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INICIO DEL PROCESO DE ADECUACIÓN DE LOS HOSPITALES

NEUROPSIQUIÁTRICOS PBA

El 10 de diciembre del 2020, en el marco de ‘Una Buenos Aires sin manicomios’ y al


conmemorarse el Día Mundial de los Derechos Humanos, se aprobaron los Planes de
adecuación de los Hospitales Neuropsiquiátricos bonaerenses a la Ley Nacional 26.657
de Protección de la Salud Mental.

INTERVENCIÓN DE JULIETA CALMELS:

Buenas tardes a todos y a todas. Gracias, Mario, que le tocó esta función de
presentar. Mario decía: “Yo no soy el mejor para esto”, pero que esté la voz de Mario, la
presencia de Mario y que estemos en un lugar como la Escuela, ¿no? La escuela que
Mario dirige… envuelve de alguna forma este encuentro de la mejor manera.
Porque Mario tiene mucho que ver con lo que acá está conduciendo y con la
construcción de una historia vinculada a cómo la salud mental también puede
involucrarse dentro del campo de la salud haciendo su aporte. Y también Alicia Stolkiner
que viene de un rally desde la Capital Federal hasta acá con mucho esfuerzo… Viniendo
además de un viaje y nos pone muy contentos que también puedas estar acá. Porque en
la presencia de muchos de ustedes está contenida también una larga historia que éste le
otorga… Que es el autor de la Ley Nacional de Salud Mental y en el nombre de Leo todos
los colectivos de trabajadores de derechos humanos que hicieron posible que esa ley en
la Argentina sea una ley modelo para toda la región y mucho más, ¿no? Porque los
países europeos -salvo Italia, en general, suele serlo esta referencia- no es que
encontramos en los países europeos, respecto del abordaje de la salud mental, modelos
que superen el modelo que propone Argentina.

Y no es casualidad que esto pase en la Argentina. Somos el país, por lejos, con
más incidencia de profesionales en el campo de la salud mental. Somos un país que
además ha tenido el atravesamiento de los derechos humanos muy importantes, no
sólo por su trágica historia y por la lucha de los organismos sino porque además han
determinado un momento de nuestra historia los gobiernos de Néstor y Cristina.
Determinaron que los derechos humanos no van a ser solamente algo que sostengan
los colectivos militantes sino, que además, se incorporen como políticas transversales al
propio estado, y esa definición tan importante de nuestro país se ve reflejada en esa ley
que todos mencionamos. Y tal vez algún despistado siga diciendo “nueva ley de salud
mental” a 10 años ya… A veces, medio en chiste, digo “la vieja ley de salud mental”.

Que esa Ley de Salud Mental tenga, en su definición misma, la inclusión de los
derechos humanos como aquella condición sin la cual no es posible pensar la salud
mental y a lo largo de todo el desarrollo de la ley los derechos humanos son un piso
básico a partir del cual cualquier proyecto sanitario, cualquier proyecto de atención y de
acompañamiento al padecimiento subjetivo, tiene que tener ese ese marco y ese
cumplimiento. Entonces que estén hoy acá muchos de ustedes… Que esté Matías
Moreno, Secretario de Derechos Humanos de nuestra provincia, tiene una importancia
que no es sólo coloquial sino que refleja parte de esta definición y de esta característica
también de la historia de la salud mental en nuestra Argentina; y también hay colectivos
de usuarios, asociaciones, que dan la temática de la salud mental a lo largo de la historia,
en nuestra provincia también, hoy presente con nosotros y que les agradecemos mucho.

Porque Argentina tiene, y nosotros descubrimos muy profundamente, la


provincia de Buenos Aires… Una enorme historia de construcción de este modelo de
salud mental con base en las comunidades, historia de militancia, historia de
experiencias, enorme historia de experiencias acerca de cómo es posible plantear un
modelo de atención en salud mental alternativo a las lógicas manicomiales. Y cuando
decimos las lógicas manicomiales no es sólo lo que ocurre adentro de los hospitales
manicomiales, y tal vez esto sea de lo más importante aclarar una y otra vez: los
manicomios son el símbolo, el analizador de un problema mucho más profundo que
atraviesa el campo de la salud y que atraviesa culturalmente a nuestra sociedad. Los
manicomios son posibles porque la salud mental no pudo ingresar el sistema de salud de
una manera más fluida, de una manera más integrada, de una manera más comprensiva
acerca de los padecimientos. Existen los manicomios porque culturalmente también y,
esto es propio también de toda una tradición del neoliberalismo que tiende a
estigmatizar y excluir cualquier diversidad, también produce ese estigma y exclusión y
entonces el neuropsiquiátrico monovalente según, es necesario funcione en el marco de
ese problema más profundo.

Es por eso que insistimos muchas veces, y seguiremos insistiendo, en decir que
la transformación de los hospitales neuropsiquiátricos es un paso estratégico de algo
mucho mayor que es la transformación del modelo de atención en salud mental en
nuestra provincia y que es posible en este momento. Como decía Nico hoy, pensaba que
pueden entrar tantas cosas en un día, no cumplimos un año de haber recuperado el
estado nacional con Alberto como presidente y además como con Cristina como
vicepresidenta, que hay que volver a recordarlo esa maravilla de la historia que nos
permite tenerla a ella todavía con nosotros y guiando gran parte de los procesos. Es el
día de por lo menos en una de las cámaras de intento de sancionar la ley del aborto legal
seguro y gratuito, es el día de los derechos humanos y se transformó en la democracia el
día de los derechos humanos, otra de las marcas históricas y además es el día que
formalmente vamos a desencadenar este proceso que es el proceso de transformación
de los hospitales neuropsiquiátricos de nuestra provincia para su sustitución por
dispositivos con base en las comunidades.
Está Hugo Barrionuevo, el Director Nacional de Salud Mental. Esta política de
nuestra provincia se enmarca también en una decisión nacional pero como autoridades
provinciales tenemos la responsabilidad inmediata y directa de tomar decisiones en
relación a la salud de nuestra provincia, a las instituciones de nuestra provincia y a los
procesos a los cuales estamos comprometidos por una ley que cumple diez años y que
planteaba para el 2020 el cierre definitivo de los manicomios. Pero, además, estamos
comprometidos porque formamos parte de un proyecto político que cree en el derecho a
la salud, que cree en la dignidad y el respeto por los derechos humanos. Y, en ese
sentido, me parece que es importante volver a tomar noticias que son los proyectos
políticos y las decisiones marcadas en proyectos políticos son los que son capaces de
garantizar y acceder derechos. Los proyectos políticos, por lo menos de los que nosotros
nos identificamos y formamos parte, y no es casual que esa ley haya surgido durante el
kirchnerismo y que este proceso estamos pudiendo desencadenarlo realmente,
nuevamente, en un marco de un gobierno nacional y popular.
Bueno, algunos anuncios que hacemos hoy y otros van a transcurrir en la
semana, así lo estamos definiendo dado que es un día tan cargado de noticias y
decisiones.
De los anuncios que queremos hacer en el centro del día de hoy, tenemos la
aprobación de los planes de adecuación de los hospitales neuropsiquiátricos, pero
entendimos que había otras medidas que tenían que acompañar ese proceso que ahora
voy a mencionar: una de estas medidas es una disposición que sacamos con Riera
vinculada al cierre de ingresos y reingresos de pacientes a pabellones crónicos o de larga
estadía.
Para nosotros es una decisión sumamente importante y hay un hospital de
nuestra provincia, que es el hospital Alejandro Korn, que tiene una disposición interna
que forma parte de los antecedentes de esta norma que estamos sacando hoy. Pero
entendemos que hace falta una decisión formal, normativa, que impida la posibilidad del
ingreso de nuevas personas a los pabellones de larga estadía de pacientes crónicos
como una manera de poner un límite claro al ensanchamiento del manicomio, y que nos
permita en todo caso trabajar con las personas que aún permanecen internadas de
forma crónica en los hospitales y, a la vez, que nos permita pensar y poner una barrera
firme y clara respecto de lo que tienen que ser las internaciones breves en nuestras
instituciones.
Otra disposición que también sacamos con Juan Riera tiene que ver con la
creación de un instrumento en el que trabajamos muchos meses, que es un instrumento
de relevamiento de información y monitoreo de los cuatro hospitales neuropsiquiátricos
en nuestra presencia y una herramienta que trabajamos muchas veces y que tuvimos la
posibilidad de trabajar con todos los directores y las tres estadísticas que nos permiten
al día de hoy saber concretamente: cuántas personas están internadas en los
neuropsiquiátricos públicos de nuestra provincia, saber cuántos trabajadores hay en
cada una de las instituciones, saber qué tipo de prácticas realizan los trabajadores, en
qué sectores de los hospitales, saber en qué condiciones están las personas internadas
(que es un dato importantísimo), qué cantidad de años tienen internados, si tienen DNI
o no tienen DNI, cómo está la situación vinculada a la capacidad jurídica (un gran tema a
trabajar en el proceso que se desencadena), si tienen bienes, si no tienen bienes… es
decir, en qué situaciones están las personas a las que vamos a tener que acompañar
para construir una vida más digna afuera de los manicomios. Y acá están presentes
muchas de las compañeras que trabajan en la elaboración de ese instrumento. Ese
instrumento nos permite saber a hoy que hay 1521 personas internadas en nuestros
hospitales psiquiátricos y nos permite y nos permitió poder observar cómo en un año
tan complejo como es el año que nos tocó, un año atravesado por el sufrimiento y los
esfuerzos para salvar la vida de nuestra población, incluidos los pacientes de los
hospitales neuropsiquiátricos porque eran la primera población de riesgo con
comorbilidades, con muchos años de internación y muchos años de edad, nos permitió
poder observar cómo desde diciembre a junio de este año si es que no se genera una
disminución del 11% de la población internada en los neuropsiquiátricos y proyectamos
que a diciembre va a ver una disminución del 16% de la población interna de los
neuropsiquiátricos. Y eso tiene que ver con el enorme esfuerzo que los directores
realizaron para construir otras alternativas de vida fuera de los manicomios, que las
personas puedan vivir el lugar, que no sean hospitales, como todos tenemos el derecho
a vivir en una casa y vivir como se vive en una casa y, también tiene que ver con esto
que decíamos: el comienzo del desencadenamiento de un proceso de cambio del modelo
de atención, entonces la cantidad de equipos móviles de salud mental que están
trabajando en los territorios.

La descentralización de recursos profesionales de los neuropsiquiátricos para


atender en las zonas de residencia donde viven las personas, la ampliación de
profesionales en los hospitales públicos y en los neuropsiquiátricos destinados a los
procesos de externación, la posibilidad de distribución más equitativa de los
psicofármacos como un recurso necesario de existir en las comunidades donde las
personas tienen que internarse, el trabajo con los municipios para empezar a trabajar la
idea de que los pacientes no son de los neuropsiquiátricos, esto que se dice tanto: “este
paciente es del Cabred”, “este paciente es del Korn”, ¿no? Una cosa muy curiosa que es
frecuente en la manera en la que se habla respecto a las personas. Las personas primero
no son de nadie y, después, si son de algún lugar es de donde viven y el manicomio no
es un lugar de vida.

Así que eso en eso está también ampliar esas redes para que este porcentaje de
descenso de la cantidad de camas, incluso aún antes del desencadenamiento formal,
hoy de los de los hospitales se produzca. Nosotros teníamos la decisión política y la
obligación normativa de producir este cambio en los hospitales de nuestra provincia.
Pero haber recorrido con todo el equipo de la subsecretaría, con nuestros directores, con
nuestros subsecretarios los hospitales neuropsiquiátricos de la provincia, nos dan la
profunda convicción de que los neuropsiquiátricos no son un lugar de vida y esto hay
que volver a decirlo una y otra vez. Las personas en los neuropsiquiátricos se levantan y
se acuestan a la misma hora, las personas en los neuropsiquiátricos se bañan y hacen
sus necesidades en muchos casos en lugares que no tienen ni puertas, ni cortinas, se
pierde absolutamente la posibilidad de construir una vida, una cotidianeidad, una
identidad, un lazo profundo con su comunidad y con otros aspectos de la vida humana.
Esa degradación dentro se los comió a pesar de los enormes esfuerzos que muchos
profesionales hicieron y hacen a lo largo de la historia. Es algo que tiene que tener un
punto de detención para que los manicomios en nuestra provincia comiencen a ser parte
de la historia y nunca más una opción de salud para nuestra población.
Decíamos, con el decano de la facultad de La Plata, les proponemos lo que una
buena materia podría hacer: una recorrida por todos los neuropsiquiátricos, más allá de
los contenidos y los conceptos. Yo creo que no hay persona que recorra entero un
neuropsiquiátrico (que te puedes llevar cinco, seis, siete, ocho, nueve horas) que le
quede alguna duda respecto de que no es el neuropsiquiátrico una opción de salud, y
menos aún una opción para la salud mental.

En ese marco, junto con esas decisiones que mencionábamos, iniciamos un


proceso en la provincia, ya hace algún tiempo, con el nombramiento de los directores de
los hospitales neuropsiquiátricos. Insistimos en decir que no es una decisión
administrativa la designación de los hospitales, el perfil de los directores que tenemos
en nuestros hospitales es una decisión profundamente política, porque los directores de
nuestros hospitales orgullosamente podemos decir que forman parte de esa historia en
la que en esta provincia se ha construido otro modelo posible de atención para la salud
mental, y sabe cómo construir esa otra alternativa al manicomio.

A partir de eso, el 7 de septiembre sacamos una disposición en la subsecretaría


que daba por inicio al proceso de presentación de planes de adecuación para todos los
hospitales con una serie de lineamientos de base muy importantes para nosotros,
porque la presentación de planes no tenía que quedar librada solamente a la voluntad o
a la experiencia o a la imaginación de cada director, sino enmarcado en una definición de
la política pública.

El 9 de octubre nos reunimos a recibir esos primeros proyectos de planes de


adecuación de todos los hospitales y nos dimos un tiempo veloz, sabemos que fue veloz
extremadamente trabajoso. Yo miro las caras y todavía veo el agotamiento que implicó
construir una propuesta infinitamente mejor de planes de transformación para cada una
de las instituciones… que implicó el trabajo para adentro de los hospitales, con los
equipos, con los jefes de servicio, con los trabajadores, recogiendo esa historia y a la vez
imprimiendo una visión también procesual y de futuro respecto de: en qué se van a
transformar estas instituciones que hoy llamamos y son manicomios.
Los planes que recibimos este fin de semana, después de un trabajo muy
importante que recoge todo este intercambio con los trabajadores y, que seguimos
semana a semana reuniéndonos con los directores para evaluar los avances, hicimos
algunas devoluciones respecto de los planes que nos presentaron y queremos decirles
con mucha alegría que realmente son, yo diría cada uno de esos planes, un hermoso e
inmenso libro sobre la historia de cada una de las instituciones que contiene el
sufrimiento de muchos años, de muchísimas personas y que a la vez contiene un
proyecto integral que implica: la ampliación de todo el componente sanitario de cada
uno de los hospitales, una reformulación del modelo de atención en salud mental, la
creación de hospitales de día, de centros de día, una dotación de camas mínimas para
internaciones breves, en general todos los planes incluyen un aspecto de género y, vale
la pena decirlo, de una perspectiva de género, y a la vez nosotros todavía tenemos
hospitales uno de mujeres y otro de hombres. ¡Miren a qué distancia de la historia están
todavía nuestras instituciones! Y en todos esos planes se incluye la idea de que esto…
que se llama mixto, ¿no? Que sería una palabra que tampoco sería tan acorde: hombres,
mujeres y otras identidades. Ya no van a ser hospitales ni de mujeres, ni de hombres;
van a ser hospitales abiertos a todas las personas que necesiten ser acompañadas en
algún proceso de padecimiento. También incluyen el elemento vinculado a las infancias
y las juventudes.
No nos pusimos de acuerdo, pero todos los que presentaron, se los agradecemos
profundamente porque nuestra provincia tiene una deuda inmensa con las infancias y
las juventudes. Y nuestros hospitales, que tienen que ser de ahora en adelante lo mejor
que podamos ofrecer en términos de modelo sanitario, tenían que incluir justamente esa
porción de nuestra población que dentro de nuestros proyectos políticos son los
privilegiados para la historia, también incorporaron equipos territoriales, equipos que
acompañan las externaciones. Hay un hospital que propuso una guardia telefónica para
acompañar a otros hospitales y un conjunto de componentes de salud mental muy
importantes y muy, muy ricos en relación a lo que es posible hacer, pero también esos
proyectos incluyen proyectos productivos, proyectos culturales, proyectos educativos,
proyectos recreativos y deportivos. Todos ellos pensados no como aspectos para
ofrecer a los pacientes con padecimiento mental, sino como una manera en la que un
hospital puede abrirse a una comunidad. No solo para las personas con padecimiento
sino para el conjunto de la población.
Y esa característica, es la característica central del proceso de transformación y
es, tal vez de alguna forma, el aspecto más dinámico para el campo de la salud que la
salud mental puede aportar, que es como volverse permeable y abierto a las
comunidades. Justamente lo contrario de la identidad manicomial. Eso que fue un lugar
cerrado puertas adentro, donde la gente vivió, se puede volver el mejor lugar para
ofrecer a una comunidad, que en muchos casos nunca traspasó los muros del
manicomio, como contaba María Rosa hace poco, personas del mismo barrio que nunca
habían pasado el muro.
Los hospitales neuropsiquiátricos de la provincia ha abierto sus puertas para
transformarse en algo completamente distinto a lo que fueron y, en breve,
seguramente, además derribaremos una cantidad de muros materiales que aún los
contienen. Y también un componente de memoria, como todo proceso argentino, como
todo proceso que se dignó en proceso de transformación, tiene un componente de
memoria capaz de poder guardar como reservorio moral y ético aquello a lo que nunca
más tenemos que volver.
Así que en el día de hoy, insisto, va a haber algunos anuncios importantes que
vamos a hacer la semana que viene. Uno de ellos lo voy a mencionar, pero lo vamos a
trabajar más en extensión la semana próxima y es la creación de una comisión
interministerial y jefatura de gabinete de ministros que va a permitir la posibilidad de
poder trabajar la intersectorialidad, que es la característica que va a tener que estar
central en el modelo de atención en salud mental. Y en ese marco vamos a trabajar en
mayor desarrollo todos sus otros componentes que involucran claramente casi todos los
ministerios de nuestra provincia, y que hacen de una potencia de estos proyectos
sanitarios realmente impactante, y vamos a dar por aprobado de manera completa todo
el componente sanitario que hace a los planes y a los proyectos de adecuación que hoy
se presentan, así que bueno vamos a ir llamando a los directores de hospitales para que
puedan hacer entrega de estos proyectos y a partir del día hoy vamos a dar por
aprobados los planes de adecuación para la transformación de las instituciones
monovalentes de nuestra provincia hacia su sustitución definitiva.

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