)m· c1rugia-, leva a la prohferac1ón y adopción de historias de
antemano~¡ :·requeridas" ~ltim.am.ente, entre no psicóticos qu~
bres idéntica posibilidad. · • ·. . / •. .
Las mú jeres estadounidenses de la· gen.~r¡¡.c;:1~n más . rec1ente .
1
se P.:~~en~ncL.~!:lU<;i.Q. e¡ cambw de sexo, aparecen tres varían·
comienzan su~ vidas so~iosexuales. más temprano qu.e · 1"~~ gene- -~~E_-~~Q:~~~~.u~.l.!. ~~ t~avestista y el *sexu~l 1 El camino hornO.
r: raciones prev1as. Tamb1én ellas t1enen grandes .expectati~as .•de
j ser gratificadas. Sea que usen o no anticonceptivos, o que r~u- ,1 1
sexual .es·.fomad9 ~uchas veces -aun~ue n;o siempre- por los
homosexw¡des. afemmados. El camino ael ttavestista es tomado
.g<;neralmepte por un heterosexual cuyo hábito de vestimenta
i rran 0 no al aborto, saben que ambas cosas están a ¡;u alean e,
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216 LAS PERSPECTIVAS PS!COLóGlCAS
• •.
1 DETERMINANTES PSIC~SOCIALES 217
. 1 1
invertido ha terminado con un ¡:uatrimoriio .. Los travest.isias.
1
ticas y ;~homo)sexuales, la alta incidencia (57%) de encuentros
informan de . grados de experi~ucia hot\wsexual que· variaü heterose~~ales, y r.le coito heterosexual (48%),' estas dos últimas
desde una gran frecuenc;a 1,a~t..t jla ausen..:ia tota 1 (fei nb]cx)t,n, con mu){ ~sc~sa gratificación emocional. Más de un tercio de
1976; Mehl, 1973; Meyá: 1973;. El camino asexual puede ser
m.ujere~ •lttfn.s_:.exuales solicitan la cirugía para legalizar un ma-
tomado cuando ·cualqui~r contacto sexual es percibido' como' tnm~nto~ e ifacto. Después de la cirugía, 46% viven en una
anómalo. La exprriencia asexual puede no ser realmente nf relac1~n 1h tt¡[¡osexual estable con una mujer heterosexual muy
heterosexual ni homosexlual, .<no que rn:\s bien carece de g-d . 1 fe~e~.lll<f· Es os esposos transexuales forman relaciones que son
tificaciones, o las tiene &n poca intensidad. .' · .. 1
tod·av¡a ¡más ·estables que las de las mujeres homosexuales
Un tipo ue división sir.tilar ha siclo comunicaclo por, Benr.l'ey (Pauli, )97·1). La mujer transexual -a diferencia de la mujer
y Prince (1975) en t'n estudio realizado sobre 12 transexuales ·,' h?rnose~Ltal- no puede aceptar el ser homosexual. Además, a
despuls de la ciru¡ (;, de hombre a mujer. Las descripcion,es que d1fereno~1, ele la mujer homosexual, la mujer hombruna que
estos pacientes 1·,icieron de sus historias prequirurgicas, .en' res· 1uego se~a transexual se horroriza con los cambios de su cuerpo
pt..est<.. a un o1estionario, podrían dividirse en tres grupos:, hete· en la ·pubertad. Sus pechos son una afrenta a su sentido de
rosexL.al, homosexual y asexual. . sí mismal
¿Córn J podríamos encontrar determinantes psicosocial c:omu· La m~jer transexual ha sido menos estudiada que el hombre
r.es ¿ara una disforia genérica adulta cuando los caminos son transexujtl, aunque aquélla parezca ser un paciente mejor y
t.a .l diferentes? El subgru po asexual tal vez este buscando una ~ás maqejable para el .cirujano. Dado que cada vez más mu-
•dentidad sexual, puesto. que lo que eran no funcionaba bien J~res transexual7s solic~tan 1~ cirugía, quizá veamos una expan .
para ellos. Dentro de este grupo existen algunos homb.res que, s1ón de 1os cammos ps1cosoclales y psicosexuales del cambio de
1

según creen los clínicos, tienen verdaderamente revers1ón pre· sexo, tal ;como ya lo hemos visto entre los hombres transexuales,
matura de la identidad genérica, y esa reversión prematura del
núcleo les ha impedido intentar cualquier tipo de contacto
sexual, puesto que sus cuerpos contradicen sus sentimientos J • Estudios de niños .afeminados
más profundos acerca de su genero. ~isk .(1973) y Meyer (1973) 1

sugieren que los otros dos subgrupos --:-el homosexual afem1· E~isten su~erenc.ias en la literatura de que alguno~ niños afe.
n·a:clo ·y el travestista homosexual- han caído en una nueva! _llll~ad~~~.l VIStOS p0~ los clínicos, .mostraban un -comportamiento
lden.ddad qu.· e de algu.'n m. odo. ·tranquiliza una .~encienda inca·¡ f~'?enm~ coherente a temprana edad, a pesar de la ·firme y
pai: de· aceptar el ~ei hl)mo~e~ual.. · r.ep~tida 1desaprobació~ d~ los padres· (Z'ugei-; 1970). Si esto es
·-··:cas.. estimaciones actuales se aproximan a una proporción¡ ase entohces las exphcacwnes puramente psicosociales de los
de 1: l en hombres y mujeres que solicitan reasignación sexual .\ orígenes :del comportamiento de generO:cruzado prematuro se
(Pauly, 1974). Las estimaciones pre·cedentes, que mostraban unl l_verían e~ serias dificultades.
mayor número de hombres transexi.tales,· eran. má.s congru~nte~ ~.t;,!}J(J~7l?), ha· resumido la información sobre sesenta nmos
con el error biológico el']. la masculinización f~tal. Ahora debe-· ~f~-~il'!.~fs. compara~os con cinc:uent~. niños del grl'lpo- de con-
remos buscar errores complementari9s en el·desarrollo del fet .\!..2L ~~os, 1 controles P.rovenían de fam1llas apropiadas a la edad
femenino si seguimos considerando los determtna~tes biológico~ del nt~o 1 la secuenoa de hermanos. de la familia, el nivel de
como determinantes centrales· del transe;cual.isn:o. ·. ' N o podemo1 educaCló¡¡t del padre, el .s:atus marital de la familia y la etnici·
descartar la posibilidad de que tales errare~- ex1~PM1, pero. toda ?ad. -b<:Js¡·.dos grupos d1fteren de acuerdo a lo previsto en el
vía no disponer~lOS c;le pruebas suficientes,,·,:, .·. -~··; · , · , , ggef~~ p;or .Jo~. depo~tes, el interés por los jue~os rudos, las
El transexual de hombre a mujer comparte, gran po'retón di . vest:men,1ªS 1 la~_ relacwnes en el grupo de pares, el juego con
su historia prematura con las mujeres honiosext¡tales: e\ coro mu.necas,, 1el sexo 9e las personas con que el niño .se relacionaba
portamiento hombruno, la estabilidad d~ las .r~lacíone~· ro~á,¡-1 I?.~}?.r~ .].~1 a~er¡si~!J:- a las vestimentas de la m¡Ú,lre, t;l,qe~9 de

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218 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICA:! DETERMINANTES PSICOSOCIALES 219


' 1 . '

crecer y ser como la madre; el interés en actuar, la voluntad ) · ,I._a; !teoría de Bentler no cubre a la mayoría de los hombres
de desempeñar el papel femenino· en e¡ hogar. la preferenda pa~ /' homos~xuales ni a la totalidad de las mujeres homosexuales.
terna! y el deseo de ser niña. . / Exceptq para el rubro 17 (el hincapié en el .éxito intelectual),
La dirección de estas significativas diferencias, por supue5to, i los pri~eros veinte rubros en la lista de 'Bentler describen cir·
satisface la pauta afeminada que llevó al nir"io a recibir ! cunsta!l¡::iás de desarroll>:J defectuoso ocurridas desde la niñez
atención clínica. Los niños afeminados no gustaban de los: hasta la1 prepubertad. Esto crece mas rápidamente y más pronto
deportes y de los juegos rudos tanto como Jos niños del grupo en el asexual transexual, un poco más lentamente en el afemi-
de control; y gustaban de las vestimentas femeninas, el ·juego nado homosexual, y todavía más lerrtamepte en el heterosexual
con muñecas, jugar con mujeres de su misma edad o may1)res, · travesti~ta. Los programas clínicos ~e int~rvención están prepa-
actuar y desempeñar roles femeninos más que los niños'. de rados qon el objeto de reforzar ~! corpportamiento del rol
1
control. El niño del grupo afeminado tenia mayor tendencia masculino, Jos intereses y la amistad con :el mismo sexo (revir-
a estar solo o a ser rechazado por los otros niños, a interesarse , tiendo los pasos g; JO y 11). Los cÚnico~ enseñan literalmente
por las vestimentas de su madre. a querer ser como su madre, .aptitudes masculin~~ -tanto !nterpe.rson4les como deportivas-
y a querer se·r niña. Las únicas diferencias que apan;cieron para aypdar a los nmos femenmos a mteqtctuar con compañeros
entre los dos grupos, que quedaron fuera del rango de Ja, tipifi. J11asculi ros. Si la teoría es correcta, entonces el nuevo a pren-
cación sexual, son dos: los niños afeminados por lo gener~l . dizaje cambiaría el registro, de manera qJ.le el camino del niií.o
habían sido separados de su padre antes de los cinco a!}os (le' se. ~sablezca 9orrectamente en su direcci?n. ~~··· integración en
edad y habían sido hospitalizados por razones médicas. . .· un ~'uRo de fOmpañeros masculinos pare~e ser el puntocrucial
Aunque el 90<J0 de Jos niños afeminados fueron evaluaclos para ta~ tipo ~e cambio (Bates et al., 197$, 1975; Bentler, 1968).
previamente, antes de su quinto cumpleaños, el s'4% ya tenía El hecho de F¡ue tal intervención social ¡pueda funcionar para
costumbres de cambiar de vestimenta hacia esa edad. Hacia· el · ~e~on.vert!r a •los niños afeminados no pu;ede considerarse como
tercer año de vida casi la mitad había empezado a hacerlo. La · prueba 'de que la fuente de la predisposición original hacia el
tasa más grande de incremento -un salto del 32%:_ en la inci- a_f~m.!n~miento esté bajo el completo control social. Esto seria
dencia de cambio de vestimenta entre estos niños ocux:re durante lo J111Slil(.O .que! argumentar que, puesto que el ácido acetilsalicí-
Jos dos y tres años de edad, exactamentf en el periodo en que 1 Jico cur;l los d'olores de cabeza, la causa de los dolores de cabeza
Thompson localiza· la rotulación del pr~pio género, y la iden- es la fa¡lta de este medicamento.
tificación de los objetos tipificados sexualmente y .de la vest.i-.
menta.
Bentler (1976) ha propuesto una teoría de desarrollo que 1
Reasignación generica tardia
incluye treinta .y dos pasos en la adquisición de los roles gené-
ricos: propone la hipótesis de que estos treinta y dos pasos Una ex'cepción aparente a la regla de la reasignación genérica
difieren de modo sistemático entre las tres clases de hombres prematÜra se produjo en la República Dominicana. Un equipo
que solicitan operaciones de cambio del sexo: el homosexual de la ~scuela Médica Comell descubrió una población aislada
afeminado, ·el heterosexual travestista y el asexual transexual. en la que, por .tendencia genética, uri gene recesivo a utosomal
El cuadro 1 ha sido t,Qrnado de la obra de Bentl_ey. Las tres se habí,a establecido. El gene mutante no puede producir el
~~J:>categoria-¿ ti~~~? en ~o~~ñ-l~-ause:1C,T~. if}1c!C0.~J.~1~rindi 5-alfa reductasa, la enzima que convierte a la testosterona en
dihidr9testosterona. La bioquímica de este desorden se ha hecho
a un grupo de p:>rp.paf!et?~.:.Ill~~uli~-~~ ~-<?~ . .,.~~l.. ,.!;J.JJ.S!_~!i~P..qg.d~
clara apenas ahora, gracias a un equipo médico de Dallas
p~~_c~ i.~.a.~ e 1•. !o 1,. ~!;,!.. g~.P~!o , ?1;<ls~~J.iPQ-;~-DJ~~!li.~~.J'J~1Pkl.~.s,,
(Walsl~ et al., 1974). En el útero, la dihidrotestosterona nor·
en ..la a~()le~~.eq<;~~-~ .•EL <l~~l:q¡,w:n to._deuv¡Le.tJdJn......a.u.tQ..(.Q.A.:\.C.e.p_~o
que hace distinto al niño frente a otros niños. Por último, con- malmc'ry.te viriliza los genitales externos en fetos XY.
c'!'uée a la elaboradonde' la fal'ltasía de"sí mi.smo'como.~femeñiñ~. ¡:· ~:~~.~iEE.~~-· .~~_i~~....~.C:~i~.icanos nacieron parecidos a ni fías,
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220 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICAS DETERMINANTES PSICOSOCIALES 221
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CUADRo]!. Desarrollo del rol sexual ¡emeníno en los hombres; '¡ Cuadro [continuación]
1 una teoría
1
1
Homo- Trans-
Posibl~ b'a~e· de desarrrol/o de: sexualidad sexualidad Travestismo
Homo· Trans·
Posible ~ase de¡ desarrrol/o de: WO-falidad sexualidad Travestismo 14. ,Pesarrollo de un autoconcep·
to que lo hace diferir de otros
l. Femtnízacibn prenatal del riiñosl · X X X
cerebro X X 15. '~usencia lde la revelación del
2. Baja actividad del nivel poncerto ~e. si mismo. frente a
de energía X Ó.tros1 •• X X X
16. J~ego¡ sex\lal ·homosexual
1
3. Temperamento innat.o hacia la X
agitación y la irrespoimbilidad X X X 17. Hacer hincapié en el éxito in·
1

4. Estimulo imperfecto durante la telectual X


in [ancia • X X 18. ~ech¡¡¡z~ por· p~rte de niños y
5. ldentHicación rígida con los ~iñas 'COmpañeros de juego X •X X
correlatos anatómicos de los ro- 19. Recha~o de las' áctitudes este-
les sexuales (tipo de cuerpo, ~~otipadas del rol sexual, con
cabello) X atepta:ción de los comporta-
6. Presencia de un padre débil y mientos X X
poco protector X X X 20. Insist~ncia en que no debe mi-
7. Entrenamiento para el control rar' a las mujeres como objetos
de los impulsos, prohibición de sexuales X X X
hacer daño e inhibición del 21. Desarrrollo de pautas mastur-
comportamiento X X batorias gratificantes X X
8. Aprendizaje de actitudes nega- 22. Dismiaución de la angustia
tivas hacia los órganos sexuales X ,,r 'ad¡¡ con el orgasmo mien-
9. Refuerzo de los 'comportamien- isten ropas del otro sexo X
tos y a e ti tu des propios del rol 23. o con fantasías referi·
femenino estimulado por un das al comportamiento homo-
1

par o por algún conocido al sexual1 X


que se concede importancia X X X 24. Dificu~tades percibidas· al tra·
1O. Ausencia de recompensas cohe- 'i tar con ¡autas heterosexuales
rentes y eficaces para los inte. en ci~as · · · X X
reses y comportamientos este· 25, Rechazo e las experiencias y
reotipados del rol sexual X X• ·'x' conceptio e{ homosexuales de
11. Hacer hincapié en la indepen. si misi,fó . ,!¡ · · ·
dencia, con ausencia deJ com· . 26. Elabozrci n l!ile un concepto de
portamiento de compli¡;iqad ha- . s{ fem¡mino !len la fantasía y
cia el mismo sexo 1 .·· X :)(>: en el '<¡ompo~tamlento · X X X
12. Complejo de Edipo no rbuelto x.,;,;:···.'· .... 27. P,ificulpdes percibidas con los
13. Hacerse irresponsable a 1 la in· .. . · ·.roles del trabajo masculino
•,"\• '::,>;~ .,,,.' X
n
¡· : ...

uencia social que proviene de 28. Us~ d~l matrimonio para apo·
los compañeros y parientes del yar el,·l!entido masculino de si
mismo sexo· ''·· . x, mism'o 1
X

1
,1
1

~ 1

•1
DETERMINANTES PSICOSOCIALES 223
222 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICAS
es impor'rante para saber en qué condiciones será posible la
CuADRO l [conclusión]
intervención y el manejo tardío del asunto. Quizá. sepamos
qué aspe~tos de su identidad genérica y de su rol genérico
Horno· Trans· mantiene11 abierta su posibilidad, o qué aspectos de la cultura
sexualidad sexualidad Traveslismo
Posible base de. desarrrollo de: de esa p'qblación dominicana permitían la atribución de un
nuevo roli
29, Elaboración de un concepto de l¡
1

sí mismo y un comportamiento
X 1 1 1
homosexual
30. Encontrar al matrimonio in o·
;: ~E-~!:Z_.~::....~ . . ::X!._~:~~~f~~-!.r-1!-~
perante para elim!nar el c~m- Las revisiones de este tipo hacen que se taiga fácilmente en .
X
portamiento gcnénco femenmo
un tono cíeritlfico que hace que nuestro corppromiso con temas
31. Mayor goce con la masturba· '\{ como el d:e la tipificación sexual parezcan ~rlos y estériles para
con que el sexo heterosexual
los lectonJs no especializados. Más aun, m,e gustaría terminar
32. Elaboración de un concepto
de si mismo femenino x X X pidiendo mayor atención al trabajo que s~ efectue para rectu.
cir un poco la ~igidez de la tipificación se~ual. (Y estoy total-
'mente corlscientt de que esta es una afirm~ción de valor.)
Tomado de Bentrer, 1976.
l¡ 1 La litef,atura lsugiere que. t:n_la ·p·~- mediana niñ~~·
la .rig_ide~~-~ ...1~ ~!.Pi~~~a_c_i.QE:.~~l. .ca~ .m.!LE.esadamente sobre
pero en la pubertad los testlculos ,defcendteron y ~us vqces se ' los. honl~2L~.;.!9~_E,iñ<?::_ Estsu;>.._~ede contribuir, de hecl!~_a
hicieron graves. El "clltoris-falo" :tlispospádico (de hecho, . un hacer que~ ~S .J2~.3!:'~~S tengan v~idOS._Sllireotipos de SUS_ hijos
falo hipospádico) se agrandó y pUde? expulsar espe~~a VlV. 0 • ~i!.,S. Sabemos que os ambientes _varlan en grados
También se desarrolló la masculinizacíón de la muscul~~u.ra~ La de up¡flcapón se¡wal y que una mayor educación y un status de
testosterona en la pubertad pudo cumplir las tareas vmllzantes ·1 clase medja apa¡ecen asociados con las solicitudes de un rol
.nue desempeñaba la dihidrotestoster~na en el utero. T~dos estos ge)1érico más elástico (Kohn, 1959). La rigidez de definiciones
'casos eran, por su pues to , cromosómvam~te . . .......-. ... ,... ,, . machos.
. . . . .,. ,.. · · . ·de la masd:Ulinidad puede muy bien aumenta( la tendencia de
Los ··médicos.. de'· C6r'nell informaton q e ~.'.!ll.f!~-~_...~_4g_p~ los hombres a atribuirse homos(!xualidad, cuando les parece
t.~.9an r.á.pid<~.me.nte ..,.una :~denüdí!-d. gen, ica.... mí\~1<9lt~~-~~. ·~~ que se ha~ desviado de las definiciones estrechas del rol. .
·· ubertad (Imperato-McGmley y ,.otros,. 1974). Los I_nfo~ Estamos ya muy lejos de las primitivas visiones antropoló-
fon' muy escasos para mostrar el rcsul.tado de esta reaslgnaClón
1

. · gicas de \a sociedad de cazadores, y por lo tanto los intentos


tardía del sexo. Las descripciC?,!les de stete de los hombres (con· para justificar -o valorar- los roles genéricos corrientes sólo
siderados los típicos del grupo) se escalonai! desde .. uno q~e: e& porque yi1nen desde el pasado se pierden· en un vacío. Somos
muy aislado y que vive solitario ,hru¡ta QtrO .. que np, sólo .vt~e una· 'espec¡ e con la plasticidad necesaria para vivir en los más
casado, sino que también tiene· un~ amante. Estos C~<.?.~~~-~.
1
diversos ril¡edios, con· gran variectad de métodos de adaptación.
R.... enu blica Dominicana J>...~~S.~.~u......;v.olar......la...--regLd.e~~~ · Es indiscu]tible que las adaptado~ a los roles den~L la
' .....~- .. -·--·-~·"''"':"'' ......,-~_.......... . 'e dana. ev.l···~~ ,., .. ,.. "'. ...
a~..J.0"11
.. a. qó
.. ll.· amilia cambiarán. Los cambios del ci.sLo vital que ya ha!l
Hampson y ~~e recomt ,P.~~A<~'":·~.~~-~~: .....
sexüaf't'araí~. .· ····.·. · •. - .~ ··:,:·'· :.v¡jl .. ···~~·, ••... ,, . ,., ":"··>····.:. s..
pcun·iclo s· ~~1an la necesida~~':.E!... a¿;pbi2_E'!ra las muj_e~e~ .
.. -"l.,"(;~""'i";;'tr~·pólogos que trabajan' ac~ualmente en esa: poblactón .· · · :. \. ]:!} p~o.me~io,. ,.as muj:res. están _te__ni~,,}E.Q..}]lenos hiLo§ y estiLn
·¡
1
esperan aclarar aun .más e.se camblO d~ género de un. grupo·: .. viv\~ni.iis. ~I.eJEEO .51ue antes. El tie_meo li~g- gue queda des-
'. \
::\ humano.2 El estudio de estos hombres ~exy~\~ent~/e~~l~p.ados . _pués ele qme e;_ .últirg_o hij9)1a .~n.tr.íill,Q_rn...,¡:;.Lprim.~grago _g~
;',' J·1· g· escuela (o m el uso desf?ués llil.rUJ_a t~rminí\do. Sk! escolaridad2
1

D. FedernÍan, comunicación personal,, 1975. '' '1 .


2
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224 LAS PERSPECTIVAS PSICOLóGICAS

'-!.eja._ a las mujeres de hoy día muchos más _a._ñ_()~_Pt9_du_~tjy s


i 1


Bentler, p;,,
1

.
!?~TERMINANTES PSICOSOCIALES

M., y Prince, V. 1975. Distinctions and diagnosis in


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225

_que lo que jamás tljyi~r-on las n1ujeres neci~;¡,s ~n-. ~t . mÜQ . .l)..l; ity. Doct1ruento lelr,io en la reunión regional de la Sociedad por el
Neugarten (1972) ha estimado que a·l~s tremta Y. dos.años ~e • ,!
Estudio ,G:ientlfico del Sexo, 1-3 de junio de 1973, La~ Vegas,
edad, el promedio de los últimos hijos de las m,ujer_es w 19616 . Nevada. :
estaban en el primer grado de la escuela, y· la muJer te>9avJ~ Blumstein, '·'f· W., y Schwartz, P. 1976. Bisexuality in women. Arch.
tenia 46 años más para vivir. Por _consecuwcia, ~-?:~~~::p.::_e; :· · Sex. Beha v. 5: I7I-I81.
1

dente que las mujeres hayan int,>Tesado en la~_ fue;zas la~r<J:I 'Bronfenbreriner, U. 1975. Reality and research in the ecology of human
élesde 1960 ele manera creciente (Lu,ria,, 1974;. Livi-Bacc.,· 1976 . developrtient. Proc. Am. Phi/os. Soc. 119:439-469. ·
- El rompimiento de los roles dgido,~ ·P9drf(l_i!D.:plica~ que J ·s Bryan, J. ~-· y Luria, Z., 1978. Sex-role learning: A test of the aelec·
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~omo también que compartan _el su~tento e~_<m~mic,o de la c~s . ' Condry, J., :r Condry, S. 1976. The development of sex differenc~:
N o ·creo que se puedü legislar en pro de roles más , am pllo , A study of. the eye of the beholder, Child Dev. 47:812·819.
aunque acaso se pueda sostener la posibil'~dad de. mayd_r s Conn, J. H. 11940. Children's reactions to the discovery of genital differ-
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nuestras concepciones de la tipificación sexual (Bron,fenbn;nner, . . .: Ehrhardt,J'\· A.¡ Evers, K., y Money, J. 1968. Influence o{ androgen
and sorne ,aspects oí sexual! y dimorphic behavior in women with the
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late-treated adrenogenital syndrome. ]ohns Hopkins Med. J. 123:
Tenemos una preocupaciód genuina por entender la natu· 115-122. 1
raleza de las diferencias sexuales y los métodos por los cuales Elias, J., y ,Gebhard, P. 1969. Sexuality and sexual learning in child·
se iasumen los roles genéricos. No deberíamos permitir que hood. Phi Delta Kappan 50:401-405.
1
,
nuestra preocupación por estos temas se construya como jus. Fein, G.; Jdhnson, D.; Kosson, N.; Stark, L., y Wasserman, L. 1975.
tificación para pensar que la manera como vemos que so-n hoy· • · Sex steredtypes and preferences in the toy choices of 2Q..month.old
los roles genéricos es la manerr como deberán ser esos_ roles en poy .and girls. Dev. Psychol, 11:527-528. •
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' ... 1

......,
. '

. ¡_

,''

El término·"géncro" circuln on lns ciencias socwlcs v en lo.<:


discursos con unn acepción específico y un8 intencionnlidéld ex-
rlicrllivn. Diclw. nccpción clnln de ln décndn del 'fíO, cuando el in-
vestigador .John Moncy (1955) propuso el término "papel de
género" lgcndcr ro/el porn describir el con.iunto de conductas aLri-
buidns él lo.s v~rones y lns mu.ícrr~s. Pero h0 sido EobcrL Stoller
( l9G.Sl quien csLnhlcció m:ís nít.iclnmcn10 In direrenci8 conceptuAl
·entre "cxo y género, hns(mclose c~11 sus in,·csLigncioncs soh1·c· ní-
i"IOS y ni1'íns que, debido a problemas 0natómicos congénitos, ha-
bían sido rclllcndos dr :tcucrrlo con 1111 sr::n que no Sl~ corrc•.sponclí¡1
.con el suyo. Ln idcll gcnernl mcdirmie l:1 que ,c,r dif'crencill "sexo''
,ele "gé:ncrn'' 'es que el SC'Xo quédn dct.crminr~clo por le\ dif'crenci.:\
sCX\1:11 insc:riL:1 rn dcucrpo, micni.rns qu0 rl gc'nero se rehcionn
con lo."- signirlcndos que cndn socic.:dnd lr ntrihuyc . .Según lo plnn-
tcn Gomflri'?. (189'2), clc·mflncrn <1mplin ¡;odrín nccptnrRc que son
rcflcximws sobre g<.;n¡~¡·o toclns Hqurll«R que se hnn hechoR lo lnr-
go do la hiflLorin del ponR«mionto humnno aceren de los sentidos
y las consccuencins socinlcs y sub,ietiv<1s que tiene portonocor él
11no u oLro sexo, por cunn(o csns con.c;c•cuoncin.s, muchél.S vecc•s
l j
c'ntcnclida·.~ corno "mll.uralos'', no son sino f'ormulm·iones de gónc-
ro. Así, se pucd(~ hJblar de forma am.pli8 do los Estudios de G6-
, ncro p0rn referirse al seg111cnto de lr~ producción do conocimientos
que se km ocupado tle este é'ímhiLo de In experienci8 humana: las
.c¡i¡:i-nificncioncs <1Lrihuidns nl hecho ele• ser \'nrón o ser mujer en cndn
' c.¡Jl(\1]'[1 y, en cndn ,c.;ujdo.

1 1

\
/r
r . r, iJ
Un:.l ele las ideas centrales, desde un punto cl,e uis q d;scrip- nes de dominetciónl. Ln rné\yoría de los estudios se hancer:_trado
lwo, es que los rriodos de pensar, sentir y comportarse dc arribos en la prerlominanci<~ clel_ejercicio_clclpoder de l~s afectos ;yt·e11 1
' género:o, mús que tener UJ:lél base natural e invmiable, se deben género femeninO'N el piJcler racioni11 y econ1ímico en el géner~ )-
a construcciones sociales y familiares asign<~das de manera di- . ·masculino. Para estos fines, interesa analizar cómo se estable-
ferenciada a mujeres y a hombres. Por medio de tal asignación, cen estas relaéiones de poder,. dentro del ámbito familiar Y las
8 pnrtir de estadios muy tempranos en la vida de célda inf8nte huellas, que dejari en la construcción de la subjetividad femeni-
humnno, unns y otros incorporan ciertas paut.ns de configun1· na y masculina. ·
ción psíquica y social que clan origen a lR feminidad y !a;Jllé\SCU'r
!iniciad. Desde este criterio descriptivo, el género se defme como:·· 2. Otro rasgo de la categoría género para tener en cuenta es
la red de crl}encias, rasgos de personalidad, actitudes, valores, · que se trata de un¡:¡ construcción histórico-social, o sea que se fue
i 1
conductas y actividades que diferencian a mujeres y a hombres. prod\J<;Íendo a lo largo del tiempo de distintas maneras. ~lgu­
Téil difon:nci<1ción es producto de un largo proceso histórico'clc nas h.isloriadoras, como R. Pastor ( 1994) señalan que el discur-
construcción social, que no sólo produce difer<encias entre :los so histórico ha implicado relaciones de subordinación en las
géneros femenino y masculino, sino que, a la vez, estas,difere'n- ~igni,frc~ciones del género, con un peso muy importante otorga-
cio.s impliCém desigualdades y jerarquías entre am'bos .. Los·es- ¿¿ n instituciones tales corno religión, criterios médicos Y cien-
t.udios de género utilizan una perspectiva de análisis de las t{ficos, y aparatos jurídicos. l .
diferencias en general, que denuncia la. lógica binaria con que ,'. . . . ' 1 ! i . .
E;e perciben, en este caso la diferencia .sexual. · . :3. Otro rasgq es ~que la noción de généro s~ele ofrecer difi-
Mediante esta lógica binaria la diferencia es conceptualiza'cla cultades c'uando se ·lo considera un concepto totalizador, que
en términos "o el uno o el otro". El que se encuentm en elluga'r vu.elv~ in;,isible la variedad de determiii¡acioM,es con que nos
de Uno ocupa una posiciónjerárquica superior, en tanto el Otro construimos <;omo sujetos: razh, religión, clase jsocial, etcétera.
queda desvalorizado. Mediante esta opemción lógica, en la que. Todos éstos son factores que se entrecruzan d~rante la const¡-. ·
~;ólo habría lugar para Uno, el Otro ocuparía una posición tución de nuestra subjetividad; por lo tanto, fl género jamás
clesjerarquizada. Así Uno estará en la posición de sujeto, mien- aparece en forma p4tra sino entrecruzado con e~tos otros aspec·
tras que el Otro quedará en posición ele objeto. Esta lógica de la tos determinantes <:le la subjetividad humana.¡ ·
clifercnciél es desconstruida en los Estudios de Género, donde se Algunas crítids que, desde la perspectiv$ del género, se
hace visible que cs<1s oposiciones y jerarquías no son naturales hacen él las disciplinas que enfocan conOict'os familiares Y
~in.o que hnn sido construidas mediante un lnrgo proceso histó- de la construcción de la subjetividad se refieren a los prin-
, rico-social. En este texto analiz8ró l8s marcas que deja el orde- cipios esencialistns, biologistas, ahistóricos e 'individualistas.
namiento de la desigualdad entre los géneros, en la construcción Esencialistas son las respuestas a la pregunta "¿quién soy?" Y
de In subjetividad. femenina y masculina. "¿qué soy?'', suponie;ndo que existiera algo sustancial.e inmuta-
El "género'' como categoría de análisis tiene varios .rasgos· ble que'responderíal a tales inquietudes. Esta pregunta podría
característicos: : . formularse mejdr para lograr respuestas más enriquecedoras,
l. Es siempre relacional, nunca aparece dt forma aisladia sino· por ~jernplo "¿qúién voy siendo?", con un sentido constructivista.
marcando su conexión. Por ello, cuando me'; refiero a los Estu- Los criterios J;¡iologistas responden a estos interrogantes basán-
dios de Género siempre aludo a los que remiten a las relaciones dose en el cuerpo, Y.así asocian fundamentalmente la sujeto
entre el género femenino y el género masculino. Hasta ahora, én mujer a la capacidád reproductora. Este criterio biol~gista su-
los Estudios de Género se ha puesto énfasis en ,que t<1les rela- pone que ser mujer es tener cuerpo de mujer, del cual se deriva-
ciones son de poder (para Jane Flax [1990].se trata de rf.)lacir,J~ rían ·supuestos; instintos tales como el mRLernal, el de brindar

20 .. 2Í
1 ~·
\·' C'j

1 1 e"?

1'
1
cuidndos, de ~utrir, y otros. Los pri cipios llevaron a '"Gf)resen.tnciones sociales de i muJeres como ma"
,que a.!o 1Rrgo de la historia Jos géneros hayan padecido notables rJres, esposf.l;, vírge~'es ía partir ele ln concepción marianista,
cflmb1os, especialmente el femenino, en su posición al, polí- imperante desde mediados del siglo pasado) o frúgiles y proc1] ..
C8, económica, e implicado profundas transf0rmacionss en su ves a la enfermedad (.por ejemplo, en los estudios sobre la histe ..
subjetividad; por el contrario, suponen la existencia de un "eter-. ri¡:¡ íniciádos en el siglo XIX). Como modo de resistencia a
no femenino" inmutable a través del tiempo. Los criterios indi- semejante posición social y familiar de' las mujeres surgen algu ..
vidualistas aíslan a las mujeres del contexto social, y supone~ nas figuras fémeninas que, integradns a los movimientos obre·
que cada mujer, por separado y según su propia histor.ia· indivi- ros, reclaman participación social y económica igualita-ria Y
duil.l, puede responder acerca de la construcción ele su subjeti- sosÜenen'el derecho a la educación igualitaria para ambos sexos.
yjdad. · (como Flo'r;a Trist?,n en Latinoamérica). También surgen muje-
-s¡ bien me centraré sobre cómo incide. la perspectiva del gé- · res que tiérien pc$o y visibilidad en el mundo cultural, en la li-
nrro en las diversas c.onfiguraciones familiares y viricuiares; y
. 1 tenüura ~ lns cie~cias, pero a menudo deben esconder.s_e detrás
.sobre In construcción de la subjetividad sexuadn, femenina 0 de nombres masc1¡1linos para dar a conocer su producc10n, c9mo
masculina, no debeiia dejar de mencionar que la perspectiva del en el casd dEl_Georg~§.?-_nd,s_tJYO nom_~:-e_~ra Aurora D~pin,,, ·
1
góneroestri ligt~da notros campos de aplicación, por ejemplo, In Hacia comienzos de este siglo, el clima mtelectual fue hacten-
educac1ón, la legislación, las prácticas médicas, lo cuul permiti- close má~ pcrm.eable a la idea de la igualdad de derechos deJa.s
y
r8 ampliur la perspectiva de dónde cómo poner u operar los rnujere§,·Y fl¡~g_é¡_uirie_n~Q._e.Lmoyi_rr1ien~9.. S\:!.fr_agi§Ja,.que
conocimientos de género en las diver~as disciplinns. .¡ se n"iíbía ·iniciado a fines del siglo anterior y que reclamaba el
h1
. aérécho VO¡tO para ]as muj'eres\Junto con ese mo~imiento SUr-
1
'--ge otro c~~io, que insiste en confirmar a la mujer en el con-
ANTECEDENTES DE LOS ESTUDIOS DE GÉNERO ftEixtofarniliqr, y __asos;iar:la_ªJamaternidad y al rol de esposa y
de ama. de casa. Es_ta posición fue refrendada por algunas de las
Diversos autores han hecho criteríosos relevnmientos que ciencias sociales que comenzaron en esa éppca a analizar la di-
rermiten sei1Rl:w ciertas periodizaciones. Entre ellos, Gomariz ferencia sexual (Sociología, Pedagogía, Antrppologia). La Segun-
( 1992) afirma que los primeros antecedentes de estos estudios da Guena Mundial impulsa los movimientos de las mujeres, Y
se refieren a la condición social de las! mujeres. Ya había 'enun- crE)a coyunt.u~~s fa;.orables contr~·la discrimina~ión por razones
) de raza, reltg10n o sexo. Con este 1mpulso se extwnde el derecho
cuvlM c1e Plnt.6n .Y c1c Aristóteles. acefca ~.e !u "inferioridnd" fe- ,;
1.ncnma e1: contrapos.ición a la :·supe~iori<;'lad" rrwsculina, pero femehinó al voto a los países occidentales que aún no lo habían
l;te F\ pnrhr de la Revolució~ Francesa y la Ilustración (siglos .tonseguido, inclui.dos los países del hemisferio sur, entre ellos
XVtr y XVIII) cunnclo surgieron con énfasis en Europa, y más ' la Argentina. También hacin los años '60 surge en los países
<~delante en Estados Unido~, los valores de la modernidad' 1 anglosajones la.llamada "segunda ola del movimiento femlnis-
explicitudos en los términos ''Igualdad, libertad, fraternidad". A' ,\ •ta" (la primera había sido la ~de las sufragistas), con algunos
. partir de esos principios, las mujeres comenzaron a reclamar an'teccdentes irpportantes como lns reflexiones de Simone de
,· rms derechos como ciudadanas, con variada suerte, ya que al re- Beauvoir (1957~ er El segundo se:co. Las primeras críticas de
aquellas femi~itta s se orienta~an, en b~ena parte, a lo. que con-
/ dedor del siglo XX .tales ~rinci~íos se les nivelan esquivos, es-:' 1
~ec~almente a partlr del1mpeno de la rígida moral \"Íctoriana. sideraban rasgos :de la opreSJÓn pab•¡arcal, en part1cufar la
¡7redominante en Europa a partir de mediados del siglo pasado.', sexu.a_Jidad fem"¡nt;~a 'enclau~trada en la esfera. familiar 1 en la
·con 1mphcaciones políticas, religiosas y científicas. La inciden- funcwn reprodJctdra, y G.ons1deraban a las mujeres factores de
'cia de los valores \"Íctorianos en su época fue de tal alcance. que:' , , estabilidad o inesthbilid~d social a través de su inserción en la

22 20
fnmília. Por esta época, observaciones ttntropológicas de Lévi- a 11t1a visión parcinl y sesgada acerca de las mujeres'(.~ si las
Strauss ( 1949) sugieren que la división sexuttl dél trnbnjo es un mujeres hubieran participado en lR construcción del conocimien-
'producto cultural para provocar la dependencia entre los'gexos. to, ¿cuáles serían st;s supuestos básicos, sus criterios de cienti-
. Hacia;necliados de los años '60 surgen nvcvos movimi€ntos fi.cidad, sus lógicas, sus metodologías? En Buenos Aires, la:
socirdes,· ~specialmente en Estados Unidos, que tienden a ia crí- .[. creación del Centro ele Estudios de la Mujer, en 1979, hizo de las
t.icn anti::1Utoritarista, al incremento de oportunidades educati- 1 pregctntas anteriores sus principios fundantes. Para quienes
vas con mayores posibilidades de prosperidnd económic<~. ··1
1
fuimos sus protagonistas, los Estudios de la Mujer significaron
Dentro de estos movimientos sociales se destacnn el de los hip- i una revolución del conocimiento, y hemos asistido a la presen-
1

pieR (pacifista), el de lucha contra la discriminación rncial (nc· cia numerosa y activa de una cantidad cada vez mayor de aca-
gros) y religiosa (judíos), y el de las feministns. Este último logra démicas preocupadas por estas problemáticas. Su impacto se
:wanzar en sus luchas contra la desigualdad so~ial, bc.nefi~i;;tdo produjo en nuestro. medio básicamente en el campo humanístico
¡.. 1
por el progresn de las técnicas anticoncepti.vas, que lograron y de las ciencias sodales, focalizándose m~s en disciplinas tales·
t'cp:1t;nr sexualidnd de maternidad en el imaginD.rio social y bn como Psicologío, Sociología, Antropología, Derecho, Letras, Fi·
lcts prúctic8.s de las parejas. . ·¡ 'loso fía y otras. Desde sus comienzos se definió como una corrien-
Hr1cia los sños '70 algunos sectores feministas r<Hlicrtliz<~dos: te interdisciplinaria.que utilizaba de modo heterogéneo diversos
,.;ostienen c¡uc lns mujeres son un grupo social que padece con- marcos teórico~ y met~dológicos. -
diciones significativas de opresión e ~ la socied<td pntriarcaf
1 Hacia la década dei 'SO, ciertas corrientes de los Estudios de
Un·a autora de esa década, Ka te ~Iille~,t (¡970), e~ su libro Po{rf la Mujer, en sociedades industrializadas, demostraron tener Ji.
trca sexual, establece que el patnarca.do es un s1stema po,lít.il~ mitaciones inherentes a la perspectiva unidireccional con que
c¡ue tiene como fin la subordinación de 1 s mujl"res. La famil~a
sería ]a encD.rgada de esta tarea, CUa¡;ld la política estatalJO
1
l
''
en~araban su objeto de estudio. Una de estas limitaciones con-
sistía en que enfocar exclusivamente el problema de las muje-
es suficiente. También en esta décad~ surge el llamado ;"·fe i,- res lleva a no tener una visión de ~onjunto, ya que el Otro no es

~ ·.
nismo de 1n diferencia" (Luce Irigaray, Annie Leclerc, H. Cixo s, pensado,'significsdo ni desconstruido. Sin embargo, a. pesar de
Julia Kristeva), que sostiene que ser diferente es lo que enalt e que esta situación produjo movimientos críticos, igualmente se
a las mujeres: su irracionalidad, su sensibilidad y su sensu li- ') '
reconocen entre sus logros: haber hecho visible lo que no se veía
dRd se ubicalian por encima de los valores masculinos. Tarnbién
defiende la maternidad y la ética diferente de las mujer~.s ("éti-
C:1 de los cuidados"). Es durante esta c,:lécada que'co~ie~zan a
. L. 'en la sociedad,' poniendo en descubierto la marginación social de
las mujeres;; desm~~retenclida naturalización.de la.divi-
sión se..x.ual del trabajo, revisando la exclusión de las mujeres'del
instalarse en la estructura académica·tle diversos países del he- 1 árñ'bito público y su sujeCión en lo privado, etcétera.

¡
1
misferio norte los primeros seminarios y departamentos de Es- -En-los años '80 comienza a perfilarse una corriente más
tudios de la Mujer, que. institucionalizan la pr9ducción teórica abarcadora e incluyente que busca nuevas formas de construc-
y l::1s investigaciones relativas a las mujeres. En sus comienzos,. ciones de sentido, tratando de avanzar en las relaciones entre
'Jc)s' Estuc1ios de la Mujer se proponían responder a los siguien- 1 ·ml~jeres y varones, con lo cual surgen los Estudios de Género. De
tes interrogantes@¿cómo entender la difere,.ncia entre los l forma paralela ~n número aún reducido de hombres comenzó a
sexos, sus orígenes, sus implicaciones sociales?~¿V),¿las teor\as cuestionarse sobre la "condición masculina", esto es cómo la
vigentes permiten comprender esas diferencia~, o 'm~r:a:mente
reproducen los prejuicios y los estereotipos culturales?;c} en una
¡, cultura patriarcal deja sus marcas en la construcción de la mas-
~ulinidad, afectando sus modos de pensar, de sentir y de actuar.
cultura donde la producción de conocimientos' ha estado predo-
minantemente a cargo de los hombres, ¿11evaría1 esta situación
r
' Algunos· de estos estudiqs 4an lugar a la llamada "nueva mas-
culinidad".
,,
-
1\
.''
24
Lo::~ Estudio;:; de Género aspiran a ofrecer nuevas construc- propusieron ·íncorpor:wse de forma igualitaria a los e9pacios
ciones ele sentido para que hombres y mujeres percíbm1 su mas- extrafamiliares (por ejemplo, las sufragistas). En ese proyecto
'culinidnd y su feminidad, y reconstruyan los vínculos entre de la modernidad, las primeras luchns de mujeres apuntaban
nm?os en términos que no sean l~s tradicionRles opresivos y a cierta narrativa acerca de la emancipación y la liberación de
discrimíJiatorios, todo ello basado en que el análisis de los con- s~s condiciones de opresión. Esto se producía dentro del con-
nietos ele los nuevos vínculos entre los géneros contribuiní a texto de lns grandes narrativas de la modernidad, que supo-
estnblecer condiciones de vida más justasy equitativas para nían que l-a humanidad marchaba hacia la emancipación
nmbos. . . universal, y que vnlores tales como el progreso y la igualdad
Estos proyectoR, si bien loables, se encuen.trRl,l dentro de eran comunes a todos. También ern propio de este discurso so-
contextos culturales a veces muy te~sionados por sus conilicJ ' ¡· ~ialla nociób de un sujeto universal, unitario, que se dirige ha-
tos, que en el mo~nto actual sedescrihen de modo ~úy gc-' ciR un fin ú~ico. En el,cnso de las mujer€f¡~algunos sectores del
nornl como ~·connictos ele la posmodcrnidnd". A menudo se ~- movimiento feministn consideran que semejante proyecto de la
!'C?iacionan los Estudios de Génerol con la llnmaclé\ ''cultura ·modernidnd quedó inconcl.uso, mal logrado, pleno de fallas y en.
posmocl~rnn", en tanto que los Est~dios de.la Mujer, y m,ÚY s1tuación de crisis. Los Rctuules Estudios de Género hacen al-
P<Hticulnrmcnt.e el feminismo, se n.c;ocian al ingreso de lns gü~as críticas a élquella concepción moderna acerca de la cons·
mujeres 8n la modernidad. Éstn aparece en el sigi'o XVIII. a' trucción del género femenino, y élbandonan el proyecto de una
partir de ]n Revolución Frnncesa, cor;1 los ideales ele "libertncl, ' gran teoría explicntiva sobre las condicione¡; femenina y mas-
y
igualdad fraternidad", y la propueha de incorpor'nr a todos< 1 1
culina. Se centran cadn vez mfÍS en investigaciones concretas
los sujeto$ sociales a la. construcción lde' una sociedad orient,a- • 1 y específicas, con metas más limitadas. A partir de los años '80
da h<1ciR t,ln futuro de progreso. Sus ~aJores incluían el culto a' los Estudios ele Gé'nero han criticado las suposiciones de la de;
18 razón. lj<1 dominación de la naturalezn por parte del hombre, pendencia femenin'é). universal y su confinamiento a la esfera
el clesarro ~lo industriRl_y t.ecnológico, etcétera. En este proye'c- ' cloméstica, que con,s,t.ituirían extrapolaciones· no siempre cier-
1
tono parV1c1pRron las muJeres; no fueron sujetos diseñadores tas a partir ele la experiencia con mujeres blancas, de sectores
de esos v~lores sino sus auxiliares, mediRnte la configuración medios, de medios urbanos. Las teóricas del género actualmen-
de una so~iedacl que delimitaba claramente, a partir de la Re-· te tienen tin interés m'enor en las t.eo·rías sociales abarcadoras,
volución Industrial, el espacio público (para los hombres) y el y los estudios se han v'u'eito más Jocnlizaclos y orientados temá-
espnc10' l.
pq1va el o.1(paril 1as muJeres).
' .
De '
estn mnnera Re diferen- ticamente. Estos principios scrínn acordes con la idea pos-
ciabRn perfcctn[mente _do~ áreas de phder:. para los hombres, el moderna acerca del fin clc las graneles narrativas explicativas
poder rRcJon<tl y .econom1co; paré\ las muJeres, el poder de los de 'problemáticns universales. Sin embargo, los Es'tudios de
nfecto:'l en el ftmbito ele la vida doméstic<t y ele la l'nmilin nu- Género conservan pnra sí ln poderMa bnse de crítica social con
clenr. Estn div.isión de ~reas de poder entl:e homb'res y muje-· que se iniciaron Jos primeros estudios acerca de la condición fe-
res tuvo efectos de largo alcance en 18 constitución ele su menina, especialmente la denuncia de las condiciones de des-
subjetividad, que iremos analizando a lo largo de este texto. En igualdad y de marginación de mujeres y/o de hombres en
el caso de las mujeres, su subjetividad se hizo frágil, vulnera- determinadas áreas de poder donde podrían desplegar su.sub-
ble. lwsta llegar [1 caracterizarse como el "sex~ débil", para dar jetividad. También los Estudios de Género han coincidido con
cuenta de la representación social ncerca de la feminidad, como la idea posmoderna de la pluralidad, la di:versidad y la frag-
mentacion de los sujetos que analiza. En esta línea, sugieren j
efecto de aquella política de exclusiones. Dentro de este con-
texto de la modernidad, surgen los grupos de mujeres descri- tomar co1¡;no punto de partida el análisis de las prácticas de la ·1
tos anteriormente, que denunciaron su exclusión social y se vida coti~iana, de lo personal, de las subjetiviclades. A la vez,
1
'¡' 1 '

26 .¡
1
21
¡
C!J1 in octu<:did8d, los Estudios de Géne~o criticnn los cliswrsos incorporación lfüino;lmericrtnn n los proceso." culLÚmle.s de los
de In modernidad: a) por ser dualistas (dividen el universo que países centrnl~sJle.va.a interrog;:¡rnos sobz.:e.nuestra.comple· J..
;~stucli<'m en sistenws "o,.,o"); b) por tener criterios hegemóni- j0 r.ei:tlidéld:_¿~ivimos en uno morlerniclcld periférica, en una con-
cos accrc8 de un sujeto mujer. ("estudiar a la mujcr"l;'d por ser fü~S:1 po·s-;;odornidnd, o Lodos estos procesos coexisten ele formo (
univcrsnlistas y to~alizadores (al consider8r que lo uno repre- truncn e i!l_~usn? \-- · ·- ·--·· ·· · ·1
sontn nl todo). Dentro de este contexto, también. los Estudios La complcjidadClC-nucstrCl realiclafl'laLinoClmericana nos re-
cl'u Género 8dmiten la crisis de las represcntac\bncs sociale;;; velo. que en n·uestrrt sociedad coexisLirírtn tres tipos de rnsgos:
;ti cuestionnr In noción de que existirír\ un únich modo domi- premoclernos (frGncnmentc viAihlr.s r.n zonRs del interior de
nante de representnción social para cada génen). Un fenóme- nuestro país, espc<.:ialmcnte en rugioneH donde eR más evidente
no que clestr\can los Estudios de Género es establecer redes y la feminización de !El pobreza), modernos (como el avance masi-
:tlinnws entre las diversas corrientes del géne(r) y con va rin- vo de las mu.i?res por incorpore1rse o la educación y nl trabajo
do:;; movimientos sociale.c;, 'tales como Ion ccologistús, los pre- remunerndo) y poHmodcrnos (como, por ejemplo, lns problemá-
IWttpmlos por la calidad de vida, loA interesadoA 1¡¡on \;:¡defensa ticas que pndcccn lns mujore~ que se .someten l1 técnicas sofisti-
de los derechos humanos, etc.étera. También dobe señnlarsc cadas de fertilización asistida). Esta coexistencin de rasgos ele
i<1s tendencias a 18 interdisciplina, él ~as "co11~ersaciones"
1 • distintos momentos histórico~ hace que debamos agudizár nues-
entre las distintas disciplinas respecto el~ un objpto ele estudio. tros criterios de nnñl¡isis pRr~ proponernos mayor refinElmienLo
Las "conversaciones" no tienden a condluir sino a continuar .al analiz~r ~stos fenfmenos. ,
mediante acuerdos y desacuerdos: no se propone!):conc\usiones
ni síntesis sino puntos de llegada abiertos con nuevos interro-
'1
gE1ntes. Algunds autoras catalogan de osfeministas a quienes r
intcnt~_:::_p_o3itlvizar la diferencia comci expreSTon dé üiÚ.ulel~
c;ocíO.f mill_or~enfatiznnclo la discus10n entre quienes afir- .
ntal-1 o niegan las esencialidades como forma de entender la
oposición masculino-femenina (Tubert, 1995~feminismo ele
1a clifercnci0. propone una mnyor participación ~lp hs mujeres \ ¡, 1

como consecuencia de estratos más evolucionados del progre-


so de la sociedncl tecnológica, en sus modos de construcció~ de /,
bienes simbólicos y de subjetividndes, desde otra subjetividad
\'con otro posicionamiento de la realidad. Se busca legitimar
~ubjetividttdes' construidas sobre la base de In indagnción en lf\
"otra'' corporciclnd, en la p::1lnbra de mujer, en su imaginario,
con el objeto de resignificar los viejos significnclos pnLrio.rcale~.,
11 .-~1.'

Nuestra insut·ción en América latina dn pie a que nos prc-\


guntemos: ¿podemos las mujeres latinoamericanas hablar{ \ //
'1
de posmoclernismo desde nuestra realidad multicultural, mu)-1 ' 1
' '
1 1
tiétnica, de pníse's periféricos? Sin embnrgo, p·arecería que ,la)
('
polémica modernidad-posmodernidad no ha convocado centro!-!
mente el discurso feministn latinoamericano. Nuestra ambigi.¡a
• ! 1

28 ¡ 1·· 2~
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L!l DRECH!I GENEJl-!ICJONAL

Este rnf'oque rcvcln que el esconnrio dondc·se desplegabnn


•Ciltns 1'clncioncs llfl ido cnrribiando notablemente a lo largo de los
L'iliimos .siglos, ,\'junto con él el tipo ele vínculos que unen a los su-
jel.o,c; involU<!l'Fidos. En el final de csle milenio lns condiciones riel
cnmbio .'1dquicJ'cn, cn algunos c<H;o.c::, ribetes ele ciert.a drn-
;mdicid:lcl. ·
El c.Jc ele eslc nncílisi.s se rcf'eriró n las situncioncs ele cri.sis
vil<lles cl'olutii'C\s. Ln crisis viLsl es un cst.ndo de ruptura de Ull
cquili.brio ilnlCTior, ncompañnclo por unn sensAción .suhjctivn de
pnclccimicnlo. Pnreccrín que scmc,innl.c condición .se produ.Jcrn
:.en S11jeto.s que (•.sLi'tn en .situélcioncs ele Célmbio, de transición, y
::que en e.c;;Js;ci'rcun.stnncins se inLerrogan "¿,quién soy?", y "¿quó
(.· ·soy?". Pero est11s crisis, con sus cuestionamientos ace1·cn de ln
identidad, s6lo se producen, como ,Y<l dijimos, en situnciones de
Lrnn.s'ición. Lél relnción entre pnclrcs e hijos adolescentes ha pa-
decido 'sólo recicnLcmcnle condiciones de c8mhio, y hn promovi-
do rsLos interrogantes en adolcscent0s ,\' pnclres, y en el \'Ínculo
esi,¡¡LJ(ccido encrc ellos.

l Como s-e pJcdc nprcciar, la mnyorín de los <lul.m·es que des-


criben el vínculo de .Jos <1clolesccnt.cs con sus p8dres Loman la
'ndolc.scen.cin .en cln'vc mnsculinA.. Esto significa que los estudios
drscribcn h<~bilu:llnwnt'c lns problcm;íticns ele In <~dolcscencin
cle.c;clc c.~il ¡wrsprctivn, y ,e;(\ lo sn h<Jcen cspeci íicnciones sobre ln,c;
1
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"dnkec ntn~ mnndn" tcntnn ¡, pcnblemn: c~j),
llJ'()ducción: menstruación, conflictos con la virginidad, cmbarn-
;,IJS, «borlos. En cuanto a los muchachos, .las problemáticas·
ce
r:'enzó a ret,rulnr el interc8_mbio entre los miembros ele la fami-
118. Estn sit.uación, que Shorter ( 1877) llama "la revolución sen-
estudiadas son mucho más amplias: sexualidad, estudio, trabR- Limen tal" dentro dr l<1 familia, ,c;r. rr.lnciona con la Revolución
, jo, relnciones con sus pares y adultos, etcétera. Es ~a.s~ante re,- In<iustrial Y con los cambios socioeconómicm; que ésta promovir\:
c:iente que se considere de interés específico el anahs1s de l~s. el aban_dono de las formas rurales de ngrupación familiar y su
;<c\olescenteR desde perspectivas más amplias: estudio, traba.Jo :·. 1~serc10~ en me<iios urbanos con vivicndns más pequeñas, que
y, últimé'\mentc, el vínculo con sus madres (Chodorow,l984;'
solo pod1an albergar familias nuclenrcs; y el camhin de mcnta-
Burin, 1987; Debold Wilson, 1994). liclndcs concomitantes, que llevó n In gcnLe o una transforma-
ción· de los valores sociales y de·los modos de vinculación
Tal como lo relata E. Shorter (1977), en los siglos XVI Y ~II
. mediante la regulación afectiva y el estrechamiento de los law;
]a rnmiliR ]Jnmac\a "tradicional" estaba anclada 8 tnmÓvil en Rf
f'nmi.liares. ,Junto con e;.;tos cnmhio;.;, Lnmbién In po.9ición de cadn
ordeno miento ,c;ocial. Describe tres condiciones sociales parn d¡e
: uno.~e:~os miembros de ln familia se redefinió. He descrito ya el
;1 nclaje: nl los lazos con la familia ampliada, con una 1~ed de pa- . ,',
surg¡m1ento del "amor maternal" y ele! "iclenl maternal" como
rientes en primero, segundo y tercer grado; b) los lazos con l..a
regulador y sostén de estos cambios familiares, y del rol pater-
comunidnd," tal punto que los vacíos de. poder en el cnmpo pn·
vado autorizaban In. intromisión de alguien ajeno parq. preser- · ~o como fi~ura distant~ e~ el hognr, con¡el hombre trabajando
en el espac10 extraqlomestJco para sat1sf<jcer s'(.I función de pro-
''arel orden; e) los lazos entre las generaciones, pa·sadas Y 'veedor económico de la familia. i
futuras. En su vida cotidiana, la gente debía· tener presente la9
· Lo.s valores· y' las· actitudes familiares, caml~inn. En la fami-
1

tradiciones ancestrales y los comportamientos heredndos; estos


lia tr_aclicio~a_l ~~regían bajo la figura omnipot~nte de un padre-
J

valores tradicionales, entre los cuales se encontrabo. como pro-


pósito de la vidi1 adulta dar el ejen:plo a l~s generacionas .futu-
1

.1 ¡' patr~n, con ng¡do~. modelos patriarcales que rrproducían en el


ros, necesitoban reglas claras que Jerarqmzaran las relac10nes mLenor de la famllta el modelo político del soperano absoluto.
dentro de la familia. Con. la familia moderna se mantendrcín los r)lodelos patriar-
. La famili:.1 do la modernidad rompe estas atadunis': se sepa- 1 cales, nex!bili~aclof por el imperativo de los nfecto.9 y por nue-
! vas d1stnbucwne¡s en las relaciones de poper: los padres
1·a del reslo de la comunidad "con altos muros que protegen la
cnnc;ervarán el podpr r8cional y económico; lns I-n adres, el pod r
\·idn priv<td<~". Se aleja de los par.ientes lejano~, c~mbia lo. rel:l-
ele los nfectos. y lo~ vínculos con los hijo¡:; y las hijEls buscarcín
8
ción entre los mós cercanos, y deja de lado el linaje, esa cadena
reproducir esos modelos: se intensificanín los'vínculos identi-
gcncr<~cional que ci1·cula a lo largo del tie:npo, .que per_mitía 8 la
fica torios de los niño,<J con sus pildres y de la's niñas con sus
gente responder a la pregunta sobre su 1dcntldad scnalanclo é\
madres. El relato freudiano aceren del connicto edípico y de sus
é:.us antepasados y a sus sucesores. ·:. . . _
En tanto los miembros de la fam.~Ja trad1c1qnal sent1an que modos de resolución: para chicas y chicos formará parte del con-
tení 8 n méts en común emocionalmente con¡ los iguales el$ St\ co- '· Junto de hipó~esis q:ue, en la modernidGd, explican la posición
munidncl que entre sí, la familia se definía f sí n;isma mascomo sub¡et1vn·de padres, madres e hijos, y la constitución de la sub-
jetividad sexuada; femenina y masculina, .
unioacl productora y reprodu.ctora que·conio umdad emocwnal.
E'ra un mecanismo que, según Donzelot d.990), era apto para A partir de la3 últimas décadas de este siglo, estas condicio-
transmitir la propiedad y el status social de generación en ge- .nes de la familia·~moderna, que ya había llegado a estabilizarse
neración. Con la familia moderna, los lazos con la comlmídacl 1'/8 a lo largo de los siglosXIX y XX, comienzan a cambiar. Si los:'
fueron debilitando y se reforzaron los que u'nían entre ·sí a ,lds valo~e~ de 1~ autoríd~d paterna omnímoda y de las costumbres
tradicionales. ya habían sido puestos en crisis en las familias
miembros de la familia. La lógica de los afecto¡¡,, del amor, c;o-,
modernas, y dé!do lugar a los deseos de autorrealización perso-
''
194
195
ncd, si individualis~w por sobre la. solidaddad co·
que los sdo!escentcs :se escapan, cada vez con más frecuencia,
va, en Jas últimas décadas estos v~·lores vuelven s ser cues-
1

.
'1i'rl'F 1o~ ·r b<: 1·
l' mrpos ' prO.ct" UCCl'o'n po"tnd·"'···'"·;r,,~,"
08 ''t '-""''·l\lcc.·~·-" en l~..,.
.l,•v" 1
a una subcu!turfl de pares que mantiene con la cultura do"
~~;, ~i~t:~~J; ~f~~lco~ de capitalismo avanzado se acornpaí'ían d.e m nance una relación no tanto de oposición sino de indepen·
dQY_lcia, En esta relación entre las generaciones, la posición de
un nuevo cambio en las mentalidades. Así como las familias
los adolescentes y los jóveneR no sería tanto de rechazo, como
'nucleares se formaron sobre la ba'se de la t'elnci'ón madre-hijo, Y
de indiferencia. La Rubcultura adoleRcrmte trata de mantener-
el bienestar de los hijos de la familia pasó a ocupar un valor
se inclepen,diente de lo.'l valores adultos; no es opositora, sino
destacado dentro del proyecto.familiar, en las familias de la separada.
nueva condición posmoderna la posición social y st.¡bje.tiva de
Estos cambios se observan~también e~ los padres. En los
p<tclres, madres e hijos vuelve a cambiar, en un sentido que
valbres cl'ásicós de la familia nuclear de la modernidad, el peso
Shorter describe como fenómeno en el'cual ''la farní1ia abando-
de la tran'~misión¡de valores y actitudes caía primordialmente
nan sus miembros". Se rompe la imagen de familia anclada que
sobre ~os _t>a.dres, y l~s. reglas del juego se aprendían en la ce-
describimos al comienzo, y que se expresa en tres aspectos fun··
rrada mt•m1dad fpm!l~ar. Pero a medida que aparece la fami-
clamentales: a) el corte más definitivo en los lazos que uhía ala
lia posm~derna, ¡los padres comienzan a perder su rol de
¡.;encración joven con la vieja, con cierta iridiferenci~ de losado-
educadores y de figuras de identificRción únicas para sus hi·
lescentes hncia la identidad fnmiliar y sus objettvos, Y una
jos. Esta threa pa,sa a otras instituciones (escuelas, clubes, et-
discontinuidad en la transmisión de valores de padres a hijos;
cétera) yú los pares de los hijos. Con esta: transferencia de
b) la nueva inestabilidad de los vínculos en la pareja conyugal,
funciones!~ el sentimiento de fa~ilia como institución que per-
que se reOejR en los altísimos índices de divorcio, y de las nue-
1 manece a jo largo del tiempo se desvanece. Los padres se vu~l­
vas formas de vivir en familia (nogar,~smonoparentR]es, fam¡-
i ven amigq~ de sus hijos, y no representantes de una cadena
lins ensambladas, etcétera); e) la~·emolición de la idea de 1
generRcio~al ni figura.c; de autoridnd parn ellos. Según l_o plan-
l'nmilin como "nielo" o com~ .refugio 8~·a las prohlc~_ática~ de
tean· E. ,J~hony .Y T. Bcnedek 1 198.'3), en la actualJdad la
IR vida cotidiana, una nocwn hdera a en su mDyOtta pot las
brecha generacional ha alcanzado tales pr<1porciones que los
mujeres pnra quienes s'e les hizo evidente. que su hogar, lejos
i progenJtores, al no poder desarrollar procesos de empatía con
ele ser un cálido refugio, era por el corür.ano fuente ele frustra-
,,! sus hi!cis adolescentes, casi ha~ r.enunciado ~los ~erechos que
ciones y malestar psíquico, especialmente como resultado cl.e
los as1sten como padres y se abstienen de tomar nmguna deci-
condiciones ele violencia familiar, visib!'e e invisible. La pérdi- sión respecto a ellos. '
·Una hipótesis i'nt~resante sobre las transformaciones de las
da del sentido de la autoridad paterJ'\a y la puesto en crisis del,
"amol' maternal" -especiahnente al ~ncontra·rse con la patolo-,' ,
rejaciones entre los padres y sus hijos adolescentes la presen-
aización de los vínculos afectivos en l!as madres- llevaron a.los
ta¡~ Obiols y di Segni de Obiols (1994). Estos autores señalan
hijos adolescentes a expresar un desinterés masivo por l~s
q.t.ie la cultura posmoderna genera un fenómeno particular con
valores de sus padres y de ~í mismos como continuadores de,l'
los adolescentes en la medida en que propone a la adolescen-
1i naje familiar. •.~ '
1
cia como modelo sdcial, y a partir de ahí se "adolescentiza" la""
Esta discontinuidad de valores e intereses e~ lo qué algunos
sociedad misma, J4a idea es que la adoles~encia ya no se consi-
autores denominan "brecha 'generacional", aunque sus rasgos,
det•a una etapa del ci clo vital sino un modo de ser que amena-
son a veces más sutiles. Para los adolescentes, su grupo de pa;
za coFJ im~licar;Jatto~.~l.idad del cuerpo social. Refiere. que en
1

res constituye su lazo social fundamental y socializante, ~S·Í


l9 modermdad "el ooelo era la adultez ' un modelo al cual to-
como la fuente identificatoría de su subjetividad. Los estudiOs,, ,

dos aspiraban, a'up ~~uando se tuviera nostalgia de la niñez


)

sobre sociología de la familia de las últimas décadas de~tacan


como un.a época dbr~da, sin responsabilidades, en la que el
'

196 197
<~fccto y la contención estaban dados por los padres. El acloles- cas, por embarRzos prem¡:¡tums, casi en el co~ienzo de su vida
·cente <tflÍ criado podía acceder a la vida adulta independizán- sexual. Pero ~n l_os sectores medíos urbanos la adolescencia ya
1

dose de sus padres, quienes le habrían transferido los vp.lores no es un pasaJe smo) un producto nuevo, una etapa de la vida con
familiares. El psicoanálisis asestó un durol golpe a esta! idea conflictos propios. En la familia posmoderna, los jóveneil no es-
cuando describió las etapas tempranas del drsarrollo en térml- peran el momento de poder ser como sus padres, sino que so~
nos d.e conflictos, con lo cual el mundo adult:océntrico comenzó \ los padres quienes los observnn tratando de imitarlos. No sólo
n poner sus ojos en aquellos "locos bajitos". 'El niño pasó a ser la brecha generacional se tnmsforma sino también la clásica
objeto de estudios y tGorizaciones h<Hüa que, a comi.enzQs,cle brechA ele división por géneros en la P-iección ele la pareja sexual,
este siglo, aparecieron en el escenario el adolescentE; y s\1's con parejas elegiclns por ellos y ellAs en el momento en que lo
problemáticas. Pero para la cúltura posmoderna, la adolesce'n-· desean, y con un ejercicio de la sexualidad 11egún sus propios
cia p<1recería un modelo al que habría que llcg'm~ e instalar;se códigos. Lo que sí parece necesario es investigar si loil conflictos
pnrn siempre. Define una estética donde t'S hermoso lo muy• intrnsuhjetivos e inlersuhjelivos de p::Hires e.hijos adolescentes
.Joven y h<.1y que hacerlo perdurar mi~ntras se puecl<l y como s; actuales siguen manteniendo los rasgos que los caracterizaban
:.
pueda. El adulto deja de existir comq .. modelo físico,~ se pasa- anteriormente. Un conflicto de posicionamiento subjetivo se
ría casi sin solución de continuidad q~ Lf. adolescencw a la ve- . obse.rva.en que en lugar de ser los adolescentes quienes luchan
jez. Ser y pilrecer viejo sería,.a su ye··.:z, lgo vergonzante,. ·una . por ocupél.r el lugar de los padres, son éstos quienes invaden el
muestra de fracaso perso,nal. Y la pdsic'ón de.lqs padres ante lugar de sus hijos.
el adolescente ya no se~·ía la de ense?a ¡' transmitir.'experi~n-, En la actualidad, el debate sobre In dur¡¡ción'del período ado-
cía sino, por el contrano, la de aprender una espec1e de sab.l- lescente incluye conceptos tales como la adolescencia temprana
duría que tendrían los adolescentes y, sobre todo, el secretó de (de los 12 a los 14 años), la mediana adolescencia (de los 15 a
lB eterna juventud. los 18 años) y la adolescencia tnrdín (de los 19 a los 22 años);
pero la mRyorín de los nutores coinciden en señalar que existi-
1
a
·ria un período de posadolescencia, también llamada veces "pri-
PROBLEMÁTICAS DE LA POSMODERNIDi\D mem juventud", que abarcaría desde Jos 23 hasta Jos 29 años.
Ln adultez llegaría cuando se consiguiera formRr parte de la
'
Así como en l<~ f¡:¡milia de la mocle\'·nicl0clla Clclolcscenci<.l er<1 sociedad adulta a través del trabajo, de la propia madurez y del
entendida como una etapa plena de incomodidades, o pasaje- i reconocimiento de los adultos como pares.
ra, en la actualidad tiende a prolongarse en el tiempo y no ne- Para un psicoanalista como E. Erikson (1975), el adoles-
cesariamente es vivida como etapa crítica de la vida. La cente era fundamentalmente alguien en búsqueda de su iden-
11·
adolescencia 58 ha institucionahzado y es glorificada por. la. .. ti dad. La pregunta "¿quién soy?" suponía una respuesta que,
J
sociedad de consumo y por los medios de comunicación masi~ según este autor, estnría dada por sus enfrentamientos con
vos. En p<1lrlbrns de P. Dolt.o (1990), la adold~cencia ya no es. los adultos. Entre la generación adulta y la adolescente ha-
consider¡:¡cla como crisis sino como un estado, '~omo un modo d~ bría una distancia, una brecha dHdfls por las diferencias de
époc~s que les hubiera tocado vivir a cada uno, y de sus opor-
ser. 1

Esta condición estñ extendida a búena parte de los jóvenes, tunidades educativas. La tarea del adolescente era rebelar-
pero no a todos. Quienes pertenecen~ los sectbres más bajos de se, confrontar, buscar su propia síntesis. Según Erikson, "la
la poblnción, o los jóvenes campesinos, quedan fuera de este . creación ?e un,corrfllcto entre generaciones y su posterior re·
proceso: Su entrada en la adultez es brusca· y ~.á pida, ya sea por solución es la' tarea normativa de la adolescencia.[ ... ] Sin este
la necesidad de trabajar tempranamente, o blfn. entre l~s chJ- c'onflicto no habría reestd1cturación psíquica adolescente".
1

.1 1,

198 199
i.
1
'~
Este confrontam!ento generacior12l, siempre dolorpso, junta·· la ilctu,a!idad acerca ;lelos adolescentes, ya sea como "verdugos"
rnente con sus angustias y temores traía consigo la sensación que pueden tener sádicas actitudes hacia la sociedad, o bien
ele triunfo y de libertad. Tal como lo conceptual izó una psicoa· como "víctimas" pasivas y desvalidas frente a la corrupción de
na lista argentina, A. Aberastury (1884), la constitución subje~ los adultos que pretenden explotarlo,<:¡, Describe algunos ~stdreo·
tiva do los adolescentes varones y mujeres requería, en medio tipos de la adolescencia, que podríamos entender aquí como
de gnmdes cambios y sentimientos de pérdida, renlizar tres tm- parte del imaginario socinl acerca de los adolescentes. El primer
bnjos de duelo: el duelo por el cuerpo infantil, e\ duelo por \a estereotipo es el arlolescente consideraclo como objeto peligroHo
icl~nticlad infantil y el duelo por los padres de la info.ncia. En el y en peligro~ es tnnto una figura amenazadora y potencialmen-
duelo por el cuerpo infantil,, el adolescente de. ambos sexos se en- te peligrosa para la seguridad del resto de la sociedad, como un
cuentra con un cuerpo que va cambiando 9ebido a la adquisición , sujeto a quien hay que proteger de las tensiones propias del
de \os cnrocteres sexuales secundarios y a la madur~:~ciór1 sexual mundo adulto.. Existen rituales sádicos de iniciación en la ado-
genital; junto con el duelo por la pÚdida del cuerpo infantil,·, ' lescencia que estarían al serv1cio de este supuesto juego de pe-
nii'las y varones debe.rán hacer un duelo por la pérdi~a·de la ligrosida_de~ (por ~jemplo, la escisión del clítoris.e~ las chicas
fantasía ele bisexualidad. En el duelo por la irf:entidad infantil, como practifa hab1tual en algunas culturas trad1c1onales afri·
la pérdida remite a la dependencia marcada. por la autoridad ,canas). Un segundo estereotipo se refiere al adolescente consi-
paterna, y la necesidad de aceptar r~sponsabilicl'ades cada v:ez der.ado como sujeto y como objeto sexual. En este estereotipo, los
más complejas. La ansiedad concomitante es la el~ r,érdi<¡la del '1
adultos generan fantasías y prácticas hacia los adolescentes que
sen timien to de identi(:lad. En el· duelo por los padres de la in(af!·'· revelan, según Anthony, la reactivación de sus propios conflic-
1

cia, niñasiy varones adolescentes hab~án ele renund¡¡¡r a la pro- tos adolescentes, con abiertos componentes autoeróticos, 'homo-
tección pbrental y a considerar a ~us padres como figura~ , sexuales e incestuosos. Dentro de este contexto ubica las altas
idealizad~s, aceptando sus debilidad~s y su envejecimiento.:¡.,a
1
tasas de jóvenes víctimas de incesto, y se sorprende que la cifra
desidealización de lns figuras parent<\les implicaría para chicas' de.clarada no sea aún mayor, dudas las .fantasías que este psi-
y
y chicos s$ntimientos de desamparo de .may()r vulnerabilid<~d. .coanalista encuentra entre sus pacientes hombres de mediana
La mayor) a de los adolescentes tratarán .de afrontar estos tlu'e .. ' edad'haci<'l sus hijas, hijastras, sobrinas, etcétera, adolescentes.
a
los buscahdo entre sus pares .alivio su ansiedacl, o bien rcfu· Un tercer.estereotipo que encuentra es la del adolescente consi-
gifí.ndose !en sus fantasías' y en su mundo interno, o también derado como objeto de envidia, debido a que sería un sujeto en
construy¿ndo ideales sociales, problemas éticos y luchas para un proceso de crecimiento ascendente en tanto sus padres están
conseguitlos. Éste es un modelo de adolescencia descrito por en un proceso de declinación. Esto llevaría a la rivalidad narci·
Aberastupy a ~nes de l~s años '60 y po~ienzos d~ los '70. sista del progenitor con el hijo de su mismo sexo. Anthony con-
¿,Qué ~esta poy en dw, una gene~ac10n despues, de aquellos sidera que uno de los métodos que hallan los padres para
adolescentes? Ante esta pregunta, algunos investigadores sos- enfrentar el doloroso sentimiento de envidia consiste en iden-
tienen que ese adolescente idéalista, apasionado y combativo, tificarse con el joven, ya sea mediante el recurso de "adoles-
sigue siendo quien subyace aún en la actualidad bajo una más- centizarse" o bien de ayudar al hijo en su crecimiento. El cuarto
cara superficial de indiferencia y desapego; otros investigadores estereotipo se refiere al adolescente considerado como un obje-
sugieren que ha habido un cambio de fondo en el modo de ser to perdido, por él cual los padres experimentan estados de tris·
adolescente y que, por lo tanto, las clásicas teorías enunciadas •teza, sensación de vacío en el hogar y pérdida de los objetivos
"que los habían moti<lado intensamente durante la niñez de sus
deben reformularse.
Un psicoanalista norteamericano, E. James Anthony (198~), · hijos. Alude a que, ante este conflicto, algunos padres intenta-
seií.ala la dicotómica percepción que suelen tener los adultos en . rárl obst~culizar el crecimiento de su hijo adolescente, mientras
,1

200 20Í

1'
1
!
,1

que otros procurarán colaborar con él reforzando los procesos en,crisis es el sistema de identificaciones con el cu8l había cons-
, ele identificación con el joven. El quinto y último estereotipo truido hasta entonces su subjetividad. ¿A qué me referí? Tal
describe al adolescente considerado individuo inadaptado. Se- como lo he pl<mteaclo en otras oportunidades, el relato freudia·
gún Anthony, los padres perciben los cambios de humor y su no acerca de las tempranas identificaciones de la niña con su
csrácter díscolo como signo de insania, y consid,eran que debe- madre refiere que en la niña no se produciría una absoluta re-
rírm tnü<H de normativizar a su hijo consulta0'clo por sus sín- solución del conflicto edípico, ni tampoco un cnmbio absoluto en
tomas. En opinión de este uutor, esto revelarí8 n pnclres su objeto de dcséo. N. Chodorow ( 1984) nos recuerda que en el
inseguros, inestables, que recurren a la regresión y a senti- vinculo temprano' intersubjetivo entre madres e hijas, las ma-
mientos ele desvalimiento, buscando una relación protectora, dres no tienen W tendencia a experimentar a sus hijas como
solícita y casi terapéutica del adolescente. A esto lo llama "in- separadas de ellas,de la misma manera como Jo experimentan
versión ele las generaciones". En mi opinión, l(l que este autor con sus hijos varones: En el caso de .la niña, la madre experimen-
caracteriza como estereotipos bien podrían s~;r consideradas tará muy probablemente una sens8ción de unicidad y de con ti·
problem8.tic8S n~lativas a la posición: subjeti~a en la que se nuiclad más fuerte y dura¡-lera que con el niño. En cuanto a la
ubiccm Jos padres ante sus hijos. Dejar! de ser rncros estereoti- niña, su apego al padre estaría mitigado por su apego asuma-
pos para ser internalizados como parte do los:conflictos entre dre y su depende(1cin de ella. Tal como se puede entender, se
padres e hijos. · 1: tratar1a ,de un ju~go de identificaciones cruzadas entre lama-
Por mi parte, analizaré una característica singul0r'del víncü- dre Y su hija, que :requerirá un difícil y complejo proceso inter-
lo entre las adolescentes y sus madres, con un recorte que 'tra- ·subjetivq de trabajo entre ambas para resolverlo.
tará de artictllar hipótesis de género y psicoanalíticas para Un psicoanalis,ta norteamericano, Peter Blos (1981), señala
comprender lbs conflictos intersubjetivos entre nmh<1s, y las re- que desde el punto de vista clínico, el período preedípico ejerce
laciones de poder entre la madre y su hija adolescente en su su influencia en el desarrollo de la adolescente que iguala o ex-
doble inscripción: subjetiva y objetiva 8. la vez. cede la influencia del período edípico. Sostiene que "el apego
1

~ preedípico de la njña a su madre es uno de los obstáculos más


formidables en la ~erapia de la adolescente". Según este autor,
PROBLEMÁTICAS DE LA SUBJETIVIDAD EN LA un riesgo de la te~apia es considerar el resurgimiento del con-
ADOLESCENTE. CONFLICTOS DE LA !\•lADRE flicto edípico positivo (esto es la orientación de la niña hacia el
CON SU HIJA ADOLESCENT8 padre) como una "huida hacia la genitalidad". Dice que la
ambívalencia de la niña hacia su madr,e preedípica alcanza su
Para 2.nalizar estas problemátic8s volveré a poner en juego pico más alto en la adolescencia, y que éste es el momento cul-
hipótesis de l<1s teorías del género sobre las relaciones de poder, minante para su resolución. Llama a est8 fase "el segundo pro·
,]unto con las hipótesis provenientes de la teoría de las identifica- ceso de individuación" (el primero ya se habría producido en la
1¡'
ciones y otrns provenientes de la teoría pulsional froudiana; es. La ·temprana infancia). Sostiene que "la liberación interna de la
úlbi:na la pondré a operar en [a.compren.sión de los deseos clisp.c¡- madre preedípica deja a la hija libre para buscar el cumplímien·
nibles p8ra las mujeres en nuestra cultura. En particular, ti:nta-, to de su ·propiíi. elección, en su propio cuerpo y mente". Atrae la
1 '
ré de comprender. cómo el ,deseo de hijo aparece como derivado de ·1 1
atención eri este relato el ténnino "liberación" y su evidente gra-
lR pulsión de dominio y del deseo de poder en las mujeres: ' do de misoginia, ya que parecería referirse.a un vínculo de opre-
Al comienzo había ofrecido la hipótesis de que, <1lllega~ a la ¡1 sora-oprimida·en,.el''cualla madre seria una mujer con poderes
adolescencia, la subjetividad que se había constituido, hasta ese, 1 dic~atoriales, de quien Ja hija debería "liberarse". Es más pro·

j
momento entra en crisis. En el caso de las chicas, lo que pone· bnble que el trabnjo de la niña adolescente no sea "liberarse" de

202 1
2D3
1 )
1 ji


su madre síno diferenciarse de !ella, hacer un trabajo de expulsivo reactualiza otros movimientos psíquicos anteriores de
recortamiento subjetivo que, tal cc)mo lo estamos planteando, la temprana .. infancia, junto con los movimientos psíquicos de
sería un trabajo psíquico necesariq para ambas, debido al .il,ie~. ret~nción y tle dominación que la niña habría realizado para
go de identificaciones cruzadas qtie hemos descrito anterior- configurar su temprano sentimiento subjetivo de separaciórr yo/
mente. no yo.
.!
a
Sin embargo, al llegar la adolescencia, con el ad~enimien~ Sugiero que, así como en la temprana infancia la niña apeló
to del cuerpo genitalizado, ,la chica se encuentra con una ve/?a- ' a los recursos psíquicos de la retención, la expulsión y el domi-
clera avalancha pulsional, una sitj.lación de cambio, que le 1
nio, propios del segundo año de vida, para configurar su subje-
requiere un nuevo trabajo subjetivo: el de dar nuevas significa- '1
tividad di(er~nciada, al llegar a la adolescencia resignificará
ciones a sus vínculos identifica torios con su madre, para otór-' aquellos. t±rn~.r.anos movimientos psíquicos para volver a confi-
gnr nuevos sentidos a la diferencia entre Jos sexos. Uno de,'los gurar su n eya diferenciación. . .
problemas que se le plantean a la adolescenle es que su cuerpo , ¿~ué ?·e~ .rt,e con la madre? Para la madre ésta es una proble-
le of'rece nuevns formas de placer erótico, con lo cual se le a~la­ rnatJca ~~f1 1c1,l,¡¡de pr~cesn~, pues ella también había esta.blecido
recen representaciones de otras formas de placer previas; corr10 con. su hiJa Vlt~culos 1denbficatorios y de completud narcisística,
por ejemplo las referidas a aquellas fases de su desnrrollo te,rn~·, e~ nombre de las semejanzas entre ambas. Este proyecto narci-
prano (orales, anclles, fálicas) que implicaban vínculos con su SJStico de la ni~dre con su hija había sido estimulado por sus
madre de carácter retentivo, expulsivo y de dominnción. La ach· . dé·s~os?e difere~ciarse de su propia madre. Sin embargo, cuan-
lcscente necesitará hacer un trabajo de diferenciación'psíquica do su ht,Ja llega .€\ la pubertad, el vínculo fusiona! padece un cor-
para regular las semejanzas y las diferencias con su madre, en te: se trata de uno fractura entre ambas producida por el hecho
un proceso de desasimiento, de ruptura del vínculo iden'ti- de que la n.i~a con1ienza a menstruar. La menarca de su hija
ficatorio. Para ello apelará a fantasías sádicas para poder des .. suele ~roduc1r un f~erte impacto·psíquico en la madre, ponien-
prenderse,..otorgando nuevos sentidos a léis fantasías de do en Juego el conílicto de ambivalencia: por un lado, se reafir-
autodominio y ele expulsión. Este proceso de· desprendimiento maría el vínculo amoroso que reafirma "somos lo mismo, somos
poné en crisis, también, el establecimiento ele los juicios previos, mujeres"; por el otro lado, padece la hostilidad que le despierta
organizados sobre la base de la identificación. El proceso de des· ·el hecho de que su hija produce un fenómeno en su cuerpo que
prendimiento da lugar a un reordenamiento enjuiciador, que ya no depende de ella. La .niña muestra a su madre su autono-
sienta las bases para el' surgimiento del juicio crHico en la 8.do- mía al generar su menstruación, produce algo fuera del s;ontrol.
lescente. ¿Qué es el juicio crítico? Se trata de un modo de pen- materno, lo cual significa un quiebre, una ruptura, y ~o poco
samiento que se constituye ante la ruptura de un juicio anterior, dolor psíquico, que es significado por la madre corno el senti-
que es el juicio identifica torio. El juicio id en tí fi cr1 torio opera con mi~nto de pérdida de un área de poder en tanto madre: el ejer-
lss reglas impuestas por el narcisismo, donde no hay diferencia- CICIO del poder sobre el cuerpo de su hija, acompañado de la

ción yo/no yo, un tipo de pensamiento que supone que "yo/el otro fantasía narcisista materna de ser la principal fuente de satis-
somos lo mismo". A partir de las nuevas experiencias con su facción para la hija. Al observar el cuerpo genitalizado de su hija
cuerpo genitalizado se inicia la ruptura del vínculo identifi- la madre suRondrá que hallará otras fuentes de satisfacción no
catorio temprano con la madre, al mismo tiempo que va perdien-· suministtaqas por ella. El vínculo identificatorio anterior es
do eficacia el juicio identifica torio concomitante. Para que este puesto en crisis. Como muy a menudo la crisis de la adolescen-
1
~roceso se produzca es necesario un mo,v1miento psíquico te suele coincidiv c'on la crisis de la mediana edad en la madre
' expulsivo, que permita la ruptura de ·aquel vínculo identl- se ha descrito esta sit\.lación como de entrecruzamiento de am~
'· ftcatorio anterior. En la adolescencia, este mo'virniento psíquico bas crisis, · ·
( ' 1

204 2'05
. Quisiera destacar que para que esto proceso crítico se ponga vacío ropresentacinn;¡J, ya que en la cultura patriarcal la repre-
en marcha es necesaria la presencia del deseo hostil diferen- sent.aéión domini1nte es la de las mujeres en tanto madres. Esta
c'iador. Éste es un deseo cuya cualidad interesante es que, en pregunta que se hacen las mujeres de mecliana edad requiere
tanto deseo, procura una búsqueda de nuevos objetos libi- \ respuestas múltiples, escennrioll diversos donde desplegarse,
din<1les. tr<1tando de alejarse de aquellos que le producen frus- ',· especialmente parn las mujeres que han desarrollado su subje-
lr<~ción. Como deseo, promueve la búsqueda de nuevas repre- ( ' tividad sobre la. base del deseo maternal, y de la ecuación "ser
sentaciones, y a su vez puede generar nuevos deseos,. tal como el rriu)l'r es ser madre". He hallado que los grupos de mujeres
cio saber y el de poder. En este entrecni?:nmiQnto cie crisis vith- -gn1pos lerapéuLicos, g-rupos de reflexión; grupo¡;¡ de auloaymla
lc~:s. el deseo hostil operR como dife.renci11ílor, fnvorccicndo un y o,trop- así como l<~s terapias con orienLación en género, son
corte en el vínculo' fusiona! ma·dre-hija. Se distingue el~ .la hosl esp~·cios transicionales que permiten a las mujeres desplegar

tilidad en que ésta es un afecto que, como tal, sólo busca su des- otros deseos más nllá del deseo maternal, tales como el deseo
cnrga, especialmente la que deviene de la frustración. La hosLi~ . hostil, el d¡3 saber.y el de poder, deseos si~mpr~ presentes en las
liclnd como afecto impondría alejamientos destinados Rl fracaso.
1
:n:u.Jeres en transición. 1 ! ·
pues lo que logra es volver una y otra vez sobre el objeto frus- .. En este entrecru7,amiento de crisis vitales', tanto la madre
'· '
trante en intentos repetitivos y a menudo vanos ·de negar.su como, su hija· adolescente ponen en juego sus relaciones de po-
carácter frustrante, dejando el vínculo unido a través de la li-' der basadas en el deseo de poder, un tipo de :deseo puesto en
gadura hostil.
pa~tir ~e
marcha a :novimíen~op.~dsion_al q~1e
un. la teoría .freu-
Estoy describiendo un proceso crítico de diferenciación que diana denomma pulsJOn de domm10 . Segun la teoría puls10nal
pone e~ marcha algunos afectos concomitantes como resulta- freudiana, las pulsiones tendrían dos destinos posibles predomi-
do de ]a separación, por ejemplo, el sentimiento de desampa- nantes en el apadto psíquico: transformarse 'en desarrollo de
ro. de soledad y de inermidad, hasta que se reconstruyan deseos o en des<~rn1llo ele afectos. En el caso d~, las mujeres, tal.
nuevos vínculos identificatorios. En la Clctole~ccnte, la ruptu- como lo he explítadb ampliamente, la cultura p'atriarcal favore-
1'::\ del vínculo identifica-torio. con su madre !<1 clcja en un es-
cerín que sus pul~ioncs tuvieran corno desdno privilegiado
Lado crítico ante la diferenciación. También ante la necesid<1cl transformarse en afectos, mediante los cuales las mujeres des- 1 .
plegarían el poder.afectivo principrllmente dentro de la familia. /; \. '
garan~Í7-arían
de encontrar nuevos objetos mediadores en el mundo, que le
'"Clr<1nticen un lugar ilubjetivo donde poder uhic<1r nuevns ¡.Y.._ con el cual los fundamentos de su subjetividad: f¡': Vf
Tc!e::dizaciones. Parte de estos lugares subjetivos la s~elen . ( Fl desarrollo del ambr maternal sería el paraaigma del poder del' ';,l.1
ocupar personas que actúan como iniciadoras en el pas~jr ~el los afectos a carg~ ~e. las mujeres en nuestra sociedad. Segün .. '(_~: ·
vínculo con su madre a otros. vínculos. ~~tat persona~ 111¡1CJa- · . este modelo de anal¡s1s, desde etapas tempranas del desarrollo ' ¡ 1.' te>
cloras, a la manera de los obJetos trans!Cion¡ales descntos por infantil las niñ<).S podfí.an transforma: SUS pu]siones también en
deseos, pero fundamentalmente en el deseo de un hijo, como
crr\ \
Winnicott (1972), suelen ser representacion~s hechas con res·
tos del vínculo con su madre y proyectadas en determinadas deseo paradigmático de la feminidad .•Junto con el deseo del hijo,
i
personas que; actúan corno mediatizado1·as, y cuyo destino será sería el deseo amoroso, pero no el hostil, el que podría lleg1;1r a.
ser 8bandonadas cuando ceda la necesidad de la adolescentE( qe tener representación psíquica y social para las mujeres. Porque
1 recortarse-diferenciarse des~ madre. Tap1bién la madre ,nece~· el deseo amoroso favorece el acercamiento los vínculos fusio-
n,ales, identifica torios, necesarios para la cri8nza de un niño· en.
j sita afianzar su recortamiento del vínculo con su hija adolescen'-.
cambio el deseo hóstil promueve el alejamiento, el redor-
,¡ te, pero para las mujeres de mediana edad par:.ecería u.n~·
problemática de más difícil resolución. Para ellas la pregunta es tamiento, lR diferenciación, y sería un tipo de de,seo que atenta-
''Si yo no soy la Madre, ¿quién soy?". Lo que les ocurre es un , ría contra los ordenamientos culturales que identifican a las

·--'

1 ·,,·1
206 207
i '
ITlUjerc\; COn, Ja maternidad. eSO eci Lln CÍCSCO C]UC hn tenido crislnl", pnrn rlescribir que uno ele su.c; rasgos máR interesem·"
un destino de represión para las mujeres de nuestro cultura. tes es su invisibíliclnd.
Sin lernba¡cgo: en el entrecruzamiento de crisis de ln adoles" El "m¡1ro de cristRl" es una pared que dividen m8dres e hi ..
cencia ide ]al hija y 1~ media.na eqad ~e in· madre, las mujeres .lns en la adolescencia, una val In difícil de franquear, constituí·
cuestionan este destmo pu]slOnal, pomendo en marcha el. deseo dn por rasgos objetivos y subjetivos a la vez. Como dispositivo
hostily el deseo de poder a partir de la pulsi6n de dominio. que formaría parte del imaginario social, podría extenderse
· La pulsíón de dominio surge temprnnamcntc en lrl consti- más allá de los vínculos familiares al resto de las relaciones
tución de la sub.ietividad, pero su transformncíc'n1 en deseo de entre mujeres. En estos casos me pregunto cu<ilefl son los ras·
poder difícilmente se realiza en el CEISO de la.s niñils. Pnrrr gos que contribuyen a construir semejante obstáculo en el
ellns mns bien tiene un destino de represión, en sus vertien· género femenino, y con qué herramientas se cuenta para pro•
tes 8Ctivas y pasivas: dominar, dominarse y ser dominnda. En vocar resquebrajaduras y poder derribarlo. Podría sugerir que
el vínculo madre-hija adolescente se ponén en :iuego estos mo· •, uno de los r•asgos subjetivos del "muro de cristal" estarín conR-
vimicntos pulsionnles, que desde la perspectiva de las rela· tithlido .por el interjuego entre madre e hija del deseo hostil y
ciones de género las definimos como relaciones de poder. La el deseo de:poder. También he descrito las marcas que deja la
crisis entrecruzada entre la madre y su hijn rtclolcscente permi- cu]~·ura patriarcal en el vínculo madre-hija, al encerrar a am-
ti r8 resign ificar este J1!0vim ien to pulsional y dn r nuevos sen ti· bny: en sig~1 ificaciones devaluadas de la feminidad más allá de
dos a sus deseos de poder. · · la ft:aterni ad.
En la puesta en crisis entre la madre y su hija adol'escen· •{\simis o podría prcguntnr sí algunas condiciones para el
te el cuestionamiento está dir·igido a que la pregunta "¿Quién em~arazo en las adolescentes encontrarían su fundamento en
so~ siendo mujer?" recibe en la cultura patriarcal una única este obstáculo en el vínculo con la madre. Ante el "muro de cris-
respuesta: "Mrtdre'\ La niña adolescente se rebelará contra tal" que se erige entre ambas, In adolescente se precipitaría a
esta única respuesta, pues s~ mfldre le ofrecerá modelos· bu~'caren la maternidad, o en el vínculo con un hombre, las res-
iclel)tificntorios en tant_o madre, ipe:o difícilmente en tanto 11\\1· pu stn apresuradas a sus interrog<mtcs sobre su feminidad.
jer, de modo que tendra que rectlrnr n otrns figurns de Jdentlf1· Siry: · argo, semejante resolución parecería que, lejos de resol-
\Veí'or\'para encontrar mejores respuestas a sus interrogantes. ver el conflicto, pasara a ser parte de .él. Sería necesario volver
'Y como ya lo he planteado, también para las mujeres de media- el conflicto a sus puntos de origen para poder enfrentarlo con
n8. edad existiría un vacío de representaciones pAra esa pregun· mejores recursos. He sugerido que, erltre sus puntos de origen,
t8.. Quizás en los nuevos posicionamientos subjetivos y sociales se han de considerar los rasgos subjetivos y objetivos de la cons-
.de ]as culturas posmodernas las,pregunt8.s cambien, y tnmbién trucción del "muro de cristal" entre madres e hijas.
·~ las respuestas. ; . Otro aspecto de cómo opera el "muro de cristal" entre las
···Algunas estudiosas de las ptoblemáticns del gén:ro f~me· rnadres y sm¡.'hijas adolescentes podría encontrarse en el fenó·
nino describen un verdf3,dero trastorno cultural, segun ei·Cf-lal meno de la anorexia y ln bulimia, trastorno que afecta a las
las mujeres sedan dev aluadas socialmente más allá del pro-.
1 muchachas jóvenes predominantemente. No pretendo hacer
yecto dematernidad. E/sto llevaría a que las chicas bu::¡c~ran aquí un an~Hsis exhaustivo de un fenómeno tan complejo como
el alejamiento de sus inaclres, esperando que las respt¡.esta~ éste. Para:est~ análisis sólo destacaré: a) en cuanto a los tras-
acerca de ser mujer estén dadas por figuras masculma.s. La1 tornos de la ir).gesta, parecería que ponen en descubierto la
- cultura patriarcal crearía así las condicio.nes para generar Uf,l )
1
! predominancia'·d'el vínculo hostil de la hija con su madre con
. ' 1
verdadero muro entre las madres y sus hijas al llegar és~as a '1 dlficultadef p arn el despliegue del deseo hostil diferenciador en
el se.nhdo ~n que lo hemos propuesto anteriormente; b) en cuan-
1

la adolescencia. He optado por caracterizarlo como "mt¡ro de

208 --209

,··
to ul trRslor;o clcl esquema corporal y el déficir <~men.orreicc~:
rcvcl<HÍRn el horror al destmo reproduc.tor de 1~ _femmJ.dad Slf
gún las leyes del paLnarcado, que equ1para seL muJCI _c~n la
maLernidRd. También en este trastorno se podua suge111 que
cxistirín una doble inscripción del "muro de cristal" entre la
chic 8 8 noré>xicn .Y su mndre: como renlidnd cull11rnl opre¡;¡vz¡ .Y
como rc•n 1id n d ,e; u b,ietiv:.1 n ni qu i In n te.

Hn.c;tn hoce relntivnmentc poco tiempo no so estudiaba el de-


sarrollo en ln vidR sclultn y en ln vc.icz, pues se considersba que
éste ncnbélb8 en ln ndolescC'ncir~ o ln ,)uvcntud, épocél en ];:¡ que
se <1lc<lln8b.Cl 18 cim.n ele! ciclo evolutivo. Según F. López ( 1888),
0.s criticahle h hip6Lcsis ele qur sólo hnbrí8 ctccímiento y desR-
1
' rrollo c1n ln épocn .ioven, y que n pnrLir de oso momento no hn-
hrín clPsnrrollo evolutivo; por lo t.nnto, cnreccrían de sentido lns
invcsLÍgé\ciones que protrnclicrnn csLu~linr ln nduiLez dc.c;dc csLn
' perc:pedivn. CuRncl.o se pusieron en cvidcncin lo,c; cambio.s en ln
1·irh :Hiul!.n, se los c¡uisn cxplicr1r n lnwr>.c; do un modelo univer-
snl .c;c.¡.;1'111 el c11nl un sujeto mnn(cndrín su nivel ele de.silrrollo
lwst,8 poco clc.c;pués ele los 30 niios, y n pútir de ahí iniciRrín un
· lento pero irre'v'ersiblc proceso dn creciente deterioro. Con esLo
¡ se prcl.cndicí rcforznr lns iclcns Lrndicionnles sobre el proceso
l evolutivo, suponiendo que parn la adult.cz srílo podría hablnrse
ele estnhilidnd primero y de deterioro después, pero en ningún
caso de verdadero desarrollo. DurRnte lus últimas dos décadAs
se hní1 ncumulndo datos que contrildicen est.e modelo de desa-
rrnllo hurnn1io. En primer término, ,c;j bien slg~mns generncio-
nc.c; e.c;LudiRdas podínn dcclinm c:us cnpélcidéldes intelectuales a
partir ele los 30'aiios, tal como sucedió con los grupos de éldultos
r.c:tudiRdo.s en los ai'ios '40, sin ~mb<trgo, se tratabR ele personns
con pobre escolm~z.8ción y d,c b9.io ní\'el profcsi~nal. EsLo pcrm,i-
(.e .sLiponr:r que con generncJOnqsm<:.JOl' cscolnnzndns y con nu1s
clc'vnclos nivi:,les rlc prpfesionn;li7.nción, sus Pxpcricncins como
' 1
1

210
r 211 r:.o
o
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.l.··
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;r.
1' 1 .·
adultos se enriquecerán en lugar de detenerSe. Eupótesic . ~l'gunos investigo.dores actuales llaman de "o.clolescencia forzo-
se,nfirma en que los cnmbios evolutivos y gei:JeraCionalcs clepen,· · sa": Expliqué to.mbién cómo algunos de los factores sociales que
den ele factores histórico-sociales ·que varían ele acuerdo con las. definían la edad adulta con clarid8d en el pasado han perdido
épocas y los lugares. parte cl,e su carácter normativo. Entonces, en la actualidad, ¿qué
. En segllndo término, no todas las dimensiones de la perso- criterios definen la vida adulta para la mayoría de los sujetos?
n.alidad. y l¡¡s conductas cambian en la misma dirección ni 81 Un primer criterio es la ed;d cronológica, que conlleva cam-·
mismo ¡·itmo. En t¡¡nlo algunos aspectos de la conduct::1 tienden
'f
1 bias biológiéos (de madurez biofisiolcígica) con cambios concomi-
n declin::~r a partir de cierta edad, otros pueden seguir una línea tnntes en la posici6n social (finnl de 18 escolarización, n1ayoría
ascendente hasta edades muy avanzadas. El cambio, por lo tan· legal de edad, independencia de los padres, etcétera) y la asun-
t.o, no es unidireccional ni uniforme sino que las diferencias in· ción de nuevos roles sociales definidos como de adultos. Las ca-
dividuales son muy gt8ndes. racterísticas que se requieren para considerar que un sujeto es·
En tercer t.érmino, las diferencias interindividuales en.tre los. adulto dependen de aspectos económicos, históricos y cultura-
sujetos .son nún mns claras y acentuadas en la edad l:ldulta, ya
), les de la sociedad en 18 cu8l ese sujeto vive, y de la singularidad
que en este período la inf1uenci<1 de los acontecimientos s~c'in· j subjetiva con que cada persona internaliza esos form8tos socia-
les es mayor que en la niñez y la adolescencia. Hasta la p~ime­ les ele la adt.!ltez. Quienes hacen periodizaciones en cuanto a la
ra juventud, la m8yoría ele los sujetos estó. sometida 8 cambios .. .vida adulta ~ugieren que habría una adultez temprana, de los
biológicos y soci8les relativamente similares, pero después dG 3.~ a los 40 a~os, durante la cual se exigiría una cierta .redefini-
esa edad las personas siguen caminos familiares, sociales, etcé· .- '' Cl,On .de los rbles de género y de la identidad de género. Esto es-
i
lera, más diferenci8dos. i : • . 1 . 1. ·taría dado porque en el período anterior los sujetos estaban
Todo esto ha llevado a que numerohos autores actuales nie·
guen el valor de l8s hipótesis explicativas totalizadora'~, univer·.
¡
1
predominantemente dentro del sistema educativo, y antes de
forma'r sus propias familias los roles de género no estaban tan ·
tipificados. Pero con C"! acceso ul mcrcnclo de trahnjo, la formll·
SL\Ies, a la véz que insisten en reconocer que las transf01:maciones 1 ¡ ¡,
en la vida atlultn son multiclireccionales y están multica~snda.s.:, l
ción de una pareja y el nacimiento del primer hijo, los roles de
También c9si todos los autores coinci~en en señalar queei1·1í; género se tipificarían más agudamente, haciéndose más paten-
vida adultd los f8ctores más determin<antes de los cambios s~
deben a lRsicircunstancins genemles qJe afectaron 8 cada co'rte
l tes las diferencias de género entre hombres y mujeres. Algunos .
autores, como F. López (1988), señ8lan que es en el período de
generacionbl (por ejemplo, los de la p;sE;Uerra, de los años se- la adultez temprana cuando se hacen evidentes no sólo las dife-
senta, etcétera). T8mbién resultan relevantes los factores bio· rencias sino también las desigualdades entre hombres y muje-
lógicos, tal~s como la menopausia en las mujeres, o el descenso res; 'éstas se encuentran con que tienen menos oportunidades
cid nivel dq testosterona en los hombres, dentro de un contexto para encontrar trabajo, y habitualmente están peor pagadas,
ele significación social, esto es teniendo en cuenta qué sentidos acceden a menos puestos de responsabilidad y de autoridad,
8clquieren ;estos.cambios biológicos para el sujeto femenino o sufren las consecuencias de una distribución no igualitaria de
masculino j:¡ue lds padece. También se incluyen factores deter- las responsabilidades domésticas, asumen la mayor parte de las
minantes t~les c&mo las condiciones cle la vida familiar, laboral, tareas educativas de los hijos pequeños, se les aplica un~ moral
el lugar de residencia, etcétera. . más rígida, tanto en lo referido al desempeño del rol maternal
Anteriormente he planteado las problemáticas de la adoles- como del ejercicio de. su sexualidad, etcétera.
cencia relacionada's con su prolongación hasta alrededor de los ' 1
¡
Con respecto al sBgundo período de la edad adulta, entre los Z?- 1

. 30 o.ños, y con el hecho de que la incorporación al mundo del . 40 y 50 años aproximadamente, la mayoría de los investigadores
! destacan que ésta es la etapa de los grandes logros profesionales
trétbajo es tardía o no se produce, provocando ·el fenórnElno que

212 213

--
·~
o sociales que llevan a los sujetos a sentirse autorrealizaclos o frn- poder. La Teoría ele los Hecnrsos CHesse-Biber y Williamson, ci-
cé\sni:los, y también desarrollan ciertos grados de introspección ., tado por López, 19881 pone de manifiesto el peligro que supone
que los llevan a replantearse su identidad de género. A\, esto se ha
1
considerar las diferencias entre hombres y mujeres como estables
denominado "los cambios de la mitad de la vida~. Entre' estos cam- y dependientes ele factores biológicos y psicológicos inalterables,
bips se pueden señalarÍa)tk disr:ninución hon:nonal (én los hom- y no de factores sociohistóricos. Esta perspectiva serviría al pro-
bres, de andrógenos, y ~s muJeres, de estrogenos), que puede pósito de, legitimar formas de opresión y de ejercicio de poder
dificultar Ja¡; relaciones sexuales; esto se volvería especialmen- entre los géneros. Según esta teoría, el poder de cada miembro
te connictivo si, como oc{¡rre en los adultos de la gen¡ernción ac- dentro del sistema familiar depende de los recursos que posea.
tunl, tienen un concepto de la sexualidad ptedomin~ntemente Los recursos son d~finidos como todo aquello que un miembro
genita1(13) tal como lo planteé en el capítu~o anterih. en una pueda ofrecer para satisfacer la~ necesidades y los objetivos de los
soric.dncf-~onrle el nspecto juvenil es .un valo:r.pred.onlinnnte, la demás. Ca~a sujeto tiene inter~ses, o~jctivoR y preferencias que
ligt.t rn corporn 1 pasé\ n ser \m nspec:to con ni.otfvo de ,hccptnción; de¡¡ea satisfa·cer, y por,ello percibe con más poder a quienes pue-
el oLro rasgo importante de los cambios p'roducidos e'n esta eta- ·dan ofrecer rnás recur4os para satisfacerlos. Los recursos son .de
pa es la toma de conciencia de la temporalidad de la vida y de la ' .'' variados tipos y signi0cados (econ~micos, educación, prestigio
rnuGrtc como una realid<:~d personal. lo cual lleva a nuevas con- social1 atractivo físico,' fuerza Tísi_ca, etcétera) y están estrecha-
siclcracionés acerqa del tiempo, del significado de cada edad e mente relacio,nados eón la edad y los roles de género. En relación
incluso del sentidb de la vida. Dentro de este contexto, los gru- con la edad, puede representarse comó una curva invertida: los
pos de mayor ries~o para experimentar o no satisfacción perso- recursos aumentan progresivamente hasta, aproximadamente, la
nal estarían representados por aquellas mujeres que se han mitad de la vida, para iniciar una lenta declinación hasta el final

¡ centrRdo predominantemente en la· crianza de ¡¡~ijos y para


quienes es difícil encontrar un nuevo proyecto de ¡:v~~,j; en el caso
del ciclo vital. Dentro de las familias nucleares, los recursos de los
padres (económicos, ~e status profesi'onal, etcétera) suelen
1 de los hombres, el mayor riesgo en cuanto a la dificultad de sa- i
1 incrementarse en las prHmeras'déCadas de la vida familiar, lo cual
tisfacción personal está en el grupo que hace balance respecto coincide con que los hi,jos, aün pequeños, carecen casi de recur-
1
de sus logros laborales y de las posiciones de poder y ele autori- sos. Se van estabilizando y disminuyen a partir de Jos 50 años,
1
j
¡ dad que han obterido. 1 cuando los hijos han crecido habitualmente lo suficiente como
j
i
Algunos 21utorcs sostienen que después de este período de la li para ver incrementados sus propios recursos. La vejez conlleva
mcdi;na eclacllos roles de género tienden a flexibilizarse: los hom- 1 cas·i siempre la pérdida de recursos, y la necesidad de cambiar su
1 rol con los hijos, pasando a depender de ellos en muchos casos. En
bres tratan de dar nuevos significados a las expectativas sociales
1'
o laborales que anteriormente recaían sobre ellos, y las mujeres , 'cuanto a las mujeres, este cAmbio parece más llevadero que para
1 los hombres, pues en muchas circunstancias las mujeres de esta
buscarían nuevos sentidos a Jos interrogantes sobre su feminidad
j' antes basada primordialmente en los roles maternal y domésti-
co. Varios investigadores afirman que se i:niciaría un pn;ceso
, , generación pasan de depender del marido a depender de los hi-
, jos, Actualmente algunos grupos de gente de edad están modifi-
f 1
hacia la conformación de una personalidad más .androgénica, es, cando p).l capacidad,: de autonomía, que aumenta, a la vez que se
~ 1
observa un cambío..en las mentalidades de los hijos, que se sien-
decir, irn perdiendo peso la especificidad de funciones asignadas
1
a
por género hombres y mujeres, haciendo que unas y otros reú-.'! te,n meno~ obligados a respor<sabilizarse de proveer cuidados y
nan en sí características consideradas como propias de uno u otro atención personal a sus padres mayores. ·· ,.,
género en nuestra sociedad. Sin embargo, tal hipótesis supondría , , . .-- Los recurs(Js dispon'ib.les implican fuentes de poder dentro ..de
\. ~'1 familia. EL balance de las relaciones de poder a lo largo del
cierta naturalidad en las diferencias -y las desigualdades- entre
los géneros, y no ofrece explicaciones respecto de las rela~iopes de ciclo vital remite a·los roles de género que fada miembro de la
' 1 ¡ •

214 215
f'amilia desempeña, y la utilización o no de los rccur::;os dispo~ nar su nivel de satisfncción vital de acuerdo con tales expectati-
nibles en el ejercicio de sus roles de género. En el caso de las vas. Estos controles sociales ofrecerian regtHaridades relaciona-
mujeres, los recursos considerados co¡no propios (atractivo fí- das con las normas sobre la edad y la conclGcta apropiada para
sico, capacidad de ofrecer apoyo afectitm, etcétera) son perece- ellas, lo cual a su vez provee una gran rn8dida de predictibilidad.
deros y gu~rclan una relación menos !directa con el poder: se Define e~te conce,pto como "el ciclo vital normal y expectable",
tn\t.a mas bien de recursos de 'inf1uenda que de poder. Diferen- : caractenzado porque los adultos tienen internalizadas expecta-
cinmos los recursos de inf1~éncia de los recursos de poder en :tJvas consensualmente validadas sobre la secuencia de los ma-
que mediante los primeros selpuede incidir de manern in'direc- .. -· yores~vento~ ~e su vida, no sólo aceren de cuáles deben ser sino
tn y no siempre decisiva sobr~ las maneras de pensar, sentir y. tan.1~nen de como.~?he~ _ocurrir. En In adultez, habría una acep-
nctunr de otros sujetos; los r~cursos de poder disponen de lns• tacJOn Y una antlc1pac10n de la secuencia inevitable de los he-
hcrrnmicnta~ necesarias para decidir y' actuar, y de lograr que . th,o~ que l~ deben ocurrir a una persona al crecer, envejecer y
otros sujetos también lo hagan (por ejemplo, recursos legales, , · monr. Segun es taputora, se es adulto cuando se comprende que
sn ni ta rios,-econórn \e os, etcétera), el ¡::u~so de la ptopta vida es similar al curso de las vidas de los
1

De acuerdo con algunos estudios citados por F. López, comd clemas, Y que lo P.•;untos decisivos a lo'largo de ella son inevita-
cabe esperar de la aplicación de esta teoría, en los vínculos co~!, bles. D~sde est pynto de.vista, sostiene que los eventos norma-
yugales es el marido quien tiene más peso en las decisiones sig- les ~ expectabl S de la VJda no deben en SÍ mismos COnstituir
nificativas, a la vez que demuestran cómo, cuando la esposa,' c.ns¡s; el.ca~am.ierlto, la paternidad, la menopausia, la abue- ·
dispone también de los recursos más importantes (por ejemplo,'· ' hdad, la Jubtlactón, etcétera, serian puntos decisivos normales
trabaja fuera del hogar, gana más dinero, tiene un elevado sta- q~e se.establecen a Jo largo del ciclo vital, y que producen cam-
tus social, etcétera), pasa a desempeñar 1.!-n rol más decü\ivo e,n biOs en el senti?o de la identidad, marcan la incorporación a
.ln toma de decisiones. Cuando ambos ll~g!?ln a la media -edad·-~) ~-ue~os roles soctales y precipitan nuevas adaptaciones, pero en
y los hijos dejan la casa, paree~ necesario realizn.r un renego-. __ ; s.¡ m1sn10.s n·o son hechos criticos que puedan cuestionar el ilen-
ci<~ción del sistemR de relaciones en la pareja. Si esto .1 e tld'o de continuidad del self. Al estudiar lo que caracteriza como
con el final de la carrera del marido, o con su jubilación, las re- ''patrones de acla,ptación" en mujeres de mediana edad ante la
lnciones de poder tenderán a hacerse máR igu<~litarit~s. n:~nopausia y el cambio de rafes que sigue a la partid'a de los
EstE\ teoríR deja de lado la importancia que tienen los víncu- htJOS del hogar, Neugarten encontró un gran número de varia-
los afectivos. especialmente los de enamoramiento y apego en la bles psicológicas Y sociales que incluían medidas de ansiedad
propiR dinámica del poder dentro de la p<~teja, que lleva a que sa.tisfacción vital y autoestima. Los resultados que halló le ,per~
le\ persona más enamorada o de muyor tendencia al apego sea m_1ten afirmar que la enorme mayoría, superior al 80 %, atribu-
la más dependiente en las reLaciones de poder, y a menudo la yo a la menopausia poca o ninguna importancia como factor de.
más dispuesta a ceder espacios en estos vínculos, en nombre del cambi.o_y discontinuidad en la x:ida de las mujeres, y que sólo
sostén del vínculo afectivo. aparee1a como trastorno cuando no lo percibían como un hecho
Los estudios de una investigadora norteamericana, B. normal Y natural. El mismo criterio aplica a los hombres ante
Neugarten (1975), destacan que habria una dinámica de tran- laju~ilación, fenómeno que, lejos de implicar una crisis p~ra la
sición desde la mediana edad hacia la vejez, y pone énfasis en . ',\ 1denl!da~ rnasculin~, seria un hecho normal y expectable que no
los procesos de adaptación. Afirma que las normas y las expec- . acarrea~a. de por .st una pérdida significativa. Afirma que los
tat1vas sociales relacionadas con la edad operan como siste.ma. acont~c.Jmtentos VItales expectables pueden precipitar reaccio-
de control social, con incentivos y frenos sobre las conductas, y nes_cntJc.as en al~mas personas, especialmente An aquellas que
que los sujetos tenderian apercibirse a sí mismos y a determi-
. '
,'•
estan ~aJo a~enctón profesionA.l por su salud mental, pero que
'

216

·¡
.1 ~·
1 :
esto ocurriría sólo en una minoría. Su hipótesis es que si los nicas en el contexto ..dt< psicoterapias psicoanalíticas permiten
hc·cl1os pueden ser anticipados, el trabajo de duelo se realizará ·comprender que, en el .caso de los hombres, si bien uno de los
nclecuadamente y la resolución podrá lograrse sin que se inte- , conflictos para claborar'.es el destino de sus impulsos hostiles,
rrumpo el sentido de continuidad del ciclo vital. ~on los aconte-. otro de sus problemas básicos reside en resignificar su deseo de
ceres vitales que no se anticipan los que,' a su juicio.
1 '
1 1
ser reconocido y amado por otros hombres. Pareceria que la raíz
clcsencndennrían estados de crisis. de es,te conOicto se encontrara en la temprana infancia y se
En un estudio realizado por Nancy Datan (1995) sobre mu- agudi.zarn en la adolescencia, cuando los muchachos sienten que
.Írl'C'é' ele mcclinnf\ edad en Israel, en cinco subculturasisraelíes 1 9US pRdres Se nlejan del VÍnculo amoroSO COn SUS hijos varoneR .
que :1bnrcnban desde modernas inmigrantes ccntroetn'opeas l':slo los' dejaría en condiciones ele orfandad paterna, un fenóme-
hasta las tradicionales habitantes de vill6rr1os 8rabe-musul- no que es .ampliamente descrito por E. Badinter (1987) en los
mnncs, lns conclusiones señalan que el dilmna de la mediann' hombres de ,'la actualidad como efecto del f.atri~rcado sobre los
l'd!H.l parn esas mu,icres c~nsistín en ln transición cu,ltural. v.í1,1culos fRmilif!rl)s. f)i bien cita nlg-unas i vestipaciones donde
Tanto aquc11us m::ís tradicionales como las.más inn~vndoras no , se destaca que lay~oblemática principal entr~ padres e hijos
tc!ndrían conflictos acentuados en la mediana edad, asociados sería l,a del vínculo hostil, finalmente enfatiza que más que de
a la menopausia. Las mujeres que padecerían las condiciones la hostilidad en el VÍnculo de lo que se qu~jan ¡¿S hijos es de la
de la transicionalidad sí en cambio sufrirían conflictos, espe- ausencia pat~rna en el hogar, no en el sentido ~itera! sino que
cirtlmonte· estndos depresivos. Sus hallazgos son consistentes la ausencia se ref1ere a padres presentes enjel hogar, pero
con los que describo (Burin, 1987) cuando me refiero a la cri- "fantasmales", afectivamente ausentes en el aspecto amoroso
sis de la mediana edad en las mujeres. Más adelante volveré del vinc;ulo con su h~jo. Esto determinaría rasg9s de la subjeti-
sobre esta problemática. vidad de los hombr~s que requerirían un proft1-ndo trabajo de
, Algunos investigadores han focalizado su atención en la pro'- reelabornción cuando los hombres llegaran a la:mediana edad.
blemnticet de la crisis de let mediana edad en los hombrc·s, tal com0 1
Si bien estoy clesbribienclo fennmcnos relativos a crisis vita-
lo hizo E . .Jacques (1966). Este psicoanalista inglés <:lfi1·ma que la le.s.evolutivas dentro del contexto familiar, con un corte por gé-
.crisis de esta etapa vital se manifiesta en el traqajo creador. Sos-
'1 T)ero y generRción, sin embargo existe una tendencia en nuestra
tiene que en la veintena y la treintena el trabajo creador de los 1 cultura a'medicar estos-conflictos, de modo tal que cuando hom-
hombres tendría una modr:didad exalt.ada, intensa, espontánea, bres Y mujeres percipen su malestar como efecto de esta condi-
y que surge con fncilidad. P~ro hacia el final de la treintena;apn- ción, suele.n acudir al médico para su consulta. En estos casos,
rece una modaTidnd que describe como "escul~óricn", con rrjayor la prescripción abusiva de psicofármacos reáúlta una de las con-
lenticud entre la inspiración y el producto tertninado, con elabo- secuencias no deseadas de esta "medicalización" de los conflic-
raciones y reelaboraciones sucesivas. EjempliÑca esta modalidad tos debidos a la crisis de la mediana edad.
de\ trabajo masculino citando a artistas plásticos y hombres de Los psicofármacos son drogas legales, de fabricación permi-
letrGS. Según Jacques, la elaboración de la crisis de la medlana tida y de distribución lícita. A grandes rasgos se pueden carac-
Ni:1d exige una reelaboración de la depresión infantil, peto con 111')¡ terizar los ansiolíticos (remedios para combatir los estad¿s de
i.nsi,qht maduro de la muerte y de los impulsos hostiles; En \.a' ,, ansiedad), los antidepresivos (aquellos que actúan como esti-
mediana edad se resignificarian los conflictos in.fantile.; con 1!'1 r,nulantes) y los hi¡Jnótícos (utilizados para contrarrestar el in-
hostilidad, y su elaboración pennitiría que esa crisis vital fue,se.' somnio). Su empleo extenso e indebido es causa de honda
''
transitada con mayor o menor éxito por los hombres. ' preocupación en "·urios países, incluyendo la Argentina, a par-
Algunos grupos de reflexión realiz~dos en nuestro medio con tir de los años '80. En un €Gtudioque he realizado a fines de los
hombres de mediana edad así como afgc.lnas observaciones el~- · . 1 :80,junto con E. Moncarz y S: Velázquez (1990), hemos detecta-'
,•¡
!1
1

'!'
218 219
do las actitudes sexistas con que los agentes de d<dud, especial- crita. Poro en gener<Jl nuestro shtema de salud no contempla
mC>nte los m~dicos, prescrib~n e~te tip~ ,de med1came~tos. Un otras alternativas para la consulta do ep,tas mujeres, cuya situa,
ejernplo de elsta act1tud de dJscnmmac10n deb1cla al gen·:::ro se ción se agrava por el. hecho ele que, aun cuando reciban la pres-
observa en!~ siguiente práctica asistencial: ante el mismo tipo· cripción de un psicofármaco, no estarían en condiciones de
de consulta que r1'alice una persona de r:nediana edad, suponga- comprarlo.
mos entre lo~ 45. los 50 años, por ejemplo, a un médico clínico, Con respecto a L:is mujeres de sectores medios, si bien la
por trastornos en u deseo sexual, por sentirse desganadas y con "medicillización" es también casi una constante, suelen realizar
dificultad para levantarse a la mai'lana, y con escasa motivación un recorrido más ext~'nso visitando primero al médico clínico o
pnra conectarse con amigos y familiares, la modalidad de aten- al ginecólogo y despué~ al psiquiatra, para recibir, finalmente,
ción es diferente según se trate de un hombre o de una mujer. respuestas similares. A ·pesar de la cri,sis económica, las muje-
En el primer caso, el médico lo escucha con más atención, lo in-. res de sectores medios co~servan todavía la actitud de cuidar su
tl'rroga más n fondo, le pregunta cómo se iniciaron sus síntomas, salud mediante el uso de remedios prescritos por el médico.
cómo son sus condiciones de trAbajo, su sexualidad, s~ o,ci,o; pro- Suelen complementar o reemplazar el uso de psicofármacos con
hnblemente le sugiera que cambie sus condiciones laborales, que alg\ma otra forma de atención de su malestar, como psico-
organice mejor su ocio y que realice cambios en su sexualidad, terapias, :gn~pos de variada índole, gimnasias, dietas, medita-
y muy en última instancia le prescribirá un psicofármaco. ~ero ción, etcé'~era. Sin embargo, aunque disponen de una mayor
en el caso de la mujer, probablemente la escuche poco, la mte- variedad ,de recuqos, la presencia de los psicofármacos o algún
rrogue menos, quizá se interese apenas por sus condicio'nes de otro rem~dio equi~alente es muy frecuente en el procesamiento
LrRbajo, especialmente si es ama de c;asa, y tal vez le sugiera que que las rnpjeres realizan de las situaciones de crisis en la me-
lo que le ocurre es normal y esperable para su edad, que segu- diana edacil.
rRmente estará premenopáusica, y le indicará un estudio hor-
monal para corrobora-rlo y poder medicarlá, al tiempo que
probablemente le recete un ansiolíticq o un antidepresivo. Este MENOPAUSIA
fenómeno, que se observa en casi todo~ los países estu<;liados en
contexto de medios urbanos, tanto ~n los más desarrollados Lameh 1op>~usia c~se
en su acepción estricta significa el de las
como en los subdesarrollados, revela ~ue las muj-eres de media- reglas me~~dos. El discurso·médico la enmarca dentro de un
na edad constituyen un grupo de riesgo para el consumo abusivo período mucho más amplio, de límitPs no demasiado definidos,
de.psicofár~acos. En nuestro país, los datos con que contamos al que también se denomina "climaterio": Investigaciones actua-
son fragmentarios y dispersos, si bien estudios recientes reve- les indican que la edad promedio de aparicibn de la menopau-
lan que en la provincia de Buenos Aires dos de cada tres habi- sia es alrededor de los 50 años; cuando sucede en torno a los 40
tantes consumen psicofármacos. Los estudios no contemplan la añ(i)s se llama "menopausia precoz", y más allá de los 55 años se
especiftcidad femenina en el uso de esta¡; drqgas legales. Un . define como "menopausia tardía". La OMS caracteriza el
corte por nivel económico-social.sugiere .qLie las mujeres de sec' .' cl,imaterio' éomo una fase de transición entre la etapa repro-
t.ores mc\s bajos tienen mayor probabilidad de ser medicadas que . düctiva y la no reproductiva. En la Argentina, de acuerdo con
las de otros sectores. Son m u~ eres que acuden, en primer .luga;·. los últimos censOs nttcionales, casi el20 o/o deJa población feme-
n los servicios de guardia hospitalaria por registrar estados d7 · nina estaría en:]a edad del climaterio. Hasta épocas recientes
m<}lestar, bajo la forma de t~astornos psicosomáticos, y suelen, la menopausia fue m6nopolizada por el discurso y las práCticas
recibir la prescripción de un1 tranqLlilizante. En ocasiones son rnéc\icas, en parte debido alos hallazgos de la medicina que con-
derivadas al psiquiatra, que refuerza o varia. la medicación pres·.. tribuyeron a extepd1r el período de vida útil de las mujeres más

220
1,,

nllú de .fnl período reproductivo, a los avances do l<t indus\ria


l'r(rrnacéuticn después de la Segunda Guerra~rundwl Y a lt~rso­
el irlc::lm;Jtcnl:ll.l'!('r··tcTn. cr1lugar ele In noción de instinto mn-
tr,rnal .
lísticación que han adquirido ciertas herram1entas de la medi-
cina para el diagnóstico y el tratamiento d.e algunos trastornos, . La ~111yorín dP.los c::;tudios psiconnalíticos sobre la men'opau-
hom10nales. Es bnstante reciente que la menopnus1a, entend1~, 818 enfRtJzan la noci6n ele pérdida ele una condición anterior
'el~< como problemática, sea percibida y tratadn m~cliante otros. <lSOClacl~ 11 !.a funcir\n rurroductom, Los connictos son plantea~
dispositivo¡;, flocialcs, psícológicds, etcétcrn, y no como una en.- , dos en Lrnnrn~s.d~ movilidnd o dPtención libiclinal (por ejemplo,
r·l'l'mectnd que debn ser medicada. · . IJ movr!Jdno llbJdJnnl que n.socin In ,c;cxtwlidad con la materni-
Los estudios psicoanalíticos clásicos 8Cercn de las muJere.s , d~n ), trm<Rf~rmnciones pulsiona les (por ejemplo, la transforma-
ele mediann edad también enfatizaban (la pérdida de la capac1-. c1on de p~lsw.ncs nmorosas en hostiles), juegos identifica torios
Vé\nndos, 1luswnes ele complctud narcisíst.ica, etcétera, Muchas
dn. d reproductora y, junt'o con.ella, cier,t,a·ir'nnmovi.l.iclad p;;íqul-
L':1 que impe.dirín a lns muJeres segu1 ·desn¡¡ollando,su
nutorns clcstac<Jn In rcsignilicncif)n ele! vínculo hostil con In
· rnn·clre, Y la repetición de connictos correspondientes a la puber-
,,uhjetividad. He lene Deutsch (194~) .s6st en~ que los .trastor-
nos psíquicos de las mujeres chmatenc~s 1senan J~Cv1tables, Y t!ld~ la menarca. Los discursos parecen centrados en la preser-
1

:-; 11 pone quP sus c<H8cterísticas e intcns1dfld esté\qar< d,ete.rml:


vac10n de ~na orga~ización pulsional previa a la menopausia,
nadas por la estructuración psíquica temprana ele la fTlUJCr Y:' cuyo ~arad1gma sena el deseo maternal. Para ello, las mujeres
})Or sus conflictos infantiles. Otra psicoanal1sta, !· Ben:dek clcbenan adoptar una posición de resignación y de renuncia lo
cué\1 favorecería.mayor fluidez pulsional y un acrecentamíe~to
( 1945), se opone a esta hipótesis y afirma que. el clima ten? no
de las posibilidades de la sublimación~
puede privnr a la mujer de lo adquirid~ durante su ma~ur:z
psicológica y a trGvés de vínculos afectivos.; por el con~ran?, '. Tant_o el discurso médico como el psicoanalítico hacen
'sostiene que la desexualización de sus .~moc10nes pue~e serv1r hmcarie en los riesgos para la salud' que entraña la menopau·
R la mujer nwdura para encarar sus telaciones afectJvas c~n Sia; e~ tanto el discurso médico destaca los riesgos de osteo-
mnvor serenidad, ménor conflictividad, quedándole .ademas poros1s Y el~ trast7rnos cardíacos debido al déficit estrogénico,
la perspecbva psJC08n8lítica agita amenazante la imagen de
en6rg1a libre que antes estaba ligada erótice1mente Y..que aho-
ré~ le facilita una nueva relación con su entorno socwl. En la n:ujercs con trastornos de carácter y personalidades distor-
Argentina, una psicoanalista pio~era, Mari e. Langer (Langer, sionadas por efecto de inadecundas elaboraciones psíquicas
ante la pérdida. ·
1964), 3 firmtl que en nuestra soc1edad un chmnteno llbre de
trastornos y de reacciones depresivas serí<~ conpiderndo como Nueva.c; perspectivas acerca de las condiciones de salud de
t~lgo excepcional, sugiriendo que existen po?~t:oeos factores so·
lé\.s muje~es Y de sus modos de enfermar sugieren que los con-
ciales e históricos que favorecer1an la apanc1on de los trast?r- ceplos clas1cos acerca de las mujeres menopáusicas deberían
nos psíquicos en este grupo de mujeres. Sin emb~rgo, enfatiza ser re~1sados. Entre los nuevos enfoques se encuentran los
que existiría un requisito para que la menopa.u~\la fuera tran- Estudios ~e Género, que analizan no sólo las relaciones de po-
sit8dn menos conflictivamente: "que lps muJ~res no queden der tradJcJonales entre el sistem¡¡ ele salud y las mujeres en
frustradas en sus instintos maternales, para q~~e pue?an su~ tanto pRcientes, sino tilmbién los dispositivos sociohistóricos
blimarlos Juego, adecuadamente, en su trabajo i· No d1scutJre por los cuales las mujeres se tornaron sujetos fragilizados,
vulnerables, seres enfermizo.¡; a quienes habría que cuidar me-
aquí el recurso teórico que apela al "inf.tinto m,.;tternal" _de las
d1ante la "medicalizac~ón" de:sus conflictos. ·
mujeres pues está ampliamen~e _deb.atJdo ~n {¡)tros capttulos.
Sólo recordaré ahora que esta htpotesJs ha stdo·muy controver· · . Deb!da a que los primeros' sucesos de la menopausia su e len
tida a la luz de estudios de género tales com? el deseo ~ate~al, co:nCI~Jr con la mediana edad. en las mujeres, centraré mi des-
cnpcJOn en la llamad,a "crisis de la mediana edad",
•1 l.'
!
222
223 ""'
El concepto de crisis tiene ima doble acepción: n) conlleva la reproductora, imprimen en la subjetividad femenina la necesi-
iden de ruptura de un equilibrio anterior, acompai'lada por la '1 dad de otorgar nuevos Gentidos a su cuerpo en transición. La
""sensación subjetiva de padecimiento; b) comprende la posibili· 11 reOexión crítica en estos casos podría encontrar un buen eje de
dad ele ubicarse como sujeto activo, criticante, ref~rmulando el anólisis nlrededor ele las relaciones ele poder con el género mas·
equilibrio anterior. · tulino, que prescribe y legitirniza las representaciones sociales
Ln ednd media de la vida describe un amplio período dé. la femeninas; y con el género femenino, que se sometería a seme-
vidn. humn.nn que no ostrí dcl.ineado por hechos dcmarcalorios .innle ejercicio de poder, oponiéndolc escasa resistencia. Sería
clave en su comienzo ni en su declinación, pero. a grandes r'as- interesan Le la reOexión que aporte criterios estéticos novedosos
gos, puede considerarse que se inicia alrededor de los 35 años y parn las mujeres maduras, y no sólo calcos forzados de supues-
'dura hnstn alrededor de los 55 años. Ya señalé que las mujeres tas bellezasj~vcnilcs como criterios hegemónicos. '
ponían en crisis el sistema de identificaciones con las cuales, .
. hasta e~-:;e momento, habían configurado su subjetividad. Tam- bJ En relación con los padres, las mujeres de mediana.edad
bién me referí reiteradamente a cómo en. la cultura patriarcal se encuentran con la realidad del envejecimiento, quizá la en·
el sistema do iclentiftcaciones predominante' para las mujeres • fermedad y hasta la muerte probable ele 1.mo o ambos progeni-
· · org::miza su feminidad alrededor de .la .fertilidad ·y, la ~aterni- tores. El t~abajo de duelo por pérdida de los padres juveniles
( 1) ~.dad. En estas circunstancias, la crisis de la mitad de la·vicl<\ implica tia reconocer la de aquellos padres de su infancia o de su
··:__-)puede asumir dos características: porunR parte, pue?'e con· adolescenda con quienes padeció conf1ictos no siempre fáciles de
''
"' figurarse como una crisis negativa, plena ,de sufrim'ientos, resolver, y ~ue se resignificarian en este período de su vida. Un
donde el sentimiento prevaleciente sería de pena y dolor ROl' elemento clave para la elaboración de este duelo consiste en que
la pérdida, rasgos prop'íos de los esbdos depresivos. Otra. al- la$ mujeres de mediana edad pongan en marcha el deseo hostil
ternativa posible es asumir una posición subjetiy8 0ctivz¡ an.te diferenciador, otorgando nuevos sentidos en particular al víncu-
este estAdo, cRrGcterizada por reorganización psíquica, cu~s'·· lo con la madre. La frase tan conoc.:ida entre las mujeres· de me·
tionamie).to ante las propias contradicciones y copflictos, 'r'ne-'. · ,1 dir~na edad "yo no quiero ser corno mi madre" implicaría la
di ante una actitud de reOexión criti:ca. Esta posición. de sujet9 ·,•1 ' necesidad de esta diferenciación, de este recortamiento. Pero
crítico an;te el resquebrajamiento de f?U sistema de identifica,t;io-. corno ya lo hemos destacado, ésta es una problemática difícil de
nes y de !su reorganización pulsion*l,: tal como lo describí en' elaborar para las mujeres de mediana edad, ya que existe un
1987, requerir<\ la puesta en marcha del deseo hostil· y del j,ui- vacío representacional para lns mujeres de nuestra cultura so·
cio críticd. bre: qué posiciones subjetivas y sociales ocupar cuando llegan a
CuanÓo aludo a la situación de pérdida que padecen l:1s la mediana edad.
mujeres 9e mediana edad, considero que se pueden focal izar los
siguientes procesos de duelo por las siguientes pérclidos: a) del e) En cuanto al duelo por pérdida de los deseos y los ideales
cuerpo ju\,en i1; b) de 1os padres juven i1es; e) de 1os deseos e idea· jrweniles, la mayoría de las mujeres R las que me refiero han
les juven)les. i ' ge·stado deseos e ideales fuertemente orientados a la construc-
1 i 1 ' • '
ción de una pareja y una familia. Por otra parte, también han
~1
a) En duJLo ¡;w.r.pérdida del cu~rpojuuenil, la~ mujeres de creado ideales destinados a su desarrollo personal, intelectua-
mediana edad seenfrentan con el cambio de su imagen carpo-· les, económicos, artísticos, etcétera, para ser desplegados en
ral como uno de los elementos clave del sentimiento de pérdida. otros ámbitos má,S allá del contexto familiar y doméstico. La
En estos casos, las representaciones sociales acerca del cuerpo propuesta freudüina de.. "amar y trabajar" ('1930) como fórmula
femenino, con su énfasis sobre la be)leza juvenil y la capacidad que acercaría a los suj~tos de nuestra cultura a condiciones de
224 225

,.:
1
1

1
b!enesLar psíquico, entra en crisis en el caso d.e la~ mujf?res ele lec:cionar como su.Jdos para mi muestra <1 mujeres que hubieran
mediana edad, ya que 1~ cultura patriarc~lll~ organiz~do sus tenido oportunidades educativns de nivel superior, y que hubie- ·
deseos amorosos en torno del amor mater~al, y sus ide~les de r<~n estado Ln.!J«.i<mdo con riLrno y cnnLinuidad en los últimos 20
tr8bajo alrededor del trabajo reproductivo.iLn;necesidad de dar :1 2G nños. Se clcsempeñnbnn como módicas, arquitectas, psicó·
nuev<~s significaciones a sus deseos e ideales lleva a muchas logas, biólog<J.s, oclontólogns, economistas, docentes, etcétera, en
mujeres de mediana, edad a tratar de recuperar aquellos que en cli\·cnms organizaciones lnhnrn\es (lwspitales, universidades,
su adolc.c;cencia y su primera juventud fuerom significativos, y· l;dJOruLorios. cmpresRs), <.1un r:unndo vnrins de ell<1s Utmbién
que habí<:tn quedado reprimidos o p?stergactns <11 llegar 8 la rjercí«n su profesión de f'ormn independiente. Para analizar sus
<1dultez. Cu<1ndo hac~n este trabajo d .e reorgarizRción subjeti· estados depresivos tuve que dcsr.nrtar la hipótesis de la meno-
1
v<1, este grupo de mt\)eres encuentra que la 8liesta en m<1rcha pnusia como fncto1· clcprcsógcno, rucc: algunas de ellas hnbían
del deseo hostil y del juicio crítico asoci<1dos a;ostns resignific<i· tenido menopnusias precoces <~lrocleclor de los 40 <1ños, de modo
ciones les permito genemr nuevos deseos, tales! como el deseo de que en el momento dcd estudio ,vn hnbínn pasado lO años do
i"ilber y el de<ieo de poder (Burin, Hl87). Est.os.rlesros·, que Rr'1tes ' oqucl sucef'o y no podí<1 cons.idor«rsc relevnnto. También tuve

L""'
l18brízu1 sido desplegados fundamentalmente en el ejercicio de CJllO descartar la hipótesis del "nido vacío" debido n que, como
sus roles de género como madres, esposas o arnas de casa, r.e· · ·eran mujeres de carrera, muchns ele ellas habían formado su
quieren nuevos destinos para St.l despliegue e.n 1<1 mediana ed.:i9. rnmili,a tardínmente, de modo que en el momento del estudio
do "'flexión de mujoc,, y l~s psicotempias qu~'·i.h­ tenían hijos pequeños o púberes. Sin embargo, existía una con-
rporan la perspectiva de género, les permiten crear ho_rizon· dición .común compartida por todas ellas como factor de· Í
s m8s amplios para que puedan otorgar nuevos sent1dos a presógeno: el "techo de cristal" en sus carreras laborales. As~1se. . '.
tos deseos e ideales en transición. denomina a tina supérficie ,s-uperior invisible en la carrera !abo·
ral de las mujeres, difícil de traspasar, una barrera que les im-
pide seguir avanzando (Butin, 1996). A partir de Jos estudios .
Estados depresiuos. El ((techo de cristal" realizados desde la perspectiva de género, que indica cómo a
cúlt~aj construye semejante obstáculo para las m~t·
Anteriormente expuse una hipótesis acerca de los estados (_~e'res, me.he_pr.eocupado por estudiarcuáles son las condicion
depresivos en mujeres de medi¡;¡,na edad, relacionados con los de construcción de la subjetividad femenina que hacen posibl
roles de género femeninos tipificados en nuestra cultura. Dis.til1· tal imposición cultural. He hallndo que parte del "techo de cris-
guí los roles ele género tradicionales, tales como los de madr;r~, tal" como límite se gesta en !u temprana infancia y adquiere una
esposa y ama de casa, de aquellos no-tradicionales, como el r~bl dimensión mñs relevante a partir de la pubertad,. Los rasgos
en la comunidad, el rol sexual extraconyugal y el rul de trabaja-, 1 '
encontrados permiten comprender la doble inscripción del techo
· dora extra doméstica remunerada. Un estudio que realicé sobre. ,1 (' de, cristal: como rea.lidad culturo] opresiva, y como realidad sub-
2~0 mujeres de 48 a 55 años en la ciudad de Buenos Aires 'Y 'su· jeti'va decepcionante.
conurbano tuvo como objetivo averiguar a qué se debían lop es- · 'Algunos rasgos del "techo de cr,istal" son los siguientes:
tados depresivos. En este grupo de mujeres sabía po~ estudios.,
anteriores que los roles de género tradicionales hab'Ían sido ca- • a) l,a;¡; responsabilidades domésticas
racterizados como potencialmente_depresógenos, ya que confi-' ' ' i
guraban un "piso pegajoso" [sticky {loor] del cualles.resultaba, La de'dicaciórt' horaria O.e los puestos más altos en la mayo-
difícil desprenderse; esto se configuraba pa\a la mayoria de ellas , · 1ia' de lo<? espa.~ios
'
la'b()rales

está diseñada por lo general de!Jtro
como factor depresógeno. Tales antecedent~s me llevaron a se·. de un universo de trabajo masculino, e incluye horarios que

226 '227
1
~1,
¡1

1-wbitualrnente no están disponibles prtra las mujeres -por ejem- hora de f"vuluarlos. ,En estos casos,·en los cr;iteríos ele evaluación ·
'' 1
plo, horarios vespertinos o nocturnos- dado que, por lo general, utiliz.Rdos, se califica por igual el nivel del excelencia obtenido
este grupo de mujeres también desempeñan roles domésticos como cualificación 'por las mujeres, con el1nivel ele bueno obte-
como madres, esposas y amas de casa! En la investigflción men: nido por los virones. 'Esto constituiría un ejercicio de discrimi-
cionada al principio, el grupo de mujeres definidas como transi- nación laboral en perjúicio de las mujeres.
cionales en su desempeño laboral ha ¡reconocido los límites del
"techo de cristal" y realizad6 enormes- esfuerzos tratando de,; e) Los e:~te;eotipo.~ sociales
superar tnles limitaciones, u~ilízando recursos muy diversos; en
·. su mayoría, uno de los efectos de tal esfu'erzo consiste er¡ pade- Algunos estereotipos que configuran el "techo de cristal" se
'-)cer de estrés laboral. ¡ ·. - ' formulan de la síguicnte manera: "Lns mujeres temE.ln ocupar
El cntrcnnmicnto prédorninfinte de lns mu.ieres de este gni; posiciones ele poclcr'', "A las mujeres no !oH inLcresa ocupAr ~lOS~
p0 de Pdnd en el ómbito doméstico, en lqs vínculos humanos con tqs de responsabilidad", "Las mujeres no pucclen afrontar situa-
predominio de la afectividad, con relaciones de intimidad, con ' 1 ciones difíciles!q\)e requieren actitudes de autoridad y poder".
el acento puesto -en las emociones cálidas (ternura, cariño, odio,' Estos estereoti:pos sociales inciden en la carrera laboral de las
etcétera) estaría en contraposición con el mundo ele! trabajó m'ujeres·, hncietdQ que se vuelvan inelegibles para puestos qué
masculino, donde los ·v1nculos humanos se caracterizarían por requieren auto ic(~d y ejercicio del poder. En el grupo de muje-
un máximo de racionalidad, y con afectos puestos en juego me·',· res estudiadas,, t~.\ estereotipo ha sido intemalizado de tal modo
dinnte emociones frías (distancia afectiva>ndtfer•ü1Ci1!;--Ttcéte-, por ella:s mism'as:i que casi sin cuestionarlo lo repiten como si
ra). Las mujere~ caracterizada~ como(t~adicio~ales)>u:lerl' fuera resultado de elecciones propias. s'in embargo, afirmacio·
encontrar muy dificultoso el pasaJe de un_t1po deymcu'faClOh al nes tales como "a mí no me interesa ocupar posiciones de poder"
otro; por lo géneral, considentri inaceptable camb_iar sus modos
. ~ -~
se vert ~enfrontadas con otras actitudes en las que, contradicto•
clásicos de vinculación, y renuncian a seguir avanza~n'en s.:ls. riamente, desean asumir trabajos que les representen poder,
cRrreras. Las mujeres caracterizada~ como innovadoras uelen 'autoddad, ·prestigio, reconocimiento social, etcétera. En tanto eÍ
identificarse con el modo de vincula'ció,n_ masc'::01' querido' grupo de mujeres tradiciorJ-ales parece refugiarse más en aque-
para seguir adelante en sus carreras laboraleS, estableciendo ll8s afirmaciones, las mujeres ngrupadas como innovadoras
utHl dicotomía entre sus v-ínculos en el ámbito doméstico y los ·admiten sus connictos y tratan ele enfrentarlos con recursos
del ómbito laboral. El grupo mayoritario está localizaclo erit'i-e ·variados 'cada vez que acceden a tales puestos de trabajo.
las mujeres caracterizadascomo transicionales, que padecen los
tensiones y los conflictos de intentar comp<ltibiliznr los dos ti~
pos de vinculación -con predominio afectivo y racional- dent1/o d) La percepció'n que tienen des( mismas las mujeres
del ámbito labor<~l. /
La falta de modelos femeninos con los cuales identificarse
/¡)El niL·cl dr. exigencias lleva a este grupo generncional a sentir insegurid.ad y temor por
su eficacia cuando acceden a lugares de trabajo tradiciona·Imen-
Este grupo generacional ha'encontrado que en sus carreras te ocupados p6r varones. Uno de los temores que suelen surgir
labor::des se les requiere el doble que a sus pares masculinos en ellas es a perder su identidad sexual. La necesidad de iden·
para demostrar su valía. En su mayoría, perciben que en tanto tificarse con mode'lo~ masculinos lleva a estas mujeres al fenó·
'a ellas se les exige un nivel de excelencia en sus desempeños, a meno de travestismo -vestir ropas que las remiten al universo
sus pares varones se les acepta un nivel mediano o bueno a la masculino, preferentemente camisas y faldas largas, maletín o

228
portúfolios- como as1 también cambios en el timbre de su vGz, quo sí hn sido bieh analizado es que esta situación poco tiene que
impostando sonidos más graves y hablnn~o en tonos m.~ís altos 1 ' v~r con el desomper-H1 concreto clel trahajo de las mujeres, sino
que lo h8bitunl. ./ r . quo más bien'estú cnnect<1da con los sustitutos simbólicos antés
Las mujeres que en su carrera laboral: desenn ocupAr pues- descritos, q~1e sirven de base pnra lo. evaluación. Ocurre que no
tos hnstn ahora caracterizados como típicnmenLe rn<1sculinos solo SC suelo vaJornr inicín\mcnt.e i1 lns mlt.ieros COmO Sl tuvie-
deben enf'rcntnr el doble de exigencins que sus pnres vnn\nrc;., (;:¡n:Ull poLencinlnl<Ís hnjo pnr;1 ckLc~rminndos puc.'ltos de t.raha- .... !.,\
111 ,•

nfronlnr mcís riesgos -por ejemplo de ncoso sexunl< soportm un' jo, Y.Por lo t.nnLn menor valía par~\ quienes l<~s empleen, sino que··· · ,. '
<tclem;'ís· suelen mostrar ellas mismn.s u~ grado inferior de "ha)/ '." \
1
nwyor cscnltinio de sus vidi;l.s privadas, n In vc1, que se les' per-
clonnn menos equivocaciones. Cunndo cometen Nrorcs. no so lé]s hilidndbs' extrafuncionnlos" Lni(~S cori1o planifícnr S\.l. cnrrenl,/'
<1trib11yen n In parte correspondiente n SlH~tÜl'<'llnn'liento. n su dom()1:i(i·nr in'tc:eses <tmbíciosos, cnpncitarse clirigiéndm;e a de-
experiencin previa o a su formación profcsionol sino al hecho de Lorminndos f'inPs. Por el conLrnrio, lns hnbilidaclos extra-
ser mujeres: su pertenencia al género femenino operr~rín .c0mo funcic·lnnlcs de 10s mujeres ele esLc grupo se han orientado mns
cntcgorín que explicaría su incapacidad. bien hr¡cia c,ie~to laissez-faire respecto de su curera laboral
-enLendida como complernentar·in o secundnrin a .su cnrrera
principal c(uo seríil. la carrcrn nwLernal y/o matrimonial- y el
e)¡;;¡ ¡Jrinci¡Jio de logro hecho de culLivrll· i'iisgos de personalidad tales como demostrar
intereses ambiciosos parecía corlLrnrio a\¡¡ confi¡.,ruraci(ín de una
Otro f<1ctor que incide en la composición del "techo de cri.stnl" c;uhjotividnd definida como femenina.
y que resulta discriminatorio contrn.el género fpmenino es el. Entonces no es accidentnl (]llC! muchas de lns mujeres de mi
llamndo "principio de logro". Al evaluar la vnlía de los miembros. c:otuclio se sienhln en una impn.<.,'.''' -un call(-;jón sin salida- cuan-
ele unn empresa u organización tradicionalment'e ma.scul.ina, en do se refieren a sus cmTeras lnhorales. Se les h<1ce evidente que
In ífllC compiten hombres y mujereR por igunl, nlgunns cslwlios el Lalrnl.o, In cnpncidncl y In d('clicncic'>n a sus lralmjns, incluso
describen ccírnn funciono un tipo de nelscriprión que preccele <1\ con unn legislación orienlndn en contra de divcn:>as formas ele
desempeño en el cargo, aun cuando esto ocurra ele f'orma velndn discriminación directa, no le:s gnrD.ntiza un éxito laboral equi-
e imperceptible lR mayoría ele las veces. En el caso de las muje, tativo. La·exigencia ele igualdad, e incluso las garanlías forma-
res de este grupo, esto ha llevado a muchas ele ellas no sólo a ser les de tratamiento igualitario para todos, por una par·te, y por
oriont.<1clns hacin ~l mercado de tr<1b8jo secundnrio, sino tnrnbién olra parte, las renegnc!aciones individuales de las relaciones'
f1 lo "clivisi('m secundaria" casi universnl dentro de las profesio . privadas, la clistribucion de tnrcas y responsabilidades domés-¡
nes y lrts ocupRciones lucrativas. Como resultado de este proce- L1cas, la elaboración de normns aceptables para convivir con aq
so. incluso mujeres profesionalmente muy. c.unlific8d<t;;; flú ven guien, sólo constituyen condiciones límite de la necesaria
oricnh1dns ele manen\ sistt;méttica hm·.in rnmns de estns oc\¡pn· reestructuración do las in:-¡Lituciones lnborales y de las relacio-
cioncs menos nLractivas, poco creativas y por lo gencral',peri;. nc:s do poder entre los géneros femenino y masculino.
p8gacbs. .
Este fen<Ímeno, que ha sido descrito como ¡:¡arte ele la cllvi- ·'
sión sexual del trabajo, es bien conocido por la mayorí~ de lo~ (J Los idcalcsjuuenilcs
estudios que se realizan sobre la l~,articipación de las muj~res
do este grupo de edad en el 'merca~.·.b·.~e trabajo !Oejours~ 1988; . O~ro factor que opcr* en In configuración del "techo ele cris-
1

Wainerrnan, 1994). Sin embargo, $U' rlcanco no es fáci,l ?e me- . kd" son los idealesj~venilcs cultivados por estas mujeres rnien-
dir y. acle m c'ts, está sometido a dlfE':lr9n tes in terpr~tacion es. Lo Lrns se estaban lor,iand~ unn cnrrera lnbot:nl. Muchas mujeres
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