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El genocidio de indígenas en el sur de Chile

que la historia oficial intentó ocultar

El 25 de noviembre se cumplen 130 años de una masacre llevada a cabo por militares argentinos contra
indígenas selk'nam. Ese día la provincia de Tierra del Fuego celebra el “Día del Aborigen Fueguino”, pero en
los últimos años se ha alzado voces que reclaman que se conmemore el “Día del Genocidio Selk'nam”, para
recordar las matanzas ocurridas entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.

El pueblo selk'nam es originario de la Isla Grande de Tierra del Fuego, tanto del lado ocupado por el Estado
argentino como del chileno. Según informantes indígenas, el nombre significa “clan de la rama separada”.
Eran llamados “onas” por otros pueblos originarios de la isla, que significa “hombres de a pie” o “gente del
norte” en lengua yamana. Esta denominación también fue utilizada por europeos y criollos.

Los primeros selk'nam provinieron de grupos nómades continentales de la Patagonia Meridional, que
cruzaron a territorio fueguino antes de que se constituyera en una isla hace 10.000 años. Al término de la
última glaciación se produjo la separación definitiva entre el istmo fueguino y el continente.

El predicador británico Lucas Bridges los describió de la siguiente manera: “La tribu de los onas habitaban en
el interior así como en la parte norte y oriental de la isla principal, pero en ocasiones algunos de estos
individuos penetraba en la región de los yaganes hasta llegar al extremo este del Canal de Beagle. Sus
únicas armas eran arcos y flechas. Vivían casi exclusivamente de carne de guanaco. Se vestían con las pieles
de estos animales y los utilizaban para arreglar sus refugios” (1).

Habitaban en territorios conocidos como “haruwen” (nuestra tierra) que era la base de su organización
social. Sus linajes eran patrilineales exogámicos y patrilocales en cada haruwen. Algo que llamó la atención a
Bridges era que “ no tenían jefes hereditarios ni electivos, pero los hombres que sobresalían por su habilidad
casi siempre se convertían de hecho en dirigentes. Sin embargo uno podía ser jefe hoy y otro mañana” (2).
El etnólogo Martín Gusinde señalaba a principios del siglo XX que “aunque los selk'nam constituyen una sola
tribu, se subdividen en tres grupos locales”. Esta división la atribuyó a factores económicos y a las
particularidades del terreno (3). Hoy se considera que existieron tres parcialidades: 1) parika: pamperos del
norte; 2) herska: de los bosques del sur; y 3) chonkoyuka: en las serranías frente a la Bahía Inútil, Chile.
También hay que considerar a la etnia Haush, que Bridges consideraba “Onas del Este”.

En 1520 la expedición de Hernando de Magallanes costeó la Isla antes de penetrar por el estrecho que
conecta el Atlántico con el Pacífico. Allí divisaron las enormes fogatas que realizaban los selk'nam, por
lo que denominaron a la isla “Tierra del Fuego”. Hubo contactos fugaces con las expediciones de Pedro
Sarmiento de Gamboa (1584) y de los hermanos Bartolomé y Gonzalo García Nodal (1619). En 1711
ancló en la Bahía Buen Suceso un jesuita integrante de una exploración y dijo que sus habitantes eran
“gente bastante dócil” y que “no sería difícil instruirlas”. En 1769 también pasó por ahí el marino
británico James Cook. Esta sería la primera de una serie de expediciones británicas que se llevarían a
cabo durante el siglo XIX interesadas en estudiar las riquezas que podían explotarse en la isla. Incluso
hay registros de secuestros de pobladores originarios selk'nam, yamanas (o yaganes) y kawesqar (o
alakaluf) para ser llevados a Europa. Algunos fueron recluidos en los terribles “Zoológicos Humanos”,
como el que se realizó durante la Exposición Universal de París en 1889 (4).

La Isla fue atravesada por la conquista directa de los Estados chileno y argentino. No hubo una
experiencia colonial previa y gradual que diera acceso a negociaciones, acomodamientos y
reestructuración de la comunidad y de sus vínculos con los conquistadores (5). El usufructo de la isla
comenzó en el lado chileno con la explotación de oro en 1881 y la instalación de estancias ovinas en
1884. En 1884 el Estado argentino fundó la Subprefectura de Ushuaia.

Para entonces se calcula que el número de selk'nam era de 3.500 o 4.000 personas según
estimaciones de Gusinde. El Boletín Salesiano censaba de 2.000 a 3.000 personas en 1887. Cifras
similares daba la Gobernación de la provincia chilena de Magallanes, de la que depende el lado oeste
de la isla. La antropóloga Anne Chapman calcula entre 3.500 y 4.000 personas para 1880 cuando
comenzó la ocupación (6).

Las primeras masacres contra los selk'nam fueron llevadas a cabo por las expediciones mineras, que
llegaron luego de que en 1879 se descubrieran yacimientos auríferos en los principales ríos fueguinos.
Es emblemático el caso del minero rumano Julius Popper, que en la década de 1880 comenzó a buscar
oro en la isla y protagonizó varios enfrentamientos con los selk'nam a los que persiguió para matarlos
y robar sus pertenencias con las que formaba colecciones. La perversidad de Popper llegó hasta el
punto de realizar un álbum fotográfico en el que puede observarse la secuencia completa de una
masacre perpetrada junto con un grupo de hombres armados contra un poblado en la bahía de San
Sebastian (7). Algunas de estas fotografías fueron dedicadas al presidente argentino Miguel Juárez
Celman.

El 5 de marzo de 1887 Popper expuso ante el Instituto Geográfico Argentino de Buenos Aires. En esa
oportunidad relató un supuesto enfrentamiento con los selk'nam, en donde su expedición salió inmune
de las flechas que les arrojaron. No así los selk'nam que fueron masacradas por los winchester de los
hombres de Popper.

Popper llegó a formar un verdadero Estado en la isla, que contaba con monedas de oro de 1 y 5
gramos acuñadas de manera artesanal. Más tarde esas monedas fueron impresas en la Casa de la
Moneda de la nación. Mientras en el territorio argentino regía el peso, en Tierra del Fuego se utilizaba
el “popper”. Cuándo emitió estampillas por valor de 10 centavos el Estado Argentino le realizó un
juicio. Sin embargo nunca fue juzgado por el asesinato de los selk'nam
Una de las imágenes de Popper en donde se puede ver a un selk'nam asesinado.

Contemporánea a la presencia de Popper. se produjo una expedición a cargo del oficial argentino
Ramón Lista en 1886. En esa oportunidad se llevó a cabo la primera masacre documentada. El 25 de
noviembre los hombres de Lista encontraron a un joven selk'nam armado con un arco y lo mataron de
28 balazos. Mas tarde se toparon con un grupo al que intentaron capturar, pero al resistirse Lista
ordenó a sus hombres que abrieran fuego. Como resultado fueron asesinados 27 selk'nam. Tras esta
masacre Lista fue premiado por el Estado argentino con el cargo de Gobernador del Territorio Nacional
de Santa Cruz, que le fue concedido al año siguiente. También lleva su nombre una localidad
santacruceña.

La gestación de la gran propiedad ganadera sería el desencadenante de las mayores matanzas contra
los pueblos originarios fueguinos. En 1884 el Estado chileno concedió 123 mil hectáreas a la firma
Wehrhahn y Compañía. Hacia 1890 concedió 1 millón de hectáreas en arrendamiento por un plazo
renovable de 20 años a José Nogueira. Esta concesión junto con otra ya otorgada de 35.000 hectáreas
a Nogueira y su cuñado Mauricio Braun serían la base de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego
(SETF), fundada en 1893. En la década de 1890 también comenzó la explotación ganadera ovina en el
lado argentino. Entre 1897 y 1899 Mauricio Braun y su suegro el asturiano José Menéndez adquirieron
las mejoras tierras para la actividad pastoril.

Para 1894 todos los lugares históricamente ocupados por los selk'nam (paraderos de caza, haruwen,
lugares de ceremonia y tránsito) estaban en manos de estancieros. Además la llegada de ovinos
significó el fin del guanaco, que comenzó a ser cazado para que no compitiera por las pasturas con el
ganado de las estancias. Acosados por el hambre, los selk'nam comenzaron a cazar “guanaco blanco”
(ovejas) lo que significó la agudización de los enfrentamientos entre pueblos originarios y “koliot”
(expresión selk'nam para referirse a los invasores de sus territorios ancestrales).

La capacidad productiva y la solvencia de las estancias, debido a su desarrollo económico y las


inversiones que llegaban desde Gran Bretaña, generó una situación en la que el Estado quedó
anulado. Lo privado superaba la autoridad de lo público. Los propietarios de la SETF se erigieron como
máxima autoridad de la isla y como abastecedores del Estado, tanto de tierras como de suministros de
luz, alimentos, cabalgaduras, forrajes, caminos, comunicaciones, etc. La policía pasó a cumplir un rol
de guardián de los establecimientos y muchas cosas imprevistas se resolvían con la intervención del
propietario (8).

Dueños absolutos de la isla, los grandes estancieros llevaron a cabo la mayor parte de las matanzas
contra el pueblo selk'nam. A la sociedad Braun-Menéndez le podemos atribuir el título de “autores
intelectuales” del genocidio. Ellos fijaron un precio por cada indígena asesinado. Pagaban una libra
esterlina por cada oreja de adulto y media libra por orejas de niños. Pero al ver vagando indígenas sin
orejas comenzaron a cotizar por cabezas, testículos y corazones.
Mauricio Braun y José Menéndez, genocidas del pueblo selk'nam.

Uno de sus capataces, el escocés Alexander Mc Lennan, a quién apodaban “Chancho Colorado”, fue
famoso por sus “cacerías humanas”. En una ocasión encontró una ballena muerta en la playa de
Springhill y la envenenó con altas dosis de estricnina. Luego de alimentarse de ella, murió la mayor
parte de una comunidad selk'nam.

En otra ocasión hizo creer a la comunidad que cesarían las persecuciones y les devolverían parte de
sus tierras. Para sellar el acuerdo les ofreció un banquete en la playa de Santo Domingo. Luego de la
comida, en donde se sirvió abundante alcohol, los hombres de Mc Lennan los tirotearon matando a
300 personas.

A partir de entonces otros estancieros -Rodolfo Stubenrauch, Peter Mc Clelland- copiaron los métodos
de Braun-Menéndez. A comienzos del siglo XX una comunidad resistió en Punta Alta el asedio de los
estancieros y sus matones durante un día hasta que sucumbieron. En otra oportunidad un buscador
de oro italiano encontró el cadáver de 80 selk'nam que había sido tiroteados.

El escritor Eduardo Belgrano Rawson se refirió a estas masacres en su novela Fueguia. En ella se narra
la historia de una familia que debe huir de los “cazadores de indios” pasando por el “Imperio de las
Ovejas” de los estancieros británicos (9).

Hubo algunas voces de misioneros salesianos que reclamaron el fin de las matanzas ante los
gobiernos argentino y chileno. En los juicios realizados en la provincia de Magallanes se comprobó que
las matanzas eran una práctica sistemática, pero las condenas recayeron solo sobre sus ejecutores
directos que quedaron libres a los pocos meses. Esto muestra la complicidad de los poderes de ambos
Estados con los estancieros en la consumación del genocidio.

Otros testimonios relatan que entre la segunda mitad del siglo XIX y las primeras décadas del XX se
realizaban “prácticas de tiro” desde los barcos usando como blanco los selk'nam que se divisaban en
la costa. Se ignora cuántos pudieron haber muerto de esta forma.

El paso final consistió en la reclusión de los indígenas sobrevivientes en colonias o en las misiones
salesianas, como la de La Candelaria - que funcionó cerca de la actual localidad de Río Grande entre
1893 y 1947- y la de la Isla Dawson -fundada en 1888- en el lado chileno. Allí sucumbieron en gran
cantidad debido a la viruela, la tuberculosis y otras enfermedades de origen europeo para las que no
contaban con defensas. Entre 1900 y 1902 se registraron 223 defunciones en La Candelaria, 99 de las
cuáles (44,39%) se debieron a la tuberculosis (10). En la isla Dawson murieron mas de 800 selk'nam.
La alimentación en estas misiones consistía principalmente en harina, fideos, arroz, porotos, azúcar,
papa y te. Esta dieta alta en carbohidratos, con contraste con la que llevaban, puede haber afectado
su salud y predisponer la alta tasa de mortalidad.

Lucas Bridges también señala los estragos que causó el alcoholismo, introducido por los europeos, en
la comunidad selk'nam (11).

Consumado el genocidio, se pretendió decretar la “extinción de la raza selk'nam”, como un intento de


evitar los reclamos territoriales de los sobrevivientes y sus descendientes. Los sectores hegemónicos
crearon un discurso supuestamente científico en donde se señalaba que los selk'nam eran un pueblo
cazador y recolector con movilidad terrestre. En base a esto se consideraba que los últimos
“representantes puros” de esta etnia murieron en la década de 1960 y 1970 -la historia oficial
considera a Angela Loij, muerta en 1974, como “la última selk'nam”-, y algunos descendientes
mestizos que “aún portaban esa cultura” dejaron de existir en la década de 1980. A este discurso
adhería la famosa antropóloga franco-estadounidense Anne Chapman -que tituló uno de sus libros
sobre los selk'nm: El fin de un mundo - y está presente en las publicaciones oficiales de la provincia
de Tierra del Fuego y en la obra de numerosos investigadores (12).
En oposición a este discurso han surgido numerosas personas que se reconocen como selk'nam,
aunque no practiquen la caza y recolección ni habiten en haruwen, como pretenden estas visiones
estáticas de los pueblos originarios. En los últimos años han creado asociaciones -como la Casa de
Extensión Cultural Rafaela Ishton en la provincia argentina de Tierra del Fuego- en donde se nuclean y
llevan adelante sus reclamos.

El genocidio selk'nam constituye un delito de lesa humanidad que permanece impune hasta la
actualidad, y del que son responsables los Estados argentino y chileno, junto con las sociedades
explotadoras que lo ejecutaron. En actualidad la Sociedad Anónima Exportadora e Importadora de la
Patagonia, fundada por la familia Braun-Menéndez en 1908, es propietaria de 160 sucursales de
supermercados en todo el país. Mientras los descendientes de los ejecutores continúan obteniendo
ganancias millonarias a partir de las tierras obtenidas por el genocidio, los descendientes de las
víctimas y sobrevivientes continúan reclamando justicia y reparación territorial por las matanzas
ocurridas en el extremo más austral de nuestra América.
TANU: ESPIRITU DE LA ESPIRITUD KOTAI GRUPO SELK´NAM 1920
CEREMONIA HAIN

Hashé, emisario
Sho'ort de los Mujeres pintadas con
del espíritu
cielos del norte y tari, dibujos totémicos
Xalpen, durante
del oeste, Hain de usados durante la
el Hain de 1923
1923 danza del Kewánix,
Hain de 1923
TRADICIONES Y COSTUMBRE
Las ceremonias Hain representaban un momento muy importante en la vida de
losselk’nam, tal como se denominaban a si mismos los aborígenes “onas” de
Tierra del Fuego, hoy extintos. El rito tenía como finalidad instruir a los varones
jóvenes sobre las verdades y artes de la vida.

La ceremonia podía durar varios meses. En ese


período, los varones elegidos recibían diversas
enseñanzas sobre las tradiciones religiosas y
míticas de su pueblo, el comportamiento ético
correcto ante los demás y otras etnias y técnicas
de caza. Era un verdadero curso de iniciación a la
vida que ellos denominaban “klóketen”, que era
el nombre que le daban a los jóvenes elegidos
para la ceremonia, pero al denominarlo en
español utilizaban la palabra “colegio”
ORGANIZACIÓN
La sociedad Selk’nam se organizaba
entre parientes que habitaban en
territoriosdenominados haruwen , los
cuales eran comunes para cazar y la
recolección, denominados haruwen. La
isla estaba dividida. Los indígenas se
agrupaban en “siete cielos” . Aquellos
obligaban que las personas que
nacieran al mismo tiempo en sus territorios correspondientes se casaran.

Chamanes ⇒ denominados xo’on .Tenían poderes sobrenaturales, y los usaban


para beneficiar el grupo a través de la mediación de un espíritu llamado Waiuwin

WAIUWIN
Alimentación

Los selk´nam se alimentaban de guanacos, aves y tuco tuco de Magallanes .


Los habitantes de Haruwen costero, obtenían más alimento con la
recolección de frutos silvestres como los calafate y la chaura (arbusto
nativo del sur de Argentina y Chile) y de productos marinos, como mariscos
que encontraban en la playa o alguna ballena varada
Deportes y arte

El ejercicio preferido eran las carreras pedestres. Existían dos tipos:


las de velocidad pura y las de resistencia, la cual era trepar hasta la
cima vecina y el regreso era correr alrededor de un lago.

Las de velocidad pura, marcaban una meta y todos partían de un


mismo lugar o bien los adversarios se ubicaban a ambos extremos de
la pista y debían alcanzar un punto central.

Se podía practicar de cualquier forma y no había premios. Además,


había carreras para expresar la alegría del encuentro entre dos grupos
de amigos en las que participaban todos los presentes. Este deporte,
sólo lo hacían los hombres.

Lucha cuerpo a cuerpo:

Para los hombres era una diversión muy importante. Se hacía con el
cuerpo desnudo, el cual, en el caso de situaciones formales, se
pintaba de rojo.. La forma de luchar era tomarse mutuamente del
cuerpo y tratar de derribarse, siendo prohibidas las zancadillas y esta
pelea duraba hasta que uno se declaraba vencido.

También practicaban el tiro al blanco con arco y flecha, el boxeo, y un


juego de pelota.
El arte Selk’nam se refleja en la manifestación de sus creencias .Estos solían pintarse con
pintura negra, blanco y roja con motivos y diseños sencillos pero variado, que
podían tener significados relacionados con las situaciones que se estaban viviendo o los
estados de ánimo.

Creencias & Ritos

Los selk’nam creían que los animales y plantas, eran la reencarnación de los
antepasados que habían habitado el mundo en sus inicios, y por eso cada uno de ellos
estaba asociado al “cielo” de donde se creía que provenía ese antepasado

De acuerdo a la mitología selk’nam y haush, en el tiempo de los inicios sólo estaban la


tierra yerma y plana; y el cielo transparente, ausente del sol y las estrellas.

Desde el cielo del este –Pemáukel– llegó Kenós, . Él creó a los primeros hombres a partir
de terrones de tierra que plantó en el suelo, y luego les enseñó las normas sociales.

Los hombres creados por Kenós, antepasados míticos (hoowin) de los selk’nam, vivían
una vida en que la comida estaba al alcance de todos y en la que no existía la muerte. De
acuerdo a la tradición selk’nam, los antepasados hoowin se convirtieron mas tarde en
animales, estrellas y accidentes geográficos.
De los antepasados hoowin los más recordados por los selk’nam eran: Chénuke,
poderoso chamán que resucitaba a los hombres luego del sueño de la
muerte; Kwanyip, otro chamán muy poderoso que distribuyó el día y la noche,
mató al gigante Cháskels y trajo la muerte al mundo; Taiyin, quien con su honda
separó Tierra del Fuego del continente; K’aux, antepasado mítico que distribuyó la
tierra entre los hombres; y Kokpónek, quien creó el canto chamánico.

RITOS FUNERARIOS

Cuando moría un hombre, todas las personas del campamento selk’nam cubrían su cara,
brazos y pecho con ceniza mezclada con arcilla roja y grasa de ballena, y se cortaban la
parte superior del cabello . Gimiendo y llorando se acercaban al cadáver, el que era
envuelto en pieles de guanaco y atado con nervios del mismo animal, para enterrarlo
después en el bosque o entre las rocas.

Cuando el que moría era un adulto, sus parientes más cercanos se hacían heridas en los
brazos, los dedos, el pecho y los muslos como muestra del dolor que sentían. Los ritos
funerarios selk’nam incluían también la entonación de tristes lamentos fúnebres que por lo
general eran cantados por las mujeres.
El Hain era una ceremonia en la que se iniciaba a los jóvenes a la edad
adulta, y al mismo tiempo se permitía la dominación de los hombres sobre
las mujeres. Durante el curso de la ceremonia, que podía durar por varios
meses, los hombres adultos aterrorizaban a las mujeres a través de esos
espíritus, a la vez que se les contaba en secreto a los jóvenes los tiempos
míticos en que las mujeres habían dominado a los hombres y cómo éstos
habían logrado predominar sobre ellas.

Sh’ort y Xalpen. Sho’ort, asociado al


Sol (antepasado fundador del Hain de
los hombres), visitaba diariamente el
campamento para castigar a las
mujeres y aterrorizar a los niños,
mientras Xalpen era un espíritu
femenino que supuestamente
aterrorizaba a los hombres en la gran
cabaña y los amenazaba de muerte si
las mujeres no cumplían sus caprichos.

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