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“La Ley humana puede ser injusta por un doble capítulo: o porque falla alguna o
algunas de las cuatro causas anteriormente mencionadas, o porque contradice al
bien divino … lo que no es honesto en el orden natural contradice al bien divino, y
lo que contradice al bien divino no puede ser honesto en el orden natural” 1
Queda pues claro, que la ley injusta no solo no obliga en conciencia, porque una
norma que carece de la rectitud necesaria y esencial a toda ley, no es ni puede ser
verdadera ley, y consecuentemente, lo que no es ley no obliga; pero no solo no
obliga en conciencia, sino que además el abogado está obligado a desobedecerla
porque atenta contra el bien común, carece de valor jurídico.
Aunque, excepcionalmente obliga si bien no sea útil para el bien común, mientras
no atente contra la ley natural o divina, en cuyo caso para evitar escándalo o
perturbaciones sociales o un daño mayor, debe cumplirse. Se aplica también a las
leyes que sean parcialmente injustas, en cuyo caso la parte no injusta
abiertamente, obliga, por las mismas razones. (PORTELA, 2005)
“La Objeción de conciencia supone que una persona se niega a cumplir lo que
establece una norma jurídica por motivos de conciencia, porque entra en conflicto
con sus obligaciones morales o religiosas. El rechazo se limita a sustraerse al
cumplimiento de la norma sin pretender en ningún momento la modificación o
derogación de la norma. No cabe un derecho a la objeción de conciencia con
carácter genérico (sólo alguna o algunas normas) pues esto llevaría a no declarar
vinculante el Derecho”. 3
1
Royo Marín, Antonio. Teología Moral Para Seglares I Moral Fundamental y Especial. BAC Madrid 1979.
Pág. 119.
2
PORTELA, Jorge Guillermo. La Justificación Iusnaturalista de la desobediencia civil y de la objeción de
conciencia. EDUCA Buenos Aires, 2005. Pág.30.
3
De la Torre Díaz, Francisco Javier. Ética y Deontología Jurídicas. DYKINSON 2000. Pág. 187.
“…supone la no observancia de una o varias normas con la finalidad de lograr la
modificación de esas mismas normas o de otras (políticas, programas, etc.) que se
consideran injusta o inmorales, aceptando normalmente la sanción impuesta por la
desobediencia. Su finalidad es política y por eso la desobediencia civil es pública y
manifiesta. La desobediencia civil puede ser: directa, si vulnera la norma que se
pretende modificar, o indirecta, si se vulnera una norma que no se cuestiona para
poner en evidencia la disconformidad con otra norma o decisión”. 5
4
PORTELA, Jorge Guillermo. La Justificación Iusnaturalista de la desobediencia civil y de la objeción de
conciencia. EDUCA Buenos Aires, 2005. Pág.29.
5
De la Torre Díaz, Francisco Javier. Ética y Deontología Jurídicas. DYKINSON 2000. Pág. 187.
6
PORTELA, Jorge Guillermo. La Justificación Iusnaturalista de la desobediencia civil y de la objeción de
conciencia. EDUCA Buenos Aires, 2005. Pág.30.