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“La Pianista” CRITICA

“La Pianista” película francesa del director Michael Heneke estrenada en 2001, es
un film de género dramático combinado con romance que lleva al espectador a un
mundo completamente loco y desorientado ya que es una película que presenta una
problemática social que a simple vista no puede percibirse pero que muchas
personas poseen, haciendo referencia a los deseos sexuales, el masoquismo, y la
falta de atención o cariño que se ven reflejados en el ámbito de la represión de los
sentimientos humanos.
Erika es una maestra de piano muy reconocida por su talento y sus habilidades, así
que es quien ayuda a sus alumnos con las clases de piano, al mismo tiempo que
vive con su madre quien en repetidas ocasiones tiene discusiones con Erika por su
comportamiento, llegando a faltarse al respeto ambas y llegar a los golpes. La forma
de vestir y el comportamiento de Erika son muy cultos porque su profesión así lo
amerita a tal punto de ser una persona arrogante, estricta y apática.
La vida y el entorno de la pianista cambia cuando un joven llamado Walter quien es
su nuevo alumno, la conoce, se interesa en ella y empieza a hacer lo que sea para
enamorarla poco a poco. Pero no tiene previsto que al entrar en los sentimientos y
conocer a la verdadera Erika terminaría por perturbarlo, ya que Erika tenia fuertes
sentimientos reprimidos como el masoquismo, el fetichismo y fantasías sexuales
verdaderamente violentas, provocando que Walter sea abusador y violador de la
persona a quien amaba.
La pianista es una película muy explícita y perturbadora porque combina los
sentimientos y todas aquellas pulsiones que el humano en algún momento podría
tener, al mismo tiempo es una película muy realista ya que aborda temas que no
son bien vistos para la sociedad y al ser ignorados provocan una represión que en
el caso de Erika llega a explotar y al no saber manejarlo llega incluso a lastimarse
a sí misma y a aceptar que eso era lo que quería.
La fotografía del film es muy limpia con colores muy neutros que asemejan
profesionalismo y el arte de la música, tomas generales del teatro, primer plano y
plano medio de los personajes, plano detalle del piano etc. En cuanto a los detalles
que también hacen fluir y lucir al film nos encontramos a aquellas escenas que
presentan momentos musicales de la orquesta y esta misma siguen acompañando
al actor, aunque la escena cambie.
Michael Heneke hace un buen trabajo al presentar esta película tan sorprendente,
y a unos actores con expresiones tan bien realizadas que llevan a conectar con el
espectador, a cuestionarse sobre la sexualidad, sobre lo riesgoso y aterrador que
es reprimir los sentimientos que en algún momento pueden explotar ocasionando
daño a uno mismo.

Por. Ángel de Jesús Nuricumbo Flores.

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