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Schulte Tomo 3
humacher
Voll Cabeza, cuello
Wesker
y neuroanatomía
PROMETHEUS
PROMETHEUS
Michael Schünke
Erik Schulte
Udo Schumacher
Ilustrado por:
Markus Voll
Karl Wesker
y neuroanatomía
Cabeza, cuello
.ª edición
Tomo 3
PROMETHEUS
Texto y Atlas de Anatomía
Cabeza, cuello
y neuroanatomía
PROMETHEUS
Texto y Atlas de Anatomía
Michael Schünke
Erik Schulte
Udo Schumacher
Ilustrado por
Markus Voll
Karl Wesker
1.801 ilustraciones
123 tablas
Profesor Profesor
Michael Schünke Dr. en Medicina y en Ciencias Naturales Udo Schumacher Dr. en Medicina, FCR Path, FSB, DSC
Instituto Anatómico de la Universidad Christian-Albrechts de Kiel Clínica Universitaria de Hamburgo-Eppendorf
Otto-Hahn-Platz 8 Instituto para la Anatomía 11
24118 Kiel Morfología experimental
MartinistraBe 52
Profesor 20246 Hamburg
Erik Schulte Dr. en Medicina
Medicina Universitaria de la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz Gráficos
Instituto de Anatomía funcional y clínica Markus Voll, Munich (página web: www.markus-voll.de)
55099 Mainz Karl Wesker, Berlin (página web: www.karlwesker.de)
Los editores han hecho todos los esfuerzos para localizar a los poseedores del copyright del material fuente utilizado. Si inadvertidamente hubieran omitido alguno, con gusto
harán los arreglos necesarios en la primera oportunidad que se les presente para tal fin.
Gracias por comprar el original. Este libro es producto del esfuerzo de profesionales como usted, o de sus profesores, si usted es estudiante. Tenga en
cuenta que copiarlo es una falta de respeto hacia ellos y un robo de sus derechos intelectuales.
Las ciencias de la salud están en permanente cambio. A medida que las nuevas investigaciones y la experiencia clínica amplían nuestro conocimiento, se requieren modifi-
caciones en las modalidades terapéuticas y en los tratamientos farmacológicos. Los autores de esta obra han verificado toda la información con fuentes confiables para
asegurarse de que esta sea completa y acorde con los estándares aceptados en el momento de la publicación. Sin embargo, en vista de la posibilidad de un error humano o de
cambios en las ciencias de la salud, ni los autores, ni la editorial o cualquier otra persona implicada en la preparación o la publicación de este trabajo, garantizan que la
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Se aconseja a los lectores confirmarla con otras fuentes. Por ejemplo, y en particular, se recomienda a los lectores revisar el prospecto de cada fármaco que planean adminis-
trar para cerciorarse de que la información contenida en este libro sea correcta y que no se hayan producido cambios en las dosis sugeridas o en las contraindicaciones para
su administración. Esta recomendación cobra especial importancia con relación a fármacos nuevos o de uso infrecuente.
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En la mitología griega Prometeo era el hijo de los dioses que creaba seres a su a través de las imágenes paso a paso para alcanzar la comprensión profunda de
gusto y medida, con lo que encendió la ira de su dios padre, Zeus. Según cuenta contextos más complejos. Se ha seguido el lema «de lo más sencillo a lo más
la leyenda, Zeus tuvo que soportar ver cómo Prometeo proporcionaba el fuego complicado».
y la luz a los hombres en el sentido más amplio del término. Ha sido de gran ayuda el hecho de que la anatomía macroscópica esté consi-
En griego, Prometheus también significa «el pensador previsor», de forma que derada –puede que exceptuando algunos hallazgos neurológicos– como una
nuestro atlas ha tenido que buscar nuevos caminos para hacer honor a su nom- materia delimitada. La aparición de algo realmente nuevo en los contenidos es
bre. Estos nuevos caminos ya se iniciaron durante la concepción de este libro, y excepcional. La regla en este ámbito es una serie de conocimientos especiali-
se han fundamentado en muchas encuestas y entrevistas realizadas por la edi- zados bien delimitados que pueden adquirir más o menos relevancia en función
torial a estudiantes y docentes de un importante abanico de países y lenguas. del desarrollo de la clínica. La anatomía seccional, por ejemplo, es conocida por
La cuestión planteada inicialmente era cómo debería ser el atlas de anatomía los anatomistas desde hace más de 80 años, aunque apenas se ha utilizado. Este
ideal, ideal para aquellos estudiantes que deben utilizar el atlas para estudiar, ámbito de la anatomía ha vivido un auténtico renacimiento con la aparición de
para asimilar los contenidos de la asignatura de anatomía en un tiempo limitado las nuevas técnicas de diagnóstico por imagen, como la TC o la RM, puesto que
(integrado por un plan de estudios) y para adquirir una serie de conocimientos las imágenes obtenidas por estos procedimientos son imposibles de interpre-
sólidos de forma permanente. tar si no se poseen profundos conocimientos de anatomía seccional. Así pues,
Los alumnos más novatos reconocen enseguida cuán necesario es disponer de la anatomía no podía ser nueva en el sentido más innovador de la palabra, pero
buenos conocimientos en anatomía para poder llevar a cabo una práctica médica el tratamiento didáctico de los temas sí podía serlo y adaptarse a los tiempos
cualificada, y este reconocimiento adquiere mayor importancia a medida que el modernos.
alumno avanza en sus estudios. Es igualmente indiscutible que la anatomía, y Así quedó fijada la forma de proceder para la redacción del texto y atlas de
especialmente la anatomía macroscópica, es la asignatura que mayor dificultad anatomía: se plantea un tema y éste se completa con imágenes, leyendas
plantea para orientarse entre una enorme cantidad de nombres y datos. Esto es y tablas; se introducen, además, referencias a otros temas que también son
todavía más importante cuando se empieza a enseñar y a aprender la anatomía tratados en el libro. Puesto que el primer paso ha sido la redacción del tema,
al principio de los estudios, en un momento en que el estudiante todavía no y no una imagen o una preparación, se han tenido que producir y concebir
tiene suficiente experiencia en técnicas de aprendizaje, cuando todavía no es desde cero todas las imágenes, tarea que nos ha llevado ocho años. El cri-
capaz de distinguir lo imprescindible de lo menos importante y cuando todavía terio de selección de las imágenes no era una simple reproducción de una
no le es posible establecer asociaciones con otras materias como, por ejemplo, preparación en una relación de 1:1, sino que se ha buscado que las imáge-
la fisiología. nes proporcionen por ellas mismas algún hallazgo anatómico con aplicación
Dadas estas circunstancias, para la concepción del atlas, ha representado un didáctica y útil para el aprendizaje, que sirva para facilitar el trabajo del es-
objetivo central el hecho de plantear «un entorno de aprendizaje» bien estruc- tudiante en el momento de enfrentarse con el complejo contenido de las imá-
turado para el estudiante. Una estructura de aprendizaje que tenga en cuenta genes.
las dificultades nombradas y que exponga los contenidos de forma clara y com- Con PROMETHEUS hemos perseguido el objetivo de conseguir crear un atlas
prensible. Para conseguir este objetivo, se ha realizado primero una selección práctico de anatomía que sirva de ayuda y de guía didáctica a los estudiantes en
cuidadosa de los temas en la que ha primado mucho más el hecho de que un el estudio de la asignatura de anatomía, una obra que estimule la fascinación
tema ayudara a comprender las bases de la anatomía o que pudiera servir para por esta materia tan interesante, una obra que pueda proporcionar confianza,
relacionar posteriormente los conocimientos con la práctica clínica del futuro que sirva de guía de aprendizaje y que represente una fuente de información
médico, antes que el criterio de totalidad. Evidentemente, también hemos fiable para los estudiantes experimentados y una obra de referencia para el
tenido en cuenta la importancia de algunos conceptos para los exámenes. De la médico.
consideración de todos estos criterios se ha obtenido la ponderación de cada
uno de los temas. «Si quieres alcanzar lo posible, debes intentar lo imposible» (Rabindranath
Otro de los objetivos perseguidos ha sido proporcionar a los estudiantes algo Tagore).
más que simples imágenes o imágenes con breves comentarios. Nuestro obje-
tivo ha sido el de ofrecer textos explicativos estrechamente relacionados con
las imágenes. Aunque a veces «las imágenes hablan por sí mismas», el texto que Michael Schünke, Erik Schulte, Udo Schumacher,
las acompaña proporciona una comprensión adicional por sus aclaraciones, con Markus Voll y Karl Wesker
relaciones clínicas y mucha más información. De esta forma, el lector es guiado Kiel, Mainz, Hamburgo, Múnich y Berlín, agosto de 2005
En primer lugar, a nuestras familias, a las que dedicamos PROMETHEUS. una vez más este año, en el que el Dr. Jürgen Lüthje se jubila. Y damos la bienve-
nida a su sucesor, el Dr. Jochen Neuberger, que se hizo cargo de PROMETHEUS
Desde que salió el primer tomo de PROMETHEUS en 2005, recibimos numero- con gran compromiso y que continuará gestionándolo y desarrollándolo junto
sas indicaciones y propuestas de complementación. Queremos aprovechar esta con el equipo anterior.
página para expresar nuestro agradecimiento a todos aquellos que en el trans-
curso de los años colaboraron de alguna manera para mejorar el PROMETHEUS. La Sra. Sabine Bartl fue, en el mejor sentido de la palabra, la piedra de toque
para los autores. Como persona dedicada a las ciencias filosóficas, no médicas,
En particular ellos son: la Sra. Dra. en Ciencias Naturales Kirsten Hattermann, la ha leído todos los textos y los ha analizado en relación con las imágenes, a fin
Sra. Dra. med. dent. Runhild Lucius, la Sra. Prof. Dra. Renate Lüllmann-Rauch, el de comprobar si para un estudiante de medicina que aún no es médico la lógica
Sr. Prof. Dr. Jobst Sievers, el Sr. Dr. med. dent. Ali Therany, el Sr. Prof. Dr. Thilo de las representaciones resulta evidente. Saltos de pensamiento que forzosa-
Wedel (todos del Instituto de Anatomía de la Universidad Christian Albrecht mente debieron introducirse, al ver los autores un tema desde una perspec-
de Kiel), al igual que el Sr. Dr. med. dent. Christian Friedrichs (Consultorio tiva distinta, fueron rápidamente detectados, y la reelaboración del texto fue
de mantenimiento dental y endodoncia, Kiel), el Sr. Prof. Dr. Reinhart Gossrau apoyada con numerosas propuestas. A raíz de sus sugerencias también se han
(Instituto de Anatomía, Charité Berlín), el Sr. Prof. Dr. Paul Peter Lunkenheimer replanteado algunos temas. No sólo los autores le deben su agradecimiento,
(Universidad westfálica de Wilhelms, Münster), el Sr. docente privado Dr. Tho- también el lector se aprovecha de su talento didáctico al abrírsele un contenido
mas Müller (Instituto de anatomía funcional y clínica de la Universidad de Johan- de forma clara.
nes Gutenberg, Mainz), Sr. Dr. Kai-Hinrich Olms, Cirugía del pie Bad Schwartau,
Sr. Dipl. física cand. med. Daniel Paech (Departamento de Neurorradiología del El Sr. Martin Spencker, director de edición de la colección médica de la Edi-
Hospital Universitario de Heidelberg), el Sr. Dr. Thilo Schwalenberg (Clínica de torial Thieme, fue por parte de la editorial el máximo responsable, la última
Urología de la Clínica Universitaria de Leipzig); la Sra. Prof. Dra. em. Katharina instancia en la colaboración entre la editorial, por una parte, y los autores y los
Spanel-Borowski (Universidad de Leipzig), el Sr. Prof. Dr. Christoph Viebahn diseñadores gráficos, por otra. El proyecto le debe mucho a su capacidad de
(Universidad Georg-August, Göttingen). tomar decisiones de forma rápida y poco convencional ante problemas e impre-
Por el laborioso trabajo de corrección agradecemos a la Sra. Gabriele Schünke, cisiones. Su espíritu abierto frente a todas las cuestiones que le plantearon
bióloga, al Dr. med. Jakob Fay, y a las Sras. cand. med. Claudia Dücker, Simin los autores y los diseñadores gráficos, su transparencia y honestidad en todas
Rassouli, Heike Teichmann, Susanne Tippmann y a la Sra. cand. med. dent. Sylvia las discusiones, otorgaron al proyecto de forma constante renovadas fuerzas
Zilles. Queremos agradecer además a la Dra. Julia Jörns-Kuhnke su colabora- y condiciones claras para una cooperación abierta y amigable. También a él le
ción en la rotulación. debemos nuestro agradecimiento.
Un agradecimiento muy especial a nuestros dos diseñadores, Stephanie Gay y El trabajo conjunto con todos los colaboradores de la Editorial Thieme fue
Bert Sender. Su capacidad para organizar imágenes y texto de tal manera que siempre, sin excepción, en todo momento agradable y amistoso. Por razones
cada página doble sea simplemente un «asunto claro» constituye una contribu- de espacio, no nos es posible enumerar a cada una de las personas que han
ción decisiva a la calidad didáctica y visual de nuestro atlas de anatomía. intervenido de alguna manera en la realización de PROMETHEUS. Nos limita-
mos a mencionar a algunos colaboradores que han estado más estrechamente
PROMETHEUS no se hubiera realizado sin la editorial. Dado que siempre son las unidos a este libro. En esta relación, nuestro agradecimiento a Antje Bühl que,
personas, y no las instituciones, las que hacen posible un proyecto de este tipo, como ayudante de producción, estuvo ahí desde el principio como un «buen
nuestro especial agradecimiento a las personas que por parte de la editorial espíritu en la sombra», efectuando numerosos trabajos, como, por ejemplo, las
han realizado su seguimiento. repetidas revisiones de las correcciones de la maquetación y la colaboración en
las rotulaciones; a Yvonne Straßburg, Michael Zepf y Laura Diemand, quienes
«Hacer posible lo imposible» es lo que ha conseguido el Dr. Jürgen Lüthje, se aseguraron de que PROMETHEUS se imprimiera a tiempo, encuadernado y
coordinador de producción de la Editorial Thieme. No sólo ha conseguido aunar respaldado con el mejor know-how de fabricación durante todo su desarrollo; a
de forma lógica los deseos de los autores y los diseñadores gráficos con las Susanne Daughtermann-Wenzel y Anja Jahn, por el apoyo ante las preguntas téc-
obligaciones de acomodarse a la realidad. Durante años de trabajo conjunto ha nicas sobre la ilustración; a Julia Fersch, quien se aseguró que PROMETHEUS
mantenido a cinco personas unidas a un proyecto cuyo objetivo conocíamos de también sea accesible a través de eRef, y a Almut Leopold por el excelente
buen principio, pero cuya verdadera dimensión se nos hizo patente en el curso registro; a Marie-Luise Kürschner y Nina Jentschke por el atractivo diseño de la
del trabajo. En buena parte es mérito suyo que el deseo conjunto de alcanzar cubierta, y al Dr. Thomas Krimmer, Liesa Arendt, Birgit Carlsen, Stephanie Eil-
dicho objetivo nunca se apagara, a pesar de todos los obstáculos que debieron mann y Anne Döbler, representantes de todos los que se ocupan o han ocupado
superarse. Una paciencia admirable y su capacidad de compensación también del trabajo de mercadotecnia, venta y promoción de PROMETHEUS.
en situaciones problemáticas han caracterizado las numerosas conversaciones
mantenidas con él. Por ello, nuestro más sincero y profundo agradecimiento, Los autores en agosto de 2018
Una obra como PROMETHEUS solo puede surgir si las personas involucradas Crear unidades de aprendizaje que se ocupen de forma coherente con un tema
trabajan codo a codo. Solo el vivo intercambio entre los profesores de anatomía en dos páginas opuestas ya es un desafío especial en sí mismo. Los autores
Michael Schünke, Erik Schulte y Udo Schumacher, por un lado, y los ilustradores deben seleccionar el contenido con precisión, compilarlo y proporcionar leyen-
anatómicos Markus Voll y Karl Wesker, por el otro, ha conducido a la obra con- das explicativas. La forma en que se presenta este contenido en el atlas, cuán
junta didáctica y artística que ahora tiene frente a usted. atractivo y memorable resulte ser, depende en gran medida de las imágenes:
A Cabeza y cuello
1 Visión de conjunto 3 Sistemática de la musculatura
1.1 Regiones y puntos óseos palpables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2 3.1 Musculatura de la mímica: Visión general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
1.2 Visión de conjunto de la cabeza y del cuello y fascias del cuello . . . . . . . 4 3.2 Musculatura de la mímica: Función . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
1.3 Anatomía clínica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6 3.3 Músculos masticadores: Visión general y músculos superficiales . . . . . . 82
1.4 Embriología de la cara . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 3.4 Músculos masticadores: Músculos profundos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
1.5 Embriología del cuello . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 3.5 Origen e inserción de los músculos en el cráneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
3.6 Músculos del cuello: Visión general y músculos superficiales . . . . . . . . . 88
3.7 Músculos del cuello: Músculos supra- e infrahioideos. . . . . . . . . . . . . . . . 90
2 Huesos, ligamentos y articulaciones 3.8 Músculos del cuello: Músculos prevertebrales
y laterales (profundos) del cuello . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
2.1 Cráneo, visión lateral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
2.2 Cráneo, visión frontal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
2.3 Cráneo y suturas craneales, visión dorsal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 4 Sistemática de las vías de conducción
2.4 Calvaria, visión externa e interna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
2.5 Base externa del cráneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20 4.1 Sistemática del suministro arterial de la cabeza y del cuello . . . . . . . . . . 94
2.6 Base interna del cráneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22 4.2 Sistemática de las ramas de la A. carótida externa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
2.7 Hueso occipital y hueso etmoides. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24 4.3 Ramas anteriores, posteriores y medial de la A. carótida externa . . . . . . 98
2.8 Hueso frontal y hueso parietal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26 4.4 Ramas finales de la A. carótida externa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
2.9 Hueso temporal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28 4.5 Ramas de la A. carótida interna, que proveen a estructuras
2.10 Maxilar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30 extracerebrales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
2.11 Hueso cigomático, hueso nasal, vómer y hueso palatino . . . . . . . . . . . . . . 32 4.6 Venas superficiales de la cabeza y del cuello . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
2.12 Hueso esfenoides . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34 4.7 Venas profundas y posteriores de la cabeza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
2.13 Cavidad ocular (órbita): Huesos y orificios para las vías de conducción 36 4.8 Venas del cuello . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
2.14 Órbitas y estructuras vecinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38 4.9 Grupos de ganglios linfáticos de la cabeza y cuello . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
2.15 Nariz: Esqueleto nasal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40 4.10 Nervios craneales, visión general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
2.16 Nariz: Senos paranasales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42 4.11 Núcleos de los nervios craneales y ganglios asociados . . . . . . . . . . . . . . . 114
2.17 Paladar duro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44 4.12 Nervio olfatorio (I) y Nervio óptico (II). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
2.18 Mandíbula y hueso hioides . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46 4.13 Nervios de los músculos oculares: N. oculomotor (III),
2.19 Dientes in situ. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48 N. troclear (IV) y N. abducens (VI) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
2.20 Terminología, esquema y características de los dientes . . . . . . . . . . . . . . 50 4.14 Nervio trigémino (V): Regiones nucleares y de inervación . . . . . . . . . . . . 120
2.21 Posición de los dientes en la dentadura: 4.15 Nervio trigémino (V): Curso de sus tres ramos principales . . . . . . . . . . . 122
Orientación en la cara y oclusión de los dientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52 4.16 Nervio facial (VII): Zonas nucleares y de inervación,
2.22 Morfología de los dientes permanentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54 así como fibras visceroeferentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124
2.23 Aparato de sostén del diente (periodonto) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56 4.17 Nervio facial (VII): Curso por la porción petrosa del H. temporal;
2.24 Dientes de leche (dientes deciduos). . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 fibras parasimpáticas visceroeferentes y visceroaferentes . . . . . . . . . . . 126
2.25 Desarrollo dentario (odontogénesis) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60 4.18 Nervio vestibulococlear (VIII) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
2.26 Diagnóstico radiológico de los dientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62 4.19 Nervio glosofaríngeo (IX) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
2.27 Anestesia local de los dientes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64 4.20 Nervio vago (X) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
2.28 Articulación temporomandibular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66 4.21 Nervio accesorio (XI) y Nervio hipogloso (XII) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
2.29 Biomecánica de la articulación temporomandibular . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68 4.22 Sinopsis de los puntos de paso de las vías de conducción
2.30 Huesos de la columna vertebral cervical . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70 en la base del cráneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
2.31 Complejo ligamentario de la columna vertebral cervical . . . . . . . . . . . . . . 72 4.23 Visión general del sistema nervioso en el cuello e inervación
2.32 Articulaciones superior e inferior de la cabeza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74 mediante las ramos nerviosos espinales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
2.33 Articulaciones uncovertebrales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 4.24 Nervios craneales y sistema nervioso vegetativo en el cuello . . . . . . . . . . 140
XI
5.1 Oído: Visión general y suministro arterial del oído externo . . . . . . . . . . . 142 6.1 Región facial anterior. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226
5.2 Oído externo: Oreja, conducto auditivo externo 6.2 Visión ventral del cuello: Capas superficiales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 228
y membrana timpánica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144 6.3 Visión ventral del cuello: Capas profundas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 230
5.3 Oído medio: Cavidad timpánica y trompa auditiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146 6.4 Capa superficial lateral de la cabeza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 232
5.4 Oído medio: Cadena de huesecillos del oído . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148 6.5 Capas media y profunda laterales de la cabeza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 234
5.5 Oído interno: Visión general. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150 6.6 Fosa infratemporal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236
5.6 Oído interno: Órgano auditivo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152 6.7 Fosa pterigopalatina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 238
5.7 Oído interno: Órgano del equilibrio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154 6.8 Triángulo cervical lateral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 240
5.8 Suministro arterial de la porción petrosa del hueso temporal . . . . . . . . . 156 6.9 Zona de transición hacia el orificio superior del tórax,
5.9 Ojo: Región orbitaria, párpados y conjuntiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158 triángulo carotídeo y región lateral profunda del cuello . . . . . . . . . . . . . . 242
5.10 Aparato lagrimal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160 6.10 Región posterior del cuello y región occipital . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 244
5.11 Globo ocular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
5.12 Medios refractantes del ojo: Lente (cristalino) y córnea . . . . . . . . . . . . . 164
5.13 Iris y ángulo iridocorneal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166 7 Anatomía seccional
5.14 Retina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
5.15 Suministro arterial del globo ocular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170 7.1 Cortes frontales: A la altura del borde orbitario anterior
5.16 Músculos extrínsecos del globo ocular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172 y del espacio retroocular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246
5.17 División y vías de conducción de la órbita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174 7.2 Cortes frontales: A la altura del vértice de la pirámide orbitaria
5.18 Topografía de la órbita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 176 y de la hipófisis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
5.19 Topografía del seno cavernoso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178 7.3 Cortes horizontales: A la altura de la órbita, pisos superior y medio. . . . 250
5.20 Nariz: Visión general y relieve mucoso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 180 7.4 Cortes horizontales: A la altura del seno esfenoidal
5.21 Vascularización e inervación de la cavidad nasal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182 y del cornete nasal medio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 252
5.22 Histología y anatomía clínica de las cavidades nasales . . . . . . . . . . . . . . . . 184 7.5 Cortes horizontales: A la altura de la nasofaringe
5.23 Cavidad bucal: Visión general; paladar duro y paladar blando . . . . . . . . . . 186 y de la articulación atlantoaxoidea media . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 254
5.24 Lengua: Músculos y mucosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 188 7.6 Cortes horizontales a nivel de los cuerpos vertebrales de C V-VI . . . . . . 256
5.25 Lengua: Vías de conducción y drenaje linfático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 190 7.7 Cortes horizontales a nivel de la zona de transición
5.26 Topografía de la cavidad oral abierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 192 de TII/I hacia CVI/VII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 258
5.27 Suelo de la boca (diafragma de la boca) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 194 7.8 Cortes sagitales: Corte sagital y medio por el tabique nasal
5.28 El tejido linfático del anillo faríngeo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196 y a la altura de la pared orbitaria medial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 260
5.29 Faringe: Músculos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198 7.9 Cortes sagitales: A la altura del tercio interno
5.30 Faringe: Relieve de la mucosa y uniones con la base del cráneo . . . . . . . 200 y del centro de la órbita . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 262
5.31 Faringe: Topografía e inervación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202
5.32 Faringe: Espacio perifaríngeo y su significado clínico. . . . . . . . . . . . . . . . . 204
5.33 Faringe: Vías de conducción en el espacio perifaríngeo
(capa superficial) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 206
5.34 Faringe: Vías de conducción en el espacio perifaríngeo
(capa profunda) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 208
5.35 Glándulas salivares de la cabeza . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210
5.36 Laringe: Localización, forma y cartílagos laríngeos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212
5.37 Laringe: Relieve interno y sistemática de las vías de conducción . . . . . . 214
5.38 Laringe: Músculos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 216
5.39 Laringe: Topografía y anatomía clínica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218
5.40 Intubación endotraqueal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 220
5.41 Glándula tiroides y glándulas paratiroides . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 222
5.42 Topografía e imágenes de la glándula tiroides . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 224
XII
B Neuroanatomía
1 Introducción a la neuroanatomía 6 Telencéfalo
1.1 División y funciones básicas del sistema nervioso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 266 6.1 Desarrollo y estructura externa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320
1.2 Células, transmisión de la señal y estructura morfológica 6.2. Giros y surcos del telencéfalo: Superficie convexa del cerebro
del sistema nervioso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 268 y base del telencéfalo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 322
1.3 Visión general del sistema nervioso en conjunto: 6.3 Giros y surcos del telencéfalo: Superficie medial del cerebro e ínsula . . 324
Morfología y orientación espacial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270 6.4 Estructura histológica y organización funcional del córtex cerebral . . . . 326
1.4 Desarrollo embrionario del sistema nervioso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 272 6.5 Áreas corticales del neocórtex . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 328
1. 5 Sistema nervioso in situ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 274 6.6 Allocórtex: Visión general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 330
1.6 Visión general de todo el cerebro: Telencéfalo y diencéfalo . . . . . . . . . . . 276 6.7 Allocórtex: Hipocampo y cuerpo amigdalino . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 332
1.7 Visión general del encéfalo: Tronco del encéfalo y cerebelo . . . . . . . . . . 278 6.8 Sustancia blanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 334
1.8 Visión general de la médula espinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 280 6.9 Núcleos basales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 336
1.9 Irrigación sanguínea del encéfalo y la médula espinal . . . . . . . . . . . . . . . . 282
1.10 Somatosensibilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 284
1.11 Somatomotricidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 286 7 Diencéfalo
1.12 Órganos de los sentidos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 288
1.13 Principios de la evaluación neurológica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 290 7.1 Visión general y desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 338
7.2 Estructura externa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 340
7.3 Estructura interna del diencéfalo: División por niveles
2 Histología de las células nerviosas y gliales y serie de cortes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 342
7.4 Tálamo: Núcleos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 344
2.1 La neurona y sus sinapsis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292 7.5 Tálamo: Proyecciones de los núcleos talámicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 346
2.2 Neuroglia y mielina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 294 7.6 Hipotálamo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 348
7.7 Glándula pituitaria (hipófisis) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 350
7.8 Epitálamo y subtálamo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 352
3 Sistema nervioso vegetativo
3.1 Organización del simpático y del parasimpático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 296 8 Tronco del encéfalo
3.2 Efecto del sistema nervioso vegetativo sobre cada uno de los órganos
y sinapsis centrales del simpático. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 298 8.1 División y estructura externa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 354
3.3 Parasimpático: Visión de conjunto y sinapsis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 300 8.2 Núcleos de los nervios craneales, Núcleo rojo y sustancia negra . . . . . . 356
3.4 Dolor visceral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 302 8.3 Formación reticular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 358
3.5 Sistema nervioso entérico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 304 8.4 Vías ascendentes y descendentes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 360
8.5 Cortes transversales del tronco del encéfalo: Mesencéfalo y puente. . . 362
8.6 Cortes transversales del tronco del encéfalo: Bulbo raquídeo . . . . . . . . . 364
4 Meninges craneales y medulares
4.1 Meninges . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 306 9 Cerebelo
4.2 Meninges y septos durales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 308
4.3 Meninges craneales y meninges espinales y sus espacios . . . . . . . . . . . . 310 9.1 Estructura externa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 366
9.2 Estructura interna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 368
9.3 Pedúnculos y vías cerebelosas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 370
5 Espacios de circulación del líquido 9.4 Anatomía funcional simplificada y lesiones del cerebelo . . . . . . . . . . . . . . 372
cefalorraquídeo
XIII
11.1 Visión de conjunto: Estructura segmentaria de la médula espinal. . . . . . 394 13.1 Sistema sensitivo: Esquema de los sistemas de vías . . . . . . . . . . . . . . . . . 444
11.2 Visión general: División segmentaria de la médula espinal . . . . . . . . . . . . 396 13.2 Sistema sensitivo: Principios del procesamiento de los estímulos . . . . . 446
11.3 Sustancia gris: División interna . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 398 13.3 Sistema sensitivo: Lesiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 448
11.4 Sustancia gris: Arco reflejo y aparato propio de la médula espinal . . . . . 400 13.4 Sistema sensitivo: Dolor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 450
11.5 Vías ascendentes del cordón anterior: Tracto espinotalámico . . . . . . . . . 402 13.5 Vías dolorosas de la cabeza y sistema central de inhibición del dolor . . 452
11.6 Vías ascendentes del cordón posterior: Fascículo grácil 13.6 Sistema motor: Visión general y principios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 454
y fascículo cuneiforme. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 404 13.7 Sistema motor: Vía piramidal (tracto piramidal) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 456
11.7 Vías ascendentes del cordón lateral: Tractos espinocerebelosos . . . . . . 406 13.8 Sistema motor: Núcleos motores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 458
11.8 Vías descendentes: Tractos corticoespinales anterior y lateral . . . . . . . . 408 13.9 Sistema motor: Sistema motor extrapiramidal y lesiones
11.9 Vías descendentes: Vías extrapiramidales y vías vegetativas. . . . . . . . . . . 410 del sistema motor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 460
11.10 Esquema de los sistemas de vías ascendentes y descendentes 13.10 Lesiones radiculares: Visión general y lesiones sensitivas . . . . . . . . . . . . 462
de la médula espinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 412 13.11 Lesiones radiculares: Lesiones motoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 464
11.11 Vascularización arterial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 414 13.12 Lesión del plexo braquial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 466
11.12 Drenaje venoso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 416 13.13 Lesión del plexo lumbosacro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 468
11.13 Topografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 418 13.14 Lesiones de la médula espinal y de los nervios periféricos:
Pérdidas sensitivas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 470
13.15 Lesiones de la médula espinal y de los nervios periféricos:
12 Anatomía seccional del encéfalo Pérdidas motoras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 472
13.16 Determinación de la altura de una lesión espinal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 474
12.1 Cortes frontales I y II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 420 13.17 Sistema visual: Porción genicular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 476
12.2 Cortes frontales III y IV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 422 13.18 Sistema visual: Lesiones de la porción genicular y proyecciones
12.3 Cortes frontales V y VI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 424 no geniculares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 478
12.4 Cortes frontales VII y VIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 426 13.19 Sistema visual: Reflejos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 480
12.5 Cortes frontales IX y X . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 428 13.20 Sistema visual: Coordinación de los movimientos oculares . . . . . . . . . . . 482
12.6 Cortes frontales XI y XII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 430 13.21 Vía auditiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 484
12.7 Cortes horizontales I y II . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 432 13.22 Sistema vestibular . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 486
12.8 Cortes horizontales III y IV . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 434 13.23 Sentido del gusto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 488
12.9 Cortes horizontales V y VI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 436 13.24 Sentido olfatorio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 490
12.10 Cortes sagitales I-III . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 438 13.25 Sistema límbico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 492
12.11 Cortes sagitales IV-VI. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 440 13.26 División del córtex, áreas de asociación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 494
12.12 Cortes sagitales VII y VIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 442 13.27 Dominancia de los hemisferios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 496
13.28 Correlación entre los síntomas clínicos
y los hallazgos neuroanatómicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 498
XIV
2 Sinopsis
XV
3 Sistemática de la musculatura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
6 Topografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 226
Región temporal
Vértebra Las regiones de la cabeza y del cuello también tienen importancia clínica,
prominente puesto que muchas lesiones cutáneas en ambas regiones pueden ser re-
conocidas a simple vista, y su localización debe ser descrita con exactitud.
Esto será especialmente importante cuando el paciente sufra un carcinoma
B Regiones de la cabeza y del cuello cutáneo, puesto que la linfa, a través de la cual el tumor puede diseminar sus
Visión dorsal derecha. células, drenará hacia distintas estaciones de ganglios linfáticos en función
de su localización.
Triángulo M. digástrico,
submentoniano vientre posterior
H. hioides M. esternocleido-
mastoideo
M. esternocleido-
Triángulo carotídeo mastoideo Triángulo Región cervical
submentoniano lateral
Triángulo carotídeo Región cervical
posterior
M. esternohioideo
a b
Región cervical lateral, Fosa supraclavicular M. trapecio Fosa supraclavicular Clavícula
triángulo cervical posterior, menor menor
triángulo lateral del cuello
D Regiones del cuello marcadas en una preparación muscular Puesto que los músculos representados aquí son fácilmente visibles y palpa-
a Visión ventral con la cabeza situada en ligera flexión dorsal; b Visión bles, son especialmente adecuados como puntos de orientación para la división
izquierda. topográfica del cuello.
H. frontal
Sutura sagital
Escotadura frontal
Escotadura supraorbitaria
H. parietal
H. nasal
Sutura
Arco cigomático lambdoidea H. occipital
Prominencia Laringe
laríngea
Cartílago
cricoides
Clavícula
Manubrio Art. esterno- Escápula, Vértebra
a del esternón clavicular b ángulo superior prominente
B Fascia cervical D Situación de las fascias del cuello: corte transversal a la altura
Diferenciamos una fascia muscular con tres hojas, una fascia de las vías de de la 5ª vértebra cervical
conducción y una fascia visceral: La mejor manera de orientarse respecto a la extensión y localización de las
diferentes fascias del cuello es observar un corte transversal:
1. Hoja superficial: envuelve el conjunto del cuello y colinda con la parte externa
de los Mm. trapecio y elevador de la escápula, envuelve el M. esternocleido- • La fascia muscular se divide en tres hojas:
mastoideo. – Hoja superficial (naranja),
2. Hoja pretraqueal: envuelve los Mm. infrahioideos. – Hoja pretraqueal (verde) y
3. Hoja prevertebral: envuelve los Mm. escalenos, la musculatura prevertebral y la – Hoja prevertebral (violeta).
musculatura autóctona de la espalda. • E xiste además una fascia de las vías de conducción: vaina carotídea (azul
4. Vaina carotídea: envuelve el paquete vasculonervioso. claro) y
5. Fascia visceral: envuelve la laringe, la tráquea, la faringe, el esófago y la glándula • Una fascia visceral (azul oscuro).
tiroides.
Mandíbula
Glándula parótida
Hoja superficial
M. esternocleidomastoideo
M. esternohioideo
Vaina carotídea
Fascia visceral Hoja pretraqueal
Hoja prevertebral
M. trapecio
Clavícula
Lig. nucal
Fascia visceral
E Situación de las fascias del cuello forman algunas estructuras de conducción por las que pueden diseminarse
a Visión ventral. El músculo cutáneo del cuello o platisma está situado por posibles inflamaciones, aunque también es posible (como mínimo inicial-
encima (epifascial) de la fascia superficial del cuello, y ha sido retirado a la mente) que la inflamación quede limitada a un espacio de tejido conjuntivo
altura del borde inferior de la mandíbula. Las fascias del cuello forman una determinado.
hoja de tejido conjuntivo alrededor de la musculatura, de las vías de con- b Visión izquierda. Corte sagital y medio: en esta representación se pue-
ducción y de las vísceras del cuello (para ver detalle de la subdivisión, v. B). de reconocer que la hoja profunda de la fascia del cuello, la hoja prever-
De esta forma, subdividen el cuello en diferentes espacios, algunos de los tebral, reposa directamente sobre la parte media de la columna vertebral
cuales están abiertos en su parte craneal y en su parte caudal, puesto que y está dividida. En una tuberculosis ósea de la columna vertebral cervical,
por ellos discurren las vías de conducción. La hoja superficial de la fascia por ej., puede ocurrir que se forme un absceso congestivo a lo largo de
cervical, fenestrada en su parte media izquierda, cubre la hoja media, la hoja la fascia (también denominada hendidura peligrosa o absceso retrofarín-
pretraqueal. Por debajo de la hoja pretraqueal se puede ver la fascia visce- geo). En su parte lateral y dorsal, esta fascia envuelve musculatura (v. D).
ral a través de la ventana. Las vías de conducción están revestidas por otra La vaina carotídea, situada más lateralmente, no es visible en este corte
fascia, la vaina carotídea. En la parte dorsal izquierda se puede ver la hoja medio.
profunda, la hoja prevertebral. Estos tubos de tejido conjuntivo del cuello,
delimitados por las fascias, poseen gran importancia clínica, puesto que con-
Senos frontales
Preauriculares
Supraclaviculares
a b c
B Proyección en la cabeza de las estructuras con relevancia c Grupos de ganglios linfáticos de drenaje en la zona de transición entre la
clínica cabeza y el cuello. Aquí se señalan los más importantes entre ellas. Cuando
Visión frontal (a y b) y oblicua derecha (c). los ganglios linfáticos están aumentados de tamaño, significa que existe una
inflamación o un tumor dentro de la zona de influencia de dicho ganglio. Por
a Puntos de salida de los ramos sensitivos del N. trigémino: son importantes esto es importante efectuar la palpación de estos grupos linfáticos en el
para el examen clínico de la sensibilidad de la cabeza. Cuando la presión con transcurso de la exploración clínica de la cabeza.
las yemas de los dedos sobre estos puntos de salida provoca dolor, significa
que el ramo del trigémino correspondiente está irritado.
b Áreas cutáneas encima de los senos paranasales: son sensibles al dolor
(por presión) cuando existe inflamación de los senos paranasales, muy
frecuente.
b • Triángulo carotídeo
– Bifurcación carotídea
– Glomus carotídeo
– N. hipogloso
Triángulo submandibular
Región • Triángulo muscular
esternocleidomastoidea Triángulo submentoniano Región – Glándula tiroides
cervical – Laringe
Región cervical posterior; Triángulo carotídeo anterior – Tráquea
Región posterior del cuello Triángulo muscular; – Esófago
triángulo omotraqueal
• Triángulo submentoniano
– Ganglios linfáticos submentonianos
a Región esternocleidomastoidea
• M. esternocleidomastoideo
Fosa supraclavicular • A. carótida
Región cervical lateral, Triángulo omoclavicular; menor • V. yugular interna
triángulo cervical posterior; fosa supraclavicular mayor • N. vago
triángulo lateral del cuello
• Ganglios linfáticos yugulares
D Tortícolis muscular izquierda E Bocio retroesternal (según Hegglin) F Valoración de la presión venosa central
(según Anschütz) Un bocio que se extiende desde los lóbulos inferio- en el cuello en posición semitendida
La tortícolis y el bocio (v. E) son ejemplos de pa- res (v. pág. 224) de la glándula tiroides puede llegar Normalmente, las venas del cuello están colapsa-
tologías del cuello que pueden ser inspeccionadas hasta la apertura superior del tórax y comprimir allí das en posición de sedestación, pero si existe una
a simple vista (diagnóstico visual). En la tortícolis las venas del cuello. Como consecuencia se produ- insuficiencia del corazón derecho, la sangre se acu-
muscular, el M. esternocleidomastoideo está acor- cirá una estasis venosa, con dilatación venosa en la mula antes de llegar a él, lo que provoca una acumu-
tado, normalmente debido a una mala postura intra- cabeza y en el cuello (denominada cuello conges- lación de sangre en las Vv. yugulares. El nivel de la
uterina. Este acortamiento hace que los afectados tionado). congestión se puede identificar mediante el pulso
mantengan la cabeza en posición de inclinación de la V. yugular externa (será el denominado pulso
hacia el lado afectado y ligeramente rotado hacia el venoso, final de la marca azul superior), cuanto más
lado contrario. Si no se trata (fisioterapia o cirugía), superior esté situado este punto, más sangre ten-
provocará, de forma secundaria, el crecimiento asi- dremos acumulada, de modo que, con la fijación de
métrico de la columna vertebral y del esqueleto de dicho punto, podremos determinar la gravedad de
la cara. La asimetría de la cara se manifiesta, entre la insuficiencia del corazón derecho.
otros, por la convergencia de los planos de la cara
en el lado afectado (v. líneas).
Ojo
Placa nasal medial
Ojo Surco lagrimonasal
Rodete del maxilar Surco lagrimonasal
Filtrum
Rodete
c de la mandíbula d
A Rodetes faciales y su fusión (según Sadler) díbula, y lateralmente los rodetes del maxilar y adosadas a ellos, las placas
Visión frontal. Para comprender la formación de la hendidura labial-maxilar- nasales lateral y medial. Las dos placas nasales mediales delimitan con la
palatina (c), de gran importancia clínica, se debe conocer el desarrollo de la apófisis frontal.
cara. b En el embrión de 6 semanas, mediante la formación de surcos, las placas
nasales se separan del rodete del maxilar.
a Embrión de 5 semanas. El ectodermo superficial del primer arco faríngeo se c En un embrión de siete semanas, las placas nasales mediales están fusiona-
ha replegado formando el estomodeo, que más tarde se fusionará al epitelio das entre ellas en la línea media y en sus bordes laterales con los rodetes
endodérmico de la cavidad bucal. El contorno de la cara se forma de rodetes del maxilar.
faciales, cuyo tejido provenía del primer arco faríngeo o del mesenquima de d En un embrión de 10 semanas, los movimientos de migración han finalizado.
la cresta neural. Caudales al estomodeo encontramos los rodetes de la man-
H. incisivo Filtrum
H. incisivo con 4
dientes incisivos
Paladar primario
C Segmento intermaxilar (según Sadler) b La depresión infranasal (filtrum) del labio superior también se forma del te-
a y b Visión caudal del paladar. jido de la placa nasal medial, igual que el hueso intermaxilar, con sus cuatro
dientes incisivos. El hueso del paladar primario se fusiona con el hueso de
a En la profundidad, las placas nasales mediales forman tejido óseo que se las placas del paladar de los rodetes del maxilar, y en el adulto ya no consti-
fusiona en la línea media y forma hueso autónomo en su desarrollo, el hueso tuye un hueso autónomo.
intermaxilar.
D Formación de hendiduras en la región de la cara (según Sadler) c Queilognatosquisis. Si la parte izquierda del maxilar también participa en
a-f Visión caudal y ventral. la formación de la hendidura, entonces se forma una hendidura labio-maxilar
a la izquierda.
a Estado normal. Los huesos de las placas del paladar de los rodetes del d También se puede formar una hendidura bilateralmente: hendidura labio-
maxilar están fusionados con los del paladar primario de la placa nasal me- maxilar bilateral.
dial. El epitelio superficial de la cara forma un tejido cerrado alrededor de la e Palatosquisis (paladar hendido). Si las dos placas palatinas de los dos
boca y de los orificios nasales. rodetes del maxilar no se fusionan entre ellas, se forma una hendidura pa-
b Queilosquisis (labio fisurado). Si el tejido del labio superior izquierdo latina aislada.
no se fusiona, se forma una hendidura labial izquierda que llega hasta la nariz f Queilognatopalatosquisis. Las tres formas de hendiduras pueden pre-
(labio leporino). sentarse combinadas entre ellas: hendidura labio-maxilar-palatina unilateral.
Martillo
Yunque
Cartílago tiroides
Cuerpo del H. hioides
A Esquema del arco branquial en un pez lanceta C Origen del esqueleto y de los músculos del arco faríngeo en los
(según Romer, Parsons y Frick) adultos (según Sadler)
Visión izquierda. En el pez lanceta, cuyo esquema representamos aquí a modo Visión izquierda. Además de las bases cartilaginosas del esqueleto (v. leyen-
de ejemplo para los cordados (a los que pertenecen también los animales ver- da), a los músculos y los nervios que los inervan, y en función de su origen
tebrados), envía la sangre (venosa) hacia una aorta ventral en dirección cra- embrionario, también les corresponde un arco faríngeo determinado. Del 1er
neal. De ella salen, a ambos lados, las arterias del arco branquial en dirección arco faríngeo provienen la musculatura de la masticación y el M. milohioideo,
dorsal. En estas branquias se arterializa la sangre venosa. Las arterias bran- el vientre anterior del M. digástrico, el M. tensor del velo del paladar y el M.
quiales forman pues un arco arterial par segmentario (comp. con el segmento tensor del tímpano. Del 2º arco faríngeo se forman la musculatura de la mímica,
del tórax en el hombre). Durante el desarrollo embrionario, en el hombre, se el vientre posterior del M. digástrico, el M. estilohioideo y el M. estapedio. Del
forma una red vascular parecida. Pero, puesto que en los hombres no se for- 3er arco faríngeo procede del velo el M. estilofaríngeo. Del último provienen el
man branquias, hablaremos de arco faríngeo y no de arco branquial. Los arcos M. cricotiroideo, el M. elevador del veto del paladar, los Mm. constrictores de
faríngeos contienen las arterias del arco branquial en su núcleo conectivo. la faringe y la musculatura intrínseca de la laringe. Esta derivación embrionaria
Algunas deformaciones relativamente frecuentes del cuello son atribuidas a de los músculos explica también su inervación (v. D).
deformaciones de estas estructuras (v. G).
Cartílago
mandibular Ganglio del
N. trigémino V IX X
Proceso (de Meckel) VII
maxilar
Cartílago N. oftálmico
1er arco faríngeo de Reichert
(arco mandibular) 1ª hendidura N. maxilar
faríngea
2º arco faríngeo N. mandibular
(arco hioideo)
3er arco faríngeo
Prominencia cardíaca 4º y 6º arcos faríngeos N. facial N. glosofaríngeo N. vago
B Arco faríngeo y surcos faríngeos en un embrión de cuatro D Inervación de los arcos faríngeos
semanas (según Sadler) Visión izquierda. A cada arco faríngeo le corresponde un nervio craneal:
Visión izquierda. Se pueden reconocer los cuatro arcos faríngeos existentes
en el ser humano, separados por los surcos faríngeos. Los cartílagos de los 1er arco faríngeo N. trigémino (V) (N. mandibular)
cuatro arcos faríngeos están marcados con cuatro colores distintos. A medida 2º arco faríngeo N. facial (VII)
que avanza el desarrollo, estos migran –al igual que otros tejidos de los arcos 3er arco faríngeo N. glosofaríngeo (IX)
faríngeos– para formar diferentes elementos ligamentarios y esqueléticos en 4º y 6º arcos faríngeos N. vago (X) (N. laríngeo superior y recurrente)
el adulto (v. C).
10
E Estructura interna de los arcos faríngeos (según Sadler) F Movimientos de migración de los tejidos de los arcos faríngeos
Visión ventral; para ver el plano de corte, v. B. Externamente, los arcos faríngeos (según Sadler)
están cubiertos por el ectodermo, internamente por el endodermo. El interior Visión frontal. Durante el desarrollo, el epitelio del que se formará la glándula
de un arco faríngeo está formado por la arteria del arco faríngeo, el nervio del tiroides migra desde su localización originaria, en la línea media de la base de
arco faríngeo y el cartílago del arco faríngeo. Estas estructuras están envueltas la lengua, hasta la altura del primer cartílago traqueal, donde se encuentra la
por tejido mesodérmico y musculatura. Los pliegues externos se denominan glándula tiroides a partir del momento del nacimiento. En la base de la len-
hendiduras faríngeas, los internos bolsas faríngeas. Las bolsas faríngeas están gua queda el foramen ciego como rudimento, del que se ha gemado el tejido
revestidas por endodermo, del que se desarrollan, entre otros, las glándulas tiroideo. Las paratiroides se originan del 4º arco faríngeo (arco superior) y del
del cuello. Durante este proceso, las estructuras glandulares se desplazan, en 3er arco faríngeo (arco inferior), el timo se origina también del 3er arco faríngeo.
parte, considerablemente. El cuerpo ultimobranquial, cuyas células emigran hacia la glándula tiroides para
formar allí las células C formadoras de calcitonina o las células parafoliculares,
se origina del 5º arco faríngeo. Este arco es el último en desarrollarse y nor-
malmente es considerado como un segmento del 4º arco faríngeo. Del 1er surco
faríngeo se desarrolla el conducto auditivo externo, de la 1ª bolsa faríngea, la
cavidad timpánica y la trompa auditiva, y de la 2ª la amígdala (tonsila) palatina.
Quiste cervical
Conducto tirogloso lateral
H. hioides
Bifurcación H. hioides
H. hioides carotídea
Cartílago tiroides Cartílago
Lóbulo tiroides
piramidal
Lóbulo piramidal Trayecto Glándula tiroides
Glándula tiroides Glándula tiroides fistuloso
M. esternocleido-
mastoideo
Tráquea Tráquea Tráquea
a b c
G Localización de los quistes cervicales y de las fístulas Los quistes cervicales laterales y las fístulas se originan de restos de
a Quistes cervicales medios; b Fístulas cervicales medias; c Fístulas cervi- segmentos de los conductos del seno cervical, que se forma durante el de-
cales laterales y quistes. sarrollo como consecuencia de los movimientos migratorios. Si permanecen
Los quistes cervicales medios y las fístulas (a y b) son restos del con- algunos restos revestidos de epitelio, se pueden presentar (c) quistes (de-
ducto tirogloso. Si no involuciona completamente, pueden permanecer algunas recha) o fístulas (izquierda). Una fístula completa forma una unión entre la
cavidades llenas de mucosa (quistes). Dichas cavidades se manifiestan como superficie del cuello y la cavidad faríngea, pero una fístula incompleta termina
abultamientos consistentes y elásticos en el cuello. ciega. Es típica la localización de las aperturas de las fístulas cervicales latera-
les en el borde anterior del M. esternocleidomastoideo.
11
A Cráneo, visión lateral (norma lateral) general de las estructuras laterales más importantes del cráneo. El capítu-
Visión izquierda. Esta visión ha sido elegida como introducción a la región del lo se ha estructurado de tal manera que nos familiaricemos primero con los
cráneo porque permite reconocer la mayoría de los huesos craneales (que nombres de los huesos antes de pasar a estudiar sus detalles y las relaciones
en B se han marcado en distintos colores). Cada uno de los huesos con sus de estos entre sí. Los dientes se explican en unidades de aprendizaje propias
puntos más destacados, así como las suturas y aberturas se comenta en las (v. págs. 48 y ss.).
unidades de aprendizaje siguientes. En esta unidad, se pretende dar una visión
12
H. temporal,
porción escamosa
H. frontal H. parietal
H. esfenoides,
ala mayor
H. etmoides
H. lagrimal
H. nasal
H. cigomático
Maxilar
H. occipital
H. temporal,
Mandíbula porción petrosa
H. temporal,
porción timpánica
B Huesos del cráneo, visión lateral C Huesos del neurocráneo (gris) y viscerocráneo (naranja)
Visión izquierda. Los huesos se han destacado en distintos colores para ver con Visión izquierda. El cráneo forma una cápsula ósea alrededor del encéfalo, de
claridad su extensión y delimitación. los órganos sensoriales y de las vísceras craneales. El crecimiento del neuro-
cráneo sobre el viscerocráneo es típico de los primates y una consecuencia
directa del aumento de crecimiento encefálico.
D Osificación de los huesos del cráneo F Huesos del desmocráneo y del condrocráneo
Visión izquierda. Los huesos del cráneo se forman o directamente del tejido
conectivo mesenquimatoso (osificación intramembranosa o desmal, gris) Desmocráneo (gris) Condrocráneo (azul)
o indirectamente por la transformación de un modelo cartilaginoso (osifica- • H. nasal • H. etmoides
ción endocondral, azul). Partes de osificación intramembranosa y endocondral • H. lagrimal • H. esfenoides (excepto la lámina
(desmocráneo, condrocráneo) pueden fundirse en un hueso unitario (por • Maxilar medial de la Apóf. pterigoides)
ejemplo, H. occipital, H. temporal y H. esfenoides). De los huesos largos, la • Mandíbula • H. temporal (porción petrosa,
clavícula se osifica de forma intramembranosa. En un trastorno del proceso de • H. cigomático Apóf. estiloides)
osificación intramembranosa quedan afectados el cráneo y la clavícula: disos- • H. frontal • H. occipital (excepto la parte
tosis cleidocraneal. • H. parietal superior de la escama)
• H. occipital (parte superior • Cornete nasal inferior
de la escama) • H. hioides (v. pág. 47)
• H. temporal (porción escamosa, • Huesecillos del oído
porción timpánica)
• H. palatino
• Vómer
13
H. frontal
Escotadura H. parietal
frontal
Foramen
Borde supraorbitario
supraorbitario
H. esfenoides,
H. nasal ala mayor
H. esfenoides, H. temporal
ala menor
Órbita
H. etmoides,
lámina H. esfenoides,
perpendicular ala mayor
Borde H. cigomático
infraorbitario
Cornete nasal Orificio piriforme
medio
Maxilar
Vómer
Dientes
Mandíbula
Foramen
mentoniano
A Cráneo, visión frontal (norma facial) orificios clínicamente importantes, de los que salen los ramos nerviosos que
Esta visión permite apreciar claramente la extensión del cráneo facial (visce- inervan la cara sensitivamente: foramen supraorbitario, foramen infraorbitario
rocráneo) (referente a cada hueso, v. B). El marco óseo de la cavidad nasal y foramen mentoniano (v. págs. 123 y 227).
(apertura piriforme) representa en el cráneo el inicio del tracto respiratorio. Observe: Ante la sospecha de fracturas mediofaciales (sobre todo Le Fort I
La cavidad nasal, al igual que las cavidades orbitarias, sirve asimismo para la yII) se debería realizar, entre otras cosas, una palpación intraoral de la cresta
recepción de órganos sensoriales (mucosa olfatoria). Referente a los senos cigomática-alveolar (eventualmente escalonamiento y movilidad modificada del
paranasales, v. C. En esta visión frontal también se pueden apreciar los tres maxilar contra el cráneo en las fracturas dislocadas del H. cigomático).
14
Mandíbula
B Huesos del cráneo, visión frontal C Senos paranasales: reducción del peso por su construcción en
forma de armazón
Visión frontal. En el cráneo facial, algunos huesos están neumatizados, es de-
cir, contienen cavidades llenas de aire que significan un ahorro de peso. Estas
cavidades se llaman senos paranasales. Poseen un acceso a las cavidades na-
sales y, al igual que estas, están recubiertas de epitelio respiratorio ciliar. Son
frecuentes las inflamaciones de los senos paranasales, con las consecuentes
molestias. Dado que en estas inflamaciones el dolor se proyecta parcialmente
Pilar sobre la superficie cutánea, deben conocerse las proyecciones de las cavidades
frontonasal
sobre el cráneo.
Pilar cigomático
Pilar cigomático horizontal
vertical
Pilar
frontonasal
Pilar cigomático
vertical
I II III
Pilar cigomático
b E Líneas de fractura facial central, división según Le Fort
horizontal
A causa de la construcción en forma de armazón, en la región facial central
resultan unas líneas de fractura típicas (Le Fort I, II, III).
D Principales líneas de fuerza (azul) del cráneo facial Le Fort I: la línea de fractura atraviesa el maxilar por encima del paladar duro:
a Visión frontal; b Visión lateral. La «contraposición» mecánica a los senos avulsión del maxilar con lesión de la integridad del seno maxilar: la llamada
paranasales neumatizados (v. C) lo establecen los engrosamientos (pilares) fractura transversa inferior.
de la sustancia ósea del cráneo facial que enmarcan parcialmente sus cavi- Le Fort II: la línea de fractura atraviesa la raíz nasal, los huesos etmoides,
dades. Dichos engrosamientos se forman en las principales líneas de fuerza maxilares y cigomáticos. En esta llamada fractura piramidal se destruye la inte-
como reacción a la carga mecánica (por ejemplo, presión de masticación). Para gridad de la cavidad orbitaria.
hacernos una idea, puede compararse la construcción en forma de marco del Le Fort III: el cráneo facial queda arrancado de la base craneal. La línea de
cráneo facial con la estructura de una casa: los senos paranasales correspon- fractura principal pasa por las órbitas, y pueden estar asimismo afectados los
derían a las habitaciones, y los engrosamientos (a lo largo de las principales huesos etmoides, los senos frontales, los senos esfenoidales y los huesos ci-
líneas de fuerza) a los pilares. gomáticos.
15
Sutura sagital
H. parietal
Sutura lambdoidea
Plano occipital
H. temporal,
porción escamosa
Línea nucal suprema
H. temporal,
porción petrosa
Línea nucal superior Protuberancia occipital
externa
Línea nucal inferior Foramen mastoideo
Mandíbula Dientes
A Cráneo, visión dorsal (norma occipital) lares: las líneas nucales inferior, superior y suprema. Un punto de referencia
El hueso occipital, predominante en esta visión, limita con los huesos parietales topográfico-anatómico lo representa la protuberancia occipital externa: puede
a los que está unido mediante la sutura lambdoidea. Las suturas son una forma palparse en la parte posterior del cráneo. El foramen mastoideo es un punto de
especial de sindesmosis (uniones ligamentarias que osifican con la edad, v. F). paso de una vena (v. pág. 19).
En su superficie externa, el H. occipital es modelado por inserciones muscu-
16
H. parietal
H. occipital H. temporal,
porción escamosa
H. temporal,
Vómer porción petrosa
a b c d
H. palatino H. esfenoides
Fontanela anterior
Sutura
Sutura coronal escamosa
Fontanela
Fontanela posterior
esfenoidal
Sutura
Sutura
lambdoidea
esfenoescamosa
Fontanela
mastoidea
a
a b
Fontanela Sutura sagital
anterior
Sutura frontal Fontanela E Hidrocéfalo y microcéfalo
posterior a Morfología craneal característica de hidrocéfalo. Si por aumento del líquido
cefalorraquídeo («líquido encefálico») el encéfalo aumenta de volumen an-
Sutura coronal tes de la osificación de las suturas (hidrocéfalo), el neurocráneo afectado se
agranda mientras el viscerocráneo permanece invariable.
b b El cierre prematuro de suturas origina un microcéfalo.
Observe el neurocráneo pequeño en comparación con las grandes órbitas.
17
H. frontal
Sutura coronal
Surcos arteriosos
H. parietal
Fositas
granulares
18
H. frontal
Epicráneo
Lámina externa
Diploe
Seno de la Lámina interna
H. parietal duramadre
H. occipital
V. diploica
temporal Confluencia
anterior de los senos
V. diploica Seno
frontal V. emisaria
transverso
V. diploica occipital
temporal Seno
posterior V. emisaria
sigmoideo mastoidea
V. diploica
occipital V. emisaria
condilar
Plexo venoso
vertebral
externo
19
Dientes
Maxilar
H. cigomático
H. palatino
H. frontal
Cornete nasal inferior
H. esfenoides
Vómer H. temporal,
Apóf. cigomática
H. temporal,
porción escamosa
H. temporal,
porción timpánica
H. temporal,
porción petrosa
Foramen magno
H. occipital
H. parietal
Conducto
B Relación topográfica del foramen lacerum respecto al conducto carotídeo
carotídeo y la A. carótida interna Fibras H. temporal,
Visión izquierda. El foramen lacerum es un orificio artificial que en el ser vivo cartilaginosas porción petrosa
queda cerrado por una placa de fibras cartilaginosas; por lo tanto, solo es apre-
ciable en un cráneo óseo preparado. El foramen lacerum está en estrecha rela- Seno
ción topográfica con el conducto carotídeo y la A. carótida interna contenida en esfenoidal
A. carótida interna
este. Por dicho foramen también discurren los Nn. petrosos mayor y profundo
(v.págs. 127, 131 y 136). Foramen lacerum
20
Foramen
Sutura palatina incisivo Maxilar,
media Apóf. palatina
Dientes
H. palatino
Coana
Foramen palatino
mayor H. cigomático,
cara temporal
Foramen palatino
menor Fisura orbitaria
superior
Vómer
Foramen magno
Foramen mastoideo
H. occipital
Línea nucal superior
Protuberancia occipital
externa
Línea nucal suprema
C Base del cráneo estructuras que pasan a través. Si por un trastorno de este tipo el conducto
Visión externa. Las estructuras más importantes de la base del cráneo vistas óptico creciera de modo insuficiente, quedaría dañado el N. óptico, causando
desde abajo están aquí mencionadas. Tienen especial importancia los orificios escotomas. En estas lesiones, la sintomática se rige por el orificio afectado.
por los que pasan nervios y vasos. En trastornos del crecimiento óseo, dichos Todas las estructuras aquí mencionadas se detallan más adelante en unidades
orificios pueden quedar demasiado pequeños y estrechos, comprimiendo las de aprendizaje.
21
Pilar frontonasal
Pilar cigomático
vertical
Travesaño
transverso Foramen
anterior Pilar cigomático b magno
Pilar horizontal
pterigoideo B Fosas craneales en la base del cráneo
a Visión interna; b Corte sagital y medio. La base interna del cráneo no es
Travesaño plana, sino que presenta tres fosas consecutivamente descendentes: las fosas
longitudinal Travesaño
transverso craneales anterior, media y posterior. Su profundidad se incrementa desde
medio
posterior frontal hacia occipital, disposición escalada especialmente bien visible en b.
Los límites de las tres fosas son las siguientes:
22
Conducto óptico
Foramen oval
H. esfenoides, ala menor
Foramen espinoso
H. esfenoides, ala mayor
Surco arterial
H. esfenoides,
fosa hipofisaria
Foramen lacerum
Apóf. clinoides posterior
Clivus
H. temporal,
porción petrosa
Fosa cerebelosa
Fosa cerebral
D Base interna del cráneo En cuanto al aprendizaje de los distintos orificios, este se orientará según la
Compare los orificios de la base del cráneo en una visión interna con los ori- ubicación los orificios en las fosas craneales anterior, media o posterior. Para
ficios de la base del cráneo en una visión externa (v. pág. 21). Dichos orificios la división de las fosas craneales, v. B. La lámina cribosa del H. etmoides une la
no siempre se corresponden, ya que algunas vías de conducción después de su cavidad nasal con la fosa anterior del cráneo; por sus orificios pasan las fibras
paso por estos hacen un acodamiento y presentan un recorrido interóseo más olfatorias (v. pág. 182).
largo. Un ejemplo es el orificio auditivo interno por el que, entre otros, pasa el Observe: A raíz del adelgazamiento de su lámina ósea, en caso de accidente,
N. facial desde el interior del cráneo hacia el hueso petroso (porción petrosa este es un punto en el que se originan fácilmente fracturas con fisuras de la
del H. temporal), mientras que la mayoría de sus vías de conducción abandonan duramadre. El líquido cefalorraquídeo pasa hacia la nariz: ¡peligro de meningi-
el hueso petroso por la parte externa del cráneo a través del foramen estilo- tis, dado que las bacterias pueden emigrar a su vez de la nariz no estéril hacia
mastoideo (detalles, v. págs. 126, 137 y 151). el líquido estéril!
23
Escama
occipital
Conducto
del N. hipogloso
Foramen magno
A Encaje del H. occipital en la base del cráneo
Observe la conexión con los huesos vecinos.
Conducto condíleo
El H. occipital se funde durante la pubertad con el H. esfenoides formando el
llamado H. tribasilar.
b Apóf. yugular
Porción basilar
Conducto Eminencia
condíleo cruciforme Surco del seno
transverso
Porción lateral
Línea nucal
Cresta occipital inferior Conducto condíleo
externa
Foramen Apóf. yugular
magno
Porción lateral
Línea nucal Protuberancia Línea nucal Porción basilar
a superior occipital externa suprema c
B Hueso occipital aislado b Visión izquierda. En esta visión se aprecia claramente la expansión de la
a Visión caudal. Se reconoce la porción basilar, cuya parte anterior se pre- escama occipital situada por encima del foramen magno. El orificio interno
senta unida al H. esfenoides. El conducto condilar finaliza detrás de la Apóf. del conducto condilar y del conducto del N. hipogloso son visibles, así como
articular, mientras el conducto del N. hipogloso discurre por debajo de la Apóf. la Apóf. yugular, que participa en la constitución del foramen yugular (v. pág.
articular. El primero contiene la V. emisaria condílea, que comienza en el seno 21). Esta apófisis corresponde a la Apóf. transversa de una vértebra.
sigmoideo y finaliza en el plexo venoso vertebral (emisarias, v. pág. 19), y el c Visión del relieve craneal interno. Aquí se reconocen los surcos para
último contiene, además de un plexo venoso, el N. hipogloso (nervio craneal los conductos sanguíneos del encéfalo, los senos durales. La eminencia cru-
XII). El tubérculo faríngeo es un punto de inserción para la musculatura fa- ciforme se forma por la confluencia de los senos. En este hueso puede verse
ríngea, mientras la protuberancia occipital externa representa un punto óseo que, en casos concretos, el seno sagital superior se drena preferentemente
palpable en la parte posterior del cráneo. a través del seno transverso izquierdo. Sin embargo, en general desemboca
por partes iguales en ambos senos transversos (v. pág. 384).
24
C Encaje del H. etmoides en la base interna del cráneo D Encaje del H. etmoides en el cráneo facial
Visión craneal. La porción craneal del H. etmoides forma una parte de la fosa Visión frontal. El H. etmoides es el hueso central de las cavidades nasales.
craneal anterior, sus porciones caudales forman partes de las cavidades nasa-
les principales. Sus huesos vecinos son el H. frontal y el H. esfenoides.
Lámina Celdillas
cribosa Lámina etmoidales
Celdillas
etmoidales orbitaria Meato nasal
Lámina
orbitaria superior
Foramen etmoidal
anterior Apóf. crista galli
Apóf. crista galli Foramen
etmoidal
Celdillas posterior
etmoidales
Lámina
orbitaria
Cornete nasal
Bulla etmoidal superior
Lámina Indundíbulo
perpendicular Apóf. unciforme etmoidal
Cornete nasal
medio
Cornete nasal Lámina perpendicular
c d medio
E Hueso etmoides aislado las celdillas etmoidales que se extienden a ambos lados del cornete nasal
a Visión craneal. Aquí se reconoce la Apóf. crista galli, que sirve de punto medio.
de adherencia de la hoz del cerebro (v. pág. 308), así como la lámina cribosa c Visión izquierda. Se ve la lámina perpendicular y las celdillas etmoidales
horizontal. Contiene orificios por los que discurren los nervios olfatorios anteriores. La órbita está separada de las celdillas etmoidales por una del-
desde la cavidad nasal hacia la fosa craneal anterior. A causa de estos fo- gada lámina ósea, la lámina orbitaria.
rámenes, la lámina cribosa resulta mecánicamente débil y se fractura con d Visión dorsal. Solo en esta visión se aprecia la Apóf. unciforme que in
facilidad en un traumatismo. Clínicamente se reconoce una fractura de este situ está casi completamente tapada por el cornete nasal medio. Cierra par-
tipo por el goteo del líquido cefalorraquídeo a través de la nariz. ¡El paciente cialmente la entrada al seno maxilar, el hiato semilunar, y es un punto de
se queja de resfriado! orientación importante en la cirugía endoscópica de la cavidad maxilar. La
b Visión frontal. Se puede ver la línea estructural media (lámina per- estrecha fosa entre la bulla etmoidal y la Apóf. unciforme se denomina in-
pendicular = en forma pendular como en un reloj antiguo) que separa fundíbulo etmoidal. En este «embudo» desembocan el seno frontal, el seno
ambas cavidades nasales. También se ve el cornete nasal medio, que es maxilar y las celdillas etmoidales anteriores. En la terminación dorsal del H.
una parte del H. etmoides (solo el cornete inferior es un hueso propio), y etmoides se encuentra el cornete nasal superior.
25
A Hueso frontal
a Visión anterior (cara externa), b inferior (cara
orbitaria) y c posterior (cara interna).
El hueso frontal forma la base ósea de la bóveda Escama
anterior del cráneo (para la posición en el cráneo, frontal
v.págs. 14 y 34). Se desarrolla a partir de dos huesos
que se fusionan en la línea media. En los adolescen-
tes, todavía se puede ver la línea divisoria entre los
dos huesos (sutura frontal); en los adultos suele
estar osificada, de modo que ya no hay sutura. El
Glabela
H.frontal se divide en:
Arco
• Escama frontal, base ósea de la frente, Cara superciliar
• dos porciones orbitarias horizontales (parte temporal
principal de la base ósea del techo de la órbita) y
• la porción nasal, ubicada en medio (porción del Foramen
esqueleto nasal craneal). supraorbitario
Cresta
frontal
Porción
orbitaria
c
26
a b c d
B Clasificación de las fracturas frontobasales según Escher c Tipo III: fractura frontobasal baja; fuerza de impacto central desde ade-
a Tipo I: fractura frontobasal alta; la fuerza impacta sobre la parte superior de lante. La región facial central es arrancada de la base del cráneo, pasando
la escama frontal. Las líneas de fractura corren desde arriba hacia los senos a corresponder a las fracturas verticales o transversales de la región facial
frontales. central (Le Fort III, v. pág. 15).
b Tipo II: fractura frontobasal media; la fuerza que impacta en la región de la d Tipo IV: fracturas orbitarias laterales; fuerza de impacto frontal y lateral. Se
frente y raíz nasal produce una fractura de impresión del seno frontal, del ven afectados el seno frontal y el techo de la órbita.
H. esfenoides y eventualmente del seno esfenoidal. Si la duramadre también
se desgarra, el líquido cefalorraquídeo fluye a través de la nariz (rinolicuorrea;
peligro de infección bacteriana ascendente con meningitis).
1 3
C Bases anatómicas de las complicaciones de una infección
bacteriana de los senos frontales
Visión craneal sobre el seno frontal abierto. Debido a la proximidad del seno
2 frontal (como parte del H. frontal) al cerebro, las infecciones del seno frontal
pueden extenderse fácilmente a estructuras vitales. El propio seno frontal se
puede llenar de pus (empiema) (1); el pus puede atravesar el hueso hacia la
5
duramadre (absceso epidural) (2). Si la duramadre es atravesada, se produce
una meningitis (3). Si esta infección llega al cerebro, la consecuencia es la for-
4 mación de un absceso (4). La invasión del seno sagital superior conduce a la
trombosis del seno venoso (5).
Foramen
parietal
Borde
frontal
Borde Borde
occipital occipital
Borde
escamoso
Surco de la Surco del seno
A. meníngea media sigmoideo
Línea temporal
a inferior b
27
H. occipital
H. cigomático H. esfenoides,
ala mayor
Fosa mandibular
Porción timpánica
a b
B Primordios óseos del H. temporal izquierdo • Porción petrosa (verde oliva oscuro), que contiene los órganos auditivo y
a Visión izquierda; b Visión caudal. del equilibrio, y
El H. temporal se desarrolla a partir de tres primordios que se funden en un • Porción timpánica (azul turquesa), que forma gran parte del conducto audi-
solo hueso. Se distinguen las porciones siguientes: tivo externo.
• Porción escamosa (verde oliva claro) con el acetábulo de la Art. de la man- Observe: La Apóf. estiloides, que por su posición podría considerarse errónea-
díbula, mente parte de la porción timpánica, es por su desarrollo parte de la porción
petrosa.
28
Apóf.
cigomática Cara temporal
Orificio auditivo
externo
Fosa mandibular
Conducto
carotídeo Orificio auditivo
Surco arterioso externo
Fisura
petrotimpánica Apóf. mastoides
Fosa
yugular
Escotadura mastoidea
Foramen
estilomastoideo
Foramen mastoideo
Pirámide petrosa
b
Apóf. cigomática
Vértice de la porción
Foramen petrosa
mastoideo
Orificio auditivo interno
D H. temporal izquierdo sale el N. facial de la base del cráneo. En la fosa yugular se adhiere el inicio
a Visión lateral. Se han mencionado las estructuras más importantes del de la V. yugular interna, y la A. carótida interna llega por el conducto carotídeo
H. temporal. A través del foramen mastoideo (v. como apertura externa en al interior del cráneo.
a y apertura interna en c) discurre una emisaria (referente a las Vv. emisa- c Visión medial. Se puede reconocer la apertura interna del foramen mas-
rias, v. pág. 19) por la parte medial de la fisura petrotimpánica, la cuerda del toideo, así como el orificio auditivo interno. Por él pasan, entre otros, el N.
tímpano (v. pág. 149). Sin embargo, es en el transcurso de la vida cuando se facial y el N. vestibulococlear hacia la porción petrosa del H. temporal. La
desarrolla la Apóf. mastoides por tracción del M. esternocleidomastoideo, parte aquí representada, también llamada pirámide petrosa (vértice de la
presentándose internamente neumatizada (v. C). porción petrosa), se sitúa en la parte interna de la base del cráneo.
b Visión caudal. En esta visión se aprecia claramente el acetábulo aplanado
de la Art. de la mandíbula, la fosa mandibular. Por el foramen estilomastoideo
29
2.10 Maxilar
Apófs. alveolares
Borde
Apóf. lagrimal Surco
frontal infraorbitario
Borde
infraorbitario
Cara
Foramen infratemporal
infraorbitario
Tuberosidad
Espina nasal del maxilar
anterior
Cuerpo
del maxilar Forámenes
alveolares
Apóf.
cigomática Apóf.
Borde frontal
lagrimal
Apófs. Cara
a Fosa canina alveolares nasal
Surco
lagrimal
Seno
maxilar
Conducto
incisivo
30
a b
C Quistes odontógenos del maxilar b Los quistes foliculares se originan por ampliación de los sacos dentarios
Visión anterior de un seno maxilar derecho. Las raíces de los dientes del maxilar a nivel de la corona de un diente discapacitado en su erupción (p. ej., muela
protruyen hacia el seno maxilar. Esta relación anatómica es clínicamente impor- de juicio).
tante, ya que los dolores que se proyectan en el maxilar pueden provenir de los
Por lo tanto, ante una inflamación del seno maxilar, se debe pensar clínicamente
dientes. De modo inverso, inflamaciones del seno maxilar se pueden propagar
siempre en una causa a nivel de los dientes. En consecuencia, las enfermedades
hacia los dientes del maxilar.
del seno maxilar pueden requerir una estrecha colaboración entre los médicos
a Los quistes radiculares se originan en el vértice de la raíz de un diente. otorrinolaringólogos y los odontólogos.
La inflamación crónica de la raíz dentaria conduce a la formación de un quiste
en el seno maxilar.
a b c
31
Apóf. frontal
Foramen
cigomático-orbitario a b
a Apóf. temporal
H. nasal
Foramen
Apóf. frontal nasal
Foramen
cigomático-orbitario
C Hueso nasal
Ambos huesos nasales forman la base ósea del dorso de la nariz. Sus bordes
superiores están conectados con el H. frontal, y sus bordes laterales, con el maxi-
lar. El borde inferior es parte de la apertura piriforme (v. pág. 14). Las fracturas
del H. nasal son frecuentes y a menudo requieren una reposición.
Apóf.
temporal
Foramen
b cigomático-temporal
A Hueso cigomático
a Visión lateral izquierda (cara lateral) y b medial (cara temporal).
El H. cigomático forma un puente entre la pared lateral del cráneo y la cara. Es la
base ósea de la mejilla y, por lo tanto, frecuentemente otorga la forma a la cara
en las personas delgadas. En el H. cigomático se diferencian las caras lateral,
orbitaria y temporal.
El foramen cigomático-orbitario en la cara orbitaria representa el ingreso al
conducto cigomático. Dentro del H. cigomático se divide en dos canales, que
terminan en los forámenes cigomático-facial y cigomático-temporal. Al con-
a b
ducto cigomático ingresa el ramo homónimo del N. maxilar, que se divide en
ambos canales. D Principio de la reposición de las fracturas del H. nasal
En el traumatismo frontal, la reposición se realiza por dentro con una espátula
(a), y en el traumatismo lateral, desde fuera y de modo manual (b).
32
Apóf. orbitaria
Escotadura
esfenopalatina
Cara maxilar
de la lámina Apóf. esfenoidal
perpendicular
Cresta
del vómer
Cresta
de la concha
Cara
nasal
Espina nasal Lámina
posterior horizontal
Apóf.
piramidal Foramen
palatino mayor
b
Cara
G Hueso palatino nasal
a Visión lateral, b medial y c dorsal del H. palatino.
El H. palatino está formado por una lámina horizontal y una lámina vertical. Cresta nasal
Lalámina horizontal es el límite posterior del paladar duro (v.pág. 41) yla Lámina
lámina perpendicular es la parte de la cavidad nasal lateral, situada por horizontal
delante de la lámina medial de la Apóf. pterigoides. El H. palatino complementa
al maxilar desde occipital y separa –al igual que este– la cavidad oral de la cavi- Cara
dad nasal. c Apóf. piramidal palatina
33
H. palatino H. frontal
H. esfenoides
H. esfenoides Vómer H. parietal
a b
H. parietal
A Posición del H. esfenoides en el cráneo
El H. esfenoides es el hueso de constitución más compleja del cuerpo humano.
Se requiere por lo tanto distintas visiones para poder reconocer bien las diver-
sas estructuras (v. B): H. frontal
a Posición en la base externa del cráneo. El H. esfenoides forma jun-
to con el H. occipital la línea portante medial de la estructura de la base
craneal. H. esfenoides,
ala mayor
b Posición en la base interna del cráneo. El H. esfenoides forma el
límite entre la fosa craneal anterior y media. Se reconocen con claridad los
puntos de paso para nervios y vasos (detalles, v. B).
c Posición en el lado izquierdo del cráneo. Por encima del arco cigo-
mático se reconocen partes del ala mayor, por debajo del arco cigomático
partes de la Apóf. pterigoides.
Apóf. H. temporal
Observe los huesos colindantes. c pterigoides
B Hueso esfenoides aislado craneal media con la órbita. Ambos senos esfenoidales están internamente
a Visión inferior; referente a la posición in situ compárese con A. Se re- separados entre sí mediante un tabique (v. pág. 43).
conocen las láminas medial y lateral de la Apóf. pterigoides. Entre ambas c Visión superior. En esta visión se reconoce la silla turca, en cuyo centro se
se encuentra la fosa pterigoidea, donde se sitúa el M. pterigoideo medial. encuentra la fosa hipofisaria para la hipófisis. De la visión de la fosa craneal
El foramen espinoso y el foramen redondo mayor conectan la fosa craneal central se aprecian los forámenes espinoso, oval y redondo mayor.
media con la base externa del cráneo. d Visión posterior. La fisura orbitaria superior se aprecia especialmente
b Visión frontal. En esta visión se comprende especialmente bien porqué el bien en esta visión, mientras el conducto óptico está casi completamente
H. esfenoides se llamaba originariamente Os sphecoidale (= hueso en forma tapado por la Apóf. clinoides anterior. El foramen redondo mayor conecta
de avispa) antes de que una trascripción errónea llevara a la denominación la fosa craneal media con la base externa del cráneo (el foramen espino-
actual (Os sphenoidale = hueso cuneiforme). Las entradas a ambos lados de so aquí no puede verse, v. a). Dado que los huesos esfenoides y occipital
la cavidad (apertura del seno esfenoidal) parecen los ojos de la avispa, entre se funden en uno durante la pubertad (= hueso tribasilar), no aparece
las patas de esta (las Apóf. pterigoides del H. esfenoides) se ven las fosas sutura alguna entre ambos; las trabéculas esponjosas aparecen libres y
pterigoideas. Se reconoce la fisura orbitaria superior que conecta la fosa porosas.
34
Foramen redondo
mayor
Ala mayor
Lámina medial
Apóf. pterigoides
Lámina lateral
Cara
temporal Foramen oval
Foramen espinoso
Cara orbitaria
Lámina
Fosa pterigoidea medial
Apóf. pterigoides
b
Gancho pterigoideo Lámina
lateral
Ala mayor
35
36
Escotadura frontal
Foramen
supraorbitario Foramen etmoidal
posterior
H. frontal,
porción orbitaria Foramen etmoidal
anterior
Foramen Conducto óptico
cigomático-orbitario
H. nasal
Fisura orbitaria
superior Maxilar,
Apóf. frontal
H. cigomático
H. lagrimal
Fisura orbitaria
inferior H. etmoides,
lámina orbitaria
Surco
infraorbitario
Maxilar,
Foramen etmoidal Apóf. frontal
anterior
Cresta lagrimal
Foramen etmoidal posterior
posterior (H. lagrimal)
H. etmoides Cresta lagrimal
anterior (Maxilar)
Conducto óptico
Fosa del saco
Fisura orbitaria lagrimal
superior (con el orificio
Foramen para el conducto
redondo mayor nasolagrimal)
Maxilar,
Fisura orbitaria cara orbitaria
inferior
Conducto
infraorbitario
Fosa Hiato Seno Foramen
b pterigopalatina maxilar maxilar infraorbitario
H. frontal,
cara orbitaria
Seno frontal Fisura orbitaria C Orificios para las vías de conducción de la órbita derecha
superior Visión frontal (a), lateral (b) y medial (c); en b y c se ha suprimido la pared
orbitaria lateral y medial. Pueden reconocerse los siguientes puntos de pasos
para las vías de conducción (v. B): conducto óptico (a, b) fisuras orbitarias
H. cigomático, H. esfenoides, superior e inferior (a-c); forámenes etmoidales anterior y posterior (a, c);
cara orbitaria ala menor surco infraorbitario (a); conducto infraorbitario (b, c); foramen infraorbitario
Foramen (a, b); foramen supraorbitario y escotadura frontal (a); foramen cigomático-
H. esfenoides,
cigomático-orbitario
ala mayor orbitario (c).
Maxilar, En b se reconoce el orificio del conducto nasolagrimal por el que el líquido
cara orbitaria lagrimal es desviado al conducto nasal inferior. (v. pág. 42).
En una visión lateral (b) se aprecia claramente la forma de embudo de la ór-
Conducto bita. Presenta una especie de «acetábulo» en el que se mueve el globo ocular.
infraorbitario Por la fisura orbitaria inferior se llega a la fosa pterigopalatina. Limita con la
Fisura orbitaria Seno pared posterior del seno maxilar; en esta se encuentra el ganglio pterigopala-
inferior maxilar tino, un punto de relevo del parasimpático (v. págs. 239 y 127). Con la cavidad
maxilar al descubierto, se reconoce arriba situado el orificio por el que que-
H. palatino, dan conectadas bajo el cornete nasal medio la cavidad maxilar y la cavidad
Apóf. piramidal nasal.
37
H. parietal H. frontal
Posición respecto
H. temporal H. esfenoides, a la órbita Estructuras vecinas
ala menor
Celdillas Caudal • Seno maxilar
H. esfenoides,
etmoidales Craneal • Seno frontal
ala mayor
• Fosa craneal anterior
Fisura orbitaria
H. cigomático con el lóbulo frontal
superior (conduce del cerebro
a la fosa craneal
media) Seno maxilar Medial • Celdillas etmoidales
Cornete nasal inferior Estructuras situadas más profundamente y que
Vómer presentan un interés clínico topográfico:
• Seno esfenoidal
• Fosa craneal media
• Quiasma óptico
A Huesos de las órbitas y cavidades colin- • Celdillas etmoidales* y • Hipófisis
dantes • Seno maxilar. • Seno cavernoso
Los huesos ya conocidos y coloreados que confor- • Fosa pterigopalatina
man la órbita delimitan parcialmente cavidades. Procesos patológicos originados en la órbita pue-
Se pueden apreciar las estructuras colindantes si- den propagarse a estas cavidades o, a la inversa, de
guientes: estas hacia la órbita.
• Fosa craneal anterior,
• Seno frontal, * La Terminología Anatómica ha suprimido el con-
• Fosa craneal media, cepto «seno etmoidal» comúnmente empleado.
Seno Apófisis
frontal crista galli H. etmoides H. frontal, cara orbitaria
C Órbitas y estructuras vecinas nen pueden propagarse fácilmente a estructuras vecinas. Por la fisura orbitaria
Corte frontal a la altura de ambas órbitas, visión frontal. Las paredes entre la superior se llega a la fosa craneal media, con lo que las estructuras aquí sin
órbita y las celdillas etmoidales (0,3 mm, lámina papirácea) y el seno maxilar representar, seno esfenoidal, hipófisis y quiasma óptico también se encuentran
(0,5 mm, suelo orbitario) son muy delgadas; por ello, en ambos puntos pueden en las inmediaciones de la órbita.
darse frecuentes fracturas, además, tumores e inflamaciones que allí se origi-
38
Sección v. E
Foramen
Fisura orbitaria palatino mayor
inferior
Foramen
palatino menor F Estructuras vecinas de la fosa
Cara temporal pterigopalatina derecha en la base
Coana
craneal derecha
Cresta H. palatino, Visión caudal. El acceso hacia la fosa pterigopalati-
infratemporal Apóf. piramidal na desde la base del cráneo está marcado con una
flecha. La fosa misma (no visible en esta represen-
Lámina lateral, Lámina medial, tación) se sitúa lateral a la lámina lateral de la Apóf.
Apóf. pterigoides Apóf. pterigoides pterigoides del H. esfenoides.
Referente a las delimitaciones de la fosa pterigopa-
Foramen latina así como las vías de acceso y vías de conduc-
Foramen oval ción, v. pág. 238 f.
espinoso
39
2.15 Nariz:
Esqueleto nasal
Cartílago Cartílago
Glabela alar mayor, alar mayor,
pilar lateral pilar medial
H. nasal
Apóf. frontal
del maxilar
H. nasal H. nasal
H. lagrimal Cartílago
del tabique nasal
Vómer
Cornete nasal H. esfenoides
inferior Cartílago
alar mayor
H. palatino H. palatino
a Maxilar b Maxilar
C Paredes óseas de la cavidad nasal • la pared medial (tabique nasal, v. b y E), formada por cartílago y los huesos
a Nariz derecha, visión izquierda; se retiró el tabique nasal para posibilitar la siguientes: H. nasal, H. etmoides, Vómer, H. esfenoides, H. palatino y Maxilar.
visión de la cavidad nasal. b Corte paramediano, visión izquierda. Los últimos tres solo participan del tabique nasal mediante pequeñas hor-
La cavidad nasal tiene cuatro paredes: quillas cartilaginosas.
• el techo (H. nasal, H. frontal y H. etmoides),
• el piso (Maxilar y H. palatino), La cavidad nasal está delimitada atrás y en su segmento superior por el H. esfe-
• la pared lateral con el Maxilar, H. nasal, H. lagrimal, H. etmoides, H. palatino noides. De los tres cornetes, solo el cornete nasal inferior es un hueso propio;
y cornete nasal inferior, los otros dos son componentes del H. etmoides.
40
H. esfenoides, cuerpo
Orificio piriforme
Apóf. pterigoides, lámina medial
Coana
Meato nasal medio
Apóf. pterigoides, lámina lateral
Cornete
Maxilar, Meato nasal nasal medio,
Apóf. palatina inferior H. etmoides
D Cavidad nasal con representación del flujo aéreo a través de medio e inferior, hacia las coanas en la nasofaringe. Los tres conductos nasales
los tres conductos nasales están separados mediante los tres cornetes nasales superior, medio e inferior.
Visión izquierda. El aire penetra por la apertura piriforme hacia la cavidad
nasal ósea y pasa por los tres conductos nasales, los meatos nasales superior,
Apóf. posterior
Cresta nasal H. palatino, lámina horizontal
Conducto incisivo
Maxilar,
Cavidad oral Apóf. palatina
E Tabique nasal del septo cartilaginoso crece profundamente dentro de la porción ósea.
Corte paramediano, visión izquierda. Se ha suprimido la pared lateral iz- Se presentan frecuentes variantes del tabique nasal que pueden afectar
quierda de la cavidad nasal con los huesos colindantes. El tabique (septo) la porción cartilaginosa y/o ósea. Si esta desviación del tabique nasal fuera
nasal está compuesto por una porción anterior, cartilaginosa, el cartílago tan extensa que causara trastornos respiratorios, puede ser corregida qui-
del tabique nasal, y una porción posterior, ósea (v. Cb). La Apóf. posterior rúrgicamente.
41
2.16 Nariz:
Senos paranasales
A Proyección de los senos paranasales sobre el cráneo B Neumatización de los senos maxilar y frontal
a Visión frontal; b Visión izquierda. Visión frontal. Los senos maxilar y frontal se desarrollan en el transcurso de la
Los senos paranasales son cavidades huecas llenas de aire (¡forma de cons- vida durante el periodo de crecimiento craneal (neumatización); las celdillas
trucción ligera del cráneo!). Dado que aquí se pueden originar inflamaciones (senos) etmoidales, en cambio, ya están neumatizadas desde el momento del
que eventualmente causan dolor por encima del seno afectado (por ejemplo, nacimiento. En niños, las inflamaciones de los senos paranasales afectan es-
cefalea frontal en una inflamación del seno frontal), el conocimiento de la posi- pecialmente las celdillas etmoidales (sinusitis etmoidales), (peligro de traspa-
ción de los senos puede ser orientativo para el diagnóstico. sar la órbita: ojo enrojecido y cerrado por hinchazón, v. D).
Observe: La denominación «celdillas etmoidales» ha sustituido la denominación
anterior «senos etmoidales» (= senos paranasales).
Foramen esfenopalatino
Bulla etmoidal
H. lagrimal
H. esfenoides, cuerpo
Apóf. unciforme
Apóf. frontal
del maxilar
Hiato maxilar
Desembocadura del
conducto nasolagrimal Apóf. pterigoides,
lámina medial
Maxilar, Apóf. palatina
b
C Pared lateral de la cavidad nasal derecha
a y b Visión izquierda; se han suprimido los cornetes nasales para hacer visi- moidales anteriores y posteriores; azul: seno esfenoidal; respecto a las vías de
bles las desembocaduras del conducto nasolagrimal y de los senos paranasales drenaje, compárese también con E). Junto a los orificios de los senos parana-
en la cavidad nasal principal (v. las flechas de colores en b: roja: conducto sales, en la cavidad nasal principal también resulta visible la estrecha relación
nasolagrimal; amarilla: seno frontal; naranja: seno maxilar; verde: celdillas et- topográfica entre la cavidad nasal, la fosa craneal anterior y la cavidad bucal.
42
D Estructura ósea de las cavidades nasales orbitaria (=lámina papirácea) del grosor de un papel: peligro de traspaso de
a Visión frontal; b Corte transversal conservando la mucosa, visión craneal. inflamaciones y tumores en ambas direcciones.
La estructura central de los senos paranasales es el H. etmoides (rojo). Su lá- Observe: El punto más profundo del seno maxilar está ubicado a nivel de las
mina cribosa forma una parte de la base anterior del cráneo. Alrededor del H. raíces de los molares del maxilar (en el 30% de los hombres hay una distancia
etmoides se agrupan los senos frontal y maxilar. En la cavidad nasal se aprecian menor a 1 mm entre el seno maxilar y la raíz bucal). Las infecciones periapicales
los conductos o meatos nasales inferior, medio y superior, delimitados por los a este nivel pueden por lo tanto irrumpir hasta el piso del seno. La apertura del
cornetes nasales del mismo nombre. En el meato nasal medio, lateral al corne- seno maxilar durante la extracción de un molar superior es muy probable.
te nasal medio, desemboca el orificio óseo del seno maxilar. Debajo del cornete En el corte transversal (b) se puede reconocer que la hipófisis, que está ubicada
nasal medio y craneal al orificio del seno maxilar se encuentra la mayor celda por detrás del seno esfenoidal en la fosa hipofisaria (v. C), es accesible a través
etmoidal, la bulla etmoidal. En el borde anterior de su límite óseo se encuentra de la cavidad nasal y por lo tanto bien operable por vía transnasal. En el relieve
un gancho óseo, la Apóf. unciforme, estableciendo el límite anterior de entra- mucoso que se dejó aquí se puede ver cuan estrecha es en general la cavidad na-
da al seno maxilar. La pared lateral del etmoides hacia la órbita es la lámina sal y lo rápido que puede ocluirse como consecuencia de una inflamación (v. E).
43
Maxilar
Seno maxilar
H. palatino
H. esfenoides
a
A Encaje del paladar duro en la base cra-
neal
Visión caudal.
Maxilar
Coanas H. palatino
H. esfenoides
Vómer
b
B Huesos del paladar duro
a Visión craneal. El paladar duro es una placa
ósea horizontal que está formada por partes
maxilares y partes del H. palatino. Separa las
cavidades nasal y bucal. En esta visión se aprecia
el suelo de la cavidad nasal, en cuya parte infe-
rior se sitúa la cavidad bucal. La porción craneal
del maxilar se ha suprimido. Dorsal al H. palatino
se sitúa el H. esfenoides.
b Visión caudal. En el borde posterior del pa- Cornete nasal
ladar duro comienzan las coanas, los orificios Coana
medio
posteriores de la cavidad nasal.
Vómer
c Paladar duro y cavidad nasal, visión dor- H. esfenoides
sal oblicua. En esta visión se aprecia la estre-
cha relación entre las cavidades bucal y nasal. H. palatino
Observe el encaje de la Apóf. piramidal del H. pa- H. palatino,
Apóf. piramidal
latino en la lámina lateral de la Apóf. pterigoides Maxilar
del H. esfenoides.
c
44
Fisura orbitaria
Orificio del seno superior
esfenoidal
Fosa Cornete nasal
pterigoidea medio
45
Cabeza Apóf.
de la mandíbula condilar
Apóf.
coronoides
Línea oblicua
Rama
de la mandíbula
Cabeza
de la mandíbula
Porción
alveolar de la
mandíbula
Apóf. Fosa
coronoides pterigoidea
Apóf. condilar
Foramen
mandibular Fosita
Surco b submandibular
milohioideo
Fosa Línea
digástrica milohioidea
Rama Espina mentoniana
de la mandíbula inferior
Porción alveolar
de la mandíbula
Protuberancia Ángulo
mentoniana de la mandíbula
46
a Cuerpo b Cuerpo
Asta menor
Asta mayor
C Hueso hioides (v. pág. 189). Sin embargo, la Terminología Anatómica lo considera un hueso
a Visión ventral; b Visión dorsal; c Visión oblicua izquierda. El H. hioides se del cráneo. El asta mayor y el cuerpo óseo del hioides se pueden palpar en el
presenta encajado en una cadena ósea entre el suelo de la boca y la laringe cuello. El desplazamiento del H. hioides es palpable durante la deglución.
47
48
M3 M2 M1 P2 P1 C I2 I1
Diente Número Número Número de
maxilar de cúspides de raíces conductos
radiculares
D Histología de un diente * Para la caracterización de los dientes con dos cifras decimales v. D, pág. 50.
Como ejemplo se ha representado un diente incisivo de la mandíbula. En la pre-
sente imagen figuran tanto las sustancias duras (esmalte, dentina, cemento)
como partes blandas (pulpa dental).
49
Denominación Significado
mesial en el arco dental orientado hacia la línea media maxilar o mandibular
distal orientado hacia el final del arco dental
Labial
oral orientado hacia la cavidad bucal
facial orientado hacia el lado de la cara
Palatina lingual orientado hacia la lengua (solo en los dientes de la mandíbula)
labial orientado hacia el labio
Bucal
bucal orientado hacia la mejilla
Lingual palatina orientado hacia el paladar (solo en los dientes del maxilar)
Oral
vestibular orientado hacia el vestíbulo bucal
50
Medio del
maxilar
Fosa mesial
Cúspide Cúspide
mesiobucal mesiopalatina
Canto
de corte a1 a2 Fosa central Tubérculo
de Carabelli
b a1 < a2 Cúspide
Distal Mesial
distobucal Cúspide
Vestibular distopalatina
Canto
de corte r b Fosa distal
r
51
Orificio
auditivo Borde orbitario
externo
Horizontal de Frankfurt Arco dental
10-15º Plano de Camper superior
Plano oclusal
Espina nasal (plano de masticación)
anterior
Plano oclusal
(plano de masticación)
Punto incisal Cúspide
lingual
Diente incisivo
b medial inferior a Primer molar b Primer molar
52
a
Corte v. d
Maxilar
Maxilar
8,5 9,0 10,0 7,0 7,0 7,5 6,5 8,5 Vestibular Cúspide
de sostén
Cúspide
5,5 5,6 Oral
10,0 10,5 11,0 7,0 7,0 7,0 de sostén
Vestíbulo
c bucal d Mandíbula
b Mandíbula
G Posición de los dientes en el engranaje dentario habitual en conF). Con esto el vértice del diente canino superior se encuentra entre el
detalle diente canino inferior y el premolar inferior siguiente, la cúspide mesiobucal
a Posición de oclusión de los dientes incisivos superiores e inferiores; b Es- del primer molar superior muestra en dirección de la fisura mesiobucal del pri-
quema de la posición de los dientes en el maxilar y la mandíbula (según Schu- mer molar inferior. Esta posición de los dientes se denomina mordida neutral.
macher). Está señalado el ancho mesiodistal medio de los dientes en milí- c y d En dirección transversal las cúspides bucales de los dientes maxilares se
metros (según Carlsson y col.); c Engranaje dentario habitual, visión distal; extienden en el engranaje dentario habitual sobre las cúspides bucales de
d Corte de c. los dientes mandibulares hacia vestibular. Las cúspides que se introducen en
las fisuras de sus antagonistas se denominan cúspides de sostén o funciona-
a En la representación lateral se reconoce bien la den. sobremordida de
les y, a diferencia de las cúspides que no son de sostén, son más bien redon-
los dientes incisivos (v. F). En esta los contactos de oclusión de los in-
deadas. Con esto las cúspides de sostén del maxilar son cúspides palatinas, y
cisivos inferiores están situados contra las superficies palatinas de los inci-
las cúspides de la mandíbula en cambio son cúspides bucales.
sivos superiores, y los ejes de los incisivos superiores e inferiores forman
entre sí un ángulo de 135º (ángulo interincisal). Observe: La función de las superficies de masticación en la región de los dientes
b En dirección sagital –con excepción de dos dientes (primer incisivo inferior, laterales es principalmente el desmenuzamiento y aplastamiento del alimento
tercer molar superior)–, cada diente contacta con dos dientes de su maxilar entre las cúspides y las fosas antagonistas de los dientes. Las fisuras sirven
opuesto: los antagonistas principal y accesorio (= oclusión de uno contra de surcos de drenaje para el alimento aplastado y simultáneamente le otorgan
dos dientes en la región posterior de los dientes laterales, comp. libertad de movimiento a las cúspides para los movimientos de trituración.
53
Bucal Distal Palatina Labial Distal Palatina Labial Distal Palatina Labial Distal Palatina
15
2º diente molar 17
18
3 diente molar
er
Oclusal
Bucal Distal Palatina a
A Morfología de los dientes permanentes del maxilar más determinan decisivamente la apariencia estética de la región de la boca. Por
y de la mandíbula regla general todos los dientes incisivos son unirradiculares. El incisivo medial
a Maxilar derecho (1er cuadrante), visión oclusal; b Mandíbula derecha (4ºcua- superior es el más grande, el incisivo medial inferior el más pequeño. Las ca-
drante), visión oclusal. ras palatinas de los dos incisivos superiores presentan dos ribetes respectiva-
(Dientes aislados en diferentes visiones; para la numeración de cada diente en mente, entre estos se encuentra en el incisivo medial un tubérculo dentario y en
particular comp. con la fórmula dentaria, p. 50.) el incisivo lateral una pequeña entrante (foramen ciego). Características simi-
lares están menos notoriamente desarrolladas en los dos incisivos inferiores.
Dientes incisivos: por su función de cortar pedazos de alimento, los dientes Dientes caninos: los dientes caninos son los dientes más constantes en
incisivos poseen una corona de canto cortante (forma de cincel o de pala). Ade- cuanto a su forma. Su característica común es el canto de corte dividido, que
54
48
Oclusal
Bucal Distal Lingual
47
46
Bucal Distal Lingual
45
44
forma un vértice masticatorio. Los caninos son por regla general unirradicula- Los dientes premolares representan una forma de transición entre los dien-
res con una raíz relativamente larga y apoyan con su función a los dientes incisi- tes incisivos y los dientes molares y poseen cúspides y fisuras, señal de que se
vos (en los mamíferos frecuentemente desarrollados como colmillos). prioriza la función de moler el alimento con respecto a cortarlo.
Mientras que las caras labiales presentan dos facetas, la cara oral presenta dos Dientes molares: son los dientes más grandes de la dentadura permanente
ribetes laterales bien marcados, un ribete medial y un tubérculo dentario. Las y tienen una cara oclusal con múltiples cúspides. Los molares del maxilar tie-
características de la curvatura y de las raíces están bien desarrolladas. nen tres raíces y los molares de la mandíbula tienen por regla general dos, para
Dientes premolares: las características comunes de los premolares son apuntalar la fuerte presión de la masticación. Solo las raíces del tercer molar
una cara oclusal bicúspide donde las cúspides están ordenadas de manera ves- (muelas de juicio que erupcionan después de los 16 años o más tarde, si es
tibulooral. Con excepción del primer premolar superior son unirradiculares. que lo hacen) frecuentemente se fusionan en una raíz pivotante (v. E, pág. 49).
55
Hemi-
B Encía (gingiva) desmosomas Granulocitos
a Visión general de la encía; b Epitelio del surco neutrófilos
Lámina rara
gingival. Capa basal
a La encía (periodonto marginal) perte- Lámina densa
Lámina basal
nece a la mucosa bucal y se extiende desde el Lámina basal interna externa
borde gingival hasta lel límite mucogingival. Allí con las láminas rara
el epitelio gingival rosa pálido y generalmente y densa
brillante (epitelio plano estratificado, general- b Capa suprabasal
mente paraqueratinizado) se continúa con el
epitelio alveolar, notablemente más rojo (epite-
lio plano estratificado no queratinizado). Clíni- b El epitelio del surco gingival está fijado con las aplanadas, que están ordenadas paralelas
camente se diferencian dos segmentos: su lámina basal interna (superficial) y a través a la superficie dentaria. En su camino hacia el
de hemidesmosomas al esmalte, y se encarga surco gingival, en donde finalmente son recha-
• la encía libre (de 1 a 2 mm de ancho) = replie-
así de que halla una continuidad completa entre zadas, estas forman continuamente nuevos
gue de la encía que rodea el cuello del diente
la mucosa de la cavidad bucal y la superficie del hemidesmosomas para las capas celulares
como un maguito y que se fija al esmalte cervi-
diente. De apical a coronal se hace cada vez más adyacentes al esmalte, mientras que los vie-
cal a través del epitelio del surco gingival (b).
ancho. La lámina basal externa (profunda) forma jos hemidesmosomas son disueltos;
La ranura de aproximadamente 0,5-1 mm de
el límite con el tejido conectivo gingival y se con- • posee una inmunidad especial (granulocitos
profundidad que rodea al diente (surco gin-
tinúa con la lámina basal del epitelio del surco neutrófilos atraviesan continuamente el epi-
gival) forma con su piso el cierre del epitelio
oral. El epitelio del surco gingival se diferencia telio del surco gingival).
del surco gingival (v. b);
en varios aspectos del resto de los epitelios de
• la encía fija (de 3 a 7 mm de ancho): comienza Observe: La indemnidad del epitelio del surco gingi-
la cavidad oral:
a la altura del surco gingival y se extiende val es una condición necesaria para la salud de todo
hasta el límite mucogingival. Como no es des- • está formado solo por dos capas: la capa basal el aparato de sostén del diente. Si, como consecuen-
plazable y está fijada, tanto a nivel del cuello y la capa suprabasal, cia de una colonización bacteriana, se produce una
del diente como a nivel del hueso alveolar, • en su base faltan las papilas de tejido conectivo, reacción inflamatoria en el cuello del diente (for-
mediante fibras de colágeno de trayecto hori- • su recambio celular es elevado (renovación mación típica de placas por mala higiene bucal), el
zontal (fibras dentogingivales y alveologingi- cada 4-6 días): mientras que las células basa- epitelio del surco gingival pierde su fijación al diente
vales), la encía a este nivel frecuentemente les cúbicas son responsables de la reposición y se forman bolsas gingivales a nivel del surco gingi-
tiene aspecto moteado. celular, las células hijas se diferencian a célu- val (enfermedad periodontal).
56
Cervical
Fibras
cementoalveolares
(= fibras de Sharpey)
Encía
Hueso Dentina con
alveolar conductillos
Fibras
dentoalveolares
Vasos sanguíneos Cemento
acelular-fibrilar Pared
Plano alveolar
de corte
Desmodonto
de b
Hendidura Cemento
Apical desmodontal
a b
C Desmodonto
El desmodonto es un tejido conectivo bien vascularizado, rico en células y fibras,
que llena el espacio de aproximadamente 200 μm de ancho entre el cemento ra-
dicular y la cara interna del hueso alveolar. Dispone de un sistema complicado Fibras
de fibras de colágeno (haces de fibras cementoalveolares y dentoalveolares), a interdentales
decusadas
través de las cuáles el diente está suspendido elásticamente dentro del alvéolo.
Estas fibras de colágeno, también denominadas fibras de Sharpey, están ancla- Papila
das tanto en el cemento como también en el hueso alveolar. Corren en distintas interdental
direcciones (v. D) para actuar en contra de todos los movimientos del diente
Fibras
(por ejemplo, presión axial, movimientos de inclinación laterales y de torsión) circulares
y poder exigir constantemente la tracción de los haces de fibras. Este requeri-
miento de tracción, que durante la masticación es permanente, ejerce un estí- c
mulo sobre el hueso y las fibras de colágeno, que lleva a su regeneración per-
manente. Los responsables del recambio elevado de fibras de colágeno en el
desmodonto son además los fibroblastos hiperactivos, cuya síntesis de colágeno D Trayecto de las fibras de colágeno en el desmodonto
(dependiente de vitamina C) es cuatro veces más rápida que la que se desarro- y en la encía
lla por ejemplo en la piel (es por esto que por ejemplo, ante la carencia de vi- a y b Cortes longitudinal y horizontal a través del diente; c Trayecto esquemá-
tamina C se produce una pérdida notoria de fibras dentro de pocos meses). El tico de las fibras en la encía.
significado de esta exigencia funcional de la masticación para los huesos se hace Mientras que los haces de fibras cementoalveolares (fibras dentoalveolares)
también evidente cuando en un maxilar/mandíbula edéntulo se atrofian poco a corren en su mayoría en dirección oblicua descendente por el desmodonto
poco completamente las apófisis alveolares. (Tinción: H. E., aumento x 75) (a), el aparato fibroso supraalveolar está formado predominantemente por ha-
ces de trayecto circular (c).
Bucal Cabeza de la
Raíz Raíz Apóf. mandíbula
mesial distal Lámina Alvéolos coronoides
de M2 de M2 cribiforme dentales
Fosa
pterigoidea
E Estructura del hueso alveolar
a Mitad derecha de una mandíbula humana, visión
oral (el hueso compacto se retiró a ambos lados);
b y c Cortes horizontales a través de una mandí-
bula humana a la altura de los alvéolos dentales,
b Conductos Hendidura c Septo con (b) y sin (c) raíces dentarias. Visión craneal
radiculares desmodontal interradicular
(según los preparados de la colección anatómica
Mesial Distal Lingual de la Universidad de Kiel).
Las apófisis alveolares del maxilar y de la man-
M3 Língula de la
mandíbula díbula tienen la estructura de un hueso laminar,
M1 M2
I2 C P1 P2 con un hueso compacto interno (lingual/palatino),
I1 Foramen un hueso compacto externo (vestiblar/bucal) y el
mandibular hueso esponjoso situado entremedio. Además con-
Plano de corte tienen el hueso alveolar, que forma parte del apa-
de b y c rato de sostén del diente, y participa en la cons-
trucción de los alvéolos dentales. Los alvéolos den-
Ángulo de la tales se asemejan a una taza, cuyas paredes óseas
mandíbula presentan un sinnúmero de orificios (lámina cri-
Conducto biforme) y a las que se irradian desde afuera tra-
mandibular béculas de hueso esponjoso. A través de estos ori-
Trabéculas ficios pasan vasos sanguíneos y linfáticos hacia la
de hueso esponjoso hendidura desmodontal, formando un entramado
Hueso compacto denso alrededor de la raíz del diente.
a Raíz del diente
57
Recién nacido
6 meses
1 año
a b c d e
2 1/2 años
58
Foramen
55 54 53
52 51 61 62 63 64 65 infraorbitario
85 84 83 75
82 81 71 72 73 74
Espina nasal
anterior
Diente Sutura
premolar 2 intermaxilar
E Dientes deciduos y disposición de los
dientes permanentes en el maxilar y en Diente Diente
la mandíbula de un niño de seis años premolar 1 molar II
a y b Visión frontal; c y d Visión izquierda. Se
Diente Diente
ha suprimido la laminilla ósea sobre las raíces de
canino molar I
los dientes de leche para mostrar la disposición de Diente Diente Diente Diente
los dientes permanentes (azulados). a incisivo 2 incisivo 1 incisivo II canino
Se ha escogido esta edad porque en este punto ya
han salido todos los dientes deciduos* y aún están
todos presentes; simultáneamente comienza a salir Diente
el molar anterior como primer molar permanente canino
(v. C).
Diente Diente Diente
molar I Diente
incisivo I incisivo II
* deciduo = caduco molar II
Diente
molar 1
Diente
molar 2
Diente
premolar 2
b Diente
premolar 1
Foramen
mentoniano Diente Diente Diente
incisivo 1 incisivo 2 canino
Diente
canino
Diente
Diente molar 2
incisivo 2 Diente
Diente molar II
Diente premolar 2 Diente Diente
premolar 1 molar I molar 1
Diente Diente
incisivo I molar 1 Diente
Diente canino
molar II Diente
Diente Diente Diente incisivo II
c incisivo II canino molar I
Diente
incisivo 1
Diente
Diente molar 2
incisivo 2
Diente
premolar 2
Diente Diente
d canino premolar 1
59
60
Ameloblastos Predentina
Predentina Esmalte Ameloblastos
Odontoblastos Dentina
Dentina mineralizada Matriz del esmalte
mineralizada
Pulpa del esmalte
Prolongación
del odontoblasto
(fibra de Tomes) Base Esmalte
de la célula
Pulpa dental Dentina
Epitelio externo Vértice
del esmalte Predentina
Ameloblastos
Odontoblastos
Asa cervical
Papila dental
Diferenciación
Folículo dentario de odontoblastos
Formación
D Formación del esmalte, la dentina y el cemento a nivel de cemento
Dentina radicular
de la corona del diente
La formación de estas sustancias a nivel de la corona del diente es –similar al Células Vaina epitelial
mesenquimáticas radicular
desarrollo temprano– el resultado de una cadena de procesos de inducción
diferenciadas (= vaina de
recíprocos (v. Ba-c). Bajo la influencia de una membrana basal que se espesa (cementoblastos)
(membrana preformativa, v. Bc), los preodontoblastos se diferencian a odon- Hertwig)
toblastos y comienzan con la síntesis de la matriz orgánica de la dentina (pre-
Lámina Lámina Lámina
dentina), que es depositada en dirección a la membrana basal. Esto a su vez osteoblástica periodontoblástica cementoblástica
induce la diferenciación de los preameloblastos a ameloblastos secretorios. Es-
tos comienzan con la liberación de la matriz orgánica del esmalte, ni bien se Folículo dentario
encuentra mineralizada la primera capa de predentina. Como consecuencia de
la disgregación de la membrana basal, el esmalte y la dentina se sitúan direc- E Formación de la raíz del diente y diferenciación del folículo
tamente una al lado de la otra, con lo cual el depósito siempre comienza a ni- dentario
vel incisal y oclusal y se extiende progresivamente en dirección al cuello del La formación de la raíz del diente comienza cuando el esmalte y la dentina de
diente. Con la formación progresiva del esmalte y la dentina, los odontoblastos la corona están sustancialmente desarrollados, y se organiza a lo largo de la
y ameloblastos se alejan entre sí en dirección opuesta. En esto los ameloblas- vaina epitelial radicular (vaina de Hertwig). Esta crece como un epitelio de dos
tos secretan prismas de esmalte de forma columnar, que luego se mineralizan capas (el epitelio externo e interno del esmalte están situados directamente
y crecen de manera aposicional, desde el límite entre la dentina y el esmalte, uno encima del otro, falta la pulpa del esmalte) desde el asa cervical, en la
contra la superficie. De esta manera los ameloblastos son desplazados cada vez región del futuro cuello dentario, hacia apical. En los dientes multirradiculares
más hacia afuera y luego sucumben durante la erupción del diente. Es por esto se forman tubos epiteliales por ramificaciones epiteliales. La vaina radicular
que la dentina es acelular y no se puede reproducir. Los odontoblastos tam- induce en la papila dental vecina la diferenciación de los odontoblastos, que
bién retroceden a medida que se incrementa la formación de la dentina, dejan inician la síntesis de la dentina de la raíz del diente. La cavidad de la pulpa que
sin embargo una delgada prolongación (prolongación del odontoblasto o «fibra se origina con esto, se achica cada vez más en dirección apical, y se originan uno
de Tomes») en un conductillo de la dentina, que atraviesa toda la capa de den- o más conductos radiculares para la entrada y salida de vasos y nervios. Por la
tina. Los odontoblastos postmitóticos están situados con su cuerpo celular en disolución progresiva de la vaina epitelial radicular (de cervical hacia apical), las
el límite entre la pulpa y la dentina, y pueden formar nueva dentina de por vida células mesenquimáticas del folículo dentario entran en contacto con la dentina
(dentina secundaria y terciaria). radicular y comienzan con la formación del cemento (lámina cementoblástica).
Observe: Mientras que la formación de la corona en los dientes deciduos con- Más en la periferia, la dentina radicular induce, en el mesénquima limitante
cluye entre el 2º y 6º mes de vida, la formación de la raíz del diente de la primera del folículo dentario, a las láminas periodontoblástica (futuro desmodonto) y
dentición finaliza 2-3 años después de su erupción. osteoblástica (futuro hueso alveolar).
61
Seno Tabique
maxilar nasal Órbita Tubérculo
articular
Fosa
mandibular
Apóf. condilar
18 28
38
48
(Tercer molar, Ángulo
muela del juicio) de la mandíbula
47
Conducto
46 mandibular
45 Sujeción de la máquina
44 43 42 41 radiográfica
A Ortopantomografía afectada para poder establecer gracias a una mayor resolución un diagnóstico
La ortopantomografía es una representación general que proporciona a prime- más exacto (v. C-H).
ra vista la situación de las articulaciones, de las cavidades y de los huesos maxi- Además de la técnica convencional (análoga), que utiliza como receptor de la ima-
lar y mandíbula, así como del estado dentario (lesiones por caries, situación de gen una película radiográfica, hoy en día se utiliza crecientemente la técnica radio-
las muelas del juicio). Se basa en el principio de la exploración por capas, es lógica digital en la cuál los rayos X son absorbidos por un sensor y transformados
decir, mientras se efectúa la radiografía, el foco y la película giran alrededor de en señales digitales, visibles en la pantalla del ordenador. Una ventaja esencial de
las superficies dentales y no se reflejan las estructuras circundantes. Según la esta técnica es la reducción de la carga de radiaciones ionizantes recibidas debido
forma del hueso, la superficie representada en la ortopantomografía puede re- a los menores tiempos de irradiación y la transmisión más fácil de los datos.
sultar parabólica. En la dentadura aquí representada se aconseja la extracción (Agradecemos al Prof. Dr. med. dent. U. J. Rother, director der Poliklinik für
de las cuatro muelas del juicio, dado que estas o bien no han salido completa- Röntgendiagnostik des Zentrums für Zahn-, Mund-und Kieferheilkunde des
mente (18, 28 y 38) o están dispuestas transversalmente (48) y por ello no han UKEs habernos cedido la radiografía).
podido salir. Si por la ortopantomografía se sospecha de una caries o de un Observe: Los dientes incisivos superiores son más anchos que los inferiores.
proceso en la raíz dentaria, se efectúan radiografías individuales de la región Esto lleva a la oclusión de protuberancias y hendiduras (v. pág. 53).
62
B Radiografías individuales que las estructuras que se encuentran una detrás de otra se pueden diferen-
Las radiografías individuales son imágenes radiográficas detalladas de un ciar claramente entre sí. Una forma especial de radiografía individual es la den.
diente y sus dientes vecinos. Por regla general se realizan radiografías orto- radiografía interproximal o de aleta mordida (v. H) en la que no se realiza la
radiales, en las que el rayo X incide de manera perpendicular sobre la tangente radiografía de todo el diente sino solo de la región de la corona. Como la pe-
del arco dental, o sea (fuertemente simplificado) en línea recta desde afuera lícula radiográfica está provista de una aleta sobre la que muerde el paciente,
hacia el diente. En la radiografía por lo tanto se pueden ver todas las estructu- se pueden ver simultáneamente los dientes del maxilar y de la mandíbula, con
ras, que están en el camino de los rayos, situadas una atrás de otra por lo que lo cual se pueden diagnosticar también las caries ocultas por ejemplo, debajo
se superponen. Entonces por ejemplo, en los dientes multirradiculares, no se de un empaste dentario o sobre las superficies de contacto.
pueden evaluar con seguridad los conductos radiculares individuales (v. C). (Agradecemos al Sr. Dr. med. dent. Christian Friedrichs, Consultorio de
Esto solo se logra mediante las den. radiografías excéntricas, en las que el rayo mantenimiento dental y endodoncia, Kiel, por ceder las radiografías de esta
X incide sobre la tangente del arco dental con un ángulo determinado, de modo página.)
Radioopacidad de
densidad metálica
F Dientes laterales del H. maxilar, G Dientes laterales del H. maxilar con Caries profunda Caries del esmalte
dientes 14-17 hallazgo patológico, dientes 24-27
En la región de los dientes laterales del maxilar Luego de una infección del sistema del conducto H Radiografía interproximal o de aleta
se produce con frecuencia la superposición de los radicular y la extensión de la misma hacia el hueso mordida para el diagnóstico de las caries
dientes con el arco cigomático, aquí reconocible en periapical se puede desarrollar una fístula. Para Caries masivas en el diente 46 distal. Caries del es-
el borde superior izquierdo. A este nivel las raíces determinar el sitio preciso del proceso inflamatorio, malte y en parte caries incipientes de la dentina en
de los molares están representadas con menos cla- aquí se introdujo un lápiz radicular de Guttapercha los puntos de contacto de casi todos los dientes.
ridad. desde afuera hacia el interior de la fístula y se rea- Los puntos de contacto representan, además de las
lizó la radiografía. Alrededor de la raíz distobucal del caras oclusales, los sitios típicos de predilección
diente 26 se reconoce una radiolucidez como signo de las caries. En los lúmenes de la cavidad pulpar
de la inflamación pronunciada. El diente 27 está pro- se reconocen en parte dentículos.
visto de una corona.
63
A Bases anatómicas y técnica de la anestesia local C Procedimiento práctico de la anestesia por infiltración
Para la anestesia local de los tratamientos odontológicos son esenciales los co- (según Daubländer en van Aken y Wulf)
nocimientos detallados de la anatomía topográfica de la región de la cabeza y del
cuello. Un significado especial tiene en relación a esto el trayecto del N. trigé- • Exponer el sitio de inyección apartando y tensando las partes blandas
mino. Este inerva, como nervio craneal más grande y predominantemente sen- • Penetración de la mucosa a nivel del repliegue próximo al vértice
sitivo, las partes de soporte dentario del H. maxilar y de la mandíbula (hueso • Orientar la cánula en dirección al hueso
alveolar, dientes y encía). Además son imprescindibles sobre todo los conoci- • Progresar la cánula hasta contactar con el hueso, paralelo al eje dentario y en un án-
mientos topográficos de las estructuras óseas de referencia, ya que estas jue- gulo de aproximadamente 30º con la superficie ósea
gan un papel considerablemente más importante que las partes blandas, espe- • Aspiración
cialmente para la orientación. En el contexto de la anestesia local odontológica • Inyección lenta de la solución del anestésico local (1 ml / 30 s) en contacto con el
se aplican sobre todo las anestesias por infiltración y de conducción (v. más ade- hueso
lante). Las soluciones para la anestesia local contienen además un vasocons- • Retirar la jeringa y la aguja de la cavidad bucal
trictor (por ejemplo, adrenalina), que prolonga el tiempo de acción del anesté- • Esperar la llegada del anestésico bajo observación del paciente
sico local, evita concentraciones plasmáticas tóxicas y reduce el sangrado local.
Para descartar la inyección intravascular accidental, se debe aspirar en cada
anestesia por infiltración o de conducción. Los efectos adversos más relevan-
tes en la punción accidental de un vaso son sobre todo las reacciones cardio-
vasculares y anafilácticas. D Anestesias de conducción empleadas con frecuencia en la
medicina de los dientes, la boca, el maxilar y la mandíbula
(territorios de inervación de cada nervio y representación de
los sitios de inyección respectivos)
(de Daubländer M. Lokalanästhesie in der Zahn- , Mund- und Kieferheilkunde.
En van Aken H, Wulf H. Lokalanästhesie, Regionalanästhesie, Regionale Sch-
merztherapie. 3ª edición, Stuttgart: Thieme; 2010)
El objetivo de la anestesia de conducción es suprimir de manera reversible
y completa un nervio periférico sensitivo. En esto es decisiva la colocación
exacta de un volumen suficiente en forma de un depósito, en relación topográ-
fica estrecha con el nervio correspondiente por ejemplo, antes de su ingreso o
después de su salida de un conducto óseo.
Maxilar
N. infraorbitario Apófisis alveolar, mucosa Foramen 1-1,5 ml
vestibular y dientes fronta- infraorbitario
les del maxilar, labio supe-
rior, nariz lateral y mejilla
Rr. alveolares anterior
superiores
N. nasopalatino Mucosa del paladar a nivel Foramen incisivo 0,1-0,2 ml
(del N. maxilar)
de los incisivos
N. palatino Mucosa del paladar hasta la Foramen 0,3-0,5 ml
mayor región de los dientes cani- palatino
nos mayor del lado corres-
pondiente
64
N. palatino
mayor
Foramen palatino
mayor
N. nasopalatino
Foramen
incisivo
Rama ascendente
de la mandíbula
N. alveolar
inferior
65
Apóf. estiloides
Orificio auditivo
externo
Apóf. mastoides
A Cavidad articular (Fosa mandibular) de la Art. temporomandi- beza. A diferencia de otras caras articulares, la fosa mandibular se presenta
bular en la base externa del cráneo recubierta de cartílago fibroso en vez de cartílago hialino. Por ello no resulta
Visión inferior. En la Art. temporomandibular se articula la cabeza de la man- tan fácil de delimitar en el cráneo, contrariamente a lo que suele ser habitual
díbula con la cavidad aquí representada, la fosa mandibular. Es una parte de la en una articulación. Detrás del acetábulo de la Art. temporomandibular se si-
porción escamosa del H. temporal. En la parte anterior de la fosa mandibular túa el conducto auditivo externo. Esta proximidad explica por qué en casos de
está el tubérculo articular. Dado que la cabeza articular (v. B) es bastante más incidencia violenta sobre la mandíbula se pueden producir daños del conducto
pequeña que la cavidad articular, se asegura una movilidad suficiente de la ca- auditivo.
Cabeza de la
mandibula
Cuello de
la mandíbula Língula
de la mandíbula
B Cabeza de la mandíbula de la Art. temporomandibular derecha C Art. temporomandibular izquierda con el aparato ligamentario
Visión frontal (a) y dorsal (b). La cabeza articular de la mandíbula, la cabeza Visión lateral. La Art. temporomandibular está rodeada de una cápsula relati-
mandibular, no solo es mucho menor que la cavidad articular, sino que presenta vamente laxa (¡peligro de luxación!), que dorsalmente llega hasta la fisura pe-
una forma cilíndrica. Esta forma incrementa su movilidad al permitir la rotación trotimpánica (v. A). Está asegurada por tres ligamentos. En esta visión lateral
alrededor de un eje vertical. se reconoce el ligamento más recio, el Lig. lateral, situado sobre la cápsula y
entretejida con esta, así como el Lig. estilomandibular, algo más débil.
66
Lig. estilomandibular
Lig. estilomandibular
Apóf. pterigoides,
lámina medial
D Art. temporomandibular derecha con el aparato ligamentario E Art. temporomandibular izquierda, abierta
Visión medial. En una visión medial se aprecia adicionalmente el Lig. esfeno- Visión lateral. La cápsula discurre dorsalmente hasta la fisura petrotimpánica,
mandibular, que se extiende desde la espina del H. esfenoides (v. A) hasta la aquí sin representar. Entre la cabeza y el acetábulo puede verse el disco articu-
cara interna de la rama de la mandíbula. lar, unido a la cápsula por todos sus lados.
Cápsula articular
Cabeza de la mandíbula
M. pterigoideo lateral
(cabeza inferior) Conducto auditivo externo
Glándula parótida
F Histología de la Art. temporomandibular dos hojas (den. zona bilaminar). La hoja superior contiene fibras elásticas y
Corte lateral a través de la porción lateral de una articulación temporomandibu- se inserta a nivel de la fisura petroescamosa, la hoja inferior rodea al cuello
lar humana, visión lateral (tinción: Azan, grosor de corte 10 μm). de la mandíbula. Entre ambas hojas está la den. almohadilla retroarticular.
El disco articular divide a la Art. temporomandibular en dos compartimentos La totalidad de la cápsula articular está débilmente formada y está reforzada
articulares completamente separados: un compartimento craneal «disco- lateral y medialmente por ligamentos colaterales (v. C) (no representado en
temporal» y un compartimento caudal «discomandibular». En el disco articu- la figura).
lar diferenciamos un segmento anterior avascular, del segmento posterior Observe: Mientras que la cabeza inferior del M. pterigoideo lateral se inserta
vascular rico en fibras de colágeno. Mientras que el segmento anterior pre- en la Apóf. condilar (cuello de la mandíbula), la cabeza superior del músculo
senta en su totalidad una forma bicóncava con un ligamento anterior y un li- se extiende hacia el ligamento anterior del disco articular (no representado
gamento posterior y una zona intermedia, el segmento posterior se divide en en la figura).
67
150º Cabeza de
la mandíbula
a Plano medio b
Protrusión
Cóndilo
en reposo
Cóndilo pendular
c Ángulo de Bennet d
A Posibilidades de movimiento en la Art. temporomandibular, b Movimiento de traslación. En este movimiento, la mandíbula se des-
mandíbula plaza hacia adelante y hacia atrás (protrusión y retrusión). Los ejes de este
Visión superior. La mayoría de movimientos en la Art. temporomandibular son movimiento discurren paralelos al eje medio por el centro de la cabeza de
movimientos combinados. Se pueden reducir a tres movimientos básicos: la mandíbula.
c Movimiento de trituración en la Art. temporomandibular izquier-
• Movimiento de rotación (movimiento de abrir y cerrar la boca), da. En este movimiento de trituración se distingue entre el cóndilo en repo-
• Movimiento de traslación (movimiento de desplazamiento) y so y el cóndilo pendular. El cóndilo en reposo del lado izquierdo que trabaja
• Movimiento de trituración. gira alrededor de un eje casi vertical (asimismo un eje de rotación) por la
cabeza mandibular, mientras el cóndilo pendular del lado derecho que equi-
a Movimiento de rotación. En la rotación, el eje articular pasa transver- libra oscila hacia adelante-dentro en sentido de traslación. La amplitud del
salmente por ambas cabezas mandibulares. Ambos ejes de movimiento movimiento pendular se mide en grados y se le denomina ángulo de Bennet.
interseccionan en un ángulo que varía en cada individuo, siendo de unos Durante la oscilación de la mandíbula se efectúa en el lado que trabaja una
150º (entre 110 y 180º). En este movimiento, la articulación es una bisagra laterotrusión, y en el lado que equilibra una mediotrusión.
(abducción, descenso, y aducción, ascenso de la mandíbula). Un movimien- d Movimiento de trituración en la Art. temporomandibular dere-
to de rotación de este tipo solo suele presentarse durmiendo, con la boca cha. Ahora la articulación que trabaja es la Art. temporomandibular derecha.
ligeramente entreabierta (ángulo de abertura hasta unos 15º, v. Bb). En cada El cóndilo en reposo del lado derecho gira alrededor del eje de rotación casi
abertura de boca que supere los 15º, el movimiento se combina con una tras- vertical, mientras el cóndilo izquierdo oscila hacia adelante y adentro: lado
lación (giro y desplazamiento). que equilibra.
68
Fosa mandibular
Disco articular
Cabeza de la mandíbula
Cápsula articular
M. pterigoideo lateral,
porción inferior
M. pterigoideo lateral,
porción superior
Disco articular
Cabeza de la mandíbula
Cápsula articular
Eje de rotación
M. pterigoideo lateral, 15º
porción inferior
M. pterigoideo lateral,
porción superior
Fosa mandibular
Disco articular
Cápsula articular
M. pterigoideo lateral,
porción inferior > 15º
B Movimientos de la Art. temporomandibular b Boca abierta en ángulo hasta 15º. Hasta este grado de abducción, la
Visión lateral izquierda. A la izquierda se ha representado cada vez la articula- cabeza de la mandíbula permanece en la fosa mandibular.
ción, incluyendo el disco, la cápsula y el M. pterigoideo lateral, a la derecha, un c Boca abierta en mas de 15º. La cabeza de la mandíbula se desplaza ha-
esquema mostrando el curso del eje. Músculo, cápsula y disco forman un sis- cia adelante sobre el tubérculo articular; esto desplaza ventralmente el eje
tema funcional unitario que trabaja conjuntamente en el movimiento de abrir articular que discurre por la cabeza mandibular. El disco articular es estirado
y cerrar la boca. hacia adelante por la porción superior del M. pterigoideo lateral, la cabeza de
la mandíbula por su porción inferior.
a Boca cerrada. En la situación de partida con la boca cerrada, la cabeza de
la mandíbula descansa en la fosa mandibular del H. temporal.
69
Apóf. articular
inferior Carilla articular
inferior
70
Arco posterior del atlas Tubérculo posterior Carilla articular Arco anterior
superior del atlas
Apóf. espinosa
Apóf. espinosa
Foramen Foramen
vertebral transverso Cuerpo vertebral
71
Apóf. transversa
Apóf. espinosa
Cápsula articular
(Art. cigapofisaria)
B Articulaciones de la cabeza
Se denominan articulaciones de la cabeza, por un Protuberancia
lado, a las uniones articulares entre el atlas (1ª vér- occipital interna
tebra cervical) y el H. occipital (Art. atlanto-occipi-
Cresta occipital
tal), así como entre el atlas y el axis (2ª vértebra interna H. occipital,
cervical) (Arts. atlantoaxoideas). En conjunto, se porción basilar
diferencian seis articulaciones anatómicamente Art. atlanto-occipital
separadas que, sin embargo, están combinadas Membrana atlanto-
(lig. atlanto-occipital occipital anterior
entre sí mecánicamente y de este modo constitu- lateral)
yen un conjunto funcional (v. pág. 74).
Atlas (C I) Apóf. transversa
Forámenes
Articulación superior (Art. atlanto-occipital) Art. atlantoaxoidea lateral
transversos
(cápsula articular)
Articulación par que une las carillas articulares su-
periores, ovaladas y algo cóncavas del atlas con los
Axis (C II)
cóndilos del occípital, convexos. Art. cigapofisaria
Lig. longitudinal (cápsula articular)
Articulación inferior (Arts. atlantoaxoideas) anterior
• Art. atlantoaxoidea lateral = articulación par,
que une las superficies articulares inferiores del Tubérculo posterior
atlas con las superficies articulares superiores Surco del n.
del axis. espinal Tubérculo anterior
• Art. atlantoaxoidea media = articulación impar
(con una parte anterior y otra posterior) que une
el diente del axis, la fosa odotoidea del atlas y la
superficie de recubrimiento cartilaginoso del Lig.
transverso del atlas (v. pág. 74). Disco
intervertebral Vértebra prominente (C VII)
72
Apóf. espinosa
Lig. longitudinal anterior
Lig. interespinoso
Lig. longitudinal posterior Lig. supraespinoso
Cisterna cerebelobulbar
Vértice del diente
Lig. nucal
Lig. longitudinal
posterior
Cuerpo vertebral
Disco
intervertebral
Lig. supraespinoso
Vértebra prominente
(7ª vértebra cervical) Médula espinal
Espacio subaracnoideo
D Radiografía de la columna vertebral cer- E Tomografía por resonancia magnética (TRM) de la columna ver-
vical, visión lateral tebral cervical
Corte sagital y medio, visión izquierda, regulado a T-2 y secuencia TSE (Vahlen-
sieck u. Reiser: MRT des Bewegungsapparates, 2ª edición, Stuttgart: Thieme;
2001).
73
H. occipital
Cóndillo
occipital
Membrana
Apóf. tectoria Apóf. Arco posterior
mastoides Atlas (C I) mastoides del atlas
Apóf. estiloides Membrana Membrana tectoria
Axis (C II)
atlanto-occipital
Membrana posterior
atlanto-occipital Apóf. transversa Arco vertebral
posterior
Ligs. amarillos Lig. longitudinal
Art. cigapofisaria, posterior
cápsula articular Apóf. espinosa
a b
A Complejo ligamentario de las articulaciones de la cabeza c Una vez suprimida la membrana tectoria, aparece el Lig. cruciforme del
Cráneo y columna vertebral cervical superior, visión dorsal atlas. Consta de una robusta rama horizontal, el Lig. transverso del atlas,
y otra rama más débil que discurre verticalmente, los fascículos longitu-
a La membrana atlanto-occipital posterior, como un «Lig. amarillo» (v.pág.72) dinales.
entre el atlas y el H. occipital, se extiende desde el arco posterior del atlas al d El Lig. transverso del atlas y los fascículos longitudinales se han suprimido
borde posterior del foramen magno (a la derecha parcialmente suprimido). parcialmente. Se reconocen los Ligs. alares, pares, que se extienden desde
b Abierto el conducto vertebral y suprimida la médula espinal, puede verse las superficies laterales del diente del axis a las respectivas superficies
en el límite anterior del conducto vertebral y a la altura de las Arts. de la interiores de los cóndilos occipitales. El Lig. del vértice del diente del axis,
cabeza, la membrana tectoria, que es la prolongación ensanchada del Lig. impar, discurre desde dicho vértice hasta el borde anterior del foramen
longitudinal posterior. magno.
74
Tubérculo
Art. atlantoaxoidea anterior Ligs. alares
media
Arco posterior
Tubérculo posterior del atlas
(atlas)
Apóf. espinosa
(axis)
Lig.
intertransverso
Surco de la
a. vertebral Arco posterior
del atlas
75
Apóf. unciforme
Zona externa
del anillo
fribroso
Carilla articular
a inferior b
A Articulaciones uncovertebrales en un adulto joven b 4ª-7ª vértebras cervicales. Para una mejor ilustración de las Arts. uncoverte-
Columna vertebral cervical de un joven de 18 años, visión ventral. brales, se ha efectuado un corte frontal a nivel de los cuerpos de las vérte-
bras cervicales 4ª, 5ª y 6ª. Las Arts. uncovertebrales están lateralmente limita-
a En las vértebras cervicales 3ª-7ª, las cubiertas craneales de los cuerpos das por una estructura de tejido conectivo, una especie de cápsula articular,
vertebrales presentan lateralmente unas protuberancias (uncus o apófi- y se asemejan por ello a las cavidades de las articulaciones verdaderas. Estos
sis unciformes). Estas comienzan a formarse en la infancia. A la edad de surcos o hendiduras del disco intervertebral ya fueron descritos en 1858 por
10 años, sus bordes inclinados en forma de media luna entran progresiva- el anatomista Hubert von Luschka, que las denominó «Hemiarthroses late-
mente en contacto con la superficie inferior del cuerpo vertebral superior rales» (hemiarticulaciones laterales). Vio en ellas disposiciones rudimen-
contiguo. Por ello, se originan lateralmente en las partes externas de los tarias que facilitan la movilidad de la columna vertebral cervical, y por esto
discos intervertebrales unas hendiduras (las llamadas Arts. uncovertebra- ofrecen una ventaja funcional (según una preparación de la colección del
les, v. b). Instituto Anatómico de la Universidad de Kiel).
Diente
A. vertebral del axis Art. atlanto- B Relación topográfica del nervio
en el foramen axoidea lateral espinal y la arteria vertebral
transverso
respecto a la apófisis unciforme
Apóf. espinosa a 4ª vértebra cervical con la médula
Arco Foramen N. espinal espinal, raíces, Nn. espinales y Aa.
Atlas (C I)
vertebral vertebral (C 1) vertebrales, visión craneal;
Axis (C II) b Columna vertebral cervical con la A.
Médula Raíz vertebral a ambos lados y la salida
espinal dorsal A. vertebral
de Nn. espinales, visión ventral.
Carilla Raíz Apóf.
articular ventral unciforme Observe el curso de la A. vertebral por
superior los forámenes transversos y el curso
N. espinal del N. espinal a la altura de los foráme-
Ganglio Apóf.
espinal nes intervertebrales. Dada su proxi-
N. espinal transversa midad, tanto la arteria como el nervio
C5 pueden verse comprimidos por osteo-
R. ventral
N. espinal fitos que se originan en el contexto de
en el surco
A. vertebral Cuerpo Apóf. N. espinal una uncoartrosis (v. D).
transversa C7 del n. espinal
vertebral
Foramen Apóf.
a transverso unciforme b Cuerpo vertebral (C VII)
76
Atlas (C I)
Cuerpo vertebral
(C II)
Art. uncovertebral
A. vertebral C Transformaciones degenerativas en la co-
lumna vertebral cervical (uncoartrosis)
Corte frontal de la columna vertebral cervical de un
adulto de 35 años, visión ventral.
Observe el curso de la A. vertebral a ambos lados de
los cuerpos vertebrales.
Apóf. unciformes
Con el desarrollo de las Arts. uncovertebrales a la
edad de 10 años, se inicia también la aparición de
Discos intervertebrales
hendiduras en los discos intervertebrales. Con la
con la formación
de hendiduras horizontales edad avanzan hacia el centro del disco interverte-
bral, de manera que se originan finalmente surcos
transversales que subdividen el disco en dos par-
tes de similar grosor. Esto causa una degeneración
progresiva, es decir, un aplanamiento de los discos
intervertebrales con la consecuente inestabilidad
de los segmentos móviles (según una preparación
Cuerpo vertebral (C VII) de la colección del Instituto Anatómico de la Uni-
versidad de Kiel).
Apóf. espinosa
Cuerpo Escotadura vertebral
vertebral superior
Apóf. articular Apóf. articular
Osteofitos inferior superior
Art. cigapofisaria
Osteofitos
Carilla
articular
superior Foramen
intervertebral
Foramen
transverso
Apóf. espinosa
Cuerpo Apóf. Art. Surco
a vertebral unciforme b
uncovertebral del n. espinal
D Uncoartrosis avanzada en las vértebras cervicales desestabilización de los respectivos segmentos móviles causa simultáneamen-
a 4ª vértebra cervical, visión craneal; b 4ª y 5ª vértebra cervical, visión lateral te la espondiloartrosis de las Arts. cigapofisarias y la consecuente formación
(según una preparación de la colección del Instituto Anatómico de la Universi- de osteofitos. Su proximidad topográfica respecto al foramen intervertebral y
dad de Kiel). la A. vertebral otorga a los osteofitos de las Arts. uncovertebrales una consi-
En las Arts. uncovertebrales, aparecen variaciones degenerativas semejantes derable importancia clínica (uncoartrosis). Se va produciendo un progresivo
a las que pueden hallarse también en las otras articulaciones, por ejemplo, estrechamiento del foramen intervertebral, con una progresiva compresión
osteofitos (que en los cuerpos vertebrales reciben el nombre de espondilo- del N. espinal y frecuentemente también de la A. vertebral (v. C). Al mismo
tifos). Estas neoformaciones óseas sirven para incrementar las superficies de tiempo, el conducto vertebral puede hallarse notablemente estrechado por
absorción de carga y reducir así la presión sobre las superficies. La progresiva osteofitos(estenosis del conducto vertebral).
77
Galea
aponeurótica
Vientre frontal,
M. occipitofrontal
M. depresor
superciliar
M. corrugador
M. prócer superciliar
M. elevador M. orbicular
del labio superior del ojo
y del ala de la nariz
M. elevador
del labio superior
y del ala de la nariz
M. elevador
M. nasal del labio superior
M. cigomático
M. elevador menor
del labio superior
M. cigomático
M. cigomático mayor
menor
M. elevador
M. cigomático del ángulo de la boca
mayor
M. buccinador
M. elevador
del ángulo de la boca M. masetero
M. risorio
M. orbicular
de la boca
M. depresor M. depresor
del ángulo de la boca del ángulo de la boca
Platisma M. depresor
del labio inferior
M. depresor
del labio inferior M. mentoniano
A Musculatura de la mímica al efectuar una preparación. A causa de su inserción cutánea, los músculos de
Visión frontal; la mitad derecha muestra la capa superficial, la mitad izquierda, la mímica son capaces de mover la piel facial (por ejemplo, formar arrugas,
la capa profunda. Los músculos de la mímica representan la capa muscular función que puede ser pasajeramente inhibida mediante el empleo de toxina
superficial de la zona facial y están individualmente muy diferenciados. Se botulínica) originando una mímica diferenciada. Más allá, también poseen una
originan directamente de la membrana ósea o de músculos vecinos a los que función protectora (¡ojos!) y están al servicio de la ingestión de alimentos
están unidos, y se insertan bien a otros músculos de la mímica o se irradian (cerrar la boca durante la deglución). Todos los músculos de la mímica están
directamente al tejido conectivo cutáneo. El esquema clásico de división de inervados por ramos del N. facial, mientras que los músculos masticadores
la musculatura somática restante según origen e inserción normalmente muy (v.pág. 82) están inervados por fibras motoras del N. trigémino (el M. mase-
definida no se adapta bien a la musculatura de la mímica. Dado que los múscu- tero se deja aquí como representante de los músculos masticadores). Para
los de la mímica terminan directamente en el tejido adiposo subcutáneo y fal- poder aprender la multitud de músculos de forma sistemática, los agrupamos
ta la fascia corporal superficial en la zona facial, se requiere especial cuidado según su posición (v. pág. 80).
78
Galea
aponeurótica
M. auricular
superior
Vientre frontal,
M. occipitofrontal
M. temporoparietal
M. auricular anterior
M. nasal
M. elevador
del labio superior
y del ala de la nariz
M. elevador
del labio superior
M. cigomático Vientre occipital,
menor M. occipitofrontal
M. orbicular M. auricular
de la boca posterior
M. cigomático
mayor
M. risorio
M. depresor
del labio inferior
M. mentoniano
M. depresor
del ángulo de la boca
Platisma
B Musculatura de la mímica musculares del M. occipitofrontal (vientre occipital y vientre frontal) se reco-
Visión izquierda. En una visión lateral se aprecia especialmente bien la muscu- nocen claramente. El M. temporoparietal, cuya porción posterior también se
latura de la región de la oreja y del cuello. Un recio tendón, la galea aponeu- llama M. auricular, se origina lateral a la galea aponeurótica. El M. elevador del
rótica (aponeurosis epicraneal), se tensa sobre la bóveda del cráneo y está ángulo de la boca –a diferencia de la representación izquierda– aquí no resulta
laxamente unida al periostio. Los músculos de la bóveda craneal que allí se visible al estar tapado por el M. elevador del labio superior situado sobre este.
originan reciben la denominación conjunta de M. epicraneano. Los dos vientres
79
A Músculos de la mímica de la hendidura palpebral y de la nariz b En esta preparación, el M. orbicular del ojo ha sido sacado de la órbita iz-
a Visión frontal. El músculo funcional más importante es el M. orbicular del quierda hasta su borde medial y plegado nasalmente. Así se puede reconocer
ojo, que cierra la hendidura palpebral (reflejo protector ante cuerpos ex- su porción lagrimal (llamada M. de Horner). Se origina esencialmente en la
traños). Si está caído como consecuencia de una parálisis facial (v. también cresta lagrimal posterior. La función de esta porción muscular se discute de
D), conduce no solo a la carencia de su función protectora sino también a forma contraria (ampliación del saco lagrimal o vaciado del saco lagrimal).
la hidropenia del ojo, al no poder producirse suficiente líquido lagrimal. Se
comprueba su función pidiendo al paciente que cierre sus ojos.
80
D La musculatura de la mímica
Los distintos músculos de la mímica se aprenden con más facilidad si el es-
tudio se efectúa por zonas. Clínicamente es importante diferenciar entre los
a b músculos de la frente y de la hendidura palpebral y los restantes músculos de
la mímica. Los músculos de la frente y de la hendidura palpebral están iner-
vados por el R. facial superior, los demás músculos están inervados por otros
ramos faciales. En una parálisis facial central aún puede efectuarse el cierre
de la hendidura palpebral, en una parálisis periférica ya no es posible (detalles
v.pág. 125).
81
Visión general de los Mm. masticadores La abertura de la boca se realiza por la musculatura suprahioidea y la fuerza de
En sentido estricto, se considera que son cuatro los músculos masticadores: gravedad. Los músculos masetero y pterigoideo medial forman un asa muscular
M. masetero, M. temporal, M. pterigoideo medial y M. pterigoideo lateral. en la que está colgada la mandíbula (v. pág. 84).
La función primaria de todos estos músculos es el cierre de la boca y los movi- Observe: Todos los músculos masticadores están inervados por el N. mandibu-
mientos moledores de la mandíbula contra el maxilar. Todos elevan la mandíbu- lar (3er ramo del N. trigémino, nervio craneal V); los músculos de la mímica, en
la y cierran así la boca. Los dos Mm. pterigoideos participan de forma adicional cambio, lo están por el N. facial.
en movimientos de trituración (referente a la función de cada músculo, v. A-C).
M. masetero
M. temporal
Origen: Línea temporal inferior del plano temporal (fosa temporal)
A M. masetero, visión general
Inserción: Vértice y superficie medial de la Apóf. coronoides de la mandíbula
M. pterigoideo medial
Inervación: N. pterigoideo medial, ramo del N. mandibular (3er ramo del N. tri-
gémino)
M. pterigoideo lateral
82
M. masetero, M. temporal
porción profunda
Orificio auditivo
externo
Apóf. mastoides
Arco
Cápsula articular cigomático M. temporal
Apóf. estiloides
M. masetero, Lig. lateral
a porción superficial
Lig. lateral
M. pterigoideo
lateral
Apóf. M. masetero
b coronoides
83
M. temporal M. pterigoideo
lateral,
porción superior
M. pterigoideo Disco articular
lateral
M. pterigoideo
lateral,
porción inferior
M. pterigoideo M. pterigoideo
medial medial
M. masetero Lámina lateral
de la Apóf. pterigoides
a b
A Músculos pterigoideos lateral y medial suprahioideos. La abertura de la Art. de la mandíbula permite ver que fibras
Visión izquierda. del M. pterigoideo lateral irradian hacia el disco articular. Este músculo es
considerado músculo conductor de la Art. de la mandíbula. Dado que to-
a En comparación con la representación de la unidad de aprendizaje anterior, das sus partes (porción superior, porción inferior) participan en todos los
aquí se han suprimido además la Apóf. coronoides de la mandíbula y la parte movimientos, su efecto resulta más complejo que el de los músculos mas-
inferior del M. temporal, para hacer visible ambos Mm. pterigoideos. ticadores restantes. El M. pterigoideo medial discurre casi vertical al M.pte-
b El M. temporal aquí está completamente suprimido y la porción inferior del rigoideo lateral y forma parte de un asa muscular que abarca la mandíbula
M. pterigoideo lateral está fenestrada. El M. pterigoideo lateral introduce (v. B).
el movimiento de abertura de la boca que se proseguirá con los músculos
M. temporal
M. masetero,
porción profunda
M. pterigoideo
medial
B Asa muscular de músculos mas-
ticadores M. masetero,
Visión dorsal oblicua. Esta representa- porción superficial
ción muestra claramente el asa muscu-
lar formada por el M. masetero y el M.
pterigoideo medial, en que anida la
mandíbula. Esta asa condiciona la uni-
dad funcional de ambos músculos y po-
sibilita así morder enérgicamente.
84
Seno sagital
superior
Lóbulo
frontal
Duramadre
Lóbulo craneal
temporal
N. óptico
Celdillas
etmoidales M. temporal
Seno M. pterigoideo
esfenoidal lateral,
porción superior
M. masetero,
porción profunda
Nasofaringe
M. pterigoideo
lateral,
Glándula parótida porción inferior
M. masetero,
Lengua porción superficial
Mandíbula
85
Musculatura de la mímica
(N. facial, NC VII)
Músculos rotadores
M. occipitofrontal, vientre y erectores de la cabeza
occipital (N. accesorio, NC XI)
M. corrugador superciliar
M.esternocleidomastoideo
M. orbicular del ojo,
Porción orbitaria
Porción lagrimal M. trapecio
M. elevador del labio superior
y del ala de la nariz
M. cigomático mayor
M. cigomático menor Musculatura cervical,
musculatura autóctona
M. elevador del labio superior
de la espalda
M. elevador del ángulo (Rr. posteriores
de la boca de los Nn. cervicales)
M. nasal, porción transversa M. semiespinoso de la cabeza
Porción alar
M. oblicuo superior
M. depresor del tabique nasal de la cabeza
M. orbicular de la boca M. recto posterior mayor
de la cabeza
M. buccinador
M. recto posterior menor
M. mentoniano Músculos masticadores de la cabeza
M. orbicular de la boca, (N. mandibular, NC V3) M. esplenio de la cabeza
inserción mandibular
M. masetero
M. longísimo de la cabeza
M. depresor del labio inferior
M. pterigoideo lateral
(v. b y c)
M. depresor del ángulo
de la boca M. temporal
Platisma M. pterigoideo medial
a (v. b y c)
M. temporal M. pterigoideo
lateral
A Origen e inserción de los músculos en el
cráneo
a Visión izquierda; b Visión interna de la mitad M. buccinador
derecha de la mandíbula; c Visión de la base del
cráneo.
Se han marcado en color los puntos de origen (rojo) M. pterigoideo
e inserción (azul) de los músculos. medial
86
Músculos masticadores
(N. mandibular, NC V3)
M. masetero
M. pterigoideo medial
M. pterigoideo lateral
M. estilohioideo
M. digástrico, Musculatura prevertebral
vientre posterior (Rr. anteriores
de los Nn. cervicales
Musculatura cervical, y Plexo cervical)
musculatura autóctona
de la espalda M. recto lateral
(Rr. posteriores de la cabeza
de los Nn. cervicales) M. largo de la cabeza
M. esplenio de la cabeza M. recto anterior
de la cabeza
M. longísimo de la cabeza
M. oblicuo superior
de la cabeza
Músculos rotadores
M. recto posterior mayor y erectores
de la cabeza de la cabeza
M. recto posterior menor M. esternocleidomastoideo
de la cabeza
M. semiespinoso M. trapecio
de la cabeza c
87
Porción transversa:
Aponeurosis a la altura de las Apóf. espinosas de la 1ª hasta la
4ª vértebras torácicas
M. esternodeidomastoideo,
cabeza clavicular Porción ascendente:
Apóf. espinosa de la 5ª a la 12ª vértebras torácicas
M. estemocleidomastoideo, Inserción: • Tercio lateral de la clavícula (porción descendente)
cabeza esternal • Acromion (porción transversa)
• Espina de la escápula (porción ascendente)
Inserción: Apóf. mastoides y línea nucal superior • Porción transversa: desplaza la escápula hacia medial
• Porción ascendente: conduce la escápula hacia caudal-medial
Función: • Unilateralmente: – flexión lateral de la cabeza ipsilateral (colabora en la acción rotatoria de la porción descendente)
– rotación contralateral de la cabeza • Todo el músculo: fijación de la escápula en el tórax
• Bilateralmente: – extensión de la cabeza
– músculo auxiliar de la respiración con el Inervación: N. accesorio (N. craneal XI) y plexo cervical (C2-4)
punto fijo en la cabeza
Inervación: N. accesorio (N. craneal XI) y Rr. directos del plexo cervical (C1-2)
88
M. depresor
del ángulo de la boca
M. esternocleido-
mastoideo
Platisma
89
4
A 3
3
2 4 A Ir
2
M. digástrico M. esternohioideo
Origen: • Vientre anterior: cuerpo de la mandíbula Origen: Cara posterior del manubrio del esternón y de la Art esterno-
• Vientre posterior: medial a la Apóf. mastoides (escotadura clavicular
mastoidea) Inserción: Cuerpo del hioides
Inserción: Por un tendón intermedio, mediante un asa de tejido conjuntivo, Función: • Desciende el hioides (fijación del hioides)
en el cuerpo del hioides • Desplaza la laringe y el hioides hacia caudal (fonación, fase final
Función: • Elevación del hioides (movimiento de deglución) del acto de deglución)
• Colabora en la apertura de la mandíbula Inervación: Asa cervical profunda* del plexo cervical (C1-3), además C4
Inervación: Vientre anterior: N. milohioideo (del N. mandibular del N. craneal V)
Vientre posterior: N. facial M. esternotiroideo
90
M. estilohioideo
M. digástrico,
vientre posterior
M. digástrico,
M. tirohioideo
vientre anterior
M. milohioideo M. esternotiroideo
M. omohioideo, vientres
M. esternohioideo superior e inferior
Tendón intermedio
del M. omohioideo
M. geniohioideo
Apóf. coronoides Línea milohioidea
M. digástrico, H. hioides
vientre anterior (cuerpo)
M. milohioideo
Rafe milohioideo M. digástrico, E Musculatura suprahioidea: Músculos mi-
vientre posterior
lohioideo y geniohioideo en una visión
H. hioides dorsocraneal
M. estilohioideo
M.tirohioideo M.esternohioideo
91
A 3
4
2
A 3
A Visión general de los músculos prevertebrales B Visión general de los músculos laterales (profundos) del cuello
Origen: Tubérculo anterior de las Apóf. transversas de la 3ª a la 6ª vérte- Origen: M. escaleno anterior: tubérculo anterior de las Apófs. trans-
bras cervicales versas de la 3ª a la 6ª vértebras cervicales
Inserción: Porción basilar del H. occipital M. escaleno medio: tubérculos posteriores de las Apófs.
transversas de la 3ª a la 7ª vértebras cervicales
Función: • Unilateral: flexión lateral y ligera rotación ipsilateral de la M. escaleno posterior: tubérculos posteriores de las Apófs.
cabeza transversas de la 5ª a la 7ª vértebras cervicales
• Bilateral: flexión ventral de la cabeza
Inserción: • M. escaleno anterior: tubérculo del m. escaleno de la 1ª costilla
Inervación: Ramos directos del plexo cervical (Cl-4) • M. escaleno medio: lª costilla (detrás del surco de la A. subclavia)
• M. escaleno posterior: superficie externa de la 2ª costilla
M. largo del cuello
Función: • Punto móvil en las costillas: inspiración (elevación de las costi-
Origen: Porción recta (parte medial): cara anterior de los cuerpos verte- llas superiores)
brales de la 5ª a la 7ª vértebras cervicales y de la 1ª a la 3ª vértebras • Punto fijo en las costillas: flexión lateral de la columna verte-
torácicas bral cervical hacia el lado ipsilateral (durante la contracción
• Porción oblicua superior: tubérculo anterior de las Apófs. unilateral)
transversas de la 3ª a la 5ª vértebras cervicales • Flexión ventral del cuello (durante la contracción bilateral)
• Porción oblicua inferior: cara anterior de los cuerpos vertebra- Inervación: Ramos directos del plexo cervical y del plexo braquial (C3-6)
les de la 1ª a la 3ª vértebras torácicas
Inserción: Porción recta: cara anterior de la 2ª a la 4ª vértebras cervicales
• Porción oblicua superior: tubérculo anterior del atlas
• Porción oblicua inferior: tubérculo anterior de las Apófs. trans-
versas de la 5ª a la 6ª vértebras cervicales
Función: • Unilateral: flexión lateral y rotación ipsilateral de la columna
vertebral cervical
• Bilateral: flexión ventral de la columna vertebral cervical
Inervación: Ramos directos del plexo cervical (C2-4), así como ramos directos
de C5 y C6
92
M. recto anterior
de la cabeza
M. recto lateral
de la cabeza
Atlas
M. largo de la cabeza
Porción oblicua
superior
Porción oblicua
inferior
M. escaleno medio
C Musculatura prevertebral y Músculos laterales (profundos) del Los tres Mm. escalenos forman parte de los Mm. laterales (profundos) y se
cuello en una visión ventral extienden entre la columna cervical y la caja torácica, lo que explica su acción
Se han retirado parte de los Mm. largo de la cabeza y escaleno anterior en el como músculos auxiliares de la respiración. Entre los Mm. escaleno anterior y
lado izquierdo. Los Mm. prevertebrales se extienden entre la columna verte- escaleno medio encontramos el hiato escalénico, una estructura topográfica-
bral cervical y el cráneo, teniendo en consecuencia un efecto sobre ambos. mente importante a través de la cual discurren el plexo braquial y la A. subclavia.
93
Ramas posteriores
A. temporal • A. occipital
superficial • A. auricular posterior
Ramas finales
• A. maxilar
A. labial • A. temporal superficial
A. auricular
superior posterior Ramas de la A. subclavia
A. maxilar A. torácica interna
• Rr. mediastínicas
A. occipital • Rr. tímicas
A. labial • A. pericardiofrénica
inferior A. faringea
ascendente • Rr. mamarias
• Rr. intercostales anteriores
A. facial A. facial • A. musculofrénica
• A. epigástrica superior
A. carótida interna
A. vertebral
Bifurcación carotídea con • Rr. espinales
A. lingual
el Cuerpo carotídeo • R. meníngea
• Aa. espinales posteriores
A. tiroidea
• A. espinal anterior
superior • A. inferior posterior del cerebelo
A. vertebral
A. carótida • A. basilar
externa
Tronco tirocervical
• A. tiroidea inferior
A. carótida (A. cervical ascendente)
común • A. transversa del cuello
– R. superficial
(A. cervical superficial)
– R. profunda
(A. dorsal de la escápula)
• A. supraescapular
Tronco
tirocervical Tronco costocervical
• A. cervical profunda
A. subclavia • A. intercostal suprema
A Arterias de la cabeza y del cuello, visión general A. carótida externa, el cuello y la cabeza. La A. carótida común y la A. carótida
Visión izquierda. interna no entregan ramas para la región del cuello. ¡El cuello recibe pues su
El suministro arterial de la cabeza y del cuello se efectúa principalmente a tra- suministro arterial por ramas de la A. carótida externa! Las zonas del cuello
vés de ambas carótidas, la A. carótida interna y la A. carótida externa. Se originan próximas al tórax se irrigan adicionalmente por ramas de la A. subclavia.
por división de la A. carótida común que surge del arco aórtico y están unidas En la bifurcación carotídea se sitúa el cuerpo o glomus carotídeo (aquí sin
entre sí por anastomosis (v. D). La A. carótida interna vasculariza esencialmen- representar) que registra la hipoxia y variaciones del pH en la sangre, ambas
te –pero no de forma exclusiva– las estructuras intracraneales (encéfalo) y la importantes para la regularización de la respiración.
94
A. basilar
B A. subclavia y sus ramas
Visión ventral. La A. subclavia entrega una serie de
troncos arteriales que vascularizan las estructuras
Foramen de la base del cuello y la región de la apertura torá-
transverso cica superior. Tienen especial importancia el tron-
co tirocervical con su A. transversa del cuello y el
tronco costocervical (v. C).
Observe: El orden de las ramas puede ser variable.
Después de salir de la apertura torácica superior, la
A. cervical A. subclavia prosigue por el hiato escalénico –entre
ascendente los Mm. escaleno anterior y medio, v. pág. 93– hacia
A. tiroidea el brazo.
inferior A. vertebral La A. vertebral surge dorsalmente de la A. subclavia
y se dirige por los forámenes transversos de las
A. transversa del A. carótida común vértebras cervicales hacia craneal. Las dos Aa. ver-
cuello izquierda tebrales forman intracranealmente con ambas Aa.
Tronco A. torácica carótidas internas anastomosis de gran importan-
tirocervical interna cia clínica para la irrigación del encéfalo.
A. supra- A. subclavia
escapular izquierda
Hiato escalénico
Tronco
branquiocefálico
A. oftálmica
C Tronco tirocervical, tronco costocervical y sus ramas D Circulaciones colaterales en la región del cuello por estenosis
Visión derecha. El tronco tirocervical surge de la A. subclavia y se ramifica en de la A. carótida interna
A. tiroidea inferior, A. transversa del cuello y A. supraescapular. Abastece esen- Un problema clínico frecuente es la arteriosclerosis en la región de la A. caróti-
cialmente estructuras situadas laterales en la base del cuello y presenta un da interna. El estrechamiento de la luz del vaso (estenosis) causa un trastorno
desarrollo diversificado. de irrigación del cerebro. Si el cierre vascular es repentino, se produce una
El tronco costocervical surge dorsalmente de la A. subclavia a la altura del M. apoplejía cerebral; si el cierre vascular de la A. carótida interna se desarrolla
escaleno anterior. Se ramifica en A. cervical profunda y A. intercostal suprema. lentamente, la sangre fluye al cerebro por amplias colaterales. En las porciones
Sus vasos irrigan los músculos de la nuca y el primer espacio intercostal. próximas al cerebro, el flujo sanguíneo puede retornar (v. flechas). Mientras
estas colaterales sean suficientes, no aparecerá clínicamente la estenosis.
Las circulaciones colaterales más importantes son:
95
A. faríngea
ascendente
A. carótida externa
A. carótida interna
A. tiroidea
superior
R. infrahioidea
Seno
A. laríngea carotídeo
superior
R. esternocleido-
mastoidea
R. cricotiroidea
A. carótida
común
Rr. glandulares
A. tiroidea
ima
A. subclavia
A Aa. carótidas común y externa y sus ramas en la región cuello, sino que irriga al encéfalo y la órbita (para más detalles, v. pág. 102 y ss.).
del cuello La A. carótida externa se divide en múltiples ramas para el cuello y la cabeza
Visión izquierda. La cabeza y el cuello reciben la irrigación arterial de la A.caró- (v.B). En la región del cuello abastece esencialmente las estructuras ventrales,
tida común. Esta se origina a la derecha del tronco braquiocefálico, a la izquier- incluidas las vísceras cervicales. Ambas Aa. carótidas se presentan envueltas
da directamente del arco aórtico. Aproximadamente a la altura del cuerpo ver- por una fascia de tejido conectivo, la vaina carotídea (v. B, pág. 4).
tebral C IV, la A. carótida común derecha, al igual que la izquierda, se divide en Observe: La vascularización del encéfalo ocurre exclusivamente a través de las
la A. carótida interna y externa. La A. carótida interna no da ramas a nivel del Aa. carótidas internas y las Aa. vertebrales.
96
A. occipital,
rama posterior
A. temporal
superficial
A. auricular
A. maxilar posterior
A. faríngea A. occipital
ascendente
A. facial
A. lingual
A. carótida externa
A. tiroidea A. carótida interna
superior
A. vertebral b
A. carótida
común
B Ramas de la A. carótida externa
A. subclavia a Visión izquierda; b visión frontal.
Los cuatro grupos de la A. carótida externa se han representado de distintos
colores (ramas anteriores en rojo, ramas mediales azules, ramas posteriores
verdes, y ramas terminales en ocre). Entre las ramas de la A. carótida externa
a (A. facial, roja) y ramas de la A. carótida interna (ramas finales de la A. oftál-
mica, gris oscuro) aparecen anastomosis en la región facial (b). Referente a
ramas extracerebrales de la A. carótida interna, v. pág. 102.
A. carótida A. carótida
externa interna
A. facial
A. lingual
A. tiroidea
superior D Ramas de la A. carótida externa, visión general (subramificaciones
v. en las unidades de aprendizaje siguientes)
a b c En las unidades de aprendizaje siguientes se detallarán las arterias de la cabe-
za siguiendo la división de esta tabla. A continuación seguirán las ramas de la
A.carótida interna y sus venas.
Denominación de la rama Zona de abastecimiento
Ramas anteriores:
• A. tiroidea superior • laringe, glándula tiroides
• A. lingual • suelo de la boca, lengua
• A. facial • región facial, superficial
d e f
Rama medial:
• A. faríngea ascendente • faringe hasta la base del cráneo
C Ramas de la A. carótida externa: norma y variantes
(según Lippert y Pabst) Ramas posteriores:
• A. occipital • región occipital
a Por norma (50%), las Aa. facial, lingual y tiroidea superior salen por encima • A. auricular posterior • región auricular
de la bifurcación de la A. carótida externa.
b-f Variantes: Ramas finales:
b y c Surgen de la A. tiroidea superior, a la altura de la bifurcación (20%) o de la • A. maxilar • músculos masticadores, parte posterior
A. carótida común (10%). interna del cráneo facial, meninges
• A. temporal superficial • región temporal, parte de la oreja
d-f Dos o tres ramificaciones forman conjuntamente troncos: tronco linguo-
facial (18%), tronco tirolingual (2%) o tronco tirolinguofacial (1%).
97
A. supratroclear
A. dorsal
de la nariz
A. angular
Rr. occipitales
A. temporal
superficial
A. labial R. descendente
superior
A. auricular
posterior
A. maxilar
A. labial A. palatina ascendente
inferior
A. occipital
98
Rr. linguales
dorsales
A. lingual
R. suprahioidea
A. carótida
A. faríngea externa
ascendente
A. tiroidea
Rr. faríngeas superior
A. lingual
A. carótida externa D Arteria lingual y sus ramas
Visión izquierda. La A. lingual es la segunda rama anterior de la A. carótida ex-
A. carótida interna terna y es bastante gruesa al estar la lengua bien irrigada. Sus ramas proveen
R. infrahioidea
R. esternocleido- también a la faringe y a las tonsilas.
A. tiroidea
mastoidea
superior
A. laríngea R. glandular
superior lateral
R. cricotiroidea E Ramas de la A. carótida externa y su zona de abastecimiento:
ramas anteriores, posteriores y medial, y las subramificaciones
R. glandular A. carótida
más importantes
anterior común
Rama Zona de abastecimiento
Rama medial:
A. carótida interna A. occipital A. facial • A. faríngea ascendente (v. B)
– Rr. faríngeas • Pared faríngea
– A. timpánica inferior • Mucosa del oído medio
A. faríngea – A. meníngea posterior • Duramadre, fosa craneal posterior
ascendente
Ramas posteriores:
A. carótida • A. occipital (v. A)
externa – Rr. occipitales • Epicráneo, región occipital
– R. descendente • Musculatura de la nuca
a b c d
• A. auricular posterior (v. A)
– A. estilomastoidea • N. facial en el conducto facial
– A. timpánica posterior • Cavidad timpánica
C Origen de la A. faríngea ascendente: norma y variantes
– R. auricular • Lado posterior de la oreja
(según Lippert y Pabst)
– R. occipital • Región occipital
a Por norma (70%), la A. faríngea ascendente surge de la A. carótida externa. – R. parotídea • Glándula parótida
b-d Variantes:
b Surge de la A. occipital (20%); c de la A. carótida interna (8%) y d de la A.
facial (2%).
99
A. esfenopalatina
Aa. temporales
profundas
A. alveolar superior
posterior
Rr. pterigoideas
A. meníngea media
A. auricular profunda
A. timpánica anterior
A. maxilar b
A. maseterina
Porción pterigopalatina: • A. alveolar posterior superior • Molares del maxilar, cavidad maxilar, encía
• A. infraorbitaria • Alvéolos del maxilar
• A. palatina descendente
– A. palatina mayor • Paladar duro
– A. palatina menor • Paladar blando, tonsila palatina, pared de la faringe
• A. esfenopalatina
– Aa. nasales posteriores laterales • Pared lateral de la cavidad nasal, cornetes
– Rr. septales posteriores • Tabique nasal
A. temporal superficial • A. transversa de la cara • Partes faciales blandas debajo del arco cigomático
• Rr. frontal y parietal • Epicráneo, frente/vértice
• A. cigomático-orbitaria • Pared orbitaria lateral
100
A. esfenopalatina
A. del conducto
pterigoideo
A. palatina
descendente
A. alveolar superior
b Rr. dentales anterior
R. parietal
R. frontal
A. temporal
A. cigomático- media
D Arteria temporal superficial
orbitaria
Visión izquierda. Especialmente en hombres an-
cianos algo caquécticos, puede apreciarse el curso
sinuoso de la R. frontal en la sien. La A. temporal A. transversa
superficial puede estar afectada por una enferme- de la cara A. temporal
superficial
dad autoinmune (arteritis temporal de Horton), que
puede asegurarse por biopsia del vaso. Las per-
A. maxilar
sonas afectadas, en su mayoría hombres de edad
avanzada, sufren fuertes neuralgias. A. carótida
externa
101
Porción
cerebral
Porción
cavernosa
Porción
petrosa
Porción
cervical
102
A. supratroclear A. supraorbitaria
A. lagrimal
A. palpebral
medial A. ciliar posterior
corta
A. etmoidal
anterior A. ciliar posterior
larga
A. central de la
A. etmoidal retina
posterior
A. oftálmica R. anastomótica
A. carótida
interna
A. meníngea
media
a
B Arteria oftálmica
a Visión desde arriba de la órbita derecha; b vi-
sión frontal de las ramas faciales de la A. oftálmica
derecha.
A. supraorbitaria Se reconoce el origen de la A. oftálmica de la A. ca-
rótida interna. La A. oftálmica efectúa el aporte san-
A. supratroclear guíneo del mismo globo ocular así como de las es-
tructuras de la órbita; sus ramas finales discurren
hacia el párpado y partes de la frente (b). Al mismo
Arco palpebral A. palpebral tiempo hay ramas finales (Aa. etmoidales anterior y
superior medial posterior), que conducen la sangre al tabique nasal
(v. C).
A. palpebral Observe: Las ramas de la A. palpebral lateral y de la
lateral A. supraorbitaria (b) se pueden anastomosar con la
R. frontal de la A. temporal superficial (¡flujo de la
A. carótida externa!) (v. pág. 97). Esta anastomosis
Arco palpebral A. dorsal
de la nariz puede representar, en caso de arterioesclerosis de
inferior
la A. carótida interna, una fuente de abastecimiento
sanguíneo.
A. etmoidal
posterior A. oftálmica
C Vascularización del tabique nasal
Visión izquierda. En la región del tabique nasal li-
mitan entre sí las áreas de abastecimiento de la A.
carótida interna (Aa. etmoidales anterior y poste-
A. etmoidal
anterior rior, verde) y de la A. carótida externa (A. esfenopa-
latina, amarilla). En la zona anterior del tabique se
sitúa la red vasal del espacio de Kiesselbach (azul),
del que proviene la sangre en una hemorragia nasal.
A. esfeno- Este espacio se nutre de ambas regiones vasales,
palatina por lo que según el origen de la hemorragia puede
Espacio de
Kiesselbach A. maxilar ser necesario efectuar la ligadura de la A. esfeno-
palatina/maxilar y/o de las Aa. etmoidales de la ór-
A. carótida bita.
interna
A. carótida
externa
103
V. oftálmica
superior
V. angular
V. oftálmica
inferior
Plexo V. temporal
pterigoideo superficial
V. maxilar
V. occipital
V. auricular
posterior
V. facial
V. retromandibular
V. tiroidea
superior
V. submentoniana
V. yugular
interna
V. yugular
externa
V. yugular
anterior
V. supraescapular
V. braquiocefálica
izquierda
V. subclavia
A Venas superficiales de la cabeza y del cuello y su drenaje por la de la V. subclavia, y desde la región anterior y superficial del cuello el drenaje
V. braquiocefálica se efectúa por la V. yugular anterior. Al margen de estas venas situadas en la
Visión izquierda. La principal vena de la cabeza es la V. yugular interna, que superficie, existen plexos venosos situados a mayor profundidad (órbita, plexo
drena la sangre proveniente del interior del cráneo (¡inclusive del encéfalo!). pterigoideo, fosa craneal media), que se describen en la unidad de aprendizaje
Encerrada por la vaina carotídea, discurre desde el foramen yugular hasta el siguiente.
ángulo venoso, donde se une con la V. subclavia para formar la V. braquiocefáli- Observe: Las venas superficiales, especialmente en la zona de la V. angular, se
ca. Grandes venas de la cabeza que drenan en la V. yugular interna son la V. tem- relacionan con las venas profundas, con peligro de propagación de gérmenes
poral superficial y la V. facial. Desde la región posterior del cráneo (V. occipital) (v.pág. 107).
y desde la región dorsal del cuello, la V. yugular externa drena la sangre a través
104
V. angular
V. temporal
superficial
V. occipital
V. retromandibular
V. tiroidea
superior
V. facial
V. yugular
interna
V. yugular V. yugular
anterior externa
V. supraescapular
V. braquiocefálica
izquierda
V. subclavia
B Principales venas superficiales de la cabeza y del cuello, visión la región de la cabeza y del cuello, el curso y calibre de las venas presentan un
general cierto grado de variabilidad, a excepción de los grandes troncos venosos. Las
Visión izquierda. En este esquema de ramificaciones solo se han representado venas forman entre sí extensas anastomosis que parcialmente pueden alcanzar
las venas principales. Como en otros muchos puntos del cuerpo, también en venas profundas (v. A, plexo pterigoideo).
C Drenaje sanguíneo de las zonas de la cabeza y del cuello Vena Zona de drenaje Posición respecto a las fascias
La sangre procedente de las zonas de la cabeza y del cuello, en principio, es del cuello (v. pág. 4)
conducida a las tres venas yugulares: las Vv. yugulares interna, externa y ante-
rior. El tamaño y curso de estas venas es variable, siendo la V. yugular anterior la • V. yugular • Interior del • Dentro de la vaina carotídea
interna cráneo (¡incluido
más pequeña. Entre las Vv. yugulares externa e interna hay anastomosis avalvu- el encéfalo!)
lares, lo que permite que la sangre de la A. yugular externa fluya de regreso ha-
cia la A. yugular interna. Un reflujo de este tipo tiene gran importancia clínica, ya • V. yugular • Cabeza (super- • Corre primero por arriba de la hoja
que por este camino las bacterias procedentes de la epidermis craneal pueden externa ficial) superficial de la fascia del cuello
emigrar hasta las meninges (detalles, v. pág. 107). El cuello se subdivide por (epifascial) y luego entre las hojas
superficial y media de la fascia del
numerosas hojas de la fascia cervical en espacios. Uno de estos espacios ce- cuello
rrados por fascias lo forma la vaina carotídea, en la que también se encuentra la
V. yugular interna. Las dos venas yugulares restantes se sitúan superficialmente • V. yugular • Cuello, partes de • Atraviesa distalmente la fascia del
sin estar rodeadas por hoja alguna. anterior la cabeza cuello por encima de la lámina
superficial (epifascial) en el borde
posterior del M. esternocleido-
mastoideo, para proseguir por
encima de la hoja media (lámina
pretraqueal)
105
V. oftálmica
superior
V. angular
Vv. temporales
profundas
Plexo
V. facial pterigoideo
profunda
V. maxilar
V. retromandibular
V. palatina
externa
V. yugular
interna
V. facial
V. oftálmica
V. supratroclear superior
V. lagrimal
V. angular
106
V. emisaria
parietal
Seno sagital
superior
Confluencia
de los senos
Seno
V. emisaria transverso
occipital
Seno
sigmoideo
Plexo venoso V. emisaria
alrededor del mastoidea C Venas de la parte posterior de la cabeza
foramen magno
V. emisaria Visión dorsal. Las venas superficiales de la parte
Plexo venoso condílea posterior de la cabeza tienen a través de venas
del conducto diploides acceso a los conductores venosos del
del n. hipogloso V. yugular cerebro, el seno. Estas venas se denominan Vv.
interna emisarias y a través de ellas los gérmenes pueden
Plexo venoso acceder desde el exterior al interior del seno.
vertebral V. occipital
externo
Seno cavernoso
A. facial V. facial
E Anastomosis venosas, que pueden ser la Venas externas Venas de unión Seno venoso
entrada a infecciones • V. angular • V. oftálmica superior • Seno cavernoso*
• Vv. de la tonsila palatina • Plexo pterigoideo / V. oftálmica • Seno cavernoso*
* De especial importancia clínica, dado que por
inferior
propagación de una infección bacteriana de la
zona facial hacia capas profundas existe el pe- • V. temporal superficial • V. emisaria parietal • Seno sagital superior
ligro de una trombosis del seno cavernoso (in- • V. occipital • V. emisaria occipital • Seno transverso,
fección, que lleva a un derrame con obstrucción Confluencia de los senos
del seno); en otros lugares es menos frecuente • V. occipital, • V. emisaria mastoidea • Seno sigmoideo
observar una trombosis bacteriana. V. auricular posterior
• Plexo venoso vertebral externo • V. emisaria condílea • Seno sigmoideo
107
108
V. oftálmica
Seno sagital
V. angular superior
Seno Vv. temporales
cavernoso superficiales
Seno
Plexo sigmoideo
pterigoideo
V. retromandibular
V. occipital
V. lingual V. auricular
posterior
Vv. maxilares
V. facial
V. cervical
V. tiroidea superior profunda
V. yugular
C Venas del cuello y su relación con las ve-
externa
nas del cráneo y con los senos cerebra- V. yugular
les (senos de la duramadre) anterior V. vertebral
Visión izquierda. La sangre venosa procedente del
encéfalo es conducida hacia la V. yugular interna a V. yugular
través de los senos venosos cerebrales de la dura- interna
madre, los senos venosos durales. Al extirpar los Arco venoso
ganglios linfáticos en la intervención de un tumor yugular
cerebral extenso (neck disecction), la ligadura de
la V. yugular interna debe efectuarse de forma uni- V. braquio-
lateral, ya que si no se produce una estasis sanguí- cefálica V. subclavia
nea cerebral mortal. izquierda
109
Grupos de ganglios linfáticos de la cabeza y el cuello de la cabeza y el cuello fluye desde sus ganglios linfáticos cisterna, los ganglios
Distinguimos entre ganglios linfáticos regionales y grupos de ganglios linfáti- linfáticos profundos del cuello, hacia el tronco yugular derecho o izquierdo,
cos colectores o cisternas. Los ganglios linfáticos regionales están distribui- que son los troncos linfáticos más grandes situados siguiendo el recorrido de
dos dentro de un órgano o región y son la primera estación de filtrado para la V. yugular interna. A la derecha, el tronco yugular desemboca en el conducto
dicho órgano o región. Desde los ganglios linfáticos regionales, la linfa fluye linfático derecho, que termina en el ángulo venoso derecho. A la izquierda,
hacia los ganglios linfáticos cisterna o centrales, en los que normalmente se el tronco yugular finaliza en el conducto torácico, que finaliza a su vez en el
recoge la linfa de diversas estaciones linfáticas regionales. La linfa de la región ángulo venoso izquierdo (comp. D).
110
Parotideo-
Occipital auricular Facial
C Dirección del flujo linfático en el cuello
Visión derecha. Es imprescindible conocer la dirección del flujo linfático en la
región del cuello y la cabeza para poder localizar el foco que haya podido produ-
cir la hinchazón de los ganglios linfáticos. Para localizarlo, se recorre inversa-
mente el camino que va desde el ganglio linfático hasta su área de afluencia. El
dibujo muestra únicamente las direcciones principales del flujo.
En el cuello, existen dos grandes cruces de vías linfáticas:
Nucal • ángulo venoso yugulofacial, en el que la linfa es desviada desde una direc-
ción horizontal oblicua procedente de la región de la cabeza hacia vertical
Ángulo venoso en el cuello;
yugulofacial • espacio linfático central en la base izquierda del cuello (se denomina así
Submentonianos-
debido a que el conducto torácico, el tronco linfático principal, termina en el
Paralelo submandibulares
ángulo venoso izquierdo: ángulo venoso yugulosubclavio), en el que la linfa
a la V. yugular
Laringo-tráqueo- de la región del cuello y de la cabeza confluye con la linfa procedente del
interna
tiroideos resto del cuerpo.
Siguiendo
el N. accesorio Ángulo venoso Si solamente están afectados los grupos de ganglios linfáticos periféricos sig-
yugulosubclavio nifica que el proceso patológico está localizado. Si, en cambio, son los grupos
centrales los que se ven afectados (por ej., los de las zonas de entrecruzamien-
Axilar to), significa que la enfermedad está más avanzada. Los ganglios linfáticos de la
región central pueden ser extirpados mediante una biopsia preescalénica con
finalidad diagnóstica.
Conducto Conducto b
linfático torácico
derecho
f
b
c
d
a e c
f e d
D Ganglios linfáticos del cuello como componentes de la circu- dad sistémica, también podrán afectar de la misma forma a los ganglios linfáticos
lación linfática sistémica del cuello.
Visión ventral. Los ganglios linfáticos del cuello también pueden verse afecta-
dos por procesos patológicos que no tengan su origen primario en la región de E Palpación sistemática de los ganglios linfáticos del cuello
la cabeza y el cuello, puesto que la linfa de todo el cuerpo acaba fluyendo en los La palpación sistemática de los ganglios linfáticos del cuello es garantía para
ángulos venosos derecho e izquierdo (círculos rojos) localizados en la base del detectar cualquier posible tumefacción ganglios durante la exploración clínica
cuello. De esta forma, los ganglios linfáticos del cuello pueden verse afectados (comp. D sobre importancia diagnóstica de los ganglios linfáticos del cuello):
de forma retrógrada. El conducto linfático derecho finaliza en el ángulo venoso
derecho, a la derecha del espacio linfático central; el conducto torácico desem- a Muestra de forma general el orden en el que se debe llevar a cabo la pal-
boca en el ángulo venoso izquierdo, a la izquierda del espacio linfático central. pación consecutiva de cada uno de los grupos de ganglios linfáticos; b-e pal-
Los ganglios linfáticos pueden recibir afluencias craneales y cervicales, pero pación de cada uno de los grupos de ganglios linfáticos. Se empieza con la palpa-
también pueden recibir afluencias de los ganglios torácicos (mediastínicos y ción de todo el grupo submentoniano-submandibular (b), incluyendo el ángulo
traqueobronquiales) y de los ganglios linfáticos abdominales y caudales a través mandibular (c) para continuar con la palpación del borde anterior del M. es-
del conducto torácico, fenómeno que explica que la existencia de patologías en ternocleidomastoideo (d). Finalmente, se palpan el grupo supraclavicular (e)
estos órganos pueda provocar hinchazón de los ganglios linfáticos del cuello. y el grupo que sigue el recorrido del N. accesorio, así como el grupo nucal (f).
Observe: Ante la presencia de un cáncer gástrico, se localizan metástasis en el
grupo de ganglios linfáticos supraclaviculares izquierdos, que estarán por ello
hinchados, es el denominado ganglio de Virchow. Los linfomas, como enferme-
111
A Elementos funcionales que constituyen los nervios craneales B Estructuración topográfica y funcional de los nervios craneales
Existen 12 pares de nervios craneales, que se enumeran con cifras romanas
siguiendo la secuencia con que surgen del tronco del encéfalo (v. estructura- Procedencia Nombre Cualidad funcional
ción topográfica). de la fibra
Observe: El N. óptico y el N. olfatorio ocupan una posición especial dentro de los Telencéfalo • N. olfatorio (I) • visceroaferente especial
denominados nervios craneales. El N. óptico es una protrusión situada delante
del encéfalo, rodeada por meninges y que contiene células, que solo se encuen- Diencéfalo • N. óptico (II) • somatoaferente especial
tra en el SNC, ¡no en el SNP! Tracto y bulbo olfatorio (que junto al N.olfatorio Mesencéfalo • N. oculomotor (III)* • somatoeferente
forman la porción externa visible del sistema olfatorio) son, según esta defi- • visceroeferente
nición, igualmente componentes del SNC. El N. olfatorio (= conjunto de fibras (parasimpático)
olfatorias, que a su vez están compuestas por fibras de las células olfatorias) no
pertenece al SNC, ya que las células olfatorias se originan de la placa olfatoria • N. troclear (IV)* • somatoeferente
ectodermal, y no de la cresta neural. El origen embriológico del epitelio de la Puente • N. trigémino (V) • visceroeferente especial
placa, sin embargo, justifica aquí también una posición especial. (1er arco faríngeo)
Al igual que los nervios espinales, los nervios craneales pueden contener tanto • somatoaferente
axones aferentes como eferentes, que, como parte del sistema nervioso ani-
• N. abducens (VI)* • somatoeferente
mal, pueden capacitar al organismo a afrontar su entorno (fibras somáticas) o,
como parte del sistema nervioso vegetativo, pueden regular la vida interna del • N. facial (VII) • visceroeferente especial
cuerpo (vísceras) (fibras viscerales). La combinación de estas fibras, llamadas (2° arco faríngeo)
generales, de cualidades diferenciadas posibilita cuatro combinaciones que se • visceroaferente especial
presentan sobre todo en los nervios espinales, pero que también se pueden • visceroeferente
encontrar en los nervios craneales (v. estructuración funcional): (parasimpático)
• somatoaferente
112
I II
N. olfatorio N. óptico III VI
N. oculomotor N. abducens
IV
N. troclear
V
N. trigémino
VII
N. facial
VIII
N. vestibulococlear
IX
N. glosofaríngeo
X
N. vago
XII XI
N. hipogloso N. accesorio
113
Dorsal
A Núcleos de los nervios craneales III-XII, en visión general Placa del techo
Correspondiendo con las diferentes cualidades de las fibras de cada nervio Somatosensitivo
Placa alar
craneal (v. B, pág. 112), también se pueden organizar según sus núcleos de ori- Viscerosensitivo
gen y terminales. Así, por ejemplo, dentro de los núcleos visceroeferentes de Conducto central
los nervios craneales, se distingue entre núcleos visceroeferentes generales o Visceromotor
especiales. Según esta división, los núcleos que forman parte del sistema para- Placa basal
simpático pertenecen a núcleos visceroeferentes generales, y los núcleos ner- Somatomotor
viosos de los arcos faríngeos a núcleos visceroeferentes especiales. De modo a Placa del suelo Ventral
análogo ocurre con los núcleos visceroaferentes: la porción inferior de los
núcleos del tracto solitario forma parte de los visceroaferentes generales, su
porción superior en cambio (¡fibras gustativas!) forma parte de los visceroafe- Columna nuclear
rentes especiales. También núcleos somatoaferentes pueden diferenciarse de Suelo del IV somatoaferente
este modo: la zona nuclear del N. trigémino es general, la región del N.vestibu- ventrículo
lococlear somatoaferente especial. (fosa romboidea) Columna nuclear
visceroaferente
Núcleos de origen (con células de fibras eferentes, motoras; v. izquierda en C) Columna nuclear Columna nuclear
somatoeferente visceroeferente
Núcleos somatoeferentes (rojo)
• Núcleo del n. oculomotor (III; músculos oculares) b Medial Lateral
• Núcleo del n. troclear (IV; músculos oculares)
• Núcleo del n. abducens (VI; músculos oculares)
• Núcleo del n. hipogloso (XII; musculatura lingual) Núcleo del tracto
• Núcleo espinal del n. accesorio (XI, raíz espinal: musculatura del hombro) solitario, porción superior Núcleo del tracto
Núcleo dorsal (visceroaferente especial, solitario, porción inferior
del n. vago fibras gustativas) (visceroaferente general)
Núcleos visceroeferentes (azul claro y oscuro) (visceroeferente
• Núcleos pertenecientes al sistema parasimpático (azul claro): general/parasimpático) Núcleo vestibular
– Núcleo accesorio del n. oculomotor (III = N. oculomotor: M. esfínter de la y coclear
pupila y M. ciliar) Núcleo del n. hipogloso (somatoaferente
– Núcleo salivar superior (VII = N. facial: glándulas submandibular y sublin- (somatoeferente especial)
gual) general) Núcleo espinal
– Núcleo salivar inferior (IX = N. glosofaríngeo: glándula parótida)
Núcleo ambiguo del n. trigémino
– Núcleo dorsal del n. vago (X: vísceras)
(visceroeferente (somatoaferente
• Núcleos pertenecientes a los nervios de los arcos faríngeos (azul oscuro)
especial/ general)
– Núcleo motor del n. trigémino (V: musculatura de masticación)
– Núcleo ambiguo (IX = N. glosofaríngeo, X = N. vago, XI = N. accesorio [raíz branquioeferente)
N. vago
craneal]: musculatura faríngea y laríngea)
– Núcleo del n. facial (VII: musculatura facial)
c Oliva N. hipogloso
Núcleos terminales (en los que terminan las fibras aferentes, sensitivas;
v. derecha en B)
B Disposición de las columnas nucleares durante la embriogénesis
Núcleos somatoaferentes (amarillo) (según Herrick)
• Región nuclear del n. trigémino (V): Corte transversal por la médula espinal y el tronco del encéfalo, visión craneal.
– Núcleo mesencefálico del n. trigémino en el mesencéfalo (aferentes propio- La organización funcional del tronco del encéfalo se determina por la posición
ceptivos de la musculatura de masticación) de los núcleos de los nervios craneales, que se explica por la migración em-
– Núcleo principal (= pontino) del n. trigémino en el puente (contacto, vibra-
brionaria de la población neuronal.
ción, posición articular)
– Núcleo espinal del n. trigémino (hasta la médula espinal; en la cabeza,
sensibilidad al dolor y a la temperatura) a Situación inicial en la médula espinal; las neuronas motoras (eferentes) se
• Región nuclear del n. vestibulococlear (VIII), porción vestibular (sentido del sitúan ventrales, las sensitivas (aferentes) dorsales (disposición dorso-
equilibrio): ventral).
– Núcleo vestibular superior b En una fase embrionaria temprana del desarrollo del tronco del encéfalo,
– Núcleo vestibular lateral las neuronas de la placa alar (núcleos terminales) migran lateralmente; las
– Núcleo vestibular medial neuronas de la placa basal (núcleos de origen) se desplazan hacia medial, lo
– Núcleo vestibular inferior que conduce a una disposición mediolateral de las columnas nucleares. Las
• Región nuclear del n. vestibulococlear (VIII), porción coclear (capacidad audi- flechas indican los movimientos migratorios.
tiva): c En el tronco del encéfalo adulto se distinguen de medial a lateral cuatro
– Núcleo coclear posterior columnas dispuestas longitudinalmente (unas columnas somatoeferente,
– Núcleo coclear anterior visceroeferente, visceroaferente y somatoaferente), en las que los núcleos
con igual función están dispuestos uno encima de otro, es decir, en direc-
Núcleos visceroaferentes (verde claro y oscuro)
• Núcleos del tracto solitario, porción inferior (fibras aferentes generales de los ción craneocaudal (v. C). Dentro de la columna nuclear somato- y visce-
nervios craneales IX, X) (verde oscuro) roaferente se distingue entre núcleos aferentes generales y especiales. Del
• Núcleos del tracto solitario, porción superior (fibras aferentes especiales mismo modo, en la columna nuclear visceroeferente hay núcleos eferentes
[fibras gustativas] de VII, IX, X) (verde claro) generales (parasimpáticos) y especiales (branquiógenos). Solo la columna
somatoeferente no se subdivide.
114
115
Estría olfatoria
medial
Tracto
olfatorio
Sustancia perforada
anterior Área
prepiriforme*
Giro Cuerpo
semilunar amigdalino*
Giro
ambiens
A Bulbo y tracto olfatorios en la cara basal del lóbulo frontal prepiriforme o en el cuerpo amigdalino. Por el N. olfatorio se transmite la infor-
del cerebro mación olfatoria procedente de la mucosa olfatoria, un área de unos 2-4 cm2 del
Los axones sin vaina de mielina de las células bipolares olfatorias ubicadas en techo de la cavidad nasal (cornete superior y tabique, v. B). La 1ª neurona de la
la mucosa olfatoria forman aproximadamente 20 fibras olfatorias. Estas se resu- vía olfatoria es la célula olfatoria bipolar de la región olfatoria.
men como N. olfatorio y corren por la lámina cribosa del H. etmoides hacia el Observe: Lesiones de la lámina cribosa pueden causar daños en el envoltorio
bulbo olfatorio en la fosa craneal anterior (v. B). El bulbo es una ampliación meníngeo y en los nervios olfatorios: trastornos olfatorios y flujo de líquido cefa-
con forma de pistón en el extremo frontal del tracto olfatorio. Mientras que el lorraquídeo procedente de la nariz (¡«resfriado» después de un traumatismo
bulbo olfatorio posee una estructura cortical (alocórtex, paleocórtex especial), craneoencefálico!). Existe peligro de una infección bacteriana ascendente con
el tracto olfatorio tiene la estructura de una vía y contiene glía específica del meningitis.
SNC (p. ej., oligodendrocitos, microglía). Bulbo y tracto olfatorio están rodea- Las células olfatorias se pueden dividir durante toda su vida. Funcionalmente
dos por meninges y componentes del SNC. El N. olfatorio, en cambio, se origina son células sensoriales primarias; sin embargo, como poseen un axón propio,
de la placa olfatoria ectodermal y por lo tanto no pertenece al SNC. Previo a su también son neuronas. Las células olfatorias son, por lo tanto, un ejemplo de
entrada en el telencéfalo, el tracto olfatorio se divide en dos estrías olfatorias, neuronas con capacidad de división de por vida.
medial y lateral. Muchos de los axones procedentes del tracto olfatorio terminan *Las estructuras no se sitúan en la superficie basal del encéfalo, sino a más
directamente (sin cambio de conexión en un núcleo) en la corteza en el área profundidad.
116
N. óptico
Quiasma
óptico
Tracto
óptico
Cuerpo
geniculado
Tracto lateral Tálamo
Cuerpo óptico
geniculado
lateral
Cuerpo
geniculado
medial
N. óptico
Radiación
óptica
Quiasma
óptico
Polo
a occipital b Mesencéfalo
C Ojo, N. óptico, quiasma óptico y tracto óptico Observe: Dado que el N. óptico es parte del cerebro, la exploración clínica con
a Visión de la base encefálica; b visión laterodorsal sobre el lado izquierdo oftalmoscopio permite inspeccionar de forma directa parte del cerebro. Esto
del tronco del encéfalo. Se ha representado la conexión del tracto óptico con el es importante para el diagnóstico de muchas afecciones neurológicas (refe-
cuerpo geniculado lateral. rente al oftalmoscopio, v. pág. 171).
El N. óptico –al igual que el N. olfatorio– tampoco es un nervio sino un divertícu- El N. óptico discurre desde el globo ocular en la órbita por el conducto óptico
lo del cerebro, en este caso, del diencéfalo. Como parte del SNC, se presenta hasta la fosa craneal media (v. D). Es una parte importante de la vía óptica, de
envuelto en meninges (aquí suprimidas) y contiene células específicas del SNC la que aquí vemos el ojo, el N. óptico, el quiasma óptico y el tracto óptico. Este
(v. A); sus aferentes terminan en el cuerpo geniculado del diencéfalo, por lo último se irradia hacia el cuerpo geniculado lateral (v. también b).
que falta –al igual que en el N. olfatorio– el típico núcleo del nervio craneal.
N. oftálmico
(V1)
N. óptico
Quiasma D Curso del N. óptico en la órbita derecha
óptico Visión lateral. El N. óptico pasa por el conducto
óptico de la fosa craneal media hasta la órbita. En
el tejido adiposo orbitario (aquí suprimido) entra
Tracto desde dorsal en el globo ocular. Los demás nervios
óptico craneales entran en la órbita por la fisura orbitaria
superior (aquí solo V1 como representante de to-
Conducto dos los demás nervios craneales).
óptico
117
Pies pedunculares
cerebrales Acueducto Techo
del mesencéfalo N. oculomotor del mesencéfalo
Núcleo accesorio
N. troclear Núcleo accesorio Sustancia del n. oculomotor
del n. oculomotor gris central
Núcleo
del n. troclear Núcleo rojo Núcleo
Núcleo del n. oculomotor
del n. oculomotor Sustancia
Puente negra Pilar
del cerebro
N. abducens
Núcleo
C Topografía del núcleo oculomotor
del n. abducens Bulbo raquídeo Corte transversal por el tronco del encéfalo a la altura del núcleo oculomotor.
Visión craneal.
Observe: Es posible delimitar el complejo nuclear visceroeferente parasimpá-
tico (núcleo accesorio del n. oculomotor = núcleo de Edinger-Westphal) del
complejo nuclear somatoeferente (núcleo del n. oculomotor).
A Salida del tronco del encéfalo de los nervios de los músculos D Nervio troclear (IV), visión general
oculares
Visión ventral. Los tres nervios de los músculos oculares surgen del tronco El N. troclear contiene solo fibras somatoeferentes.
del encéfalo. Los núcleos del N. oculomotor y del N. troclear se sitúan en el
mesencéfalo, el núcleo del N. abducens se sitúa en el puente. Puntos que atraviesa: pasa por la fisura orbitaria superior hacia la órbita.
Observe: El N. oculomotor (III) es el único nervio ocular que contiene fibras
somato- y visceroeferentes e inerva varios músculos oculares externos (v. C). Particularidades:
• Es el único nervio craneal en el que todas las fibras cruzan hacia el lado contra-
rio (v. A). Por ello, en una lesión del núcleo o de las fibras nerviosas inmediatas
B Nervio oculomotor (III), visión general al núcleo, es decir, antes del cruce sobre la línea media, la consecuencia es una
paresia oculomotora del lado contrario a la lesión (paresia contralateral); en
El N. oculomotor contiene fibras somatoeferentes y visceroeferentes. una lesión del nervio después del cruce sobre la línea media habrá una paresia
oculomotora del mismo lado (paresia ipsilateral);
Puntos que atraviesa: sale ventral del mesencéfalo (= último piso del tronco • es el único nervio craneal que surge desde dorsal del tronco del encéfalo;
del encéfalo, v. págs. 354 y 356) y llega por la fisura orbitaria superior a la órbita. • de los tres nervios craneales, es el que presenta el curso intradural más largo.
Región nuclear y de inervación, ganglios: Región nuclear y de inervación: El núcleo troclear se sitúa en el mesencéfa-
• somatoeferentes: eferentes de una región nuclear compleja (núcleo del n. ocu- lo. Sus eferentes inervan un músculo de forma motora, el M. oblicuo superior.
lomotor) en el mesencéfalo (v. C) que inervan:
Consecuencias de la lesión del nervio:
– M. elevador del párpado superior (actúa sobre el párpado superior),
• El ojo afectado está más elevado y hacia adentro, dado que el M. oblicuo inferior
– Mm. rectos superior, medial e inferior así como el M. oblicuo inferior
(responsable de la elevación y abducción) recibe una sobrecarga por falta de
(= Mm. oculares externos que actúan todos sobre el globo ocular);
actuación del M. oblicuo superior;
• visceroeferentes: eferentes preganglionares parasimpáticos del núcleo acce- • Visión doble.
sorio del n. oculomotor (núcleo de Edinger-Westphal) que en el ganglio ciliar
efectúan un cambio de conexión a fibras postganglionares y actúan sobre los
músculos oculares internos siguientes:
– M. esfínter de la pupila y
E Nervio abducens (VI), visión general
– M. ciliar.
El N. abducens solo contiene fibras somatoeferentes.
Consecuencias de la lesión del nervio: según la dimensión de la lesión,
aparece una paresia oculomotora completa o aislada. Puntos que atraviesa: después de un largo recorrido extradural pasa por la
• Consecuencias de una paresia oculomotora completa (parálisis de los músculos fisura orbitaria superior hasta la órbita.
oculares externos e internos así como del elevador del párpado):
Región nuclear y de inervación:
– ptosis (el párpado cae),
• El núcleo del n. abducens se sitúa en el puente (= piso medio del tronco del
– el ojo afectado presenta estrabismo hacia el lado inferior externo,
encéfalo) y sus fibras salen del borde inferior del puente.
– visión doble (por lo tanto la ptosis es incompleta),
• Sus eferentes inervan de forma somatomotora un único músculo, el M. recto
– midriasis (pupila dilatada, dado que el esfínter de la pupila está parético),
lateral.
– falta de acomodación (M. ciliar está parético).
• Consecuencias de una paresia oculomotora aislada (parálisis de los músculos Consecuencias en lesión del nervio:
oculares externos o internos): en correspondencia, o bien reducción pupilomo- • El ojo afectado está orientado hacia dentro;
tora o una reducción de la movilidad del globo ocular. • Visión doble.
118
M. recto
superior
M. elevador
del párpado superior
Ganglio
ciliar
Anillo M. oblicuo
tendinoso superior
N. oculomotor común
M. recto
lateral
(cortado)
N. troclear
N. abducens
M. recto
a lateral M. recto M. recto M. oblicuo
medial inferior inferior
N. frontal
M. elevador
del párpado superior
M. recto Glándula
N. lagrimal
medial lagrimal
N. frontal
M. recto M. recto
inferior lateral N. troclear
N. troclear N. abducens M. oblicuo
superior
N. oculomotor N. óptico
M. recto
N. óptico medial
N. oculomotor
M. recto
inferior
F Curso de los nervios de los músculos oculares deo desciende demasiado haciendo que el nervio, por descenso del tronco del
a Visión lateral de la órbita derecha; b visión craneal de la órbita derecha encéfalo, esté «bajo tensión». El N. oculomotor inerva de forma parasimpática
abierta; c visión frontal de la órbita derecha. Los tres nervios craneales discu- músculos oculares internos (relevo de las fibras parasimpáticas en el ganglio
rren desde el tronco del encéfalo por la fisura orbitaria superior al interior de ciliar), así como la mayoría de los músculos oculares externos y al elevador del
la órbita. Los Nn. oculomotores y abducens pasan a través del anillo tendinoso párpado superior. Las paresias oculomotoras pueden por lo tanto ser completas
común de los músculos oculares externos, mientras que el N. troclear pasa por o aisladas (v. B). Dado que las fibras parasimpáticas para las pupilas después
fuera del anillo tendinoso. El N. abducens es el que presenta el curso extradural de salir del tronco del encéfalo se sitúan directamente bajo el epineuro, son las
más largo. Por ello, la paresia producida por N. abducens también puede apare- primeras en sufrir frecuentes lesiones por presión en traumatismos, tumores
cer por hemorragias meníngeas y subaracnoideas o incluso de modo pasajero o aneurismas.
después de una punción lumbar, cuando la presión del líquido cefalorraquí-
119
Ganglio del El N. trigémino contiene mayormente fibras somatoaferentes y una pequeña canti-
dad de fibras visceroeferentes especiales. Es el gran nervio sensitivo de la región
trigémino
de la cabeza y consta de tres (tri = tres) ramos principales con los siguientes
N. maxilar puntos de salida de la fosa craneal media:
120
N. oftálmico (V1)
Ganglio
del trigémino
N. maxilar (V2) b c
N. mandibular (V3)
a d e
C Curso del N. trigémino y zonas de inervación cación está inervada por la raíz motora del N. trigémino, posicionada sobre el
a Visión izquierda. Se han representado los tres ramos principales y sus ramos N.mandibular (e).
terminales clínicamente importantes. Observe: Las fibras eferentes discurren exclusivamente en el N. mandibular. En
Tanto la piel de la cara (b) como la mucosa de la cavidad nasofaríngea (c) están una lesión periférica del N. trigémino, es decir, lesión de un ramo principal del N.
inervadas por los tres ramos del N. trigémino. Los dos tercios anteriores de la trigémino (N. oftálmico V1, N. maxilar V2 o N. mandibular V3) después de su salida
lengua (d) están inervados sensitivamente (sensación al contacto, percepción del núcleo, según el ramo lesionado, aparecen trastornos de la sensibilidad en
de dolor y de temperatura, pero no sensación gustativa) por el N. lingual, el las respectivas zonas de inervación (v. b); véase la diferencia respecto a una
3erramo del N. mandibular (V3). Las fibras gustativas de la cuerda del tímpano lesión central del N. trigémino, en que la carencia de sensibilidad se manifiesta
se adosan al N. lingual (proveedor del servicio). La musculatura de la masti- de forma más bien circular (v. D).
Núcleo mesencefálico
del n. trigémino
121
N. etmoidal
N. etmoidal anterior Glándula lagrimal
posterior
N. supraorbitario
N. frontal
Fisura orbitaria N. supratroclear
superior
N. lagrimal
N. nasociliar
N. infratroclear
R. meníngeo recurrente
Nn. ciliares largos
N. oftálmico
Nn. ciliares cortos
Raíz nasociliar Ganglio ciliar
A Ramificación del N. oftálmico (= 1er ramo del N. trigémino, V1) en Observe: El N. lagrimal recibe fibras secretomotoras parasimpáticas postgan-
la zona de la órbita glionares del N. cigomático (ramo del N. maxilar, V2; v. B) a través de un ramo
Visión lateral de la órbita derecha parcialmente abierta. El 1er ramo de este ner- comunicante que llega a la glándula lagrimal («prestación visceroeferente»). A
vio es el R. meníngeo recurrente, retrógrado, que inerva sensitivamente la dura- los Nn. ciliares largos que surgen del N. nasociliar, se les posicionan fibras sim-
madre. La masa de las fibras del N. oftálmico discurren por la fisura orbitaria páticas que van al M. dilatador de la pupila. Reciben además fibras aferentes
superior desde la fosa craneal media a la órbita. El N. oftálmico se divide en tres del reflejo corneal. En la raíz nasociliar discurren fibras sensitivas procedentes
grandes ramos, cuyos nombres nos indican sus zonas de inervación: N. lagrimal, del globo ocular a través del ganglio ciliar hasta el N. nasociliar.
N. frontal y N. nasociliar.
N. maxilar N. cigomático
Ganglio N. infraorbitario
del trigémino
R. meníngeo N. alveolar
Rr. ganglionares superior medio
hacia el ganglio Rr. alveolares
pterigopalatino superiores anteriores
Ganglio
pterigopalatino
Nn. alveolares
superiores posteriores
Fisura orbitaria
inferior
B Ramificación del N. maxilar (= 2º ramo del N. trigémino, V2) en (aquí no pueden verse) inervan sensitivamente la piel por el arco cigomático
la región maxilar y la sien. Fibras parasimpáticas postganglionares del ganglio pterigopalatino
Visión lateral del seno maxilar derecho, parcialmente abierto; el arco ci- discurren a través del R. comunicante al N. lagrimal (v. pág. 127). Las fibras
gomático está suprimido. El N. maxilar, después de entregar un R. meníngeo, preganglionares proceden inicialmente del N. facial. El N. infraorbitario
sale de la fosa craneal media a través del foramen redondo mayor a la fosa también pasa por la fisura orbitaria inferior al interior de la órbita, donde en-
pterigoidea, donde se divide en: tra en el conducto infraorbitario. Sus finos ramos terminales inervan la piel
situada entre el párpado inferior y el labio superior. Sus restantes ramos ter-
• N. cigomático, minales forman el plexo dentario superior donde inervan sensitivamente los
• Rr. ganglionares sobre del ganglio pterigopalatino (raíz sensitiva de los gan- dientes del maxilar:
glios pterigopalatinos) y
• N. infraorbitario. • los Rr. alveolares superiores anteriores van hacia los dientes incisivos,
• lo R. alveolar superior medio hacia los premolares y
El N. cigomático pasa a través de la fisura orbitaria inferior al interior de la • los Rr. alveolares superiores posteriores hacia los molares.
órbita. Sus dos ramos terminales R. cigomático-facial y R. cigomático-temporal
122
Ganglio N. A. meníngea
N. auriculotemporal del n. trigémino mandibular Foramen oval media
Nn. temporales
profundos
Foramen
infraorbitario
M. pterigoideo
lateral
N. bucal
Nn. pterigoideos
C Ramificación del N. mandibular (= 3er ramo del N. trigémino, V3) fibras aferentes del N. alveolar inferior pasan a la mandíbula por el foramen
en la región de la mandíbula mandibular, donde entregan en el conducto mandibular los Rr. dentarios infe-
Visión derecha de la mandíbula parcialmente abierta, arco cigomático suprimi- riores para los dientes de la mandíbula. El ramo terminal, el N. mentoniano,
do. El N. mandibular mixto aferente-eferente sale a través del foramen oval de inerva la piel del mentón, del labio inferior y del cuerpo de la mandíbula. Las fi-
la fosa craneal media hacia la fosa infratemporal de la base craneal externa. Su bras eferentes, ramificaciones del N. alveolar inferior, inervan el M. milohioideo
R. meníngeo regresa de nuevo a la fosa craneal media para inervar sensitiva- y el vientre anterior del M. digástrico (aquí sin representar). El N. bucal pasa a
mente la duramadre. Sus ramos sensitivos son: través del M. buccinador hasta la mucosa bucal a la que inerva sensitivamente.
Los ramos solo motores dejan el tronco principal del nervio inmediatamente
• N. auriculotemporal, después del R. meníngeo. Son las siguientes:
• N. lingual,
• N. alveolar inferior (adicionalmente fibras motoras, v. abajo) y • N. maseterino (M. masetero),
• N. bucal. • Nn. temporales profundos (M. temporal),
• Nn. pterigoideos (Mm. pterigoideos),
Los ramos del N. auriculotemporal inervan la piel de la sien, el conducto audi- • N. del músculo tensor del tímpano (M. tensor del tímpano) y
tivo externo y la membrana timpánica. El N. lingual inerva sensitivamente los • N. del músculo tensor del velo del paladar (M. tensor del velo del paladar)
dos tercios anteriores de la lengua, las fibras gustativas de la cuerda timpánica (aquí sin representar; para eso, v. C, pág. 237).
(ramo facial) se le posicionan encima (prestación aquí sin representar). Las
123
124
Rr. temporales
N. auricular
Rr. cigomáticos posterior
N. facial
R. cervical
R. marginal
mandibular
C Desdoblamiento de los ramos faciales para la musculatura de geniculado (v. pág. 126). La masa de las restantes fibras visceroeferentes del N.
la mímica facial, una vez abandonada la porción petrosa del temporal, forman en la glándula
Observe las distintas cualidades de fibras, de las que a continuación se comen- parótida el plexo intraparotídeo con los ramos siguientes para la muscula-
tan casi exclusivamente las visceroeferentes (branquiógenas) de la muscu- tura de la mímica: Rr. temporales, Rr. cigomáticos, Rr. bucales y R. marginal de la
latura de la mímica (referente a las demás cualidades de fibras, v. pág. 126). mandíbula. Estos ramos faciales se deben proteger en una operación de tumor
El N. estapedio (hacia el M. estapedio) aún dentro de la porción petrosa del parotídeo benigno para conservar la eficacia funcional de la musculatura de la
temporal surge del N. facial y solo se menciona aquí porque también posee fibras mímica. Existen además ramos más pequeños como el R.digástrico hacia el
visceroeferentes (referente a su recorrido, v. pág. 126). El N. facial después vientre posterior del M. digástrico y el R. estilohioideo hacia el M. estilohioideo
de salir de la porción petrosa del temporal por el foramen estilomastoideo, se (aquí sin representar). El ramo caudal más alejado del plexo intraparotídeo es
ramifica primero en N. auricular posterior, que inerva los músculos poste- el R. del cuello (= R. cervical). Forma una anastomosis (en la nomenclatura
riores de la oreja y el vientre posterior del M. occipitofrontal de modo visceroe- anterior, denominada asa cervical superficial) con el N.transverso de cuello, un
ferente. Por él discurren además las fibras somatosensitivas de la zona del oído ramo ventral del nervio espinal C3.
externo, cuyas células nerviosas pseudounipolares están situadas en el ganglio
Giro
precentral
centralmente por la 1ª neurona motora, cuyos pericariones se sitúan en la cor-
teza somatomotora primaria (= giro precentral) (curso de los axones en las
fibras corticonucleares).
Fibras Observe: El núcleo del n. facial podría decirse que está «dividido en dos»: su
cortico-
nucleares parte superior inerva la musculatura frontal y ocular (Rr. temporales), su parte
inferior, la musculatura de la mímica de la parte inferior de la cara. La parte
superior del núcleo facial recibe una inervación bilateral, la inferior una inerva-
ción exclusivamente contralateral a través de la 1ª neurona motora.
b Consecuencias clínicas (b y c): en una parálisis central (supranuclear)
(carencia de la 1ª neurona motora, en este caso, del lado izquierdo, v. b) está
paralizada la musculatura mímica contralateral de la mitad inferior de la cara,
sin embargo, la musculatura frontal y ocular contralateral están intactas: el án-
gulo bucal del paciente cuelga a la derecha (¡contralateral!) pero es posible
fruncir el ceño y cerrar los ojos en ambos lados; la articulación se encuen-
tra mermada. En una parálisis periférica (infranuclear) (carencia de la
Núcleo 2ª neurona motora, en este caso del lado derecho, v. c) toda la musculatura de
a N. facial del N. facial c
la mímica se encuentra ipsilateralmente paralizada: la arruga frontal desapare-
ce, el ángulo de la boca cuelga, la articulación está mermada, el cierre palpebral
es incompleto con fenómeno de Bell positivo (= en el intento de cerrar los
D Parálisis facial central y periférica ojos, la esclerótica se hace visible –el globo ocular gira fisiológicamente hacia
a En el núcleo del n. facial se sitúan los pericariones de la 2ª neurona moto- arriba–) y falta el reflejo de cierre palpebral. Según el punto de la lesión pue-
ra, cuyos axones visceroeferentes especiales discurren con el N. facial hacia den aparecer otras carencias adicionales como, por ejemplo, una secreción la-
la musculatura de la mímica ipsilateral. El núcleo del n. facial está inervado grimal y salivar reducida o la pérdida del gusto en los 2/3 anteriores de la lengua.
125
4.17 Nervio facial (VII): Curso por la porción petrosa del H. temporal;
fibras parasimpáticas visceroeferentes y visceroaferentes
1
Orificio auditivo
interno
2
B Esquema de ramificación del N. facial en la porción petrosa y su
N. petroso importancia diagnóstica en fracturas de la porción petrosa del
mayor H. temporal
3 Según los síntomas característicos se puede deducir el lugar de la lesión en la
N. estapedio
porción petrosa del H. temporal.
Observe: Solo se describen los síntomas principales del correspondiente lugar
Cuerda 4 de lesión. La diversidad sintomática se reduce cuanto más periférica sea la
del tímpano lesión del nervio en la porción petrosa.
126
Glándula
Ganglio N. lagrimal lagrimal
del trigémino
N. trigémino N. maxilar
N. petroso
profundo N. oftálmico
A. carótida interna
con el plexo
carotídeo interno R. comunicante
con el N.
Ganglio geniculado cigomático
N. petroso mayor
N. lingual
Ganglio submandibular
Glándula
sublingual
Rr. glandulares
Glándula
submandibular
C Fibras parasimpáticas visceroeferentes y visceroaferentes simpático. Las fibras postganglionares para la glándula lagrimal se posicionan
(fibras gustativas) del N. facial junto al N. maxilar y se dirigen (a través del R. comunicante con el N. cigomáti-
Las neuronas visceroeferentes parasimpáticas preganglionares surgen del co) a la glándula lagrimal. Los axones visceroaferentes (fibras gustativas) para
núcleo salivar superior. Sus axones salen/entran conjuntamente con los axo- los dos tercios anteriores de la lengua discurren por la cuerda del tímpano. Los
nes visceroaferentes como N. intermedio del puente y se posicionan junto a pericariones correspondientes de la neurona gustativa aferente pseudounipo-
fibras visceroeferentes procedentes del núcleo principal (núcleo del n. facial). lar, que corresponden a un ganglio espinal, se sitúan en el ganglio genicu-
Discurren primero por el N. petroso mayor antes de unirse en el conducto pte- lado. Por la cuerda del tímpano discurren además las fibras preganglionares
rigoideo a fibras simpáticas preganglionares (= N. petroso profundo) forman- visceroeferentes parasimpáticas para la glándula submandibular, la glándula
do el N. del conducto pterigoideo. El N. del conducto pterigoideo, que ahora sublingual y las pequeñas glándulas salivales de los dos tercios anteriores de
contiene fibras parasimpáticas y simpáticas, va al ganglio pterigopalatino la lengua. Estas fibras se posicionan junto al N. lingual (V3); efectúan el relevo
donde solo las fibras parasimpáticas hacen relevo con la glándula lagrimal y en el ganglio submandibular; Rr glandulares se dirigen luego hacia las res-
glándulas nasales; las fibras simpáticas ya han efectuado el relevo en el tronco pectivas glándulas.
D Nervios petrosos
N. petroso mayor Ramo preganglionar parasimpático del NC VII hacia el ganglio N. petroso menor Ramo preganglionar parasimpático del NC IX hacia el ganglio
pterigopalatino (glándula lagrimal, glándulas nasales) ótico (parótida, glándulas bucales y labiales, v. pág. 131)
127
128
Ganglio vestibular,
porción superior
N. ampular Raíz
anterior vestibular
N. ampular Raíz
lateral N. utricular coclear
Ganglio vestibular,
porción inferior
N. sacular
Ganglios
espirales
N. ampular
posterior
Flóculo
del cerebelo
Fibras directas
Núcleo coclear
hacia el cerebelo
anterior
Núcleo Núcleo coclear
vestibular posterior
superior
N. vestibulococlear
Raíz Núcleo
vestibular vestibular
medial
Ganglio
vestibular Núcleo
vestibular
lateral
Conductos Núcleo
semi- vestibular
circulares inferior Raíz N. vestibulococlear
coclear Cóclea con los ganglios
a b espirales
E Regiones nucleares del N. vestibulococlear en el tronco del en- bular sirve para la orientación espacial. La lesión aguda del órgano vestibular
céfalo se manifiesta clínicamente como vértigo.
Visión ventral del bulbo raquídeo y del puente. El oído interno y sus conexiones b Porción coclear: los ganglios espirales forman una cinta celular nerviosa
con los núcleos están representados de forma esquemática. que en su trayecto se adapta a la parte ósea central del caracol (cóclea).
Contiene células sensitivas bipolares, cuyas prolongaciones periféricas van
a Porción vestibular: en el ganglio vestibular se encuentran células sensiti- hacia las células ciliares del órgano de Corti. Sus prolongaciones centrales
vas bipolares, cuyas prolongaciones periféricas se dirigen hacia los conduc- se unen a la raíz coclear en el suelo del conducto auditivo interno y se dirigen
tos semicirculares del laberinto, el sáculo y el utrículo. Sus axones discurren hacia las dos zonas nucleares, laterales y dorsales a la región nuclear vesti-
como raíz vestibular hasta los cuatro núcleos vestibulares en el suelo de la bular. Referente a otras conexiones nucleares, v. pág. 484.
fosa romboidea (referente a otras conexiones, v. pág. 486). El órgano vesti-
129
Núcleo ambiguo b
R. para Rr. faríngeos Núcleo espinal Puntos de paso: sale del bulbo raquídeo y abandona el interior del cráneo por el
a el M. estilofaríngeo del n. trigémino foramen yugular.
e f
130
N. timpánico
N. carotido- N. trigémino
R. tubárico timpánico
N. petroso N. glosofaríngeo
menor N. mandibular
Plexo
timpánico
N. auriculo- N. petroso
temporal menor
Ganglio
Glándula ótico
parótida
Plexo
carotídeo
Fibras parasimpáticas
Canalículo timpánico postganglionares
con el N. timpánico (discurren durante un breve trayecto
con el N. auriculotemporal)
Ganglio
superior E Fibras (parasimpáticas) visceroeferentes del N. glosofaríngeo
Las fibras preganglionares parasimpáticas del núcleo salivar inferior salen
N. glosofaríngeo Ganglio Plexo
inferior timpánico junto con el N. glosofaríngeo del bulbo raquídeo y se ramifican como N. timpá-
nico inmediatamente después de su salida de la base del cráneo. En la cavidad
timpánica, el N. timpánico se ramifica en el plexo timpánico (v. B, pág. 146)
D Desdoblamiento del N. glosofaríngeo en la cavidad timpánica al que se unen fibras simpáticas postganglionares procedentes del plexo de
Visión frontal izquierda. El N. timpánico, que discurre en el conductillo tim- la A. meníngea media (aquí sin representar). Del plexo timpánico surge el
pánico por la cavidad timpánica, es el 1er ramo del N. glosofaríngeo y contie- N. petroso menor, que entra en la fosa creaneal media a través del hiato del
ne fibras (parasimpáticas) visceroeferentes para la glándula parótida y fibras conducto petroso menor. Situado bajo la duramadre, discurre por el foramen
somatoaferentes para la cavidad timpánica y la trompa auditiva. Junto con las lacerum hasta el ganglio ótico. Las fibras penetran por anastomosis en el N.
fibras simpáticas procedentes del plexo carotídeo (a través del N. carotidotim- auriculotemporal y llegan por otra anastomosis hasta el N. facial, a través de
pánico) forma el plexo timpánico. Las fibras parasimpáticas discurren como cuyos ramos se distribuyen fibras vegetativas en la glándula parótida.
N.petroso menor hacia el ganglio ótico (v. pág. 237), donde hacen relevo y pro-
siguen hasta la glándula parótida.
131
Ganglio superior – la musculatura faríngea (R. faríngeo; junto con el N. glosofaríngeo forma el
del n. vago plexo faríngeo), músculos del paladar blando (M. elevador del velo del pala-
dar, M. de la úvula);
Ganglio inferior – todos los músculos de la laringe: el N. laríngeo superior al M. cricotiroideo;
del n. vago el N. laríngeo inferior inerva los restantes músculos laríngeos (referente al
origen de las fibras, v. pág. 134);
R. faríngeo Foramen
yugular • visceroeferentes generales (parasimpáticos, v. Dg): eferentes parasimpáticos
N. laríngeo preganglionares del núcleo dorsal del n. vago en los ganglios prevertebrales o
superior intramurales cambian a fibras postganglionares que inervan la musculatura lisa
Núcleo espinal y las glándulas de:
a del n. trigémino
– vísceras torácicas y
– vísceras abdominales hasta la flexura cólica izquierda (punto de Cannon-
Núcleo dorsal Böhm);
Núcleo del tracto solitario, del n. vago
porción superior • somatoaferentes: en el núcleo espinal del n. trigémino terminan las prolongacio-
nes centrales de células ganglionares pseudounipolares, localizadas en el gan-
Núcleo del tracto glio superior (yugular) del N. vago. Las fibras periféricas proceden de:
solitario, – las meninges de la fosa craneal posterior (R. meníngeo, v. Df),
porción inferior – una pequeña zona cutánea detrás de la oreja (v. Db) y del conducto auditivo ex-
terno (R. auricular, v. Dc). El R. auricular es el único ramo cutáneo del N. vago;
Núcleo espinal
del n. trigémino
• visceroaferente especial: en el núcleo del tracto solitario, porción superior, ter-
Núcleo ambiguo minan prolongaciones centrales de células ganglionares pseudounipolares pro-
cedentes del ganglio inferior, cuyas prolongaciones periféricas inervan las yemas
gustativas de la epiglotis (v. Dd);
• visceroaferentes generales: los pericariones de estas aferencias se sitúan
b Oliva
igualmente en el ganglio inferior; las fibras centrales terminan en la porción
inferior del núcleo del tracto solitario, y las fibras periféricas inervan las áreas
siguientes:
A Región nuclear del N. vago
a Bulbo raquídeo, visión ventral. Salida del N. vago del bulbo raquídeo. – mucosa de la faringe caudal en transición con el esófago (v. Da),
b Corte transversal por el bulbo raquídeo a la altura de la oliva superior. – mucosa faríngea por encima (N. laríngeo superior) y por debajo (N. laríngeo
Observe las distintas regiones nucleares del N. vago y su función. inferior) de la hendidura glótica (v. Da),
– receptores de presión en el arco aórtico (v. De),
El núcleo ambiguo contiene fibras (branquiógenas) visceroeferentes para los – quimiorreceptores en el cuerpo aórtico (v. De) y
– vísceras torácicas y abdominales (v. Dg).
Nn. laríngeos superior e inferior. Está estructurado de forma somatotópica: la
neurona para el N. laríngeo superior se sitúa craneal, para el N. laríngeo infe- Organogénicamente el N. vago es el nervio del 4º y 5º arco faríngeo.
rior, caudal. El núcleo dorsal del n. vago se sitúa en el suelo de la fosa romboi-
dea y contiene las neuronas preganglionares parasimpáticas visceroeferentes. Clínicamente tiene gran importancia el N. laríngeo recurrente, que inerva de
En el núcleo espinal del n. trigémino terminan fibras somatoaferentes cuyas forma visceromotora el único abridor de la hendidura glótica (M. cricoaritenoideo
células ganglionares pseudounipolares se sitúan en el ganglio superior del N. posterior): su lesión unilateral provoca afonía, su lesión bilateral, disnea.
vago. Utilizan el N. vago solo como trayecto en tránsito. En el núcleo del trac-
to solitario terminan las prolongaciones centrales de las células ganglionares
pseudounipolares procedentes del ganglio inferior: son fibras gustativas y vis-
ceroaferentes.
132
Rr. faríngeos
N. laríngeo
superior
R. interno N. vago
R. externo
M. cricotiroideo R. externo
A. subclavia
b
Tronco
braquiocefálico
Arco aórtico C Ramos del N. vago (X) en la zona cervical
a El N. Vago entrega cuatro ramos en la zona cervical: Rr. faríngeos, N. laríngeo
N. laríngeo
recurrente superior, N. laríngeo recurrente y Rr. cardíacos cervicales.
El N. laríngeo recurrente tiene especial importancia clínica debido a su re-
Rr. cardíacos corrido. Puede lesionarse por:
cervicales
– un aneurisma aórtico, dado que a la derecha rodea la A. subclavia y a la
izquierda rodea el arco aórtico;
– metástasis en ganglios linfáticos de un carcinoma bronquial, dado que a la
izquierda discurre cerca del bronquio principal izquierdo;
– operación de la tiroides, dado que dorsolateralmente discurre cerca de
la tiroides.
b c
d e f g
133
134
b c
Fibras Lengua
cortico-
nucleares M. estilogloso
135
136
Orificios entre la base craneal externa e Orificios entre la base craneal externa
interna: y otros espacios:
Conducto yugular
1 N. glosofaríngeo (IX)
2 N. vago (X)
3 Seno petroso inferior
4 A. meníngea posterior
5 N. accesorio (XI) A Puntos de paso de nervios y vasos en la
6 V. yugular interna base del cráneo
Página izquierda: base craneal interna; página dere-
cha: base craneal externa.
Foramen mastoideo (simp. = simpático; parasimp. = parasimpático)
• V. emisaria mastoidea
• R. mastoidea de la A. occipital
137
• N. suboccipital (C1), Observe: El ramo dorsal del 1er nervio espinal (N.
• N. occipital mayor (C2) y suboccipital) es puramente motora (v. a), esto jus-
• N. occipital tercero (C3). tifica la inexistencia de un dermatoma C1.
138
N. hipogloso C1
N. occipital menor
N. occipital menor
C2 N. auricular mayor
N. auricular mayor
N. transverso
C3 del cuello
Asa cervical
profunda, N. transverso del cuello Nn. supraclaviculares
raíz superior C4
139
Ganglio superior
Tonsila
palatina Ganglio inferior
A Nervio glosofaríngeo
N. glosofaríngeo Visión izquierda. El N. glosofaríngeo (IX nervio
craneal) contiene las fibras motoras para el M.
N. vago
constrictor de la faringe y para el M. estilofaríngeo,
R. para el M. estilofaríngeo y las fibras sensitivas para la mucosa faríngea, las
tonsilas y el tercio posterior de la lengua, inclu-
N. glosofaríngeo, yendo las fibras gustativas. Forma anastomosis con
R. para el seno carotídeo el tronco simpático y con el N. vago para garantizar
la inervación autónoma de la región que inerva. El
N. glosofaríngeo, ramo carotídeo se extiende desde el ganglio infe-
Rr. faríngeos rior hasta el punto de bifurcación de la A. carótida
N. vago, común. Los impulsos de los mecano- y los quimio-
Rr. faríngeos rreceptores en el cuerpo carotídeo son conducidos
Plexo hacia el bulbo raquídeo y hacia los núcleos dorsales
faríngeo Glomus del N. vago (regulación de la presión sanguínea y de
carotídeo la frecuencia cardíaca).
Seno
carotídeo
Arco
M. hiogloso del n. hipogloso M. estilofaríngeo M. estilogloso N. hipogloso
Ramo ventral
de C1
C1
N. lingual C2
M. geniogloso
C3
M. geniohioideo R. tirohioideo
140
N. accesorio,
R. externo
N. glosofaríngeo
R. auricular
Ganglio Ganglio superior Ganglio cervical
superior del n. vago superior
Ganglio Ganglio inferior Rr. interganglionares
R. faríngeo inferior del n. vago
N. laríngeo N. vago Ganglio cervical
superior medio
N. laríngeo superior,
R. interno
N. laríngeo superior, Ganglio
R. externo estrellado
N. laríngeo
A. subclavia recurrente
derecha
Plexo
cardíaco
Arco N. laríngeo
aórtico recurrente
a b
D Nervio vago en el cuello y cadena simpática del cuello • N. laríngeo recurrente, que inerva los músculos somatomotores de la la-
a Visión ventral. El N. vago (X nervio craneal) contiene las fibras del segmento ringe y la mucosa que los envuelve (v. pág. 218). El N. laríngeo recurrente
craneal del parasimpático (parte del sistema nervioso autónomo) para el se extiende a la derecha alrededor de la A. subclavia y a la izquierda alr-
cuello, el tórax y parte de la cavidad abdominal. Se extiende atravesando la dedor del arco aórtico.
vaina carotídea del cuello (para ver topografía, v. pág. 242). Para la inervación
de la región del cuello y la cabeza salen tan solo unos pocos ramos: b Visión anterior. El tronco simpático del cuello forma parte del simpático y
termina unos 2 cm por debajo de la base del cráneo. Está formado por una
• R. auricular, un ramo sensitivo que inerva la superficie posterior de la oreja cadena de ganglios simpáticos cuyos axones postganglionares van dirigidos
y del conducto auditivo externo; a la región de la cabeza. Dichos axones forman los ramos interganglionares,
• R. faríngeo, fibras motoras para la inervación de la musculatura de la faringe la mayoría de las cuales terminan en un plexo alrededor de la A. carótida
y del paladar blando; externa, con la que continúan su recorrido hasta la cabeza. El ganglio más
• N. laríngeo superior, un nervio sensitivo y somatomotor mixto para la iner- inferior del cuello puede fusionarse con el 1er ganglio torácico formando el
vación de la musculatura de la laringe (M. cricotiroideo) y de la mucosa que ganglio cervicotorácico (estrellado).
la rodea;
141
N. vestibular
N. coclear
Cóclea
Martillo,
cabeza
Porción petrosa
del H. temporal
Estribo
M. tensor del
tímpano
Cavidad Trompa
timpánica auditiva
Membrana
Yunque timpánica
Apóf. estiloides
Conducto auditivo
externo
a
142
Ramas del
Escafa antihélix
Fosa
triangular
Cymba de la concha
Escotadura
intertrágica
Rr.
Antihélix Antitrago perforantes Aa. auriculares
anteriores
Concha Lóbulo
auricular de la oreja
B Oreja derecha
La oreja incluye un cartílago auricular (v. C), formando de esta manera un em- A. auricular
budo de ondas sonoras. posterior
a A. carótida externa
M. auricular
superior
M. mayor
del hélix
M. menor
del hélix
M. auricular
posterior Conducto auditivo Rr. perforantes
externo
M. auricular
M. del antitrago M. del trago posterior
Anastomosis
arqueadas
a
A. auricular
posterior
M. auricular M. oblicuo
superior de la oreja b A. carótida externa
M. auricular M. transverso
anterior de la oreja
143
Territorio Territorio
posterior anterior
A Oreja y conducto auditivo externo
Oreja derecha, visión lateral oblicua. La base car-
Conducto auditivo Ganglios parotídeos tilaginosa de la oreja y su suministro arterial ya se
externo superficiales han comentado en la unidad de aprendizaje ante-
rior. El drenaje linfático de la oreja se efectúa por
Ganglios mastoideos
tres territorios, pero todos ellos drenan directa o
(retroauriculares)
indirectamente a través de los ganglios linfáticos
Fascia cervicales laterales a lo largo de la V. yugular inter-
parotídea
na. El territorio inferior drena directamente en los
ganglios cervicales laterales, el territorio anterior
lo hace previamente por los ganglios parotídeos, el
Territorio Ganglios parotídeos
profundos posterior, previamente por las estaciones linfáticas
inferior de los ganglios mastoideos.
V. yugular Glándula
interna parótida
Ganglios cervicales
laterales
N. trigémino, N. trigémino,
N. auriculo- N. auriculotemporal
temporal
N. facial
Plexo cervical, Nn. occipital menor Plexo cervical, Nn. occipital menor
a y auricular mayor b y auricular mayor
144
Martillo
C Conducto auditivo externo, membrana y cavidad timpánicas externo óseo). Especialmente en la porción cartilaginosa, el conducto auditivo
Oreja derecha, corte frontal; visión ventral. La membrana timpánica (v. E) de- externo presenta numerosas glándulas sebáceas y ceruminosas bajo el epitelio
limita el conducto auditivo externo respecto a la cavidad timpánica, ya perte- escamoso poliestratificado queratinizado. Las glándulas ceruminosas producen
neciente al oído medio (v. pág. 146). El conducto auditivo externo curvado en una secreción fluida que junto con el sebo y células epiteliales expulsadas for-
forma de «S» (v. D) tiene una longitud de unos 3 cm y un diámetro medio de man el cerumen. Sirve de protección (ante penetración de cuerpos extraños) y
0,6 cm. En su porción inicial, la pared está reforzada por un cartílago elásti- evita que el epitelio se seque. Por esponjamiento (agua en el conducto auditivo
co (conducto auditivo externo cartilaginoso), en su porción interna la pared externo después de nadar) el conducto auditivo puede obturarse (tapón de ce-
ósea está formada por la porción timpánica del H. temporal (conducto auditivo rumen). La consecuencia es una hipoacusia pasajera.
Membrana Escotadura
timpánica Prominencia timpánica
del martillo
Estría posterior de la Porción flácida
membrana timpánica
Estría anterior de la
Yunque membrana timpánica
Estribo IV Porción tensa
I
a Ombligo
Cabeza Estría del martillo
de la III II
H. timpánico Reflejo de la luz
mandíbula
E Membrana timpánica
Membrana timpánica derecha, visión externa. La membrana timpánica sana
presenta un color gris perla, es ovalada y tiene una superficie central de unos
b c 75 mm2. Se distingue una pequeña porción flácida (membrana de Shrapnell) y
una gran porción tensa que en el centro está encogida en forma de embudo, el
D Curvatura del conducto auditivo externo ombligo de la membrana timpánica. El ombligo forma el extremo inferior del
Oreja derecha, visión frontal (a) y horizontal (b). manubrio del martillo, una acreción en la parte interna de la membrana timpá-
Sobre todo en la porción cartilaginosa, el conducto auditivo externo se presenta nica. Brilla en forma de estría clara (estría del martillo) a través de la porción
curvado. El conocimiento de esta curvatura es muy significativa en el consulto- tensa. La membrana timpánica se divide en cuatro cuadrantes. Esta división
rio: en la inspección de la membrana timpánica con la ayuda de un otoscopio se resulta a lo largo de la estría del martillo y su correspondiente vertical (el pun-
debe estirar la oreja hacia atrás y arriba, para estirar así la porción cartilaginosa to de intersección es el ombligo). Tiene importancia clínica dado que sirve de
del conducto auditivo, posicionándolo recto y poder introducir el embudo del descripción en la localización de cambios patológicos. Referente a la función de
otoscopio (c). la membrana timpánica, v. págs. 142 y 148. En una membrana timpánica normal,
Observe la proximidad de la pared anterior cartilaginosa del conducto auditivo la luz incidente forma un reflejo triangular, cuya posición nos permite sacar
externo y la Art. de la mandíbula. Si se introduce, por ejemplo, el dedo meñique conclusiones sobre la tensión de la membrana.
en la parte más externa del conducto auditivo, se pueden notar los movimien-
tos de la cabeza de la mandíbula.
145
Trompa
auditiva
Cavidad timpánica A Extensión y conexiones del oído medio
A. carótida Porción petrosa del H. temporal derecho, visión
interna Martillo craneal. El oído medio (azul turquesa) se sitúa en
la porción petrosa entre el oído externo (amarillo)
Cóclea Yunque
y el oído interno (verde). En la cavidad timpánica
N. facial Conducto semicircular del oído medio se encuentra una cadena de peque-
anterior ños huesecillos, de los que aquí resultan visibles
N. coclear el martillo y el yunque. La cavidad timpánica pre-
Conducto auditivo
N. vestibular externo senta ventralmente a través de la trompa auditiva
una conexión con la faringe, y dorsalmente con las
Vestíbulo Conducto semicircular celdillas mastoideas. Gérmenes procedentes de la
lateral faringe pueden por ello propagarse hasta las cel-
Acueducto coclear dillas mastoideas y causar allí graves inflamaciones
Celdillas
mastoideas (v. C).
Saco endolinfático
Oreja
Conducto
semicircular Seno
posterior sigmoideo
Martillo N. facial
Membrana Plexo
timpánica timpánico
Conducto auditivo
externo N. timpánico
B Paredes de la cavidad timpánica • pared inferior (pared yugular): forma el suelo de la cavidad timpánica y limita
Visión ventral, la pared ventral está suprimida. La cavidad timpánica es un espa- con el bulbo de la V. yugular;
cio ligeramente oblicuo con seis paredes: • pared posterior (pared mastoidea): limita con las celdillas mastoideas de la
Apóf. mastoides a las que se llega por la entrada al antro mastoideo;
• pared lateral (pared membranosa): limita con el oído externo, está en gran • pared superior (pared tegmentaria): forma el techo de la cavidad timpá-
parte formada por la membrana timpánica; nica;
• pared medial (pared laberíntica): limita con el oído interno; especialmente • pared anterior (pared carotídea, aquí suprimida): contiene la entrada a la
llamativo es el abovedamiento (promontorio) de la base del conducto espi- trompa auditiva y limita con el conducto carotídeo.
ral de la cóclea (caracol);
146
Trompa auditiva
Pared laberíntica
Plexo carotídeo
Pared mastoidea
interno
C Cavidad timpánica: relaciones de vecindad clínicamente impor- lóbulo temporal); a través de los espacios neumáticos hasta la Apóf. mastoides
tantes (mastoiditis) al seno sigmoideo (trombosis del seno); a través de las células
Corte sagital oblicuo; visión lateral de la pared laberíntica, v. B. Las relaciones neumatizadas del vértice piramidal al espacio subaracnoideo con consecuencia
de vecindad son clínicamente importantes, sobre todo en graves inflamaciones de una parálisis del abducens, irritación del N. trigémino además de trastornos
supurantes del oído medio (otitis media), dado que los gérmenes pueden pro- de la visión (síndrome de Gradenigo) y al conducto facial con consecuencia de
pagarse a regiones vecinas, por ejemplo, a través de la pared tegmentaria hacia una paresia facial.
arriba, a la fosa craneal media (meningitis, abscesos craneales sobre todo del
A. carótida interna
D Trompa auditiva efectúa por los músculos del velo del paladar (Mm. tensor y elevador del velo
Visión medial de la mitad derecha de la cabeza. La trompa establece una co- del paladar) y el M. salpingofaríngeo, una parte del M. constrictor superior de
nexión abierta entre el oído medio y la faringe. Está formada por una porción la faringe. Las fibras del M. tensor del velo del paladar, que surgen de la lámi-
ósea (1/3) y una porción cartilaginosa (2/3). La porción ósea está en la porción na membranosa, juegan un papel importante: cuando el M. tensor del velo del
petrosa del temporal, la porción cartilaginosa continúa hasta la faringe abrién- paladar tensa el velo palatino durante la deglución, sus fibras estiran simultá-
dose en forma de trompeta. Presenta un gancho en el que se inserta una lámina neamente la lámina membranosa abriendo así las trompas auditivas. La trompa
membranosa que aumenta hacia la faringe. Encima de este gancho se encuen- auditiva por dentro está recubierta de epitelio respiratorio ciliar, cuyos cilios
tra un orificio permanente, el llamado conducto de seguridad: garantiza una se mueven en dirección a la faringe, manteniendo así posibles gérmenes aleja-
constante aireación del oído medio. Aparte, la trompa auditiva se abre en cada dos de la cavidad timpánica del oído medio. Cuando fracasa este mecanismo de
acto de deglución. Gracias a esta aireación, la presión del oído medio se iguala protección, los gérmenes pueden viajar hacia arriba y provocar una inflamación
a la presión del entorno. Es esencial para la normal movilidad de la membrana supurante del oído medio (v. C).
timpánica, sin la que habría una hipoacusia. La apertura de la trompa auditiva se
147
Cabeza
Carilla articular del martillo
para el yunque Martillo
Cuello Cuello
del martillo del martillo
Apóf. Yunque
Apóf.
lateral lateral Estribo
Manubrio
del martillo Ventana oval
Apóf. con el
a b anterior Membrana Lig. anular
timpánica del estribo
Cavidad
Cuerpo Cuerpo
Carilla a timpánica
del yunque del yunque
articular para
el martillo Rama
Rama corta
corta Apóf.
Rama piramidal Ventana oval
larga con el Lig. anular
c d Tendón del estribo
del estribo
Apóf.
lenticular b c
Cabeza
del estribo Cuello
Rama del estribo
posterior Martillo Yunque
Rama
anterior
e
Eje Ventana
Art.
del movimiento oval
incudomaleolar
f Base del estribo Cabeza del martillo
Cuello d Estribo
del martillo
Rama corta
Apóf. B Función de la cadena de huesecillos del oído
Cuerpo del yunque Visión frontal.
anterior
Art. Manubrio a Ondas sonoras, es decir, oscilaciones periódicas de la presión del aire, ha-
incudoestapedial del martillo cen vibrar la membrana timpánica. A través de la cadena de huesecillos del
oído estas vibraciones de la membrana timpánica y, por lo tanto, las ondas
Rama
Rama sonoras son transmitidas por la ventana oval a un medio acuoso (perilinfa).
posterior
anterior Mientras la resistencia de las ondas por el aire es reducida, en la perilinfa es
alta. Por esto, es necesaria una amplificación de las ondas sonoras (llamada
g Base del estribo transformación de la impedancia). Se obtiene una amplificación de 17 veces
más mediante la diferencia de áreas (relación entre el área de la membrana
A Huesecillos del oído timpánica y el área de la ventana oval) además de una amplificación (1,3 ve-
Se han representado los huesecillos del oído izquierdo. Tres pequeños huesos ces) por el efecto de manubrio de la cadena de huesecillos. Así se consigue
dispuestos uno detrás de otro forman la cadena de huesecillos del oído (refe- una amplificación total de la presión sonora de 22 veces más. Cuando falla
rente a su función, v. B). Establecen una conexión articular entre la membrana la transformación de la presión sonora desde la membrana timpánica a la
timpánica y la ventana oval. Constan de: base del estribo, aparece una sordera de conducción (pérdida auditiva de
unos 20 dB).
• martillo, b y c Por la presión sonora sobre la membrana timpánica, se desplaza la ca-
• yunque y dena de huesecillos del oído. Esto provoca un movimiento de inclinación del
• estribo. estribo (b posición normal, c posición inclinada). El movimiento del estribo
produce entonces un movimiento ondular de la columna líquida en el oído
ayb martillo: visión posterior y anterior; interno.
cyd yunque: visión medial, anterior y lateral; d La consecuencia de los movimientos de la cadena de huesecillos del oído
eyf estribo: visión superior y medial; son movimientos pendulares (el eje del movimiento se ha marcado con una
g cadena de huesecillos del oído en visión medial. línea intermitente, la dirección del movimiento con flechas). La movilidad de
la cadena de huesecillos del oído está influida por dos músculos: M. tensor
Observe la conexión articular entre el martillo y el yunque (Art. incudomaleo- del tímpano y M. estapedio (v. C).
lar) así como entre el yunque y el estribo (Art. incudoestapedial).
148
C Cadena de huesecillos del oído en la cavidad timpánica no, la variación de la impedancia (amplificación de las ondas sonoras) permite
Visión lateral del oído derecho. Se hacen visibles las articulaciones y el aparato medir la función de este músculo (examen del reflejo estapédico). El M. tensor
ligamentario. Además, se reconocen los dos músculos del oído medio, el M. es- del tímpano (inervación: N. del músculo tensor del tímpano, V3) cuando se con-
tapedio y el M. tensor del tímpano. El M. estapedio (inervación: R. estapedio del trae tensa la membrana timpánica y también disminuye la transmisión sonora.
N. facial) se inserta en el estribo. Su contracción provoca la rigidez de la cadena Ambos músculos se contraen de forma refleja ante estímulos sonoros altos.
de huesecillos, lo que disminuye la transmisión sonora hacia el oído interno. Observe: La cuerda timpánica, que contiene fibras gustativas para los 2/3 anterio-
Esta función de filtro es especialmente importante en sonidos agudos («filtro res de la lengua, discurre a través del oído medio sin protección ósea alguna
de tonos altos»). Si emitimos un sonido por una sonda situada en el oído exter- (peligro de dañarla en operaciones).
149
Duramadre craneal
Saco Cóclea
endolinfático
45° Conducto
Crestas semicircular
ampulares anterior
Acueducto Conducto
90°
vestibular semicircular
lateral
Utrículo
45° Conducto
Mácula semicircular
del utrículo posterior
Ventana
Mácula
oval
del sáculo a N. facial,
Estribo N. vestibulococlear
Sáculo
Ventana Cóclea Conducto semicircular Conducto semicircular
redonda posterior anterior
Conducto
reuniens
Acueducto H. temporal,
coclear porción
escamosa
Rampa Helicotrema Rampa Conducto
timpánica vestibular coclear Vestíbulo
Cóclea
A Esquema del oído interno Plano horizontal
30º
El oído interno se sitúa en el interior de la porción petrosa del H. temporal de Frankfurt
(v. B) y contiene los órganos auditivo y del equilibrio (v. pág. 146). Consta de
un laberinto membranoso, rodeado por un sistema hueco análogamente for- Conducto
mado, el laberinto óseo. Al órgano auditivo pertenece el laberinto coclear semicircular
lateral
con su conducto membranoso espiral (conducto coclear), que forma junto con
b
su envoltorio óseo la cóclea. Contiene el epitelio sensitivo del órgano auditivo
(órgano de Corti). Al órgano del equilibrio pertenece el laberinto vestibular Apóf. Orificio auditivo
mastoides externo
con los tres conductos semicirculares así como un sáculo y un utrículo, de los
que cada uno contiene epitelio sensitivo. Mientras los arcos semicirculares se
presentan cada uno individualmente rodeado por el envoltorio óseo (conduc- B Proyección del oído interno sobre el cráneo óseo
tos semicirculares), el utrículo y el sáculo están conjuntamente en una cápsula a Visión craneal de la porción petrosa del H. temporal; b visión lateral derecha
ósea, el vestíbulo. El espacio hueco del laberinto óseo está relleno de perilinfa de la porción escamosa del H. temporal.
(espacio perilinfático, beis), cuya composición corresponde a un ultrafiltrado El vértice de la espiral (cóclea) está orientado hacia lateral y adelante, no hacia
de la sangre. El espacio perilinfático está unido al espacio subaracnoideo por arriba, como podría pensarse intuitivamente. Los conductos óseos arqueados
el acueducto coclear (= conducto perilinfático); finaliza en la cara posterior de (conductos semicirculares) están dispuestos en un ángulo de 45° respecto a
la porción petrosa por debajo del orificio auditivo interno. El laberinto membra- los planos principales de la cabeza (frontal, horizontal, sagital) (importante
noso está «nadando» por decirlo de alguna manera en el laberinto óseo, al que para la orientación cuando se visualizan tomografías computadas de cortes fi-
está laxamente unido por fibras de tejido conectivo. Está relleno de endolinfa nos de la porción petrosa).
(espacio endolinfático, azul verdoso), cuya composición iónica corresponde Observe: La posición de los conductos semicirculares tiene importancia clínica
a la del interior celular. El espacio endolinfático de los órganos auditivo y de al efectuar el control térmico funcional del aparato vestibular. El conducto se-
equilibrio se comunican entre sí por el conducto reuniens, y por el acueduc- micircular lateral (horizontal) está 30° inclinado hacia adelante (v. b). Cuando
to vestibular (conducto endolinfático) con el sáculo endolinfático, una bolsa se levanta 30° la cabeza del paciente que está en posición decúbito supino (!),
epidural situada junto a la cara posterior de la porción petrosa, en que se re- el conducto semicircular horizontal se encuentra vertical. Dado que los líqui-
absorbe la endolinfa. dos calientes ascienden, mediante el lavado del conducto auditivo con agua ca-
liente (44°) o más fría (30°) (en relación a la temperatura corporal normal) se
puede originar una corriente térmica en la endolinfa del conducto semicircular
que puede provocar un nistagmo vestibular (movimientos oculares bruscos,
reflejo vestíbulo-ocular). Dado que los movimientos de cabeza siempre exci-
tan ambos aparatos vestibulares, el examen térmico es el único método para
controlar los aparatos vestibulares separadamente (importante en vértigo de
origen incierto).
150
Saco R. comunicante
endolinfático coclear
N. ampular N. intermedio
lateral
N. coclear
Rama común
N. sacular
N. utricular
N. ampular
Conducto posterior
semicircular
lateral Modiolo
Ampolla
posterior Ventana
oval Ventana
redonda
C Inervación del laberinto membranoso Los impulsos aferentes de los órganos receptores de la cóclea (es decir,
Oído derecho, visión frontal. Los impulsos aferentes de los órganos recep- del órgano auditivo) se transmiten primero a través de apófisis dendríticas
tores del utrículo, del sáculo y de los conductos semicirculares (es decir, del (periféricas) a los ganglios espirales, que contienen los pericariones de las cé-
órgano del equilibrio) se transmiten primero a través de prolongaciones lulas ganglionares bipolares. Se sitúan en el núcleo óseo central de la cóclea
dendríticas (periféricas) al ganglio vestibular bipartito (porción superior e (modiolo). Sus apófisis centrales forman el N. coclear, que se une al N. vestibu-
inferior), que contiene los pericariones de las neuronas aferentes (células lar formando el N. vestibulococlear.
ganglionares bipolares). Sus prolongaciones centrales forman el N. vestibular, Observe también el N. facial, parcialmente seccionado, con sus fibras parasim-
que discurre junto con el N. coclear por el conducto auditivo interno y el ángulo páticas (N. intermedio) en el interior del conducto auditivo (v. D).
pontocerebeloso al tronco del encéfalo.
151
a H. petroso Conductos
semicirculares
Membrana
Rampa vestibular de Reissner
Lig. espiral
Espacio de Nuel
Estría
Célula ciliar vascular
Limbo espiral interna Conducto
coclear
Lámina Membrana
espiral ósea tectoria
Células ciliares
Ganglio
espiral externas
Membrana
basilar
Rampa timpánica
152
Martillo Yunque
Estribo
Lig. anular
del estribo
Ventana
oval
Ventana Ventana
redonda redonda
Membrana Membrana
basilar basilar
Membrana
timpánica Rampa
a b timpánica
B Acción conjunta del oído medio e interno en la percepción audi- b Formación de la onda viajera en la cóclea: la onda sonora se inicia
tiva en la ventana oval (ventana vestibular), sube por la rampa vestibular hasta
a Transmisión de ondas sonoras del oído medio al oído interno: el vértice coclear («onda viajera»). La amplitud de la onda viajera aumenta
las ondas sonoras son recogidas por la membrana timpánica y conducidas durante su curso dependiendo de la frecuencia de la onda sonora, y alcanza
a la ventana oval (ventana vestibular) por la cadena de huesecillos del oído. en determinados lugares su amplitud máxima (aquí representado de forma
Esta membrana empieza a vibrar por presión sonora, vibraciones que son exagerada). En este punto se excitan los receptores de los órganos de Corti,
transmitidas por la perilinfa a la membrana basal del oído interno (v. b). La es aquí donde tiene lugar la transducción de señal. Para comprender este
ventana redonda (ventana coclear) sirve para compensar la presión. proceso se debe conocer primero la constitución del órgano de Corti (=
órgano auditivo en sentido estricto) que se aprecia en el esquema siguiente.
Desplazamiento
C Órgano de Corti en reposo (a) y durante la aparición de una los estereocilios de las células ciliares externas se doblan. Las células ciliares
onda viajera (b) varían su longitud activamente y refuerzan así localmente la onda viajera. Esto
La onda viajera se origina por las vibraciones de la ventana oval (v. Bb). En cada a su vez hace que los estereocilios de las células ciliares internas se doblen y
lugar típico para una determinada frecuencia resulta un desplazamiento máxi- liberen glutamato procedente de sus polos basales. Esto provoca en las fibras
mo de las membranas basilar y tectoria; aquí se originan movimientos de tijera nerviosas aferentes un potencial excitatorio que es transmitido al encéfalo
de las dos membranas una contra otra. Mediante estos movimientos de tijera, (detalles, v. libros de texto de fisiología).
153
Cresta ampular
Conducto semicircular con el N. ampular
A Constitución del órgano vestibular anterior (óseo) anterior Ganglio vestibular,
El órgano vestibular consta de tres conductos porción superior
arqueados membranosos (conductos semicircu- Conducto semicircular
lares) que presentan en su ensanchamiento anterior (membranoso)
Ganglio vestibular,
(ampolla) crestas sensitivas (crestas de la ampo- Cresta ampular porción inferior
lla), además del sáculo y del utrículo con sus má- con el N. ampular
culas (mácula del sáculo, mácula del utrículo; re- lateral
ferente a la posición en la porción petrosa, v. B, Utrículo
pág. 150). Los órganos sensitivos en los conductos Saco
endolinfático Mácula del utrículo
semicirculares reaccionan al incremento de giro, con el N. utricular
los órganos maculares que están posicionados casi
vertical u horizontalmente reaccionan a la acelera- Conducto Mácula del sáculo
ción lineal horizontal (mácula del utrículo) o verti- semicircular con el N. sacular
cal (mácula del sáculo) en sentido de la fuerza de lateral
Sáculo
gravedad.
Conducto
semicircular
B Constitución de la ampolla y cresta de la
posterior
ampolla
Corte transversal por la ampolla del conducto se- Cresta ampular Conducto
micircular. Cada conducto semicircular posee en Conducto con el N. ampular reuniens
su terminación una ampliación (ampolla), en la que endolinfático posterior
hay transversalmente dispuesta una franja de teji-
do conectivo y epitelio sensitivo (cresta de la am-
polla). Sobre la cresta de la ampolla se encuentra
una cúpula en forma de galería sujeta al techo de
Conducto Ampolla
la ampolla. Las células sensitivas de la cresta de la
semicircular
ampolla (unas 7.000 células) presentan cada una en
su polo apical un largo cinocilio y unos 80 estereo- Cúpula
cilios algo más cortos, con los que penetran en la
cúpula. En movimientos giratorios de la cabeza, en Cilio de la célula
sensitiva
el plano del correspondiente conducto semicircu-
lar y por la laxitud de las endolinfas, se origina un Célula de sostén
desplazamiento de la cúpula, que a su vez produce
el doblamiento de los estereocilios. Según la direc- Célula sensitiva
ción de la inclinación de los cilios, las células sensi-
tivas se despolarizan (excitación) o hiperpolarizan
(inhibición) (detalles, v. E).
Cresta
ampular
C Constitución de la mácula estática
(= máculas del sáculo y del utrículo)
Dentro del recubrimiento epitelial del sáculo y del
utrículo, se encuentra un área ovalada en la que
hay dispuestas células sensitivas y de sostén, de Estatolitos
un diámetro aproximado de 2 mm. De modo similar
a las células sensitivas de la cresta de la ampolla,
las células sensitivas de los órganos maculares Membrana Estereocilios de
poseen apicalmente numerosos cilios con los que estatolítica la célula ciliar tipo II
penetran en una llamada membrana estatolítica Estereocilios de
(otolítica). Esta consta, similar a la cúpula, de una la célula ciliar tipo I
capa coloide en cuya superficie se insertan además
cristales de carbonato de calcio (estatolitos u oto- Célula ciliar tipo II
litos). A causa de este elevado peso específico, la
Célula ciliar tipo I
incidencia de un incremento lineal hace que estos
estatolitos estiren la masa coloide, lo que causa de
nuevo una flexión de los cilios. Dependiendo de la
dirección de los cilios en los distintos campos, un Membrana
movimiento puede provocar o la depolarización o la propia
hiperpolarización de células sensitivas.
Célula Fibras nerviosas
de sostén aferentes
154
Ampolla membranosa
anterior
Ampolla membranosa
lateral
Mácula
del utrículo
Mácula del
sáculo
Ampolla membranosa
posterior
Conducto
coclear
E Diferentes orientaciones de los estereocilios en el aparato ves- F Acción conjunta de los conductos semicirculares contralaterales
tibular (cresta de la ampolla y mácula estática) en un giro de cabeza
Dado que el estímulo en las células sensitivas por desviación de los estereoci- En un giro de cabeza hacia la derecha (flecha roja), la endolinfa fluye hacia
lios del o hacia el cinocilio causa la transducción de la señal, los cilios deben la izquierda a causa de la laxitud de su masa (flecha azul continua), tomando
tener una disposición espacial diferenciada para que en cada movimiento o giro la cabeza como punto de referencia. Por la disposición de los estereocilios,
de la cabeza en el espacio se exciten o inhiban determinados receptores. En los órganos de los conductos semicirculares de la derecha y de la izquierda
la disposición ciliar aquí representada, se aprecia que a cada dirección en el se estimulan contrariamente. A la derecha hay un desvío de los estereocilios
espacio le corresponde un área receptora de máxima percepción. Las flechas en dirección al cinocilio (flecha discontinua; consecuencia: hay un aumento
marcan la polarización de los cilios, es decir, la punta de la flecha siempre indi- de la frecuencia del impulso), a la izquierda, en cambio, los estereocilios se
ca la dirección del cinocilio. apartan del cinocilio (línea discontinua; consecuencia: se reduce la frecuencia
Observe que las células sensitivas en las áreas sensitivas del utrículo y del sácu- del impulso). Esta disposición sirve para aumentar el contraste excitatorio y
lo están dispuestas en dirección contraria. para aumentar la percepción, es decir, la diferencia entre la disminución de la
frecuencia del impulso por un lado y el aumento de la frecuencia del impulso
por otro que tiene como consecuencia que el estímulo sea percibido con mayor
intensidad.
155
A. timpánica superior A. meníngea media M. tensor del tímpano, techo de la cavidad timpánica,
estribo
A. laberíntica N. facial
R. descendente R. petroso
de la A. petrosa
superficial N. petroso mayor
A. timpánica superior
A. crural anterior
N. petroso menor
A. carótida
A. crural posterior
interna
A. estilomastoidea,
R. timpánica
posterior
R. para el M.
estapedio (R.
estapedia)
A. estilomastoidea
Trompa
auditiva
N. facial M. tensor
del tímpano
Aa. carotidotimpánicas
A. mastoidea R. timpánica
posterior A. auricular A. timpánica
profunda inferior
156
A. timpánica superior
N. facial
M. tensor del tímpano
R. estapedia
A. timpánica anterior
Estribo
A. timpánica posterior
Trompa auditiva
A. estilomastoidea
C Vasos sanguíneos de la cadena de huesecillos del oído y de la la membrana timpánica, las arterias pueden aumentar bastante, de manera
membrana timpánica que su curso por la membrana puede resultar visible como aquí se ha repre-
Visión medial de la membrana timpánica derecha. El principal suministro sentado.
de esta zona se efectúa por la A. timpánica anterior. En una inflamación de
Ganglio N. vestibular
A. vestibular vestibular
N. facial
N. intermedio
N. coclear
A. coclear común
A. vestibulo coclear
A. coclear propia
V. de la ventana
redonda
V. del acueducto
coclear
D Suministro arterial del laberinto
Visión frontal derecha. El suministro arterial de todo el laberinto se efectúa
por la A. laberíntica, una rama de la A. cerebelosa anteroinferior. En ocasiones
surge directamente de la A. basilar.
157
158
Amplitud de la Párpado
Techo hendidura palpebral 28-30 mm inferior
orbitario Periórbita
M. elevador
del párpado superior
Septo
orbitario M. recto superior
Fondo de saco
M. orbicular conjuntival superior
del ojo,
porción orbitaria M. tarsal superior
Tarso superior con
glándulas tarsales
(glándula de Meibomio)
Párpado Lente
superior Córnea Fondo de saco
conjuntival
Iris superior
Cuerpo ciliar
Conjuntiva
Tarso inferior
ocular
Glándulas de Zeis Retina
y de Moll Conjuntiva
Esclerótica palpebral
C Constitución de los párpados y de la conjuntiva conjuntiva (llamada conjuntiva) es una fina y brillante capa mucosa que se
a Corte sagital por la cavidad orbitaria anterior; b localización de la con- subdivide en conjuntiva tarsal o palpebral (v. arriba), fondo de saco conjun-
juntiva. tival y conjuntiva ocular. La conjuntiva ocular delimita con la superficie de la
En el párpado se diferencia clínicamente una hoja externa y otra interna, con córnea. Conjuntamente forman el saco conjuntival que sobre todo asegura
los elementos constitutivos siguientes: lo siguiente:
• Hoja externa: piel palpebral; glándulas sudoríparas; glándulas ciliares (= • la movilidad del globo ocular,
glándulas sudoríparas o glándulas de Moll modificadas) y glándulas sebá- • el movimiento indoloro y libre entre las capas mucosas de la conjuntiva tarsal
ceas, así como los músculos estriados M. orbicular del ojo y M. elevador del y ocular (lubricante: líquido lagrimal) y
párpado (solo superior), inervados por el N. facial y el N. oculomotor. • la protección ante agentes patógenos (acumulación de linfocitos en el fondo
• Hoja interna: tarso, Mm. tarsales superior e inferior (también denominados de saco conjuntival).
M. tarsal de Müller; lisos, inervados por el simpático), conjuntiva tarsal o
palpebral y glándulas tarsales (glándulas sebáceas o glándula de Meibomio). El saco conjuntival forma un fondo de saco conjuntival superior e inferior, en los
que se pueden introducir medicamentos en gotas. Las inflamaciones conjunti-
El parpadeo regular (20-30 veces por minuto) asegura que el ojo no se seque vales son frecuentes y provocan tal ensanchamiento de vasos conjuntivales que
(reparto regular de líquido lagrimal y secreciones, v. pág. 155). Estímulos me- aparece un «ojo enrojecido». A la inversa, una carencia de eritrocitos (anemia)
cánicos (por ejemplo, granos de arena) desencadenan el reflejo de cierre pal- en la conjuntiva hace que los vasos sanguíneos se hagan menos manifiestos. Por
pebral que asimismo sirve de protección a la córnea y a la conjuntiva. La túnica ello en cada exploración clínica se debe examinar siempre la conjuntiva.
159
M. elevador
Septo del párpado superior
orbitario
Carúncula
lagrimal
Glándula lagrimal,
porción orbitaria
Canalículos lagrimales
superior e inferior
Glándula lagrimal,
porción palpebral Lig. palpebral medial
Párpado
superior Saco lagrimal
Conducto
nasolagrimal
A Aparato lagrimal lagrimal proceden del ganglio cervical superior y llegan a través de las arterias
Ojo derecho, visión frontal; el tabique (septo) orbitario está parcialmente supri- hasta la glándula lagrimal; la inervación parasimpática es compleja (v. pág. 127).
mido y el tendón de inserción del M. elevador del párpado superior, seccionado. Para comprender el aparato lagrimal, se debe seguir el flujo lagrimal desde
La glándula lagrimal, del tamaño de una avellana, se sitúa en la fosa de la la parte superior temporal (o lateral) oblicuamente hasta la parte inferior nasal
glándula lagrimal del H. frontal y forma la mayor parte del líquido lagrimal. Exis- (o medial): el líquido lagrimal llega a través de los puntos lagrimales (superior
ten además pequeñas glándulas lagrimales accesorias (glándulas de Krause o e inferior) a los conductillos lagrimales (superior e inferior) y de allí al saco
de Wolfring). El tendón del M. elevador del párpado subdivide la glándula lagri- lagrimal. Finalmente se drena por el conducto nasolagrimal debajo del cornete
mal, que normalmente no resulta visible, en una porción orbitaria (2/3) y una nasal inferior. Cuando el orificio del conducto nasolagrimal se encuentra obtu-
porción palpebral (1/3). Las fibras simpáticas para la inervación de la glándula rado (por ejemplo, por un resfriado), lagrimean los ojos.
160
Temporal Nasal
Células
caliciformes
Saco
M. orbicular lagrimal
del ojo
B Reparto de las células caliciformes por la conjuntiva D Propulsión mecánica del líquido lagrimal
(según Calabria y Rolando) La contracción del M. orbicular durante el cierre palpebral va desde temporal
Las células caliciformes son células secretoras de mucosidad que forman par- hacia nasal. La contracción es controlada por el N. facial. Contracciones sucesi-
te de un epitelio de revestimiento. Su secreción (mucinas) son un elemento vas presionan el líquido en dirección a las vías lagrimales.
constituyente importante del líquido lagrimal (v. C). Las mucinas, además de Observe: En una parálisis facial no se efectúa el cierre palpebral y se seca el
las células caliciformes, son secretadas por la glándula lagrimal. ojo.
C Constitución de la película lagrimal (según Lang) E Obstáculos en las vías lagrimales (según Lang)
La película lagrimal es un líquido complejo con varias capas morfológicamente Obstáculos en las vías lagrimales pueden ser localizados mediante un líquido
definidas, cada uno de cuyos componentes está formado por distintas glándu- especial. Para ello es necesario conocer la anatomía del aparato lagrimal y las
las. La capa lípida externa impide la rápida evaporación de la película lagrimal. vías de salida normales del líquido lagrimal (v. A).
161
Limbo de la córnea
Epitelio pigmentado
del cuerpo ciliar
Cuerpo ciliar,
M. ciliar
Conjuntiva
del ojo Fibras zonulares
Cuerpo
vítreo
Retina
Coroides
Papila del N.
óptico Esclerótica
Lámina
cribosa
A. central Fóvea central
de la retina
N. óptico
A Corte horizontal del globo ocular por tres porciones: el iris, el cuerpo ciliar y la coroides, presentándose la
Ojo derecho, visión craneal. La mayor parte del globo ocular está formada por coroides (v. abajo) alrededor de todo el globo ocular. El iris protege contra
tres capas que son, desde afuera hacia adentro: la esclerótica (esclera), la co- el exceso de luz (v. pág. 167) y cubre la lente. Su raíz pasa a ser cuerpo ciliar,
roides y la retina. en el que se encuentra el M. ciliar responsable de la acomodación (variación
En las partes anteriores del globo ocular, sin embargo, esta constitución va- de la potencia refractaria de la lente, v. pág. 165). El epitelio sobre el cuer-
ría. La capa externa del globo ocular (capa fibrosa del globo ocular) po ciliar produce el líquido de la cámara. En la ora serrata, el cuerpo ciliar
está formada por la córnea (porción anterior de la capa fibrosa). Se curva (v.abajo) se convierte en la coroides, la capa central del globo ocular. Es
como «ventana del ojo» como el vidrio de un reloj sobre las estructuras si- la región más vascularizada del cuerpo y sirve para regular la temperatura
tuadas debajo. En el limbo de la córnea se convierte en esclerótica (es- del globo ocular y para nutrir las capas externas de la retina. La capa más
clera), menos curvada, que forma la porción posterior de la capa fibrosa. En interna del globo ocular (capa interna del globo ocular) está formada
esta recia capa fibrosa se insertan todos los músculos oculares externos. En por la retina que contiene células fotosensibles (capa nerviosa) y el epitelio
la parte anterior del ojo, en el ángulo iridocorneal, la esclerótica forma una pigmentado (capa pigmentaria), en la porción anterior tanto del epitelio pig-
trabécula a la que se une el conducto de Schlemm (referente a la trabécula, mentado del cuerpo ciliar como del epitelio del iris. La fóvea central situada
v. pág. 167). En el extremo dorsal se encuentra la lámina cribosa por la que a 4 mm de temporal es el punto de máxima visión. Es el punto en el que se
atraviesan los axones del N. ocular. Debajo de la esclerótica está la capa focaliza normalmente la luz incidente. El interior del globo ocular lo llena el
vascular del globo ocular o úvea. La parte anterior del ojo está formada cuerpo vítreo (v. C).
162
Punto de adherencia
en la ora serrata Punto de adherencia
(base Salzmann en la cápsula posterior de la lente
Córnea del cuerpo vítreo) (Lig. de Wieger)
Espacio de Hannover
Espacio de Garnier
Meridiano
Espacio de Petit
Espacio
de Berger
Ecuador
Canal de Cloquet
Adherencia
en la papila
del N. óptico
Cuerpo (anillo de Martegiani)
N. óptico vítreo
N. óptico
Globo M. oblicuo
ocular superior
Córnea Retina
M. recto
superior
Lente
M. recto
medial
D Refracción de la luz en un ojo sano (emétrope) y en uno afec-
tado M. recto lateral
Rayos paralelos provenientes del infinito (visión de lejos) se desvían a través
de la córnea y de la lente de tal manera que su foco se sitúa sobre la retina.
Eje óptico
• Visión corta (miopía, azul): el globo ocular es muy largo, los rayos convergen 23°
delante de la retina.
• Visión larga (hipermetropía, rojo): el globo ocular es muy corto, los conver- Ejes orbitarios
gen detrás de la retina.
Además de las anomalías del globo ocular aquí representadas, la visión corta
y la visión larga también pueden estar condicionadas por otras causas menos
frecuentes como, por ejemplo, anomalías de refracción de la lente. E Eje orbitario y eje óptico
Visión craneal de ambos ojos; se han representado los Mm. rectos medial, la-
teral y superior así como el M. oblicuo superior. El eje óptico difiere del eje
orbitario en 23°. Por ello el punto de máxima visión se sitúa en la fóvea central,
lateral al punto ciego (papila del nervio óptico, v. A).
163
Lente
Iris
Cuerpo ciliar,
porción plegada
Cuerpo ciliar,
porción plana
164
M. ciliar relajado,
fibras zonulares tensas,
lente aplanada
Rayos lumínicos
que se acomodan
Ecuador en una visión lejana Lente
Cápsula de la lente
Polo Polo
anterior posterior
Rayos lumínicos
que se acomodan
en una visión cercana
M. ciliar contraido,
fibras zonulares relajadas,
a Eje b lente curvada
Núcleo Núcleo
a infantil adulto b
165
M. ciliar Conjuntiva
ocular
Cámara posterior
del ojo Pupila Lente
A Posición del iris así como de las cámaras anterior y posterior lomotor) y se dilata por la contracción del M. dilatador de la pupila (inervación
Corte horizontal de la porción anterior del ojo, visión craneal. El iris con la co- simpática por el plexo carotídeo interno). El iris y la lente juntas separan la
roides y el cuerpo ciliar en su borde exterior forma parte de la capa vascular cámara anterior de la cámara posterior del ojo. La cámara posterior se sitúa en
(úvea). En él se forman los pigmentos que determinan nuestro color de ojos la parte posterior del iris. Detrás limita con el cuerpo vítreo, en el centro con la
(v. D). El iris forma delante de la lente un diafragma estenopeico con una aper- lente y lateralmente con el cuerpo ciliar. La cámara anterior limita delante con
tura central, la pupila. Esta apertura (diámetro 1-8 mm) se estrecha por la con- la córnea, detrás con el iris y la lente.
tracción del M. esfínter de la pupila (inervación parasimpática por el N. ocu-
Miosis Midriasis
Luz Oscuridad
Sueño, cansancio Dolores, excitación
psíquica
Miótica Midriática
a b c (parasimpatomimética, (parasimpatolítica,
por ejemplo, pilocarpi- por ejemplo, atropina, y
na, y simpaticolíticos) simpatomimética,
B Dilatación de la pupila y sirve sobre todo para mejorar la definición de la por ejemplo,
a Dilatación normal de la pupila; b estrechamiento imagen. En una persona sana las pupilas se pre- adrenalina)
máximo (miosis); dilatación máxima (midriasis). sentan circulares y del mismo tamaño (dilatación Síndrome de Horner Paresia oculomotora
La dilatación de la pupila se regula con la ayuda de normal 3-5 mm). Por causas diversas, la dilatación
los dos músculos oculares, el M. esfínter de la pu- de las pupilas puede oscilar entre 8 mm (= midria- Abuso de morfina Migraña, glaucoma
pila y el M. dilatador de la pupila (v. D): el M. esfín- sis) y 1,5 mm (= miosis). Diferencias laterales de
Lesión pontina, Lesión del mesencéfalo
ter de la pupila, inervado de forma parasimpática, más de 1 mm se denominan anisocorias. Referente meningitis
estrecha la pupila, y el M. dilatador de la pupila, a los reflejos de las pupilas, por ejemplo, reacción
inervado de forma simpática, la dilata. La dilatación lumínica consensuada, movimiento convergente, v. Narcosis Cocaína
se regula normalmente por la incidencia lumínica pág. 480.
166
Conducto de Schlemm
Conjuntiva
Espolón a b
escleral
Vena F Trastornos en el drenaje del humor acuoso y glaucoma
epiescleral Para un sistema óptico en funcionamiento se necesita la normal presión ocular
Esclerótica interna de un adulto (15 mm Hg), pues entre otras cosas procura la curvatura
lisa de la superficie de la córnea y presiona las células fotorreceptoras contra
Fibras el epitelio pigmentado. En un glaucoma, (también llamada catarata «verde» a
zonulares diferencia de la catarata «gris» = catarata, v, D, pág. 165) esta presión está au-
mentada, de manera que el N. óptico se encuentra pinzado en la lámina cribosa,
Cuerpo Ángulo Cámara posterior Iris Lente
ciliar del ojo es decir, allí donde abandona el globo ocular a través de la esclerótica. Este
iridocorneal
pinzamiento lleva finalmente a la ceguera. La causa de este aumento de presión
es un impedimento que trastorna el flujo normal del humor acuoso, de manera
E Drenaje normal del humor acuoso que no puede superarse o la resistencia pupilar o la resistencia trabecular (v.
El humor acuoso (aprox. 0,3 ml por ojo) codetermina la presión interna del ojo E). Las consecuencias son, o
(v. F). Se produce en el epitelio ciliar sin pigmentar de las apófisis ciliares en
la zona de la cámara posterior del ojo (unos 0,15 ml/h), y llega a la cámara an- • un glaucoma de bloqueo pupilar (a), en el que el ángulo iridocorneal está
terior del ojo por la pupila. A través de las hendiduras de la trabécula (espacios cerrado por tejido del iris (el humor acuoso no puede fluir hacia la cámara
de Fontana) en el ángulo iridocorneal, se filtra hasta el conducto de Schlemm anterior por bloqueo de la pupila y empuja partes del iris hacia arriba, blo-
(seno venoso esclerótico) y desde allí continúa hasta las venas epiescleales. El queando el ángulo iridocorneal), o
humor acuoso que se drena, a causa del gradiente de presión (presión ocular • un glaucoma de ángulo abierto (b), en que el ángulo iridocorneal permane-
interna: 15 mm Hg; presión de las venas epiesclerales: 9 mm Hg) fluye en direc- ce abierto, pero queda trastornado el drenaje por la trabécula (la línea roja
ción al ángulo iridocorneal, pero después de superar una resistencia fisiológica marca el punto de bloqueo del flujo).
en dos puntos:
La forma más frecuente (aprox. el 90% de los glaucomas) es el glaucoma pri-
• la resistencia pupilar (entre iris y lente) y mario crónico de ángulo abierto (b), que suele aparecer más a partir de los
• la resistencia trabecular (estrechas hendiduras en la trabécula). 40años. En el tratamiento se intenta en primer lugar mejorar el flujo de salida
(por ejemplo, con parasimpatomiméticos que producen la contracción perma-
Aproximadamente el 85% del humor acuoso fluye por la trabécula al conducto nente del M. ciliar y del M. esfínter de la pupila) o reducir la producción de
de Schlemm, y solo un 15% llega a través del sistema de vasos uveoesclerales humor acuoso.
hasta las venas coroideas del ojo (drenaje uveoescleral).
167
5.14 Retina
Porción óptica
Porción ciega de la retina Mácula
de la retina lútea A Visión general de la retina
La retina es la 3a capa del globo ocular que le revis-
te por dentro. Consta de una parte fotosensible, la
porción óptica de la retina y una parte más pequeña
insensible a la luz, la porción ciega de la retina. La
porción óptica, aquí representada en amarillo, pre-
senta en determinados puntos grosores diversos;
se sitúa sobre el epitelio pigmentado de la úvea y
Esclerótica se encuentra presionado contra este por la presión
interna del ojo. La porción óptica, después de un
Úvea borde serrado, la ora serrata, cambia a porción cie-
ga (v. B). El punto de la retina de visión más aguda
Fóvea central es la fóvea central de la retina, una pequeña fosa en
de la retina el centro de la mancha amarilla (mácula lútea). En
este punto, la porción óptica de la retina se presen-
ta muy delgada, sin embargo, en el punto de entrada
del N. óptico por la lámina cribosa se muestra muy
N. óptico gruesa.
Papila del
Ora serrata N. óptico Córnea
Conjuntiva
ocular
Iris
Cuerpo
ciliar
Capa
pigmentaria
Porción óptica
Esclerótica de la retina
168
C Constitución de la retina Además de esta conexión vertical, células horizontales llamadas amacrinas es-
a Esquema de las primeras tres neuronas de proyección de la vía óptica y sus tablecen como interneuronas conexiones laterales. De esta manera, las infor-
conexiones; b las diez capas de la retina. maciones entregadas por las células receptoras ya se elaboran y agrupan en la
La luz, antes de incidir sobre las partes fotosensibles de los receptores, debe retina (convergencia de la señal). Como representante de las células gliales,
penetrar previamente en todas las capas internas (inversión de la retina), los las células de Müller atraviesan la capa nerviosa radialmente desde dentro hacia
potenciales de acción, por el contrario, van hacia la luz incidente, de afuera ha- la capa limitante externa (capa limitante interna y externa) y forman de este
cia adentro. Dentro de la retina están las primeras tres neuronas de proyección modo un armazón para la neurona. Hacia afuera sigue la capa de epitelio pig-
de la vía óptica. De afuera hacia adentro (a) son: mentario, que con su membrana basal se sitúa firmemente sobre la membrana
de Bruch (que contiene fibras elásticas y fibrillas colágenas) haciendo posible
• 1ª neurona: células fotorreceptoras (bastones y conos) son células sensiti- el intercambio metabólico entre la coroides colindante (coriocapilares) y las
vas fotosensibles, que transforman estímulos lumínicos en señales electro- células fotorreceptoras.
químicas. Se distinguen dos tipos de fotorreceptores denominados según la Observe: los fotorreceptores solo se sitúan con sus segmentos externos junto
forma del segmento receptor: bastones y conos. Existen 100-125 millones de al epitelio pigmentario, pero no presentan estructuras de adherencia. Esta es
bastones responsables de la visión en penumbra y la visión nocturna, y solo la causa anatómica para la posibilidad de que la retina se desprenda del epitelio
6-7 millones de conos. Existen conos para la percepción del rojo, del verde pigmentario (llamado desprendimiento de retina; si no se actúa, provoca ce-
y del azul. guera). La imagen histológica de la retina (b) permite apreciar tradicionalmen-
• 2a neurona: células bipolares que reciben señales de los fotorreceptores y te diez capas que son parte de las tres neuronas (por ejemplo, núcleo o apófisis
las transmiten a las células ganglionares. celulares) y que en una capa se presentan a la misma altura.
• 3a neurona: células ganglionares, cuyas neuritas se unen junto a la papila del
nervio óptico en N. óptico, dirigiéndose luego en dirección al cuerpo genicu-
lado lateral (hacia la 4a neurona).
Fóvea Células
Papila del central ganglionares
N. óptico
Lámina Capa nuclear
cribosa interna de la retina
169
A. conjuntival
anterior
Iris Círculo
arterial mayor
Lente del iris
Aa. ciliares
anteriores
Retina
Esclerótica
Coroides
Aa. ciliares (lámina coroidocapilar)
posteriores cortas
A. y V. central
Red vascular de la retina
pial
N. óptico
A Suministro arterial del globo ocular • Aa. ciliares posteriores largas para el cuerpo ciliar y el iris, para el suminis-
Corte horizontal por el ojo derecho a la altura del N. óptico, visión craneal. Las tro de las dos coronas vasales (círculos arteriales menor y mayor del iris)
arterias del globo ocular provienen todas de la A. oftálmica, una rama terminal (v. D, pág. 167) y
de la A. carótida interna (v. pág. 103). Para el suministro arterial del globo ocu- • Aa. ciliares anteriores, provenientes de los vasos de los músculos oculares
lar, entrega las ramas siguientes: rectos y que se anastomosan con los vasos ciliares posteriores.
• A. central para la retina (v. B), Junto a la V. central de la retina hay unas 4-8 venas vorticosas que drenan la
• Aa. ciliares posteriores cortas para la coroides, sangre del globo ocular. Penetran en la esclerótica detrás del ecuador y desem-
bocan en la V. oftálmica superior o inferior.
170
Vasos para
el N. óptico
B Suministro arterial del N. óptico y disco
óptico Aa. ciliares
posteriores
Visión lateral. La primera rama de la A. oftálmica largas
es la A. central de la retina, que surge aproxima-
damente 1 cm detrás del globo ocular desde abajo Aa. ciliares
hasta el N. óptico y que después de entregar algu- posteriores
nas ramas prosigue con este hasta la retina. De la cortas
A. ciliar posterior también surgen pequeñas ramas Círculo arterial
para el N. óptico. El disco óptico recibe el suminis- de Zinn-Haller
tro arterial del círculo arterial (de Zinn = corona
vasal de Zinn-Haller). Esta corona vasal se forma
por anastomosis de ramas laterales de las Aa. cilia-
res posteriores cortas y la A. central de la retina. A. oftálmica A. ciliar A. central
posterior de la retina
Nasal Temporal
Fóvea central
Punto de entrada
y salida de la A. y V.
central de la retina
Rama de la V. central
de la retina
Rama
de la A. central Mácula lútea
de la retina
a b
C Endoscopia del fondo de ojo con el oftalmoscopio gico se pierde transparencia y la retina aparece blanco-amarillenta. Los vasos
(espejo ocular) propios de la retina (A. y V. central de la retina) se pueden distinguir por su
a Técnica de exploración (oftalmoscopia directa); b fondo de ojo nor- color y grosor: las arterias presentan un color rojo claro y un diámetro menor
mal. Con ayuda de la oftalmoscopia directa se pueden apreciar y valorar que las venas. Las variaciones vasales (por ejemplo, estenosis, engrosamiento
directamente, con un aumento de 16 veces, las estructuras del fondo de ojo parietal, microaneurismas) como aparecen, por ejemplo, en diabetes mellitus
siguientes: (retinopatía diabética) o en hipertensión arterial, ya se pueden diagnosticar
así anticipadamente. La papila del N. óptico presenta normalmente un borde
• el estado de la retina, marcado de color amarillo-anaranjado y un hundimiento central (excavación del
• los vasos (importante sobre todo la A. central de la retina), disco). En la papila aparecen cambios, por ejemplo, cuando hay un aumento
• la papila (disco) del N. óptico (= punto de salida del N. óptico del globo de la presión encefálica (líquido cefalorraquídeo) (estasis papilar con borde
ocular) y desdibujado). Observando la mácula lútea situada a unos 3-4 mm temporal a la
• la mácula lútea con la fóvea central. papila, llama la atención ver que numerosas ramas de la A. central de la retina
se dirigen de forma radial hacia la mácula, pero sin alcanzar su centro, la fosa
A causa de la transparencia de la retina, el color del fondo de ojo se deter- central (el suministro arterial de la fosa se realiza desde la coroides). Cambios
mina esencialmente por el epitelio pigmentario y los vasos de la coroides: en patológicos de la mácula lútea aparecen en forma de la llamada degeneración
personas blancas presenta un color rojo claro regular, en personas de piel macular (afección frecuente a cierta edad), que puede llevar progresivamente
oscura, un color más marronáceo. En un desprendimiento de retina patoló- a la ceguera.
171
M. oblicuo
inferior Tendón M. recto M. oblicuo
del M. oblicuo superior superior
superior
Tróclea M. recto
superior
M. oblicuo
superior
M. recto
inferior
M. recto
M. recto lateral
medial M. recto
lateral M. recto
Anillo
tendinoso inferior
común
M. oblicuo M. recto
N. óptico M. elevador inferior medial
del párpado
a superior b
A Posición de los músculos extrínsecos del globo ocular rre previamente por una tróclea tendinosa sujeta al borde superior interno
Ojo derecho, visión craneal (a) y frontal (b). de la órbita, y retorna en ángulo agudo hacia atrás para insertarse en el lado
El movimiento del globo ocular se realiza mediante cuatro músculos rectos temporal de la cara superior del globo ocular. Para poder dirigir ambos ojos
(Mm. rectos superior, inferior, medial y lateral) y dos músculos oblicuos (Mm. sobre el objeto de visión es necesaria la eficacia funcional de cada uno de los
oblicuos superior e inferior) (referente a la inervación y la dirección del mo- seis músculos oculares y su perfecta coordinación. La función del encéfalo es
vimiento, v. B y D). A excepción del M. oblicuo inferior (que se origina en el procesar de tal manera las dos imágenes percibidas por la retina, que resulte
borde medial de la órbita), todos los restantes músculos oculares externos una impresión óptica binocular. En caso de un trastorno de este proceso, por
surgen de un anillo tendinoso alrededor de conducto óptico (anillo tendinoso ejemplo, por la parálisis de un músculo ocular (v. E), se llega a la percepción
común). Todos los músculos oculares extrínsecos se insertan en la esclerótica de imágenes dobles (diplopia), es decir, el eje óptico de un ojo varía de la
(esclera); sin embargo, el tendón de inserción del M. oblicuo superior discu- posición normal.
M. elevador
Anillo tendinoso del párpado superior
común
M. recto
N. oculomotor superior
M. recto
N. troclear lateral
A. carótida M. oblicuo
interna inferior
N. abducens M. recto
inferior
Fisura orbitaria
superior Fisura orbitaria
inferior
Seno
Clivus H. esfenoides maxilar
B Inervación de los músculos extrínsecos del globo ocular ocular. Su R. inferior inerva al M. recto inferior, al M. recto medial y al M. oblicuo
Ojo derecho, visión lateral; se ha suprimido la pared temporal de la órbita. inferior. Después de su salida del tronco del encéfalo, los tres nervios craneales
Aexcepción del M. oblicuo superior (N. troclear) y del M. recto lateral (N.abdu- discurren primero por el seno cavernoso (pared lateral, v. pág. 176, A), donde
cens), todos los músculos oculares restantes están inervados por el N. oculo- se encuentran en inmediata vecindad con la A. carótida interna. Desde allí prosi-
motor. Su R. superior inerva al M. recto superior, al igual que al M. elevador del guen por la fisura orbitaria superior (v. pág. 176, B) al interior de la órbita hasta
párpado superior, que no forma parte de los músculos extrínsecos del globo los músculos que inervan.
172
Motores verticales • M. recto inferior • Depresión • Rotación externa y aducción • N. oculomotor (III), R. inferior
rectos • M. recto superior • Elevación • Rotación interna y aducción • N. oculomotor (III), R. superior
Motores verticales • M. oblicuo inferior • Rotación externa (excicloducción) • Elevación y abducción • N. oculomotor (III), R. inferior
oblicuos • M. oblicuo superior • Rotación interna (incicloducción) • Depresión y abducción • N. troclear (IV)
C Ejes del globo ocular, así como función e inervación aducción (la dirección de tracción del músculo corresponde al eje orbita-
de los músculos extrínsecos del globo ocular rio, v. b). Ambos músculos también tienen funciones accesorias: el M. recto
Ojo derecho en cada caso. Excepto en a, visión craneal, el eje longitudinal en superior rota hacia dentro (= incicloducción), y el M. recto inferior, hacia
b-h solo se ve como un punto. fuera (=excicloducción). Además, ambos tienen un ligero efecto de aduc-
a y b Los movimientos oculares se producen alrededor de tres ejes ubicados ción. Cabe destacar que ambas funciones accesorias son más fuertes en
en ángulo recto entre sí. En la mirada al frente el ojo está ligeramente girado aducción y disminuyen desde la posición primaria hacia la de abducción.
hacia medial en la órbita, es decir, que el eje de la órbita no coincide con el Motores verticales oblicuos: la función principal del M. oblicuo superior
eje óptico y está rotado hacia lateral aproximadamente 23°. Para poder eva- es la incicloducción, que es más marcada en abducción. La función accesoria
luar aisladamente la movilidad de cada músculo ocular, se debe llevar el ojo principal es la depresión, que a diferencia de la incicloducción, es más mar-
hacia una determinada dirección diagnóstica de la mirada (v. E). cada en la aducción. La función principal del M. oblicuo inferior es la exci-
c-h Dos de los seis músculos extrínsecos del globo ocular se combinan de a cloducción, y la función accesoria, la elevación. Al igual que en el M. oblicuo
pares respectivamente, véase el cuadro. superior, la función principal es más fuerte en abducción y la función acce-
Los dos motores verticales rectos son, en la totalidad del campo visual, soria es más fuerte en aducción. Ambos músculos oblicuos también poseen
los elevadores y depresores más importantes y fuertes, respectivamente. una ligera función de abducción.
Estas funciones principales son más marcadas en la abducción que en la
173
Espacio
Techo óseo epiescleral
de la órbita Vaina del globo ocular
Periórbita (Cápsula de Tenon)
M. elevador
Cuerpo adiposo del párpado superior
de la órbita
M. recto
superior
Globo ocular
N. óptico con la
vaina dural
M. recto
inferior
Septo orbitario
M. oblicuo
inferior
Esclerótica
N. infraorbitario
Suelo de la órbita Seno maxilar
A División de la órbita en un piso superior, medio e inferior Entre la vaina del globo ocular y la esclerótica hay una pequeña hendidura, el
Corte sagital de la órbita derecha, visión medial. En la cavidad orbitaria re- espacio epiescleral. Topográficamente se divide la cavidad ocular en tres pisos:
cubierta de periostio (periórbita), encajados en un tejido adiposo protector
(cuerpo adiposo de la órbita), se sitúan: el globo ocular, el N. óptico, la glán- • piso superior: entre el techo orbitario y el M. recto superior,
dula lagrimal (en este plano de sección sin seccionar), los músculos oculares • piso medio: entre el M. recto superior y el M. recto inferior y
extrínsecos y las vías de conducción. Hacia adelante el tejido adiposo queda • piso inferior: entre el M. recto inferior y el suelo orbitario.
delimitado por el tabique (septo) orbitario, hacia el globo ocular, por una vai-
na deslizante de tejido conectivo (vaina del globo ocular = cápsula de Tenon). Referente al contenido de cada piso, v. B.
B Los tres pisos orbitarios y sus principales vías de conducción lar como punto de referencia. Referente a la entrada de las vías de conducción
En el piso superior predomina la glándula lacrimal, y en el medio, el globo ocu- en la órbita, v. pág. 36.
174
A. supraorbitaria
A. palpebral
medial
Aa. ciliares
posteriores V. dorsal
Aa. ciliares V. supratroclear de la nariz
posteriores cortas largas
V. oftálmica V. angular
A. lagrimal superior
A. etmoidal
anterior V. lagrimal
A. central Seno
de la retina cavernoso
A. etmoidal
posterior
N. óptico
A. carótida
interna
E Inervación de la órbita ducens (VI) y el N. oftálmico (V1). El N. oculomotor contiene además fibras
Órbita derecha, visión lateral; se ha suprimido la pared ósea temporal. Son parasimpáticas preganglionares hacia el ganglio ciliar. Las fibras simpáticas
cuatro los nervios craneales que efectúan la inervación motora, sensitiva y postganglionares llegan por el plexo carotídeo interno u oftálmico al interior
vegetativa de la órbita: el N. oculomotor (III), el N. troclear (IV), el N. ab- de la órbita.
175
A. y N. etmoidal N. supratroclear
anterior
M. elevador del párpado
A. supratroclear superior
A. y N. etmoidal
posterior Glándula lagrimal
A. supraorbitaria A. y N. lagrimal
b N. troclear V. oftálmica
superior
176
N. lagrimal N. frontal
N. oculomotor R. comunicante
con el N. cigomático
M. recto
lateral
N. cigomático-
facial
N. cigomático-
temporal
D Órbita derecha desde lateral lagrimal). Si además se elimina el ala mayor del hueso esfenoides, también se
Visión lateral. Se han eliminado: la pared lateral de la órbita hasta la fisura orbita- puede ver el ganglio trigeminal y el seno cavernoso abierto.
ria inferior (v. el navegador), porciones laterales del techo de la órbita, el tejido
adiposo retrobulbar y los dos tercios anteriores del M. elevador del párpado Observe en la cara orbitaria más alejada del hueso cigomático los puntos de
superior; se ha seccionado el M. recto lateral. Así se deja bien preparado todo paso para los Rr. cigomático-faciales y cigomático-temporales, los ramos ter-
el contenido orbitario, sobre todo el ganglio ciliar y el R. comunicante para el minales sensitivos del N. cigomático para la piel sobre el arco cigomático y la
N.cigomático (fibras parasimpáticas del ganglio pterigopalatino para la glándula región temporal.
177
A.carótida
N.óptico Infundíbulo interna
N. oculomotor
N. oftálmico
N. troclear
N.troclear
N. trigémino
N. maxilar (porción menor)
N. oculomotor
N. trigémino
N. mandibular (porción mayor)
Cavum Seno
trigeminal cavernoso
A Recorrido de los nervios craneales que corren hacia la órbita del seno hacia rostral y caudal, respectivamente. En el aneurisma carotídeo
por el seno cavernoso intracavernoso está afectado con mayor frecuencia el N. abducens, a menudo
Silla turca con el seno cavernoso del lado derecho parcialmente abierto, visión aisladamente. El aneurisma que consume espacio comprime el nervio, ocasio-
craneal. Ambos ganglios trigeminales están descubiertos, el ganglio derecho nando así la pérdida de su función. Es por eso que, ante una parálisis aislada
además está desplazado en dirección lateral (de este modo, apertura del cavum del N. abducens de aparición súbita, siempre se debe tener en cuenta como
trigeminal = cavum de Meckel), para demostrar el seno cavernoso abierto con la posible causa un aneurisma de la carótida interna (compárese con D). Una
A. carótida interna (porción cavernosa) que transcurre por el seno. parálisis aislada del N. troclear, en cambio, es muy rara. El N. troclear está más
Observe el N. abducens, que también transcurre por el seno cavernoso y, de bien coafectado, p. ej., en el marco de una trombosis del seno cavernoso, que
hecho, en inmediato vecindario a la A. carótida interna. Todos los otros ner- afecta entonces a todos los nervios que recorren el seno cavernoso, a menudo
vios que transcurren por aquí (N. oculomotor, N. troclear, al igual que los tres también los dos primeros ramos del N. trigémino.
ramos terminales del N. trigémino) corren por la pared lateral de la duramadre
N. oftálmico
Seno cavernoso
Seno N. maxilar
esfenoidal
178
N. abducens N. maxilar
N. trigémino Ganglio
trigeminal
Apóf. clinoides
anterior
Aneurisma
Apóf. clinoides infraclinoideo
posterior de la A. carótida
interna
N. oculomotor N. abducens
N. trigémino
c d
D Parálisis del N. troclear y abducens alteración de la motilidad ocular periférica-neurogénica más frecuente), el ojo
a Parálisis del N. troclear derecho; b parálisis del N. abducens derecho (direc- afectado por la pérdida de función aislada del M. recto lateral se desvía ya en
ción de la mirada al frente, respectivamente); c posición compensatoria de la posición primaria en mayor o menor medida hacia medial (estrabismo paralítico
cabeza en la parálisis del N. abducens derecho; d aneurisma intracavernoso de convergente). Con esto la inquietante percepción de imagen doble induce una
la A. carótida interna situado por debajo de las Apóf. clinoides con compresión posición compensatoria de la cabeza (c), es decir, una posición de la cabeza en
del N. abducens. la que las imágenes dobles no ocurren o apenas se producen: el paciente gira la
Las parálisis de los músculos oculares pueden originarse como consecuencia de cabeza en dirección lateral hacia el lado del músculo afectado (una posición en
una lesión en el territorio nuclear o en el trayecto del nervio craneal correspon- la que el músculo parético de todas formas carece de función). Los aneurismas
diente, o en el propio músculo ocular (v. pág. 173). Las consecuencias son una intracavernosos de la A. carótida interna pueden yacer tanto por arriba como por
malposición –típica según el músculo que deja de funcionar– del ojo afectado debajo de las Apóf. clinoides, ante lo cual especialmente los aneurismas infra-
y la aparición de imágenes dobles, que el afectado trata de evitar mediante la clinoideos (d) muestran una dinámica ocupante de espacio lenta, conduciendo
modificación de la postura de la cabeza. Así, p.ej., ante la pérdida de función así a una compresión aislada del N. abducens.
del N. abducens (las parálisis del N. abducens son, con el 47% de los casos, la
179
5.20 Nariz:
Visión general y relieve mucoso
Celdillas
Órbita etmoidales
M. recto lateral
Cuerpo vítreo
Bulla etmoidal
Esclerótica Lámina perpendicular
del H. etmoides
Cornete nasal
medio
N. infraorbitario
Maxilar
Seno maxilar
Cartílago del Cornete nasal
tabique nasal inferior
Celdillas etmoidales
anteriores
A Visión general de las cavidades nasales • seno etmoidal* (celdillas etmoidales; la totalidad de celdillas forma el seno
a Corte frontal, visión frontal; b corte horizontal, visión craneal. etmoidal),
La constitución ósea de la nariz se presupone conocida (sobre todo los orifi- • seno maxilar y
cios de los distintos conductos debajo de los cornetes nasales, v. pág. 42 y ss.). • seno esfenoidal.
Las cavidades nasales y los senos paranasales están dispuestas de forma par.
Las cavidades nasales, separadas por el tabique (septo) nasal, presentan una Todas estas cavidades están internamente recubiertas de epitelio respiratorio
estructura casi triangular. Bajo la base del triángulo se encuentra la cavidad ciliado (v. pág. 184).
bucal. De los senos paranasales, se ven aquí los siguientes:
* La denominación «seno etmoidal» ya no se emplea en la nomenclatura ac-
• seno frontal, tual, aunque el término en la práctica sigue muy extendido.
180
Seno Fosa
esfenoidal hipofisaria
Dorso
de la silla
Seno
frontal Clivus
Tonsila
faríngea
Tabique Coana
nasal
Torus tubárico
Orificio faríngeo
de la trompa
auditiva
Diente del axis
Maxilar Paladar
duro
Labio Paladar blando,
a superior septo palatino
Seno esfenoidal
Tonsila faríngea
B Mucosa de la cavidad nasal
a Mucosa del tabique nasal, corte sagital parame-
Porción basilar diano, visión izquierda; b mucosa de la pared na-
del H. occipital sal lateral derecha, visión izquierda; c visión de la
Cornete nasal cavidad nasal a través de las coanas, visión dorsal.
medio Mientras la pared medial de la cavidad nasal es
lisa, la pared lateral se presenta plegada por los
Vómer Coana (denominado tres cornetes (cornete nasal superior, medio e
orificio nasal inferior). De esta manera aumenta la superficie,
Cornete nasal posterior) con lo que se puede calentar y humedecer mejor
inferior el aire que se inspira (v. pág 184). En b se recono-
ce parte del seno esfenoidal. Las coanas (v. c) son
Arco
Velo del palatofaríngeo los orificios posteriores de la cavidad nasal hacia la
paladar nasofaringe. Topográficamente se aprecia la estre-
Úvula cha relación entre las coanas, la trompa auditiva y la
Base de la lengua tonsila faríngea (v. pág. 197).
con la tonsila
lingual
c Epiglotis
181
Bulbus Lamina
olfactorius cribrosa
A. etmoidal Seno
anterior esfenoidal
N. nasopalatino
N. incisivo
Nervios olfatorios,
A. etmoidal posterior
A. etmoidal
anterior
Ganglio
Cornete nasal pterigopalatino
medio
Rr. nasales posteriores
inferiores, Aa. nasales A. palatina descendente,
posteriores laterales N. palatino mayor
y Nn. palatinos menores
Cornete nasal
inferior
A. palatina mayor,
N. palatino mayor Úvula
B Vasos y nervios de la pared nasal lateral derecha ellos junto con los vasos. En la zona del cornete superior, los nervios olfato-
Visión izquierda. El ganglio pterigopalatino, una estación importante para el re- rios pasan a través de la lámina cribosa hacia la mucosa olfatoria. El suministro
levo del parasimpático (v. págs. 127 y 239), queda visible gracias a la resección arterial viene cranealmente por las dos Aa. etmoidales provenientes de la A.
parcial del esfenoides. Las fibras nerviosas que surgen del ganglio se dirigen oftálmica, y desde dorsal por las Aa. nasales posteriores laterales provenientes
hacia las glándulas nasales menores de los cornetes. Penetran dorsalmente en de la A. esfenopalatina.
182
A. etmoidal
posterior A. oftálmica
En las representaciones que vienen a continuación,
se presenta la sistemática del suministro de la ca-
vidad nasal. De forma similar que en la preparación
anatómica, se describe primero el tabique (septo) A. etmoidal A. esfenopalatina
y luego la pared lateral. anterior
Rr. septales
C Arterias del tabique nasal anteriores A. maxilar
Visión izquierda. Los vasos del tabique provienen A. carótida
del flujo de las Aa. carótidas externa e interna. En Espacio interna
la zona anterior del tabique se presenta una zona de Kiesselbach
muy vascularizada, el espacio de Kiesselbach (real- A. carótida
zado en color), que se nutre de ambas zonas de externa
Rr. septales
flujo. Este suele ser el origen de las hemorragias posteriores
nasales.
Rr. nasales
A. esfeno- R. nasal posteriores
palatina externa superiores
laterales
A. palatina
Ganglio
descendente
pterigo-
palatino
A. maxilar
Rr. nasales
A. carótida posteriores
interna inferiores
Nn. palatinos
A. carótida Rr. nasales menores
externa laterales
Aa. nasales N. palatino
A. palatina posteriores Rr. nasales Cornete nasal mayor
mayor laterales internas inferior
E Arterias de la pared nasal lateral derecha F Nervios de la pared nasal lateral derecha
Visión izquierda. Visión izquierda. La inervación sensitiva resulta de los ramos del N. oftálmi-
Observe el sumistro arterial proveniente del flujo de la A. carótida interna (des- co (V1) y del N. maxilar (V2). La mucosa olfatoria se inerva de forma sensitiva
de craneal) y de la A. carótida externa (desde dorsal). especial del N. olfatorio (I).
183
Lámina propia
de tejido conectivo
Coanas
Nasofaringe
A Histología de la mucosa nasal
El epitelio respiratorio de distintas hileras presenta en su superficie células
ciliares y células caliciformes, que secretan su mucosa en una capa acuosa Seno
sobre la superficie epitelial. Glándulas serosas y seromucosas, que, además maxilar
de las células caliciformes, liberan su secreción a la superficie epitelial, están
ubicadas en el tejido conectivo. El flujo líquido producido por los cilios (v.B B Flujo secretor normal de los senos paranasales
yC) es un importante elemento de defensa inespecífica. Cuando se trastorna Visión izquierda. El ritmo ciliar transporta el flujo líquido a través de los cilios
el ritmo ciliar, los pacientes suelen sufrir constantes y repetidas infecciones hacia el exterior (v. C). La mayor parte de la secreción llega por las coanas a la
del tracto respiratorio. nasofaringe y es deglutida.
Pared posterior
Orificio del seno frontal Cornete
nasal medio
Hiato semilunar
Apóf. unciforme
Tabique nasal,
Seno maxilar vómer
Orificio
Cornete nasal Mucosa
inferior con mucosa del cornete nasal
Pared medial Infundíbulo nasal deshinchada inferior hinchada
a del seno maxilar b etmoidal
C Dirección del ritmo ciliar y del flujo líquido en el seno maxilar D Condiciones funcionales de la mucosa en la cavidad nasal
derecho y en el seno frontal Corte frontal, visión anterior. La mucosa nasal tiene como función calentar y
Corte frontal esquemático del seno maxilar derecho (a) y seno frontal (b), humedecer el aire inspirado. Con esta finalidad se presenta bien vascularizada
visión frontal; referente a la posición de los senos, v. B. Gracias al ritmo ciliar se (v. págs. 101 y 103) y muy hinchada (izquierda). Sin embargo, las mucosas latera-
produce un flujo líquido en los senos paranasales, que siempre fluye en direc- les no están simultáneamente hinchadas, sino que presentan un ritmo de 6horas
ción al orificio. A través de este se echan hacia el exterior partículas captadas en para hincharse y deshincharse (a la derecha, mucosa en estado deshinchado).
la mucosa y gérmenes. Si a causa de una hinchazón mucosa se cerrara el orificio, Para una mejor exploración, se puede tratar previamente la mucosa con medi-
puede producirse una inflamación del seno paranasal afectado (sinusitis). Esto camentos para deshincharla y tenerla tan delgada como en la parte derecha de
suele ocurrir especialmente en la zona osteomeatal del seno maxilar-orificio la ilustración.
etmoidal (v. págs. 42 y ss.) (según Stammberger y Hawke).
184
Trocar
Endoscopio
I
F Endoscopia del seno maxilar
Visión frontal. El seno maxilar no permite un acceso directo para su inspección,
por lo que debe ser examinado con un endoscopio. Para llegar al seno maxilar,
se debe perforar primero la fina pared ósea del cornete nasal inferior con un
trocar, y a continuación introducir el endoscopio por la apertura resultante. La
inclinación y el giro del endoscopio permiten inspeccionar la mucosa.
a II
A. angular Órbita
A. facial Foramen
a infraorbitario
Aa. etmoidales
anterior y posterior A. oftálmica
Espacio A. esfeno-
Cornete nasal Tonsila
de Kiesselbach palatina
medio faríngea
b Úvula b
185
Labio
superior Frenillo
B Cavidad bucal del labio superior
Visión ventral. Las dos líneas dentales con las apófisis alveolares del maxilar y Vestíbulo
bucal Paladar
de la mandíbula dividen la cavidad de la boca (v. C) en: duro
Arco
• Vestíbulo bucal: vestíbulo entre los labios, las mejillas y las líneas de dientes, palatogloso Paladar
• Cavidad bucal propiamente dicha: cavidad bucal en sentido estricto (dentro blando
de las líneas dentales, delimita hacia atrás con el arco palatogloso), Arco
Úvula
• Fauces: faringe (delimita con el arco palatofaríngeo). palatofaríngeo
Istmo Tonsila
Las fauces pasan por el istmo de las fauces a la faringe. La cavidad bucal se de las fauces palatina
presenta recubierta por epitelio escamoso poliestratificado y sin queratinizar,
Cavidad bucal Dorso
humedecida por la secreción de las glándulas salivares (v. pág. 211). Un carci-
propiamente dicha de la lengua
noma epitelial de la cavidad bucal se origina frecuentemente en fumadores que
además a menudo ingieren alcohol altamente concentrado.
Vestíbulo Frenillo
bucal del labio inferior
Labio
inferior
Tabique Paladar Torus
nasal duro tubárico
C Estructuración y límites de la cavidad bucal palatina forma el final hacia la faringe. El epitelio escamoso poliestratificado
Corte sagital y medio, visión izquierda. La musculatura del suelo de la boca y de y queratinizado de la piel se convierte en la zona labial en epitelio escamoso
la lengua situada encima delimitan caudalmente la cavidad bucal propiamente poliestratificado sin queratinizar propio de la cavidad bucal. Por encima de la
dicha. Su techo está formado en sus dos tercios anteriores por el paladar duro, cavidad bucal se sitúa la cavidad nasal, y detrás, la faringe; en su porción media,
y en el tercio posterior por el paladar blando y el velo del paladar (v. F); la úvula la orofaringe, se cruzan las vías respiratoria y digestiva (b).
186
N. infraorbitario,
Rr. labiales superiores
N. infraorbitario, N. nasopalatino
Rr. alveolares E Zonas de inervación sensitiva de la mu-
superiores anteriores, cosa palatina, del labio superior, de las
R. alveolar superior media mejillas y de las encías
Visión caudal.
Observe que la inervación sensitiva de la zona re-
N. infraorbitario, N. palatino presentada se efectúa por distintos ramos del N.
Rr. alveolares mayor trigémino (N. bucal procedente del N. mandibular,
superiores posteriores todos los ramos restantes del N. maxilar, V2).
N. bucal
Nn. palatinos
menores
187
5.24 Lengua:
Músculos y mucosa
Papila
Espitelio escamoso Surco
poliestratificado sin queratinizar papilar
Pared papilar
Aponeurosis lingual
Yemas
Mm. de la lengua gustativas
Glándulas
Conducto de salida serosas
de una glándula (de Ebner)
serosa
Vértices papilares
con epitelio b
a queratinizado
c d e
188
Dorso de la lengua
Tonsila
M. palatogloso palatina Apóf. estiloides
Vértice
de la lengua
M. estilogloso
Mandíbula M. hiogloso
H. hioides
M. geniogloso M. geniohioideo
a
189
5.25 Lengua:
Vías de conducción y drenaje linfático
A. lingual
profunda
M. palatogloso
Apóf. estiloides
N. lingual
N. glosofaríngeo
Ganglio
submandibular
N. hipogloso
Mandíbula
A. y V. lingual
H. hioides
A. y V. A. sublingual
a submentoniana
190
Gusto Somatosensitivo
N. glosofaríngeo (IX)
N. glosofaríngeo
N. lingual
(N. trigémino, V3)
N. facial
(cuerda del tímpano)
B Inervación sensitiva (mitad izquierda) y sensorial (fibras gusta- Las fibras gustativas sensoriales a su vez son conducidas por tres nervios cra-
tivas) (mitad derecha) de la lengua neales: VII (N. facial) (cuerda del tímpano), IX (N. glosofaríngeo) y X (N.vago).
Visión ventral. La inervación somatosensitiva (por ejemplo, percepción de Si en los dos tercios anteriores de la lengua se presenta un trastorno gustati-
contacto, de dolor, de temperatura) se efectúa por tres ramos de nervios cra- vo, significa que el N. facial se encuentra dañado, si hay un trastorno de per-
neales, cuyas zonas de inervación de la lengua van ordenadas de delante hacia cepción de contacto, de dolor o de temperatura, está dañado el N. trigémino
atrás: (v.págs. 121 y 127).
• N. lingual (V3),
• N. glosofaríngeo (IX) y
• N. vago (X).
Ganglios cervicales
profundos
V. lingual
V. yugular
interna
Ganglios linfáticos
yugulares
a b
C Drenaje linfático de la lengua y del suelo de la boca que la linfa fluye tanto homolateralmente como por el lado contrario (b), célu-
Visión izquierda (a) y frontal (b). las tumorales de esta zona se pueden extender mucho (por ejemplo, aparecen
El drenaje linfático de la lengua y del suelo de la boca se efectúa por estaciones metástasis de carcinomas de epitelio escamoso, sobre todo del borde lateral
linfáticas submandibulares y submentonianas, y finalmente por ganglios linfá- de la lengua, frecuentemente en el lado contrario).
ticos a lo largo de la V. yugular interna (a, ganglios linfáticos yugulares). Dado
191
Cabeza
de la mandíbula
Paladar blando
Apóf.
coronoides
Arco palatogloso
Apóf.
estiloides
Úvula Fosa
retromolar
Lengua
Ángulo
de la mandíbula
a b
A Relaciones de la mucosa con el esqueleto óseo de la mandíbula que la lengua ocupa en mayor o menor medida completamente la cavidad bucal.
y del maxilar Además, a menudo hay pocos dientes o ninguno. La cavidad bucal se prepara
Visión ventral con apertura máxima de la boca. entonces generalmente en una mitad de la cabeza seccionada a nivel sagital
La yuxtaposición muestra por donde corren las estructuras óseas (b) por mediano. Por lo tanto, falta la visión general sobre toda la cavidad oral abierta.
debajo de la mucosa de la cavidad oral (a). Aquí se puede ver, más allá En la realidad clínica, la inspección de la cavidad oral abierta y del anillo farín-
del istmo de las fauces, la pared posterior de la faringe. En dirección ventral geo corresponde, sin embargo, al alcance mínimo del examen físico (labios,
al límite lateral del istmo de las fauces, es decir, por delante del arco palatofa- mucosa de la cavidad oral, lengua, tonsilas palatinas y faringe, al igual que los
ríngeo, arco palatogloso y la tonsila palatina que yace entremedio, se puede ver dientes y encías). Como la cavidad oral refleja las costumbres (p. ej., si alguien
bien a ambos lados el pliegue pterigomandibular, un pliegue mucoso arqueado fuma), aporta información sobre el cuidado corporal (estado de los dientes),
que corre en dirección medial. Esta elevación en forma de cuentas delimita así como sobre enfermedades de los órganos internos (p. ej., la denominada
en dirección dorsal al vestíbulo de la cavidad oral. Corre desde la fosa retro- lengua laqueada = glositis atrófica = atrofia de las papilas linguales en la anemia
molar de la mandíbula (detrás del último molar, parte del trígono retromolar, ferropénica o en la enfermedad de Crohn) y de la propia cavidad oral. Es así que
v.pág.48) en dirección al paladar duro hacia el gancho de la Apóf. pterigoides. La cada irregularidad de la mucosa (leucoplaquia, nódulos, ulceración) siempre se
base del pliegue pterigomandibular es una franja tendinosa bien formada (rafe debería revisar y analizar bajo sospecha de malignidad. Además de la inspección,
pterigomandibular) entre la fosa y el gancho de la Apóf. pterigoides. En este se la palpación juega un papel importante para acceder a información, como p. ej. la
insertan tanto los constrictores superiores de la faringe (porción bucofaríngea) consistencia y extensión de las irregularidades y cambios de coloración dentro
como también el M. buccinador, el denominado músculo de los trompetistas o de la mucosa de la cavidad oral. Los hallazgos a nivel del suelo de la boca o de
tocadores de instrumentos de viento. El pliegue pterigomandibular también se la mejilla se palpan de forma bimanual desde dentro y fuera simultáneamente
denomina «pliegue faríngeo». Es sobre todo un punto de orientación importante (v.pág.211). Finalmente, los conocimientos topográficos de la cavidad oral
en la anestesia regional del N. alveolar inferior (v. B, b). En la sala de prepa- abierta son una condición previa importante, p. ej., para las anestesias regiona-
ración casi nunca se puede ver de este modo la cavidad oral completamente les en los tratamientos odontológicos.
abierta, ya que los donantes generalmente son fijados con la boca cerrada, por lo
192
N. palatino
mayor
Nn. palatinos
menores
M. constrictor Gancho de la
superior de la faringe Apóf. pterigoides
(porción bucofaríngea)
M. palatofaríngeo
M. buccinador
M. de la úvula
Pliegue M. palatogloso
pterigomandibular
Rafe
pterigomandibular
a b
M. temporal
M. pterigoideo R. mandibular
lateral
M. masetero N. alveolar
inferior
N. bucal
N. lingual
M. pterigoideo
medial N. milohioideo
c d
B Recorrido de los Nn. alveolar inferior, lingual oral, exponidendo el rafe pterigomandibular; c M. buccinador fenestrado y ple-
y milohioideo a nivel de la rama mandibular medial gado, visión libre sobre el M. pterigoideo medial y el espacio pterigomandibular,
(espacio pterigomandibular) por donde transcurren tanto el N. alveolar inferior como también el N. lingual y
a-d Visión lateral ventral sobre las distintas capas de la mandíbula. En estas el N. milohioideo; d Se ha eliminado y fenestrado, respectivamente, la piel de
vistas yacen las vías de conducción, músculos y el pliegue pterigomandibular la mejilla: se reconoce el Lig. esfenomandibular. Este corre por la cara interna
de manera distinta que en la visión ventral (v. A). Como uno se aproxima al de la rama de la mandíbula, desde la espina del H. esfenoides hasta la língula
N.alveolar inferior, anestesiado con mayor frecuencia, siempre desde la región del foramen mandibular, y cubre al N. alveolar inferior inmediatamente antes de
premaleolar del lado contrario, esta visión lateral es extremadamente impor- su ingreso al foramen mandibular. Después de fenestrar el ligamento distal se
tante para la orientación. La mandíbula se encuentra aquí en el foco, ya que por puede reconocer, a la altura de la língula, la división del N. milohioideo.
ahí transcurren, además del N. alveolar inferior, los Nn. lingual y milohioideo, Observe: Las lesiones del N. lingual pueden aparecer tanto en las lesiones de la
que también se pueden lesionar ligeramente en un acceso inadecuado. Las cara como también en los tratamientos odontológicos (p. ej., en la extracción
diferentes capas transmiten además una impresión acerca de la extensión del quirúrgica de las muelas de juicio inferiores, anestesia regional del N. alveolar
espacio pterigomandibular. inferior).
a Visión sobre la mucosa de la cavidad oral a nivel del pliegue pterigomandibular
del lado derecho; b Se ha eliminado completamente la mucosa de la cavidad
193
M. milohioideo
R. mandibular Mandíbula
Línea milohioidea
Apóf. coronoides
Cabeza
de la mandíbula
Ángulo
de la mandíbula M. geniohioideo
M. hiogloso
a H. hioides
Apóf. estiloides
Apóf. mastoides
M. digástrico, vientre
posterior
M. hiogloso
M. milohioideo M. estilohioideo
M. digástrico,
tendón intermedio
M. digástrico,
vientre anterior Lazo de tejido conectivo
Mm. infrahioideos
H. hioides
b
194
N. mandibular
N. alveolar
inferior
N. lingual
N. mandibular,
N. milohioideo
Ganglio
submandibular N. lingual N. hipogloso (XII)
M. digástrico,
M. milohioideo vientre anterior
a
M. geniohioideo
R. geniohioideo
(C1 y C2)
Asa cervical
profunda,
N. trigémino Raíz superior
Plexo timpánico
Asa cervical
Ganglio profunda,
del trigémino raíz inferior
Ganglio
geniculado c
N. mandibular Celdillas
mastoideas
Cuerda N. facial
del tímpano
Foramen
N. lingual estilomastoideo
N. glosofaríngeo Apóf. mastoides
M. digástrico,
M. estilohioideo vientre posterior
N. facial, N. facial,
b R. estilohioideo R. digástrico
B Inervación de la musculatura del suelo de la boca a Los derivados del arco mandibular (M. milohioideo, vientre anterior del M.
a Visión izquierda (sobre la mitad derecha de la mandíbula desde me- digástrico) son inervados por el N. milohioideo, un ramo del N. mandibular
dial); b corte sagital por la porción petrosa del H. temporal derecho, a la altu- (V3);
ra de la Apóf. mastoides y de las celdillas mastoideas en visión medial; c visión b Los derivados del 2º arco faríngeo (vientre posterior del M. digástrico, M.
izquierda. estilohioideo) están inervados por el N. facial;
La inervación de la musculatura del suelo de la boca es compleja (diferentes c El M. geniohioideo, somático, está inervado por Rr. ventrales del 1er y 2º ner-
derivados de los arcos faríngeos) y se realiza por tres nervios distintos: vio cervical, que se han posicionado junto al N. hipogloso.
195
Techo de la faringe
A Anillo faríngeo de Waldeyer Tonsila
Visión dorsal de la faringe abierta. En esta visión se faríngea
aprecian todos los componentes del anillo faríngeo.
Está formado por tejido linfático inmunocompeten- Cornetes Tonsila
te (tonsilas y folículos linfáticos). Las tonsilas nasales tubárica
(amígdalas), a modo de «guardianes inmunológi-
cos», circundan las salidas de las cavidades bucal Velo
y nasal hacia la faringe; los folículos linfáticos se del paladar
reparten de forma desigual por todo el epitelio. Se Úvula
distinguen las estructuras siguientes:
Tejido linfático Tonsila
de las bandas laterales palatina
• la tonsila impar (tonsila faríngea) en el techo
(pliegue salpingofaríngeo)
faríngeo, Tonsila
• la tonsila par (tonsilas palatinas), lingual
• la tonsila lingual,
Epiglotis
• la tonsila tubárica, par, que se puede considerar
prolongación lateral de la tonsila faríngea, y
• las bandas laterales, pares (pliegues salpingofa-
ríngeos).
Velo
del paladar, Tonsila Tonsila palatina
paladar Arco palatina engrosada
blando palatogloso Fosa Arco
tonsilar palatogloso
Fosa Arco
tonsilar palatofaríngeo
Úvula Tonsila
palatina
a b c
B Tonsila palatina: posición y engrosamiento patológico b y c En una exploración clínica se luxa la tonsila palatina fuera del arco pa-
Visión frontal de la cavidad bucal. latino con la ayuda de una espátula, mientras con otra espátula se presiona
la lengua hacia abajo. Un aumento notable de las tonsilas (causado por una
a Las tonsilas palatinas se sitúan a ambos lados de una ensenada plana, la fosa inflamación vírica o bacteriana, por ejemplo, tonsilitis [amigdalitis]) puede
tonsilar, entre los arcos palatogloso y palatofaríngeo. estrechar de tal manera la salida de la cavidad bucal que cause trastornos
de la deglución.
196
Techo
Coana de la faringe
Tabique
nasal Coana
Tonsila
Torus faríngea
tubárico
Orificio tubárico
(orificio faríngeo
de la trompa
auditiva)
Tonsila faríngea
Velo Diente del axis engrosada
del paladar
Pliegue
salpingofaríngeo
Úvula
a b
C Tonsila faríngea: posición y engrosamiento patológico b Una tonsila aumentada es típica en edad preescolar (por infecciones cró-
Corte sagital por el techo faríngeo. nicas recidivantes del espacio nasofaríngeo, a esta edad se presenta con
frecuencia una reacción inmunológica excesiva en el tejido linfático: ade-
a Esta tonsila impar se sitúa en el techo de la faringe y puede visualizarse con noides, «pólipos»). La tonsila engrosada bloquea las coanas, impidiendo la
ayuda de una rinoscopia posterior (v. pág. 185). Se muestra especialmente respiración nasal y obligando a respirar por la boca. Por ello, los niños tienen
bien desarrollada en la primera infancia, involucionando luego al comienzo la boca constantemente abierta. Un profesional experimentado podría dedu-
de la edad escolar. cir de inmediato una tonsila aumentada.
Criptas
Folículo
secundario
Cápsula de tejido
conectivo
D Histología del tejido linfático de la cavidad bucal y la faringe casi verticalmente desde la pared lateral hasta la pared posterior de la oro–
A causa de la estrecha relación anatómica entre epitelio y tejido linfático, al y nasofaringe.
tejido linfático del anillo faríngeo se le denomina tejido linfoepitelial. b Constitución de la tonsila faríngea. El aumento de la superficie se
produce por protuberancia de la mucosa (principio del peine). El epitelio de
a Tejido linfoepitelial. En la capa propia de todas las mucosas aparece te- recubrimiento es un epitelio respiratorio ciliar.
jido linfático repartido tanto de forma organizada como difusa, hablándose c Constitución de la tonsila palatina. En la tonsila palatina, el aumen-
de mucosa asociada a tejido linfático (MALT). El epitelio se esponja y en sus to de la superficie se produce por hundimiento de la superficie mucosa
grietas se encuentran linfocitos y macrófagos. Además de las tonsilas bien (principio de la nasa[utensilio de pesca]; ¡la superficie activa se amplia
definidas pueden aparecer pequeñas agrupaciones de folículos linfáticos en hasta 300 cm2!). El epitelio de recubrimiento es un epitelio poliestratifi-
las bandas laterales (pliegues salpingofaríngeos). Estos pliegues discurren cado escamoso y sin queratinizar.
197
5.29 Faringe:
Músculos
M. constrictor superior
de la faringe
M. buccinador M. estilohioideo
Rafe M. estilogloso
pterigomandibular
M. digástrico,
vientre posterior
M. estilofaríngeo
M. hiogloso
M. milohioideo
M. constrictor medio
de la faringe
M. digástrico,
vientre anterior
M. constrictor inferior de la faringe
M. esternohioideo
M. tirohioideo
Porción recta
M. cricotiroideo
Porción oblicua
Porción a
pterigofaríngea
Porción
bucofaríngea M. constrictor
superior de la A Músculos de la faringe. Visión izquierda
Porción faringe
milofaríngea a Visión general de la musculatura de la
Porción faringe. Visión lateral izquierda. La faringe
glosofaríngea es un tubo muscular cuya musculatura de disposi-
ción transversal se fija a la base del cráneo y des-
Porción ciende hasta el esófago, a la altura del cartílago
condrofaríngea M. constrictor cricoides (por delante de la 6ª vértebra cervical).
medio A pesar de que la faringe tiene externamente el
Porción de la faringe
H. hioides ceratofaríngea aspecto de un tubo muscular continuo, interna-
mente la dividimos en tres niveles (v. pág.202).
La faringe está formada por los músculos cons-
Porción trictores de la faringe (ver más información en b)
tirofaríngea M. constrictor y por los elevadores de la faringe, relativamente
inferior débiles.
Porción b Clasificación de los músculos constric-
de la faringe
recta Porción
M. cricotiroideo tores de la faringe. La túnica muscular de
cricofaríngea
Porción la faringe está formada a ambos lados por tres
oblicua músculos constrictores, los Mm. constrictores
Esófago superior, medio e inferior de la faringe. En ellos
b Tráquea diferenciaremos diversas partes.
198
Fascia
faringobasilar
Fascículo muscular
accesorio
M. constrictor superior
de la faringe M. masetero,
porción profunda
M. digástrico, M. masetero,
vientre posterior porción superficial
M. estilohioideo M. pterigoideo
medial
M. estilofaríngeo
M. constrictor medio
H. hioides, asta de la faringe
mayor
M. constrictor inferior
Rafe de la faringe
faríngeo
199
5.30 Faringe:
Relieve de la mucosa y uniones con la base del cráneo
Seno
sigmoideo
Cornete nasal Tonsila
medio faríngea
Tabique nasal Coana
Epiglotis Tubérculo
cuneiforme
Receso Tubérculo
piriforme corniculado
Glándula tiroides
200
Apóf. estiloides
M. estilohioideo
M. constrictor
superior de la faringe M. digástrico
M. salpingofaríngeo M. masetero
M. palatofaríngeo M. de la úvula
Mm. elevadores
de la faringe M. pterigoideo
medial
M. estilofaríngeo Ángulo
de la mandíbula
M. constrictor medio
de la faringe
M. aritenoideo
oblicuo M. aritenoideo
transverso
M. cricoaritenoideo
posterior
C Musculatura de la faringe
Visión dorsal. A diferencia de A, en esta imagen se
ha retirado la mucosa de forma que se pueda ver
la disposición de las fibras musculares. Los Mm.
elevadores de la faringe están formados por tres
músculos:
• M. salpingofaríngeo,
• M. palatofaríngeo y
Musculatura anular
• M. estilofaríngeo.
del esófago
Los tres músculos están inervados por el N. gloso-
faríngeo (N. craneal IX). Funcionalmente, forman
un grupo que contribuye a acortar la faringe, tan-
to en el acto de deglución como en el cierre de la
epiglotis.
Tonsila
faríngea
Porción
M. elevador del velo cartilaginosa de la
del paladar trompa auditiva D Músculos del velo del paladar y de la
M. salpingofaríngeo Orificio de la trompa trompa auditiva
auditiva Visión dorsal; se ha serrado el hueso esfenoides
M. tensor del velo dorsalmente a la apertura de las coanas en el pla-
M. constrictor superior del paladar no frontal; en el lado derecho se han resecado los
de la faringe Mm. elevador del velo del paladar, salpingofaríngeo,
Lámina medial de la
M. de la úvula Apóf. pterigoides palatofaríngeo y constrictor superior de la faringe.
Se han representado aquí para facilitar la compren-
M. palatofaríngeo sión de la base muscular de la formación de la mu-
Gancho cosa en la rinoscopia posterior (v.B).
pterigoideo
201
5.31 Faringe:
Topografía e inervación
Torus tubárico
con tejido linfático
(tonsila tubárica)
Tonsila faríngea
Orificio faríngeo de la
trompa auditiva
Tonsila lingual
Cuerpo de la lengua
M. geniohioideo
H. hioides Epiglotis
Lig. tirohioideo
Pliegue vestibular
Glándula tiroides
202
Almohadilla
Paladar Paladar de Passavant
blando blando (contracción del
M. constrictor
superior de la faringe)
Cartílago Cartílago
epiglótico Suelo epiglótico
Suelo de la boca de la boca
Cartílago Cartílago
H. hioides tiroides H. hioides tiroides
M. tirohioideo Cartílago M. tirohioideo Cartílago
cricoides cricoides
a b
C Anatomía del acto de deglución 3. transporte reflejo de nutrientes por la faringe y por el esófago.
En el adulto, la laringe, como componente del tracto respiratorio, está situada
antes de la entrada al tracto digestivo (a). Por esto durante el acto de deglución En la 2ª fase, la laringe es levantada gracias a la contracción de la musculatura
(b) se cierra brevemente el tracto respiratorio, para evitar que los alimentos del suelo de la boca (Mm. milohioideos y digástricos) y de los Mm. tirohioideos,
entren a la tráquea. El acto de deglución empieza de forma arbitraria. En él se la epiglotis cierra la entrada a la laringe y con ello el acceso a la parte inferior
pueden diferenciar tres fases: del tracto respiratorio. Simultáneamente se tensa y se levanta el paladar blan-
do, de forma que este es empujado contra la pared faríngea posterior (cierre
1. inicio voluntario del acto de deglución, de la parte superior del tracto respiratorio).
2. cierre reflejo del tracto respiratorio y
Ganglio superior
Desde el oído
(N. timpánico) Ganglio inferior
Nasofaringe Sensibilidad
Gusto
Orofaringe
M. constrictor
de la faringe
Motor
Exteroceptivo
Enteroceptivo
D N. vago y N. glosofaríngeo: zona de inervación periférica y gan- Observe que ambos nervios participan de la inervación motora y sensitiva de la
glios del tronco del encéfalo (según Duus) faringe, juntos forman el plexo faríngeo.
Visión dorsal. Tanto el N. glosofaríngeo (IX) como el N. vago (X) tienen sus
núcleos en el tronco del encéfalo. En el lado izquierdo del tronco del encéfalo
se encuentran las vías sensitivas, en el lado derecho las vías motoras.
203
5.32 Faringe:
Espacio perifaríngeo y su significado clínico
M. bucinador
A Espacio perifaríngeo Cuerpo adiposo
Corte horizontal a la altura del diente del axis y de N. lingual en el espacio de la boca
la fosa amigdalina (según Töndury). pterigomandibular
Piel
El espacio perifaríngeo es un espacio de tejido co- Mucosa bucal
nectivo, que se extiende desde la base del cráneo Conducto parotídeo
M. palatogloso
hasta el mediastino. Topográficamente se subdivide
Rafe M. masetero
en un espacio laterofaríngeo (ቢ + ባ), a ambos
lados de la faringe, y un espacio retrofaríngeo (ቤ) pterigomandibular R. mandibular
detrás de la faringe. El límite entre ambos está for- M. constrictor
superior de la laringe M. pterigoideo
mado por el septo sagital, tejido conectivo que se medial
extiende entre la lámina prevertebral de la fascia Fascia bucofaríngea
cervical y el borde posterior externo de la faringe. Tonsila palatina N. alveolar
inferior
Apóf. estiloides con
• El espacio retrofaríngeo, impar, es solo una los Mm. estilohioideo, Fascia parotídea
fina hendidura entre la pared posterior de la estilogloso ቢ
faringe y la lámina prevertebral de la fascia cer- Glándula parotídea
y estilofaríngeo
vical, que cubre a los músculos prevertebrales M. palatofaríngeo N. facial
del cuello y que contiene las ramas de la A. fa- Aponeurosis
ríngea ascendente y las venas del plexo venoso estilofaríngea
Pared posterior
faríngeo. de la faringe ቤ ባ N. glosofaríngeo
• El espacio laterofaríngeo, par y relleno
de tejido conectivo laxo, está dividido por la Lámina
prevertebral de A. carótida interna
aponeurosis estilofaríngea (vaina de tejido co-
la fascia cervical V. yugular interna
nectivo en común con los músculos originados
en la Apóf. estiloides) en una porción anterior
Diente del axis N. vago,
(porción preestílea) y una porción posterior N. accessorio,
(porción retroestílea). Septo N. hipogloso
sagital
– ቢ Porción anterior: comunica con la celda M. digástrico
Arco
parotídea y contiene todas las estructuras del atlas Mm. prevertebrales A. vertebral Tronco M. esternocleido-
que corren desde la fosa infratemporal hasta del cuello simpático mastoideo
la cara (por ejemplo, el M. pterigoideo me-
dial, el N. alveolar inferior, el N. lingual, el N. – ባ Porción posterior: contiene la A. carótida embargo corre dentro o debajo de la lámina
auriculotemporal, el ganglio ótico y la A. maxi- interna, la V. yugular interna, los nervios cra- prevertebral de la fascia cervical.
lar con sus ramas); neales IX – XII y el tronco simpático, que sin
Espacio subaracnoideo
Órbita
V. yugular Hoja
prevertebral
Seno
cavernoso Hoja
Hoja pretraqueal
Espacio
superficial Espacio
perifaríngeo
de la tonsila palatina de deslizamiento
cervical
A. carótida (espacio visceral)
Tonsila
palatina Glándula parótida Partes blandas «Danger
del cuello space»
a b Mediastino
B Significado clínico del espacio perifaríngeo b Otra posible complicación son los abscesos congestivos (la infección se di-
(según Becker, Naumann y Pfaltz) semina entre las hojas media y anterior de la fascia del cuello o a lo largo
a Las bacterias y las células inflamatorias provenientes de la tonsila palatina de la vaina carotídea hasta llegar al mediastino = mediastinitis). Desde el
pueden abrirse paso hacia el espacio perifaríngeo y diseminarse desde aquí denominado «danger space» (espacio prevertebral de fascias bifurcado en
en diferentes direcciones: forma de hendidura), las infecciones pueden llegar directamente hacia la
parte posterior del mediastino. En la actualidad, y gracias a la amplia y pronta
• penetración en la V. yugular: ¡riesgo de sepsis! utilización de los antibióticos modernos, estas complicaciones prácticamen-
• penetración en el espacio subaracnoideo: ¡peligro de meningitis! te ya no aparecen.
204
Papilas foliadas
Papilas circunvaladas
M. palatogloso
Tonsila palatina
Nivel de corte en A
M. cricoaritenoideo
posterior
Glándula tiroídes
V. tiroidea inferior
A. tiroidea inferior
N. laríngeo recurrente
Esófago
Tráquea
Plexo venoso
C Vías de conducción del espacio perifaríngeo (según Platzer) un espacio de tejido conectivo que les permite desplazarse durante los movi-
Visión dorsal. Se ha retirado la totalidad del paquete orgánico de la lengua, la mientos del cuello, el espacio perifaríngeo (comp. A). Se pueden reconocer
laringe, el esófago y la glándula tiroides. Esta representación corresponde al claramente las ramificaciones de las vías de conducción en la capa de desliza-
«paquete del cuello», que se extirpa en la anatomía patológica de una autopsia. miento entre los músculos faríngeos.
Las grandes vías de conducción del cuello, y los vasos y los nervios que las cons- Observe la vascularización de las tonsilas palatinas y su proximidad respecto a
tituyen, que vascularizan e inervan los órganos (v. pág. 230 y ss.) discurren por las vías vasculonerviosas (peligro de hemorragia al realizar una tonsilectomía).
205
Fascia Seno
faringobasilar sigmoideo
A. carótida interna
A. faríngea ascendente
N. hiplogloso
Cuerpo carotídeo
Plexo faríngeo
Tronco simpático
Glándula tiroides
A Espacio perifaríngeo en una visión dorsal Se han desplazado hacia medial la A. carótida interna, el N. vago y el tronco sim-
Se han retirado la totalidad de la columna vertebral y todas las estructuras que pático tras su entrada a través de la base del cráneo en el espacio perifaríngeo
se encuentran situadas dorsalmente a ella con la finalidad de poder observar la y faríngeo lateral.
pared posteroexterna de la faringe desde dorsal. En el lado izquierdo, se han Observe el cuerpo carotídeo aquí representado, que es inervado por el N. vago
mantenido intactas las vías de conducción, en el lado derecho se ha retirado la y por el tronco simpático.
V. yugular interna, se puede observar la parte de las vías de conducción situadas
centralmente a la V. yugular.
206
207
Epiglotis
N. vago
Tronco simpático
Tubérculo
N. laríngeo superior cuneiforme
Tubérculo
A. laríngea superior corniculado
V. laríngea inferior M. aritenoideo, porción
oblicua
M. aritenoideo, porción
transversa
V. yugular interna
M. cricoaritenoideo
posterior
A. carótida común
Ganglio cervical
medio
N. laríngeo
A. tiroidea inferior recurrente
V. yugular externa
A. subclavia izquierda
N. laríngeo
recurrente
Tronco
braquiocefálico
N. laríngeo N. vago
recurrente
A Espacio perifaríngeo Observe que las grandes vías de conducción del cuello discurren estrecha-
Visión dorsal; se han representado la totalidad de las vías de conducción del mente unidas a la faringe. Las heridas por incisiones en el lumen (¡huesos de
espacio perifaríngeo, desde la fosa craneal posterior hasta la apertura superior pollo!) pueden provocar inflamaciones del espacio perifaríngeo e importantes
del tórax. Además, se ha abierto la pared faríngea posterior en toda su longitud lesiones (v. pág. 204). Incluso la existencia de lesiones pequeñas puede provo-
y se ha plegado lateralmente, de forma que se pueda observar la cavidad de la car infecciones bacterianas purulentas que pueden extenderse rápidamente en
faringe desde las coanas hasta el esófago. este espacio de tejido conectivo (¡flemones!).
208
M. palatogloso
Rr. tonsilares
de la A. palatina ascendente
Rr. tonsilares
del N. glosofaríngeo
M. constrictor superior
de la faringe
A. maxilar
Lazo peligroso
A. palatina M. constrictor
descendente medio
de la faringe
Aa. palatinas A. faríngea
menores A. faríngea M. constrictor ascendente
ascendente inferior
de la faringe A. carótida
M. palatofaríngeo interna
M. palatogloso
A. carótida
A. palatina externa
ascendente
R. tonsilar
A. facial A. carótida
Rr. dorsales común
A. lingual
linguales
A. carótida
externa
C Irrigación arterial de la tonsila palatina (según Tillmann) D Lazo peligroso de la A. carótida interna
Al efectuar una tonsilectomía (amigdalectomía), las ramas de estas arterias (en base a una preparación de la Colección Anatómica de Kiel)
deben ser coaguladas o ligadas para evitar que sus muñones sangren. Visión dorsal. En la región de la fosa tonsilar, aproximadamente el 5% de las
personas presentan un lazo en forma de sifón de la A. carótida sobre el M. cons-
trictor de la faringe. La lesión de este lazo en el transcurso de una tonsilecto-
mía es muy peligrosa y puede provocar graves hemorragias arteriales.
209
1. Glándulas parótidas,
2. glándulas submandibulares y
3. glándulas sublinguales.
Pliegue Carúncula
sublingual sublingual
Mucosa bucal
M. geniogloso
Glándula
sublingual
M. geniohioideo
Conducto
submandibular
M. milohioideo
Glándula
submandibular
210
Glándulas
labiales
Glándula
Glándulas submandibular
palatinas
Glándula
sublingual
Glándulas Ganglios
faríngeas linfático
D Extensión de tumores parotídeos malignos a lo largo de las es- E Curso intraglandular del N. facial en la parótida
tructuras anatómicas El N. facial se divide en la glándula parótida (el plexo parotídeo divide la glándu-
Tumores malignos parotídeos pueden crecer en el entorno (flechas vacías), la en una porción superficial y una porción profunda) y peligra durante la ex-
y extenderse a través de ganglios linfáticos regionales (flechas llenas) o tracción de un tumor parotídeo. En una parotidectomía, para proteger el N.
extenderse a través de vasos sanguíneos sistémicos por el cuerpo (metás- facial, debe localizarse primero el tronco del N. facial. Un punto de orientación
tasis). para su localización es el vértice del conducto auditivo cartilaginoso.
211
5.36 Laringe:
Localización, forma y cartílagos laríngeos
Cuerpo del H.
hioides Lig. tirohioideo
Membrana Puerta de paso para
Atlas tirohioidea la A. laríngea superior
y el R. interno
Axis Lámina izquierda del N. laríngeo superior
H. hioides del cartílago
tiroides Asta superior
Prominencia
Cartílago Cartílago laríngea Cartílago
tiroides cricoides tiroides
Lig. cricotiroideo
Asta inferior
Lig. cricotraqueal Cartílago
cricoides
Asta menor
Lig. vocal Lig. vestibular Cartílago
Asta mayor epiglótico
Cartílago
corniculado Membrana Puerta de paso para
tirohioidea la A. laríngea superior
Cartílago y el N. laríngeo superior
aritenoides Asta superior
Cartílago Apóf. vocal Cartílago
tiroides Lig. tiroepi- corniculado
Art. cricoaritenoidea glótico Lig. cricoaritenoideo
Lig. cricotiroideo Asta inferior
medio Cartílago
cricoides Art. cricotiroidea
Lig. cricotraqueal
a b
C Cartílagos y ligamentos laríngeos al cartílago cricoides en la Art. cricotiroidea. Las bases del cartílago aritenoi-
a Corte sagital, visión medial izquierda. El cartílago tiroides rodea la mayor des se pueden movilizar bilateralmente con el borde superior del cartílago
parte de los cartílagos de la laringe, su porción caudal se articula con el car- cricoides en la Art. cricoaritenoidea, realizando un movimiento de rotación y
tílago cricoides (Art. cricotiroidea). de deslizamiento respecto al cartílago cricoides. Los cartílagos aritenoides
b Visión dorsal. Hemos señalado la dirección de los movimientos en cada ar- se mueven durante la producción de sonidos.
ticulación mediante flechas. El cartílago tiroides se puede inclinar respecto
212
Incisura tiroidea
inferior
Tallo Tubérculo
epiglótico tiroideo inferior Asta inferior
Carilla articular a b c
aritenoidea Apóf. muscular Apóf. vocal Cara medial Carilla articular Apóf. muscular
Carilla articular
tiroidea Lig. cricotiroideo
medio
Cartílago
b tiroides
Lig. vocal
Arco del cartílago
Cono
cricoides
elástico Arco del
cartílago
Carilla articular Apóf. vocal cricoides
aritenoidea
Colículo Apóf. muscular
Arco del cartílago
cricoides Carilla articular
tiroidea Cartílago Lig. cricoaritenoideo
corniculado Lámina del cartílago
c d cricoides
213
5.37 Laringe:
Relieve interno y sistemática de las vías de conducción
Membrana Cartílago
cuadrangular epiglótico
Epiglotis
Glándulas Cartílago
tiroides
Rima vestibular Pliegue vestibular
Pliegue
vestibular Ventrículo laríngeo Sáculo laríngeo
Borde de
Pliegue vocal sección Lig. vestibular
Rima glótica
Lig. vocal
Cono elástico M. tiroaritenoideo
M. vocal
A Interior de la laringe (cavidad laríngea): relieve de la mucosa y C Clasificación clínica de los niveles de la laringe y sus límites
división en espacios Visión dorsal. Para poder describir con exactitud la localización de un hallazgo
a Visión dorsal. El tubo muscular de la faringe y el esófago está abierto por su patológico en la laringe, la dividiremos en tres niveles, de craneal a caudal. Es-
parte dorsal y separado (bordes de corte). El conjunto de la cavidad interior tos tres niveles son importantes para el drenaje linfático.
de la laringe está recubierto por mucosa que descansa laxa sobre la superfi-
cie respectiva, exceptuando los pliegues vocales (peligro de edema laríngeo, Niveles de la laringe Extensión
v.B). Entre el cartílago aritenoides y la epiglotis se encuentran, a ambos lados,
los pliegues ariepiglóticos y, lateral a estos pliegues, se encuentran los rece- Espacio supraglótico Desde la entrada de la laringe hasta los
sos piriformes (canales mucosos). (vestíbulo de la laringe I) pliegues vestibulares
Observe que los canales mucosos desempeñan una función importante en
Espacio transglótico Desde los pliegues vestibulares hasta
el transporte de los alimentos. Puesto que en esta región se entrecruzan la (cavidad laríngea intermedia II) los pliegues vocales pasando por el
tráquea y el esófago, en este receso los alimentos se deslizan pasando por la ventrículo laríngeo (una invaginación
laringe hacia el esófago, mientras que durante el acto de deglución las vías
lateral)
respiratorias se mantienen cerradas por la epiglotis (v. pág. 203).
b Corte sagital y medio, visión izquierda. Para poder describir la loca- Espacio subglótico Desde los pliegues vocales hasta el
lización exacta de un hallazgo patológico dividiremos la cavidad laríngea en (cavidad infraglótica III) borde inferior del cartílago cricoides
tres niveles o espacios (comp. C).
214
N. vago
A. tiroidea
superior
A. laríngea N. laríngeo superior,
superior R. interno
A. carótida
común N. laríngeo superior,
R. externo
R. cricotiroidea
M. cricotiroideo
A. laríngea inferior
A. tiroidea N. laríngeo recurrente
inferior (antiguamente denominado
laríngeo inferior)
Tronco
tirocervical
A. subclavia
derecha
Tronco
braquiocefálico
D Vascularización e inervación
a Irrigación arterial e inervación. Visión
ventral. El aporte sanguíneo a la laringe se
realiza mediante dos grandes arterias, la A. la-
V. facial
ríngea superior, proveniente de la A. carótida
externa, y la A. laríngea inferior, proveniente
de la A. subclavia (vía tronco tirocervical).
V. laríngea Podemos observar que el aporte sanguíneo
superior
tiene características análogas al de la glándu-
V. tiroidea la tiroides. La inervación corre a cargo de los
superior Vv. tiroideas Nn. laríngeos superior y recurrente (ambos
medias del N. vago, v. pág. 135).
V. laríngea Observe la estrecha relación existente entre
inferior nervios y arterias: en un aneurisma de aorta del
lado izquierdo puede presentarse una parálisis
recurrencial (por compresión del nervio debi-
do al aneurisma), que se manifestará con dis-
Plexo tiroideo
impar fonía (más información sobre las causas que lo
provocan en la pág. 209).
V. yugular b Drenaje venoso: visión izquierda. La V. la-
interna ríngea superior desemboca en la V. tiroidea
superior, que drena en la V. yugular interna. La
V. laríngea inferior desemboca en el plexo ti-
V. tiroidea
inferior roideo, impar, que drena en su mayor parte en
la V. braquiocefálica izquierda a través de la V.
V. braquiocefálica V. subclavia tiroidea inferior.
izquierda
215
5.38 Laringe:
Músculos
Cartílago aritenoides,
Apóf. vocal
M. cricoaritenoideo M. cricoaritenoideo
Porción recta posterior
M. crico- lateral
tiroideo Porción
oblicua Lig. cricotiroideo
medio Carilla articular
a b tiroidea
a Visión oblicua izquierda b Visión lateral izquierda, se ha extirpado la mitad izquierda del cartílago
tiroides
M. tiroaritenoideo,
porción tiroepiglótica*
Pliegue
Pliegue
ariepiglótico
ariepiglótico
Tubérculo Tubérculo
M. aritenoideo cuneiforme
cuneiforme
oblicuo M. tiro- Tubérculo
M. tiroaritenoideo aritenoideo
M. aritenoideo corniculado
transverso M. crico-
aritenoideo M. cricoaritenoideo
M. aritenoideo lateral posterior
oblicuo M. cricoaritenoideo
posterior
d
c
c Visión dorsal d Visión izquierda; se ha retirado casi toda la mitad izquierda del cartílago ti-
roides para poder ver la epiglotis y el M. tiroaritenoideo, porción externa
A Músculos de la laringe cierre completo de la rima glótica son necesarios, además del M. vocal, el M.
a Músculo externo de la laringe: El M. cricotiroideo (frecuentemente aritenoides transverso y el M. tiroaritenoideo (v. c).
denominado anticus clínicamente) es el único músculo de la laringe que está Observe que todos los músculos internos de la faringe están inervados mo-
situado en su parte externa. Mediante su contracción, el cartílago cricoides tormente por el N. laríngeo inferior, el ramo terminal del N. laríngeo recu-
bascula hacia atrás de forma que se tensan las cuerdas vocales. Debido a rrente. Si falla la inervación unilateral del N. laríngeo recurrente (por ej.
este modo de funcionamiento, cuenta entre los denominados «músculos en el lado izquierdo, debido a una metástasis en un ganglio linfático de un
tensores», juntamente con el M. vocal (v. b). El M. cricotiroideo es el único carcinoma broncopulmonar en el hilio pulmonar), se produce una paresia
músculo que es inervado por el N. laríngeo superior (R. externo). del M. cricoaritenoideo posterior del mismo lado. En este caso ya no será
b-d Músculos internos de la laringe (Mm. cricoaritenoideos posterior y posible alcanzar la completa apertura de la rima glótica y el paciente presen-
lateral y M. tiroaretinoideo). Todos se insertan en el cartílago aritenoides y tará disfonía. Si se produce una afectación nerviosa bilateral del N. laríngeo
pueden modificar la posición de las cuerdas vocales. Por eso se denominan recurrente (por ej. como consecuencia de una operación de tiroides), se
conjuntamente «músculos de posición». La contracción del M. cricoaritenoi- produce un estrechamiento de la rima glótica porque ganan los músculos de
deo posterior (denominado clínicamente posticus) gira el cartílago aritenoides la oclusión y existe peligro de asfixia (v. pág. 132).
hacia fuera y ligeramente hacia lateral, de forma que abre –es el único músculo
de la laringe que lo hace– la totalidad de la rima glótica. El M. cricoaritenoideo Los músculos aquí presentados mueven los cartílagos laríngeos entre ellos
lateral (denominado clínicamente lateral) cierra y abre respectivamente una e influyen en la tensión y/o posición de las cuerdas vocales. Respecto a los
parte de la rima glótica. Abre la porción intercartilaginosa (segmento de la rima músculos que mueven el conjunto de la laringe (musculatura infra- y suprahioi-
glótica entre los cartílagos aritenoides) y cierra la porción intermembranosa dea y M. constrictor inferior de la faringe), v. pág. 90.
(segmento de la rima glótica entre el cartílago tiroides y el vértice de la Apóf.
vocal, v. B), lo que provoca el acercamiento de las puntas de las Apóf. vocales * La porción tiroepiglótica del M. tiroaritenoides era denominada M. tiroepi-
(v. B). Puesto que este mecanismo induce la fonación, este músculo laríngeo glótico en la antigua nomenclatura, y las fibras musculares situadas por de-
interno también es denominado músculo de la fonación. Para conseguir el bajo de los pliegues ariepiglóticos eran denominados M. ariepiglótico.
216
M. cricotiroideo Lig.
glosoepiglótico
217
5.39 Laringe:
Topografía y anatomía clínica
N. laríngeo superior
R. interno
H. hioides del N. laríngeo superior
V. laríngea
superior Coniotomía
Membrana
tirohioidea A. laríngea Traqueotomía
superior superior
M. tirohioideo Traqueotomía
M. constrictor inferior
inferior
de la faringe
N. laríngeo Epiglotis
recurrente
N. laríngeo
A Topografía de la laringe: vascularización H. hioides superior
e inervación V. laríngea
Visión izquierda; a capa superficial, b capa pro- superior
funda; se han retirado el M. cricotiroideo y la lámina Lig. tirohioideo
tiroidea cartilaginosa izquierda, se ha despegado y medio A. laríngea
plegado a un lado la capa mucosa de la faringe. Las superior
arterias y las venas penetran a la laringe esencial-
mente por su parte dorsal.
Observe que el N. laríngeo superior inerva el M.
cricotiroideo con su ramo motor (R. externo) y la
mucosa de la laringe hasta las cuerdas vocales con M. tiroaritenoideo Anastomosis
su ramo sensitivo (R. interno). El N. laríngeo recu- de Galeno
rrente, en cambio, es responsable de la inervación M. cricoaritenoideo
motora de todos los músculos laríngeos restantes M. cricoaritenoideo
lateral posterior
(internos) y de la inervación sensitiva de la muco-
sa de la laringe situada por debajo de las cuerdas Lig. cricotiroideo
vocales. medio
El R. externo del N. laríngeo superior da un ramo M. cricotiroideo Esófago
endolaríngeo, el R. ventricular. Esta se extiende por
V. tiroidea
la cara interna de la laringe hacia craneal y termina media
a la altura de los pliegues vocales; se supone que Rr. traqueales
inerva el M. ventricular. Todavía no consta en la nó- A. tiroidea
mina anatómica. Tráquea inferior
N. laríngeo
b recurrente
218
N. glosofaríngeo
Bulbo raquídeo
Glándulas
N. laríngeo
superior Lesión del tronco encefálico
(M. cricotiroideo) (hemorragias, tumores) M. ventricular
Pliegue vestibular
Raíces del vago
N. laríngeo Ventrículo
recurrente Ganglio superior Epitelio plano
laríngeo poliestratificado
N. accesorio Tumores en la base (espacio de no queratinizado
(raíz craneal) del cráneo Morgagni)
Foramen yugular Espacio de Reinke
M. tiro- (tejido conectivo
Ganglio inferior aritenoideo laxo)
R. faríngeo
N. laríngeo Mucosa subglótica,
superior Lig. vocal epitelio ciliar
respiratorio
Cirugía carotídea M. vocal
Cono elástico
N. del vago
D Estructura del pliegue vocal
A. carótida común
izquierda Corte frontal histológico esquemático en una visión dorsal. Los pliegues voca-
les, muy solicitados mecánicamente, están recubiertos por un epitelio plano
Glándula tiroides estratificado no queratinizado (cuando se maligniza por lo tanto forma un car-
Tiroidectomía
cinoma epidermoide). En el espacio subglótico unido a él, encontramos el epi-
N. laríngeo telio ciliar respiratorio. La mucosa descansa encima de tejido conectivo laxo.
recurrente En fumadores, debido a la irritación crónica provocada por el humo, este tejido
conectivo del espacio de Reincke puede sufrir un edema crónico, fenómeno
que se manifiesta con ronquera en la voz («voz de fumador»).
Especialmente en la base de los pliegues vestibulares, pero también de forma
N. laríngeo aislada en el mismo pliegue, aparecen haces de fibras de musculatura esquelé-
Aneurisma tica estriada, que son designadas como M. ventricular. La nomenclatura oficial
recurrente
de aorta todavía no recoge este músculo, a pesar de que ya ha sido descrito por varios
Carcinoma bronquial autores. Funcionalmente, es conocido por todos los foniatras, puesto que los
pliegues vestibulares pueden contraerse con la ayuda de estos músculos.
N. vago
Puntos de lesión
a del N. vago – en la región de la base del cráneo, a la altura del foramen yugular (causados
o de sus ramos por ej. por la existencia de tumores nasofaríngeos) Æ debido a la pérdida
de inervación de todos los músculos faríngeos internos y externos, posición
intermedia y paramediana de las cuerdas vocales afectadas (v. b), no es
Posiciones de las cuerdas vocales posible el cierre de la glotis y el paciente presenta gran disfonía.
1. Posición media o de fonación – El N. laríngeo superior en la región media del cuello (por ej. como compli-
2. Posición paramediana cación en la cirugía carotídea) Æ debido a la pérdida de tono del M. crico-
3. Posición intermedia tiroideo, ligera disfonía con debilidad de voz (fonastenia) especialmente
4. Posición lateral o de respiración para emitir frecuencias altas.
– N. laríngeo recurrente en la región inferior del cuello (causada por ej.
b 1 23 4 por operaciones de la glándula tiroides como la estrumectomía, por car-
cinomas broncopulmonares o por aneurismas de aorta) Æ debido a la
C N. vago y posición de las cuerdas vocales pérdida de inervación de todos los músculos internos de la laringe del
Las fibras motoras (eferentes branquiogénicas) del N. vago inervan la muscu- lado afectado, posición medial hasta paramediana de las cuerdas vocales,
latura de la faringe y de la laringe. Dichas fibras se originan en el núcleo ambi- ligera disfonía, mala calidad de voz durante el canto, cansancio muy rápido
guo del tronco encefálico, cuyos grupos de células presentan una ordenación de la voz, no presenta asfixia.
somatotópica: entre las fibras del N. glosofaríngeo (origen craneal) y las fibras
del N. accesorio (origen caudal), se encuentran las neuronas originarias de los Observe: Cuando las lesiones son bilaterales, normalmente se presenta un
Nn. laríngeos superior y recurrente, así como las fibras motoras para la muscu- claro empeoramiento de los síntomas; por ej., una parálisis recurrente bila-
latura del paladar blando y de la faringe. Especialmente las lesiones centrales teral provoca una parálisis de las cuerdas vocales en posición paramediana, se
o altas del N. vago provocan parálisis de la musculatura faríngea y laríngea que produce asfixia manifiesta y fuerte estridor inspirador (cuando la afección es
afectarán a la posición de las cuerdas vocales: aguda normalmente se requiere traqueotomía, v. B). Además de las pérdidas
motoras, en función de la localización de la lesión, también se producen pér-
• Lesiones centrales del N. vago en la zona nuclear del núcleo ambiguo (como didas de sensibilidad de la mucosa laríngea (v. Ab). Por otro lado, las lesiones
consecuencia por ej. de tumores, hemorragias o parálisis bulbares en la re- del nervio vago también pueden provocar por ej. debilidad del reflejo nauseoso,
gión del tronco encefálico) Æ posición intermedia hasta paramediana de las trastornos de deglución, sensación de tener un cuerpo extraño y tos, así como
cuerdas vocales (v. b); habla nasal (déficit en el cierre del espacio oronasal); normalmente velo del
• Lesiones altas periféricas del N. vago dependiendo de la localización del pun- paladar colgante en el lado afectado (pérdida del M. elevador del velo del pala-
to de interrupción de la conducción nerviosa: dar) y desplazamiento de la úvula hacia el lado sano.
219
Eje oral
Eje faríngeo
Eje traqueal
a b c
A Equipamiento técnico y posicionamiento de la cabeza El laringoscopio y el tubo endotraqueal forman parte del instrumental esencial
a Tubo endotraqueal (tubo de Magill) con manguito inflable (cuff) y laringos- (a). Existen tubos de diferentes tamaños (10-22 cm) y diámetros (2,5-8mm).
copio según MacIntosh con mango y hoja (o rama) curva; b y c posicionamiento Presentan un corte transversal redondo con un conector proximal (conexión
desfavorable y óptimo de la cabeza en la intubación. para el tubo de respiración), y un extremo distal oblicuo. Por arriba de este
La introducción de un tubo en la tráquea del paciente se denomina intuba- último hay un manguito inflable (cuff) que asegura que la tráquea esté cerra-
ción endotraqueal. Es el método clínico y también preclínico más seguro para da herméticamente por el tubo (v. Cb). En la intubación orotraqueal los ejes
mantener libre la vía aérea y la forma más efectiva de respiración artificial. Se oral, faríngeo y traqueal deberían estar situados en línea recta (v. c). Para esto
diferencian las vías de acceso siguientes: se eleva la cabeza del paciente aproximadamente 10 cm, y se la hiperextiende
en la articulación atlantooccipital. Esto facilita la laringoscopia directa para el
• orotraqueal = a través de la boca (goldstandard), ingreso a la laringe (v. B) y acorta a 13-16 cm la distancia entre el arco dental y
• nasotraqueal = a través de la nariz (cuando la intubación orotraqueal no es la glotis en el adulto.
posible) y Observe: En pacientes con sospecha de una lesión de la columna vertebral cer-
• la intubación pretraqueal = a través de una traqueotomía (incisión de la trá- vical hay que evitar bajo cualquier circunstancia la reclinación de la cabeza.
quea por ejemplo, para una intubación prolongada) o coniotomía (acceso a
la laringe por sección del Lig. cricotiroideo; solo en caso de emergencia ante
la amenaza de asfixia).
Laringoscopio
Laringoscopio
Tubo
Punta de la rama
Base (raíz) de la lengua
Pliegue glosoepiglótico
medio
Epiglotis
Esófago
Paladar
Tráquea
220
Raíz de Pliegue
la lengua glosoepiglótico
medio
Tráquea
H. hioides
Pliegue Glándula
vocal tiroides
221
Laringe
A. toroidea
Lóbulo superior
piramidal
Lig. cricotiroideo
M. cricotiroideo Glándulas paratiroides,
medio
par superior
a b
A Glándula tiroides y glándulas paratiroides b Glándula tiroides y glándulas paratiroides, visión dorsal.
a Glándula tiroides, visión ventral. La glándula tiroides está formada por Tanto la situación como el número (normalmente son cuatro) de glándulas
dos lóbulos situados lateralmente y un istmo que los une en el medio, y que paratiroides existentes pueden variar notablemente.
también puede sostener el lóbulo piramidal en su parte superior. La punta
de la pirámide está orientada hacia craneal, un residuo de la migración de la Observe: Puesto que las glándulas paratiroides están contenidas normalmente
base de la lengua (v. pág. 11). dentro de la cápsula de la glándula tiroides, el peligro de ser extirpadas invo-
luntariamente al llevar a cabo la operación de la glándula tiroides es muy grande
(v. B).
Hoja
pretraqueal
Platisma
Glándula tiroides
Hoja
M. esternocleidomastoideo superficial
V. yugular
interna
N. vago A. carótida
común
Esófago Hoja
prevertebral
B Localización de la glándula tiroides respecto a la tráquea y a las está situada directamente sobre la tiroides y adherida a su parénquima glan-
vías de conducción dular. Algunos fascículos de tejido conjuntivo de la cápsula interna, por los que
Corte horizontal del cuello a la altura de T1, visión craneal. La glándula tiroides discurren también vasos sanguíneos, se extienden hacia el interior de la glán-
está adosada a la tráquea envolviéndola en su parte anterior y limita dorsalmen- dula dividiéndola en lóbulos. Situada encima de la cápsula interna encontramos
te con el cordón vasculonervioso. Cuando se presentan engrosamientos muy la cápsula externa, más gruesa, que forma una parte de la hoja pretraqueal de
importantes de la tiroides (bocio, como consecuencia por ej. de un déficit de la fascia del cuello. La cápsula de este órgano, que envuelve la glándula tiroides
yodo), puede producirse un estrechamiento progresivo de la luz traqueal que y las paratiroides, también es denominada «cápsula quirúrgica», puesto que se
puede llegar a provocar la asfixia. abre al realizar intervenciones de la glándula tiroides. Entre las cápsulas inter-
Observe la situación de las fascias del cuello: la glándula tiroides está envuelta na y externa encontramos una hendidura de separación de tejido conectivo por
por una cápsula de tejido conectivo que está constituida por una hoja externa la que discurren las ramificaciones más considerables de los vasos sanguíneos.
y una hoja interna. La hoja interna, más fina (cápsula interna, no visible aquí), Las paratiroides también se encuentran en esta hendidura, pero más alejadas.
222
C Vascularización e inervación de la región tiroidea lo que explica la aparición de disfonía postoperatoria cuando este ha sufrido
Visión ventral. una lesión unilateral, y de disnea cuando la lesión ha sido bilateral. Antes
de llevar a cabo una intervención de la glándula tiroides, la exploración del
a Irrigación arterial: la irrigación arterial proviene en su mayor parte de la otorrinolaringólogo debe comprobar que la inervación de la musculatura de
A. tiroidea superior (primera rama de la A. carótida externa), que se dirige la laringe esté intacta, para poder descartar la existencia de una lesión ner-
a la glándula proveniente de la parte craneal-dorsal. Además, la A. tiroidea viosa previa a la intervención.
inferior, proveniente del tronco tirocervical (v. pág. 224) irriga la glándula
desde caudal. Cuando se lleva a cabo la extirpación de la glándula tiroides, b Drenaje venoso: tiene lugar esencialmente por la parte caudal-ventral,
se deben ligar las arterias que discurren a derecha e izquierda del órgano. gracias a la existencia de un plexo venoso bien desarrollado, el plexo tiroideo
Observe que, al realizar operaciones de la glándula tiroides, se corre el pe- impar, que en la mayoría de casos va a drenar a la V. braquiocefálica izquierda
ligro de lesionar el N. laríngeo recurrente, que discurre dorsalmente a la a través de la V. tiroidea inferior. Por otra parte, las venas tiroideas superio-
glándula. Este nervio inerva importantes músculos del interior de la laringe, res y medias desembocan en la V. yugular interna.
223
A. tiroidea
superior
Cartílago A. laríngea
tiroides superior
N. accesorio M. trapecio
N. vago A. supraescapular
V. subclavia A. subclavia
Tronco
tirocervical
A Región anterior profunda del cuello con la glándula tiroides vías de conducción en el orificio superior del tórax (v. cuello congestionado,E,
Visión ventral. Se puede observar bien el paso de las siguientes vías de conduc- pág.7).
ción por el orificio superior del tórax: A. carótida común, A. subclavia, V.sub- Observe: Las operaciones de la glándula tiroides representan la quinta inter-
clavia, V. yugular interna, plexo tiroideo impar, N. vago, N. frénico, N. laríngeo vención quirúrgica más frecuenteen Alemania, razón por la que se debe estar
recurrente. Se puede ver cómo el aumento de tamaño del lóbulo inferior de familiarizado con las relaciones topográficas de dicha glándula.
la glándula tiroides en un bocio retroesternal provoca la compresión de las
A. tiroidea
inferior
A. vertebral
N. laríngeo
recurrente
A. subclavia
a b c a b c
B Disposición del N. laríngeo recurrente derecho C Variaciones de las ramas de la A. tiroidea inferior derecha
(según Lanz y Wachsmuth) (según Platzer)
Visión ventral. El N. laríngeo recurrente es un ramo visceroeferente especial La disposición de la A. tiroidea inferior es muy variable. Se puede extender
(branquiógeno) y sensitivo del N. vago, que inerva entre otros el M. cricoari- dorsalmente a la A. vertebral hacia medial (a), dividirse directamente tras su
tenoideo posterior. Este es el único músculo que abre completamente la rima salida del tronco tirocervical (a veces, b) u originarse de la A. subclavia como
glótica (v. pág. 217). Si queda afectada su inervación de forma unilateral, el pa- su primera rama (c).
ciente sufrirá ronquera, pero si la afectación es bilateral, el paciente puede
sufrir asfixia por el cierre de la rima glótida. Este nervio puede pasar por de-
lante (a), por detrás (b) o entre (c) las ramas de la A. tiroidea inferior. Esta
disposición debe ser considerada en las operaciones de la glándula tiroides.
224
Base de la
lengua
Intralingual
b Sublingual
Prelaríngea
Intratraqueal
Localización normal
de la glándula tiroides
Subesternal
(= retroesternal)
225
N. supratroclear
N. supraorbitario,
R. lateral
N. supraorbitario,
R. medial
A. dorsal de la nariz
N. facial,
Rr. temporales N. auriculotemporal
A. y V. angular A. y V. temporal
superficial
N. facial, A. y N. infraorbitario
Rr. cigomáticos
A. transversa de la cara
N. facial,
Rr. bucales
Conducto
Glándula parótida
parotídeo
N. facial, M. masetero
R. marginal
mandibular
R. mentoniana,
A. y V. facial A. alveolar inferior
N. mentoniano
A Nervios y vasos superficiales de la región facial anterior N. trigémino, cuyos tres ramos terminales están aquí representados (v.E); su-
Después de suprimir la piel y el tejido adiposo queda visible la capa superficial, bramificaciones del 3er ramo del N. trigémino inervan adicionalmente de forma
la musculatura de la mímica. A la izquierda se ha quitado hasta el punto de per- motora los músculos masticadores. La cara se abastece principalmente de la A.
mitir la visión parcial de los músculos masticadores. La musculatura de la mí- carótida externa, y solo una pequeña zona alrededor del ángulo ocular lateral
mica está inervada de forma motora por el N. facial, que sale lateralmente de la y medial así como la zona frontal reciben suministro arterial de la A.carótida
glándula parótida; la inervación sensitiva de la cara se efectúa en cambio por el interna (v. B).
226
A. supratroclear
A. supraorbitaria
A. dorsal de la nariz
Aa. palpebrales
Aa. palpebrales mediales
laterales
A. temporal
A. angular superficial
A. infraorbitaria
A. facial
A. carótida
externa
B Zona de abastecimiento facial de la A. ca- encefálica puede establecerse de forma compen- C Triángulo facial de peligro
rótida externa (rojo) e interna (negro) satoria un aporte sanguíneo por la A. temporal En la zona del llamado «triángulo de peligro» hay
Entre ambas zonas de abastecimiento pueden superficial. En estos casos no se debe ligar la A. conexiones venosas faciales hacia los senos dura-
formarse hemodinámicamente importantes anas- temporal superficial, como podría por ejemplo su- les. Dado que las venas de esta región no presentan
tomosis. En una arteriosclerosis de la A. carótida ceder en una biopsia cuando hay sospecha de una válvulas, existe gran peligro de propagación de gér-
interna y la consecuente mengua de irrigación arteritis temporal (v. pág. 101). menes hacia el interior (¡forúnculos pueden llegar
a causar meningitis!, v. pág. 107).
V. oftálmica Seno
superior cavernoso
227
Mandíbula
Glándula parótida
V. yugular
externa V. yugular
anterior
N. auricular
mayor
Hoja pretraqueal
N. transverso de la fascia
del cuello cervical
A Cuello, capa superficial V.yugular anterior con su arco venoso yugular. Por debajo de la mandíbula se
Visión ventral, se ha retirado el platisma epifascial del lado derecho y se ha puede observar la parte inferior de la glándula parótida. Cuando esta glán-
separado y fenestrado la hoja superficial (= lámina superficial de la fascia dula se inflama (paperas o parotiditis), se hincha especialmente en esta
del cuello; para ver la disposición de la fascia del cuello, v. pág. 4). La cabeza zona y deforma la cara («mejillas de hámster» con separación del lóbulo de
esternal derecha del M. esternocleidomastoideo queda así liberada de la la oreja).
fascia. La región cervical anterior, limitada dorsalmente por el M. esterno- Observe, más alejados, los nervios cutáneos del plexo cervical (Nn. auricular
cleidomastoideo y cranealmente por el borde inferior de la mandíbula, se mayor, transverso del cuello y supraclaviculares) que salen del punto nervioso
puede diferenciar especialmente bien en el lado derecho. Se puede ver la (punto de Erb, v. pág. 240).
228
V. yugular interna
N. hipogloso
N. laríngeo superior,
R. externo R. tirohioideo
A. carótida Lig. tirohioideo medio
común derecha
A. tiroidea M. tirohioideo
superior
M. omohioideo
V. yugular M. esternocleidomastoideo
externa
M. cricotiroideo
M. esternotiroideo
M. esternohioideo
B Cuello, capa media superior, primera rama de la A. carótida externa. Conjuntamente con ella se
Visión ventral. Se ha retirado la hoja pretraqueal (hoja media de la fascia del extiende el ramo externo del N. laríngeo superior, un ramo del N. vago, hacia
cuello) y resecado la musculatura infrahioidea pegada a ella, de forma que la el M. cricotiroideo. El ramo interno del N. laríngeo superior se extiende hacia
glándula tiroides, localizada dorsalmente a la musculatura infrahioidea, ha que- la laringe, conjuntamente con la A. laríngea superior, atravesando la membrana
dado visible después de retirar la fascia visceral. Se puede ver la A. tiroidea tirohioidea.
229
Mandíbula
Glándula parótida
M. digástrico,
vientre anterior
H. hioides
M. esternohioideo
M. esternocleido-
mastoideo M. tirohioideo
A Capa profunda del cuello en una visión ventral impar, localizado caudal y ventralmente. De los nervios, podemos identificar el
Se pueden ver las vísceras del cuello situadas en y alrededor de la línea media, N. vago (nervio craneal) y el N. frénico (ramo del plexo cervical). El ramo del
la laringe y la glándula tiroides. Lateralmente a ambas, se extienden las vías vago, el N. laríngeo recurrente, procede de la apertura superior del tórax y se
de conducción de y hacia la cabeza. La principal vascularización arterial de la extiende lateralmente a la tráquea, por detrás de la glándula tiroides y se dirige
glándula tiroides corre a cargo de la A. tiroidea superior, situada craneal y dor- hacia la laringe, cuyos músculos inerva.
salmente; su drenaje venoso se hace principalmente a través del plexo tiroideo,
230
Atlas
A. vertebral
M. largo de
la cabeza
M. largo M. escaleno
del cuello medio
M. escaleno
anterior
N. frénico
Cúpula pleural
Esófago
A. carótida común
A. tiroidea izquierda
inferior N. vago
A. transversa Plexo braquial
del cuello
M. escaleno anterior
A. supraescapular
Tronco costocervical
Tronco Conducto torácico
tirocervical
A. subclavia
Tráquea V. subclavia
1a costilla
A. y V. torácica
V. braquiocefálica interna
Tronco N. laríngeo
braquiocefálico recurrente
B Capa más profunda del cuello en una visión ventral – A. transversa del cuello con R. profunda y R. superficial, y
Se han retirado la laringe y la glándula tiroides, así como la tráquea y el esófago. – A. supraescapular;
Se han preparado los dos grandes vasos del cuello (A. carótida y V. yugular inter-
na) a ambos lados, de forma que sea visible la A. vertebral derecha, localizada • A la izquierda, el tronco costocervical con:
más profundamente; a la izquierda todavía está cubierta por la musculatura pre- – A. cervical profunda y
vertebral. La A. vertebral discurre por los forámenes transversos de las vérte- – A. intercostal suprema.
bras cervicales y se extiende, atravesando el arco del atlas, hacia el interior del
cráneo, donde aporta sangre especialmente al tronco del encéfalo. Se puede En el triángulo interescalénico, entre los Mm. escaleno anterior y medio, se
identificar el plexo cervical con su ramo, el N. frénico, que se extiende hacia extiende el plexo braquial y la A. subclavia, mientras que la V. subclavia se ex-
caudal a través del M. escaleno anterior (músculo guía) para llegar al diafrag- tiende por delante del triángulo interescalénico, por encima del M. escaleno
ma, al que aporta su inervación motora. En esta capa se pueden reconocer dos anterior. En el ángulo venoso, la reunión de la V. subclavia y de la V. yugular
troncos arteriales con sus ramas: interna desemboca a la izquierda del conducto torácico, que drena la linfa de ¾
partes del cuerpo.
• A la derecha el tronco tirocervical con:
– A. tiroidea inferior,
231
N. trigémino,
N. supraorbitario
N. trigémino,
N. supratroclear
A. cigomático-
orbitaria
N. auriculotemporal
V. angular
A. transversa
de la cara
N. trigémino,
N. infraorbitario
A. occipital
Conducto
parotídeo N. occipital
mayor
M. buccinador
N. occipital
menor
M. esternocleido-
N. trigémino, mastoideo
N. mentoniano
V. occipital
Glándula parótida
V. facial N. auricular
mayor
M. masetero Ramos del plexo V. yugular
intraparotídeo, externa
N. facial
A Vasos y nervios superficiales laterales de la cabeza inervación sensitiva de esta región lateral de la cabeza también se efectúa por
Visión izquierda. Todas las arterias aquí visibles surgen de la A. carótida exter- ramos del N. trigémino (v. D), mientras la región posterior, visible, lo es por
na, que a causa de su posición profunda no puede representarse en esta capa. el N. occipital mayor y menor. Estos, a diferencia del N. trigémino, proceden
La zona lateral de la cabeza se drena por la V. yugular externa. La V. facial, tam- de nervios espinales (v. E). El conducto parotídeo de la glándula parótida, fá-
bién representada, desemboca en cambio más profundamente en la V. yugular cilmente localizable en una preparación, discurre sobre el M. masetero hacia
interna (sin representar). El N. facial se ha desdoblado en la glándula parótida adelante, atraviesa el M. buccinador y desemboca en el vestíbulo bucal frente al
formando el plexo parotídeo, cuyos ramos abandonan la glándula parótida en 2º molar del maxilar (sin representar).
su borde anterior para dirigirse hacia la musculatura de la mímica (v. C). La
232
A. cigomático- A. temporal
orbitaria media
A. angular A. transversa
de la cara
A. maxilar Plexo
A. occipital Rr. cigomáticos intraparotídeo
A. labial
superior N. auricular
A. alveolar Rr. bucales posterior
A. labial inferior
inferior R. marginal N. facial
A. carótida externa mandibular
A. alveolar
inferior, A. carótida interna Ramos motores
R. mentoniana para el M. estilohioideo
y el M. digástrico
A. submentoniana A. facial R. cervical del n. facial (vientre posterior)
N. supraorbitario M. temporal
N. supratroclear Ganglio
del trigémino
N. auriculotemporal
Ganglio
pterigopalatino N. mandibular (V3)
N. infraorbitario M. pterigoideo
lateral
N. alveolar
inferior N. maseterino N. trigémino,
N. oftálmico (V1)
N. bucal N. occipital
mayor (C2)
N. lingual
M. pterigoideo N. occipital
M. buccinador medial menor (C3)
N. trigémino
N. mentoniano M. masetero N. maxilar (V2) N. auricular
mayor (C3)
N. milohioideo N. trigémino Rr. dorsales de
N. mandibular (V3) los nn. espinales
D Nervio trigémino (Nervio craneal V) E Áreas de inervación de la región lateral de la cabeza y cuello
Visión izquierda. La inervación sensitiva de la cabeza de la zona aquí repre- Visión izquierda.
sentada se efectúa por tres grandes ramos del N. trigémino (Nn. supraorbi- Observe: La inervación sensitiva de la región lateral de la cabeza y cuello se
tario, infraorbitario y mentoniano) y se reconoce su curso craneal y los puntos efectúa tanto por un nervio craneal (N. trigémino y sus ramos) como por ra-
de salida por la zona facial anterior (v. pág. 226). El N. trigémino es un nervio mos dorsales (N. occipital mayor) y ventrales (N. occipital menor, N. auricular
mixto dado que presenta fibras motoras posicionadas junto al N. mandibular mayor, N. transverso del cuello) de nervios espinales. El dermatoma C1 posee
(= 3er ramo del N. trigémino) que inerva a los músculos masticadores solo fibras motoras, de manera que no se le puede atribuir la correspondiente
zona cutánea.
233
N. supratroclear,
N. supraorbitario (V1)
N. auriculotemporal
N. infratroclear
N. facial,
Rr. temporales
N. infraorbitario
(V2)
A. occipital
N. facial,
Rr. cigomáticos N. occipital
mayor
Conducto
parotídeo N. facial,
N. auricular
N. facial, posterior
Rr. bucales
N. occipital
N. mentoniano menor
(V3)
M. esternocleido-
mastoideo
M. masetero N. facial
N. facial, Plexo
R. marginal N. facial, intraparotídeo
mandibular R. cervical
234
N. supraorbitario
M. temporal
Nn. temporales
profundos
Aa. temporales
Arco cigomático profundas
A. alveolar N. auriculotemporal
superior
posterior
A. y V. temporal
superficial
M. pterigoideo
lateral
N. infraorbitario
N. bucal
N. facial
M. buccinador
M. pterigoideo
medial
N. lingual
R. mandibular
N. mentoniano,
R. mentoniano
235
M. temporal A. y V. temporal
superficial
Nn. temporales profundos
Aa. temporales
Nn. alveolares superiores, profundas
Rr. alveolares
superiores posteriores N. auriculotemporal
A. maxilar
A. y N. bucal M. pterigoideo
lateral
M. pterigoideo
medial N. facial
N. lingual R. mandibular
A. y V. facial
A. y V. alveolar
inferior
M. masetero
M. esternocleidomastoideo
A Fosa infratemporal izquierda, capa superficial fosa infratemporal. El conducto mandibular está abierto, lo que permite ver
Visión lateral. Dado que la fosa infratemporal contiene gran cantidad de es- entrar la A. y el N. alveolar inferior en dicho conducto; la vena acompañante está
tructuras, se le dedica una unidad de aprendizaje propia. El arco cigomático suprimida. La A. maxilar se divide en ramas finales en la profundidad de la fosa
y la mitad anterior de la R. mandibular se han suprimido aquí para llegar a la infratemporal (v. B).
A. y V. temporal
M. temporal superficial
Nn. temporales M. pterigoideo
profundos lateral
A. infraorbitaria N. auriculotemporal
A. esfenopalatina
N. mandibular
A. alveolar
superior posterior A. meníngea
media
A. y N. bucal
A. maxilar
M. buccinador
M. pterigoideo
N. lingual medial
A. y V. facial N. facial
M. masetero A. y N. alveolar
inferior
B Fosa infratemporal izquierda, capa profunda se hacen visibles. En una preparación cuidadosa puede apreciarse el asa del
Visión lateral. A diferencia de la representación anterior, se han suprimido N. auriculotemporal (un ramo del N. mandibular) alrededor de la A. meníngea
además parcialmente ambas cabezas del M. pterigoideo lateral, quedando solo media, que sale de la A. maxilar para penetrar en la fosa craneal media a través
visible sus muñones. Las ramificaciones de la A. maxilar y del N. mandibular del foramen espinoso (v. pág. 123)
236
N. maxilar N. oftálmico
Cápsula articular
Ganglio N. mandibular A. maxilar de la Art.
del trigémino de la mandíbula
N. del músculo
Foramen oval tensor del tímpano Apóf.
cigomática
N. facial en el N. del músculo tensor
conducto del n. facial del velo del paladar M. pterigoideo
M. tensor N. petroso menor
del tímpano (raíz parasimpática Rama A. carótida
Foramen del ganglio ótico) de la mandíbula externa
estilomastoideo M. tensor del velo
N. auriculotemporal del paladar
Ganglio ótico
R. comunicante
con el N. auriculotemporal M. pterigoideo
medial
Cuerda del tímpano
N. lingual
N. pterigoideo A. maxilar
Ganglio
medial
submandibular
N. alveolar N. milohioideo
inferior N. bucal
C Ganglio ótico izquierdo con sus raíces en del foramen oval. En él se efectúa el relevo de
la profundidad de la fosa infratemporal fibras parasimpáticas para la glándula parótida. N. alveolar N. lingual
Visión medial. El ganglio ótico, pequeño y plano, inferior
se sitúa medial al N. mandibular y justo debajo
N. bucal
N. maxilar Ganglio
del trigémino
N. mandibular
N. oftálmico N. trigémino N. alveolar N. lingual
R. meníngeo inferior
Nn. temporales
profundos
N. pterigoideo N. bucal
lateral
M. pterigoideo
lateral
N. alveolar N. lingual
N. pterigoideo inferior
medial
N. alveolar E Variantes de la A. maxilar izquierda
inferior N. auriculotemporal Visión lateral. La A. maxilar puede presentar un
curso muy variado. A continuación se muestran las
N. bucal variantes principales:
N. lingual Rr. parotídeos
a Curso lateral al M. pterigoideo lateral (frecuen-
M. buccinador N. maseterino te);
b Curso medial al M. pterigoideo lateral;
M. pterigoideo c Curso medial al N. bucal, pero lateral al N. lingual
M. masetero medial y al N. alveolar inferior;
d Curso lateral al N. alveolar inferior y medial al N.
D Ramificación del N. mandibular en la foramen oval desde la fosa craneal posterior hacia bucal y al N. lingual;
fosa infratemporal la fosa infratemporal. En este ramo se posicionan e Curso medial al tronco del N. mandibular.
Visión izquierda. Se aprecia el M. pterigoideo me- fibras motoras (raíz motora) para la inervación de
dial situado profundamente. El 3er ramo sensiti- los músculos masticadores; aquí se ha represen-
voprincipal del nervio craneal V discurre por el tado lo esencial.
237
Fisura orbitaria
inferior
A. palatina
menor
Porción pterigopalatina
B Límites de la fosa pterigopalatina • A. alveolar superior posterior • Molares del maxilar, cavidad maxilar, encía
• A. infraorbitaria • Alvéolos del maxilar
Límite Estructuras limítrofes • A. palatina descendente
– A. palatina mayor • Paladar duro
Ventral Tuberosidad del maxilar – A. palatina menor • Paladar blando, tonsila palatina, pared
faríngea
Dorsal Apóf. pterigoides • A. esfenopalatina
– Aa. nasales posteriores • Pared lateral de la cavidad nasal,
Medial Lámina perpendicular del H. palatino laterales cornetes nasales
– Rr. septales posteriores • Tabique nasal
Lateral Hacia la fosa infratemporal abierta por la fisura pteri-
gomaxilar
238
N. maxilar
Fisura orbitaria
inferior N. nasopalatino,
Rr. nasales posteriores superiores,
N. cigomático mediales y laterales
N. petroso profundo
N. faríngeo
Plexo carotídeo
interno
A. carótida interna
Nn. palatinos
menores
D Curso de los nervios en la fosa pterigopalatina izquierda grimales y las pequeñas glándulas palatinas y nasales. El ganglio pterigopalatino
Visión lateral. El N. maxilar, 2º ramo del nervio craneal V, pasa desde la fosa recibe sus fibras preganglionares del N. petroso mayor. Este nervio es la raíz
craneal media a través del foramen redondo mayor al interior de la fosa pte- parasimpática del N. intermedio procedente del N. facial. Las fibras simpáticas
rigopalatina, donde se ramifica. Posicionado junto al nervio se encuentra del N. petroso profundo (raíz simpática) –al igual que las fibras sensitivas del
el ganglio parasimpático pterigopalatino, en el que se realiza el relevo de la N.maxilar (raíz sensitiva)– discurren sin relevo por el ganglio.
1ªneurona (preganglionar) a 2ª neurona (postganglionar) para las glándulas la-
239
R. cervical
Glándula parótida del N. facial M. masetero
N. occipital menor
B Región cervical lateral (triángulo lateral
del cuello), capa superficial subfascial N. auricular mayor
Visión derecha. Se ha retirado la hoja superficial de
la fascia del cuello de la región cervical lateral, se
puede observar la hoja de la fascia del cuello que N. accesorio, R. externo
se fusiona con la hoja pretraqueal a la altura del V. yugular externa
M. omohioideo (v.pág. 5). Aproximadamente en Punto de Erb
el punto medio del borde posterior del M. ester- (punto nervioso) Hoja superficial
nocleidomastoideo, salen los nervios cutáneos del
plexo cervical hacia la superficie, atravesando la Ganglios cervicales
superficiales Asa cervical
hoja superficial de la fascia cervical en el punto de
superficial
Erb, para extenderse hacia su zona de inervación A. cervical
epifascial. superficial M. esterno-
Observe el ramo externo del N. accesorio, que se cleidomastoideo
extiende hacia el M. trapecio. Este ramo puede ser M. trapecio
seccionado si se realiza una biopsia de ganglios N. transverso
Nn. supra- del cuello
linfáticos demasiado dorsal. Cuando se produce la claviculares
pérdida de inervación de este músculo, el paciente Hoja prevertebral
es incapaz de levantar el brazo más allá de los 90º,
debido a la limitada movilidad de la escápula.
240
N. auricular
mayor
N. accesorio,
R. externo
Nn. supraclaviculares V. yugular
laterales externa
Nn. supraclaviculares M. esternocleidomastoideo
intermedios
Asa cervical
M. trapecio superficial
V. cervical superficial Hoja prevertebral
de la fascia cervical
A. cervical superficial N. transverso
del cuello
M. omohioideo V. subclavia
derecha
N. accesorio, R. externo
N. frénico
M. escaleno medio
M. esternocleidomastoideo
M. trapecio
Plexo branquial
M. escaleno posterior
M. escaleno anterior
A. cervical superficial
A. supraescapular
C Triángulo cervical lateral b Capa más profunda con exposición del plexo braquial, visión derecha. La re-
a Capa subfascial profunda. Visión derecha. En esta imagen también se ha re- tirada de la hoja prevertebral deja a la vista los Mm. escalenos.
tirado la hoja pretraqueal de la fascia del cuello, de forma que quede visible Observe el N. frénico, que se extiende oblicuamente por encima del M. esca-
el M. omohioideo, que está envuelto por dicha fascia. leno anterior hacia la apertura superior del tórax.
241
N. vago
N. laríngeo
N. accesorio,
superior,
R. externo R. externo
A Base del cuello y lado izquierdo del orifi-
cio superior del tórax Ganglio M. trapecio
Visión ventral; se han retirado el extremo esternal cervial
medio N. frénico
de la clavícula, el extremo anterior de la 1ª costilla
con el manubrio del esternón y la glándula tiroides, M. cricotiroideo M. escaleno
para dejar a la vista el orificio superior del tórax. Se anterior
pueden ver la A. subclavia y el tronco tirocervical.
Tronco Plexo braquial
Observe la disposición de las estructuras siguien- simpático
tes: la A. torácica interna se extiende hacia caudal
paralelamente al esternón. Esta arteria tiene gran A. tiroidea A. cervical
importancia clínica, puesto que puede ser reclu- inferior ascendente
tada cuando se produce una estenosis de las arte-
Raíz C8 A. transversa
rias coronarias, y unida a la arteria coronaria tras la
del cuello
estenosis. También se pueden observar el tronco A. vertebral
simpático, los Nn. vagos y frénico y partes del plexo A. supraescapular
braquial, este último se extiende a través del trián- Raíz T1
gulo interescalénico (v. C). N. laríngeo A. subclavia
Observe, más alejada, la desembocadura del con- recurrente
ducto torácico en el ángulo venoso izquierdo, así V. yugular
como el N. laríngeo recurrente izquierdo. Tras Ganglio externa
rodear el arco aórtico, este ramo del N. vago se estrellado
V. subclavia
extiende hacia craneal, hacia la laringe.
A. carótida A. carótida
M. digástrico interna externa A. facial
N. accesorio, A. lingual
R. externo
R. marginal
Ganglio mandibular
cervical
superior Glándula
submandibular
B Triángulo carotídeo V. yugular
interna N. hipogloso
Visión derecha. El triángulo carotídeo es una subre-
gión de la región cervical anterior. Está formado por V. facial
el M. esternocleidomastoideo, el vientre posterior común H. hioides
del M. digástrico y el vientre superior del M. omo-
A. esterno- N. laríngeo superior,
hioideo. En el borde inferior del mentón se puede
cleidomastoideo R. interno
ver la glándula submandibular, el M. esternoclei-
domastoideo se ha desplazado hacia dorsolateral. R. tirohioidea
En el triángulo carotídeo podemos encontrar las N. vago (X)
A. tiroidea
estructuras siguientes: Asa cervical superior
• Aa. carótidas interna y externa (esta última con Cuerpo carotídeo M. tirohioideo
sus bifurcaciones: A. tiroidea superior y lingual),
• N. hipogloso, M. esternotiroideo
V. yugular
• N. vago, externa
• N. accesorio, Glándula tiroides
M. esterno-
• Tronco simpático con ganglios. cleidomastoideo Asa cervical
profunda
M. omohioideo
242
A. carótida interna
A. carótida Tronco
externa linguofacial
A. carótida Tronco Tronco
interna tirolingual tirolinguofacial
243
V. occipital
N. occipital A. occipital
mayor
Ganglios linfáticos
occipitales M. semiespinoso
de la cabeza
N. occipital
tercero
N. occipital
menor
M. esternocleidomastoideo
M. esplenio de la cabeza
N. auricular
mayor
N. accesorio,
R. externo
A Región cervical posterior (región posterior del cuello) y región dorsal de la raíz nerviosa espinal de C2, y el N. occipital menor es un ramo
occipital ventral de la misma raíz, que proviene del plexo cervical. El N. auricular mayor
Visión dorsal, capa subcutánea izquierda (epifascial) y subfascial derecha. La también proviene del plexo cervical (v. pág. 139). En los puntos de paso de los
región occipital pertenece topográfica y anatómicamente a la cabeza. Hablare- nervios y vasos a través de la fascia nucal se encuentran también los ganglios
mos de ella aquí, puesto que limita con la región posterior del cuello. El vaso linfáticos.
arterial más importante de esta región es la A. occipital, la 2ª rama dorsal de la Observe el R. externo del N. accesorio, que atraviesa el triángulo cervical lateral
A. carótida externa. El N. occipital mayor, situado medialmente, es un ramo de forma relativamente superficial.
244
A. occipital M. esplenio
de la cabeza M. esternocleidomastoideo
M. semiespinoso
de la cabeza
M. oblicuo superior
de la cabeza
M. recto posterior
menor de la cabeza B Triángulo derecho de la arteria vertebral
N. occipital Visión dorsal. El triángulo de la arteria vertebral
mayor está delimitado cranealmente por el M. recto pos-
N. suboccipital
terior mayor de la cabeza, lateralmente por el M.
A. vertebral oblicuo superior de la cabeza y caudalmente por el
A. occipital M. oblicuo inferior de la cabeza. Este triángulo mus-
M. recto posterior cular solamente se podrá visualizar tras retirar los
mayor de la cabeza N. auricular
Mm. esternocleidomastoideo, trapecio, esplenio de
mayor
M. oblicuo inferior la cabeza y semiespinoso de la cabeza. En la profun-
de la cabeza Apóf. transversa, didad de este triángulo se puede ver un tramo libre
atlas de la A. vertebral, después de haber abandonado el
Apóf. espinosa,
axis foramen transverso y antes de perforar la membra-
M. intertransverso posterior
del cuello na atlanto-ocipital (no visible aquí) y desaparecer
N. occipital de nuevo del triángulo. En esta región, da ramas
tercero musculares para los músculos cortos de la nuca
M. longísimo
M. semiespinoso de la cabeza que se encuentran a su alrededor. Ambas Aa. verte-
del cuello brales se fusionan intracranealmente para formar
M. semiespinoso
M. esplenio la A. basilar, muy importante para la irrigación san-
de la cabeza
de la cabeza guínea del encéfalo.
N. oftálmico
N. occipital
mayor
N. oftálmico
N. occipital
menor N. occipital
mayor
N. occipital
a menor
Ramos dorsales N. auricular
de los Nn. espinales mayor
Nn.
b supraclaviculares
C Puntos de salida de nervios en la región occipital que revisten D Inervación cutánea en el cuello
importancia clínica Visión dorsal. A la izquierda se ha representado la inervación radicular (seg-
Visión dorsal. Los puntos de salida de los Nn. occipitales menor y mayor desde mentaria) y a la derecha la periférica. La inervación segmentaria occipital y del
la fascia hacia el espacio de tejido conectivo epifascial tienen gran importancia cuello se realiza mayoritariamente gracias a los segmentos cervicales 2 y 3. El
clínica, puesto que su palpación es dolorosa durante la existencia de deter- N. oftálmico es el 1er ramo del N. trigémino, el nervio craneal V.
minadas patologías (por ej., meningitis). Se examina la sensibilidad de estos Observe la inervación periférica: el N. occipital mayor es un R. dorsal de un ner-
nervios efectuando una ligera presión con el pulgar sobre los puntos marcados. vio espinal y el N. occipital menor un R. ventral (v. pág. 22).
Cuando la palpación de estos puntos, pero no la de su entorno, es dolorosa,
hablaremos de dolor de los puntos de salida nerviosa.
245
M. recto inferior
Meato nasal medio
M. oblicuo inferior
Vestíbulo bucal
A Corte frontal a la altura del borde orbitario anterior de sección es tan frontal que por la curvatura lateral del cráneo no queda afec-
Visión ventral. Simplificando, se puede dividir el cráneo en esta visión en cuatro tada la pared ósea lateral de la órbita. Del ojo se ha seccionado parcialmente
zonas: cavidad bucal; cavidad nasal con senos paranasales; órbita y fosa craneal el cuerpo vítreo, en el tejido adiposo de la órbita se pueden ver tres de los
anterior. seis músculos oculares extrínsecos, los otros dos se pueden apreciar en la
Dentro y alrededor de la cavidad bucal se reconoce la musculatura del sue- siguiente sección más profunda (v. B). El espacio entre las dos órbitas está
lo de la boca, la punta de la lengua, las vías de conducción en el conducto relleno de celdillas etmoidales.
mandibular y el 1er molar. El paladar duro separa la cavidad bucal de la cavi- Observe: La pared ósea de la órbita es muy delgada (lámina parirácea): peligro
dad nasal, dividida en dos por el tabique nasal. Se reconocen los cornetes de rotura ósea en inflamaciones, traumatismos y tumores.
nasales inferior y medio así como el seno maxilar situado lateralmente. En su En la fosa craneal anterior, los dos lóbulos frontales con su parte anterior
techo hay la prominencia del conducto infraorbitario hacia caudal, conducto de sustancia gris están parcialmente seccionados; por esto solo se puede ver
que contiene el nervio del mismo nombre (2º ramo del N. trigémino). El plano muy poca sustancia blanca.
246
Seno sagital
superior
N. bucal M. buccinador
V. bucal Lengua
N. lingual
M. milohioideo M. digástrico
(vientre anterior)
B Corte frontal a la altura del espacio retroocular el espacio retroocular con su cuerpo adiposo y se reconocen los músculos ocu-
Visión ventral. La lengua, comparado con A, se ha seccionado aquí más dorsal- lares extrínsecos y el N. óptico. A través de la fisura orbitaria inferior, la órbita
mente, por lo que aparece más ancha. Además de la musculatura del suelo de la está lateralmente abierta hacia la fosa infratemporal. El bulbo olfatorio en la
cavidad bucal, que aún puede verse, se aprecia ahora la musculatura masticato- fosa craneal anterior, se ha seccionado a ambos lados y se puede reconocer
ria, situada lateralmente en el cráneo. En la zona de la órbita se ha seccionado como estructura medial el seno sagital superior.
247
Seno sagital
superior
Lóbulo frontal
del cerebro N. olfatorio
M. oblicuo
superior
M. recto superior
M. recto lateral
M. temporal
N. óptico
Celdillas
etmoidales M. recto medial
M. recto inferior
Tabique nasal
M. masetero
Seno maxilar
Cavidad nasal
Paladar blando
R. mandibular
Cuerpo adiposo
de la boca M. pterigoideo
medial
Lengua M. buccinador
Cuerpo de la
mandíbula
N., A. y V. alveolar
M. geniogloso inferior
M. milohioideo
M. geniohioideo M. digástrico
(vientre anterior)
A Corte frontal a la altura del vértice de la pirámide orbitaria ahora se entiende bien porque las mejillas de estos pacientes aparecen tan de-
Visión ventral. En este plano de sección, el paladar blando sustituye el paladar macradas. La interrupción de la R. mandibular del lado izquierdo de la imágen
duro, el tabique nasal aquí es óseo. El cuerpo adiposo de la boca también está (a diferencia del lado derecho donde el ramo se presenta continuo) resulta por
seccionado. Forma parte del tejido graso de sostén. Cuando este disminuye a la ligera inclinación del plano frontal.
causa de una enfermedad consumidora (por ejemplo, cáncer en fase terminal),
248
Seno sagital
superior
Ventrículo
lateral
Cuerpo
calloso
Lóbulo
parietal Cabeza del núcleo
caudado
Cápsula interna
Putamen
M. temporal
N. óptico
A. cerebral
anterior N. oculomotor
A. carótida interna
N. troclear
Lóbulo temporal N. abducens
Hipófisis N. oftálmico
Seno cavernoso
N. maxilar
Seno esfenoidal
Fosa craneal
media
Arco cigomático
M. masetero
Septo M. pterigoideo
del seno esfenoidal lateral
Nasofaringe N. mandibular
R. mandibular
Úvula palatina M. pterigoideo
medial
Epiglotis
Receso
piriforme
Laringofaringe
B Corte frontal a la altura de la hipófisis carotídeo (= un arco de 180º en el trayecto de la porción cavernosa de la A.
Visión ventral. En la zona del cráneo facial se reconocen ahora nasofaringe, carótida interna), la A. carótida interna aparece a ambos lados dos veces. En la
la orofaringe y la laringofaringe. La epiglotis está parcialmente seccionada y zona del seno cavernoso, se reconocen los nervios craneales que salen de la
debajo de ella se aprecia el espacio supraglótico. El R. mandibular está sec- fosa craneal media hacia la órbita. En la base de la hoz del cerebro se aprecia
cionado a ambos lados, a la izquierda se reconoce parte del trayecto del N. el seno sagital superior, tansversalmente seccionado. Del cerebro se han sec-
mandibular (V3). El seno esfenoidal se presenta par y separado por un septo. cionado parcialmente los lóbulos parietal y temporal; de las estructura internas
Sobre su techo se sitúa la hipófisis en la fosa hipofisaria. De la cavidad craneal del cerebro, el núcleo caudado, el putamen y la cápsula interna así como el asta
se ha seccionado parte de la fosa craneal media. A causa la formación del sifón anterior de ambos ventrículos laterales.
249
Apóf.
crista galli
Cuerpo Celdillas
vítreo etmoidales
M. oblicuo
superior
M. elevador del
párpado superior
Cuerpo adiposo
de la órbita
M. recto
superior
V. temporal Fosa
superficial infratemporal
M. temporal
Quiasma
óptico
3er ventrículo
Tracto
óptico
Pilar
del cerebro
Núcleo
rojo Sustancia
Acueducto negra
mesencefálico
Plexo
coroideo
Ventrículo lateral,
asta occipital
Seno sagital
superior
A Corte horizontal a la altura del piso orbitario superior contiguo, partes del diencéfalo que a su vez rodea el 3er ventrículo, también sec-
Visión caudal. En el corte situado más cranealmente de esta serie se sitúan los cionado. En el mesencéfalo se reconocen el núcleo rojo y la sustancia negra.
músculos del piso superior de la órbita (v. pág. 176 y ss.). La apófisis crista galli, Por los pies pedunculares discurren las vías piramidales hacia caudal. El asta
estructura ósea de la fosa craneal anterior, está seccionada; a su lado se sitúan posterior del ventrículo lateral (asta occipital) está seccionada y del cerebelo
las celdillas del seno etmoidal. Aparecen el quiasma óptico y el tracto óptico se reconoce una pequeña parte del vermis en la línea media.
250
Cavidad nasal
Cuerpo Celdillas
vítreo etmoidales
M. recto
Glándula lagrimal medial
M. recto
N. óptico lateral
Fosa
Conducto óptico infratemporal
A. carótida M. temporal
interna
Hipófisis
N. oculomotor
Seno
cavernoso
A. basilar
Fosa
Puente interpeduncular
Vermis del
cerebelo Tienda del
cerebelo
Seno recto
Ventrículo lateral,
asta occipital
Seno sagital
superior
B Corte horizontal a la altura del N. óptico y de la hipófisis etmoidales. En la fosa craneal media se ha seccionado la A. carótida interna,
Visión caudal. Se reconoce el N. óptico justo antes de su entrada en el conducto situada en el interior del seno cavernoso. El N. oculomotor, a ambos lados, dis-
óptico; aquí ya se ha seccionado parte del piso orbitario medio. Dado que el curre por la pared lateral del seno cavernoso. También se han seccionado el
nervio ocupa todo el conducto, si aparecen trastornos del crecimiento óseo, puente y el vermis del cerebelo; la hoz del cerebro y el tentorio (tienda) del
el nervio puede quedar comprimido y dañado en este punto estrecho. Del ojo cerebelo se aprecian como una línea delgada. Allí donde convergen, abarcan
se ha seccionado la lente (cristalino). Se reconoce el laberinto de las celdillas el seno recto.
251
Vómer,
porción ósea del tabique nasal Cartílago
del tabique nasal
Cavidad nasal
M. oblicuo
inferior
Cuerpo
vítreo M. recto
inferior
Cuerpo adiposo
de la órbita Fosa
infratemporal
Fisura orbitaria
inferior M. temporal
H. esfenoides, Seno
ala mayor esfenoidal
Seno
A. carótida cavernoso
interna
N. trigémino
H. temporal,
porción petrosa Clivus
Puente A. basilar
N. trigémino
Cerebelo
Tienda del
cerebelo
Seno
recto
Hoz del cerebro
Seno sagital
superior
A Corte horizontal a la altura del seno esfenoidal des se extienden frontalmente y las dos porciones petrosas del H. temporal lo
Visión caudal. En el lado craneal exterior se ve seccionada la fosa infratemporal hacen en dirección dorsal. Son la frontera entre las fosas craneales media y
con el M. temporal. De la órbita se ve el piso inferior, y del globo ocular solo posterior (v. pág. 22 y ss.). El clivus forma parte de la fosa craneal posterior, y
se ve una pequeña sección a la izquierda. La órbita prosigue hacia dorsal en la junto a él se posiciona la A. basilar. Se aprecia claramente el origen pontino del
fisura orbitaria inferior. Se puede ver como las dos alas mayores del H. esfenoi- N. trigémino y su curso intracraneal.
252
Arco N. infraorbitario
cigomático
M. temporal
Cuerpo del
H. esfenoides
M. pterigoideo
lateral
N. mandibular
Cabeza de la M. masetero
mandíbula
A. carótida A. temporal
interna superficial
N. facial
Cisterna N. vestibulo-
pontocerebelosa coclear
Seno
recto
Hoz del cerebro
B Corte horizontal a la altura del cornete nasal medio foramen oval. Se aprecia claramente que el cuerpo del H. esfenoides repre-
Visión caudal. Debajo de la órbita se ha seccionado el N. infraorbitario en el senta el centro óseo de la base del cráneo. Del tronco del encéfalo salen el
conducto del mismo nombre y, medial al nervio, el techo del seno maxilar. El N. facial y el N. vestibulococlear. El núcleo dentado se sitúa en la sustancia
arco cigomático está seccionado en su totalidad, la musculatura masticatoria blanca del cerebelo, el espacio alrededor de la porción anterior del cerebelo
(medial al arco cigomático) solo parcialmente (Mm. masetero, temporal y pte- que parece vacío, en la persona viva, está rellena de líquido cefalorraquídeo: es
rigoideo lateral), y la cabeza mandibular lo está en su porción craneal. El N. la cisterna pontocerebelosa. De los vasos sanguíneos venosos del cerebro se
mandibular se muestra en sección transversal dentro de su conducto óseo, el impone el seno transverso.
253
A Corte horizontal a la altura de la nasofaringe Observe la V. yugular y el N. vago que discurren junto a la A. carótida interna en
Visión caudal. Se ha seccionado la nariz externa con partes del esqueleto car- la vaina carotídea.
tilaginoso. Las coanas establecen la conexión entre las cavidades nasales y la Numerosos nervios craneales que salen de la base del cráneo están transver-
nasofaringe. A la nasofaringe sobresalen porciones cartilaginosas de la trompa salmente seccionados, por ejemplo, el N. facial que discurre en el conducto
auditiva. También se pueden ver los vasos que efectúan el suministro arterial facial. También están parcialmente seccionados el cartílago auricular y partes
del encéfalo: la A. carótida interna y la A. vertebral. del conducto auditivo externo.
254
Maxilar
Músculos superiores Paladar
de la faringe duro
M. elevador del
ángulo de la boca
M. buccinador
M. masetero
N. lingual
M. pterigoideo
N. alveolar medial
inferior
M. pterigoideo
Atlas lateral
N. glosofaríngeo R. mandibular
A. maxilar
A. carótida
interna V. yugular
interna
N. accesorio
N. facial
N. hipogloso
N. vago
A. occipital
Diente del axis, Art.
atlantoaxoidea V. emisaria
media mastoidea
Lig. transverso
del atlas
B Corte horizontal a la altura de la articulación atlantoaxoidea en la Art. atlantoaxoidea media con la fosa odontoidea situada en la cara pos-
media terior del arco anterior del atlas; el Lig. transverso del atlas que asegura esta
Visión caudal. El corte a esta altura pasa por la placa de tejido conectivo que se articulación también está parcialmente seccionado. Se aprecia la A. vertebral y
tensa sobre el hueso del paladar duro. Partes de la musculatura faríngea su- sus venas acompañantes, así como la médula espinal. En la parte occipital se
perior se han seccionado cerca de su origen. Las vías de conducción de la vaina puede observar la parte craneal de la musculatura de la nuca.
carotídea también se aprecian aquí claramente. El diente del axis se articula
255
Cartílago
Cartílago epiglótico Vestíbulo
ariteoides laríngeo
Platisma M. omohioideo
A. vertebral N. espinal C5
Vértebra cervical VI N. espinal C6
M. longísimo M. elevador
de la cabeza de la escápula
M. longísimo
del cuello M. trapecio
M. esplenio
del cuello
256
Cartílago epiglótico
Cartílago tiroides
Vestíbulo laríngeo
Receso piriforme
M. constrictor
Glándula tiroides inferior de la faringe
A. carótida común
A. tiroidea superior
N. vago
V. tiroidea superior
V. yugular interna
N. frénico
V. yugular externa
N. escaleno anterior
N. espinal C5
N. escaleno medio
N. espinal C6
N. escaleno posterior
A. vertebral M. longísimo de la cabeza
N. espinal C7 M. elevador de la escápula
Vértebra M. trapecio
cervical VI
M. serrato posterior
Médula espinal superior
257
A Corte horizontal del cuello a la altura del tercio inferior del car- situado entre ellos, por el que pasan las raíces de C68 del plexo braquial.
tílago tiroides (altura de los cuerpos vertebrales TII/I) Observe las vías de conducción en la vaina carotídea (A. carótida común, V.yu-
Visión caudal (serie de Tiedemann). En este plano de corte se pueden reco- gular interna, N. vago).
nocer muy bien los Mm. escaleno anterior y medio y el triángulo escalénico,
B Corte horizontal del cuello a la altura del inicio de la cúpula relación topográfica existente entre la punta del pulmón y el plexo braquial
pleural izquierda, de la que se ha cortado la punta (nivel de las explica por qué, ante la existencia de un tumor en esta parte del pulmón, se
vértebras TII/I) pueden ver dañadas las raíces del plexo braquial por el crecimiento del tumor.
Visión caudal. Debido a la curvatura del cuello, en la preparación se puede ver Observe, más alejada, la glándula tiroides y su estrecha relación topográfica con
el disco intervertebral cortado entre T1 y T2. la tráquea y con el paquete vasculonervioso en la vaina carotídea (no visible por
Se pueden reconocer los cortes de las raíces nerviosas de C68 del plexo bra- ser una placa de tejido conectivo muy fina).
quial y el corte de la cúpula pleural a la derecha. La visiblemente estrecha
258
Cartílago tiroides
Cartílago aritenoides M. esternohioideo
V. tiroidea superior M. tirohioideo
Hipofaringe M. omohioideo
C Corte horizontal del cuello a la altura del cartílago arinetoides M. semiespinoso M. esplenio
(a nivel del cuerpo vertebral de C VI) del cuello del cuello
Visión caudal. A este nivel de la laringe, se ve seccionada la base del cartílago
aritenoides; detrás de la laringe se encuentra situada la hipofaringe como una
fina hendidura transversal.
Cartílago tiroides
Rima glótica M. esternohioideo
A. tiroidea superior
Hipofaringe
A. carótida común M. esternocleido-
mastoideo
V. yugular interna
Glándula tiroides
Vértebra cervical VI
V. yugular externa
A. vertebral
N. espinal C5
V. vertebral
M. escaleno medio N. espinal C6
N. espinal C7
M. escaleno posterior
Vértebra cervical VII
M. elevador de la escápula
N. espinal C8
M. trapecio Arco de la vértebra T I
259
Seno Cuerpo
frontal calloso
Fosa craneal
anterior
Bulbo
olfatorio
Hipófisis
Seno Clivus
esfenoidal
Confluencia
de los senos
Coana
Foramen
Tabique nasal magno
Paladar Atlas
duro
Lig. nucal
Paladar
blando Lig. transverso
del atlas
Nasofaringe
Art. atlantoaxoidea
Úvula media
M. geniohioideo
M. milohioideo
A Corte sagital y medio por el tabique nasal principales por el tabique nasal central, aquí representado, que en la zona de
Visión izquierda. En esta representación se ven con especial claridad las es- las coanas pasan hacia la nasofaringe (sección frontal por encima del tabique).
tructuras de la línea media, estructuras anatómicas facilmente atribuibles al Dorsal al seno frontal se encuentra la fosa craneal anterior, que forma parte del
cráneo facial o al cráneo encefálico. El piso inferior del cráneo facial lo for- cráneo encefálico. La superficie medial del encéfalo está seccionada y se ha
ma la musculatura del suelo de la boca entre el H. hioides y la mandíbula, así suprimido la hoz del cerebro. Se puede apreciar el borde de corte del cuerpo
como su piel de recubrimiento. La epiglotis y la laringe, también parcialmente calloso, el bulbo olfatorio y la hipófisis.
seccionadas, forman parte de las vísceras cervicales. El paladar duro y el pala- Observe la Art. atlantoaxoidea media (importante para la valoración de la esta-
dar blando con la úvula forman el límite entre las cavidades bucal y nasal. Detrás bilidad articular después de traumatismos que afectan la zona de la columna
de la úvula se sitúa la orofaringe. La cavidad nasal se divide en dos cavidades vertebral cervical).
260
Ventrículo
lateral
Celdillas Cerebelo
etmoidales
Seno Trompa
esfenoidal auditiva
M. milohioideo C4
H. hioides
Cartílago
epiglótico Hipofaringe Cartílago A. vertebral C5 C6 C7
tiroides seccionada
B Corte sagital a la altura de la pared orbitaria medial trompa auditiva. Aún se puede ver el seno esfenoidal. En la zona de la columna
Visión izquierda. En la zona de la cavidad nasal, la sección afecta a los cornetes vertebral cervical se ha seccionado repetidamente la A. vertebral en su curso;
nasales inferior y medio. Sobre este último se sitúan las celdillas etmoidales. también resulta bien visible la salida lateral de los nervios espinales por los
De la nasofaringe, excepto una pequeña parte de luz, solo se ha seccionado forámenes intervertebrales.
parte de la pared lateral en la que se encuentra la porción cartilaginosa de la
261
Amígdala
Ganglio del
trigémino
M. recto A. carótida
lateral interna
M. recto Trompa
superior
auditiva
Seno frontal
A. meníngea
N. óptico posterior
M. prócer N. glosofaríngeo,
M. recto N. vago
inferior N. accesorio
Cuerpo vítreo
N. hipogloso
N. maxilar
Seno Seno
esfenoidal transverso
M. pterigoideo V. emisaria
lateral condílea
M. elevador del M. recto posterior
velo del paladar mayor de la cabeza
M. pterigoideo M. semiespinoso de la cabeza
medial
A. carótida interna
Seno maxilar
Tonsila palatina M. oblicuo inferior
de la cabeza
M. orbicular
de la boca N. occipital mayor
M. palatofaríngeo A. vertebral
N. espinal C3
Lengua
M. geniogloso M. trapecio
A Corte sagital por el tercio interno de la órbita cionado periféricamente el globo ocular y el N. óptico, y los Mm. rectos su-
Visión izquierda. De los senos paranasales se imponen los senos maxilar y perior e inferior lo están longitudinalmente en un determinado tramo. En el
frontal; solo se ha seccionado periféricamente una celdilla etmoidal además cerebro, la sección afecta las cápsulas externa e interna, el putamen que las
del seno esfenoidal. La A. carótida interna y la glándula submandibular están separa, además de la amígdala y el hipocampo cerca de la base cerebral. Bajo el
seccionadas hacia medial. Alrededor de la porción cartilaginosa de la trompa encéfalo se ve una parte del ganglio del trigémino.
auditiva se agrupan músculos faríngeos y masticatorios. En la órbita se ha sec-
262
Cuerpo adiposo
de la órbita
N. facial
M. elevador del
labio superior
M. occipitofrontal,
vientre frontal N. vestíbulo-
coclear
M. recto
superior
Cuerpo vítreo
Lente
M. oblicuo
inferior
M. orbicular
del ojo
M. pterigoideo
lateral, Seno
porción superior transverso
M. temporal
Cerebelo
M. elevador del
labio superior M. semiespinoso
de la cabeza
Seno maxilar
M. estilofaríngeo
M. pterigoideo
lateral, M. oblicuo inferior de
porción inferior la cabeza
M. orbicular M. elevador
de la boca de la escápula
N., A. y V. Nodo
alveolar inferior linfático
Cuerpo de la
mandíbula M. milohioideo Glándula M. esternocleido- A. carótida
submandibular mastoideo común
B Corte sagital aproximadamente por el centro de la órbita nado y, al margen algunos músculos oculares extrínsecos, el resto de la órbita
Visión izquierda. A causa del corte inclinado, en la zona del suelo de la boca está ocupado por el cuerpo adiposo. Junto a la A. carótida interna, ahora tam-
domina la mandíbula; el vestíbulo bucal solo se aprecia en forma de pequeña bién resulta visible la V. yugular interna. A excepción del pie del hipocampo, en
hendidura. La musculatura bucal y masticatoria destacan en esta sección. Gran la zona encefálica solo se puede encontrar la médula y la corteza. El N. facial y
parte de la órbita está dominada por el globo ocular longitudinalmente seccio- el N. vestibulococlear resultan visibles dentro del conducto auditivo interno.
263
16 Telencéfalo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320
17 Diencéfalo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 338
19 Cerebelo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 366
Introducción Así solo la lectura de estas líneas significa que el sistema nervioso de una per-
El sistema nervioso del hombre es el sistema de órganos más complejo que sona –especialmente su cerebro– comienza a proporcionarse conocimientos
hasta ahora apareció en la evolución de la vida terrestre. Su función consiste en de sí mismo.
registrar situaciones de su entorno, reconocer sus cambios, y reaccionar fren- El sistema nervioso del hombre dispone, en comparación con el de los ani-
te a estas con sentido, con ayuda de otros sistemas de órganos. «Con sentido» males, en gran medida de capacidades como el aprendizaje, la memoria, la
significa asegurar la sobrevida de este sistema nervioso incluyendo a su «orga- proyección intelectual a futuro, el autorreconocimiento –mediante un lenguaje
nismo portador». El sistema nervioso es asimismo el único sistema de órganos complejo– y la comunicación con el sistema nervioso de otro individuo. Las en-
conocido por nosotros, que puede establecer contacto con «sus semejantes» fermedades del sistema nervioso pueden perjudicar en gran medida la vida del
de manera refleja y consciente. Esta complejidad y el aspecto del autorrecono- paciente afectado. Los conocimientos profundos de la estructura y la función
cimiento hacen que el sistema nervioso sea un objeto especialmente difícil de del sistema nervioso son por lo tanto la base para evitar o tratar sus enferme-
observar, pero también justifican su fascinación. dades y con esto una parte fundamental de la actuación médica.
Estructura Los cuerpos de las células nerviosas forman macroscópicamente la sustancia gris
macroscópica
Los axones mielinizados forman macroscópicamente la sustancia blanca
266
C Clasificación funcional del sistema nervioso aparato locomotor del cuerpo (cuerpo = soma). Todo este aspecto funcional
La clasificación según la función (división funcional) o según la ubicación está representado por el den. sistema nervioso somático. La regulación del
(división topográfica, v. D) de las estructuras especiales del sistema ner- «medio interno» ocurre a través de órganos (vísceras), con los que el sistema
vioso probó su eficacia en muchos aspectos médicos. Ambas clasificaciones, nervioso intercambia información. La porción del sistema nervioso que está
sin embargo, solo tienen en cuenta aspectos específicos: coincidencias entre en contacto directo con los órganos, se denomina sistema nervioso visceral. Si
las clasificaciones son por lo tanto la regla, no la excepción. La subdivisión es se combinan ahora la función (sensibilidad, motricidad) con el «sitio efector»
por lo tanto en cierta medida artificial. Si se retoman los términos sensibili- (somático, visceral) entre sí, entonces resultan:
dad y motricidad nombrados en B, también tiene sentido precisar el término
«entorno». Este es: • para la interacción con el entorno externo los términos somatomotricidad
(v. pág. 286) y somatosensibilidad (v. pág. 284),
• el «entorno externo», o sea lo que rodea a todo el organismo y • para la interacción entre el medio interno (= el «entorno interno») los tér-
• el den. «medio interno», el interior del cuerpo, con el que también se comu- minos visceromotricidad y viscerosensibilidad.
nica el sistema nervioso y cuyo estado, dentro de ciertos límites estrechos,
se debe mantener permanentemente en equilibrio biológico. Observe: También para la viscerosensibilidad hay naturalmente receptores;
estos sin embargo normalmente no se reúnen en órganos sensitivos propios.
El contacto físico con el entorno externo se produce mediante la percepción de Para el sistema nervioso visceral también son corrientes los términos sistema
los sentidos (sensibilidad), a través de la piel y los órganos de los sentidos; el nervioso «autónomo» o «vegetativo» (v. pág. 296).
efecto físico sobre el entorno, típicamente a través del sistema muscular del
D División topográfica y conducción de señales (pág. 269), que están situados fuera del SNC y que están rodeados por una
Todo el sistema nervioso se puede dividir –completamente independiente de vaina de tejido conectivo. A excepción de algunas pocas limitaciones se puede
las funciones– según la ubicación dentro del cuerpo en: decir que el SNP sirve funcionalmente como conductor de las señales y por lo
tanto es el «mediador» entre el SNC y el entorno externo (o el medio interno),
• el sistema nervioso central (SNC) y el y entre el SNC y el efector. En el SNC en cambio se encuentra en primer plano
• sistema nervioso periférico (SNP). la integración. Ante una función de mediación de este tipo del SNP, la dirección
de la conducción de las señales tiene un rol especial: conducción de la señal ha-
Observe: Tanto el SNC como el SNP tienen partes del sistema nervioso somático cia el SNC (= centrípeta) –funcionalmente la sensibilidad– se considera como
y visceral. El SNC comprende el cerebro y la médula espinal, ambos situados conducción aferente; conducción desde el SNC (= centrífuga) –funcionalmen-
en espacios rodeados por hueso. El SNP comprende los nervios y los ganglios te la motricidad– es la conducción eferente.
267
Axón
Axón
Axón
Hendidura
sináptica
A Célula nerviosa y sinapsis ronal, en el axón siempre se aleja del cuerpo neuronal. De manera simplificada
a Célula nerviosa: el elemento estructural basal del sistema nervioso es se puede hablar de entrada y salida de la señal.
morfológicamente y funcionalmente la célula nerviosa (= la neurona). Cómo
las células nerviosas aparecen tanto en el SNC como en el SNP se habla de neu- Esto no se modifica cuando una célula nerviosa posee numerosas dendritas, de
ronas centrales y periféricas. Las células nerviosas originan señales eléctricas las cuáles algunas (vistas netamente desde un punto de vista morfológico) no
–den potenciales de acción– y las conducen hacia otras células (por ejemplo a están «enfrentadas» al axón: la conducción aquí también se produce desde la
otras neuronas pero también a células musculares). Según su forma y función dendrita, a través del cuerpo neuronal, hacia el axón.
se diferencian numeroso tipos de células nerviosas, su estructura sin embargo b Sinapsis: las neuronas nunca están funcionalmente «solas»: siempre es-
es en principio igual: en el cuerpo (= pericarion) de la célula nerviosa, se en- tán conectadas en grupos y conducen señales eléctricas. El intercambio de se-
cuentran por lo menos dos prolongaciones de diferente longitud: ñales se produce a través de sitios especiales de contacto, las sinapsis. En una
sinapsis el axón de una neurona toma contacto con otra célula nerviosa. Llama
• La dendrita (dendron = árbol), que generalmente es corta y frecuentemen- la atención que este contacto, en la mayoría de los casos, es discontinuo: entre
te está ramificada; una neurona puede tener una o varias dendritas; el axón y la célula nerviosa siguiente hay una hendidura (hendidura sináptica),
• El axón (= la neurita), que generalmente es más largo que las dendritas; en donde se produce la transmisión de la señal eléctrica por transformación en
una neurona siempre posee un solo axón (que sin embargo puede estar ra- una señal química (un transmisor). Este transmisor genera habitualmente en
mificado). la neurona que está «a continuación» nuevamente una señal eléctrica. El orden
de la conducción de la señal es entonces: eléctrico químico eléctrico.
La dendrita y el axón se encuentran típicamente en los extremos opuestos del Observe: Funcionalmente se diferencian las sinapsis excitatorias, que estimulan
cuerpo neuronal. Así se origina una «polarización» estructural, que se corres- la conducción de la señal, de las sinapsis inhibitorias, que dificultan o inhiben la
ponde con la polarización funcional de la neurona (v. A, pág. 292): la conduc- conducción de la señal. El sistema nervioso produce así no solo excitación sino
ción de una señal eléctrica se produce desde la dendrita hacia el cuerpo neu- también inhibición (v. A, pág. 292).
Dendrita
A
Inhibición
Cuerpo
A A neuronal Inter-
A A A
B neurona
Colateral
axonal
B B B B B
C Axón
a b c d
B Transmisión de la señal en el sistema nervioso: d Una célula nerviosa también puede estar conectada «con si misma» a través
conexiones neuronales de una interneurona. Este es el caso típico de la inhibición «recurrente». La
Las células nerviosas están unidas de diferente manera en «asociaciones célula nerviosa B es estimulada por una señal de A y conduce esta señal a
neuronales»: C. A través de los den. colaterales axonales sin embargo B ahora inhibe la
sinapsis A → B. Con esto, B estará por un intervalo de tiempo «sordo» frente
a La neurona A envía su señal (= proyecta en) a la neurona B: la transmisión a nuevas señales de la célula A. Se introduce un «filtro temporal»: recién
es 1:1; después de que transcurrió un tiempo determinado, B vuelve a conducir las
b La neurona A envía su señal (por ramificación del axón) a varias neuronas señales provenientes de A. Así se puede evitar que estímulos entrantes per-
B (aquí 3); la transmisión es 1:3. Existe una divergencia. De esta manera se manentes arrollen al sistema nervioso.
amplifican las señales («efecto megáfono»);
c Varias neuronas A (aquí 3) proyectan sobre una neurona B, la transmisión Sinapsis y conexiones, estimulación e inhibición son así términos funcionales
es 3:1. Existe una convergencia. Se puede aprovechar para formar un filtro importantes del sistema nervioso.
de información por ejemplo, la neurona B solo transmite la señal entrante si
por lo menos dos neuronas A envían simultáneamente una señal a B (forma-
ción del umbral o efecto de filtro);
268
Célula central
de la glía
3 axones
no mielinizados
1 axón
mielinizado Mielina
C Célula de la glía (neuroglía) • Axones no mielinizados: una célula glial rodea a varios axones sin for-
El segundo tipo de célula característica del sistema nervioso es la célula glial mar estructuralmente una vaina.
(neuroglía), que también está en el SNC y en el SNP (glía central y periférica).
Los axones mielinizados son claramente la mayoría. Como el tipo de formación
Las células gliales no generan señales, pero influencian de manera decisiva la
de la vaina influye en la velocidad de conducción de la señal eléctrica (los axo-
velocidad con la cuál son conducidas las señales en el sistema nervioso, me-
nes mielinizados conducen rápido), esta vaina es de gran importancia funcional
diante la formación de vainas que rodean a los axones de las células nerviosas.
para la neurona. Las células de la glía también apoyan la función de las neuronas
Los axones tienen entonces, según el desarrollo y la extensión de su vaina,
en otro aspecto. Así desempeñan, entre otras cosas, un rol en la regulación del
diferentes denominaciones:
medio que rodea al sistema nervioso (por ejemplo, barrera hematoencefálica)
• Axones mielinizados: una célula glial «envuelve» en varias capas, a modo y en la defensa ante influencias nocivas.
Observe: Axón + vaina glial (mielinizada o no mielinizada) = fibra (= neurofi-
de láminas, a un único axón y forma así una estructura especial, la den.
bra). Este término es muy importante en la contemplación macroscópica si-
mielina;
guiente del sistema nervioso.
SNC SNP
Sustancia gris
D División estructural del sistema nervio-
Conjunto de cuerpos
so: sustancia gris y sustancia blanca Córtex de células nerviosas Ganglio
Tanto en el SNP como en el SNC hay cuerpos ce- Núcleos
lulares y axones envueltos por neuroglía. Ambos
son –contemplados aisladamente– solo visibles
por microscopía. Pero como se reúnen en grupos
y fascículos también son reconocibles macroscó-
picamente. Vistos a la luz del día estos grupos de
cuerpos de células nerviosas son grises, y los fas-
cículos de fibras mielinizadas son blancos. Es por
esto que hablamos de sustancia gris (en lenguaje
coloquial también «pequeñas células grises») y de
sustancia blanca. Las dendritas, generalmente muy Sustancia blanca
cortas, y las pocas fibras no mielinizadas se pierden Axones con vaina
dentro de la gran cantidad de cuerpos neuronales Vía (por ejemplo: glial (mielina) Nervio
y de fibras mielinizadas, y por lo tanto no reciben tractos, fascículos)
una denominación aparte en esta contemplación
macroscópica. Se utilizan diferentes términos, se-
gún si se describe la sustancia gris o blanca en el
SNP o en el SNC (comp. también con el glosario,
pág. 502 y ss.):
269
SNC
sustancia blanca y sustancia gris
Telencéfalo Segmentos
(sólo funcionales,
no representables
Diencéfalo morfológicamente)
Cerebelo
a
Tronco del encéfalo
Mesencéfalo
c
Puente
Bulbo raquídeo
A Morfología del sistema nervioso central (SNC) La segunda parte del SNC, la médula espinal, por el contrario se presenta
a y b Mitad derecha del cerebro, visión medial; c Visión ventral de una parte como una estructura morfológicamente homogénea (solo externamente). Fun-
de la médula espinal. cionalmente la médula espinal sin embargo también se subdivide en los den.
Para comprender las siguientes unidades de aprendizaje es necesario tener segmentos. La subdivisión en sustancia gris y sustancia blanca ya se reconoce
una visión general morfológica del sistema nervioso como un todo. El SNC se bien en esta simple imagen de la visión general de la médula espinal:
subdivide en el cerebro y la médula espinal. A su vez se divide al cerebro (en-
céfalo) en los segmentos estructurales siguientes: • gris: la estructura central con «forma de mariposa» y
• blanca: la sustancia que rodea a esta «mariposa».
• Telencéfalo,
• Diencéfalo,
• Cerebelo y
• Tronco del encéfalo con sus segmentos: mesencéfalo, puente y bulbo
raquídeo.
B Orientación espacial del sistema nervioso
Para el SNP son válidos los mismos planos, ejes y descripciones de dirección
que para todo el cuerpo. En el SNC en cambio se diferencian dos ejes:
parietal/dorsal
• Eje nº 1 = eje de Meynert: también corresponde a la descripción de los ejes
del cuerpo y es válido para el tronco del encéfalo y el cerebelo;
craneal/oral • Eje nº 2 = eje de Forel: es válido para el diencéfalo y el telencéfalo y está
frontal/craneal occipital/ inclinado aproximadamente en 80º en relación al eje nº 1, por lo que el dien-
2
oral/rostral caudal céfalo y el telencéfalo están por así decir «situados panza abajo».
270
SNP
ባ
Ganglios ቢ Nervios
a
ቢ Raíz anterior
(motora)
ባ Raíz posterior
(sensitiva)
Nervios craneales
Ganglio del nervio craneal
b «Nervios
craneales verdaderos»
(nervios craneales III – XII)
C Morfología del sistema nervioso periférico glios vegetativos tienen asignados nervios vegetativos (en realidad nervios
a Visión ventral sobre un segmento de la médula espinal; b Visión sobre la viscerales [víscera = órgano], históricamente sin embargo nervios esplác-
base del encéfalo; c Visión sobre los ganglios y nervios vegetativos delante nicos). A nivel de los nervios vegetativos también se observa una formación
del sacro. pronunciada de plexos.
Los nervios y los ganglios que forman el sistema nervioso periférico se dividen
Observe: La división aquí explicada en algunos pocos casos especiales no es
y denominan de la siguiente manera. En los nervios es determinante con qué
válida. Esto concierne:
parte del SNC están en contacto:
• por un lado, al N. óptico, que no es un nervio verdadero, sino una parte del
• Nervios de la médula espinal o nervios espinales (contacto con la médula es-
diencéfalo. Su designación histórica como «nervio» es, por tanto, sistemá-
pinal). Típicamente 31 o 32 pares. Por razones funcionales (v. A, pág. 398) los
ticamente errónea;
nervios espinales se comunican en gran medida entre sí formando plexos.
• por otro lado, al sistema olfatorio: el bulbo y el tracto olfatorio son com-
• Nervios craneales (contactan con el cerebro, v. pág. 112 y ss.): «craneales»
ponentes del SNC (no del SNP), ya que están rodeados por meninges. El
porque el cerebro está situado en el cráneo. 12 pares.
N.olfatorio (= acúmulo de fibras olfatorias, que a su vez están formadas
Los ganglios a su vez se dividen según su pertenencia a un sistema fun- por fibras de las células olfatorias), en cambio, no pertenece al SNC, ya que
cional en: las células olfatorias se originan de la placa olfatoria ectodermal. El origen
embriológico del epitelio de la placa olfatoria justifica aquí también su po-
• Ganglios de la parte sensitiva de un nervio espinal o nervio craneal: ganglios
sición especial.
sensitivos, según su ubicación se los describe como ganglio espinal y gan-
glio del nervio craneal; Por estas peculiaridades a menudo se contraponen el N. óptico y el N. olfatorio
• Ganglios del sistema nervioso visceral (= autónomo, vegetativo): ganglios como nervios craneales «falsos» (aquí en rojo) a los 10 nervios craneales ver-
vegetativos (ganglios autónomos, v. B. pág. 297), que se vuelven a dividir daderos (aquí en amarillo), que claramente pertenecen al SNP. Los detalles no
funcionalmente para la regulación de los órganos (v. C, pág. 297). Los gan- se presentan aquí, ya que exceden la visión general (v. pág. 116).
271
Epidermis
Rodetes neurales
Ectodermo superficial Placa neural
Células
Notocorda Cresta neural de la cresta
Tubo neural neural
Surco neural
Notocorda
A Origen del tubo neural y de las crestas neurales De las crestas neurales solo se originan partes del SNP:
y sus derivados
Todo el sistema nervioso se desarrolla a partir del ectodermo. Este se diferen- • la parte sensitiva del nervio espinal con el ganglio espinal,
cia en la tercera semana embrionaria en la placa neural y las dos crestas neura- • la totalidad del sistema nervioso periférico visceral,
les, ubicadas en dirección lateral a la placa. La placa neural se desdobla y forma • la médula suprarrenal y
el surco neural entre dos rodetes neurales, se desprende del resto del ectoder- • toda la glía periférica.
mo y se cierra formando un tubo, el tubo neural. Las células de ambas crestas
neurales también abandonan el ectodermo y migran por separado a la región De las células de la cresta neural además se originan otras partes, como por
que se encuentra a cada lado del tubo neural. Del tubo neural se originan: ejemplo los melanoblastos (productores de pigmento de la piel), que no per-
tenecen al sistema nervioso.
• En el sistema nervioso central (SNC): Observe: El tubo neural provee entonces material para el SNC y el SNP; la cresta
– el cerebro con sus segmentos, después de la formación de las den. ve- neural provee solo material para el SNP. La médula suprarrenal (no la corteza
sículas suprarrenal, que también es una glándula endocrina y que no tiene nada que ver
– cerebrales, con el sistema nervioso periférico) se debe entender ontogénicamente como
– la médula espinal, un componente del sistema nervioso periférico.
– las células de la glía central;
• En el sistema nervioso periférico (SNP):
– la parte motora del nervio espinal (v. C).
Telencéfalo
Prosencéfalo
Diencéfalo
Mesencéfalo
Mesencéfalo
Rombencéfalo
Metencéfalo
Bulbo raquídeo
Tubo neural con los espacios
internos de líquido
cefalorraquídeo
a b c d
B Desarrollo del cerebro y de los espacios de circulación espinal. A nivel de región de la médula espinal la forma tubular del tubo neural
del líquido cefalorraquídeo a partir del tubo neural es comprensible (v. a), en la región del cerebro se pierde por la formación
Tubo neural y sus derivados; Visión dorsal; en a-c el tubo neural está cortado; pronunciada de vesículas.
d cerebro maduro con los espacios de circulación del líquido cefalorraquídeo. Observe: El espacio hueco del tubo neural también se diferencia, simultánea-
Del tubo neural, inicialmente indiferenciado y abierto en sus dos extremos (a), mente con las vesículas cerebrales y la médula espinal, de manera específica:
se desarrollan tres vesículas cerebrales primarias (b). De estas se originan cin- se transforma en el den. espacio interno de circulación del líquido cefalorra-
co vesículas cerebrales secundarias (c), a partir de las cuáles se diferencian los quídeo con cuarto ventrículos (I-IV) y el acueducto (en el cerebro), y en el
segmentos cerebrales definitivos. De la parte inferior del tubo neural, que no conducto central (en la médula espinal), v. pág. 312.
participa en la formación de las vesículas cerebrales, se desarrolla la médula
272
Raíz
posterior Ganglio Cerebelo Flexura
espinal cervical
Mesencéfalo
Axones aferentes Bulbo
que se extienden Flexura cefálica raquídeo
hacia la raíz posterior
Diencéfalo Puente
desde el ganglio
espinal Telencéfalo Cúpula
Inter- óptica
neurona a
Surco
telediencefálico Mesencéfalo
a b Telencefálo Cerebelo
Raíz
Axones eferentes anterior
que se extienden Diencéfalo Tubérculo mamilar
de la raíz anterior Primordio Bulbo
hipofisario raquídeo
C Desarrollo de un nervio periférico
Bulbo olfatorio Puente
Durante la fase temprana del desarrollo, los axones aferentes (azul) y eferen
b
tes (rojo) brotan separadamente de los somas de la neurona.
a Las neuronas primarias aferentes se desarrollan en el ganglio espinal, las
Telencefálo
motoneuronas-a (células motoras del asta anterior) se desarrollan de la
lámina basal de la médula espinal. Mesencéfalo
b Las interneuronas (negro), que comunican funcionalmente los dos tipos de Ínsula
Cerebelo
neuronas, se desarrollan posteriormente. Diencéfalo
Puente Bulbo
c raquídeo
Placa del techo
Placa alar
Zona de
las neuronas Telencefálo
Placa basal
vegetativas Ínsula
a Placa del suelo
Ojo Cerebelo
Placa del techo
Sustancia Puente Bulbo
blanca Placa alar d raquídeo
Zona de
las neuronas
vegetativas Placa basal E Desarrollo del encéfalo
Placa del suelo a Embrión de 10 mm de longitud vértice-nalga, aproximadamente en el se-
b gundo mes de desarrollo. En este estadio ya es visible la división del encéfa-
lo en sus diversas regiones, provenientes del tubo neural.
273
Espacio externo A Sistema nervioso in situ ninges cerebrales y espinales rodean un espacio
Hueso de líquido
del cráneo Representación fuertemente esquematizada del lleno de un líquido acuoso (líquido cefalorraquí-
cefalorraquídeo
SNC y su entorno, corte frontal. Como todo tejido u deo), el den. espacio externo de circulación del
órgano el sistema nervioso también está montado en líquido cefalorraquídeo, que topográficamente
Duramadre la estructura general del cuerpo. Este montaje está se contrapone al espacio interno de circula-
encefálica mediado por tejido conectivo especializado que en- ción del líquido cefalorraquídeo (en el interior
(en el cráneo)
tre otras cosas sirve de protección mecánica para el del SNC). La envoltura ósea, las meninges, y el
Espacio interno sistema nervioso (contra presión y tracción). El SNP espacio externo del líquido cefalorraquídeo ca-
de líquido y el SNP muestran aquí importantes diferencias: racterizan así el montaje del SNC en el cuerpo
cefalorraquídeo (detalles v. B y C).
• SNC: el cerebro y la médula espinal están situa- • SNP (aquí no representado, v. D) está montado
dos en una envoltura ósea, la cavidad craneal y directamente en los espacios de tejido conecti-
Espacio interno el conducto vertebral respectivamente. El tejido vo del cuerpo mediante sus nervios y ganglios
Vértebra de liquido conectivo que media su montaje en el cuerpo envueltos de tejido conectivo. Esta envoltura de
cefalorraquídeo son las meninges. Estas envuelven completa- tejido conectivo, el den. epineuro media el con-
mente al cerebro y a la médula espinal y se dejan tacto con las estructuras de tejido conectivo del
Periostio subdividir macroscópicamente (v. B). Las me- cuerpo que lo rodean.
(del conducto vertebral)
Duramadre espinal
Sacro (del conducto vertebral)
274
Acueducto
IV ventrículo
Sitios de salida
b del líquido c
cefalorraquídeo
C El SNC y su entorno: los espacios de circulación del líquido (b) está entonces el sitio de paso entre el espacio interno de circulación del
cefalorraquídeo líquido cefalorraquídeo y el espacio externo.
Espacio interno de circulación del líquido cefalorraquídeo (sistema ventricu- • En el espacio externo de circulación del líquido cefalorraquídeo
lar), visión oblicua anterior (a) y superior (b); corte esquemático por el crá- el líquido cefalorraquídeo se reabsorbe continuamente en las estructuras
neo con el espacio externo de circulación del líquido cefalorraquídeo (c). especializadas funcionalmente del espacio subaracnoideo, que rodean al
Entre la piamadre y la aracnoides se encuentra un espacio que rodea a todo cerebro y a la médula espinal.
el SNC, el espacio subaracnoideo. Topográficamente representa al espacio
externo de circulación del líquido cefalorraquídeo, que está comunicado con El espacio interno de circulación del líquido cefalorraquídeo se origina del «es-
el espacio interno de líquido cefalorraquídeo (el sistema de los cuatro ven- pacio hueco» en el tubo neural y obtiene su forma especial por el plegamiento
trículos con el acueducto en el cerebro, y el conducto central en la médula del tubo neural (v. A, pág. 272). El espacio externo de circulación del líquido ce-
espinal). falorraquídeo se origina por el montaje del SNC en sus envolturas meníngeas;
su forma especial se produce así por el aspecto del cerebro y de la médula es-
• En los cuatro ventrículos del espacio interno de circulación del lí- pinal y su incorporación en las meninges. Como el cerebro, convexo, y la cara
quido cefalorraquídeo se produce continuamente, mediante estructuras interna del cráneo, cóncava, no «encajan perfectamente» entre sí en todos los
vasculares funcionalmente especializadas, el líquido cefalorraquídeo. Este sitios, se originan «ampliaciones» topográficamente características del espacio
pasa –siguiendo solo el gradiente de presión– por aberturas especiales del subaracnoideo: las cisternas. Estas no tienen una función especial, sino que se
IV ventrículo, en el tronco del encéfalo, hacia el espacio subaracnoideo. Aquí originan obligatoriamente por las formas de dos estructuras que no son del todo
congruentes.
Fascículo
Médula
espinal
Endoneuro
Ganglio espinal,
Cuerpo envoltura de
vertebral duramadre abierta
Nervio espinal Perineuro Fibra
a b nerviosa
D El nervio periférico y su entorno: el epineuro El nervio periférico tiene una estructura típica «con forma de cable» y está
a Corte por el conducto vertebral con la médula espinal; b Nervio periférico, rodeado por fuera completamente por tejido conectivo, el epineuro. El nervio
estirado de forma telescópica. La médula espinal en (a) está rodeada por las está formado por los den. fascículos, que a su vez están rodeados por una en-
meninges de la misma manera que el cerebro (v. B). Aquí se ve claramente que voltura propia, el perineuro. Dentro de cada fascículo están situadas las fibras
nerviosas, que se reúnen en grupos más pequeños mediante el endoneuro. El
• la duramadre (roja en a) se continúa en el nervio periférico, epineuro es una continuación de la duramadre encefálica en los nervios cra-
• la duramadre espinal (a diferencia del interior del cráneo) no está pegada neales, y de la duramadre espinal en los nervios espinales. La vaina de tejido
por dentro del hueso y su periostio: aquí existe un espacio verdadero situa- conectivo que rodea a los ganglios periféricos corresponde básicamente al
do sobre la duramadre (= epidural). epineuro.
275
Surco
Lóbulo central Ventrículo
frontal lateral derecho
Lóbulo
parietal
Polo Cabeza
frontal Lóbulo Cápsula del núcleo
occipital interna caudado Núcleos
Polo Polo Putamen basales
temporal occipital
Globo
a Surco Lóbulo pálido
lateral temporal
Cola del núcleo
caudado
Lóbulo Surco
frontal central Ventrículo lateral
derecho
Lóbulo Lóbulo
límbico parietal
a
Cuerpo Lóbulo
calloso occipital Médula, Córtex,
Lóbulo sustancia blanca sustancia gris
b temporal
Fisura longitudinal Ventrículo Cuerpo
del cerebro lateral derecho calloso
Hemisferio Hemisferio
derecho izquierdo
Médula,
sustancia blanca
Lóbulo
frontal Núcleo
caudado Núcleos
Cápsula basales
Diencéfalo interna Putamen
Lóbulo
Tronco temporal Córtex,
del encéfalo sustancia gris
Lóbulo b
occipital
c B Telencéfalo: estructura interna
a Corte horizontal, visión superior; b Corte frontal, visión anterior.
A Telencéfalo: visión general y división externa El telencéfalo está formado – como todo el SNC – por sustancia gris y blanca:
a Telencéfalo, visión izquierda; b Mitad derecha del cerebro, visión izquierda;
c Telencéfalo, visión basal. • la sustancia gris forma toda la superficie externa que es el córtex;
El telencéfalo es el segmento más grande y más complejo del sistema nervioso • por debajo del córtex está situada la sustancia blanca, la médula;
central y el sitio de integración supremo en el marco del procesamiento de • en la sustancia blanca encontramos nuevamente sustancia gris «situada de
la información. Todas las funciones motoras complejas, todas las percepcio- manera aislada» en forma de núcleos, aquí por ejemplo como los den. nú-
nes y la formación de la consciencia están sujetas a la integridad funcional del cleos basales (núcleo caudado, putamen, globo pálido).
encéfalo. El telencéfalo se divide morfológicamente en dos hemisferios casi
simétricos, que están separados de manera incompleta por la fisura longitudi- En un corte de este tipo también se reconocen partes del espacio interno de
nal del cerebro. Cada hemisferio está formado por seis lóbulos: lóbulo frontal, circulación del líquido cefalorraquídeo: los dos ventrículos laterales. La sus-
temporal, occipital, parietal, límbico y de la ínsula. Los tres primeros terminan tancia blanca, de aspecto macroscópico ampliamente homogéneo, se puede
en el polo respectivo. Los límites entre cada uno de los lóbulos generalmen- dividir funcionalmente en vías, que según su trayecto se subdividen aún más.
te están definidos por surcos profundos característicos. Cada lóbulo muestra La cápsula interna es una zona de la sustancia blanca en la que se reúnen, nu-
giros en su superficie, que en parte están nombrados según el lóbulo en el merosas vías relacionadas con la sensibilidad y motricidad, topográficamente
cuál están situados. En la profundidad de cada hemisferio está «escondida» muy estrechas. Ontogénicamente se puede dividir al córtex en un paleocórtex
una parte del córtex, la den. ínsula, que desde afuera solo se hace visible si se (ontogénicamente el córtex más antiguo), archicortéx y neocórtex (el córtex
retiran las porciones cerebrales que la rodean (v. pág. 321). Si se observa un más joven). Este último conforma la mayor parte del córtex. Todos los segmen-
hemisferio cerebral desde medial (b), se reconocen giros, que por razones tos del córtex están formados por varias capas ordenadas de neuronas, que son
históricas se agrupan como lóbulo límbico (limbus = pared). En el «interior» diferentes microscópicamente en el paleo- , archi, y neocórtex.
del lóbulo temporal está situado un segmento del córtex denominado hipo-
campo (= caballito de mar!), que solo se hace visible al resecar las porciones
cerebrales que lo rodean (v. D, pág. 331).
276
Cuerpo calloso
Ventrículo
lateral izquierdo
Tálamo Tálamo
Adhesión (dorsal)
(dorsal)
intertalámica
Hipotálamo Epitálamo, III Ventrículo
aquí glándula
pituitaria Hipotálamo
Hipófisis
a b Subtálamo
Tálamo
Epitálamo III ventrículo (dorsal)
Ventrículo
lateral Quiasma
izquierdo N. óptico óptico
Núcleos
basales
Hipófisis
Cápsula
Hipotálamo
interna
Tálamo Tubérculos
mamilares
(dorsal)
Tracto
óptico
C Diencéfalo: ubicación y división • La pared lateral del ventrículo en su segmento inferior y el suelo del ven-
a Corte sagital medio por el cerebro, visión izquierda de la mitad derecha del trículo están formados por el den. hipotálamo (también un territorio nu-
cerebro; b Corte frontal por el cerebro, visión anterior; c Corte horizontal del clear) y la glándula hipófisis. El hipotálamo se puede considerar como el
cerebro, visión superior; d Visión posterior y superior del diencéfalo; e Vi- centro de control superior «vegetativo» para numerosas funciones corpora-
sión sobre el suelo del diencéfalo. les (presión sanguínea, equilibrio hídrico, temperatura, ingesta de alimen-
El diencéfalo está formado topográficamente por estructuras que rodean al tos, secreción hormonal).
III ventrículo. Durante el desarrollo embrionario es cubierto por los hemisfe- • Lateral al hipotálamo –y así también debajo del tálamo, pero sin formar más
rios del telencéfalo, cuyo crecimiento es mucho más fuerte, y al final de la fase parte de la pared del ventrículo– está el subtálamo (b), un grupo nuclear
de desarrollo queda situado entre ambos y junto a su base. Al mismo tiempo relacionado con la motricidad.
se encuentra situado craneal al tronco del encéfalo. En el cerebro intacto • Un pequeño grupo nuclear –el epitálamo– está situado bien occipital, por
solo se puede ver desde abajo la parte más basal del diencéfalo. Una buena detrás y sobre el tálamo (d). La glándula pituitaria pertenece al epitálamo.
visión general del diencéfalo se obtiene en la visión del corte sagital medio y Ambos se encargan de registrar el ritmo circadiano.
en los cortes frontales u horizontales del cerebro, en donde en cada caso el • En la visión basal del diencéfalo intacto se reconocen, en el suelo del hipo-
III ventrículo es útil como punto de orientación. Como consecuencia de las tálamo, la glándula hipófisis y un grupo de núcleos pares, los tubérculos
relaciones de cada parte del diencéfalo con el III ventrículo, en ninguna visión mamilares. Igualmente basal, se ven el nervio y el quiasma óptico, y el den.
del diencéfalo se pueden ver simultáneamente todas sus partes que se expo- tracto óptico (todas estas tres estructuras pertenecen al diencéfalo) como
nen a continuación: parte de la vía óptica.
• El techo del III ventrículo está formado por el fórnix (= bóveda!), vía de
• La pared lateral del III ventrículo está formada en su segmento superior por proyección par, que se irradia desde el hipocampo –o sea de una parte del
un gran grupo nuclear par, el tálamo (a-d). Ambos tálamos están situados córtex cerebral temporal– hasta el hipotálamo. En esta imagen solo se ve el
muy próximos entre sí y contactan ocasionalmente a nivel de la den. adhe- fórnix derecho.
sión intertalámica (a). Los tálamos están conectados en varias funciones
sensitivas y motoras con el córtex cerebral. Observe: La cápsula interna forma topográficamente el límite con el telencéfalo.
277
B Tronco del encéfalo: configuración externa C Tronco del encéfalo: división y estructura interna
La configuración externa del tronco del encéfalo está marcada por los núcleos Corte transversal del tronco del encéfalo, visión superior.
y vías que se sitúan en su interior. De estos en la visión ventral externa se El tronco del encéfalo se divide en dirección ventral y dorsal en cuatro partes
pueden ver (a): estructurales. Estas están presentes en todos los segmentos del tronco del
encéfalo con diferente intensidad, pero son más claras a nivel del mesencéfalo.
• el pilar del cerebro, causado por vías que se dirigen hacia la médula espinal En el puente y el bulbo raquídeo estos segmentos estructurales reciben otras
y el puente, descripciones terminológicas que en el mesencéfalo.
• el puente, provocado por una gran conexión de fibras (vía) con el cerebelo,
• la pirámide (también causada por una vía, la vía piramidal) y • En dirección ventral está la base, que en el mesencéfalo se ve a modo de
• la oliva (un grupo nuclear); los dos pilares del cerebro. La base del tronco del encéfalo contiene normal-
mente grandes sistemas de vías descendentes (por lo tanto generalmente
En la visión dorsal (b, solo visible después de retirar el cerebelo): motoras) hacia el tronco del encéfalo, cerebelo y médula espinal como por
ejemplo la vía piramidal. Directamente en el límite dorsal de la base se si-
• la lámina tectal (cuadrigémina) con dos grupos nucleares pares para las fun- túa un acúmulo extenso de sustancia gris, la sustancia negra.
ciones auditiva y visual, que forman el techo del mesencéfalo, • En dirección dorsal y a continuación de la base está el tegmento, en el
• el bulbo raquídeo con dos tubérculos pares, producidos por los den. núcleos mesencéfalo el tegmento mesencefálico. Aquí se sitúan grandes grupos nu-
de los cordones posteriores, cleares para distintas funciones (especialmente llamativo es el núcleo rojo)
• los sitios de corte de los tres pedúnculos cerebelosos pares, que limitan y otras vías descendentes hacia la médula espinal, pero sobre todo nume-
con el tronco del encéfalo, y el suelo del IV ventrículo situado entre ellos y rosas vías para el telencéfalo (a través del tálamo en el diencéfalo) o vías
con forma de rombo, que forma la cara posterior del puente. ascendentes para el cerebelo (por lo tanto generalmente sensitivas).
• En dirección dorsal al tegmento está el techo mesencefálico, en el mes-
Observe: El tronco del encéfalo es el sitio de entrada y salida de todos los ner- encéfalo denominado por su posición lámina tectal o por su forma especial
vios craneales verdaderos (que muestran todas las características del SNP, (v. Bb) lámina cuadrigémina. Esta región del techo contiene como grupos
para su sistemática v. pág. 112 y ss.). De los 12 pares de nervios craneales hay nucleares a los colículos superiores e inferiores, que tienen funciones im-
dos nervios (I: N. olfatorio; II: N. óptico) que estructuralmente no son nervios, portantes en la vía auditiva y óptica.
sino partes del SNC (aquí no representados, ya que no salen del tronco del • En cada segmento del tronco del encéfalo también está situada una parte del
encéfalo). espacio interno de circulación del líquido cefalorraquídeo, en el mesencéfa-
lo el den. acueducto del mesencéfalo.
278
Lóbulo Córtex
occipital Puente del cerebelo
Tronco IV ventrículo
del encéfalo IV ventrículo
Cerebelo
a
a Velo medular
del cerebelo
Cerebelo
Mesencéfalo
Puente
Ángulo
ponto- Sustancia
cerebeloso blanca
del cerebelo
Bulbo
raquídeo
b Núcleos Córtex
b del cerebelo del cerebelo
279
Sustancia
blanca
Conducto central
Sustancia gris
Columna
posterior Asta posterior
Columna
Asta lateral
lateral
Cordón
posterior
Cordón
lateral
Cordón
anterior
Todas las astas son pares. La médula espinal así también es simétrica, al
A Médula espinal: relaciones en el conducto vertebral igual que los otros segmentos del SNC. La sustancia gris contiene neuro-
a Visión ventral de la columna vertebral abierta; b Corte transversal a través nas. La representación espacial (b) aclara que el término «asta» es una
de una vértebra torácica y la médula espinal. descripción del corte transversal de la médula espinal: bajo inclusión del
La médula espinal está situada en el conducto vertebral, que se origina por la aspecto tridimensional se habla de columnas anterior, posterior y lateral. En
sumatoria de los forámenes vertebrales de todas las vértebras superpuestas y el centro de la sustancia gris está situada una parte del espacio interno de
por los ligamentos de la columna vertebral, que corren entre las vértebras. La circulación del líquido cefalorraquídeo, el conducto central, que ocasional-
médula espinal, como segmento más caudal del SNC, se extiende completa- mente (de modo segmentario) está obliterado. Alrededor de la sustancia
mente y en dirección caudal desde la primera vértebra cervical (el atlas) hasta gris está la
aproximadamente la segunda vértebra lumbar. A partir de ahí solo continúan • Sustancia blanca, formada por vías, y que –especialmente bien visible
hacia caudal algunos segmentos determinados de la médula espinal, las den. en la representación espacial (c)– se divide en cordones, que de manera
raíces que corresponden a las partes entrantes y salientes de los nervios (v.D) análoga a las columnas, se denominan cordones anterior, posterior y lateral.
y que por lo tanto ya se las puede asignar al SNP. Dentro del conducto verte- Ocasionalmente se reúnen los cordones anterior y lateral bajo el término
bral la médula espinal, como componente del SNC, está rodeada, al igual que cordón anterolateral.
el encéfalo, por las meninges y el espacio externo de circulación del líquido
cefalorraquídeo (espacio subaracnoideo) (v. pág. 311).
280
C Vías de la médula espinal Mediante el trayecto de estas dos vías queda evidente el rol especial de la mé-
Las vías de la médula espinal corren por los cordones (v. Bc). Según su tra- dula espinal como «mediador de información» entre el SNC y el SNP:
yecto son descendentes (a) o ascendentes (b). Las vías descendentes general-
mente tienen funciones motoras y provienen en general de centros superiores • La 1ª neurona sensitiva (en el ganglio espinal) es una neurona del SNP, cuyo
del SNC, como por ejemplo el córtex motor del cerebro. Las vías ascendentes axón ingresa al SNC.
tienen típicamente funciones sensitivas y conducen la información de un re- • La motoneurona del asta anterior es una neurona del SNC cuyo axón sale
ceptor sensorial a los centros sensitivos superiores del SNC. al SNP.
a Como ejemplo de una vía motora aquí está representada la vía piramidal Sin embargo, la médula espinal, como parte del SNC, está en gran medida en
o vía motora del cordón anterolateral, una vía de la motricidad consciente condiciones de realizar una función integradora «propia», lo que por
que se extiende desde el córtex cerebral (motor) hasta el asta anterior en ejemplo tiene un rol especial en los den. reflejos. Para esta integración, la
dónde hace sinapsis con una motoneurona de la médula espinal. De esta médula espinal dispone dentro de la sustancia blanca, de los den. fascículos
motoneurona entonces sale la raíz motora de un nervio para dirigirse al propios (aquí no representados por separado), que sirven para conducir in-
músculo esquelético. formación por el interior de la médula espinal y que no abandonan a la médula
b Muestra una vía sensitiva proveniente de la piel, que termina en el córtex espinal. En el sentido funcional las vías que corren por la médula espinal se
cerebral (sensitivo) pasando por estaciones intermedias (sobre todo por describen con frecuencia como aparato exteroceptor, los fascículos propios
el tálamo en el diencéfalo), y que también corre por los cordones anterior y como aparato propio. El conocimiento de la ubicación, recorrido y función de
posterior de la médula espinal: la vía sensitiva del cordón anterolateral. La las vías de la médula espinal es esencial para comprender los síntomas clínicos
1ª neurona de esta vía está situada en el ganglio espinal, y por lo tanto es una de las lesiones o enfermedades de la médula espinal.
neurona periférica.
281
Aa. espinales
A. vertebral posteriores
derecha
A. vertebral
izquierda
A. carótida
interna izquierda
A. vertebral
izquierda
A. espinal
anterior
A. carótida A. radicular
común (mayor)
A. subclavia
izquierda izquierda
a a
Aa. espinales
posteriores
A. carótida A. carótida
interna interna
derecha izquierda
A. basilar
A. espinal
A. vertebral A. vertebral anterior
derecha izquierda A. radicular
posterior
A. radicular
b b anterior
282
V. espinal
posterior
Vv.
cerebrales
superfi- Senos
ciales
de la
duramadre
V. radicular
V. espinal anterior/
anterior posterior
a a
Hoz del
Seno sagital cerebro
superior
Seno sagital
inferior
Seno
cavernoso Plexo venoso
vertebral
Seno (interno anterior)
esfeno-
parietal
Seno
petroso
inferior
Seno
recto
Seno petroso
Seno superior
transverso
Tienda Seno
del cerebelo sigmoideo
V. yugular
b interna b
283
1.10 Somatosensibilidad
Núcleos del tronco Áreas corticales sensoriales Procesamiento de los estímulos Cerebelo
del encéfalo (percepción consciente) (percepción inconsciente
(regulación de de la posición y el movimiento
funciones orgánicas) en el espacio)
Núcleos del tálamo
Puente
Bulbo raquídeo
Médula espinal
Mecanorrecepción Mecano-
Protopatía Epicrisis rrecepción
A Somatosensibilidad: división y visión general Tanto la exterocepción como la propiocepción corren a través de los nervios
En la sensibilidad se diferencian la somatosensibilidad de la viscerosensibili- espinales (información del tronco, cuello, extremidades) o a través del N. tri-
dad. La den. sensibilidad visceral general –el procesamiento de los estímulos gémino (N. V; información propioceptiva de la cabeza).
sensitivos de los órganos internos (= enterocepción)– al igual que la visce- También la percepción a través de los órganos de los sentidos es final-
romotricidad están representadas en la pág. 297 y aquí solo se las menciona mente una forma de exterocepción. Está mediada exclusivamente por los ner-
para completar el tema. La somatosensibilidad se divide según el sitio y el tipo vios craneales. A nivel de los órganos de los sentidos, además de los estímulos
de estímulo. Esta diferenciación es tan importante porque la vía sensitiva de mecánicos (acústicos), también tienen un rol los estímulos químicos (gusto,
conducción de la señal va a depender tanto del sitio como también del tipo de olfato) y las ondas electromagnéticas (visión). Por razones ontogénicas y de
estímulo. División según el sitio del estímulo: terminología, la percepción de los estímulos físicos (visión y audición) se deno-
mina «somatosensibilidad especial», y la percepción de los estímulos químicos,
• Si el sitio del estímulo es la piel, la mucosa de la boca y de la nariz, o la su- «sensibilidad visceral especial».
perficie ocular (no el sentido de la visión!) se habla de exterocepción (sen- Observe: La sensibilidad visceral especial de los estímulos químicos en dos órga-
sibilidad superficial). nos de los sentidos no se debe confundir con la «sensibilidad visceral general»
• Si el sitio del estímulo es un receptor de estiramiento del músculo, de un de los órganos internos (flecha amarilla en el extremo izquierdo).
tendón o de una cápsula articular (medición del estiramiento!), se habla de El procesamiento diferente de los estímulos en el SNC –consciente
propiocepción (sensibilidad profunda del aparato locomotor; sirve para el o inconsciente– también se utiliza para clasificar la sensibilidad. Para que un
control de la posición en el espacio). estímulo sensitivo ingrese a la consciencia (sensibilidad consciente) debe
alcanzar el córtex sensitivo del telencéfalo. Para esto generalmente se con-
División según el tipo de estímulo. Solo se subdivide la exterocepción:
ducen las impresiones sensoriales a través del tálamo. Las impresiones sen-
• En esto se contrapone la den. percepción epicrítica (sentido del tacto, vi- soriales que no se conducen al córtex del telencéfalo, sino a otros segmentos
bración, contacto ligero, presión ligera = mecanorrecepción fina) «subordinados» del SNC, no se perciben de manera consciente (sensibilidad
• a la den. percepción protopática (dolor, temperatura, estímulos mecánicos inconsciente). Por consiguiente para un estímulo sensorial también se dife-
gruesos). rencia, además de un sitio y un tipo de estímulo, la «estación terminal» de
la conducción de la señal. En la somatosensibilidad también existen, análo-
La propiocepción es una mecanorrecepción, sin embargo no se la vuelve a sub- gamente a la somatomotricidad, términos especiales para las percepciones
dividir. sensoriales especiales.
284
4ª neurona 4ª neurona
en el giro postcentral en el giro postcentral
3ª neurona 3ª neurona
en el tálamo en el tálamo 3ª neurona
en el cerebelo
Trayecto contralateral
de la vía
Sinapsis con
Tronco la 2ª neurona Tronco del encéfalo Sinapsis con la 2ª neurona
del encéfalo en el tronco en el tronco del encéfalo
del encéfalo
Cruce en Cruce en el tronco
el tronco Vibración, sentido del encéfalo
del encéfalo del tacto, contacto
Sensibilidad profunda
Protopatía (propiocepción inconsciente)
Cruce Presión, tacto
Percepción de la posición,
en la médula
espinal Dolor, temperatura sensibilidad profunda (consciente)
Médula 1ª neurona
espinal 1ª neurona (ganglio espinal)
(ganglio espinal)
Sinapsis con Médula Sinapsis con Trayecto
la 2ª neurona espinal la 2ª neurona ipsilateral de la vía
a en el asta posterior b en el asta posterior
B Somatosensibilidad: conexiones y estructuras que participan terminal sensitiva, en el giro postcentral del telencéfalo. Para las señales que
De la somatosensibilidad participan el SNC, el SNP y un receptor. se conducen al cerebelo, o sea a través de tres neuronas, la 3ª neurona está
situada en el córtex del cerebelo.
a Conducción de un estímulo sensitivo desde la piel al telencéfalo (cerebro) Observe: El sistema somatosensible tiene en todos los casos neuronas periféri-
= percepción epicrítica, protopática y consciente; cas y centrales. Las señales para el cerebelo no pasan a través del tálamo y por
b Transmisión de una señal desde el músculo esquelético (estado de estira- lo tanto solo a través de tres neuronas.
miento del músculo, que es registrado por receptores especiales de esti- El dolor, la temperatura y la mecanorrecepción gruesa (tacto grueso) de la piel y
ramiento = propioceptivos) hacia el cerebelo (inconsciente) y el cerebro las mucosas son conducidos en la médula espinal por la vía sensitiva del cordón
(consciente). anterolateral (tractos espinotalámicos). La mecanorrecepción fina (vibración,
tacto fino) es conducida en la médula espinal por la vía del cordón posterior
La conducción de señales desde cada receptor sensitivo se produce a través de (fascículos grácil y cuneiforme).
un nervio espinal o un nervio craneal. La dirección de la conducción es aferente, Observe:
o sea en dirección al SNC. Al igual que en la motricidad en la somatosensibilidad
también se define una «cronología de las señales» con numeración de las • Todas las vías que median la exterocepción cruzan en el SNC al lado contra-
neuronas: rio. El que cruza siempre es el axón de la 2ª neurona. Así un estímulo en el
brazo izquierdo se transmite a través del tálamo derecho al córtex cerebral
• las señales para el telencéfalo (conscientes) son transmitidas por cuatro derecho, donde se lo percibe.
neuronas; • La propiocepción es conducida en la médula espinal principalmente por el
• las señales para el cerebelo (inconscientes) a través de tres neuronas. tracto espinocerebeloso. La 1ª y la 2ª neurona están situadas en el ganglio
espinal y en la médula espinal respectivamente; el axón de la 2ª neurona
En cada caso la 1ª neurona se sitúa en el SNP en el ganglio espinal o en un alcanza una 3ª neurona ipsilateral del córtex cerebeloso. El procesamiento
ganglio de un nervio craneal (aquí no representado), la 2ª neurona ya se sitúa de la información no es consciente.
en el SNC (médula espinal o en los núcleos del tronco del encéfalo). A partir
de aquí se diferencia el número de neuronas. La causa de que halla una neu- A nivel de la cabeza todas las partes de la sensibilidad corren por el N. trigémi-
rona adicional en el camino de una señal hacia el telencéfalo, es que todas no y a través de la vía trigeminal central.
las neuronas que se dirigen al telencéfalo atraviesan un grupo nuclear espe- Observe: En menor medida la propiocepción también puede alcanzar con la vía
cífico del diencéfalo, el tálamo. Este último es la estación central de sinapsis del cordón posterior el córtex cerebral para la percepción consciente de la po-
de la sensibilidad consciente, al que se le agrega una «función de filtro» de sición: epicrisis (pertenece a la exterocepción) y propiocepción corren enton-
la transmisión de señales («¿qué tiene prioridad?»). En el tálamo se sitúa la ces paralelos en la misma vía, pero hacen sinapsis en diferentes núcleos. Para
3ª neurona («neurona filtro»). La 4ª neurona es en cierto modo la estación detalles v. pág. 402 y ss.
285
1.11 Somatomotricidad
Movimientos
complejos“pensados”
(escribir)
Fibras
corticonucleares
2ª neurona en un núcleo
Telencéfalo, de un nervio craneal
diencéfalo,
tronco del encéfalo
Núcleos motores
Procesos
automatizados Músculo
Pirámide de la mímica
(andar)
Cruce de una vía Ramo motor
(decusación de un nervio craneal
piramidal) (aquí: N. facial) Músculo
Moto- Tronco del encéfalo, Fibras esquelético
neurona médula espinal Nervio corticoespinales
automático
involuntario
estereotipado Reflejos Músculo
2ª neurona Ramo motor
en el asta anterior de un nervio espinal
286
Tálamo
Núcleos
basales Cerebelo
Circuito
de los núcleos basales Circuito
cerebeloso
Córtex
de asociación
Córtex motor
287
288
Córtex Propiocepción
auditivo desde la médula
primario espinal
Cerebelo
Tálamo
Núcleos en el Núcleos
tronco del encéfalo vestibulares
N. vestibular
D Sentido de la audición y del equilibrio Toda la vía auditiva, que en el tronco del encéfalo se describe como lem-
Ambas informaciones provienen de un órgano del oído interno, y ambas son nisco lateral, cruza en varios sectores: la información de un oído alcanza
conducidas por el N. vestibulococlear. Es por eso que aquí se discuten de ma- ambos hemisferios cerebrales, una condición previa para la orientación
nera conjunta. (dirección) de la audición.
b Sentido del equilibrio: el término «sentido del equilibrio» no es preciso,
a Sentido de la audición: el sentido de la audición es una forma especial ya que el equilibrio no es una percepción sensorial desencadenada por un
de mecanorrecepción: las oscilaciones en la presión atmosférica son per- solo estímulo, sino que es una «representación interna» de un estado (en
cibidas y analizadas. La música fuerte, en el rango de los tonos bajos, se movimiento o en reposo) del cuerpo. Esto se basa en el procesamiento de
puede percibir inclusive como una vibración («en el vientre»). No obstante diferentes impresiones sensoriales. La instancia central para la representa-
el sentido de la audición no se cuenta habitualmente como mecanorrecep- ción del equilibrio es el cerebelo. Desde el órgano vestibular del oído interno
ción. La percepción de los estímulos auditivos, que son transmitidos al oído la información acerca de la aceleración de giro (movimientos circulares) o
interno desde el oído medio como oscilaciones de presión, se produce por de la aceleración transversal (por ejemplo por la fuerza de gravedad) es
las células sensoriales del oído interno (células ciliadas en el den. órga- conducida por el N. vestibular (1ª neurona en el ganglio vestibular) y los
no de Corti) y son conducidos por el N. coclear al SNC. El N. coclear es núcleos vestibulares hacia el cerebelo. Mediante la propiocepción el cere-
un nervio periférico. La 1ª neurona está situada en el ganglio coclear y su belo obtiene información del músculo esquelético acerca de la posición de
axón ingresa al SNC a través del tronco del encéfalo. A través de estaciones la cabeza y las extremidades en relación al tronco. De esta «postura» del
neuronales situadas en los núcleos del tronco encefálico (sobre todo en cuerpo y de su movimiento en el espacio el cerebelo calcula el «equilibrio».
el puente y en el bulbo raquídeo) la información alcanza, pasando por el El N. coclear (audición) y el N. vestibular (aceleración) forman en conjunto
tálamo, el córtex auditivo primario en el lóbulo temporal de ambos hemis- el N. vestibulococlear. El sentido de la audición y la percepción del aparato
ferios cerebrales. Allí se produce la percepción consciente de la audición. vestibular se describen como «somatosensibilidad especial».
289
Para llevar a cabo una evaluación neurológica y poder interpretar sus re- anatómicas, percibidas precipitadamente como demasiado detalladas, en
sultados, el examinador debe poseer conocimientos básicos sobre la neu- realidad son «esenciales» y fundamentales luego para la clínica. La eva-
roanatomía. Esta unidad de aprendizaje describe aspectos seleccionados luación neurológica orientativa aquí descripta ya forma parte del examen
de la evaluación neurológica y explica porqué algunas relaciones neuro- físico general.
A Evaluación de la sensibilidad
La sensibilidad es la percepción de diferentes estímulos a nivel de la piel, las
mucosas, los músculos, las articulaciones y los órganos internos. En la evalua-
ción de la sensibilidad se examinan distintas cualidades de la sensibilidad. El
examen de estas diferentes cualidades de estímulos es necesario porque para
estos estímulos, en parte, son responsables distintos receptores y porque lle-
gan al cerebro a través de distintas vías. Los receptores y sus vías se discutirán
más adelante en detalle, aquí por lo pronto alcanza el conocimiento de las dife-
rentes cualidades sensitivas y su evaluación. En todas las pruebas de sensibili-
dad aquí representadas el paciente debe mantener los ojos cerrados, para que
no tenga lugar la corrección del resultado mediante la visión. Los exámenes
además se deben realizar comparando un lado con el otro, para registrar los
defectos existentes solo de un lado. a
Observe: Todas las pruebas aquí representadas requieren la colaboración del
paciente, o sea que se pueden realizar solo con el paciente consciente.
290
Receptores
Nervio
Placa
Motoneurona α motora
a b
4
1
2 3
291
Soma
Dendrita Dirección de la transmisión
Cono axonal
Axón
Bulbos terminales
(botón)
+40 mV +40 mV +40 mV +40 mV
Potencial 0 0 0 0
de membrana
–80 mV –80 mV –80 mV –80 mV
A La célula nerviosa (neurona) como portadora de información el potencial de membrana local (potencial excitatorio postsináptico –PEPS– o
La estructura fundamental de una neurona ya se explicó en la pág. 268, A. Si se potencial inhibitorio postsináptico –PIPS–, respectivamente).
transmiten los términos allí nombrados «entrada de la señal», «salida de la La neurona recibe continuamente señales inhibitorias y excitatorias. Estos
señal» e «intercambio de la señal» a la «división anatómica funcional» de una potenciales locales son integrados a nivel del cono axonal. Si predominan los
neurona, se pueden diferenciar tres segmentos: potenciales excitatorios se genera un potencial de acción en el cono axonal,
que es conducido hasta el botón sináptico siguiendo la ley del todo o nada,
• El segmento receptor corresponde al cuerpo celular y a las dendritas. desencadenando al final del axón la liberación del transmisor. Los transmiso-
• El segmento conductor transmite la información hacia la célula de destino. res liberados son reconocidos por los receptores de la neurona de destino; a
Este segmento se describe fisiológica- y morfológicamente como axón. En continuación el potencial de membrana local de la neurona de destino descien-
donde es necesaria una conducción rápida de la información, el axón tiene de (PIPS) o asciende (PEPS) dependiendo del transmisor y su receptor. Este
una vaina de mielina (estructura v. C, pág. 295). En el SNC generalmente se último segmento corresponde al segmento de transmisión, la sinapsis.
requiere la conducción rápida de la información. Observe: La transmisión entre dos neuronas es química, mediada por un trans-
• El segmento transmisor es útil para la mediación de la información hacia la misor. El transmisor es liberado por la neurona presináptica y reconocido por
célula de destino. Es idéntico a las estructuras que forman la sinapsis. un receptor en la membrana postsináptica. A continuación asciende (PEPS) o
desciende (PIPS) localmente el potencial de membrana de la neurona. Estos
En el segmento receptor de la neurona de destino (izquierda) terminan los cambios locales de tensión solo se producen en las dendritas y en el cuerpo. En
axones de otras neuronas, que forman sinapsis con la neurona de destino el axón aparecen ante la conducción siguiente, cambios constantes del poten-
(comp. D). En estas se liberan neurotransmisores excitatorios o inhibitorios. cial según la ley del todo o nada. En un axón mielinizado los cambios del poten-
Estos transmisores liberados al final del axón, se unen a receptores en la mem- cial de acción solo se pueden medir en segmentos especiales no mielinizados
brana celular de la neurona de destino, que responde elevando o descendiendo (nodos de Ranvier, v. B, pág. 294).
292
Membrana
presináptica
Bulbos terminales
Hendidura sináptica (Botón)
1
Membrana
postsináptica
Vesículas
Espina con neurotransmisor
Membrana
postsináptica
Hendidura sináptica
Membrana
presináptica
a b c d e f 2
C Formas básicas de la neurona y variantes adaptadas D Representación en el microscopio electrónico de los dos tipos
funcionalmente sinápticos más frecuentes en el SNC
El corte transversal marca la región del cono axonal, que representa el seg- Las sinapsis –estructuralmente el correlato del segmento transmisor (v. A)–
mento inicial del axón. (Para ver la estructura de un nervio periférico, que so- muestran en su función una estructura clara, fácil de representar por micros-
lamente consta de axones y de integumento, v. D, pág. 275). copía electrónica. Están formadas por una membrana presináptica, una hen-
didura sináptica y una membrana postsináptica. En las sinapsis espinosa (1)
a Neurona multipolar (dendritas múltiples) con axón largo (= trayecto de el bulbo terminal sináptico (botón) contacta con un divertículo especializado
transmisión largo); neurona de proyección como por ej. las motoneuronas-a (espina) de la neurona receptora. Si el axón se coloca sobre una neurona re-
en la médula espinal. ceptora hablaremos de sinapsis en paralelo o Bouton en passage (2). En los
b Neurona multipolar con axón corto (= trayecto de transmisión corto): in- impulsos presinápticos, las vesículas contienen los neurotransmisores, que
terneurona o neurona de asociación como por ej. en la sustancia gris del son liberados en la hendidura sináptica durante la activación por exocitosis.
encéfalo y de la médula espinal. Desde aquí, los neurotransmisores difunden hacia la membrana postsináptica
c Células piramidales: las dendritas solamente pueden encontrarse en el vér- donde se encuentran localizados sus receptores. Existe un gran número de
tice y en la base del cuerpo celular triangular, el axón es largo; por ej. neuro- medicamentos y toxinas que actúan sobre la transmisión sináptica (antidepre-
na eferente del córtex cerebral motor (v. págs. 327 y 457). sivos, relajantes musculares, gases tóxicos, toxina botulínica).
d Células de Purkinje: una arborización con muchas ramificaciones sale de una
zona localizada del cuerpo celular; la célula de Purkinje de la corteza cere-
belosa recibe muchos contactos sinápticos de otras neuronas (v. pág. 369).
e Neurona bipolar: la dendrita se ramifica en la periferia; por ej: las células
bipolares de la retina (v. Ab, pag. 476).
f Neurona pseudounipolar: la dendrita y el axón no están separadas por el
cuerpo celular; por ej.: neurona primaria aferente (= 1ª neurona sensitiva)
en el ganglio espinal (v. pág. 444 y C, pág. 273).
Axón
Observe: En la célula pseudounipolar la dendrita posee frecuentemente una
vaina de mielina (¡conducción rápida de la señal!), y a diferencia de las sino
típicas dendritas cortas, la dendrita de la célula pseudounipolar generalmente
es larga (por ejemplo, desde un receptor en la planta del pie hasta la neuro-
na en el ganglio espinal, ¡1 m!). El axón y la dendrita por lo tanto no se dejan
separar estructuralmente, pero si mediante la dirección de la conducción del Axón
estímulo (dendrita: hacia el cuerpo neuronal; axón: se aleja del cuerpo neu-
ronal). Por esta «morfología axonal» la dendrita frecuentemente también se Axosomática Dendrita
describe como «axón dendrítico»; el axón «verdadero» se diferencia de este Axodendrítica Axoaxónica
último terminológicamente como «axón axónico».
E Sinapsis en una pequeña unión neuronal
Los axones pueden terminar en diversos puntos de la neurona receptora y
formar en este punto sus sinapsis. Hablamos de sinapsis axodendríticas, axo-
somáticas y axoaxónicas. Las más frecuentes son las sinapsis axodendríticas
(v.también A). La corteza cerebral está formada por muchas pequeñas uniones
neuronales, agrupadas en unidades funcionales, en columnas (v. pág. 327).
293
Según las últimas investigaciones, las neuronas y las células gliales están pre-
sentes en una proporción de 1:1 (hasta aprox. 1,6) en el SNC. Estas ayudan a
las neuronas en su función de forma esencial. Así, por ejemplo, los astrocitos a Astrocito Astrocito
captan los neurotransmisores sobrantes del medio extracelular y los eliminan Oligodendrocito Microglía
fibrilar protoplasmático
(mantenimiento constante del medio interno). Igualmente, los astrocitos su-
primen las sinapsis antiguas ya no necesarias; dado que el cambio de sinapsis
representa un proceso esencial en el aprendizaje, los astrocitos están impli-
cados indirectamente en estos procesos de aprendizaje. Mientras que las
neuronas solamente se dividen en determinadas regiones encefálicas (bulbo
olfatorio, hipocampo), existen determinadas células neurogliales que se divi-
den durante toda la vida. Esto significa clínicamente que la mayoría de tumores
propios del encéfalo provienen de las células neurogliales y son denominados
según el parecido de su morfología con las células neurogliales normales: as-
trocinoma, oligodendroglioma, glioblastoma. La mayoría de células neurogliales
provienen, desde el punto de vista del desarrollo organogénico, de las mismas
células originarias que las neuronas; la microglía es la excepción a esta regla, b
puesto que proviene de las células prodómicas de la sangre y se consideran
componentes del sistema fagocitario mononuclear.
Fibras de colágeno
del endoneuro Vaina de mielina Nodo de Ranvier Axón
B Axón mielinizado en el SNP mielinizados sino que salta de un nodo de Ranvier al próximo (transmisión de
Los axones del SNC están generalmente envueltos por una vaina de mielina. En estímulos saltatoria), lo que permite la conducción más rápida. En los nodos
el SNP también encontramos axones no mielinizados (v. C). La vaina de mie- de Ranvier se concentran mitocondrias para garantizar el abastecimiento ener-
lina no conduce el potencial de acción de forma continua como en el axón no gético de la Na/K-ATPasa.
294
Núcleo
de una célula
de Schwann
Axón
C Diferencias de mielinización entre el SNC y el SNP Aquí se diferencian las células mielinizadas del SNC y las del SNP. En el SNP las
El sentido de la mielinización es el aislamiento eléctrico de los axones. Debido células de Schwann (izquierda) forman la mielina, en el SNC son los oligoden-
a la conducción saltatoria (o sea, potenciales que saltan de ganglio de Ranvier drocitos (derecha) los que la forman.
a ganglio de Ranvier), se produce un aumento considerable de la velocidad de Observe: En el SNC un oligodendrocito envuelve siempre diversos axones, en
conducción nerviosa (ver libros de fisiología). Mientras que en el SNC casi el SNP una célula de Schwann envuelve siempre solamente un axón. Solamente
todos los axones (fibras nerviosas) están mielinizados, en el SNP esto no es en el caso de los nervios no mielinizados podemos encontrar una célula de
así, estos axones del SNP están mielinizados en aquellas partes del organismo Schwann que envuelva diversos axones. Esta diferencia en la mielinización es
que requieren reacciones rápidas (por ej. la contracción de la musculatura es- muy significativa clínicamente, en la esclerosis múltiple, por ejemplo, se ven
quelética) y no mielinizados en aquellas partes en las que no es necesario que afectados los oligodendrocitos, pero no las células de Schwann. La vaina de
la transmisión de información se realice de forma rápida (por ej. en la con- mielina de los nervios periféricos se mantiene por lo tanto intacta, la de los
ducción del dolor visceral). Para aislar los axones, las membranas muy ricas axones del SNC se ve afectada.
en lípidos de las células mielinizadoras, se envuelven alrededor de los axones.
D Resumen: células del sistema nervioso central (SNC) y del sistema nervioso periférico (SNP) y su significado funcional
Células gliales
Astrocitos (solamente SNC) 1. Mantenimiento constante del medio interno en el SNC
(también denominados macroglía) 2. Participación en la formación de la barrera hematoencefálica
3. Fagocitosis de las sinapsis muertas
4. Cicatrización en el SNC, por ej. tras un infarto cerebral, en la esclerosis múltiple
Microglía (solamente SNC) Células especializadas en la fagocitosis y en la elaboración de antígenos (macrófagos del encéfalo
y con ello parte del sistema fago citario mononuclear); secretan citocinas y factores de crecimiento
Oligodendrocitos (solamente SNC) Formación de la vaina de mielina en el SNC
Célula ependimaria (solamente SNC) Revisten las cavidades del SNC
Células del plexo coroideo (solamente SNC) Secretan líquido cefalorraquídeo
Células de Schwann (solamente SNP) Formación de la vaina de mielina en el SNP
Células satélite (solamente SNP) Células de Schwann modificadas; envuelven el cuerpo celular de las neuronas en los ganglios del SNP
(también denominadas células capsulares)
295
Simpático Parasimpático
N. vago
Ganglio Tronco simpático
cervical Ganglios parasimpáticos
medio Ganglio estrellado* próximos a los órganos *Ganglio estrellado = Ganglio
cervical inferior y 1er ganglio
C8 Corazón simpático torácico
T1
T2 Pulmones
T3 N. esplácnico
mayor
T4 Estómago
T5
T6 Hígado
T7
T8 Páncreas
T9 Ganglio celíaco
T10 Riñones
T11
T12 Intestinos
L1 Ganglio mesentérico superior
L2 Ganglio mesentérico inferior
L3
Partes del intestino
L4 grueso, recto
L5
Vejiga urinaria
S2 Médula sacra con núcleos
Genitales S3 parasimpáticos
S4 (porción sacra)
Plexo hipogástrico Nn. esplácnicos S5
inferior pélvicos
A Estructura del sistema vegetativo ganos, o en los mismos órganos; y en el parasimpático ya sea en los ganglios de
El sistema nervioso somatomotor que inerva la musculatura esquelética volun- la cabeza o de los órganos. Los términos simpático y parasimpático se referían
taria, se contrapone al sistema vegetativo (autónomo) o al sistema visceral. En originariamente (según Langley, 1905) únicamente a las neuronas eferentes y
el sistema nervioso vegetativo diferenciamos entre un simpático (representa- a sus axones (fibras visceroeferentes, solamente se han representado estas).
do en rojo) y un parasimpático (representado en azul, para ver función, v. C). Pero más tarde se pudo comprobar que tanto en el simpático como en el para-
Las neuronas del simpático están situadas en el asta lateral de la médula cervi- simpático también hay aferencias (aferencias viscerales, receptores del dolor
cal, torácica y lumbar, las neuronas del parasimpático en partes de los núcleos y de los estiramientos; no representados aquí, v. pág. 302). El sistema nervioso
de los nervios craneales y en la médula sacra. En el simpático, la sinapsis de entérico (sistema nervioso visceral) se considera ahora como una parte propia
la 1ª a la 2ª neurona tiene lugar en los ganglios simpáticos (ganglios del tronco del sistema nervioso vegetativo (v. pág. 304).
simpático), en los ganglios prevertebrales, en los ganglios próximos a los ór-
296
Ganglio del tronco Las neuronas preganglionares del parasimpático provienen de los núcleos
simpático de los nervios craneales (N. vago representado como ejemplo) o de la médu-
la sacra (no representada). Hacen sinapsis con la 2ª neurona en los ganglios
próximos al órgano o en el mismo órgano (intramural) y en los ganglios de la
cabeza.
Las fibras nerviosas simpáticas y parasimpáticas van acompañadas de fibras
aferentes del dolor (representadas aquí en verde). Los axones de estas fibras
provienen de neuronas pseudounipolares que están localizadas en el ganglio
espinal o en los ganglios de los nervios craneales parasimpáticos.
Ganglio Neurona
prevertebral intramural
297
3.2 Efecto del sistema nervioso vegetativo sobre cada uno de los órganos
y sinapsis centrales del simpático
Simpático Parasimpático
SNC
Neurona
preganglionar
Ganglio
simpático Acetilcolina
Ganglio
Acetilcolina parasimpático
Neurona
Noradrenalina postganglionar Acetilcolina
A Esquema de las sinapsis del sistema nervioso vegetativo Observe: Para la acetilcolina y para la noradrenalina existen diferentes tipos de
La 1ª neurona central (neurona preganglionar) contiene el neurotransmisor receptores (= sensores para los neurotransmisores) que están localizados en
acetilcolina en el simpático y en el parasimpático (neurona colinérgica, repre- la membrana celular de la célula receptora. En función del tipo de receptor, la
sentada en azul); en el simpático hace sinapsis con una neurona noradrenérgica misma sustancia puede provocar efectos bien distintos.
(representada en rojo) en los ganglios, en el parasimpático el neurotransmisor
acetilcolina también se encuentra en la 2ª neurona (neurona postganglionar).
Sistema
límbico
Impulso
emocional
Hipotálamo
Homeostasis
Bulbo
raquídeo
Homeostasis de los sistemas
circulatorio y respiratorio
Médula espinal
Reflejos espinales
Órgano efector
B Regulación del sistema nervioso vegetativo periférico a través otros corazón, pulmón, intestino, tono simpático, por ej. para la regulación de la
de los centros superiores (según Klinke y Silbernagl) vascularización cutánea). Cuanto más alto esté situado el centro de regulación
Las acciones del sistema nervioso vegetativo en la periferia están influenciadas superior, menor y más compleja será su influencia sobre el órgano efector. E
a distintos niveles. En un plano superior encontramos el sistema límbico, que inversamente, existen mecanismos de regulación aferentes desde los órganos
ejerce su influencia a través de centros en el hipotálamo, en el bulbo raquí- efectores hasta el sistema límbico.
deo y en la médula espinal de forma eferente en los órganos efectores (entre
298
Aferencias espinales
Quimiorreceptores arteriales
Hipotálamo
Isquemia cerebral
Neurona inspiratoria
Aumento de la Pco2 C Influencias inhibidoras y excitadoras
sobre la neurona simpatoexcitadora
Presorreceptores en el bulbo raquídeo
Corte transversal del tronco del encéfalo a la altu-
ra del bulbo raquídeo. Para generar una actividad
simpática básica, las visceroeferencias preganglio-
nares de la neurona simpática en la médula espinal
(núcleo intermediolateral e intermediomedial)
deben ser excitadas por neuronas simpatoexci-
tadoras en el bulbo raquídeo (a). Estas neuronas
están situadas a ambos lados en la región ventro-
lateral del bulbo raquídeo: su actividad es inhibida
o potenciada por numerosos factores. Estas neu-
ronas juegan un papel decisivo en factores como
la regulación de la presión sanguínea. Si la presión
es demasiado alta, el simpático es frenado por afe-
rencias de los presorreceptores. Estas aferencias
a
hacen sinapsis con las segundas neuronas en los
núcleos mediales del núcleo del tracto solitario,
que envían de nuevo sus axones hacia las neuronas
Neurona Neurona
simpatoexcitadora simpatoexcitadora simpatoexcitadoras. Si estas neuronas son fre-
nadas, los vasos resistentes de la periferia no se
contraen tanto y la presión sanguínea desciende.
Bulbo Neurona Tracto
Estas neuronas simpatoexcitadoras envían sus axo-
raquídeo simpatoexcitadora solitario
nes ipsilateral a través del cordón posterior hacia
las neuronas simpáticas preganglionares en el asta
lateral de la médula espinal (b).
Célula
pseudo-
unipolar
De los presorreceptores
Cordón
posterolateral
299
3.3 Parasimpático:
Visión de conjunto y sinapsis
Ganglio
A Visión de conjunto: parte ciliar
craneal del parasimpático
En el tronco encefálico encontramos
cuatro núcleos parasimpáticos:
• Núcleo accesorio • N. oculomotor • Ganglio ciliar • Nn. ciliares cortos • M. ciliar (acomodación)
del n. oculomotor • M. esfínter de la pupila
(núcleo Edinger-Westphal) (miosis)
• Núcleo dorsal del n. vago • N. vago • Ganglios próximos al • Fibras finas que se extienden en • Vísceras torácicas
órgano el órgano y no pueden ser deter- y abdominales
minadas más concretamente
Æ = pasa a
300
Ganglios
Raíz parasimpática, sacros
Nn. esplácnicos pélvicos
(Nn. erigentes)
C Porción lumbosacra del parasimpático los segmentos S2-4 de los forámenes sacros anteriores. Las fibras forman
Los segmentos del tubo intestinal, que están situados aboral del punto de un fascículo formando los Nn. esplácnicos de la pelvis (Nn. erigentes), se
Cannon-Böhm, así como las vísceras de la pelvis son inervadas por el para- mezclan con las fibras simpáticas y hacen sinapsis en los ganglios próximos
simpático sacro. Sus eferencias se extienden con las raíces anteriores de a los órganos.
Tubérculo
mamilar
Fascículo longitudinal
dorsal D Esquema de la conducción del fascículo longitudinal dorsal
Núcleo accesorio
del n. oculomotor El aumento de la secreción de saliva durante la comida es consecuencia de la
estimulación de las glándulas salivares por el parasimpático. Para poder llevar
a cabo una estimulación coordinada de las diferentes glándulas, los núcleos
Núcleo salivar craneales parasimpáticos necesitan impulsos excitadores provenientes de
superior centros superiores (núcleos tuberales, tubérculos mamilares). Estos excitan
los núcleos parasimpáticos para provocar el aumento de la secreción salivar.
Núcleo salivar La unión con estos centros superiores tiene lugar a través del fascículo longi-
inferior tudinal dorsal. Además de las fibras representadas en la imagen, responsables
de la coordinación de los núcleos parasimpáticos, contiene otros sistemas de
Fascículo longitudinal fibras no representados aquí.
Núcleo dorsal dorsal
del n. vago
301
S2
S3
S4
302
Raíz
posterior
Fibras
Vía ascendente somatoaferentes
del dolor
Ganglio espinal
Inter-
neurona
Fibras
visceroeferentes
Fibras
somatoeferentes
Raíz
anterior
Fibras
visceroaferentes Miotoma
Ganglio
del tronco simpático
Dermatoma
303
Vena Arteria
Nervio
Mesenterio
Serosa
Capa muscular
longitudinal
Mucosa
Plexo mientérico
(de Auerbach) Plexo submucoso
interno (de Meissner)
Capa muscular
Capa muscular de la mucosa
circular
Submucosa
A Sistema nervioso entérico en el intestino delgado coso externo (Schabadasch) y uno interno (Meissner) (para conocer más
El sistema nervioso entérico se considera el prototipo del sistema nervioso detalladamente las diferentes capas del sistema nervioso entérico, consultar
de las vísceras («El intestino como un pequeño cerebro»). Está constituido por libros de histología). Estos plexos de neuronas son la base de las vías reflejas
pequeños plexos de neuronas que forman ganglios visibles microscópicamen- autónomas. En principio pueden trabajar sin inervación externa, pero su acti-
te en la pared del tubo intestinal que están unidos entre ellos. En términos ge- vidad está muy influenciada por el simpático y por el parasimpático. Algunos
nerales distinguimos entre el plexo mesentérico (Auerbach), que se encuentra ejemplos de las actividades que están influenciadas por el sistema nervioso
localizado entre la musculatura longitudinal y la musculatura circular, y el plexo entérico son: la motilidad intestinal, las secreciones y la vascularización del
submucoso (en la submucosa), que está dividido además en un plexo submu- tubo intestinal.
Preganglionar,
Preganglionar, Preganglionar, colinérgica, colinérgica, Postganglionar,
colinérgica, excitadora excitadora excitadora adrenérgica, inhibidora
B Modulación de la inervación intestinal a través del sistema La inervación autónoma del intestino tiene importancia clínica:
nervioso vegetativo
A pesar de que el parasimpático (descansa y digiere) estimula básicamente • Ante la existencia de un shock, los vasos del intestino se contraen de forma
las actividades del intestino (secreción, motilidad), también puede desarrollar que se produce una disminución del aporte de oxígeno a la mucosa intesti-
actividades inhibidoras. nal. De esta forma se altera la barrera epitelial y es fácil que penetren bac-
terias de la luz intestinal. Este es un proceso que puede contribuir de forma
a Las fibras parasimpáticas colinérgicas preganglionares excitadoras termi- muy importante a la aparición de un fallo multiorgánico en el shock.
nan en neuronas colinérgicas excitadoras que estimulan la motilidad intesti- • Tras la realización de operaciones intestinales se puede producir una impor-
nal (mezcla del contenido intestinal para una mejor absorción). tante disminución de la motilidad intestinal provocada por la manipulación
b Una fibra parasimpática inhibidora hace sinapsis en una célula ganglionar del tubo digestivo (atonía intestinal).
inhibidora que utiliza neurotransmisores no colinérgicos y no adrenérgicos • Los medicamentos (especialmente los opiáceos) pueden enlentecer la mo-
(NCNA). Estos neurotransmisores NCNA secretan mayoritariamente neuro- tilidad del sistema nervioso entérico, lo que tendrá como consecuencia la
péptidos que inhiben la motilidad intestinal. aparición de estreñimiento.
c Las fibras simpáticas son más bien raras en las capas musculares del intes-
tino. Las fibras postganglionares adrenérgicas inhiben las neuronas secre-
toras y motoras en el plexo.
304
Terminaciones nerviosas
postganglionares Arteriola
Fibra simpática
postganglionar Noradrenalina
Parasimpático Simpático
Varicosidad
m α2
Acetilcolina α2 m Noradrenalina
Receptor-α1
Receptor-m Receptor-β1
Constricción
Inhibe Facilita
Reacción de la célula
efectora Adrenalina
Musculatura lisa
de las paredes vasculares Receptor-β2,
C Interacción funcional del simpático y del parasimpático dilatación
en el órgano efector
Los neurotransmisores del simpático (noradrenalina) y del parasimpático
(acetilcolina) pueden influenciarse mutuamente después de su liberación
en los botones sinápticos: interacción presináptica. En la célula receptora D Influencia del simpático sobre las arterias
también encontramos diferentes receptores para la acetilcolina (receptores Una de las funciones importantes del simpático es la regulación de la luz
muscarínicos) y noradrenalina (receptores b1), de forma que, según el tipo vascular de las arteriolas (regulación de la presión sanguínea). Si el simpático
de liberación de los neurotransmisores se pueden obtener diferentes efectos, libera noradrenalina en la túnica media de las arteriolas a través de sus axones,
que pueden llegar a ser incluso contrarios, en la célula receptora. Es decir, la el receptor a1 provocará una contracción de la musculatura lisa: la presión
influencia del efecto de los transmisores simpáticos y parasimpáticos sobre la sanguínea aumenta. En contraposición, la adrenalina proveniente del torrente
célula receptora puede tener lugar a dos niveles. Estos dos niveles contribuyen sanguíneo actúa sobre los receptores b2 en el sarcolema de las mismas células
a la complejidad de los efectos de los neurotransmisores del sistema nervioso y provoca una vasodilatación: la presión sanguínea desciende.
vegetativo en el órgano efector. Observe: Las fibras parasimpáticas no terminan en los vasos.
Parasimpático, Simpático,
preganglionar, excitador postganglionar, inhibidor
305
4.1 Meninges
Hueso
del cráneo Diploe
Lámina
externa Laguna lateral
Fositas
granulares A. meníngea media,
R. anterior (frontal)
Seno sagital
superior
A. meníngea media,
R. posterior (parietal)
Granulaciones
aracnoideas
Desembocadura
de las venas
del puente
Confluencia
de los senos
A Meninges in situ surcos arteriales correspondientes (v. A, pág. 18). Por consiguiente están si-
Visión superior del cráneo óseo abierto. a Después de retirar la calota y abrir tuadas directamente entre la duramadre y el hueso, lo que tiene importancia
el seno sagital superior y sus lagunas laterales; b tras retirar la duramadre en la localización y diseminación de los sangrados producidos por lesiones de
(hemisferio izquierdo) y la duramadre y la aracnoides (hemisferio derecho). las arterias meníngeas –las den. hemorragias epidurales (v. Aa, pág. 390)–. La
duramadre craneal y el periostio interno del cráneo forman una unidad estruc-
a Después de retirar la calota craneal se puede ver directamente la capa más tural y funcional inseparable. Ocasionalmente se habla de una hoja perióstica
externa de las meninges, la duramadre craneal. Esta es casi opaca, como con- (aquí visible) y una hoja meníngea subyacente (aquí no visible, v. C, pág. 311)
secuencia de su contenido elevado en fibras colágenas, que le otorgan su resis- de la duramadre craneal. En el plano medio se ve el seno sagital superior, como
tencia mecánica. En su superficie se reconocen las ramas de las Aa. meníngeas, un gran conductor de la sangre venosa del cerebro (v. pág. 382 y ss.), del que
situadas a nivel epicraneal, que dejan en el relieve del hueso del cráneo los parten las lagunas laterales. El seno aquí está abierto en toda su longitud.
306
Vv. cerebrales
superiores
Rr. de la A. cerebral
media
Aracnoides
Superficie cerebral
con piamadre
En la figura b se pueden ver las leptomeninges después de retirar la durama- las den. granulaciones aracnoideas (granulaciones de Pacchioni, vellosidades
dre. La aracnoides, como su capa más externa, se dejó in situ en el hemisferio aracnoideas), que son de importancia para la reabsorción del líquido cefalorra-
izquierdo; a la derecha se la retiró, para poder ver el cerebro cubierto por la quídeo (para detalles v. A, pág. 314).
piamadre (como capa interna). La piamadre, a diferencia de la aracnoides, se Observe: A diferencia del SNC, que se origina del tubo neural, las meninges no
introduce también en la profundidad de los surcos. El espacio subaracnoideo se desarrollan a partir del tubo neural, sino del tejido conectivo embrionario
(v. C, pág. 311), ubicado por debajo de la aracnoides y lleno de líquido cefalorra- (mesénquima) que rodea al tubo neural. Las meninges craneales por lo tanto
quídeo, se mantuvo cerrado a la izquierda y abierto a la derecha. Por el espacio no son, como lo podría indicar su nombre, «derivados del tejido cerebral». Todo
subaracnoideo transcurren, junto a las grandes arterias cerebrales, las Vv. ce- lo contrario: el SNC –aquí la superficie cerebral– se delimita de la piamadre, a
rebrales superficiales, que desembocan a través de las den. Vv. del puente en el través de las células gliales (astrocitos) derivadas del tubo neural mediante la
seno sagital superior. En el seno sagital superior y en sus lagunas se reconocen den. membrana glial superficial. Esta solo es visible microscópicamente.
307
Aracnoides
Vv. cerebrales
inferiores
A Cerebro in situ con parte de la duramadre venas cerebrales superficiales salen del espacio subaracnoideo para realizar
Visión superior izquierda. La duramadre está abierta y doblada hacia arriba, un trayecto corto en el que discurren entre el neurotelio de la aracnoides y
la aracnoides y la piamadre que quedan visibles están situadas encima del ce- la hoja meníngea de la duramadre hacia el seno sagital superior. Este tramo
rebro. Gracias a la delgadez de la capa aracnoidea, se puede intuir el espacio vascular de las venas cerebrales adopta el nombre de venas pontinas (comp.
subaracnoideo que se encuentra debajo suyo con los vasos que por el discu- C). Algunas venas pontinas, especialmente las Vv. cerebrales inferiores, des-
rren (v. C). embocan en el seno transverso. Si las Vv. pontinas sufren una lesión, se produ-
En este estadio de la preparación, este espacio ya no contiene líquido cefalo- ce una hemorragia subdural, (v. pág. 311 y A, pág. 390).
rraquídeo, por lo que se encuentra colapsado. Antes de terminar en el seno, las
A. corótida Tienda
interna del cerebelo
B Septos durales cerebelo (no visibles aquí). La tienda del cerebelo se extiende hasta el surco
Visión oblicua izquierda. Para representar los septos durales se ha vaciado el existente entre el cerebro y el cerebelo; la hoz del cerebelo separa los dos
cráneo. Por un lado, se puede observar la hoz del cerebro, que se origina en la hemisferios cerebelosos, en su raíz discurre el seno occipital. Puesto que los
Apóf. crista galli del H. etmoides y separa los dos hemisferios cerebrales. La tabiques o septos son rígidos se produce el pinzamiento de áreas del cerebro
hoz se amplia en su punto de inserción en la calota para poder acoger el seno por debajo de sus bordes libres (v. D). Se denomina escotadura de la tienda a
sagital superior. Existen otros septos como la tienda del cerebelo y la hoz del la abertura de la tienda del cerebelo para el paso del tronco del encéfalo.
308
C Incorporación de las meninges a la calota craneal una reabsorción de líquido del espacio externo hacia el sistema vascular veno-
a Corte frontal, visión anterior. La duramadre y el periostio del cráneo (hoja so (detalles en la pág. 314 y ss.). Las prominencias de las granulaciones pueden
perióstica de la duramadre) son hojas de tejido conectivo denso plexiformes llegar a formar impresiones en la calota (fositas granulares) (v. pág. 18). La
que están adheridas una con otra. En algunos puntos, la duramadre forma sep- ampliación del corte (b) representa esquemáticamente las relaciones existen-
tos que penetran en las hendiduras existentes entre las diferentes regiones tes a nivel de la leptomeninge, que contiene el espacio subaracnoideo (ESA). El
cerebrales. En la zona de la línea media del cerebro representada en esta ima- espacio subaracnoideo está dividido por diversos septos aracnoideos, que se
gen, se puede ver la hoz del cerebro (v. B, para ver más septos). Dentro de la extienden desde la hoja externa (aracnoides) hasta la hoja interna (piamadre).
dura, es decir, entre la hoja perióstica y la hoja meníngea, se encuentran los En el límite con la duramadre, la aracnoides presenta células planas que, con-
senos venosos durales del cerebro, los senos de la duramadre. Sus paredes trariamente a lo que ocurre con el resto de células meníngeas, están unidas en-
están formadas por dura y por endotelio. En el seno sagital superior, las granu- tre ellas (neurotelio) mediante uniones estrechas (tight junctions) y forman la
laciones de Pacchioni sobresalen del espacio subaracnoideo, permitiendo así barrera de difusión (barrera hematocefalorraquídea, v. pág. 317).
Seno sagital
superior Hoz del cerebro
D Hernias entre los bordes libres de las meninges Si la presión se mantiene, las amígdalas cerebelosas son empujadas hacia el
Corte frontal, visión frontal. La tienda del cerebelo divide la cavidad craneal en foramen magno y comprimen además el tronco cerebral en su parte inferior:
un espacio infratentorial y un espacio supratentorial: el telencéfalo está situa- hernia inferior. Puesto que el tronco del encéfalo contiene los centros de
do en el espacio supratentorial, el cerebelo en el esapcio infratentorial (a). La la respiración y circulatorios, esta incarceración puede conllevar peligro de
dura, formada por tejido conectivo de colágeno denso, forma en este sentido muerte. Si se produce además la compresión simultánea de los vasos san-
una estructura intracraneal rígida. Ante la existencia de procesos invasores de guíneos, se produce un infarto en el tronco del encéfalo.
espacio, pueden producirse despazamientos y con ellos hernias de partes del b Hernia lateral. La hernia lateral se produce por la existencia de procesos
cerebro por entre los rígidos tabiques durales (= duplicaturas de la hoja dural invasivos unilaterales (hemorragia, tumor cerebral) tal como se ha repre-
meníngea). sentado aquí en el lado derecho. Las partes mediobasales del lóbulo tem-
poral presionan el pie de los pedúnculos cerebrales del lado contralateral
a Hernia axial. La hernia axial está provocada mayoritariamente por un ede- sobre la prominencia aguda de la tienda. De este modo se lesiona la vía pira-
ma cerebral. En esta hernia simétrica, las partes media e inferior de los dos midal por encima de su punto de decusación: la parálisis afecta a lamuscula-
lóbulos temporales quedan presionadas en la ranura de la tienda del cere- tura de la mitad del tronco y de las extremidades del lado opuesto.
belo y presionan la región superior, en el encéfalo medio: hernia superior.
309
R. frontal,
A. meníngea media
R. meníngea,
A. etmoidal
anterior R. parietal,
A. meníngea media
R. mastoidea,
A. occipital
A. meníngea media
(llega a la cavidad
craneal a través del
foramen espinoso)
A Vascularización de la duramadre menor. La función esencial de la A. meníngea media no es, como podría darnos
Corte medial sagital, visión izquierda; se han preparado visiblemente algunas a pensar el nombre, la vascularización de las meninges, sino la vascularización
ramas de la A. meníngea en algunos puntos. La mayor parte de la duramadre en de la calota craneal. La A. meníngea media puede romperse en un traumatismo
la cavidad craneal está irrigada por la A. meníngea media, una rama terminal de craneoencefálico y provocar complicaciones que amenacen la vida del paciente
la A. maxilar. Los vasos restantes representados tienen una significación clínica (hemorragias epidurales, v. C, y págs. 309 y 390).
310
Apóf.
Revestimiento perióstico espinosa
Cráneo Encéfalo con del conducto vertebral Espacio
piamadre (endorraquis) subaracnoideo
craneal
Duramadre Aracnoides
craneal Médula espinal
espinal
311
Cuerpo
calloso Trígono
colateral
Asta frontal (anterior),
ventrículo lateral
primero
Receso supraóptico
Quiasma óptico
Asta occipital
Receso infundibular (posterior),
ventrículo lateral
primero
Hipófisis
(glándula pituitaria)
Cuarto ventrículo
Orificio medio
Conducto central del cuarto ventrículo
A Visión general del sistema ventricular y de algunas de las pueden asociarse también a determinadas zonas del encéfalo: el asta ante-
estructuras adyacentes más importantes rior al lóbulo frontal, el asta inferior al lóbulo temporal, el asta posterior al
Visión izquierda. El sistema ventricular (espacio interno) es una dilatación lóbulo occipital, el III ventrículo al diencéfalo, el acueducto al encéfalo me-
del tubo neural que forma la continuación del conducto medular (conducto dio (mesencéfalo) y el IV ventrículo al encéfalo posterior (rombencéfalo).
central) en el encéfalo. El conducto medular se amplia formando cuatro ven- Las relaciones de proximidad existentes dentro del sistema ventricular pue-
trículos cerebrales o cavidades que están rellenas con líquido cefalorraquídeo y den observarse claramente en los cortes frontal y horizontal (v.págs.420 y
revestidas con un epitelio especializado, el epéndimo (v. D, pág. 317). que evita 432 y ss.).
el contacto directo entre el líquido cefalorraquídeo intraventricular y el tejido El líquido cefalorraquídeo es producido mayoritariamente por el plexo coroi-
cerebral circundante. Distinguimos entre: deo, una tela vasculosa de la que encontramos partes en cada uno de los cuatro
ventrículos (v. pág. 315) y, en parte también, por el epéndimo. En determinadas
• El I y el II ventrículo (ventrículos laterales primero y segundo, ventrículos enfermedades (como, por ejemplo, en la reducción de sustancia del cerebro
laterales pares), que comunican a través del foramen interventricular con producida en la demencia de Alzheimer o en la hidrocefalia interna), el siste-
el ventrículo impar: ma ventricular se encuentra patológicamente dilatado. El diagnóstico de estas
• III ventrículo (tercer ventrículo), que, a través del acueducto del mesencé- enfermedades se realiza por la constatación de la dilatación del sistema ventri-
falo (cerebral) comunica a su vez con el también impar. cular en las imágenes de cortes del encéfalo.
• IV ventrículo (cuarto ventrículo); este se comunica con el espacio subarac- Esta unidad didáctica explica el sistema ventricular y sus estructuras adyacen-
noideo, también denominado espacio externo (comp. B). tes, y describe a continuación el recorrido del líquido cefalorraquídeo desde
su producción hasta su drenaje. La última unidad sobre los ventrículos y el
La cavidad más grande está formada por los ventrículos laterales, que, a espacio subaracnoideo presenta la especialización del epéndimo, los órganos
grandes trazos, se pueden dividir en un asta anterior, un asta inferior, un circunventriculares y las barreras existentes en el encéfalo.
asta posterior y una porción central. Algunas zonas del sistema ventricular
312
Ventrículo lateral
segundo
Acueducto
Tercer Acueducto del mesencéfalo
ventrículo del mesencéfalo (cerebral)
(cerebral)
Receso Trígono
supraóptico Cuarto colateral
ventrículo
Receso
infundibular Orificio medio Receso
del cuarto ventrículo lateral
B Preparación de un molde del sistema ventricular del acueducto del mesencéfalo (cerebral). El sistema ventricular también es
Visión izquierda (a) y superior (b). Las preparaciones de moldes permiten denominado espacio interno (unos 30 ml), en contraposición al espacio suba-
observar de forma clara las comunicaciones existentes entre los ventrículos: racnoideo o externo (unos 120 ml).
los dos ventrículos laterales (I ventrículo izquierdo, II ventrículo derecho), Observe las tres aberturas (una abertura lateral par y una abertura medial im-
se comunican respectivamente con el III ventrículo a través del foramen in- par), a través de las cuales el líquido cefalorraquídeo puede circular desde el
terventricular. Este comunica con el IV ventrículo en el rombencéfalo a través espacio interno hacia el espacio externo.
Epitálamo
Hipocampo
Hipotálamo
Fimbria del
hipocampo
Tálamo
C Estructuras encefálicas importantes que • el putamen, situado lateralmente al ventrícu- D Pared lateral del III ventrículo
delimitan con los ventrículos laterales lo lateral y por lo tanto no directamente ad- Corte sagital y medio. Visión izquierda. La pared la-
a Visión superior izquierda del encéfalo; yacente a él. teral del III ventrículo está formada por estructuras
b Visión del asta inferior del ventrículo lateral iz- del diencéfalo (epitálamo, tálamo, hipotálamo). Las
quierdo con el lóbulo temporal abierto. b En el segmento anterior del suelo del asta infe- excavaciones de los tálamos pueden tocarse (ad-
rior se puede ver el hipocampo (pág. 333), que hesio intertalámica), pero no están unidas, ni fun-
a Las siguientes estructuras delimitan con el ven- penetra en el espacio ventricular interno con las cional ni anatómicamente, y no forman por lo tanto
trículo lateral: digitaciones que tiene en su parte anterior. ninguna vía comisural.
• el núcleo caudado (la pared lateral anterior
del asta anterior),
• el tálamo (la pared lateral posterior del asta
anterior) y
313
Plexo coroideo
del tercer ventrículo
Seno sagital
superior
Cisterna
ambiens
Cisterna
interhemisférica
Seno recto
Foramen
interventricular Acueducto
del mesencéfalo
(cerebral)
Confluencia
de los senos
Conducto
central
Médula espinal
Plexo venoso
vertebral
A Circulación del LCR y cisternas fáticas (principal vía de drenaje). Según nuevos estudios se discute un dre-
El LCR se forma en el plexo coroideo, del que encontramos una parte en cada naje adicional del líquido cefalorraquídeo a través de los capilares y las venas
uno de los ventrículos encefálicos (espacio ventricular interno). El líquido cerebrales superficiales (aquí no representado). Los ventrículos y el espacio
llega al espacio subaracnoideo (espacio externo) a través del orificio medio subaracnoideo contienen aproximadamente unos 150 ml de líquido (20% en los
y de los orificios laterales (no representados aquí, v. pág. 312). El espacio ventrículos y 80% en el espacio subaracnoideo). Esta cantidad de líquido es
subaracnoideo presenta unas dilataciones denominadas cisternas. Desde este completamente renovada de 2 a 4 veces al día, de forma que se producen unos
espacio, el líquido cefalorraquídeo drena a través de las granulaciones arac- 500 ml de líquido diarios. Si se produce un aumento de la producción del líquido
noideas (=granulaciones de Pacchioni, vía accesoria) o a través de los puntos o trastornos en el drenaje, aumenta la presión intracraneal (para determinar
de salida de los nervios espinales hacia los plexos venosos o hacia las vías lin- la presión, v. E, pág. 317).
314
Pie de los
Pulvinar Plexo coroideo pedúnculos
del tálamo del ventrículo lateral cerebelosos
Tenia
Cuerpo Fórnix Orificio coroidea
pineal medio
Tenia del
tálamo
Tenia del
fórnix
Orificio Corpúsculos
lateral de Bochdalek
B Plexo coroideo en los ventrículos C Plexo coroideo en el IV ventrículo D Tenias del plexo coroideo
laterales Visión dorsal de la fosa romboidea parcialmente Visión superior del sistema ventricular. El plexo co-
Visión occipital del tálamo. Se ha retirado la sus- abierta (se ha extirpado el cerebelo). Partes del roideo se forma por la inserción de asas capilares
tancia cerebral exceptuando el suelo de los dos plexo coroideo están adheridas al techo del IV en el epéndimo, de forma que queda fuertemente
ventrículos laterales, en los que tiene su origen ventrículo y se extienden por los orificios laterales. adherido a la pared del ventrículo respectivo (v. F).
el plexo coroideo. Puesto que el plexo solamente A ambos lados, existen terminaciones libres que Si se retira el plexo con una pinza se pueden ver las
está adherido a la pared del ventrículo por un punto pueden acceder al espacio subaracnoideo a través líneas de corte, tenias.
(v.D), lo vemos flotando libremente por el sistema de los orificios laterales. Estas son denominadas
ventricular. corpúsculos de Bochdalek.
E Corte histológico del plexo coroideo. F Esquema de la circulación del líquido cefalorraquídeo
Detalle: estructura del epitelio del plexo (según Kahle) Como ya hemos dicho, en cada uno de los ventrículos encontramos parte del
El plexo coroideo forma divertículos en las paredes de los ventrículos. Pues- plexo coroideo. Todas estas partes producen líquido cefalorraquídeo que dre-
to que presenta numerosos pliegues en su superficie, es comparado muchas na hacia el espacio subaracnoideo a través de los dos orificios laterales (no
veces con una coliflor. El epitelio del plexo es cúbico monoestratificado y pre- visibles) y del orificio medio. Desde aquí, la mayor parte del líquido drena hacia
senta microvellosidades en la pared celular de su superficie apical (ampliación la circulación sistémica (vasos linfáticos, sangre venosa) a través de los puntos
de su superficie). de salida de los nervios.
315
Plexo Túber
coroideo cinereum
Duramadre
B Resumen de los órganos circunventriculares más pequeños
Además de estas cuatro regiones, entre los órganos cirvunventriculares tam-
bién se encuentran la neurohipófisis, el plexo coroideo y el cuerpo pineal. Los
hallazgos respecto a su función han sido mayoritariamente obtenidos a través
de la experimentación animal.
Túber
Órgano Localización Función cinereum
Órgano Asas capilares en la Secreta las hormonas
vascular de pared rostral del III reguladoras somatoestatina,
la lámina ventrículo (lámina luliberina, motilina; contiene
terminal terminal); en los células sensibles a la
(OVLT) humanos de formación angiotensina II; es un
rudimentaria transmisor neuroendocrino a b
Órgano Capilares abiertos Segrega somatoestatina y C Pruebas de las barreras tisulares en el encéfalo (según Kahle)
subfornical entre los forámenes luliberina de las terminaciones
(OSF) interventriculares y nerviosas; contiene fibras a Barrera hematoencefálica; b Barrera hematocefalorraquídea. La parte su-
por debajo del fórnix sensibles a la angiotesina perior del dibujo muestra una visión caudal de un corte transversal del encéfalo
II; juega un papel central en de un conejo, la parte inferior muestra una visión basal del tronco encefálico.
la regulación del equilibrio La función de estas barreras consiste en preservar al encéfalo de sustancias
hídrico («órgano de la sed») perjudiciales que circulan por el torrente sanguíneo. Estas sustancias pueden
ser macromoléculas o pequeñas moléculas (¡fármacos!), no en vano esta ba-
Órgano Está unido al cuerpo Secreta filamento rrera es importante para la terapia farmacológica.
subcomi- pineal; cubre la desestructurado rico
sural (OSC) comisura epitalámica en glucoproteínas en el
en la zona de acueducto filamento que a Pruebas de la barrera hematoencefálica: después de la inyección
transición del III puede llegar hasta el canal intravenosa del colorante azul benzamina (primer experimento de Gold-
ventrículo en el central de la médula espinal mann), casi todos los órganos quedan teñidos, excepto el encéfalo y la
acueducto del (fibra de Reissner); mantiene médula espinal: la duramadre y el plexo coroideo también quedan comple-
mesencéfalo la barrera hematoencefálica; tamente teñidos. El túber cinereum (región neurohemal de la neurohipó-
función del conjunto del fisis), el área postrema y los ganglios espinales presentan una ligera colo-
órgano poco clara ración (interrupción de la barrera hematoencefálica en esta región). En la
Área Órgano par situado Punto desencadenante del icetricia se produce exactamente el mismo patrón de coloración de forma
postrema en el suelo del reflejo de vómito (ausencia de natural: los pigmentos biliares tiñen todos los órganos, excepto el encéfalo y
(AP) extremo caudal de la la barrera hematoencefálica); la médula espinal, exactamente igual como ocurría con el azul benzamina en
fosa romboidea, muy atrofiado en personas a partir el primer experimento de Goldmann.
vascularizada de la segunda mitad de la vida b Prueba de la barrera hematocefalorraquídea: si se inyecta el colorante en
el líquido cefalorraquídeo (segundo experimento de Goldmann), se tiñen el
encéfalo y la médula espinal (SNC) de forma difusa en su superficie, y el resto
del cuerpo permanece sin teñir. Esto demuestra que, entre el líquido cefalo-
rraquídeo y la sangre existe una barrera que no existe entre el LCR y el SNC.
316
Linfocitos 60-70%
317
Seno Órbita
petroso superior
H.
Seno cigomático
transverso
Seno
Seno sigmoideo
cavernoso
Bulbo de la V.
Seno yugular interna
petroso inferior
Puente Cerebelo
Maxilar Plexo basilar Bulbo raquídeo
a
A Proyección sobre el cráneo de estructuras cerebrales tronco del encéfalo se reconocen, a ambos lados de la línea media y por debajo
importantes del telencéfalo, el puente y el bulbo raquídeo. De los senos venosos de la dura-
a Visión frontal; b Visión izquierda. madre se puede ver a ambos lados el seno sigmoideo. De los espacios internos
Del telencéfalo dominan los lóbulos frontal y temporal. La hoz del cerebro se- de circulación del líquido cefalorraquídeo se proyectan sobre la frente las astas
para en la línea media ambos hemisferios del telencéfalo (aquí no visible). Del frontales de ambos ventrículos laterales.
318
Ventrículo
lateral
Foramen
interventricular
III ventrículo
H. frontal
H. etmoidal
Seno
Órbita recto
H. nasal Confluencia
de los senos
Seno
H. transverso
lagrimal
H. occipital
H.
cigomático
Seno occipital
Maxilar
IV ventrículo
Seno
sigmoideo
Acueducto Seno Seno petroso Bulbo de la V. yugular Seno petroso
b mesencefálico cavernoso inferior interna superior
En la visión izquierda (b) se hace evidente la relación de cada uno de los lóbu- fosa craneal posterior. Los senos de la duramadre dignos de mención son los
los del cerebro con las fosas craneales. El lóbulo frontal está situado en la fosa senos sagitales superior e inferior, el seno recto, el seno transverso, el seno
craneal anterior, el lóbulo temporal en la fosa craneal media y el cerebelo en la sigmoideo y el seno cavernoso.
319
Lóbulo
occipital
c Polo occipital
320
Opérculo
parietal
Núcleo Córtex
Cuerpo caudado cerebral
estriado
Putamen
Sustancia
blanca
Globo
pálido
Claustro
Cuerpo
amigdalino
Opérculo
frontal
Lóbulo de la ínsula Opérculo
a (ínsula) temporal b Ínsula
B Sustancia gris y sustancia blanca del telencéfalo tex (en conjunto denominados allocórtex) tienen un número menor de
a Hemisferio cerebral izquierdo, visión izquierda. El surco lateral está separado.
capas. Para detalles v. págs. 326 y 330. Dentro de la sustancia blanca –por
b Corte frontal por el cerebro.
lo tanto subcortical = por debajo de la corteza– están situados los grupos
neuronales como los den. núcleos. El núcleo caudado, el putamen y el globo
a La ínsula, desplazada hacia la profundidad, solo se hace visible al abrir el pálido también se denominan núcleos basales (frecuentemente falsamente
surco lateral; en el cerebro intacto está cubierta hacia afuera por partes de llamados ganglios basales) debido a su ubicación en la base del telencé-
los lóbulos vecinos. Estos segmentos se denominan opérculos. falo. Otros núcleos, que no se cuentan anatómicamente con los núcleos
b En el corte frontal se reconoce la distribución de la sustancia blanca y la basales, son los cuerpos amigdalinos en el lóbulo temporal y el claustro
sustancia gris. El córtex cerebral se subdivide en un neo- , archi- y paleo- (antemuro), directamente subcortical al córtex de la ínsula. La ínsula, los
córtex. Mientras que el moderno neocórtex (también denominado isocór- núcleos nombrados y partes de ambos ventrículos laterales caracterizan así
tex) está formado microscópicamente por 6 capas, el archi- y el paleocór- la imagen del corte.
Denominación ontogénica Estructura del encéfalo embrionario Estructura(s) en el encéfalo adulto Estructura del córtex
Paleocórtex (parte más antigua) Suelo de los hemisferios • Rinencéfalo (= bulbo olfatorio más la región que lo rodea) Allocórtex, v. pág. 330
Archicórtex (parte antigua) Segmento medial de la pared • Asta de Ammon (en su mayor parte no visible aquí) Allocórtex
del hemisferio • Indusium griseum
• Fórnix (las tres estructuras, v. pág. 332 y ss.)
Neocórtex (parte más joven) La mayor parte de la superficie encefálica • Neocórtex (= córtex), mayor parte del córtex cerebral Isocórtex, v. pág. 326
más el cuerpo estriado desplazado hacia • Ínsula
adentro (abreviación: estriado) • Cuerpo estriado
321
A Giros y surcos de la superficie convexa del cerebro Entonces uno se puede ayudar con la «regla de los dos dedos» para encontrar
Hemisferio cerebral izquierdo, visión lateral. este surco en la superficie cerebral: se colocan los dedos índice y medio (ubi-
El punto de orientación más importante en el cerebro es el surco central, que cados uno al lado del otro) de una mano desde arriba sobre el hemisferio cere-
aquí se puede ver particularmente bien. No se lo debe confundir con los surcos bral del mismo lado, y de tal manera que los dedos queden situados por arriba
vecinos, los surcos pre- y postcentral. Al surco central se le atribuyen con fre- de los giros, que se correspondan lo más posible al trayecto longitudinal de los
cuencia tres características morfológicas: dedos, por lo tanto que tengan un trayecto más o menos paralelo (y que justa-
mente no sean muy sinuosos). El dedo índice queda entonces situado sobre el
• es el surco más largo del cerebro, giro precentral, el dedo medio sobre el giro postcentral, y la hendidura entre
• se extiende más allá del canto del manto hacia la superficie cerebral de la ambos dedos corresponde al surco central.
cara medial (v. A, pág. 324), Observe: La diversidad de denominaciones es mucho más fácil de recordar si se
• «desemboca» en el surco lateral, que aquí también se ve particularmente tiene en cuenta que muchos de los giros se denominan según su posición en el
bien. lóbulo correspondiente (por ejemplo, el giro frontal superior con su ubicación
superior en el lóbulo frontal, o el giro temporal medio ubicado en el medio de
En realidad, el surco central casi nunca muestra estas tres características jun- tres giros del lóbulo temporal).
tas, y no es raro que ni siquiera presente una de estas cualidades.
322
Fisura longitudinal
del cerebro
Bulbo
olfatorio
Surcos
orbitarios Giro recto
Surco
Giros orbitarios olfatorio
Giro temporal
inferior
Giro occipitotemporal
lateral
Surco
occipitotemporal
Surco
colateral
Giro
lingual
Fisura longitudinal
del cerebro
B Giros y surcos de la base del telencéfalo que a un segmento del córtex, ya que no tiene giros: el bulbo y el tracto
Visión basal (inferior) del cerebro. olfatorio. Histológicamente esta parte del paleocórtex sin embargo muestra
Especialmente los giros en la base del lóbulo temporal son a veces impo- una estructura cortical.
sibles de delimitar topográficamente entre sí. Esto se aplica por ejemplo Observe: En el lóbulo occipital el giro lingual está muy cerca de la fisura lon-
a ambos giros occipitotemporales. Por consiguiente las representaciones gitudinal del cerebro. Su «forma de lengua» sin embargo no se reconoce en
de los libros de texto son diferentes entre sí. En cambio, los giros rectos la visión basal, sino solo desde medial (v. A, pág. 324). A pesar de que morfo-
(=circunvoluciones rectas, una contradicción en sí) situados en el lóbulo lógicamente parece prolongar al giro parahipocampal –el giro completamente
frontal y los giros orbitarios, que se encuentran en el cráneo directamente medial del lóbulo temporal– en dirección posterior, los dos giros no tienen
por arriba del techo de la órbita, son prominentes. La comparación con la relación funcional alguna entre sí: mientras que el giro parahipocampal per-
Fig.A muestra la ubicación «en el canto» del giro temporal inferior: es vi- tenece al sistema límbico, en el borde superior del giro lingual está situada
sible tanto en la visión lateral (como límite inferior del lóbulo temporal) una parte del córtex visual. La «separación» de ambos giros se evidencia enA,
como en la visión inferior (como límite lateral del lóbulo temporal). En la pág. 324.
base del cráneo llama sobre todo la atención una parte muy antigua –paleo-
cortical– del telencéfalo, que morfológicamente recuerda más a un nervio
323
Cuerpo Surco
calloso parietooccipital
Área Cuña
subcallosa
Giro
fasciolar
Giro
paraterminal Fórnix
Surco
Área calcarino
paraolfatoria
Giro lingual
A Giros y surcos de la superficie medial del cerebro forman parte del sistema límbico y sirven para el procesamiento de funcio-
Hemisferio cerebral derecho, visión izquierda; se separaron el tronco del en- nes relacionadas con el aprendizaje, la memoria y las emociones (represen-
céfalo y las porciones basales del diencéfalo (superficie de corte). tación del hipocampo v. pág. 330-333). El fórnix, igualmente bien visible, es
El corte sagital mediano permite ver la superficie medial del cerebro. Como una vía (del sistema límbico) que se extiende del hipocampo al diencéfalo.
punto de orientación notable está representado el cuerpo calloso (no es un
giro sino una vía para la conexión de los hemisferios izquierdo y derecho). Las En el corte sagital mediano se reconocen además algunas características mor-
estructuras siguientes se reconocen bien: fológicas que no son tan claras en la visión de las superficies cerebrales con-
vexa y basal:
• Directamente por arriba del cuerpo calloso está el giro cingular (cingulum =
abrazadera, yugo), que lo rodea a modo de abrazadera y pertenece al sistema • El giro lingual tiene la forma de una lengua. Hacia arriba limita con el sur-
límbico. co calcarino, que a su vez está cubierto por la cuña. En el borde superior
• En dirección basal al cuerpo calloso están situadas estructuras que frecuen- del giro lingual y en el borde inferior de la cuña –y con esto «delimitando
temente son descriptas como «formación del hipocampo». Las partes de la el borde» alrededor del surco calcarino– está el córtex visual primario
formación del hipocampo «no son tan fáciles de ver desde afuera». Se trata (v. pág. 329).
del den. hipocampo (en su nombre ni siquiera aparece la palabra «giro») • La separación entre el giro lingual y el giro parahipocampal ahora se hace
y el giro dentado con su superficie dentada. Para poder tener una visión li- reconocible.
bre sobre el giro dentado hay que retirar parcialmente o separar los giros • El giro parahipocampal se continúa hacia atrás y arriba con el giro cingular.
vecinos en el preparado. El giro dentado está situado arriba y algo medial Ambos giros están conectados por una vía de asociación larga –el cíngulo–,
sobre el hipocampo, por lo que este último todavía no es visible en esta re- situada en la sustancia blanca del giro y por lo tanto aquí no visible.
presentación. El giro dentado, y especialmente el hipocampo, están así casi • El extremo anterior del giro parahipocampal está doblado en forma de gan-
«enrollados» dentro del cerebro en el lóbulo temporal; ambas estructuras cho (uncus = gancho).
324
Giros cortos
Surco circular
de la ínsula
de la ínsula
Surco central
de la ínsula Giro temporal
superior
Opérculo
frontal
B Giros y surcos de la ínsula y del centro de Heschl está conectada a través de su córtex con el córtex de los lóbulos vecinos. Las
Hemisferio cerebral izquierdo, visión izquierda; se separó el surco lateral con partes de estos lóbulos que cubren a la ínsula del cerebro intacto desde arri-
un gancho, para posibilitar una «visión hacia la profundidad». Así se hacen ba y abajo como pequeñas tapas (opérculos), están apartados aquí por los
visibles: separadores:
• la ínsula (no visible en el cerebro intacto) con sus giros insulares y • el opérculo parietal (parte del lóbulo parietal, que cubre a la ínsula desde
• los giros temporales transversos (= giros transversos de Heschl, centro de arriba) y
Heschl, centro de conexión cortical de la vía auditiva) sobre la superficie del • el opérculo temporal (parte del lóbulo temporal, que cubre a la ínsula desde
giro temporal superior y su extremo occipital. abajo).
• El opérculo frontal, un pequeño segmento del lóbulo frontal que cubre a la
Los giros temporales transversos y los giros insulares no contactan entre ínsula desde frontal, se dejó en su posición. Es de importancia porque en
sí, sino que están separados por el surco circular de la ínsula. La ínsula sin el opérculo frontal –en la mayoría de las personas del lado izquierdo– se
embargo no está situada de ninguna manera aislada como una isla, sino que localiza según Broca el centro motor del habla.
Surcos
C Giros y surcos: variantes
Las figuras correspondientes a los giros y surcos (comp. también pág. 322 y s.)
hasta ahora representaron un patrón basal estándar similar en su estructura.
De hecho, sin embargo existen variaciones individuales considerables tanto
en la forma de los giros como también de los surcos que se encuentran entre
estos. Los surcos pueden variar especialmente en relación a su profundidad,
los giros vecinos sin embargo siempre están conectados entre sí en la base
de los surcos. En los sitios en los que los surcos son típicamente poco pro-
fundos pueden, dentro del rango de variaciones, hacer parecer que los giros
separados por ellos no son más dos unidades separadas: la conexión entre a Giros b Giros
ambos giros se hace visible en la superficie. En un cerebro de estas carac-
terísticas eventualmente no se pueden identificar más cada uno de los giros. La figura muestra aquí un corte transversal a través de dos giros vecinos con el
Esto sucede frecuentemente en la base del cráneo, en donde muchas veces surco situado entre ellos: en a el surco es muy profundo, ambos giros se deli-
no es posible delimitar los dos giros occipitotemporales. En el sentido de una mitan bien entre sí; en b el surco es tan poco profundo que eventualmente, en
terminología estricta, en este caso eventualmente no es posible otorgarle un una visión desde afuera sobre la superficie, no se lo reconoce; una delimitación
nombre a cada giro. morfológica de los giros entonces no sería posible.
325
a b
I I
II II
B Ejemplos de córtex granulado y agranulado
a Córtex granulado: el córtex somatosensitivo primario, en el que terminan
III III las aferencias del tálamo, está situado en el giro postcentral; en general,
es más estrecho que el córtex somatomotor primario (v. b). En el córtex
somatosensitivo primario llama la atención que las capas granulares II y IV
IV IV
(en la última terminan las aferencias provenientes del tálamo) están muy
extendidas (córtex granular o koniocórtex, del griego «konio» = arena). En
V V este tipo de áreas corticales terminan las grandes vías sensitivas. Las capas
de células piramidales III y V son más reducidas.
b Córtex agranular: las eferencias hacia los núcleos de los nervios craneales
VI motores y hacia la médula espinal se originan en el córtex somatomotor
VI
primario. Este está situado en el giro precentral, en él encontramos una
a importante ampliación de las capas de células piramidales III y V (córtex
agranulado). En algunas regiones de la lámina V se encuentran células pi-
ramidales especialmente grandes (según la primera persona que las des-
cubrió, se denominan células piramidales de Betz). Sus largos axones llegan
b hasta la médula sacra.
326
Columna
del córtex
Córtex cerebral
(isocórtex)
II
Célula IV
estrellada
Célula piramidal V
grande
VI
1 2 3 4 5 6
C Organización cortical en columnas (según Klinke y Silbernagl) En contraposición, los axones de las células piramidales grandes (3ª columna)
La división morfológica del córtex en capas horizontales (= láminas, v. A) no terminan en los núcleos subcorticales o en la médula espinal; estas células
se corresponde con las unidades funcionales (módulos) del córtex, que tam- forman pues eferencias corticobulbares o corticoespinales. Estas neuronas
bién comprenden las seis capas. Estos módulos son columnas corticales de pueden formar además axones colaterales de retorno. Las aferencias que ter-
disposición vertical y con una delimitación histológica poco clara. El córtex minan como fibras específicas del tálamo en el córtex (4ª columna), terminan
contiene unos cuatro millones de módulos de este tipo, de los cuales hemos en las células estrelladas de la lámina IV. Las fibras de asociación y las fibras
representado aquí una muestra ampliada, de forma que se hacen visibles se- comisurales de otros módulos terminan frecuentemente en las dendritas de
paradamente cada una de las neuronas y sus axones, así como sus eferencias las células piramidales pequeñas, aunque muchas veces no presentan capas
y aferencias. La 1ª columna comprende las neuronas existentes en el córtex: específicas (5ª columna). El centro de integración superior de una columna
las células estrelladas (unos 2.400/módulo), así como las células piramidales cortical está formado por las células piramidales grandes en la lámina V, cuya
grandes y pequeñas (en total unas 100/módulo); comp. D. La 2ª columna está dendrita punta alcanza hasta la capa más superior del córtex (6ª columna). Aquí
formada especialmente por las células piramidales pequeñas, cuyos axones terminan las fibras aferentes de muchas áreas cerebrales diversas.
terminan dentro del córtex cerebral, y forman las eferencias corticocorticales.
327
Surco
central 3 1 2
6 4
8
5
9 7
31
24
23 Surco
parieto-occipital
10
32
19
30 Surco
calcarino
18
12 25
11 17
34
28
37 18
20
38 19
a
Surco
central 3 1 2
6
8
4
9 7
40
46
10
44 39 19
41
45 42
22
11
38 21
17
18
37
20
b Surco lateral
328
A Áreas de Brodmann en el neocórtex efectivamente que se pueden atribuir determinadas funciones a las áreas
a Visión izquierda del hemisferio cerebral derecho (corte sagital y medio); corticales. Estas áreas se han representado en el mapa cerebral en diferen-
b Visión lateral del hemisferio cerebral izquierdo. tes colores. Aunque el tamaño de las áreas corticales puede variar en cada
Tal como ya hemos explicado, el cerebro se divide macroscópicamente en individuo, este mapa se utiliza como referencia. Fue realizado a principios
lóbulos, giros y surcos. Microscópicamente pueden apreciarse sutiles dife- del siglo XX por Korbinian Brodmann en un cerebro realizando un trabajo
rencias en la distribución de los diferentes tipos de células nerviosas, que minucioso durante muchos años. Evidentemente, no tienen sentido apren-
no se corresponden en parte con la división macroscópica de las estructu- der la localización de todas las áreas corticales de memoria. Los puntos de
ras. Los segmentos del córtex que comparten la misma clasificación micros- referencia importantes son:
cópica se denominan áreas corticales. Esta división en áreas corticales está
basada en la distribución de las neuronas en las diferentes capas del córtex • Área 1, 2 y 3: córtex somatosensitivo primario,
(la denominada citoarquitectura, v. A, pág. 326). Durante mucho tiempo se • Área 4: córtex somatomotor primario,
pensó que las áreas corticales representaban la organización funcional del • Área 17: córtex visual (área estriada, más extendida en la superficie medial),
córtex; los métodos de diagnóstico por imágenes modernos han demostrado • Área 41 y 42: córtex auditivo primario.
Plano de corte
v. b
Cuerpo Área 17
calloso
Polo Surco
occipital calcarino
Surco
calcarino Línea
de Gennari
a b
B Córtex visual (Área estriada) clara o línea blanca en la región de color amarillo). En un cerebro no teñido se
a Visión izquierda del hemisferio derecho; b Visión frontal de un corte frontal puede identificar por una fina línea blanca dentro del córtex gris. Por esta línea
(v. a para plano de corte). discurren los axones del tracto óptico intracerebral que terminan en las neu-
El córtex visual primario (área estriada) es la única área cortical que también ronas de la capa granular interna (lámina IV). Las capas de células piramidales
puede reconocerse claramente macroscópicamente (v. color amarillo). Está (eferencias) se encuentran muy reducidas en el córtex visual, mientras que las
situada a ambos lados del surco calcarino, en el polo occipital. En un corte fron- capas de células granuladas, en las que terminan las aferencias, se multiplican
tal (b) y dentro de esta área, se puede reconocer la línea de Gennari (zona de forma importante.
329
330
Estría longitudinal
Cavidad del septum lateral Estría longitudinal
pellucidum medial
Cuerpo del cuerpo
Septum calloso
pellucidum
Indusium
gritseum
Rodilla del cuerpo
calloso Comisura
del fórnix
C Topografía del fórnix, del cuerpo calloso y del septum po calloso y el fórnix se extiende una fina placa, el septum pellucidum. Esta
pellucidum (según Feneis) estructura delimita los ventrículos laterales en su parte medial. Entre las dos
Visión izquierda, occipital y superior. La bóveda (fórnix) es una vía del archi- láminas del septo encontramos una cavidad de tamaño variable, la cavidad
pallium que se acopla al cuerpo calloso. El cuerpo calloso es la vía comisural del septum pellucidum. Los núcleos colinérgicos del septo que participan en
neocortical más importante existente entre los hemisferios: comunica áreas la organización de la memoria están unidos al hipocampo a través del fórnix
corticales similares entre los dos hemisferios (v. D, pág. 335). Entre el cuer- (v. pág. 332).
Giro cingular
Cuerpo
calloso Cuerpo
del fórnix
Ventrículo lateral,
asta occipital
Pilar Tenia
del fórnix del fórnix
D Topografía del hipocampo, del fórnix y del cuerpo calloso oralmente en dos columnas del fórnix. La vía del fórnix une el hipocampo con
Visión superior, izquierda y oral. En esta imagen se ha representado el hipo- los tubérculos mamilares, pertenecientes al diencéfalo, y por ella discurren
campo sobre el suelo del asta inferior del ventrículo lateral. Los pilares del vías aferentes y eferentes entre el hipocampo y el hipotálamo. Esta importante
fórnix de los hemisferios derecho e izquierdo se unen formando la comisura vía forma parte del sistema límbico.
del fórnix (Psalterium, v. C) y forman el cuerpo del fórnix, que a su vez se divide
331
6.7 Allocórtex:
Hipocampo y cuerpo amigdalino
Giro cingular
Cuerpo
calloso Indusium
griseum
Columna
del fórnix Fimbria
del hipocampo
Comisura
anterior
Tubérculo
mamilar Hipocampo
A Formación del hipocampo izquierda El hipocampo está unido al tubérculo mamilar a través de los tractos fibrosos
Visión lateral. En esta visión se ha extirpado la mayor parte del hemisferio iz- del fórnix. Además del hipocampo, que representa la mayor parte del archicór-
quierdo, solamente se han dejado el cuerpo calloso, el fórnix y el hipocampo. tex, también se puede reconocer el indusium griseum, otro componente del
Como trasfondo se puede ver el hemisferio derecho en su totalidad. archipallium. El hipocampo es el órgano de integración superior del encéfalo,
La formación del hipocampo es un importante componente del sistema límbico cuyas eferencias tienen influencia sobre procesos endocrinos, viscerales y
(v. pág. 492). Está formado por tres partes: emocionales. Puesto que el hipocampo es especialmente el organizador de la
memoria, su afectación en la enfermedad de Alzheimer provoca el trastorno de
• Subículo (v. Cb), la memoria a corto plazo (v. pág. 498).
• Asta de Ammón (Hipocampo propiamente dicho) y
• Giro dentado (fascia dentada).
Giro dentado
Surco
Uncus (gancho)
calcarino
Giro
parahipocampal Polo
occipital
B Formación del hipocampo derecha y porción caudal del fórnix punto de orientación reconocemos el surco calcarino, que conduce hacia el
Visión medial izquierda. En comparación con la visión lateral de A, en la medial polo occipital. En esta representación se pueden apreciar bien las áreas corti-
podemos apreciar la formación del hipocampo derecho desde medial. Como cales colindantes con el hipocampo (por ej., el giro parahipocampal).
332
Hipocampo
Giro C Lóbulo temporal izquierdo con exposición
dentado del asta inferior del ventrículo lateral
Subículo a Corte horizontal, visión dorsal del hipocampo
en el suelo del asta inferior (asta temporal).
Giro De lateral hacia medial se pueden reconocer:
Giro parahipocampal
parahipocampal el hipocampo, la fímbria del hipocampo, el giro
Región Fimbria
dentado, el surco hipocampal y el giro parahipo-
entorrinal del hipocampo
campal.
Surco b Cortes frontales del hipocampo izquierdo. En
hipocampal Subículo esta visión, el hipocampo se parece a una cinta
Giro Giro dentado enrollada (asta de Ammon = hipocampo propio).
dentado La estructura del hipocampo varía considerable-
Hipocampo mente en los diferentes segmentos. El paso en-
Fimbria tre el córtex entorrinal (la región entorrinal) en
del hipocampo Fimbria
el giro parahipocampal y el asta de Ammon está
del hipocampo
Hipocampo Giro dentado formada por una región de transición, el subícu-
lo. La región entorrinal constituye el portal del
Asta temporal Subículo
hipocampo, y de ella obtiene la mayoría de fibras
del ventrículo Hipocampo aferentes.
lateral
Región
a b entorrinal
Núcleo
caudado
Cuerpo Vía piramidal Núcleo basal, Núcleo basal,
amigdalino a v. b b porción lateral porción medial
D Localización del cuerpo amigdalino E Cuerpo amigdalino • Grupo corticomedial, filogenéticamente más
respecto a las estructuras internas a Corte frontal a la altura del foramen interven- antiguo:
del cerebro tricular. La cara medial del cuerpo amigdalino – núcleo cortical y
Visión lateral del hemisferio izquierdo. El cuerpo llega hasta la cara inferior del córtex del lóbulo – núcleo central;
amigdalino está situado por debajo del putamen temporal. Por este motivo se considera parte del • Grupo basolateral, filogenéticamente más joven:
y delante de la cola del núcleo caudado. Caudal y córtex y parte de núcleo localizado en la sustan- – núcleo basal y
dorsalmente al cuerpo amigdalino se extienden las cia blanca. El córtex periamigdalino y la mitad – núcleo lateral.
fibras de la vía piramidal. corticomedial del cuerpo amigdalino pertene-
cen al córtex olfatorio primario. Este es el moti- En el núcleo basal diferenciamos además una parte
vo por el que estas partes del cuerpo amigdalino medial con células pequeñas y una parte lateral con
son consideradas pertenecientes al paleocórtex células grandes. La excitación del cuerpo amigda-
en consideración de la características del cór- lino en el hombre produce cambios en los senti-
tex, mientras que el grupo situado más profun- mientos: se pueden desencadenar reacciones de
damente se considera como un núcleo. rabia, de miedo, de tranquilidad o de tensión. La re-
b Detalle de a; núcleos del cuerpo amigdalino. Si acción obtenida en el paciente varía notablemente
consideramos el carácter nuclear del cuerpo en función del estado de ánimo del paciente previo
amigdalino (comp. con a) diferenciamos cuatro a la aplicación del estímulo (función de refuerzo
núcleos esenciales: emocional del cuerpo amigdalino).
333
Fascículo
frontotemporal
334
C Fibras de asociación ciación cortas unen regiones corticales dentro de un mismo lóbulo cerebral.
Fibras de asociación largas: a Visión lateral del hemisferio izquierdo; b Visión Los segmentos vecinos del córtex están conectados entre sí mediante fibras
frontal del hemisferio derecho; c Fibras de asociación cortas, visión frontal. cortas en U (fibras arciformes del cerebro), que transcurren directamente por
Las fibras de asociación largas comunican distintas regiones cerebrales entre debajo del córtex.
sí, que generalmente están ubicadas en lóbulos diferentes. Las fibras de aso-
Cuerpo calloso
Comisura Comisura
a anterior posterior E Vías de proyección
Corte horizontal por el hemisferio derecho, visión superior sobre la cápsula
interna. A través de la cápsula interna pasan fibras de proyección ascendentes y
descendentes. Si se interrumpe el flujo sanguíneo a nivel de la cápsula interna
por ejemplo, por un accidente cerebrovascular, se lesionan estas vías ascen-
dentes y descendentes de manera irreversible. Mediante el niño representado,
Fórceps se puede establecer el lugar de paso de las fibras de la vía piramidal a través
menor de la cápsula interna hacia la periferia del cuerpo. Así, en las lesiones peque-
Radiación ñas de la cápsula interna, solo se anula la inervación central de determinados
del cuerpo segmentos del cuerpo (= parálisis espástica). De esto resulta el gran signi-
calloso ficado clínico de esta estructura. En dirección medial la cápsula interna está
Fórceps delimitada por el tálamo y la cabeza del núcleo caudado, en dirección lateral
mayor por el globo pálido y el putamen. En la cápsula interna se diferencian un brazo
anterior, la rodilla de la cápsula interna y un brazo posterior, por donde pasan
determinadas vías:
b
Brazo anterior • Vías frontopontinas (rayas rojas)
D Fibras comisurales • Radiación talámica anterior (rayas azules)
a Hemisferio derecho, visión medial; b Representación del cerebro por
transparencia, visión dorsal. Rodilla de la cápsula interna • Radiación talámica superior (puntos azules)
Las fibras comisurales unen ambas mitades del cerebro entre sí. La cone- Brazo posterior • Fibras corticonucleares (puntos rojos)
xión de fibras más importante entre los hemisferios es el cuerpo calloso. Si • Fibras corticoespinales (puntos rojos)
se lo secciona durante una cirugía, ambas mitades del cerebro no se pueden • Radiación talámica superior (puntos azules)
comunicar más entre sí (pacientes con «cerebro dividido», ingl. split-brain, • Tracto temporopontino (puntos de color
v.pág.496). Además del cuerpo calloso existen otras vías comisurales peque- naranja)
ñas (comisura anterior, comisura del fórnix). • Radiación talámica posterior (puntos celestes)
335
Núcleo caudado
336
Ventrículo lateral,
asta anterior
Brazo anterior
Cabeza del Cápsula
núcleo caudado Rodilla interna
Brazo posterior
Putamen
Cápsula externa
Globo Claustro
pálido
Cápsula extrema
Tálamo
Ventrículo
lateral,
asta posterior
Cuerpo
calloso
Núcleo
caudado Cápsula
interna
Ventrículo
lateral Cápsula
externa
Putamen
Claustro
Tracto Cápsula
olfatorio extrema
C Núcleos basales en el corte del cerebro: relaciones vecinas Observe: Lateral al putamen, y con esto directamente medial al córtex insular,
a Corte horizontal por el cerebro en el límite entre el telencéfalo y el diencé- está situado un núcleo denominado claustro (antemuro), rodeado por la sus-
falo, visión parietal; b Corte frontal por el telencéfalo, visión frontal. tancia blanca con las cápsulas externa y extrema. El claustro no es un núcleo
Si se corta el cerebro de manera horizontal en el límite entre el telencéfalo y el basal (sin embargo antiguamente se lo contaba como tal); su función es en
diencéfalo siempre se pueden ver todos los núcleos basales. El núcleo caudado gran parte desconocida; su participación en las funciones sexuales parece
está seccionado dos veces (cabeza y cola) y topográficamente está asociado probable.
estrechamente con el ventrículo lateral (astas anterior y posterior). El peque- El corte frontal aquí seleccionado pasa por la cabeza del núcleo caudado, que
ño globo pálido está situado medial al gran putamen (por eso no es visible en la se aplica estrechamente contra el asta anterior del ventrículo lateral. Tan fron-
visión lateral, v. B). El tálamo diencefálico está a ambos lados del estrecho ter- tal no se reconocen más ningunas de las porciones del diencéfalo: el IIIven-
cer ventrículo. Los núcleos basales por un lado y el tálamo por otro, se agrupan trículo y el tálamo faltan en la figura, al igual que el corte del globo pálido.
alrededor de una masa de sustancia blanca con forma de boomerang, la cápsula El brazo anterior de la cápsula interna pasa aquí entre los núcleos basales,
interna, que contiene vías de proyección ascendentes y descendentes (v. A, situados estrechamente entre sí, y le otorga a la sustancia gris de los núcleos
pág.334). El brazo anterior de la cápsula, transcurre entre los núcleos basales, un aspecto estriado (cuerpo estriado). En el corte frontal (b) se ve la relación
o sea en una región del telencéfalo; la rodilla y el brazo posterior están situados topográfica estrecha entre el núcleo caudado y el cuerpo calloso, que aquí
entre el tálamo por un lado y el núcleo lenticular por otro lado. Allí forman el está situado en dirección parietal al núcleo caudado y que forma «el techo del
límite entre el telencéfalo y el diencéfalo. ventrículo lateral».
337
Septum
pellucidum
Fórnix
Adhesio
Comisura intertalámica
anterior
Estría medular
Área del tálamo
preóptica
Glándula
Hipotálamo pineal
Receso
supraóptico
Receso
infundibular
Cerebelo
Infundíbulo
Adenohipófisis
Neurohipófisis Túbercinereum
III ventrículo
Mesencéfalo
A Diencéfalo in situ te de la pared lateral del III ventrículo. Como consecuencia de su protrusión
Corte sagital medio; visión izquierda del hemisferio derecho. El diencéfalo contra la luz del ventrículo, a través del surco hipotalámico, está separado de
está situado por debajo de los dos hemisferios telencefálicos y por arriba la pared lisa del hipotálamo. Por arriba del tálamo transcurre una vía a modo
del tronco del encéfalo. El diencéfalo limita adelante, arriba y lateral, direc- de arco (que lo envuelve topográficamente), el fórnix. Este se extiende des-
tamente con el telencéfalo. Atrás está situado un pequeño segmento libre a de el telencéfalo (del hipocampo) hasta el suelo del diencéfalo (tubérculos
nivel de la glándula pineal (v. también B, pág. 352). El suelo está dividido en mamilares). Pertenece así topográfica- y funcionalmente, como vía de pro-
dos: el segmento posterior del suelo está situado sin un límite neto contra el yección, tanto al telencéfalo como también al diencéfalo. Topográficamente
mesencéfalo, el segmento anterior del suelo –caracterizado por el hipotála- se lo denomina (ocasionalmente) «techo del III ventrículo». Funcionalmente
mo– sin embargo está libre. El III ventrículo situado en la línea media divide al el diencéfalo presenta extraordinariamente muchas facetas: sirve de sitio de
diencéfalo en dos mitades simétricas, que contienen estructuras pares (estas sinapsis de las vías óptica y auditiva, coordina la motricidad, determina el rit-
están situadas en la pared lateral del III ventrículo como por ejemplo el tála- mo circadiano, regula glándulas hormonales, y es la «instancia superior» para
mo, en un corte de este tipo nunca están seccionados) o estructuras impares funciones vegetativas importantes del cuerpo.
(estas están entonces «en el medio» y siempre se ven afectadas en un corte Observe: El subtálamo es una parte muy importante del diencéfalo, especial-
de este tipo). Por la posición de cada uno de los segmentos diencefálicos, el mente para la motricidad. Como consecuencia de su localización «extrema-
III ventrículo tiene varias convexidades puntiagudas los den. recesos. El cuer- damente lateral» nunca se lo ve en el corte sagital medio, sino solo en los
po calloso y el septum pellucidum (pared divisoria entre los dos ventrículos cortes frontales (v. B, pág. 343; E, pág. 353 y pág. 420 y ss. y pág. 433 y s.) u
laterales) son estructuras bien visibles del telencéfalo que son útiles para horizontales.
la orientación. Por debajo del cuerpo calloso, el tálamo forma la mayor par-
338
Vesículas
telencefálicas Ventrículo
lateral
Vesículas Plexo
diencefálicas coroideo
Vesículas Diencéfalo
Tela
mesencefálicas Telencéfalo
coroidea
Vesículas
rombencefálicas a
Cuerpo
Plexo calloso
coroideo
Límite Núcleo
Tela caudado
telodiencefálico coroidea
Segmento Fórnix Diencéfalo
del diencéfalo visible
en la base del cerebro Tercer
ventrículo Tubérculo
mamilar
b (diencéfalo)
B Desarrollo del diencéfalo del tubo neural craneal C Límite dorsal del telodiencéfalo
Visión frontal. Para poder comprender la localización y la extensión del dien- Cortes frontales.
céfalo en el cerebro del adulto, se debe conocer su desarrollo del tubo neural. a Encéfalo embrionario: en comparación con B, el desarrollo del telencéfalo
El diencéfalo se forma conjuntamente del prosencéfalo conjuntamente con el (rojo) está mucho más avanzado. Los ventrículos laterales, conjuntamente
telencéfalo (vesículas prosencefálicas, v. pág. 273). Durante el desarrollo, la con el plexo coroideo, ya han tapado el diencéfalo (azul) completamente
vesícula diencefálica (azul) es tapada por el crecimiento de los dos hemisfe- por su parte dorsal. La pared medial de los ventrículos laterales es muy fina
rios de las vesículas telencefálicas (rojo). Debido a este desplazamiento por y todavía no está adherida al diencéfalo. Entre el telencéfalo y el diencéfalo
crecimiento se desplaza también el límite entre el telencéfalo y el diencéfalo, se extiende una lámina de tejido conectivo conductora de los vasos, la tela
de forma que, en el adulto, tan solo se puede reconocer un pequeño segmento coroidea.
del diencéfalo en la base del cerebro (v. A). b Encéfalo adulto: la tela coroidea y la pared medial del ventrículo lateral es-
tán adheridas al diencéfalo. Si extirpamos el plexo coroideo y la fina tela
coroidea, podemos observar directamente la delimitación medial dorsal del
diencéfalo (v. B, pág. 340).
339
Cuerpo Cuerpo
calloso Tálamo geniculado
lateral
340
Puente
Bulbo
raquídeo
a b
C Diencéfalo y tronco del encéfalo un punto de relevo importante de la vía auditiva, ambas forman parte de
a visión ventral; b Visión dorsal, se han retirado el cerebelo y el telencéfalo. los núcleos talámicos. También se denominan conjuntamente metatálamo.
Forman un relieve de los núcleos propios del tálamo. Especialmente entre
a El tracto óptico forma el límite lateral del diencéfalo. Abarca el pie de los el cuerpo geniculado medial y el colículo inferior del mesencéfalo existen
pedúnculos cerebrales (pie peduncular), que delimita con el mesencéfalo. conexiones funcionales en el marco de la percepción auditiva. En esta visión
b En la visión dorsal se puede identificar fácilmente el epitálamo, formado queda especialmente patente el núcleo pulvinar del tálamo. A este último
por un cuerpo pineal y dos habénulas. El cuerpo geniculado lateral es un también se le atribuyen funciones relacionadas con las interconexiones óp-
punto de relevo importante de la vía visual, el cuerpo geniculado medial es ticas y acústicas.
Quiasma
N. óptico óptico Infundíbulo D Situación del diencéfalo en el cerebro del adulto
Base del cerebro, visión basal (el tronco del encéfalo está seccionado a la altu-
ra del mesencéfalo). Las estructuras del diencéfalo que se pueden identificar
en esta visión son las partes situadas en la superficie cerebral basal. Debido
a la expansión del telencéfalo, en la superficie libre del cerebro han quedado
Túber pocas estructuras diencefálicas:
Hipotálamo cinereum
Tubérculo • N. óptico,
Pilar mamilar • Quiasma óptico,
del cerebro • Tracto óptico,
Sustancia • Túber cinereum con infundíbulo,
Tracto
negra • Tubérculos mamilares,
óptico
Núcleo • Cuerpo geniculado medial (v. Cb),
rojo • Cuerpo geniculado lateral y
Cuerpo • Neurohipófisis (v. pág. 350).
geniculado
lateral En esta visión también se puede reconocer la extensión del tracto óptico del
Acueducto diencéfalo alrededor de los pedúnculos cerebrales mesencefálicos.
del mesencéfalo
341
Ba Bb Bc
Cuerpo
calloso
Fórnix
Surco
diencefálico
Comisura ventral
anterior
Glándula
pineal
Quiasma Tubérculos
óptico mamilares
Túber
cinereum
Planos de corte
en B
B Cortes frontales del diencéfalo desde frontal hacia occipital los ventrículos laterales se forma la frontera telodiencefálica mediante la
a Altura del quiasma óptico: en este corte se han afectado partes del lámina affixa, una capa telencefálica fina situada encima del tálamo dience-
diencéfalo y partes del telencéfalo; se ve claramente la localización del dien- fálico. Se puede reconocer que la porción dorsal de la cápsula interna está
céfalo a ambos lados del III ventrículo. Una excavación del III ventrículo, el atravesada por láminas de sustancia gris.
receso preóptico, se encuentra situada por encima del quiasma óptico. Su c Altura de los tubérculos mamilares: en este corte se imponen los nú-
conexión con el III ventrículo está fuera del plano de corte. cleos talámicos. Se llegan a contar hasta 120 núcleos diferenciados, depen-
b Altura del túber cinereum, directamente detrás del foramen interven- diendo de la nomenclatura. La mayoría de estos núcleos no pueden diferen-
tricular: la frontera entre el diencéfalo y el telencéfalo solamente puede re- ciarse macroscópicamente en las clases de disección. Para ver su división, v.
conocerse claramente en la región de los ventrículos, los núcleos situados pág. 344 (según Kahle y Frotscher; allí según Villiger y Ludwig).
por debajo no presentan una delimitación clara entre ellos. En la zona de
342
Telencéfalo
Cuerpo calloso
Núcleo caudado
Septum pellucidum
Ventrículo lateral
Cápsula interna
Fórnix
Globo pálido
Putamen
Telencéfalo
Ventrículo lateral
Cuerpo calloso
Núcleo caudado
Cavidad del septum pellucidum
Plexo coroideo
Fórnix
Diencéfalo
Capsula interna
Tálamo Putamen
Tercer ventrículo Globo pálido lateral
Tracto óptimo Globo pálido medial
Infundíbulo Núcleo basal
Fórnix
Cuerpo amigdalino
Diencéfalo Telencéfalo
Mesencéfalo
Sustancia negra
c
343
7.4 Tálamo:
Núcleos
Núcleo dorsal
lateral
Núcleo medial
dorsal
Núcleos anteriores
Córtex cerebral
del tálamo
Núcleos
Núcleo lateral intralaminares
posterior
Núcleo
Tálamo centro-
Núcleo ventral
mediano
Sinapsis anterior
Núcleo ventral
lateral
Núcleo ventral
intermedio Pulvinar
Neurona del tálamo
Núcleo ventral
posterolateral
Fascículo
descendente Núcleo ventral
posteromedial
A Clasificación funcional del tálamo B Ordenación espacial de los grupos De los núcleos inespecíficos, aquí solamente se
Casi todas las vías sensitivas hacen sinapsis en el de núcleos del tálamo han representado el núcleo centromedial (naran-
tálamo y terminan en el córtex cerebral (v. G, radia- Visión lateral y occipital del tálamo izquierdo, algo ja) y algunos núcleos intralaminares a modo de
ciones talámicas). Por este motivo, en una lesión oblicua, a diferencia de las imágenes de la pág. 340 ejemplo (v. más en F). Los núcleos específicos del
del tálamo o de sus fibras de proyección hacia el y ss. El tálamo es un agrupamiento de unos 120 nú- tálamo se dividen en cuatro grupos:
córtex, por ej. en un infarto cerebral, se producen cleos aproximadamente que elaboran información
trastornos de percepción sensorial. Aunque en el sensorial. Diferenciamos entre núcleos talámicos • Núcleos anteriores (amarillo),
tálamo ya puede producirse una percepción senso- específicos e inespecíficos: • Núcleos mediales (rojo),
rial difusa (especialmente en lo que respecta a la • Núcleos ventrolaterales (verde) y
percepción dolorosa), la percepción inconsciente • Los núcleos específicos o las fibras que en ellos • Núcleos dorsales (azul).
se transforma en percepción consciente a través se originan (radiaciones talámicas, v. G) comu-
de la elaboración cortical (= telencéfalo). El sis- nican directamente con las respectivas áreas Los cuerpos geniculados medial y lateral se encuen-
tema olfatorio constituye una excepción, su bulbo específicas del córtex cerebral (= pallium) y por tran adosados a estos últimos. En ellos se encuentran
olfatorio es un divertículo del telencéfalo. esto son denominadas también paliotálamo. los núcleos del cuerpo geniculado medial y lateral. Es-
Observe: Generalmente, las vías descendentes del • Los núcleos no específicos no comunican direc- tos dos núcleos situados por debajo de la masa del tá-
córtex no pasan por el tálamo. tamente con el córtex cerebral, pero sí con el lamo (pulvinar del tálamo) se reúnen formando el me-
tronco del encéfalo y, en consecuencia, adoptan tatálamo y, al igual que el pulvinar del tálamo, también
el nombre de troncotálamo. forman parte de los núcleos talámicos específicos.
Núcleos de integración Proyección en otros núcleos situados dentro del tálamo –con ello son núcleos
inespecíficos
Núcleos intralaminares Núcleos situados en la sustancia blanca de la lámina medular interna; forman parte
de los núcleos talámicos inespecíficos
344
D División de los núcleos talámicos a través de las láminas me- E Somatotopia de los núcleos talámicos específicos
dulares del tálamo Corte horizontal. El principio de la somatotopia de los núcleos talámicos es-
Corte frontal a la altura de los tubérculos mamilares: Algunos núcleos del tá- pecíficos (para definición, v. C) queda reflejado en el ejemplo del grupo de
lamo están separados por capas de fibras identificables macroscópicamente núcleos ventrolaterales. Las aferencias provenientes de la médula espinal,
(= láminas medulares del tálamo) de forma que se pueden clasificar en gru- del tronco del encéfalo y del cerebelo que se dirigen hacia el tálamo, tienen
pos de núcleos más complejos. En esta visión podemos ver algunas de estas una disposición somatotópica. Esta somatotopía se mantiene hasta el córtex
láminas: cerebral. En el núcleo ventral lateral terminan los axones del pedúnculo cere-
beloso superior, cruzado. Por esta vía se transportan las informaciones sobre la
• Lámina medular medial, entre el núcleo medial y el núcleo ventrolateral del postura, la coordinación y el tono muscular hacia el córtex motor, que también
tálamo, presenta una división tópica (homúnculo motor, v. pág. 457).
• Lámina medular lateral, entre el núcleo lateral y el núcleo reticular del En la parte lateral, en el núcleo ventral lateral, se encuentran las neuronas efe-
tálamo. rentes para la conducción de los impulsos de las extremidades, y en la parte
medial se encuentran las neuronas para la conducción de los impulsos de la
cabeza. Junto a este núcleo, encontramos el núcleo ventral intermedio, que
recibe sus aferencias de los núcleos vestibulares. Estas aferencias regulan la
coordinación de la dirección de la mirada hacia el mismo lado. Las grandes vías
sensitivas de la médula espinal (cordones posteriores), terminan en el núcleo
ventral posterolateral. En el núcleo ventral posteromedial termina el sistema
Núcleos Núcleo
intralaminares medio sensitivo de la cabeza proveniente del N. trigémino (Lemnisco trigeminal, v.
pág. 529). En este caso también se mantiene la somatotopia como principio de
organización esencial.
Núcleos
intralaminares Radiación anterior Radiación central Radiación posterior
del tálamo del tálamo del tálamo
Núcleos talámicos
específicos
345
7.5 Tálamo:
Proyecciones de los núcleos talámicos
Giro prencentral
A Núcleos talámicos ventrales: conexiones Área 6aα (Área 4)
aferentes y eferentes
Área 6aβ Giro postcentral
En el núcleo ventral posterolateral (VPL) y (Área 1)
en el núcleo ventral posteromedial (VPM)
tiene lugar la sinapsis de las terceras neuronas de
las vías sensitivas procedentes de la periferia del
cuerpo:
Núcleo
dorsal
lateral
B Núcleo anterior y núcleo centromediano: conexiones aferentes
y eferentes
El núcleo anterior recibe las aferencias del cuerpo mamilar a través del fas-
cículo mamilotalámico (fascículo de Vicq-d’Azyr). El núcleo anterior mantiene Núcleo
tanto conexiones aferentes como eferentes con el giro cingular telencefálico. Cabeza del centro-
mediano
El núcleo talámico inespecífico más grande es el núcleo centromediano que núcleo caudado
pertenece a los núcleos intralaminares. Este recibe aferencias del cerebelo, Núcleo
Globo pálido
de la formación reticular y del pálido interno. Sus eferencias se extienden ha- interno emboliforme
cia la cabeza del núcleo caudado y hacia el putamen. El núcleo centromediano del cerebelo
es un componente importante del Sistema Activador Reticular Ascendente Globo pálido
(SARA, sistema de alerta o Arousal). El sistema SARA, imprescindible para la externo
Tubérculo
conciencia, empieza en la formación reticular del tronco del encéfalo y hace Putamen mamilar
sinapsis en este núcleo.
Fascículo Formación reticular
mamilotalámico del tronco del encéfalo
346
Cordón posterior, cordón lateral Núcleo ventral posterolateral Giro poscentral (córtex sensitivo)
(somatosensitivo, extremidades y tronco) (NVPL) = córtex somatosensitivo (v. A)
347
7.6 Hipotálamo
Hipotálamo
Núcleo Surco
paraventricular Fórnix hipotalámico
Fórnix
Núcleo
Núcleo Área
supraóptico dorsomedial dorsal
Quiasma
óptico
Fórnix Área
Núcleo lateral
infundibular Tracto
óptico Núcleos
Adenohipófisis tuberales
B Núcleos del hipotálamo derecho • El grupo de núcleos posteriores (mamilares) (rojo), activa el simpático si
a Corte sagital y medio; visión medial del hemisferio derecho. b y c cortes se estimula, es por esto que también se la denomina zona dinamógena y está
frontales. El hipotálamo es un núcleo pequeño, situado ventralmente al tálamo, formada por:
del que está separado a través del surco hipotalámico. A pesar de ser de tama- – núcleo posterior y
ño reducido, el hipotálamo es el centro superior para todas las funciones ve- – los núcleos mamilares situados en los tubérculos mamilares.
getativas (= autónomas) del cuerpo. En terminología anatómica se describen
más de 30 núcleos situados en la pared lateral y en el suelo del III ventrículo. En el corte frontal (c) se puede reconocer la división adicional del hipotálamo
De todos estos, aquí solamente exponemos algunos de los más grandes o que a través de la vía del fórnix. Esta divide el hipotálamo en un segmento lateral y
revisten más importancia clínica. De oral a caudal diferenciamos 3 grupos de un segmento medial. Los tres grupos descritos más arriba pertenecen al seg-
núcleos con las funciones siguientes (simplificado): mento medial, en el segmento lateral es imposible realizar una división en gru-
pos de núcleos definidos (v. por ej. área lateral en lugar de núcleo, para ver el
• el grupo de núcleos anterior (rostral) (verde) sintetiza las hormonas libera- recorrido de la vía del fórnix v. pág. 331). En el síndrome de Korsakow existe una
das en la neurohipófisis y está compuesto por: lesión bilateral de los tubérculos mamilares y de sus núcleos, afectación fre-
– núcleo preóptico, cuentemente asociada al alcoholismo crónico (causa: déficit de vitamina B1).
– núcleo paraventricular y Los trastornos de memoria aquí presentes afectan especialmente la memoria
– núcleo supraóptico; a corto plazo, los lapsus de memoria pueden ser llenados con acontecimientos
inventados. Neuropatológicamente se encuentran hemorragias en los tubércu-
• el grupo de núcleos medios (tuberal) (azul) regula la liberación hormonal los mamilares, denominadas «corte del bebedor» de los tubérculos mamilares
en la adenohipófisis y está formado por: en la preparación de cortes cerebrales.
– núcleo dorsomedial;
– núcleo ventromedial y
– núcleos tuberales;
348
Núcleo
Núcleo paraventricular
posterior
Fascículo Núcleo
prosencefálico supraóptico
medial
Tracto
Núcleo tubero-
preóptico hipofisario
Núcleo Tracto
supraóptico supraóptico-
hipofisario
Cuerpo
amigdalino Neurohipófisis
C Conexiones aferentes y eferentes del hipotálamo Las siguientes conexiones eferentes (b) son importantes:
Corte sagital y medio; visión medial del hemisferio derecho. Puesto que el hipo-
tálamo coordina todas las funciones vegetativas del cuerpo, está unido aferente • El fascículo longitudinal dorsal se extiende hacia el tronco del encéfalo y
y eferentemente con muchas regiones encefálicas. Las siguientes conexio- llega a sus núcleos parasimpáticos tras realizar diversas sinapsis.
nes aferentes (a) son importantes: • El tracto mamilotegmentario envía eferencias hacia el tegmento del mesen-
céfalo, que continúan hasta la formación reticular. Son las responsables del
• Las aferencias provenientes del hipocampo que se dirigen hacia el hipotálamo a transporte de la información vegetativa entre el hipotálamo y los núcleos de
través de la vía del fórnix (¡fascículo o tracto importante del sistema límbico!). los nervios craneales y la médula espinal.
• Las aferencias provenientes de las áreas olfatorias que se dirigen hacia los • El fascículo mamilotalámico (fascículo de Vicq-d’Azyr) une el hipotálamo
núcleos preópticos a través del fascículo medial del cerebro anterior. con el núcleo anterior del tálamo, que por su lado está unido con el giro
• Las aferencias que provienen del cuerpo amigdalino y se dirigen hacia el cingular. Son parte del sistema límbico (v. pág. 492).
hipotálamo a través de las estrías terminales (impulsos de estímulos libi- • El tracto supraopticohipofisario y el tracto tuberohipofisario forman las vías
dinosos afectivos). eferentes hacia la hipófisis (v. pág. 350 y ss.).
• Las aferencias viscerales y las provenientes de zonas erógenas (pezón, ge-
nitales) se dirigen al hipotálamo a través del pedúnculo de los tubérculos
mamilares.
349
Porción
Porción infundibular, intermedia
porción tuberal
Neurohipófisis
Lóbulo medio;
porción intermedia Infundíbulo
Quiste coloide
Lóbulo anterior; Lóbulo posterior;
Adenohipófisis Neurohipófisis
a b Cápsula
Núcleo
Retículo
paraventricular
endoplasmático
rugoso
Núcleo Axón
supraóptico
A. hipofisaria
superior
B Unión de los núcleos hipotalámicos con la neurohipófisis • Oxitocina de las neuronas del núcleo paraventricular y
a Eje hipotálamo-(neuro)hipófisis; b Neurona neurosecretora en el núcleo • Hormona antidiurética (ADH) o vasopresina de las neuronas del nú-
hipotalámico. cleo supraóptico, los axones discurren por el tracto supraopticohipofisario.
Las hormonas hipofisarias no son sintetizadas en la neurohipófisis, sino en
neuronas situadas en el núcleo paraventricular y en el núcleo supraóptico, Ambos núcleos envían sus axones hasta la neurohipófisis a través del infun-
ambos núcleos hipotalámicos. Estas hormonas van a parar a la neurohipófisis díbulo. Las denominadas hormonas peptídicas son empaquetadas en las vesí-
a través de los axones (tracto supraopticohipofisario), donde son liberadas culas del pericarion de las neuronas neurosecretoras (cuerpos de Herring) y
según las necesidades. La comunicación entre los núcleos del hipotálamo (nú- conducidas hasta la neurohipófisis mediante el transporte axoplasmático ante-
cleo paraventricular y supraóptico) y la neurohipófisis tiene lugar a través de la rógrado. El contenido de las vesículas es liberado cerca de los vasos mediante
liberación axonal de dos hormonas peptídicas (= secreción neuronal). la exocitosis si es estimulado.
350
D Histología de la adenohipófisis
Mediante la aplicación de métodos histoquímicos clásicos se pueden diferen-
ciar tres tipos de células: células acidófilas, células basófilas y células cromó-
Células
Capilar cromófobas fobas poco teñibles. Estas últimas son hematoblastos y/o células que ya han
liberado sus hormonas. Por esta razón no reaccionan en la histoquímica in-
mune a la prueba específica de las hormonas peptídicas y por lo tanto no se
han explicado en E. Las células acidófilas (a) secretan hormonas que actúan
Células directamente sobre la célula diana (hormona no glandotropa), mientras que las
basófilas
Células células basófilas (b) estimulan las células endocrinas subordinadas (hormona
acidófilas glandotropa).
E Hormonas de la adenohipófisis
Hormona mamotropa Mamotropa (a) Estimula a proliferación del tejido de las glándulas mamarias y la secreción de leche
Hormona luteotropa
Prolactina – PRL o LTH
Hormona folicuoestimulante Gonadotropa (b) Actúa sobre las gónadas; estimula la maduración de los folículos y la génesis de es-
Folitropina – FSH permato- zoides; estimula la proliferación de las células de la granulosa, la formación
de estrógenos y la expresión de los receptores de lutropina
Hormona luteinizante Gonadotropa (b) Desencadena la ovulación, estimula la proliferación de las células epiteliales del folí-
Lutropina – LH u hormona culo y la síntesis de progesterona, estimula la formación de testosterona en las célu-
estimulante de las células las intersti- ciales (células de Leydig) de los testículos; efecto anabolizante general
intersticiales ICSH
Hormona estimulante del tiroides Tirotropa (b) 0
(hormona tirotropa)
Tirotropina – TSH
Hormona adenocorticotropa Adenotropa (b) Estimula la formación de hormonas en la corteza suprarrenal, influye en el equilibrio
Corticotropina – ACTH hídrico-electrolítico y la formación de hidratos de carbono en el hígado
a-/b-melanotropina – MSH Melanotropa (b) Formación de melanina, pigmentación de la piel, protección de los rayos UV*
351
Núcleo Tálamo
caudado Epitálamo (dorsal)
Cápsula Habénula
interna
Glándula pineal
Putamen (Epífisis)
Globo
pálido
lateral a
Globo
pálido
medial
Hipotálamo Núcleo Zona
subtalámico incierta III ventrículo
Comisura
habenular
Receso
pineal C Detalle de la estructura de la glándula pineal
Comisura a Corte sagital y medio, ampliación histológica de conjunto; b Ampliación de-
posterior tallada.
(epitalámica) a En la ampliación general se puede reconocer la comisura de la habénula en
a el extremo oral de la glándula pineal, caudalmente se encuentra la comisura
posterior (epitalámica). Entre ambas comisuras se encuentra el receso pi-
neal del III ventrículo, relleno con líquido cefalorraquídeo. Se pueden reco-
nocer además calcificaciones (acérvulo) visibles en la radiografía sin valor
patológico.
b En una preparación histológica se pueden reconocer las células específicas
de la glándula pineal, los pinealocitos, integrados en una estructura basal de
Pinealocitos tejido conectivo y rodeadas de astrocitos. Los pinealocitos producen la me-
latonina, que juega un papel funcional en la regulación del ritmo circadiano.
Se toma por ej. para paliar los efectos del jet-lag. Si se produce una pérdida
de la función de la glándula pineal durante la infancia, puede aparecer una
Calcificaciones pubertad precoz, todavía no se ha especulado sobre los mecanismos que
causan este fenómeno.
b
352
Tracto
Sustancia perforada habenulotectal
anterior (Área olfativa)
Lámina tectal
Núcleo
interpeduncular Tracto
habenulotegmentario
Cuerpo
amigdalino Núcleo dorsal
del tegmento
D Núcleos habenulares y conexión de sus fibras Eferencias (rojo): después de hacer sinapsis en los núcleos habenulares,
Corte sagital y medio; visión medial del hemisferio derecho. Las habénulas y sus eferencias se dirigen al mesencéfalo a través de tres tractos:
sus núcleos forman una estación de relevo sináptica en la que hacen sinapsis
los impulsos olfatorios aferentes. Tras la sinapsis en los núcleos habenulares, • Tracto habenulotectal: termina en la lámina tectal superior y le proporciona
las eferencias continúan hacia los núcleos salivares y motores (¡masticación!) impulsos olfatorios.
del tronco del encéfalo. • Tracto habenulotegmentario: termina en el núcleo dorsal del tegmento, aquí
Aferencias (azul): los impulsos aferentes de la sustancia perforada anterior conecta el fascículo longitudinal dorsal con conexiones con los núcleos sa-
(área olfatoria), de los núcleos del septo y de la región preóptica se dirigen livares y motores de los nervios craneales (¡el olor de comida provoca la
hacia los núcleos habenulares a través de la estría medular del tálamo, los nú- secreción de saliva y de jugos gástricos: Pawlov!);
cleos habenulares reciben además impulsos del cuerpo amigdalino a través de • Tracto habenulopeduncular: termina en el núcleo interpeduncular, que entra
la estría terminal. finalmente en contacto con la formación reticular.
Sustancia
negra
353
III
IV Diencéfalo
V Lámina
Mesencéfalo tectal
VI
VII Cerebelo
Puente VII Puente Cuarto
VIII ventrículo
Bulbo
raquídeo IX Borde
Surco de la fosa
X
bulbopontino romboidea
Surco XI
bulbopontino XII
Medulla
a Médula espinal b oblongata
A Tronco del encéfalo situados, entre otras cosas, los núcleos de los nervios craneales, que ontogéni-
a Visión inferior del cerebro intacto; b Corte sagital medio, visión izquierda. camente están dispuestos según un patrón especial, válido para todo el tronco
El tronco del encéfalo es tan pequeño en comparación con el cerebro, que sus encefálico (v. pág. 114). La división de cada segmento del tronco del encéfalo
segmentos recién se reconocen bien en el corte sagital medio (b). Caracterís- en cuatro partes constitutivas también es netamente topográfica (v. B). Ante la
ticas del tronco del encéfalo son: cantidad de funciones del tronco del encéfalo su estructura interna se puede
dividir a grandes rasgos en:
• Es el único segmento del encéfalo que tiene conexión con el SNP (a través
de los nervios craneales III-XII); • Territorios nucleares (conjunto de pericariones de neuronas), en donde se
• Solo a nivel del tronco del encéfalo se comunican los espacios de líquido realizan sinapsis. Estos están divididos en núcleos que se adjudican a ner-
cefalorraquídeo interno (a través del IV ventrículo) y externo (espacio sub- vios craneales y otros, que a raíz de sus diferentes funciones no se pueden
aracnoideo) entre sí (v. A, pág. 312 y C, pág. 315); resumir (por ejemplo, el núcleo rojo y la sustancia negra, ambos del sistema
• El tronco del encéfalo está conectado con la médula espinal (= 2º segmento motor, y la formación reticular que tiene funciones vegetativas).
del SNC); • Como el tronco encefálico está situado entre el cerebro y la médula espinal,
• Solo a través del tronco del encéfalo el cerebelo, que está situado en di- por él transcurren axones que forman las vías. A través de estas vías se pro-
rección posterior, se comunica con los otros segmentos del SNC (v. A y B, duce toda la comunicación del encéfalo con la médula espinal, y con esto con
pág. 370). el tronco y las extremidades. Según el flujo de la información se distinguen
vías ascendentes (= aferentes, hacia el encéfalo) y descendentes (=efe-
La delimitación netamente topográfica de los tres segmentos del tronco del rentes, que se alejan del encéfalo).
encéfalo de craneal a caudal, está determinada por su división macroscópica
externa. El mesencéfalo comienza inmediatamente en el diencéfalo y llega has- Observe: Como en el tronco del encéfalo hay tantos núcleos y vías situados jun-
ta el surco transverso craneal del puente, que limita en su extremo caudal a tos en un espacio muy estrecho, incluso lesiones pequeñas, por ejemplo por
través del surco bulbopontino con el bulbo raquídeo. Este se extiende hasta la un sangrado («accidente cerebrovascular», infarto del tronco del encéfalo),
salida del primer nervio espinal, y luego comienza la médula espinal. La división pueden producir pérdidas clínicas de gravedad.
externa del tronco encefálico no es comprensible en su interior. Aquí están
354
N. oculomotor Fosa Pilar Colículo Glándula Brazo del colículo Brazo del colículo
(III) interpeduncular del cerebro superior pineal superior inferior
Colículo
Puente inferior
355
Núcleo accesorio
del n. oculomotor
Núcleo accesorio
Núcleo del n. Núcleo mesencefálico del n. oculomotor
oculomotor del n. trigémino
Núcleo del n. Núcleo
troclear Núcleo del n. mesencefálico
oculomotor del n. trigémino
Núcleo
Núcleo motor del n. troclear
del n. trigémino
Núcleo
principal Núcleo motor
Núcleo del n. del n. trigémino del n. trigémino
abducens
Núcleo principal Núcleo
Núcleo del n. Núcleo del n. trigémino del n. abducens
facial coclear
Núcleo salivar Rodilla interna
superior Núcleos Núcleo del n. facial del n. facial
vestibulares
Núcleo salivar Núcleo salivar Núcleo dorsal
inferior Núcleo del n. superior del n. vago
Núcleo hipogloso Núcleo
Núcleo salivar
ambiguo inferior del n. hipogloso
Núcleo del tracto
Núcleo dorsal solitario Núcleo Núcleo del tracto
del n. vago ambiguo solitario
Núcleo espinal
Núcleo espinal del n. trigémino Núcleo espinal Núcleo espinal
a del n. accesorio b del n. accesorio del n. trigémino
A Núcleos de los nervios craneales en el tronco del encéfalo aquí salen las fibras eferentes. A la derecha de la imagen se pueden ver los nú-
a Visión dorsal, se ha retirado el cerebelo, se puede reconocer la fosa romboi- cleos terminales, en los que terminan las fibras aferentes. La disposición de los
dea; b Corte sagital y medio, visión izquierda del tronco del encéfalo derecho. núcleos puede deducirse de la disposición de los núcleos en la médula espinal
Además de los mismos núcleos, se ha representado el recorrido de las vías (v. pág. 114). La función y las sinapsis de algunos de estos nervios craneales
desde o hacia estos núcleos (por motivos de espacio no se han dibujado los pueden examinarse clínicamente a través de los reflejos, son los denominados
núcleos vestibular y coclear). reflejos del tronco del encéfalo (los centros sinápticos para estos reflejos están
La disposición de los núcleos de los nervios craneales es más fácil de compren- localizados en el tronco del encéfalo). Tienen significación en la valoración de
der si se comprende su división en columnas de núcleos funcionales. En el lado estados comatosos. Los reflejos pupilares, parte importante de estos reflejos,
izquierdo de la imagen se pueden ver representados los núcleos de origen: de serán expuestos más tarde en la pág. 481.
Núcleos de origen (con las células de las fibras eferentes o motoras, Núcleos terminales (en los que terminan las fibras aferentes o sensitivas,
izquierda en Aa) derecha en Aa)
356
Pálido
Núcleo
rojo
Sustancia
negra Córtex
frontal
357
358
Formación reticular
Ingesta de alimentos
Centro del vómito Centro para Centro
Reflejos protectores la masticación, de la deglución NNC V, VII, IX, XII
(arcadas, vómitos) lamer, chupar
Área postrema NNC = núcleos de los nervios
craneales
D Visión general de las funciones de la formación reticular – Regulación del ritmo circadiano y del estado de alerta del telencéfalo (den.
Se diferencian las siguientes conexiones funcionales de la formación reticular «SARA»: Sistema activador reticular ascendente),
con otros centros del SNC: – Regulación de los movimientos oculares reflejos,
– Funciones «vitales» como la regulación de la presión sanguínea y la respi-
• Aferencias hacia la formación reticular: estas provienen de los nú- ración,
cleos de casi todos los órganos de los sentidos, del telencéfalo y diencéfalo – Funciones de ingesta alimentaria como lamer, chupar, masticar,
al igual que del cerebelo y de la médula espinal. Conducen impulsos acústi- – Reflejos protectores como las arcadas y el vómito,
cos, ópticos, táctiles, y especialmente la percepción del dolor, pero también – Control de la micción,
información sobre la tensión muscular, el equilibrio, la presión sanguínea, la – Regulación del tono muscular en la médula espinal e
saturación de oxígeno en la sangre, y parámetros sobre la ingesta alimentaria. – Inhibición del dolor en la médula espinal.
• Eferencias de la formación reticular: se dirigen hacia el telencéfalo y
el diencéfalo, pero también a los centros motores de los nervios craneales y
la médula espinal. Estas eferencias tienen efectos muy diferentes:
359
360
Hacia el
córtex
Pedúnculo
Lemnisco cerebeloso
lateral superior
Tracto Tracto Pedúnculo
espinotalámico corticopontino cerebeloso
Lemnisco lateral medio
medial Tracto
olivocerebeloso Pedúnculo
Núcleo olivar Núcleo cerebeloso
accesorio cuneiforme Oliva inferior
Oliva Núcleo Tracto Tracto
grácil espinocerebeloso espinocerebeloso
a a anterior posterior
Tracto
Lemnisco corticopontino
lateral Pedúnculo
cerebeloso N. trigémino
Tracto superior
espinotalámico
lateral Pedúnculo
cerebeloso
Núcleo olivar medio Fibras
accesorio pontocerebelosas
Oliva Lemnisco
medial Pedúnculo Tracto
Núcleo cerebeloso olivocerebeloso
cuneiforme Decusación inferior
piramidal
B Trayecto de las vías ascendentes a través del tronco del encéfalo C Trayecto de algunas vías cerebelosas a través del tronco ence-
a Visión izquierda; b Visión dorsal. fálico
Existen dos vías ascendentes esenciales de la médula espinal, el tracto espino- a Corte sagital y medio, visión izquierda; b Visión dorsal (se ha retirado el
talámico lateral y el cordón posterior (cuyos axones de la 2ª neurona discurren cerebelo).
por el lemnisco lateral), que conducen impulsos sensitivos periféricos de la El cerebelo coordina los movimientos finos y el tono muscular. Sus vías están
médula espinal hacia el tálamo por el mesencéfalo (diencéfalo, v. págs. 344 y formadas por tractos o fascículos ascendentes (azul) y descendentes (rojo).
346). Se pueden reconocer dos de las vías lemniscales (v. pág. 545), el lemnisco Estos tractos llegan a él a través de los tres pedúnculos cerebelosos (superior,
medial y el lateral: medio e inferior).
• En el lemnisco medial se extienden los axones de la 2ª neurona del sis- • Pedúnculo cerebeloso superior: la mayoría de vías eferentes de los
tema del cordón posterior (presión, vibración), cuyos pericariones están núcleos cerebelosos se extienden por el pedúnculo cerebeloso superior
situados en el núcleo grácil y en el núcleo cuneiforme. Las aferencias hacia (v. pág. 370), la única vía aferente que pasa por este pedúnculo es el tracto
estos núcleos provienen del fascículo grácil o del cuneiforme respectiva- espinocerebeloso anterior.
mente. Los axones del tracto espinotalámico lateral (dolor, temperatura) • Pedúnculo cerebeloso medio: a través de él pasan exclusivamente las
se unen con el lemnisco medial en dirección craneal, antes de extenderse vías aferentes descendentes que tienen su origen en los diferentes lóbu-
hasta el tálamo. los cerebrales (1ª neurona) y que se denominan tracto corticopontino. Los
• El lemnisco lateral contiene axones de la vía auditiva que se extienden axones de la 2ª neurona en los núcleos del puente cruzan hacia el lado con-
hacia el colículo inferior de la lámina tectal. tralateral y continúan después como fibras pontocerebelosas a través del
pedúnculo cerebeloso medio al cerebelo.
El tracto espinotalámico anterior no ha sido dibujado, puesto que su localiza- • Pedúnculo cerebeloso inferior: el tracto espinocerebeloso posterior
ción en el tronco del encéfalo es discutida. El tracto espionotalámico anterior (aferente) y el tracto olivocerebeloso (aferente) se extienden a través del
y el lateral son reunidos en algunas ocasiones como lemnisco espinal en el pedúnculo cerebeloso inferior al cerebelo.
tronco del encéfalo.
En la imagen se puede ver claramente el recorrido y la localización de los cru-
ces de las diferentes vías cerebelosas.
361
A
B
C
A Corte transversal del mesencéfalo D
Tracto Núcleo del colículo Núcleo mesencefálico
Visión craneal. espinotectal superior del N. trigémino
Núcleos: el primer núcleo craneal verdadero es
el núcleo del n. oculomotor, relativamente peque- Tracto espinotalámico Acueducto
ño (v. B, pág. 356, para ver núcleos de los nervios lateral del mesencéfalo
craneales, v. pág. 114). El que está situado más cra- Vía simpática
Brazo del colículo
nealmente es el núcleo mesencefálico del n. trigé- central
inferior
mino, en cortes más profundos se encuentran nú-
cleos del N. trigémino localizados más caudalmente Núcleo
Formación
(v.C). El núcleo mesencefálico del N. trigémino es del N.
reticular
el único núcleo de los nervios craneales que contie- oculomotor
ne células nerviosas pseudounipolares. Con ellas Tracto cortico- Fascículo
forma una parte del ganglio sensitivo situada hacia pontino; Fibras longitudinal
el interior, puesto que las aferencias propiocepti- temporopontinas medial
vas sensitivas de la musculatura de la masticación y fibras
llegan a este núcleo sin hacer sinapsis en el ganglio parietopontinas
Núcleo
del trigémino. El núcleo del colículo superior es una Tracto piramidal; rojo
parte de la vía visual, el núcleo rojo y la sustancia Fibras corticonucleares
negra son núcleos del sistema motor, mientras que y fibras corticoespinales Sustancia
la formación reticular forma una región nuclear di- negra
fusa para la regulación de los procesos vegetativos. Tracto Lemnisco N. oculomotor Tracto
La podremos ver en algunos de los planos de corte corticopontino medial tectoespinal
que se exponen a continuación.
Todos los núcleos de los nervios craneales y el Vías: están localizadas ventralmente a los núcleos; piramidal con las fibras corticonucleares del bul-
núcleo rojo están localizados en el tegmento del la mayoría de ellas se extienden atravesando el bo que salen de él. Las vías ascendentes más im-
mesencéfalo, mientras que la sustancia negra ya tronco del encéfalo (excepción: las vías que termi- portantes son: el tracto espinotalámico lateral y el
puede verse en la parte dorsal del pie de los pe- nan o se originan en el tronco del encéfalo). Las lemnisco medial como continuación de las vías del
dúnculos cerebrales (v. C, pág. 357). vías descendentes más importantes son: el tracto cordón posterior.
Núcleo mesencefálico
del N. trigémino N. troclear
Locus coeruleus Acueducto
del mesencéfalo
B Corte transversal del segmento craneal Pedúnculo cerebeloso
del puente superior Fascículo longitudinal
Núcleos: además de los núcleos de los nervios dorsal
Lemnisco
craneales vistos en la imagen anterior, en este pla- Fascículo longitudinal
lateral
no de corte solamente puede añadirse el núcleo medial
mesencefálico del N. trigémino. Se puede ver cómo Lemnisco
las fibras del núcleo del N. troclear (IV) cruzan trigeminal Tracto
hacia el lado contrario estando todavía dentro del tegmental
central
encéfalo. Tracto
Vías: el sistema de vías ascendentes y descenden- espinotalámico Tracto
tes no ha cambiado respecto a la imagen anterior y lateral tectoespinal
tampoco respecto a la siguiente. En este plano de Tracto Formación
corte, el tracto piramidal parece menos definido, rubroespinal reticular
puesto que con él se mezclan núcleos pontinos. Se
han cortado las vías mayoritariamente eferentes Lemnisco Tracto
medial piramidal
que se extienden hasta el pedúnculo cerebelo-
so superior. El lemnisco lateral, que está situado
muy dorsalmente, forma parte de la vía auditiva. El
fascículo longitudinal medial, en comparación muy
grande, se extiende desde el mesencéfalo (v. A)
hasta la médula espinal. Este comunica los núcleos une los núcleos hipotalámicos con los núcleos de localización de la formación reticular también es
del tronco del encéfalo entre ellos y contiene fibras los nervios craneales parasimpáticos. La magnitud aproximada; dentro de esta región todavía hay más
de diferentes tipos que entran y salen a diferentes y la localización de los núcleos de la formación núcleos pequeños y más fibras.
alturas («autopista de núcleos del tronco del en- reticular, representados aquí gráficamente de
céfalo»). El pequeño fascículo longitudinal dorsal forma compacta, varían en cada plano de corte. La
362
C Corte transversal del segmento medio del puente Vías: se ha cortado el tracto espinocerebeloso anterior. Este se extiende hacia
Núcleos: en el segmento medio del puente, el N. trigémino abandona el tron- el cerebelo, que está adosado dorsalmente al puente.
co encefálico, sus diferentes núcleos dominan el tegmento pontino. En su nú- Espacio ventricular: el acueducto mesencefálico ha desembocado en el
cleo principal tienen lugar las sinapsis de las aferencias para las sensaciones IV ventrículo, que se ve aquí cortado. Está cubierto dorsalmente por el velo
de tacto y discriminación, en su núcleo espinal se efectúan las sinapsis de las medular.
vías para el dolor y la temperatura. En el núcleo motor del N. trigémino se loca-
lizan las motoneuronas de los músculos de la masticación.
D Corte transversal del segmento caudal del puente Vías: el cuerpo trapezoide y sus subnúcleos forman una estación sináptica im-
Núcleos: en el segmento caudal del puente se encuentran situados muchos portante de la vía auditiva (v. pág. 484). El tracto tegmental central es un sistema
de los núcleos de los nervios craneales: los núcleos vestibulares, el núcleo ab- de vías importante del sistema motor.
ducens, el núcleo del N. facial. La fosa romboidea está tapada dorsalmente por
el cerebelo, cuyos núcleos también han quedado cortados: núcleo del fastigio,
núcleo emboliforme, núcleo globoso y núcleo dentado.
363
Tracto Tracto
rubroespinal tectoespinal
Tracto espinocerebeloso Núcleo olivar
anterior inferior
Tracto
espinotalámico
lateral Formación Lemnisco N. hipogloso
reticular medial
A Corte transversal del segmento craneal del bulbo raquídeo Vías: la mayoría de vías ascendentes y descendentes se corresponden con las
Núcleos: los núcleos de los nervios craneales N. hipogloso, N. vago, N. coclear, de la unidad didáctica anterior; aquí es nuevo el pedúnculo cerebeloso inferior.
N. espinal y N. trigémino están cortados en la parte dorsal del bulbo raquídeo, En él discurren las vías aferentes hacia el cerebelo (v. pág. 361).
en su tegmento. El núcleo olivar inferior, perteneciente al sistema motor, se Espacio ventricular: el suelo del IV ventrículo, que forma la fosa romboidea,
encuentra situado en la parte ventral del bulbo raquídeo. Entre los núcleos constituye el cierre dorsal de este corte transversal.
de los nervios craneales y el núcleo olivar inferior se interpone la formación
reticular, visible en todos los cortes transversales de esta unidad didáctica y
estación sináptica del sistema vegetativo.
Tracto espinocerebeloso
posterior Complejo
pre-Bötzinger
Tracto
rubroespinal Tracto
tectoespinal
Tracto espinotalámico
lateral
Núcleo olivar
inferior
Formación
reticular
Tracto Lemnisco N. hipogloso
piramidal medial
B Corte transversal justo por encima del punto medio del bulbo Vías: las vías ascendentes y descendentes se corresponden con las de la uni-
raquídeo dad didáctica anterior. El lemnisco medial forma una decusación de vías sen-
Núcleos: de los núcleos de los nervios craneales todavía han quedado los del sitivas ascendentes (cordón posterior, ver detalles en pág. 404). En el tracto
N. hipogloso, el N. vago y el N. trigémino en la parte dorsal del tegmento, el solitario se extienden las fibras gustativas de los nervios craneales VII, IX y X.
núcleo olivar inferior, en la parte ventral, también está cortado, al igual que el Adosado a su cara dorsolateral se encuentra el núcleo solitario (no representa-
complejo pre-Bötzinger. Este está formado por pequeñas neuronas distribuidas do). El tracto piramidal es de nuevo visible como una estructura sólida, puesto
libremente, ricas en lipofuscina, que son una parte esencial de la red respirato- que a este nivel ya no existen otros núcleos o cruces de fibras.
ria y, por tanto, del impulso respiratorio de los mamíferos en el bulbo raquídeo.
364
Núcleo Núcleo
cuneiforme grácil Tracto
Núcleo cuneiforme solitario
accesorio
Tracto Núcleo
rubroespinal del N. hipogloso
C Corte transversal justo por debajo del segmento medio posteriores, el núcleo cuneiforme y el núcleo grácil. Las vías procedentes de
del bulbo raquídeo estos núcleos se cruzan en el lemnisco medial (v. arriba).
Núcleos: de los núcleos de los nervios craneales todavía quedan los del N. Vías: las vías ascendentes y descendentes se corresponden con las de la ima-
hipogloso, del N. vago y del N. trigémino en el tegmento, el núcleo olivar infe- gen anterior. La fosa romboidea, formando el suelo del IV ventrículo, se ha visto
rior también es todavía visible en la parte ventral del bulbo raquídeo. La parte reducida para pasar a formar el conducto central.
dorsal está dominada por los núcleos en los que hacen sinapsis los cordones
Núcleo Fascículo
Núcleo grácil grácil Fascículo
cuneiforme cuneiforme
Sustancia Tracto
gelatinosa solitario
D Corte transversal del segmento caudal del bulbo raquídeo piramidales, se puede distinguir entre el tracto piramidal anterior (no cruzado)
En esta zona, el bulbo raquídeo pasa a formar la médula espinal de forma con- y el lateral (cruzado) (v. pág. 409 y 461).
tinuada. Espacio para el líquido cefalorraquídeo: como segmento del sistema
Núcleos: de los núcleos de los nervios craneales todavía puede verse la parte para el líquido cefalorraquídeo encontramos aquí (comp. C) un corte del con-
espinal del N. trigémino y el núcleo del N. accesorio. Los núcleos de las estacio- ducto central, que se ve aquí más estrecho que en C. Este conducto puede es-
nes sinápticas de los cordones posteriores, el núcleo cuneiforme y el núcleo tar obliterado en algunos puntos sin que esto revista importancia clínica alguna.
grácil, se ven cortados en su extremo caudal.
Vías: las vías ascendentes y descendentes se corresponden con las de la ima-
gen anterior de esta unidad didáctica. Se ve cortada la decusación de las vías
365
Porción Porción
Vallécula Pirámide media lateral
del cerebelo
del vermis Porción
intermedia
Úvula
a del vermis Flóculo
Lobulillo
semilunar superior
Vermis
del cerebelo
Lóbulo posterior
del cerebelo
Fisura
horizontal
b Lámina
del vermis
Lobulillo
Velo medular central Língula del
superior cerebelo
Pedúnculo cerebeloso
superior
IV ventrículo
(cortado)
Pedúnculo
cerebeloso medio
Pedúnculo Nódulo
cerebeloso Lóbulo
inferior Flóculo floculonodular
Fisura
horizontal
Úvula del
vermis
366
A Cerebelo: división y estructura externa No se entrará en la descripción de otras fisuras menos importantes que ca-
Visión a caudal, b craneal y c ventral; cerebelo –separado del tronco del recen tanto de importancia funcional como de importancia clínica. Además de
encéfalo en los pedúnculos cerebelosos–. El cerebelo forma parte del sis- esta división anatómica, existe también una división filogenética y una división
tema motor. No puede ordenar él mismo los movimientos conscientes, sino funcional (v. B, pág. 372). El cerebelo está unido al tronco del encéfalo por los
que es el responsable de la coordinación y la modulación inconscientes de las pedúnculos cerebelosos (pedúnculos cerebelosos superior, medio e inferior,
secuencias motoras (v. B, pág. 372). Como en el cerebro, en el cerebelo tam- v.c), por el que se extienden sus vías aferentes y eferentes. En el tronco en-
bién existen dos hemisferios. Mientras que los dos hemisferios cerebrales, en cefálico se encuentran los segmentos análogos de los pedúnculos cerebelosos
sí separados pero sin embargo «solo» están conectados por vías comisurales (v. C, b y c, pág. 355). El velo medular superior (v. c), que se extiende entre los
–o sea axones–, entre los dos hemisferios cerebelosos está el vermis del ce- pedúnculos cerebelosos superiores, cierra el IV ventrículo (v. c) por la parte
rebelo, impar, una parte propia del cerebelo que básicamente tiene la misma craneal. En la línea media se forman a ambos lados las amígdalas cerebelosas,
estructura que los hemisferios. A diferencia del cerebro, en donde todos los que quedan adosadas al foramen magno de la base del cráneo (no represen-
giros y surcos tienen un nombre, no todas las láminas y fisuras del cerebelo lo tadas). Cuando la presión intracraneal aumenta, estas son empujadas hacia el
tienen. Estas últimas también sirven para aumentar la superficie del cerebelo. foramen magno y presionan los centros vitales del tronco del encéfalo que se
Las fisuras cerebelosas dividen además el cerebelo en lóbulos, por ej.: encuentran situados entre ellas. Esto puede provocar la muerte del paciente
(v. D, pág. 309). Funcionalmente diferenciamos una porción media (rojo),
• la fisura primaria separa el lóbulo cerebeloso anterior del lóbulo cerebeloso una porción intermedia (rojo claro), y una porción lateral (gris); esta división
posterior (v. b), funcional no se corresponde con los límites anatómicos definidos de los lóbu-
• la fisura posterolateral separa el lóbulo cerebeloso posterior del lóbulo flo- los. Cada una de estas partes proyecta en un núcleo cerebeloso específico (v.
culonodular (v. B). pág. 368).
B Cerebelo en el tronco
del encéfalo
Pedúnculo Lóbulo anterior Visión izquierda. El cerebelo, situado
del cerebro del cerebelo en dirección dorsal al tronco encefálico
a la altura del puente, tiene las mismas
descripciones de localización y dirección
Fisura que el tronco del encéfalo. En la visión la-
prima teral se reconocen solo los hemisferios
y el flóculo del cerebelo, de los tres pe-
dúnculos cerebelosos solo el pedúnculo
cerebeloso medio en su «origen» a
N. trigémino partir del puente. En el ángulo entre el
Fisura puente y el cerebelo, el ángulo pontoce-
Puente
horizontal rebeloso, los nervios craneales VII y VIII
Pedúnculo abandonan el tronco del encéfalo (aquí
cerebeloso Lóbulo no representados, v. Ca, pág. 355). Del
posteriordel VIII nervio craneal (N. vestibulococlear;
superior
cerebelo denominación antigua N. acústico) se
Ángulo originan ocasionalmente tumores (den.
pontocerebeloso neurinomas del acústico), que por su lo-
calización se describen entonces como
Flóculo
tumores del ángulo pontocerebeloso
Oliva Fisura (v.D, pág. 151). Como consecuencia de la
posterolateral lesión del VIII par craneal, en los pacien-
tes afectados se destacan los trastornos
auditivos y alteraciones del equilibrio.
División filogenética División anatómica División funcional según el origen de las aferencias
• Neocerebelo • Porciones laterales del lóbulo cerebeloso posterior • Pontocerebelo (= cerebrocerebelo; realización dirigida de las activida-
des motoras)
367
C Núcleos cerebelosos y áreas a las que se extienden en sus axones (comp. pág. 371)
Núcleo cerebeloso con neuronas eferentes Denominación Región del córtex cerebeloso que proyecta en el núcleo
368
Fibras Célula
en cesta D Córtex cerebeloso
paralelas
El córtex cerebeloso está formado por tres capas,
de externa a interna:
369
Pedúnculo cerebeloso
superior
Pedúnculo cerebeloso
inferior
Tracto espinocerebeloso
anterior
Pedúnculo
cerebeloso medio
N. trigémino
N. vestibulococlear
N. facial
Tracto tegmental
central
Oliva
A Pedúnculos cerebelosos
a Visión izquierda; se han retirado la parte craneal
del cerebelo y las partes laterales del puente. En
esta representación de las fibras se puede ver
de forma especialmente clara el recorrido de las N. troclear
vías cerebelosas. El tamaño de los pedúnculos
cerebelosos, y con él la masa de los axones en-
trantes y salientes, es considerable y un indica- Pedúnculo
dor de las numerosas sinapsis que tienen lugar cerebeloso superior
en el cerebelo (v. pág. 369). El cerebelo necesita N. trigémino
tantas conexiones porque es un órgano cen-
tral para la regulación fina de los movimientos. Pedúnculo
Recibe especialmente aferencias vestibulares cerebeloso medio
y propiceptivas, las procesa y modula núcleos N. vestibulo-
motores de otros segmentos encefálicos y de la coclear Pedúnculo
médula espinal. Las aferencias y eferencias más cerebeloso inferior
importantes del cerebelo están resumidas en B. N. facial
b Visión izquierda. En comparación con a, en esta
imagen se ha seccionado el cerebelo en sus pe- N. intermedio
dúnculos, de forma que se puede ver la superfi-
N. gloso-
cie de corte complementaria de los pedúnculos faríngeo
cerebelosos en el tronco encefálico (comp. Ac,
pág. 366).
370
B Esquema de los pedúnculos cerebelosos con sus vías (comp. pág. 368). Contrariamente al cerebro, la representación corporal en el
Los pedúnculos cerebelosos son atravesados por axones aferentes y eferentes cerebelo es ipsilateral, por lo tanto, las vías del cerebelo hacia la médula espi-
ordenados en vías que se dirigen hacia el cerebelo o que provienen de él. Los nal no cambian de lado, en cambio, las vías que se dirigen del cerebelo hacia el
axones aferentes provienen de la médula espinal y de los órganos vestibulares, cerebro deben cruzarse hacia el lado contrario. Compare con el esquema del
de la oliva inferior y del puente, y los eferentes de los núcleos del cerebelo sistema de vías sensitivas (pág. 445).
Pedúnculo cerebeloso y vías ¿De dónde? En aferencias: tipo de aferencia ¿Hacia dónde?
Pedúnculo cerebeloso superior: contiene sobre todo vías eferentes procedentes de los núcleos cerebelosos; cruce en la decusación del pedúnculo cerebeloso superior
(Wernekinck); después separación en una rama débil y descendente (hacia la médula espinal) y una rama fuerte y ascendente (hacia el mesencéfalo y el diencéfalo)
Porción descendente (eferente) Del núcleo del fastigio y del núcleo globoso Formación reticular (núcleos mediales en la región
del puente y del bulbo raquídeo); allí sinapsis con el
tracto reticuloespinal
Porción ascendente (eferente) Del núcleo dentado (en parte núcleo emboliforme) • Núcleo rojo (mesencéfalo)
• Tálamo (diencéfalo)
Tracto espinocerebeloso anterior (Gowers) Propiocepción inconsciente (órganos tendinosos, husos musculares) Terminan como fibras musgosas en el vermis, por-
(aferente) de la mitad corporal inferior, sinapsis en el asta pos terior de la mé- ción intermedia del lóbulo cerebeloso anterior y
dula espinal, cruce parcial en la médula espinal y después también en úvula del vermis
el puente (debido al doble cruce de nuevo representación ipsilateral)
Fibras pontocerebelosas Del córtex cerebral como: Terminan mayoritariamente como fibras musgosas
del hemisferio cerebelosos contralateral (cere-
• Fibras temporopontinas (fascículo de Türck) y
bro- o pontocerebelo)
• Fibras frontopontinas (fascículo de Arnold);
Tracto espinocerebeloso posterior (Flechsig) Propiocepción (órganos tendinosos, husos musculares) de la pierna Terminan como fibras musgosas en el vermis, en la
(aferente) y de la parte inferior del tronco (corresponde funcionalmente al zona intermedia y en la pirámide
tracto espinocerebeloso anterior)
Fibras cuneocerebelosas (aferentes) Propiocepción (órganos tendinosos, husos musculares) del brazo y Terminan como fibras musgosas en el vermis, en al
de la parte superior del tronco zona intermedia y en la pirámide
Tracto olivocerebeloso (aferente) Oliva inferior, considerada como un núcleo cerebeloso localizado Terminan como fibras trepadoras en la capa molecu-
ventralmente, recibe las aferencias de la médula espinal, del córtex lar del córtex cerebeloso
cerebral y de otros núcleos del sistema motor
Tracto vestibulocerebeloso (aferente) Aferencias primarias y secundarias (sinapsis en los núcleos vestibu- Terminan en el nódulo, flóculo, núcleo del fastigio y
lares) de los conductos semicirculares del oído interno úvula del vermis
Fibras musgosas trigeminocerebelosas Esencialmente impulsos táctiles de la cara Terminan supuestamente en tres segmentos cerebe-
(aferentes) losos distintos
371
a b
Núcleo Núcleos Equilibrio
emboliforme vestibulares Motricidad ocular
A Anatomía funcional simplificada del cerebelo • El núcleo del fastigio y el núcleo vestibular lateral, con el que ha hecho si
(según Klinke y Silbernagl) napsis, influencian la musculatura esquelética y con ella en la ejecución de
Representación bidimensional del cerebelo. En el lado izquierdo pueden ver- mo vimientos a través de los sistemas descendentes mediales; el núcleo
se las informaciones aferentes de la periferia que el cerebelo necesita como embo liforme y los núcleos globosos a través de los sistemas descendentes
órgano de la motricidad voluntaria; la división funcional del cerebelo según laterales (v. pág. 410).
el origen de sus aferencias está clara (vestíbulo-, espino- y pontocerebelo, • El núcleo dentado proyecta en el córtex cerebral e influencia así en la pla-
v.pág.367 y B). Las aferencias no terminan en las fronteras anatómicas visi nifica ción y la programación de movimientos.
bles externamente. Tras el procesamiento de la información aferente, el córtex • Las eferencias provenientes del vestibulocerebelo influyen en el equilibrio
cerebeloso envía impulsos eferentes hacia los núcleos cerebelosos, que repre y la motricidad ocular.
sentan propiamente las eferencias del cerebelo como conjunto (representado
en la derecha): En esta división no se han considerado las entradas visuales.
B Esquema de la división del cerebelo y clasificación Esta división del cerebelo también tiene interés clínico, puesto que las pérdi-
de las pérdidas motoras das funcionales localizadas del cerebelo provocan síntomas típicos.
División filogenética División anatómica División funcional Síntomas por pérdida de función (v. C)
• Paleocerebelo • Lobulo anterior, porciones del vérmix • Espinocerebelo • Ataxia marcada de las piernas
• Lóbulo posterior, partes mediales (control del tono muscular) • Trastornos del habla (déficit en la sinergia
de la musculatura del habla)
• Neocerebelo • Lóbulo posterior, hemisferios • Pontocerebelo • Dis- e hipermetría (fenómeno del rebote
(= cerebrocerebelo; ejecución positivo)
dirigida de las actividades motoras) • Temblor de intención
• Nistagmo
• Hipotonía muscular
372
C Lesiones cerebelosas
Las lesiones del cerebelo pueden permanecer clínicamente ocultas durante
mucho tiempo, puesto que funcionalmente pueden ser fácilmente compensa-
das por otras regiones encefálicas. Constituyen una excepción las lesiones di-
rectas de los núcleos cerebelosos eferentes, que no pueden ser compensadas
clínicamente.
c
Síntomas cerebelosos principales:
Asinergia Imposibilidad de dejar actuar conjuntamente y de forma exac-
ta diferentes grupos musculares, especialmente cuando se
trata de movimientos finos.
Ataxia Acción conjunta desordenada de diferentes secuencias moto-
ras. Diferenciamos la ataxia del tronco (el paciente no puede
permanecer sentado tranquilo y en posición erguida) y ataxia
de la marcha y en bipedestación (trastornos de la motricidad
en las extremidades, por ej. marcha insegura del borracho).
El paciente permanece de pie con las piernas separadas y
apoyándose en la pared (a).
Hipotonía Debilidad muscular de la musculatura ipisilateral, ligera sen-
muscular sación de cansancio (astenia).
Temblor Movimiento involuntario y de oscilación rítmica en los movi-
de intención mientos intencionados, por ej. al intentar tocar la nariz con
los dedos: b Hallazgo normal y c Prueba dedo-nariz cuando
existe una lesión del cerebelo.
d
Fenómeno Se le pide al paciente que mantenga los ojos cerrados y mueva
del rebote el brazo venciendo la resistencia ejercida por el examinador,
v. d. Si el examinador deja el brazo súbitamente se produce un
fuerte rebote del brazo (hipermetría).
373
A. comunicante
superior
Sifón carotídeo
A. cerebral
A Visión general de la irrigación arterial
posterior
del encéfalo
Visión izquierda. Las estructuras encefálicas situa- A. basilar
das en las fosas craneales anterior y media están
vascularizadas por ramas de la A. carótida interna A. carótida interna,
(territorio carotídeo), las estructuras encefálicas porción petrosa
situadas en la fosa craneal posterior son irrigadas Atlas
por ramas de la A. vertebral o de la A. basilar, que
se origina de la unión de las dos Aa. vertebrales Axis
(territorio vertebrobasilar). El territorio carotídeo
y el territorio vertebrobasilar se comunican entre A. carótida interna,
ellos mediante un anillo vascular, el círculo arterial porción cervical
cerebral. Este círculo garantiza en muchos casos
A. carótida
el aporte sanguíneo cuando se produce una dismi- externa
nución de la vascularización en un vaso. En esto se A. tiroidea
puede producir un desplazamiento de la sangre de superior Bifurcación
un lado al otro, o de adelante hacia atrás y vicever- carotídea
sa. Especialmente el pulso de la gruesa A. carótida A. carótida
interna es tan fuerte, que la onda pulsátil puede común A. vertebral
hacer vibrar el cerebro.
Observe: La A. vertebral corre por los forámenes
transversos de las vértebras cervicales C6-1. Si
por procesos patológicos se produce el estrecha-
miento de estos forámenes, la compresión de la A. Arco aórtico A. subclavia
vertebral puede producir un hipoflujo sanguíneo de
los segmentos cerebrales occipitales y del cerebe-
lo (síntoma = mareos).
A. coroidea
anterior
A. cerebral B Los cuatro segmentos anatómicos de la A. carótida interna
media A. cerebral Visión anterior de la A. carótida interna derecha. Desde la bifuración de la arte-
anterior ria carótida hasta su ramificación en las Aa. cerebrales media y anterior, la A. ca-
C1 rótida interna se divide en cuatro segmentos topográficamente diferenciados:
A. comunicante Porción
posterior cerebral
C2 • Porción cervical (especialmente en el espacio laterofaríngeo),
A. oftálmica • Porción petrosa (en el conducto carotídeo de la porción petrosa del temporal),
Sifón
C3 carotídeo • Porción cavernosa (siguiendo su curvatura en forma de S en el seno caver-
H. temporal H. petroso C4 noso) y
Porción • Porción cerebral (en la cisterna quiasmática del espacio subaracnoideo).
cavernosa
C5 Exceptuando la porción cervical de la A. carótida interna, que normalmente no
da ramas propias, casi todos los segmentos dan numerosas ramas vasculares
Porción (no todas representadas aquí, v. pág. 102). Los segmentos intracraneales de la
petrosa A. carótida interna todavía se dividen en cinco segmentos más desde un punto
Arco de vista clínico (C1-5):
cigomático
Apóf. estiloides • C1-2 de la porción cerebral forman el segmento supraclinoideo, situado por
Porción encima de la Apóf. clinoides anterior del ala menor del esfenoides;
cervical • C3-5 de la porción cavernosa forman el segmento infraclinoideo.
Apóf. mastoides
Los segmentos C2-4 pertenecen al sifón carotídeo.
374
A. cerebral
A. basilar media
Foramen A. carótida
magno interna b c d e f g
A. vertebral A. cerebelosa
superior D Variantes del círculo arterial cerebral (Willis)
A. espinal (según Lippert y Pabst)
posterior Aa. pontinas Las comunicaciones vasculares existentes dentro del círculo arterial pueden
presentar importantes diferencias individuales; las hipoplasias de un segmento
A. espinal Confluencia A. cerebelosa
anterior de los senos posteroinferior vascular representadas aquí normalmente son poco considerables para el fun-
cionamiento normal.
C Proyección del círculo arterial cerebral (Willis) sobre el interior
a En un 40% de los casos, el círculo arterial está formado por las arterias
de la base del cráneo
siguientes: A. comunicante anterior, A. cerebral anterior, A. cerebral media,
Visión superior. Las dos Aa. vertebrales entran al interior de la base del cráneo
A.carótida interna, A. comunicante posterior, A. cerebral posterior y A. basilar;
a través del foramen magno y se fusionan encima del clivus formando la A. ba-
b las dos Aa. cerebrales anteriores se originan, respectivamente, de una
silar impar. De ella se originan las dos Aa. cerebrales posteriores (para ver los
A.carótida interna (10% de los casos);
demás vasos que forman normalmente el círculo arterial, v. D).
c la A. comunicante posterior es débil en un lado o no existe (10% de los casos);
Observe: La A. cerebral media es la continuación directa del territorio carotí-
d la A. comunicante posterior es débil en los dos lados o no existe (10% de
deo. Por esto se dan muchas embolias arteriales que se han originado en el
los casos);
corazón izquierdo, en el denominado territorio de la A. cerebral media.
e la A. cerebral posterior se origina unilateralmente de la A. carótida interna
(10% de los casos);
f la A. cerebral posterior se origina bilateralmente de la A. carótida interna
(5% de los casos).
g falta la A. comunicante anterior (1% de los casos).
A. cerebral media
Bifurcación A. vertebral
de la A. carótida
Origen de la A. carótida
A. vertebral común
A. subclavia A. subclavia
Tronco
braquiocefálico Arco aórtico
E Estenosis y oclusiones de las arterias que irrigan el cerebro F Bases anatómicas del síndrome de robo subclavio-coronario
En personas mayores y debido a la presencia de arterioesclerosis, se puede La estenosis representada aquí de la A. subclavia izquierda (círculo rojo) an-
producir la estenosis o incluso la completa oclusión de las arterias que irri- tes de la salida de la A. vertebral provoca la aparición del denominado síndro-
gan el cerebro. Las estenosis suelen estar localizadas en las ramificaciones me de robo subclavio-coronario, cuando de hecho se trata de un robo de la
vasculares; se han señalado las localizaciones más frecuentes. Las estenosis A.vertebral. Al producirse una sobrecarga del brazo izquierdo, por ej. al realizar
aisladas que se desarrollan lentamente pueden ser compensadas por los de- trabajos en el jardín, se puede producir una situación de sobrecarga de la mus-
más vasos. Pero cuando se producen estenosis en diversos puntos simultánea- culatura en la que el brazo izquierdo no obtenga suficiente sangre (el paciente
mente, el círculo arterioso ya no es capaz de compensar el déficit de irrigación. se quejará de debilidad muscular). Por esto la sangre es «robada» del torrente
Se producen trastornos circulatorios en el cerebro (isquemia cerebral de dife- sanguíneo de la A. vertebral, se produce un retorno del flujo de la A. vertebral
rentes grados de gravedad, comp. pág. 392). del lado afectado (flecha), lo que provoca una disminución de la irrigación del
Observe: La lesión se manifiesta en el cerebro, pero la causa reside en los vasos territorio de la A. basilar, que se manifiesta con una sensación de mareo en la
que los irrigan. Puesto que este tipo de estenosis pueden tratarse, el diagnósti- persona afectada. En el brazo derecho sano no aparece síntoma alguno al ser
co tiene consecuencias terapéuticas. sometido a carga.
375
A. frontobasilar
medial
A Arterias de la base del cerebro la A. cerebelosa superior las Aa. cerebelosas anteoinferior y posteroinferior).
Como se puede ver en esta vista, las arterias que irrigan el cerebro ingresan La A. cerebral anterior corre, inmediatamente después de su origen, alrededor
por la base del cráneo al cerebro. A la izquierda se han eliminado el cerebelo y del cuerpo calloso para aportar la sangre para la cara medial del cerebro. En
el lóbulo temporal para mostrar el trayecto de la A. cerebral posterior. la cara inferior del cerebro se reconoce, en esta vista de la porción comuni-
Observe los tres grandes vasos del cerebro: las Aa. cerebrales anterior, media y cante de la A. cerebral anterior, casi solo su rama, la A. frontobasilar medial.
posterior. Las dos primeras son ramas de la A. carótida interna. La última se ori- Observe: Si se rompe el círculo arterial o uno de sus troncos vasculares como
gina en el territorio de las Aa. vertebrales (v. pág. 374 y ss.). De las Aa. vertebrales consecuencia de un defecto vascular parietal (aneurisma, v. B, pág. 391), la san-
también salen ramas hacia la médula espinal y hacia el tronco del encéfalo así gre fluye directamente al espacio subaracnoideo (hemorragia subaracnoidea;
como hacia el cerebelo (A. espinal anterior y Aa. espinales posteriores, así como LCR hemático).
A. cerebral anterior • Porción precomunicante • Segmento A1 = Segmento arterial antes de la A. comunicante anterior
• Porción postcomunicante • Segmento A2 = Segmento arterial después de emitir la A. comunicante anterior
A. cerebral media • Porción esfenoidal • Segmento M1 = 1er segmento de la arteria (porción horizontal)
• Porción insular • Segmento M2 = Segmento arterial en la ínsula
A. cerebral posterior • Porción precomunicante • Segmento P1 = Segmento arterial entre la bifurcación de la A. basilar y la A. comunicante posterior
• Porción postcomunicante • Segmento P2 = Segmento arterial entre la A. comunicante posterior y las Rr. temporales anteriores
• Segmento P3 = A. occipital lateral
• Segmento P4 = A. occipital medial
376
R. frontal
A. pericallosa posteromedial R. cingular
R. frontal Rr. paracentrales
intermediomedial
Rr. precuneales
A. calloso-
marginal E Ramificaciones de las Aa. cerebrales
R. dorsal del
anterior y posterior en la superficie
R. frontal cuerpo calloso
medial del cerebro
antero-
R. parieto- Visión medial del hemisferio derecho tras retirar el
medial
occipital hemisferio cerebral izquierdo y el tronco cerebral.
A. del polo La superficie medial del cerebro está vascularizada
frontal R. parietal por ramas de las Aa. cerebrales anterior y poste-
rior. Mientras que la A. cerebral anterior proviene
A. frontobasal
medial
R. calcarina de la A. carótida interna, la A. cerebral posterior pro-
viene de la A. basilar (rama terminal común de las
Rr. temporales Aa. vertebrales derecha e izquierda) y por lo tanto
A. cerebral anterior posteriores del territorio vertebrobasilar.
A. cerebral posterior
A. occipital
A. occipital Rr. temporales medial,
Rr. temporales lateral, intermedias Segmento P4
anteriores Segmento P3 (Rr. temporales medias
377
a
Claustro
Putamen
Cápsula Hipocampo Globo
interna pálido A. cerebral anterior
Borde de la fisura
interhemisférica A. cerebral media
A. cerebral posterior
Cuerpo
calloso
Septum
pellucidum
Comisura Cuerpo
anterior Ventrículo Acueducto del pineal
Quiasma lateral Tálamo mesencéfalo
óptico III ventrículo
A Territorios de irrigación de las tres grandes arterias cerebrales interhemisférica (rojo o rosa), la A. cerebral posterior irriga el polo occipital y
a Visión lateral del cerebro; b Visión medial del cerebro. La mayor parte de la las partes inferiores del lóbulo temporal (azul). La vascularización de la sus-
superficie lateral es irrigada por la A. cerebral media (verde), sus ramas suben tancia gris y la sustancia blanca localizadas en el centro es compleja (amarillo:
de la profundidad de la ínsula hacia el córtex. Las ramas de la A. cerebral ante- parcialmente a través de la A. coroidea anterior). En la superficie medial del ce-
rior irrigan el polo frontal y las áreas corticales próximas al borde de la fisura rebro dominan las áreas de irrigación de las Aa. cerebrales anterior y posterior.
378
A. cerebral
anterior A. cerebral
anterior
Rr. para los núcleos
talámicos Aa. centrales A. cerebral
Rr. para el globo anterolaterales media
pálido (Aa. lenticuloestriadas)
Aa. centrales A. cerebral media, A. coroidea
posteromediales porción insular (M2) anterior
A. basilar A. cerebral media,
porción esfenoidal (M1) A. cerebral
A. cerebral posterior b posterior
A. coroidea
a anterior
Área
de Broca
Área de
A. cerebral Wernicke Córtex
media visual
A. cerebral
posterior
a b
C Centros funcionales de la superficie cerebral • El centro de Broca y Wernicke (centro motor y sensitivo del lenguaje), por
a Visión lateral del hemisferio cerebral izquierdo, los centros irrigados por ej., por ramas de la A. cerebral media (v. a);
las ramas de la A. cerebral media están marcados en verde. b Visión medial • El córtex visual por ramas de la A. cerebral posterior (v. b).
del hemisferio cerebral derecho; los centros irrigados por las ramas de la A.
cerebral anterior están marcados en rojo; los centros irrigados por las ramas La presencia de determinados trastornos o pérdidas funcionales nos permitirá
de la A. cerebral posterior están marcados en azul. por lo tanto deducir la oclusión de la arteria respectiva. A modo de ejemplo, la
Algunas funciones pueden atribuirse a regiones bien determinadas del cere- afectación del centro del lenguaje nos indica la oclusión de la A. cerebral media,
bro. Estas regiones están irrigadas por las ramas de las tres grandes arterias la hemianopsia, la oclusión de la A. cerebral posterior, y la parálisis marcada
cerebrales: de las piernas con trastornos de la sensibilidad nos indica la oclusión de la A.
cerebral anterior (comp. pág. 393).
• El córtex sensomotor, por ej., por ramas de la A. cerebral media (giros pre- y
postcentral, v. a) y por ramas de la A. cerebral anterior (el borde de la fisura
interhemisférica del córtex sensomotor, v. b);
379
A. cerebelosa A. cerebral
superior posterior
N. trigémino A. cerebelosa
anteroinferior
N. abducens
A. laberíntica
A. vertebral
A. espinal anterior
A. cerebelosa
posteroinferior
A. cerebral
posterior
A. cerebelosa
superior
A Arterias del tronco del encéfalo
N. oculomotor
y del cerebelo
a Visión basal; b Visión izquierda. El tronco ence-
fálico y el cerebelo están vascularizados por la A. Rr. laterales
basilar y por las Aa. cerebelosas (v. abajo). Puesto
que la A. basilar se forma de la fusión de las dos Aa. Aa. pontinas
vertebrales, también se habla de un territorio ver- N. trigémino
tebrobasilar. Los vasos que irrigan el tronco del
encéfalo (mesencéfalo, puente y prolongación A. basilar
del bulbo raquídeo) se originan o bien directamen-
te de la A. basilar (por ej. las Aa. pontinas) y de las A. laberíntica
Aa. vertebrales o bien de sus ramas. Según la loca- A. cerebelosa
lización de sus puntos de entrada y sus territorios anteroinferior
de irrigación, distinguimos entre ramas mediales,
mediolaterales y laterales (Rr. paramedianas, Rr. N. abducens A. vertebral
circunferenciales cortas y largas). Una disminu-
A. cerebelosa A. espinal
ción en la perfusión de estas ramas vasculares b posteroinferior anterior
o su oclusión producen trastornos circulatorios
permanentes o transitorios (síndrome del tronco
del encéfalo) y pueden presentar una sintomato- • La A. cerebelosa posteroinferior, la rama más Observe la A. laberítica (comp. D, pág. 157) que
logía muy variada debido a los numerosos núcleos grande de la A. vertebral. En lenguaje clínico, irriga el oído interno, que en la mayoría de casos
y sistemas de vías existentes en el tronco del en- esta arteria se denomina PICA (= posterior in- (también en el representado) se origina de la A. ce-
céfalo. La médula espinal, prolongación del tronco ferior cerebellar artery); rebelosa anteroinferior. También puede originarse
encefálico, está vascularizada entre otras por la • A. cerebelosa anteroinferior (AICA), la primera directamente de la A. basilar. Los trastornos circu-
espinal anterior (v. b), originada de la A. vertebral rama más grande de la A. basilar; latorios de la A. laberíntica provocan una pérdida
(v. pág. 414). El cerebelo está irrigado por tres • A. cerebelosa superior (SCA), la última rama de audición aguda (sordera aguda) frecuentemen-
grandes arterias: grande de la A. basilar antes de su bifurcación en te acompañada de la audición de ruidos (tinitus)
las Aa. cerebrales posteriores. (comp. D, pág. 151).
380
A. cerebelosa
B Territorios de irrigación de las arterias en la región del tronco superior
del encéfalo y del cerebelo en un corte sagital y medio
(según Bähr y Frotscher)
Todos los segmentos encefálicos que presentamos están localizados en el te- A. basilar
rritorio de irrigación vertebrobasilar. Los cortes transversales que presenta-
mos a continuación están organizados de caudal a craneal, correspondiendo al
orden del flujo sanguíneo en el territorio vertebrobasilar.
A. espinal anterior
y Rr. paramedianas
de la A. vertebral
A. basilar, Pedúnculo
Rr. circunfe- cerebeloso
renciales medio
largas
AA. basilar,
Rr. circunfe- D Territorios de irrigación de las arterias
renciales en la región del puente en un corte
cortas transversal
A. basilar, N. trigémino La irrigación del puente está a cargo de las ramas
Rr. pontinas con cortas y largas de la A. basilar.
Rr. paramedianas
Plexo coroideo
IV ventrículo A. cerebelosa
posteroinferior
E Territorios de irrigación de las arterias
en la región del bulbo raquídeo en un
N. vago corte transversal
La vascularización de la región del bulbo raquídeo
A. cerebelosa está a cargo de las ramas de la A. espinal anterior,
anteroinferior
A. espinal anterior de la A. cerebelosa posteroinferior (ambas pro-
Oliva y Rr. paramedianos cedentes de la A. vertebral) y de la A. cerebelosa
de la A. vertebral anteroinferior (primera gran rama de la A. basilar).
Vía piramidal N. hipogloso
381
B Estructura de un seno en el ejemplo del seno sagital superior encefálicas superficiales (Vv. cerebrales superiores, Vv. pontinas, v. pág. 306 y
Corte transversal en una visión occipital (corte de A). La pared del seno está 308) y por el otro las Vv. diploicas de los huesos craneales colindantes. Además,
compuesta de endotelio y de tejido conectivo dural denso de colágeno, que en el seno desembocan también las Vv. emisarias, que son venas avalvulares
presenta una lámina perióstica y una lámina meníngea. Entre las dos láminas que comunican los senos, entre ellos, las Vv. diploicas y las venas extracranea-
está la luz del seno. les del cuero cabelludo.
Observe las lagunas laterales, en las que desembocan esencialmente las gra-
nulaciones aracnoideas. En el seno mismo desembocan por un lado las venas
382
V. oftálmica
superior
Seno
Seno esfenoparietal
intercavernoso
anterior Seno
cavernoso
Plexo venoso
del foramen oval Seno
petroescamoso
Seno
intercavernoso V. meníngea
posterior media
Plexo Seno
basilar petroso
superior
Seno
petroso Foramen
inferior yugular
Seno Seno
marginal sigmoideo
V. cerebral
magna
Tienda Seno
del cerebelo transverso
C Senos de la duramadre en la base del cráneo rodeando a la silla turca, estando unidas su parte anterior y posterior por un
Corte horizontal a la altura de la tienda del cerebelo en una visión craneal (se seno intercavernoso anterior y posterior respectivamente. Hacia dorsal, es de-
ha retirado el cerebro y se ha abierto el techo de la órbita y la tienda del cere- cir, sobre el clivus, continúa el plexo basilar, por el que también circula una
belo del lado derecho). El seno cavernoso tiene forma de anillo y está situado parte de la sangre procedente del seno cavernoso.
383
Seno sagital
Seno sagital superior V. anastomótica
inferior superior
V. cerebral media
V. basal profunda
A Vascularización del seno de la duramadre
V. cerebral V. cerebral
por las Vv. cerebrales interna anterior
(según Rauber/ Kopsch)
Visión derecha. La sangre recolectada en la pro- V. cerebral
fundidad del tejido cerebral es drenada hacia el magna V. cerebral media
seno de la duramadre tanto por las venas cere- superficial
brales superficiales como por las venas profundas Seno recto Seno intercavernoso
(v.pág.386). La flechas rojas de la imagen muestran anterior
la dirección del flujo sanguíneo preferente en los Confluencia
senos grandes. Debido a las numerosas anastomo- de los senos Seno
cavernoso
sis existentes, se puede dar el caso de oclusiones Seno petroso
aisladas o incluso completas de un segmento en el V. anastomótica
inferior
seno que permanezcan clínicamente asintomáticas. inferiorr
Seno Bulbo superior
transverso de la v. yugular
V. emisaria
parietal Seno sagital
inferior
Seno sagital
superior V. basal
V. occipital V. oftálmica
inferior
Confluencia de los senos
Seno cavernoso
V. auricular posterior
Plexo venoso
del foramen oval
Seno sigmoideo
Plexo pterigoideo
V. emisaria mastoidea
Seno petroso
V. emisaria condílea inferior
V. facial
V. vertebral V. yugular externa V. yugular interna
B Vías de drenaje adicionales de los senos de la duramadre de los vasos (trombosis venosa de los senos). Entre las vías de drenaje acceso-
Visión derecha. Además del drenaje principal en las dos Vv. yugulares internas, rias más importantes cuentan:
existen muchas más vías de drenaje. Las uniones entre los senos de la dura-
madre y las venas extracraneales controlan la compensación de la presión y la • Vv. emisarias (hacia las Vv. diploicas y las venas superficiales de la cabeza),
regulación de la temperatura. Clínicamente, estas anastomosis son interesan- v. C,
tes, puesto que en ellas se puede producir un retorno del flujo venoso (¡no hay • V. oftálmica superior (V. angular, V. facial),
válvulas venosas!). En este caso se produce un flujo de retorno venoso de las • Plexo venoso del foramen oval (plexo pterigoideo, V. retromandibular) y
venas extracraneales hacia los senos de la duramadre. De esta forma puede • Seno marginal y plexo basilar (plexos venosos vertebrales interno y ex-
ocurrir, por ej., que una infección en los senos acabe provocando una oclusión terno), v. C.
384
Sutura Foramen
sagital parietal
V. emisaria
parietal
Seno
sagital
superior
Sutura
lambdoidea Confluencia
de los senos
Sutura Seno
parieto- transverso
mastoidea
Protuberancia
Foramen occipital
occipital externa
V. emisaria Seno
occipital sigmoideo
V. emisaria
Foramen mastoidea
mastoideo
Conducto condíleo
Plexo venoso
en el foramen magno V. emisaria
(Seno marginal) condílea
C Venas emisarias en la zona occipital Vv.emisarias tienen por lo tanto importancia clínica, puesto que se puede pro-
Las emisarias forman una comunicación directa entre los senos venosos de ducir el paso de bacterias por estas venas desde el cuero cabelludo hacia el
la duramadre y las venas extracraneales. Discurren a través de las aperturas interior, penetrando en la duramadre y causando una meningitis purulenta.
craneales preformadas como el foramen parietal y el foramen mastoideo. Las
385
Puesto que las venas del cerebro no discurren paralelas a las arterias, los terri- Mientras que las venas superficiales conducen la sangre directamente desde
torios vasculares arteriales y venosos también son diferentes. Mientras que las el córtex cerebral (Vv. corticales) y desde la sustancia blanca (Vv. medulares)
arterias encefálicas entran exclusivamente en el cerebro por la base del encé- hacia el seno de la duramadre, la sangre procedente de las partes profundas
falo, la sangre venosa es drenada desde toda la suaperficie encefálica, incluida de la zona medular, de la región de los ganglios basales y del cuerpo calloso,
la base así como desde el interior del cerebro. Se distinguen básicamente dos así como la que procede del mesencéfalo, es drenada primero a la V. cerebral
grupos o dos regiones de drenaje venoso, en función de su localización y de los magna a través de las venas profundas y continúa después hacia el seno recto.
segmentos encefálicos que drenan: un grupo superficial (Vv. superficiales del Ambas zonas de drenaje están comunicadas por numerosas anastomosis intra-
cerebro) y un grupo profundo (Vv. profundas del cerebro). cerebrales (v. D).
Vv. cerebrales
superiores
V. anastomótica
superior
Seno
V. cerebral media sagital
superficial superior
V. anasto-
a mótica
inferior
Plexo coroideo
del tercer ventrículo
Seno sagital
superior
V. cerebral magna
V. occipital
interna
A Venas superficiales del cerebro bramos las más importantes. Justo antes de su desembocadura en el seno de
Visión lateral izquierda (a) y medial (b) la duramadre, las venas abandonan el espacio subaracnoideo y se extienden
a y b Las venas superficiales del cerebro drenan la sangre procedente de subduralmente durante un tramo corto, es decir, entre la duramadre y la arac-
las cortas Vv. corticales y de las largas Vv. medulares (v. D) de la sustancia noides. Este corto segmento venoso es denominado vena del puente. No debe
blanca en el seno de la duramadre. Para ver la delimitación de los territorios confundirse con las venas que drenan la sangre del puente. Las venas del puen-
de drenaje de las venas profundas del cerebro, v. C, pág. 389. Su recorrido es te tienen mucha importancia clínica puesto que pueden romperse al sufrir un
extraordinariamente variable; en el espacio subaracnoideo no se orientan ni traumatismo craneoencefálico y provocar una hemorragia (denominado hema-
en las arterias ni en los giros, ni en los surcos. Por esto, aquí solamente nom- toma subdural, v. pág. 390).
386
387
Vermis
del cerebelo
V. cerebelosa inferior
(lateral)
B Venas del cerebelo cerebelosos (V. precentral, Vv. superior e inferior del vermis) y las partes me-
Visión dorsal. Las venas cerebelosas discurren, al igual que las demás venas diales del las Vv. cerebelosas superiores e inferiores. El grupo lateral (V. petro-
encefálicas, independientemente de las arterias cerebelosas. Los troncos más sa y las partes laterales de las Vv. cerebelosas superiores e inferiores) drena la
grandes atraviesan giros y surcos, principalmente en dirección sagital. Topográ- mayor parte de los dos hemisferios cerebelosos. Todas las venas cerebelosas
ficamente se puede diferenciar una grupo lateral y un grupo medial. El grupo presentan anastomosis entre ellas, y sus vías de drenaje se encuentran situa-
medial drena el vermis del cerebelo y las partes limítrofes de los hemisferios das exclusivamente por debajo de la tienda del cerebelo.
388
Anastomosis
anteromedial Vv. inter-
pedunculares
Anastomosis
anterolateral V. ponto-
mesencefálica
N. trigémino
V. superior
del vermis
V. pontina
V. basal anteromedial Vv. cerebelosas
superiores
C Territorio de drenaje de las venas cere- Vv. pontinas
brales profundas en un corte frontal V. pontina
transversas
En cada hemisferio se pueden reconocer tres gran- anterolateral
des segmentos venosos de craneal a caudal:
• V. talamoestriada,
• V. cerebral interna y Vv. bulbares
• V. basal. transversas
389
A Hemorragias extracerebrales
En las hemorragias extracerebrales se produce una hemorragia entre la calota
Calota
craneal y el cerebro. Puesto que la calota es una estructura dura que no cede,
el hematoma que se forma presiona la estructura blanda del cerebro. Depen- Rotura de la
diendo del tipo de hemorragia que sea (venosa/arterial), provoca la ocupación A. meníngea media
más o menos rápida del espacio con un aumento de la presión intracraneal, Fractura Aracnoides
de forma que se pueden dañar no solamente el tejido cerebral del foco de la
hemorragia, sino también otras áreas cerebrales alejadas de él. Si tomamos la Duramadre
duramadre craneal como punto de referencia, podemos distinguir diferentes Hematoma
tipos de hematoma intracraneal: epidural
390
Cuerpo Núcleo
calloso Tálamo caudado
Cápsula interna
Putamen
Hemorragia masiva
en el ámbito Claustro
de los núcleos basales
Aa. lenticuloestriadas
Globo
pálido
A. cerebral
media
C Hemorragias intracerebrales cerebro. A diferencia del tejido cerebral irreversiblemente extinguido en la zona
Corte frontal a la altura de los cuerpos mamilares. A diferencia de las hemo- de necrosis, el tejido isquémico de la penumbra se puede volver a recuperar
rragias intracraneales, pero extracerebrales (v. A), en las hemorragias intrace- eventualmente. Las llamadas arterias del ictus, las Aa. centrales anterolaterales
rebrales se produce un derramamiento de sangre en la sustancia del cerebro. (Aa. lenticuloestriadas) a nivel de la cápsula interna, son las más frecuentemen-
Puesto que la estructura blanda del cerebro opone poca resistencia, esto puede te afectadas por una rotura vascular. Como la vía piramidal corre por la cápsula
resultar en un sagrado masivo que, a diferencia de la hemorragia extracerebral, interna (v.E, pág. 335), por debajo de la lesión se produce entre otras cosas
no se puede frenar mediante una intervención quirúrgica. La causa generalmen- la pérdida de la vía piramidal. Esto se reconoce clínicamente por la parálisis
te es una ruptura de los vasos causada por una presión sanguínea demasiado espástica de las extremidades del lado opuesto de la lesión (decusación de la
alta. La hemorragia conduce a un infarto cerebral con una zona de necrosis cen- vía piramidal por debajo de la lesión). Además de los sangrados masivos, tam-
tral (rojo oscuro) y una zona marginal clara. Esta zona marginal se denomina bién pueden aparecer pequeños sangrados a nivel de las tres grandes arterias
penumbra (del latín «media sombra») y en la RMN se la puede delimitar bien cerebrales, que a menudo presentan síntomas característicos (los llamados
de la zona de necrosis central. En la penumbra hay una falta relativa de oxígeno. pequeños infartos).
Por lo tanto, inicialmente hay una falla funcional completa del área afectada del
391
Cápsula interna
Tálamo
Ganglios basales
Estenosis vasal
intracraneal
A. cerebral
anterior
A. cerebral
media
Trombos
(embolias
arterioarteriales) A. carótida
interna
Estenosis carotídea
total (trastorno
Alteración hemodinámico)
ateromatosa en la
bifurcación carotídea Bifurcación carotídea
A. carótida
común
Arco aórtico
Material trombótico
en el arco aórtico
Material trombótico
en el atrio izquierdo
Trombos
(embolias cardíacas)
A Causas más frecuentes de los trastornos circulatorios cerebrales arteriales del territorio carotídeo se producen frecuentemente como conse-
(según Mumenthaler) cuencia de una oclusión embólica o trombótica local. El origen de la mayoría de
Los trastornos circulatorios del cerebro (isquemias cerebrales) y las interrup- embolias se encuentra en las modificaciones ateromatosas de la bifurcación
ciones del aporte de oxígeno que estas conllevan son la causa más frecuente de carotídea (embolias arterioarteriales) o la presencia de material trombótico
las pérdidas neurológicas centrales. La complicación más grave es la apoplejía procedente del atrio izquierdo (embolias cardíacas). Los trombos sanguíneos
(infarto): el 85% de todos las apoplejías son causadas por isquemias cerebra- que se desprenden del corazón, formados por ej. como consecuencia de una
les (son las denominadas apoplejías isquémicas) siendo de 4 a 5 veces más patología valvular o por fibrilación atrial en la existencia de trastornos del rit-
frecuentes que las apoplejías hemorrágicas. En los países industrializados de mo cardíaco, pueden ser transportados con el torrente sanguíneo en forma
occidente, las apoplejías ya ocupan el tercer lugar entre las causas de muerte de émbolos hacia el cerebro, y provocar allí la oclusión de una de las arterias
(en Alemania se producen unas 200.000 apolejías anuales). Las isquemias cere- que irrigan el cerebro (será el denominado infarto territorial). La lesión más
brales se producen por la interrupción mantenida de la circulación sanguínea y frecuente en este contexto es el infarto del territorio de la A. cerebral media,
afectan en un 90% al territorio de la A. carótida interna. Las estasis retrógradas que afecta a la totalidad del territorio de vascularización de esta arteria (conti-
(v. B) producidas por la interrupción del flujo venoso de retorno (trombosis nuación directa de la A. carótida interna).
de las venas cerebrales) son mucho más raras. Los trastornos circulatorios
392
Derecha Izquierda
a b c
B Trombosis de las venas cerebrales en un corte frontal izquierda: trombosis e infarto en la zona de influencia de las Vv. cere-
Visión frontal. De forma análoga a las arterias cerebrales, las venas cerebrales brales superiores dorsales (síntoma: hemiparesia contralateral; si se ha
también tienen unos territorios de drenaje determinados (v. págs. 386 y 388). afectado el hemisferio dominante para el centro motor del habla: afasia
Además de los trastornos circulatorios arteriales, mucho más frecuentes, los motora).
infartos isquémicos también pueden ser provocados por trastornos del drena- b De una trombosis de las Vv. cerebrales inferiores derechas resulta un infar-
je venoso. Si se produce una oclusión trombótica, aumenta el flujo sanguíneo y to en el lóbulo temporal derecho (síntomas: afasia sensitiva, hemianopsia
con él la presión venosa en la región de procedencia del vaso venoso obstrui- contralateral).
do. Esto provoca una disminución del gradiente de presión de los capilares y c Si se produce una trombosis bilateral de las Vv. internas del cerebro, tiene
un aumento de la transfusión de líquido de los capilares sanguíneos al tejido lugar un infarto simétrico en la región talámica y de los ganglios del tronco
cerebral (edema). Se produce simultáneamente una disminución del flujo de del encéfalo. Se producen desde trastornos de la conciencia súbitos hasta
irrigación arterial hacia la zona afectada y con él una disminución del aporte de el coma.
oxígeno. La oclusión de cada una de las venas cerebrales (por la existencia por
ej. de una trombosis) provoca infartos en puntos determinados: Puesto que los senos venosos tienen extensas anastomosis (v. pág. 384),
la oclusión delimitada de un segmento venoso, en contraposición a la de
a Derecha: trombosis e infarto en el territorio de influencia de las Vv. cere- las venas que acabamos de nombrar, suele producir síntomas clínicos poco
brales superiores mediales (síntoma: paresia de la pierna contralateral); marcados.
Región vascular Síntomas neurológicos C Síntomas guía ante los trastornos circulatorios de una de las
tres grandes ramas de las arterias cerebrales (según Masuhr y
A. cerebral Hemiparesia (senso) motora Trastornos vesicales Neumann)
anterior en las piernas centrales Cuando una de las tres grandes arterias cerebrales (Aa. cerebrales anterior,
media y posterior) está afectada por una obstrucción, se producen una serie
de pérdidas funcionales bien definidas en las áreas por ellas vascularizadas,
debido a la disminución del aporte de oxígeno (v. pág. 378). La lesión de una de
estas tres grandes ramas presenta unos patrones lesionales típicos:
393
Somato- Somato-
Placa del techo Placa del techo motilidad sensibilidad Regulación
Placa alar de los órganos
Sustancia blanca
Placa alar Zona
intermedia Asta posterior
Zona
intermedia Sustancia blanca Asta lateral
Placa basal Placa basal Asta anterior
A Desarrollo embrionario de la médula espinal tas forman la sustancia gris. Así estas regiones se agrandan y estrechan
Corte transversal por el tubo neural a la altura de lo que será la médula espinal; la luz central cada vez más hasta formar el den. conducto central, funcional-
Visión craneal. mente espacio interno de circulación del líquido cefalorraquídeo (c), que
a Tubo neural temprano; b Estadio temprano; c Médula espinal del adulto. en parte puede estar obliterado. En la médula espinal madura se habla de
El desarrollo de la médula espinal ya está representado en la p. 273. Como casi astas anteriores, laterales y posteriores.
en ningún otro segmento del SNC, el conocimiento del desarrollo embrionario
• Los axones originados de las neuronas o los axones que se aproximan a
de la médula espinal permite comprender su estructura y función en el or- estas desde otras neuronas, forman la sustancia blanca, que topográ-
ganismo maduro. Es por esto que en este lugar se vuelve a repetir y ampliar ficamente se divide en tres cordones y funcionalmente en numerosas vías
brevemente su desarrollo. (v.pág. 396). La sustancia blanca rodea por fuera a la sustancia gris.
• La médula espinal, como segmento del SNC, se desarrolla a partir del tubo Morfológicamente la sustancia gris de la médula espinal, rodeada por todos
neural. Un corte transversal a través del tubo neural temprano (a) muestra lados por la sustancia blanca, representa así finalmente un núcleo o un grupo
una luz central rellena de líquido ( en el SNC maduro el líquido cefalorraquí- de núcleos. A las tres astas se les pueden atribuir a grandes rasgos las siguien-
deo), rodeado por las den. «placas»: tes funciones principales de sus neuronas: asta anterior: somatomotricidad;
– las placas del suelo y del techo (impares) y asta posterior: somatosensibilidad; asta lateral: regulación vegetativa de los
– las placas basal y alar (pares). órganos.
Las placas basal y alar presentan entre sí una zona intermedia. En las placas
basal y alar, y en la zona intermedia se desarrollan numerosas neuronas. Es-
394
CI T8 T6 T4 T2
C1
2 L2 L1 T7 T5 T3 T1 C2
CII L3
3
4 CIII S1
C3
5 S2
CIV
6 S3
7 CV C4
S4
8 CVI
T1 S5 C5
CVII
2
TI T 11 T9
3
T II L4 T 12 T 10 C6
4
L5
T III
5 T1
T IV
6
TV
7
T VI C7
8
T VII C8
9
T VIII
10
T IX
11
12 TX
L1
2 T XI
3
4 T XII
5
S1 D Esquema simplificado de la inervación sensibilidad que aparecen en un dermatoma nos
2 LI segmentaria de la piel (según Mumenthaler) pueden ayudar a determinar el nivel de la lesión en
3 Distribución de los dermatomas en el cuerpo. la médula espinal. Si por ej. está afectada la raíz de
4 LII La distribución de la inervación cutánea sensi- C8, se produce una pérdida de sensibilidad en el
5 tiva se corresponde con las raíces sensitivas de lado cubital de la mano y en el dedo meñique.
los nervios espinales de la imagen anterior: cada Observe: C1 no tiene dermatoma, puesto que falta
LIII segmento medular (excepto C1, v. abajo), inerva la raíz posterior. Las fibras propioceptivas de los
sensitivamente un área de piel (dermatoma). El músculos cortos de la nuca, en el N. suboccipital,
conocimiento exacto de estos dermatomas en corren a través del plexo cervical dorsal hacia la
LIV relación con los segmentos medulares tiene gran raíz posterior de C2.
importancia clínica, puesto que los trastornos de
LV
Segmento medular Cuerpo vertebral Apófisis espinosa
SI C8 Borde inferior C VI/Borde superior C VII C VI
SII
SIII T6 TV T IV
SIV T12 TX T IX
SV
L5 T XI TX
S1 T XII T XII
a b
C Correspondencia de los segmentos (con la salida de su nervio espinal) se escapan en lorraquídeo (v. C, E, pág. 419). Algunos segmentos
medulares con la columna vertebral su crecimiento de la médula espinal: las raíces an- están resumidos en b para su orientación.
en el adulto teriores y posteriores, que tienen que dejar atrás Observe: El N. espinal C1 sale entre el H. occipital
a Corte sagital y medio de la columna vertebral, un camino comparativamente más largo desde su y la primera vértebra cervical (atlas), el N. espi-
visión derecha; b Segmentos de la médula espinal. segmento medular hasta su foramen interverte- nal C8 entre la 7ª vértebra cervical y la 1ª vértebra
Un segmento de la médula espinal se denomina bral, corren formando la den. cola de caballo por torácica. Por esta razón hay 7 vértebras cervicales
según el foramen intervertebral por el que sale el conducto vertebral hacia caudal. El segmento pero 8 Nn. espinales cervicales (y 8 segmentos me-
«su» nervio espinal. En el embrión los segmentos medular más inferior (coccígeo 1) está ubicado to- dulares cervicales). Los nervios espinales después
medulares, el foramen vertebral y el nervio espi- pográficamente a la altura del cuerpo vertebral L1. de T1 salen todos por debajo de «su» vértebra. Las
nal están situados todavía casi a la misma altura. El conocimiento de estas relaciones topográficas lesiones por debajo de la vértebra L1 por lo tanto
Como la columna vertebral crece en longitud con es importante, cuando se quiere punzar el espacio no conducen más a la lesión de la médula espinal
más fuerza que la médula espinal, las vértebras in- de líquido cefalorraquídeo que está alrededor de la misma, sino que afectan las raíces anterior y poste-
feriores y con estas los forámenes intervertebrales médula espinal para la obtención de líquido cefa- rior (síndrome de la cola de caballo).
395
Columna
posterior Cordón
posterior
Columna
lateral
Cordón
Columna lateral
anterior
Cordón
anterior
a b
Fascículo septomarginal
Fascículo interfascicular (sólo en la médula torácica)
(sólo en la médula cevical) Triángulo de Philippe-Gombault
(sólo en la médula sacra)
Fascículo longitudinal
de la columna posterior
Fascículo propio
lateral
Fascículo
surcomarginal
A Sustancia gris y sustancia blanca de la médula espinal b Vías que atraviesan la médula espinal –dado el caso después de hacer sinap-
Representación tridimensional de la médula espinal. Visión oblicua izquierda, sis en la médula espinal– y que están conectadas con otro segmento del SNC.
anterior y superior. Esto es el aparato exteroceptor de la médula espinal. Está organizado en tres
a Sustancia gris; b Sustancia blanca: cordones; c Sustancia blanca: fascículos. cordones: anterior, lateral y posterior.
La típica representación de los cortes de la médula espinal da una falsa impre- c Vías que conectan las neuronas de las columnas dentro de la médula espinal
sión del ordenamiento funcional de las neuronas en columnas (v. A, pág. 398). y que sirven para las sinapsis internas de la médula espinal (den. aparato
Por eso la representación de la sustancia gris en tres columnas (a), columna propio). Los axones de estas vías provienen de las interneuronas, que están
anterior, lateral y posterior, cuyo corte muestra el asta respectiva, es más que situadas en la sustancia gris. El aparato propio está organizado en fascículos
solo una faceta topográfica: es determinante para la comprensión del funcio- (fascículos propios) y está situado típicamente en estrecha proximidad a la
namiento muscular a través de las columnas por un lado (v. pág. 398) y para el sustancia gris. Los fascículos también pueden tener un trayecto horizontal y
conocimiento de la función de los fascículos (v. c) por otro lado. En referencia comunicar las neuronas dentro de un mismo plano entre sí (aquí no repre-
a la definición de un segmento (v. B, pág. 394) la columna anterior es el sitio sentado).
en donde están ubicadas todas las neuronas motoras, que en conjunto forman
una raíz anterior. La columna lateral y la columna posterior contienen neuro- En ambos aparatos las vías pueden ser ascendentes o descendentes. Las
nas vegetativas y sensitivas respectivamente, como ya se mencionó en las astas vías ascendentes del aparato exteroceptor son sensitivas y las descendentes
correspondientes en A, pág. 394. La sustancia blanca contiene vías. Estas se motoras.
dividen según su destino básicamente en:
396
Cordón posterior
Bulbo
raquídeo Fascículo Fascículo Surco medio
cuneiforme grácil posterior
Atlas
Tracto
postero lateral
b Médula cervical
Cordón Tracto
posterior posterolateral
Asta posterior
Cordón
lateral Asta lateral
Asta anterior
Cordón
c anterior Médula torácica
Tracto
posterolateral
Vértice del asta
posterior
Intumescencia
lumbar Sustancia gelatinosa
Formación reticular
Cono espinal
medular
Núcleo
dorsolateral
d Médula lumbar
Cordón Sustancia
lateral gelatinosa
Conducto central
Asta anterior
Cordón
anterior Médula sacra
Fisura media
a e anterior
B Situación de la médula espinal en el saco dural Este aumento de tamaño es el resultado de la gran cantidad de neuronas res-
a Visión ventral; se han abierto los cuerpos vertebrales para poder visualizar la ponsables de la inervación sensitiva y motora de la musculatura de las extre-
parte ventral de la médula espinal. Los cortes transversales (b-e) representan midades. En el asta lateral se asienta la neurona simpática, de modo que esta
los segmentos topográficamente más importantes de la columna vertebral; a solamente se encuentra en la parte inferior de la médula cervical, en la médula
la izquierda del esquema según la coloración para las vainas de mielina, a la torácica y en la parte superior de la médula lumbar. El grosor de la sustancia
derecha según la representación del cuerpo neuronal. blanca aumenta el caudal a craneal, puesto que en los segmentos caudales dis-
Observe: En las regiones medulares que inervan las extremidades (= intu- curren tan solo las vías para la parte inferior del tronco y para los miembros
mescencia cervical e intumescencia lumbosacra) aumenta el tamaño de la inferiores, mientras que en la médula cervical se encuentran además las vías
sustancia gris. de los miembros superiores.
397
Neuronas
de la musculatura flexora
Núcleo retro-
posterolateral
Núcleo
posterolateral
Núcleo
anterolateral
398
Sustancia Sustancia
gelatinosa gelatinosa
Vértice del asta Vértice del asta
posterior Cabeza del asta posterior Cabeza del asta
posterior posterior
Núcleo inter-
mediolateral Núcleo Núcleo inter- Núcleo
propio mediolateral propio
Núcleo
retroposte- Núcleo torácico Núcleo Núcleo torácico
rolateral posterior retropos- posterior
terolateral
Núcleo Núcleo intermedio Núcleo intermedio
postero- medial Núcleo medial
lateral posterolateral
Núcleo Núcleo
Núcleo posteromedial Núcleo posteromedial
anterolateral lumbosacro
C División de la sustancia gris en grupos celulares mente más grande que el asta posterior, en la que se localizan esencialmente
a Médula cervical; b Médula lumbar. las neuronas de proyección de las vías ascendentes. Dado que la localización
Clásicamente se han agrupado las neuronas de la sustancia gris de la médula de los grupos de núcleos es variable en los diferentes segmentos, se han re-
espinal en grupos celulares, en base a su forma y a su localización. Si no tene- presentado la médula cervical y la médula lumbar. Algunas columnas de células
mos en cuenta las neuronas encargadas del procesamiento de la información son específicas para un segmento, como por ej. el núcleo del N. frénico, que
local, podemos afirmar que en el asta anterior se encuentran esencialmente solamente existe en la médula cervical.
las motoneuronas somatoeferentes. Esto hace que el asta anterior sea clara-
I I I
II II II
III III III
IV IV IV
V/VI X V X V X
D División de los grupos de núcleos en capas, según Rexed formación de capas es especialmente marcada en el asta posterior, en el asta
a Médula cervical; b Médula torácica; c Médula lumbar. anterior, la ordenación de las láminas es similar a la de los grupos de núcleos
Debido a la compleja organización del SNC, existen diversas posibilidades de (v. C). El punto donde terminan los axones sensitivos de los ganglios espinales
división de la sustancia gris. Además de la clasificación de la sustancia gris se conoce como lámina de Rexed, la imagen presentada puede servir como
en núcleos que acabamos de exponer, también existe una división citoarqui- referencia.
tectónica de esta sustancia, en capas (= láminas I-X) definida por Rexed. La
Células radiculares • Interneuronas: neuronas distribuidas por toda la sustancia gris cuyos axones no aban-
Neuronas cuyos axones salen de la raíz anterior. Diferenciamos entre: donan la sustancia gris. Diferenciamos entre:
• Células radiculares somatomotoras (se extienden hacia la musculatura esquelética; – Células intercalares: neuronas cuyos axones terminan en el mismo segmento del
motoneuronas a y g) mismo lado (v., por ej., C, pág. 401)
• Células radiculares visceromotoras (se extienden hacia las vísceras) – Células comisurales: neuronas cuyos axones se extienden hacia la comisura blanca
contralateral (v., por ej., C, pág. 401)
Células internas – Células de asociación: neuronas cuyos axones colaterales unen distintos segmentos
Neuronas cuyos axones no abandonan el SNC. Distinguimos entre: de un mismo lado: aparato de correlación intersegmentario (v., por ej., C, pág. 401)
• Células cordonales (neuronas de proyección): células internas en la columna posterior – Células de Renshaw: neuronas que son estimuladas a través de los axones colate-
cuyos axones abandonan la sustancia gris para entrar en la sustacia blanca como vías rales de la motoneurona a excitadora. Como consecuencia de esta estimulación
ascendentes (= cordones) que llegan hacia centros superiores. Forman la 2ª neurona liberan un transmisor inhibidor, que actúa a su vez sobre la motoneurona a estimu-
sensitiva, la 1ª se encuentra situada en el ganglio espinal (v., por ej., pág. 403). Puesto ladora: de aquí el término de inhibición recurrente (v., por ej., D, pág. 401)
que sus axones terminan en centros superiores, también son denominadas neuronas de
proyección (lo mismo ocurre con las neuronas de proyección descendentes)
399
Pericarion
pseudounipolar
en el ganglio espinal
A Función integradora de la sustancia gris de la médula espinal: información sobre la longitud del músculo y el estiramiento muscular. Si se
generación de reflejos produce la tracción del tendón de un músculo por un impacto, se excitan unos
Izquierda: reflejo monosináptico propioceptivo; derecha: reflejo polisináptico receptores en el músculo que transmiten esta información de estiramiento
exteroceptivo. La sustancia gris de la médula espinal es responsable, entre a las motoneuronas a. Estas neuronas aferentes liberan neurotransmisores
otras, de participar en la función muscular a nivel inconsciente (= reflejo): excitadores a la motoneurona a que desencadenan la contracción de este
nos permite mantener el cuerpo erguido mientras estamos de pie y caminar o músculo. La contracción muscular que se produce es un signo de que el arco
correr inconscientemente. Para llevar a cabo esta coordinación, las neuronas reflejo está intacto, es decir, que tanto las fibras aferentes y eferentes como
de la sustancia gris necesitan recibir información de los músculos y de su en- el aparato que procesa la información en la sustancia gris y en el músculos
torno, información que reciben a través de axones de neuronas cuyo pericarion son funcionales. En el reflejo exteroceptivo polisináptico se estimulan
está localizado en el ganglio espinal. Estos axones se extienden a través del los receptores que se encuentran fuera del músculo, por ej. en la piel. Estos
asta posterior por la sustancia gris (v. pág. 446 para las aferencias). Distingui- desencadenan la contracción muscular a través de las interneuronas. Puesto
mos dos tipos de reflejos: el reflejo propioceptivo monosináptico y el reflejo que en la activación de un reflejo exteroceptivo participa más de una neurona,
exteroceptivo polisináptico. En el reflejo propioceptivo monosináptico se denomina también reflejo exteroceptivo polisináptico. Las neuronas son ac-
la información recibida de la periferia proviene del mismo músculo, por ej. la tivadas por el aparato propio (v. más en C).
a b c d
B Reflejos propioceptivos de importancia clínica golpe provoca un estiramiento muscular, si el músculo se contrae como res-
a Reflejo del bíceps; b Reflejo del tríceps; c Reflejo del tendón rotuliano puesta a este estiramiento, significa que el arco reflejo está intacto. A pesar
(reflejo del cuádriceps); d Reflejo aquíleo (tendón de Aquiles). de que se trata de un músculo y del nervio que lo inerva, en el mecanismo
Se han representado los músculos, el punto desencadenante del reflejo, los de inervación están implicados diversos segmentos medulares (= músculos
nervios implicados (aferencia azul, eferencias en rojo) y el segmento medular plurisegmentarios, v. A, pág. 398). En el examen clínico de los reflejos debería
correspondiente. hacerse siempre una comprobación bilateral, puesto que es la única forma de
Los reflejos musculares propioceptivos más importantes deberían ser exami- confirmar si el reflejo está aumentado o disminuido, o si los signos patológicos
nados en cualquier exploración clínica. Los reflejos se desencadenan golpean- son unilaterales.
do brevemente con el martillo de reflejos sobre el tendón de un músculo. El
400
Fascículo
propio Ganglio
espinal
Pericarion
pseudounipolar
en el ganglio espinal
Célula cordonal
Célula
de Renshaw
Célula comisural
Axón
colateral
Motoneurona α
Célula
de asociación
Célula intercalar
D Influencia sobre la motoneurona a a través de la célula
Motoneurona α de Renshaw
En el reflejo propioceptivo monosináptico, las aferencias provienen del ganglio
espinal. Terminan en las motoneuronas a y liberan allí el neurotransmisor ex-
C Esquema de sinapsis del aparato propio de la médula espinal citador acetilcolina. Como respuesta a esta liberación de neurotransmisores la
Se han representado las neuronas aferentes en azul, las neuronas eferentes motoneurona a transmite impulsos excitadores a la sinapsis neuromuscular
en rojo, las neuronas del aparato propio en negro. Los reflejos exteroceptivos (el neurotransmisor de la sinapsis también es la acetilcolina). Además, existen
polisinápticos en el plano medular deben ser coordinados a través de diversos axones colaterales de la motoneurona a excitadora que de esta forma tienen
segmentos. La información entrante es conducida por interneuronas cuyos un efecto estimulador sobre la célula de Renshaw, una neurona inhibidora.
axones se ramifican, en parte, en forma de T, cruzados y no cruzados hacia los Como resultado de esta estimulación, la célula de Renshaw libera un neuro-
segmentos superiores o inferiores (más sobre interneuronas en E, pág. 399). transmisor inhibidor (glicina). A través de este mecanismo de autoinhibición
Estas cadenas de interneuronas limitadas a la médula espinal se denomina se evita la sobreexcitación de la motoneurona a (inhibición recurrente). La
aparato propio de la médula espinal. Los axones de las neuronas del aparato significación funcional de las células de Renshaw queda plasmada de forma im-
propio se extienden en fascículos (fascículos propios), adosados en parte a presionante en el tétanos. La toxina del tétanos inhibe la liberación de la glicina
la sustancia gris, hacia los segmentos vecinos de la médula (v. A, pág. 396). De proveniente de las células de Renshaw; se anula la inhibición de la motoneu-
este modo, los fascículos forman el aparato de conducción del aparato propio. rona a y se producen las contracciones tetánicas (contracción permanente).
Tracto Tracto
vestibuloespinal reticuloespinal
Tracto cortico-
Tracto espinal anterior
rubroespinal Tracto
Tracto tectoespinal
olivoespinal Fibras sensitivas descendentes
Tracto cortico- de la raíz posterior
espinal lateral E Influencias sobre la motoneurona a a
través de las vías largas
La motoneurona a no solamente recibe eferencias
Fibra de la médula espinal, sino que también ve modulada
anuloespiral (la) de forma decisiva su actividad por las eferencias de
las vías largas, que tienen su origen en el cerebro
Fibra de (tracto). La mayoría de estas eferencias tienen un
Golgi (lb) efecto inhibidor sobre la motoneurona a. Si, debi-
do por ej. a una parálisis transversa de la médula
espinal, se produce una pérdida de estas influen-
cias, se produce una parálisis espástica (v. pág. 461)
por el exceso de influencia del aparato propio.
Fibra αl
Motoneurona α
401
Pericarion
Comisura blanca de la 2ª neurona
anterior
Tracto
espinotalámico
lateral
Sacro
Tracto Lumbar
espinotalámico
anterior Torácico
Cervical
Axón
de la 1ª neurona
Pericarion
Pericarion de las 1as neuronas aferentes
de la 2ª neurona en el ganglio espinal
A Trayecto de los tractos espinotalámicos anterior y lateral en un En el lado izquierdo de la médula espinal se ha representado la somatotopía
corte transversal de la médula espinal del tracto espinotalámico lateral. Si empezamos desde dorsal y nos movemos
Los axones del tracto espinotalámico anterior discurren por el cordón ante- en sentido horario hacia ventral, encontramos primero las fibras sacras y aca-
rior, los del tracto espinotalámico lateral por los cordones anterior y lateral de bamos con las fibras cervicales en la parte ventral.
la médula espinal. En consecuencia, estos dos tractos se denominan también Observe: El tracto espinotalámico en sentido estricto no forma parte de la comi-
tractos anterolaterales. sura blanca anterior, solo la cruza (= decusación). La comisura blanca anterior,
al igual que la comisura blanca posterior (aquí no representada), es una comi-
• El tracto espinotalámico anterior conduce las percepciones táctiles gruesas sura verdadera de fibras fasciculares de trayecto horizontal: aquí los fascículos
y algunas sensaciones de presión difusa, comunican como aparato propio la médula espinal izquierda con la derecha. La
• el tracto espinotalámico lateral conduce las sensaciones de dolor, de tempe- comisura blanca anterior no se debe confundir con la comisura anterior. Esta
ratura, de cosquilleo, de picor y los estímulos sexuales. también es una comisura verdadera, pero no de la médula espinal, sino del
telencéfalo, en donde comunica partes del cerebro olfatorio como así también
Los pericariones de las neuronas primarias aferentes de ambos tractos están partes del lóbulo temporal de lado a lado. La comisura blanca posterior no se
situados en los ganglios espinales. Ambos tractos contienen 2ª neurona y se debe confundir con la comisura posterior, que es una comisura verdadera si-
cruzan en la comisura blanca anterior. tuada en el diencéfalo.
402
Córtex
sensitivo
Tálamo Pericarion
de la 3ª neurona
Córtex
Pericarion sensitivo
de la 2ª neurona
Tálamo
Tracto Pericarion
espinotalámico de la 3ª neurona
anterior Pericarion
de la 2ª neurona
Campo Campo
receptivo receptivo
a b
B Tractos espinotalámicos y sus conexiones centrales • En el tracto espinotalámico lateral (b) los axones de la 1ª neurona en cam-
a Tracto espinotalámico anterior; b Tracto espinotalámico lateral. bio hacen sinapsis con la 2ª neurona enseguida después de su ingreso a la
Ambos tractos espinotalámicos reciben los estímulos en los campos receptivos sustancia gris de la médula espinal, o sea a la altura del segmento por el que
de la piel, conducen sin embargo la información sobre diferentes calidades ingresan a la médula espinal. Los axones de la 2ª neurona cruzan entonces
sensoriales: también a través de la comisura anterior al lado contrario y se dirigen por
el cordón anterolateral del lado contrario hacia el cerebro. El conocimiento
• El tracto espinotalámico anterior recibe sus impulsos de los corpúsculos de este sitio distinto de sinapsis puede ser de importancia para evaluar los
táctiles de la piel y de receptores que rodean al folículo piloso (mecano- síntomas en el den. síndrome de Brown-Séquard (v. E, pág. 473).
rreceptores) a través de axones medianamente mielinizadas (dendríticos),
• el tracto espinotalámico lateral a través de terminaciones nerviosas libres Ambos tractos espinotalámicos (que en el tronco del encéfalo también son
en la piel para el dolor y la temperatura. denominados fibras espinotalámicas) se dirigen entonces por el tronco del
encéfalo formando un grupo de vías descripto como lemnisco espinal, hacia
Los pericariones de la 1ª neurona (aferente primaria) están situados en ambos el núcleo ventroposterolateral del tálamo en donde hacen sinapsis con la
tractos en el ganglio espinal. También en el trayecto siguiente de los tractos 3ª neurona. Los axones de la 3ª neurona alcanzan entonces, a través de la cáp-
espinotalámicos hay características comunes: ambas vías terminan en el córtex sula interna, la 4ª neurona en el giro postcentral.
sensitivo del giro postcentral, por lo tanto los impulsos conducidos por estos Observe: En una lesión del tracto espinotalámico se reduce o anula com-
tractos son procesados de manera consciente en el cerebro. En el trayecto pletamente la percepción de diferentes estímulos sensitivos como el dolor,
de ambos tractos al córtex sensorial, sin embargo, hay una diferencia la temperatura, y la mecanorrecepción gruesa. Dado que ambas vías están
clínicamente relevante: situadas una al lado de la otra de manera casi inseparable, la lesión aislada
de una de las dos vías prácticamente no ocurre. Las pérdidas ocasionadas por
• En el tracto espinotalámico anterior (a) los axones de la 1ª neurona se ra- esta lesión siempre se localizan del lado del cuerpo en donde se encuentra el
mifican primero en forma de T, después de ingresar a la médula espinal y cuerpo celular de la 1ª neurona (o sea de la neurona periférica en el ganglio
se dirigen 1-2 segmentos hacia abajo y 2-15 segmentos hacia arriba. Recién espinal). La causa de esto es el cruce de la vía después de la 2ª neurona des-
entonces, o sea no a la altura del segmento medular por donde ingresaron, cripto más arriba: la pérdida de la 1ª neurona (periférica) o de la 2ª neurona
hacen sinapsis con la 2ª neurona en la columna posterior. Los axones de la (central) del lado izquierdo conduce a síntomas del lado izquierdo del cuerpo
2ª neurona cruzan entonces a través de la comisura anterior hacia el lado al igual que la pérdida de la 3ª y 4ª neurona (ambas centrales) situadas a nivel
contrario y se dirigen por cordón anterior contralateral hacia el cerebro. contralateral.
403
Fascículo
Fascículo grácil
cuneiforme
Axón colateral
descendente
A Fascículo grácil y fascículo cuneiforme
(axones ascendentes)
El fascículo grácil (= fino) y el fascículo cuneifor-
me (= en forma de cuña), se denominan conjunta-
mente vías de los cordones posteriores, debido a su
localización dorsal en el corte transversal de la mé-
dula espinal. Dado que las vías del cordón posterior
tienen en amplias partes un trayecto análogo al de
los tractos espinotalámicos, e igualmente condu-
cen información para la percepción consciente ha-
cia el encéfalo, aquí se representan directamente
a continuación de estos últimos. Ambos fascículos
contienen fibras para las percepciones posturales
(propiocepción consciente) y para la sensibilidad
cutánea fina (vibración, sensaciones de presión
finas, discriminación de dos puntos, sentido del
Médula lumbar
tacto): en el fascículo cuneiforme las fibras para
el miembro superior y en el fascículo grácil las del
miembro inferior. Puesto que el fascículo cunei-
forme contiene las fibras del miembro superior,
desaparece por debajo de T3. Los pericariones de Ganglio espinal
la 1ª neurona están situados en el ganglio espinal.
Sus fibras muy mielinizadas, y por lo tanto de con-
ducción rápida, se extienden sin cruzarse (para ver
punto de cruzamiento, v. C) hacia los núcleos del
cordón posterior (núcleo grácil o núcleo cuneifor-
me, v. C). Ambos núcleos están situados en la parte
inferior del bulbo raquídeo. Los fascículos tienen
una distribución somatotópica.
404
B Vías de los cordones posteriores (axones descendentes) médulatorácica formando el campo oval de Flechsig (fascículo septomarginal)
Además de los axones ascendentes mostrados en A, contenidos en los fas- y en la médula sacra el triángulo de Philippe-Gombault. Estas vías participan en
cículos grácil y cuneiforme, también se envían axones colaterales descen- la integración sensomotora en los planos de la médula espinal y forman parte,
dentes hacia los segmentos más inferiores. Este fascículo se organiza en la por lo tanto, del aparato propio de la médula espinal (v. págs. 396 y 400).
médula cervical formando la coma de Schultze (fascículo interfascicular), en la
405
S
L
T
S
L
Tracto espinocerebeloso
t posterior
Tracto espinocerebeloso
anterior
Pericarion de la 1a neurona
en el ganglio espinal
Pericarion de la 2a neurona
en el asta posterior de la médula espinal
406
Velo medular
superior Velo medular
superior
Pedúnculo
cerebeloso Pedúnculo
superior cerebeloso
inferior
Campo
receptivo 1
Campo Campo
receptivo 2 receptivo
Pericarion Pericarion
de la 1ª neurona de la 1ª neurona
Pericarion Pericarion
de la 2ª neurona de la 2ª neurona
a b
B Tractos espinocerebelosos anterior y posterior den. fibras IA, o sea de conducción rápida, mielinizadas. Conducen la infor-
y sus conexiones centrales mación proveniente de los husos musculares y de los receptores tendinosos
a Tracto espinocerebeloso anterior; b Tracto espinocerebeloso posterior. hacia la 2.ª neurona, que para ambas vías está situada en la columna posterior
de la médula espinal, allí sin embargo en lugares distintos:
• A diferencia de las vías ascendentes descriptas previamente, ambos tractos
espinocerebelosos terminan en el cerebelo (¡no hay procesamiento de in- – la 2ª neurona del tracto espinocerebeloso anterior está situada en el me-
formación consciente!), específicamente en el vermis, que aquí se denomi- dio de la columna posterior,
na funcionalmente «espinocerebelo» por el origen de las vías aferentes en la – la 2ª neurona del tracto espinocerebeloso posterior está en el núcleo to-
médula espinal. Los tractos espinocerebelosos alcanzan el cerebelo a través rácico que se extiende de C8 a L2.
de diferentes pedúnculos cerebelosos:
Los axones del tracto espinocerebeloso posterior se dirigen exclusivamente
– el tracto espinocerebeloso anterior a través del pedúnculo cerebeloso ipsilateral hacia el cerebelo; los axones del tracto espinocerebeloso anterior
superior, en cambio solo son parcialmente ipsilaterales. Una parte de las fibras cruza en
– el tracto espinocerebeloso posterior a través del pedúnculo cerebeloso la médula espinal y asciende contralateralmente hacia el tronco del encéfalo.
inferior. Estas fibras contralaterales cruzan luego a través del velo medular superior
devuelta a su lado «original» y alcanzan así el mismo lado del cerebelo que las
• Como en todas las otras vías ascendentes los pericariones de la 1ª neurona fibras no cruzadas.
de ambas vías están situados en los ganglios espinales. Sus axones son las
407
Decusación
piramidal
Bulbo
raquídeo
Interneurona
Motoneurona α
Médula
espinal
A Trayecto de los tractos corticoespinales anterior y lateral ticonucleares del bulbo, terminan en los núcleos de los nervios craneales, otra
(= vía piramidal) en la parte inferior del bulbo raquídeo parte, las fibras corticoespinales, en las células motoras del asta anterior de la
y en la médula espinal médula espinal (para ver más, v. B). Una tercera parte, las fibras corticorreti-
La vía piramidal (tracto piramidal) es la vía más importante para la motricidad culares, se extienden hacia los núcleos de la formación reticular.
voluntaria. Se inicia en el córtex motor. Una parte de sus axones, las fibras cor-
408
Córtex
motor
Espinas
dendríticas
Tracto Cápsula
piramidal interna
Pericarion
Núcleos motores
de los nervios craneales
Fibras corticonucleares
bulbares Tronco Axón
del encéfalo
Decusación
piramidal
Músculo
B Trayecto de la vía piramidal (tracto piramidal) • El 20% de fibras restantes se extiende sin cruzarse continuando hacia cau-
• El tracto piramidal empieza en el córtex motor. Sus células originarias son dal, donde forma el tracto corticoespinal anterior, que está adosado a la fi-
las células piramidales, neuronas grandes eferentes con pericariones en sura media anterior en un corte transversal de la médula espinal. Para poder
forma de pirámide (v. C). Se diferencian tres porciones: las fibras corti- terminar en las mismas motoneuronas que las fibras del tracto corticoespi-
conucleares del bulbo para los núcleos de los nervios craneales, las fibras nal lateral que han cruzado antes, la mayoría de sus fibras, aunque no todas,
corticoespinales para la médula espinal y las fibras corticorreticulares para cruzan hacia las motoneuronas contalaterales a nivel segmentario. El tracto
la formación reticular. Las tres porciones se extienden a través de la cápsula corticoespinal anterior está especialmente formado en la médula cervical, y
interna del telencéfalo para continuar hacia el tronco del encéfalo o hacia la termina en la médula torácica media.
médula espinal. • Los axones de las células piramidales terminan, mediante sinapsis, en las
• En el tronco encefálico se extienden las fibras corticonucleares del bulbo motoneuronas a y g, en las células de Renshaw y en las interneuronas inhi-
hacia los núcleos motores de los nervios craneales. bidoras (no representadas).
• Las fibras corticoespinales continúan para cruzar, aproximadamente un
80% de ellas, hacia el lado contrario. El cruce de las fibras tiene lugar en En la zona de la cápsula interna hay otras vías motoras estrechamente unidas a
la decusación piramidal, situada en la parte inferior del bulbo raquídeo. la vía piramidal que serán expuestas en la unidad didáctica siguiente. Para ver
Estas fibras continúan hacia la médula espinal para formar allí el tracto las lesiones de la vía piramidal v. pág. 461. Mientras que la vía piramidal es la
corticoespinal lateral, que está organizado somatotópicamente: las fibras encargada de la regulación del movimiento consciente (motricidad voluntaria),
de la médula sacra son las más laterales, y las de la médula cervical las estas vías motoras complementarias son especialmente necesarias para los
más mediales. procesos motores que se efectúan de forma inconsciente (por ej., mantenerse
de pie, caminar, correr), v. pág. 460.
409
Tracto corticoespinal
anterior
Tracto corticoespinal
Tracto reticuloespinal lateral
anterior
Tracto
Tracto vestibuloespinal rubroespinal
lateral
Tracto
tectoespinal
A Trayecto de las vías del sistema extrapiramidal motor de forma que las lesiones aisladas de uno de los sistemas a nivel de la médula
en la médula espinal espinal son prácticamente inexistentes. Una nueva clasificación, en la que se
A diferencia de la vía piramidal, que regula el movimiento consciente (motricidad mezclan las clásicas vías piramidales y extrapiramidales, distingue topográfica
voluntaria: llevarse la taza a la boca), el sistema motor extrapiramidal (cerebelo, y funcionalmente un sistema lateral y uno medial. Al sistema lateral pertene-
núcleos basales y núcleo motor del tronco del encefalo) es necesario para llevar cen dos tractos: el corticoespinal lateral y el rubroespinal. El sistema lateral
a cabo los procesos motores automáticos y aprendidos (por ej., caminar, correr, proyecta especialmente hacia la musculatura distal del miembro superior y es
ir en bicicleta). La diferenciación entre sistema piramidal y sistema extrapirami- responsable de la motricidad fina de la mano y del brazo (en el hombre, el tracto
dal ha sido confirmada clínicamente. Para ver las conexiones centrales de este rubroespinal se extiende probablemente solo hasta la médula espinal craneal.
sistema, v. B. Puesto que las vías piramidales y extrapiramidales van estrecha- El sistema medial está formado por tres tractos: el reticuloespinal anterior, el
mente unidas y discurren anatómicamente juntas, cuando se producen lesiones vestibuloespinal lateral y el tectoespinal. Este sistema es responsable de la
normalmente se ven afectados ambos sistemas simultáneamente (v.pág. 394), motricidad del tronco y de la posición de pie.
410
Sustancia negra
Núcleo rojo
Cerebelo
Decusación de Forel
Pirámide
Tracto
espinocerebeloso
Tracto Interneurona
rubroespinal
Motoneurona α
Tracto Músculo
reticuloespinal
anterior
Tracto Tracto
tectoespinal vestibuloespinal
lateral
411
Fascículo Fascículo
grácil cuneiforme
Fascículo
espinocerebeloso
posterior Vías del cordón lateral
al cerebelo
Tracto
espinocerebeloso
anterior
Tracto
espinotalámico
lateral
412
Tracto corticoespinal
lateral
Tracto
rubroespinal
Tracto
vestibuloespinal
B Vías descendentes de la médula espinal cipalmente las motoneuronas situadas en la parte medial para la motricidad
Corte transversal de la médula espinal. Las vías descendentes de la médula del tronco y para mantenerse erguido. El sistema motor no se puede dividir
espinal son las encargadas de la motricidad. Conducen informaciones proce- de forma clara, exceptuando la vía piramidal, que, de forma simplificada, es
dentes de centros motores superiores hacia las motoneuronas de la médula considerada como una vía monosináptica. La poca claridad de esta clasificación
espinal. Si nos basamos en una nueva clasificación que todavía no está aceptada se debe a la gran cantidad de mecanismos de autorregulación que intervienen
completamente en la clínica, podemos diferenciar entre un sistema motor late- en las secuencias motoras (son los denominados bucles motores, v. pág. 459).
ral y un sistema medial. El sistema motor lateral está constituido principal- Desde este punto de vista, la presentación de una tabla simplificada de las vías
mente por la parte lateral de la vía piramidal (= tracto corticoespinal lateral) no parece tener mucho sentido. Es relativamente fácil delimitar las vías a nivel
y por el tracto rubroespinal, y es especialmente responsable de la motricidad de los segmentos medulares, pero sus eferencias a nivel cortical o superior
fina altamente diferenciada de las manos. están tan mezcladas entre ellas, que los trastornos motores aislados a nivel
El sistema motor medial está constituido esencialmente por el tracto re- de la médula espinal son prácticamente inexistentes (a diferencia del sistema
ticuloespinal, el tracto tectoespinal y el tracto vestibuloespinal, e inerva prin- sensitivo).
413
A. basilar A. basilar
A. vertebral,
A. vertebral porción intracraneal
A. espinal
A. vertebral anterior
A. espinal derecha
A. vertebral
anterior izquierda
A. segmentaria
Aa. espinales A. subclavia
posteriores A. segmentaria
A. cervical
ascendente
A. segmentaria
A. subclavia
A. radicular
magna
A. intercostal
posterior
A. segmentaria
Aa. intercostales
posteriores
b c
414
A. espinal
posterior derecha
Asta anterior
Tracto espinotalámico
A. espinal lateral
anterior Vasocorona
A. radicular
posterior
R. espinal
A. radicular
anterior
B Vascularización de los segmentos medulares incluso las oclusiones proximales de las arterias segmentarias suelen perma-
Las astas anteriores y los cordones anterolaterales, es decir, la mayor parte de necer asintomáticas. En correspondencia con su territorio de vascularización
un segmento medular, son irrigadas por la A. espinal anterior, impar, y las astas (v. arriba), la oclusión de la A. espinal anterior a la altura de un segmento de-
posteriores y los cordones posteriores por las Aa. espinales posteriores, pa- terminado provoca la lesión de las astas anteriores y de las raíces anteriores:
res. Los tres vasos se comunican por las arterias radiculares. Entre la A. espinal la consecuencia es la aparición de parálisis flácidas de los músculos inervados
anterior y las dos Aa. espinales posteriores se forma un círculo vascular en for- por este segmento. Cuando también ha sido afectada la vía piramidal situada en
ma de cinturón, que se denomina Vasocorona. Las pequeñas arterias proceden- el cordón lateral se produce una parálisis espástica por debajo de la lesión. La
tes de la vasocorona que entran externamente en la médula espinal irrigan el oclusión de la A. espinal posterior a la altura de uno o de diversos segmentos
tracto espinotalámico y parte de la vía piramidal. Las arterias surcocomisurales afecta a las astas posteriores y a los cordones posteriores: la consecuencia
se extienden por la fisura media anterior hacia la médula espinal y vascularizan es la aparición de trastornos de la sensibilidad profunda, de la vibración y de
una mitad de la médula espinal cada una; son las únicas arterias terminales la percepción de la presión. La vía piramidal puede verse afectada, lo que se
de la médula espinal. Debido a las numerosas anastomosis existentes (v. Ab), manifiesta en forma de una parálisis espástica distal al trastorno circulatorio.
415
Bulbo
raquídeo
A Drenaje venoso de la médula espinal Atlas
(según Nieuwenhuys)
Visión ventral. De forma análoga a la irrigación ar-
terial, para el drenaje venoso también existe un
sistema horizontal (círculos venosos, v. B) y un
sistema vertical, en el que drenan estos círculos V. cervical
V. espinal
venosos. Este sistema vertical se ha representado anterior
profunda derecha
aquí. A diferencia de la vascularización arterial de
los tres vasos, se produce el drenaje venoso del
interior de la médula espinal a través del plexo ve- V. cervical
noso tiene lugar en dos vasos únicamente, una V. es- profunda izquierda
pinal anterior y una V. espinal posterior (v. B). En su V. vertebral V. vertebral
segmento craneal, la V. espinal anterior establece derecha izquierda
comunicaciones con las venas del tronco del encé-
falo, y caudalmente termina con el filum terminal, V. subclavia V. branquiocefálica
un filamento de glía que se extiende desde el asta izquierda
medular hasta el extremo sacro del saco dural, don- Bulbo inferior
de se adhiere. La fuerte V. espinal posterior se une de la v. yugular
con las Vv. radiculares en la base del cuello y termi- V. cava V. hemiácigos
na en el cono terminal. Las Vv. radiculares comu- superior accesoria
nican este plexo venoso situado todavía dentro de
la piamadre, con el plexo venoso vertebral interno
(v. C). En la región de la médula cervical, la sangre
Vv. intercostales
es drenada a la V. vertebral, que desemboca en la
V.cava superior; y en la región de la médula torácica
en las Vv. intercostales, que drenan en la V. cava su-
perior a través del sistema ácigos y hemiácigos. La
presencia de las Vv. radiculares está limitada a los V. radicular
segmentos típicos aquí representados, que varían posterior
de un individuo a otro.
V. radicular
anterior
V. ácigos V. hemiácigos
V. cava inferior
V. ilíaca común
416
V. del surco
V. inter-
vertebral
Corona
venosa
V. radicular
posterior
V. subcostal
V. espinal
Plexo venoso vertebral
externo anterior
V. espinal Vv. basi-
anterior V. radicular vertebrales V. lumbar ascendente
anterior
Lig. longitudinal
posterior
V. epidural
medial
V. basivertebral
D Venas epidurales en el conducto vertebral sacro y lumbar
(según Nieuwenhuys) V. epidural
Visión dorsal (se ha abierto el conducto vertebral). Las venas internas de la lateral
médula espinal son avalvulares hasta que atraviesan la duramadre espinal. Este
plexo venoso interno (= plexo venoso vertebral interno) está unido (no repre- H. sacro V. ilíaca
sentado aquí), con otras venas avalvulares, con el plexo venoso de la próstata. interna
Si las células tumorales de un carcinoma de próstata pasan al plexo venoso
prostático, estas pueden pasar muy fácilmente al plexo venoso sacro y destruir V. ilíaca
el tejido circundante. Esto explica, en el carcinoma de próstata, que se produz- externa
Plexo venoso
ca frecuentemente la infiltración en esta región con la destrucción del hueso
vertebral interno
circundante (¡muy doloroso!). anterior
417
11.13 Topografía
Cola de caballo
Duramadre
espinal
R. de la A.
Ganglio radicular mayor
del N. espinal (A. de Adamkiewicz)
B Cola de caballo a la altura
de la 2ª vértebra lumbar Plexo venoso
Corte transversal, visión craneal. La vertebral A. lumbar
médula espinal termina normalmen- interno anterior izquierda
te a la altura del 1er cuerpo vertebral
lumbar. Distalmente solamente encon-
tramos la cola de caballo y el filum ter-
minal en el saco dural (cisterna lumbar,
v. pág. 311), que termina a la altura de la
2ª vértebra sacra (v. C y D). El espacio
epidural aumenta aquí y es llenado por
el plexo venoso expandido y por tejido
graso.
418
1a vértebra
Cono lumbar
medular T XII
Cono medular
(adultos)
LI
Ganglio
del n. espinal Cono medular
(recién nacido)
Ir
Cola de caballo Sacro dural
(raíces espinales (Cisterna lumbar)
ventral y dorsal)
Duramadre
espinal
Aracnoides
espinal
Hiato
sacro
C Cola de caballo en el conducto vertebral D Proyección de la médula espinal y del saco dural sobre
Visión dorsal, se han retirado el arco vertebral y parte de la cara dorsal del la columna vertebral en función de la edad y de la constitución
H.sacro. En el adulto, la médula termina aproximadamente a nivel de la 1ª vér- Visión ventral. A lo largo del crecimiento, comparando la columna vertebral con
tebra lumbar. El conjunto de las raíces nerviosas espinales ventrales y dorsales el saco dural, la médula espinal crece menos. En el recién nacido, el segmento
situadas por debajo del extremo inferior de la médula (cono medular), recibe distal de la médula espinal, el cono medular, queda situado a nivel de la 3ª vér-
la denominación de cola de caballo. Al realizar una punción lumbar en el espa- tebra lumbar (¡atención: aquí no podemos realizar una punción lumbar!), en el
cio subaracnoideo (cisterna lumbar), estas esquivan la aguja de punción. adulto con una espalda larga queda situado a nivel de T2-L1 (localización alta),
en un adulto con una espalda corta a nivel de L2/3 (localización baja). El saco
dural se extiende siempre hasta el sacro. Estas relaciones anatómicas deben
ser tenidas en cuenta en el momento de realizar una punción lumbar: normal-
mente se realiza entre L3/4.
Cono
medular
Cola de caballo 1
2
419
N. facial (VII)
N. glosofaríngeo (IX)
N. vago (X) N. accesorio (XI)
420
Fisura longitudinal
cerebral
N. glosofaríngeo (IX)
N. vago (X) N. accesorio (XI)
B Corte frontal del encéfalo II tal del asta inferior se encuentran los cuerpos amigdalinos (cortados aquí por
En principio pueden verse las mismas estructuras que en la imagen anterior, primera vez, v. también D). A ellos se suma medialmente el uncus, el extremo
ahora se puede ver el cuerpo delgado del cuerpo calloso. Se ha cortado también anterior en forma de gancho del giro parahipocampal. La cápsula interna, que
el asta inferior (asta temporal) de los ventrículos laterales, visible en forma de separa el cuerpo estriado, es claramente mayor en este corte que en la Fig. A.
hendidura. Nos podemos orientar en estas estructuras: ventralmente al asta Se ve también claramente la unión del lóbulo temporal con el resto del telencé-
inferior encontramos el giro parahipocampal, medialmente y en la parte parie- falo: el córtex de la ínsula se hace claramente visible.
Plano de corte de B
Ventrículo lateral Estría olfatoria
Núcleo lateral
caudado, Núcleo
cabeza caudado,
cuerpo
Cuerpo
estriado Putamen
Núcleo Núcleo
Núcleo amigdalino amigdalino
Cuerpo caudado, lateral cortical
amigdalino cola
421
N. glosofaríngeo (IX)
N. vago (X) N. accesorio (XI)
Tálamo
Cápsula interna,
brazo posterior
Ventrículo lateral
izquierdo Córtex Globo pálido
insular
III ventrículo Núcleo
caudado
IV ventrículo
Claustro Putamen
422
N. glosofaríngeo (IX)
N. vago (X) N. accesorio (XI)
D Corte frontal del encéfalo IV dos de los tubérculos mamilares (v. F). Entre el fórnix y el cuerpo calloso se
La división del globo pálido en un segmento lateral y un segmento medial es extiende el septum pellucidum, que forma la frontera medial de los ventrí-
fácilmente reconocible; el asta inferior del ventrículo lateral está cortado en culos laterales y puede dividirse fácilmente en dos segmentos, localización
toda su anchura. Mientras que en la imagen de A todavía estaba afectada la co- apreciable en las dos imágenes. Del recorrido abombado del fórnix (v. F) se
misura anterior, en este corte más occipital se han cortado los tubérculos ma- pueden reconocer la columna del fórnix (v. A), visible en los cortes frontales,
milares (v. E). En personas con alcoholismo crónico se encuentran cambios y los pilares del fórnix claramente separados uno del otro (v. C, pág. 417), en
patológicos en los tubérculos mamilares, de aquí su denominación familiar visiones más occipitales. El claustro, que tiene una función importante en la
de «corte del bebedor». Los tubérculos mamilares son una parte importante regulación del comportamiento sexual, es visible en toda su amplitud en este
del sistema límbico y están unidos con el hipocampo a través de la bóveda corte, y también se ha cortado por primera vez el puente como estructura del
(fórnix), cuyo pie del hipocampo puede verse aquí prominente a ambos la- tronco del encéfalo.
Plano de corte de D
Septum Cuerpo calloso,
Fórnix
pellucidum cuerpo
Septum
Luz del III ventrículo pellucidum Fórnix, cuerpo
E Corte sagital y medio del diencéfalo y del tronco del encéfalo F Tubérculos mamilares y fórnix
423
Ventrículo lateral,
porción central
Sustancia negra
Péndulo
cerebral Puente
N. glosofaríngeo (IX) N. hipogloso (XII)
A Corte frontal del encéfalo V la porción central del ventrículo lateral puede verse por primera vez el plexo
El aspecto de la región nuclear central ha cambiado radicalmente. El núcleo coroideo, que se extiende desde el foramen interventricular no cortado aquí,
caudado se ve cortado dos veces, en la zona parietal se puede identificar su hasta el asta inferior. Dado que el foramen queda situado delante del tálamo,
cuerpo, y a nivel basal un pequeño corte de su cola, adosada al asta inferior el plexo solamente aparecerá en los cortes frontales cundo se hayan cortado
del ventrículo lateral (v. C y E). Dado que la cabeza y el cuerpo del núcleo cau- también las estructuras talámicas. Más basales que el tálamo se han cortado
dado están adosados al asta anterior y a la porción central de los ventrículos también el núcleo rojo y la sustancia negra como estructuras mesencefálicas
laterales, el núcleo caudado dibuja un arco parecido al del sistema ventricular importantes que se abomban en el diencéfalo y alcanzan casi hasta la altura del
(v. C). La cola del núcleo caudado queda situada así ventral y lateral a la cabeza globo pálido (no visibles aquí) (v. B). En el suelo del asta inferior está situado
y al cuerpo. E deja claro que un corte frontal en la región de la cola del nú- el hipocampo, y puede reconocerse la fímbria del hipocampo. Se puede obser-
cleo caudado toca la porción occipital del putamen o que, cuando el corte está var claramente el trayecto de las fibras del tracto corticoespinal a través del
situado todavía más occipital, los núcleos ya no son visibles (v. B). La parte brazo posterior de la cápsula interna y sus prolongaciones en los pedúnculos
central del asta lateral también está mucho más estrecha, debido al tálamo cerebrales y en el puente.
que se encuentra debajo suyo, que aquí ya está cortado con sus núcleos. En
424
Ventrículo lateral,
porción central
Pedúnculo Fisura
cerebeloso superior horizontal
Pedúnculo Flóculo
cerebeloso medio
Bulbo
raquídeo
D Corte frontal del encéfalo VI la comisura pueden verse, a derecha e izquierda, dos núcleos oscuros que deli-
Se pueden ver los núcleos del tálamo situados caudalmente, estos delimitan mitan lateralmente con el tálamo, los cuerpos geniculados medial y lateral, que
en la cara basal con los ventrículos laterales, y en la parte lateral con el III forman parte de la vía auditiva y de la vía visual (v. F). Entre el tálamo y el cuerpo
ventrículo. El putamen, situado más oralmente, no está cortado (como puede calloso encontramos los pilares del fórnix. Se ha cortado por primera vez el
verse en el corte horizontal, pág. 336). De la cápsula interna se ha cortado el cerebelo. El pedúnculo cerebeloso medio se desplaza hacia lateral, en dirección
brazo posterior (comp. también con C, pág. 422). La comisura posterior está a los hemisferios cerebelosos.
cortada por su parte frontal (v. A, pág. 426 y D, pág. 427). A la misma altura que
E Relaciones topográficas entre el núcleo caudado y el sistema F Situación del diencéfalo (con cuerpos geniculados)
ventricular y tronco del encéfalo
425
Pedúnculo Fisura
cerebeloso medio horizontal
Lóbulo posterior
del cerebelo
Tronco Tonsila
del encéfalo del cerebelo
A Corte frontal del encéfalo VII más ventral (atención: en relación con el eje del tronco del encéfalo), es el
De los núcleos del diencéfalo y del telencéfalo todavía son visibles el tálamo primero que se encuentra en esta serie de cortes fronto-occipitales (v. tam-
y los segmentos occipitales del núcleo caudado, que se hacen cada vez más bién A, pág. 424, y D, pág. 425). El pedúnculo cerebeloso superior se forma
pequeños en los cortes que siguen hasta desaparecer (v. C y pág. 428). Por primero en la cara posterior del puente y por lo tanto será cortado en pla-
debajo de la pared medial del ventrículo lateral, se puede ver el segmento nos posteriores (v. B). Entre los pedúnculos cerebelosos medio e inferior
occipital del hipocampo. El tronco del encéfalo está cortado a lo largo del no existe una estructura anatómica delimitante, lo que hace que tampoco sea
acueducto del mesencéfalo (v. C). El cerebelo está unido con el tronco del visible en los cortes. En la preparación se han retirado las venas cerebrales
encéfalo a través de los tres pedúnculos cerebelosos: pedúnculo cerebeloso superficiales. En este corte y en el siguiente, solamente son visibles por lo
superior (mayoritariamente eferente), medio (aferente) e inferior (aferente tanto las Vv. cerebrales internas.
y eferente). Puesto que el pedúnculo cerebeloso medio es el que está situado
Pedúnculo
cerebeloso
superior
Pedúnculo
cerebeloso Fosa
medio romboidea
Pedúnculo
cerebeloso
inferior
426
Sustancia Acueducto
gris central del mesencéfalo
C Corte frontal del encéfalo VIII mente (v.D) debido a su localización más occipital; en el próximo corte (v. A,
En comparación con la imagen anterior, los núcleos del tálamo se han hecho pág. 428) puede distinguirse en todo su diámetro. Es visible la separación de
más estrechos, el córtex cerebeloso aumenta progresivamente de tamaño. El las vías pares del fórnix en sus dos pilares del fórnix. En este corte podemos
acueducto del mesencéfalo está cortado parcialmente. En el segmento dor- ver también el hipocampo. Está situado en la parte medial del suelo del asta
sal del tronco del encéfalo puede verse bien la fosa romboidea, que forma el inferior del ventrículo lateral, sobresaliendo en gran parte en el suelo del asta
suelo del IV ventrículo (v. D y Ba). La lámina tectal (= lámina cuadrigémina) inferior (v. también A y E). El hipocampo es un componente importante del
también se puede apreciar bien en este corte, aquí sobretodo los pequeños sistema límbico y una de las primeras estructuras que se ven afectadas y en
colículos superiores, en el corte siguiente (v. A, pág. 428) pueden distinguirse la que se pueden constatar modificaciones morfológicas en la enfermedad de
mejor los colículos inferiores. La glándula pineal solamente es visible parcial- Alzheimer.
D Corte sagital y medio del rombencéfalo, del mesencéfalo E Formación del hipocampo
y del diencéfalo Visión izquierda.
427
Fisura longitudinal
cerebral
Ventrículo lateral,
porción central
Plexo coroideo
Cuerpo calloso, del ventrículo lateral
rodete
Hipocampo
Lámina tectal,
colículo inferior
Lóbulo anterior
Núcleo del cerebelo
dentado
Vermis Amígdala
del cerebelo del cerebelo
428
Fisura longitudinal
cerebral
Núcleo
Núcleo emboliforme
dentado
Núcleo
globoso
Vermis Amígdala
del cerebelo del cerebelo
429
Fisura longitudinal
cerebral
Surco
calcarino Ventrículo lateral,
asta occipital
Lóbulo anterior
del cerebelo
Fisura prima
Lóbulo posterior
del cerebelo
Vermis
del cerebelo
Seno
recto
Plano de corte
de A Confluencia
de los senos
Asta
occipital Seno
Tienda del transverso
cerebelo
430
431
Lóbulo
frontal
Ventrículo lateral,
asta frontal
Fisura longitudinal
cerebral
Lóbulo
occipital
Consideraciones generales respecto a los cortes horizontales A Corte horizontal del encéfalo I
Las láminas de la serie de cortes horizontales están consideradas desde occi- En esta lámina superior se han cortado las estructuras telencefálicas situadas
pital (para la localización de los ejes, v. pág. 270), es decir, el observador mira en la parte occipital: los dos ventrículos laterales que delimitan lateralmente
la superficie de la lámina, como es usual en una sección cerebral o en neuroci- con los cuerpos del núcleo caudado. En la parte medial, los ventrículos la-
rugía. En consecuencia, puede verse el lado izquierdo del cerebro en la parte terales están delimitados por el tronco del cuerpo calloso. El cuerpo calloso
izquierda de la imagen. En contraposición, las imágenes obtenidas mediante contiene vías que unen áreas de los dos hemisferios y que comparten su fun-
los métodos de diagnóstico por la imagen (TC, TRM) se consideran siempre cionalidad (son las denominadas vías comisurales). En el corte se puede ver
desde basal, es decir, el hemisferio izquierdo está presente siempre en el lado el cuerpo calloso cortado por los ventrículos y por el núcleo caudado; las vías
derecho de la imagen. del cuerpo calloso se extienden alrededor de estas estructuras. El trayecto
de las vías desde y hacia el cuerpo calloso podrá comprenderse mejor con la
observación de un corte frontal (v. B). El cuerpo calloso forma el techo de los
ventrículos laterales.
Fibras
comisurales
432
Lóbulo
frontal
Ventrículo lateral,
asta frontal
Fórceps Núcleo caudado,
frontal cabeza
Cápsula interna,
Cuerpo calloso, brazo anterior
rodilla
Cápsula interna,
rodilla
Septum
pellucidum Putamen
Cápsula externa
Núcleos talámicos
Claustro
Cuerpo del fórnix Cápsula extrema
Fórceps
occipital
Fisura longitudinal
cerebral
Lóbulo
occipital
C Corte horizontal del encéfalo II el cuerpo calloso gira en dirección orocaudal convexa hacia dorsal (v. E). El
Contrariamente a la imagen anterior, el ventrículo lateral puede verse ahora esquema aclara por qué en este corte se van encontrando progresivamente
partido en dos: debido a la localización profunda del plano de corte se han la rodilla del cuerpo calloso, el septum pellucidum y el cuerpo del fórnix, así
cortado el asta anterior y posterior (asta frontal y occipital) del ventrículo como finalmente el cuerpo del cuerpo calloso. El septum pellucidum forma
lateral, pero no su parte central (v. D). De las vías, la que más ha sido cortada la pared medial anterior de los dos ventrículos laterales. En el mismo septo
en este plano es la cápsula interna con el brazo anterior, la rodilla y el brazo encontramos pequeños núcleos. De los núcleos, se han cortado el tálamo
posterior. En la sustancia blanca del lóbulo occipital, se extiende la radiación con sus tres núcleos, ventral lateral, lateral dorsal y anterior, así como el
óptica, no indicada por no estar anatómicamente delimitada de forma clara. putamen y el núcleo caudado, de este último puede verse un corte oral y un
El cuerpo calloso también se ve dividido en dos: en la rodilla situada frontal- corte caudal (comp. pág. 336). El putamen y el núcleo caudado, así como las
mente y en el cuerpo situado más occipital. Esta división aparente es el re- fibras de la cápsula interna que discurren entre ellos, también se reúnen en
sultado de una 2ª curvatura del cuerpo calloso en la región de la rodilla, donde el estriado.
Cuerpo
Plano de corte de A Plano de corte de A
Rodilla
Asta frontal Plano de corte de C Plano de corte de C
Asta Rodete
occipital
Foramen Septum Fórnix
interventricular pellucidum
433
Lóbulo
frontal
Ventrículo lateral,
asta frontal
Cápsula interna,
brazo anterior
Tercer Putamen
ventrículo
Cápsula externa
Tálamo
Claustro
Pilares del fórnix
Cápsula extrema
Núcleo caudado,
cola Cápsula interna,
brazo posterior
Cuerpo calloso,
rodete Plexo coroideo
del ventrículo lateral
Fórceps
occipital Ventrículo lateral,
asta occipital
Lóbulo
occipital
434
Núcleo caudado,
cabeza
Globo pálido
medial
Globo pálido
Ínsula lateral
Putamen
Cápsula externa
Tálamo Claustro
435
Vermis Ínsula
del cerebelo
Colículo superior
Plexo coroideo
del ventrículo lateral
436
Tubérculo Cuerpo
mamilar amigdalino
Ventrículo lateral,
Pie del hipocampo asta temporal
Núcleo rojo
Hipocampo
Sustancia gris
Mesencéfalo central
Plexo coroideo
del ventrículo lateral
Vermis Acueducto
del cerebelo del mesencéfalo
Ventrículo lateral,
asta occipital
Surco
calcarino
437
Ínsula
Polo
frontal
Putamen
Ventrículo lateral,
Claustro asta temporal
Cápsula interna
Cuerpo
amigdalino Polo
occipital
a Giro Cerebelo
parahipocampal
A Cortes sagitales del encéfalo I-III ralmente (comp. con A, pág. 424). Ya se ha cortado en la primera lámina (a).
Visión izquierda. Del sistema ventricular podemos ver en a el asta temporal En los cortes más mediales es más grande (b y c). Del núcleo cudado se ha
del ventrículo lateral, en b y c vemos además el asta occipital más medial; el cortado la cola (b, v. también C, pág. 424 y E, pág. 425), localizada muy lateral
esquema (v. C, pág. 424) aclara la situación relativa de las dos astas. El cuer- respecto a la cabeza y al cuerpo. Ventralmente al putamen todavía puede verse
po amigdalino está situado inmediatamente frontal al asta temporal y en un algo del claustro (a), cuya parte más grande queda situada lateralmente al
mismo plano sagital con el giro parahipocampal (a-c), lo que también puede putamen (v. por ej. A, pág. 424) y que ya ha sido cortada aquí. El globo pálido
verse en el corte horizontal (v. C, pág. 437). Otra estructura importante visible queda situado medial al putamen (v. D, pág. 423), debido a la disposición en
en a es el córtex insular. El córtex insular es un segmento cortical situado en forma de cuenco pueden cortarse los dos a la vez en un corte sagital como
la profundidad (comp. con los cortes frontales de la pág. 421 y las págs. si- el que tenemos, aunque el pálido está situado basal al putamen (c). Con el
guientes) que solamente puede verse en los cortes más laterales. Muy medial cuerpo geniculado lateral se corta una de las estructuras talámicas situadas lo
(c) se puede reconocer el surco calcarino, más visible en los próximos cortes más laterocaudales posible. La cápsula interna (b y c) es atravesada por las
(v. pág.440). El putamen es el núcleo basal del telencéfalo situado más late- vías ascendentes y descendentes largas.
438
Giro Fimbria
parahipocampal del hipocampo Núcleo caudado,
cola
Claustro
Putamen
Ventrículo lateral,
asta occipital
Limen
de la ínsula
Plexo coroideo
del ventrículo lateral
Cápsula
interna
Cuerpo
amigdalino
b Giro Cerebelo
dentado
Pulvinar Giro
Cuerpo geniculado del tálamo parahipocampal
lateral
Ventrículo lateral,
asta temporal
Plexo coroideo
del ventrículo lateral
Putamen Surco
calcarino
Globo pálido
lateral Ventrículo lateral,
asta occipital
Cápsula interna,
brazo anterior Lóbulo anterior
del cerebelo
Cuerpo
amigdalino Fisura prima
Lóbulo posterior
Giro del cerebelo
dentado
Fisura
Flóculo horizontal
c Lóbulo posterior
del cerebelo
439
Cápsula Cuerpo
interna calloso
Ventrículo lateral,
porción central
Putamen Surco
calcarino
Globo pálido
lateral Lóbulo anterior
del cerebelo
Globo pálido
medial Ventrículo lateral,
asta occipital
Pilar del cerebro
Lóbulo posterior
del cerebelo
Fisura
Uncus Puente horizontal
A Cortes sagitales del encéfalo IV-VI estriado es la cápsula interna. A medida que el putamen y el globo pálido (este
Visión izquierda. Del sistema ventricular, en los tres cortes dominan los ven- último ya no visible en c) disminuyen, se hacen visibles los núcleos de la parte
trículos laterales, con el asta frontal y la porción central, mientras que la zona medial del tálamo (en c: núcleo ventral anterior, posterior y lateral, parte del
de transición hacia el asta occipital lateral solamente es visible en el primer diencéfalo) por debajo del ventrículo lateral. De su posición se hace evidente
corte (a). Se ha cortado también justo el receso lateral del IV ventrículo en la denominación del tálamo como tálamo dorsal. En c podemos ver la sustancia
c. En la sustancia blanca se puede ver el cuerpo calloso, difícil de distinguir de negra en el mesencéfalo, que está situado por debajo del diencéfalo, y en el
la sustancia blanca restante, y a través del cual se unen áreas con funciones bulbo raquídeo, situado por debajo, podemos ver el núcleo olivar inferior. En
similares de los dos hemisferios (vía comisural, a-c). En los cortes sagitales el cerebelo se hace visible el núcleo dentado. Las vías ascendentes y descen-
vistos hasta ahora, solamente podían verse las partes laterales del globo pálido dentes, que hasta ahora solamente eran visibles en la cápsula interna, se hacen
(v. pág. 439), ahora puede verse también la parte medial (a y b), en cortes más visibles en su prolongación en el puente, un segmento del tronco del encéfalo
mediales (c), ya no está presente. Cuanto más nos movemos hacia medial, más (c, tracto corticoespinal).
pequeño es el putamen, mientras que el núcleo caudado se hace cada vez más El núcleo accumbens, visible en c, es un importante componente del sistema
prominente (a-c). El núcleo caudado y el putamen reciben la denominación de recompensa del cerebro, que regula por ej. los comportamientos adictivos y
conjunta de cuerpo estriado, el motivo de esta denominación se hace espe- que puede estar alterado en depresiones graves.
cialmente evidente en a. La sustvancia blanca que separa las partes grises del
440
Plexo coroideo
del ventrículo lateral
Ventrículo lateral,
asta frontal Pilar del fórnix
b Pedúnculo Núcleo
cerebeloso medio Amígdala dentado
del cerebelo
Núcleos
Cápsula interna, talámicos
rodilla
Ventrículo lateral,
asta frontal
Sustancia Pedúnculo
negra cerebeloso inferior
Tracto Núcleo
corticoespinal dentado
Lemnisco Fisura
medial horizontal
Puente
Núcleo olivar
inferior
c Receso lateral del Lóbulo posterior
cuarto ventrículo del cerebelo
441
Colículo
superior
Lóbulo anterior
Tracto óptico del cerebelo
Colículo
Núcleo rojo inferior
Tracto Pedúnculo
corticoespinal cerebeloso superior
Bulbo
a raquídeo Amígdala del cerebelo
A Cortes sagitales del encéfalo VII y VIII gitudinalmente en gran parte (b). El cerebelo alcanza su mayor expansión
Visión izquierda. Este corte (a) es tan medial que se pueden ver todas las formando aquí el techo del IV ventrículo (b). El septum pellucidum, que se
estructuras mesencefálicas importantes: sustancia negra, núcleo rojo, un extiende entre el fórnix y el cuerpo calloso, también ha sido cortado en parte.
montículo superior y un montículo inferior, colículo superior e inferior res- La hipófisis representada en b permanece siempre en la silla turca cuando se
pectivamente. Delante de la oliva inferior, en el bulbo raquídeo y como parte extrae el cerebro, es decir, cuando extraemos el cerebro siempre se rompe y
del sistema de vías, discurre la vía piramidal (tracto corticoespinal). El cuerpo queda dentro del cráneo.
calloso puede verse en toda su extensión. La vía del fórnix está cortada lon-
442
Foramen Septum
Comisura interventricular pellucidum Cuerpo calloso,
anterior cuerpo
Cuerpo calloso, Fórmix
rodilla
Giro
cingular
Tercer
ventrículo
Cuerpo calloso,
rodete
Surco parieto-
occipital
Surco
calcarino
Cuerpo pineal
Lámina tectal
Quiasma óptico
443
Córtex sensitivo
(Giro postcentral)
3ª neurona
Tálamo
(núcleo ventral
posterolateral)
Axón de la 2ª neurona
Fibras
cuneocerebelosas
Tracto espinocerebeloso
Lemnisco anterior (Gowers)
medial
Tracto espinocerebeloso
posterior (Flechsig)
Tracto espinotalámico Núcleo grácil
lateral
Núcleo cuneiforme
Lemnisco
espinal Núcleo cuneiforme accesorio
Tracto espinocerebeloso
posterior Sensibilidad profunda
(propiocepción inconsciente)
Tracto espinocerebeloso
anterior
Sensación postural, sensibilidad
profunda (consciente),
Tracto espinotalámico
vibración, sentido del tacto
anterior
Motoneurona a
A Esquema simplificado de las vías sensitivas de la médula espinal hacer sinapsis en sus núcleos (núcleo grácil y cuneiforme), y es enviada
En la periferia del cuerpo, los estímulos son percibidos por diferentes recep- desde el tálamo hacia el córtex sensitivo (giro postcentral), donde esta
tores y conducidos hacia el cerebro y el cerebelo a través de las vías sensitivas información se hace consciente («sé que tengo el puño de la mano cerrado
(aferentes) (v. más en B). La propiocepción sirve para la percepción espa- aunque no lo vea»).
cial de la posición de las extremidades (= sentido de posición o percepción • La propiocepción inconsciente, que permite ir en bicicleta o subir escaleras
de posición). Las informaciones respecto a la propiocepción (= sensibilidad sin pensar, es conducida hacia el cerebelo a través de las vías de los cordones
profunda) son complejas: diferenciamos el sentido de la posición (posiciónde laterales del cerebelo; en el cerebelo no se hace consciente.
las articulaciones entre ellas), el sentido cinestésico (velocidad y dirección
La información sensorial (= sensitiva) proveniente de la región de la cabeza es
delos movimientos de las articulaciones) y el sentido de la fuerza (información
transmitida a través del N. trigémino y no se ha representado aquí (v. pág. 448).
sobre la fuerza muscular que provoca los movimientos de las articulaciones).
Además, podemos diferenciar la propiocepción consciente de la inconsciente.
• La propiocepción consciente es enviada hacia el tálamo a través de las vías
del cordón posterior (fascículo grácil y fascículo cuneiforme) después de
444
B Esquema del sistema de la vías sensitivas los receptores) para todas las vías, están situados en el ganglio espinal. Sus
Los diferentes estímulos son captados por los diferentes receptores y condu- axones se extienden por diferentes vías a lo largo de la médula espinal hasta
cidos hasta la médula espinal a través de los nervios periféricos. Los pericario- llegar a la 2ª neurona, cuyos axones se dirigen, o bien hacia una 3ª neurona en el
nes de las respectivas primeras neuronas aferentes (con las que están unidas cerebro a través de otra sinapsis, o directamente hacia el cerebelo.
Nombre de la vía Cualidad de la vía Receptor Trayecto en la médula espinal Trayecto central
(por encima de la médula espinal)
Tracto • Sensaciones táctiles • Folículos pilosos El pericarion de la 2ª neurona está situado Los axones de la 2ª neurona (lemnisco
espinotalámico gruesas • Diferentes receptores en el asta posterior y puede llegar hasta espinal) terminan en el núcleo ventral
anterior cutáneos los 15 segmentos superiores o hasta 2 posterolateral del tálamo (v. D, pág. 347);
segmentos por debajo de la entrada de allí sinapsis con la 3ª neurona, cuyos
la 1ª neurona: sus axones se cruzan en la axones terminan en el giro postcentral
comisura anterior (v. pág. 402)
Tracto • Sensaciones de dolor • Mayoritariamente El pericarion de la 2ª neurona está Los axones de la 2ª neurona (lemnisco
espinotalámico y de temperatura terminaciones nerviosas situado en la sustancia gelatinosa; su axón espinal) terminan en el núcleo ventral
lateral libres se cruza a la misma altura en la comisura posterolateral del tálamo; allí sinapsis
anterior (v. pág. 402) con la 3ª neurona cuyos axones terminan
en el giro postcentral
Fascículo grácil • Sensaciones táctiles finas • Corpúsculos Los axones de la 1ª neurona se extienden Los axones de la 2ª neurona cruzan en
• Propiocepción consciente de Vater-Pacini hacia el núcleo grácil en la parte inferior el tronco del encéfalo y se extienden
de los miembros • Receptores musculares del bulbo raquídeo (2ª neurona) como componente del lemnisco medial
inferiores y tendinosos (v. pág. 404 y B, pág. 361) (v. B, pág. 361) hacia el núcleo ventral
posterolateral del tálamo; allí sinapsis
con la 3ª neurona, cuyos axones terminan
en el giro postcentral
Fascículo • Sensibilidad táctil fina • Corpúsculos Los axones de la 1ª neurona se extienden Los axones de la 2ª neurona se cruzan
cuneiforme • Propiocepción consciente de Vater-Pacini hacia el núcleo cuneiforme en la parte en el tronco del encéfalo y se extienden
de los miembros • Receptores musculares inferior del bulbo raquídeo (2ª neurona) como componentes del lemnisco medial
superiores y tendinosos (v. pág. 404 y B, pág. 361) (v. B, pág. 361) hacia el núcleo ventral
posterolateral del tálamo, allí sinapsis
con la 3ª neurona, cuyos axones terminan
en el giro postcentral
Tracto • Exterocepción • Husos musculares La 2ª neurona está situada en la columna Los axones de la 2ª neurona se extienden
espinocerebeloso y propiocepción • Receptores tendinosos posterior, en la porción media de la a través del pedúnculo cerebeloso
anterior (Gowers) inconsciente cruzada • Receptores articulares sustancia gris; los axones de la 2ª neurona superior hacia el vermis
y no cruzada hacia • Receptores cutáneos discurren tanto cruzados como no del espinocerebelo (¡no hay 3ª neurona!)
el cerebelo cruzados, sin hacer de nuevo sinapsis, (v. también pág. 371)
directamente hacia el cerebelo (v. pág. 406)
Tracto • Propiocepción • Husos musculares La 2ª neurona está situada en el núcleo Los axones de la 2ª neurona se extienden
espinocerebeloso y exterocepción • Receptores tendinosos torácico (Columnas de Clarke, Núcleo a través del pedúnculo cerebeloso inferior
posterior inconsciente y no cruzada • Receptores articulares de Stilling), en la base del asta posterior hacia el vermis del espinocerebelo
(Flechsig) hacia el cerebelo • Receptores cutáneos en la sustancia gris; los axones de la (¡no hay 3ª neurona!) (v. también pág. 371)
2ª neurona discurren únicamente sin
cruzarse, directamente hacia el cerebelo
(v. pág. 406)
445
Epidermis
Corpúsculo tácti
Dermis de Meissner
Corpúsculo
de Ruffini
Subcutis Corpúsculo
de Vater-Pacini
Huso muscular
A Receptores del sistema somatosensitivo los tipos de receptores. Los nociceptores (= receptores del dolor) están
a Receptores cutáneos: existen diversas cualidades sensitivas que son formados –al igual que los receptores de frío y de calor– por terminacio-
percibidas en la periferia del cuerpo a través de diferentes receptores (re- nes nerviosas libres. Los nociceptores representan aprox. el 50% de todos
presentados aquí en un corte de la piel con y sin vello). Estos receptores los receptores.
captan los estímulos y los conducen hacia la médula espinal a través de los b Receptores articulares: la sensibilidad profunda (propiocepción) com-
nervios periféricos, en la médula hacen sinapsis y son conducidos hacia el prende la sensibilidad muscular, el sentido postural y el sentido cinestésico.
córtex sensitivo a través de las diferentes vías ya definidas (v. pág.445). En la percepción de estos sentidos participan los husos musculares, los
No siempre podemos atribuir una cualidad sensitiva a determinados re- sensores tendinosos y los sensores articulares (no mostrados).
ceptores. La imagen no nos dice nada sobre la frecuencia de cada uno de
446
Actividad neuronal
Observe: La continuación del giro postcentral sobre la superficie mediana del
cerebro se denomina giro paracentral posterior.
a 1 mm
Córtex de
Córtex asociación
somato- parietal
del estímulo
Intensidad
sensitivo
primario
a b 10 mm
447
A Localización de las lesiones en el trayecto de las vías sensitivas Lesión del lemnisco medial y del tracto esponitalámico anterior
(según Bähr y Frotscher) (6): a excepción del dolor y de la temperatura, se produce una pérdida de
Los segmentos centrales de las vías sensitivas pueden verse lesionados en todas las cualidades sensitivas del hemicuerpo contralateral. En el lemnisco
cualquier punto desde la raíz espinal hasta el córtex somatosensitivo (trauma- medial se extienden los axones de la 2ª neurona de tracto espinotalámcio an-
tismos, tumores invasivos, hemorragias en infartos cerebrales). En base a la terior y ambas vías del cordón posterior. Los axones de la 2ª neurona del tracto
sintomatología presentada en cada lesión, se pueden sacar conclusiones sobre espinotalámico anterior se acumulan en el bulbo raquídeo cerca del lemnisco
la localización de la lesión. A continuación se describirán únicamente las lesio- medial.
nes que afectan la parte consciente. No se han considerado las lesiones de las
vías cerebelosas inconscientes que provocan pérdidas sensomotoras. Para ver Lesión del núcleo y del tracto espinal del n. trigémino y del tracto
las lesiones de las vías sensitivas periféricas en el marco de las lesiones ner- espinotalámico lateral (7): en la cara se produce la pérdida ipsilateral de
viosas, ver Prometheus, Anatomía General y Aparato Locomotor. La inervación las sensaciones térmicas y dolorosas (axones no cruzados de la 1ª neurona en
del tronco y de las extremidades se efectúa a través de los nervios espinales, el ganglio del trigémino), y en el cuerpo la pérdida contralateral (axones de la
la de la cabeza a través del N. trigémino, que posee núcleos propios (v. abajo). 2ª neurona decusada en el tracto espinotalámico lateral).
Lesión cortical o subcotical (1, 2): se manifiesta con parestesias (cos- Lesión de los cordones posteriores (8): se produce la pérdida ipsilateral
quilleo) y sensación de entumecimiento en las regiones del tronco y de las del sentido postural, de las sensaciones de vibración y de la discriminación de
extremidades correspondientes del hemicuerpo contralateral. Los síntomas los dos puntos. Puesto que la motricidad coordinada depende del input sensiti-
pueden ser marcadamente distales, dado que los dedos contienen grandes vo del arco reflejo, cuando se produce un déficit de inputs sensitivos, aparece
campos receptivos y en el tronco son pequeños (v. pág. 447). El córtex motor una ataxia ipsilateral condicionada sensitivamente.
y el sensitivo están íntimamente relacionados, puesto que en el córtex motor
también terminan fibras de las vías sensitivas del tálamo. Además, las áreas Lesión del asta posterior (9): cuando se produce una lesión local de-
corticales están situadas una al lado de la otra (giro pre- y postcentral). Esta limitada (uno o más segmentos), se produce una pérdida ipsilateral de las
superposición puede suponer la afectación del córtex motor con la aparición sensaciones térmicas y dolorosas de este/estos segmento(s), puesto que la
de ataques epilépticos (ataques de Jackson). sinapsis de estas sensaciones con la 2ª neurona tiene lugar en el asta posterior.
Las cualidades sensitivas restantes, incluidos los estímulos táctiles gruesos,
Lesión subtalámica (3): pérdida de todas las percepciones sensoriales en son conducidas hacia el cordón posterior y hacen sinapsis en los núcleos del
el hemicuerpo contralateral (el tálamo como «portal de la conciencia»). Si so- cordón posterior, de forma que se mantienen. Hablaremos entonces de un
lamente se produce una lesión parcial y se mantienen las vías para el dolor y la trastorno sensitivo disociado.
temperatura (4), aparece una hipoestesia contralateral en la cara y el cuerpo
(disminución de la sensibilidad táctil), pero se mantinenen las sensaciones Lesión de las raíces posteriores (10): ispilateralmente se producen
dolorosas y térmicas. Como las aferencias corticales del núcleo principal del trastornos sensitivos radiculares, que pueden ser desde dolor por irritación de
N. trigémino corren de modo cruzado y sin cruzar, en la lesión unilateral puede la raíz, hasta una pérdida sensitiva total. Cuando se afecta también la raíz ante-
persistir la percepción de la sensibilidad epicrítica. rior, se producen simultáneamente parálisis, como es el caso de las lesiones
del disco intervertebral (v. pág. 463).
Lesión del lemnisco trigeminal y del tracto espinotalámico lateral
(5): en una lesión de estas vías en la región del tronco del encéfalo se produce
una pérdida de la sensibilidad dolorosa y térmica en la cara y en el hemicuerpo
contralateral. Se mantienen las cualidades sensitivas restantes.
Lemnisco (= lazada) es puramente el nombre morfológico de una vía sensitiva en el • Lemnisco trigeminal: Sensibilidad epicrítica y protopática del territorio de inerva-
tronco encefálico. El término está condicionado históricamente. No se trata, por lo ción del N. trigémino.
tanto, de una vía estructuralmente «nueva», sino solo de la continuación de una vía • Lemnisco lateral: Parte de la vía auditiva (denominada «sensibilidad somática espe-
«bajo otro nombre». Se distinguen cuatro lemniscos: cial»). El lemnisco lateral no está representado en la ilustración de la pág. 449).
• Lemnisco medial: Sensibilidad somática epicrítica del tronco y de las extremidades; Para obtener más información sobre los cuatro lemniscos, consulte la pág. 539.
es la continuación de los fascículos grácil y cuneiforme.
• Lemnisco espinal: Sensibilidad somática protopática del tronco y de las extremida-
des; es la continuación del tracto espinotalámico anterior y lateral.
448
Tálamo
3
4
5
Tracto espinotalámico
Lemnisco lateral
trigeminal
Núcleo principal (pontino)
del N. trigémino
7
Núcleo espinal
6 del N. trigémino
Núcleo Núcleo
cuneiforme
grácil
Lemnisco espinal
(Tractos espinotalámicos
anterior y lateral)
Tracto espinotalámico
anterior Ganglio
espinal
449
Dolor
A Esquema de las modalidades de dolor senta una forma de transición entre estos dos tipos de dolor, y se origina por la
Según la «Internacional Association for the Study of Pain», el dolor se define lesión de los mismos nervios. En esta forma de dolor se pueden ver afectados
como una «experiencia sensitiva y emocional desagradable que se manifiesta tanto los nervios del sistema vegetativo como los del sistema nervioso somá-
con lesiones tisulares reales o posibles». En base a la localización de su origen tico. Las fibras dolorosas somáticas que tratamos a continuación se extienden
distinguimos, de forma general, entre dolor somático y dolor visceral. El dolor con los nervios espinales o craneales, y las fibras dolorosas viscerales con los
somático se origina en la zona del tronco, de las extremidades y de la cabeza, el nervios vegetativos (v. pág. 302).
dolor visceral en la zona de los órganos internos. El dolor neuropático repre-
Pericarion
Raíz posterior
Axón Axón
central periférico
Asta V I
posterior VI II Terminaciones
VII iii Ganglio espinal nerviosas libres
X IV (Nociceptores)
VIII IX Fibras Aδ
Asta IX mielínicas
IX
anterior
Raíz Fibras C
Cordón anterior Cordón lateral anterior amielínicas Vaina nerviosa
B Conducción dolorosa somática periférica (según Lorke) rior de la médula espinal, principalmente en las láminas I, II y IV-VI de Rexed.
La conducción dolorosa somática del tronco y de las extremidades se lleva a Después de hacer sinapsis en el asta posterior, las aferencias dolorosas conti-
cabo tanto a través de las fibras ad mielinizadas (temperatura, dolor, posición), núan hacia craneal (v. C).
como a través de las fibras C no mielinizadas (temperatura, dolor). Los peri- Observe: La mayoría de las fibras dolorosas somatosensitivas están mieliniza-
cariones para estas fibras nerviosas aferentes están localizadas en el ganglio das, mientras que las fibras viscerosensitivas están no mielinizadas.
espinal (neuronas pseudounipolares). Sus axones terminan en el asta poste-
450
Giro
postcentral
Telencéfalo
Cápsula Tálamo,
interna núcleo ventral
posterolateral
Fibras
reticulotalámicas
Núcleo pretectal
Sustancia
gris central
Mesencéfalo
Núcleo
cuneiforme
Bulbo
raquídeo Núcleo
gigantocelular
Núcleo
magno del rafe
Tracto
espinomesencefálico
Tracto
espinorreticular
Tracto espinotalámico lateral,
porción paleoespinotalámica
Médula espinal
Tracto espinotalámico lateral,
porción neoespinotalámica
C Vías dolorosas ascendentes del tronco y de las extremidades vos del dolor (¿qué significado atribuimos al dolor?). Además de estas vías del
Los axones de las neuronas aferentes primarias para la percepción del dolor dolor, que terminan en el córtex, también hay vías del dolor que terminan en
del tronco y de las extremidades terminan en las neuronas de proyección en áreas subcorticales, el tracto espinomesencefálico y el tracto espinorreticular.
el asta posterior de la sustancia gris central representadas aquí. El tracto es- La 2ª neurona del tracto espinomesencefálico (verde) termina esencialmente
pinotalámico lateral se divide además en una parte neoespinotalámica y una en la sustancia gris central, una zona de sustancia gris localizada alrededor del
parte paleoespinotalámica. La 2ª neurona de la porción neoespinotalámica de acueducto, responsable del procesamiento del dolor. Otros axones terminan
la vía del dolor (rojo) termina en el núcleo ventral posterolateral del tálamo, la en el núcleo cuneiforme o en el núcleo pretectal anterior. La 2ª neurona del
3ª neurona proyecta en el córtex somatosensitivo primario. La 2ª neurona del tracto espinorreticular (ocre) termina en la formación reticular, representada
tracto paleoespinotalámico (azul) termina en los núcleos intralaminares y me- aquí por el núcleo magno del rafe y el núcleo gigantocelular. Las fibras reticu-
diales del tálamo, cuya 3ª neurona proyecta en diferentes regiones cerebrales. lotalámicas conducen los impulsos dolorosos hacia el tálamo medial y hacia el
Esta vía del dolor es responsable esencialmente de los componentes afecti- hipotálamo y el sistema límbico.
451
Córtex
somatosensitivo
primario
Tálamo,
núcleo ventral
posteromedial
Tracto
trigeminotalámico
A Vías del dolor en la región de la cabeza (según Lorke) Los axones de la 2ª neurona se cruzan y se extienden en el tracto trigeminota-
Las fibras del dolor en la región de la cabeza discurren conjuntamente con las lámico hacia el núcleo ventral posteromedial y hacia los núcleos intralaminares
ramas del N. trigémino (V1-3). Los pericariones de estas neuronas aferentes del tálamo contralaterales, donde terminan. La 3ª neurona (talámica) de la vía
primarias de la vía del dolor están situadas en el ganglio del trigémino, sus dolorosa de la región de la cabeza, termina en el córtex somatosensitivo pri-
axones terminan en el núcleo espinal del N. trigémino. mario. En este esquema solamente se han representado las fibras dolorosas
Observe la organización somatotópica de estos núcleos. La región perioral (A) del N. trigémino. En el N. trigémino mismo, las fibras sensitivas restantes se
está situada más craneal, las regiones occipitales (C) están situadas más cau- extienden paralelas a las fibras del dolor, pero estas terminan en diferentes
dalmente. En las lesiones centrales se producen, por lo tanto, pérdidas a lo núcleos del N. trigémino (v. pág. 120).
largo de las lineas de Sölder (v. D, pág. 121).
452
Cortéx
prefrontal
B Vías del sistema central descendente de
inhibición del dolor (según Lorke)
Además de las vías ascendentes que conducen la
Tálamo sensibilidad dolorosa hacia el córtex somatosensi-
Hipotálamo tivo primario, también existen vías descendentes
que pueden atenuar el dolor (¡componente afec-
Cuerpo tivo del dolor!). El punto de relevo central para el
amigdalino sistema descendente de inhibición del dolor es la
sustancia gris del conducto central del mesencéfa-
lo. Esta es activada a través de las aferencias del
hipotálamo, del córtex prefrontal y de los cuerpos
Núcleo pretectal amigdalinos (parte del sistema límbico; no repre-
Sustancia anterior sentadas). También recibe además aferencias de
gris central la médula espinal (v. pág. 450). Las neuronas glu-
taminérgicas excitadoras (rojo) de la sustancia gris
Mesencéfalo del conducto central terminan con sus axones en
las neuronas serotoninérgicas en los núcleos del
rafe y de las neuronas noradrenérgicas en el locus
cerúleo (ambos en azul). Los axones de estos dos
tipos de neuronas descienden por el cordón dor-
Locus solateral. Terminan directa o indirectamente (a
coeruleus través de neuronas inhibidoras) en las neuronas
Núcleos de proyección que conducen el dolor (2ª neurona
de rafe aferente de la vía del dolor) e inhiben así la con-
ducción dolorosa.
Fibras descendentes
noradrenérgicas
y serotoninérgicas
Cordón lateral
dorsal
453
Retorno de información
454
Córtex cerebral
D Esquema simplificado de la
sensomotricidad durante el control
Tálamo de los movimientos
Para que los movimientos intencionados no se
descontrolen, es necesaria la existencia de una
autorregulación constante desde la periferia (hu-
Núcleos basales sos musculares, órganos tendinosos). Dado que
los sistemas motores y sensitivos están tan ínti-
mamente unidos, hablamos de sensomotricidad.
La médula espinal, el tronco del encéfalo con el
Cerebelo Tronco del encéfalo cerebelo y el córtex cerebral, representan los tres
planos de control de la sensomotricidad. Todas
las informaciones procedentes de la periferia, del
cerebelo y de los núcleos basales llegan hacia el
Médula espinal córtex procedentes del tálamo. La significación de
la sensibilidad para los movimientos adquiere así
importancia clínica, puesto que se ve afectada, se
puede producir una ataxia sensitiva (v. D, pág. 471).
Información Músculo No se ha representado la motricidad ocular que
motora esquelético también forma parte de este sistema.
455
Célula piramidal
Pierna
Tracto cortico- Médula
Tronco
espinal lateral cervical
Brazo
Tracto cortico-
espinal anterior
medial lateral
A Trayecto de la vía piramidal (tracto piramidal [corticoespinal]) Observe que la topografía de las fibras ya descrita a nivel de los segmentos
El tracto piramidal está dividido en tres sistemas de vías: fibras corticoespina- medulares, se encuentra también reflejada en todos los segmentos de la vía
les, fibras corticonucleares bulbares y fibras corticorreticulares (no represen- piramidal. Gracias a esta topografía se puede determinar la localización de las
tadas aquí, se extienden desde el núcleo gigantocelular de la formación reticu- lesiones de la vía piramidal.
lar del tronco del encéfalo y ya no son tratadas a partir de aquí). Forman las vías Fibras corticonucleares bulbares: los núcleos motores de los nervios
motoras descendentes del córtex motor primario. Las fibras corticoespinales craneales, o sus segmentos, reciben sus axones de las células piramidales
se extienden hacia las células motoras del asta anterior en la médula espinal, procedentes de la región de la cara del córtex premotor. Estas fibras cortico-
las fibras corticonucleares bulbares hacia los núcleos motores de los nervios nucleares del bulbo se extienden hacia los núcleos de los nervios craneales
craneales. motores contralaterales (III-VII, IX-XII) en el tronco del encéfalo (hacia las
Fibras corticoespinales: una pequeña parte de los axones de las fibras fibras de los demás núcleos craneales, v. C). Además de la inervación contra-
corticoespinales se originan en las células piramidales, las neuronas gigantes lateral, también hay axones hacia los núcleos de los propios nervios craneales
situadas en la lámina V del giro precentral (para ver la estructura del córtex del mismo lado (ipsilaterales), de manera que se forma una inervación bilate-
motor, v. D). La mayoría de axones provienen de células piramidales pequeñas ral (no representada aquí). Esta doble inervación tiene significación clínica por
y otras neuronas provienen de las láminas V y VI. Otros axones provenían de las ej. en el ramo frontal del N. facial (parálisis facial, v. D, pág. 125).
regiones cerebrales colindantes. Todos ellos se extienden caudalmente hacia Respecto al término «vía piramidal»: en un sentido muy estricto, algunos auto-
la cápsula interna. El 80% de las fibras se cruzan a la altura del bulbo raquídeo res denominan vía piramidal al tracto que discurre por debajo de la decusación
(decusación piramidal) y se extienden como vía piramidal por el cordón lateral piramidal, mientras que otros autores utilizan los mismos términos para todo
(tracto corticoespinal [piramidal] lateral) en la médula espinal. Las fibras no el tracto. Mayoritariamente, y en este libro también, se utiliza el término de
cruzadas se extienden como cordón piramidal anterior (tracto corticoespinal vía piramidal como término que incluye todas las vías expuestas aquí. Con su
[piramidal] anterior) en la médula espinal y cruzan después a nivel del seg- denominación también hay diferencias: algunos autores derivan el nombre, no
mento. La mayoría de axones terminan en interneuronas cuya sinapsis termina de la decusación piramidal, sino desde las células gigantes de Betz, es decir,
en las motoneuronas. desde las células piramidales (v. D y pág. 409).
456
Estriado y tálamo
Capa piramidal
externa (III)
Núcleo rojo
Capa granular
interna (IV)
Capa piramidal
interna (V)
Núcleos (Células gigantes de Betz)
Núcleos pontinos de la formación
reticular
Oliva inferior
Núcleos del cordón
posterior Capa multiforme (VI)
Decusación
piramidal
Médula espinal
C Variedad de las eferencias corticales D Estructura de las capas del córtex motor (= área 4, en el giro
Visión frontal. Además de las fibras corticoespinales y corticonucleares del bul- precentral)
bo descritas arriba, el córtex envía múltiples axones hacia diferentes regiones Los axones de las grandes células piramidales (células gigantes de Betz), en la
subcorticales y hacia la médula espinal. Las regiones subcorticales siguientes lámina V, solamente representan una pequeña parte (hasta el 4%) del origen
reciben también eferencias corticales: estriado, tálamo, núcleo rojo, núcleos de los axones que forman el tracto corticoespinal. Las células piramidales pe-
pontinos, formación reticular, oliva inferior y núcleos del cordón posterior queñas y otras neuronas de la lámina V y VI forman el resto de los axones. En
(para saber sobre estos núcleos, v. pág. 460), así como hacia la médula espinal. total, solamente un 40% de los axones de la vía piramidal provienen del área 4,
Las eferencias supraespinales expuestas arriba son en parte axones colatera- el 60% restante provienen de neuronas de los campos motores suplementarios
les de las neuronas de la vía piramidal, pero en parte también axones propios. (v. pág. 454).
457
Núcleo
Tálamo caudado
Claustro Cápsula
interna
Núcleo
subtalámico Putamen
Porción Porción
compacta reticular
Sustancia negra
A Núcleos motores • El cuerpo estriado está compuesto por: el putamen y el núcleo caudado. Ade-
Corte frontal. Los núcleos basales son núcleos subcorticales del telencéfalo más de estos tres núcleos, existen otros que se incluyen funcionalmente
que desempeñan un papel importante en la planificación y realización de los dentro del sistema motor (también representados aquí).
movimientos. Son el punto de relevo central del sistema extrapiramidal mo-
tor y comprenden prácticamente toda la sustancia gris localizada en el cuerpo En un sentido estrictamente anatómico, solamente forman parte de los nú-
medular del cerebro. La única excepción es el tálamo, cuya función primaria cleos basales las estructuras telencefálicas que acabamos de nombrar. Algunas
es sensitiva («portal de la conciencia») y solamente está relacionado con las obras también incluyen –falsamente– el núcleo subtalámico del diencéfalo
secuencias motoras de forma secundaria –a través de los mecanismos de auto- (v.pág. 352) y la sustancia negra del mesencéfalo (v. pág. 357) entre los núcleos
rregulación. Los tres núcleos más grandes son: basales, debido a las estrechas relaciones funcionales que mantienen. Si se
produce un trastorno funcional de los núcleos basales, se producen trastor-
• Núcleo caudado, nos en las secuencias motoras (por ej. parálisis agitante o enfermedad de Par-
• Putamen y kinson). Antiguamente los núcleos basales también se denominaban ganglios
• Globo pálido (organogénicamente es una estructura del diencéfalo). basales pero, puesto que por definición los ganglios solamente existen en el
sistema nervioso periférico, se abandonó la denominación de ganglios basales
Los tres núcleos nombrados se incluyen dentro de diferentes grupos: para adoptar el nombre de núcleos basales que los define correctamente.
El núcleo accumbens pertenece al sistema de recompensa. Cuando se activa se
• El núcleo lenticular comprende el putamen y el globo pálido, así como los materializan, por ejemplo, los deseos.
fascículos que discurren entre ellos.
458
Córtex
somatosensitivo
Córtex
premotor Lóbulo parietal
Eferencias corticales
hacia el tronco del encéfalo
y la médula espinal
Tálamo Putamen
Núcleo
centromediano
Globo pálido
Núcleo Núcleo externo
ventral lateral subtalámico
Globo pálido
interno
Porción Porción
compacta reticular
Sustancia negra
B Flujo de información entre las áreas corticales motoras El camino indirecto (verde) vuelve de nuevo desde el putamen hacia el globo
y los núcleos basales: Bucle del sistema motor pálido interno pasando por el globo pálido externo y el núcleo subtalámico, y
Los núcleos basales son los responsables de la ejecución controlada y dirigida una vez en el globo pálido interno, proyecta en el tálamo. De forma alternativa,
de los movimientos voluntarios finos (por ej., no aplastar un huevo crudo al co- este camino también puede llevarse a cabo a partir del núcleo subtalámico
gerlo). Integran informaciones de las áreas corticales y subcorticales que son hacia la porción reticular de la sustancia negra, que proyecta a su vez en el
procesadas paralelamente para ser finalmente conducidas de nuevo hacia las tálamo. Cuando las neuronas dopaminérgicas inhibidoras se precipitan en la
áreas corticales motoras a través del tálamo (autorregulación). Las neuronas porción compacta de la sustancia negra, se desinhibe el camino indirecto y
del córtex motor suplementario, premotor, motor primario y somatosensitivo, no se excita el camino directo. Ambos procesos provocan un aumento de la
así como las del lóbulo parietal, envían sus axones al putamen (v. pág. 337). inhibición de las neuronas talamocorticales. Como consecuencia, los movi-
Para continuar con la conducción de la información desde el putamen tenemos mientos se ven reducidos = trastorno hipocinético: por ej., parálisis agitada
un camino directo (amarillo) y un camino indirecto (verde). Ambos caminos (enfermedad de Parkinson). La reducción de la activación de la porción in-
conducen finalmente hacia el córtex motor a través del tálamo. En el cami- terna del pálido y de la porción reticular de la sustancia negra provocan un
no directo (amarillo), las neuronas del putamen proyectan en el globo pálido aumento de la activación de las neuronas talamocorticales, de lo que resulta
interno y la porción reticular de la sustancia negra. Ambos núcleos proyectan la aparición de movimientos espontáneos = trastorno hipercinético, por ej. la
en el tálamo motor para la regulación automática, que a su vez proyecta en las corea de Huntington.
áreas corticales motoras. Se ha señalado con un recuadro el segmento aumentado (tálamo).
459
2 4 6aα
1 6aβ
3 8
Tracto
frontopontino
Tracto occipitomesencefálico
Tálamo
Núcleo vestibular
lateral
Tracto Oliva inferior
rubroespinal
Pirámide
Tracto
olivoespinal
Tracto corticoespinal Tracto corticoespinal
lateral anterior
Tracto vestibuloespinal Tracto tectoespinal
lateral
Tracto
Fibra reticuloespinal
anuloespiral (la)
Interneurona
Fibra de Golgi (lb)
Motoneurona α
Fibra α1 Fibra γ
A Vías descendentes del sistema motor extrapiramidal estas vías, las motoneuronas reciben también un input sensitivo (azul). Todos
Las neuronas originarias de las vías descendentes del sistema extrapiramidal los impulsos de estas vías están integrados por motoneuronas a e influencian
motor* provienen de un grupo heterogéneo de núcleos. Comprenden los nú- sobre su actividad y con ella sobre la contracción muscular. La integridad fun-
cleos basales (putamen, globo pálido y núcleo caudado), el núcleo rojo y la cional de la motoneurona a es examinada clínicamente con las pruebas de los
sustancia negra, en parte proceden incluso de áreas corticales motoras (por reflejos.
ej. área 6). Las vías descendentes siguientes forman parte del sistema extra-
piramidal motor: * El término sistema extrapiramidal motor ha sido muy criticado, puesto que
los componentes funcionales y anatómicos están muy interrelacionadas
• Tracto rubroespinal, entre ellos y la separación anatómica que de ellos se hace parece ser ar-
• Tracto olivoespinal, bitraria, más cuando las vías cerebelosas, también implicadas en la regula-
• Tracto vestibuloespinal, ción motora, no se cuentan como parte de esta sistema. Pero, puesto que el
• Tracto reticuloespinal y término extrapiramidal motor es utilizado en las nuevas líneas terapéuticas
• Tracto tectoespinal. de la Deutschen Neurologischen Gesellschaft (Sociedad de Neurología Ale-
mana), parece que debemos mantener esta sistemática.
Estas vías descendentes largas terminan en interneuronas cuyas sinapsis ter-
minan a su vez en motoneuronas a y g, de forma que las regulan. Además de
460
Célula
1 piramidal
Pierna
Tronco Vía piramidal
Brazo
2 Cara
Cápsula interna
3 Mesencéfalo
Vía
piramidal
VII
4
5
XII
Puente
Vía
6 piramidal
7
Pirámide
B Lesiones de las vías centrales motoras y sus consecuencias Debido a la lesión del núcleo abducens, puede producirse una lesión ipsilateral
Lesión próxima al córtex (1): parálisis de la musculatura inervada por del N. abducens o una lesión del núcleo del trigémino (no representada)
el área cortical lesionada. Puesto que la cara y la mano están representadas Lesión de la altura de la pirámide (5): paresia contralateral flácida,
por unas áreas corticales motoras especialmente grandes (v. B, pág. 457), son puesto que las fibras de las vías motoras extrapiramidales (por ej. el tracto
especialmente frecuentes la aparición de parálisis braquiofaciales marcadas rubroy tectoespinal) discurren más dorsales que la vía piramidal y, por lo tanto,
(brazo y cara afectados). También se produce una parálisis de lado contralate- no se ven afectadas en una lesión aislada de la pirámide.
ral (cruce de las vías piramidales), aunque la parálisis en este caso es flácida Lesión a la altura de la médula espinal (6, 7): una lesión a la altura de
e incompleta (paresia), dado que no se ha producido una lesión de las fibras la médula cervical (6) provoca una hemiplejia ipsilateral espástica. Puesto que
extrapiramidales. Si se hubieran afectado también las fibras extrapiramidales, las fibras de los sistemas piramidal y extrapiramidal están íntimamente unidos
se produciría una parálisis completa (plegia) y espástica, v. abajo. a esta altura y ya se han cruzado. Una lesión a la altura de la médula torácica (7)
Lesión a la altura de la cápsula interna (2): hemiplejia crónica, con- provoca una parálisis ipsilateral espástica de las piernas.
tralateral y espástica (parálisis completa) puesto que se han lesionado las vías Lesión a la altura del nervio periférico (8): aquí se encuentra el axón
motoras* piramidal y extrapiramidal, que se mezclan antes de la cápsula inter- de la motoneurona a, de forma que se produce una parálisis espástica.
na con las fibras de la vía piramidal (causa más frecuente: aploplejía).
Lesión a la altura del pie de los pedúnculos cerebrales (porción * La parálisis espástica es de hecho un signo de que existe una lesión de las
anterior o pie peduncular) (3): hemiparesia contralateral espástica. vías motoras extrapiramidales. Este hecho no era conocido en el momento
Lesión a la altura del puente (4): según el tamaño de la lesión: hemipare- de la primera definición de la lesión de la vía piramidal, de modo que se
sia contralateral o paresia bilateral. Puesto que las fibras de la vía piramidal en supuso que la lesión de la vía piramidal producía una parálisis espástica.
el puente están más separadas que en la cápsula interna, muchas veces ocurre Puesto que este hecho no tiene prácticamente ninguna consecuencia, en
que no se lesionan todas las fibras. Las fibras para el N. facial y el N. hipogloso los libros todavía se atribuye la espasticidad a la lesión de la vía piramidal.
discurren más dorsales, de forma que normalmente no se ven afectadas. Estaría mejor considerar las parálisis espásticas como parálisis centrales.
461
Duramadre Duramadre
LI Raíz C2
anterior C2
Raíz
posterior C3
Cola
de caballo C3
Cola de
caballo Ganglio T1
T2 C4
espinal C4
T3
T2
b T4
T3 T5 C5
Ganglio T6
espinal L4 T4
C5 T7
T8
T5
T9 C6
T6 T 10
Ganglio T 11 T1
espinal S1 T7
T 12
T8 L1
C6 T9
T1 L2
T 10
a T 11 L3
T 12
A Extremo caudal de la médula espinal y L1
cola de caballo en el conducto vertebral
Corte sagital y medio, visión izquierda. La médula L4
L2 S5 C7
espinal termina aproximadamente a la altura de L I,
C8 S4 C8
de forma que, en el conducto vertebral, de L I hacia
C7
abajo solamente salen las raíces anterior y poste- S3
rior (comp. pág. 397). Las raíces anterior motora y L3
S2
posterior sensitiva se unen primero en el foramen S1 L5
intervertebral, formando del N. espinal. En su en-
trada en la evaginación del saco dural, existen to-
davía dos aperturas separadas, una para cada raíz
(b). Esta es la causa anatómica que explica que, L4
ante la presencia de una compresión de las raíces,
se puedan observar pérdidas sensitivas (dolor, pér-
didas de sensibilidad) y motoras (desde debilidad
muscular hasta parálisis) separadamente (v. E).
L5
462
Tronco
simpático
Región autónoma
Plexo de un nervio cutáneo N. intercostal
463
A
7
3
2 5
M. pronador
redondo
C5 C6 C7 C8
Localización Cara externa y posterior del Cara dorsorradial del brazo, Cara dorsal del brazo, cara extensora Cara cubital de la mano que puede
del dolor/Trastornos hombro, cara anterolateral de la parte radial del antebrazo Æ del antebrazo Æ 2./3. (4.) dedo llegar hasta el dedo meñique y el
de sensibilidad porción proximal del antebrazo Pulgar anular
Músculo clave M. deltoides M. bíceps braquial M. tríceps braquial, flexores y Eminencia hipotenar,
(y otros músculos (M. bíceps braquial) (M. braquiorradial) extensores de la mano y de los (M. tríceps braquial, M. pectoral
afectados) dedos mayor, porción abdominal)
Musculatura tenar
M. pectoral mayor (atrofia
de la porción esternocostal)
Reflejos que se Reflejo bicipital Reflejo bicipital Reflejo tricipital Reflejo tricipital
pierden cuando se (reflejo braquiorradial) (reflejo de Trömner) (reflejo de Trömner)
lesiona el segmento
464
6
8
A 2
7
3 4
L3 L4 L5 S1
Localización Cara anterior del muslo, Parte laterodorsal del muslo, Cara dorsal del muslo, cara lateral Cara lateral del muslo
del dolor/Trastornos oblicuamente al trocánter, cara extensora de la rodilla hasta de la rodilla, cara anterior y lateral y de la pierna, talón hasta
de sensibilidad descendiendo hacia la cara medial la cara anteromedial de la pierna de la pierna, dorso del pie hasta el el borde lateral del pie
de la rodilla dedo gordo
Músculo clave M. cuádriceps femoral M. cuádriceps femoral, M. extensor largo del dedo M. tríceps sural, Mm.
(y otros músculos (aductores) especialmente su M. vasto gordo peroneos, flexores del muslo
afectados) medial M. tibial anterior M. glúteo mayor
(M. tibial anterior, aductores) M. glúteo medio
Reflejos que se Reflejo cuadricipital Reflejo cuadricipital Reflejo tibial posterior Reflejo del tríceps sural
pierden cuando se (= reflejo del tendón rotuliano = RTR) (Reflejo de los aductores) (= reflejo del tendón de Aquiles
lesiona el segmento = RTA)
B Músculos clave más importantes de los segmentos medulares C Signos clínicos de irritación de las raíces nerviosas
La tabla muestra el músculo típico de un segmento. Estos conocimientos son
necesarios para poder determinar la pérdida funcional de un segmento. • Dolor en la región del dermatoma afectado
• Pérdidas de sensibilidad en la región del dermatoma afectado
Segmento Músculo característico • Aumento del dolor al toser, estornudar o apretar
C4 Diafragma • Fibras dolorosas más afectadas que las fibras sensitivas restantes
C6 M. bíceps braquial • Alteración o pérdida de los reflejos en la región del segmento afectado
C7 M. tríceps braquial
C8 Músculos de la eminencia hipotenar, parte cubital de los flexores
largos de los dedos
L3 M. cuádriceps femoral
L4 M. cuádriceps femoral, M. vasto medial
L5 M. extensor largo del dedo gordo, M. tibial anterior
S1 M. tríceps sural, Mm. peroneos, M. glúteo mayor
465
C3
C4
C5
C6
N. dorsal de la escápula
C7
Tronco medio
Tronco superior C8
N. supraescapular
Tronco inferior T1
A. subclavia
Fascículo
posterior N. frénico
A. axilar 1a costilla
Fascículo N. torácico
lateral largo
Fascículo
medial
N. axilar
N. musculo-
cutáneo
N. mediano
N. cutáneo
antebraquial
medial
A Parálisis del plexo braquial «línea divisoria» entre los dos tipos de parálisis, y es frecuente que no se en-
Visión ventral derecha. Por definición, diferenciamos entre una parálisis bra- cuentre afectada en ninguna de las dos lesiones. Si se producen traumatismos
quial superior y una parálisis braquial inferior. En la parálisis braquial superior agudos también se puede producir una lesión completa del plexo braquial. Los
existe una lesión de las Rr. ventrales de C5 y C6 (v. C), en la parálisis braquial números arábigos señalan las raíces nerviosas.
inferior existe una lesión de las Rr. ventrales de C8 y T1 (v. D); C7 representa la
466
Rr. dorsales
Dermatoma C6
B Localización de la lesión en una parálisis braquial C Ejemplo: parálisis braquial superior (de Erb)
En una parálisis braquial, se produce una lesión de los Rr. ventrales de diver- En esta parálisis están lesionadas los Rr. ventrales de los Nn. espinales de C5
sos nervios espinales por donde pasan las aferencias hacia el plexo. Contienen y C6: se produce una parálisis de los abductores y los rotadores externos de la
tanto fibras motoras como fibras sensitivas, de forma que en la parálisis de un Art. del hombro, de los flexores del brazo y el M. supinador. El brazo cuelga flá-
plexo siempre aparecen trastornos motores y sensitivos de forma combinada. cido al lado del cuerpo (pérdida funcional de los flexores del brazo), la palma
La parálisis resultante (v. C) de esta combinación es siempre flácida, puesto de la mano está girada hacia atrás (pérdida funcional del M. supinador, predo-
que se trata de una parálisis periférica (lesión de la 2ª neurona motora). minancia de los pronadores). Se puede producir además una parálisis parcial
de los extensores de la Art. del codo y de la mano. Es típica la aparición de
trastornos de la sensibilidad en la cara lateral del brazo y del antebrazo, pero no
siempre están presentes. La causa más frecuente de la parálisis superior del
plexo braquial son los traumatismos durante el parto (ejemplo de una persona
importante: el emperador Guillermo II de Alemania).
Ojo
Ganglio
Glándulas lagrimales
cervical superior
y salivares
Vasos de la cabeza
Dermatoma T 1
Paresia/Atrofia
de los flexores largos de los dedos Ganglio Tronco simpático
y de los músculos cortos estrellado
de la mano
Corazón
Dermatoma
Mano en garra C7, C8 T1
T2 Pulmón
a b
D Ejemplo: parálisis braquial inferior (Déjerine-Klumpke) se produce también una pérdida de la inervación simpática de la cabeza. Esto
En esta parálisis se afectan los Rr. ventrales de los Nn. espinales de C8 y de se manifiesta con el síndrome unilateral de Horner: miosis (contracción de la
T1 (v. a). Además de los músculos de la mano, en esta parálisis también están pupila por parálisis del M. dilatador de la pupila), disminución de la apertura
afectados los flexores largos de los dedos y los flexores de la muñeca (mano en de la hendidura palpebral (¡no hay ptosis!) por la parálisis de los Mm. tarsa-
garra con atrofia de los músculos cortos de la mano). Aparecen trastornos de les superior e inferior inervados simpáticamente y sensación de que existe
sensibilidad en la zona cubital del antebrazo. Puesto que las fibras simpáticas enoftalmo (ojo hundido en la órbita) producida por el estrechamiento de la
para la inervación de la cabeza abandonan la médula espinal a nivel de T1 (v. b), hendidura palpebral.
467
A Plexo lumbosacro
T XII
Visión ventral. El plexo lumbosacro se divide en un
N. subcostal plexo lumbar (amarillo: T12-L4) y un plexo sacro
(verde: L5-S4).
LI Las fibras inferiores de L4 y todas las fibras de L5
se unen para formar el tronco lumbosacro, que es-
tablece la conexión con el plexo sacro. Este último
se dirige hacia dorsal.
N. iliohipogástrico Observe: Los nervios de la parte lumbar se extien-
den hacia ventral y los de la parte sacra hacia dorsal.
Puesto que plexo lumbosacro está muy protegido y
N. ilioinguinal
localizado en la profundidad de la pelvis, y padece
N. genitofemoral menos lesiones que el plexo braquial, que se en-
cuentra mucho más superficial. El plexo lumbosa-
cro puede verse lesionado por fracturas del anillo
N. cutáneo pélvico, por fracturas del sacro o de la articulación
femoral lateral de la cadera o como consecuencia de la implanta-
ción de una prótesis de cadera.
LV
Tronco
lumbosacro Paresia/Atrofia de los flexores
de la cadera, de los extensores
SI de la rodilla, rotadores externos
y abductores del muslo Secreción
sudorípara
intacta
N. obturador N. glúteo Anhidrosis
superior
N. femoral N. glúteo
inferior
Pie Pie
izquierdo derecho
N. pudendo
a b
N. obturador
B Lesión del plexo lumbar izquierdo
(T2-L4)
N. ciático La principal característica clínica de esta parálisis
es la pérdida funcional del N. femoral. Las estruc-
turas afectadas son: los flexores de cadera, los
extensores de la rodilla y los rotadores externos
y aductores del muslo (a). Aparecen trastornos de
la sensibilidad en la cara anteromedial del muslo y
de la pierna. También quedan anuladas las fibras
simpáticas para la pierna provenientes de la médula
lumbar y que se extienden en el plexo lumbar. Las
consecuencias son (b): aumento de la temperatura
del pie (déficit de vasoconstricción por la pérdida
simpática) y anhidrosis de la planta del pie (no hay
secreción sudorípara en el pie por la pérdida de
inervación simpática de las glándulas sudoríparas).
Si la secreción sudorípara está intacta, la prueba de
la ninhidrina (la marca de la huella podal sobre una
hoja de papel queda pintada en lila con una solu-
ción de ninhidrina al 1%) da un resultado positivo.
Observe: Comparar con la extremidad sana.
468
M. psoas mayor
M. ilíaco
M. sartorio
N. femoral
M. pectíneo
N. safeno
469
Visión de conjunto de las tres próximas unidades didácticas Aquí se presentan primero las correspondencias de las pérdidas (síndromes)
(según Bähr y Frotscher) con las estructuras de los segmentos de la médula, después se determina el
En el diagnóstico de las lesiones de la médula espinal deben plantearse siem- nivel de la lesión. Estos síndromes originan pérdidas, resultado de la lesión
pre dos cuestiones: de estructuras anatómicas bien definidas, que por lo tanto pueden ser bien
explicadas anatómicamente. Partiendo de los síndromes aquí descritos, se
1. ¿Cuál(es) es/son la(s) estructura(s) afectada(s) dentro del diámetro trans- puede hacer un autoexamen y comprobar si los conocimientos aprendidos
versal de la médula? Para analizarlas procederemos sistemáticamente de los hasta el momento han sido comprendidos correctamente y si somos capaces
segmentos periféricos a los segmentos centrales. de aplicarlos.
2. ¿A qué altura de la médula espinal (corte longitudinal de la médula espinal)
se encuentra situada la lesión?
C 4-T 6
C Síndrome del asta posterior en el ejemplo de una lesión a nivel
de C5-8
Esta lesión se parece a la lesión de la raíz posterior de los nervios espina-
les: aquí también se presentan trastornos de la sensibilidad segmentaria. La
pérdida de sensibilidad en una lesión del asta posterior de la médula espinal
es incompleta, en contraposición a la lesión de la raíz posterior. Existe una
pérdida ipsilateral de las sensibilidades dolorosa y térmica en los dermatomas Analgesia,
correspondientes, puesto que la 1ª neurona periférica/aferente del tracto espi- termanestesia
notalámico lateral hace sinapsis en el asta posterior, es decir, queda situada en
la región lesionada. Las sensaciones de posición y de vibración no están afec-
tadas, puesto que sus fibras son conducidas ambas por el cordón posterior y
dando la vuelta al asta posterior, se extienden directamente hacia los cordones
posteriores hacia el núcleo grácil o el núcleo cuneiforme, donde hacen sinapsis
(v. pág. 404 y ss.). La lesión del tracto espinotalámico anterior no se detecta
clínicamente. Este tipo de lesión (eliminación de las sensaciones dolorosas
y térmicas, no existen sensaciones de posición o de vibración) se denomina C 5-8
trastornos sensitivos disociados. Por debajo de la lesión se mantienen las sen-
saciones térmicas y dolorosas, puesto que las vías de la sustancia blanca no
están afectadas (tracto espinotalámico lateral). Este trastorno de sensibilidad
disociado aparece en la siringomielia, una deformación en la que el tubo neural
no se cierra por su parte dorsal.
470
Ataxia, asinergia,
pérdida de la propiocepción Disminuida la capacidad
consciente de discriminar 2 puntos
T8
D Síndrome de los cordones posteriores en el ejemplo de una (ataxia) como consecuencia de la pérdida del sentido postural (que es trans-
lesión a la altura de T8 mitido a través de las sensibilidad profunda, v. propiocepción, pág. 280); si está
Los signos característicos claros de una lesión del cordón posterior (v. también afectado el brazo (no representado aquí), se producen solamente trastornos
pág. 404 y ss.) son la pérdida de: de sensibilidad. Debido a la pérdida de la capacidad de autorregulación del sis-
tema motor, tampoco es posible la acción conjunta exacta de los diferentes
• sentido postural, grupos musculares en los movimientos finos (asinergia). La ataxia se produce
• sensaciones de vibración y porque la información sobre la posición del cuerpo es esencial para la realiza-
• capacidad de discriminación entre dos puntos. ción de movimientos. Con los ojos abiertos, esta información es compensada
(parcialmente) por la visión, con los ojos cerrados la ataxia empeora. La ataxia
Estas lesiones aparecen en la parte distal de la lesión, en lesiones de T8, en sensitiva se diferencia de la ataxia cerebelosa puesto que esta no puede ser
la zona de las piernas y de la parte inferior del tronco. Cuando, como en este compensada mediante el control visual.
ejemplo, están afectadas las piernas, se produce inseguridad en la marcha
Analgesia,
termanestesia
Parálisis
Parálisis flácida
C 4-T 4 espástica
E Síndrome de la sustancia gris en el ejemplo de una lesión torácica superior (comp. C). En una lesión más grande también se pueden ver
a la altura de C4-T4 afectadas las astas anteriores, sede de la motoneurona a, de forma que se pro-
Estas lesiones se producen como consecuencia de procesos (como por ej. tu- ducirá una parálisis flácida de las partes distales del miembro superior. Si se
mores) que tienen lugar en y alrededor del conducto central. Se ven afectadas produce una lesión todavía mayor en la que también se ve afectada la vía pira-
todas las vías que cruzan la sustancia gris: los tractos espinotalámicos anterior midal, resulta una parálisis espástica de los músculos distales (aquí: piernas).
y lateral. La consecuencia es la aparición de trastornos sensitivos disociados Este síndrome también puede aparecer en la siringomielia (v. C) o en tumores
(analgesia, anestesia térmica con mantenimiento de las sensaciones de posi- localizados alrededor del conducto central.
ción, de vibración y táctiles), en este caso en la región de las piernas y la región
Ataxia, asinergia,
Parálisis espástica pérdida Hipoestesia
de la propiocepción
T6 consciente
F Síndrome de la afectación común de los cordones posteriores el ejemplo que hemos puesto, distal a T6. Esta lesión con daños cervicotoráci-
y de la vía piramidal en el ejemplo de una lesión a nivel de T6 cos marcados de las vías, es una presentación típica de la mielinolisis cordonal
Cuando se produce la lesión del cordón posterior, tiene lugar también una pér- (funicular) (déficit de vitamina B12), en la que se ven afectados primero los cor-
dida del sentido postural y de las sensaciones de vibración. La lesión de la vía dones posteriores y después las vías piramidales. En esta patología se produce
piramidal añadida nos conduce además a la aparición de una parálisis espástica la destrucción de las vainas de mielina.
de las piernas y de la musculatura abdominal distal al dermatoma afectado, en
471
Parálisis flácida
C 7-8
A Síndrome de las astas anteriores en el ejemplo de una lesión solo segmento (v. A, pág. 398), la lesión de un único segmento puede llegar a
a la altura de C7-8 manifestarse tan solo con una debilidad muscular (paresia), sin llegar a una
En una lesión de las células motoras del asta anterior se producen parálisis parálisis completa (parálisis, plegia) del grupo muscular afectado. Si las as-
ipsilaterales, en el ejemplo presentado aquí, en las manos y en la musculatura tas laterales también están afectadas, también se producen trastornos de la
del antebrazo, puesto que es una lesión localizada a la altura de C7-8, y estos secreción sudorípara y vasomotores, ya que los pericariones de las neuronas
segmentos inervan la musculatura de estas regiones. La parálisis es flácida, ya simpáticas responsables de estas funciones están localizados en el asta late-
que se ha producido una pérdida funcional de las motoneuronas a, que inervan ral. Este tipo de lesiones son características de las parálisis infantiles o de las
la musculatura nombrada (neurona motora inferior = 2ª neurona). Puesto que atrofias musculares espinales. Estas últimas son enfermedades hereditarias
los músculos grandes no solo son inervados por una sola motoneurona de un progresivas relativamente raras.
B Síndrome de la lesión combinada del asta anterior, del cordón Observe: Si la 2ª motoneurona del asta anterior ya está lesionada (parálisis
lateral de la vía piramidal flácida), la lesión añadida del cordón lateral de la vía piramidal a la altura del
En esta lesión se produce una combinación entre parálisis flácidas y parálisis mismo segmento (parálisis espástica) ya no se nota. Este patrón de lesión es
espásticas: las lesiones en las astas anteriores motoras, es decir, de la neuro- típico de la esclerosis lateral amiotrófica, en la que la 1ª motoneurona, cortical
na motora inferior (= 2ª neurona) provoca una parálisis flácida, la lesión del (lesión de la vía piramidal) y la 2ª motoneurona, espinal (lesión de las astas an-
cordón lateral de la vía piramidal, es decir, de la neurona motora superior (= teriores) sufren una degeneración progresiva (causa poco clara). En el estadio
1ª motoneurona) provoca una parálisis espástica. La extensión de la lesión de final, cuando los núcleos de los nervios craneales también están afectados, se
los dos tipos de neuronas puede llegar a ser muy variable, de forma que, en producen trastornos del lenguaje y de la deglución (parálisis bulbar). El astro-
las parálisis representadas producidas por las lesiones de las astas anteriores físico Stephen Hawking es una víctima famosa de esta afectación.
a la altura de C7-8, se producen parálisis flácidas del antebrazo y de la mano,
mientras que las lesiones del cordón lateral de la vía piramidal a la altura de
T5, provocan parálisis espásticas de la musculatura abdominal y de las piernas.
Parálisis espástica
472
Ataxia,
asinergia
Atrofia de los Vía
cordones posteriores piramidal Parálisis
espástica
Tractos
espinocerebelosos
anterior y posterior
Hipoestesia Ataxia del cordón
lateral
D Síndrome de las lesiones combinadas del cordón posterior, ataxia sensitiva (déficit de autorregulación en el sistema motor, v. D, pág.471).
de las vías espinocerebelosas y de la vía piramidal Pero el hecho de que se produzca además la afectación de las vías espinocere-
En esta lesión se destruyen primero las neuronas de los ganglios espinales, belosas (propiocepción inconsciente), cuya única lesión también provoca una
que conducen la información del sentido postural consciente (pérdida: ataxia, ataxia, hace que la ataxia presentada por esta doble pérdida funcional de la
asinergia), las sensaciones de vibración y la discriminación entre dos puntos. propiocepción consciente e inconsciente sea especialmente marcada, y sínto-
Se produce de esta manera una atrofia de los cordones posteriores. Las sensa- ma más importante de la enfermedad. Debido a la pérdida de la vía piramidal se
ciones dolorosas y térmicas que son enviadas hacia el tracto espinotalámico la- producen además parálisis espásticas. El prototipo de esta enfermedad es la
teral, hacia central, no se ven afectadas, o lo están en menor medida. Tan solo la ataxia de Friedreich, enfermedad hereditaria de la que se presentan diversas
pérdida sensitiva de la propiocepción consciente ya provoca la aparición de una modalidades: se ha localizado el gen en el cromosoma 19.
Parálisis
Parálisis flácida
espástica
Analgesia,
termanestesia
Pérdida de todas
las cualidades
sensitivas Hipoestesia,
(en el dermatoma T10) pérdida de la propiocepción
consciente
T 10
E Síndrome de la hemiparálisis espinal (Síndrome de Brown- como seria de esperar de la sección de los cordones posteriores, pero no es
Sequard) en el ejemplo de una lesión izquierda a la altura de T10 así. Cuando se produce la destrucción de las motoneuronas a en el segmento
Esta lesión es muy rara (por ej. tras una lesión por arma blanca), pero es di- localmente lesionado (aquí: T10), aparece una parálisis flácida ipsilateral en
dácticamente muy adecuada para examinar si se ha comprendido la función y dicho segmento. Puesto que los axones del tracto espinotalámico lateral por
el trayecto de las vías en la médula espinal. En el lado de la lesión se produce debajo de la lesión ya han cruzado hacia el lado sano, las sensaciones dolorosas
una parálisis espástica (por debajo de la lesión) (sección de la vía piramidal, y térmicas ipsilaterales por debajo de la lesión no están perjudicadas. En el
v. comentario en la pág. 461). Debido a la sección de los cordones posteriores lado contralateral, las dos sensaciones ya no están presentes, puesto que los
(vía de la propiocepción consciente) se produce una pérdida del sentido pos- axones cruzados del lado contrario están seccionados a la altura de la lesión. Si
tural, de las sensaciones de presión y de la discriminación de los dos puntos las raíces a la altura de la lesión están irritadas, puede aparecer dolor radicular
en el lado de la lesión. Por debajo de la lesión y después de la remisión del en el segmento situado por encima de la lesión (v. E, pág. 463) debido al trayec-
shock espinal, se produce una parálisis espástica, en este caso de la pierna to descendente de las raíces sensitivas (y motoras).
izquierda. Como consecuencia de la parálisis debería aparecer una ataxia, tal
473
B Déficits por lesión medular en función del nivel de la lesión (según Rohkamm)
474
Mm. interóseos
(C8-T1) M. abductor corto
del pulgar (C8-T1)
M. bíceps braquial
(C5-6)
Lesión de la médula
M. braquiorradial cervical
(C5-6)
M. tríceps
braquial (C7-8)
M. deltoides
(C4-6) M. pectoral
mayor (C7-T1)
M. trapecio
(C2-4) Diafragma
(C3-C5) Lesión de la médula
torácica
M. dorsal ancho
(C6-8)
M. aductor
mayor (L2-4)
M. cuádriceps
femoral (L2-4)
Lesión de la médula
lumbar
M. extensor largo
del dedo gordo (L5-S1)
M. tibial
anterior (L4-5)
C Diagnóstico del nivel de las lesiones medulares clave (v. B, pág. 465) no es así. Si la lesión está situada por ejemplo a nivel de
a Músculos y segmentos medulares que los inervan. La mayoría de L3, el M. cuádriceps femoral queda casi completamente anulado, puesto que
músculos son plurisegmentarios, es decir, hay diversos segmentos que par- este músculo recibe la inervación casi exclusivamente de L3.
ticipan en su inervación. Esto permite por ej. que si se produce una lesión b Diferentes grados de invalidez en función del nivel de la lesión
a nivel de C7, el M. dorsal ancho no quede completamente anulado, puesto medular.
que también recibe inervación de C6. En el caso de los músculos que están
inervados casi exclusivamente por un segmento, los denominados músculos
475
Cuerpo geniculado Radiación óptica para Campo visual nasal Campo visual temporal
lateral el campo visual inferior del ojo derecho del ojo derecho
Retina temporal
Retina nasal
Surco
calcarino
Campo visual N. óptico
superior Área estriada Quiasma
en el borde inferior óptico Tracto óptico
de la cuña
A Visión de conjunto de la vía óptica Observe: Una mitad del cerebro percibe, por lo tanto, solo el mundo contralate-
Visión sobre la mitad derecha del cerebro desde la izquierda (a) y visión supe- ral, respectivamente, a diferencia de un ojo, que puede ver el mundo izquierdo y
rior de un cerebro transparente (b). derecho. Para el «mundo» superior e inferior vale: independientemente de que
La vía óptica comienza en la retina (primer proceso neuronal de las impresiones si las fibras se crucen o no, la información de la mitad superior de la retina (pero
visuales, v. B). La retina se encuentra «por delante» de la pupila. Esta pequeña del campo visual inferior) termina en la corteza visual superior (por encima
apertura en el ojo lleva a que los rayos de luz que inciden desde arriba y desde del surco calcarino en el borde inferior de la cuña); la información de la mitad
abajo sean proyectados en la parte inferior y superior de la retina, respectiva- inferior de la retina en la corteza visual inferior (por debajo del surco calcarino,
mente (a). Lo mismo se aplica a la izquierda y a la derecha (b). Por lo tanto, en el borde superior del giro lingual, v. a). Las porciones superiores de la cor-
la imagen en la retina está de cabeza y al revés: efecto de cámara oscura. teza visual, por lo tanto, miran hacia abajo y al revés. A partir del quiasma óptico
La retina y los campos visuales se dividen en cuatro cuadrantes, que están se habla de «tracto óptico» (con su raíz lateral y medial), y no más de «nervio
conectados de manera muy específica con los cuatro cuadrantes de la corteza óptico». La amplia mayoría de las fibras nerviosas ópticas (90%) corren por
visual primaria (v. C). Los axones de la 3ª capa neuronal en la retina forman, este tracto hasta un territorio nuclear en el tálamo, el cuerpo geniculado lateral
respectivamente, el nervio óptico (II nervio craneal) de un ojo. Ambos nervios (=porción geniculada de la vía óptica) y allí vuelve a hacer sinapsis (=4ªneu-
ópticos abandonan la órbita respectiva a través del conducto óptico. Detrás de rona). Las neuronas del cuerpo geniculado lateral se proyectan sobre la corteza
este último se unen en el quiasma óptico (en la base del diencéfalo). Aquí los visual primaria (área estriada) en el polo occipital del cerebro y son responsa-
axones de la retina nasal se cruzan al lado contrario (v. b). Las fibras de la retina bles de la percepción consciente de la visión. El 10% de los axones restantes de
temporal continúan del mismo lado. Esto tiene la siguiente consecuencia para la 3ª neurona no terminan en el cuerpo geniculado lateral (= porción no genicu-
la visión: como las mitades nasales de la retina miran hacia fuera (= campo lada de la vía óptica, v. B, pág. 479, percepción visual inconsciente). El camino de
visual temporal, v. b), la «mitad externa» del mundo visual correspondiente las neuronas del cuerpo geniculado lateral hacia la corteza visual (5ªneurona)
es conducida a la mitad contralateral del cerebro correspondiente y la «mitad se denomina radiación óptica. Esta corre en forma de banda alrededor del asta
interna» del mundo visual (= campo visual nasal) permanece en la mitad ipsila- inferior y posterior del ventrículo lateral.
teral del cerebro. Esto significa, por ejemplo para la mitad izquierda del cerebro Observe: El N. óptico, quiasma óptico y tracto óptico pertenecen, al igual que
(v.las marcas azules en b): con la retina temporal del ojo izquierdo mira hacia la la retina, completamente al SNC, a saber, al diencéfalo. Están rodeados por
derecha (sin cruce de las fibras nerviosas) y con la retina nasal del ojo derecho meninges. El nervio óptico, por lo tanto, no es un nervio, sino una vía diencefálica
también hacia la derecha (cruce). que migró desde el encéfalo hacia adelante.
476
1
Punto ciego
3 4
D Determinación orientativa del campo
visual en la prueba de confrontación
5
La determinación del campo visual es una de las
4 bases del diagnóstico para los trastornos de la vía
6 visual (v. A, pág. 478). La prueba de confrontación
6 detecta groseramente las pérdidas del campo visual.
Procedimiento: el médico confronta su campo visual
7 intacto con el campo visual opuesto del paciente. El
médico y el paciente se inmovilizan entre sí de tal
7 modo que las líneas de fijación de ambos ojos son
8 8 idénticas. El médico lleva su dedo índice o una varilla
de afuera hacia el campo visual. El paciente indica
cuando ve el dedo o la varilla. Mediante un períme-
tro se puede establecer exactamente el alcance del
campo visual correspondiente. Aquí los puntos lumi-
nosos reemplazan el dedo índice del médico.
C Topografía de la porción genicular de la vía óptica 5 En el quiasma óptico se cruzan las fibras nasales del N. óptico en forma
La fóvea central, el punto de más nitidez visual de la retina, tiene una densidad de arco hacia el lado contrario.
de receptores muy alta. Los receptores envían muchos axones hacia central, 6 Al principio del tracto óptico las fibras de la mitad correspondiente
de forma que la fóvea central está representada en el córtex visual (área de la retina se unen: tracto derecho –mitad derecha de la retina– y tracto
estriada) por un área proporcionalmente muy grande. Otras regiones de la izquierdo –mitad izquierda de la retina–; el campo visual derecho termina
retina situadas más periféricamente contienen menos receptores y con ellos finalmente en el córtex visual izquierdo. Las fibras maculares están situadas
menos axones, de forma que su representación en el córtex visual también más centrales, en el tracto óptico.
es menor. La imagen quiere representar la especialización y el trayecto de las 7 Al final del tracto óptico, justo antes de su entrada en el cuerpo genicu-
fibras nerviosas de los diferentes segmentos de la retina. lado lateral, las fibras se agrupan formando una cuña.
8 En el cuerpo geniculado lateral se mantiene la forma de cuña. Las fibras
1 Representación del campo visual, como está representado en
maculares ocupan casi la mitad del espacio. Después de hacer sinapsis con
el perímetro: las zonas que se corresponden respectivamente con un
la 4ª neurona proyectan en el extremo posterior del polo occipital (= córtex
campo visual (= izquierda) se han marcado con una intensidad de color
visual).
progresivamentedisminuida:
9 Aquí queda claro que el campo visual central es el que tiene la mayor superfi-
• La zona más pequeña y más oscura en el medio es la fóvea central, que
cie de representación en el córtex visual (área estriada) –en compara-
se corresponde con el campo visual central;
ción con los demás campos visuales–. Esto es así debido al gran número de
• la zona más grande es el campo visual periférico, en el que también está
axones que envía la fóvea central al N. óptico. Este gran número de axones se
situado el «punto ciego» (= papila del n. óptico, v. 2);
mantiene hasta el córtex visual, de forma que la fóvea central mantiene una
• a cada lado temporal se puede reconocer la porción monocular del campo
conexión punto a punto con el córtex visual. Los demás campos visuales tam-
visual («hoz temporal»);
bién mantienen esta conexión punto a punto, pero disponen simplemente de
• a cada lado medial la porción medial del campo visual con estrechamiento
menos axones. La mitad central inferior del campo visual está representada
por la nariz (pequeña depresión medial).
2 Retina: el efecto de cámara oscura de la pupila (v. Aa) conduce a que, en una gran área localizada directamente en el polo occipital, por encima
del surco calcarino, y la mitad central superior, por debajo del surco. En el
sobre la retina, las partes superior e inferior, así como las partes temporal
cuerpo geniculado lateral (v. 8) la zona de la visión central también ocupa
y nasal, quedan reflejadas de forma exactamente inversa.
el espacio más grande.
3 y 4 En el principio del N. óptico, en el denominado punto ciego (2), están
situadas las fibras que representan el campo visual macular (fibras macu-
lares), lateral primero, para desplazarse progresivamente hacia el centro
del nervio (4).
477
Campo visual
Campo visual derecho
izquierdo
1 1
2 2
3 3
2
4 4
5 5
6 4 5 6
7 5 7
4
6 7
A Pérdida de campo visual (Escotoma) y su localización en la vía 4 La lesión unilateral de la radiación óptica interna en el lóbulo temporal ante-
óptica rior (bucle de Meyer) provoca una anopsia del cuadrante superior del lado
Las pérdidas de campo visual y la localización de la lesión están representadas contrario. Esto es debido a que estas fibras se extienden hacia el asta infe-
para la vía visual izquierda. La lesión de la vía visual puede producirse por la rior del ventrículo lateral situado en el lóbulo temporal y están separadas de
existencia de numerosas patologías neurológicas. Frecuentemente, el paciente las fibras de la mitad inferior del campo visual (v. pág. 476).
manifiesta trastornos de la visión. El tipo de pérdida nos indica la localización 5 La lesión unilateral de la radiación óptica interna en la región del lóbulo pa-
de la lesión, y por lo tanto tiene gran importancia clínica conocer el patrón de rietal provoca una anopsia del cuadrante inferior del lado contrario; esta está
afectación. Para localizar las lesiones dividimos el campo visual en cuatro cua- justificada dado que estas fibras se extienden más cranealmente que las del
drantes: cuadrante temporal superior e inferior y el cuadrante nasal superior e cuadrante superior en el bucle de Meyer (v. pág. 476).
inferior (v. también pág. 477). 6 La lesión del lóbulo occipital provoca una hemianopsia homónima. Puesto
que la radiación óptica se extiende antes de su entrada en el córtex visual,
1 La lesión unilateral del N. óptico provoca la ceguera total del ojo afectado: se han descrito lesiones en el lóbulo occipital en las que se ha mantenido la
amaurosis. visión en la fóvea central, tal como hemos representado aquí. Este tipo de
2 La lesión del quiasma óptico produce una hemianopsia homónima bitempo- lesiones están mayoritariamente causadas por hemorragias intracerebrales.
ral, puesto que las fibras del segmento nasal de la retina (solamente estas Debido a las diferencias, en el tamaño de las posibles hemorragias, las pér-
cruzan en el quiasma óptico), que representan el campo visual temporal, didas visuales también pueden ser muy variables.
están interrumpidas. 7 Si en el polo occipital solamente se han lesionado las áreas corticales que
3 La lesión unilateral del tracto óptico provoca la hemianospsia contralaretal, representan la mácula, se produce un escotoma central hemianóptico ho-
puesto que los segmentos temporales de la retina del ojo del mismo lado y mónimo.
los segmentos nasales del lado contralateral están interrumpidos.
Observe: Todas las pérdidas visuales homónimas tienen una causa retro-
quiasmática.
478
Pulvinar
Colículos del tálamo
superiores
Radiación óptica
Área
pretectal
Cuerpo geniculado
Núcleos lateral
terminales
Formación
reticular
B Porción no genicular de la vía óptica • Axones hacia el área pretectal: aferencias para los reflejos de la pupila y
Aproximadamente el 10% de los axones del N. óptico no terminan en neuronas de acomodación (sistema retinopretectal). En el hombre todavía no se ha
del cuerpo geniculado lateral, que después proyectan al córtex visual, sino que llevado a cabo la división en núcleos separados, por esto se utiliza el término
se extienden hacia la raíz medial del tracto óptico: porción no genicular de la «área».
vía óptica. Las informaciones procedentes de estas vías no se dirigen al cons- • Axones hacia el núcleo supraquiasmático del hipotálamo: influencia del rit-
ciente, pero desempeñan un papel importante en la regulación inconsciente de mo circadiano.
diversos procedimientos relacionados con la visión, o en la sinapsis de reflejos • Axones hacia los núcleos terminales (tracto óptico) en el tegmento del
(por ej. la rama aferente del reflejo luminoso), los axones de la porción no mesencéfalo y hacia los núcleos vestibulares: aferencias para el nistagmo
genicular de la vía óptica terminan en las regiones siguientes: optocinético (= movimiento ocular fisiológico en sacudida, como si siguiera
objetos que pasan rápidamente): sistema óptico accesorio.
• Axones hacia el colículo superior: transmiten informaciones sobre los movi- • Axones hacia el pulvinar del tálamo: córtex de asociación visual para la motri-
mientos necesarias para la fijación de los objetos que se mueven mediante cidad ocular (sinapsis de la neurona en el colículo superior).
los movimientos inconscientes de los ojos y de la cabeza (sistema retino- • Axones hacia el núcleo parvocelular de la formación reticular: función de
tectal). alerta.
479
M. ciliar
M. esfínter
de la pupila
M. recto
medial
Nn. ciliares
cortos
N. óptico Ganglio
ciliar
Tracto óptico
N. oculomotor
Área 19
Área 17
Área 18
A Sinapsis para la convergencia y para la acomodación el núcleo perlia. Este núcleo está situado entre los dos núcleos de Edinger-
Cuando acercamos un objeto a los ojos, los ejes de ambos deben acercarse Westphal (= núcleos accesorios del N. oculomotor). En el núcleo perlia están
(convergencia), la lente (cristalino) debe modificar simultáneamente su dis- localizados dos grupos de neuronas funcionalmente diferenciados:
tancia focal (acomodación). De esta forma conseguimos una impresión visual
bien definida en el espacio. El acoplamiento de estos dos procedimientos pue- • Uno hace sinapsis para los movimientos de convergencia en el núcleo ocu-
de dividirse en tres procedimientos parciales: lomotor somatomotor, que envía sus axones directamente hacia el M. recto
medial.
1. En la convergencia, los dos Mm. rectos mediales conducen a la pupila, y • El otro grupo de neuronas hace sinapsis con las neuronas responsables
con ella al eje del ojo, hacia dentro, de forma que el objeto que acercamos de la acomodación y de la constricción de la pupila en el núcleo accesorio
quede reflejado en la fóvea central. del n. oculomotor (Edinger-Westphal), visceromotor (parasimpático), (la
2. En la acomodación, la lente se redondea de forma que el objeto que acer- representación de la inervación parasimpática que sigue es únicamente
camos queda definido en la retina. La lente permanece plana gracias a la unilateral).
tracción de sus fibras, ancladas en el M. ciliar. Si el M. ciliar se contrae a
medida que avanza la acomodación, las fibras de la lente se relajan y esta Tras hacer sinapsis en este núcleo, los axones parasimpáticos preganglio-
puede redondearse a través de su propia presión. nares se extienden hacia el ganglio ciliar, donde tiene lugar la sinapsis de
3. Para aumentar la agudeza visual se produce la contracción de la pupila me- la neurona central con la neurona parasimpática periférica. Aquí también se
diante el M. esfínter de la pupila. distinguen dos grupos de neuronas: un grupo se extiende hacia el M. ciliar
(acomodación), el otro hacia el M. esfínter de la pupila (constricción pupi-
La convergencia y la acomodación pueden realizarse de forma consciente (fi- lar). En estadios avanzados de la sífilis (infección por treponema pallidum),
jación de un objeto próximo) o inconsciente (fijación de un vehículo que se la reacción luminosa (M. esfínter de la pupila) está anulada, mientras que la
aproxima). La mayoría de axones de la 3ª neurona de la vía óptica discurren por acomodación (M. ciliar) y la convergencia se mantienen. Esta combinación se
el N. óptico a través del cuerpo geniculado lateral, donde hace sinapsis con la denomina pupila de Argyll-Robertson. De este hallazgo podemos deducir que
4ª neurona, cuyos axones se extienden después hacia el córtex visual prima- las conexiones con el M. ciliar y con el M. esfínter de la pupila circulan por vías
rio (área 17). Mediante diversas sinapsis realizadas entre las interneuronas, diferentes, cuyo recorrido anatómico todavía no ha podido ser identificado de
los axones del área visual secundaria 19 se extienden hasta el área pretectal. forma clara.
Allí se realiza de nuevo una sinapsis, los axones de esta neurona terminan en
480
M. esfínter
de la pupila
Nn. ciliares
cortos
Ganglio
ciliar
N. óptico
N. oculomotor
Tracto óptico (porción parasimpática)
Cuerpo
geniculado Núcleo accesorio
lateral del n. oculomotor
Cuerpo
geniculado Área
medial pretectal
B Regulación de la dilatación de la pupila, reflejo luminoso En la reacción luminosa diferenciamos entre una reacción luminosa directa y
El reflejo luminoso permite que el ojo pueda adaptarse a la diferentes intensi- una reacción indirecta:
dades luminosas. Si los rayos de luz son más intensos (por ej. los rayos de una Para testar la reacción luminosa directa, tapamos los ojos de un pacien-
linterna), la pupila se contrae (protección de los fotorreceptores de la retina), te cooperativo y en estado de alerta y destapamos después uno de los ojos.
si en cambio oscurece, se dilata. Tal como lo indica el término de reflejo, esta Transcurrido un breve período latente, podemos observar cómo se produce la
adaptación se produce de forma inconsciente (porción no genicular de la vía constricción de la pupila del ojo que acabamos de destapar.
óptica). Para evaluar la reacción luminosa indirecta, el examinador coloca su mano
Rama aferente del reflejo luminoso: las tres primeras neuronas (1ªneu- sobre la raíz de la nariz del paciente, de forma que al iluminarlo con una linterna
rona: bastones y conos; 2ª neurona: células bipolares; 3ª neurona: células gan- solamente ilumine un ojo. Se evalúa si la pupila del ojo no iluminado se contrae
glionares) de la vía aferente de este reflejo están localizadas en la retina. Los conjuntamente con la del ojo iluminado (reacción luminosa consensual).
axones de las células ganglionares forman el N. óptico. Los axones responsa- Anulación de la reacción luminosa en determinadas lesiones: si se
bles del reflejo luminoso (azul claro) se extienden, conjuntamente con la raíz ha producido una lesión unilateral del N. óptico, la reacción luminosa del ojo
medial del tracto óptico, hacia el área pretectal (porción no genicular de la vía del lado afectado queda directamente anulada. Además también desaparece la
óptica) y los axones restantes hacia el cuerpo geniculado lateral (azul oscuro). reacción consensual en el lado contrario, puesto que la rama aferente del refle-
Después de hacer sinapsis en el núcleo pretectal, los axones de la 4ª neurona jo luminoso del lado afectado está lesionada. Si iluminamos el lado no afectado,
se extienden hacia los núcleos parasimpáticos (núcleo accesorio del n. oculo- se produce la constricción natural de este lado (reacción luminosa directa); la
motor = Edindger-Westphal) de ambos lados del N. oculomotor. Puesto que reacción luminosa consensual también aparece porque la aferencia para este
ambos lados están inervados, es posible que la reacción luminosa sea consen- reflejo es conducida a través del lado no afectado, mientras que las eferen-
suada (v. abajo). cias no son conducidas a través del N. óptico. Cuando el núcleo oculomotor
Rama eferente de reflejo luminoso: las 5ª neuronas, situadas en el nú- parasimpático o el ganglio ciliar están lesionados, se produce una pérdida de
cleo de Edinger-Westphal (neurona parasimpática central), envían sus axones la parte eferente del reflejo. En ambos casos quedan anuladas las reacciones
hacia el ganglio ciliar. Allí tiene lugar una sinapsis con la 6ª neurona (neurona directas e indirectas de los ojos. La lesión de la radiación óptica o del córtex
parasimpática periférica), cuyos axones se extienden a continuación hasta el visual (porción genicular de la vía óptica) no provoca la pérdida de este reflejo,
M. esfínter de la pupila. puesto que este es conducido por la porción no genicular de la vía óptica.
481
Formación reticular
mesencefálica (FRM) Fascículo
longitudinal
medial (FLM)
Formación reticular
pontina paramediana (FRPP) Núcleo
del n. abducens
Núcleo prepósito
del hipogloso
(riFLM)
a
III
IV
FRPP FRPP
VI
b
A Núcleos motores de la mirada y sus sinapsis superiores rada hacia la derecha, en el ojo derecho deberá contraerse el M. recto lateral
en el tronco del encéfalo derecho (NC VI, activación del núcleo abducens), y relajarse el M. recto medial
a Corte sagital y medio; visión izquierda; b Esquema sináptico de la organiza- (NC III, inhibición del núcleo oculomotor); para el ojo izquierdo, significa que
ción supranuclear de los movimientos oculares. deberá relajarse el M. recto lateral izquierdo (NC VI) y contraerse el M. recto
Cuando miramos un nuevo objeto, movemos la fóvea central de nuestros ojos medial izquierdo (NC III). Estos movimientos oculares en los que están im-
rápidamente hacia el objetivo. Estos movimientos precisos y rápidos, que po- plicados ambos ojos son denominados movimientos oculares conjugados. Hay
dríamos denominar balísticos, se denominan sacudidas. Están programadas y diversos centros responsables de la coordinación de estos movimientos (nú-
no son modificables mientras se están produciendo. En la ejecución de es- cleos premotores, representados en lila). La programación de los movimientos
tos movimientos están implicados los núcleos de la totalidad de los nervios horizontales de la mirada tiene lugar en el núcleo de la formación reticular
motores de los músculos oculares (núcleos de los nervios craneales III, IV y pontina paramediana (FRPP), mientras que los movimientos verticales de la
VI; (representados en rojo). Para esta función, están unidos entre ellos por el mirada están programados en el núcleo intersticial rostral del fascículo longi-
fascículo longitudinal medial (azulado) (para ver localización v. B). Dado que tudinal medial (riFLM). Ambos centros de la mirada están en contacto a ambos
este tipo de movimientos oculares complejos implica a todos los núcleos de los lados con los núcleos de los nervios craneales III, IV, VI. Las señales para el
nervios de los músculos oculares y a los músculos oculares por ellos inervados, tono postural de la nueva posición de los ojos provienen del núcleo prepósito
la actividad de estos núcleos debe ser coordinada por un centro superior, por del hipogloso (v. a).
una coordinación supranuclear. Esto significa por ej., que al efectuar una mi-
482
Núcleo
del n. oculomotor
Fibras Núcleo
cortico- del n. troclear
nucleares
Acueducto
del mesencéfalo
Fascículo
longitudinal
Tracto medial
B Trayecto del fascículo longitudinal
corticoespinal Núcleo medial en el tronco del encéfalo
del n. abducens Corte sagital y medio, visión izquierda. El fascículo
longitudinal medial discurre ventral a ambos la-
dos del acueducto del mesencéfalo y se extiende
desde el mesencéfalo hasta la médula espinal. En
él discurren las fibras para la coordinación de los
movimientos oculares conjugados. Si se lesionan
se produce una oftalmoplejia internuclear (v. C).
Núcleo
del n. abducens
483
Comisura
de los colículos
inferiores
Lemnisco
lateral
Núcleos
del lemnisco
lateral
Conducto
Núcleo coclear
coclear
anterior Órgano de Corti
Núcleo olivar Células ciliares
superior Ganglio internas
Núcleo del cuerpo espiral
trapezoide
N. coclear
Estrías medulares
del cuarto ventrículo Núcleo coclear
posterior
A Vía auditiva aferente del oído izquierdo • Células ciliares internas en el órgano de Corti,
Los receptores de la vía auditiva son las células ciliares internas del órgano • Ganglio espiral,
de Corti. Puesto que no tienen prolongaciones nerviosas, son denominadas • Núcleos cocleares anterior y posterior,
células sensitivas secundarias. Están situadas en el conducto coclear, sobre la • Núcleos del cuerpo trapezoide y núcleo olivar superior,
membrana basilar, y tienen estereocilios en su superficie que captan el movi- • Núcleo del lemnisco lateral,
miento de propagación de la onda sobre la membrana tectoria. Esto provoca • Núcleo del colículo inferior,
la deformación de los esterocilios (v. pág. 153). Estas deformaciones o do- • Núcleo del cuerpo geniculado medial y
blamientos representan el estímulo que desencadena la cascada de señales. • Córtex auditivo primario en el lóbulo temporal (giros temporales transver-
Las prolongaciones dendríticas de las neuronas bipolares en el ganglio espiral sos = giros transversos de Heschl o área 41 según Brodmann).
captan el estímulo y lo envían con sus axones, que juntos forman el N. coclear,
en los núcleos cocleares anterior y posterior. En este núcleo tiene lugar por Cada uno de los segmentos de la cóclea se corresponde con cada uno de los
primera vez la sinapsis con la 2ª neurona de la vía auditiva y con ella la valo- segmentos del córtex auditivo y sus estaciones intermedias; hablamos por lo
ración de la información sonora. La información proveniente de los núcleos tanto de organización tonotopa de la vía auditiva. Con ello tenemos el mismo
cocleares es conducida al córtex auditivo primario a través de la sinapsis en principio de organización que habíamos visto en la vía óptica. El procesamiento
4-6 núcleos, y una vez allí, la información auditiva –de forma análoga al córtex bineural de la información auditiva (= audición en estéreo) tienen lugar pri-
visual–, se hace consciente. El córtex auditivo primario está situado –algo mero a nivel del núcleo olivar superior. En los demás niveles de la vía auditiva
escondido en el surco lateral– en los giros temporales transversos (giros también hay cruces entre la vía auditiva derecha e izquierda, que no se han re-
transversos de Heschl o área 41 de Brodmann). En principio, en la vía auditiva presentado aquí para dar una visión simplificada. La pérdida de la cóclea puede
distinguimos las estaciones siguientes: sustituirse por un implante.
484
N. facial
Membrana timpánica
N. estapedio
M. estapedio
B Esquema del reflejo estapedial el umbral necesario el tímpano se pone rígido. Se registran entonces las modi-
Si la intensidad de una señal acústica alcanza un umbral determinado, se des- ficaciones en la resistencia del tímpano. La rama aferente de este reflejo discu-
encadena una contracción del M. estapedio a través del reflejo estapedial. A rre por el N. coclear. A través del complejo de la oliva superior (= núcleo olivar
través de este reflejo, se puede testar la capacidad auditiva del paciente sin su superior), la información es conducida a ambos lados hacia el núcleo facial (no
colaboración (es la denominada prueba objetiva). Para realizar la medición se representado aquí). La rama eferente de este reflejo discurre a través de las
coloca un micrófono o una sonda en el conducto auditivo y se aplica un sonido fibras visceromotoras especiales del N. facial.
al tímpano. Cuando se desencadena el reflejo estapedial por haber alcanzado
Fascículo
olivococlear
lateral
Fascículo
olivococlear medial
Neurona lateral
Neurona medial
C Fibras eferentes de la oliva hacia el órgano de Corti ciliares internas, las fibras de las neuronas mediales se extienden cruzadas
Además de las fibras aferentes del órgano de Corti (comp. con A, representa- hacia el lado contrario y terminan en la base de las células ciliares externas,
do aquí en azul), que forman el nervio auditivo, también hay eferencias (rojo) cuya actividad influencian. Después de recibir el estímulo las células ciliares
hacia los órganos de Corti en el oído interno, responsables del procesamiento externas, pueden reforzar activamente la onda viajera. Con ello aumenta la sen-
previo activo de la señal acústica (amplificador coclear) y de la protección con- sibilidad de las células ciliares internas (las células receptoras propiamente
tra ruidos. Las fibras eferentes provienen de neuronas que están situadas o dichas). El efecto de las eferencias provenientes de la oliva puede ser trans-
bien en la parte lateral o en la parte medial de la oliva superior y se extienden mitido como emisiones otoacústicas (EOA), una transmisión que se utiliza al
desde allí hacia la cóclea (fascículos olivococleares lateral y medial). Las fibras hacer un screening auditivo en los recién nacidos.
de la neurona lateral se extienden sin cruzarse hacia las dendritas de las células
485
Núcleo comisural
posterior
(de Darkschewitsch)
Núcleo intersticial Núcleo rojo
(de Cajal)
Núcleo
del n. oculomotor
Núcleo del n. troclear
Núcleo
globoso
Fascículo
Núcleo del fastigio
uncinado
Núcleos
Núcleo del n. abducens vestibulares
Fibras vestibulocerebelosas
Lóbulo (vía cerebelosa sensitiva directa)
floculonodular
N. vestibular
Ganglio vestibular
Crestas
Formación reticular ampulares
Núcleo dorsal del n. vago Utrículo
Fascículo
longitudinal medial
Tracto vestibuloespinal
lateral
Tracto
reticuloespinal
A Uniones centrales del N. vestibular por las prolongaciones dendríticas de las neuronas bipolares. Sus pericariones
Nuestra regulación del equilibrio está influenciada por tres sistemas: están situados en el ganglio vestibular. Los axones de estas neuronas forman el
N. vestibular y terminan en los cuatro núcleos vestibulares (v. C). Además del
• Sistema vestibular, input del aparato vestibular, estos núcleos reciben también otro input sensorial
• Sistema propioceptivo y (v. B). Los núcleos vestibulares están organizados topográficamente (v. C) y
• Sistema óptico. envían sus eferencias hacia tres objetivos:
Los dos últimos sistemas ya han sido expuestos. Los receptores periféricos • A través del tracto vestibuloespinal lateral se alcanzan neuronas en la médu-
del sistema vestibular están localizados en el laberinto membranoso (v. pe- la espinal que colaboran en la bipedestación; se tonifican preferentemente
ñasco del temporal, págs. 142 y 154), formado por el utrículo y el sáculo y por neuronas extensoras;
las ampollas de los tres conductos semicirculares. La mácula del utrículo y la • A través de fibras vestibulocerebelosas se alcanza el lóbulo floculonodular
mácula del sáculo miden la aceleración lineal, los conductos semicirculares en del cerebelo (archicerebelo);
las crestas ampulares, la aceleración angular. Como las células ciliares del oído • A través de la porción ascendente del fascículo longitudinal medial se alcan-
interno, los receptores del sistema vestibular también son células sensitivas zan los núcleos musculares oculares ipsiy contralateral.
secundarias. A nivel basal, las células sensitivas secundarias están rodeadas
486
Además salen eferencias de los núcleos vestibulares hacia las regiones siguientes:
Núcleo
Laberinto vestibular Cerebelo • El tálamo y el córtex (sensación espacial) y
• Hipotálamo (regulación vegetativa: vómito durante los ataques de vértigo).
Médula
Propiocepción
espinal Observe: La pérdida aguda del sistema vestibular se hace presente con la apa-
rición de vértigo rotatorio.
Núcleo
Núcleo del n. oculomotor
del n. troclear
Fascículo
longitudinal medial
Núcleo
del n. abducens Cerebelo
Pedúnculo
cerebeloso inferior
Núcleo vestibular Fascículo
superior vestibulocerebeloso
Núcleo vestibular
lateral
Núcleo vestibular
inferior
Núcleo vestibular
medial
Fascículo Tracto
longitudinal vestibuloespinal
medial lateral
C Núcleos vestibulares: topografía y conexiones centrales • Las fibras aferentes de las crestas ampulares de los conductos semicircula-
Diferenciamos cuatro núcleos: res terminan en el núcleo vestibular superior, en el segmento superior del
núcleo vestibular inferior y en el núcleo vestibular lateral.
• Núcleo vestibular superior (Bechterew),
• Núcleo vestibular lateral (Deiters), Las eferencias del núcleo vestibular lateral se extienden hacia el tracto vesti-
• Núcleo vestibular medial (Schwalbe) y buloespinal lateral. Este tracto se extiende hasta la médula sacra, sus axones
• Núcleo vestibular inferior (Roller). terminan en las motoneuronas. Funcionalmente es el responsable del endere-
zamiento del tronco (especialmente tonificación de la musculatura extenso-
El sistema vestibular tienen la siguiente organización topográfica: ra). Las fibras vestibulocerebelosas de los tres núcleos restantes ejercen un
efecto tonificador sobre la musculatura a través del cerebelo. Los cuatro nú-
• Las fibras aferentes de la mácula del sáculo terminan en el núcleo vestibular cleos vestibulares envían axones ipsi- y contralaterales hacia los tres núcleos
inferior y en el núcleo vestibular lateral; motores de los músculos de los ojos a través del fascículo longitudinal medial
• Las aferencias de la mácula del utrículo en la parte medial del núcleo vesti- (núcleos de los Nn. abducens, troclear y oculomotor).
bular inferior y en la parte lateral del núcleo vestibular medial así como en
el núcleo vestibular lateral;
487
Núcleo ventral
posteromedial del tálamo
Giro
postcentral
Ínsula
Núcleo tegmental
dorsal
Tracto
trigeminotalámico dorsal
Núcleo oval
N. facial
A Vía gustativa a través de las prolongaciones centrales hacia la porción gustativa del núcleo
La percepción de un gusto se efectúa en los botones gustativos de la lengua del tracto solitario y forman así la 1ª neurona aferente de la vía gustativa. Sus
(v. B). Contrariamente a lo que ocurre con otras células receptoras, en las pericariones están situados en el ganglio geniculado para el N. facial, en el gan-
células receptoras de los botones gustativos se trata de células epiteliales es- glio inferior (ganglio petroso) para el N. glosofaríngeo y en el ganglio inferior
pecializadas (células sensitivas secundarias, puesto que no contienen axón). (ganglio nodoso) para el N. vago. Después de hacer sinapsis en la 2ª neurona
Después de ser estimuladas por una sustancia gustativa, estas células epitelia- en la porción gustatoria del núcleo del tracto solitario, terminan los axones de
les liberan glutamato por la base, que estimula las prolongaciones periféricas la 2ª neurona, supuestamente en el núcleo parabraquial medial, donde tiene
de los nervios craneales aferentes. En función del segmento de la lengua en el lugar la sinapsis con la 3ª neurona. Los axones de la 3ª neurona cruzan en gran
que se encuentran, estas células provienen de tres nervios craneales diferen- parte hacia el lado contrario y se extienden en el tracto trigeminotalámico dor-
tes, de forma que la pérdida total de la percepción gustativa (ageusia) es rara: sal hacia el núcleo ventral posteromedial contralateral del tálamo. Una parte
de los axones se extiende sin cruzar a través del mismo tracto hacia el mismo
• de los dos tercios anteriores de la lengua a través del N. facial (NC VII) donde núcleo. Estas 4ª neuronas de la vía gustativa localizadas en el tálamo, proyectan
las fibras aferentes discurren primero con el N. lingual (ramo del N. trigé- al giro postecentral y al córtex insular, donde está localizada la 5ª neurona. Los
mino) y después con la cuerda del tímpano hacia el ganglio geniculado del colaterales de la 1ª y la 2ª neurona de las aferencias gustativas se extienden
N. facial; hacia los núcleos salivares superiores e inferiores. A través de estas aferencias
• del tercio posterior de la lengua y de las papilas circunvaladas a través del se estimula la secreción de saliva durante la comida («reflejo salivatorio»). A
N.glosofaríngeo (NC IX) y través de los nervios craneales VII y IX, se extienden las fibras pregangliona-
• de la epiglotis a través del N. vago (NC X). res parasimpáticas provenientes del tronco del encéfalo (ver detalles en los
nervios craneales respectivos). Además de esta vía puramente gustativa, al
En los botones gustativos terminan las prolongaciones periféricas de las célu- ingerir comidas muy picantes se puede producir también una estimulación de
las ganglionares pseudounipolares (que se corresponden con las células pseu- las fibras del trigémino (no representado aquí), que también contribuyen a la
dounipolares de los ganglios espinales), que conducen la información gustativa impresión gustativa.
488
Epiglotis Botón
gustativo
Glándulas
Foramen seromucosas
ciego Surco
terminal Botón
b gustativo
Papilas
circunvaladas
Papilas Botón
foliadas gustativo
Papilas
filiformes
a c d
B Organización de los receptores gustativos en la lengua Encontramos además también botones gustativos aislados en la mucosa del
La lengua del hombre contienen unos 4.600 botones gustativos en los que están paladar blando y de la faringe. Las glándulas gustativas situadas esencialmente
empaquetados las células sensitivas secundarias para la percepción gustativa. en las papilas caliciformes, lavan los botones gustativos constantemente para
Los botones gustativos (v. C) están instalados en el epitelio de la mucosa de que sus receptores puedan ser ocupados por nuevas moléculas gustativas. Di-
la lengua y localizados en las dilataciones de la superficie de la mucosa de la ferenciamos entre las cualidades gustativas o categorías del gusto siguientes:
lengua, las papilas caliciformes o circunvaladas; las papilas circunvaladas (b) dulce, ácido, salado y amargo y la categoría o cualidad umami, estimulada por el
(localización principal), las papilas fungiformes (c) y las papilas foliadas (d). glutamato (potenciador del sabor).
489
Estría medular
del tálamo
Estrías Núcleo
longitudinales interpeduncular
Estría Núcleos
olfatoria habenulares
medial
Núcleo
Bulbo tegmental
olfatorio
Uncus, debajo del
Nervios cuerpo amigdalino
olfatorios
Formación Bulbo
reticular olfatorio
Fascículo
longitudinal
dorsal Tracto
olfatorio
Estría olfatoria Área
lateral prepiriforme
Estría
Mucosa Área olfatoria Trígono
a olfatoria prepiriforme medial olfatorio
Estría Cuerpo
olfatoria amigdalino
A Sistema olfatorio: mucosa olfatoria y sus uniones centrales lateral (profunda-
mente)
Tracto olfatorio en un corte sagital y medio (a) y en una visión basal (b). Giro
La mucosa olfatoria se localiza en el techo de la cavidad nasal: las células olfato- ambiens
rias (= células sensitivas primarias) son neuronas bipolares. Sus prolongacio- Giro Estría Sustancia
nes periféricas portadoras de receptores terminan en el epitelio de la mucosa b semilunar diagonal perforada anterior
nasal, sus prolongaciones centrales se extienden hacia el bulbo olfatorio, para
ver detalle, v. B. El bulbo olfatorio, en el que están localizadas las 2ª neuronas
de la vía olfatoria (células mitrales y células en racimo), está situado delante existe un camino indirecto hacia el neocórtex, que discurre a través del córtex
del telencéfalo. Los axones de esta 2ª neurona se extienden como tracto olfa- olfatorio primario, del tálamo y del cerebro anterior basal. En los segmentos
torio hacia central. Antes de la sustancia perforada anterior, el tracto olfatorio basales del cerebro anterior se continúa analizando la impresión olfatoria (no
se divide en una estría olfatoria lateral y otra medial; en el punto de división se representado).
encuentra el trígono olfatorio. El sistema olfatorio hace sinapsis en otras áreas encefálicas más allá de las
regiones corticales olfatorias primarias, de forma que, ante la presentación de
• Una 1ª parte de los axones del tracto olfatorio se extienden en la estría estímulos olfatorios se pueden crear complejas reacciones de comportamien-
olfatoria lateralmente hacia los centros olfatorios del cuerpo amigdalino, del to. Los olores desagradables desencadenan el estímulo del vómito, y los que
giro semilunar y del giro ambiens. El área prepiriforme (Brodmann, área 28) estimulan el apetito «nos hacen la boca agua», «no podemos soportar el olor»
es considerada como córtex olfatorio primario en el sentido más estricto. de otras personas. El procesamiento de estas sensaciones tiene lugar supues-
En ella están localizadas las 3ª neuronas del córtex olfatorio primario. tamente en el hipotálamo, en el tálamo y en el sistema límbico (v. pág.492).
Observe: El área prepiriforme está representada rayada en b, puesto que Las principales conexiones están formadas por el fascículo medial de cerebro
está situada en la zona de transición de la «cara basal del lóbulo frontal» en anterior y por las estrías medulares del tálamo. El fascículo medial del cere-
el «lado medial del lóbulo temporal». broanterior da axones hacia las estructuras siguientes:
• Una 2ª parte de los axones del tracto olfatorio se extiende en la estría ol-
fatoria medial hacia los núcleos del área septal (=subcallosa), que constitu- • Núcleos hipotalámicos,
yen una parte del sistema límbico (v. pág. 492), y hacia el tubérculo olfatorio, • Formación reticular,
una pequeña prominencia en la región de la sustancia perforada anterior. • Núcleos salivares y
• Una 3ª parte de los axones del tracto olfatorio termina en el núcleo olfa- • Núcleo dorsal del n. vago.
torio anterior, pero las fibras que se extienden hacia el lado contrario hacen
sinapsis y se ramifican. Este núcleo está situado en el triángulo olfatorio, Los axones que discurren por las estrías medulares del tálamo, terminan en los
entre las dos ramas de la estría olfatoria y delante de la sustancia perforada núcleos habenulares. Esta vía también continúa por el tronco encefálico para
anterior. estimular la secreción salivar en función de los estímulos olfatorios.
Observe: Ninguna de estas tres vías se extiende por el tálamo. De este modo,
el sistema olfatorio es el único sistema sensitivo que primariamente no se di-
rige al córtex o pasando por la sinapsis en el tálamo. Pero a través del tálamo
490
Bulbo Tejido
olfatorio conectivo
Submucosa
Células Células oscuras
basales
Célula Células
olfatoria de sostén
Hacia/del
lado contrario
Tracto
olfatorio C Sinapsis en un bulbo olfatorio
Núcleo olfatorio
anterior Las neuronas especializadas en el bulbo olfatorio, las células mitrales, forman
dendritas apicales en las que forman sinapsis los axones de miles de células
sensitivas primarias. La dendrita más la sinapsis forman el glomérulo olfatorio.
Esta configuración presenta una topografía bien determinada, es decir, los axo-
Bulbo nes de las células sensitivas con la misma proteína receptora solamente for-
Célula granulosa olfatorio man un glomérulo con una o con pocas células mitrales. Los axones localizados
Célula mitral en la parte basal de las células mitrales forman el tracto olfatorio; los axones
Dendrita apical que por él discurren se extienden de forma primaria hacia el córtex olfatorio,
Glomérulo pero también hacia los demás núcleos del SNC. Los axones colaterales de las
olfatorio células mitrales se extienden hacia las células granulosas: tanto estas últimas
Células
periglomerulares como las células periglomerulares inhiben la actividad de las células mitrales.
De este modo se envían menos impresiones hacia central. Estos procedimien-
tos inhibidores tienen por finalidad la formación de contraste, responsable
de la percepción exacta de los diferentes olores. Las células en racimo, que
Nervios también proyectan en el córtex olfatorio primario, no han sido representadas.
olfatorios
491
Giro
cingular
24
Comisura
3 23 del fórnix
Área Indusium
subcallosa griseum
Comisura Fórnix
anterior
Área 29
paraolfatoria
27
Cuerpo 28
amigdalino
Giro
parahipocampal Área Área Tubérculo
entorrinal septal mamilar
A Sistema límbico en el córtex, representado en parte El arco interno está formado por:
translúcidamente
Visión medial del hemisferio derecho. El término «sistema límbico» (limbos = • Indusium griseum,
lat. borde, canto) proviene de Broca, 1878, que agrupó los giros situados alrede- • La formación del hipocampo,
dor del cuerpo calloso, del cerebelo y de los núcleos basales en un «grand lobe • El fórnix,
limbique». El sistema límbico contiene las áreas neo-, archi- y paleocorticales • El área septal (abreviado en septum [región]),
y los núcleos subcorticales. Gracias a la extensión, se pueden integrar e inter- • La banda diagonal según Broca (no visible en esta imagen) y
cambiar informaciones entre el telencéfalo (córtex cerebral), el diencéfalo y • El giro paraterminal.
el mesencéfalo. En la parte medial de los hemisferios podemos diferenciar
entre un arco externo y un arco interno del sistema límbico. El arco externo El sistema límbico está formado además por el cuerpo amigdalino y el tubér-
está formado por: culo mamilar. Lo constituyen igualmente los núcleos siguientes (aunque no
están representados): núcleo anterior del tálamo, núcleo habenular, núcleo
• Giro parahipocampal, tegmental dorsal y núcleo interpeduncular. El sistema límbico participa en la
• Giro cingular (también denominada giro límbico) y regulación del comportamiento impulsivo y afectivo y tiene una importancia de-
• Área subcallosa (área paraolfatoria). cisiva para el aprendizaje y la memoria. Las cifras de la imagen corresponden a
las área de Brodmann.
492
Fórnix
Fimbria del hipocampo Álveo
493
Córtex Surco
premotor central
Córtex de asociación
(área 7 según Brodmann)
Córtex motor
primario
Córtex
somatosensitivo
primario
Córtex
de asociación
prefrontal
Córtex auditivo
secundario
Córtex
visual
secundario
Córtex de asociación límbico
A División del neocórtex en base a unos puntos de vista asociación, que ha aumentado su tamaño a lo largo de la evolución. La atribu-
funcionales ción de funciones, como por ej. la localización del córtex primario motor en la
Visión izquierda, se han representado en rojo las áreas primarias motoras y región delante del surco central, puede ser comprobada mediante los métodos
sensitivas, las áreas del córtex de asociación están representadas en diferen- de diagnóstico por imágenes modernos en personas vivas. Los resultados de
tes tonos verdes. En las áreas primarias motoras y sensitivas empiezan y termi- estas exploraciones serán presentados a modo de ejemplo en los próximos di-
nan las vías de proyección. Más del 80% de la superficie del córtex forma parte bujos. Es remarcable constatar que las atribuciones de las funciones resultado
del córtex de asociación que está conectado con las áreas primarias motoras de estas investigaciones coinciden de forma relativamente frecuente con las
o sensitivas de forma secundaria. El procesamiento neuronal del comporta- áreas corticales de Brodman.
miento diferenciado y el rendimiento intelectual tiene lugar en el córtex de
Surco Córtex
Más vascularizado central somatomotor
de lo normal
Córtex
somato-
Vascularización sensitivo
normal
Menos vascularizado
de lo normal
a b
B Análisis funcional de la función cerebral a través (b). Al mover la mano derecha se produce un aumento de la vascularización
de las exploraciones de la vascularización regional del cerebro en la zona del segmento del córtex motor izquierdo contralateral (cruce
Visión izquierda del cerebro. Cuando se activan las neuronas necesitan de la vía piramidal) en la región precentral, en la que está representada la
más glucosa y más oxígeno, sustancias ambas que deben ser transportadas mano (v. homúnculo motor en la pág.457, B). Se activa simultáneamente el
por la sangre. Por lo tanto, se puede producir un aumento regional de la córtex sensitivo en la región postcentral. Esto demuestra que al ejecutar
vascularización. Presentamos un mapa cerebral con representación de la funciones motoras, también se activa el córtex sensitivo (circuito de re-
vascularización local en reposo (a) y con la mano derecha en movimiento troalimentación).
494
Mujer Hombre
C Diferencias entre sexos en lo que respecta al procesamiento una sobre otra. A la izquierda podemos ver un mapa sumatorio de cerebros de
neuronal (según Stoppe, Hentschel y Munz) mujeres, y a la derecha uno de hombres. A ambos grupos se les encargaron
Otro método para representar la actividad cerebral es la tomografía por reso- tareas fonológicas, es decir, los sujetos experimentales debían distinguir las
nancia magnética funcional (TRMf). Con este método se representa la actividad diferencias de significado de distintas palabras, mientras que para resolver las
metabólica del cerebro de forma no invasiva. Dado que no existen dos cere- tareas encomendadas, las mujeres activaban ambos hemisferios, en los hom-
bros humanos idénticos, al comparar diversos cerebros siempre podremos bres esta activación solo se producía de forma primaria a la izquierda (imáge-
constatar pequeñas diferencias en cuanto a la localización de cada una de las nes vistas desde caudal). Estos hallazgos demuestran de forma clara que los
funciones en determinadas áreas cerebrales. Para poder solucionar como mí- cerebros de los hombres y de las mujeres se distinguen claramente en lo que
nimo una parte de este problema a la hora de localizar las diferentes funciones respecta al procesamiento de las señales.
cerebrales, se proyectan los resultados de la exploración de diversos cerebros
Nor
olin
ena
lina
Locus
Córtex cerúleo
entorrinal
Formación
reticular
495
Se reconoce la pelota
Comisurotomía
A Pruebas de la dominancia de los hemisferios en pacientes con proyectada, debido a que la comunicación entre los hemisferios cerebrales a
el cuerpo calloso seccionado (según Klinke, Pape y Silbernagl) nivel del telencéfalo (sede de la producción del lenguaje) está anulada. Pero
El cuerpo calloso es, con ventaja, la vía comisural más importante, que comuni- es capaz de escoger la pelota de entre los demás objetos restantes. Se supone
ca las áreas corticales de ambos hemisferios que cumplen una misma función. que la dominancia de los hemisferios durante la evolución se ha producido por
Puesto que antes no se le podía atribuir ninguna función al cuerpo calloso, en que las regiones cerebrales se han liberado de sus funciones específicas, por
los pacientes epilépticos se seccionaba esta estructura conjuntamente con la ej. de la función del lenguaje, quedando libres para el desarrollo de nuestra
comisura anterior, con el fin de evitar la transmisión de los ataques epilépti- inteligencia. El cuerpo calloso permite a los dos hemisferios (capaces de per-
cos al lado contralateral (comisurectomía). En estos pacientes se interrumpía cibir, en parte, funciones independientes y ser así más flexibles) comunicarse
pues la comunicación en el telencéfalo superior, mientras que la comunicación entre ellos siempre que sea necesario. La existencia de esta dominancia de
en la profundidad de diencéfalo con su tracto óptico no era interrumpida. Es- los hemisferios hace que el cuerpo calloso adquiera una importancia mucho
tos pacientes son denominados pacientes Split-brain. A nivel de clínica general mayor en el hombre de la que tiene en comparación con otros animales. En
no se ven aspectos especialmente remarcables, pero la exploración neuropsi- el hombre y en la mujer, las funciones de las áreas corticales son diferentes.
cológica diferenciada puede demostrar que existen algunos defectos que han Ya hemos visto por ej., para la resolución de tareas lingüísticas, los hombres
contribuido enormemente a la comprensión de la función cerebral. En este activan únicamente un hemisferio, mientras que en la mujer se activan los dos
tipo de exploración, el paciente está sentado delante de una pantalla en la que (v. C, pág. 495). Este hecho también tiene un efecto sobre el cuerpo calloso.
se proyectan algunas palabras. El paciente puede palpar al mismo tiempo di- Así, por ej. en mujeres en las que las capacidades y la comprensión lingüística
versos objetos detrás de la pantalla. Si se le proyecta brevemente la palabra son más importantes que en el hombre (un hombre una palabra, una mujer un
«Ball» (Pelota) en la parte izquierda de la pantalla, este la percibe con el córtex diccionario), se ha observado, en la realización de algunos estudios, la existen-
visual derecho (tracto óptico no afectado por la comisurectomía). Puesto que cia de más axones en la parte del istmo del cuerpo calloso que en el hombre
la producción del lenguaje en el 97% de la personas está localizada en el he- (tamaño del istmo un 25% superior). Hay que decir que el resultado de estos
misferio izquierdo, el paciente es incapaz de verbalizar la palabra que ha sido estudios es muy discutido.
496
Córtex
de asociación
visual
C Áreas del lenguaje en el hemisferio izquierdo, normalmente para la producción del lenguaje. Ambos centros del lenguaje están unidos entre
dominante ellos mediante el fascículo longitudinal superior (= arqueado). La región de
Visión lateral. Existen diversas áreas del lenguaje, cuya afectación presenta Broca activa la región de la boca y de la lengua en el córtex motor para el habla
síntomas clínicos típicos diferenciados. El área de Wernicke (parte posterior propiamente dicha. El giro angular coordina las entradas de los córtex visual,
del área 22) sirve para la comprensión del lenguaje, el área de Broca (área 44) acústico y somatosensitivo, e influencia el área de Wernicke.
497
Las imágenes de esta unidad didáctica son ejemplos que ilustran la correla-
ción que se ha podido encontrar entre determinadas regiones cerebrales y los
hallazgos clínicos. A través de este tipo de investigaciones es posible acoplar
de terminados tipos de comportamiento anormales o ciertos síntomas clínicos Giro
con áreas específicas del cerebro. cingular
Hipocampo
Córtex
insular
Cuerpo
amigdalino
Córtex prefrontal
dorsolateral
b
Giro cingular
Córtex
prefrontal
ventromedial
Córtex prefrontal
ventromedial c
A Neuronanatomía de las emociones (según Braus) nos y sería el encargado de regular las emociones, mientras que el córtex pre-
a Visión lateral del hemisferio izquierdo; b Visión frontal, plano de corte a frontal dorsolateral está unido con el hipocampo. En esta área se almacenan
la altura de la amígdala, c Corte sagital y medio, visión medial del hemisferio los con tenidos de memoria con rasgos emocionales. La afectación de estas
derecho. redes sería la causa de las depresiones.
Las emociones están ligadas a determinadas regiones cerebrales. El córtex
prefrontal ventromedial está unido de forma primaria a los cuerpos amigdali-
B Extensión de la enfermedad de Alzheimer por el cerebro • Estadio III-IV: el sistema límbico (también allocórtex) está afectado, apa
(según Braak y Braak) recen los primeros síntomas clínicos. Este estadio ya puede llegar a ser de
Visión medial del hemisferio derecho. La enfermedad de Alzheimer es una pa- tectado por los procedimientos de diagnóstico por imagenes.
tología degenerativa progresiva del córtex cerebral que acaba produciendo una • Estadio V-VI: el conjunto del isocórtex está afectado, el paciente ya presenta
pérdida total de la memoria (demencia de Alzheimer). La progresión de esta un cuadro clínico completo.
enfermedad en el cerebro puede representarse con la ayuda de métodos de
tinción especiales y, según Braak y Braak, clasificarse en diferentes estadios: El allocórtex desempeña un papel patofisiológico muy importante en la pato lo-
gía del cerebro como punto de origen de la demencia de Alzheimer, aún cuando
• Estadio I-II: el aspecto de las células nerviosas varía en la zona del borde del solamente represente un 5% del córtex cerebral.
córtex entorrinal (= región transentorrinal), que forma parte del allo córtex
(v. pág. 330), el paciente todavía no presenta síntomas clínicos.
498
Ventrículo lateral
aumentado de tamaño
Desinhibición
del comportamiento agresivo
D Lesiones de determinadas regiones cerebrales aspecto insensible y no espontáneo. Esta afectación puede estar provocada por
y de las modificaciones de comportamiento que las acompañan tumores, por trastornos circulatorios o por traumatismos. Ante la existencia de
(según Poeck y Hartje) tumores localizados alrededor del septum pellucidum y del hipotálamo (área
Visión medial del hemisferio derecho. Si se produce una lesión bilateral del roja), así como en diversos tipos de epilepsia, se puede producir una desin-
lóbulo temporal medial y de la porción frontal del giro cingular (puntos azu- hibición del comportamiento agresivo. Los pacientes reaccionan con ataques
les), se produce una matidez de los impulsos y de la afectividad. Los pacientes de furia, gritos y mordeduras ante cosas insignificantes. El comportamiento
que están afectados por una lesión de las estructuras del sistema límbico de agresivo patológico está caracterizado esencialmente por ser injustificado y
este tipo presentan indiferencia, pobreza en la mímica, habla monótona y un por su persistencia.
499
2 Sinopsis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 508
501
Córtex:
• Definición: agrupación de cuerpos neuronales
dispuestos en forma de capa en la superficie ex-
terna del SNC, visible por lo tanto externamente;
• Presente en:
– Telencéfalo (córtex cerebral) y
– Cerebelo (córtex cerebeloso).
Núcleo: versal. Todas las columnas juntas en un corte transversal dan la típica
• Definición: agrupación circunscrita y delimitada por todos sus lados de cuer- forma «de mariposa» de la sustancia gris en la médula espinal;
pos neuronales dentro de la sustancia blanca (v. pág. 504 y s.), visible por lo – como formación reticular (reticulum = red); estructura en forma de red de
tanto solamente en cortes; numerosos núcleos muy pequeños que, debido a su pequeño tamaño, prác-
• Presente en: todos los segmentos del SNC y en la médula espinal, donde pre- ticamente no pueden ser reconocidos morfológicamente como núcleos; en
senta una disposición morfológica particular: este caso, la sustancia gris y la sustancia blanca presentan una forma reticular
– como columna: designación de la representación tridimensional de las «entrelazada». También existe formación reticular en el tronco del encéfalo.
neuronas dispuestas en forma de núcleos, o asta: designación de la re-
presentación en dos dimensiones, es decir, la columna en un corte trans- Observe: Por definición, solamente existen núcleos en el SNC, ¡nunca en el SNP!
502
Lámina (capa):
• Definición: agrupación de neuronas dispuestas
en forma de capas, visible microscópicamente o
puede que incluso macroscópicamente. La dis-
posición en forma de capas en el cerebelo y en
el hipocampo también es denominada estrato;
• Presente en: córtex y núcleos (no en todos los
núcleos) y médula espinal; las capas en la médu-
la espinal son clasificadas citomorfológicamen-
te según Rexed, incluso aunque no presenten
siempre la clásica disposición en capas. Córtex del telencéfalo Córtex del cerebelo: Médula espinal:
(aquí: isocórtex): lámina estrato láminas de Rexed
• Núcleo de origen [A]: Observe: Por motivos históricos, algunos núcleos no son designados como »nú-
en él se origina una vía (neurona originaria) cleo» sino con nombres propios. Algunos ejemplos importantes de ello son:
• Núcleo de terminación [B]: • Telencéfalo
En él termina una vía (neurona terminal) – Putamen
– Globo pálido
• Núcleo motor:
– Claustro
Siempre es núcleo de origen; en él se origina una vía motora.
• Diencéfalo
Observe: ¡No todos los núcleos de origen son motores!
– Tálamo
• Núcleo sensitivo: – Zona incierta
Siempre es un núcleo de terminación, en él termina una vía sensitiva. • Mesencéfalo
Observe: ¡No todos los núcleos de destino son sensitivos! – Sustancia negra
• Tronco del encéfalo:
– Sustancia gris central
Ganglio (agrupación de células): agrupación aislada de cuerpos neuro- Observe: Por definición, solamente encontramos ganglios en el SNP. Teniendo
nales en el SNP. Según su función (ver abajo), diferenciamos entre: en cuenta esta afirmación, la denominación «ganglios basales» es falsa. La de-
nominación correcta debe ser núcleos basales, que también queda reflejada en
• Ganglio sensitivo (sistema nervioso somático) y la denominación latina «Nuclei basales».
• Ganglio autónomo (sistema nervioso vegetativo).
Observe: En los ganglios sensitivos se realiza una sinapsis (solo en los ganglios
autónomos).
Ganglio sensitivo del n. espinal Ganglio sensitivo del n. craneal Ganglio simpático: Ganglio parasimpático:
(Nervio espinal, ganglio sensitivo, (N. glosofaríngeo, ganglios superior tronco simpático ganglio pterigopalatino
raíz posterior) e inferior) y ganglios prevertebrales
503
Términos morfológicos
Descendentes
504
sc sc Co Co
Neurona de terminación ipsi- o contralateral a la neurona de origen Neurona de terminación ipsilateral a la neurona de origen
Izq. Der.
Co Co
Fibras nerviosas aferentes (azul): fibras Fibras nerviosas somáticas: fibras para la mus- Fibras nerviosas preganglionares (violeta):
nerviosas de un nervio que conducen hacia el SNC. culatura esquelética o de la piel. • Fibras nerviosas del SNC hacia el ganglio;
• En el sistema nervioso simpático como R. comu-
Fibras nerviosas eferentes (rojo): fibras ner- Fibras nerviosas autónomas: fibras de y hacia nicante blanco hacia el ganglio del tronco sim-
viosas de un nervio que conducen la información las vísceras (no representadas). pático o como N. esplácnico hacia un ganglio
desde el SNC hacia la periferia. prevertebral.
Plexo autónomo:
• Plexo de fibras nerviosas autónomas;
• Ejemplo: plexo hipogástrico inferior.
Plexo visceral:
• Segmento especial de un plexo autónomo inme-
diato al órgano;
• Ejemplo: plexo rectal.
505
• Sensibilidad somática general: Inervación de la musculatura estriada del tronco, extremidades y cuello y de
aquí pertenecen: la musculatura para el movimiento del globo ocular. Tiene lugar a través de las
porciones motoras de los nervios craneales y espinales.
– Exterocepción (=percepción externa, también denominada sensibilidad
superficial): procesamiento de los impulsos procedentes de la piel y
– Propiocepción (también denominada sensibilidad profunda). Procesa-
miento de los impulsos procedentes de los husos musculares y de los re-
ceptores de tensión presentes en tendones y cápsulas articulares (dis-
curre por las porciones sensitivas de los nervios craneales y espinales);
506
Sustancia gris
(= cuerpos de las neuronas)
Asta lateral
Asta anterior (solamente en la médula Asta posterior
torácica y lumbar)
Sustancia blanca
(= axones)
Fibras cuneocerebelosas
Vías sensitivas
(ascendentes)
Tracto olivoespinal
Tracto rubroespinal
Tracto reticuloespinal
Tracto vestibuloespinal
medial y lateral
Fascículos propios
propioceptivo
507
Giro postcentral
Lámina IV Giro cingular
4. Neurona 4. Neurona
Tálamo
Línea media
Cerebelo
Eca
3. Neurona Sustancia
Fc Mesencéfalo
Ecp gris central
Núcleo cuneiforme LM
accesorio ER Formación Puente
reticular
2. Neurona
ER Formación Bulbo
reticular raquídeo
Núcleo grácil/ DL
cuneiforme
2. Neurona
Ganglios espinales
1. Neurona Asta
posterior
1. Neurona 2. Neurona
1. Neurona 2. Neurona
Médula espinal
Definición y función
Las vías sensitivas de la médula espinal conducen todas las cualidades • Otra parte es básicamente no consciente, se dirige hacia el cerebelo
somatosensitivas del tronco, del cuello y de las extremidades hacia el ce- sin implicación del tálamo (espinocerebelosa) y se extiende a través
rebelo o hacia el telencéfalo. Puesto que comparten importantes caracte- de una cadena de tres neuronas.
rísticas, se representan aquí conjuntamente. La clasificación más simple
y clara de las vías es la realizada en base al tipo de información conducida: Observe: Las vías hacia el telencéfalo discurren cruzadas y las vías hacia
el cerebelo sin cruzarse. Incluso el tracto espinocerebeloso anterior,
• Una parte de la sensibilidad puede ser percibida conscientemente; que primero cruza por causas desconocidas, cruza de nuevo para termi-
esta parte alcanza el telencéfalo a través del tálamo (espinocortical) nar finalmente ipsilateral.
y se extiende por una cadena de 4 neuronas;
508
• Exterocepción (percepción externa consciente de la piel): – tracto espinocerebeloso anterior y posterior (= vía del cordón la-
– la percepción epicrítica es conducida por los fascículos grácil y teral del cerebelo, responsable de la mitad inferior del cuerpo) y
cuneiforme = vía del cordón posterior sensitivo), – como fibras cuneocerebelosas (responsables del hemicuerpo su-
– la percepción protopática es conducida por los tractos espinotalá- perior, v. abajo).
mico anterior y lateral (= vía sensitiva del cordón anterolateral); • Una pequeña parte de la propiocepción tiene lugar de forma cons-
para esta vía existen importantes colaterales (v. abajo). ciente y es conducida hacia el telencéfalo a través del fascículo grácil
• Propiocepción (en su mayor parte inconsciente); las vías correspon- y cuneiforme (de forma que los fascículos grácil y cuneiforme condu-
dientes se extienden hacia el cerebelo como: cen exteroy propiocepción).
4 (espinocorticales) o 3 (espinocerebelosas) neuronas que hacen si- extienden a través del pedúnculo cerebeloso inferior hacia la parte
napsis consecutivamente. Para todas (!) las vías, la primera neurona ispilateral del cerebelo. Observe: Un colateral del tracto espinocere-
está situada en el ganglio espinal. Para las vías que se dirigen hacia el beloso posterior se extiende hacia un núcleo del tronco del encéfalo
telencéfalo, la 3ª y en parte también la 4ª neurona están situadas en el («núcleo Z»: en la proximidad del núcleo grácil), allí hace sinapsis y
mismo lugar: se extiende con el lemnisco medial hacia el giro postcentral (propio-
cepción consciente de la mitad inferior del cuerpo, no representada
1ª neurona: aquí). Los axones del tracto espinocerebeloso anterior se extienden
Célula pseudounipolar en el ganglio espinal; con su axón dendrítico, hacia el mesencéfalo para llegar después al cerebelo a través del
recoge la información de un receptor (para la conducción del dolor, el pedúnculo cerebeloso superior. Las fibras que se han cruzado en la
receptor es el mismo axón) y la conduce con su axón axónico a través de médula espinal cruzan de nuevo para situarse en el lado en el que
la raíz dorsal del nervio espinal hacia la médula espinal. estaban originariamente.
• Fibras cuneocerebelosas: están situadas en el bulbo raquídeo, inme-
2ª neurona: diatamente al lado del núcleo cuneiforme, como núcleo cuneiforme
• Fascículo grácil y cuneiforme: en el bulbo raquídeo, ipsilateral en los accesorio. Las fibras de la 2ª neurona se extienden como fibras cu-
núcleos grácil y cuneiforme. Los axones de la 2ª neurona son designa- neocerebelosas, sin cruzar, a través del pedúnculo cerebeloso infe-
dos como lemnisco medial. Se cruzan inmediatamente por encima de rior ipsilateral, hacia la 3ª neurona. Un colateral se extiende, al igual
la 2ª neurona en la decusación del lemnisco medial hacia el otro lado, que el colateral del tracto espinocerebeloso posterior, a través del
el lemnisco medial respectivo discurre en consecuencia contralateral tálamo y hacia el telencéfalo (propiocepción consciente de la mitad
hacia la 3ª neurona. El fascículo grácil /cuneiforme está formado, por superior del cuerpo).
lo tanto, por axones de la 1ª neurona;
• Tracto espinotalámico anterior y lateral: en el asta posterior ipsila- 3ª neurona:
teral de la médula espinal. El axón de la 2ª neurona cruza hacia el • Fascículo grácil/cuneiforme y tracto espinotalámico anterior/lateral:
lado contrario y se extiende en el cordón anterolateral contralateral en el diencéfalo, en el núcleo ventral posterolateral (VPL) del tálamo;
hacia craneal hasta llegar al tálamo. Los axones de la 2ª neurona son de allí hacia la radiación talámica en el brazo posterior de la cápsula
designados como lemnisco espinal en el tronco del encéfalo. Los axo- interna, hacia la 4ª neurona;
nes de esta 2ª neurona también pueden dirigirse hacia la formación • Solamente para el tracto espinotalámico: 3ª neurona también en los
reticular (fibras espinorreticulares) o hacia el mesencéfalo (fibras núcleos intralaminares del tálamo, de allí hacia el giro cingular (siste-
espinomesencefálicas) para el procesamiento subcortical de los es- ma límbico, regulación emocional del dolor);
tímulos dolorosos (por ej., reacción del despertar del dolor a través • Tracto espinocerebeloso y fibras cuneocerebelosas: están situadas en
de la formación reticular); los núcleos cerebelosos del cerebelo (mayoritariamente núcleos
• Tracto espinocerebeloso anterior y posterior: o bien en la base del asta emboliforme y globoso) o como célula granulosa en el córtex del es-
posterior ipsilateral, en el denominado núcleo dorsal (núcleo toráci- pinocerebelo (en el lóbulo anterior, el vermis y la zona paramedial);
co dorsal, Stilling-Clarke; los axones de esta 2ª neurona no cruzan y se terminación sináptica en las células granulosas como fibra musgosa.
extienden en el cordón lateral ipsilateral de la médula espinal como
tracto espinocerebeloso posterior hacia el tronco del encéfalo) o en 4ª neurona:
el medio del asta posterior ipsilateral. Los axones de esta 2ª neurona • Fascículo grácil/cuneiforme y tracto espinotalámico: giro postcentral,
discurren cruzados (cruce en la denominada comisura blanca ante- lámina granulosa interna (IV); para el tracto espinotalámico también
rior) y sin cruzar contrae ipsilateralmente por el cordón lateral de la en el giro cingular;
médula espinal, como tracto espinocerebeloso anterior, hacia el tron- • Las vías hacia el cerebelo no tienen 4ª neurona.
co del encéfalo. Los axones del tracto espinocerebeloso posterior se
Las fibras de los segmentos sacros están situadas medial o dorsalmente, las fibras de los segmentos cervicales lateral o ventralmente.
Clínica
• La pérdida del fascículo grácil provoca un trastorno de la percepción • La pérdida de las vías espinocerebelosas provoca un trastorno de la
epicrítica (sensación de entumecimiento de la piel); motricidad durante la marcha y en la posición en bipedestación (ata-
• La pérdida del tracto espinotalámico provoca un trastorno de la per- xia sensitiva).
cepción del dolor y de la temperatura;
509
1. Neurona
Mesencéfalo
Puente/Bulbo raquídeo
Tracto
Formación bulborreticuloespinal
reticular
Médula espinal
Definición y función
Las vías motoras de la médula espinal pueden clasificarse en dos grupos Las fibras piramidales tienen su origen en el córtex del telencéfalo, las
en base a su recorrido: vías extrapiramidales se originan en los núcleos del tronco del encéfalo.
En una clasificación funcional general, todavía frecuente en el ámbito
• Fibras piramidales (atraviesan la pirámide en el bulbo raquídeo) y clínico, de forma análoga a las vías, también podemos hablar de motri-
• Fibras extrapiramidales (no discurren en la pirámide hacia caudal, cidad piramidal y extrapiramidal. Fisiológicamente, ambos sistemas tie-
sino que lo hacen mayoritariamente en la región del tegmento del nen efectos conjuntos.
tronco del encéfalo).
Definición y función: antes de la entrada en la médula espinal, las fibras de esta vía de pro-
• Importante vía motora (motricidad voluntaria; regulación consciente yección descendente son designadas como fibras corticoespinales.
del movimiento del cuello, del tronco y de las extremidades); Estas son, del mismo modo que las demás fibras de la vía piramidal
• La parte de la denominada vía piramidal que se extiende desde el (fibras corticonucleares del bulbo hacia los núcleos de los nervios
córtex motor primario hacia la médula espinal. No es hasta llegado a la craneales y fibras corticorreticulares hacia la formación reticular),
médula espinal que adopta la denominación de tracto corticoespinal; axones de las grandes células piramidales.
510
• Cápsula interna: en el brazo posterior; rostral fibras cervicales; occi- • Médula espinal: en el cordón anterolateral; medial fibras cervicales;
pital fibras sacras; lateral fibras sacras.
• Mesencéfalo: en el pie del pedúnculo cerebral; medial fibras cervica-
les; lateral fibras sacras;
Clínica
La pérdida funcional del tracto corticoespinal provoca un trastorno de hibidor sobre la estimulación en la médula espinal, la parálisis (pérdida
la motricidad voluntaria en el cuello, el tronco y en las extremidades. del tracto corticoespinal) irá acompañada de espasticidad (aumento del
Según la magnitud de la lesión se pueden presentar paresias (pérdidas tono muscular, aumento de los reflejos).
de la fuerza) o plegias (parálisis completa) de músculos o de grupos Observe: Los trastornos de la 1ª neurona de la vía piramidal causan la
musculares. Puesto que, debido al mecanismo lesional (trastornos de denominada parálisis central. Los trastornos de la 2ª neurona causan
vascularización en el tronco del encéfalo; lesiones medulares) la lesión la denominada parálisis periférica (la misma sintomatología que en la
de las fibras corticoespinales o del tracto corticoespinal afecta también pérdida de las fibras motoras de un nervio periférico).
mayoritariamente a las vías extrapiramidales, que tienen un efecto in-
511
Lámina IV Lámina IV
4. Neurona 4. Neurona
Cápsula Cápsula
interna interna
Diencéfalo Tálamo
Lemnisco Lemnisco
trigeminal trigeminal
Propiocepción
N. trigémino
Tracto
trigeminomesencefálico
Sensibilidad
epicrítica
1. Neurona 2. Neurona
Sensibilidad
protopática
1. Neurona 2. Neurona
512
Definición y función
Importante vía de la sensibilidad superficial y de la sensibilidad profunda – la presión gruesa, el dolor y la temperatura (percepción protopáti-
(en parte consciente). ca), los receptores del dolor están situados, además de en la piel
y en las mucosas, también en las meninges.
• Sensibilidad superficial (=exterocepción): conduce las informaciones
de los receptores específicos de la superficie de la piel y de las mu- • Sensibilidad profunda (= propiocepción): conduce la información
cosas de la cara hacia el telencéfalo para la percepción consciente de: desde los receptores específicos de los músculos, de los tendones
y de las cápsulas articulares de la cara hacia el telencéfalo, para la
– el tacto fino, la discriminación de los dos puntos y la vibración percepción consciente (o también para el procesamiento reflejo in-
(percepción epicrítica), así como consciente) de su estiramiento (percepción propioceptiva).
Características de la vía
Somatosensitiva, ascendente; aferente. ción correspondiente es conducida por dos vías: la vía del cordón ante-
Observe: Todas las informaciones sobre la sensibilidad superficial y pro- rolateral (protopática, es decir, dolor y temperatura) y la vía del cordón
funda de la cabeza son transmitidas a través de una única vía sensitiva posterior (epicrítica, propiocepción consciente).
del trigémino. Para el tronco y las extremidades, en cambio, la informa-
En total 4 neuronas que hacen sinapsis consecutivamente: Observe: Los axones de la 2ª neurona del núcleo principal discurren
cruzados y no cruzados, los del núcleo espinal del n. trigémino cruza-
• 1ª neurona: célula pseudounipolar en el ganglio del trigémino, en dos hacia el tálamo. La sensibilidad epicrítica del N. trigémino está
la fosa craneal media. Esta recoge la información con su axón dendrí- así representada, tanto contracomo ipsilateralmente en el giro post-
tico (= un ramo del N. trigémino) de un receptor y lo conduce hacia central.
el tronco del encéfalo (entrada lateralmente al puente) hacia las 2ª • 3ª neurona: en el diencéfalo, en el núcleo ventral posteromedial
neuronas ipsilaterales en los núcleos del trigémino. (VPM) de las partes ipsiy contralaterales del tálamo. Desde allí, los
Observe: La 1ª neurona para la cualidad «propiocepción» no está axones de la 3ª neurona discurren hacia la radiación talámica en el
situada en el ganglio trigeminal, sino en una región de núcleos del brazo posterior de la cápsula interna, hacia la 4ª neurona.
mesencéfalo, en el núcleo mesencefálico del n. trigémino. Por lo • 4ª neurona: en el telencéfalo, en el giro postcentral: lámina granular
tanto, este núcleo mesencefálico será por definición un ganglio del tri- interna (IV).
gémino desplazado hacia central y contiene células pseudounipolares.
• 2ª neurona: para la sensibilidad epicrítica en el puente (núcleo Observe: A través del núcleo motor del n. trigémino, este nervio tiene
pontino = núcleo principal del n. trigémino); para la sensibilidad también un componente motor para la musculatura de la masticación
protopática en la prolongación de la médula espinal hasta la médula y para el M. tensor del tímpano en el oído medio. El control cortical de
espinal, en el núcleo espinal del n. trigémino. Los axones de la 2ª este núcleo motor presenta además una particularidad. Este es el moti-
neurona se extienden como tracto trigeminotalámico hacia el tála- vo por el que no será expuesto aquí, sino en el apartado «control de los
mo. Las fibras discurren pegadas al lemnisco medial como lemnisco núcleos motores de los nervios craneales», v. pág. 520).
trigeminal.
Las fibras de la 4ª neurona terminan en el telencéfalo, en el giro post- tral y se expande hacia aproximadamente la mitad del giro postcentral,
central (frente), en una región que empieza por encima del surco cen- hacia parietal.
Clínica
La pérdida funcional de la vía sensitiva del trigémino (por ej. como con- • Una lesión a partir del tálamo y hasta el giro postcentral:
secuencia de la presencia de trastornos de vascularización, fractura
craneal o un tumor), provoca el trastorno de la percepción consciente – para la protopatía de proyección exclusivamente contralateral pro-
de la presión suave y fuerte, del tacto fino y grueso, del dolor, de la tem- voca un trastorno contralateral,
peratura y de la propiocepción. – para la epicrisis y debido a la representación en ambos lados del
Observe: Debido al cruce (parcial) de la vía en el tronco del encéfalo, giro postcentral, provoca una alteración ipsi- y contralateral –pero
ocurre que: debido a la conducción a ambos lados, generalmente no provoca
una pérdida funcional completa.
• Una lesión de la vía del N. trigémino hasta incluida la 2ª neurona, pro-
voca una pérdida ipsilateral de la sensibilidad;
513
Radiación Radiación
acústica acústica
Diencéfalo Tálamo
Núcleo Núcleo
... Neurona geniculado ... Neurona geniculado
medial medial
Brazo Brazo
del colículo del colículo
inferior inferior
Techo del mesencéfalo Colículo inferior
Núcleo Núcleo
... Neurona del colículo ... Neurona del colículo
inferior inferior
Puente,
bulbo raquídeo
Núcleos Núcleos
del lemnisco del lemnisco
lateral lateral
Lemnisco
lateral
3. Neurona 3. Neurona
Núcleo Núcleo
olivar olivar
Órgano de Corti superior superior
1. Neurona 2. Neurona
N. vestibulococlear
514
Definición y función
Características de la vía
(especial) somatosensitiva (sensorial); aferente. específicas (órgano de Corti) cuya estimulación mecánica conduce a la
Observe: La información es conducida por un órgano de los sentidos lo- percepción auditiva. La conducción de estímulos tiene lugar en el N. co-
calizado en el hueso temporal, la cóclea. Esta contiene células sensitivas clear, una parte del N. vestibulococlear (VIII).
En total, como mínimo 6 neuronas que hacen sinapsis consecutivamente: te por todas las porciones de la vía. Los grupos de axones pueden saltar
algunas de las estaciones neuronales aquí representadas. Solamente
• 1ª neurona: célula bipolar en el ganglio coclear (= ganglio espiral constituyen estaciones neuronales constantes la 1ª neurona, ganglionar,
coclear). Con su axón dendrítico, esta capta la información de una la 2ª (núcleos cocleares) y la última, cortical (ver neurona terminal). Por
célula receptora (célula ciliada = «célula ciliada interna en el órgano lo tanto, no tiene sentido continuar con la enumeración estricta de las
de Corti»). El axón axónico de la célula ganglionar se extiende ipsi- neuronas a partir de la 3ª neurona.
lateralmente por el tronco del encéfalo hacia la 2ª neurona; entrada
en el tronco del encéfalo en el denominado ángulo pontocerebeloso. • Otras estaciones neuronales:
• 2ª neurona: en el tronco del encéfalo, en el suelo del ventrículo IV, – Núcleos del lemnisco lateral (contienen axones de ambos núcleos
próxima al receso lateral en el núcleo coclear anterior/posterior. Los cocleares),
axones de la 2ª neurona se extienden cruzados y sin cruzar hacia la 3ª – Núcleo del colículo inferior (en el colículo inferior del mesencé-
neurona. Todas las fibras que abandonan el plano de entrada de la 1ª falo); desde aquí, en el brazo del colículo inferior hacia el tálamo,
neurona a nivel de los núcleos cocleares y en dirección ascendente – Núcleo geniculado medial (cuerpo geniculado medial) del tálamo:
hacia craneal son designados conjuntamente bajo el término de lem- desde aquí como radiación acústica hacia el córtex primario au-
nisco lateral. ditivo.
• 3ª neurona: núcleo olivar superior (los axones de la 2ª neurona pro-
ceden mayoritariamente del núcleo coclear anterior). Del núcleo oli- • Neurona de terminación: córtex auditivo primario, lámina granu-
var superior y del núcleo coclear anterior se extienden algunas fibras lar interna (IV) en los giros temporales transversos (circunvolucio-
hacia el lado contrario. Al cruzarse, estas pueden (aunque no deben nes de Heschl), área 41 de Brodmann.
hacerlo obligatoriamente) hacer sinapsis con un pequeño grupo (no
representado aquí) de núcleos denominados núcleos del cuerpo tra- Observe: El marcado cruce de fibras a partir de la 2ª neurona lleva a que
pezoide. El conjunto de estos pequeños núcleos conjuntamente con el córtex auditivo primario (giros temporales transversos) capte infor-
las fibras que cruzan es designado con el término cuerpo trapezoideo. maciones de ambos órganos cocleares. Esto contribuye de forma esen-
cial a la percepción acústica espacial.
Observe: Una de las características de la vía auditiva es que las estacio-
nes neuronales consecutivas no siempre están reguladas conjuntamen-
La tonotopía del córtex auditivo se adapta a la estructura del giro trans- están más bien localizadas en el occipital y las frecuencias agudas más
verso de Herschl. En el córtex auditivo primario, las frecuencias altas bien frontalmente.
Clínica
515
Diencéfalo Tálamo
3. Neurona 3. Neurona
Núcleo Núcleo
ventral ventral
Reacción postero- postero-
vegetativa medial medial
Hipotálamo
Fascículo
longitudinal
posterior
Puente
3. Neurona
516
Definición y función
Vía de la sensibilidad consciente de la lengua para la calidad «gusto»
(percepción de los gustos dulce, ácido, salado, amargo, «umami»).
Características de la vía
(especial) viscerosensitiva (sensorial); aferente. la conducen primero hacia un núcleo central común, el núcleo solitario.
Observe: El gusto es conducido a través de 3 nervios craneales: el N. fa- En el córtex, las fibras terminan en dos neuronas de diferente localiza-
cial (VII), el N: glosofaríngeo (IX) y el N. vago (X). Todos ellos captan su ción, una neurona está situada en la ínsula y otra en el giro postcentral.
información de los receptores gustativos de la superficie de la lengua y
• 1ª neurona: célula psedounipolar en el ganglio del respectivo nervio la vía se extiende sin cruzar hacia el hipotálamo y continúa hasta
craneal. Esta capta la información de un receptor gustativo con su alcanzar porciones del sistema límbico;
axón dendrítico. El axón axónico de la célula pseudounipolar en el – En el tálamo: está situado en el núcleo ventral posteromedial.
ganglio del nervio craneal se extiende ispilateralmente en el tronco Desde allí las fibras se extienden hacia la radiación talámica en el
del encéfalo hacia la 2ª neurona, en el núcleo solitario. brazo posterior de la cápsula interna hacia la
Observe: Las fibras aferentes del N. facial discurren primero en el N.
lingual, se separan después de él (la denominada cuerda timpánica) • 4ª neurona: en el giro postcentral (lámina granulosa interna[IV]) o
y se reúnen con las fibras somatomotoras del N. facial en el hueso en el córtex de la ínsula.
temporal, con las que discurren conjuntamente hacia el tronco del
encéfalo. Observe: Por lo tanto, la vía gustativa termina en dos neuronas corticales
• 2ª neurona: en el bulbo raquídeo, ipsilateralmente al núcleo so- de diferente localización, en las que se procesan informaciones también
litario (porción gustativa). El axón de la 2ª neurona se extiende diferentes. Los colaterales del núcleo parabraquial y del núcleo oval al-
hacia el puente sin cruzar (y hace sinapsis allí con la 3ª neurona) canzan el hipotálamo (reacción vegetativa) y áreas del sistema límbico
o va directamente hacia el tálamo (y allí la 3ª neurona) después (regulación emocional de la percepción gustativa). De la 2ª neurona se
de rodear a los núcleos pontinos siguiendo al lemnisco medial di- extienden colaterales hacia los núcleos salivares (desencadenamiento
rectamente ipsilateralmente (y parece ser que en menor medida del reflejo de flujo salivar). A través del fascículo longitudinal posterior
contralateralmente). (FLP), el hipotálamo puede controlar las reacciones vegetativas a través
• 3ª neurona: de los núcleos vegetativos del tronco del encéfalo.
– En el puente: en un grupo de núcleos pontinos cerca del receso la-
teral del ventrículo IV: núcleo parabraquial y núcleo oval. Desde allí
Desconocida.
Clínica
La pérdida funcional completa de la vía gustativa provoca una pérdida Nn.VII, IX y X, y la lesión central de la vía en el tronco del encéfalo,
de la percepción gustativa (ageusia), pero es muy rara, puesto que es afecta a muchas otras estructuras que dominarán el cuadro sintomático
muy improbable que se produzca una doble lesión periférica de los por su gravedad.
517
Comisura
Trígono olfatorio, anterior
Núcleo olfatorio anterior
Tracto olfatorio
2. Neurona 2. Neurona
Bulbo Bulbo
olfatorio olfatorio
1. Neurona
Región
olfatoria
Receptor
518
Definición y función
Características de la vía
(especial) viscerosensitiva (sensorial); aferente. • los axones de las neuronas en ellas contenidas están envueltos por
Observe: El I nervio craneal (N. olfatorio), bulbo olfatorio y tracto olfa- glía central (oligodendrocitos).
torio son partes de la vía olfatoria. El bulbo y el tracto olfatorio forman El N. olfatorio no es, además, una estructura que pueda representarse uni-
parte de la corteza telencefálica (en este caso del paleocórtex), por lo tariamente, sino que está compuesto por la suma de las fibras olfatorias
tantodel SNC. que discurren separadamente. Las fibras olfatorias son axones de células
• Están envueltos por meninges, sensoriales primarias (células receptoras) del epitelio olfatorio. El N.
• bañado en líquido cefalorraquídeo y olfatorio es por definición un componente del sistema nervioso periférico.
En total como mínimo 3 neuronas que hacen sinapsis consecutivamente: – para la estría olfatoria medial: núcleos en el área subcallosa (con
núcleos septales), conducción de las aferencias hacia la habénula
• 1ª neurona: está situada en el techo de las cavidades nasales como y el hipocampo. Ambas aferencias se mantienen ipsilaterales;
célula receptora (célula sensitiva primaria). Una apófisis periférica – para las fibras cruzadas: núcleo olfatorio anterior (en el trígono
termina con un receptor en la mucosa nasal. La apófisis central (ner- olfatorio) con la posterior conducción de las aferencias hacia el
vios olfatorios) atraviesa el hueso etmoides por la lámina cribosa bulbo olfatorio.
hasta la 2ª neurona.
• 2ª neurona: intracraneal en la fosa craneal anterior en el hueso et- Observe: Con la estría olfatoria lateral (archicórtex), la 2ª neurona llega
moides, en el denominado bulbo olfatorio. Existen 2 tipos de 2ª neu- a áreas corticales (córtex periamigdalino, área prepiriforme) sin hacer
ronas: células mitrales y células en racimo. El axón de la 2ª neurona sinapsis en el tálamo. En consecuencia, y de acuerdo con el conocimien-
se extiende como tracto olfatorio hacia occipital. El tracto olfatorio to actual, la vía olfativa es la única aferencia que llega a las neuronas
se divide en una estría olfatoria medial y una estría olfatoria lateral. telencefálicas sin hacer sinapsis en el tálamo. La amplia proyección de
• 3ª neurona: las 3ª neuronas, que por su parte proyectan en las neu- la estría olfatoria sobre neuronas del sistema límbico (especialmente
ronas siguientes, están situadas en tres puntos: córtex periamigdalino) explica la importante impregnación emocional
de las impresiones olfatorias. La proyección sobre el hipotálamo es res-
– para la estría olfatoria lateral: en el área prepiriforme (área de Bro- ponsable de las reacciones vegetativas (por ej. mareo o vómito) ante la
dmann 28); conducción de las aferencias a través del tálamo (nú- percepción de olores desagradables.
cleos mediales) hacia el córtex o hacia las neuronas orbitofronta-
les en el córtex periamigdalino (giro semilunar y giro ambiens);
conducción de las aferencias hacia el hipotálamo;
Desconocida.
Clínica
519
1. Neurona
Área 4 de Brodman
Fibras corticonucleares
bulbares en la cápsula
interna y pie peduncular
2. Neurona 2. Neurona
N. facial (VII)
Núcleo motor Núcleo motor
• Musculatura frontal de la mímica
del n. facial (VII) del n. facial (VII) y M. orbicular del ojo
• Musculatura restante de la mímica
y M. estapedio
N. glosofaríngeo (IX)
Núcleo ambiguo Núcleo ambiguo • Faringe
del n. glosofaríngeo del n. glosofaríngeo
y del n. vago (IX, X) y del n. vago (IX, X) N. vago (X)
• Faringe
• Laringe
Funcionalmente diferenciamos dos grupos: control de los músculos oculares se efectúa pues en la porción corres-
pondiente a través de varios centros en el tronco del encéfalo, antes
• Núcleos para la motricidad de los músculos oculares (III, IV y VI) y de llegar a los núcleos de los músculos oculares a través del fascículo
• Núcleos para las demás funciones motoras de los nervios craneales longitudinal medial (ver al respecto «Control de la motricidad ocular»,
(Vmot; VII, IX, XI y XII). v.pág. 522 y s.). A continuación se ha representado el control de los
núcleos motores de los nervios craneales restantes, a los que se llega
De forma básica, el control cortical de todos los núcleos de los nervios directamente a través de la segunda porción de la vía, las fibras cortico-
craneales se realiza a través de una vía común, las fibras corticonuclea- nucleares del bulbo, de forma análoga a como tiene lugar la proyección
res del bulbo. Pero esta vía se divide funcionalmente en dos porciones: cortical sobre las motoneuronas en la médula espinal a través de las
una para los músculos del ojo y otra para las funciones restantes. El fibras corticoespinales.
520
Definición y función de las fibras corticonucleares del bulbo para el control de los núcleos motores de los nervios craneales
• Importante vía de la motricidad voluntaria: regulación consciente del encéfalo (mayoritariamente puente). Las fibras son como las otras
movimiento de la musculatura de la masticación, de los músculos de fibras de la vía piramidal (es decir, fibras corticoespinales para la mé-
la mímica, de la lengua y de los músculos craneofugales, y regulación dula espinal y fibras corticorreticulares para la formación reticular),
motora inconsciente de la musculatura de la faringe y de la laringe; axones de las células piramidales grandes.
• La parte de la denominada vía piramidal, que se extiende desde el
córtex primario motor hasta los núcleos motores en el tronco del
Características de la vía
En total 2 neuronas con sinapsis consecutivas: Los axones contrae ipsilaterales de la 1ª neurona terminan en:
– Núcleo motor del n. trigémino,
• 1ª neurona: células piramidales grandes en la lámina piramidal – Núcleo motor del n. facial, porción superior (mímica de los múscu-
interna (capa V) del giro precentral (=córtex motor primario); es- los de la frente y M. orbicular de los ojos),
tán situadas en el área de Brodmann 4, y normalmente también en – Núcleo ambiguo (inervación de la faringe y de la laringe).
las regiones cerebrales vecinas. Los axones de la 1ª neurona pasan,
bajando del telencéfalo y hasta llegar al tronco del encéfalo, por las • 2ª neurona: mayoritariamente motoneuronas a en:
estaciones siguientes: – Núcleo motor del n. trigémino (musculatura de la masticación y M.
tensor del tímpano),
Córtex motor primario Æ cápsula interna, brazo posterior (telencé- – Núcleo motor del n. facial (músculos de la mímica),
falo) Æ pie del pedúnculo cerebral (mesencéfalo) Æ Tegmento del – Núcleo ambiguo del n. glosofaríngeo y n. vago (faringe y laringe),
puente (parte tegmental del puente); – Núcleo espinal del n. accesorio (Mm. trapecio y esternocleidomas-
toideo) y
Cruce de los axones de la 1ª neurona: solamente cruzan parcialmente – Núcleo motor del n. hipogloso (musculatura de la lengua).
(sí lo hacen mayoritariamente en el puente), de forma que la pro-
yección del córtex motor a la 2ª neurona tiene lugar tanto de forma En estos núcleos terminan los axones de las fibras corticonucleares del
cruzada como no cruzada. bulbo con sinapsis excitadoras. Los axones de la 2ª neurona terminan en
el órgano efector, en este caso en los músculos, formando de este modo
Exclusivamente axones contralaterales de la 1ª neurona terminan en: la parte motora del respectivo nervio craneal. El neurotransmisor es la
– Núcleo motor del n. facial. Porción inferior (mímica, con excepción acetilcolina.
de los músculos de la frente), Observe: Las fibras corticonucleares del bulbo terminan en la 2ª neurona.
– Núcleo espinal del n. accesorio, El axón de la 2ª neurona constituye la parte motora del respectivo nervio
– Núcleo motor del n. hipogloso. craneal.
Clínica
La pérdida de las fibras corticonucleares del bulbo provoca una alte- ricas (= denominadas lesión intranuclear) (está afectada la 2ª neurona
ración de la motricidad voluntaria en el cráneo para las funciones de la o el nervio periférico) de las parálisis centrales (= lesión supranuclear)
masticación (N. trigémino), la mímica (N. facial), los movimientos de (está afectada la 1ª neurona o su axón):
giro de la cabeza (N. accesorio) y la lengua (N. hipogloso).
Observe: Los trastornos de la 1ª neurona causan una parálisis denomi- • En la parálisis periférica se produce la pérdida de todas las fibras
nada central, los trastornos de la 2ª neurona causan una parálisis deno- (parálisis de los músculos de la frente y del M. orbicular del ojo).
minada periférica (los mismos síntomas que en la pérdida de las fibras • En la parálisis central, la 2ª neurona (pero solamente la parte fron-
motoras de los nervios craneales periféricos). tal del núcleo) todavía es alcanzada por fibras de otro córtex motor:
Puesto que solamente una parte del núcleo facial es inervada ipsiy con- los músculos de la frente y el M. orbicular de los ojos no están pa-
tralateralmente, en el N. facial podemos diferenciar las parálisis perifé- ralizados.
521
Área 8 de Brodman
Fibras
corticonucleares
Tronco bulbares
del encéfalo
Fascículo
Núcleos longitudinal
vestibulares medial
M. recto superior /
Núcleo motor Núcleo motor
inferior / medial
del n. oculomotor (III) del n. oculomotor (III)
M. oblicuo inferior
522
Definición y función
El control de los movimientos oculares es extremadamente complejo. desencadenada por el giro precentral (somatomotricidad), sino a través
Para garantizar una impresión visual clara, la luz de un punto determi- de un centro especializado superior en el lóbulo frontal, el denominado
nado de la imagen debe proyectarse en los correspondientes puntos de campo visual frontal (área 8 de Brodmann). Este envía sus eferencias
la retina. Para ello, ambos ojos deben moverse de forma coordinada. Si (contrariamente al giro precentral), pero no directamente hacia las mo-
esto no es así, y la luz es proyectada en puntos de la retina no correspon- toneuronas a en los núcleos motores de los nervios craneales, sino que
dientes, se forman imágenes dobles. El control de la motricidad ocular las envía primero hacia los centros de control en la frontera mesencéfa-
tiene lugar mayoritariamente de «forma refleja» mediante centros sub- lo-diencéfalo y en el tronco del encéfalo, donde tiene lugar otra sinapsis
corticales (v. «Proyecciones de la retina», pág. 526 y s.). Pero la regula- con los núcleos motores de los músculos oculares.
ción voluntaria de los movimientos oculares es posible, aunque no es
Características de la vía
La neurona de origen está situada en el campo visual frontal (en este • El núcleo intersticial alcanza los núcleos III y IV ipsi- y contralaterales,
caso, normalmente no se cuentan las neuronas, por esto hablamos de • Al núcleo VI llegan ispilateralmente axones de las neuronas de la for-
«neurona de origen» y no de «1ª neurona»). Sus axones discurren conjun- mación reticular del tronco del encéfalo.
tamente con axones de las neuronas del giro precentral en la cápsula in-
terna, como fibras corticonucleares del bulbo. Pero las neuronas del área Las uniones del cerebelo y de los núcleos vestibulares, especialmente
8 se extienden ipsi- y contralateralmente hacia las neuronas en el área hacia el núcleo prepósito, coordinan las informaciones del equilibrio
pretectal (en la zona de transición entre el diencéfalo y el mesencéfalo) con los movimientos oculares (por ej. en el nistagmo vestibular = mo-
y hacia la formación reticular y el núcleo prepósito. Desde el área pretec- vimiento involuntario de los ojos al efectuar movimientos de giro de la
tal, las neuronas se extienden a ambos lados hacia el denominado núcleo cabeza), por ejemplo al conducir un coche.
intersticial. El núcleo prepósito y el núcleo intersticial son los núcleos En el tronco del encéfalo, discurren las partes de las vías para la sinapsis
de partida para la proyección hacia los núcleos motores de los músculos de los núcleos de los músculos oculares entre ellos, con los centros su-
oculares siguientes, núcleos III, IV y VI. Dichos núcleos alcanzan: periores y con el sistema vestibular como fascículo longitudinal medial
(v. también «Vías en el tronco del encéfalo», pág. 524 y s.).
• El núcleo prepósito llega a todos los núcleos ipsilaterales y al núcleo
del N. VI también contralateral,
Clínica
• La pérdida funcional aislada de uno de los núcleos motores de los por un infarto en el mismo) o trastornos en la región del campo visual
músculos oculares provoca pérdidas aisladas de un solo músculo o frontal, siempre van asociados a complejas alteraciones de la motri-
de un grupo de músculos en un ojo; cidad ocular de ambos ojos.
• Los trastornos de los centros superiores (por ej., cuando se han pro-
ducido alteraciones de la vascularización en el tronco del encéfalo
523
Cerebelo Diencéfalo
Tálamo
Hipotálamo
del mesencéfalo
(III) (V) (III)
Núcleo
ambibuo
Tracto (IX y X)
tegmental Núcleo
central dorsal
del n. vago (X) Núcleos
vestibulares
Núcleo (VIII)
Núcleo motor
solitario (XII)
Bulbo raquídeo
Médula espinal
Núcleo espinal
(XI)
524
En el tronco del encéfalo podemos diferenciar básicamente dos grupos Aquí se han representado las cuatro sinapsis más importantes del tron-
de vías: co del encéfalo.
• Tracto tegmental central: vía descendente; es la vía más impor- • Fascículo longitudinal medial: esta vía funcionalmente poco
tante del sistema extrapiramidal en el tronco del encéfalo. La vía unitaria –organizada también en ambos sentidos– efectúa la sinap-
presenta varias porciones: las fibras provienen del telencéfalo (páli- sis, por un lado, de los núcleos motores de la motricidad ocular
do), del diencéfalo (tálamo), del cerebelo y, desde el mismo tronco (III, IV y VI) y de la motricidad de la cabeza (XI, asta anterior C1-
encefálico, del núcleo rojo. Estas vías aisladas se reúnen para for- C4) con los núcleos vestibulares (equilibrio) para los movimientos
mar el tracto tegmental central) que termina en la oliva inferior, en de seguimiento de la mirada, y por otro lado hace sinapsis con los
el núcleo olivar inferior. La oliva inferior es de este modo un núcleo núcleos motores de los nervios craneales para la masticación, la
de sinapsis central del tronco del encéfalo de la motricidad extra- deglución y la succión (acceso voluntario a estas funciones). Es-
piramidal. tos núcleos motores de los nervios craneales son activados de este
• Fascículo longitudinal posterior: en esta vía, organizada en am- modo en ambos fascículos. La vía cruza abundantemente (no repre-
bas direcciones, es decir, ascendente y descendente, tienen lugar las sentado aquí).
sinapsis «vegetativas». El hipotálamo, como centro de control vege- • Tracto tectobulbar: esta vía que cruza se origina en el núcleo del
tativo superior, sinapta los núcleos parasimpáticos entre ellos y con colículo superior (en el techo del mesencéfalo) y proyecta en los nú-
el núcleo gustativo. Simultáneamente, existen colaterales en los nú- cleos motores de los músculos oculares y en la formación reticular
cleos motores de los nervios craneales que posibilitan la masticación, para la motricidad refleja de la mirada.
la deglución, la succión y la náusea; acceso reflejo a estas funciones a
través de los núcleos motores V, VII, núcleo ambiguo (para los nervios
craneales IX y X) y XII. La vía cruza abundantemente (no representado
aquí).
525
Incidencia
de la luz
1. Conos y bastones
2. Células bipolares
* = células ganglionares que contienen melanopsina
3. Células ganglionares* = células ganglionares sin melanopsina
N. óptico (II)
Quiasma óptico
Tracto
Tracto óptico retinohipotalámico Núcleo
supraquiasmático
Vía
Techo del mesencéfalo, retinohipotalámica
colículo superior Vía retinotectal
Núcleo
paraventricular
Tracto Tracto
tectoespinal tectobulbar
Núcleo
Motoneurona Núcleos motores intermediolateral (C8-T1)
en el núcleo espinal XI de los músculos oculares
y segmentos cervicales Nn. III, IV, VI
Ganglio
cervical superior
Movimientos de la cabeza Movimientos oculares
para el seguimiento de la mirada para el seguimiento de la mirada
Epífisis
Vía óptica accesoria Vía retinopretectal
Vía retino-
tálamo Melatonina
(= genículo)
-cortical
Ritmo circadiano
Tálamo,
Cuerpo geniculado Área pretectal Sustancia gris
lateral central
4. Neurona
Lemnisco
Techo del mesencéfalo, Radiatión corticopretectal
núcleos terminales óptica Núcleo motor
del N. oculomotor Núcleo
del tracto óptico intermediolateral (T1-5)
(Edinger-Westphal)
Telencéfalo,
Córtex visual primario
Área estriada (Área 17)
Núcleos Lámina IV Ganglio cervical
Ganglio ciliar
vestibulares 5. Neurona superior
526
El sistema óptico procesa los estímulos ópticos. Este contiene no sola- comprende 5 vías funcionales distintas, cuyo punto de partida común es
mente la percepción consciente de las impresiones visuales, sino que la retina, originada del diencéfalo:
Conduce la percepción consciente y el procesamiento de una impresión mina allí por encima y por debajo del surco calcarino en el córtex
visual (color, forma, tamaño, posición, movimiento, etc., de un objeto), estriado (área estriada) de la cuña y del giro lingual;
• Del córtex visual primario se extienden vías de asociación hacia seg-
• Morfológicamente es la parte más grande del sistema óptico; mentos secundarios y terciarios del córtex visual para la elaboración
• A través del tálamo (4ª neurona en el cuerpo geniculado lateral; 1ª- de las impresiones visuales complejas (no representadas aquí).
3ª neurona en la retina), conduce hacia el córtex visual primario; ter-
Vía retinopretectal
• Mediante el control de la inervación visceromotora, conduce la mo- • El área pretectal queda situada funcionalmente en el centro de dos
tricidad de la pupila y de la lente (cristalino) regulada por la muscu- círculos sinápticos: uno sin activación del tálamo y del córtex visual
latura lisa; (= vía retinopretectal) y otro con participación del córtex visual
• Conduce hacia el área pretectal, una región de núcleos craneal a los (lemnisco corticopretectal); a través de la primera vía, se transporta
colículos superiores del mesencéfalo, topográficamente considerada la información sobre la cantidad de luz que recibe el ojo y que provo-
como perteneciente al diencéfalo (epitálamo); cará la dilatación o la contracción de la pupila. Esta reacción también
• El área pretectal proyecta en el núcleo parasimpático de Edinger- puede ser provocada en pacientes inconscientes, puesto que el cór-
Westphal en el mesencéfalo y, a través de la sustancia gris del con- tex visual telencefálico no participa del proceso; a través de la segun-
ducto central del tronco del encéfalo, en las neuronas simpáticas de da vía, discurren las informaciones sobre la nitidez de la imagen, que
la médula espinal (C8-T1); el núcleo de Edinger-Westphal permite hacen que se regulen los ajustes de aproximación-alejamiento de la
efectuar la contracción de la pupila (miosis) y la curvatura aumentada lente (cristalino) (y por lo tanto los ajustes de nitidez de la imagen).
del cristalino efectuada por los músculos (acomodación para la visión Esto requiere la captación de la nitidez actual de la imagen a través
de cerca). Las neuronas simpáticas permiten la dilatación muscular del córtex visual telencefálico, de forma que esta reacción solamente
de la pupila (midriasis); funciona en personas claramente conscientes.
Vía retinotectal
• Permite el seguimiento y el ajuste reflejos de la mirada; de los ojos, lo que permite «seguir» automáticamente el movimiento
• Conduce hacia las neuronas motoras que activan distintos músculos de un objeto y/o una persona con la cabeza y con los ojos de forma que
estriados a través de los colículos superiores en el techo del mesen- la imagen siempre quede proyectada en el punto de la visión nítida de
céfalo y a través del tracto tectoespinal o tectobulbar; La activación de ambos ojos.
estos músculos permite efectuar movimientos de giro de la cabeza y
Efectúa las sinapsis de las impresiones visuales con el sistema vestibular tos de los ojos (por ej. movimiento de compensación refleja de los ojos
a través del mesencéfalo (medición de los movimientos de la cabeza). De durante el movimiento de giro de la cabeza). La vía óptica accesoria es
esta forma se coordinan entre ellos, por ej., el equilibrio y los movimien- por lo tanto una vía de soporte (= accesoria) de la vía retinotectal.
Vía retinohipotalámica
Mediante la medición de la incidencia de luz percibida diariamente, in- través del hipotálamo y pasando por varios puntos de sinapsis se llega a
fluencia los ritmos internos del cuerpo (por ej., el ritmo circadiano). A la epífisis (producción y secreción de melatonina).
Observe: En el quiasmo óptico se cruzan los axones procedentes de los procesada bilateralmente. En este esquema, con la finalidad de simplifi-
segmentos nasales de la retina (aprox. el 48% de todas las fibras). De car, solamente se ha representado esquemáticamente el quiasmo ópti-
este modo, por todas las vías antes mencionadas, los axones de ambos co como punto de entrecruzamiento, en su localización entre el N. óptico
ojos llegan a las estaciones sinápticas, por lo tanto, la información es y el tracto óptico. No se han representado las fibras cruzadas.
527
M. dilatador de la pupila
(amplía la pupila)
Núcleo Fisura Nn.
accesorio orbitaria ciliares
cortos M. ciliar
del N. oculo- superior (acomodación de cerca)
motor Ganglio ciliar
Conducto
Nn. palatinos
carotídeo
Núcleo Astas laterales
salivar Plexo de C8-T2
superior carotídeo Núcleo
Cavidad interno Ganglio cervical superior intermediolateral
timpánica
Plexo
N. inter- carotídeo
medio Cuerda externo Glándulas linguales
del tímpano N. sub-
A. facial lingual
N. lingual Glándula sublingual
Ganglio submandibular
Glándula submandibular
Fisura
petrotimpánica A. meníngea
media
Nn. carótido-
timpánicos
Conducto N. auriculo-
Núcleo Foramen Fisura Rr. parotídeos temporal
salivar del N. petroso
yugular menor esfenopetrosa
inferior Ganglio ótico
Glándula parótida
A Ganglios vegetativos de la cabeza mente muy sensibles aprovechan otras estructuras a las que se acoplan como
Los ganglios vegetativos y sensitivos de la cabeza se pueden confundir fácil- «prestadores de servicio». Estas estructuras pueden ser por ejemplo, vasos
mente. Es por eso que aquí se representa una visión general de ambos, junto sanguíneos o también otros nervios, que se dirigen a la misma región que las
con la dirección en la que los ganglios conducen los impulsos respectivos (v. fibras vegetativas, a pesar de tener funciones diferentes. Justo esto inicialmen-
flechas de dirección). te genera confusión. Por eso aquí las fibras vegetativas están representadas de
Los ganglios vegetativos de la cabeza son siempre parasimpáticos. En ellos las color verde (parasimpático) y rojo (simpático), y las «fibras principales», que
fibras de las 1ª neurona eferente del tronco del encéfalo hacen sinapsis con los no tienen nada que ver con las fibras vegetativas, en cambio están representa-
pericariones de la 2ª neurona, cuyas fibras se dirigen al órgano efector. En este das en azul. Todas las estructuras nombradas pasan por determinados orificios
camino hacia el órgano efector, estas fibras muy finas y por lo tanto mecánica- del cráneo (conductos y forámenes), marcados de amarillo.
528
B Ganglios sensitivos de la cabeza representada de rojo). El N. glosofaríngeo sin embargo también conduce infor-
A diferencia de los ganglios vegetativos, en los ganglios sensitivos no se produ- mación desde la faringe, en este caso somatosensitiva general: sus fibras pasan
cen sinapsis. Los ganglios sensitivos contienen los pericariones de las células por el ganglio superior y terminan en el núcleo espinal del N. trigémino, en don-
nerviosas (= neurona aferente primaria) pseudounipolares o unipolares (N. de hace sinapsis la información protopática de varios nervios craneales (o sea,
vestibulococlear). Su prolongación periférica proviene de un receptor y su que no solo del N. trigémino que le da el nombre). La percepción de la tempe-
prolongación central termina en el SNC. Si se toma como ejemplo el N. glo- ratura y del dolor de la faringe (¡bebida muy caliente!) puede ser captada así
sofaríngeo, este conduce entre otras cosas la información gustativa del tercio a través del N. glosofaríngeo. El N. vago también conduce (a través del ganglio
posterior de la lengua. Sus fibras pasan por el ganglio inferior y terminan en el superior del N. vago) información protopática (predominantemente dolorosa)
núcleo solitario del SNC. Esta información es sensitiva visceral especial (aquí de la laringe hacia el núcleo espinal del N. trigémino (dolor en una laringitis).
529
Córtex cerebral
Córtex límbico Córtex sensitivo
Motivación para un Reacción a un
movimiento (= Impulso) movimiento (= Impulso)
Núcleos basales
Córtex de asociación
Sincronización
Planificación general Valoración de los impulsos corticales
del movimiento del estímulo
Córtex motor
Lemnisco Conducción de
Programa detallado Preparación
de los núcleos los impulsos procesados
del movimiento del movimiento
basales
Transmisión de
las impresiones
Tálamo sensitivas Órganos
Retorno de la información de los sentidos:
talámica y cerebelosa Integración de los impulsos • Óptico
de los núcleos basales, • Acústico
de los órganos de los
sentidos y del cerebelo
Lemnisco Conducción de
cerebeloso los impulsos
procesados
Centros del tronco
del encéfalo
Puente, Núcleo rojo, Coordinación del equilibrio / Cerebelo
Formación reticular, Programa de movimiento Integración de impulsos
Complejo de la oliva procedentes de la médula
Preparación, espinal y del sistema
regulación fina del equilibrio
Médula espinal
A la izquierda se ha representado una visión general de las funciones de las impulsos de los núcleos basales y del cerebelo y envía el patrón de impulsos
neuronas y las vías y su acción conjunta, y a la derecha las estructuras de las vías integrado hacia el córtex motor. Simultáneamente, el tálamo recoge las señales
y los núcleos separadamente. recibidas en los órganos de los sentidos («tálamo sensitivo»). Si estas señales
Observe: El córtex es el punto de partida y de llegada de dos lemniscos, el lem- son relevantes para el movimiento, serán integradas en el patrón de impulsos
nisco de los núcleos basales y el lemnisco cerebeloso. En ambos lemniscos se por el tálamo. El tálamo actúa de esta forma como centro de integración central
hace obligatoriamente sinapsis en el tálamo («tálamo motor»). Este recoge para ambos lemniscos y para el input sensorial.
530
Vía
Cuerpo directa Globo pálido Núcleo
Tracto estriado medial subtalámico
Córtex cerebral cortico- Sustancia negra
estriado Sinapsis Porción reticular
interna
Sustancia negra
Porción compacta Fascículo
y asa
lenticular
Lemnisco
de los núcleos Tálamo Tracto
basales óptico
Tálamo Tálamo
motor, sensitivo, Lemnisco
núcleos VA, VL núcleos CGL, lateral
Tracto talamocortical CGM, VPL
Tracto cerebelo-olivar
Cerebelo
Tracto Tracto olivocerebeloso
tegmental
central
Tracto
Núcleo olivar vestibulo-
inferior cerebeloso
Propiocepción
Tracto Núcleos vestibulares
reticulo-
espinal
Tracto Tracto Tracto Tracto Tracto
cortico- rubro- olivo- vestibulo- espino-
espinal espinal espinal espinal cerebeloso
Médula espinal
N. espinal
Los impulsos talámicos que llegan al córtex motor provocan finalmente un pro- La misma médula espinal ejecuta el movimiento y transporta el impulso hacia
grama de movimientos detallado y «acabado». Este programa es enviado a los los músculos relevantes a través del N. espinal. A través de las vías espinocere-
centros del tronco encefálico para la regulación fina (núcleo rojo, formación belosas, la médula espinal retorna la «ejecución del movimiento» de nuevo ha-
reticular, oliva inferior). El núcleo olivar inferior representa un «punto de sali- cia el cerebelo, que utiliza esta información para el nuevo cálculo del equilibrio
da» del lemnisco cerebeloso y en dirección a la médula espinal especialmente que debe ser constantemente renovado. El cerebelo no tiene un acceso directo
importante. El movimiento será desencadenado finalmente por los impulsos a la médula espinal, aunque puede actuar indirectamente sobre la médula espi-
del córtex motor (mayoritariamente giro precentral), que llegan a la médula nal a través del núcleo olivar inferior.
espinal (desencadenamiento voluntario) a través de la vía piramidal (tracto
piramidal, aquí tracto corticoespinal).
531
Telencéfalo
Puente Tálamo
Pontocerebelo
Control de la motricidad fina
y de los movimientos dirigidos
Núcleos del tronco
Vestibulocerebelo Espinocerebelo
del encéfalo
Control del equilibrio Control del tono muscular
Núcleo
Tálamo Formación Núcleo olivar Formación
reticular rojo inferior reticular
Núcleo Núcleo
rojo vestibular Médula espinal
b c
La clasificación funcional del cerebelo en ponto-, espino- y vestibulocerebelo La mayoría de las principales eferencias del cerebelo (b) no salen del
(a) tiene en cuenta las principales aferencias que recibe el cerebelo: córtex, sino de los núcleos, que están asociados mayoritariamente a su vez a
un área cortical determinada. Estos núcleos proyectan a su vez al tálamo o a
• Desde el telencéfalo (a través del puente) para la motricidad fina en el mar- regiones de núcleos en el tronco del encéfalo. El núcleo olivar inferior, en el
co de un plano de movimiento, tronco del encéfalo, juega un papel de importancia destacada (c): este proyec-
• Desde la médula espinal para la regulación del tono muscular y ta tanto en el cerebelo como en la médula espinal, y recibe a su vez aferencias
• Desde el sistema vestibular para el control de la situación y la aceleración de ambas regiones. La oliva también recibe aferencias de otros núcleos de los
de la cabeza. nervios craneales (núcleo rojo y formación reticular), de modo que la oliva in-
tegra impulsos cerebelosos y espinales. El objetivo de estas complejas sinapsis
Existen lemniscos de retorno directos del cerebelo al sistema vestibular, e in- es, finalmente, que el cerebelo pueda regular indirectamente –a través de los
directos a través del tálamo hacia el telencéfalo y a través de los núcleos del núcleos del tronco del encéfalo– la actividad motora de la médula espinal para
tronco del encéfalo hacia la médula espinal. el mantenimiento del equilibrio y para la motricidad fina y dirigida.
532
Tracto
talamo- Fibras
cortical cortico-
pontinas
Tálamo Núcleo ventral lateral, Núcleos intralaminares
Tracto
cerebelo-
Núcleos
talámico
pontinos
Pedúnculo
cerebeloso
superior Fibras
ponto-
cerebelosas
Cerebelo
Pedúnculo
cerebeloso
medio
Pedúnculo
cerebeloso
inferior
• Sáculo
Núcleo Núcleo Formación Núcleos • Utrículo
rojo olivar inferior reticular vestibulares • Conductos semicirculares
Núcleos motores
oculares (III, IV, VI)
Médula espinal
Sistemas de vías del cerebelo izquierdo, b) y se extienden por un lado hacia el tálamo (lemnisco de retorno
Todas las vías que van desde y hacia el cerebelo, pasan por uno de los tres en el telencéfalo (v. lado izquierdo, a), y por otro lado hacia los núcleos del
pedúnculos cerebelosos. El pedúnculo cerebeloso medio conduce única- tronco del encéfalo, que por su lado proyectan en la médula espinal con las
mente aferencias. Todas las aferencias terminan en el córtex y, de forma denominadas vías extrapiramidales y regulan de este modo su motricidad
adicional, con colaterales, en los núcleos cerebelosos (no representados (comp. «tracto piramidal» y «vías en el tronco del encéfalo»). Mediante la
aquí de forma especial); histológicamente, la vía olivocerebelosa es la única proyección de los núcleos vestibulares en los núcleos de la motricidad ocular
que forma parte del denominado tipo de fibras trepadoras (hacia las célu- se regula el movimiento de compensación de los ojos, importante durante los
las dePurkinje del córtex), todas (!) las demás aferencias terminan como movimientos de la cabeza.
tipode fibras musgosas (en las células granulosas del córtex). Las efe- Observe: Hasta la actualidad no se ha podido demostrar la proyección directa del
rencias delcerebelo se originan mayoritariamente en los núcleos (v. lado cerebelo en la médula espinal en el hombre.
533
Lóbulo frontal Personalidad Lóbulo frontal, giros basales Aconación (pobreza de estímulo vital); disminución
de la capacidad de control del comportamiento;
Moria («síndrome del lóbulo frontal»)
Centro motor del lenguaje Giro frontal inferior (porción opercular; Afasia motora /Afasia de Broca: incapacidad de
(Broca) porción triangular); unilateral (hemisferio formular frases más o menos complicadas y
dominante, normalmente izquierdo) secuencias de frases
Pensamiento abstracto Giro angular y giro supramarginal; unilateral Pensamiento abstracto, lectura, no es posible
(sin imágenes); lectura (hemisferio dominante) calcular
Lóbulo occipital Córtex visual Por encima y por debajo del surco calcarino Pérdida funcional del campo visual contralateral
(córtex visual primario) en la cuña y giro lingual (hemianopsia homónima) o pérdida funcional del
cuadrante contralateral
Lóbulo temporal Córtex auditivo Giros temporales transversos Solamente cuando la lesión es bilateral: alteración
(córtex primario auditivo) (Heschl) de la percepción auditiva
Centro sensitivo del lenguaje Giro temporal superior Afasia sensitiva/afasia de Wernicke: incapacidad de
(Wernicke) comprender frases o secuencias de frases
Lóbulo límbico Aprendizaje, memoria, reacciones Formación hipocámpica Solamente cuando la lesión es bilateral: trastorno
emocionales de la memoria explícita; en algunos casos
reacciones emocionales inadecuadas
534
a b
535
Lóbulo parietal
Giro cingular
Cíngulo
Cuerpo calloso
Fascículo occipitofrontal
superior = Fascículo
subcalloso
Cuña Fibras
cuneiformes
Fascículo longitudinal
superior = Fascículo Fascículos
arqueado Surco calcarino occipitales
horizontales
Giro Fibras
Fascículo occipitofrontal lingual linguales
inferior
Fascículo
longitudinal
inferior
Fascículo Fibras Fibras
uncinado laterales caudales
Lóbulo temporal
Fascículo
occipital
vertical
A Vías de asociación (fibras de asociación telencefálicas) • Las fibras de asociación cortas unen áreas dentro de un lóbulo (aquí sola-
Las fibras de asociación conectan distintas funciones cerebrales para alcanzar mente las fibras occipitales horizontales, que unen los segmentos mediales
por ej., la uniformidad en la percepción de la impresión acústica y visual. Aun- del lóbulo occipital con los segmentos laterales),
que este tipo de asociaciones funcionales tiene lugar en todos los segmentos • Las fibras de asociación largas, que unen las áreas corticales de diferentes
del SNC, el término «vías de asociación» está limitado a las vías del telencéfalo. lóbulos. Estas fibras reciben siempre nombres propios.
Allí, las vías de asociación conectan diferentes áreas corticales en el mismo
hemisferio, es decir, nunca cruzan. Se diferencian tres trayectos: Observe: Los fascículos occipitales verticales unen el lóbulo temporal y el lóbu-
lo parietal con sus fibras laterales, y atraviesan el lóbulo occipital.
• Las fibras arciformes (no respresentadas aquí) conectan los giros inmedia-
tamente vecinos,
536
Tracto
Córtex cerebral corticoestriado Núcleos basales Córtex cerebral
Radiación talámica
Diencéfalo
Radiación anterior,
central, inferior,
Fibras posterior del tálamo
corticotalámicas Tálamo Tálamo Fibras
talamoparietales
Radiación óptica
CGM CGL
Radiación acústica
Fibras
corticorrubrales Tegmento,
Núcleo rojo
Fibras Fibras
corticopontinas pontocerebelosas
Núcleos pontinos
Fibras
corticorreticulares
Formación Formación
reticular reticular
Tracto
corticonuclear Núcleos motores Núcleos motores de
de los nervios los nervios creaneales
creaneales
Médula espinal
Tracto corticoespinal
α
537
Núcleo
Núcleo olivar olivar inferior
superior Pirámide (con fibras
corticoespinales)
b c
Izquierda Derecha
Núcleo rojo Cerebelo Pálido
Cuerpo Lemnisco
trape- lateral
zoide Tálamo
Tracto Tracto Fibras
3. Neurona 3. Neurona rubro- olivo- cerebelo-
olivar cerebeloso olivares
Fibras
Núcleo Núcleo
olivar olivar anulo-
Núcleo olivares
superior superior olivar inferior
Fibras Tracto
2. Neurona espino- olivo-
Núcleo coclear anterior olivares espinal
A Definición de los términos «oliva», «oliva superior» e «infe- tiene las aferencias del núcleo coclear anterior (tanto ipsi- como contralate-
rior» y de las conexiones de ambas olivas ral); ambas olivas superiores están conectadas entre sí y proyectan a través
a Tronco del encéfalo, visión ventral; b Corte transversal superior que pasa del lemnisco lateral hacia los núcleos superiores ipsi- y contralaterales de la
por el bulbo raquídeo cerca del puente; c Corte transversal inferior por el vía auditiva. Para más detalles, v. pág. 484 y s. y pág. 514.
bulbo raquídeo. • Oliva inferior (complejo olivar inferior; núcleos olivares inferiores) (c): la
oliva inferior es un complejo nuclear formado por varios núcleos que se en-
• Oliva: la oliva es una protuberancia con forma de oliva claramente visible, cuentra en el interior del bulbo raquídeo, y que por eso frecuentemente es
que se encuentra en la cara ventral del bulbo raquídeo, lateral a la pirámide. denominado «complejo olivar inferior». Como consecuencia de su tamaño,
El término «oliva» es por lo tanto un término descriptivo de la macroscopía el complejo olivar inferior produce la protuberancia denominada «oliva» en
(a). la porción ventral del tronco del encéfalo. No todos los núcleos pertenecien-
• Oliva superior (núcleo olivar superior): la oliva superior es claramente tes al complejo son visibles a simple vista.
más pequeña que la inferior; esta sola no produciría una protuberancia
visible. Está ubicada en el interior del bulbo raquídeo, mediodorsal y pre- Conexiones de la oliva inferior: la oliva inferior está involucrada en la
dominantemente craneal a la oliva inferior, por lo que se la ve bien en los coordinación motora y por lo tanto está ampliamente conectada con otros te-
cortes transversales que pasan directamente por debajo del puente (b). La rritorios neuronales de la motricidad:
oliva superior se prolonga hasta los segmentos inferiores del puente. Por la
superposición espacial parcial de las olivas superior e inferior, en algunos • Tracto olivocerebeloso y cerebeloolivar: conexiones con el cerebelo,
cortes transversales ocasionalmente se pueden ver ambos complejos nu- • Tracto rubroolivar: vía del mesencéfalo,
cleares juntos. Las olivas superior e inferior llevan referencias muy simila- • Tracto olivoespinal: vía para el asta anterior de la médula espinal,
res y topográficamente están estrechamente relacionadas. Sin embargo no • Fibras espinoolivares: vía de la médula espinal,
están conectadas funcionalmente y tienen que ser separadas estrictamente. • Fibras anuloolivares: vía de los núcleos basales y del diencéfalo (detalles en
• Conexiones de la oliva superior: la oliva superior es un núcleo impor- pág. 524 y 537-539).
tante para la audición de la dirección del sonido y para la sinapsis del reflejo
estapediano (reflejo protector del sentido de la audición, v. pág. 485). Con-
538
Lemnisco Lemnisco
lateral trigeminal Lemnisco
medial
Lemnisco
espinal Lemnisco
espinal
Lemnisco
medial
Puente
Puente Lemnisco
a b lateral
Lemnisco
trigeminal Lemnisco
lateral
Lemnisco
medial
Lemnisco
espinal
c d e f
B Los cuatro lemniscos en el tronco del encéfalo • Lemnisco espinal (d): continuación de los tractos espinotalámicos anterior
a y b Cortes transversales superior y medio a través del puente; c-f Repre- y lateral. La 2ª neurona está en el asta posterior de la médula espinal; todo el
sentación esquemática de los cuatro lemniscos. tracto cruza todavía a nivel de la médula espinal, por lo que el lemnisco espi-
El término «lemnisco» (= lazo) describe el trayecto en forma de lazo de un nal mismo no se vuelve a cruzar. Termina en el núcleo ventral posterolateral
total de cuatro vías especiales aferentes del tronco encefálico. Un lemnisco no del tálamo. El lemnisco espinal se ubica tan cerca del lemnisco medial, que
es una vía «nueva» sino que una denominación especial para un segmento de su «propio» recorrido muchas veces no se describe. Conduce la sensibilidad
una vía. La denominación específica de cada uno de los lemniscos se protopática del tronco, las extremidades, y la cabeza posterior.
realiza según: Observe: El término «lemnisco espinal», a diferencia de los otros tres térmi-
nos, no se utiliza con frecuencia; ocasionalmente también se lo toma como
• la ubicación entre ellos en el tronco del encéfalo (lemniscos medial y lateral), sinónimo del tracto espinotalámico lateral.
• el origen de la médula espinal (lemnisco espinal) y • Lemnisco trigeminal (= tracto trigeminotalámico; e): aferencia del N. trigé-
• del nervio craneal (lemnisco trigeminal). mino; la 2ª neurona (núcleos pontinos y espinal) está en el tronco del encé-
falo; cruza parcialmente y termina en el núcleo ventral posteromedial con-
Las denominaciones están condicionadas históricamente; no tienen una sis- tra- e ipsilateral del tálamo. Conduce la sensibilidad epicrítica y protopática
temática. a y b muestran en dos cortes transversales ejemplares la ubicación de la cabeza (sin la cabeza posterior). Particularidad: se divide en un tracto
respectiva de los lemniscos. Un lemnisco contiene axones de las 2. neuronas trigeminotalámico anterior (porción cruzada) y otro posterior (porción no
ubicadas en el SNC. Comienza con el recorrido de este 2. axón por el tron- cruzada). Como consecuencia de un rol especial, que se discutirá en otro
co del encéfalo y termina con el ingreso a un núcleo talámico (diencéfalo). lado, el núcleo mesencefálico no está conectado con la vía trigeminal en esta
Todos los lemniscos tienen porciones cruzadas. Los lemniscos en parti- figura.
cular son: • Lemnisco lateral (f): vía auditiva. La 2ª neurona (núcleo coclear anterior)
está en el tronco del encéfalo; tiene porciones cruzadas y no cruzadas, y
• Lemnisco medial (c): continuación del fascículo grácil y cuneiforme. La termina en el núcleo geniculado medial (cuerpo geniculado medial) contra-
2ªneurona (núcleos grácil y cuneiforme) ya está en el tronco del encéfalo; e ipsilateral del tálamo. Conduce la información del órgano de la audición.
todo el lemnisco cruza (decusación del lemnisco medial) y termina en el nú- Particularidad: En el lemnisco hay «núcleos propios» (núcleos del lemnisco
cleo ventral posterolateral contralateral del tálamo. Conduce la sensibilidad lateral) incorporados como estaciones de sinapsis de la vía auditiva. Sinap-
epicrítica del tronco, las extremidades y la cabeza posterior. sis en el mesencéfalo: núcleo del colículo inferior.
539
A Comisuras por definición, una comisura se dirige hacia el otro lado, hacia contralateral. El
Observe: Las comisuras conectan áreas específicas del SNC del lado izquierdo término comisura se utiliza entonces normalmente para el conjunto de toda la
con áreas análogas del lado derecho y viceversa, es decir, sinaptan por ej. par- vía. El punto en el que esta vía atraviesa la línea media no recibe una denomina-
tes específicas del córtex visual izquierdo y derecho entre ellas. Por lo tanto, ción propia. Ver al respecto también el término «decusación».
Comisura del fórnix Límite telencéfalo/diencéfalo, Partes izquierda y derecha del hipocampo a través
(= comisura hipocámpica) pilar posterior del fórnix de la fimbria del fórnix
Comisura habenular Epitálamo, parietal al receso pineal Conexión de los núcleos habenulares izquierdo
y derecho
Comisura posterior Entre el receso pineal y el acueducto del cerebro Unión entre el epitálamo izquierdo y el epitálamo
(= comisura epitalámica) derecho
Comisuras del tronco del encéfalo (tronco del cerebro = bulbo raquídeo, puente, mesencéfalo)
Comisura supraóptica ventral/dorsal Se extiende en parte a través del diencéfalo, por Unión entre las partes derecha e izquierda del puente
encima del quiasma óptico y del mesencéfalo: la comisura discurre por lo tanto a
través del diencéfalo, pero conecta partes del tronco
del encéfalo
Comisura coclear del puente Puente, porción tegmental Núcleos cocleares anteriores
(en el den. cuerpo trapezoideo)
Comisura del cerebelo Cerebelo; médula; en la proximidad del núcleo Hemisferios cerebelosos
del fastigio
Comisura blanca anterior/posterior Conexión de las mitades medulares análogas Unión de mitades análogas de la médula espinal a
mediante las células comisurales través de células comisurales. Parte del fascículo
propio
Comisura gris anterior/posterior Respectivamente por delante y por detrás del canal Capa de sustancia gris; no es una comisura funcional
central
540
B Cruzamientos el punto en el que se cruza de lado –es decir, el traspaso de la línea media– no
Observe: Con el término «decusaciones» designamos los cruzamientos de vías está situado simplemente en el punto medio entre las estructuras análogas
que no se dirigen hacia zonas análogas del otro lado, sino hacia regiones topo- izquierda y derecha –como en el caso de las comisuras– , sino en el plano me-
gráficamente distintas. A modo de ejemplo, el tracto piramidal del hemisferio dio del SNC, en algún punto del recorrido del conjunto de la vía. Este es el mo-
(por ej. del izquierdo), se extiende hacia la mitad medular (en este caso de la tivo por el que se menciona con exactitud el respectivo punto de cruzamiento
derecha). En estas vías (denominadas tractos, fascículos, funículos o fibras), (comp., al respecto, el término «comisura»).
Denominación del cruzamiento Localización Denominación de la(s) vía(s) Estructuras unidas por la vía
que cruzan
Decusación tegmental anterior Mesencéfalo; Fibras del tracto rubroespinal Une el núcleo rojo en el mesencéfalo con las
techo, a la altura motoneuronas g en el asta anterior de la médula
de los colículos superiores espinal
Decusación tegmental posterior Mesencéfalo; Fibras del tracto tectoespinal Une el colículo superior con las motoneuronas g
techo, a la altura y tectobulbar en el asta anterior de la médula espinal
de los colículos superiores
Decusación del pedúnculo Mesencéfalo; techo, a la altura de los Vías del pedúnculo cerebeloso • Tracto espinocerebeloso anterior: une
cerebeloso superior colículos inferiores superior (v. más detalles en la la médula espinal con el córtex y con núcleos
columna derecha) del cerebelo (neuronas funiculares)
• Fascículo dentotalámico (= cerebelotalámico):
desde el núcleo dentado del cerebelo hacia el
tálamo
• Fascículo cerebelorrubral: desde los núcleos
cerebelosos hacia el núcleo rojo en el
mesencéfalo
Decusación de las fibras del nervio Mesencéfalo; Cruzamiento de los axones de los Nn. El N. troclear se dirige hacia el lado contrario para
troclear (decusación troclear) techo, en la sustancia blanca trocleares; ¡es el único cruzamiento inervar el M. oblicuo superior
de un nervio periférico!
Decusación del lemnisco medial Bulbo raquídeo, a la altura de la oliva Cruzamiento de los axones Une los núcleos grácil/cuneiforme con el núcleo
de los núcleos grácil/cuneiforme ventral posterolateral (VPL) del tálamo
(se extienden hacia la decusación
en forma de arco, de aquí la
denominación de «fibras arciformes
internas»)
Decusación piramidal Bulbo raquídeo; base, a la altura de la Cruzamiento de aprox. un 80% de las Une el giro precentral en el córtex cerebral con
pirámide fibras del tracto piramidal las motoneuronas a en el asta anterior
de la médula espinal
Observe: Con excepción del N. troclear, donde cruza un nervio periférico, en las
decusaciones indicadas cruzan vías de neuronas centrales.
541
A Núcleos en el diencéfalo
Epitálamo • Núcleos habenulares (en la habénula) • Punto de sinapsis para el procesamiento vegetativo de losimpulsos olfatorios
• Glándula pineal (epífisis) • Ritmo circadiano con producción de melatonina
542
Núcleos anteriores Núcleo mamilar medial y lateral del • Giro cingular • Sistema límbico
tubérculo mamilar a través del tracto • Giro parahipocampal • Relación con el círculo neuronal
mamilotalámico de Papez
Núcleos mediales • Núcleo amigdalino Campos corticales frontales Regulación del afecto
• Córtex olfatorio
Núcleos medianos • Telencéfalo: giro cingular Giro cingular; Estado de alerta; atención
• Diencéfalo: hipotálamo Hipocampo;
• Tronco del encéfalo: formación Núcleo amigdalino
reticular
Núcleos ventrales
• Núcleos ventrales anteriores/ • Globo pálido; sustancia negra; núcleos • Áreas motoras del córtex • Motora
laterales cerebelosos
• Núcleo ventral posterolateral • Lemnisco medial; tracto espino- • Giro postcentral • Sensibilidad de las extremidades
• Núcleo ventral posteromedial talámico y del tronco
• Lemnisco trigeminal • Giro postcentral • Sensibilidad de la cabeza
Núcleos dorsales
• Núcleos pulvinares • Área pretectal; colículo superior • Córtex de asociación • Control motor de los ojos
• Núcleos intralaminares • Otras partes del córtex; tronco del • Córtex; núcleos basales • Sistema motor; alerta (SARA)
encéfalo; médula espinal
• Núcleos reticulares • Córtex y núcleos talámicos • Núcleos del tálamo • Sinapsis intratalámica
(mayoritariamente inhibición)
543
Núcleos somatoeferentes (en general somatomotores): los axones de todos estos nervios terminan directamente en el órgano efector sin hacer sinapsis
N. motor del n. oculomotor Mesencéfalo, N. oculomotor (III) M. oblicuo inferior, Mm. recto medial, superior
a la altura de los colículos superiores e inferior del ojo, M. elevador superior de los
párpados
Núcleo del n. troclear Mesencéfalo, N. troclear (IV) M. oblicuo superior del ojo
a la altura de los colículos inferiores
Núcleo del n. abducens En medio del puente, N. abducens (VI) M. recto lateral del ojo
suelo del IV ventrículo
Núcleo espinal del n. accesorio Médula espinal hasta el segmento Raíz espinal del n. accesorio (XI) Mm. trapecio y esternocleidomastoideo
de C6 (!)
Núcleo del n. hipogloso Bulbo raquídeo, suelo del IV ventrículo N. hipogloso (XII) Musculatura de la lengua
Núcleos visceroeferentes (especialmente visceromotores) (término embriológico; músculo efector de estructura estriada; también denominado nervio del arco
faríngeo = nervio del arco braquial); todos los nervios terminan sin hacer sinapsis directamente en el órgano efector
Núcleo motor del n. trigémino En el centro del puente N. mandibular (V3) Musculatura de la masticación, M. tensor
del tímpano, M. tensor del velo del paladar;
M. digástrico (vientre anterior); M. milohioideo
Núcleo del n. facial Puente, segmento caudal N. facial (VII) Músculos de la mímica, M. estapedio
Núcleos visceroeferentes (especialmente visceromotores) (musculatura lisa de las vísceras, de las glándulas y de los ojos)
Núcleo accesorio del n. oculomotor; núcleos salivares superior e inferior; núcleo dorsal del n. vago, v. B al respecto)
Núcleos somatoaferentes (somatosensitivos); todos estos núcleos constituyen la 2ª neurona de una aferencia respectivamente, cuya 1ª neurona está situada en un ganglio
de los nervios craneales
Núcleo principal del n. trigémino Puente, segmento craneal Los tres ramos del N. trigémino; Piel y mucosas: epicrisis
(núcleo pontino) 1ª neurona en el ganglio del trigémino
Núcleo espinal del n. trigémino Médula espinal hasta el segmento Los tres ramos del N. trigémino; Piel y mucosas: protopatía
C6 (!) 1ª neurona en el ganglio del trigémino
Núcleos vestibulares medial, Puente hasta el bulbo raquídeo N. vestibulococlear, porción vestibular (VIII); Crestas ampulares; mácula del utrículo
lateral, superior e inferior 1ª neurona en el ganglio vestibular y del sáculo; equilibrio
Núcleos cocleares anteriores/ Transición puente-bulbo raquídeo en el N. vestibulococlear, porción coclear (VIII); Órgano coclear; audición
posteriores receso lateral del IV ventrículo 1ª neurona en el ganglio coclear
Núcleos visceroaferentes (viscerosensitivos); el núcleo constituye la 2ª neurona de una aferencia, cuya 1ª neurona está situada en un ganglio de los nervios craneales
544
B Núcleos vegetativos
Núcleos parasimpáticos
Núcleo motor Mesencéfalo, tegmento; Órbita, ganglio ciliar, a partir de aquí como M. esfínter de las pupilas, M. ciliar
del n. oculomotor trayecto con N. III Nn. ciliares cortos
(Edinger- Westphal)
Núcleo salivar superior Puente, tegmento; Trayecto primero Ganglio submandibular; Glándula sublingual
con el N. intermedio Rr. glandulares hacia las glándulas Glándula submandibular
(parte del N. VII),
después con la cuerda del tímpano
Núcleo salivar inferior Puente, tegmento; trayecto primero Ganglio ótico Glándula parótida
con el N. IX y después como con el N. auriculotemporal
N. timpánico y N. petroso menor
Núcleo dorsal del n. vago Puente/bulbo raquídeo; Ganglios próximos a los órganos, de allí como Órganos del cuello hasta el abdomen,
trayecto con N. X plexo con la denominación del órgano flexura cólica izquierda
o sin ningún tipo de denominación
Núcleos parasimpáticos sacros Médula espinal, asta lateral, S2-4; Ganglios próximos a los órganos en el plexo Órganos urogenitales, intestino a partir
Nn. esplácnicos pélvicos hipogástrico inferior de la flexura cólica izquierda
Núcleos simpáticos
De los ganglios del tronco simpático Ganglios prevertebrales: Órganos abdominales hasta la flexura cólica
sin sinapsis T5-12: Nn. esplácnicos Ganglio celíaco; izquierda
mayor y menor; Ganglio mesentérico superior;
L1-4: Nn. esplácnicos lumbares Ganglio mesentérico inferior
(denominación variable como plexo)
S1-4: Nn. esplácnicos sacros Plexo hipogástrico inferior Órganos abdominales a partir de la flexura
cólica izquierda y órganos urogenitales
545
Foramen Conducto
etmoidal anterior óptico
A Arterias y nervios de la nariz
Foramen
El suministro arterial de la nariz y la inervación sen- etmoidal posterior
sitiva de la mucosa nasal siguen principios comunes.
Hay dos territorios de suministro en la cavidad
nasal: A. etmoidal
anterior
• el tabique nasal, ubicado en dirección medial (v.a
y c, visión izquierda), y A. etmoidal A. oftálmica
• la pared nasal lateral (v.b y d, visión desde la posterior
derecha sobre la pared nasal lateral).
Los vasos y los nervios tienen dos vías de acceso a
ambos territorios desuministro, respectivamente: Conducto
carotídeo
• una desde craneal (desde la órbita) y
• otra desde dorsal (desde la fosa pterigopalatina
a través del foramen esfenopalatino).
Observe: En aras de la claridad, la ubicación de las
aperturas, que son atravesadas por las vías de con- Rr. nasales A. maxilar
ducción, no se muestra a escala ni se corresponde posteriores
topográficamente con la realidad. A. carótida
interna
A. esfenopalatina Foramen
Flujo arterial: Las arterias de la cavidad nasal se a esfenopalatino A. carótida
originan en dos territorios de irrigación: A. carótida externa
interna (verde) y A. carótida externa (anaranjado).
• La A. carótida interna ingresa en la cavidad cra-
neal a través del conducto carotídeo y emite la
A. oftálmica. Esta corre por el conducto óptico
hacia la órbita y allí desprende las Aa. etmoidales
anterior y posterior, que llegan a la cavidad nasal a
través del foramen etmoidal anterior y posterior,
respectivamente. En la cavidad nasal se dividen Conducto Foramen
en ramas para el tabique y para la pared lateral óptico etmoidal anterior
de la nariz. Por lo tanto, la A. oftálmica irriga a la Foramen
nariz desde craneal. etmoidal posterior
• La A. carótida externa emite la A. maxilar, cuya
rama –la A. esfenopalatina– ingresa en la cavidad
nasal a través del foramen esfenopalatino emi- A. etmoidal
tiendo también ramas para el tabique y la pared anterior
nasal lateral. La A. esfenopalatina irriga lanariz A. oftálmica A. etmoidal
desde dorsal. Esta división sistemática de los posterior
territorios de suministro está indicada por la
línea discontinua.
Conducto
carotídeo
546
Foramen Foramen
etmoidal anterior etmoidal posterior
Ganglio
trigeminal N. etmoidal
anterior
N. oftálmico N. etmoidal
(V1) posterior
N. maxilar
(V2)
Ganglio
pterigopalatino
Rr. nasales
N. petroso laterales
mayor
N. palatino
mayor
Ganglio
Rr. nasales Rr. nasales
d cervical posteriores posteriores
superior superiores laterales inferiores
Núcleo Núcleo
intermediolateral salival
(C8) superior
547
A. supraorbitaria
Región frontal Cuero cabelludo
A. supratroclear
Aa. musculares
Músculos del globo
ocular
Párpado
Aa. musculares
Globo ocular Retina
A. oftálmica
Nariz, H. etmoides,
celdillas etmoidales
A. angular
A. facial
548
V. lagrimal
V. central de la retina
V. oftálmica superior
V. nasofrontal V. supraorbitaria
Fisura
orbitaria
superior
Región frontal
V. supratroclear Seno
V. angular Fisura cavernoso
orbitaria
inferior
Seno
sigmoideo
Vv. palpebrales Plexo
inferiores pterigoideo Foramen
yugular
V. facial
B Venas de la órbita
A diferencia del suministro a través de una única arteria, el drenaje de la órbita
V. yugular interna
se produce a través de dos venas. Estas eliminan la sangre por vías parcialmente
distintas y sus territorios de irrigación se reúnen en la V. yugular interna. Las
dos venas son:
• V. oftálmica superior: conduce la sangre a través de la fisura orbitaria
superior hacia el seno cavernoso en el cráneo.
• V. oftálmica inferior: conduce la sangre de modo similar a la V. oftálmica
superior y además a través de la fisura orbitaria inferior desde el cráneo hacia
fuera al plexo pterigoideo, por debajo de la base del cráneo.
Ambas Vv. oftálmicas siempre están conectadas entre sí fisiológicamente
Aunque el drenaje venoso está fuertemente conectado, a diferencia del aporte
mediante una anastomosis pronunciada (v. la línea continua azul). Además, hay
arterial, que se asemeja a una calle de dirección única, aquí también hay tres
una anastomosis entre la V. angular y la V. oftálmica inferior, al igual que a través
territorios más grandes de drenaje y una ramificación organizada correspon-
de la V. nasofrontal hay una conexión entre la V. angular y la V. oftálmica supe-
diente de las venas:
rior. Ambas tienen un significado clínico. Como la dirección del flujo sanguíneo
• Ramas que eliminan la sangre del globo ocular y de la retina ubicada en el en las venas avalvulares del cráneo se puede invertir fácilmente debido a su
globo ocular (amarillo), baja presión sanguínea, en las infecciones en la región de la nariz-cara existe el
• ramas que eliminan la sangre de la «periferia de la órbita», como la frente, la peligro de que la sangre del territorio de drenaje de la V. angular (sobre todo
nariz y los senos paranasales (verde), y la piel alrededor de la nariz) fluya hacia la V. oftálmica (en lugar de al revés),
• ramas que eliminan la sangre del «aparato auxiliar del ojo», así como de los propagando así los gérmenes hacia la órbita y desde allí hacia el sistema de los
párpados y las glándulas lagrimales (rojo). senos venosos del cráneo.
549
Ubicación del núcleo Nervio periférico Ingresa Corre por la órbita en Destino/origen
en la órbita por de la vía
de información
1. Neurona
IV Fisura orbitaria
N. oftálmico (V1)
superior Piso medio
Retina,
1.-3.neurona
Protuberancia N. nasociliar
1. M. dilatador
2. Neurona de la pupila
V Núcleo N. etmoidal anterior
pontino Seno esfenoidal
Ganglio N. etmoidal posterior
trigeminal N. infratroclear Tabique nasal
M. esfínter
N. oculomotor (III) 2. de la pupila
1. Neurona
VI
N. abducens (VI) M. ciliar
Ganglio ciliar
M. elevador
del párpado superior
Núcleo 1. Neurona Plexo carotídeo interno M. recto
salival superior
superior
M. recto
lateral
N. cigomático
R. cigomático-orbitario
Bulbo raquídeo N. petroso mayor H. cigomático
Fisura orbitaria R. cigomático-facial
2. Neurona Sien
V Núcleo N. del conducto inferior
espinal pterigoideo
2.
Piso inferior M. recto
Ganglio superior
pterigopalatino
Médula espinal segmento C8 M. recto
N. petroso medial
Núcleo 1. Neurona 2. profundo
inter- M. oblicuo
medio- Plexo inferior
Ganglio
lateral cervical carotídeo N. infra-
superior interno orbitario Nariz
Mejilla
Labio superior
1.
N. maxilar (V2)
Ganglio
trigeminal
550
A Nervios de la órbita Los núcleos de origen envían información hacia los músculos y glándulas
El trayecto de los nervios dentro de la órbita es muy complejo. Para poder com- y son somatomotores (rojo oscuro, para los núcleos motores de los nervios
prenderlo ampliamente hay que considerar particularidades sistemáticas, fun- craneales III, IV y VI) o visceromotores. Los núcleos visceromotores perte-
cionales y topográficas. Este texto pretende facilitar la orientación en la ilustra- necen al sistema parasimpático (rojo pálido para IIIac = núcleo accesorio del
ción de modo similiar al plano de una ciudad. El presente esquema divide este N.oculomotor y núcleo salival superior) o al sistema simpático (órganos para
plano de la ciudad en 5 «columnas de información» verticales. el núcleo intermediolateral en el segmento C8 de la médula espinal). El flujo de
información es conducido de izquierda a derecha.
Aspectos topográficos Los núcleos de terminación reciben información del sistema visual (cuerpo
geniculado lateral [CGL]) desde la retina o sensibilidad superficial de la piel,
La órbita como espacio (columna de información 4 = «Corre por la
mucosas y superficie ocular a través de los tres ramos del N. trigémino (núcleos
órbita en»): la órbita se divide en tres pisos. Cada piso está representado de
pontino y espinal del N. trigémino para la sensibilidad epicrítica y protopática).
modo simplificado a través de un cuadro gris. En relación con la delimitación
Los núcleos sensitivos están representados en azul. El flujo de información es
topográfica de los pisos, hay información importante en las ilustraciones de la
conducido de derecha a izquierda.
pág. 174. Todas las vías de conducción de la órbita, así como los numerosos ner-
vios, corren por uno de los tres pisos. El piso medio es el más grande. Como El órgano blanco (columna de información 5 = «Destino/origen de
orientación, contiene el globo ocular (v.A, pág. 174). la vía de información»): el sitio de origen de la información sensitiva y el
Ingreso en la órbita (columna de información 3 = «Ingresa en la destino de la información motora son los «órganos blanco», que están ordena-
dos en la ilustración a la izquierda.
órbita por»): en la órbita ingresan tres orificios desde occipital –en la imagen
a la izquierda: el conducto óptico y las fisuras orbitarias superior e inferior (v.las
Aspectos sistemáticos
elipses en los tres cuadros grises).
Observe: Solo el conducto óptico y la fisura orbitaria superior comunican la órbita Denominación de las vías de conducción (columna de informa-
con la cavidad craneal. Estos dos orificios yacen por lo tanto por encima del nivel ción2= «Nervio periférico»): la información es conducida a través de
de la base del cráneo y confieren a la órbita una conexión intracraneal con la nervios, cuya terminología sigue criterios topográficos, funcionales y fenome-
endobase del cráneo. nológicos. Están resumidos en la columna 2. Los nervios sensitivos están inter-
La fisura orbitaria inferior, en cambio, yace por debajo del nivel de la base del conectados en el recorrido con ganglios sensitivos (azul). En estos ganglios yace
cráneo y le otorga a la órbita un acceso hacia extracraneal a la base del cráneo en la conducción de la información de derecha a izquierda la 1ª neurona de una
exterior. Todas las vías de conducción, que ingresan en la órbita desde occipital o cadena neuronal sin interconexión sináptica. Para la conducción de información
que la abandonan hacia occipital, deben pasar por lo tanto por uno de estos tres motora están interconectados ganglios vegetativos en el recorrido (círculos
orificios. Para comprender el recorrido de las vías de conducción es importante grises). Estos contienen en el flujo de información de izquierda a derecha la
saber, que las estructuras que ingresan en la órbita a través de la fisura orbitaria 2ªneurona de una cadena neuronal (con interconexión sináptica).
inferior pueden ascender dentro de la órbita hacia el piso superior: un «cambio
de nivel» es posible. Información detallada en referencia a los orificios de la Usted quiere
órbita se encuentra en la figura B, pág. 36.
• ¿Aprender el destino motor del núcleo somato- o visceromotor? Comience en
la columna de información 1 y siga el nervio hacia la derecha hasta la columna
Aspectos funcionales
5. Observe eventualmente los ganglios grises.
Las centrales de conexión órbita (columna de información 1 = «Ubi- • ¿Aprender el núcleo para un territorio de origen sensitivo? Comience en
cación del núcleo»): los nervios de la órbita conducen información motora y la columna de información 5 y siga el recorrido hacia la izquierda hasta la
sensitiva. Sus conexiones se encuentran en el SNC en el diencéfalo, en los tres columna 1. Observe eventualmente los ganglios azules. En la órbita se pro-
segmentos del tronco encefálico (mesencéfalo, protuberancia y bulbo raquí- duce eventualmente una división en subramos.
deo), así como en la médula espinal. En estos segmentos del SNC yacen dos • Las columnas 2-4, con las que se encuentra en el camino, informan acerca de
tipos de núcleos: los pisos, orificios de ingreso y los nombres de los nervios.
• Núcleos (motores) de los que sale información: núcleos de origen, y
• núcleos (sensitivos) hacia los que llega información: núcleos de terminación.
551
2.23 Laringe
Arterias Venas
A. laríngea V. laríngea
superior superior
A. tiroidea V. tiroidea
superior superior
A. subclavia
Tronco izquierda V. braquiocefálica V. braquiocefálica
braquiocefálico derecha izquierda
Ganglios cervicales
laterales profundos Plexo N. vago
superiores carotídeo
Plexo N. laríngeo
laríngeo superior
Ganglios prelaríngeos
Ganglios pretraqueales
Ganglios paratraqueales
N. laríngeo
Tronco yugular recurrente
Ángulo venoso
552
Arterias Venas
A. tiroidea V. tiroidea
superior superior
V. tiroidea
A. carótida media V. facial
externa
Arco V. cava
aórtico superior
Simpática Parasimpática
Tronco N. vago
simpático
Ganglios cervicales
laterales profundos
superiores
Ganglios cervicales
laterales profundos
inferiores
Ganglios pretraqueales
Tronco yugular
N. laríngeo
Ángulo venoso recurrente
553
2.25 Faringe*
Arterias Venas
A. palatina
ascendente
Plexo
A. facial Rr. faríngeas pterigoideo
A. faríngea Plexo
A. carótida ascendente faríngeo
externa
Rr. faríngeas
N. gloso- N. vago
faríngeo
Tronco yugular
Ángulo venoso
* Vista dorsal.
554
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558
Los términos que no forman parte – motora 534 Anastomosis Antitrago 143
de la Terminología Anatómica – sensitiva 393, 534 – anterolateral * 389 Antro mastoideo 157
actual se han marcado con un Ageusia 488, 517, 534 – anteromedial * 389 Aorta
asterisco (*). AICA (arteria cerebelosa – arterial, facial 98, 103 – ascendente 96
anteroinferior) 380 – de Galeno 218 – descendente 96
Los números en negrita indican Ala – oblicua, intramedular 417 AP (Área Postrema) 316
páginas con una representación – de la nariz 40 – occipital 95 Apalestesia 290
detallada o una ilustración clara – del vómer 33 – venosa Aparato
de la estructura buscada. – mayor del hueso esfenoides 12, 14, – – facial 107 – de conducción del sonido 142, 148
23, 28, 34, 36, 38, 238 – – intraespinal 417 – de Golgi, célula nerviosa 292
– – cara orbitaria 35 – – venas del cuello 108 – lagrimal 160
– – cara temporal 35 Anatomía seccional, cerebro 420 – vestibular, ver Órgano de equilibrio
99mTc-pertecnetato 225 – – sección horizontal 252 Ancho de diente, mesiodistal, medio 53 – vocal en la laringe, imagen especular
– menor del hueso esfenoides 14, 22, Anemia 217
36, 38, 35 – inspección conjuntival 159 Apertura torácica, superior 242
A Alcoholismo 348 – por deficiencia de hierro 192 Apófisis
Aleta de mordida 63 Anestesia 290, 453 – alveolar 30
Abertura Allocórtex 321, 330, 332 – de conducción 64 – – mandibular 57
– del seno esfenoidal 34, 45 – capas 330 – – lugares de inyección 65 – – maxilar 57
– lateral del cuarto ventrículo 312, 314, – enfermedad de Alzheimer 498 – epidural 311, 419 – anterior del martillo 148
355 – formación hipocampal 493 – local, dental 64 – articular de la vértebra 70
– media del cuarto ventrículo 312, 314 Almohadilla de Passavant 203 – – técnica 64 – – cervical 70
Absceso Alteración sensorial, disociada 448, 470 – lumbar 419 – – inferior 70
– cerebral 27 Álveo del hipocampo 493 – por infiltración 64 – – superior 70
– congestivo 5, 204 Alvéolos dentarios 48, 57 Aneurisma – cigomática
– del lóbulo temporal 147 Ambiente – aórtico 133 – – del hueso frontal 26, 39
– epidural 27 – externo 266 – – lado izquierdo 215 – – del hueso temporal 20, 29, 66
– retrofaríngeo 5 – interno 267 – carotídeo, intracavernoso 178 – – del maxilar 21, 30
Abuso Ameloblastos 61 – – infraclinoideo 179 – clinoides anterior 23, 35, 45, 179
– de cocaína 166 – secretor 61 – – supraclinoideo 179 – clinoides posterior 23, 35, 179
– de morfina 166 Amígadala (tonsila) – de la base del cerebro – condilar de la mandíbula 46
Aceleración – anillo faríngeo 196 – – rotura 390 – – en la ortopantomografía 62
– angular 486 – cerebelosa 366 – – sangrado 311 – coronoides de la mandíbula 46, 48,
– lineal 154, 486 – – atrapamiento en el foramen – – ubicación 391 57, 66, 82, 192
Acetilcolina 297, 298, 305 magno 367 Ángulo – esfenoidal 33
– núcleo reticular 358 – – en sección frontal 426, 428 – de Bennet 68 – espinosa 3, 70
Acomodación 162, 164, 480, 527 – – en sección sagital 441 – de la boca (comisura de la boca) 186 – – bifurcada 70
– falta 118, 172 – faríngea 147, 181, 196, 202 – de la cámara 162, 167 – – del axis 70, 75, 245
– reflejo 479 – – agrandada 197 – – bloqueado 167 – – vértebras cervicales 70
Acromion 4, 88 – – estructura 197 – – sistema trabecular 164 – – – VII 70
ACTH (hormona adrenocorticotrópica) – lingual 181, 188, 196, 202, 205, 214 – de la mandíbula 3, 46, 57, 192 – estilohioidea 192
351 – palatina 188, 192, 196, 202, 204 – – cambio relacionado con la edad – estiloides del hueso temporal 12, 16,
Acueducto – – agrandada 196 47 21, 28, 90, 189, 204
– coclear 146, 150 – – en sección frontal 249 – – en la ortopantomografía 62 – – origen del arco faríngeo 10
– del mesencéfalo (cerebral) 118, 275, – – estructura 197 – interincisial 53 – frontal del hueso cigomático 32
278, 312, 314, 354 – – examen 196 – pontocerebeloso 124, 151, 279, 367, – frontal del maxilar 30, 37, 40, 42
– – en sección – – inervación 130, 209, 529 515 – lateral del cartílago del tabique nasal
– – – frontal 426 – – irrigación arterial 209 – tiroideo 188 40
– – – horizontal 250, 436 – – origen de las bolsas faríngeas 11 – venoso 104, 231 – lateral del martillo 148
– – – sagital 443 – – propagación de la inflamación 204 – – derecho 110 – lenticular del yunque 148
– – proyección sobre el cráneo 319 – – vascularización 204 – – izquierdo 110 – mastoides 3, 12, 16, 21, 28, 192
– vestibular 150 – tubaria 196, 202 – – yugulofacial 108, 111 – muscular del cartílago aritenoides
Acúfenos 151, 380 – ver Cuerpo amigdalino – – – ganglios linfáticos 191 213
Acumulación de placa en el cuello Amigdalectomía 98 – – yugulosubclavio 108, 111 – orbitaria 33
del diente 56 – bucle peligroso de la arteria carótida Anhidrosis plantar 468 – palatina del maxilar 16, 21, 41, 43, 45,
Adenohipófisis (glándula hipófisis interna 209 Anillo 180
anterior) 350 – sangrado 205, 209 – de Martegiani 163 – – en sección sagital 261
– conexión con los núcleos Amigdalitis 196 – de Waldeyer 196, 202 – piramidal del hueso palatino 33, 36,
hipotalámicos 351 Amplificación – faríngeo 39, 44, 148
– histología 351 – coclear 485 – – exploración 192 – posterior del cartílago del tabique
Adenoides 197 – de las ondas sonoras 148 – – linfático 196, 202 nasal 41
ADH (hormona antidiurética) 350, 542 Ampolla membranosa 154 – fibroso 463 – pterigoides del hueso esfenoides 16,
Adhesión intertalámica 277, 312, 340 – anterior 14 – tendinoso común 119, 172, 176 34
Adrenalina 64 – lateral 155 Anisocoria 166 – – lámina lateral 21, 39, 41, 34, 44, 67,
Afasia 393 – posterior 155 Anosmia 534 82, 187, 238
– de Broca 534 Analgesia 290, 470 Antiflogística 453 – – lámina medial 21, 33, 34, 39, 41, 42,
– de Wernicke 534 Analgésicos 453 Antihélix 143 45, 67, 187
559
Apófisis (cont.) – – vértebras cervicales 71 – carótida externa 183, 206, 232, 242, – – oclusión 379, 393
– temporal del hueso cigomático 32 – – – VII en sección horizontal 257 374, 546, 548 – – porción esfenoidal 376, 379
– transversa Área(s) – – área de irrigación 94, 97, 99 – – porción insular 376, 379
– – del atlas 3, 70, 72, 92, 245 – central – – – en la cara 158, 227 – – rama(s)
– – del axis 70, 72 – – motora 458 – – irrigación de la región orbitaria – – – del giro angular 377
– – vértebras cervicales 70 – – neumotáctica 358 158 – – – temporal
– unciforme 25, 42, 43, 76 – corticales cerebrales 328 – – ligadura en caso de hemorragias – – – – anterior 377
– – del cuerpo de las vértebras – de Brodmann 329 nasales 185 – – – – media 377
cervicales 70, 76 – de cabeza y lateral del cuello, áreas – – rama(s) 94, 96 – – – – posterior 377
– – – VII 71 de inervación 233 – – – dorsal 94, 97, 98 – – – temporooccipital 377
– vocal 212, 213 – de irrigación carotídea 374 – – – medial 88, 94, 97 – – – terminales 377
– – en la laringe, imagen especular – – trastorno circulatorio 392 – – – superficial 233 – – segmentos 376
217 – de Kiesselbach 103, 182, 185 – – – terminales 94, 97, 100 – – trayecto 377
– yugular 24 – de la arteria cerebral media 375 – – – variantes 97 – cerebral posterior 374, 376, 379
Aponeurosis – de la corteza – – – ventral 94, 97, 98, 243 – – área de irrigación 378
– de la lengua 188 – – aprendizaje 534 – – variantes de posición 243 – – oclusión 379, 393
– estilofaríngea 204 – – lectura 534 – carótida interna 28, 94, 96, 151, 176, – – porción postcomunicante 376
– palatina 187 – entorrinal 492 206, 242, 282, 308, 546, 548 – – porción precomunicante 376
Aprendizaje, área de la corteza 534 – estriada (corteza visual primaria) – – área de irrigación 94 – – ramas 377
Aracnoides 274, 307 329, 347, 476 – – – en la cara 158, 227 – – segmentos 376
– células con uniones estrechas 309, – – en sección frontal 429, 431 – – base de cráneo 207 – – variantes 375
311 – – en sección horizontal 436 – – bucle peligroso 209 – cerebrales aferentes 374
– encefálica 274 – lateral del hipotálamo 348 – – colaterales 95, 97, 103 – – cierre 375
– espinal 274, 311 – medial del hipotálamo 348 – – en sección frontal 249 – – estrechamiento 375
– paso de las venas puente 308 – olfatoria, conexión con los núcleos – – en sección horizontal 204, 251, 252, – cervical
Árbol de la vida 279, 368 habenulares 353 254 – – ascendente 94, 242, 414
Archicerebelo 367, 486 – paraolfatoria 324, 492 – – estenosis 95, 103 – – profunda 94
Archicórtex 276, 321, 330, 493 – postrema 316, 358 – – irrigación de la región orbitaria – – superficial 94, 240, 243
– organización 330 – prepiriforme 116, 490, 519 158 – cigomaticoorbitaria 100, 232
– porciones inferiores 330 – pretectal 481, 523, 527 – – porción – ciliares
Arco(s) – – función 527 – – – cavernosa 102, 178, 374 – – anteriores 170, 548
– anterior del atlas 71, 73, 75 – – sistema retinopretectal 479 – – – cerebral 102, 374 – – posteriores cortas 103, 170, 175,
– aórtico 96, 133, 374 – septal 490, 492 – – – cervical 102, 374 177, 548
– branquial, músculos del suelo – somatomotora primaria 329 – – – petrosa 102, 374 – – posteriores largas 103, 170, 175,
de la boca 195 – somatosensensitiva primaria 329 – – rama(s) 548
– branquiales 10 – subcallosa 324, 490, 492, 546, 519 – – – basilar del tentorio 102 – coclear común 157
– – 1º 120 – subcorticales, axones corticales 457 – – – marginal del tentorio 102 – coclear propia 157
– – 2º 124 – vestibular 355 – – – meníngea 102 – comunicante anterior 375, 376
– – nervios 506 Areflexia 470 – – – nerviosa 102 – comunicante posterior 102, 374, 376
– – – núcleos 356 Arteria(s) – – – para el ganglio del trigémino 102 – – variantes 375
– – – – de nervios 114 – alveolar – – – para el seno cavernoso 102 – conjuntival anterior 170
– cigomático 3, 12, 21, 82 – – inferior 100, 233, 235, 236 – – – para estructuras – coroidea anterior 102, 376, 379
– – en sección frontal 247, 248 – – – en sección frontal 246, 248 extracerebrales 102 – crural anterior 156
– – en sección horizontal 253 – – – en sección sagital 263 – – relación con el oído medio 146 – crural posterior 156
– del axis 71 – – – rama mentoniana 100, 226, 233 – – relación topográfica – de Adamkiewicz 414
– del cartílago cricoides 213 – – – rama milohioidea 100 con el foramen lacerum 20 – de la base del cerebro 376
– – imagen especular de la laringe 217 – – superior anterior 101 – – sección sagital 262 – de la cabeza 94
– del nervio hipogloso 140 – – superior posterior 100, 235, 236, – – segmentos intracraneales 374 – de la órbita 548
– dentario 52 238 – – variantes de posición 243 – del cerebelo 380
– – inferior 52 – angular 94, 98, 158, 185, 226, 233, 548 – carotidotimpánica 102, 156 – del conducto pterigoideo 101, 102,
– – superior 52 – – anastomosis con la arteria dorsal – central de la retina 103, 162, 169, 238
– faríngeos 10 de la nariz 98 170, 175, 548 – del cuello 94
– – 1º 8 – auricular posterior 94, 97 – – hallazgos oftalmoscópicos 171 – del ictus 391
– – arteria 11 – – ramas 98 – centrales anterolaterales 379, 391 – del surco
– – estructura 11 – – – auricular 99 – centrales posteromediales 379 – – central 377
– – inervación 10 – – – occipital 99 – cerebelosa – – postcentral 377
– – migración del tejido 11 – – – parotídea 99 – – anterior inferior 375, 376, 380 – – precentral 377
– – nervio 11 – auricular profunda 100, 156 – – – área de irrigación 381 – del tronco del encéfalo 380
– hioideo 10 – auriculares anteriores 143 – – posterior inferior 94, 375, 376, 380 – dorsal de la escápula 94
– mandibular 10 – – ramas perforantes 143 – – – área de irrigación 381 – dorsal de la nariz 98, 103, 158, 175,
– – músculos del suelo de la boca 195 – basilar 94, 252, 282, 375, 376, 380 – – superior 375, 376, 380 185, 227, 548
– palatofaríngeo 181, 186, 188, 192 – – área de irrigación 381 – – – área de irigación 381 – – anastomosis con la arteria angular
– palatogloso 186, 188, 192, 202 – – en sección horizontal 251, 253 – cerebral anterior 375, 376 98
– palpebral inferior 103 – bucal 100, 236, 238 – – área de irrigación 378 – efecto simpático 305
– palpebral superior 103 – callosomarginal 377 – – en sección frontal 249 – epigástrica superior 94
– posterior del atlas 70, 73, 74, 75 – candelabro 377 – – oclusión 379, 393 – esfenopalatina 101, 183, 185, 236,
– reflejo 400 – carótida, oclusión – – porción postcomunicante 376 238, 546
– – dolor visceral 302, 303 – – embólica 392 – – porción precomunicante 376 – – ligadura en caso de hemorragias
– – viscerocutáneo 303 – – trombótica 392 – – ramas 377 nasales 185
– superciliar 26 – carótida común 94, 96, 208, 230, 242, – – segmentos 376 – – rama(s)
– venoso yugular 108, 109, 228 282, 374, 548 – cerebral media 375 – – – nasales posteriores 546
– vertebral 70 – – derecha 96, 229 – – área de irrigación 378 – – – sangrado 101
– – articulación, cápsula articular 73 – – propagación de la inflamación 204 – – en el surco lateral del cerebro 377 – – – septales posteriores 101
560
– – suministro a la cavidad nasal 101, – maseterina 100, 238 – parietal anterior 377 – – rama superficial 94
103 – mastoidea 156 – pericallosa 377 – vascularización del encéfalo 374
– espinal anterior 94, 282, 375, 376, – maxilar 94, 97, 98, 100, 103, 183, 233, – pericardiofrénica 94 – vertebral 96, 204, 231, 242, 245, 282,
414, 415 236, 546 – petrosa superficial 156 310, 374, 376, 380, 414
– – área de irrigación 381, 415 – – área de irrigación 97, 100 – pontina 375, 376, 380 – – anastomosis 95
– – oclusión 415 – – en sección horizontal 255 – prefrontal 377 – – compresión 77, 374
– espinal posterior 94, 375, 414 – – ligadura en caso de hemorragias – profunda de la lengua 99, 190 – – en sección horizontal 254, 258
– – cierre 415 nasales 185 – radicular – – en sección sagital 261
– espinales posteriores 282 – – porción – – anterior 282, 415 – – estenosis 375
– esternocleidomastoidea 242 – – – mandibular 100, 238 – – magna 282, 414 – – inversión del flujo sanguíneo 375
– estilomastoidea 99, 149, 156 – – – pterigoidea 100, 238 – – posterior 282, 415 – – porción intracraneal 414
– – rama timpánica posterior 156 – – – pterigopalatina 100, 238 – retiniana, hallazgos oftalmoscópicos – – rama(s) 94, 376
– etmoidal – – ramas 238 171 – – – espinales 94
– – anterior 36, 103, 175, 177, 182, 185, – – – pterigoideas 100, 238 – subclavia 96, 242, 282, 374 – – – estenosis 375
546, 548 – – – septales posteriores 100, 183 – – derecha 215 – – – meníngea 94
– – – ramas – – – – anastomosis 187 – – estenosis 375 – – – paramedianas, área
– – – – meníngea 310 – – variantes 237 – – izquierda 208 de irrigación 381
– – – – nasal anterior lateral 546 – meníngea media 27, 100, 101 – – ramas 94 – – relación con la apófisis unciforme
– – – – septales anteriores 182 – – área de irrigación 100 – sublingual 99, 190 76
– – ligadura en epistaxis 185 – – asa del nervio auriculotemporal – submentoniana 98, 190, 233 – – trayecto 77
– – posterior 36, 103, 175, 177, 182, 236 – supraescapular 94, 231, 241, 242 – vestibular 157
185, 546, 548 – – lesión 101, 390 – supraorbitaria 36, 101, 103, 158, 175, – vestibulococlear 157
– facial 94, 97, 98, 158, 226, 233, 236, – – rama(s) 548 Arteriola, efecto simpático
242, 548 – – – anastomóticas con la arteria – – anastomosis con la arteria sobre el diámetro 305
– – área de irrigación 97 lagrimal 101, 103 temporal superficial 103 Arteritis
– – palpación del pulso 98 – – – dentales 101 – supratroclear 36, 98, 103, 175, 177, – de Horton 101
– – ramas 98 – – – frontal 101, 306, 310 548 – temporal 101
– – – terminal 98 – – – parietal 101, 306, 310 – surcocomisurales 415 Articulación
– – – tonsilar 205 – – – petrosa 101 – temporal media 101, 233 – atlantoaxial 74
– – variantes de salida 97 – – trayecto 18 – temporal superficial 94, 97, 100, – – lateral 74, 76
– faríngea ascendente 94, 96, 99, 204, – meníngea posterior 99, 310 143, 211, 226, 232, 235, 236 – – – cápsula articular 72
206 – – en sección sagital 262 – – área de irrigación 97, 100 – – media 72, 75, 255, 260
– – área de irrigación 97 – musculares 548 – – en sección horizontal 253 – – sección horizontal 255
– – origen 99 – musculofrénica 94 – – rama(s) 100 – – sección sagital y media 260
– – rama(s) 99 – nasales 101 – – – frontal 100, 101, 232 – atlantooccipital 72, 74
– – – faríngeas 99 – – posteriores laterales 100, 101, – – – – anastomosis 103 – – flexión lateral 92
– – – tonsilares 205, 209 182 – – – parietal 100, 232 – – flexión ventral 92
– – variantes del origen 99 – occipital 94, 97, 98, 208, 232, 234, 244 – temporales profundas 100, 235, 236, – cigapofisaria 70, 77
– frontobasal lateral 377 – – área de irrigación 97 238 – – cápsula articular 72, 74
– frontobasal medial 377 – – circulación colateral – timpánica – cricoaritenoidea 212
– hipofisaria inferior 102, 350 en la estenosis carotídea 95 – – anterior 100, 149, 156 – cricotiroidea 212
– hipofisaria superior 102, 350 – – en sección horizontal 255 – – – inferior 99, 156 – de la cabeza
– incudomaleolar 149 – – lateral 376, 377 – – posterior 99, 149, 156 – – inferior 72, 74
– infraorbitaria 36, 100, 101, 158, 226, – – medial 376, 377 – – – rama estapedia 156 – – – ligamentos 75
236, 238 – – rama(s) 98 – – – rama parotídea 98 – – superior 72, 74
– intercostal posterior 414 – – – descendente 98 – – superior 156 – – – ligamentos 75
– – rama dorsal 415 – – – mastoidea 310 – tiroidea – esternoclavicular 3
– intercostal suprema 94 – – – occipitales 98 – – ima 96, 99 – incudoestapedial 148, 157
– intercostales, ramas espinales 282 – – – posterior 97 – – inferior 94, 205, 208, 218, 223, 224, – incudomaleolar 148
– laberíntica 151, 156, 157, 380 – oftálmica 36, 95, 102, 103, 176, 183, 242 – temporomandibular (articulación
– – trastorno circulatorio 380 185, 546, 548 – – – ramas 224 de la mandíbula) 46, 66, 83
– – variantes de origen 380 – – área de irrigación 103 – – – trayecto del nervio laríngeo – – almohadilla retroarticular 67
– – vasoespasmo 151 – – circulación colateral recurrente 224 – – biomecánica 68
– labial inferior 94, 98, 233 en la estenosis carotídea 95 – – superior 215, 223, 224, 229, 242, – – cámara
– labial superior 94, 98, 233 – – entrada en la órbita 176 374 – – – discomandibular 67
– lagrimal 103, 175, 177, 548 – – ramas 175, 548 – – – área de irrigación 97 – – – discotemporal 67
– – rama anastomótica con la arteria – – – final 98, 174 – – – rama(s) 94, 99 – – cápsula 66, 69, 237
meníngea media 101, 103 – palatina – – – – cricotiroidea 94, 96, 99 – – – histología 67
– – rama recurrente meníngea 548 – – ascendente 98 – – – – esternocleidomastoidea 94, – – histología 67
– laríngea inferior 215 – – – ramas tonsilares 98, 205, 209 96, 99 – – ligamentos 66
– laríngea superior 94, 96, 99, 205, 208, – – descendente 100, 101, 182, 238 – – – – glandulares 94, 96, 99 – – – colaterales 66
215, 218, 224, 229 – – – rama faríngea 209 – – – – infrahioidea 94, 96, 99 – – movimientos 69
– – paso a través de la membrana – – – ramas septales posteriores 100 – – – variantes de origen 97 – – – de rectificado 68, 82
tirohioidea 212 – – mayor 101, 183, 187, 238 – torácica interna 242 – – – de rotación 68
– lenticuloestriada 379 – – – en sección frontal 246 – – ramas 94 – – – de traslación 68
– – rotura 391 – – menor 101, 187, 238 – – – intercostales anteriores 94 – – – sistema muscular-disco-
– lingual 94, 97, 98, 190, 210, 242 – – menores 209 – – – mamarias 94 capsular 69
– – área de irrigación 97 – palpebral lateral 103 – – – mediastínicas 94 – – relación con el conducto auditivo
– – rama(s) 99 – – anastomosis con la arteria – – – tímicas 94 externo 145
– – – dorsales de la lengua 99, 209 temporal superficial 103 – – trayecto 242 – uncovertebral 76
– – – suprahioidea 99 – palpebral medial 103, 175 – transversa de la cara 100, 226, 232 Asa
– – variantes de origen 97 – palpebrales laterales 227, 548 – transversa del cuello 230, 242 – cervical 242
– lumbares 414 – palpebrales mediales 227, 548 – – rama profunda 94 – – profunda 90, 135, 140, 242
561
562
– – superficial, lateral 232 Cápsula – triángulo de peligro 227 – – estructura ósea 14, 43
– vías del dolor 452 – articular, articulación Carcinoma – – estructuras vecinas 180
Cadena simpática del cuello 141 – – atlantoaxial 72 – bronquial, lesión recurrente 219 – – flujo de aire 41
Calota, suministro de sangre 101 – – cigapofisaria 72, 74 – de células escamosas – – flujo de secreciones 184
Calvaria 18 – – del arco vertebral 73 – – cavidad bucal 186 – – función 14
– lámina externa 19, 306 – – histología 67 – – laringe 219 – – inervación 182
– lámina interna 19, 306 – – temporomandibular 66, 69, 83 – – lengua 191 – – pared
Cámara del globo ocular – de Tenon 174 – de estómago metastásico 111 – – – lateral 41, 42
– irrigación arterial 549 – externa 337 Caries – – – medial 40, 41
– posterior 162, 164, 166 – – de la glándula tiroides 222 – radiografía interproximal o de aleta – – paredes óseas 40
– drenaje venoso 549 – – sección de mordida 63 – – relación con la fosa craneal
– anterior 162, 164, 166 – – – frontal 420, 422, 424 – sitios predilectos 51 anterior 42
Campo – – – horizontal 433, 434 Cartílago(s) – – suelo 40
– de Flechsig 405 – – – sagital 262 – alar mayor 40 – – suministro vascular 182
– de Forel – extrema, sección – – pilar medial 41, 254 – – techo 40
– – H1 353 – – frontal 420, 422, 424 – alar menor 40 – – territorios de suministro 546
– – H2 353 – – horizontal 434 – aritenoides 212, 213, 256, 259 – timpánica 28, 146, 149, 528
– ocular, frontal 523 – – sagital 262 – – sección horizontal 256, 259 – – cadena de huesecillos 149
– receptivo 446 – interna 276, 333, 334, 337, 343, 458 – corniculado 212, 213 – – cuerda del tímpano 126
– visual – – conducción del dolor 451 – cricoides 3, 202, 212, 221 – – cúpula 149
– – central 477 – – de la glándula tiroides 222 – – cara articular aritenoidea 213 – – división del nervio glosofaríngeo
– – cuadrantes 477, 478 – – drenaje venoso 389 – – caras articular tiroidea 213 131
– – disposición 477 – – en sección sagital 261, 262, 438, – – lámina 213 – – irrigación arterial 156
– – fallo del cuadrante 534 440 – – origen del arco faríngeo 10 – – membranas mucosas
– – hoz temporal 477 – – hemorragia 447 – – sección horizontal 258 que la recubren 149
– – macular 477 – – infarto 391 – de la oreja 143 – – mucosa, inervación 130
– – pérdida 21, 478 – – irrigación arterial 379 – de Meckel 10, 60 – – origen faríngeo 11
– – – de medio campo, – – lesión 335, 461 – de Reichert 10 – – paredes 146
ver Hemianopsia – – límites 335 – del tabique nasal 40, 180 – – pisos 149
Canal – – sección frontal 249, 343, 420, 422, – – en sección horizontal 252 – – porción
– de Cloquet 163 424, 426 – epiglótico 203, 212, 213 – – – carotídea 146
– de Dorellos 179 – – sección horizontal 432, 433, 434 – nasal 40 – – – yugular 146
– de Schlemm 162, 164, 166 – – vía piramidal 422 – tiroides 90, 203, 212, 221, 224, 242 – – – laberíntica 146
– Vidiano (conducto pterigoideo) 35, – – vías motoras 409 – – en sección horizontal 256, 259 – – – mastoidea 146
39, 45, 127 – – – lesión 461 – – lámina derecha 213 – – – membranosa 146
– – conductos penetrantes 239 Cara – – lámina izquierda 212, 262 – – – tegmentaria 146
Cáncer de tiroides, gammagrafía 225 – anastomosis – – origen del arco faríngeo 10 – – relaciones con estructuras
Canino 48 – – arterial 98, 103 – traqueal, origen del arco faríngeo 10 vecinas 147
– decíduo 58 – – venosa 98 Carúncula – – suelo 146
– estructura de la superficie oclusal 51 – anterolateral del cartílago – lagrimal 160 – – techo 146
– morfología 54 aritenoides 213 – sublingual 210 – trigeminal 178
– permanente, anexos 59 – área de irrigación de la arteria Catarata 165 Ceguera
Capa (estrato) – – carótida externa 227 – gris 165, 167 – degeneración macular 171
– basal, del epitelio del surco gingival – – carótida interna 227 – nuclear 165 – desprendimiento de retina 169
56 – articular – verde 167 – glaucoma 167
– conjuntiva 159, 162 – – anterior del axis 70 Catecolaminas, núcleo reticular 358 Cejas
– de células granulares de la corteza – – aritenoidea del cricoides 213 Catéter venoso central 109 – descenso 81
– – cerebral motora externa 457 – – de las vértebras cervicales 70 Cavidad – frunción 81
– – cerebral motora interna 457 – – inferior del atlas 70 – abdominal 202 Celdillas
– – cerebelosa 369 – – inferior del axis 70 – bucal 186, 192 – etmoidales 15, 25, 38, 180
– de células piramidales – – posterior del axis 70 – – carcinoma de células escamosas – – anteriores 43, 180
– – externa 457 – – posterior del diente del axis 74 186 – – apertura 43
– – interna 457 – – superior – – en sección frontal 85, 246 – – drenaje venoso 549
– definición 503 – – – de las vértebras cervicales 70, – – estructura 186 – – inflamación 42
– fibrosa del ojo 162 76 – – exploración 192 – – irrigación arterial 549
– ganglionar de la corteza cerebelosa – – – del atlas 70, 75 – – límites 186 – – posteriores 180
369 – – – del axis 70 – – membrana mucosa 186 – – – entradas 42
– granulosa de la corteza cerebelosa – – tiroidea del cricoides 213 – – palpación 192 – – proyección en el cráneo 42
369 – conexiones venosas al seno – – propia 186 – – sección
– intermedia de la pulpa del esmalte de la duramadre 227 – – relaciones de la mucosa 192 – – – frontal 85, 246, 248
60 – de máscara 357 – – términos de dirección 50 – – – horizontal 250, 251
– interna del ojo 162 – formación de espacios 8 – – topografía 192 – – – sagital 261
– molecular – infratemporal 30 – craneal, meninges 311 – mastoideas 28, 146
– – corteza cerebelosa 369 – orbitaria del ala mayor del hueso – de Meckel 178 – – vía de infección 28, 146
– – corteza cerebral motora 457 esfenoides 35 – del diente 49, 56 Célula(s)
– mucosa de la lengua 189 – orbitaria del hueso cigomático 32 – del septum pellucidum 331, 343 – acidófilas 351
– nerviosa de la retina 162, 168 – puntos de salida de nervios 6, 123, – faríngea 202 – adenohipofisarias
– pigmentaria de la retina 162, 168 227 – infraglótica 214 – – acidófilas 351
– reticular de la pulpa del esmalte 60 – relaciones vasculares 227 – laríngea 214 – – basófilas 351
– suprabasal, del epitelio del surco – temporal de la porción escamosa – – intermedia 214 – – cromófobas 351
gingival 56 del hueso temporal 26, 29 – nasal 15, 180, 546 – amacrinas, retinianas 169
– vascular del ojo 162 – temporal del ala mayor del hueso – – en sección frontal 246, 248 – basófilas 351
– ver también Lámina esfenoides 35 – – en sección horizontal 251, 252, 254 – bipolares, retina 169
563
564
– facial 355 – gris posterior de la médula espinal – del nervio – del tarso 159
– inferior 278, 340, 355, 361, 436, 484 540 – – facial 147, 237 – distribución de células caliciformes
– – en sección frontal 428 – habenular 352, 540 – – hipogloso 21, 23, 24, 73, 135, 207 161
– – en sección sagital 442 – palpebral lateral 159 – – – paso de vías de conducción 136 – inervación 550
– – función 428 – palpebral medial 159 – – petroso mayor 544 – inervación 550
– superior 278, 340, 355, 527 – posterior 335, 402, 425, 426, 427, 540 – – petroso menor 544 – palpebral 159
– – en sección – supraóptica dorsal 540 – endolinfático 150, 154 Conjuntivitis 159
– – – frontal 427, 428 – supraóptica ventral 540 – espinal, topografía 418 Cono
– – – horizontal 436 Complejo – incisivo 30, 41, 45 – axonal 292
– – – sagital 442 – axón-células de Merkel 446 – – paso de vías de conducción 136 – elástico 213, 214, 216, 219
– – función 428 – olivar – infraorbitario 37, 38, 122 – medular 280, 397, 419
– – sistema retinotectal 479 – – inferior 538 – – paso de vías de conducción 36 Conos 169, 476
– – vía motora 510 – – superior 485 – – sección frontal 246 Constricción bronquial 305
Color de ojos 167 – Pre-Boetzinger 364 – lagrimal 160 Contacto entre los dientes,
Columna(s) 502 Comportamiento adictivo 440 – lagrimales eferentes 160 ver Oclusión
– anterior de la médula espinal 280, Comunicación hipotálamo- – – líquido limpiador 161 Contenido de proteínas
396, 398 adenohipófisis, hormonas 351 – – obstrucción del drenaje 161 – líquido cefalorraquídeo 317
– centrales 502 Concentración – linfático derecho 110 – suero sanguíneo 317
– – asta anterior de la médula espinal – de electrolitos – mandibular 57, 123 Contracción muscular tetánica 401
398 – – líquido cefalorraquídeo 317 – – en la ortopantomografía 62 Convergencia
– del fórnix 331, 332, 423 – – suero sanguíneo 317 – musculotubario 207 – movimiento de convergencia
– – en sección frontal 422 – de glucosa, cociente líquido/suero – nasolagrimal 36, 42, 160 de los ojos 480
– lateral de la médula espinal 280, 396 317 – – apertura 37 – transmisión de señales 268
– posterior de la médula espinal 280, Concha – – desembocadura 42, 43 Conversión de ondas sonoras
396 – de la oreja 143 – – – estrecha 160 en impulsos eléctricos 152
– – células internas 399 – nasal, ver Cornete – óptico 23, 34, 36, 38, 45, 117, 546, 548, Convulsiones epilépticas 448
– vertebral Cóndilo 550 Corazón
– – asignación de los segmentos – de la mandíbula (cabeza – – en la sección horizontal 251 – efecto parasimpática 297
medulares 395 de la mandíbula) – – estrechamiento 21 – efecto simpático 297
– – cervical 70 – – en reposo, en movimientos – – paso de vías de conducción 136, – inervación vegetativa 296
– – – articulaciones uncovertebrales combinados 68 176 – zona de Head 303
76 – – pendular, en movimientos – palatino mayor 39, 45 Cordón 504
– – – cambios degenerativos 77 combinados 68 – – paso de vías de conducción 239 – anterior, médula espinal 280, 358,
– – – flexión lateral 92 – occipital 16, 21, 24, 74, 192 – palatinos menores, paso de vías 396, 507
– – – flexión ventral 92 Condrocráneo 13 de conducción 239 – anterolateral * de la médula espinal
– – – imagen de resonancia Conducción de la excitación – parotídeo 204, 210, 226, 232 280, 507
magnética 73 – continua 294 – – desembocudura 232 – cuneiforme 397
– – – inestabilidad 77 – rápida 295 – perilinfático 150 – lateral, médula espinal 280, 396, 402,
– – – lesión 220 – saltatoria 294 – pterigoideo 39, 35, 45, 127 507
– – – ligamentos 72 Conductillo(s) – – paso de vías de conducción 239 – posterior, médula espinal 280, 361,
– – – – imagen de resonancia – dentarios 57 – radicular del diente 49, 56, 61 396, 404, 507
magnética 73 – lagrimal – – infección, radiografía 63 – posterolateral 299
– – – posición de la laringe 212 – – común *, estenosis 161 – reuniens 150, 154 Coriocapilar 169, 170
– – – proximal 75 – – inferior * 160 – semicircular Córnea 159, 162, 164
– – – radiografía 73 – – – estenosis 161 – – anterior 146, 150, 154 – endotelio 165
– – – rotación 92 – – superior * 160 – – lateral 146, 150, 154 – epitelio 165
– – relación con la médula espinal – mastoideos 144 – – posterior 146, 150, 154 – estroma 165
280 Conducto(s) – semicirculares 129, 142, 150 – estructura 165
– – – distal 419 – auditivo – – interacción contralateral 155 – poder de refracción 165
Coma de Schultze 405 – – externo 29, 66, 143, 145, 146 – – órgano 486 – trasplante 165
Comisura 505, 540 – – – curvatura 145 – – – lesión 291 Cornete nasal
– anterior 332, 335, 402, 492, 540 – – – origen faríngeo 11 – – ubicación 150 – inferior 14, 20, 38, 40, 43, 160, 180
– – en sección frontal 422 – – interno 128, 151 – submandibular 210 – – en sección sagital 261
– – en sección sagital 441, 443 – – – en sección sagital 263 – torácico 110, 231, 242 – – hallazgos rinoscópicos 185
– – porción anterior 540 – – – entrada de nervios 151 – – desembocadura 108, 242 – – sección frontal 246
– – porción posterior 540 – – vascularización 150 – vertebral (espinal) 280, 312 – medio 14, 25, 38, 40, 43, 44, 180
– blanca anterior de la médula espinal – carotídeo 21, 29, 282, 546, 548 – – desarrollo 273 – – en sección sagital 261
402, 540 – – paso de vías de conducción 136, – – espacio epidural 311, 418 – – hallazgos rinoscópicos 185
– blanca posterior de la médula 207 – – meninges 311, 418 – – sección frontal 246
espinal 402, 540 – – relación topográfica – – revestimiento perióstico 311 – superior 25, 38, 41, 43, 181
– células 399, 401 con el foramen lacerum 20 – – topografía 418 – – región olfatoria 116
– coclear del puente 540 – central 280, 312, 362, 365, 397 Confluecia Coroides 162, 166, 170
– de los colículos inferiores 484 – – desarrollo 273 – de los senos 19, 106, 306, 308, 314, Corona
– definición 540 – – embrionario 114 383, 384, 388, 430 – del diente 49, 61a
– del cerebelo 540 – – en sección sagital 443 – – en sección sagital y media 260 – radiada 334, 345
– del colículo inferior 540 – – lesión de la sustancia gris 471 – – proyección sobre el cráneo 319, – vascular de Haller Zinn 171
– del colículo superior 540 – cigomático 32 385 Corpúsculo(s)
– del fórnix 331, 492, 540 – coclear 150, 152, 155, 484 – venosa posterior 387, 388 – de Bochdalek 315
– del hipocampo 540 – condilar 21, 24, 385 Coniocorteza 326 – de Herring 350
– epitalámica (posterior) 352, 540 – – paso de vías de conducción 136, Coniotomía 218, 220 – de Ruffini 446
– fibras 327, 334, 432 207 Conjuntiva 159 – de Vater-Pacini 445, 446
– gris anterior de la médula espinal – de la raíz del diente 49, 56, 61 – del fórnix 159 – sensitivo de Meissner 446
540 – de seguridad 147 – del ojo 159, 162 Corte del «bebedor» 348, 423
565
Córtex (corteza) 269 – – – primario 326, 329, 447, 452, 494, – en sección horizontal 251 – – – respiratoria 217, 219
– auditivo 534 – fibras 164 – – tensión 216, 217
– – área 534 – – – – actividad de la columna – grado de curvatura 165 – – vista laringoscópica 221
– – primario 289, 329, 515 celular 447 – líneas de referencia 165 Cuerno, ver Asta
– cerebeloso 279, 368, 369, 502, 532 – – tipos de neuronas 327 – núcleo Cuerpo(s)
– – capas 369 – – unidad funcional 327 – – adulto 165 – adiposo
– – – ganglionar 369 – – visual 347 – – embrionario 165 – – de la boca 204
– – – granulosa 369 – – – sección frontal 430 – – fetal 165 – – – en sección frontal 248
– – – molecular 369 – – – secundario 494 – – infantil 165 – – – en sección horizontal 253
– – células de Purkinje 293, 369 – de asociación 287, 494 – poder de refracción 165 – – de la órbita 174
– – células eferentes 369 – límbico 494 – refracción 165 – – – en sección frontal 246
– cerebral 276, 311, 321, 345, 452, – motor 496, 530 – zonificación 165 – – – en sección horizontal 250, 252
502 – movimiento voluntario 454 Cuadrantanopsia, superior 478 – amigdalino 116, 321, 349, 421, 492
– – aferentes 327 – olfativo, primario 490 Cuello 228 – – en sección
– – agranular 326 – – – área 534 – anatomía clínica 7 – – – frontal 421, 422
– – áreas funcionales 534 – parietal 447 – congestionado 7 – – – horizontal 436
– – asociaciones neuronales 293 – parietotemporal 494 – cruce de vías linfáticas 111 – – – sagital 262, 438
– – auditivo 347, 484 – prefrontal 494 – de la mandíbula 66 – – función 333
– – – primario 494, 534 – visual 329, 476, 479, 496, 497 – del diente 49 – – – de refuerzo emocional 333
– – – secundario 494 – – área 534 – del martillo 148 – – grupos básicos 333
– – capa – – en sección frontal 430 – desarrollo embrionario 10 – – influencia moduladora
– – – granular externa 326 – – representación del campo – drenaje de sangre 105 en la corteza cerebral 495
– – – granular interna 326 de visión 476 – estaciones de ganglios linfáticos 6 – – sistema analgésico central
– – – molecular 326 – – primario 288 – estructuras palpables 4 descendente 453
– – – multiforme 326 Corteza, ver Córtex – inervación – – ubicación 333
– – – piramidal externa 326 Corticotropina 351 – – motora 138 – – – en el sistema ventricular 313
– – – piramidal interna 326 Cráneo 12 – – sensitiva 138 – – vía del olor 490
– – citoarquitectónica 326, 329 – con perdigonada 19 – irrigación arterial 94 – calloso 276, 312, 320, 324, 330, 331,
– – conexiones con centros – en recién nacidos 17 – lateral, inervación 334, 337, 427, 540
subcorticales 334, 505 – facial 13, 14 – – motora 139 – – drenaje venoso 389
– – desarrollo 321 – – aberturas de salida de los nervios – – sensitiva 139 – – en sección
– – eferentes 327 14, 123, 158 – músculos de la mímica 81 – – – frontal 249, 420, 428
– – entorrinal 493 – – avulsión de la base del cráneo 15 – nervios craneales 138 – – – horizontal 432
– – – cambios en las células – – construcción en forma de armazón – – función vegetativa 140 – – – sagital 440, 442
nerviosas 498 15 – platisma 78, 81, 89, 228 – – – sagital y media 260
– – – influencia moduladora – – en sección sagital y media 260 – – en sección frontal 246 – – función 331
en el córtex cerebral 495 – – etmoides 25 – – origen 86 – – pico 331, 335
– – esquema 494 – – extensión 14 – puntos óseos palpables 3 – – – en sección sagital 442
– – frontal, eferentes 357 – – huesos neumatizados 15 – rigidez 310 – – rodete 331, 332, 335, 433
– – granular 326 – – líneas de fractura 15 – sección horizontal 256, 258 – – – en sección
– – gustativo 534 – – pilar 15 – sistema nervioso 138 – – – – frontal 428
– – histología 326 – – planos de orientación 52 – – vegetativo 140 – – – – horizontal 434
– – límbico, habilidades motoras 530 – – principales líneas de fuerza 15 – tejidos blando, diseminación – – – – sagital 442
– – módulo (unidad funcional) 327 – inserciones musculares 86 de la inflamación 204 – – sección quirúrgica 496
– – motor 281, 286, 360, 409, 530 – orígenes musculares 86 – ventral – – topografía 331
– – – bucle, motor 287, 459 Cresta – – capa – carotídeo 94, 130, 206, 242
– – – complementario 454 – alveolar 56 – – – intermedia 229 – ciliar 159, 162, 166
– – – conexiones con la corteza – ampular 150, 154, 486 – – – profunda 230 – – epitelio pigmentario 162
sensitiva 448 – cigomaticoalveolar 14 – – – superficial 228 – – porción plana 164
– – – estructura en capas 457 – – palpación intraoral 14 – – inervación – – porción plegada 164
– – – primario 454, 494, 511, 521 – del cornete 33 – – – motora 139 – de la lengua 188
– – orbitofrontal 519 – esfenoidal 35, 41 – – – sensitiva 139 – de la mandíbula 46, 90
– – organización en columnas 327 – frontal 18, 23, 26 Cuerda(s) – de Serres 60
– – periamigdalino 333, 519 – infratemporal 39 – del tímpano 28, 120, 124, 126, 146, – del axis 70, 73
– – plasticidad de las conexiones – lagrimal anterior 37 149, 152, 157, 190, 195, 237, 300, 529 – del estriado 321, 336, 420, 504
nerviosas 495 – lagrimal posterior 37, 80 – – paso por la base del cráneo 207 – – desarrollo 321
– – prefrontal – marginal 51 – – vía del gusto 488, 517 – – habilidades motoras 458, 531
– – – dorsolateral 498 – nasal 33, 41, 45 – vocales 202, 212, 214 – del fórnix 423, 434
– – – función motora 454 – neural 272 – – abducción 217 – – en sección horizontal 433
– – – sistema analgésico central – – células 272 – – aducción 217 – – en sección sagital 442
descendente 453 – occipital externa 24 – – en la laringe, imagen especular – del hueso esfenoides 35, 41, 42, 253
– – – ventromedial 498 – transversa del orificio auditivo 217 – del hueso hioides 3, 47
– – premotor 347, 454, 494 interno 151 – – estructura 219 – del maxilar 30
– – principalmente visual 288, 494, 526, Crista galli 23, 25, 38, 41, 42, 43, 308 – – falsas 214 – del núcleo caudado 336
534 – – en sección frontal 247 – – músculos que cambian la posición – – en sección frontal 421, 422, 424,
– – sensitivo 284, 403, 444, 447 – – en sección horizontal 250 216 426
– – – conexiones con la corteza Cristalino 159, 162, 164 – – parálisis 219 – – en sección horizontal 432
motora 448 – aparato de sujeción 164 – – posición – del yunque 148
– – – habilidades motoras 530 – cambios por la musculatura, 527 – – – de fonación 217, 219 – geniculado lateral 117, 340, 425, 428,
– – sensomotor, irrigación arterial 379 – cápsula 165 – – – del pliegue vocal 219 436, 476, 550, 526
– – sensorial 281 – crecimiento 165 – – – – función del nervio vago 219 – – en sección
– – somatomotor primario 326, 329 – dinámica 164 – – – intermedia 219 – – – frontal 425
– – somatosensitivo 346 – ecuador 165 – – – paramediana 219 – – – horizontal 436
566
567
568
– pulpa – nasal posterior 26, 33, 45 Examen de audición en el recién – grácil 361, 404, 412, 444, 445, 507,
– – capa intermedia 60 Espinocerebelo 367, 407, 532 nacido 485 508, 539
– – capa reticular 60 Espiración, área central 358 Excavación del disco óptico 171 – – conexiones centrales 405, 445
Esófago 198 Espondilofitos 77 Exenteración orbitaria 31 – – en sección transversal
– zona de Head 303 Esqueleto nasal 40 Exocitosis, neurotransmisor 293 de la médula espinal 397
Espacio(s) Estabilización interdental 52 Expansión de la cápsula articular, – – en sección transversal del bulbo
– de Berger 163 Estado de vigilia 543 pasiva, propiocepción 284, 290 raquídeo 365
– de deslizamiento cervical 204 Estasis papilar 171 Exploración neurológica 290 – – lesión 509
– de Fontana 167 Estatina 351 Expresión de la mímica 81 – – mecanorrecepción 285
– de Garnier 163 Estenosis Exterocepción 284, 506, 509 – – neuronas 404
– de Hannover 163 – carotídea, circulación colateral 95, – epicrítica 284 – – trayecto 445
– de líquido cefalorraquídeo 275, 312 103 – protopática 284 – interfascicular 396, 405
– – desarrollo embrionario 272 – del canal espinal 77 – trayecto de las vías 285 – lateral del plexo braquial 466
– – externo 274, 312, 314 Estereocilios 152, 154, 484 – vía del trigémino 513 – lenticular 353, 531
– – – formación 275 – flexión 153 – longitudinal
– – internos 274, 312, 314, 354 – orientación espacial 155 – – dorsal 301, 490
– – – desarrollo 275 Esternocleidomastoideo F – – – sección transversal del puente
– – propagación de la inflamación 204 – inserción 86, 87 362
– de Morgagni 219 Esternón, escotadura yugular 4 Factores de crecimiento – – inferior 335
– de Nuel 152 Estimulación simpática 349 – de fibroblastos 61 – – medial 360, 482, 486, 523, 525, 533
– de Petit 163 Estímulo – desarrollo dental 61 – – – en sección transversal
– de Reinke 219 – acústico 289 Fallo de los extensores del pie 469 – – – – del bulbo raquídeo 364
– endolinfático 150, 152 – aumento del contraste 447 Faringe – – – – del mesencéfalo 362
– endoneural, drenaje del líquido 314 – de presión 447 – inervación 203, 529 – – – – del puente 362
– epidural 311 – – centro 447 – músculos 198, 201 – – – lesión 483
– – en el conducto vertebral 274, 311, – – periferia 447 – pared posterior 192 – – – núcleo intersticial rostral 482
418 – entorno 447 – porción – – – trayecto 483
– – – punción 419 – físico 288 – – laríngea 202 – – posterior 525
– – patológico 311 – mecánico 284 – – nasal 202 – – superior 334, 536
– epiescleral 174 – olfativo 288 – – oral 202 – longitudinales 73, 74
– fascial prevertebral 262 – – reacción conductual 490 – topografía 202 – mamilotalámico 346, 347, 349, 492
– laterofaríngeo 204 – procesamiento 284 – transición al esófago 198 – medial del plexo braquial 466
– – porción – químico 284, 288 Fascia – nervio periférico 275
– – – anterior 204 Estiramiento muscular, pasivo 284, – bucofaríngea 204 – nervioso 275
– – – posterior 204 290 – cervical 4 – occipitales horizontal 536
– – – preestiloidea 204 Estómago – – lámina – occipitales verticales 335, 536
– – – retroestiloidea 204 – inervación vegetativa 296 – – – pretraqueal 4, 228, 240 – occipitofrontal inferior 335, 536
– linfático, central, de la base – zona de Head 303 – – – prevertebral 4, 240 – occipitofrontal superior 335, 536
izquierda del cuello 111 Estomodeo 8 – – – – en sección sagital 262 – olfativos 23, 25, 182, 288
– perifaríngeo 204 Estrabismo paralítico convergente – – – superficial 4, 228, 240 – olivococlear
– – inflamación 204, 208 179 – de las vías de conducción 4 – – lateral 485
– – propagación de la inflamación 204 Estrato, ver Capa – del cuello 4, 228, 240, 262 – – medial 485
– – vías de conducción 205 Estrechamiento del orificio nasal 81 – – en sección transversal 4 – orbitofrontal 335
– – – capa superficial 206 Estreñimiento, medicación 304 – – láminas – palidotegmentario 353
– – – capa profunda 208 Estría(s) 504 – – – propagación de la inflamación – posterior del plexo braquial 466
– – – paso por la base del cráneo 207 – de Gennari 329, 476 5 – propio 396, 401, 507
– prevertebral 5, 204 – de la membrana timpánica – – – ubicación de las venas 104 – – lateral 396
– – en sección sagital 5, 262 – – anterior 145 – dentada 332 – propios 281, 396
– pterigomandibular 193 – – posterior 145 – faringobasilar 199, 206 – prosencefálico, medial 349
– retrofaríngeo 204 – del martillo 145, 149 – longitudinal dorsal 349 – – procesamiento del olor 490
– subaracnoideo 275, 280, 307, 309, – – vertical 145 – muscular del cuello 4 – septomarginal 396, 405
311, 312 – diagonal 490 – nucal 244 – surcomarginal 396
– – ampliaciones 275 – longitudinal lateral 331 – parotídea 204 – talámico 353
– – circulación de LCR 314 – longitudinal medial 331 – visceral, cervical 4 – uncinado 335, 486, 536
– – conexión con el espacio – medular del tálamo 349, 352, 490 Fascículo(s) 269, 504 – – del cerebelo 533
perilinfático 150 – medulares 355, 484 – arqueado (fascículo longitudinal – ver también Vía 504
– – extensiones 275 – olfatoria lateral 116, 323, 343, 490, superior) 536 Fauces 186
– – imagen de resonancia magnética 519 – cuneiforme 361, 404, 412, 444, 445, Fenómeno de Bell 125
73 – olfatoria medial 116, 288, 323, 490, 507, 508, 539 FGF (factores de crecimiento de
– – nervio óptico 169 519 – – conexiones centrales 405, 445 fibroblastos) 61
– subdural 311 – terminal 349 – – mecanorrecepción 285 Fibra(s) 269
– – patológico 311 – vascular del conducto coclear 152 – – neuronas 404 – aferentes del nervio auditivo 153
– subglótico 214 Estriado 321, 411, 433 – – trayecto 445 – a1 401, 460
– supraglótico 214 – axones corticales 457 – de fibras de asociación 505 – alveologingivales 56
– transglótico 214 Estribo 145, 146, 148, 485 – de Flechsig, ver Tracto – anuloespiral 401, 460
Espasticidad 511 Estroma espinocerebeloso posterior – anuloolivares 538
Espina – córnea 165 – de proyección 505 – arqueadas del cerebro 334, 335,
– de la escápula 88 – iris 167 – de Reissner 316 536
– del hueso esfenoides 35, 66, 193 Estructura – de Türck (temporopontino) 371 – arqueadas internas 541
– mentoniana inferior 46 – de la superficie de masticación 51 – de Vicq-d’Azyr (mamilotalámico) – Ad, mielinizadas 450
– mentoniana superior 46 – del grupo central de la médula 346, 349, 492 – C amielínicas 450
– nasal anterior 14, 30, 40, 45, 59 espinal 399 – estrionigral 357 – cerebeloolivares 371, 533
– – plano de Camper 52 Estrumectomía, lesión recurrente 219 – frontotemporal 334 – cingulohipocampal 492
569
Fibra(s) (cont.) – parietopontinas, en sección – timpanoescamosa 29, 207 – – vías de conducción 136
– circulares 57 transversal del mesencéfalo 362 – timpanomastoidea 29, 144 – mentoniano 3, 12, 14, 46
– comisurales 327, 334, 432, 505 – piramidales 511 – uncovertebral 76 – – sensibilidad 46, 123
– corticoespinales 360, 408, 456, 521 – – origen 510 Flemón perifaríngeo 208 – occipital 385
– – sección transversal – pontocerebelosas 361, 371, 531 Flexura cefálica, embrionaria 273 – oval 21, 23, 39, 34, 45, 120, 123
del mesencéfalo 362 – reticuloolivares 357 Flóculo del cerebelo 129, 366, 532 – – vías de conducción 136, 237, 529
– corticomesencefálicas 360 – reticulotalámica 451 – en sección frontal 425 – palatino mayor 21, 39, 45, 187
– corticonigrales 357 – rubroolivares 357 – en sección sagital 439 – – inyección de anestésico local 65
– corticonucleares 125, 134, 360, 511, – serotoninérgica, descendente 453 Folículo(s) – – vías de conducción 136
537 – simpática, fibras del dolor 297 – dentario 60, 61 – palatino menor 21, 39, 45
– – sección transversal – somática 112 – – diferenciación 61 – – vías de conducción 136
del mesencéfalo 362 – talamoparietales 537 – linfáticos, anillo de la faringe 196 – parietal 18, 27, 385
– corticonucleares del bulbo 408, – temporopontinas 371 Folitropina 351 – redondo mayor 23, 34, 37, 39, 120,
455 – – en sección transversal Folium del vermis 366 122
– – a núcleos de nervios craneales del mesencéfalo 362 Fondocopia 171 – – vías de conducción 136, 239, 529
521 – trepadoras 369, 371 – hallazgos normales 171 – supraorbitario 12, 14, 26
– – habilidades motoras oculares – vestibulocerebelosa 486 Fontanela 17 – – dolor a la presión 36, 123, 158
523 – visceral 112 – anterior 17 – – vías de conducción 36
– – lesión 520 – zonulares 162, 164 – posterior 17 – transverso 70, 76
– corticopontinas 531, 537 Fibroblastos, desmodontal 57 Fontículo – – de las vértebras cervicales 70, 72
– corticorreticulares 408, 456, 511, Fibroma nasofaríngeo, acceso 39 – anterior 17 – – – VII 70
537 Filete(s) – – cierre 17 – – del atlas 70
– corticorubrales 537 – olfatorio 23, 25, 112, 116, 182, 288, – esfenoidal 17 – – del axis 70
– corticotalámicas 537 519 – – cierre 17 – vertebral 71
– corticotectales 537 – radiculares de la raíz anterior 394 – mastoideo 17 – yugular 21, 23, 104, 130, 132, 134, 549
– cuneocerebelosas 371, 444, 507, 508 – radiculares de la raíz posterior 394 – – cierre 17 – – vías de conducción 136, 207, 528
– de Arnold (frontopontinas) 371 Filtro, desarrollo embrionario 8 – posterior 17 Fórceps
– de asociación 327, 334, 505 Fimbria del hipocampo 313, 332, 493 – – cierre 17 – frontal 540
– – del telencéfalo 327, 334, 505, 536 – en sección frontal 424 Foramen – – en sección horizontal 433
– – – cortas 335, 536 – en sección sagital 439 – alveolar 30 – mayor 334
– – – largas 335, 536 Fístula(s) – ciego 11, 26, 188 – menor 335
– de colágeno – arteriovenosa intramedular 417 – cigomaticofacial 32 – occipital 540
– – dentoalveolares 57 – cervicales – cigomaticoorbitario 32, 37 – – en sección horizontal 433, 434
– – cementoalveolares 57 – – completa 11 – – vías de conducción 36 Formación
– de Golgi 401, 460 – – incompleta 11 – cigomaticotemporal 32 – de espacios en la cara 8
– de la raíz dorsal, sensitivas, – – lateral 11 – de Monro, ver Foramen – hipocampal 324, 332, 427, 493
ascendentes 401 – – media 11 interventricular – – citoarquitectura 493
– de proyección 334, 505 Fisura(s) – esfenopalatino 39, 42, 183, 546 – – definición 493
– – corticofugal 505 – cerebelosas 279 – – vías de conducción 239 – – especialización funcional 534
– – corticopetal 505 – del hipocampo 493 – espinoso 21, 23, 34, 39, 101, 310 – reticular 358, 502, 522
– de Sharpey 57 – esfenopetrosa 207 – – vías de conducción 136 – – aferencias 359
– de temperatura, relevo en el tálamo – horizontal del cerebelo 366 – estilomastoideo 21, 23, 29, 124, 126, – – arquitectura
346 – – en sección frontal 425, 426 195, 237 de la neurotransmisión 358
– de Tomes 61 – – en sección sagital 439, 440 – – vías de conducción 136 – – axones corticales 457
– del dolor – longitudinal 51 – etmoidal anterior 25, 37, 546, 548 – – centros funcionales 358
– – relación con las neuronas – – del cerebro 276, 320, 323 – – vías de conducción 36 – – citoarquitectura 358
vegetativas 297 – – – en sección frontal 420, 422, 424, – etmoidal posterior 25, 37, 546, 548 – – clasificación 358
– – relevo en el tálamo 346 426, 428, 430 – – vías de conducción 36 – – de la médula espinal 502
– dentoalveolares 57 – – – en sección horizontal 432, 434 – incisivo 16, 21, 45 – – definición 358
– dentogingivales 56 – media anterior de la médula espinal – – inyección de anestésico local 65 – – del bulbo raquídeo 364
– en U 334, 335 397 – – origen 9 – – – fascículos sensitivos 508
– espinomesencefálicas 508 – media anterior del bulbo raquídeo – infraorbitario 3, 12, 14, 30, 37, 160 – – del tronco del encéfalo 354
– espinoolivares 533 355 – – sensibilidad 123, 158 – – – sistema activador reticular
– espinorreticulares 508 – oclusal 51 – interventricular 312, 314, 388, 433, ascendente 346
– espinotalámicas 403 – orbitaria inferior 21, 37, 38, 39, 45, 443 – – eferentes 359
– frontopontinas 371 122, 172, 176, 238, 549, 550 – – en sección horizontal 434 – – en sección transversal
– g 460 – – en sección frontal 247 – – proyección sobre el cráneo 318 del mesencéfalo 362
– interdentales decusadas 57 – – en sección horizontal 252 – intervertebral 73, 74, 462 – – en sección transversal del puente
– musgosas 369 – – vías de conducción 36, 239 – – estrechamiento 77 362
– – trigeminocerebelosas 371 – orbitaria superior 23, 37, 38, 34, 45, – – irritación de la raíz nerviosa 463 – – espinal 397
– negropálidas 353 118, 120, 122, 172, 547, 548, 550 – – topografía 418 – – fascículos motores 510, 531
– nerviosas 269 – – vías de conducción 36, 136, 176, – lacerum 21, 23, 126 – – función 359
– – aferentes 505 528 – – relación topográfica – – influencia moduladora
– – autónomas 505 – petroescamosa 207 con el conducto carotídeo 20 sobre el córtex cerebral 495
– – eferentes 505 – petrotimpánica 29, 66, 124, 126, 149, – – vías de conducción 136, 528 – – mesencefálica 482, 523
– – postganglinares 505 207 – magno 20, 22, 24, 74, 192 – – neuronas conductoras del dolor
– – preganglionares 505 – – vías de conducción 136, 529 – – en sección sagital y media 260 451
– – somáticas 505 – posterolateral del cerebelo 367 – – plexo venoso 107, 385 – – pontina
– noradrenérgica, descendente 453 – prima del cerebelo 366 – – vías de conducción 136 – – – fascículos sensitivos 508
– occipitales horizontal 536 – – en sección frontal 430 – mandibular 16, 46, 57, 66, 123, 193 – – – paramediana 482
– palidosubtalámica 353 – – en sección sagital 439, 441, 442 – – inyección de anestésico local 65 – – zona(s)
– paralelas, cerebelosas 369 – pterigomaxilar 238 – – língula 193 – – – de asociación 358
– parasimpática, fibras del dolor 297 – – vías de conducción 239 – mastoideo 16, 21, 29, 385 – – – efectoras 358
570
– – – longitudinales – – trayecto de los nervios 239 – visceromotoras 112, 267, 506 – – – palpación sistemática 111
– – – – lateral 358 – – vías de acceso 39, 239 – – desarrollo embrionario 114 – – – profundos 6, 110, 191, 243
– – – – medial 358 – retromandibular 2 – – – – metástasis 110
– – – – mediana 358 – retromolar 192 – – – – regiones 110
– – – magnocelular 358 – romboidea 355, 364, 426 G – – – superficiales 110, 240
– – – parvocelular 358 – – en sección frontal 427 – – colector 110
Fórmula dental 50 – – núcleos del hipogloso 135 Galea aponeurótica 78, 382 – – de Delphi 110
– dientes de leche 59 – – suelo 354 Gammagrafía de tiroides 225 – – del ángulo de la mandíbula 111
Fórnix 277, 312, 320, 324, 330, 334, 423, – supraclavicular mayor 2 Gancho pterigoideo 35, 39, 187, 192 – – del triángulo cervical posterior
433, 437, 492, 493 – supraclavicular menor 2 Ganglio(s) 267, 269, 271, 418, 503 110
– desarrollo 321 – temporal 82 – abdominales 300 – – en el ángulo venoso yugulofacial
– en sección frontal 422, 425, 426 – triangular 143 – autónomos 271, 503 191
– en sección sagital 443 – yugular 2, 29 – basales, ver Núcleos basales – – en el músculo
– inferior de la conjuntiva 159 Fosita – celíaco 296 esternocleidomastoideo 111
– superior de la conjuntiva 159 – de la ventana coclear 147 – cerca de los órganos – – en la vena yugular interna 111
– topografía 331 – granulares 18, 306, 309 – – parasimpático 296 – – intraparotídeos 211
– vías 331 – pterigoidea 46, 57, 66 – – simpático 296 – – laringotraqueotiroideos 111
– – subdivisión hipotalámica 348 – sublingual 46 – cervical – – mastoideos 144
Fosa 239 – submandibular 46 – – inferior 296 – – nucales 6, 111
– amigdalina 209 Fotones 288 – – medio 208, 242, 296 – – occipitales 6, 111, 244
– canina 30 Fotorreceptores 476 – – superior 140, 160, 206, 208, 242, – – parotídeo-auriculares 111
– central 162 Fóvea 296, 467, 547, 550, 526, 528 – – parotídeos profundos 144
– – del diente 51 – central de la retina 162, 168, 477 – cervicotorácico (ganglio estrellado) – – parotídeos superficiales 144
– cerebelosa 23 – – estructura 169 141 – – preauriculares 6
– cerebral 23 – – hallazgos oftalmoscópicos 171 – ciliar 115, 118, 122, 175, 175, 300, 480, – – regionales 110
– craneal 22, 279, 319 – – vascularización 17 550, 526, 528 – – – oreja 144
– – anterior 22, 41, 42, 319 – mesial 51 – – ubicación 177 – – retroauriculares 6
– – – en sección frontal 246 Foveolas – coclear 289, 529 – – submandibulares 6, 191, 211
– – – en sección sagital y media 260 – superficie oclusal 51 – de la cabeza, parasimpáticos 296, – – submentonianos 6, 191
– – – relación con Fractura(s) 300 – – submentonianos-submandibulares
– – – – la cavidad nasal 42 – cigomática 32 – definición 503 111
– – – – la órbita 38 – – desplazada 14 – del nervio craneal 271 – – supraclaviculares 6, 111
– – – vías 137 – de la base del cráneo 22 – del trigémino 115, 122, 126, 175, 176, – – – metástasis 111
– – bordes 22 – – infección ascendente 23 178, 179, 183, 195, 237, 547, 550, – – yugulares 191, 211
– – media 20, 22, 178, 319 – – lesión del nervio glosofaríngeo 513, 529 – mesentérico inferior 296
– – – en sección frontal 249 130 – – en sección sagital 262 – mesentérico superior 296
– – – propagación de gérmenes – del tercio medio de la cara 15, 40 – – faringe 10 – nervio craneal 271
en la otitis media 147 – – clasificación segun de Le Fort 15 – – vía del dolor 452 – nervio espinal, ver Ganglio espinal
– – – relación con la órbita 38 – – líneas de fractura 15 – espinal(es) 271, 281, 311, 394, 418, – nodoso 115, 132, 141, 203, 219, 302,
– – – venas 106 – – transversal 27 450, 503 529
– – – vías 137 – – vertical 27 – – cervical 76 – – vía del gusto 488
– – posterior 22, 279, 319 – facial de Le Fort – – L4 462 – ótico 130, 237, 300, 528
– – vías 137 – – I 15 – – neurona, aferente primaria 293 – – raíz parasimpática 237
– de la glándula lagrimal 160 – – II 15 – – S1 462 – parasimpático 296, 298, 300, 503
– del diente 49 – – III 15, 27 – – sacros – petroso 115, 130, 140, 203, 503,
– – distal 51 – faciales centrales – – – neuronas conductoras del dolor 529
– del sacro lagrimal 37 – – piramidal 15 302 – – vía del gusto 488
– digástrica 46 – – transversa inferior 15 – – síndrome del ganglio espinal 470 – prevertebral 115, 132, 296, 503
– hialoidea 162 – frontobasal 26 – – T6, lesión 470 – pterigopalatino 37, 115, 122, 124,
– hipofisaria 23, 41, 42, 34, 179, 181 – – alta 27 – – topografía 418 126, 182, 233, 239, 300, 503, 547,
– – sección frontal 249 – – baja 27 – – tracto espinotalámico 403 550, 528
– incisiva 45, 48 – – clasificación según Escher 27 – espiral de la cóclea 115, 128, 151, – sensitivo 271, 503
– infratemporal 39, 123, 236 – – media 27 152, 484, 515 – – cabeza 529
– – capa profunda 236 – orbitaria lateral 27 – estrellado 141, 242, 296, 467 – – craneoespinal 503
– – capa superficial 236 – piramidal, parte facial central 15 – geniculado 115, 124, 126, 151, 152, – – nervios craneales 115, 503
– – en sección frontal 247 – transversal, cara inferior, media 15 195, 529 – – nervios espinales 503
– – en sección horizontal 250, 252 – vertebral, nivel 395 – – vía del gusto 488 – simpático 296, 298, 503
– interpeduncular 355 Frecuencia cardíaca, regulación 140 – inferior del nervio glosofaríngeo – – torácico 296
– – en sección horizontal 251 FRM (formación reticular (petroso) 115, 130, 140, 203, 503, – – – aferentes del dolor, visceral
– mandibular 21, 28, 66, 69 mesencefálica) 482 529 302
– – en ortopantomografía 62 FRPP (formación reticular pontina – – vía del gusto 488 – – – primero 296
– nasal posterior 181 paramediana) 482 – inferior del nervio vago (nodoso) – submandibular 115, 124, 127, 190,
– odontoidea del atlas 71, 72 Fruncir la nariz 81 115, 132, 141, 203, 219, 302, 529 195, 300, 528
– olfativa embrionaria 8 FSH (hormona foliculoestimulante) – – vía del gusto 488 – superior del nervio glosofaríngeo
– palatina, ver Fosa pterigopalatina 351 – intramural 115, 132 115, 130, 140, 503, 529
– pterigoidea 34, 45, 82 Función – linfático(s) – superior del nervio vago 115, 132,
– pterigopalatina 37, 39, 120, 122, 238, – de refuerzo emocional, cuerpo – – a lo largo del nervio accesorio 141, 219, 302, 529
546 amigdalino 333 111 – torácicos 300
– – estructuras vecinas 39 – genital, vía 411 – – cervicales 110 – vaina de tejido conectivo periférico
– – ligadura de la arteria – muscular, refleja 400 – – – anteriores 110 275
esfenopalatina 101 Funciones – – – dirección del flujo linfático 111 – vegetativo 271
– – límites 238 – corporales vegetativas, función – – – inflamación 111 – – cabeza 528
– – trayecto de las arterias 238 hipotalámica 348 – – – laterales 144 – – nervios craneales 115
571
Ganglio(s) (cont.) – – – especialización funcional 534 – sebáceas 145, 159 – vía del olfato 519
– vestibular 115, 128, 151, 157, 486, – – transverso 484, 515 – tarsales 159 Habilidades motoras 266, 286, 506
529 – temporales transversos 325, 347 – tiroides 202, 218, 222, 229, 230 – aprendidas 408
– – porción inferior 129, 151, 154 – – especialización funcional 534 Glaucoma 167 – automatizadas 286, 408
– – porción superior 129, 151, 154 – transverso de Heschl (giros – de ángulo abierto 167 – auxiliares 487
Gasto cardíaco, porcentaje del cerebro temporal transverso) 484, 515, 534 – de ángulo cerrado 167 – básicas 410, 413
282 Glabela 26, 40 – por bloqueo pupilar 167 – buen control 487
Genital, inervación, vegetativo 296 Glándula(s) Globo ocular 162 – examen 291
Giro(s) 320 – bucales, inervación 120 – drenaje venoso 170, 549 – finas 410, 413, 532
– ambiens 116, 519 – ceruminosas 145 – ecuador 163 – función de la oliva inferior 538
– – vía del olfato 490, 534 – ciliares 159 – irrigación arterial 549 – función de los núcleos basales 336
– angular 322, 497 – de Bowman 491 – meridiano 163 – interconexiones 530
– – especialización funcional 534 – de Krause 160 – prueba de movilidad 172 – oculares, regulación del equilibrio
– cerebelosos 368 – de Meibomio 159 – vascularización 170 487
– cerebrales 322 – de Virchow 111 Globo pálido 276, 321, 336, 352 – voluntarias 408
– – variantes 325 – de Wolfring 160 – en sección horizontal 434 Helicotrema 150, 152
– cingular 320, 324, 332, 347, 443, 492, – de Zeis 159 – externo 346 Hélix 143
508 – epífisis (cuerpo pineal; glándula – – circuito de motor 459 Hematoma
– – en sección frontal 420, 422, 424 pineal) 277, 341, 352, 436, 443, 527 – habilidades motoras 458 – epidural 27, 101, 391
– – influencia moduladora – – aferencia retiniana 352 – interno 346 – subdural 311, 386
sobre la corteza cerebral 495 – – en sección frontal 427, 428 – – circuito motor 459 – – agudo 391
– – lesión 499 – – estructura 352 – lateral 343 – – crónico 390
– de la cabeza – – función 342 – – en sección Hemianopsia 379, 393
– – déficit 520 – – ubicación 352 – – – frontal 422, 424 – bitemporal 478
– – movimientos de los ojos 527 – faríngeas 211 – – – horizontal 435 – homónima 478, 534
– de la ínsula 534 – labiales 211 – – – sagital 440 Hemiartrosis lateral 76
– – cortos 325 – – inervación 120 – – habilidades motoras 531 Hemibalismo 353
– – largo 325 – lagrimal 122, 160, 174, 175, 177 – pálido medial 343 Hemidesmosomas 56
– dentado 262, 324, 331, 332, 333, 493 – – accesoria 160 – – en sección Hemihiperestesia 393
– – en sección – – drenaje venoso 549 – – – frontal 422 Hemiparesia 393, 461
– – – frontal 425 – – en sección horizontal 251 – – – horizontal 435 – preminencia en la pierna 393
– – – horizontal 435 – – inervación 124, 127, 160, 550, 528 – – – sagital 261, 440 – preminencia braquiofacial 393
– – – sagital 439 – – – vegetativa 296 – – habilidades motoras 531 Hemiplejía
– fasciolar 324, 332 – – irrigación arterial 548 Glomérulo, olfatorio 491 – espástica 461
– frontal – – porción orbitaria 158, 160 Glositis atrófica 192 – espinal 473
– – inferior 322 – – porción palpebral 158, 160 Glotis 214 Hemisferio
– – – porción – lavativas de Ebner 188 – apertura 217 – cerebeloso 279, 367, 532
– – – – opercular 322, 534 – linguales, inervación 528 – cierre 217 – – drenaje venoso 388
– – – – orbitaria 322 – menores 159 – imagen especular de la laringe 217 – cerebral 276
– – – – triangular 322, 534 – nasales, inervación 127, 528 – posición de fonación 217 – – división externa 320, 322
– – medio 322 – palatinas 211 – posición respiratoria 217 – – dominante 320
– – superior 322 – – inervación 528 Glutamato 153, 155, 488 Hemorragia
– límbico 492 – paratiroides 11, 222 Gomfosis 56 – de aneurisma intracraneal 311, 315
– lingual 323, 324 – – ubicación 222 Granulaciones aracnoideas 306, 309, – del plexo, sitio dañado 467
– – especialización funcional 534 – parótida 144, 210, 232 314, 382 – epidural 306, 311, 390
– occipitotemporal lateral 323, 324 – – conducto 210, 232 – flujo del líquido 314 – – atrapamiento parcial del cerebro
– occipitotemporal medial 323, 324 – – en sección frontal 85 Granulaciones de Pacchioni, 309
– occipitotemporales, delimitación 325 – – en sección horizontal 204, 254 ver Granulaciones aracnoideas 307 – – hernia del cerebro 309
– orbitarios 323 – – ganglios linfáticos regionales 211 Gusto 284 – extracerebral 390, 391
– paracentral anterior 324 – – inervación 114, 130, 528 – cualidades del gusto 489 – intracerebral 391
– paracentral posterior 324 – – porción superficial 211 – fascículos 203 – intracraneal 390
– parahipocampal 323, 332, 492 – – propagación de la inflamación 204 – – cuerda del tímpano 124, 126, 190, – – arterial 390
– – en sección frontal 421 – – tumor maligno 211 488, 517 – – intervalo libre 390
– – en sección sagital 438 – pineal, ver Epífisis – – nervio glosofaríngeo 488, 517 – – venosa 386, 390
– paraterminal 324, 492 – pituitaria, ver Hipófisis – – nervio intermedio 124 – masiva, intracerebral 391
– postcentral 320, 322, 326, 346, 405, – salival sublingual 124, 210 – – nervio vago 132, 488, 517 – nasofaríngea 101
444, 447, 451, 452, 508, 513 – – examen bimanual 211 – – nervios craneales 191, 488, 517 – subaracnoidea 311, 315, 376, 390,
– – asociación con la corteza motora – – inervación 114, 127, 190, 528 – – tracto solitario 364 391
454 – salival submandibular 210, 242 – percepción 489 – subdural 311, 390
– – especialización funcional 534 – – conducto 210 – – fallo, completo 488, 517 Hendidura
– – somatosensibilidad 285 – – en sección frontal 85 – – tono emocional 517 – de Glaser 207
– – vía del gusto 289, 517 – – examen bimanual 211 – sentido del gusto 289, 488 – desmodontal 57
– precentral 125, 135, 320, 322, 326, – – inervación 114, 124, 127, 190, 528 – – nervios craneales 488 – faríngea 10
422, 454, 521, 534 – salivales 186, 210 – trastorno 191 – palpebral 159
– – somatotópico 457 – – efecto parasimpático 297, 301 – – después de la fractura del hueso – sináptica 268, 293
– recto 323 – – efecto simpático 297 temporal 126 Hernia
– semilunar 116, 519 – – inervación 210, 296 – vías 120, 190, 488, 517, 545 – del cerebro 309
– – vía del olfato 490, 534 – – lingual 188 – – axial 309
– supramarginal 320, 322, 534 – – – inervación 127 – – inferior 309
– temporal – – menores 211 H – – lateral 309
– – inferior 322 – – – tumor 211 – – superior 309
– – medio 322 – – seromucosa 210 Habénula 340, 352 – intracraneal 309
– – superior 320, 322, 325 – – serosa 210 – en sección frontal 426 Herpes zóster 470
572
Heterodoncia 48 – porción Huesecillos del oído 145, 146, 148 – – porción lateral 24
Hiato – – anterior (adenohipófisis) 350 – eje de movimiento 148 – – venas emisarias 385
– del conducto para el nervio petroso – – posterior (neurohipófisis) 316, – función 148 – – vista externa 24
mayor 126 350 – irrigación arterial 157 – – vista interna 22, 24
– – vías de conducción 136 – – productora de hormonas 350 – movilidad 148 – palatino 16, 20, 21, 32, 44
– del conducto para el nervio petroso – – secretora de hormonas 350 Hueso(s) – – lámina horizontal 41, 42
menor 131 – proyección sobre el cráneo 318 – alveolar 49 – – órbita 36
– – vías de conducción 136 – tallo 350 – – atrofia 57 – – pared nasal lateral 40
– escalénico 93, 95, 231 – vaso portal 350 – – estrés masticatorio 57 – – tabique nasal 40
– – anterior 243 – vías del hipotálamo 349 – – estructura 57 – parietal 12, 14, 16, 18, 26, 28
– – posterior 243 Hipofosfatemia 223 – – formación 61 – – cara externa 27
– maxilar 37, 42 Hipopalestesia 290 – cigomático 12, 14, 20, 28, 32 – – cara interna 22, 27
– sacro 419 Hipoparatiroidismo 223 – – cara – petroso 145
Hidrocefalia 17 Hiporreflexia 470 – – – lateral 32 – temporal 12, 14, 16, 20, 21, 28, 150
– interna 312 Hipotálamo 277, 342, 348, 443, 487, 524 – – – orbitaria 32, 37, 38 – – acetábulo 12, 16, 20, 28, 39
Hígado – aferencias 349 – – – temporal 32, 21 – – arteria carótida interna 102
– inervación vegetativa 296 – análisis de impresiones olfativas 490 – – órbita 36 – – división del nervio facial 124,
– zona de Head 303 – eferencias 349 – del cráneo 118, 15 126
Hiperacusia, después de la fractura – en sección frontal 422 – – lámina – – en sección horizontal 252
del hueso temporal 126 – función 348, 349 – – – externa 306 – – en sección sagital 263
Hipercalcemia 223 – lateral 348 – – – interna 19, 306 – – fractura, daño a los nervios 126
Hipercalciuria 223 – medial 348 – – osificación 13 – – nervios 127
Hiperfosfaturia 223 – núcleos 348, 542 – – periostio 309 – – oído interno 150
Hipermetropía 163 – región – – plano, en recién nacidos 17 – – oído medio 146
Hiperparatiroidismo 223 – – media anterior 349 – – suministro de sangre 310 – – pirámide 29
Hipertensión – – paraventricular 349 – esfenoides 12, 16, 20, 28, 34, 41, 42 – – porción escamosa 12, 16, 20, 28,
– intracraneal, relacionada – – posterior 349 – – ala mayor 12, 23, 28, 34, 36, 38, 252 39, 66, 150
con hemorragias 390 – – preóptica, anterior 349 – – ala menor 14, 22, 36, 38 – – – desde el interior 22
– intramedular 417 – – supraóptica 349 – – base del cráneo 34 – – porción petrosa 13, 16, 20, 28,
Hipertiroidismo 223 – sistema analgésico central – – cara orbitaria 38 150
Hipoacusia 128 descendente 453 – – desde el interior 22, 34 – – – curso del nervio facial 126
– alteración conductiva 148 – ubicación 348 – – órbita 36 – – – división del nervio facial 124,
– conductiva 148 – – respecto al sistema ventricular – – tabique nasal 40 126
– después de la fractura del hueso 313 – – ubicación 34 – – – en sección horizontal 252
temporal 126 – vía olfatoria 519 – – vista interna 22, 34 – – – en sección sagital 263
– súbita 151, 380 – zona dinamogénica 349 – etmoides 12, 25 – – – extensión del oído medio 146
– temporal 145 Hipotímpano 149 – – base del cráneo 25 – – – posición en el oído interno 150
Hipoalgesia 290 Hipotiroidismo 223 – – cráneo facial 25 – – – vista interna 22
Hipocampo 276, 330, 331, 332, 343, Hipoxia cerebral 493 – – irrigación arterial 549 – – porción timpánica 13, 20, 28, 145
349, 437 Hoja, ver también Lámina – – lámina – – primordios óseos 28
– atrofia 499 Hombro bajo 134 – – – cribrosa 23, 25 – – puntos de entrada 28
– capas de neuronas 493 Homeostasis 298 – – – orbitaria 25, 37, 38, 43 – – trayecto del nervio facial 126
– conexiones 493 Homúnculo – – – papirácea 38, 43 – – ubicación 28
– en sección frontal 424, 426, 428 – motor 457, 534 – – – perpendicular 14, 25, 38, 41, 43 – – vascularización 156
– en sección horizontal 436 – sensitivo 447 – – órbita 36 – – vista interna 22
– función 332 Horizontal de Frankfurt 52, 150 – – pared nasal lateral 40 – tribasilar 24, 34
– influencia moduladora Hormona(s) – – salida venosa 549 Humor acuoso
sobre la corteza cerebral 495 – adenohipofisarias (hormonas – – tabique nasal 40 – alteraldo 167
– pie, en sección de la hipófisis anterior) 351 – – vista interna 22 – drenaje 167
– – frontal 423 – – glandotropica 351 – frontal 12, 14, 18, 20, 26 – producción 162, 167
– – horizontal 437 – – no glandotropica 351 – – cara orbitaria 37, 38 – resistencia pupilar 167
– – sagital 263 – adrenocorticotrópica 351 – – fractura 26 – resistencia trabecular 167
– placa terminal 493 – antidiurética 350, 542 – – porción nasal 26 – uveoescleral 167
– posición respecto el sistema – de la hipófisis anterior 351 – – porción orbitaria 26, 36 Huso muscular 371, 444
ventricular 313 – del crecimiento 351 – – vista interna 22
– propio 324, 332, 493 – estimuladora de las células – hioides 47, 90, 186, 189, 198, 202,
– retrocomisural 493 intersticiales 351 203, 212, 218, 221, 230 I
– sector de Sommer 493 – foliculoestimulante 351 – – descenso 90
– topografía 331 – luteinizante 351 – – elevación 90 ICSH ( hormona estimulante
– vía del olfato 519 – luteotrópica 351 – – en sección sagital y media 260 de células intersticiales) 351
Hipoestesia 290 – mamotrópica 351 – – fijación 90 Ictericia, efecto de la barrera
– térmica 290 – paratiroidea 223 – – origen del arco faríngeo 10 hematoencefálica 316
– unilateral 448 – somatotrópica 351 – intermaxilar 9 Imagen de resonancia magnética
Hipofaringe 186, 202 – tiroideas 223 – lagrimal 12, 36 – cerebral 420, 495
– en sección horizontal 256 – tiroideoestimulante 351 – – cresta lagrimal posterior 37 – funcional 495
Hipófisis 43, 277, 312, 320, 350 Hoz – – pared nasal lateral 40, 42 Implante coclear 484
– cirugía, transnasal 43 – del cerebelo 308 – nasal 12, 14, 32, 36, 40, 42 Impresión
– en sección – – en sección horizontal 254 – – fractura, reducción 32 – olfativa
– – frontal 249 – del cerebro 18, 25, 283, 308, 318, 382 – – tabique nasal 40 – – respuesta vegetativa 519
– – horizontal 251 – – en sección frontal 85, 247 – occipital 12, 18, 22, 24, 28 – – sistema límbico 519
– – – de la cabeza 251 – – en sección horizontal 251, 252 – – base de cráneo 20, 24 – óptica
– – sagital y media 260 – – in situ 274 – – en sección horizontal 255 – – binocular 172
– inserción 273 – – inserción 18 – – porción basilar 24, 73, 92 – – percepción, consciente 527
573
Impulso(s) – desarrollo embrionario 273, 321 Lámina(s) (hoja; capa) 213, 345, 382, – superficial de la fascia cervical 4,
– de estímulos libidonosos afectivos – en sección 503 204, 228, 240
349 – – frontal 421, 422, 424, 426 – affixa 340 – tectal 118, 153, 277, 278, 340, 353,
– emocional 298 – – horizontal 434, 436 – basal 354, 357, 428, 436, 527
– olfatorios, aferentes 353 – – sagital 438 – – córnea 165 – – en sección frontal 427, 428
Incisivo(s) 48 – giros 325 – – epitelio oral 60 – – en sección sagital 443
– decíduos 58 – surcos 325 – – epitelio del borde de la encía 56 – terminal 331
– inferiores, radiografía, ortorradial – ubicación 321 – basilar 153 – vítrea 19
62 – vías del gusto 289, 517 – cementoblástica 61 Laringe 212, 215
– maxilares, Rayos X 63 Interacción epitelio-mesénquima, – coroideocapilar 170 – acceso 218
– morfología 54 desarrollo de los dientes 61 – cribosa 23, 25, 41, 42, 116, 177, 182 – drenaje venoso 215
– permanente Interconexión neuronal 268, 292 – – de la esclerótica162, 169 – edema 214, 218
– – inserción 59 Intercuspidación, máxima 53 – – del hueso etmoides 23, 25, 41, 42, – entrada 200, 214, 219, 221, 257
– – tiempo erupción 58 Interneurona 268, 293, 396, 409 43, 116, 177, 182, 547, 519 – esquema de los niveles 214
– posición en oclusión 53 – desarrollo 273 – – – fractura 25 – imagen especular 217
– sobremordida 53 – inhibidora 369 – – – lesión 116 – inervación 215, 218, 529
Incisura, ver Escotadura – médula espinal 399, 400 – – – vías de conducción 136, 519 – interior 214
Indusium griseum 330, 332, 492 Intersecciones 541 – – fractura 25 – mucosa 214
– desarrollo 321 Intervalo libre, con sangrado – cribriforme 48, 56, 57 – músculos 216
Inervación intracraneal 390 – cuadrigémina (ver también Lámina – posición respecto a la columna
– bronquial Intestino tectal) 277, 278, 354, 357 cervical 212
– – somatosensitiva 529 – delgado, zona de Head 303 – definición 503 – puntos de palpación 3
– – vegetativa 305 – grueso – del arco vertebral 71 – relieve interno 214
– intestinal 304 – – inervación vegetativa 296 – – de la vértebra cervical VII 71 – suministro de sangre 215, 218
– – modulación – – zona de Head 303 – del cartílago cricoides 213 – topografía 218
– – – a través del sistema Intubación – – en sección horizontal 259 Laringofaringe 186, 202
parasimpático 304 – endotraqueal 220 – del cerebelo 279, 368 – en sección frontal 249
– – – a través del sistema simpático – nasotraqueal 220 – densa 56 Laringoscopia 217
304 – orotraqueal 220 – derecha del cartílago tiroides 213 – directa 220
– – vegetativa 296 – pretraqueal 220 – espiral ósea 152 – indirecta 217
– radicular Intumescencia – externa de la calvaria 19, 382 Laringoscopio 220
– – del tronco 463 – cervical 280, 397 – granular externa del isocórtex 326 – colocación 220
– – proyección sobre la piel 462 – lumbosacra 280, 397 – granular interna del isocórtex 326, – de Macintosh 220
Infarto 95, 354, 379, 391, 392, 461 Iris 159, 162, 166 513, 515, 517 Lectura, área cortical 534
– cerebral – anillo vascular – horizontal del hueso palatino 33, 41, Lemnisco 504, 539
– – hemorrágico 391 – – externo 167 42 – espinal 361, 403, 449, 525, 539
– – – menor 391 – – interno 167 – – cara nasal 33 – lateral 289, 361, 484, 515, 525, 538,
– – isquémico – epitelio 167 – – cara palatina 33 539
– – – oclusión arterial 392 – estroma 167 – interna de la calvaria 19, 382 – – en sección transversal del puente
– – – trombosis venosa 393 – estructura 167 – izquierda del cartílago tiroides 212, 362
– de la arteria cerebral media 393 Isocórtex, ver Neocórtex 262 – medial 346, 361, 405, 444, 447, 508,
– hemorrágico 391 Isquemia cerebral 299, 375, 392 – lateral de la apófisis pterigoides 513, 525, 539
– isquémico 392 Istmo del hueso esfenoides 21, 39, 41, – – en sección
– talámico 393 – de la glándula tiroides 222 34, 44, 82, 187, 238 – – – sagital 441
Infección ascendente, en el sistema – de la trompa auditiva 207 – limitante anterior de la córnea 165 – – – transversal
de senos 549 – de las fauces 186, 192, 200 – limitante posterior de la córnea 165 – – – – del bulbo raquídeo 364
Inflamación nasal 43 – medial de la apófisis pterigoides – – – – del mesencéfalo 362
Información del hueso esfenoides 21, 34, 39, – – – – del puente 362
– almacenada en el inconsciente 492 L 41, 42, 45, 67, 187, 199 – – lesión 346, 448
– interna de la médula espinal 281 – medular lateral del tálamo 345 – trigeminal 203, 345, 449, 513, 525,
– nivel 266 Laberinto – medular medial del tálamo 343, 345 539
– sensitiva, procesamiento cortical – coclear 150 – membranosa 207 – – en sección transversal del puente
446 – inervación 529 – molecular del isocórtex 326 362
Infundíbulo – irrigación arterial 157 – multiforme del isocórtex 326 – – lesión 448
– etmoidal 25 – membranoso 150, 486 – muscular de la mucosa 304 Lengua 85, 188, 192
– hipófisis 178, 443 – óseo 150 – orbitaria del hueso etmoides 25, 38 – base 181, 220
Ingestión – vestibular 150 – osteoblástica 61 – carcinoma de células escamosas,
– coordinación vegetativa 358 Labio(s) 186 – papirácea 38, 43, 246 metástasis 191
– regulación, función hipotalámica – color 186 – periodontoblástica 61 – control de movimiento, consciente
349 – inferior 186 – perpendicular 14, 25, 38, 41, 180 521
Inhibición, recurrente 268, 399, 401 – leporino 9 – – cara maxilar 33 – cuerpo 188
Inspiración, función de los músculos – – y paladar hendido 9, 45 – – cara nasal 33 – drenaje linfático 191
escalenos 92 – pared, embrionaria 60 – piramidal externa del isocórtex 326 – en sección frontal 85, 246, 248
Insuficiencia – superior 186 – piramidal interna del isocórtex 326, – estímulo gustativo 289
– cardíaca derecha 109 – – inervación sensitiva 187 511, 521 – glándulas salivales 188
– – presión venosa central 7 – surco 186 – pretraqueal de la fascia cervical 4, – habilidades motoras 188
– de los extensores de los dedos – – embrionario 60 204, 228, 240 – inervación 120, 130
del pie 469 – y hendidura de la mandíbula 9, 45 – prevertebral de la fascia cervical 4, – – sensitiva 190, 529
– orgánica múltiple 304 – – de doble cara 9 204, 240 – – sensorial 190
Ínsula 276, 320, 435 Lágrima y surco nasal, embrionario 8 – – en sección horizontal 204 – – somatomotora 190
– área funcional 534 Lágrimas 160 – – en sección sagital 262 – laqueada 192
– arterias 377 Lagrimeo 160 – propia, mucosa nasal 184 – movimiento, fallo 520
– córtex auditivo 484 Laguna lateral 306, 382 – rara 56 – porción
574
– – anterior 188 – – medio 212, 214, 216, 218 – – aumento intracraneal 17 – – áreas funcionales 534
– – posterior 188 – – – separación 218 – – circulación 314 – – en sección frontal 85, 249
– – postsulcal 188 – – seccionado 220 – – composición 317 – – medial, lesión 499
– – presulcal 188 – cricotraqueal 212 – – con sangre 315, 390 – – mesobasilar 309
– primordial, embrionaria 60 – cruciforme del atlas 74 – – espacio 275, 312 – – proyección sobre el cráneo 318
– punta 188 – de Gruber 179 – – extracción 317, 419 – – relación con el sistema ventricular
– raíz 188 – del vértice del diente 73, 74 – – formación 312, 314 312
– relieve de la mucosa 188 – dentado 311, 418 – – función principal 317 – – vías de asociación 536
– sensibilidad visceral 284 – esfenomandibular 67, 193 – – presión 317 Locus cerúleo 358
– vías 190 – espiral 152 – – producción 275 – en sección transversal del puente
Lente, ver Cristalino – estilohioideo, origen del arco – – punción 275 362
Leptomeninge 274, 307 faríngeo 10 – – puntos de salida 275 – influencia moduladora
Lesión – estilomandibular 66 – – salida por la nariz 25, 27, 116 sobre la corteza cerebral 495
– cerebral traumática – hioepiglótico 214 – lagrimal, propulsión 161 – sistema analgésico central
– – desgarro de las venas puente 386 – interespinoso 73 Lobulillo descendente 453
– – lesión de la arteria meníngea – intertransverso 75 – central del cerebelo 366 Lordosis cervical 256
media 101, 390 – lateral de la articulación – cuadrangular del cerebelo 366 LTH (hormona luteotrópica) 351
– de la médula espinal 470 temporomandibular 66, 83 – de la oreja 143
– – motora 472 – lateral del martillo 145, 149 – floculonodular del cerebelo 279, 366
– – sensitiva 470 – longitudinal anterior 72 – paracentral 324 M
– de la pirámide 461 – longitudinal posterior 73, 74, 463 – parietal inferior 322
– de la raíz – nucal 5, 72, 74 – parietal superior 322 Macroglía 295
– – C4 464 – – en sección sagital y media 260 – semilunar superior del cerebelo 366 Mácula
– – C5 464 – – imagen de resonancia magnética – simple del cerebelo 366 – del sáculo 150, 154, 486
– – C6 464 73 Lóbulo(s) – – estructura 154
– – C7 464 – palpebral lateral 158 – anterior de la hipófisis – del utrículo 150, 154, 486
– – C8 464 – palpebral medial 158, 160 (adenohipófisis) 350 – – estructura 154
– – L3 465 – posterior del yunque 149 – anterior del cerebelo 366 – estática 154
– – L4 465 – pterigoespinal 67 – – en sección frontal 425, 426, 428, – lútea 168, 169
– – L5 465 – superior del martillo 149 430 – – hallazgos oftalmoscópicos 171
– – lumbar 463, 465 – superior del yunque 149 – – en sección sagital 439, 440 – punto ciego 163; 169, 477
– – posterior de C4-T6 470 – supraespinoso 73 – cerebral 276, 320 MALT (tejido linfoide asociado
– – S1 465 – tiroepiglótico 212 – de la ínsula (insular) 276, 320 a mucosas) 197
– de la sustancia gris, C4-T4 471 – tirohioideo 202, 212, 214 – derecho de la glándula tiroides 222 Mandíbula 12, 14, 16, 46
– del asta posterior C5-C8 470 – – medio 218, 242 – floculonodular del cerebelo 486 – aducción 82
– del cordón posterior T8 471 – transverso del atlas 72, 74 – frontal 276, 318, 320, 347 – anestesia central 65
– del plexo braquial 466 – – en sección horizontal 255 – – áreas funcionales 534 – borde inferior 4
– del plexo de la pierna 468 – – en sección sagital y media 260 – – – en sección horizontal 432, 434 – cambios relacionado con la edad 47
– del tracto piramidal lateral – vestibular 212, 214 – – – proyección sobre el cráneo 318 – de lobo 9
con lesión del asta anterior 472 – vocal (cuerda vocal) 213, 214, 219 – – en sección frontal 85, 246, 248 – dientes
– del trigémino Limbo – – en sección horizontal 432, 434 – – molares mandibulares 48
– – central 121 – corneal 162 – – parte del sistema ventricular 312 – – permanentes 48
– – periférica 121 – espiral 152 – – proyección sobre el cráneo 318 – – – morfología 55
– discal, lesión por presión de la raíz Limen – – relación con el sistema ventricular – – posición 53
del nervio espinal 463 – de la ínsula 439 312 – – posteriores, radiografía 63
– espinal 470, 472 – nasal 181 – – vías de asociación 536 – en sección frontal 85
– – cervical 474 Línea(s) – izquierdo de la glándula tiroides 222 – en sección sagital y media 260
– – determinación de la altura 474 – de retracción cutánea, cabeza 6 – límbico 276 – hueso compacto 57
– – lumbar 474 – de Sölder 452 – – áreas funcionales 534 – inserciones 60
– – sacra 474 – – pérdida de sensibilidad en lesión – – desarrollo 320 – laterotrusión 68
– – torácica 474 central del trigémino 121 – occipital 276, 320 – mediotrusión 68
– medular T10, unilateral 473 – de tensión, cabeza 6 – – áreas funcionales 534 – plano medio 68
– por presión de la raíz del nervio – divisoria de aguas, vertebrobasilar – – en sección horizontal 253, 432, 434 – porción alveolar 46
espinal, lesión discal 463 374, 377 – – lesión 478 – protrusión 68, 82
– radicular 462, 465 – fronteriza mucogingival 56 – – parte del sistema ventricular 312 – retrusión 68, 82
– – amplificación del dolor 465 – milohioidea 46, 90, 194 – – porción del sistema ventricular Manguito inflable 220
– – cervical 464 – nucal 312 – presión 221
– – daños motores 464 – – inferior 16, 21, 24, 72 – – vías de asociación 536 Manto cerebral 321, 435
– – músculos de identificación 464 – – superior 16, 21, 24, 72 – parietal 276, 320 Manubrio
– – ubicación 463 – – suprema 16, 21, 24 – – áreas funcionales 534 – del esternón 3, 90
LH (hormona luteinizante) 351 – oblicua de la mandíbula 46 – – en sección frontal 249 – del martillo 145, 148, 157
Liberación de hormonas 351 – oblicua del cartílago tiroides 213 – – vías de asociación 536 Manzana de Adán 212
– inhibidoras 351 – temporal inferior 27, 82 – piramidal dela glándula tiroides 222, Mapeo cerebral 328
Liberina 351 – temporal superior 27 230 Marcha 357
Ligamento(s) Linfoma, afectación de los ganglios – posterior de la hipófisis – de pato 469
– alar 74 linfáticos del cuello 111 (neurohipófisis) 350 Martillo 145, 146, 148
– amarillo 72, 74 Língula – posterior del cerebelo 366 – manubrio 145, 148
– anterior del martillo 149 – de la mandíbula 57, 66, 193 – – en sección – origen faríngeo 10
– anular del estribo 146, 149 – del cerebelo 366, 368 – – – frontal 426, 430 Masa lateral del atlas 71, 74, 92
– atlantooccipital 72 – – en sección sagital 443 – – – horizontal 253 Masticación, función del músculo
– – lateral 74 Líquido – – – sagital 439, 440 buccinador 80
– cricoaritenoideo 212 – cefalorraquídeo 307 – temporal 180, 276, 320 Mastoiditis 147
– cricotiroideo 212, 221 – – absorción 275, 307, 309 – – absceso 147 Matidez de los impulsos 499, 534
575
Maxilar 12, 14, 16, 20, 30, 44 – – – estructura del grupo principal – – – áreas centrales 399 – en el conducto vertebral 418
– anestesia central 65 399 – – – asta lateral 280, 396, 507 – en la calota 309
– avulsión 15 – – – lesión, grado de discapacidad – – – células de la raíz 399 – espacios 311
– cara nasal 30 475 – – – células internas 399 – espinales 280, 311, 418
– cara orbitaria 30, 37 – – – sustancia gris, áreas centrales – – – columna – in situ 274, 306
– cresta lagrimal anterior 37 399 – – – – anterior 280, 396 – inervación en la cavidad craneal 310
– dientes maxilares – – columna central 396 – – – – – columna central 398 – irrigación arterial 549
– – permanentes 48 – – cordón anterior 280, 358, 396, 507 – – – – lateral 280, 396 – leptomeninge 274, 307
– – – morfología 54 – – desarrollo 394 – – – – posterior 280, 396 – nervio óptico 169
– – posición 53 – – – embrionario 272, 273 – – – – – fascículo longitudinal 396 Meningitis
– en sección horizontal 255 – – drenaje venoso 283, 416 – – – desarrollo 394 – con otitis media 147
– resección 31 – – – sistema horizontal 416 – – – estructura – después de la fractura de la base
– seno, ver Seno maxilar – – – sistema vertical 416 – – – – citoarquitectura 399 del cráneo 23
Meato nasal – – en sección – – – – de capas 399 – irritación de los nervios sensitivos
– apertura de los senos nasales 43 – – – distal, relación a la columna 419 – – – – interna 398 310
– flujo de aire 41 – – – horizontal 255, 280 – – – forma de mariposa 280, 502 – postraumática 27
– inferior 41, 43, 147, 180 – – – transversal 397, 402, 404, 406 – – topografía 418 – ruta de infección del cuero
– – en sección frontal 246 – – estructura – – torácica cabelludo 19, 385
– medio 41, 43, 147, 181 – – – de los grupos de núcleos 399 – – – en sección transversal 397 Mesencéfalo 117, 270, 278, 354, 550
– – en sección frontal 246 – – – interna 280 – – – estructura del grupo principal – conducción del dolor 451
– superior 25, 41, 43, 147, 181 – – – segmentaria 394 399 – desarrollo embrionario 272
Mecanorecepción 284 – – extremo caudal 462 – – – lesión, nivel de discapacidad 475 – en sección
– alteración 405 – – fascículos 281, 396 – – trastorno circulatorio 414 – – horizontal 436
– sentido del oído 289 – – formación reticular 502 – – vasos sanguíneos 414 – – sagital 442
Mediastinitis 204 – – función integradora propia 281, – – – irrigación 415 – – transversal 362
Medicación, afectación 400 – – vía(s) 281, 507 – estructuras 443
de la transmisión sináptica 293 – – imagen de resonancia magnética – – – comisurales 540 – irrigación arterial 381
Medio interno 267 73 – – – motora 507, 510 – nervios craneales 112
– regulación 267 – – lumbar – – – – extrapiramidal 510 – relación con el sistema ventricular
Médula – – – estructura del grupo principal – – – – piramidal 510 312
– cerebelosa 279 399 – – – sensitiva 507, 508 – techo 277, 278
– espinal 267, 270, 280, 394, 416 – – – lesión, grado de discapacidad – – – – interconexión 509 Mesénquima, decíduo, desarrollo
– – anillo vascular 475 – oblongada, ver Bulbo raquídeo de los dientes 60
– – – arterial 415 – – – sustancia gris, áreas centrales – suprarrenal 272 Mesocorteza 330
– – – venoso 416 399 Mejilla, inervación sensitiva 187 Mesofaringe (orofaringe) 186, 202
– – aparato – – neuronas Melanoblastos 272 – en sección frontal 249
– – – exteroceptivo 281, 396, 507 – – – motoras 394, 396 Melanocitos, iris 167 Mesotímpano 149
– – – propio 281, 396, 400, 507 – – – parasimpáticas 396 Melanotropina a/b 351 Metástasis en los ganglios linfáticos,
– – – – diagrama de interconexión – – – sensitivas 394, 396 Melatonina 352, 527, 542 daño recurrente 133
401 – – – simpáticas 396 Membrana(s) Metatálamo 344
– – – reflejo 396, 400 – – – vegetativas 394 – atlantooccipital anterior 72 Metencéfalo 272, 279
– – arteria segmentaria 414 – – núcleos 502 – atlantooccipital posterior 72, 74 Micción
– – – oclusión 415 – – posición en el saco dural 397 – basilar 152 – centro, pontino 358
– – asta anterior 280, 396, 398, 507 – – relación de posición – cuadrangular 214 – control 359
– – – arco reflejo 400 con la columna 280 – de Bowman 165 – vía 411
– – – capas 399 – – saco dural 311 – de Bruch 164, 169 Microcefalia 17
– – – cervical 398 – – sacra 296 – de Descemet 165 Microglía 294
– – – desarrollo 273, 394 – – – áreas centrales parasimpáticas – de Reissner 152 – células, función 295
– – – estructura de la columna 296 – de Shrapnell 145 Midriasis 166, 173, 527
central 398 – – – en sección transversal 397 – espinales 274, 311 – paresia oculomotora 118, 166, 172
– – – estructura somatotópica 398 – – segmento 270, 394, 396 – estapedial 148 Midriáticos 166
– – – láminas 399 – – – asignación a la columna 395 – estatolítica 154 Mielinización
– – – lesión 472 – – – C4, daño 139 – glial superficial 307 – sistema nervioso central 295
– – – – con daño del fascículo – – – esquema 396 – mucosa de la cavidad bucal 186 – sistema nervioso periférico 295
piramidal lateral 472 – – – músculo clave 398 – periodontal 56, 57 Mielosis funicular 471
– – – lumbar 399 – – – músculos, inervados 475 – – diposición de las fibras Mioepitelio 167
– – – suministro de sangre 415 – – – principio de construcción de colágeno 57 Miopía 163
– – – trastorno circulatorio 415 – – – – funcional 394 – – formación 61 Miosis 166, 467, 527
– – asta lateral 280, 396, 402, 507 – – – – topográfico 394 – postsináptica 293 Miótica 166
– – – desarrollo 273, 394 – – – suministro de sangre 415 – preformativa 60 Miotoma 303
– – – lesión 472 – – suministro de sangre arterial 282, – presináptica 293 Mirada
– – asta posterior 280, 396, 507 414 – tectoria 73, 74, 152 – ajuste 527
– – – arco reflejo 400 – – – línea divisoria de la irrigación – timpánica (tímpano) 28, 142, 145, – seguimiento 527
– – – capas 399 arterial 414 146, 148 Mitocondria, célula nerviosa 292
– – – conducción del dolor 450 – – – sistema horizontal 414 – – porción flácida 145 Modiolo 151
– – – desarrollo 273, 394 – – – sistema vertical 414 – – porción tensa 145 Módulos, procesamiento cortical
– – – láminas 399 – – sustancia blanca 280, 394, 396, – tirohioidea 212, 218, 230 de la información sensitiva 446
– – – lesión 448 505, 507 – vítrea 19 Molar(es) 48
– – – – C5-C8 470 – – – asta anterior 280, 358, 396, 507 Memoria, función hipocampal 332, 534 – acumulación de superficie oclusal
– – – suministro de sangre 415 – – – asta lateral 280, 396, 507 Meninge(s) 306, 308 51
– – – trastorno circulatorio 415 – – – desarrollo 394 – craneales 311 – conductos radiculares 49
– – cervical – – sustancia gris 280, 394, 396, 398, – desarrollo 307 – cúspides 51
– – – en sección transversal 397 507 – duramadre, ver Duramadre – decíduos 58
576
– estructura de la superficie – – mal funcionamiento 520 – – – bucofaríngea 192, 198 – – laterales, profundos 88, 92
de masticación 51 – – origen faríngeo 10 – – – glosofaríngea 198 – – prevertebrales 88, 92, 204
– mandibulares 48 – – orígenes 86 – – – milofaríngea 198 – – rectos, profundos 88
– – cúspides bucales, distobucal, – estriada, inervación 506 – – – pterigofaríngea 198 – – superficiales 88
plano oclusal 52 – faríngea 198, 201 – constrictores de la faringe 198, 199 – del suelo de la boca 186, 194, 203
– maxilares 48 – – control motor inconsciente 521 – – inervación 130, 140, 203 – – inervación 120, 195
– morfología 54, 55 – – fascículos musculares accesorios – – origen de la faringe 10 – del trago 143
– número de cúspides 49 199 – – superior 192 – deltoides
– número de raíces 49 – – inervación 132, 219 – – – contraído 203 – – paresia 464
– permanente 60 – – origen 199 – corrugador superciliar 78, 80 – – segmento de la médula espinal
– – disposición 59 – – parálisis 219 – – función 81 475
– – inserción 59 – – superior – – origen 86 – depresor del ángulo de la boca 78,
– – tiempo de erupción 58 – – – en sección horizontal 255 – cricoaritenoideo 80
– segundo permanente 58 – – transición a la musculatura – – lateral 216, 218 – – función 81
Mordida, posición final 53 esofágica 199 – – – efecto sobre la glotis 216 – – origen 86
Moria 534 – lisa, inervación 506 – – posterior 201, 205, 216, 218 – depresor del labio inferior 78, 80
Movimiento(s) – prevertebral, inserciones 87 – – – inervación 132 – – función 81
– ajuste fino 361, 370, 511, 531 Músculo(s) 90 – – – paresia 216 – – origen 86
– complejo 286 – abductor corto del pulgar, segmento – cricotiroideo 215, 216, 224, 242 – depresor del tabique nasal 81
– – programación 455 de la médula espinal 475 – – inervación 132, 141, 216, 218 – – origen 86
– de la mirada, horizontal 482 – aductor mayor, segmento – – porción oblicua 198, 216, 218 – depresor superciliar 78, 80, 158
– de los dientes 57 de la médula espinal 475 – – porción recta 198, 216, 218 – digástrico 90
– descoordinado 455 – anticus, ver Músculo cricotiroideo – cuádriceps femoral 291 – – en sección frontal 85, 246, 248
– dirigido 454, 532 – ariepiglótico 216 – – inervación 469 – – en sección horizontal 204
– – programación secuencial 454 – aritenoideo oblicuo 201, 216 – – paresia 465 – – función 90
– espontáneos 459 – aritenoideo transverso 201, 216 – – segmento de la médula espinal – – inserción 90
– oculares – asignación de segmentos 475 – – tendón intermedio 194
– – al girar la cabeza 527 de la médula espinal 475 – cutáneo del cuello (platisma) 78, 81, – – vientre anterior 3, 85, 90, 194,
– – conjugado 482 – auricular 86, 89, 228, 246 198, 230
– – coordinación 482 – – anterior 79, 143 – de Horner 80 – – – inervación 90, 233
– – función de la formación reticular – – posterior 79, 143 – de Killian 199 – – – inserción 86
359 – – superior 79, 143 – de la espalda, autóctonos 88 – – vientre posterior 3, 90, 194, 198
– – habilidades 523, 543 – bíceps braquial – – inserciones 86 – – – inervación 90, 124, 126, 233
– – reflejos 359 – – paresia 464 – de la faringe – – – origen 87
– percepción 284 – – segmento de la médula espinal – – inervación 114 – dilatador de la pupila 166, 526
– trastorno 353, 458 475 – – orígenes 87 – – inervación 166, 177, 550, 528
– – corea-atetótico 357 – branquiogénicos 112 – de la laringe 216 – dorsal ancho, segmento
– voluntario 454 – braquiorradial, segmento – – control motor inconsciente de la médula espinal 475
– – programación secuencial 454 de la médula espinal 475 521 – elevador del ángulo de la boca 78, 80
MSH (a/b melanotropina) 351 – buccinador 78, 80, 192, 198, 204, 232, – – dirección de la tensión 217 – – en sección horizontal 255
Mucina, líquido lagrimal 161 235 – – externos 216 – – función 81
Mucosa – – en sección frontal 246 – – función 217 – – origen 86
– alveolar 56 – – en sección horizontal 255 – – inervación 114, 132, 134, 141 – elevador del labio superior 78, 80, 81,
– faríngea – – función 81 – – internos 216 86
– – distal, inervación 132 – – origen 86 – – – inervación 216 – elevador del labio superior y del ala
– – inervación 130 – cigomático mayor 78, 80, 81 – de la lengua 189 de la nariz 78, 80, 81, 158
– – relieve 200 – – función 81 – – externos 189 – – origen 86
– laríngea 214 – – origen 86 – – inervación 135, 189 – elevador del párpado superior 119,
– – canales 214 – cigomático menor 78, 80, 81 – – internos 189 158, 160, 172, 174, 177
– – inervación 132, 141, 218 – – origen 86 – de la mejilla 80 – – en sección frontal 246
– – subglótica 219 – ciliar 162, 164, 166, 480, 526 – de la úvula 187, 193, 201 – – en sección horizontal 250
– nasal – – inervación 114, 118, 177, 550, 528 – de los ojos – – inervación 118, 550
– – drenaje 43 – – parálisis 173 – – externos 172 – – parálisis 173
– – epitelio 184 – clave 398, 464 – – – acción 173 – elevador del velo del paladar 147,
– – función 184 – – asignación de segmentos – – – en sección frontal 246 187, 198, 201
– – glándulas 184 de la médula espinal 465 – – – inervación 118, 172 – – función 187
– – histología 184 – – daño de la raíz cervical 464 – – – inserción 172 – – lesión 219
– – inervación, sensitiva 546 – – daño de la raíz lumbar 465 – – – origen 172, 176 – – origen 87
– nasofaríngea, inervación 120 – constrictor inferior de la faringe 140, – – – parálisis 118, 173 – elevadores de la faringe 201
– olfativa 14, 116, 288, 490 198, 216, 218 – – función 173 – – inervación 201
– – inervación 183 – – porción – – internos – en el cráneo
– palatina, inervación sensitiva 187 – – – cricofaríngea 198 – – – inervación 118, 177 – – inserción 86, 87
Muela del juicio 49, 55 – – – fundiforme 199 – – – parálisis 118, 173 – – origen 86, 87
– tiempo de erupción 58 – – – oblicua 199 – – motores horizontales 173 – epicraneano 79
Musculatura – – – tirofaríngea 198 – – motores verticales – erector de la columna 88
– de la mímica 78, 143, 226 – constrictor medio de la faringe 198, – – – oblicuos 173 – escaleno anterior 92, 139, 230, 241,
– – control de movimiento, consciente 201 – – – rectos 173 242
521 – – porción ceratofaríngea 198 – – núcleos de los nervios craneales – – en sección horizontal 257
– – frente 81 – – porción condrofaríngea 198 521 – – función 92
– – función 80 – constrictor superior de la faringe – del antitrago 143 – – inserción 92
– – hendidura palpebral 80 198, 201, 204 – del cuello 88 – – origen 92
– – inervación 78, 124, 226 – – contraído 203 – – inserciones 86 – escaleno medio 139, 230, 241, 243
– – inserciones 86 – – porción – del cuello 88 – – en sección horizontal 257
577
Músculo(s) (cont.) – – inervación 135 – oblicuo inferior de la cabeza 245 – – inserción 82, 86
– escaleno posterior 241 – hioideos 189 – oblicuo superior 119, 158, 172, 177 – – origen 82, 86
– – en sección horizontal 257 – – inferiores 88, 90 – – en sección frontal 247, 248 – pterigoideos, inervación 123
– esfínter de la pupila 166, 480, 526 – – – inervación 139 – – en sección horizontal 250 – recto anterior de la cabeza 92
– – inervación 114, 118, 166, 177, 550, – – inserción 86 – – inervación 550 – – función 92
528 – – origen 86 – – parálisis 118, 173 – – inervación 92
– – parálisis 173 – – superiores 88, 90 – – tendón 172 – – inserción 87
– esplenio de la cabeza 244 – hipotenares, paresia 464 – oblicuo superior de la cabeza, – – origen 92
– – en sección horizontal 255, 256 – inervado plurisegmentariamente 398 inserción 86 – recto inferior 119, 172, 174
– – inserción 86 – infrahioideos 88, 90, 194 – occipitofrontal – – en sección frontal 246, 248
– estapedio 148, 485 – intertransverso posterior del cuello – – vientre frontal 78 – – en sección horizontal 252
– – función 149, 485 245 – – vientre occipital 79 – – inervación 118, 550
– – inervación 124 – largo de la cabeza 92 – – – inervación 125 – – parálisis 173
– – pérdida tras fractura del peñasco – – función 92 – – – origen 86 – recto lateral 119, 162, 163, 172, 177,
126 – – inervación 92 – omohioideo 90, 140, 241 483
– – tendón de inserción 146, 148 – – inserción 87, 92 – – función 90 – – en sección
– esternocleidomastoideo 3, 88, 229, – – origen 92 – – inervación 90, 139 – – – frontal 247, 248
232, 234, 242, 244 – largo del cuello 92 – – tendón intermedio 91 – – – horizontal 251
– – acortado 7 – – función 92 – – vientre inferior 91, 243 – – – sagital 262
– – cabeza clavicular 88 – – inervación 92 – – vientre superior 91 – – inervación 118, 550
– – cabeza esternal 88 – – inserción 92 – orbicular de la boca 78, 80 – – parálisis 118, 173
– – en sección horizontal 204, 256 – – origen 92 – – función 81 – recto lateral de la cabeza 92
– – función 88 – – porción – – inserción mandibular 86 – – función 92
– – inervación 88, 134, 141 – – – oblicua inferior 92 – – origen 86 – – inserción 87, 92
– – inserción 86, 88 – – – oblicua superior 92 – – prueba funcional 80 – recto medial 119, 162, 163, 172, 177,
– – lesión 134 – – – recta 92 – orbicular del ojo 78, 80 480, 483
– – origen 88 – linguales 189 – – en sección frontal 246 – – en sección frontal 246, 248
– – triángulo lateral del cuello 240 – longísimo de la cabeza 245 – – función 81 – – en sección horizontal 251
– esternohioideo 3, 90, 140, 198, 229, – – inserción 86 – – porción – – inervación 118, 550
243 – longitudinal inferior de la lengua – – – lagrimal 80 – – parálisis 173
– – función 90 189 – – – – origen 86 – recto posterior mayor de la cabeza
– – inervación 90, 139 – longitudinal superior de la lengua – – – orbitaria 80, 158 245
– – inserción 90 189 – – – – origen 86 – – inserción 86
– – origen 90 – masetero 78, 82, 232, 234 – – – palpebral 80, 158 – recto posterior menor de la cabeza
– esternotiroideo 90, 140, 229, 242 – – control de movimiento, consciente – – preparación 80 245
– – inervación 139 521 – – prueba funcional 80 – – inserción 86
– estilofaríngeo 140, 198, 201, 204 – – en sección frontal 85, 247, 248 – origen faríngeo 10 – recto superior 119, 159, 163, 172,
– – inervación 130, 140, 201 – – en sección horizontal 204, 253, 254 – palatofaríngeo 193, 201, 204 174, 177
– estilogloso 140, 189, 198, 204 – – función 82 – – en sección sagital 261 – – en sección
– – inervación 135 – – inervación 78, 82, 114, 120, 123, 233, – – inervación 130 – – – frontal 247, 248
– – origen 87 237 – palatogloso 189, 193, 204, 209 – – – horizontal 250
– estilohioideo 90, 126, 198, 204 – – inserciones 82, 86 – – inervación 135, 189, 190 – – – sagital 262
– – inervación 124, 233 – – mal funcionamiento 520 – pectíneo 469 – – inervación 118, 550
– – origen 87 – – origen faríngeo 10 – pectoral mayor – – parálisis 173
– extensor largo del dedo gordo – – orígenes 82, 86 – – paresia 464 – risorio 78, 80
– – paresia 465 – – porción profunda 82, 83, 84, 199, – – segmento de la médula espinal – – función 81
– – segmento de la médula espinal 247 475 – salpingofaríngeo 147, 201
475 – – porción superficial 82, 83, 84, 199, – peroneos, paresia 465 – – inervación 130
– extensores 247 – prevertebrales 92 – sartorio, inervación 469
– – neuronas en el cuerno anterior – – profundo 84 – prócer 78, 158, 262 – semiespinoso de la cabeza 244
cervical 398 – – superficial 82 – pterigoideo lateral 82, 84, 235, 236, – – en sección horizontal 254
– – tonificación 487 – mayor del hélix 143 237 – – inserción 86
– externos del globo ocular 172 – menor del hélix 143 – – cabeza inferior 69, 84, 85, 263 – semiespinoso del cuello 256
– flexores, neuronas en el asta – mentoniano 78, 80, 81 – – – inserción 67 – supinador, paresia 467
anterior cervical 398 – – función 81 – – cabeza superior 69, 84, 85, 263 – suprahioideos 88, 90, 194, 216
– geniogloso 189 – milohioideo 90, 189, 194, 198, 230 – – – inserción 67 – tarsal
– – en sección frontal 246, 248 – – en sección frontal 85, 246, 248 – – en sección – – de Müller 159
– – en sección sagital y media 260 – – en sección sagital y media 260 – – – frontal 85, 249 – – inferior 159
– – inervación 135, 140 – – función 90 – – – horizontal 253, 254 – – superior 158
– – paralizado 189 – – inervación 90, 233 – – – sagital 262 – – – inervación 528
– geniohioideo 86, 90, 140, 189, 194, – – origen 86, 90 – – función 82 – temporal 82
202, 210 – motoneuronas en columnas – – inervación 82 – – cabeza accesoria 247
– – en sección frontal 85, 246, 248 nucleares 398 – – inserción 46, 82, 86 – – en sección frontal 85, 247, 248
– – función 90 – nasal 78, 80, 158 – – origen 82, 86 – – función 82
– – inervación 90, 139 – – función 81 – – trayecto de la arteria maxilar 237 – – inervación 82, 123
– – inserción 90 – – porción alar, origen 86 – pterigoideo medial 34, 82, 84, 193, – – inserción 82, 86
– – origen 90 – – porción transversa, origen 86 199, 235, 236, 237 – – origen 82, 86
– glúteo mayor, paresia 465 – oblicuo de la oreja 143 – – en sección – temporoparietal 79
– glúteo medio – oblicuo inferior 119, 172, 174 – – – frontal 85, 248 – tensor de la fascia lata, lesión 469
– – lesión 469 – – en sección frontal 246 – – – horizontal 204, 255 – tensor del tímpano 146, 148, 156,
– – paresia 465 – – en sección horizontal 252 – – – sagital 262 237, 521
– glúteo menor, lesión 469 – – inervación 118, 550 – – función 82 – – función 149
– hiogloso 140, 189, 194, 198 – – parálisis 173 – – inervación 82, 237 – – inervación 120, 123
578
– tensor del velo del paladar 147, 187, Nervio(s) 267, 269, 271, 504 – – ramo comunicante con el nervio – – C8 258
198, 201 – abducens 36, 112, 118, 172, 175, lagrimal 122, 127 – – – lesión del ramo ventral 466
– – función 187 178, 550 – ciliares cortos 122, 175, 177, 300, – – cervical 76, 92, 138
– – inervación 120, 123 – – área de inervación 118 480, 528 – – – ramo cutáneo dorsal 244
– – origen 87 – – curso extradural 179 – ciliares largos 122, 175 – – – ramos meníngeos 310
– tensores de la laringe 216 – – en sección frontal 249 – coclear 146, 151, 152, 157, 289, 484, – – compresión 77
– tibial anterior – – entrada a la órbita 176 515, 529 – – ganglio, ver Ganglio espinal
– – paresia 465 – – lesión 118 – craneal(es) 112, 271 – – invaginación dural, saco radicular
– – segmento de la médula espinal – – salida del tronco del encéfalo – – I, ver Nervio olfatorio 311
475 355 – – II, ver Nervio óptico – – lumbar, daño por presión 463
– tiroaritenoideo 214, 216, 218 – accesorio 88, 112, 134, 138, 141, – – III, ver Nervio oculomotor – – puntos de salida, drenaje
– – porción tiroepiglótica * 216 224, 230 – – IV, ver Nervio troclear de líquido cefalorraquídeo 314
– tiroepiglótico (porción tiroepiglótica – – área central 134 – – V, ver Nervio trigémino – – raíz
del músculo tiroaritenoideo) 216 – – área de inervación 134 – – VI, ver Nervio abducens – – – anterior, ver Raíz anterior
– tirohioideo 90, 140, 198, 203, 218, – – base del cráneo 207 – – VII, ver Nervio facial – – – C2 244
229, 242 – – en sección horizontal 204, 255 – – VIII, ver Nervio vestibulococlear – – – C8 242
– – función 90 – – ganglios linfáticos 111 – – IX, ver Nervio glosofaríngeo – – – posterior, ver Raíz posterior
– – inervación 90, 139, 140 – – lesión 134, 141 – – X, ver Nervio vago – – – T1 242
– transverso de la lengua 189 – – paso 134 – – XI, ver Nervio accesorio – – ramo(s)
– transverso de la oreja 143 – – raíz craneal 114, 134 – – XII, ver Nervio hipogloso – – – cutáneos laterales 463
– trapecio – – raíz espinal 114, 134 – – aferentes – – – cutáneos posteriores 463
– – en sección horizontal 256 – – – en sección horizontal 254 – – – especial 112 – – – dorsal 138, 297
– – función 88 – – ramo externo 134, 208, 240, 242, – – – somático 112 – – – meníngeo 394
– – inervación 88, 134, 141 244 – – – visceral especial 112 – – – posterior 463
– – inserción 88 – – – en sección horizontal 256 – – arcos faríngeos 10 – – – ventral 76, 138
– – lesión 134 – – – lesión 240 – – eferentes – – relación con la apófisis unciforme
– – origen 86, 88 – – ramo interno 134 – – – branquiogénico 112 76
– – porción – – salida del tronco del encéfalo 355 – – – somático 112 – – T1 258
– – – ascendente 88 – alveolar inferior 46, 123, 195, 233, – – – visceral 112 – – – lesión del ramo ventral 466
– – – descendente 88 235, 236 – – – – especial 112 – – topografía 418
– – – transversa 88 – – anestesia central 64, 65, 192 – – en el conducto auditivo interno – – transmisión de la propiocepción
– – segmento de la médula espinal – – curso de la arteria maxilar 237 151 284
475 – – en sección – – en el cuello 138 – – transmisión exteroceptiva 284
– – triángulo lateral del cuello 240 – – – frontal 246, 248 – – falso 271 – espinoso, ramo meníngeo 310
– tríceps braquial – – – horizontal 204, 255 – – fibras eferentes viscerales 300 – esplácnico mayor 296
– – paresia 464 – – – sagital 263 – – – en las ramas del trigémino 120 – esplácnicos 271, 296
– – segmento de la médula espinal – – ramos dentales inferiores 123 – – fibras olfatorias 191 – – axones nociaferentes 302
475 – alveolar superior medio 122 – – ganglios 115 – – pélvicos 296, 301
– tríceps sural, paresia 465 – alveolares maxilares posteriores, – – hacia la órbita 178 – estapedio 124, 126, 485
– vasto medial, paresia 465 anestesia de conducción 64 – – sección frontal del cerebro 420, – etmoidal
– ventricular 219 – alveolares superiores 422, 424 – – anterior 36, 122, 177, 183, 547
– vertical de la lengua 189 – – posteriores 122 – – sensibilidad somática 284 – – – ramos
– vocal 214, 216, 219 – – ramos alveolares superiores – – sentido del gusto 289 – – – – meníngeos 310
– – en sección horizontal 259 posteriores 236, 239 – – trayectos en el seno cavernoso – – – – nasales
– ampular 176 – – – – – internos 183
– – anterior 129, 151, 154, 529 – – verdadero 271, 278 – – – – – laterales 183, 547
N – – lateral 129, 151, 154, 529 – cutáneo femoral lateral 468 – – – – – mediales 182, 547
– – posterior 129, 151, 154, 529 – cutáneo, zona de inervación 463 – – posterior 36, 177, 547, 550
Nariz 40, 180 – auricular 151 – de los músculos del ojo 118 – – superior 122
– ala 40 – – mayor 138, 228, 232, 240, 244 – – trayectos 119 – facial 78, 90, 112, 124, 149, 150, 159,
– dorso 32 – – – inervación de la oreja 144 – del conducto pterigoideo 127, 239, 178, 195, 226, 232, 234, 237, 370,
– drenaje venoso 549 – – – inervación de la piel 245 300, 550, 528 517
– exterior 40 – – posterior 125, 126, 233, 234 – – tipos de fibras 127 – – área principal 124
– inervación – auriculotemporal 66, 123, 226, 232, – del músculo tensor del tímpano – – área de inervación 124
– – sensitiva 546 233, 234, 236, 300, 528 123, 149, 237 – – en sección horizontal 204, 253
– – vegetativa 547 – – área de inervación 123 – del músculo tensor del velo – – en sección sagital 263
– irrigación arterial 546, 549 – – bucle alrededor de la arteria del paladar 123, 237 – – fibras parasimpáticas
– mucosa 181 meníngea media 236 – erigentes 301 visceroeferentes 127, 296
– músculos faciales 80 – – en sección horizontal 254 – espinal 271, 280, 394, 462, 531 – – fibras visceroeferentes 300
– unidad osteomeatal 43, 184 – – inervación de la oreja 144 – – aferentes del dolor, visceral 302 – – ganglios 124
– vías de conducción 546 – – ramo meníngeo 123, 237 – – axones simpáticos 297 – – – sensitivo 115
Nasofaringe 186, 202 – – vía visceroeferente 120 – – C1 – – – vegetativos 115
– en sección – bloqueo, terapia del dolor 453 – – – raíz ventral 355 – – inervación de la oreja 144
– – frontal 85, 249 – bucal 123, 187, 193, 233, 235, 236 – – – ramo ventral 92 – – inervación del oído medio 146
– – horizontal 254 – – anestesia de conducción 64 – – C2 261 – – lesión 124
– – sagital y media 260 – – en sección frontal 247 – – C3 261 – – localización del tronco
Neocerebelo 367 – – en sección horizontal 254 – – C4 256, 261 en la parotidectomía 211
Neocórtex 276, 321 – caroticotimpánico 131 – – C5 256, 261 – – origen faríngeo 10
– capas 326, 493 – cervicales, pares 395 – – – lesión del ramo ventral 466 – – paso 124
– enfermedad de Alzheimer 498 – ciático 468 – – C6 256, 258, 261 – – ramo(s) 233
– esquema 494 – – lesión 469 – – – lesión del ramo ventral 466 – – – bucales 125, 226, 233, 234
– histología 326 – cigomático 32, 36, 122, 127, 239, 300, – – – ramo dorsal 244 – – – cigomáticos 125, 226, 233, 234
Neorrubro 357 550, 528 – – C7 257, 258, 261 – – – del cuello 125, 228, 233
579
580
– temporales profundos 66, 82, 123, – – inervación de la oreja 144 – – – entrada sensitiva 460 – acumbens 440, 458
235, 237 – – inervación laríngea 215 – – – influencia – – en sección sagital 441
– tibial, paresia 469 – – lesión – – – – de las células de Renshaw 401 – adulto del cristalino 165
– timpánico 130, 146, 203, 300, 528 – – – central 219 – – – – de las vías largas 401 – ambiguo 114, 130, 132, 134, 203,
– – ramo tubárico 131 – – – periférica 219 – – – – inhibidora 401 356, 358, 525, 544
– torácico largo 466 – – origen faríngeo 10 – – – inhibición, recurrente 399, 401 – – del nervio glosofaríngeo 521
– toracodorsal 466 – – paso 132 – – – prueba funcional 460 – – del nervio vago 521
– transverso del cuello 125, 139, 228, – – posición de pliegue vocal 219 – – – reflejo del tendón rotuliano 291 – – disposición del grupo celular 219
233, 240 – – ramo(s) – – – sistema motor extrapiramidal – – sección transversal del bulbo
– – anastomosis con el ramo cervical – – – auricular 132, 141, 529 460 raquídeo 364
del nervio facial 240 – – – cardíacos cervicales 133 – – – sistema motor piramidal 454 – anterior del tálamo 346, 349, 492
– trigémino 78, 112, 120, 126, 175, – – – faríngeo 132, 141, 529 – – desarrollo 273 – anteriores del tálamo 343, 344, 542
178, 195, 232, 233, 370, 550, 529 – – – meníngeos 132, 310, 529 – – g 399, 409, 510 – anterolateral 398
– – área central 114, 120, 356 – – salida del tronco del encéfalo 355 – – inferior 472 – basal 333
– – área de inervación 120, 232 – – vía del gusto 289, 488, 517 – – médula espinal 394, 396 – basales 276, 287, 321, 336, 411, 458,
– – en sección horizontal 252 – vegetativo 271 – – superior 472 502
– – fibras – vestibular 146, 151, 157, 289, 506, 529 – multipolar 115 – – bucle motor 287, 459, 530
– – – motoras 233 – – conexiones centrales 486 – – con axón corto 293 – – clasificación 336
– – – visceroaferentes 120 – – ramo comunicante coclear 151 – – con axón largo 293 – – definición 503
– – – visceroeferentes 120 – vestibulococlear 112, 128, 150, 151, – neurosecretoras 350 – – del cerebro anterior, influencia
– – ganglio sensitivo 115 289, 370, 529 – parasimpáticas 396 moduladora subcortical 495
– – inervación – – área central 128, 356 – polarización funcional 268 – – drenaje venoso 389
– – – de la mucosa de la cavidad bucal – – en sección horizontal 253 – posganglionar 115 – – en sección frontal 337
187 – – en sección sagital 263 – preganglionar 115 – – en sección horizontal 337
– – – de la oreja 144 – – fibras al cerebelo 129 – pseudounipolares, 115, 293, 299, – – hemorragia masiva 391
– – – del tabique nasal 183 – – ganglios vegetativos 115 356, 400 – – mal funcionamiento 455, 458
– – lesión 120 – – porción coclear, área central 114, – – conductora del dolor – – programación de la secuencia
– – porción mayor 176, 178 356 (nociceptiva) 302, 450 de movimientos 454
– – porción menor 176, 178 – – porción vestibular, área central – segmento – caudado 321, 333, 336
– – prueba funcional clínica 123 114, 356 – – conductor 292 – – aferentes 357
– – raíz motora 120, 355 – – raíz coclear 128 – – de producción de la señal 268 – – eferentes 357
– – – en sección frontal 420, 422 – – raíz vestibular 128 – – receptor 292 – – en sección
– – raíz sensitiva 120, 355 – – salida del tronco del encéfalo 355 – – transmisor 292 – – – frontal 249, 420, 422, 424, 426
– – – en la sección frontal 420, 422 – – tumor 128, 151 – sensitiva(s) 281, 507 – – – horizontal 276, 432, 434
– – ramos 120 – viscerales 271 – – desarrollo 273 – – – sagital 261, 439, 440
– – – meníngeos 310 Neuralgia del trigémino 120 – – médula espinal 394, 396 – – habilidades motoras 458
– – – puntos de salida 6, 123, 227 Neurinoma acústico 128, 151, 367 – simpáticas 396 – – posición con el sistema
– – – trayectos 122 Neurita, ver Axón – terminal 503 ventricular 313, 425
– – salida del tronco del encéfalo 355 Neurocráneo 13 – variantes adaptadas a la función 293 – – relación al tálamo 434
– – transmisión de la propiocepción – deformidades 17 – vegetativas 507 – – relación al ventrículo lateral 421,
284 – recién nacido 17 – – desarrollo 273 424
– – transmisión exteroceptiva 284 – sección sagital y media 260 Neurosecreción 350 – célula nerviosa 292
– – trayecto 64, 121 Neurofilamentos 292 Neurotelio 309, 311 – central del cuerpo amigdalino 333
– troclear 36, 112, 118, 172, 175, 176, Neuroglia 269, 294 Neurotransmisión NCNA 304 – centromediano 344
178, 550 – función 295 Neurotransmisor 268 – – aferentes 346
– – área central 118 – método de tinción 294 – activador 292 – – eferentes 346
– – área de inervación 118 Neurohipófisis 316 – inhibidor 292 – centros funcionales 358
– – cruce de fibras 118 – conexión a núcleos hipotalámicos – interacción presináptica 305 – – arquitectura de los transmisores
– – en sección frontal 249, 420, 422, 350 – núcleos reticulares 358 358
424 – región neurohemática 316 Neurotúbulos 292 – – citoarquitectónica 358
– – entrada a la órbita 176 Neurona(s) 268, 292 Nistagmo 526 – cerebelosos 279, 368
– – lesión 118 – activadoras talamocorticales 459 – optocinético 479 – – eferentes 361
– – paso 118 – bipolar 293, 484, 490 – vestibular 150, 523 – cocleares 114, 128, 356, 484
– – salida del tronco del encéfalo 355 – cuerpo 268 Nitidez 527 – – anterior 114, 128, 484, 515, 529,
– utricular 129, 151, 154, 529 – de origen 503 Nociceptor 446, 450 539, 544
– utriculoampular 151 – de proyección 293, 327, 399 Nodo Ranvier 292, 294 – – – conexión con la oliva superior
– vago 112, 132, 138, 206, 208, 296, – división 294 Nódulo 538
300, 529 – excitadoras simpáticas, bulbo – del cerebelo 366, 368, 532 – – posterior 114, 128, 484, 515, 529,
– – área de inervación 132 raquídeo 299 – – en sección sagital 443 544
– – – periférica 203 – función 295 – tiroideo, en gammagrafía – con melanina 357
– – – sensitiva 133 – gustativa, pseudounipolar, aferente – – caliente 225 – cortical del cuerpo amigdalino 333
– – – visceromotora 133 127, 488 – – frío 225 – cuneiforme 346, 361, 404, 444, 449,
– – área nuclear 132, 203 – inhibidoras talamocorticales 459 Noradrenalina 297, 298, 305 451, 508
– – base de cráneo 207 – intercambio de señales 268 Norma – – accesorio 365, 444, 508
– – en el cuello 141, 230, 242 – intermedia, ver Interneurona – facial 14 – – sección transversal del bulbo
– – en sección horizontal 204 – intramural 297 – lateral 12 raquídeo 365
– – en sección horizontal de la cabeza – microscopía electrónica 292 – occipital 16 – de Bechterew (vestibular superior)
254 – motora(s) 281, 286, 507 – vertical 19 487
– – fibras aferentes somáticas 132 – – a 293, 360, 399, 409, 510 Notocorda dorsal 272 – de Cajal (intersticial) 486
– – fibras motoras 219 – – – daño del axón 461 Núcleo(s) 269, 276, 502, 542 – de Darkshevich (comisural
– – ganglio – – – desarrollo 273 – accesorio del nervio oculomotor posterior) 486
– – – sensitivo 115, 132, 529 – – – en núcleos de nervios craneales 114, 118, 300, 356, 480, 550, 522, – de Deiters (vestibular lateral) 114,
– – – vegetativo 115, 132, 529 521 526, 527, 528, 544, 545 128, 460, 487, 529, 544
581
Núcleo(s) (cont.) – – troclear 114, 118, 356, 358, 360, – hipotalámicos – – – vía motora 510, 531, 533
– de Edinger-Westphal (accesorio 482, 544 – – anterior 348 – – superior 484, 515, 538
del nervio oculomotor) 114, 118, – del rafe 358 – – conexión – – – conexiones 538
300, 356, 480, 522, 526, 527, 528, – – axones al sistema límbico 358 – – – a la adenohipófisis 351 – olivares inferiores 538
544, 545 – – sistema analgésico central – – – a la neurohipófisis 350 – oscuro del rafe
– de integración, talámicos 344, 347 descendente 453 – – mamilar 348 – parabraquial medial 488
– de la deglución (vestibular medial) – del rafe 358, 453 – – medio 348 – parasimpáticos 545
114, 128, 487, 529, 544 – del tálamo, en sección – – posterior 348 – – sacros 545
– de los músculos del ojo 486 – – frontal 424, 426 – – tuberal 348 – paraventricular 348, 350, 542
– de los nervios craneales 114, 296, – – horizontal 433 – infundibular 542 – parvocelular, axones del nervio
356, 358, 544 – – sagital 441, 442 – intermedio 542 óptico 479
– – aferente somático 114, 356, – del tracto espinal del nervio – intermediolateral 547, 550, 526, 528, – pontino (principal) del nervio
544 trigémino 203 545 trigémino 115, 120, 449, 513
– – aferente visceral 114, 356, 545 – del tracto mesencefálico del nervio – intermediomedial 545 – pontino del rafe 358
– – – especial 114 trigémino 203 – interpeduncular 353, 490, 492 – pontinos 354, 358, 531
– – control cortical 521 – del tracto solitario 124, 127, 132, 203, – interpósito anterior 368, 532 – – axones corticales 457
– – eferente somático 114, 356, 544 356, 517, 529, 545 – interpósito posterior 368, 486, 532 – posterior del hipotálamo 348
– – eferente visceral 114, 356, 544 – – porción – interpuesto anterior, ver Núcleo – posterior del rafe 358
– – – especial 114 – – – gustativa 289, 488 emboliforme – posterolateral 398
– – embriogénesis 114 – – – inferior 114, 130, 132, 356, 545 – interpuesto posterior, ver Núcleo – preóptico 348
– – motor somático 356 – – – superior 114, 130, 132, 356, 545 globoso – prepósito 523
– – motor visceral 356, 544 – del trigémino 513 – intersticial 486, 523 – – del hipogloso 482
– – motores 360, 409, 521 – dentado 346, 368, 532 – intralaminares 344, 508, 543 – pretectal anterior 451
– – – fibras corticonucleares – – en sección – lateral – – sistema analgésico central
bulbares 456, 521 – – – frontal 428 – – del cerebelo, ver Núcleo dentado descendente 453
– – – hacia ambos lados (bilateral) – – – horizontal 253 – – del cuerpo amigdalino 333 – principal (pontino) del nervio
360, 456 – – – sagital 441 – – posterior del tálamo 344, 347 trigémino 115, 120, 356, 449, 513,
– – – hacia el lado contrario – – – transversal del puente 363 – lenticular 458 544
(contralateral) 360, 456 – diencefálicos 359 – lentiforme 336 – – en sección transversal del puente
– – – hacia el mismo lado (ipsilateral) – dorsal – – habilidades motoras 458 363
360, 456 – – del nervio vago 114, 132, 300, 356, – magno del rafe 358, 451 – pulposo 76, 463
– – sensitivo somático 356, 544 358, 545 – mamilares 348 – pulvinares 542
– – sensitivo visceral 356 – – – sección transversal del bulbo – – lateral 542 – reticular del tálamo 343, 345, 542
– – tronco del encéfalo 115 raquídeo 364 – – medial 542 – reticulares 358
– de origen 114, 356, 503, 551 – – del tegmento 353 – medial – retroposterolateral 398
– de Perlia 480 – – lateral del tálamo 344, 347 – – del cerebelo 368, 532 – rojo 118, 278, 347, 353, 358, 360, 411,
– de terminación 114, 356, 503, 551 – dorsales del tálamo 543 – – del cerebelo, ver Núcleo 458
– definición 502 – dorsolateral 397 del fastigio – – aferentes 357
– del colículo inferior 484, 515, 539 – dorsomedial 398 – – dorsal del tálamo 344 – – axones corticales 457
– del colículo superior 362 – emboliforme 348, 368, 532 – – – aferentes 347 – – eferentes 357
– del cordón posterior, axones – – en sección frontal 429 – – – eferentes 347 – – en sección
corticales 457 – – en sección transversal del puente – mediales del tálamo 519, 542 – – – frontal 424
– del cuerpo 363 – mediano del rafe 358 – – – horizontal 250, 436
– – geniculado lateral 344, 347 – embrionario del cristalino 165 – medios del tálamo 543 – – – sagital 442
– – geniculado medial 344, 347 – espinal del nervio accesorio 114, – mesencefálico del nervio trigémino – – – transversal del mesencéfalo 362
– – trapezoideo 484, 515 134, 356, 521, 544 114, 120, 356, 513, 529, 544 – – fascículos motores 287, 510, 531
– del fastigio 368, 486, 532 – espinal del nervio trigémino 115, – – en sección transversal – – función 357
– – en sección frontal 429 120, 130, 132, 356, 449, 452, 512, del mesencéfalo 362 – – lesión 357
– – en sección transversal del puente 529, 544 – – en sección transversal del puente – – ubicación 357
363 – – en sección transversal del bulbo 362 – rostral intersticial, del fascículo
– del lemnisco lateral 484, 515, 539 raquídeo 364 – motor 503 longitudinal medial 482
– del nervio – – en sección transversal del puente – – del nervio – salival 517
– – abducens 114, 118, 124, 356, 358, 363 – – – abducens 523 – – inferior 114, 130, 210, 300, 356,
360, 482, 486, 544 – – lesión 448 – – – facial 521 488, 528, 544, 545
– – – en sección transversal – – porción – – – hipogloso 521 – – superior 114, 124, 127, 210, 300,
del puente 363 – – – caudal 452 – – – trigémino 114, 120, 356, 358, 356, 488, 547, 550, 528, 544, 545
– – accesorio 365 – – – interpolar 452 360, 544 – sensitivo 503
– – coclear 364 – – – oral 452 – – – – en sección transversal – – principal del nervio trigémino 203,
– – facial 114, 124, 356, 358, 544 – – vía del dolor 452 del puente 363 529
– – – en sección – fetal del cristalino 165 – – – troclear 522 – septales 519
– – – – dorsal 125, 360 – geniculado lateral 542 – motores 286 – simpáticos 545
– – – – transversal del puente 363 – geniculado medial 515, 539, 542 – – del ojo 482 – solitario, ver Núcleo del tracto
– – – – ventral 125, 360 – gigantocelular 451 – nombre propio 503 solitario
– – – reflejo del estapedio 485 – globoso 368, 486, 532 – oculomotor 114 – subtalámico 342, 353, 458, 531, 542
– – hipogloso 114, 135, 356, 358, 360, – – en sección frontal 429 – – accesorio 115 – – en sección sagital 441
544 – – en sección transversal del puente – – topografía 118 – supraóptico 348, 350, 542
– – – en sección transversal del bulbo 363 – olfatorio anterior 490, 491, 519 – supraquiasmático 479, 526, 542
raquídeo 364 – grácil 346, 361, 404, 444, 449, 508 – olivar – talámicos 344, 542
– – oculomotor 114, 118, 356, 358, – – en sección transversal del bulbo – – accesorio 361 – – anterior 343, 344
360, 480, 482, 486 raquídeo 365 – – inferior 524, 532 – – – influencia sobre la corteza
– – – accesorio 115 – habenulares 353, 490, 492, 542 – – – en sección sagital 441 cerebral 495
– – – en sección transversal – – aferentes 353 – – – en sección transversal del bulbo – – dependiente de la corteza 344
del mesencéfalo 362 – – eferentes 353 raquídeo 364 – – dorsal 344, 347
582
583
584
– hipogástrico inferior 296 – occipital 117, 276, 320, 322 – milofaríngea del músculo – venosa central 7
– intraparotídeo 124, 232, 234 – posterior del cristalino 165 constrictor superior de la faringe – venosa, intramedular 417
– lumbar 468 – temporal 276 198 Presorreceptores 299
– lumbosacro 468 Pómulo 32 – nasal de la faringe 202 – arco aórtico 132
– – lesión 468 Pontocerebelo 367, 532 – oblicua del músculo – seno carotídeo 130
– mientérico 304 Porción – – constrictor inferior de la faringe Presubículo 493
– nervioso 271 – alveolar de la mandíbula 46 199 Primer molar permanente 58
– – formación 398 – – cambios relacionados con la edad – – cricotiroideo 198 Primordio dentario 59
– – vegetativo 271 47 – olfatoria de la capa mucosa – embrionario 60
– oftálmico 550 – basilar del hueso occipital 24, 92 de la nariz 116 PRL (prolactina) 351
– parotídeo 211 – basilar del puente (pie peduncular) – opercular del giro frontal inferior Proceso
– pterigoideo 549 357 322, 534 – ciliar 164
– – conexión de las venas faciales 227 – bucofaríngea del músculo – óptica de la retina 164, 168 – cocleariforme 147
– sacro 468 constrictor superior de la faringe – – hoja externa 168 – frontal, embrionario 8
– – lesión 469 198 – – hoja interna 168 Programa de ejercicios 531
– simpático carotídeo interno 207 – cartilaginosa de la trompa auditiva – oral de la faringe 202 Prolactina 351
– submucoso externo 304 147, 207 – oral del núcleo espinal del nervio Prolapso de disco 470
– submucoso interno 304 – caudal del núcleo espinal del nervio trigémino 452 – medial 463
– tímpánico 120, 146, 528 trigémino 452 – orbitaria – mediolateral 463
– tiroideo impar 108, 215, 230 – cavernosa de la arteria carótida – – del giro frontal inferior 322 Prominencia
– venoso interna 374 – – del hueso frontal 26 – del conducto semicircular lateral
– – basilar 383 – central del ventrículo lateral 312 – – del músculo orbicular del ojo 80 146
– – de la faringe 204, 206 – – en sección – ósea de la trompa auditiva 147, 207 – del martillo 145, 149
– – de la próstata 417 – – – frontal 423, 424, 428 – palpebral del músculo orbicular – laríngea 3, 212
– – del conducto del nervio hipogloso – – – horizontal 432 del ojo 80 Promontorio del tímpano 146
107, 385 – – – sagital 440 – petrosa de la arteria carótida interna Propiocepción 284, 290, 371, 412, 506,
– – del esófago 205 – – proyección sobre el cráneo 319 374 509
– – del foramen oval 383, 384 – ceratofaríngea del músculo – petrosa del hueso temporal 13, 16, – consciente 444, 509
– – pterigoideo 104, 106, 107, 109, constrictor medio de la faringe 207, 252 – – alterada 405
384 198 – pterigofaríngea del músculo – – vías 404
– – – anastomosis con las venas – cerebral de la arteria carótida constrictor superior de la faringe – fallo 473
temporales superficiales 108 interna 374 198 – inconsciente 284, 444, 509
– – tiroideo impar 109 – cervical de la arteria carótida interna – pterigoidea de la arteria maxilar 100, – – vías 406
– – vertebral 283, 417 374 238 – regulación del equilibrio 486
– – – drenaje de líquido – ciega de la retina 168 – pterigopalatina de la arteria maxilar – vía trigeminal 513
cefalorraquídeo 314 – ciliar de la retina 168 100, 238 – vías 285
– – – externo 19, 107, 384 – compacta de la sustancia negra 357, – recta del músculo cricotiroideo 198 Prosencéfalo, desarrollo embrionario
– – – – anterior 417 459, 531 – reticular de la sustancia negra 357, 272
– – – interno 384, 416 – condrofaríngea del músculo 459, 531 Próstata, plexo venoso 417
– – – – anterior 283, 417, 418 constrictor medio de la faringe – tensa de la membrana timpánica 145 Protección acústica 485
– – – – posterior 417, 418 198 – timpánica del hueso temporal 13, 20, Proteínas morfogenéticas óseas 61
– visceral 505 – cricofaríngea del músculo 145 Protopatía 284
Pliegue(s) constrictor inferior de la faringe – tiroepiglótica del músculo Protuberancia(s)
– ariepiglótico 200, 205, 214, 216 198 tiroaritenoideo 216 – del corazón, embrionario 10
– – vista laringoscópica 221 – escamosa del hueso temporal 13, 16, – tirofaríngea del músculo constrictor – del maxilar, embrionaria 8
– faríngeo 192 66 inferior de la faringe 198 – faciales, embrionarias 8
– glosoepiglótico medio 220 – esfenoidal de la arteria cerebral – triangular del giro frontal inferior – – derivados 8
– – vista laringoscópica 221 media 376 322, 534 – mandibular, embrionaria 8
– laríngeos 202, 214, 219, 221 – flácida de la membrana timpánica Posticus, ver Músculo cricoaritenoideo – mentoniana 3, 46
– – en la laringe, imagen especular 145 posterior – occipital externa 3, 4, 16, 21, 24, 72
217 – fundiforme del músculo constrictor Postura 357 – occipital interna 72
– – vista laringoscópica inferior de la faringe 199 – de la cabeza, compensatoria 179 Prueba
– nasolabial, pronunciado 186 – glosofaríngea del músculo Potencial – auditiva 128
– pterigomandibular 192 constrictor inferior de la faringe – de acción 268 – – objetivo 485
– salpingofaríngeo 181, 197, 200, 202 198 – de membrana 292 – de confrontación, determinación
– – folículo linfático 197 – insular de la arteria cerebral media – postsináptico del campo de visión 477
– sublingual 210 376 – – excitador 292 – de coordinación 291
– superior del martillo 149 – intercartilaginosa de la rima glótica – – inhibidor 292 – de reflejos 291, 460
– vestibular 202, 214, 219, 221 216 PPSE (potecial postsináptico – de Unterberger 291
– – en la laringe, imagen especular – intermedia del cerebelo 366 excitador) 292 – del coma, reflejo 479
217 – intermembranosa de la rima glótica PPSI (potencial postsináptico Ptosis 172, 173
– – vista laringoscópica 221 216 inhibidor) 292 – ancho del espacio entre párpados
– vocal 202, 214, 221 – interpolar del núcleo espinal Pre-ameloblastos, células progenitoras 159
– – en la laringe, imagen especular del nervio trigémino 452 60 – completa 173
217 – iridiana de la retina 168 Precuña 324 – parálisis oculomotora 118, 173
– – estructura 219 – lagrimal del músculo orbicular Predentina 61 Pubertad prematura 352
– – vista laringoscópica 221 del ojo 80 Preodontoblastos 60 Puente 270, 278, 354, 550
– vocal, ver también Cuerdas vocales – laríngea de la faringe 202 Preprocesamiento del sonido, activo – del nervio abducens 179
Polio 472 – lateral del cerebelo 366 485 – desarrollo embrionario 273
Pólipos faríngeos 197, 202 – lateral del hueso occipital 24 Presentación cortical del espacio – en sección
Polo – mandibular de la arteria maxilar 100, 454 – – frontal 423, 424
– anterior del cristalino 165 238 Presión – – horizontal 251
– frontal del cerebro 276, 320, 322 – mediana del cerebelo 366 – intraocular 167, 169 – – sagital 440, 442
585
Puente (cont.) – folicular 31 – dorsal de la arteria intercostal – auricular del nervio vago 132, 141,
– en sección – odontogénico 31 posterior 415 144, 529
– – transversal 362 – radicular 31 – dorsal del cuerpo calloso – bronquiales del nervio laríngeo
– irrigación arterial 381 de la arteria occipital medial 377 recurrente 529
– lesión 461 – dorsales de la lengua de la arteria – bucales del nervio facial 125, 226,
– nervios craneales 112 R lingual 209 233, 234
– núcleos del nervio trigémino 120 – estapedia de la arteria timpánica – cardíacos cervicales del nervio vago
– porción basilar (pie peduncular) 357 Radiación posterior 156 133
Pulmón – acústica 484, 514, 537 – faríngea de la arteria palatina – cigomáticas del nervio facial 125,
– efecto parasimpático 297 – del cuerpo calloso 335 descendente 209 226, 233, 234
– efecto simpático 297 – óptica 117, 288, 334, 433, 476, 537 – frontal – cigomaticofacial 122, 550
– inervación vegetativa 296 – – lesión 478, 481 – – anteromedial de la arteria – cigomaticoorbitario 550
Pulpa del diente 49, 56 – talámica 344, 345, 513, 517, 537 callosomarginal 377 – cigomaticotemporal 122
Pulso venoso 7 – – anterior 345, 537 – – intermediomedial de la arteria – comunicante
Pulvinar del tálamo 340, 344, 347, 428, – – central 345, 537 callosomarginal 377 – – blanco 297, 302
436 – – inferior 345, 537 – – posteromedial de la arteria – – coclear del nervio vestibular 151
– aferentes 347 – – posterior 345, 537 callosomarginal 377 – – con el nervio auriculotemporal
– axones del nervio óptico 479 – talamocingular 492 – larga del yunque 148 237
– eferentes 347 – visual 288, 329, 433, 476 – mentoniana de la arteria alveolar – – gris 297
– en sección frontal 426 – – lesión 478, 481 inferior 100, 226, 233 – cutáneos posteriores de los nervios
– en sección sagital 261, 439, 440 Rafe – paracentrales de la arteria cervicales 244
Punción – del tronco del encéfalo 358 pericallosa 377 – del cuello del nervio facial 125, 228,
– de liquido cefalorraquídeo 275 – faríngeo 199, 206 – paramedianas de la arteria vertebral 233, 240
– – fontanela anterior 17 – milohioideo 91 381 – del seno carotídeo del nervio
– lumbar 317, 395, 419 – pterigomandibular 192, 204 – parietal de la arteria occipital medial glosofaríngeo 130, 140
– – ubicación preferida 419 Raíz 377 – del seno carotídeo del nervio vago
– suboccipital 317 – anterior 281, 297, 311, 394, 398, 418 – parietooccipital de la arteria 131
Punta de la pirámide, propagación – – arco reflejo 400 occipital medial 377 – del tentorio del nervio oftálmico
de gérmenes otitis media 147 – – compresión 462 – parotídea de la arteria timpánica 310
Punto(s) – – lesión 464 posterior 98 – dentales inferiores del nervio
– de Cannon-Boehm 132 – – trastorno circulatorio 415 – posterior del estribo 148 alveolar inferior 123
– de contacto dentales 52 – craneal del nervio accesorio 114, – digástrico del nervio facial 125
– precuneales de la arteria pericallosa
– de Erb 240 134 – dorsal del nervio espinal 138, 233
377
– incisal 52 – de la lengua 188 – esofágicas del nervio laríngeo
– septales
– lagrimal inferior 160 – – inervación 529 recurrente 529
– – anteriores de la arteria etmoidal
– lagrimal superior 160 – del diente 49, 57 – estapedio del nervio facial 149
anterior 182
– nervioso 240 – espinal del nervio accesorio 114, – externo del nervio accesorio 134,
– – posteriores de la arteria
– proximales dentales 52 134, 254 208
– subnasal, anterior, plano de Camper – lateral del tracto óptico 476 esfenopalatina 182 – externo del nervio laríngeo superior
52 – medial del tracto óptico 476 – – posteriores de la arteria maxilar
133, 141, 215, 216, 218, 224, 242
Pupila 166 – nasociliar del ganglio ciliar 122, 183 – faríngeos del nervio glosofaríngeo
– ancho 166, 481, 527 175 – – – anastomosis 187 529
– – diferencia lateral 166 – parasimpática – temporal – faríngeos del nervio vago 529
– movimiento 527 – – del ganglio ciliar 175 – – anteriores de la arteria cerebral – faríngeo del nervio glosofaríngeo
– reflejo 356, 479, 479 – – del ganglio ótico 237 media 377 130, 140
Putamen 321, 333, 336 – – del nervio esplácnico pélvico 301 – – media de la arteria cerebral media – faríngeo del nervio vago 131, 141
– aferentes 357 – posterior 281, 297, 311, 394, 418 377 – ganglionares del ganglio
– circuito motor 459 – – arco reflejo 400 – – posterior de la arteria cerebral pterigopalatino 122, 239
– eferentes 357 – – compresión 462 media 377 – geniohioideo del nervio espinal
– en sección – – conducción del dolor 450 – temporales C1/C2 195
– – frontal 249, 420, 422, 424 – – lesión 448 – – anteriores de la arteria occipital – interganglionares 141
– – horizontal 276, 433, 434 – – – C4-T6 470 lateral 377 – interno del nervio accesorio 134
– – sagital 262, 438, 440 – primaria dental 55 – – intermedias de la arteria occipital – interno del nervio laríngeo superior
– habilidades motoras 458 – sensitiva de los ganglios lateral 377 133, 141, 218, 242
– posición al sistema ventricular 313 pterigopalatinos 122 – – posteriores de la arteria occipital – lingual del nervio glosofaríngeo 131
– simpática del ganglio ciliar 175 lateral 377 – linguales del nervio glosofaríngeo
Rama(s) – temporooccipital de la arteria 529
Q – anterior del estribo 148 cerebral media 377 – mandibular 46, 193
– calcarina de la arteria occipital – terminales corticales inferiores – – en sección frontal 248
Queilognatopalatosquisis 9 medial 377 de la arteria cerebral media 377 – – en sección horizontal 204, 255
Queilognatosquisis 9 – cingular de la arteria callosomarginal – terminales corticales superiores – marginal de la mandíbula del nervio
Queilosquisis 9 377 de la arteria cerebral media 377 facial 125, 226, 233, 242
Quiasma óptico 117, 176, 277, 288, 341, – corta del yunque 148 – tonsilar de la arteria palatina – meníngeo recurrente del nervio
476, 527 – cricotiroidea de la arteria tiroidea ascendente 98 oftálmico 122
– en sección horizontal 250, 436 superior 215 – tonsilares de la arteria faríngea – meníngeo, del nervio
– lesión 478 – de los núcleos talámicos ascendente 209 – – auriculotemporal 123
Quimiorreceptores de la arteria coroidea anterior – tonsilares de la arteria palatina – – espinal 310
– arteriales 299 379 ascendente 209 – – maxilar 122
– del cuerpo carotídeo 130, 132 – del antihélix 143 Ramo(s) – – vago 132, 529
Quiste – del giro angular de la arteria – alveolares superiores anteriores – meníngeos, de los nervios
– cervical cerebral media 377 del nervio infraorbitario 122, 187 – – cervicales 310
– – lateral 11 – del globo pálido de la arteria – alveolares superiores posteriores – – etmoidal anterior 310
– – medio 11 coroidea anterior 379 del nervio infraorbitario 122, 187 – – mandibular 310
586
587
SCA (arteria cerebelosa superior) 375, – – infección, bacteriana 27 – transverso 19, 106, 283, 308, 382, – procesamiento 267
376, 380 – – – complicación 27 388, 430 – química 268
– área de irrigación 381 – – neumatización, dependiente – – en sección horizontal 253, 254 – transmisión 268
Schwannoma vestibular 151 de la edad 42 – – en sección sagital 262 – – convergencia 268
Sebo 145 – – proyección sobre el cráneo 42 – – proyección sobre el cráneo 318, – – efecto de filtro 268
Sección transversal lumbar 397 – – relación con la órbita 38 385 – – inhibición, recurrente 268
Secreción – – ritmo ciliar 184 – venoso de la esclerótica (canal – – umbral 268
– bronquial 305 – intercavernoso anterior 383, 384 de Schlemm) 162, 164, 166, 170 Septo
– lagrimal, trastorno después – intercavernoso posterior 383 Sensación – ver, Tabique
de fractura del hueso temporal – marginal 383, 384 – de posición, consciente 285 – durales 308
126 – maxilar 15, 30, 37, 43, 180 – de presión 284, 444 Serotonina, núcleo reticular 358
– salival – – acceso quirúrgico 31 – – conducción de estímulos 402 SHh (Sonic Hedgehog) 61
– – desencadenado por el olfato 353 – – apertura 43 – de temperatura 120, 361, 444 Shock
– – mientras se come 301, 488, 517 – – en la ortopantomografía 62 – – conducción de estímulos 402 – espinal 474
– – piedra 210 – – en sección – – examen 290 – impacto en el intestino 304
– – producción 210 – – – frontal 246, 248 – – fallo 534 Sifón carotídeo 95, 179, 249, 374
– – trastorno después fractura – – – horizontal 253 – – – unilateral 448 – estenosis 375
del hueso temporal 126 – – – sagital 262 – de vibración 284, 346, 405, 444 Signo de Trendelenburg, positivo 469
Sector de Sommer, hipocampo 493 – – endoscopia 185 – – examen 290 Silla turca 34, 178
Semicanal del músculo tensor – – flujo de líquido 184 – – fallo unilateral 448 Simpático 296
del tímpano 147, 207 – – inflamación 31 – – lesión 415 – aferentes 296
Semtum pellucidum 320, 340, 443 – – movimiento ciliar 184 – – pérdida 471 – – del dolor 302
– en sección frontal 421, 422 – – neumatización, dependiente – táctil 120, 444 – integración funcional con el sistema
– en sección horizontal 433 de la edad 42 – – conducción de estímulos 402 nervioso parasimpático 305
– topografía 331 – – proyección sobre el cráneo 42 – – fallo 534 – modulación de la inervación
Seno – – relación con Sensibilidad 266, 290, 506, 543 intestinal 304
– carotídeo 96, 130 – – – raíces de los molares 43 – consciente 284, 508 – neuronas 296
– cavernoso 20, 102, 106, 109, 175, 178, – – – órbita 38, 180 – – función talámica 285 – – 1ª 297
283, 382, 384, 549 – – relación – de la piel 404 – – 2ª 297
– – curso de los nervios craneales 176 – – – con la órbita 38, 180 – dermatoma 395 – neurotransmisor 297
– – en sección frontal 178, 249 – – – con las raíces de los molares – epicrítica 284, 290, 506, 509, 513, – sensibilidad visceral 284
– – en sección horizontal 251, 252 43 539 Sinapsis 268, 292
– – proyección sobre el cráneo 318 – – tumor 31 – examen 290 – activadora 268
– – topografía 178 – nasales 15, 30, 42, 180 – inconsciente 284 – axoaxónica 293
– – trombosis 178 – – áreas de piel 6 – profunda 284, 290, 371, 412, 506, 509 – axodendrítica 293
– cervical 11 – – desembocadura 43 – – consciente 444, 509 – axosomática 293
– de la duramadre 19, 108, 274, 283, – – en sección frontal 246 – – fallo 473 – espinosa 293
309, 319, 382, 384, 430 – – estructura ósea 43 – – inconsciente 284, 444, 509 – influencia de las drogas 293
– – anastomosis con venas – – inflamación 15, 42, 184 – – regulación del equilibrio 486 – inhibidora 268
extracraneales 384 – – oclusión de los orificios 184 – – trastorno 346, 415 Sindesmosis 16
– – circulación de LCR 314 – – proyección en el cráneo 15, 42 – – trayecto de la vía 285 – dentoalveolar 56
– – drenajes accesorios 384 – – vías de drenaje 42, 43 – – vía del trigémino 513 Síndrome
– – estructura 382 – occipital 308, 383 – protopática 284, 506, 509, 513, 539 – de Brown-Séquard 403, 473
– – grupo inferior 382 – – proyección sobre el cráneo 319 – superficial, ver Exterocepción – de Gradenigo 147
– – grupo superior 382 – paranasales 15, 42, 180 – vía 203 – de Horner 166, 467
– – proyección sobre el cráneo 318 – petroescamoso 383 – visceral 112, 284, 506 – de Korsakoff 348
– – relación con las venas del cuello – petroso inferior 107, 283, 382, 384 – – desarrollo embrionario 114 – de la cola de caballo 395, 463
109 – – en sección horizontal 253 – – especial 289 – – grado de discapacidad 475
– – tributarios 384 – – petroso superior 107, 283, 382, Sensitivo 266, 290, 506 – de la raíz posterior 470
– esfenoidal 15, 20, 41, 42, 43, 180 384 Sensomotor 291 – de robo de la subclavia 375
– – apertura 34 – – proyección sobre el cráneo 318 – control de movimiento 454, 455 – del asta anterior 472
– – en sección – piriforme Sentido – – C7-C8 472
– – – frontal 83, 249 – – imagen especular de la laringe 217 – de discriminación 363 – del asta posterior 470
– – – horizontal 252 – – vista laringoscópica 221 – de la fuerza 412, 444 – del cono medular 474
– – – sagital 262 – recto 283, 308, 314, 382, 384, 386, – – receptores 446 – – grado de discapacidad 475
– – – sagital y media 260 430 – de la posición 346, 412, 444 – del cordón posterior 471
– – proyección en el cráneo 42 – – en sección horizontal 250, 252, 253 – – consciente 284 – del epiconomedular 474
– esfenoidal 15, 20, 41, 42, 43, 180, 182 – – proyección sobre el cráneo 319 – – examen 290 – del lóbulo frontal 347, 534
– – en sección – sagital inferior 308, 382, 386, 430 – – fallo unilateral 448 Síntesis de colágeno en el periodonto
– – – frontal 85, 249 – – proyección sobre el cráneo 319 – – pérdida 471 57
– – – horizontal 252 – sagital superior 19, 106, 109, 247, 283, – – receptores 446 Sinusitis 15, 42, 184
– – – sagital 262 306, 308, 314, 382, 430 – – vías 404 – crónica 43
– – – sagital y media 260 – – confluencia de la vena puente 307, – de la vista 288 – etmoidal 42
– – proyección sobre el cráneo 42 308 – de movimiento 412, 444 – maxilar, crónica 31
– esfenoparietal 382, 283 – – en sección frontal 85, 248 – – receptores 446 Siringomielia 470
– – proyección sobre el cráneo 318 – – en sección horizontal 250, 252 – del oído 289 Sistema
– frontal 15, 18, 23, 26, 41, 42, 43, 180 – – proyección sobre el cráneo 318, – del olfato 288, 490 – analgésico, central descendente 453
– – apertura 43 385 – – inervación 547 – – vías 453
– – empiema 27 – – tributarios 384, 386 – del tacto 346 – de activación reticular ascendente
– – en sección sagital 262 – sigmoideo 19, 107, 109, 146, 206, 254, – espacial 487 346, 359, 543
– – en sección sagital y media 260 382, 283, 549 Señal – de excitación 346
– – flujo de líquido 184 – – proyección sobre el cráneo 318, – eléctrica 268 – de recompensas 440, 458
– – fractura por impresión 27 385 – línea 267 – del cordón posterior 361
588
– del trigémino 346 – – – desarrollo embrionario 272 – involuntario 286 – espiral interno 152
– fagocítico mononuclear 294 – – – dirección de la conducción 267 – planificación 286 – frontal inferior 322
– límbico 323, 324, 330, 332, 347, 349, – – – in situ 274 Somatosensibilidad 112, 267, 284, – frontal superior 322
358, 427, 490, 492, 542 – – – mielinización 295 506 – gingival 49, 56
– – arco – – – morfología 271 – área de la corteza 534 – hipocampal 332
– – – externo 492 – – – sustancia blanca 269, 271 – consciente 284 – hipotalámico 348
– – – interno 492 – – – sustancia gris 269, 271 – cualidades 509 – infraorbitario 37
– – axones de los núcleos del rafe 358 – – procesamiento de la señal 266, 267 – desarrollo embrionario 114 – infratemporal 30
– – circuito de neuronas 492 – – somático 267 – especial 288, 289 – intraparietal 322
– – definición 493 – – – ganglio 503 – inconsciente 284 – lagrimal 30
– – impresión del olor 519 – – tejido conectivo 274 – interconexión 285 – lateral del cerebro 276, 320, 322,
– – – análisis 490 – – topografía 266 – neuronas 285 328, 484
– – neuronas conductoras del dolor – – transmisión de la señal 268 – – filtro 285 – – arteria cerebral media 377
451 – – ubicaciones funcionales 266 – procesamiento de estímulos 284 – – en sección frontal 420
– – participación en la enfermedad – – vegetativo 267, 507 – tipo de estímulo 284 – medio
de Alzheimer 498 – – – diagrama del circuito 298 – ubicación del estímulo 284 – – de la lengua 188
– – percepción del gusto 517 – – – estructura 296 Somatotopia, núcleos talámicos – – del diencéfalo 342
– motor 399, 454, 543 – – – función hipotalámica 349 específicos 345 – – posterior de la médula espinal 397
– – áreas centrales 458 – – – ganglio 503 Somatotópico – milohioideo 46, 66
– – extrapiramidal 357, 410, 460, 530 – – – inervación bronquial 305 – fascículo cuneiforme 404 – nasolabial 186
– – – lesión 461 – – – inervación traqueal 305 – fascículo grácil 404 – neural 272
– – – núcleos basales 458 – – – influencia en los intestinos 304 – giro precentral 457 – occipitotemporal 323
– – – vías descendentes 460 – – – periférico, control 298 – núcleos talámicos, específicos 345 – olfactorio 323
– – lateral 410, 413 – – visceral 267, 296, 304 Somatotropina 351 – orbitarios 323
– – medial 410, 413 – olfativo 112, 288, 490, 519 Sonic Hedgehog 61 – palatino 261
– – piramidal 454, 530 – – interconexión central 490 Soporte motor 410, 413 – – mayor 30, 33
– – – mecanismos – óptico 527 STH (hormona somatotrópica) 351 – paracentral 324
de retroalimentación 454 – – accesorio 479, 527 Subículo 332, 333, 493 – parietooccipital 320, 322, 324, 328,
– – vía piramidal 456 – retinotectal 479 Subtálamo 277, 342, 352 443
– músculo-disco-capsular, – sensorial 444 Sudoración 411 – postcentral 322, 324, 447
movimiento de la articulación – – dolor, ver Dolor – trastorno 472 – posterolateral del bulbo raquídeo
temporomandibular 69 – – lesión 448 Suelo 355
– musculoesquelético, autoconciencia, – – – cortical 448 – de la boca 194, 203 – precentral 322, 324
ver Propiocepción – – – en la vía 448 – – drenaje linfático 191 – semilunar 322
– nervioso 266 – – – subcortical 448 – de la órbita 38, 174 – telodiencefálico 273
– – aferentes 266 – – – subtalámico 448 Suero sanguíneo, composición 317 – temporal inferior 322
– – autónomo 267 – – procesamiento de estímulos 446 Supercilio 159 – temporal superior 322
– – células 268 – – receptores 444 Superficie – terminal de la lengua 188
– – central 267 – – vías 444 – de masticación anatómica 51 – ventral del diencéfalo
– – – conexión con el sistema – venoso – oclusal (hipotalámico) 342
nervioso periférico 281 – – infratentorial 389 – – anatómica 51 Sustancia
– – – desarrollo embrionario 272 – – longitudinal del tronco – – funcional 51 – blanca 269, 504, 505
– – – ejes 270 del encéfalo 389 – proximal, dental, radio de curvatura – – cerebelo 368
– – – in situ 274 – – supratentorial 389 51 – – cerebro 276, 321, 334, 504
– – – interconexión izquierda- – – transversal del tronco Surco(s) – – definición 504
derecha 540 del encéfalo 389 – anterolateral del bulbo raquídeo 355 – – desarrollo 394
– – – mielinización 295 – ventricular 275, 312, 422, 424, 433 – arterioso 18, 23, 29 – – embrionaria 273
– – – morfología 270 – – agrandado 312 – arteriosos 306 – – médula espinal 280, 394, 396, 505,
– – – sustancia blanca 269 – – estructuras vecinas 313 – bulbopontino 354 507
– – – sustancia gris 269 – – relación con el núcleo caudado – calcarino 324, 328, 332, 443, 534, 536 – de Nissl 292
– – clasificación 313, 425 – – en sección – gelatinosa
– – – funcional 267 – vestibular 486 – – – frontal 430 – – en sección transversal del bulbo
– – – topográfica 267 – – enderezamiento del tronco 487 – – – horizontal 437 raquídeo 365
– – comunicación – – fallo agudo 487 – – – sagital 439, 440 – – en sección transversal
– – – con el entorno externo 267 – – habilidades motoras 530 – central 276, 320, 322, 324, 328, 447, de la médula espinal 397
– – – con los órganos 267 – – organización somatotópica 487 454 – gris 269, 502
– – conducción de la señal 267 – – receptores 486 – – de la ínsula 325 – – central 118, 345, 526
– – – centrífuga 266 – visual – cerebrales 320, 322 – – – en sección frontal 427
– – – centrípeta 266 – – porción geniculada 476 – – variantes 325 – – – en sección horizontal 437
– – cuello 138 – – porción no geniculada 479 – cingular 324 – – – vías sensitivas 508
– – desarrollo embrionario 272 – – reflejos 480 – colateral 323 – – cerebro 276, 321, 502
– – eferentes 266 SNC, ver Sistema nervioso central – de la arteria – – estructura de capas según Rexed
– – emisión de la señal 266 Sobremordida de los dientes incisivos – – meníngea media 27 399, 503
– – entérico 296, 304 53 – – subclavia 93 – – médula espinal 280, 394, 396, 398,
– – estructura macroscópica 266 Somatomotor 112, 267, 286, 506 – – vertebral 70, 75 507
– – función básica 266 – área de la corteza 534 – de la ínsula 325 – – – áreas centrales 399
– – función de integración 266, 288 – automatizado 286 – del cuerpo calloso 324 – – – columnas 280, 396, 398
– – in situ 274 – control 286 – del nervio espinal 70, 72, 76 – – – forma de mariposa 280, 502
– – lesión estructural 269 – desarrollo embrionario 114 – del seno – – – lesión 471
– – morfología 270 – estereotipos 286 – – sagital superior 18, 24, 26 – – – ver también Médula espinal,
– – orientación espacial 270 – estructuras involucradas 287 – – sigmoideo 23, 27, 29 sustancia gris
– – periférico 267 – flexibilidad 286 – – transverso 23, 24 – – núcleos de destino 114, 356, 503
– – – conexión con el SNC 281 – interconexión 286 – dorsal del diencéfalo 342 – – origen de núcleos 114, 356, 503
589
Sustancia (cont.) – conducción de estímulos 402 Terminaciones nerviosas, libres 445, – – – estructura somatotópica 511
– gris – disminución 448 446, 450 – – – trayecto 511
– – procesamiento del dolor 451 – examen 290 Termoestesia 290, 470 – – lateral 360, 401, 408, 410, 413,
– – – sistema analgésico central Tálamo 117, 336, 403, 428, 502 Test de ninhidrina 468 456, 460, 507, 510
descendente 453 – análisis de impresiones olfativas 490 Testículo, zona de la Head 303 – – – en sección transversal del bulbo
– – sistema nervioso central 269 – áreas centrales 440, 543 Tétanos 401 raquídeo 365
– – sistema nervioso periférico 269 – axones corticales 457 Tiempos de erupción de los dientes – – – estructura somatotópica 511
– negra 118, 278, 287, 353, 358, 411 – circuito motor 459, 530 58 – – – trayecto11
– – aferentes 357 – clasificación funcional 344 Tienda del cerebelo 279, 283, 308, – – en sección sagital 441, 442
– – eferentes 357 – dorsal 277, 342, 440 382, 430 – – fallo 511
– – en sección – en sección frontal 426 – en sección horizontal 251, 252 – – interconexión 511
– – – frontal 424 – en sección horizontal 434 – in situ 274 – – lateral 456
– – – horizontal 250, 436 – función 342 Tímpano 28, 142, 145, 146, 148 – – medial 360
– – – sagital 441 – infarto 393 – cuadrantes 145 – – suministro de sangre 415
– – – transversal del mesencéfalo 362 – motor 287, 455, 458, 530 – función 148 – – trayecto 409
– – función 357 – núcleos de integración 344, 347 – inervación 120 – – – en la cápsula interna 422
– – porción – núcleos, ver Núcleos talámicos – inflamación 157 – corticoestriado 531, 537
– – – compacta 357, 459, 531 – posición al sistema ventricular 313 – irrigación arterial 157 – corticonuclear 203, 287, 537
– – – reticular 357, 459, 531 – propiocepción, consciente 444 – reflejo de luz 145 – corticopontino 361, 525
– – ubicación 357 – regulación del equilibrio 487 – relación con la trompa auditiva 147 – – en sección transversal
– perforada anterior 116, 353, 490 – sensorial 530 – resistencia 485 del mesencéfalo 362
– – especialización funcional 534 – sentido del oído 289 – transmisión del sonido 142 – corticoreticular 531
– propia de la córnea 165 – somatosensibilidad 285 Tinción, básica, núcleos de la neuroglía – corticorrubral 357, 531
Sutura(s) – tracto del trigémino, sensitivo 513 294 – de Gowers, ver Tracto
– coronal 12, 18 – ventral 342, 352 Tinnitus 380 espinocerebeloso anterior
– – en el recién nacido 17 – vía(s) Tiroides 202, 222, 229, 230 – dentadotalámico 346
– craneales 16 – – del dolor 451, 452 – agrandamiento 223 – espinal del nervio trigémino
– – fusión asimétrica 17 – – del gusto 289, 488, 517 – desarrollo embrionario 11 – – en sección transversal del puente
– – osificación 17 – – del olfato 519 – drenaje venoso 223 363
– – – prematura 17 – – extrapiramidales 411 – en la base de la lengua 225 – – lesión 448
– escamosa 12 – – sensitiva 508 – en sección horizontal 222, 258 – espinocerebeloso 411, 531
– – en el recién nacido 17 – – sensoriales 447 – fascia 222 – – anterior 361, 370, 371, 406, 412,
– esfenoescamosa 12, 39 – – visual 288 – histología 223 444, 507, 508
– – en el recién nacido 17 Tallo epiglótico 213 – inervación 223 – – – conexiones centrales 445
– esfenofrontal 12 Tarso 159 – intralingual 225 – – – en sección transversal del bulbo
– esfenoparietal 12 – inferior 158 – intratraqueal 225 raquídeo 364
– frontal 17, 26 – superior 159 – posición a la tráquea 222 – – – en sección transversal
– incisiva 48 Techo 278, 354 – prelaríngea 225 del puente 363
– intermaxilar 30, 59 – del cráneo 18 – subesternal 225 – – – intersección 407
– lambdoidea 3, 12, 16, 18 – – fragilidad 19 – sublingual 225 – – – neuronas 406
– – en el recién nacido 17 – – músculos 79, 81 – suministro de sangre 223 – – – trayecto 445
– osificación 17 – – propagación de la infección 19 – topografía 224 – – lateral 412, 444, 445
– palatina media 21, 45, 48, 187 – del tímpano 157 Tomografía – – – vía de propiocepción 285
– palatina transversa 21, 45, 48 Tecnología de rayos X, digital 62 – computarizada, cerebro 420 – – posterior 361, 371, 406, 412, 444,
– sagital 3, 16, 18 Tegmento 278, 354, 355, 357, 526 – panorámica 62 507, 508, 533
– del mesencéfalo (lámina tectal; Tono muscular 357, 361, 367, 532 – – – conexiones centrales 445
lámina cuadrigémina) 118, 153, – función de la formación reticular 359 – – – en sección transversal del bulbo
T 277, 278, 340, 353, 354, 357, 428, Tonotopía 152 raquídeo 364
436, 527 Tonsila tubárica 196 – – – neuronas 406
Tabique (septo) – – en sección frontal 427, 428 Tortícolis 134 – – – trayecto 445
– aracnoideos 382 – – en sección sagital 443 – muscular 7 – – vía de la propiocepción 285
– aracnoides 309 Tejido Torus tubárico 181, 182, 186, 202 – espinomesencefálico 451, 507
– de la lengua 189 – adiposo Toxina botulínica 78 – espinoolivar 538
– del seno esfenoidal 45 – – intraespinal 418 Trabécula – espinorreticular 451, 507
– – en sección frontal 249 – – orbitario 176 – aracnoidea 311 – espinotalámico 285
– interalveolar 48 – – – en sección frontal 246 – esponjosa, mandibular 57 – – anterior 361, 402, 412, 444, 449,
– interradicular 48, 57 – conectivo Tracto(s) 269, 504 507, 508, 539
– nasal 33, 41, 43, 181 – – cápsula del ganglio 275 – anterolaterales – – – conexiones centrales 403, 445
– – corrección 33 – – del sistema nervioso 274 – – sensitiva 281, 285, 402, 412, 445, – – – intersección 402
– – desviación 41 – – gingival 56 507 – – – lesión 403, 448
– – en la ortopantomografía 62 – – vaina nerviosa 274, 275 – – – suministro de sangre 415 – – – neuronas 402, 403
– – en sección – linfático – – vía motora (ver también – – – – aferentes primarias 402
– – – frontal 246, 248 – – anillo faríngeo 196, 202 Vía piramidal) 281 – – – trayecto 445
– – – horizontal 252, 254 – – asociado a mucosas 197 – bulborreticuloespinal 510 – – fallo 509
– – – sagital y media 260 – – histología 197 – cerebeloolivar 538 – – lateral 346, 361, 402, 412, 444,
– – huesos 40 – linfoepitelial 197 – cerebelorrubral 533 447, 449, 507, 508, 539
– – inervación, sensitiva 546 Telencéfalo, ver Cerebro – cerebelotalámico 531, 533 – – – conexiones centrales 403, 445
– – irrigación arterial 103, 182, 546 Temblor en reposo 357 – corticoespinal 287, 360, 408, 525, – – – en sección transversal
– – nervios 182 Tendón del estapedio 146, 148 531, 537 – – – – del bulbo raquídeo 364
– orbitario 158, 160, 174 Tenia – – anterior 401, 408, 410, 413, 456, – – – – del mesencéfalo 362
– palatino 181 – cinérea 355 507, 510 – – – – del puente 362
– sagital 204 – coroidea 315, 340 – – – en sección transversal del bulbo – – – intersección 402
Tacto 120, 284, 363, 444 – del fórnix 331 raquídeo 365 – – – lesión 403, 448
590
– – – neuronas 402, 403 – – en sección transversal del bulbo Triángulo – – formación reticular 346
– – – – aferentes primarias 402 raquídeo 364 – carotídeo 2, 242 – – infarto 309
– – – parte paleospinotalámica 451 – – en sección transversal del puente – cervical posterior 3 – – lesión 354
– – – porción neoespinotalámica 451 363 – colateral 312 – – – del vago 219
– – – somatotópico 402 – solitario – de Killian 199 – – nervios para los músculos del ojo
– – – trayecto 445 – – en sección transversal del bulbo – de Laimer 199 118
– – suministro de sangre 415 raquídeo 364 – de Philippe Gombault 396, 405 – – núcleos 284, 354, 358, 502
– espinotectal, en sección transversal – – en sección transversal del puente – del nervio hipogloso 135, 355 – – – de los nervios craneales 115,
del mesencéfalo 362 363 – del nervio vago 355 356
– gastrointestinal – supraopticohipofisario 349, 350 – facial de peligro 227 – – – motores 286
– – efecto parasimpático 297 – talamocingular 492 – lateral del cuello 3, 240 – – – relaciones entre sí 360
– – efecto simpático 297 – talamocortical 533 – muscular omotraqueal 2 – – – salivar 353
– habenulopeduncular 353 – tectobulbar 525 – olfatorio 490, 519 – – proyección sobre el cráneo 318
– habenulotectal 353 – tectoespinal 401, 410, 413, 460, 510 – retromandibular 192 – – rafe 358
– habenulotegmental 353 – – en sección transversal – submandibular 2 – – reflejos 356, 479
– mamilotalámico 492 – – – del bulbo raquídeo 364 – submentoniano 2 – – sección 357, 362
– mamilotegmental 349 – – – del mesencéfalo 362 Trifurcación, raíz del diente 49 – – tractos cerebelosos 361
– olfatorio 116, 288, 323, 337, 490, – – – del puente 362 Trigonocéfalo 17 – – ubicación 278
547, 519 – tectorrubral 357 Tróclea del músculo oblicuo superior – – venas 389
– olivocerebelloso 361, 371, 533, 538 – tegmental central 357, 370, 525 del ojo 158, 177 – – – sistema longitudinal 389
– olivoespinal 401, 460, 507, 510, 531, – – en sección transversal del puente Trombo intracardíaco 392 – – – sistema transversal 389
533, 538 362 Trombosis – – vías 354, 531
– óptico 117, 277, 288, 340, 347, 476 – trigeminal, sensitivo 285, 513 – de la vena sinusal 27, 158, 384 – – – ascendentes 361
– – en sección – – estructura somatotópica 513 – sinusal 176 – – – de paso 525
– – – frontal 421, 422 – – fallo 513 Trompa auditiva 28, 146, 147, 156 – – – descendentes 360
– – – horizontal 250, 436 – – interconexión 513 – apertura 147, 197, 202, 207, 221 – inervación, radicular 463
– – – sagital 441 – trigeminotalámico 346, 452, 513, 539 – de Eustaquio, ver Trompa auditiva – inferior del plexo braquial 466
– – lesión 478 – – anterior 539 – en sección horizontal 254 – linfático yugular derecho 110
– palidorrubral 357 – – posterior 539 – en sección sagital 261, 262 – linguofacial 97, 243
– paraependimario 411 – – – vía del gusto 488 – estrechez 207 – lumbosacro 468
– perforante 493 – tuberohipofisario 349 – función 202 – medio del plexo braquial 466
– piramidal (ver también Tracto – vestibulocerebeloso 371, 533 – inervación 529 – simpático 138, 140, 204, 206, 208, 242,
– vestibuloespinal 401, 413, 460, 486, – – mucosa 130 296, 467, 503
corticoespinal) 278, 281, 287, 333,
510, 531 – lámina membranosa 147 – – ganglios 296
408, 413, 456, 460, 525
– – lateral 410, 460, 486, 507 – músculos 201 – superior del plexo braquial 466
– – decusación 286, 309, 355, 360,
– – – función 487 – origen en las bolsas faríngeas 11 – tirocervical 215, 223, 224, 230, 242
408, 456, 511, 541
– – medial 507 – porción cartilaginosa 147, 207 – – en sección horizontal 258
– – en la cápsula interna 456
Trago 143 – porción ósea 147, 207 – – ramas 94
– – en sección transversal
– plano de Camper 52 – trayecto 207 – tirolingual 97, 243
del mesencéfalo 362 Transmisión del sonido al oído interno Tronco – tirolinguofacial 97, 243
– – en sección transversal del puente 153 – braquiocéfalo 95, 208, 230 Troncotálamo 344
362 Tráquea – costocervical, ramas 94 TSH (hormona tiroideoestimulante)
– – fallo 391 – en sección horizontal 258 – del cuerpo calloso 331, 335, 433 351
– – lateral 456 – inervación vegetativa 305 – – en sección Tuber cinereum 316
– – lesión – vía de acceso 218 – – – frontal 420, 423, 424, 426 Tubérculo
– – – del cordón posterior 471 Traqueotomía 109, 218, 220 – – – horizontal 432 – anormal 51
– – – por compresión en el cráneo – inferior 218 – – – sagital 442 – anterior
309 – superior 218 – del encéfalo 270, 276, 278, 340, 354, – – de la vértebra cervical 70, 72, 92
– – – rotura vascular 391 Trastorno 367 – – – VII 71
– – porción – circulatorio, cerebral 375, 392 – – áreas centrales parasimpáticas – – del atlas 70, 75
– – – de los núcleos de los nervios – de la memoria a corto plazo 332, 348 296, 300 – articular 29, 66, 67, 69
craneales motores 521 – de la sensibilidad superficial 346 – – arterias 380 – – en la ortopantomografía 62
– – – que finaliza en el tronco – de reflejos 464 – – – área de irrigación 381 – corniculado 200, 205, 214, 216
encefálico 360 – del crecimiento óseo, – – centros, habilidades motoras 530 – – en la laringe, imagen especular
– – – que pasa a través del tronco estrechamiento de las aberturas – – citoarquitectónica 358 217
del encéfalo 360 en la base del cráneo 21 – – citoarquitectura – – vista laringoscópica 221
– – suministro de sangre 415 – hipercinético 459 de los transmisores 358 – cuneiforme (bulbo raquídeo) 355
– – trayecto 409, 447 – hipocinético 459 – – columnas nucleares 356 – cuneiforme 200, 205, 214, 216
– – – en la cápsula interna 422 – olfativo después de un traumatismo – – – aferente somática 114 – – en la laringe, imagen especular
– – uso del término 456 craneoencefálico 116 – – – aferente visceral 114 217
– pontorreticuloespinal 510 – sensorial – – – eferente somática 114 – de Carabelli 49, 51
– posterolateral 397 – – en el dermatoma 462, 465 – – – eferente visceral 114 – de los músculos escalenos 92
– reticuloespinal 371, 401, 411, 413, – – pierna 379 – – comisuras 540 – epiglótico 217
460, 486, 507, 531 – – radicular 448 – – compresión 309 – faríngeo 21, 24
– – anterior 410 – – unilateral 448 – – cruce de vías 281 – grácil 355
– rubroespinal 357, 360, 401, 410, 413, – vasomotor 472 – – desarrollo embrionario 114 – mamilar 273
460, 507, 510, 531, 533 Traumatismo de nacimiento, parálisis – – en sección sagital y media 354, – mentoniano 46
– – en sección transversal del bulbo del plexo braquial 467 423 – olfatorio 490
raquídeo 364 Travesaño – – esquema 278 – posterior
– – en sección transversal del puente – anterior, base del cráneo 22 – – – funcional 354 – – del atlas 70, 73, 75
362, 363 – longitudinal medio, base del cráneo – – estructura 278 – – – imagen de resonancia
– rubroolivar 538 22 – – – interna 278 magnética 73
– simpático, central 362 – posterior, base del cráneo 22 – – forma externa 278 – – vértebra cervical 70, 72, 92
591
Tubérculo (cont.) – epiglótica 205, 221 – – – anastomosis con las venas – frontal 384
– tiroideo Vascularización uveoescleral 167 cerebrales superficiales 387 – hemiácigos 416
– – inferior 213 Vasoconstricción 411 – – sistema basal 387 – – accesoria 416
– – superior 213 Vasocorona 415 – – superficiales 307, 308, 386 – inferior
Tuberculosis ósea, hundimiento Vasopresina 350 – – – anastomosis con las venas – – del vermis 388
por absceso 5 Vasos cerebrales profundas 387 – – lateral del cerebelo 388
Tuberosidad – de la cabeza, inervación, vegetativa – – – zonas de drenaje 387 – – medial del cerebelo 388
– del maxilar 30, 39, 238 296 – – trombosis 393 – inferiores del cerebelo 383
– maseterina 82 – orbitarios 548 – cervical profunda 109, 384, 416 – inferiores del cerebro 308, 386
Tubo Vejiga urinaria – cervical superficial 240 – – trombosis 393
– de Magill 220 – inervación vegetativa 296 – ciliares anteriores 549 – interpeduncular 387, 389
– endotraqueal 220 – lesión cerebral 393 – comunicante anterior 387 – intervertebral 417
– – control de la posición 221 – zona de Head 303 – coroidea inferior 387 – laberíntica 151, 157
– – marcación 220 Vellosidades aracnoideas 307, 382 – coroidea superior 388 – lagrimal 106, 175, 549
– – ubicación 220 Velo – corticales del cerebro 386 – laríngea inferior 208, 215
– neural 272 – del paladar 181, 187, 200, 221 – de la cabeza – laríngea superior 215, 218
– – diferenciación 273 – medular 279 – – dilatación 7 – – rama externa 229
– – formación del líquido – – inferior, en sección sagital 443 – – profundas 106 – lateral del ventrículo lateral 388
cefalorraquídeo 275 – – superior 355, 363, 366, 368, 407 – – superficiales 104 – lenticulares superiores laterales
– – zona de las neuronas vegetativas – – – en sección sagital 443 – de la cisterna cerebelobulbar 389 387
273, 394 Velocidad de conducción nerviosa 295 – de la ventana coclear 157 – lenticulares superiores mediales
Tumor Vena(s) – de Rosenthal 387 387
– cerebral 294 – ácigos 416 – del acueducto coclear 157 – lingual 108, 190
– de la base del cráneo 219 – alveolar inferior – del acueducto vestibular 157 – longitudinal del núcleo caudado 387
– de las glándulas salivales menores – – en sección frontal 246, 248 – del centro semioval 387 – lumbar ascendente 417
211 – – en sección sagital 263 – del cerebro 386, 388 – maxilar 104, 106
– de parótida, maligno, diseminado – anastomótica – del cuello 108 – – conexión al endocráneo 107
211 – – inferior 384, 386 – – anastomosis 108 – medial del ventrículo lateral 388
Túnel de corti 152 – – medular 387 – – congestión 109 – medulares
Túnica, ver Capa – – superior 384, 386 – – dilatadas 7 – – del cerebro 386
– angular 104, 106, 108, 158, 175, 226, – – superficial 104 – – laterales 389
232, 384, 549 – del cuero cabelludo 382 – – transversas 389
U – – anastomosis con la vena oftálmica – del núcleo caudado 388 – – – dorsales 389
inferior 549 – del pedúnculo cerebeloso caudal – mesencefálica lateral 389
Uncoartrosis 77 – – anastomosis con la vena oftálmica 389 – nasofrontal 549
Uncus (gancho) 288, 323, 324, 332, 490 superior 108, 158 – del surco 417 – occipital 104, 107, 108, 232, 244, 384
– en sección frontal 421 – – conexión al endocráneo 107 – del tronco del encéfalo 389 – – interna 386
– en sección sagital 261, 440 – – ligadura en inflamación de la cara – diploica 19, 382 – oftálmica 175
Unidad osteomeatal, de la nariz 43, 184 227 – – frontal 19 – – anastomosis con la vena angular
Unión – – relación con las venas profundas – – occipital 19 108
– dentina-esmalte 61 104 – – temporal anterior 19 – – conexión al endocráneo 227
– ligamentaria 16 – anterior del septum pellucidum 386, – – temporal posterior 19 – – inferior 36, 104, 106, 170, 175, 384,
– pulpa-dentina 61 388 – dorsal de la nariz 158, 175 549
– vía aérea-tracto digestivo 186 – auricular posterior 104, 108, 384 – emisaria 382 – – – anastomosis con la vena angular
Uniones estrechas – basal 384, 386, 388 – – como vía de infección 385 549
– barrera hematoencefálica 317 – – accesoria 389 – – condilar 19, 107, 207, 384 – – – salida de la órbita 176
– células aracnoideas 309, 311 – – área de drenaje 387, 389 – – – en sección sagital 262 – – superior 36, 104, 106, 109, 158, 170,
– endotelio capilar 317 – basivertebrales 417 – – en el occipital 385 175, 383, 384, 549
– epitelio del plexo 317 – braquiocefálica 104, 108, 215, 231 – – mastoidea 19, 107, 384 – – – anastomosis con la vena angular
Utrículo 128, 142, 150, 154, 486 – – afluentes 108 – – – en sección horizontal 255 108, 158
– células sensoriales 154 – – derecha 223 – – occipital 19, 107, 384 – – – conexión al endocráneo 107
– inervación 529 – – izquierda 223 – – parietal 18, 19, 107, 384 – – – salida de la órbita 176
Úvea 162 – bucal 247 – epidural – orbitarias 106, 549
Úvula – bulbar posterolateral 389 – – intraespinal – palatina externa 106
– del vermis 366 – bulbar posteromediana 389 – – – lumbar 417 – palpebrales 549
– – en sección sagital 443 – cava superior, afluentes 108 – – – sacra 417 – petrosa 388
– palatina 181, 182, 186, 192, 200, 202 – central de la retina 170, 549 – – lateral 417 – – superior 389
– – en sección frontal 249 – – hallazgos oftalmoscópicos 171 – – medial 417 – pontina anterolateral 389
– – en sección sagital y media 260 – cerebelosas 388 – esclerales 549 – pontina anteromediana 389
– – grupo lateral 388 – espinal 417 – pontinas transversas 389
– – grupo de medial 388 – – anterior 283, 416 – pontomesencefálica 389
V – cerebral(es) – – posterior 283, 416 – posterior del cuerpo calloso 388
– – afluentes a los senos – etmoidales 549 – profunda de la cara 106
Vaina de la duramadre 384 – – anterior 36 – – conexión al seno de la duramadre
– carotídea 4, 96, 104, 258 – – anterior 384, 386 – – posterior 36 227
– – propagación de la inflamación 204 – – interna 384, 386, 388, 426 – extracraneales, anastomosis – profundas del cerebro 386, 388
– de Hertwig 61 – – – trombosis bilateral 393 con el seno de la duramadre 384 – – zonas de drenaje 389
– de mielina 269, 292, 294 – – – zona de drenaje 389 – facial 104, 106, 108, 158, 175, 226, – puente 307, 308, 382, 386
– – destrucción 471 – – magna 383, 384, 386, 388 236, 243, 384, 549 – – cruce 306, 308
– del ojo 174 – – media profunda 384, 387 – – boca 232 – – rotura 386, 390
– epitelial radicular 61 – – media superficial 384, 386 – – común 242 – radiculares 416
Vallécula – – – zonas de drenaje 387 – – conexión al endocráneo 107 – – anterior 283, 416
– cerebelosa 366 – – profundas 388 – – en sección horizontal 254 – – posterior 283, 416
592
– retiniana, hallazgos oftalmoscópicos – – – zona de drenaje 105 – prominente (7ª vértebra cervical) 2, – – – final subcortical 451
171 – – propagación de la inflamación 204 70, 72 – – cabeza 452
– retromandibular 104, 106, 108, 384 – yugulares 105 – – apófisis espinosa 70 – – conducción del dolor, somático,
– – conexión al plexo pterigoideo 227 Ventana – – cuerpo 73 periférico 450
– subclavia 104, 108, 242 – coclear 150, 153 – – en sección horizontal 256 – – interrupción 291
– – derecha 241 – oval 142, 153 – – en sección horizontal 259 – del sistema analgésico central
– subcostal 417 – redonda 153 – torácica descendente 453
– submentoniana 104 – vestibular 147, 148, 150, 153 – – I, en sección horizontal 258 – del tronco del encéfalo 531
– superficiales Ventrículo – – II, en sección horizontal 258 – descendentes 281, 344, 354, 360,
– – ascendentes del cerebro – I, ver Ventrículo lateral primero Vértice 394, 408, 410, 413, 504, 507
– – – zonas de drenaje 387 – II, ver Ventrículo lateral segundo – cartilaginoso aritenoideo 213 – – sección transversal
– – del cerebro 283, 307, 386 – III, ver Ventrículo tercero – de la lengua 188 del mesencéfalo 362
– – – confluencia con el seno – IV, ver Ventrículo cuarto – de la porción petrosa del hueso – – sistema lateral 410, 413
de la duramadre 386 – cuarto 275, 278, 312, 354 temporal 29 – – sistema medial 410, 413
– – – zonas de drenaje 387 – – en sección sagital 443 – de la raíz del diente 49 – eferentes, ver Vías descendentes
– – descendentes del cerebro – – posición cerebelosa 368 – del asta posterior 397 – espinocerebelosa 508
– – – zonas de drenaje 387 – – proyección sobre el cráneo 319 – del diente 61, 73 – – lesión 509
– superior del vermis 388 – – suelo 278, 355, 364 Vértigo 128, 142, 487 – extrapiramidal 287
– superior medial del cerebelo 388 – – techo 279 – compresión de la arteria vertebral – influencia en la neurona motora a
– superiores del cerebelo 388 – laríngeo 214, 219 374 401
– superiores del cerebro 382, 386 – lateral 275, 277, 336, 337, 424 – después de la fractura del hueso – lemniscales 361, 531
– – dorsales, trombosis 393 – – agrandado 499 temporal 126 – lesión corticoespinal 472
– – mediales, trombosis, 393 – – asta Vesícula(s) – motora 360, 408, 503, 507, 510
– supraescapular 104 – – – frontal 312, 318, 424 – biliar, zona de Head 303 – – en la cápsula interna 409
– supraorbitarias 549 – – – – en sección frontal 420, 422 – cerebrales 272 – – extrapiramidal 287, 510
– supratroclear 106, 175 – – – – en sección horizontal 432, 434, – de neurotransmisor 293 – – lesión 461
– supratrocleares 549 440 – sináptica 293 – – – cerca del córtex 461
– talamoestriada 340, 386 – – – occipital 250, 312, 319, 424 Vestíbulo – – – periférica 461
– – superior 388 – – – – en sección horizontal 433 – bucal 186, 192 – – piramidal 510
– – zona de drenaje 389 – – – – en sección sagital 439, 440 – – en sección frontal 246 – nombres propios 504
– temporal superficial 104, 108, 211, – – – temporal 312, 333, 424 – del laberinto 146, 150 – olfatoria 116, 490, 519
226, 232, 235, 236 – – – – en sección frontal 421, 422, – laríngeo 214 – respiratoria, superior, cierre
– – anastomosis con el plexo venoso 424 – – en sección horizontal 257
al tragar 203
pterigoideo 108 – – en sección – nasal 181
– retinohipotalámica 527
– – en sección horizontal 250 – – – frontal 249, 343, 420, 422, 424, Vestibulocerebelo 367, 532
– retinoprectal 527
– temporales profundas 106 428, 430 Vía(s) 269, 444, 504, 506
– retinotálamo-cortical, ver
– terminal 387 – – – horizontal 250, 276, 432, 434, 436 – aferentes, ver Vías ascendentes
Vía visual
– tiroidea – – – sagital 261, 438, 440 – ascendentes 281, 354, 361, 394, 412,
– retinotectal 527
– – inferior 205, 215, 223 – – estructuras vecinas 313 504, 507
– – media 109, 218, 223, 230 – – primero 312 – – relevo en el tálamo 344 – sanguínea, venosa 19, 108, 274, 283,
– – superior 104, 108, 215, 223, 230 – – porción central 312, 319, 424 – – sección transversal 309, 319, 382, 384, 430
– torácicas internas 108 – – – en sección del mesencéfalo 362 – – proyección sobre el cráneo 318
– transversa del cuello 109 – – – – frontal 423, 424 – auditiva 347, 361, 363, 428, 436, 484, – sensitiva (ver también Vías
– transversales del núcleo caudado – – – – horizontal 432 515, 539 ascendentes) 444, 507, 508
387 – – – – sagital 440 – – conexión con la oliva superior 538 – – espinocerebelosa 508
– vertebral 108, 384, 416 – – proyección sobre el cráneo 318 – – interconexiones 289, 515 – – espinocortical 508
– vorticosa 106, 170 – – relación con el núcleo caudado – – organización tonotópica 484 – – interconexión 509
– vorticosas 549 421, 424 – – receptores 484 – sensitiva 447, 503
– yugular – – segundo 312 – comisural 320 – sistema motor extrapiramidal 410
– – anterior 104, 108, 228 – – techo 432 – – neocortical 331 – – conexiones centrales 411
– – – área drenada 105, 108 – tercero 275, 277, 312, 340, 348, 443 – cruce de vías 281 – vegetativa 411
– – – posición respecto a la fascia – – en sección frontal 343, 422, 424, – de asociación 536 – visual 117, 277, 340, 347, 428, 436,
del cuello 105 426 – de la médula espinal 394, 396, 507 476, 527
– – congestión 109 – – en sección horizontal 250, 434, 436 – de los cordones posteriores 345, – – lesión retroquiasmática 478
– – externa 104, 108, 228, 232, 240, – – pared lateral 277, 313 347, 404, 412, 444, 445, 449 – – neuronas de primera proyección
242, 384 – – proyección sobre el cráneo 318 – – atrofia 473 169
– – – afluentes 108 – – suelo 277 – – axones descendentes 404 – – porción geniculada 476
– – – anastomosis con la vena yugular – – techo 277 – – lesión 448 – – – lesión 478
interna 104 Vermis 279 – – – con lesión del tracto piramidal – – – topografía 477
– – – área drenada 105, 108 – del cerebelo 279, 366, 532 471 – – porción no geniculada 479
– – – posición respecto a la fascia – – en sección frontal 428, 430 – – mecanorecepción 285 Vientre
del cuello 105 – – en sección horizontal 250, 253, – – suministro de sangre 415 – anterior del músculo digástrico 3, 85,
– – – pulsación 7 436 – – trastorno circulatorio 415 198
– – interna 28, 104, 106, 108, 206, 208, – – venas 388 – – vía de la propiocepción 285 – frontal del músculo occipitofrontal
215, 229, 230, 242, 283, 384, 549 Vértebra(s) – – vía exteroceptiva 285 78
– – – afluentes 108 – cervical(es) 70 – de proyección 537 – inferior del músculo omohioideo
– – – área drenada 108 – – 1ª, ver Atlas – – corticofugal 537 243
– – – base de cráneo 207 – – 2ª, ver Axis – – corticopetal 537 – occipital del músculo occipitofrontal
– – – en sección horizontal 204, 254 – – 7ª 2, 70, 72, 256, 259 – del cordón lateral 347, 406 79
– – – ganglios linfáticos 111, 211 – – características 70 – – dorsal 453 – posterior del músculo digástrico 3,
– – – inversión de corriente 104 – – en sección sagital y media 260 – del dolor 90, 194, 198
– – – posición respecto a la fascia – – V, en sección horizontal 256 – – ascendente 302, 451 – – inervación 90, 124, 126, 233
del cuello 105 – – VI, en sección horizontal 256, 259 – – – final en la corteza cerebral 451 – – origen 90
593
Vísceras 296 Vómer 14, 16, 20, 21, 32, 38, 41, 44, VPM, ver Núcleo posteromedial Z
– aferencias 296 180 del tálamo
Viscerocráneo 13, 14 – en sección frontal 246 Zona(s)
Viscerosensibilidad 267 – en sección horizontal 252 – de Head 303
Visión Vómitos 359 Y – de peligro 5, 204, 262
– central 477 Voz – incierta 353, 542
– doble 118, 172, 179, 523 – nasal 219 Yema dentaria 60 Zónula ciliar 164
– lejana 165 – producción 496 Yugo esfenoidal 22, 35 Zóster oftálmico 120
– nítida 162, 168 VPL, ver Núcleo ventral posterolateral Yunque 145, 146, 148
Vitrectomía 163 del tálamo – origen faríngeo 10
594
Tomo 3
Cabeza, cuello y neuroanatomía
PROMETHEUS
Cabeza, cuello y neuroanatomía contiene:
• Los huesos, ligamentos, articulaciones, músculos, así
como los órganos de la cabeza y del cuello con sus vías de
conducción y su topografía.
• Los dientes y la topografía de la cavidad oral abierta.
• Una introducción a la neuroanatomía.
• La topografía y función del encéfalo y de la médula
espinal.
• Una sinopsis de las vías de conducción de la
órbita y de la nariz, como las vías, ganglios y
nervios craneales.
• Ejemplos clínicos seleccionados de
enfermedades y procedimientos de
diagnóstico.
y neuroanatomía
Cabeza, cuello
¡Adquiere nuevos conocimientos, mejora
tu comprensión de estructuras complejas y
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Tomo 3