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LATIN AMERICAN BIBLE INSTITUTE

AUTORIDAD ESPIRITUAL
Pastor Julio Donati

2016

[TYPE THE COMPANY ADDRESS]


AUTORIDAD ESPIRITUAL
PROFESOR: JULIO DONATI

CONTENIDO

La importancia de la autoridad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La Obediencia a la voluntad de Dios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El conocimiento de la autoridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Las Autoridades Delegadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Manifestaciones de rebelión en el hombre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La medida de la obediencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Cualidades de las Autoridades Delegadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Las autoridades delegadas y la revelación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Señales de la autoridad delegada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
El mal uso de la autoridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Las autoridades delegadas deben estar bajo autoridad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La motivación interior de la autoridades delegadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Autoridad en el Espíritu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

La Importancia de la Autoridad

DEFINICION DE AUTORIDAD
1/ PODER LEGITIMO

2/ POTESTAD. FACULTAD PARA GOBERNAR

3/ PODER SOBRE PERSONAS SUBORDINADAS

4/ REVESTIDO DE MANDO

5/ CREDITO DE FE

AUTORIDAD ESPIRITUAL
CREDITO DE FE CUANDO LA UNCION Y EL LLAMAMIENTO SE MANIFIESTAN

1/ UNA IGLESIA BAJO AUTORIDAD COMPROMETIDA CON JESUCRISTO

2/ COMPROMETIDA ENTRE SI

3/ CON UN GOBIERNO DIVINO

4/ CON AUTORIDAD DELEGADA


5/ UNIDA POR LAS COYUNTURAS

EL PROPOSITO DE LA AUTORIDAD ESPIRITUAL


1/ NO ES UN FIN EN SI MISMA, SINO UN MEDIO PARA LOGRARLA

2/ CON LA DEBIDA EDIFICACION 1 TIM. 2:2 TITO 2 :11

3/ RESULTA IMPOSIBLE EDIFICAR A ALGUIEN QUE NO ESTA BAJO AUTORIDAD

4/ SERVIR SIN DEMANDAS

5/ VIVIR EN EL TEMOR DE DIOS

EL EJERCICIO DE LA AUTORIDAD DELEGADA POR CRISTO IMPLICA VIVIR EN EL TEMOR DE


DIOS

NATURALEZA Y DERECHO DE LA MAXIMA AUTORIDAD, QUE ES DIOS

1/ POR DERECHO DE CREACION GEN 1:1

2/ POR DERECHO DE SUSTENTACION HEB. 1:3

3/ POR DERECHO DE REDENCION ROM. 5:8

4/ POR DERECHO DE INSTITUCION ROM . 13:1-7

LA AUTORIDAD ESPIRITUAL NO ES IMPUESTA SINO RECONOCIDA

NO ES UN DERECHO QUE EXIGE RECONOCIMIENTO DE LOS DEMAS

NO SE PUEDE IMPONER A NADIE QUE SE NOS SUJETE

DIOS NO QUIERE GOBERNAR SOBRE NINGUNO QUE NO QUIERE SER GOBERNADO

ASI TAMBIEN NO SE PUEDE EJERCER AUTORIDAD SOBRE ALGUIEN QUE NO RECONOCE ESA
AUTORIDAD
1 SAM. 8:4-9

LA AUTORIDAD ESPIRITUAL CRECE POR EL DESARROLLO Y LA MADUREZ EN LA RELACION CON


DIOS Y LOS HNOS.

QUE ELEMENTOS LA SUSTENTAN


1/ REVELACION DE DIOS Y DE SU PALABRA EF. 1:17 3:5
DONES O LA GRACIA OTORGADA EN ACCION 1 COR 12:28

AUTORIDAD IMPARTIDA 1 TIM 3: 1-8 TITO 1 :5 LUCAS 9:1-6

FRUTOS DEL MINISTERIO 1 COR 9:1-2

CONDUCTA Y ESTILO DE VIDA 1 TIM 3:2-7 4:12

PARA RECOBRAR LA AUTORIDAD ES NECESARIO PRIMERO RESTAURAR LA OBEDIENCIA

SOLO LOS OBEDIENTES SON UTILES A DIOS

EVA ESTABA BAJO AUTORIDAD Y SATANAS FUE A ELLA PARA SACARLA DE AUTORIDAD

ELLA DEBIO LLAMAR A SU MARIDO Y NO DIALOGAR CON LA SERPIENTE

SU MARIDO ….LA AUT. DELEGADA POR DIOS …DONDE ESTABA….

DONDE ESTAS TU VARON……

REBELARSE CONTRA LA AUTORIDAD DE DIOS TE HACE ESCONDER

SIGNIFICA:

1/ CONTAR CON EL RESPALDO DE DIOS PARA HACER Y ENSEÑAR LO QUE TE PIDA

2/ JESUS RECUPERO LA AUTORIDAD PERDIDA DEL HOMBRE

3/ DEBO RECONOCER EN QUE PLANO DE AUTORIDAD ME ENCUENTRO

4/ SIEMPRE ESTARE BAJO AUTORIDAD Y ME OBLIGA A DAR CUENTAS

5/ MANSEDUNBRE Y HUMILDAD ME LLEVAN A MAYORES NIVELES DE RESPONSABILIDAD Y


AUTORIDAD

6/ LA AUTORIDAD NO ES PARA ENSEÑOREARSE SINO PARA SERVIR Y SER EJEMPLO

7/ CUANDO DIOS ME DELEGA AUTORIDAD ES PORQUE CONFIA EN MI

EL PRINCIPIO OLVIDADO
1/ LA POSICION MAS PODEROSA EN LA TIERRA ES BAJO AUTORIDAD

2/ BAJO AUTORIDAD ES EL LUGAR MAS SEGURO

3/ DESCUBRIR SU “ AUTORIDAD “ ES LA LLAVE DE LA VERDADERA LIBERTAD

4/ BAJO AUTORIDAD SE ELIMINA EL STRESS

5/ LA FALATA DE AUTORIDAD TRAE DESTRUCCION


DIFERENCIA ENTRE AUTORIDAD Y PODER
1/ EL PODER ES LA HABILIDAD, PERO LA AUTORIDAD ES EL DERECHO LEGAL

2/ LA AUTORIDAD HACE QUE EL PODER SEA LEGAL

3/ LA AUTORIDAD ES MAS IMPORTANTE QUE EL PODER PORQUE EL PODER SIN AUTORIDAD ES


ILEGAL O ILEGITIMO

4/ EL PODER ES ENERGIA…FUERZA…PERO LA AUTORIDAD ES ,,DERECHO ..RESPONSABILIDAD

5/ LA AUTORIDAD ES EL DERECHO PARA USAR EL PODER

SEÑALES DE AUTORIDAD ESPIRITUAL


1/ LA OBEDIENCIA A LA AUTORIDAD

2/ ESTAR EN TOTAL TRANSPARENCIA

3/ LA PRESENCIA DE DIOS Y EL TESTIMONIO DEL E. SANTO MATEO 12:28

NATURALEZA DE LA AUTORIDAD ESPIRITUAL


1/ LA FUENTE DE AUTORIDAD ES LA VIDA DE RESURRECCION EN CRISTO

2/ LA BASE DE LA AUTORIDAD ES LA REVELACION

3/ LA EVIDENCIA DE QUE HAY AUTORIDAD ES LA LUZ

4/ EL RESULTADO DE LA AUTORIDAD ES EL GOZO Y EL FLORECIMIENTO

EJERCICIO IMPROPIO DE LA AUTORIDAD


1/ COMPORTARSE COMO AUTORIDAD

2/ EJERCER CONTRO

3/ GOLPEAR A LOS CONSIERVOS

4/ EXTRAVIAR A LOS CREYENTES AL ENSEÑAR COSAS DIFERENTES

5/ HACER QUE SU AUTORIDAD PERSONAL SEA LA BASE Y REFERENCIA DE LA ACEPTACION PARA


RECIBIR A OTROS EN COMUNION
SEÑALES DE LA FALTA DE AUTORIDAD
1 AFIRMAR SU PROPIA AUTORIDAD

2/ PRACTICAR EL JUSTIFICARSE A SI MISMO

3/ MENOSPRECIAR LA VERDAD

4/ RECALCAR “EL ÉXITO” EN LUGAR DE “ LA FE”


5/ LLEVAR A CABO OBRAS POR RIVALIDAD
6/ BUSCAR ESTABLECER SU PROPIO REINO
7/ TODO GIRA ALREDEDOR DE EL Y NO DE LA BASE BIBLICA Y LA AUT. DEL E, SANTO
8/ PRIVILEGIA EL NUMERO ANTES QUE EL ORDEN DE DIOS Y SU CONSEJO

COMO SE PUEDE PERDER LA AUTORIDAD


1/ NO PERMANECER EN EL MOVER Y REVELACION DEL ESP. SANTO DIA A DIA

2/ NO SER FIEL EN LA VERDAD

3/ TOCAR LA AUTORIDAD DE DIOS DE UNA MANERA IMPROPIA

4/ TRATAR DE OBTENER UNA POSICION A TODA COSTA

5/ TRATANDO DE DEMOSTRAR A LOS DEMAS QUE ESTAN PARA MAS …PERO QUE NO LE DAN
ESPACIO

POSICION Y AUTORIDAD
1/ JESUS NOS DIO POSICION Y AUTORIDAD MARC.3.15.. EF 2:6

2/ SOMOS SUS REPRESENTANTES Y EMBAJADORES EN LA TIERRA PARA RECONCILIAR AL MUNDO


CON DIOS
2 COR 5:18-20

3/ ESTAMOS COMO TESTIGOS DE QUIEN ES EL PARA EL MUNDO LUCAS 21:12 y 13 24:48

4/ SOMOS LA LUZ DEL MUNDO PARA DEMOSTRAR A LA GENTE QUE HAY ESPERANZA EN CRISTO
MATEO 5:14

5/ NOS DIO ARMAS ESPIRITUALES 2 COR 10:4

6/ NADIE HA FABRICADO EL ARMA QUE PUEDA DESTRUIRTE COL 3:3 ISAIAS 54:17
7/ EL NOS DIO TODO LO QUE TIENE AUTORIDAD EN EL CIELO Y EN LA TIERRA MATEO 28:18
LUCAS 10:19

8/ SOMOS BAJO AUTORIDAD EL EJERCITO QUE FUE ENVIADO A DESTRUIR LAS OBRAS DEL
ENEMIGO
1 PEDRO 2:9

9/ SOMOS CREADOS EN CRISTO PARA BUENAS OBRAS


EFESIOS 2:10

10/ TENEMOS ARMAS PARA DESTRUIR ARGUMENTOS QUE SE LEVANTAN CONTRA EL


CONOCIMIENTO DE CRISTO 2 COR 10:4-5

11/ SOMOS LLAMADOS A PREPARAR A LAS NACIONES PARA EL DIA DEL SEÑOR MATEO 28:19
APOC 22:2

12/ SOMOS TROMPETA DE DIOS PARA DESPERTAR A LA GENTE, IGLESIA Y NACIONES

El trono de Dios se fundamenta en la autoridad


Los hechos de Dios proceden de su trono y éste se fundamenta en su autoridad. Todas las cosas
son
creadas por la autoridad de Dios y todas las leyes físicas del universo se mantienen por esta
mismaautoridad. Por esto la Biblia se refiere a ello expresando que Dios “sustenta todas las cosas
con lapalabra de su poder”, lo que significa que sustenta todas las cosas con la palabra del poder
de su
autoridad.
Porque la autoridad de Dios representa a Dios mismo, mientras que su poder representa sus
hechos.
El pecado contra el poder es perdonado con más facilidad que el pecado contra laautoridad,
porque este último es un pecado contra Dios mismo.
Es imperativo que los que deseamos servir a Dios conozcamos su autoridad.
Al servir a Dios, no debemos desobedecer a las autoridades, porque el hacerlo es un principio
deSatanás.
Cuan vil sería que en nuestra obra, estemos con Cristo en la doctrina, pero con Satanás en
losprincipios.

Tanto Isaías 14:12-15 como Ezequiel 28:13-17 se refieren al ascenso y caída de Satanás. En
ellospodemos ver cómo Satanás infringió la autoridad de Dios, transgrediendo la santidad de Dios.

Ofender la autoridad de Dios es una rebelión mucho más grave que la de ofender su
santidad.

El pecado se comete en la esfera de la conducta y se le perdona con más facilidad que la


rebelión, pues esta es una cuestión de principios.

Satanás no tiene temor de que prediquemos la palabra de Cristo; pero ¡cuánto teme que
estemossujetos a la autoridad de Cristo!. Si de veras queremos servir a Dios, debemos
purificarnos completamente del principio de Satanás.
7Jesús le dijo:
—Escrito está también: “No tentarás al Señor tu Dios”.

8Otra vez lo llevó el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de
ellos,

9y le dijo:
—Todo esto te daré, si postrado me adoras.

10Entonces Jesús le dijo:


—Vete, Satanás, porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y solo a él servirás”.
11El diablo entonces lo dejó, y vinieron ángeles y lo servían.
Mt 4:7-11

La autoridad, controversia del universo

La controversia del universo se centra en quién tendrá la autoridad, y nuestro conflicto con Satanás
es el resultado de atribuírsela a Dios. Para mantener la autoridad de Dios tenemos que someternos
a
ella con todo nuestro corazón.

Necesitamos tener a lo menos una vez en la vida un encuentro con la autoridad de Dios para
queseamos quebrantados hasta la sumisión y comencemos así a aprender la obediencia a su
autoridad.

Antes de que un hombre pueda someterse a la autoridad delegada de Dios tiene que conocer
primero
la autoridad inherente de Dios.

Leer: Hechos 9:1-19 La conversión de Saulo en Pablo


5…- Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
6Él, temblando y temeroso, dijo:
—Señor, ¿qué quieres que yo haga?
El Señor le dijo:
—Levántate y entra en la ciudad, y allí se te dirá lo que debes hacer.
15… instrumento escogido me es este para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, de reyes y de
los hijos de Israel…
.
17Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo:
—Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado
para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
18Al instante cayeron de sus ojos como escamas y recobró la vista. Se levantó y fue bautizado; 19y
habiendo tomado alimento, recobró las fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que
estaban en Damasco.

Todo el orgullo de Saulo se desvaneció ante la autoridad, y el nuevo hombre Pablo pudo escuchar
humildemente a Ananías, un hombre sencillo, siervo de Dios.
No miremos al hombre sino a la autoridad de que está revestido.
No obedecemos al hombre sino a la autoridad de Dios en ese hombre.
La obediencia a la voluntad de Dios
La mayor de las exigencias que Dios impone al hombre no consiste en que lleve la cruz, sirva,
deofrendas o se niegue a sí mismo. La mayor exigencia es que obedezca.

Leer una parte de la historia de Saúl en 1 Samuel 15:1-23.

3Ve, pues, hiere a Amalec, destruye todo lo que tiene y no te apiades de él; mata hombres, mujeres y
niños, aun los de pecho, y vacas, ovejas, camellos y asnos”.
9Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los
animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; pero destruyeron
todo lo que era vil y despreciable.

21Pero el pueblo tomó del botín ovejas y vacas, lo mejor del anatema, para ofrecer sacrificios a
Jehová, tu Dios, en Gilgal.

22Entonces Samuel dijo:


—¿Acaso se complace Jehová tanto en los holocaustos y sacrificios
como en la obediencia a las palabras de Jehová?
Mejor es obedecer que sacrificar;
prestar atención mejor es que la grasa de los carneros.

23Como pecado de adivinación es la rebelión,


como ídolos e idolatría la obstinación.
Por cuanto rechazaste la palabra de Jehová,
también él te ha rechazado para que no seas rey.

Para que se manifieste la autoridad, debe haber sumisión, por lo tanto es necesario excluir el yo, y
allí
nos enfrentamos a una de las luchas contra nuestra carne y nosotros mismos.
La sumisión solo es posible cuando uno vive en el Espíritu. Esta vida en el Espíritu es la
suprema
expresión de la voluntad de Dios.

La oración de Jesús en Getsemaní

En Getsemaní ocurre la máxima manifestación de la obediencia, allí el Señor Jesús expresa su


obediencia a la autoridad de Dios, ora para saber cual es la voluntad del Padre; en efecto dice: “Si
es
posible que no vaya yo a la cruz…”, pero inmediatamente agrega: “ Pero no se haga mi voluntad,
sinola tuya…”
Leer Lucas 22: 39-46

Conocer la voluntad de Dios y obedecerla es someterse a la autoridad.

¿Cómo podrá uno someterse a la autoridad si no ora ni tiene el valor para conocer la voluntad
deDios? Dios te va a expresar su voluntad, principalmente por su palabra, en oración y por la voz de
susautoridades delegadas.
Pero si no lees, no oras y no escuchas a tus autoridades, ¿Cómo vas a conocer la voluntad
de Dios
para tu vida?

La obediencia a la autoridad

Leer Adán y Eva (Gn 2 y 3)

Según el orden de la creación de Dios, él hizo a Adán antes que a Eva, . A Adán le dió autoridad y a
Eva la puso bajo la autoridad de Adán.

Dios puso a estos dos: al uno como autoridad y a la otra para


estar sujeta. Este orden de prioridades es la base de la autoridad.
La caída del hombre se originó en la en la desobediencia a la autoridad de Dios. En vez de
obedecera Adán, Eva tomó su propia decisión al ver que el fruto era bueno y agradable a los ojos.
Al escuchar Adán a Eva, pecó directamente contra la voluntad de Dios. El obedecer la autoridad de
Dios es cuestión de decidir seguir un principio.

Toda acción que es deficiente en la obediencia es una caída, y todo acto de desobediencia
esrebelión.
Cada vez que una persona peca contra la autoridad de Dios, peca contra Dios mismo.

La Obediencia a la autoridad

Estamos bajo la autoridad de los hombres, así como tenemos hombres bajo nuestra autoridad; esta
es nuestra posición.
La autoridad existe en todas partes, está en la escuela, en el hogar.
El policía de la esquina es una autoridad puesta por Dios sobre usted, sin importar edad ó
preparación.

En las reuniones de cristianos existe un orden espiritual. Debemos saber quién es la autoridad que
está sobre nosotros, una vez que sabemos a quién debemos sujetarnos, descubrimos,
naturalmente, nuestro lugar en el cuerpo de Cristo.

La obediencia a la autoridad es la primera lección que debe aprender un obrero.

La sumisión que enseña la Biblia tiene que ver con el sometimiento a las autoridades establecidas
porDios.
Las divisiones y desórdenes que ocurren actualmente dentro de las iglesias provienen de la
rebelión.

Para recobrar la autoridad, es preciso restaurar primeramente la obediencia.

Muchos aparentan saber obedecer a Dios; pero en realidad no saben nada en cuanto a obedecer a
la autoridad delegada de Dios.
Para mantener la unidad del cuerpo, debemos dejar que gobierne la Cabeza.
Dios quiere que obedezcamos a sus autoridades delegadas tanto como a él. Todos los miembros
del cuerpo deben someterse unos a otros. Cuando así ocurre, el cuerpo es uno consigo mismo y
con la Cabeza. Cuando prevalece la autoridad de la Cabeza, se cumple la voluntad de Dios. De
esta manera sí que la iglesia llega a ser el reino de Dios.
Aprendamos por lo tanto lo siguiente:

1.- Tengamos un espíritu de obediencia.

2.- Practiquemos la obediencia. Por decisión.

3.-Aprendamos a ejercer la autoridad delegada.

La iglesia sufre por muchos que no saben obedecer; pero igualmente es perjudicada por
causa de
algunos que no han aprendido a estar en autoridad.

LEER

La rebelión de Cam(Gn 9:18-27).


El fracaso de la autoridad delegada pone a prueba la obediencia.
El padre es la autoridad instituida por Dios en el hogar; pero la carne se deleita en ver un defecto de
la autoridad para eludir toda restricción…

Nadab y Abiú(Lv 10). El verdadero servicio es iniciado por Dios. El fuego extraño tiene su origen en
el hombre. No debemos tocar lo santo y lo consagrado sin autorización.

Cualquiera que diga “Si el puede, yo también”, está en rebelión. El que desordenadamente
levanta su cabeza y actúa en forma independiente está en rebeldía.
Debemos servir a Dios según el orden de la autoridad coordinada.
Los hombres deben aprender a ser seguidores del que está en el trono, a desempeñar un papel
secundario para siempre. Tal como la autoridad delegada sigue a Dios, los que están sujetos a la
autoridad deben seguir a la autoridad delegada de Dios.

Aarón y María (Nm 12).

La murmuración es rebelión.

El hombre de Dios no necesita defenderse, el Señor lo defiende.


La autoridad espiritual es dada por Dios a quién él escoge, no se logra por esfuerzo propio. Cada
vez que hay rebelión y murmuración entre nosotros, perdemos la presencia de Dios y frenamos el
avance de la iglesia. La columna de nube de Dios no descenderá hasta que se haya tratado con las
palabras injuriosas. Si no se resuelve este asunto de la autoridad, todo lo demás llega a ser vacío e
inútil. Solo el que obedece a la autoridad es el que entra a la tierra prometida.

Coré, Datán y Abiram(Nm 16) Coré y su compañía pertenecían a los Levitas, hombres del servicio,
espirituales. No es posible mantener una actitud hacia Dios y otra hacia su autoridad delegada.

La rebelión es contagiosa, del versículo 1 al 40 se rebelaron los dirigentes, del versículo 41 al 50


toda la
congregación. El señor ejecutó juicio y murieron 14,700 personas como consecuencia de la
rebelión.
Cuando el sacerdote se puso entre los muertos y los vivos, cesó la mortandad.
Dios podría tolerar y soportar muchos pecados hasta que todos lleguen al arrepentimiento, pero no
puede tolerar la rebelión, porque esta es el principio de la muerte, el principio satánico.
En consecuencia, el pecado de rebelión es más grave que cualquier otro pecado.

Cada vez que el hombre resiste a la autoridad, Dios ejecuta juicio.

El conocimiento de la Autoridad
David y su conocimiento de la autoridad

Los hombres de David le dijeron:


—Mira, este es el día que Jehová te anunció: “Yo entrego a tu enemigo en tus manos, y harás con
él como te parezca”.
David se levantó y, calladamente, cortó la orilla del manto de Saúl.
Después de esto se turbó el
corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. Y dijo a sus hombres:
—Jehová me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová. ¡No extenderé mi mano
contra él, porque es el ungido de Jehová!
1S 24:4-6

No fue al precio de la rebelión que David procuró el trono


Saúl era el Rey de Israel cuando desobedeció Dios y perdonó “lo mejor de Amalec”.
David ya había sido ungido por el profeta de Dios como el próximo Rey.
Saúl perseguía incansablemente a David, y este en varias ocasiones tuvo la oportunidad de matarle
y acabar con la persecución.
Pero David reconocía la autoridad y sabía que no podía levantarse en contra del ungido. Si David
incurría en rebelión, truncaría el plan de Dios para él, ya que un rebelde no puede ser puesto en
autoridad.

La obediencia es superior a la obra


Si los hombres han de servir a Dios, es necesario que se sujeten a la autoridad.
David, decidió no obrar por sí mismo, no “ayudarle” a Dios, terminando con Saúl para llegar al trono.

David supo esperar a que Dios obrara y siempre se refirió a Saúl como “el ungido”, sometiéndose a
su autoridad, inclusive ordenó matar al joven amalecita que le llevó la noticia de haber matado a
Saúl.
La sumisión a la autoridad no consiste en someterse a la persona, sino en someterse a la unción
que esta sobre esa persona.

Solamente pueden ser autoridad los que se someten a la autoridad. David fue reconocido por
Dios
como un hombre conforma a su corazón.

La obediencia del Hijo

Ser lleno de Cristo es ser lleno de obediencia.


De Jesús muchas veces se dice: “enseña como quién tiene autoridad”, “¿Quién es este que el
viento y el mar le obedecen?”, “¿Con qué autoridad haces estas cosas?”, ” ¿Quién te dio esta
autoridad?”…
Jesús les respondió y dijo:
—Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. 17El que quiera hacer la voluntad de Dios,
conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta.
Jn 7:16-17
Jesús, paso a paso, por medio de la obediencia a Dios, sería hecho Señor sobre todas las cosas.
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús:

6 Él, siendo en forma de Dios,no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo,
tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres.
8 Mas aún, hallándose en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por la máxima obediencia, despojándose de su divinidad, Cristo es exaltado, personificando la
obediencia ante la autoridad de Dios.

Aprendiendo obediencia
8Y, aunque era Hijo, a través del sufrimiento aprendió lo que es la obediencia; 9y habiendo sido
perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que lo obedecen,
Heb 5:8-9

Sólo los obedientes son útiles a Dios.

Para ser obediente, tienes que despojarte de ti mismo, de los placeres inútiles y dejar que
sea él en ti,
aunque te cause algún sufrimiento. Habrá algunas cosas que tú consideres buenas, pero no seas
sabio en tu propia opinión, y si no le agradan a Dios… es tiempo de dejarlas.

Los que sean obedientes experimentarán la abundancia de la salvación. Dios nos salva para que
obedezcamos su voluntad.
El Señor Jesús, no trajo la obediencia consigo mismo, la aprendió por medio del sufrimiento.

Fue perseguido, traicionado, burlado, golpeado y crucificado. Cada sufrimiento que soportó maduró
en fruto de obediencia.

Nuestra utilidad no esta determinada por el hecho de si hemos sufrido ó no, sino de cuanto hemos
aprendido a obedecer por medio de ese sufrimiento. Olvidándonos de pleitos, disensiones y
murmuraciones, y disponiéndonos a entrar en el gozo de nuestro Señor.

…Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,
menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Heb 12:2

Dios establece su reino


Si la iglesia rehúsa aceptar la autoridad de Dios, él no tiene ninguna forma de establecer su reino.
Laforma en que Dios obtiene su reino se halla primero en el Señor Jesús, luego en la iglesia, y por
último, en el mundo entero.

Por nuestra obediencia, el reino se extenderá a toda la tierra. Sin embargo hay muchos que hoy son
sensibles al pecado y se apartan de él, pero pocos son sensibles a la rebelión.
El ser deficientes en percibir la autoridad lo descalifica a uno como persona obediente.
Es preciso que en la iglesia aprendamos a obedecer a toda autoridad delegada.
La iglesia es el camino al reino, pero también puede ser la frustración del reino.
Las Autoridades Delegadas
Por causa del Señor someteos a toda institución humana, ya sea al rey, como a superior, 14ya a
los gobernadores, como por él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien

Esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres
insensatos. 16Actuad como personas libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para
hacer lo malo, sino como siervos de Dios.

Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios.


Honrad al rey.
Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos, no solamente a los buenos y afables, sino
también a los difíciles de soportar.
1P 2:13-18

En el mundo
Toda autoridad, todo gobierno, es designado por Dios y
representa su autoridad.

Dios escogió a David como rey de Israel, y también el emperador persa fue establecido por Dios.
Los que han sido establecidos por Dios deben ejercer la autoridad como representantes suyos.
¿Hay lugar para que escojamos obedecer a la autoridad directa de Dios, y desobedezcamos a
aquellos que han sido por él designados?. NO.

Debemos someternos a la autoridad delegada de Dios así como a su autoridad directa.

El que resiste a la autoridad delegada, a Dios resiste.


Así pues, el hombre no tiene alternativa en la cuestión de la autoridad.

Desde los tiempos de Adán, Dios ha puesto a unos en autoridad y a otros bajo autoridad.

Cuantos perdieron y siguen perdiendo su autoridad, su poder y su vida, por causa de la


desobediencia, la insubordinación, la murmuración ó la rebelión.
Existe una gran diferencia entre : “que alguien te sujete” , y “sujetarte a alguien” por libre voluntad.
… ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno y serás alabado por ella, 4porque está al
servicio de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme, porque no en vano lleva la espada, pues
está al servicio de Dios para hacer justicia y para castigar al que hace lo malo. 5Por lo cual es
necesario estarle sujetos…
Ro 13:3-5

-En la familia
Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19Maridos, amad a
vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas. 20Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto
agrada al Señor. 21Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.
22Escl2avos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren
agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Col 3:18-22
Dios ha puesto al marido por autoridad delegada de Cristo, y a la mujer como representante de la
iglesia. Será difícil que la mujer se someta a su marido si no ve en él la autoridad delegada que Dios
le ha conferido.

Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, para que también los que no creen a la
palabra sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas,
1P 3:1
Si honramos la autoridad de Dios en nuestras vidas, habrá otros que respetarán la autoridad del
Señor en nosotros.

En la iglesia
Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros y os presiden en el Señor y os
amonestan. 13Tenedlos en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.
1 Tes 5:12-13
Dios pone en la iglesia autoridades tales como “ancianos que gobiernen bien” y “los que trabajan en
predicar y enseñar”, Ellos son las personas a quienes todos deben obedecer.
Los más jóvenes deben aprender a sujetarse a los de más edad.
17Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que
trabajan en predicar y enseñar,
1 Ti 5:17

Sometámonos sin temor a la Autoridad Delegada


El que a vosotros oye, a mí me oye; y el que a vosotros desecha, a mí me desecha; y el que me
desecha a mí, desecha al que me envió».
Lc 10:16
El Señor confiaba en sus discípulos, y les confió para delegarles toda su autoridad. Nosotros
debemos escuchar y obedecer a todo aquel que representa la autoridad de Cristo.
Cuando nos encontremos con una autoridad a la que consideremos injusta, debemos actuar con
sabiduría; nosotros no debemos pecar de rebeldes o injuriosos, esa persona deberá responder a
Dios
por sus actos y sus palabras.

El Señor no nos hará responsables por obedecer una orden equívoca, sino que hará responsable a
la autoridad delegada por su acción y orden errónea.

Leer Dn 6 y Hch 5:17-40 , Y analizar las respuestas de Daniel y Pedro


Daniel respondió al rey:” -¡Rey, vive para siempre!, Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca
de los leones para que no me hicieran daño, porque ante él fui hallado inocente; y aun delante de ti, oh
rey, yo no he hecho nada malo”.
Pedro contestó al Concilio y al Sumo Sacerdote: “ Es necesario obedecer a Dios antes que a los
hombres”.

Solo en circunstancias tan especiales podemos dar ese tipo de respuestas.

En estas dos situaciones, era claro que se estaba violando claramente el mandamiento de Dios.
La autoridad delegada, debe su obediencia a Dios, no al hombre, y solo así mantendrá su
autoridad.
Nosotros debemos obedecer a todas nuestras autoridades, pues así a Dios obedecemos.

Cada uno es responsable ante Dios del ejercicio de la autoridad. Cuidemos de no cometer un error.
El rechazo de una autoridad delegada es una ofensa a Dios
9 «Un hombre plantó una viña, la arrendó a labradores y se ausentó por mucho tiempo. 10A su
tiempo envió un siervo a los labradores para que le dieran del fruto de la viña, pero los labradores lo
golpearon y lo enviaron con las manos vacías. 11Volvió a enviar otro siervo; pero ellos a este también
golpearon, insultaron y enviaron con las manos vacías. 12Volvió a enviar un tercer siervo; pero ellos
también a este echaron fuera, herido.
13»Entonces el señor de la viña dijo: “¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizás, cuando lo vean a él, le
tendrán respeto”.
Lc 20:9-13
A los ojos de Dios, los que rechazan a sus siervos lo rechazan a Él.

La autoridad delegada es algo tan serio que si uno la ofende, se enemista con Dios.

No podemos obedecer a Dios y desobedecer a una autoridad delegada. Dios mismo respeta y
convalida a sus autoridades delegadas delante de los demás. El confirma lo que su autoridad ha
confirmado y anula lo que esta ha anulado. Dios siempre mantiene la autoridad que ha delegado.

Si quieres agradar a Dios, si quieres servirle y estar en amistad con Él , solo hay un camino: la
obediencia ala autoridad.

La autoridad del cuerpo


La manifestación más completa de la autoridad de Dios se halla en el cuerpo de Cristo que es la
Iglesia, su iglesia, única, santa, sin mancha y sin arruga.

Leer todo el capítulo 12 de 1 Co


18…Dios ha colocado cada uno de los miembros en el cuerpo como él quiso, 19pues si todos fueran
un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20Pero ahora son muchos los miembros, aunque el cuerpo
es uno solo.
21Ni el ojo puede decir a la mano: «No te necesito», ni tampoco la cabeza a los pies: «No tengo
necesidad de vosotros»
1 Co 12:18-21
La autoridad de Cristo, para con la iglesia, es semejante a la autoridad de la cabeza sobre el
cuerpo.
Es la cabeza la que ordena, organiza y hace que cada miembro funcione individualmente y también
de manera coordinada y armónica con los demás miembros para darle vida a todo el cuerpo como
uno solo.

Ningún miembro es más importante que el otro, la falta de alguno, dejará al cuerpo sin la
posibilidad
de ejecutar alguna función específica.

Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de
humildad, porque «Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes».
1P 5:5

La autoridad de cada miembro en la función que desempeña, es indiscutible; como inseparable es


de
todo el cuerpo y sujeto a la autoridad de la cabeza.
Cuando los miembros funcionan coordinadamente, todo el cuerpo permanece sano, crece y se
desarrolla.
La iglesia no es tan solo un lugar para la comunión de los hermanos, sino para coexistir
armónicamente, apoyándonos unos a otros, concedernos la alegría de otros y suplir las
necesidades
de los miembros más débiles, comprendiendo y respetando la autoridad delegada a cada uno.
La distribución de la función es una delegación de la autoridad y representa también la autoridad de
la
cabeza.
Así como el ojo mira en una dirección, los pies se mueven en esa dirección y las manos toman un
objeto, obedeciendo todos las instrucciones de la cabeza…
de esa misma manera…
en la iglesia , en obediencia a la autoridad delegada, todos los miembros y con mayor razón los que
sirven y tienen un ministerio, deben desarrollar cada uno sus actividades y coordinadamente
trabajar en la misma visión.

27Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo y miembros cada uno en particular. 28Y a unos puso Dios en
la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros,
después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29¿Son
todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? 30¿Tienen todos
dones de sanidad? ¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan todos?
1Co 12:27-30
21Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Ef 5:21
16La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros con toda
sabiduría.
Col 3:16
Si no reconocemos la autoridad en cada uno de los miembros del cuerpo de Cristo, siempre
estaremos solos con nuestras cargas; solo compartiéndolas con otros miembros sentiremos libertad
y
descanso, y no hay ninguna posibilidad en otro lugar.

Manifestaciones de Rebelión en el Hombre


Cuan importante es vivir integramente; pensar, hablar y actuar congruentemente.
De ese mismo modo, nuestro cuerpo, alma y espíritu deben actuar coordinadamente.
Si falla nuestra consistencia, estaremos expuestos al pecado y a la rebelión.

Cuida tus pensamientos


El pensamiento rebelde, frecuente y fácilmente te puede llevar a un razonamiento rebelde y a
expresar palabras de rebeldía. Por eso es tan importante someter nuestro pensamiento.
4porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas,

5derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y


llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, 6y estando prontos a castigar toda
desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
2Co:4-6
Debemos contener y destruir todo pensamiento que se genere en nuestro interior en contra de Dios
y
sus autoridades delegadas.
Ni aún en tu pensamiento, hables mal del rey.
Ec 10:20

Cuando los pensamientos se liberan, se convierten en palabras; y cuando los pensamientos


los
ocultamos y buscamos argumentos a favor de nuestro pensamiento… es peligroso, porque al
razonar podemos dar por concluído el proceso de pensar, dejamos de pensar , y nos quedamos
cautivos con nuestro razonamiento.
No seas sabio en tu propia opinión, sino teme a Jehová y apártate del mal,
Pr 3:7
Al mismo David le sucedió cuando quiso llevar el Arca de regreso a Jerusalén.

Lo intentó de acuerdo a su pensamiento, no como Dios lo había establecido.

Recuerda que tu opinión, tus razones y tus caminos, frecuentemente son menores y/ó desviados
respecto del plan de Dios, y estarás creando fortalezas a tu

alrededor. Y una vez que el pensamiento


es capturado, el hombre se siente incapaz de de obedecer a Dios.
Muchos incrédulos argumentan y razonan:
“…me acercaré a Dios, cuando sea viejo…”
“… si así se comportan todos los cristianos, no quiero ser cristiano…”
Las fortalezas pueden llevar al hombre a pensar que existen dos personas omniscientes:
Dios y él
mismo.
En el universo nadie puede pensar y ejercer libremente su voluntad, porque ó es capturado
por sus razonamientos ó su pensamiento es capturado por Cristo. Por lo consiguiente ó sirve a
Satanás ó sirve a Dios.
Se puede reconocer cuando alguien necesita tener un encuentro con la autoridad: 1.- usa palabras
rebeldes,
.- frecuentemente argumenta delante de Dios, y .- da muchas opciones respecto a la palabra de
Dios.

Cuando tienes un encuentro con la autoridad de Dios, como lo tuvo Saulo, solo entonces, podrás
ser
libre de tus fortalezas y someter tu pensamiento a Cristo.

Una cosa es dejar que Cristo capture tus pensamientos, y otra mucho mayor, es someter tus
pensamientos por amor a Cristo.

Cuida tus razonamientos


Cuando alguien, por decisión, razona y cuestiona la autoridad de Dios, y argumenta delante de Dios
con sus propios razonamientos, esta actuando en rebeldía.

Un razonamiento rebelde, tiene su origen en un pensamiento rebelde.

Debemos conocer la autoridad y crecer en obediencia y paciencia.


En el camino de Egipto a La Tierra Prometida, el pueblo frecuentemente veía con los ojos naturales
y razonaban que no estaba en una tierra que fluyera leche y miel, y cuestionaban, menospreciaban
y hasta difamaban a Moisés ignorando que así cuestionaban a Dios.
El Señor siempre contesta, pero puede contestar sí ó puede contestar no. Puede contestar que lo
hará ahora ó que lo hará dentro de cuarenta años.

Pero tú, hombre, ¿quién eres, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó:
«Por qué me has hecho así»? 21¿Acaso no tiene potestad el alfarero sobre el barro para hacer de la
misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?
Ro 9:20-21
De esa misma manera, pregúntate quién eres para cuestionar o para oponerte a la autoridad.
Todos nuestros argumentos se desvanecen ante la gloria de Dios.
Ninguno de los que aún viven en sus razonamientos ha conocido a Dios.
La única manera de conocerlo es someterse a su autoridad, para evitarnos el escuchar: “apartaos
de
mi, que nunca los conocí”.

Cuida tus palabras


Las palabras que salen de tu boca, muestran lo que hay dentro de ti, reflejan tus pensamientos, tus
emociones y sentimientos, razonados ó no.

¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos?, porque de la abundancia del
corazón habla la boca.
Mt 12:34
Cuan peligroso es expresar palabras en contra de la autoridad.
Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de
desobediencia.
Ef 5:6
El hombre malicioso puede ocultar sus pensamientos, pero la lengua es difícil de domar, y bien
pronto
expresará su rebelión por medio de su lengua.

Se sabe fácilmente si hay obediencia en una persona por las palabras que salen de su boca.

El hablar descuidadamente es la causa principal del rompimiento de la unidad en la iglesia y de la


pérdida del poder y autoridad.
La mayoría de los problemas son iniciados por mentiras, insultos, disensiones y difamaciones; todas
ellas proferidas por la boca.

Dios censura enérgicamente a los rebeldes.


36Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día
del juicio, 37pues por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Mt 12:36-37
8… pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de
veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a
la semejanza de Dios.

De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos,


esto no debe ser así. 11¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?

Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Del mismo modo,
ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.,
St 3:8-12
Podemos usar nuestros labios, para maldecir e insultar; pero también podemos decidir someternos
la autoridad de Cristo y utilizar nuestra boca para alabar, para bendecir, para orar y adorar.
Necesitamos del Espíritu Santo, para guardar nuestro corazón, nuestros pensamientos, nuestra
razón
y nuestros labios.

La medida de la Obediencia
Escuchar una palabra, decir que si será atendida y no atenderla, es desobediencia.
Una palabra atendida en tiempo y forma refleja obediencia.
Una palabra atendida en forma, pero tiempo después del necesario; es desobediencia finalmente.
Una palabra atendida a tiempo, pero parcialmente, es rebeldía .
Leer: Éxodo 1:17 Daniel 3:17-18 Daniel 6:10 Mateo 2:13 Hechos 5:29
!18

La sumisión es absoluta, pero la obediencia relativa.


La sumisión es cuestión de actitud, mientras que la obediencia es asunto de conducta.

Debemos someternos a las autoridades, aún cuando no estemos de acuerdo con lo que se dicte;
los
hijos pueden hacer sugerencias a los padres, pero con la actitud correcta, en sumisión y sin
rebeldía.
Es necesario obedecer a las autoridades. La única excepción a esa regla, es en las cuestiones que
atenten contra los principios cristianos, tales como creer en el Señor, predicar el evangelio, adoptar
cultos extraños, y otras.

La medida de la obediencia a las autoridades delegadas .


Cuando la autoridad delegada (los hombres que representan la autoridad de Dios) y la autoridad
directa (Dios mismo) están en conflicto, podemos rendir sumisión pero no obediencia a la autoridad
delegada.
La obediencia tiene relación con la conducta, es relativa. La sumisión tiene relación con la actitud
del
corazón, es absoluta.
Sólo Dios recibe la obediencia absoluta sin medida; toda persona inferior a Dios sólo puede recibir
obediencia limitada.

Si la autoridad delegada expide una orden que contradice claramente el mandamiento de Dios, se
le rendirá sumisión pero no obediencia. Debemos someternos a la persona que ha recibido la
autoridad delegada de Dios, pero no podemos obedecer la orden que ofende a Dios.

Señales que acompañan a los obedientes.


Sólo los que han tenido un encuentro con la autoridad, pueden vivir en obediencia y enseñar a otros
a
ser obedientes.
Podemos discernir si una persona es obediente, porque refleja y muestra las siguientes señales:

1.- A donde quiera que llega, identifica la autoridad.


2.- Es apacible, tierna y mansa. Reconoce su posición delante de Dios y de la autoridad, Ha sido
ablandada y tiene temor a estar equivocada.
3.- Es una persona que no tiene el interés ó preocupación por llegar a ser una autoridad. La
persona
verdaderamente obediente tiene siempre temor de cometer un error.
4.- Siempre está en sujeción, no se atreve a hablar descuidadamente, sabe mantener la boca
cerrada.
5.- Es sensible a todo acto de anarquía y rebelión que la rodee.

El orden, la vida y la autoridad.


No puedes guiar a nadie a la obediencia a la autoridad si lo primero que haces es señalarle sus
errores.
Primero hay que llevarlo a conocer la autoridad.
Posteriormente puedes mostrarle su falta, y cual es el mandato de Dios al respecto.
Finalmente , encausarle por el camino de la obediencia y la sujeción.

Al ayudar a otros, debemos cuidarnos de no caer también en su rebelión.


Efesios 6:1, nos dice: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo…”
La obediencia de un hijo hacia su padre, es la misma que debe tener un hombre con sus
autoridades
y con sus padres espirituales.

Cualidades de las Autoridades Delegadas


Los hijos de Dios, no debemos escoger a quién vamos a obedecer, sino que debemos
aprender a
someternos a todas las autoridades.

En la iglesia hay muchas autoridades delegadas a quienes les debemos sumisión. Al someternos a
ellas nos sometemos a Dios.

Cuando sometes tu propia rebeldía y aprendes a estar bajo autoridad, sabrás ejercer
autoridad.

No hay nadie que sea apto para ser autoridad delegada de Dios a menos que primero sepa estar
bajo
Autoridad.

Requisitos para ser Autoridad Delegada


Además de un conocimiento personal de la autoridad y una vida vivida bajo autoridad, la Autoridad
Delegada de Dios, debe llenar tres requisitos importantes:

Debe saber que toda autoridad proviene de Dios.

Una Autoridad Delegada, sabe que en sí mismo no tiene ninguna autoridad, que sus opiniones y
pensamientos no son mejores que los de los demás.
Una Autoridad Delegada sabe que él no es la autoridad, sabe que su autoridad proviene de Dios, y
él solo esta representando y ejerciendo la autoridad que Dios le ha delegado.
De ese modo los que están puestos en autoridad en la iglesia, no se representan a sí mismos,
representan la autoridad de Dios.
Su autoridad es representativa, no inherente.
No hay más autoridad que Dios.

El que una persona este en autoridad no depende de que tenga buenas ideas ó
pensamientos correctos; más bien depende de que conozca la voluntad de Dios.

Dios establece que una persona sea su Autoridad Delegada, exclusivamente en base al
conocimiento
que tenga esa persona de la voluntad de Dios.
La medida de la Autoridad Delegada en una persona, depende de su conocimiento de la Voluntad
de
Dios.
¿Cómo vas a conocer la voluntad de Dios? .

Dios te va a expresar su voluntad, principalmente por su palabra, por medio de la oración y por la
voz
de sus autoridades delegadas.
Por esta razón debemos aprender a elevarnos y a profundizar en las cosas espirituales. Debemos
ver lo que otros no han visto y lograr lo que otros no han logrado.

Toda autoridad depende de lo que hemos aprendido delante de Dios.


Si no hemos visto nada delantede Dios, no tenemos absolutamente ninguna autoridad
delante de los hombres.

Debe negarse a sí mismo.


Son de temer las personas que tienen muchas ideas y pensamientos subjetivos, complicándose
cuando quieren ser consejeros de todo y aprovechar toda oportunidad para imponer sus ideas en
otros.

Dios no podrá utilizar a alguien tan lleno de sí mismo. Él prefiere a aquellos que han sido
quebrantados.

Salvo que seamos completamente quebrantados por el Señor, no somos aptos para ser autoridades
delegadas de Dios.
Él nos llama a representar su autoridad, no a sustituirla, así entonces debemos ejercer su voluntad,
y
debe quedar claro que su voluntad es la suya, no nuestra voluntad.
Nuestra voluntad y opinión debe ser sometida.
Tal cómo lo hizo Pablo
4… yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la
carne, yo más: 5circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de
hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; 6en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la
justicia que se basa en la Ley, irreprochable.
7Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo
Jesús, mi Señor. Por amor a él lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo 9y ser
hallado en él…
Flp 3:4-9

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús:
6 Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los
hombres.
8 Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obedientehasta la muerte, y muerte de cruz.
Flp 2:5-8
30»No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco
mi voluntad, sino la voluntad del Padre, que me envió.
Jn 5:30
34Jesús les dijo:
—Mi comida es que haga la voluntad del que me envió y que acabe su obra.
Jn 4:34

Debe mantenerse en comunión constante con el Señor.


No sólo debe haber comunicación, sino también comunión.
La búsqueda incesante de Dios, mantiene viva la comunión. Cuando más cercanos estemos de
Dios,
mayor será nuestra comunión, entenderemos más claramente el mensaje de Dios, y será mayor
nuestra comprensión de lo que Dios quiere que hagamos.

Un siervo de Dios, no debe hablar descuidadamente antes de conocer la voluntad de Dios. Hay
quiénes se atreven a hablar cosas que no han oído de Dios.
La comunión con Dios nos mantendrá dentro de su voluntad. Debemos vivir continuamente en la
presencia de Dios, no sólo de vez en cuando.

Entonces Elías, el tisbita, que era uno de los habitantes de Galaad, dijo a Acab: «¡Vive Jehová, Dios
de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, hasta que mi boca lo
diga!».
1R 17:1
15Elías le dijo:
—¡Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy!, que hoy me presentaré ante él.
1R 18:15
A mayor comunión, mayor autoridad.
19Respondió entonces Jesús y les dijo:
—De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre. Todo
lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente, 20porque el Padre ama al Hijo
y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros
os admiréis. 21Como el Padre levanta a los muertos y les da vida, así también el Hijo a los que quiere
!22
da vida, 22porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, 23para que todos honren al
Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre, que lo envió.
Jn 5:19-23
Si se interrumpe la comunión, también termina la autoridad.

Jamás trate de establecer su propia autoridad .


La autoridad ya ha sido establecida por Dios; por lo tanto. Ninguna autoridad delegada necesita
tratar por sí misma de asegurar su autoridad.
Cualquier intento de por constituirse uno mismo en autoridad debe ser totalmente erradicado.
Cuando sea cuestionada ó sometida a prueba la autoridad delegada sobre usted; no tenga prisa, no
haga nada, los que se rebelan, contra Dios se rebelan.
Si su autoridad es realmente de Dios, Dios le sostendrá.
Si Dios lo designa como autoridad, usted tiene dos alternativas: o desobedece y retrocede
espiritualmente, u obedece y recibe gracia.

Las Autoridades Delegadas y la Revelación


Dios utiliza distintos medios para manifestar su autoridad.

La Revelación
A Moisés le mostró una visión de una zarza ardiente. La autoridad y revelación estaban allí, pues a
pesar del fuego la zarza no se consumía. Y Moisés supo que algo se estaba manifestando.
El valor de un hombre delante de Dios no se establece por el criterio de otros ni por el suyo propio.
Se
calcula por la revelación que recibe de Dios.

La revelación es la valuación de la medida de Dios. Si Dios da revelación, se establece la Autoridad;


pero cuando él retira su revelación, se rechaza al hombre.
A sus autoridades delegadas, Dios les habla claramente y les muestra lo que se esta planeando en
los cielos. Un cielo abierto es el sello de Dios y el testimonio de nuestra filiación. Después que
Jesús fue bautizado, “los cielos le fueron abiertos”.
Cuando Dios nos abre los cielos, ó ascendemos espiritualmente para escucharle, ó el desciende
para
manifestar su presencia y la autoridad con que nos ha revestido.

Leer todo el capítulo de Números 12, y analizarlo ampliamente.

Dios hablaba cara a cara con Moisés, y sus hermanos le cuestionaron agriamente si Dios no había
hablado también por ellos.
6Y Jehová les dijo: «Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros un profeta de Jehová, me
apareceré a él en visión, en sueños le hablaré. 7No así con mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi
casa. 8Cara a cara hablaré con él, claramente y no con enigmas, y verá la apariencia de Jehová.

¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés?».


Nm 12:6-8

Dios siempre respalda a sus autoridades delegadas y refrena la lengua de aquellos que se oponen
a
su autoridad.
Cuando su autoridad sea cuestionada, no hable, manténgase como Moisés, manso y humilde; Dios
también se revelará, hablará y tratará con aquellos.

La Exhortación y la Restauración
Una persona con autoridad delegada, se siente responsable tanto por los obedientes, cmo por los
rebeldes.

Leer todo el capítulo de Números 16, y analizarlo ampliamente.

Cuando Coré ,Datán y Abiram iniciaron una rebelión colectiva, la primera reacción de Moisés fue
“postrarse sobre su rostro”(Nm16:4).

Esta es ciertamente la actitud que debe tener todo siervo de


Dios. Moisés conocía la gravedad de esta situación y estaba realmente preocupado por los
rebeldes.
Les exhortó para que reconvinieran, pero no en una actitud de señorío sino con mansedumbre,
Moisés hablo por separado con cada uno intentando persuadirles, y sin juzgar ni expresar opinión
propia, esperó el veredicto del Señor.

La Intercesión
Una autoridad delegada, no permanece impasible cuando el pueblo peca, continuamente intercede
ante Dios por ellos, esperando que les llegue la revelación, el entendimiento y el arrepentimiento.

Una persona que sólo cuida de sí misma, no sirve para representar la autoridad. En tres ocasiones,
los siervos de Dios, Moisés y Aarón, estuvieron intercediendo por el pueblo:
4Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro.
22Ellos se postraron sobre sus rostros y dijeron:
—Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte
contra toda la congregación?
45«¡Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento!»
Ellos se postraron sobre sus rostros.
Nm 16: 4,22 y 45

La Expiación
A pesar de que el pueblo se rebeló contra él, Moisés le pidió a Aarón -que era el sacerdote- que
hiciera expiación por el pueblo.
Aarón, tomando fuego del altar, se puso entre los muertos y los vivos, y cesó la mortandad.
!24
Dios desea que tengamos gracia. Permitamos que Dios juzgue en todas las cosas. El ser benignos
con los demás es la característica de todos los que están en autoridad.

La autoridad delegada, nunca cuestiona la decisión de Dios, siempre permanece en comunión y


después de cumplir con sus actividades, regresa a encontrarse con Él y continuar en busca de
nueva revelación para cada día.

Después, cuando la mortandad había cesado, volvió Aarón con Moisés a la puerta del Tabernáculo
de reunión.
Nm 16:50

Señales de la Autoridad Delegada


No importan las circunstancias, lugar ó tiempo, Dios siempre hará reposar su presencia sobre la
Autoridad Delegada escogida por Él.
“Delante del Testimonio, donde yo me manifestaré a vosotros. Florecerá la vara del hombre que yo escoja…”

Leer todo el capítulo de Números 17, analizarlo ampliamente, y orar .

La Resurrección
Dios ordenó que la vara (representación y símbolo de autoridad) de los príncipes de cada una de
las
12 tribus, fueran puestas delante de la presencia de Dios en el tabernáculo de reunión, y haría
florecer la vara del hombre que escogería.
La vara es un trozo de madera, separada de algún árbol, sin raíces ni hojas. Sólo por el poder de
Dios, algo muerto puede volver a la vida.
Aún después de la rebelión y de la mortandad, Dios vino a confirmar la autoridad que Él había
delegado. La vara de Aarón, que prácticamente estaba muerta, volvió a la vida y dió flores,
renuevos y almendras .

La base del ministerio se halla en la concesión de la vida de resurrección aparte de la vida natural.
La autoridad no depende de la persona sino de la resurrección. Aarón no era diferente de los
demás,
solo que Dios lo había escogido y le había dado una vida de resurrección.

La Humildad
La autoridad no se fundamenta en nosotros, nada de lo que podamos hacer hará florecer nuestra
vara, solamente el poder de Dios al encontrar una vara digna de ser depositaria de su honra.

La vara que florece hace que se humille su propietario y se sujete al que la hace reverdecer.
Cuando Dios hace algo usando tus labios, usando tus manos… debemos postrarnos delante de Él y
decir: “Esta es tu obra; no tiene nada que ver conmigo. Esta es tu gloria, no la mía”.

El llamado del Señor


Es necesario hacer morir totalmente “el viejo hombre”, y en una victoriosa resurrección empezar
una nueva vida para ser reconocidos como siervos suyos.
Después de que el Señor hizo reverdecer, florear y producir fruto la vara de Aarón, los demás
dirigentes no tenían nada que decir.
La autoridad la establece Dios, La piedra de toque del misterio es la resurrección. Sólo la elección
de
Dios puede ubicar nuestra posición.

Desaparece el Orgullo
Nuestra inteligencia, nuestras ideas y nuestros pensamientos, no nos capacitan para el ministerio;
nuestra competencia viene de Dios.
Reconociendo que nuestra capacidad para el misterio proviene de Dios, sería muy difícil mantener
el
orgullo personal y no ser humilde.

Todos necesitamos saber que no depende en lo más mínimo de nosotros el correr la carrera que
tenemos por delante. No debiéramos considerarnos diferentes de otros tan sólo porque hemos
aprendido unas pocas lecciones espirituales. Todo proviene de la gracia de Dios; todo es dado por
Dios; nada viene de nosotros mismos.
En Mateo 21:9, podemos ver un pollino llevando a Jesús sobre su lomo al entrar en Jerusalén…
Sería ridículo imaginar siquiera que las aclamaciones eran para el burro por llevar a Jesús sobre de
el.

Cuando en tu ministerio empiezan a suceder cosas inesperadas; la gloria y la honra, ya lo sabes, no


son para ti; tú solo llevas sobre tus hombros la autoridad del Señor.
La permanencia del llamado
Dios devolvió a todos los príncipes su vara, menos a Aarón. Esta quedó en el Arca para memorial
perpetuo. Aquello que vuelve a la vida le pertenece a Dios y no a nosotros.
Nuestro único mérito es renunciar a sí mismos y vivir conforme a lo que hay de Dios dentro de
nosotros.
La autoridad es de Dios y nosotros simplemente sus mayordomos. Cada vez que intentemos ejercer
la autoridad como si fuera nuestra, se nos priva inmediatamente de toda autoridad. El discernir esto,
nos hace competentes para ser autoridades delegadas.

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de
nosotros, que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados;

perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos. 10Dondequiera que vamos,


llevamos siempre en el cuerpo la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste
en nuestros cuerpos, 11pues nosotros, que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de
Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12De manera que la
muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida.
2 Co 4:7-12
Ser Autoridad Delegada del Señor, no es meramente manifestar algo de la resurrección, sino hacer
que la vara reverdezca, florezca y produzca fruto, cumpliéndose así la vida de resurrección.

El mal uso de la autoridad


Una orden de Dios, debe obedecerse y hacer tal y como esta ordenado. No debemos agregar ni
quitar a lo ordenado.

La Autoridad Delegada debe santificar a Dios


Un siervo de Dios, no debe mezclar su carne con lo Santo de Dios.
Leer Nm 20:2-3 y 7-13 Nm 20:23-38 Nm 32:48-52
Dios ordenó tomar la vara y reunir a la congregación delante de la peña , hablar a la peña delante
de
ellos para que ella diera su agua y pudieran beber la congregación y todas sus bestias.

El pueblo estaba desesperado y se rebelaba. Moisés golpeó a la peña con su vara dos veces y
salieron muchas
aguas.
La orden fue háblale a la peña. Moisés la golpeó.
Todavía por muchos años más, Moisés y Aarón fueron los siervos que Dios utilizó para guiar a su
pueblo a través del desierto. Los guiaron hasta la tierra prometida, pero ellos no entraron.
51… porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel. 52Verás, por tanto, delante de ti la
tierra, pero no entrarás allá, en la tierra que doy a los hijos de Israel…”
Dt 32: 51-52

Ser autoridad, es representar a Dios.

Ya sea en situaciones de emoción, ira, ó misericordia, la autoridad debe ser como Dios.
Si en tal posición hacemos algo mal, debemos reconocerlo como acción nuestra, jamás involucrar a
Dios, porque Él tendría que absolverse a sí mismo.
Si aceptamos y confesamos nuestros errores, no representaremos mal a Dios, ni cederemos al mal,
ni caeremos en las tinieblas. Si confesamos primero, Dios no tendrá necesidad de defenderse y
seremos librados de caer en su mano gubernativa.

La responsabilidad de la Autoridad Delegada


Debemos temer y temblar cuando administramos los asuntos de Dios. Guardémonos de
convertirnos
en personas descuidadas e imprudentes a medida que envejecemos.
Si alguna persona habla y/ó actúa descuidadamente y hace algo en una forma que no santifica a
Dios, él desde ese momento tiene que intervenir para ser justificado, sin que quede ninguna
posibilidad de pedir perdón.

Dios es muy estricto con quienes lo representan.


El pueblo de Dios se rebeló muchas veces contra Dios, pero Él fue paciente con ellos. Moisés y
Aarón
sin embargo, cometieron un solo error y fueron excluídos de entrar a la tierra de la promesa.
Cuanto más autoridad delega Dios, más serio es su trato.
No hay algo más grave ni que se considere con más severidad que el hecho de que una autoridad
delegada actúe mal.
No pronunciemos juicio irreflexivamente; antes, dominemos nuestro espíritu y refrenemos nuestra
lengua, especialmente cuando seamos provocados.

Hay ocasiones en que podremos recibir misericordia después de caer en la mano gubernativa de
Dios, pero no siempre sucede.
Entendamos claramente que no podemos ofender el gobierno de Dios.

Las Autoridades Delegadas no deben errar


Un siervo de Dios, tiene el compromiso de reflejar con su vida dentro y fuera de la iglesia, lo que
Dios
ha hecho y está haciendo con él.

No hay sitio para la carne dentro del ministerio.

La iglesia no solo teme a la falta de autoridad, sino también a la autoridad ilegítima.

El que incurre en tales cosas, no esta engañando a Dios, sólo esta provocando su enojo, y solo Él
puede saber cual será su juicio.
Tenemos que aprender a no hablar irreflexivamente, a no dar opiniones negligentemente. Nuestro
espíritu debe mantenerse siempre dócil para con el Señor, someternos, representarlo y honrarlo,
21»No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la
voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿no
profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros?”. 23Entonces les declararé: “Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!”.
Mt 7: 21-23

La autoridad proviene del ministerio


Todo el que tiene un ministerio espiritual delante de Dios tiene autoridad delante de los hombres.
Tal como el ministerio es un don de Dios, así también la autoridad la determina Él.

Aarón no tenía ninguna autoridad por sí mismo; la autoridad que tenía venía del ministerio dado por
Dios.
La medida del ministerio determina la proporción de la autoridad.
Si una Autoridad Delegada yerra, Dios vendrá a juzgarla.
Dios está dispuesto a darnos su nombre y a permitir que lo usemos.
Nuestro compromiso es representarlo bien y no dejarlo en mal delante de los hombres, porque
habrá juicio.
Cuando un ministro representa mal la autoridad de Dios, cesa su ministerio.
Cuando a Aarón le fué quitado el ministerio, murió.

Las Autoridades Delegadas deben estar bajo autoridad


Todo aquel que llegará a ser Autoridad Delegada, debe aprender que nunca debe buscar por sí
mismo conseguir la autoridad.
David, tuvo muchas oportunidades de eliminar a Saúl y nunca lo hizo, aún cuando Dios ya había
desechado a Saúl y hecho ungir a David.
David sabía someterse a la autoridad. Jamás invalidó la autoridad de Saúl; simplemente esperó en
Dios para conseguir su autoridad.
Cuando murió Saúl, David reinó por 7 años únicamente sobre el reino de Judá y posteriormente
sobre
Israel y Judá por 33 años.

Todos los que conocen a Dios pueden esperar.

Si nuestros motivos son rectos, seremos reconocidos


no solo por el Señor como representante suyo, sino también por la iglesia como representante de
Dios.

Nadie debe levantarse y afirmar: “Yo soy la autoridad establecida por Dios, todos ustedes tienen
que
someterse a mí”. Primero debemos aprender a tener ministerio espiritual delante de Dios, y
entonces, al tiempo señalado por Dios, podremos estar entre sus hijos para servirles.

Cuando una persona más sabe ser autoridad, más capaz es de mantenerla.
Debemos cuidar que nuestra autoridad mantenga su posición. Nadie debe permitir que se
menoscabe la autoridad de otra persona, y menos con el fin de establecer la suya propia.

La autoridad Delegada se somete a Dios


Siendo David Rey, hizo que el Arca fuera trasladada de regreso, y esto fue motivo de júbilo tal, que
el
mismo Rey vestido con un efod de lino, danzaba con todas sus fuerzas delante de Jehová.
Mical, hija de Saúl, miró desde una ventana, y al ver al rey David que saltaba y danzaba delante de
Jehová, lo
despreció en su corazón y salió a recibirlo Mical, y le dijo:

—¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, descubriéndose hoy delante de las criadas, como
se descubre sin decoro un cualquiera!...
Entonces David respondió a Mical:
—Fue delante de Jehová, quien me eligió en preferencia a tu padre y a toda tu casa, para
constituirme como príncipe sobre el pueblo de Jehová, sobre Israel. Por tanto, danzaré delante de
Jehová, y me humillaré aún más que esta vez; me rebajaré a tus ojos, pero seré honrado…
Toda autoridad debe someterse ante el Señor, porque de Él vendrá la bendición.
Y Mical, hija de Saúl, tuvo una vida estéril, no tuvo ya hijos hasta el día de su muerte. En cambio la
herencia de David prevalece hasta hoy…
…y llamarás su nombre Jesús. 32Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le
dará el trono de David, su padre; 33reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su Reino no tendrá
fin.
Lc 1:31-33

Humildad en la Autoridad Delegada


David fue pastor de ovejas en su niñez, fiero guerrero cuando mató a Goliat y anduvo huyendo de
Saúl; muchos años después cuando ya era Rey, se sentaba y se postraba humildemente en el
suelo para hablar con Dios.

Cuanta grandeza y gloria de Dios hay en la humildad.


Todo el que piense o sienta que es autoridad, no es digno de ser esa autoridad. Cuanto más
autoridad tiene uno, tanto menos conciencia tiene de ella. Uno que representa la autoridad de Dios
debe tener en sí esta bendita necedad; tener autoridad, pero sin tener conciencia de ser autoridad.

La Autoridad no se sostiene a sí misma


Leer el Segundo libro de Samuel, capítulos 15 al 18

Cuando hubo rebelión en Israel y se levantó Absalón buscando el reinado, David no intentó
defender
su posición de autoridad. Simplemente en absoluta sujeción a Dios, esperó en el…
25Pero dijo el rey a Sadoc:
—Haz volver el Arca de Dios a la ciudad. Si hallo gracia ante los ojos de Jehová, él hará que vuelva y vea el
Arca y su Tabernáculo. 26Y si dice: “No me complazco en ti”, aquí estoy, que haga de mí lo que bien le
parezca.
2S 15:25-26
La Autoridad puede soportar la provocación.
Y aún lloró por la muerte de Absalón (2S 18:33).
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La Motivación interior de las Autoridades Delegadas


Pocas veces enseño el Señor Jesús sobre autoridad. Un pasaje muy claro al respecto es el que
encontramos en Marcos 10. El Señor nos muestra aquí dos cosas.
1.- El camino a la autoridad.
2.- Si sirves, que sea para agradar a Dios, no solo por recibir autoridad.
Jesús enseño a sus discípulos:
—Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus
grandes ejercen sobre ellas potestad. Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera
hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor; y el que de vosotros quiera ser el primero,
serásiervo de todos, porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para
dar su
vida en rescate por todos.

Los que obedecen a Dios se relacionan únicamente con la voluntad de Dios, todo lo demás
estasujeto a cambio .
Muchos pueden relacionarse con la consagración, el sufrimiento ó la obra, pero debiéramos
mantenernos en relación directa solamente con la voluntad de Dios.
Hay quienes al estar comprometidos con la obra no sirven para nada más, Llegan a estar tan
ligados
a la obra que les demanda toda su atención. Ya no pueden aceptar más de la voluntad del Señor.
Insisten en seguir hasta el fin, ya que no trabajan por la voluntad de Dios sino por la obra.

La Autoridad consiste en servir humildemente


Entre los gentiles, los hombres buscan la autoridad para dominar y ejercer autoridad sobre otros.
Si nosotros buscamos lo mismo que los gentiles, entonces somos incapaces de guiar a otros.

Dios no da autoridad a quien desea ejercerla; por extraño que parezca, es al que siente su
incompetencia al que Dios da autoridad. Su poder se perfecciona en su debilidad.
A nadie se le debería dar un puesto por temor de que si no se le da se valla a rebelar. Un hombre
que se exalta a sí mismo es un hombre a quién Dios rechaza.

Es desastroso cuando en la iglesia se adopta la forma de gobierno gentil, y se elige a alguien para
ser
autoridad por sus capacidades, ó por su diplomacia. Si alguno se siente competente para ser
autoridad, es el menos calificado para hacerlo.

Para ser grande, hay que saber servir


Alguien que quiera estar en autoridad debe de estar preparado para servir de servidor y ser siervo
de
todos, tener un fundamento espiritual y un espíritu de humildad. Al que es verdaderamente fiel y se
considera incompetente para todo excepto para ser siervo de todos, a ese proclama el Señor como
alguien que puede ser grande.
En consecuencia, una condición para ser autoridad, es un sentimiento de incompetencia e
indignidad.

La diplomacia no es lo más importante; más bien lo es el tener un sincero sentimiento de que no


somos más que siervos inútiles. Aprendamos a conocernos a nosotros mismos a la luz de Dios que
todo lo descubre, desechemos nuestro orgullo, aprendamos a ser humildes y no hablemos nunca
por nosotros mismos.

En la misma Biblia podemos ver que Dios jamás ha utilizado a un alma orgullosa. Cuando una
persona se enorgullece, en ese mismo momento Dios la desecha.
A semejanza de Cristo, la autoridad delegada sirve a los demás, no se envanece por ser su
autoridad.
A una autoridad delegada, le preocupa servir y hacer la voluntad de Dios, no le preocupa establecer
su propia autoridad.

Las Autoridades Delegadas deben santificarse a sí mismas.


El “Santificarse el Señor a Sí mismo” significa que por sus discípulos Cristo se abstuvo de hacer
muchas cosas que le eran totalmente legítimas; de decir muchas palabras que legítimamente pudo
haber dicho; de tener actitudes que justificadamente pudo haber tenido; aún de ponerse ropa que
legítimamente pudo haber usado. Para Él , que no conoció pecado, todas las cosas eran lícitas, no
obstante dice: “Y por ellos Yo me santifico a mi mismo”.
Cristo no solo tenía en mente su propia santidad, sino la nuestra. Cristo estaba dispuesto aún a
aceptar restricciones que provienen de los hombres, todo para no ser mal interpretado por los
pensamientos pecaminosos de ellos mismos.

La Autoridad implica soledad.


Uno de los precios de la autoridad es la soledad; la cual es una característica de la autoridad
delegada. Y no es por orgullo sino por representar la autoridad de Dios. Y tampoco es un asunto de
pecado, sino de santificación.
Lo opuesto ala santidad es lo común, no es el pecado. Ser santo es consecuentemente “ser
apartado” , “apartado para Dios”; ser diferente a los demás. Vivir en el mundo, sin ser del mundo.
Hay muchas cosas lícitas que no haremos; muchas palabras aceptables que no diremos.
Recordemos que el que está en autoridad representa a Dios en sus palabras y en sus hechos y se
vuelve un ejemplo. Sin embargo el que está en autoridad debe de actuar con perfecta naturalidad
manteniendo la comunión del cuerpo con todos los hermanos, sin asumir jamás la falsa posición de
estar en una clase especial.

Estar en autoridad obliga a refrenar nuestros sentimientos


Hasta los sentimientos legítimos de las autoridades tienen que ser puestos bajo control. El que está
en autoridad no debe buscar el contentamiento propio.

Cuanto más es la autoridad que Dios le ha dado a una persona, Más estrictas son sus exigencias.
Al que más le confía Dios, más le ha de demandar.

Autoridad en el Espíritu
La Autoridad Delegada debe:
Vivir en intimidad con Dios.
Ejercer la autoridad delegada por Jesús
Caminar en la autoridad del Espíritu Santo
Jesús la Vid Verdadera
15Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos,
porque todas las cosas que oí de mi Padre os las he dado a conocer. 16No me elegisteis vosotros a mí,
sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto
permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Jn 15:15-16

Elección de los apóstoles


13Después Jesús subió al monte y llamó a sí a los que él quiso, y vinieron a él. 14Designó entonces a
doce para que estuvieran con él, para enviarlos a predicar

15y que tuvieran autoridad para sanar


enfermedades y para echar fuera demonios…
Mr 3:13-15
Jesús sana a un muchacho

14Cuando llegaron adonde estaba la gente, se le acercó un hombre que se arrodilló delante de él,
diciendo:
15—Señor, ten misericordia de mi hijo, que es lunático y sufre muchísimo, porque muchas veces cae
en el fuego y muchas en el agua. 16Lo he traído a tus discípulos, pero no lo han podido sanar.
17Respondiendo Jesús, dijo:
—¡Generación incrédula y perversa! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os
he de soportar? Traédmelo acá.
18Entonces reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y este quedó sano desde
aquella hora. 19Se acercaron entonces los discípulos a Jesús y le preguntaron aparte:

—¿Por qué nosotros no pudimos echarlo fuera?


20Jesús les dijo:
—Por vuestra poca fe. De cierto os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este
monte: “Pásate de aquí allá”, y se pasará; y nada os será imposible. 21Pero este género no sale sino
con oración y ayuno.
Mt 17:14-21

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