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IS T D
TIM
con IOS
uando el

temor e Díos
está presente en
nuestra vída
 

¿ ~ i r

• saber cómo es el aspecto más impor tan te del carácter de Dios y cómo
puede afectar cada área de su vida?
• conoc er la fuent e de sabiduría y cómo puede obtenerla para cada
situación?
• saber cómo desarrollar relaciones con naturalidad y compasión?
• ser más astuto en cada tentación del enemigo>
• vencer el temor al hombre  y solo vivir con el temor de Dios?

Este libro transformador da respuestas bíblicas a estas preguntasy muchas


más  y Joy Dawson las combina con experiencÍ;1S fascinantes de la vida
diaria. En la última aventura de búsqueda intensa de amistad íntima
con el Ú ruco que nos puede satisfacer  Dawson aclara que el precio es
alto pero los privilegios y las recompensas son infinitamente superiores.

«He aquí un camino para pensar claramente en Dios que dará


como resultado una vida de amor y aprendizaje en su forma más
compl eta y mejor».
- ] C K W . H YFORD
Presidente. International Foursquare Churches
Pasto r fundador The Church on me Way

El ministerio de enseñanza de la Biblia y los viajes


misioneros con Juvent ud co11 una Misión han lleva-

  a m ~ b ~ i é n ha enseña-
 ¡ yes autora de
otros seis libros. Sus impactantes enseñanzas están
basadas en el carácter y los caminos d Dios. J oy y su
im gran parte de su familia hast a la terce ra generación se
~ 2 . : . d e s e : n l l p e i i a n en el ministerio de tiempo completo.
 

  MIST D
INTIM
con IOS
uando l temor de Díos
está presente en nuestra vída
 

AMISTAD
INTIM
con DIOS
uando el temor e Díos
está presente en nuestra vída

JOY DAWSON

GRUPO NELSON
Una división de Thomas Nelson PubUshers
Desde 798

N SHVILLE DALLA S MÉXICO DF RÍO DE J NEIRO


 

Indice

Prólogo 7

lo ¿Qué es el t mor de Dios? 9


2 Obediencia a Dios por ser quien es 15
3 Liberación del t mor del hombre 27
4 La importancia de la santidad de Dios 39
5 Diferentes niveles en nuestra actitud hacia el pecado 45

6 El verdadero arrepentimiento 51

7 ¿Cómo nos arrepentimos? 59


8 Otras influencias que afectan nuestras elecciones 67
9 Nuestros pensamientos 79
10 Relaciones: santas o profanas 89

11 El sexo es un don de Dios 99


12 La poderosa influencia de la mujer 107
13 Tocando a los ungidos del Señor 115
14 Dios no nos deja solos 127
15 La idolatría y el t mor de Dios 131
16 Lo que hay que hacer para obtener el temor de Dios 139
17 La fuente de la sabiduría 149
18 Recompensas para los que t m n a Dios 155

El significado de la rendición total al Señor 165


Lo esencial para progresar como creyentes 7l

5
5
 

Prólogo

Amistad Dios. ¡Qué glorioso concepto


Mientras más entendamos cómo es Dios, tanto más
emocionante llegará a ser la perspectiva del cumpli-
miento de ese concepto Tener amistad con el Crea-
dor del universo no es algo para pasar por alto. Pero el
pensamiento de llegar a tener una relación íntima con
Él, nos hará palpitar aceleradamente el corazón por el
resto de la vida.
Mucha gente cree que Dios es el Creador del univer-
so, pero muy pocos experimentan la relación maravillosa
con É como Padre, y es allí donde comienza la intimidad.
La emoción y satisfacción que se reciben de experi-
mentar una amistad íntima con Dios tienen que comen-
zar con el formar parte de la familia de Dios. Y Dios no
tiene nietos. Tenemos que estar individualmente uni-
dos a É a través de una relación personal con su Hijo, el
Señor Jesucristo.
En la sección final de este libro (página 165) intitu-
lada: «El significado de la rendición total al Señor», doy

7
 

AMISTAD ÍNTIM 7 CON DIOS

al lector los pasos simples y definidos a seguir en la Pa-


labra de Dios para comenzar esa relación. Hay también
instrucción práctica sobre: «Lo esencia.l para progresar
como creyentes.» Yo le insto a que lea esto cuidadosa-
mente y a que aplique a su vida lo que ea necesario.
Una vez que hemos nacido de u ~ v o en la familia
de Dios el Espíritu Santo puede darnos entendimiento
para que en forma progresiva podamos hallar la realiza-
ción en la relación más emocionante de nuestra vida: la

JoyDawson

8
 

 
¿ ué es el temor de Dios?

Cuando Adán y Eva probaron por primera vez de la fruta


prohibida en el huerto del Edén en verdad comenzaron
algo que usted y yo no necesitamos perpetuar;

que usted y yo con nuestro libre albedrío podemos


escoger no hacer;
que podemos realmente odiar;
que podemos resistir cuando Satanás nos presenta
sus tentaciones más fuertes y sutiles;
porque hay algo más que Dios puso a nuestra
disposición.

y ese algo relacionado con el pecado que está a nues-


tra disposición y que no puede fallar es el temor de Dios.
Antes de que siga leyendo sugiero que hagamos jun-
tos esta oración:

9
 

  MIST D ÍNTIM CON DIOS

«Estamos delante de tu presencia y reconocemos que


tú eres Dios... Dios Rey supremo en tu autoridad
el monarca del universo que gobierna y reina eter-
no supremo en tu creación y dueño absoluto de todo
y de todos. Estamos en tu presencia con reverencia l
contemplar tu santidad, esplendor majestuoso, gloria
deslumbrante, poder sin límite y soberanía indispu-
table. Te adoramos por tu carácter perfecto, tu cono-
cimiento y sabiduría infinitos, tu justicia absoluta, tu
fidelidad inmutable, tu misericordia eterna, tu gracia
tu el
nuestros corazones y doblamos nuestras rodillas ante
ti al reconocer tu belleza deslumbrante, tu persona-
lidad deslumbrante, tu humildad incomprensible, tu
entendimiento inescrutable y tu amor insondable. Re-
conocemos que nuestra mayor necesidad es tener una
revelación más profunda de cómo eres tú. Te pedimos
que suplas esa necesidad. También, junto a Moisés
oramos: Te ruego que me muestres ahora tu camino,
para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; Gracias,
porque sé que contestarás estas peticiones sinceras. En
el nombre de Jesús. Amén.»

El temor de Dios es, sin duda, uno de los caminos


más importantes de Dios; es por eso que este libro está
dedicado a descubrirlo.
Necesitamos saber qué es el temor de Dios para
entender lo que o es. Cuando oímos esta frase por

1
 

¿Qué s el temor de Dios?

primera vez, tal vez nos inclinemos a pensar que quiere


decir tenerle miedo a Dios. No debemos tenerle miedo a
Dios porque nos creó para su gozo y para que tengamos
amistad íntima con Él. En la Palabra de Dios encontra-
mos que el Señor h definido muy claramente lo que es
el temor de Dios.
Proverbios 8.13 dice: «El temor de Jehová es aborre-
cer el mal», lo que significa tener en todo momento la
actitud de Dios hacia el pecado. Cuanto más estudiemos
la santidad de Dios en la Biblia, t nto más entenderemos
su odio al pecado.
Dios no tolera el pecado; por lo tanto, no transige
con él. El pecado es abominación a su naturaleza. El que
nos creó, y anhela que nos sintamos realizados a través
de una amistad íntima con Él dice: «Santos seréis, por-
que santo soy yo Jehová vuestro Dios» Levítico 19.2).
Por lo tanto, para cumplir este mandamiento es de suma
importancia que entendamos lo que significa odiar el
pecado.
Podemos estar seguros, de que porque Dios es justo,
Él nunca nos dará un mandamiento sin darnos la provi-
sión para que podamos cumplirlo.
No import cuán pecadores seamos ahora, o cuán
imposible nos parezca llegar a ser santos, si hemos en-
tregado nuestra vida al Señor Jesucristo y Él vive en no-
sotros, debemos recordar que É s santo Si escogemos
caminar en obediencia a la próxima cosa que nos diga
 

  MIST D ÍNTIM ON DIOS

que hagamos, su vida santa comenzará a manifestarse


en vida.
Otra definición del temor de Dios se nos da en Mala-
quías capítulo 2 donde Dios hace referencia al sacerdote
Leví. En el versículo 5 Él dice: «Mi pacto con él fue de
vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temie-
ra; y tuvo temor de mí, y del nte e m nombre estuvo
humill do» énfasis añadido).
¿Qué es su nombre para que estemos humillados de-
lante de dicho nombre como parte del temor de Dios?
La descripción más poderosa con que Dios se des-
cribe a sí mismo consta de dos palabras: «YO SOY»
Éxodo 3.14), y quiere decir que Él es todo lo que es per-
fecto, excelente, completo y sin tacha.

TODO lo que nosotros necesitamos que Él sea para


sentirnos realizados.
TODO 10 que necesitamos que Él obre en nosotros
para hacernos conforme a la imagen de su amado
Hijo.
TODO lo que necesitamos que Él obre a través de
nosotros para que otras personas 10 conozcan.

nos dice que nos humillemos ante un ser que es


Él
tan completo, comprensivo, supremo y todo suficiente;
un ser que siempre ha sido, que es, y que siempre será
tan perfecto que no hay otra forma de describirlo que
YO SOY

12
 

¿Qué s el temor de Dios

Nos detenemos a meditar, dándonos cuenta con ad-


miración y reverencia en nuestro corazón que Él está es-
perando que le demos la única respuesta de fe verdadera:

¡Tú eres ¡Tú eres ¡Tú eres

La Palabra de Dios cobra nuevo significado cuan-


do oímos la voz del Espíritu Santo hacer eco en nuestra
mente:

Él es mi luz y mi salvación.
Él es mi Roca, y refugio.
Él es mi fortaleza y mi libertador.
Él es mi escudo y mi amparo.
Él es mi gran Sumo Sacerdote e Intercesor.
Él es mi Rey y mi Dios. Él es mi amado.
Él es MÍO y yo soy de Él.

Los siguientes versículos presentan otra dimensión


del temor de Dios.
«Tema a Jehová toda la tierra; teman delante de él
todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, fue he-
cho; él mandó y existió» Salmo 33.8, 9).
Esto quiere decir que tenemos que detenernos con-
siderar con devoción admiración, el poder ilimitado
la autoridad suprema de Aquel que, por medio de su pa-
labra creó el universo. en Hebreos 1.3 nos dice que con
la palabra de su poder se sostiene el universo. Además
 

  MIST 13
D ÍNTIM ON DIOS

de eso, 2 Pedro 3.7 dice: «Pero los cielos y la tierra que


existen ahora, están reservados por la misma palabra,
guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdi-
ción de los hombres impíos.» Luego, en el versículo 13,
se nos dice que esperemos cielos nuevos y tierra nueva
en los cuales mora la justicia.
Así que por la palabra hablada nuestro Dios crea,
reserva, destruye, y recrea cielos y tierra. ¡Eso es verda-
dero poder ¡Poder omnipotente ¡Poder de Dios
David llegó a entender cómo estos aspectos del te-
mor de Dios intensificaban la adoración y la alabanza
que él era capaz de experimentar y expresar: «Anunciaré
tu nombre a mis hermanos; en medio de la congrega-
ción te alabaré. Los que teméis a Jehová, alabadle; glori-
ficadle, descendencia toda de Jacob, y temedle vosotros,
descendencia toda de Israel» (Salmo 22.22, 23).
Así que, para nosotros el temor de Dios debe hacer
dos cosas: primero, producir en nosotros la misma ac-
titud de Dios hacia el pecado, que es odiarlo. Segundo,
darnos un profundo respeto y comprensión de la santi-
dad de Dios, el poder de Dios, y la suficiencia absoluta de
Dios para satisfacer las necesidades del hombre.
Aunque es muy importante obedecer a Dios por lo
que dice, es aún más importante obedecerle por quien
es É Para probarnos en cuanto a esto, a veces Dios nos
dice que hagamos cosas extrañas que nos parecen ilógi-
cas. En el capítulo siguiente, veremos lo relativo al obe-
decer bajo esas circunstancias.

14
 

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bediencia a Dios por ser quien es

El temor de Dios está directamente ligado a la obedien-


cia. Cuando Abraham estuvo a punto de sacrificar a su
hijo Isaac en obediencia a la voz del Señor, el ángel le
dijo: «Porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto
no me rehusaste tu hijo, tu único» Génesis 22.12).
A menudo, he oído testimonios sinceros como este:
«Dios me habló pero yo no obedecí. Entonces Dios me
habló otra vez pero tampoco obedecí.» O tal vez digan:
«Una semana o un año más tarde, Dios vino y me habló
otra vez, y tampoco obedecí.» También he oído: «Lue-
go, después de una semana de discusión con Dios, final-
mente cedí y le dije: Está bien, Dios.» Estos testimonios
revelan la falta de temor de Dios.
Cuando los marineros en el barco que iba para Tarsis
le preguntaron a Jonás cuál era su ocupación, de dónde
venía, y cuál era su nacionalidad, Jonás respondió: «Soy

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  MIST
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D ÍNTIM CON IOS

hebreo, y temo a Jehová, Dios de los cielos, que hizo el


m r y la tierra» (Tonás 1.9). Pero su falta e temor e
ios era evidente por su desobediencia, porque en vez
de dirigirse a la ciudad de Nínive con la palabra del Se-
ñor, en forma deliberada tomó otra dirección.
Sin embargo, los marineros manifestaron temor ge-
nuino de Dios en su reacción al testimonio de Jonás de
desobediencia, y a sus palabras de que la terrible tor-
menta era obra de Dios por su culpa. Antes de arrojarlo
al mar, a sugerencia de Jonás mismo, ellos clamaron al
Señor: « e rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos
nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre no-
sotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has hecho
como has querido» (Jonás 1.14). Luego, la Biblia dice que
después que el mar se aquietó: «Temieron aquellos hom-
bres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a
Jehová, e hicieron votos» (Jonás 1.16).
¡Jonás tuvo que aprender a través de una serie de
experiencias amargas que las consecuencias de la des-
obediencia son mucho más duras que l hecho de obe-
decer, no importa cuán difícil pueda ser este Dios nos
ha dado su gracia, la cual nos capacita para obedecer.
Estamos bajo el juicio de Dios si desobedecemos.
Jonás se arrepintió dentro del estómago del gran pez,
y Dios lo libró. Entonces Jonás manifestó el temor ge-
nuino del Señor obedeciéndole y yendo a Nínive con el
mensaje de Dios.
Cuando nosotros nos arrepentimos del pecado,

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  MIST D ÍNTIM ON DIOS

darnos placer, como también como un medio de ayudar


a mantener el amor romántico dentro del matrimonio.
La segunda mentira de Satanás sobre el sexo espe
cialmente para los creyentes) es que es sucio, y cualquie
ra que desea ser verdaderamente santo no puede tener
nada que ver con el sexo. La razón por la que yo sé esto
es porque muchas esposas creyentes me lo han dicho
en diferentes ocasiones. Dios contesta eso en Santiago
1.16, 7: «Amados hermanos míos, no erréis. Toda bue
na dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del
Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra
de variación.» También en 1 Corintios 7.5, Pablo hace
la siguiente exhortación a los matrimonios: «No os ne
guéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mu
tuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la
oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente
Satanás a causa de vuestra incontinencia.»
Cuando yo tenía nueve años, uno de mis hermanos,
que tenía diez años y medio, me dijo que le había pre
guntado a mi padre un conocido evangelista y maestro
de Biblia) cómo él podía ser como mi padre si en reali
dad había salido de adentro de mi mamá.
Mi padre le contestó a mi hermano en la forma natu-

ces, me los relató ' V ,r> I . ~ n f · '

Más tarde, estando


ra hacia la playa,
 

  MIST D ÍNTIM ON DIOS

a escudriñar las Escrituras diariamente para conocer a


Dios, pronto descubrí estas verdades.
No solo descubrí que el temor de Dios es donde se
encuentra la sabiduría, sino también descubrí que la sa-
biduría estaba a mi disposición, en proporción directa a
mi santidad. ¡Aleluya ¡Qué alivio Qué descanso es per-
mitirle a la persona del Espíritu Santo obrar esto en mí y
luego a través de mí a otros. l temor de Dios no es solo
el principio de la sabiduría (Salmo 111.10), sino también
enseñanza de sabiduría (Proverbios 15.33). Habrá tanto
aumento en sabiduría como lo haya en santidad.
Quizás para lo que más necesitemos la sabiduría es
para saber cuándo debemos callar y cuándo debemos ha-
blar. En Eclesiastés 3.7 encontramos que hay «tiempo de
callar, y tiempo de hablar». Esto quiere decir que hay un
tiempo en que debemos abrir la boca como también un
tiempo cuando debemos cerrarla. Solo el temor de Dios
en nosotros produce sabiduría para saber qué hacer.
Debemos ser personas honestas, sin doblez, prestas
a admitir nuestros pecados y prontas para ofrecer per-
dón cuando otros nos han herido. Necesitamos partici-
par de las alegrías y tristezas de otros. Necesitamos ser
buenos comunicadores de amor, de aliento, de consuelo
y de comprensión.
Jamás debemos repetir
do otras personas y que
Tenemos que tener
de la verdad. Tener

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