Está en la página 1de 6

8 ASALTOS VIRTUALES CON MUHAMMA ALÍ EL MAS GRANDE…

Adaptado por Omar R. Aguana (Realismo Mágico)

…Sin discusión, Muhammad Ali es la mayor figura en la historia del deporte


mundial. “…soy el más grande”. Así decía y la gente lo tomaba a broma, como
una más de sus constantes payasadas. Su remoquete de “El bocazas” le
quedaba al pelo, pero lo justificó siempre en buena lid pues realizó hazaña
tras hazaña hasta convencer al mundo de que realmente lo era. Y es que no
solo fue el más grande boxeador peso completo de todos los tiempos sino
también el primer icono deportivo capaz de atraer la atención de los nuevos
medios de comunicación con toda clase de diabluras y genialidades, trucos
publicitarios apoyado en su arrollador carisma.

Realizó un milagro en Zaire, cuando venció contra todo pronóstico a un


todopoderoso George Foreman. Y protagonizó la más intensa rivalidad
deportiva de todos los tiempos, en tres antológicos combates, contra su
archienemigo Joe Frazier. Combates cargados de tanta intensidad que
ambos púgiles estuvieron a punto de matarse. “Nunca antes había estado
mas cerca de morir”, fueron sus palabras.

Esta es su historia contada en ocho asaltos. Es la pelea de Ali contra la


eternidad, una pelea que por descontado ganará Muhammad Ali… “volando
como una mariposa y picando como una avispa”.

Siempre quise poder entrevistar a Ali. Pero claro era casi una utopía. Sin
embargo hoy una vez dadas ciertas condiciones además de las herramientas
disponibles y la actitud conveniente me propuse hacer una visita rumbo al
inframundo. Y qué lugar! Me hacía recordar al mismísimo Dante. La
referencia era que a mi entrevistado podía hallarlo hacia la parte norte, el
sector más cercano a la luz infinita donde reposan los justicieros.

1r. Asalto…Atrévete a soñar…

…Una vez allí pude distinguir entre niebla una figura alta de silueta esbelta.
Se volvió un poco mirando hacia mí al tiempo que sin palabras hacia señal
para que me acercara. Caminé un poco y ya frente a él a luz tenue pude ver
su rostro. Mi impresión fue la de un hombre aproximado a los 35 años,
terso, de tez morena y facciones de carácter sobrio pero afable.
Me invito a sentarme todavía en silencio, aunque tampoco yo había
pronunciado palabra. Finalmente pasados unos segundos eternos prorrumpió
para inquirir a voz pausada, ─¿Cómo fue que te atreviste a venir a este
lugar? ¿Qué pudo motivarte a tanto?─. Entonces note con extrañeza que
podía entender su ingles a pesar de no conocer su idioma; pero también él
podía entenderme. Qué maravilla pensé, …esta dimensión no tiene límites!

─No tengo miedo, quería hacer esto, conozco los misterios del inframundo,
Además tengo un salvoconducto, estoy autorizado─, respondí a sabiendas de
ciertos misterios. Tal vez la misma expectativa y el buen deseo de este
logro me habían predispuesto. Me sentía seguro de mí mismo.

─Y hacia dónde quieres llevar esta entrevista, porque debes tener claro
esto─, advertía. Pero sí que estaba claro en propósito. Por eso respondí
reconociendo su nivel de gloria y relevancia en el bello mundo.
─Todos allá arriba saben que eres un héroe, hombre de carne y huesos pero
héroe, vencedor de mil batallas para imponer derechos y quebrantar
soslayos. Todos te veneran, saben que nada pudo doblegarte y que fuiste
ejemplo vivo. Quién como Ud. Sr. Ali para sentar precedentes de integridad
y espíritu de conquista con la cual puedan motivarse estas nuevas
generaciones que le sucederían…

2do... Asalto…Una perla se esconde dentro de la perdida…

Dicho esto gané el tiempo y me planté para el segundo asalto: ─¿Qué


importancia tuvo para Ud. Su primer combate?─. Ali hizo un mohín a media
sonrisa para decir con firmeza, ─Decidió mi destino. Sí, ese primer combate
decidió mi destino─, y agregó: ─Fui y soy lo que fui gracias a esa primera
pelea, puedes estar seguro─. Ahora nuestras miradas estaban entrevistas.
No pregunte pero él proseguía: ─Para todos un primer combate decidirá su
destino sobre todo si perdiera esa vez. Yo perdí aquella pelea...

En ese momento recordaba un incidente en la vida de Cassius cuando apenas


era un niño. Se había iniciado en el boxeo gracias a un oficial de policía de
Louisville; el también entrenador Joe E. Martin, que le conoció cuando
estaba furioso porque un ladrón le robó su bicicleta. Cassius le dijo que iba a
pelear con el ladrón. El oficial le recomendó que antes aprendiera a boxear.
Tras ganar algunas peleas callejeras se convenció de que era el más grande
pugilista que había nacido a este mundo. 
En sus primeras peleas profesionales mostró una increíble rapidez de manos
y pies considerando su estatura de 1.88 metros y un peso de 85 kilogramos.
Después de solo 20 combates profesionales venció a Sonny Liston
convirtiéndose en el campeón mundial de su categoría. La del 25 de febrero
de 1964 aún es recordada como una de las jornadas más tensas vividas en el
Convention Hall de Miami Beach. La noche en que el boxeador Cassius Clay
arrebató en siete rounds su cinturón al entonces campeón mundial de los
pesos pesados, Sonny Liston.

"¡Soy el más grande!, soy el más grande!", fue la frase con que el futuro
Muhammad Alí oficializaría ese triunfo sobre el "Oso Feo", como llamaba
burlonamente a su contrincante. Y la frase con que el deportista negro,
elegido como uno de los más grandes del siglo XX, entró definitivamente en
la historia de la cultura occidental.

3r. Asalto…Carácter es el fundamento de los ganadores…

─Oye Clay, pero entonces te convertiste en el mejor campeón de todos los


tiempos. ¿A qué atribuyes ese logro inmensurable?─. El campeón hizo para
respirar profundo y luego soltar una de sus máximas para el éxito: ─ ” Los
campeones deben tener talento y voluntad para el esfuerzo, pero para
triunfar la voluntad debe ser superior”.

4to. Asalto…Toma tu mejor impulso desde el dolor…

─¿Pero es de suponer que algún otro elemento debió influir para darte la
inspiración determinante en la conquista de tu propio sueño, o no?─.
─Oh, sí por supuesto. En mi caso fue determinante el color de mi piel, debí
sobreponerme a una terrible persecución, externa e interna. Pero siempre
pude ver mi casta enhiesta. Pude seleccionar modelos que definitivamente
delimitaron mi estrategia para perfilar al hombre que quise ser, tanto en el
box como en mi vida civil, así como en lo espiritual siempre hice la elección
más conveniente a mi juicio, claro está. Lo cual también pudo haberme hecho
errar en algunas otras situaciones...

Clay, reconocía este principio pues había modelado su estilo de boxeo en


torno al de su ídolo Sugar Ray Robinson; un estilo basado en un constante y
agotador juego de piernas —esquivando los golpes en vez de protegerse con
los puños en alto, como era costumbre hasta entonces— y contraatacando
continuamente con veloces combinaciones de golpes en vez de buscar el K.O.
por la vía rápida. El propio Clay definió esta forma de pelear con la ya
legendaria frase “vuelo como una mariposa, pico como una avispa”. Así que
sin saberlo, aquellos matones que le robaron la bicicleta y aquel policía que le
aconsejó boxear habían desatado una de las mayores fuerzas de la
naturaleza en el deporte del siglo XX.

5to. Asalto…La actitud es el ímpetu…

─Entonces más que su talento Sr. Clay, fue su carácter lo verdaderamente


determinante en esta historia. ¿Está de acuerdo? ─Tú lo has dicho bien.
Fíjate que en esto coincido con mi amigo el gran entrenador de baloncesto
John Wooden. El afirma: “El talento te lleva hasta la puerta; el carácter
te hace cruzarla”. Y yo creo que el carácter se cimenta en la injusticia por
la justicia, esa es la verdad, ese es mi caso─. Dicho esto último quedó
ausente entonces, perdida su mirada unos segundos solo para añadir en tono
sentencioso, ─actitud traduce carácter. Es la transformación de los
pensamientos y sentimientos de una persona en una acción bien
determinada...

6to. Asalto…Siempre tienes un ángel…

─Sr. Clay, tengo entendido que su record deportivo y profesional en el


boxeo cuenta primero como Campeón olímpico en 1960. Luego como Campeón
de los Pesos Pesados: 1964-1974-1978, además de 25 peleas por el título,
22 victorias y finalmente 3 derrotas. ¿Puede compartirnos cómo supo Ud.
capitalizar semejante pérdida? ─Tuve un tutor extraordinario─, respondió
lacónico y prosiguió: ─No lo olvides... Mi Ángelo siempre decía: “No quiero
boxeadores que quieran ganar; ¡traedme hombres que quieran
prepararse para perder y ganar!”. De él asimilé el principio de encontrar
mi ganancia en la pérdida…

7mo. Asalto…La esquina opuesta es el oráculo, oídle…

¡Sorpresa! A esta altura de la entrevista se hacía también presente el Sr.


Ángelo Dundee. Nada menos,…el ángel custodio de Ali. Él había escuchado
esto último, así que de inmediato me dirigí a su ángel luego de un buen
apretón de manos.
─ ¿Dígame su mejor momento al lado del Campeón? 
─Todos, pero aquella primera corona, cuando le ganó a Liston en Miami, fue
para mí algo extraordinario, nadie creía en él.
─ ¿El peor? 
─Cuando perdimos en Las Vegas con Larry Holmes, cuando le dije al referí
que Ali ya no continuaba peleando. Fue muy doloroso para mí, pero aunque no
estaba de acuerdo con que boxeara, no pude dejarlo solo.
─Usted dice "ganó" y "perdimos", es curioso. 
─Cuando gana el boxeador, es él quien gana; pero en la derrota, yo tengo que
estar al lado del mío, sea como sea, quiero que mire a la otra esquina...

Aquí fruncí el entrecejo, el ángel se oía filosofar. Entonces quiso explicar:

─La noche en la que Ali batió por tercera y última vez a Joe Frazier, en
Manila, me tocó jugar mi mejor carta al pedirle a Alí que, por lo menos, se
pusiera de pie, cuando estaba por empezar el último round.

"Siempre he mirado a la esquina opuesta, porque yo ya sé las fuerzas y las


debilidades del mío", dijo. "Y tengo que estar atento a lo que pasa enfrente.
Eddie Futch, un gran entrenador, sabía que Joe estaba muy dañado. Y por
eso, sentí que algo podía pasar, por eso le pedí a Alí que se pusiera de pie.
Efectivamente, Futch no lo dejó seguir a Joe, lo mismo que hice yo, años
después, con Alí cuando enfrentó a Larry Holmes".

8vo. Asalto…El decálogo de los ganadores…

─Sr. Clay, en verdad ha sido fascinante haber podido entrevistarle y


permitirme este regalo invaluable de hablar también con su Ángel, el Sr.
Dundee, por supuesto. Quiero agradecerle de todo corazón esta
oportunidad. Pero antes de cerrar quisiera su concejo para las nuevas
generaciones…

─Claro, felicidades a todos. Esta es mi fórmula para cada asalto de paso por
la vida, por favor no la pierdan de vista:

1. Creo en Dios, por tanto también en mí mismo como hijo del Todopoderoso
2. Mi diálogo interior siempre será positivo
3. Cada día me esforzaré y aun estaré dispuesto a romper mis límites
4. Nunca me rendiré. Nunca
5. En momentos difíciles jamás seré mi enemigo
6. No puedo decidir sobre lo que pasa a mí alrededor, pero sí puedo decidir
cómo respondo y lo que haré
7. Utilizaré las advertencias como oportunidades para aprender
8. Me concentraré en mis puntos fuertes y dominaré mis puntos débiles
9. Cultivaré la inmortalidad en la conquista de los corazones
10. Jamás diré yo y nadie más, sino yo, en la fuerza de todos y en el favor
del Todopoderoso.

…Con una reputación de luchador agresivo de fuerte personalidad, Ali estuvo


en primera plana en los medios de comunicación, retando y provocando a sus
contrincantes a través de entrevistas y confrontaciones concertadas de
antemano. Llegó a ser una figura del deporte reconocida a nivel mundial y se
retiró como uno de los mejores campeones de boxeo. 

Ali peleó por última vez el 11 de diciembre de 1981 en Nassau perdiendo


contra Trevor Berbick.

En cuanto al señor Dundee el paso inexorable de los años, le fue mellando


sus energías, pero no su sabiduría ni su humildad. Al punto de su bien ganado
lugar en la historia mayor del boxeo. Una historia que ayudó a escribir
desde los rincones, pero siempre ocupando, curiosamente, el centro del
cuadrilátero.

También podría gustarte