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Chikungunya

15 de septiembre de 2020
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Datos y cifras
 La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida al ser
humano por mosquitos infectados y causada por el virus chikungunya.
 • Además de fiebre y fuertes dolores articulares, produce otros
síntomas, tales como dolores musculares, inflamación de las
articulaciones, dolor de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones
cutáneas.
 Los dolores articulares suelen ser debilitantes y su duración puede
variar.
 Todavía no se dispone de vacunas o fármacos específicos contra este
virus, por lo que el tratamiento se centra en aliviar los síntomas.
 La enfermedad se da sobre todo en África, Asia y el subcontinente indio.
Sin embargo, en 2015 hubo un gran brote que afectó a varios países de
la Región de las Américas y se han registrado brotes esporádicos en
otros lugares.
 Algunos signos clínicos de esta enfermedad son iguales a los del
dengue y el zika, con los que se puede confundir en zonas donde estos
son frecuentes.
 Los casos graves y las defunciones por fiebre chikungunya son muy
raros y, casi siempre, están relacionados con otros problemas de salud.
 Debido a la dificultad para diagnosticar con exactitud esta enfermedad,
no se dispone de una estimación real del número de afectados en el
mundo cada año.
 Un factor de riesgo importante es la proximidad de las viviendas a
lugares de cría de los mosquitos.

La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida por mosquitos que se


describió por primera vez durante un brote registrado en el sur de Tanzanía en
1952. Los virus causantes son especies del género Alphavirus, que son virus ARN
de la familia Togaviridae. «Chikungunya» es una voz del idioma makonde que
significa «postura retorcida», en alusión al aspecto encorvado de los pacientes
causado por los dolores articulares (artralgia).

Distribución de la fiebre chikungunya y brotes


de esta enfermedad
El virus chikungunya fue descrito por primera vez en Tanzanía, en 1952 y, durante
los 50 años siguientes, fue aislado en África y en Asia, donde causó brotes
ocasionales. Desde 2004, la fiebre chikungunya se ha propagado rápidamente y
se ha detectado en más de 60 países de Asia, África, Europa y las Américas.

En 2004 se registró también un brote en Kenya que se propagó a lugares vecinos


del Océano Índico. En los dos años posteriores se registraron cerca de 500 000
casos; en la isla Reunión, más de un tercio de la población resultó infectada.
Posteriormente, la epidemia se propagó desde el Océano Índico a la India, donde
persistió durante varios años, infectando a casi 1,5 millones de personas. Debido
al desplazamiento de viajeros virémicos, el virus se propagó a Indonesia,
Maldivas, Sri Lanka, Myanmar y Tailandia.

En 2007 se notificó el primer caso de transmisión local en Europa en un brote


localizado en la región nororiental de Italia, en la que se registraron 197 casos.
Así, se confirmó que en Europa pueden darse brotes víricos transmitidos
por Aedes albopictus. Durante 2010 se continuaron registrando casos en Asia
sudoriental y se notificó otro brote en La Reunión, isla situada en el Océano Índico.
Los viajeros virémicos importaron de nuevo el virus a Europa, Estados Unidos y
Taiwán.

En 2013, se documentó el primer brote de fiebre chikungunya con transmisión


autóctona en las Américas, que se inició con dos casos autóctonos (confirmados
en el laboratorio) registrados en la parte francesa de la isla caribeña de San Martín
y se extendió rápidamente por toda la región. En ese mismo año, se notificaron 72
casos al Centro europeo para la prevención y el control de las enfermedades; los
países más afectados fueron Francia, Reino Unido y Alemania.
La mayor carga de esta enfermedad en Europa se dio en 2014, con casi 1500
casos. De nuevo, Francia y Reino Unido fueron los países más afectados.
Además, Francia confirmó cuatro casos de fiebre chikungunya transmitida
localmente en el sur del país. A finales de ese año, se registraron brotes en islas
del Pacífico, entre ellas las Islas Cook, las Islas Marshall, Samoa, Samoa
Americana, la Polinesia Francesa y Kiribati. Asimismo, ese año se notificaron más
de un millón de presuntos casos a la Organización Panamericana de la Salud
(OPS).

En 2015, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades


(ECDC) informó de que el número de casos de fiebre chikungunya se había
reducido desde 2014, bajando hasta 624. En cuanto a la Oficina Regional de la
OMS para África, registró un brote en el Senegal, en la que representó la primera
circulación activa en la zona en cinco años. En las Américas, en ese año se
notificaron a la OPS 693 489 presuntos casos y 37 480 casos confirmados. La
mayor carga correspondió a Colombia, con 356 079 presuntos casos. No obstante,
en esta región se produjo un descenso significativo en el número de casos con
respecto al año anterior.

En 2016 se comunicaron a la OPS 349 936 presuntos casos y 146 914 casos


confirmados en laboratorio, es decir, la mitad que en el año anterior. Los países
que notificaron más casos fueron Brasil, Bolivia y Colombia, que sumaron
conjuntamente cerca de 300 000 presuntos casos. La Argentina notificó por vez
primera transmisión autóctona del virus chikungunya, tras un brote en que se
registraron más de 1000 presuntos casos. En África, Kenya notificó un brote de
fiebre chikungunya que causó más de 1700 presuntos casos, mientras que la
ciudad de Mandera (Somalia) resultó duramente afectada, pues el virus infectó a
alrededor del 80% de sus habitantes. En la India hubo casi 65 000 casos de,
mientras que en Europa esta cifra se mantuvo por debajo de los 500 casos.

En 2017, el ECDC notificó casos 548 en 10 países, el 84% de ellos confirmados.


Más del 50% se dieron en Italia. Por primera vez desde 2014, se volvieron a
notificar casos autóctonos en Europa (en Francia y en Italia).

Como en años anteriores, las regiones de Asia y de las Américas fueron las más
afectadas por la fiebre chikungunya. En el Pakistán, el brote se inició en el año
anterior y fue persistente, causando 8387 casos, mientras que en la India hubo
62 000 casos. En las Américas y el Caribe se notificaron 185 000 casos; más del
90% de los ocurridos en la Región de las Américas se registraron en el Brasil.
También se notificaron brotes de fiebre chikungunya en el Sudán (2018), el Yemen
(2019) y, más recientemente, en Camboya y en el Chad (2020).

Transmisión
El virus chikungunya se transmite entre los seres humanos a través de mosquitos.
Un mosquito no infectado puede ingerir virus al alimentarse de la sangre de una
persona virémica (es decir, una persona en cuya sangre circulan estos virus). A
continuación, los virus se replican en el mosquito, pero este ya puede transmitir
virus a un nuevo huésped no infectado al alimentarse de él. En la persona recién
infectada, el virus comienza a replicarse nuevamente hasta alcanzar altas
concentraciones. Si otro mosquito pica al nuevo huésped en el momento en que
este tiene virus circulando en la sangre, puede ingerirlos, y así se reiniciaría el
ciclo de transmisión.

El virus se replica en el intestino medio del mosquito y luego se extiende a tejidos


secundarios, como las glándulas salivales, desde donde se puede transmitir otra
vez a un nuevo huésped no infectado con mayor rapidez que otros virus
transmitidos por mosquitos; en experimentos realizados en laboratorios se ha
observado que el virus chikungunya se puede detectar en la saliva de estos
mosquitos tan solo dos o tres días después de que ingieran sangre [1]. Esto podría
indicar que el ciclo completo de transmisión humano-mosquito-humano puede
completarse en menos de una semana. Se cree que los mosquitos infectantes son
capaces de transmitir virus durante el resto de su vida.

Las especies de mosquitos que participan más frecuentemente en el ciclo de


transmisión de este virus son Aedes aegypti y Aedes albopictus; ambas especies
también pueden transmitir otros virus, como el del dengue y el del zika.

Ecología de los vectores


Tanto Ae. aegypti como Ae. albopictus han causado grandes brotes de fiebre
chikungunya. Mientras que Ae. aegypti está presente solamente en zonas
tropicales y subtropicales, Ae. albopictus también vive en regiones templadas, e
incluso templadas/frías. Estos mosquitos suelen picar durante todo el periodo
diurno, aunque pueden hacerlo con más frecuencia al principio de la mañana y al
final de la tarde. Ambas especies pican al aire libre, pero Ae. aegypti también
puede hacerlo en interiores.

A diferencia de Ae. aegypti, Ae. albopictus cría en una variedad más amplia de


acumulaciones de agua, tales como cáscaras de coco, vainas de cacao, tocones
de bambú, huecos de árboles o charcos en rocas, además de en depósitos
artificiales tales como neumáticos de vehículos o platos bajo macetas. Esta
diversidad de hábitats explica la abundancia de Ae. albopictus en las zonas rurales
y periurbanas y en los parques urbanos con áreas de sombra. En los últimos
decenios, Ae. albopictus ha salido de Asia y se ha establecido en algunas zonas
de África, Europa y las Américas. La expansión geográfica de este vector
competente y la frecuencia creciente con que se importan virus hace más posible
la transmisión local de estos en zonas anteriormente no afectadas.

Ae. aegypti está más estrechamente asociado a las viviendas y cría en espacios


interiores (por ejemplo, en floreros, recipientes con agua y depósitos de agua de
los baños), además de en los mismos hábitats artificiales exteriores que Ae.
albopictus.

En África se han encontrado otras especies de Aedes que transmiten la fiebre


chikungunya, como Ae. luteocephalus y especies del grupo Ae. furcifer-
taylori. Además, se dispone de pruebas de que algunos animales distintos de los
primates (roedores, aves y pequeños mamíferos) también pueden actuar como
reservorios de este virus, lo cual explicaría su reaparición tras periodos de
inactividad en el ser humano.

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