¿espués de comer: chocolate, productos lácteos, cafeína (presente en
e\ café, el té, las colas y otras bebidas).
Estrés: El estrés es un factor importante del síndrome del intestino
irritable debido a la estrecha conexión en el sistema nervioso entre el cerebro y los intestinos.
Tratamiento:
¿os ajustes dietéticos son claves para controlar el síndrome
del intestino irritable. Para algunos pacientes, una dieta rica en fibra (cereales integrales, frutas frescas y secas, espinacas y salvado de avena) puede reducir la irritación del sistema digestivo. Para otros, una dieta rica en fibra agrava los síntomas. Muchos pacientes con síndrome del intestino irritable también observan que evitar el alcohol, la cafeína, el azúcar y los alimentos grasos que producen meteorismo o alimentos muy condimentados hace desaparecer los síntomas.
Para controlar los síntomas que son desencadenados o que
empeoran con el estrés, las terapias del estrés pueden ser útiles. Destacan el Yoga, la meditación, la hipnosis, el biofeedback, el ejercicio, el entrenamiento para la relajación muscular, la aromaterapia, la hidroterapia y la reflexología.
El biofeedback (retroalimentación) que enseña al individuo
a controlar la tensión muscular y el dolor asociado mediante el pensamiento y las técnicas de visualización, también es una opción terapéutica para el síndrome del intestino irritable.
Para mejorar un tracto digestivo irritado o inflamado, un
fitoterapeuta o un profesional holístico recomienda una o varias plantas de las siguientes: raiz de consuelda (Symphytum ojfiánale), lúpulo {Humulus lupulus), liquen de Islandia (Cetraria islándica), Liquen irlandés (Chondrus crispas), raiz de malvavisco (Althaea officinalis), avena (Avena sativa) semilla de membrillo (Cydonia oblonga) y olmo (Ulmus rubra).