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Reflexología Holística aplicada a los chakras

“Un reflexoterapeuta tiene que actuar como un detective experimentado,


capaz de moverse por los distintos mapas reflejos, conocer el territorio
(anatomía del pie) en el que va a actuar, leer las señales, interpretar los
mensajes y detectar la causa de la disfunción, para poder aplicar
eltratamiento más indicado, con todo lo que está a su disposición, para
conseguir el autorestablecimiento de la armonía del paciente, es decir la
Homeostasis”
Jordi Barrabia

(Artículo escrito por Jordi Barrabia, Profesor de Reflexología y Reflexología


Holistica en la Escuela Vipassana)
La reflexología podal moderna ha sufrido cambios significativos  tanto en sus
mapas, como en la forma de aplicar los tratamientos. Terapeutas inquietos,
con un incansable afán de la búsqueda de la verdad, investigadores
empíricos, comprometidos con su trabajo con seriedad y honestidad, con un
único objetivo, el restablecimiento de la salud, han confeccionado mapas
validos, comprensibles y útiles, basados en los trabajos ejemplares de su
fundadora E. Ingham, en que cada punto tenga una razón de ser
equiparándolo a la anatomía del cuerpo.

Teniendo en cuenta que el ser humano no es una u otra de sus partes sino un


todo indivisible, compuesto de múltiples factores, el físico o estructural, el
químico o nutricional, el psicológico, el emocional, el eléctrico o neural, el
electromagnético o energético, el magnetoeléctrico o sutil, el mental, el
espiritual, etc., no podemos utilizar un solo mapa de reflejos pues nos
limitaría y no nos dejaría ver en totalidad de una forma holística, por lo cual
utilizaremos distintos mapas o tablas que se sobreponen según sea
necesario.

Introducción a la Reflexología Holística

Cuando se habla de reflexología, lo primero que nos viene a la mente es el


termino podal, porque hoy por hoy es la más conocida tanto por los
terapeutas formados, como por los que se están formando, así como por el
público en general, pero no es la única, hay otras reflexologías y se tienen
que tener en cuenta, algunas tan importantes y con nombre propio, que
incluso algunos terapeutas no las consideran técnicas reflejas como por
ejemplo la iridologia, la auriculoterapia, la kinesiología, etc.

Como todo método terapéutico, necesita apoyarse en unos pilares definidos,


que le den sustento, agarre, asentamiento y fundamento. Estos pilares son:

El Reflejo: es una reacción a un estimulo. El reflejo se compone de tres


partes: un punto de partida que manda un mensaje, una vía de comunicación
que lleva el mensaje y por ultimo un punto de llegada donde se recibe el
mensaje.
El Mensaje: hay varios tipos de mensaje, unos se muestran como síntomas y
son una llamada de atención del organismo pidiendo auxilio, otros se
muestran como señales bien definidas, por ejemplo callos, durezas, grietas,
peladuras, etc., que tanto puede ser una señal de alerta del cuerpo como ser
malformaciones resultado de un calzado inapropiado o mala postura que a su
vez manden un hiperestimulo con la consiguiente reacción. Con los mensajes
anteriores el terapeuta ha de interpretar que está pasando en el organismo y
mandar un mensaje homeostático de auto reparación.

La Comunicación: es una vía de doble sentido, aferente y eferente, centrípeta


y centrífuga, de dentro a fuera y de fuera a dentro, que es capaz de mandar y
recibir mensajes. No sirve de nada esta vía si no se puede interpretar el
mensaje. El reflejo se manifiesta a través de esta vía de comunicación, la cual
ha de estar en perfecto estado, si hay bloqueos el reflejo no actúa y la
información no llega.

La Homeostasis: es el potencial innato que tiene el ser humano para


autorregularse y armonizarse. Corresponde a la posibilidad de adaptación del
medio interior frente a las variaciones del medio exterior, con el fin de
mantener la armonía. Pero esto no siempre funciona, debido a múltiples
causas como un deterioro en el sistema defensivo o un olvido del propio
cuerpo de que dispone del mismo, esto ocurre en personas muy medicadas
sintomáticamente, que no le han dado la posibilidad de actuar, en estos
casos y dependiendo de la gravedad del problema, es cuando a través de los
reflejos mandamos un numero diferente de mensajes con la información
para que actué el principio homeostático.

Teniendo en cuenta los cuatro pilares anteriores, un reflexoterapeuta tiene


que actuar como un detective experimentado, capaz de moverse por los
distintos mapas reflejos, conocer el territorio (anatomía del pie) en el que va
a actuar, leer las señales, interpretar los mensajes y detectar la causa de la
disfunción, para poder aplicar el tratamiento más indicado, con todo lo que
está a su disposición, para conseguir el autorestablecimiento de la armonía
del paciente, es decir la Homeostasis.

También, es muy importante hacer una historia clínica correcta y detallada, y


el terapeuta ha de saber interrogar, para obtener respuestas claras,
formulando preguntas concretas, buscando un punto de encuentro al
dialogo, generando confianza y creando la empatía.

El reflejo vital-universal (chakras)

Chakra es una palabra sánscrita que significa rueda o vórtice y hace


referencia a los siete centros de energía que componen nuestra consciencia y
nuestro sistema nervioso. Estos chakras o centros de energía, funcionan
como bombas o válvulas y regulan el flujo de energía a través de nuestro
sistema energético. El funcionamiento de los chakras refleja las decisiones
que tomamos al reaccionar ante las circunstancias de nuestra vida.

Abrimos y cerramos estas válvulas cuando decidimos qué pensar y que sentir,
y cuando escogemos el filtro perceptivo a través del que queremos
experimentar el mundo que nos rodea. Los chakras no son físicos. Son
aspectos de nuestra conciencia, como las auras. Los chakras son más densos
que las auras, pero no tanto como el cuerpo físico. Interaccionan con el
cuerpo físico a través de dos vehículos principales: el sistema endocrino y el
sistema nervioso.

Cada uno de los siete chakras está asociado a una de las siete glándulas
endocrinas, y a su vez con un grupo de nervios llamado plexo. De este modo,
cada chakra puede asociarse a partes y funciones concretas del cuerpo
controladas por el plexo o por la glándula endocrina asociada a dicho chakra.
Todos tus sentidos, todas tus percepciones, todos tus posibles estados de
conciencia, cualquier cosa que puedas experimentar, puede dividirse en siete
categorías. Cada categoría puede asociarse a un chakra en concreto. Así
pues, los chakras no solo representan partes concretas de tu cuerpo físico,
sino también zonas concretas de tu conciencia.
Cuando sientes tensión en tu conciencia, la sientes en el chakra asociado a
esa parte de la conciencia y a su vez, en las zonas del cuerpo físico, que están
relacionadas con ese chakra. Donde sientas el estrés depende de porqué
sientes ese estrés. La tensión del chakra la detectan los nervios del plexo
relacionados con ese chakra y la transmiten a las zonas del cuerpo que están
controladas por ese plexo.

Cuando la tensión se mantiene durante un período de tiempo, o a un nivel de


intensidad determinado, la persona crea un síntoma a nivel físico.

El reflejo emocional (psicosomático)

El Dr. Wilhelm Reich es el padre de las terapias corporales, pues fue el


primero en utilizar el cuerpo de las personas en el trabajo psíquico. La puerta
de entrada fueron los síntomas que las personas manifestaban. En su
consulta trabajaba, en una forma somática como psicológica, sobre los
músculos de las personas que estaban tensionados involuntariamente, y
cuando los músculos se distendían salía por lo general una emoción, que
podía ser bronca, angustia o dolor, en ocasiones salía un recuerdo.

Esto demostró al Dr. Reich que los músculos rígidos en forma involuntaria
contenían una emoción encerrada, por lo cual la musculatura servía de
defensa contra las emociones (coraza muscular). Al ablandar la musculatura
salía la emoción aprisionada, que no era ni más ni menos que energía
aprisionada durante mucho tiempo. Pero esa contractura no había nacido
con el sujeto, en cierta parte de su vida tuvo que contener la emoción que
ahora salía, ya sea porque en aquel momento no podía, por temor a algún
castigo, o pues era mal visto.

Viendo estos hechos clínicos se daba cuenta que las defensas, tanto
somáticas (coraza muscular) como las psicológicas (coraza caracterial)
trabajaban en el mismo sentido, contener emociones guardadas en la
musculatura de la persona, la cual cuando se podía expresar libremente, la
energía contenida se ponía a disposición de la libido. Lo cual permitía al
sujeto disponer de más energía para sus actividades cotidianas.
Esta idea se resume en el principio básico de la bionergética de que “tú eres
tu cuerpo”. Tu cuerpo es tu modo de ser en el mundo. No hay persona que
exista separada del cuerpo vivo en que tiene su ser y a través del cual se
expresa y se relaciona con el mundo que lo rodea. “Cuanta más vida tenga tu
cuerpo, más estás en el mundo”.

Otro de los principios básicos de la bioenergética es la unidad cuerpo-mente.


La mente y el cuerpo funcionan como dos entidades distintas y con
independencia propia pero al mismo tiempo interconectadas y unidas. Por
tanto ser consciente del propio cuerpo es una manera de saber quién es uno,
es decir, de conocer la propia mente.

La técnica refleja es sencilla y práctica. Su finalidad es hacer un análisis,


evaluación y valoración, para un posterior tratamiento reparador, permite un
mayor conocimiento del cuerpo y del estado de sus órganos por medio de
una simple palpación – pellizco, de las zonas reflejas orgánicas que se reflejan
en el abdomen y el tórax (reflejos neurodermicos).

Las zonas localizadas son consideradas como la proyección o el reflejo del
sistema nervioso de una viscera o de un órgano: estomago, hígado, riñón,
útero, próstata, intestino delgado, colon, vesícula biliar, pulmón, corazón,
etc. El mal funcionamiento del órgano es lo que va a dar origen a una
disminución de la circulación sanguínea local a nivel de la zona refleja, y de
ahí deriva un estancamiento del tejido conjuntivo mal vascularizado, con el
consiguiente espesamiento de la piel, formando adherencias que impiden
que los dedos circulen libremente entre los pliegues de la piel.

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