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Los tres principales ejes de poblamiento en Colombia son el altiplano Cundiboyacense, el eje andino nororiental y el piedemonte llanero. Estos ejes se han consolidado desde la época precolombina debido a factores geográficos, económicos y culturales. Actualmente albergan al 29,3% de la población total del país y se caracterizan por una marcada urbanización, con ciudades como Bogotá, Bucaramanga y Villavicencio concentrando la mayor cantidad de habitantes. La distribución de
Los tres principales ejes de poblamiento en Colombia son el altiplano Cundiboyacense, el eje andino nororiental y el piedemonte llanero. Estos ejes se han consolidado desde la época precolombina debido a factores geográficos, económicos y culturales. Actualmente albergan al 29,3% de la población total del país y se caracterizan por una marcada urbanización, con ciudades como Bogotá, Bucaramanga y Villavicencio concentrando la mayor cantidad de habitantes. La distribución de
Los tres principales ejes de poblamiento en Colombia son el altiplano Cundiboyacense, el eje andino nororiental y el piedemonte llanero. Estos ejes se han consolidado desde la época precolombina debido a factores geográficos, económicos y culturales. Actualmente albergan al 29,3% de la población total del país y se caracterizan por una marcada urbanización, con ciudades como Bogotá, Bucaramanga y Villavicencio concentrando la mayor cantidad de habitantes. La distribución de
En estén frente se encontraban los Muiscas que ocuparon el altiplano
Cundiboyacense y otros grupos de filiación chibcha que también se asentaron en la cordillera Oriental como los Chitareros al sur del actual departamento de Norte de Santander; los Guane, en el actual departamento de Santander; los Laches entre los límites de los actuales departamentos de Santander, Boyacá y Casanare, y los Sutagaos al sur del territorio muisca, en la actual región del Sumapaz. Esto favoreció desde entonces uno transición cultural, pues para el siglo XV los Muiscas se habían consolidado como el grupo indígena más importante de los Andes colombianos, al establecer contactos con los grupos de lengua chibcha ya mencionados y por el oriente, hacía los llanos, con las comunidades Guayupes, Guahíbos Achaguas, Sálibas y Tunebos (Rauch, 2010:2) y hacía el occidente con los grupos Muzos y Ponches. DIAPOSITIVA 2: Durante la Colonia, el comienzo de la República, e incluso en la actualidad, el altiplano Cundiboyacense y sus alrededores se ha destacado como un territorio densamente poblado y centro de la organización económica, social, política y cultural del país. Su crecimiento y poblamiento ha girado alrededor del altiplano también ha sido y determinado por los ejes prehispánicos de poblamiento y movilidad, y la relación entre las tierras altas y las tierras bajas. En el altiplano, los españoles fundaron ciudades, villas y pueblos de indios sobre los ya existentes o cercanos a estos, donde la población muisca estaba concentrada y contaba con un alto desarrollo agrícola; eso facilitó la dominación y la explotación de las tierras fértiles, así como la conformación de núcleos urbanos a lo largo del camino entre las tierras del altiplano y los puertos fluviales sobre el río Magdalena Este ritmo de fundaciones se mantuvo constante hasta finales del siglo XVII, cuando se implementan mayores controles a la población por parte de la Corona; de allí que en la segunda mitad del siglo XVIII se registrara la mayor cantidad de fundaciones de núcleos urbanos, resultado en parte de reagrupamientos por la liquidación de resguardos y refundaciones. A principios del siglo XIX, a causa de la presión que ejerce la población campesina sobre las tierras del altiplano se inició la expansión hacía tierras templadas, como lo menciona Zambrano y Bernard, hacía algunos valles como los de la cuenca baja del río Bogotá, y vertientes de la cordillera Oriental hacía los Llanos Orientales como la cuenca del Guavio y Guayabetal, entre otros destinos. DIAPOSITIVA 3 En la Colonia el poblamiento se inició con la fundación de las ciudades de Vélez y Pamplona; en el siglo XVII la población se centró en pueblos de blancos, y en los formados por la agregación de indígenas en pueblos de indios. De allí nacieron ciudades como San Gil, San Juan de Girón y el Socorro, así como Charalá, Oiba, Curití y Bucaramanga. La desaparición de pueblos de indios en el siglo XVIII y la colonización interna del territorio, paralelas a una activa economía urbana basada en manufacturas, dieron paso a la consolidación de ciudades muy dinámicas como Socorro, Cúcuta, Piedecuesta y San Gil. Por su parte el piedemonte llanero se ha caracterizado por la baja densidad de su territorio, así como por su poblamiento surgido en procura de la extracción y explotación de recursos naturales como la quina. Después de la mitad del siglo XIX, se acentuó la migración de la población del altiplano en busca de tierras para la explotación de las haciendas, tomando como base Villavicencio. En el siglo XX el proceso de poblamiento creció especialmente a partir de la década de los cincuenta, cuando se incrementó a causa de la violencia bipartidista y después de los años ochenta por la intensificación de los cultivos ilícitos y la explotación petrolera. DIAPOSITIVA 4 De esta manera, los tres ejes de poblamiento altiplano Cundiboyacense, andino- nororiental y piedemonte llanero (Ver Figuras 18.31 y 18.32) se constituyen, entre los siglos XVI y XX, en los puntos de partida de varias corrientes migratorias que contribuyeron a la colonización y ocupación de los santanderes y los Llanos Orientales. Por esa razón, se ha considerado que el estudio de estos territorios no debe realizarse de manera aislada, sino integral pero, además la distribución de la población de estos ejes también ha variado a través del tiempo, debido a factores económicos, sociales, políticos y culturales que han modificado sus formas de ocupación y apropiación y que tienen su origen en la forma de organización que se presentó desde tiempos precolombinos. DIAPOSITIVA 5 En términos generales, los tres ejes superan los 12 millones de habitantes, esto es, representan el 29,3 % total de la población colombiana. El de mayor ocupación es el altiplano Cundiboyacense que hacen parte la ciudad de Bogotá y 152 municipios; de estos, 63 pertenecen al departamento de Cundinamarca, 72 a Boyacá, 12 a Santander y 5 a Tolima. El eje de poblamiento andino -nororiental contiene un total de 2'039.195 habitantes y en este se localizan dos ciudades capitales -Cúcuta y Bucaramanga, 14 municipios del departamento de Norte de Santander y 15 de Santander. Por último, el eje de poblamiento piedemonte llanero está constituido por dos ciudades capitales: Villavicencio y Yopal y 43 municipios: 10 del departamento de Boyacá, 17 de Cundinamarca, 11 del Meta y 7 de Casanare DIAPOSITIVA 6 En el altiplano Cundiboyacense se asienta el mayor volumen de población del territorio colombiano, entre los departamentos de Cundinamarca y Boyacá (Ver Figura 18.34). Este altiplano comprende cuatro grandes altiplanos que se suceden, con orientación suroccidente- nororiente, a lo largo de un eje de 250 km y una altitud entre 2.000 mm y 3.000 msnm. De sur a norte se encuentra la sabana de Bogotá, el valle de Ubaté-Chiquinquirá, el altiplano de Samacá-Villa de Leiva y el de Tunja-Sogamoso- lago de Tota (Ver Figura 18.33). Debido a su cercanía y a que comparten un mismo origen geológico y algunos procesos ambientales y ecológicos comunes, se les puede agrupar como un solo altiplanO La temperatura promedio es de 15°C, con variaciones a lo largo del año entre 0 °C y 24°C dependiendo de la altura esto favorece en asocio con la fertilidad del suelo la diversidad de cultivos, entre los que se destaca, la papa DIAPOSITIVA 7 Otro sector importante es el flanco occidental de la cordillera oriental con temperaturas entre 15°C y 20°C y precipitaciones entre 2.500 mm y 1.000 mm al año, favorece el desarrollo de una cobertura vegetal caracterizada por bosques y cultivos de café, plátano, caña y frutas, al occidente se encuentra el valle del río Magdalena, integrado por un conjunto de colinas y terrazas del período Terciario, áreas de inundación de depósitos aluviales recientes y pastos asociados con arbustos, matorrales y relictos de bosques Por su parte, el flanco oriental de la cordillera Oriental se caracteriza por tener una zona montañosa formada por rocas sedimentarías principalmente del Mesozoico; allí las mayores elevaciones alcanzan los 4.000 msnm, con variados pisos bioclimáticos que junto con elevadas precipitaciones, entre 1.000 y 2,000 mm y temperaturas entre 10 y 20°C, han permitido el surgimiento de una alta condición de humedad que posibilita la existencia de una cobertura boscosa densa, aun cuando también hay importantes áreas de pastos y sectores localizados con vegetación de páramo. Luego de esta zona montañosa aparece el piedemonte, transición entre la cordillera y la llanura, que se extiende unos 40 kilómetros hacia el oriente de la cordillera DIAPOSITIVA 8 Los municipios que se encuentran en estos ejes de poblamiento han tenido importantes transformaciones en la distribución de su población. En décadas anteriores, eran identificados por su carácter predominantemente rural; ahora se asientan la mayoría de sus habitantes en las áreas urbanas de las grandes ciudades como Bogotá, Tunja, Bucaramanga, Cúcuta y Villavicencio, así como en otras de menor tamaño, que igualmente generan alternativas para la obtención de ingresos. DIAPOSITIVA 9 El comportamiento de la densidad rural entre 1985 y 2005 ha tenido un descenso creciente; en cerca del 60% los municipios esta se redujo en proporciones entre 10 hab./km² y 60 hab./km², principalmente los ubicados a lo largo del límite entre los departamentos de Cundinamarca y Meta y de Boyacá y Casanare, así como en las estribaciones del páramo de Sumapaz al sur de Cundinamarca y oriente del Tolima. De esta forma, las densidades oscilan entre 2 hab./km² y 37,6 hab./km². En contraste con la reducción de la densidad rural en estos municipios, existen otros con alta proporción de habitantes por kilómetro cuadrado. Este hecho se presenta especialmente en las jurisdicciones vecinas a las capitales departamentales, donde la expansión del espacio urbano se alterna con las áreas rurales circundantes, como cajicá, chía entre otros. DIAPOSITIVA 10 Con relación a la densidad urbana y en atención a que las ciudades de estos ejes concentran el mayor volumen de población en el país, sus valores difieren notoriamente de las densidades rurales. Este fenómeno obedece a que en esta zona del país se presentan mejores posibilidades de acceso a diferentes servicios, empleo, vivienda e infraestructura; ello ha favorecido un continuo y acentuado proceso de urbanización y, por tanto, la consolidación de estos ejes, principalmente el altiplano Cundiboyacense, como los de mayor atracción poblacíonal. DIAPOSITIVA 11
La primacía urbana de este eje poblacíonal recae sobre Bogotá y la relación de
conurbación con Soacha ha permitido que este municipio aumente su número de habitantes, por lo que alcanzó el cuarto lugar en tamaño de población. Sí en el futuro se produjera la integración administrativa de este municipio con el Distrito Capital, se incrementaría aún más la diferencia entre Bogotá y el resto de ciudades del eje poblacional. La población en estos tres ejes se localiza principalmente en las cabeceras municipales y se caracteriza por su mayor participación en la economía nacional, la cual agrupa el 49% del PIB total del país (DANE, 2009-2010). La dinámica económica influye directamente sobre el tamaño de las ciudades, pues las más altas concentraciones urbanas se presentan en Bogotá, Cúcuta, Bucaramanga, Soacha y Villavicencio. DIAPOSITIVA 12 El acelerado crecimiento demográfico de la ciudad, que pasó de 121.257 habitantes en 1912 a aproximadamente 4,000.0000 en 1980 y cerca de 7.000.000 en 2005, se dio principalmente por los flujos migratorios provenientes del altiplano Cundiboyacense, los santanderes, los valles medio y alto del río Magdalena (Tolima, Huila y Antioquia), el Viejo Caldas y el actual departamento del Meta Adicionalmente, otra ventaja de Bogotá respecto a las otras ciudades fue su condición principal de sede política y administrativa del país (Ver figura 18.37); esto permitió que una parte significativa de la inversión estatal en vías de transporte, tanto en carreteras como en ferrocarril, fuera construida en su área de influencia, lo que favoreció la integración regional del oriente andino. Estos procesos hicieron que la ciudad recuperara el liderazgo en el desarrollo económico colombiano en la década de 1950. DIAPOSITIVA 13 Durante la etapa de industrialización entre 1945 y 1970, Bogotá se benefició de la modernización de la agricultura regional que en un primer momento se identificó vinculada al mercado urbano de la ciudad; tener la necesidad de abastecer a la población, impulsó el desarrollo de huertas, leche y ganado de engorde en los alrededores. Posteriormente, se promovió la modernización de la agricultura con relación al mercado internacional, pues se inició la exportación de flores y frutas. Además, los avances en las vías de comunicación dieron oportunidad a la ampliación del área de influencia de la capital que integró las llanuras del Tolima y los Llanos Orientales El siglo XX puede ser considerado como el siglo de Bogotá, pues en esa centuria la ciudad experimentó un crecimiento demográfico acelerado que la llevó a tener 7.674.366 habitantes en 2013; esa cifra la convirtió en el centro urbano más grande de Colombia y en la sexta ciudad más poblada de América Latina por diversos factores como ser el centro de la economía y la política, desarrollo del sector industrial en las bebidas, alimentos, manufactura sen otros, el desarrollo de la urbanización, desarrollo del sector de servicios y ser el centro de la producción extranjera en el país. DIAPOSITIVA 14 Luego de la crisis económica que se presentó a mediados del siglo XIX en el centro y sur de lo que hoy es el departamento de Santander, en particular los mercados tabacaleros y textiles, el cultivo del café creció especialmente en la provincia de Soto y de su capital Bucaramanga; esta, por causa del café junto con la quina y la producción artesanal de los sombreros de "jipijapa", se convirtió en un epicentro del comercio regional, que se mantuvo como tal hasta comienzos de la Guerra de los Mil Días. En la segunda mitad del siglo XX, la transformación espacial más importante ocurrida en Santander fue la creación del área metropolitana de Bucaramanga y las poblaciones contiguas de Girón y Floridablanca; dicha innovación surgió mediante la Ordenanza 020 del 15 de diciembre de 1981 y posteriormente se incorporó al municipio de Piedecuesta con la Ordenanza 048 de 1984 Esta integración territorial ha actuado como dinamizador del crecimiento económico y demográfico de las poblaciones que integran el área metropolitana, especialmente de Bucaramanga que se ha consolidado como una de las ciudades más importantes de Colombia. DIAPOSITIVA 15 Esta ciudad se mantuvo como principal centro urbano departamental en el siglo XX con un crecimiento demográfico que la llevó de 25.955 habitantes en 1912 a 637.302 en 2013 (DANE, 2010) las principales actividades que han impulsado el desarrollo económico de esta ciudad son el movido comercio con ciudades fronterizas de la República Bolivariana de Venezuela; la producción industrial de cemento, ladrillos, arcilla y cerámica y la minería de carbón térmico, coque, grava, piedra y arenas. Es necesario precisar que uno de los incentivos para la concentración de la población en la capital nortesantandereana ha sido la actividad económica. Esta se ha mantenido, a pesar de la influencia directa de la fluctuación de la tasa de cambio del peso colombiano respecto al bolívar venezolano, además de los niveles cambiarías negativos que ha tenido la economía venezolana a partir del año 2009. Lo anterior ha tenido efectos sobre el bajo nivel de competitividad, el empleo y el crecimiento continuo de la informalidad DIAPOSITIVA 16 La posición geográfica de esta ciudad la convierte en paso de la ruta Bogotá- Cúcuta; por ese comunica así los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Santander y Norte de Santander. Aunque esta conexión data de los caminos reales existentes en la época Colonial, no fue sino hasta 1905 que se inició la construcción de la carretera Troncal del Norte; la obra fue terminada en su primera versión en 1934. El perfeccionamiento de estas vías contribuyó a impulsar el crecimiento poblacíonal de Tunja en la segunda mitad del siglo XX (Ver Figura 18.45), ya que pasó de tener 27.402 habitantes en 1951 a 181.418 en 2013 (DANE, 2010). En el ámbito económico el desarrollo de Tunja ha estado vinculado con la comercialización de ganado, lácteos y los cultivos realizados en su área de influencia, entre ellos papa, cebada, trigo, cebolla de pulpo y arveja. DIAPOSITIVA 17 Es el segundo centro urbano de Boyacá, con 114.213 habitantes en 2013 (DANE, 2010). Su progreso ha estado ligado a su posición geográfica, que le ha posibilitado comerciar con los departamentos de Arauca y Casanare al oriente, Santander al norte y Cundinamarca al sur. En estas relaciones económicas, fue de vital importancia la construcción de la vía Sogamoso a la Troncal del Norte en la década de 1920 y del ferrocarril Bogotá-Sogamoso entre 1921 y 1931. Las principales actividades económicas de esta ciudad son el comercio de productos como carne, leche, arroz, palma africana, plátano, maíz, café, yuca, papa, cebada, trigo, cebolla, arveja, frutas y otros con veinte municipios pertenecientes a las provincias de Sugamuxi, La Libertad, Tundama y algunas localidades de Casanare y Arauca. DIAPOSITIVA 18 Está ubicada a 22 kilómetros de Sogamoso, sobre la Troncal del Norte. También se benefició de la actividad de Acerías Paz del Río, al convertirse en un foco de atracción para varías industrias que se instalaron durante la segunda mitad del siglo XX, entre ellas se destacan las empresas de bebidas Coca-Cola Femsa, Postobón y Bavaria, cuya fábrica se localiza en Tibasosa, aunque el 91 % sus trabajadores residen en Duitama. Además, se instalaron empresas dedicadas a la construcción y ensamble de carrocerías como Autobuses Invicar, Carrocerías Logo e Industrias Tecnicar, Metalmecánica Sigma y carrocerías Jota Jota. La presencia de estas empresas atrajo a numerosos migrantes hacia Duitama y, como resultado de esto, se dio un crecimiento demográfico; la población aumentó de 65.858 habitantes en 1985 a 111.804 en 2013, según el dane. Otras actividades económicas que han influido sobre el crecimiento de Duitama han sido la producción de papa, trigo, maíz, fríjoles, cebada, hortalizas, manzanas, peras, duraznos, curubas y ciruelas. La ciudad ha aprovechado la red de carreteras existentes en el departamento, para establecer vínculos comerciales con Santander, Casanare, Arauca y Cundinamarca DIAPOSITIVA 19 Esta ciudad logró en el siglo XX un importante crecimiento económico y demográfico debido a su posición geográfica, pues por allí se canalizan hacía Bogotá y otras ciudades del interior andino gran parte de los productos agropecuarios y agroindustriales de los Llanos Orientales; a su vez, transitan personas y productos industriales hacía el interior de los llanos, razón por la cual esta urbe se convirtió en la intermediaría del comercio entre el centro y el oriente del país. Entre 1922 y 1936 se aprovechó su posición geográfica para movilizar importantes cantidades de recursos económicos y la mano de obra de cientos de presos para construir la carretera que comunicaba a Bogotá con Villavicencio, obra que organizó la circulación de automotores y facilitó el incremento del comercio entre Los Andes y los Llanos Orientales. Después del período de la violencia (1947- 1953), Villavicencio atravesó por una transición que la llevó de ser un pueblo rural a constituirse en una de las ciudades más importantes del país, al pasar de 17.194 habitantes en 1951. Este crecimiento fue impulsado por el comercio de la producción ganadera y de los cultivos de arroz, palma africana, soya, sorgo, yuca, maíz, café y cítricos. Además, la ciudad consolidó su posición de puerta del llano, mediante la prestación de servicios de intermediación financiera, seguridad, transporte y educación a los habitantes de los llanos de San Martín. DIAPOSITIVA 20 Aunque con menos población que Villavicencio, esta ciudad también aprovechó su posición geográfica en la zona de piedemonte para convertirse en intermediaría entre los llanos de Casanare y la cordillera Oriental, especialmente con el departamento de Boyacá. Un elemento central (este proceso fue la construcción de la carretera Sogamoso Yopal entre 1936 y 1960. Esta vía facilitó que Yopal se consolidara como intermediaría del comercio del ganado y de los cultivos de arroz, palma africana, plátano, maíz tradición café y yuca. Estas actividades dinamizaron su crecimiento después de la violencia (1946-1953) y lograron que en 1973 fuera la capital de Casanare En la década de 1990 Casanare y especialmente Yopal tuvieron un gran impulso económico por el hallazgo d grandes reservas de petróleo en los campos de Cusían y Cupiagua ubicados en los municipios de Tauramena Aguazul respectivamente. Las actividades comerciales: ganaderas, agrícolas y mineras hicieron posible que en 2013 Yopal alcanzara una población de 133.220 habitantes, el 31% del total departamental. DIAPOSITIVA 21 El eje cafetero se localiza en la parte centro-occidental del país e incluye los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda, la parte nororiente del Valle del Cauca, el noroccidente del Tolima y el centro, oriente y sur de Antioquía. El eje valle medio del río Magdalena se extiende, desde la parte medía del departamento del Huila, a la altura del municipio de Hobo hasta las inmediaciones del municipio de Morales, al sur del departamento de Bolívar. DIAPOSITIVA 22 La mayor ocupación se presenta en el eje cafetero, donde se destaca como ciudad de mayor concentración de población Medellín y los municipios de las áreas metropolitanas del Valle de Aburrá y Centro-Occidente y las capitales departamentales de Ibagué, Pereira, Manizales y Armenia. Además, hacen parte de este eje 133 municipios de los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío, centro y sur de Antioquía, nororiente de Valle del Cauca y noroccidente del Tolima, En total son 138 municipios, de los cuales 63 pertenecen al departamento de Antioquía, 21 a Caldas, 12 Quindío, 6 a Risaralda, 18 a Valle del Cauca y 18 a Tolima, en los cuales residen aproximadamente 7.600.000 personas. El eje del valle medio del río Magdalena se extiende desde el norte del Huila hasta el sur de Bolívar, cubriendo la parte medía del Tolima, el occidente de Cundinamarca, el oriente de los departamentos de Caldas y Antioquía y el occidente de Santander está conformado por 43 municipios de los cuales 4 pertenecen al departamento de Antioquía, 4 a Bolívar, 1 a Boyacá, 1 a Caldas, 8 a Cundinamarca, 8 a Huila, 4 a Santander y 13 a Tolima ,allí habitan cerca de 1.500.000 personas y sobresalen las ciudades de Neiva, Barrancabermeja, Girardot, Espinal y La Dorada. DIAPOSITIVA 23 Morfológicamente, el eje cafetero se ubica entre numerosos valles intermontanos, cañones y laderas de origen-ígneo metamórfico, en especial sobre la cordillera Central y la cuenca medía de los ríos Cauca y Magdalena su relieve se caracteriza por ser colínado al oriente de Antioquía, principalmente entre los ríos Samaná y Arma hasta el río Porce con alturas que no sobrepasan los 2.500 msnm, y montañoso al sur, donde predominan escarpadas montañas y profundos valles, sobre todo en el complejo que encierra el parque nacional natural Los Nevados. En cuanto al eje valle medio del río Magdalena, este río, en su recorrido de cerca de 1.540 kilómetros, atraviesa geoformas andinas que encauzan su flujo hídrico le dan una orientación longitudinal en la mayor parte del trayecto. En este eje de poblamiento se encuentran diversidad de paisajes y zonas bioclimáticas, entre las que se destacan la zona montañosa en su parte alta, media y baja, depresiones tectónicas intramontanas y los valles fértiles. Al sur, en los primeros 200 km de trayecto se encuentran estrechos cañones, profundas gargantas y pendientes muy pronunciadas y antes de llegar a la confluencia del río Magdalena y el Yaguará en la represa de Betania, el río desciende más de 3.000 metros y ha recibido numerosos tributarios entre los que se destacan los caudalosos ríos Garrapatas, Suaza, Páez y La Plata DIAPOSITIVA 24
Los municipios que componen estos ejes muestran un descenso progresivo de la
población rural. Entre 1985 y 2005 la densidad rural en el 30°/o de los municipios disminuyó de manera notoria, con variaciones que oscilaron entre 10 hab./km² y 70 hab./km²; así, para 2005 el 75% los municipios registraban densidades menores de 50 hab./km², especialmente los ubicados desde el norte de Puerto Nare sobre el río Magdalena, hada el sur, hasta el municipio de Nariño en el departamento de Cundinamarca.Este fenómeno se acentuó al norte de Neiva, sur de Palermo en el Huila y en el extremo occidental, en las poblaciones del costado occidental del río Cauca. Estas poblaciones se caracterizan por tener menos de 10.000 habitantes, en condiciones fisiográficas adversas, así como la falta de oportunidades de empleo y el conflicto armado, entre otros factores, que impiden la densificación de los asentamientos. DIAPOSITIVA 25 En estos ejes las cabeceras municipales especialmente las de mayor volumen poblacional continúan el proceso de urbanización acelerado que ha vivido el país desde comienzos de la década de los cincuenta del siglo XX, particularmente entre los años de 1951 y 1964. Durante ese período, el crecimiento urbano se duplicó al alcanzar la cifra de 25 millones de personas concentradas en las capitales. En consecuencia, la población del área rural disminuyó de forma notoria; en 1960 cerca del 54% la población vivía en el campo y en 1970 esta cifra descendió al 40%. DIAPOSITIVA 26 Su éxito como metrópoli se debió en gran medida a la precocidad de su despegue económico; desde el siglo XIX tuvo un comercio activo, gracias al impulso inicial- mente del oro y posteriormente del café, que le permitió acumular capital y generar las relaciones de mercado necesarias para industrializarse. Las condiciones económicas, políticas y sociales generadas por la exportación de oro y café impulsaron el desarrollo industrial de Medellín y sus alrededores, pues las industrias antioqueñas no se localizaron exclusivamente en la ciudad sino en el valle de Aburrá. Tal es el caso de las textileras en Bello, Envigado e Itagüí la cervecería y la tenería en Itagüí; la loza y el vidrio en Envigado y Caldas, y las fundiciones en Robledo, Caldas y La Estrella. Esta localización en municipios cercanos a la capital antioqueña respondió a ventajas relacionadas con la existencia de fuentes hídricas para generar energía con plantas propias; la mano de obra barata y la exención de los impuestos que los municipios vecinos a Medellín dieron a las fábricas que allí se implantaron a cambio de la generación de empleo. DIAPOSITIVA 27 En los años trascurridos del siglo XXI, Medellín continúa siendo la segunda ciudad más poblada del país, con cerca de 2.500.000 habitantes en el 2013; además de contar con importantes centros financieros, industriales, comerciales y de servicios, principalmente en los sectores textil, de confecciones, metalmecánico, eléctrico y electrónico, telecomunicaciones, automotor, alimenticio y de salud. De otra parte, la ciudad es un importante centro cultural de Colombia, lo que la ha convertido en uno de los más destacados destinos en el ámbito local, nacional e internacional. DIAPOSITIVA 28 Los procesos de acelerado crecimiento, además del incremento natural de la población, han determinado que cada vez más se amplíe el grupo de población de las áreas urbanas. En 1985 el 71,8% los habitantes de los ejes de poblamiento cafetero y valle medio del río Magdalena vivían en las cabeceras municipales; tal porcentaje que se ha ido extendiendo progresivamente hasta llegar al 80% en 2005. Dicha proporción se evidencia por el crecimiento de la población urbana, principalmente en las áreas metropolitanas del Valle de Aburrá y Centro-Occidente (Pereira, Dosquebradas y La Virginia), así como en las ciudades capitales de Manizales, Neiva, Armenia e Ibagué y las ciudades intermedias con más de 50.000 habitantes como La Dorada, Girardot, Barrancabermeja, El Espinal, Rionegro, Santa Rosa de Cabal, Calarcá y Cartago. En las cabeceras urbanas antes mencionadas; habitan alrededor del 80% la población urbana del eje de poblamiento, es decir, cerca de 6'300.000 personas, que constituyen el 63% la población total de estos ejes en el 2005; aquella cifra aumentó para el 2013 a 6.450.480. Entre las capitales departamentales vale la pena indicar que Manizales, Armenia y Pereira, crecieron gracias a la economía cafetera, mientras la dinámica de crecimiento en Neiva e Ibagué obedeció a actividades relacionadas con la agroindustria y la extracción petrolera.