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Licencias Ambientales en Colombia, ¿a favor o en contra del medio

ambiente?

Fernández Mendoza Edith

Gómez Massey Aileen

Narváez Noriega Angela Sofia

Ospina Jiménez Liliana

Plazas Guataquira Dayana Michel

Torres Betancourt Kamila Andrea

Programa de derecho, Universidad del Atlántico

Derecho ambiental, grupo 5

2021
Tabla de Contenido

1. Introducción …………………………………………………………… 3

2. Licencias Ambientales en Colombia, ¿a favor o en contra del medio ambiente?

…………………………………………………………………………. 4

3. Conclusión …………………………………………………………… 12

4. Bibliografía ………………………………………………………….. 14

Lista de Tablas

1. Etapas de licencia ambiental ………………………………………… 9

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Introducción

Las licencias ambientales son la autorización que otorga la autoridad ambiental

competente para la ejecución de un proyecto, obra o actividad, que de acuerdo con la ley y

los reglamentos, pueda producir deterioro grave a los recursos naturales renovables, o al

medio ambiente, o introducir modificaciones considerables o notorias al paisaje; la cual

sujeta al beneficiario de esta, al cumplimiento de los requisitos, términos, condiciones y

obligaciones que la misma establezca en relación con la prevención, mitigación,

corrección, compensación y manejo de los efectos ambientales del proyecto, obra o

actividad autorizada.

El objetivo de las licencias ambientales es garantizar el manejo adecuado de los

recursos naturales renovables, el medio ambiente y permite evaluar los impactos

ambientales que puedan generar los proyectos, obras o actividades, lo que a su vez se

traduce en el mejoramiento de la calidad de vida para las personas que habitan en cercanía a

los lugares donde se desarrollan dichos proyectos. Bajo los valores de responsabilidad,

compromiso, objetividad, honestidad, respeto y calidad.

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Licencias Ambientales en Colombia, ¿a favor o en contra del medio

ambiente?

La licencia ambiental es una herramienta diseñada por el estado para prevenir la

degradación ambiental de proyectos, obras o actividades que tengan un impacto en el

medio ambiente, incluidos los del explotador. Es importante evaluar el proceso

emprendido en Colombia para su obtención e incluso más que las características de los

permisos antes mencionados en el contexto nacional, ya que lo anterior le permite a todas

las personas realizar un adecuado control sobre la protección que el Estado ejerce sobre los

recursos naturales y el medio ambiente. (Rodríguez, 2009).

Sin embargo, a través de la jurisprudencia y la doctrina del derecho ambiental, se ha

revelado ampliamente la importancia de aplicar el principio de precaución como

herramienta esencial en la conservación del medio ambiente. Como lo explica Agudelo,

(2011) “es necesario que se asuma el principio de precaución de manera responsable y en

ese sentido los criterios a los que hace referencia el mismo, prevalezcan sobre las

actividades que generan un daño en estos recursos”. En este sentido, el análisis propuesto

puede explicar cómo, teniendo en cuenta las condiciones de la licencia, puede marcar la

diferencia si se aplican plenamente las condiciones del permiso ambiental. La importancia

del tema tratado en este trabajo de investigación es grande, si se tiene en cuenta que desde

la Constitución de 1991 el constituyente colombiano consagró el derecho al medio

ambiente sano como un derecho colectivo. Lo anterior, partiendo del análisis de la

importancia de respetar las condiciones de los permisos ambientales, para luego

convertirse en un requisito obligatorio de cumplimiento por parte de ambas empresas como

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base de responsabilidad social y ambiental y su entorno y la Agencia de Licencias

Ambientales para proteger los recursos naturales y medio ambiente.

Cuando las licencias ambientales de un país no cumplen con su objetivo se

desarrollan proyectos y actividades que afectan los recursos naturales vitales para la

supervivencia.

De acuerdo con Media, delegada del medio ambiente de la contraloría, “la licencia

es un instrumento de prevención si no se cumple con lo que está establecido en la licencia

pues se daña el recurso natural se deteriora”, y es allí donde se deben adoptar medidas

oportunas para evitar ese deterioro, Las autoridades ambientales deben hacer seguimiento y

monitoreo o control a las medidas que se adoptan en las licencias ambientales que se hacen

de manera inoportuna o pasa mucho tiempo antes de que le hagan mantenimiento y no se

adoptan de la mejor manera. El mecanismo más utilizado para estos casos ha sido la tutela

con el fin de salvaguardar el medio ambiente y la naturaleza. Así como hacen responsable

a los entes privados que deben cumplir con lo que se comprometen cuando hacen un

proceso de licencia ambiental y las entidades públicas qué son las entidades ambientales

qué son las corporaciones autónomas regionales y la autoridad nacional de licencias

ambientales quiénes deben hacer el seguimiento y monitoreo a esos planes de

mejoramiento si no los hacen tendríamos una falla en el sistema y un mayor deterioro

ambiental.

En la licencia ambiental estarán implícitos todos los permisos, autorizaciones y/o

concesiones para el uso, aprovechamiento y/o afectación de los recursos naturales

renovables, que sean necesarios por el tiempo de vida útil del proyecto, obra o actividad. La

obtención de la licencia ambiental es condición previa para el ejercicio de los derechos que

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surjan de los permisos, autorizaciones, concesiones, contratos y licencias que expidan otras

autoridades diferentes a las ambientales.

El otorgamiento de licencia sobre proyectos superpuestos, se da través en primer

lugar de la demostración, por parte del interesado del proyecto a licenciar, de que estos

pueden coexistir, y del mismo modo se identifique el manejo y la responsabilidad

individual de los impactos ambientales generados en el área supuesta.

Para efecto de lo anteriormente mencionado, el interesado del proyecto a licenciar

debe informarle a la autoridad la superposición, y quien, a su vez, debe informarle la

situación al titular de la licencia ambiental objeto de superposición para que esta tenga

conocimiento y pueda pronunciarse al respecto en los términos legales establecidos.

En el artículo 6° del decreto 2041 del 2014 nos muestra que la licencia ambiental se

otorgará por la vida útil del proyecto, obra o actividad y cobijará las fases de construcción,

montaje, operación, mantenimiento, desmantelamiento, restauración final, abandono y/o

terminación.

Las licencias ambientales son vistos como una herramienta para el desarrollo

sostenible, basado en el principio básico de solidaridad, que puede entenderse como moral

cuando el interés propio es superado por la idea básica de pertenencia, pero legalmente todo

esto tiene sentido si se traduce a derechos y obligaciones que se pueden garantizar.

Asimismo, la solidaridad se entiende como una conciencia compartida de derechos y

obligaciones, que surge de la presencia de necesidades comunes, la similitud que

caracteriza las diferencias antes de saber cómo son adecuadas, por lo que la conclusión

debe comenzar como un principio constitucional. Discrepar. Así, la unidad conlleva nuevas

y mayores responsabilidades, así como el cumplimiento de obligaciones generales positivas


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y determinadas prácticas familiares por parte del Estado; Todos tienen como objetivo

reconocer la solidaridad, así como la igualdad y la libertad como principios políticos y

legales del estado de derecho en la sociedad, que se expresan a través de los derechos o la

solidaridad de las personas, asociaciones, asociaciones y grupos.

Lo anterior nos permite concluir que El Estado hace el papel de la intervención

entre la empresa, como dueña de un medio ambiente sano, y las organizaciones

empresariales multinacionales o transnacionales, que tienen derecho a hacer negocios, a

través de la normativa ambiental especificada en el Permiso Ambiental, para que se

consagre de esta forma en el La práctica de la sostenibilidad y el desarrollo humano, como

concepto de origen internacional, tiene la obligación de obligar a los Estados a implementar

las decisiones del mandato legislativo para cumplir con la obligación internacional de

mantener un medio ambiente sano en beneficio de la humanidad y, de esta manera, poner

en peligro una economía de mercado con un planeta.

Ahora bien, teniendo claro que son las licencias ambientales y con que objeto

fueron creadas surge la pregunta ¿en realidad estas licencias cumplen con su objetivo o por

el contrario son usadas de manera irresponsable cuando daños permanentes en el medio

ambiente? Para responder a esta pregunta es necesario hacer un recuento de como ha sido el

desarrollo normativo de estas en Colombia y cuál ha sido el impacto que han tenido estas

licencias en el medio ambiente colombiano en los últimos años.

En Colombia se empezó a hablar de impacto ambiental con la expedición del

Decreto 2811 de 1974 (llamado Código de Recursos Naturales Renovables y del Protección

al Medio Ambiente); desde entonces se han expedido e implementado muchas leyes y

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decretos que tratan temas relacionados con el campo de aplicación de las licencias

ambientales.

Como ya se mencionó, las licencias ambientales surgen de la expedición de la Ley

99 de 1993 y que tiene en su contenido aquellas actuaciones en las que es necesaria una

licencia ambiental (como lo es el caso de la realización de obras, creación de industrias,

etc.). Sin embargo, tan solo un año después, en 1994, el gobierno expidió el Decreto 1753

del mismo año que añadió una larga lista de aquellas actividades que demandaban contar

con una licencia ambiental para su realización.

Esta es solo una pequeña evidencia de como la normatividad frente a las licencias

ambientales ha venido cambiando en los últimos años, bien sea para atender solicitudes del

sector productivo como para beneficiar a unos cuantos. Estos cambios, han sido arreglos

entre empresarios y algunas entidades estatales para ejecutar importantes transformaciones

al procedimiento, como por ejemplo el plazo para llevar a cabo el proceso de

licenciamiento, y principalmente, cambio a las actividades o proyectos que requieren estas

licencias.

Encontramos, por ejemplo, el Decreto 2150 de 1995, a través del cual se dejó bajo

total responsabilidad del Gobierno Nacional indicar los casos en los cuales se podría

prescindir de un diagnóstico Ambiental previo para empezar a desarrollar un proyecto, lo

que tuvo como fin agilizar el proceso administrativo para la obtención de una licencia. Se

evidencia, como la falta de consultas o diagnósticos previos esta causando temor en la

sociedad pues no solo se afecta el territorio que estará expuesto al proyecto a realizarse si

no que también se estaría afectando la vida de las personas que allí residen.

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Autores como Rodríguez (2012) exponen que la reducción en los términos para la

evaluación del DAA (Diagnostico Ambiental de Alternativas) y EIA (evaluación del

Impacto Ambiental) ha contribuido a que se reduzca la calidad de las evaluaciones y por lo

tanto el alcance de las licencias ambientales. En la Tabla 1 es posible ver las variaciones

que ha tenido el trámite de licenciamiento ambiental al respecto.

Tabla 1 Etapas del licenciamiento ambiental y duración de estas


Decret
Decreto Decreto Decreto Decreto Ley
Etapas del proceso o
1753/94 1728/02 1180/03 2820/10 1450/11
1220/05

Solicitud para determinar la necesidad de


30 15 15
elaborar un DAA y fijación de TR.

Definición de TR y entrega de DAA.


10 15

Auto de Inicio del trámite 60 30 15 10 5

Fijación de TR para el EIA. 60 30

Auto de Inicio del trámite 10 10 5

Tiempo para solicitar información


30 30 30 20 20 30
complementaria sobre el EIA.

Tiempo para solicitar conceptos a otras


15 15 15 15 15 10
Autoridades Ambientales

Tiempo para que las Autoridades


60 30 30 30 20
Ambientales emitan el concepto.

Resolución de otorgamiento o rechazo 60-120 30 15 15 25 90

TOTAL DE DIAS 315-375 160 145 115 105 130

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En 2002, el gobierno expidió el Decreto 1728 de 2002, que disminuyo de manera

considerable las actividades, obras y proyectos que requerían licencias ambientales,

dejando por fuera actividades que generaban un gran impacto (negativo) en el medio

ambiente. Tal como lo indica Rojas, “las actividades de manufactura de productos

metálicos, maquinaria, sustancias químicas y derivados del petróleo, estando exentos de la

licencia ambiental, aportan altos índices de desechos y residuos peligrosos para el

ambiente” (Díaz, 2013).

Así como estas, existen muchas otras normas que han ido surgiendo a lo largo de los

últimos años, donde se evidencia que contar con un régimen normativo de licenciamiento

ambiental no garantiza la protección del medio ambiente, como lo podremos analizar más

adelante cuando se evidencien lo impactos que han tenido la otorgación de estas licencias

en el ambiente, si no que por el contrario es notorio el rendimiento del cuidado del

ambiental ante la generación de mas riquezas por parte de algunos sectores económicos.

Ahora, analizando las licencias y el impacto que estas han tenido en el medio

ambiente nos encontramos que en un informe de la Contraloría General de La República se

reporta que entre los años 1994 y 2005 se recibieron un total de 19.047 solicitudes de

licenciamiento de las cuales solo 8.163 fueron concedidas, para el periodo 2006-2011

corresponden a 596 licencias otorgadas y entre agosto de 2011 y junio de 2013 se

otorgaron 122 licencias ambientales y se distribuyeron por sectores así: 38 para

hidrocarburos, 10 para infraestructura, 1 para energía, 1 para minería y 72 para

agroquímicos (Republica, 2007).

Las licencias otorgadas para la explotación y exploración de minerales e

hidrocarburos han traído como consecuencia que planes como el de ordenamiento territorial

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se vean afectados, ocasionando que las entidades territoriales pierdan su autonomía para

decidir sobre la prohibición de la actividad minera (Cabrera y Fierro, 2013).

La idea que han tenido los últimos Gobiernos sobre el progreso ha justificado en

cierta manera la utilización ilimitada y la destrucción de muchos ecosistemas, por esto en

nuestro país, hay áreas con alto índice de contaminación y destrucción que afectan no solo

el medio ambiente si no la calidad de vida de las personas.

Un ejemplo claro de esto es el Cesar, que, aunque es altamente productivo en el

sector minero y actualmente produce el 64% del carbón en el País, las autoridades

ambientales no desarrollan los controles y la vigilancia para prevenir y minimizar los

impactos que enfrentan en la zona. Así, el departamento tiene diferentes zonas de

desplazamiento (EL Haltillo, Boqueron y Plan Bonito) y para se reportan muchos casos de

enfermedades respiratoria en las zonas aledañas a las minas y a las carreteras por las que se

transporta el carbón. Además, como impactos ambientales podemos identificar la reducción

de la calidad del agua y aire, la modificación de los cuerpos de agua y el deterioro de los

complejos cenagosos, y la pérdida de recursos pesqueros y del uso de la tierra por su aridez

(Republica, 2007).

Solo con este caso, aunque se podría hablar de muchísimos mas a lo largo de todo el

territorio nacional, se logra evidenciar que la planeación y la protección del impacto

ambiental no debe hacerse solo desde la perspectiva del proyecto, sino que es indispensable

la planeación de territorio. Negrete señala que “la toma de decisiones caso por caso por vía

de títulos mineros y licenciamiento ambiental, y la ausencia de ordenamiento territorial

privilegia el interés particular sobre el general. El ordenamiento territorial ambiental

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permitiría establecer las actividades económicas que podrían efectuarse o no en función de

la resiliencia de los ecosistemas” (Montes, Cabrera Leal, & Fierro Morales, 2013).

Normas como la Ley 99 de 1993, el Decreto Ley 2811 de 1974 y el Decreto 1728 de

2002 aunque intentan hacer hincapié en la protección ambiental, permiten que conceptos

tan diferentes como desarrollo sostenible y derecho a un ambiente sano sean promovidos

bajo la misma norma. Esta inconsistencia admite autorizar el uso de los ecosistemas y sus

componentes hasta el agotamiento de los recursos.

Lo que intento implicar la Constitución Política respecto a la protección de la

integridad y diversidad del ambiente, y la planificación de su uso y conservación se

encuentran consignados en la Ley 99 pero no logran plasmarse en las normas que

moldearon el licenciamiento ambiental. Es por esto por lo que el régimen de licencias

ambientales genera amenazas a la diversidad ambiental y cultural del país.

La protección del derecho que todos tenemos de disfrutar de un ambiente sano no

depende únicamente de su promoción, sino que es necesario que el Gobierno instaure

medidas para que estos se hagan efectivos. Por consiguiente, se hace necesario que el

régimen de licenciamiento ambiental tenga límites al uso, la contaminación y la destrucción

de los ecosistemas y sus componentes; al igual que voluntad política para que esto sea

posible.

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Conclusión

Las licencias ambientales no han sido utilizadas para planificar el uso o conocer el

estado de los ecosistemas; de hecho, el Estado colombiano considera mínimamente asuntos

ambientales en los planes de desarrollo y es en los últimos años que se está avanzando con

la información de las actividades de monitoreo respecto al uso de los recursos naturales. Es

por esto por lo que las licencias ambientales no han tenido hasta el momento fines

preventivos o precautorios sobre los impactos de los sectores económicos.

Bibliografía

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Díaz, D. R. (2013). Licencias ambientales en Colombia: límites o autorizaciones para el

uso de los recursos naturales. Bogota.

Montes, R. N., Cabrera Leal, M., & Fierro Morales, J. (2013). Minería en Colombia

Fundamentos para superar el modelo extractivista. Bogota.

Republica, C. G. (2007). Contraloría General de la República. Estado de los recursos

naturales y del ambiente. Imprenta Nacional.

Rodríguez, G. A., Gómez-Rey, A., & Monroy Rosas, J. C. (2012). Las Licencias

Ambientales en Colombia. Grupo Editorial Ibáñez. 

https://grupoeditorialibanez.com/index.php/es/grupo-editorial-ibanez/d-ambiental-y-

desarrollo-sostenible/las-licencias-ambientales-en-colombia-detail

Correa, M. (2008). Libertad de empresa en el Estado social de derecho. Bogotá:

Universidad Externado de Colombia.

Márquez, G. (1996). Un enfoque de sistemas sobre sostenibilidad. En C. Ecofondo.La

gallina de los huevos de oro (p. 89-101). Bogotá: Gente Nueva.

Mesa, G. (2007). Derechos ambientales en perspectiva de integralidad. Bogotá:

Universidad Nacional de Colombia, Unibiblos.

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