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La edición original de esta obra ha sido publicada
en lengua inglesa, por la Casa McGraw-Hill Book PROLOGO
Company, lnc., de Nueva York, Toronto y Londres,
con el título de
MECHANICAL METALLURGY

DEPÓSITO LEGAL. M. 6889.-1967.

:.\IcG1uw-H1LL Boor: Co~IPA:'\Y, I:-;c., 1961.


AGLJLAH, S. _-\. DE Emcrmms, Jucrn BraYo, 3S, i\Iaclrid (España), 1967.

in Spain. en España
del Doctor Rubio y 18-1, Madrid.-1967.
UNl\JtRSlOAD NAOONAl o~ l~ r\AiA
Departaménto Mecarnca
Biblioteca

.PROLOGO DEL AUTOR

La metalurgia mecamca es la ciencia que se ocupa del comporta-


miento y respuesta de los metales a las fuerzas que se les aplican. Su
campo no está bien definido y puede significar cosas diferentes para
distintas personas: para algunos tratará de las propiedades mecánicas
de los metales o de los ensayos mecánicos; otros pueden considerar
que su campo se restringe a la deformación plástica y conformación
de los metales; mientras que habrá algunos que limiten su interés a
aspectos más teóricos, relacionados con la física de los metales y la
metalurgia física. Aún queda otro grupo que puede considerar la me-
talurgia mecánica como algo muy relacionado con la matemática y la
niecánica aplicadas. Al escribir este libro se ha intentado abarcar, al
menos en lo posible, esta gran diversidad de puntos de vista. El obje-
tivo buscado ha sido reunir en un solo volumen, bastante completo,
toda la esfera de acción de la metalurgia mecánica.
El libro se ha dividido en cuatro partes. La primera, Fundamentos
mecánicos, presenta la armazón matemática para muchos de los capí-
tulos siguientes. Se revisan los conceptos interrelacionados de tensión
y deformación y se extienden a tr'es dimensiones. Se presenta una ex-
posición detallada de las teorías de la fluencia plástica y una intro-
ducción a los conceptos de la plasticidad. No se ha intentado completar
el desarrollo de los temas de la primera parte hasta el extremo nece-
sario para la resolución del problema original. Lo que esencialmente
se ha intentado es familiarizar a los metalúrgicos experimentados con
el lenguaje matemático que se utiliza en algunos campos de la meta-
lurgia mecánica. La segunda parte, Fundamentos metalúrgicos, trata de
los aspectos estructurales de la deformación plástica y fractura. Se ha
hecho resaltar la atomística del flujo y de la fractura, y la farma
en que la estructura metalúrgica afecta a estos procesos. El concepto de
dislocación se presenta inicialmente en esta segunda parte y se emplea
inmediatamente para lograr explicaciones cualitativas de fenónzenos
tales como endurecimiento por deformación, límite elástico aparente,
endurecimiento por fases dispérsas y fractura.
En un capítulo separado se estudian las dislocaciones de una forma
más matemática. Los temas de la segunda parte provienen de la me-
talurgia física, pero se tratan con mayor detalle y de forma distinta
XI
XII PROLOGO DEL AUTOR PROLOGO DEL AUTOR XIII

a lo que es usual en los cursos de metalurgia física; algunos de estos sea un manual, se incluyen numerosas referencias de la bibliografía de
ternas son más de m.etalurgia física que mecánica, pero se han incluido la metalurgia mecám1ca. Las citas sirven para puntualizar análisis o
para dar continuidad a la obra y proporcionar el fundamento necesario deducciones que escapan al alcance de la obra, con el fin de facilitar
a los que no han estudiado la metalurgia física moderna. la información posterior sobre detal~es o puntos de controversia y para
La tercera parte, Aplicación al ensayo de materiales, estudia los señalar trabajos importantes que son básicos en un estudio posterior.
aspectos ingenieriles de las técnicas usuales de ensayo de los metales. Además, al final de cada capítulo se da una lista bibliográfica de obras
Se dedican varios capítulos a los ensayos de tracción, torsión, dureza, de carácter general. Al fin del volumen figura una colección de pro-
fatiga, fluencia lenta y choque, y otros tratan los importantes temas blemas destinada principalmente al lector empleado en la industria
de las tensiones residuales y la utilización del análisis estadístico en que desee comprobar su comprensión de los temas estudiados.
la interpretación de los datos referentes a las propiedades mecánicas. El trabajo de escribir esta obra ha sido principalmente de selección
En esta parte se ha puesto especial interés en la interpretación de los de hechos e información procedentes de la literatura y de los muchos
ensayos y en el efecto de las variables metalúrgicas sobre las propie- textos excelentes dedicados a temas especiales de este campo del co-
dades mecánicas, prescindiendo de los de.talles operativos de la ejecu- nocimiento. Para cubrir la extensión total de este libro se ha partido
ción de los ensayos. Es de suponer que este aspecto de la realización de más de quince textos e incontables artículos de revista e informa-
material de los ensayos deba atenderse en un curso práctico de labo- ciones personales. Nos hemos esforzado en dar el máximo crédito a
tatorio realizado simultánea o independientemente. La cuarta parte, las fuentes originales. Ocasionalmente, y con relación a problemas que
Conformación plástica de los metales, se ocupa de los procesos mecá- todavía se hallan "en ebullición", el autor ha presentado sus opiniones
nicos ordinarios empleados para producir piezas útiles de metal. No personales. Estamos en deuda con muchos autores y editores que han
se ha prestado demasiado interés a los aspectos descriptivos del tema, autorizado la reproducción de ilustraciones.
puesto que estos se comprenderán mejor con visitas y estancias en Finalmente, el autor quiere dar las gracias a los muchos amigos
fábricas y mediante conferencias ilustradas. En cambio, se ha centrado que le han asesorado en este trabajo. Debe hacer mención especial del
la atención sobre los factores metalúrgicos que controlan los diversos profesor A. W. Grosvenor, del Drexel lnstitute of Technology; del
procesos tales como forja, laminación, extrusión, estirado y conforma- doctor G. T. Horne, del Carnegie lnstitute of Technology; de los doc-
ción de la chapa metálica. tores T. C. Chilton, J. H. Faupel, W. L. Phillips, W. l. Pollock y
Este libro está destinado a profesores y estudiantes de grado su- J. T. Ransom, de lq Du Pont Company, y del doctor A. S. Nemy, .de
la Thompson-Ramo-Wooldridge Corp.
perior de ingeniería metalúrgica o mecánica, y a los ingenieros que
desarrollan sus actividades en la industria. Aunque la mayoría de las GEORGE E. DIETER, JR.
Universidades han establecido cursos de metalurgia mecánica o de pro-
piedades mecánicas, existe gran diversidad en cuanto a los programas
desarrollados y a la formación de los estudiantes que siguen estos cur-
sos. Por ello no se dispone actualmente de ningún texto que pueda ca-
lificarse como típico de metalurgia mecánica. Desearíamos que la mnpli-
tud y la farma en que se ha redactado este libro fueran las adecuadas
para satis{acer las diferentes necesidades de los cursos a que nos hemos
referido. Y también sería una satisfacción para nosotros que la existen-
cia de un tratado completo sobre nietalurgia mecánica sirviese de
estímulo para el establecimiento de cursos que cubriesen enteramente
tal rama del saber.
Puesto que la obra está dirigida a profes ores, estudiantes graduados
e ingenieros de la industria, es de esperar que llegue a formar parte
de su biblioteca profesional. Aunque no se ha pretendido que el libro
INDICE GENERAL
INDICE GENERAL
PRÓLOGO DEL AUTOR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. Pág. XI

LISTA DE SÍMBOLOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . XXI

PARTE I

FUNDAMENTOS l.VIECANICOS
CAP. !.-INTRODUCCIÓN 3
1-1. Finalidad de este libro, pág. 3.-1-2. Resistencia de materiales. Hipó-
tesis básicas, 5.-1-3. Comportamientos elástico y plástico, 6.-1-4. Tensión
y deformación medias, 7.-1-5. Deformación en tracción de un metal dúc-
til, 9.-1-6. Comportamientos dúctil y frágil, 10.-1-7. Conceptos acerca del
fallo de los metales, 11.-1-8. Concepto de tensión y tipos de tensiones, 14.
1-9. Concepto de deformación y tipos ele deformación, 16.-Bibliografía, 17.

CAP. 2.-RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES EN LA REGIÓN


ELÁSTICA . . . . . . . . . . .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
2-1. Introducción, vág. 18.-2-2. Descripción de las tensiones en un pun-
to, 18.-2-3. Estado ele tensiones en dos dimensiones (tensiones. planas), 20.
2-4. Círculo de tensiones de lVIohr. Dos dimensiones, 24.-2-5. Estado de ten-
sión en tres dimensiones, 25.-2-6. Círculo de Mohr. Tres dimensiones, 28.
2-7. Descripción ele la deformación en un punto, 32.-2-8. Medida de la
deformación en una superficie, 35.-2-9. Relaciones entre tensiones y de-
formaciones, 37.-2-10. Cálculo de las tensiones a partir de las deformacio-
nes elásticas, 41.-2-11. Relaciones generalizadas entre esfuerzos y deforma-
ciones, 43.-2-12. Teoría ele la elasticidad, 45.-2-13. Concentración de ten-
siones, 48.-2-14. Componentes esféricos y desviadores de las tensiones y
deformaciones, 53.-2-15. Energía de deformación, 54.-Bibliografía, 56.

C..\P. 3.-ELEMENTOS DE LA TEORÍA DE LA PLASTICIDAD .. . . . . . . . . . . . . . . . . 57


3-1. Introducción, vág. 57.-3-2. Curvas· de fluencia, 58.-3-3. Deformación
real, 60.-3-4. Criterios de fluencia en metales ·dúctiles, 61.-3-5. Ensayos
con tensiones combinadas, 66.~3-6. Tensión cizallante octaédrica y defor-
mación de cizallamiento, 68.-3-7. Invariantes de tensiones y deformacio-
nes, 70.-3-8. Fundamentos ele las teorías ele la plasticidad, 71.-3-9. Teorías
ele fluencia, 73.-3-10. Teorías de la deformación, 76.-3-11. Fluencia plás-
tica en dos dimensiones. Deformación plana, 77-3-12. Teoría de los campos
ele deslizamiento, 79.-Bibliografía, 82.

PARTE II

FUNDAMENTOS l.VIETALURGICOS
CAP. 4.-DEFORMACIÓN PLÁSTICA DE MONOCRISTALES ... 85
Introducción, pág. 85.----4-2. Conceptos ele geometría de los cristales, 86.
Defectos reticulares, 90.-4-4. Deformación por deslizamiento, 96.-
Deslizamiento en una red perfecta, 100.-4.-6. Deslizamiento producido
por movimiento ele dislocaciones, 102.-4-7. Tensión cizallante crítica para
el deslizamiento, 104.-4-8. Ensayo ele monocristales, 108.~1-9. Deforma-
ción por maclaje, 110.--1-10. Defectos ele apilamiento, 114.-'1-ll. Bandas ele
üeformación y bandas ele plegado, 117.-4-12. Endurecimiento por defor-
mación de los monocristales, 118.-Bibliografía, 124.

CAP. 5.-DEFORMACIÓN PLÁSTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS ... 125


;:J-1. Introducción, vág. 125.-5-2. Límites ele grano y deformación, 12G.-
;:J-3. Límites ele grano ele ángulo pequeño, 130.-5-4. Endurecimiento por so-
lución sólida, 135.-5-5. Fenómenos del límite elástico aparente, 141.-5-6. En-
vejecimiento po1' deformación, 1-13.-5-7. Endm'ecimiento producido por par-
tículas ele segunda fase, 1-16.-5-S. Endurecimiento debido a defectos ele
XVII
XVIII INDICE
INDICE GENERAL XIX

punto, 155.-5-9. Endurecimiento por deformación y trabajo en frío 156.


5-10. Efecto Bauschinger, 159.-5-11. Orientación preferente (textura< 161. CAP. 12.-FATIGA DE LOS METALES . . . . . . . . . . . . 316
5-12. Recocido ele metales deformados en frío, 164.-5-13. Texturas ele reco- 12-1. Introducción, pág. 316.-12-2. Ciclos de tensión, 318.-12-3. La curva
cido, 167.-Bibliografía, 168. ele Wi:ihler, 319.-12-4. Naturaleza estadística de la fatiga, 322.-12-5. As-
pectos estructurales ele la fatiga, 325.-12-6. Teorías sobre la fatiga, 328.
12-7. Efecto de las concentraciones de tensiones en la fatiga, 331.-12-8. Efec-
CAP. 6.-TEORÍA DE LAS DISLOCACIONES 169 to del tamaño, 335.-12-9. Efectos ele superficie en la fatiga, 336.-12-10. Fa-
6-1. Introducción, pág. 169.-6-2. Métodos para detectar dislocaciones, 169. tiga con corrosión, 341.-12-11. Efecto de la tensión media en la fati-
6-3. El vector de Burgers y el anillo de dislocación, 174.-6-4. Dislocaciones ga, 344.-12-12. Fatiga bajo tensiones combinadas, 347.-12-13. Sobrefatiga y
en la red cúbica ele caras centradas, 176.-6-5. Dislocaciones en la red he- adaptación, 348.-12-14. Efecto de las propiedades metalúrgicas en las carac-
xagonal compacta,· 181.-6-6. Dislocaciones en la red cúbica centrada, 181. terísticas de fatiga, 350.-12-15. Efecto de la temperatura en la fatiga, 354.
6-7. Campo ele tensiones ele una dislocación, 183.-6-8. Fuerzas en las dis- Bibliografía, 356.
locaciones, 186.-6-9. Fuerzas entre las dislocaciones, 188.-6-10. Trepado
de dislocaciones, 190.-6-11. Codos en las dislocaciones, 191.-6-12. In-
teracción entre dislocaciones y vacantes, 192.-6-13. Interacciones entre dis- CAP. 13.-FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSIÓN 358
locaciones y átomos extraños, 194.-6-14. Manantiales de dislocaciones, 196. 13-1. El problema de los materiales para temperaturas elevadas, pág. 358.
6-15. Multiplicación de dislocaciones. Manantial de Frank-Read, 197.- 13-2. La curva de fluencia lenta, 360.-13-3. El ensayo de tracción hasta la
6-16. Apilamiento de dislocaciones, 200.-Bibliografía, 202. rotura, 364.-13-4. Deformación a temperatura elevada, 366.-13-5. Fractura
a temperaturas elevadas, 369.-13-6. Teorías sobre la fluencia lenta a tem-
peratura baja, 372.-13-7. Teorías ele la fluencia lenta a temperatura ele-
CAP. 7.-FRACTURA ... 203 vada, 373.-13-8. Presentación de los datos técnicos ele fluencia lenta, 380.
1-1. Introducción, pág. 203.-7-2. Tipos ele fractura en los metales, 203. 13-9. Predicción de las propiedades para tiempos muy largos, 382.-
1-3. Resistencia cohesiva teórica de los metales, 205.-7-4. Teoría de Grif- 13-10. Aleaciones para temperaturas elevadas, 385.-13-11. Efecto de las va-
fith sobre la fractura frágil, 207.-7-5. Modificaciones de la teoría ele riables metalúrgicas, 389.-13-12. Fluencia lenta bajo tensiones combina-
Griffith, 210.-7-6. Fractura frágil ele monocristales, 212.-7-7. Aspectos me- das, 392.-13-13. Relajación de tensiones, 393.-Bibliografía, 394. .
talográficos de la fractura frágil, 214.-7-8. Teorías de dislocaciones para
la fra-ctura, 217.-7-9. Fluencia plástica diferida, 223.-7-10. Velocidad ele
propagación ele las grietas, 224.-7-11. Fractura dúctil, 225.-7-12. Efecto CAP. 14.-FRACTURA FRÁGIL Y ENSAYOS DE CHOQUE . . . . . . . . . 395
de entalla en la fractura, 227.-7-13. Concepto de la curva de fractura, 229. 14-1. El problema de la fractura frágil, pág. 395.-14-2. Ensayos ele choque
7~14. Teoría clásica de la transición dúctil-frágil, 231.-7-15. Fractura pro- sobre probeta entallada (ensayos de resiliencia), 396.-14-3. Ensayos de fle-
ducida por tensiones combinadas, 233.-7-16. Efecto de una iwesión hiclros- xión lenta, 401.-14-4. Ensayos especiales para determinar temperaturas de
tútica elevada sobre la fractura, 234.-Bibliografía, 235. transición, 402.-14-5. Significado ele la temperatura ele transición, 405.
H-6. Factores metalúrgicos que afectan a la temperatura de transición, 407.
14-7. Efecto del tamaño de la sección, 411.-14-8. Tenacidad a la entalla de
CAP. 8.-FRICCIÓN INTERNA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 236 los aceros tratados térmicamente, 411.-14-9. Fragilidad ele revenido, 413.
S-1. Introducción, pclg. 236.-8-2. Descripción fenomenológica ele la fricción H-10. Fragilización por el hidrógeno, 414.-14-11. Flujo y fractura a Yelo-
interna, 237.-8-3. Anelasticidad, 239.-8-4. Espectro de relajación, 242. cidacles ele carga muy grandes, 416.-Bibliografía, 419.
8-5. Relajación de los límites de grano, 243.-8-6. El efecto Snoek, 24"1.
8-7. Fricción interna termoelástica, 245.-8-8. Amortiguamiento debido a las
dislocaciones, 2'16.-8-9. Capacidad ele amortiguamiento, 247.-Bibliogra- CAP. 15.-TENSIONES RESIDUALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 420
fía, 2-19. 15-1.-0rigen ele las tensiones residuales, pág. 42.0.-15-2. Efectos de las
tensiones residuales, 424.-15-3. Métodos mecánicos para medir las tensio-
PARTE III nes residuales, 425.-15-4. Métodos ele flexión, 431.-15-5. Determinación ele
las tensiones residuales mediante rayos X, 433.-15-6. Tensiones de tem-
ple, 438.-15-7. Tensiones residuales superficiales, 4-13.-15-8. Eliminación
APLICACION AL ENSAYO DE lVIATERIALES ele tensiones, 445.-Bibliografía, "146.

CAP. 9.-EL ENSAYO DE TRAC,CIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253 CAP. 16.-LA ESTADÍSTICA APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES ... 447
9-1. Curva tensiones-deformaciones convencional o tecnológica, pág. 253. 16-1. Necesidad de la estadística, veía. 447.-16-2. Errores y muestras, 448.
9-2. Curva real de tensiones-deformaciones, 259.-9-3. Inestabilidad en trac- 16-3. Distribución de frecuencias, 448.-16-4. Medidas ele posición o del va-
ción. 265.-9-4. Distribución de las tensiones en el cuello, 267.-9-5. Dis- lor central y ele la dispersión, 452.-16-5. La distribución normal, 454.-
tribÚción de las deformaciones en la probeta de tracción, 269.-9-6. Efecto 16-6. Distribuciones ele valores extremos, 459.-16-7. Dócimas de significa-
de la velocidad de deformación sobre las propiedades de tracción, 270. ción, 461.-16-8. Análisis de la varianza, 464.-16-9. Diseño estadístico de
9-7. Efecto de la temperatura sobre las propiedades ele tracción, 273. los experimentos, 467.-16-10. Regresión lineal, 470.-16-11. Gráficos de con-
9-8. Efecto combinado ele la velocidad de deformación y la temperatura, 276. trol, 471.-16-12. Aspectos estadísticos del efecto del tamaño sobre la frac-
9-9. Ensayos ele tracción con entalla, 277.-9-10. Propiedades de tracción tura frágil, 473.-16-13. Estudio estadístico del límite de fatiga, 476.-Bi-
ele los aceros. 280.-9-11. Anisotropía de las propiedades de tracción, 288. hliografía, 479.
Bibliografía, 291.

CAP. 10.--EL ENSAYO DE TORSIÓN 292 PARTE IV


10-1. Introducción, pág. 292.-10-2. Propiedades mecánicas de torsión, 292.
10-3. Tensiones de torsión para deformaciones plásticas grandes, 295.- CONFORIVIACION PLASTICA DE LOS METALES
10-4. Tipos de fracturas de torsión, 296.-10-5. Relación entre los ensayos
de torsión y tracción, 297.-Bibliografía, 300.
CAP. 17.-fUNDAMENTOS GENERALES DEL TRABAJO DE LOS METALES 483
CAP. 11.-EL ENSAYO DE DUREZA . . . . . . . . . 301 17-1. Clasificación de los procesos ele conformación, pág. 483.-17-2. Efecto
11-1. Introducción. pág. 301.-11-2. Dureza Brinell, 302.-11-3. Dureza l\Ie- de la temperatura en los procesos ele conformación, 485.-17-3. Efecto de la
\·er. 303.-11-4. AÍ1úlisis de la huella producida por un penetrador esféri- velocidad ele deformación en los procesos de conformación, 488.-17-4. Efec-
co.· 305.-11-5. Relaciones entre la dureza y la curva de tracción, 306. to ele las estructuras metalúrgicas en los procesos ele conformación. -190.
11~6. Dureza Vickers, 308.-11-7. Ensayo de dureza Rockwell, 309.-11-8. En- 17-5. Mecánica ele la conformación cie los metales, 493.-17-6. Traba.jo ele
savos ele microclureza, 311.-11-9. Conversiones de dureza, 312.-11-10. Du- deformación plástica, c198.-17-7. Ensayos y criterios de formabiliclad, 500.
reza a temperaturas elevadas, 313.-Bibliografía, 315. 17-8. La fricción en las 01)eraciones ele conformación, 501.-17-9. Técnicas
experimentales para el anúlisis ele la conformación, 502.-Bibliografía, 503.
XX INDICE GENERAL

CAP. 18.-FORJA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 504


18-1. Clasificación de los procesos de forja, pág. 504.-18-2. Equipos para
forja, 507.-18-3. Deformación en compresión, 510.-18-4. Forja en defor-
mación plana con fricción de Coulomb, 512.-18-5. Forja con deformación
plana con adherencia perfecta, 514.-18-6. Forja de un cilindro con defor-
mación plana, 515.-18-7. Defectos de forja, 516.-18-8. Tensiones residuales
LISTA DE SIMBQLQS
en las piezas forjadas, 518.-Bibliografía, 519.

CAP. 19.-LAMINACIÓN DE LOS METALES . . . .. . .. . .. . .. . . .. .. . .. . .. . . . . 520


19-1. Clasificación de los procesos ele laminación, pág. 520.-19-2. Equipos
ele laminación, 521.-19-3. Laminación en caliente, 523.-19-4. Laminación en
frío, 524.-19-5. Laminación de barras y perfiles, 526.-19-6. Fuerzas y rela- A, área.
ciones geométricas en la laminación, 527.-19-7. Variables principales de la a, distancia lineal.
laminación, 530.-19-8. Deformación en la laminación, 534.-19-9. Defectos de
los productos laminados, 535.-19-10. Tensiones residuales en los productos espaciado jnteratómico.
laminados, 536.-19-11. Teorías de la laminación en frío, 537.-19-12. Teorías ªº'
de la laminación en caliente, 542.-19-13. Par y potencia, 546. Bibliogra- B, constante.
fía, 547.
b, anchura.
CAP. 20.-EXTRUSIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 549 b, vector de Burgers de una dislocación.
20-1. Clasificación de los procesos de extrusión, pág. 549.-20-2. Equipos de
extrusión, 552.-20-3. Variables de la extrusión, 553.-20-4. Deformación en e, constante generalizada.
la extrusión, 557.-20-5. Defectos de extrusión, 559.-20-6. Extrusión en con-
diciones ideales, 561.-20-7. Extrusión con fricción '.Y deformación no homo- C1¡, módulos de elasticidad.
génea, 562.-20-8. Extrusión de tuberías, 563.-20-9. Fabricación de tubos longitud de una grieta de Griffith.
sin· costura, 555.-Bibliografía, 567. e,
D, díámetro, diámetro de grano.
CAP. 21.-ESTIRADO DE TUBOS Y VARILLAS. TREFILADO 568
21-1. Introducción, pág. 568.-21-2. Trefilado, 568.-21-3. Defectos de las E, módulo de elasticidad para carga axial (módulo de
varillas y del alambre, 570.-21-4. Variables del trefilado, 571.-21-5. Tre-
filado sin fricción, 572.-21-6. Trefilado con fricción, 575.-21-7. Procedi-
Young).
mientos de estirado de tubos, 577 .-21-8. Estirado de tubos sin mandril, 578.
21-9. Estirado de tubos con mandril fijo, 579.-21-10. Estirado de tubos
e, deformación convencional o de ingeniería.
con mandril móvil, 581.-21-11. Tensiones residuales en varillas, alambres y exp, función exponencial (p. ej., exp x =ex, siendo e 2,718
tubos, 583.-Bibliografía, 585.
la base de los logaritmos naturales).
CAP. 22.-CONFORMACIÓN DE LA CHAPA METÁLICA ... 586
F, fuerza por unidad de longitud de una línea de dislo-
22-1. Introducción, pág. 586.-22-2. Métodos de conformación, 587.-22-3. Ci-
zallado y troquelado, 591.-22-4. Doblado, 59'1.-22-5. Confórmación por es- cación.
tirado, 599.-22-6. Embutición profunda, 600.-22-7. Operaciones de reembu-
tición, 606.-22-8. Reembutición con y sin reducción del espesor de pa-
red, 608.-22-9. Defectos de las piezas conformadas, 609.-22-10. Ensayos de
f, coeficiente de frotamiento.
formabilidad, 613.-Bibliografía, 615. G, módulo de elasticidad en cizaUamiento (módulo de
rigidez).
APÉNDICE.-CONSTA:'-lTES Y FACTORES DE CONVERSIÓN 617
g, fuerza de extensión de una grieta.
PROBLEMAS . . . . . , . . . . .. 619 H, energía de activación.
SOLUCIONES DE ALGUNOS PROBLEMAS SELECCIONADOS . . . ... . .. 643 h, distancia, usualmente en la dirección del espesor.
b:DICE ALFABÉTICO DE MATERIAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 651 (_h, k, l)' índices de Miller.
l, momento de inercia.
J, invariante del desviador de tensiones; momento polar
de inercia.
K, coeficiente de resistencia.
K¡, factor de entalla en fatiga.
Ku factor teórico de concentración de tensiones.
k, límite elástico en cizallamiento puro.
L, longitud.
l, rn, n, cosenos directores de la normal a un plano.
ln, logaritmo natural.
log, logaritmo decimal (de base 10 l.
XXI
XXII LISTA DE
LISTA DE SIMBOLOS XXIII
ME, momento de flexión.
My, momento de torsión. velocidad de deformación real.
111, sensibilidad a la velocidad de deformación. velocidad mínima de fluencia lenta (creep ).
N, número de ciclos de tensión o de vibraciones. r¡, rendimiento; coeficiente de viscosidad.
n, exponente· de endurecimiento por deformación. e, parámetro tiempo-temperatura de Dorn.
n', constante generalizada en términos exponenciales. K, módulo volumétrico de elasticidad.
P, carga o fuerza externa. A, distancia entre partículas.
p, presión. A, constante de Lamé.
q, estricción (reducción de área); factor de restricción µ,, parámetro de tensiones de Lode.
plástica; índice de sensibilidad a la entalla en fatiga. v, relación de Poisson ; parámetro de deformaciones
R, radio de curvatura; relación de tensiones en fatiga; de Lode.
constante de los gases. densidad.
r, distancia en dirección del radio. tensión normal; desviación típica de una población.
S, tensión total en un plano antes de resolverla en com- límite elástico.
ponentes normal y cizallante. CTo'
I
límite elástico en deformación plana.
CT, tensión significativa o efectiva.
coeficientes de elasticidad.
CT1, CTz, CT3, tensiones principales.
desviación típica de una muestra. , desviador de tensiones.
temperatura. CT'
a-", componente hidrostática de la tensión.
punto de fusión.
CTM tensión alterna o variable.
tiempo ; espesor.
CTm, tensión media principal ; tensión media.
tiempo hasta la rotura.
CT,., intervalo de tensiones.
energía de deformación elástica.
CTw resistencia a la tracción; tensión para la carga má-
energía de deformación elástica por unidad de vo-
xima.
lumen.
tensión de trabajo.
U, V, W, componentes del desplazamiento en· las direcciones T, tensión cizallan te; tiempo de relajación.
X, y, Z.
<P, función de tensiones de Airy.
[uvw], índices de Miller para una dirección cristalográfica. tf;, capacidad específica de amortiguamiento.
V, volumen.
V, velocidad; coeficiente de variación.
W, trabajo.
z, parámetro de Zener-Hollomon.
a, coeficiente de dilatación lineal.
a, (3, ()' (/), ángulos generalizados.
r, tensión lineal de una dislocación.
'Y' deformación de cizallamiento.
.6., deformación en volumen o dilatación cúbica; varia-
ción finita.
8, deformación o alargamiento; flecha; decremento lo-
garítmico.
E, deformación real o natural.
€, deformación significativa o efectiva.
PARTE PRIMERA

FUNDAMENTOS MECANICOS
CAPITULO 1
INTRODUCCION

1-1. Finalidad de este lihro.-La metalurgia mecánica es la rama


de la metalurgia que se ocupa principalmente de la respuesta de los
metales frente a las fuerzas o cargas. Las fuerzas pueden resultar del
empleo del material como mtembro o pieza de una estructura o máqui-
na, en cuyos casos es necesatio saber algo respecto a los valores límites
que aquel puede resistir sin fallar. Por otro lado, es necesario a veces
transformar un lingote colado en una forma más útil, tal como una
plancha· plana, y entonces es preciso conocer las condiciones de tem-
peratura y velocidad de carga para las que son mínimas las fuerzas
que se necesitan para realizar tal trabajo de transformación.
La metalurgia mecánica no es una rama del conocimiento que pue-
da aislarse claramente y estudiarse por sí misma. Es la reunión de
muchas disciplinas y muchas formas de aproximación al problema de
explicar la respuesta de los materiales a las fuerzas. u na de las formas
de acercarse al mismo es utilizar las teorías de la resistencia de ma-
teriales y de la elasticidad y la plasticidad, en las que el metal se
considera como un material homogéneo cuyo comportamiento puede
describirse con solo unas pocas constantes del material. Esta forma de
aproximación es la base del diseño racional de los miembros de las
estructuras y de las piezas de las máquinas, y los tres temas de resis-
tencia de materiales, elasticidad y plasticidad se estudian en la primera
parte de este libro desde un punto de vista más general que el usual
en los tratados de resistencia de materiales. Los capítulos 1 a 3 pue-
den considerarse como el aparato matemático en que descansa mucha
parte del resto del libro. A los estudiantes de ingeniería que hayan
estudiado un curso superior de resistencia de materiales o de diseño
de máquinas es probable que pueda bastarles un repaso rápido de
estos capítulos. No ocurre así para los estudiantes de metalurgia y
para los ingenieros que trabajan en la industria, a los cuales les será
útil todo el tiempo que necesiten emplear para familiarizarse con los
aspectos matemáticos presentados en la primera parte.
Las teorías de la resistencia de materiales, de la elasticidad y de la
plasticidad pierden mucha de su potencialidad cuando adquiere im-
portancia la estructura del metal y no se puede seguir considerándolo
como un medio homogéneo. Encontramos ejemplos de esto en el com-
portamiento a elevada temperatura de los metales, donde la estructu-
ra metalúrgica puede cambiar continuamente con el tiempo, y en las
3
INTRODUCCION
SEC. 1-2} RESISTENCIA DE. MATERIALES. HIPOTESIS BASICAS 5
transiciones dúctil a frágil que ocurren en los aceros al carbono. La de-
terminación de las relaciones existentes entre el comportamiento me- incluir la tecnología especializada de cada proceso de trabajo (p. ej., la
cánico y la estructura que se observa con el microscopio y con las laminación o la extrusión) , pero sí se ha hecho cierto esfuerzo para
técnicas de rayos X es la responsabilidad principal del metalurgista dar una impresión general del equipo mecánico requerido y para fa-
mecánico. Si se interpreta el comportamiento mecánico a partir de la miliarizar al lector con el vocabulario especializado de esta rama del
estructura metalúrgica resulta posible mejorar las propiedades mecá- trabajo de los metales. El mayor interés se ha centrado en presentar
nicas o, por lo menos, controlarlas. La segunda parte de este libro se un cuadro esquemático de las fuerzas implicadas en cada proceso y en
ocupa de los fundamentos metalúrgicos del comportamiento mecánico estudiar la forma en que los factores geométricos y metalúrgicos afec-
de los metales. Los estudiantes de metalurgia habrán trabado conoci- tan a las cargas necesarias para la conformación, y al éxito del proceso
miento con algunos de los temas estudiados en esta segunda parte en de trabajo del metal.
cursos previos de estudio del campo más amplio de la metalurgia físi-
ca, pero en esta obra están tratados con bastante más detalle de lo 1-2. Resistencia de materiales. Hipótesis hásicas.-La resistencia
que es usual en un curso de· metalurgia física. Se han incluido algunos de materiales es el cuerpo de doctrina concerniente a las relaciones
temas que son más de metalurgia física que de metalurgia mecánica entre fuerzas internas, deformación y cargas externas. En el método
para dar continuidad a la exposición y para ayudar a los lectores no general de análisis empleado en resistencia de materiales se parte,
· metalúrgicos que no han cursado estudios de metalurgia física. como primera etapa, de la suposición de que el miembro está en equi-
Los tres últimos capítulos de la segunda parte, especialmente el librh Se aplican las ecuaciones del equilibrio estático a las fuerzas que
capítulo 6, se refieren principalmente a los aspectos atomísticos del actúan en alguna parte del cuerpo para encontrar relaciones entre las
flujo y de la fractura de los metales. Muchos de los avances en este fuerzas externas ejercidas sobre el miembro y las fuerzas internas que
campo son resultado del trabajo coordinado de los físicos del estado resisten a las cargas internas. Como las ecuaciones de equilibrio deben
sólido y de los metalurgistas. Hay una región en que es prácticamente expresarse en términos de fuerzas externas que actúan sobre el cuerpo,
imposible la observación directa y son difíciles de concebir los expe- es necesario transforniar las fuerzas internas resistentes en fuerzas
rimentos indirectos. Además, es este un campo de actividad intensa, externas. Esto se logra haciendo pasar un plano a trayés del cuerpo por
en el que la vida media de un concepto o teoría puede ser muy corto. el punto que interesa. Se elimi.na la parte del cuerpo que queda a uno
Por esta razón, al escribir estos capítulos, se ha incluido solo el ma- de los lados de este plano secante y se sustituye por las fuerzas que
terial que ya es de validez general, dedicando extensión mínima a los ejercía sobre la superficie del corte de la parte del cuerpo que nos
aspectos del tema que aún están en discusión. resta. Puesto que las fuerzas que actúan sobre un "cuerpo libre" lo
Los datos básicos relativos a la resistencia mecánica de los ma- mantienen en equilibrio, es posible aplicar al problema las ecuaciones
teriales y las mediciones para el control rutinario de las propiedades correspondientes.
mecánicas se obtienen mediante un número relativamente pequeño de Las fuerzas resistentes internas se expresan usualmente como ten-
métodos tipificados de ensayo. La tercera parte, Aplicación al ensayo siones 1 que actúan sobre cierta superficie, por lo que la fuerza interna
de materiales, se ocupa de cada uno de los ensayos mecánicos comu- es la integral del producto de la tensión por la diferencial del área so-
nes, no desde el punto de vista usual de las técnicas de realización, bre la que actúa. Para calcular esta integral es necesario conocer la
sino considerando lo que estos ensayos pueden decir sobre el rendi- distribución de la tensión sobre el área total del plano secante. La
miento en servicio de los metales y las variables metalúrgicas que distribución de tensiones se determina observando y midiendo las
afectan a los resultados de estos ensayos. Muchos de los conocimien- deformaciones distribuidas en el miembro, puesto que las tensiones
tos expuestos en las partes primera y segunda se utilizan en esta no pueden medirse físicamente. Sin embargo, como la tensión es pro-
tercera. Es de suponer que el lector ha seguido un curso corriente porcional a la deformación para las pequeñas deformaciones que inter-
de ensayo de materiales o puede familiarizarse en el laboratorio con vienen en la mayor parte de los problemas, la distribución de la defor-
la materialidad de las técnicas de realización de los ensayos. mación permite deducir la correspondiente a la tensión. La expresión
En la cuarta parte se estudian los factores mecánicos y metalúrgi- encontrada para las tensiones se sustituye en las ecuaciones de equi-
cos implicados en la conformación de los metales para obtener for- librio y se resuelven estas respecto a las cargas y las dimensiones del
miembro.
mas útiles. Se ha intentado presentar el análisis matemático de los
procesos principales de trabajo de los metales, aunque ello no ha sido Son hipótesis importantes de la resistencia de materiales las de
posible en ciertos casos, bien por el considerable detalle requerido o por 1 P'.lr.a nuestra finali~ad se define la tensión como la fuerza por unidad de
salirse el análisis de la finalidad de este libro. No se ha pretendido superf1c1e. La deformación acompañante se define como la variación de lon-
gitud de la unidad de longitud. Más adelante daremos definiciones más completas.
INTRODUCCION SEC.,. 1-4) TENSION Y DEFORM.ACION MEDIAS 7

que el cuerpo que se estudia es continuo, homogéneo e isótropo. Un deformación es necesariamente lineal. El caucho es un ejemplo de ma-
cuerpo continuo es el que no contiene huecos o espacios vacíos de terial que muestra. una relación no lineal entre carga y deformación y
ninguna clase. Un cuerpo es homogéneo cuando tiene propiedades que satisface a la definición de material elástico.
idénticas en todos sus puntos. Un cuerpo se considerará isótropo res- Las deformaciones elásticas de los metales son muy pequeñas y
pecto a alguna propiedad siempre que esta no varíe con la dirección requieren instrumentos muy sensibles para medirlas. Los instrumentos
u orientación. Una propiedad que varíe con la orientación respecto ultrasensibles han demostrado que los límites elásticos de los metales
a algún sistema de ejes coordenados es anisotrópica. son mucho más bajos que los medidos usualmente en los ensayos téc-
Los materiales empleados en ingeniería, tales como el acero, la nicos de materiales. Cuanto más sensible es el aparato de medida,
fundición de hierro o el aluminio, parece que cumplen estas condicio- tanto más decrece el límite elástico, por lo que para la mayoría de
nes cuando se les observa en escala grande, pero si se les mira a través los metales sólo se cumple exactamente la ley de Hooke en un inter-
de un microscopio es fácil comprobar que pueden ser cualquier cosa valo de cargas muy pequeño. Este hecho, sin embargo, es más bien de
menos homogéneos e isótropos. La mayoría de los metales técnicos importancia especulativa, y la ley de Hooke sigue siendo una relación
están constituidos por más de una fase, cada una con diferentes pro- válida para los proyectos de ingeniería.
piedades mecánicas, por lo que a escala microscópica son heterogé-
neos. Pero es que ni siquiera un metal monofásico es homogéneo, por- 1-4: Tensión y deformación medias.-Como punto de partida
que en todos se encuentran usualmente fenómenos de segregación para el análisis de tensiones y deformaciones consideremos una barra
química que dan lugar a que las propiedades no sean idénticas de punto cilíndrica uniforme sujeta a una carga axial de tracción (Fig. 1-1). Su-
a punto. Los metales están construidos como una agregación de granos pongamos que se marcan dos puntos de referencia en la superficie de
cristalinos que poseen distintas propiedades en las diferentes direccio- la barra en el estado sin deformación y sea Lo la distancia entre puntos,
nes cristalográficas. La razón de que las ecuaciones de la resistencia
de materiales describan el comportamiento de los metales reales está
en que, en general, los granos cristalinos son tan pequeños respecto a /
kE-~---L 0 +S------~
una muestra de volumen macroscópico que cabe considerar al material ----Lo
como si fuera estadísticamente homogéneo e isótropo. Sin embargo,
cuando los metales se deforman severamente en una dirección particu- p
lar, como ocurre en la laminación y en la forja, las propiedades mecá-
nicas pueden ser anisotrópicas en macroescala. j<rdA~P
1-3. Comportamientos elástico y plástico.-La experiencia de- Frc. 1-1.-Barra cilíndrica sujeta a FIG. 1-2.-Diagrama del cuerpo libre
muestra que todos los materiales sólidos se deforman sometiéndolos carga axial. correspondiente a la figura 1-1.
a una carga externa. Se encuentra además que, hasta cierta carga lími-
te, el sólido recobra sus dimensiones originales cuando se le descarga.
La recuperación de las dimensiones originales al eliminar la carga es lo es decir, entre esas marcas. Se aplica una carga P a un extremo de la
que caracteriza al comportamiento elástico. La carga límite por encima barra y la distancia entre puntos experimenta un ligero aumento de
de la cual el material ya no se comporta elásticamente es el límite longitud, mientras se produce una disminución del diámetro. La dis-
elástico. Si se sobrepasa el límite elástico, el cuerpo retiene cierta tancia entre puntos ha aumentado en una cantidad o, que llamamos
deformación permanente cuando deja de actuar la carga. Un cuerpo deformación. La deformación lineal media e es la relación de la varia-
que se ha deformado permanentemente se dice que ha sufrido una ción de longitud a la longitud inicial
deformación plástica.
Para la mayor parte de los materiales, en tanto que la carga no o b.L L-Lo
e=-- [l-1]
supere al límite elástico, la deformación es proporcional a la carga. Lo
Esta relación es conocida como ley de Hooke; es más frecuente ex-
presarla diciendo que las tensiones son proporcionales a las deforma- La deformación es una magnitud sin dimensiones, porque o y Lo se
ciones. La ley de Hooke requiere que la relación entre carga y defor- expresan en las mismas unidades.
mación sea lineal. Sin embargo, no debe pensarse que en todos los La figura 1-2 muestra el esquema de cuerpo libre para la barra de
rriateriales que se comportan elásticamente la relación entre carga y la figura 1-1. La carga externa P está equilibrada por la fuerza resis-
8 INTRODUCCION [CAP. 1 SEC. l.;.5] DEEORMACIOi~. ·EN. TRACCION. DE UN METAL DUCTIL 9

tente interna fa- dA, donde a- es la tensión normal al plano del corte, Hooke, por lo que la tensión media es proporcional a la deformación
y A, la sección transversal de la barra. La ecuación de equilibrio es media,
(]"

[1-2] - =E= constante. [1-4]


e
Si la tensión está uniformemente distribuida sobre el área A, esto es,
La constante E es el módulo de elasticidad, módulo elástico o módulo
si a- es constante, la ecuación [1-2] se convierte en
de Young, que de las tres maneras se le llama 1•
P=a-f dA=a-A 1-5. Deformación en tracción de un metal dúctil.-Los datos
p fundamentales en cuanto a propiedades mecánicas de los metales dúc-
<r=-
A ri-3 J tiles se obtienen de un ensayo de tracción, en el que una probeta ade-
cuada y tipificada se somete a carga axial de tracción creciente hasta
La tensión no será en general uniforme sobre toda el área A y enton- producirse la rotura. La carga y el alargamiento se miden a intervalos
ces la ecuación [l-3] expresa una tensión media. Para que la tensión frecuentes durante el ensayo y se expresan como tensión media y
fuera absolutamente uniforme sería preciso que cualquier elemento deformación media, de acuerdo con las ecuaciones de la sécción ante-
longitudinal de la barra hubiese experimentado exactamente la misma rior. Nos ocuparemos más detalladamente del ensayo de tracción en
deformación, y la proporcionalidad entre tensión y deformación habría el capítulo 9.
de ser idéntica para todos los elementos. La anisotropía inherente a Los datos obtenidos del ensayo se representan en un diagrama de
los granos de un metal policristalino excluye la posibilidad de la uni- tracción, en el que las tensiones se toman como ordenadas, y las
formidad completa de la tensión sobre un cuerpo de tamaño macros- deformaciones, como abscisas. La figura 1-3 muestra una curva ten-
cópico. La presencia de más de una fase da lugar a la falta de unifor- sión-deformación en tracción típi-
midad de la tensión en escala microscópica. Si la barra no es recta o ca de un metal dúctil, p. ej., el alu-
no está centralmente cargada, serán diferentes las deformaciones de minio. La porción rectilínea ini-
ciertos elementos longitudinales y la tensión no será uniforme. Una cial OA de la curva corresponde
pérdida extrema de la uniformidad del diagrama de tensiones se pre- a la región elástica, en la que se b
senta cuando hay cambios bruscos en la sección transversal. En este cumple la ley de Hooke. El pun- .g
caso se produce una caneen tración de tensiones (Sec. 2-13). to A corresponde al límite elásti- ·¡¡¡ 0-máx
e
Las unidades técnicas empleadas en los países anglosajones para ca, definido como la tensión má- ~ fractura
medir las cargas son las libras (pound), y para las áreas, las pulgadas xima que es capaz de resistir el
cuadradas ( square inch), por lo que las tensiones se expresan en libras metal sin experimentar deforma-
por pulgada cuadrada, unidad de tensión para la que se emplea el ción permanente. La determinación
símbolo psi (iniciales de "pound", "square" e "inch"). Esta es relati- de un límite elástico así definido oc deformación
vamente pequeña, por lo que se manejan normalmente números gran- es muy engorrosa Y en modo al- FrG. 1-3.-Curva típica de tracción
des para expresar las tensiones, del orden de los millares de psi. Para guno resulta una operación de ru- (curva tensión de tracción-deforma-
evitar esto se emplea a veces una unidad mil veces mayor, que resulta tina; además, los valores obteni- ción).
de medir las cargas en kips o kilolibras. En este caso las tensiones se dos dependen de la sensibilidad
expresan en miles de libras por pulgada cuadrada, utilizando uno de del aparato utilizado para medir la deformación. Por estas razones se
los símbolos 1000 psi o ksi. 1 ksi = 1000 psi. En los trabajos científicos sustituye frecuentemente por el líniite proporcional, que corresponde
las tensiones se expresan en dinas por centímetro cuadrado (dina/cm2 ) a la ordenada del punto A', a partir del cual la curva deja de ser
o en kilogramos por milímetro cuadrado (Kg/mm2); esta última uni- rectilínea. La pendiente de la curva en la región elástica es el módulo
dad es la que se usa para expresar la tensión en los trabajos técnicos elástico.
en los países del sistema métrico. La relación entre las tres unidades Para los fines técnicos, el límite del comportamiento elástico uti·
citadas es: 1 psi=0,704·10- 3 Kg/mm2 =6,93·10 4 dinas. Aproximada-
mente son 1000 psi= 0,7 Kg/mm2, relación muy útil para la transfor- 1 En la mayoría de las especificaciones de materiales metálicos, españolas
y extranjeras, suele emplearse la letra E para designar el límite elástico. Debe
mación de unidades. tenerse en cuenta para no incurrir en errores. Este símbolo para el módulo
·Par debajo del límite elástico cabe considerar válida la ley de elástico es además el más corriente entre los metalúrgicos. (N. del T.)
10 INTRODUCCION SEC. CONCEPTOS ACERCA DEL FALLO DE LOS METALES 11

lizable se describe por el punto B. La ordenada de este punto es el tración de tensiones, puede romper bruscamente un material frágil,
límite elástico convencional que, como su nombre indica, es la tensión puesto que el límite elástico y la resistencia a la tracción son práctica-
que producirá una pequeña deformación permanente previamente con- mente idénticos.
venida. En general, en las especificaciones técnicas se conviene en Es muy importante señalar que la fragilidad no es una propiedad
definir este límite elástico como la tensión que produce una deforma .. absoluta de un material. El volframio es dúctil a elevada temperatura,
ción permanente del 0,2 % de la distancia inicial entre puntos, por lo y frágil a la temperatura ambiente. Un metal frágil en tracción puede
que suele llamársele abreviadamente límite elástico del 0,2%. En la ser dúctil bajo compresión hidrostática. Y, por último, un material,
figura la deformación perma1:1ente convenida sería la correspondiente que es dúctil en tracción a la temperatura ambiente,· puede hacerse
a la longitud OC del eje de abscisas. La deformación plástica se inicia frágil por la presencia de tensiones, temperaturas bajas, elevadas ve-
en cuanto se supera e] límite elástico, y al aumentar esta deformación locidades de carga o por el efecto de agentes fragilizantes tales como el
el metal se va haciendo más resistente (endurecimiento por deforma .. hidrógeno.
ción), por lo que aumenta continuamente la carga necesaria para que
siga aumentando. la deformación. Esta carga llega a alcanzar final- 1-7. Conceptos acerca del fallo de los :metales.-Los miembros
mente un valor máximo; este valor, dividido por el área de la sección de las estructuras y las piezas de las máquinas pueden fallar en las
transversal inicial de la probeta, es la resistencia a la tracción. En el funciones que han de realizar en el servicio, de las tres maneras si-
caso de los metales dúctiles el diámetro de la probeta disminuye rá- guientes:
pidamente cuando se sobrepasa esta carga máxima, por lo que se hace
menor la carga necesaria para que prosiga la deformación hasta pro- l. Por excesiva deformación elástica.
ducirse la rotura. Como la tensión media se refiere al área de la sección 2. Por excesiva deformación plástica.
transversal inicial de la probeta, disminuye también desde la carga 3. Por rotura.
máxima hasta la rotura.
Es importante comprender bien estas tres causas de falla para lo-
grar un buen proyecto, porque siempre es necesario relacionar las
1-6. Comportamientos dúctil y frágil.-El comportamiento ge- cargas y las dimensiones de un miembro con algún parámetro carac-
neral de los materiales bajo carga se puede calificar como dúctil o frá- terístico del material, que limita su capacidad para soportar cargas.
gil según que el material muestre o no capacidad para sufrir defor- Para las diferentes causas de falla serán importantes parámetros dis-
mación plástica. Un material completamente frágil romperá casi en el tíntos.
límite elástico (Fig. l-4a), mien- Se pueden presentar dos casos generales de deformación elástica
tras que un material frágil real, excesiva: 1) flexiones excesivas bajo condiciones de equilibrio estáti-
e como la fundición blanca, mostra- co, como en el caso de una viga bajo cargas aplicadas progresivamen-
'O
·¡¡¡ rá una ligera plasticidad antes de te; 2) flexión brusca o pandeo bajo condiciones de equilibrio in-
e la fractura (Fig. 1-4 b). Es muy estable.
.!
importante en ingeniería que un La deformación elástica excesiva de una pieza de máquina puede
material presente una ductilidad inutilizar la máquina lo mismo que si la pieza se hubiera roto. Por
deformación d<tformación adecuada, porque ella le permite ejemplo, un árbol demasiado flexible puede causar un desgaste rápido
(al (b) redistribuir tensiones localizadas. de los cojinetes, o la deformación excesiva de piezas con acoplamiento
Cuando no es necesario tener en muy ajustado puede deteriorarlas. El pandeo brusco es un tipo de
FIG. 1-4.-aJ Curva tensión-deforma- cuenta tensiones localizadas en en- falla que puede ocurrir en una columna esbelta cuando la carga axial
c10n para un cuerpo completamente tallas u otros puntos de concen-
frágil (comportamiento ideal). b) Cur-
excede a la crítica de Euler o cuando la presión externa que actúa
va tensión-deformación para un metal tración, se puede desarrollar un sobre una cápsula de paredes delgadas sobrepasa a un valor crítico. Las
frágil con escasa ductilidad. proyecto para situaciones estáti- fallas debidas a una deformación elástica excesiva están controladas
cas sobre la base de las tensiones por el módulo elástico y no por la resistencia del material. En general
medias. Pero las concentraciones de tensiones localizadas en un ma- es poco el control que se puede ejercer metalúrgicamente sobre dicho
terial frágil se incrementan continuamente al aumentar la carga si no módulo, por lo que el modo más eficaz de aumentar la rigidez de un
hay flujo plástico, y el final es la iniciación de una grieta, en uno o miembro suele ser cambiar su forma y aumentar las dimensiones de
más puntos de la región de concentración de tensiones, que se propaga su sección transversal.
ráp.idamente a través de la sección entera. Aun no existiendo caneen- La fluencia plástica excesivél se produce cuando se sobrep;:isa el
SEC. 1-7] CONCEPTOS ACERCA DEL FALLO DE LOS METALES 13
INTRODlJCClON

minal. La fatiga de los metales se discute con detalle en el capítulo 12.


límite elástico del material. Da lugar a un cambio permanente de for- Un tipo común de fractura diferida es la rotura bajo tensión que se
ma que impide a la pieza continuar desarrollando normalmente sus produce en un metal que se mantiene cargado estáticamente a tem-
funciones. En un material dúctil, cargado estáticamente a la tem- peratura elevada y durante un período largo de tiempo. Según los
peratura ambiente, es raro que la excesiva deformación plástica con- valores de la tensión y la temperatura estará o no precedida la fractura
duzca a la rotura, porque el material endurece a medida que se de un flujo plástico. Un tipo parecido de fractura diferida, en el que
deforma· y aumenta la tensión necesaria para producir más deforma- no hay flujo elástico previo que sirva de aviso, se produce a la tem-
ción. En condiciones de carga axial es el límite elástico el paráme- peratura ambiente cuando el acero se carga estáticamen,te en presencia
tro importante, pero cuando las condiciones de carga son más comple- de hidrógeno.
jas, aunque dicho límite sigue conservando su importancia, hay que Todos los materiales técnicos muestran una cierta variabilidad de
emplearlo en unión de algún criterio de falla adecuado (Sec. 3-4). las propiedades mecánicas que, a su vez, pueden ser modificadas por
A temperaturas apreciablemente superiores a la ambiente dejan los me- variaciones en el tratamiento térmico o en la fabricación. Además,
tales de mostrar endurecimiento por deformación, por lo que pueden existen usualmente incertidumbres en cuanto a la magnitud de las
deformarse continuamente bajo carga constante en una fluencia que cargas aplicadas y suele ser necesario recurrir a aproximaciones para
depende del tiempo y que se suele llamar fluencia lenta (en inglés calcular las tensiones hasta en el caso de los miembros más sencillos.
creep). El criterio de falla en condiciones de f~uencia lenta es difícil Hay que tener en cuenta la posibilidad de sobrecargas elevadas acci-
de establecer, porque en dichas condiciones la tensión no es propor- dentales. Por todas estas razones es necesario adoptar factores de se-
cional a la deformación y las propiedades mecánicas del material pue- guridad para protegerse contra las fallas -imprevisibles y deben tole-
den modificarse apreciablemente durante el servicio. Este complejo rarse solamente tensiones más pequeñas que las que pueden producir
fenómeno será estudiado con detalle en el capítulo 13. esas fallas. El valor de la tensión para un material particular, empleado
La formación de una grieta concluye muchas veces en la destrucción en un caso también particular, que puede considerarse como valor de
completa de la continuidad de un miembro, que es lo que constituye seguridad, suele llamarse tensión de trabajo CTw· La tensión de trabajo
la rotura. Una pieza hecha de un metal dúctil y cargada estáticamente para materiales dúctiles, en aplicaciones estáticas, suele basarse en el
rara vez rompe como una probeta de tracción, porque antes se habrá límite elástico cr0 y para los frágiles en la resistencia a la tracción cr u-
inutilizado por excesiva deformación plástica. Sin embargo, los metales Los valores admisibles de las tensiones de trabajo suelen establecerlos
fallan por rotura de las tres maneras siguientes: 1) fractura frágil asociaciones técnkas, como la American Society for Mechanical En-
brusca; 2) fatiga o fractura progresiva; 3) fractura diferida. En la gineers (ASME) de los Estados Unidos, o por oficinas estatales o
sección anterior se ha visto que un material frágil rompe bajo carga regionales. La tensión de trabajo puede considerarse como igual al
estática presentando muy pocos indicios de deformación plástica. Una límite elástico o a la resistencia a la tracción divididos por un factor
fractura frágil brusca puede producirse también en los metales dúctiles de seguridad CTo
cuando se dan ciertas condiciones. Los aceros al carbono para la cons- CTw=--, o bien
trucción son el ejemplo más corriente de un material que presenta una No
transición de dúctil a frágil. El cambio de la fractura de los tipos donde:
dúctil al frágil es favorecido por un descenso de la temperatura, un CTw=tensión de trabajo
incremento en la velocidad de carga y la presencia de un estado com- cr0 =1ímite elástico
plejo de tensiones debido a una entalla. Este problema se estudiará CTu =resistencia a la tracción
en el capítulo 14. N 0 =factor de seguridad para el límite elástico
La mayoría de las roturas de piezas de máquinas se deben a la Nu =factor de seguridad para la resistencia a la tracción.
fatiga. Las fallas por fatiga se producen en piezas que están sometidas El valor asignado al factor de seguridad depende de una estima-
a tensiones alternas o fluctuantes. Una grieta diminuta se inicia en ción de los factores discutidos anteriormente. Además, hay que tener
un lugar localizado y, poco a poco, se propaga sobre la sección trans- en cuenta las consecuencias que podría tener una falla. Cuando esta
versal hasta que el miembro rompe. Las roturas por fatiga se produ- última pueda ocasionar pérdida de vidas humanas hay que incrementar
cen, sin indicios visibles de flujo plástico, a una tensión nominal o el factor de seguridad. También la naturaleza del equipo influye en el
media muy inferior a la resistencia a la tracción del material. La factor de seguridad. En los equipos militares, en los que lo funda-
rotura por fatiga se debe a una tensión crítica localizada que es muy mental es la ligereza de peso, se pueden emplear factores de seguridad
difícil de evaluar, por lo que los diseños destinados a evitar este tipo más pequeños que en los equipos industriales. El factor de seguridad
de TOtura se basan en relaciones empíricas y se emplea la .tensión no-
14 SEC. 1-8] CONCEPTO DE TENSION Y TIPOS DE TENSIONES 15

también depende del tipo de carga que se espera. Para cargas estáticas, qrie ·actúa sobre esa área. Si se hace disminuir continuamente el área
como en una edificación, el factor de· seguridad puede ser menor que .6.A hasta reducirla al valor cero, el valor límite de la relación D.P/ .6.A
en una máquina sujeta á vibraciones y tensiones fluctuantes. es la tensión en el punto O del plano mn del cuerpo 2,
, 6.P
1-8. Concepto de tensión y tipos de tensiones.-Las t~nsiones 1lm --=o- [1-6]
D.A
LlA-70
se definen como la resiste~cia interna de un cuerpo,. por unidad de
área, a las füerzas aplicadas ex- La tensión tendrá la dirección de la fuerza P y formará, en general,
y ternamente. En la sección 1-:4 ¡se un cierto ángulo con el plano mn. La misma tensión en el punto O
consideró que las tensiones ~~tá'­ del plano mn se obtendría si el cuerpo libre se construyera separando
ban uniformemente distribuidas so- la parte 2 del cuerpo sólido, pero la tensión sería diferente sobre cual-
bre el área de la sección trarr:sver· quier otro plano distinto del mn
Ps sal de un miembro. Este no es que pase por el punto O, p. ej.,
el caso general. La figura 1-5a el nn.
x representa un cuerpo en equili- Es un inconveniente tener que
brio bajo la acción de las fuerzas emplear una tensión que forma
externas P¡; Pii ... , P5• Hay dos un ángulo cualquiera con respec-
clases de fuerzas externas que. pue- to al plano sobre el cual actúa.
den actuar sobre un cuerpo: las La tensión total puede resolverse
fuerzas de superficie y las fuer- en dos componentes: una tensión
zas que actúan sobre la masa. normal o- perpendicular a mn y
(a} Las fuerzas de superficie son aque- una tensión cizallante (o cortan-
llas que actúan sobre la superfi~ te) r que está situada en el pla-
cie de un cuerpo, como la presión no mn. Consideremos la figu-
hidrostática o la ejercida por un ra 1-6. La fuerza P forma un án-
cuerpo sobre otro. Las fuerzas que gulo (} con la normal z al plano F1c. 1-6.-Resolución de la tensión to-
m actúan sobre la masa están dis- mn que contiene al área .6.A, por tal en sus componentes.
tribuidas sobre todo el volumen lo que el plano que contiene a P
del cuerpo, como la gravedad, las y a la normal corta al plano mn a lo largo de una línea recta de trazos
fuerzas magnéticas o las fuer- que forma un ángulo <P con el eje y. La tensión normal está dada por
zas de inercia de un cuerpo en
z movimiento. Los tipos de fuer- p
zas que actúan sobre la masa o- cos (} [1-7]
(b)
más corrientes en la técnica son
FIG. 1-5.-a) Cuerpo en equilibrio las centrífugas, originadas por la La tensión cizallante contenida en el plano actúa a lo largo de la
bajo la acción de fuerzas externas rotación a alta velocidad, y las
P 1, ... , Ps; b) fuerzas que actúan sobre línea OC y tiene la magnitud
una parte. debidas a diferencias de tempera- p
tura existen tes en el cuerpo (ten - T=A Sen(} (1-8]
siones térmicas o de origen térmico).
Las fuerzas no se distribuyen uniformemente, en general, sobre Esta tensión cizallante puede, a su vez, descomponerse en dos para-
cualquier sección transversal del cuerpo mostrado en la figura 1-5 a. lelas a los ejes x e y contenidos en el plano
Para obtener la tensión en algún, punto O de un plano tal como el mn,
se separa la parte 1 del cuerpo y se la reemplaza por el sistema de p
fuerzas externas aplicadas al plano que mantienen a cada punto de dirección x r = A sen (} sen <P [1-9]
la parte 2 del cuerpo en la misma posición que tenía antes de separar
p
la parte l. Esta es la situación que se muestra en la figura 1-5 b. Luego dirección y T =A sen(} cos <P [1-10]
tomamos un área .6.A en torno al punto O y anotamos la fuerza !:lP
16 INTRODUCCION (CAP. l
17
por lo que, en general, sobre un plano dado pueden actuar una tensión
normal y dos cizallantes. cida .P?r. el cizallamiento puro. de una cara de un cubo. El ángulo A,
g_~e 1i:1cialmente era de 90º, disminuye por la aplicación de una ten-
s10~ c1zallante en una yequeña ~a?-t~dad 8. La d~formación cizallante 'Y
1-9. Concepto de deformación y tipos de deformación.-En es igual al de~~lazam1ento a ?,iv1d1do por la distancia entre los pla-
la sección 1-4 se definió la deformación lineal media como la relación nos h. La relac1on a/h es tamb1en la tangente del ángulo que ha girado
de la variación de longitud a la longitud inicial de la misma dimen- ~l elemento. Cuando los, ángulos son pequeños, son aproximadamente
sión, iguales la tangente del angulo y el valor en radianes de ese ángulo.
8 /Ji.L L-Lo Por tanto, las deformaciones de cizallamiento pueden expresarse con
e=--=--=---
Lo Lo ·Lo frecuencia como ángulos de rotación
donde
a
e= deformación lineal media '}'=-=tg 8=8 [l-12]
h
a= deformación absoluta.
Por analogía con la definición de tensión en un punto se entenderá BIBLIOGRAFIA
por deformación en un punto al límite de la .relación entre la defor-
mación absoluta o variación de la distancia inicial entre puntos y la CRANDALL, S. H., y N. C. DAHL (eds.): "An Introduction to the Mechanics of
distancia inicial entre puntos cuando esta última tienda a cero. Solids", McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1959.
En lugar de referirse a la distancia entre puntos inicial es fre- FROCHT, M. M.: "Strength of Materials", The Ronald Press Company, Nueva
cuente definir la deformación como la variación en la dimensión lineal York, 1951.
dividida por el valor instantáneo de esta dimensión: SEELY, F. B., ·Y J. O. SMITH: "Resistance of Materials", 4.ª ed., John Wi-
ley & Sons, Inc., Nueva York, 1957.
- y - : "Advanced Mechanics of Materials", 2.ª ed., John Wiley & Sons, Inc.,
[1-11] Nueva York, 1952.
SHANLEY, F. R.: "Strength of Materials", McGraw-Hill Book Company, Inc.,
Nueva York, 1957.
La ecuac1on anterior define la deformación real, natural o verdadera.
La deformación real, que es de utilidad en relación con los pr('blemas
de plasticidad y de conformación de los metales, será discut/fa más
detalladamente en el capítulo 3. De momento haremos notar que para
deformaciones muy pequeñas, cuando son
válidas las ecuaciones de la elasticidad, las
dos definiciones conducen a valores idén-
¡,
I
I. ticos 1•
I
• 8¡...... I La deformación elástica de un cuerpo
I I no solo consiste en variaciones de longi-
I I tud de un elemento lineal del mismo, sino
I I que también existen variaciones en el án-
I I
gulo que formaban inicialmente dos líneas.
A La variación angular de un ángulo recto
FIG. 1-7.-Deformación por se llama deformación de cizallamiento. La
cizallamiento. figura 1-7 muestra la deformación produ-

1 En la literatura se emplea una notación muy variable para la deformación


lineal media, la deformación real y la deformación absoluta. Frecuentemente
se designa con E la deformación lineal, mientras la deformación real se repre-
se.nta a veces por o o €.
SEC. 2-2] DESCRIPCION DE LAS TENSIONES EN UN PUNTO
19

ri:-al, el primer subíndice se refiere a ella; p. ej., Tyz es la tensión de


c~zallam1ento sobre e~ plan.o perpendicular al eje y en la dirección del
e1e ~ Y ~~x es la ~ens10n c1zall~nte sol;'re un plano normal al eje y en
la direc~1?n del e1e x . .Las tens10nes c1zallantes orientadas en direccio-
CAPITULO 2 nes pos1~:vas de los .eJes de coordenadas son positivas si una tensión
de .t~acc10n, ~n la misma cara del cubo, se encuentra en la dirección
RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES pos1t1va del eJe c.orrespondiente. Todas las tensiones cizallantes que se
muestran en la figura 2-1 son positivas.
EN LA REGION ELASTICA
La notación dada anteriormente es la que emplea Timoshenko 1 y

2-1. Introducción.-La finalidad de este capítulo es presentar lrts


relaciones matemáticas que expresan la tensión y la deformación en
un punto y las que existen entre tensión y deformación en un cuerpo
rígido que obedece a la ley de Hooke. Parte de las materias tratadas
en este capítulo constituyen una revisión de información generalmente
expuesta en resistencia de materiales, sin embargo se ha ampliado el
tema más allá de este punto, incluyendo el estudio de las tensiones y
deformaciones en tres dimensiones y la teoría de la elasticidad. Las
materias incluidas en este capítulo son de importancia para la com-
prensión de la mayor parte de los aspectos fenomenológicos de la
metalurgia mecánica. Por esta razón, aquellos lectores que no estén
familiarizados con el tema deberán dedicarle cuidadosa atención. En
el espacio disponible para tratar esta disciplina no ha sido posible
desarrollarla lo suficiente para resolver el problema en toda su ampli-
tud. Sin embargo, las materias tratadas proporcionarán una base para
la lectura inteligente de la mayor parte de la literatura matemática re-
lacionada con la metalurgia mecánica. FrG. 2-1.-Tensiones que actúan en un cubo elemental unidad.

2-2. Descripción de las tensiones en un punto.-Como ya se la mayoría. ~e los investigadores americanos que trabajan en el campo
ha descrito en la sección 1-8, con frecuencia es conveniente resolver de la e!ast1cidad. No ob~~ante, el lector debe recordar que se utilizan
las tensiones en un punto en componentes normales y de cizallamiento. otros sistemas de n?tac10n. Antes de intentar la lectura de trabajos
Generalmente, los componentes de cizallamiento forman ángulos arbi- en. este campo, e~ importante familiarizarse con la notación. Según
trarios con los ejes de cordenadas, por lo que se puede resolver ulte- se observa en la figu~a .2-1, para establecer el estado de tensión en' un
riormente cada tensión cizallante en dos componentes. Este caso se ~un~o s; han ~e dS~fmir bnueve canti?ades: Estas son cr.n cry, cr2 , Txv'
muestra en la figura 2-1. Las tensiones que actúan normalmente a las 'xz, 'yx, 'yz, Tz:o 1 zy· m :m argo, es posible cierta simplificación. Si supo ..
caras de un cubo elemental se identifican por un subíndice que, a su nemos que las ~uperficies de las caras del cubo unidad son lo suficien-
vez, representa la dirección en la que la tensión actúa; esto es, cr., es ~emen t~ pequenas para que la variación de tensiones sobre ellas sea
la tensión normal que actúa en la dirección X. Puesto que es una ten- espreciable.' tomando la suma de los momentos de las fuerzas alre-
sión normal debe actuar sobre el plano perpendicular a la dirección X dedor del eJe z se puede demostrar que Txy=Tyx·
Se ha establecido convencionalmente que los valores de las tensiones (Txy D.y Liz) D.x (7yx D.x Liz) Liy
normales mayores que cero son de tracción, mientras que los valores
menores que cero indican compresión. Todas las tensiones normales • • Txy == Tyx [2-1]
y de modo análogo,
que se muestran en la figura 2-1 son de tracción.
Tx.: ==Tzx
Para expresar las tensiones cizallantes se precisan dos subíndices.
El primero indica el plano en el que la tensión actúa y el segundo la
H'III SB. Pk. TIMOSHENKO Y J. N. GoODIER: Theory of Elasticity 2.ª ed. McGraw-
dirección. Puesto que todo plano se define más fácilmente por su nor- 1 oo Company, Inc., Nueva York, 1951. ' '
18
RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES [CAP. 2 SEC. 2-3] ESTADO DE TENSIONES EN DOS DIMENSIONES (TENSIONES PLANAS) 21
20

De este modo, el estado de tensión en un punto se describe comple- 9ue l = cos (} y que m =sen e. Si A es el área del plano oblicuo, las
tamente con seis componentes 1 : tres tensiones normales y tres ciza- areas de las caras del elemento perpendiculares a los ejes x e y serán
llan tes, (T XJ (TY' (T ZJ 'T XYJ 'T XZJ 'TYZ' Al y Am. Representemos las componentes x e y de la tensión total
que actúa sobre la cara inclinada por Sx y Sy, respectivamente. Efec-
2-3. Estado de tensiones en dos dimensiones (tensiones pla· tuando la suma de las fuerzas en las direcciones x e y, tenemos:
nas).-Se pueden simplificar muchos problemas considerando un esta- SxA =a-xAl +rxyAm
do de tensiones en dos dimensiones. En la práctica, se llega frecuen-
SyA =cryAm + TxyAl
temente a esta situación cuando una de las dimensiones del cuerpo o
es pequeña con relación a las otras; p. ej., en una plancha de poco Sx = (T X cos 8 + 'T xy sen (}
espesor, cargada en su plano, no habrá tensiones que actúen perpen- Sy = CTy sen (} + 'T xy cos ()
Los componentes de Sx y Sy en la dirección de la tensión normal a-
son
y

de forma que la tensión normal que actúa sobre el plano oblicuo viene
dada por
a- = S x cos (} + SY sen (}
[2-2]
a-= CTx cos2 (}+O-y sen 2 8 + 27xy sen(} cos (}

La tensión cizallante en el plano oblicuo está dada por


'T=Sy cos 8-Sx sen(}
y [2-3 J
'T = 'Txy (cos2 (} - sen2 8) + (o- y - a-x) sen (} cos f)

FIG. 2-2.-Tensiones que actúan en un plano oblicuo (dos dimensiones). Frecuentemente, para facilitar el cálculo es conveniente expresar las
Ecs. [2-2] y [2-3] en función del ángulo doble 28. Esto se puede hacer
con las identidades siguientes:
dicularmente a ella. El sistema de tensiones consistirá en dos tensiones
normales, CTx y CTy, y en una cizallante, 'Txy· Se llama de tensión plana
el estado en el que el valor de las tensiones en una de las direcciones
primarias es cero. 1 cos 28
sen 2 8 = - - - - -
La figura 2-2 muestra una plancha delgada con su espesor normal
al plano del papel. Para conocer el estado de tensión en un punto O 2 sen (} cos (} = sen 28
de la plancha, es preciso poder describir los componentes de la tensión cos 2 e- sen 2 e cos 28
en O para cualquier orientación de los ejes que pasan por dicho punto.
Para conseguir esto, consideremos un plano oblicuo, normal al plano Las ecuaciones [2-2] y [2-3] se convierten en
del papel, formando un ángulo (} con el eje x la normal N al plano.
Se supone que el plano que se muestra en la figura 2-2 está a una CTx +a-y (T x - a-y
distancia infinitesimal de O y que el elemento es tan pequeño que se cr = + · cos 28 + 'Txy sen 28 [2-4]
pueden despreciar las variaciones de la tensión a lo largo de sus lados.
Las tensiones que actúan sobre el plano qblicuo son la tensión nor- T sen 28 + 'Txy cos 28 [2-5]
mal a- y la cizallante 'T. Los cosenos directores de N en el sistema
de ejes x e y son l y m, respectivamente. De la figura 2-2 se deduce
Las Ecs. [2-2] y [2-3] y sus equivalentes [2-4] y [2-5] describen
las tensiones normal y cizallante en un punto sobre un plano cual-
1 Para una deducción más completa, véase C. T. WANG: Applied Elasticity,
quiera de un cuerpo sometido a un estado de tensiones planas. La
págs. 7-9, McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1953.
22 SEC. 2-3] ESTADO DE TENSIONES EN DOS DIMENSIONES (TENSIONES PLANAS) 23
RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES [CAP. 2

figura 2-3 muestra las variaciones de la tensión normal y la cizallante sistema de coordenadas que tenga ejes perpendiculares a los planos
con respecto a 8, en el estado de tensión plana biaxial que se indica sobre los que actúan las tensiones normales máximas y sobre los que
en la parte sui:eri_or de la figura. Con respecto a dicha figura, hay que no actúan tensiones cizallantes. Dichos planos se denominan planos
observar los s1gmentes puntos importantes: principales y las tensiones normales a ellos tensiones principales. En
l. Los valores máximo y mínimo de la tensión normal a un plano tensiones planas en dos dimensiones habrá dos tensiones principales
CT1 y CT2 que se presentan en ángulos que difieren 90º (Fig. 2-3). En
casos generales de tensiones en tres dimensiones habrá tres tensiones
t'Ty =2 000 psi principales CTi, CT2 y CT3. Según se conviene, CT1 es la tensión principal
l)x _,_J__ 0-móx
algebraicamente mayor, mientras que a-3 es la menor. L'as direcciones
Oj 1lcJJ1 __2-=16 000 de las tensiones :principales son los ejes principales 1, 2 y 3. Aunque,
en general, los e1es prmcipales l, 2 y 3 no coinciden con los ejes de
l~fr;:-2 000 coordenadas cartesianas x, y y z, en muchas de las situaciones que se
12 000 ~ p.resentan en la práctica los dos sistemas de ejes coinciden, por la
simetría de carga y deformación. La expresión de las tensiones prin-
cipales y sus direcciones es un modo apropiado de describir el estado
'¡ji 10000
de tensión en un punto .
.eµ Puesto que, por definición, un plano principal no contiene tensio-
8 000
~ nes cizallantes, se puede determinar su relación angular con respecto
e
_g a los ejes de coordenadas xy hallando los valores de 8 en la Ec. [2-3]s
oN 6000
para los que es r =O :

e e 4000 Txy(cos 2 8-sen2 8) +(a-y CTx) sen 8 cos 8=0
'O 'O
·~ '8 sen 8 cos 8 !(sen 28) 1
.! E! 2 000 tg 28
o .... cosW
b
15 o 30 90 120 tg 28 [2-6]
Ee e.grados CTx-CTy
'- 1 1
o"() -2 000
Ctij
1 1 Teniendo en cuenta que tg 28=tg (1T+28), la Ec. [2-6] tiene dos so-
e~
:2 a.
cn E - 4 ooo r-45° )'( luciones, 81 y 82 = 81 + mr /2. Estas soluciones definen dos planos per-
eº pendiculares entre sí que están libres de cizallamiento.
~u
-6 000 Sustituyendo los valores. de cos 28 y sen 28 de la Ec. [2-6] en
la Ec. [2-4], tendremos las tensiones principales. Los valores de cos 28
-8 000 Tmín y sen 28 se deducen de la Ec. [2-6] por medio de las relaciones pi-
tagóricas
FrG. 2-3.-Variación de las tensiones normal y cizallante con el ángulo e. sen 28 = ± - - - - -7-xy_ _ __
[ (CTx - CTy)2/4+T~J1/2
oblicuo en el punto O se presentan cuando la tensión de cizallamiento (a-x-CTy)/2
es cero. cos 2 8= ± - - - -2- - - - -
[ ( CTx - CT y) / 4 + T~y] l/
2
2. Los valores máximo y mínimo de las tensiones normal y ciza-
llante se presentan en ángulos que difieren 90º.
Sustituyendo estos valores en la Ec. [2-4] se obtiene la expresión de
3. La tensión cizallante máxima corresponde a un ángulo que
las tensiones principales máxima y mínima de un estado de tensión
equidista de direcciones de las tensiones normales máxima y mínima.
en dos dimensiones (biaxial) :
4. La variación de las tensiones normal y cizallante se produce
en forma de onda sinusoidal con un período de 8=180º. Estas rela-
+ 72 , Jl/
2 2
ciones son válidas para cualquier estado de tensión. CTmáx = (T 1 l = 0-x + 0-y +_ [ ( CTx - CTy )
2
CTmín = 0-2 5 2 2 x; [ -?J
.En cualquier estado de tensión es siempre posible definir un nuevo
24 RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES 2 SEC. ESTADO DE TENSION EN

2-4. Círculo de tensiones de Mohr. Dos dimensiones.-0. Mohr De la figura 2-4 se deduce que
ha propuesto un método gráfico para representar el estado de tensión
en un punto sobre cualquier plano oblicuo que pase por el punto. La
figura 2-4 muestra un diagrama del círculo de Mohr de un estado
<T1=0C+CD
<Tx+<Ty
2 + [( <Tx - <Ty
2 r r
+r2
xy
2

de tensión en dos dimensiones. Las tensiones normales se representan


<T2=0C-CE=
<Tx+<Ty

El radio del círculo es igual a


2 [( <Tx- <Ty
2 r r
+r2
xy
2

0-1 - <T2
CD= Tmáx

Por tanto, el radio del círculo de Mohr es igual a la tensión cizallante


máxima,
~, -
1 max-
<T1-<T2 - [ ( <Tx-<Ty
- + ~2
1
)2 ]1/2 [2-8]
2 xy

Este valor está dado por la ordenada máxima del círculo. Obsérvese que
actúa.en un plano en el que 8=7T/4 (28=1T/2 en el círculo de Mohr);
es decir, el plano sobre el que T máx actúa biseca al ángulo que forman
las dos tensiones principales.
El círculo de Mohr se puede utilizar también para determinar las
1 tensiones que actúan en cualquier plano oblicuo mm. Establezcamos
convencionalmente que e es positivo cuando se mide en el sentido de
't'mdx

las manecillas del reloj a partir del eje x positivo. Entonces tenemos
IT'+ que, para determinar las tensiones en el plano oblicuo cuya normal
o
está a un ángulo e, habremos de avanzar un ángulo 28 a partir del
punto A del círculo de Mohr. Las tensiones normal y cizallante en el
plano oblicuo están dadas por las coordenadas del punto F. Se podrían
obtener las tensiones en un plano perpendicular a mm avanzando 180º
más hasta el punto G. Esto muestra que las tensiones cizallantes en
dos planos perpendiculares son numéricamente iguales. También se
o;------- puede observar en la figura 2-4 que OF' + OG' 20C. Por consiguiente,
la suma de las tensiones normales en dos planos perpendiculares es
una constante, independiente de la orientación de los planos.
FIG. 2-4.-Círculo de Mohr para el estado bidimensional de tensiones.
2ª5. Estado de tensión en tres dimensiones.-El estado general
de tensión en tres dimensiones consiste en tres tensiones principales
a lo largo del eje x y las cizallantes en el eje y. Las tensiones en los desiguales que actúan en un punto. Este se denomina estado de tensión
planos normales a los ejes x e y se representan por los puntos A y B. triaxial. Si dos de las tres tensiones principales son iguales, el estado
La intersección de la línea AB con el eje x determina el centro del de tensión se conoce con el nombre de cilíndrico, mientras que si son
círculo. En los puntos D y E la tensión de cizallamiento es cero; por las tres iguales se llama hidrostático o esférico. El cálculo de las ten-
tanto, estos puntos representan los valores de las tensiones princi- siones principales en un estado de tensión tridimensional, en función
pales. de las tensiones que actúan en un sistema arbitrario de coordenadas
El ángulo entre el eje x y CT 1 está determinado por el ángulo ACD de cartesianas, es una extensión del método descrito en la sección 2-3
la figura 2-4. Este ángulo en el círculo de Mohr es igual a dos veces para el caso de dos dimensiones. La figura 2-5 representa un cuerpo
el ángulo formado por CT1 y el eje x en el cuerpo real sometido a las libre elemental, similar al que se muestra en la figura 2-1, con un
tensiones. plano diagonal JKL de área A. Se supone que JKL es un plano prin-
RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES 2 SEC. 2-5] ESTADO DE TENSION EN TRES DIMENSIONES 27

cipal que corta al cubo unidad. a- es la tensión principal que actúa coeficientes de l, m y n, puesto que l, m y n no pueden ser todos igua-
normalmente al plano JKL. Sean l, m y n los cosenos directores de a-, les a cero
esto es, los cosenos de los ángulos formados entre a- y los ejes x, y a- - crx -Tyx -Tzx
y z. Puesto que el cuerpo libre de la figura 2-5 ha de estar en equi- -Txy () - a-y Tzy =0
librio, las fuerzas que actúen sobre cada una de sus caras han de -Txz -Tyz () Vz
El desarrollo del determinante es una ecuación de tercer grado en a-:
-z
K

[2-10]

Las tres soluciones de la Ec. [2-10] son las tensiones principales a-i,
a-2 y a-3. Para determinar la dirección, con respecto a los ejes origina-
les x, y y z, en la que las tensiones principales actúan, es preciso sus-
tituir por turno a-i, a-2 y a-3 en las tres ecuaciones del sistema [2-9].
Las ecuaciones resultantes han de resolverse simultáneamente para Z,
m y n con ayuda de la relación auxiliar Z2 + m 2 + n2 =l. Representemos
-y por S la tensión total, antes de su resolución en componentes normales
y cizallan tes, que actúa sobre un plano (no principal), y por l, m y n
los cosenos directores del plano con respecto a los tres ejes princi-
pales
[2-11]
La tensión normal que actúa en este plano está dada por
-x
FIG. 2-5.-Tensiones que actúan sobre un cuerpo libre elemental.
a-=Sxl + Sym + Szn =a-1F+ &2m 2+ a-3n2 [2-12]
Por tanto, la tensión cizallante que actúa en el mismo plano viene
equilibrarse. Los componentes de a- a lo largo de cada uno de los ejes dada por
son S x' SY y S z : Tz =S2 - a-2=v12Z2 + a-z2m2 + a-in2 - (a-1l2 + a-2m2 + a-3n2)2
Sx=a-l Sy a-m Sz=a-n
que se reduce a
Area KOL=Al Area JOK=Am Area JOL=An
"2 = (a-1 - a-2)2l2m2 + (a-1 - a-3)2l2n2 + (a-2 - a-3)2m2n2 [2-13]
Sumando las fuerzas en la dirección x se obtiene como resultado
Los valores de T para los tres juegos particulares de cosenos di-
rectores que se relacionan seguidamente son de interés porque bisecan
el ángulo formado entre dos de los tres ejes principales. Por consi-
que simplificando da guiente, son las tensiones cizallantes máximas o tensiones cizallantes
[2-9a] principales:
m n T
Sumando las fuerzas a lo largo de los otros dos ejes tenemos: a-2 ()3
o ±v1 ±v1 71=--2-
Txi + (() - ()y) m - Tzyn Ü [2-9 b J
- T xzl - T yzm + (a- - a- z) =O [2-9 e] a-1 - ()3
±v1 o ±lI [2-14]
Las tres Ecs. [2-9] son lineales y homogéneas con respecto a l, m Y n. a-1 - a-2
Se puede obtener una solución igualando a cero el determinante de los ±v1 ±v1 o T 3 = - --
2
[CAP. 2 SEC. CIRCULO DE MOHR. TRES DIMENSIONES 29

Puesto que, según se ha convenido, o- 1 es la tensión normal principal por tres círculos de Mohr. Se puede demostrar 1 que todos los estados
alcrebraicamente mayor y o-3 la algebraicamente menor, Tz tiene el valor de tensión posibles en el cuerpo caen dentro del área sombreada entre
máximo de tensión cizallante, por lo que se denomina tensión ciza- los círculos de la figura 2-7.
llante máxima T máx Aunque la única importancia física del círculo de Mohr es que pro-
[2-15] porciona una representación geométrica de las ecuaciones que expresan
Tmáx
la transformación de los componentes de tensión para diferentes siste-
mas de ejes, constituye un método muy apropiado para visualizar el
La tensión cizallante máxima interviene de forma importante en las estado de tensión. La figura 2-8 muestra el círculo de Mohr en varios
teorías de la fluencia y en las operaciones de conformación de los me-
tales. La figura 2-6 muestra los planos de las tensiones cizallan.tes r

0'"2

o; - 0-2
T3 = -2--

FrG. 2-7.-Representación en el círculo de Mohr de un estado


tridimensional de tensiones.

estados usu9-les de tensión. Obsérvese que al aplicar una tensión de


tracción o-2 -"a"" ángulo recto con otra tensión de tracción, ya existente, o-1
(Fig. 2-8 e), el resultado es una disminución de la tensión de cizalla-
miento principal en dos de las tres series de planos sobre los que una
tensión principal actúa. Sin embargo, la tensión cizallante máxima no es
FIG. 2-6.-Planos de las tensiones cizallantes principales.
menor que la que ocurría en tensión uniaxial, pero esto no se habría
observado si solo se hubiera utilizado el círculo de Mohr bidimensional.
principales en un cubo cuyas caras son los planos principales. Obsér- Si se aplica una tensión de tracción en la tercera dirección principal
vese que por cada par de tensiones principales hay dos planos de (Fig. 2-8 d) la tensión de cizallamiento máxima se reduce apreciable-
tensiones de cizallamiento principales que bisecan a las direcciones mente. En el caso límite de tracciones triaxiales iguales (tracción hi-
principales para las tensiones normales. drostática), el círculo de Mohr se reduce a un punto, no existiendo
tensiones cizallantes en ningún plano del cuerpo. La eficacia de las
2-6. Círculo de Mohr. Tres dimensio:nes.-La discusión dada tensiones de tracción biaxiales y triaxiales para reducir las tensiones
en la sección 2-4 de la representación de un estado de tensión en dos cizallantes, da como resultado un decremento considerable de la ducti-
dimensiones, por medio del círculo de Mohr, se puede ampliar al de
tres dimensiones. La figura 2-7 muestra cómo un estado de tensión 1 A. NADAI: Theory of Flow and Fracture of Solids, 2.ª ed., págs. 96-98,
triaxial, definido por las tres tensiones principales, puede representarse McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1950.
30 RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES [CAP. 2 SEC. CIRCULO DE MOHR. TRES DIMENSIONES 31

lidad del material, ya que la deformación plástica se produce por ten- tensión cizallante, con relación a la tensión de tracción aplicada, el
siones cizallantes. Por consiguiente, la rotura frágil está asociada inva- material posee una oportunidad excelente para deformarse plásticamen-
riablemente con las tensiones triaxiales que se producen en una entalla te sin que se produzca la rotura bajo este estado de tensiones. En la
conformación plástica de los metales se hace uso de este hecho im-
portante. Así, p. ej., se obtiene mayor ductilidad al trefilar alambre
T

Tmóx

P-·:·:·•.:-:·:.J.-_ _ x O"mín =-Txy


~-?---~~--:,,,.___~~~----

z
(al (b)

(a)

?
0"3=0

{el

O"¡

(b)

FIG. 2-9.-Condiciones equivalentes de cizallamiento puro. a) Cizallamiento


puro (tensión plana); b) tracciones biaxiales iguales y compresión.

que en simple tracción uniaxial, debido a que la reacción del metal


contra la hilera produce tensiones laterales de compresión.
Un estado de tensión importante es el cizallamiento puro. La figu-
(e)
ra 2-9 a muestra el círculo de Mohr en un estado bidimensional de
FIG. 2-8.-Cífculos de Mohr (tridimensionales) para varios estados de tensiones. cizallamiento puro. Este estado de tensión se obtiene fácilmente so-
a) Tracción uniaxial. b) Compresión uniaxial. e) Tracción biaxial. d) Tracción
triaxial (desiguales). e) Tracción uniaxial y compresión biaxial. metiendo a torsión una barra cilíndrica. El círculo de Mohr, en este
estado de tensión, muestra que las tensiones normales máximas y
o concentración de tensiones. Sin embargo, la figura 2-8 e muestra que, mínimas son iguales a la tensión cizallante y que se encuentran a 45º
si se aplican tensiones de compresión laterales con respecto a una ten~ de esta. La tensión cizallante máxima es igual a la tensión cizallante
sión de tracción, la tensión cizallan te máxima es mayor que en el caso aplicada T xy, pero ello ocurre solamente en la serie de planos paralelos
de. tracción uniaxial o compresión. A causa del elevado valor de la al eje z. En las otras dos series de planos la tensión cizallante principal
32 RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES [CAP. 2 SEC. DESCRIPCION DE DEFORMACION EN UN

es Txy/2. Obsérvese que en el cizallamiento puro en tres dimensiones las derivadas parciales de u, v y w con respecto a x, y y z han de
dos de las tres series de planos de cizallamiento tienen un valor de intervenir en el análisis.
Tmáx=o- 1• Se puede obtener un estado idéntico al cizallamiento puro En el estado de tensión plana de la figura 2-10 se puede observar
cuando se aplican a un cubo unidad (Fig. 2-9 b) tensiones de tracción que el componente x, del desplazamiento de K a K', es el desplaza-
y compresión iguales. De nuevo tenemos que, T máx = o- 1, pero, para ob- miento de /, representado por u, más la intensidad de variación de u
tener una identidad completa con un estado de cizallamiento puro en a lo largo de la distancia dx, expresada por ( au/ ax) dx. La deforma-
dos dimensiones, los ejes han de girar 45º en el espacio o 90° en el ción lineal unitaria ex, en la dirección x, está dada por
círculo de Mohr.
/'K' -JK [dx+ (au/ax) dx]-dx au
ex [2~16 a]
2-7. Descripción de la deformación en un punto.-La breve áx
descripción dada en la sección 1-9 sobre las tensiones lineales y ciza- Análogamente,
/'M' -JM dy+ (av/ay) dy-dy av
ey -- [2-16 b]
y JM ()y
u+ du dy y si se considerase la dirección z,
dy
L'
-r-t--ª+- - - --1 [2-16 e]
fM' l
l 1
l
-..--~
M L
lI La deformación de cizallamiento YxY' en /', está dada por la varia-
ción del ángulo de los dos elementos inicialmente paralelos a los

l~ I

J.___Ji-L,__.K,
KJ
-------f-..AJ+ ~~ dx
ejes x e y:
Yxy= LKJM- LK'/'M'= LB/'M'+ LA/'K'

y x-ldx Puesto que, en las pequeñas deformaciones implicadas, la tangente del


ángulo es igual al ángulo, de la figura 2-10 se tiene que
(au/ay) dy (av/ax) dx au ()v
Yxy -----+ =--+-- (2-16 d]
'---'--------~-----------.x dy ay ax
FrG. 2-10.-Componentes de deformación en deformación plana.
Del mismo modo se puede demostrar que

ilantes se puede ampliar al campo más generalizado de la deformación au aw


Yxz=-::i-+-~1- [2-16 e]
en un punto de un cuerpo rígido. Para mayor sencillez en el dibujo, uZ OX
la figura 2-10 considera un estado en dos dimensiones, o deformación ay aw
plana, en el que toda la deformación está confinada al plano xy. Sin Yyz=--+-- (2-16 f]
fJz fJy
-embargo, es bastante sencillo generalizar la relación obtenida de esta
figura al caso de tres dimensiones. Representemos por x, y y z las Por consiguiente, se precisan seis términos para describir completa-
coordenadas de un punto en un cuerpo rígido sin tensiones. Una vez mente el estado de deformación en un punto, ex, ey, ez, Yxy, Yyz Y Yxz
sometido a tensiones el punto experimentará los desplazamientos u, En completa analogía con las tensiones, es posible definir un sis-
v y w, en las direcciones x, y y z. Para que el desplazamiento de todo tema de ejes de coordenadas a lo largo de los cuales no se produzcan
el cuerpo sea geométricamente compatible, es preciso que dos par- deformaciones de cizallamiento. Estos ejes son los de las deformacio-
tículas no ocupen el mismo sitio en el espacio o que no se produzcan nes principales. En un cuerpo isótropo las direcciones de las defor-
huecos en el interior del cuerpo. Para satisfacer estas exigencias, los maciones principales coinciden con las de las tensiones principales 1•
componentes del desplazamiento u, v y w han de variar continuamente Un elemento orientado a lo largo de uno de estos ejes principales
de un punto a otro. Esto se puede conseguir si sus gradientes, con
respecto a x, y y z, no tienen discontinuidades y, por consiguiente, i Para una deducción de este punto, véase WANG, op. cit., págs. 26-27.
DIETER.-8
34 RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES [CAP. 2 SEC. MEDIDA DE LA DEFORMACION EN UNA SUPERFICIE

experimentará alargamiento puro o contracción sin ninguna rotación 2-8. Medida de la deformación en una superficie.-Excepto en
o deformación de cizallamiento. Como ocurre con las tensiones prin- los casos en los que hay implicadas tensiones de contacto, no es po-
cipales, las deformaciones lineales máxima y mínima en un punto del sible medir la tensión directamente. Por tanto, las mediciones expe~
cuerpo están dadas por los valores de las deformaciones principales. rimentales de las tensiones se basan realmente en la medida de las
Los métodos utilizados en la sección 2-5, en la deducción de la deformaciones, que más tarde se transforman en tensiones por medio
ecuación para obtener los valores de las tres tensiones principales, y de la ley de Hooke y por las relaciones más generalizadas que se dan
los de la sección 2-3, en las tensiones normales y cizallantes en cual- en la sección 2-10. El aparato más universalmente utilizado para medir
quier plano que pase por un punto del cuerpo, pueden emplearse para las deformaciones es la galga de alambre de resistencia' eléctrica, de-
la deducción 1 de cantidades análogas en términos de deformación. nominada frecuentemente galga de deformaciones SR-4. Estos calibra-
Sin embargo, se pueden obtener estas ecuaciones mucho más fácilmen- dores están hechos de varios bucles de alambre fino o de láminas de
te sustituyendo a- y T por e y y/2 en la ecuación de tensión. Así, p. ej., composición especial que se fijan a la superficie del cuerpo que se va
la deformación lineal ·en cualquier plano en un estado bidimensional, a estudiar. Cuando el cuerpo se deforma, los alambres de la galga
se puede expresar, a partir de la Ec. [2-2], por experimentan, a su vez, deformación y se altera su resistencia eléctrica.
La variación de resistencia, que es proporcional a la deformación, se
ee =ex cos2 e+ ey sen2 e +')'xy sen ecos e [2-17] puede medir con exactitud con un sencillo circuito de puente de
Wheatstone. La gran sensibilidad, estabilidad, comparativa solidez y
Las tres deformaciones principales e 1 > ez > e3 son las soluciones de facilidad de aplicación hace de estas galgas instrumentos muy eficaces
la ecuación siguiente (obtenida de la Ec. [2-10]) : para determinar las deformaciones.
En los problemas prácticos que se presentan para analizar las
e3- (ex+ey+e 2 )e2 + [exey+eye 2 +exe 2 -i(y;y+')'~z+Y~z)]e tensiones experimentales es, con frecuencia, importante determinar las
[ 2-18 J tensiones principales. Conocidas las direcciones principales se pueden
orientar las galgas en dichas direcciones, obteniéndose fácilmente las
Siguiendo la línea analógica, las ecuaciones de las deformaciones de tensiones principales. Pero generalmente no se conoce la dirección de
cizallamiento principales se pueden obtener de la Ec. [2-14] : las deformaciones principales y, por tanto, será preciso determinar su
orientación y magnitud, partiendo de deformaciones medidas a ángulos
')'1 =e2- e3 arbitrarios. Debido a que ninguna tensión puede actuar perpendicu-
'Ymáx = ')'2 = e1 - e3 [2-19 J larmente a una superficie libre, las medidas efectuadas con la galga
)'3 e1 - ez de deformaciones representan un estado de tensión en dos dimensio-
nes. El estado de deformación queda completamente determinado si se
La deformación en volumen o dilatación cúbica es la variac10n de conocen e_., ey y 'Yzx· Sin embargo, con las galgas solamente se pueden
volumen por unidad de volumen inicial. Consideremos un paralelepípe- tomar lecturas directas de deformaciones lineales, mientras que las de-
do rectangular cuyas aristas son dx, dy y dz. El volumen en el estado formaciones de cizallamiento han de determinarse indirectamente. Por
de deformación es consiguiente, la práctica usual consiste en utilizar tres galgas dispuestas
a ángulos fijos, en forma de una "roseta", como se muestra en la fi ..
gura 2-11. Las lecturas de las galgas para tres valores de 8 darán tres
A partir de esta definición, la deformación en volumen ~ viene dada ecuaciones simultáneas, análogas a la Ec. [2-17], que se pueden re-
por ( 1 + ei) ( 1 + e2 ) ( 1 + e3 ) dx dy dz - dx dy dz solver para ex, ey y J'xy· Entonces, para determinar las deformaciones
~= principales, se puede utilizar la versión en dos dimensiones de la
dx dy dz Ec. [2-18]. Las ecuaciones para la conversión directa de las lecturas
= (l + ei) ( 1 + e2 ) ( 1 + e3 ) -1 en tensiones principales, para las dos rosetas que se muestran en la
figura 2-11, se hallarán en la tabla 2-2.
que para pequeñas deformaciones, despreciando los productos de las El círculo de Mohr proporciona un método más conveniente para
deformaciones, se transforma en determinar las deformaciones principales, partiendo de las lecturas de
[2-20] las galgas, que la resolución de tres ecuaciones simultáneas con tres
incógnitas. Al construir un círculo de Mohr que represente deforma-
. 1 TIMOSHENKO y GOODIER, op. cit., págs. 221-27. ciones, los valores de la deformación lineal normal e se representan a
SEC. 2-9] RELACIONES ENTRE TENSIONES Y DEFORMACIONES 37
ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES 2
superior de la figura. Las lecturas de las deformaciones eª' eb y ec se
obtienen con tres galgas situadas a ángulos arbitrarios a y {3. El fin
e 45º
~/ X que se persigue es determinar la magnitud y orientación de las de-

I\
formaciones principales e1 y e2•
b l. A lo largo de un eje arbitrario X'X' se trazan líneas verticales
45° aa, bb y ce, que corresponden a las deformaciones em eh y ec.
2. Desde un punto cualquiera de la línea bb (lectura de la de-
a formación central) se traza la línea DA, formando un ~ngulo a con
/60ºj ª ¡60\ bb, que corta a aa en el punto A. Del mismo modo se traza DC hasta
/ . . \
{a)
que corte a ce en el punto C.
(b)
3. Se dibuja una circunferencia que pasa por los puntos A, C y D.
FrG. 2-11.-Rosetas típicas de galgas de deformación: a) rectangular: El centro O de esta circunferencia· se determina por la intersección
b) en delta.
de las mediatrices de los segmentos CD y AD.
_e1 4. Los puntos A, B y C de la circunferencia dan los valores de
~--­ e y y/2 (medidos desde el nuevo eje x que pasa por O) para las tres
-- 8
11!"----.---a galgas.
5. Los valores de las deformaciones principales se determinan por
la intersección del círculo con el eje x que pasa por O. La relación
b angular de e1 con respecto a la galga a es la mitad del ángulo AOP
del círculo de Mohr (AOP=W).

2m9. Relaciones entre tensiones y deformaciones.-En el capí-


tulo 1 se demostró que la tensión uniaxial está relacionada con la
r e b a deformación uniaxial por el módulo de elasticidad. Esto representa la
2 D
ley de Hooke en su forma más simple,

[2-21 J

p donde E es el módulo de elasticidad a tracción o compresión. Una


X--l---e2-++-----~-~...,..____,i--~e~1--~e
fuerza de tracción en la dirección x, al mismo tiempo que produce
deformación lineal a lo largo de dicho eje origina contracción en las
direcciones transversales y y z. La relación entre la d_eformación en
la dirección transversal y la deformación en la dirección longitudinal
'
X--~---1---.:....----+--~"'--l---~X
I se conoce con el nombre de relación de Poisson, representada por el
B
símbolo 1;
---+-eb---
..,,.__ _+----ea-f-----~
[2-22]
e b o
FIG. 2-12.-Círculo de Mohr para la determinación de las deformaciones En los cálculos se utiliza siempre el valor absoluto de v. La relación de
principales. Poisson es de 0,25 para un material elástico perfectamente isótropo,
pero para la mayoría de los metales los valores 1 se aproximan a 0,3 3.
lo largo del eje x y la deformación de cizallamiento dividida por 2 a La descripción generalizada de la ley de Hooke dice que, en todo
lo largo del eje y. La figura 2-12 muestra la construcción 1 del círculo
de Mohr en el "caso generalizado de la roseta que se ilustra en la parte 1 U na deducción que sugiere intuitivamente el valor v = 0,3 3 ha sido expuesta

por F. R. SHANLEY: Strength of Materials, págs. 138-39, McGraw-Bill Book


1 G. MURPHY: J. Appl, Mech., vol. 12, pág. A209, 1945; F. A. McCLINTOCK: Company, Inc., Nueva York, 1957.
Proc. Soc. Exptl. Stress Analysis, vol. 9, pág. 209, 1951.
38 RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES [CAP. 2

cuerpo sometido a un sistema general de tensiones, la deformación existen relaciones entre estas constantes, de modo que en todo ma-
a lo largo de .cualqu.ier ej,e principal se debe a la tensión que actúa a terial isótropo sólo hay dos constantes elásticas independientes. Con-
lo largo de dicho e1e mas la deformación superpuesta resultante del sideremos un elemento rectangular que está sometido a un estado de
efecto de Poisson producido por las tensiones principales que actúan cizallamiento puro (Fig. 2-13; véase también el círculo de Mohr de
a lo largo de los otros dos ejes: la Fig. 2-9 b). a-x y O-y son las tensiones principales, puesto que no se
encuentran tensiones cizallantes en las caras sobre las que actúan. La
1 lJ V
tensión cizallante máxima se encontrará en un plano de 45°, y si
e¡= - 0-1 -- - a-? - - a-3
E E - E a-y= - O-x, el valor de 7 máx será O-y. Las tensiones cizallantes deforman
1 al elemento del modo que se muestra en la figura 2-13 e:' Oa se alarga,
=E [a-1 - v (a-2 + a-3)]
y
y para los otros dos ejes principales
tttttt a

--- <T~{b)
1_2-231 a
--- 45°

---
o t b

--
X
<Ty
a'
En un estado biaxial de tensión plana o-3
ducen a
O y las Ecs. [2-23] se re-
- e

(a)
~ (e)

i t t ~ t t o b'

[2-23 a·1
FIG. 2-13.-a) Elemento sometido a cizallamiento puro; b) tensio-
nes en el triángulo Oab antes de la deformación; e) después de la
V
. e3= -E (a-1+0-2) deformación .

Obsérvese que, aun cuando la tensión a lo largo del tercer eje sea Ob se acorta y ab no varía de longitud. El ángulo Oab disminuye en
cero, la deformación en dicho eje no es cero (a menos que o-1 = - a- 2 ). una cantidad igual a y/2:
En el caso de deformación plana e3 =O y las relaciones entre las
deformaciones y las tensiones se transforman en tg (!!__y
,4
)
l+v
e1 [(l-v)o- 1 va-2 ]
Puesto que en deformaciones elásticas y es un ángulo pequeño,
r2-23 b i
l+v[(l lJ) 0-2 - 1!0-¡] tg (1T/4) -tg (y/2) 1-y/2
-------- ~ ----
1 + y.12
La tensión cizallante y la deformación de cizallamiento guardan
relaciones análogas a las de la Ec. [2-21] : Para cizallamiento puro
'lxy= Gyxy 'lxz=GYxz [2-24]
La constante de proporcionalidad G es el módulo de elasticidad en Sustituyendo en la Ec. [2-23 ], tenemos
cizallamiento o módulo de rigidez.
En la descripción del comportamiento elástico de los materiales in· l+v l+v
ey = - ex= a-Y =7
tervienen tres constantes E, G y v. A continuación demostraremos que
40 RELACIONES ESFUERZOS Y DEFORMACIONES [CAP. 2 SEC. 2-10] CALCULO DE LAS TENSIONES A PARTIR DE LAS DEFORMACIONES 41

Igualando las dos expresiones para tg (1T/4 - 'Y /2) y sustituyendo la la deformación en volumen. Se evalúa frecuentemente en estados de
ecuación anterior, nos da compresión hidrostática, en los que a-111 es igual a la presión hidros-
E tática.
T [2-25]
2(l+v) 'Y 2-10. Cálculo de las tensiones a partir de las deformaciones
Comparando esta relación con la forma generalizada de la Ec. [2-24] elásticas.-Las ecuaciones generales que expresan la tensión en fun·
se obtiene la relación general entre las tres constantes elásticas. En ción de la deformación son considerablemente más complicadas que
la tabla 2-1 se incluyen los valores típicos de cierto número de ma- las que dan la deformación en función de la tensión (Ecs. [2-23]). De
teriales: la resolución simultánea de estas ecuaciones para o- 1, a- 2 y a-3, resulta
E
G [2-26] E
2(l+v) 0-1 il+ ei
+v
TABLA 2-1 PE E
0-2= .6.+--e, [2-30]
( 1 + 1J) ( 1 - 2~1 1 } + I' -
Valores típicos, a la temperatura ambiente, de las constantes elásticas ''
de materiales isótropos vE E
0-3 .6.+ e3
(1 +V) ( +?)
1 Módulo elástico Módulo de cizallamiento Relación
Materiales de donde .6.=e 1+e2+e3. El término A=vE/(l+v)(l-2v) se conoce por
Poisson
psi Kg/mm' psi Kg/mm' constante de Lamé. Utilizando esta constante, las ecuaciones anterio-
·- res se pueden simplificar a
Aleaciones de aluminio ... 10,5X106 7 390 4,0x 106 2 800 0.31 0-1 A.~+2Ge 1
Cobre ... ... ... ... ... ... 16,0 X 106 11 260 6,0x 10 6 4 200 0.33
0-2 =A.~ + 2Ge2 [2-31]
Aceros (al carbono y de
baja aleación) ... ... ... 29,0X10 6 20 500 11,0X106 7 700 0.33 0-3 =A.~ + 2Ge3
Acero inoxidable 18-8 ... 28,0 X 106 19 600 9,5 X 106 6 700 0.28
Titanio ... ......... ... ... 17,0X106 12 000 6,5 X 106 4 600 0.31 En el caso de tensión plana ( o-3 =O) se llega a dos ecuaciones sen-
Volframio ... ... ... ... ... 58,0 X 106 40 800 22,8 X 10 6 16 000 0,27
i cillas y útiles, que dan la relación entre la tensión y las deformacio-
nes, resolviendo simultáneamente las dos primeras de las Ecs. [2-23]
Sumando las tres ecuaciones que dan la deformación producida para 0-1 y 0-2:
por las tres tensiones principales (Ec. [2-23]), tenemos E
O-¡ (e 1 + ve2)
l-2v [2-32]
e1+e2+e3 (0-1+0-2+0-3) [2-27] E
0-2 (e 2 +ve 1 )

El primer término de la Ec. [2-27] es la deformación en volumen L'.l. Estas ecuaciones pueden ser muy útiles para determinar los valo-
Volviendo a escribir la Ec. [2-27], tenemos res de la tensión principal a partir de las mediciones efectuadas con
la galga de deformaciones. Obsérvese que, aun cuando se oriente la
Ll = ~0-m ( 1 - 2v) [2-28] galga en el sentido de la dirección principal, para obtener la tensión
E en esa dirección no es correcto multiplicar la deformación por el mó-
donde 0- 112 es la media de las tres tensiones principales. Esto se puede dulo elástico. A causa del efecto de Poisson, se deben hacer correc-
ciones, debido a deformaciones laterales, utilizando las Ecs. [2-32] º
expresar como /
0-m E Normalmente, para determinar los valores de la deformación prin-
K=--· [2-29] cipal, antes de que se puedan utilizar dichas ecuaciones, tendrán que
6.
emplearse los métodos descritos en la sección 2-8. Un procedimiento
La constante K es el módulo volumétrico de elasticidad. El módulo simplificado consiste en utilizar una roseta con tres galgas en orien-
volumétrico es, por consiguiente, la relación entre la tensión media y taciones fijas, para las que se han obtenido relaciones entre las defor-
42 RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES (CAP. 2 SEC. 2-11) RELACIONES GENERALIZADAS ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES 43
_:_:::___--~-------~~~~~~~~~~~~~-----~

¡... ¡... ¡... ¡...


ro ro ca ro maciones medidas por cada galga y las tensiones principales. La ta-
"301) ro "3 ro "301) ...,ca "301)
~ 01) ~ bla 2-2 da las relaciones entre las tensiones principales y las lecturas
.,,
.¡...> .¡...>

~
<ll
UJ
¡::::
~
u
.,,'V ~
¡::::

u
(i) ¡::::
...,ro
u
.,,
(i) ¡::::
ro
.¡...>
u
.,,
(i)
de las deformaciones ea, eb y ec de las tres galgas en las rosetas rec- 1
Q) ¡::
1
Q)
ce.:
¡:: Q) ¡:::: 1
p::;
Q) ¡:::: tangular y en delta, que se muestran en la figura 2-11. La deducción
ce.: ~ ~ i::i:: ¡:¡.:i ~
1

1 1
y resolución gráfica de estas ecuaciones se discuten en tratados 1 sobre
,...------, ,-----, la tecnología de las galgas de deformaciones.
V)
~
l::! ¡0 '"'
',.-....__
2-11. Relaciones generalizadas entre esfuerzos y defor:imacio·
~ºl¡M
IJr
c::i
"<:) nes.-Las relaciones entre esfuerzos y deformaciones dadas en las dos
\::::> ~ ~
E: ~
...._____... secciones anteriores contienen tres constantes elásticas E, G y v. Es-
:...
-2.
~ ~
tas son las únicas constantes del material que se precisan para des-
~
::::...,
N
+ ::::...,
N
+ cribir las relaciones tensión-deformación en la región elástica, siem-
'l:::S u ,,---..... u ,.-......
~ ~

+ u
+ u N
,.-......
pre que se pueda considerar isótropo' al material en cuestión. Sin
] 1:1 ~ 1:1
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~
embargo, muchos materiales son anisótropos; esto es, las propiedades
~ + ~
~
'l:::S 1
..::;,
~ +
~
..::;,
M
1
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~
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1:1
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elásticas varían con la dirección. Un monocristal metálico es un ejem-
plo extremo de material elástico anisótropo, aunque los metales de-
V)
\:S
:... ~
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~ ~
1:1
~ ~ + 1:1
......_...,. formados en frío también pueden mostrar dicho comportamiento. Sin
.....(...);::s s!.<
+ 1 + 1 ~ + embargo, en el caso general que se presenta en los materiales técni-
'O
~
~
u ......_...,. ~
1:1 N

u
"'
_____.. ~ 1
N
.------.
~ ~ ~
~
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M
cos, el tamaño de grano es lo bastante pequeño y los granos están en
'~ u

~1:1 ~ ~ una disposición lo suficientemente aleatoria para poder utilizar las


V)
1 ~
u ,....._
..s:: 1 .__, ~
1:1

+ + ....-..u
~ -----
~
u
ecuaciones que se basan en las condiciones isótropas.
,.....¡!~ ,.....¡!~
..::;,
N
~ ~ ~
N
,.-... ~
M
~
1
..::;, +
N u
+ + ~ ..::;,
Con el fin de considerar la posibilidad de constantes elásticas que
,.....¡!~ ,.....¡¡~
~ ~
~
<
V)
\)) + 1 1 ~
1:1
~
1:1
1 I~ + varían con la orientación del material, se puede escribir la ley de
~
1:1

-
1:1
~
~ ~ + ~ "' ~
"'
~
~
~ 1 1:1
~
';,. ~
Hooke, en términos totalmente generales, como una relación lineal
< "<:) + 1
+ ~ ......_...,. ~
l;:t 1
..::;,

l - "',,: 1-,
¡:.... ..::;, 1
,.....¡
~
..::;,
1
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1 1Ol) ex= S11CJ" X+ S120" y+ S13crz + S¡4Txy + S1sTyz + S16Tzx
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IJ;;¡ IJ;;¡JN
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----
N -JN ,...¡IN ey = S21CT:c + S220"y + S23CTz + S24T:cy + S2sTyz + S26Tzx
c::i ez = S31CTx + S320"y + S33CTz+ S34Txy + S3sTyz + S36Tzx
·~ 1
[2-33]
~
l::! Yxy S11CTx + S42CTy + S430"z+ S44Txy + S4sTyz + S46Tzx
.....
b Yyz = Ss1CFx + Ss2cry + Ss3CTz + Ss4Txy + SssTyz + Ss6Tzx
.,,
V)

~ Q)
Yzx =Só1CTx + S620"y + s63crz+ S64Txy + S6sTyz + s66Tz;
~ Q)
:...
..... : : ·a¡
: Las constantes S11 , S12, ... , S¡¡ son los coeficientes de elasticidad. Ob-
l::! K
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'«l Ci1 sérvese que estas ecuaciones indican que toda tensión cizallan te puede
8
¡g b
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"ca producir una deformación lineal en un material elásticamente anisó··
l::! b ro
c::i ca ro E
\)J)

Ci1 tropo. Una serie análoga de seis ecuaciones da la relación entre la ten·
"<:) E ·~ Ol)
sión y la deformación en función de los módulos de elasticidad C 11 ,
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1-< 1-< CiN1 [2-34]
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o

'Vi 'º
'Vi 'º
'Vi ;;
¡:::: ¡:::: ¡:::: t)J)
Q) Q) Q) ¡:::: 1 C. C. PERRY y H. R. LrssNER: The Strain Gage Primer, McGraw-Hill
¡:..... ¡:.... ¡:..... <C
Book Company, Inc., Nueva York, 1955.
44 RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES 2 SEC. TEORIA DE LA ELASTICIDAD

De este modo, para calcular la tensión a partir de la deformación, en cúbicas S11=S22=S33, S12=S13=S21=S23=S31=S32 y S44=S4s=S46· Por tan-
las circunstancias más generales, se precisa conocer seis componentes to, la Ec. [2-35] se puede escribir
de deformación y treinta y seis módulos elásticos. Afortunadamentej las
consideraciones de simetría pueden reducir considerablemente el nú- ex = S11 crx + S12 ( crY + cr z) ')'xy =S44T:cy
mero de constantes necesarias. Las constantes elásticas con sub.índi-
ey =S11CTy + si2 ( CTz + <rx) ')'yz =S44Tyz [2-36]
ces diferentes son equivalentes cuando se invierte el orden de dichos
subíndices ez = S11CTz + S12 ( CTx + <Ty) 'Yzx =S44Tz:c

La identidad entre estas ecuaciones y las [2-23] y [2-24] es evidente.


Por consiguiente, en todo material de estructura cristalina cúbica exis-
Por consiguiente, incluso en la estructura cristalina menos simétrica ten tres constantes elásticas independientes, mientras que en un ma-
(triclínica) el número de constantes independientes se reduce a 21. terial realmente isótropo, solamente hay dos constantes el4sticas inde-
En los metales cuyas estructuras cristalinas tienen una simetría rela- pendientes. En un material isótropo la relación entre estas constantes
tivamente elevada, el máximo número de constantes que es necesario está dada por
considerar se eleva a 12. Por tanto, las Ecs. [2-33] se pueden expresar
del modo siguiente:
La tabla 2-3 ofrece una lista de algunos valores típicos de coeficientes
ex= S11CT:c + S12CTy + S13CTz ')'xy =S44T:cy elásticos. Aplicando la relación anterior, compárese la diferencia en
ey = S21CTx + S22CTy + S230-z ')'yz = SssTyz [2-35] isotropía entre el cobre y el volframio.
ez = S31CTx+ S32CTy + S33CTz 'Yzx = S66Tzx
2-12. Teoría de la ~lastfoidad.-La teoría matemática de la elas·
ticidad requiere una consideración más detallada de las tensiones y
Comparando estas ecuaciones con las [2-23] y [2-24] se observa que
S11 es el recíproco del módulo de elasticidad en la dirección x, que 821
determina el componente de la deformación lineal, producida en la

TABLA 2-3

Coeficientes de elasticidad de cristales metálicos


en unidades de 10- 12 cm2 /dina

Metal S,2 s.. s" s,,


S11
l
Aluminio ... ... ... ... 1,59~ -¡--0,58 3,52 S12 Su
Cobre ... ... . .. ... ... 1,49 1 - 0,62 1,33 S12 Su F1G. 2-14.-Fuerzas que actúan sobre un elemento de volumen.
Hierro ... ... . .. ... ... 0,80 0,28 0,80 512 Su
Hierro (policristalino) 0,48 0.14 1.24 S12 Su deformaciones en un miembro sometido a carga, de lo que se precisa
Volframio ... ... ... ... 0,26 -0.07 0.66 S12 511
1 en los métodos corrientes de análisis de resistencia de materiales. Las
Magnesio ... ... ... 2,23 -0,77 6.03 0,49 1.98
Cinc ... ... ... ... ... 0,82 +0,11 2,50 -- 0,66 2,64 soluciones a las que se llega en resistencia de materiales se simplifi-
1
1
can con frecuencia partiendo de una hipótesis de distribución de defor-
maciones, en el miembro sometido a carga, que satisface la situación
i física, pero que, quizá, no sea matemáticamente exacto. Esto no es
dirección y, debida a CT,u equivalente a v/E, y que S31 representa lo admisible en la teoría de la elasticidad.
mismo en la dirección z. Asimismo, el coeficiente S44 es el recíproco Como ocurre en la resistencia de materiales, el primer requisito para
del módulo de cizallamiento. obtener una solución es satisfacer las condiciones de equilibrio. La
En metales que se presentan en una de las estructuras cristalinas figura 2-14 muestra las fuerzas que actúan sobre un elemento del
RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES 2 SEC. 2-12) TEORIA DE LA ELASTICIDAD 47

cuerpo en un estado de tensión plana. Sumando las fuerzas en las La Ec. [2-38 J es la ecuación de compatibilidad en dos dimensiones.
direcciones x e y tenemos: Si las deformaciones satisfacen esta ecuación son compatibles entre sí
2.,P = aa-x aTxy =Ü y la continuidad del cuerpo se conserva. La ecuación de compatibilidad
X ax + ay· se puede expresar en términos de las tensiones derivando las ecua-
[2-37] ciones [2-23] y [2-24] y sustituyendo en la Ec. [2-38] :
, aa-y arxy
.... Py=-,-+-.-+pg=O 2
- - - v - - + - . - Va-a-x _ ( l +v ) -a27
()y (j2(J" X ª2(J" y a2(J" y
-xy-
úX
-- 2 [2-39]
El término pg representa el peso del cuerpo, siendo p la masa por
ay2 (Jy2 1Jx2 fJx2 ax ay
unidad de volumen y g la aceleración de la gravedad. Las expresiones Si los valores de O":o O"y y Txy satisfacen la Ec. [2-39] se puede consi-
anteriores constituyen las ecuaciones de equilibrio para tensión plana derar que las deformaciones que acompañan a estas tensiones son com.
En un sistema de tensión en tres dimensiones habrá tres ecuaciones 1, patibles y que se conservará la continuida9. del cuerpo.
conteniendo cada una de ellas una derivada parcial de la tensión nor· Básicamente, la resolución de un problema por medio de la teoría 1
mal y dos derivadas parciales de las tensiones cizallantes. de la elasticidad requiere la determinación de una expresión para l as
Las Ecs. [2-37] se deben satisfacer en todos los puntos del cuerpo tensiones a-.o O"y y Txy en función de las cargas externas que satisfacen
Obsérvese que estas ecuaciones de equilibrio no proporcionan una re- a las ecuaciones de equilibrio [2-37], a las ecuaciones de compatibili-
lación entre las tensiones y las cargas externas. Por el contrario, in- dad [2-39] y a las condiciones en los límites. Tal resolución supone,
forman sobre la relación de variación de las tensiones en cualquier generalmente, una agilidad matemática considerable. La mayor parte
punto del cuerpo. Sin embargo, la relación entre tensión y carga ex- de las complicaciones que se derivan de la teoría de la elasticidad se
terna ha de ser tal que en el límite del cuerpo las tensiones sean igua- deben a la necesidad de satisfacer las exigencias de continuidad en la
les a las fuerzas superficiales por unidad de área; esto es, ha de satis- deformación elástica. En resistencia de materiales no siempre es nece-
facer las condiciones en los límites. sario satisfacer la continuidad en la deformación. La continuidad se
Uno de los requisitos importantes en la teoría de la elasticidad mantiene por la fluencia plástica local. Generalmente, esto no produce
es que la deformación de cada elemento ha de ser tal que se conserve un efecto importante en la resolución, ya que los efectos de la fluencia
la continuidad elástica. Físicamente esto significa que las tensiones han no se extienden más allá de área en la que aparecen. En otros proble-
de variar de manera que no haya discontinuidades en el material. En mas, tales como la determinación de tensiones en discontinuidades geo-
el caso de dos dimensiones se pueden obtener las ecuaciones de com- métricas (concentraciones de tensiones), la fluencia localizada es im-
patibilidad de las definiciones de deformación en función de los des· portante, por lo que se deben utilizar los métodos de la teoría de la
plazamientos u y v (Sec. 2-7) : elasticidad.
ex=--
au [a]
Un método que se utiliza para la resolución de problemas por me-
ax dio de la teoría de la elasticidad es hallar una función de x e y que
satisfaga las Ecs. [2-37] y [2-39] y que, a su vez, exprese las tensiones
ey=--
av [b] en función de las cargas. Dicha función se conoce, usualmente, por
éJy función de tensiones de Airy. Airy 1 demostró que siempre habrá una
au av función de x e y con la que se pueda determinar las tensiones, en cual-
'}'xy=-,¡-+-,,- [e] quier punto, por medio de las ecuaciones siguientes:
flY (JX
a2cp a2cp
Estas tres ecuaciones muestran que existe una relación definida entre a- x----PªY 'ixy= - - - - [2-40]
las tres deformaciones en un punto, ya que están expresadas en fun-
- ~) 2
úY
b
ax ay
ción de dos desplazamientos u y v. Derivando la ecuación [a] dos ve- que satisfacen a las ecuaciones de equilibrio. Con el fin de que satis-
ces con respecto a y, la ecuación [b] dos veces con respecto a x y la fagan la ecuación de compatibilidad, las Ecs. [2-40] se derivan y se
ecuación [ c] con respecto a x e y, tenemos sustituyen en la ecuación [2-39] :
azex azey azyxy ()4cp ()4cp ()4<!>
-+ 2
-2= - - [2-38] -+2--+-=0 [2-41]
éJy 8x óx ay r?x4 úx2 óy2 óif'
I TIMOSHENKO y GOODIER, op. cit., cap. 9. l G. B. AIRY: Brit. Assoc. Advance, Sci. Rept., 1862.
48 RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES (CAP. 2 SEC. 2-13] CONCENTRACION DE TENSIONES 49

Si .se puede hallar una función de tensiones para el problema que Generalmente, el factor Kt se describe como la relación entre la ten-
s~t1sfaga a la Ec. [2-4~], las tensiones están dadas por las Ecs. [2-40] sión máxima y la tensión nominal basada en la sección neta, aunque,
siempre que estas satisfagan también las condiciones en los límites a veces, se utiliza un valor de tensión nominal basado en toda la sec-
~el problema. La determinación de una función de tensiones que sa- ción transversal del miembro en una zona donde no hay concentrador
tisfaga tanto la Ec. [2-41] como las .condiciones en los límites no es de tensiones :
O"máx
normalmente fácil y, por consiguiente, con esta técnica sólo se ha [2-42]
resuelto un n~mero limitado de problemas. Para la resolución de pro- O"nominal

blemas con sistemas de cargas y formas complicadas es necesario


usualmente, utilizar ecuaciones de diferencias finitas y métodos d~ Además de producir una concentración de tensiones, las entallas
relajación 1• crean una condición localizada de tensión biaxial o triaxial. Por ejem-
plo, en un oriíicio circular situado en una chapa sometida a carga
axial, además de una tensión longitudinal se produce una tensión ra-
2-13. Concentración de tensiones.-Una discontinuidad geomé-
dial. Las tensiones producidas en una chapa infinitamente ancha, que
trica en un cuerpo, como un orificio o una entalla, provoca una dis-
contenga un orificio circular y que esté sometida a carga a'xial, se pue-
den expresar, partiendo del análisis 1 elástico, por
y

O" r = ~ ( 1 + a2 ) + ~ ( 1 + 3 ~ 4 ~: ) COS 28
2
a- e <r ( 1+ a ) a- ( 1 + 3 et ) cos 28 [2-43]
2
2
X T =- <Y ( 1 3 ~ +2 ª ) sen 28

El examen de estas ecuaciones muestra que la tensión máxima se pro-


duce en un punto A cuando e= 1T /2 y r =a. En este caso,
O" e = 3O" = O" máx [2-44]
(a) (b)

FrG. 2-15.-Distribución de tensiones debida a: a) un agujero circular, donde a- es la tensión de tracción uniforme aplicada en los extremos
Y b) un agujero elíptico. de la chapa. El factor teórico de concentración de tensiones en una
chapa con un orificio circular es, por consiguiente, igual a 3. Estudios
tribución no uniforme de tensiones en la proximidad de la disconti- posteriores de estas ecuaciones muestran que a- e = - a- para r =a y
nuidad. En cierta zona próxima a la discontinuidad la tensión será e= O. Por tanto, cuando se aplica a la chapa una tensión de tracción,
mayor que la existente en puntos alejados de la misma. Por tanto en existe una tensión de compresión de igual magnitud en el punto B del
la discontinuidad se produce una concentración de tensiones. La Íiau- borde del orificio en una dirección perpendicular al eje de carga en
ra 2-15 a muestra una chapa con un orificio circular sometida a ca;ºª el plano de la chapa.
uniaxial. Si no existiera el orificio, la tensión estarfa distribuida m~i­ Otro caso interesante para el que se puede obtener 2 una resolución
formem~~t~ sobre la s~cción transversal de la chapa y sería igual a la analítica de la concentración de tensiones es el que representa un pe-
carga d1v1d1da por el area de la sección transversal. Existiendo el ori- queño orificio elíptico en una chapa. La figura 2-15 b muestra este
ficio, la distribución es tal que la tensión axial alcanza un valor ele- caso. La tensión máxima en los extremos del orificio está dada por la
vado en los bordes del orificio y desciende rápidamente en puntos ecuación
alejados del mismo.
[2-45]
La concentración de tensiones se expresa por el factor teórico K 1
1_R. V. SOUTHWELL: Relaxation Methods in Theoretical Physics, Oxford Uni- 1 TIMOSHENKO y GOODIER, op. cit., págs. 78-81.
vers¡ty Press, Nueva York, 1946. 2 C. E. INGLIS: Trans. Inst. Naval Architects, pt. 1, págs. 219-30, 1913.
DIETER.-4
RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES 2 SEC. CONCEl"TRACION DE

e:
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1

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(e) r/d
( f)

FIG. 2-16.-Factores teóricos de concentración de tensiones para diferentes formas geométricas (Según G. H. NEUGEBAUER: Product Eng.,
vol. 14, págs 82-87 1943.)
RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES (CAP. 2 SEC. 2-14] COMPONENTES ESFERICOS Y DESVIADORES DE LAS TENSIONES 53

Obsérvese que, para un orificio circular (a=b), la ecuación anterior 2-14. Componentes esféricos y desviadores de las tensiones y
se reduce a la [2-44]. La ecuación [2-45] muestra que la tensión deformaciones.-Los ensayos han demostrado que los materiales pue-
aumenta a la proporción a/b. Por consiguiente, un orificio muy estre- den soportar presiones hidrostáticas muy elevadas (estado esférico de
cho, como una grieta, normal .a la dirección de tracción, producirá una tensión) sin que experimenten deformación plástica. En muchos pro-
concentración de tensiones muy elevada. blemas, particularmente en la teoría de la plasticidad, es conveniente
La complejidad matemática impide el cálculo de los factores elás- distinguir la parte de la tensión total que puede producir deformación
ticos de concentración de tensiones en todos los casos, excepto en los plástica. Esta se conoce como desviador de tensión cr'. La otra com-
geométricamente más sencillos. La mayor parte de estos trabajos han ponente de la tensión es la esférica o hidrostática cr":
sido compilados por N euber 1, quien efectuó los cálculos para diversos
tipos de entallas. Los factores de concentración de tensiones se deter-
cr"
CT1 + CT2 + CT3
minan usualmente por métodos experimentales 2• La técnica más utili- -----=-p [2-46]
zada es el análisis fotoelástico de modelos 3• Este método se aplica
especialmente a los problemas de tensiones planas, aunque es posible El desviador de tensiones está dado por las ecuaciones siguientes;
efectuar análisis fotoelásticos en tres dimensiones. La figura 2-16 mues-
tra curvas típicas del factor teórico de concentración de tensiones de
ciertos elementos de máquina, que se obtuvieron por métodos foto-
elásticos. Gran parte de la información relativa a las concentraciones
de tensión en piezas de máquinas ha sido recogida por Peterson 4• crz' = CT2 - c;z'' [2-47]
El efecto de una concentración de tensiones es mucho más pronun-
ciado en un material frágil que en uno dúctil. En un material dúctil
aparece la deformación plástica cuando se rebasa el límite elástico en
el punto de tensión máxima. Aumentando posteriormente la carga, se
produce un aumento local de deformación, en la zona crítica sometida Se puede demostrar fácilmente que o-i' + 0-2', + 0-3 =O.
1

a tensión, con escaso aumento en la deformación. Debido al endureci- La dirección de la tensión principal del desviador de tensión es
miento por deformación, la tensión aumenta en las zonas adyacentes a la misma que la de la tensión principal de la tensión total. Por tanto,
la concentración de tensiones, hasta que, ·si el material es suficiente- o- 1' tiene la misma dirección que o-1• Puesto que un cue_rpo isótropo
mente dúctil, la distribución de tensiones se hace esencialmente uni- incompresible no se deforma por la presión hidrostática, la deforma-
forme. Por tanto, en un metal dúctil sometido a carga estática no se ción depende totalmente del desviador de tensión, sin la contribución
llegará a un factor teórico de concentración de tensiones total. Sin del componen te esférico.
embargo, la redistribución de tensiones no tendrá lugar, en medida De forma totalmente análoga, la deformación en un punto se puede
alguna, en un material frágil y, por consiguiente, se tendrá una con- dividir en un compuesto esférico e" y en un desviador de deforma-
centración de tensiones de valor próximo al teórico. Aunque las con- ciones e':
centraciones de tensiones no son normalmente peligrosas en materiales
dúctiles sometidos a cargas estáticas, se encontrarán efectos aprecia- e"
bles de la concentración de tensiones en materiales dúctiles bajo con- [2-48]
diciones de fatiga por tensiones alternas. Las concentraciones de ten-
siones son muy importantes en el fallo de los metales por fatiga y se
discutirá más adelante en el capítulo 12.
[2-49 J
2e3 -e1 -e2
1 H. NEUBER: Theory of Notch Stresses, trad. inglesa, J. W. Edwards, e3' = e3 - e"=------
Publisher, Inc., Ann Arbor, Mich., 1946.
2 M. HETENYI: Handboolc on Experimental Stress Analysis, John Wiley &
Sons, Inc., Nueva York, 1950. La ley de Hooke puede, entonces, expresarse en .tui:ción de los desvia-
3 M. M. FROCHT: Photoelasticity, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York,
1951.
dores de tensiones y deformaciones del modo s1gmente:
4 R. E. PETERSON: Stress-concentration Design Factors, J ohn Wiley & Sons.
Inc., Nueva York, 1953.
[2-50]
54 RELACIONES ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES 2 SEC. ENERGIA DE DEFORMACION 55

Existen dos ecuaciones similares para las otras dos tensiones y defor- La Ec. [2-56] describe la energía elástica total absorbida por el ele-
maciones principales. La ley de Hooke, en función de los componentes mento. Puesto que el volumen del elemento es dA dx, la energía de
esféricos) está dada por deformación por unidad de volumen U0 está dada por
[2-51 J 1 1 (J"x2 =_!_e 2E [2-57]
donde K es el módulo volumétrico de elasticidad. 2 E 2 X

Cuando el desviador de tensiones se refiere a tres ejes ortogonales


arbitrarios x, y y z, se pueden hallar los componentes principales con Obsérvese que las deformaciones laterales que acompañan a la defor-
un método análogo al utilizado para determinar las tensiones princi- mación en tracción simple no entran en la expresión de la energía de
pales de un estado arbitrario de tensión. Los desviadores de la tensión deformación, debido a que no existen fuerzas en las direcciones de las
principal son las raíces de una ecuación de tercer grado: deformaciones.
Por el mismo razonamiento, la energía de deformación por unidad
[2-52] de volumen de un elemento sometido a cizallamiento puro está dada
Los coeficientes ] 2 y f 3 son invariantes del desviador de tensiones, esto por
es, sus valores son independientes del sistema de coordenadas. por me- [2-58]
dio del cual se expresa el desviador de tensiones. Más abajo se dan
expresiones para f 2 y h Estos factores son muy útiles en la teoría ma -
temática de la elasticidad: Las relaciones de la deformación uniaxial pura y el cizallamiento
puro se pueden combinar por el principio de superposición para dar
lz= - 1/2[((]"/)2+ ((J"/)2+ ((J"z')2J +T;y+T;z+T;z
la energía de deformación elástica en una distribución general de un ·
= _l/2[((]"1')2+ ((J"z')2+ ((J"/)2] estado en tres dimensiones:
= - 1/6[((]"¡ (]"2)2+ ((J"2-(J"3) 2+ ((J"3-(J"1) 2] [2-53 J
I
(J"x Txy Txz [2-59 J
J3= Tyx (]"/ Tyz
T zx Tzy (J" z' Sustituyendo las ecuaciones de la ley de Hooke [2-23] y [2-24] para
=1/3[ (0-1')3+ ((J"z')3+ ((J"n3J las deformaciones en la expresión anterior, se obtiene una expresión
= 1/21[(2(]"1 - (]"2 - (]"3) (2(]"2 - (]"3 - (]"¡) (2(]"3 - (]"¡ - (]"2)] [2-54] para la energía de deformación por unidad de volumen, expresada so-
lamente en función de las tensiones y las constantes elásticas:
2-15. Energía de deformación.-La energía de deformación elás-
tica es la cantidad de energía suministrada por la acción de las fuer-
zas externas al deformar un cuerpo elástico. Esencialmente, todo el
trabajo realizado durante la deformación elástica se almacena como
energía elástica, recobrándose dicha energía al retirar la carga. La [2-60]
energía (o trabajo) es igual a la fuerza multiplicada por la distancia
recorrida. En la deformación de un cuerpo elástico la fuerza y la defor-
mación aumentan linealmente a partir de valores iniciales de cero, de Asimismo, sustituyendo las Ecs. [2-31] en la Ec. [2-59] se eliminan
forma que la energía media es igual a la mitad de su producto. Asimis- las tensiones y la energía de deformación se expresa en función de las
mo, es igual al área situada debajo de la curva carga-deformación: deformaciones y de las constantes elásticas :

U=fPo [2-55] U0 l\A2 + G( ex2+ey2Tez 2)_¡_1G(


21\U '2
2 2 2)
,')'xy+')'xz+')'yz [2-61]
En un cubo elemental que esté sometido sólo a tensión de tracción a
lo largo del eje x, la energía de deformación elástica está dada por Es interesante destacar que la derivada de V 0 con respecto a cual-
quier componente de deformación proporciona el componente de ten-
U =-!-Po=-!-((J"x dA) (ex dx) sión correspondiente. Por tanto, aU0/aex='Aó.+2Gex=a-x· (Compárese
[2-561
=H(J"xe.J (dA dx) con la Ec. [2-31].)
ENTRE ESFUERZOS Y DEFORMACIONES [CAP. 2

BIBLIOGRAFIA

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SoUTHWELL, R. V.: "An Introduction to the Theory of Elasticity". 2.ª ed .. CAPITULO 3
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Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1951.
WANG, C. T.: "Applied Elasticity", McGraw-Hill Book Company, Inc Nueva
York, 1953. 3-1. Introducción.-La teoría de la plasticidad trata del compor-
tamiento de los materiales en la zona de deformación y en la que la
ley de Hooke ya no es válida. La descripción matemática de la defor-
mación plástica de los materiales no está, de ningún modo, tan bien
desarrollada corno la descripción de la deformación elástica por medio
de la teoría de la elasticidad. Por ejemplo, en la región plástica de
deformación no existe ninguna relación sencilla entre tensiones y de-
formaciones como ocurre en la deformación elástica. Además, la de-
formación elástica depende solamente de los estados de tensión inicia-
les y finales y es independiente de los estados intermedios, pero la
deformación plástica depende no solamente de la carga final, sino tam-
bién de los valores anteriores. .
La teoría de la plasticidad está relacionada con diferentes tipos de
problemas. Desde el punto de vista del diseño, la plasticidad está re-
lacionada con la predicción de la carga máxima que se puede aplicar
al cuerpo sin causar una fluencia excesiva. El criterio 1 de fluencia ha
de expresarse en función de la tensión, de tal modo que sea válido
para todos los estados de tensión. El proyectista está también relacio-
nado con la deformación plástica en problemas en los que el cuerpo
está intencionadamente sometido a tensiones superiores al límite elás-
tico, dentro de la región plástica. Por ejemplo, la plasticidad ha de
tenerse en cuenta en el diseño de diferentes procesos corno en el auto-
sunchado, el ajuste por contracción y en la velocidad excesiva de los
discos de los rotores. La consideración de pequeñas deformaciones
plásticas permite economías en la construcción de edificios al utilizar
la teoría del diseño límite. En el tratamiento matemático de la con-
formación plástica de los metales se requiere el análisis de grandes
deformaciones plásticas. Este aspecto de la plasticidad se tratará en la
cuarta parte. Es muy difícil describir de un modo analítico muy rigu-
roso el comportamiento de un metal en estas condiciones. Por consi-
guiente, para obtener una solución matemática manejable, es preciso,
normalmente, establecer ciertas hipótesis que simplifiquen el problema.
Otro aspecto de la plasticidad consiste en una mejor comprensión

1 La determinación de la carga límite entre los comportamientos elástico y


plástico también se trata, generalmente, en la resistencia de materiales. Sin
embargo, debido a que es preciso adoptar un criterio de fluencia en las teorías
de la plasticidad, este tema se trata en el capítulo relativo a dicha disciplina.
57
58 ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD SEC. 3-2] CURVAS DE FLUENCIA 59

del mecanismo de la deformación plástica de los metales. El interés de de deformación E1 - E2 es la deformación elástica recuperable. Sin em-
este campo se centra en las imperfecciones de los sólidos cristalinos. bargo, no toda la deformación residual es deformación plástica per-
En el comportamiento en la deformación son de gran importancia e] manente. Dependiendo del metal y de la temperatura, desaparecerá con
efecto de las variables metalúrgicas, la estructura cristalina y las im- el tiempo una pequeña cantidad de deformación plástica E2 - E3• Esto
perfecciones de la red. Este aspecto de la plasticidad se trata en la se conoce como comportamiento anelástico 1• Generalmente se despre-
segunda parte. cia la deformación anelástica en las teorías matemáticas de la plasti-
cidad.
3-2. Curvas de fluencia.-La curva tensión-deformación obteni· En general, la éurva tensiones-deformaciones, al cesar la carga des-
da por carga uniaxial, como en el ensayo corriente de tracción, es de pués de una deformación plástica, no será exactamente lineal y parale-
interés fundamental en la olasticidad cuando se utilizan como variables la a su porción elástica (Fig. 3-1 b). Además, al volver a aplicar la
la tensión real a- y la deformación real E. La tensión real está dada carga, la línea se curva al aproximarse la tensión al valor inicial desde
por la carga dividida por el área de la sección transversal instantánea el que se retiró la carga. Con una pequeña deformación plástica adi-
de la probeta. La deformación real se estudia en la sección siguiente. cional, la curva tensiones-deformaciones se transforma en una conti-
nuación de lo que hábría sido si no se hubiera interrumpido la carga.
A Este comportamiento, histéresis, resultante de aplicar y retirar la carga
después de la deformación plástica, se desprecia, generalmente, en las
teorías de la plasticidad.
La curva real tensiones-deformaciones se denomina, frecuentemen-
te, curva de fluencia, ya que proporciona la tensión necesaria para que
el metal fluya plásticamente hacia cualquier deformación dada. Se han
realizado muchos intentos para aplicar ecuaciones matemáticas a esta
curva. La expresión más común es la sigui en te :
[3-1]
€-
la) {b) donde K es la tensión para E= 1,0 y n, el coeficiente de endurecimien-
to por deformación, es la pendiente de la representación logarítmica
FIG. 3-1.-Curvas típicas tensión-deformación para un metal dúctil. doble de la Ec. [3-1]. Esta ecuación solo es válida desde el comienzo
de la fluencia plástica hasta la carga máxima a partir de la que se
La finalidad de la presente sección 1· es describir las curvas tensión- inicia la estricción local. •
deformación típicas de los metales reales y compararlas con las curvas Incluso la expresión más sencilla, como la Ec. [3-1], puede resultar
teóricas de fluencia de materiales ideales. de una complejidad matemática considerable cuando se utiliza con las
En la figura 3-1 a se muestra la curva real tensión-deformación para ecuaciones de la teoría de la plasticidad. Por consiguiente, la práctica
un metal dúctil típico, como el aluminio. La ley de Hooke se cumple común en este campo es imaginar curvas de fluencia ideales que sim-
hasta un cierto límite elástico a-0 • (El valor de a-0 dependerá de la plifiquen el cálculo matemático sin desviarse demasiado de la realidad
exactitud con que se mida la deformación.) A partir de a-0 el metal se física. La figura 3-2 a muestra la curva de fluencia de un material rígido
deforma plásticamente. La mayoría de los metales se endurecen por perfectamente plástico. Una probeta de tracción de este material idea]
deformación en esta zona plástica, de manera que los aumentos de es completamente rígida (deformación elástica cero) hasta que la ten-
aquella requieren valores de la tensión mayores que el límite elástico sión axial es igual a a-0• Entonces, el material fluye plásticamente a una
inicial ero. Sin embargo, al contrario de lo que sucedía en la región tensión de fluencia constante (endurecimiento por deformación nulo).
elástica, la tensión y la deformación no están relacionadas por ninguna Este tipo de comportamiento se aproxima al de un metal dúctil fuer·
sencilla constante de proporcionalidad. Si se deforma el metal hasta el temente deformado en frío. La figura 3-2 b muestra la curva de fluencia
punto A, cuando se retira la carga disminuye inmediatamente la de· de un material perfectamente plástico con una región elástica. A este
formación total desde E1 a E2 en una cantidad a-/E. La disminutión comportamiento se aproxima un material, como el acero ordinario al
carbono, que posee un alargamiento grande en el límite elástico apa-
1 Véase el capítulo 9 para una discusión más completa del aspecto matemá-
tico de la curva real tensión-deformación. I La anelasticidad se discute con más amP,litud en el capítulo 8.
60 ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD (CAP .. 3 SEC. CRITERIOS DE FLUENCIA EN METALES DUCTILES

rente (véase Sec. 5-5). Un planteamiento más real es el llegar a la La relación entre la deformación real y la deformación lineal conven-
curva de fluencia por medio de dos líneas rectas que correspondan a cional se desprende de la Ec. [ 1-1] :

b.L L-L0 L
e=-- - - - = - - 1
Ln Lo
L
e+l=-
Lo
L
E = ln =In (e + 1) [3-4]
€ € €

la) (b) (el(.'


Las dos medidas de la deformación proporcionan casi idénticos resul-
FrG. 3-2.-Curvas de fluencia plástica idealizadas. a) . Material plástico ideal tados hasta deformaciones de aproximadamente 0,1.
rígido. b) Material plástico ideal con región elástica. e) Material que endurece Debido a que el volumen permanece esencialmente constante du-
por deformación. rante la deformación plástica, la Ec. [3-3] se puede expresar en fun-
ción de la longitud o de la sección:
las regiones elástica y plástica (Fig. 3-2 e). Este tipo de curva exige
cálculos matemáticos más complicados. · E=ln-
L
ln~ [3-5]
[J A

3~3. Deformación real.-La Ec. [1-1] describe el concepto con- Asimismo, debido a la constancia de volumen, la suma de las tres de-
venc10nal de la deformación lineal unitaria esto es, la variación de formaciones principales es igual a cero,
longitud referida a la longitud unitaria inici~l
[3-6]

Esta relación no es válida para las deformaciones principales conven-


cionales.
La ventaja de utilizar la deformación real se hace evidente con el
Esta definición es _satis~actoria para deformaciones elásticas en las que consiguiente ejemplo: consideremos un cilindro uniforme que se alar-
b.L es ?1uy pequeno. Sm embargo, en la deformación plástica las de- ga duplicando su longitud original. La deformación lineal es, entonces,
formaciones son grandes, y, durante el alargamiento, la distancia entre e=(2Lo-Lo)/L0 =l,0, o una deformación del '100%. Para conseguir la
pui:t~s. ;aría considera~~emente. Ludwik 1 expuso, por primera vez, la misma deformación lineal negativa en compresión, habría que compri-
defm1c1on de deformac10n real o natural e, que evita esta dificultad mir el cilindro hasta un espesor igual a cero. Sin embargo, intuitiva-
mente, se espera que la deformación producida al comprimir un cilin-
rida a la distancia entre puntos instantánea, en vez
entre puntos inicial:
d:
En esta definición de deformación la variación de lonaitud está refe-
a la distancia dro hasta un valor igual a la mitad de su longitud inicial sea la misma,
aunque de signo contrario, que la deformación producida al alargar el
cilindro dos veces su longitud. Si se utiliza la deformación real se
r3-21 obtiene la equivalencia para los dos casos. Al alargar dos veces la
longitud inicial E=ln (2L 0/L 0 ) =ln 2. Al comprimir un medio la lon-
o bien gitud inicial E=ln [(Lo/2)/L0 ] =ln !=-In 2.
L
E ln- [3-3] 3-4. Criterios de fluencia en metales dúctiles.-El problema que
Lo se presenta al deducir las relaciones matemáticas, para la predicción
de las condiciones en las que comienza la deformación plástica cuando
1 P. LUDWIK: "Elemente der technologischen Mechanik", Springer-Verlag Uh material está sometido a un estado complejo de tensión, es un as-
OHO, Berlín, 1909. pecto importante en ef campo de la plasticidad. En carga uniaxial, la
ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD 3 SEC. CRITERIOS DE FLUENCIA EN METALES DUCTILES

fluencia plástica comienza en el límite elástico y es de esperar que, en te desplazadas hacia la seguridad y los diseñadores la utilizan amplia-
una situación de esfuerzos combinados, la fluencia esté relacionada mente para los metales dúctiles. Ha sustituido a la teoría de Rankine
con cierta combinación de las tensiones principales. Se puede expresar más antigua y menos exacta. '
un criterio de fluencia en la forma general F(o-¡, o-2, a-3, K¡, ... ) =0; Prager y Hodge 1 han señalado que en ciertos problemas de plas-
pero, en la actualidad, no existe ningún método teórico para calcular ticidad. no son aplicables las Ecs. [3-9] o [3-10], ya que no se sabe
la relación entre las componentes de las tensiones que correlacionan cuál de las tres tensiones principales es la mayor. En este caso se ha
la fluencia en un estado de tensión en tres dimensiones y la fluencia de utilizar la siguiente ecuación mucho más complicada:
en un ensayo de tracción uniaxial. Los criterios de fluencia son, por
consiguiente, relaciones esencialmente empíricas. Actualmente, existen [3-11]
dos teorías generalmente aceptadas para predecir el comienzo de la
fluencia en los metales dúctiles. l2 ~ l 3 son las invariantes del desviador de tensiones (véase Sec. 2-14).
Teoría de la tensión cizallante máxima (criterio de tensión).-La Evidentemente, una relación tan compleja es de resolución muy enojo-
teoría de la máxima tensión cizallante, llamada a veces criterio de s~. Por. ~sta razó~, ei: la mayor parte de los trabajos teóricos se pre·
fluencia de Tresca, Coulomb o Guest, establece que la fluencia apare- flere utilizar el cnteno que se discute a continuación.
cerá cuando la máxima tensión cizallante alcance un valor crítico igual Teoría de Van Mises (criterio de energía).-El criterio que se ex-
a la tensión cizallante de fluencia en un ensayo de tracción uniaxial. pone en la Ec. [3-12] ha proporcionado resultados experimentales en
En la Ec. [2-15] la tensión de cizallamiento máxima estaba dada por cierto modo más apropiados:

[3-7] [3-12]
Tmáx

donde o-1 es la tensión principal algebraicamente mayor y o-3 la alge- De acuerdo con este criterio, se producirá la fluencia cuando las di-
braicamente menor. ferencias entre las tensiones principales, expresadas por el segundo
En tracción uniaxial o-1 = o-0, o-2 = o-3 =O, donde o-0 es el límite elás- término de la ecuación, rebasen el límite elástico en tracción uniaxial
tico en tracción simple. Por consiguiente, el límite elástico cizallante ero. Los trabajos realizados en este campo están asociados con los
en tracción simple To es igual a un medio del límite elástico en tracción: nombres de Von Mises, Hencky, Maxwell y Huber. Von Mises propuso
este criterio en la forma invariante de la Ec. [3-13], ya que es mate-
CTo
máticamente más sencilla que la forma invariante de la teoría de la
To=- ten.sión cizallante máxima dada por la Ec. [3-11]. Experimentos pos-
2
teriores mostraron que la Ec. [3-13] proporciona una mejor concor-
dancia total con los datos combinados tensión-fluencia que la teoría
Sustituyendo estos valores en la ecuación para la tensión de cizalla- de la tensión cizallan te máxima :
miento máxima, tenemos
0-1 - 0-3 CTo [3-13]
'T máx ='To [3-8]
[3-9] !2 es la segunda invariante del desviador de tensiones y k el límite
elástico en cizallamiento puro.
Se han realizado varios intentos para proporcionar un significado
que a veces se expresa del modo siguiente: físico al criterio de fluencia de Von Mises. Un concepto comúnmente
[3-10] aceptado es que este criterio expresa la energía de distorsión. Basán-
dose en este concepto, la fluencia tendrá lugar cuando la energía de
distorsión por unidad de volumen rebase la energía de distorsión oor
donde o-1 y o-3 ' son los desviadores de las tensiones principales y k el unidad de volumen almacenada en una probeta deformada hasta· el
límite elástico en cizallamiento puro, esto es, la tensión a partir de la límite elástico en tracción o compresión uniaxial. La deducción de la
cual tiene lugar la fluencia en torsión, donde 0-1 = - 0-3.
La teoría de la tensión de cizallamiento máxima está en concordan- 1 W. PRAGER y P. G. HoDGE, Jr.: "Theory of Perfectly Plastic Solids",
cia con los resultados experimentales; sus precisiones están ligeramen- pág. 23, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1951.
64 ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD 3
SEC. 3-4] CRITERIOS DE FLUENCIA EN METALES DUCTILES 65
Ec. [3-12] basada en la energía de distorsión se da más adelante. Otra
interpretación física común de la Ec. [3-12] es que representa el valor Sin embargo, de la Ec. [2-29], D.=erm/K, de forma que la Ec [3-14]
crítico de la tensión cizallan te octaédrica (véase Sec. 3-7). se transforma en
2
La energía de deformación elástica total por unidad de volumen Uo" = 1- erm [3-15]
(véase Sec. 2-15) se puede dividir en dos componentes: la energía de 2 K
distorsión o de cambio de forma, U0', y la energía de variación de
volumen, U0". La figura 3-3 muestra la resolución de la energía total P~e.sto que Uo' = Uo- Uo", la energía de distorsión se puede determinar
en sus componentes. Esta figura ilustra el concepto, establecido en la ut1hzando la Ec. [2.60] para la energía de deformación total U0 :
sección 2-14, de que un estado general de tensión en tres dimensiones
se puede expresar en función de un componente de tensión esférico o
hidrostático er" y un desviador de tensiones er'. Los experimentos han
demostrado 1 que hasta valores bastan te grandes de la presión hidros-
tática un estado de tensión hidrostáÜca no produce ningún efecto so-
bre la fluencia. Por tanto, es válido suponer que sólo el desviador de Sin embargo, puesto que erm=(er 1 +eri+er3 )/3 y K=E/[3(1-2v)]i la
tensiones puede producir distorsión. Por consiguiente, la energía de Ec. [3-16] se reduce a
distorsión estará basada en el desviador de tensiones. Este sólo repre-
sen ta la energía asociada con el cambio de forma de la probeta y des-
precia la energía asociada con los cambios de volumen. [3-17]
La energía de distorsión se determina calculando, primero, la ener-
gía de variación de volumen y restando después este término de la En un estado de tensión uniaxial a: 1 = er0 , er2 = er3 =O:

Uo'=~ero 2 [ 3-18]
3E

Por consiguiente, el criterio de fluencia en la teoría de la energía de la


= distorsión se puede expresar

FrG. 3-3.-Resolución de tensión en hidrostática y desviador de tensión. o

[3-19]
energía total. Refiriéndonos de nuevo a la figura 3-3, la energía por
unidad de volumen, asociada con la variación de volumen, será
En un estado de cizallamiento puro, tal como se present1 en torsión,
T=er:
eri =ero
Tomando como referencia las definiciones dadas en la sección 2-14
para el componente desviador de la deformación, y haciendo erm igual Por tanto, la energía de distorsión para este estado de tensión está
al componente hidrostático de la tensión, o tensión media, tenemos dada por

[ 3-14] [3-20]

1 P. W. BRIDGMAN: "Studies in Large Plastic Flow and Fracture", McGraw-


Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1952. Si en cualquier tipo de sistema de tensiones comienza la fluencia cuan-
do la energía de distorsión alcanza un valor crítico, se puede obtener
DIETER.-5
SEC. CON TENSIONES COMBINADAS
ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD (CAP. 3
66
~~---~~~~~~~-~-~~--~~-~-~~~-

Ambas ecuaciones definen una elipse. La figura 3-4 muestr 1


la relación entre este valor crítico, en tensión uniaxial, y en cizalla- n;sultados experimentales 1 concuerdan mejor con la t , da lque os
miento puro, igualando las Ecs. [3-18] y [3-20]: gia de distorsión. eona e a ener-
Otro tipo de ensayo con tensiones combinadas consiste en someter
1 +V 2
-E--To
tu~os /e ,ª
paredes delgadas. carga axial y a presión hidrostática inten-
sa :_ uesto que l~ .ten.s1on en ~a dirección radial es des reciable
1 (o-., -O en la. ~upe~fi~1e libre exterior), este ensayo proporcion~ u _
To=-=- CTo=0,5770-0 [3-21] tado de tens10n biaxial. n es
J3
De este modo, si la teoría de la energía de distorsión es un criterio de 0,5r---;..=~=1-+~;....:-+-~-1----L.._J
fluencia válido, el límite elástico en cizallamiento, determinado en un
ensayo de torsión, debería ser 0,577 veces el límite elástico en trac- 0,4¡--r-t--t-+-1µ~=--=~--t--j___J
1§>
ción. Los datos reales muestran que el límite elástico de cizallamiento
~ 0,3 ¡--¡--r--t--+-+-t--+-~..J-:~L_J
. se encuentra entre 0,5 y 0,6 del límite elástico en tracción, con una ........

media próxima al valor pronosticado. Obsérvese que la teoría de la


tensión de cizallamiento máxima predice que To= 0,500-0. U na de las
razones para preferir el criterio de fluencia de la teoría de la energía
de distorsión es que muestra una mejor concordancia para estos dos
º~~-;:;~~---:::.L.:---::1:~..l.__L~.L.......L_JI
tipos de ensayos. o 0, 1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0
<JK/CTo
3-5. Ensayos con tensiones combinadas.-Las condiciones de FIG. 3-4.-Comparación entre las teorías de la máxima tensión cizallante
fluencia en estados de tensión distintos de los de cargas uniaxiales y Y la de la energía de distorsión (teoría de Von Mises).
de torsión, se pueden estudiar convenientemente utilizando tubos de
paredes delgadas. Combinando la tracción axial con la torsión se ob- E~ un .~stado de tensión plana, la teoría de la fluencia por energía
tienen diversas combinaciones, desde tensión cizallante hasta normal, de d1stors1on se puede expresar matemáticamente por
intermedias entre los valores obtenidos separadamente en tracción y
torsión. En tracción axial y torsión combinadas las tensiones principa- [3-25]
les de la Ec. [2-7] son:
CTx ( 0-} 2 )1/2 que, representa~ ecuación de una elipse cuyo semieje mayor es v2 O-o
0-1=2+ +Txy Y e1 menor ,¡ 2/3 a-0•
[3-22] d~ª. representación que se ofrece en la figura 3-5 constituye un pro-
CT2=Ü ce 1m1ento ad~suado para comparar los criterios de fluencia en un
112
CTx ( o-/ 2) esta?? d~ tens1on en dos dimensiones. Obsérvese que la teoría de la
0-3=2- -4-+Txy
te~s1on s1z~llant; J?áxima y la de la energía de distorsión predicen el
~isr:io hm1.t~ elast1co en condiciones de tensión uniaxial y en tensión
Por consiguiente, el criterio de fluencia· para la teoría de tensión ci- ,ia~ial eqmhbrada ( 0-1=0-2). L~ mayor divergencia entre las dos teo-
zallan te máxima está dada por na~
d set presenta
d en estados de c1zallamiento puro (rr
v 1
) y a se h a
- CT? •
em~s ra o 9u~ en e,st~ estado de tensión la ley de la te:isiÓn cizallante
[3-23] predice u.n l~mite elast1co que es un 15 % más bajo que el valor dado
por el cn,teno de la energía de distorsión.
. Un metodo muy sensible para diferenciar los dos criterios de fluen-
cia es el adoptado por Lode, en el que se determina el efecto de la
y la teoría de fluencia por la energía de distorsión se expresa por
1 G. l. TAYLOR Y H. QUINNEY: Proc. Roy. Soc. (Londres), I
nas 323-362, 1931. vo. 230A, pági-
(3-24]
2 w. LODE: z. Physik, vol. 36, págs. 913-39, 1926.
68 ELEMENTOS DE LA TEORIA LA PLASTICIDAD [CAP. 3 SEC. TENSION CIZALLANTE OCTAEDRICA Y DEFORMACION 69

tensión principal intermedia en la fluencia. De acuerdo con la ley de La tensión que actúa en cada cara del octaedro se puede resolver 1
tensión cizallante máxima, no debería tener ningún efecto el valor de en una tensión octaédrica normal, <Toct' y una tensión cizallante octaé-
la tensión intermedia cr2• Por tanto, (cr 1 - cr3 ) /ero= l. En la teoría de la drica, Yoct' que se encuentra en el plano octaédrico. La tensión octaédri-
energía de distorsión, para explicar la influencia de la tensión princi- ca normal es igual al componente hidrostático de la tensión total:
pal intermedia, Lode introdujo
el parámetro µ,, denominado pa- <Toct [3-29]
rámetro de tensiones de Lode:
La tensión cizallan te octaédrica 'Yoct está dada por
[3-261 2 2
Toct
1
/3[(<T1 -<T2) + (<T2-<T3) + (<T3-<T 1) 2j 1i 2 [3-30]

o-o Resolviendo esta ecuación res- Puesto que la tensión octaédrica normal es una tensión hidrostáticaj
pecto a cr2 y eliminando cr2 en no puede producir fluencia en materiales sólidos. Por consiguiente, la
la ecuación [3-12], tenemos tensión cizallante octaédrica es el componente responsable de la de-
formación plástica. A este respecto es similar al desviador de ten -
2 siones. Si se supone que una tensión cizallante octaédrica crítica de-
--------- [ 3-27]
<To
(3+¡;})1/2 termina la fluencia, se puede escribir el criterio de flujo plástico en la

teoría de ta tensión Los datos experimentales se ajus-


forma
2
c_C
cizallante móxima tan mucho mejor a la Ec. [3-27]
<T3) + (cr2-<T1) 2]1 12
que a la ecuación de la tensión ll bien
cizallante máxima, indicando que
FrG. 3-5.-Cornparación de los criterios la tensión principal intermedia [3-31]
de fluencia plástica para tensión plana. afecta a la fluencia.
Otra contribución de Lode ha
Puesto que la Ec. [ 3-31] es idéntica a la ecuac1on ya deducida para
sido la introducción del parámetro de deformación v,
la teoría de la energía de distorsión, las dos teorías de fluencia dan los
mismos resultados. En cierto sentido, se puede considerar la teoría
V=
[3-281 octaédrica como una teoría de tensiones que es equivalente a la teoría
de la energía de distorsión. De acuerdo con esta teoría, la tensión ci-
,zallante octaédrica correspondiente a la fluencia en tensión uniaxia1
donde LlE es un incremento finito de la deformación. La representación está dada por
gráfica de µ, frente a v deberá ser una línea rect~ a 45º de lo~ .ejes,
si el metal se comporta de acuerdo con las ecuac10nes de plasticidad "/2
Toct = -- <To 0,47lcr0 [3-32]
de Levy-Von Mises (Sec. 3-9). La mayor parte de los metales mues- 3
tran cierta ligera pero sistemática desviación de la relación de Lode
Al igual que las tensiones, las deformaciones octaédricas están re-
f.L=V.
feridas al mismo octaedro tridimensional. La deformación lineal octaé-
3-6. Tensión cizallante octaédrica y deformación de cizallam drica está dada por
miento.-Las tensiones octaédricas son un conjunto particular de fun- Eoct [3-33]
ciones de tensión de importancia en la teoría de la plasticidad .. ~e
trata de tensiones que actúan sobre las caras de un octaedro tridi-
mensional que posee la propiedad geométrica de que las car.as d~ los La deformación cizallante octaédrica viene dada por
planos forman ángulos iguales con cada una de las tres direcc10nes
principales de la tensión. En un cuerpo geométrico de esta naturaleza,
')'oct= 2/3( (E¡ E2)
2
+ (E2- E3) 2 + (E3-Ei) 2 ] 1i 2 [3-34]
el ángulo formado por la normal a una de sus caras y el ej~ principal 1 A. NADAI: "Theory of Flow and Fracture of Solids", 2.ª ed., voL I, pági-

m·ás próximo es de 54º 44' y el coseno de este ángulo es 1/ J3. nas 99-105, McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1950.
FUNDAMENTOS DE LAS TEORIAS DE LA PLASTICIDAD
71
70 ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD SEC. 3-8]

la deformación octaédrica equivalente de cizalladura, Toct'


en lugar de
3-7., . In~ari~1?-tes de tensiones y deformaciones.--Frecuentemen-
representar en función de }'oct :
(1-2,25 JlJl)
te, es util simpl~f,icar la repr.esentación de un estado complejo de ten-
1/6
sion .º d~formac1<;>n por med10 de funciones ~nvariantes de tensiones y Teq=Toct
[3-38]
def01 mac10nes. s.i se repres~?-ta la curva plastica tensión-deformación
( ~urva de fluencia), en fun~ion de invariantes de tensiones y deforma- donde '2 y J3 son invariantes del desviador de tensiones. No parece
c10nes, se obtendra aproximadamente la misma curva sin tener en haber justificación teórica o experimental para elegir parámetros inva-
c:ienta el estado de tensión. Por ejemplo, las curvas de fluencia obte- riantes de tensiones y deformaciones distintos a los que están más de
mdas en ensayos de trac~!ón. uniaxial y torsión biaxial, de u~ tubo
de poco espes?r ~on presion mterna, coincidirán cuando estén repre- acuerdo con los datos y conveniencia matemáticos. '
sent~dos en termmos de funciones invariantes de tensiones y defor- 3-8. Fundamentos de las teorías de la plasticidad.-El desarro-
mac10nes. llo de una teoría generalizada sobre la plasticidad, con la misma am-
Nada~ 1 ~a demostrad? que las tensiones y deformaciones cizallan- plia posibilidad de aplicación que la teoría de la elasticidad, no ha
tes o~ta~dncas s~::m func10nes invariantes que describen la curva de progresado rápidamente a causa de la complejidad del problema. La
~uencia mdependientemente del tipo de ensayo. Otras funciones inva- dificultad inherente al desarrollo de una descripción matemática sen-
nant~s frec11:en~e~e~te utilizadas son las tensiones y deformaciones cilla de la plasticidad se encuentra en el l!~s;go de queladeformación
efectivas o szgnzfzcatz~as. ~n el caso en el que los ejes de coordenadas plástica es esencialmente . un. proceso irreversfüre~··Mieñffas··c¡ue·Ta. ·ae-
correspondan. a las direcc10nes principales, estas cantidades se definen formación eláStica· ·depéride . solamente de los estados de tensión o
por las ecuac10nes siguientes: deformación iniciales y finales y, por tanto_, los resultados son inde-
Tensión efectiva o significativa: pendientes.c:l~Ja. hi§toria. ~e la ~arga, la deformación plástica total de-
pende···no.§Qlarr1el1!~·a~··1~ carga final, sino también de la f~rm.~~-~e
[3-35] vaíJaci§ff. recorri<fa. ··por coiisigufente, el aumento de la deformación
plástica· está determinado por el tipo de ciclo de carga. El valor final
de una componente de deformación plástica viep.e da~()J'ºr la}ntegral
Deformación efectiva o significativa: de _los_inc.r.ew.entos de dicha componente a lo largo de la historia de
cárga que ha experfoierifüdo ·el material.
---ra carga proporcional es una condición particular que simplifica
[3-361 el análisis. En cargas proporcionales, los componentes de tensión
aumentan en una relación constante,
Obsérvese que tanto la tensión como la deformación efectivas se re- da-1 da-2 da-3
ducen al compoi:~nte axial normal de la tensión y deformación en un =--=-- [3-39]
ensaY,o de tracc1on.', Estos valores están también relacionados con la
tens10n Y deformac1on cizallantes octaédricas, como se puede ver com- En este tipo de carga, se pueden expresar las deformaciones en función
parando las Ecs. [3-301 y [3-34] con las precedentes: del estado de tensión final, ya que este especifica la historia de la
tensión.
Toct
v'2 a- [3-37] Las teorías matemáticas de la plasticidad se pueden dividir en dos
tipos generales. Las teorías de_._cl,gforrr¿<:.f:ción relacionan las tensiones
con las deformaciones, ·!Ilieñtras que las teorías de flujo relacionan las
.f?rucker 2 ha señalado que existe un gran número de diferentes tensiones con la velocidad de deformaci6n~Tas.Teónas de deforma-
f~nc10nes. de t.ensiones y defor1!1aciones que podrían servir como pa- ción utilizan un método de promediar sobre toda la historia de la
rametros mvanantes de las tensio:ies y deforma~iones. Por ejemplo, ha deformación y relacionan la deformación plástica total con la tensión
d.emostrado qu~ ~os datos de tensiones combinadas para tubos de alea- final. Este tipo de teoría es válido cuando el material está sometido 1
a
c10nes .de alumm10 muestran mejor acuerdo cuando la tensión cizallan- carga proporcional, pero generalmente no se considera seguro cuando
te egmvalente Teq, definida más abajo, se representa como función de
1 B. Budiansky afirma que las teorías de deformación en la plasticidad de-
berían ser válidas para procesos de carga diferentes a la carga proporcional .
~A. NADAI: /. Appl. Phys., vol. 8, pág. 205, 1937.
.- D. C.
DRUCKER: /. Appl. Mech., vol. 16, págs. 349-57, 1949. T. Appl. Mech., vol. 26, núm. 2, págs. 259-64, 1959.
72 ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD SEC. TEORIAS DE FLUENCIA 73

varía la dirección de carga durante el ensayo. Las teorías de flujo con- Para conseguir una simplificación adicional de los análisis, se su-
sideran una sucesión de incrementos de distorsión infinitesimales en pone frecuentemente que el cuerpo actúa como un material plástico
los que la tensión instantánea está relacionada con el incremento de rígido. Partiendo de esta hipótesis, se desprecia toda deformación elás-
la velocidad de deformación. Debido a que la teoría de flujo considera tica y la deformación total se considera completamente plástica. Esta
la deformación instantánea, es conveniente para describir las defor- hipótesis es adecuada cuando la deformación plástica es grande, por-
maciones plásticas grandes. que las deformaciones elásticas son comparativamente despreciables.
Existe cierto número de hipótesis generales que son comunes a to- Sin embargo, en muchos problemas, el cuerpo se deforma poco por
das las teorías de la plasticidad. Se considera que el metal es continuo encima del límite elástico, de manera que las deformaciones elásticas
e isótropo. Se supone que los ejes principales de la tensión y deforma- y plásticas son de magnitud comparable. En este caso, es preciso con-
ción plásticas coinciden siempre. Los efectos del tiempo se desprecian siderar las deformaciones elásticas en los análisis. La deformación es,
normalmente, de forma que los materiales viscoelásticos se excluyen entonces, la suma de la deformación elástica y de la plástica:
de las teorías que se presentan en este capítulo. Para los valores de
tensión que se encuentran usualmente, una hipótesis conveniente es [3-40]
considerar que el volumen permanece constante. Esto conduce también
a la útil relación que establece que la suma de las deformaciones rea- Sin embargo, a causa de la hipótesis de la invariabilidad de volumen,
les principales es igual a cero : la componente plástica de la componente hidrostática de deformación
ha de ser igual a cero :
E¡+ E2+ E3=0

La invariabilidad de volumen requiere también que la relación de


Poisson aumente desde su valor elástico hasta un valor de 0,5 para
Por consiguiente, el desviador de la deformación plástica es igual a la
el estado plástico. Experimentos realizados demuestran que la relación
deformación plástica:
de Poisson aumenta con la deformación plástica progresiva hasta este
valor límite, pero frecuentemente se estable la hipótesis incorrecta de p
E¡ =E¡
P' p
E2 =E2
P'
[3-41]
que v = 0,5 para todos los valores de la deformación plástica.
Desgraciadamente, no existe una relación sencilla entre tensiones 3-9. Teorías de fluencia. Material plástico ideal rígido.-Tra-
y deformaciones en la zona plástica como la que hay en la deforma- bajos realizados por St. Venant, Levy y Von Mises han dado como
ción elástica. Una simplificación evidente es suponer que el flujo plás- resultado una teoría de fluencia para un material plástico idealmente
tico prosigue bajo un valor constante de la tensión de fluencia (límite rígido, basada en la proporcionalidad entre el desviador de tensiones
elástico), esto es, que no hay endurecimiento por deformación. La teo- y la velocidad de deformación. Más adelante se dan las ecuaciones de
ría plástica basada en el comportamiento plástico ideal, ha experimen- Levy-Von Mises para un sistema general de coordenadas. A. es una
tado un desarrollo mayor que las teorías que consideran el endureci- constante de proporcionalidad y a- 111 es la componente hidrostática de
miento por deformación del metal. Un método para tener en cuenta la tensión. Obsérvese que un punto sobre el símbolo que representa
el endurecimiento por deformación consiste en utilizar los datos expe- la deformación indica derivada de la deformación respecto al tiempo,
rimentales representándolos como funciones invariantes tensión-defor- - esto es, la velocidad de deformación,
mación. En los análisis de operaciones de conformación en las que
intervienen grandes deformaciones plásticas, es práctica común intro- CT x Um =-a-/= 2AEx 'íxy=A}'xy
ducir el endurecimiento por deformación utilizando un valor medio a-y' =2A.€y 'Tyz =AYyz [3-42 J
del límite elástico. a-/ 2A.€¿ 'íxz =AYxz
El desarrollo de muchas teorías sobre la plasticidad está basado en
la premisa de que el desviador de tensiones es proporcional al incre- En términos de las tensiones principales, las ecuaciones de Levy-
mento de la deformación. Ello equivale a decir que los parámetros de Von Mises se pueden escribir
la tensión y deformación de Lode son iguales, µ=v. Aunque experi-
mentalmente se ha demostrado la existencia de desviaciones de la re- [3-43)
lación de Lode, parece ser que la proporcionalidad entre el desviador
de tensiones y el in cremen to de la deformación es una aproximación Estas ecuaciones son similares a las de viscosidad para un fluido
razonablemente buena. incompresible. La diferencia importante es que, en el caso de los flui-
74 ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD LCAP. 3 SEC. TEORIAS DE FLUENCIA 75

dos, la constante de proporcionalidad f.. es una verdadera constante Material elástico-plástico.-Los trabajos de Prandtl y Reuss se han
del material: el coeficiente de viscosidad. En el caso de un cuerpo encaminado principalmente a extender las ecuaciones de Levy-Von Mi-
plástico, el valor de A. depende de los valores de la tensión y de la ses para tener en cuenta tanto las deformaciones elásticas como las
deformación. A. se puede valorar cuando se establece el criterio de plásticas. Al discutir esta teoría es necesario diferenciar entre la de-
fluencia. formación elástica, eE, y la deformación plástica, eP. Suponiendo que la
El criterio de Von Mises está dado por velocidad de variación de la deformación plástica es proporcional al
desviador de tensiones, tenemos
f2=k 2
o bien [3-49]
2! 2 = (.CT¡ ')?- + (' 0-2 ')?- + (' 0-3 ')?- = --
20-02
-- [3-44 l
3 La derivada respecto al tiempo de la ley de Hooke, expresada en tér-
minos de los desviadores de tensiones y deformaciones (Ec. [2-501),
Sustituyendo las Ecs. [3-43] en la [ 3-44], tenemos proporciona las correspondientes ecuaciones para la deformación elás-
tica:
[3-45 J [ 3-50 J

Combinando las Ecs. [3-49] y [3-50] tenemos las expresiones para la


La cantidad É12 + Éz2 +Él es un invariante de la velocidad de deforma· derivada respecto al tiempo de la deformación total:
dón. Sustituyendo la Ec. [3-45] en las Ecs. [3-43], tenemos

Jl CT0É1 [3-461
Si suponemos que se aplica el criterio de fluencia de Von Mises y que
no hay ningún endurecimiento por deformación,
Para o-z' y o-3' se obtienen ecuaciones análogas.
Las Ecs. [3-43] se pueden escribir: l2=k 2 /2=0
De la Ec. [3-44],

[3-52]
6A.
20-2 - 0-1 - 0-3 = - de2 [3-47 l
dt Esta expres1on se puede utilizar para eliminar la constante de pro-
6A. pcrcionalidad A. en la Ec. [3-51]. Sin embargo, para simplificar, se
2o-3 - o-1 - 0-2 = dt de.,
introduce 1 la cantidad Ú0'. Esta cantidad es la velocidad de variación
de la energía de deformación correspondiente a la distorsión, en opo-
y eliminando 6A/ dt en estas ecuaciones resulta: sición a la energía de deformación requerida para variar el volumen:

20-1 - 0-2 - 0-3 de 1 [3-53]


20-2 0-3 - 0-1 de2
[3-48 J Utilizando las Ecs. [3-52] y [3-53] y el criterio de fluencia / 2 k 2, es
20-1 - 0-2 - 0-3 de1 posible obtener la relación
20-3 - CT¡ - 0-2 dE3
2GÚ0' = 2A.k 2 [3-54]

Las dos ecuaciones anteriores, más la relación de invariabilidad de Las relaciones tensión-deformación de las ecuaciones de Reuss se ob-
volumen e 1 + e 2 + e 3 =O, constituye un sistema de ecuaciones diferen-
ciales que deben ser integradas a lo largo del recorrido particular de l Esta deducción sigue el método dado por PRAGER y HoDGE, op. cit.,
tensión o deformación para la resolución de' un problema concreto. págs. 27-29.
ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD 3 SEC. 3-1 PLASTICA EN DOS DIMENSIONES. DEFORMACION PLANA 77

tienen sustituyendo la Ec. [3-54] en la [3-52] y resolviéndolas para la derar como un módulo plástico que es realmente una variable depen-
velocidad de carga: diente de la tensión y de la deformación. En la figura 3-6 se muestra
. ,_ (., 3Uo' , ) la determinación del valor de Er a partir de una curva invariante ten·
0"1 - 20 E1 - - - 0"1 sión-deformación:
2cro-7 1

[3-59]
. ,_ ( . , 3 U o' ,)
0"? - 20 E2 - - -2 (]"7 [3-55]
- 2cro -

Nadai 1 ha desarrollado relaciones similares a las ,Ecs. [3-58] ba·


sadas en la igualdad de los parámetros de tensiones y deformaciones
de Lode. El hecho de que µ., = v conduce a la conclusión de que las
relaciones entre las tensiones y defor-
Estas ecuaciones proporcionan la velocidad de variac10n del desviador maciones cizallantes principales son
de tensiones, siempre que / 2 = k 2 y U 0' > O. Para obtener la velocidad iguales, y a partir de estas tres re-
de variación de la tensión es preciso recordar que ér 1 = éri' + éri". De la
Ec. [2-51]
[ 3-56 J
laciones se pueden deducir las co-
rrespondientes ecuaciones. Por esta
razón, las relaciones como las ecua- tr
H
ciones- [3-58] se denominan frecuen-
Cuando la tensión se encuentra en la región elástica, o en la descarga temente ecuaciones de Nadai.
en la plástica, no son aplicables las Ecs. [3-55]. Las ecuaciones ade- En una teoría de deformación, co-
cuadas son las de la elasticidad, tales como la [2-50]. mo la propuesta por las ecuacio- ':'--<(--€--+ ...¡ - - - -
nes de Hencky y N adai, la defor-
ddormación efG?ctlvc
3-10. Teorías de la deformación.-Hencky ha propuesto que mación plástica total es proporcional
para pequeñas deformaciones el desviador de tensiones puede consi- al desviador de tensiones, mientras FrG. 3-6.-Definición de Ep.
derarse proporcional al desviador de deformaciones: en una teoría de flujo, como la que
propone las ecuaciones de Reuss, los incrementos de la deforma-
cr' =2GpE' [ 3-57 J ción plástica son proporcionales al desviador de tensiones. La teoría
de Hencky proporciona resultados que están de acuerdo con la teoría
En la Ec. [3-57] se desprecian las deformaciones elásticas. Gp es un de flujo, siempre que los ejes principales de la tensión y de la defor-
módulo de cizallamiento plástico que varía en función de los valores mación se conserven en coincidencia durante el proceso de deforma-
de tensión y deformación. A causa de la hipótesis de la invariabilidad ción, y con tal de que se mantenga una carga proporcional. La teoría
de volumen E"= O y E'= E. Por tanto, la Ec. [3-57] se puede desarro- de Hencky no es satisfactoria para grandes deformaciones, pero se
llar en términos de las tensiones y deformaciones principales para dar utiliza frecuentemente para pequeñas deformaciones plásticas debido a
que ofrece cierta comodidad matemática.

3-11. Fluencia plástica en dos dimensiones. Deformación pla·


na.-En muchos problemas prácticos, como la laminación y la embu-
tición, se puede considerar que todos los desplazamientos están limi-
tados al plano xy, de forma que, en el análisis, se pueden despreciar
las deformaciones en la dirección z. Esto se conoce como un estado
de deformación plana. Cuando en un problema es difícil obtener una
solución tridimensional exacta, se puede conseguir una buena indica-
ción de la deformación y de las fuerzas requeridas, considerando el
Es evidente la analogía entre el segundo miembro de las Ecs. [3-58] problema análogo de deformación plana.
y las ecuaciones de la elasticidad que expresan la deformación en
términos de las tensiones principales (Ecs. [2-23]). En el caso plásti- 1 A. NADAI: "Plasticity", págs. 77-79, McGraw-Hill Book Company, Inc.,
co. la relación de Poisson se ha tomado igual a f. Er se puede consi- Nueva York, 1931.
78 ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD 3 SEC. TEORIA DE LOS CAMPOS DE · DESLIZAMIENTO

Puesto que un material plástico tiende a deformarse en todas 1as miento (Ec. [3-21]) está dado por o-0 = J3k. Por consiguiente, la
direcciones, para crear un estado de deformación plana es preciso im- Ec. [3-60] se transforma en o-1 - 0-2 2k. De este modo, para estados
pedir el flujo en una dirección. Esto se puede conseguir por medio de de deformación plana, los dos criterios de fluencia son equivalentes
una barrera lubricada exteriormente, p. ej., la pared de una matriz y se puede considerar que la fluencia en dos dimensiones ocurrirá
(Fig. 3-7 a). También puede conseguirse a partir de situaciones en las cuando la tensión cizallante alcance un valor crítico k. La Ec. [3-61]
que solo parte del material está deformado y el material rígido situado es igualmente válida cuando se escribe en términos del desviador de
fuera de la zona plástica impide la extensión de la deformación (figu- tensiones:
ra 3-7 b). o- 1' - crz' = a-0 = 2k [3-62]
Aun cuando la deformación en una de las direcciones principales
z A 3;.12. Teoría de los campos de deslizamiento.-Consideremos

j )::yf.
j
un elemento de volumen en deformación plana dentro de una zona
plástica de un cuerpo. La figura 3-8 a representa el estado de tensión

X punzón X
y

(al (b) -
o; =cr"+k

FIG. 3-7.-Métodos para producir impedimento plástico.

es igual a cero para la deformación plana, de esto no se desprende que


exista una tensión cero en esta dirección. Se puede demostrar 1 que (a) (b) (e)
para la deformación plana CTz= (crx+cry)/2 o a-3 = (o-1 +o-2 )/2. Si se sus-
tituye este valor en la expresión para el criterio de fluencia de Von FIG. 3-8.-Estado bidimensional de tensiones en deformación plana.
Mises, el criterio de fluencia para la deformación plana se transfor··
ma en
2 bidimensional con 'respecto a coordenadas cartesianas arbitrarias. Es
CT¡ --- CT2 = CTo l,15cr0 [3-60] posible determinar los planos principales de forma tal que las tensiones
v' 3 cizallan tes desaparezcan (Fig. 3-8 b). Las tensiones principales son sim-
plemente funciones ..d~ .la componente esférica de la tensión cr" y de
El criterio de fluencia de la tensión cizallante max1ma se puede ex- la tensión cizallante/k. Esta última es constante a lo largo de toda la
presar por o-1 CT3 a-0 = 2k. Sin embargo, con el estado de deformación zona plástica si se desprecia el endurecimiento por deformación, pero
plana que define el valor de o-3, la tensión principal mínima será o-2 y a-" varía de un punto a otro. La tensión cizallante máxima se repre-
el criterio de tensión cizallante se debería escribir sentará en planos a 45º con respecto a la dirección de las tensiones
principales. De este modo, la tensión cizallante crítica, k, se alcanza-
CT1 - CT2 CTo = 2k [3-61J rá primeramente sobre estos planos. Este estado se muestra en la fi-
gura 3-8 e, en la que se puede apreciar que la tensión cizallante máxi-
En la Ec. (3-61] k es el límite elástico en cizallamiento puro. Sin ma se presenta en dos direcciones ortogonales designadas por a y {3.
embargo, basándonos en el criterio de fluencia de Von Mises, la rela- Estas líneas de tensión cizallante máxima se denominan líneas de
ción entre el límite elástico en tracción y el límite elástico en cizalla· deslizamiento. Las líneas de deslizamiento tienen la propiedad de que
la deformación cizallante es máxima y la deformación lineal tangente
1 HoFFMAN, O., y G. SACHS: "Introduction to the Theory of Plasticity for En- a su dirección es cero. Sin embargo, se debe prestar cuidadosa- aten-
gineers", pág. ll8, McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1953. ción al hecho de que las líneas de deslizamiento a que nos acabamos
80 ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD SEC. TEORIA DE LOS CAMPOS DE DESLIZAMIENTO 81

de referir no son las líneas o bandas de deslizamiento observadas con no sufre variación hasta que se alcanza el punto N, en el que la línea
el microscopio sobre la superficie de los metales deformados plásti- de .deslizamiento se desvía de la recta. De N a Q se desvía hasta un
camente. Este último tipo de líneas de deslizamiento se discute más ángulo cuyo valor es <P = - 'IT/2, de forma que la ecuación en el pun-
extensamente en el próximo capítulo. to Q es a-" -2k(7T/2) =k. Como quiera que <P no experimenta más
Comparando los estados de tensión b) y e) de la figura 3-8, se
observa que las tensiones principales tienen una dirección de 45º con
respecto a las líneas de deslizamiento. Se pueden determinar los va-
lores de las tensiones principales si se conoce a-", puesto que

O"¡= a-"+ k
[3-63]
0"2 a-" - k

Sí a-" es constante en toda la zona, las líneas de deslizamiento son


rectas.
FrG. 3-10.-Campo de líneas de deslizamiento producido por impresión
Sin embargo, si las líneas de deslizamiento se curvan en un ángu- de un punzón.
lo cf>, se cumplen las relaciones siguientes:
variación hasta alcanzar el punto R, la tensión principal normal a la
a-"+ 2k<f> =constante a lo largo de la línea a
[3-64] superficie en R es
a-" - 2k<P constan te a lo largo de la línea (3
(]"IR 0"
11
+ k = ( k+ 2k '/T ) +k
1
o Puesto que no puede haber nin-· o bien
0- = guna fuerza tangencial resultante
superficie
= 2k ( 1 + '/T
1 ., en una superficie libre, sus líneas
libre
de deslizamiento deberán formar y
(J"¡R )

* k un ángulo de 45º con la super-


()2 / (k ) k ~ · a-2 =-
2
*
ficie ( Fig. 3-9). En las superfi-
~ cies libres no existen tensiones
normales resultantes, por tanto, Si seguimos una cualquiera de las otras líneas de deslizamiento, ten~
1
o-1
a- 1 =O, y de las Ecs. [3-63] tene-
mos que a-"= - k. Por consiguien-
dremos, del mismo modo, que la tensión normal es 2k(l +7T/2). Por
consiguiente, la presión es uniforme en toda la cara del punzón e
Frc. 3-9.-Campo de líneas de desli- te, a-2 = - 2k, y la tensión princi- igual a
zamiento en la superficie libre. pal transversal es de compresión
con un valor de 2k.
Otro ejemplo del uso de las líneas de deslizamiento lo tenemos Puesto que k = a-0 / J3,
en la deformación de un metal plástico ideal por un punzón plano 1•
La fricción entre la cara del punzón y el metal se considera despre- <T¡ =<Tmáx= ~ ( 1 +;) = 3a-o [3-66]
ciable. La deformación plástica comienza primeramente en las esqui-
nas del punzón, lo que da como resultado un campo de líneas de des-
lizamiento como el que se muestra en la figura 3-10. Consideremos el Entonces, la teoría nos dice que el flujo plástico, con la huella resul-
punto M. Puesto que está en una superficie libre, la tensión normal es tante, ocurrirá cuando la tensión a través de la cara del punzón sea
cero y a-" =k. De acuerdo con las Ecs. [3-64], la ecuación de esta igual a tres veces el límite elástico en tracción.
línea de deslizamiento se puede escribir a-"+ 2k<f> = k. El valor de a-" El ejemplo anterior es relativamente sencillo y representa una si-
tuación excesivamente idealizada. Sin embargo, el método de los cam-
1 D. TABOR: "The Hardness of Metals", págs. 34-37, Oxford University Press
pos de deslizamiento, a veces denominado método de la sección plás-
Nueva York, 1951. tica de Hencky, es un artificio analítico importante para resolver pro-
DIETER.-6
82 ELEMENTOS DE LA TEORIA DE LA PLASTICIDAD 3

blemas difíciles de plasticidad. Se ha utilizado en el análisis de pro-


blemas bidimensionales, p. ej., en la fluencia de una probeta de trac-
ción entallada 1 y en la laminación en caliente de un "slab" 2• Prager 3
y Thomsen 4 han dado métodos generales para la construcción de cam-
pos de líneas de deslizamiento. Sin embargo, no existe ningún método PARTE SEGUNDA
sencillo para comprobar la validez de una solución. La comprobación
experimental parcial de los campos de líneas de deslizamiento se ha
conseguido, para los aceros suaves, por medio de técnicas de ataque 5 FUNDAMENTOS METALURGICOS
que delinean las zonas deformadas plásticamente.

BIBLIOGRAFIA

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Nueva York, 1950.
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s B. B. HUNDY: Metallurgia, vol. 49, núm 293, págs. 109-18, 1954.
CAPITULO 4
DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRISTALES

4-l. Introducción.-Los tres capítulos anteriores han tratado de


la descripción fenomenológica del comportamiento elástico y plástico
de los metales. En ellos se ha demostrado que las teorías matemáticas
formales desarrolladas para describir el comportamiento mecánico de
los metales están basadas en las hipótesis simplificadas de que los me-
tales son homogéneos e isótropos. Que esto no es cierto resulta evi-
dente para cualquiera que haya examinado la estructura de los metales
con el microscopio. Sin embargo, estas teorías son perfectamente ade-
cuadas para el diseño en el caso de metales de grano fino sometidos
a cargas estáticas dentro de la zona elástica. En la zona plástica, las
teorías describen el comportamiento observado, aunque no con la pre-
cisión necesaria en algunos casos. En condiciones de carga dinámica
y de choque, nos vemos forzados, en general, a confiar principalmente
en datos obtenidos experimentalmente. Como la hipótesis de que es-
tamos tratando con un medio isótropo y homogéneo se hace cada vez
menos sostenible, disminuye nuestra capacidad para predecir, por me-
dio de las teorías de la plasticidad y de la elasticidad, el comporta-
miento de los metales sometidos a tensiones.
Siguiendo al descubrimiento, realizado por Von Laue en 1912, de
la difracción de rayos X por cristales metálicos y a la comprobación
de que los metales están fundamentalmente compuestos de átomos dis-
puestos en redes geométricas específicas, ha habido un gran número
de investigaciones relativas a las relaciones entre la estructura atómi-
ca y el comportamiento plástico de los metales. Gran parte del trabajo
fundamental sobre la deformación plástica se ha realizado con mues-
tras de monocristales, de manera que se eliminasen los efectos de los
límites de grano y las restricciones impuestas por los granos vecinos
y las partículas de una segunda fase. Existen diferentes fuentes biblio-
gráficas en las que se describen técnicas para la preparación de mo-
nocristales 1 • 2 • 3•
En este capítulo se estudian los mecanismos básicos de la defor-
mación plástica en los monocristales. Este tema se amplía en el capí-
tulo siguiente, donde se considera la deformación plástica en muestras
1 R.w. K. HONEYCOMBE: Met. Reviews, vol. 4, núm. 13, págs. 1-47, 1959.
2 A. N. HOLDEN: Trans. ASM, vol. 42, págs. 319-46, 1950.
3 W. D. LAWSON y S. NIELSEN: "Preparation of Single Crystals", Acadernic
Press, Inc., Nueva York, 1958.
85
86 DEFORMACION PLASTlCA DE MONOCRIST ALES
DE LOS CRISTALES 87

policristalinas. Se prestará atención principal a la deformación en los enteros indica que el plano corta a uno de los ejes en una coor-
tracción. El comportamiento fundamental de la deformación en la denada negativa. Existen seis planos del tipo ( 100) cristalográfica-
fluencia lenta ("creep") y en la fatiga se estudian en capítulos dedi- mente equivalentes, cada uno de los cuales puede tener los índices
cados especialmente a estos temas. La teoría de las dislocaciones, que (100), (010), (001), (IOO), (OIO), (OOI), dependiendo de la elección
desempena un papel tan importante en los conceptos actuales de la de ejes. Se utiliza la notación { 100} cuando se consideran como grupo
deformación plástica, se introducirá en este capítulo con la amplitud o familia de planos.
necesaria para que proporcione una comprensión cualitativa de los Las direcciones cristalográficas se indican por enteros encerrados
conceptos modernos de la deformación plástica. En el capítulo 6 se en corchetes: [ uvw]. Los inversos no se utilizan al determinar direc-
trata con más detalle la teoría de las dislocaciones. A este seguirá un ciones. Por ejemplo, la dirección de la línea FD se obtÍene desplazán-
capítulo relativo a los aspectos fundamentales de la fractura y otro dose a partir del origen una distancia ao a lo largo del eje x y una
sobre la fracción in terna y los efectos anelásticos. distancia igual en el sentido positivo del eje y. Entonces los índices de
esta dirección son [110]. Una familia de direcciones cristalográfica-
mente equivalentes se designa por (uvw). Para las redes cúbicas una
4-2. Conceptos de geometría de los cristales.-Los análisis de dirección es siempre perpendicu-
la difracción de rayos X muestran que los átomos en un cristal de un lar al plano que tiene los mismos
metal están dispuestos en un patrón tridimensional regular y repetido. índices.
El procedimiento más sencillo para representar la ordenadón atómica La mayor parte de los metales
de los metales es el que proporcionan las redes cristálina~, con las comunes tienen una estructura
que se obtiene una imagen mental de los átomos como si fueran esferas cri!stalina que puede ser cúbica (100)-HADG
duras situadas en posiciones determinadas de una ordenación geo- (110)-HBCG
centrada (ce) o cúbica de caras (111)-GEC
métrica. .
centradas (ccc) . La figura 4-2 a (112)-GJC
La estructura cristalina más elemental es la red cúbica simple
muestra una célula unidad cúbi-
(Fig. 4-1). Se trata del tipo de célula unidad que se encuentra en los
cristales iónicos, p. ej., en el NaCl ca centrada, con un átomo en ca- y
y LiF, pero no se encuentra en nin-
da uno de los vértices y otro en
guno de los metales. A través de el centro del cubo. Los átomos
uno de los vértices de la célula se de cada vértice están rodeados G
trazan tres ejes perpendiculares entre por ocho átomos adyacentes, co- X
mo ocurre con el átomo central (a)
sí. Los planos y direcciones crista-
lográficas se especificarán con res- de la célula. Por tanto, hay dos
pecto a estos ejes utilizando los ín- átomos por célula unidad en la es-
Y dices de Miller. Un plano cristalo-
tructura cúbica centrada (8/8 + 1).
gráfico se especifica en función de Los metales típicos que tienen esta
la longitud de sus intersecciones so- estructura cristalina son : el hie- (100)-HADG
bre los tres ejes, medida a partir rro alfa, el niobio, el tantalio, el (110)-HBCG

del origen de los ejes de coordena- cromo, el molibdeno y el volfra- (111 )-GEC
mio. La figura 4-2 b muestra la (112)-GJC
FrG. 4-1.-Estructura cúbica simple. das. Para simplificar las fórmulas
cristalográficas se utilizan los inver- célula unidad de una estructura
sos de estas intersecciones, que se reducen a un mínimo común de- cristalina cúbica de caras centra- y
nom~nador para obtener los índices de Miller (hkl) del plano. Así, das. Además de un átomo en ca-
p. eJ., el plano ABCD de la figura 4-1 es paralelo a los ejes x y z da vértice, hay un átomo en el
y corta al y a una distancia interatómica a0• Por consiguiente los centro de cada una de las ca- G
índices del plano son l/oo, 1/1, l/X·, o (hkl) = (010). El ~lano ras del cubo. Puesto que estos )(
últimos átomos pertenecen a dos ( b)
EBCF. podría designarse como el plano (IOO), puesto que el origen
del sistema de coordenadas puede desplazarse hasta G, debido a células unidad, existen cuatro áto- FIG. 4-2.-a) Estructura cúbica centra-
que todos los puntos de una red esj)acial tienen la misma orde- mos por célula unidad en la es- da; b) estructura cúbica de caras cen-
nación de puntos que cualquier otro punto. El trazo sobre uno de tructura cúbica de caras. centra- tradas.
88 DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRISTALE$ [CAP. 4 CONCEPTOS DE GEOMETRIA DE LOS CRISTALES

das ( 8/8 + 6/2). El aluminio, el cobre, el oro, el plomo, la plata y el con las hondonadas del segundo plano, pueden situarse o bien sobre
níquel son metales comunes cúbicos de caras centradas. las hondonadas sin cubrir del primer plano (los puntos de la Fig. 4-4)
La tercera estructura cristalina metálica frecuente es la hexagonal o directamente sobre los átomos de dicho plano (las cruces de la
compacta (he) (Fig. 4-3). A fin de especificar planos y direcciones en Fig. 4-4). La primer<l posibilidad da como resultado una secuencia de
la estructura he, es conveniente utilizar el sistema Miller-Bravais con apilamiento ABCABC .. ., que se halla en los planos { 111} de las es-
cuatro índices del tipo (hkil). Estos índices se refieren a cuatro ejes; tructuras ccc. La otra posibilidad da una secuencia ABAB ... , que se
los ejes a 11 a21 a3 están separados halla en los planos (0001) de las estructuras he. Para el empaquetaª
120º en el plano base y el eje ver- miento he ideal, la relación e/a es J8/3 o 1,633. La. tabla 4-1 mues-
tical e es normal al plano base. tra que los metales he reales se desvían de la relación ideal e/a.
En la figura 4-3 se muestran es-
tos ejes y planos típicos en la es-
ú tructura he. El tercer índice está TABLA 4-1
relacionado con los dos primeros

l
Relaciones axiales de algunos rnetales hexagonales
por la relación i = - (h + k).
Metal e/a
e Be .................... . 1,568
Ti .................... . 1,587
Mg ... ... ... ... . .. ... 1,623
He ideal .. . . . . . . . . . . . . . . . . 1,633
Zn ... ... . .. 1,856
Cd ... ... .. . .. . ... . .. . .. .. . 1,886

H J
Las estructuras ccc y he son ambas densas. En estas estructuras
el 74% del volumen de la célula unidad está ocupado por átomos en
a, un modelo de esferas duras. Esto contrasta con el 68 % de compacidad
para la célula unidad ccc y el 52 % del volumen ocupado por átomo~
plano de base (0001) -ABCDEF
plano de prisma (1010) - FEJH
en la. célula unidad cúbica simple. La deformación plástica está ge-
planos de pirámide neralmente confinada a planos de índices bajos, que tienen una mayor
tipo I, orden 1 (10i1) - GHJ densidad de átomos por unidad de área que los planos de índices altos.
tipo !,orden 2 (10f2) - KJH La tabla 4-2 relaciona la densidad atómica por unidad de área de los
tipo JI, orden 1 (1121) - GHL
tipolI,orden 2(1122) - KHL
TABLA 4-2
eje diagonal [1120) - FGC
FrG. 4-4.-Apilamiento compacto de
Densidad atómica de planos de índices bajos
FIG. 4-3.-Estructura hexagonal com-
pacta. esferas.
\Densidad atómica, 1 Distancia
Estructura cristalina Plano átomos por entre planos
áre-a unidad
La estructura cúbica de caras centradas y la hexagonal compacta
pueden construirse a partir de apilamientos de planos compactos de
esferas. La figura 4-4 muestra las dos formas distintas de apilar las Cúbica de caras centradas. Octaédrico { 111 } 4/ ,y3 ao2 ao/ ,./3
esferas. La primera capa de esferas está dispuesta de tal manera que Cúbico { 100} 2/ao2 ao/2
cada esfera se halle rodeada y toca a otras seis. En Ja figura se repre- Dodecaédrico { 110} 2/ J2 ao2 a0/2 J2
senta por círculos de trazos continuos. Sobre esta primera se puede
colocar una segunda capa compacta de esferas, de forma que fos cen·
Cúbica centrada .. . .. . . .. Dodecaédrico { 11 O} 2/ J2 ªº2 ao/ J2
Cúbico { 100} l/ao2 a0/2
tros de los átomos del segundo plano cubran la mitad de las hondo-
nadas de la capa inferior (círculos de trazo interrumpido en la figu- Octaédrico { 111 } 1/ ,v3 ªº2 ao/2 J3
ra 4-4). Existen dos formas de añadir esferas para obtener un tercer Hexagonal compacta . . . . .. Basal { 0001} 1/3 J3 an2 e
plano compacto. Aunque las esferas de la tercera capa deben coincidir
90 DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRIST ALES [CAP. 4 RETICULARES

planos de índice bajo más comunes. Obsérvese que, en las estructuras punto. Existe una vacante o un lugar vacío en la red 1, cuando falta
cristalinas, los planos de mayor densidad atómica son también los más un átomo de una posición de dicha red (Fig. 4-5 a). En los metales
ampliamente separados. puros se crean por excitación térmica pequeños números de vacantes
y éstas son termodinámicamente estables a temperaturas mayores que
4-3. Defectos reticulares.-Los cristales reales se desvían, en el cero absoluto. En equilibrio, la fracción de puntos reticulares que
cierto número de formas importantes, de la periodicidad perfecta que están vacíos a una temperatura determinada está dada, aproximada-
se estableció como hipótesis en la sección anterior. Aun cuando el mente, por la ecuación
concepto de red perfecta es adecuado para explicar en los metales las n -Es
-=exp-- [4-1]
propiedades insensibles a la estructura, para una mejor comprensión de N kT
las propiedades sensibles a la estructura ha sido preciso considerar
cierto número de tipos de defectos reticulares. Entonces, la descrip- en donde n es el número de puntos vacantes de un total de N puntos
ción de las propiedades sensibles a la estructura se reduce, en gran reticulares y Es es la energía requerida para mover un átomo desde el
parte, a describir el comportamiento de estos defectos. interior del cristal hasta su superficie. La tabla 4-3 demuestra cómo la
fracción de lugares de red vacíos en un metal aumenta a gran ve-
Insensibles a la estructura Sensibles a la estructura locidad con la temperatura. Al enfriar rápidamente desde una tempe-

Constantes elásticas
Punto de fusión
Conductividad eléctrica
Propiedades de los semiconductores
o o o o o o o o o o o o o
Densidad Límite elástico o o o o o o o o o o o o o
Calor específico Resistencia a la rotura
Coeficiente de dilatación térmica Resistencia al "creep" o o o o o o o o • o o o
o
o o o o o o o o o o o o o
Como sugiere la breve tabulación an_!:erior, prácticamente todas las (al (b) (e)
propiedades mecánicas son sensibles a la estructura. Desde la compro- FIG. 4-5.-Defectos de punto. a) Vacante; b) átomo intersticial; c) átomo
bación de este hecho, en época relativamente reciente, se han conse- de impureza.
guido avances extraordinariamente importantes en la comprensión del
comportamiento mecánico de los materiales. ratura prox1ma al punto de fusión, es .posible retener un número de
El término defecto o imperfección se utiliza generalmente para des- vacantes, a la temperatura ambiente, mayor que el necesario para el
cribir cualquier desviación de una disposición ordenada de puntos re- equilibrio. Se pueden producir concentraciones de vacantes mayores
ticulares. Cuando la desviación de la disposición periódica de la red que las necesarias para el equilibrio, mediante deformaciones plásticas
está localizada en la proximidad de unos pocos átomos solamente, se grandes (trabajo en frío) o como resultado del bombardeo con par-
denomina defecto o imperfección de punto. Sin embargo, si el defecto tículas nucleares de energía elevada. Cuando la densidad de vacantes
se extiende a través de zonas del cristal, se denomina imperfección es relativamente grande, es posibe que se aglomeren hasta formar
reticular. Las imperfecciones reticulares se pueden dividir en defectos huecos.
de línea y defectos de superficie o de plano. Los defectos de línea TABLA 4-3
toman este nombre porque se extienden en forma de líneas o como
una red bidimensional en el cristal. Las dislocaciones de cuña y las Vacantes de equilibrio en un metal
helicoidales, que se discuten en esta sección, son los defectos de línea Fracción aproximada
Temperatura, °C de lugares reticulares
más comunes que se encuentran en los metales. Los defectos de super- vacantes
ficie son el resultado del amontonamiento de defectos de línea en un
plano. Los límites de ángulo pequeño y los límites de grano son defec- 500 lx10-10
tos superficiales (véase Cap. 5). El defecto de apilamiento entre dos 1000 1x10- 5
regiones de empaquetamiento compacto de un cristal que tiene secuen- 1500 5 X 10- 4
2000 3X10- 3
cias de apilamiento alternadas (Sec. 4-10) es también un defecto su- Es= 1 ev
perficial.
_Defectos de punto.-La figura 4-5 ilustra tres tipos de defectos de i "Vacancies and Other Point Defects'', Institute of Metals, Londres, 1958.
92 DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRISTALES [CAP. 4

Un átomo que está atrapado en el interior de un cristal en un punto Taylor-Orowan. La figura 4-7 muestra el deslizamiento que produce
intermedio entre posiciones normales de la red se denomina átomo in- un:,:i. dislocación de cuña en un elemento de un cristal que tenga una
tersticial (Fig. 4-5 b). Los defectos intersticiales en los metales puros red cúbica simple. El deslizamiento se produce sobre el ·área ABCD
ocurren como resultado del bombardeo con partículas nucleares de en la dirección del vector de deslizamiento. El límite entre la parte
energía elevada (deterioro o empecimiento por radiación), pero, fre· derecha del cristal, deslizada, y la parte izquierda, aún sin deslizar,
cuentemente, no se producen por activación térmica. es la línea AD, la dislocación de cuña. Obsérvese que la zona del
La presencia de un átomo de una impureza en una posición reticu- cristal situada encima del plano de deslizamiento ha sido desplazada,
lar (Fig. 4-5 c) o en una posición intersticial, produce una perturba- en la dirección de deslizamiento, con respecto a la zona situada debajo
ción local de la periodicidad de la red, al igual que ocurre para las del mismo plano, en una cantidad que en la figura 4-7 se representa
vacantes y átomos intersticiales. por el área sombreada. Todos los puntos que coincidían originalmente a
Defectos de línea. Dislocaciones.-El defecto bidimensional o lineal
más importante es la dislocación. La dislocación es el defecto respon-
sable del fenómeno de deslizamiento, por medio del cual se deforman
plásticamente la mayoría de los metales. Por consiguiente, una forma
1
1
1
1
1
e
r ¡ --
vectoi d<e deslizamiento
T

de imaginar las dislocaciones consiste en considerar que· son zonas 1


1 /
de perturbación reticular localizada, que separan las áreas deslizadas 1 /
de un cristal de las que no han sufrido deslizamiento. En la figura 4-6, }---¿
/ /
/
I
/
AB representa una dislocación situada en /
l
A J_
el plano de deslizamiento, que es el del T
papel. Se supone que el deslizamiento
está avanzando hacia la derecha. Todos
los átomos situados por encima del área e deslizami~nto
e D se han desplazado una distancia atómi-
ca en la dirección de deslizamiento; los J

átomos de por encima de D no se han FIG. 4-7~-Dislocación en cuña pro-


ducida por deslizamiento en una red FrG. 4-8.-0rdenación atómica en un
deslizado todavía. AB es, por tanto, el cúbica simple. La línea de dislocación plano normal a una dislocación en
límite entre las zonas desplazadas y las AD es perpendicular a la dirección de cuña. (W. T. READ, Jr.: Dislocations
B
que no han experimentado deslizamien- deslizamiento. El deslizamiento se ha in Crystals, pág. 3, McGraw-Hill Book
FIG. 4-6.-Dislocación en un to. En la figura, este límite se muestra producido sobre la superficie ABCD. Company, Inc., Nueva York, 1953.)
plano de deslizamiento. sombreado para indicar que a algunas dis- (W. T. READ, Jr.: Dislocations in Crys-
tals, pág. 2, McGraw-Hill Book Com-
tancias atómicas a cada lado de la línea pany, Inc., Nueva York, 1953.)
de dislocación corresponde una zona de desorden atómico en la
que la distancia de deslizamiento está entre cero y un espaciado través del plano de deslizamiento han sido desplazados, unos en re-
atómico. Al desplazarse la dislocación, el deslizamiento ocurre en el lación con los otros, en esta misma cantidad. La cantidad de despla-
área sobre la que se mueve. En ausencia de obstáculos, una disloca- zamiento es igual al vector de Burgers h de la dislocación. En una
ción puede desplazarse fácilmente al aplicarse una fuerza pequeña; dislocación de cuña pura, como la que se muestra aquí, la magnitud
lo que explica por qué los cristales reales se deforman mucho más del vector de Burgers es igual al espaciado atómico. Una característica
fácilmente de lo que cabría esperar en cristales de red perfecta. Las que define a las dislocaciones de cuña es que sus vectores de Bur-
disiocaciones son importantes no sólo para explicar el deslizamiento gers son siempre perpendiculares a la línea de dislocación.
de los cristales, sino que además están íntimamente ligadas con casi Aunque no se conoce la ordenación atómica exacta a lo largo de
todos los otros fenómenos mecánicos, tales como el endurecimiento AD, generalmente se acepta que la figura 4-8 representa con mucha
por deformación, el límite elástico, la fluencia lenta, la fatiga y la exactitud la disposición atómica en un plano normal a la dislocación
fractura frágil. de cuña AD. El plano del papel en esta figura corresponde al (100)
Los dos tipos básicos de dislocaciones son la dislocación de cuña de una red cúbica simple y es equivalente a cualquier plano paralelo
y la helicoidal. El tipo más sencillo, que fue originalmente sugerido a la cara frontal de la figura 4-7. Obsérvese que la red está distorsio-
por Orowan, Polanyi y Taylor, se denomina dislocación de cuña o de nada en la región de la dislocación. Sobre el plano de deslizamiento
94 DEFORMACION PLASTICA DE SEC. DEFECTOS RETICULARES 95

hay una hilera vertical más de átomos que por debajo de él. El resul- cara frontal de un cristal. Comenzando en X, y completando el circui-
tado de tal disposición atómica es una tensión de compresión por to, llegamos a X/, un plano atómico detrás del que contiene a X. Al
encima del plano de deslizamiento y una tensión de tracción por de- completar este circuito hemos trazado el recorrido de un helicoide a
bajo. Una dislocación de cuña con un plano extra de átomos sobre derechas. Cada vez que se completa un circuito alrededor de la línea
el plano de deslizamiento, como en la figura 4-8, se denomina conven-
cionalmente dislocación de cuña positiva y se representa con frecuencia
con el símbolo J_. Si el plano extra de átomos se encuentra debajo
del plano de deslizamiento, se conoce con el nombre de dislocación
en cuña negativa, T.
U na dislocación de cuña pura puede resbalar o deslizarse en una
dirección perpendicular a su longitud. Sin embargo, se puede mover
verticalmente por un proceso conocido como trepado, si la difusión de
átomos o vacantes se produce a una velocidad apreciable. Considere-
mos la figura 4-8. Para que la dislocación de cuña se mueva hacia
arriba (dirección de trepado positiva), es preciso quitar el átomo extra
situado sobre el símbolo J_ o añadir una vacante a este punto. Por
cada espacio atómico que ascienda la dislocación habría que eliminar
un átomo del tipo descrito. Por el contrario, si la dislocación se mueve
hacia abajo habría que añadir átomos. Se podrían eliminar átomos del
plano extra por la interacción
del átomo extra con una va-
1
1 cante de la red. Para el trepado
1
1 negativo, se pueden añadir áto-
1
1 mos al plano extra por difusión
1
1 / de un átomo desde el cristal
}---/~ circundante, creando una vacan-
/ /
/ /
te. Puesto que el movimiento
por trepado está controlado por
difusión, es mucho más lento y
menos probable que el desliza-
miento, excepto a temperaturas
elevadas.
El segundo tipo básico de dis-
FIG. 4-9.-Deslizamiento que produce locación es el helicoidal o dislo- FIG. 4-10.-0rdenación atómica alrededor de una dislocación helicoidal como
una dislocación helicoidal en una red cú- la de la figura 4-9. El plano de la figura es paralelo al plano de deslizamiento.
bica simple. La línea de dislocación AD cación de Burgers. La figura 4-9
muestra un ejemplo sencillo de ABCD es el área deslizada y AD es la dislocación helicoidal. Los círculos
es paralela a la dirección de deslizamien- blancos representan átomos del plano atómico que está justamente encima del
to. El deslizamiento se ha producido so- dislocación helicoidal. La parte de deslizamiento y los círculos negros al que está debajo. (W. T. READ, Jr.:
bre la superficie ABCD. (W. T. READ, superior del cristal, a la dere- Dislocations in Crystals, pág. 17, McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva
Jr.: Dislocations in Crystals, pág. 15, York, 1953.)
McGraw-Hill Book Company, Inc., Nue- cha de AD, se ha desplazado
va York, 1953.) con relación a la parte infe-
rior en la dirección del vector de dislocación, el punto final se desplaza un plano paralelo al de des-
de deslizamiento. A la izquierda de AD no se ha producido desliza- lizamiento de la red. Por consiguiente, los planos atómicos están dis-
miento y, por tanto, AD es una línea de dislocación. La línea de dis- puestos alrededor de la dislocación en forma de escalera de caracol
locación es paralela a su vector de Burgers, o vector de deslizamiento, o helicoide.
y por definición debe ser una dislocación helicoidal. Consideremos el En la figura 4-10 se muestra la disposición de átomos (en dos
trazado de un circuito alrededor de una línea de dislocación sobre la dimensiones) alrededor de una dislocación helicoidal en una red cú-
DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRISTALES [CAP. 4 SEC. 4-4] DEFORMACION POR DESLIZAMIENTO

bica simple. En esta figura estamos mirando hacia abajo sobre el plano 1500 diámetros, se pued._e resolver en láminas de deslizamiento sepa-
de deslizamiento de la figura 4-9. Los círculos en blanco representan radas empleando el microscopio electrónico y 20 000 aumentos, según
átomos exactamente por encima del plano de deslizamiento y los se muestra esquemáticamente en la figura 4-13. En el aluminio y el
círculos en negro son átomos justamente por debajo de dicho plano.
Una dislocación helicoidal no tiene un plano de deslizamiento prefe-
rente, como ocurre con las. dislocaciones de cuña y, por consiguiente, • •• ~línea de
superficie pulida deslizamiento
el movimiento de aquella está menos restringido que el de esta. Sin • ••
embargo, el movimiento por trepado no es posible para una disloca- e e e 1 •
1 • • • •• • • • • • • 1 •
1
• e
ción helicoidal. • • •
Por el momento, la discusión de las dislocaciones se limitará a los
e e e 1
1
e
•• • • • • e • 1 •
1
• •

·'· .. l·
conceptos geométricos que se presentan en esta sección. Después de
e • • 1 El
• e • •• • • • • • e 1 e e •

un estudio más completo de la deformación plástica de los monocris- r1 • e •


1
1 •
1 • • • • • • • • • • •
1
1 • • •
tales y de las muestras policristalinas, en el capítulo 6 se volverá a 1

tratar detalladamente la teoría de las dislocaciones. Entre los temas


• • ~planode • • • 1 • • •
que se tratan está el efecto de la estructura cristalina sobre la geome-
tría de la dislocación, las pruebas experimentales de la existencia de
• • 1 •

(a)
• • deslizamiento • • •
{b)

1

(e)
• •
las dislocaciones y la interacción entre ellas.
f IG. 4-11.-Esquema de las ideas clásicas sobre el deslizamiento.

4-4. Deformación por desliza:miento.-El modo usual de pro-


ducirse la deformación plástica en los metales es por resbalamiento
de bloques de cristal unos sobre otros a lo largo de planos cristalográ-
ficos definidos llamados planos de deslizamiento. Utilizando un ejem-
plo muy grosero, el deslizamiento de un cristal se puede considerar
análogo a la distorsión producida en una pila de naipes al empujarla
desde un extremo. La figura 4-11 ilustra esta imagen clásica del des-
lizamiento. En la figura 4-11 a se aplica una tensión cizallante a un
cubo de metal con la superficie superior pulida. El deslizamiento ocu-
rre cuando la tensión cizallante sobrepasa un valor crítico. Los átomos
se deslizan un número entero de distancias atómicas a lo largo del
plano de deslizamiento y se produce un escalón en la superficie pulida
( Fig. 4-11 b). Cuando miramos desde arriba con un microscopio la su-
perficie pulida, el escalón se muestra como una línea que denomina-
remos línea de deslizamiento. Si se vuelve a pulir la superficie después
de haberse producido el deslizamiento, de forma que se elimine el
escalón, la línea de deslizamiento desaparecerá (Fig. 4-11 e). Después
de producirse el deslizamiento, los monocristales continuarán siéndolo,
siempre que la deformación sea uniforme. Si se precisa observar las
líneas de deslizamiento, conviene tener en cuenta que estas se deben FrG. 4-12.-Líneas rectas de deslizamiento en el cobre. 500 aumentos.
a variaciones en elevación superficial, por lo que la superficie ha de (Por cortesía de W. L. Phillips.)
estar convenientemente preparada para la observación microscópica
antes de la deformación. La figura 4-12 muestra líneas rectas de desli- cobre se encuentran muchas láminas de deslizamiento constituvendo
zamiento en el cobre. una banda de deslizamiento, mientras que en el latón alfa sólo se
Con ayuda del microscopio electrónico, utilizando grandes aumen- observa una línea de de.slizamiento aun con los mayores aumentos.
tos, se ha estudiado la estructura fina de las líneas de deslizamiento. El deslizamiento tiene lugar más fácilmente en direcciones especí-
Lo que aparece como una línea, o en las mejores circunstancias como ficas sobre ciertos planos cristalográficos. Generalmente, el plano de
unn banda estrecha, al utilizar el microscopio óptico con aumentos de deslizamiento es el de mayor densidad atómica (tabla 4-2), y la diw
DIETER.-7
98 DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRIST ALES [CAP. 4 SEC. 4-4] DEFORMACION POR DESLIZAMIENTO 99

reccion de deslizamiento es la más compacta dentro de dicho plano. les ce obedecen a la regla general de que la dirección compacta es la
Puesto que los planos de mayor densidad atómica son también los más de deslizamiento, pero difieren de la mayoría de los otros metales
ampliamente espaciados en la estructura cristalina, la resistencia al por no tener un plano de deslizamiento único definido. En los me·
deslizamiento es generalmente menor en estos planos que en otros ta~es ce el desliza~ien~? ocurre ~n lo? planos { 110 }, { 112} y { 123 },
juegos de planos. Un plano y una dirección de deslizamiento consti- mientras. que la direccion de deslizamiento es siempre la (111). Exis-
tuyen un sistema de deslizamiento. ten 48 sistemas. posibles de deslizamiento, pero, para que este se pro-
En los metales hexagonales compactos, el único plano con densi- duzca, se reqmeren normalmente tensiones cizallantes más elevadas.
dad atómica elevada es el basal (0001 ) . Los ejes diagonales ( 1120) puesto que los planos no son tan compactos como en la estructura ccc'.
son las direcciones compactas. En el cinc, cadmio, magnesio y cobalto Se ha dedicado especial atención al estudio 1 del deslizamiento en
el deslizamiento se produce sobre el plano (0001) en las direcciones el hierro alfa ce, llegándose a la conc1u~ión de que el plano de des-

, distancia drz
---~_..)'...~-deslizamirznto
. ~ región entre
deslizamiento
espaciado de
las laminillas
1

Luna línea __..J


de deslizamiento
(a) (b)

FrG. 4-13.-Dibujo esquemático de la estructura fina de una banda de


deslizamiento. a) Deformación pequeña; b) deformación grande.

(1120) 1• Puesto que hay solo un plano basal por célula unidad y tres
direcciones (1120), la estructura he posee tres sistemas de desliza-
miento. El limitado número de sistemas de deslizamiento es la razón
por la que la ductilidad en los cristales he depende enormemente de FrG. 4-14.-Líneas onduladas de deslizamiento en el hierro alfa
la orientación. (Por cortesía de J. J. Cox.)
En la estructura cúbica de caras centradas, los planos octaédricos
{ 111} y las direcciones (110) son sistemas compactos. Existen ocho lizamiento en dicha estructura puede ocupar cualquier posicion en la
planos { 111} en la célula unidad ccc. Sin embargo, los planos en vér-
z?na [111]. Es~a posición está determinada por la orientación de los
tices opuestos del cubo son paralelos entre sí, de forma que solo hay
e~es de las tens10nes con respecto a los ejes del cristal y por la varia-
cuatro juegos de planos octaédricos. Cada plano { lll} contiene tres
ción. de .las resistencias a la cizalladura de los planos de la zona de
direcciones (110) (las inversas pueden despreciarse). En total hay deslizamiento. Estos estudios han demostrado que las desviaciones ob-
12 sistemas de deslizamiento en la estructura ccc. servadas respecto a la ley de los planos de índice bajo { 110 }, { 112}
La estructura ce no es compacta como las ccc y he. Por consi-
Y .{ 123} son efe~tos reales, lo que apoya la creencia de que el desliza-
guiente, no existe ningún plano de densidad atómica predominante,
r:i1ento en el. hier~o alfa no es cristalográfico. El hecho de que las
como el ( 111) en la estructura ccc y el (0001) en la he. Los planos
lmeas de deslizamiento en el hierro alfa sean onduladas 2 (Fig. 4-14),
{ 110} tienen una densidad atómica máxima en la estructura ce, pero: es una prueba más de este hecho,
en este sentido, no son muy superiores a otros planos diferentes. Sin
embargo, en la estructura ce la dirección (111) es tan compacta como 1
F. L. VOGEL Y R. M. BRICK: Trans. AIME, vol. 197, pág. 700, 1958;
las (110) y (1120) en las estructuras ccc y he. Por tanto, los meta R. P. STEIJN Y R. M. BRICK: Trans. ASM, vol. 46, págs. 1406-448, 1954;
J. T2 Cox, G. T. HORNE y R. F. MEHL: Trans. ASM, vol. 49, págs. 118-31, 1957.
1 El circonio y el titanio, que tienen relaciones e/a pequeñas, se deslizan
J. R. Low Y R. W. GUARD: Acta Met., vol. 7, págs. 171-79 1959 han
principalmente sobre planos prismáticos y piramidales en la dirección ( 1120) demostrado que en el hierro alfa las líneas curvas de deslizamie~to se' pro-
DEFORMACION PLASTICA DE
SEC. DESLIZAMIENTO EN UNA RED PERFECTA 101
Ciertos metales presentan sistemas de deslizamiento adicionales al
aumentar la temperatura. El aluminio se deforma, a temperaturas ele- lizamiento X en la dirección de deslizamiento entre el par de planos
vadas, en ~l plano { 100 }, mientras que en el magnesio el plano pira- reticulares adyacentes. La tensión de cizallamiento es inicialmente cero,
midal { 1011} tiene un papel importante en la deformación a tempe- cuando los dos planos coinciden, y es también cero cuando los dos
raturas superiores a los 225 ºC. En cualquier caso, la dirección de planos se han desplazado una distancia de identidad b, de forma que
el punto 1 del plano superior se encuentra sobre el punto 2 del inferior.

•rl4 o o o o
La tensión cizallante es también cero cuando los átomos del plano
superior quedan a media distancia entre los del plano inferior, ya que
esta es una posición simétrica. Entre estas posiciones cada átomo es

1t-bJ o o o atraído hacia el más próximo de la otra hilera, de manera que la


tensión cizallante es una función periódica del desplazamiento.
Como cálculo preliminar, la relación entre la tensión cizallante y el
(a) desplazamiento se puede expresar por una función senoidal
21TX
,,,..-/ r'llación sinusoidal T=Tm sen-b- [4-2]
µ
.! " ', relación real
e
_g
en la que T m es la amplitud de la onda de senos y b el período. Con
o valores pequeños de desplazamiento se cumple la ley de Hooke:
.~ !'------~~------desplazamiento x-+=-

,g·¡¡;
e
\~', ' /
T=0y=--
Gx
a
r4-3 J
.! -----b . . _....
Para pequeños valores de x/b, la Ec. [4-2] se puede escribir
(b)
21TX
Frc. 4-15.--a) Desplazamiento de cizallamiento de un plano atómico
,......,,m_b_
T =--,.,.. [4-4]
sobre otro; b) variación de la tensión cizallante con el desplazamiento
en la dirección de deslizamiento.
Combinando las Ecs. [4-3] y [ 4-4] se obtiene una expresión de la
deslizamiento sigue siendo la misma al variar, con la temperatura, el tensión cizallante máxima a la que se debe producir el deslizamiento
plano de deslizamiento.
G b
Tm=-- [ 4-5]
4-5. Deslizamiento en una red perfecta.-Si partimos de la hi- 21T a
pótesis de que el deslizamiento ocurre por traslación de un plano de
átomos sobre otro, es posible realizar un cálculo razonable 1 de la ten- Para un cálculo aproximado se pueden considerar b y a iguales, con
sión cizallante requerida para que se produzca un movimiento de tal lo que resulta que la resistencia teórica a la cizalladura de un cristal
naturaleza en una red perfecta. Consideremos dos planos de átomos perfecto es aproximadamente igual al módulo de cizallamiento dividi-
sometidos a una tensión cizallante homogénea (Fig. 4-15). Se supone do por 21T:
que la tensión cizallante actúa en el plano de deslizamiento a lo largo G
Tm·~- [4-6]
de la dirección de deslizamiento. Representemos por b la distancia 21T
interatómica en la dirección de deslizamiento y por a el espaciado en-
tre planos reticulares adyacentes. La tensión cizallante causa un des- El módulo de cizallamiento para los metales varía entre 103 a
10 Kg/mm2 (10 11 a 1012 dinas/cm2 ). Por consiguiente, la Ec. [4-6]
4

<lucen por componentes helicoidales del anillo de dislocación, pero las líneas predice que la tensión cizallante teórica estará dentro del intervalo
de deslizamiento son rectas cuando se observan normalmente a la componente 102 a 103 Kg/mm 2, mientras que los valores reales de la tensión ciza-
de cuña de la dislocación.
1 J. FRENKEL: z. Physik, vol. 37, pág. 572, 1926.
llante requerida para producir deformación plástica son de 10- 1 a
10 Kg/mm 2• Aun cuando se utilicen cálculos más exactos para corre-
102 SEC. 4-6J DESLIZAMIENTO PRODUCIDO POR MOVIMIENTO DE DISLOCACIONES 103
DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRIST ALES [CAP. 4

gir la hipótesis de la función senoidal, el valor de Tm no se puede de su posición con respecto al plano superior. Para la ordenación nor-
reducir a menos de la quinta parte del valor obtenido con la Ec. [4-6] mal de un cristal perfecto, todos los átomos del plano inferior se
Por tanto, parece razonable suponer que la resistencia teórica a la encuentran en posiciones correspondientes a los mínimos de la curva
cizalladura de la mayoría de los metales se encuentra entre G /10 y de energía. Por consiguiente, si la hilera superior de átomos se des-
G /50. Este valor es todavía 100 veces superior a las resistencias a la plaza hacia la derecha, con relación a la hilera inferior, cada átomo
cizalladura observadas en los cristales metálicos. Finalmente, solo cabe encuentra la misma fuerza oponiéndose a su deslizamiento. Esta si-
decir que el mecanismo causante del deslizamiento no es el de un tuación se describe en la sección 4-5. Ahora consideremos la situa-
desplazamiento en bloque de planos de átomos. En la sección siguiente ción que se presenta cuando el cristal contiene una dislpcación (figu-
se demuestra que las dislocaciones permiten idear un mecanismo co- ra 4-16 b). Esta figura muestra una dislocación de cuña positiva, con
rrecto. el plano extra de átomos situado entre 4 y 5. Los átomos que se
encuentran a grandes distancias del centro de la dislocación están en
4-6. Deslizamiento producido por movhniento de dislocacio- posiciones que corresponden al mínimo de la curva de energía, pero
nee.-EI concepto de la dislocación fue introducido primeramente para no ocurre lo mismo con los que están en el centro. Consideremos
ahora algunos pares de átomos, p. ej., los 4 y 5, 3 y 6, etc., situados
simétricamente en lados opuestos del centro de la dislocación. J2:n-
cuentran fuerzas que son iguales y opuestas. Como resultado, si los
E átomos próximos al centro de la dislocación se desplazan distancias
iguales, la mitad encuentra fuerzas que se oponen al movimiento y la
otra mitad, fuerzas que lo favorecen. Por tanto, para un cálculo pre-
• e
liminar, el trabajo neto requerido para producir el desplazamiento es
• • cero y la tensión necesaria para mover la dislocación una distancia
e e o • atómica muy pequeña.
{a)
La red no ofrece esencialmente resistencia al movimiento de una
dislocación solo cuando esta se encuentra en una posición simétrica
o e • • • e
con respecto a los átomos de su plano de deslizamiento. En general, se
e
•3 • •5 • necesita una pequeña fuerza, la fuerza de Peierls-Nabarro, para hacer
2 4 6 7 8 9 mover una dislocación a través de la red. Aun cuando está bien esta-
(b) blecido que el valor de la fuerza de Peierls-Nabarro es mucho menor
que la tensión cizallante teórica para una red perfecta, el cálculo
FIG. 4-16.-Diagramas esquemáticos que indican cómo una dislocación
se mueve fácilmente a través de una red cristalina. a) Campo de ener- exacto de esta fuerza es difícil debido a que depende mucho de la
gía en la red de un cristal perfecto; b) red que contiene una dislocación ordenación atómica, relativamente incierta, en el centro de la dislo-
en cuña. (F. SEITZ: The Physics of Metals, pág. 91, McGraw-Hill Book cación.
Company, Inc., Nueva York, 1943.) La figura 4-17, basada en el trabajo original de Taylor 1, muestra
que el movimiento de una dislocación produce un escalón superficial
explicar la discrepancia existente entre las resistencias a la cizalladura, o banda de deslizamiento. La serie superior de dibujos representa
teórica y observada, de los metales. Para que el concepto sea útil en una dislocación en cuña positiva desplazándose hacia la derecha en una
este aspecto, es preciso demostrar : 1) que el paso de una dislocación red cúbica simple. El plano de deslizamiento se representa con una lí-
a través de una red cristalina requiere una tensión cizallante menor nea de trazos. Cuando la dislocación alcanza el lado derecho del
que la teórica, y 2) que el movimiento de la dislocación a través de la cristal, que se supone es una superficie libre, produce un desplaza·
red produce un escalón, o banda de deslizamiento, en la superficie miento de un vector de Burgers, o de una distancia atómica para la
libre. red cúbica simple, con respecto a los planos a cada lado del de des-
La figura 4-16 muestra que la tensión requerida para mover una lizamiento. La serie inferior de dibujos muestra que se produce el
dislocación a través de un cristal es muy pequeña comparada con la mismo escalón superficial por el desplazamiento hacia la izquierda de
tensión cizallante teórica. La figura 4-16 a representa los átomos en una dislocación en cuña negativa.
dos planos adyacentes de una red cristalina perfecta que no contiene
dislocaciones. La curva superior de la figura representa esquemática-
1 G. L TAYLOR: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 14~A, pág. 362, 1934.
mente la energía de un átomo del plano inferior de átomos, en función
104 DEFORMACION MONOCRIST ALES (CAP. 4 SEC. 105

4-7. Tensión cizallante crítica para el deslizamiento.-La mag- aparece el deslizamiento y la dirección de deslizamiento. Consideremos
nitud del deslizamiento en un monocristal depende de la tensión ciza- un monocristal cilíndrico cuya sección transversal es A (Fig. 4-18),
llante producida por cargas externas, la geometría de la estructura del Representemos por </> el ángulo formado por la normal al plano de
cristal y la orientación de los planos de deslizamiento con respecto deslizamiento y el eje de tracción, y por A el que forman la dirección
a las tensiones cizallantes. El deslizamiento comienza cuando la ten- de deslizamiento y el eje de tracción.
sión cizallante sobre el plano de deslizamiento, y en la dirección de El área del plano de deslizamiento inclinado a un ángulo <f> será
deslizamiento, alcanza un valor inicial llamado tensión cizallante crí- Ajeos <P y la componente de la carga axial que actúa sobre el plano
tica. Este valor 1 es realmente el equivalente para el monocristal del de deslizamiento en la dirección de deslizamiento P cos A. Por tanto,
la tensión cizallante resuelta
o o o o o o o o o o o o para el sistema de deslizamien- p
o o o
to de la figura es
o o o o o o o o o o o o o o o
o o o o o o o o o o o o PcosA. p N
A CDS </> cos A
o o o o o o o o o o o o A/ (cos </>)
o o o o o o o o o o o o r4-?J
El valor mm1mo de tensión ci- 1h
(a) (b) (e) zallan te que actuando en el pla- dirección de plano de
deslizamiento deslizamiento
no y en la dirección de desliza-
miento es capaz de producir
o o o o o o o o o o o o dicho deslizamiento es la ten-
o o o o o o o o o o o o sión cizallante crítica, y la ecua-
o o o o o o o o o o o o ción [4-7] permite relacionarla
con la carga axial P.
o o o o o o o o o o o o o o o
La ley de la tensión cizallan-
o o o o o o o o o o o o o o o te crítica, conocida también por p
ley de Schmid, se demuestra
(d) (e) (f) más fácilmente en los metales FIG. 4-18.-Diagrama para el cálcu-
he, porque siendo muy limita- lo de la tensión cizallante crítica
FIG. 4-17.-Movimiento de una dislocación en cuña en una red cúbica simple resuelta.
[G. I. TAYLOR: Proc. Roy. Soc: (Londres), vol. 145A, pág. 369, 1934.J do el número de sistemas de
deslizamiento, se pueden pro-
límite elástico de una curva tensión-deformación ordinaria. El valor ducir grandes variaciones de orientación entre el plano de desliza-
de la tensión cizallante crítica depende principalmente de la compo- miento y el eje de tracción sin que actúe un nuevo sistema de desli-
sición y de la temperatura. zamiento (véase Prob. 4-8). La gran simetría de los metales ccc da lugar
El hecho de que se requieran diferentes cargas de tracción para a tantos sistemas de deslizamiento que solo es posible llegar a dupli-
producir deslizamiento en monocristales de distinta orientación se car el límite elástico por variación de la orientación del plano de
puede explicar mediante la existencia de una tensión cizallan te crítica; deslizamiento respecto al eje de tracción. En los metales ce, en los
esto fue reconocido primeramente por Schmid 2• Para calcular la ten- que aún es mayor el número de sistemas de deslizamiento, es todavía
sión cizallante crítica a partir de un monocristal ensayado en tracción, más difícil comprobar la ley de Schmid. Sin embargo, los datos dis-
es preciso conocer, mediante la difracción de rayos X, la orientación ponibles indican que se cumple tanto en los metales cúbicos como en
con respecto al eje de tracción del plano sobre el que primeramente los he.
La tabla 4-4 relaciona los valores de la tensión cizallante crítica
1 En la práctica es muy difícil determinar la tensión a la que se producen para cierto número de metales. Los datos de la plata y el cobre de-
las primeras bandas de deslizamiento. En la mayoría de los casos, la tensión muestran el gran efecto de pequeñas cantidades de impurezas. Las
cizallante crítica se obtiene por la intersección de las partes elástica y plástica.
extrapoladas, de la curva tensión-deformación. adiciones de aleantes producen un efecto mayor, como lo indican los
2 E. SCHMID: Z. Elektrochem., vol. 37, pág. 447, 1931. datos para aleaciones oro-plata de la figura 4-19. Obsérvese que es
106 DEFORMAC:ON PLASTICA DE MONOCRISTALES 4 TENSION CIZALLANTE CRITICA PARA EL DESLIZAMIENTO
SEC.

grande el incremento de la resistencia al deslizamiento al alear oro la tensión cizallante crítica de los metales blandos se pueda reducir
con plata, a pesar de que estos átomos son muy parecidos en tamaño a menos de un tercio al aumentar la pureza, constituye una prueba
y en electronegatividad y forman por eso una serie continua de so- experimental del efecto que se produce al disminuir la densidad de
luciones sólidas. En las soluciones sólidas en que los átomos de los defectos. En el extremo opuesto, filamentos metálicos monocristalinos
solutos son de tamaño considerablemente distinto al de los del sol- de un diámetro de micras ("barbas"), pueden crecer esencialmente
vente, es mucho más grande el incremento por aleación de la tensión
cizallante crítica.
TABLA 4-4 ~ 0,6..-----,...----.----""T"----,------,
Sistemas de deslizamiento a la temperatura ambiente y tensión '~
cizallante crítica resuelta de monocristales de metales
~-0,41-----+-~
... -----1-----+---~~-+-----l
Estructura Pureza, Plano de \ Dfreeción de Tensión ciza- u
Metal cristalina (,,7
,e; deslizamiento deslizamiento llante crítica, Ref. .!
g/mm" e
-- ---- ..9

rvc.._~_ -f----+----i---*-,
Zn ... ... he 99,999 (0001) [11201 18 a
Mg ... ... he 99,996 (0001) [11201 77 b
Cd ... ... he 99,996 (0001) [1120] 58 e _j_ _ _
Ti ... ... he 99,99 (1010) [1120] 1400 d
·~ ºX'-----'-----'-----'---~"------'
99,9 (1010) [11201 9190 d .! o 20 40 60 80 100
Ag ... ... ccc 99,99 111) [110] 48 e
Ag átomos ºlo de Au Au
99,97 111) [110] 73 e
99,93 111) [110] 131 e
FIG. 4-19.-Variación de la tensión cizallante crítica resuelta con la composi-
Cu ... ... ccc 99,999 111) [110] 65 e
ción en los monocristales de aleación plata-oro. (G. SACHS y J. WEERTS:
99,98 111) [1101 94 e
Z. Physilc, vol. 62, pág. 473, 1930.)
Ni ... ... ccc 99,8 (111) [110] 580 e
Fe ... ... ce 99,96 (110) [111] 2800 t
(112) 28
(123)
-
1

1
Mo ... ... ce ...... (110) [111] 5000 g

·~24 \ª
a D.
b E.
e E.
C. JTLLSON: Trans. AHIE, vol. 188, pág. 1129, 1950.
c. BlORKE y vV. R. HIBBARD, Jr.: Trans. A.IME,. vol. 194, pág. 295, 1952. .
Scm.\1ID: «International Conference on Phys1cs», vol. 2, Phys1cal Soc1ety, Lon-
o
o
o
~20
~
dre~A~!:t~~· CHlmCH:\IAN:
e
Proc. Ro¡¡. Soc. (Londres), vol. 226A, pág. 216, 1954.
F. D. Rosr: Trans. AI!l1E, vol. 200, pág. 1009, 1954.
f J. J. Cox, R. F. lVIEHL y G. T. HoRNE: Trarzs. ASM, vol. 49, pág. 118, 1957.
.s
-;
~ 16 i\
.
1

g R. l\L.\DDIN y N. K. CHEN: Trans. AIME, vol. 191, pág. 937, 1951.


~
bl
e: 12
. "\
1

La magnitud de la tensión cizallante crítica de los cristales está .9


w

determinada por la interacción de su población de dislocaciones con


cada una de las demás y con defectos tales como vacantes, átomos
ti
N
ºü 8
e:
i~
intersticiales y átomos de impurezas. Esta tensión es, por supuesto,
~ \'...oV._
'()
·¡¡;
mayor que la requerida para desplazar una dislocación aislada, pero e
es apreciablemente menor que la necesaria para producir deslizamiento
en una red perfecta. Basándonos en este razonamiento, la tensión ci-
zallante crítica debería disminuir al reducirse la densidad de defectos:
~ 4

o
-250 -200 -150 -100 -50 o 50
--- 100 150 200
con tal de que el número total de imperfecciones no sea cero. Cuando temperatura. ºC
se ha eliminado la última dislocación, la tensión cizallante crítica
debería elevarse bruscamente hasta el valor máximo predicho para FIG. 4-20.-Variación de la tensión cizallante crítica resuelta con la tempera-
la r~sistencia a la cizalladura de un cristal perfecto. El hecho de que tura en monocristales de hierro. (J. J. Cox, R. F. MEHL y G. T. HORNE:
Trans. ASM, vol. 49, pág. 123, 1957.)
DE MONOCRISTALES
108 DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRISTALES [CAP. 4

cristal, los planos de deslizamiento giran, cerca del centro de la dis-


exentos de dislocaciones. En los ensayos de tracción 1 sobre estos fila- tancia entre puntos, tendiendo a alinearse paralelamente al eje de
mentos se han obtenido resistencias que son aproximadamente iguales tracción. En las proximidades de las mordazas, se superpone a la ro-
a las calculadas para un cristal perfecto. tación una flexión de los planos de deslizamiento. La magnitud del
giro hacia el eje de tracción aumenta con el grado de deformación.
4-8. Ensayo de monocristales.-La mayoría de los estudios de En la deformación por tracción, la variación del ángulo formado por
las propiedades mecánicas de los monocristales se realizan sometién-
dolos a tracción uniaxial simple. Aun cuando las curvas tensión-
deformación se pueden representar en términos de la tensión uniaxial
media como función de la deformación lineal media (b.L/L 0 ), un pro-
cedimiento más fundamental de presentar los datos es representar la
tensión cizallan te crítica, Ec. [ 4-7], en función de la deformación de
deslizamiento o de cizalladura. La deformación de deslizamiento es el
desplazamiento relativo de dos planos de deslizamiento paralelos se- To1
111
parados por una distancia unidad. Si se conoce, antes y después de \
la deformación, la orientación tanto del plano como de la dirección
de deslizamiento con respecto al eje de tracción, se puede obtener 2, \\\\ /~
median te la Ec. [4-8], la deformación de deslizamiento )\-
'ep
cos A.1 cos A.o
[ 4-8 J
y= sen X1 sen Xo

en la que Xo y Xi son los ángulos inicial y final formados por el plano


de deslizamiento y el eje de tracción, y A.0 y A.1' los ángulos inicial
'I/
y final entre la dirección de deslizamiento y el eje de tracción. La 111
deformación de deslizamiento se puede expresar también en términos (a) (b) 101
de la variación axial de longitud y de la orientación original, sin que FIG. 4-21.-a) Deformación por trac- FIG. 4-22.-Triángulos estereográficos
se requiera información sobre la orientación final de los elementos de c10n de un monocristal sin impedi- mostrando la rotación de la red de un
deslizamiento mentos; b) rotación de los planos de metal ccc durante el alargamiento por
deslizamiento debida al impedimento. tracción.
Li
- = (1+2y sen Xo cos A.0 + y 2 sen2 Xo) 112 [4-9]
Lo el plano de deslizamiento y el eje de tracción y la variación de la dis-
o bien tancia entre puntos en la dirección axial guardan la relación siguiente:
2
L1 ) 2 ] 11 cos A.
'}'= [ (-
Lo
-sen2 A.0 ----º
sen Xo
[ 4-10] L1 sen Xo
[ 4-11]
sen Xi
En el ensayo ordinario de tracción, el movimiento de la cabeza
de la máquina de ensayos impone restricciones a la probeta en las Un método adecuado para registrar esta reorientación consiste en
mordazas, ya que estas han de permanecer alineadas. Por tanto, la seguir el eje de la probeta sobre el triángulo estereográfico tipo 1••~n
probeta no puede deformarse libremente por deslizamiento uniforme la fioura 4-22, la orientación inicial del eje de una probeta de tracc1on
en todos los planos existentes a lo largo de la longitud de la probeta, mon~cristalina ccc se represen ta en P sobre el triángulo estereográfi-
según se dibuja en la figura 4-21 a. Por el contrario, la probeta se co. El plano y la dirección de cizallamient? son, respectivamente, ( 111)
deforma del modo que se muestra en la figura 4-21 b. Al alargarse el y [IOl]. Durante el alargamiento del cristal, el eJe de la probeta se

1 s. s.
BRENNER: /. Appl. Phys., vol. 27, págs. 1484-491, 1956. 1 Para una descripción de la proyección estereográfica, véase C. S. BARRET:
2 Para una deducción de las ecuaciones [ 4-8] y [ 4-9], véase E. ScHMID y "Estructura de los metales", cap. II, traducción española de la 2.ª ed. ameri-
VV. bOAS: "Plasticity ot Crystals", traducción inglesa, págs. 58-60, F. A HUGHES cana por F. Muñoz del Corral, Aguilar, Madrid, 1957.
& Co., Londres, 1950.
llO DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRISTALES [CAP. 4 DEFORMACION POR 111

mueve a lo largo de un círculo máximo que pasa a través de P y de El maclaje se produce cuando una porción del cristal toma una orien-
la dirección de deslizamiento [ IO 1]. Al continuar la formación y pro- tación que está relacionada de un modo simétrico definido con la del
ducirse la rotación del sistema de deslizamiento primario o inicial, resto del cristal sin deformar. La parte del cristal deformada es una
disminuye el valor de cos cp cos A para dicho sistema. Por consiguien- imagen especular del cristal original. El plano de simetría entre las
te, aunque se desprecie el endurecimiento por deformación, se ha de dos partes se denomina plano de macla. La figura 4-23 muestra la
aplicar una carga de tracción mayor para mantener el valor de la imagen atómica clásica del maclado. La figura 4-23 a representa una
tensión cizallante crítica sobre este sistema de deslizamiento. Mientras sección perpendicular a la superficie de una red cúbica con un plano
el valor cos cp cos A. disminuye en el sistema de deslizamiento primario de índices bajos paralelo al papel y formando un ángulo con el plano
debido a la rotación, aumenta en otros juegos de planos que giren de pulido. El plano de macla es perpendicular al del papel. Si se
aproximadamente a una posición a 45º respecto al eje de tracción. aplica una tensión cizallante, el cristal se deformará aproximadamente
Cuando la tensión cizallante resuelta sobre el nuevo sistema de desli- por el plano de macla (Fig. 4-23 b). La zona a la derecha de este
zamiento es igual, o aproximadamente igual, a la tensión cizallante
sobre el sistema inicial, en la superficie de la probeta aparece un nuevo
sistema de líneas de deslizamiento y el eje gira hacia el [Il2]. En los superficie pulida
metales ccc, las nuevas líneas de deslizamiento se producen sobre el
sistema de deslizamiento conjugado (Ill)-[011]. Observado con el
microscopio, el deslizamiento conjugado aparece como otro juego de
líneas de deslizamiento que cortan al primero. En el sistema (lil)-
[IOl] puede producirse también deslizamiento cruzado. Este sistema
tiene la misma dirección de deslizamiento que el primario. En el mi-
croscopio, el deslizamiento cruzado aparece normalmente como cortas
líneas transversales a las de deslizamiento primario. Con rotaciones
~plano de macla \,_-plano de macla
aún mayores es geométricamente posible que empiece a actuar un 1
1
cuarto sistema de deslizamiento (Il 1 )-[Oil]. Sin embargo, este siste-
ma no se encuentra en los metales ccc. La aparición de más de un
sistema de deslizamiento durante la deformación se estudia frecuente-
mente bajo la denominación general de deslizamiento doble o múl- (al ( bl
tiple.
Un método excelente para estudiar el comportamiento ante la de- FrG. 4-23.-Esquema clásico del maclaje.
formación de los monocristales se basa en cargarlos en cizalladura.
Parker y Washburn 1 han descrito un procedimiento para cargar mo-
nocristales en cizallamiento puro de tal naturaleza que la deformación plano está sin deformar. En la de la izquierda, los planos de átomos
de cizalladura se produce mediante un par que actúa paralelamente al han cizallado de tal modo que hacen de la red una imagen especular
sistema activo de deslizamiento. Este método de ensayo tiene la ven- a través del plano de macla. En una red simple como esta, cada átomo
taja de que se puede orientar el cristal de tal manera que la tensión de la zona deformada se desplaza por cizallamiento homogéneo una
cizallante máxima se presente sobre cualquier sistema de deslizamiento distancia proporcional a la que le separa del plano de macla. En la
deseado. En este ensayo se miden directamente la tensión cizallante figura 4-23 b, los círculos blancos representan átomos que no se han
resuelta y la deformación de cizallamiento. desplazado, los círculos a trazos indican las posiciones originales en
la red de átomos que han variado de posición y los círculos negros las
4ª9. Deformación por maclaje.-Otro importante mecanismo en posiciones finales de estos átomos en la zona deformada. Obsérvese
la deformación de los metales es el proceso conocido por maclaje 2• que la macla es visible sobre la superficie pulida a causa de la varia-
ción en elevación producida por la deformación y por la diferencia
de orientación cristalográfica entre las zonas deformadas y sin de-
1 E. R. PARKER y J. WASHBURN: "Modern Research Techniques in Physical formar.
Metallurgy", American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1953.
2 Para una revisión completa de este tema, véase E. O. HALL: "Twinning
Conviene tener en cuenta que el maclaje difiere del deslizamiento
and Diffusionless Transformations in Metals", Butterworth & Co (Publishers), en varios aspectos específicos. En el deslizamiento, la orientación de
Ltd., Londres, 1954, o R. W. CAHN: Adv. in Phys., vol. 3, págs. 363-445, 1954. los cristales por encima y por debajo del plano de deslizamiento es
112 DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRIST ALES

la misma antes y después del deslizamiento, mientras que en el ma- a -196 ºC. Obsérvese que la tensión cizallante necesaria para el maclaje
claje se produce una diferencia de orientación a lo largo del plano aumenta con la deformación previa producida por el deslizamiento.
de macla. Normalmente se considera que el deslizamiento se produce Si se someten los cristales a una deformación previa todavía mayor,
en múltiplos discretos del espaciado atómico, mientras que en el ma- a temperatura ambiente (círculos blancos), se suprime corr:plet~mente
claje los movimientos de los átomos son muy inferiores ~ una distan- la deformación por maclaje y el cristal se deforma por deslizamiento a
cia atómica. El deslizamiento se produce sobre planos aislados, rela- -196 ºC.
tivamente muy dispersos en el cristal, pero en la zona maclada de un Las deformaciones reticulares requeridas para producir una confi-
cristal todos los planos atómicos intervienen en la deformación. ouración de macla en un cristal son pequeñas, por lo que la magnitud
Las maclas se pueden producir por deformación mecánica o como de la deformación total que se puede producir por maclaje es también
resultado del recocido que sigue a la deformación plástica. Las primeras pequeña. Por ejemplo 1, el alargamiento n:áximo que se pue~e producir
se conocen como maclas mecánicas, las segundas se llaman maclas de en un cristal de cinc cuando todo el cnstal se ha convertido en una
recocido. En los metales ce o he las maclas mecánicas se producen por macla sobre el plano [1012] es solamente del 7,39%. El importante
aplicación rápida de la carga (carga de choque) y temperatura decre- papel que el maclaje desempeña en la deformación pl.ásti~a no se debe
ciente. Los metales ccc no se deforman normalmente por maclaje me- a la deformación producida por el proceso de maclaJe, smo a que las
cánico, pero las aleaciones oro-plata se maclan muy fácilmente cuando variaciones de orientación resultantes pueden situar nuevos sistemas
se deforman a temperaturas bajas, habiéndose producido maclas me- de deslizamiento en una orientación favorable con respecto al eje de
cánicas en el cobre por deformación en tracción a 4 ºK. Las maclas se la tensión, de manera que pueda producirse un deslizamiento adicional.
pueden formar en espacios de tiempo muy breves, del orden de unos Por tanto, el maclaje es importante en la deformación total de metales
pocos microsegundos, mientras 9ue p~ra la. f?~mación de bandas de con un pequeño número de sistemas de deslizamiento, p. ej., los. me-
deslizamiento han de transcurrir vanas milesimas de segundo. En tales he. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que solo se reorienta
ciertas condiciones, la formación de maclas va acompañada de un por maclaje una fracción relativamente pequeña del volumen total de
chasquido sonoro (grito del estaño). Si el maclaje ocurre d:i;ante un un cristal y, por consiguiente, los metales he poseen en general menor
ensayo de tracción, se produce un dentado en la curva tension-defor- ductilidad que los metales con un número mayor de sistemas de des-
mación. lizamiento.
En cada estructura cristalina, el maclaje se produce en una direc- La figura 4-24 muestra algunos aspectos metalográficos de maclas
ción definida sobre un plano cristalográfico específico. La tabla 4-5

TABLA 4-5
Planos y direcciones de macla

Estructura Ejemplos típicos Plano de macla Dirección de macla


cristalina

ce ..... . a-Fe, Ta (112) [111]


he .. . Zn, Cd, Mg, Ti (1012) [IOll]
ce e ... 1
Ag, Au, Cu (111) [112]

relaciona los planos y direcciones de macla comunes. Se desconoce si


existe una tensión cizallante crítica para el maclaje. La tensión ciza-
llante a la que se produce el maclaje está influida por la deformación
precedente. La figura 4-20 muestra datos relativos a monocristales car-
gados en tracción a -196 ºC. Los círculos negros represent~n una FIG. 4-24.-Microestructura de las maclas. a) Bandas de Neumann en el hier~o;
tensión cizallante crítica apreciablemente menor que la necesaria para b) Maclas mecánicas producidas en el cinc por el pulido; e) Maclas de recocido
en una aleación oro-plata.
el deslizamiento. Las cruces representan monocristales deformados pre-
viamente un 4%, a la temperatura ambiente, antes de ser ensayados 1 BARRET, op. cit., pág. 384.
DIETER.-8
114 SEC. 4-lOJ DEFECTOS DE APILAMIENTO ll5

en varios sistemas diferentes. La figura 4-24 a es un ejemplo de macla~ !amiento en los metales ccc se pueden considerar también maclas sub··
mecánicas en el hierro (bandas de Neumann). Obsérvese y_ue la an microscópicas de espesor casi atómico. La razón por la que las maclas
chura de las maclas se puede resolver fácilmente con aumentos bas mecánicas de anchura apreciable microscópicamente no se forman fá-
tante pequeños. Los límites de las maclas se atacan aproximadamente cilmente cuando los metales ccc se deforman, es que la formación de
a la misma velocidad que los límites de grano, indicando que son defectos de apilamiento es igualmente favorable desde el punto de
límites de energía elevada. La figura 4-24 b muestra las maclas len vista energético.
ticulares anchas que se producen corrientemente en los metales he. La situación presente en las estructuras he es en cierto modo dife-
Adviértase que las maclas no se extienden más allá de los límites de rente de la que se encuentra en los metales ccc. La figu,ra 4-25 d mues-
grano. La figura 4-24 e muestra las macias de recocido en las aleacio-
nes ccc oro-plata. Estas son normalmente más anchas y con lados más
rectos que las maclas mecánicas. La energía de los límites de las ma-
clas de recocido es aproximadamente igual al 5 % de la energía media
de los límites de grano. La mayoría de los metales ccc forman macias
de recocido. Su presencia en la microestructura es un buen indicio
de que el metal ha sido deformado mecánicamente antes del recocido,
puesto que es probable que crezcan a partir de núcleos de macla pro-
ABCABCA ABcA¡cAB
ducidos durante la deformación.
(a) (b)

4ª10. Defectos de apila:miento.-En una secc10n anterior vimos


que se podía obtener la ordenación atómica sobre el plano { 111} de
las estructuras ccc y el plano { 0001} de las he mediante el apilamiento
de planos compactos de esferas. En las estructuras ccc, la secuencia de
'!-------< J 8
apilamiento de los planos atómicos es ABC ABC ABC. En las estruc- A
turas he viene dada por AB AB AB. u------"<..JB
Recientemente se ha comprobado que los errores o defectos en la A
secuencia de apilamiento se pueden producir, en la mayoría de los u------uB
A
metales, por deformación plástica 1• El deslizamiento sobre el plano
{ 111} en una red ccc produce un defecto de apilamiento por defor- ABC:Aca:cA
1 1
ABABAS
mación mediante el proceso que se muestra en la figura 4-25 b. El des- (e) (d)
lizamiento ha tenido lugar entre una capa A y otra B, moviéndose FIG. 4-25.-Estructuras defectuosas. a) Apilamiento cúbico de caras cen-
cada capa atómica por encima del plano de deslizamiento una distan- tradas; b) defecto de deformación en ccc; c) defecto de macla en ccc;
cia de identidad hacia la derecha. La secuencia de apilamiento es, d) apilamiento he.
entonces, ABCA!CAB. Si comparamos esta secuencia de apilamiento
defectuosa (Fig. 4-25 b) con la de las estructuras he sin defectos (fi- tra que, al pasar de una capa A a otra B, si continuamos en línea recta
fura 4-25 d), encontramos que el defecto de apilamiento por deforma- llegaremos a otro átomo d-e la capa A próxima. Sin embargo, se pue-
ción contiene cuatro capas en una secuencia he. Por tanto, la forma- den producir deslizamientos entre dos planos, de forma que la secuen-
ción de un defecto de apilamiento en un metal ccc es equivalente a la cia de apilamiento resultante sea ABABA\CBCBC. Como consecuen-
formación de una zona delgada he. La secuencia 2 que se muestra en cia, hay cuatro capas de átomos BACB en la ordenación de apilamiento
la figura 4-25 e es otra forma en la que se pueden producir los defec- ccc en línea recta. De este modo, un defecto en un metal he es equi-
tos de apilamiento en los metales ccc. La secuencia de apilamiento valente a la formación de una delgada zona ccc. Es más difícil formar
ABC!ACBiCA se denomina defecto extrínseco o de macla. Las tres defectos de apilamiento en una red ce que en las estructuras de empa-
capas ACB constituyen la macla. Por consiguiente, los defectos de api- quetamiento compacto ccc y he. Se ha investigado teóricamente, y
demostrado por la difracción de rayos X 1, la posibilidad de defectos
1 Para detectar la presencia de defectos de apilamiento se requieren medi- de apilamiento en los planos { 112 }. En el niobio se han observado
das muy precisas de difracción de rayos X. Por ejemplo, véase B. E. W ARREN
y E. P. WAREKOIS: Acta Met., vol. 3, pág. 473, 1955. 1 P. B. HIRSCH y H. M. ÜTTE: Acta Cryst., vol. 10, págs. 447-53, 1957;
.2 c. N. J. WAGNER: Acta Met., vol. 5, págs. 427-34, 1957. o. J. GUENTER y B. E. WARREN: J. Appl. Phys., vol. 29, págs. 40-48, 1958.
DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRIST ALES SEC. DEFORMACION Y BANDAS DE

defectos de apilamiento utilizando la microscopía electrónica de pelícu- límite elástico con la temperatura, diferente de la de los metales con
las delgadas 1• defectos de apilamiento estrechos. La figura 4-26 muestra por qué el
Los defectos de apilamiento se producen más fácilmente en los me- deslizamiento cruzado es más difícil en metales con bandas amplias
tales ccc y es en esta estructura donde se han estudiado más amplia- de defectos de apilamiento. Como las dislocaciones se ensanchan en
mente. Por ejemplo, actualmente se sabe que las diferencias de com el plano de deslizamiento, no pueden transferirse a otro plano de des-
portamiento ante la deformación de los metales ccc se puede relaciona1 lizamiento, salvo en el punto en que se juntan las dislocaciones par-
con las diferencias en los defectos de apilamiento. Desde el punto de ciales. Puesto que se necesita energía para producir una estrangulación
vista de la teoría de las dislocaciones, un defecto de apilamiento en en el defecto de apilamiento, resulta más difícil el deslizamiento cru-
un metal ccc se· puede considerar como una dislocación ensanchada zado en los metales con defectos de apilamiento anchos. Así, p. ej., la
que está formada por una zona hexagonal delgada limitada por dis- energía de activación para el deslizamiento cruzado es aproximada-
locaciones parciales 2 (Fig. 4-26). mente de 1 electrón-voltio en el aluminio y de unos 10 ev en el cobre.
defecto de apilamiento plano de Las dislocaciones casi parale-
dislocaciones deslizamiento las tienden a repelerse entre 4-11. Bandas de deformación y bandas de plegado.-A causa
parciales sí, pero esta tendencia está con- de la deformación heterogénea de los cristales se producen zonas de
trarrestada por la tensión su- orientación diferente denominadas

·11--------<p\~--"I·
perficial de aquellos defectos de bandas .de deformación. Cuando se
apilamiento que las mantienen produce deslizamiento sin restric-
unidas. Cuanto menor sea la ciones y de un modo homogéneo
energía de los defectos de apila- perfecto, se pueden eliminar las lí-
f IG. 4-26.-Modelo esquemático de un miento mayor será también la neas de deslizamiento puliendo
defecto de apilamiento. separación entre las dislocacio- posteriormente la superficie. Sin \

nes parciales y más ancho, por embargo, se observan bandas de 1p


\

tanto, el defecto de apilamiento. En los metales ccc, la energía de deformación aun después de puli-
los defectos de apilamiento se ha calculado sobre la hipótesis de que dos y ataques repetidos, c~ando FrG. 4-27.-Banda de pleoado (k. k
band). "' zn ·
es igual al doble de la energía de un límite coherente de una macla estas representan zonas de orienta-
de recocido. Sobre esta base, las energías de los defectos de apila- ción cristalográfica diferente. En los monocristales se pueden producir
miento en el cobre, níquel y aluminio son aproximadamente 40, 80 y bandas de deslizamiento de varios milímetros de anchura, mientras que
200 ergios/cm2• Puesto que cuanto menor es la energía de los límites en las probetas. policristalinas se precisa el microscopio para apreciar-
de macla mayor es la tendencia a que se formen maclas de recocido, las. La tendencia a que se formen bandas de deformación es mavor en
los cálculos de la energía de los defectos de apilamiento están de las p:o~etas policristalinas, debido a que las restricciones impuestas por
acuerdo cualitativamente con las observaciones metalográficas referen- los limites de grano hacen más fácil la aparición de diferencias de
tes a la frecuencia con que ocurren las maclas de recocido; p. ej., el orientación en los granos durante la deformación. Las bandas son gene-
aluminio pocas veces presenta maclas de recocido. Los ensayos con ralmente de forma irregular, pero en la dirección de la deformación
rayos X han mostrado que la energía de los defectos de apilamiento principal son alargadas. El contorno de las bandas es creneralmente
en el latón disminuye con el contenido de cinc, estando de acuerdo c?nfuso. y mal ~efini~?, indicando un desvanecimiento g~neral de la
esta observación con el hecho de que el latón alfa forma un número diferencia de onentac10n. Se han observado bandas de deslizamiento
mayor de maclas de recocido que el cobre. en los metales ccc y ce, pero no en los he.
Los defectos de apilamiento intervienen de distintos modos en la Si estudiamos la ecuación para la tensión cizallante crítica vemos
deformación plástica de los metales. Los metales con defectos de api- qu~ es difícil defo:mar un .cristal hexagonal cuando el plano base es
lamiento amplios se endurecen por deformación más rápidamente, se casi paralelo al e1e del cristal. Orowan 1 ha comprobado que si se
maclan con más facilidad al recocerlos y muestran una dependencia del somete a compresión un cristal de cadmio así orientado se deforma
debido a que una zona localizada del cristal se replieoa bruscamente
a una posición inclinada con un acortamiento del cdstal también brus-
1 A. FOURDEUX y A. BERGHEZEN: J. lnst. Metals, vol. 89, págs. 31-32,
c?. En la figura 4-27 se ilustra este pandeo o plegado. Las líneas ho-
1960-1961.
2 En el capítulo 6 se tratan con más detalle las dislocaciones parciales. Con rizontales representan planos base y los designados con p son los pla-
el microscopio electrónico se ha observado la separación en dislocaciones par-
1
ciales en laminillas de acero inoxidable. E. ÜROWAN: Nature, vol. 149, pág. 643, 1942.
4 SEC. ENDURECIMIENTO POR DEFORMAC!ON DE LOS MONOCRIST ALES
118 DEFORMACiON PLASTICA DE MONOCRISTALES [CAP.

nos de plegado en los que la orientación varía bruscamente. La dis- que las dislocaciones se apilaban sobre los planos de deslizamiento
torsión del cristal está esencialmente confinada a la banda de plegado. frente a barreras del cristal. Los apilamientos producían una retroten-
Estudios posteriores realizados por Hess y Barret 1 han demostrado sión que se oponía a la tensión aplicada sobre el plano de desliza-
que las bandas de plegado se pueden considerar como un tipo sencillo miento. La existencia de la retrotensión se demostró experimentalmente
de bandas de deformación. También se han observado estas bandas mediante ensayos de cizalladura sobre monocristales de cinc 1• Los
de plegado en los cristales de cinc ensayados en tracción, donde la cristales de cinc son ideales para realizar experimentos sobre la plas-
distribución no uniforme del deslizamiento originará un momento fle- ticidad de los cristales, debido a que se deslizan solamente sobre los
xor que puede producir plegado. planos base, por lo que se pueden evitar fácilmente las complicaciones
derivadas del deslizamiento doble. En la figura 4-28, el cristal se de-
4-12. Endurecimiento por deformación de los monocristales. forma hasta el punto O, se des-
Una de las características principales de la deformación plástica de los carga y a continuación se vuel- IJ dirección de deslizamiento
ve a cargar en la dirección opues- 2 a 180º de la dírec~ión inicial ;

rcrr
metales es que la tensión cizallante requerida para producir desliza- 1

miento aumenta continuamente con la deformación de cizallamiento. ta a la de deslizamiento original. a º '¡ ----

~
1

El aumento de la tensión requerida para producir deslizamiento de- Obsérvese que al volver a cargar N t

i~_
bido a una deformación plástica anterior se conoce como endureci- el cristal este tiene un límite elás-
miento por deformación. En los monocristales de los metales dúctiles tico, en cizallamiento, inferior al
se observa con frecuencia un aumento de la tensión de fluencia de que tenía cuando fue cargado por
más del 100% debida al endurecimiento por deformación. primera vez. Esto se debe a que
El endurecimiento por deformación se produce por la interacción la retrotensión producida como deformación de cizallamiento r
de dislocaciones entre sí y con barreras que impiden su movimiento consecuencia del apilamiento de
a través de la red cristalina. El endurecimiento debido a la inter- dislocaciones frente a las barre- F .G. 4-28.-Efecto de la inversión
acción de dislocaciones es un problema complicado, porque implica ras, durante el primer ciclo de completa del sentido del deslizamien-
to en la curva tensión-deformación.
grandes grupos de dislocaciones y es difícil especificar de forma ma- carga, .facilita el movimiento de (E. H. EDWARDS, J. W ASHBURN y
temática simple el comportamiento de dichos grupos. Se sabe que el dislocaciones cuando se invierte la E. R. PARKER: Trans. AIME, vol. 197,
número de dislocaciones en un cristal aumenta con la deformación, dirección de deslizamiento. Ade- pág. 1526, 1953.)
sobrepasando el número existente en el cristal recocido. Por consi- más, en este último caso se pue-
guiente, la primera condición para comprender el endurecimiento por den crear dislocaciones de signo contrario en el mismo manantial
deformación es el desarrollo de un mecanismo lógico para la genera- que produjo las dislocaciones responsables de la deformación en la pri-
ción de dislocaciones. F. C. Frank y W. T. Read han concebido un me- mera dirección de deslizamiento. Puesto que las dislocaciones de signo
canismo mediante el cual una dislocación puede producir un fuerte contrario se atraen y se destruyen mutuamente, el efecto neto produ-
deslizamiento. El manantial de Frank-Read (para más detalles véase el cido es un ablandamiento adicional de la red. Esto explica el hecho
capítulo 6) es un medio por el que las dislocaciones inicialmente exis- de que la curva de fluencia en la dirección opuesta se encuentre por
tentes en el cristal, como resultado del crecimiento, pueden generar debajo de la curva para la fluencia continuada en la dirección origi-
bastantes dislocaciones para justificar el endurecimiento por deforma- nal. El descenso del límite elástico cuando a la deformación en una
ción observado. Este mecanismo concuerda con las observaciones ex- dirección le sigue otra deformación en la dirección opuesta, se deno-
perimentales siguientes: 1) el deslizamiento está concentrado sobre mina efecto Bauschinger 2• Aun cuando en todos los metales se observa
un número relativamente pequeño de planos de deslizamiento activos; el efecto Bauschinger, la magnitud de este no siempre es igual a la
2) el deslizamiento total sobre cada plano es del orden de 1000 espa- obtenida para los cristales de cinc. Además, después de la inversión de
ciados atómicos. Existe otro proceso, basado en la teoría de Frank- dirección, la curva de fluencia no queda por debajo de la original en
Read, para inmovilizar el manantial después de que se ha producido todos los metales.
un deslizamiento de la magnitud indicada. Recientemente se han obte- Habiéndose establecido la existencia de la retrotensión y su imporu
nidos pruebas experimentales directas de la existencia de manantiales tancia en el endurecimiento por deformación, la próxima etapa es
de Frank-Read en los cristales. identificar las barreras que se oponen al movimiento de las disloca-
Una de las primeras teorías sobre las dislocaciones, establecida para
explicar el endurecimiento por deformación, sostenía la hipótesis de lE. H. EDWARDS, J. WASHBURN y E. R. PARKER: Trans. AIME, vol. 197,
pág. 1525, 1953.
l J. A. HESS y C. S. BARRETT: Trans. AIME, vol. 185, pág. 599, 1949. 2 J. BAUSCHINGER: Zivilingur., vol. 27, págs. 289-347, 1881.
120 DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRISTALES (CAP. 4 SEC. ENDURECIMIENTO POR DEFORMACION

ciones en los monocristales. Las partículas de precipitados microscópi· pueden llegarse a formar vacantes y aparecer átomos intersticiales si
cos y los átomos extraños pueden servir de barreras, pero en los mo- se fuerza a los codos a moverse bruscamente. Los codos no impiden
nocristales puros estas pueden ser originadas por otras causas. Dichas el movimiento de las dislocaciones de cuña. Todos estos procesos re-
barreras se producen porque las dislocaciones en deslizamiento sobre quieren un consumo mayor de energía y, por consiguiente, contribu-
planos de deslizamiento intersecados se pueden combinar entre sí y yen al endurecimiento.
producir una nueva dislocación que no se encuentra en la dirección El endurecimiento por deformación causado por el proceso que
de deslizamiento. Se llama dislocación sésil a la de poca movilidad acabamos de describir proviene de fuerzas de corto alcance que actúan
que ha sido producida por la reacción con otra dislocación. Puesto sobre distancias menores que 5 a 10 distancias interatómicas. Este en-
que sobre los planos de deslizamiento con tensiones cizallantes peque- durecimiento se puede vencer, a temperaturas finitas,' con la ayuda
ñas no se encuentran dislocaciones sésiles, estas actúan como barrera de las fluctuaciones térmicas y, por consiguiente, depende de la tem-

1-'
1TI
Il

~ ~f--~~~~~---'-~-t-~~.~~
(./)

/~
{a) (b)

FIG. 4-29.-Representación esquemática de la mtersección de dos dislocaciones


helicoidales. a) Antes de la intersección; b) codos formados después de la
intersección.
r2 r3
deformación de cizallamiento resuelta r
que impide el movimiento de las dislocaciones, hasta que se aumenta
la tensión y alcanza el nivel adecuado para destruir dicha barrera. La FIG. 4-30.-Curva generalizada de fluencia para monocristales ccc.
reacción de dislocaciones más importante es la que conduce a la for-
mación de barreras de Cottrell-Lomer en los metales ccc por desliza- peratura y de la velocidad de deformación. Por otro lado, el endureci-
miento en los planos intersecantes { 111 }. miento por deformación ocasionado por apilamiento de dislocaciones
Es posible que sea otro el mecanismo de endurecimiento por de- frente a barreras del cristal, se produce sobre distancias mayores y,
formación, cuando las dislocaciones que se mueven en el plano de por tanto, es relativamente independiente de la temperatura y de la
deslizamiento cortan a otras que intersecan al plano de deslizamiento velocidad de deformación. En consecuencia, para determinar la con-
activo. Las dislocaciones transversales al plano de deslizamiento activo tribución relativa de los dos mecanismos, pueden utilizarse los datos
forman lo que se llama frecuentemente un bosque de dislocaciones y referentes a la dependencia existente entre el endurecimiento, la tem-
el indicado mecanismo de endurecimiento por deformación se cita peratura y la velocidad de deformación 1•
como la intersección de un bosque de dislocaciones. La figura 4-29 Cuando las curvas tensión-deformación de los monocristales se re-
muestra que la intersección de dislocaciones produce codos o escalo- presentan como tensiones cizallantes resueltas en función de la defor-
nes en la línea de dislocación. Los codos formados en este caso son mación de cizallamiento, se pueden hacer ciertas generalizaciones para
dislocaciones de cuña, ya que sus vectores de Burgers son perpen- todos los metales ccc. Siguiendo la notación propuesta por Seeger 2,
diculares a la línea de dislocación original. Cualquier movimiento pos- la curva de fluencia de los monocristales metálicos puros se puede
terior de dislocaciones helicoidales a lo largo de la línea AA requerih dividir en tres etapas (Fig. 4-30). En la primera etapa, la zona de
ría que las componentes en cuña recién formadas se movieran fuera
de sus planos de deslizamiento. En consecuencia, la formación de co- 1 z. s.
BASINSKI: Phil. Mag., vol. 4, ser. 8, págs. 393-432, 1959.
2A. SEEGER: "Dislocations and Mechanical Properties of Crystals" John
dos en las dislocaciones helicoidales impide su movimiento e incluso Wiley & Sons, Inc .. Nueva York, 1957.
122 DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRISTALES 4 SEC. 4-12] ENDURECIMIENTO POR DEFORMACION DE LOS MONOCRISTALES 123
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deslizamiento fácil, el cristal experimenta un ligero endurecimiento depende de la pureza del metal, orientación del cristal, temperatura
por deformación. Durante el deslizamiento fácil las dislocaciones pue- de ensayo y velocidad de deformación. La zona de deslizamiento fácil
den moverse sobre distancias relativamente grandes sin encontrar ba- es mucho más pronunciada en los cristales he que en los metales ccc,
rreras. El pequeño endurecimiento por deformación producido durante Una zona de deslizamiento fácil en la curva de fluencia está favore-
esta etapa supone que la mayoría de las dislocaciones escapan del cida por el deslizamiento en un solo sistema, la pureza elevada, la
cristal en la superficie. Durante el deslizamiento fácil, este se produce baja temperatura, la dureza de películas superficiales de óxido, una
solamente sobre un sistema de deslizamiento. Por esta razón, a la orientación favorable para el deslizamiento simple y un método de
etapa primera del deslizamiento se le denomina a veces flujo laminar. ensayo que reduzca al mínimo las tensiones de flexió;n extrañas. La
A la segunda etapa corresponde una parte casi lineal de la curva figura 4-31 muestra que la orientación del cristal puede ejercer un
de fluencia,, en la que el endurecimiento por deformación aumenta efecto muy grande sobre la curva de fluencia de los monocristales ccc.
rápidamente. En esta etapa el deslizamiento se produce en más de
un juego de planos. La longitud de las líneas de deslizamiento activo
disminuye al aumentar la deformación, lo que concuerda con la idea B
de la formación de un número mayor de barreras de Cottrell-Lomer

L5
al aumentar la deformación. Durante la segunda etapa, la relación entre
el coeficiente de endurecimiento por deformación (pendiente de la
curva) y el módulo de cizallamiento es casi independiente de la ten-
sión y la temperatura, y aproximadamente independiente de la orienta-
ción y pureza del cristal. El hecho de que la pendiente de la curva de A
fluencia en la etapa segunda sea casi independiente de la temperatura 001 011
concuerda con la teoría que supone que el principal mecanismo de
endurecimiento por deformación consiste en apilamientos de grupos
de dislocaciones.
A la tercera etapa corresponde un descenso de la velocidad de
endurecimiento por deformación. Los procesos que tienen lugar du- deformación de cizallamiento resuelta
rante esta etapa se denominan frecuentemente recuperación dinámica.
En esta zona de la curva de fluencia las tensiones son bastante eleva- FIG. 4-31.-Efecto de la orientación de la probeta en la curva de fluencia
de monocristales ccc.
das, de manera que las dislocaciones pueden intervenir en procesos
que son imposibles con tensiones inferiores. Se cree que el desliza-
miento cruzado es el proceso principal por el que las dislocaciones, Cuando el eje de tracción es paralelo a una dirección (Oll), un siste-
apiladas frente a obstáculos durante la segunda etapa, pueden escapar ma de deslizamiento soporta una tensión cizallante apreciablemente
y reducir el campo de deformación interna. La tensión T 3 a partir de mayor que cualquier otro y la curva de flu~ncia muestra u~a zona de
la cual comienza la tercera etapa depende de la temperatura. Asimis- deslizamiento .fácil relativamente más amplia. Cuando el eJe de trac-
mo, el límite elástico de un cristal deformado hasta la tercera etapa ción está próximo a la dirección (100) o (111), la tensión sobre vari~s
depende más de la temperatura que si ha sido deformado sólo hasta sistemas de deslizamiento no es muy diferente y las curvas de fluencia
la segunda. Esta dependencia de la temperatura sugiere que, en la muestran grandes velocidades de endurecimiento por deformación.
tercera etapa, el principal mecanismo de endurecimiento por deforma- Comenzando a una temperatura lo más próxima al cero absoluto
ción es la intersección de bosques de dislocaciones. posible, el valor de la tensión cizallante resuelta, a una deforma~ión
La curva que se muestra en la figura 4-30 representa el comporta- de cizallamiento dada, disminuye al aumentar la temperatura. S1 se
miento general de los metales ccc. Se han observado ciertas desvia- deforman los ccc hasta el final de la segunda etapa, a una temperatu-
ciones que se apartan de la curva de fluencia de tres etapas. Así, p. ej., ra T¡, y entonces se aumenta esta hasta T 2 sin variar la deformación,
los metales con una elevada energía de defectos de apilamiento, como la tensión de fluencia desciende de T 1 a Tz (Fig. 4-32). El estado de
el aluminio, muestran normalmente una segunda etapa muy pequeña a endurecimiento por deformación alcanzado en Ti es inestable en T2 y
temperatura ambiente, debido a que pueden deformarse fácilmente por se produce un proceso de recuperación que tiende a reducir el endu-
deslizamiento cruzado. La forma y magnitud de las curvas de fluen- recimiento a lo que hubiera sido si toda la deformación se hubiera
cia de los monocristales, particularmente durante las primeras etapas, realizado a T 2• Este comportamiento se denomina ablandamiento por
124 DEFORMACION PLASTICA DE MONOCRISTALES
~~~~~~~~~~~~~~~~~~----~--~~
[CAP. 4

deformación 1 y es el resultado de la eliminación, a T 2 , de los apila-


mientos de dislocaciones producidos a T 1• La eliminación de disloca-

CAPITULO 5
DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS
POLICRISTALINOS

5-1. Introducción.-En el capítulo anterior se ha tratado la de-


formación plástica de los monocristales metálicos en relación con el
movimiento de las dislocaciones y los mecanismos básicos de la defor-
mación por deslizamiento y maclaje. Las probetas monocristalinas re-
presentan el metal en su estado ideal. Con esta simplificación se puede
deformación de cizallamiento - describir el comportamiento ante la deformación por medio de la cris-
FIG. 4-32.-Curvas de fluencia que muestran ablandamiento
talografía y los defectos estructurales. Sin embargo, a excepción de las
por la deformación. aplicaciones en dispositivos electrónicos y en semiconductores, los
monocristales rara vez se utilizan con fines prácticos, a causa de las
ciones puede ser producida por un deslizamiento cruzado (más fácil a limitaciones impuestas por su resistencia mecánica, tamaño y fabri-
temperaturas mayores), o quizá se deba al hecho de que, a T 2, a causa cación. Los productos metálicos comerciales están formados invaria-
del aumento de las fluctuaciones térmicas, el tamaño de los apila- blemente por un número enorme de pequeños cristales o granos indi-
mientos estables de dislocaciones es menor. viduales. Los granos individuales de los agregados policristalinos no
se deforman de acuerdo con las leyes relativamente simples que des-
criben la deformación plástica de los monocristales, debido al efecto
BIBLIOGRAFIA restrictivo de los granos circundantes. Por tanto, hay una laguna entre
los mecanismos de deformación fundamentales, determinados a partir
AZÁROFF, L. V.: "Introduction to Solids", McGraw-Hill Book Company, Inc., de los monocristales, y la predicción del comportamiento plástico de
Nueva York, 1960. un agregado policristalino partiendo de estos conceptos básicos.
BARRET, C. S.: "Estructura de los metales", traducción española de la 2.ª ed. Los límites de grano ejercen una influencia considerable sobre el
americana por F. Muñoz del Corral, Aguilar, Madrid, 1957. comportamiento ante la deformación plástica de los metales policris-
CLAREBROUGH, L. M., y M. E. HARGREAVES : work Hardening of Metals, en talinos. Otros factores que tienen también un efecto importante sobre
"Progress in Metal Physics", vol. 8, Pergamon Press, Ltd., Londres, 1959. las propiedades mecánicas son: la presencia de límites de subgrano en
COTTRELL, A. H.: "Dislocations and Plastic Flow in Cryst~ls", Oxford Uni- el interior de los granos, las adiciones de aleantes en solución sólida
versity Press, Nueva York, 1953. y la dispersión de partículas de segunda fase. En este capítulo se tra-
MADDIN, R., y N. K. CHEN: Geometrical Aspects of the Plastic Deformation tarán cada uno de estos factores, principalmente en relación con su
of Metal Single Crystals, en "Progress in Metal Physics", vol. 5, Pergamon efecto sobre la curva de fluencia. Siempre que sea posible se darán ex-
Pres, Ltd., Londres, 1954. plicaciones cualitativas de estos procesos utilizando la teoría de las
ScHMID, E., y W. BOAS: "Plasticity of Crystals", traducción inglesa, F. A. Hu- dislocaciones. Otros temas que se tratan en este capítulo son: el
ghes & Co., Londres, 1950. comportamiento del límite elástico, el envejecimiento por deformación,
la deformación en frío, el recocido y el desarrollo de orientaciones
1 A. H. COTTRELL y R. J. STOKES: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. A233, preferentes. Como se puede apreciar, todos estos temas no están solo
pág. 17, 1955.
restringidos a los materiales policristalinos. Sin embargo, la mayor
parte de los datos experimentales sobre estos fenómenos se han obte-
nido de materiales policristalinos y, por tanto, estos se tratan también
en este capítulo.
125
DEFORMACION DE AGREGADOS POLICRIST ALINOS [CAP. ) LIMITES DE GRANO Y DEFORMACION 127

5-2. Límites de grano y deformación.-Los límites entre gra- muestran una mayor velocidad de endurecimiento por deformación.
nos en un agregado policristalino son una zona de red desordenada La curva tensión -deformación de los metales policristalinos no mues-
de solo algunos diámetros atómicos de anchura. En general, la orien- tra ninguna zona de deslizamiento fácil correspondiente a la primera
tación cristalográfica varía bruscamente al pasar de un grano al si- etapa. Con estas muestras policristalinas solo se obtienen deformacio-
guiente a través del límite de grano. Los límites de grano ordinarios, nes correspondientes a la segunda y tercera etapas. Asociado con el
de ángulo grande, representan una zona de falta aleatoria de encaje aumento del endurecimiento por deformación se encuentra normal-
entre redes cristalinas adyacentes 1• Cuando la diferencia de orienta- mente un incremento del límite elástico y de la resistencia a la trae~
ción entre los granos a cada lado del límite desciende, el estado de ción. Los efectos de los límites de grano sobre la resistencia mecánica
ordenación en el límite aumenta. En el caso extremo de límites de
ángulo pequeño, en los que la diferencia de orientación a través del
límite puede ser inferior a 1º (véase Sec. 5-3), el límite está formado
por una ordenación regular de dislocaciones.
Los límites de grano ordinarios de ángulo grande tienen una ener-
gía superficial bastante elevada. Así, p. ej., un límite de grano en el
cobre tiene una energía superficial de intercara de unos 600 ergios/cm 2,
mientras la energía de un límite de macla es solo de unos 25 ergios/cm 2•
Debido a su energía elevada, los límites de grano sirven como lugares
preferentes para reacciones en estado sólido, tales como la difusión,
las transformaciones de fase y las reacciones de precipitación. Un pun-
to importante a considerar es que la gran energía de un límite de
grano da como resultado, normalmente, una concentración de átomos
solutos más elevada en el límite que en el interior del grano. Esto hace
difícil separar claramente el efecto puramente mecánico de los límites
de grano sobre las propiedades del debido a la segregación de impu-
rezas.
Los límites de grano pueden servir para aumentar o disminuir la
resistencia de un metal, dependiendo de la temperatura, la velocidad
de deformación y la pureza de dicho metal. A temperaturas inferiores
a la mitad, aproximadamente, del punto de fusión absoluto, y con ve- FIG. 5-1.-Dislocaciones apiladas ante un límite de grano, tal como se obser-
locidades de deformación relativamente rápidas (de forma que los van en una hoja delgada de acero inoxidable en el microscopio electrónico.
efectos de recuperación no sean grandes), los límites de grano aumen- 17 500 aumentos. [M. J. WHELAN, P. B. HIRSCH, R. W. HoRNE y W. BoLLMAN:
tan la velocidad del endurecimiento por deformación y la resistencia Pro. Roy. Soc. (Londres), vol. 240A, pág. 524, 1957.]
mecánica. A temperaturas elevadas y velocidades de deformación pe-
queñas (condiciones de la deformación por fluencia lenta), la defor- se deben a dos factores principales. El primero de ellos es que los
mación está localizada en los límites de grano. Puede producirse des- límites de grano constituyen barreras para el deslizamiento. De mayor
plazamiento de los límites de grano y migración inducida por la ten- importancia es el hecho de que el requisito para la continuidad entre
sión, y la fractura se produce eventualmente en los límites de grano. granos durante la deformación introduce formas complejas de defor-
La zona de temperatura, bastante estrecha, en la que los límites se mación en el interior de los granos individuales. En las probetas poli-
hacen menos resistentes que el interior de los granos, de tal manera cristalinas se produce muy fácilmente deslizamiento sobre sistemas
que la fractura se produce de forma intergranular en vez de un modo múltiples.
transgranular, se denomina temperatura equicohesiva. El hecho de que las líneas de deslizamiento se detienen en los
La diferencia principal entre la deformación a temperatura ambien- límites de grano se puede observar fácilmente con el microscopio nor-
te de productos monocristalinos y policristalinos es que estos últimos mal. Sin embargo, con técnicas especiales de ataque (Sec. 6-2) y los
grandes aumentos que proporciona la microscopía electrónica de pe-
1 Para una revisión de los modelos de límites de grano propuestos, véase
D. McLEAN: "Grain boundaries in Metals", Cap. II, Oxford U niversity Press, lícula delgada, es posible establecer que las dislocaciones se apilan a
Nueva York, 1957. lo largo de planos de deslizamiento en los límites de grano (Fig. 5-1).
128 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS [CAP. 5 SEC. LIMITES DE GRANO Y DEFORMACION 129

Los apilamientos de dislocaciones producen retrotensiones que se opo- de las propiedades mecánicas. Así, p. ej., a temperatura ambiente, al
nen a la creación de nuevas dislocaciones en los manantiales de Frank- disminuir el tamaño de grano aumentan la dureza, el límite elástico
Read del interior de los granos. Con el aumento de la tensión aplicada y las resistencias a la tracción, a la fatiga y al choque. El efecto del
se apilan cada vez más las dislocaciones en los límites de grano. En tamaño de grano es mayor sobre las propiedades que están relaciona-
la cabeza de los apilamientos de dislocaciones se desarrollan tensiones das con las primeras etapas de la deformación, ya que es en estas
cizallantes elevadas, lo que es suficiente, eventualmente, para produ- etapas cuando las barreras de los límites de grano son más eficaces.
cir desplazamiento de dislocaciones, a través del límite, a los granos Por tanto, el límite elástico depende más del tamaño de grano que
vecinos. Esto aminora el apilamiento de dislocaciones y reduce al mí- la resistencia a la tracción. En las últimas etapas de la deformación
nimo el endurecimiento producido por esta causa. Por consiguiente, la resistencia mecánica está controlada principalmente por interaccio-
el endurecimiento debido al apilamiento de dislocaciones es importan- nes complejas de dislocaciones que tienen lugar en el interior de los
te en las primeras etapas de la deformación, pero no si esta es grande. granos, no siendo el tamaño de grano una variable controladora. ·
Es más eficaz en los metales he, con solo un plano de deslizamiento En la mayoría de los metales el límite elástico está relacionado con
fácil, que en los metales ccc o ce con muchos planos de deslizamiento el tamaño de grano por la ecuación
equivalentes. En el último caso, ningún grano puede estar orientado
muy desfavorablemente con respecto a la tensión aplicada, de manera [5-1]
que, por término medio, el deslizamiento se puede iniciar en un grano en donde:
vecino con una tensión solo ligeramente superior a la que se requiere
para que comience el deslizamiento en los granos orientados más fa- cr0 = límite elástico ;
vorablemente. Sin embargo, en los metales he puede existir entre gra- cr¡= tensión de fricción que se opone al movimiento de las dis-
nos vecinos una diferencia de orientación muy desfavorable, de forma locaciones;
que se precisa una tensión apreciablemente mayor para que comience Kv= medida de la extensión del apilamiento de dislocaciones fren-
el deslizamiento. Por consiguiente, los metales policristalinos he mues- te a las barreras ;
tran una velocidad de endurecimiento por deformación muy superior D = diámetro de graP o.
comparada con la de los monocristales. En los metales ccc y ce la
diferencia existente en la curva de fluencia entre policristales y mo- La Ec. [5-1] fue propuesta por primera vez para el acero bajo en car-
nocristales no es tan grande. bono 1 y se ha aplicado mucho en ensayos sobre este material. La pen-
En la figura 4-31 se ha mostrado el efecto de la orientación cris- diente de la representación de CTo en función de n- 112 es igual a Kv.•
talina sobre la curva de fluencia de los monocristales ccc. Las orien- esto es, la medida de la extensión del apilamiento de dislocaciones
taciones que producen muchos sistemas de deslizamiento orientados frente a los límites de grano, que es esencialmente independiente de
favorablemente se deforman fácilmente por deslizamiento múltiple. El la temperatura. La ordenada en el origen cr1 representa la medida de
deslizamiento múltiple produce siempre una velocidad elevada de en- la tensión necesaria para arrastrar una dislocación frente a la resis-
durecimiento por deformación. Teniendo en cuenta consideraciones tencia de las impurezas, las partículas de precipitados, los límites de
puramente geométricas, los granos de un metal policristalino han de subgrano, y a la fuerza de Peierls-Nabarro. Este término depende tanto
permanecer en contacto durante la deformación. Taylor 1 ha demos- de la composición como de la temperatura, pero es independiente de
trado que, a fin de mantener la continuidad, en cada grano deben la tensión aplicada. Puesto que la fuerza de Peierls-N abarro depende
operar cinco sistemas de deslizamiento independientes. Puesto que, de- de la temperatura, y los otros factores que se oponen al movimiento
pendiendo de la orientación, para el deslizamiento múltiple en los de las dislocaciones son aproximadamente independientes de la tem-
monocristales solo se necesitan dos o tres sistemas, el deslizamiento peratura, se puede hacer un cálculo de la resistencia de la red al mo-
en los policristales es más complejo que en los monocristales orienta- vimiento de las dislocaciones, partiendo de un análisis relativo a la
dos para el deslizamiento múltiple. En los policristales se observa, dependencia existente entre el tamaño de grano y el límite elástico 2•
normalmente, un endurecimiento por deformación mayor que el que Es difícil determinar la curva de fluencia de los materiales poli-
puede justificar el deslizamiento múltiple en los monocristales y las cristalinos a partir de los datos obtenidos de los monocristales. Los
barreras que representan los límites de grano 2•
El tamaño de grano tiene un efecto apreciable sobre la mayoría
1 N. J. PETCH: /. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 173, pág. 25, 1953;
1 G. l. TAYLOR: /. Inst. Metals, vol. 62, pág. 307, 1938. E. O. HALL: Proc. Phys. Soc. (Londres), vol. 64B, pág. 747, 1951.
_2 McLEAN, op. cit., Cap. VL 2 J. HESLOP y N. J. PETCH: Phil. Mag., vol. 1, pág. 866, 1956.

DIETER.-9
DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS [CAP. 5 SEC. LIMITES DE GRANO DE ANGULO 131
130
TABLA 5-1
análisis realizados sobre este problema 1 han consistido esencialmente
en obtener una medida de las curvas de los monocristales de diferentes Comparación de sistemas de medida del tamaño de grano*
orientaciones. Los resultados obtenidos dan solo una aproximación
Número ASTM Granos/pulg2 Granos/mm" Granos/mm• Diámetro medio
moderada. a 100 aumentos de grano, en mm
El tamaño de grano se mide con un microscopio, bien contando
el número de granos de una zona dada o determinando el número de -3 0,06 1 0,7 1.00
granos que intersecan una longitud dada de una línea trazada aleato- -2 0.12 2 2 0,75
riamente, o bien por comparación con gráficos normalizados. El diá- -1 0,25 4 5,6 o.so
metro medio de grano D se puede determinar a partir de mediciones o 0,5 8 16 0,35
1 1 16 45 0,25
a lo largo de las líneas trazadas aleatoriamente por la ecuación 2 2 32 128 0,18
3 4 64 360 0,125
4 8 128 1020 0,091
D=!::_ [5-2] 5 16 256 2900 0,062
N 6 32 512 8200 0,044
7 64 1024 23000 0,032
en la que L es la longitud de la línea y N el número de intersecciones 8 128 2048 65000 0,022
que el límite de grano tiene con la línea. Esta ecuación se puede re- 9 256 4096 185000 0,016
10 512 8200 520000 0,011
lacionar 2 con la razón entre la superficie S del límite de grano y el 11 1024 16400 1500000 0,008
volumen V de los granos, por medio de la ecuación 12 2048 32800 4200000 0.006
S 2N 41 • ASM Metals Handbook, ed. 1948.
[5-3]
1TA
pequeña diferencia de orientación se requieren técnicas especiales de
en la que l es la longitud total del límite de grano sobre un plano rayos X para detectar la existencia de una red subestructura!. Los
aleatorio de pulido y A es el área total de los granos sobre dicho pla- límites de subgrano tienen menor energía que los de grano y, por
no. Un método muy conocido es el utilizado en los Estados Unidos consiguiente, se atacan con menor facilidad que estos últimos. Sin
para determinar el tamaño de grano, y que consiste en comparar los embargo, en muchos metales se pueden detectar en la microestructura
granos, bajo aumentos preestablecidos, con las tablas de clasificación por procedimientos metalográficos (Fig. 5-2).
de tamaño de grano de la American Society for Testing Materials Los límites de ángulo pequeño contienen una ordenación de dis-
(ASTM). El número n, que representa el tamaño de grano de la ASTM, locaciones relativamente simple. El caso más sencillo es el de un límite
y el N, número de granos por pulgada cuadrada a 100 aumentos, guar- inclinado. La figura 5-3 a muestra dos cristales cúbicos con un efe
[001] común. La pequeña diferencia de orientación entre granos está
dan entre sí la siguiente relación:
indicada por el ángulo (). En la figura 5-3 b se han juntado los dos
N* =2n-1 [5-4] cristales para formar un bicristal que contenga un límite de ánoulo
pequeño. A lo largo del límite, los átomos ajustan su posición bpor
En la tabla 5-1 se comparan los números de grano de la ASTM con deformación localizada, a fin de producir una transición suave de un
los de otras varias determinaciones útiles. grano a otro. Sin embargo, la deformación elástica no puede acomodar
toda la falta de encaje, de manera que algunos de los planos de átomos
5-3. Límites de grano de ángulo pequeño.-Recientemente se han de terminar sobre el límite de grano. En donde terminan los
ha comprobado que puede existir una subestructura definida en el in- planos de átomos existe una dislocación de cuña. Por consiguiente,
terior de granos rodeados por límites de grano de energía elevada. Los los límites inclinados de ángulo pequeño pueden considerarse como
subgranos son límites de ángulo pequeño en los que la diferencia de una ordenación de dislocaciones de cuña. Partiendo de la geometría
orientación a través del límite puede ser de unos cuantos minutos de de la figura 5-3 b, la relación entre () y el espaciado entre dislocaciones
arco solamente o, a lo sumo, de unos pocos grados. A causa de esta viene dada por b b
8=2tg- 1 ZD ~ D [5-5]
1 TAYLOR, op. cit.; J. F. W. BISHOP: /. Mech. and Phys. Solids, vol. 3.
págs. 259-66, 1955; U. F. KOCKS: Acta Met., vol. 8, págs. 345-52, 1960. en la que b es la magnitud del vector de Burgers de la red .
. 2 C. S. SMITH y L. GUTTMAN: Trans. AIME, vol. 197, pág. 81, 1953.
132 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS [CAP. 5
SEC. LIMITES DE GRANO DE ANGULO 133

La validez del modelo de dislocaciones para el límite de ángulo pe-· internas que acompañan a las transformaciones de fase. Quizá el mé-
queño se demuestra por la posibilidad de calcular la energía del límite todo más general para producir una red subestructural consiste en in·
de grano en función de la diferencia de orientación entre los dos gra- traducir un pequeño grado de deformación (del 1 % al 10%, aproxi
nos. Con tal de que el ángulo no sea mayor de unos 20º, los valores madamente), seguido de un tratamiento de recocido para reordenar
de la energía del límite de grano medidos y los calcula.dos sobre. }a las dislocaciones en límites de subgranos. El grado de deformación y
base del modelo de dislocaciones concuerdan bastante bien. Tamb1en
por medio de las observaciones metalográficas se comprueba la in-

Fm. 5-2.-Retículo de la subestructura en una aleación de hierro (a) (b)


y 3 % de silicio. 250 aumentos.
Fm. 5-3.-Esquema de un límite de grano de ángulo pequeño. a) Dos granos
que tienen un eje [001] común y una diferencia angular de orientación ();
tervenc10n de las dislocaciones en los límites de ángulo pequeño. Si b) Dos granos unidos formando un límite de grano de ángulo pequeño cons-
el ángulo es pequeño, de manera que el espaciado ent;e .disloc~ciones tituido por una ordenación de dislocaciones de cuña. (W. Y. READ, Jr.: Dislo-
cations in Crystals, pág. 157, McGraw-Hill Book Company, Inc.. Nueva
sea orande es posible observar frecuentemente que el limite esta cons- York, 1953).
tituido po; una hilera de figuras de corrosión y cada figura corres-
ponde a la situación de una dislocación en _cuña (Fig. 5-4). . la temperatura han de ser lo suficientemente bajos para impedir la
Los sublímites o límites de ángulo pequeno se pueden producir de formación de nuevos granos por recristalización (véase Sec. 5-12).
modos diferentes 1, durante el crecimiento del cristal, en la deforma- Este proceso se ha denominado recristalización in situ o poligoni-
ción por fluencia lenta a temperatura elevada o como resulta?o de una zación.
transformación de fase. El veteado de los granos de ferrita es un El término poligonización se utilizó primeramente para describir lo
ejemplo bien conocido de subestructura producida por las tensiones que ocurre cuando se curva un monocristal, dándole un radio de cur-
vatura relativamente pequeño, y, entonces, se le somete a un recocido.
1 R. W. CAHN: "Impurities and Imperfections", American Society for Me- El resultado obtenido al curvar es la introducción de un número ex-
tals, Metals Park, Ohio, 1955: cesivo de dislocaciones del mismo signo. Estas dislocaciones se dis-
134 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS 5 SEC. ENDURECIMIENTO POR SOLUCION SOLIDA

tribuyen a lo largo de planos de deslizamiento por flexión, como se curvas del níquel puro y las aleaciones de níquel sean casi paralelas
muestra en la figura 5-5 a. Cuando se calienta el .cristal, las disloca- indica que el endurecimiento debido a las subestructuras se acumula
ciones se agrupan por trepado en la configuración de mínima energía al producido por solución sólida. En la figura 5-7 se muestra el efecto
de un límite de ángulo pequeño. La estructura resultante es una red
poligonal de límites de grano de ángulo pequeño (Fig. 5-5 b).
Puesto que los límites de ángulo pequeño están formados por orde-
..L _¡_ ..L
naciones sencillas de dislocaciones, el estudio de sus propiedades pro-
porciona información valiosa sobre el comportamiento de las mismas
Parker y W ashburn 1 han demostrado que los límites de ángulo pe-

FIG. 5-5.-Movímíento de las dislocaciones para producir


la poligonización (esquema).

de una subestructura de límites de grano de ángulo pequeño sobre


la curva tensión-deformación del acero 1020 (acero ordinario con 0,2%
de C). Obsérvese que el material, que fue deformado en frío y reco-
cido a fin de producir una subestruc-
tura, posee un límite elástico y una
resistencia a la tracción superiores
a los que tienen tanto los materia-
les recocidos como los que solo 0
han sido deformados en frío. Ade- .!:! níquel + 1°lo Ti

más, la ductilidad de los materiales -o
que contienen una subestructura es <;i 2
casi tan buena como la de los aceros ]
recocidos.
FIG. 5-4.-Figuras de corros10n a lo largo de los límites de grano de ángulo
pequeño de una aleación de hierro-silicio. 1000 aumentos.
5-4. Endurecimiento por solu-
ción sólida.-La introducción de áto-
queño se desplazan como un conjunto cuando se les somete a tensio- mos del soluto en solución sólida
nes cizallantes, en completo acuerdo con lo que cabría esperar de una 3 4 5 6
en la red de átomos solventes pro- densidad de sublímites
ordenación lineal de dislocaciones. Asimismo, se ha comprobado que duce, invariablemente, una aleación (escala arbitraría)
el ángulo del límite disminuye al aumentar la distancia· de cizalla- que es más resistente que el metal
miento. Esto significa que el límite pierde dislocaciones al desplazarse, FrG. 5-6.-Efecto de la densidad de
puro. Existen dos tipos de solucio- sublímites
hecho que cabría esperar si estas dislocaciones se mantienen ancladas en el límite elástico.
nes sólidas. Si los átomos solutos y (E. R. PARKER y T. H. HAZLETT:
en imperfecciones tales como átomos extraños, partículas de precipi- solventes son parecidos, los primeros Relation of Properties to Micro-
tado y otras dislocaciones. ocuparán puntos reticulares en la red structure, American Society for Me-
La formación de subgranos en un material recocido produce un cristalina de los átomos solventes. tals, Metals Park, Ohio, 1954.)
aumento importante de la resistencia mecánica. La figura 5-6 muestra A este tipo se denomina solución só-
el incremento del límite elástico en el níquel, debido a un aumento lida de sustitución. Si los átomos de soluto son mucho menores que
en la densidad de los límites de subgrano producida por deformacio- los del solvente, estos ocuparán posiciones intersticiales de la red del
nes previas y tratamientos de recocido diversos. El hecho de que las solvente. El carbono, el nitrógeno, el oxígeno, el hidrógeno y el boro
forman soluciones sólidas intersticiales.
1 E. R. PARKER y J. WASHBURN: Trans. AIME, vol. 194, págs. 1076-078, Los factores que controlan la tendencia a la formación de solucio-
1952.
DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS [CAP. 5 ENDURECIMIENTO POR SOLUCION SOLIDA 137

nes sólidas de sustitución se han descubierto, principalmente, gracias para átomos solutos de diferente valencia. Finalmente, para que la
a los trabajos de Hume-Rothery. Si los tamaños de los dos átomos, solubilidad sólida se extienda a todo el intervalo de composiciones
deducidos aproximadamente de los parámetros de las redes, difieren (miscibilidad completa), los átomos solutos y solventes han de tener
menos del 15 %, el factor tamaño es favorable a la formación de solu- la misma estructura cristalina.
ción sólida. Cuando la diferencia de tamaño es mayor del 15 %, la El conseguir información fundamental acerca de las causas del en-
solubilidad está usualmente restringida a menos del 1 %. Los metales durecimiento por solución sólida ha sido un proceso lento. Los pri-
que no tienen entre sí una afinidad química muy acusada, tienden a meros estudios 1 sobre el aumento de dureza a causa de adiciones en
solución sólida, mostraron que el aumento de dureza varía directa-
80
1 1 _,..,. w .,.
1

Jt.J-,,_ i
1

1
1

1
mente con la diferencia de tamaño entre los átomos solutos y los sol-
1

ventes o con la variación del parámetro reticular debida a la adición


10 ~ ~ ~
,-,el !P°'""' 1
de soluto. Sin embargo, es evidente
L ·w
;;" ~ ~
.
.. ¡\_·- - ~
que el factor tamaño por sí solo
no puede justificar el endurecimien- o·~ 50
u-

~ 60 \ _NJ< ~
,...
r-.:i ..
~ ~~
a.
o
1 ~ \ 'o to por solución sólida. Se puede § 40
o
~
~
obtener una correlación mejor de
gso
C5
e
~ b&r los datos 2 cuando se considera, ade-
más de la distorsión del parámetro :Q
·ª
'tí 30
20
·§ 40 reticular, la valencia relativa del Col

e acero AISI C 1020, calidad de aviación


Col
> todas las muestras recocidas
soluto y del solvente. En la figu-
§ 30 previamente 2 h a 69.0 ºC ra 5-8, donde se muestra la impor-
u tancia de la valencia, se representa 1,10 1,15 1,20
e o e brutas de recocido
'O ll a ºlo de reducción de espesor en frío el límite elástico de aleaciones de relación electrones/ótomos
·~ 20 o reducido en frío el 8 º/o, recocido - t -
2
cobre con parámetro reticular cons- FrG. 5-8.-Efecto de la relación elec-
1/2h a 690 °C y templado en aceite_
velocidad de deformación, 0,002/min tante en función de la relación trones-átomos en el límite elástico
10 electrones/átomos 3• Resultados pos- de aleaciones de cobre constituidas
1 1 teriores 4 han mostrado que las alea- por solución sólida. (W. R. BIBBARD,
Jr.: Trans. Met. Soc. AIME, vol. 212.
o 1 1 ciones con tamaño de grano, pará- pág. 3, 1958.)
o 0,10 0,20 "" 0,30 metro reticular y relación electro-
deformación convencional
nes/ átomos iguales tienen el mismo límite elástico inicial, pero sus
FrG. 5-7.-Efecto de una subestructura de límites de grano de ángulo pequeño curvas de fluencia difieren para tensiones mayores.
en la curva tensión-deformación del acero SAE 1040 (acero al carbono). Se han realizado estudios sistemáticos relativos al efecto producido
(E. R. PARKER y J. WAsHBURN: lmpurities and lmperfections, pág. 155, Ame- por la adición de aleantes en solución sólida sobre las curvas de
rican Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1955.) fluencia en tracción del hierro 5, cobre 6, aluminio 7 y níquel 8• En el
caso del hierro el endurecimiento por solución sólida es una función
formar soluciones sólidas, mientras que los metales que se encuentran
muy alejados en la serie electromotriz, forman compuestos intermetáli- 1A L. NORBURY: Trans. Faraday Soc., vol. 19, págs. 506-600, 1924;.
cos. La valencia relativa del soluto y del solvente es también impor- R. M. BRICK, D. L. MARTIN y R. P. ANGIER: Trans. ASM, vol. 31, págs. 675-
tante. La solubilidad de los metales con valencia mayor en solventes 98, 1943; J. H. FRYE y W. HUME-ROTHERY: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 181.
págs. 1-14, 1942.
cuya valencia es menor, es más extensa que el caso opuesto. Así, p. ej., 2 J. E. DORN, P. PIETROKOWSKY y T. E. TIETZ: Trans. AIME, vol. 188,
el cinc es mucho más soluble en el cobre que este último en el pri- págs. 933-43, 1950.
mero. Este efecto de la valencia relativa se explica hasta cierto grado 3 W. R. HIBBARD, Jr.: Trans. Met. Soc. AIME, vol. 212, págs. 1-5, 1958.
utilizando la relación electrones/átomos 1• En ciertos metales solventes, 4 N. G. AINSLIE, R. W. GuARD y W. R. HIBBARD: Trans. Met. Soc. AIME,
vol. 215, págs. 42-48, 1959.
el límite de solubilidad en electrones/átomos tiene el mismo valor 5 C. E. LACY y M. GENSAMER: Trans. ASM, vol. 32, págs. 88-110, 1944.
6 R. S. FRENCH y W. R. HIBBARD, Jr.: Trans. AIME, vol. 188, págs. 53-58,
l Así, p. ej., una aleación de un 30% atómico de Zn en Cu tiene una rela- 1950.
ción electrones/átomos de 1,3 (3x2)+(7xl)=l3 electrones de valencia por 7 DoRN, PIETROKOWSKY y TIETZ, op. cit.
3+7=10 átomos. 8 v. F. ZACKAY y T. H. HAZLETT: Acta Met., vol. l, págs. 624-28, 1953.
138 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS SEC. 5-4] ENDURECIMIENTO POR SOLUCION SOLIDA 139

potencial de la adición de aleantes. La figura 5-9 muestra el aumento plemente el resultado de tensiones internas producidas por perturba-
de resistencia a la tracción debido a la adición de aleantes en el ciones reticulares localizadas, causadas, a su vez, por átomos solutos
hierro. Para un determinado tanto por ciento atómico de soluto, el dispersos al azar. Consideremos una línea de dislocación en una red
aumento de resistencia varía inversamente con el límite de solubilidad. de solución sólida perfectamente aleatoria. Como término medio, y
Usualmente, la distribución de átomos solutos en una red solvente debido a los átomos solutos, habrá igual número de campos de ten-
no es totalmente aleatoria. Cada vez existen más pruebas de que los siones, positivos y negativos, que actúen sobre la línea de dislocación.
La tensión reticular será casi cero y la dislocación se desplazará igual
que a través de la red de un metal puro.
40 Siguiendo las ideas de Cottrell 1, se admite generalmente que el
endurecimiento a partir de átomos solutos se produce por la inter-
·¿¡¡ acción de estos átomos, en forma de "atmósferas", con las dislocacio-
a. nes. Puesto que los átomos de la zona superior de una dislocación de
o
o 20
;2
cuña positiva están comprimidos y los que se encuentran en la parte
inferior al plano de deslizamiento, dilatados, la energía de deformación
en la distorsión se puede reducir por recolección de átomos grandes
en la zona dilatada y de átomos pequeños en la zona comprimida. Los
átomos intersticiales se reúnen en la zona dilatada, por debajo del plano
de deslizamiento de una dislocación en cuña positiva. Debido a que
la energía local es menor cuando una dislocación está rodeada por una
atmósfera de solutos, para hacer que una dislocación se desplace se
requiere una tensión mayor que la que se precisaría si no existiera
ninguna interacción entre la dislocación y los átomos solutos. Si la
tensión es lo suficientemente grande, se puede arrancar la dislocación
fuera de la atmósfera que la rodea. Cuando esto sucede, la dislocación
Al, V puede desplazarse con tensiones menores.
_g El caso mejor conocido de interacciones entre dislocaciones y áto-
o mos solutos es la existencia en el hierro y otros metales de un límite
elástico aparente superior y otro inferior. Se sabe que la presencia de
1 ~-~~~~-~. _ _._1__,_1__.l__,_1__..1__._I_ _ _.__-'-~~-~ un límite elástico aparente en el hierro está asociada con los átomos
0,1 0,2 0,3 0,4 0,7 1 2 3 4 solutos intersticiales (véase Sec. 5-5). El límite elástico superior co-
contenido atómico por ciento rresponde a la tensión requerida para arrancar las dislocaciones fuera
FrG. 5-9.-Incremento de la resistencia a la tracción del hierro por adiciones de las atmósferas de los átomos intersticiales.
en solución sólida, en función del contenido por ciento. (C. E. LACY y M. GEN- Para explicar el endurecimiento por solución sólida 2, se han de
SAMER: Trans. ASM, vol. 32, pág. 88, 1944.) considerar cierto número de tipos de interacción de átomos solutos.
El anclaje de Cottrell debido a la interacción elástica entre átomos
átomos solutos se agrupan preferentemente en dislocaciones, defectos solutos y dislocaciones, tal como se ha descrito anteriormente para los
de apilamiento, límites de ángulo pequeño y límites de grano. Sin átomos intersticiales, es un factor importante en el endurecimiento
embargo, incluso en redes perfectas, la distribución atómica no es por solución sólida. En vista de los efectos de valencia observados en
totalmente aleatoria. Cuando en una solución sólida de átomos A y B las soluciones sólidas, también se ha de considerar la interacción eléc-
estos últimos tienden a agruparse preferentemente alrededor de otros
1 A. H. CoTTRELL: "Dislocations and Plastic Flow in Crystals", Oxford
átomos B, hay tendencia al apiñamiento. Sin embargo, si un átomo B
University Press, Nueva York, 1953.
determinado está rodeado preferentemente por átomos A, la solución 2 Sobre las teorías relativas al endurecimiento por solución sólida, véanse
sólida presenta un orden de corta distancia. La tendencia al apiña- E. R. PARKER y T. H. HAZLETT: "Relation of Properties to Microstructure",
miento o a la ordenación de corta distancia se incrementa con el págs . 50-53, American Soc1ety for Metals, Metals Park, Ohio, 1954. A. H. COT-
aumento de las adiciones de soluto. TRELL ofrece un trabajo más matemático de las interacciones entre disloca-
ciones y átomos solutos en "Relation of Properties to Microstructure", pági-
Es probable que el endurecimiento por solución sólida no sea sim- nas 131-62, American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1954.
DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS [CAP. 5 FENOMENOS DEL LIMITE ELASTICO APARENTE 141

trica. Sin embargo, los cálculos efectuados indican que la interacción deslizamiento se producen más límites de dominio, la velocidad del
eléctrica es solo de un tercio a un séptimo, aproximadamente, de la endurecimiento por deformación es mayor en el estado ordenado que
interacción elástica. Suzuki 1 ha señalado la existencia de un tercer en el desordenado. Las aleaciones ordenadas con tamaño de dominio
tipo de interacción. Por medio de un razonamiento termodinámico se fino (aproximadamente 50 A) son más resistentes que las que se en-
demuestra que la concentración de átomos solutos en un defecto de cuentran en estado desordenado. Las aleaciones ordenadas con tamaño
apilamiento es mayor que la concentración media total. De aquí se de dominio grande tienen generalmente un límite elástico menor que
desprende que existe una "interacción química" entre estas zonas y las que se encuentran en estado desordenado. Esto ocurre porque las
las dislocaciones. Aun cuando en la mayoría de las aleaciones esta dislocaciones de las aleaciones bien ordenadas se agrupan en parejas,
interacción química es más débil que la fuerza de interacción debida teniendo cada par un vector de Burgers que es dos veces mayor que
al anclaje de Cottrell, la fuerza debida a la interacción química no el de las redes desordenadas.
disminuye tanto con el aumento de la temperatura como en el caso
del anclaje de Cottrell. Fisher 2 ha señalado que la existencia de orde- 5-5. Fenómenos del límite elástico aparente.-Muchos metales,
naciones de corta distancia o apiñamiento en las aleaciones produce particularmente el acero bajo en carbono, muestran un tipo de tran-
un efecto de endurecimiento. El deslizamiento en un metal puro no sición localizada y heterogé-
varía la energía interna de la red, ya que la configuración de átomos nea, desde la formación elás- lfmite elástico
a través del plano de deslizamiento es la misma antes y después del tica a la plástica, que produ- aparente superior
deslizamiento. La misma situación existe en una solución sólida to- ce un límite elástico aparen- ./
talmente desordenada, pero en una aleación con un orden de corta te en la curva tensión-defor-
distancia el deslizamiento destruirá parcialmente el modelo de orde- mación. En vez de tener una o
nación a través del plano de deslizamiento. En este último se produce c::n
curva de fluencia con una o
L..

una superficie interna de mayor energía, por lo que se precisa aumentar u


transición gradual desde el alargamiento en
la tensión requerida para producir deslizamiento. Cabe esperar que comportamiento elástico al k;-----.-¡--el límite elóstico
la interacción química de Suzuki predomine sobre la ordenación de plástico, tal como se mostró ¡ aparente
corta distancia en las soluciones diluidas, en las que la energía de los en la figura 3-1, los metales 1

defectos de apilamiento disminuye rápidamente con la concentración. con límite elástico aparente
1

En las soluciones sólidas concentradas predomina el endurecimiento tienen una curva de fluencia alargamiento
debido a ordenaciones de corta distancia. o, lo que es equivalente, un
En aleaciones binarias con ordenación de larga distancia, todos los diagrama carga-alargamiento FrG. 5-10.-Comportamiento típico en
átomos de los constituyentes ocupan lugares especiales de la red. Esto similar al de la figura 5-10. el límite elástico aparente.
origina una superred con célula unidad mayor y una estructura cris- La carga aumenta uniforme-
talina nueva. La interacción de las dislocaciones con una ordenación mente con la deformación elástica, desciende con rapidez, fluctúa al-
de larga distancia 3 produce un efecto de endurecimiento. Un cristal rededor de un valor de carga aproximadamente constante y luego vuel-
ordenado con tiene dominios en cuyo interior el orden es perfecto, ve a elevarse con deformación posterior. A la carga a la que se pro-
pero no está coordinado con el orden de los dominios vecinos. Puesto duce el descenso brusco se denomina límite elástico superior. La carga
que los límites de dominio son una intercara de energía elevada, existe constante es el límite elástico inferior y al alargamiento que se pro-
una interacción entre las dislocaciones y estos límites antifase. La duce con carga constante se le llama amplitud del alargamiento en el
tensión requerida para producir deslizamiento varía inversamente con límite elástico. La deformación que tiene lugar en toda la amplitud
la distancia entre límites de dominio. Debido a que al continuar el es heterogénea. En el límite elástico superior, localizada en una con-
centración de tensiones, p. ej., una marca, aparece una banda discreta
1 H. SuzuKr: Sci. Repts. Research lnsts. Tohoku Univ., vol. 4A, núm. 5. de metal deformado, visible frecuentemente a simple vista. Al mismo
págs. 455-63, 1952; "Dislocations and Mechanical Properties of Crystals", tiempo que se forma la banda, la carga desciende hasta el límite elás-
pág. 361, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1957.
2 J. c. FISHER: Acta Met., vol. 2, pág. 9, 1954.
tico inferior. Entonces, la banda se propaga a lo largo de la longitud
3 N. BROWN y M. HERMAN: Trans. AIME, vol. 206, págs. 1353-354, 1954: de la probeta, produciendo la amplitud del alargamiento en el límite
A. H. COTTRELL: "Relation of Properties to Microstructure'', págs. 131-62. elástico. Corrientemente, se forman varias bandas en diversos puntos
American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1954; N. BROWN: Phi!. de concentración de tensiones. Estas bandas se encuentran generalmen-
Mag .. vol. 4. págs. 693-704, 1959; P. A. FLINN: Trans. AIME, vol. 218, pági-
nas 145-54, 1960. te a unos 45º del eje de tracción. Se denominan usualmente bandas de
142 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS 5 SEC. POR DEFORMACION

Lüders, líneas de Hartmann o marcas de deformación, refiriéndose a temente, la teoría ha sido modificada en el sentido de que existe una
veces esta deformación como efecto Piobert. Cuando se han formado fuerte interacción entre átomos intersticiales y dislocaciones helicoidales
varias bandas de Lüders, la curva de fluencia es irregular en toda la cuando la red está deformada asimétricamente por átomos solutos, lo
amplitud del alargamiento, correspondiendo cada codo a la formación que origina una componente de tracción de la tensión 1•
de una nueva banda de Lüders. Una vez que las bandas de Lüders se La concentración local e de átomos solutos próximos a la dislo-
han propagado hasta cubrir toda la longitud de la sección de la pro- cación y la concentración media C0 guardan la relación
beta de ensayo, el flujo aumenta del modo usual con la tensión. Esto se-
ñala el fin de la amplitud del alargamiento en el límite elástico aparente. -U
c=c0 exph [5-6]
El fenómeno del límite elástico aparente se descubrió por primera
vez en el acero suave. En condiciones adecuadas, con este material
se pueden obtener límites elásticos superior e inferior pronunciados en la que U es la energía de interacción. Para el carbono y el nitróge-
y una amplitud de alargamiento de más del 10%. Recientemente, se no en el hierro, la energía de interacción tiene un valor que varía
ha aceptado el límite elástico aparente como un fenómeno general, pues- entre 0,5 y 1,0 ev. Al descender la temperatura, la atmósfera so}1:ta
to que se ha observado en cierto número de metales y alea~iones. Ad~­ se vuelve más concentrada y por debajo de una temperatura critica
más de en el hierro y el acero, se ha observado en el molibdeno poh- la atmósfera se condensa en una línea de átomos solutos. Estos átomos
cristalino, en el titanio y en las aleaciones de níquel, así como en los ocupan una posición de energía de interacción máxima justamente por
monocristales de hierro, cadmio, cinc, latones alfa y beta y en el alu- debajo del centro de una dislocación de cuña positiva, paralela a la
minio. Normalmente, este fenómeno se puede asociar con la presencia longitud de la dislocación.
de pequeñas cantidades de impurezas intersticiales o de sustitución. La tensión cizallante requerida para arrancar una dislocación fuera
Así, p. ej., se ha demostrado 1 que al eliminar casi totalmente, por de su atmósfera presenta un máximo cuando se representa en función
tratamiento con hidrógeno húmedo, el carbono y el nitrógeno de los del desplazamiento. Por consiguiente, las dislocaciones tienden a vol-
aceros desaparece el límite elástico aparente. Sin embargo, se precisa ver a su atmósfera cuando los desplazamientos son pequeños, pero
solo 0,001 % de cualquiera de estos elementos para que reaparezca. cuando se ha alcanzado cierta tensión el movimiento de la dislocación
En la obtención de un límite elástico superior pronunciado inter- se hace más fácil al aumentar la distancia que le separa de la atmós-
vienen cierto número de factores experimentales. Los factores que fa- fera. La tensión a la que las dislocaciones se separan de sus atmósferas
vorecen la consecución de dicho límite son: la utilización de una corresponde al límite elástico superior. Esta tensión hace que se liber.e
máquina de ensayos elásticamente rígida (dura), una alineación axial un torrente de dislocaciones que se precipitan en el plano de desh-
de la probeta muy cuidadosa, el uso de probetas exentas de concen- zamiento y se apilan en los límites de grano. La concentración de
traciones de tensiones, grandes velocidades de carga y, frecuentemente, tensiones, en el extremo del apilamiento, se combina con la tensión
ensayos a temperatura inferior a la ambiente. Si una vez evitadas cui- aplicada en el grano siguiente y libera las dislocaciones de dicho grano.
dadosamente las concentraciones de tensiones se puede hacer que la De este modo, una banda de Lüders se propaga por toda la probeta *.
primera banda de Lüders se forme en la mitad de la probeta, ~l lí~ite 5-6. Envejecimiento por deformación.-El envejecimiento por
elástico superior puede ser, aproximadamente, el doble del mfenor. deformación es un tipo de comportamiento, asociado usualmente con
Sin embargo, es más corriente obtener un límite superior de un 10% el fenómeno del límite elástico aparente, en el que al calentar un me-
a un 20 % mayor que el inferior. tal a una temperatura relativamente baja, después de deformarlo en
En la sección anterior se introdujo el concepto de Cottrell que frío aumenta la resistencia mecánica y disminuye la ductilidad. Este
atribuye el límite elástico aparente a la interacción de átomos solutos co~portamiento se puede ilustrar perf~c~amente considerando la fi~u­
con dislocaciones. Los átomos solutos se difunden hacia las disloca- ra 5-11, en la que se describe esquemat1camente el efecto del enve1e-
ciones, lo que hace descender la energía de deformación del cristal.
Entonces, las dislocaciones quedan ancladas por una atmósfera de l A. W. CocHARDT, G. ScHOEK y H. WIEDERSICH: Acta Met., vol. 3,
átomos solutos. La teoría original 2 consideraba que los átomos solu- págs. 533-37, 1955. , . , .
tos se secrregaban solamente en las dislocaciones de cuña, ya que las * Actualmente se opina que la caída de tensión inmediata al limite elast1co
helicoidal~s no tienen por lo general componentes de tracción. Recien- superior no se produce al .ser arrancada~ ~e s_u, atll!ó~fera las disl.ocacio!les an-
cladas, sino por un mecamsmo de mult1phcac10n ~~pida de las ?-~slocac1ones Y
por ser la velocidad del movi~i~nto de esta,s ~unc10p .de la tens1on. Tal meca-
1 J. R. Low y M. GENSAMER: Trans. AIME, vol. 158, págs. 207, 1944. nismo explica todas las peculiaridades del hm1te elastico aparente Y del en;~­
2 A. H. COTTRELL y B. A. BILBY: Proc. Phys. Soc. (Londres), vol. 62A. jecimiento por deformación. Véase C. T. HAHN: Acta Met., vol. 10, pagi-
págs. 49-62, 1949. nas 727-38, 1962. (N. del T.)
144 DE AGREGADOS POLICRISTALINOS [CAP. 5
SEC. POR DEFOP.MACION 145

cimiento por deformación sobre la curva de fluencia de los aceros punto de vista práctico, es importante eliminar el envejecimiento por
bajos en carbono. La zona A de dicha figura muestra la curva tensión- deformación en la embutición profunda del acero, ya que la reaparición
deformación de un acero bajo en carbono deformado plásticamente, del límite elástico aparente puede dar lugar a la formación de defectos
a través de la amplitud del alargamiento en el límite elástico aparente, superficiales o "marcas de deformación" debidos a la deformación
hasta una deformación correspondiente al punto x. Se descarga en- heterogénea localizada. Para controlar el envejecimiento por deforma-
tonces la probeta y se la vuelve a ensayar sin demora apreciable o sin ción, es conveniente disminuir la cantidad de carbono y nitrógeno en
ningún tratamiento térmico (zona B). Obsérvese que al volver a cargar solución añadiendo elementos que puedan sustraer parte de los átomos
no aparece el límite elástico aparente, puesto que las dislocaciones han intersticiales a la solución reteniéndolos en forma de 'carburos o ni-
sido arrancadas fuera de la atmósfera de átomos de carbono y nitró- truros estables. Con este fin se han utilizado el aluminio, el vanadio,
geno. Consideremos ahora que se deforma la probeta hasta el punto Y el titanio, el niobio y el boro. Aun cuando se puede conseguí.,. cierto
grado de control sobre el envejecimiento por deformación, no existen
aceros comerciales bajos en carbono totalmente exentos de envejeci-
miento por deformación. Normalmente, la solución industrial de este
problema consiste en deformar el metal hasta el punto X mediante
una laminación superficial ( skin-pass) o un planeado con rodillos (roller
t levelling), utilizándolo inmediatamente antes de que pueda envejecer.
e
·o De la misma forma que se ha reconocido como un fenómeno me-
'iii
e talúrgico general la existencia del límite elástico aparente, se ha con-
2
firmado también la existencia del envejecimiento por deformación en
metales diferentes a los aceros suaves. Aparte de la reaparición del
límite elástico aparente y de su incremento después de un tratamiento
de envejecimiento, se ha sugerido 1 que son características del enve-
jecimiento por deformación la aparición de una curva de fluencia den-
deformación ~ tada y de un mínimo en la variación con la temperatura de la sensi~
FIG. 5-11.-Curvas tensión-deformación de un acero al carbono que bilidad a la velocidad de deformación. La sensibilidad a la velocidad de
muestran el envejecimiento por deformación. La región A corresponde deformación es la variación de tensión requerida para producir cierta
al material virgen deformado hasta más allá del límite elástico aparente. alteración en la velocidad de deformación a temperatura constante
La región B corresponde a la reanudación del ensayo inmediatamente (véase Cap. 9). La aparición de dientes en la curva tensión-deforma-
después de alcanzarse el punto X. La región C muestra la reaparición
del límite elástico aparente después de envejecimiento a 150 ºC. ción se conoce como fluencia discontinua o repetida. Se la denomina
también efecto Portevin-Le Chatelier. Este fenómeno se debe a fluen-
y se retira la carga. Si se vuelve a cargar después de un envejeci- cia y envejecimiento sucesivos mientras se está ensayando la probeta.
miento de varios días a temperatura ambiente o de varias horas a una Esto proviene del hecho de que en el intervalo de temperaturas en las
temperatura de envejecimiento de unos 150 ºC, el límite elástico apa- que se produce el fenómeno el tiempo requerido para la difusión de los
rente reaparece. Además, dicho límite se incrementa, por el tratamiento átomos solutos hacia las dislocaciones es mucho menor que el que se
de envejecimiento, de Y a Z. La reaparición del límite elástico aparente precisa para un ensayo de tracción corriente. Se ha observado la fluen-
se debe a la difusión de los átomos de carbono y nitrógeno hacia las cia discontinua en las aleaciones de aluminio con 3 % de magnesio,
dislocaciones, durante el período de envejecimiento, a fin de formar en el duraluminio, en el latón alfa y en el acero ordinario al carbono.
nuevas atmósferas de átomos intersticiales que anclan otra vez dichas En los aceros ordinarios al carbono, la fluencia discontinua se pro=
dislocaciones. En apoyo de este mecanismo se encuentra el hecho de duce en la zona de temperaturas comprendida entre los 232º y los
que la energía de activación para que reaparezca el límite elástico 371 ºC (450°-700º F). Esta zona de temperaturas se conoce con el nom-
concuerda perfectamente con la necesaria para la difusión del carbono bre de región de fragilidad al azul porque el acero calentado dentro
en el hierro alfa. de este intervalo (color de revenido azul) muestra una ductilidad en
El nitrógeno desempeña un papel más importante que el carbono tracción más baja y la resistencia al choque en probeta con entalla
en el envejecimiento por deformación del hierro, debido a que tiene es también menor. Este intervalo de temperaturas es también la zona
una solubilidad y un coeficiente de difusión mayores y produce una
precipitación menos completa durante el enfriamiento lento. Desde un 1 I. D. LUBAHN: Trans. ASM, vol. 44, págs. 643-66, 1952.
DIETER.-10
146 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTAL!NOS [CAP. 5
SEC. 5-7] E:\DURECIMIENTO PRODUCIDO POR PARTICULAS DE SEGUNDA FASE 14/

en la que los aceros muestran una sensibilidad mínima a la velocidad


Entre e~tos se incluyen el tamaño, forma, número y distribución de
de deformación y una velocidad de envejecimiento por deformación
las par~1culas de segund_a ~ase, la resistencia, la ductilidad y el com-
máxima. Estos hechos indican que la fragilidad al azul no es un
portam1en to del endu~ec1m1ento por deformación de la matriz y de la
fenómeno distinto, sino un envejecimiento por deformación ace-
s~gunda fase, el encaJe metalográfico y la energía y el enlace interfa-
lerado. ciales en~re fases._ En los experimentos es casi imposible variar estos
Conviene dístinguir entre el fenómeno de envejecimiento por de- factores 1i:depend1enten:-ente y resulta muy difícil medir muchas de
formación y el proceso de envejedmiento después del temple, que se
estas cantidades con cierto grado de precisión. Por consiguiente, el
produce en los aceros bajos en carbono. El envejecimiento posterior
efecto d~ l~s segundas fases sobre las propiedades mecánicas se co-
al temple es un tipo real de endurecimiento por precipitación que tiene noce, pnnciJ?almente,. ~e. modo empírico y es incompleto.
lugar después de templar desde la temperatura de solubilidad máxi- En aleac10nes pohfas1cas, cada fase aporta algo a las propiedades
ma del carbono y el nitrógeno en la ferrita*. El envejecimiento pos-
terior a temperatura ambiente, o ligeramente superior, produce un
aumento en la dureza y en el límite elástico como ocurre en el endu-
recimiento por envejecimiento de las aleaciones de aluminio. Para
producir envejecimiento por temple no se precisa deformación plástica.
5Q7. Endurecimiento producido por partículas de segunda b
fase.-Solo un número relativamente pequeño de sistemas de aleacio-
nes permiten una amplia solubilidad sólida entre dos o más elementos.
Asimismo, en la mayoría de los sistemas de aleaciones, solo se puede
producir un efecto de endurecimiento relativamente pequeño mediante
adiciones en solución sólida. Por consiguiente, la mayor parte de las
aleaciones comerciales contienen una microestructura heterogénea com-
puesta de dos o más fases metalúrgicas. Se puede encontrar cierto (a)
número de estados diferentes 1• Las dos fases pueden ser dúctiles y (b)

hallarse presentes en la microestructura en forma relativamente masiva, FIG. 5-12.-Estimación de las tensiones de fluencia de las aleaciones de dos
como en el latón alfa-beta. Por otro lado, la estructura puede estar fases .. a) Igual defor~ación: ~) igual tensión. (De J. E. DoRN y C. D. STARR:
formada por una fase dura y frágil en una matriz dúctil, como los Relatzon of Propertzes to Mzcrostructure, págs. 77-78, American Society for
Metals, Metals Park, Ohio, 1954.)
glóbulos de cementita en el acero globulizado o las partículas de
carburo de volframio en la matriz de cobalto de las herramientas de
corte de carburos cementados. d~l conjunto. Si la c?,ntribuci~n. de cada fase ;s independiente, las pro-
El endurecimiento producido por partículas de segunda fase se piedades de. la aleacion de mutiples fases sera un promedio ponderado
suma normalmente al endurecimiento por solución sólida producido de las pr~~iedades de las fases individuales. Así, p. ej., la densidad de
en la matriz. En las aleaciones de dos fases, producidas por métodos una ~leac1on de dos fases es igual a la suma de los productos de las
de equilibrio, la existencia de una segunda fase asegura un endureci- fracc10nes en volumen de cada fase por sus densidades. Sin embargo
miento por solución sólida máximo porque su presencia es resultado en las propiedades mecánicas sensibles a la estructura, las propieda~
de la sobresaturación de la fase continua. Además, la presencia de des del agregado están generalmente influidas por la interacción entre
partículas de segunda fase en la matriz continua produce tensiones las dos fases. Partiendo de las propiedades de las fases individuales
internas localizadas que modifican las propiedades plásticas de la fase se pueden u~i}izar dos hipótesi~ sencillas para calcular las propiedades
continua. Para la completa comprensión del endurecimiento producido de una aleac10n de dos fases. S1 se supone que la deformación de cada
por partículas de segunda fase se han de considerar muchos factores. fase es igual, l~ t.ensión media de la aleación para una deformación
dada aumentara lmealmente con la fracción en volumen de la fase
* F. MuÑoz DEL CORRAL: "La fase O'. del sistema Fe-C", Revista I.H.A., más resisten te :
número especial noviembre 1952.
1 J. E. DoRN y C. D. STARR han estudiado en su trabajo el efecto de las [5-7]
partículas de segunda fase sobre las propiedades mecánicas: "Relation of Pro-
perties to Microstructure", págs. 71-94, American Society for Metals, Metals La fracción en volumen de la fase 1 es fii y f1 + f2 =l. La figura 5-12 a
Park, Ohio, 1954. muestra el cálculo de la curva de fluencia para una aleación con una
SEC. 5-7] ENDURECIMIENTO PRODUCIDO POR PARTICULAS DE SEGUNDA FASE 149
148 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS [CAP. 5
ción o por envejecimiento. Las aleaciones de aluminio y las cobre-be-
fracción en volumen de 0,5 de la fase 2, basándose en la hipótesis de rilio endurecidas por envejecimiento son ejemplos comunes. Para que
deformaciones iguales. La otra hipótesis consiste en suponer que las se produzca endurecimiento por precipitación, la segunda fase ha de
dos fases están sometidas a tensiones iguales. La deformación media ser soluble a temperatura elevada, pero debe mostrar una disminución
de la aleación a una tensión determinada viene dada por de solubilidad al descender la temperatura. Por el contrario en los
sistemas de endurecimiento por dispersión, la segunda fase ti~ne muy
Emedia = f¡E¡ + f2E2 [5-8 J
poca solubilidad en la matriz, incluso a temperaturas elevadas. Nor-
La figura 5-12 b muestra la curva de fluencia para una aleación con malmente, hay coordinación o coherencia entre las redes del precipi-
una fracción en volumen de 0,5 basándose en la hipótesis de que las tado y la matriz, mientras que en los sistemas de endurecimiento por
dos tensiones son iguales. Ambas hipótesis son simples aproximaciones dispersión no existe coherencia, generalmente, entre lás partículas de
y las resistencias de las aleaciones que contienen dos fases dúctiles se segunda fase y la matriz. Las exigencias que impone la disminución
encuentran, normalmente, en un punto situado entre los valores pre- de solubilidad en función de la temperatura limitan el número de sis-
dichos por los dos modelos. temas útiles de aleaciones endurecibles por precipitación. Por otro
La deformación de una aleación compuesta por dos fases dúctiles lado, es posible, al menos teóricamente, producir un número casi infi-
depende de la deformación total y de las fracciones en volumen de las nito de sistemas de endurecimiento por -dispersión, mezclando polvos
fases. El deslizamiento se produce primeramente en la fase más débil metálicos fi~amente divididos con partículas de segunda fase (óxidos,
y, si se halla presente muy poca cantidad de fase más fuerte, la mayor carburos, mtruros, boruros, etc.) y consolidándolas con técnicas de
parte de la deformación continúa en la fase más blanda. En grandes metalurgia de polvos. Con este método se han obtenido ventajas en
deformaciones, el flujo de la matriz se produce alrededor de las par- la producción de sistemas de endurecimiento por dispersión que son
tículas de la fase más dura. Si la fracción en volumen de la fase más térmicamente estables a temperaturas muy elevadas. A causa de las
dura es menor que 0,3, aproximadamente, la fase blanda se deforma partículas de segunda fase finamente dispersas, estas aleaciones son
más que la dura en reducciones de hasta el 60%. Con reducciones mucho más resistentes a la recristalización y al crecimiento de orano0
mayores las dos fases se deforman más uniformemente. Cuando las que las aleaciones monofásicas. Asimismo, debido a la pequeña solu-
dos fases se hallan presentes en cantidades iguales experimentan, apro- bili.dad del constituyente de la segunda fase en la matriz, las partículas
ximadamente, el mismo grado de deformación 1• res1s,ten el crecimiento o el sobreenvejecimiento mucho más que las
Las propiedades mecánicas de una aleación compuesta por una fase P.ªr.t1ci:I,as de segunda fase de un sistema de endurecimiento por pre-
dúctil y por otra frágil y dura dependen de la distribución de esta c1p1tac1on.
última en la microestructura. Si la fase frágil se encuentra en forma La formación de un precipitado coherente en un sistema de endu-
de envuelta de límites de grano, como las aleaciones cobre-bismuto re,cimiento por precipitación, como el Al-Cu, se produce en cierto
exentas de oxígeno o en el acero hipereutectoide, la aleación es frágil. numero de pasos. Después de templada desde la solución sólida la
Si la fase frágil se halla en forma de partículas discontinuas en los aleación contiene zonas de segregación de soluto o apiñamiento. Gui-
límites de grano, p. ej., cuando se añade oxígeno a las aleaciones co- ner y . Prestan utilizando técnicas especiales de rayos X detectaron
bre-bismuto, o en el cobre y el níquel oxidados internamente, la fra- por pnmera vez este apiñamiento local y, por consiguiente, a esta es-
gilidad de la aleación se reduce ligeramente. Cuando la fase frágil se tructura se la conoce como zona GP. El apiñamiento puede producir
encuentra en forma de fina dispersión uniformemente distribuida por deformación local, de manera que la dureza de GP [ 1] es mayor que
toda la matriz más blanda, se obtiene un estado con una resistencia para la solución sólida. Con un envejecimiento adicional la dureza
mecánica y una ductilidad óptimas. Este estado se encuentra en los continúa aumentando por la ordenación de grandes grupos' de átomos
aceros tratados térmicamente con una estructura martensítica revenida. de cobre sobre los planos { 100} de la matriz. Esta estructura se co~
El endurecimiento producido por una segunda fase insoluble, fina- noce. como GP[2] o()". A continuación, sobre los planos {100} de la
mente dispersa en una matriz metálica, se conoce como endurecimien- matnz se forman plaquitas definidas de precipitado de CuAlz o ()', que
to por dispersión. Cuando se da un tratamiento de disolución y se son coherentes con la matriz. El precipitado coherente produce un
templa una aleación cuya segunda fase se encuentra en solución sólida campo de deformación aumentada en la matriz y un aumento adicional
a temperatura elevada, pero que precipita después de templarla, al de dureza. Con todavía más envejecimiento se forma, a partir de la
red de transición 8 la fase de equilibrio CuAlz o e. Estas partículas
1
envejecerla a temperatura inferior se produce un fenómeno de endu- ,

recimiento muy similar conocido como endw·ecimiento por precipita- ya no son coherentes con la matriz y, por tanto, la dureza es menor
que cuando se hallaba presente la estructura coherente ()'. En la ma-
· 1 L. M. CLAREBROUGH: Australian J. Sci. Repts., vol. 3, págs. 72-90, 1950,
150 DEFORMACION PLASTICA POLICRISTALINOS [CAP. 5 SEC. ENDURECIMIENTO PRODUCIDO POR PARTICULAS DE SEGUNDA FASE 151

yoría de las aleaciones endurecibles por precipitación, el primer pre- variar ninguno de ellos sin que afecte a los otros (véase problema 5-5).
cipitado que el microscopio ordinario permite resolver es de partículas Por ejemplo, para una fracción en volumen dada de segunda fase, al
que ya no son coherentes con la matriz. El envejecimiento continuado reducir el tamaño de las partículas disminuye la distancia media entre
más allá de esta etapa produce un crecimiento de partículas y un ellas. Para un tamaño de partícula determinado, la distancia entre par-
aumento posterior de dureza. La figura 5-13 muestra de qué modo varía tículas decrece con el aumento de la fracción en volumen de la segunda
la resistencia mecánica con el tiempo de envejecimiento o con el ta- fase. No se han determinado las relaciones existentes entre la resisten-
maño de las partículas. La secuencia de los sucesos en el sistema Al-Cu cia mecánica y los factores geométricos para las aleaciones reales.
es particularmente complicada. Aun cuando otros sistemas de endu- Sin embargo, los aspectos cualitativos del endurecimiento por dis- .
recimiento. por precipitación pueden no tener tantas etapas, es bas- persión se pueden considerar tomando como ejemplo ei estado cono-
tante corriente que se forme un precipitado coherente que luego pier- cido de las partículas de carburo en la ferrita. En general, la dureza
de coherencia cuando las partículas crecen hasta un tamaño crítico. y la resistencia mecánica aumentan con el contenido de carbono o
La observación metalográfica de los mecanismos de la deforma- fracción en volumen de la fase carburo. Además, con un contenido de
ción en los sistemas de endurecimiento por precipitación requieren carbono dado, la resistencia será mayor para un espaciado fino entre
técnicas muy cuidadosas 1• En las partículas del carburo que para uno basto. El tamaño de las par-
estado bruto de temple las ban- tículas tiene un efecto menos importante sobre las propiedades de
f)" r
das de deslizamiento son an - tracción, pero, para una fracción en volumen determinada de carburos,
d 8
pérdida de coherencia
chas y ampliamente espaciadas. los carburos laminares son más resistentes que los globulares. La forma
~zonasGP ~ Al continuar el envejecimiento, de las partículas es de gran importancia en los ensayos de choque con
precipitado de las bandas de deslizamiento se probeta entallada, en los que las estructuras globulares se muestran
equilibrio hacen más finas y se van apro- más tenaces que las laminares.
8
ximando. Al formarse las zo- La metalografía cuantitativa detallada sobre aceros tratados térmi-
nas GP [2], y según la aleación camente para obtener diversos espaciados entre partículas, ha mostra-
tiempo de envejecimiento --- avanza hacia su punto máximo do la relación existente entre la resistencia mecánica y la estructura.
tamaño de partículas ~
de dureza, se pueden observar Gensamer y sus colaboradores 1 han comprobado que el límite elástico
FrG. 5-13.-Variación del límite elástico cada vez menos bandas de des- convencional del 0,2% de deformación permanente es inversamente
con el tiempo de envejecimiento (es- lizamiento con el microscopio proporcional al logaritmo del espaciado medio entre partículas ( reco-
quema). electrónico. Cuando la aleación rrido libre medio en la ferrita) en las estructuras perlítica y globular
comienza a sobreenvejecerse y (Fig. 5-14). La confirmación de esta relación se ha comprobado en las
se rompe la coherencia, se pueden observar de nuevo las líneas de estructuras martensíticas revenidas 2 y en las aleaciones Al-Cu sobre-
deslizamiento. Estudios realizados con el microscopio electrónico han envejecidas 3 • La figura 5-15 muestra el importante endurecimiento
mostrado que el movimiento de las dislocaciones se ve impedido por producido por partículas de CuA}z en una aleación Al-Cu. En ella se
preciJ?itados. total y parcialmente coherentes, pero que, algunas veces, observa la variación del límite elástico con la temperatura en una alea-
las dislocac10nes cortan a las partículas. En los precipitados no cohe- ción que contiene un 5 % en volumen de CuAb en tres estados. La
rentes, las bandas de deslizamiento no cortan a las partículas. Por el curva superior corresponde a una dispersión fina de CuA}z; la de en
contrario, las líneas de dislocación se curvan para esquivar las partícu- medio a una dispersión basta, y la inferior a una aleación sin partículas
las, probablemente por un proceso de deslizamiento cruzado 2• dispersas, que contiene la misma cantidad de cobre en solución sólida
El grado de endurecimiento producido por las dispersiones de una que las aleaciones superiores.
segunda fase depende de la distribución de las partículas en la matriz La tabla 5-2 relaciona la variación del límite de proporcionalidad y
blanda. Además de por la forma, la dispersión de la segunda fase se de la resistencia a la tracción en función de la composición y del es-
p~ede describir especificando la fracción en volumen, el diámetro me- paciado medio entre partículas para una serie de aleaciones Co-WC
d10 de las partículas y el espaciado medio entre las mismas. Estos
factores están todos relacionados entre sí, de forma que no se puede 1 M. GENSAMER, E. B. PEARSALL, V!. s. PELLINI y J. R. Low, Jr.: Tra11s.
ASM, vol. 30, págs. 983-1020, 1942.
i. G. THOMAS y J.
NUTTING: J. Inst. Metals, vol. 86, págs. 7-14. 1957-1958; 2A M. TURKALO y J. R. Low, Jr.: Trans. Met. Soc. AIME, vol. 212,
R. B. NICHOLSON, G. THOMAS y J. NUTTING: Acta Met., vol. 8, págs. 172-76, págs. 750-58, 1958.
1960. 3 C. D. STARR, R. B. SHAW y J. E. DoRN: Trans. ASM, vol. 46, págs. 1075-
2 088. 1954.
.P. B. HIRSCH: J. lnst. Metals, vol. 86, págs. 13-14, 1957-58.
DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS SEC. ENDURECIMIENTO PRODUCIDO POR PARTICULAS DE SEGUNDA

Estas aleaciones se prepararon por metalurgia de polvos y están com- nes. Al realizar el primer análisis de este problema, Mott y N abarro 1
puestas de dispersiones uniformes de WC de 2µ en una matriz de consideraron que las líneas de dislocaciones toman una forma ligera-
cobalto. El rápido aumento del límite de proporcionalidad con el in- mente curva cuando se desplazan a través de la red, en vez de mo-
cremento de la fracción en volumen de la segunda fase, muestra el efec- verse en línea recta. Puesto que los diferentes segmentos de la línea
to producido al disminuir el espaciado entre partículas como conse~ de dislocación pueden moverse parcialmente independientes unos de
cuencia del aumento del límite elástico de la matriz dúctil. La resis- otros, los campos aleatorios de tensiones en la matriz, que interactúan
tencia a la tracción es mucho menos sensible. Sin embargo, cuando con la línea de dislocación, no se cancelan. Como quiera que las dis-
35 .--~A......,.~~~~~-,-~~.,.--~~~~-,.--~___,
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200
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5 º/o gruesa
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40 i--- • perlita eutectoide
O,__~__..~~~---~~~~~~~~~~~__,
o perlita globular o 100 200 300 400 500 600 700
.--- t. perlita hipoeutectoide temperatura, °K
FIG. 5-15.-Variación del límite elástico con la temperatura para una aleación
o 1 1 1 1
Al-Cu que contiene 5 % en volumen de partículas finas o gruesas de segunda
3,0 3.4 3.8 4.2 4.6 5,0 54 5,8 fase. (C. D. STARR, R. B. SHAW y J. E. DORN: Trans. ASM, vol. 46, pági-
logaritmo del trayecto en ferrita, ! na 1085, 1954.)
FIG. 5-14.-Límite elástico en función del logaritmo del trayecto libre medio
en la ferrita en aceros con perlitas laminar y globular. (M. GENSAMER, E. B. PEAR- locaciones poseen una tensión lineal, que tiene a mantener su longitud
SALL, W. S. PELLINI y J. R. Low: Trans. ASM, vol. 30, pág. 1003, 1942.) en un mínimo, cualquier flexión o aumento de longitud en las líneas
de dislocación requiere un consumo extra de energía. El radio mínimo
de curvatura hasta el que puede ser curvada una dislocación bajo la
casi toda la microestructura es carburo de volframio, el material rom- influencia de un campo interno de tensiones T¡, está dado por
pe de una manera frágil por fractura a través de los carburos. La
fractura se inicia en la fase frágil del carburo, pero no se propaga R= Gb [5-9]
fácilmente a través de la envolvente de cobalto que la rodea. Sin em- 2Ti
bargo, con uua fracción en volumen de carburo elevada muchas par-
tículas de WC se tocan y la fractura frágil se puede propagar fácil- Orowan 2 ha sugerido que el límite elástico de una aleación que
mente de carburo en carburo. El efecto producido es la disminución contenga una dispersión de partículas finas está determinado por la
de la resistencia a la tracción.
l N. F. MOTT y F. R. N. NABARRO: Proc. Phys. Soc. (Londres), vol. 52
Los modelos de dislocaciones de los endurecimientos por disper-
pág. 86, 1940.
sión y por precipitación consideran que las partículas de segunda fase 2 E. ÜROWAN, discusión en "Symposium on Internal Stresses", pág. 451,
actúan como obstáculos que impiden el movimiento de las dislocado- Institute of Metals, Londres, 1947.
DE AGREGADOS POLICRISTALINOS [CAP. 5 SEC. ENDURECIMIENTO DEBIDO A DEFECTOS DE PUNTO

TABLA 5-2 plano de deslizamiento. Por este motivo, para que la deformación con-
tinúe se requiere un incremento de la tensión cizallante. Por consi-
Variación de las propiedades de tracción con la fracción en volumen guiente, la presencia de partículas dispersas conduce a un incremento
de la segunda fase en las aleaciones Co-WC * del endurecimiento por deformación durante el período en el que se
están formando los anillos alrededor de las partículas. Esto continúa
Fracción en volumen.
de WC
Trayecto medio entre
partículas
Límite proporcional,
Kg/mm 2
Resistencia a la
tracción, Kg/mm 2
hasta que la tensión cizallante desarrollada por los anillos es lo sufi-
cientemente elevada para cizallar a las partículas o a la matriz circun-
72,1
dante. De acuerdo con la teoría expuesta por Fisher,, Hart y · Pry 1,
º·ºº
0,10
0,35
16,8
3,4
6,3
14,7
71,4
115,5
el incremento de la tensión cizallante, 711' debido a las partículas finas,
está relacionado con la fracción en volumen en la segunda fase, f, y la
0,50 1,7 28,0 121,0 resistencia al cizallamiento de una matriz sin dislocaciones, Te, por la
0,63 1,0 52,0 135.0 expresión
0,78 0.4 59.5 86,8
0,90 0,2 66,5 [5-11]

, , c. NrsHIMATSU y J. GuRLAND: Trans. ASM, vol. 52, págs. 469-84, 1960.


en la que n tiene un valor entre 1 y 1,5.
La relación de Orowan entre la resistencia mecánica y el espaciado
tensión cizallante requerida para forzar a una línea de dislocación a de las partículas se ha confirmado experimentalmente para la mayoría
pasar entre dos partículas separadas por un distancia A. En la figu- de los sistemas que contienen partículas sobreenvejecidas o no coheren-
ra 5-16 la etapa 1 muestra una línea recta de dislocación aproximándose tes. La ecuación de Fisher, Hart y Pry para la contribución al endu-
a dos partículas separadas por una distancia A. En la etapa 2 la línea recimiento por deformación, a partir de partículas dispersas, también
está empezando a curvarse y en la 3 ha alcanzado la etapa crítica. Pues- se ha confirmado aproximadamente. De acuerdo con la Ec. [5-10], la
to que A es igual al doble del radio de curvatura crítico, de la Ec. [5-9] resistencia al cizallamiento de una aleación endurecida por dispersión
alcanza un valor máximo cuando es igualmente posible que las dislo-

01
caciones pasen entre las partículas o las cizallen. Al aumentar la dis-
).
T'
tancia entre partículas, el radio de curvatura crítico aumenta y la ten-
• © sión requerida para curvar la línea de dislocación disminuye. Cuando

~
.1 {. • © 0
( 5)
la distancia entre partículas disminuye, la línea de dislocación se hace
más rígida. Es difícil que una línea de dislocación se curve lo sufi-
ciente para pasar entre partículas y en lugar de ello las cizalle. Existen
indicios de que en la zona de espaciados pequeños entre las partículas,
el límite elástico es una función directa del radio de las partículas.
( 2) ( 3) (4)
(1)

FIG. 5-16.-Dibujo esquemático de las diferentes fases del pa~o de una dislo- 5-8. Endurecimiento debido a defectos de punto.-Si se bom-
cación entre obstáculos muy separados, basado en el mecamsmo de Orowan
del endurecimiento por dispersión. bardean los metales con partículas nucleares de elevada energía se
producen vacantes y átomos intersticiales. El bombardeo de la red con
deducimos que la tensión necesaria para forzar la línea de dislocación neutrones rápidos, que tengan energías de hasta dos millones de elec··
trón-voltios, hace que se desplacen átomos hasta posiciones intersti-
a pasar entre los obstáculos está dada por
ciales de la red, dejando tras de sí vacantes. La irradiación con neu·
Gb trones incrementa la dureza y el límite elástico de la mavoría de los
T== [5-10] metales. En los monocristales de cobre, una cantidad de 1018 neutrones
por centímetro cuadrado aumenta el límite elástico diez veces y varía
En la etapa 4 la dislocación ha pasado entre los obstáculos, dejándo- las características de deformación de tal manera que se hacen similares
los rodeados por pequeños anillos de dislocación. Cada dislocación a las del latón alfa 2• En los metales que muestran· una transición de
que se desliza sobre el plano de deslizamiento añade un anillo alrede-
J. C. FISHER, E. W. HART y R. H. PRY: Acta Met. . vol. l, pág. 336. 1953.
1
dor del obstáculo. Estos anillos de dislocación ejercen una retroten- A. H. COTTRELL : "Vacancies and Other Point Defects in Metals and
2
sión que tienen que vencer las dislocaciones que se mueven sobre el Alloys", págs. 1-39, Institute of Metals, Londres, 1958.
156 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS 5
SEC. ENDURECIMIENTO POR DEFORMACION Y EN FRIO 157
dúctil a fráail, como el acero, la irradiación prolongada de neutrones
movimiento a través de la red. Solamente se produce un pequeño
puede eleva~ apreciablemente la temper~t1:ra de transi~ión. Los ca~­ orado de endurecimiento por deformación si el deslizamiento ocurre
bios estructurales que producen endurecimiento y deterioro por radia-
ción son difíciles de estudiar con detalle, porque actúan simultánea-
~obre un solo juego de planos paralelos, como en los. monocristales. de
los metales he. Sin embargo, incluso en los monocnstales, el desliza-
mente al menos dos defectos de punto. Los átomos intersticiales son
miento fácil extenso no es un fenómeno general y no se ha observado
aún más móviles que las vacantes, de forma que se precisan tempe-
en las probetas policristalinas. Debido a la interferencia mutua de los
raturas bastante bajas para impedir que interactúen con otros defectos
oranos adyacentes de una probeta policristalina, se produce fácilmente
reticulares. deslizamiento múltiple, existiendo un endurecimiento por deformación
Templando rápidamente un metal puro (de manera que no pue~a apreciable. La deformación plástica que se lleva a cabo en una. z~na
haber precipitación de una segunda fase) desde una temperatura pro- de temperatura y sobre un intervalo de tiempo tales que no se ehmma
xima a su punto de fusión, se puede producir un estado en ~l que los el endurecimiento por deformación, se denomina trabajo en frío.
únicos defectos de punto sean vacantes. A temperatura ambiente o a La deformación plástica produce un aumento en el número ~e dis-
una inferior el metal es una solución sobresaturada de la mayoría de locaciones, que en virtud de su interacción crean un estado mterno
las vacante~ que existían en equilibrio a temperatura superior. Por de tensión más elevado. Un metal recocido contiene unas 106 a 108
temple se pueden conseguir concentraciones de vacan!e~ de hasta 1o.-4, dislocaciones por centímetro cuadrado, mientras que un metal muy
aproximadamente. Los metales blandos como el alummio, cobre y c~~c deformado plásticamente contiene 1012, aproximadamente. El endur~­
pueden ser endurecidos introduciéndoles, de e.st~ modo, una poblacion cimiento por deformación o el trabajo en frío se pueden detectar. fa-
de vacantes distribuidas al azar. El endureczmzento por temple pro- cilmente por difracción de rayos X, pero, normalmente, ~? es posible
duce un aumento del límite elástico y una disminución de la velocidad el análisis detallado de los diagramas de rayos X en func10n de la es-
de endurecimiento por deformación, lo mismo que ocurría en el endu- tructura del estado de deformación en frío. En los diagramas de Laue,
recimiento por radiación. Por consiguiente, la dispersión de defectos la deformación en frío produce emborronamiento, o asterismo, de las
de punto puede producir endurecimiento por analogía con el i:roducido manchas. En los diagramas de Debye-Scherrer las líneas aparecen en -
por la dispersión de partículas de segunda fa~e. El meca~ismo . que sanchadas por la deformación en frío. El ensanchamiento de las líneas
produce este endurecimiento no se ha determma~o todavia: Existen de rayos X puede ser debido tanto ~,una. disminución del ~amaño de
ciertas pruebas de que en esta etapa las vacantes aisladas en:1g~ai:- ha- la unidad de difracción, como ocurnna s1 los granos estuvieran frag-
cia apiñamientos. Si se interpone un tratamiento de enveJecim1ento mentados por deformación en frío, co~o a un incr.ement~ en la defor-
entre el temple y la medición de las propiedades de tracción, se pro- mación reticular debido a la interaccion de las dislocac10nes. Se han
duce un mayor endurecimiento por temple. Es probable que el enve- desarrollado 1 técnicas para analizar el perfil completo de los máximos
jecimiento permita que las vacantes emigren a las dislocaciones, con de las líneas de rayos X y para determinar la contribución debida a
las que interactúan e impiden su movimiento (véase Sec. 6-12). Mucho la deformación reticular y al tamaño de las partículas. Es probable
queda por aprender acerca de 1a interacción de los defectos de punto que, mejorando este método y aplicando su técnica más ampliamen~e,
entre sí y con los defectos de línea y, asimismo, sobre cómo estas se comprenda mejor la estructura de los metales deformados en fr10.
interacciones afectan a las propiedades mecánicas. Mediante estudios realizados utilizando microhaces de rayos X 2 Y la
La deformación plástica produce defectos de punto, principalmente microscopía electrónica de películas delgadas, se ha obtenido un mo-
vacantes. Estos defectos de punto se crean por la intersección de dis- delo bastante exacto de la estructura de los metales deformados en
locaciones y, por tanto, la discusión de este tema se deja para el ca- frío. La fiaura 5-17 es un dibujo esquemático de la estructura defor-
pítulo 6. La formación de vacantes tiene part~cular importapcia en la mada en f~ío que se produce en el interior de un grano único. Es una
fatiga de los metales y, desde este punto de vista, se tratara en el ca- estructura celular compuesta de zonas de red relativamente perfect.as
pítclo 12. A temperaturas elevada.s: las vacantes adquieren gr~n imp~r­ que están unidas entre sí por límites constituid?s por re~es de. dis-
tancia para el control de la difus10n y en el trepado de las dislocac10- locaciones. De acuerdo con este modelo, la densidad de dislocaciones
nes. Por consiguiente, las vacantes son importantes en la fluencia lenta
de los metales, por lo que se tratan con más detalle en el capítulo 13.
1 B. E. WARREN y B. L. AvERBACH: J. Appl. Phys., vol. 21; pág ..595, 19?0;
B. E. WARREN y B. L. AVERBACH: "Modern Research TecJ1Il1ques m :Phys1cal
5=9. Endurecimiento por de:forn:mción y trnhajo en :frfo.-En Metallurcry" American Society for Metals, Metals Park, Oh10, 1953; B. E. W A-
el capítulo 4 se atribuía el endurecimiento por deformación a la inter- RREN: "Pr~gress in Metal Physics", vol. 8, págs. 147-202, Pergamon Press,
acción de dislocaciones entre sí y con otras barreras que impiden su Ltd., Londres, 1959.
2 P. GAY, P. B. HIRSCH y A. KELLY: Acta Cryst., vol. 7, pág. 41, 1954.
158 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS [CAP. 5 EFECTO BAUSCHINGER 159

varía desde un valor elevado en los límites distorsionados hasta un diente de la curva de fluencia. En términos matemáticos, la velocidad
valor bajo en las zonas relativamente perfectas. El estudio con la mi- de endurecimiento por deformación se puede expresar por el coefi-
croscopía electrónica de película delgada de la estructura de disloca- ciente n de la Ec. [3-1]. Generalmente, dicha velocidad es menor para
c~?nes de los .metales deforn;ados en frío, es un campo de investiga- los metales he que para los cúbicos. El aumento de la temperatura
c10n muy activo que debena proporcionar una información valiosa también disminuye la velocidad de endurecimiento por deformación.
acerca de cómo estas redes varían con la composición, deformación y En las aleaciones endurecidas por adiciones que se mantienen en
temperatura. solución sólida, la velocidad de endurecimiento por deformación pue-
La mayor parte de la energía consumida en deformar en frío un de aumentar o disminuir, comparativamente al comportamiento de los
metal se convierte en calor. Sin embargo, aproximadamente el 10 % de metales puros. Sin embargo, la resistencia final de una aleación de
~a energía consumida s~ almacena en la , red, aumentando la energía solución sólida deformada en frío es casi siempre mayor que la de los
i~terna. Los valores registrados de energia almacenada 1 varían apro- metales puros con el mismo grado de deformación en frío.
ximadamente de 0,01 a 1,0 cal/g de metal. La magnitud de la energía La figura 5-18 muestra la va-
almacenada aumenta con el riación típica de los parámetros
regiones de red punto de fusión del metal y con de resistencia y ductilidad con
relativamente perfecta el aumento del grado de defor-
las adiciones de soluto. Para
un metal dado, la cantidad de mación en frío. Puesto que en
region12s energía almacenada depende del la mayoría de los procesos de
distorsionadas tipo del proceso de deforma- deformación en frío se reducen
de elevada una o dos dimensiones del me-
densidad de
ción, p. ej., el trefilado o la
dislocación tracción. La energía almacena- tal a expensas de un aumento en
~~~-llib~t~ da aumenta con la deformación, las dimensiones restantes, el
hasta un valor límite que co- trabajo en frío produce alarga-
rresponde a la saturación, y miento de los granos en la di-
aumenta con el descenso de rección principal de deforma- 1 1 1 1 1
FrG. 5-17.-Modelo de la estructura de la temperatura de deformación. ción. La deformación muy inten- o 10 20 30 40 50 60 70
un metal deformado en frío (esquema). Para medir las pequeñas canti- sa produce una reorientación de reducción por deformación en frío, ºlo
dades de energía almacenadas los granos hacia una orientación
por deformación en frío, se requieren mediciones calorimétricas muy preferente (Sec. 5-11). Aparte de FrG. 5-18.-Variación de las propieda-
cuidadosas. las variaciones en las propieda- des de tracción con la proporción de
des de tracción (Fig. 5-18), la deformación en frío.
La mayor parte de la energía almacenada se debe a la generación
e interacción de dislocaciones durante la deformación en frío. Las va- deformación en frío produce al-
cantes justifican parte de la energía almacenada en metales deforma- teraciones en otras propiedades físicas. Normalmente, existe un pequeño
dos a temperaturas muy bajas. Sin embargo, las vacantes son mucho descenso en la densidad, del orden de unas pocas décimas por ciento 1

más móviles que las dislocaciones, por lo que escapan fácilmente de la una disminución apreciable en la conductividad eléctrica, debido a un
mayoría de los metales deformados a temperatura ambiente. Los de- número mayor de centros dispersantes, y un pequeño incremento en el
fectos de apilamiento y de macla son probablemente responsables de coeficiente de dilatación térmica. La reactividad química aumenta a
una pequeña fracción de la energía almacenada. Una reducción del causa de la mayor energía interna del estado de deformación en fríoc
orden de corta distancia durante la deformación de soluciones sólidas Ello conduce a una disminución general de la resistencia a la corrosión
puede contribuir también a almacenar energía. y, en ciertas aleaciones, introduce la posibilidad de agrietamiento por
El endurecimiento por deformación o trabajo en frío es un proceso corrosión bajo tensiones.
industrial importante que se utiliza para endurecer metales y aleaciones
que no responden a los tratamientos térmicos. La velocidad del endu 5-10. Efecto Bauschinger.-En una discusión anterior sobre el
recimiento por deformación se puede determinar a partir de la pen~ endurecimiento por deformación de los monocristales se ha demostrado
1 Para una amplia revisión de la energía almacenada en la deformación en
que, generalmente, se requiere una tensión menor para invertir la di·
frío, véase A. L. TITCHENER y M. B. BEVER : "Progress in Metal Physics", rección de deslizamiento sobre cierto plano que para continuar el des-
vol. 7. págs. 247-338. Pergamon Press, Ltd., Londres, 1958. lizamiento en la dirección original. La direccionalidad del endurecí-
160 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS [CAP. 5 SEC. 5-11 ORIENTACION PREFERENTE

miento por def~rmación se denomina efecto Bauschinger. La figu- tran un ablandamiento permanente al invertir la deformación y, en los
ra ?-19 es un e1emplo _del tipo de curva tensión-deformación que se que aparece, el efecto es muy pequeño. Por consiguiente, Orowan con.
obtiene cuando se considera el efecto Bauschinger. sidera que el efecto Bauschinger se puede explicar por el mismo me-
A es el límite elástico inicial del material en tracción. Si se ensaya canismo que él propuso para el endurecimiento por deformación (sec-
en compresión el mismo material dúctil, el límite elástico sería apro- ción 5-7). Se considera que los obstáculos que impiden el movimiento
ximadamente el mismo, el punto B de la curva de trazos. Ahora con- de las dislocaciones son otras dislocaciones, inclusiones, partículas de
sideremos que una nueva probeta se carga en tracción hasta C reba- precipitado, etc. La tensión requerida para desplazar una dislocación
sándose el límite elástico, a lo largo del recorrido OAC. Si se descaroa a través de estos obstáculos está dada, aproximadamente, por la ecua··
la probeta seguirá ·el recorrido CD, despreciando los pequeños efect~s ción [5-10]. Para una tensión cizallan te determinada,/ las líneas de
debidos a la histéresis elástica. Si se dislocación se mueven sobre el plano de deslizamiento hasta que en-
aplica ahora una tensión de compre- cuentran una hilera de obstáculos que son lo suficientemente fuertes
+u e sión, el flujo plástico comenzará a para resistir el cizallamiento y están lo bastante juntos para impedir
una tensión correspondiente al pun- que el bucle de dislocación pase entre ellos. Cuando se retira la carga,
to E, que es apreciablemente menor las líneas de dislocación no se mueven apreciablemente, a no ser que
que el límite elástico a compresión existan retrotensiones muy elevadas. Sin embargo, cuando se invierte
que tenía originalmente el mate- la dirección de carga, las líneas de dislocación se pueden mover una
rial. Mientras el límite elástico en distancia apreciable con una tensión cizallante pequeña, ya que no es
tracción ha aumentado de A a C probable que los obstáculos que se encuentran detrás de las disloca-
a causa del endurecimiento por de- ciones sean tan resistentes y compactos como los que se encuentran
formación, el límite elástico en com- inmediatamente delante de ellas. Al desplazarse las líneas de disloca-
presión ha disminuido. Este es el ción encuentran, en promedio, obstáculos cada vez más resistentes y
efecto Bauschinger. El fenómeno es agrupados, de manera que la tensión cizallante aumenta continuamente
reversible, ya que si, en principio, con la deformación. Este comportamiento concuerda con el tipo de
la probeta hubiera sido deforma- curva de fluencia que se encuentra normalmente para el efecto Baus-
da plásticamente en compresión, el chinger.
límite elástico en tracción habría
disminuido. Una forma de descri- 5-11. Orientación preferente (textura) .-En un metal que ha
bir la magnitud del efecto Bauschin- experimentado un grado de deformación muy intenso, p. ej., en la
FrG. 5-19.-Efecto Bauschinger Y ci- ger consiste en utilizar la deforma- laminación o en el trefilado, se desarrolla una orientación preferente o
do de histéresis.
ción Bauschinger f3 (Fig. 5-19), que textura, en la que ciertos planos cristalográficos tienden a orientarse de
es la diferencia en deformación un modo preferente con respecto a la dirección de deformación máxima.
entre las curvas de tracción y compresión a una tensión dada. En el capítulo anterior se ha -estudiado la tendencia de los planos de
Si se completa el ciclo de carga de la figura 5-19, continuando la deslizamiento, en los monocristales, a girar tendiendo al paralelismo
carga en compresión hasta el punto F, retirando a continuación la con el eje de deformación principal. En los agregados policristalinos
carga Y volviendo a cargar en tracción, se obtiene un bucle o ciclo de existe la misma tendencia, pero las complejas interacciones entre los
histéresis mecánica. El área del ciclo depende de la sobredeformación sistemas de deslizamiento múltiple hacen que su análisis sea mucho
inicial pasado el límite elástico y del número de veces que se repite el más difícil. Puesto que los granos individuales de los agregados po-
ciclo. Si el ciclo se repite muchas veces es probable que se produzca licristalinos no pueden girar libremente, se produce flexión y fragmen-
rotura por fatiga. tación de la red.
Orowan 1 ha señalado que si el efecto Bauschinger se debe solamente Las texturas se determinan por rayos X. El diagrama de rayos X
a las retrotensiones, al invertir la deformación la curva de fluencia de un metal de grano fino orientado al azar, muestra anillos que co-
debería indicar siempre más blandura que la obtenida en la dirección rresponden a planos diferentes, en los que los ángulos satisfacen la
de la deformación original. Sin embargo, no todos los metales mues- condición de las reflexiones de Bragg. Si los granos están orientados
al azar, la intensidad de los anillos es uniforme en todos los ángulos,
1
E. ÜROW AN, causas y efectos de las tensiones internas en "Internal
pero si existe orientación preferente, los anillos se rompen formándose
Stresses and Fatigue in Metals", Elsevier Publishing Company, Nu~va York, 1959. pequeños arcos o manchas. Las zonas densas de las fotografías de
DIETER.-11
162 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS 5 SEC. 5-11] ORIENTACION PREFERENTE (TEXTURA) 163
rayos X indican la orientación de los polos de los planos correspon - del mismo 1• Los metales cúbicos centrados tienen una textura (110)
dientes al anillo de difracción en cuestión. La orientación de los granos simple. La textura de fibra de los metales he no es tan sencilla. Cuando
de uná orientación cristalográfica particular, con respecto a las direc-· la deformación es moderada, el eje hexagonal (0001) del cinc es para-
ciones principales de trabajo, se muestra mejor por medio de las figu- lelo al eje de fibra, mientras que en deformaciones intensas el eje hexa-
ras de polos. Para una descripción de los métodos de determinación gonal está a unos 20º del eje del alambre. En el magnesio y sus alea-
de las figuras de polos y para una recopilación de las figuras de polos ciones, la (lOIO) es paralela al eje del alambre para deformaciones por
que describen las texturas de deformación en muchos metales, se remi- debajo de los 450 ºC, mientras que por encima de esta temperatura, la
te al lector a Barrett 1• El empleo actual de técnicas que utilizan difrac- (2IIO) es paralela al eje de la fibra.
tómetros de rayos X con contador Geiger 2 ha hecho posible la detcr La textura de deformación de una chapa producida por laminación
minación de figuras de polos con mayor precisión y menor esfuerzo se describe mediante los planos cristalográficos paralelos a su super-
que con los métodos antiguos de película fotográfica. , ficie y las direcciones cristalográficas paralelas a la dirección de lami-
La orientación preferente se puede detectar con rayos X despues de nación. Frecuentemente, existe una desviación considerable con respec-
una reducción de la sección transversal, por deformación en frío, del to a la textura ideal, de manera que para describir el grado de orien-
20 al 30% aproximadamente. En esta etapa de la reducción existe una tación preferente 2 son más útiles las figuras de polos. Determinaciones
dispersión apreciable en la orientación de los cristales individuales al- exactas de la textura de laminación de los metales ccc han demostrado
rededor de la orientación ideal. La dispersión disminuye al aumentar que la mejor descripción de estas texturas es por medio de planos
la reducción, hasta que al alcanzar esta un valor del 80 al 90 % se ha {123} paralelos al plano de la chapa y con la dirección (112) paralela
completado, esencialmente, la orientación preferente. El tipo de orien- a la de laminación 3• Esta textura cambia a la más frecuente { 110}
tación preferente o textura de deformación que se desarrolla depende <112) al agregar alean tes en solución sólida. En los ce los planos { 100}
principalmente del número y tipo de sistemas de deslizamiento. dispo- tienden a orientarse paralelamente al plano de la chapa, con la direc-
nibles y de las deformaciones principales. Otros factores determmantes ción (110) a unos pocos grados de la dirección de laminación. En los
son la temperatura de deformación y el tipo de textura presente antes metales he el plano base tiende a ser paralelo al plano de laminación
de la deformación. con (2IIO) alineada con la dirección de laminación.
Las texturas de deformación más sencillas se producen por estira-
La orientación preferente que se produce por deformación depende
do o laminación de un alambre o varilla y se denominan frecuente-
mucho de los sistemas de deslizamiento y de macla disponibles para
mente texturas de fibra, debido a su similitud con la ordenación natu-
la deformación, pero no está afectada por variables del proceso tales
ral de los materiales fibrosos. Es importante observar que se debe
como el ángulo de la matriz, diámetro y velocidad de los cilindros de
distinauir entre el fibrado cristalográfico, producido por reorientación
laminación y reducción por pasada. La dirección del flujo es la varia-
cristalográfica de los granos durante la deformación, y el fibrado me-
ble más importante del proceso. Así, p. ej., se produce la misma tex-
cánico, que es consecuencia de la alineación de inclusiones, cavidades
tura de deformación si se obtiene una varilla por laminación, estirado
y constituyentes de segunda fase en la dirección principal de la defor-
o forja rotativa.
mación mecánica. El fibrado mecánico y el cristalográfico son facto-
res importantes para conseguir propiedades mecánicas ?ireccionales en La formación de una fuerte orientación preferente produce anisotro-
los perfiles metálicos deformados plásticamente, p. eJ., en chapas y pía ·en las propiedades mecánicas. Aun cuando .los granos individuales
varillas. Este tema se trata en el capítulo 9. de un metal son anisótropos con respecto a las propiedades mecáni-
En la textura ideal de un alambre, una dirección cristalográfica- cas, cuando estos granos están combinados de forma arbitraria en un
men te definida es paralela al eje de dicho alambre y la textura es si- agregado policristalino, las propiedades mecánicas tienden a ser isó-
métrica alrededor de dicho eje del alambre o eje de fibra. Se han ob- tropas. Sin embargo, la alineación de los granos, que justifica la orien-
servado varios tipos de desviación que se apartan de la textura ideal. tación preferente, introduce nuevamente anisotropía en las propiedades
En los metales cúbicos de caras centradas se observan normalmente mecánicas. Durante las operaciones de conformación y fabricación, las
texturas de fibra doble. Los granos tienen las direcciones (111) o las
(100) paralelas al eje del alambre y orientaciones aleatorias alrededor 1 Se ha sugerido que las texturas <111) están favorecidas por el desliza-
miento cruzado que ocurre más fácilmente en metales con elevada energía
de defectos de apilamiento. Véase N. BROWN: Trans. AIME, vol. 221, pági-
1 C. S. BARRETT: "Estructura de los metales", cap. 9, traducción de la 2.ª ed.
nas 236-38, 1961.
americana por F. Muñoz del Corral, Aguilar, Madrid, 1957. 2. BARRETT presenta un gran número de figuras de polos para texturas de la-
2 A. H. GEISLER: "Modern Research Techniques in Physical Metallurgy", minación, op. cit., cap. XVIII.
American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1953. 3 R. E. SMALLMAN: /. lnst. Metals, vol. 84, págs. 10-18, 1955-56.
DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS 5 SEC. RECOCIDO DE METALES DEFORMADOS EN FRIO

diferentes propiedades mecamcas en distintas direcciones pueden "ro- Los monocristales de los metales he que se han deformado sobre un
ducir una respuesta no uniforme en el material. soio juego de planos (deslizamiento fácil l son una excepción a esta
regla. Por este motivo, es posible recuperar completamente el límite
5-12. Recocido de metales defornrndos en frío.-La energía elástico de un cristal endurecido por deformación sin producir recris-
interna de los metales deformados en frío es mayor que la que se talización. La recristalización es la sustitución de la estructura defor··
encuentra en los metales sin deformar. Por consiguiente, los metales mada en frío por un nuevo juego de granos sin deformar. La recris-
endurecidos por deformación tienden a volver al estado libre de defor- talización se detecta fácilmente por métodos metalográficos y se com-
maciones. Al aumentar la temperatura, el estado de deformación en prueba por un descenso de la dureza o resistencia mecánica y un
frío se hace cada vez más inestable. Finalmente, el metal se ablanda aumento de la ductilidad. La densidad de dislocaciones disminuye con-
y vuelve al estado exento de deformación. Todo este proceso se co- siderablemente con la recristalización y todos los efectos del endure-
noce como recocido 1• El recocido es muy importante industrialmente
porque devuelve la ductilidad a metales que han sido endurecidos

restauración ¡ recristalización ¡ crecimiento de grano


1 1
1
1
1

'O
o ductilidad
'O
~
·a.o . maño d• grano
L.
a. / .

FIG. 5-21.-Variaciones en la microestructura del latón 70-30, deformado en


temperatura---;,.. frío, con el recocido. a) 40% de deformación en frío; !}) 1,5 min a 400 ºC;
e) 1,5 min a 575 ºC. 100 aumentos.
FrG. 5-20.-Dibujo esquemático que indica los fenómenos de restauración. cimiento por defo.rmación se eliminan. La energía almacenada como
recristalización y crecimiento de grano y variaciones de propiedades asociadas.
resultado de la deformación en frío es la fuerza impulsora tanto para
intensamente por deformación. Por consiguiente, al intercalar opera- la recuperación como para la recristalización. La poligonización (sec-
ciones de reco9ido después de deformaciones intensas, es posible rea- ción 5-3) se puede considerar como una situación intermedia entre la
lizar grandes deformaciones en la mayoría de los metales. recuperación y la recristalización. Si los nuevos granos exentos de
Todo el proceso de recocido se puede dividir en otros tres pro- deformación se calientan a una temperatura mayor que la requerida
cesos bien definidos: recuperación, recristalización y crecimiento de para producir recristalización, habrá un aumento progresivo del tama-
grano. La figura 5-20 ayuda a distinguir entre estos tres procesos. La ño de grano. La fuerza impulsora para el crecimiento de grano es el
recuperaci'ón o restauración se define normalmente como la restaura- descenso de la energía libre resultante de la disminución del área de
ción de las propiedades físicas de los metales deformados en frío sin los límites de grano a causa de un aumento en el tamaño de grano.
que se observen cambios en la microestructura. Durante la recupera- La figura 5-21 muestra el paso de una microestructura deformada en
ción, la conductividad térmica aumenta rápidamente acercándose al frío a una estructura recristalizada de grano fino y, finalmente, a una
valor de recocido y, según se observa con rayos X, la deformación tercera de tamaño de grano mayor por crecimiento de grano.
reticular d~sminuye apreciablemente. Las propiedades más afectadas La recristalización es la vuelta, por activación térmica, de la es-
por la recuperación son las sensibles a los defectos de punto. Las pro- tructura deformada en frío a su estado original sin deformaciones. Al
piedades relativas a la resistencia mecánica, que están controladas por aumentar la temperatura, las redes de dislocación tienden a contraerse
las dislocaciones, no son afectadas a las temperaturas de recuperación. y las zonas de densidad de dislocaciones inicialmente baja empiezan a
crecer. La fraC\.'.ÍÓn de microestructura que ha recristalizado en un
1 Para revisiones detalladas sobre el recocido, véase P. A. BECK: Adv. in tiempo t se puede representar por una ecuación de la forma
Phys., vol. 3, págs. 245-324, 1954; J. E. BURKE y D. TURNBULL: "Progress in
Metal Physics", vol. 3, Interscience Publishers, Inc., Nueva York, 1952. X= 1 - exp ( - Bt 11
') [5-12]
166 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS 5 SEC. TEXTURAS DE RECOCIDO 167

en la que B y n' son constantes. Los valores de n' entre 1 y 2 indican guiente, no se pueden obtener comportamientos de recristalización
recristalización en una dimensión mientras los valores 2 y 3 denotan re- idénticos.
cristalización bidimensional. Es conveniente considerar el proceso de Debido a que la fuerza impulsora del crecimiento de grano es apre-
recristalización en términos de las velocidades de nucleación N y de ciablemente más baja que la de la recristalización, a las temperaturas
crecimiento G de. los nuevos granos sin deformación. Los valores re- a las que tiene lugar la recristalización se produce fácilmente un len·
lativos de N y G determinan el tamaño de grano recristalizado. Si N to crecimiento de grano. Sin embargo, el tamaño de grano depende
es grande con respecto a G, habrá muchos lugares de nucleación y el mucho de la temperatura, acanzándose pronto una zona de engrosa-
tamaño de grano será relativamente pequeño. miento de grano en la que los granos aumentan de tamaño muy rápi-
Seis variables principales influyen sobre el comportamiento en la damente. El crecimiento de grano está impedido considerablemente
recristalización : 1) grado de deformación previa; 2) temperatura ; por la presencia de una fina dispersión de partículas de segunda fase
3) tiempo; 4) tamaño de grano inicial; 5) composición;. 6) grado de que restringen el movimiento de los límites de grano. Para el tipo co-
recuperación o poligonización anterior al comienzo de la recristaliza- rriente de tamaño de grano, en el que los granos aumentan de tamaño
ción. Como la temperatura a la que se produce la recristalización de- uniformemente, la teoría predice que, a una temperatura dada, el ta-
pende de las variables citadas, no es una temperatura fija como ocurre maño de grano D en un tiempo t está dado por
con la de fusión. Para consideraciones prácticas, la temperatura de
recristalización se puede definir como aqµella a la que una aleación r5-13 J
dada en un estado intenso de deformación en frío recristaliza comple-
tamente en una hora. La relación entre las variables anteriores y el Sin embargo, la mayoría de los datos experimentales concuerdan me-
proceso de recris!alización se puede resumir del modo siguiente 1 : jor con la ecuación
l. Se precisa un grado mínimo de deformación para producir re- n1111 DoI/n=Ct [5-14]
cristalización.
2. Cuanto menor sea el grado de deformación mayor será la tem- en la que n varía de 0,2 a 0,5 aproximadamente, dependiendo del me
peratura requerida para producir recristalización. tal y de la temperatura.
3. Al aumentar el tiempo de recocido disminuye la temperatura En ciertas condiciones, algunos de los granos de un metal de gra ·
de recristalización. Sin embargo, la temperatura es mucho más impor- no fino recristalizado empiezan a crecer rápidamente, a expensas de
tante que el tiempo. Duplicar el tiempo de recocido es, aproximada- otros granos, cuando se calientan a temperatura superior. Este fenó-
mente, igual a aumentar la temperatura de recocido en 10 ºC. meno se conoce con el nombre de crecimiento anormal de grano. La
4. El tamaño de grano final depende principalmente del grado de fuerza impulsora para el crecimiento anormal de grano es la disminu-
deformación y, en menor cuantía, de la temperatura de recocido. Cuan- ción de la energía superficial, no la energía almacenada, pero a causa
to mayor sea el grado de deformación y más baia la temperatura de de que el fenómeno muestra una cinética similar a la de la recrista-
recocido menor será el tamaño de grano recristalizado. lización se le denomina frecuentemente recristalización secundaria.
5. Cuanto mayor sea el tamaño de grano original mayor será el
grado de deformación requerido para producir una temperatura de re- 5-13. Texturas de recocido.-La recristalización de un metal de-
cristalización equivalente. formado en frío puede producir una orientación preferente que sea
6. La temperatura de recristalización disminuye con el aumento distinta de la que existe en el metal deformado. A esto se denomina
de la pureza del metal. Las adiciones de aleantes en solución sólida textura de recocido o de recristalización. Un ejemplo destacado es la
elevan siempre la temperatura de recristalización. textura cúbica del cobre, en la que los planos { 100} son paralelos al
7. El grado de deformación requerido para producir un compor- plano de laminación con una dirección (001) paralela a la dirección
tamiento de recristalización equivalente aumenta con el incremento de laminación. La existencia de una textura de recristalización de-
de la temperatura de trabajo. pende de la orientación preferente del núcleo de los granos recristali-
8. Para una reducción dada de sección transversal, las diferentes zados. La formación de texturas de recocido depende de cierto número
formas de trabajar el metal, tales como la laminación, estirado, etc., de variables del proceso: grado y tipo de deformación que preceden
producen deformaciones efectivas ligeramente diferentes. Por consi · al recocido, composición de la aleación, tamaño de grano, temperatura
y tiempo de recocido y orientación preferente producida por la defor-
1 R. F. MEHL: Recristalización, en "Metals Handbook", págs. 259-68, Ame- mación.
rican Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1948. Generalmente, los factores que favorecen la formación de un ta-
168 DEFORMACION PLASTICA DE AGREGADOS POLICRISTALINOS LCAP. 5

maño de crrano recristalizado fino favorecen también la formación de


una orientación esencialmente aleatoria de granos recristalizados. Las
reducciones en frío moderadas y las temperaturas de recocido bajas
son beneficiosas. Un buen procedimiento para reducir al mínimo las
texturas de recocido consiste en producir primeramente una fuerte
orientación preferente, mediante una reducción inicial intensa, y luego
CAPITULO 6
utilizar una temperatura de recocido elevada. A continuación se vuelve TEORIA DE LAS DISLOCACIONES
a reducir en frío, pero solo lo suficiente para romper la orientación
anterior y producir un tamaño de grano recristalizado fino a baja
temperatura. . . ., 6-l. Introducción.-Las dislocaciones son defectos lineales de la
A veces, la formación de una fuerte textura de recnstahzac10n es red responsables de casi todos los aspectos de la deformación plástica
beneficiosa. El mejor ejemplo lo tenemos en las chapas orientadas de de los metales. Este concepto se introdujo en el capítulo 4, en el que
hierro-silicio, que se utilizan para transformadores, en las que los gra- se estudió la geometría de las dislocaciones en cuña y helicoidales para
nos están orientados en la dirección de imanación fácil. Para obtener el caso de una red cúbica simple. Se mostró que es necesaria la exis-
una textura de recristalización casi perfecta, es preciso producir en tencia de un defecto en forma de dislocación para explicar los baios
los metales deformados en frío un grado elevado de orientación prefe- valores observados en el límite elástico de los cristales reales. Se hizo
rente, seguido de un recocido de larga duración, a temperatura eleva- una descripción general de la interacción de dislocaciones con átomos
da, para que se produzca un crecimiento de grano selectivo y, con ello, extraños, partículas de precipitado y otras dislocaciones. Este concepto
una textura marcada. se ha utilizado en la descripción cualitativa del endurecimiento por
solución sólida y por fases dispersas, el comportamiento en el límite
BIBLIOGRAFIA elástico aparente y el envejecimiento por deformación. Este capítulo
se dedica a presentar un estudio más completo y, en cierto modo, más
BARRETT, C. S.: "Estructura de los metales", cap. XV, traducción de la 2.ª ed.
americana por F. Muñoz del Corral, Aguilar, Madrid, 1957. exacto de la teoría de las dislocaciones. Se estudia el rápido avance
BrncHENALL, C. E.: "Physical Metallurgy", McGraw-Hill Book Company, Inc.,
de las técnicas empleadas para detectar las dislocaciones en los meta-
Nueva York, 1959.
les reales y, en los casos en que sea posible, se dan pruebas experi-
CHALMERS, B. : "Physical Metallurgy'', John Wiley & So ns, Inc., Nueva York,
mentales que confirman la teoría. Se estudia el efecto del compor-
1959.
tamiento de las dislocaciones al considerar estructuras cristalinas
GuY, A. G.: "Elements of Physical Metallurgy", 2.ª ed., Addison-Wesley Pu-
reales ccc, ce o he. Se discute con cierto detalle la interacción de
blishing Company, Reading, Mass., 1959. dislocaciones con vacantes, átomos extraños y otras dislocaciones. Por
·'Relation of Properties to Microstructure", American Society for Metals, Me-
último, se dedica particular atención al importante problema de la mul-
tals Park, Ohio, 1954. tiplicación de dislocaciones mediante el manantial de Frank-Read.

6-2. Métodos para detectar dislocaciones.-El concepto de dis-


locación fue propuesto independientemente por Taylor, Orowan y Po-
lanyi 1 en 1934, pero la idea permaneció prácticamente sin desarrollar
hasta el final de la segunda guerra mundial. Siguió un período de apro-
ximadamente diez años, durante el cual la teoría del comportamiento
de las dislocaciones fue desarrollada ampliamente y aplicada a casi to-
dos los aspectos de la deformación plástica de los metales. Al no
conocerse métodos verdaderamente seguros para detectar las disloca-
ciones en los materiales reales, fue preciso basar la mayor parte de
esta teoría en observaciones indirectas del comportamiento de las dis-
locaciones. Afortunadamente, a partir de 1955 el avance de las técnicas
1 G. I. TAYLOR: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 145A, pág. 362, 1934:
E. ÜROWAN: Z. Physik, vol. 89, págs. 605, 614, 634, 1934; M. PoLANYI:
Z. Physik, vol. 89, pág. 660, 1934.
169
170 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES 6 SEC. 6-2] METODOS PARA DETECTAR DISLOCACIONES 171

ha hecho posible observar las dislocaciones tal como realmente existen celente resolución que se puede obtener al estudiar las ficruras de co-
en muchos materiales. Actualmente no hay dudas sobre la existencia rrosión sobre el latón alfa 1• Se han resuelto figuras separadas solamen-
de defectos reticulares con propiedades similares a las atribuidas a las te 500 A. En la zona de gran deslizamiento que se muestra en esta
dislocaciones. Muchas de las predicciones teóricas han sido confirma- micrografía electrónica la densidad de dislocaciones es de 1010 cm -2,
das experimentalmente, mientras que otras han tenido que ser modifi· En los metales, la formación de figuras de corrosión en las dislo-
cadas y algunas abandonadas. Indudablemente, en el futuro se han de caciones parece depender de la pureza 2• A causa de la segregación de
desarrollar mejores técnicas experimentales :iplicables a una variedad soluto hacia la dislocación, la zona alrededor de esta se hace más
más amplia de materiales. A medida que se obtenga más información
del comportamiento de las dislocaciones habrá, con seguridad, otros
cambios en los conceptos actuales sobre la teoría de las dislocaciones.
El poder de resolución de los mejores microscopios electrónicos se
ha de aumentar de 5 a 10 veces a fin de observar directamente la dis-
torsión de los planos reticulares individuales alrededor de una dislo·
cación en un cristal metálico 1•
Prácticamente todas las técnicas experimentales utilizan el campo
de deformación existente alrededor de una dislocación para aumentar
su tamaño efectivo. Estas técnicas experimentales pueden ser clasifi-
cadas aproximadamente en dos categorías: las que implican reacciones
químicas con las dislocaciones y las que utilizan los cambios físicos
en lugar de las dislocaciones 2• Los métodos químicos incluyen técnicas
de ataque y de precipitación. Los métodos basados en la estructura
física en la posición de una dislocación incluyen la microscopía elec-
trónica de transmisión de película delgada y las técnicas de difracción
de rayos X.
La técnica auímica más sencilla consiste en utilizar un reactivo
que forma una f1gura de corrosión en el punto en el que la dislocación
corta a la superficie. Las figuras de corrosión se forman en el lugar de
afloramiento de las dislocaciones porque el campo de deformación que
rodea a estas produce un ataque químico preferente. Gilman y Johns-
ton 3 han obtenido de este modo una información considerable acerca FIG. 6-1.-Figuras de corros1on en las bandas de deslizamiento de cristales
del comportamiento de las dislocaciones en los cristales iónicos de LiF. de latón alfa. 5000 aumentos. (J. D. MEAKIN y H. G. F. WILSDORF: Trans.
Asimismo, con técnicas especiales de ataque se han estudiado deteni- AIME, vol. 218, pág. 740, 1960.)
damente las dislocaciones en los metales. La figura 6-1 muestra la ex-
anódica respecto al metal circundante y, por consiguiente, se produce
1
Con un microscopio electrónico se ha podido observar esta distorsión reticu- ataque preferente en la dislocación. En la figura 5-4 se muestra una
lar en un cristal orgánico de ftalocianina de platino, que tiene un espaciado re- estructura de figuras de corrosión en una aleación hierro-silicio, que
ticular muy grande (12 A). J. W. MENTOR: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 236A se ha hecho visible por difusión de los átomos de carbono hacia las
pág. 119, 1956. Utilizando el aumento conseguido a partir de diagramas muaré
producidos por transmisión electrónica a través de dos cristales delgados su- dislocaciones. Las técnicas de ataque tienen la ventaja de que se pue-
perpuestos con orientaciones o espaciados de red ligeramente diferentes. se den utilizar con grandes probetas. Sin embargo, se ha de tener cuidado
ha obtenido una indicación de la distorsión reticular en las dislocaciones de para que las figuras solo se formen en las posiciones de las dislocacio-
los metales. Véase G. A. BASSET, J. w. MENTER y D. w. PASHLEY: Proc. Roy. nes y que se revelen todas las dislocaciones que cortan la superficie.
Soc. (Londres), vol. 246A, pág. 345, 1958.
2 Se han publicado varias revisiones excelentes de técnicas experimentales Un método similar para detectar dislocaciones consiste en formar
Véase P. B. HIRSCH: Met. Reviews, vol. 4, núm. 14. rá-;;s. 101-40. 1959;
J. NUTTING: Seeing Dislocations, en "The Structure of Metais", Institution ' J. D. MEAKIN y H. G. F. WILSDORF: Trans. AIME, vol. 218, págs. 737
of Metallurgists, Interscience Publishers, Inc., Nueva York, 1959. 45, 1960.
2
3 J. J. GILMAN y W. C. JOHNSTON: "Dislocations and Mechanical Properties Un resumen de las técnicas de ataque se da por L. C. LOWELL, F. L. Vo.
of Crystals", John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1957. GEL y J. H. WERNICK: Metal Prog., vol. 75, págs. 96-96D, 1959.
172 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES 6 SEC. 6-2] METODOS PARA DETECTAR DISLOCACIONES

un precipitado visible a lo largo de las líneas de dislocación. Normal- en el microscopio electrónico. Aunque la red cristalina no se puede
mente, se añade una pequeña proporción de una impureza para formar resolver, las líneas de dislocación individuales pueden ser observadas,
el precipitado, después de un tratamiento térmico adecuado. A este ya que la intensidad del haz electrónico difractado se altera por el
procedimiento se le denomina frecuentemente decoración de las dislo- campo de deformación de la dislocación. Por medio de esta técnica se
caciones. Esta técnica fue utilizada primeramente por Hedges y Mit- han observado redes de dislocaciones (Fig. 6-3), defectos de apilamiento,
chell 1 para decorar dislocaciones en AgBr con plata fotolítica. Desde apilamientos de dislocaciones en los límites de grano (Fig. 5-1), barreras
entonces se ha empleado con otros muchos cristales iónicos 2, tales de Cottrell-Lomer y muchos otros aspectos estructurales de la teoría
como los de AgCl, NaCl, KCl y CaF2. Con estos cristales ópticamente dé las dislocaciones. Se han observado movimientos tj:e dislocaciones
transparentes, dicha técnica tiene la ventaja de que muestra la estruc-

FIG. 6-2.-Retículo hexagonal de dislocaciones en el NaCl, hecho visible por


una técnica de decoración. (S. AMELINCKX, en "Dislocation and Mechanical
Properties of Crystals", John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1957.)
FIG. 6-3.-Retículo de dislocación en aluminio deformado en frío. 32 500 aumen-
tura interna de las líneas de dislocación. La figura 6-2 muestra una red tos. (P. B. HIRSCH, R. W. BORNE y M. J. WHELAN: Phil. Mag., ser. 8, vol. 1,
hexagonal de dislocaciones en un cristal de NaCl que se ha hecho pág. 677, 1956.)
visible por decoración. Aun cuando la decoración de dislocaciones casi
no se emplea con los metales, se han hecho algunos estudios en este engendrando tensiones térmicas en las láminas delgadas por medio del
sentido en el sistema de endurecimiento por precipitación Al-Cu y en haz electrónico. Se espera que con este método pueda obtenerse mucha
cristales de silicio. más información a medida que progresen las técnicas para preparar y
El método más poderoso de que se dispone actualmente para la deformar las láminas delgadas.
detección de dislocaciones en los metales es la microscopía electrónica La estructura de las dislocaciones de un cristal puede ser detectada
por transmisión de láminas delgadas 3• La chapa fina de menos de 1 mm por técnicas microrradiográficas de difracción de rayos X 1• El campo
de espesor se adelgaza por electropulido y se reduce a espesores de unos de deformación en las dislocaciones produce una diferente intensidad
1000 A. Con este espesor la probeta es transparente a los electrones de difracción. El método tiene la ventaja de ser no destructivo y poder
utilizarse sobre grandes probetas. Sin embargo, con las resoluciones
1 J. M. HEDGES y J. w. MITCHELL: Phil. Mag., vol. 44, pág. 223, 1953. actualmente disponibles está limitado a cristales de baja densidad de
2 S. AMELINCKX: "Dislocations and Mechanical Properties of Crystals". John dislocaciones (aproximadamente 106 cm- 2 ).
Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1957.
3 P. B. HIRSCH, R. w. BORNE y M. J. WHELAN: Phil. Mag., vol. l, pág. 677.
1956; W. BoLLMANN: Phys. Rev., vol. 103, pág. 1588, 1956. 1 A. R. LANG: J. Appl. Phys., vol. 30, págs. 1748-755, 1959.
174 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES SEC. EL VECTOR DE BURGERS Y EL ANILLO DE DISLOCACION
6

6-3. El vector de Burgers y el anillo de dislocación.-El vec- Debido a que una dislocación representa el límite entre la zona
tor de Burgers h es el que define la magnitud y dirección del desliza- deslizada y la no deslizada de un cristal, consideraciones topográficas
miento. Por tanto, es el dato más característico de las dislocaciones" exigen que sea un anillo cerrado o que termine en la superficie libre
Y a se ha demostrado que en una dislocación de cuña pura el vector del cristal. Una excepción son los nodos, en los que se encuentran
de Burgers es perpendicular a la línea de dislocación, mientras que en tres o cuatro líneas de dislocación. Un nodo se puede considerar como
una dislocación helicoidal pura es paralelo a dicha línea. Realmente, dos dislocaciones con vectores de Burgers h 1 y h 2 combinados para
las dislocaciones en los cristales verdaderos no suelen ser líneas rectas producir una dislocación resultante h 3• El vector h 3 viene dado por
y en raras ocasiones se encuentran sobre un solo plano. En general, la suma de los vectores h 1 y h 2•
las características de una dislocación son en parte las de una disloca- El campo periódico de fuerza de la red cristalina r~quiere que los
ción de cuña y en parte las de una helicoidal. Como se muestra en las átomos se muevan de una posición de equilibrio a otra. De aquí se
figuras 6-2 y 6-3, las dislocaciones tienen normalmente la forma de desprende que el vector de Burgers ha de unir siempre una posición
curvas o anillos, que en tres dimensiones forman una red de disloca- reticular de equilibrio con otra. Por consiguiente, la estructura cris-
ciones entrelazadas. Al considerar Lalina determinará los vectores de Burgers posibles. De una dislocación
plano de deslizamiento vector de un anillo de dislocación en un con un vector de Burgers igual a un espaciado reticular se dice que es
Burgers plano de deslizamiento, cualquier una dislocación de intensidad unidad. Como consecuencia de conside-
segmento pequeño de la línea de raciones energéticas, se deduce que las dislocaciones con intensidades
dislocación puede ser resuelto en mayores que la unidad serán generalmente inestables y se disociarán
~omponentes de cuña y helicoi-
en dos o más dislocaciones de menor intensidad. El criterio para deci-
dales. Así, p. ej., en la figura 6-4, dir si se producirán o no disociaciones está basado 1 en el hecho de que
el anillo de dislocación es un com- la energía de deformación de una dislocación es proporcional al cua-
ponente helicoidal puro en el pun- drado de su vector de Burgers. Por consiguiente, la reacción de diso-
to A y un componente de cuña ciación h1 - 7 b2 + h 3 se producirá cuando b 12 > bz2 + b/, pero no si
región no puro en el punto B, mientras que b1 2 < bi + bi.
deslizada a lo largo de la mayor parte de En redes compactas, en las que las posiciones de equilibrio no son
'-
bucle de su longitud ambos componentes las aristas de la célula unidad, son posibles dislocaciones con intensi-
dislocación dades menores que la unidad. Los vectores de Burgers se especifican
están mezclados. Obsérvese, sin
fIG. 6-4.-Bucle de dislocación en un embargo, que el vector de Bur- dando sus componentes a lo largo de los ejes de la célula unidad. Por
plano de deslizamiento (esquema). gers es el mismo a lo largo de tanto, el vector de Burgers para el deslizamiento en una red cúbica
todo el anillo de dislocación. Si desde un vértice del cubo al centro de una de sus caras tiene los
esto no fuera así, parte del cristal situado por encima de la zona des- componentes a0/2, a0/2, O. El vector de Burgers es [a 0/2, a0/2, O], o,
lizada tendría que deslizarse en una longitud diferente con relación a como se expresa generalmente, h=(a0/2)[ll0]. La intensidad de una
otra parte del cristal y ello significaría que otra línea de dislocación dislocación con vector de Burgers a0 [ uvw] es 1b1 = a0 [ u 2 + v 2 + w 2 ] 11 2•
habría de desplazarse a través de la región deslizada. Así, p. ej., ~ magnitud del vector de Burgers que se da anteriormente
Por medio del circuito de Burgers se define adecuadamente el vec- es b = a0/ ;,/ 2.
tor de Burgers de una dislocación. Consideremos la figura 4-8, que Una dislocación de intensidad unidad, o dislocación unidad, tiene
muestra la ordenación atómica alrededor de una dislocación en cuña. una energía mínima cuando su vector de Burgers es paralelo a la di-
Comenzando en un punto de la red, imaginemos una trayectoria tra- rección de mayor compacidad atómica en la red. Esto concuerda con
zada de átomo a átomo, una distancia igual en cada dirección, siempre las observaciones experimentales que establecen que los cristales des-
en la dirección de uno de los vectores de la célula unidad. Si la zona lizan casi siempre en las direcciones compactas. Las dislocaciones uni-
encerrada por la trayectoria no contiene una dislocación, el circuito dad de este tipo se denominan también dislocaciones perfectas, porque
de Burgers se cierra. Sin embargo, si la trayectoria contiene una dis- las traslaciones iguales a un vector de Burgers producen una traslación
locación, el circuito de Burgers no se cierra. El trayecto que falta para de identidad. En toda dislocación perfecta hay una alineación también
cerrar el circuito de Burgers es el vector de Burgers h. El trayecto que perfecta de planos atómicos por encima y por debajo del plano de
falta para cerrar un circuito de Burgers recorrido alrededor de varias desli.zamiento, dentro del anillo de dislocación. Una dislocación unidad
dislocaciones es la suma de los vectores de Burgers de cada una de
esas dislocaciones. I F. c. FRANK: Physica, vol. 15, pág. 131, 1949.
SEC. EN LA RED CUBICA DE CARAS CENTRADAS 177
1_?_6___________ _____________!~~RlA DE LAS DISLOCACIO!\ES ______________lCAP. 6

paralela a la dirección de deslizamiento no puede disociarse posterior- x, y y z del segundo miembro de la ecuación son iguales a los compo-
mente, a no ser que se convierta en una dislocación imperfecta, en la nentes x, y y z de la dislocación original:
que una traslación de un vector de Burgers no produce una traslación
de identidad. Los defectos de apilamiento se producen por la disocia- componente x l/2= 2/6+1h
ción de una dislocación unidad en dos dislocaciones imperfectas. Para componente y º= _l/6+1/6
que un defecto de apilamiento sea estable, la disminución de energía componente z _l/2= _lh-2/6
debida a la disociación ha de ser mayor que el aumento de eneroía
interfacial de la zona defectuosa. h La reacción anterior es enérgicamente favorable, puesto que hay
un descenso en la energía de deformación proporcional' a la variación
6-4. Dislocaciones en la red cúbica de caras centradas.-En ªº2 /2 -+ ªº2 /3.
las redes ccc el deslizamiento se produce sobre los planos { 111} en la El . des~izamien to por este proceso de dos etapas crea un defecto
dirección <110). El vector reticu- de apilamiento ABCA CABC en la secuencia de apilamiento. Como
1

lar más corto es el (a0/2) [ 11 O] , mues.tra .la figura 6-6, .la disl.ocación c~n un vector de Burgers h 1 se
el cual une un átomo de un vér- ha disociado en dos dzslocacwnes parczales h 2 y h 3• Esta reacción de
tice del cubo con el átomo del l~s ~islocacione.s fue sugerida por Heidenreich y Shockley 1 y, por con-
centro de la cara de dicho cubo. s1gmente, las disloca,ciones de este tipo reciben el nombre de parciales
El vector de Burgers es, por con- de Shockley, puesto que son imperfectas y no producen traslaciones
siguiente, (a0/2) [110]. completas de la red. La figura 6-6 representa una vista mirando hacia
Sin embargo, al considerar la abajo sobre el plano ( 111) a lo largo de la dirección [ 11 I]. AB re-
ordenación atómica sobre el pla- present~ la .línea de dislocaciól_l p~rfecta que tiene el vector completo
no de deslizamiento { 111} vemos de deslizamiento h1; esta se disocia, de acuerdo con la reacción ante-
que el deslizamiento no se produ- rior, ~n d.~s dislocaciones parcial.es con vectores de Burgers h 2 y h 3• La
ce tan fácilmente. La figura 6-5 re- c~mbma.c,10n de las dos dislocac10nes parciales AC y AD se denomina
presenta el empaquetamiento ató- dzslocacwn ensanchada. La zona comprendida entre ellas es un defecto
mico sobre un plano compacto de apilamiento que representa una parte del cristal que ha experimen-
( 111) . Y a se ha demostrado que ta~o un deslizamiento. intermedio entre uno completo y un desliza-
FIG. 6-5.-Deslizamiento en un plano los planos { 111 } están apilados miento nulo. Como qmera que los vectores h 2 y h 3 forman un ángulo
compacto (111) de la red ccc. (Según en una secuencia ABC ABC... El de 60º, habrá una fuerza repulsiva entre las dislocaciones parciales
A. H. COTTRELL: Dislocations and Plas- ( ~ec. 6-~). Sin en:bargo, la tensión superficial del defecto de apila-
tic Flow in Crystals, pág. 73, Oxford vector h 1 = (a0/2) [lOI] define una
University Press, Londres, 1953.) de las direcciones de deslizamien- miento tiende a umrlas. Las dislocaciones parciales se mantienen a una
to observadas. Sin embargo, si separación de equilibrio determinada principalmente por la energía
se consideran los átomos como esferas duras 1, es más fácil para de los defectos de apilamiento. Como se discutió en la sección 4-10
uno de los de un plano de tipo B el moverse entre los huecos de la energía de los defectos de apilamiento puede variar considerable~
esferas, a lo largo de una trayectoria en zigzag h2 + h 3 ~ en vez de n:ente para metales y aleaciones ccc diferentes y esto, a su vez, puede
desplazarse saltando sobre el casquete esférico determinado por la e1ercer una importante influencia. sobre su comportamiento ante la
trayectoria del vector h 1• La reacción de dislocaciones está dada por deformación.
Una característica de las redes ccc es que cualquier vector de Bur-
h1-+h2+h3 gers es común a dos planos de deslizamiento. Esto ofrece la posibili-
dad. de que )as dislocaciones helicoidales, que no tienen plano fijo de
ª20
[lOI]-+ ªº6 [2II] + ª6º [112] deslizamiento, puedan vencer los obstáculos resbalando de un plano a
otro que ten~a una d.irec~ión de deslizamiento común. A este proceso
Se comprueba esta reacción viendo si las sumas de los componentes se le deno~ma ~eslzzamzento cruzado. Sin embargo, para conseguir
esto, las dislocaciones ensanchadas han de combinarse de nuevo en
1 F. c. THOMPSON y w. E. w. MILLINGTON: J. lron Steel Inst. (Londres),
1 R. D. HEIDENREICH y W. SHOCKLEY: "Report on Strength of Solids", pá-
vol. 109, pág. 67, 1924; C. H. MATHEWSON: Trans. AlME, vol. 32, pág. 38,
gina 37, Physical Society, Londres, 1948.
1944.
DIETER.-12
178 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES 6 SEC. 6-4) DISLOCACIONES EN LA RED CUBICA DE

dislocaciones perfectas, puesto que una dislocación ensanchada no pue- cuerda con la influencia de la energía de los defectos de apilamiento
de deslizarse sobre cualquier plano, sino solo sobre el plano del defecto. sobre la capacidad del metal para soportar el deslizamiento cruzado.
La figura 4-26 muestra que ello requiere la formación de una estran- Este es muy difícil en el acero inoxidable, incluso a temperaturas ele-
gulación en la banda del defecto de apilamiento. Cuanto mayor sea vadas, de manera que las dislocaciones están confinadas en un plano
la anchura del defecto de apilamiento, o menor su energía, tanto más de deslizamiento. En el oro, cobre y níquel es posible el deslizamiento
difícil será producir estrangulamientos en los defectos de apilamiento. cruzado, pero probablemente solo en zonas sometidas a tensiones muy
Esto puede explicar que el deslizamiento cruzado prepondera en el elevadas. Por consiguiente, es posible el deslizamiento cruzado de las
aluminio, ya que este metal tiene bandas muy estrechas de defectos deslizaciones helicoidales y, a temperaturas mayores, in,tentan formar
de apilamiento, mientras que es difícil en el cobre cuyas bandas son redes con límites de ángulo pequeño para disminuir su energía de
anchas. deformación. En el aluminio, el deslizamiento cruzado es predominan-
dislocación ensanchada te y las dislocaciones helicoidales pueden ordenarse con fácilidad en
redes de límites de ángulo pequeño.
e Frank 1 ha señalado que en las redes ccc puede existir otro tipo de
dislocación parcial. La figura 6-7
muestra un juego de planos ( 111)
región visto de canto. Falta la par-
defectiva
[101] te central del plano A. En esta
\ zona se forma una dislocación
en cuña, con un vector de Bur-
gers (a0/3) [111], denominada 3----------B
1[1111

dislocación parcial de Frank. Su A --------'--'------A


vector de Burgers es perpen-
FIG. 6-7.-Una dislocación parcial de
dicular al defecto central de Frank o dislocación sésil. (Según
A apilamiento. Puesto que el des- A. H. COTTRELL : Dislocations and
totalmente deslizada sin deslizamiento lizamiento ha de estar restrin- Plastic Flow in Crystals, Oxford Uni-
gido al plano del defecto de versity Press, Londres, 1953.)
----+-+ b1 ~º [10T] apilamiento y el vector de Bur-
gers es normal a dicho plano, la dislocación parcial de Frank no
8
puede moverse por deslizamiento. Por esta razón se denomina dis-
FIG. 6-6.-Disociación de una dislocación en dos dislocaciones parciales. locación sésil. Una dislocación sésil solo puede moverse por difu-
sión de átomos o vacantes desde el defecto o hacia el mismo, p. ej.:
Estas ideas se confirman mediante estudios de transmisión con por el proceso de trepado. Como quiera que el trepado no es un
microscopio electrónico sobre redes de dislocación en láminas delga- proceso probable a temperaturas ordinarias, las dislocaciones sesiles
das 1• Los defectos de apilamiento se pueden detectar fácilmente en suponen obstáculos al movimiento de otras. Las dislocaciones que se
estas películas delgadas. El acero inoxidable austenítico, con una ener- deslizan libremente sobre el plano de deslizamiento, como las perfec-
gía de defectos de apilamiento de 13 ergios/cm2, muestra redes de tas o las parciales de Shockley, se denominan móviles. Un proceso
dislocación solo a lo largo de los planos de deslizamiento, incluso con que puede crear en el plano ( 111) una hilera de átomos perdidos es
grandes deformaciones. El oro, el cobre y el níquel, cuyas energías la condensación de un disco de vacantes en dicho plano. Mediante la
son de unos 30, 40 y 80 ergios/cm 2, respectivamente, muestran, con microscopía electrónica de transmisión 2 se han obtenido pruebas del
pequeñas deformaciones, las dislocaciones ordenadas en redes tridi- aplastamiento correspondiente a los discos de vacantes en el aluminio.
mensionales complejas. Con deformaciones mayores se pasa a sublími- En las redes ccc, las dislocaciones sesiles se producen por el desli-
tes muy poco desarrollados. El aluminio, que tiene una energía de zamiento de dislocaciones sobre planos secan tes ( ll l). Estas disloca-
200 ergios/cm2 , muestra sublímites casi perfectos. Este esquema de ciones sesiles se conocen como barreras de Cottrell-Lomer y son un
transición gradual en la manera de ordenarse las dislocaciones, con- 1
F. C. FRANK: Proc. Plzys. Soc. (Londres), vol. 62A, pág. 202, 1949.
2
P. B. HIRSCH, J. SILCOX, R. E. SMALLMAN y K. H. WESTMACOTT: Phi!.
1 HIRSCH, op. cit. Mag., vol. 3, pág. 897, 1958.
TEORIA DE LAS DISLOCACIONES 6
SEC. DISLOCACIONES EN LA RED CUBICA CENTRADA

elemento importante en el mecanismo de endurecimiento por deforma- por dos líneas [lIO], la línea O y la línea de dislocación. D_e modo si-
ción de los metales. Lomer 1 ha indicado que las dislocaciones q~e se milar, la dislocación (a0/6) [ll2] se desliza en el plano (111) y forma
mueven sobre planos de deslizamiento. seca~tes se atra~n y comb1~an, un defecto de apilamiento limitado por la línea O y la línea de dislo-
si sus vectores de Burgers tienen orientaciones apropiadas. La figu- cación. La tercera dislocación con vector de Burgers (ao/6) [110] está
ra 6-8 muestra dos dislocaciones que se ~~splazan sob!e el :plano de situada a lo largo de la línea O, en donde se unen los dos defectos
deslizamiento de una red ccc. La dislocac1on A se esta moviendo en de apilamiento. Esta combinación de tres dislocaciones producidas por
un plano (111) con un vector de Bu~gers (ao/2) [lOI]. La disloca- la reacción Cottrell-Lomer forma un triángulo isósceles anclado rígi-
ción B se desliza en un plano (111) con un vector de Burgers damente que no puede deslizarse. Por consiguiente, ·el anclaie de
(ao/2) [011]. Estas dislocac.i?nes se atraen mutuamente y se mueven Cottrell-Lomer proporciona una barrera eficaz contra el deslizamiento.
hacia el punto de intersecc1on O, que se ~ncuentra a lo largo de la Estudios de microscopía electrónica de transmisión, relativos a la in-
dirección [110]. En este punto las dos teracción de dislocaciones en láminas delgadas, han confirmado la exis-
dislocaciones reaccionan de acuerdo con tencia de este tipo de interacción, lo que concuerda con el modelo de
la reacción de Lomer anclaje de Cottrell-Lomer 1•
8 Las barreras Cottrell-Lomer se pueden vencer con tensiones o tem-
ª2
0
[lOI] +~ [011]-+ ~ [llO] peraturas elevadas o ambas simultáneamente. Stroh 2 ha realizado un
2 2 análisis matemático de la tensión requerida para destruir las barrerasi
ya sea por deslizamiento sobre el plano (001) o por disociación en las
para formar una nueva dislocación ~e dislocaciones a partir de las que se han formado. Sin embargo, se ha
menor energía. Puesto que las tres d1~­ demostrado 3 que en el caso importante de dislocaciones helicoidales
locaciones han de ser paralelas a la li- apiladas frente a barreras de Cottrell-Lomer, dichas dislocaciones pue-
nea de intersección [lIO] del plano den escapar de los apilamientos por deslizamiento cruzado, antes de
o (111) A de deslizamiento, la dislocación de cuña que la tensión sea lo bastante elevada para romper las barreras.
formada por la reacción de Lomer tie-
FIG. 6-8.-Reacción de dislo-
caciones que conduce a la
ne un plano de deslizamiento (001). 6-5. Dislocaciones en la red hexagonal compacta.-El plano
creación de barreras de Cot- Este plano contiene a la vez el ~ec­ base de las redes he es un plano muy compacto cuya secuencia de api-
trell-Lomer. (Según A. H. COT- tor de Burgers [110] y la línea [110]. lamiento es ABABAB ... El deslizamiento se produce sobre el plano
TRELL : Dislocations and Plas- Como el ( 001) no es un plano de des-
tic Flow in Crystals, pág. 171, (0001) en la dirección <1120) (Fig. 4-3). El vector unidad mínimo para
Oxford University Press, Lon-
lizamiento ordinario en las redes ccc, l~ estructura he tiene una longitud a0 y se encuentra en la dirección
dres, 1953.) la dislocación formada por la reacción compacta (1120). Las dislocaciones del plano base pueden reducir su
de Lomer no se desliza libremente. Sin energía disociándose en dos parciales de Shockley de acuerdo con la
embargo, no es una verdadera disl.ocación sesil, en el sentido de las reacción
arciales de Frank, ya que no es imperfecta. ., a0 [1120] -+ a0 [10IO]+ ao[OlIO]
p Cottrell 2 ha demostrado que el, ~ro~ucto d~ la re~cc~on de Lon;i;r
puede resultar verdaderamente inmovil si se realiza la sigmente reaccion El defecto de apilamiento producido por esta reacción se encuentra en
de dislocaciones: el olano base y la dislocación ensanchada que forma está confinada a
de~lizarse dentro de este plano.
-fa [110]-+ a6º [112]- +6ª [ll2] + ªº [ 110]
0

6-6. Dislocaciones en la red cúbica centrada.-En las redes cú-


bicas centradas el deslizamiento se produce en la dirección <111). El
Los roductos de esta reacción son dislocaciones de cuña in:perfec.t~s vector reticular se extiende desde un átomo de uno de los vértices al
ue forman los límites de los defectos de apilamiento. La dislocacion
fao/6)[112] es una parcial de Shockley que se desliza.en ~l plan~ (~11). 1 M. J. WHELAN: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 249A, pág. 114, 1958;
Es repelida de la línea O y forma un defecto de apilamiento limitado todas las posibles reacciones de dislocaciones han sido ensayadas por
J. P. HIRTH: J. Appl. Phys., vol. 32, págs. 700-06, 1961.
2 A. N. STROH: Phil. Mag., vol. l, ser. 8, pág. 489, 1956.
1 w. M. LOMER: Phil. Mag., vol. 42, pág. ,:,.327, 1951. 3 A. SEEGER, J. DIEHL, s. MADER y R. REBSTOCK: Phil. Mag., vol. 2 •
. 2 A. H. CoTTRELL: Phil. Mag., vol. 43, pa,,,. 645, 1952. pág. 323, 1957.
182 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES 6 SEC. 6-7] CAMPO DE TENSIONES DE UNA DISLOCACION

átomo situado en el centro del cubo unidad. Por tanto, el vector de te ( lOI). Las dos dislocaciones se unen y reaccionan a fin de disminuir
Burgers es (a0/2) [111]. Se recordará que, en el hierro, las líneas de su energía de deformación por la reacción
deslizamiento se producen sobre los planos { 110 }, { 112} y { 123 },
aunque en otros metales ce el deslizamiento parece producirse predo- ClQ [IIl] + Clo [lll] -+ a0 [001]
minantemente sobre los planos { llO }. 2 2
Las reacciones de dislocaciones no se han estudiado tan amplia-
mente en las redes ce como en las ccc. Cottrell 1 ha sugerido que una El producto de esta reacción es una dislocación de cuña pura que
dislocación perfecta en un plano (112) puede disociarse de acuerdo se encuentra sobre el plano (001). Puesto que este no es un plano
con la reacción ordinario de deslizamiento en las redes ce, la dislocación no es móvil.
Sin embargo, el (001) es el plano de crucero o de despegue a lo largo
ªº2 ílll]-+ ClQ [ll2] +
~ 3 6
[llI] ªº del cual se produce la fractura frágil. Cottrell sugiere que la formación
de una dislocación en el plano de despegue, por deslizamiento sobre
planos secantes { 110 }, es equivalente a introducir una grieta de un
La (a0/3) [112] es una dislocación de cuña pura, puesto que su vector espesor igual a un espaciado reticular (Fig. 6-9 b). Esta grieta puede
de Burgers es perpendicular al plano de deslizamiento. Asimismo, es
una dislocación sesil imperfecta que forma el límite de un defecto
de apilamiento en los planos (112). La (a0/6) [llI] es una dislocación
móvil imperfecta similar a las parciales de Shockley de las redes ccc.
Sin embargo, debido a que la [llI] es la línea de intersección de
tres planos del tipo { 112 }; esta dislocación puede deslizar fuera del (001)
plano del defecto de apilamiento demasiado fácilmente para formar
parte de una dislocación ensanchada real. Asimismo, las dislocaciones
del plano (112) pueden disminuir su energía por disociación, de acuer-
(a) (b)
do con la reacción

ªº2 [l II] -+ ª6 0
[ ll I] + ªº3 [11 I] FIG. 6-9.-Deslizamiento en planos secantes (110). (A. H. COTTRELL:
Trans. AIME, vol. 212, pág. 196, 1958.)

crecer entonces por dislocaciones adicionales que se deslizan sobre los


Como se ·ha expuesto anteriormente, las dislocaciones parciales for- planos { llO }. Aun cuando esta reacción particular de dislocaciones
madas por esta reacción son helicoidales puras y, debido a la geome- no se ha confirmado todavía experimentalmente en los metales ce, se
tría de esta situación, no están completamente confinadas al plano de ha comprobado que existe en cristales iónicos cúbicos, como el LiF
deslizamiento ( 112). Un análisis 2 de las posiciones atómicas que pro- y el MgO.
ducen los defectos de apilamiento sobre los planos { 112} muestra que
son dos los tipos que pueden resultar. Aun cuando por difracción de 6-7. Campo de tensiones de una dislocació:n.-Las dislocaciones
rayos X se ha demostrado la existencia de defectos de apilamiento en están rodeadas por un campo de tensiones elásticas que crean fuerzas
las redes ce, todavía no se han realizado estudios sobre las reacciones oue actúan sobre estas dislocaciones, produciéndose interacción entre
de dislocaciones discutidas en esta sección. ellas y los átomos solutos. En el caso -de una dislocación perfecta, se
Cottrell 3 ha sugerido otra reacción de dislocaciones que parece con- puede obtener una buena aproximación del campo de tensiones a partir
ducir a la formación de dislocaciones inmóviles en las redes ce. Con- de la teoría matemática de la elasticidad para medios continuos. Sin
sideremos la figura 6-9 a: la dislocación A con vector de Burgers embargo, las ecuaciones obtenidas no son válidas junto .al núcleo de
( a0/2) [ II 1], se desliza en el plano ( 1Ol) ; la dislocación B, con vector la línea de dislocación. Las ecuaciones que se dan más adelante son
de Burgers (a0/2) [111], se desliza en el plano de deslizamiento secan- aplicables a dislocaciones helicoidales y de cuña, rectas, en un cristal
isótropo 1• La tensión existente alrededor de una dislocación recta es
1 A. H. COTTRELL: "Dislocations and Plastic Flow in Crystals", Oxford
University Press, Nueva York, 1953. 1 Para deducciones. véase F. R. N. NABARRO: Advances in Phys., vol.
2 J. M. SILCOCK: Acta Met., vol. 7, pág. 359, 1959. núm. 3; págs. 271~395, 1952; W. T. READ, Jr.: "Dislocations in Crystals",
-3 A. H. COTTRELL: Trans Met. Soc. AIME, vol. 212. pág. 192, 1958. págs. 114-23, McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1953.
TEORIA DE LAS DISLOCACIONES 6 SEC. 6-7] CAMPO DE TENSIONES DE UNA DISLOCACION 185

una buena aproximación a la que se produce alrededor de una dislo- de donde


cación curva a distancias pequeñas comparadas con el radio de curva- G
tura. Al considerar un cristal con constantes elásticas anisótropas 1, la To=21T(l v)
complejidad es apreciablemente mayor. bx(x2 -y2)
La figura 6-10 representa la sección transversal de una pieza cilín· Txy=To ( 2 ?)? [6-4]
drica de material elástico que contiene una dislocación de cuña. Dicha X +y- -

dislocación pasa por el punto O paralelamente al eje z (normal al pla- Txz =Tyx=O [ 6-5]
no de la figura). El cilindro original no distorsionado y sin dislocación
se representa con una línea de trazos. La dislocación fue producida En coordenadas polares, las ecuaciones son
practicando un corte radial a lo
largo del plano y=O (línea OA), -Tob sen(}
deslizando las superficies corta- 0-r=CTe = - - - - - [6-6]
r
:::,.. das, una a lo largo de la otra, la
::-....
distancia AA' y volviéndolas a b cose
" '\ ~'"'.-b~
1
unir. Esta secuencia de operacio-
Tre =Ter=To---
r
I\ 1 nes 2 produce una dislocación de
\ i cuña positiva a lo largo del eje z, o-r actúa en la dirección radial, mientras que. a-e lo hace en un plano
con un campo de deformación perpendicular a r. Obsérvese que las tensiones varían inversamente con
1

+----~---------~---+--~-+-~x
¡;·
idéntico al que existe alrededor de la distancia que las separa de la línea de dislocación. Como la tensión
un modelo de dislocación como el se hace infinita cuando r= O, se ha de excluir del análisis una pequeña
de la figura 4-8. Como quiera que zona cilíndrica r = r 0 alrededor de la línea de dislocación.
la línea de dislocación es paralela Una dislocación helicoidal recta en un medio isótropo tiene una
al eje z, las deformaciones en esa simetría completamente cilíndrica. Para un sistema de coordenadas
dirección son nulas y se puede rectangulares, solo dos de los componentes de la tensión no son igua-
Fm. 6-10.-Deformación de un círcu- tratar el problema como un caso les a cero:
lo que contiene una dislocación en de deformación plana. Gb y
cuña. El círculo no deformado es el Tratándose de dislocaciones de Tx,,= - - - - - - - [6-8]
que tiene la circunferencia de trazos; ~ 21T xz+ y2
la línea continua representa a esa cir- cuña rectas, en un material elás-
Gb X
cunferencia después que se ha intro- ticamente isótropo, las tensiones, Tyz - - - - - [6-9]
ducido la dislocación de cuña. en términos de los tres ejes de 21T
coordenadas ortogonales, están da-
das por las ecuaciones siguientes (la notación es la misma que se ha Puesto que en las dislocaciones helicoidales no hay ningún medio pla-
utilizado en los capítulos 1 y 2) : no extra de átomos, tampoco hay tensiones normales de tracción o
compresión. El campo de tensiones es simplemente de cizallamiento.
by(3x2 + y 2) La simetría radial de este campo de tensiones es evidente cuando la
0-i:= - T o - - - - [6-1]
, (xz + y2)2 tensión cizallante se expresa en un sistema de coordenadas polares:
by(xz+ yz)
CTy=7'o----- [6-2] Gb
(x2 + y2)2 [6-10]
CTz=V(a-x+O-y) [ 6-3]

1 J. D. EsHELBY, W. T. READ y W. SHOCKLEY: Acta Met., vol. 1, págs. 351-


Mediante radiación infrarroja polarizada se ha observado 1 en los
359, 1953. cristales de silicio el campo de deformaciones existente alrededor de una
2 Es interesante observar que este problema fue analizado por V olterra dislocación de cuña en un medio isótropo.
en 1907, mucho antes de que apareciera el concepto de dislocaciones. Los de- La energía implicada en la formación de una dislocación en cuña
talles matemáticos se pueden hallar en A. E. H. LOVE: "A treatise on the
Mathematical Theory of Elasticity", págs. 221-28, Cambridge University Press,
Nueva York, 1934. 1 w. L. BOND y J. ANDRUS: Phys, Rev., vol. 101, pág. 1211, 1956.
186 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES SEC. FUERZAS EN LAS DISLOCACIONES 187

se puede estimar a partir del trabajo requerido para desplazar el corte dirección de su normal. Por consiguiente, la fuerza por unidad de lon-
OA, en la figura 6-10, una distancia b a lo largo del plano de desli- gitud que actúa sobre la línea de dislocación es
zamiento: ·
1 Jr1 1 Jr1 dr
[ 6-14 J
U =2 Treb dr =- r 0b-7 cos (} - [6-11]
r
o
2 r
o
r Esta fuerza es normal a la línea de dislocación en todos los puntos
de su longitud y está dirigida hacia la parte sin deslizar del plano de
deslizamiento.
Pero cos (} = 1 a lo largo del plano de deslizamiento y= O, de manera
Como la energía de deformación de las líneas de dislocación es
que la energía de deformación está dada por
proporcional a su longitud, para aumentar esta se ha de realizar un
trabajo. Por tanto, es conveniente considerar que las dislocaciones po-
U Gbz In !_!__ [6-12] seen una tensión lineal que intenta re-
47r(l - v) ro ducir al mínimo su energía, acortando
su longitud. La tensión lineal se mide \
\
Del mismo modo, la energía de deformación de una dislocación heli- en unidades de energía por unidad de \
coidal está dada por longitud y es análoga a la tensión su- dl \
perficial de los líquidos. En las líneas ~\
\ ~ h
Gb2 1 ri
n- [6-13] de dislocación curvas, la tensión lineal
ro produce una fuerza restauradora que ds\ Le \ \
tiende a enderezarlas. La magnitud de 1
Obsérvese que, de acuerdo con la hipótesis que hemos mantenido hasta esta fuerza es r /R, en la que r es la 1
tensión lineal y R el radio de curvatu- 1
este punto, la energía de deformación por unidad de longitud de la 1
dislocación es proporcional a Gb 2• Esta energía de deformación corres .. ra de la línea de dislocación curva. La 1

ponde a unos 10 ev por cada plano atómico atravesado por la dislo- dirección de esta fuerza es perpendicu-
cación en cuña (problema 6-9). La energía total de un cristal que lar a la línea de dislocación y dirigi- FIG. 6-11.-Fuerza que actúa so-
contiene muchas líneas de dislocación es la suma de las energías de da hacia el centro de curvatura. Debido bre una línea de dislocación.
deformación de las dislocaciones individuales, más los términos que a la tensión lineal, las líneas de disloca-
expresan las interacciones de los campos de tensiones de las disloca- ción tienen una curvatura de equilibrio solamente si actúa sobre ellas
ciones, más el término que describe las tensiones internas desarrolladas una tensión cizallante. La condición de equilibrio para que esto su-
por las fuerzas externas. .ceda es
r
F=Tb=-
6-8. Fuerzas en las dislocaciones.-Cuando a un cristal se le R
aplica una fuerza externa de suficiente magnitud, las dislocaciones se
mueven y producen deslizamiento. De este modo, existe una fuerza Por consiguiente, la tensión cizallante requerida para mantener una
que actúa sobre las líneas de dislocación y que tiende a diriairlas hacia línea de dislocación con un radio de curvatura R es
adelante. La figura 6-11 muestra una línea de dislocación ~oviéndose r
en la dirección de su vector de Burgers bajo la influencia de una ten·· T [ 6-15]
sión cizallante uniforme T. Un elemento de la línea de dislocación ds
es desplazado, en una magnitud dl, en la dirección de deslizamiento,
normal a ds. El área barrida por el elemento lineal es ds dl. Esto co- Orowan i ha señalado que la determinación de esta tensión guarda ana-
rresponde a un desplazamiento medio del cristal situado encima del logía con el problema de hacer una burbuja soplando a través de una
plano de deslizamiento respecto al cristal de debajo de dicho plano, boquilla sumergida en un líquido. La tensión lineal varía de un punto
de una magnitud igual a ds dl b/A, en la que A es el área del plano a otro a lo largo de la línea de dislocación. Stroh 2 ha demostrado que
de deslizamiento. El trabajo realizado por la tensión cizallante que 1 E. ÜROWAN: "Dislocations in Meta1s", págs. 99-102, American Institute of
actúa en el plano de deslizamiento es dW TA (ds dl b) /A, que co- Mining and Metallurgical Engineers, Nueva York, 1953.
rresponde a una fuerza dW / dl que actúa sobre el elemento ds en la 2 A N. STROH: Proc. Phys. Soc. (Londres), vol. 67B, pág. 427, 1954.
SEC.
188 · TEORIA DE LAS DISLOCACIONES [CAP. 6

La figura 6-12 es una representación de la variac10n de Fx con la


la Ec. [ 6-13] proporciona una buena aproximación de la tensión lineal. distancia x, en la que x está expresada en unidades de y. La curva A
La más utilizada es r ~ 0,5Gb 2, que se obtiene de la Ec. [6-13] cuan- representa dislocaciones del mismo signo; la curva B, dislocaciones de
do se sustituyen los valores típicos r 1 1000 A y ro 2 A. signo opuesto. Obsérvese que las dislocaciones del mismo signo se
repelen cuando x >y (8 < 45º) y se atraen cuando x <y (8 > 45º).
6-9. Fuerzas entre las dislocaciones.-Las dislocaciones de sig- La inversa es cierta para dislocaciones de signo contrario. Fx es cero
no contrario situadas en el mismo plano de deslizamiento se atraen cuando x =O y x =y. La situación x =O, en la que las dislocaciones en
entre sí, se aproximan y finalmente se anulan. Esto se puede ver fácil- 0,3
mente en el caso de una dislocación de cuña (Fig. 4-8), en la que la '¡/)

superposición de una dislocación positiva y otra negativa en el mismo e:e» (\
u
plano de deslizamiento hace que se elimine el plano extra de átomos C1
>.
I \
y, por consiguiente, la dislocación desaparece. Por el contrario, las "'O
C1
0,2 I \
dislocaciones de igual signo en el mismo plano de deslizamiento se VI I \
o \
repelen. e J
C1
o.e»"' 1 \
La situación más sencilla a considerar es la fuerza entre dos dislo- 0,1 \
caciones helicoidales paralelas. Puesto que el campo de tensiones de "'O .Q
\
o~
una dislocación helicoidal es radialmente simétrico, la fuerza entre 1C :::...,
::J,.....
\
ellas es una fuerza central que depende solo de la distancia que las u:::..
e 1
o
separa, e»~ 2y 3y 4v Sy 6y 7y Bv
~n~
CN
[6-16] ·§ LL"'
C1 -0,1
u
o
~
La fuerza es atractiva en dislocaciones de signo contrario (helicoides u
antiparalelos) y repulsiva en dislocaciones del mismo signo (helicoides ~
paralelos).
ee»
C1
Consideremos ahora las fuerzas entre dos dislocaciones de cuña ~
paralelas con los mismos vectores de Burgers. Refiriéndonos a la figu- e»
.E -0,3
ra 6-10, las dislocaciones en cuña se encuentran en P y en Q, paralelas
al eje z, con sus vectores de Burgers a lo largo del eje x. La fuerza en-
tre ellas no es central y, por tanto, es preciso considerar una compo- FIG. 6-12.-Representación gráfica de la Ec. [6-18]. La curva continua A co-
rresponde a dos dislocaciones de cuña del mismo signo. La B, a dos disloca-
nente radial y otra tangencial. La fuerza por unidad de longitud está ciones de cuña de signo contrario. (Según A. H. COTTRELL: Dislocations and
dada por 1 Flow Plastic in Crystals, pág. 48, Oxford University Press, Londres, 1953.)
Gb2 1 Gb2 sen 28
F---- Fe=---- [ 6-17] cuña se encuentran verticalmente unas encima de las otras, es un
r 27T(l - v) r 217(1- v) r
estado de equilibrio. Por tanto, la teoría predice que una ordenación
vertical de dislocaciones de cuña del mismo signo se encuentra en
Como las dislocaciones de cuña están esencialmente confinadas al pla- equilibrio estable. Esta es la disposición que existe en los límites de
no de deslizamiento, la fuerza componente a lo largo de la dirección x, grano de ángulo pequeño de tipo inclinado.
que es la de deslizamiento, es de máximo interés, El caso de dos dislocaciones paralelas con vectores de Burgers di-
ferentes puede razonarse considerando sus energías relativas 1• Este es
Fr cos 8 Fe sen e el caso de dislocaciones en dos planos de deslizamiento diferentes. En
Gb 2x (x2 -y2 ) general, no habrá una posición estable como en el caso anterior. Las
[ 6-18] dislocaciones intentarán juntarse o separarse. Consideremos dos dislo-
caciones paralelas h 1 y h 2, que pueden, o quizá no, atraerse y combi-
1 A. H. COTTRELL: "Dislocations and Plastic Flow in Crystals", pág. 46, 1 READ, op. cit., pág. 131.
Oxford University Press, Nueva York, 1953.
190 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES SEC. 191

narse en h3. Las dos dislocaciones se atraen si b32 < b 12 + bl y se re- de deslizamiento que origina límites de grano de ángulo pequeño en
pelen si bi > b 12 + bi. Expresado de otro modo, las dislocaciones se el proceso de poligonización. Se han aplicado técnicas de ataque sobre
atraen si el ángulo formado por sus vectores de Burgers es mayor cristales flexionados y recocidos que han demostrado la existencia de
que 90º. Se repelen si dicho ángulo es menor que 90º. este fenómeno. El trepado de dislocaciones es también un factor im-
Las superficies libres ejercen una fuerza de atracción sobre las portante en la fluencia lenta ("creep") de los metales, en la que la
dislocaciones, ya que al escapar estas de la superficie del cristal redu- energía de activación para el estado de fluencia estacionaria es ioual
cen su energía de deformación. Koehler 1 ha demostrado que esta fuer .. a la necesaria para la autodifusión de los metales puros. El hech; de
za es aproximadamente igual a la que se ejercería en un sólido infinito que la autodifusión se produzca por el movimiento de vacantes impli-
entre una dislocación y otra de signo contrario situada en una posición ca que en la fluencia lenta debe intervenir el trepado de dislocaciones.
que es la imagen especular de la primera al otro lado de la superficie.
Esta fuerza de la imagen es igual a 6mll. Codos en las dislocaciones.,--No es preciso que las dislo-
2
caciones estén confinadas a un solo plano. Cuando una dislocación se
F- Gb 1 [ 6-19] desplaza de un plano a otro crea
41T(l-v) r un escalón o codo en la línea de
dislocación. Los codos pueden pro- ,,.-,
para una dislocación de cuña. Sin embargo, conviene tener en cuenta ducirse por la intersección de dis- ,_;..~,
• $ e e
que las superficies metálicas están cubiertas frecuentemente de finas locaciones, como se mostró en la e e -'<e

películas de óxido. Las dislocaciones que se aproximan a la superficie figura 4-29, o durante el trepado, e e
recubierta de un material elásticamente más duro encuentran una cuando este no ocurre a lo largo
fuerza de la imagen repulsiva en vez de una atractiva. de toda la longitud del medio pla- \a) (b)
no extra de átomos.
6ml0. Trepado de dislocaciones.-Una dislocación en cuña sola- En la figura 6-14 se muestra la FIG. 6-13.-a) Difusión de una vacante
mente se puede deslizar en el plano que contiene la línea de disloca- intersección de dos dislocaciones hacia una dislocación en cuña. b) U na
dislocación trepa un espaciado re-
ción y su vector de Burgers (dirección de deslizamiento). Para mover en cuña. U na dislocación en cuña ticular.
una dislocación en cuña en una dirección perpendicular al plano de XY, con un vector de Burgers h¡,
deslizamiento se requiere un proceso de trepado. En el movimiento de se está moviendo sobre el plano Pxy y corta a la dislocación AD, con
las dislocaciones helicoidales interviene siempre el deslizamiento, de v~,ctor ~e. Burgers h, qu~ se encuentra sobre el plano PAv· La intersec-
manera que dicho movimiento no está relacionado con el trepado. c10n ongma el codo PP en la dislocación AD. El codo resultante es
Para el trepado se requiere la traslación de masas por difusión y, por par~lelo a bi'. pero ~;1 vecto~ de Burger.s es h, ya que forma parte de
consiguiente, es un proceso activado térmicamente. Se admite conven- la lmea de dislocac1on APP D. La longitud del codo es ioual a la del
cionalmente que el sentido de trepado es aquel en el que los átomos vector de Burgers h¡. Obsérvese que el codo resultante b de la inter-
se alejan del medio plano extra de átomos de una dislocación en cuña, secc1on ~e ~os dislocaciones. en cuña tiene una orientación de cuña y,
de manera que dicho medio plano se desplace hacia arriba una capa por cons1gmente, puede deslizarse fácilmente con el resto de la dislo-
atómica. Normalmente esto ocurre por difusión de una vacante hacia la cación. Por este motivo, la formación de codos en las dislocaciones
dislocación y por desplazamiento del átomo extra hacia la posición re- en cuña no impi~e su i:;ovimiento. Sin embargo, se requiere energía
ticular de la vacante (Fig. 6-13) También es posible, aunque no favora- para cortar una dislocac1on, ya que la formación de un codo aumenta
ble energéticamente, que los átomos se liberen del medio plano extra su longitud. La. ~ner.gía de los. codos es aproximadamente 0,5Gb3, pues-
y se transformen en átomos intersticiales. Para producir trepado ne- to que la tens10n lmeal media es 0,5Gb 2 y la longitud de los codos
gativo se han de añadir átomos al medio plano. Esto puede ocurrir al es b¡.
unirse al medio plano extra los átomos de la red circundante, lo que La figura 4-29 muestra la intersección de dos dislocaciones heli-
crea vacantes, o con menos probabilidad al difundirse un átomo in- coidales. De acuerdo co~ la .regla general, los codos son perpendicula-
tersticial a la dislocación. res a los planos de deslizamiento en los que las dislocaciones se mue-
El trepado de las dislocaciones es necesario para que se produzca ven. Se :puede .apreciar .qu.e los codos formados por la intersección
la alineación vertical de las dislocaciones en cuña sobre los planos de dos dislocaci?nes helicoidales tienen una orientación de cuña por-
qu.e son perpendiculares al vector de Burgers de las dislocaciones heli-
1 J. S. KoEHLER: Phys. Rev., vol. 60, pág. 397, 1941. c01dales. Puesto que las dislocaciones de cuña solo se pueden mover
192 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES [CAP. 6
SEC. 6-12] INTERACCION ENTRE DISLOCACIONES Y V ACANTES 193

fácilmente en el plano que contiene su línea y su vector de Burgers, vación que concuerdan generalmente con las temperaturas y ene~gías
los codos solo podrán hacerlo a lo largo del ej: de l~ disloca~ió!1 de activación observadas para el recocido de probetas templadas e irra-
helicoidal. Por consiguiente, siempre que en las d1slocac10nes hehc01- diadas. Además, las variaciones de resistividad van acompañadas de
dales se hallen presentes codos, estos no pueden moverse en una escaso cambio en la resistencia mecánica, indicando que las dislo-
dirección normal al eje del helicoide, excepto por el proceso de tre- caciones no son responsables de dichas variaciones. La forrmación de
pado. De aquí se desprende que defectos de punto debidos a la deformación, en los cristales iónicos,
es más difícil mover dislocacio- se ha demostrado midiendo la conductividad y la densidad y obser-
nes helicoidales a través de un vando los centros de color.
bosque de dislocaciones intersec- Los codos en las líneas de dislocación pueden actuar como ma-
tor que mover dislocaciones de nantiales y sumideros de defectos de punto. Debido a los ángulos en-
cuña a través de una ordenación trantes de los codos, estos son centros favorables para la absorción y
in tersectora. La veracidad de este aniquilación de vacantes. Asimismo, se considera generalmente que en
hecho se comprueba mediante la los codos se pueden engendrar vacantes. En el mecanismo usual 1 in-
siguiente observación 1 : las ban- tervienen los codos formados por la intersección de dislocaciones
,/ das de deslizamiento en el alumi-
D
helicoidales. Como se ha indicado en la sección anterior, el movi-
nio avanzan más lentamente cuan- miento en una dirección normal a su eje de las dislocaciones helicoi-
do se las mira en una dirección dales que contienen codos solo puede ocurrir por trepado. Al trepar,
Pxr
(a)
perpendicular a la de deslizamien- el codo engendra vacantes. Sin embargo, existen dos puntos dudosos
to que cuando se observan a lo acerca de este mecanismo. Friedel 2 ha señalado que no hay razón
largo de esta. En la intersección para que un codo no pueda deslizarse a lo largo de 1:1na dislocac~ón
de dislocaciones mixtas, helicoida- helicoidal sin producir vacantes, con tal que pueda umrse en segmda
les y en cuña, los codos pueden a un componente de cuña de la línea de dislocación. Cottrell 3 ha
b;
moverse lateralmente por desliza- mostrado que los codos formados por la intersección de dislocaciones
miento, según la dislocación se helícoidales producen generalmente átomos intersticiales y no vacan-
desplaza a través de la red. tes. Sin embargo, los experimentos de recocido muestran que son las
o vacantes, y no los átomos intersticiales, los defectos de punto predo-
6-12. Interacción entre dislo- minantes en los metales deformados en frío. Friedel, Mott y Cottrell 4
y caciones y vacantes.-Cada vez han propuesto otros mecanismos para la producción de v~cantes p~r
existe un número mayor de prue- codos de las dislocaciones. Aun cuando no se han establecido todavia
bas de que los defectos de punto, los detalles exactos del mecanismo de la formación de vacantes du-
principalmente las vacantes, se rante la deformación en frío, se ha comprobado la intervención de los
producen durante la deformación codos producidos por la intersección de dislocaciones.
plástica. La mayor parte de las Entre las vacantes y las dislocaciones existe una fuerza atractiva.
Fm. 6-14.-lntersección de dos dislo- pruebas experimentales 2 están ba- Por consiguiente, las vacantes deberían poder formar atmósferas alre-
caciones en cuña. (W. T. READ, Jr.: sadas sobre deformaciones a bajas
Dislocations in Crystals, McGraw-Hill dedor de las dislocaciones, del mismo modo que los átomos solutos.
Book Company, Inc., Nueva York,
temperaturas (para suprimir lamo- Las vacantes pueden también interactuar unas con otras para formar
1953.) vilidad de las vacantes), seguidas pares de vacantes (di vacantes) y existen prueb~~ q~e apoyan la hipó-
de mediciones de la resistividad tesis de que se reúnen en grandes grupos o apmam1entos.
eléctrica y de la mecánica antes y después de los tr~tamientos de reco-
cido. Se ha comprobado que, aproximadamente l~ I?Itad del au~ento de 1 F. SEITZ: Advances in Phys., vol. 1, pág. 43, 1952.
resistividad debido a la deformación en frío se ehmma por re~oc1do dei:- 2 r.
FRIEDEL: Phil. Mag., vol. 46, pág. 1165, 19?5. .
tro de intervalos de temperatura bien definidos y con energias de act1- 3 A. H. COTTRELL: "Dislocations and Mechamcal Propert1es of Crystals",
págs. 509-12, John Wiley ~ Son~, I~,c., Nuev~ Yor~, 1957. . , .
4 T. FRIEDEL: "Les D1slocat10ns , Gauth1er-W1llars & Cie, Pans, 1956,
1 N. K. CHEN yR. B. POND: Trans. AIME, vol. 194, págs .. 1085-092, 1952. N. F~ MoTT: "Dislocations and Mechanical Properties of Crystals", ,págs. 4~9-
de este tema, véase T. BROOM: Advances m. Phys., vol. .3.
2 Para revisiones
71, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1957; A. H. CoTTRE~L: Vacanc1es
págs. 26-83, 1954, y "Symposium on Vacancies and Other Pomt Defects m and Other Point Defects in Metals and Alloys", págs. 28-29, Inst1tute of Metals,
Metals and Alloys", Institute of Metals, Londres, 1958. Londres, 1958.
DIETER.-13
DISLOCACIONES [CAP. 6 SEC. INTERACCIONES ENTRE DISLOCACIONES Y ATOMOS EXTRAÑOS 195

6-13. Interacciones entre dislocaciones y átomos extraños.-La de dislocación desde una solución que contiene inicialmente n0 átomos
presencia de un átomo extraño grande produce una dilatación de la solutos por unidad de volumen es
matriz. Un átomo de tamaño excesivo es atraído hacia la zona de
tracción y repelido de la zona de compresión de una dislocación en n(t) =3 ( -
1r ) 113 ( ADt)
--
213
n0 [6-24]
cuña. La segregación de átomos solutos hacia las dislocacionse dismi- 2 kT
nuye la energía del sistema. Para simplificar, se supone que los áto- en la que:
mos solutos producen una distorsión simétrica e hidrostática de la
matriz. Si el átomo soluto ocupa un volumen mayor en ~V que el del A =parámetro de interacción de la Ec. [6-22], y,
átomo de la matriz a quien sustituye, la energía de interacción entre D =coeficiente de difusión de los átomos solutos a temperatu-
el campo localizado de tensiones de la dislocación y el átomo extraño ra T.
será
[6-20] En la deducción de esta ecuac1on la línea de dislocación sirve como
sumidero de átomos solutos que capturan cualquier átomo que pasa,
en la que crm= 1/ 3 (o-x+cry+crz) es la componente hidrostática del pero no obstruye la entrada de otros átomos. Este concepto es válido
campo de tensiones. La variación en volumen está dada por durante las primeras etapas del envejecimiento por deformación, en las
que se ha comprobado se cumple la relación t 213• Sin embargo, hacia
~V = 4
/31rEa3 [ 6-21] las últimas etapas las posiciones sobre la línea de dislocación se sa-
turan y la hipótesis de que estas actúan como un centro de eliminación
en la que a es el radio del átomo solvente y E= (d - a) /a es la defor- ya no es válida. Ahora, la probabilidad de que los átomos abandonen
mación producida al introducir un átomo soluto de radio d. Cuando el centro es igual a la probabilidad de que afluyan hacia él, por lo
el átomo soluto está situado en un punto dado por las coordenadas que se establece un gradiente de concentración en estado estacionario.
polares r, e respecto a una dislocación de cuña, la energía de inter- La distribución en el estado estacionario de los átomos solutos alrede-
acción está dada por 1 dor de las dislocaciones es lo que se conoce con el nombre de atmós-
fera. La concentración local e y la concentración media c0 guardan la
U¡= A sen 8 -4GbEa3 sen 8 [6-22] siguiente relación:
r r -U¡
c=c0 exp-- [6-25]
kT
La fuerza entre una dislocación de cuña y un átomo soluto no es cen-
tral. Los componentes radiales y tangenciales están dados por Se ha sugerido 1 que los átomos solutos pueden difundirse a lo
largo de las dislocaciones hasta que encuentran una barrera. Si la
Fe= - ( ~ ) ( ªa~i ) [ 6-23] interacción entre átomos solutos es fuerte, se puede formar un preci-
pitado fino. De este modo las líneas de dislocación quedan libres para
actuar como sumideros durante períodos de tiempo mayores y la re-
Cuando se produce una distorsión desigual de la red de la matriz lación t 213 subsiste hasta que todas las líneas de dislocación se han
a causa de los átomos solutos, estos pueden interactuar con el com- saturado con átomos solutos.
ponente cizallante del campo de tensiones, así como con el compo- Cuando la concentración de átomos solutos alrededor de la dislo-
nente hidrostático. En estas condiciones la interacción se produce entre cación es bastante elevada, la atmósfera se condensa en una sola línea
átomos solutos y dislocaciones helicoidales y de cuña. En el caso de de átomos solutos, paralela a la línea de dislocación, en una posición
átomos de carbono y nitrógeno en el hierro, la simetría tetragonal de máximo enlace a dos espaciados atómicos, aproximadamente, por
alrededor de las posiciones intersticiales conduce a un componente debajo del núcleo de la dislocación en cuña positiva. La tensión reque-
cizallante del campo de tensiones. En las aleaciones ccc, la disociación rida para apartar una línea de dislocación de una línea de átomos so-
en dislocaciones parciales produce dos dislocaciones enlazadas elásti- lutos a OºK es
camente, con un componente en cuña importante. A
cr :::= -bz2 [6-26]
Cottrell y Bibly han señalado que, en un tiempo t, el número de ro
átomos solu tos, n ( t), que emigra a una unidad de longitud de la línea
1 B. A. BILBY y G. M. LEAK: /. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 184, pág. 64,
· 1 B. A. BILBY: Proc. Phys. Soc. (Londres), vol. 63A, pág. 191, 1950. 1956.
196 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES 6 SEC. 6-15] MUL TIPLICACION DE DISLOCACIONES 197

en la que A está dada por la Ec. [6-22] y r 0 ::= 2 x 10- 8 cm es la dis- dislocaciones producidas como resultado del crecimiento del cristal a
tancia desde el núcleo de la dislocación hasta la posición de la línea partir del líquido o de la fase vapor. Con estudios de ataque y méto-
de átomos solutos. Cuando se libera a la línea de dislocación del campo dos de difracción de rayos X bajo condiciones rigurosamente contro-
de influencia de los átomos solutos, el deslizamiento puede continuar ladas, se han obtenido pruebas experimentales de la existencia de dis-
con una tensión más baja que la dada por la Ec. [ 6-26]. Este es el locaciones en los cristales solidificados. En cristales crecidos por de-
origen del límite elástico aparente superior de la curva tensión-defor- posición desde la fase vapor, se ha mostrado que la nucleación de la
mación. ., fase sólida se produce alrededor de las dislocaciones helicoidales que
Cuando una fuerza externa intenta apartar una línea de dislocacion emergen de la superficie del substrato sólido.
de su atmósfera, esta ejerce una fuerza restauradora que intenta, a su Por medio de técnicas de decoración de dislocaciones se han con-
vez atraerla hacia su posición original. Si la velocidad de la línea de seguido muchas pruebas de la existencia de redes de dislocación tridi-
disl~cación es pequeña puede moverse arrastrando tras de sí la ati:-iós- mensionales en los cristales iónicos recocidos. En metales recocidos se
fera. Según Cottrell, la velocidad máxima a la que una línea de dislo- han observado los anillos de dislocación por medio de la microscopía
cación puede moverse y a la vez arrastrar su atmósfera es electrónica de transmisión de películas delgadas 1• Se cree que estos
anillos se originan a causa del colapso de los discos de vacantes y co-
D A rresponden a dislocaciones prismáticas. Existen ciertas pruebas que
V=--- [6-27] indican que estos anillos pueden crecer y unirse para formar redes de
kT r2
dislocación en cristales recocidos sin deformar. Asimismo, hay pruebas
que sugieren que algunas de las vacantes condensadas forman huecos
Si la línea de dislocación se mueve a una velocidad superior será pre- que son responsables de la formación de dislocaciones. Aun cuando hay
ciso vencer la fuerza restauradora y la atmósfera se queda rezagada. pocas dudas de que en los metales recocidos o cuidadosamente solidi-
Los dientes que se forman en la curva tensión-deformación se deben ficados existen dislocaciones, se necesita mucha más información sobre
al esfuerzo realizado por la línea de dislocac~?n para ~lejarse d~ la el mecanismo por el que se producen y sobre el modo en que están
atmósfera de átomos solutos y a la atenuacion postenor de dicho dispuestas en el metal.
esfuerzo que permite a la atmósfera interactuar de nuevo con las
dislocaciones.
6°15. Multiplicación de dislocaciones. Manantial de Frank-
6ª14. Manantiales de dislocaciones.-El bajo límite elástico de Read.-Uno de los primeros obstáculos para el desarrollo de una teoría
los cristales puros nos lleva a la conclusión de que en los cristal~s sobre las dislocaciones fue la exposición clara de un mecanismo razo-
recocidos por completo y en los solidificados cuidadosamente a p.artir nable que explicase por qué los manantiales originalmente presentes
del líquido deben existir manantiales de dislocac~o,n~s. La energía ~meal en el metal podían producir nuevas dislocaciones durante el proceso
de las dislocaciones es tan elevada que hace dlf1cil que las tens10nes de deslizamiento. Tal mecanismo se requiere cuando se observa clara-
de razonable magnitud puedan crear· nuevas dislocaciones en una re- mente que el desplazamiento superficial en una banda de deslizamiento
crión del cristal donde no existen estas, incluso con la ayuda de las se debe al movimiento de unas 1000 dislocaciones sobre el plano de
fluctuaciones térmicas. Esto es causa de una diferencia importante en- deslizamiento. De este modo, el número de manantiales de dislocacio-
tre los defectos de línea y los de punto. La densidad de dislocaciones nes inicialmente presentes en un metal no puede justificar el espaciado
y desplazamiento observados en las bandas de deslizamiento, a no ser
en equilibrio térmico con un cristal es d~spreciable.mente. pequeña.
No existe una relación general entre la densidad de d1slocac10ne.s Y la que exista un medio por el cual cada manantial pueda producir grandes
temperatura, como ocurre con las vaca_ntes. P,ues~o que las disloca- magnitudes de deslizamiento antes de quedar inmovilizado. Además,
ciones no son afectadas por las fluctuac10nes termicas a temperaturas si no hubiera ningún manantial engendrando dislocaciones, la defor-
inferiores a las que se produce la recristaliz~ción, los metale~ pueden mación en frío produciría una disminución, en vez de un aumento,
tener densidades de dislocaciones bastante dlferentes dependiente~ de de la densidad de dislocaciones en un monocristal. Por consiguiente,
las condiciones de elaboración. Los materiales totalmente recocidos debe existir un proceso que engendre dislocaciones o multiplique el
contienen unas 106 a 108 líneas de dislocación por centímetro cuadrado, número inicialmente presente para producir la elevada densidad de
mientras que en los metales intensamente deformados en frío hay dislocaciones hallada en los metales deformados en frío. El esquema
unas 10 12 líneas por centímetro cuadrado. mediante el cual se pueden engendrar dislocaciones a partir de las ya
Se tiene la creencia general de que todos los metales, co~ excep-
ción de las "barbas" delgadísimas, contienen un número apreciable de 1 HIRSCH, SILCOX, SMALLMAN y WESTMACOTT, op. cit.
198 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES 6 SEC. MUL TIPLICACION DE DISLOCACIONES

existentes fue propuesto por Frank y Read 1 y se denomina común- en la que l es la distancia entre nodos DD'. Cuando se eleva la ten-
mente manantial de Frank-Read. sión por encima de este valor crítico, la dislocación se hace inestable
Consideremos una línea de dislocación DD' en un plano de desli- y se expande indefinidamente. La figura 6-15 e muestra el anillo ex-
zamiento (Fig. 6-15 a) que es el de la figura. La línea de dislocación pandido que empieza a replegarse hacia atrás sobre sí mismo. En la
abandona el plano de deslizamiento en los puntos D y D', de manera figura 6-15 d la dislocación casi se ha replegado sobre sí misma, mien-
que queda inmovilizada en estos puntos. Esto podría ocurrir si D y D' tras que en la figura 6-15 e las dos partes del anillo se han unido.
fueran nodos en los que la dislocación en el plano del papel cortase a Esto origina un anillo completo y reproduce la línea de dislocación
original DD'. Al aumentar la tensión, el anillo puede continuar expan-
Tb
.¡.
1

Tb
'~
1
"'1 ~
1
0--:-:-:--0' o
(al (b) (el

(d) (e)

FIG. 6-15.-Representación esquemática del funcionamiento de un manantial


de Frank-Read. (W. T. READ, Jr.: Dislocations in Crystals, McGraw-Hill Book
Company, Nueva York, 1953.) FIG. 6-16.-Manantial de Frank-Read en un cristal de silicio. (W. C. DAsH,
en "Dislocations and Mechanical Properties of Crystals", J ohn Wiley & Sons,
Inc., Nueva York, 1957.)
otras dislocaciones situadas en otros planos de deslizamiento o si
el anclaje fuese causado por átomos de una impureza. Si una tensión
cizallante T actúa en el plano de deslizamiento, la línea de dislocación diéndose sobre el plano de deslizamiento. La sección DD' se endereza
se curva y produce deslizamiento. Para una tensión determinada, la en seguida bajo la influencia de la tensión aplicada y de la tensión
línea de dislocación tiene cierto radio de curvatura dado por la lineal, por lo que el manantial de Frank-Read se halla entonces en
Ec. [6-15]. Se requiere el máximo valor de tensión cizallante cuando condiciones de repetir el proceso. Este proceso se puede repetir una
la línea curvada se convierte en un semicírculo, de manera que R y otra vez en cada manantial, creando en cada una de las ocasiones un
tenga el valor mínimo l/2 (Fig. 6-15 b). De la aproximación r ~ 0,5Gb 2 anillo de dislocación que produce el deslizamiento de un vector de
y de la Ec. [6-15] se deduce fácilmente que la tensión requerida para Burgers a lo largo del plano de deslizamiento. Sin embargo, una vez
producir esta configuración es iniciado el manantial este no continúa indefinidamente. La retroten-
Gb sión producida por el apilamiento de dislocaciones a lo largo del pla-
T~--
[
[6-28] no de deslizamiento se opone a la tensión aplicada. Cuando la retro-
tensión es igual a la tensión crítica dada por la Ec. [ 6-28], el manan-
1.F. C. FRANK y W. T. READ: Phys. Rev., vol. 79, págs. 722-23, 1950.
tial deja de ser activo.
TEORIA DE LAS DISLOCACIONES 6 SEC.

La prueba más espectacular de la existencia de manantiales de nes de cuña k = 1 v, mientras en las dislocaciones helicoidales es k =l.
Frank-Read ha sido hallado por Dash 1 en cristales de silicio decorados Cuando el manantial está situado en el centro de un grano de diá-
con cobre. La figura 6-16 muestra un manantial de Frank-Read en un metro D, el número de dislocaciones en el apilamiento está dado por
cristal de silicio fotografiado con luz infrarroja. También se han obte-
k1TT D
nido pruebas en aleaciones de aluminio y en cristales iónicos empleando n=---
5
[ 6-30]
técnicas de precipitación, y en el acero inoxidable, por medio de la 4Gb
microscopía electrónica de películas delgadas.
Se utiliza el factor 4 en vez del factor 2 porque la retrotensión sobre
6-16. Apila:rniento de dislocaciones.-Frecuentemente nos he- el manantial se produce a causa de las dislocaciones apiladas a ambos
mos referido al hecho de que las dislocaciones se apilan en los planos lados del mismo.
de deslizamiento frente a obstáculos tales como los límites de grano, Para muchos fines, se puede considerar que una ordenación de
las partículas de segunda fase y las dislocaciones sesiles. En los api- n dislocaciones apiladas es una dislocación gigante con vector de Bur-
gers nb. A grandes distancias de la ordenación, la tensión debida a
las dislocaciones se puede considerar producida por una dislocación
de intensidad nb, situada en el centro de graved-ad, a una distancia
que es las tres cuartas partes de la que separa al manantial de la ca-
beza del apilamiento. El deslizamiento total producido por un apila-
miento se puede considerar que es debido a una sola dislocación nb
manantial ..L ..L ..L
moviéndose una distancia 3L/4. Sobre las dislocaciones situadas en la
cabeza del apilamiento actúan fuerzas muy elevadas. Esta fuerza es
------- L ------ r igual a nbrs, en la que Ts es la tensión cizallante media resuelta sobre
p
el plano de deslizamiento. Koehler 1 ha señalado que en las cabezas
de los apilamientos se producen grandes tensiones de tracción del
orden de nT. Stroh 2 ha realizado un análisis algo más detallado de la
distribución de tensiones. Utilizando el sistema de coordenadas dado
FIG. 6-17.-Dislocaciones apiladas ante un obstáculo. en la figura 6-17, demostró que la tensión de tracción normal a la
línea OP está dada por
!amientos, las dislocaciones están íntimamente unidas en las prox1m1- 3 ( L ) i12 (}
dades de la cabeza de la ordenación y espaciadas más ampliamente 0-=2 -;: Ts sen (J cos 2 [6-31]
hacia el manantial (Fig. 6-17). La distribución de dislocaciones del
mismo signo en un apilamiento a lo largo de un plano de deslizamiento
único ha sido estudiada por Eshelby, Frank y Nabarro 2• El número
El valor máximo de a- se produce cuando (J = 1/3 o e= 70,7º. En este
caso
de dislocaciones que puede ocupar una distancia L a lo largo del pla 1

0-máx=~( ~)
112
no de deslizamiento entre el manantial y el obstáculo es Ts [ 6-32]
v3 r
[6-29]
La tensión cizallante que actúa en el plano DP está dada por

en la que T 5 es la tensión cizallante media resuelta en el plano de


deslizamiento y k es un factor próximo a la unidad. En las dislocado- ( L)
T= {37, -;:
112
[ 6-33]

1w. C. DAsH: "Dislocations and Mechanical Properties of Crystals", pá- El número de dislocaciones que puede soportar un obstáculo de-
gina 57, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1957.
2 J. D. E_sHELBY, F. C. FRANK y F. R. N. NABARRO: Phil. Mag., vol. 42,
pende del tipo de la barrera, de la relación de orientación entre el
pág. 351, 1951; cálculos para tipos de apilamientos más complicados han sido plano de deslizamiento y los aspectos estructurales en dicha barrera,
propuestos por A. K. HEAD: Phil. Mag., vol. 4, págs. 295-302, 1959; la con-
firmación experimental de esta teoría la han obtenido MEAKIN y WILSDORF. 1 J. S. KoEHLER: Plzys. Rev., vol. 85, pág. 480, 1952.
op. cit., págs. 745-52. 2A N. STROH: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 223, págs. 404-14, 1954.
202 TEORIA DE LAS DISLOCACIONES [CAP. 6

del material y de la temperatura. La rotura de una barrera puede pro-


ducirse por deslizamiento en un nuevo plano, por trepado de disloca-
ciones alrededor de la barrera o por formación de tensiones de trac-
ción lo suficientemente elevadas para producir una grieta.
De los conceptos discutidos anteriormente se puede desarrollar la
ecuación de Petch, que expresa la dependencia existente entre el límite CAPITULO 7
elástico y el tamaño de grano. Se supone que la fluencia ocurre cuando
se produce una tensión cizallante crítica Te en la cabeza del apilamiento. FRACTURA
Se parte de la hipótesis de que esta tensión es independiente del ta-
maño de grano. De la Ec. [6-30] tenemos
7 -l. Introducción.-La fractura es la separac1on o fragmentación
1T(l -v)T/D de un cuerpo sólido en dos o más partes bajo la acción de una tensión.
-------Te
4Gb Se puede considerar que la fractura es el resultado de dos procesos:
la iniciación y la propagación de grietas. Las fracturas se pueden cla-
Se supone que la tensión cizallante resuelta es igual a la tensión sificar en dos categorías generales: fractura dúctil y fractura frágil.
aplicada menos la tensión interna media requerida para vencer la re- Las fracturas dúctiles se caracterizan por una deformación plástica
sistencia que se opone al movimiento de las dislocaciones. Si, además, apreciable antes y durante la propagación de las grietas. En las super-
las tensiones cizallantes se convierten en tensiones uniaxiales de trac- ficies fracturadas se observa normalmente un grado perceptible de
ción, p. ej., Te= o-e/2, la expresión anterior se transforma en deformación macroscópica. La fractura frágil de los metales se carac-
teriza por una rápida velocidad de propagación de grietas sin defor-
1T(l-v) (o-o-o-i)2D mación macroscópica y muy poca microdeformación. Es similar al
O-e
despegue de los cristales iónicos. La tendencia a que se produzca frac-
tura frágil aumenta al disminuir la temperatura, al incrementar la ve-
Dicha expresión puede reordenarse a fin de obtener la relación deseada
locidad de deformación y en condiciones de tensión triaxial (producida
entre el límite elástico o-0 y el diámetro de grano D:
normalmente por una entalla). La fractura frágil se ha de evitar a toda
costa, ya que ocurre sin previó aviso y produce normalmente conse-
-
O-o-o-i+ V/-SCbo-e 1 -O-i+
- . K y n-112 [6-34] cuencias desastrosas.
1T(l-v) D
En este capítulo se ofrece una amplia descripción de los fundamen-
tos de la fractura de los metales. Puesto que la mayor parte de la in-
BIBLIOGRAFIA vestigación se ha centrado sobre el problema de la fractura frágil, a
BURGERS, J. M., y W. G. BURGERS: Dislocaciones en las redes cristalinas, en
este tema se le dedica una atención especial. En el capítulo 14 se tra-
F. R. Eirich (ed.), "Rheology", vol. I, Academic Press, Inc., Nueva York, tan con mayor detalle los aspectos de la fractura frágil en ingeniería.
1956. La fractura se produce de formas características, dependiendo del es-
COHEN, M. (ed.): "Dislocations in Metals", American Institute of Mining and tado de tensión, de la velocidad con que se aplica esta y de la tempe-
Metallurgical Engineers, .Nueva York, 1953. ra tura. A no ser que se indique lo contrario, en este capítulo se parte
COTTRELL, A. H.: "Dislocations and Plastic Flow in Crystals", Oxford Univer- de la hipótesis de que la fractura se produce por una sola aplicación de
sity Pi:ess, Nueva York, 1953. una tensión de tracción uniaxial. En capítulos posteriores se estudia
FISHER, J. c., w. G. JOHNSTON, R. THOMSON y T. VREELAND, Jr. (eds.): "Dis- la fractura bajo condiciones más complejas. Ejemplos típicos son la
locations and Mechanical Properties of Crystals", J ohn Wiley & Sons, Inc .. fractura producida por torsión (Cap. 10), fatiga (Cap. 12) y fluencia
Nueva York, 1957. lenta (Cap. 13), y la fractura frágil a baja temperatura, fragilidad de
READ, W. T., Jr.: "Dislocations in Crystals", McGraw-Hill Book Company, revenido y fragilidad producida por el hidrógeno (Cap. 14).
Inc., Nueva York, 1953.
ScHOEK, G.: Teoría de las dislocaciones en la plasticidad de los metales, en 7-2. Tipos de fractura en los :metales.-Los metales pueden
"Advances in Applied Mechanics", vol. IV, Academic Press, Inc., Nueva presentar muchos tipos diferentes de fracturas dependiendo del mate-
York, 1956. rial, temperatura, estado de tensión y velocidad de carga. Las dos am-
VAN BUEREN, H. G.: "Imperfections in Crystals", Interscience Publishers, Inc., plias categorías de fractura, dúctil y frágil, ya se han estudiado. La
Nueva York, 1960. figura 7-1 ilustra esquemáticamente algunos de los tipos de fracturas
203
7 SEC. RESISTENCIA COHESIVA TEORICA DE LOS METALES

que pueden ocurrir en los metales sometidos a tracción. Las fracturas fractura es provocado por tensiones cizallantes. El modo de fractura
frágiles (Fig. 7-1 a) se caracterizan por una separación normal a la por despegue está controlado por tensiones de tracción que actúan
tensión de tracción, pero por difracción de rayos X es posible detectar normalmente al plano cristalográfico de despegue. El aspecto, a pe-
una fina capa de metal deformado en la superficie de fractura. En queños aumentos, de una superficie de fractura producida por cizalla-
los metales ce y he se han obser- miento, es gris y fibroso, mientras que el de una fractura por desª
vado fracturas frágiles, pero no en pegue es brillante o granular, debido a la reflexión de la luz sobre las
t los metales ccc, a no ser que exis- superficies lisas de despegue. Las superficies de fractura están com-
tan factores que contribuyan a puestas frecuentemente de una mezcla de fractura fibrosa y granular
la fragilización de los límites de y es costumbre hacer mención del porcentaje del área superficial re-
grano. presentada por una de estas categorías. Basándose en el examen me-
Las fracturas dúctiles adoptan talográfico, las fracturas de las muestras policristalinas se clasifican
formas diferentes. Los monocris- en transgranulares (la grieta se propaga a través de los granos) o inter-
tales de los metales he pueden granulares (la grieta se propaga a lo largo de los límites de grano). Las
deslizarse en planos base sucesi- fracturas dúctiles son las que presentan un grado considerable de
(d)
vos hasta que el cristal finalmente deformación. El límite entre una fractura dúctil y otra frágil es arbi-
(a) (b) (e)
se separa por cizallamiento (figu- trario y depende de la situación que se está considerando. Así, p. ej.,
FIG. 7-1.-Tipos de fractura observa- ra 7-1 b). Las probetas policrista- las fundiciones nodulares son dúctiles cuando se comparan con las
dos en metales sometidos a tracción linas de metales muy dúctiles, co- fundiciones grises ordinarias; sin embargo, se consideran frágiles cuan-
monoaxial. a) Fractura frágil de mo- mo el oro o el plomo, pueden real- do se comparan con el acero suave. Otro ejemplo es el de una probeta
nocristales y policristales. b) Fractura
de cizallamiento en monocristales dúc- mente estirarse y estrangularse de tracción profundamente entallada; la rotura se produce con poca
tiles. e) Fractura completamente dúctil hasta un punto antes de romperse deformación macroscópica, pero puede ocurrir por el modo de ciza-
en polícristales. d) Fractura dúctil en ( Fig. 7-1 e). En la fractura en trac- llamiento.
policristales. ción de metales moderadamente
dúctiles la deformación plástica 7-3. Resistencia cohesiva teórica de los :metales.-Los metales
produce una estrangulación o zona de estricción local (Fig. 7-1 d). La son de gran valor tecnológico, principalmente a causa de su elevada re-
fractura comienza en el centro de la probeta y luego se extiende por sistencia mecánica, combinada
una separación de cizalladura a lo largo de la línea de trazos de la cierto grado de plasticidad. En tér-
figura 7-1 d. El resultado obtenido es la familiar fractura en forma minos generales, la resistencia se
de "copa". b
debe a las fuerzas cohesivas en- e:
Las fracturas se clasifican de acuerdo con características diversas, tre átomos. En general, las fuer- '. ~
tales como la deformación de fractura y la forma cristalográfica y as- zas cohesivas elevadas están rela- - c.i
pecto de la misma. Gensamer 1 ha resumido, como se indica a con- cionadas con constantes elásticas ~
u f-----1----'-----'--~--
tinuación, los términos comúnmente utilizados para describir las frac- grandes, puntos de fusión eleva-
turas: dos y pequeños coeficientes de
dilatación térmica. La figura 7-2
Comportamiento descrito Término utHizado
muestra la variación de la fuerza
cohesiva entre dos átomos en fun- 1

Modo cristalográfico . . . . .. Cizallamiento Despegue


Aspecto de la fractura . . . . .. Fibroso Granular ción de su separación. Esta cur- FIG. 7-2.-Fuerza de cohesión en
Deformación de fractura ... Dúctil Frágil va es el resultado de las fuerzas función de la distancia entre átomos
atractivas y repulsivas entre los
átomos. El espaciado interatómico cuando no hay deformación se re-
Las fracturas por cizallamiento se producen como resultado de des- presenta por a0• Si el cristal se somete a una carga de tracción, la
lizamiento extensivo en el plano activo de deslizamiento. Este tipo de separación entre átomos aumenta. Al aumentar la separación, la fuerza
repulsiva decrece más rápidamente que la atractiva, de manera que se
1 M. GENSAMER: Estudio general del problema de la fatiga y la fractura,
en "Fatigue and Fracture of Metals", John Wiley & Sons, Inc., Nueva York.
crea una fuerza neta entre átomos que equilibra la carga de tracción.
1952. Al aumentar esta última, la fuerza repulsiva continúa decreciendo,
206 FRACTURA [CAP. 7 SEC. TEORIA DE GRIFFITH SOBRE LA FRACTURA FRAGIL 207

hasta alcanzar un punto en el que dicha fuerza es despreciable y la Igualando [7-5] y [7-6] y sustituyendo en [7-3] se obtiene la expre-
fuerza atractiva disminuye a causa de la mayor separación de los áto- . sión final de la resistencia cohesiva teórica de los cristales:
mos. Dicho punto corresponde al valor máximo de la curva y repre-
senta la resistencia cohesiva teórica del material.
Se puede obtener una buena aproximación de la resistencia cohesiva
teórica si se supone que la curva de la fuerza cohesiva puede repre-
CTmáx= ( ! )1' 2
[7-7]

sentarse por una curva senoidal: Al sustituirse por valores razonables las cantidades que intervienen
21TX en la expresión anterior (véase problema 7-1), se obtiene la predicción
cr = crmáx sen -'A- [7-1]
de una resistencia cohesiva del orden de 1,4 x 103 Kg/mm 2• Este valor
es de 10 a 1000 veces mayor que las resistencias a la fractura obser-
en la que crmáx es la resistencia cohesiva teórica. El trabajo realizado vadas en los metales. Solamente la resistencia a la fractura de las barbas
durante la fractura, por unidad de superficie, es el área que queda de los metales, exentas de dislocaciones, se aproxima a la resistencia
debajo de la curva: cohesiva teórica.
21TX ACTmáx
1
/../2
Uo= CTmáxsen--dX=--- [7-2]
o 'A 1T 7 -4. Teoría de Griffith sobre la fractura frágil.-La primera
explicación de la discrepancia entre la resistencia a la fractura obser-
La energía por unidad de área requerida para producir una nueva su- vada en los cristales y la resistencia cohesiva teórica fue propuesta por
perficie es y. Si se supone que todo el trabajo que interviene en la Griffith 1• La teoría de Griffith en su forma original solamente es apli-
fractura contribuye a la creación de dos nuevas superficies, la Ec. [7-2] cable a materiales perfectamente frágiles, tales como el vidrio. Sin
se puede escribir embargo, aun cuando no se pueden aplicar directamente a los metales,
ACTmáx las ideas de Griffith han influido en forma decisiva en los actuales
2
--='Y
1T conceptos relativos a la fractura de los metales.
o Griffith supuso que un material frágil contenía una población de
21Ty
CTmáx=-A- [7-3] grietas finas que producía concentraciones de tensiones de suficiente
magnitud para superar a la resistencia cohesiva en regiones localiza-
das, aun cuando la tensión nominal estuviese muy por debajo del valor
Puesto que la ley de Hooke se cumple en la parte inicial de la curva, teórico. Cuando una de las grietas se extiende para producir una frac-
la tensión se puede escribir como tura frágil, se produce un aumento del área de las superficies de las
Ex dos caras de la grieta. Esto exige energía para vencer a la fuerza de
CT=-- [7-4]
ao cohesión de los átomcs o, dicho de otra forma, requiere un aumento
de la energía superficial. El manantial de la energía necesaria se en-
Para eliminar A. de la Ec. [ 7-3], tomemos la primera derivada de la cuentra en la energía de deformación elástica, que se libera cuando la
Ec. [7-1]: grieta se extiende. Griffith estableció el siguiente criterio para la pro-
dcr 21T 21TX pagación de una grieta: Una grieta puede propagarse cuando la dis-
dx = CTmáx T COS -A- minución de la energía elástica es al menos igual a la energía necesaria
para farmar las nuevas superficies de grieta. Este criterio puede em-
Puesto que cos (21Tx/A.) es aproximadamente igual a la unidad para los plearse para determinar la magnitud de la tensión de tracción que
pequeños valores de x implicados, la expresión anterior se puede es- puede justamente hacer que una grieta de cierto tamaño se propague
cribir como fractura frágil.
dcr 21T Consideremos el modelo de grieta de la figura 7-3. El espesor de
-=CTmáx- [7-5]
dx A. la plancha es despreciable y el problema se puede tratar como un caso
de tensiones planas. Se supone que la grieta tiene una sección trans-
Asimismo, se puede derivar la Ec. [7-4] para obtener versal elíptica. La grieta interior tiene una longitud 2c y la abierta al
dcr E [7-6] 1 A. A. GRIFFITH: Phil. Trans. Roy. Soc. (Londres), vol. 221A, págs. 163-

dx ªº 98, 1920; First Intn. Congr. Appl. Mech., Delft, 1924, pág. 55.
SEC. TEORIA DE GRIFFITH SOBRE LA FRACTURA
FRACTURA 7

exterior una igual a c. El efecto de ambas clases de grietas en el com- En una plancha que sea gruesa comparada con la longitud de la
grieta (deformación plana) la ecuación de Griffith es
portamiento a la fractura es el mismo. La distribución de tensiones
para una grieta elíptica fue determinada por Inglis 1• Debido a la for- 2Ey ]112
mación de la grieta se produce una disminución de la energía de defor- [7-12]
a- = [ ( 1 _:. v )2-rrc
mación. La energía de deformación elástica
a- por unidad de espesor de la plancha es igual a
Si el análisis es tridimensional, en el que se supone que la grieta es
un esferoide muy aplanado 1, la única diferencia es un yalor distinto
[7-8] de la constante de la ecuación de Griffith, por lo· que la simplificación
de considerar solo el caso bidimensional no produce un gran error.
en donde a- es la tensión de tracción que Una forma alternativa de explicar la diferencia entre la baja resis-
actúa normalmente a la longitud de la grie- tencia a la fractura de los metales con su alta resistencia cohesiva
ta 2c. La energía superficial debida a la pre- teórica fue propuesta por Orowan 2• Inglis demostró que la tensión
en el extremo de una grieta elipsoidal de longitud 2c, con radio de
sencia de la grieta es
e~ curvatura p en dicho extremo, es
Us=4cy [7-9] e · 1/2
a-máx=2a- ( p) [7-13]
La variac10n total de la energía potencial re-
sultante de la creación de la grieta es en donde a- es la tensión nominal cuando no existe grieta. La agudeza
de la curvatura del extremo de la grieta debe ser del orden de mag-
[7-10] nitud de un espaciado interatómico, p = a0• Haciendo esta sustitución
en la Ec. [7-13] y combinándola con la [7-7] se obtiene una expresión
FIG. 7-3.-Modelo de De acuerdo con el criterio de Griffith, la para la tensión crítica que puede causar la fractura frágil, que es aná-
una grieta de Griffith. grieta se propagará bajo la acción de la ten- loga a la ecuación de Griffith :
sión constante a- si un incremento infinitesi-
mal en la longitud de la grieta no produce variación en la energía [7-14]
potencial total del sistema, es decir, si el aumento de la energía super-
ficial se compensa por un decremento en la energía elástica:
Dentro de la precisión de la estimación, esta ecuación predice el mismo
2 2
d!:lU d ( 1TC a- valor de la tensión necesaria para propagar una grieta a través de un
-=Ü=--:- 4 c y - - - sólido frágil que la ecuación de Griffith.
dc de E
2 La teoría de Griffith predice satisfactoriamente la resistencia a la
21TCa-
4y o fractura de un material frágil tal como el vidrio 3• La Ec. [7-11] da
para el vidrio razonables longitudes de grietas, del orden de 1 µ. Para
a-= ( 2Ey )i12 [7-11] el cinc, la teoría predice longitudes de grieta de varios milímetros, las
1TC cuales pueden a veces ser superiores al espesor de la probeta .y, por
tanto, en este caso no es aplicable la teoría de Griffith.
La Ec. [7-11] expresa la tensión requerida para que se propague la Los primeros experimentos sobre la fractura de fibras de vidrio
grieta en un material frágil como función del tamaño de la microgrieta. mostraron que se podían obtener resistencias casi iguales a la teórica
Esta ecuación indica que la tensión de fractura es inversamente pro- en fibras recién estiradas del material fundido. Las resistencias más
porcional a la raíz cuadrada de la longitud de la grieta. Así, p. ej., elevadas se obtuvieron en las fibras de menor diámetro, puesto que
haciendo 4 veces mayor la longitud de la grieta, la tensión de frac· eran estas fibras las que habrían de tener las microgrietas más cortas.
tura se reduce a la mitad.
1 R. A. SACK: Proc. Phys. Soc.(Londres), vol. 58, pág. 729, 1946.
2 E. OROWAN: Welding J., vol. 34, págs. 157s-160s, 1955.
1 C. E. INGLIS: Trans. lnst. Naval Arclzitects, vol. 55, pt. I, págs. 219-30, 3 O. L. ANDERSON: Criterio de Griffith sobre la fractura del vidrio, ~n
1913. "Fracture", págs. 331-53, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1959.
DIETER.-14
FRACTURA í SEC. MODIFICAC!O?\ES DE LA TEORIA DE GRIFFITH

Sin embargo, hay otros factores, además del diámetro, que pueden Orowan 1 ha sugerido que la ecuación de Griffith se puede hacer
afectar a la resistencia, como son el método de preparación, la tem- más compatible con la fractura frágil de los metales si se incluye en
peratura del vidrio fundido y la magnitud y velocidad de estirado a ella un término p que exprese el trabajo de deformación plástica ne-
partir de ese vidrio fundido. Datos recientes 1 sobre la variación de cesario para extender las paredes de la grieta
la resistencia con el diámetro mostraron que no hay dependencia cuan-
do se preparan las fibras de vidrio de distintos tamaños en condicio- o-= 2E ('Y+ p) ·J 112 ~ (!!_E_) 112
[7-15]
nes casi idénticas. En experimentos realizados con "barbas'' metálicas 2 1TC . C
se obtuvieron también resistencias a la fractura muy próximas al valor
teórico. La resistencia de una barba de metal varía inversamente con El término debido a la energía superficial se puede despreciar, porque
el diámetro. Este tipo de dependencia con el tamaño era de esperar las estimaciones del término debido al trabajo plástico son de 105
suponiendo que la resistencia se encuentre relacionada con el número a 10 6 ergiosícm 2, mientras que los valores de 'Y son de 1000 a 2000 er~
de defectos superficiales. Por otro lado, si la barba contiene cierto gios/cm 2 • Existen algunas pruebas experimentales de que p disminuye
número de manantiales de dislocación, la longitud del manantial más con la temperatura.
extendido variará directamente con el diámetro, mientras que la re- Irwin 2 ha extendido la teoría de Griffith a la mecánica de la frac-
sistencia lo hará inversamente. Por tanto, no es posible decidir, a par- tura. La finalidad es encontrar un criterio de diseño para predecir la
tir de la forma de variación de la resistencia con el diámetro, si la tensión a la que puede producirse una propagación rápida de la frac-
elevada resistencia de las barbas es debida a la ausencia de defectos tura. Se trata esencialmente de una teoría macroscópica relacionada
superficiales o de dislocaciones. con grietas del orden del milímetro o mayores. El factor más intere-
La resistencia de las fibras de vidrio es muy sensible a los defec- sante es la fuerza de ampliación de las grietas, también llamada velo-
tos superficiales. Si la superficie de una fibra recién preparada se toca cidad de liberación de la energía de deformación. La fuerza de am-
con un objeto duro, la resistencia disminuye instantáneamente. La pliación de las grietas G se mide en Kgm/m 2 Kgím, o en libras-pul-
resistencia de una fibra que no se puede descender a gada/pulgada2 libras/pulgada, y es la cantidad de energía liberada en
un valor bajo simplement-e por el efecto del ataque - atmosférico, a las el agrietamiento de una probeta como resultado de la extensión o
pocas horas de haber estirado el material fundido. ampliación de una grieta que avanza una unidad de superficie. Cuando
Joffe 3 mostró que la resistencia a la fractura de cristales de N aCl esta cantidad alcanza un valor crítico, la grieta se propagará rápida-
puede aumentar mucho si el ensayo se realiza bajo agua. Este efecto mente. Ge es la tenacidad de fractura. Representa la fracción del tra-
Joffe se atribuye al saneamiento de las grietas superficiales por disolu- bajo total suministrado por el sistema, que se absorbe irreversible-
ción del cristal salino en el agua. Se ha comprobado que también la mente en el flujo plástico local y en el despegue para formar la unidad
resistencia de otros cristales iónicos depende del ambiente que se en- de superficie de la fractura. Ge parece ser una propiedad fundamental
cuentre en contacto con la superficie, pero el efecto Joffe no puede del material esencialmente independiente de los efectos de tamaño. En
explicarse en estos cristales por un simple proceso de disolución. cambio depende de la composición, la microestructura, temperatura y
la velocidad de carga. Los valores de Ge para el acero varían entre
7 .5. lVfodificacion.es de la teoría de Griffith.-Los metales que 100 a 600 lbípulg, según sean la temperatura y la composición.
rompen de forma frágil muestran evidentemente la existencia de una Para medir Ge es necesario disponer de alguna expresión matemá-
capa delgada de metal deformado plásticamente cuando se examina tica de confianza para G como función de las dimensiones de la grieta,
la superficie de fractura por métodos de difracción de rayos X 4• En la de las relaciones geométricas de la probeta, de las constantes elásticas
sección 7-7 se citarán otros indicios de que la fractura frágil de los y de la tensión nominal aplicada 3• La probeta se carga hasta que se
metales va siempre precedida de una pequeña proporción de deforma- alcanza un valor de la tensión para el que una grieta inicialmente
ción plástica. Por tanto, parece que la teoría de Griffith, en su forma
original, no es aplicable a la fractura frágil de los metales. l E. ÜROWAN, en "Fatigue and Fracture oÍ Metals", simposio en el Massa-
chusetts Institute oÍ Technology, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1950.
1 F. ÜTTO: J. Am. Ceramic Soc., vol. 38, pág. 123, 1955. 2 G. R. IRWIN: Naval Research Lab. Rept. 4763, mayo, 1956, se puede ob-
2 s. s.
BRENNER: J. Appl. Phys., vol. 27, pág. 1484, 1956. tener de la Oficina de Servicios Técnicos, PB 121224; G. R. IRWIN, J. A. Krns
3 A. F. JoFFE: "The Physics oÍ Crystals", McGrmv-Hill Book Company, y H. L. SMITH: Proc. ASTM. vol. 58, págs. 640-60, 1958.
3 En el ASTM Bulletin, enero y fobrero de 1960, se presentan procedi-
Inc., Nueva York, 1928.
4 E. P. KLIER: Trans. ASM, vol. 43, págs. 935-57, 1951; L. C. CHANG: mientos detallados para medir ge en tracción. D. H. WINNE y B. H. WuNDT:
J. of Mech. and Phys. Solids, vol. 3, págs. 212-17, 1955; D. K. FELBECK Y Trans. ASME, vol. 80, pág. 1643, 1958, han dado métodos que emplean pro-
E. ÜROWAN: Welding J., vol. 34, págs. 570s-575s, 1955. betas de flexión con entalla y un disco que gira a alta velocidad.
212 FRACTURA (CAP. 7 FRACTURA FRAGIL DE MONOCRISTALES

presente se propaga rápidamente. El valor calcul~do de g para estas TABLA 7-1


condiciones es igual a ge· Para una grieta de longitud 2c en una plan- Tensiones normales críticas para el despegue
cha infinitamente ancha, la relación entre la tensión y g está expresada de los monocristales *
por
Tempera- Tensión crí-
[7-16] Metal Red cristalina Plano de despegue 1 tura, °C tica normal,
Kg/mm"

Comparando la Ec. [7-16] con la ecuación modificada de Griffith [7-15] Hierro ....... .. ce (100) -100 26
se observa que g es análoga al término de flujo plástico p de Orowan. -185 27,5
Cinc (0,03% Cd) he (0001) -185 0,19
En la teoría original de Griffith se supone que una grieta se propaga Cinc (0,13% Cd) he (0001) -185 0.30
rápidamente cuando es g = 2y. Sin embargo, en la modificación de Cinc (0,53% Cd) he (0001) -185 1,20
esta teoría por Irwin, g es un parámetro a determinar experimental- Magnesio ..... . he (0001 ), (lOil)
(IOI2), (lOIO)
mente. Para una plancha finita de ancho L con una grieta central de Telurio . .. .. . .. . Hexagonal (lOIO) 0,43
20
longitud 2c o dos grietas de borde de longitud c, la fuerza de amplia- Bismuto ... .. . ... ... Romboédrico (111) 20 0,32
ción de las grietas bajo carga de tracción es Antimonio . . . . . . . .. ,... Romboédrico (l!I) 20 0,66

g = a-2L (1- v2) tg


E
(ne)
, L
[7-17] * Datos de C. S. BARRETT: «Estructura de los metales», Aguilar, Madrid, 1957;
N. J. PETcH: «The Fracture of Metals», en Progress in Metal Physics, vol. 5, Pergamon
Press, Ltd., Londres, 1954.

7 -6. Fractura frágil de monocristales.-Se considera que la frac- En la figura 7-1 se mostraron varios modos de fractura de los mo-
tura frágil de los monocristales está relacionada con la tensión normal nocristales. Los metales he ensayados en ciertas condiciones, a la
resuelta sobre el plano de despegue. La ley de Sohncke establece que temperatura ambiente o por encima de ella, solo cizallarán sobre un
la fractura se produce cuando la tensión normal resuelta alcanza un número restringido de planos base. La fractura puede producirse por
valor crítico. Considerando la situación expuesta para obtener la ten- cizallamiento (Fig. 7-1 b). Es más frecuente que el deslizamiento ocu-
sión cizallan te resuelta de deslizamiento (Fig. 4-18), la componente de rra sobre sistemas ajenos al plano basal, y el cristal se estrecha y
la fuerza de tracción que actúa normalmente al plano de despegue es estira, casi hasta un punto, antes de que se produzca la rotura. El modo
P cos <f>, siendo <P el ángulo formado por el eje de tracción y la normal usual de fractura de los cristales ccc supone una estricción producida
al plano. El área del plano de despegue es ,Al (cos </>), por lo_ que la por deslizamiento múltiple, seguida de deslizamiento sobre un juego
tensión normal resuelta para la fractura sera de planos hasta producirse la rotura. El cristal se puede estirar hasta
una línea como el filo de una navaja, o hasta un punto (si el desliza-
p cos <P p ? ,.f.. [7-18] miento múltiple prosigue hasta la rotura). El mejor criterio de tensión
a-e A/ ( cos </>) A cos- '+" para la fractura dúctil de los metales ccc parece ser el de la tensión
cizallan te resuelta sobre el plano de fractura (que es usualmente el
Los planos de despegue de ciertos metales y los valores de la tensión plano de deslizamiento).
normal crítica se dan en la tabla 7-1. El modo de fractura en los cristales de hierro ce depende mucho
Aunque la ley de Sohncke ha sido aceptada durante veinticinco años, de la temperatura, la pureza, el tratamiento térmico y la orientación
no está fundamentada sobre una base experimental muy extensa. Sur- del cristal 1• Los cristales situados en la vecindad del vértice [001]
gieron dudas sobre la confianza que debería prestársele en ensayos de del triángulo estereográfico no muestran ductilidad estimable cuando
fractura de monocristales de cinc a - 77 y 196 ºC 1• Se observó que se ensayan en tracción a -196 ºC, mientras que los próximos a las
la tensión normal resuelta de despegue variaba hasta en 10 veces su orientaciones [111] y [Oll] pueden romper, estirándose hasta un filo
valor para una diferencia grande en la orientación de los cristales. Esta de navaja cuando se les ensaya a la misma temperatura. Es interesante
discrepancia con la ley de la tensión normal p~~r~a deberse a de~or­ observar que la transición de fractura frágil a dúctil es muy nítida,
mación plástica antes de la fractura, pero es difícil que esto pudiera ocurriendo dentro de un intervalo de variación de orientación de
explicarla totalmente. solo 2º, aproximadamente.
1 A. DERUYTTERE y G. B. GREENOUGH: J. Inst. Metals, vol. 84, págs. 337- 1 N. P. ALLEN, B. E. HOPKINS y J. E. McLENNAN: Proc. Roy. Soc. (Londres),
vol. 234A, pág. 221, 1956.
345, 1955-56.
214 FRACTURA 7 SEC. 7-7] ASPECTOS METALOGRAFICOS DE LA FRACTURA FRAGIL 215

7 7. Aspectos :metalogiráficos de la fractura frágil.-El auge


Q
transición cuando aparecen las condiciones adecuadas para que las mi~
alcanzado por la teoría de Griffith ha servido de natural acicate para crogrietas crezcan y se transformen en una fractura que se propaga.
que los metalógrafos utilizaran sus microscopios para la búsqueda de La iniciación de microgrietas no es criterio suficiente para la fragilidad
grietas de Griffith en los metales. Sin embargo, las observaciones, hasta de la fractura. Las microgrietas solo se producen en regiones que su-
con los aumentos posibles en el microscopio electrónico, no han pro- fren deformación discontinua por haber estado sometidas a cargas más
porcionado pruebas de la existencia de grietas de Griffith en los me- grandes que el límite elástico superior. Cuando la temperatura cae
tales no deformados. En cambio, aumentan continuamente las pruebas dentro de la región e, baja eventualmente la tensión de fractura a un
experimentales de la posibilidad de formación de microgrietas como valor igual al límite elástico inferior. En la región D el, límite elástico
consecuencia de la deformación plástica. inferior y la tensión de fractura (resistencia a la tracción) son prácti-
Hace ya bastantes años que se dispone de pruebas metalográficas carnen te iguales. La fractura se produce en el límite elástico inferior
de la formación de microgrietas en las inclusiones del acero por efecto
de la deformación plástica. Estas microgrietas no producen necesaria-
mente fractura frágil, pero contribuyen a la anisotropía observada en
la resistencia a la fractura dúctil. El hecho de que el acero fabricado
en vacío, que tiene muy pocas inclusiones, muestre una disminución
en la anisotropía de fractura confirma la idea de que las microgrietas
se originan en las partículas de una segunda fase.
Lcw 1 estableció una excelente correlación entre deformación plás-
tica, microgrietas y fractura frágil. Demostró que, para el acero suave
de un tamaño de grano determinado, ensayado a - 196 ºC, la tensión
necesaria para producir fractura frágil en tracción era la misma que
la que daba lugar a fluencia en compresión. Las microgrietas observa-
das eran de solo uno o dos granos de longitud. Se han realizado 2 es~
tudios más detallados de las condiciones necesarias para la formación
de microgrietas mediante el ensayo de tracción del acero suave a tem-
peraturas bajo cero cuidadosamente controladas. La figura 7-4 mues-
tra una microgrieta típica observada en una probeta antes de que se
rompiera.
La relación que existe entre la dependencia con la temperatura del
límite elástico, tensión de rotura y ductilidad, y la formación de mi- FrG. 7-4.-Microgrietas producidas en el hierro por deformación en
crogrietas se ilustra en la figura 7-5. En la región A, en las proximi- tracción a -140 ºC. 250 aumentos. (Por cortesía de G. T. Hahn.)
dades de la temperatura ambiente, una probeta de tracción rompe
_con una fractura dúctil de copa. La estricción de rotura es del 50 después que el material ha experimentado alguna fluencia discontinua.
al 60%. En la región B es todavía dúctil la fractura, pero la orla ex- La tensión de fractura aumenta porque el límite elástico aumenta tam-
terna de la misma muestra facetas de despegue. A la temperatura de bién al disminuir la temperatura. En la región E se produce brusca=
transición Tc1 se produce el tránsito de fractura dúctil a fractura frágil. mente el despegue, antes de que haya habido tiempo para que se pro~
La existencia de la temperatura de transición va acompañada de léi <luzca fluencia discontinua. Es presumible que la fractura se produzca
caída de la estricción de rotura a un valor prácticamente nulo. A la a partir de la primera huella de fluencia discontinua. Finalmente, a
vez, decrece grandemente la tensión de fractura. El tanto por ciento temperaturas muy bajas, en la región F, la fractura se inicia por ma-
de granos que contienen microgrietas aumenta con rapidez en la re- clado mecánico. Las maclas mecánicas se observan a temperaturas tan
gión C, inmediatamente por debajo de Tc1. Sin embargo, también se altas como Tc1, pero solamente en la región F pueden ser el origen de
encuentran microgrietas por encima de Td. Por tanto, se produce la iniciación de la fractura.
Los experimentos detallados, como los anteriores, demuestran que
1 J. R. Low: I.U.T.A.M. Coloquio de Madrid, "Deformation and Flow of las grietas responsables de la fractura frágil de despegue no están
Solids'', pág. 60, Springer-Verlag OHG, Berlín, 1956. inicialmente presentes en el material, sino que son producidas por la
2 G. T. HAHN, W. S. ÜWEN, B. L. AvERBACH y M. CoHEN: Weldinfl, T., deformaciónº El hecho d~ que, a temperaturas apropiadas, exista un
vol. 38, págs. 367 y sgs., 376 y sgs., 1959.
SEC. 7-8] TEORIAS DE DISLOCACIONES PARA LA FRACTURA . 217

número apreciable de microgrietas indica que las condiciones de ini- mediante examen de las superficies de la fractura a aumentos rela-
ciación de una grieta no son las mismas que las de propagación de tivamente elevados. Este tipo de examen es lo que se conoce como
dicha grieta. El proceso de la fractura por despegue puede conside- fractografía 1• A grandes aumentos, las fracturas transgranulares de
rarse como la resultante de otros tres: 1) deformación plástica, 2) ini- despegue presentan un gran número de escalones de despegue y un
ciación de la grieta y 3) propagación de la misma. "esquema fluvial" de microgrietas ramificadas (Fig. 7-4). Esto indica
La mayoría de las fracturas frágiles son transgranulares. Sin em- la absorción de energía por deformación local. Las superficies de frac-
bargo, si los límites de grano contienen una película de constituyente tura frágil intergranular son mucho más lisas, en general con ausencia

tensión de
rotura

te

·¡:¡;
e
~

t -F
100

~
e~
'O
'8
·¡:
o iií
e:>

FIG. 7-6.-Escalones de despegue y esquema "fluvial" de una superficie


temperatura, ºC de despegue.

FrG. 7-5.-Dependencia con la temperatura de la tensión de rotura, el de escalones de de3pegue. Del aspecto de la superficie de fractura se
límite elástico y la frecuencia de las microgrietas en el acero suave. (Se-
gún G. T. HAHN, W. S. ÜWEN, B. L. AVERBACH y M. CoHEN: Welding /., deduce que la energía absorbida en la fractura intergranular es mucho
vol. 38, pág. 372, 1959.) más pequeña que en la transgranular.

frágil, como ocurre en un acero inoxidable austenítico sensibilizado 7-8. Teorías de dislocaciones para la fractura.-Fue Zener 2 el
o en las aleaciones de molibdeno que contienen oxígeno, nitrógeno o primero que lanzó la idea de que las elevadas tensiones producidas en
carbono, la fractura frágil puede ser transgranular. También se pro- la cabeza de un apilamiento de dislocaciones podrían producir fractura.
duce fallo intergranular sin la presencia de precipitado visible en los La tensión cizallante que actúa sobre el plano de deslizamiento aplasta
límites de grano. En apariencia, la segregación en los bordes de grano las dislocaciones unas contra otras. Para un cierto valor crítico de la
puede hacer disminuir la energía superficial lo suficiente para provocar tensión, se comprimen tanto las dislocaciones de la cabeza del apila-
el fallo intergranular. La fragilización producida por la adición de miento que coalescen en una grieta embrionaria o cavidad de dislo-
antimonio al cobre y de oxígeno al hierro, y la fragilidad de revenido
1 C. A. ZAPPFE y C. O. WoRDEN: Trans. ASM, vol. 42, págs. 577-603, 1950.
de los aceros aleados son buenos ejemplos. 2 C. ZENER, The Micro-mechanism of Fracture, en "Fracturing of Metals".
Algunas veces se obtiene una cantidad considerable de información American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1948.
7 SEC. TEORIAS DE DISLOCACIONES PARA LA FRACTURA 219

cac1on. Luego de analizar las tensiones en una dislocación del apila- grano y hacer posible la continuación de la fluencia en el grano inme-
miento, y haciendo uso del criterio de Griffith, propuso Stroh 1 la idea diato, por propagación de una banda de Lüders. Esta cantidad es
de que una grieta de despegue se puede formar cuando se apilan n dis- importante en las teorías actuales de la fractura.
locaciones bajo la acción de una tensión cizallante resuelta 'Is que sa- El hecho de que la fractura frágil pueda producirse en monocris-
tisface la relación tales, hace pensar que se ha dado demasiada importancia, en las teo-
[7-19] rías actuales, al papel de los límites de grano como barreras para el
apilamiento de dislocaciones. Es también dudoso que pueda producirse
en la que b es el vector de Burgers y y la energía superficial. La lon- la concentración de tensiones necesaria, en la cabeza de un apilamiento,
gitud del plano de deslizamiento que ocupará el apilamiento está dada antes de que se produzca un deslizamiento en los granos limítrofes que
por elimine las tensiones altamente localizadas. Es posible que las maclas
nbG de deformación actúen como barreras para el apilamiento de disloca-
L [7-20]
ciones. Así, p. ej., la fuerte dependencia con la orientación de la frac-
tura frágil de los monocristales de hierro se puede explicar 1 sobre
Eliminando n entre las dos ecuaciones anteriores se obtiene esta base. Aun cuando existen pruebas experimentales de que las in-
tersecciones de maclas pueden iniciar la fractura frágil 2, se ha com-
T}L= 12yG probado también que este tipo de fractura puede producirse en ausen-
[7-21]
1T(l-v) cia de maclas mecánicas. Otro mecanismo que puede dar lugar a la
formación de grietas es el deslizamiento de dislocaciones sobre planos
Cuando una probeta de tamaño de grano D se ensaya en tracción, de deslizamiento secantes, de acuerdo con la hipótesis de Cottrell 3
Ts cr /2 y L D/2. La tensión de fractura en tracción puede expre- (véase Sec. 6-6 y Fig. 6-9). Este mecanismo es energéticamente favo-
sarse, en función del tamaño de grano, por rable para metales de red cúbica centrada y red hexagonal compacta,
pero no para una red _de caras centradas, lo que está de acuerdo con
el hecho de que en los metales de red cúbica de caras centradas no
[7-22] se produce la fractura frágil.
La consideración de los hechos conocidos relativos a la fractura,
Sin embargo, Petch 2 ha encontrado que los datos experimentales para ha llevado a Cottrell y Petch, independientemente, a la conclusión de
el hierro y el acero se ajustan mejor a una ecuación del tipo que el desarrollo que convierte una microgrieta en una fractura auto-
propagable es más difícil que la nucleación de microgrietas por las dis-
o-¡=a-¡+KD-112 [7-23] locaciones en deslizamiento. El hecho de que se hayan observado mu-
chas microgrietas que no se propagan, viene en apoyo de este punto de
Esta ecuac1on es muy similar a la que expresa la dependencia del lími- vista. Además, la nucleación de grietas por coalescencia de dislocacio-
te elástico con el tamaño de grano. nes dependería de la tensión cizallante solamente, y no de las compo··
nentes hidrostáticas de la tensión (véase Sec. 7-16). Si la propagación
[7-24] de microgrietasi de acuerdo con un criterio como el de Griffith, es la
etapa que controla la fractura, la tensión normal a la grieta sería un
Esta similitud era de esperar, ya que la fluencia y la fractura frágil factor importante. Esto daría lugar a que la fractura dependiese en
están íntimamente relacionadas. En ambas ecuaciones CT¡ representa la gran medida de las componentes hidrostáticas de la tensión.
tensión de fricción que se opone al movimiento de una dislocación Utilizando el criterio de Griffith, Cottrell 4 ha demostrado que la
libre. Este término aumenta con el descenso de la temperatura de tensión requerida para que una microgrieta se propague, está dada por
ensayo. La constante K de la ecuación de fractura viene dada, apro-
ximadamente, por la Ec. [7-22]. La constante Ky de la ecuación co- 2y
rrespondiente al límite elástico es una medida de la tensión localizada
()'.::::::'.'.-- [7-25]
nb
necesaria para liberar a las dislocaciones bloqueadas en un límite de
1 H. K. BIRNBAUM: Acta Met., vol. 7. pá15s. 516-17, 1959.
1 A. N. STROH: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 223A, pág. 404, 1954; 2 D. HuLL: Acta Met., vol. 8, págs. 11-18, 1960.
Phil. Mag., vol. 46, pág. 968, 1955. 3 A. H. CoTTRELL: Trans. Met. Soc. AIME, vol. 212, págs. 192-203, 1958.
_2 N. J. PETCH: J. Iron Steel Inst. (Londres), vol. 174, pág. 25, 1953. 4 Ibíd.
SEC. TEORIAS DE DISLOCACIONES PARA LA FRACTURA

donde n es el número de dislocaciones con vector de Burgers b, s10n cizallante igual al límite elástico. Por tanto, dichas ecuaciones
coalescentes en la grieta y y es la energía superficial de la grieta. Para predicen una transición de dúctil a frágil, como se mostró en la figu-
valorar nb, supongamos que en un plano de deslizamiento de longi- ra 7-5, referente a los ensayos de tracción realizados sobre aceros
tud L actúa una tensión cizallante aplicada, T ~ a-/2. La tensión ciza- suaves a temperaturas decrecientes.
llan te efectiva sobre el plano de deslizamiento viene dada por T-T¡,. Las ecuaciones que describen la transición dúctil a frágil están
donde Ti es la resistencia de fricción. El desplazamiento de cizalla- expresadas en términos de los siguientes factores metalúrgicos o me-
miento en el centro de la longitud L viene dada por (T-Ti)L/G, y esto· cánicos : tamaño de grano, estado de tensiones, energía superficial,
es, aproximadamente, igual a nb. Si se toma L como aproximadamente límite elástico, esfuerzo de fricción, y ky. El parámetro ky es muy im-
igual a la mitad del diámetro medio de grano D, es portante, puesto que determina el número de dislocaciones que se
liberan hacia un apilamiento, cuando es activado un manantial. La
(T-Ti)D tabla 7-2 ofrece algunos valores típicos de ky obtenidos de las medi-
nb~---- [7-26]
TABLA 7-2
La Ec. [7-24] puede escribirse en términos de la tensión cizallante V al ores de ky/ G *
como
[7-27] Temperatura,
Material
ºK
Escribiendo la Ec. [7-25] en la forma nbT0 =y y sustituyendo por nb
y To los valores obtenidos en las ecuaciones anteriores, resultará Hierro ..... . 300 0,4 X lQ- 4
Molibdeno .. . 300 0,55X10- 4
[7-28] Niobio ..... . 200 0,1 X lQ-4
Tantalio ..... . 200 0,1 X I0-4
o la relación equivalente
[7-29] * A. H. CoTTRELL: Trans. Met. Soc. AIME, vol. 212, pág. 194, 1958.

En las ecuaciones anteriores f3 es un término que expresa la relación das de la tensión de fractura en función del tamaño de grano. Los
de la tensión cizallante máxima a la tensión normal máxima. Para la valores grandes de ky indican comportamiento frágil, lo que está de
torsión f3=1, para la tracción f3 = t y para la región con impedimento acuerdo con las observaciones de que el niobio puro y el tantalio son
plástico del fondo de una entalla, f3 ~ 1/3. menos propensos a la fractura frágil que otros metales con red cúbica
Cuando las dislocaciones deslizantes coalescen en una grieta o ca- centrada, como el hierro y el molibdeno. La Ec. [7-28] muestra que,
vidad de dislocación, la resistencia de fricción opuesta al deslizamien- a una temperatura constante, hay un cierto tamaño de grano que limi-
to se hace igual a cero. Por tanto, efectuando sustituciones de las ta el comportamiento entre frágil o dúctil. Esto se muestra en la figu-
ecuaciones anteriores en la Ec. [7-25] se llega a una expresión que ra 7-7, donde, por encima de un cierto tamaño de grano, existe una
da la tensión requerida para propagar una microgrieta de longitud D, ductilidad medible en la fractura. La resistencia de fricción Ti aumenta
con el descenso de la temperatura. Sin embargo, puesto que este tér-
Oyf3) 112 mino interviene en la Ec. [7-28] a través de su producto por D 112, se
a-~2 ( -D- [7-30] puede apreciar que un metal de grano fino puede soportar valores más
altos de T¡ (temperaturas más bajas) antes de fragilizarse. Muchos de
Las Ecs. [7-28] y [7-29] expresan las condiciones que limitan la for los efectos que la composición del acero produce sobre la transición
mación de grietas que se propagan desde un apilamiento de disloca- de dúctil a frágil, se deben a cambios producidos en el tamaño de
ciones de deslizamiento. Si las condiciones son tales que el lado iz- grano, en ky o T¡. El manganeso, p. ej., disminuye el tamaño de grano
quierdo de la ecuación es menor que el lado derecho, se puede formar y reduce k_v, mientras que el silicio produce mayor tamaño de grano y
una grieta, pero no puede desarrollarse más allá de una longitud de- aumenta T¡.
terminada. Este es el caso de las microgrietas sin propagación. Cuan- El límite elástico aumenta al disminuir la temperatura y, de acuerdo
do el lado izquierdo de la ecuación es mayor que el lado derecho, con la Ec. [7-29], esto determina una mayor tendencia a la fractura
se puede producir una fractura frágil que se propaga con una ten- frágil. Si las condiciones son tales que las microgrietas no se puedan
í SEC. 7-9J FLUENCIA PLAST!CA DIFERIDA 223

propagar en el límite elástico aparente, es necesario incre~entar_ la efectos de una entalla serán considerados más ampiiamente en la sec-
tensión en 6..r para que se produzca fractura. De la Ec. [7-29 J se des ción 7-12. El efecto de una entalla, al disminuir la relación entre la
prende que la tensión cizallante necesaria es tensión cizallante y la tensión de tracción, está representado en las
ecuaciones de Cottrell por la constante {3. La velocidad de deforma~
Gy(3 n-112
[7-31] ción o de carga no interviene de forma explícita en las ecuaciones de
T¡=To+6..T
ky Cottrell. Sin embargo, para que una entalla produzca el impedimento
plástico que da lugar a un valor de f3::::::::::: 1/3, es preciso que se pro-
Esto predice que la tensión de rotura es una función lineal de n- 112 duzca en el material una fluencia local. A velocidades de deformación
que extrapola a cero para n- 112 =0. La figura 7-7 muestra que esta re- altas, como sucede en un ensayo de choque con entalla, la fluencia se

tamaño aproximado de grano ASTM, núm.


1 3 5 6

x tensión de fractura
límite elástico
o deformación de 'üi
o..
o
o
o
u
e
B
<.•.>
e

"üi

'iji jg e
e e,¡ 2
2 u
e

·¡:¡
t:J
t
.8
~

6 u
10-S 10- 4 10- 3 10-z 10- 1 10
(diámetro de grano)- 112, m m-112
tiempo de retraso. seg
Frc. 7-7.-Efecto del tamaño de grano sobre la tensión de fractura Y el Frc. 7-8.-Tiempo de retraso en la iniciación del flujo plástico del acere
íímite elástico de un acero suave ensayado en tracción a -196 ºC. suave en función de la tensión. (D. S. CLARK: Trans. ASM, vol. 48.
(J. R. Low, en Relation of Properties to Microstructure, American Society pág. 49, 1954.)
for Metals, Metals Park, 1954.)
producirá más rápidamente. Como se indica por medio de la Ec. [7-32]
lación se cumple. En la región del tamaño de grano en que se pro- de la sección siguiente, esto puede tener lugar para el mismo valor
p aoan
o
las arietas como fracturas completamente frágiles, la tensión
o l de To si se aumenta la temperatura. Por tanto, aumentando la veloci··
de fractura es igual al límite elástico. Esta parte de la curva extrapo a dad de deformación se eleva la temperatura de transición.
a la tensión de fractura para un monocristal.
Los valores altos de la energía superficial indican una mayor ten- 7=9. Fluencia plástica diferida.--Un fenómeno importante en la
dencia a la fractura dúctil. Desgraciadamente, este es un factor que fractura frágil es la fluencia plástica diferida. Cuando ciertos metales,
no se puede incrementar con facilidad, aunque existen varias condicio- sobre todo el acero suave, se someten rápidamente a una tensión cons~
nes de medio y metalúrgicas que pueden disminuir la energía super- tante por encima del límite elástico, es necesario que transcurra un
ficial. La fragilización del acero causada por el hidrógeno se atribuye tiempo de espera antes de que se produzca la fluencia plástica 1• La
a este factor. Esto explica también la fractura intergranular debida a figura 7-8 muestra que el tiempo de espera aumenta, a tensión constan-
una película fragilizan te. te, con el descenso de temperatura. Para una temperatura constante 1

Es bien conocido que la presencia de una entalla produce un im-


portante aumento en la tendencia a la fractura frágil. Los complicados 1 D. S. CLARK: Trans. ASM, vol. 46, pág. 34, 1954.
224 FRACTURA [CAP. 7 SEC. 7-11] FRACTURA DUCTIL

el tiempo de espera aumenta con la disminución de la tensión. Las desplazamiento lateral de material a cada lado de la grie-ta. La veloci-
tensiones límites inferiores, representadas por las partes horizontales dad v de la grieta viene dada por
de las curvas, corresponden al límite elástico aparente superior, en los
ensayos realizados a velocidades lentas.
La dependencia con la temperatura del tiempo de espera puede
V=BVo ( 1 CCe) [7-33]
expresarse por una relación exponencial,
donde B es una constante y Vo= (E/ p) 112 es la velocidad del sonido en
Q(u/uo) el material. El término ce es la longitud de una grieta de Griffith, según
t = t o exp kT [7-32] se ha evaluado en la Ec. [7-11], y c es la longitud real de la grieta.
donde: Cuando .el valor de c, es grande en comparación con ce, la Ec. [7-33]
t =tiempo de espera; se aproxima al valor limite Bv 0• La constante se ha evaluado 1 para una
to= una constante, aproximadamente 10- 11 seg;
condición de tensiones planas, resultando ser B=0,38. La tabla 7-3
muestra que los valores experimentales para la velocidad de la arieta
k =constante de Boltzmann;
en, !11-ateriales frágiles,. concuerda perfectamente con la predkción
Q (a/o-0 ) =energía de activación dependiente de la tensión. teonca de que la velocidad de la grieta viene dada por

pE )i12
Cottrell 1 ha estimado que Q(u/o-0 ), en electrón-voltios, está dada apro-
ximadamente por 0,9 ( 1- o-/u 0 )3, donde u es la tensión aplicada y u 0 v = 0,38v 0 = 0,38 ( [7-34]
el límite elástico.
El hecho de que la fractura frágil se produzca cuando la deforma- TABLA 7-3
ción plástica no puede mantener la tensión por debajo de un valor
crítico, indica que debe haber una relación entre la fluencia diferida y Velocidad de propagación de la fractura frágil
la fractura frágil. El tiempo de espera, lo mismo que la fractura frágil,
depende de la temperatura. En la región de temperaturas donde la Material Velocidad observada, vivo Referencia
fractura frágil se produce por un alud de dislocaciones que se des- m/seg

prenden de una barrera y confluyen para formar una grieta, la fluen-


cia plástica diferida tiene probablemente la importante misión de lo- Acero .................... , 1800 0,36 *
Cuarzo fundido . . . . . . . . 2160 0,42 **
calizar el deslizamiento impidiendo actuar a los manantiales de dislo- 1

Fluoruro de litio . . . . . . . . 1 1950 0,31 ***


cación cercanos. A temperaturas a las que el metal se fractura de un
modo dúctil, el tiempo de espera es tan corto que se produce desli-
.* T. S. RoBERTSON: J. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 175, pág. 361, 1953.
zamiento alrededor de los apilamientos y las tensiones altamente loca- u H. ScHARDIN y \V. STRUTH: Glastech. Ber., vol. 16, pág. 219, 1958.
*** J. J. GILl\1AN, c. KNUDSEN y w. P. WALSH: J. Appl. Phys., vol. 29, pág. 601, 1958.
lizadas son disipadas por la deformación plástica. El hecho de que en
los metales que tienen una transición de fractura dúctil a frágil se
produce también el fenómeno de la fluencia diferida, viene en apoyo de 7-11. Fractura dúctil.-La fractura dúctil ha sido estudiada de
la anterior afirmación. forma mucho menos extensa que la frágil, a causa, probablemente, de
que representa un problema mucho menos importante. La fractura
7 -10. Velocidad de propagación de las grietas.-La fractura dúctil ha sido definida, un tanto ambiguamente, como una fractura
frágil no se produce a menos que las grietas nucleadas se puedan pro- que se produce con apreciable deformación plástica total. Otra carac-
pagar a través del metal a alta velocidad. Mott 2 ha realizado el aná- terística importante de la fractura dúctil, que resultará evidente de
lisis de la velocidad de una grieta en un medio ideal elástico e isótropo. las consideraciones previas sobre la fractura frágil, es que se produce
La energía elástica liberada por el movimiento de la grieta es la fuerza a causa del lento desgarramiento del metal debido a un consumo con-
impulsora. Esta debe estar equilibrada por la energía superficial de siderable de energía. Durante los procesos a que se someten los me-
tale~ y s:i :utilización en diferentes clases de servicios, pueden pro-
la nueva superficie creada y la energía cinética asociada con el rápido
ducirse distm.tas clases de fracturas dúctiles. Para simplificar, en esta
sección nos limitaremos al estudio de la fractura dúctil de los meta·
1 A. H. COTTRELL: Proc. Conf. on Properties Materials at High Rates of
Strain, Institution of Mechanical Engineers, Londres, 1957. 1 D.
2 N. F. MOTT: Engineering, vol. 165, pág. 16, 1948. K. RoBERTS y A. A. WELLS: Engineering, vol. 178, pág. 820, 1954
DIETEH.-15
SEC. EFECTO DE ENTA'LLA EN LA FRACTURA 227

les producida en tensión umax1ca. En el capítulo 9, s~ tratan otr.~s as- region de estricción. En esta región se forman muchas cavidades pe-
pectos de la fractura por tracción. La fractura ductil en tracc1on es queñas (Fig. 7-9 b) que, bajo una deformación continua, crecen resol-
precedida usualmente por una reducción local. del diámetrc:> llamada viéndose en una grieta central (Fig. 7-9 e). Esta grieta crece en direc-
estricción. Los metales muy dúctiles pueden estirarse, ~n reahda?, has- ción perpendicular al eje de la probeta, hasta que se aproxima a la
ta una línea o punto antes de producirse la separacion. Este tipo de superficie de la misma. A continuación se propaga a lo largo de planos
falla se llama, usualmente, rotura. de cizallamiento situados, aproximadamente, a 45º con relación al eje.
formando así el "cono" de la fractura (Fig. 7-9 d).
Cuando se observa desde arriba la región central de· la fractura en
"copa", esta presenta una apariencia muy fibrosa, como si los elementos
individuales de la probeta se dividieran en fibras individuales que
fueran estiradas hasta un punto antes de la rotura. Cuando se secciona
la fractura longitudinalmente, la grieta central presenta un contorno
e
o o o
~ 1
en zigzag, como si se hubiera producido por desgarramiento entre di-
e
, t
0
versos agujeros. El cono externo de la fractura es una región de ciza-
llamiento altamente localizado. La amplia deformación localizada ocu-
rre por deslizamiento de los granos, unos sobre otros, y porque al pro-
pagarse rápidamente la fractura por cizallamiento, en comparación con

(al
l
e)
la fractura fibrosa, se produce un apreciable calentamiento localizado.
Petch 1 ha mostrado que la tensión de fractura (corregida por la
estricción) para la fractura dúctil del hierro, depende del tamaño de
grano en la misma forma que se ha hallado para la fractura frágil. Esto

cizallarnient~:jfibroso
sugiere que los huecos son nucleados por apilamientos de dislocacio-
nes en los límites de grano. Sin embargo, es muy improbable que los
apilamientos de dislocaciones, suficientemente grandes para producir
cavidades, se puedan producir en metales dúctiles con red de caras
centradas, como el cobre y el aluminio. En su lugar, los huecos de
estos metales parecen nuclearse en partículas extrañas, tales como par-
tículas de óxido, fases de impureza o partículas de segunda fase. Bajo

(
deformación por tracción, el metal se separa de la inclusión o la in-
clusión misma se fractura 2• Incluso en metales en los que no se ob-
servan partículas de segunda fase que nucleen las grietas, parece que
existen antes de la deformación singularidades nucleadoras de la frac-
tura. Esto se confirma por el hecho de que la tensión de fractura
(d) 1 ~) y la estricción pueden ser apreciablemente menores en ensayos reali-
zados perpendicularmente a la dirección original de laminación o de
FIG. 7-9.-Fases de la formación de una fractura de copa.
extrusión que en ensayos efectuados en la dirección del trabajo, incluso
aunque el tratamiento térmico haya eliminado toda evidencia micro-
Las etapas del desarrollo de un~ f~~ctura ~úctil de "copa Y con.o" estructural y no exista una textura cristalográfica marcada. Es posible
se detallan en la figura 7-9. La estncc10n com1enz~ en ~l punto de m~ que el trabajo alargue estos "lugares singulares" y se produzcan más
estabilidad plástica, cuando el aumento de la resistencia c~usa.da 1??1 fácilmente los huecos cuando se aplica la tensión de tracción perpen-
el endurecimiento por deformación cesa de compei:isar la dis~mu~1on dicularmente a su longitud.
producida en el área de la sección transversal (F1g. 7-~~. Es Lo ~iene
lu crar en el punto de caroa máxima o a una deformac1on real igual 7 ª12. Efecto de entalla en fa fractura.-Los cambios producidos
al º coeficiente de endurecimiento
o .,
por deform~c10n vease Sec. 9")
(, Ta
~~ · _,_,e por la introducción de una entalla tienen importantes consecuencias
formación de un cuello de estricción local mtroduce ,e~1 la re~1on .~n
estado triaxial de tensiones. Una componente hidrostat1ca de Lracc10n l N. J. PETCH: Phil. Mag., ser. 8, vol. 1, pág. 186, 1956.
actúa en sentido longitudinal al eje de la probeta, en el centro de la 2 K. E. PUTTICK: Plzil. Mag., ser. 8, vol. 4, pág. 964, 1959.
7 SEC. CONCEPTO DE LA CURVA DE FRACTURA

para la fractura de los metales. La presencia de una entalla aume~tará, Para una probeta de tracción entallada se convierte en
muy apreciablemente, la temperatura a la cual un acero can:bia de
(JL- (JT
fractura dúctil a frágil. La introducción de una entalla determma una
concentración de tensiones en el fondo de la misma. La figura 7-10 2
muestra la distribución no uniforme de la tensión de tracción longi-
tudinal en una probeta de tracción entallada. Cuando se produce fluen- Puesto que la tensión cizallante crítica para la fluencia es la misma
cia en el fondo de la entalla, se reduce en ambos casos, resulta evidente de estas ecuaciones que la existencia
la concentración de tensiones. Sin embar- de tensiones transversales hace necesaria una tensión longitudinal más
go, se crean tensiones transversales y ra- elevada para que se produzca la fluencia. Toda la curva de fluencia de
ii diales en las proximidades de la entalla
(Fig. 7-10). La tensión radial a-R es nula
en la superficie libre del fondo de la en-
una probeta entallada se eleva, a causa de este efecto, sobre la curva
de una probeta sin entalla. El valor por el que se eleva la curva de
fluencia a causa de la entalla puede expresarse por medio de un fac-
talla, aumenta en el interior de la probeta tor q de impedimento plástico.
y después disminuye. La tensión trans- El impedimento plástico difiere de la concentración de tensiones
versal a-r actúa en la dirección tangencial elásticas en un aspecto muy importante. De las consideraciones sobre
de una probeta cilíndrica. Esta tensión la elasticidad se puede afirmar que la concentración de tensiones en
cae desde un alto valor en el fondo de la el fondo de una entalla puede elevarse extremadamente a medida que
entalla a un valor más bajo en el eje de el radio se aproxima a cero. Cuando se produce la deformación plástica,
la probeta. la concentración de tensiones elásticas queda reducida a un pequeño
La aparición de este estado de tensión valor. Sin embargo, la deformación plástica produce un impedimento
se puede explicar por los impedimentos plástico en el fondo de la entalla. En contraste con las concentraciones
al flujo plástico que impone una entalla. de tensiones elásticas, independientemente de lo aguda que pueda ser
Para mantener un equilibrio de fuerzas en la entalla, el valor del factor impedimento plástico 1 no puede exceder
una barra entallada es necesario que no alrededor de 3.
actúe ninguna tensión normal a las super- Una tercera contribución importante de una entalla es la produc-
l l il l lt ficies libres de la entalla. Toda la carga
de tracción debe ser soportada por el me-
tal del núcleo de la entalla. Por tanto,
ción de un aumento en la velocidad de deformación local. Mientras la
entalla está aún cargada en la región elástica, la tensión aumenta con
el tiempo rápidamente en un punto próximo a la entalla, a causa de
FIG. 7-10.-Distribución de alrededor de un núcleo de material some- la agudeza de los gradientes. Puesto que la tensión es proporcional a
tensiones producida en un tido a importantes tensiones existe una la deformación, es grande la velocidad de deformación elástica. Cuando
cilindro entallado baio car- masa metálica, relativamente grande, libre se produce la fluencia, el flujo plástico tiende a disipar las tensiones.
ga uniaxial. uL = tensión de tensiones. El núcleo central tiende a
longitudinal; ur = tensión El. esquema de tensiones cambia desde uno con tensiones elásticas ele-
transversal; uR =tensión ra- contraerse lateralmente a causa del efecto vadas a un impedimento plástico más bajo, por lo que se desarrolla
dial. de Poisson, pero es refrenado por el anillo una velocidad elevada de deformación plástica cerca de la entalla.
de material libre de tensiones que le ro-
dea. La resistencia que opone la masa de material libre de tensiones 7 ª13. Concepto de la curva de fractura.-En capítulos anterio-
a la deformación del núcleo central origina tensiones radiales y trans- res se mostró que la curva de fluencia o curva real tensión-deformación,
versales. . . se puede considerar que representa el límite elástico o tensión requerida
La existencia de tensiones radiales y transversales (estado tnaxia1 para causar el flujo plástico para cualquier valor particular de la de-
de tensiones) eleva el valor de la tensión longitudinal en el que. se ?ro- formación plástica. Del mismo modo, Ludwik 2 propuso que un metal
duce la fluencia. Para simplificar, consideraremos que la fluencia tl~~e tiene una curva de tensión de fractura que indica la tensión requerida
lugar a una tensión cizallante crítica Te. Para una probeta de tracc10n para originar la fractura en cualquier valor de la deformación plástica.
sin entalla, este valor crítico viene dado por
t E. ÜROWAN, J. F. NYE y W. J. CAIRNS: "Strength and Testing of Mate-
(JL-0
Tc=--2-- rials", vol. l, H. M. Stationery Office, Londres, 1952.
2 P. LUDWIK: z. Ver. deut. Ing., vol. 71, págs. 1532-538, 1927.
230 SEC. TEORIA CLASICA DE LA TRANSICION DUCTIL-FRAGIL

Ludwik sugirió, además, que la fractura tiene lugar cuando la curva de lidad, con la mayor parte de los metales, puesto que, a bajas tempera-
fluencia corta a la curva de fractura ( Fig. 7-11). Este concepto fue turas, se produce todavía una ligera deformación. En vista de que la
aceptado ampliamente hasta después de la segunda guerra mundial y fractura se inicia siempre por deformación plástica, parece que la ten-
se intentaron varias determinaciones de la curva de fractura. Sin em- sión de fractura medida con ayuda de esta técnica no revela la ver-
bargo, se descubrió que los factores básicos del mecanismo de frac- dadera resistencia del metal a la fractura. Además, la tensión de frac-
tura de los metales impiden una determinación correcta de la curva tura para la dúctil es muy difícil de medir con precisión a causa de
de fractura de los mismos. Desde que se hizo este descubrimiento la que este tipo de fractura se inicia en el interior de la probeta y la dis-
idea de la. curva de fractura ha perdido gran parte de su popularidad. tribución de tensiones se complica debido a la estricciqn que se pro-
Aún es, sm embargo, un concepto útil para obtener un esquema, cua- duce en la probeta de tracción. Por tanto, no existe un método seguro
litativamente correcto, del fenómeno de la fractura, si se tienen en de determinar la curva de fractura de los metales. Sin embargo, esto
cuenta las limitaciones que se discutirán a continuación. Teniendo esto no impide emplear el concepto de tensión de fractura, en un sentido
presente y en vista de la idea actual de que en los metales son posibles cualitativo, en aquellos casos en que sea de utilidad para describir cier-
tos aspectos de la fractura.
curva de fractura frágil
- - - - - - _::::----- --
- -
---curva.-..:--
de fractura
7 -14. Teoría clásica de la transición dúctH-frágil.-Tres facto-
res principales estimulan la fractura frágil: 1) un estado triaxial de
b ()) 1
"O 1 por cizallamiento
o ,g 1 o tensiones, 2) una temperatura baja y 3) una velocidad de deformación
~ elevada. En la sección anterior se demostró que la presencia de una
curva de fluencia 'ü 1:; curva de fluencia
e o ¡ü
·o entalla origina la condición 1) y contribuye a la condición 3). La tem-
oE,~
·¡¡¡
e '+- peratura tiene un efecto importante sobre las propiedades básicas de
2 1;¡ 1

u 1 fluencia y fractura del metal. El límite elástico o tensión de fluencia


1 aumentan en todos los metales con el descenso de temperatura. En
los metales con red cúbica de caras centradas en los que no hay tran-
deformación real E deformación real e: sición dúctil-frágil, se multiplica el lfmite elástico al variar la tempe-
FIG. 7-11.--<Esquema de la intersección FrG. 7-12.-Modificación de la teoría ratura desde la ambiente hasta la del nitrógeno líquido ( -196 ºC),
de la curva de flujo y la curva de de Ludwik para incluir las curvas de por un factor aproximadamente igual a 2. En los metales con red cú-
fractura según la teoría de Ludwik. fractura frágil y fractura de cizalla-
miento. bica centrada, que presentan la transición dúctil-frágil, el límite elástico
aumenta por multiplicación por un factor 3 a 8 sobre el mismo inter-
tanto las. fracturas por cizallamiento como por despegue, se emplea con valo de temperatura. La figura 7-5 representa las tendencias de la
frecuencia una curva de fractura diferente para cada tipo de fractura tensión de fractura y del límite elástico con las variaciones de tem-
considerado, según se muestra en la figura 7-12. Las curvas de esta peratura. Esta figura muestra también que la estricción de fractura de
figura corresponden a la fractura ordinaria por tracción de un metal una probeta de tracción disminuye rápidamente dentro de un corto
dúctil en el cual tiene lugar un tipo de fractura por cizallamiento. La intervalo de temperatura. La gama de temperaturas en que tiene lugar
separación entre las dos curvas de fractura y su altura relativa serán esta transición recibe el nombre de temperatura de transición.
diferentes para otras condiciones. En principio se obtiene un punto de La llamada teoría clásica de transición dúctil-frágil fue sugerida
la curva de fractura por deformación plástica de una probeta hasta un por Davidenkov y Wittmann 1• De acuerdo con este concepto, la exis-
punto dado de la curva de fluencia, introduciendo después parámetros tencia de la temperatura de transición se debe a la diferencia en las
fragilizantes (baja temperatura o una entalla) de modo que la probeta variaciones con la temperatura de las resistencias al cizallamiento y al
resulte sometida a tensión de rotura, sin necesidad de deformación despegue. Los valores relativos de estos dos parámetros determinan
adicional. Repitiendo este proceso con diferentes probetas sometidas que la fractura sea dúctil o frágil. Por encima de la temperatura de
a t~nsión_ que produ~can distintos valores de la deformación plástica: transición se alcanza el límite elástico antes que la tensión de frac-
sena posible constrmr totalmente la curva de fractura. Sin embargo, tura, mientras que por debajo se alcanza en primer lugar la tensión de
puesto que el efecto fragilizante de una entalla está limitado a un fractura. Los factores que aumentan la tensión de cizallamiento crítica
impedimento plástico con un valor de alrededor de 3, es creneralmente para el deslizamiento, sin elevar a1 mismo tiempo la tensión de frac-
más efectivo intentar evitar cualquier deformación adicio~al, realizan- 1 N. N. DAVIDENKOV y F. WITTMAN: Phys. Tech. lnst. (U.R.S.S.), vol. 4,
do el ensayo a una temperatura muy baja. Esto no es posible, en rea- pág. 300, 1937.
FRACTURA SEC. 7-15]

tura, serán favorables a la fractura frágil. La disminución de la tempe- deformaciones plásticas en las bases de las grietas. Estos experimentos
ratura y el aumento de la deformación producen este efecto. En la pudieron ser interpretados al considerar que el límite elástico se eleva
figura 7-13, la curva o-0 expresa la dependencia del límite elástico con hasta el valor de la tensión de fractura, no a causa del impedimento
la temperatura en tracción simple. La curva qa-o, donde q ~ 3, expresa plástico, sino por el efecto producido por la alta velocidad de defor-
la dependencia del límite elástico con la temperatura, en presencia del mación en el aumento del límite elástico. Es difícil separar estos dos
impedimento plástico de una entalla. La curva O-f corresponde a la re- efectos y sería muy importante realizar experimentos adicionales. Sin
sistencia a la fractura o al despegue en función de la temperatura. De embargo, es interesante advertir que, en un acero suave, el límite elás-
acuerdo con los datos disponibles, se dibuja como una función de la tico es muy sensible al grado de deformación. También se explica el
temperatura menos sensible que el límite elástico. Cuando una curva gran aumento en la temperatura de transición que se observa al realizar
de límite elástico (tensión de fluencia) corta la línea de resistencia al un ensayo de resiliencia, teniendo en cuenta que la velocidad de defor-
despegue, hay una temperatura de transición. En una probeta de trae- mación es alrededor de 107 veces mayor que en el ensayo de tracción
ordinario.

7-15. Fractura producida por tensiones comhinadas.-La con~


sideración fenomenológica de este problema, en relación con la frac-

t
o qaó
tura, trata de descubrir las leyes macroscópicas generales que descri-
ben la fractura de los metales bajo todos los estados de tensiones po-
·g resistencia sibles. Esta misma consideración se discutió en el capítulo 3, con re-
tl al despegue lación a la predicción de la fluencia bajo estados complejos de tensio-
·~ --i~r___ _ nes. La determinación de las leyes generales de la resistencia mecánica
L..
de los metales a la fractura es un difícil problema a causa de la sen-
sibilidad de la fractura a la deformación plástica precedente y a la
temperatura. En principio podemos concebir una superficie de frac-
tura tridimensional función de las tres tensiones principales o- 1, o-2 y o-3•
temperatura de transición temperatura de Cualquier combinación de tensiones principales producirá la fractura
en tracción sencilla transición con entalla cuando se alcance la superficie límite. Se ha realizado experimentación
temperatura - - - suficiente para comprender que la superficie de fractura no puede ser
FIG. 7-13.-Descripción esquemática de la temperatura de transición.
rígida, sino que, por el contrario, debe considerarse como una mem-
brana flexible que cambia de forma con las variaciones de la tensión
y con la historia de la deformación.
c1on sin entalla esto tiene lugar a una temperatura muy baja, pero en La mayor parte de la experimentación realizada en este campo se
el caso de un ensayo con entalla, la temperatura de transición es mu~ ha llevado a cabo en estados biaxiales de tensión, en los que una de
cho más cercana a la ambiente. las tensiones principales es cero. Para este tipo de experimentación
Esta visión de conjunto de la transición dúctil a frágil no se refiere se usan ordinariamente probetas tubulares en las cuales se superpone
a los detalles estructurales de la teoría de las dislocaciones, pero pro- una carga axial de tracción o de compresión a la tensión tangencial
porciona un modelo fácilmente comprensible del mecanismo del fenó- producida por una presión interna. Para obtener resultados exactos de-
meno. Tal como se propuso originalmente, esta teoría clásica no atri- ben evitarse estricciones o abarrilamientos durante las últimas etapas
buye ningún efecto importante al grado de deformación. Experimentos del ensayo. Esto dificulta la obtención de datos correctos cuando se
recientes han indicado que el grado de deformación puede tener mayor ensayan metales muy dúctiles.
importancia que el impedimento plástico en la producción de la frac- La figura 7-14 presenta el criterio más frecuentemente propuesto
tura frágil. Felbeck y Orowan 1 fracasaron en su intento de producir para la fractura bajo un estado biaxial de tensiones. El criterio de
fractura por despegue en láminas de acero, utilizando como entalla tensión cizallante máxima y el de Von Mises, o criterio de la energía
grietas agudas producidas por despegue, a menos que las grietas al- de distorsión, ya se han considerado previamente en la discusión del
canzaran una gran velocidad. En todos los casos se produjeron grandes criterio de fluencia. El criterio de tensión normal máxima propone que
la fractura es controlada únicamente por la tensión principal más im-
1 FELBECK y ÜROWAN, op. cit. portante. La información disponible sobre los metales dúctiles, tales
FRACTURA 7 BIBLIOGRAFIA 235

como las aleaciones de aluminio y las de magnesio 1 y el acero 2, indica en muchos casos, no puede explicarse por el sencillo criterio expuesto
que el criterio de tensión cizallante máxima para la fractura está más en la sección anterior.
acorde con la experiencia. La concordancia entre la experiencia y la Bridgman sometió a ensayo probetas metálicas superponiendo una
práctica no es tan buena como en el caso de los criterios de fluencia. presión hidrostática de 31 500 Kg/ cm 2 a una tensión de tracción axial.
El criterio de fractura para una fundición de hierro frágil 3 se presenta Estas condiciones extremas produjeron un gran aumento de la ductili-
en la figura 7-15. Es de advertir que en la región de tracción-tracción dad en la fractura. La deformación en el punto de fractura fue unas
se sigue el criterio de tensión normal y que la resistencia mecánica a la 300 veces mayor cuando el acero suave fue roto con presión hidrostá-
fractura aumenta significativamente cuando una de las tensiones prin- tica superpuesta que cuando se realizaron los ensayos .con carga uni-
cipales se hace compresiva. Existen dos teorías 4 , 5 que consideran la axial únicamente. En los materiales que, bajo condiciones ordinarias,
concentración de tensiones en las láminas de grafito de la fundición son completamente frágiles, como la piedra caliza o la sal gema, se
de hierro, concordantes con los datos sobre la fractura. Estos datos produce realmente una estricción cuando se someten a tracción con
presión hidrostática superpuesta. También se halló que si una probeta
de tracción se sometía a una presión superpuesta hasta un punto pró-
ximo a la fractura y se ensayaba después a la presión atmosférica,
tensión normal
experimentaba mayor deformación antes de producirse la fractura, in-
máxi~a__,.,_ c~¡c----------~.....
\
cluso cuando el alargamiento bajo presión hubiese sido mayor del que
/
criterio de // 1 el metal podría soportar en ensayos ordinarios realizados a la presión
Von Mises->/ 1 atmosférica. Además, la deformación necesaria para producir fractura
/ I
/ después de cesar la presión hidrostática, aumenta con el incremento
-0-1 ;;
de la magnitud de la presión. Estos hechos indican que, en general, la
1
tensión
fractura no está determinada totalmente por el estado de tensión o
r cizallante
1
por la deformación instantáneos. Bridgman no pudo hallar ninguna
\ máxima función de tensiones sencilla que describiera los resultados por él ob-
\
- ___ _
..
tenidos.

BIBLIOGRAFIA

FrG. 7-14.-Criterio de fractura pro- FIG. 7-15.-Criterio biaxial de frac- AVERBACH, B. L.; D. K. FELBECK, G. T. HAHN y D. A. THOMAS (eds.): "Frac-
puesto para el estado biaxial de ten- tura para la función de hierro frágil ture", Technology Press and John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1959.
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BARRETT, C. S.: Metallurgy at Low Temperatures, Campbell Memorial Lectu-
re, 1956, Trans. ASM, vol. 49, págs. 53-117, 1957.
están también sustancialmente de acuerdo con la curva de fractura "Fracturing of Metals", American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1948.
pronosticada por la teoría de Griffith sobre la fractura frágil.
ÜROWAN, E.: Fracture and Strength of Solids, Repts. Progr. in Plzys., vol. 12,
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7Ql6. Efecto de una presión hidrostática elevada sobre la frac· P ARKER, E. R. : "Brittle Behavior of Engineering Structures", John Wiley &
tura.-El trabajo de Bridgman 6 sobre el efecto de una presión hidros- Sons, Inc., Nueva York, 1957.
tática superpuesta sobre las características de fractura de los metales PETCH, N. J.: The Fracture of Metals, en "Progress in Metal Physics", vol. 5,
ha producido muy diversos e interesantes resultados. Estos resultados Pergamon Press, Ltd., Londres, 1954.
han demostrado también que la fractura es un fenómeno complejo que) STROH: A. N.: Advances in Phys., vol. 6, págs. 418-65, 1957.

1 J. E. DORN: "Fracturing of Metals'', American Society far Metals, Metals

Park. Ohio, 1948.


2 E. A. DAVIS: /. Appl. Meclz., vol. 12, págs. Al3-A24, 1945.
3 W. R. CLOUGH y M. E. SHANK: Trans. ASM, vol. 49, págs. 241-62, 1957.
4 L. F. CoFFIN, Jr.: /. Appl. Mech., vol. 17, pág. 233, 1950.

5 J. C. FISHER: ASTM Bull, 181, pág. 74, abril, 1952.


6 P. W. BRIDGMAN: "Studies in Large Plastic Flow and Fracture", McGraw-
Hill _Book Company, Inc .. Nueva York, 1952.
DESCRIPCION FENOMENOLOGICA DE LA FRICCION INTERNA 237

muy bajas. Otro aspecto de este campo es la determinación de datos


tecnológicos preferentes a la disipación de energía en miembros vibran-
tes. Este trabajo está relacionado corrientemente con la determinación
de la capacidad de amortiguamiento de un material en las amplitudes
CAPITULO 8 relativamente grandes que se producen en la práctica de la ingeniería.
La fricción interna se mide por medio de diversas técnicas 1• El
FRICCION INTERNA artificio más sencillo es un péndulo de torsión para la región de bajas
frecuencias, de alrededor de un ciclo por segundo. Paré]. obtener medi-
das con más altas frecuencias se excita la probeta por medio de una
8-1. Introducción.-La capacidad que posee un sólido vibrante, fuerza electromagnética, un cristal piezoeléctrico o energía ultrasónica.
completamente aislado de sus alrededores, para convertir en calor su
energía mecánica de vibración, se llama fricción interna o capacidad de 8-2. Descripción fenomenológica de la fricción interna.-Para
amortiguamiento. El primero de ambos términos es el preferido por que la fricción interna disipe la energía, la deformación debe retrasarse
los físicos, usándo.se el segundo, generalmente, en ingeniería. Si los me- con respecto a la tensión aplicada. Como medida de la fricción interna
tales se comportaran como materiales perfectamente elástico~ frente a puede emplearse el ángulo de defase a :
tensiones inferiores al límite elástico nominal, no existiría la fricción
interna. Sin embargo, el hecho de que se puedan observar efectos de [8-1]
amortiguamiento a niveles de tensión muy por debajo del límite elásti-
co macroscópico, indica que los metales tienen un límite elástico real donde
muy bajo, si es que verdaderamente existe alguno. Los efectos de la E/'= componente no elástica de deformación defasada 90º con la
fricción interna o amortiguamiento corresponden a un retraso de fase tensión;
entre la tensión aplicada y la deformación resultante. Esto puede de- E1' =deformación elástica en fase con la tensión.
berse simplemente a la deformación plástica producida en los niveles
altos de tensión, o a reorganizaciones térmicas, magnéticas o atómicas La fricción interna se mide frecuentemente utilizando un sistema al
cuando ocurre en los niveles de tensión bajos. que se imprime un movimiento de una amplitud determinada, Ao, que
Una división importante del campo del comportamiento no elásti- después se deja decaer libremente. La amplitud en cualquier momento,
co es la llamada anelasticidad. Este tema trata de los efectos de la A 1, puede expresarse por la ecuación
fricción interna independientes de la amplitud de vibración. El com- [ 8-2]
portamiento anelástico puede deberse a la difusión térmica o atómica,
a la relajación de tensiones a través de los límites de grano, a la donde f3 es el coeficiente de atenuación. La fricción interna, o capaci-
ordenación inducida por la tensión y a las interacciones magnéticas. dad de amortiguamiento, se define corrientemente como el decremento
Ciertos efectos estáticos, tales como el efecto elástico diferido, están logarítmico o. El decremento logarítmico es el logaritmo de la rela-
relacionados con el comportamiento anelástico. La fricción interna re- ción de dos amplitudes sucesivas
sultante de la deformación en frío depende fuertemente de la ampli-
tud y, por tanto, no es un fenómeno anelástico. Una gran parte del 8 =1n An [8-3]
conocimiento actual del mecanismo de la anelasticidad se debe a An+I
Zener 1 y sus colaboradores. Si la fricción interna es independiente de la amplitud, la representa~
Los estudios sobre fricción interna están relacionados principalmen- ción de In A en función del número de ciclos de vibración es lineal y la
te con el empleo del amortiguamiento como medio para estudiar la pendiente de la curva dará el decremento. Si el amortiguamiento de-
estructura interna y los movimientos atómicos en los sólidos. El mé- pende de la amplitud, el decremento viene dado por la pendiente de
todo ha proporcionado información sobre difusión, ordenación y solu- la curva en un punto de amplitud convenida. El decremento logarítmico
bilidades de elementos intersticiales y se ha empleado para estimar la está relacionado con ~l ángulo de defase por
densidad de dislocaciones. Las amplitudes de vibración empleadas en
esta clase de trabajo son usualmente muy pequeñas, y las tensiones 0=1TO'. [8-4]
1 C. ZENER: "Elasticity and Anelasticity'', University of Chicago Press. 1 C. WERf: "Modern Research Techniques in Physical Metallurgy", pági-
Chicago, 1948. nas 225-50, American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1953.
236
FRICCION INTERNA

Para una condición de vibración forzada, en la cual la probeta se man· Se han. propuesto distintos modelos para describir el comporta-
tiene oscilando con amplitud constante, la disminución relativa de la miento no elástico de los materiales. Los modelos sugeridos por Voight 1
energía de vibración por ciclo es una medida de la fricción interna. La y Maxwell 2 son los más utilizados. Ambos modelos consideran que el
energía de vibración es proporcional al cuadrado de la amplitud, por material tiene un componente elástico acoplado a un componente vis-
lo que el decremento logarítmico puede expresarse por coso. Según esta teoría, el comportamiento de un material es compa-
rable al de un modelo mecánico compuesto de muelles (componente
elástico) y amortiguadores (componente viscoso). La figura 8-2 detalla
o= LiW [ 8-51 la composición de un sólido de Voight y Maxwell, junto con las ecua-
2W
ciones predichas por los modelos. Para los metales reales la depen-
donde Li W es la pérdida de energía por ciclo y W la energía de vibra- sólido de Voight sólido de Maxwell
ción al comienzo del ciclo. En un experimento del tipo de vibración t -uo
forzada, se acostumbra determi- e
nar una curva de resonancia, como 'º
·v;
e
la de la figura 8-1. El decremento 2
logarítmico para una curva de re-
sonancia viene dado, aproximada-
mente, por tiempo-?
(}
+ -
= Tr(anchura de banda) r¡
0 r¡
et= -w a=
Eu r¡w
[8-6] a. ángulo de desfase w=27Tf
d€
r¡ =coeficiente de viscosidad € dt
Una medida de la fricción inter- E:.c = módulo dinámico. tiempo-?
frecuencia
na frecuentemente utilizada es O,
siendo O Tr/o. Puesto que en la FrG. 8-2.-Modelos de muelles y amor- FIG. 8-3.-Variación con el tiempo de
FrG. 8-1.-Curva de resonancia. tiguadores para los sólidos de Voight la tensión y la deformación de los ma-
teoría de los circuitos eléctricos y Maxwell. teriales anelásticos, observándose el
la recíproca de este valor se llama efecto elástico diferido.
la O del circuito, se ha adoptado el símbolo 0- 1 como medida de la
fricción interna: dencia de la frecuencia de la fricción interna no concuerda con las ecua-
0-1 ciones predichas por los modelos. Además, los modelos no explican la
[ 8-71 dependencia entre el módulo dinámico y la fricción interna que se ob-
serva en los metales reales. Se han propuesto varias modificaciones de
Bajo condiciones de excitación cíclica, el módulo elástico dinámico los modelos que han sido de utilidad para el estudio de las pro-
será mayor que el estático a causa de la fricción interna no elástica. piedades mecánicas de los polímeros, pero que fallan al tratar de los
El módulo, bajo condiciones dinámicas, se denomina frecuentemente metales.
módulo elástico sin relajación, Ew mientras que el módulo estático re-
8~3. An.elasticidad.-Se dice que un cuerpo no elástico se com-
cibe la denominación de módulo relajado, ER. El módulo sin relaia-
ción viene dado por , porta anelásticci.mente cuando la tensión y la deformación no son fun-
ciones unívocas la una de la otra, y la fricción interna es independiente
[ 8-8] de la amplitud. Una manifestación de esto es el efecto elástico diferi-
do. Consideremos un metal sujeto a una tensión constante a un nivel
muy inferior al límite elástico convencional (Fig. 8-3). Las deforma~
donde E1E es el componente elástico y E 1P es el componente de defor-
mación plástica en fase con la tensión. El hecho de que el módulo 1 w. VOIGHT: Ann. Physik, vol. 47, pág. 671, 1892.
elástico dinámico sea mayor que el estático se llama efecto 6.E. 2 J. c. MAXWELL: Phil. Mag., vol. 35. pág. 134, 1868.
FRICCION INTERNA SEC. ANELASTICIDAD

dones implicadas pueden ser del orden de 10- 5, por lo que se precisan Una combinación sin dimensiones de las constantes elásticas, llamada
medidas muy sensibles. Después de una deformación inicial instantánea resistencia de relajación, es una medida de la relajación total
se producirá una fluencia gradual en el metal ha'sta que la deformación
alcance un valor esencialmente constante. Esto se puede observar en [8-12]
muchos metales a temperatura ambiente, aunque el efecto es mayor a ¡
l
temperaturas más altas. Cuando cese la tensión disminuirá la defor- 1
1

mación, pero quedará alguna deformación remanente que irá desapa-


reciendo lentamente con el tiempo, aproximándose al valor inicial. Esta
t
¡
Para un sólido lineal tipo solo hay un tiempo de relajación simple
T= (re +rcr)/2º El ángulo de defase, sobre la base de este modelo, viene
dependencia con el tiempo de las deformaciones en la carga y descarga 1
1 dado por la siguiente ecuación 1 :
es lo que se ha llamado efecto elástico diferido. 1
l
1 WT
Al considerar la relación tensión-deformación para un material an- a=E5 ---- [8-13]
elástico, es manifiesto que una l + W 2T 2

cb__
'()
·¡¡;
e
~ '
¡
i
relación lineal constante entre es~
tos dos factores no describirá la
situación adecuadamente. Igualan-
donde w = 21Tf es la frecuencia angular de vibración. La Ec. [8-13] es
simétrica en w y T y tiene un máximo cuando wr =l. Por tanto, en un

tL
...... ' material que se comporta como un sólido lineal anelástico se producirá
do la tensión y su primera deri-
tiempo vada con respecto al tiempo, a la una fricción interna máxima a una frecuencia angular que es la recí-
deformación y a la velocidad de proca del tiempo de relajación del proceso que origina la relajación.
deformación, se obtiene una rela- Experimentalmente, es con frecuencia difícil variar la frecuencia
ción realista angular en un factor que sea muy superior a 100. Por ello, generalmente
lo que se hace es' determinar el espectro de relajación conservando cons-
1 [8-9] tan te w y variando el tiempo de relajación T. En muchos materiales,
tiempo incluidos los metales, T varía exponencialmente con la temperatura,
Un material que se adapta a este de modo que
FrG. 8-4.-Modelo mecánico del sólido
tipo de ecuación recibe el nombre
tipo lineal y variación correspondiente ó.H
de sólido lineal tipo. El modelo
con el tiempo de la tensión y la defor- T=To exp RT [8-14]
m¡:ición. mecánico de este material se mues-
tra en la figura 8-4. Es de adver-
tir que la dependencia de la deformación con el tiempo reproduce fiel- Por tanto, para determinar el espectro de relajación, se requiere me-
mente el comportamiento de un material con efecto elástico diferido. dir a en función de la temperatura para una frecuencia angular cons-
La ecuación general para un sólido lineal tipo puede reescribirse con tante.
la intervención de tres constantes independientes: Las medidas de la fricción interna son muy adecuadas para estudiar
la difusión de átomos intersticiales en los metales con red cúbica cen-
í8-10J trada. Los máximos de relajación se producen a causa de la difusión
donde: de átomos intersticiales hacia posiciones de energía mínima en los cam-
pos de tensión de las dislocaciones. Para una frecuencia dada, el tiem-
Te =tiempo de relajación de la deformación para tensión cons- po de relajación se expresa por T l/w, y el máximo se producirá a
tante; una temperatura T 1• Para otro valor de la frecuencia, el máximo de
T cr =tiempo de relajación de la tensión para deformación cons- relajación se producirá a una temperatura T 2º La energía de activación
tante; .6..H se puede determinar a partir de la dependencia con la temperatura
ER módulo elástico relajado. del tiempo de relajación (Ecº [8-14])

La relación entre los tiempos de relajación y los módulos relajado b.H = R ln (/2/fi) [8-15]
y sin relajar viene dada por l/T 1 -1

1 A. S. N owrcK: Interna! Friction in Metals, en "Progress in Metal Physics"


[ 8-11 l vol. 4, págs. 15-16, Pergamon Press, Ltd., Londres, 1953.
llIETER.-1G
242 FRICCION SEC. DE LOS LIMITES DE GRANO

Para un tiempo de relajación dado, el coeficiente de difusión de los estudios efectuados sobre este proceso de relajación han proporcio-
átomos intersticiales viene dado por nado información sobre la solubilidad y difusión de átomos intersti-
ciales. En la sección 8-6 se considera este tipo de fricción interna.
[ 8-16]
8-5. Relajación de los límites de grano.-La relajación de ten-
sión que se produce a lo largo de los límites de grano es una fuente
donde a0 es el espaciado interatómico. La dependencia entre D y la importante de fricción interna. Ke 1 demostró, por medio de experimen-
temperatura viene dada por tos realizados sobre alambres de aluminio de alta pureza, la existencia
!J.H de un importante máximo de fricción interna debido a la relajación
D D 0 exp--- [ 8-17 J
RT 0,10r---r--r---,-----,r--,---.---~-~--,.--

8-4. Espectro de relajación.-En los metales pueden producirse


múltiples procesos de relajación con tiempos diferentes. Cada uno de
ellos tendrá lugar en un intervalo de frecuencia diferente, por lo que
1
se puede hallar un número de máximos de fricción interna cuando se e
investiga una amplia gama de frecuencias. Siempre que los máximos o~ 0,06 1-------+------J--1-----+--+---+----------l
eL.
estén suficientemente separados, el comportamiento del metal en la ~

región del máximo puede expresarse por medio de la Ec. [8-10] con 1;
e
constantes convenientemente determinadas. Esta variación de la fric- :gu 0,04 r---------t----r--<;.___~--+-----~+----·--i
ción interna con la frecuencia puede considerarse como un espectro
de relajación que es característico de un material determinado. :E
La aplicación de tensión a una solución sólida de sustitución puede
producir ordenación en la distribución de átomos que, de otro modo, o' o2 f----------1---------H,____ _ --¡ mo-ñocristal--
sería desordenada. Una tensión alterna puede originar relajación entre : de aluminio
pares de átomos de soluto. i x--x
---- x----
1
x-

Por la relajación de la tensión de cizallamiento a través de los lími- o~::=;;~~v'.::--~=1:x==-~x'..::::lf=:_--_·:__~_ _J_1_ _j___J
tes de grano se produce un máximo importante en la fricción interna
o 100 200 300 400 500
temperatura de medición, ºC
en las muestras policristalinas. El trabajo desarrollado en este campo
ha llevado a la conclusión de que los límites de grano se comportan FIG. 8-5.-Variación de la fricción interna con la temperatura en probetas mono
en cierto modo como un material viscoso. Este interesante aspecto de y policristalinas de aluminio. (T. S. KE: Phys. Rev., vol. 71, pág. 533, 1947.)
la fricción interna se discute más ampliamente en la sección siguiente.
El movimiento de los límites de macla de baja energía debido a ten- del límite de grano. A las pequeñas deformaciones torsionales utilizadas
siones produce, según se cree, efectos de relaiación 1• Este tipo de en este trabajo, la deformación fue completamente· recuperable. y ~to­
deformación es también responsable de los efectos anelásticos hallados dos los efectos de fricción interna fueron independientes de la amplitud.
en conjunción con el movimiento de los límites de los dominios, que Ke halló que en el aluminio policristalino aparecía un máximo ancho
se produce en los materiales ferromagnéticos. Puesto que las interca- en la región de los 300 ºC, mientras que en los monocristales, de alu-
ras de macla son cristalográficamente límites coherentes, la fricción in- minio no se observó ningún máximo de fricdón interqa, (Fig. 8-5). j

terna no puede deberse al deslizamiento viscoso asociado a los límites Además, las medidas del módulo (que es proporcional-al cuadrado.de
incoherentes. la frecuencia) realizadas a diferentes temperaturas, presentaron una
El máximo de relajación debido a la ordenación preferente de los caída muy pronunciada en la probeta policristalina, la cual no se evi . .
átomos intersticiales en la red, como consecuencia de una tensión apli- denció en la probeta monocristalina (Fig. 8'.'6). Este comportamiento
cada, es uno de los procesos de relajación mejor comprendidos. Los concuerda con la suposición de que, a elevadas;temperaturas, los límites
de grano se comportan, hasta cierto punto, de una forma viscosa.
1 F. T. WoRRELL: /. Appl. Phys., vol. 19, pág. 929, 1948, vol. 22, pág. 1257.
1951. 1 T. S. KE: Phys. Rev., vol. 71, pák. 533, v;l. 72, péÍg. 4.'i, 1947:
FRICCION INTERNA SEC. FRICCION INTERNA TERMOELASTICA

8-6. El efecto Snoek.-La fricción interna resultante de la or- 8m7. Fricción interna termoelástica.-Los comportamientos térmi-
denación preferente de los átomos intersticiales bajo una tensión apli- co y mecánico de los materiales son correlativos. La aplicación de pe-
cada fue explicada por Snoek 1 y es conocida como efecto Snoek. Este queñas tensiones a un metal producirá una deformación instantánea
tipo de relajación se ha estudiado ampliamente en el hierro con pe- acompañada de un pequeño cambio en la temperatura. Una extensión
queños contenidos de carbono o de nitrógeno en solución sólida. Los de la probeta dará por resultado un descenso en la temperatura, mien-
átomos intersticiales de carbono en el hierro con red cúbica centrada tras que, por el contrario, una contracción producirá una elevación de
ocupan los espacios octaédricos de la red. El cristal tendrá simetría la temperatura. Este comportamiento recibe el nombre de efecto ter-
tetragonal, incluso aunque no se aplique ninguna fuerza externa, a moelástico. Si la tensión aplicada no es uniforme en tqda la probeta,
causa de la distorsión producida por los átomos intersticiales. La dis- se establecerá un gradiente de temperatura, dando como resultado una
tribución de átomos entre los lugares octaédricos es aleatoria, mien- deformación no elástica adicional. Si la tensión no uniforme varía pe-
riódicamente con el tiempo, se produce un gradiente fluctuante de tem-
peratura. Cuando las variaciones de tensión se producen con una fre-
0,75.------.---,---,-~.--~~-----~--¡
cuencia muy alta, de forma que no haya tiempo para que tenga lugar
un flujo apreciable de calor durante el ciclo de tensiones, el proceso
e ~~ l es adiabático. Bajo condiciones adiabáticas, no se produce ninguna pér-
~ x~x
e o.6 5 1------+--~--1----- - - - - + - - - - - - - - J - - -_ _J
1

dida de energía o amortiguamiento. Por otra parte, a frecuencias muy


.o x~ monocristal
·:;: x--x de aluminio bajas hay tiempo suficiente para el flujo de calor, manteniéndose un

i
e
l::J
0,55 ~l
equilibrio de temperatura en la probeta. Este es un proceso isotérmico
y durante él no se producen pérdidas de energía o calor. La conver-
sión de energía en calor no es reversible en la región de frecuencias
:::¡
u intermedias, y se observan efectos de fricción interna.
.g La tensión no uniforme puede originar corrientes térmicas macros··
..._11 0,4 5 r----t----+-------l·~------l------l cópicas que producirán máximos de fricción interna. Una barra rec-
tangular a la que se imprime vibración transversalmente, se comporta
como un sólido lineal tipo (tiempo de relajación única). La temperatu-
0,35.__--1._ _,__ _¡_~..L_-L___J_--L_ _L_-X____j ra aumentará en el lado de compresión de la probeta y disminuirá en
o 100 200 300 400 500 el lado de tensión de la misma. Por tanto, se produce un gradiente
temperatura de medición, ºC
de temperatura alternativo a través del espesor de la probeta. Siempre
FIG. 8-6.--Variación del módulo (f2) con la temperatura para aluminio mono que la frecuencia sea tal que dé tiempo suficiente para que fluyan las
y policristalino. (T. S. KE: Phys Rev., vol. 71, pág. 533, 1947.) corrientes térmicas hacia atrás y hacia adelante y se produzca una
neutralización parcial del gradiente de temperatura, tendrá lugar un
proceso de relajación. Zener 1 ha demostrado que el tiempo de rela-
tras no se aplique ninguna tensión, y los ejes tetragonales de las célu- jación es
las-unidad están orientados también aleatoriamente con respecto a los h2
ejes de la probeta. Sin embargo, si se aplica una tensión a lo largo [8-18]
del eje y, los átomos intersticiales emigrarán a las posiciones octaédri-
cas que tienden a alinearse en la dirección y. Cuando cesa la tensión, donde:
los átomos emigran hacia una distribución aleatoria. Bajo las tensiones h =espesor de la probeta;
oscilantes impuestas por un aparato de fricción interna, los átomos D 1 constante de difusión térmica=
intersticiales estarán en movimiento continuo, con tendencia hacia la =conductividad térmica/ (calor específico) (densidad).
orientación preferente o a apartarse de esta clase de orientación. El re-
sultado es un fuerte máximo de relajación. Se puede observar un má- La frecuencia a que tiene lugar este máximo de relajación puede de-
ximo de relajación similar aunque más débil, debido a un orden de terminarse por la relajación wt =l. En probetas de espesor ordinario,
corto alcance, en las soluciones sólidas de sustitución. el máximo se produciría en la región de 1 a 100 ciclos por segundo.
Teóricamente es posible que una probeta que vibre longitudinalmente
1 J. SNOEK: Physica, vol. 6, pág. 591, 1939, vol. 8, pág. 711, 1941, vol. 9,
1 c. ZENER: Phys. Rev., vol. 52, pág. 230, 1937.
pág. 862, 1942.
246 FRICCION INTERNA lcAP. 8 SEC. CAPACIDAD DE AMORTIGUAMIENTO

presente relajación debida a corrientes térmicas microscópicas. Sin em- es proporcional al producto de la longitud de dislocación por cen-
bargo, la región de frecuencias en que se produciría el máximo sería tímetro cúbico y al cuadrado de la longitud del bucle efectivo de un
del orden de 10 10 a 10 11 ciclos por segundo, la cual está mucho más segmento de dislocación,
allá del intervalo de observación normal. En las probetas sujetas a vi- D.E o:_ NL2 [ 8-19]
bración de torsión no se produce relajación debida a corrientes térmi- E
cas macroscópicas, a causa de que las tensiones cizallantes no van
acompañadas de cambios de temperatura. En un metal típico conformado en frío, los valores de N : : : : :'.'. 109 y
Una probeta policristalina sometida a una tensión completamente L : : : : :'.'. 10-s cm conducirían a valores de D.E/E del 10%, en concordancia
uniforme puede presentar relajación debida a corrientes térmicas inter- con los resultados observados. El mecanismo de dislocaciones de los
granulares originadas por las fluctuaciones de tensión entre grano y efectos de fricción interna observados en los metales deformados en
grano. Las diferencias de tensión localizada entre grano y grano se frío no está bien determinado. La teoría de Koehler 1 y Granato y
deben a la anisotropía elástica de los granos individuales. El máximo Lücke 2 supone que la fricción interna dependiente de la amplitud se
de relajación debido a corrientes térmicas intergranulares no se pro- debe a una histéresis tensión-deformación causada por la irreversibi-
ducirá en una frecuencia muy delimitada y, por tanto, no representa lidad del arranque de las dislocaciones de los átomos de impurezas que
un tiempo de relajación único. La frecuencia en la que tendrá lugar la las bloqueaban. Sin embargo, la fricción interna independiente de la
relajación está relacionada con el tamaño de grano del metal. La fric- amplitud, se supone que resulta de una fuerza de amortiguamiento,
ción interna debida a corrientes térmicas intergranulares se puede pro- de tipo viscoso, que actúa sobre los segmentos arqueados de las líneas
ducir con todos los tipos de tensión. Es importante que, en aquellos de dislocación.
experimentos en que el interés primario resida en el amortiimamiento El único proceso de relajación que proporciona un máximo interno
debido a otros motivos, se consideren los efectos producidos por esta definitivamente atribuible a las dislocaciones es el máximo de Bor-
causa. dini 3 descubierto en los metales con red de caras centradas a muy ba-
jas temperaturas, en la región de los 30 a 100 ºK. Hay indicaciones de
8-8. Amortiguamiento debido a las dislocaciones.-La fricción que el máximo de Bordini se debe a alguna propiedad intrínseca de
interna de los metales es muy sensible a la deformación plástica. Los las dislocaciones y no está implicado en la interacción de las disloca-
efectos son muy complejos y dependen de variables, tales como la im- ciones con átomos de impurezas y otras dislocaciones.
portancia de la deformación plástica, el método por el que se deformó
el metal, la pureza de este último, la frecuencia de vibración y el tiem- 8-9. Capacidad de amortiguamiento.-Esta sección está dedicada
po entre la deformación y la medida de la fricción interna. Read 1 de- a los aspectos que presenta la fricción interna en la ingeniería. La ca-
mostró que la fricción interna producida por el trabajo en frío depende pacidad de amortiguamiento de las estructuras y elementos de máqui-
en alto grado de la amplitud, incluso en amplitudes de deformación nas se relaciona con la fricción interna de los materiales, a amplitudes
tan pequeñas como 10- 6 • de deformación y tensiones mucho mayores que los valores conside-
Un metal recién deformado en frío tiene una fricción interna rela- rados usualmente en los e~perimentos de fricción interna. Una capaci-
tivamente alta, que desaparece muy rápidamente a temperaturns muy dad de amortiguamiento elevada es de importancia práctica en tecno-
inferiores a las requeridas para la recristalización. El alto amortigua- logía, porque limita la amplitud de vibración en condiciones de resonan-
miento va acompañado de una disminución en el módulo dinámico. cia, reduciendo de este modo la probabilidad de la falla por fatiga. Los
A medida que la- fricción interna desaparece, el módulo dinámico vuel- álabes de turbina, los cigüeñales y las hélices de aviación son aplica-
ve al valor correspondiente al estado normal. La disminución en e1 ciones típicas en las que es importante la capacidad de amortigua-
módulo producida por la deformación en frío, que puede ser elimina- miento.
da por medio de un recocido a temperaturas relativamente bajas, se Se puede definir la capacidad de amortiguamiento como la cantidad
conoce con el nombre de defecto de ?nódulo o efecto Koster 2 • Mott ha de trabajo convertida en calor, por unidad de volumen de material y
propuesto un modelo de dislocaciones 3 para el efecto Koster que se por ciclo completo de inversión de tensión. Las propiedades de amorti-
basa en el arqueado bajo tensión de una red de líneas de dislocaciones s;uamiento de los materiales se expresan frecuentemente en términos
anclada en nudos e impurezas. La teoría predice que e1 efecto Koster
1 J. S. KoEHLER: "Imperfections in Nearly Perfect Crystals", John Wiley
1 T. A. READ: Trans. AIME, vol. 143, pág. 30, 1941. & Sons, Inc., Nueva York, 1953.
2 A. GRANATO y K. LÜCKE: J. Appl. Phys., vol. 27, pág. 583, 1956.
z W. KosTER: Z. Metallk ... vol. 32, pág. 282, 1940.
. 3 N. F. MoTT: Phil. Mag .. vol. 43, pág. 1151, 1952. 'P. G. BoRDONI: Nuovo cimento. vol. 7. ser. 9. sup. 2, pág. 144, 1950 .
248 FRICCION BIBLIOGRAFIA 249

del decremento logarítmico o o la capacidad de amortiguamiento es- alta capacidad de amortiguamiento está en correlación con una baja
pecífica l/J, sensibilidad a la entalla, no hay ninguna relación general entre estas
[8-201 propiedades. Tampoco existe ninguna relación general entre la capaci-
dad de amortiguamiento y el límite de fatiga.
donde: En la tabla 8-1 se indican algunos valores de la capacidad de amorti··
guamiento correspondientes a algunos materiales técnicos a varios ni-
lfJ =capacidad de amortiguamiento específica; veles de tensión. La fundición gris es uno de los materiales con mayor
o= decremento logarítmico (véanse Ecs. [8-3] y [8-5]);
A 1 =amplitud de vibración del primer ciclo; TABLA 8-1
An =amplitud de vibración del enésimo ciclo; Capacidad de amortiguamiento de algunos materiales técnicos*
N =número de ciclos desde A 1 a Aw
Capacidad específica de amortiguamiento
L11V /W, a varios niveles de tensión
Los valores de estos parámetros de amortiguamiento dependen no so- Material
lamente de la condición del material, sino también de la forma de 4500 psi 6700 psi 1 11 2oa psi
las probetas y de la distribución de tensiones en las mismas. Puesto (31,5 Kg/mm 2 ) (46,9 Kg/mm') (78,4 Kg/mm'J
que frecuentemente no están especificadas estas condiciones, hay con-
siderable variación y contradicción en la literatura 1 publicada sobre las Acero al carbono (O,l % de C) ........ . 2,28 2.78 4,16
propiedades de amortiguamiento de los materiales. Para expresar las pro- Acero al Cr-Ni, templado y revenido 0,38 0.49 0,70
piedades de amortiguamiento de los materiales de ingeniería se ha Acero inoxidable al 12 % de Cr . . . . .. 8,0 8.0 8.0
Acero inoxidable 18-8 . . . . . . . . . . .. 0,76 1,16 3,8
propuesto la energía específica de amortiguamiento. Esta cantidad re- Fundición de hierro ........... . 28,0 40,0
presenta el área interna de un ciclo de histéresis tensión-deformación, Latón amarillo . .. .. . .. . . . . . . . .. . .. . o.so 0,86
bajo condiciones uniformes de tensión, y es una propiedad real del
material. Se han publicado métodos de conversión del decremento lo- * S. L. HoYT: «Metal Data», edición revisada, Reinhold Publishing Corporation, Nue.
va York, 1952.
garítmico y de la capacidad de amortiguamiento en energía de amorti-
guamiento específica 2• capacidad de amortiguamiento. Esto se atribuye a pérdidas de energía
Los valores tecnológicos de la capacidad de amortiguamiento no en las láminas de grafito. El movimiento de las paredes de los dominios
dependen mucho de la frecuencia de vibración. Sin embargo, existe una ferromagnéticos supone una importante contribución al amortiguamiento
fuerte dependencia de la tensión o de la amplitud de deformación. La en muchas aleaciones utilizadas ·en la fabricación de álabes de tur-
energía de amortiguamiento específica es, aproximadamente, una fun- bina. Esto se ha demostrado 1 por el hecho de que una aleación ferro-
ción potencial del nivel de tensión, con exponentes que varían entre 2 magnética que presentó un alto amortiguamiento, mostró una capaci-
y 3 para la mayor parte de los materiales. El comportamiento del amor- dad de amortiguamiento muy disminuida, cuando se ensayó en un
tiguamiento es una función del número de ciclos de inversión de ten- campo magnético. El más bajo amortiguamiento en el campo magné-
sión. La capacidad de amortiguamiento aumenta, generalmente, con el tico se puede atribuir al hecho de que los dominios están alineados en
número de ciclos de inversión de tensión, aumentando también la mag·· la dirección del campo y no pueden moverse libremente bajo tensión.
nitud del efecto con el nivel de tensión. La capacidad de amortigua-
miento para un metal dado y para las condiciones de ensayo depende BIBLIOGRAFIA
del tipo del sistema de tensiones, p. ej., si el ensayo es de torsión o
ENTWISTLE, K. M.: The Damping Capacity of Metals, en B. Chalmers y
de tracción. Esto es el resultado de la diferencia en la distribución de A. G. Quarrell (eds.), "The Physical Examination of Metals". 2.ª ed.,
tensiones producidas por diferentes métodos. Se han realizado algunas Edward Arnold & Co., Londres, 1960.
tentativas para relacionar el comportamiento del amortiguamiento con NIBLETT, D. H., y J. WILKS: Díslocation Damping in Metals, Advances in
otras propiedades, tales como la resistencia mecánica a la fatiga y la Phys., vol. 9, págs. 1-88, 1960.
sensibilidad a la entalla. Mientras que en ciertos casos parece que la NowicK, A. S.: Internal Friction in Metals, en "Progress in Metal Physics",
1 L. J. DEMER: Bibliography of the Material Damping Field, WADC Tech.
vol. 4, Pergamon Press, Ltd., Londres, 1953.
Rept. 56-180, junio, 1956; disponible en la Office of Technical Services. ZENER, C.: "Elasticity and Anelasticity of Metals", U niversity of Chicago
2 E. R. PoDNIEKS y B. J. LAZAN: Analytical Methods for Determining Press, Chicago, 1948.
Specific Damping Energy Considering Stress Distribution, WADC Tech. Rept.
56-:44, junio, 1957. 1 A. W. CoCHARDT: Trans. AIME, vol. 206, págs. 1295-298, 1956.
PARTE TERCERA

APLICACION AL ENSAYO
DE MATERIALES
CAPITULO 9
EL ENSAYO DE TRACCION

9-1. Curva tensiones-deformaciones convencional o tecnoló·


gica.-El ensayo de tracción convencional o tecnológico se emplea am-
pliamente para obtener una información básica sobre la resistencia me-
cánica de los materiales y como
ensayo de recepción para la espe-
cificación de los mismos. En el
ensayo de tracción 1 se somete la
probeta a una fuerza de tracción
monoaxial, que va aumentando de
forma progresiva, y se van mi- o
diendo simultáneamente los corres- •o
e 1 límite .Q.§
·¡¡¡ f elástico u·-
pondientes alargamientos. Con los e convencional ~ tl
datos de cargas y alargamientos ~ -2
VI ..._.
·¡¡;o
obtenidos se construye una cur- ~-
e
'0
va tensiones-deformaciones con- ·~
vencional (Fig. 9-1). Los puntos ~
,~,

significativos de dicha curva se han


deformación convencional e
estudiado ya en la sección 1-5 y
la aparición de un límite elástico FIG. 9-1.-Curva de tracción (tensión-
aparente se ha considerado en la deformación) convencional o tecno-
sección 5-5. La tensión utilizada lógica.
en la curva de tensiones-defor-
maciones es la tensión media longitudinal producida en la probeta de
tracción. Se obtiene dividiendo la carga por el área de la sección trans-
versal inicial de la pre beta : p
a-=- [9-1]
Ao

La deformación utilizada en la curva de tensiones-deformaciones es


la deformación lineal media, obtenida al dividir el alargamiento de la
distancia entre puntos de la probeta por su longitud original,
8 D.L L-L0
e=-=-- [9-2]
L0 L
1 H. E. DAvrs, G. E. TROXELL y C. T. WISKOCIL: "The Testing and Inspec-
tion of Engineering Materials", 2.ª ed., caps. 2-4, McGraw-Hill Book Company,
Inc., Nueva York, 1955.
253
254 EL ENSAYO DE TRACCION SEC. 9-1] CURVA TENSIONES-DEFORMACIONES CONVENCIONAL O TECNOLOGICA 255

Puesto que la tensión y la deformación se obtienen dividiendo la carga carga correspondiente a una pequeña deformación plástica especifica-
y el alargamiento por factores constantes, la curva carga-·alargamiento da, dividida por el área de la sección transversal inicial de la probeta
tendrá la misma forma que la curva de tensiones-deformaciones. Las
dos curvas se usan, con frecuencia, indistintamente. Pe=o,002
La forma y las magnitudes de la curva de tensiones-deformaciones U-o=--- f9-4]
Ao
de un metal dependerá de su composición, tratamiento térmico, histo-
ria anterior de deformación plástica y velocidad de deformación, tem- A causa de las dificultades prácticas que existen para determinar el
peratura y estado de tensión creado durante el ensayo. Los parámetros verdadero límite elástico o límite de proporcionalidad, el límite elásti-
utilizados para describir la curva de tensiones-deformaciones .de un co convencional y el límite elástico aparente son los parámetros prefe-
metal son la resistencia a la tracción, el límite elástico convencional ridos -en ingeniería para expresar el comienzo de la deformación plás-
o el aparente, el alargamiento por ciento y la estricción. Los dos pri- tica. Cuando en el proyecto con un metal dúctil es necesario evitar la
meros son parámetros de resistencia mecánica; los dos últimos infor- deformación plástica, el límite elástico es el criterio apropiado con res-
man sobre la ductilidad. pecto a la resistencia del metal. Una importante característica del lími-
Resistencia a la tracción.-La resistencia a la tracción es el co- te elástico convencional es que el valor determinado por el ensayo de
ciente obtenido al dividir la carga máxima por la sección transversal tracción puede utilizarse para predecir las condiciones de fluencia es-
inicial de la probeta tática, bajo otras condiciones de tensión más complejas, por medio del
Pmáx
[9-3] criterio de fluencia de la energía de distorsión (Sec. 3-4). Un ejemplo
cru=~
de esto es la determinación de la presión de rotura elástica de los tubos
de pared gruesa, sometidos a una presión interna, a partir de los resul-
La resistencia a la tracc1on es el valor citado con más frecuencia en tados de un ensayo de tracción 1• El límite elástico convencional y el
los resultados de un ensayo de tracción ; en realidad, es un dato que límite elástico aparente son más sensibles a las diferencias en el tra-
carece prácticamente de significado con relación a la resistencia me- tamiento térmico y método de ensayo que la resistencia a la tracción.
cánica de un metal. La resistencia a la tracción debe ser considerada, Alargamiento de rotura (tantos por ciento).-El tanto por ciento
en los metales dúctiles, como una medida de la carga máxima que de alargamiento de rotura es la relación entre el aumento de la longitud
puede soportar un metal bajo las muy restrictivas condiciones de de la distancia entre puntos de la probeta y su longitud original, ex-
carga monoaxial. Más adelante veremos que este valor tiene poca re- presada en tantos por ciento:
lación con la resistencia mecánica útil del metal bajo las más com- L¡-Lo
plejas condiciones de tensión que usualmente se encuentran. Durante alargamiento % = l 00 - - - = l OOe1 [9-5]
Lo
muchos años la resistencia mecánica de las piezas se determinaba a donde:
partir de la resistencia mecánica a la tracción, convenientemente redu-
cida por un factor de seguridad. La tendencia actual se orienta hacia Lr= distancia entre puntos al producirse la fractura;
un intento más racional de fundamentar el diseño estático de los me- L 0 =distancia entre puntos original;
tales dúctiles con el límite elástico. Sin embargo, y a causa de la prác- e¡= deformación convencional al producirse la fractura.
tica, mantenida durante tanto tiempo, de utilizar la resistencia a la
tracción para determinar la resistencia mecánica de los materiales, se El numerador de la Ec. [9-5] es, sencillamente, el alargamiento total
ha convertido en una propiedad muy familiar y, como tal, es una for- medio de la distancia entre puntos de la probeta. Este valor está afec-
ma muy útil de identificación de un material, del mismo modo que la tado por la deformación durante la estricción, por lo que el valor del
composición química sirve para identificar un metal o aleación. Ade- alargamiento por ciento depende, en derto modo, de la distancia entre
más, como la resistencia mecánica a la tracción es fácil de determinar, puntos. El alargamiento de la probeta es uniforme a lo largo de la dis-
y es una propiedad muy reproducible, es útil para las especificaciones tancia entre puntos, hasta el momento de carga máxima. Rebasado este
y para el control de calidad de un producto. También son de gran uti- punto, comienza la estricción y la deformación deja de ser uniforme.
lidad las diversas correlaciones empíricas encontradas entre la resis- La deformación uniforme es de más importancia que la deformación
tencia a la tracción y otras propiedades, tales como la dureza y la total al producirse la fractura y tiene también más valor práctico en
resistencia a la fatiga. La resistencia a la tracción es un criterio válido la predicción de la conformabilidad de las chapas metálicas. Sin em-
al realizar un diseño en el caso de materiales frágiles.
Límite elástico convencional.-El límite elástico convencional es la 1
J. H. FAUPEL: Trans . ASME, vol. 78. págs. 1031-064. 1956.
EL ENSAYO DE TRACCION SEC. 9-1] CURVA TENSIONES-DEFORMACIONES CONVENCIONAL O TECNOLOGICA 257

bargo, el alargamiento uniforme no se determina corrientemente en un para calcular la flexión de vigas y otras piezas es necesario conocer el
ensayo de tracción rutinario, por lo cual, a menos que se indique espe- módulo de elasticidad, es un importante valor a tener en cuenta al
cíficamente, por "alargamiento" se entiende usualmente el tanto por realizar un proyecto.
ciento de alargamiento de rotura. Este se determina uniendo los dos El módulo de elasticidad está determinado por las fuerzas de enlace
trozos de la probeta de tracción rota y midiendo la variación sufrida entre los átomos. Puesto que estas fuerzas no pueden alterarse sin
por la distancia entre puntos. Esta distancia es un dato que debe acom- cambiar la naturaleza básica del material, se deduce que el módulo
pañarse siempre al expresar los valores del alar¿r,amiento por ciento. de elasticidad es una de las propiedades mecánicas más insensible a
Estricción (de rotura).-El tanto por ciento de estricción es la rela- la estructura. Solo le afectan ligeramente las adiciones ,de aleantes, el
ción existente entre la disminución del área de la sección transversal tratamiento térmico o la conformación en frío 1• Sin embargo, aumen-
de la probeta de tracción después de la fractura y la superficie original
1 tando la temperatura se produce una disminución del módulo de elas-
expresada en tantos por ciento: ticidad. El módulo se determina usualmente a elevadas temperaturas
. . ., , A0 A¡ siguiendo un método dinámico 2, que mide el modo y período de vi-
d1smmuc1on del area=q=----- [9-6] bración de una probeta metálica. En la tabla 9-1 se indican los valores
Ao típicos del· módulo de elasticidad para metales comunes de ingeniería
Es difícil determinar la estricción en probetas de chapa fina, por a diferentes temperaturas.
cuya razón no se determina usualmente en este tipo de material. En TABLA 9-1
probetas de tracción planas, rectangulares, de más espesor, se puede V alores típicos de los módulos de elasticidad a diferentes
determinar el área aproximadamente: temperaturas
h Módulo de elasticidad, Kg/mm•
A=T (a+2d) [9-7]
donde: Materiales
Tempera- 400 °F 800 °F 1000 °F 1200 °F
tura (204 °C) (427 °C) (538 °C) (649 °C)
h =ancho de la probeta ; ambiente
a= espesor en el centro de la probeta; :

d =espesor de la sección transversal en los extremos de la pro- Acero al carbono ... 21 000 18 900 15 750 13 650 12 600
beta. Acero inoxidable austenÍtico.: 19 600 17 850 16100 15 750 14 700
Aleaciones de titanio ... 11 550 9 800 7 490 7 070
Aleaciones de aluminio . . . . .. 7 350 4 830 5 460
El alargamiento y la estricción no son, directamente, de interés para
el proyectista. No parece haber métodos cuantitativos para determinar
el alargamiento o la estricción mínimos que debe tener un material para Resiliencia elástica *.-La capacidad de un material para absorber
una aplicación determinada. No obstante, estos valores pueden propor- energía cuando es deformado elásticamente y devolverla cuando se
cionar indicaciones cualitativas sobre la conformabilidad de un metal. elimina la carga, se llama resiliencia. Esta se mide, usualmente, por
Una estricción muy acusada indica la capacidad del metal para sopor- medio del módulo de resilieneia, que es la energía de deformación,
tar una gran deformación sin romperse (véase problema 9-4). por unidad de volumen, requerida para llevar al material desde una
La estricción es el parámetro más sensible a la estructura que puede tensión cero hasta el límite elástico a-0• De acuerdo con la Ec. [2-57],
medirse en el ensayo de tracción. Por tanto, su aspecto más importante la energía de deformación por unidad de volumen para tensión uni-
es el de ser utilizada como una indicación de la calidad del material. axial es
Una disminución en el valor de la estricción, por debajo de un nivel
especificado que la experiencia ha señalado como indicativo de buen Según esta definición, el módulo de resiliencia será
comportamiento en servicio, es una advertencia de que la calidad es
deficiente.
Módulo de elasticidad.-La pendiente de la parte lineal inicial de
la curva tensiones-deformaciones es el módulo de elasticidad o módulo
de Y oung. El módulo de Young -es una medida de la rigidez del mate- 1 D. J. MACK: Trans. AIME, vol. 166, págs. 68-85, 1946.
2
C. W. ANDREWS: Metal Progr., vol. 58, págs. 85-89, 96, 98, 100, 1950.
rial. Cuanto mayor sea el módulo, más pequeña será la deformación * En español técnico se llama resiliencia a la energía absorbida en la rotura
.elástica resultante de la aplicación de una tensión dada. Puesto que por choque, tal como se determina en los ensayos Charpy o Izod. (N. del T.)
DIETER.-17
9 SEC. CURVA REAL DE TENSIONES-DEFORMAC!O!\ES
-------~----~----~--

Esta ecuación indica que el material ideal p~ra resistir ~~rgas de energía TABLA 9-2
en aplicaciones en las que no deba su~nr deformac10n p~rrr:.anen!e, Módulos de resiliencía elástica de varios niateriales
p. ej., los muelles mecánic~s: es un :natenal con un elevado limite elas-
tico y un módulo de elasticidad .baJo. La tabla .9-2 da algunos valores
ele
del módulo de resiliencia para diferentes materiales. :\Ia teriales E, Kg/mm' ª"" Kg/rnmº
1 C:O'J.l!CllL!<l uR'
Tenacidad.-La tenacidad de un material es su capacidad para ab- Kg;rnm'
sorber eneroía en el campo plástico. La capacidad para resistir tensiones
ocasionales b superiores al límite elástico, sin que. se produzca fractura, Acero al carbono, medio . . . . .. 21 000 31.5 23,6 X 10- 3
es de oran valor en piezas tales corno acoplamientos de vagones, en- Acero de muelles alto en carbono 21 000 98,0 224,0 X 10- 3
Cobre ................... .. 11 200 2,8 3,7 X 10-3
granaj:S, cadenas y ganchos ~~ .grúas. La. tenacid.a~ es un concepto Caucho ....................... . 105 X 10- 3 0,21 210.0 X 10- 3
comúnmente utilizado, pero dificil de medir y defimr. Una forma de
concretar el concepto de tenacidad es considerar el área tot.al. que que-
da bajo la curva de tensiones-defo~rnaciones. Esta superficie es una Se supone algunas veces que la curva de tensiones-deformaciones de
indicación del trabajo total, por umdad de volumen, que p~ede rea- los materiales frágiles es una parábola y el área bajo la curva viene
lizarse sobre el material sin que se produzca la rotura. ~a figura 9-2 dada por
muestra la curva de tensiones-deformaciones para materiales de alta [9-11]
y baja tenacidad. El acero para n:uelle~, con alto c.o_nteni,do de carbono,
tiene un límite elástico y una resistencia a la traccion mas ~~evados que Todas estas relaciones son, solamente, aproximaciones al área que que-
el acero de construcc10n con con- da bajo las curvas de tensiones-deformaciones. Además, las curvas
tenidos medios de carbono. Sin no representan el comportamiento real en el campo plástico, puesto
ace¡c de muelles
embargo, el acero de construcción que todas dependen del área de la sección inicial de la: probeta.
alto en carbono es más dúctil y tiene un alarga-
b miento total mayor. El área total 9-2. Curva real de tensio:ne~Hlefornrnciones.-La curva usual de
e bajo la curva de tensiones-defor- tensiones-deformaciones, la convencional o tecnológica, no proporciona

'Lii acero de maciones es mayor en el acero de
e construcción una indicación de las características de deformación de un metal porque
~ construcción y, por tanto, es un está basada totalmente sobre las dimensiones iniciales de la probeta y
material más tenaz. Esto indica estas dimensiones cambian constantemente durante el ensayo. Además,
que la tenacidad es un parámetro el metal dúctil sometido a tensión se hace inestable y sufre estricción
que comprende la resistencia me- localizada durante la últirn·a fase del ensayo. La carga requerida para
deformación e cánica y la ductilidad. Las zonas continuar la deformación disminuye en esta fase a causa de que el
rayadas de la figura 9-2 correspon- área de la sección transversal de la probeta se va reduciendo rápida-
FrG. 9-2.-Comparación de las curvas den al módulo de resiliencia de mente. La tensión media basada en la sección inicial disminuye tam-
tensión-deformación de materiales con cada acero. A causa de su límite
tenacidad grande Y pequeña. bién, produciéndose corno consecuencia de esto un descenso de la curva
elástico convencional más alto, el de tensiones-deformaciones después del punto de carga máxima. Real-
acero para muelles tiene mayor resiliencia elástica, aunque la tenaci- mente, el metal continúa endureciéndose por deformación hasta que
dad sea menor. se produce la fractura, de modo que también debería aumentar la ten-
Se han sugerido varias aproxirnaci.ones matemáti~as para calcular el sión requerida para producir mayor deformación. Si se usa la tensión
área que queda bajo la curva de tens10nes-.deforrnac10nes .. Para los ace- real, basada en el área real instantánea de la sección transversal de la
ros dúctiles que tienen una curva de tens10nes-deform.ac10~~s como la probeta, se encuentra que la curva de tensiones-deformaciones asciende
del acero de construcción, se puede lograr una aprox1mac1on al valor de modo continuo hasta producirse la fractura. Si la medida de la de-
del área por medio de las siguientes ecuaciones: formación está también basada en medidas instantáneas, la curva obte-
nida se conoce corno curva real de tensiones-deformaciones. También
[9-9] se denomina curva de fluencia ( Sec. 3-2), puesto que representa las
características básicas del flujo plástico del material. Cualquier punto
o de la curva de fluencia puede considerarse corno el límite elástico para
Ur:::::::::::----e¡ [9-10]
2 metal deformado en tracción en la proporción mostrada en la curva.
SEC. 9-2] CURVA REAL DE TENSIONES-DEFORMACIONES 261
DE TRACCION

relación entre deformación real y deformación lineal convencional viene


De este modo, si se retira la carga en este momento y se aplica de nuevo, dada por
el material se comportará elásticamente a través de todo el intervalo
E=ln (e+ 1) [9-14]
de recarga. La tensión real es la carga, en cualquier instante, dividida
por el área de la sección transversal de la probeta en ese mismo ins-
La tensión real se puede determinar, a partir de la tensión media de
tan te:
la curva convencional, mediante la expresión siguiente:
[9-12]
p p A0
<r=-=--
A¡ A 0 A¡
La deformación real fue definida en la sección 3-3 como
Pero por la constancia de volumen,
L Ao
E=ln-=ln- [9-13]
L0 A A0 L
A¡ L0
Esta definición de la deformación fue propuesta por Ludwik 1 a prin- De la Ec. [9-14]:
cipios de siglo. También se demostró anteriormente (Sec. 3-3) que la L
E=ln ~=ln (e+ 1)
o bien
L A0
-=-=e+I
120 f-----+---+--+----+-1--_,."f'c;c;~'º~. ¡ corrección por L0 A¡
--.\~ 1 .:.- - estricción local p
11 o f----+--l--+-- <."'"'
1

<r (e+ 1) [9-15]


carga ~ó ..-- --- -- -
c.,\)/_,_,,, 1 1
1

100 máxima ,_h,.,.. 1


:

\// 1 1
En la figura 9-3 se compara la curva real de tensiones-deformaciones
90 / 1 .1 de una probeta de níquel con la curva convencional. Adviértase que
·¡¡¡ ,,carga máxima i i
~801---'4---h.L--.--='-----,--,---t---~--------;---·j----j
¡ •
la escala pequeña del eje de deformaciones, que se utilizó para destacar
o / _ I ! : la región plástica, ha confundido la región elástica con el eje de orde-
-et-
1 1 1

g 70 / / i . 1 1
nadas. La curva real de tensiones-deformaciones es frecuentemente li-
e v rva Conve . i
1c1on~¡ tension-de" ,
1 'I

-o \ neal desde la carga máxima hasta la fractura, mientras que, en otros


-~ 60 1 1 ! •. 1
0
• rrnaci6n
casos, su pendiente disminuye continuamente. Debe darse poca signi-
~ 1 i 1
1

501---l----l--+---l--+-4¡---_._-+----t---;-,- - - i ficación a esta región lineal de la curva de fluencia. Cuando se produ-


ce la estricción, el estado triaxial de tensión que se crea en esta región
40f-----+---1--+----4--+--~!--r-----,--rl---.,--_,
incrementa la tensión longitudinal media necesaria para que el flujo
i 1 1 •
plástico continúe. Por tanto, la forma de la curva de fluencia, desde
301---l----l--+---l--+-~l---+-1-~¡--r-!---~¡-----1
el punto de carga máxima hasta el de fractura, depende de la velocidad
201----+--l--+---l--+-~l--'-i_,!_-;-----;---.,-----j de desarrollo de la estricción local. Esta puede ser diferente para ma-
1 i teriales con diferente capacidad de endurecimiento por deformación y,
1G1---+--1--+---J,.-----+--t---r--,'---r---t---;-----11

por tanto, no hay seguridad de que la curva de fluencia sea lineal en


i ¡1
esta región.
1

QL.___¡__
1 ¡ i
_J__...L.____JL...--'---'---'---'--"---'--_,__--'
O O, 1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,0 1, 1 1,2 A partir de la curva real de tensiones-deformaciones se pueden de-
deformación terminar los siguientes parámetros:
FIG. 9-3.-Comparación de las curvas tecnológica y real de tracción
Tensión real a carga máxima.-La tensión real a carga máxima co-
del níquel. rresponde a la resistencia a la tracción real. En la mayor parte de los
materiales comienza la estricción coincidiendo con la carga máxima.
1 P. LuDWIK: "Elemente der technologischen Mechanik", Springer-Verlag Como una buena aproximación, se admite que la estricción se producirá
OHG, Berlín, 1909.
EL ENSAYO DE TRACCION [C..\P. 9 SEC. CURVA REAL DE TENSIONES-DEFORMACIONES

para un valor de la deformación en el que la tensión real es igual a la Deformación real de estricción localizada.-La deformación real de
pendiente de la curva de fluencia. Los símbolos crm y designan la
E11 estricción localizada E es la deformación requerida para deformar la
11

tensión y deformación reales para la carga máxima, mientras que Am probeta desde la carga máxima hasta la fractura:
representa el área de la sección transversal de la probeta sometida a
la carga máxima. Por tanto:
[9-20]
Pmáx Pmáx Ao
CTu crm Eu=ln--
A111 Am El método usual para determinar una curva real de tensiones-defor-
y maciones es medir el área de la sección transversal de la probeta, incre-
CTu CTm exp ( Eu) [ 9-16] mentando la carga hasta producir la fractura. Pueden utilizarse micró-
metros de esfera indicadora especiales. Debe procurarse medir el diá-
La Ec. [9-16] relaciona la resistencia a la tracción con la tensión y metro mínimo de la probeta. Este método es aplicable sobre el intervalo
deformación reales para la carga máxima. completo de tensiones hasta la fractura, incluyendo la región posterior
Tensión real de fractura.-La tensión real de fractura es igual a la al comienzo de la estricción local. Sin embargo, para corregir exacta-
carga que produce la fractura, dividida por el área de la sección trans- mente las tensiones complejas producidas en la estricción, es necesario
versal de la probeta en el momento de la fractura. Esta tensión debe conocer el perfil del contorno del cuello. Este método de determinación
ser corregida por el estado triaxial de tensión existente en la probeta está limitado a velocidades de deformación moderadamente lenta y a
de tracción en el momento de la fractura. Puesto que, con frecuencia, ensayos a la temperatura ambiente. Si la sección transversal de la pro-
se carece de los datos precisos para efectuar esta corrección, los valo- beta es circular, la deformación real puede calcularse fácilmente par-
res reales de la tensión de fractura no suelen ser muy exactos. tiendo del diámetro inicial D 0 y el diámetro instantáneo D¡,
Deformación real de fractura.-La deformación real de fractura Ef
es la deformación real basada en el área inicial Ao y en el área después L A0 Da2
de la fractura, A 1. E=ln ln =ln [9-21]
Ao Lo A
E¡ ln- [9-17]
k I
La tensión y la deformación reales pueden determinarse a partir de
la tensión y deformación convencionales por medio de las Ecs. [9-14]
Este parámetro representa la deformación real máxima que puede y [9-15]. El uso de estas ecuaciones supone que la deformación axial
resistir el material antes de la fractura y es análogo a la deformación está uniformemente distribuida sobre la distancia entre puntos de la
total para producir la fractura de la curva convencional de tensiones- probeta, puesto que su derivación está basada en la constancia de vo-
deformaciones. Puesto que la Ec. f9-14] no es válida más allá del co- lumen. Las tensiones y deformaciones determinadas de acuerdo con
mienzo de la estricción, no es posible calcular E¡ con los valores medi .. estas ecuaciones son exactas hasta el comienzo de la estricc:tón local,
dos de e1• Sin embargo, en el caso de probetas de tracción cilíndricas, pero, pasada esta etapa, la deformación se localiza en el cuello, en su
la estricción q está relacionada con b deformación real de fractura, por mayor parte, y no son aplicables las ecuaciones.
la expresión : Las curvas reales de tensiones-deformaciones se pueden obtener a
q = 1 - exp ( - E¡) [ 9-18]
grandes velocidades de deformación y a elevadas temperaturas, utili-
Deformación real uniforme.-La deformación real uniforme E es 11
zando el método de dos cargas 1. Para ello se miden diámetros en varias
la deformación real basada solamente en la deformación hasta la carga posiciones a lo largo de probetas troncocónicas antes y des;pués del
máxima. Puede calcularse tomando como base el área de la secciÓn ensayo. La tensión real que actúa en cada zona de la probeta es la
transversal Aw o la distancia entre puntos L para la carga máxima.
11
carga máxima dividida por el área en aquel punto después del ensayo.
Para convertir la deformación uniforme convencional en deformación Esto da la curva de fluencia desde el comienzo del flujo plástico hasta
real uniforme puede utilizarse la Ec. [ 9-14]. La deformación uniforme el punto de máxima carga. Si se mide la carga en el momento de la
se utiliza frecuentemente en la estimación de la conformabilidad de los fractura, la curva puede extenderse a la tensión de fractura por extra-
metales, a partir de los resultados de un ensayo de tracción : polación lineal.
Usualmente es deseable poder expresar la curva real de tensiones-
Ao
Eu=ln- [ 9-19 J 1 C.
Au W. MAcGREGOR: J. Appl. Mech., vol. 6, págs. Al56-58, 1939.
264 EL ENSAYO DE TRACCION SEC. 9-3] INESTABILIDAD EN TRACCION 265

deformaciones por medio de una relación matemática. La expresión más 9-3. Inestabilidad en tracción.-La estricción se m1cia general-
sencilla y útil es la curva potencial descrita anteriormente en la sec- mente con la carga máxima durante la deformación por tracción de
ción 3-2, un metal dúctil 1. Un material plástico ideal, en el cual no tenga lugar
[9-22] ningún endurecimiento por deformación, podría hacerse inestable en
donde n ·es el coeficiente de endurecimiento por deformación y K el tracción e iniciarse la estricción tan pronto como empezase la fluencia,
coeficiente de resistencia. Una representación logarítmica doble de ten- Sin embargo, un metal real sufre un endurecimiento por deformación
sión y deformación reales hasta la que tiende a incrementar la capacidad de la probeta para soportar una
carga máxima, que esté de acuerdo carga cuando la deformación aumenta. A este efecto se opone la dis-
b con los datos, dará una línea recta minución gradual del área de la sección transversal de la probeta míen-
(Fig. 9-4). La pendiente de esta lí- b
nea es n, y K es la tensión real para
~ pendien~­ E= 1,0. Con objeto de aproximar más
c 1
los datos a una línea recta, es desea-
~ K
ble usualmente sustraer la deforma-
ción elástica de la deformación total.
0,01 0,1 1,0
En la tabla 9-3 se relacionan algunos
0,001
deformación real f valores típicos de n y K.
FrG. 9-4.-Representación logarít-
La Ec. [9-22] no tiene una base
mica doble de la curva tensión- racional, por lo que se observan
desviaciones frecuentes de esta rela- -1 +1
deformación.
ción. Un tipo común de desviación 8
es que la representación logarítmica doble de la Ec. [9-22] dé lugar a deformación
convencional e
dos líneas rectas con pendientes diferentes, mientras que, en otros ca-
sos, se obtiene una curva con una pendiente continuamente variable.
FrG. 9-5.-Construcción de Considere para determinar el punto
La Ec. [9-23] es típica de las relaciones más complicadas que se han de carga máxima.
sugerido 1 para proporcionar mejor concordancia con los datos
tras experimenta el alargamiento. La estricción, o la deformación loca-
~ )
3
a-=C1 - (C1 -C2) exp ( - [9-23] lizada, comienza al alcanzarse la carga máxima, cuando el aumento de
tensión, debido a la disminución del área de la sección transversal de
la probeta, se hace mayor que el aumento de la capacidad del metal
TABLA 9-3 para soportar la carga, debido al endurecimiento por deformación. Esta
V alares de n y K para metales a la temperatura ambiente condición de inestabilidad, que conduce a una deformación localtzada,
está definida por la condición dP =O :
K,
Metal Estado n
Kg/mm•
1
Ref. P=a-A
------ dP=a-dA +A da-=0
Acero con 0,05 % de c.\ Recocido 0,26 53,9 De la constancia de volumen se deduce
Acero SAE 4340 . . . 'Recocido 0,15 65.1
Acero con 0,6% de C., Templado y revenido a 538 ºC 0,10 159,6 ** dL dA
Acero con 0,6% de c.: Templado y revenido a 704 ºC 0,19 145,0 ** L A
Cobre Recocido 0,54 32,5 **
Latón 70130 ... Recocido 0.49 91.0 ** _ dA = dL = da- = dE de
A a-
* J. R. Low y F. G..\RAFALO: Frac. Soc. Exptl. Stress Anal., vol. 4, núm. 2, pági- 1 Una excepc10n a esto es el comportamiento del circonio laminado en
nas 16-25, 1947.
** J. R. Low: «Properties of lVIetals in Materials Engineering», American Society for frío, ensayado a 200-370 ºC, en el que la estricción se produjo con una de-
:vretals, lVIetals Parl\:, Ohío, 1949. formación de dos veces la deformación a carga máxima. Véase J. H. KEELER:
Trans. ASM, vol. 47_, págs. 157-92, 1955, y la discusión de A J. ÜPINSKY,
1 E. VocE: Metallurgia, vol. 51, págs. 219-26, 1955. págs. 189-90.
EL ENSAYO DE TRACCION 9 SEC. DISTR!BUCION DE LAS TENSIONES EN EL CUELLO

Por tanto, Por tanto, la deformación en la cual se produce es numéricamente igual


dcr al cociente de endurecimiento por deformación.
[9-24]
dE La inestabilidad plástica es, con frecuencia, importante en las ope~
o bien raciones de conformación de chapa metálica, puesto que la deformación
dcr CF para la cual empieza a producirse la localización de la misma es el
[9-25]
límite de conformación del metal.· Lankford y Saibel 1 han determinado
el criterio de deformación localizada en el caso de una chapa sujeta a
La Ec. [9-24] expresa que se producirá la estricción local en tracción foerzas de tracción biaxiales (conformación por estirado) , un tubo de
uniaxial con una deformación para la cual la pendiente de la curva pared delgada sometido a presión interna y una chapa sometida a un
real de tensiones-deformaciones es igual a la tensión real correspon- ensayo hidrostático de abombado.
diente a esa deformación.
La Ec. [9-25] permite una interesante construcción geométrica para 9-4. Distribución de las tensiones en el cuello.-La formación
la determinación del punto de carga máxima 1• En la figura 9-5, la curva de un cuello en la probeta de tracción introduce un estado complejo
de tensiones-deformaciones convencional está trazada en términos de de tensiones triaxiales en esa región. La región del cuello es, en efecto,
la tensión real en función de la deformación lineal convencional. El una entalla suave. Como se discutió en la sección 7-12, una entalla bajo
punto A representa una deformación negativa de valor absoluto 1,0. Una tensiones origina tensiones radiales y transversales que elevan el valor
línea trazada desde el punto A y tangente a la curva de tensiones-de- de la tensión longitudinal requerida para producir el flujo plástico. Por
formaciones señalará el punto de carga máxima, porque, de acuerdo tan to, la tensión real media en el
con la Ec. [ 9-25], la pendiente en este punto es cr / (1 + e). La tensión cuello, determinada al dividir la
en este punto es la tensión real con carga máxima crm. Si hubiéramos carga de tracción. axial por el área
representado tensiones medias, esta habría sido la resistencia a la mínima de la sección transversal
tracción cr La relación entre estas dos tensiones es
11
• en el cuello de la probeta, es más
alta que la tensión necesaria para
producir el flujo si prevaleciera
una simple tracción. La figura 9-6
presenta la geometría de la re-
de la definición de la deformación lineal convencional, gión del cuello y las tensiones des-
arrolladas por esta deformación
localizada. R es el radio de curva-
tura del cuello, que se puede me-
y, por tanto, dir proyectando el contorno de la
1 zona del cuello sobre una pantalla al b)
[9-26] o utilizando un calibre adecuado.
FIG. 9-6.-a) Geometría de la región
Bridgman 2 realizó un análisis de estricción localizada; b) tensiones
matemático que permite una co- que actúan sobre un elemento en el
Un estudio de los triángulos semejantes de la figura 9-5, muestra que
rrección a la tensión axial media punto O.
la Ec. [9-22] se satisface cuando OD es la resistencia a la tracción.
para compensar la introducción de
Si la curva de fluencia de un material viene dada por la ley poten· tensiones transversales. El análisis estaba basado en los siguientes su-
cial de la Ec. [9-22], es posible determinar fácilmente la deformación
puestos:
a que se producirá la estricción local:
l. El contorno del cuello es aproximadamente un arco de circun-
CF KE!l
ferencia.
dcr 2. La sección transversal de la región del cuello sigue siendo circu-
--=cr=KE11 =nKEn-l
dE lar a través de todo el ensayo.
Eu=n [9-27]
1 W. T. LANKFORD y E. SAIBEL: Trans. AIME, vol. 171, págs. 562-73. 1947.
1 A. CONSIDERE: Ann. ponts et chaussées, vol. 9, ser. 6, págs. 574-775, 1885 2 P. W. BRIDGMAN: Trans. ASM, vol. 32, pág. 553, 1944.
EL DE TRACCION
DISTRIBUCION DE LAS DEFORMACIONES

3. Se puede aplicar el criterio de Von Mises. Davidenkov. La curva de trazos de la figura 9-3 es la curva real de
4. Las deformaciones son constantes en la sección transversal del tensiones-deformaciones del níquel, corregida por la estricción por me-
cuello. dio del factor de Bridgman. El problema de la distribución de tensio-
TABLA 9-4
nes en el cuello de probetas planas de tracción ha sido considerado
Factores de correccwn aplicables a la tensión real media por Aronofsky 1•
para compensar las tensiones transversales del cuello
de estricción de la probeta de tracción 9ª5. Distribución de las deformaciones en la probeta de trac-
ción.-La distribución de las deformaciones a lo largo de la probeta
a!R Factor de Bridgman Factor de Davidenkov
de tracción no es uniforme, par-
ticularmente en los metales que
o l,000 1,000 presentan una estricción local
1/3 0,927 0,923 pronunciada antes de la fractu-
1/2 0,897 0,889 ra. La figura 9-8 muestra, en
1 0,823 0,800 forma esquemática, la distribu-
2 0,722 0,667
3 0,656 0,571 ción del alargamiento local a lo
4 0,606 0,500 largo de la probeta. La distribu-
ción exacta de la deformación
dependerá del metal, de la dis- _{!_
t
De acuerdo con este análisis, la relación de la tensión axial real, a-, tancia entre puntos y de la forma 0-med
con la tensión axial media, <rav' es: de la sección transversal. En ge-
neral, cuanto más blando y dúctil
1 sea el metal, se producirá una
[9-28]
(1 +2R/a)[ln (l + a/2R)] deformación más importante fue-
ra de la zona del cuello. También,
Davidenkov y Spiridonova 1 determinaron una corrección para el cuello cuan to más corta sea la distancia
basada en supuestos algo diferentes de los de Bridgman. Su expresión entre puntos, mayor será la in-
viene dada por fluencia de la deformación loca- 0,7 '------'----'----"----_,
(]"' 1 lizada en el cuello sobre el alar- o 0,5 1.0 1,5 2,0
[9-29]
<rav +
1 a/4R gamiento total de la distancia
entre puntos. Por tanto, para un
deformación e: -
FIG. 9-7.-Relación entre el factor

Estas dos ecuaciones difieren en menos del 1 % para valores de a/R material dado, cuanto más cor- de corrección de Bridgman cr / crav y
ta sea la distancia entre puntos la deformación real de t r a e c i ó n.
menores de 0,6. En la tabla 9-4 se dan los valores típicos para estas co- (E. R. MARSHALL y M. C. SHA W :
rrecciones. mayor será el alargamiento por Trans. ASM, vol. 44, pág. 716, 1952.)
La determinación del radio de curvatura del cuello durante el pro- ciento. Por esta razón debe dar..
greso del ensayo, no es ciertamente una operación sencilla o de rutina. se siempre la distancia entre puntos al expresar el alargamiento por
Con objeto de vencer esta dificultad, Bridgman determinó una relación ciento.
empírica entre el contorno del cuello (a/R) y la deformación real, lo- Está generalmente admitido que, con objeto de comparar las medi-
grada con alrededor de 50 probetas de acero. La figura 9-7 presenta das de alargamiento obtenidas con probetas de diferentes dimensiones,
esta relación convertida en la variación de a-/a- av con la deformación estas probetas deben ser geométricamente semejantes. La relación entre
real. Los valores experimentales del cobre y del acero 2, se incluyen la distancia entre puntos y el diámetro debe ~~r constante. Las probetas
también en esta figura. La investigación demostró que la ecuación de de tracción normalizadas tienen, en los Estaa~s Unidos, las siguientes
Bridgman se ajusta mejor a los resultados experimentales que la de dimensiones: diámetro, 0,505 pulg (12,827 mm); distancia entre pun-
tos, 2 pulg (50,8 mm). Por esto, L/D es e:::::: 4, o L=4,51 JA. Esta es la
1 N. N. DAVIDENKOV y N. I. SPIRIDONOVA: Proc. ASTM, vol. 46, pág. 1147, base para las probetas de tracción de la ASTM relacionadas en la
1946.
2 E. R. MARSHALL y M. C. SHAW: Trans. ASM, vol. 44, págs. 705-25, 1952. 1 J. ARONOFSKY: J. Appl. Mech., vol. 18, págs. 75-84, 1951.
270 SEC. 9-61 EFECTO DE LA VELOCIDAD DE DEFORMACION 271

tabla 9-5. Las normas británicas especifican L/D = 3,54, mientras que las cidad muy alta serán considerados en el Cap. 14.) Los ensayos de trac-
normas alemanas emplean L/D = 10. Las probetas prescritas en la Tabla ción a alta velocidad 1 · 2 • 3 , en los que la velocidad de carga ha sido mul-
de Tipificación de Aceros Finos del Instituto del Hierro y del Acero tiplicada por un factor de alrededor de 100 000, han mostrado que el
v
se ajustan a la relación L = 66,67 A. límite elástico es más sensible a los aumentos de la velocidad de defor~
En las probetas de chapa fina, la relación entre el ancho y el espesor mación que la resistencia a la tracción. Las altas velocidades de defor-
puede afectar al alargamiento to- mación dan lugar a la aparición del límite elástico aparente en probetas
tal. Con una distancia entre pun- de acero de bajo contenido en carbono, que no lo presentan a veloci-
tos constante, un aumento en el dades de carga ordinarias. El efecto de la velocidad d,e deformación
ancho o en el espesor de la pro- en la resistencia creciente a la deformación aumenta generalmente en
beta originará un aumento en el ensayos a temperatura elevada. La figura 9-9 muestr;:i el efecto de la

)\_ alargamiento. Sin embargo, si se


varía la anchura o el espesor sin
que se modifique el área de la
sección transversal, el alargamien-
to no resulta afectado. Los datos
distancia entre puntos técnicos disponibles indican que
el alargamiento por ciento aumen-
FrG. 9-8.-Dibujo esquemático de la ta proporcionalmente al área ele-
variación del alargamiento localizado
con la posición a lo largo de la dis- vada a una potencia de exponente
tancia entre puntos de la probeta de fraccionario.
tracción. El alargamiento uniforme no re-
sulta afectado por la forma geomé-
trica de la probeta, puesto que, hasta la carga máxima, la probeta se
alarga y se contrae en diámetro uniformemente. La forma de la probeta
varía de un cilindro de cierta longitud y diámetro a un cilindro de ma-
yor longitud y menor diámetro. Por esta razón, el alargamiento unifor-
me da una idea más exacta sobre la ductilidad que el alargamiento por FIG. 9-9.-Efecto de la velocidad de deformación sobre la resistencia a
ciento convencional (alargamiento de rotura). la tracción del cobre en ensayos a diversas temperaturas. (A. N ADAI y
M. J. MANJOINE: J. Appl. Mech., vol. 8, pág. A82, 1941.)

TABLA 9-5
velocidad de deformación sobre la resistencia mecánica a la tracción
Dimensiones de las probetas de tracción ASTM del cobre a diversas temperaturas.
Es difícil la determinación de una relación matemática entre la ten-
Diámetro, pulg Distancia entre LID sión de fluencia y la velocidad de deformación, a causa de los muchos
puntos, pulg
problemas experimentales asociados con la medida de las propiedades
de tracción para grandes velocidades de deformación. Entre los proble-
0,505 2 3,97
0,357 mas experimentales que pueden presentarse, uno de ellos consiste en
1.4 3,92
0,252 1 3.97 que a altas temperaturas de deformación se crea una condición adiabá-
0.160 0.634 3.96 tica que da lugar a un aumento de la temperatura de la probeta; no
hay tiempo suficiente para que el calor producido por la deformación
plástica se disipe. Los ensayos en los que se somete la probeta
9ª6. Efecto de la velocidad de defornrnción sobre las propieª velocidad constante de deformación real, no pueden realizarse
dades de tracción.-La curva de tensiones-deformaciones convencio-
nal, a temperatura ambiente, no se modifica en forma apreciable por 1 J. WINLOCK: Trans. AlME, vol. 197, págs. 797-803, 1953.
2 R. J. MACDONALD, L. R. C-\RLSON y VI. T. LANKFORD: Proc. ASTM, vol. 56.
los cambios en la velocidad de deformación que se observan en un en~ 704-23. 1956.
sayo de tracción ordinario. (El efecto de impacto y las cargas a velo- A NADAI y M. J. MAJOINE: J. A.ppl. Meclz .. vol. 8, págs. A77-A91. 1941
EFECTO DE LA TEMPERATURA SOBRE LAS PROPIEDADES DE TRACCION 273
DE TRACCION

mente con máquinas de ensayo convencionales. Aunque es bastante fá- Sin embargo, la siguiente parece ser una relación 1 más general entre
cil mantener el movimiento de las cabezas a una velocidad constante, la tensión de fluencia (límite elástico) y la velocidad de deformación
esto no asegura una velocidad constante de deformación en la probeta, a temperatura y deformación constante:
puesto que la velocidad de deformación que esta experimente aumenta
con la carga, especialmente durante la estricción. [9-35]
Nadai 1 ha presentado un análisis matemático de las condiciones
existentes durante la extensión de una probeta cilíndrica con un ex-
tremo fijo y el otro sujeto a una cabeza móvil de la máquina de ensa- donde rn es un coeficiente conocido como sensibilidad a la velocidad
yo. La velocidad de la cabeza es v = dl/ dt. La velocidad de deforma- de deformación. La sensibilidad a la velocidad de deformáción m puede
ción, expresada en términos de la deformación lineal convencional, definirse como la relación entre el incremento de log a- y el resultante
en log É, para una deformación y temperatura dadas. El valor de este
es e: l dL v
e [9-30]
dt L 0 temperatura ambiente
-!96ºC

Entonces, la velocidad de deformación convencional sería proporcional


a la velocidad de la cabeza. La ecuación es aplicable hasta el comienzo b ' '-...._¡
de la estricción.
e
'O
"iii
límite elástlco~-- ..... ,
e convencional '-,
La velocidad de deformación real, É, viene dada por ~ 1 '

l dL V
[9-31] ! estricción
dt L 1

deformación e temperatura--=-
Esta ecuación indica que para una velocidad constante de la cabeza, la
FIG. 9-10.-Variación de las curvas FIG. 9-11.-Variación de las propieda-
velocidad de deformación real disminuirá mientras la probeta experi- tecnológicas de tracción del acero des de tracción del acero con la tem-
menta el alargamiento. Para mantener una velocidad constante de de- suave con la temperatura. peratura.
formación real, la velocidad de la cabeza debe aumentar proporcional-
mente al incremento de la longitud de la probeta. La velocidad de parámetro se obtiene por medio de un ensayo en el que la velocidad
deformación real de una probeta cilíndrica está relacionada con el diá- de deformación se cambie rápidamente de un valor a otro.
metro instantáneo Di por
log (a-2/0-1)
de d[2 In (D 0 /D¡)] m=----- [9-36]
[9-32] log (ÉdÉ1)
dt dt
La sensibilidad a la velocidad de deformación aumenta, en la mayor
La velocidad de deformación real está relacionada con la velocidad \fe parte de los metales, con la temperatura y la deformación.
deformación convencional por la siguiente ecuación:
. , 9-7. Efecto de la temperatura sobre las propiedades de trac-
. V Lo de
1 de
E=-=--=---=--
e [9-33] cion.-En g_eneral, la resistencia mecánica disminuye y la ductilidad
L L dt 1 + e dt 1 + e aun:enta al n:icrementarse la temperatura del ensayo. Sin embargo, por
encima de ciertas temperaturas pueden producirse cambios estructu-
Los experimentos sobre velocidad de deformación realizados con rales, ta~es ~om?, la precipitación, el envejecimiento por deformación
acero suave han mostrado una relación semilogarítmica entre el límite o la recns~a.1:zac10n, que alteren este comportamiento general. Además,
elástico aparente inferior y la velocidad de deformación: una expos1c1on prolongada a temperaturas elevadas puede ocasionar la
fluencia lenta (creep).
[9-34] En la figura 9-10 se muestra esquemáticamente el cambio sufrido
1 A. NADAI: "Theory of Flow and Fracture of Solids", vol. I, págs. 74-75.
1
McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1950. C. ZENER y J. H. HoLLOMON: J. Appl. Phys., vol. 15, págs. 22-32, 1944,
DIETER.-18
EL ENSAYO DE TRACCIO SEC. 9-7] EFECTO DE LA TEMPERATURA SOBRE LAS PROPIEDADES DE TRACCION 275

en la curva de tensiones-deformaciones convencional, correspondiente La figura 9-13 muestra la variación de la estricción con la tempe-
al acero suave, a causa de las variaciones de temperatura. Las variacio- ratura en los mismos metales. Adviértase que el volframio es casi com-
nes de las propiedades de tracción del acero con la temperatura se pletamente frágil a 200 ºC y el hierro a -200 ºC, mientras que el níquel
muestran en la figura 9-11. La resistencia mecánica aumenta al mismo pierde poca ductilidad a lo largo de todo el intervalo de temperaturas.
tiempo que la temperatura se eleva sobre la ambiente. Alrededor de La falta de una transición frágil en el níquel es una característica ge-
los 400 ºF (200 ºC), el máximo de la resistencia mecánica va acompa- neral de los metales con red cúbica de caras centradas y guarda rela-
ñado de un mínimo en la ductilidad, debido al envejecimiento por de- ción con la escasa dependencia con la temperatura de su límite elástico.
formación o fragilidad azul. La figura 9-12 muestra la variación del El comportamiento del tantalio, de red cúbica centraqa, es anómalo
límite elástico convencional con la temperatura, en el tantalio 1, vol- a este respecto, puesto que no presenta ninguna transición de ductili-
framio, molibdeno y hierro, red cúbica centrada, y en el níquel, red dad aunque el límite elástico aumente rápidamente a baja temperatura.
La dependencia existente entre la temperatura y el límite elástico.
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o J
-200 o 200 400
temperatura, °C
600
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800
-200 o 200 400 600 800
temperatura, ºC
FIG. 9-13.-Efecto de la temperatura sobre la estricción del Ta, W, Mo, Fe
y Ni. (J. H. BECHTOLD: Acta Met., vol. 3, pág. 253, 1955.)
FIG. 9-12.-Efecto de la temperatura en el límite elástico de los metales ce Ta.
W, Mo y Fe y el ccc Ni. (J. H. BECHTOLD: Acta Met., vol. 3, pág. 252, 1955.)
para deformación y velocidad de deformación constantes, se puede re-
presentar generalmente por
cúbica de caras centradas. Es de destacar que el límite elástico con-
vencional del níquel aumenta con el descenso de la temperatura en cr = C2exp_2_1 [9-371
menor proporción que en los metales con red cúbica centrada. Esta RT e,s
diferencia en la dependencia de la temperatura del límite elástico con- donde:
vencional, se cree que es significativa al explicar por qué los metales Q =una energía de activación del flujo plástico, cal/mol.
con red cúbica de caras centradas no presentan fractura frágil a bajas
R=constante universal de los gases, 1,987 cal/(grado) (mol).
temperaturas. La parte horizontal de las curvas del W y Mo a bajas
temperaturas representa la resistencia a la fractura frágil, puesto que T =temperatura de ensayo, ºK.
estos metales experimentan fractura frágil a estas temperaturas s.in
una oran fluencia. Al comparar la tensión de fluencia o límite elástico Si esta ecuación es válida, debe obtenerse una línea recta al representar
a do~ temperaturas, es aconsejable efectuar la corrección del efecto de In cr en función de l/T. La energía de activación viene dada por la
la temperatura sobre el módulo elástico, comparando las relaciones de pendiente de la línea. La Ec. [9-37] es válida para el acero, molibdeno
a/E mejor que las simples relaciones de los límites elásticos. y volframio en un intervalo de temperaturas considerable. Sin embar~o,
no es válida 1 a temperaturas inferiores a, aproximadamente, 100 ºK.
1 J. H. BECHTOLD: Acta Met.; vol. 3, págs. 249-54, 1955. 1 E. T. WESSEL: Trans. ASM, vol. 49, págs. 149-72, 1957.
EL ENSAYO DE TRACCION 9 SEC. DE TRACCK>N CON ENTALLA

9-8. Efecto cmnhinado de la velocidad de deformación y la datos referentes al acero y el aluminio, en un intervalo grande de tem·
temperatura.-Zener y Hollomon 1 sugirier?n que la tensión d~ fluen- peraturas, pero con un número limitado de velocidades de deformación.
cia con deformación constan te estaba relac10nada con la velocidad de Más recientemente 1 se ha comprobado para los aceros suaves en un
deformación y con la temperatura en la siguiente forma: mayor intervalo de velocidades de deformación.
Cuando la Ec. [9-38] se propuso por primera vez, se la interpretó
[9-38] dándole mucha más amplitud que la que hoy se le concede. Se sugirió
que dicha ecuación representaba una verdadera ecuación mecánica de
estado, análoga a la ecuación de estado de un gas perfecto. El concepto
6.H es una energía de activación, expresada en calorías por mol, y está de la ecuación mecánica de estado 2 indica que la tensión de fluencia
relacionada con la energía de activación Q de la Ec. [9-37] por de un metal es solamente función de los valores instantáneos de la
Q = rn 6.H, donde m es la sensibilidad a la velocidad de deformación. deformación, la velocidad de deformación y la temperatura, indepen-
La cantidad entre paréntesis de la Ec. [9-38] se denomina frecuente- dientemente de cuáles fueran las temperaturas y velocidades de defor-
mente el parámetro Z de Zener-Hollomon: mación anteriores. Dicho de otra manera, si un metal no sufre un cam-
bio de fase o se modifica fundamentalmente su estructura metalúrgica,
[9-39 J se considera que podría llegarse a las mismas condiciones finales de
tensión de fluencia y deformación por diferentes caminos de velocidad
de deformación y temperatura, siempre que fuese satisfecha la ecua-
La representación de In€ en función de l/T debe ser una línea recta. ción [9-38]. Sin embargo, experimentos muy extensos 3 • 4 , realizados
Zener y Hollomon basaron esta relación originalmente en el hecho de con aluminio, cobre, acero inoxidable y aceros suaves, han puesto de
que el límite elástico y la resistencia mecánica a la tracción del acero manifiesto desviaciones apreciables con respecto al comportamiento
y del cobre se correlacionan bien con Z en un intervalo amplio de va- previsto por la ecuacíón mecánica de estado. Hoy está bien sentado que
lores de € y T. Más recientemente se ha encontrado que se cumple la tensión de fluencia depende tanto de las condiciones anteriores de
para los datos de tensión real del molibdeno 2 y el aluminio puro 3• Se temperatura y velocidad de deformación como de los valores instan-
ha demostrado que se obtiene la misma relación foncional entre ten- táneos de la deformación, la velocidad de deformación y la tempera-
sión y deformación para un valor constante de Z, pero, puesto que 6.H tura. El fracaso de la ecuación mecánica de estado se debe a que las
no es independiente de la tensión, la relación no describe unívocamente variaciones estructurales que se producen durante la deformación plás-
la curva de fluencia. tica no solo dependen de la deformación, sino también de la velocidad
Un tipo de aproximación ligeramente diferente fue propuesto por de deformación y de la temperatura.
McGregor y Fisher 4• Según estos autores se pueden combinar l~ ~elo­
cidad de deformación y la temperatura en una temperatura modzfzcada 9-9. Ensayos de tracción con entalla.-El ensayo de tracción or-
por la velocidad. La tensió~ de fluen~~a o límite elástico para u~~ de- dinario con probetas lisas no sirve para indicar la sensibilidad de los
formación determinada sera una func1on de la temperatura mod1f1cada materiales a las entallas. Sin embargo, es posible comprobar si un ma-
por la velocidad T v: terial es o no sensible a las entallas, y propenso a la fractura frágil en
presencia de concentraciones de tensiones, mediante un ensayo de trac-
siendo ción con probetas entalladas. La sensibilidad a la entalla puede estu-
k ln~)
Eo
[9-40] diarse también mediante los ensayos de choque con probeta entallada
(los llamados ensayos de resiliencia) que se describen en el capítulo I 4;
estos ensayos se han utilizado ampliamente para los aceros suaves y
En la Ec. [9-40] k y €0 son constantes relacionadas con la constante de para el estudio de la fragilidad de revenido. El ensayo de choque tiene
velocidad de la reacción. Esta ecuación se comprobó inicialmente con la ventaja de que es fácil preparar las probetas y trabajar dentro de

1 ZENER y HOLLOMON, op. cit. 1 MAcDoNALD, CARLSON y LANKFORD, op. cit.


2 J.
H. BECHTOLD: Trans. AIME, vol. 197, págs. 1469-475, 1953. 2 J. H. HOLLOMON: Trans. AIME, vol. 171, pág. 535, 1947.
3 T. A. TROZERA, O. D. SHERBY y J. E. DoRN: Trans. ASM, vol. 49, pági- 3 J. E. DORN, A GOLDBERG y T. E. TIETZ: Trans. AIME, vol. 180, pági-
nas 173-88, 1957. na 205, 1949.
4 c. W. MACGREGOR y J. C. FrsHER: J. Appl. Mech., vol. 13, págs. 11-16. 4 T. E. TIETZ y J. E. DoRN: "Cold Working of Metals", págs. 163-79.
1946. American Society far Metals. Metals Park, Ohio, 1949.
EL ENSAYO DE TRACCION [CAP. 9 SEC. 9-9) ENSAYOS DE TRACCION CON ENTALLA 279

intervalos grandes de temperatura, pero le falta la información más bajos cuando la resistencia a la tracción pasa de los 140 Kg/mm2. En la
fundamental que puede proporcionar el ensayo de tracción con probeta mayoría de los aceros bonificados la relación de resistencia a la entalla
entallada, en el que está mucho mejor definido el estado de tensiones. desciende por debajo de 1,5 cuando la ductilidad a la entalla cae por
El ensayo de tracción con probeta entallada se ha empleado para los debajo del 6%, aproximadamente.
aceros de alta resistencia, para estudiar la fragilización de los aceros La curva de la resistencia a la entalla en función de la resistencia a
por el hidrógeno y para investigar la sensibilidad a la entalla de las la tracción es, a su vez, función
aleaciones para alta temperatura. de la forma de la entalla. Aumen- ~ 300
La figura 9-14 muestra los detalles geométricos de una probeta de tando el radio de la entalla se ~
tracción entallada. La introducción de la entalla produce una condición disminuye la concentración de § B
biaxial de tensiones en el fondo de la entalla y tensiones triaxiales en tensiones elásticas, pero se afee- _g 200 ' - - - - 1 - - - - 1 - - - - ' ' - ' - - - 1 - - - ' ' - - - - - - '
el interior de la probeta. Como se indicó anteriormente, en la sec- ta poco al grado de triaxialidad ]
ción 7-2, la presencia de tensiones transversales en la entalla incre- de las tensiones. El efecto de las ~
variaciones en el radio de la en- E
talla depende del nivel de resis-
tencia a la tracción del acero. En
i los niveles altos, en los que la
o p
ductilidad es baja, al suavizar la
agudeza de la entalla aumentan
la resistencia a la entalla y la
relación de resistencia a la enta-
FrG. 9-14.-Detalles de una probeta de tracción entallada. lla. Para resistencias a la tracción
inferiores a 140 Kg/mm 2, aproxi-
rnen ta la resistencia a la fluencia y hace disminuir la relación de ten- madamente, un aumento del ra-
sión cizallante a tensión de tracción. Una entalla se caracteriza por su dio desde 0,001 a 0,050 pulg
agudeza a/r y por su profundidad: ( 0,0254 a 0,127 mm) no produce
O'--__.l.----'--_¡__....1.-~-'-----'
d2 ningún efecto en la resistencia a ' o 100 200 300
Profundidad de entalla= l la entalla. En cambio, modifican- resistencia a la tracción (1000 psi)
Dz do la profundidad de entalla se
producen cambios notables en la FIG. 9-15.-Propiedades de tracción
La resistencia a la entalla se define como la carga máxima dividida por con entalla de dos aceros. El acero A
triaxialidad, con solo escasas va- tiene mayor sensibilidad a la entalla
la sección transversal inicial en la entalla. La relación de resistencia a
riaciones en la concentración de que el acero B.
la entalla es la existente entre la resistencia a la entalla y la resistencia
tensiones. A niveles bajos de re-
a la tracción. Esta relación es una medida de la sensibilidad a la en-
sistencia a la tracción, la relación de resistencia a la entalla (RER) es
talla; si es menor que la unidad, el material es frágil a la entalla. El
función lineal de la profundidad de la misma:
término ductilidad a la entalla se emplea para indicar la estricción en
la región entallada. Es muy pequeña y difícil de medir exactamente.
RER = +Profundidad de la entalla, %
La entalla más corrientemente empleada tiene un radio de 0,001 pulg 1
(0,0254 mm), un ángulo de 60º y la sección transversal se reduce al
50 % de la general de la probeta.
La sensibilidad a la entalla del acero suele evaluarse midiendo la A resistencias más altas, cuando la ductilidad es baja, la resistencia a
resistencia a la entalla como función de la resistencia a la tracción. La la entalla depende de la ductilidad a la entalla. La literatura referente
figura 9-15 muestra el tipo de curvas que se obtienen. La resistencia a la a los ensayos de tracción con probeta entallada ha sido objeto de va-
entalla cae bruscamente cuando la resistencia a la tracción alcanza, rios trabajos de compilación y revisión 1• 2•
aproximadamente, los 200 000 psi ( 140 Kg/mm 2 ), lo que indica que los
aceros son frágiles a la entalla por encima de este valor. Por debajo de 1 J. D. LUBAHN: Notch Tensile Testing, "Fracturing of Metals", págs. 90-
este punto, la relación de resistencia a la entalla es aproximadamen- 132, American Society far Metals, Metals Park, Ohio, 1948.
te 1,5. Nótese que la ductilidad a la entalla se reduce a valores muy 2 J. D. LUBAHN: Trans. ASME, vol. 79, págs. 111-15, 1957.
EL DE TRACCION 281

9-10. Propiedades de tracción de los aceros.-Debido a la gran paran las propiedades de tracción de una estructura globulizada con la
importancia industrial de los aceros, se ha trabajado muchísimo para de una perlita laminar en aceros con el mismo contenido de carbono.
conseguir relacionar sus propiedades de tracción con la composición y Se han elaborado correlaciones entre composición y velocidad de en-
la microestructura. Se ha podido comprobar que la microestructura es friamiento para predecir las propiedades de tracción de los aceros con
la variable metalúrgica esencial para determinar las propiedades de estructura perlítica 1•
tracción del acero. Este tema es muy interesante, aunque un poco com- Uno de los mejores procedimientos para incrementar la resistencia
mecánica de los aceros recocidos es el trabajo en frío. La tabla 9-6 pre-
~ senta las propiedades alcanzadas por estirado en frío, a, través de una
50 matriz, en un acero SAE 1O16 (acero suave al carbono).
200 ¡_.....--....
L.--
L--
.v'
J
""~
V ~v.~o.._,.,v,,,, ,__ - - globular " ~
TABLA 9-6

"ºe -- --
40

v4~f
Efecto del estirado en frío sobre las propiedades de tracción
·¡¡; ... - - laminar
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~150
o
!Se
~~,.0 r-- c:::--c....--
c;_,b'0 /

-
¿,60
/ . o. \0.
c,\Ó- /
L.-
L.--'
estricción
,, 30·~
.8
e
del acero SAE 1016 (acero con 0,16% de C) *

\C:.\~:;..-
~
v/

-- -- -- Reducción de Limite elástico Resistencia Alargamiento, Estricción,


v/
'O ~q,C:.....-:::: r-..... 8_ 1 1, 1
sección Kg/mm• ' a la tracción,
·¡¡; 100
e
2 ~
'l

"
~-
q,\éc:,\~
·c,O
!'Y· _..
/
¡,,
-/
......

20
_ por--~~ado _______ -1--·
1

Kg/mm
_ _• _ _
1

_ _ _
3
~--1---_:~_
K ""-__ ~ o
50
V
/

,,
\Í.~\\(l,

L.--
,,i.-
-- --:..-
,...
_
r--
.... .......
alargamiento
1 1 1
10
10
20
40
28.0
50.4
57.4
60.2
1

1
46,2
52,5
58,8
66.5
34
20
17
16
70
65
63
60
o
.... -~

20 25 30 35 20 25
--t--=-t-:t==:
- -- 60
80
61.6
67.2
i
' 71.4
80.5
14
7
54
26
30 35
dureza Rockwell C
* L. J. EBERT: «A Handbook on the Properties of Cold Worked Steels», PB 121662,
FIG. 9-16.-Propiedades de tracción de la perlita laminar y la perlita globular Office of Technical Services, U.S. Department of Commerce, 1955.
de un acero eutectoide. (De E. C. BAIN: Alloying Elements in Steel, pág. 39.
American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1939.)
La estructura perlítica del acero se controla mejor realizando la
plicado, por la gran variedad de estructuras que pueden lograrse modi- transformación de austenita a perlita a temperatura constante, en lugar
ficando las composiciones y los tratamientos térmicos. de realizarla a lo largo de un intervalo de temperaturas por el enfria-
Las propiedades de tracción de los aceros normalizados y recocidos miento continuo desde una temperatura superior al punto crítico. Aun-
están determinadas por las características de fluencia de la ferrita y que la transformación isotérmica no se usa mucho en la industria es,
por la proporción, forma y distribución de la cementita. La resistencia en cambio, un buen procedimiento para separar el efecto de diversas
mecánica de la ferrita depende de la cantidad de elementos de aleación microestructuras en las propiedades del acero. La figura 9-17 a muestra
que contiene en solución sólida (Fig. 5-9) y de su tamaño de grano. la variación de las propiedades de tracción de un acero al Cr para
El contenido de carbono produce un efecto muy intenso porque deter- cojinetes de bolas F-131 I.H.A., con la temperatura de transformación
mina la cantidad de cementita presente como constituyente de la per- isotérmica 2• En la región de los 700º a los 575 ºC, aproximadamente,
lita laminar o de las perlitas globulares. La resistencia aumenta y la en la descomposición isotérmica de la austenita, se formaron estruc-
ductilidad disminuye al crecer el contenido de carbono por la mayor turas perlíticas de finura creciente al disminuir la temperatura de trans-
cantidad de cementita presente en la microestructura. Un acero .nor- formación. La resistencia a la tracción y el límite elástico aumentan al
malizado tendrá más resistencia que otro recocido, porque la mayor disminuir la temperatura de transformación. La resistencia a la tracción
velocidad de enfriamiento del tratamiento de normalización da lu12:ar y el límite elástico aumentan al disminuir la temperatura, mientras dis-
a que la transformación de la austenita se produzca a temperatura ~ás 1 l. R. KRAMER, P. D. GüRSUCH y D. L. NEWHOUSE: Trans. AIME. vol. 172.
baja, obteniéndose una perlita más fina. La figura 9-16 muestra las págs. 244-72, 1947.
diferencias existentes en las propiedades mecánicas por causa de la di- 2 Este acero es equivalente al 52100 AISI. F. MuÑoz DEL CORRAL: Revista
ferente forma de las partículas de cementita; en dicha figura se com- del Instituto del Hierro y del Acero. año 5. págs. 432-70, 1952. (N. del T.>
282 EL ENSAYO DE TRACCION [CAP. 9 SEC. PROPIEDADES DE TRACCION DE LOS ACEROS 283

minuyen el alargamiento y la estricción. Entre los 500º y los 300 ºC se damente, y bainitas entre los 430º y los 260 ºC (800º a 500 ºF), resul-
formaron bainitas, también de finura creciente con el descenso de la tando un intervalo más amplio de mezcla de productos perlíticos y
temperatura. Las bainitas formadas a ~as te:nperat~r~s más. altas,. de bainíticos, limitado por los 430º y los 550 ºC ( 800º y 1000 ºF). Los re-
estructura muy basta, tienen menos resistencia mecamca (resistencia a sultados expuestos en las figuras 9-17 a y b confirman otros anteriores
la tracción y límite elástico) que las perlitas, muy finas, formadas a las de Gensamer 1, según los cuales la resistencia a la tracción varía lineal-
temperaturas más bajas. La ductilidad (alargamiento y estricción) son mente con el logaritmo del trayecto medio que libremente se puede
recorrer, a través de la perlita, en las estructuras de transformación
150 ....----.....------,....----,-------,25
~ 300~--------------,
a.
140 50 08
"'E .§ g 250
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u
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E alargamiento
o 80
o

ec:,i
tí 70 L-.L_J.___¡__....1,___¡_ _.__"---'---'--'º
·¡¡¡ 1300 1100 900 700 500
c:,i
L. temperatura de transformación, ºF
60
FrG. 9-17 b.-Relación entre las propiedades de tracción de un acero
al Cr-Ni-Mo y la temperatura de transformación isotérmica. (E. S. DA-
50 1------L-----'-----'--=----'0 VENPORT: Trans. AIME, vol. 209, pág. 684, 1957.)
300 400 500 600 700
temperatura de descomposición isotérmica, en °C
FIG. 9-17 a.-Relación entre las propiedades de tracción de un acero
isotérmica, trayecto que en las estructuras perlíticas corresponde a la
F-131 I.H.A. y la temperatura de transformación isotérmica. (F. MuÑoz distancia que separa las láminas de cementita. La ductilidad de las bai-
DEL CORRAL, Revista I.H.A., año 5, pág. 454, 1952.) nitas es buena en el intervalo de temperaturas a que se forman puras,
que corresponde al empleado en los tratamientos industriales de aus-
mayores en las bainitas de alta temperatura que en las perlitas de las tempering. Los resultados presentados, especialmente los de la figu-
temperaturas más bajas. En la región entre los 575º y los 500 ºC se ra 9-17 b, son un buen ejemplo de la sensibilidad de la estricción a las
forman mezclas de perlita muy fina y bainita basta de alta temperatura, variaciones de la microestructura.
con propiedades de tracción intermedias, y mínimos de ductilidad cuan- La mejor combinación de resistencia y ductilidad se obtiene en el
do se mezcla la perlita muy fina con una pequeña cantidad de bainita acero que ha sido templado a una estructura completamente marten-
grosera de alta temperatura. La figura 9-17 b presenta datos análogos sítica y después revenido. El mejor criterio para comparar las propie-
obtenidos en un acero eutectoide al Cr-Ni-Mo 1 ; en este acero se for- dades de tracción se establece sobre la base de una estructura bruta
maron perlitas entre los 700º y los 550 ºC ( 1300º a 1000 ºF), aproxima-
1 M. GE:\SAMER, E. B. PEARSALL, W. S. PELLINI y J. R. Low: Trans. ASM.
1.E. S. DAVENPORT: Trans. AIME, vol. 209. págs. 677-88. 1957. vol. 30, págs. 983-1020, 1942.
DE TRACCION DE LOS ACEROS 285
DE TRACCION

de temple que contenga el 100% de martensita. En la práctica indus- distintos aceros con la temperatura de revenido 1• 2 • 3 • Al emplear dia-
trial es imposible, en muchos casos, lograr tales estructuras comple- oramas como el de la figura 19-20, es importante saber si los datos se
tamente martensíticas y de ello resulta la importancia de que el acero ~btuvieron o no en probetas templadas con aproximadamente el 100%
tenga una determinada templabilidad. Esta propiedad es la que deter- de martensita en toda la sección transversal. Dada la variabilidad de
mina la profundidad de penetración y la distribución de la dureza pro- la templabilidad de una colada a otra de un acero, no se tiene seguri-
ducida por el temple. La dureza suele medirse como resistencia a la dad sobre la reproducibilidad de los datos a menos que se cumpla la
penetración o deformación de un material; está relacionada con la re- condición mencionada.
sistencia mecánica y nos ocuparemos de ella en el capítulo ll. La tem- Son muchos los aceros de baja aleación que se han desarrollado y
plabilidad se puede incrementar alterando la cinética de la transfor- dureza Rockw~ll C
mación de la austenita mediante la adición de elementos de aleación, 12 25 31 38 43 47 52
260~~~~~~~~-,--~-..,.~--,~~,---,.,,,,,

2 40 f - - - + - - - 4 -

~220L_ __j___ __J_~-l----1-----l---!-A:.::C.S~;L--i


c.n
(.)
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5 200
Ci ::::>
~ 501-----l---7"-4--7""'~-=-~:+--:;7"'""--l----t-~--J
u ~1801-----1---l---+---+-,.4+~/-1---t----i
o 'O

o: A - 99,9 °/o de martcmsita
~ 40 f-----,,""-h,,,______t---::..-~-j-B - 95 º/o de martensita f 60
5 e -90 % de martensita E 1401-----l--~-~---+,.~~---t---1-~r-----J
" D - 80 º/o de martensita o
301-----"'-+---+---+-E -50 º/o de martensita -~ 120 1---+---t--r--c-~--¡-----r
u
e
~ 1001---+-~-bL---+---+----+-----t--r-----j
201...-~-L~-...l.-~--'-~~-'-~--:.J'--~-:-'=~--::-'
0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 ·¡¡¡
contenido de carbono, º/o en peso ~ 801-~~--+--!---+---+--+---t--r--~

F1G. 9-18.-Dureza del acero bruto de temple en función del contenido 60


de carbono, para distintas proporciones de martensita en la micro-
estructura. (ASM Metals Handbook, ed. 1948, pág. 497.) 40L-~J__ _ _¡_~_;_~_¡_~--'----'~~"--~
100 200 300 400 500
dureza Brinell
mientras que la dureza de un acero que posea unas características ci-
FIG. 9-19"-Relación entre resistencia a la tracción y dureza para ace-
néticas determinadas de transformación está controlada, esencialmente, ros templados y revenidos, recocidos y normalizados. (SAE Handbook.)
por el contenido de carbono. La figura 9-18 muestra la dureza de las
estructuras martensíticas en función del contenido de carbono y para se emplean en el estado de temple y revenido. El estudio de las pro-
diferentes contenidos totales de martensita en la microestructura. La piedades de tracción de estos aceros conduciría a una gran confusión
dureza puede servir como una medida conveniente de la resistencia de si no existiesen ciertas generalizaciones aplicables a los resultados 4• 5•
los aceros templados y revenidos, porque existe una excelente correla- En los aceros de baja aleación, con contenidos de carbono de 0,3
ción entre ella y la resistencia a la tracción en los aceros templados y a 0,5%, templados a una estructura con, prácticamente, 100% de mar-
revenidos, normalizados y recocidos (Fig. 9-19). tensita y luego revenidos para alcanzar resistencias a la tracción de
Las propiedades mecánicas de un acero templado y revenido pueden
modificarse variando la temperatura de revenido. La figura 9-20 mues- 1 J. H. HOLLOMON y L. D. JAFFE: Trans. AIME, vol. 162, pág. 223, 1945
tra cómo varían la dureza y las propiedades de tracción con la tem- 2 R. A. GRANGE y R. w. BAUGHMAN: Trans. ASM, vol. 48, págs. 165-97.
1956.
peratura de revenido en un acero SAE 4340 (acero al Cr-Ni-Mo con 3 L. D. JAFFE y E. GORDON: Trans. ASM, vol. 49, págs. 359-71, 1957.
0,40% de carbono). El comportamiento que representa es típico de los 4 E. J. JANITSKY y M. BAEYERTZ: "Metals Handbook", págs. 515-18, Ame-
aceros bonificados (templados y revenidos). Se han propuesto diversos rican Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1939.
métodos para correlacionar y predecir las variaciones de dureza en lo~ s W. G. PATTON: Metal Progr., vol. 43, págs. 726-33, 1943.
EL ENSAYO DE TRACCION SEC. PROPIEDADES DE TRACCION DE LOS ACEROS

entre 70 y 140 Kg/mm 2 (100 000 a 200 000 psi), todas las propiedades temple y del revenido. Por esta razón, en las tipificaciones americanas
de tracción ordinarias tienen valores relativamente bien determinados SAE y AISI se encuentran aceros con el contenido de carbono escalo-
que solo dependen de la resistencia a la tracción. Dicho de otra manera, nado en intervalos relativamente pequeños.
las propiedades de los aceros de esta importante clase no dependen En las secciones de acero excesivamente grandes para que se pueda
fundamentalmente de la cantidad de elementos de aleación, contenido
de carbono entre los límites citados, o temperatura de revenido. Con-
viene notar que esta generalización no quiere decir que dos aceros alea-
dos darán las mismas propiedades con el mismo tratamiento de reveni-

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<:11 · - con 0,30 a 0,50 °lo de C , - -
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templados y revenidos-~
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L-_L_~_J_~--1~~..J_~_J_~--'~~-'----'º
200 400 600 800 1000 1200 1400
temperatura de revenido, °F
FIG. 9-20.-Propiedades de tracción del acero SAE 4340 (al Cr-Ni-Mo),
templado y revenido, en función de la temperatura de revenido. Barretas
de 1 pulg de diámetro con temple martensítico completo.

do, porque para conseguir el mismo valor de la resistencia a la tracción,


para dos aceros de la misma composición, se necesitarán temperaturas
diferentes. La figura 9-21 muestra las relaciones que existen entre las
propiedades mecánicas de los aceros con estructuras formadas por mar- FIG. 9-21.-Relaciones entre las propiedades de tracción de aceros de
baja aleación templados y revenidos. (W. G. PATTON: Metal Progr.,
tensi ta revenida. El rayado indica la dispersión esperable en los valo- vol. 43, pág. 726, 1943.)
res. Dada esta similitud de propiedades, es lógico preguntarse por qué
se emplean tantos aceros con diferentes contenidos de elementos de lograr un 100% de martensita, en el temple aparecerán productos de
aleación. Como veremos en el capítulo 14, todos los aceros de baja transformación de temperatura superior, tales como ferrita, perlita y bai-
aleación no tienen la misma resistencia al choque (resiliencia) o igual nita, entremezclados con la martensita. Estas estructuras suelen denomi-
sensibilidad a la entalla y pueden diferir mucho en estos aspectos cuan- narse de temple incompleto y poseen propiedades de tracción inferiores
do se tratan para resistencias a la tracción superiores a los 140 Kg/mm2• a las de una martensita pura revenida. El límite elástico y la estricción
Además, para aminorar las dificultades en los tratamientos, p. ej., las son, generalmente, los más afectados y la resistencia al choque es muy
grietas de temple, conviene utilizar un acero con el contenido de car- inferior. El efecto del temple incompleto es tanto más marcado cuanto
bono más bajo que sea compatible con la dureza exigida después del mayor es el nivel de dureza. Al aumentar la temperatura de revenido
EL ENSAYO DE TRACCION SEC. 9-11] ANISOTROPIA DE LAS PROPIEDADES DE TRACCION
289

se atenúan las variaciones debidas al temple incompleto, aproximán- tos de acero forjado el fibrado mecánico es la causa principal de la
dose más a las de martensita revenida. En los aceros que tienen tem- direccionalidad de las propiedades. Las medidas de la ductilidad, tales
plabilidad suficiente para lograr el 100% de martensita, se encuen~ra como la estricción, son las más afectadas. En general, la estricción es
frecuentemente que no toda la austenita se transforma en martensita mínima en la dirección transversal corta, intermedia en la larga y
en el temple. Los estudios realiz~dos han den:os~rad~, que el, ~a­ máxima en la dirección longitudinal.
yor efecto de esta austenita retemda es una dismmuc10n del limite Las propiedades transversales son especialmente importantes en los
elástico. tubos de paredes delgadas, como los cañones de armas de fuego y los
recipientes de presión, que están sujetos a elevadas presiones internas.
9-11. Anisotropía de las propiedades de tracción.-Es frecuen- En estas aplicaciones la tensión principal máxima actúa en la direc-
te encontrar que las propiedades de tracc~ón ~e los productos de i:netal ción circunferencial (tangencial), que corresponde a la dirección trans-
forjado no son las misma~ en t.o_das las direcci?nes. ~a dependencia de
las propiedades con la onentacion se llarr:a anzs~tropza. ~n los i;ietal~s longitudinal transversal
se encuentran dos tipos generales de amsotropia. La anzsotropza crzs- 70 ,¡, i
taloaráfica es la consecuencia de la orientación preferente de los granos
(textura) que se produce para fuertes ~eformaciones. Puesto que la 60
resistencia de un monocristal es muy amsotropa, una severa deforma- o
O'
ción plástica, que produzca una orientación pr.ef:ren~e de los gr~nos c'50
muy marcada, dará lugar a que la muestra pohcns.talma se ~proxime, '0

u
en cuan to a anisotropía, a un monocristal. Las ~r,opiedades. mas .afecta- ·¡: 40
das son el límite elástico y, en menor proporc1on, la resistencia a la Ui
~

tracción. El límite elástico en la dirección principal (longitudinal) de O-u = 166 000 psi
30 o-0 = 146 000 psi
trabajo puede ser mayor o menor que ~n la dire~ción t:ansvers:il, se-
gún sea la orientación preferida. Este ~ipo de an~sotropia :s mas fre- 20~_.__~~-'-~~_..._~~-'-~~--'-~~--J
cuente en los metales no férreos, especialmente s1 han sufrido un tra- o 20 40 60 80
bajo intenso para transformar~os ~n ~~apa. La anisotropía ~;istalográ­ ángulo, grados
fica puede eliminarse por recnstahzacion, aunque la f_?~i;iacion de ~na FIG. 9-22.-Relación entre la estricción y el ángulo entre la dirección
textura de recristalización puede provocar la reapancion de un tipo longitudinal de forja y el eje de la probeta. (C. WELLS y R. F. MEHL:
diferente de anisotropía. Una manifestación práctica de la anisotropía Trans. ASM, vol. 41, pág. 753, 1949.)
es la formación de "orejas" o deformación no uniforme en las ~opas
de embutición profunda. La anisotropía cristalogr.~fica puede ocas10nar versal de las piezas forjadas cilíndricas. Aunque no existe ningún mé-
una deformación elíptica de las probetas .de traccion., . . todo directo para introducir la estricción en el diseño de este tipo de
La otra clase de anisotropía es el fzbrado mecanzco, ~eb1do. a la piezas, es bien sabido que la estricción transversal es un buen índice
alineación de discontinuidades estructurales, tales como mclus10nes, de la calidad del acero para estas aplicaciones. Esta es la razón por la
poros, segregación y partículas de seg~mda fase. en la dirección de tra- que a veces figura un valor límite de la estricción en la especificación
bajo. Esta clase de anisotropía es de importancia .en las plan~has ~ en de un material. Se han realizado muchos estudios 1 • 2 • 3 sobre las pro-
las piezas forjadas. La dirección principal .de traba10 se denomma direc- piedades transversales de los tubos de artillería y de las grandes piezas
ción longitudinal. En una barra es el e1e mayor, y en una. chapa o de forja, obteniéndose datos muy interesantes. La figura 9-22 muestra
plancha, la dirección de laminación. Deben considerars.e dos. ?irecc,i~nes la variación de la estricción con el ángulo formado por el eje de la
transversales. La dirección transversal corta es la d1mens10n mmima probeta de tracción y la dirección longitudinal de una pieza forjada de
del producto, p. ej., el espesor de. una ylancha. ~a d.irección transver- acero SAE 4340 (al Cr-Ni-Mo con 0,4% de C). No se encuentran
sal larga es perpendicular a las d!fecc10nes longitudmal y transv:rsal variaciones parecidas en el límite elástico o en la resistencia a la trac-
corta, simultáneamente. En un redondo o un cuadrado las dos direc- ción. Esta figura muestra los valores máximos y mínimos de la estric-
ciones transversales son equivalentes y en una chapa no pueden me- ción obtenidos para diferentes orientaciones de la probeta. La gran
dirse las propiedades en la dirección transversal corta. En los produc- 1
C. WELLS y R. F. MEHL: Trans. ASM, vol. 41, págs. 715-818, 1949.
2
A. M. GROBE, C. WELLS y R. F. MEHL: Trans. ASM, vol. 45, págs. 1080-
1 L. S. CASTLEMAN, B. L. AvERBACH y M. CoHEN: Trans. ASM, vol. 44. 122, 1953.
3
págs. 240-63, 1952. E. A. LORIA: Trans. ASM, vol. 42, págs. 486-98, 1950.
DIETER.-19
EL DE TRACCION 9

dispersión, que es característica de la estricción, hace necesario el em- gura 10-4). Cuando se aplica la tensión axial se produce la separación
pleo· de los métodos estadísticos. La anisotropía de la estricción aumen- a lo largo de planos a 45º. Cuando se distorsionaban las probetas antes
ta con el nivel de resistencia. En el intervalo de resistencias a la trac- de romperlas en tracción, se supuso que las microgrietas se reorienta-
ción de 56 a 126 Kg/mm2 (80 000 a 180 000 psi), la estricción trans- ban en la dirección longitudinal y en esta orientación afectaban poco
versal disminuye aproximadamente el 5 % por cada 3,5 Kg/mm 2 a las propiedades de tracción. Aunque no hay pruebas experimentales
(5000 psi) de aumento de la resistencia a la tracción. La figura 9-23 de la existencia de tales microgrietas, se admite que podrían iniciarse
múestra la forma en que varían la estricción longitudinal y la trans- en las inclusiones y en las partículas de segunda fase. Experimentos
versal en función de la reducción de forja. La reducción de forja es la similares realizados con cobre OFHC (exento de oxígen9, de alta con-
relación entre el área de la sección trans- ductividad), en el que no existían partículas de segunda fase ni orien-
72 versal inicial y la de la final de la pieza taciones preferidas, confirmaron las observaciones de Swift 1• La ani-
forjada. Las propiedades óptimas suelen sotropía observada se· explicó mediante la hipótesis de ·que el metal
longitudinal contenía una estructura fibrosa de· defectos, con las características de
68 encontrarse para reducciones de forja
comprendidas entre 2: 1 y 3: l. Se consi- grietas submicroscópicas. Hay algún indicio de que las grietas se inician
64 dera que las inclusiones no metálicas son durante la solidificación del lingote y quizá durante la deformación
o~
la causa principal de los valores bajos de plástica, en la que se orientan en la dirección principal de trabajo.
e~ 60 la estricción transversal. Esta suposición
'O
·¡::; se basa en el hecho de que los aceros
u BIBLIOGRAFIA
·¡: 56 fabricados en vacío dan estricciones trans-
Vi
()! versales más elevadas y en correlaciones
52 establecidas entre el contenido de inclu- CALVO RoDÉs, R., y colab.: "Estudio de una tabla racional de tipificación de
siones y la estricción transversal 1• Hay aceros nacionales'', Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica, Madrid, 1961.
48 otros factores, tales como la microsegre- Y colab.: "Descripción e instrucciones para el manejo del calculador de
gación y la estructura dendrítica, que son aceros Y regla de cálculo de las propiedades representativas de los aceros".
Instituto Nacional de Técnica Aeronáutica, Madrid, 1961.
46 responsables de la baja ductilidad trans-
1:1 3:1 5:1 7:1 versal de las piezas forjadas. CRAFTS, W., Y J. L. LAMONT: "Hardenability and Steel Selection". Sir Isaac
reducción de forja Pitman & Sons, Ltd., Londres, 1949.
Un aspecto interesante de la resisten-
cia anisotrópica de los metales se relacio- HOLLOMON, J. H., y L. D. J AFFE: "Ferrous Metallurgical :Oesign'', caps. 3 y 4.
FrG. 9-23.-Efecto de la re- Tohn Wiley & Sons, Inc., Nueva York, _1947. .
ducción de forja en la estric- na con el efecto de una deformación de
ción longitudinal y transver- · torsión previa sobre las propiedades de LESSELLS, John M.: "Strength and Resistance of Metals", cap. 1, John Wi-
sal. Resistencia a la tra.cción, ley & Sons, Inc., Nueva York, 1954.
tracción. Swift 2 sometió a torsión barras
ll8 000 psi (82,6 Kg/mm2). Low, J. R., Jr.: Behavior of Metals under Direct or Non-reversed Loadincr
de · acero suave y luego determinó las
(C. WELLS y R. F. MEHL: en "Properties of Metals in Materials Engineering", American Society fe;';
Trans. ASM, vol. 41, pági- propiedades de tracción de las mismas. Metals, Metals Park, Ohio, 1949.
na 755, 1949.) Si la deformación de cizallamien to de la
MARIN, J.: "Engineering Materials", caps. 1 y ll, Prentice-Hall, Inc.. En-
torsión alcanza, en la superficie, valo- glewood Cliffs, Nueva York, 1952.
res superiores a la unidad, disminuyen mucho la resistencia a la
MuÑoz DEL CORRAL, F.: Consideraciones sobre la caracterización y empleo de
tracción y la estricción. A la vez el tipo de la fractura cambia des- los aceros finos bonificables, Técnica Metalúrgica, vol. 14, págs. 10-24 y
de la de copa a una sobre un plano a 45º. Si las probetas torsiona- 48-66, 1958.
das ~e destorsionaban después, el efecto sobre la resistencia a la trae·· NADAI, A: "Theory of Flow and Fracture of Solids", vol. I, cap. 8, McGraw-
ción y la ductilidad eran pequeños. Al interpretar estos resultados 3 se Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1950.
sugirió que la tor-sión produciría una orientación preferente de las mi- Simposio sobre Significación de los ensayos de tracción de los metales y su
crogrietas que en un principio estaban orientadas aleatoriamente. Era relación con el diseño, Proc. ASTM, vol. 40, págs. 501-609, 1940.
de presumir que las microgrietas se orientasen a lo largo de la super-
ficie helicoidal que está en compresión durante la torsión (véase fi- 1 W. A. BACKOFEN, A. J. SHALER, y B. B. HUNDY: Trans. ASM, vol. 46.
págs. 655-80, 1954.
1 J. WELCHNER y w. G. HILDORF: Trans. -ASM, vol. 42, págs. 455-85, 1950.
2 H. W. SWIFT: J. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 140, pág. 181, 1939.
3 G. ZENER y J. H. HbLLOMóN: Trans. ASM, vol. 33, pág. 163, 1944.
SEC. 10-2] PROPIEDADES MECANICAS DE TORSION 293

Pero f r2 dA es el momento polar de inercia del área de la sección


con respecto al eje de la barra, por lo que
CAPITULO 10 'T/
Mr=-
r
EL ENSAYO DE TORSION o bien
[ 10-2]
10-1. Introducción-El ensayo de torsión no ha alcanzado una en donde:
aceptación tan general y un empleo tan amplio como el ensayo de trac-
ción. Sin embargo, es muy útil en muchas aplicaciones técnicas y en T = tensión cizallan te,
los estudios teóricos del flujo plástico. Los ensayos de torsión se reali- Mr= momento de torsión,
zan para determinar propiedades de los metales, tales como el módulo r= distancia en la dirección del radio, medida desde el centro,
de elasticidad en cizallamiento, el límite elástico en torsión y el mó- /=momento polar de inercia.
dulo de rotura. También se verifican sobre piezas enteras, tales como
árboles, ejes y taladros helicoidales, que están sometidas a cargas de
torsión durante el servicio. Los materiales frágiles, p. ej., los aceros
de herramientas, se someten frecuentemente a ensayos de torsión y se
ha empleado la torsión a temperatura elevada para estimar la forjabili-
dad de los materiales. El ensayo de torsión no se ha tipificado con
tanta extensión como el de tracción y se exige raramente en las espe-
dA
cificaciones de materiales.
El ensayo de torsión se realiza con un equipo que, esencialmente,
consta de una cabeza de torsión, con mordazas para sujetar la probeta
y aplicar el momento torsor, y una cabeza de medida que sujeta el otro
extremo de la probeta y mide el momento o par de torsión. La defor- FIG. 10-1.-Torsión de una barra maciza.
mación se mide determinando el desplazamiento angular de un punto
próximo a uno de los extremos de la probeta con respecto a otro punto Como la tensión cizallante es máxima en la superficie de la barra,
cercano al otro extremo y situado en el mismo elemento longitudinal. para una probeta maciza, en Ja que / = d 4/32, la tensión máxima es
Las probetas de torsión tienen, generalmente, una sección transversal
circular, puesto que la forma cilíndrica es la que permite un cálculo MrD/2 16Mr
T-- - [ 10-3]
más sencillo de las tensiones. En el intervalo elástico varía la tensión max 1TD4/32 1TD3
cizallante linealmente desde un valor nulo, en el centro de la barra,
hasta un valor máximo en la superficie, por lo que muchas veces con- Para una probeta tubular, la tensión cizallante en la superficie exter-
viene ensayar probetas tubulares de paredes delgadas. En este caso se na es
tiene una tensión cizallante casi uniforme sobre toda la sección trans- T [ 10-4]
versal de la probeta.
en donde:
10-2. Propiedades mecamcas de torsión.-Supongamos una ba- Di= diámetro externo del tubo,
rra cilíndrica cuyo extremo está sometido a un momento de torsión
(Fig. 10-1). Al momento torsor se oponen las tensiones cizallantes en- Dz =diámetro interno del tubo.
gendradas en la sección transversal de la barra. La tensión cizallante El aparato empleado para determinar el ángulo de torsión, (}, mide
es nula en el centro de la barra y aumenta linealmente con el radio. general?1ente en radianes. Si L es la longitud de la probeta, se deduce,
Igualando el momento torsor al momento resistente se obtiene de la figura 10-1, que la deformación de cizallamiento está dada por
MT= f r=a TrdA=-r fa
r=O
T
O
r 2 dA [10-1]
'}'=tg <P=y
r(J
[ 10-5]
292
EL ENSAYO DE TORSION SEC . 10-3 J TENSIONES DE TORSION PARA DEFORMACIONES PLASTICAS GRANDES 295

Durante un ensayo de torsión se hacen mediciones del momento tor- parar y seleccionar materiales. Para determinar el módulo de rotura
sor Mr y del ángulo de torsión 8. Se obtiene usualmente un diagrama con .~robetas tubulares, la ~elación entre la distancia entre puntos y
par-ángulo como el de la figura 10-2. e~, diametro debe ser aproximadamente igual a 0,5 y la relación de
diametro a espesor entre 10 y 12. ·
Las propiedades elásticas de torsión pueden obtenerse utilizando el
par en el límite proporcional o el par que produce un determinado Dentro de la re&ión elástica, .se puede considerar que la tensión ci-
zallante es proporc10nal a la deformación de cizallamiento. La cons-
ángulo de torsión plástica permanente, y calculando la tensión ciza-
tante de proporcionalidad G es el módulo de elasticidad en torsión o
llante que corresponde al momento torsor, mediante las ecuaciones módulo de rigide::
adecuadas dadas anteriormente. Como ángulo convencional de defor- T=Gy [10-6]
mación permanente para determinar el límite elástico convencional en
torsión, al que nos acabamos de referir, se toma frecuentemente el de Sustituyendo las Ecs. [10-2] y [10-5] en la [10-6] se obtiene una ex-
0,001 radián/pulg de distancia entre puntos (aproximadamente 0,00004 presión para el módulo de rigidez en términos de las dimensiones geo-
métricas de la probeta, el par y el ángulo de torsión
radianes/mm de distancia entre
~1 puntos). Para medir el límite elás- G=MrL
E: ¡ tico con precisión es necesario em- [ 10-7]
JfJ
plear probetas tubulares. Dado el
gradiente de tensión que existe 10-3. Tensiones de torsión para deformaciones plásticas aran-
a través del diámetro de una ba- des.-Más. ~llá .del límite el~stico de torsión la tensión cizallante ya
rra maciza, el flujo plástico de no es func10n lmeal de la distancia al eje, y no pueden aplicarse las
las fibras externas está impedido Ecs. [10-3] y [10-4]. Nadai 1 ha presentado un método de cálculo de
por las internas, menos cargadas. la tensi<?:1 cizallant~ en ~ª. región plá,stica a partir de la curva par-ángulo
Por esta causa, con los instrumen- de tors10n. Para simplificar el analisis, consideraremos el án crulo de
tos usuales no se observa de forma torsión por unidad de longitud, 8', que es 8' =8/L. De acuerdob con la
ángulo de torsión, grados clara el momento en que se alcan- Ec. [ 10-5], la deformación de cizallamiento será
za, por primera vez, el ángulo y=r8' [ 10-8]
FIG. 10-2.-Diagrama par-torsión. a= de torsión permanente convenido.
deformación permanente en el límite La Ec. [10-1] para el par resistente en una sección transversal de la
elástico convencional. Empleando probetas tubulares de barra puede escribirse en la forma siguiente:
paredes delgadas resulta mínimo
este efecto, porque se elimina prácticamente el gradiente de ten-
sión. Hay que tener cuidado, sin embargo, de que el espesor de pa- Mr=21T Jª Tr dr
o
2
[ 10-9]
red no se reduzca excesivamente o de que la probeta falle por pandeo
más que por torsión. La experiencia ha mostrado que para determinar La tensión cizallante se relaciona con la deformación de cizallamiento
mediante la curva tensión-deformación en cizallamiento
el módulo y el límite elásticos en torsión, la relación entre la longitud
empleada en el ensayo y el diámetro exterior debe ser aproximada- 7=f(y)
mente igual a 10 y la relación entre el diámetro y el espesor debe estar Introduciendo esta ecuación en la [ 10-9] y haciendo el cambio de va-
entre 8 y 10. riable de r a y mediante la Ec. [ 10-8], se obtiene
Una vez que se ha sobrepasado el límite elástico de torsión, ya no

es lineal la distribución de la tensión cizallante entre el centro y la
superficie de la probeta y no se cumplen las Ecs. [10-3] o [10-4]. f y2 dy
Mr=21T o f(y) (8') 2 ( i '
A pesar de ello se determina frecuentemente un denominado módulo
de rotura o resistencia al cizallamiento por torsión, sustituyendo el par Mr(8') 3 21T f'ªo f(y)y 2 dy [10-10]
máximo medido en las ecuaciones citadas. Los resultados obtenido5
por este procedimiento sobreestiman la tensión cizallante máxima. Un , 1 A. NADAI: "Theory of Flow and Fracture of Solids", 2.ª ed., vol. I,
pags. 347-349, McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva . York, 1950.
método más preciso de calcular este valor se discutirá en la sección D. S. FIELD~ Y W. A_. BACKOFEN han dado una generalización de este análisis
siguiente. Aunque el procedimiento descrito introduce un error con- d~ los materiales sensibles a la velocidad de deformación Proc ASTM vol 57
siderable, el módulo determinado es generalmente suficiente para com- pags. 1259-272, 1957. ' · ' · '
296 EL ENSAYO DE TORSION SEC. 10-5] RELACION ENTRE LOS ENSAYOS DE TORSION Y TRACCION

en donde es )'a=a()'. Derivando la Ec. [10-10] con respecto a 8', falla por cizallamiento a lo largo de los planos de tensión cizallante
máxima. El plano de la fractura es, generalmente, normal al eje longi-
d~' (Mr8' 3 ) = 21Taf ( a8') a2 ( 8')2 = 21Ta3 ( 8') 2f (a()')
tudinal (Fig. 10-5 a). Un metal frágil falla por torsión a lo largo de
un plano perpendicular a la dirección de tensión cizallante máxima.
Puesto que este plano biseca al ángulo formado por los dos planos
Pero como la máxima tensión cizallante en la barra, en la fibra exter- de tensión cizallante máxima y forma un ángulo de 45º con las direc-
na, es Ta= f (a8'), se tiene ciones longitudinal y transversal, la fractura es helicoidal (Fig. 10-5 b).
A veces se observan fracturas en que la longitud de ensayo de la pro-
beta rompe en múltiples trozos pequeños. En estos casos puede com-
y

y, por tanto,
Ta=--3
1 ( 8, -
dMr
.-, -¡- 3Mr ) [ 10-11]
21Ta d8

A partir de la curva par-ángulo se pueden calcular las tensiones ciza-


llan tes mediante la ecuación anterior. La figura 10-3 indica la forma en
que puede operarse. Examinan-
do la Ec. [ 10-11] se observa
FrG. 10-4.-Estado de tensiones en la torsión.
que se puede escribir en térmi-
nos de los datos geométricos
e
·o de la figura 10-3 en la forma
·¡¡¡ siguiente:
L..
.B
~A
1
Mmáx
Ta=- (BC+3CD) [10-121
o 21Ta3
-ec.> Mr
(a) (b)
E 1 La figura 10-3 indica también
o F1G. 10-5.-Fracturas típicas de torsión. a) Fractura de cizallamiento
E 1
que en el valor máximo del
par es dMr/ d8' =O. Por tanto, (dúctil); b) fractura de tracción (frágil).
D la resistencia al cizallamiento
ángulo de torsión por unidad de longitud él probarse usualmente que la fractura se inició sobre un plano de ten-
por torsión, o módulo de rotu-
ra, se puede expresar por sión cizallante máxima paralelo al eje de la probeta. Un estudio de la
Fra. 10-3.-Método para calcular la fractura por torsión de un acero de herramientas ha demostrado 1 que
tensión cizallante a partir del diagra- 3Mmáx la fractura se inicia en planos de tensión cizallante máxima, con dure-
ma par-torsión. Tu= 1Ta [ 10-13]
2 3 zas de hasta 720 Vickers, y que por encima de esta dureza las fracturas
fueron causadas por las tensiones de tracción.
10-4. Tipos de fracturas de torsión.-La figura 10-4 muestra el
estado de tensiones en un punto de la superficie de una barra sujeta a 10-5. Relación entre los ensayos de torsión y tracción.-Un
torsión. La tensión cizallante máxima se presenta sobre dos planos tema interesante es el planteado por la proposición lanzada por Sau-
mutuamente perpendiculares, uno perpendicular al eje longitudinal yy veur 1 de que el ensayo de torsión proporciona una medida más exac-
y otro paralelo a él. Las tensiones principales o-1 y cr3 forman un ta de la plasticidad de un metal que un ensayo de tracción. Por
ángulo de 45º con el eje longitudinal y son de igual magnitud que las una parte, el ensayo de torsión conduce directamente a una curva de
tensiones cizallantes. cr1 es una tensión de tracción y cr3 es una igual
de compresión. La tensión intermedia cr2 es nula. 1 R. D. ÜLLEMAN, E. T. WESSEL y F. C. HULL: Trans. ASM, vol. 46. pá-
Las fracturas de torsión se diferencian de las de tracción en que ginas 87-99, 1954.
presentan poca estricción o alargamiento localizados. Un metal dúctil 2 A. SAUVEUR: Proc. ASTM, vol. 38, 2.ª parte, págs. 3-20, 1938.
EL ENSAYO DE TORSION SEC. l 0-5] RELACION ENTRE LOS ENSAYOS DE TORSION Y TRACCION 299

tensión cizallante en función de la deformación de cizallamiento. Este flujo plástico antes que la tensión normal crítica para la fractura. Aun
tipo de curva es una fase más exacta para caracterizar el comporta- tratándose de un material dúctil en tracción, en el que la tensión nor-
miento plástico que una curva tensión-deformación determinada en mal crítica se desplaza hacia la derecha en la figura 10-6, se puede ob~
tracción. En torsión se pueden obtener valores mucho mayores de la servar que la deformación plástica es mayor en torsión que en tracción
deformación, sin complicaciones tales como la estricción localizada, La curva tensión-deformación del ensayo de tracción se. puede cons··
en tracción, o el abarrilamiento debido a los efectos de fricción, en la truir partiendo de la curva de torsión, cuando la curva tensión-defor-
compresión. Además, en la torsión se pueden realizar fácilmente ensa-
yos a velocidades constantes o elevadas. Por otro lado, es muy traba-
joso transformar los datos par-ángulo en curvas de tensión cizallan te en "t"r.ié.x crítica pera el flujo plástico
función de la deformación de cizallamiento. Además, habrá un fuerte
gradiente de tensión a través de la sección, a menos que se empleen
probetas tubulares. Esto hace difícil la determinación exacta del límite
elástico convencional.
Seguidamente se comparan los ensayos de tracción y de torsión en
términos de los estados de tensión y deformación desarrollados en cada
ensayo:

Ensayo de tracción Ensayo de torsión


CT¡ = CT máx; CT2 = CT3 Ü
O"máx -
CT¡ CT máx 2cr1 FrG. 10-6.-Efecto de la relación Tmáx/O-máx en la determinación de la
Tmáx=2=-2- Tmáx = CJ¡
ductilidad. (Según Gensamer.)

Emáx =E¡ ; Ez = E3 = - 2 Emáx=E¡ -E3; E2=Ü

3E1
Ymáx = senh - 2 - Ymáx=E¡ - E3=2E1
100

-~ 80
o
o
~
(j- CT¡ 0-= J3cr1 o~ 60
- 2 y e
'O
E E¡ E=-=- E¡=--:=- ·¡¡¡_
yi3 J3 .§ 40

Esta comparación muestra que T máx será doble de grande en torsión


que en tracción, para un valor dado de crmáx· Como, en primera apro-
20
ximación, se puede considerar que la deformación plástica ocurre al o o= en función de f
alcanzarse un valor crítico de 7 máx y la fractura al llegarse otro crítico para la torsión
de crmáxi la oportunidad para el comportamiento dúctil es mayor en Oi___¡__.J.___J~_L~...l---L--'---'-----'---'--'----'-~~~
torsión que en tracción. La figura 10-6 ilustra esquemáticamente este o 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2 1,4
punto; se la puede considerar como representativa de la condición de deformación real
un material frágil, tal como un acero de herramientas templado. En FIG. 10-7.-Curvas reales deformación-tensión en tracción Y torsión
el ensayo de torsión se alcanza la tensión cizallante crítica para el del acero suave.
300 EL ENSAYO DE TORSION (CAP. 10

mación se representa en términos de tensiones y deformaciones efec-


tiva~ o de tensiones y deformaciones octaédricas (véase problema 10-4).
La figura 10-7 muestra la curva real tensión-deformación de un ensayo
de tracción y la curva tensión-deformación, ambas en cizallamiento,
para un material en torsión. Si ambas curvas se representan en térmi- CAPITULO 11
nos de tensiones y deformaciones efectivas (la curva de tracción no se
altera), ~m.bas c~rvas se superponen dentro de límites muy estrechos. EL ENSAYO DE DUREZA
En la bibhografia se encuentran muchos ejemplos de este hecho 1, 2.
También se obtiene una línea recta para los datos de torsión cuando se 11-1. Introducción.-La dureza de un material es un término mal
representa el logaritmo de la tensión efectiva en función del looaritmo definido que puede significar distintas cosas según la experiencia de
de la deformación significativa 3• Los valores de K y n obtenidos de la persona que lo emplea. La dureza implica, en general, una resisten-
estas curvas concuerdan bastante bien con los comparables del ensayo cia a la deformación y para los metales es una medida de su resisten-
de tracción.
cia a la deformación permanente. Para una persona relacionada con la
BIBLIOGRAFIA
mecánica del ensayo de materiales, lo más probable es que la dureza
signifique una resistencia a la penetración, mientras que para un inge-
DAVIS, H. E.; G. E. TROXELL y c. T. WISKOCIL: "The Testing and Inspection niero proyectista es una cantidad fácil de medir y especificar que está
of Engineering Materials", Cap. 5, 2.ª ed., McGraw-Hill Book Company, Inc., relacionada con la resistencia y el tratamiento térmico de un metal.
Nueva York, 1955. Hay tres tipos generales de medidas de dureza, que dependen de la
GENSAMER, M.: "Strength of Metals under Combined Stresses", American So- forma de conducir el ensayo. Estos son: 1) dureza de rayado; 2) du-
ciety for Metals, Metals Park, Ohio, 1941. reza de penetración, y 3) dureza al rebote o dinámica. Solo la dureza
MARIN, J.: "Engineering Materials", Cap. 2, Prentice-Hall, Inc., Englewood de penetración es del máximo interés tecnológico para los metales.
Cliffs, Nueva York, 1952. La dureza de rayado interesa principalmente a los mineralólogos.
.. Metals Handbook", págs. 111-12, American Society for Metals, Metals Park, Según esta forma de estimar la dureza, los diversos minerales y otros
Ohio, 1948. materiales se clasifican por su capacidad para rayarse unos a otros. La
dureza se mide de acuerdo con la escala de Mohs, que consiste en
1 E. A. DAVIS: Trans. ASME, vol. 62, págs. 577-86, 1940. 10 minerales tipo dispuestos en orden a su capacidad a ser rayados.
2 J. H. FAUPEL y J. MARIN: Trans. ASM, vol. 43, págs. 993-1012, 1951. El mineral más blando de esta escala (dureza de rayado 1) es el talco,
3 H. LARSON y E. P. KLIER: Trans. ASM, vol. 43, págs. 1033-051. 1951.
mientras que el diamante tiene una dureza de 10. La uña de un dedo
tiene una dureza de rayado de, aproximadamente, 2; el cobre reco-
cido, 3, y la martensita, 7. La escala de Mohs no resulta adecuada para
los metales porque los intervalos no son lo suficientemente amplios
en la zona de durezas elevadas. La mayoría de los metales duros que-
':-1 0· ,, ~ ... .., (' dan en el intervalo de dureza Mohs 4 a 8. En un tipo diferente de
-J •I V . ¡ _). 1/,1 . ~J G :; (_~ ensayo de dureza al rayado 1 se mide la profundidad o la anchura de
UNtvER~lOAO f4Ali0Hlti Dt l4 PLATA una raya que se forma desplazando un estilete con punta de diamante
D¡¡:ipartamento Mecánica a través de la superficie y bajo una carga definida. Este procedimiento
Bíblictt:ea es de utilidad para medir las durezas relativas de los microconstitu-
yentes, pero no se presta por su índole a una elevada reproducibilidad
o a precisión extrema.
En las mediciones de dureza dinámica se deja caer un martillito
sobre la superficie del metal y se mide la dureza por energía perdida
en el impacto. El escleróscopo Shore, que es el ejemplo más común de
aparato para ensayar la dureza dinámica, mide la dureza en términos
de la altura de rebote del martillito.
l E. B. BERGSMAN: ASTM Bull. 176, págs. 37-43, septiembre, 1951.
301
302 EL ENSAYO DE DUREZA [CAP. 11 SEC. 11-3] DUREZA MEYER

11-2. Dureza Brinell.-El primer ensayo de dureza de penetra- siendo un casquete esférico. La recuperación elástica es tanto mayor
ción ampliamente aceptado y tipificado fue propuesto por J. A. Bri- cuanto más duro es el metal. Por esta causa no se introducen errores
nell en 1900. El ensayo de dureza Brinell consiste en comprimir sobre en las medidas del diámetro de la huella, porque este, que es el del
la superficie del metal una bola de acero de 10 mm de diámetro con casquete, es despreciablemente alterado por la recuperación. En cam-
una carga de 3000 Kg. Para evitar una huella demasiado profunda en bio, se cometerían errores al determinar la dureza Brinell, que esencial-
los metales blandos se reduce la carga a 500 Kg, y para los metales mente está definida por la Ec. [11-1], si en lugar de medir el diámetro
muy duros se emplea una bola de carburo de volframio para que sea se midiese la profundidad de la huella, porque esta disminuye funda-
mínima la deformación del penetrador. La carga se aplica durante un mentalmente por efecto de la recuperación elástica. En cambio, una
tiempo normalizado, usualmente de 30 seg, y, después de eliminar la causa fundamental de error en la determinación del diámetro de la
carga, se mide el diámetro de la huella con un microscopio de pocos huella es la deformación localizada en la circunferencia del borde. Esta
aumentos. Debe obtenerse la media de dos diámetros perpendiculares.
deformación localizada puede adoptar dos formas diferentes en una
La superficie sobre la que se produce la huella debe ser relativamente
sección transversal de la huella, que se muestran esquemáticamente en
lisa y estar exenta de suciedad o cascarilla. La cifra de dureza Bri- la figura 11-1. El esquema de la parte superior
nell (HB) es el resultado de dividir la carga P por el área superficial muestra el "apilamiento" o "rebordeado" de la
de la huella. Se emplea la fórmula 1 : huella en el que se forma un labio prominen-
p
HB Dureza Brinell [11-1] te alrededor del borde. Este comportamiento
(nD/2) (D es más corriente en los metales trabajados en
en la que: frío, con poca capacidad de endurecimiento {al
por deformación. El diámetro que se mide es
P =carga aplicada, en Kg ; mayor que el real de la huella, pero como el
D =diámetro de la bola, en mm; borde soportó parte de la carga, se acostumbra
d =diámetro de la huella, en mm. tomar como diámetro el d de la figura. El di-
bujo de la parte inferior muestra el "hundimien-
(b)
Debe hacerse notar que las cifras Brinell tienen dimensiones de Kg/mm 2, to" del metal en el borde de la huella. Este tipo
pero no son un concepto físico satisfactorio porque la Ec. [11-1] no da de comportamiento es corriente en los metales
FIG. 11-1. - Secciones
la presión media sobre la superficie de la huella. La huella no es exac- recocidos, que endurecen rápidamente por de- transversales de una
tamente un casquete perteneciente a una esfera de diámetro D, como formación. El verdadero diámetro de la huella huella Brinell que
supone la fórmula, ni es necesariamente un casquete esférico. puede determinarse algunas veces, en este caso, muestran a) rebordea-
De una manera general, solo es constante la cifra de dureza Brinell untando la bola con un colorante antes de do y b) hundimiento.
de un material para una misma carga aplicada y el mismo diámetro de obtener la huella. Muchas veces es necesario
la bola. Se ha demostrado que para obtener el mismo valor de dureza mejorar la nitidez de la definición de la huella para medir el diámetro
Brinell con una carga que no sea la especificada, es necesario mantener más exactamente. Esto se puede conseguir empleando una bola de
una relación de semejanza geométrica. Esta exige que la relación de acero ligeramente atacada o recubriendo su superficie con un pigmento
los diámetros de la huella y de la bola d/D sea constante. Basta man- negro mate.
tener P/D 2 constante para que, en primera aproximación, se cumpla
la ley de semejanza. 11-3. Dureza Meyer.-Meyer 1 sugirió que una forma más racio-
El mayor error que se introduce en las mediciones de la dureza
nal que la propuesta por Brinell para definir la dureza sería la basada
Brinell proviene de la determinación del diámetro de la huella. Se
supone que el radio de curvatura de la huella es igual al radio de la en el área proyectada de la huella en lugar de en la misma área. La
bola cuando ambas están en contacto bajo carga, pero, debido a la presión media entre la superficie del penetrador de bola y la huella es
recuperación elástica, al descargar la huella resultante tiene un radio igual a la carga dividida por el área proyectada de la huella:
de curvatura más grande que el de la bola, aunque dicha huella siga
p
p
1 En la mayor parte de las referencias bibliográficas que se indican al
final de este capítulo pueden hallarse las tablas que dan HB en función de d
con cargas normalizadas. I E. MEYER: Z. Ver. deut. lng., vol. 52, págs. 645-54, 1908.
304 EL SEC. 11-4] ANALISIS DE LA HUELLA PRODUCIDA POR UN PENETRADOR .Ll'-"L'.LlniLv

Meyer propuso tomar esta presión como medida de la dureza. La du- llegándose a la expresión general de la ley de Meyer:
reza Meyer se expresa en función del diámetro de la huella
Cd n' Cd_? 11 ' Cd3
¡¡'

4P P=--1- [11-4]
D1¡¡'-2
Dureza Meyer = - - [11-2]
1Td2
De la Ec. [ 11-4] pueden sacarse varias conclusiones interesantes. Si
Lo mismo que la dureza Brinell tiene dimensiones de Kg/mm2. Sin escribimos esta ecuación en la forma
embargo, es menos sensible a la variación de la carga. En un metal tra-
bajado en frío la dureza Meyer es esencialmente constante e indepen- p _ (
--C -
d) n'-2
[11-5]
diente de la carga, mientras que la Brinell disminuye al aumentar la d2 ,D
carga. En un metal recocido aumenta la dureza Meyer constantemente
al aumentar la carga, como consecuencia del endurecimiento por de- veremos que, puesto que d/D debe ser constante para que se cumpla
formación. La dureza Brinell primero aumenta con la carga y lueao la ley de semejanza, la relación P/ d 2 también debe ser una constante.
llega a disminuir al seguir aumentando la última. La dureza Meyer ~s Como P/d2 es proporcional a la dureza Meyer, se llega a la consecuen-
una medida más fundamental de la dureza, pero se emplea raramente cia de que si las huellas son semejantes se obtendrá siempre la misma
para fines prácticos. cifra de dureza Meyer. La Ec. [ 11-4] puede también escribirse en la
Meyer propuso una relación empírica entre la carga y el tamaño de forma
la huella, que suele llamarse ley de Meyer,
-p-
2
-C ( -d )¡¡' [11-6]
D D
en la que: [11-3]
y recordando otra vez que la ley de semejanza de las huellas exige la
P =carga aplicada, en Kg; constancia de d/D, se deduce que las huellas también serán semejantes
d =diámetro de la huella, en mm; si P/D2 es constante. Por tanto, se obtendrán los mismos valores de
n' una constante del material relacionada con el endurecimien- dureza si se mantiene constante la relación P/D 2•
to por deformación del metal ; Hay un límite inferior de carga por debajo del cual no es válida
k =una constante del material que expresa la resistencia del la ley de Meyer. Si la carga es demasiado pequeña no es completamente
metal a la penetración. plástica la deformación alrededor de la huella. Para una bola de 10 mm,
la carga debe ser mayor de 50 Kg para el cobre (dureza Brinell = 100)
El parámetro n' es la pendiente de la línea recta que se obtiene cuando y mayor de 1500 Kg para el acero (dureza Brinell = 400). Para bolas
se representa log P en función de log d; k es el valor de P para d =l. de diferente diámetro las cargas críticas serán proporcionales a los cua-
Los metales recocidos a fondo tienen un valor de n' aproximadamente drados de los diámetros.
igual a 2,5, mientras que es igual a 2 en los completamente endureci-
dos por deformación en frío. Este parámetro está relacionado con el 11-4. Análisis de la huella producida por un penetrador es=
coeficiente de endurecimiento por deformación de la ecuación expo- férico.-Tabor 1 ha realizado un estudio detallado de la mecánica de la
nencial de la curva real tensión-deformación. El exponente de la ley deformación de una superficie plana por un penetrador esférico. A con -
de Meyer es aproximadamente igual al de endurecimiento por defor- tinuación veremos los elementos de este estudio. La figura 11-2 ilustra
mación aumentado en dos unidades. el proceso. En un metal plástico ideal, que no endurece por deforma-
Cuando se hacen huellas con bolas de distinto diámetro, se obtie- ción, se produce la presión máxima en un punto inmediatamente debajo
nen diferentes valores de k y n': de la superficie de contacto y a una profundidad aproximadamente
igual a d/2. La presión en este punto es, aproximadamente, 0,47Pnu
siendo p111 la presión media sobre el área de contacto. Suponiendo que
se acepta el criterio de la tensión cizallante máxima para el flujo plás-
y Meyer encontró que n' era casi independiente del diámetro de la tico, se puede escribir
bola D, pero que k disminuye al aumentar el valor de D. Este hecho 0,47plll = 0,50-0
se puede expresar numéricamente mediante la relación
lD. TABOR: "The Hardness of Metals", Oxford University Press, Nueva
York, 1951.
DIE:TER.-20
306 EL ENSAYO DE DUREZA (CAP. 11 SEC. 11-5] RELACIONES ENTRE LA DUREZA Y LA CURVA DE TRACCION 307

o bien que existe una semejanza en la forma de la curva de fluencia y la ob-


Pm = l,lo-o [11-7] tenida cuando se mide la dureza Meyer en cierto número de probetas
que han sufrido deformaciones plásticas crecientes. El método es fun-
siendo o-0 el límite elástico en tracción o compresión. damentalmente empírico, porque la compleja distribución de tensiones
Se deduce que la deformación bajo la bola es completamente elásti- en la huella de dureza excluye cualquier relación inmediata con la dis-
ca hasta que la presión alcanza un valor aproximadamente igual a tribución de las tensiones en el ensayo de tracción. El método, a pesar
11 veces el límite elástico. Al alcanzarse esta presión se inicia el flujo de ello, ha proporcionado resultados bien concordantes para diversos
piástico en el punto O (Fig. 11-2 a). Al continuar aumentando la carga metales y puede ser de interés para obtener la curva de fh,Iencia cuando
aumenta también la presión media y crece la región deformada plásti- no se puedan realizar ensayos de tracción. La tensión real _(de fluencia)'
camente hasta que contiene a toda la superficie de contacto (figu- se obtiene de la Ec. [11-8], con-
ra 11-2 b). Es muy difícil encontrar una solución analítica para la pre- siderando que o-0 es la tensión
de fluencia para un valor dado
de la deformación real
150
Dureza Meyer=Pm=2,8o-o 'E
E
Partiendo de un estudio de la de- '~ 100
formación de las huellas, Tabor E:
•O llegó a la conclusión de que la de- Cl.
formación real es proporcional a 50
(al (b) d/D y que podría expresarse por
FIG. 11-2.-Deformación plástica de un material plástico ideal por un
penetrador de bola. a) Comienzo de la deformación plástica en el pun- [11-9] o 0,2 0,4 0,6 0,8
to O. b) Flujo plástico completo. (Según D. TABOR: The Hardness of d/o
Metals, pág. 47, Oxford University Press, Londres, 1951).
Si se mide la dureza Meyer en F1G. 11-3.-Comparación de las curyas
sión entre penetrador y huella en función de los datos de la huella en condiciones tales que d/D varíe de flujo determinadas a partir de me-
el momento de la plasticidad total. El mejor análisis conduce a la re- desde el valor más pequeño ne- didas de dureza (círculos y cruces) con
las obtenidas en ensayos de compre-
lación Pm = 2,66o-0• La dureza Meyer encontrada en metales severa- cesario para la plasticidad to- sión (líneas continuas). (D. TABOR: The
mente deformados en frío indica que la plasticidad total ocurre para tal hasta los valores más gran- Hardness of Metals, pág. 74, Oxford
des que interesen, y se emplean University Press, Londres, 1951.)
Pm = 2,80-0 [11-8] las Ecs. [ll-8] y [ 11-9], es po-
sible obtener,, al menos aproximadamente, la curva de fluencia. La
En un metal idealmente plástico, la presión se mantendría constante figura 11-3 muestra el acuerdo obtenido por Tabor entre la curva
después de alcanzarse este valor aunque se siguiese incrementando la de fluencia y las durezas en función de la relación d/D para el acero
carga. Como los metales reales ·endurecen por deformación, es necesario suave y para el cobre recocido. Los resultados de Tabor han sido com-
que la presión siga aumentando por hacerse cada vez mayor <To cuan- probados por Lenhart 1 para el duraluminio y para el cobre OFHC
do continúa el proceso de penetración. La mayoría de los ensayos de (exento de oxígeno, alta conductividad). El análisis de Tabor, sin em-
dureza Brinell se realizan en condiciones para las que la plasticidad bargo, no predice la curva de fluencia para el magnesio, lo que fue
es total. Esta es la condición para que sea válida la ley de Meyer. atribuido por Lenhart a la elevada anisotropía de deformación de este
metal. Este trabajo de Lenhart no quita nada de su utilidad a la corre-
11~5. Relaciones entre la dureza y la curva de tracción.-Ta-
lación de Tabor, sino que pone de manifiesto la necesidad de inves~
bor 1 ha propuesto un método mediante el cual se puede determinar la tigar sus limitaciones para nuevas aplicaciones.
región plástica de la curva real tensión-deformación a partir de medi- Hay una relación tecnológica muy importante entre la dureza Brinell
das de la dureza de penetración. El método se basa en el hecho de
1 TABOR, op. cit., págs. 67-76: J. lnst. Metals, vol. 79, pág. 1, 1951. 1 R. E. LENHART: WADC Tech. Rept, 55-114, junio, 1955.
308 EL ENSAYO DE DUREZA
SEC.

y la resistencia a la tracción de los aceros al carbono y de media alea-


5 HV, hasta los durísimos, con 1500 HV. En el ensayo de dureza
ción tratados térmicamente. Rockwell, que se describe en la sección siguiente, o en los ensayos
La resistencia a la tracción, en Kg/mm 2, es aproximadamente igual Brinell, es necesario cambiar el penetrador o la carga, o ambos, en
a 1 í3 de la dureza Brinell. Mediante unas breves consideraciones se algún punto de la escala de dureza, por lo que, estrictamente, no son
puede comprobar que esta relación concuerda con los resultados de comparables las mediciones de un extremo de la escala con las del
Tabor. Si se hace la hipótesis simplificativa de que esta clase de mate- opuesto. Como las huellas se hacen con una pirámide y son siempre
rial no endurece por deformación, la resistencia a la tracción es igual geométricamente semejantes, sea cual sea su tamaño, la dureza Vickers
al límite elástico y la aplicación de la Ec. [11-8] conduce a es independiente de la carga. Esto se ha comprobado .experimental-
1 mente, y solo deja de cumplirse para cargas extremadamente pequeñas.
Ciu = - - Pm = 0,3 6pm Kg/mm 2 Las cargas que se emplean dependen de la dureza del metal a ensayar
2,8
y pueden oscilar entre 1 y 120 Kg. A pesar de sus ventajas, no se ha
La dureza Brinell solo es inferior a la dureza Meyer, Pm, en unos po- aceptado ampliamente para los ensayos de rutina porque es lento, re-
cos tantos por ciento, por lo que queda justificada la concordancia quiere una preparación cuida-
señalada anteriormente. También resulta clara la razón por la que tal dosa de la superficie de la pro-
relación no es válida para otros metales. Si en el cobre recocido se beta y es fácil cometer un error
personal en la determinación de
desprecia el endurecimiento por defo~mación se com~t~ría un error
arave. Para un metal con mayor capacidad de endurec1m1ento por de- la longitud de las diagonales.
formación, la "constante" de proporcionalidad habría de ser mayor que Con un penetrador perfecto
(al (b) (e)
la empleada en los aceros tratados térmicamente. de pirámide de diamante se ob-
tendría una huella perfecta de FrG. 11-4.-Tipos de huellas obtenidas
11-6. Dureza Vickers.-En el ensayo de dureza Vickers se em- forma cuadrada, pero se pro- con pirámide de diamante (Vickers).
ducen anomalías análogas a las a) Huella perfecta. b) Huella en forma
plea como penetrador una pirámide de diamante de base cuadrada. de almohadilla producida por hundi-
descritas anteriormente para la
Las caras opuestas de la pirámide forman un ángulo de 13~~, q~e .fue miento. e) Huella abarrilada produci-
dureza Brinell (Fig. 11-4). da por n~bordeado.
elegido porque se corresponde aproximadamente con la rela.c1on optima
de diámetro de huella a diámetro de bola en el ensayo Brmell. Por la La huella de la figura 11-4 b,
forma del penetrador se denomina a veces, entre los angl?sajones, en- con la forma de un cojín, y que suele observarse en los metales re-
sayo de dureza con pirámide de diamante, y usan como s1mbolo de la cocidos, es el resultado del hundimiento del metal alrededor de las
dureza Vickers las iniciales DPH, VHN o VPH; nosotros emplearemos caras planas de la pirámide penetradora. Las huellas de esta forma
el símbolo HV, que está bastante generalizado en, España. La dur.e~a dan lugar a una sobreestimación de la longitud de la diagonal. La
Vickers se define como la relación de la carga al area de la superf1c1e forma abarrilada de la figura 11-4 e es debida al rebordeado o api-
de la huella. En la práctica se calcula el área a partir de medidas ~i­ lamiento de metal alrededor de las caras del penetrador y se en-
croscópicas de la longitud de las diagonales de la huella. La ecuac1on cuentra en los metales trabajados en frío. Da lugar a errores en la
que define la dureza Vickers es entonces diagonal que conducen a valores bajos del área de contacto y, por
tanto, las durezas obtenidas son erróneamente altas. Se han propuesto
2P sen (8/2) l,854P correcciones empíricas para este efecto 1•
Dureza Vickers = ----~-- [11-10]
en la que: 11-7. Ensayo de dureza Rockwell.-Es el ensayo de dureza más
empleado en los Estados Unidos. Su aceptación general se debe a la
P =carga aplicada en kilogramos, rapidez, la ausencia de error personal, la capacidad para distinguir pe-
L =media de la longitud de las dos diagonales en milímetros. queñas diferencias de dureza en los aceros templados y el pequeño ta-
e= ángulo formado por las caras opuestas de la pirámide dia- maño de la huella, que hace posible ensayar sin deteriorarlas las piezas
mante= 136º. tratadas térmicamente y acabadas. El ensayo utiliza la profundidad de
penetración, bajo carga constante, como medida de la dureza. Prime-
El ensayo de dureza Vickers ha tenido una aceptación muy amplia ramente se aplica una carga de menos de 10 Kg para asentar la probe-
en el trabajo de investigación porque, para una sola carga, basta una
sol_a escala de dureza para incluir desde los metales muy blandos, con 1
T. B. CROWE y J. F. HrNSLEY: /. Inst. Metals, vol. 72, pág. 14, 1946.
DE DUREZA 11 SEC. 11-8] ENSAYOS DE MICRODUREZA 311

ta. De esta forma no es necesaria una preparación previa de la super- 4. !--os ensayos sobre superficies cilíndricas dan indicaciones bajas,
ficie y se aminora la tendencia al rebordeado o el hundimiento por el dependiendo el error de la curvatura, carga, penetrador y dureza del
penetrador. Después se aplica la carga máxima automáticamente y lue- material. Se han publicado correcciones teóricas 1 y empíricas 2 para
go de eliminar esta, y siempre bajo la carga menor de 10 Kg, se mide este efecto.
la profundidad alcanzada en la penetración bajo la carga máxima; esta 5. El espesor de la probeta debe ser tal que no se produzca una
medición se hace de forma automática empleando una esfera indicado- marca o abombamiento en la cara opuesta. Es recomendable que el
ra. La esfera tiene 100 divisiones y cada división corresponde a una espesor sea, por lo menos, igual a 1O veces la profundidad de la huella.
profundidad de penetración de 0,02 mm. La escala de la esfera está No es admisible superponer varias muestras cuando el espesor de una
invertida para que la cifra leída, que es la dureza Rockwell, sea mayor sola de ellas sea demasiado pequeño.
cuanto menor sea la profundidad de penetración medida. Por tanto, las 6. Las huellas deben estar separadas entre sí de tres a cinco ve-
cifras de dureza Rockwell crecen de la misma manera que las de Vic- ces su diámetro, por lo menos.
kers o las Brinell, pero son enteramente arbitrarias *. 7. Debe tipificarse la velocidad de aplicación de la carga. En la
Con una sola combinación de carga y penetrador no se pueden obte- máquina Rockwell se consigue ajustando el amortiguador. En los ma-
ner resultados satisfactorios para materiales con durezas muy dife- teriales muy blandos, las variaciones de dureza pueden ser apreciables
rentes. Como penetradores se emplean: uno de diamante, de forma si no se controla bien la velocidad de carga. En tales materiales se
de cono, con 120º de ángulo en el vértice y punta ligeramente redon- debe volver hacia atrás la palanca de mando de la máquina Rockwell
deada, que se conoce con el nombre de penetrador Brale, y otros dos en cuanto se haya alcanzado la carga máxima.
esféricos constituidos por bolas de acero de 1/16 y 1/8 de pulg. Las
cargas máximas empleadas son de 60, 100 y 150 Kg. Como la dureza 11-8. Ensayos de microdureza.-En muchos problemas metalúr-
Rockwell depende de la carga y del penetrador, es necesario especi- gicos es necesario medir la dureza de superficies de área muy pequeña.
ficar siempre la combinación empleada. Para ello, a la cifra de dureza Las mediciones del gradiente de dureza de una superficie cementada,
Rockwell se añade una letra que indica la combinación particular de las determinaciones de la dureza de los constituyentes de una micro-
carga y penetrador empleada. Sin la letra, la cifra Rockwell carece de estructura o la comprobación de la dureza de un delicado engranaje
significado. Los aceros templados se ensayan con la escala C, es decir, de un reloj, son ejemplos típicos de esta clase de problemas. Ya se
con el penetrador de diamante y la carga máxima de 150 Kg. Esta ha mencionado el empleo para estos fines de la dureza de rayado, pero
escala Rockwell C es de utilidad en el intervalo de 20 a 70· RC. Los es más útil un ensayo de dureza de penetración 3• El desarrollo del pe·
materiales más blandos suelen ensayarse en la escala B, que emplea netrador Knoop en el National Bureau of Standards de los Estados
la bola de acero de 1/16 de pulg y la carga máxima de 100 Kg y es Unidos y la introducción de la máquina Tukon para la aplicación con-
utilizable entre O y 100 RB. La escala A (penetrador de diamante y trolada de cargas inferiores a 25 g, han convertido los ensayos de mi-
carga máxima de 60 Kg) es la que se emplea en mayor intervalo de crodureza en un método rutinario de laboratorio.
durezas, desde las del latón recocido a la de los carburos cementados. El penetrador Knoop es una pirámide de diamante que produce una
Para usos especiales se dispone de otras muchas escalas 1• huella con forma de rombo, con longitudes de la diagonal larga a la
El ensayo Rockwell es muy útil y fácil de reproducir si se obser- corta en la relación 7: l. La profundidad de la huella es, aproxima-
van cierto número de sencillas precauciones. La mayoría de las indica- damente, igual a la treintava parte de la longitud de la diagonal larga.
ciones que hacemos seguidamente son también de aplicación a los La dureza Knoop se define como la carga dividida por el área proyec-
otros ensayos de dureza: tada y sin recuperación elástica de la huella:
l. El penetrador y el yunque estarán limpios y bien asentados. p p
2. La superficie a ensayar debe estar limpia, seca, lisa y exenta de Dureza Knoop =A= DC (11=11]
óxido. Una superficie de rectificado de desbaste suele bastar para el en- p

sayo Rockwell. en donde:


3. La superficie debe ser plana y perpendicular al penetrador. P =carga aplicada en kilogramos,
1w. E. INGERSON: Proc. ASTM, vol. 39, págs. 1281-291, 1939.
* Esto no es ningún inconveniente, pues el que las cifras Vickers o Brinell 2 R. S. SUTTON y R. H. HEYER: ASTM Bull. 193, págs. 40-41, octubre, 1953.
tengan dimensiones de Kg/mm2 no quiere decir, como ya se ha indicado en 3 Para una revisión de los ensayos de microdureza, véase H. BüCKLE: Met. Re·
el texto, que tengan un significado físico fundamental. (N. del T.) views, vol. 4, núm. 3, págs. 49-100, 1959. Cf. también F. MuÑoz DEL CORRAL:
1.véase ASTM Standard El 8. Revista del lnst. del Hierro y del Acero, núm. especial, febrero, 1956.
EL ENSAYO DE DUREZA 11 SEC. 11-10] DUREZA A TEMPERATURAS ELEVADAS 313

AP =área proyectada de la huella sin recuperación elástica en de penetración de los metales blandos depende del comportamiento del
milímetros cuadrados, material durante el ensayo en cuanto al endurecimiento por deforma-
L longitud de la diagonal larga en milímetros. ción, comportamiento que, a su vez, depende del grado previo de en··
C =una constante propia de cada penetrador que es proporcio- durecimiento por deformación que ha sufrido el material antes del en-
nada por el fabricante. sayo. Como ejemplo de la precaución con que deben manejarse las ta-
blas de conversión de dureza para metales blandos, citemos que el
La pequeña carga empleada en los ensayos de microdur~~a exige hierro Armco y el aluminio laminado en frío tienen ambos una dureza
el máximo cuidado en todas las etapas del ensayo. La superf1c1e de la Brinell de 66, pero el primero tiene dureza Rockwell B de 31, mientras
probeta debe prepararse muy bien, recurriendo usualmente al pulido que el aluminio trabajado en frío la tiene de 7 RB. Por otro lado, me-
rnetaloaráfico. La deformación en frío producida en el pulido altera los tales como el latón amarillo y la chapa de acero suave tienen durezas
resultados. La diagonal larga de la huella Knoop no se modifica esen- Rockwell y Brinell que se correlacionan muy bien para todos los gra-
cialmente por la recuperación elástica cuando las cargas son mayores dos de endurecimiento por deformación 1• En el ASM Metals Hand-
de 300 g, pero para cargas menores se aprecia una pequeña recupe- book se recogen tablas de conversión de dureza para el aluminio tra-
ración. Además, es mayor el error de localización de los extremos de bajado en frío, el cobre y los aceros inoxidables austeníticos 18-8.
la diagonal de las huellas muy pequeñas producidas por las cargas lige-
ras. Estos factores contribuyen a obtener una cifra de dureza dema- 11-10. Dureza a te:n1peraturas elevadas.-Ha aumentado el in-
siado elevada, por lo que se observa normalmente que la dureza Knoop terés por las determinaciones de la dureza a temperatura elevada como
aumenta al decrecer la carga por debajo de 300 g. Tarasov y Thibault 1 consecuencia del gran esfuerzo realizado en el desarrollo de materiales
han demostrado que introduciendo correcciones por la recuperación con mejores propiedades a temperaturas altas. La dureza en caliente
elástica y la agudeza visual se obtienen cifras constantes de dureza da una buena información de la utilidad potencial de una aleación para
Knoop con cargas de hasta solo 100 g. aplicaciones en que se requiere resistencia mecánica a temperatura ele-
1V9. Conversiones de dureza.-Desde el punto de vista prácti- vada. Se han conseguido buen0s resultados al correlacionar la dureza
co, es muy conveniente poder convertir las cifras de dureza obtenidas en caliente con las propiedades mecánicas a temperaturas altas. Este
en un ensayo dado por las de cualquier otro ensayo diferente. Como asunto se tratará en el capítulo 13. Las máquinas para medir la dureza
un ensayo de dureza no mide ninguna propiedad bien definida de un en caliente emplean un penetrador Vickers de zafiro y se han desarro-
llado dispositivos para poder realizar los ensayos en el vacío o en una
material y los distintos ensayos no se basan en el mismo tipo de me-
atmósfera de gas inerte 2• También se ha puesto a punto una máquina
dida, no es de sorprender que no sea posible establecer relaciones de
para ensayos de microdureza a alta temperatura 3•
conversión de dureza de carácter universal. Es muy importante com-
En una revisión extensa de los datos de dureza a temperatura ele-
prender que todas las conversiones de dureza se ~asan en relacion_es
vada, Westbrook 4 ha podido comprobar que la relación entre dureza
empíricas. Los datos de conversión d~ mayor confian~a son los ex1~­ y temperatura puede expresarse por
tentes para los aceros de dureza superior a los 240 Brmell. La Ameri-
can Society for Metals ( ASM :1, la American Society for Testing Ma- H=A exp ( BT) [11-12]
terials (ASTMl y la Society of Automotive Engineers (SAE) han re- en donde:
dactado conjuntamente una tabla 2 para las conversiones de durezas
Rockwell, Brinell y Vickers que es aplicable a los aceros al carbono y H =dureza en kilográmetros por metro cuadrado,
aleados tratados térmicamente y a casi todos los aceros aleados de T temperatura de ensayo en grados Kelvin.
construcción y de herramientas en los estados brutos de forja, recoci- A, B =constantes.
dos, nomalizados y templados y revenidos. Sin embargo, se necesitan
distintas tablas de conversión para materiales con módulo elástico muy
1 El gráfico Chart 28, de la Wilson Mechanical Instruments Co., para me-
diferente, como el carburo de volframio, o que tiene más capacidad de tales blandos de dureza Brinell inferior a 240 (véase ASM Metals Handbook.
endurecimiento por deformación. Heyer 3 ha mostrado que la dureza ed. de 1948, pág. 101), está basado en ensayos realizados con estos materiales.
2 F. GAROFALO, P. R.; MALENOCK y G. V. SMITH: Trans. ASM, vol. 45,
1 L. P. TARASOV y N. W. THIBAULT: Trans. ASM, vol. 38, págs. 331-53, págs. 377-96, 1953; M. SEMCHYSHEN y C. S. TüRGERSON: Trans. ASM. vol. 50.
1947. págs. 830-37, 1958.
2 Esta tabla se encuentra en la norma ASTM E48-47, en el SAE Handbook, 3 J. H. WESTBROOK: Proc. ASTM, vol. 57, págs. 873-97, 1957; ASTM
en el ASM Metals Handbook y otras obras generales. Bull. 246, págs. 53-58, 1960.
3 R. H. HEYER: Proc. ASTM, vol. 44, pág. 1027, 1944. 4 J. H. WESTBROOK: Trans. ASM, vol. 45, págs. 221-48, 1953.
EL ENSAYO DE DUREZA 11 BIBLIOGRAFIA

La representación de log H en función de la temperatura para los me- variac1on de la entalpía al aumentar la temperatura. Mediante estas
tales puros suele conducir a dos líneas rectas de diferente pendiente. correlaciones puede calcularse, bastante bien, la dureza de los metales
El cambio de pendiente se produce a una temperatura aproximada- puros a cualquier temperatura inferior a la mitad del punto de fusión.
mente igual a la mitad del punto de fusión del metal que se ensaya. Las mediciones de dureza a diversas temperaturas han mostrado
El mismo comportamiento se encuentra en la representación del loga- variaciones bruscas de esa propiedad a las temperaturas a que se pro-
ritmo de la resistencia a la tracción en función de la temperatura. La ducen transformaciones alotrópicas. Los ensayos de dureza en caliente
figura 11-5 muestra este tipo de comportamiento para el caso del cobre. en Co, Fe, Ti, U y Zr han demostrado 1 que las redes cúbicas centradas
son siempre la estructura más blanda cuando interviene en las trans-
formaciones alotrópicas. Las redes cúbicas de caras centradas y hexa-
gonal compacta tienen aproximadamente la misma resistencia, mientras
que los cristales de estructuras complicadas tienen durezas aún mayo-
µ,f----J---l-----+----1-----1 30 .§
.ü res. Estos resultados están de acuerdo con el hecho de que las alea-
o ciones austeníticas de base hierro tienen mejor resistencia a tempera-
E tura elevada que las aleaciones ferríticas.
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"O VI BIBLIOGRAFIA
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4
o 400 800 1200
temperatura, ° K

FIG. 11-5.-Variación de la dureza del cobre con la temperatura.


(J. H. WESTBROOK: Trans. ASM, vol. 45, pág. 233, 1953.)

La constante A, deducida de la recta de baja temperatura de la repre-


sentación, puede considerarse como una dureza intrínseca del mate-
rial, esto es, el valor de H para OºK. Podría esperarse que este valor
fuera una medida de la resistencia inherente a las fuerzas de enlace de
la red atómica. Westbrook correlacionó los valores de A de distintos
metales con la entalpía de los metales líquidos en el punto de fusión
y con el propio punto de fusión; la correlación es muy sensible a la
estructura cristalina. La constante B, deducida de la pendiente misma
de la recta, es el coeficiente de temperatura de la dureza. Esta cons-
tante se relaciona de una manera más complicada con la velocidad de
SEC. INTRODUCCION 317

rotura por fatiga. Estas son: 1) una tensión max1ma de tracción de


valor elevado; 2) una variación o fluctuación suficientemente intensa
de la tensión aplicada, y 3) un número suficiente de ciclos. Además,
hay un enjambre de otras variables, tales como las concentraciones de
CAPITULO 12 tensiones, la corrosión, la temperatura, la sobrecarga, la estructura me-
talúrgica, las tensiones residuales y las tensiones combinadas, que tien-

FATIGA DE LOS METALES

12-1. Introducción.-Se ha reconocido, desde 1850, que un me-·


tal sujeto a tensiones repetidas o fluctuantes fallará a una tensión mu-
cho más baja que la necesaria para producir la fractura en una sola
aplicación de la carga. Las fallas ocurridas en condiciones de carga
dinámica se llamaron fallas de fatiga, seguramente porque se observaron
casi siempre después de un período considerablemente largo de servi-
cio. Durante mucho tiempo se tuvo la idea de que la fatiga era debida
a "cristalización" del metal, pero este concepto no pudo sostenerse al
comprobarse que un metal es cristalino desde el mismo momento en
que solidifica del caldo. De hecho, no hay ningún cambio indudable
en la estructura del metal que ha fallado por fatiga que pueda servir
de guía en nuestros razonamientos para comprender la fractura por fa-
tiga. La fatiga tiene cada vez más interés por el desarrollo creciente
de equipos en los que el material está sometido a cargas repetidas
y vibraciones, como ocurre en los automóviles, los aviones, las bombas,
las turbinas, etc. En la actualidad se ha afirmado frecuentemente que,
por lo menos, el 90 % de todas las roturas en el servicio se producen
por fatiga.
Una falla por fatiga es especialmente traidora porque se produce
sin ningún indicio previo que permita precaverse contra ella. La fa-
tiga da por resultado una fractura frágil, sin deformación notable. La
superficie de fractura suele ser, macroscópicamente, normal al eje de la
tensión de tracción principal. Las roturas por fatiga se pueden reco-
nocer usualmente por el aspecto de la superficie de fractura, que mues-
tra una región lisa, debida al frotamiento que ocurre cuando se pro- frG. 12-1.-Superficie de una fractura de fatiga iniciada en una arista aguda
paga la grieta a través de la sección (parte superior de la figura 12-1), de un chavetero del árbol. Tamaño natural.
y una región rugosa, originada cuando el miembro ha roto dúctilmente
por haber disminuido la sección sana al no poder soportar la carga. den a modificar las condiciones necesarias para la fatiga. Se desconoce
Es frecuente que el progreso de la fractura aparezca señalado por una la causa fundamental de la fatiga de los metales, por lo que es nece-
serie de marcas anulares, que. parecen propagarse, desde el punto de sario discutir el efecto de cada uno de estos factores desde un punto
iniciación de la falla, como el frente de las olas hacia el interior de vista puramente empírico. Como son muy numerosos los datos re-
de una playa. La figura 12-1 ilustra sobre otro aspecto característico de cogidos sobre este tema, solo destacaremos los aspectos más salientes
las fracturas de fatiga, es decir, que la falla se inicia usualmente en de las relaciones que existen entre los factores citados y la fatiga. El
un punto de concentración de tensiones, tal como una esquina aguda lector interesado en más detalles puede consultar las excelentes publi-
o entalla, o en una concentración de tensiones de origen metalúrgico, caciones que se relacionan al final del capítulo.
tal como una inclusión.
Son necesarias tres condiciones básicas para que se produzca una
316
FATIGA DE LOS METALES DE WOHLER

12-2. Ciclos de tensión.-Es conveniente comenzar definiendo Un ciclo de tensiones fluctuantes puede considerarse constituido
brevemente los tipos generales de fluctuación de tensión que pueden por dos componentes: una tensión media, o estacionaria, (J"rm y otra
producir fatiga. La figura 12-2 sirve para ilustrar sobre los ciclos típicos alterna o variable, (J"a· Hay que considerar también el intervalo de ten-
de tensiones de fatiga. La figura 12-2 a representa un ciclo de inversión siones (J",. De la figura 12-2 b puede deducirse que el intervalo de ten-
completa de la tensión de forma senoidal. Es un caso ideal que pro- siones es la diferencia algebraica entre la tensión máxima y la mínima
duce una máquina de ensayo de viga rotativa según R. Moore 1 y que del ciclo:
se aproxima a las condiciones observadas en el servicio para el caso. (J"r=(J"máx- (J"mín [12-1]
de un árbol giratorio que trabaje a velocidad constante y sin sobrecar--
La tensión alterna es entonces igual a la mitad del intervalo:
+
e +
'O
'8o [12-2]
e .!:;
'O
·¡¡¡ La tensión media es la media algébrica de las tensiones máxima y
e e O O'rnín
~ 'O ·¡¡¡ mínima del ciclo :
~ (J"máx+ (J"mín
a. [12-3]
E ciclos~ ciclos _,,...
2
o
u
(a) (b) Otra cantidad que se emplea algunas veces al presentar los datos de
fatiga es la relación de tensiones R. Se define por :
+
[12-4]
e
'O
·¡¡¡
e 12-3. La curva de Wohler.-,.El método fundamental para presen-
~
tar los datos de fatiga es la curva de Wohler, también llamada simple-
mente curva de fatiga o curva S-N (Stress-Number of cicles). Repre-
senta la duración de la probeta, expresada en número de ciclos hasta
re) la rotura, N, para la máxima tensión aplicada. La mayor parte de las
FrG. 12-2.-Ciclos típicos de fatiga. a) Tensión alterna (inversión); b) tensión investigaciones sobre la fatiga se han realizado empleando las máqui-
repetida; e) ciclo de tensión irregular o aleatorio. nas de viga rotativa, también llamadas de flexión rotativa, en las que
la tensión media es nula. La figura 12-3 muestra curvas de Wohler
gas. En este tipo de ciclo de tensiones son iguales la máxima y la mí- típicas de este tipo de ensayo. Los casos en que no es nula la tensión
nima. De acuerdo con lo convenido en el capítulo 2, la tensión mínima media son de mucho más interés práctico. Se discutirán más adelante
es la algebraicamente más pequeña del ciclo. La tensión de tracción se en este capítulo.
considera positiva y la de compresión negativa. La figura 12-2 b mues- Como puede verse en la figura 12-3, el número de ciclos que dura
tra un ciclo de tensiones repetidas en el que la tensión máxima (J"máx una probeta antes de fallar aumenta al disminuir la tensión. Mientras
y la tensión mínima (J"mín no son iguales. Ambas son de tracción en la no se indique otra cosa, N es el número de ciclos de tensión necesarios
figura, pero un ciclo de tensiones repetidas puede contener lo mismo para producir la fractura completa de la probeta. Es la suma del nú-
tensiones máxima y mínima de signo opuesto o ambas de compresión. mero de ciclos que hacen falta para que se inicie una grieta y el de
La figura 12-2 c representa un ciclo complejo de tensiones, tal como los que transcurren durante la propagación de la grieta hasta la rotura
se puede encontrar en una parte de un ala de avión sometida a sobre- total. No suele hacerse distinción entre estos dos sumandos, aunque
cargas periódicas imprevisibles debidas a las rachas de viento. puede apreciarse que el número de ciclos que....necesita la propagación
de la grieta depende de las dimensiones de la probeta. Los ensayos de
1 En las referencias del final de este capítulo se describen los tipos corrien- fatiga a tensión baja suelen realizarse a 107 ciclos y algunas veces, para
tes de máquinas de fatiga y también en el "Manual of Fatigue Testing'', ASTM
Spc. Tech. Publ., 91, 1949. materiales no ferrosos, se prolongan a 5·108• En algunos materiales
FATIGA DE LOS 12 SEC. LA CURVA DE WOHLER 321

técnicos, como los aceros y el titanio, la curva de Wohler presenta un fatiga se suele dar por terminado el ensaye, por razones prácticas, a
tramo horizontal a una tensión límite determinada. Por debajo de esta una tensión baja, a la que la probeta dure aproximadamente 108 o
tensión límite, que es la denominada límite de fatiga (en la literatura 5·108 ciclos. Para determinar la curva se necesitan normalmente de
anglosajona se llama a veces endurance limit, es decir, límite de dura- 8 a 12 probetas. Se encontrará generalmente una considerable disper-
ción o de "sufrimiento"), se presume que el material durará un nú- sión en los resultados, pero casi siempre se puede trazar una curva
mero infinito de ciclos sin romperse. La mayoría de los metales no suave, a través de los puntos representados, sin encontrar grandes di-
férreos, como las aleaciones de aluminio, las de magnesio y las de co- ficultades. Cuando, sin embargo, se ensayan varias probetas al mismo
bre, tienen una curva de Wohler cuya pendiente disminuye progresi- nivel de tensión se observa una fuerte dispersión entre .el número de
vamente al aumentar el número de ciclos, aproximándose a una hori- ciclos observados hasta la fractura, a veces del orden de un ciclo de
zontal, pero sin llegar a serlo nunca. No tienen, por tanto, un verda- la escala logarítmica entre el valor máximo y el mínimo. Además, se
ha comprobado 1 que el límite de fatiga del acero está sujeto a con-
siderables variaciones y que el determinado en la forma descrita puede
~ 60 ser muy erróneo. En la sección siguiente discutiremos la naturaleza
a.
o estadística de la fatiga.
o
~ 50
o
"O
.....

Nero
¡....__ ....._
1

suave
Un ensayo interesante para una determinación más rápida del lími-
te de fatiga que por el método normal descrito anteriormente ha sido
E 40 ...........____ .......
propuesto por Prot 2 • En este método se comienza el ensayo de cada
::1 límite de fatiga
u
ou 30 r--- ..........___ probeta a un valor de tensión inferior al límite de fatiga esperable y
1 1

e r-- ~ión de aluminio luego se incrementa dicha tensión progresivamente y a velocidad cons-
'O
x 1------- tante hasta que se produce la rotura. Diversas probetas se ensayan con
:! 20 incrementos distintos de tensión por ciclo. Prot asegura que existe una
())
"O
e 10
relación lineal entre la tensión a que se produce la rotura y va,
•o siendo a el aumento de tensión por ciclo. El límite de fatiga se obtiene
·¡¡;
§ o haciendo una representación de este tipo por extrapolación a v
a=O.
10 6 10
7
10 8 El método de Prot ha sido objeto de investigación y modificación 3
núm~ro de ciclos, N y parece útil como procedimiento rápido para determinar el límite de
fatiga de los materiales férreos.
FrG. 12-3.-Curvas típicas de fatiga (curvas de Wohler) de metales Una modificación del método de Prot se emplea algunas veces cuan-
férreos y no férreos.
do no se dispone de una máquina que permita un incremento continuo
de la carga o el número de probetas que se pueden ensayar es limitado.
dero límite de fatiga. En estos casos es práctica corriente caracterizar Se toma como tensión inicial, aproximadamente el 70% del límite de
1

las propiedades de fatiga del material expresando la resistencia a la fatiga esperado. El ensayo se realiza durante un número de ciclos
fatiga para un número de ciclos convenido arbitrariamente, p. ej., 108• determinado, p. ej., 107, y si no se produce fractura se aumenta la ten-
No se conocen las razones por las que unos materiales tienen un lími- sión una cierta cantidad. A la nueva tensión se aplica el mismo número
te de fatiga y otros no, aunque más adelante, en este capítulo, discu- de ciclos y se continúa de esta manera hasta que se produce la rotura.
tiremos las hipótesis propuestas respecto a esta importante cuestión. Se toma como límite de fatiga de la probeta la media entre la tensión
El procedimiento usual para determinar una curva de Wohler con- a que se produjo la rotura y la más alta a que la probeta sobrevivió.
siste en ensayar la primera probeta a una tensión elevada, a la que es Los resultados obtenidos por este método escalonado y por el de Prot
de esperar que se rompa después de un corto número de ciclos, p. ej., no son concordantes con los obtenidos por ensayos a tensión cons-
una tensión aproximadamente igual a los dos tercios de la resistencia tante, ya que durante el ensayo a una tensión inferior al límite de
a la tracción estática del material. La tensión se va disminuyendo en fatiga se producen alteraciones del metal. Así, p. ej., ciertos metales
el ensayo de cada una de las probetas sucesivas hasta que una o dos
no rompen en el número especificado de ciclos, que suele ser de 107
t J. T.
RANSOM y R. F. MEHL: Trans. A/ME, vol. 185, págs. 364-65, 1949.
por lo menos. La tensión máxima a la que se consigue que una probeta 2 M. PROT: Rev. mét., vol. 34, pág. 440, 1937.
no rompa, después de un número indefinido de ciclos, se toma como 3 H. T. CORTEN, T. DIMOFF y T. J. DoLAN: Proc. ASTM, vol. 54, págs. 875-
límite de fatiga. Tratándose de materiales que no presentan límite de 902, 1954.
DIETER.-2]
12 ESTADISTICA DE LA FATIGA

aumentan su resistencia por acondicionamiento o adaptación a tensio- En la figura se ha representado una distribución de la duración en
nes inferiores a dicho límite de fatiga. Este tema se tratará con más fatiga a tensión constante y, basándose en ella, se han dibujado las
detalle en la sección 12-13. curvas de igual probabilidad de rotura. Así, p. ej., a una tensión a-i, el
1 % de las probetas es de esperar que rompan a N 1 ciclos, el 50 % a Ni,
12-4. Naturaleza estadística de la fatiga.-Se ha despertado un etcétera. La figura indica una dispersión decreciente de la duración
gran interés por el análisis estadístico de los datos de fatiga y por las en fatiga al aumentar la tensión, que es lo que normalmente se suele
razones de la variabilidad de los resultados de estos ensayos. En el encontrar. La función de distribución estadística que describe la du-
capítulo 16 se dará una descripción más completa de las técnicas esta- ración en fatiga a tensión constante no se conoce con precisión, pues
dísticas. Sin embargo, es de importancia tratar de familiarizarse, en el sería necesario ensayar más de 1000 probetas idénticas, bajo las mis-
capítulo presente, con el aspecto estadístico de la fatiga para que pue- mas condiciones, a una tensión constante. Müller-Stock 1 ensayó
200 probetas a una tensión única y encontró que la distribución de
frecuencia de N se ajustaba a la distribución normal o de Gauss, cuan-
do se empleaba la variable log N en lugar de N. Para las finalidades
técnicas es suficientemente exacto admitir la distribución logarítmica
normal de la duración en fatiga a tensión constante y en la región de
probabilidades de falla comprendidas entre P=0,01 y P=0,90. Sin
embargo, es muchas veces importante poder predecir la duración en
e
·o fatiga que se alcanzará con una probabilidad de falla del 1 % o aún
·¡¡¡ menor. En estos límites extremos de la distribución ya no puede jus-
e
2 tificarse el empleo de la hipótesis de una distribución normal de los
'
P=0,99
p = 0,90
P= 099
__ ...,_ _ ,__
,- logaritmos de la duración en fatiga, a pesar de que se suele hacer uso
P=0,10 '-.._ t __;p_ ___~= 0,50 de ella. Como métodos más adecuados para abordar este problema se
han utilizado las distribuciones de valores extremos 2 y de Weibull 3•
P=0,01
j P=O,O!
1
En la interpretación estadística del límite de fatiga hay que consi-
límite medio de fatiga
1 derar la distribución de las tensiones para una duración en fatiga cons-
1 tan te. El límite de fatiga del acero se consideró primeramente como
N1 N2 N0 un valor umbral por debajo del cual podría presumirse que todas las
número de ciclos (escala logarltmica) probetas tendrían duraciones infinitas. Hoy, sin embargo, se reconoce
que el límite de fatiga es realmente una cantidad estadística que re-
FIG. 12-4.-Representación de los datos de fatiga en forma probabilística. quiere técnicas especiales para su determinación precisa. Así, p. ej.,
en un acero forjado y tratado térmicamente, el intervalo de tensiones
dan valorarse debidamente los datos existentes. Puesto que la duración que puede incluir el límite de fatiga del 95 % de las probetas es muy
en fatiga y el límite de fatiga son cantidades estadísticas, es lógico fácil que sea de 28 a 36 Kg/mm 2• Un ejemplo de los errores que pue-
esperar grandes desviaciones con respecto a una curva media deter- den cometerse al emplear pocas probetas en el ensayo se encuentra en
minada con solo unas pocas probetas. Hay que pensar en la probabi- la figura 12-5. Esta figura resume 4 diez curvas de Wohler determina-
lidad de que una probeta alcance determinada duración a una tensión das por el procedimiento convencional usual para la misma barra de
dada, o en la probabilidad de falla a una tensión dada, próxima al límite acero aleado, habiéndose determinado cada curva con diez probetas.
de fatiga. Esfo requiere ensayar un número de probetas mucho más Las probetas eran lo más idénticas posible, y no se encontró excesiva
considerable que el que se empleaba en el pasado para poder hacer dispersión o incertidumbre para el trazado de las curvas. A pesar de
las estimaciones de los parámetros estadísticos 1• La representación de
los datos de fatiga debería ser tridimensional, estableciéndose una su-
perficie que relacionase la tensión, el número de ciclos y la probabili- 1 H. MuLLER-STOCK: Mitteilung Kohle- u. Eisenforsch. G. m. b. H., vol. 8.
págs. 83-107, 1938.
dad de falla. La figura 12-4 muestra la forma en que esta representación 2 A. M. FRENDENTHAL y E. J. GUMBEL: J. Am. Statist. Assoc., vol. 49, pá-
en tres dimensiones puede llevarse a un gráfico bidimensional. ginas 575-97, 1954.
3 W. WEIBULL: J. Appl. Mech., vol. 18, núm. 3, págs. 293-97, 1951.
1 Los parámetros estadísticos fundamentales que hay que considerar son la 4 J. T. RANSOM, discusión en ASTM Spec. Teclz. Publ. 121, págs.- 59-63,
media y la desviación típica (medida de la dispersión) de una población. 1952.
12
SEC. ASPECTOS ESTRUCTURALES DE LA FATIGA 325

ello, como puede verse en la figura, se observan diferencias considera- yar cada probeta a una determmada tensión, y si rompe, es porque la
bles en el límite de fatiga determinado para el acero por el hecho de tensión era algo mayor que su límite de fatiga. Como la probeta no se
que las curvas se basan en datos insuficientes. puede volver a ensayar, aunque no se hubiera roto a la tensión de
Para determinar el límite de fatiga de un material hay que aceptar ensayo, hay que encontrar la estimación estadística del límite de fatiga
que cada probeta tiene su propio límite de fatiga, una tensión a la que ensayando grupos de probetas a diversas tensiones para ver cuántas
rompen para una tensión determinada. Es por eso que en las proximi-
6 2 10 9 ! 7 5 3 8 4 dades del límite de fatiga lo único que sabemos es si "pasa o no pasa"
80 OOJ .----'--,-----+----------,-,---------,-------____,
y todo lo que cabe hacer es estimar el comportamiento de un universo
de probetas mediante una muestra adecuada. Los dos métodos estadís-
ticos que se emplean para la estimación estadística del límite de fatiga
son el llamado método de las probitas y el método de escalera. Los
procedimientos de aplicación de estos métodos de análisis a la deter-
minación del límite de fatiga se darán en el capítulo 16.

12-5. Aspectos estructurales de la fatiga.-Solo una pequeña


60 000
fracción de los esfuerzos dedicados a la investigación de la fatiga se
ha encaminado al estudio de los cambios estructurales fundamentales
·¡¡; que se producen en un metal cuando se le somete a tensiones cíclicas.
a.
e
La fatiga tiene ciertas cosas en común con el flujo plástico y la frac-
'O
'iñ
tura bajo deformación estática o monodireccional. El trabajo de Gough 1
e ha comprobado que un metal se deforma en condiciones cíclicas por
2 deslizamiento sobre los mismos planos atómicos y en las mismas di-
50000
recciones cristalográficas que cuando la deformación es monodireccio-
nal. Mientras el deslizamiento de la deformación monodireccional sue-
le extenderse a través de todos los granos, en la fatiga hay algunos
granos que muestran líneas de deslizamiento y otros en los que no
puede comprobarse el deslizamiento. Las líneas de deslizamiento sue-
len formarse durante los primeros millares de ciclos de carga. Los
ciclos sucesivos producen bandas de deslizamiento adicionales, pero
'----------! 5 el número de bandas no es directamente proporcional al número de
ciclos de tensión. En muchos metales el deslizamiento observable al-
:o'-! canza pronto un valor de saturación, que se manifiesta como regiones
10 5 10 6
número d12 ciclos distorsionadas de fuerte deslizamiento. En estas regiones de1 fuerte
deformación suelen originarse grietas que transcurren paralelas a lo que
FIG. 12-5.-Conjumo de curvas de Wohler, cada una determinada con 10 pro- inicialmente fueron bandas de deformación. Se han observado bandas
betas obtenidas de la misma barra de acero. (J. T. RANSOM: ASTM Spec. Teclz.
' Publ. 121, pág. 61, 1952.) de deslizamiento a tensiones inferiores al límite de fatiga en los mate-
riales férreos, por lo que la aparición de deslizamiento durante la fatiga
no puede considerarse por sí misma como indicio de que se formará
se romperá, pero por debajo de la cual no fallará, y qi:e. esta tensión una grieta.
crítica varía de una probeta a otra por razon~s poco defm1das. Se, sa?e El estudio de la formación de grietas en la fatiga se puede facilitar
que las inclusiones del acero tienen un efecto 1mportant~ sobre el hm1~e interrumpiendo el ensayo y eliminando por pulido electrolítico la su-
de fatiga y su variabilidad, pero aun los aceros fabricados en ~a~10 perficie deformada. Se encontrará generalmente que unas bandas de
muestran todavía una dispersión apreciable. El problema estad1st1co deslizamiento son más persistentes que otras y que continúan siendo
de la determinación precisa del límite de fatiga se complica por el visibles cuando las demás líneas de deslizamiento han sido eliminadas
hecho de que no se puede medir el valor individual del límite de fa-
tiga de cada una de las probetas. Lo único que se puede hacer es ensa-
1 H. J. GoUGH: Proc. ASTM, vol. 33, 2.ª parte, págs. 3-114, 1933.
326 FATIGA DE LOS METALES 12 SEC. FATIGA

por el pulido. Tales bandas de deslizamiento se han observado sola- sayadas en la región de tensiones grandes se disipa la energía almace-
mente después de transcurrido aproximadamente el 5% de la duración nada dentro de un intervalo estrecho de temperaturas de recocido. Esto
de la probeta 1• Estas bandas persistentes son grietas en embrión, pues- significa que la energía se libera a la vez por restauración y recrista-
to que se abren en grietas anchas cuando se aplican pequeñas defor- lización, como justamente podría esperarse de un metal deformado
maciones de tracción. Las grietas de fatiga, una vez formadas, tienden plásticamente en tracción. Cuando se fatiga el cobre en la región de
a propagarse a lo largo de los planos de deslizamiento, aunque más tensiones pequeñas, la energía se disipa en un amplio intervalo de
tarde pueden tomar direcciones normales a la tensión de tracción má- temperaturas, como ocurriría si solo se produce restauración 1•
xima aplicada. La propagación de las grietas de fatiga suele ser trans- Un estudio de la estructura de dislocaciones en películas delgadas
granular. de aluminio 2 ha mostrado que, para las tensiones de fatiga grandes,
Un aspecto estructural importante, que parece ser único de la se forman redes de dislocaciones análogas a las formadas en la carga
deformación en fatiga, es la formación en la superficie de entrantes y monodireccional. Para tensiones de fatiga pequeñas el metal contiene
salientes que se llaman extrusiones e intrusiones de bandas de desliza- una elevada densidad de bucles de dislocación parecidos a los encon-
rniento 2 • El examen metalográfico muy cuidadoso de secciones oblicuas .trados en probetas templadas. Esto es una buena indicación de que se
a través de la superficie ha mostrado que las grietas de fatiga se inician forman muchos defectos de punto durante la fatiga.
en las extrusiones y en las intrusiones 3• Por tanto, estos accidentes Hay otra serie de indicaciones de que la deformación cíclica pro-
estructurales son el origen de las bandas persistentes de deslizamiento, duce una mayor concentración de vacantes que el trabajo en frío por
o fisuras, que se han descrito en el párrafo anterior. El estudio de las deformación monodireccional. La diferencia en la disipación de la ener-
intrusiones y extrusiones de bandas de deslizamiento es demasiado gía almacenada entre el cobre fatigado y el trabajado en frío está de
reciente para que puedan conocerse todos los factores que afectan a acuerdo con lo que podría esperarse de una elevada concentración de
su formación. Sin embargo, parece que se producen en huellas blandas defectos de punto. El hecho de que el cobre deformado en frío se
del cristal, y esto sugiere que para su formación sea necesario el des- ablande por fatiga posterior 3 puede explicarse como resultado de la
lizamiento cruzado. Esta hipótesis está sostenida por el hecho de que generación de defectos de punto, que permite una recuperación parcial
es difícil que se produzcan fallas por fatiga en los cristales iónicos, que del metal por trepado de las dislocaciones fuera de su plano de desli-
no sufren fácilmente el deslizamiento cruzado, y también porque no es zamiento. Las aleaciones de aluminio endurecidas por precipitación
posible producir roturas de fatiga en cristales de cinc orientados de pueden sobrenvejecerse por deformación de fatiga a la temperatura
manera que se deformen solamente por deslizamiento fácil. ambiente. Esto sugiere que las vacantes producidas por la fatiga están
Al considerar las variaciones estructurales producidas por la fa- disponibles para facilitar la difusión exigida por el proceso de so-
tiga, es conveniente distinguir entre ensayos realizados a tensión o brenvej ecimien to 4• Además, la resistencia a la fatiga aumenta notable-
amplitud de tensión grande, en los que las probetas rompen a menos mente desde los 20º a los 190 ºC, temperatura esta última a la que
de aproximadamente 105 ciclos, y ensayos a tensiones pequeñas, en los es despreciable el movimiento de las vacantes. Sin embargo, el hecho
que las probetas duran más de 106 ciclos. Diversos aspectos estruc- de que se puedan producir fracturas de fatiga a temperaturas tan bajas
turales originados en la región de tensiones grandes de las curvas de como 4 ºK, indica claramente que un proceso activado por la tempera-
Wohler presentan mucha semejanza a los producidos en la deforma- tura, tal como la difusión de vacantes, no es esencial para las fallas por
ción monodireccional. Un metal recocido experimenta generalmente un fatiga 5•
moderado endurecimiento por deformación al aumentar el número de El· proceso de formación de las grietas de fatiga se divide general-
ciclos en esta región. Se forman gruesas bandas de deslizamiento y mente en tres etapas 6• La primera solo se produce en los metales cuando
aparece un asterismo notable en los diagramas de difracción de rayos X. el nivel de tensiones aplicadas es inferior al límite elástico estático
Sin embargo, en la región de tensiones pequeñas son muy finas las líneas
de deslizamiento y resultan difíciles de distinguir por las técnicas me- 1 L. M. CLAREBROUGH, M. E. HARGREAVES, G. w. WEST y A. K. HEAD: Proc.
talográficas ordinarias. No se observa endurecimiento por deformación Roy. Soc. (Londres), vol. 242A, págs. 160-66, 1957.
2 R. L. SEGALL y ;E>. G. PARTRIDGE: Phil. Mag., vol. 4, págs. 912-19, 1959.
ni distorsión en los diagramas de rayos X. En probetas de cobre en- 3 N. H. POLAKOWSKI y A. PALCHOUDHURI: Proc. ASTM, vol. 54, pág. 701,
1954.
1 G. C. SMITH: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 242A, págs. 189-96, 1957. 4 T. BROOM, J. H. MOLINEUX y v. N. WHITTAKER: J. Inst. Metals, vol. 84,
2 P. J. E. FoRSYTH y C. A. STUBBINGTON: J. lnst. Metals, vol. 83, pág. 395. págs. 357-63, 1955-56.
1955-56. 5 R. D. McCAMMON y H. M. RosENBERG: Proc. Roy. Soc. (Londres), volu-
3 W. A. WooD: "Algunos estudios básicos sobre la fatiga de los metales", men 242A, pág. 203, 1957.
en .Fracture, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1959. 6 A. K. HEAD: J. Mech. and Phys. Solids, vol. l, págs. 134-41, 1953.
328 FATIGA DE LOS METALES 12 SEC. 12-6] TEORIAS SOBRE LA FATIGA

inicial. Se produce deformación masiva generalizada hasta que el metal tensión constante, las regiones plásticas experimentarían un aumento
endurece lo suficiente para resistir la tensión aplicada. Según sea la de tensión y una disminución de la deformación, como consecuencia
tensión, esta primera etapa dura hasta los 103 o 104 ciclos. La segunda del progresivo endurecimiento por deformación localizado. Mostró,
etapa abarca la mayor parte de la duración en fatiga de la probeta. Se además, que la deformación plástica total (suma de deformaciones po-
extiende desde el momento del endurecimiento por deformación ge- sitivas y negativas) converge hacia un valor finito cuando el número
neralizado hasta el de formación de una grieta visible de fatiga. Du- de ciclos crece indefinidamente. Este valor límite de la deformación
rante esta etapa se inicia la grieta de fatiga. La tercera etapa es la de plástica total aumenta con el incremento de la tensión aplicada a la
propagación de la grieta hasta alcanzar un tamaño suficientemente probeta. La existencia de un límite de fatiga se basa 1en el hecho de
grande para provocar la rotura. que, por debajo de una tensión determinada, la deformación plástica
Hay muchas pruebas de que una grieta de fatiga se forma antes de total no puede alcanzar el valor crítico necesario para la fractura. Sin
que haya transcurrido aproximadamente el 10% de la duración en embargo, si la tensión es tan grande que la defonnación plástica total
fatiga, aunque la grieta no es fácil de detectar, salvo por pulidos elec- excede del valor crítico, se forma una grieta. La grieta crea una con-
trolíticos repetidos, hasta muchos ciclos más tarde. La prueba principal centración de tensiones y esta forma una nueva región plástica locali-
de este hecho L 2 es que el recocido después de solo una fracción de zada en la que se repite el proceso. El proceso se repite hasta que la
la duración en fatiga esperada no produce un incremento significativo grieta se hace lo suficientemente grande para que se produzca la ro-
de dicha duración. Se ha llegado a la conclusión de que el deterioro tura al alcanzarse la máxima tensión de tracción del ciclo. Esta teoría,
producido por tan pequeño número de ciclos debe tener la naturaleza en esencia, supone que el endurecimiento por deformación localizado
de una grieta. consume la plasticidad del metal y se produce la rotura.
Concepto de Wood sobre la fatiga.-W. A. Wood 1, que ha contri-
12-6. Teorías sobre la fatiga.-Es, qmza, mnecesario decir que buido de forma decisiva a la comprensión de los fenómenos de fatiga,
no se ha propuesto ningún mecanismo o teoría que explique adecua- ha desarrollado un concepto de la fractura por fatiga que no requiere
damente los fenómenos de fatiga. Una de las razones es que parece poco la aparición del endurecimiento por deformación localizado para que
probable que nuestro conocimiento de las variaciones estructurales se produzca deformación por fatiga. Ha interpretado sus observaciones
producidas por la fatiga sea completo. Muchas de las teorías propues- microscópicas del deslizamiento producido por fatiga como indicativas
tas son más bien cualitativas y se aceptan simplemente por el hecho de que las bandas de deslizamiento son el resultado de una sistemática
de que el análisis conduce a relaciones tensión-lag N análogas a las acumulación de movimientos de deslizamiento fino correspondientes
observadas curvas de Wohler. Ello, sin embargo, no es un criterio de a desplazamientos de 10- 7 cm, en vez de los pasos de 10- 5 a 10- 4 cm
aceptación satisfactorio, porque son muchos los mecanismos supuestos que se observan en las bandas de deslizamiento estático. Se cree que
que pueden conducir a la predicción de la forma general de las curvas tal mecanismo permite la acomodación de deformaciones totales gran-
de fatiga. des (suma de la microdeformación en cada ciclo) sin que produzca
Teoría de Orowan.-La teoría de la fatiga propuesta por Orowan 3 apreciable endurecimiento por deformación. La figura 12-6 ilustra el
es una de las primeras que tuvieron aceptación general para explicar concepto de Wood referente a cómo la deformación continuada por
los fenómenos de fatiga. Esta teoría predice la forma general de las deslizamiento fino puede conducir a una grieta de fatiga. La figura
curvas de Wohler, pero no se basa en ningún mecanismo específico de muestra esquemáticamente la estructura fina de una banda de desliza-
deformación, sino en el concepto general de que la deformación por miento a los aumentos alcanzables con el microscopio electrónico. El
fatiga es heterogénea. Se considera que el metal contiene pequeñas deslizamiento producido en la deformación estática debe producir un
regiones débiles, que pueden ser áreas orientadas favorablemente para perfil de la superficie del metal como el de la figura 12-6 a. En cambio,
el deslizamiento o zonas de elevada concentración de tensiones debida los movimientos de vaivén del deslizamiento fino de fatiga pueden ori-
a entallas metalúrgicas, tales como las inclusiones. Se supuso que estas ginar entallas (Fig. 12-6 b) o salientes (Fig. 12-6 e) en la superficie. La
pequeñas regiones podían tratarse como zonas plásticas en una matriz entalla podría actuar como un concentrador de tensiones con un radio
elástica. Orowan demostró que para ciclos repetidos de amplitud de en el fondo de dimensiones atómicas. Tal situación favorecería la ini-
ciación de una grieta. Este mecanismo explicaría por qué las grietas
1 G. M. SINCLAIR y T. J. DoLAN: Proc. First Natl. Congr. Appl. Meclz ..
de fatiga se inician sobre superficies y en las intrusiones y extrusiones
1951, págs. 647-51. de bandas de deslizamiento.
2 N. THOMPSON, N. WADSWORTH y N. LOUAT: Phil. Mag., vol. l, págs. 113-26.
1956.
_3 E. ÜROWAN: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 171A, págs. 79-106, 1939. I W. A. Woon: Bull. lnst. Metals, vol. 3, págs. 5-6, septiembre, 1955.
12 CONCENTRACIONES DE TENSIONES EN FATIGA 331

Modelos de dislocaciones para la fatiga.-El conocimiento creciente ron que el límite de fatiga representa la tensión a la que existe una
del papel desempeñado por sutiles variaciones de la topografía de la compensación entre el deterioro por fatiga y el endurecimiento por
superficie en la iniciación de las grietas de fatiga ha conducido a varios envejecimiento localizado. La correlación es bastante buena entre los
modelos de dislocaciones para la generación de las intrusiones y ex- materiales que presentan a la vez límite de fatiga y endurecimiento por
trusiones de las bandas de deslizamiento. Cottrell y Hull 1 han pro- deformación. Son buenos ejemplos los aceros suaves, el titanio, el mo-
puesto un modelo que implica la interacción de dislocaciones de cuña libdeno y la aleación de aluminio con 7% de magnesio 1• Los aceros
en dos sistemas de deslizamiento, mientras Mott 2 sugiere otro en el tratados térmicamente muestran un límite de fatiga definido, pero por
que interviene el deslizamiento cruzado de dislocaciones helicoidales. ·lo general no representan envejecimiento por deformación en el ensayo
Los experimentos de fatiga en cristales iónicos 3 confirman el modelo de tracción. Siµ embargo, basta un envejecimiento por deformación muy
de Mott y rechazan el de Cottrell. localizado para afectar a las propiedades de fatiga, y es muy posible
que el ensayo de fatiga sea más sensible que el de tracción al enveje-
cimiento por deformación.

12-7. Ef eclo de las concentraciones de tensiones en la fatiga.


La resistencia a la fatiga disminuye de manera muy importante por la
introducción de un concentrador de tensiones, tal como una entalla o
un agujero. Como las piezas reales de las máquinas tienen invariable-
mente accidentes que concentran las tensiones, tales como filetes, cha-
a) b) e) veteros, roscas y taladros, no es de sorprender que las grietas de fatiga
se inicien generalmente en esas irregularidades geométricas. Una de las
FrG. 12-6.-Conceptos de W. A. Wood sobre la microdeformación que con-
duce a la formación de grietas de fatiga. a) Deformación estática; b) defor- mejores maneras de combatir las roturas por fatiga es la reducción al
mación de fatiga que conduce a la formación de una entalla superficial {intru- mínimo posible de los concentradores de tensiones mediante un cui-
sión del material); c) deformación por fatiga que conduce a la extrusión de dadoso diseño 2 y evitar la aparición incidental de los mismos mediante
una banda de deslizamiento. una mecanización y fabricación muy cuidadosas. Aunque en esta sec-
ción nos ocuparemós principalmente de las concentraciones de tensio-
Teoría del lírnite de fatiga.-Una de las cuestiones más enigmáticas nes resultantes de discontinuidades geométricas, se pueden producir
de la fatiga es la existencia en algunos metales de un límite de fatiga. también tales concentraciones por la rugosidad de la superficie o la
U na posible explicación de este hecho es la dada por Rally y Sinclair 4, presencia de singularidades metalúrgicas, tales como la porosidad, las
que observaron que los metales que sufren envejecimiento por defor- inclusiones, el sobrecalentamiento local en el rectificado y la decarbura-
mación tienen una curva de Wohler con un punto anguloso nítido y un ción. Estos factores se considerarán en otras secciones de este capítulo.
límite de fatiga bien definido. Sus ensayos con aceros suaves compro- El efecto de las concentraciones de tensiones en la fatiga se estudia
baron que al disminuir el contenido de carbono y de nitrógeno y, por generalmente ensayando probetas entalladas, casi siempre con entallas
tanto, la tendencia al envejecimiento por deformación, se suavizaba la en. V o circulares. Se ha señalado en el capítulo 7 que la presencia
curva de Wohler y el punto anguloso aparecía para un número de ci- de una entalla en una probeta sometida a carga uniaxial produce tres
clos más alto que si los contenidos de carbono fueran mayores. Resul- efectos: 1) un incremento o concentración de tensión en el fondo de
tados parecidos fueron obtenidos por Lipsitt y Horne 5• Estos sugirie- la entalla;· 2) un gradiente de tensión desde el fondo de la entalla hasta
el centro de la probeta, y 3) un estado triaxial de tensiones.
1 A. H. CoTTRELL y D. HULL: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 242A, pági-
La relación de la tensión máxima a la tensión nominal es el factor
nas 211-13, 1957.
2 N. F. MoTT: Acta Met., vol. 6, págs. 195-97, 1958; véase también teórico de concentración de tensiones K1. Como se discutió en la sec-
A. J. KENNEDY: Phil. Mag., ser. 8, vol. 6, págs. 49-53, 1961. ción 2-13, los valores de K 1 se calculan con ayuda de la teoría de la
3 A. J. McEvrLY, Jr., y E. S. MACHLIN: "Critica! Experiments on the Nature
elasticidad, para formas geométricas sencillas, y se pueden determinar
of Fatigue in Crystalline Materials", en Fracture, John Wiley & Sons, Inc., para otras más complicadas mediante mediciones fotoelásticas. La ma-
Nueva York, 1959.
4 F. C. RALLY y G. M. SrNCLAIR: "Influence of Strain Aging on the Shape yoría de los datos disponibles sobre factores de concentración de ten-
of the S-N Diagram'', Departamento de Mecánica Teórica y Aplicada de la
Universidad de Illinois, Urbana, Ill., 1955; véase también J. C. LEVY y l BROOM, MOLINEUX y WHITTAKER, op. cit.
S. L. KANITKAR: J. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 197, págs. 296-300. 1961. 2 Para ejemplos de buenos diseños, véase J. S. CASWELL: Prnd. Eng., ene-
5 H. A LIPSITT y G. T. HoRNE: Proc. ASTM, vol. 57, págs. 587-600. 1957. ro, 1947, págs. 118-19.
CONCENTRACIONES DE TENSIONES EN LA FATIGA 333
332 FATIGA DE LOS METALES 12
en donde:
siones han sido recopilados por Peterson 1• A veces es conveniente
incluir el efecto del estado biaxial de tensiones del fondo de la entalla q índice de sensibilidad a la entalla,
en el valor del factor de concentraciones de tensiones. Para ello expre- Kt=factor de entalla en fatiga,
semos el criterio de la energía de distorsión para la fluencia bajo ten-
Kr factor teórico de concentración de tensiones= a- rnáx/ a- nonu
siones biaxiales en la forma
Kr' =factor teórico que combina K1 y el factor de tensiones bi-
[ 12-5 J axiales.
siendo C = a-3/ 0-1 y 0-2 =O. Si se dividen ambos miembros de la ecua- La Ec. [12-7] se eligió de tal manera que un material que no experi-
ción [12-5] por la tensión nominal se obtiene la expresión menta reducción de la resistencia a la fatiga por la presencia de en-
K,=Kr(l -C + c2) i12 [12-6) tallas tenga el valor q=O, mientras que otro en el que la entalla ejerce
completamente su efecto teórico tenga el valor q l. Sin embargo, q no
siendo Kr' el factor de concentración de tensiones que incluye esta
concentración y las tensiones combinadas.
El efecto de las entallas en la resistencia a la fatiga se determina
comparando las curvas de Wohler de probetas entalladas y sin entallar.
Los da.tos para las probetas entalladas suelen representarse en térmi-
nos de la tensión nominal, obtenida a partir de la sección neta de la
probeta. La eficacia de las entallas en la disminución del iímite de
fatiga se expresa mediante el factor de reducción de resistencia a la
fatiga o factor de fatiga con entalla, K 1• Este factor es, sencillamente.
la relación del límite de fatiga de las probetas sin entallas al mismo
valor de las probetas entalladas. Cuando los materiales no tienen un
f_----
límite de fatiga se emplean las resistencias a la fatioa para un número
convenido de ciclos. Se ha encontrado que los valores de K¡ varían
con : 1) la severidad de la en talla, 2) el tipo de en talla, 3) el material, FrG. 12-7.-Distribución de tensiones en una entalla. en flexión.
4) el tipo de carga y 5) el nivel de tensión. Los valores publicados
de K¡ presentan una dispersión considerable y deben examinarse cui-
dadosamente con relación a sus limitaciones y restricciones. Sin em- es una verdadera constante del material porque varía con la severidad
bargo, cuando los ensayos se han realizado en condiciones de inversión y tipo de entalla, el tamaño de la probeta y el tipo de carga. La sensi-
completa de la carga, se observan usualmente dos tendencias. En primer bilidad a la entalla aumenta con las dimensiones de la sección y con
lugar, K¡ suele ser menor que Kr y, en segundo, la relación KtfKr dis- la resistencia a la tracción. Por esta razón, puede ocurrir que al aumen-
minuye cuando aumenta Kr. Se deduce, por tanto, que las entallas muy tar la dureza o la resistencia a la tracción de una pieza se perjudique
agudas (Kr grande) producen menos efecto en la resistencia a la fa- su comportamiento en la fatiga, como consecuencia del aumento del
tiga que lo que podría esperarse de su elevado valor de Kr. Esto con- valor de q.
cuerda con el hecho de que pueden existir grietas de fatiga sin que se El gradiente de tensiones, o pendiente de la curva de distribución
propaguen durante millones de ciclos 2• Sin embargo, esto no quiere de tensión en la proximidad del fondo de la entalla, tiene un efecto
decir que se puedan tolerar entallas agudas o grietas en una estructura. de importancia en la sensibilidad a la entalla. La figura 12-7 muestra
La sensibilidad a la entalla de un material en fatiga se expresa nor- la distribución de tensiones en una barra entallada sometida a flexión.
malmente por el índice de sensibilidad a la entalla q: La tensión máxima producida por la entalla es a-rnáx y la tensión no-
minal, despreciando la entalla, es a-w El límite de fatiga sin entalla del
K¡-1 material es a-e. Se alcanza esta tensión a una profundidad 8 por debajo
q o bien, [12-7] del fondo de la entalla. El gradiente de tensión puede expresarse por

0-máx - O-e
1 R. E. PETERSON: "Stress-concentration Design Factors"º John Wiley &
Sons, Inc., Nueva York, 1953.
2 N. E. FROST: Engineer, vol. 200, págs. 464, 501, 1955.
FATIGA DE LOS SEC. EFECTO DEL TAMAÑO

Esta expresión se puede escribir en función del radio r de la entalla mensiones de la sección, de la misma manera que lo hace el radio de
la entalla, q aumentará con el diámetro de la probeta. Además, hay
un efecto medible del tamaño de grano sobre el índice q. El tamaño
de grano fino produce valores mayores de q que el tamaño basto.
Se han hecho varias hipótesis para explicar la variación de la sen-
Combinando estas dos expresiones y suponiendo que se produce la sibilidad a la entalla con el radio de la entalla, las dimensiones de la
sección y el tamaño de grano. Una de estas hipótesis supone que la
falla está determinada por el volumen del material sometido a unas
t:1" tensiones cuyo límite es solo ligeramente inferior, p. ej., un 5%, a la
_g 0,8LA--~~:t=L--=L__,,,,~::=J:===±===r==:J tensión máxima~ Esto implica un argumento estadístico de que la pro-
e; babilidad de encontrar una grieta o núcleo de grieta de tamaño crítico
e aumenta con el volumen de material sometido a tensiones muy ele-
.g ~ 0,6
~ ~ acero templado y revenido vadas. Según otro punto de vista, el factor decisivo sería el gradiente
.52 acero recocido y normalizado
Ej de tensión a través de un grano. Para un tamaño de grano fino, el
ó ·
O, 4 H--->,__,._+----+-~- aleación de aluminio --.----.---+--·-~
gradiente de tensión es bajo y el valor de q grande. Entallas geométri-
:.o
·¿¡¡ .0,21-1-1--+----+---+---+--+----+---+---+---"---l
camente semejantes no producirán el mismo gradiente de tensión a
e través de los granos, suponiendo el mismo tamaño de grano en pro-
~
Vl betas de distinto tamaño. La probeta de mayor diámetro tendrá un
º~-~-~-~-----"~-----~-~-~~~----' gradiente menor de tensión a través de un grano.
o 0,02 0,04 0,06 0,08 0,10 0,12 0,14 0,16 0.18 0,20
y, pulg
12-8. Efecto del tamaño.-Un problema práctico importante es
FIG. 12-8.-Variación del índice de sensibilidad a la entalla con el radio de la predicción del comportamiento en fatiga de miembros grandes de
la misma, para materiales de diferente resistencia a la tracción. (R. E. PETER-
SON, en G. SINES y J. L. WAISMAN (eds.): Metal Fatigue, pág. 301, McGraw- máquinas a partir de los resultados obtenidos en los ensayos de labo-
Hill Book, Inc., Nueva York, 1959.) ratorio con probetas pequeñas. La experiencia ha demostrado que en
la mayoría de los casos existe un efecto de tamaño; es decir, la resis-
falla cuando la tensión <Te a la profundidad o es igual a la resistencia a tencia a la fatiga de miembros grandes es más baja que la de probetas
la fatiga K 1a-m se obtiene pequeñas. El estudio exacto de este efecto resulta complicado por va-
rias razones. Es muy difícil, si no imposible, preparar probetas geomé-
K¡=K 1 ( l - -Cif>)
r- [12-8] tricamente semejantes, de diámetro creciente, que tengan la misma
estructura metalúrgica y la misma distribución de tensiones residuales
a través de toda la sección transversal. El problema de ensayar en
Son valores típicos 1 para C1 los de 2,5 en la flexión y carga axial, y
fatiga probetas de gran tamaño presenta dificultades grandes, y existen
1,2 en la torsión. Si se sustituye la Ec. [12-8] en la [12-7] y también
pocas máquinas de fatiga que puedan acomodar probetas que tengan
K 1 por K 1• se llega a una relación entre q y el radio de la entalla 2 :
un intervalo amplio de secciones transversales.
a Al cambiar el tamaño de la probeta de fatiga resultan afectados dos
q=l-- [ 12-9] factores. Primero, al aumentar el diámetro aumentan el volumen y el
r
área superficial de la probeta. La variación del área superficial es de
importancia, puesto que generalmente las grietas de fatiga se inician
en la que a= C 18 U<ii (K 1• 1)]. La figura 12-8 muestra valores típicos
en la superficie. En segundo lugar, en las probetas lisas o entalladas,
del índice de sensibilidad a la entalla, representados en función del
cargadas a flexión o torsión, decrece el gradiente de tensiones a través
radio de la entalla. Nótese el efecto de la resistencia del material (véa-
del diámetro y aumenta el volumen de material sometido a tensiones
se Prob. 12-1). Puesto que el gradiente de tensión varía con las di-
altas a medida que crece el diámetro.
Los datos experimentales del efecto de tamaño en fatiga son con-
1 M. M. LEVEN: Proc. Soc. Exptl. Stress Anal., vol. 13, núm. 1, pág. 207,
tradictorios y no muy completos. En los ensayos de flexión y torsión
1955.
2 R. E. PETERSON: Notch-sensitivity, en G. SINES y J. L. WAISMAN (eds.), alternas, algunos investigadores no encuentran modificaciones en el lími-
"Metal Fatigue", McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1959. te de fatiga al variar el diámetro, mientras que corrientemente se ob-
336 SEC.

serva un decrecimiento del límite de fatiga al aumentar el diámetro. Hay una extensa comprobación experimental de que las propiedades de
En el caso del acero suave, la disminución en flexión del límite de fatiga son muy sensibles a la condición de la superficie. Los factores
fatiga no excede de un 10%, aproximadamente, al variar el diámetro que afectan a la superficie de una probeta de fatiga se pueden dividir
de la probeta de 0,1 a 2 pulg (2,5 a 50 mm). Los datos de Horger 1, groseramente en tres categorías: 1) rugosidad de la superficie o con-
para árboles de acero ensayados en flexión alterna .(tabla 12-1), mues- centradores de tensiones en la superficie; 2) variaciones en la resis-
tran que el límite de fatiga puede disminuir mucho en tamaños de gran tencia a la fatiga del metal de la superficie, y 3) variaciones en el
sección. estado de tensiones residuales de la superficie. Además, la superficie
TABLA 12-1 está sujeta a corrosión y oxidación. .
Rugosidad de la superficie.-Desde que se iniciaron las investiga-
Límite de fatiga en flexión alterna de acero al carbono ciones sobre la fatiga, se reconoció que los diferentes acabados de la
normalizado superficie, obtenidos por los distintos procedimientos de mecanizado,
Diámetro de la probeta, pulg Límite de fatiga, psi pueden afectar apreciablemente al comportamiento en fatiga. Las pro-
betas pulidas lisas, en las que las rayas finas (concentradores de ten-
0,30 (7,5 mm) 36 000 (25,2 Kg/mm2) siones) se orientan paralelamente a la dirección de la tensión de trac-
1,50 (38,l mm) 29 000 (20,3 Kg/mm2)
6,00 ( 152,4 mm) 21 000 (14,7 Kg/mm2)
ción principal, dan los valores más elevados en los ensayos de fatiga.
Tales probetas cuidadosamente pulidas se emplean usualmente en los
No se ha observado 2 ningún efecto de tamaño en probetas lisas de ensayos de fatiga de laboratorio ("par bars"). La tabla 12-2 indica cómo
aceros ordinarios al carbono con diámetros variables de 0,2 a 1,4 pulg la vida en fatiga de probetas en cantilever varía con el tipo de prepa-
(5 a 35 mm). Sin embargo, cuando se introduce una entalla en la pro- ración de la superficie. Siebel y Gaier 1 han publicado datos extensos
beta, con lo que se origina un gradiente de tensiones, se observa un sobre este tema.
efecto de tamaño definido. Estos importantes experimentos fundamen- TABLA 12-2
tan la idea de que el eíecto de tamaño en fatiga es debido a la exis- Duración en fatiga de probetas de acero SAE 3130 (acero al Cr-Nl)
tencia de un gradiente de tensión. El hecho de que las probetas gran- ensayadas con inversión completa de tensión a 95 000 psi
des, en las que la zona de gradiente de tensión es delgada, tengan un (66,5 Kg/mm 2) *
límite de fatiga más bajo, está de acuerdo con la idea de que para que
se produzca fallo es necesario que la tensión exceda a un valor crítico Rugosidad superficial en Duración media en
Clase de acabado 1 J

sobre una profundidad límite del material. Esta forma de pensar parece ¡ micropulgadas ¡ fatiga, ciclos
más realista que el atribuir el efecto de tamaño simplemente a varia-
ción de la relación entre el área superficial y el diámetro de la probeta. Torneadas ................ .. ... ¡ 1
105
1
1 24 000
La importancia de los gradientes de tensión en los efectos de tamaño Pulida parcialmente a mano .. . ... ¡ 6 ' 91 000
ayudan a explicar por qué es frecuentemente muy mala la correlación Pulida a mano . .. . .. .. . .. . i 5 137 000
entre los ensayos de fatiga en el laboratorio y los fallos en el servicio.
Los fallos reales en piezas grandes suelen ser directamente atribuibles
Rectificada . .. .. . .. . . ..
Rectificada y pulida :::1 ~ 217 000
234 000
Superacabado . .. .. . .. . . .. ... ¡ 7 212 000
a concentraciones de tensiones, de existencia intencionada o accidental,
y resulta casi siempre imposible conseguir esta misma concentración y * P. G. FLUCK: Proc. ASTM, vol. 51, págs. 584-92, 1951.
el mismo gradiente de tensiones en las probetas de laboratorio de ta-
maño pequeño. Cambios en las propi'edades superficiales.-Puesto que el fallo por
fatiga es tan sensible a la condición de la superficie, no hay nada que
12=9. Efectos de superficie en la fatiga.-Todas las fracturas de pueda alterar más las propiedades de fatiga que las variaciones en la
fatiga se inician prácticamente en la superficie. En muchos tipos co- resistencia a la fatiga del material de la superficie. La decarburación
munes de carga, como la flexión y la torsión, la tensión máxima se de la superficie del acero tratado térmicamente es muy perjudicial para
produce en la superficie, por lo que es lógico que el fallo se inicie allí. el comportamiento en fatiga. De la misma manera, la resistencia a la
1 O. J. HoRGER: Fatigue Characteristics of Large Sections, en "Fatigue", fatiga de la chapa de una aleación de aluminio disminuye cuando se
American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1953.
2 C. E. PHILLIPS y R. B. HEYWOOD: Proc. lnst. Mech. Engrs. (Londres). 1 E. SIEBEL y M. GAIER: VD! Zt., vol. 98, págs. 1715-723, 1956; extracto
vol. 165, págs. 113-24, 1951. en Engineer's Digest, vol. 18, págs. 109-12, 1957.
DIETER.-22
DE LOS METALES 12 SEC. EFECTOS DE SUPERFICIE EN LA FATIGA

aplica un recubrimiento de aluminio blando a la chapa de aleación formación plástica. Cuando se deje de aplicar la fuerza externa, las
más resistente endurecible por envejecimiento. Pueden obtenerse me- regiones adyacentes a las que se deformaron plásticamente no podrán
joras notables en las propiedades de fatiga formando superficies más recuperarse completamente de la deformación elástica. Resulta así que
duras y resistentes en el acero por cementación y nitruración 1• Sin para que se establezca el equilibrio de tensiones sobre la sección trans-
embargo, como en estos procesos se engendran tensiones de compre- versal de la probeta, las regiones deformadas elásticamente quedan so-
sión favorables en tales superficies, no se debe atribuir toda la mejora metidas a tensiones residuales de tracción, y las regiones deformadas
en el comportamiento a la fatiga solo a la mayor dureza y resistencia plásticamente, a tensiones residuales de compresión. En general, para
de esas capas superficiales. La eficacia de la cementación y la nitru-
ración en la mejora del comportamiento en la fatiga, es mayor cuando
existen grandes gradientes de tensión, como en la flexión y torsión,
que en los ensayos axiales de fatiga. El mayor porcentaje de aumento
. en los valores de fatiga se encuentra cuando se nitruran probetas de
fatiga entalladas. El valor del fortalecimiento depende del diámetro de
la pieza y de la profundidad del endurecimiento superficial. Mejoras
en fatiga, similares a las conseguidas por cementación y nitruración,
se logran por los tratamientos de temple superficial a la llama o por (a)
inducción. Es una característica general de la fatiga en piezas de su-
perficie endurecida, la iniciación del fallo en la intercara entre la capa
dura y el núcleo blando con preferencia a la superficie externa.
El electroplaqueado de la superficie suele acarrear la disminución -------+-+- --- - - - · -
del límite de fatiga del acero. El cromado es difícil de realizar sin per-
juicio para las propiedades de fatiga, mientras que un cadmiado blando
se cree que apenas afecta a la resistencia a la fatiga. Las condiciones
particulares empleadas en la obtención del recubrimiento pueden tener
un efecto apreciable en las propiedades de fatiga, puesto que producen
a veces grandes variaciones en las tensiones residuales, adherencia, po-
rosidad y dureza del plaqueado 2•
Tensiones residuales superficiales.-La formación de un sistema fa-
vorable de tensiones residuales de compresión es, seguramente, el mé-
todo más eficaz para mejorar el comportamiento en la fatiga. El tema
de las tensiones residuales se tratará más detalladamente en el capítu-
lo 15. Sin embargo, para la discusión presente, son tensiones internas
que se presentan en una pieza no sometida a una fuerza externa. Solo (e)
consideraremos aquí las macrotensiones, que son las que actúan sobre
FIG. 12-9.-Superposición de tensiones aplicadas y residuales.
regiones grandes comparadas con el tamaño de grano. Se pueden medir
por métodos de rayos X o registrando los cambios en dimensiones que cualquier situación en que una parte de la sección transversal se de-
se producen cuando se separa una capa muy delgada de la superficie. forma plásticamente y el resto solo elásticamente, la región que la
Las tensiones residuales se originan cuando la deformación plástica es deformó plásticamente a tracción queda sometida a tensiones residua-
homogénea a través de la sección de la pieza deformada. Consideremos les de compresión después de la descarga, mientras que la que se defor-
una probeta de un metal en la que la superficie se ha deformado en mó plásticamente en compresión quedará bajo tensiones residuales de
tracción por flexión, de manera que una parte de ella _ha sufrido de- tracción cuando deja de actuar la fuerza. El valor máximo de la ten-
sión residual que puede producirse será igual al límite elástico del
1 "Fatigue Durability of Carburized Steel", American Society for Metals, metal.
Metals Park, Ohio, 1957. Para muchos efectos, se pueden considerar las tensiones residuales
2 Una revista detallada del efecto del electroplaqueado en la resistencia a
la fatiga ha sido hecha por R. A. R. HAMMOND y c. WILLIAMS: Met. Reviews. idénticas a las producidas por una fuerza externa. Entonces, la adición
vol. 5, págs. 165-223, 1960. de una componente compresiva de tensión residual, que existe en un
DE LOS METALES 12 SEC. FATIGA CON CORROSION

punto de una superficie, a una tensión de tracción aplicada externamen- de las tensiones engendradas en el enfriamiento brusco del acero desde
te a esa misma superficie, aminora la probabilidad de fallo por fatiga la temperatura de revenido y de las originadas por las variaciones de
en ese punto. La figura 12-9 ilustra este ejemplo; en la parte a se mues- volumen que acompañan a las transformaciones metalúrgicas, resultan-
tra la distribución de tensiones elásticas en una viga sin tensiones re- tes de la cementación, nitruración y temple por inducción.
siduales. Una típica distribución de tensiones, análoga a la que puede Es importante reconocer que no siempre se mejoran las propiedades
producirse por chorreado con granalla, se esquematiza en l~ figu- de fatiaa en el chorreado con granalla o en el bruñido con rodillos.
ra 12-9 b. Nótese que las elevadas tensiones residuales compresivas de A vece~ se puede deteriorar la superficie por un chorreado o bruñido
la superficie deben ser equilibradas por tensiones residuales de tracción excesivos. Se necesitan experiencia y ensayos con el fin de establecer las
en el interior de la sección transversal. En la figura 12-9 e se muestra condiciones adecuadas para producir la distribución óptima de las ten-
la distribución de tensiones resultante de la suma algébrica de la ten- siones residuales. Además, ciertos procesos metalúrgicos crean tensio-
sión externa de flexión y las tensiones residuales internas. Obsérvese nes residuales de tracción en la superficie. Este tipo de tensiones de
que la tensión de tracción máxima en la superficie ha disminuido en tracción se produoe en el temple de los aceros de mucha templabilidad,
una cantidad igual a la tensión residual de compresión que existía en y el sistema de tensiones persiste después del revenido a temperaturas
esa superficie. El máximo de la tensión de tracción se desplaza hacia bajas. El rectificado del acero templado exige mucho cuidado para evi-
un punto del interior de la probeta. La magnitud de este máximo de- tar una disminución de las características de fatiga. Se ha demostrado 1
pende del gradiente de la tensión ap~icada y de l~ distri?u.ci.ón. ?e las que se pueden producir tensiones en la superficie tanto de tracción
tensiones residuales. En estas condic10nes, es posible la m1ciacion del como de compresión, según las condiciones del rectificado. Los métodos
fallo bajo la superficie. Resulta claro que la mejora en el comporta- de pulido que se emplean ordinariamente para preparar las probetas
miento en la fatiga que resulta de la introducción de tensiones de com- de fatiga pueden engendrar tensiones residuales apreciables en la super-
presión en la superficie, será mayor cuando la carga crea un gradiente ficie. Es probable que la falta de control de este factor sea la causa de
de tensiones. Sin embargo, en el caso de probetas sometidas a cargas gran parte de la dispersión que se observa en los resultados de los
axiales se observa alguna mejora por tal introducción de tensiones ensayos de fatiga.
residu~les compresivas en su superficie, lo que· se explicaría admitiendo No se debe olvidar que los sistemas de tensiones residuales pueden
que la superficie es, de por sí, un origen potencial de debilidad. modificarse por deformación plástica o por activación térmica. Por esta
Los principales métodos industriales para introducir tensiones com- razón, puede ocurrir que los períodos de sobrecarga o de temperatura
presivas favorables en la superficie son el bruñido con rodillos y el excesiva provoquen un alivio de las tensiones residuales. Los datos so-
chorreado con granalla. Aunque en estos procesos se producen al- bre el "desvanecimiento" de las tensiones residuales son muy escasos
gunas variaciones en la resistencia, originadas por el endurecimiento y de no excesiva confianza. En general, aunque haya que reconocer la
por deformación, se cree que la mejora .~el compor~amiento .en fa- posibilidad del desvanecimiento de las tensiones residuales ?urante ~l
tiga es debida esencialmente a la formacion de tensiones residuales servicio, ello no es razón que prohíba el empleo de las tens10nes resi-
de compresión en la superficie. El bruñido con rodillos resulta pa~­ duales como el método más eficaz de combatir los fallos de fatiga.
ticularmente adecuado para piezas grandes; se usa con frecuencia
en zonas críticas de cigüeñales y en superficies de asiento de ejes de 12-10. Fatiga con corrosión.-La acción simultánea de los es-
ferrocarril. El chorreado con granalla consiste en proyectar granalla fuerzos cíclicos y el ataque químico es la fatiga con corrosión o fatiga-
fina de acero o fundición de hierro, a gran velocidad, contra las super- corrosión 2• El ataque corrosivo, sin el efecto de tensiones superpuestas,
ficies a tratar. El procedimiento es especialmente adecuado para la pro- produce generalmente la picadura de las superfic.ies metálicas. Estas
ducción en masa de piezas de tamaño pequeño. La severidad de las picaduras actúan como entallas y aminoran la resistencia a la fatiga.
tensiones engendradas por el chorreado se controla frecuentemente mi- Pero cuando el ataque corrosivo y las cargas de fatiga actúan simul-
,diendo la deformación residual de barras chorreadas, llamadas tiras táneamente, la disminución de las propiedades de fatiga es muy pro-
Almen. Las variables principales de este proceso son la velocidad de nunciada y mayor que la originada por la corrosión previa de la super-
la crranalla y el tamaño, forma y dureza de la misma. Hay que procurar ficie. Cuando corrosión y fatiga se presentan simultáneamente, se ace-
.qu; el chorreado sea uniforme sobre toda la superficie trata~a. Es fre- lera la propagación de las grietas de fatiga por causa del ataque químico.
·cuente el conseguir una mejora adicional en el comportamiento a la
fatiga si se pule cuidadosamente la superficie después de chorreadas, 1 L. P. TARASOV, W. S. HYLER y H. R. LETNER: Proc. ASTM, vol. 57, pá-
·con el fin de eliminar la rugosidad superficial. Otros métodos para in- ginas 601-22, 1957.
.traducir tensiones residuales compresivas en las superficies hacen uso 2 U na revista extensa de la bibliografía sobre este tema ha sido preparada
por P. T. GILBERT: Met. Reviews. vol. 1, págs. 379-417, 1956.
FATIGA DE LOS METALES 12 SEC. FATIGA CON CORROSION 343

Los materiales que tienen un límite de fatiga definido cuando se ensa- cido por la fatiga con corrosión, En general, el material que se halla so-
yan en el aire y a la temperatura ambiente, no muestran tal límite si metido en servicio a este tipo de deterioro se debe elegir atendiendo
ensayan en un ambiente corrosivo. Mientras que los ensayos de fatiga más a sus características frente a la corrosión que a las propiedades con-
en el aire no son afectados por la velocidad del ensayo en un intervalo vencionales de fatiga. Los aceros inoxidables, el bronce y las aleaciones
de aproximadamente 1000 a 12 000 ciclos/min, cuando se realizan en cobre-berilio se comportarán en servicio mejor quizá que el acero
ambiente corrosivo aparece una clara dependencia con tal velocidad. tratado térmicamente. La protección contra el ataque corrosivo me-
Puesto que el ataque corrosivo es un fenómeno que depende del tiem- diante recubrimientos metálicos o no metálicos dará resultados posi-
po, a mayor velocidad de ensayo corresponde menor deterioro produ- tivos si la capa recubriente no se rompe por la acción de las tensiones
cido por corrosión. Los ensayos de fatiga-corrosión pueden realizarse cíclicas. Los recubrimientos de cinc y de cadmio sobre el acero y los
de dos maneras. En el método usual se somete la probeta al ataque de aluminio o aleaciones Alelad, son satisfactorios para muchas apli-
corrosivo y las tensiones cíclicas hasta que se produce el fallo. En el caciones en que intervenga la fatiga con corrosión, aunque tales recu-
método en dos fases se interrumpe el ensayo después de cierto pe- brimientos pueden aminorar la resistencia a la fatiga en el aire. La
ríodo de tiempo, y se valora el deterioro producido determinando la formación de tensiones residuales compresivas en la superficie tiende
vida residual en el aire. Los· ensayos de este último tipo han ayudado a evitar la abertura de las entallas y el acceso fácil del medio corrosivo.
a establecer el mecanismo de la fatiga con corrosión 1• La acción de La nitruración es particularmente eficaz para combatir la fatiga con
las tensiones cíclicas rompe localmente la película superficial de óxido corrosión, y el chorreado con granalla se ha empleado con éxito en
y facilita la formación de picaduras. Se producen muchas más picadu- determinadas condiciones. En los sistemas cerrados es posible suavizar
ras en la fatiga con corrosión que en el ataque corrosivo en ausencia el ataque corrosivo empleando inhibidores de la corrosión. Por último,
de tensiones alternas. Las tensiones cíclicas también remueven y des- la eliminación de los concentradores de tensiones en el diseño es muy
alojan a los productos de la corrosión que podrían proteger contra el importante cuando hay que enfrentarse con la fatiga con corrosión.
ataque posterior. El fondo de las picaduras es más anódico que el resto Ludimiento ("fretting" ).-El ludimiento es el deterior.o de la super-
del metal, por lo que la corrosión progresa en profundidad, ayudada ficie que resulta del movimiento relativo periódico, ligero, de dos su-
por la destrucción de la película de óxido que producen las tensiones perficies en contacto. El fenómeno guarda más relación con el desgaste
cíclicas. El agrietamiento ocurrirá cuando las picaduras lleguen a ser que con la fatiga-corrosión. Difiere, sin embargo, del desgaste por el
suficientemente agudas para producir una elevada concentración de hecho de que la velocidad relativa de las dos superficies es mucho me-
tensiones. nor que la encontrada usualmente en el último y porque, como las su-
Hay pruebas de que, aun en los ensayos de fatiga realizados en el perficies no dejan de estar nunca en contacto, no hay oportunidad para
aire y a la temperatura ambiente, interviene la fatiga con corrosión. que se eliminen los productos de la corrosión. El ludimiento se en-
Ensayos efectuados con cobre han mostrado que la resistencia a la cuentra frecuentemente en árboles con un cubo o un cojinete sujeto por
fatiga era más elevada en un vacío parcial que en el aire 2• También los presión. Se produce picadura superficial y deterioro, usualmente acom-
ensayos realizados separadamente en atmósferas de vapor de agua y pañados por detritos de óxido (rojizos para el acero y negros para e1
de oxígeno mostraron poca disminución respecto a la resistencia a la aluminio). Las grietas de fatiga se suelen iniciar en el área deteriorada,
fatiga en vacío. Se llegó a la conclusión de que el vapor de agua actuaba aunque pueden escapar a la observación enmascaradas por los detritos
como catalizador para aminorar la resistencia a la fatiga en el aire y, superficiales. El ludimiento se produce por una combinación de accio-
en consecuencia, ~a humedad relativa del aire puede considerarse como nes mecánicas y químicas. Hay remoción del metal superficial por efec-
una variable a tener en cuenta en los ensayos de fatiga. Trabajos pos- tos de amolado o por sucesiva soldadura y desgarre de los puntos más
teriores con el cobre 3 probaron que la resistencia a la fatiga en nitró- altos. Las partículas removidas se oxidan y forman un polvo abrasivo
geno exento de oxígeno era mayor que en el aire. La observación me- que continúa el proceso destructivo. Se produce oxidación del metal de
talográfica mostró que el desarrollo de bandas de deslizamiento persis- la superficie y la película de óxido formada es destruida por el movi-
tentes era más lento cuando se ensayaba en el nitrógeno. miento relativo de las superficies. Aunque la oxidación no es esencial
Hay cierto número de métodos para combatir el deterioro produ- para el ludimiento, como se ha demostrado por el movimiento relativo
de dos superficies de oro, no oxidable, si las condiciones son tales que
1u. R. EVANS y M. T. SIMNAD: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 188A, puede producirse la oxidación, los deterioros son mucho más severos.
págs. 372, 1947. No hay métodos enteramente satisfactorios de combatir el ludi-
2 H. J. GouGH y D. G. SoPWITH: J. Inst. Metals, vol. 72, págs. 415-21. 1946.
3 N. THOMPSON, N. WADSWORTH y N. LOUAT: Phil. Mag., vol. 1, págs. 113-26,
miento. Si se evita todo movimiento relativo, no hay ludimiento. Esto
1956, puede lograrse aumentando la presión normal a las superficies, pero
344 FATIGA DE LOS METALES [CAP. 12 SEC. 12-11] EFECTO DE LA TENSION MEDIA EN LA FATIGA 345

el deterioro aumenta con la presión normal hasta el momento en que se consiaue aplicando series de ciclos de tensión con tensión máxima
se impide totalmente el movimiento. Si no es posible eliminar comple- decrecie~te y ajustando en cada caso la tensión mínima para que se
tamente el movimiento relativo, puede ser satisfactorio aminorar el mantenga en relación constante con la máxima. El caso de la reversión
coeficiente de fricción entre las superficies en contacto. Los lubricantes completa de tensiones corresponde a R -1,0. Nótese que cuando R
- sólidos, tales como el MoS, son se hace más positiva, lo que equivale a aumentar la tensión media, el
-----·---------·----. los más beneficiosos, puesto que límite de fatiga aumenta. La figura 12-10 b muestra los mismos datos
el problema fundamental es man- representados como tensión alterna en función del número de ciclos
tener una película lubricante du- hasta la rotura, para tensión media constante. Obsérvese que cuando
rante un período grande de tiem- la tensión media se hace más positiva, decrece el número de ciclos
Cl po. Aumentar la resistencia al
E
')( desgaste de las superficies y dis- compresión ~ ~ tracción
'Cl
E minuir los efectos de soldadu-
e ra superficial es otra forma de
'0
·¡:¡; combatir el deterioro. También O-u -------
e R= - /,O
2 se puede aminorar el ludimien-
to aislando las dos superficies e
de la atmósfera, pero suele ser '~
u
10 6 difícil conseguirlo con mucha 111
tiJ
e
:g
número de ciclos o
eficacia. Se han publicado exce-
(al
lentes trabajos sobre este te-
üi
e
.!!

ma1,2.
,,
C:it
tensión media <Tm ._
o
12-11. Efecto de la tensión
media en la fatiga.-La mayo-
o>
....
Clt
l
e:
los datos referentes a inversión
completa de la tensión
:5 -o
·¡¡; se representan aquí
ría de los datos que se han ob-
tenido sobre la fatiga han sido ~
o.
determinados en condiciones de E
e
u
o
•O
·¡¡; . ciclos de reversión completa de /
e tensiones, es decir, con 0- =0. /
2 111

Sin embargo, es frecuente enfren- FIG. 12-11.-Diagrama de Goodman.


tarse en ingeniería con situacio-
nes en las que a una tensión me- admisible. Otras formas de presentar estos datos son la representación
10 5 10 6
número de ciclos
dia constante se superpone una de la tensión máxima en función del número de ciclos hasta el fallo,
( b)
tensión alternativa. La posibili- para tensión media constante, o la misma representación para valores
dad de este caso se ha conside- constantes de la tensión mínima.
F1G. 12-10.-Dos métodos de represen- rado en la sección 12-2, en la
tar los datos de fatiga cuando la ten- Para cada valor de la tensión media hay un valor diferente del in-
sión media no es nula. que se indicaron varias relacio- tervalo límite de tensiones o-máx - o-mín que se puede resistir sin fallo.
nes entre O-m y O-a. Los primeros estudios de este problema fueron realizados por Good-
Hay varios procedimientos para construir los diagramas de Wohler man 1, por lo que las curvas que representan la dependencia entre el
en los casos en que la tensión media no es cero. La figura 12-10 mues- intervalo límite de tensiones y la tensión media se llaman diagramas
tra las dos formas más comunes de presentación de los resultados. En de Goodnian. La figura 12-11 muestra un diagrama de Goodman típico
la figura 12-10 a se representa la tensión máxima en función de log N, que puede construirse a partir de una representación de los resultados
para valores constantes de la relación de tensiones R =o-mín/o-máx• Esto de los ensayos de fatiga del tipo de la figura 12-10. Fundamentalmente,
1 R. B. WATERHOUSE: Proc. lnst. Mech. Engrs. (Londres), vol. 169, pági-
nas 1157-172, 1955. 1 John GooDMAN: '' Mechanics Applied to Engineering", 9. ª ed., Longmans,
2 P. L. TEED: Met. Reviews, vol. 5, págs. 267-95, 1960. Green & Co., Inc., Nueva York, 1930.
DE LOS METALES 12 SEC. 12-12] FATIGA BAJO TENSIONES COMBINADAS 347

el diagrama muestra la variación del intervalo límite de tensiones parabólica. Sin embargo, la dispersión de los datos, y el hecho de que
ermáx ermín con la tensión media. Nótese que cuando la tensión media los resultados de probetas entalladas se aproximan más a la línea recta,
va adquiriendo más carácter de tracción, disminuye el intervalo límite hacen preferible el empleo de la relación lineal en el diseño de ingenie-
de tensiones, hasta llegar a anularse para la resistencia a la tracción ría. Estas relaciones se pueden expresar por la ecuación
erw Sin embargo, en la práctica, solo se realizan ensayos hasta alcanzar
el límite elástico, er0• Los datos de los ensayos quedan usualmente algo era=ere [ 1- ( <Jm)
eru
X J [12-10]
por encima de la línea O-máx y algo por debajo de la ermím por lo que
estas líneas de la figura 12-11 no son en realidad rectas, sino curvas.
Se puede obtener un diagrama de Goodman aproximado si en lugar ·en la que x = 1 para la recta de Goodman y x = 2 para la parábola de
de representar los datos reales de los ensayos se trazan líneas rectas Gerber; <re es el límite de fatiga para reversión completa de la carga.
desde el punto representativo del límite de fatiga, para el caso de Si el diseño se basa en el límite elástico, como lo indica la recta de
reversión completa de tensiones (que suele encontrarse en la bibliogra- trazos de Soderberg en la figura 12-12, se debe sustituir eru por er0 en
fía), hasta el punto representativo de la resistencia a la tracción. Un la Ec. [12-10].
La figura 12-12 se obtiene para tensión alterna axial o flexión con
tensión estática de tracción o compresión o para torsión alterna con
tensión estática. Sin embargo, en el caso de torsión alterna con torsión
estática, o de flexión alterna con torsión estática, la tensión estática no
modifica el intervalo admisible de tensión alterna, en el supuesto que no
pardbola de: Ge:rber se exceda el límite elástico. Sines 1 explicó estos resultados de la siguiente
manera. Se determinan los planos de tensión alterna cizallante máxima
y se establecen las tensiones estáticas normales S1 y S 2 sobre esos pla-
nos. Cuando S1 + S2 es positiva, el aumento de tensión estática reduce
el valor admisible de <Ta· Cuando S1 + S2 es negativa, el valor admisi-
ble de era disminuye. Finalmente, cuando S1 + S2 es cero, la tensión
o estática, cualquiera que sea su valor, no afecta a era.
tensión media O"'m
compre:sion
~~
tracción 12-12. Fatiga bajo tensiones comhinadas.-Muchas piezas de
máquinas deben resistir cargas complejas con componentes tanto alter-
FIG. 12-12.-0tro método para representar el diagrama de Goodman. nas como estáticas. Idealmente, se podrá predecir el comportamiento
a la fatiga, en el caso de un sistema de tensiones combinadas, sustitu-
diagrama similar al de la figura 12-11 se puede construir para cual- yendo en la ecuación para el criterio de fallo la resistencia a la fatiga
quier número de ciclos. Se tienen muy pocos datos relativos al caso para los tipos sencillos de carga, justamente de la misma manera que
de que la tensión media sea de compresión. Los datos 1 para el acero puede utilizarse el límite elástico en tracción, con el criterio de fallo
SAE 4340, ensayado en fatiga axial, indican que el intervalo máximo de la energía de distorsión, para predecir la fluencia estática en un
admisible de tensiones aumenta con la tensión media de compresión estado complejo de tensiones. Aunque los datos existentes sobre los
creciente hasta alcanzarse en el límite elástico en compresión. Ello fallos por fatiga bajo tensiones combinadas son más escasos y menos
está de acuerdo con el hecho de que las tensiones residuales de com- de fiar que los relativos a la fluencia estática, se pueden hacer algunas
presión aumentan el límite de fatiga. generalizaciones. Los ensayos de fatiga con diferentes grados de flexión
Otro método para presentar los datos de tensión media se muestra y torsión 2 muestran que el criterio de la energía de distorsión es el
en la figura 12-12. La representación se suele llamar de Haig-Soder- que mejor se ajusta a los resultados en el caso de los metales dúctiles.
berg 2• En ella, la tensión alterna se representa en función de la tensión Para los materiales frágiles el mejor criterio de fallo es el de la teoría
media. U na relación en línea recta corresponde a la sugerencia de de tensión principal máxima.
Goodman, mientras que una parabólica fue propuesta por Gerber. Los
1 G. SrNES: "Failure of Materials under Combined Repeated Stresses 1vith
datos de ensayo de los metales dúctiles se ajustan mejor a la curva Super-imposed Static Stresses'', NACA Tech. Note 3495, 1955.
2 H. J. GoUGH: Proc. Inst. Mech. Engrs. (Londres), vol. 160, págs. 417-40,
1 J. T. RANSOM: discusión en Proc. ASTM, vol. 54, págs. 847-48, 1954. 1949; W. N. FINDLEY y P. N. MATHUR: Proc. Soc. Exptl. Stress Anal., vol. 14,
2 C. R. SODERBERG: Trans. ASME, vol. 52, APM-52-2, 1930. núm. 1, págs. 35-46, 1956.
348 Y ADAPT ACION

Sines 1 ha sugerido un criterio de fallo que tiene en cuenta el efecto relación del número de ciclos de sobrecarga a la tensión previa al nú-
de las tensiones combinadas y la influencia de una tensión estática mero de los que expresan la duración media de una probeta virgen a
media. esa misma tensión, se denomina fracción cíclica. El deterioro producido
por una fracción cíclica de sobrecarga se evalúa frecuentemente por la
reducción de la duración en fatiga a la tensión de ensayo. En la figu~
ra 12-13, una fracción cíclica AB/AC a la tensión previa produce un
deterioro a la tensión de ensayo EF/DF. EF representa la cantidad en
en donde: que ha disminuido la duración en fatiga a la tensión de ensayo por
efecto del período de sobretensión. La experiencia, muy extensa 1, de
=tensiones alternas principales,
0-1, 0-2, 0-3 ·esta clase de ensayos ha mostrado que una tensión previa más elevada
S." Sy, Sz =tensiones estáticas, que la tensión de ensayo produce un tanto por ciento de deterioro a
o-e= resistencia a la fatiga para reversión completa de la tensión de ensayo que es mayor que la fracción de duración corres-
tensiones, pondiente a la fracción cíclica;
C2 =una constante del material que da la variac1on de es decir, que AB/AC es menor
CTa en función de CTm; es decir, es la pendiente de la
que EF / DF. Este efecto es el que
línea de Goodman de la figura 12-12. se denomina sobre{atiga. Ocurre +--- tensión previa
lo contrario cuando la tensión
previa es inferior a la tensión de tensión de
El fallo por fatiga ocurrirá si el primer miembro de la Ec. [12-11] es +-ensayo
mayor. que ~l segundo .. Las constantes CTe y C2 pueden evaluarse para ensayo: en este caso, la fracción
cualqmer numero de ciclos hasta la rotura. El efecto de las tensiones cíclica suele ser mayor que el de-
residuales se puede introducir añadiendo términos a la tensión está- terioro. Cuanto más elevado es
~ic~ del segundo mie.mbro de la ecuación. Resulta así que la Ec. [12-11] el valor de la tensión de ensa-
md1~a que las tens10nes residuales de compresión permiten mayores yo, para una diferencia constan-
te entre la previa y ella, más se ·log N
tens10nes alternas para la misma duración en fatiga.
aproximan a la igualdad,. la frac-
., , l. 1 ·, FIG. 12-13.-Método de ensayo para
.12-13. Sohrefatiga y adaptación.-En el ensayo convencional de c10n c1c 1ca a a tens1on previa determinar el deterioro de fatiga pro-
fatiga se somete la probeta a una amplitud de tensión fija hasta que y el deterioro a la tensión de en- <lucido por sobrecargas.
se produce la rotura. Se pueden hacer ensayos para un cierto número sayo.
de valores de la tensión, con el fin de determinar la curva de Wohler, Otra forma de medir el deterioro consiste en someter cierto núme-
pero en cada ensayo se mantiene constante la tensión máxima hasta el ro de probetas a la misma fracción cíclica a la tensión previa, y luego
final:, Sin, e~bargo, hay muchas aplicaciones prácticas en las que la emplear estas probetas para determinar el límite de fatiga. Bennett 2
tens1on c1c11ca no permanece constante, sino que oscila alrededor de ha mostrado que el aumento de la fracción cíclica a la tensión previa
un valor medio de diseño. Otras veces existen condiciones complejas produce una disminución mayor del límite fatiga de las probetas de-
de carga como las de la figura 12-2 c. En estas condiciones es difícil terioradas, mientras que en experiencias similares 3, en las que se
considerar un nivel medio de carga y no puede admitirse la variación aplicó el método estadístico para determinar el límite de fatiga, se
senoidal. Se han desarrollado ensayos especiales de fatiga para estos encontró una disminución mucho mayor del límite de fatiga por causa
casos, basados en la aplicación de cargas aleatorias 2• de la sobrecarga. Hay que hacer notar que los fenómenos de fatiga
El proceso de sobrecarga consiste en ensayar una probeta viraen son de naturaleza estadística, por lo que es muy difícil llegar a con-
a una tensión superior al límite de fatiga, pero solo durante un núm~ro clusiones de confianza en los ensayos de sobrecarga si no se emplean
de cid.os inferior al que provocaría la rotura, para después reanudarlo los métodos estadísticos.
Y contmuarlo hasta la rotura a una tensión diferente. La tensión inicial Cuando la tensión previa es inferior al límite de fatiga y la probeta
a la que se. ,somete la probeta podemos llamarla tensión previa, lla- resiste sin romperse un número muy elevado de ciclos, y después se
mando tens10n de ensayo a la correspondiente a la última fase. La
1 SINES, op. cit. 1 J. B. KOMMERS: Proc. ASTM, vol. 45, págs. 532-41, 1945.
2
A. K. HEAD: Proc. lnter. Conf. Fatigue of Metals, Londres, 1956, pági-
2 J. A. BENNETT: Proc. ASTM, vol. 46, págs. 693-714, 1946.
nas 301-03. 3 G. E. DIETER, G. T. HoRNE y R. F. MEHL: NACA Tech. Note 3211, 1954.
350 FATIGA DE LOS METALES [CAP. 12 SEC. 12-14] EFECTO DE LAS PROPIEDADES METALURGICAS EN LA FATIGA 351

ensaya a una tensión más elevada, el proceso puede llamarse de sub- con probetas lisas, pulidas y reversión completa de tensiones. Es co-
carga. Las P~?betas s_ubcargadas suelen tener un límite de fatiga mayor rriente suponer que cualquier cambio en las propiedades de fatiga pro-
o una durac10n en ciclos, hasta la rotura a la tensión de ensayo, más ducido por factores metalúrgicos ocurriría en la misma proporción bajo
grande que los esperables en las probetas vírgenes. Este efecto de me- ·condiciones de fatiga más complejas, p. ej., en probetas entalladas baio
j?ra de las propiedades de ~~tiga causado por la subcarga puede con- tensiones combinadas. Los resultados relativos a la sensibilidad a la
siderarse como una adaptaczon y es posible que se deba al endureci- entalla, que se discutieron anteriormente, demuestran que no siempre
mie.n~o. Io.c,al por ~eformación de las zonas que potencialmente serían ocurre esto.
de m1ciac1on de grietas. Una interpretación diferente ha suraido de las Las propiedades de fatiga se correlacionan frecuentemente con las
experiencias de determinación estadística del límite de f:tiga 1. Las propiedades de tracción. En general 1 el límite de fatiga de los aceros
probetas que no habían roto durante la determinación del límite de moldeados y forjados es aproximadamente igual al 50% de la resisten-
fatiga mostraron duraciones en fatiga mayores que las normales cuando cia a la tracción. La relación entre el límite de fatiga (o resistencia a
volvieron a ensayarse a tensiones más elevadas. El análisis estadístico la fatiga para 108 ciclos) y la resistencia a la tracción se suele llamar
demostró que esta mayor duración a tensiones más elevadas era de relación de fatiga. Varios metales no férreos, tales como el níquel, el
esperar como consecuencia de la eliminación de las probetas más débi- cobre y el magnesio, tienen relaciones de fatiga de 0,35. Aunque es
les durante el ensayo anterior por debajo del límite de fatiga. Se lleaó conveniente el uso de las correlaciones de este tipo, no se debe olvidar
a la conclusión de que el efecto de adaptación por la subcarga se debÍa, que estos factores constantes solo son aproximaciones y únicamente
por lo menos en parte, a una selección estadística. son válidos para condiciones restringidas de probetas lisas y pulidas,
Si una probeta se ensaya sin fallo durante gran número de ciclos que se han ensayado con una tensión media igual a cero y a la tem-
~ una tensión infer!or al l~mite de fatiga, y la tensión se aumenta po; peratura ambiente. Para probetas entalladas, la relación de fatiga del
incrementos pequenos, de1ando transcurrir un gran número de ciclos acero está entre 0,20 y 0,30, aproximadamente.
a cada nivel de tensión, se encuentra que el límite de fatiga resultante Se pueden establecer ciertos paralelismos entre el efecto de ciertos
pi: e? e llegar a ser hasta un 50 ~, más grande. 9ue el límite de fatiga factores metalúrgicos sobre las propiedades de fatiga y el de los mismos
im~1~1. Este e~ecto de preparac10~ o adaptacion a la fatiga, que ha sobre iguales variables del ensayo de tracción. En el hierro 1 y el alu-
rec1~ido el .cur10so nom~Jre de coaxzng (ruego, engatusamiento, lisonja)¡, minio 2 el efecto de la adición de aleantes en solución sólida es casi
ha sido ob1eto de una mvestigación extensa 2, que ha puesto de mani- exactamente paralelo a su efecto sobre las propiedades de tracción. La
fiesto una .correlación directa entre un efecto intenso de preparación y resistencia a la fatiga de los metales férreos y los aceros recocidos me-
la tendencia del material a sufrir envejecimiento por deformación. El jora al disminuir el tamaño de grano 3, el cual, por otra parte, no in-
ace~? suave y e~, hierr? Armco muestr~n efectos intensos de prepa- fluye de manera importante en las propiedades de fatiga con entalla
rac10n o adaptac10n, mientras que el latan, las aleaciones de aluminio de los aceros térmicamente tratados. Gensamer 4 mostró que el límite
Y l?s aceros de baj~ aleación tratados térmicamente muestran muy poca de fatiga de un acero eutectoide aumenta al disminuir la temperatura
meJora en las propiedades por el proceso de preparación. de transformación isotérmica, igual que lo hacen el límite elástico y
la resistencia a la tracción. Otros experimentos, sin embargo, mostraron
12-14. Efecto de las propiedades metalúrgicas en las caracte- la mayor sensibilidad a la estructura de las características de fatiga
rísticas de f~tiga.-La característica de fatiga de los metales parecen respecto a las de tracción, p. ej., los ensayos comparativos del límite
s.er .muy sensible~ a la estr;ictura. A pesar de ello, hay un número niuy de fatiga de aceros ordinarios al carbono tratados para obtener perlita
limitado ~e med10s metalurgic?s que puedan mejorarlas. Se logra una laminar basta y perlita globular, ambas con la misma resistencia a la
mayor me1ora en el comportamiento a la fatiga mediante el diseño ade- tracción 5• Aun cuando el acero tiene la misma resistencia a la tracción
cuado, que elimine concentraciones de tensiones, y el empleo inteli- en los dos estados estructurales, la perlita laminar acusó un límite de
gente de las tensiones residuales beneficiosas, que los que se consi-
guen yor las modificacion,es .del material. Ello no supone que no exis-
tan ciertos factores metalurgicos a tener en cuenta para lograr el mejor 1 E. EPREMIAN y E. F. NrPPES: Trans. ASM, vol. 40, págs. 870-96, 1948.
2 J. W. RrcHES, O. D. SHERBY y J. E. DORN: Trans. ASM, vol. 44, pági-
comportamiento posible a la fatiga de un determinado metal o aleación.
nas 882-95, 1952.
Los ensayos de fatiga destinados a medir el efecto de algunas variables 3 G. M. SINCLAIR y W. J. CRAIG: Trans. ASM, vol. 44, págs. 929-48, 1952.
metalúrgicas en las características de fatiga, se llevan usualmente a cabo .¡M. GENSAMER, E. B. PEARSALL, w. s. PELLINI y J. R. Low, Jr.: Trans.
1
ASM, vol. 30, págs. 983-1020, 1942.
E. EPREMIAN y R. F. MEHL: ASTM Spec. Tech. Publ. 137, 1952. s G. E. DIETER, R. F. MEHL y G. T. HORNE: Trans. ASM, vol. 47, pági-
2
G. M. SINCLAIR: Proc. ASTM, vol. 52, págs. 743-58, 1952. nas 423-39, 1955.
FATIGA DE LOS METALES 12
SEC. EFECTO DE LAS PROPIEDADES METALURGICAS EN LA FATIGA

fatiga significativamente más bajo, debido al efecto de entalla de las


láminas de carburo. alto~ de dur~za son 1?uy s~nsibles a la preparación de la superficie,
En general, las estructuras de temple y revenido de los aceros de tens10nes residuales e mclus10nes. La presencia de solo trazas de decar-
baja aleación son óptimas en cuanto a propiedades de fatiga. Sin em- buraci?n supe~ficial puede. pe:judicar enérgicamente a las propiedades
bargo, para niveles de dureza superiores a los 40 Rockwell C, la estruc- de fatiga. La figura 12-15 mdica que bastan pequeñas proporciones de
tura bainítica de los tratamientos de austempering es mejor que la de productos de transformación no martensíticos para que disminuya apre-
ciablemente el límite de fatiga 1• Como es lógico, los efectos del temple
1so,-~~-,~---,-----,--~~--~ incompleto son mayores cuanto más elevada sea la dureza. No ha sido
bien establecida la influencia de pequeñas proporciones . de austenita

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SAE ! 340
e - SAE 4042
• - SAE 4063
6 SAE 4340
L-SAE5!50
-SAE 5140
A - SAE 4052 50r----t----+-~--4-----~------ x A1s1-rs BOB4o
o - SAE 4!40
() - SAE 4340
40 1 1
'" - SAE 2340 10~0:---~9-0--8~0---7~0---6~0-~5~0---4~0~-~30_ __j20
40.';::-----::'--=---_¡__ _ _.L__ ___:._ _J tanto por ciento de martensita en el temple
20 30 40 50 60
dureza Rockwell C FrG. 12-15.-Límite de fatiga de los aceros tratados térmicamente en función
del tanto por ciento de martensita en el estado bruto de temple. (F. BoRIK,
Frc. 12-14.-Límite de fatiga de aceros aleados en función de la dureza R. D. CHAPMAN y W. E. JoMINY: Trans. ASM, vol. 50, pág. 250, 1958.)
Rockwell c. (M. F. GARWOOD, H. H. ZURBURG y M. A. ERICKSON en
Interpretation of Test and Correlation with Service, pág. 12, American
Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1951.) retenida sobre las características de fatiga de los aceros templados y
revenidos.
temple y revenido de la misma dureza 1• Las micrografías electrónicas Los resultados, que se resumen en la figura 12-14, muestran que,
in di.can que el peor comportamiento de las estructuras de temple y re- por debajo de una resistencia a la tracción de 140 Kg/mm2 (200 000 li-
vemdo es el resultado de la concentración de tensiones por efecto de bras/pulg2), los límites de fatiga de los acero de baja aleación, tem-
las delgadas películas de carburo que se forman al revenir la marten- plados y revenidos, de diferente composición química son aproximada-
sita. En los aceros templados y revenidos aumenta el límite de fatiga mente iguales cuando se hacen los revenidos adecuados para alcanzar la
al disminuir la temperatura de revenido, hasta durezas comprendidas misma resistencia a la tracción. Esta generalización es válida para ace-
entre 45 y 55 Rockwell C, según el tipo de acero 2• La figura 12-24 mues- ros fabricados en horno Martin-Siemens o eléctrico y para propiedades
tra ~os resultados obteni~os para ensayos con reversión completa de de fatiga determinadas en la dirección longitudinal de productos forja-
tens10nes sobre probetas lisas. Las características de fatiga a los niveles dos. Se ha encontrado, en ensayos realizados con probetas transversa-
les a la dirección de las piezas forjadas de acero, un límite de fatiga
; F. BORIK y R. D. CHAPMAN: Trans. ASM, vol. 53, 1961. transversal cuyo valor es solo del 60% al 70% del longitudinal 2. Se
- M. F. GARWOOD, H. H. ZURBURG y M. A. ERICKSON: Interpretation of
1 F. BoRIK, R. D. CHAPMAN y W. E. JüMINY: Trans. ASM, vol. 50, págs. 242-57.
Tests and Correlation with Service", American Society for Metals Metals
Park, Ohio, 1951. ' 1958.
2 J. T. RANSOM y R. F. MEHL: Proc. ASTM, vol. 52, págs. 779-90, 1952.

DIETER,-23
DE LOS METALES SEC. 12-15] EFECTO DE LA TEMPERA TURA EN LA FATIGA 355
demostró que, prácticamente, todas las roturas por fatiga de las pro~ con el descenso de la temperatura. Aunque los aceros se hacen más
betas transversales se inician en las inclusiones no metálicas 1• La eli- sensibles a la entalla en fatiga a temperatura baja, no hay pruebas de
minación casi completa de las inclusiones en el acero fabricado en va- cambios bruscos en las propiedades de fatiga por debajo de una tem-
cío produce un incremento considerable en el límite de fatiga trans- peratura de transición dúctil a frágil. El hecho de que la resistencia
versal (tabla 12-3). El bajo límite de fatiga transversal de los aceros a la fatiga aumente proporcionalmente más que la resistencia a la
tracción al disminuir la temperatura, se ha interpretado como una in-
TABLA 12-3
dicación de que el fallo por fatiga a la temperatura ambiente está aso-
Efecto de las inclusiones en el límite de fatiga del acero ciado a la formación y condensación de vacantes.
SAE 4340 (acero al Cr-Ni-Mo) * Fatiga a temperatura elevada.-En general, la resistencia a la fatiga
de los metales disminuye al aumentar la temperatura por encima de la
Fabricado en horno
ambiente. Es una excepción el acero suave, que muestra un máximo de
Fabricado en vacío
eléctrico resistencia a la fatiga a temperaturas de entre 200º y 300 ºC (400°
a 600 ºF). Ya hemos discutido anteriormente la existencia de un má-
Límite de fatiga longitudinal: ximo de resistencia a la tracción en ese intervalo de temperaturas de-
Kg/mm 2 . . . . . . . . . . . . ••• ••• 81,2 97,3 bido al envejecimiento por deformación. Cuando la temperatura se
psi .................. · · · ·· · 116,0 X 10 3 139,0 X 10 3 eleva muy por encima de la ambiente, va adquiriendo más importancia
Límite de fatiga transversal: la fluencia lenta (creep) y a las temperaturas altas (superiores, en pri-
Kg/mm2 . . . • • . . . . . . . • . . •·· 55,3 84.0 mera aproximación, a la mitad del punto de fusión) llega a ser la causa
psi .................... · · · · 79,0X10 3 120,0X103 principal de los fallos. El tránsito del fallo por fatiga al fallo por fluen-
Relación transversal a lor1g11:udmatl. 0,68 0,86 cia lenta, con el aumento de la temperatura, acarrea una variación del
Dureza Rockwell C . . . . . . . .. 27 29 tipo de fractura, que pasa a ser la intercristalina usual de la fluencia
lenta en lugar de la transcristalina típica de la fatiga. A cualquier tem-
Determinaciones en flexión repetida (R=O). Datos de J. T. RANsoM: Trans. ASM, peratura aumenta la magnitud de la fluencia lenta con el incremento
46, págs. 1254-269, 1954.
\"Ol.
de la tensión media.
Los materiales férreos, que suelen mostrar un límite de fatiga de-
que contienen inclusiones se atribuye a la concentración de tensiones finido en los ensayos a la temperatura ambiente, ya no lo tienen cuando
que estas producen, y que puede ser muy elevada cuando una sa.r~a se ensayan a temperaturas superiores a 420 ºC (800 ºF), aproximada-
de inclusiones alaraadas está orientada transversalmente a la tens10n mente. Los ensayos de fatiga dependen de la frecuencia cuando se rea-
de tracción princip~l. Sin embargo, el hec~o de que, au,n con la casi lizan a temperatura elevada, por lo que se acostumbra a reaistrar la
ausencia de inclusiones en los aceros fabricados en vac10, quede una duración temporal hasta el fallo junto con la duración en ~idos de
apreciable anisotropía en el límite_ de .fatiga, indic~ que deben de influi~ carga.
otros factores importantes. Investigac10nes posteriores sobre este tema Cuanto más elevada es la resistencia a la fluencia lenta de un metal,
han demostrado que las variaciones importan tes del límite transversal mayor suele ser su resistencia a la fatiga a temperatura elevada, pero
de fatiaa no se pueden correlacionar con las variaciones en el tipo, nú- los tratamientos metalúrgicos que conducen a las mejores propiedades
mero ; tamaño de las inclusiones originadas por los diferentes métodos de fatiga no proporcionan necesariamente las mejores características en
de desoxidación. Las propiedades transversales de fatiga son, al pare- ensayos de fluencia lenta por tensionado hasta la rotura. Esto lo han
cer, una de las propiedades importantes en ingeniería más sensibles a mostrado Toolin y Mochel 1 en ensayos a temperatura elevada de cierto
la estructura. número de superaleaciones. A temperaturas bajas, el tamaño de grano
fino es beneficioso para la resistencia a la fatiga, pero al elevarse la
12-15. Efecto de la temperatura en la fatiga. Fatiga a tempe- temperatura disminuye la diferencia entre las propiedades de fatiaa
raturas bajas.-Los ensayos de los metales a la fatiga a temperaturas de los materiales de grano fino y grueso, hasta que a temperaturas el~­
inferiores a la ambiente muestran que la resistencia a la fatiga aumenta vadas, a las que es predominante 1a fluencia lenta, es mejor la resis-
tencia de los materiales de grano basto. En general, las aleaciones for-
1 J
RANSOM: Trans. ASM. vol. 46, págs. 1254-269, 1954.
T jadas se comportan mejor en la fatiga, y las moldeadas son mejores en
2 DIETER, D. L. MACLEARY y J. T. RANSOM: Factors Affecting ~uctility
G. E.
and Fatigue in Forgings, "Metallurgical Society Conferences", vol. 3, pags. 101-
42, Interscience Publishers, Inc., Nueva York, 1959. 1
P. R. TooLIN y N. L. MocHEL: Proc. ASTM, vol. 47, págs. 677-94, 1947.
FATIGA DE LOS METALES 12

FREUDENTHAL, A. M. (ed.): "Fatigue in Aircraft Structures", Academic Press.


cuanto a la fluencia lenta. Hay procedimientos satisfactorios para dis- Inc., Nueva York, 1956. ·
minuir los fallos por fatiga a la temperatura ambiente, pero no son efi-
GROVER, H. J.; S. A. GoRDON y I. R. JACKSON: "Fatigue of Metals and
caces en la fatiga a alta temperatura. Así, p. ej., las tensiones residuales Structures", Government Printing Office, Washington, D. C., 1954. (Con-
de compresión se eliminan antes de que se alcance la temperatura de tiene datos muy completos de fatiga.)
servicio. . POPE, J. A. (ed.): "Metal Fatigue", Chapman & Hall, Ltd., Londres, 1959.
Fatiga témzica.-Las tensiones que producen fallos de fatiga a tem- Proceedings of the International Conference on Fatigue of Metals, Londres,
peratura elevada no proceden necesariam'ente de un manantial mecá- 1956.
nico. Los fallos de fatiga pueden producirse por tensiones térmicas fluc·· SINES, G., y J. L. WAISMAN (eds.): "Metal Fatigue", McGraw-Hill Book Com-
tuantes, siempre que se eliminen las causas mecánicas. Las tensiones pany, Inc., Nueva York, 1959.
de ori~en térmico se producen cuando se constriñe de alguna manera SoRs, L.: "Berechnung der Dauerfestigkeit von Maschinenteilen'', Verlag der
el ca~bio de dimensiones de una pieza resultante de la variación de ungarischen Akademie der Wissenschaften, Budapest, 1963.
temperatura. Para el caso sencillo de una barra fija en sus extremos, "The Fatigue of Metals", Institution of Metallurgists, Londres, 1955.
la tensión de origen térmico que se produce por una variación de tem- THOMPSON, N., y N. J. WADSWORTH: Metal Fatigue, Advances in Phys., vol. 7,
peratura D.T es núm. 25, págs. 72-169, enero, 1958.
a-=aE D.T [ 12-12]

en donde a es el coeficiente de dilatación lineal y E el módulo elástico.


Si el fallo se produce por una aplicación de la tensión de origen térmico,
la condición suele llamarse de choque térmico, pero si el fallo ocurre
por aplicaciones repetidas de tensiones de origen térmico, se suele uti-
lizar la expresión fatiga térmica 1• En los equipos para temperaturas ele-
vadas se presentan frecuentemente las condiciones necesarias para el
fallo por fatiga térmica. E~ acero inoxidable austení~ic.o es ~arti.cular­
mente sensible a este fenomeno porque su conduct1v1dad term1ca es
baja y su coeficiente de dilatación elevado. Se han publicado e~tudios
extensos sobre la fatiga térmica de este material 2• La tendencia a la
fatiga térmica parece relacionada con el parámetro. a-¡k/Ea, en el que
a-1 es la resistencia a la fatiga a la temperatura ,media ~ k .es la conduc-
tividad térmica. Un valor elevado de este parametro md1ca buena re-
sistencia a la fatiga térmica. Una excelente revisión de todo el tema de
la fatiga a temperatura elevada ha sido preparado por Allen y Fo-
rrest 3•

BIBLIOGRAFIA

Batelle Memorial Institute, "Prevention of Fatigue of Metals", J ohn Wiley


& Sons, Inc., Nueva York, 1941. (Contiene bibliografía hasta 1941.)
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DRAIGOR, N.: "Size effect in wear and fatigue of steel" (traducción del ruso),
Israel Program for Scientific Translations, Jerusalén, 1963.

1 También se llama fatiga térmica al fallo de metales. como el uranio, que


tienen coeficientes de dilatación muy anisótropos, sometidos a calentamientos
y enfriamientos repetidos.
2 L. F. COFFIN, Jr.: Trans. ASME, vol. 76, págs. 931-50~ 1954.
3 N. P. ALLEN y P. G. FoRREST: Proc. Intern. Conf. Fatigue of Metals, Lon-
dres, 1956, págs. 327-40.
SEC. EL PROBLEMA DE LOS MATERIALES PARA TEMPERATURAS ELEVADAS 359

de materiales para piezas que trabajan en condiciones muy críticas,


como los álabes de turbinas sometidos a temperaturas aproximadas
de 800 ºC (1500 ºF). El diseño de motores más potentes ha elevado
este límite· a los 1000 ºC ( 1800 ºF). Los motores de los cohetes y las
CAPITULO 13 ojivas de los morros de los misiles balísticos plantearon problemas
mucho más graves que solo pueden resolverse por el empleo inteligente
de los materiales de alta temperatura disponibles y por el desarrollo de
FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA otros aún mejores. No hay duda de que los materiales disponibles para
BAJO TENSION la construcción limitan el rápido avance de la tecnología: de las tempe-
raturas elevadas.
Una característica importante de la resistencia mecánica a tempe-
13-1. El problema de los :materiales para temperaturas ele- raturas elevadas es que siempre se debe relacionar con una escala de
vadas.-Hemos visto en los capítulos anteriores que la resistencia me- ~iempos. Las propiedades de tracción a la temperatura ambiente de la
cánica de los materiales disminuye al aumentar la temperatura. Puesto mayoría de los metales empleados en ingeniería es independiente del
que la movilidad de los átomos aumenta rápidamente coi: la .ter:iper~­ tiempo para todos los fines prácticos. En un ensayo de tracción, los
tura, es de esperar que las temperaturas elevadas afectaran s1gmf1cat1- resultados son prácticamente los mismos cuando el ensayo se tarda
vamente a las propiedades mecánicas los procesos controlados por la en completar 2 h como 2 min. Además, en los ensayos a la temperatura
difusión. De esta forma, la elevación de la temperatura favorecerá el ambiente es de escasas consecuencias prácticas el comportamiento an-
desplazamiento de las dislocaciones por el mecanismo de trepado. Tam- elástico de los materiales. A las· temperaturas elevadas, en cambio, la
bién aumentará la concentración de equilibrio de las vacantes y podrán resistencia mecánica depende mucho de la velocidad de carga y del
entrar en el juego nuevos mecanismos de deformación. En algunos m~­ tiempo de exposición. Cierto número de metales se comporta en estas
tales cambia el sistema de deslizamiento o se introducen sistemas adi- condiciones como los materiales viscoelásticos. Un metal sujeto a una
cionales al elevarse la temperatura. La deformación en los límites de carga de tracción constante fluye lentamente (creep) y sufre un aumen·
crrano es otra posibilidad adicional para la deformación de los metales to de longitud que es función del tiempo.
~ temperaturas altas. Otro factor importante que hay que tener en cuen- Los ensayos para medir la resistencia mecánica a temperaturas ele-
ta es el efecto de la exposición prolongada a temperaturas altas sobre vadas deben elegirse de acuerdo con la escala de tiempos adecuada a
la estabilidad metalúrgica de los metales y las aleaciones. Así, p. ej., los la duración en servicio que los materiales deban tener. Por esta razón,
metales endurecidos por deformación en frío recristalizarán y sufrirán un ensayo de tracción a temperatura elevada puede proporcionar infor-
embastamiento de grano, mientras que las aleaciones pueden sobrepa- mación útil sobre el comportamiento de un objeto cuya duración o
sar el arado de precipitación que causa el endurecimiento por enve- vida en servicio haya de ser corta, p. ej., una ojiva de un misil o el
jecimie~to y perder resistencia por engrosamiento de. _las partículas de motor de un cohete, pero los resultados no son aplicables para predecir
la secrunda fase. Otro aspecto importante es la reacc1011 del metal con comportamiento en servicio de una tubería de vapor de la que se exige
su m~dio ambiente a temperatura elevada; es necesario evitar oxida- que acruante durante 100 000 h en el servicio a temperatura elevada. El
ciones y penetraciones intergranulares de óxido que pueden resultar ensay~ de fluencia lenta ( creep test) mide la variación de dimensiones
catastróficas. que se produce durante la exposición a temperatura elevada, mientras
Estas consideraciones ponen de manifiesto que el empleo satisfac- los ensayos de tensión hasta la rotura ( stresN·upture test) miden el
torio de los metales a temperaturas elevadas acarrea bastantes probk efecto de la temperatura ~n la capacidad para soportar cargas durante
mas. Los programas, muy acelerados, de desarrollo de aleaciones han tiempos largos. Se pueden emplear otros ensayos para medir propieda-
producido materiales con buenas propiedades a las temperaturas altas, des especiales, como la resistencia. al choque térmico y la relajación
pero la demanda siempre crecient.e de . la teci;o~ogía modern~ e~~ge de las tensiones. En este capítulo se tratará de estos ensayos a tempe-
materiales con todavía mejores res1stenc1a mecarnca y a la ox1dac10n. ratura elevada, enfocándolos desde distintos puntos de vista. Se discu-
Durante mucho tiempo las plantas de energía, refinerías de petróleo y tirá la significación que tienen en ingeniería los resultados que propor-
la industria química han sido las que requerían de forma más acu- cionan y se considerará la información que conduce a una mejor com-
ciante materiales adecuados para el servicio a temperatura elevada. Las prensión del mecanismo de la deformación a temperaturas altas.
temperaturas de trabajo en equipos tales como calderas, turbinas de va-
por y unidades de craqueo, exceden ~aramente de los 559 ºC (1000 ºF).
La aparición de los motores de turbma de gas desarrollo la demanda
358
TENSION 13 SEC. LA CURVA DE FLUENCIA LENTA 361

13-2. La curva de fluencia lenta.-Llamaremos fluencia lenta a cilla, exige en la práctica un equipo de laboratorio considerable i, 2• El
ia deformación progresiva (creep) de un material sometido a una ten- tiempo transcurrido en un ensayo puede ser de varios meses, y algunos
sión constante. El tipo más sencillo de deformación de este tipo es el ensayos continúan en curso después de más de diez años. Los procedi-
flujo viscoso. Se dice que un material experimenta flujo viscoso puro mientos generales para el ensayo de la fluencia lenta están especificados
si la velocidad de deformación de cizalladura es proporcional a la ten- en la norma ASTM El 39-58T.
sión cizallante aplicada La curva A de la figura 13-1 es la forma ideal que se obtiene en los
dy ensayos de fluencia lenta. La pendiente de la curva (dE/dt=e) es la
-=f(T) [13-1] velocidad de fluencia. Después de un alargamiento rápido inicial de la
dt
probeta, E0, la velocidad de fluencia disminuye con el tiempo hasta al-
Cuando la proporcionalidad entre estas dos magnitudes se puede expre- canzar un estado estacionario en que dicha velocidad apenas varía en
el curso del tiempo; finalmente, la velocidad aumenta rápidamente
hasta producirse la fractura. En principio, parece fácil el poder dividir
la curva de fluencia en las tres etapas mencionadas, pero hay que tener
fluencia fluencia
primaria fluencia secundaria terciaria en cuenta que la facilidad con que puede hacerse la distinción depende
grandemente de la tensión aplicada y de la temperatura.

11---nL~--t~~:a En el ensayo tecnológico de fluencia, es práctica usual mantener


constante la carga a lo largo de todo el ensayo, por lo que, como al
alargarse la probeta disminuye su sección transversal, la tensión axial
aumenta continuamente. La relación inicial entre la carga constante y
la sección de la probeta, es decir, la tensión inicial, es la que se regis-
i ~~ = velocidad mínima de fluencia lenta
u.l tra usualmente como valor de la tensión. Se han desarrollado métodos
para compensar las variaciones de las dimensiones a lo largo del ensayo,
de manera que se pueda realizar el ensayo de fluencia bajo condiciones
de tensión constante y no de carga constante 3 , 4• Cuando se hacen en-
sayos a tensión constante, a veces en las curvas de fluencia no aparece
€o la etapa de velocidad de fluencia creciente (región III, Fig. 13-1) y se
1
obtiene una curva como la B de la figura 13-1. Se encuentra, sin em-
tiempo t bargo, fluencia acelerada en los ensayos de tensión constante cuando
se producen cambios metalúrgicos en el metal. La curva B debe con-
siderarse como la curva fundamental de fluencia de un metal.
FrG. 13-1.-Curva típica de fluencia lenta ( creep) mostrando las tres etapas El trabajo inicial de Andrade sobre la fluencia lenta 5 ha sido defi-
del proceso. Curva A, ensayo a carga constante; curva B, ensayo a
tensión constante. nitivo en el estudio de este tema. El consideró que la curva de fluencia
a tensión constan te represen ta la superposición de dos procesos inde-
pendientes que ocurren después de la deformación brusca resultante
sar por una simple constante, se dice que el material muestra viscosi- de la aplicación de la carga. El primer componente es la fluencia tran-
dad newtoniana, sitoria, que tiene una velocidad de fluencia decreciente con el tiempo,
dy
T='Y}--
dt I Creep and Creep Rupture Tests, ASM Metals Handbook, Suplemento,
agosto, 1955, Metal Progr., vol. 68, núm. 2A, págs. 175-84, agosto, 15, 1955.
2 J. A. FELLOWS, E. COOK y H. S. AVERY: Trans. AIME, vol. 150, pág. 358,
en donde 'YJ es el coeficiente de viscosidad. La mayoría de los líquidos 1942.
obedecen a la ley de viscosidad de Newton, pero los metales solo la 3 E. N. DA c. ANDRADE y B. CHALMERS: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 138A,
cumplen en parte. pág. 348, 1932.
4 R. L. PULLMAN, R. P. CARREKER y J. C. FISHER: Trans. AIME, vol. 197,
Para determinar la curva tecnológica de la fluencia lenta de un
págs. 657-59, 1953. .
metal se aplica una carga constante a una probeta de tracción, que se 5 E. N. DA C. ANDRADE: Proc. Roy. Soc. (Londres), vol. 90A, págs. 329-42,
mantiene a temperatura constante, y se mide la deformación como 1914; "Creep and Recovery", págs. 176-98, American Society for Metals. Me-
función del tiempo. Aunque la operación es, en principio, muy sen- tals Park, Ohio, 1957.
362 FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSION [CAP. 13 SEC. CURVA DE FLUENCIA

y a este se superpone un proceso de fluencia a velocidad constante, gunas veces la fluencia transitoria se denomina flujo /3, y la fluencia
llamado fluencia viscosa. La forma de superposición de estos dos pro- viscosa (del estado estacionario) flujo K, manteniendo la forma del
cesos puede verse en la figura 13-2. Andrade encontró que la curva análisis de Andrade de la curva de fluencia. Las ecuaciones de Andrade
de fluencia podría ser la representación de la siguiente ecuación: se han verificado con ensayos de hasta centenares de horas, resultando
alargamientos totales con diferencias por exceso del 1 %. Más adelante,
[13-3] en otra sección de este capítulo, consideraremos algunas modificacio-
en la que: nes de estas ecuaciones.
L =longitud de la probeta en el tiempo t, Las varias etapas de la curva de fluencia de la figura 13-1 exigen
L0, (3, K =constantes a determinar empíricamente.
una explicación más detallada. En EE. UU. se considera generalmente
que la curva de fluencia tiene tres etapas; en la terminología británica
es frecuente considerar la deformación inicial instantánea E0, de la figu-
La constante L 0 se aproxima a la longitud de la probeta después de
ra 13-1, como primera etapa de la fluencia, por lo que con esta no-
la deformación brusca producida por aplicación de la carga. La fluen-
menclatura la curva de fluencia tiene cuatro etapas. La deformación
representada por Eo se produce prácticamente de manera instantánea
curva de ci~~mcción fü..;encki flu'i.!ncia
flu~ncialenta ~tLlSCG trans.itcric viscosa
al aplicar la carga, pero aunque la tensión aplicada sea inferior al límite
elástico, no toda la deformación instantánea es elástica. La mayor parte

lt= lb ~I
IL
de la deformación se recupera instantáneamente al suprimir la carga

~l:=
(carácter elástico) , pero otra solo se recupera con el tiempo (carácter
+ + anelástico) y el resto no es recuperable (carácter plástico). Aunque la
~
t.!
"'O deformación instantánea no es realmente fluencia lenta, tiene gran in-
tiempo tiempo tiempo tiempo terés porque constituye una fracción considerable de la deformación
total admisible en las piezas de una máquina. Algunas veces, para ob-
FIG. 13-2.--Análisis de Andrade de los procesos que intervienen en la tener la deformación debida exclusivamente a la fluencia lenta, se resta
determinación de la curva de fluencia lenta. la deformación instantánea de la deformación total de la probeta. Las
curvas obtenidas haciendo esta sustracción se inician en el origen de
cia transitoria está representada por la constante (3. En el caso de ser coordenadas.
K O, la Ec. [13-3] conduce a una velocidad de fluencia que tiende a La primera etapa de la fluencia lenta, llamada fluencia primaria,
cero al aumentar el tiempo: corresponde a una región de velocidad de fluencia decreciente. La fluen-
cia primaria es un período de fluencia transitoria preponderante en el
L=Lo(l + f3t 113 ) que la resistencia del material a la fluencia lenta aumenta por efecto
[13-4] de la propia deformación. Cuando las temperaturas y las tensiones son
bajas, como en la fluencia lenta del plomo a la temperatura ambiente,
Cuando (3 O: la fluencia primaria es el proceso principal. La segunda etapa de la
L fluencia, conocida como fluencia secundaria, es un período de velocidad
-=exp Kt de fluencia casi constante, como resultado de un equilibrio entre los
Lo
procesos en competencia de endurecimiento por deformación y recu-
dL peración. Por esta razón, a la fluencia secundaria se llama muchas ve-
-.-=KLo exp Kt=KL
ctt ces fluencia estacionaria o de estado estacionario. El valor medio de
1 dL la velocidad de fluencia durante la fluencia secundaria se denomina
K=- [13-5]
L dt velocidad núnima de fluencia lenta. La tercera etapa, o fluencia tercia-
ria1 se presenta principalmente en los ensayos a carga constante, para
El exponente K representa, por tanto, un alargamiento, por unidad de tensiones elevadas a temperaturas altas. No se conocen con exactitud
longitud, que aumenta a velocidad constante. Sirve para expresar el las razones de la aceleración de la deformación que conducen a una
componente viscoso de la fluencia. Estrictamente hablando, K repre- rotura rápida. Es improbable que el aumento de la velocidad de fluen-
senta un flujo cuasiviscoso, porque la velocidad de variación de la cia en la tercera etapa se deba solamente a la estricción de la probeta,
longitud no es proporcional a la tensión, como exige la Ec. [13-2]. Al- porque muchos materiales fallan en fluencia lenta a tensiones dema-
364 FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSION [CAP. 13
SEC. 13-3] EL ENSAYO DE TRACCION ROTURA
siado pequeñas para producir estricción. Se han encontrado pruebas
de la formación de huecos y abundantes grietas durante est'a etapa. emplean cargas más elevadas y, en consecuencia, son mayores las ve-
La figura 13-3 muestra el efecto de la variación de la tensión apli- locidades de fluencia. Ordinariamente el ensayo de fluencia lenta se
cada sobre las curvas obtenidas a temperatura constante. Se observa realiza a tensiones relativamente bajas para que no se produzca la
claramente que una curva de fluencia lenta con tres etapas bien defi- fluencia terciaria, y se mide con mucha precisión la deformación, en
nidas solo se encontrará bajo ciertas condiciones de tensión y de tem- particular para determinar la velocidad mínima de fluencia lenta; du-
peratura. Una familia de curvas parecida se obtiene en los ensayos rea- ran frecuentemente de 2000 a 10 000 h. La deformación total no suele
lizados a la misma tensión y diversas temperaturas. Cuanto más alta pasar del 0,5%. En los ensayos de tensión hasta la rotura, la deforma-
es la temperatura, mayor es la velocidad de fluencia. La diferencia fun- ción total puede ser superior al 50 % y para medirla bastan extensió-
damental entre las curvas de tensión constante y las de temperatura metros sencillos, p. ej., los de esfera indicadora. El equipo necesario
constante es quizá el que las pri- para realizar los ensayos de tensión hasta rotura es más fácil de mon-
meras se inician todas en el mis- tar, conservar y manejar que el del ensayo de fluencia, por lo que se
mo punto del eje de las deforma- presta mucho mejor a la construc-
ciones. ción de unidades múltiples. Con
t El parámetro más importante
que se deduce de las curvas de
tensiones más altas y mayores ve-
locidades de fluencia, el tiempo
-100
'[ 50
fluencia lenta, y que es utiliza- necesario para que se produzcan o
o
ble para fines de diseño, es la las alteraciones del material que o

cr 2 > cr1 velocidad mínima de fluencia en podrían observarse ·en los ensayos e 10
diferentes condiciones de tensión de fluencia es más corto, por lo ~ 5
cr, y temperatura. Para el diseño es que la duración de los ensayos de e
~--------------- 2
importante conocer la tensión má- tracción hasta la rotura se conclu- 1~~~~~~-~--~~-
xima que produce una determi- yen usualmente en un período de 0,001 0,01 0,1 1 10 ICiO 1000
tiempo, h ~ nada velocidad mínima en cier- tiempo de fractura, h
1000 h. Todos estos factores han
tas condiciones de temperatura. contribuido a difundir el empleo FIG. 13-4.-Método de representar los
FrG. 13-3.-Representación esquemáti-
ca del efecto de la tensión en las En EE. UU. suelen utilizarse dos de este tipo de ensayo ; es par- datos de tracción hasta la rotura
curvas de fluencia lenta a temperatu- criterios para caracterizar los ma- ticularmente adecuado para deter- (esquema).
ra constante. teriales desde el punto de vis- minar la resistencia mecánica re-
ta de la fluencia lenta: 1) la ten- lativa a alta temperatura de materiales nuevos para empleo en los
s10n que produce una velocidad de fluencia correspondiente a un alar- motores de reacción. Además, en aplicaciones en las que puede tole-
gamiento del 0,0001 % en cada hora (0,0001 %/h o 1%/10000 h)) 9 rarse la deformación por fluencia lenta, pero es necesario prevenirse
y 2) la tensión a la que la velocidad de fluencia alcanza un 0,00001 % contra la rotura, los datos que proporciona son directamente utiliza-
de alargamiento en cada hora (0,00001 %/h o 1%/100000 h; 100 000 h bles en el diseño.
son, aproximadamente, once años y medio). El primer criterio se em- La información básica que suministra el ensayo de tensión hasta
plea para los materiales de los motores de reacción y el segundo es la rotura se refiere al tiempo necesario para producir el fallo a una
más conveniente para los materiales de turbinas de vapor y equipos tensión nominal determinada y una temperatura constante dada. Tam-
similares. Si, para temperatura constante, se representa en escala lo- bién se determinan el alargamiento y la estricción de rotura. Si el en-
garítmica doble la tensión como función de la velocidad mínima de sayo es de duración adecuada, se acostumbra medir el alargamiento
fluencia lenta, se obtiene una línea recta para cada temperatura. Esta como función del tiempo para deducir la velocidad mínima de fluencia.
clase de representación es muy útil para fines de diseño y nos ocupa- La tensión se representa en escala logarítmica doble como función
remos más detalladamente de ella en una sección posterior de este del tiempo transcurrido hasta la rotura (Fig. 13-4). Usualmente se
capítulo. obtiene una línea recta para cada temperatura de ensayo. Los cambios
de pendiente (puntos angulosos) de la recta se deben a modificaciones
13-3. El ensayo de tracción hasta la rotura.-El ensayo de trac- sufridas por el material, paso de fractura transgranular a intergranular,
ción o tensión hasta la rotura es análogo al de fluencia lenta, con la oxidación, recristalización y crecimiento de grano, u otros cambios es-
única diferencia de que se prolonga hasta que se produce el fallo. Se tructurales tales como la globulización, grafitización o formación de
fases sigma. Es importante conocer la existencia de estas inestabilida-
FLUENCIA LENTA TENSION SEC. DEFORMACION A TEMPERATURA

des, porque de otra manera se incurriría en serios errores al tratar de produce deslizamiento sobre los planos no basales { lOIO }, en las di-
hacer extrapolaciones a tiempos más largos. recciones (1210), por encima de los 300 ºC (570 ºF) y hay pruebas de
deslizamiento no basal, a alta temperatura, en el magnesio 1• Las ban-
13-4. Deformación a temperatura elevada.-Los procesos de das de deslizamiento producidas a alta temperatura no suelen aseme-
deformación más importantes que se producen a temperatura elevada jarse a las líneas rectas de deslizamiento que se encuentran después
son el deslizamiento, la formación de subgranos y el resbalamiento de de la deformación ambiente. Aunque a temperaturas elevadas pueda
los límites de grano. La deformación a temperatura elevada se carac- iniciarse el deslizamiento como bandas espaciadas con relativa unifor-
teriza por su extrema heterogeneidad. La medida del alargamiento local midad, cuando la deformación progresa hay tendencia' a que el ciza-
de fluencia 1 en diferentes puntos de una probeta muestra que la defor- llamiento posterior ·se restrinja a unas pocas bandas de deslizamiento.
mación local experimenta variaciones periódicas en el tiempo que no La tendencia al deslizamiento cruzado y a la formación de bandas de
se registran en la variación de la deformación en la distancia total en - deformación aumenta con la temperatura. Se han encontrado líneas
tre puntos de la probeta. En las probetas de grano grueso pueden pro- de deslizamiento finas, difíciles de resolver con el microscopio óptico,
ducirse, en regiones localizadas, rotaciones reticulares que ocasionan entre las bandas gruesas de deslizamiento de probetas de fluencia de
zonas de orientación anómala. aluminio 2 ; son trazas de planos de deslizamiento en los que este ha
En los metales a alta temperatura se han observado varios proce- sido muy débil. Más adelante nos ocuparemos de la significación del
sos secundarios de deformación. Entre estos pueden incluirse el desli- deslizamiento fino para la deformación por fluencia lenta.
zamiento múltiple, la formación de bandas de deslizamiento de espesor En una de las primeras investigaciones sobre los procesos de defor ..
excesivo, bandas de plegado, formación de pliegues en los límites de mación en la fluencia lenta, Hanson y Wheeler 3 encontraron que el
grano y traslación de los límites de grano. Muchos de los estudios de espaciado de las bandas de deslizamiento aumentaba con el incremen·,
la deformación a temperatura elevada se han hecho con chapa de alu-
to de la temperatura o con la disminución de la tensión. Trabajos pos~
minio de grano grueso; para este tipo de estudios se prefiere el alumi-
teriores en aluminio y sus aleaciones 4 · 5 mostraron que el espaciado
nio porgue la película de óxido elimina los problemas de oxidación.
de las bandas de deslizamiento era inversamente proporcional a la ten-
También se han hecho estudios sobre la deformación en fluencia lenta
del hierro, del magnesio y del plomo. Es importante recordar que to- sión, pero independiente de la temperatura. Estas observaciones pueden
dos los trabajos sobre la deformación a temperatura elevada se han interpretarse de la siguiente forma: Si el aluminio, con un tamaño
hecho bajo condiciones que dan velocidades de fluencia de varios tan- inicial de grano determinado, se ensaya a una cierta tensión, se tendrá
tos por ciento en 100 o 1000 h, mientras que para muchas aplicaciones un espaciado característico de las bandas de deslizamiento. Si el tamaño
técnicas se requiere una velocidad de menos que el 1 % en 100 000 h. de grano es más pequeño que el espaciado entre las bandas, estas no
Como los procesos de deformación que ocurren a temperatura elevada serán visibles en la probeta después de la deformación. La deformación
dependen de la velocidad de deformación tanto como de la tempera- de los granos puede ocurrir por cizallamiento a lo largo de los límites
tura, no es siempre posible extrapolar los resultados obtenidos en con-· y por fraccionamiento de los granos en "celdas" o subgranos 6• La de-
diciones de alta velocidad de deformación a condiciones de mayor formación a temperatura elevada o bajas velocidades de deformación,
interés práctico. Muchos de los trabajos realizados para el estudio de o a valores altos de ambos parámetros, ocurre en condiciones para las
los procesos de deformación durante la fluencia lenta han sido revisa· que es difícil detectar las líneas de deslizamiento, pero para las que
dos por Sully 2 y Grant y Chaudhuri 3• se observa con facilidad la deformación en los límites de grano. Esta
Deformación por deslizamiento.-Cuando los metales se deforman condición se ha llamado frecuentemente de "flujo sin deslizamiento",
a temperatura elevada se observan nuevos sistemas de deslizamiento. En la p.:-oximidad de los límites de grano se producen fenómenos
El deslizamiento se produce en el aluminio 4 a lo largo de los planos complejos de deformación. Aunque estos límites restringen la defor-
{lll}, {100} y {211} por encima de los 250ºC (500ºF). En el cinc se

1 H. C. CHANG y N. J. GRANT: Trans. AIME, vol. 197, pág. 1175, 1953. 1 A. R. CHAUDHURI, H. C. CHANG y N. J. GRANT: Trans. AIME, vol. 203,
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368 FLUENCIA LENTA TENSION SEC. 13-5 J FRACTURA A TEMPERATURAS ELEVADAS 369

mación a temperatura elevada menos que a la ambiente, aún conservan importantes de deslizamiento plástico en el seno de los cristales adya-
un efecto restrictivo sobre ella. centes.
Formación de subgranos.-La deformación por fluencia lenta es muy La migración de los límites de grano es un desplazamiento de di-
heterogénea, por lo que se ofrecen muchas oportunidades para que la chos límites en una dirección inclinada respecto a ellos. Se la puede
red se flexione. Se producen bandas de plegado, bandas de deforma- considerar como un crecimiento de grano inducido por la tensión. La
ción y flexión local en la proximidad de los límites de grano. La poli- migración de los límites de grano supone una restauración durante la
gonización puede coincidir con la flexión de l~ red, . porque ~ tempe- fluencia lenta, que es muy importante porque permite al material dis-
ratura elevada se facilita el trepado de las dislocaciones (vease sec- torsionado, adyacente a los límites de grano, quedar en disposición de
ción 6-10). La formación de celdas o subgranos, cuando progresa la sufrir nuevas deforma.ciones. Los límites de grano ondulados, que se
fluencia lenta, se ha podido observar por medio de rayos X y de las observan frecuentemente en la fluencia lenta a temperatura elevada, son
técnicas metalográficas. El tamaño de los subgranos depende de la el resultado de la deformación heterogé-
tensión y de la temperatura. Los subgran~~ grandes, ? celdas, se p~o­ nea en dichos límites y de su migración.
ducen a temperaturas altas y a baja tens1on o velocidad de fluencia. Para que se produzca la deformación
de los límites de grano, sin que se origi-
t
El decrecimiento de la velocidad de fluencia en la primera etapa es el
resultado de la formación de un mayor número de subgranos al pro- nen grietas, es necesario que la deforma-
aresar la deformación. El incremento en el número de límites de grano ción sea continua a lo largo de los lími-
de ángulo pequeño es una creación continua de b~rr~ras que se op~nen
tes. U na forma usual ge acoplarse la de-
formación de los límites de grano a
al movimiento de las dislocaciones y por eso dismmuye la velocidad
de deformación. temperatura elevada es la formación de
pliegues en el extremo de un límite 1• La
La deformación en los límites de los granos.-Vimos _en la sec-
figura 13-5 muestra el esquema de un
ción 8-5 que la relajación en los límites de grano, _qu~ se mide por, l~s pliegue.
efectos de fricción interna a temperatura elevada, mdica que esos limi-
La participación relativa del desli-
tes tienen cierto carácter viscoso en esas condiciones. Por ello no debe FrG. 13-5.-Formación de un
zamiento y el despla,.zamiento en la "pliegue" en un punto triple
sorprender que los límites de grano se comporten de una man~ra que deformación total debida a la fluen- (esquema).
indica una movilidad considerable cuando se produce la fluencia lenta cia lenta en el aluminio, a 200 ºC, ha
a temperatura elevada. Los principales procesos que se observan en los
sido investigada por McLean 2• A esta temperatura, relativamente
límites de arano durante la fluencia lenta a temperatura elevada son baja, comprobó que solo una fracción pequeña de la deformación total
el resbalamfento en los límites de grano, la migración de los límites de
se debe al desplazamiento de los límites de grano; el 50%, aproxima-
grano y la formación de pliegues. . damente, se debe a deslizamiento, fácil de distinguir por las gruesas
El resbalamiento en los límites de grano es un proceso de cizalla- bandas de deslizamiento, y el resto de la deformación total no se pue-
miento en la dirección de estos límites; es favorecido por la elevación de atribuir a ningún mecanismo microscópico de deformación. McLean
de temperatura, la disminución de la velocidad de fluencia o por efecto atribuye esta "fluencia perdida" a deformación por deslizamiento fino,
simultáneo de ambos factores. No se ha podido responder a la pre- que es muy difícil de observar con el microscopio. El cree que esta
aunta
t:>
de si el resbalamiento supone el deslizamiento de • los

granos deformación puede explicar las observaciones de los primeros inves-
como un bloque sobre los límites 1 o si se trata de un movimiento en tigadores, los cuales suponían que la deformación por fluencia lenta
el seno de dos granos adyacentes pero en superficies ablandadas de se producía sin deslizamiento ("flujo sin deslizamiento"). A tempera-
ambos aranos inmediatas al límite 2• El cizallamiento en los bordes turas más elevadas, y tensiones más bajas, es de esperar una mayor
de gran~ se p;oducen discontinuamente en el tiempo, y la cantid~d. de contribución a la deformación total por parte del desplazamiento de
desplazamiento por cizalladura no es uniforme a lo largo del limite. los límites de grano.
Aunque se desconoce el mecanismo exacto,_ sí se sa~e q1:e el resba-
lamiento en los bordes de arana no es un simple deslizamiento de un 13-5. Fractura a temperaturas elevadas.-Desde los primeros
grano con relación al otro, ~arque siempre es precedido por cantidades trabajos de Rosenhain y Ewen 3 se sabía que cuando la temperatura se

1 H. C. CHANG y N. J. GRANT: Tl'ans. AIME, vol. 206, pág. 169, 195~. 1 H. C. CHANG y N. J. GRANT: Trans. AIME, vol. 194, pág. 619, 1952.
2
2 F. N. RHINES, W. E. BOND y M. A. KrssEL: Trans. ASM, vol. 48, pag. 919, D. McLEAN: J. lnst. Metals, vol. 80, pág. 507, 1951-52.
1956. 3 W. RosENHAIN y D. EWEN: J. Inst. Metals, vol. 10, pág. 119, 1913.
llIF.T!·:H. -·-2·1
FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSION [CAP. 13 SEC. FRACTURA A TEMPERATURAS ELEVADAS
370

eleva hay una transición de fractura transgranular a intergranular. La que es más intenso sobre la resistencia de los límites de grano que para
fractura transgranular se produce cuando los granos son más débiles la de los granos. Puecto que la superficie de los límites de grano aumen-
que sus límites, mientras que en la fractura intergranular los límites ta cuando disminuye el tamaño de grano, un material de grano grande
de grano son los de mayor debilidad. Jeffries 1 introdujo el concepto tendrá más resistencia, por encima de la temperatura equicohesiva, que
de temperatura equicohesiva, que uno de grano fino. Por debajo de dicha temperatura es verdadera la
definió como la temperatura a la inversa. Para los metales y aleaciones de pureza comercial, la tempe-
límite de grano que los granos y los límites de ratura equicohesiva se encuentra en un intervalo relativamente estre-
grano tienen la misma resistencia cho, pero para el material de alta pureza hay un intervalo amplio de
o (Fig. 13-6a1. Lo mismo que la temperaturas en el que la resistencia mecánica de los granos y la de
.ü ' temperatura de recristalización, la los límites de grano se diferencian muy poco 1 (Fig. 13-6 e) y la frac-
u;~ fractura . " "-, temperatura equicohesiva no es un tura transgranular puede ocurrir a temperaturas más elevadas.
'iii transgranular ·¡ '-..
punto fijo. Además de la tensión Cuando los límites de grano tienen mucha movilidad, nos encon-
~ fractura intergranular
1
y de la temperatura, también in- tramos con la existencia de una región delgada y plásticamente débil,
TEC fluye la velocidad de deformación. embebida entre dos granos de una matriz relativamente resistente. Se
temperatura~
La figura 13-6 b muestra que al han propuesto muchos modelos de fractura en los límites de grano,
(a)
reducirse la velocidad de defor- pero ninguno puede explicar todos los detalles de tal tipo de fractura.
En las condiciones de la fluencia lenta se han observado dos tipos

~~.'
de fractura intergranular. En condiciones en que es posible el resbala-
miento en los límites de grano, se pueden iniciar las grietas en los pun-

LJ/ e /c tos triples que se forman cuando coinciden tres límites en la superficie
plana pulida de la probeta metalográfica. Este tipo de fallo en el límite
grano predomina a tensiones elevadas, a las que la duración total es
corta. En la figura 13-7 se muestran varios esquemas de la formación
de grietas como resultado del resbalamiento en los límites de grano 2•

r
TEC-1 TEC-2
Zener 3 ha mostrado que se pueden producir grandes tensiones de
temperatura~
(b) tracción en los puntos triples por efecto de las tensiones cizallantes
que actúan a lo largo de los límites de grano. Cuando se puede producir
migración de límites y formación de pliegues, disminuye la tendencia
límite de grano
a la fractura en los límites de grano. La migración traslada el límite

_¡-
grano de grano deformado a una región nueva, no deformada, del cristal,
r ·,A
mientras que la formación de pliegues permite la eliminación de las
intervalo !' metal puro concentraciones de tensiones en los vértices de los granos por defor-
de TEC 1· 8~ . mación plástica dentro de los últimos .
e ~

El segundo tipo de fractura intergranular se caracteriza por la for-


temperatura-r . mación de huecos en los límites de grano, especialmente en aquellos
D
(e) que son transversales a las tensiones de tracción. Los huecos crecen y
FIG. 13-6.-Temperatura equicohesiva. FIG. 13-7.-Esquemas de la formación coalescen en una grieta integranular. Este tipo de fractura es el preº
(Según N. J. GRANT, en Utilization of de grietas intergranulares como conse- dominante cuando la tensión es baja y la rotura se produce después de
Heat Resistant Alloys, American So- cuencia del resbalamiento de los lí- transcurrido un largo tiempo. Un mecanismo propuesto para este tipo
ciety for Metals, Metals Park, Ohio, mites de grano. (H. C. CHANG y
N. J. GRANT: Trans. AIME, vol. 206.
de iniciación de la fn. ctura consiste en la formación de huecos por
1954.} condensación de vacantes, y crecimiento de los mismos por difusión
pág. 545, 1956.)

mac1on disminuye la temperatura equicohesiva y aumenta con ello la


tendencia a la fractura intergranular. El efecto de la velocidad de de- 1 SERVI y GRANT, op. cit., pág. 909.
formación sobre la relación resistencia mecánica-temperatura parece 2 B. C. CHANG y N. J. GRANT: Trans. AIME, vol. 206, págs. 544-50, 1956.
3 C. ZENER: Micromechanism of Fracture, en "Fracturing of Metals", pá-

l z. JEFFRIES: Trans. AIME, vol. 60, págs. 474-576, 1919. gina 3, American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1948.
SEC. TEORIAS DE FLUENCIA LENTA A TEMPERATURA ELEVADA 373
372 FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSION [CAP. 13

sición, por una dislocación, de la energía de activación necesaria para


hacia ellos de los citados defectos reticulares. Balluffi y Seigle 1 han moverse. En la aplicación inicial de la tensión se mueven las disloca-
propuesto una teoría para el crecimiento de los huecos análoga a la ciones que necesitan menos energía de activación y producen la de-
utilizada para explicar la sinterización de los metales. Por otra parte, formación inicial de fluencia. Cuando se agotan estas dislocaciones de
diversos experimentos 2 indican que no pueden formarse huecos in- movimiento fácil, solo puede continuar la fluencia lenta por el movi-
tergranulares si no se· produce resbalamiento en los límites de grano. miento de dislocaciones que necesitan mayor energía de activación. La
En la actualidad no se puede decidir con seguridad si los huecos se
energía de activación necesaria es cada vez mayor y la velocidad de
forman por condensación de vacantes o por efecto de fluencia plástica
fluencia disminuye. Mott y Nabarro 1 y Cottrell 2 han propuesto un
localizada. tratamiento teórico de la fluencia de agotamiento que conduce a una
13ª6. Teorías sobre la fluencia lenta a temperatura haja.-La ecuación logarítmica.
fluencia lenta se produce cuando se pueden vencer los obstáculos que La fluencia logarítmica de baja temperatura obedece a una ecua-
se oponen a la deformación por la acción combinada de la tensión y ción mecánica de estado, es decir, que la deformación en un instante
las fluctuaciones térmicas. Los procesos de difusión adquieren impor- dado solo depende de los valores instantáneos de la tensión y la defor-
tancia a temperaturas superiores a la mitad del punto de fusión, apro- mación y no de la historia anterior de la deformación. La fluencia lenta
ximadamente. A temperaturas más bajas intervienen principalmente los a elevada temperatura, por el contrario, depende fuertemente de la de-
procesos de restauración que no dependen de la difusión, p. ej., el formación anterior y de la historia térmica, por lo que no satisface a
deslizamiento cruzado. La fluencia lenta a temperatura elevada es pre- una ecuación mecánica de estado.
dominantemente fluencia viscosa o de estado estacionario, mientras que La teoría del agotamiento no describe adecuadamente el compor-
por debajo de T 1/2 prepondera la fluencia transitoria o primaria. tamiento durante la fluencia transitoria. El decrecimiento de la velo-
En la sección 13-2 indicamos la ecuación de Andrade para la des- cidad de fluencia en la etapa transitoria es el resultado de la creciente
cripción de las fluencias transitoria y de estado estacionario. Cottrell 3 densidad de dislocaciones y de la formación de límites de grano de
ha propuesto una ecuación general diferente para las leyes temporales pequeño ángulo. Los mecanismos de restauración que operan durante
de la fluencia lenta: la fluencia transitoria no están bien establecidos. El análisis de los
[13-6] datos existentes 3 indica que el escape de dislocaciones helicoidales de
los apilamientos por deslizamiento cruzado puede ser el mecanismo
en la que A y n' son constantes empíricas. Los distintos tipos de fluen- principal de restauración en los metales ccc.
cia descritos por la Ec. [13-6] dependen del valor de n'. Si es n' =0, la
velocidad de fluencia es constante y la Ec. [13-6] representa la fluencia 13-7. Teorías de la fluencia lenta a temperatura elevada.-A
estacionaria. Si es n' l, la Ec. [13-6] se convierte en temperaturas superiores a T 1/2 prepondera la fluencia secundaria o
de estado estacionario. Aunque hay ciertas dudas de si se consiguen
E=a In t [13-7] verdaderas condiciones de estado estacionario para todas las combina-
ciones de tensión y temperatura, se tienen pruebas experimentales abun-
en la que a es una constante. Esta es la ley logarítmica de la fluencia dantes que indican el establecimiento de condiciones aproximadas de
lenta para temperaturas bajas 4• Si es n' = 2/3, la Ec. [ 13-6] se con- estado estacionario, después de un corto período de fluencia lenta, en
vierte en la ecuación de Andrade para la fluencia lenta transitoria la zona de temperaturas altas. La fluencia lenta de estado estacionario
E= f3tl/3 [13-8] es la consecuencia de un equilibrio entre el endurecimiento por defor-
mación y la restauración. Los efectos del endurecimiento por deforma-
La fluencia lenta logarítmica se produce a temperaturas y tensiones ción se eliminan por el escape de los apilamientos de las dislocaciones
bajas, a las gue no existe recuperación. Se cree que es un proceso de helicoidales por deslizamiento cruzado y de las de cuña por trepado.
agotamiento en el que la fase determinante de la velocidad es la adqui- Puesto que el trepado requiere una energía de activación mayor que

1R. w. BALLUFFI y L. L. SEIGLE: Acta Met., vol. 5, pág. 449, 1957. 1 N. F. MoTT y F. R. N. NABARRO: "Report on Strength of Solids", pág. 1,
2C. W. CHEN y E. S. MACHLIN: Trans. AIME, vol. 209, págs. 829-35, 1957; Physical Society, Londres, 1948.
J. INTRATER y E. s. MACHLIN: Acta Met., vol. 7, pág. 140, 1959. 2 COTTRELL, op. cit.
3 A. H. CoTTRELL: J. Mech. and Phys. Solids, vol. 1, págs. 53-63, 1952. 3 G. ScHOECK: Theory of Creep, en "Creep and Recovery", American So-
4 La fluencia logarítmica se ha observado en el cobre por debajo de 200 ºK ciety of Metals, Metals Park, · Ohio, 1957.
[O. -H. WYATT: Proc. Phys. Soc. (Londres), vol. 66B, pág. 495, 1953.J
374 FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSION [CAP. 13 SEC. 13-7] TEORIAS DE LA FLUENCIA LENTA A TEMPERATURA ELEVADA 375

el deslizamiento cruzado, será el primero el que determine la velocidad "unidad de flujo" adquiriese la energía suficiente para poder sobrepasar
de fluencia en la etapa estacionaria. la barrera de potencial del estado activado. La teoría predecía, para la
Orowan 1 fue el primero que sugirió el tratamiento de la fluencia velocidad de fluencia lenta estacionaria, una expresión de la forma
lenta de estado estacionario como un equilibrio entre endurecimiento
por deformación y restauración. Si </> es la pendiente de la curva ten- . -D.F Ba-
E=C exp - - - senh-- [13-13]
sión-deformación a la tensión aplicada a-, y r=aa-/at la velocidad de kT kT
recuperación de la tensión de fluencia en el recocido, la condición de
estado estacionario requiere que la tensión de fluencia permanezca en la que D.F es la energía libre de activación y B una constante que
constante, describe las dimensiones de la unidad de flujo. Las unidades de flujo
aa- fJcr no se definieron en términos de la estructura cristalina, por lo que
da-=--dt--dE Ü [13-9] esta teoría tenía poca base física. A pesar de ello, supuso un avance
fJt fJE
importante en la teoría de la fluencia lenta, al hacer patente que se
. fJa-/at r trataba de un proceso térmicamente activado.
E=K=----=- [13-10]
fJa-/fJE </> Una relación muy parecida a la Ec. [13-13] ha sido utilizada por
varios investigadores para describir los datos de la fluencia lenta esta-·
siendo K la velocidad de fluencia en el estado estacionario (flujo K). cionaria de los metales recocidos, como función de la tensión aplicada
Cottrell y Aytekin 2 han mostrado que el proceso de restauración tér- y de la temperatura 1 :
micamente activado se puede expresar por . -H qa-
E= Ao exp - - senh - - [13-14]
fJa- -(H -qa-) kT kT
r= ---=C e x p - - - - - [13-11]
at Los parámetros Ao, H y q son independientes de a-, y solo q varía sig-
en la que: nificativamente con la temperatura. Si qa-/kT es mayor que 2, la ecua-
H =la energía de activación, ción anterior se simplifica:
q= el volumen de activación relativo a la concentración atómi- . IA -(H-qa-)
E=z o exp [13-15]
ca de tensiones,
e= una constante,
k =constante de Boltzmann. La Ec. [13-15] implica la existencia de una relación lineal entre log €
y a-. También se obtiene, con frecuencia, una relación lineal si se re-
Sustituyendo la Ec. [13-11] en la [13-10], se obtiene una ecuación para presenta log € en función de log a-. Esta es una forma convencional de
la velocidad de fluencia lenta de estado estacionario representar los datos tecnológicos de la fluencia lenta. La ecuación
correspondiente
. C -(H-qa-) [13-16]
E=-;¡;- exp [13-12]
se usa a menudo en el análisis técnico de la fluencia lenta de estruc-
Las teorías basadas en las velocidades de reacción química de Eyring turas y elementos de máquinas.
fueron aceptadas durante algún tiempo para explicar este tipo de fluen- Dom 2• 3 ha contribuido valiosamente al conocimiento de la fluencia
cia 3 , 4 • De acuerdo con estas ideas, la fluencia era el resultado del paso lenta a temperatura elevada asentando la teoría de la velocidad de
sucesivo de "unidades de flujo" a través del campo potencial de la red reacción aplicada a la fluencia sobre un base física más sólida. En sus
cristalina. Se suponía que el metal se comportaba como un material experiencias de fluencia lenta del aluminio policristalino de alta pu-
viscoso y para que se produjese la fluencia lenta era necesario que la reza ha prestado mucha atención a las modificaciones en la distorsión

1 1 P. FELTHAM y J. D. MEAKIN: Acta Met., vol. 7, págs. 614-27, 1959.


E. ÜROWAN: /. West Scot. !ron Steel lnst., vol. 54, págs. 45-96, 1947.
2 J. E. DORN: The Spectrum of Activation Energies for Creep, en "Creep
v.
2 A. H. COTTRELL y AYTEKIN: J. lnst. Metals, vol. 77, pág. 389, 1950.
3 W. KAUZMANN: Trans. AIME, vol. 143, págs. 57-83, 1941. and Recovery", págs. 255-83, American Society for Metals, Metals J>ark, Ohio,
4 s. DUSHMAN, L. w. DUNBAR y H. HUTHSTEINER: /. Appl. Phys., vol. 15, 1957.
pág. 108, 1944.
3 J. E. DORN: J. Mech. and Phys, Solids, vol. 3, pág. 85, 1954.
376 FLUENCIA LENTA TENSION SEC. 13-7] TEORIAS DE LA FLUENCIA LENTA A TEMPERATURA ELEVADA 377

de la red cristalina y a la formación de subgranos durante el ensayo Si se deriva la [13-18] con respecto al tiempo,
de fluencia lenta. Observó que se pueden establecer correlaciones in-
troduciendo un parámetro e que depende del tiempo y de la tempe- . de éJf ae ¡-b.HC
E = - = - - = f (e, <re) e x p - - [13-19]
ratura:
-flHe
dt a.e
éJt · RT
e=texp--- [13-17]
RT Para la velocidad mínima de fluencia lenta se obtiene
siendo:
t =tiempo de fluencia lenta,
flHc= energía de activación para la fluencia, . = fl (e
Em 111 , O-
) exp -
--!lH-e [13-20]
R =constan te universal de los gases 1,
RT
T =temperatura absoluta.
Pero em es solo función de la tensión de fluencia lenta a- 0
por lo que
0,60....-~----..~~-,-~~-.-~~--,-~~.--~~-,--~~,...-~---,

o
ec.>
1

!J.H=34 000 cal/mol [13-21]


-;; 0,50 T, ºK
·g o 424
c.> ~ 418 siendo Z el parámetro de Zener-Hollomon que se consideró anterior-
:2 o, 4 o o 531
mente en la sección 9-8. Esta ecuación no solo describe las relaciones
c.>
-o entre temperatura y velocidad de deformación, para las velocidades
~ 0,301--~--1~~-+~-<'l"'-~~····---+-~~~-~--+-~--·r-··-··
~ relativamente altas del ensayo de tracción, sino que es también aplica-
e , ble para las velocidades de deformación muy bajas en el ensayo de
·§ 0,20 f---=-:r=F-~ fluencia lenta.
1
'.g O, l O
1 al:minio puro (99,987 O/o)
fluencia lenta bajo tensión constante a 3000 psi
El efecto de la tensión en el tiempo transcurrido hasta la rotura
está relacionado con el parámetro e,

oL--~'
o
~~---'-~'--_._~"------"---'
2 3 4x10· 15
er=tr e x p - - F(a-)
-!lH
[13-22]
B te-b.H/RT, h
RT
FIG. 13-8.-Deformación de fluencia lenta en función de e= t exp ( !:iH / RT).
siendo tr el tiempo hasta la rotura. Para el análisis técnico de la fluen-
(J. E. DORN, en Creep and Recovery, American Society for Metals, Metals
Pa:rk, Ohio, 1957.) cia lenta, la dependencia entre la tensión y el tiempo hasta la rotura
se expresa frecuentemente mediante la ecuación empírica
Para condiciones de carga o tensión constantes, la deformación total
de fluencia lenta es una función sencilla de e: t,.=aa- 11
[13-23 J

E=f(e, a-e) <re= constante [ 13-18 ·¡


También existe una relación empírica entre la duración hasta la rotura
y la velocidad mínima de fluencia lenta,
La figura 13-8 muestra una correlación típica entre E y e para datos de
fluencia obtenidos a varias temperaturas. Una característica importan-
te es que con esta correlación se obtienen estructuras equivalentes, tal log t,.+ C log €111 =K [ 13-24 J
como se observan metalográficamente, para los mismos valores de
E y e. siendo C y K constantes para una aleación determinada.
La energía de activación necesaria para la fluencia lenta se puede
1 La constante de Boltzmann k y la constante de los gases R están relacio- determinar a partir de dos curvas de fluencia, obtenidas con la misma
nadas por la ecuación R=kN, en la que N es el número de Avogadro. tensión aplicada y a dos temperaturas diferentes. En estas condiciones
378 FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSION [CAP. 13 SEC. 13-7] TEORIAS DE

los valores de 8, para dos valores iguales de deformación por fluencia observe todo un espectro de energías de activación, es indicación de
lenta obtenidos a las dos temperaturas, son iguales. Por tanto, que en esa zona el proceso de la fluencia lenta es bastante complicado.
No existe una relación funcional sencilla entre la velocidad de fluen-
-6..Hc -D..Hc cia estacionaria y la tensión, porque el efecto de la tensión depende
8i =ti exp - - - = 82 = t1 exp - - -
RT i RT2 del desarrollo de las transformaciones de estructura que se producen
T 1T 2 t2 durante la fluencia i. Una de las expresiones más razonables que rela-
6..Hc=R-.--ln- [13-25] cionan la velocidad mínima de fluencia con la tensión y la tempe-
Ti T 2 ti
ratura es
90 . --Mi
S' exp~exp B' a- [13-26]
!
/ Em=
1
1
! 1
1
1

80

~ 70
l?,_ en la que S' es un parámetro sensible a la estructura y B' una constan-
te independiente de la temperatura y de los cambios estructurales.
.......

~ 60
D7 1

o a-fe Para tensiones bajas (aproximadamente 4,5 Kg/mm 2 ) la ecuación se


convierte en
e
'O
·¡¡¡ 50 A<v . S'' exp~a-
Em=
-6..H n'
[13-27]
~
-o
.B:;¡ 40 ~ Otra ecuación, que concuerda bastante bien con los datos de velocidad
ti
ti
Mg>.fal
o
mínima y tensión, ha sido propuesta por Conrad 2,
~ 30
J
~
11

exp --6..H
- - senh [ - -
o- -
L.
Ém = S '
[ 13-28]
v~d
ti
o.. RT a-c(T)
::r:: 20
<l o
En la Ec. [13-28] el término dependiente de la estructura S se supone
10

o
o
V! i
10 20
1

i ¡
30 40
1

50 60 70 80
1

90
constante a la velocidad mínima de fluencia y la constante a-e es inde-
pendiente de la temperatura.
W eertman 3 ha deducido una ecuación para la velocidad mínima,
AH para la fluencia lenta, Kcal/mol parecida a la [13-27], suponiendo que el trepado de las dislocaciones
FIG. 13-9.-Correlación entre energías de activación para la fluencia lenta de
es el proceso que controla la velocidad. Los obstáculos que se oponen
alta temperatura y para la autodifusión. (J. E. DORN, en Creep and Recovery, al movimiento de las dislocaciones se admite que son dislocaciones in-
American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1957.) móviles de Cottrell-Lomer (véase Sec. 6-4). Para escapar de estos obs-
táculos las dislocaciones trepan a planos adyacentes de deslizamiento,
Una correlación más amplia i entre la fluencia lenta y los datos para formando límites de ángulo pequeño. La energía de activación para
la difusión de los metales puros muestra que la energía de activación este proceso es la misma de la autodifusión. Se llega a un estado esta-
para la fluencia lenta es aproximadamente igual a la necesaria para la cionario en el que la velocidad de formación de dislocaciones es igual
autodifusión (Fig. 13-9). A temperaturas inferiores a la mitad del pun- a la de su aniquilación. Otro modelo de dislocaciones para la fluencia
to de fusión, 6..Hc es función de la temperatura y no muestra correla- de estado estacionario ha sido propuesto por Mott 4 ; se supone que el
ción con la energía de activación necesaria para la autodifusión. La proceso que controla la velocidad es la formación de vacantes por el
excelente correlación encontrada entre las energías de activación de la movimiento de codos de dislocaciones helicoidales. Este modelo con-
fluencia lenta y la autodifusión indica que el trepado de las dislo-
caciones es la etapa determinante de la velocidad de la fluencia lenta i A. E. BAYCE, w. D. LUDEMANN, L. A. SHEPARD y J. E. DORN: Trans. ASM.

a temperatura elevada. El hecho de que a temperaturas más bajas se vol. 52, págs. 451-68, 1960.
2 H. CONRAD: Trans. ASME, ser. D, vol. 81, págs. 617-27, 1959.
3 J. WEERTMAN: J. Appl. Phys., vol. 26, págs. 1213-217, 1955.
1 O. D. SHERBY, R. L. ORR y J. E. DoRN: Trans. AIME, vol. 200, págs. 71-80, 4 N. F. MOTT: "NPL Symposium on Creep and Fracture at High Tempera-
1954. ture", págs. 21-24, H. M. Statioriery Office, Londres, 1955.
380 FLUENCIA LENTA TENSION
PRESENTACION DE LOS DATOS TECNICOS DE FLUENCIA LENTA 381

duce a una ecuación para la fluencia de estado estacionario análoga a


presentación se obtendrán frecuentemente líneas rectas para las tem-
la [13-12], en la que la tensión interviene a través de un término cr/T.
peraturas bajas, pero a las temperaturas elevadas aparecen puntos an-
Es difícil seleccionar la verdadera relación funcional entre la velocidad
gulosos debidos a la inestabilidad estructural. Los valores de la velo-
de fluencia y la tensión partiendo de los resultados experimentales y
cidad mínima de fluencia inferiores a 0,001 o 0,01 % por hora se suelen
las teorías existentes.
determinar en el ensayo normal de fluencia lenta, mientras que las
velocidades más elevadas se deducen de los ensayos de tracción hasta
13-8. Presentación de los datos técnicos de fluencia lenta.-De
la rotura.
lo expuesto en las secciones anteriores es fácil deducir que nuestro Al publicar los datos de fluencia lenta es frecuente hablar de re-
conocimiento sobre la resistencia mecánica de los metales a alta tem-
30 ~

velocidad de fluencia lenta, %/1000 h

------
25 10 1,0 0,10 0,01
!200ºFJ
20 16-25-6

15 !300ºF _
i---
L-- !400ºF
·¡g_ 1o
------ - -:.....--1-- ¡.....--

g 8 --- --- ,_____


~

!500ºF- ·~2oi--==-....=---+---1-~-,
~

,§ 5
·~ 4
6
----- 1---
¡__.--
o
o
o
~151----_::::,...._-k:::---+--
-
resistencia a
la fluencia lenta
c
-- -- - _. ----
~ L..-- 1400°r 'O
18-8 ·¡¡¡

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1

1 1 1
o10~0=------'---,o~o~o---~__¡__1_¡_00-oo~~~~_J_-,-0~0000
0,01 0,02 0.0.3 0.05 O 2 O3 O, 10,5 1,0 tiempo, h
velocidad de fluencia lenta, ºlo/10ÓO h
FIG. 13-11.-Curvas deformación-tiempo a 1300 ºF (750 °C) en una aleación
FIG. 13-10.-Representación logarítmica doble de la tensión en función de la 12-25-6. (C. L. CLARK, en Utilization of Heat Resistant Alloys, American So-
velocidad mínima de fluencia lenta. (Por cortesía de C. L. Clark, Timken ciety for Metals, Metals Park, Ohio, 1954.)
Roller Bearing, Co.)

peratura .no ha progresado lo su.ficiente para que se puedan predecir sistencia a la fluencia lenta o de resistencia a la rotura. La resistencia
co~ . confianza los ~atos necesarios para el diseño a partir de bases
a la fluencia se define como la tensión que, a una temperatura dada,
teoncas. No hay mas recurso que seleccionar juiciosamente las tensio- produce una velocidad mínima de fluencia de determinada magnitud,
nes ?e
diseño a partir de los datos experimentales existentes. Una gran usualmente 0,0001 %/h o 0,001 %/h. La resistencia a la rotura se re-
cant1da~ de estos datos han sido coleccionados y publicados por la
fiere a la tensión que, a una temperatura dada, produce la rotura al
ASTM Y, los fabric~ntes de aleaciones para alta temperatura. cabo de un tiempo o duración (vida) de magnitud determinada, gene-
Un metodo corriente para presentar los datos de fluencia es la ralmente 100, 1000 o 10 000 h. Una representación de la resistencia
representación del logaritmo de la tensión en función del locraritmo a la fluencia, o la resistencia a la rotura, en función de la temperatura,
de la velocidad mínima de fluencia (Fig. 13-10). En esta formaº de re- es otra forma corriente de representar los datos de fluencia. Cuando
en el diseño .es criterio importante el de una duración relativamente
1
breve, conviene presentar los datos en forma de una representación que
?st<?s datos, están publicados en las siguientes: ASTM Special Technica!
Publzca~zons: Num. 124 (aceros inoxidables), 1952; Núm. 151 (aceros al cro- informe sobre el tiempo necesario para producir una deformación total
mo-molibdeno), 19~3; Núm. 160 (superaleaciones), 1954; Núm. 180 (aceros al variable a diferentes tensiones (Fig. 13-11). Se requiere un juego se-
carbono), 1955; Nu~. 181 (cobre y aleaciones de base cobre), 1956; Núm. 199 parado de curvas para cada temperatura.
(aceros aleados, for¡ados, de contenido medio de carbono), 1957. Al diseñar misiles y aviones de alta velocidad se necesitan datos
382 FLUENCIA LENTA TENSION SEC. 13-9] PREDICCION DE LAS PROPIEDADES PARA TIEMPOS MUY LARGOS 383

relativos a temperaturas y tensiones más altas y tiempos más cortos En la deducción original de la Ec. [13-29], sobre la base de la teoría
que los que usualmente se determinan en el ensayo de fluencia lenta. de la velocidad de reacción, se emplea un valor C = 20. Es una buena
Una forma corriente de presentar estos datos es en forma de curvas aproximación, a falta de otros datos, pero se obtienen mejores resul-
isócronas tensión-deformación. Los ensayos de fluencia lenta se reali- tados admitiendo que C es una constante del material que ha de deter-
zan a diferentes tensiones para cada temperatura de interés. De la fa- minarse experimentalmente. Una vez que se ha establecido el valor
milia de curvas de fluencia se obtienen las curvas isócronas tensión- adecuado de la constante C, se construye un gráfico patrón represen-
deformación haciendo una nueva representación con la tensión como tando el logaritmo de la tensión en función del parámetro de Larson
ordenada, la deformación como abscisa y el tiempo, usualmente de y Miller, cuyo gráfico representa la resistencia a temperatura elevada
5 a 60 min, como parámetro de cada curva tensión-deformación. del material, para todas las combinaciones de temperatura y tiempo.
En este parámetro se pondera demasiado la temperatura, por lo que
13-9. Predicción de las propiedades para tiempos muy lar- no resulta muy sensible a pequeñas variaciones en la duración hasta la
gos.-Muchas veces es necesario disponer datos de resistencia mecá- rotura debidas a modificaciones estructurales del material.
nica a temperatura elevada para condiciones no ensayadas experimen- El parámetro e, propuesto por Dorn (Ec. [13-17]), es también uti-
talmente. Esto ocurre en particular con los datos de fluencia y tensión lizable para fines de extrapolación. Este parámetro es muy adecuado
hasta rotura para tiempos muy largos, ya que a veces es necesario co- para correlacionar los datos de fluencia y de tensión-rotura de los me-
nocer la resistencia a la fluencia que produzca una deformación del 1 % tales puros y las aleaciones diluidas, pero se ha empleado poco en las
en 100 000 h (once años), aunque la aleación de que se trate solo se aleaciones técnicas de alta temperatura.
fabrique desde hace dos años. La única solución en estos casos es la Manson y Haferd 1 han propuesto una modificación del parámetro
extrapolación para un tiempo mayor de los datos existentes. Estas ex- de Larson y Miller. El parámetro de Manson y Haferd tiene la forma
trapolaciones solo son de confianza cuando se tiene la seguridad de
que en la región extrapolada no se producen cambios estructurales que T-Ta
modifiquen la pendiente de las curvas. Puesto que a temperaturas ele- constante [ 13-30]
log t- log ta
vadas suelen producirse cambios estructurales después de transcurrido siendo:
un tiempo más corto, una forma de explorar la posibilidad de estos T =temperatura de ensayo en ºF,
cambios consiste en examinar una representación logarítmica de la t =tiempo en horas,
tensión en función de la duración hasta la rotura correspondiente a
una temperatura superior, en varios centenares de grados, a la reque- log ta, Ta= constantes deducidas de los datos experimentales.
rida. Así, p. ej., si en 1000 h no se producen cambios de pendiente a
una temperatura superior en 200 ºC a la requerida, se puede dar como Cuando se representa log t en función de T, para los datos obtenidos
segura la extrapolación rectilínea a la temperatura requerida, más baja, a tensión constante, se obtiene una línea recta. Las líneas obteni-
y como posible la extrapolación a 100 000 h. Grant y Bucklin 1 han das a diferentes tensiones convergen hacia un punto de coordenadas
propuesto un método lógico de extrapolación de curvas de tensión log ta y Ta.
hasta la rotura que tiene en cuenta los cambios de pendiente debidos Una comparación entre estos parámetros, realizada sobre la base
a las modificaciones estructurales. de los resultados experimentales, muestra que el parámetro de Manson
Se han sugerido diversos parámetros tiempo-temperatura para pre- y Haferd es el que da mejor acuerdo general 2 , aunque en ciertos ca-
decir el comportamiento en fluencia o rotura para tiempos largos, a sos 3 ninguno de los parámetros satisface completamente los datos. Es-
partir de los datos de ensayos de corta duración. El parámetro de Lar- tos parámetros son útiles para representar datos muy numerosos em-
son y Miller 2 tiene la forma pleando gráficos patrón del logaritmo de la tensión en función del
parámetro. Se han usado mucho para la predicción de datos a largo
(T + 460) ( C + log t) = constan te [ 13-29] tiempo partiendo de los resultados de ensayos de corta duración. Aun-
en donde: que es posible que se cometan errores empleando este procedimiento,
T=temperatura en ºF,
1 S. S. MANSON y A. M. HAFERD: NACA Tech. Note 2890, marzo, 1953;
t =tiempo en horas, S. S. MANSON, G. Succop y W. R. BROWN, Jr.: Trans. ASM, vol. 51, págs. 911-
C =una constante con un valor comprendido entre 10 y 30. 34, 1959.
2 R. M. GOLDHOFF: Trans. ASME, ser. D, vol. 81, págs. 629-44, 1959.
1 N. J. GRANT y A. G. BucKLIN: Trans. ASM, vol. 42, págs. 720-61, 1950. 3 F. GAROFALO, G. V. SMITH y B. W. RoYLE: Trans. ASME, vol. 78, pági-
2. F. R. LARSON y J. MILLER: Trans. ASME, vol. 74, págs. 765-71, 1952. nas 1423-434, 1956.
SEC. ALEACIONES PARA TEMPERATURAS
FLUENCIA LENTA TENSION

se suele considerar que su empleo da probablemente mejor resultado Si se conoce un valor de la tensión a alta temperatura y el valor del
que la simple extrapolación gráfica, en las representaciones logarítmicas parámetro, se pueden deducir los valores de la temperatura y duración
dobles, más allá de una o dos veces la escala logarítmica fundamental. hasta la rotura. Este procedimiento se ha comprobado para aleaciones
Una aproximación sobre las propiedades a alta temperatura se ob- monofásicas y polifásicas complejas de empleo a temperatura elevada.
tiene mediante el ensayo de la dureza en caliente. Existe cierto pa- Es un método útil para conocer las propiedades a temperatura elevada
ralelismo entre la resistencia a alta temperatura y los datos de dureza de materiales relativamente frágiles. Sin embargo, los ensayos de esta
en caliente. Lo mismo que hay una relación lineal entre la tensión y clase no dan indicaciones de la ductilidad del material que, en ciertos
casos, puede ser una variable más decisiva que la resistencia.
100 i
, ___
1

1 l l3ul0. Aleaciones para temperaturas elevadas,.-Las aleaciones


!
1
) 1 1 para temperatura elevada constituyen una clase particular de materia-
i - 10
o/1rº: ¡
i
- 20:2
30~
/,
les complejos que se han desarrollado para aplicaciones muy específi-
cas. La consideración retrospectiva de los principios metalúrgicos sobre
~-/· 1 -:

1
O::' Vl
los que se desarrollaron estas aleaciones tiene el interés de hacer com-
i o o prender el efecto de las variables metalúrgicas en la fluencia lenta. En
i o
11
1 1
35 '- u lo esencial, el desarrollo ha sido el resultado de una investigación em-
!
1

ty>'
V' 1
1
1
-~
Vl
O.
.D
pírica concienzuda, y fue más tarde cuando se comprendieron los prin-
cipios en que se basó tal desarrollo.
1
1 i E
Jü En la tabla 13-1 se reproducen las composiciones nominales de cier-
1

1
l o
1 ' - 40 o to número de aleaciones para temperatura elevada. En ella se recogen

7
1

! 1 1 "'' uo solo unas pocas de las muchas disponibles 1• Las aleaciones primera-
1 1
;2~ mente desarrolladas fueron las ferríticas, y su finalidad era atender a
tracción (C= 25) X 0
o f---·-· -
o 1 - 45'.2
1
~ las exigencias crecientes en temperatura de servicio de las plantas de

/ {
e
f: 0,0108 min ·•
:2 f::,. e= 0,0318 min-1 1
Ol
.Q
energía de vapor. Son esencialmente aceros al carbono, a los que se
u
u + f = 0,0868 min-1 + añaden cantidades crecientes de cromo y molibdeno para formar car-
_g ,/

1

1

1
¡lurezT
o fluencia lenta (C=24,2) _ ' -

25) [ 1
<..>
- 50'-
buros que resistan el ablandamiento. El molibdeno es particularmente
eficaz para mejorar la resistencia a la fluencia lenta del acero. Por la
tendencia a la oxidación y la inestabilidad de la fase carburo, no se
10 100 1000 emplean estas aleaciones a temperaturas superiores a 550 ºC ( 1000 ºF)
dureza Vickers aproximadamente. Por la mayor resistencia a la oxidación de los aceros
FIG. 13-12.-Correlación entre la dureza en caliente y la resistencia mecánica inoxidables austeníticos se les pudo emplear hasta temperaturas de
para una aleación de hierro con 20% cromo. (E. E. UNDERWOOD: Trans. ASM, .650 ºC ( 1200 ºF), aproximadamente.
vol. 49, pág. 403, 1957.) Las superaleaciones para los motores de reacción son aleaciones a
base de níquel o de cobalto, o de ambos, que, en general, contienen
el logaritmo de la duración hasta la rotura, existe también una relación cromo en cantidad apreciable para mejorar la resistencia a la oxidación.
lineal entre la dureza y el logaritmo del tiempo de aplicación de la Las aleaciones monofásicas de solución sólida, tales como el nichrome
carga. En la sección 11-10 se indicó que puede establecerse una rela- (Ni-Cr), se hacen frágiles por encima de los 700 ºC, por lo que las
ción lineal entre dureza en caliente y resistencia a la tracción. La figu- superaleaciones son aleaciones polifásicas cuya resistencia se debe pri-
ra 13-12 representa una relación parecida entre la dureza en caliente mariamente a la existencia de una dispersión de partículas estables de
y la resistencia a alta temperatura 1• En la escala de ordenadas del lado una segunda fase. En las aleaciones a base de cobalto, y en algunas
izquierdo se tienen los valores de la resistencia a la tracción o la re- aleaciones complejas Ni-Co-Cr-Fe, tales como las N-155, S-590 y S-816~
sistencia a la fluencia y como abscisas la dureza en caliente. Tomando las partículas de segunda fase son carburos metálicos complejos. A es-
la escala del lado derecho, cada punto de la recta establece un valor tas aleaciones se añaden también molibdeno, niobio y volframio, que
del parámetro de Larson y Miller en función de la dureza en caliente.
l H. C. CROSS y W. F. SIMMONS: Alloys and Their Properties for Elevated
1 E. E. UNDERWOOD: Materials & Methods, vol. 45, págs. 127-29, 1957: Temperature Service, "Utilization of Heat Resistant Alloys'', American Society
í. lnst. Metals, vol. 88, págs. 266-71, 1959-60. for Metals. Metals Park, Ohio, 1954.
[CAP. 13 SEC. ALEACIONES PARA TEMPERATURAS
386 FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSION

contribuyen a la formación de los carburos estables. El contenido de forman carburos pueden sufrir reacciones complejas de envejecimiento,
carbono de estas aleaciones es decisivo y se debe controlar muy cuida- con el consiguiente aumento adicional de la resistencia.
dosamente. Aumentando la cantidad de carbono hasta cierto límite, Las aleaciones a base de níquel se pueden hacer más resistentes por
aumenta la cantidad de carburos y se incrementa la resistencia a la adición de pequeñas cantidades de Al o Ti, o de ambos a la vez. Con
rotura. Si el contenido de carbono es excesivo, los carburos ya no se estas adiciones se forman compuestos intermetálicos Ni 3Al o Nb Ti;
presentan como partículas discretas, sino que se forman redes com- hasta tres de cada cinco átomos de aluminio de la fase Ni 3Al pueden
pactas de carburo y disminuye la resistencia. Algunos sistemas que ser sustituidos por átomos de titanio para formar la fase ternaria
Nh (Al, Ti), cuyas partículas producen más endurecimiento que las
TABLA 13-1
de Ni3Al, y por esa razón se acostumbra añadir juntos el Al y el Ti.
Estas aleaciones son verdaderos sistemas de endurecimiento por enve-
Composiciones típicas de aleaciones para alta temperatura jecimiento, por lo que su resistencia I!1ecánica a temperatura elevada
depende de la capacidad para resistir al sobrenvejecimiento. Para po-
Aleación e Cr Ni Mo Co W Cb Ti Al Fe Otros nerlas en servicio hay que darles un tratamiento térmico cuidadoso que
produzca la máxima estabilidad de las partículas, ya que estas pueden
Aceros f erríticos destruirse si en las condiciones de servicio la temperatura fluctúa por
encima de la óptima de envejecimiento.
l,2S Cr. I.2S o.so Resto
Resto Una nueva clase de aleaciones de alta temperatura endurecidas por
S Cr, Mo s.oo o.so
dispersión son aquellas en que las partículas de una segunda fase esta-
"17-22-A" I.2S o.so Resto
Resto
410 ..... . 12,0 ble, generalmente, Ab0 3, Si02 y Zr027 se introducen en una matriz
metálica por medios artificiales 1• Un ejemplo es la aleación sinteri-
Aceros austeníticos zada de polvo de aluminio (SAP), que se obtiene dispersando partícu-
Resto
las finas de Ali0 3 en una matriz de aluminio, para lo cual se rompe la
316 ........ . 2,SO película superficial de óxido durante la extrusión de polvo de alumi-
0.70 Resto
347 ........ . Resto nio sinterizado. Mezclas de óxidos finos y polvos metálicos se com-
16-2S-6 ..... . 6.00
1,2S l.9S Resto primen, se sinterizan y se extrusan en formas útiles. Los datos relativos
A-286 ..... .
a cobre y aleaciones de níquel, preparadas de esta forma, indican que
Aleaciones a base de níquel las curvas de tensión hasta rotura de la aleación endurecida por dis-
1
1 --!
¡
persión en función del tiempo, cae mucho menos bruscamente que las
7,0
Inconel ..... 0,04 1 lS,S
1

Inconel X ... 1 0,041 1s.o


1 76,0 \
7S.O \ · · ·
·.·z:s- lo. 6 i 7,0 del mismo metal sin las partículas de la segunda fase. Comparando los
Nimonic 90 ...• 0.08 20.0
1

S8,0 ... 16 2,3 1 1,4 1


o.s tiempos de rotura a una tensión dada se han señalado mejoras de hasta
Hastelloy B . 0.10 1,0 6S,O 28 0
1
s.o el 1000 % para las aleaciones endurecidas por dispersión; para el níquel
13·.2 l ,ti
1

René 41 ...... 0,10119,0 S3.0l 10 11 1 1


2.0 se han encontrado aumentos de más de 7 Kg/mm2 en la resistencia a
Udimet SOO. ¡ 0,10 19.4 SS,6 4 14 2.9 2.9 0.6
1

1
1
1
la rotura en 100 h. La producción de estas aleaciones artificiales es muy
prometedora, porque permite emplear partículas de una segunda fase
Aleaciones a base de cobalto
de máxima resistencia al crecimiento y es posible el control del tamaño
~itallium
(HS-21)
\
... ¡ 0,2S ¡ 27.0
1 1

3,0 s
1

1
1 62
1

1
1

... 1 ... 1
!

1
1.0
y la cantidad de las partículas.
Una forma parecida de abordar el problema la constituyen los cer-
1.0
1

X-40 (HS-31) 0.401 2S,O 1 10,0 ... SS 8 i ... 1 nietos, en los que se combinan partículas de productos cerámicos, tales
como boruros, carburos y siliciuros, con un aglutinante metálico, por
Superaleaciones complejas los métodos de la metalurgia de polvos. Los cermetos presentan re-

N-lSS Mul-
timelt .. · 1 0,15
1 2-1-.0 l 20.0ll 3 1 -1
20 12.5 1,0 1 Resto 1 0,15N
... R es t o
sistencias muy elevadas hasta los 1000 ºC, aproximadamente (1800 ºF),
pero su empleo está limitado por su escasa ductilidad y su poca resis-
S-S90 ... ..
0.40 20.0 20.0 4 20 4 o' 4 o ... tencia a los choques mecánicos y térmicos.
... ...
1

3,0
S-816 . . . . . 0.40 20.0 20,0 4 1 Resto 4,0 4.0 La resistencia a temperatura elevada de los metales está relacionada
K 42 B ... ·· 0,05 18,0 43.0 ... ... ... 12,5 0,2 1
13
1

22 1
Refracta-
lay 26 ... , O,OS 18,0 37.0 3 1 20 ... ... 2.8 0,2 1 18 1 N. J. GRANT y O. PRESTON: Trans. A/ME, vol. 209, págs. 349-S6, 19S7.
388 FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSION (CAP. 13
SEC. 13-11] EFECTO DE LAS VARIABLES METALURGICAS 389
con el punto de fusión. Así, p. ej., _el. aluTI?-ini~ es más resi~te1:1te que. el
cinc, y el cobre más que el alumm10. Titamo, crom.~, mob1?, molib- 13-ll. Efecto de las variables :metalúrgicas.-La fluencia lenta
deno, tantalio y volframio, en orden de puntos de ~s1on cre?1ente, son a temperatura elevada y la resistencia a la rotura suelen ser más ele-
metales relativamente corrientes con puntos de fus1on superiores a los vadas para el material de grano basto que para el de grano fino, al con-
del hierro el cobalto y el níquel, componentes principales de las super- trario de lo que ocurre a temperaturas bajas, a las que la resistencia
aleaciones' actuales. Si bien no se ha comprobado que el titanio tenga aumenta al disminuir el tamaño de grano. El efecto fundamental del
tamaño de grano sobre la resistencia a temperatura elevada se enmas-
cara porque es prácticamente imposible modificar el tamaño de grano
70 de las superaleaciones complejas sin afectar inadvertidamente a otros
no para factores, como el espaciado entre los carburos y la respuesta al enve-
jecimiento. Parker 1 ha llegado a sugerir que la dependencia observada
60
entre la resistencia a temperatura elevada con respecto al tamaño de
iii grano es fundamentalmente incorrecta. Este autor propuso primera-
o.
d
o mente que la menor resistencia a la fluencia lenta de los materiales

1
§50
.e' de grano fino podría atribuirse al mayor desarrollo de la superficie
o
o intergranular sobre Ia que pueden producirse resbalamientos. Sin em-
o
~40 bargo, más tarde se comprobó que tal resbalamiento sobre los bordes

o
de grano solo podía justificar un 10% de la deformación total de
:; fluencia.
o
~ 30 Puesto que la fluencia a temperatura elevada está ligada al trepado
lJ
de dislocaciones, que, a su vez, depende de la velocidad a que pueden
lll
e difundirse las vacantes hacia las dislocaciones de cuña, pensó Parker
2 20 que la influencia del tamaño de grano se debía al efecto de la estruc-
tura de los límites de grano sobre la difusión de las vacantes. Esta
difusión es más rápida a lo largo de los límites de grano de gran ener-
gía que a través de la red. La consecuencia sería que en el material de
grano fino, con muchos límites de ángulo elevado, el trepado de las
dislocaciones fuera rápido, y grande la velocidad de fluencia. Cuando
el mismo material se calienta a temperatura elevada, para que crezca
temperatura, ºF
el grano, se eliminan casi todos los límites de alta energía, y en los
FrG. 13-13.-Curvas típicas de la tensión de rotura en 1000 h en función de que quedan y las vacantes se difunden lentamente. El trepado será
la temperatura para aleaciones técnicas seleccionadas. (D. P. MooN Y W. F. SIM- más lento en el material de grano grueso. La figura 13-14 muestra el
MONS: "DMIC Memo 92", Batelle Memorial Institute, Mar. 23, 1961.)
hecho experimental de que los límites de bajo ángulo mejoran la re-
tan buena resistencia como era de esperar por su punto de fusión, el sistencia a la fluencia. Para ello se produjeron redes de límites de án-
molibdeno y sus aleaciones tienen la mejor resistencia a temperatura gulo bajo deformando, en pequeña proporción, muestras de níquel por
elevada de todos los metales comunes actualmente disponibles. La figu- tracción y a la temperatura ambiente, y recociéndolas luego a 800 ºC.
ra 13-13, aue reproduce las tensiones de rotura en 1000 h a diferentes Obsérvese el cambio de forma de las curvas de fluencia y la disminución
temperatu;as, permite reconocer esta superioridad del molibdeno. Des- de la velocidad cuando se introduce ·un mayor número de límites de
oraCiadamente el empleo está limitado porque el citado metal sufre ángulo bajo, por aplicación de mayor tensión previa. Experimentos re-
~xidaciones c~tastróficas a temperaturas altas. Se emplean, en cierta cientes de Parker han demostrado que la velocidad de fluencia lenta
aumenta con el tamaño de grano si se modifica este sin alterar las
extensión, recubrimientos resistentes a la oxidación, para prot~gerlo.
Hay en curso abundante investigación para el desarrollo de metodos proporciones de los límites de ángulo pequeño y ángulo grande. A la
de preparación, purificación y fabricación de. los restante~ i:ietales re- vista de estos hechos se deduce que la dependencia fundamental de
fractarios. En estos trabajos se incluyen estudios de proced1m1entos para la velocidad de fluencia lenta respecto al tamaño de grano es análoga
mejorar su resistencia a la oxidación y la resistencia mecánica a tem- a la que existe entre resistencia y tamaño de grano a temperatura baja.
peratura elevada por la adición de elementos de aleación.
I E. R. J'ARKER: Trans. ASM, vol. 50, págs. 52-104, 1958.
[CAP. 13 SEC. 13-11] EFECTO DE LAS VARIABLES METALURGICAS
390 FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSION

Serían efectos secundarios, que acompañan al crecimiento del grano tura alta. El trabajo caliente de las superaleaciones se realiza en el in-
en los procedimientos industriales de recocido, los responsables del tervalo de 950 a 1200 ºC. Las propiedades de rotura de ciertas aleacio-
nes de solución sólida que no son envejecibles, como las 16-25-6 N-155
efecto usualmente observado.
La comparación de las aleaciones para alta temperatura moldeadas Y S-816, se mejoran apreciablemente sometiéndolas a una reducción
o forjadas, en el mismo estado de tratamiento, indica que las aleaciones co1:1trola.da en e} intervalo de 650 a 950 ºC. Este procedimiento de tra-
moldeadas tienen una resistencia en caliente algo mayor y ofrecen más baJo ~ahente/fno (hot-cold working) o trabajo a calor moderado (warm
workzng) es para estas aleaciones equivalente al trabajo en frío del
resistencia a la fluencia lenta que las piezas forjadas a temperaturas
~cero suave a la tempe:atura ambiente. En materiales menos comple-
superiores a la equicohesiva. No están bien establecidas las razones de
este comportamiento, pero parece que está relacionado con el endure- JOS, esta forma de traba1ar produce una mayor resistencia a la fluencia
cimiento debido a la estructura dendrítica de las piezas moldeadas. Se a causa de la energía almacenada en la red como resultado de la defor-
n:ación J?l~stica. Para una ?,ada tem~eratura de operación hay una can-
tidad critica de deformacion en fno, y si se sobrepasa se acelera la
restauración y recristalización por la mayor cantidad de eneraía de la
red distorsionada. La cantidad crítica de deformación en frío bdisminu-
ye cuando aumenta la temperatura de operación.
~n general, hay poc~ relación entre la resistencia a la temperatura
ambi~nte y la resistencia a temperatura elevada. Así, p. ej., la incor-
poración de partículas de óxido a la matriz metálica produce solo
un modesto aumento de resistencia a la temperatura ambiente, pero
puede aumentar un millar de veces el tiempo hasta la rotura a tem-
peratura elevada. L~ ~mportancia de e1;1plear estructuras metalúrgicas
estables para el s?rvic10 de larga duracion a temperatura elevada queda
aclarada con el eJ~1?plo de los aceros de baja aleación. Aunque las es-
tructuras martensiticas de temple y revenido de carburos finos tienen
las mejores propiedades.ª la temperatura ambiente y pueden tener bue-
na resistencia durante tiempos cortos a 600 ºC, la permanencia duran-
te m_ucho tiempo a temperatura elevada produce crecimiento y coales-
cencia de los carburos y las propiedades de fluencia lenta son muy
FIG. 13-14.-Efecto de la subestructura producida por una deformación previa mala~., La selec~ión del tratamiento térmico óptimo para una super-
Y el recocido en la curva de fluencia lenta de níquel de alta pureza. (E. R. PAR- aleac1on comple1a es un problema que muchas veces tiene difícil so-
KER: Trans. ASM, vol. 50, pág. 86, 1958.)
lución. Hay que conformarse con un compromiso entre la finura de
la segunda fase y su estabilidad térmica. Si suponemos que se conocen
pueden citar ventajas tanto para los métodos de fabricación por moldeo completamente las características de transformación de la aleación
como para los de fabricación por forja. La mayoría de las aleaciones lo que no ocurre con frecuencia, la selección del tratamiento térmic~
de alta temperatura son difíciles de conformar en caliente. Hay algunas, P?~ría realizarse. sobre la base de la temperatura esperable en el ser-
particularmente las de cobalto, que no se pueden trabajar en caliente, vicio y la duración requerida. Una de las dificultades contra las que
por lo que es preciso utilizarlas en forma de piezas moldeadas. Aunque hay que.e prevenirse es la precipitación en los límites de orano que
las piezas moldeadas presentan una resistencia algo mejor que las for- •
acarrea iractura mtergranular.
b '

jadas, es necesario controlar muy bien las operaciones de colada para


~~s propiedad.es de alta temperatura pueden mostrar mucha dis-
conseguir propiedades uniformes. Las variaciones del tamaño de grano
P?r~ion Y es co.rnente que se obtengan valores diferentes para coladas
al variar las secciones pueden plantear problemas en el caso del moldeo.
distmtas. del mismo material, o aun entre barras distintas procedentes
La estructura resultante del trabajo en caliente hace que las piezas
de la misma colada. Las propiedades de fluencia de los aceros están
forjadas sean más dúctiles y muestren mejor comportamiento en la fa-
tiga que las moldeadas. particularmente s:ij?~as a ;a~iaciones, relacionadas de forma complica-
No debe extrañar que las aleaciones para alta temperatura presenten da. con la, c?mposic.1011, practica de la fabricación y colada, tipo de tra-
problemas en el tratamiento mecánico y la fabricación, puesto que se b.a10 mecamco Y microestructura. Los aceros desoxidados con aluminio
proyectan precisamente para que resistan a la deformación a tempera- tienen generalmente peores propiedades de fluencia lenta que los cal-
FLUENCIA LENTA TENSION SEC. 13-13]

mados con silicio. El aluminio no solo afina el tamaño de grano, sino Combinando ambas ecuaciones resulta
que acelera la globulización y la grafitización. Las propiedades de alta
temperatura de las superaleaciones mejoran mucho cuando se fabrican
[13-32]
en vacío. La elaboración es también más fácil, probablemente por dis-
minución del número y tamaño de las inclusiones. La duración hasta
la rotura y la ductilidad de la fractura mejoran, en general, con la fa- Se obtienen expresiones similares para €2 y €3•
bricación en vacío, con la que, además, se favorece el control de la Para los fines técnicos, la relación entre la tensión y la velocidad
composición y es más uniforme la respuesta al tratamiento térmico. de fluencia se puede expresar mediante la Ec. [13-16]. En el caso de
El medio que rodea a las probetas tiene mucha importancia en la tensiones combinadas É y a- deben reemplazarse por la velocidad de
resistencia a alta temperatura. Los ensayos de fluencia lenta de mo- deformación efectiva € y la tensión efectiva O- (véanse Ecs. [3-35]
nocristales de cinc han mostrado que se impide prácticamente la fluen- y [3-36]). Puede escribirse entonces
cia cuando se recubren con cobre 1• Si se descobreaban electrolítica-
mente, volvía a reanudarse la fluencia casi a la misma velocidad an- [13-33]
terior. Los ensayos de tracción hasta rotura del níquel y las aleaciones
níquel-cromo muestran una relación compleja con la atmósfera 2• A tem- que combinada con la Ec. [13-32] conduce a
peraturas altas y bajas velocidades de deformación estos materiales
son más resistentes en el aire que en el vacío, mientras que a tempe- [13-34]
raturas bajas y velocidades de deformación elevadas ocurre a la in-
versa. Este comportamiento se atribuye a efectos contrapuestos de La tensión efectiva y la velocidad de deformación efectiva son pa-
fortalecimiento, resultantes de la oxidación, y de debilitamiento por la rámetros útiles para correlacionar los datos de la fluencia en estado
disminución de la energía superficial a causa de los gases absorbidos. estacionario. En la representación logarítmica doble se obtienen líneas
La naturaleza de la oxidación influye mucho en las propiedades de rectas. Se ha encontrado cierta correlación entre ensayos uniaxiales de
alta temperatura. Una capa fina de óxido o un óxido finamente dis- fluencia lenta, fluencia de tubos de paredes delgadas con presión interna
perso suelen aumentar la resistencia mecánica, pero la penetración in- y tubos sometidos a tensión biaxial 1•
tergranular del óxido hace disminuir la duración hasta la rotura y
favorece la fractura intergranular. Cuando los materiales trabajan en 13-13. Relajación de tensiones.-La relajación de tensiones du-
atmósfera de· gases de combu3tión calientes, o en ambientes corrosivos, rante la fluencia lenta es el fenómeno de la disminución de la tensión
disminuye esencialmente la duración en el servicio. a deformación constante, Cuando se produce, es necesario hacer dis-
minuir la tensión en función del tiempo para mantener constante la
13-12. Fluencia lenta bajo tensiones comhinadas.-Se ha pres- deformación. Si consideramos una probeta en tensión con una deforma-
tado mucha atención al problema del diseño para condiciones de ten- ción E y a una temperatura elevada a que puede producirse la fluencia
siones combinadas durante la fluencia de estado estacionario 3• En lenta,
ausencia de transformaciones metalúrgicas se satisfacen razonablemen- a-
E=Ee + Ep + Ep [13-35]
te las hipótesis simplifica ti vas de la teoría de la plasticidad (Sec. 3-8)
en las condiciones citadas. La hipótesis de un material incompresible siendo:
conduce a la relación familiar €1 + É2 + É3 =O. De la suposición de que
las velocidades de las deformaciones principales son proporcionales a E= deformación total,
las tensiones cizallantes principales se deduce que Ee =deformación elástica,
Ep =deformación plástica (de fluencia lenta).
É1-É2 É2-É3 É3-É1
~~=~~=~~=C [13-31]
0-1 - 0-2 0-2 - 0-3 0-3 - 0-1 Para que la deformación total se mantenga constante cuando el ma-
terial sufre fluencia lenta, es necesario que disminuya la deformación
1 M. R. PrcKUS y E. R.
PARKER: Trans. AJME, vol. 191, págs. 792-96, 1951. elástica. Esto significa que la tensión requerida para que no varíe la
2 P. SHAHINIAN y M. R. ACHTER: Trans. ASM, vol. 51, págs. 244-55, 1959. deformación total debe disminuir en función del tiempo.
3 El análisis originalde este problema fue realizado por C. R. SODERBERG:
Trans. ASME, vol. 58, pág. 733, 1936. Otros análisis posteriores se deben a La relajación de tensiones en las uniones remachadas y en los con-
I. FINNIE: Trans. ASME, ser. D, vol. 82, págs. 462-64, 1960. Para una revisión
crítica, véase A. E. JOHNSON: Met. Reviews, vol. 5, págs. 447-506, 1960. 1 E. A. DAVIS: Trans. ASME, ser. D. vol. 82, págs. 453-61, 1960.
394 FLUENCIA LENTA (CREEP) Y ROTURA BAJO TENSION [CAP. 13

juntos ensamblados a presión o por contracción puede producir aflo-


jamiento de las uniones y aparición de fugas. Por esta razón se suelen
hacer ensayos de relajación de ten-
sión en los materiales para rema-
ches de servicio a temperatura ele-
vada 1• La figura 13-15 muestra d CAPITULO 14
·o
e tipo de curvas que se obtienen.
·¡¡; La velocidad inicial de disminu- FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE CH,OQUE
e
~ ción de la tensión es grande, pero
luego se reduce por ser más bajo
el nivel de tensión y por dismi- 14-1. El problema de la fractura frágil.-Durante la segunda
nuir a lo largo del tiempo la ve- guerra mundial atrajo mucho la atención la fractura frágil de los bar-
locidad de fl u en c i a transitoria. cos soldados "Liberty" y de los barcos cisterna "T-2" 1• Algunos de es-
tiempo tos barcos se rompieron completamente en dos trozos, mientras que en
Este tipo de curvas se puede uti-
F1G. 13-15.-Curvas de relajación de lizar también para hacer estima- otros la rotura no los inutilizó completamente. La mayoría de estos
tensión. ciones del tiempo necesario para desastres ocurrieron durante los meses de invierno, y unas veces se
eliminar las tensiones residuales producían con mar fuerte y otras cuando los barcos estaban anclados
por tratamiento térmico. Si se puede aplicar la Ec. [13-16] para en los muelles. Estos desastres llamaron la atención sobre el hecho de
expresar la relación existente entre la tensión y la fluencia lenta, el que los aceros suaves, que normalmente son dúctiles, pueden conver-
tiempo necesario para que la tensión inicial O-¡ descienda a o- está dado tirse en frágiles bajo determinadas condiciones. Se emprendió un am-
por 2 plio programa de investigaciones para encontrar las causas de estas
fallas y prescribir los remedios para prevenirlas en el futuro. Como
t- 1 [ 1- ( -o- ) ¡¡' -1 ] [13-36] adicional a esta investigación de un problema que acuciaba, se inició
BE (n' -1) o-n'-l O-¡
otra, más fundamental, destinada a alcanzar un mejor conocimiento
de la fractura frágil y de la fractura en general. Muchos de los resul-
BIBLIOGRAFIA tados de este trabajo básico se han descrito en el capítulo 7, que con-
"Creep and Fracture of Metals at High Temperatures'', H. M. Stationery Offi- viene releer antes de seguir adelante. Aunque la fractura frágil de los
ce, Londres, 1956. barcos concentró la atención sobre el acero suave, es importante des-
"Creep and Recovery", American Society far Metals, Metals Park, Ohio, 1957. tacar que no es este el único caso en el que constituye un problema
DE LA TORRE CuRSACH, J. M.: "Metales y aleaciones para elevadas temperatu- la rotura frágil. Se han comunicado casos de fractura frágil de depó-
ras", Montecorvo, Madrid, 1965. sitos, recipientes de presión, tuberías y puentes, desde fechas tan leja-
FINNIE, I., y W. R. HELLER: "Creep of Engineering Materials", McGraw-Hill nas como el año 1886 2•
Book Company, Inc., Nueva York, 1959. Los factores básicos que contribuyen a la fractura frágil por despe-
HEHEMANN, R. F., y G. M. AULT (eds.): "High Temperature Materials", John gue son: 1) un estado triaxial de tensiones; 2) una temperatura baja,
Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1959. y 3) velocidades elevadas de carga o de deformación. No es necesario
"High Temperature Properties of Metals", American Society far Metals, Me- que estos tres factores estén actuando a la vez para que se produzca
tals Park, Ohio, 1951. la fractura frágil. Un estado triaxial de tensiones, como el que existe
SMITH, G. V.: "Properties of Metals at Elevated Temperatures", McGraw-Hill en una entalla, y ·una temperatura baja son responsables de la mayoría
Book Company, Inc., Nueva York, 1950. de las fracturas frágiles durante el servicio. Sin embargo, como los efec-
SULL Y, A. H.: Recent Advances in Knowledge Concerning the Process of tos de estos factores se intensifican a velocidades elevadas de carga,
Creep in Metals, "Progress in Metal Physics", vol. 6, Pergamon Press, Ltd., se han usado muchos tipos de ensayos de choque para determinar la
Londres, 1956. propensión de los materiales a la fractura frágil. Aceros que tienen
"Utilization of Heat Resistant Alloys", American Society far Metals, Metals
Park, Ohio, 1954. 1 M. L. WILLIAMS: Analysis of Brittle Behavior in Ship Plates, Symposium
on Effect of Temperature on the Brittle Behavior of Metals with Particular
Se dan propiedades de relajación de aceros y superaleaciones en la ASTM
1
Reference to Low Temperatures, ASTM Spec. Tech. Publ. 158, págs. 11-44, 1954.
Spec. Tech. Publ. 187, 1956. · 2 M. E. SHANK: A Critical Survey of Brittle Failure in Carbon Plate Steel
2 E. L. RoBINSON: Proc. ASTM, vol. 48, pág. 214, 1948.
Structures Other than Ships, ASTM Spec. Tech. Publ. 158, págs. 45-110, 1954.
395
SEC. ENSAYOS DE SOBRE PROBETA ENTALLADA
FRAGIL Y ENSAYOS DE [CAP. 14
diente modo de ensayo, son las que han alcanzado mayor difusión en
propiedades idénticas cuando se ensayan en tracción o torsión, a velo-· todos los países, aunque las Izad aún son muy empleadas en Gran
cidades pequeñas de deformación, pueden mostrar diferencias pronun- Bretaña. La probeta Charpy es de sección transversal cuadrada y tiene
ciadas en su tendencia a la fractura frágil cuando se someten a ensayos en el centro una entalla; la forma de la entalla y su profundidad puede
de choque sobre probeta entallada, es decir, los usualmente conocidos ser muy variada, aunque actualmente se generaliza el empleo de la
como ensayos de resiliencia. A pesar de ello, este tipo de ensayo tiene forma en V que se prefiere a las formas en U y en ojo de cerradura.
ciertos inconvenientes, por lo que se ha trabajado mucho para desarro- La probeta Charpy se apoya horizontalmente por sus dos extremos,
llar otros ensayos que definan la tendencia a la fractura frágil y estable- como una viga, y la carga se aplica por el choque de un péndulo pe-
cer correlaciones entre los resultados de los diferentes ensayos de sado, cuyo impacto se produce, a una velocidad del' orden de los
fragilidad de fractura. 5 m/seg, sobre el punto medio de la viga y por el lado opuesto a la
Como los desastres en los barcos ocurrieron principalmente en es- entalla. La probeta es forzada a flexionarse con una velocidad de defor-
tructuras de construcción soldada, se llegó a la conclusión de que este mación del orden de 103 cm/cm· seg. La probeta Izad puede ser de
método de fabricación no era adecuado cuando se temiese encontrar sección circular o cuadrada y tiene una entalla en V próxima a uno de
en el servicio este tipo de fractura. Sin embargo, una investigación cui-
dadosa ha demostrado que la soldadura, de por sí, no es inferior en este carga de
carga de
aspecto a los otros métodos de construcción, pero es necesario un choque
control estricto de la calidad para evitar los defectos de soldadura que
pudieran actuar como concentradores de tensiones o entallas. Se han
desarrollado nuevos tipos de electrodos que proporcionan costuras con
T'V

mejores propiedades que la plancha de acero suave. El diseño de una


estructura soldada es más difícil que el de una estructura roblonada
equivalente, por lo que se ha trabajado intensamente para establecer
bases de diseño de seguridad para las estructuras soldadas. Es de im- entalla. Charpy en V lzod
portancia eliminar todos los concentradores de tensiones y evitar que
las estructuras resulten excesivamente rígidas. A este efecto, en tiempo FrG. 14-1.-Esquemas que muestran las formas de aplicación de la carga
en los ensayos de choque (resiliencia) Charpy e Izod.
de guerra se incorporaron a los barcos secciones roblonadas, que ser-
vían como interruptores de las grietas, evitando así que si ocurría una
fractura frágil, esta se propagase a toda la estructura. los extremos. La probeta se sujeta verticalmente por el extremo pró-
ximo a la entalla y trabaja como una viga en voladizo; el péndulo la
14-2. Ensayos de choque sobre probeta entallada (ensayos de golpea en el extremo opuesto. La figura 14-1 muestra el modo de
reslliencia) .-,Se emplean diversos tipos de ensayos de choque sobre realización de estos ensayos. El impedimento a la deformación plás-
probeta entallada para determinar la tendencia del material al compor- tica en la entalla produce un estado de tensiones análogo al mostrado
tamiento frágil. Estos ensayos, que en España se conocen con el nom- en la figura 7-10. Los valores relativos de las tres tensiones principales
bre de "ensayos de resiliencia", ponen de manifiesto diferencias entre dependen esencialmente de las dimensiones de la probeta y de los
los materiales que no son observables en el ensayo de tracción. Los detalles de la entalla; de ahí la conveniencia de emplear probetas tipi-
resultados de los ensayos de resiliencia no son fácilmente expresables ficadas.
en forma de datos utilizables para el diseño, porque no se puede medir El valor de la tensión transversal en la base de la entalla está
las tensiones en el estado triaxial creado en la entalla. Además, no determinado principalmente por la relación existente entre el ancho
hay un acuerdo general sobre la interpretación o significación de los de la probeta y el radio de la entalla. Cuanto más ancha sea la pro-
resultados obtenidos con este tipo de ensayos. beta con respecto al radio de la entalla, mayor es la tensión trans-
Los diversos investigadores de la fractura frágil de los metales han versal.
empleado una gran variedad de formas de probeta. Dos tipos de pro- La respuesta de la probeta al ensayo de choque se mide usualmente
betas, y de ensayos, son los que han alcanzado mayor generalidad y se por la energía absorbida en la rotura de la probeta. En los países an-
aceptan en las especificaciones 1• Las probetas Charpy, y el correspon- glosajones la energía absoluta se expresa en libras-pie, que puede
leerse directamente en una esfera calibrada de la máquina de ensayo.
1 ASTM Standards, 3.ª parte, 1958, Designation E23-56T. Tabla de tipifica- En la Europa continental es más frecuente expresar la energía absor-
ción de los aceros finos de construcción, Instituto del Hierro y del Acero, bida por unidad de área de la sección transversal de la probeta que
Madrid, 1960.
398 FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE CHOQUE [CAP. 14 SEC. 14-2] ENSAYOS DE CHOQUE SOBRE PROBETA ENTALLADA 399

queda entre el fondo de la entalla y la cara opuesta a esta última, ex- en los resultados de los ensayos realizados a una sola temperatura. El
presada en Kgm/cm2• Es frecuente que se suplen:ente esta inform~ción acero A es más tenaz a la entalla a la temperatura ambiente, pero su
con alguna medida de la ductilidad, como, p. eJ., el tanto por ciento tránsito a frágil ocurre a una temperatura más elevada que en el ace-
ro B. Debe preferirse el material de temperatura de transición más baja.
Los ensayos de choque sobre probeta entallada presentan mucha
dispersión 1, particularmente en las proximidades de la temperatura de
transición. La mayor parte de esta dispersión se debe a variaciones lo-
cales de las propiedades del acero, y también a la dificultad de prepa-
rar entallas perfectamente reproducibles. Son decisivos tanto la forma
como la profundidad de la entalla, y también lo es la colocación co-
rrecta de la probeta en la máquina de ensayo.
La forma de la curva de transición depende del tipo de ensayo y del
material. Así, p. ej., los ensayos Charpy con probeta en ojo de cerra-
dura dan una curva de rotura con transición más brusca que con pro-
FIG. 14-2.-Superficies de fractura de probetas Charpy ensayadas a distintas beta de entalla en V. Los aceros tenaces ensayados con probeta Charpy
temperaturas. Izquierda: 40 °F (5 ºC). Centro: 100 ºF (38 °C). Derecha: 212 ºF de entalla en V, suelen dar valores más elevados para la temperatura
(100 ºC). Puede observarse la disminución progresiva de la región granular
y el aumento en la contracción lateral en el fondo de la entalla al aumentar
de transición. La temperatura de transición de un acero determinado
la temperatura. varía según la forma de la probeta y el tipo de carga, que dan lugar a
distintos estados de tensiones. La correlación entre las temperaturas
de contracción de la entalla. Es muy importante examinar la superficie de transición determinadas por diferentes métodos se estudiará en una
de fractura para determinar cuándo es fibrosa (fractura de cizalla- sección posterior.
miento) o granular (fractura de despegue), y hacer. ;ina estim~ción Como la temperatura de transición no está netamente definida, es
de la proporc10n entre areas muy importante revisar los criterios que se han adoptado para deter-
fibrosas y á r e a s granulares minarla. El criterio más conveniente para seleccionar la temperatura
A cuando se presentan fracturas de transición consiste en comprobar si coincide con la observada du-
de tipo mixto. La figura 14-2 rante el comportamiento en el servicio. En general, los criterios em-

-
60 B
muestra fracturas típicas. pleados para determinar la temperatura de transición se basan en la
/ El ensayo de choque sobre variación de la energía absorbida, cambio de aspecto de la superficie
/
/ probeta entallada es mucho más de fractura, o tránsito en la ductilidad medida por la contracción en el
/ informativo cuando se realiza fondo de la entalla 2• La figura 14-4 indica cómo se obtienen curvas de
/ sobre un intervalo de tempera-
/ la misma forma al aplicar estos criterios diferentes; también ilustra
/ turas, para poder determinar la sobre la forma relativa de las curvas obtenidas con probetas Charpy
_., /
o ~-~80~~-~40~~~0~-+-4~0~-+-8L0~~
temperatura de transición de de entalla en V y en ojo de cerradura. El valor de la energía absorbida
dúctil a frágil. La figura 14-3 elegido para definir la temperatura de transición con probetas Charpy
temperatura, ºF informa sobre los tipos de cur- de entalla en V es de 10 a 15 libras-pie (aproximadamente 1,4 a 2 Kgm) *.
vas que se obtienen. Nótese
FrG. 14-3.-Curvas de temperatura de que la energía absorbida dis-
transición de dos aceros que muestran 1 R. H. FRAZIER, J. w. SPRETNAK y F. W. BOULGER: Symposium on Effect
la falsedad de la información suminis- minuye al bajar la tempera- of Temperature on the Brittle Behavior of Metals, ASTM Spec. Teclz. Pub!., 158,
trada por los ensayos a la temperatura tura, pero que, en la mayoría págs. 286-307, 1954.
ambiente. de los casos, no hay un trán- 2 W. S. PELLINI: Evaluation of the Significance of Charpy Tests, Symposium

sito brusco a una temperatu- on Effect of Temperature on the Brittle Behavior of Metals with Particular
Reference to Low Temperatures, ASTM Spec. Tech. Pub!. 158, págs. 216-61.
ra bien definida, por lo que resulta difícil determinar con precisión 1954.
la temperatura de transición. Cuando se seleccioi:an materiales ten!e:i-- * Debe tenerse en cuenta que es simple operación de cálculo transformar
do en cuenta su tenacidad a la entalla o tendencia a la fractura frag1l) libras-pie en kilográmetros o a la inversa, por lo que es fácil relacionar los
valores de resiliencia si se expresan como valor absoluto de la energía absor-
el factor más decisivo es la temperatura de transición. La figura 14-3 bida y para el mismo tipo de probeta (igual forma e igual entalla) y el mismo
muestra la confusión a que puede llegarse si se confía exclusivamente tipo de ensayo. También es fácil, en estas condiciones, expresar la resiliencia
FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE CHOQUE [CAP. 14 SEC. 14-3J ENSAYOS DE FLEXION LENTA 401
400

Cuando al descender la temperatura el aspecto de la fractura cambia pegue, a través de una sucesión de fracturas de tipo giixto con áreas
progresivamente desde la fibrosa de cizalladura a la granular de des- fibrosas y granulares, es frecuente determinar la temperatura de tran-
sición como la correspondiente a un 50 % de fractura fibrosa; la tem-
acero suave peratura de transición de la ductilidad se elige a veces, arbitrariamen-
60 - semicalmado - 0.18 % de e te, como la correspondiente a una fractura con el 1 % de contracción
/'<X
C:>1
·a.
E1 t10
.
50
transición d•
0,54 % de Mn

•n•rgí~,0
7
'lo d• Si :1------ lateral en la entalla. Una característica de estos criterios de ductilidad
es que la temperatura de transición basada en el aspecto de la fractura
es siempre más elevada que la seleccionada sobre criterios de energía
o de ductilidad.
.o
=~ 30 - Charpy en ojo
·i§i de cerradura
14-3. Ensayos de flexión lenta.-A veces se emplea un ensayo
~ 20 de flexión lenta, utilizando probetas en forma de viga de poco espesor,
e para determinar la temperatura de transición. Durante la flexión de
c.>
10 una viga sin entalla y cuando el ancho es mucho mayor que el espesor,
se produce un estado biaxial de tensiones. Cuando la relación entre
ancho y espesor es aproximadamente la unidad, la tensión es funda-
¡f. mentalmente uniaxial, pero al aumentar el ancho la relación entre la
~100-
~ transición de la fractura tensión transversal y la longitudinal se aproxima al valor f, que es la
(:>
·E 80 -
condición para un estado de tensiones planas 1• El ensayo de flexión
sin entalla representa una condición intermedia entre la del ensayo de
~ 1

~ 60- tracción y el de choque sobre probeta entallada. Usualmente, la entalla


"ü se emplea para introducir una tensión triaxial, con lo que aumenta la
~ 40 - temperatura de transición.
o
L.
:;;¡
El efecto de añadir la condición de una velocidad de carga elevada
ü 20 es complicado. En unos estudios comparativos sobre la temperatura
_g de transición medida con un ensayo de flexión lenta y un ensayo de
choque Charpy, empleando probetas idénticamente entalladas, se en-
contró que la temperatura de transición determinada sobre el criterio
í4
~ transición de la ductilidad de ductilidad era más alta que en el ensayo de choque, pero la deter-
o~ 12 minada teniendo en cuenta el aspecto de la fractura era más baja en
Ee:.i el caso de impacto. De este y otros experimentos parece deducirse que
11 la temperatura de transición determinada por el aspecto de la fractu-

-o-
e ra no es sensible a la velocidad de deformación.
·o
T~ 6 Las probetas de Kinzel y Lehigh (Fig. 14-5) se emplean frecuente-
E mente para estudiar el efecto de la soldadura y de las variables me-
e: 4- <"V"
talúrgicas en la tenacidad a la entalla. Los dos tipos de probeta llevan
8
2 contracción lateral en un cordón de soldadura longitudinal y la entalla está hecha de tal
OL..._.dl::::::____¡_~_.¿__:___i_~_¡_~~~~~~;_e_l~_o~n_d_o_d~e_lc_J__
en~t_a_lt___;a forma que el metal aportado, la zona afectada por el calor y el material
-80 -60 -40 -20 o 20 40 60 80 100 120 160 base inalterado queden sometidos a las tensiones creadas en el fondo
temperatura, ºF
de la entalla. La probeta de Lehigh permite realizar un ensayo doble.
FrG. 14-4.-Curvas de temperatura de transición, basadas en la energía absor- Las curvas carga-flecha obtenidas permiten calcular las energías absor-
bida, en el aspecto de la fractura y en la ductilidad con entalla. (W. S. ;pELLINI: bidas hasta la carga máxima, desde el punto de carga máxima hasta la
ASTM Spec. Tech. Pub!. 158, pág. 222, 1954.)
fractura, o la energía total absorbida. También se miden la contracción
en Kgm/cm2, habida cuenta la sección transversal que queda en la probeta al
en la entalla y el ángulo de flexión.
hacer la entalla. Pero los valores obtenidos con probetas o ensayos distintos
no pueden comparar·se y son inútiles las transformaciones de unidades. I G. S. SANGDAHL, E. L. AUL y G. SACHS: Proc. Soc. Exptl. Stress Anal.,
l lb-pie= 0,138 Kgm. (N. del T.) vol. 6, núm. l, págs. 1-18, 1948.
DIETEH.-26
FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE SEC. 14-4J ENSAYOS PARA DETERMINAR

14-4. Ensayos especiales para determinar temperaturas de una sierra de joyero, un corte iniciador de la grieta en uno de los lados,
transición.-Como resultado de las investigaciones sobre la fractura y este lado se refrigera con nitrógeno líquido, mientras que el otro se
fráoil de los barcos se desarrollaron nuevos ensayos para determinar mantiene a una temperatura más elevada. De esta forma se mantiene
la temperatura de transición. El ~si::acio disponible ~ol~ n~~ permite un gradiente de temperatura a través del espesor de la probeta. Me-
dar descripciones breves de los mas mteresantes con md1cac1on de los diante un disparo de pistola en el extremo frío se inicia la grieta que,
que han tenido más aceptación. dada la energía aportada por el impacto, no se propagaría a mucha
En cierto número de estos ensayos se somete la entalla a un es- distancia, pero la tensión de tracción aplicada tiende a mantenerla en
fuerzo simultáneo de tracción y flexión. Esto puede conseguirse car-
oando
b excéntricamente una probeta de tracción entallada o empleando
p
p
l
1
1 ó
1

1
o
probeta de flexión de Kinzel corte de sierra
'\ soldadura
\
impacto aplicación
entalla: 1 mm de radio, 0,080 pulg de profundidad -----"'"
~ decalor
refrigeración
con N2 líquido
o
o
FIG.
probeta de flexión de Lehigh
14-5.-Probetas para flexión con entalla.
t 1
1

(a) ( b)

una probeta como la de la figura 14-6 a. Esta probeta es la que emplea


la Marina de guerra de los Estados U nidos en el ensayo de. desgarre 1• Frc. 14-6.-a) Probetas de desgarre utilizadas en la Marina americana:
b) probetas empleadas en el ensayo Robertson.
Se utiliza el espesor total de la plancha de acero. La ventaJa de com-
binar una caroa0 de tracción y una de flexión, con respecto al empleo
de una caroa única de flexión, es que se puede eliminar la región de
compresión b desarrollada por la carga de flexión aplic~~do una carga crecimiento. La grieta se propaga a través del ancho de la probeta
de tracción suficientemente elevada. Puesto que tal reg10n de compre- hasta alcanzar una temperatura para la cual la fluencia plástica pro-
sión puede retardar la propagación de la grieta, en el ensayo de carga ducida es suficiente para detener el avance. Esta detención de la grieta
combinada se facilita dicha propagación. se produce cuando la deformación plástica requerida para que conti-
Robertson 2 ha ideado un interesante ensayo para determinar la nuase lá propagación no puede ser producida por la energía elástica
temperatura a que se detiene una grieta que se propaga rápidamente. almacenada. Para cada valor de la tensión de tracción aplicada hay
A una probeta de la forma indicada en la figura 14-6 b se le hace, con una temperatura por encima de la cual no puede propagarse la grieta.
Los datos de Robertson mostraron que esta temperatura de detención
1 N. A. KAHN y E. A. IMBEMO: Welding J., vol. 29, págs. 153 y sgs., 165
disminuye bruscamente para la mayoría de los aceros suaves, cuando
y sgs., 1949. la tensión de tracción disminuye a 7 Kg/mm 2, aproximadamente. En
2 T. S. RoBERTSON: Engineering, vol. 172, págs. 445-48, 1951; ]. !ron Steel estos aceros no se puede detener la grieta si la tensión excede de este
lnst. (Londres), vol. 175, pág. 361, 1953. valor y la temperatura es inferior a la ambiente. Este ensayo ha sido
404 FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE CHOQUE [CAP. 14 SEC. SIGNIFICADO DE LA TEMPERATURA DE

modificado para poder emplearlo sin gradiente de temperatura, es de- plosión establece la temperatura por encima de la cual el material es
cir manteniendo toda la probeta a la temperatura que se desee 1• inmune a la propagación de la fractura frágil.
'El ensayo de caída (de un peso) fue desarrollado por el laboratorio
de investigación naval de los Estados Unidos 2, y tiene la finalidad de 14-5. Significado de la temperatura de transición.-La tenaci-
medir la tendencia a la iniciación de la fractura frágil en presencia de dad a la entalla de un material se puede establecer realmente sobre la
una entalla similar a una grieta. La probeta es una plancha plana con base de dos temperaturas distintas de transición. La figura 14-7 mues-
un cordón superpuesto de metal duro, de 3 pulg (75 mm) de longitud, tra la curva de energía absorbida, en función de la temperatura, para
aplicado en el centro y entallado hasta la mitad de su espesor. La cara un material ideal. La temperatura de transición de la' ductilidad está
soldada de la probeta se coloca hacia abajo, apoyando la probeta por relacionada con la tendencia a la iniciación de la fractura. Por debajo
sus extremos, y se deja caer en el centro un peso de 60 lb. El cordón de ella se producen fácilmente fracturas de despegue completamente
de metal duro se agrieta de manera frágil, produciéndose una entalla frágiles. La temperatura de transición en el aspecto de la fractura se
aguda, semejante a una grieta. Como la finalidad del ensayo es ver cu~­ relaciona con las características del material en lo que respecta a la
do puede producirse la fractura ;n ui:a .entalla aguda, siend? res~r.m­ propagación de las grietas. Por
aida la posibilidad de deformacion plast1ca, se emplea un d1sposit1vo encima de esta temperatura de
de fijación que solo permite a la probeta una flexión de 5º. Solo 3º bas- transición no se propagan las temperatura
tan para producir la grieta en el cordón frágil de soldadura. Los 2º adi- de transición
cionales permiten comprobar si el acero puede o no deformarse en
presencia de una entalla semejante a una grieta. Es un ensayo de "pasa
grietas en forma catastrófica, sino
que la fractura se produce por t0
temperatura
de transición
de la fractura
1

o no pasa", en el que, a una temperatura determinada, la probeta rompe


cizallamiento, con apreciable ab- :E de la ductilidad

~
sorción de energía. En la región
completamente o se mantiene intacta. La máxima temperatura de frac- intermedia entre las dos tem- o
1

tura se denomina temperatura de transición a ductilidad nula. Este peraturas de transición las frac-
ensayo determina una temperatura de transición muy nítida y es fácil

tt'------
turas se inician difícilmente, pero
de reproducir. una vez iniciadas se propagan
El ensayo de abombamiento por explosión fue también desarrollado rápidamente, con poca absorción
por el laboratorio de investigación naval americano 3• Su finalidad es de energía.
medir la tendencia a la propagación de la fractura frágil. En el centro Los materiales reales no pre- temperatura ~
de una plancha cuadrada de 14 pulg de lado se aplica una soldadura sentan dos temperaturas distin-
iniciadora de la grieta. La plancha se coloca sobre una matriz circular tas de transición como las de FrG. 14-7.-Concepto de las dos tem-
y se somete a la fuerza de una explosión controlada. Esta produce una peraturas de transición.
la figura 14-7. Son mucho más
onda de choque compresiva que es reflejada por el fondo de la plancha típicas las curvas, como la de
como una onda de tracción. El ensayo consiste en la interpretación la figura 14-8, que se obtienen en el ensayo de probetas Charpy
del aspecto de la fractura. A una temperatura alta se abomba la plan- con entalla en V del acero suave. La temperatura de transición
cha, pero las grietas aún progresan hasta los bordes de la misma. ,A tem- de la ductilidad se presenta para un nivel de energía absorbida de
peraturas aún más elevadas la plancha se abomba mucho mas Y la 0,7 a 2,75 Kgm (5 a 20 lb-pie) y es corriente fijar un valor de
grieta se inicia como fractura de cizallamiento que se confina al centro 15 lb-pie (2 Kgm) para determinar la temperatura de transición. La
de la probeta. La temperatura de transición es aquella a la que ~a temperatura de transición de la ductilidad se puede también determi-
grieta no se propaga más allá de la zona abombada. Para la mayona nar por medidas de la contracción en el fondo de la entalla. La tempe-
de los aceros esta temperatura es inferior, en 20º a 30 ºC _( 40º a 50 ºF), ratura de transición del aspecto de la fractura se determina fijando
a la de transición a ductilidad nula del ensayo de caída. Ambos ensa- el tanto por ciento de superficie de fractura de cizallamiento. Gene-
yos se complementan; el de caída establece la temperatura por debajo ralmente se suele fijar la cifra de 50 % de fractura fibrosa. La tempe-
de la cual es muy fácil la iniciación de la fractura, mientras el de ex- ra tura de transición de la fractura es siempre superior a la de transición
de la ductilidad, y para un material dado es casi constante, aunque
varíen la forma de la probeta, la agudeza de la entalla y la velocidad
1 F. J. FEELY, D. HRTKO, S. R. KLEPPE y M. S. NORTHRUP, Welding /.,
vol. 33, págs. 99 y sgs., 111 y sgs., 1954. de carga. Por el contrario, la temperatura de transición de la ductilidad
2 PELLINI, op. cit., págs. 233-35. depende extraordinariamente de las condiciones de ensayo. Es gene-
3 !bid., págs. 228-31. ralmente más adecuada para la estimación del comportamiento en ser-
406 FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE SEC. 14-6J FACTORES METALURGICOS QUE AFECTAN A LA TEMPERATURA 407

v1c10, porque, si es difícil que se inicie una grieta, no hay que preocu- temperatura así definida se encuentra más próxima a la de transición
parse de su propagación. de la ductilidad, y para las probetas con entalla en V, más cercana a
No hay una correlación de tipo general entre los resultados de nin- la de transición del tipo de fractura. En cambio, se encuentra una
guno de los ensayos de fragilidad de fractura y el comportamiento en correlación satisfactoria cuando para ambos se utiliza, como criterio
el servicio. El número más· abundante de datos existente corresponde para la temperatura de transición, el de ductilidad. Además, se ha en-
a las planchas de los cascos de barcos soldados. En el ensayo de estos contrado 1 una buena correlación entre la transición a ductilidad nula
aceros se encontró que las planchas rotas en servicio presentaron siem- del ensayo de caída y los resultados del servicio. El problema de las
pre energías absorbidas iguales o menores de 1,57 Kgm (11,4 lb-pie) correlaciones se puede comprender muy bien examinando el trabajo
en el ensayo de Charpy, con probeta de entalla en V, realizado a la de la comisión de estructuras de barcos 2•
misma temperatura a que rompieron. La experiencia con aceros suaves
carbono

transición de transición de
la ductilidad la fractura

.~200t---+--+-~-l--+---+----+--t----t-~--+---l
a.
rotura Irá.gil 1 1 0,01 O,!/
en serv1c1!J ~ 1601----+--+~-t-+--+--+--r---+~-t------j
comportamiento !2.- 0,22
! dúctil en servicio ~ 120 t----+--+-~---+-+--+--+-+--t----t-~-i---l
~
e
~
fácil iniciación 1

de las grietas 1
iniciación y propagación
difíciles de las grietas
-200 o 200 400
temperatura, °F
temperatura --;:....
FIG. 14-9.-Efecto del contenido de carbono sobre las curvas energía-
FrG. 14-8.-Significado de las regiones que diferencia la curva de la temperatura para el acero. (J. A. RINEBOLT y W. J. HARRIS, Jr.: Trans.
temperatura de transición. ASM, vol. 43, pág. 1197, 1951.)

efervescentes y semicalmados indica que las planchas de hasta 25 mm 14-6. Factores metalúrgicos que afectan a la temperatura de
(1 pulg) de espesor que presenten una energía absorbida de 2,1 Kgm transición.-Se pueden producir variaciones mayores de 50 ºC por mo-
( 15 lb-pie), como valor mínimo del ensayo Charpy, con probeta de dificaciones de la composición o la microestructura del acero suave.
entalla en V, realizado a la temperatura más baja a que han de en- Las mayores variaciones provienen de cambios en el contenido de car-
contrarse en servicio, no sufrirán fractura frágil si la tensión nominal bono y manganeso 3• La temperatura de transición, definida por la
a que han de estar sometidos es, aproximadamente, la mitad del límite energía de 2 Kgm (15 lb-pie) en el ensayo Charpy con probeta de
elástico. Para los aceros más aleados, a veces es necesario un valor entalla en V (transición de ductilidad), se eleva en 14 ºC para cada
más elevado de la resistencia al choque. 0,1 % de aumento en el contenido de carbono y disminuye en 5,5 ºC
Una parte de la dificultad que se encuentra al intentar hallar corre- por cada aumento de 0,1 % en el manganeso. El aumento en el conte-
laciones proviene de no haberse tenido en cuenta los dos diferentes nido de carbono afecta marcadamente al valor máximo de la energía
criterios que sirven para determinar las temperaturas de transición. No absorbida y a la forma de las curvas temperatura-energía (Fig. 14-9).
se pueden hacer comparaciones entre los resultados de los ensayos si La relación Mn/C debe ser, por lo menos, igual a 3 para que la tenaci-
los dos criterios están confundidos. Así, p. ej., no hay correlación en-
tre los ensayos Charpy realizados con entalla en V y los realizados con l H. GREENBERG: Metal Progr., vol. 7J, págs. 75-81, junio, 1957.
2 E. R. PARKER: "Brittle Behavior of Engineering Structures", Cap. 6, John
entalla en ojo de cerradura, si para la temperatura de transición se Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1957.
toma el punto correspondiente a una energía absorbida igual al 50 % de 3 J. A. RINEBOLT y w. J. HARRIS, Jr.: Trans. ASM, vol. 43, págs. 1175-214.
la m_áxima. La razón es que, para las probetas en ojo de cerradura, la 1951.
408 FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE SEC. FACTORES METALURGICOS AFECTAN A LA TEMPERATURA

dad a la entalla sea satisfactoria. Pueden alcanzarse descensos de has- desde 5 ASTM a 10 ASTM puede hacer pasar la temperatura de tran-
ta 50 ºC, aproximadamente, en la temperatura de transición, con rela- sición de 1,38 Kgm ( 10 lb-pie) del ensayo Charpy (entalla en V)
ciones Mn/C más elevadas. En la práctica no se puede pasar de valores de 21 ºC a - 51ºC 1• Un efecto parecido de disminución de la tempe-
superiores a 7 porque, si se aumenta el contenido de manganeso a más ratura de transición con el tamaño de grano se ha observado con los
del 1,4%, se presentan complicaciones por retención de austenita, y aceros más aleados tratados térmicamente. Muchas de las variables del
porque el carbono no puede hacerse descender del 0,2%, aproximada- proceso de fabricación del acero suave afectan al tamaño de grano y,
mente, para conservar las propiedades de tracción requeridas. por tanto, a la temperatura de transición. El normalizado después de
El fósforo eleva mucho la temperatura de transición. La tempera- la laminación en caliente afina el grano, si no se realiza a temperaturas
1

tura de transición para los 2 Kgm en el ensayo Charpy (entalla en V), demasiado altas, y, con ello, disminuye la temperatura de transición.
aumenta en 7,2 ºC, aproximadamente, por cada 0,01 % de fósforo. Como La velocidad de enfriamiento desde la temperatura de normalización y
es necesario controlar el contenido de fósforo, no es recomendable el método de desoxidación también hay que tenerlos en cuenta. El
emplear los aceros Bessemer en aplicaciones de baja temperatura. El enfriamiento al aire y la desoxidación con aluminio proporcionan las
papel del nitrógeno es difícil de establecer por su interacción con otros temperaturas de transición más bajas. También es beneficioso que la
elementos, pero generalmente se le considera perjudicial para la tena- temperatura de acabado de la laminación en caliente sea lo más baja
cidad a la entalla. Se acepta generalmente que el níquel es beneficioso posible.
en contenidos de hasta el 2%, y parece eficaz para disminuir la tem- Para una composición química y método de desoxidación deter-
peratura de transición de la ductilidad. El silicio, en contenidos de minados será apreciablemente mayor la temperatura de transición de
hasta el 0,25%, eleva, al parecer, la temperatura de transición. El mo- la chapa gruesa que la de la chapa fina. Ello se debe a la dificultad
libdeno aumenta la transición casi tanto como el carbono, y el cromo para obtener perlita y grano de tamaño uniforme en espesores grandes.
apenas tiene efecto en este aspecto. Este efecto puede esperarse, en general, para chapas de más de 12,7 mm
La tenacidad a la entalla es particularmente sensible al contenido (! pulg) de espesor.
de oxígeno. En el hierro purísimo 1 se ha encontrado que bastan con- La tenacidad a la entalla es muy afectada por la microestructura.
tenidos de 0,003 % de oxígeno para que se produzca fractura intergra- Los mejores valores se obtienen con estructuras completamente mar-
nular con poca absorción de energía. Cuando se incrementó el conte- tensíticas revenidas. Una estructura totalmente perlítica da los peores
nido de oxígeno desde 0,001 % hasta un valor máximo de 0,057%, resultados, y una estructura fundamentalmente bainítica es de valor
aumentó la temperatura de transición desde -15 ºC hasta 343 ºC. En intermedio. Como ejemplo del efecto de la microestructura en la tem-
vista de estos resultados, no debe sorprender que el método de desoxi- peratura de transición, citemos que en el acero SAE 4340 (acero al
dación tenga un efecto importante en la temperatura de transición. El Cr-Ni-Mo) se ha encontrado que la temperatura de transición (Charpy,
acero efervescente, con alto contenido en óxido de hierro, tiene, gene- ojo de cerradura) de 3,5 Kgm es 250 ºC más baja (aproximadamente)
ralmente, una temperatura de transición superior a la ambiente. Los para una estructura perlítica que para una de martensita revenida,
aceros semicalmados, desoxidados con silicio, tienen una temperatura teniendo ambas la misma dureza. Una discusión más amplia de este
de transición más baja, y los aceros totalmente calmados con silicio y tema se hará en la sección I 4-8.
aluminio presentan temperaturas de transición para 2 Kgm (Charpy, Los aceros bajos en carbono pueden presentar dos tipos de fenóme-
entalla en V) de - 60 ºC, aproximadamente. El aluminio también es nos de envejecimiento que producen aumento en la temperatura de
beneficioso porque se combina con el nitrógeno para formar nitruro de transición. El envejecimiento después del temple se debe a la precipi-
aluminio, insoluble. El empleo de planchas de acero totalmente calmado tación de carburos después de templar el acero desde, aproximadamen-
no es una solución práctica completa al problema de la tenacidad a te, 700 ºC. El envejecimiento por deformación se produce en los aceros
la entalla del producto citado, porque es limitada la capacidad de bajos en carbono que han sido deformados en frío. El trabajo en frío,
producción de este tipo de material. por sí mismo, puede aumentar la temperatura de transición, pero el
El tamaño de grano afecta fuertemente a la temperatura de tran- envejecimiento por deformación intensifica este efecto, alcanzándose
sición. Un aumento de una unidad ASTM en el tamaño de grano de aumentos de 25º a 35 ºC. El envejecimiento posterior al temple produce
la ferrita (lo que realmente representa una disminución en el tamaño menos pérdida en las propiedades de choque que el envejecimiento
medio de grano) produce descensos de hasta 17 ºC en la temperatura por deformación. El fenómeno de fragilidad azul, que consiste en una
de transición del acero suave. La disminución del tamaño de grano disminución de la resistencia al choque provocada por un calenta-
I W. P. REES, B. E. HoPKINS y H. R. TIPLER: J. !ron Steel Inst. (Londres). 1 w. s. ÜWEN, D. H. WHITMORE, M. COHEN y B. L. AVERBACH: Welding J..
vol. 172, págs. 403-09, 1952. vol. 36, págs. 503 y sgs., 511 y sgs., 1957.
410 FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE CHOQUE [CAP. 14 SEC. 14-8] TENACIDAD A LA ENTALLA DE LOS ACEROS 411

miento a 200 ºC (aproximadamente; color de revenido, azul), se debe 14-7. Efecto del tamaño de la sección.-La fractura frágil causa
a envejecimiento por deformación. . más dificultades a medida que aumenta el tamaño de la estructura.
Las propiedades de choque con ~?talla de los productos. laminados Ello se debe a factores metalúrgicos y geométricos. Se ha indicado en
o forjados dependen de la orientacion de la probeta. La flgura 14-10 la sección anterior que la temperatura de transición de un acero dado
muestra la forma típica de las curvas energía-temperatura para probe- disminuye generalmente al aumentar el espesor de la plancha, por el
tas cortadas lonaitudinal y transversalmente de una plancha laminada. mayor tamaño de grano resultante de la laminación en caliente de la
Las probetas A ~ B están orientadas longitudinalmente (re~pecto a la chapa gruesa. Sin embargo, los ensayos Charpy de probetas de dife-
dirección de laminación); en la A la entalla es perpendicular a la rente tamaño, pero idéntica estructura metalúrgica y entallas geomé-
tricamente semejantes, muestran un efecto de tamaño. A cierta
temperatura pueden romper con fragilidad completa las probetas ma-
yores y mantenerse las pequeñas totalmente dúctiles. Las fracturas de
las probetas de dimensiones intermedias variarán desde casi comple-
tamente dúctiles a completamente frágiles.
dirección de laminación Una demostración espectacular del efecto de tamaño se obtuvo en
80 el ensayo de ángulos de cuartel de barcos en la Universidad de Cali-
longitudinal (8) fornia. Se ensayaron modelos de tamaño natural y a escalas ! y t. Estos
t)l modelos eran semejantes en todos los detalles y se hicieron del mismo
-~60 material y con el mismo método de soldadura. Cuando se midió la
:B resistencia, en libras por pulgada cuadrada de superficie neta de sec-
,,
o~
ción transversal, los modelos de tamaño natural dieron una resistencia
:eo 40 mitad de la de los de escala t.
lll
.!:l
La teIIfperatura de transición más elevada o la menor tensión de
o fractura de las estructuras grandes se debe a dos causas. Las estructu-
o
·~20 ras grandes pueden contener estados de tensiones más desfavorables
t)l
e por efecto de concentradores de tensiones y, también, pueden almace-
t)l
nar mayor cantidad de energía elástica. Puesto que, según el criterio
OL-.J__~--'----'-----'----~--~'~- de Griffith, es esta energía almacenada la que se emplea en formar la
-80 -40 o +40 +80 +120 superficie de fractura, cuanto más grande sea la energía disponible de
temperatura, ºF este tipo con más facilidad se formará la grieta, incontrolable, de pro-
pagación rápida.
FrG. 14-10.-Efecto de la orientación de la probeta en las curvas Charpy
de la temperatura de transición.
14-8. Tenacidad a la entalla de los aceros tratados térmica-
mente.-Se ha comprobado muchas veces que las estructuras de mar-
chapa y en la B paralela a ella. Generalmente se prefiere la orientación tensita pura revenida proporcionan la mejor combinación de propieda-
de la entalla de la probeta A. En la probeta C la entalla tiene la misma des de tracción y de impacto que puede alcanzarse con cualquier mi-
orientación pero la probeta es transversal a la dirección de lamina- croestructura de las que pueden obtenerse en el acero. En el capítulo 9
ción. Las ;robetas transversales se emplean cuando la distribución de se ha indicado que las martensitas revenidas de la misma dureza y el
las tensiones puede provocar la propagación de una grieta paralelamen - mismo contenido de carbono tienen idénticas propiedades de tracción,
te a la dirección de laminación. La figura 14-10 indica que se producen independientemente de cuál sea el contenido de otros elementos de
orandes diferencias en las energías máximas absorbidas, pero la dife- aleación. Esta generalización es también válida, aproximadamente, para
~encia es menor cuando el nivel de energía es inferior a 2,75 Kgm la resistencia al impacto, a la temperatura ordinaria, de los aceros tra-
(20 lb-pie). Como las temperaturas de transición. de l~, ductilidad se tados térmicamente, pero no lo es para la variación de dicha resistencia
determinan en este intervalo, no parece que la onentacion de probeta con la temperatura. La figura 14-11 muestra la dependencia entre la
y entalla sea muy importante para este tipo de crit~rio. Si, en .cambio, resistencia al impacto y la temperatura de diversos aceros aleados,
se ha de valorar el material sobre la base de las propiedades de impacto todos de 0,4% de C y con estructura de martensita revenida, produ-
a la temperatura ambiente, pueden encontrarse grandes diferencias. cida por temple y revenido a una dureza de 35 Rockwell C. Nótese que
SEC. FRAGILIDAD DE REVENIDO
FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE

es posible una variación de 111 ºC (200 ºF) en la temperatura de tran- sita revenida. La fragilización del acero en este intervalo de tempera-
sición para un nivel de 2,75 Kgm (20 lb-pie). Aún se puede producir turas de revenido es una de las causas principales que impiden el em-
mayor dispersión de la temperatura de transición si la temperatura de pleo de los aceros para una resistencia a la tracción superior a los
revenido se ajusta a una dureza más elevada 1• El temple incompleto, 140 Kg/mm2• Los estudios de este fenómeno de fragilización 1 muestran
con el. resultado de estructuras mixtas de martensita revenida, bainita que se debe a la precipitación de plaquitas de cementita, a partir del
o perlita, aumenta, en general, la temperatura de transición e incre- carburo E, en la segunda etapa del revenido. Estas plaquitas no pro-
menta la diferenciación entre los diferentes aceros aleados. 50,---~-----------,---r--~-~~.
4330 & 4340: Charpy, entalla en V
80r--r---;~...-~--¡~-,----¡-~,--,---,~-.-----,.-~.,--......,-~-~
Klingler, Barnett, Frohmberg
l ¡ 1 11 4~~ 45
y Troiano
1 1 1 1 1 i---- 1 ! 2340 & 4140: Charpy, entalla en ojo
70
'--'-templados a ¡ J.........- 1 40 de cerradura
martensita ¡ .Y i--it_±Q.--t-i----=±--.-.----i Grossmann
,,,r
¡'

~U-
1

1 1 1 1

200 400 600 800 1000 1200


temperatura de !"(tVenido, ºF
FIG. 14-12.-Efecto de la temperatura de revenido en la resistencia al choque,
a la temperatura ambiente, de cuatro aceros aleados templados a martensita.
(H. J. FRENCH: Trans. AIME, vol. 206, pág. 770, 1956.)
º'----::-::-::--"---'--"--L--L__.IL--_j__J_~_L__j__ _j__L_J____J___J
-300 200 -100 o 100 200 300 400 ducen efecto en la estricción de una probeta de tracción, pero reducen
temperatura de ensayo, ºF grandemente la resistencia al impacto. Se pueden formar a tempera-
F!G· 14-11.-Dependencia con la temperatura de la resistencia al choque de turas tan bajas como los 100 ºC y tan elevadas como los 450 ºC, según
d1fere_ntes aceros aleados con el mismo contenido de carbono, templados y el tiempo disponible para la reacción. Las adiciones de silicio del 2,25 %,
revemdos a una dureza Rockwell C de 35 unidades. (H. J. FRENCH: Tram. aproximadamente, son muy eficaces para elevar la temperatura a que
AIME, vol. 206, pág. 770, 1956.) se precipitan las plaquitas, lo que permite el revenido en el intervalo
La energía absorbida en el ensayo de choque de un acero aleado, de los 250º a 350 ºC, sin que se produzca fragilidad importante.
a una temperatura de ensayo dada, aumenta en general al incrementar
14-9. Fragilidad de revenido.-La fragilidad de revenido 2 se re-
la temperatura de revenido. Sin embargo, hay un mínimo en la curva, fiere a la pérdida en tenacidad a la entalla que sufren los aceros al
en la región de los 200 ºC a los 350 ºC (400º a 600 ºF), que se ha lla -
mado fragilidad de los 500 ºF (260 ºC), pero como la temperatura a 1 L. J. KLINGER, w. J. BARNETT, R. P. FROHMBERG y A. R. TROIANO: Trans.
que se produce depende a su vez de la composición del acero y del ASM, vol. 46, págs. 1557-598, 1954.
2 La extensa bibliografía sobre este tema ha sido revisada por B. C. WooD-
tiempo de revenido, es más apropiado llamarla fragilidad de la marten-
FINE: J. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 173, págs. 229-40, 1953, y L. D. JAFFE:
1 H. J. FRENCH: Trans. AIME, vol. 206, págs. 770-82, 1956. Welding J., vol. 34, págs. 1412-502, 1955.
FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE FRAGILIZAC!ON POR EL HIDROGENO 415

carbono y aleados cuando se someten a temperaturas superiores a hexagonales compactos. Basta un 0,0001 % en peso para producir agrie-
los 350 ºC, pero inferiores a la de formación de austenita. Los aceros tamiento del acero. Los metales cúbicos de caras centradas no suelen
aleados son especialmente sensibles a la fragilidad de revenido cuando ser tan sensibles a la fragilización por el hidrógeno 1• Este elemento
se revienen en el intervalo de 400º a 600 ºC o se enfrían lentamente a puede introducirse durante la fusión y quedar atrapado en la solidifi-
través de este intervalo de temperatura. Esto puede originar un pro- cación, o adquirirse durante los tratamientos térmicos, el electropla-
blema de especial importancia en el caso de secciones grandes, que no queado, el decapado con ácidos o la soldadura.
se pueden enfriar con suficiente rapidez para suprimir la fragilidad. Las características fundamentales de la fragilidad debida al hidró-
La fragilidad de revenido puede producirse también en los tratamientos geno son la sensibilidad a la velocidad de deformación, la dependencia
isotérmicos dentro de este intervalo de temperaturas. La cinética del con la temperatura y la tendencia a la fractura diferida. A diferencia
proceso conduce a una curva en C cuando alguno de los parámetros de la mayoría de los fenómenos de fragilidad, la debida al hidrógeno
que miden la fragilidad se representa en coordenadas temperatura-tiem- se hace más patente para las velocidades de deformación pequeñas.
po. La fragilización es más rápida en el enfriamiento lento a través del A temperaturas bajas y altas es despreciable, pero es más severa para
intervalo de temperaturas que en los tratamientos isotérmicos. La fra- una determinada temperatura in-
gilidad de revenido puede eliminarse completamente de un acero ca- termedia. En el caso de los ace-
lentándolo hasta la región austenítica, y enfriándolo rápidamente a ros, la temperatura más peligro- ·¡¡¡ i - - - -_ _sin hidrógeno
través del intervalo de temperaturas de fragilización. sa está próxima a la ambiente. a.
La presencia de la fragilidad de revenido suele determinarse esta- Los ensayos de flexión lenta y g 200
bleciendo la temperatura de transición por medio de ensayos de cho- los de tracción, con o sin enta- ~
o
que sobre probeta entallada. La dureza y la resistencia a la tracción lla, denuncian la fragilidad debi- "O
o
no son sensibles a la fragilidad de revenido, excepto en casos muy ex- da al hidrógeno por una dismi- .~

tremos, pero las temperaturas de transición pueden aumentar 100 ºC, nución marcada de la ductilidad, g. 100
e cargado con hidrogeno
aproximadamente, por los tratamientos térmicos fragilizantes ordina- pero no se emplean los ensayos 'º
·¡¡¡
rios. La fractura de un acero con fragilidad de revenido es intergranu- de choque para poner de mani- e
lar, mientras que la fractura frágil de un acero sin esa fragilidad es ~
fiesto el fenómeno. º'--~--'-~-"-~~'--~-'----~-'
transgranular. Esto sugiere que el fenómeno se debe a un debilita- Un método corriente de es- 0,01 0,1 10 100 1 000
miento de los límites de grano. Sin embargo, no se ha podido compro- tudiar la fragilidad debida al hi- tiempo hasta la rotura, h
bar la presencia de película alguna en los bordes de grano me- drógeno consiste en cargar con
FrG. 14-13.-Curva de fractura diferida.
dian te el estudio metalográfico de la microestructura con el micros- cantidades conocidas de hidró-
copio electrónico. Por eso es hipótesis generalmente admitida que la geno probetas entalladas de trac-
fragilidad de revenido es debida a la segregación de impurezas en los ción, someterlas a una tensión determinada en una máquina y ob-
bordes de grano, sin que se llegue a formar una fase microscópica- servar el tiempo que transcurre hasta la fractura. En la figura 14-13
mente observable. El efecto de los distintos elementos en este tipo de se muestra una curva típica de fractura diferida. Nótese que la
fragilidad se puede explicar sobre la base d~ sus velocidades de difusión resistencia a la tracción de una probeta cargada con hidrógeno pue-
y las solubilidades relativas en la masa y en los límites de grano. Se de ser mucho más pequeña que la de una exenta del mismo. Hay una
necesita una mayor información para poder concretar un mecanismo zona en que el tiempo transcurrido hasta la fractura solo varía muy
sobre la fragilidad de revenido. ligeramente con la tensión aplicada, y hay un valor crítico mínimo
El molibdeno es el único elemento que aminora ]a tendencia a la bajo el cual no se produce fractura diferida. La similitud de la curva
fragilidad de revenido. La mejor solución del problema es evitar el de fractura diferida con una curva de fatiga ha llevado al empleo del
revenido en la temperatura peligrosa. Es mejor un revenido más corto término "fatiga estática" para el fenómeno de la fractura diferida. La
a temperatura elevada que uno más largo a temperatura baja. Un tem- tensión crítica mínima se llama "límite de fatiga estática"; aumenta al
ple en agua desde la temperatura de revenido servirá para aminorar disminuir el contenido de hidrógeno o la severidad de la entalla. El
la fragilización durante el enfriamiento. contenido puede aminorarse por recocido del acero a temperaturas
de 150º a 250 ºC.
14-10. Fragilización por el hidrógeno.-Cantidades de hidró-
1 La conocida fragilidad del cobre, producida por el hidrógeno a tempera-
geno muy pequeñas pueden producir fragilidades intensas en muchos tura elevada, se debe a reacción con el oxígeno y formación de bolsas de
metales. Los metales más sensibles son los cúbicos centrados y los vapor de agua.
FRAGIL Y ENSAYOS DE 14 SEC. 14-11 Y FRACTURA A VELOCIDADES DE CARGA MUY GRANDES 417

El hidrógeno en solución está presente como hidrógeno monoatómi- pueden aplicarse con máquinas de alta velocidad de impacto 1 o como
co. Es un átomo intersticial muy pequeño, por lo que se difunde con ondas de choque originadas en la detonación de explosivos 2• Al con-
rapidez a temperaturas superiores a la ambiente. Se supone usualmente siderar las cargas dinámicas de este tipo es de importancia tener en
que la fragilidad producida por el hidrógeno es debida a que el hidró- cuenta los efectos debidos a la propagación de ondas de tensión dentro
geno monoatómico se precipita como molecular en el interior de las de un metal 3• Una carga aplicada rápidamente no se transmite instan-
cavidades internas. Estas pueden ser verdaderas cavidades, microgrie- táneamente a todos los puntos de la masa del metal cargado. Un ins-
tas o, quizá, simples regiones con elevada densidad de dislocaciones. tan te después de la aplicación de la carga aún permanecen sin perturbar
Cuando el hidrógeno se difunde al interior de las cavidades, se crea una las regiones más alejadas. La tensión y deformación producidas por
presión que produce la rotura. Aunque estas ideas explican de forma la carga se mueven a través del cuerpo en forma de una onda, que se
general la fragilización producida por el hidrógeno, no están de acuerdo propaga a velocidades del orden de los millares de metros por segundo.
con los hechos experimentales. El trabajo de Troiano y sus colabora- Por el efecto de una explosión se producen ondas de compresión, mien-
dores 1 ha proporcionado un mejor conocimiento del mecanismo ·del tras pueden engendrarse ondas de tracción median te una máquina de
fenómeno. Midiendo la velocidad de propagación de la grieta, con ayu- tracción por impacto. La velocidad de propagación de una onda de
da de medidas de resistividad, pudieron comprobar que esta se pro- tracción o de compresión está dada por
pagaba discontinuamente. Esto indica que la velocidad de propagación
está controlada por la difusión del hidrógeno en la región de tensiones _ ( do-/dE) l/ 2
Co- --- [14-1]
triaxiales elevadas, que se encuentra justamente en el frente de avance p
de la punta de la grieta. Cuando se alcanza una concentración crítica en donde:
de hidrógeno, se forma una pequeña grieta que crece hasta enlazarse
con la grieta previa principal. El hecho de que el tiempo necesario c0 =velocidad de propagación de la onda,
para que se inicie la primera grieta no sea sensible a la tensión apli- do-/dE=pendiente de la curva tensión-deformación,
cada, confirma la idea de que el proceso depende de que se alcance p =densidad del metal.
una concentración determinada de hidrógeno. El efecto fundamental
de la tensión es ayudar a la acumulación de hidrógeno para que se Si la amplitud de la onda es pequeña, de forma que no se sobrepasa
alcance esta concentración. Cuanto más elevado sea el contenido me- el límite elástico, la Ec. [ 14-1] se puede escribir en la forma
dio de hidrógeno, más baja es la tensión crítica necesaria.
La formación de grietas capilares o copos en los lingotes y piezas Co-
_(E)
-
112
[14-2]
forjadas grandes, durante el enfriamiento o durante el envejecimiento p
a la temperatura ambiente, se ha atribuido durante mucho tiempo a
la presencia de hidrógeno. Los estudios relativos a la formación de Correspondiendo a la velocidad de onda c0 se produce en el metal
copos 2 han mostrado que el acero, además de contener hidrógeno, debe una velocidad de partícula vP' Ambas velocidades tienen la misma di-
estar sometido a tensiones de transformación para que se produzcan rección y sentido para una onda de compresión, pero son de sentido
las grietas capilares. El contenido de hidrógeno necesario para que se opuesto en el caso de ondas de tracción. La velocidad de partícula se
formen los copos varía mucho con la composición, tamaño y segrega- relaciona con la velocidad c0 por la expresión
ción; se han observado en aceros con solo 3 partes por millón de hidró-
1 (ª -do--
geno. En cambio, se pueden tolerar cantidades muy elevadas de hi-
drógeno, sin que se formen copos, si se hacen mínimas las tensiones
Vµ=
fo
e
Co dE=-
p 'o Co
[14-3]
de transformación descomponiendo la austenita, a temperaturas su-
periores a Ms, antes del enfriamiento. Estas ecuaciones se pueden emplear para determinar la tensión o la
deformación en un metal cargado dinámicamente, supuesto que pueden
14-11. Flujo y fractura a velocidades de carga muy grandes.- medirse las velocidades de onda y de partícula. Cuando se somete una
Las propiedades mecánicas de los metales pueden resultar muy dis- barra a un impacto de tracción, se ha encontrado que existe una ve-
tintas si se les aplica la carga muy rápidamente. Las cargas de choque 1 P. E. DUWEZ y D. S. CLARK: Proc. ASTM, vol. 47, págs. 502-32, 1947.
2 J. S. RrNEHART y J. PEARSON: "Behavior of Metals under Impulsive Loads",
1 A. R. TROIANO: Trans. ASM, vol. 52, págs. 54-80, 1960. American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1954.
2 A. W. DANA, F. J. SHORTSLEEVE y A. R. TROIANO: Trans. AIME, vol. 203, 3 H. KoLsKY: "Stress Waves in Solids", Oxford University Press, Nueva
págs. 895-905, 1955. York, 1953.
DIETE!(.-'.Ci
FRACTURA FRAGIL Y ENSAYOS DE 14 BlBLIOGRAFlA 419

locidad crítica que produce la rotura en el extremo que recibe el


BIBLIOGRAFIA
choque, en el mismo instante del impacto. Combinando las Ecs. [14-11
y [14-3] se obtiene la ecuación de la velocidad crítica
ADENIS, D., y BLANCHARD, P.: "Fragilité et fragilisation des métaux et alliages".
Dunod, París, 1963.
V 11
,.
=J
0
" ( da/ dE )
---
!/::'.
e/E [14-41 GARCÍA PoGGIO, J. A.: "Aceros de alta resistencia", Montecorvo, Madrid, 1965.
o p PARKER, E. R.: "Brittle Behavior of Engineering Structures", John Wiley
& Sons, Inc., Nueva York, 1957.
en donde Eu es la deformación correspondiente a la resistencia a la QuENEAU, B. R.: "The Embrittlement of Metals", American Society for Metals,
tracción del metal. Para cargas de choque de velocidad inferior a v 1 ,. Metals Park, Ohio, 1956.
la barra se deformará, pero no sufrirá rotura. El valor crítico de la ve- SHANK, M. E.: "Control of Steel Construction to Avoid Brittle Failure"
locidad de impacto de la mayoría de los metales es del orden de 50 Welding Research Council, Nueva York, 1957.
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La determinación de la curva dinámica tensión-deformación es di- Particular Reference to Low Temperatures, ASTM Spec. Tech. Pub!., 158.
fícil, porque todo transcurre en un tiempo muy corto, y hay que pro- 1954.
curar tomar en cuenta todos los fenómenos de propagación de ondas. TIPPER, C. F.: "The Brittle Fracture of Metals at Atmospheric and Sub-zero
La información disponible indica que la curva tensión-deformación para Temperatures", Met. Reviews. vol. 2. núm. 7, págs. 195-261, 1957.
cargas de choque se eleva en un 10 % a un 20 % sobre la curva estática.
En general, hay un aumento en la energía de fractura al crecer la velo-
cidad de impacto, hasta el momento en que se alcanza la velocidad
crítica.
Hay diferencias marcadas entre las fracturas bajo impulsos de car-
ga y bajo cargas estáticas. En el impulso de carga no hay tiempo para
que el estado de tensión se perturbe a través del cuerpo entero, por
lo que puede producirse fractura en una parte del mismo con indepen-
dencia de lo que pueda ocurrir en cualquier otra. La velocidad de
propagación de las ondas de tensión en los sólidos está comprendida
en el intervalo de los 900 a los 6000 m/seg, mientras que la velocidad
de propagación de las grietas es de 1800 m/seg, aproximadamente.
Resulta así que, con cargas de choque, pueden haberse formado grietas
que no han tenido tiempo de propagarse antes de que se haya alterado
el estado de tensiones. Las ondas de tensión se reflejan en las super-
ficies libres y en los extremos fijos, en los cambios de sección trans-
versal y en las discontinuidades interiores del metal. Una onda de com-
presión es reflejada por una superficie en forma de onda de tracción y
es esta onda reflejada la que, en la mayoría de los casos, produce las
fracturas bajo la acción de las cargas de choque. Cuando una plancha
gruesa se somete a una carga explosiva contra una de sus caras, la in ..
terferencia entre la onda incidente y la reflejada puede producir una
acumulación de tensión de tracción a corta distancia de la cara opues-
ta. Esta tensión de tracción puede causar la fractura y la plancha se
desconcha. Del espesor de la desconchadura se pueden deducir valores
para la tensión normal crítica de fractura 1•

1 J. S. RINEHART: /. Appl. Phys., vol. 22, pág. 555, 1951; On Fractures


Caused by Explosions and Impacts, Quart. Colo. School Mines, vol. 55, núm. 4.
octqbre, 1960.
ORIGEN DE LAS TENSIONES RESIDUALES

de la chapa laminada, las fibras superficiales, que fueron alargadas plás-


ticamente en la dirección de laminación, quedarán en un estado de
compresión.
El sistema de tensiones residuales existente en un cuerpo debe estar
CAPITULO 15 en equilibrio estático, por lo que la fuerza total que actúe sobre cual-
quier plano que atraviese el cuerpo y el momento total de las fuerzas
TENSIONES RESIDUALES en cualquier plano deben ser nulos. Para el estado de tensiones longi-
tudinales de la figura 15-1 b, esto quiere decir que el área que queda
bajo las curvas de tensiones de compresión debe ser igual a la que
15-l. Origen de las tensiones residuales.-Las tensiones resi- queda bajo las tensiones de tracción. La situación no es tan sencilla
duales o internas constituyen el sistema de tensiones que puede existir como se ha dibujado en la figura 15-1. Realmente, para hacer un análi-
en un cuerpo cuando está libre de la acción de fuerzas externas. Las sis completo habríamos de considerar las tensiones residuales en las
tensiones residuales se producen cuando un cuerpo sufre deformación direcciones del ancho y del espesor de la chapa, y el estado total de
plástica no uniforme. Así, p. ej., consideremos una chapa de metal que tensiones en un punto será el resultante de las tensiones existentes en
se está laminando, de forma que solo se produce flujo plástico en las las tres direcciones principales. A veces, y por razones de simetría,
proximidades de las superficies (Fig. 15-1 a). Las fibras superficiales solo es necesario considerar las tensiones residuales en una dirección.
La determinación completa del estado de tensiones en las tres direc-
ciones es un problema de gran envergadura.
Las tensiones residuales solo pueden ser elásticas. El valor máximo
o que llega a alcanzar la tensión residual es el límite elástico del material.
...iil!'-- compr~sión tracción --+- Una tensión que sobrepasase este valor, sin fuerza externa oponente,
disminuiría automáticamente hasta alcanzar el valor de dicho límite.
Tiene importancia distinguir entre macrotensiones residuales y mi-
crotensiones. Las macrotensiones, que son de las que trataremos prin-
cipalmente en este capítulo, varían continuamente a través del cuerpo
o y actúan sobre regiones grandes con relación a las dimensiones atómi-
cas. Las microtensiones, o tensiones de textura, actúan sobre regiones
a veces de solo unas cuantas células unidad, aunque pueden extenderse
a la mayor parte de un grano. A causa de la anisotropía de las cons-
tantes elásticas de los cristales, las microtensiones pueden variar mu-
a) b) cho de un grano a otro. Las retrotensiones de un apilamiento de dislo-
FIG. 15-l.-a) Deformación heterogénea en la laminación de la chapa; b) dis-
caciones son ejemplo de este tipo de microtensiones. Otro ejemplo ocu-
tribución resultante de las tensiones longitudinales residuales a través del rre cuando se precipitan partículas de segunda fase en una solución
espesor de la chapa (esquema). sólida. Si las partículas del precipitado ocupan mayor volumen que los
componentes de que se forma, es decir, si las partículas de segunda fase
de la chapa están deformadas en frío y tienden a alargarse, mientras tienen menos densidad que la matriz, cada partícula tiende a ocupar
el centro de la chapa no se ha alterado. Puesto que debe mantenerse mayor volumen y queda comprimida por la matriz. Por el contrario,
la continuidad de la chapa, es necesario que superficies y centro se se desarrollan tensiones de tracción en la matriz, en las direcciones
acomoden por deformación. Las fibras del centro tienden a restringir radial y tangencial a las partículas de segunda fase. Es muy difícil la
el alargamiento de las fibras superficiales, a la vez que las fibras de la determinación de estas tensiones localizadas en sistemas de dos fases,
superficie tratan de estirar las fibras centrales de la chapa. El resultado aunque han podido hacerse medidas de su valor medio mediante ra-
es un estado de tensiones en la chapa, el cual origina una tensión yos Xi, 2 • Lazlo 3 ha efectuado cálculos de las microtensiones existentes
elevada de compresión en la superficie y una tensión residual de trac-
ción en el centro de la chapa (Fig. 15-1 b). En general, el signo de la 1 J. Trans. ASM, vol. 50, págs. 1063-071, 1958.
GURLAND:
tensión residual producida por deformación no homogénea será opues- 2 c. J. NEWTONy H. c. VACHER: J. Research Natl. Bur. Standards. \'Ol. 59.
to al de la deformación plástica que la produjo. Por eso, en el caso págs. 239-43, 1957.
3 Para una visión de conjunto del extenso y detallado trabajo de Lazlo,
420
ORIGEN DE LAS TENSIONES RESIDUALES
422 TENSIONES RESIDUALES 15

en sistemas de dos fases, a las que ha llamado "tensiones teseladas". portar las tensiones compresivas que le son impuestas y la deformación
Es necesaria la determinación de las microtensiones que existen en un plástica puede eliminar una parte de las tensiones (Fig. 15-2 e). Cuando
monocristal deformado plásticamente para comprender el mecanismo se enfría, finalmente, el centro del "slab", puede ser mayor la con-
del endurecimiento por deformación. Se pueden conseguir estimaciones tracción total en dicho centro que en los bordes, porque el primero
de estas microtensiones mediante el estudio detallado del ensancha- se contrae a la vez por enfriamiento y por deformación plástica (figu-
miento de las rayas de difracción de rayos X. Sin embargo, es necesario ra 15-2 d). El centro quedará en tracción y los bordes en compresión.
lograr un perfeccionamiento de las técnicas antes de que tales medidas Las operaciones de conformación necesarias para convertir los me·
puedan emplearse sin ambigüedad. tales en formas acabadas y semiacabadas es muy raro que produzcan
Las tensiones residuales son el resultado de la deformación plástica deformación homogénea. Cada proceso particular de conformación
no uniforme de un cuerpo, que puede provenir de un cambio de forma plástica da origen a una distribución de tensiones residuales que le
o de volumen no homogéneos. Otra causa de tensiones residuales pue- es característica, y que es más o menos afectada por la forma de rea-
de presentarse en la construcción de un conjunto, p. ej., una estruc- lización. Al comienzo de esta sección hemos visto que las tensiones
tura soldada. Aunque la estructura no esté sometida a fuerzas externas,
sus diferentes miembros pueden quedar bajo tensión por diversas in- +
teracciones mutuas. Este tipo de tensiones residuales suelen llamarse
tensiones de reacción. El tema queda dentro del campo de la ingeniería
i
e
·o
de la construcción y no nos ocuparemos de él en este capítulo. 'iii
e
La precipitación de partículas de una segunda fase en una matriz ~
metálica es un ejemplo de las variaciones de volumen no homogéneas
que producen microtensiones localizadas. Pero si la reacción no pro-
gresa uniformemente a través del cuerpo, por existir diferencias en la
composición o en la transferencia del calor, se producirán variaciones
en la distribución de las microtensiones, las cuales producirán macro·· (a) (b) (e) (d)
tensiones residuales. La nitruración y la cementación son procesos en
FIG. 15-2.-Desarrollo de tensiones residuales durante el enfriamiento de un
los que se produce una distribución de microtensiones alrededor de lingote caliente. Las porciones enfriadas se han sombreado. (Según W. M. BALD-
cada partícula de nitruro o carburo, pero como estos procesos, contro- WIN, Jr.: Proc. ASTM, vol. 49, pág. 541, 1949.)
lados por la difusión, solo afectan a las capas superficiales, habrá un
aumento no uniforme de volumen en esta región. Se produce una ma- residuales en la dirección de laminación de una chapa son el resultado
crotensión residual de compresión en la superficie, equilibrada por de la deformación heterogénea a través del espesor.
tensiones residuales de tracción en el interior. La transformación de Otras operaciones de trabajo de los metales, que no se clasifican
fase de austenita a martensita, que se produce durante el temple del generalmente como operaciones de conformación, producen tensiones
acero, es un ejemplo sobresaliente de un cambio de volumen no uni- residuales porque implican deformación heterogénea. La soldadura por
forme que produce tensiones residuales. Por la importancia tecnológica puntos y la soldadura a tope producen tensiones residuales de tracción
de este caso, se tratará separadamente en una sección de este capítulo. elevadas en el centro de la región en la que se aplica el calor. El
Las variaciones de volumen no requieren necesariamente cambios chorreado con granalla, el martillado de la superficie y el bruñido con
de fase o temples rápidos para producir tensiones residuales. En el rodillos producen tensiones biaxiales compresivas en la superficie,
enfriamiento de un lingote grande, caliente, de un metal que no tiene equilibradas por tensiones biaxiales de tracción en el interior. Como se
cambios de fase, bastan las diferencias de temperatura existente entre indicó en el capítulo 12, el chorreado con granalla es un medio muy
la superficie y el centro para que se produzcan tensiones residuales 1• eficaz para combatir la fatiga. En los recubrimientos electrolíticos se
La contracción térmica de los bordes, más fríos, produce una descom- producen tensiones residuales. Los recubrimientos blandos, tales como
pensación de deformación entre ellos y el centro del lingote, que origi- los de plomo, cadmio y cinc, fluyen lentamente a la temperatura am-
na la distribución longitudinal de tensiones de la figura 15-2 b. Puesto biente, en la proporción necesaria para eliminar la mayor parte de estas
que el centro caliente tiene un límite elástico más bajo, no puede so- tensiones de plaqueado.
La superposición de varias operaciones de conformación no produce
véase F. R. N. NABARRO: "Symposium on Interna! Stresses", pág. 61, Institute una distribución final de tensiones residuales que sea la suma algébrica
of Metals, Londres, 1948. de las distribuciones correspondientes a las sucesivas operaciones, sino
- 1 W. M. BALDWIN, Jr.: Proc. ASTM, vol. 49, págs. 539-83, 1949.
424 TENSIONES RESIDUALES 15 SEC. 15-3] METODOS MECANICOS PARA MEDIR LAS TENSIONES RESIDUALES 425

que, en general, es el proceso final de deformación el que determina el material alguno. Estas variaciones son el resultado de las deformaciones
estado de tensiones residuales resultante. A pesar de ello, la superpo- necesarias para mantener el equilibrio cuando se relajan las tensiones
sición de distribuciones de tensión es un procedimiento válido cuando en el envejecimiento durante largo tiempo, a la temperatura ambiente.
consideramos el efecto de las tensiones residuales en la respuesta de El esquema de tensiones residuales de un acero se puede alterar por
un cuerpo a un sistema de tensiones externo. Para todos los fines prác- la transformación de austenita retenida a martensita, durante el tiempo
ticos, se puede considerar a las tensiones residuales como si fueran de envejecimiento.
tensiones aplicadas ordinarias. Así, una tensión residual de compresión El agrietamiento por corrosión bajo tensiones es un tipo de fallo
reducirá la eficacia de una tensión externa de tracción en la producción que se presenta cuando ciertos metales están sujetos a tensiones mien-
de rotura por fatiga, mientras las tensiones residuales de tracción faci- tras permanecen en un ambiente corrosivo. Las tensiones residuales
litarán la formación de la fractura. son tan eficaces como las aplicadas externamente para inducir el agrie-
tamiento por corrosión bajo tensiones. Ejemplos de sustancias químicas
que pueden desencadenar este tipo de corrosión son los compuestos de
15-2. Efectos de las tensiones residuales.-La presencia de ten-
mercurio o amonio frente al latón ( season cracking) y los cloruros
siones residuales puede modificar la reacción de un cuerpo frente a
frente a los aceros inoxidables austeníticos y algunas aleaciones de alu-
una tensión aplicada externamente. En el ensayo de tracción fluirá
minio endurecibles por envejecimiento. Hay que procurar hacer míni-
plásticamente, bajo tensiones más bajas, una probeta que tenga ten-
mas las tensiones residuales cuando existe la probabilidad de que se
siones residuales de tracción que otra que no las tenga. A la inversa,
encuentren en el servicio situaciones de este tipo. De hecho, se pueden
las tensiones residuales de compresión aumentarán la tensión necesaria
emplear los ensayos acelerados de corrosión bajo tensiones para la
para la fluencia plástica. Este hecho se emplea para aumentar la resis-
comprobación cualitativa de la presencia de tensiones residuales. A con-
tencia de los tubos de artillería y los recipientes de presión por medio
tinuación se indican algunas de las soluciones que se emplean para
del autozunchado. En el autozunchado se deforma, a propósito, más
este tipo de ensayos *:
allá del límite elástico, el material del ánima de los tubos de paredes
gruesas, de forma que este material quede sometido a tensiones de l. Latón: solución acuosa de nitrato amónico; especificada para
compresión cuando el tubo se descarga. En un material relativamente descubrir las tensiones residuales en el latón de cartuchería (ASTM
frágil, como los aceros de alta resistencia, la presencia de tensiones re- Bl54).
siduales de tracción puede aminorar la resistencia a la fractura. La 2. Aceros inoxidables austeníticos: solución hirviente con 10%
posibilidad de que existan tensiones residuales desconocidas en el fondo de H1SÜ4 y 10% de CuS04, o solución hirviente de MgCb.
de una entalla mecanizada representa un problema en los ensayos de 3. Acero suave: solución hirviente de NaOH.
tracción con probetas entalladas. El efecto de las tensiones residuales 4. Aluminio: solución de NaCl.
en la fatiga es un fenómeno bien reconocido y del que nos hemos ocu-
5. Magnesio: solución de cromato potásico.
pado en la sección 12-9.
Las tensiones residuales son responsables de alteraciones en la for-
ma y en la inestabilidad dimensional. Si se separa de un cuerpo una 15-3. Métodos mecánicos para medir las tensiones residuales.-
parte sometida a tensiones residuales, como ocurre cuando se mecaniza Las tensiones residuales no se pueden determinar directamente por las
un chavetero a lo largo de una barra estirada en frío, se eliminan a la medidas de galgas de deformación, como las tensiones debidas a cargas
vez las tensiones residuales existentes en el material separado. Como aplicadas externamente. En general, se calculan teniendo en cuenta
consecuencia se rompe el equilibrio estático de fuerzas y momentos, y la deformación que se produce cuando se secciona un cuerpo y se re-
el cuerpo tiene que distorsionarse para alcanzar una nueva condición lajan las tensiones alojadas en él.
de equilibrio. El alabeo debido a la redistribución de las tensiones re- El método desarrollado por Bauer y Heyn 1 para la medición de las
siduales, cuando se eliminan las capas superficiales, puede ser muy tensiones longitudinales residuales de un cilindro es un buen ejemplo
perturbador, especialmente en el caso de piezas de precisión semejantes de las técnicas utilizadas. Las tensiones residuales de un cilindro pue-
a las herramientas y matrices. Hay, en cambio, un efecto útil de esta den compararse a las de un sistema de muelles (Fig. 15-3). En este
naturaleza, del que nos ocuparemos en la próxima sección, y es que ejemplo, se supone que en la superficie de la barra hay tensiones de
midiendo los cambios de dimensiones que se producen en un cuerpo tracción y en el centro tensiones de compresión. En el modelo de
cuando se separa material del mismo, se pueden determinar las tensio-
nes residuales que existían. La inestabilidad de las dimensiones se *Véase ToDT: "Corrosión y protección", Aguilar, Madrid, 1959.
refiere a los cambios que se producen en ellas sin necesidad de separar 1E. HEYN y O. BAUER: Intern. Z. Metallog., vol. 1, págs. 16-50, 1911.
426
SEC. 15-3] METODOS MECANICOS PARA MEDIR LAS TENSIONES RESIDUALES 427

muelles se supondría que los muelles del centro están comprimidos y la distribución de tensiones por eliminación sucesiva de capas delgadas,
los externos estirados (Fig. 15-3 a). Si ahora se rompe el equilibrio solo se puede utilizar la Ec. [15-11 para eliminar la primera capa. No
estático de las fuerzas, al eliminar los muelles externos, se alargarán se puede emplear para obtener una
los muelles que estaban comprimidos (Fig. 15-3 b). El alargamiento indicación verdadera de la ten-
experimentado por estos muelles centrales es directamente proporcio- sión real que existía en la segun-
nal a la fuerza que ejercían sobre ellos los muelles externos. da capa, porque al eliminar la
La deformación experimentada por primera se ha producido una re-
el núcleo es de 1 = dL¡/ L, siendo L 1 distribución de tensiones en el
la longitud que alcanza el elemento resto de la barra. La tensión real
que se· ha alargado. La tensión eli- que existía en la segunda capa de
minada por esta expansión se rela- la barra, en su estado original,
ciona con la deformación por la ley ~stá dada por
de Hooke (a) ( b)

[15-2]
FIG, 15-4.-Variación de las tensiones
Como el cilindro estaba en equilibrio longitudinales residuales a través del
antes que se eliminase su piel, la fuer- en la que A 2 es la secc10n del ci- diámetro de una barra. a) Caso arbi-
za del núcleo central debía equilibrar lindro que queda después de eli- trario con tensiones residuales cons-
a la de la capa arrancada minar la primera capa dA1. Al tantes; b) caso, más real, con varia-
determinar la tensión en las ca- ción continua de la tensión desde la
superficie al centro.
pas sucesivas hay que introducir
una corrección por eliminación de
(c.) (b) tensiones al separar de las capas anteriores
Si A 0 era la sección inicial del ci-
FIG. 15-3.-a) Modelo de mue-
lindro, la sección de la piel sería
lles, de Heyn, para las tensiones dA 1 =A 0 -A 1• La tensión media exis- [15-3]
longitudinales residuales de un ci- tente en la piel era
lindro; b) alargamiento de la por-
ción central debida a la elimina-
Ppiel 0-s dA J
En el límite, cuando las capas se suponen de espesor diferencial, se
ción de los impedimentos proce- puede escribir la Ec. [15-3] en la forma
dentes de los muelles externos.
Igualando las fuerzas del núcleo y de
la piel se llega a una ecuación para la tensión media de la piel : cr = E ( A .!!!____ - ( de ') = E ( A _!__
.e - e ) ¡_ 15-4 J
dA , dA 1

[15-lJ Esta ecuación se puede emplear para determinar la tensión. longitudinal


residual en cualquier punto del radio de la barra. La me1or for~a. de
proceder es representar la ,deform_ación axial, d~,spués de la ehmma-
La ecuación anterior es válida cuando las tensiones residuales tienen ción de cada capa, en funcion del area de la seccion de lo que r~sta de
la distribución, muy arbitraria, de la figura 15-4 a. Realmente, es de la barra. Uniendo los puntos correspondientes ~ las c~~~s sucesivas .se
esperar que la tensión residual longitudinal varíe continuamente desde obtendrá una curva sin inflexiones. Para cualqmer posicion en el rad10,
la superficie al centro, en la forma que indica la figura 15-4 b. dada por el valor de A, la curva dará el valor de e, y la pendiente de
La distribución de tensiones residuales indicada en la figura 15-4 b la curva en el punto (e, A) será de/dA.
se puede determinar por el método de Heyn y Bauer si se van elimi- El método de Heyn y Bauer lo hemos considerado con bastante
nando capas superficiales delgadas y se miden las deformaciones de la detalle porque es un ejemplo sencillo d.e, los proce?imientos. emplead?s
porción que queda. Si se eliminan capas suficientemente delgadas y se para transformar medidas de defor.mac10n ~n tens10nes residuales. Sm
repite el proceso, el número de veces necesario, la distribución se apro- embargo, es un método que puede ~ntroducir grave? errores, P?rque no
ximará a la esquematizada en la figura 15-4 b. Cuando se determina tiene en cuenta las tensiones residuales tangenciales o radiales. La
SEC. METODOS MECANICOS PARA MEDIR LAS TENSIONES RESIDUALES
15
Las tensiones longitudinal, tangencial y radial pueden luego expresarse
presencia de tensiones en estas direcciones puede dar lugar a errores mediante las siguientes ecuaciones:
por exceso del 30% en la determinación de las tensiones longitudi-
nales.
Método de taladrado de Sachs.-Un método exacto para determinar <J°L =E' [ ( A 0 - A) ~~ - A J
las tensiones residuales longitudinales, tangenciales y radiales en barras
o tubos fue propuesto por Mesnager 1 y modificado por Sachs 2• Se co- --8 J
d8) - -A-0 +A
crt=E'[ ( A o - A [15-5]
noce usualmente como el método de taladrado de Sachs. El procedi- dA 2A
miento se limita a cuerpos cilíndricos en los que las tensiones residua-
les varían a lo largo del radio, pero son constantes en las direcciones cr =E' ( Ao-A
r 2A
e)
longitudinal y circunferencial. Esto no supone una condición muy res-
en las que:
trictiva, porque las barras y los tubos fabricados por la mayor parte
de los procedimientos de conformación tienen tensiones residuales que E' E/ ( 1 - v 2 ) ,
satisfacen a las condiciones de simetría requeridas.
Ao =sección inicial del cilindro,
Para emplear esta técnica con una barra maciza se empieza por
A =sección del taladro del cilindro,
taladrar un agujero axial en el centro de la barra. Luego se emplea un
escariador para eliminar capas del interior del cilindro hueco, poniendo v =relación de Poisson.
especial cuidado para evitar el sobrecalentamiento. Entre dos medidas
sucesivas de la deformación se debe extraer, aproximadamente, un 5 % Al emplear las ecuaciones anteriores es conveniente representar los
de la sección transversal. Para eliminar los efectos de los extremos se parámetros de deformación 8 y A en función del área del taladro A.
emplearán probetas cuya longitud sea, por lo menos, tres veces el Las pendientes de estas curvas intervienen en las ecuaciones anterio-
diámetro. Después de eliminar cada una de las capas del agujero tala- res. Para estimar la tensión en el eje de la barra o del tubo es necesa-
drado, se miden las deformaciones longitudinal ei y tangencial e 1, rio extrapolar las curvas de () en función de A y de A en función de A
hasta el límite A= O. De la misma manera es necesario extrapolar las
curvas hasta A =A 0 para determinar las tensiones existentes, en la
Li-Lo superficie externa. Hay un límite de aproximación del diámetro del
ei agujero taladrado al diámetro externo de la barra que no se puede
Lo
sobrepasar sin que se produzca alabeo. Como las tensiones varían rá-
Di-Do pidamente con el radio en las proximidades de la superficie externa,
er
Do puede ser errónea la extrapolación en esta región. Un procedimiento
para conseguir mejores estimaciones de las tensiones de las, capas
próximas a la superficie consiste en medir las variaciones del diámetro
Las variaciones de la longitud L y el diámetro D pueden medirse con del agujero axial mientras se elimina material de la superficie externa
micrómetros, pero la mejor precisión se obtiene montando galgas de la barra. Las ecuaciones de Sachs para este caso son
SR-4 3 · 4 en las direcciones longitudinal y circunferencial de la barra.
De acuerdo con el análisis de Sachs, se combinan las deformaciones
longitudinal y tangencial. en los dos parámetros 8 y A:
di\ -A
CJ°L=E' [ (A-A1z) dA J
(J"t=E'[ (A A,) d8 - A+A1ze] [15-6]
A=ei+ve1 1
dA 2A
®=e 1 +vei
(J" = - E' ( A - Ah
r 2A
8)
1 M. MESNAGER: Compt. rend., vol. 169, págs. 1391-393, 1919. en la que:
2 G. SACHS: Z. Metallk., vol. 19, págs. 352-57, 1927.
3 J. J. LYNCH: "Residual Stress Measurements", págs. 51-52, American So-
ciety for Metals, Metals Park, Ohio, 1952.
A1t =sección del agujero taladrado,
4 Una estimación crítica de los métodos experimentales puede verse en A sección del cilindro después de eliminar cada capa.
R. A. _DODD: Metallurgia, vol. 45, págs. 109-14, 1952.
15 SEC. METODOS DE FLEXION

Sachs y Espey 1 han descrito un método para determinar exactamente tensiones residuales en las direcciones x e y se determinan, para cual-·
las tensiones longitudinal y tangencial de tubos de paredes delgadas, quier valor de t, mediante las ecuaciones
Método de Treuting-Read.-Treuting y Read 2 desarrollaron un
método para determinar el estado de tensiones biaxiales en la super-
ficie de una chapa delgada. El método presupone que el metal se com-
porta como elásticamente homogéneo y que las tensiones no varían
en el plano de la chapa, sino solamente a través del espesor. Para apli-·
car el método se pega la probeta de chapa a una superficie paralela CTv= ·-
60
E
_v 2 )
[ ( . 2 dP y )
to+t) dt +4(to+t P_v+2
f
i ••
r
Pydt
J
[ 15-7]

plana y se reduce el espesor de la chapa, en una cierta cantidad, por


ataque y pulido cuidadosos. La probeta de chapa se despega luego de
Los valores dP/ dt se obtienen de las pendientes de las curvas de P en
función de t, y las integrales se calculan determinando el área limitada
por la curva y el eje de t entre los límites adecuados.

y
15-4. Métodos de flexión.-El análisis completo de las tensiones
y residuales existentes en el cuerpo en las direcciones principales, y su
variación con el espesor, por los métodos descritos anteriormente, son
muy laboriosos. Generalmente se emplean más de 40 h en el análisis
/ completo de una sola probeta. Por esta razón se han desarrollado mé-
X
I X todos más sencillos, aunque menos precisos. Los procedimientos con-
sisten en dar un corte a la probeta y medir la flexión del elemento
Ry cortado; de ahí que usualmente se llamen métodos de flexión. Se pue-
den aplicar estos métodos cuando se supone que las lesiones varían
linealrnente a través del espesor de una plancha o tubo, pero son cons-
a) b) tantes a lo largo de la longitud, ancho o circunferencia. Realmente, la
distribución de tensiones a través del espesor rara vez son lineales.
FIG. 15-5.-a) Sistema de coordenadas para la medición de las tensiones biaxia- Las fórmulas que se indican a continuación dan las tensiones residua-
les en una chapa delgada; b) curvatura producida por la eliminación de les solo en la superficie del cuerpo y consideran la tensión en una
material de la superficie superior. dirección particular. Aunque esta es normalmente la dirección de la
tensión máxima, hay que tener en cuenta que la presencia de tensiones
en las otras direcciones principales puede afectar a los valores me-
la superficie y se miden los radios de curva~ura longitudinal, ~-u Y didos.
transversal, Ry, y el espesor t. La figura 15-5 ilustra sobre la orienta- Chapa laminada.-La tensión residual en la superficie de una chapa
ción de las tensiones principales y la curvatura de la chapa. laminada se puede determinar cortando la chapa en dos mitades, por
Los valores medidos de los radios de curvatura se utilizan en los su plano central, para eliminar el momento de flexión que existe en
parámetros : el cuerpo 1 (Fig. 15-6 aL El momento de flexión en la chapa se puede
1 _ ¡ _V_ 1 V expresar por
Pv==-+ E'l
Rx . R,. · R.v R_. M [15-8]
siendo:
Se toman nuevas medidas de R., y Ry, después de eliminar diferentes
cantidades de material, y se representan Px y Py en función de t. Las E'= E/ (1 v 2 ),
l =momento de inercia de la sección hendida,
R radio de curvatura.
1 G. SACHS y G. EsPEY: Trans. AIME, vol. 147, págs. 74-88, 1942; véase
también LYNCH, op. cit._. págs. 87-92. ,
2 R. G. TREUTING y W. T. READ: /. Appl. Phys., vol. 22, pags. 130-34, 1951. l LYNCH, O[J. cit., págs. 81-82.
432 SEC. DETERMINACION DE LAS TENSIONES RESIDUALES POR RAYOS X 433

Aunque se desconoce la distribución de tensiones residuales que pro- En consecuencia, la tensión longitudinal residual en la superficie está
ducía este momento de flexión, se supone para el análisis que la ten- dada por
sión variaba linealmente con el espesor. Basándose en esta relación E'to
<5L= 2U [15-12]
lineal, la tensión longitudinal máxima está dada por la ecuación fami-
liar de la resistencia de materiales:
Barras redondas. -Se puede emplear el mismo procedimiento para
estimar la tensión superficial longitudinal en una barra redonda 1• Uti-
[15-9]
lizando la notación de la figura 15-6 b, se llega a la ecuac;:ión siguiente:

en la que e es la distancia desde el eje neutro a la fibra externa, en l,65E' or


a- i. = __L_2__ [15-13]

T 2s
Tubos de paredes delgadas.-La tensión longitudinal en la superfi-
cie de un tubo se puede determinar 2 cortando una lengüeta longitu-
dinal en la pared del tubo (Fig. 15-7 a). Empleando la notación de la

l
- \·distribución de
figura 15-7 a, la tensión longitudinal está dada por la ecuación

tensiones residuales
fl5-141
en la que
(a) E
E'

T
28 +2r
La Ec. [15-14] es la misma que la [15-12] para una barra laminada,
salvo que en el caso de la chapa se emplea t/2, ya que solo flexiona la
mitad del espesor. Las experiencias con este método han demostrado

L
que la flecha observada es función del ancho de la lengüeta. El valor
máximo de la flecha se obtiene cuando el ancho de la lengüeta es 0,1
a 0,2 veces el diámetro del tubo.
Para determinar la tensión circunferencial (tangencial) en un tubo
f IG. 15-6.-Determinación de la tensión longitudinal residual por el método se hace un corte longitudinal a lo largo de todo el tubo y se mide la
de medición de la flexión. a) Chapa laminada; b) varilla estirada. variación del diámetro 3 (Fig. 15-7 bL Con la notación de la figura,
la tensión residual circuderencial es
este caso t/4. Sustituyendo en la Ec. [15-9] el valor de M/l deduci-
do de la [9-8] y sustituyendo e por su valor, se obtiene [15-15]
E't
crr,-
- 4R [15-10] 15ª5. Determinación de las tensiones residuales mediante ra·
yos X.--En la medición de tensiones con rayos X se emplea como galga
para la medida de la deformación el espaciado interatómico de ciertos
Cuando la deflexión es pequeña comparada con el radio de curvatura,
planos reticulares. En esencia, todo consiste en medir el espaciado in-
este puede expresarse en función de la flecha o y la longitud de la
porción curvada L, utilizando la ecuación siguiente
l !bid., pág. 82.
R. J.
2 ANDERSON y E. G. FAHLMAN: J. Inst. Metals, vo1. 32, págs. 367-8?
R [15-11] 1924.
28 3 D. K. CRAMPTON: Trans. AIME, vol. 89, p::ígs. 233-55, 1930.
!>IETER.-2S
SEC. DETERMINACION DE LAS TENSIONES RESIDUALES POR RAYOS X 435

teratómico de ciertos planos en la condición de ausencia de tensiones las tensiones en áreas muy pequeñas 1, porque el haz de rayos cubre
y para el mismo material con tensiones residuales. La variación del un área de aproximadamente 3 mm de diámetro, lo que hace que estas
espaciado reticular se puede relacionar con las tensiones residuales. técnicas sean de utilidad para medir gradientes de tensión muy acu-
Como los rayos X penetran bajo la superficie del metal menos de sados, pero es una desventaja cuando lo que se pretende es caracterizar
0,1 mm, solo se pueden medir deformaciones superficiales y las co el estado general de tensión en una superficie. Como el método de
rayos X se basa esencialmente en medir el desplazamiento de la po-
sición de la reflexión procedente de un juego determinado de planos
t reticulares, causado por la presencia de una tensión elástica, es nece·
sario que se puedan localizar con exactitud las rayas de difracción.
En los materiales fuertemente deformados en frío y los aceros tem-
plados y revenidos se obtienen rayas de difracción anchas, por lo que
no pueden medirse exactamente las tensiones por medio de los rayos X.
Esto es particularmente válido cuando se emplean técnicas de película
fotográfica, pues, para localizar las rayas en ella, es necesario que
sean muy nítidas. Con la introducción de los equipos goniométricos,
que emplean contadores de Geiger, ha sido posible determinar con
más exactitud el perfil de las rayas de difracción y se han desarrollado
(a) métodos de precisión considerable para la medida de las tensiones
residuales en los aceros tratados térmicamente 2•
La ley de Bragg expresa la relación entre la distancia d existente
entre los planos reticulares de un juego dado y la longitud de onda
t de los rayos 'A, el orden de la difracción n y el ángulo de difracción
medido e,
n'A = 2d sen f) [15-16]

El caso más sencillo a considerar es el de hallar los valores de una


o, tensión uniaxial en la superficie o la suma de las tensiones principa-
les a- 1 + a- 2• En el método de Sachs-Weerts 3 se hacen dos determina-
ciones del espaciado reticular d, con un haz de rayos X orientado
normalmente a la superficie de la muestra. Una de ellas da el valor d;
de la superficie sometida a tensiones y la otra el valor do para la su-
(ó) perficie libre de tensiones. La constante en el estado sin tensiones ~e
obtiene cortando con una sierra o un taladro hueco un trozo pequeno
FrG. 15-7.-Determinación de tensiones residuales en tubos de pared
delgada por medida de la flexión. a) Tensión longitudinal; bY tensión de la muestra o sometiendo la muestra a un recocido de eliminación
tangencial. de tensiones. La deformación normal a la superficie, que se mide me-
diante los rayos X, es e,,
rrespondientes tensiones residuales. Al no ex1st1r tensiones normales a
[15-17]
la superficie libre, el método se limita a estados de tensión uniaxial y
biaxial. En muchos casos, especialmente en relación con las roturas
por fatiga, esta circunstancia no supone ningún grave inconveniente
l Se han desarrollado métodos para medir tensiones localizadas alrededor
Los métodos de rayos X tienen la ventaja importante de no ser de un pequeño agujero taladrado. Véase J. MATHAR: Trans. ASME, vo1. 86.
destructivos y no implicar cortes o hendidos del objeto en que se van págs. 249-54, 1934. ,
a medir las tensiones. No siempre es necesario hacer medidas en fa 2 A. L. CHRISTENSON y E. S. RoWLAND: Trans. ASM, vol. 45, pags. 6,3~-
muestra libre de tensiones, lo que es una ventaja al hacer "autopsias" 76, 1953; D. P. KorSTINEN y R. E. MARBURGER: Trans. ASM, vol. 51. pagi-
de piezas que fallaron en el servicio. Los métodos de rayos X miden nas 537-55, 1959.
3 G. SACHS y J. WEERTS: z. Physik, vol. 64. págs. 344-58, 1930.
TENSIONES RESIDUALES SEC. 15-5 DETERMINACION DE LAS TENSIONES RESIDUALES POR RAYOS X

De la teoría de la elasticidad, capítulo 2, se deduce que la deformación Para las tensiones principales se puede escribir una ecuación análoga
normal a la superficie libre se puede expresar por a la [15-20] :
[15-22]
(o-1+0-2)v
e3= - - - - - - [15-18]
Si se sustituyen en la Ec. [15-22] los valores de los cosenos direc-
tores y las deformaciones e 1 y e2 por sus expresiones en función de las
y la suma de las tensiones principales que actúan sobre la superficie tensiones principales, se obtiene
está dada por
E d 1 -d0 1 +v
sen- lfJ (o- 1 cos 2 (/> + o-2 sen 2 q))
?
CT¡+CT?= - - - - - [15-19] [ 15-23]
- V do

Se puede obtener una ecuación más general para determinar las Sustituyendo la Ec. [15-21] en la [15-23 J, se llega a
tensiones principales de una superficie, mediante rayos X, considerando
e-e3 E
(T ~ = - - - - - .-· [15-24]
senL lfi 1+1;
Pero
d 9, - do d 1 -- d 0 d 111 - d 1
-----7. e - e3 = - - - -- - - - [15-25]
;1 do do e~
I 1 en donde:
~---~--¿--;;;. C:z ¡ 1

I 1
do= espaciado atómico en la condición sin tensiones,
(]"'"' /
/ d1 =espaciado atómico en el metal sometido a tensiones y en
-------{ dirección perpendicular a la superficie,
1 d.1P =espaciado atómico en la dirección definida por los ángu-
1
1 los lfi y <f>.
FIG. 15-8.-Representación de las tensiones principales a- 1, o-2, a-3
mediante el elipsoide de tensiones. La exactitud de la Ec. [15-25] está determinada, principalmente, por
la precisión con que se conozcan los numeradores, por lo que es admi-
el caso general para las tensiones principales. Barrett 1 ha discutido este sible sustituir d 0 por d 1 en el denominador sin afectar mucho a los
caso detalladamente. El estado generalizado de tensiones principales resultados. Esta sustitución es una simplificación importante del pro-
que actúan sobre la superficie puede representarse en tres dimensiones cedimiento experimental porque en este caso no es necesario hacer
por un elipsoide (Fig. 15-8). La tensión normal, determinada por sus medidas en muestras libres de tensiones. Como consecuencia, la ten··
coordenadas lfi y cp, se puede expresar en términos de las tres direc- sión en la superficie de la muestra, para cualquier orientación del
ciones principales y sus cosenos directores l, m y n, en la forma ángulo azimutal cp, se relaciona con las medidas por rayos X de los
espaciados reticulares por la ecuación siguiente:
[15-20]
1 d'lj! d E 1
siendo l =sen~' cos 1>, m =sen lfi sen(/> y n = cos lfi. Puesto que los ra- CTó=-------- [15-26]
, 2
d1 1 + v sen l/J
yos X solo determinan las tensiones de la superficie, es o-3 O. Con
respecto a la figura 15-8 esto exige que t/J 90º. La Ec. [15-20] puede
simplificarse para obtener la componente de tensión en la dirección (!>: El número de determinaciones por rayos X que han de realizarse
depende de la información de que se disponga. Para cualquier ángulo
o-~ = o- 1 cos2 (/> + o-2 sen 2 (/> (15-21] azimutal 1> se suelen hacer dos determinaciones para obtener la ten-
sión en la dirección <P dada. U na con haz normal a la sup~rficie
_1 C. S. BARRETT: "Estructura de los metales", Aguilar, Madrid, 1957. (l/J=Ü), para hallar d 1, y otra con haz inclinado el ángulo lfi respecto
438 TENSIONES RESIDUALES SEC. 15-6 TENSIONES DE TEMPLE

a la normal. Generalmente se toma l/J=45º para hallar d1P. Si se cono- arrollo de las tensiones residuales longitudinales. Al templar un cuer-
cen las direcciones de las dos tensiones principales o- 1 y o-2 en la su- po desde una temperatura elevada, es decir, al enfriarlo bruscamente,
perficie de la muestra, como suele ocurrir en el caso de tensiones se acentúa el desarrollo de las tensiones internas, porque la mayor
producidas por temple o por operaciones de conformación plástica 1 diferencia de temperatura entre la superficie y el centro, creada por
solo se necesita hacer tres determinaciones. Una perpendicular deter- el enfriamiento rápido, intensifica la discordancia de la deformación.
mina d 1, otra a l/J =45º en la dirección cp 11 permite hallar o- 1 mediante Este caso es de especial interés porque incluye el tratamiento de tem-
la Ec. [15-26], y una tercera a l/¡=45º en la dirección de la otra ten- ple a que se somete el acero con la finalidad de endurecerlo. Sin em-
sión principal </J 2 determina o-2 por medio de la misma ecuación. La bargo, en el temple del acero se suman las variaciones de volumen de
tensión o-3 es nula por hacerse las medidas en la superficie libre.
L
Si es necesario determinar a la vez las magnitudes y las direccio-
nes de o- 1 y a-21 son necesarias cuatro operaciones. Se determinan tres
componentes arbitrarios de la tensión en tres direcciones conocidas con
tres haces inclinados y un haz normal. Se acostumbra hacer las tres
determinaciones con haz inclinado (t/J=45º) para los azimutes cp,
<P + 60º y <P - 60º. Las tensiones en las tres direcciones arbitrarias se longitudinal longitudinal
calculan mediante la Ec. [15-26] y se transforman en las tensiones
principales por los métodos del capítulo 2 o empleando las ecuaciones
dadas por Barrett 1 para las condiciones establecidas.
Además de la ya indicada dificultad de medir con precisión los
valores de los espaciados interatómicos en metales intensamente de-
formados, existe cierta incertidumbre en cuanto a los valores del mó-
dulo elástico E y la relación de Poisson v que deben emplearse en L = longitudinal
tangencial tangencial
la Ec. [15-26]. Se sabe que, para la mayoría de los metales, estas T = tangencial
constantes elásticas varían mucho con la dirección cristalográfica.
Puesto que las tensiones calculadas con la Ec. [15-26] se basan en \~I 1 1
R =radial
1i~I
!
medidas, efectuadas con rayos X, de la deformación de la red crista- 1

lina en ciertas direcciones prefijadas de la misma, es discutible que radial radial


se puedan aplicar los valores medios de E y v determinados por ensa- a) b)_ e)
yos de tracción. Los datos experimentales existentes sobre este punto F1G. 15-9.-Esquemas de tensiones residuales en barras templadas, de-
son algo contradictorios. La mayoría de los investigadores que han bidas a las deformaciones térmicas. a) Metal que se contrae en el
enfriamiento; b) orientaciones y direcciones; e) metal que se dilata
empleado los métodos de rayos X para la determinación de tensiones, al enfriarse.
han entendido que el empleo de los valores medios de E y v no in-
troduce errores serios sobre los debidos a otros factores incontrolables. origen térmico a las debidas a la transformación de la austenita en
Para mayor precisión, se pueden determinar estas constantes para cada martensita. Consideraremos primero el caso más sencillo, de tensiones
material y condiciones experimentales, haciendo medidas con rayos X debidas únicamente a las variaciones de volumen de origen térmico.
en probetas en las que se han eliminado las tensiones y luego se so- Es el caso que se encontraría al templar un metal que no sufre cambios
meten a cargas conocidas. de fase durante el enfriamiento, que también se produce en el acero
cuando se enfría bruscamente desde una temperatura de revenido infe-
15-6. Tensiones de temple.-En la introducción al tema de las rior a la temperatura crítica A 1•
tensiones residuales hecha en la sección 15-1, se indicó que al enfriarse La distribución de las tensiones residuales a lo largo del diámetro
un lingote de un metal que no tiene cambios de fase, pueden produ- de una barra templada, en las direcciones longitudinal, tangencial y
cirse tensiones internas como consecuencia de la deformación discor- radial, se indica en la figura 15-9 a para el caso usual de un metal que
dante que re~ulta de las diferencias de contracción entre las partes más se contrae al enfriarse. La figura 15-9 e muestra la distribución que se
frías y más calientes del cuerpo. La figura 15-2 es un esquema del des- produciría si el metal se dilatase al enfriarse. El desarrollo del estado
de tensiones de la figura 15-9 a puede describirse de la manera siguien-
1 !bid., págs. 326-27. te. La superficie, relativamente fría, tiende a contraerse a una zona
SEC. 15-6] TENSIONES DE TEMPLE 441
440 TENSIONES RESIDUALES 15

anular que es a la vez más corta y de menor diámetro que la inicial plado es la resultante del efecto de. !ºs do~ procesos contrario~~ con-
tracción de origen térmico y expans10n debida a la transformacion. La
Este efecto tiende a extrusar el centro, más caliente y más plástico?
transformación de austenita a bainita o perlita también va acompañada
para formar un cilindro más largo y de menor diámetro que el inicial.
de un aumento de volumen, pero este es menor que en la formación
Si este cilindro interno pudiese cambiar libremente de dimensiones al
de martensita. Los esquemas de tensión resultantes dependen de las
enfriarse, tendería a hacerse más corto y de menor diámetro. Como
características de transformación del acero, especialmente de su com-
consecuencia de las restricciones impuestas por la necesidad de con-
servación de la continuidad a través de la barra, la zona anular exter- posición química y su templabilid~?' y de .las característi.c,as de trans-
ferencia de calor del sistema, func10n esencialmente del diametro de la
na es forzada a comprimirse en las direcciones longitudinal, tangencial
barra, temperatura de austenización y velocidad de temple. .,
y radial, mientras el cilindro centra~ se encuentra ~istendido en. las
mismas direcciones. Así resulta el diagrama de tens10nes de la figu- La fioura 15-10 muestra algunos de los estados de tens10n que
ra 15-9 a. pueden o~iginarse en el temple de barras de acero .. ~~ p~rte, izq:iierda
La magnitud de las tensiones residuales producidas por el temple de la fioura es un diagrama típico de descomposic10n isotermica de
depende de las relaciones tensión-deformación características del me- la auste~ita. Las velocidades de enfriamiento en la superficie, en la
tal y del grado de discordancia de las deformaciones producidas por mitad del radio y en el centro de la barra están in_dicadas en el diagr~­
la operación de temple. Como, además, las tensiones residuales no ma por las curvas acotadas con o, m y c. En la figura 15-10 a es sufi ..
pueden sobrepasar al límite elástico, estas serán tanto más altas cuanto cientemente grande la velocidad de enfriamiento y toda la barra se
más elevado sea dicho límite. Es también de importancia la curva convierte en martensita. En el momento en que el centro alcanza la
límite elástico-temperatura correspondiente al metal. Si el límite elás- temperatura Ms, se ha completado la transformación en !ª superficie.
tico disminuye rápidamente al aumentar la temperatura, la discordan- Las capas superficiales tienden a contraerse con~ra el nucleo ~~ntral
cia de deformación será despreciable a las temperaturas elevadas, por- que está expandiéndose y el resultado son tens10nes de _traccion en
que el metal se puede acomodar a las variaciones de volumen de origen la superficie y de compresión en el centro d~ la barr~ (Fig. 15-10 b).
térmico por deformación plástica. En cambio, cuando el límite elástico Sin embaroo si el diámetro de la barra es mas pequeno y se ha tem-
se mantiene elevado a las temperaturas altas, que es lo que ocurre plado ené~gicamente en salmuera, de forma que la s~~erficie Y el
en las superaleaciones, se desarrollan en el temple tensiones residuales centro se transforman casi al mismo tiempo, la superficie llega a la
grandes. temperatura ambiente con tensiones residuales de comp~esión. Si el
La combinación de las siguientes propiedades físicas conduce a temple de la barra es incompleto, de ~an~ra que el exterior se tra~s­
fuertes discordancias de deformación durante el temple: forma en martensita mientras que el mtenor se transforma en perlita
(Fig. 15-10 e), es escasa la oposición que el núcleo, caliente y blando
l. Una conductividad térmica, k, baja. durante la transformación de la martensita de las capas externas, pue-
2. Un calor específico, e, elevado. de ofrecer y se acomoda fácilmente a la expansión de las capas super-
3. Un coeficiente de dilatación, a, elevado. ficiales. Las regiones perlíticas medias y centrales se con.tra~n d.~rante
4. Una densidad, p, elevada. el enfriamiento de la forma usual y se produce una distnbucion de
tensiones, con compresión en la superficie y tracción en el centro
Estos factores pueden agruparse en un parámetro, la llamada difu- (Fig. 15-10 d). Son posibles otros tip?s ~e distribución de tens_io~es.
sividad térmica, Dr = k/ pe. Si la difusividad térmica es pequeña, se que dependen de la velocidad de enfriamiento y de las c.aracteris~ic~s
producen grandes discordancias en la deformación. Ot~o~ factores que de transformación del acero. Así, p. ej., se puede producir una distri-
acentúan la diferencia de temperatura entre la superficie y el centro bución con tensiones de tracción en la superficie y centro de la barra
provocan tensiones elevadas de temple. Estos factores son : 1) un y de compresión en la región intermedia.
diámetro del cilindro grande; 2) fuertes diferencias entre la tempera- Cuando los materiales son relativamente frágiles, como los aceros
tura inicial y la del baño de temple, y 3) elevada severidad de temple. de herramientas el límite elástico no está muy lejano de la resistencia
En el temple de los aceros empieza a transformarse la austenita en a la rotura. Las' tensiones de tracción, producidas en la superficie por
martensita cuando la temperatura local alcanza, en el enfriamiento, la el temple, pueden ser iguales al límite elástico. Si hay concentra~ores
temperatura Ms. Como esta transformación va acompañada de un de tensiones se puede sobrepasar la tensión de fractura. Las gnetas
aumento de volumen, el metal se expande mientras se produce la re- producidas por las tensiones de tracción origin~das en el te~~le se
acción martensítica durante el enfriamiento entre Ms y Mf. Esto da llaman grietas de temple. Para aminorar el peligro de formacion _de
lucrar
b a una distribución radial de tensiones del tipo de la figura 15-9 c. grietas de temple se emplea algunas veces un proceso de temple m-
La distribución de tensiones residuales en una barra de acero tem-
SEC. 1 TENSIONES RESIDUALES SUPERFICIALES

terrumpido, el llamado martempering. El acero se templa desde la portamiento 1• En barras de acero, templadas por completo a marten-
temperatura de austenización, en un baño mantenido a una tempera. sita, decrecerá uniformemente el nivel de tensiones al aumentar la
tura superior a Ms; se mantiene a esta temperatura el tiempo sufi- temperatura de revenido. En una barra que tenga en la superficie ten-
ciente para conseguir el equilibrio térmico a través de la sección, y siones de compresión debidas a un temple incompleto, disminuirán
progresivamente las tensiones residuales al aumentar la temperatura
de revenido. Si la barra está casi completamente templada en la sec-
austenita ción transversal, la mayor contracción debida al revenido de la mar·
tensita, que puede producirse en la
superficie, originará tensiones super-
ficiales de tracción que aumentarán
con la temperatura de revenido.

15-7. Tensiones residuales su-


perficiales.-Hay un número de pro-
e
cesos tecnológicos importantes que 'O
'i:ñ
producen tensiones residuales ele- ~
Q.
martensita vadas con su valor máximo en la E
superficie o inmediatamente bajo ella 8
log del tiempo
(b) y ·que disminuyen con rapidez al superficie superficie
(a)
aumentar la distancia a la superfi-
cie. El gradiente brusco producido FIG. 15-11.-Distribución típica de
por estos procesos con tras ta con el tensiones residuales producida por
austenita un tratamiento superficial semejan-
más suave debido a las tensiones te al temple por inducción, a la
residuales ocasionadas por el tem- cementación o al chorreado con
ple y la mayor parte de las ope- granalla.
raciones de conformación mecánica.
Estos procesos, normalmente, producen elevadas tensiones residuales
de compresión en la superficie, que coadyuvan en la prevención de las
roturas por fatiga. La figura 15-11 es un ejemplo de la índole de las
distribuciones de tensiones residuales que consideraremos en esta
sección.
El proceso de temple por inducción consiste en calentar por induc-
martensita
ción una capa superficial delgada de una pieza de acero, a tempera-
turas por encima de la de transformación, y luego provocar un enfria-
log del tiempo (d) miento casi instantáneo de esta región, mediante un chorro de agua,
(el
para producir la transformación a martensita. La expansión localizada
FIG. 15-10.-Características de transformación de un acero (a y e) y de la capa superficial martensítica produce una distribución de tensio-
distribuciones resultantes de tensiones residuales (b y d). nes residuales de compresión en la superficie y de tracción en el inte-
rior. El temple a la llama origina los mismos cambios metalúrgicos y
da lugar a las mismas tensiones que el temple por inducción, pero el
a continuación vuelve a templarse hasta una temperatura más baja para calentamiento local se produce mediante una llama de gas. Ambos
que se forme la martensita. procesos producen una distribución satisfactoria de tensiones ~esidu~­
Las razones que justifican el revenido del acero son la aminoración les y, además, originan una superficie dura que mejora la res1stenc1a
de las elevadas microtensiones de la martensita y el alivio del nivel al desgaste.
de macrotensiones residuales. Aunque el revenido, en general, hace
disminuir las tensiones residuales, hay excepciones a este tipo de com- 1 A. L. BüEGEHOLD: :'vietal Progr .. vol. 57. págs. 183-88. 1950.
TENSIONES RESIDUALES 15 SEC. 15-8] ELIMINACION DE TENSIONES

La cementación consiste en modificar el contenido de carbono de laminación superficial y un efecto análogo al indicado en la figura 15-1.
las capas superficiales de una pieza de acero, por difusión de átomos Las cargas necesarias para laminar hasta cierta profundidad se deter-
de carbono a través de la superficie. El proceso se diferencia del tem- minan mediante la teoría de Hertz de las tensiones de contacto 1•
ple por inducción en que toda la pieza se calienta a la temperatura de Este tipo de tratamiento es conveniente para la protección de re-
la región de la austenita durante el proceso de difusión, por lo que~ giones críticas, tales como filetes y roscas de piezas grandes, mien-
al templar la pieza, se producen variaciones de volumen a través de la tras que e1 chorreado con granalla se presta, por su naturaleza, a
mayor parte de la sección transversal. En general, las superficies ce- volúmenes grandes de producción de piezas, cuando hay que tratar
mentadas contienen tensiones residuales de compresión, pero la distri- superficies irregulares o muy amplias. Son muy numerosos los ejemplos
bución de estas puede modificarse mucho variando las condiciones del que se encuentran en la bibliografía de la aplicación satisfactoria de
proceso 1• Lo normal es que la tensión residual de compresión máxima las tensiones residuales compresivas, logradas por temple a la llama 2,
aparezca a una distancia bajo la superficie que corresponde precisa- cementación 3, nitruración 4, chorreado con granalla 5 y bruñido con
mente al límite entre las capas superficiales cementadas y el núcleo, rodillos 6 , para mejorar el comportamiento en la fatiga. Las operacio-
de más bajo contenido de carbono. La nitruración consiste en la difu- nes de trabajo superficial, como el chorreado con granalla o el bru-
sión de nitrógeno a través de una superficie de acero, a una tempera- ñido, se han utilizado con éxito para combatir el agrietamiento por
tura inferior a la de transformación A 1• El único aumento de volumen corrosión con tensiones.
se debe a la formación de nitruros en las capas superficiales. La dis-
tribución de las tensiones residuales consiste en una compresión en la 15-8. Eliminación de tensiones.-La eliminación o aminorac10n
superficie y una tracción en el interior. Como en el núcleo no se pro- (alivio) de las tensiones residuales se conoce como elhninación de ten-
duce variación de volumen, a diferencia de lo que puede suceder siones. Las tensiones residuales pueden desaparecer lentamente a la
en la cementación, la distribución de las tensiones residuales es más temperatura ambiente, pero el proceso se acelera mucho calentando a
fácil de controlar en la nitruración. una temperatura elevada. La eliminación de tensiones en un recocido
El chorreado con granalla consiste en someter la superficie del me- es debida a dos causas. La primera es -la disminución del límite elás-
tal al impacto de un chorro de partículas finas (granalla). El impacto tico con la temperatura. Como las tensiones no pueden exceder de este
de la granalla produce deformación plástica de las fibras superficiales, límite, porque el flujo plástico las hará disminuir, al calentar a una
localizada en una multitud de pequeñas regiones. Cuando este flujo temperatura determinada haremos bajar el nivel de tensiones al valor
plástico se relaja, queda la superficie en un estado de tensiones resi- que a dicha temperatura conserve dicho límite elástico. Esta elimina-
duales de compresión. Al chorrear con granalla el acero tratado tér- ción de las tensiones superiores al límite elástico se producirá con
micamente, se alcanza una tensión residual de compresión máxima de mucha rapidez. La segunda causa de eliminación de tensiones es la
magnitud aproximadamente igual al 60% del límite elástico del acero. relajación de estas a lo largo del tiempo de permanencia a esta tem-
El máximo de tensión se produce bajo la superficie, a una profundidad peratura. Las curvas de relajación, del tipo de las representadas en la
aproximada de 0,05 a 0,25 mm. Se obtienen valores más elevados de la figura 13-15, son de utilidad para hacer estimaciones sobre los trata-
tensión residual compresiva mediante el chorreado con deformación. mientos de eliminación de tensiones. Como este proceso depende
Así, p. ej., si una hoja de muelle plana se precarga en flexión, y luego grandemente de la temperatura, es posible abreviar la duración del
se chorrea con granalla, se obtiene en la superficie una tensión resi- tratamiento aumentando la temperatura 7• Con mucha frecuencia hay
dual de compresión más elevada que si se chorrease el acero en un que operar en condiciones de compromiso, empleando una temperatura
estado inicial sin tensión aplicada. Las variables que modifican la mag-
nitud y la distribución de las tensiones residuales en esta clase de 1 J. M. LESSELLS: "Strength and Resistance of Metals", págs. 256-59, John
proceso son 2 · 3 : 1) el tamaño de la granalla; 2) la dureza de la mis- Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1954.
2 0. J. HORGER y T. V. BUCKWALTER: Proc. ASTM, vol. 41, págs. 682-95.
ma; 3) la velocidad, y 4) el tiempo de aplicación del chorro.
1941.
También pueden conseguirse altas. tensiones residuales en la super~ 3 "Fatigue Durability of Carburized Steel", American Society for Metals.
ficie mediante los procesos de bruñido con rodillos, que suponen una Metals Park, Ohio, 1957.
4 H. SUTTON: Metal Treatment, vol. 2, págs. 89-92, 1936.
1 R. L. MATTSON: Proc. lntern. Conf. Fatigue of Metals, Londres, 1956. s O. J. HORGER y H. R. NEIFERT: Proc. Soc. Exptl. Stress Analysis, vol. 2.
págs. 593-603. núm. l. págs. 178-89, 1944. ·
2 !bid.; R. L. MATTSON y W. S. COLEMAN: Trans. SAE, vol. 62, págs. 546- 6 0. J. HORGER: J. Appl. Meclz., vol. 2, págs. Al28-36, 1935.
56, 1954. 7 Se encuentran temperaturas y tiempos típicos para la eliminación de
3 J. M. LESSELLS y R. F. BRODRICK: Proc. Intern. Conf. Fatigue of Metals tensiones en diversos metales en Metal Prog., vol. 68, núm. 2A, pág. 95, agos-
Londres, 1956, págs. 617-27. to, 15, 1955.
15

suficientemente alta para eliminar las tensiones en un tiempo razonable


y lograr el recocido deseado del. ;naterial trabajado en frío. .
Las diferencias de deformac10n, que producen elevadas tens10nes
residuales, pueden eliminarse también por deformación plástica a la
temperatura ambiente. Así p. ej., los productos, tales como la chapa,
1

planchas y formas extrusadas, se estiran algunos t~ntos P?r cie~to


CAPITULO 16
por encima del límite elástico para eliminar por flue~c1~ las. ~.hferencrns LA ESTADISTICA APLICADA AL ENSAYO
de deformación. En otros casos se superpone la distnbucion de ten-
DE M.A TERIALES
siones residuales características de una operación de trabajo en frío a
la distribución inicialmente existente en el material. Una superficie
que contiene tensiones residuales de tracció?_ se pu~de llevar a un
estado satisfactorio con tensiones de compresion, mediante un proceso 16-1. Necesidad de la estadística.-Hay por lo menos tres razo-
de trabajo superfi;ial, como el chorreado con granalla o el bruñido. nes que justifican la necesidad de poseer un conocimiento práctico de
Al emplear este método de eliminación de tensiones es importante ~e­ los métodos estadísticos para los estudios de metalurgia mecánica. La
leccionar el procedimiento de trabajo que anule comple~~mente la di~­ primera es la considerable variabilidad o dispersión de las propieda-
tribución inicial de tensiones. Si, p. ej., se da un brumdo con rodi- des mecánicas, por ser sensibles a la variación de estructura. Las téc-
llos excesivamente ligero para eliminar las tensiones de tracción, solo nicas estadísticas son de utilidad, y en ocasiones necesarias, para de-
se tendrán tensiones compresivas en una capa superficial muy delgada, terminar la precisión de las medidas y deducir conclusiones válidas a
debajo de la cual puede quedar todavía un estado de tensiones de partir de los datos. Los métodos estadísticos que se emplean en la
metalurgia mecánica no son, en general, diferentes de los aplicados en
tracción muy peligroso. . .
Un concepto muy interesante es el aprovechamiento de las tens10- el análisis de los datos en otras ramas de la ciencia o de la técnica.
nes de oricren térmico para eliminar tensiones de temple. Cuando una Es la metalurgia mecánica una de las pocas ramas de esta ciencia en
pieza se e~fría bruscamente se producen gra,di.entes térmicos qu~ d.an la que con frecuencia nos encontramos con un gran número de datos,
origen a tensiones de temple, por .10 que, log1camente~ ~e podran m- y por ello es bastante lógico el hacer ahora un estudio de los métodos
troducir tensiones de signo contrario calentando muy rapidamente una estadísticos de análisis de datos para aquellos metalúrgicos no ver-
pieza fría. Este concepto del "temple inverso" se ~a aplicado J:'.ª~ª sados en estadística. Una segunda razón para ocuparse de la estadís-
1

eliminar el 80% de las tensiones de temple en aleac10nes de alumm10 dística, en relación con la metalurgia mecánica, es que los métodos
a temperaturas suficientemente bajas para que no se produzca ablan- estadísticos son una valiosa ayuda para proyectar experimentos que
d.en un máximo d~ i?formación con un mínimo de investigación expe-
damiento.
nmen tal. Y, por ultimo, la tercera razón es que se han desarrollado
BIBLIOGRAFIA m~todos. estadísticos basados en la teoría de probabilidades para ex-
plicar ciertos problemas de metalurgia mecánica. La explicación del
BALDWIN, W. M.: "Residual Stresses in Metals, Twenty-third Edgar Marburg
Lecture", Proc. ASTM, vol. 49, págs. 539-83, 1949.
efecto de tamaño en la fractura frágil y en la fatiga son buenos ejem-
plos de aplicación de la teoría estadística.
HEINDLHOFER, K.: "Evaluation of Residual Stress", McGraw-Hill Book Com-
Hemos de reconocer que el material que es posible incluir en un
pany, Inc., Nueva York, 1948.
HoRGER, O. J.: Residual Stresses, "Bandbook of Experimental Stress Analysis".
solo capítulo apenas podrá servir como introducción al tema. Para
págs. 459-69, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1950. poder extendernos lo más posible sobre los fundamentos hemos renun-
HuANG, T. C.: Bibliography on Residual Stress, SAE Spec. Publ. SP-125, 1954: ciado a incluir los detalles matemáticos que suelen constituir parte
supl. l, SP-167, febrero, 1959. de un curso de estadística. En su lugar, se ha tratado de resaltar la
Residual Stresses, Metal Progr., vol. 68, núm. 2A, págs. 89-96, agosto, 15, 1955. forma en que se puede sacar provechoso fruto de la estadística. Hemos
''Residual Stress Measurements", American Society for Metals, Metals Park,. incluido muchas referencias para el que quiera hacer un estudio más
Ohio, 1952.
completo y para las técnicas y aplicaciones que no se han podido des-
Symposium on Internal Stresses in Metals and Alloys, lnst. Metals Mon. Rept. cribir por las limitaciones de espacio. Sería satisfactorio que este ca-
Ser. 5. 1948.
pítulo contribuyese a una mayor estimación de la utilidad de la
estadística en la investigación metalúrgica, proporcionando la base
1 H. N. HrLL, R. S. BARKER y L. A. WILLEY: Trans. ASM, vol. 52, págs. 657-- necesaria para ver un problema desde el punto de vista estadístico y
74. 1_960.
447
SEC. 16-31 DISTRIBUCION DE FRECUENCIAS
448 LA ESTADISTICA APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES [CAP. 16

también permitiendo el empleo de los métodos estadísticos generales ficar las observaciones en un número de intervalos de clase de la mis-
en el análisis correcto de los problemas sencillos. Conviene señalar ma amplitud y determinar la frecuencia con que las observaciones
que muchos problemas prácticos son precisamente demasiado compli- quedan dentro de cada. intervalo de clase. En la tabla 16-1, de un
cados para tratarlos por los métodos estadísticos sencillos y, en estos
TABLA 16-1
casos, es necesario recurrir a los servicios de un estadístico experto
para el diseño de los experimentos y el análisis de los datos. Tabulación de frecuencias del límite elástico convencional
del acero*
16-2. Errores y muestras.-La realización de c~alquier tipo de
observación experimental acarrea dos clases de errores: errores sis- Límite elústico Punto
convencional, medio del
temáticos (que producen un sesgo no aleatorio) y errores experimen- 10" libras/ intervalo Frecuencia, Frecuencia Frecuencia
pulg". f; fiXi acumulada acumulada,
de clase
tales o aleatorios. Los errores sistemáticos resultan de a12:ún defecto [ntervalos de X;
o/c
fundamental del experimento. Los errores aleatorios o experimentales clase
(1) (2) (31 (4) <G!
se deben a las naturales limitaciones de los equipos de medida o a la ((i) (7)

variabilidad inherente al material que se ensaya. Citemos como ejem- 114-115.9 115 4 460 0,9 4 0.9
plo la determinación de la estricción de rotura de una probeta de 116-117.9 117 6 702 1.3 10 2.2
tracción. Se producirá un error sistemático si los micrómetros emplea- 118-119.9 119 8 952 1.6 18 3,8
dos para la medida están defectuosamente puestos a cero, mientras 120-121.9 121 26 3146 5,8 44 9.6
122-123.9 123 29 3657 6.5 73 16.1
que resultarán errores aleatorios de pequeñas diferencias en el aco- 124-125.9 125 44 5500 9.8 117 25,9
plamiento de las dos mitades de la probeta de tracción y de la varia- 126-127.9 127 47 5969 10,5 164 36.4
bilidad propia de las medidas de la estricción de los metales. Prome- 128-129.9 129 59 7611 13.1 223 49,5
diando sobre un número grande de observaciones tienden a compensarse 130-131.9 131 67 8777 15,0 290 64.5
132-133,9 133 45 5985 10.0 335 74.5
los errores aleatorios, mientras que no ocurre así con los sistemáticos. 134-135,9 135 49 6615 10.9 384 85,4
Uno de los objetivos principales del análisis estadístico es el trata- 136-137.9 137 29 3973 6.5 413 91.9
miento cuantitativo de los errores aleatorios. 138-139.9 139 17 2363 3.8 430 95,7
Cuando se corta una probeta de tracción de una pieza forjada de 140-141.9 141 9 1269 2.0 439 97.7
142-143.9 143 6 858 1.3 445 99.0
acero, y se determina la estricción en la misma, la observación repre- 144-145.9 145 4 580 0.9 449 99.9
senta una muestra de la población de que se ha extraído. La población
es, en este caso, el conjunto de todas las probetas de tracción que
pudieran cortarse de la pieza forjada o de todas las otras que fuesen If¡=449 If¡X¡=58 417
idénticas. A medida que se van cortando más probetas de tracción X=58 417/449=130 300 psi
de la pieza, y se van determinando las estricciones, los valores co- . Datos de F. B.- ~TULEN, v\l. c. ScHULT'E y H. N. CUMMINGS, en D. E. HARDENBERGH
<cti:·· de. ed.l: <~Stat1stical Methods in Materials Research», Pennsylvania State University,
rrespondientes a la población, estimados a partir de la muestra, son Umvers1ty Park, Pa., J!:J56.
cada vez mejores. Está claro que es prácticamente imposible muestrear
y ensayar la pieza entera. Por esta razón una de las finalidades prin- total de 449 medidas del límite elástico, 4 observaciones están entre
cipales de las técnicas estadísticas es determinar la meior estimación 114 000 y 115 900 lb/pulg2, 26 entre 120 000 y 121 900 lb/pulg2, etc.
de los parámetros de la población a partir de una mu'estra extraída Se puede obtener una estimación de la distribución de las frecuencias
aleatoriamente. Se postula que cada población tiene sus parámetros de las observaciones representando las frecuencias frente al intervalo
fijos e invariables, pero los correspondientes parámetros calculados a de clase del límite elástico a que pertenecen (Fig. 16-1). Así se obtie-
partir de las muestras están afectados por errores aleatorios (fluctua- nen unos diagramas de barras que se conocen con el nombre de histo-
ciones muestrales), por lo que la muestra solo proporciona estimacio- gramas. Cuando el número de observaciones aumenta disminuye la
nes de los parámetros de la población. Les métodos estadísticos con- amplitud de los intervalos de clase hasta llegar a obtener la curva
ducen a conclusiones que tienen una probabilidad de ser correctas. límite que representa la distribución de frecuencia de la muestra (fi-
gura 16-2). Nótese que la mayor parte de los valores del límite elástico
16-3. Distribución de frecuencias.-Cuando se hace gran núme- quedan dentro del intervalo de 126 000 a 134 000 lb/pulg2•
ro de observaciones en una muestra aleatoria, se necesita un método En el histograma de la figura 16-1 y en la curva de frecuencia de
para caracterizar los datos. El procedimiento más corriente es clasi- la 16-2 se han tomado como ordenadas las frecuencias absolutas, por
DIETEH.--28
450 LA ESTADISTICA APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES (CAP. 16 SEC. DISTRIBUCION DE FRECUENCIAS

lo que, tomando como unidad, en las abscisas, el intervalo de clase,


el área comprendida entre la curva de frecuencias y el eje de abscisas
sería igual al número total de observaciones. Si, como es más conve-
niente, se calculan las frecuencias relativas, en tantos por ciento o
tantos por uno, el área comprendida entre la curva y el eje de abscisas
sería igual a 100 o a la unidad respectivamente (Fig. 16-3). La pro-
babilidad de que una sola determinación del límite elástico, tomada
aleatoriamente, esté comprendida entre el valor X 1 y un valor ligera-
mente mayor X 1 + b.X está determinada por el área entre la curva y el
eje de abscisas comprendida entre los dos límites indicados. Análo-
gamente, la probabilidad de que una sola observación sea mayor que

20

o 15
O'
o
·¡:;
114 118 122 126 130 134 138 142 146 c10
~
límite elástico convencional (1000 psi) ::::J
~
F¡G. 16-1.-Histograma de frecuencias de los datos de la tabla 16-1. J:: 5

º~':""-'-----'::---'---'---'---'-'1.Ll-_l__i_ _J__J__J__L__;___;___L__L__
114 118 122 126 1
límite elástico convencional (1000 psi)
70

FIG. 16-3.-Distribución de frecuencias relativas.


60

50 algún valor X2 la determina el área entre la curva y el eje de abscisas


o que queda a la derecha de X 2, mientras que la probabilidad que la
·¡:;
e observación aislada sea menor que X 2 es la que queda a la izquierda
~ 40
u de este valor.
~ En otra forma de presentación de los datos se emplean las fre-
30 cuencias acumuladas. En la tabla 16-1, columna 6, figura la frecuencia
acumulada, es decir, la suma de la frecuencia correspondiente al inter-
20 valo de clase más todas las frecuencias pertenecientes a todos los
intervalos de clase inferiores a él. Para el ejemplo descrito por la ta-
bla 16-1, 164 de las 449 observaciones del límite elástico tienen un
10 valor de 127 900 lb/pulg2 o menor. Si la frecuencia acumulada se ex-
presa como tanto por ciento del total (tabla 6-1, columna 7), los
o 1 1 valores representan la probabilidad de que el límite elástico sea igual
114 118 122 126 130 134 138 142 146
límite elástico convencional (1000 psi)
o menor que el valor de la observación. La figura 16-4 muestra la
distribución de la frecuencia acumulada representada en estas condi-
F1c. 16-2.-Distribución de frecuencias de los datos de la tabla 16-1. ciones. Algunas veces se prefiere representar los datos como curvas
SEC. MEDIDAS DE POSICION Y DE LA DISPERSION 453
452 _ _ _ _~Lr~~~E~S~T~A~D~IS~T_IC_A_A_P_L_IC_A_D_A_A_L_E_N_S_A_YO_D_E_M_A_T_E_RI_A_L_E_s_ _ _[_c_A_P_._16
cogidos en una tabla de frecuencia, como la tabla 16-1, es más cómodo
de frecuencia acumulada, porque esta forma de representación es me-
calcular la media por la expresión
nos sensible que la distribución de frecuencia a la elección de los
k
intervalos de clase.
¿f¡X¡
i=l
16-4. Medidas de pos1c10.n o del valor central y de la disper- [ 16-2]
sión.-Una distribución de 'frecuencia como la de la figura 16-2 se
puede describir con números que indiquen la posición del centro o
valor central de la dispersión y la dispersión de las observaciones con en la que f¡ es la frecuencia de las observaciones en un intervalo par-
ticular de clase cuyo punto medio es X¡. La suma se extiende a todos
los intervalos de clase (tabla 16-1, columna 4). La Ec. [16-2] es una
forma aproximada de la [16-1]. ·
Otras dos medidas usuales de la posición son la moda y la media-
90 na. La moda es el valor más frecuente de las observaciones. La me-
diana es el valor central de un grupo de observaciones cuando estas
80 se ordenan en forma creciente. Cuando se trata de datos discretos
basta tal ordenación para elegir la mediana como valor central del
.¡. 70 conjunto de las observaciones. En una curva de frecuencias, la me-
ri diana es el valor que divide el área que queda bajo la curva en dos
O"O
<f-,_g 60 partes iguales. La media y la mediana suelen ser valores muy próxi-
"O :J
t1 E mos, pero si hay valores extremos en la distribución (muy altos o muy
:a g 50
"O :J
bajos) queda más afectada por ellos la media que la mediana. En el
.8 .!2 ensayo de fatiga se presenta a veces una situación que es un ejemplo
e
a.~
g 40 extremo del caso citado. Ocurre cuando un grupo de probetas no
:J
(,) rompe dentro del tiempo fijado para el ensayo y, por tanto, ha de
,g 30 presumirse que tienen una duración infinita. Estos valores extremos
no pueden agruparse junto con los de las probetas rotas para calcular
20 la mediana. Las posiciones relativas de la media, la mediana y la moda
se indican en la figura 16-2.
10
La medida más importante de la dispersión es la varianza s2 :
ÜL-i=:L-.J.._.J.._J__J__J__J__.L-.l---'--...L-...J..-...J..-...J--'--'--'
114 118 122 126 130 134 138 142 146
limite elástico conVtincional (1000 psi)
i=I
S""=------ [16-3]
FrG. 16-4.-Distribución acumulativa de frecuencias. n
El término Xi X es la desviación de cada observación Xi con respec-
respecto a esa región central. La medida más importante del valor cen- to a la media aritmética X de las n observaciones. La cantidad n - 1
tral de un conjunto de datos es la inedia aritmética o, dicho más sen- se llama número de grados de libertad y es igual al número de obser-
cillamente, la media. La media de las observaciones Xr, X21 ... , Xn se vaciones menos el número de relaciones lineales entre las observa-
representa por X y está dada por ciones. Puesto que la media es una relación de esta clase, el número
n de grados de libertad de la varianza con respecto a la media es n - l.
~X
L.J 1
Para fines de cálculo suele ser conveniente calcular la varianza me-
i=l
diante la relación
X- [16-1]
7Z

La media aritmética es igual a la suma de todas las observaciones, [ 16-4 J


n(n- )
divi.dida por el número, n, de las mismas. Cuando los datos están re-
454 LA ESTADISTICA APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES LCAP. ló NORMAL 455
-----------------------------·----

Cuando los datos se encuentran en una tabla de frecuencias, se puede La distribución normal de frecuencia, descrita por la ·2cuación, se
calcular más fácilmente la varianza por la ecuación extiende desde X= - oo a X= + oo, y es simétrica con respecto a µ.,.
La constante l/a-J21T se emplea para que el área comprendida entre
la curva y el eje de abscisas sea la unidad. La figura 16-5 muestra la
k
farma tipificada de la curva normal que corresponde a µ.,=O y a-= 1.
Para obtener esta curva se emplea la variable tipificada o desviación
\1 f.X.2
L.1 1 1
n tipificada
i=l X-µ,
s2 = - - - - - - - - - - - - [ 16-5] Z=--- [16-9]
n-l 0-

Al tratar de la dispersión de los datos es práctica usual el trabajo que, por sustitución en la Ec. [16-8], da la ecuación de la curva normal
con la desviación típica s, que se define como la raíz cuadrada positiva tipificada
de la varianza 1/2 p (z) = ____!___ exp ( - tz 2 ) [16-10]
~ (X;-X)'
]
J21T

S=
l l=l

n l

Algunas veces conviene utilizar la varianza relativa con respecto


[ 16-6] El área total· que queda bajo la curva de la figura 16-5 es la unidad.
La frecuencia relativa de un valor de z comprendido entre - oo y
p(z)

a la media, utilizándose el coeficiente de variación. v,


s
V [ 16-71

U na medida de la dispersión que se utiliza a veces, por su gran


sencillez, es el recorrido. Es, sencillamente, la diferencia entre la obser-
vación más grande y la más pequeña. El recorrido no es una estimación
tan precisa como la desviación típica.

16-5. La distribución normal.-Muchas medidas físicas se ajus-


tan a una distribución de frecuencia normal o de Gauss, cuya curva
representativa tiene la forma de una campana. La repetición de las -1 o 2 3
z = r-µ
medidas de la longitud o el diámetro de una barra se ajustan muy (T

aproximadamente a esta distribución de frecuencia. Las distribuciones FrG. 16-5 .-Distribución normal, tipificada, de frecuencias.
del límite elástico, la resistencia a la tracción y la estricción se apro-
ximan bastante a la distribución normal, según se ha comprobado ex- un valor especificado está dada por el área comprendida bajo la curva
perimentalmente. La ecuación de la curva normal es y entre esos límites 1
• La tabla 16-2 presenta algunos valores típicos de

esa frecuencia; en la figura 16-5 es la superficie rayada, p. ej., el 0,16


P (X) = ~ exp r - 1 ( X - µ., ) 2 J [16-8] del área total (o el 16%). Si fuese µ., = 20 y a- 5, ¿qué fracción de las
a-J27T 1 0- observaciones caería entre X= 20 y X= 10? Los valores respectivos
de z son O y 2, por lo que el área comprendida entre esos límites
en la que p(X) es la ordenada de la curva correspondiente a un valor
sería
determinado X, µ., es la media de la población y a- la desviación típica 0,50 - 0,02 = 0,48
de dicha población 1•
I Véase un análisis completo en W. J. DIXON y F. J. MASSEY, Jr.: "Intro-
1
No se olvide que la letra a- se ha empleado para representar la tensión duction to Statistical Analysis", I.r· ed., pág. 306. McGraw-Hill Book Company.
normal en otros capítulos del libro. Inc., Nueva York, 1951.
456 LA ESTADISTICA APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES [CAP. 16 LA DISTRIBUCION NORMAL 457

Mediante la tabla 16-2 se puede comprobar que el 68%, aproximada- la rotura, pero son aproximadamente normales con relación al logarit-
mente, del área queda entre los límites µ,±a- y el 95% entre los lími- mo del número de ciclos hasta la rotura. A esta clase de distribución
tes µ, ± 2o-.; los límites µ, ± 3o- comprenden el 99,7 % del área. suele llamársela logarítmica normal 1•
Un método rápido para determinar si la distribución de frecuencias La media de una muestra es una estimación insesgada de la media
de una muestra es o no normal, es representar la distribución de fre- de una población o universo. Si se toman repetidamente muestras de
cuencia acumulada observada en papel probabilístico normal 1. Si los la población, cada una dará una media X y una desviación típica s.
datos quedan aproximadamente en línea recta, la distribución de fre- Los valores de las medias, sin embargo, se distribuirán normalmente
cuencias se puede considerar normal. La figura 16-6 muestra los datos
99,99
de la tabla 16-1 represc:ntados en papel probabilístico normal*. La ¡ f l 1
1

S::3,9
!
i -i
TABLA 16-2
Areas cubiertas por la curva normal tipificada !
)/1
¡
~
1/:
1

99
de frecuencias o 1
1

-g
1

Z=X-µ/a Are a 95
:; ~
1

¡
E 90
-3.0 0,0013
::J
g 80
~
~
1

-2.0 0,0228 o 70
-1.0 0.1587 ·g 60
/
d
-0.5 0.3085 ~ 50
. o.o /
0.5000 ~ 40 Vó
+0.5 0,6915 .::: 30 p
+l.O
+2.0
0.8413
0.9772 ,,oo 20
10
/
+3.0 0.9987 ;g /
:oo 5 :/;
media y la desviación típica se pueden determinar fácilmente con esta .o 2 O/

forma de representación. La media es la abscisa correspondiente a la 2 1 /


V
o. 0,5
frecuencia acumulada del 50%. Como el 68% del área que queda bajo
0,2
la curva normal tipificada está limitada por una desviación típica res- o1
pecto a la media, se obtiene esta tomando la mitad de la diferencia de 0,05
las abscisas correspondientes al 84% y el 16% de frecuencia acumu- 0,01
114 118 122 126 130 134 138 142 146
lada. Esta forma de determinar la media y la desviación típica suele Umim dástico convencional (1000 psi)
ser suficientemente aproximada para las aplicaciones técnicas. Sin
embargo, solo es aplicable cuando la representación en el papel pro- FrG. 16-6.-Representación, en papel de probabilidades normal, de los dato~
babilístico normal sea una buena aproximación a una línea recta. Las de la tabla 16-1.
ventajas estadísticas de la distribución normal son considerables, por
lo que en los casos en que los datos no pueden ajustarse a una curva alrededor de la media /J, de la población. El teorema estadístico del
normal, es frecuente buscar alguna transformación que los normalice. límite central proporciona un método para estimar la media de la po-
Las más corrientes son hacer X= log X y X= x 112• Así, p. ej., las dis- blación µ, y la desviación típica o-. Según este teorema, si X es la
tribuciones de la duración en fatiga a tensión constante resultan ses- media de una muestra aleatoria de n observaciones, las medias X se
gadas respecto a la variable que representa el número de ciclos hasta distribuyen alrededor de la media de la población con una desviación
típica (o error típico) cr/ Sobre esta base es posible determinar
1 Un método analítico para determinar la bondad con que la distribución
de frecuencia de una muestra se ajusta a la distribución normal es la dócima
los límites de confianza con respecto a la media de la muestra, entre
de ji cuadrado. Se describe en los textos usuales de estadística. Véase, P. ej., los cuales (intervalo de confianza) se encontrará la media de la pobla
op. cit., págs. 190-91.
* En este ejemplo hay centenares de observaciones. Cuando las observacio- 1 Una descripción completa de la distribución logarítmica normal se en-
nes son del orden de la decena, es inútil intentar comprobar la normalidad. cuentra en A. HOLD: "Statistical Theory with Engineering Applications", pá
(N. del T.) ginas 160-74, John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1952.
APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES [CAP. 16 SEC. 16-6 J DISTRIBUCJON DE VALORES EXTREMOS 459

c1on, con un determinado nivel de certidumbre o grado de confianza Los valores de x2 se toman de tablas de distribución para los grados
(coeficiente de confianza). de libertad iguales a n - l. Así, p. ej., si se requieren los límites entre
Para muestras con muchas observaciones ( n > 30) o cuando se los cuales s2 se aproxima a o-2 para un nivel de confianza del 95 %,
conoce la varianza de la población (lo que no es frecuente), la deter- el valor de x12 se obtiene de la tabla con una probabilidad del 0,975,
minación de los límites de confianza de la media se basan en la va- mientras xl se obtiene con un nivel de probabilidad del 0,25. Una
riable tipificada z. Así, p. ej., supongamos que se desea garantizar el buena aproximación para muestras de gran tamaño es admitir que la
intervalo alrededor de la media de una muestra que incluyese la me- desviación típica real se encuentra dentro del intervalo s ts/ J21i~
dia de la población el 95 % de las veces, esto es, con el nivel de donde se pueden aplicar los mismos valores de t indicados en la ta-
confianza del 95 %. La consulta a una versión ampliada de la tabla 16-2 bla 16-3.
mostraría que el 95 % del área bajo la curva normal estaría incluida
dentro del intervalo µ, ± l,96cr. Ahora bien, puesto que el teorema del 16-6. Distribuciones de valores extremos.-A veces se discute
límite central determina que las observaciones de X se distribuyen la idoneidad de la distribución de frecuencia normal para describir
normalmente alrededor de µ,, con una desviación típica cr / J n, pode- los datos referentes a las propiedades mecánicas, a causa de que las
mos llegar a la conclusión de que el 95 % de las veces la media de la largas "colas" a ambos lados de la media no son reales y, por tanto,
población estará dentro del intervalo X± l,96cr/ Jn. Como el estima- no representan los hechos observados. Sin embargo, para muchos pro-
dor de la varianza de la muestra, s2, no puede sustituirse por la varian- blemas prácticos relacionados con la estadística, estas "colas" pueden
za de la población o-2, cuando la muestra es pequeña, es necesario ba- despreciarse sin que los resultados se modifiquen. Además, ~s posible
sar los cálculos 1 sobre la distribución de muestreo de la variable esta- establecer límites arbitrarios inferiores o superiores, o de ambos tipos,
dística conocida como t. Desde el punto de vista del cálculo, esto para la distribución normal sin destruir su utilidad estadística. El teo-
significa simplemente que la constante varía con la dimensión de la rema del límite central muestra que cuando el efecto en observación
muestra. Para un nivel de confianza dado, la media verdadera de la po- se obtiene del promedio de efectos de una serie completa de variables,
es de esperar una distribución 1 de frecuencia normal. Sin embargo,
blación está dentro del intervalo X± ts/ Jli, donde los valores de t si el efecto en observación se debe a la mayor o menor de un número
se obtienen de la tabla 16-3. de variables, es de esperar una distribución de valores extremos. Si
TABLA 16-3 una falla se debe a un eslabón de debilidad máxima o a un número
de eslabones de debilidad más o menos igual, se podrá aplicar la dis-
V alores de t para determinar los límites de confianza de X y s tribución de valores extremos.
La aplicación de la distribución de valores extremos a los proble-
Tamaüo de la muestra n mas de ingeniería ha sido, en su mayor parte, el resultado de los tra-
Nivel de
confianza, %
bajos de E. J. Gumbel 2• Esta teoría se ha utilizado para predecir la
5 7 10 12 15 20 velocidad máxima del viento o la altura máxima de las inundaciones
(valores máximos) y la duración en fatiga para una probabilidad de
90 2.35 2.01 1.89 1.81 1.78 1.75 1.72 1.64 falla del 0,1 % (valores mínimos). Aunque los detalles matemáticos
95 3.18 2.57 2,36 2,23 2.18 2.13 2.09 1.96 de la teoría de los valores extremos caen fuera del alcance de este
99 5.84 4.03 3.50 3.17 3.05 2.95 2,85 2.58 capítulo, el siguiente ejemplo dará una idea de dicha teoría. Conside-
remos un grupo de probetas de fatiga ensayadas hasta que rompen
a una tensión constante. La distribución de la duración en fatiga obte-
Los límites de confianza para la desviación típica se obtienen mejor nida de estas muestras puede considerarse como una distribución de
a partir de una tabla de la distribución de ji-cuadrado ( x2 ). Los lími- valores extremos, si se supone que cada una de las probetas en las que
tes dentro de los que se encontrará la varianza de la población, o-2,
basados en la varianza de la muestra s2, están dados por : 1 Para una discusión de la distribución normal truncada, véase HALD.
op. cit., págs. 144-51; A. C. CoHEN: /. Am. Statist. Assoc., vol. 44, págs. 518-
25, 1949.
[16-11] 2 E. J. GUMBEL: "Statistical Theory of Extreme Values and Sorne Practica!
Applications", Natl. Bur. Standards Appl. Matiz. Ser., 33, febrero, 12, 1954:
"Probability Tables far the Analysis of Extreme-value Data: Natl. Bur. Stand-
I Para una discusión de este punto, véase DrxoN y MASSEY, op. cit., pá- ards Appl. Math. Ser., 22, julio 6, 1953; véase también J. LIEBLEIN: NACA
ginas 97-101. Tech. Nntc 3053, enero, 1954.
AL ENSAYO DE MATERIALES [CAP. 16 DOCIMAS DE SIGNIFICACION

se ha producido la falla representa la más débil de un gran número tener en cuenta la naturaleza de la distribución de frecuencia; incluso
de muestras ensayadas hasta exactamente el mismo número de ciclos si las observaciones se desvían considerablemente de una distribución
de inversión de tensiones. Se han desarrollado métodos 1 para utilizar normal, los eficaces métodos estadísticos descritos en la sección si-
la distribución de valores extremos con datos de fatiga, y para repre- guiente pueden aún utilizarse con error relativamente pequeño. Por
sentar los resultados existe papel probabilístico de valores .extremos. otra parte, las estimaciones de la probabilidad de falla no son válidas
La distribución de W eibull 2 es un tipo especial de distribución fuera de las zonas en las cuales se sabe que los datos se ajustan a la
de valores extremos. La función de distribución acumulativa, para distribución de frecuencia. La predicción de los valores a bajas pro-
esta distribución de frecuencia, viene dada por babilidades de falla, p. ej., al nivel del 0,1 %, sobre la base hipotética
de que los datos siguen en esta región la distribución normal, puede
P(X) =l T
exp-- ( X-X )"
1

[16-12]
conducir a errores considerables. Además, como consecuencia del gran
número de ensayos necesarios para hacer una determinación experi-
mental de la tensión que produce un 1 o un 0,1 de probabilidades de
donde P(X) es la probabilidad de que se obtenga un valor menor falla, existen pocas observaciones experimentales en las zonas extremas
que X, Xu es el valor de X para el cual P(X) =Ü, y X 0 y m son cons- que puedan emplearse como guía. Aunque los métodos estadísticos de
tantes determinadas empíricamente. Esta ecuación da una curva de valores extremos no han conseguido todavía una aceptación universal,
distribución acumulativa que se parece a las de distribución normal, estos métodos son los más razonables cuando se trabaja para pocas
excepto en que la distribución de W eibull tiene un límite inferior probabilidades de falla.
finito Xw Esta distribución se ha utilizado para describir la distribu-
ción del límite elástico del acero y la duración en fatiga bajo tensiones 16-7. Dócimas de significación.-Un aspecto importante de los
constantes. Parece ser especialmente adecuada para describir la dis- análisis estadísticos es la posibilidad de utilizar dócimas de significa-
tribución de la duración en fatiga de los cojinetes 3 • ción para hacer comparaciones y extraer conclusiones con mayor se-
Cuando se analiza un grupo de datos de ensayos mecánicos para guridad de que sean correctas que si estas se han basado solamente en
seleccionar valores de diseño seguros, el ingeniero proyectista está, nor- la interpretación intuitiva de los datos. La mayor parte de las dócimas
malmente, interesado en establecer los valores mínimos de la propie- estadísticas de significación corrientes se basan en el empleo de la dis-
dad que está siendo ensayada, con el fin de que el proyecto se base tribución normal, de forma que existe una clara ventaja si los datos
en valores de resistencia conservadores, pero realistas. Así, p. ej., es- están de acuerdo con esta distribución de frecuencia. Un problema
tará interesado en conocer el valor del límite elástico que superará corriente, que se estudia fácilmente por medio de dócimas de signifi-
el 99,9% de las probetas, mientras el metalurgista, que intenta mejorar cación, es la determinación de si la media o la desviación típica, o
el límite elástico por medio de un tratamiento térmico, estaría inte- ambas, de dos muestras extraídas esencialmente de la misma población
resado en conocer la media y la desviación típica de sus valores de difieren en forma significativa o si las diferencias observadas se deben
ensayo. Naturalmente, el valor del límite elástico que superarían al azar. En estadística, el término diferencias significativas tiene un
el 99,9 % de las probetas puede calcularse a partir de las observaciones sentido mucho más preciso que en su empleo diario. Al determinar s;i
de la muestra, siempre que se conozca la distribución de frecuencia dos estadísticos son significativamente diferentes o no, es siempre ne-
de las observaciones y estas sigan fielmente esta distribución. Desgra- cesario especificar la probabilidad de la dócima que predice una con-
ciadamente, aunque la mayor parte de los datos de las propiedades clusión errónea. Esta se conoce como nivel de significación. Así, p. ej.,
mecánicas se ajustan a una distribución de frecuencia normal o loga- si la dócima de significación se realiza a un nivel de significación
rítmica normal sobre la región central de probabilidad, en las colas o del 5%, existe una probabilidad entre veinte de que se llegue a una
extremos de la distribución se producen desviaciones apreciables. Por conclusión errónea.
medio de los métodos descritos anteriormente se puede determinar la Diferencia entre desviaciones típicas de dos muestras.-Con fre-
desviación típica y media de cualquier conjunto de observaciones sin cuencia es interesante conocer si la variabilidad de un grupo de me-
didas difiere significativamente de otro grupo de datos o no. Así, p. ej.,
1 A. M. FREUDENTHAL y E. J. GUMBEL: Proc. lntenz. Conf. Fatigue of Metals. puede ser importante saber si cierto estado metalúrgico muestra más
Londres, 1956, pág~ 262-71. dispersión de la duración en fatiga que otro distinto o si la dispersión
2 w. WEIBULL: J. Appl. Mech., vol. 18. págs. 293-97, 1951. vol. 19, pági- es significativamente diferente a altas o bajas tensiones. La dócima de
nas 109-13, 1952. significación que se utiliza para esta situación es la dócima F.
3 J. LTEBLEIN y M. ZELEN: f. Research Natl. Bur. Standards, vol. 57, pági-
nas 273-316, 1956. Sea s 1 la desviación típica para una muestra de tamaño n 1 de la
462 LA ESTADISTICA APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES [CAP. 16 SEC. 16-7] DOCIMAS DE SIGNIFICACION 463

primera población, y s 2 y n2 los mismos términos para la segunda po- dos muestras son significativamente diferentes, no es correcto deter-
blación. Se determinará la siguiente relación, donde s12 >si: minar una varianza común. El valor de t se determina por medio de
la Ec. [16-16] y se calcula un valor c, a partir de la Ec. [16-17], para
[ 16-131 obtener el número de grados de libertad que ha de emplearse en las
tablas de t, por medio de la Ec. [16-18]:

La relación F, obtenida de la Ec. [ 16-13], se compara con las tablas


de la distribución F 1• Para ello se utilizará la tabla correspondiente al [16-16]
nivel de significación elegido. Esta tabla se basa en el número de
grados de libertad, que, para este caso, es uno menos que el tamaño
de la muestra. En la tabla se entra por la parte superior con los grados [16-17]
de libertad del numerador de la relación F y a lo largo de la columna
izquierda con los grados de libertad correspondientes al denominador.
El valor de la relación F viene determinado por el punto de intersec-
grados de libertad= [ c
2
(1- c)
+---
2
J- 1
[ 16-18]
n1- n2-l
ción de ambas coordenadas. Si la relación calculada en la Ec. [ 16-13]
es mayor que la relación F obtenida de la tabla, los dos grupos de Dócimas de significación no paramétricas.-Las dócimas F y t exi-
desviaciones típicas son diferentes en el nivel de significación elegido. gen que las poblaciones se aproximen satisfactoriamente a la distri-
Adviértase que, según se eleve el nivel de significación _(menor riesgo bución normal. Sin embargo, existen técnicas que no dependen de la
de llegar a una decisión errónea), mayor debe ser la relación F de- forma matemática de la distribución de frecuencias. Estos métodos no
terminada por la Ec. [16-13]. Así, p. ej., para n 1 =n2 =21, las tablas F paramétric.o~ pueden ser útiles cuando el número de datos disponibles
dan 2,12 al nivel de significación del 5 % y 2,94 al de 1 %. · no es suficiente para permitir una estimación de la distribución de
Diferencia entre dos medias. Las desviaciones típicas de las mues- las frecuencias. Sin embargo, como no dependen de ninouna distri-
tras no son significativamente diferentes.-Si la dócima F muestra que bución muestra!, son menos eficaces que los métodos des~ritos ante-
las desviaciones típicas de las dos muestras no son significativamente riormente. Solamente podemos ofrecer aquí una breve descripción de
diferentes, para determinar si existe o no una diferencia significativa algunas de las técnicas no paramétricas.
entre las medias de las dos muestras X 1 y X2, puede utilizarse el si- La dócima de rangos 1 dispone las dos muestras en orden numérico
guiente procedimiento. En primer lugar, debe determinarse la varian- y asigna números de rango. Los totales del rango para cada muestra
za de las dos muestras en común se comparan con tablas para determinar si existe o no diferencia sia-
nificativa. b

(n 1 - l)s 12+ (n2- l)i La dócima de rachas 2 reagrupa todos los valores de ambas mues-
s2 [ 16-14]
77¡ + 772- tras en orden ascendente. Se determina el número de rachas de cada
muestra y, mediante la comparación con tablas, se determina si las
Entonces hay que hallar un valor para el estadístico t. observaciones de ambas muestras han sido o no extraídas de la misma
población. Aclararemos el significado que damos a la palabra "racha" :
X1-X2 si dos muestras A y B están dispuestas para dar la ordenación
t [ 16-15]
s(l/n1 + l/n2) 112 ABAABBAAABB, en esta existen seis rachas de valores agrupados
A-B-AA-BB-AAA-BB.
Si el valor de t determinado por la Ec. [ 16-15] es mayor que el obte- El intervalo de confianza para la mediana de una población puede
nido de las tablas de distribución t 2 , al nivel de significación especi- obtenerse muy rápidamente sin tener en cuenta la función de distri-
ficado y con grados de libertad iguales a n 1 + n 2 - 2, existe una dife- bución de la población. Si las observaciones se disponen en una rela-
rencia significativa entre las medias. ción en orden ascendente, sabemos con gran certeza que la mediana
Las desviaciones típicas de las muestras son significativamente di-
ferentes.-Si la dócima F muestra que las desviaciones típicas de las 1 F. WILCOXON: "Sorne Rapid Approximate Statistical Procedures", Ameri-
can Cyanamid Co., Nueva York, 19,49.
1 M. MERRINGTON y c. M. THOMPSON: Biometrilca, vol. 33, pág. 73, 1943;
2
DIXON y MASSEY, op. cit., pags. 254-55. Véase también A McFARLANE
véase también DIXON y MASSEY, op. cit., págs. 310-13. MooD: Introducción a la teoría de la Estadística. págs. 393-400 Acruilar Ma-
2.Jbid., pág. 307. drid, 1955. ' ¡::, '
LA ESTADISTICA -\PLICADA AL ENSAYO DE i'VIATERIALES [CAP. 16 SEC. 16-8] ANALISIS DE LA VARIANZA 465

de la población se encuentra entre la observación mayor y la más TABLA 16-4


pequeña. Según nos acercamos al valor central de la muestra, dismi- Efecto de la reducción de forja y el tratamiento de homogeneización
nuye el grado de certidumbre. Existen tablas 1 para predecir, a diver- sobre la estricción transversal
sos niveles de confianza y para muestras de diferente tamaño, los va-
lores entre los que es de esperar que se encuentre la mediana de la
población. Así, p. ej., si n = 15, las observaciones cuarta y duodécima Reducción de forja
Homogeneización 1 - - - - - - - - - - - -
serán límites de confianza de más del 95 % para la mediana de la po-
10: 1 30:1
blación, mientras que si es n = 50, la mediana de población estará en-
tre las observaciones décimoctava y trigésimo tercera. Ninguna 25,8 22,8
30,4 19,5
16-8. Análisis de la varianza.-Las dócimas de significación es- 28,6 30,6
tadísticas discutidas en la sección anterior tratan solamente del aná- 35,6 28,5
lisis de un factor único a dos niveles diferentes. Así, p. ej., empleando 20,3 25,5
Tii. 140,7 T¡¡. 126,9 T.;. 267,6
los métodos descritos en la sección anterior, se puede determinar si
la estricción transversal es significativamente distinta para diferentes 2400 ºF, 50 h 26,4 30,6
reducciones de forja o tratamientos térmicos. Sin embargo, para de- 35,6 35,3
terminar la interacción entre estos dos factores es necesario el análisis 30,2 27,9
21,4 28,2
de la varianza. Veamos a continuación, mediante un ejemplo sencillo, 27.2 31.5
un método 2 de análisis de la varianza. T¡¡. 140,8 T¡¡. 153,5 T.;. 294,3
En la tabla 16-4 se muestran los valores de la estricción transversal
para una situación hipotética en la que los ensayos de tracción se rea- T·!.. 281,5 T·l .. 280,4 T... 561,9
lizaron a partir de piezas forjadas con reducciones de forja de 1O:1
y 30: l, con tratamiento de homogeneización y sin él. Veamos cómo
responderemos a las siguientes preguntas: Con los datos de la tabla 16-4 se hacen los siguientes cálculos:
l. ¿Existe una diferencia significativa en la estricción transver- l. Suma total de cuadrados (STC) :
sal para una reducción de forja de 10: 1 y 30: 1?
2. ¿Existe una diferencia significativa en estricción transversal en- T2
STC= ~X~ -··_· [16-19]
tre una pieza forjada a la que no se ha sometido a un tratamiento de Li klm
homogeneización y otra que sí lo ha sido?
2 \
3. ¿Existe una interacción significativa entre las reducciones de donde ~X¡; es la suma del cuadrado de todas las lecturas, o sea
forja y la homogeneización que afecta al nivel de estricción?
En la preparación de los datos, según se muestra en la tabla 16-4, 561 9 2
STC= 16 208,67 - ( ' ) 422,09
las líneas verticales se llaman columnas y las horizontales filas. Los 2x2x5
valores experimentales para cada condición constituyen una casilla.
El total de los valores de cada casilla se indica por (Ti¡). El total para 2. Suma de cuadrados entre casillas (subgrupos) (SCES):
cada valor de forja, sin tener en cuenta la homogeneización, se desig-
na por (T¡J. El total para cada homogeneización, sin tener en cuenta T~· y2
SCES= ~-i 1 . --···
[16-20]
la reducción de forja, se designa por (T.;.). (T ... ) es el total de todos Li ni klm
los valores de la tabla. Otras definiciones son como sigue:
SCES = (140,7)2+ (126,9) 2+ (140,8)2+ (153,5)2 (561,9) 2
k =número de columnas en la tabla 2 70,82
5 20
l =número de filas en la tabla= 2
m número de lecturas en cada casilla= 5 3. Suma de cuadrados dentro de las casillas (SCDS) :
I !bid., tabla 25, pág. 360. SCDS = STC - SCES [16-21]
2 Basado en un procedimiento dado por C. R. SMITH: Metal Progr., vol. 69,
págs. 81-86, febrero, 1956. WSS=422,09-70,82=351 27 1

DIETER.-:30
_4_66~~~~~L_A~ES_T_A_D_I_S_TI~C~A~A_PL_I_C_A_D~A_A_L___.:E~N~S~A~Y~O-=-DE=-:M~A~T~E=R~I~AL~E~'S:__~--'[CAP. 16 SEC. DISEÑO ESTADISTICO DE LOS EXPERIMENTOS

4. Suma de cuadrados entre columnas (SCEC): y el tratamiento de homogeneización, se determina la siguiente rela~
ción F:
F = cuadrado medio de interacción
2.T~1
2
T
SCEC=- .. _ _
...
[16-22] cuadrado medio entre las casillas
lm klm
35 11
(281,5) 2 + (280,4)2 (561,9) 2 F= ' = 1 61
SCEC 0,06 21,92 '
x5
Una comprobación de las tablas de distribución de F al nivel de
5. Suma de cuadrados entre filas (SCEF): significación del 5 %, muestra que la relación F debe exceder el 4,49
para que la variabilidad sea significativa. Por tanto, no existe inter-
acción significativa entre estas dos variables.
2.T~1
2
T Para comprobar si existe o no un efecto significativo de la homo-
SCEF=--· · _ _ _..._
[ 16-23]
km klm geneización sobre la estricción, se determina la siguiente relación F:

(267,6) 2 + (294,3)2 (561,9) 2 cuadrado medio entre filas


SCEF 35,65 F
2x5 20 cuadrado medio de interacción
35 65
6. Suma de cuadrados de interacción (SCIJ : F= ' 1,016 F (0,05) = 161,00
35,11
SCl=SCES-SCEC-SCEF [16-24] Puesto que la relación F calculada es mucho menor que el valor de F
ISS 70,82 - 0,06 - 35,65 35,11 al nivel de significación del 5 %, la conclusión debe ser que los datos
no muestran efecto significativo de la homogeneización sobre la es-
Una vez realizados los cálculos, los resultados pueden disponerse tricción. Del mismo modo puede mostrarse que no existe diferencia
en una tabla de análisis de la varianza, como la tabla 16-5. Los valores significativa entre las dos reducciones de forja.
16-9. Diseño estadístico de los experirnentos.-Los mayores
TABLA 16-5
beneficios de los análisis estadísticos se obtendrán cuando los experi-
Análisis de la varianza mentos se preparan previamente, siempre que los datos se tomen de
forma que proporcionen los resultados más insesgados y exactos en
relación con el consumo de tiempo y dinero. Los esfuerzos combinados
Causa de variabilidad Grados Sumas Cuadrados de un estadístico y un ingeniero durante la etapa de planeamiento del
de libertad de cuadrados medios
proyecto de investigación, es el mejor procedimiento para lograr dichos
Entre columnas (reducción de forja) l 0.06 0,06 beneficios. En esta sección solamente podemos ofrecer una breve in-
Entre filas (homogeneización) . . . . . . . . 1 35.65 35.65 troducción a los diseños estadísticos de experimentación utilizados co-
Interacción entre filas y columnas ... 1 35,11 35 . 11 rrientemente. Para más detalles, remitimos al lector a varios y exce-
Entre casiilas . . . . .. 16 351.276 21.92 lentes textos relacionados con este tema 1•
TOTAL . . ... ... ... ... 19 En cualquier programa experimental en el que se incluya un gran
número de ensayos, es importante hacer aleatorio el orden en que los
individuos han de seleccionarse para someterlos a ensayo. Eligiéndolos
del cuadrado medio se obtienen dividiendo los valores de la suma de aleatoriamente ofrecemos a cada uno de los individuos del experimento
los cuadrados por sus respectivos grados de libertad. Para determinar
si existen o no diferencias significativas entre las columnas y las filas 1 K. A. BROWNLEE: "Industrial Experimentation'', 4.ª ed., Chernical Pu-
separadamente e interacciones entre ambas, en la dócima de la F se blishíng Company. Inc., Nueva York, 1952; O. L. DAVIES: "The Design and
Analysis of Industrial Experiments", Oliver & Boyd, Ltd., Edimburgo Y Lon-
emplean los cuadrados medios respectivos. Así, p. ej., para comprobar dres, 1954; W. G. CocHRAN y G. M. Cox: "Experimental Designs", John
si existe o no una interacción significativa entre la reducción de forja Wíley & Sons, Inc., Nueva York, 1950.
LA ESTADISTICA APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES [CAP. 16
SEC. DISEÑO ESTADISTICO DE LOS EXPERIMENTOS
las mismas probabilidades de ser seleccionados para un ensayo deter-
minado (muestreo aleatorio). De esta forma, el sesgo debido a varia- efecto producido por la variación del contenido de boro, de su nivel
bles incontroladas de segundo orden se reduce al mínimo. Así, p. ej., inferior al superior, no fuese el mismo a los niveles inferior y superior
en cualquier programa extenso de ensayos pueden presentarse, durante del contenido de níquel. En otras palabras, puede existir una inter-
algún período de tiempo, errores debidos a cambios sutiles de las acción entre los efectos producidos por el boro y por el níquel. Un
características del equipo de ensayos o de la pericia del operario que diseño sencillo de experimentación como el que se ofrece en la taE
realice los ensayos. Al tomar muestras de ensayo de grandes lingotes bla 16-6, no puede determinar la existencia de interacción.
o piezas de forja, debe tenerse en cuenta la posibilidad de variación
de las propiedades según su posición en la pieza. Si el propósito del TABLA 16-6
ensayo es determinar las propiedades medias de toda la pieza forjada,
la aleatoriedad en la elección de los individuos de ensayo reducirá al Disefio de un experimento basado en la variación convencional
mínimo la variabilidad debida a la posición en dicha pieza forjada. de un factor cada vez
Uno de los procedimientos para elegir aleatoriamente entre un grupo
de individuos es el de asignar un número a cada uno de ellos, colocar Factor B, % Ni,%
en una vasija una serie de papeletas numeradas que se correspondan
con los números de las muestras, mezclar dichas papeletas y después Serie 1 ........... . 0,002 LO
extraerlas de la vasija. Cada papeleta extraída de la vasija debe ser Serie 2 .. . 0,020 LO
colocada en ella nuevamente a fin de que exista la misma probabilidad Serie 3 .. . 0,002 3,0
de que sea extraído cualquier número. El trabajo que supone· este la-
borioso procedimiento puede reducirse al mínimo utilizando una tabla
de números aleatorios; cerrando los ojos y colocando un dedo sobre El diseño factorial del experimento para dos variables a dos niveles
uno de los números de la tabla se elige el primero. Para los números se ofrece en la tabla 16-7. Este diseño ofrece diversas ventajas sobre
de dos cifras, el número siguiente de la tabla se encontrará en la el de la tabla 16-6. En primer lugar, se pueden hacer afirmaciones más
página correspondiente al primer dígito del número de la columna precisas sobre el efecto producido por la variación del contenido de
dado por el segundo dígito. Este procedimiento se repite una y otra boro y níquel. Las cuatro series se emplean para determinar este efecto
vez hasta que se hayan seleccionado todos los individuos. principal, comparando las dos series realizadas al nivel inferior con
En las primeras etapas de un proyecto de investigación es a veces
importante determinar cuáles son los factores fundamentales del pro- TABLA 16-7
blema que se estudia y la importancia relativa de cada uno de ellos.
Mediante el empleo de un diseño factorial, en lugar de la forma normal Disefio factorial del experimento
de sustituir un factor cada vez, se obtendrá una respuesta más exacta.
Factor B, e· Ni, %)
Pongamos como ejemplo que en el problema se trata de determinar ;O

el efecto del contenido de boro y de níquel sobre el límite elástico


en aceros de alta resistencia. En el primer tanteo cada factor se in- Serie 1 ... ... 0.002 1.0
Serie 2 ... ... 0.002 3,0
vestigará a dos niveles. La tabla 16-6 indica que serían necesarias tres Serie 3 .. 0.020 1.0
series si se emplease el sistema normal de variar los factores uno Serie 4 ... ... 0.020 3.0
cada vez.
Comparando la serie 1 con la 2 se puede apreciar el efecto produ-
cido por la variación del contenido de boro, manteniendo constante las dos series realizadas al nivel superior. En segundo lugar, la in-
el de níquel. Comparando la serie 1 con la 3 se aprecia el efecto de teracción entre el boro y el níquel se determina por comparación de
la variación del contenido de níquel, cuando se mantiene constante el la diferencia en los resultados de las series 1 y 4 con la diferencia
de boro. Para este diseño se utiliza un experimento dei control, la entre los resultados de las series 2 y 3. Para hacer estas comparaciones
serie l, para juzgar el efecto producido por la variación de los niveles se utiliza un análisis de la varianza.
de contenido del boro y del níquel. No se obtiene información del Estos ejemplos representan los casos más sencillos de un diseño
efecto del contenido de boro y níquel cuando ambos se encuentran factorial. El número de series necesarias en un diseño factorial es igual
en su nivel superior. Además, es completamente imposible que el al número de niveles, elevado a la potencia del número de factores que
se investigan. Esto es, si estamos interesados en 4 variables a 4 nive-
[CAP. 16 SEC. 16-11] GRAFICOS DE CONTROL
470 LA ESTADISTICA APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES 471

les, serían necesarias 256 series. La rapidez con que aumenta el número donde
de series necesarias en un diseño factorial a consecuencia de pequeños i=n
aumentos en el número de variables o niveles, es el principal incon- ¿Y¡
veniente de este tipo de diseños experimentales. Sin embargo, los in-
convenientes del diseño factorial sencillo pueden ser superados, en a=~= Y [16-26]
n
gran parte, por medio de una modificación conocida como duplicación
fraccional 1• El número de series necesarias se reduce sustancialmente,
sin afectar en gran medida a la eficacia del método. El principal sa- n tx,Y,- (~x,) (t Y,)
crificio es el de las series que, si fuesen incluidas, proporcionarían b_ i=I i=I i=l
información sobre interacción de alto orden entre las variables. La [16-27]
construcción de diseños por duplicación fraccional se estudia en la
referencia precedente y en algunas otras 2•
n txi--(tx,)'
i=I i=l

16-10. Regresión lineal.-El término regresión se emplea en es- La medida de la variac1on del valor de Y observado con respecto al
tadística para hacer referencia a la determinación de una relación fun- valor calculado a partir de la ecuación de regresión, Syx' se llama el
cional entre una o más variables independientes Xi y una variable de- error típico de la estimación. Representa, en el análisis de regresión,
pendiente Yi. Las técnicas de la regresión se utilizan normalmente el papel de la desviación típica.
cuando se supone que existe una relación fija, pero desconocida, entre
las poblaciones X e Y, pero los errores aleatorios de las medidas im-
piden su determinación segura por simple inspección. Como ejemplo [ 16-28]
puede indicarse la determinación de la relación entre la resistencia a
la tracción (Y) y la dureza Brinell (X). En esta sección se estudiará La cantidad que determina la exactitud con que la ecuac10n de regre-
solamente el caso más sencillo de la regresión lineal. Este método se sión se ajusta a los datos experimentales, es el coeficiente de correla-
llama también de los mínimos cuadrados porque la línea resultante ción r. Un valor de r próximo a cero indica que la línea de regresión
de los análisis tiene la propiedad de que la suma de los cuadrados de no servirá para predecir valores de Y, mientras un valor próximo a
las desviaciones verticales de las observaciones, con respecto a esa la unidad indica una predicción casi perfecta.
línea, es menor que la suma correspondiente a los cuadrados de las
desviaciones respecto a cualquier otra línea. La regresión múltiple, en
la que existen dos o más variables independientes en la ecuación de
regresión, es una ampliación de este análisis y la regresión curvilínea, r
i=l i=l i=I
en la que se ajusta a los datos una línea curva, es una sutileza adi- [16-29]
cional.
Con frecuencia, se usa el término correlación en unión al de re- 16-11. Gráficos de control.-Una técnica estadística que ha de-
gresión. Debe hacerse una distinción clara entre regresión y correla- mostrado ser muy útil para el análisis de rutina de datos es la de los
ción. La regresión se ocupa de las situaciones en que existe una dife- g:'áficos de control. El empleo de esta técnica se basa en el punto de
rencia clara entre las variables dependientes e independientes, mien- vista de que todos los procesos de fabricación están sujetos a dos fuen-
tras la correlación trata de la relación entre dos o más series o datos tes de variación, la debida a causas aleatorias y la debida a causas
que varían conjuntamente. asignables. El gráfico de control es un método de detectar la presencia
Una ecuación de regresión lineal entre la variable dependiente Y de una variación mayor que la esperada como consecuencia de causas
y la variable independiente X, viene dada por : aleatorias. El gráfico de control es un método importante, que se utiliza
en la rama de la estadística aplicada y que se llama control de calidad 1•
[16-25] El empleo del gráfico de control puede describirse mejor mediante
un ejemplo. Consideremos una operación comercial de tratamiento
1 D. J. FINNEY: Ann. Eugenics, vol. 12, págs. 291-301, 1945.
2 K. A. BROWNLEE, B. K. KELL y y P. K. LORAINE: Biometrika, vol. 35, par- 1
tes III y IV, págs. 268-76, 1948; A. L. DAVIES y W. A. HAY: Biometrics. E. L. GRANT: "Statistical Quality Control", 2.ª ed., McGraw-Hill Book
vol. 6, núm. 3, págs. 233-49, 1950. Company, Inc., Nueva York, 1952.
472 LA ESTADISTICA .\Pl.ICADA AL ENSAYO DE SEC. EFECTO DEL TAMAÑO SOBRE LA FRACTURA FRAGIL

térmico en la que, en un horno del tipo transportador, se someten a una probabilidad del 1 % de que el valor de la muestra exceda los
temple y revenido anillos de cojinetes en un proceso continuo de 24 h. límites de control, a consecuencia de la aleatoriedad, pueden determi-
Cada 2 h se mide la dureza Rockwell en 10 anillos, para determinar narse a partir de la tabla 16-8. ·
si el producto está de acuerdo con las especificaciones. Se calcula la Para el recorrido :
media x· de cada muestra y la dispersión se determina computando el LSC=DuR [16-30)
recorrido R. Se emplean gráficos de control separados para la media LIC DrR
y para el recorrido (Fig. 16-7). El promedio de las medias de la mues-
Para las medias :
LSC=µ+A 2R [16-31]
dureza Rockwell C
47
LIC=µ-A 2R
46
TABLA í6-8
45
----0- UCL Factores a emplear para detenninar los límites de control
,:r44 µ
43 ¿ _ _ _ _ _ _ _!..¿ _ _ _ _ _ ~-- LCL en los gráficos *
42 e

41 Tamaño de
la muestra D1. De: A2
40
o 2 4 6 8 10 12 14 2 0,009 3,52 1,88
númern de la hornada 4 0.185 2,26 0,73
6 0,308 1.97 0,48
8 0.386 1.84 0,37
----~------UCL 10 0,441 1,76 0.31
5 12 0,482 1,70 0.27
15 0,524 1.64 0,22
--z--·-----<J-+-----0----o-- R
R
\V . •J. DrxoN y F. J. MASSEY, Jr.: «Introduction to Statistical Analysisli, l.• ed.
púg. 113, i.VIcGrmv-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1951.
LCL

16ª12. Aspectos estadísticos del efecto del tamaño sobre la


fractura frágil.-Las medidas de la resistencia mecánica en los ma-
10 12
número de la hornada teriales frágiles, como el vidrio y la cerámica, y de los metales bajo
condiciones en las que se comportan de manera frágil, muestran que
FrG. 16-7.-Gráficos de control para X y R. existe una dependencia entre la resistencia y el tamaño de la probeta
de ensayo. Conforme disminuye el tamaño de la muestra aumenta la
tra, µ,, y la media de los valores del recorrido R de la muestra se de- tensión de fractura en tracción, plegado, torsión o choque. Esto se
terminan en primer lugar. A continuación, se calculan los límites de conoce como efecto de tamaño. La existencia de un efecto de tamaño
control. Los puntos que se encuentran fuera de los límites de control en la fatiga ha sido estudiada en el capítulo 12.
indican que la variación es mayor que la que podría esperarse a con- Mediante un razonamiento estadístico se puede explicar el efecto
secuencia solamente de la aleatoriedad y que para poner el proceso de tamaño. Si se supone que la fractura frágil está controlada por una
bajo control es necesario tomar las medidas correctivas necesarias. distribución de imperfecciones o grietas, la tensión de rotura está
La determinación del límite superior de control (LSC) y del límite dada, según el criterio de Griffith, por
inferior de control (LIC) para la media y el recorrido, se simplifica
grandemente mediante la utilización de las tablas desarrolladas por a-e= ( 2Ey) 112 [16-32]
Shewart 1• Los límites de control para el recorrido y las medias para 1TC

1 ~W.
A. SHEWART: "Economic Control of Quality of Manufactured Pro-
Para cada tamaño de grieta, e, existirá una determinada tensión de
duct", D. Van Nostrand Company, Inc., Princeton, Nueva York, 1931. fractura, a-0 dado por la Ec. [16-32]. Se supone que la muestra está
474 LA ESTADISTICA APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES EFECTO DEL FRACTURA FRAGIL 475

formada por muchos elementos de volumen, cada uno de los cuales en proporción al tamaño del mismo. La dístribución laplaciana expresa
contiene una sola grieta. adecuadamente esta exigencia.
Puesto que se supone que no existe interacción entre las grietas en
los diferentes elementos de volumen, la resistencia mecánica de las p(c) =exp ( - ~-) [16-33]
muestras está determinada por el elemento cuya grieta es mayor, por
lo que este condiciona el valor mínimo de la tensión de fractura. Por donde:
tanto, la resistencia mecánica a la fractura frágil está determinada p (c) =probabilidad de existencia de una grieta de longitud c,
no por un valor medio de la distribución de imperfecciones, sino por
a= una constante.
una imperfección, la más peligrosa. Este concepto de fractura frágil se
conoce con el nombre de concepto del eslabón más débil, en directa
140
analogía con el hecho de que la resistencia de una cadena está deter- 1-
N·=10 16
minada por la del eslabón menos resistente ("siempre se rompe la 120 1------ --

cuerda por su parte más floja"). La existencia de un efecto producido '"-

por el tamaño se deriva naturalmente de este concepto. Si la densidad .~ 100


de las grietas del material se presume constante, mientras aumente el :g 1-

volumen de la muestra, aumentará también el número total de grietas ~ 80 N=10 12


o
y, por tanto, las probabilidades de que aparezca una grieta importante ·¡:¡ 1--
1
~ 60
1

serán mayores. Si la distribución de tensiones impuesta por el método


:::> -
de ensayo no es uniforme, como ocurre en el plegado o la torsión, el u s
~ 40
- 1

análisis debe basarse en el área de la superficie.


El problema de relacionar la distribución de las grietas con la re- 20
1-
1
1

1
i \Nrº 1

sistencia mecánica a la fractura consiste en hallar la función de dis-


tribución de los valores mínimos de la resistencia en relación con el o
-
o
!

O, 1
} V
0,2
\7 \ 0,3
i

~·--
0,4
N=10 4

0,5
número de grietas N, para una distribución del tamaño de las grietas.
tensión relativa de fractura
Con frecuencia se supone que la distribución del tamaño de las grietas
es gaussiana (normal). Esto implica que las probabilidades de que FIG. 16-8.-Distribución calculada de frecuencias de las tensiones de
exista un defecto pequeño son las mismas de que exista un defecto fractura en función del número de grietas N. (J. C. FrsHER y J. H. HoLLO-
de importancia. Los estudios matemáticos para esta distribución de MON: Trans. AIME, vol. 171, pág. 555, 1947.)
grietas han sido realizados por Frenkel y Kontorova 1• Para una dis-
tribución normal de la resistencia del elemento más débil, la resis- La distribución laplaciana predice que la resistencia disminuye lineal-
tencia debería ser inversamente proporcional a (log V) 112, donde V es mente con el aumento del log V. La figura 16-8 muestra la distribución
el volumen de la muestra. La función de distribución de Weibull (véa- de frecuencia de las tensiones de fractura en función del número de
se Sec. 16-6) se ha utilizado para describir la distribución de los ta- grietas N, calculada a partir de una distribución de grietas laplaciana 1•
maños de las grietas 2• Esta predice que la resistencia debería disminuir Obsérvese que cuanto más elevado sea el número de grietas tanto me-
al aumentar el volumen proporcionalmente a v- 11m, donde m es el nor será la dispersión de las tensiones de fractura, a causa de la mayor
factor, determinado experimentalmente, de la función de distribución probabilidad de encontrar un defecto crítico. Además, al aumentar el
de Weibull. Los experimentos sobre el efecto producido por el tamaño número de defectos disminuven los valores medios de las tensiones de
en los ensayos de tracción y plegado de aceros a bajas temperaturas, fractura, pero al alcanzar valores elevados el número de defectos, exis-
muestran buena concordancia con la predicción de Weibull 3. También te un menor descenso relativo del valor medio. Los datos existentes
se indica que una distribución más razonable de los defectos disminuye no son lo suficientemente numerosos como para poder determinar cuál
de estas funciones de distribución del tamaño de las grietas es posible
1 J. l. FRENKEL y T. A. KoNTOROVA: J. Physics (U.R.S.S.), vol. 7, págs. 108-
aplicar de manera más general.
14, 1943. Los metales dúctiles no muestran un efecto tan acusado del tamaño
2 W. WEIBULL: "A Statistical Theory of the Strength of Materials", Roy. como los materiales frágiles. El concepto del eslabón más débil no
Swed. lnst. Eng. Research, núm. 151, 1939. -
, 3 N. DAVIDENKOV, E. SHEVANDIN y F. WITTMAN: /. Appl. Mech., vol. 14, 1 J. c. FISHER y J. H. HOLLOMON: Trans. AIME, vol. 171, págs. 546-61,
pags .. 63-67, 1946.
1947.
ESTUDIO ESTADISTICO DEL LIMITE DE FATIGA 477

476 LA ESTADISTICA APLICADA AL ENSAYO DE MATERIALES [CAP. 16


límite de fatiaa se conoce como análisis de probitas. Se ensaya cierto
número de pr~betas a cada uno de los. 4 a 6 niveles de tensiones. pró-
se ajusta perfectamente a esta situación. La dificultad de ~~ilizar, e~te
ximos al límite de fatiga estimado. Si se repesenta el porcentaje de
concepto en los metales dúctiles reside en que la deformac10n plastica
las muestras que sobrepasen cada una de las tensiones, en papel de
altera tanto el tamaño como la orientación de los defectos, por lo que
probabilidad normal, en función del nivel de tensiones, se obtendrá
los elementos de volumen individuales no pueden considerarse inde-
una línea recta. Una forma de realizar el experimento es ensayar
pendientes.
20 muestras a cada uno de los niveles de tensión. El análisis sigue el
prooedimiento dado por Finney en su libro sobre "Probit Analy~is" 1•
16~13. Estudio estadístico del lh:nite de fatiga.-La naturaleza
El porcentaje de muestras que sobrepasen cada una de las tens10nes
estadística de las propiedades de fatiga de los metales ha sido estudia- se convierte en valores "probita" z y se determina una línea de regre-
da en el capítulo 12. Cuando se analizan los resultados de un determi- sión de acuerdo con el procedimiento de Finney, para ponderar los
nado número de probetas de fatiga hasta su falla a una tensión cons-
tante, se procede generalmente suponiendo que el logaritmo del nú-
valo~es a diferentes porcentajes de supervivencia. Sin embargo, puede
realizarse el mismo tipo de análisis sin necesidad de hacer uso de
mero de ciclos hasta que se produce el fallo tiene una distribución
ninguna técnica especial.
normal. Los procedimientos usuales para determinar la media y la El número de muestras ensayadas a cada tensión deberá ser distri-
desviación típica y las dócimas F y t para las diferencias significati- buido en relación al tanto por ciento de supervivencia esperado. A cada
vas, pueden utilizarse siempre que todos los cálculos se basen en log N nivel de tensiones no deberán ensayarse menos de cinco muestras, y
en vez de en N. Sin embargo, existen razones para creer que la dis- para determinar el valor medio del límite de fatiga se utilizarán, por
tribución logarítmica normal no describe exactamente la distribución lo menos, un total de 50 muestras. Si a niveles de tensión que den
de la duración en fatiga en los extremos superior e inferior de la dis- un porcentaje de supervivencia del 25 al 75 % se ensayan 19
muestras,
tribución. Puesto que la duración en fatiga depende de la sección más a tensiones que den del 15 al 20% y del 80 al 85% deberan ensayar-
débil más que del comportamiento medio, es de esperar que la función se 15 muestras, y para porcentajes de supervivencia del 10 al 90% se
de distribución de valores extremos proporcione mejor concordancia necesitarán 20 muestras. Con esta distribución relativa de las muestras,
en dichas zonas. los valores obtenidos en los ensayos están adecuadamente ponderados
El análisis estadístico de los datos de fatiga, en la regió.n del límite en los valores extremos, por lo que es posible utilizar un análisis tí~ico
de la misma, exige técnicas especiales que todavía no han sido estu- de rearesión lineal. En la ecuación de la regresión lineal, X es el mvel
diadas en el presente capítulo. Al realizar ensayos con el fin de deter- de te~siones e Y el porcentaje de supervivientes convertido en valores
minar el límite de fatiga, se puede ensayar una probeta determinada de la variable normalizada z. Los valores de z correspondientes a un
solamente a una tensión dada y, si dicha probeta falla antes del límite porcentaje dado de superviviente~ p se obtienen entrando en u~a ver,~
prescrito de 107 ciclos, sabremos que el límite de fatiga de la muestra sión ampliada de la tabla 16-2 baJO la columna encabezada con Area
se encuentra en un punto por debajo del nivel de tensiones utilizado. con l -p/100. El valor medio del }ín:ite de. fatiga (~recuent~mente
Por el contrario, si la probeta no falla en el número de ciclos estable- llamado, un tanto imprecisamente, limite me~10 de fatiga) esta dado
cido, sabremos que su límite de fatiga se encuentra en algún punto por Ja tensión que intercepta la línea de regresión en el punto del 50%
por encima de la tensión de ensayo. Como cada muestra puede some- de supervivencia. .
terse a ensayo una sola vez, es necesario estimar los estadísticos del El seaundo método de analizar los datos referentes a la fatiga, en
límite de fatiga por medio del ensayo, a diferentes niveles de tensión, el límite bde la misma es el método de la escalera o método ascendente
de un aran número de probetas que se consideren idénticas. Este tipo y descendente 3. Este ' método ofrece un buen sistema para determmar .
de exp~rimentos se conoce por el nombre de experimentos de sensibi- el límite medio de fatiaa, utilizando un número de muestras menor
lidad. Para determinar estadísticamente el límite de fatiga se han em- que el necesario para ll~var a cabo el método de las ')robitas", ~ero
pleado dos métodos de análisis est~dísticos de los experiment.os. de tiene el inconveniente de que los ensayos han de realizarse sucesiva-
sensibilidad. A continuación se describen brevemente los proced1m1en-
tos empleados. En el manual ASTM sobre análisis estadístico de datos 1 D. J. FINNEY: "Probit Analysis", Cambridge University Press, Nueva York.
de fatiga, se estudian detenidamente los procedimientos a seguir en 1952. " probab~·1·1ty umt
. ,, ( u:i1.
"d a d d e pro-
dichos análisis 1, 2 El término probit es una abreviatura:
babilidad). La transformación a "probitas" es un metodo para ehmmar valores
El primero de los métodos parn la determinación estadística del negativos de la variable tipificada z.
3 W. J. DrxoN y A. M. MooD: J. Am. Statist. Assoc., vol. 43, pág. 109.

1 "A Tentative Guide for Fatigue Testing and the Statistical Analysis of 1948.
Fatigue Data", ASTM Spec. Tech. Publ., 91A. 1958.
AL ENSAYO DE MATERIALES 16 B IBL IOGRAFIA

mente. El procedimiento seguido en el ensayo se muestra en la figu- A pesar de utilizar un número menor de probetas, el método en esca-
ra 16-9. La primera probeta se ensaya al valor del límite de fatiga lera proporciona una estimación mejor del límite medio de fatiga que
estimado. Si esta probeta falla, la tensión aplicada a la siguiente se
disminuye en una cantidad determinada. Este proceso continúa para TABLA 16-9
cada muestra sucesiva hasta que no se obtiene rotura. Entonces la
tensión aplicada a la probeta¡ siguiente se aumenta en la cantidad Método para analizar los datos en escalera
establecida. Se continúa el procedimiento aumentando la tensión cuan-
No rotas,
do una probeta no rompe y disminuyendo cuando falla. Es necesario Tensión, psi
11¡ in;
ensayar de 15 a 25 probetas.
Para determinar el límite medio de fatiga, los datos se disponen
46 000 3 1 3 9
45 000 2 2 4 8
44 000 1 4 4 4
43 000 o 1 o o
........ 48 N=8 A=ll B=21
·¡¡¡
o.. X X

g 46 X X o X d =incremento de tensión= 1000 psi


g X O X o X x
x _ _ __
Xo=primer nivel de tensiones=43 000 psi

·¡¡;
44 o X o o o X=43 000+1000(11/8+1/2)=44870 psi
e
c:.I
...... 42
o
8x21-ll2 J
s=l,620x(l000) [ --~+0,029 =1240 psi
x = rota
0 = no rota
40 el de las "probitas". Sin embargo, este ofrece una estimación mejor
2 4 6 8 10 12 14 16 18
de la desviación típica y, sobre todo, mayor información, puesto que
número de la probeta la curva de las "probitas" es, en realidad, una curva que relaciona el
porcentaje de supervivencia y la tensión.
FIG. 16-9.-Sucesión de ensayos en escalera para la determinacién del
límite medio de fatiga.
BIBLIOGRAFIA

en una tabla como la 16-9. El estudio de la figura 16-9 pone de mani- DAVIES, O. L.: "Métodos estadísticos", Aguilar, Madrid, 1960.
fiesto que hay 10 fallas y 8 no fallas de un total de 18 probetas ensa- DrxoN, W. J., y F. J. MASSEY, Jr.: "Introduction to Statistical Analysis".
l.ª ed., McGravv-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1951.
yadas. Teniendo en cuenta que el análisis se basa en el suceso menos
frecuente (ya sean fallas o no fallas), en la tabla 16-9 solamente se Frsr-IER, R. S.: "Statistical Methods for Research Workers", 12.ª ed. Hafner
Publishing Cornpany, Nueva York, 1954.
considerarán las no fallas. El nivel de tensiones más bajo al que se
obtiene un no falla se señalará con i =O, el siguiente i = 1, etc. El límite Frsr-IER, R. A., y YATES, F.: "Tablas estadísticas para investigaciones biológi-
cas, agrícolas y médicas" 2.ª ed .. Aguilar. Madrid, 1954.
medio de fatiga X y su desviación típica s se determinan mediante
las Ecs. [16-34] y [16-35]. Las constantes de estas ecuaciones se ex- GOULDEN, C. H.: "Methods of Statistical Analysis", 2.ª ed., John Wiley & Sons.
Inc., Nueva York, 1952.
plican en la tabla 16-9. Cuando el análisis se basa en no fallas, se
emplea en la Ec. [ 16-34] el signo positivo, y cuando se basa en las HALD, A.: "Statistical Theory with Engineering Applications", John Wiley
& Sons, Inc., Nueva York, 1952.
fallas, el signo negativo.
McFARLANE MooD, A.: "Introducción a la teoría de la estadística". Aguilar

X7 =A.o+
V d(AN 21)/ [16-34]
Madrid, 1955.
ÜLDS, E. G., y CYRIL WELLS: "Statistical Methods for Evaluating the Quality
of Certain Wrought Steel Products", Trans. ASM, vol. 42, págs. 845-99,
1950.
NB-A2 \ NB A 2
s = l,620d ( - - - ?- + 0,029 ¡ --->03 [16-35] YuLE, G. U., y KENDALL, M. G.: "Introducción a la estadística matemática".
\ N- / N2 2.ª ed., Aguilar, Madrid, 1954.
PARTE CUARTA

CONFORMACION PLASTICA
DE LOS METALES

DIETEH.-31
CAPITULO 17
FUNDAMENTOS GENERALES DEL TRABAJO
DE LOS METALES

17-1. Clasificación de los procesos de confor:m.ación.-La im-


portancia de los metales en la tecnología moderna se debe, en gran
parte, a la facilidad con que pueden dárseles formas útiles. Se han
desarrollado centenares de procesos para trabajar los metales destina-
dos a aplicaciones específicas. Sin embargo, estos se pueden clasificar
en un número reducido de clases sobre la base de las fuerzas aplica-
das al material cuando se le da la forma requerida. Estas clases son :
l. Procesos de compresión directa.
2. Procesos de compresión indirecta.
3. Procesos de tracción.
4. Procesos de plegado o flexión.
5. Procesos de cizallamiento.
En los procesos de compresión la fuerza se aplica a la superficie
de la pieza que se trabaja y el metal fluye formando ángulo recto con
la dirección de la compresión. Los ejemplos principales de esta clase
de procesos son la forja y la laminación (Fig. 17-1). Los procesos de
compresión indirecta incluyen el estirado de tubos y alambre, la ex-
trusión y la embutición profunda de una copa. Las fuerzas aplicadas
son frecuentemente de tracción, pero se desarrollan fuerzas de com-
presión elevadas por reacción entre la pieza que se trabaja y la matriz.
El metal fluye bajo un estado de tensiones combinadas en el que hay
fuerzas de compresión elevadas en una de las direcciones principales,
por lo menos. El mejor ejemplo de un proceso de conformación por
tracción es la conformadón por estirado, en la que un metal se adapta
al contorno de una matriz por aplicación de fuerzas de tracción. El
plegado supone la aplicación de momentos de flexión a la chapa, mien-
tras que el cizallamiento implica fuerzas cizallantes lo suficientemente
grandes para provocar el corte del metal en el plano de cizalla. La
figura 17-1 ilustra estos procesos de una forma muy simplificada.
La conformación plástica se lleva a cabo por dos razones principal-
mente. Una finalidad es obtener la forma deseada. La segunda es
mejorar las propiedades del material por modificación de la distribu-
ción de los microconstituyentes, el ªHn() del tamaño de grañoY-Ia
iniroducción de en~urecill1ie,pJ() por deformación.
Los procesos de conformación plástica destinados a transformar un
483
484 FUNDAMENTOS GENERALES DEL TRABAJO DE LOS METALES [CAP. 17
SEC. EFECTO DE LA TEMPERATURA SOBRE LA CONFORMACION 485
lingote o palanquilla en un producto tipificado de forma sencilla, tal
como una chapa, una plancha, o una barra, se llaman procesos prima- tencia mecánica y poca ductilidad de las piezas coladas se deba a la
rios de trabajo mecánico. Los métodos de conformación que producen presencia de un constituyente frágil en los)ímites de los granos y de
piezas de la forma acabada definitiva se llaman procesos secundarios las dendritas. La deformación por compresión permite usualmente
de trabajo mecánico. La mayoría de las operaciones de conformación fra,;grñeñfar el constituyente frágil y hace posible d fluj? de la matriz
ducfil · erifre 1os fragmentos para que, soldándose eiifie·- sí, den lugar a
una estructura perfectamente sana. Una vez que el constituyente frágil
l se ha fragmentado influye menos en las propiedades me,cánicas y me-
joran la ductilidad y la resistencia. La forja y la laminación son pro-
cesos que normalmente se destinan a destruir la estructura de colada,
aunque la extrusión es el mejor método para conseguirlo, porque la
palanquilla está exclusivamente sometida a fuerzas de compresión.

17-2. Efecto de la temperatura en los procesos de conforma-


ción.-El trabajo de los metales suele dividirse en procesos de trabajo
forja laminación o conformación en caliente y procesos de trabajo o conformación en
frío. El trabajo en caliente se define como una deformación en condi-
ciones tales de feinperafrira y velocidad de deformación que se pro-
ducen simultáneamente la restauración y la deformación. Por el con-
trario, el trabajo en frío es el realizado en condiciones tales que no es
posible que se produzcan eficazmente los procesos de restauracióñ:··-En
er trabajo en caliente se eliminan rápidamente el endurecimiento por
deformación, y la estructura granular trastornada, por fa formación de
nuevos granos libres de deforrn§lCión en un proceso de recristalización.
Se pueden lograr deforJ:IlélCi.ones muy grandes trabajando en caliente,
trefilado extrusión embutición profunda porque la recristalización elimina las perturbaciones introducidas por
la deformación. El trabajo en caliente se produce bajo condiciones de
CQ.Jl_Stancia préÍcti~a del límite elástico o tensión de fluencia, y como
e-ste límite disminuye con la temperatura, la energía necesaria para la
conformación es generalmente más pequeña ·g_ue·-·en el trabajo en frío.
En el trabajo en frío no se elimina él endurecimiento por deformación
y el límite elástico, o tensión de fluéncia necesaria, amnenta con la
deformación. Por esta razón, la deformación total que 'puede- darse sin
provocar la rotura es menor que la que se alcanzaría trabajando en
conformación por estirado doblado cizallamiento caliente, a menos de que se elimine, mediante recocidos intermedios,
el· endurecimiento por deformación.
FIG. 17-1.-0peraciones típicas de conformación.
Es importante tener en cuenta que la distinción entre trabajo en
frío y trabajo en caliente no se basa en una determinada temperatura
de la chapa, el estirado de tubos y el trefilado son procesos secunda- arbitraria de deformación. La mayoría de las aleaciones industriales
rios. La terminología en este campo no es muy precisa. Es frecuente se trabajan en caliente a temperaturas relativamente altas, con el fin
que los procesos de la segunda clase se llamen fabricación, pero esta de que la recristalización sea rápida. Sin embargo, el estaño y el plomo
palabra se aplica también a los de la primera (p. ej., fabricación de la recristalizan rápidamente a la temperatura ordinaria, después de defor-
chapa). También se llaman de transfonnación y de manufactura. maciones grandes, por lo que el trabajo de estos metales debe consi-
Una finalidad importante de las operaciones de conformación plás- derarse como un trabajo en caliente cuando se realiza a la temperatura
tica es destruir y afinar la estructura columnar o dendrítica presente ambiente. Un caso opuesto es el del volframio; si se trabaja en ca~
en los metales y aleaciones colados. Es frecuente que la baja resis- liente a temperaturas análogas a las del acero, del orden de los 1100 ºC,
la operación para el metal citado es un trabajo en frío, porque, a causa
486 FUNDAMENTOS GENERALES DEL DE LOS METALES [CAP. 17 SEC. 17-2J EFECTO DE LA TEMPERATURA SOBRE LA CONFORMACION 487

del elevado punto de fusión del volframio, su temperatura de recris- El lírni~e superior de trabajo en caliente está determinado por la
talización es muy elevada. temperatura éf que ·se· próuüce· fusión incipiente o se hace intolerable
Trabajo en caliente.-La primera etapa de la elaboración mecánica de l~ oxida.ción. Suele tomarse comü.teñipeiá.tufa ·superior de trabajo en
los metales suele ser el trabajo en caliente. A las temperaturas a que éalieiite· una inferior al punto de fusión en, aproximadamente, 100 ºC.
se realiza no solo es~.lll~.nºJ: la energía necesaria para deformar el me- Con este margen se elimina la posibilidad de que se produzca la fusión
tal y mayor la facilidad para que 1luya sin . agrietarse, sino que, ade- de regiones segregadas de punto de fusión más bajo. Basta una delga-
más, la--aifusión és rápida y facilita la homogene1zación química de las dísima película de un constituyente de bajo punto de fusión en los
estructuras de colada. Las sopladuras y los rechupes internos se eli- límites de grano para que el metal se desmorone en trozos al defor-
minan por soldadura al aplastarse estas cavidades, y los granos colum- marse. Tal condición se llama fragilidad en caliente y se dice que
nares ~e destruye!l y_§~~é!Ül?:_éln al recri§!.ªE~?-r en granos equiáxicos más el metal se ha quemado.
pequenos. Todas estas modificaciones producidas por el trabajo en ca- La mayoría de las operaciones de trabajo en caliente se llevan a
liente mejoran la ductilidad y la tenacidad con respecto al estado bruto cabo en varias etapas o pasos. La temperatura de trabajo se mantiene
de colada. en los pasos intermedios claramente por encima de la temperatura
El trabajo en caliente no deja de presentar desventajas. Como sue- mínima de trabajo, para aprovechar la '\Tentaja, del valor más pequeño
le realizarse a temperaturas altas, constituyen un grave problema las del límite elástico. Es posible que a estas---temperaturas se produzca
reacciones de la superficie del metal con la atmósfera. Ordinariamente algún emba.stq_1lliento de grano durante la recristalización. Como suele
el trabajo en caliente se realiza al aire y se pierde una considerable preferirse que los productos acabados sean de grano fino, la última
cantidad de pi.etal por oxidación; Los metales muy reactivos, como etapa de trabajo se realiza a la temperatura inferior de trabajo en
el molibdeno', se fragilizáh iñtérisamente por la acción del oxígeno y cªJiente para que el crecimiento de grano durante el enfriamiento sea
es necesario trabajar en atmósfera inerte o encamisando el metal con- despreciable. Esta temperatura de acabado suele estar justamente por
venientemente para mantenerlo fuera del contacto del aire. La decar- encima de la temperatura mínima de recristalización. Para asegurarse
buraci<?!l .. del a~~Eº puede ser un problema importante y es · fl"ecuente de que el grano del producto terminado será fino se suele dar una
tener que recurrir a an mecanizado extenso para eliminar las capas eleyada deformación en esta última operación.
decarburadas durante el trabajo en caliente. La incrustación del óxido Trabajo en frío.~Como se ha indicado en la sección 5-9, el trabajo
en. el metal durante la operación perjudica a ·ia Calidad superficial de en frío acarrea un aumento en la resistencia mecánica y una disminución
los productos laminados en caliente y, como es necesario admitir to- de l~ ~11ctilidad. Si se trabaja en frío excesivamente, el metal ..1Ll1~<ie
lerancias para las dilataciones y contracciones, es inevitable que ··los r21!1-:ee. ~~~ antes de alcanzar la forma y tamaño finales que se desean.
productos acabados en caliente tengan dimensiones más variables que Por esta razón, el trabajo en frío suele realizarse en varias etapas, in-
los terminados en frío. L.é!.c:l~formaeción es siempre más intensa en la tercalando entre ellas recocidos intermedios que ablanden al metal
superficie, por lo que el metal de las capas superficiales suele tener deformado en frío y restauren la ductilidad. La sucesión de trabajo en
gran<) más . fino que el del cent,ro. Como el int~~ior permanece más frío y recocido intermedio se llama un ciclo de trabajo en frío-recocido.
tíempo a t~111peratura elevada dürante el erirrfumiento de una pieza, La figura 17-2 muestra esquemáticamente las variaciones de propie-
puede producirse en el inferior un cr~cJ1llientg de grano al enfriar dades que se producen en cada uno de estos ciclos.
hasta la temperatura amblehte desde la temperatura de trabajo. Aunque la necesidad de los recocidos intermedios aumenta el coste
La temperatura inferior de trabajo en caliente es la más baja a la de la conformación en frío, esoecialmente cuando se trata de metales
gue aún es suficientémente rápida la recristalización para que pueda reactivos gue han de calentar~e en atmósferas inertes o en el vacío,
4_~§1;,:p~re,cer el ~11~dur.e.cimiento.. 12or deformación durante el tiempo a el trabajo .~nJrío tiene yna flexi]:)ilidad de la que carece el trabajo en
que dicha t~rp.peratura se mantiene. La temperatura inferior de trabajo calienté.~ Ajustando convenientemente el ciclo de trabajo en frío y
en caliente de un metal o aleación determinados depende de variables recocido se pueden obtener piezas con cualqui~x graci<.) de endureci-
tale.s como la magni~:iid de la. deformación y el tiempo de permanencia mi~11.!º por deformación, Si la pieza acabacla debe 'tener una resistencia
a ?icha. temperaltira. Cuanto mayor es la magnitud de la deformación, más alta que la correspondiente al estado de recocido, la etapa final
ma~ ba)a es_ la temperatura de recristalización y, por tanto, también será una operación de trélb(lj<) en frío que produzca la cantidad de
sera mas baJa la temperatura inferior de trabajo en caliente. Un metal deformación necesaria para -alcánzar la resistencia deseada. Este último
9ue se deforma y se enfría rápidamente requerirá una temperatura trabajo en frío sería probablemente seguido por un tratamiento de eli-
mferior de trabajo en caliente más ele,yada que si se le deformase con mJn9:"~i<:)n de te11siones para hacer desaparecer las residuales. Esta for-
lentitud y se dejase enfriar despacio. ·· · ma de conseguir las propiedades mecánicas elegidas en el producto
FUNDAMENTOS GENERALES DEL DE LOS METALES SEC. EFECTO DE LA VELOCIDAD DE DEFORMACIOl'i SOBRE LA CONFORMACION

final es de Il1ejor ~esultado que el inverso, es decir, hacer un recocido debajo de una temperatura determinada si les aplica una carga a mu-
parcial der producto endurecido fuertemente por el trabajo en frío, cha velocidad o por choque. Así, p. ej., el hierro y el acero se agrietan
porque la recristalización es relativamente rápida y muy sensible a si se martillan a temperaturas muy por debajo de la ambiente, aunque
las pequeñas fluctuaciones de la temperatura del horno. Cuando se de- podrían admitir una cantidad limitada de deformación lenta a las mis-
sea obtener la pieza acabada en el estado más blando posible, ha de mas temperaturas.
terminarse con un recocido a fondo después de la última operación La tabla 17-1 recoge valores de las velocidades de diferentes tipos
de trabajo en frío. de ensayos y operaciones de conformación. Obsérvese que las veloci-
Los productos del trabajo en frío, tales como el fleje y el alambre,
se suelen producir con clistintos grados de dureza (tempers), que de- TABLA 17-1
penden de la magnitud de la reducción en frío posterior al último Valores típicos de las velocidades encontradas en diferentes
recocido. Estas condiciones de los productos suelen describirse como ensayos y operaciones de conformación
trabajo en frío
t
"O
recocido Operación Velocidad, m/seg

t:l
~ resistencia Ensayo de tracción . . . . . . . .. . . . . .. sx10-s a 5xl0-l
~ Extrusión con prensa hidráulica ... 0,003 a 3
:::J
ductilidad
Prensa mecánica .. . . . . .. . .. . . . . . .. 0,15 a 1,5
"O
o Ensayo Charpy . .. .. . . . . . . . . . . . .. 3 a 6
o Martillo de forja . . . . . . . . . . .. .. . . .. 3 a 10
"ü Conformación con explosivos . . . . .. 30 a 120
e:
~
1/1
·¡¡¡ ~--------
~ tanto p01 ciento temperatura dades de la mayor parte de los procesos industriales de conformación
de reducción en frío -;i... dé recocido ~ son apreciablemente mayores que la de la cabeza de la máquina en
FrG. 17-2.-Variaciones típicas de la resistencia mecánica y la ductilidad un ensayo de tracción, por lo que los valores del límite elástico o ten-
en un ciclo de conformación en frío y recocido. sión de fluencia determinados en el ensayo citado no pueden aplicarse
directamente al cálculo de las cargas empleadas en la conformación.
blando o recocido (annealed temper, soft temper), cuarto duro (1/4 hard), Para el trabajo en frío una variación de varios órdenes de magnitud
medio duro (1/2 hard), tres cuartos duro (3/4 hard), duro (full-hard) y en la velocidad de deformación solo produce un aumento del 20%,
dureza de muelle (spring temper). Cada grado de dureza (temper) in- aproximadamente, en las ordenadas de la curva de fluencia, de donde
dica un tanto por ciento diferente de reducción en frío después del se deduce que la variación de la velocidad de deformación tiene poca
tratamiento de recocido *. influencia en la práctica de las operaciones de conformación. Son ex-
cepciones a esta regla el posible comportamiento frágil en ciertos in-
17-3. Efecto de la velocidad de deformación en los procesos tervalos de temperatura para elevadas velocidades de deformación y
de conformación.-La respuesta de un metal a las operaciones de el hecho de que, al aumentar la velocidad de deformación se acentúa
conformación puede depender de la velocidad de deformación. Se ha el fenómeno del límite elástico aparente del acero suave. Si la velo-
discutido en capítulos anteriores la existencia de una transición de la cidad de deformación es grande, pueden aparecer regiones de deforma-
condición dúctil a frágil, en la mayoría de los metales cúbicos centra- ción no uniforme (marcas de deformación) en zonas de una chapa que
dos, dentro de determinado intervalo de temperatura. El fenómeno de la no las presentaría a velocidades de deformación más bajas.
temperatura de transición es más pronunciado cuando las velocidades El límite elástico o tensión de fluencia para el trabajo en caliente
de deformación son grandes. Ciertos metales pueden romperse por es fuertemente afectado por la velocidad de deformación. No existen
métodos de rutina para medir el límite elástico durante las operaciones
*En inglés, quench (apagar, extinguir) se emplea para "enfriar bruscamen- de conformación en caliente, pero una máquina de compresión a alta
te'', y por extensión, en el caso del acero, para "endurecer (harden) por en- velocidad, lo que suele llamarse un plastómetro, puede dar buenos
friamiento brusco"; en español traducimos las dos acciones por templar, pala-
bra que aplicamos tanto a .enfriar bruscamente cualquier metal como a resultados. Los datos obtenidos 1 para el cobre, el aluminio y el acero
endurecer el acero por enfriamiento brusco. El ablandamiento del acero tem-
plado por calentamiento es en español el revenido y en inglés el tempering. 1 J. F. ALDER y V. A. PHILLIPS: J. Inst. Metals, vol. 81, págs. 80-86.
Es decir, entendemos temper por "ablandar". (N. del T.) 1954-55; J. E. HOCKETT: Proc. ASTM, vol. 59, págs. 1309-319, 1959.
490 FUNDAMENTOS GENERALES DEL TRABAJO DE LOS METALES [CAP. 17 SEC. EFECTO DE LAS ESTRUCTURAS SOBRE LOS PROCESOS DE CONFORMACION 491

suave a una serie de temperaturas constantes indican que la depen- tarán dificultades por fragilidad en caliente. La presencia de un micro-
dencia del límite elástico con la velocidad de deformación, €, puede constituyente en masas grandes, uniformemente distribuidas, produce
expresarse por la Ec. [9-35] para un intervalo de € comprendido en- menos aumento del límite elástico que las partículas muy finamente
tre 1 y 40 seg- 1• Como el tiempo de permanencia a esta temperatura divididas de una segunda fase; tal es el caso de la perlita del acero.
es más breve cuando la velocidad de deformación es elevada, aumenta La forma de las partículas de carburo tiene mucha importancia en el
la temperatura mínima de recristalización y la temperatura mínima de trabajo en frío. En el acero recocido, un tratamiento de globulización,
trabajo en caliente ha de ser más alta. Además, como el metal retiene que convierte las laminillas de cementita de la perlita en glóbulos, se
más el calor engendrado por la deformación, aumenta el peligro de emplea corrientemente para mejor.ar las condiciones de la conformación
fragilidad en caliente. En los metales en que· el intervalo de trabajo en frío. Una excepción importante a la regla general de que las par-
en caliente es estrecho, estos efectos acortan aún más ese intervalo 1 tículas de una segunda fase dura aumentan la dificultad de la confor-
llegando a resultar impracticable el trabajo en caliente a velocidades mación la constituyen los latones que contienen 35 a 45 % de cinc
de conformación muy altas. (metal Muntz). Estas aleaciones, que están constituidas por una fase
Un avance reciente ha sido la conformación a velocidades ultra- beta dura en una matriz de latón alfa, fluyen bajo tensiones menores
elevadas de deformación, de 30 a 1300 m/seg, empleando la energía en la región de trabajo en caliente que las aleaciones monofásicas alfa.
engendrada en la detonación de los explosivos 1• Entre otras ventajas En la región del trabajo en frío, el límite elástico del latón alfa-beta
de este procedimiento están la posibilidad de conformar materiales de es considerablemente más elevado que el del latón alfa. Las aleaciones
resistencia elevada sin gran recuperación elástica, la facilidad del metal que presentan una segunda fase dura localizada a lo largo de los lími-
para fluir en los entrantes de la matriz y el logro de ciertas formas tes de grano plantean dificultades considerables para la conformación,
que no pueden obtenerse por otros procedimientos. debido a la tendencia a que se produzca fraotura a lo largo de esos
límites de grano.
17 -4. Efecto de las estructuras metalúrgicas en los procesos Como resultado del trabajo mecánico, las partículas de una segun-
de conformación.-Las fuerzas necesarias para realizar una operación da fase tenderán a tomar la forma y distribución que groseramente
de conformación están relacionadas directamente con el límite elástico corresponde a la deformación del cuerpo como un todo. Las partículas
del material que se trabaja, y dicho límite, a su vez, depende de la de segunda fase o inclusiones, que son originalmente esféricas, se dis-
estructura metalúrgica y la composición de la aleación. En los metales torsionan en la dirección principal de trabajo tomando una forma
puros la facilidad para el trabajo mecánico disminuye al aumentar el elipsoidal si son más blandas y dúctiles que la matriz. Si las partículas
punto de fusión. Puesto que la temperatura mínima de recristalización son más duras y resistentes que la matriz, se mantendrán esencial-
es aproximadamente proporcional al punto de fusión, la temperatua mente indeformadas 1• La orientación de las partículas de Ja segunda
mínima de trabajo en caliente aumentará también con el punto de fu- fase durante la conformación en caliente o en frío y la fragmentación
sión. En una aproximación grosera, la tempertura mínima de recrista- de los granos durante el trabajo en frío son responsables de la estruc-
lización es la mitad del punto de fusión. La adición de elementos de tura fibrosa típica de los productos forjados. La estructura de fibra
aleación eleva, en general, la curva de fluencia cuando forman solución puede ponerse de manifiesto por macroataque (Fig. 17-3). El examen
sólida y las cargas de conformación aumentarán proporcionadamente. microscópico de los productos forjados muestra frecuentemente el
Puesto que los aleantes que forman solución sólida hacen descender resultado de este fibrado rnecánico ( Fig. 17 -4). U na consecuencia del
el punto de fusión, para eludir el peligro de la fragilidad en caliente fibrado mecánico es que las propiedades mecánicas pueden ser dife-
es necesario emplear temperaturas máximas de trabajo más bajas. rentes para distintas orientaciones de las probetas de ensayo con res-
Las características del trabajo plástico de las aleaciones de dos fa- pecto a la dirección de la fibra (dirección principal de conformación).
ses dependen de la distribución microscópica de la segunda fase. La En general, la ductilidad en tracción, las propiedades de fatiga y las
presencia de una fracción grande, en volumen, de partículas uniforme- de choque serán más bajas en la dirección transversal (perpendicular
mente dispersas de una fase dura, como es el caso de las aleaciones a la fibra) que en la longitudinal.
SAP de alta temperatura, incrementa mucho el límite elástico y hace Las características de una aleación se modifican si sufre una pre-
el trabajo muy difícil. Si las partículas de la segunda fase son blandas cipitación o un cambio de fase inducidos por la deformación. Si se
solo modifican escasamente las características de trabajo. Si estas par- produce una reacción de precipitación mientras el metal se está con-
tículas tienen un punto de fusión más bajo que la matriz, se presen- formando, aumenta el límite elástico y, lo que es más importante, dis-
1 H. UNKEL: J. lnst. Metals, vol. 61, págs. 171-96, 1937; F. B. PICKERING:
·1 T. C. DuMOND: Metal Prog., vol. 74, págs. 68-76, 1958. J. /ron Steel Inst. (Londres), vol. 189, págs. 148-59, 1958.
SEC. MECANICA DE LA CONFORMACION DE LOS METALES

492 FUNDAMENTOS GENERALES DEL TRABAJO DE LOS METALES [CAP. 17


17-5. Mecánica de la conformación de los metales.-Uno de
minuye la ductilidad y puede producirse el agrietamiento. La fragilidad los primer()S obj~tiyos de la investigación relativa a la conformación
causada por precipitación aparece cuando el trabajo mecánico se rea- .. de los''füetáles' es llegar a exl?resar las fuei;ws y las deformaciones
liza a una temperatura justamente por debajo de la línea del solvus 1 implicadas en los procesos en el lenguaje matemático de --fa-ñiecáii1ca
o cuando se trabaja el metal en frío, después de haberlo calentado a aplicada, para poder prec1ecir las fuerzas que se 11ec:esitan para obte-
la temperatura de dicha línea. Como la precipitación es un proceso ner una forma determiiada. Como las fuerzas y las deformaciones sue-
controlado por la difusión', es más probable que se produzca cuando len ser muy complejas, para llegar a soluciones de fácil utilización_ es
la velocidad de conformación es pequeña y la temperatura elevada. necesario emplear lfíp~t~?!S ~i!llplificativas. Esta ramélde--fá mecánica
Para facilitar la conformación de las aleaciones envejecibles de alumi- forma parte de la teoría de la plásticiaad~-~de la que nos ocupamos en

FIG. 17-3.-Estructura de fibras de un producto forjado, puesta de manifiesto FrG. 17-4.-Estructura de fibras y bandas de segregación en la dirección lon-
por macroataque. Cinco aumentos. gitudinal de una chapa de acero suave laminada en caliente. 100 aumentos.

nio es frecuente refrigerarlas inmediatamente antes de la conformación el capítulo 3, y que hemos de revisar antes de completar este capítulo
para suprimir la reacción de precipitación. y los siguientes que restan de la obra.
El ejemplo práctico más notable de cambios de fase inducidos por La teoría de la plasticidad ha experimentado avances importantes
la deformación se encuentra en ciertos aceros inoxidables austeníticos desde la segunda guerra mundial, mediante los cuales se ha intentado
cuyos contenidcs de cromo y níquel dan lugar a una fase austenita mejorar la precisión de las predicciones de las ecuaciones de la con-
inestable. Cuando estas aleaciones se deforman en frío se transforma formación de los metales. La mayoría de este trabajo implica el empleo
la austenita en ferrita a lo largo de las líneas de deslizamiento, por un de la teoría de los campos de líneas de deslizamiento, que describi-
mecanismo martensítico, y provoca un incremento en el límite elástico mos brevemente en la sección 3-12. En muchos casos el uso de estos
mayor que el que produciría la sola deformación. La formación de métodos avanzados proporciona una mejor comprensión de los proce-
esta fase se aprovecha frecuentemente para aumentar el límite elástico sos de conformación, pero esta información adicional no se puede lo-
de los productos laminados en frío, pero si la transformación ocurre en grar sin complicar considerablemente los tratamientos matemáticos.
proporción excesiva en las regiones de gran deformación local, puede No es posible hacer un análisis basado en la teoría de los campos de
producirse agrietamiento durante la conformación. deslizamiento con las solas bases presentadas en el capítulo 3, por lo
que al discutir en los sucesivos capítulos los aspectos matemáticos es-
1 Límite, en el diagrama de equilibrio, de la región de una solución sólida.
494 FUNDAMENTOS GENERALES DEL DE LOS METALES 17 DE LA CONFORMACION DE LOS METALES

pecíficos de los procesos de conformación, solo deduciremos las ecua- drostática elevada. Esto explica por qué materiales nominalmente
ciones más sencillas. Cuando los tratamientos avanzados sean aplica- frágiles se pueden extrusar frecuentemente con éxito, ya que en este
bles daremos las referencias relativas a ellos. proceso se desarrolla una compresión hidrostática elevada por la re-
Las descripciones matemáticas de los procesos de conformación acción entre el material que se extrusa y el cuerpo de extrusión.
de importancia tecnológica fueron desarrolladas por Siebel 1 y otros En la conformación de los metales se producen grandes deforma-
autores alemanes, basándose en la hipótesis de que el criterio adecuado ciones y ello justifica la importancia de expresar tensiones y defor-
para describir las tensiones capaces de producir flujo plástico era el maciones como tensiones y deformaciones reales o naturales. Con muy
de la ley de la máxima tensión cizallan te 2 : buena aproximación, se puede suponer que el volumen se mantiene
constante durante la deformación. Ello conduce a las útiles relaciones
[17-1]

El trabajo posterior demostró que el criterio de fluencia de Von Mi- o bien [17-3]
ses, o de la energía de distorsión (Ec. [17-2]), daba resultados que es-
taban más de acuerdo con los experimentales:
Se admite con frecuencia que el incremento de deformación es pro-
[17-2] porcional a la deformación total. Esta deformación proporcional con-
duce a la ecuación
Por tanto, es preferible el criterio de fluencia basado en la energfa
de distorsión, que será el que se empleará en la mayoría de los análisis [17-4]
Ez
de la conformación que se darán en los capítulos siguientes. Sin em-
bargo, como hemos visto en la sección 3-4, los criterios de la tensión
cizallante máxima de 1a energía de distorsión conducen a resultados que suele ser muy útil para integrar ecuaciones que incluyen la dife~
que difieren, como mucho, en solo un 15 %, por lo que, teniendo en rencial de la deformación.
cuenta las imprecisiones que se presentan en el análisis de algunas Una premisa básica de la teoría de la plasticidad es la de que para
de las operaciones complejas de conformación, se pueden considerar deformaciones de tracción o compresión equivalentes se producen en-
ambos criterios como equivalentes. Por estas razones se utilizará la durecimientos por deformación también equivalentes. Para una defor-
ley de la tensión cizallante máxima en todas las ocasiones en que su mación de tracción E1 igual a una de compresión E2 se puede escribir
aplicación simplifique considerablemente el análisis. L1 _ h1 h0
Un aspecto importante de la teoría de la plasticidad es la hipótesis E1 = -E3 =ln - = -ln-=ln-
de que la introgqfción o la. ~limiuadún de una tensión hidrostática o L0 h0 h1
media no afecta al límite elástico ni al estado dé ··aaoiñiaciün.· Se con-
sidera que desviador de tensiones (Sec. 2-14) es el único que tiene L1 h0
importancia para le producción del flujo plástico y él es el término de
tensión que aparece en las ecuaciones de plasticidad (véase Ec. [3-42]). ~=l + h1-ho
Esta hipótesis está confirmada por el hecho experimental de que e] ho
límite elástico a que comienza el flujo plástico no depende de la ten-
sión media. Sin embargo, la presión hidrostática modifica e! fluj~) plás- De la hipótesis de la constancia de volumen
tlm. cuando las deformacionesscfü.·-granaes·;··y ª~IIle,ntan<l(). dicha· .p~e­
ª!§.11 s~.~!t;Yél.. la curva de fluencia en la región ·ae las·· deformaciones
grandes. Además, como se ha indicado en la sección 7-16, aumenta la
~~~-tgi.9:élcLde los metales en tracción cuando existe uná-presión ·hi- y, por tanto,
1 Una excelente revisión del trabajo de E. Siebel se encuentra, en inglés, [17-5]
en una traducción debida a J. H. Hitchcock; fue publicada semanalmente en
la revista Steel desde el 16 de octubre de 1933 al 7 de mayo de 1934.
2 En gran parte de la literatura dedicada a este campo se emplea el sím-
bolo k para el límite elástico o tensión de fluencia 0"0• En este texto emplea- La Ec. [17-5] expresa e1 hecho de que, para deformaciones iguales, la
mos k para representar el límite elástico en cizallamiento. reducción de la sección transversal es igual a la reducción de altura o
496 FUNDAMENTOS GENERALES DEL TRABAJO DE LOS METALES [CAP. 17 MECANICA DE LA CONFORMACION DE LOS METALES

de espesor. En los experimentos de conformación de los metales es se comprime entre dos yunques planos. En este ensayo el metal está
frecuentemente útil emplear estos parámetros en lugar de las defor- sujeto a compresión plana, puesto que no hay deformación en la direc-
maciones. ción del ancho de la chapa. Con este método se han obtenido curvas
La c1g~_y_a_~_Jl ue11_cia (curva real tensión -deformación) determina- de fluencia para cierto número de aceros y metales no férreos 1•
da pafcl tracción o-compresión es la relación fundamental referente al En. ,muchas operaciones de conformación plástica, tales como la
comportamiento del material en cuanto al endurecimiento por defor- extrus10n, se alcanzan deformaciones mucho mayores que las que pue-
mación. Se em¡:>l~a. para determinar el límite elástico, cr0, en el cálculo den obtene:se e.n un ensayo de t.e_nsión o compresión. Es posible lograr
de las cargas de confüririacion. El valor del límite elástico, por su- buenas estimac10nes de la tension de fluencia, para reducciones tan
puesto, depende de la temperatura, la velocidad de deformación, la grandes como el 70 al 80%, representando cr0 en función del logaritmo
de la deformación y extrapolando linealmente 2•
En el trabajo en caliente el comportamiento del metal se aproxima
al de un material plástico ideal; la tensión de fluencia se mantiene
curvo. d~ fluencia
). const~nte, y es independiente de la deformación para temperaturas y
velocidades de deformación determinadas. Teniendo en cuenta el en-

1
O":med
durecimiento por deformación, en el caso del trabajo en frío, es cos-
1
tumbre emplear un valor constante de la tensión de fluencia que sea
1 un promed10 de la deformación total; así se indica en la figura 17-6.
1 Otra alternativa para facilitar el complejo tratamiento matemático
1 consiste en incluir en el análisis una expresión matemática de la curva
de fluencia. Lo usual es limitarse a una simple función potencial como
o 10 20 30 40 50 o E!t
la de la Ec. [3-1].
detormaclon real 6
Para describir el flujo plástico, es tan importante indicar las con-
FIG. 17-5.-Curva de fluencia construi- FIG. 17-6.-Método de empleo del diciones geométricas del flujo con respecto al sistema de tensiones
da a partir de curvas de tensión-de- límite elástico o tensión de fluencia
medios para compensar el endureci- e.orno el po?e,r p~ede?i: la clase de, tensión que produce el flujo plás-
formación obtenidas después de dife-
rentes proporciones de reducción. miento por deformación. tic.º: Una hipotes1s bas1ca de la teona de la plasticidad, que es de gran
utilidad en este aspecto, es la de que, en cualquier instante del proceso
historia previa de deformación del material y, en su caso, la existencia de deformación, las condiciones geométricas de las velocidades de
de transformaciones inducidas a que nos hemos referido en la sección defo:mación son las mismas que las de las tensiones, es decir, que las
anterior de este capítulo. En la maygi:í_ªq~)as Qperaciones industriales tens10nes y las deformaciones son coaxiales. Es una buena hipótesis
de conformación, el endureci111J~~t~J2gr d~f?r!Tiación que se produce para defo_rmaciones no excesi'~1 amente grandes, pero para las muy gran-
para una reducción dada es mayor que___ el qúe.püede deducirse de la des. los sistemas de deformac10nes y tensiones no son idénticos. Si los
P~,rámetros de Lod.e de tensiones y de deformaciones son iguales (sec-
curva de fluei,1da en tracción. Esto se debe a que el metal sufre flujo
no-·uniforme durante la deformación, ya que no se le permite ~fluir c10n. 3-5), las tens10nes y deformaciones plásticas pueden considerarse
lihremeñte:-Las regiones ligeramente deformadas imponen un impedi- coaxiales.
mento al flujo plástico, de la misma manera que ocurre en el caso de Como en los procesos de conformación plástica nos encontramos
una entalla (Sec. 7-12), y el límite elástico o tensión de fluencia con deformaciones del orden de la unidad, las deformaciones elásticas,
aumenta. ~é:!:._jQrma de determinar la cµrva de fluencia en los casos que solo son del orden de 0,001, son despreciables y podemos consi-
en los que la deformación no es uniforme consiste en hallar los valores derar al metal como un material rígido plástico. Las regiones del metal
del límite elástico para djf~r~_IlJt;s reducciones ocurridas en el proceso que. solo ,se. han , d~formado elásticamente y las que están entre los
de conformación que se estudia (Fig. 17-5). Un método para determi- limites elastico-plast1co, en las que se ha sobrepasado el límite elástico
nar la tensión de fluencia o límite elástico de los metales trabajados pero el flujo es impedido por las regiones elásticas, se consideran
r~gidas. En el an~lisis, relativamente sencillo, de la conformación plás-
en frío, que se emplea frecuentemente en Inglaterra 1, consiste en me-
dir la presión necesaria para producir flujo plástico cuando una chapa tica, que es el obJeto de los capítulos siguientes, solo se tiene en cuenta

~R. B. SIMS: /. !ron Steel lnst. (Londres), vol. 177, págs. 393-99, 1954.
A. B. WATTS y H.
1 FoRD: Proc. Inst. Mech. Engrs. (Londres), vol. IB, R. J. WILCOX y P. w. WHITTON: J. lnst. Metals vol. 88 pá 0 s 145-49
págs. 448-53. 1952-53. 1959-60. ' , o •

DIETER.-32
DE LOS METALES SEC. DE DEFORMACION

el flujo en las regiones completamente plásticas del cuerpo. Empleando y hay constancia de volumen, de 3 = - de 1 - de 21
la teoría más avanzada de los campos de deslizamiento es posible to-
mar en consideración las tensiones y deformaciones en las regiones [17-íO]
elásticas y plásticas y en los límites elástico-plástico.
De la Ec. [3-48] se deduce que
17-6. Trabajo de deformación plástica.-El trabajo total nece-
sario para producir una forma por deformación plástica puede descom-
ponerse en cierto número de trabajos parciales. El trabajo de defor- ll7-ll]
mación W d es el trabajo necesario para que todo el volumen pase de
la sección inicial a la final por deformación uniforme. Una parte del
trabajo total se consume, frecuentemente, como trabajo superfluo W,.. y sustituyendo en [17-10], y simplificando,
Este es un trabajo de .deformación interna que no interviene en un
puro cambio de forma. Por último, una parte del trabajo total se em- -d (0-1 -0-2) 2 + (0-2 - 0-3)2+ (0-3 - 0-1) 2
dwd- €¡--~-----------~· [17-12]
plea en vencer las resistencias de fricción en las intercaras entre el - 0-2 - 0-3
metal conformado y las herramientas. El trabajo total puede, por tan··
to, descomponerse en la suma Teniendo en cuenta las Ecs. [3-12] y [3-47] es posible simplificar la
ecuación anterior a
[17-61 2
~dt [17-13]
3A.
De estas consideraciones se deduce que el trabajo de deformación
es la energía mínima que debe consumirse para llevar a cabo un pro-
ceso particular de conformación. Es igual al área comprendida entre Para integrar esta ecuación hay que conocer la función que liga la
la curva real tensión-deformación y el eje de abscisas, multiplicada variable A con la deformación. A está dada, en términos de la tensión
por el volumen total, y deformación efectivas, por
[17-7] a- dt
d€
El rendimiento de un proceso de conformación está expresado por la
relación entre el trabajo de deformación y el trabajo total y como la tensión efectíva, en el criterio de energía de distorsión para
. . wd la fluencia, es igual a la tensión uniaxial de fluencia o-0, se puede es-
Rend1m1ento ='Y}= WT [17-8] cribir
[17-14]
El trabajo total se suele medir con un vatímetro conectado en el cir-
cuito eléctrico del motor del equipo de conformación. Cifras típicas para
el rendimiento son las del 30 al 60% para la extrusión, el 50 al 75 % Sustituyendo en la Ec. [17-13]:
en el trefilado y el 75 al 95% en la laminación de chapa 1•
El análisis que damos a continuación 2 para el trabajo de confor- 2o-o2 3d€ dt -
dWd=-----=o-o de [17-15]
mación plástica supone que el metal es un material plástico ideal que 3 20-0 dt
obedece al criterio de deformación de Levy-Von Mises o de la energía
de distorsión (Sec. 3-9). Si dW d es el in cremen to del trabajo por uni- De la definición de deformación efectiva,
dad de volumen que se disipa durante incrementos infinitesimales de
deformación de11 de2 y dE3,
[17-9]
1J. G. W1sTREICH: J. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 180, pág, 54, 1955. y de la constancia de volumen,
2O. HoFFMAN y G. SACHS: "Introduction to the Theory of Plasticity for
Bngineers", págs. 52-54, McGraw-Hill Book Company, Inc .. Nueva York, 1953 .
500 FUNDAMENTOS GENERALES DEL TRABAJO DE LOS METALES (CAP. 17 LA FRICCION EN LAS OPERACIONES DE CONFORMACION

se llega para la Ec. [17-16] a unas regiones no pueden deformarse, mientras otras se encuentran for-
zadas a adaptarse a una forma determinada, es necesario que el metal
2
d"E = _ ( dE 12+ de 1 de2 +del) 112 [17-17] pueda deformarse sin que se produzcan deformaciones localizadas. El
J3 alargamiento uniforme Eu es una medida de tal posibilidad. Como
e11 = n, se comportará bien un metal cuyo coeficiente de endurecimiento
Para el caso de deformación proporcional, se puede integrar la ecua·· por deformación sea elevado. En operaciones de conformación con
ción [17-15] para obtener el trabajo total ideal por unidad de volu- chapa, como el plegado, el perfilado con rodillos y la estampación.
men: el límite de formabilidad es la capacidad de la chapa para deformarse
sin fractura. La estricción es una indicación cualitativa de este límite.
Wd= dWc1f [17-18] Un ensayo cualitativo para estimar la capacidad de conformación de la
chapa es el ensayo de doblado. Las muestras de chapa se doblan
alrededor de radios progresivamente más pequeños hasta que se for-
l 7 ª 7. Ensayos y criterios de form~biliáad.-El é.x~ to de una man grietas en la cara de tensión (cara externa). El radio mínimo de
operación de conformación estriba en aplicar. ,fuer.zas suficientes p~r.a doblado se toma como el más pequeño que puede emplearse sin agrie-
vencer la resistencia del metal a la deformac10n sm agotar su ductili- tamiento. Suele expresarse en múltiplos del espesor de la chapa, es
dad. Como es lógico, se ha intentado predecir el éxit~ de las opera- decir, un radio de doblado 2T indica una chapa más dúctil que una
ciones de conformación sobre la base de ensayos sencillos de Ia"?ora- de radio 4T.
torio. Se puede obtener informaci<~m de confi~;iza sobre . las tens10nes
de fluencia necesarias para producir deformacion a v~l-°-~i~ades peque- 17-8. La fricción en las operaciones de conformación.-En la
ñas con los ensayos de tracción y compresión, pero estos ensayo~ no conformación de los metales es muy importante tomar en considera-
se pueden aplicar para determinar con exactitud los datos relativos ción las fuerzas de fricción engendradas entre la pieza que se trabaja
a velociciades. de deformación grandes.~ . y las herramientas, ya que aumentan materialmente la resistencia a la
Dada···Ía.. imposibili~~?: de oOf~datos seguros de la resistencia a deformación 1• Son muy difíciles de medir y constituyen el factor más
la deformacion-aé-·fos· metales en el trªl:>ajQ _cl:e ___~gp.J.OJIDE:~i_QQ... ~~--':.ª~ incierto en el análisis de las operaciones de conformación. Se emplean
liente a velocidades elevadas, se ha desarrollado cierto número de en- diversos métodos de lubricación para aminorar todo lo posible las
<sayós para evaluar la formabilidad en caliente de lo~ materiale~. El fuerzas de fricción. En realidad, la posibilidad de encontrar un lubri-
ensayo de un solo golpe 1 se ha usado dur~nte m1:1chos ~nos para estimar can te adecuado suele determinar el éxito o el fracaso de una operación.
si un metal puede o no trabajarse en caliente sm agnetar:i;ento. Se h.a La extrusión en caliente del acero no fue factible comercialmente hasta
encontrado buena correlación entre los resultados de torsion Y la apti- que se empleó como lubricante el vidrio fundido en el proceso Ugine-
tud para algunas operaciones de conforma~ión en calien~e, tales co~o Sejournet, y la extrusión en frío del mismo material no puede reali-
la forja y el punzonado de redondos macizos para ~~bncar tubos. sm zarse sin emplear un recubrimiento de fosfato como lubricante.
costura 2, 3, En este ensayo se somete el metal a tors10n y a veloc1~ad . La fricción entre la pieza y las herramientas origina tensiones ciza-
elevada. El par necesario para la torsión de la probeta es una me~1da llantes a lo largo de las superficies en contacto. La relación entre la
de la tensión de fluencia, y el número de vueltas hasta la rotura sirve tensión cizallante T, la tensión normal a la intercara entre pieza y he-
como criterio de ductilidad. rramienta, a-, y el coeficiente de frotamiento f, se expresa en general
Las medidas usuales de la ductilidad que se obtienen del ensayo por la ley de Coulomb del frotamiento por resbalamiento:
de tracción, es decir, el alargamiento y la estricción, solo dan una
indicación muy grosera de la facilidad con que podrá conf?rn:ars~, el
metal sin agrietarlo. Sin embargo, se p17e~e obtener una. :nd1cac10n, !_=f [17-19]
a-
por lo menos cualit~tiva, de las ,c~~acter~st1cas de formab1hdad de la
chapa metálica mediante un analis1s ma~, detallado de la curva de El valor del coeficiente de frotamiento depende del material que se
tracción. En las operaciones de conformac10n de la chapa, en las que trabaja, del material de las herramientas o matrices, de la rugosidad
de las superficies de pieza y herramienta, de la eficacia del lubri-
1 o. W. ELLIS: "Workíng of Metals", American Society for Metals, Metals cante, de la velocidad de deformación' y de la temperatura. La fricción
Park, Ohio, 1937, págs. 943-66.
2 H. K. !HRIG: Trans. AIME, vol. 167, págs. 749-90, 1946.
1 Puede verse un método de medida en G. T. VAN RooVEN y W. A. BACKO·
3 C. L. CLARK y J. Russ: Trans. AIME, vol. 167, págs. 736-48, 1946.
FEN: T. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 186, pág. 235, 1957.
502 FUNDAMENTOS GENERALES DEL DE LOS METALES BIBLIOGRAFIA 503

aumenta con el movimiento relativo de pieza y herramienta, pero dis- según sea la aplicación. Las retículas pueden dibujarse o aplicarse po1
minuye apreciablemente para altas velocidades. Los coeficientes de fro- métodos fotográficos. Sin embargo, no es mucha la información que
tamiento más bajos son del orden de 0,01 a 0,05. Estos valores se puede obtenerse de estas retículas. situadas en la superficie de la5
encuentran para velocidades elevadas, excelente lubricación y super".' piezas. El flujo en el interior del material se puede estudiar cortando
ficies bien pulimentadas en las herramientas. Algunos valores típicos 1 la palanquilla por la mitad, imprimiendo una rejilla en las dos caras,
son f = 0,05 para la laminación en frío del acero suave con lubricación adosándolas de nuevo y mecanizando luego a una forma simétrica. En
abundante, y f = 0,05 a 0,15 para el estirado en frío y la embutición ciertas circunstancias puede determinarse la deformación interna em-
profunda del acero, el cobre y el latón, empleando matrices con su- bebiendo una rejilla de plomo en la pieza colada. La ·distorsión de la
perficies pulimentadas duras y lubricantes eficaces. Un valor de f=0,10 rejilla de plomo se puede seguir radiográficamente. Algunas veces se
es típico para la laminación en frío de la mayoría de los metales, em- insertan clavijas en las piezas y se mide su distorsión por secciona-
pleando cilindros pulimentados, pero si la superficie del cilindro solo miento f observación en el microscopio.
tiene un acabado de rectificado, es más frecuente un valor de f =0,15. Las técnicas metalográficas son útiles para determinar regiones de
Los coeficientes de frotamiento suelen ser mayores en los trabajos en fuerte deformación. La dirección del flujo se puede observar por el
caliente, porque la oxidación embasta las superficies del material tra- alargamiento de los granos y el alineamiento de partículas de una
bajado y de las herramientas. En la laminación del acero a temperaturas segunda fase y de las inclusiones. Una estructura inicial en bandas
de 400 a 900 ºC se encuentra un valor f = 0,5, pero por encima de los constituye un sistema de retícula interna monodireccional. Para la ma-
1100 ºC el coeficiente cae al valor 0,2, porque se modifican las carac- yoría de los metales existen reactivos que atacan selectivamente a las
terísticas de fricción de la película de óxido. regiones deformadas plásticamente. Como Ja recristalización suele ini-
ciarse primeramente en los granos más intensamente deformados, puede
17-9. Técnicas experimentales para el análisis de la confor- comprobarse la existencia de deformación no homogénea observando
mación.-Las investigaciones experimentales de las operaciones de la estructura del metal deformado en frío y luego recocido.
conformación requieren técnicas de medición de las cargas y las defor- Algunas veces se emplean modelos de plasticina 1 para el estudio
maciones. La medida de las fuerzas no presenta problemas especiales, de la deformación heterogénea en las operaciones de conformación.
aunque se requiere mucho ingenio para instrumentar todas las piezas La deformación de la plasticina es análoga a la de un material plástico
del equipo de conformación. Para estas medidas se emplean galgas SR-4, ideal, y por esta razón son de utilidad los modelos de este material
celdas de carga, galgas de capacitancia y galgas piezoeléctricas. La para comprobar el análisis teórico de l~s operaciones de conformación.
macrodeformación de la pieza trabajada se mide con aparatos ordina- En el interior de la plasticina es fácil embeber rejillas y basta con un
rios, pero la información realmente necesaria se refiere a la distribución equipo muy ligero para deformar el material. Se han realizado estudios
de la deformación en todos los puntos de la pieza. La mayor parte de parecidos empleando cera de parafina 2•
las teorías de la conformación suponen que el metal se deforma ho-
mogéneamente, pero hay pruebas de que la deformación heterogénea
es la condición general encontrada en las operaciones industriales. Las BIBLIOGRAFIA
teorías de la conformación plástica basadas en los campos de desli-
zamiento han intentado tener en cuenta la falta de homogeneidad de BURTON, M. S.: "Metalurgia aplicada'', Aguilar, Madrid, 1961.
la deformación, pero se necesita todavía mucha información experi- SACHS, G. : "Fundamentals of the Working of Metals", Interscience Publishers,
mental sobre la naturaleza de la deformación en las operaciones de Inc., Nueva York, 1954.
y K. R. VAN HoRN: "Practica! Metallurgy", American Society for Metals,
conformación para poder establecer campos de líneas de deslizamiento
Metals Park, Ohio, 1940.
más ajustados a la realidad.
La mayoría de los estudios 2 de la deformación en las operaciones
de conformación emplean retículas aplicadas al material. Se deforma 1 A. P. GREEN: Phil. Mag., vol. 42, págs. 365-73, 1951.
2 J. w. BARTON, c. BODSWORTH y J. HALLING: J. !ron Steel lnst. (Londres)
en diferentes grados un número dado de probetas idénticas y se de- vol. 188, págs. 321-31, 1958.
termina el progreso de la deformación a partir de la distorsión de
la retícula. Se emplean retículas de coordenadas cartesianas y polares 1

1 HOFFMAN y SACHS, op. cit., pág. 65.


2 H. P. TARDIFF: Steel Processing and Conversion, vol. 43. págs. 626-32.
643_-44, 650, 1957.
CLASIFICACION DE LOS PROCESOS DE

drica (Fig. 18-1 d), el flujo máximo se producirá paralelamente a las


caras más estrechas.
Los efectos de la fricción, que frena el flujo del metal, son de uti-
lidad para conseguir diversas formas con herramientas sencillas. El
CAPITULO 18 rebordeado se hace con estampas, para dar forma a los extremos de
las barras y acumular metal. Como muestra la figura 18-2, a y b, las
FORJA
estampas solo permiten al metal el flujo libre necesario para llenarlas.

18-1. Clasificación de los procesos de forja.-Se puede d :finiI


la forja como el procedimiento de trabajar los metales, para darles
!
formas útiles, mediante el martillado o prensado. Es la forma más
antigua de trabajar los metales, encontrándose sus antecedentes en la
labor de los herreros y en las fraguas de los tiempos bíblicos y mito-
lógicos. La revolución industrial significó la sustitución del brazo del
herrero por las máquinas, y en la actualidad hay una extraordinaria
variedad de maquinaria de forja que permite obtener piezas con tama- (al (b) (el
ños que van desde un remache, a un rotor de turbina o un ala entera
de aeroplano.
La mayoría de las operaciones de forja se realizan en caliente, aun-
que algunos metales se pueden forjar en frío. Existen dos clases fun-
damentales de equipos para forja. Una incluye los diversos tipos de
martillos o martinetes de forja, que atacan la superficie del metal con
golpes rápidos, y la otra, las prensas de forja, que someten el metal
auna~füerza de compresión de ~~-'i--X~Ig~ictª<i· En la forja por mar-
tillado alcanza la pre~i<)n su intensidad máxi111a en el momento en que
el martillo fofa al metal-y--dismirruye--rápidamente cuando la energía
del gülpe-- se consume en la deformación del metal. En consecuencia, (d) (el

la forja por martillado produce, en primer lugar, ladeformación de


FIG. 18-1.-Ejemplos del flujo del metal en la forja por recalcado.
las e:J2~§__ §llP_~Jfi9iales del metal. Al forjar en lé1_jfr~g§_a, Jª __ :12_r_e_siCS.n a) Cilindro preparado para la forja; b) flujo ideal en la forja; e) aba-
aumenta cuando el metal se está deformando y alcanza su valor má".' rrilamiento debido a la fricción entre las estampas y el material;
i{iiú)precisamente cuando ,deja de élPlicélrse el esfuerzo. Por- tarifó,- Iá d) perfil rectangular delgado antes del recalcado; e) perfil rectangular
forja en la prensa produce una. zona deformada más profunqa. después del recalcado.
En la i.Qrja libre se emplean herramientas de forma muy sencilla.
Por este procectimiento se fabrican piezas muy grandes o piezas de las Por estrangulación o degüello se reduce el espesor de una reg10n del
que han de elaborarse pocos ejemplares. La operación más sencilla es material. El metal fluye desde el centro de la herramienta (Fig. 18-2 e).
el ~cadº--_d~JJlLSHi!l<iro entre dos herramientas planas (Fig. 18-1). Un ejemplo de este tipo de trabajo puede ser el de la forja de una
Las fuerzas de compresión hacen fluir el metal en todas direcciones, biela de un motor de explosión. La disminución de la sección trans-
por lo que, idealmente, el producto final sería un cilindro de mayor versal con aumento de la longitud es la finalidad de las operaciones de
diámetro y menor altura (Fig. 18-1 b). La existencia de fricción entre estirado (Fig. 12-2 d); puede hacerse con herramientas cóncavas
las herramientas y el metal, que no puede evitarse, da luga:i; a que (swaging, Fig. 18-2 e). Otras operaciones que pueden hacerse por forja
el flujo sea menor en dichas intercaras que en el centro, por lo q11e son: plegado o doblado retorsión, punzonado (Fig. 18-2 f), troquela-
1

la forma final es un cilindro abarrilado, con mayor diámetro hacia la do (18-2 g), etc.
mitad de su altura (Fig. 18-=Ic)~Este--ejemplo indica que generalmente La forja con estampas o estampación emplea matrices o estampas
el metal flqye~c_on más fél_ªliq~d hacia la superficie libre más próxima, mecanizadas que pueden producir piezas con estrechas tolerancias en
que es el lugar de menor resistencia. Si la pieza no -tiene forma cilín- dimensiones. Las estampas son caras, por lo que la estampación se
504
justifica solamente cuando han de producirse series grandes. En este resulta difícil tomar exactamente esta cantidad, se suele emplear un
tipo de forja suele empezarse por rebordear y estrangular las palan- ligero exceso de metal. Cuando las estampas se juntan, en la fase de
quillas para poder colocar convenientemente el metal para la forja sub- acabado, este exceso de metal es expulsado de la cavidad en forma
siguiente. La palanquilla así preconformada se coloca en el hueco de de una cinta delgada de metal que forma la rebaba o "alas" de forja.
las estampas de desbaste que le dan una forja para aproximarlo a la Para evitar que las alas sean muy anchas se dispone un canal de
rebaba (Fig. 18-3). La fase final de la
estampación es, por tanto, la elimina- estampa superior
ción de las alas cortándolas con una /;
estampa adecuada (trimming die). La
forja por estampación puede hacerse
con martinete o en la prensa. Cuando
se trabaja en la prensa cada fase de
la operación se hace con estampas in-
dependientes y en prensas independien-
tes, mientras que en la forja con mar-
{al {b) t tillo o forja por caída se emplea un estampa inferior
solo bloque de estampas, en el que es-
tán mecanizadas las necesarias, y un FrG. 18-3.-Sección transversal
solo martillo. En la forja en la prensa de las estampas de forh.
cada fase se realiza en una sola opera-
ción de prensado, mientras que en la forja por caída se dan múltiples
golpes para realizar cada fase.

18-2. Equipos para forja.-En los martinetes de forja la caída


del martillo suministra la fuerza. Hay dos tipos básicos: los mecáni-
cos, de tabla, y los de vapor (Fig .. 18-4 ). En los primeros la maza y
{el
la estampa se elevan cuando la tabla es agarrada por dos cilindros ;
al soltarla, la maza cae por gravedad. La energía suministrada por
golpe es la potencial perdida en la caída, y, por tanto, es igual al peso

m
de la maza multiplicado por la altura de caída. Los martillos se dis-
tinguen por el peso de la maza, que puede oscilar entre, p. <ej., 200 Kg
y una altura de caída de 80 cm y 3500 Kg y 200 cm de caída. Con
esta clase de equipos pueden forjarse piezas de hasta 50 Kg de peso,
aproximadamente.
(el (g) Para forjar piezas más grandes, de 500 a 25 000 Kg, se emplean
los martillos de vapor. En ellos se admite vapor por la parte inferior
FrG. 18-2.-0peraciones de forja. a),. b) Rebordeado; e) estrangulación; d) es-
tirado; e) estirado con herramientas cóncavas; f) punzonado; g) troquelado.
del cilindro para elevar la maza, y por la parte superior para acelerar
la caída. La velocidad de caída de la masa depende, por tanto, de la
presión del vapor; la energía cinética de la maza, que es la que se
forma final. En esta fase suele producirse el cambio casi completo de aplica en cada golpe, es
forma del metal. Seguidamente se pasa a las estampas de acabado, en Mv 2
el que se forja a la forma y dimensiones finales. Las estampas de des- W=- [18-1]
2g
baste y las de acabado se mecanizan en el mismo bloque de estampar. siendo:
Es frecuente que en los bordes de este mismo bloque se practiquen las
impresiones para la estrangulación y el rebordeado. M =masa de la maza en kilogramos,
Es muy importante que la pieza en bruto tenga metal suficiente v =velocidad de la masa en metros por segundo,
para poder llenar completamente la cavidad de las estampas. Como g=aceleración de la gravedad, 9,81 m/seg 2•
508 FORJA [CAP. 18 -~

Se pueden obtener velocidades de choque superiores a los 10 m/seg. les contrapuestas. Las dos mazas golpean la pieza a velocidad elevada
Una característica importante de los martillos de vapor es que puede y prácticamente toda la energía es absorbida por el materiaL
controlarse fácilmente la fuerza del impacto, lo que no es posible en Las prensas de forja pueden ser mecánicas o hidráulicas. Las pren-
sas se catalogan según la fuerza o carga aplicada al final del recorrido.
La mayoría de las prensas mecánicas funcionan por el principio de la
excéntrica (Fig. 18-4). Se construyen c,on capacidades de 100 a 2000 ton.
Las prensas hidráulicas verticales suelen tener la cámara de presión
en la parte superior de la prensa (Fig. 18-4). En ellas se crean ele-
cilindro vadas presiones en el cilindro acumulador, empleando aceite o agua
como medio hidráulico. Las prensas de esta clase se construyen con
capacidades de 500 a 18 000 ton, aunque para ciertos procesos se han
llegado a construir de 50 000 ton 1•
Las máquinas forjadoras o máquinas de recalcar son prensas hori-
zontales de mucha utilidad para fabricar grandes series de piezas si-
métricas a partir de barras. La máquina es, esencialmente, una prensa
de doble efecto con matrices que agarran con firmeza el material alre-
dedor de su circunferencia y herramientas de conformación que lo
recalcan. Pernos, remaches y engranajes, son ejemplos de piezas típicas
fabricadas con estas máquinas, las cuales se designan según el diámetro
máximo de barra que pueden trabajar.
/
Los cilindros de forjar se emplean para la conformación inicial,
martillo mecánico
previa a la forja por estampación, y para producir secciones cónicas
martillo de vapor
o formas largas y delgadas. Los cilindros solo emplean una parte de
su circunferencia para reducir la ~
acumulador sección del metal; el resto es de
menor diámetro, para que la pie- _,,...--rodillo
za forjada se pueda mover libre- ~eje
mente entre ellos. El operador se
coloca detrás de los cilindros, y al caja
presentarse la holgura inserta el
material. Cuando la parte de la su-
perficie de los cilindros encargada
de· 1a reducción de sección se pone
en contacto con el metal, se efec-
túa esta y luego la pieza es expul- ...__martillo
sada hacia el operador. Este puede FrG. 18-5.-Máquina de forja ro-
alimentar sucesivamente los cilin- ta ti va.
/ / / • /' /oj /// //.///, d
dros con diferentes porciones del
//
punto muerto punto muerto material o utilizar diferentes canales hasta conseguir las reducciones de
superior inferior sección deseadas. Mediante cilindros de forja se suelen fabricar per-
prensa hidráulica
prensa de cigüeñal
nos largos y hojas de muelle.
FrG. 18.-4.-Esquemas de equipos de forja. La_ forja rotativa es un procedimiento en el que una barra o tubo
se somete a una serie de golpes, entre dos estampas que giran alrede-
los de tabla, ya que está determinada por la altura de caída. Sin em- dor del material, por lo que este es golpeado en todas direcciones. La
bargo, la versión moderna de los martillos de tabla, es decir, los mar· figura 18-5 muestra el funcionamiento de una máquina para forja ro··
~ tillos de aire comprimido, no tienen este inconveniente. Hay un tipo
poco. corriente de martillo neumático que tiene dos mazas horizonta- l M. D. STONE: Trans. ASME, vol. 75, págs. 1493-512, 1953.
510 18 SEC. 18-3J DEFORMACION EN COMPRESION 511

tativa. Dos estampas, respaldadas por dos martillos, giran solidaria- Cuando hay fricción entre el material y las herramientas, el metal
mente con el eje y pueden deslizar sin impedimento en la dirección adyacente se deforma poco o no se deforma. La probeta no se deforma
radial. El eje gira dentro de una caja que contiene cierto número de homogéneamente, tal como indica la figura 18-6, y se produce una
rodillos de acero duro. Cuando los martillos entran en contacto con forma abarrilada. Las áreas rayadas de la figura 18-6 representan re-
los rodillos las estampas son empujadas una contra otra, pero al girar giones de poca deformación debido a la acción de las tensiones de
a una posición entre rodillos se separan las estampas por la acción de fricción en las intercaras. En estas condiciones la fuerza de compre-
la fuerza centrífuga. El material está sometido a un gran número de sión necesaria para producir el flujo plástico no puede determinarse
golpes por minuto. Las tensiones aplicadas son casi exclusivamente mediante una fórmula tan simple como la [18-2]. Esta fuerza ha de
de compresión, por lo que estas máquinas se emplean como medio de ser función de las dimensiones de la muestra (Sec. 18-6) y de las ca-
laboratorio para reducir el diámetro de materiales relativamente frá- racterísticas de frotamiento de las superficies. En el caso de los dos
giles. En la industria se utilizan para reducir el diámetro de tubos o cilindros mostrados en la figura 18-6, con el mismo diámetro y super-
varillas, para apuntar las varillas antes del trefilado y para sujetar ficies de iguales características pero diferente altura, el cilindro in-
manguitos en los extremos de los cables.

18-3. Deformación en compresión.-La compres1on de una pla-


ca plana o de un cilindro entre dos estampas planas es el tipo más
, ___L_l
1 1
sencillo de operaciones de forja. Aunque a primera vista parece un 1 1
sencillo experimento de fácil análisis, en la realidad el caso es más 1 1
1 1
complicado por la aparición de fuerzas de fricción entre las herramien-
tas y la probeta.
Si no hubiese fricción, es decir, con herramientas muy bien lubri-
cadas, la fuerza compresiva uniaxial necesaria para producir flujo plás.:.
tico es
[18-2] /

La presión p producida por una fuerza uniaxial P está dada por 1 FrG. 18-6.-Regiones no deformadas (rayadas) debidas a la fricción en
los extremos de una probeta de compresión.

[18-3 J ferior requerirá mayor fuerza axial para producir el mismo tanto por
ciento de reducción, porque la región no deformada es relativamente
en la que:
más grande. Análogamente ocurrirá entre dos cilindros de igual altura
h =altura de la muestra cilíndrica en cualquier instante de la pero distinto diámetro: el cilindro de mayor diámetro requerirá una
compresión, presión axial media mayor para producir la misma reducción en altura,
h 0 =altura inicial del cilindro, porque las superficies de rozamiento son mayores. La tensión de fluen-
D 0 =diámetro inicial del cilindro. cia verdadera o límite elástico en compresión se puede determinar
extrapolando los valores de presión media, hallados con cilindros de
La deformación tecnológica en compresión es diferente forma, a una relación nula diámetro/altura 1• En las próximas
secciones se expondrán procedimientos de bastante confianza para
e= ~: = h ~oho = ( 1 - :, ) [ 18-41 determinar el límite elástico en compresión cuando existe fricción. Se
ha determinado un factor de corrección por el abarrilamiento para
y la deformación real o natural está dada por aplicar a la presión uniaxial medida, que es análogo a la corrección
por estricción del ensayo de tracción 2•
E= jh dhh =ln ~=
1z h
-ln ~
h 0
[18-5] La compresión en deformación plana de una placa entre placas fue
o
1 Ibid.; véase también N. H. PoLAKOWSKI: J. /ron Steel Inst. (Londres),
Puede verse fácilmente que E= In (e+ 1). vol. 163, págs. 250-76, 1949.
2 T. A. READ, H. MARKUS y J. M. McCAUGHEY, en "Fracturing of Metals"
1 M. COOK y E. C. LARKE: J. lnst. Metals. vol. 71, págs. 371-90, 1945. págs. 228-43, American Society for Metals, Metals J>ark, Ohio, 1948.
SEC. 18-4] FORJA EN DEFORMACION PLANA CON FRICCION DE COULOMB 513

uno de los primeros problemas que se abordaron por el método de los El criterio de la energía de distorsión para la fluencia en una condi-
campos de líneas de deslizamiento. Prandtl 1 hizo el primer análisis, ción de deformación plana fue dado por la Ec. [3-60] :
que fue posteriormente ampliado por Hill 2, Green~·, Alexander 4 y
Bishop 5• 2 t
<Tx- <Ty=-_- <ro=<ro =<rx+ P [18-7]
18-4. Forja en deformación plana con fricción de Coulomb.-
v3
La ecuación diferencial para la forja de una placa de espesor uniforme De la ecuación anterior es fácil deducir
bajo condiciones de deformación plana, se puede establecer con la ayu-
da de la. figura 18-7. Esta figura muestra las tensiones que actúan sobre

y sustituyendo en la Ec. [18-6], y reordenándola, se obtiene la ecua-


p ción diferencial general de equilibrio:
Ht Txy
.-L.-
2Txy d
d p+-- X=
O [18-8]
h
1 .

Si se supone que la tensión cizallante está relacionada con la pre ..

L-a ___..,¡>_tt_Txy-a_J sión normal a través de la ley de Coulomb para el frotamiento por
deslizamiento, Txy = fp, la Ec. [18-8] se transforma en
2fp
dp+--dx=O
h
FrG. 18-7.-Tensiones que actúan en una plancha forjada en deformación plana. Separando las variables,
dp = _ 2f dx [18-9]
p h
un elemento de una placa plana cuando se comprime entre herra-
mientas abiertas. Las dos tensiones principales son la tensión longitu- e integrando ambos miembros, se obtiene
dinal de compresión a-y= -p, que actúa sobre la herramienta, y la ten-
sión longitudinal compresiva <rx, que es la que se requiere para que 2fx
el metal fluya paralelamente a las herramientas. Si se supone que la In p= ---+In C
h
placa tiene un ancho igual a la unidad, perpendicular al plano del pa-
pel, y que este ancho se mantiene constante, el análisis puede hacerse o bien
sobre la base de una condición de deformación plana bidimensional. -2fx
p=Cexp--- [ 18-10]
Las tesiones cizallantes Txv actúan en las intercaras estampa-metal como h
consecuencia de la fricción.
Del equilibrio de las fuerzas en la dirección x resulta La constante de integración C se evalúa por la condición en los límites
de que en la superficie libre, para x =a, es nula la tensión longitudinal
(<rx + dcrx - <rx)h-2Txy dx =0 <rx =O. De la Ec. [ 18-7] se deduce que p =a-{ y ln C =In a-;+ 2fa/h;
h dcrx-2Txy dx=O [18-6] por tanto:
, 2f(a-x)
p =<ro exp --h-- [18-11]
1 L. PRANDTL: Z. angew. Math. u. Mech., vol. 3, págs. 401-06, 1923.
a-x =<ro' [ 1 - exp -2f_(_a_-_x_) J
2 R. HrLL: "The Mathematical Theory of Plasticity", pág, 226-36, Oxford
University Press, Nueva York, 1950.
[18-12]
3 A. P. GREEN: Phil. Mag., vol. 42, págs. 900-18, 1951.
4 J. M. ALEXANDER: /. Mech. and Phys. Solids, vol. 3, págs. 233-45, 1955.
5 J. F. W. BrsHOP: /. Mech. and Phys. Solids, vol. 6, pág. 132-44, 1958 Como f suele ser un número pequeño, se puede desarrollar en serie la
DIETER.-33
514 DE UN CILINDRO DEFORMACION PLANA

exponencial ( exp y =l +y+ y 2/2 ! + y 3/3 ! + ... ) y simplificar las expre- intercara herramienta-metal estaba relacionada con la presión normal
siones anteriores: a la superficie por la ley de Coulomb. Otra hipótesis que• se puede
emplear es 1a de que las superficies son tan rugosas que el metal se
p = 0-0
1
r1 + ~ (a - X) J [18-13] adhiere perfectamente a la herramienta. En este caso límite la tensión
cizallante en la intercara es constánte e igual a la resistencia al ciza-
O-x=O-o /lr --¡z
2f (a-x) J
[18-14]
llamiento del metal en deformación plana, o-0' /2 = o-0//3. Sustituyendo
este valor de 'i"xy en la Ec. [18-8] se obtiene, por integración, la rela-

Pav=---
rl o
p dx
,exp (2fa/h) - 1
ero - - - - - - - - - [ 18-15]
ción siguiente:

[18-16]
a
La Ec. [18-16] predice que, en el caso de adherencia perfecta, la dis-
La carga total de forja P puede ya tribución de la presión sobre una
calcularse, puesto que P 2Pavaw, placa de longitud 2a es lineal, z
donde w es el ancho en la direc- con un máximo en el centro de la p
' i 2/a ción normal al plano del papel. placa.
()oe----¡;- La Ec. [18-13] muestra que
cuando aumenta la relación de
longitud a espesor, x/h, se incre- 18-6. Forja de un cilindrG
menta rápidamente la resistencia a con deformación plana.-La fi-
la deformación por compresión. gura 18-9 muestra las tensiones
Este hecho es importante en la que actúan sobre un elemento de
a ----i
forja por estampación, puesto que volumen, cortado de un cilindro
delgado de radio a, que se com-
F1G. 18-8.-Distribuciones de la ten~ para que se mantenga elevada la prime en la dirección z. La con-
sióñ .normal y longitudinal en la com- presión en la cavidad y pueda
presión entre placas planas. conseguirse el llenado completo, dición de equilibrio de fuerzas en FIG. 18-9.-Tensiones que actúan so-
la resistencia a la deformación de la dirección del radio da bre un elemento de un cilindro.
. las alas debe ser muy alta,.
La figura 18-8 muestra la distribución de la presión y la variación 2fpr dr de+ a- 1h de dr =O
de la tensión longitudinal compresiva sobre la longitud de la placa 2a.
La presión presenta un máximo en el centro de la placa. Nótese tam- que se reduce a
bién que la resistencia longitudinal al flujo, a-x, aumenta rápidamente da-,. CF 1 U- 1
con la distancia a la superficie libre. ''· · --+--- [18-17]
Las ecuaciones antes establecidas solo pueden aplicarse estrictamen- dr -¡·

te al caso de la forja libre. Aunque se han empleado, logrando cierta


exactitud, para la predicción de la presión requerida para la forma por Puesto que las deformaciones _en las . direcciones radial· y transversal
estampación 1, para este caso es más adecuado un análisis detallado " son iguales, O-r= a- 1, y tambié~o-z = p,Jsustituyendo estos valores en la
que permita mejores estimaciones. ecuación del criterio de la energía de/distorsión P.~~ra la fluencia, es
-t -
18-5. Forja con defornmción plana con adherencia perfecta.- [18-18]
En la sección anterior se ha supuesto que la tensión cizallante en la
Diferenciando y sustituyendo en la Ec. [ 18-17], se obtiene
l R. L. DIETRICH y G. ANSEL: Trans. ASM, vol. 38, págs. 709-28. 1947.
2 s. KOBAYASHI, R. HERZOG, J. T. LAPSLEY y E. G. THOMSEN: Trans. ASME.
dp 2f dr
ser. B, vol. 81, págs. 228-3 8, 1959; A. G. MACDONALD, s. KOBA YASHJ y [18-19]
E. G~ THOMSEN: Trans. ASME, ser. B, vol. 82, págs. 246-52, 1960. p h
SEC. DEFECTOS DE
Esta ecuac10n es de la misma forma que la [18-9] correspondiente a
un desbaste rectangular. La solución es, por tanto, frecuente cuando más delgadas son las alas con respecto al espesor
original del metal. El agrietamiento de las alas se puede evitar aumen-
tando el espesor de estas o situándolas en regiones menos críticas de
p = a-0 exp [ ~ (a - r) J [18-20] la pieza· forjada 1•
Un pliegue es otro defecto corriente en las piezas forjadas por es-
tampación (Fig. 18-10 b). El pliegue es una discontinuidad producida
La presión media para un cilindro cargado en compresión es 1 cuando dos superficies de metal se pliega una contra otra sin llegar a
soldar completamente. Se puede producir cuando un ala o una rebaba
exp (2fa/h) - 2fa/h - 1
[18-21]
Pav=CTo 2 (fa/h) 2

La Ec. [18-20] demuestra una vez más el hecho de que cuanto más
pequeña es la altura del cuerpo en comparación con sus dimensiones
transversales se requieren presiones de conformación tanto más ele-
vadas.
Empleando probetas con distinta relación a/h es posible determi-
nar el coeficiente de fricción y la tensión de fluencia. Se han publicado
estudios de este tipo con expresiones analíticas que dan la presión de (a)
deformación de cilindros delgados bajo diferentes condiciones de fric-
ción con las herramientas 2•

18-7. Defectos de forja.-Si la deformación durante la forja se


limita a las capas superficiales, como en el caso de oper'ar por golpes
de martillo ligeros y rápidos, no se destruye la estructura dendrítica
del lingote en el interior de la pieza forjada.
La penetración incompleta de la forja se puede poner de manifiesto (e)
fácilmente por el macroataque de una sección transversal de la pieza
FrG. 18-10.-Defectos típicos de forja. a) Agrietamiento en las alas;
forjada. El examen de un disco atacado a fondo para comprobar el es- b) unión fría o pliegue; e) grieta interna debida a tensiones secun-
tado de segregación, la estructura dendrítica y las grietas constituye darias de tracción.
un procedimiento tipo para el control de calidad de las grandes piezas
forjadas. Con objeto de minorar el efecto de una penetración incom-
pleta de la forja es corriente fabricar en la prensa las piezas forjadas producida en una operación d,e forja se prensa contra el metal en la
de mucha sección. operación siguiente.
El agrietamiento de la superficie puede producirse como resultado Al r~calcar ma_terial en barras en una máquina forjadora hay que
de un trabajo excesivo de la misma a temperaturas demasiado bajas o tomar ciertas medidas para evitar que la barra se flexione. Al recalcar
también porque el material sea frágil en caliente. Una atmósfera del hor- en una sola operación, la longitud libre de la barra no debe ser mayor
no con un contenido elevado de azufre puede provocar la fragilidad en que dos º. tres .veces ,el .diámetro. Se han deducido reglas generales
caliente del acero y del níquel. El agrietamiento en las alas de las pie- para las dimens10nes optimas a tener en cuenta en las máquinas de
zas forjadas por estampación es otro defecto superficial importante, recalcar 2•
porque la grieta suele penetrar en el cuerpo de la pieza forjada cuando Durante la forja pueden originarse tensiones de tracción secunda-
se cortan las alas (Fig. 18-10 a). Este tipo de defecto es tanto más rias que acarrean el agrietamiento. Durante el recalcado de un cilin-

1 STONE, op. cit.


1
2 w. SCHROEDER y D. A. WEBSTER: /. Appl. Mech., vol. 16, págs. 289-94, G. SACHS: J. lnst. Metals, vol. 64, págs. 261-83 1939.
2
1949. "Metals Handbook", pág. 40, American Society 'for Metals Metals Park,
Ohio, 1948. '
518

dro o un redondo se pueden producir grietas internas (Fig. 18-10 e) BIBLIOGRAFIA


. como resultado de las tensiones tangenciales de tracción. Con un di-
seño adecuado de las estampas se evita el peligro de agrietamiento. HOFFMAN, O., Y G. SACHS: "Introduction to tht: Theory of Plasticity for En-
Para minorar la formación de hoyos en el recalcado y la generación gineers", cap. 21, McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1953.
de tensiones tangenciales de tracción es corriente recurrir a estampas KYLE, P. E.: "The Closed Die Forging Process", The Macmillan Company,
cóncavas. Las grietas internas son menos frecuentes en la forja por Nueva York, 1954.
estampación, porque la reacción de la pieza contra las paredes de las NAUJOKS, W., Y D. C. FABEL: "Forging Handbook", American Society for Me-
estampas engendra tensiones laterales de compresión. tals, Metals Park, Ohio, 1939. ·
La deformación producida por la forja conduce a una direcciona- SACHs, G., Y K. R. VAN HoRN: "Practica! Metallurgy", American Society for
lidad de la microestructura, orientándose las partículas de segunda Metals, Metals Park, Ohio, 1940.
fase y las inclusiones paralelamente a las direcciones de mayor defor-
mación. Cuando se observa a pocos aumentos aparecen como líneas
de flujo o estructura de fibra. La estructura de fibra es característica
de una pieza forjada y no se debe considerar como un defecto, pero,
como se ha indicado en la sección 9-11, hace que las propiedades de
ductilidad en tracción y la fatiga sean inferiores en la dirección normal
a las fibras (dirección transversal). Para lograr una relación óptima
entre las propiedades longitudinales y las transversales conviene limi-
tar la deformación a valores de 50 a 70 % de reducción de la sección
transversal.

18-8. Tensiones residuales en las piezas forjadas.-Las tensio-


nes producidas en las piezas forjadas como consecuencia de la falta
de homogeneidad en la deformación suelen ser muy pequeñas, porque
la deformación se produce dentro del intervalo de deformación en
caliente, pero al templar las piezas forjadas de acero, durante el tra-
tamiento térmico, pueden producirse tensiones residuales notables y
alabeos.
Hay que tomar precauciones especiales durante el enfriamiento de
las grandes piezas forjadas desde la temperatura del trabajo en ca-
liente. Las piezas forjadas grandes son propensas a la formación de
pequeñas grietas, o copos, en el centro de su sección transversal. La
formación de copos está relacionada con el contenido de hidrógeno,
generalmente presente en los grandes lingotes de acero, y la presencia
de tensiones residuales. Para evitar el desarrollo de tensiones térmicas
o de transformación elevadas, es necesario que las grandes piezas for-
jadas se enfríen muy lentamente desde la temperatura de trabajo. Esto
se puede conseguir enterrando las piezas en cenizas durante períodos
de tiempo de hasta varias semanas, o transfiriendo la pieza forjada
caliente a un equipo que la someta a un ciclo controlado de enfria-
miento, hasta que se :ilcance una temperatura de seguridad; esto se
hace, p. ej., con los carriles de ferrocarriles laminados en caliente y
con ciertas piezas forjadas.
SEC. DE LAMINACION

obtener otros productos de laminación. La diferenciación entre chapa


gruesa, chapa mediana y chapa fina se hace por el espesor; suele con-
siderarse chapa fz~na (sheet) a la que tiene menos de 3 mm de espesor.
El nombre de· fle¡e suele referirse a chapa fina de menos de 30 cm de
CAPITULO 19 ancho.
. .~ª laminac~ón suele _iniciarse con el lingote colado, pero no es con-
dic10n necesaria. Modernamente se ha desarrollado la laminación de
LAMINACION DE LOS METALES
polvos, en la que se introducen entre los cilindros polvos metálicos
que _se c?mprimen entre ellos para formar un "fleje verde", que luego
19-l. Clasificación de los procesos de la:minación.-Llamamos se smtenza para darle más densidad. La ventaja que se asiana a este
procedimiento 1 es la eliminación del trabajo en caliente c~n lo cual
laminación al proceso consistente en deformar plásticamente los me-
tales haciéndolos pasar entre cilindros. Es el procedimiento más exten- se consigue una menor contaminación, más fino el tam~ño de ºrano
y ausencia de texturas en la chapa obtenida. La laminación de p~lvos
dido para el trabajo de los metales, porque es el que mejor se presta
e_stá todavía en su fase inicial, pero parece que tiene ventajas defini-
a las producciones elevadas y permite obtener un buen control de los
tivas para el caso de metales muy reactivos.
productos finales. Al deformar los metales pasándolos entre los cilin-
En la laminación convencional, en caliente o en frío, se pretende,
dros se somete el material a intensas tensiones de compresión, por el
fundamentalmente, disminuir el espesor del metal. Por lo general,
efecto de aplastamiento de los cilindros, y a tensiones superficiales
aumenta poco la anchura, por lo que la disminución del espesor se tra-
de cizallamiento originadas por la fricción entre los cilindros y el
duce en un aumento de longitud. El perfilado de la chapa con rodillos,
metal. Las fuerzas de fr~icción son las encargadas de producir el esti-
que a ve~es se 11,ama perfilado por laminación, es una operación especial
rado del metal.
El lingote inicial se transforma en desbastes pesados (bl~oms) y pa- de trabaJo en fno .en la que la chapa o fleje se pliega progresivamente,
para obtener perfiles estructurales de formas complejas, pasándolas a
lanquilla, generalmente por laminación en caliente. Los desbastes se
través de series de cilindros o rodillos accionados mecánicamente. El
continúan 13:minando en caliente hasta obtener planchas o chapas grue-
perf~lado con r~dillos es m:iy adecuado para obtener perfiles de gran
sas, chapa fina, barras, varillas, tubos, carriles o perfiles estructurales.
longitud y secc10nes complicadas, p. ej., para la carpintería metálica.
La laminación en frío ha adquirido gran importancia industrial. En
Otro tipo ~special de laminación es la laminación de roscas, en la que
frío se laminan la chapa fina y extrafina, el fleje, etc., obteniéndose
se pasan piezas en bruto entre canales para roscar.
productos con muy buen acabado superficial y mej0.r resistencia me-
cánica, a la vez que se consigue una gran precisión en· las dimensiones
del producto. . 19-2. Equipos· de faminación.-Un laminador se compone esen-
La terminología empleada para describir los productos laminados cialmente de los cilindros, cojinetes adecuados, las columnas que los
es muy ambigua y no se pueden dar límites respecto a dimensiones soportan y un sistema de accionamiento· para aplicar a los cilindros la
en relación con la denominación empleada por los aceristas. Un des- fuerza motriz y controlar su velocidad. Las fuerzas que intervienen en
baste pesado o bloom es el primer producto de la laminación del lin- la laminación llegan fácilmente a los millones de kilogramos. Por ello,
gote; suele se.r de sección cuadrada o rectangular, pero el ancho suele se requieren construcciones muy robustas y motores muy grandes para
ser inferior al doble del espesor y el área no suele pasar de 230 cm 2• conseguir la potencia necesaria. Cuando se trata de un laroo tren de
Con una mayor reducción en la laminación en caliente se obtiene la laminación continua se multiplican estas exiaencias para cada uno de
palanquilla, cuya sección recta mínima suele ser de 15 cm2• En la me- los laminadores, con lo que es fácil comprender que un taller moderno
talurgia de los metales no férreos se llama palanquilla éll cualquier de. laminación exige muchos millones de pesetas de inversión inicial
lingote que ha sufrido trabajo en caliente por laminación, forja o ex- de capital y muchas horas-hombre de trabajo experto para el diseño
trusión, o incluso a un lingote colado de forma y dimensiones adecua- y la construcción.
das para el trabajo posterior en caliente (palanquilla para extrusión). Se suelen llamar trenes de laminación a cada uno de los laminadores
Un desbaste Flano o slab es un producto de la laminación del lingote de una instalación, aunque el nombre conviene mejor al conjunto de
con una seccion transversal no mayor de 100 cm2 y con ancho superior laminadores que conducen a un producto determinado a través del
al .doble del espesor. Los desbastes pesados y ligeros, blomms, palan- paso sucesivo por ellos del material. Los trenes· de laminación o lamí-
qmllas y slabs, se conocen con el nombre genérico de productos semi~
acabados o semiproductos, porque se emplean como materia prima para 1 s. STORCHHEIM: Metal Progr., vol. 70, págs. 120-26, 1956.
520
12~~~~~~~~~L_A_M_I_N_A_cr_o_N~D_E_L_O_S~M_E_T_A_LE_S~-~-~~~[CAP. 19
_5__ SEC. LA'-11NACION EN CALIENTE

nadores se clasifican con arreglo al número y disposición de los cilin- La chapa muy delgada se puede laminar, con tolera?cias de espesor
dros (Fig. 19-1). El tipo más sencillo y corriente es 1J:el tren -dúo o muy estrechas, empleando cilindros ?~ muy poco ~iámetro. ~l tren
lamingdor dúQ_Jfi~. 19-1 a), .en el cual dos cilindros de igual diámetro cluster (Fig. 19-1 e) es un ejemplo tip1co de este tipo de la~mador,
giran eñ--"':U:rra--solá· dffecció·n~ El material debe volverse a la entrada en el que el cilindro de trabajo está respaldado por todo un Juego de
de los cilindros, bien a mano, o mediante una mesa elevadora para cilindros. El tren Sendzimir es una modificación cluster muy bien
que pase el material por encima de los cilindros. Una mejora en c;uanto adaptado para la laminación de chapa muy fina y finísima de aleacio-
nes de elevada resistencia mecánica.
Para conseouir producciones más elevadas, es conveniente acoplar
los laminadore~ en serie de forma que el material pase sucesivamente
a través de ellos (Fig. 19-2). Este conjunto es lo que propiamente
puede llamarse un tren de laminación, y a cada laminador de los que
lo componen se le suele llamar una caja. Como en cada caja es dife-

(a) (b) (e)

desbol:?inadora bobinadora

FIG. 19-2.-Esquerna de laminación de fleje en un laminador continuo


de cuatro cajas.

rente. la reducción sufrida por el material, el fleje se debe mover a


diferente velocidad en cada una de las que componen el tren. La ve-
locidad de los rodillos debe estar convenientemente sincronizada para
que los de cada caja tomen el fleje a la misma velocidad con que sale
(d)
(el de la caja anterior. Las bobinadoras de desenrollar y de enrollar no solo
tienen la misión de alimentar al tren con el material y recoger el pro-
FIG. 19-1.-Disposiciones típicas de los cilindros de los laminadores. a) Dúo; ducto acabado, sino de mantener, en caso necesario, una tensión hacia
b) dúo reversible; e) trío; d) cuarto; e) cluster.
atrás o hacia adelante. Estas fuerzas horizontales procuran ciertas ven-
tajas de que nos ocuparemos más adelante. En un tipo especial .de
a rapidez de los resultados es el laminador o dúo reversible, en laminador reversible, el laminador o tren Steckel, la fuerza se aphca
el que el material puede pasar hacia delante y hacia atrás a través por medio de las bobinadoras y los cilindros no son .accionados direc-
de los cilindros. invit:!i~ndo el sentido de la rotación (Fig. 19-1 b). tamente. Aunque la reducción por pasada que se consigue en el Stecke1
Otra solución esu·el t'J:'.efr o laminador trío (Fig. 19-1 e) que tiene dos no es muy grande, se pueden reducir metales duros a esp~~ores muy
cilindros, uno superior y otro inferior, accionados mecánicamente, y delgados con estrechas tolerancias, ya que se emplean1 c1lmdros de
otro intermedio que gira por fricción. trabajo de pequeño diámetro.
Se puede conseguir una notable disminución en la potencia nece-
saria para la laminación empleando cilindros de pequeño diámetro, 19-3. Laminación en calie:nte.-La primera operac10n de trabajo
pero los cilindros delgados tienen menos resistencia y rigidez que los
en caliente del acero, la mayoría de las veces, se realiza en el tr~n
gruesos y han de ser soportados por cilindros de apoyo de mayor
de desbaste. Los trenes de desbaste son generalmente laminadores duo
diámetro. El tren más sencillo de este tipo es tren cuarto (Fig. 19-1 d),
reversibles, con cilindros de 50 a 150 cm de diámetro. Como el des-
SEC. LAMINACION EN FRIO
524 LAMINACION DE LOS METALES [CAP. 19
liente. Además, se puede sacar partido del endurecimiento por defor-
baste representa la primera destrucción de la estructura de colada del mación resultante de la deformación en frío para incrementar la re-
lingote, se realiza en varias pasadas cuidadosas y cortas, con recalen- sistencia mecánica. En comparación con el acero, es mayor el tanto
tamientos repetidos. Hay veces que se requieren 25 pasadas para des- por ciento de productos acabados por laminación en frío en la in-
bastar un lingote grande de acero aleado. Para obtener palanquilla de dustria no férrea. La materia prima para obtener la chapa de acero
las dimensiones adecuadas para los trenes de acabado, suele ser nece- laminado en frío son las bobinas laminadas en caliente, y decapadas,
sario relaminar los desbastes en trenes de palanquilla, tríos o continuos. procedentes de los trenes continuos de laminación en caliente. La
Las palanquillas pueden laminarse en los trenes de acabado a redondos, chapa laminada en frío de los metales no férreos puede fabricarse a
hexagonales, perfiles especiales o productos planos de diversos tipos. partir de fleje laminado en caliente y, en el caso de algunas aleacio-
La chapa gruesa recortada se produce por laminación cruzada de nes de cobre, se lamina en frío directamente a partir del estado bruto
palanquillas en tres dúo, trío y cuarto y luego se recortan todos los de colada.
bordes a las dimensiones adecuadas. Otra forma de laminar la chapa Los trenes cuarto de alta velocidad, con tres o cuatro cajas, se
gruesa se realiza en los trenes universales. Estos trenes constan de dos emplean para laminar en frío la chapa de acero, aluminio y aleaciones
laminadores, uno con dos cilindros horizontales y otro con cuatro de cobre. Este tipo de trenes se diseña generalmente para trabajar con
verticales, dispuestos de tal modo que se laminan también los bordes. tensiones hacia atrás y adelante. Los trenes continuos tienen una gran
En un tren universal puede trabajarse un lingote directamente a chapa capacidad y necesitan muy poca mano de obra. Así, p. ej., un tren
gruesa de bordes rectos que no necesitan cortarse; basta hacerlo con continuo de cinco cajas puede suministrar 2800 m/min. Sin embargo,
los extremos (despunte de tijera). El lingote meramente se alarga en estos equipos exigen una inversión inicial de capital muy grande y
su dirección longitudinal y no recibe laminación transversal, por lo no tienen versatilidad. Los trenes de una sola caja cuarta reversible,
que la chapa gruesa obtenida tendrá peores propiedades transversales con tensión hacia adelante y hacia atrás, representan una instalación
que la chapa de laminación cruzada. más versátil. Este tipo de trenes se emplea frecuentemente para fa-
Desde 1930, aproximadamente, se fabrica la chapa en trenes con- bricaciones especiales de gran variedad de dimensiones, pero no pue-
tinuos. Se parte de un desbaste para chapa (slab) calentado inicial- den competir con los trenes continuos que elaboran muchas toneladas
mente a unos 1200 ºC. El tren continuo se compone de un tren des- de material.
bastador, con cuatro a siete cajas, y un tren de acabado, con cuatro La eliminación del límite elástico aparente en la chapa de acero
a ocho cajas. El tren desbastador contiene cilindros en dúo para rom- recocida es un problema de gran importancia práctica, porque su exis-
per la cascarilla y un laminador-ensanchador para que el slab alcance tencia en la chapa es causa de deformación no uniforme en las ope-
la anchura deseada. Las cajas reductoras (laminadores cuarto) suelen raciones de conformación, originándose marcas de deformación du-
estar equipadas con cilindros de cantear verticales para controlar el rante la embutición profunda. El procedimiento usual empleado para
ancho. Para romper la cascarilla se suelen proyectar chorros de agua eliminarlo es dar a la chapa recocida una pasada final de laminación
sobre la chapa. En el tren de acabado se emplean laminadores cuarto. en frío con muy pequeña reducción (laminación o pasada superficial,
Las temperaturas de acabado oscilan entre 700º y. 900 ºC, según el skin pass o temper rolling). Otros procedimientos empleados para en-
espesor, el tamaño de grano y propiedades mecánicas que se desean. derezar la chapa y mejorar su llanura son el enderezado con cilindros
El hecho de que la industria no férrea haya de trabajar con mucha (roller levelling) o el enderezado por estirado (stretcher levelling). El
diversidad de productos es la causa de que los equipos que se utilizan primero consiste en pasar la chapa entre dos conjuntos de cilindros
para la laminación en caliente sean generalmente más versátiles y me- de pequeño diámetro, dispuestos de forma que no coinciden las filas
nos especializados y mecanizados que los empleados en la laminación superior e inferior, con lo que la chapa ha de flexionarse arriba y
en caliente del acero. Además, al ser menor el tamaño de los lingotes abajo al pasar entre ellos y se endereza al salir de la máquina. El
y la tensión de fluencia, en el caso de los metales no férreos, hace que segundo procedimiento consiste en agarrar la chapa por los extremos
se puedan emplear trenes laminadores más pequeños. Suelen emplearse con dos mordazas y enderezarla por estirado bajo simples esfuerzos
trenes dúo y trío para la 111;é1YOr parte de la laminación en caliente, de tracción *.
aunque se han instalado tres" continuos cuarto para la laminación en
* La eliminación del alargamiento en el límite elástico aparente, mediante
caliente de las aleaciones de aluminio. el "skin pass", suele durar unos dos meses antes de que vuelva a presentarse
por envejecimiento. El enderezado con cilindros también puede eliminar el
19-4. Laminación en frfo.-La laminación en frío se realiza para límite elástico, empleando máquinas especiales, pero el efecto solo dura setenta
y dos horas. La desaparición casi permanente solo se logra en calidades de
obtener chapa y fleje de acabado superficial superior y con tolerancias acero no envejecible estabilizado con aluminio. (N. del T.)
dimensionales más estrechas que las' del producto laminado en ca-
LAMINACION DE LOS METALES [CAP. 19 SEC. FUERZAS Y GEOMETRICAS EN LA LAMINACION 527
526

19-5. Laminación de barras y perfiles.-Las barras de sección una gran experiencia 1• Como cada metal solo permite determinado
circular 0 hexagonal y los perfiles estructurales, :orno las viga~. ·er: , l, grado de deformación, no se pueden emplear los mismos juegos de
ángulos, carriles, etc., se pr~ducen en gran cantidad por . lammac1on cilindros y canales para laminar metales de diferentes características
entre cilindros acanalados (F1g. 19-3). El desbaste de un lmgote. que- de laminación.
da, en realidad, incluido en esta clase de laminación, porque se em~ Un tren para laminación de barras se suele denominar tren de
redondos o tren comercial. La mayoría de los trenes de redondos lle-
van guías para introducir la palanquilla en los canales, y repetidores
para invertir la dirección de la barra y reintroducirla en el canal del
próximo paso. Los trenes de esta clase suelen ser dúo o trío. Una
instalación corriente consiste en un tren con una caja desbastadora,
una caja intermedia y una caja acabadora. Suele ser frecuente instalar
los trenes de redondo unos al lado de los otros, haciendo que los cilin-
dros de un laminador sean accionados por conexión a los de la caja
adyacente.

19-6. Fuerzas y relaciones geométricas en la laminación.-La


figura 19-4 sirve para explicar cierto número de relaciones importantes
entre las dimensiones de los cilindros y las fuerzas que intervienen en
la deformación de un material por laminación. Una chapa de metal de
espesor h0 entra en contacto con los cilindros en el plano XX con una
velocidad v 0• Pasa a través de la separacióIJ . entre cilindros y pierde
el contacto con ellos en el plano de salida .fY, con un espesor redu-
cido h¡. En primera aproximación se admite que no hay aumento de
anchura, por lo que la cqmpresión vertical del metal se traduce en
alargamiento en la dirección de laminación. Como, por unidad de tiem-
po, deben pasar iguales volúmenes de metal a través de cualquier
plano normal a la chapa, se puede escribir

bh 0vo = bhv bh¡v ¡ [ 19-1]


en donde:
b =anchura de la chapa,
v =velocidad para cualquier espesor h intermedio entre h 0 y h¡.
FrG. 19-3.-Laminación de barras y perfiles. (Por cortesía del American
!ron and Steel Institute.)
De la Ec. [19-1] se deduce que la velocidad de salida v 1 debe ser
mayor que la de entrada, v 0 , creciendo progresivamente desde la en-
plean lingotes acanalados para controlar la forma de los desbastes trada a la salida. Solo en un punto de la superficie de contacto entre
pesados obtenidos. . .. material y cilindros pueden ser iguales las velocidades de ambos. Este
La laminación de barras y perfiles difiere de la de la chapa en· que punto se llama punto de no deslizamiento o punto neutro. En la figu-
la reducción se produce en dos direcci<;mes,. ,aunq.ue en un: sola pa- ra 19-4 este punto es el. N.
sada solo puede comprimirse en una direcc1on, girando 90 an~es de En cualquier punto de la superficie de contacto, p. ej., el A de la
la segunda pasada. Puesto que la longitu~ aumenta muc?o _mas que figura 19-4, actúan dos foerzas sobre el metal, una en dirección del
en la laminación de chapa, resulta muy importante el diseno de :os radio, P,., y otra tangencial de fricción, F. Entre el plano de entrada
canales de cada pasada. Un método típico de reducir una palanqmlla
cuadrada a una barra redonda consiste en alternar las pasadas a tra- 1 W. TRINKS: "Roll Pass Design", 2.ª ed., Penton Publishing Company,
vés de canales de forma oval y cuadrada. ~l diseñ? de los can~les Cleveland, 1933; R. STEWARTSON: "The Rolling of Rods, Bars, and Light
para la laminación de perfiles es mucho mas complicado y reqmere Sections", Met. Reviews, vol. 4, págs. 309-79, 1959.
DE LOS METALES [CAP. 19 SEC. 19-6) FUERZAS Y RELACIONES GEOMETRICAS EN LA LAMINACION 529

y el púnto neutro, la chapa se mueve más lentamente que la super- para producir la reducción de sección. El área rayada de la figu-
ficie del cilindro y la fuerza de fricción actúa en la dirección indicada ra 19-5 representa la fuerza requerida para vencer a las de fricción,
en la figura 19-4, arrastrando el metal entre los cilindros. Una vez mientras que el área no rayada, bajo la línea AB, corresponde a la
pasado el punto neutro, la chapa se mueve más aprisa que la super- fuerza necesaria para deformar al metal en compresión plana homo-
ficie de los cilindros. Se invierte la dirección de la fuerza de fricción, génea. Obsérvese que hay una analogía entre la distribución de presión
que ahora se opone a que la chapa sea suministrada por los cilindros. en la laminación, tal como se representa en la figura 19-5, y la dis-
La componente vertical de Pr tribución en la deformación plana por compresión entre placas de la
se denomina carga de laminación figura 18-8. A veces se hace uso de esta analogía para simplificar el
P. Es la fuerza con que los ci- análisis de las fuerzas de laminación. Así, p. ej., se puede utilizar la
lindros comprimen entre sí al me- Ec. [18-15] para obtener un valor medio, aproximado, de la presión
tal ; es igual a la fuerza con la de laminación, si se sustituye el fac-
que el metal actúa sobre los ci- tor 2a de la Ec. [18-15] por la lon-
lindros intentando separarlos, por gitud proyectada del arco de contac- e
"O
lo que a veces se llama también to LP' :§
fuerza de separación. La presión El ángulo a (Fig. 19-4), formado ·¿:;
específica de los cilindros p es por la línea determinada por el punto :g
igual a la carga de laminación di- de contacto X y el centro O del ci- e
·o
vidida por la superficie de con- lindro y la línea de centros de los ·¡¡¡
C>I
tacto. Esta superficie es igual al cilindros 00, se llama ángulo de con- o.
producto del ancho de la chapa tacto o ángulo de mordido. El metal entrada salida
por la proyección de la longitud no puede entrar en el laminador cuan- longitud de contacto
del arco de contacto, LP, do tg a es mayor que el coeficiente de
1 fricción entre los cilindros y el metal. FrG. 19-5.-Distribución de la
(h0 -h1) 2 J112 ~J De esto se deduce que el coeficiente presión de laminación a lo largo
}o 4 ~~
de fricción es el que determina la
del arco de contacto.

FIG. 19-4.-Fuerzas que actúan durante mordedura máxima que pueden tomar
la laminación. ~ [R(h 0 -h1)] 1' 2 [19-2] los cilindros. Por esta causa, se emplean frecuentemente cilindros con
la superficie rugosa, para que aumente el coeficiente de fricción. Los
Por ello, la presión específica del cilindro está dada por cilindros de los trenes desbastadores (trenes blooming) son con fre-
cuencia punteados, es decir, llevan acanaladuras grabadas para que el
[19-3] agarre sea mejor.
El ángulo f3 es el formado por la línea de centros de los cilindros
y la determinada por el punto neutro N y el centro O. Suele llamár-
La distribución de la presión del cilindro a lo largo del arco de sele ángulo de no deslizamiento. Puesto que la fuerza de fricción cam-
contacto se indica en la figura 19-5. La presión alcanza un máximo bia de sentido en el punto neutro, se puede determinar el ángulo f3
en el punto neutro, y a partir de este va disminuyendo hasta anu_Ia:se. a partir del equilibrio de fuerzas en dirección horizontal 1,
El hecho de que la presión en el punto neutro no presente un max1mo sen a
anguloso, como exigen los tratamientos teóricos de la laminación, es sen f3 [19-4]
una indicación de que el punto neutro no corresponde exactamente,
en la superficie del cilindro, a una línea paralela al eje, ~ino más bien
que se puede escribir en la forma aproximada
a un área más o menos estrecha. El área que queda baJO la curva es
proporcional a la carga de laminación, que para los fi~es .de c;~Iculo
se admite que actúa en el centro de gravedad de la d1stnbuc10n de
presión. La forma de la curva de distribución tiene, por ello, mucha
/3 ~; y(~ r radianes [19-5]

importancia, ya que la localización de la carga de lamin~ción resu.1- 1 L. R. UNDERWOOD: "The Rolling of Metals", vol. I, págs. 15-16, John
tante con respecto al cilindro determina el par y la potencia necesaria Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1950.
DIETER.-34
19 PRINCIPALES DE LA LAMINACION

El seno del ánaulo a es igual a la proyección horizontal del arco aumento grande de la carga de laminación. Para una reducción dada
de contacto dividido por el radio del cilindro: de una chapa de cierto espesor es más grande el área de con tacto

sen a
[R(ho~h¡)]112 - [ 2(ho-h¡) r' [19-6]
cuanto mayor es el diámetro de los cilindros. La Ec. [19-2] muestra
que el área de contacto es proporcional a D 112, por lo que, para una
presión dada, requerida para obtener la reducción deseada, aumentará
la carga total de laminación con el diámetro de los cilindros. Pero la
carga total de laminación aumenta con más rapidez que D 112, ya que
siendo D el diámetro del cilindro. Entonces el ángulo de no desliza- tiene que vencer una mayor fuerza de fricción debido1 a que el área
miento puede expresarse por de contacto es más grande. En el capítulo anterior se vio que la ten-
sión uniaxial media necesaria para comprimir cilindros de igual altura
~ [ h 0 -h¡ ] 112 -~ ho--h¡ [19-7] pero mayor base, aumentaba con el diámetro del cilindro. El efecto
{3~ 2 f ) f 2D del diámetro del cilindro sobre la carga total es precisamente el aná-
logo al caso de la laminación.
En las ecuaciones anteriores se ha supuesto que el ra~io de los Si el diámetro del cilindro se mantiene constante, pero varía su
cilindros no se modifica por la acción de las eleva?as presion~~ des- altura, en el caso de la tensión uniaxial necesaria para la compresión,
arrolladas en la laminación, mientras .q~e, en realidad, los cilindros aumenta esta al disminuir la altura del cilindro. Cuando la altura es
se aplastan elásticamente en estas cond1c10nes. eJ:en~ralrr:-~nte se ace?,tª una fracción muy pequeña del diámetro, la fuerza de compresión ne-
la teoría de Hitchcock 1, que supone que la distnbuc10n ~e pres:~n cesaria para deformar el cilindro aumenta hasta valores muy elevados,
en los cilindros producirá la misma distorsión que una distnbu~10n con relación a la verdadera tensión de fluencia. Una situación análoga
de presiones elíptica. Si se supone que el a~c.o de contacto se mant1en;· se encuentra en el caso de la laminación cuando el espesor de la chapa
circular y que el radio de curvatura del cilindro aumen~~ de R a R, es pequeño en comparación con el área de contacto de los cilindros.
la teoría de Hertz para compresión elástica de dos cilmdros da el La carga de laminación aumenta a medida que la chapa que entra en/
resultado el laminador va disminuyendo de espesor, y puede llegar un momento

h~~ J
en que la resistencia a la deformación de la chapa sea tan alta, que
[19-8]
R' = R [ 1 + b ( h¡) la carga de laminación necesaria sea mayor que la que puede apli-
carse, por lo que ya no se producirá más reducción de espesor. Cuando
se llega a este extremo, los cilindros en contacto con la chapa se de-
C-16(1-v2)/1TE se calcula para el material de los cilindros
en 1a que - . ' . 10-4 2¡Ka) y forman elásticamente, ya que es más fácil esta deformación de los
(e es para el acero aproximadamente igua1. a 2 ,2 ~ . mm º cilindros que la deformación plástica de la chapa. El diámetro de los
p es la carga de laminación deducida del rad10 del cilmdro deforma?,º· cilindros desempeña un papel importante en la máxima reducción que
Puesto que p es función de R', es n.ecesario en.con\rar la soluc10n puede conseguirse con un laminador. Tanto la carga de laminación
exacta de la Ec. [19-8] por aproximac10nes sucesivas-. como el área de contacto disminuyen cuando los cilindros se hacen
más pequeños. Esta es la razón por la que, con cilindros de pequeño
19-7. Variables principales de la laminación.~Las variables diámetro, convenientemente protegidos contra la flexión por cilindros
que gobiernan el proceso de laminación . ~on: 1) el d.iametro ~e .l?s de apoyo, se pueden conseguir reducciones mucho mayores sin que
cilindros; 2) la resistencia a la deformacion ~el metal, .3) la fnccion aparezca aplastamiento de los cilindros que impida continuar dismi-
entre los cilindros y el metal, y 4) la presencia d~ ,tens10n~s de trae- nuyendo el espesor de la chapa .
. , n hacia adelante 0 hacia atrás. En esta seccion consideraremos La laminación de la chapa es, esencialmente, un proceso de defor-
~~~as variables desde el punto de vista de su influencia sobre la carga mación plana, por lo que el valor del límite elástico resultante de la
de laminación. . . restricción impuesta a la deformación, es igual al valor 9btenido para
Para una reducción de sécción y unas condici?i:ies de fricción de- dicho límite en tracción o compresión multiplicado por\]2/3. El límite
terminadas, el aumento del diámetro de los c1lmdros acarrea un elástico en deformación plana se puede obtener directamente mediante
e1 ensayo de compresión plana discutido en la sección 17-5. En la
1J H HITCHCOCK: "Roll N eck Bearings'', Americai:. Socjety of Mechanical laminación en frío la tensión de fluencia no está muy influida por la
Engin~er;, Nueva York, 1935; véase UNDERWOOD, op. czt., pags;, 286,-96. velocidad de deformación o la velocidad de los cilindros; pero, como
2 E. c. LARKE: "The Rolling of Strip, Sheet, and Plate. , pags. 325-30,
se ha hecho notar anteriormente, en la laminación en caliente se pue-
Chapman & Hall, Ltd., Londres, 1957.
DE LOS METALES SEC. PRINCIPALES DE LA LAMINACION

den producir variaciones notables en la tensión de fluencia del metal El deslizamiento hacia adelante está relacionado con el ángulo de
al modificar la velocidad de deformación 1• contacto y el coeficiente de fricción por la expresión 1
La fricción entre el cilindro y el metal es muy importante en la
laminación. No solo porque sea la fricción la que fuerza al metal a
entrar entre ·los cilindros, sino porque afecta también a la magnitud
S¡=_!_ r ( 1-~)2 [19-11]
4 -r 2f
y distribución de la presión del cilindro. Observando la figura 19-5
se hace patente que, cuanto mayores sean las fuerzas de fricción, más
grande debe ser la carga de laminación y el máximo de presión del en la que r = (h0 - h¡) / h0 es la reducción de espesor.
punto neutro se alcanzará con un gradiente más grande. Por influir Se puede calcular un valor medio del coeficiente de fricción de-
tanto la fricción sobre la distribución de la presión, a la distribución terminando el ángulo máximo de contacto para el que el metal es
de presión como la de la figura 19-5 se denomina una colina de fric- justamente mordido por los cilindros
ción. La fricción elevada da lugar a grandes cargas de laminación y
aumenta el ensanchamiento lateral y el agrietamiento de los bordes. f =tg Cl'.máx [19-12]
Si, en cambio, la fricción es muy baja, como ocurre en la laminación
en frío con cilindros pulimentados y buena lubricación, puede resultar Los valores de f obtenidos por este método son algo más altos que
difícil alimentar los laminadores con el material, por falta de mordido. determinados por los otros procedimientos.
La fricción varía de un punto a otro a lo largo del arco de con"" El espesor mínimo de chapa que se puede laminar en un lamina-
tacto del cilindro, pero como es muy difícil medir esta distribución dor determinado está relacionado directamente con el coeficiente de
de la presión 2, todas las teorías de la laminación admiten un coefi- frotamiento. Como los coeficientes de fricción en la laminación en
ciente constante de frotamiento. Sobre la base de esta hipótesis, se caliente del acero oscilan entre 0,20 y 0,70, mientras que en la lami-
pueden determinar los coeficientes de frotamiento a partir de la carga nación en frío son más típicos los valores de 0,03 a 0,12, se comprende
de laminación y del par 3• Si se aplica una tracción hacia atrás, pro- que se puedan obtener en frío chapas más delgadas. El espesor de la
gresivamente creciente, hasta desplazar el punto neutro a la salida chapa producida en un laminador frío puede variarse apreciablemente
de los cilindros, la fricción solo actúa en una dirección. Manteniendo modificando la velocidad de los cilindros. Al aumentar la velocidad
constantes la velocidad de los cilindros y la reducción de espesor, el disminuye el espesor de la chapa. Este efecto se puede atribuir a una
coeficiente de frotamiento f se puede calcular, a partir de la carga disminución del coeficiente de fricción por el aumento de velocidad 2•
total P y del par Mr, mediante la ecuación La presencia de esfuerzos de tracción hacia adelante y hacia atrás
en el plano de la chapa, produce una disminución de la carga de
[19-9] laminación. Esto puede explicarse fácilmente si se admite que la re-
sistencia a la deformación del metal está gobernada por una ley de
tensión de cizallamiento máxima o- 1 -o-3 =o-0'. Como 0-11 presión del
Otra forma de medir la fricción en la laminación se basa en determi- cilindro, y a:3, tracción horizontal, son de signo contrario, se alcan-
nar el deslizamiento hacia adelante S¡, zará la resistencia a la deformación o-0' para un valor más bajo de o- 1
en presencia de o-3• La reducción de la presión de los cilindros dis-
V¡- V minuye el desgaste de estos. Otra ventaja importante que resulta de
S¡=-v_·_ [19-10]
mantener la chapa en tracción es que mejoran la planeidad de la
en donde: chapa y la uniformidad de espesor a través del ancho. Un estudio 3
del efecto de la tracción en la laminación ha demostrado que la trac-
v 1=velocidad del metal que abandona a los cilindros, ción hacia atrás es aproximadamente dos veces más eficaz que la
V= velocidad lineal de la superficie de los cilindros. tracción hacia adelante, con respecto a la reducción de la carga de

1 P. M. COOK: Proc. Conf. on the Properties of Materials at High Rates


of Strain, Institution of Mechanical Engineers, Londres, 1957, págs. 86-97. 1 M;. D. STONE: Trans. ASME, ser. D, vol. 81, págs. 681-86, 1957.
2 G. T. VAN ROOYEN y W. A. BACKOFEN: J. !ron Steel lnst. (Londres), 2 !bid.; R. B. SrMs y D. F. ARTHUR: J. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 172,
vol. 186, págs. 235-44, 1957. págs. 285-95, 1952.
3 P. W. WHITTON y H. FoRD: Proc. Inst. Mech. Engrs. (Londres), vol. 169. 3 W. C. F. HESSENBERG y R. B. SIMS: /. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 168
pág. 123, 1955. págs. 155-64, 1951.
534 LAMINACION DE LOS METALES [CAP. 19 SEC. 19-9] DEFECTOS DE LOS PRODUCTOS LAMINADOS 535
~~--~~~~~ -~~----~~--

laminación. La carga de laminación, Pu en el caso de aplicar tracción ción de espesor, con buena aproximación, se transforma en aumento
se puede calcular por ]a siguiente ecuación: de longitud con escaso aumento de anchura. Este hecho justifica ra-
zonablemente el empleo de los modelos de deformación plana en el
[19-13] análisis matemático de la laminación. En la fabricación de chapa y
fleje tiene poca importancia el ensanchamiento lateral, pero en la lami-
en la que: nación de barras y perfiles puede dar origen a la formación de rebabas
que causen defectos superficiales. La magnitud del ensanchamiento
P = carga de laminación para la misma reducción, sin tracción lateral depende del diámetro y estado de los cilindros, las propiedades
hacia adelante ni hacia atrás, plásticas del metal y el tanto
crb = tensión de tracción hacia atrás, por ciento de reducción. Según
crr= tensión de tracción hacia adelante, Trinks 1, el ensanchamiento es igual
0-0' =valor medio del límite elástico en deformación plana, a 0,25 a 0,40 veces la reducción
a= ángulo de contacto, multiplicada por la longitud de
contacto.
f3 =ángulo de no deslizamiento. La deformación en la lamina-
ción es relativamente uniforme, en
comparación con la de otros pro-
sin tracción cesos metalúrgicos, pero los estu-
solo tracción dios con retículas han mostrado
frontal _tracción frontal y hacia atrás que las capas superficiales no solo
\

/V son comprimidas, sino también ci-


e ~/-,,--;_y~ zalladas. La figura 19-7 muestra
-~ ~ ~
_____.-_: solo tracción hacia atrás la distorsión típica de una retícula
vista lateral
o. _,,,:::::--- 1

en la laminación de una pletina.


- - - 1

MacGregor y Coffin 2 indicaron


entrada salida
que mientras cuando se lamina
longitud de contacto una barra siempre en la misma di-
FrG. 19-6.-Efecto de la tensión del fleje en la distribución de
rección, la mayor deformación de
cizallamiento ocurre en las fibras vista frente
la presión de los cilindros.
externas, esta se produce en las FrG. 19-7.-Distorsión de una rejilla
N adai 1 ha desarrollado una teoría de la laminación que permite proximidades del centro de la ba- cuadrada en la laminación.
calcular el efecto de la tracción de la chapa en la distribución de la rra cuando se invierte el sentido
presión de los rodillos. Corno se muestra esquemáticamente en la de la laminación después de cada pasada. Aunque, prácticamente, to-
figura 19-6, la adición de tensiones de tracción hacia adelante y hacia das las investigaciones de la deformación de laminación se han basado
atrás. hace disminuir mucho el área que queda bajo la curva, mante- en mediciones de la deformación en la superficie, parece ser que estas
niendo casi inalterado el punto neutro. Si solo se aplica tracción hacia mediciones dan indicaciones de confianza sobre la deformación inter-
atrás, el punto neutro se desplaza hacia la salida y, si la tracción es na, como ha podido comprobarse empleando rejillas de plomo embe-
suficiente, puede alcanzar el punto de salida. Cuando esto ocurre, los bidas en el material 3·•
cilindros se mueven más rápidamente que el metal y resbalan sobre
la superficie. Cuando, al contrario, solo se aplica tracción hacia ade- 19-9. Defectos de los productos laminados.-Los defectos de
lante, el punto neutro se desplaza hacia la entrada. los productos metálicos laminados pueden provenir del lingote de
partida o haberse producido durante la laminación. Los defectos in-
19-8. Deformación en la laminación.-La deformación produ-
cida en la laminación se puede considerar bidimensional. La reduc- 1 TRINKS, op. cit.
2 C. W. MACGREGOR y L. F. CoFFIN, Jr.: J. Appl. Meclz., vol. 10, págs. Al3-
A20, 1943.
3 B. L. AVERBACH: Trans. AIME, vol. 188, págs. 150-53, 1950.
1 A. NADAI: J. Appl. Meclz., vol. 6, págs. A54-A62, 1939.
536 LAMINACION DE LOS METALES SEC. TEORIAS DE LA LAMINACI0:--1 EN FRIO

ternos, tales como las fisuras resultantes de la soldadura incompleta longitudinales serán de compresión en la superficie y de tracción en
de rechupes o sopladuras: son consecuencia de defectos de los lingo- el plano medio de la chapa (Fig. 15-1). En el caso, más general, de
tes. También las sartas longitudinales de inclusiones no metálicas, o grandes reducciones, la deformación plástica penetra a través de todo
las bandas de perlita de los aceros, se deben a la forma en que se el material, y las tensiones pueden ser de tracción en la superficie y
ha realizado la fabricación y la solidificación. de compresión en el interior.
Los productos laminados suelen tener una relación de superficie a A pesar de la gran importancia tecnológica de la laminación, es
volumen muy grande, por lo que el estado de la superficie es de la escasa la información publicada sobre las tensiones residuales im-
mayor importancia en todas las fases de la laminación. Para conseguir puestas por este proceso. Prácticamente se desconocen las tensiones
buenas calidades es necesario que la superficie de las palanquillas se residuales en cualquier dirección, salvo la longitudinal (dirección de
prepare cuidadosamente por amolado, escarpado o quemado con lanza laminación), aunque es probable que exista en la superficie un estado
de oxígeno, para eliminar los defectos que presente. Defectos super- biaxial de tensiones. La mayor información disponible sobre tensiones
ficiales típicos son la soja y las grietas. Los pliegues son defectos que residuales de laminación se refiere a un bronce de cojinetes 1•
parecen grietas pero que son debidos a rebabas que se han laminado La magnitud de las tensiones residuales en la superficie de la
contra la superficie. Ocasionalmente se incrustan en la superficie tro- chapa laminada depende principalmente del diámetro de los cilindros,
zos de refractario y de óxidos. Las rayas debidas a defectos de los el espesor de la chapa y la reducción de espesor. Aumentan con la
cilindros o de las guías pueden ser un grave problema en ciertas relación del espesor de la chapa a la longitud de contacto. Por tanto,
calidades de chapa laminada en frío. un fleje grueso, con poca reducción en cilindros de pequeño diámetro,
La prevención de los copos o grietas de enfriamiento es muy im- tenderá a mantener tensiones residuales elevadas. Cuanto mayor es el
portan te en el caso de los carriles y otros perfiles laminados. Hay que espesor de la chapa con respecto a la longitud de contacto, mayor es
seguir programas de enfriamiento bien controlado para evitar las ten- la tendencia a que la deformación se concentre en la superficie y, por
siones internas, que son la causa principal de estos defectos. El con- tan to, las reducciones ligeras, los cilindros de pequeño diámetro y el
trol del espesor y de la planeidad de la chapa y el fleje laminados es fleje grueso tienden a ocasionar tensiones residuales de compresión
un problema de importancia. La mayoría de las variaciones de es- en la superficie y de tracción en el interior. Las pruebas disponibles
pe5:or en la dirección de laminación se deben a variaciones en la velo- indican que el estado final de tensiones está determinado, principal-
cidad de los cilindros o la tensión del fleje. Se han desarrollado mente, por las condiciones de la última pasada, por lo que la lamina-
equipos muy complejos y perfectos para la medición continua del espe- ción superficial de acabado, destinada al ajuste final de las dimen-
sor de la chapa y el ajuste de las condiciones de funcionamiento de siones, puede provocar tensiones residuales elevadas aunque las pasadas
los trenes continuos de laminación 1• Las variaciones en el espesor anteriores solo hubieran creado tensiones bajas.
en la dirección de la anchura se deben a la flexión de los cilindros.
Cuando un juego de cilindros flexiona bajo carga produce una chapa 19-11. Teorías de la laminación en frío.-Es probable que se
más gruesa en el centro que en los bordes. Para compensar este efecto haya trabajado más en el desarrollo de una teoría sobre la laminación
se acostumbra a diseñar los cilindros con un abarrilamiento (camber) en frío que para cualquier otro proceso de trabajo de los metales. Una
adecuado, para que al trabajar bajo carga resulten rectilíneas y pa- teoría de la laminación debe expresar las fuerzas externas, tales como
ralelas las generatrices de las superficies de contacto. El abarrilado de la carga y el par de laminación, en función de las condiciones geomé-
los cilindros dependerá de la carga de laminación 2 y, por consiguiente, tricas de la deformación y las características de resistencia mecánica
si los cilindros no trabajan en las condiciones para las que se han del metal que ha de laminarse.
diseñado producirán chapas con bordes o centro ondulados. Las ecuaciones diferenciales para el equilibrio de un elemento de
volumen del material deformado entre los cilindros son comunes a
19ª10. Tensiones residuales en los productos laminados.-En todas las teorías de la laminación. La deducción que expondremos se-
la chapa y el fleje laminado pueden presentarse dos tipos de estados guidamente se basa en las siguientes hipótesis:
de tensión 3• En el caso de chapa a la que se ha dado una pequeña l. El arco de contacto es circular; no hay deformación elástica
reducción, como en la laminación de endurecimiento, y la deforma- de los cilindros. ·
ción plástica llega a poca profundidad bajo la superficie, las tensiones 2. El coeficiente de frotamiento es constante en todos los puntos
del arco de contacto.
l LARKE, op. cit., págs. 161-73.
2 !bid., cap. 3. 1 R. M. BAKER, R. E. RrcKSECKER y W. M. BALDWIN, Jr.: Trans. AIME,
3 W. M. BALDWIN, Jr.: Proc. ASTM, vol. 49, págs. 539-83, 1949. \'ül. 175, págs. 337-54, 1948.
LAMINACION DE LOS METALES ·sEC. TEORIAS DE LA LAMINACION EN FRIO 539

3. No hay ensanchamiento lateral, por lo que la laminación puede fuerza de fricción tangencial es fprR de y su componente horizontal
estudiarse como un problema de deformación plana. fprR cose de. Sumando las fuerzas horizontales que actúan sobre el
4. Las secciones verticales se mantienen planas. elemento de volumen, resulta:
5. La velocidad periférica de los cilindros es constante.
6. La deformación elástica de la chapa es despreciable frente a la (erx+derx) (h+dh) +2fp,R cose de-erxh-2p,R sen e d8=0
deformación plástica.
7. Se cumple el criterio de la energía de distorsión para la defor~ que se puede simplificar a
mación plana :
d (erxh)
2
eri - a·3 =---=--ero ero' ~=2p,R(sen e±f cose) [19-14]
v'3
Los signos positivo y negativo de la Ec. [19-14] se deben a que el sen-
En la figura 19-8 se muestran las tensiones que actúan sobre un tido de la fuerza de fricción cambia en el punto neutro. Esta ecuación
elemento de la chapa en el canal de los cilindros. En cualquier punto fue deducida por primera vez por Von Kármán 1 y lleva su nombre. La
o Ec. [19-14]. puede transformarse en la dada por Underwood 2 si se
tiene en cuenta que dx=R de y f =tg µ, y se admite que, para ángulos
:pequeños, cose= l,
d(erxh/2)
p r ( tg e± tg µ) [19-15]
dx

Las fuerzas que actúan verticalmente son equilibradas por la pre-


sión específica de los cilindros p. Estableciendo las condiciones para
e1 equilibrio de las fuerzas en la dirección vertical, se encuentra una
relación entre la presión normal y la presión radial

P = Pr ( 1 ± f tg e) [19-16]

La relación entre la presión normal y la tensión de compresión


horizontal erx está dada por la condición del criterio de la energía de
distorsión para la fluencia en tensión plana

(a) ( b)
o bien
1
tº p- erx= ero' [19-17]

FIG. 19-8.-a) Relaciones geométricas de un elemento que está sufriendo de- en la que p es la mayor de las dos tensiones principales de compre-
formación plana por laminación; b) tensiones que actúan sobre el elemento, sión 3 •
La resolución del problema de la laminación en frío consiste en
de contacto entre la chapa y la superficie del cilindro, designado por integrar la Ec. [19-14] con la ayuda de las [19-16] y [19-17]. Des-
el ángulo e, las tensiones que actúan son la radial, p,., y la tangencial graciadamente, el tratamiento matemático es muy complicado, y es
de cizallamiento, r = fp;-· Estas tensiones se descomponen, en la figu~
ra 19-8 b, en sus compoJ:J.entes horizontales y verticales. Se supone,
además, que la tensión erx está uniformemente distribuida sobre las 1 T. VoN KÁRMÁN: Z. angew. Matiz. u. Mech., vol. 5, págs. 139-41, 1925.
2 UNDERWOOD, op. cit.,págs. 204-08.
caras verticales del elemento. La tensión normal en un extremo del 3 De acuerdo con la bibliografía sobre laminación, tomamos como positivas
elemento es p,.R de, y la componente horizontal es p,R sen e de. La las tensiones de compresión.
540 LAMINACION DE LOS METALES [cu. l~ SEC. TEORIAS DE LA LAMINACION EN FRIO 541

necesario utilizar diversas aproximaciones para obtener una solución en las que:
manejable. Trinks 1 ha propuesto una solución gráfica de la ecuación
de Von Kármán en la que se admite que el límite elástico es cons- CTxb tensión de tracción hacia atrás,
tante y el arco de contacto es parabólico. La solución más completa crxr =tensión de tracción hacia adelante.
de las ecuaciones de laminación es la debida a Orowan 2• En esta so-
lución se admite que el límite elástico o tensión de fluencia varía El subíndice 1 se refiere a una cantidad evaluada en el plano de en-
con e por causa del endurecimiento por deformación. La complejidad trada en los cilindros y el 2 a las evaluadas en el plano de salida.
de las ecuaciones hace necesario obtener las soluciones por integración La carga de laminación, o fuerza: total del cilindro,· P, es la inte-
gráfica 3• Aunque se han propuesto ecuaciones algebraicas para la pre- gral de la presión específica a lo largo del arco de contacto
sión de laminación 4, resultan todavía muy complicadas para el cálculo
de rutina en los problemas de laminación.
Bland y Ford 5 han propuesto algunas simplificaciones. Restringien-
do el análisis de la laminación en frío a condiciones de baja fricción
P=R'b r=a
o
p,. de

y para ángulos menores de 6º' pudieron admitir que sen = () y~ = 1. e e en la que:


Entonces la Ec. [19-14] se convierte en la
b =ancho de la chapa,
a= ángulo de contacto.
d(cr..h) =2p,R'(8±f) [19-18]
de
Esta integral se calcula mejor gráficamente, obteniendo punto por
Se supone también que Pr = p, con lo que la Ec. [19-17] puede escri- punto los valores de las Ecs. [19-19] y [19-20]. Se han publicado mé-
birse cr_,=p,.-cr0', Sustituyendo en la Ec. [19-18] e integrando, se todos de cálculo basados en la solución de Bland y Ford 1•
obtienen ecuaciones relativamente sencillas para la presión radial 6• Las ecuaciones basadas en la solución de Bland y Ford han dado
Desde la entrada en el cilindro hasta el punto neutro resultados que están de acuerdo con las soluciones gráficas de Orowan,
excepto cuando hay una alta tensión de tracción hacia atrás, que pro-
duce un rápido endurecimiento por deformación. Sin embargo, también
cro'h ( CTxb ) .
para este caso se ha desarrollado una modificación 2 que proporciona
p,.=- 1--,- exp f(H 1 -H) [19-19]
ho CT01 buena concordancia. Para realizar cálculos exactos es necesario intro-
ducir correcciones que incluyan el efecto de la deformación elástica
y desde el punto neutro hasta la salida que existe justamente frente a la entrada y a la salida de los cilin-
dros 3• Cuando se aplican todas las correcciones necesarias a la solu-
cro'h ( cr ,¡ ) ción de Bland y Ford, se pueden calcular con mucha precisión la carga
p,.=-- 1--~- expfH [19-20] y el par de laminación. Sin embargo, es necesaria una ligera corrección
hr CT02
a la curva de fluencia determinada en compresión plana para tener en
donde cuenta. el cizallamiento superfluo que aparece en la laminación.
H ('h¡R')
2 - 1;2
tg- 1 ( R')
-

1;2
e Cuando la chapa es, a la vez, delgada y dura se hace notable el
aplastamiento de los cilindros y adquiere importancia la región elás-
tica de la chapa a la entrada y salida. En estas condiciones no puede
1 W. TRINKS: Blast Furnace Steel Plant, vol. 25, págs. 617-19, 1937;
aplicarse la teoría esbozada anteriormente. No hay ninguna teoría sa-
véase también UNDERWOOD, op. cit., págs. 210-15. tisfactoria para la laminación en estas condiciones, pero es posible pre-
2 E. ÜROWAN: Proc. Inst. Mech. Engrs. (Londres), vol. 150, págs. 140-67, decir con alguna confianza el espesor mínimo que puede obtenerse al
1943.
3 Un calculador para resolver las ecuaciones de Orowan, incluyendo correc-
ciones por deformación de los cilindros, ha sido descrito por J. H. HocKETT:
Trans. ASM, vol. 52, págs. 675-97, 1960. 1 P. w. WHITTON: /. Appl. Mech., vol. 23, págs. 307-11, 1956.
2 D. R. BLAND y R. B. SIMS: Proc. Inst. Mech. Engrs. (Londres), vol. 167.
4 M. COOK y E. C. LARKE: /. Inst. Metals, vol. 74, págs. 55-80, 1947.
5 D. R. BLAND y H. FoRD: Proc. Inst. Mech. Engrs. (Londres), vol. 159, págs. 371-74, 1953.
pá~s. 144-63, 1948. 3 D. R. BLAND y H. FORD: /. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 171, págs. 245-
.6 Véase ibíd., o H. FoRD: Met. Reviews, vol. 2, págs. 5-7, 1957. 49, 1952 .
542 LAMINACION DE LOS METALES TEORIAS DE LA LAMINACION EN CALIENTE

laminar una chapa bajo un juego determinado de condiciones de lami·· lindros, con lo que nos encontramos ante un caso de "fricción con
nación. Ford y Alexander 1 han demostrado que adherencia perfecta". La velocidad de deformación para la laminación
con adherencia perfecta está dada por 1
hmín = [ 14,22f2R(l - v/)-+- 9,05fR(l - v,.2)
,
J (a-o' - U-1) [19-21] 2V sen 8 2V sen 8
. V
E=- [ 19-221
en donde: h. h +D(l -cos 8l
en la que:
R = radio de los cilindros no deformados, en milímetros,
v =velocidad de un punto de la superficie del metal,
Es= m¿~ulo elástico del material de la chapa, en kilogramos por
mihmetro cuadrado, V= velocidad periférica de los cilindros.
módulo elástico del material de los cilindros en kilogramos.
por milímetro cuadrado, ' Los cálculos con la ecuación anterior demuestran que la velocidad
máxima de deformación se presenta a la entrada en los cilindros. Para
Vs= relación de Poisson para el material de la chapa,
tantos por ciento de reducción iguales la velocidad de deformación
Vr= relación de Poisson para el material de los cilindros de una chapa delgada es mayor que la de un desbaste plano grueso.
a- 1 =tensión media de la chapa= (U"xb + <Txf) /2. ' En los cálculos prácticos es normalmente satisfactorio determinar la
velocidad media de deformación, €,
La Ec. [19-21] muestra que el espesor mínimo de la chapa se puede·
obtener aumentando el módulo de los cilindros o la tensión de la _,_ V [ 2 Ji12 ho [ 19-231
chapa y disminuyendo la fricción, el diámetro de los cilindros y la ten- E = D ( h 0 - h¡) ln h ¡
sión de fluencia. Cuando no es posible alterar estas variables en la
forma deseada, se puede lograr una disminución de la carga de lami- La fricción con resbalamiento, en la que hay una diferencia de ve-·
nación y en el espesor mínimo, por laminación en paquete de la chapa locidad entre la chapa y los cilindros, se produce en la laminación en
entre otras dos chapas de material más blando 2 , p. ej., empaquetando· frío y, probablemente, en las primeras fases de la laminación en ca-
la chapa de acero entre dos chapas de cobre o latón. liente. Para el caso de fricción con resbalamiento la velocidad de
deformación está dada por
19-12. Teorías de la laminación en caliente.-El tratamiento
teórico de la laminación en caliente no está tan adelantado como el [19-24]
de la laminación en frío, por la dificultad de acumular resultados ex-
perimentales de confianza y por la mayor complejidad del problema.
Como en los restantes procedimientos de trabajo en caliente, el límite En general, para iguales condiciones, la velocidad de deformación,
elástico o tensión de fluencia en la laminación en caliente es función en el caso de fricción con resbalamiento, es menor que en el caso
de la temperatura y de la velocidad de deformación (velocidad de de adherencia perfecta.
laminación). En la laminación en caliente el límite elástico o tensión de fluencia
Durante la laminación en caliente, la velocidad de deformación es por endurecimiento por deformación se mantiene constante, pero, a
una función de la posición a lo largo del arco de contacto, indicada por pesar de ello, como la velocidad de deformación varía a lo largo del
el ángulo 8. Aunque no se han hecho mediciones de precisión del coefi- arco de contacto, se modificará, por esta última causa, dicha tensión
ciente de fricción en el caso de la laminación en caliente, se sabe que de fluencia. En las teorías de la laminación en caliente, de que nos
sus. valores son más elevados que en la laminación en frío. Hay indi- vamos a ocupar sucintamente, basta con emplear una velocidad media
caciones de que la fuerza tangencial fp puede alcanzar valores tan ele- de deformación para alcanzar exactitud suficiente. Para obtener un
vados como el límite elástico en deformación plana a-0'. Cuando esto límite elástico medio este valor debe utilizarse en unión de los datos
ocurre, la chapa se mueve a la misma velocidad periférica que los ci- publicados 2 sobre ensayos de compresión a diversas velocidades de
deformación.
1 B. FoRD y J. M. ALEXANDER: J. Inst. Metals, vol. 88, págs. 193-99.
1959-60.
2 R. R. ARNOLD y P. W. WHITTON: Proc. Inst. Mech. Engrs. (Londres), 1 LARKE, op. cit., cap. 8.
voL 173, págs. 241-56, 1959. 2 COOK. loe. cit.
544 LAMINACION DE LOS METALES 19 SEC. 19-12) TEORIAS DE LA LAMINACION EN CALIENTE 545

Cuando hay fricción con adherencia completa se puede escribir la Sims ha demostrado que) cuando se hacen sustituciones en la ecua-
ecuación de V on Kármán en la forma ción [19-30], se obtiene
d(crxh) ..L / P =cro'b[R (ho - h¡)] 1' 2QP [19-31]
---=2R(prsene...!_cro cose) [19-25]
de · donde Qi es una función complicada de la reducción de espesor y de
la relación R/h¡. Para simplificar los cálculos se pueden obtener los va-
Al desarrollar la teoría actualmente más aceptada de la laminación lores de Q,. a partir de la figura 19-9.
en caliente, supone Sims 1 que hay adherencia perfecta y que todo el
proceso de laminación puede compararse con la deformación entr-e 4,5 %,
placas rugosas oblicuas. Para este último caso ha deducido Orowan 2 300
la ecuación 4,0 250
[19-26]
200
3,5
Aceptando las aproximaciones usuales, sen e~ e y cose~ 1, la ecua- !50
ción [19-25] toma la forma 3,0

~~- ( p,. -
~
C1
!00
!!_ 0-0 1
) 2Rp,8 ± Ra-0 1
[19-27]
de·- 4 .g 2,5
IJl
~

La integración de la Ec. [ 19-27] da lugar a dos ecuaciones para las L-


50
~ 2,0
ramas de la curva de distribución de presión sobre el arco de con- >
30
tacto:
Desde la entrada hasta el punto neutro: 1,5 20

+(R)1.12[tg-1 ( Rh )1'2 a-tg-1 ( ~)112 e]


10
p,. 1T (1+ln~) 1,0 ~ 5
4 ho h¡ \ ,n¡¡1 [19-284 =--- 2
Desde el punto neutro hasta la salida:
0,5
h ) 112 ( R ) 112 _1 [ ( R ) 112
-p,- -
_ 1T ( ,
cr0'
- l,ln-
4
+ -

tg -
\ hr h¡
e] [19-29]
60
reducción, º/o
La carga de laminación, P, se puede determinar midiendo el área
cubierta por la curva en la representación de p,. en función de 8. FrG. 19-9.-Valores de QP para emplear en la Ec. [19-30].
(E. C. LARKE: The Rolling of Strip, Sheet and Plate, Chap-
Se encuentra matemáticamente que man & Hall, Ltd., Londres, 1957.)

P=Rb
.
r=a o
p,. de [19-30] Las comparaciones con los datos disponibles relativos a la lamina-
ción en caliente muestran que las ecuaciones de Sims concuerdan,
en la que: dentro de ± 15%, con las cargas experimentales de laminación, en
el 90% de los casos- 1. Las ecuaciones de Sims concuerdan mejor con
b =ancho de la chapa,
la experiencia que las más antiguas debidas a Ekelund 2 y Orowan y
a= ángulo de contacto. Pascoe 3•
1 R. B. SIMS: Proc. Inst. Mech. Engrs. (Londres), vol. 168, págs. 191-200. 1 LARKE, op. cit., cap. 10.
1954.
2 s.
EKELUND: Steel, vol. 93, 1933.
3
2 ÜROWAN, op. cit. E. ÜROWAN y K. J.
PASCOE: !ron Steel Inst. (Londres) Spec. Rept. 34, 1946
l>IETEH.-35
LAMINACION DE LOS METALES

19-13. Par y potencia.-La energía se transmite a un laminador Si el núm_ero de revoluciones por minuto es N, 0 sea N /60
aplicando un par de fue:·zas a los cilindros y manteniendo la chapa la potencia necesaria será de ' por segundo,
en tracción. Se consume principalmente en cuatro formas: 1) energía
necesaria para deformar el metal; 2) energía empleada en superar las W- 41TaPN
Kgm/s [19-361
fuerzas de fricción de los cojinetes; 3) energía perdida en los engra- 60
najes y sistema de transmisión, y 4) pérdidas eléctricas en los diversos
motores y generadores. También hay que tener en cuenta las pérdidas Y en caballos de vapor (métricos)
de energía en las bobinadoras de enrollar y desenrollar.
La carga total de laminación se distribuye sobre el arco de con- W= 4rraPN
tacto formando la conocida colina de presión. Sin embargo, la carga 4500 HP [19-37]
total de laminación se puede suponer concentrada en un punto del
arco de contacto situado a una distancia a de la línea de centros de ~a última ecuación expresa la potencia, en caballos de vapor necesa-
los cilindros. Para calcular el par, el problema principal es determinar ria para deformar el metal a medida que fluye a través del canal
este brazo del momento. Generalmente 1 se supone que la relación del de entre los cilindros. A la cifra
brazo a a la longitud proyectada del arco de contacto es resultante es necesario añadir la
potencia empleada en salvar la
a a f.ricción en los engranajes y coji-
)\ - --------- [19-32]
Lp [R(h 0 - netes, que se debe calcular sepa-
radamente.
Para la laminación en frío se debe hacer una corrección por la varia- La mi~ma ecuación básica para
ción elástica del radio de los cilindros desde R a R'. De acuerdo con la pot~nc1~ , es de aplicación para
la lammac1on en caliente con la
Ford 2, para introducir esta corrección se expresa )\ en función de un
parámetro experimental A' mediante
condi~ión importante de 'que las
ecuac10nes dadas para determinar
el brazo efectivo del momento
R ) 112 . ( R' ) 112
en el caso de la laminación e~
· A=Ü,5 ( R' - (0,5 -'A') ·R [ 19-33]
frío, ya no son aplicables. Basán-
dose en el trabajo de Sims 2 ha
en la que 'A' tiene un valor de 0,4 3 para la laminación en frío con sido expuesto detalladamente' por
cilindros de acabado mate, y de 0,48 para cilindros con acabado liso. Larke 3· un procedimiento para de-
Con esta información se puede calcular el brazo del momento me- terminar el brazo del momento
diante la Ec. [ 19-32]. en la laminación en caliente. Aun-
El par es igual a la carga total de laminación multiplicada por el que los cálculos son sencillos, re-
brazo efectivo del momento, y como hay dos cilindros, el par está sultan demasiado detallados para
que podamos incluirlos aquí. FIG. 19-.10.-Dibuio esquemático ilus-
dado por trativo del par de laminación.
M1 2Pa Kgm [ 19-34]
BIBLIOGRAFIA
Durante una revolución del cilindro superior, la carga de laminación P
Biblio raphy on the Roll ·
0
f I
se desplaza a lo largo de una circunferencia de longitud 21Ta (figu- se:. 15a, 1955. mg o ron and Steel, !ron Steel Inst. (Londres) Bibliog.
ra 19-10), y puesto que los cilindros que trabajan son dos, el trabajo
FoRD, H: "The Th eory of Rolling"_, Met. Reviews vol 2 nu'm 5 ,
por revolución. es 1957. ' · • · , pags. 1-28,
[19-35]

1
cit., cap. 11.
1 LARKE, op.
SrMs, op. cit.
2
2 H. FoRD: Proc. Inst. Mech. Engrs. (Londres), vol. 159, pág. ll5, 1948. LARKE, op. cit., cap. 12.
LAMINACION DE LOS METALES [CAP. 19
548

LARKE, E. c. : "The Rolling of Strip, Sheet, and Plate", Chapman & Hall, Ltd.,
Londres, 1957.
"N onferrous Rolling Practice", I.M.D. Series, vol. 2, American Institute of
Mining and Metallurgical Engineers, Nueva York, 1948.
"The Making, Shaping, and Treating of Steel", 7.ª ed., caps. 22-34, United
States Steel Corp., Pittsburgh, 1957.
CAPITULO 20
UNDERWOOD, L. R.: "The Rolling of Metals", vol. I, John Wiley & Sons, Inc.,
EXTRUSION
Nueva York, 1950.

20-1. Clasificación de los procesos de extrusión.-La extrusión


es un proceso en el que un bloque de metal se reduce de sección for-
zándolo a fluir a través de un orificio mediante presiones elevadas. La
extrusión se emplea, en general, para obtener barras o tubos, pero tam-
bién se pueden obtener perfiles con secciones de formas complicadas,
en el caso de los metales más fáciles de extrusar, p. ej., el aluminio.
Se necesitan presiones elevadas y, por ello, la mayoría de los metales
se extrusan en caliente, a fin de que sea menor la resistencia a la de-
formación. A pesar de ello, también se puede hacer la extrusión en
. frío en el caso de muchos metales, por lo que este proceso está alcan-
zando. una importancia industrial considerable. La reacción de la pa-
. lanquilla contra el cuerpo de extrusión y la matriz origina altas ten-
siones de compresión, que son muy eficaces para evitar el agrietamiento
del material en el desbaste primario del lingote. Esta es una razón
importante para la creciente utilización de la extrusión en el trabajo
de los metales diñciles de conformar, tales como los aceros inoxida-
bles, las aleaciones a base de níquel y el molibdeno.
Los dos tipos fundamentales de extrusión son la extrusión directa
y la extrusión indirecta (también llamada extrusión inversa). La pa-
lanquilla se coloca en un cuerpo de extrusión y se empuja contra la
matriz mediante un émbolo empujado por un vástago. El émbolo o
placa de extrusión se coloca en el extremo del vástago y en contacto
con la palanquilla. Este es el proceso de extrusión directa, ilustrado en
la figura 20-1 a. En la extrusión indirecta (Fig. 20-1 b) se emplea un
vástago hueco que empuja a la matriz, mientras el extremo opuesto
del cuerpo de extrusión está cerrado con una placa. A veces se man-
tienen fijos el vástago y la matriz, empujando contra ellos al cuerpo
que contiene la palanquilla. Como no hay movimiento relativo de pa-
lanquilla y cuerpo en la extrusión indirecta, son menores las fuerzas
de fricción y se necesita menos potencia que para la directa. Sin em-
bargo, la necesidad de un vástago hueco impone limitaciones prácticas
en el caso de la extrusión indirecta, pues son menores las cargas que
pueden aplicarse.
Los tubos pueden fabricarse por extrusión, acoplando un mandril
al extremo del vástago. El espacio anular que queda entre el mandril
y ·la boca de la matriz determina el espesor de paredes del tubo. Los
tubos se fabrican partiendo de una palanquilla perforada o en un pro-
549
SEC. CLASIFICACION DE LOS PROCESOS DE EXTRUSION
550 EXTRUSION

ceso en dos fases, en el que una palanquilla maciza se punzona pri-


mero y luego se extrusa.
La extrusión se aplícó primeramente para la fabricación de tubería
de plomo y más tarde en el revestimiento de plomo de los cables. La
figura 20-2 muestra esquemáticamente la extrusión del revestimiento
de plomo de un cable eléctrico.

/
/

FIG. 20-2.-E~'Tusión de envueltas de plomo para cables eléctricos.


portarnatriz

! .
extrusión directa 1 t ~punzón l
LJ, pieza en bruto

placa de
cierre
extrusión por impacto

punzón

pieza en bruto

extrusión indirecta

FIG. 20-1.--Clases de extrusión.

La extrusión por impacto es un proceso empleado para conformar


longitudes cortas de formas huecas, p. ej., los tubos aplastables de
pasta dentífrica. Como se observa en la figura 20-3 a, un disco en proceso Hook<Zr
bruto de metal se coloca en una matriz, que tiene el diámetro externo
correcto del tubo, y un punzón, que tiene el diámetro interno correcto
del dicho tubo, incide sobre el disco a gran velocidad. El punzón
FIG. 20-3.-Extrusión por impacto.
comprime el metal colocado en la matriz y entonces, no teniendo otra
EXTRUSION SEC. 20-3] VARIABLES DE LA EXTRUSION 553

forma de escape, fluye alrededor del punzón para formar el tubo. En matriz es muy empleado, pero no es el óptimo para todos los metales.
cierto sentido, es un proceso análogo a la extrusión indirecta. En la El ángulo óptimo de la matriz es el resultado de un compromiso para
extrusión por impacto directa o proceso Hooker, se coloca un metal, lograr las presiones de extrusión
preconformado en forma de copa, en una matriz, y se hace incidir más bajas y la máxima duración
sobre este, a alta velocidad, un punzón con un mandril con diámetro del útil. En matrices cónicas se
igual al interno de la copa. La superficie anular formada entre la sec- emplean semiángulos menores, de
ción del punzón y la del mandril comprime al metal de la copa y lo, hasta 45º, según las caracterís-
extrusa para formar el tubo. Las extrusiones por impacto se realizan ticas plásticas del metal. La de-
en prensas mecánicas de alta velocidad. El proceso suele realizarse terminación del ángulo óptimo es
en frío, pero es difícil clasificarlo como un proceso de trabajo en frío, un problema a resolver empírica- ángulo de
porque, con las velocidades elevadas, se· produce un calentamiento mente, ya que se han establecido alige_i::ir:niento
considerable. La extrusión por impacto solo se utiliza en el caso de pocas reglas generales.
metales blandos, tales como el plomo, el estaño,: el aluminio y el Además de la prensa de extru-
cobre. sión, con sus bombas y acumula-
dores, se necesita otro equipo
20-2. Equipos de extrusión.-La mayoría de los procesos de ex- auxiliar para las operaciones de
trusión se llevan a cabo en prensas hidráulicas, que pueden ser hori- extrusión. Como la mayoría de los
portamatriz
zontales o verticales, según la dirección en que se mueve el vástago. trabajos de extrusión se hacen en
Las prensas verticales tienen capacidades de 300 a 1000 ton. Presen- caliente, se necesitan medios para
tan las ventajas de una mayor facilidad de alineación del vástago y calentar las palanquillas y, para
FrG. 20-4.-Sección transversal de una
las herramientas, mayor velocidad de producción y menor exigencia el trabajo en la producción, equi- matriz plana de extrusión.
de espacio que las prensas horizontales. En cambio necesitan una gran pos automáticos para transportar
altura de nave y, cuando han de fabricarse piezas extrusadas largas, las palanquillas calientes al cuerpo de extrusión. A veces es necesa-
suele ser necesario excavar un foso en el suelo del taller. Las prensas rio disponer de medios para mantener caliente el cuerpo de extrusión,
verticales producirán un enfriamiento uniforme de la palanquilla en especialmente cuando se trabaja con aleaciones que requieren velo-
el cuerpo de extrusión y, con ello, se conseguirá una deformación cidades de extrusión pequeñas. También se necesita una sierra de
simétricamente uniforme. En las prensas horizontales la palanquilla corte en caliente para cortar la forma extrusada, de forma que se
reposa directamente sobre el cuerpo, por lo que la parte inferior en .,. pueda expulsar de la matriz el des-
contacto con dicho cuerpo se enfriará más rápidamente y la deforma- ~ punte que se desecha. Además,
ción no será simétricamente uniforme; esto puede evitarse si el cuer- di debe disponerse de una mesa trans-
po se calienta internamente. Puede producirse alabeo de las barras :x:
c.~
portadora, para recoger la forma
y espesor no uniforme de las paredes de los tubos. En las operaciones :~ extrusada, y una máquina endere-
industriales se emplean principalmente las prensas verticales en la 2 zadora para corregir los alabeos me-
fabricación de tubería de paredes delgadas, en el caso en que se exi- ~ nores del producto extrusado.
gen espesor de paredes uniformes y paredes bien concéntricas. Las
prensas horizontales se usan para la mayoría de las extrusiones co- c. 20-3. V ariahles de la extru-
'O
merciales de barras y tubos. Las prensas de 1500 a 5000 ton son de ·¡¡;
sión.-Las principales variables que
~ ~------------
empleo normal y se han construido algunas que llegan a las 12 000 ton a. recorrido del vástago, cm _.,... determinan la fuerza necesaria para
de capacidad. producir la extrusión son: 1) tipo
FIG. 20-5.-Curvas típicas de la pre-
Las matrices y el utillaje empleados en la extrusión deben resistir sión de extrusión en función del
de extrusión (directa o indirecta) ;
las más rigurosas condiciones de tensiones elevadas, choque térmico recorrida del vástago para la ex- 2) relación de extrusión; 3) tem-
y oxidación. Para fabricar las matrices y los útiles se emplean aceros trusión directa e indirecta. peratura de trabajo; 4) velocidad
de herramientas de alta aleación que tengan resistencia mecánica a las de deformación, y 5) condiciones
temperaturas elevadas. ·La figura 20-4 muestra los detalles principales de fricción en la matriz y en las paredes del cuerpo de extrusión.
de una matriz sencilla, tal como las empleadas para extrusar barras. En la figura 20-5 se representa la presión de extrusión, en función
Es. una matriz plana o cuadrada con semiángulo de 90º. Este tipo de del recorrido del vástago, en la extrusión directa y en la indirecta.
20 SEC. VARIABLES DE LA EXTRUSION 555

La presión de extrusión es la _fuerza de ex~:usi~n. dividida por., la la presión observada y la relación de extrusión, empleando la ecua-
sección transversal de la palanamlla. La elevacion rap1da de la pres10n, ción [20-1].
al principio del recorrido~ del ~ástago, se debe a l_a, compresión ini~i,al Para un tamaño dado de palanquilla y un juego determinado de
de la palanquilla hasta llenar e1 cuerpo de extrusio~. En la extrusion condiciones de extrusión, habrá un límite superior de la relación de
directa, el metal empieza a fluir a través de _la matriz al alcai:~arse el extrusión que se puede obtener con una prensa de capacidad fija.
valor máximo de la presión, y luego, a medida que la extru~10~, pro- Cuando la variación de dimensiones producida por extrusión se expresa
sigue, decrece la presión, porque disminuye la fuerza de fricc10n al como tanto por ciento de reducción de sección, se ve en seguida que
ser menor la longitud de palanquilla que va quedando dentro del cu_er- pequeños incrementos en el tanto de reducción, en la ,región del 90%,
po. En la extrusión indirecta no hay movimiento relativo de pala:iqmlla van acompañados de grandes aumentos de la presión de extrusión.
v cuerpo, por lo que la presión de extrusión se mantiene aproximada- Así, p. ej., casi se duplica la presión de extrusión cuando se aumenta
~ente constante a lo largo del recorrido del vástago, y representa la el tanto por ciento de reducción del 95 al 99%. Esto equivale a un
presión necesaria para deformar al metal ~n ~a matriz. La curva d~ la aumento del 20 % en la relación de extrusión. Los metales de fácil ex-
extrusión directa se aproxima a la de la mdirecta cuando la longitud trusión, como el latón o el cinc, pueden trabajarse con relaciones de
de palanquilla todavía sin extrusar se aproxima a cero. Las dos. curvas extrusión mayores de 100, mientras que los más difíciles de extrusar,
se vuelven bruscamente hacia arriba cuando, al final del recorrido del como las aleaciones a base de níquel para temperatura elevada, no
vástaoo se intenta extrusar el disco delgado de palanquilla que queda pueden extrusarse a relaciones superiores a 20, aproximadamente.
en la b matriz.
'
Como no es económico desarrollar las e1eva.d as pres10nes
. La mayoría de los metales se extrusan en caliente, sacándose parti-
que serían necesarias para extrusar totalment~ la palanquilla, se desecha do de la disminución del límite elástico o resistencia a la deformación
un pequeño despunte o tope que es necesario expulsar del cuerpo. _La con la elevación de temperatura. Como el trabajo en caliente supone
curva de la extrusión directa variará con la longitud de la palanqmlla la aparición de problemas de oxidación de la palanquilla y las herra-
y con la eficacia de la lubricación en la intercara entre palanquilla Y mientas de extrusar, de ablandamiento de matriz y útiles y de logro
cuerpo. de la lubricación adecuada, es conveniente trabajar a la temperatura
La relación de extrusión es la existente entre la sección transversal más baja que proporcione al metal suficiente plasticidad. La tempe-
inicial y la que queda después de la extrusión, R = Ao/At· La pre- ratura más alta del trabajo en caliente es aquella a la que aparece la
sión de extrusión es una función aproximadamente lineal del loga- fragilidad en caliente o, en los metales puros, el punto de fusión. Como
ritmo natural de la relación de extrusión. La fuerza de extrusión está la deformación producida por la extrusión es muy intensa, se produce
dada por considerable calentamiento interno. Por ello, la temperatura límite
[20-1] superior de extrusión debe ser bastante más baja que el punto de fu-
sión o el intervalo de fragilidad en caliente, a fin de tener seguridad
en los resultados. Para ·una deformación determinada, se puede traba-
Si se toma cr0 como el límite elástico en las condiciones de tempera- jar por extrusión a temperaturas más elevadas que las empleadas en
tura y velocidad de deformación empleadas en la extrusión, la Ec. [20-~] la forja o laminación, porque las elevadas tensiones de compresión
predice una fuerza de extrusión que es, por lo menos, un 50 % mas aminoran la posibilidad de agrietamiento. A pesar de ello, se pueden
baja que la realmente observada. Esto ocurre po~9ue la Ec. [2?-lJ no producir grietas en la extrusión de formas no simétricas, como con-
tiene en cuenta factores tales como la deformac10n no homogenea de secuencia del flujo desigual en las diferentes secciones.
la palanquilla (que es causa de trabajo superfluo), la fricción de_}ª Si aumenta la velocidad del vástago, se incrementa la presión de
matriz y la fricción entre la palanquilla y el cuerpo (en la extrusion extrusión. Aumentando aproximadamente diez veces la velocidad, el
directa). El tratamiento analítico completo de estos factores es muy incremento de presión es de alrededor del 50%. Las palanquillas se
difícil e imposibilita el cálculo exacto de la fuerza de extrusión Y la enfrían más a velocidades de extrusión bajas. Cuando este efecto es
presión 1. Es frec.uente que el límite elás~i,co efectivo, .~ constan~e de pronunciado se presenta un aumento real de la presión de extrusión
extrusión, se calcule mediante una operac10n de extrus1on, a partir de con el recorrido del vástago, por el aumento del límite elástico a me-
dida que la palanquilla se enfría. La consecuencia es que se necesitan
velocidades de extrusión elevadas para las aleaciones de alta resisten-
1 Un método.-gráfico, basado en la teoría de los campos de deslizamiento,
cia, que necesitan altas temperaturas de extrusión, ya que, en este
para estimar el límite superior de la fuerza de extrusión ha sido , propuesto
por W. JoHNSON: Proc. lnst. Mech. Engrs. (Londres), vol. 173, pags. 61-72, caso, aumenta el efecto de la baja velocidad de extrusión en el enfria-
1959. miento de la palanquilla. El aumento de temperatura producido por
20 SEC. DEFORMACION EN LA EXTRUSION
556

la deformación del metal es mayor a velocidades de extrusión elevadas más bajas es mayor la disipación del calor y aumenta la relación de
y pueden acentuarse las dificultades relacionadas con la fragilidad en
extrusión admisible para una temperatura determinada de precalen-
tamien to. El intervalo de extrusión en que se puede operar correspon-
caliente 1• de a la región que queda bajo las curvas de presión constante y velo-
La selección de las velocidades de extrusión y temperatura ade-
cuadas ha de hacerse por tanteos para cada aleación y dimensiones de cidad de extrusión.
~, Aunque en la mayoría de los procesos de extrusión se emplean
palanquilla. La interdependencia de estos factores se muestra esque-
máticamente en la figura 20-6. Para una presión de extrusión determi- matrices planas, con ángulo de 90º, se ha comprobado 1, en experiencias
nada se puede obtener una relación de extrusión más elevada emplean- con matrices cónicas, que la presión de extrusión disminuye al decre-
cer el ángulo de la matriz, produciéndose una deformación más uni-
forme del metal. Se logra un mejor control de la deformación dismi-
nuyendo el área de fricción de la matriz. Aumentando este área es
mayor la fricción y se requiere más presión para mantener el flujo.
Ajustando cuidadosamente las longitudes de fricción se logra hacer
más uniforme el flujo a través de matrices de forma irregular.
A veces resulta difícil lubricar adecuadamente la matriz y el cuer-
po de extrusión. Para la extrusión de cobre y aleaciones de níquel se
emplean dispersiones de grafito. Si se consigue una lubricación eficaz
e se asegura el logro de mayores relaciones de extrusión en una prensa
~ de capacidad! determinada. Además, se pueden emplear velocidades
"O
o de extrusión mayores, porque, con buena lubricación, es menor el calor
"O

o engendrado. Un ejemplo sobresaliente de la eficacia de la lubricación
e; es el empleo del vidrio en el proceso U gine-Sejournet 2• El uso de
>
este material como lubricante ha convertido en una realidad industrial
la extrusión. del acero, los aceros inoxidables y las aleaciones para alta
temperatura.
temperatura de la palanquilla fusión
incipiente 20-4. Deformación en la extrusión.-La presión necesaria para
producir extrusión depende de la forma en que el metal fluya en el
F1G. 20-6.-Diagrama esquemático que muestra la interdependencia de cuerpo de extrusióri y en la matriz, y también algunos defectos que
la temperatura, presión y velocidad de extrusión. (Según S. HIRST y se presentan en las piezas extrusadas se relacionan directamente con
D. H. URSELL: Metal Treatment and Drop Forging, vol. 25. pági-
na 409, 1958.) la manera en que el metal se deforma durante el proceso. Se han llevado
a cabo investigaciones minuciosas sobre las características del flujo de
do una temperatura más alta. Para una temperatura determinada, es los metales blandos, tales como el plomo, el estaño y el aluminio, em-
posible conseguir una mayor relación de extrusión trabajando a presión pleando la técnica de la palanquilla partida. Hay que tener en cuenta
más alta. La temperatura máxima de la palanquilla, en el supuesto de la deformación del metal tanto en el cuerpo de extrusión como en la
que no existan limitaciones debidas a la resistencia mecánica de las matriz.
herramientas y la matriz, debe ser inferior a la temperatura a que se La figura 20-7 muestra el diagrama de flujo, obtenido con una re-
puedan producir fusión incipiente o fragilidad en caliente durante la tícula cuadrada, en la extrusión directa con matriz plana. La figu-
extrusión. La elevación de temperatura en la extrusión estará deter- ~a 2_0-7 a corresponde al caso de la extrusión de una palanquilla bien
minada por la velocidad de extrusión y la magnitud de la deformación, lubricada, que se desliza a lo largo de las paredes del cuerpo. La defor-
por lo que las curvas que representan el límite de la zona de seguridad mación es relativamente uniforme hasta las inmediaciones de la entra-
en la extrusión se elevan hacia la izquierda. La peor situación corres- da de la matriz, donde el metal fluye más fácilmente a través de esta
ponde a una velocidad de extrusión infinita, para la cual no hay disi- última que a lo largo de las paredes del cuerpo. En las esquinas de la
pación alguna del calor engendrado en la deformación. A velocidades
!W. JoHNSON: J. Mech. and Phys. Solids, vol. 3, págs. 218-23, 1955.
- E. K. L. HAFFNER y J. SEJOURNET: J. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 195,
El balance término durante la extrusión ha sido discutido por A. R. E. SIN-
1
págs. 145-62, 1960.
GER y J. W. CoAKHAM: Metallurgia, vol. 60, págs. 239-46, 1959.
20 SEC. DEFECTOS DE EXTRUSION

matriz hay una zona muerta de metal estancado que sufre poca defor- El flujo no homogéneo a través de una matriz de extrusión se
mación. Los elementos del centro de la palanquilla soportan casi ex- puede modificar variando el ángulo de la matriz. Haciendo disminuir
clusivamente un alargamiento puro hacia la varilla extrusada, que el ángulo de una matriz cónica, para que se aproxime al ángulo natural
corresponde al cambio en la sección transversal de la palanquilla al del flujo frente a una matriz plana, es menor la deformación de ciza-
producto extrusado. Los elementos próximos a los lados de la palan- llamiento 1, pero, aunque el flujo sea más uniforme con las matrices
quilla sufren un intenso cizallamiento. La deformación por cizalla- de ángulo pequeño, las fuerzas de fricción son más elevadas. Por esta
miento, que se produce en una sección transversal mucho mayor que razón, no se puede llegar a la conclusión de que la presión de extru-
la de la barra extrusada, requiere un consumo de energía que no está sión sea más pequeña cuando el flujo es más uniforme.
en relación con el cambio en dimensiones experimentado por la palan- En la extrusión indirecta no hay fricción entre la palanquilla y las
paredes del cuerpo de extrusión. Con una matriz plana existe una zona
muerta, como la de la figura 20-7 a, y el flujo no es uniforme.
Se han desarrollado varias soluciones teóricas del campo de desli-
zamiento en la extrusión bajo condiciones de deformación plana 2-5• En
estos análisis se tiene en cuenta la existencia de una zona muerta, con
lo que se logra una buena aproximación a los diagramas de flujo
observados.

20-5. Defectos de extrusión.-Debido a la deformación hetero-


génea, en la extrusión directa, el centro de la palanquilla se mueve
más rápidamente que la periferia y el resultado es la aparición de una
zona muerta que se extiende a lo largo de la superficie externa. Des-
pués que se han extrusado los dos tercios, aproximadamente, de la
palanquilla, se desplaza hacia el centro el metal externo y fluye a tra-
vés de la matriz en las proximidades del eje de la barra. Como la
superficie de la palanquilla suele estar cubierta de una película de
óxido, el tipo indicado de flujo origina sartas internas de óxido. Este
defecto puede considerarse como análogo a un rechupe interno y se
(el denomina defecto de extrusión. En la sección transversal del producto
extrusado aparecerá como un anillo de óxido. La tendencia al defecto
FIG. 20-7.-Diagrama del flujo en la extrusión directa. a) Palanquilla de extrusión aumenta con la fricción con las paredes del cuerpo. Si
lubricada; b) elevada fricción palanquilla-cuerpo.
la palanquilla caliente se coloca en un cuerpo de extrusión más frío,
se puede endurecer la capa superficial y aumentar su resistencia al
quilla al formar el producto extrusado. Este trabajo superfluo es la flujo. Con ello es mayor la tendencia del centro de la palanquilla a
causa principal de la discrepancia que se encuentra entre las presiones extrusar antes que la capa superficial e incrementa la posibilidad de
de extrusión reales y las calculadas sobre la base de una deformación formación del defecto de extrusión.
ideal. Una forma de evitar el defecto de extrusión es realizar esta sola-
Cuando la fricción entre la palanquilla y el cuerpo de extrusión es mente hasta el momento en que el óxido de la superficie comienza a
elevada, se produce intenso cizallamiento tanto en la palanquilla como entrar en la matriz y, entonces, desechar el resto de la palanquilla.
en el flujo del metal a través de la matriz (Fig. 20-7 b). Como la ve- Este procedimiento tiene serios inconvenientes económicos, porque el
locidad del metal del centro es más elevada que la del próximo a las
paredes del cuerpo de extrusión, hay tendencia a la acumulación del 1 G. SACHs y W. EISBEIN: Mitt. deut. Materialpriifungsanstalt., vol. 16.
metal sobre las paredes y eventualmente se moverá hacia el centro págs. 67-96, 1931; J. FRISCH y E. G. THOMSEN: Trans. ASME, ser. B, vol. 81,
de la palanquilla. Esto da lugar al llamado defecto de extrusión. Si el págs. 207-16, 1959.
metal tiene una resistencia al cizallamiento, a lo largo de las paredes, 2 R. HILL: /. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 158, págs. 177-85, 1948.
3 W. JoHNSON: /. Mech. and Phys. Solids, vol. 4, págs. 191-98, 1956.
menor que las tensiones de fricción, se producirá una separación a lo 4 A. P. GREEN: f. Mech. and Phys. Solids, vol. 3, págs. 189-96, 1955.
largo de esas paredes y quedará una delgada película de metal en el 5 T. F. JüRDAN y E. G. THOMSEN: /. Mech. and Phys. Solids, vol. 4, pági-
cuerpo de extrusión. nas 184-90, 1956.
560 EXTRUSION
SEC. 20-6) EXTRUSIO"l EN CONDICIONES IDEALES 561
defecto de extrusión puede aparecer cuando aún queda en el cuerpo
pro~esos de e~trusión. indirecta son de particular eficacia para pro-
el 30%, aproximadamente, de la palanquilla. Otro procedimiento, em- ducir un traba1ado umforme en la dirección longitudinal.
pleado con frecuencia en la extrusión del latón, consiste en emplear
un émbolo de diámetro ligeramente inferior al del cuerpo. Cuando el La fuerte deformación de cizalladura de las capas superficiales del
vástago empuja al émbolo hacia adelante, este corta circularmente a producto extrusado hace que estas capas estén mucho más deformadas
que el centro. Si se calienta el producto extrusado, después que este
la :p~lanquill~ y deja la superficie oxidad~ dentro del cuerpo. Una so- abandona la prensa, las capas su-
lucion parecida, que se emplea para el mquel y las aleaciones de alta
perficiales y el centro responde-
temperatura, es mecanizar la superficie de la palanquilla antes de in- intervalo 1
rán de manera diferente. Cuan-
~r~ducirla en el c.uerp~ de extrusión. Para que este procedimiento tenga 1 industrial
exito es necesario evitar que la palanquilla mecanizada se oxide al
do se produce recristalización, el
tamaño de grano de las capas tj
t
calentarla a la temperatura de extrusión. .ü
superficiales será mayor. e
En la extrusión indirecta, por la forma del flujo, la superficie oxidada c:.I
iJli.e::;;;..--
de la palanquilla se acumula en la superficie del producto extrusado ·¡:¡¡ extremo frontal
produciendo lo que suele llamarse un rechupe externo; este defecto s~ 20-6. Extrusión en condi- c:.I
l.-

puede eliminar empleando un émbolo de diámetroi licreramente más ciones ideales.-Se puede hacer
pequeño que el interno del cuerpo, a fin de que cort: circularmente una estimación de la presión re-
1,0 50 100
la capa oxidada y la deje dentro del cuerpo de extrusión. querida para la extrusión en con- bruto de
diciones ideales, a partir de un relacion de extrusión
colada
Cuando se continúa la extrusión hasta que solo queda dentro del
cuerpo de extrusión una longitud de palanquilla aproximadamente igual análisis de las variaciones de FIG. 20-8.-Representación esquemáti-
a la cuarta parte de su diámetro, el rápido flujo radial hacia la matriz dimensiones producidas en la ca del efecto de la velocidad de ex-
origina un orificio interno, o embudo, en el extremo posterior del pro- operación. Consideremos la ex- trusión sobre la resistencia. (Según
trusión de una palanquilla cilín- ~· SACHS y K. R. VAN HORN: Prac-
ducto extrusado. Este orificio puede extenderse hasta alguna distancia tzcal Metallurgy, pág. 373, American
del extremo posterior del producto extrusado y es necesario despuntar drica de longitud L 0 y sección Society for Metals, Metals Park, Ohio,
transversal A 0 en una varilla de 1940.)
est~ y desechar. el metal afectado. La longitud de este defecto puede
ammorarse considerablemente si la cara de la herramienta que empuja longitud Lt y sección A¡. En la
al metal forma cierto ángulo respecto al eje del vástago 1• hipótesis de que no hay fricción y que la deformación es uniforme
Se puede producir agrietamiento superficial por extrusar a dema- por lo que no habrá regiones con elevada deformación de cizallamien~
siada velocidad o a excesiva temperatura. Una forma grave de denteado to ni trabajo superfluo, el trabajo por unidad de volumen requerido
de la superficie, llamado "defecto de pinabete", es el resultado del para aumentar la longitud del producto extrusado en dL está dado por
a~,arramiento in~t~ntáneo del metal en el campo de la matriz. La pre,.
dL
s10n se eleva rap1damente cuando el metal intenta extrusar interna- dW = <r de 1 = a-0 [20-2]
mente para sobrepujar la elevada fricción en la pared de la matriz.
La deformación no uniforme que se produce en la extrusión da
lugar a una considerable variación de la estructura y las propiedades, El trabajo total necesario para deformar el metal es
desde el extremo frontal al posterior, en la dirección longitudinal del
producto extrusado, y desde la superficie al centro, en la sección trans- [20-3 J
versal. El ¡:>rimer metal que extrusa a través de la matriz se deforma
menos que el restante y la resistencia mecánica será más baja. La re-
sistencia mecánica a lo largo del producto extrusado depende de la en donde V= AL es el volumen del metal. Por tanto,
relación de extrusión en la forma que indica la figura 20-8. Dentro del
intervalo de valores de la relación de extrusión que se emplea en los
procesos industriales, hay muy poca variación longitudinal de la re- [20-4]
sistencia mecánica, más allá del extremo frontal del producto. Los
1 Un análisis de este defecto, basado en la teoría de los campos de desli- El trabajo producido por el vástago al desplazarse la distancia L está
zamiento, ha sido realizado por W. JüHNSON: Appl. Sci. Research, vol. 8A. dado por
págs. 52-60, 228-36, 1959. W=PL=pAL [20-5]
DIETEH.-:)6
562 EXTRUSION SEC.

en donde: El coeficiente de frotamiento se puede determinar midiendo las pre-


siones necesarias para extrusar dos palanquillas de diferentes longitu-
P =fuerza sobre el vástago, des, porque
p =presión de extrusión.
P1 4f
-=exp- (L1 -L2)
lh D
[20-9]
Igualando el trabajo requerido para deformar el metal y el trabajo
transmitido por el vástago, se obtiene para la presión
Otros investigadores 1 • 2 han demostrado que la presión en la extru-
L¡ A0 sión directa se puede expresar, en función de la relación de extrusión,
p=a-0 ln -=<Yo ln - [20-6] mediante ecuaciones de la forma
LJ A1
[20-10]
Realmente, la Ec. [20-6] predice mia pres10n que es más baja que la
experimental en un 50%, aproximadamente. Al deducir la Ec. [20-6] en donde las constantes C1 y C 2 dependen de las condiciones de fric-
se ha supuesto que el criterio de fluencia es el de la tensión de ciza- ción y del ángulo de la matriz. Para la extrusión indirecta es válida 3
llamiento máxima. Si se hubiera partido de la Be. [17-18], que se basa una ecuación de la forma
en el criterio de la energía de distorsión, se podría utilizar en la ecua-
ción el límite elástico para deformación plana [20-11]

2 Ao en la que a es el semiángulo de la matriz.


p =--=-<Yo ln A f20-7] En la extrusión con matrices cónicas el flujo se hace más unifor-
/3 I me a medida que los ángulos empleados son más pequeños. Para este
cas~ parecen mucho más adecuadas las ecuaciones utilizadas para el
En estas deducciones riO se ha tenido en cuenta ni la fraÍ.cción ni la trefll~do, que se exponen en el próximo capítulo, que las presentadas
heterogeneidad de la deformación, p~r lo que no es. ~e extrañar ~ue . anteriormente para la extrusión a través de matrices planas.
las fórmulas conduzcan a valores ba1os para la pres1on de extrus1on.
~0-8. Extrusión de tuherías.-Mediante extrusión, empleando
20-7. Extrusión con fricción y deformación no hon1ogénea.- eqmpos modernos, se pueden fabricar tubos con tolerancias dimensio-
El flujo del metal durante la extrusión en las condiciones reales es nales tan estrechas como las que se logran en el estirado en frío. Para
demasiado complicado para que sea posible una solución analítica exac- producir tubos por extrusión es necesario acoplar un mandril al extre-
ta respecto a las fuerzas implicadas. Para la extrusión a través de una mo del vástago de extrusión. El mandril llega hasta la entrada de la
matriz plana se puede encontrar una expresión para el efecto de fric- matriz y el espacio anular que queda entre mandril y matriz es el que
ción entre palanquilla y el cuerpo de extrusión, sobre la misma base determina el espesor de paredes del tubo extrusado. Generalmente hay
que se ha utilizado en el capítulo 18 para la forja de un cilindro 1 : que emi:lear una palanquilla perforada para que el mandril llegue hasta

4fL
p=a-0 [ (,t)lnR-1) exp-.0---+l. l [20-8]
la matriz. Para que los tubos resulten concéntricos es necesario que
el vástago y el mandril estén coaxialmente alineados con el cuerpo de
extrusió? y la matriz; también debe ser concéntrico el agujero de la
en la que palanqmlla y esta debe ofrecer en toda su sección transversal iaual
resistencia a la deformación. h

R relación de extrusión, U1:1o de los métodos de extrusar tubos consiste en emplear una pa-
{=coeficiente de frotamiento entre la palanquilla y el cuerpo lanqmlla perforada como material de partida. El agujero puede hacerse
de diámetro D,
L=Longitud de la palanquilla sin extrusar,
195~~9. J. WILCOX y P. w. WHITTON: J. Inst. Metals, vol. 87, págs. 289-93,
- f3 ~ 1,5 =factor de forma para tomar en cuenta el trabajo superfluo.
2
L. C. DoDEJA Y W. JüHNSON: /. Meclz. and Plzys. Solids, vol. 5, pág. 281,
1957.
3
· I M. D. STONE: Trans. ASME, vol. 75, págs. 1493-512, 1953. R. J. WrLcox y P. W. WHITTON: J. Inst. Metals, vol. 88, págs. 145-49.
1959-60.
SEC. FABRICACION DE TUBOS SIN COSTURA 565
564 EXTRUSION (CAP. 20
maciza y utilizar una matriz de lumbreras y un vástago ordinario, sin
en el moldeo, por mecanizado o por punzonado en caliente en una mandril. Un esquema de la matriz de lumbreras se muestra en la figu-
prensa separada. Como el_ agujero se puede oxi?a: durante el calen- ra 20-10. El metal es forzado a fluir, en corrientes separadas, alrededor
tamiento, a veces se obtienen por este procedimiento tubos con la del puente central que lleva un mandril corto. Las corrientes separa-
superficie interna oxidada. . das que fluyen a través de las lumbreras se reúnen en una cámara de
Un método más satisfactorio de extrusar un tubo consiste en par- soldadura que rodea al mandril y el metal sale de la matriz en forma
tir de una palanquilla maciza, que es punzonada y extrusada en una de tubos. Como las corrientes separadas de metal se unen dentro de
sola fase en la prensa de extrusión. En una prensa de extrusión moder- la matriz, en donde no hay contaminación atmosférica, se obtiene una
soldadura perfectamente sana. Las matrices de lumbreras, además de
,cámara de
mandril / soldadura

(a)

cara de salida sección transversal A -A cara de entrada

· FIG. 20-10.-Matriz de lumbreras.

para tubos, se emplean para fabricar perfiles huecos no simétricos


de aleaciones de aluminio.
20-9. Fabricación de tubos sin costura.-Los tubos pueden cla-
sificarse en tubos sin costura (sin soldadura) y soldados, según la
manera de fabricarlos. La extrusión es un procedimiento excelente para
fabricar tubos sin costura, especialmente de metales difíciles de tra-
bajar. Sin embargo, hay otros procedimientos para fabricar tubos sin
(b) costura, de empleo corriente en la industria, que resultan generalmen-
te más baratos que la extrusión.
FIG. 20-9.-Extrusión de tubos. a) Punzonado; b) extrusión.
El tren Mannesmann (Fig. 20-11 a) se emplea para el punzonado
del acero y del cobre en la fabricación de tubos sin costura. Este pro-
na, el mandril de punzonar es accionado por un sistema hidráulico dis- cedimiento de punzonado aprovecha las tensiones de tracción que se
tinto del que actúa sobre el vástago. El mandril se mueve coa~ialmente producen en el centro de una barra que está sujeta a fuerzas alrededor
respecto al vástago, pero su movimiento es independiente (Fig. 2~-9). de su periferia. En la operación del tren Mannesmann se coloca una
En la operación de una prensa de extrusión de doble efecto, la prime- barra cilíndrica entre cilindros giratorios que están inclinados un cier-
ra etapa es la de recalcar la palanquilla con el vástago, mantenie~do to ángulo en el plano horizontal. Mediante rodillos de guía (no in-
retirado el mandril. Seguidamente el mandril punzona la palanqmlla cluidos en la Fig. 20-11 a) se evita que la barra pueda caer en dirección
expulsando un tapón de metal a través de la matriz. Por último, avan- vertical a través de los cilindros de trabajo. Como estos últimos for-
za el vástago y extrusa la palanquilla sobre el mandril para formar man un ángulo entre sí, dan a la palanquilla un movimiento helicoidal
el tubo. que la hace avanzar hacia el mandril de punzonar. La presión de los
Un tercer método para extrusar tubos, empleado para el aluminio cilindros que actúa alrededor de la periferia de la palanquilla inicia
y . las aleaciones de magnesio, consiste en partir de una palanquilla
EXTRUSION BIBLIOGRAFIA 567

un agrietamiento en el centro, justamente enfrente de la punta del el espesor de pared y el diámetro, alargándose el tubo. Para hacer
mandril. El mandril de punzonar coadyuva en la operación, abriendo tubos de tamaño grande a partir q.e los obtenidos en el tren de man-
más el centro de la palanquilla y dando el diámetro interno al tubo. dril.,, se pas~ el. tubo por un tren rotativo (Fig. 20-11 e). En esta ope-
El punzonado es la operación Q.e conformación más difícil' de las que rac1on se dismmuye el espesor de pared y aumenta el diámetro. Des-
se acostumbra someter a los metales. Solo un acero de la mejor cali- pué~ se pasa el y~1bo a través de un tren alisador (Fig. 20-11 d) que
brune las superficies externa e interna y elimina la ligera forma oval
resultante de las operaciones previas. La operación final en la fabri-
cación de ,tubos de. ~cero sin costura consiste en pasarlos a través de
un tren duo, con c1lmdros acanalados, que ajusta el diámetro externo
final.

BIBLIOGRAFIA

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90, 1957.
CHADWICK, Richard: "The Hot Extrusion of Non-ferrous Metals", Met. Re-
views, vol. 4, págs. 189-255, 1959.
HAFFNER, E. K. L., Y R. M. L. ELKEN: "Extrusion Presses and Press Installa-
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PEARSON, C. E., y R. N. PARKINS: "The Extrusion of Metals", 2.ª ed., John
Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1960.
(b)
SACHS, G., Y K. R. VAN HoRN: "Practica! Metallurgy", American Society for
Metals, Metals Park, Ohio, 1940. ·
(a)
''Tube Producing Practice", American Institute of Mining and Metallurgical
Engineers, Nueva York, 1951.

(e) (et)

FIG. 20-11.-a) Tren Mannesmann; b) tren de mandril; e) tren rotativo;


d) tren alisador.

dad puede emplearse en esta operación y hay muchos metales y alea-


ciones que no se pueden punzonar satisfactoriamente. Al fabricar tubos
de gran tamaño suele hacerse un punzonado doble. En una primera
operación se practica un agujero pequeño y en Ja segunda se reduce
el espesor de pared y se aumenta el diámetro interno.
Los tubos producidos en el tren Mannesmann requieren, usualmen-
te, una elaboración posterior para darles las dimensiones finales. Esto
suele hacerse en un tren de niandril (Fig. 20-11 b), que es fundamen-
talmente un tren dúo con un mandril. En esta operación se reducen
SEC. TREFILADO

muy importante de la hilera es su semiángulo a, llamado también,


más sencillamente, ángulo de la hilera.
El trefilado se inicia con hilo de máquina laminado en caliente. El
hilo de máquina se limpia primeramente por decapado para eliminar
cualquier cascarilla, que originaría defectos en el alambre y excesiva
CAPITULO 21 fricción en la hilera. En la fabricación de alambre de acero la etapa
siguiente consiste en recubrir el hilo de máquina con cal o con una
ESTIRADO DE TUBOS Y VARILLAS. capa delgada de un metal como el cobre o el estaño. La cal sirve como
TREFILADO portahilera cabezal de estirar
---:>-

21-1. Introducción.-En las operaciones de estirado se fuerza al


metal a pasar a través de una matriz o hilera, mediante la aplicación
de una fuerza de tracción al extremo del material que ya ha pasado
por la matriz y aparece por la cara de salida; es decir, se le fuerza a ///
pasar por la matriz "tirando" de él. Normalmente se parte de produc- (a)
tos con simetría circular, aunque no es condición necesaria. La reduc-
ción de sección de una barra o varilla, por operaciones sucesivas de
estirado, se llama estirado de barras o varillas, y dentro de esta deno- superficie
minación genérica se llama trefilado al proceso de fabricación del de apoyo
alambre por estirado. Las matrices de estirar se suelen llamar hileras,
especialmente en el caso del trefilado. Los tubos se pueden estirar sin
mandril que soporte el. interior .del tubo o se pueden estirar con man-
dril (también llamado procedimiento del banco de estirar). El. primer
--
tipo de estirado de tubos lo denominan los anglosajones tube sinking
y el segundo tube drawing. El estirado de tubos y el trefilado se suelen
realizar a la temperatura ambiente, pero en la ope,ración se producen
fuertes deformaciones que originan elevaciones considerables de tem-
(b)
peratura.
FIG. 21-l.-a) Esquema de un banco de estirar; b) sección transversal
21-2. Trefilado.-Las operaciones de estirado de barras y vari- de una hilera.
llas y las de trefilado son esencialmente iguales, aunque se necesiten
diferentes equipos para los productos de distinto diámetro. Las vari- absorbente y portador del lubricante en el llamado estirado en seco
llas y tubos que no se pueden bobinar se fabrican en bancos de estirar y, también, para neutralizar cualquier resto de ácido procedente del
(Fig. 21-1 a). La varilla se apunta con máquinas de forja rotativa, se decapado. En el estirado en seco los lubricantes suelen ser grasas o
pasa esta punta delgada por la hilera y se la agarra con la mordaza de polvo de jabón, mientras que en el estirado en húmedo se sumerge
la cabeza de estirar. La cabeza de estirar se mueve mediante dispo- toda la hilera en un líquido lubricante de licor de harina de centeno
sitivos de cadena o mecanismos hidráulicos. Existen bancos de estirar fermentado o en una solución alcalina de jabón. El recubrimiento elec-
que pueden ejercer tracciones de 150 000 Kg y con recorridos de 30 m. trolítico de cobre o estaño se emplea en el estirado en húmedo del
Las velocidades de estirado suelen variar entre 10 y 100 m/min. alambre de acero. Para estirar el cobre no suele ser necesario recu-
En la figura 21-1 b se muestra la sección longitudinal de una hilera brirlo. Después de preparado el hilo de máquina se le apunta, se pasa
típica. El ángulo de entrada es suficientemente grande para que pueda por la hilera y se le sujeta a la mordaza de la bobina de estirar (figu-
pasar el lubricante que ha de entrar en la hilera. El ángulo de ataque ra 21-2). Cuando se trata de alambre grueso, de más de 12 mm de
o de aproximación corresponde a la sección de la hilera en la que se diámetro, se emplea una sola bobina y para el alambre fino se utiliza
produce la reducción real de diámetro. La superficie de apoyo sirve un número grande de bobinas, pasando el alambre a través de hileras
de guía cuando la varilla o alambre sale de la hilera. Una característica sucesivas hasta alcanzar la reducción final en una operación continua.
568
570 ESTIRADO DE TUBOS Y VARILLAS. TREFILADO [CAP. 21 SEC. VARIABLES DEL

Para el alambre fino se emplean reducciones del 15 al 25 ~::, por pasada, mala o partículas abrasivas arrastradas con el alambre hasta la hilera.
mientras para los gruesos puede llegarse a reducciones del 20 al 50% La presencia de uniones frías y sopladuras en el material inicial lami-
Las velocidades de los equipos de trefilar modernos pueden ser supe· nado en frío dan lugar a la aparición de soja y pliegues en el alambre.
riores a los 1500 m/min. La superficie manchada y con óxido incrustado proviene de una pre-
Los alambres de, metales no férreos y de acero suave se fabrican paración defectucsa de la superficie de la barra o del hilo de máquina.
con cierto número de grados de dureza, desde el totalmente blan-
do ("ablandado a muerte") hasta el llamado completamente duro. 21-4. Variables del trefilado.-La fuerza que se requiere para
Según sean el metal y las reducciones empleadas, pueden necesi- estirar un alambre a través de una hilera es la suma de la necesaria
tarse diversos recocidos intermedios. El alambre de acero con más para producir una disminución uniforme del diámetro (como en el
de 0,25 % de carbono se somete a un tratamiento térmico especial lla- ensayo de tracción), la requerida para producir la deformación de
mado patentado. Consiste en calentar por encima de la temperatura cizallamiento no uniforme de las capas superficiales a la entrada
crítica superior y luego enfriar a una velocidad controlada o sumergir

hilera
t
alambre
1
¡
1
1 ;
1 1

1
!
1 1

1 1

1
1

vista lateral de la 1 1

vista superior bobina de estirar 1 ~

FrG. 21-2.-Equipo de trefilado (esquemático).


1
IX= 6º a=12º <X= 20º
en un baño de plomo mantenido a 300 ºC, aproximadamente, para
FrG. 21-3.-Distorsión de una rejilla, inicialmente cuadrada, a lo
transformarlo en una mezcla de perlita fina y bainita. El patentado largo de una barra estirada, en función del ángulo de la matriz.
proporciona la mejor combinación de propiedades para el trefilado Reducción total de, aproximadamente, el 30%.
subsiguiente de la cuerda de piano y el alambre de muelles.
y a la salida de la hilera (trabajo superfluo), y la destinada a superar
21-3. Defectos de las varillas y del alamhre.-Los defectos in- la fuerza de fricción entre el alambre y la hilera. Las fuerzas primera
ternos de la varilla y del alambre 1 son las grietas, debidas a pliegues y última no suponen ninguna dificultad en el análisis teórico del tre-
o rechupes del material inicial laminado en caliente, y un defecto es- filado, pero la deformación no homogénea plantea un problema que
pecial consistente en la formación de grietas en copa. Las grietas en no se ha podido resolver adecuadamente. La fuerza total requerida para
forma de copa consisten en la rotura del centro del alambre cuando el trefilado depende de los siguientes factores: 1) el ángulo de la
está sometido a tracción. Se pueden reconocer por la formación de una hilera; 2) el tanto por ciento de reducción; 3) el límite elástico del
estricción durante el estirado o por la fractura en forma de copa que material, y 4) la fricción en la hilera, que, a su vez, depende del ma-
se observa en el alambre roto. Los problemas relacionados con la for- terial de dicha hilera, la lubricación y la velocidad de estirado.
mación de estas grietas en copa son más frecuentes cuando se trabaja Los estudios de la deformación con retículas grabadas longitudi-
con hileras de ángulo grande y fricción elevada. El agrietamiento de nalmente en las barras estiradas han puesto de manifiesto la deforma-
la superficie puede ser el resultado de una lubricación inadecuada. Las ción no homogénea producida por la operación 1• La figura 21-3 mues-
rayas longitudinales son producidas por hileras defectuosas, lubricación
1 E. SIEBEL: Steel, vol. 94, núm. 94, págs. 28-30, 1934; G. I. TA YLOR y
1 G. EARNSHAW: Wire lnd., vol. 27, págs. 683-85, 706-707, 1960. H. QUINNEY: J. lnst. Metals, vol. 49, pág. 187-202, 1932.
572 ESTIRADO DE TUBOS Y VARILLAS. TREFILADO 21 SEC. 21-5J TREFILADO SIN FRICCION 573
tra que, para una determinada reducción de diámetro, la magnitud de l~ngit~dinal de estirado, crn y la tangencial compresiva (presión de la
la deformación de cizallamiento, en el sentido opuesto al estirado. hi~era), cr e. El estado de tensiones es cilíndrico, y se puede aplicar el
aumenta con el semiángulo de la hilera. Solo los elementos del centro cnterio de energía de distorsión para la fluencia en la forma
de la barra sufren alargamiento puro. Cuando los ángulos de la hilera
son grandes, se produce gran deformación por cizallamiento y es ne- f21=1]
cesario aumentar la fuerza de tracción en el centro del alambre, lo que
puede ser causa de que, al sobrepasarse la resistencia a la tracción, se
produzcan grietas en forma de copa. Para un ángulo de hilera deter-
minado, disminuye la importancia de la deformación por cizallamiento
al aumentar el tanto por ciento de reducción. Por esta razón para re-
ducciones grandes son preferibles los tratamientos teóricos que des-
precian la deformación por cizallamiento. Debido a la deformación de
cizallamiento de las capas superficiales, los valores de la resistencia
a la tracción y el límite elástico de los alambres estirados con hileras
de ángulo grande son muy grandes. Este efecto es mayor cuanto más
pequeñas son las reducciones.
Aunque la deformación de cizallamiento no uniforme es más pe- /
queña cuando los ángulos son grandes, aumenta, en cambio, la fricción ~-----ro-----~

contra las paredes de la hilera. Como la fuerza de estirado es una


función complicada del ángulo de la hilera, la reducción, el límite
elástico y la fricción, existirá un ángulo óptimo para el que sea mínima
la fuerza de estirado necesaria para una reducción determinada. El
ángulo óptimo dependerá de la reducción, la lubricación y los mate-
J
ero ln 02
f
riales implicados. Si los demás factores se mantienen constantes, el
ángulo óptimo aumenta con el tanto por ciento de reducción. La velo-
cidad de estirado afecta poco a la fuerza, pero para velocidades ele-
vadas es mayor el aumento de temperatura y resulta más difícil la
lubricación.
Otro factor que hay que tener en cuenta es la existencia de una
retrotracción en sentido opuesto al estirado. Se puede producir una FIG. 21-4.-Tensione~ en el trefilado sin fricción. (O. HOFFMAN y
retrotracción muy elevada originada por las fuerzas de fricción de las G. SACHS: lntroductzon to the Theory of Plasticity for Engineers
bobinas de estirar de las máquinas múltiples o bien se la puede aplicar McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1953.) '
a propósito por razones que se expondrán más adelante. La retrotrac- La ecuación diferencial de equilibrio es
ción aumenta la fuerza necesaria para el estirado, pero reduce la
fricción con las paredes de la hilera, disminuyendo apreciablemente dcrr 2cro
el desgaste. --+--=0 [21-2]
dr r
21-5. Trefilado sin fricción.-Se puede desarrollar· una teoría en la que r es la distancia, en la dirección del radio, de una partícula
simplificada del estirado 1 basándose en la hipótesis de que el flujo de una superficie esférica. La integración de la Ec. [21-2] conduce a:
del metal a través de la hilera puede asimilarse al flujo radial cen-
trípeto de un segmento de esfera. La presencia de fricción y cizalla- cr,. e - <Jo ln r 2
[21-3]
miento (superfluo) se desprecia en este análisis, por lo que se trata ere C - cro(l +In r 2 ) [21-4]
de un caso ideal. En la figura 21-4, las tensiones principales son la
La constante de integración puede evaluarse por la condición límite
de que a la entrada de la hilera r=ro y la tensión longitudinal, cr,., se
1 O. HOFFMAN y G. SACHS: Introduction to the Theory of Plasticity for anula.
Engineers, págs. 166-68, McGraw-Hill Book Company, Inc .. Nueva York. 1953.
Ü=C cr0 In r 02
ESTIRADO DE TUBOS Y VARILLAS. TREFILADO SEC. 21-6] TREFILADO CON FRICCION 575

o bien tamente igual se pueden deducir las ecuaciones de la extrusión de un


C =a-o In ro2 material plástico ideal.

Las ecuaciones para las tensiones principales se convierten en 21-6. Trefilado con fricció.n.-Hasta en la hilera mejor lubrica-
ro2
da se produce fricción y por eso es necesario tenerla en cuenta en el
a-,.= a-0 ln - , [21-5] análisis de las fuerzas de trefilado. La fuerza de fricción en cualquier
r- punto de la hilera se supone proporcio-
2
0 nal a la presión normal en ese punto
a- 0 =a-o ( In r -1 ) [21-6] (ley de Coulomb) y actúa en sentido
opuesto al movimiento relativo entre
Estas ecuaciones se expresan más adecuadamente en función del diá- hilera y alambre.
metro del alambre, ya que r0 /r =Do/ D, Sachs 1 ha elaborado un análisis en
el que se incluye el efecto de la fric- O-x + drrx
Do2 ción sobre las tensiones del trefilado.
a-,.= a-0 In [21-7] El coeficiente de frotamiento se supo-
ne constan te en toda la intercara hile-
[21-8] ra-metal y se admite un estado cilín-
drico de tensiones a través del alambre.
La figura 21-5 muestra el esquema de
El valor max1mo de la tensión longitudinal se presenta en la salida tensiones que actúan sobre un elemento
de la hilera. Cuando 3e calcula la ecuación [21-7] para r=r¡, el valor FIG. 21-5. - Tensiones que
del alambre perpendicular al eje. El actúan sobre un elemento del
de a- es ioual a la tracción de estirado. La figura 21-4 ilustra sobre equilibrio de fuerzas que actúan a lo alambre.
las t;ndenclas de a-,. y a- e a partir del vértice de la hilera. largo del eje se establece entre la ten-
Para un material plástico ideal, la tracción de estirado no puede s~?n lon~itu~inal de tra~ción a-x, la componente longitudinal de la pre-
exceder del límite elástico s1on p e1erc1da entre hilera y alambre, y la componente longitudinal
Do2 de_ la fuerza de fricción en la intercara entre los últimos. Del equili-
a-0 ln --=ero [21-9]
DrI
¡ brio de las fuerzas resulta la siguiente ecuación diferencial para la ten-
sión axial en función del diámetro del alambre D
La reducción de área, q, producida por el paso a través de la hileta,
está dada por da-x 2dD
a-xB - a-o (1 + B) D [21-13]
[21-10]

en la que es B = f / (tg a). Al integrar esta ecuación hay que tener en


Resolviendo la Ec. [21-91 con respecto a D¡2/Do2 , resulta
cuenta la posibilidad de que exista una retrotracción <Txb· La condición
1 en el límite es que, para D = D0, <Tx =a-xb, con lo que se obtienen las
=0,37 [21-11] siguientes expresiones para a-x y p:
e

en la que e= 2,718 es la base de los logaritmos neperianos. Sustitu- <Tx=~[l-(~)BJ +~(~)B [21-14]
yendo en [21-10], se obtiene la reducción máxima de área ero B Do <To Do

qmáx=
1
1-.-=0,63 [21-12]
_E_=_!_[l+ (l+B) (
<To B
~ )BJ-~(
D0 <To
~ )B
D
[21-15]
0
e
Así, pues, suponiendo que el material es plástico ideal, no se pueden 1 G. SACHS: Z. angew. Math. u. Mech., vol. 7, págs. 235-36, 19.27; véase-
obtener reducciones de área superiores al 63 %. Con un análisis exac- también HOFFMAI'\ y SACHS, op. cit., págs. 176-86.
SEC. PROCEDIMIENTOS DE ESTIRADO DE TUBOS
Y VARILLAS. TREFILADO 21
ción de estirado para ángulos de 5º a 25º y reducciones del 10 %
La tracción de estirado a-xf es la tensión axial en la salida de la hilera, al 50%:
en la que es D=D¡,
<r,¡=<ro l ~B [ 1- ( ~;, n + <r,b ( ~;, r [21-16]
a- .1= a-0
.\
l + B [ 1 - ( !}!_ ) B
B D02
l +~(
3 , 4
'iT D¡2) a-o ª 2
(1 - q) [ 21-19]
q
en la que:
Cuando no hay retrotracción, la Ec. [21-16] se reduce a a= semiángulo y

a-xi= a-o l ~ B_ [ 1 - ( ~;, rl [21-17]


q reducción de área.

Hasta ahora no se ha hecho un análisis teórico del trefilado basado


en los campos de deslizamiento. Se han obtenido soluciones para el
La Ec. [21-16] indica que la tracción de estirado aumenta con la re- caso de deformación plana análogo al del trefilado 1 • 2, que consiste en
trotracción en una cantidad menor que el valor de esta. Cuanto mayo- estirar un fleje rectangular a través de una hilera tronco piramidal.
res son la reducción y ·el valor de la constante B tanto más pequeño También se han hecho cálculos del efecto del ángulo de la hilera,
es el efecto de la retrotracción sobre la tracción de estirado. El valor magnitud de la reducción y fricción para el caso de un material plástico
de la reducción máxima posible disminuye al aumentar la retrotrac- ideal que obedece al criterio de la energía de distor?ión para la fluencia.
ción, puesto que, en presencia de esta, aumenta la tracción d~, estirado
y se alcanza más pronto el límite a-x1=a-o. Per? la retrotracc1on ofr~ce 21-7. Procedimientos de estirado de tuhos.-Los cilindros hue-
la ventaja de que disminuye la presión en la hilera y aumenta aprecia- cos, es decir, los tubos, que se fabrican por métodos de trabajo en ca-
blemente la duración de esta. liente, como la extrusión ·o el punzonado y la laminación (Cap. 20),
Para incluir el endurecimiento por deformación en la ecuación de suelen acabarse por estirado en frío. Se acude a esta última operación
Sachs se emplea un valor medio del límite elástico comprendido entre porque se consiguen tolerancias dimensionales más estrechas y un. me-
los del metal antes y después de pasar por la hilera. Davis y Dokos 1 jor acabado superficial y, también, para conseguir mejores propieda-
han desarrollado un tratamiento analítico del trefilado en el que se des mecánicas por endurecimiento por deformación, para obtener tubos
tiene en cuenta el endurecimiento por deformación mediante el empleo de paredes más delgadas que por los otros métodos o para fabricar
de una ecuación potencial de la curva tensión -deformación. tubos de perfil irregular.
En el análisis de Sachs no se tiene en cuenta el trabajo superfluo Estirar tubos es esencialmente una operación análoga al estirado
resultante de la deformación por cizallamiento. Esta deformación no de alambre. Los tubos se fabrican en un banco de estirar y con hileras
es grande cuando los ángulos de la hilera son pequeños o cuando las parecidas a las de trefilar. Sin embargo, para disminuir el espesor de
deformaciones son grandes y los ángulos mayores. Estos factores pue- pared y controlar con exactitud el diámetro interno, es necesario so-
den relacionarse mediante el parámetro D.:
portar al tubo, mientras pasa por la hilera, mediant~ un, 1:1and~il. El
D0 +D1 mandril se suele fijar en el extremo de una barra mmovil su1eta a
ó.=sen a - -- [21-18] un extremo del banco de estirar, manteniendo la posición debida para
Do-Dr que el mandril quede precisamente en la boca de la hilera. El mandril
puede ser cilíndrico o troncocóntco (Fig. 21-6 a y b). También se pue-
Para valores de D. inferiores al 0,9, el trabajo superfluo no tiene im- den estirar los tubos con mandril móvil, bien empleando una barra que
portancia y la ecuación de Sachs permite el cálculo bastante, exacto se desplaza solidariamente con el tubo a través de la hilera (figu-
de la tracción de estirado 2• Se ha encontrado 3 que cuando los angulos ra 21-6 e) o empujando una copa embutida, a través de la hilera, me-
de la hilera son menores de 6º, aproximadamente, la ecuación de Sachs diante un punzón (Fig. 21-6 d). Por la dificultad de utilizar barras
da diferencias de ± 10% con los resultados experimentales, y que, para largas como mandriles, el estirado con barra móvil solo se emplea
ángulos de hasta 20º, se mantiene el acuerdo dentro del ± 10% si la para tubos de pequeño tamaño, en los que una barra portadora de un
reducción es mayor de un 25 %. Whitton ha desarrollado una correc- mandril fijo habría de ser demasiado delgada y no tendría suficiente
ción empírica para el trabajo superfluo que permite predecir la trae-
1 R. HILL y S. J. TUPPER: /. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 159, págs. 353-
l E. A. DAVIS y S. J. DOKOS: J. Appl. Mech., vol. 11, págs. 193-98, 1944. 59. 1948.
2 J. G. WISTREICH: Met. Reviews, vol. 3, págs. 97-142, 1958. 2 A. P. GREEN: Phil. Mag., vol. 42, págs. 900-18, 1951.
3 P. W. WHITTON: /.Inst. Metals, vol. 86, págs. 417-21, 1957-58. DIETEH..-37
ESTIRADO DE TUBOS Y VARILLAS. TREFILADO
[CAP. 21
SEC. ESTIRADO DE CON MANDRIL
578
· · , · Otra forma de fabricar los tubos es el estirado y Baldwin 1, en la hipótesis de que el espesor de paredes se mantiene
resistencia mecarnca. · 1 h"l ·
· d ·1 (t'tbe s;nkina) en el que el tubo atraviesa a 1 era sm constante. La ecuación para la tensión de estirado en la salida de la
sin man ri " • b ' · • d d ·
so orte de su pared interna. En estas cond1c10nes pue e pro ucirse un hilera es análoga a la obtenida en el trefilado. La sección transversal
a!mento 0 una disminución del espesor de pared, ~e acue:do con 1~ del tubo se relaciona con el radio medio r y el espesor de pared, h,
forma de realizar el proceso. Industrialmente el_ estirado sm mandril por A ~ 21Trh. La ecuación para la tensión de estirado es
se usa solo para la fabricación de tubos pequenos. A pesar de ello,
,, l + B [ ( A¡ ) B ] ( A¡ ) B
[21-20]
erx¡ =ero -B-- 1 - Ab + erxb Ao

mandril en la que ero"= l,l0er0 y B = f / (tg a). La experiencia ha confirmado


cilíndrico la predicción de la Ec. [21-20] de que, para iguales reducción, ángulo
de hilera y condiciones de fricción, la tensión de. estirado de tubos
sin mandril es aproximadamente un 10 % más alta que la de trefilado.
Un análisis más completo es el realizado por Swift 2, en el cual se
tiene en cuenta las variaciones del espesor de pared del tubo, pero
la complejidad de las ecuaciones aconseja remitir a las representaciones
gráficas del trabajo original.
t ~ t (b) * Baldwin y Howald 3 han determinado experimentalmente las va-
tal riaciones del espesor de pared. Dependen del grado de endurecimiento
por deformación del metal, la reducción por pasada y la relación del
espesor de paredes al diámetro externo del tubo. Para reducciones
de diámetro de hasta el 40%, se obtiene una dependencia lineal entre
la relación del espesor de pared y la reducción del diámetro externo.

21-9. Estirado de tubos con


mandril fijo.-La figura 21-7 mues-
tra el estado de tensiones en un ele-
mento de tubo que está siendo esti-
rado con mandril fijo. La tensión
axial de estirado erx és una de las
tensiones principales. Se admite que
(d)
tcl la presión p que se ejerce en las in-
d b ) dr"l cilíndrico fijo; tercaras hilera-tubo e hilera-mandril
FIG. 21-6.-Métodos de estirado e tu .os: a man I ,
b) mandril móvil; e) empuJe con un punzon. es la misma en cualquier punto a lo
largo del eje de la hilera. En el aná-
lisis de las tensiones 4 se ha tenido matriz
sianifica un problema importante en la teoría de la conf.ormación .plás- en cuenta que los coeficientes de
~ · b d 1 tubos ya que es una primera etapa necesaria del estir~do fricción pueden ser distintos en las
FIG. 21-7.-Tensiones que actúan
t1ca e ods ·1 Est~ se debe a que para que el mandril controle bien intercaras hilera-tubo e hilera-man-
sobre un elemento de tubo esti-
con man n · ' 1 d' , t interior del rado con mandril fijo.
las dimensiones internas, es necesario que, e ian_::e ro
tubo a reducir de dimensiones sea un poco mas i::equeno que el de! man-
dril, y ello se consigue por estir~do sin mandril durante las primeras 1 G. SACHS y W. M. BALDWIN, Jr.: Trans. ASME, vol. 68, págs. 655-62
fases del paso del tubo por la lulera. 1946; véase también HOFFMAN y SACHS, op. cit., págs. 252-55.
2 H. W. SWIFT: Phi!. Mag., vol. 40, ser. 7, págs. 883-902, 1949.

21-8. Estirado de tubos sin :m.andril.---:-Las ten~iones implicadas -' W. M. BALDWIN, Jr., y T. S. HOWALD: Trans. ASM, vol. 33, págs. 88-102v
1944.
en el proceso de estirado sin mandril han sido analizadas por Sachs -+ HoFFMA"N y SACHS. op. cit., págs. 190-95.
SEC. ESTIRADO DE TUBOS CON MANDRIL
ESTIRADO DE TUBOS Y VARILLAS. TREFILADO [CAP. 21
580
Si se estira un fleje ancho a través de una hilera en forma de cuña
dril y que los ángulos de la hilera; .ª' y del :nandril, (3, no son nece- (estirado de fleje), (3=a y f1 =f y se tiene
sariamente iguales. Se puede admitir que ex1s~e un estado ~eb defor­
mación plana, porque la deformación tang~ncial es ?es~recia e ~on 1
respecto a las que se producen en las direcc1~ne~ longitudm~l Y radi~l. B'=-'-=B
tg a
En estas condiciones puede escribirse el cnteno de energia de dis-
torsión para la fluencia en la forma La constante B' es siempre positiva en el estirado de tubos con man-
2ero , dril fijo y en el estirado de fleje.
erx+P= vI =ero La máxima tensión axial se produce a la salida de la hilera. En este
lugar el metal ya no está en una condición de deformación plana, por-
que tiene libertad para sufrir deformaciones tangenciales. Por tanto, la
El equilibrio de fuerzas en la dirección longitudi~al ~e establece tensión límite en la salida de la hilera es el límite elástico er0• La
entre la tensión longitudinal, erx, las componentes longitudmal~~ de . la Ec. [21-23] puede escribirse
presión sobre la hilera y el man.dril y las componentes, tan:b1en lon-
gitudinales, de la fricción entre hilera y tu_bo y tubo y ma~~nl. J?e este
equilibrio se deduce la ecuación diferencial para la tension axial, er.u
como función del espesor de pared del tubo, h,
derx dh Reordenándola, se puede obtener la máxima reducción por pasada
[21-21]
crxB' - cr0' ( 1 + B') h
[21-24]
en la cual
B' = f1 + f2 [21-22]
tg a - tg f3 Esta ecuac1on muestra que la reducción máxima por paso disminuye
y, además: cuando B' aumenta. La mayor de todas las reducciones se conseguirá
en el estirado sin fricción, en el que B' =O, y tiene el valor aproximado
f1 =coeficiente de frotamiento entre hilera y tubo, del 58%. La figura 21-8 muestra la reducción teórica máxima repre-
f2 =coeficiente de frotamiento entre tubo y mandril, sentada en función de B'. Se representa también en la figura una curva
a= semiángulo ~n el vértice de la hiler~, para el estirado de tubos con mandril móvil (Sec. 21-10). Debe tenerse
f3 = semiángulo en el vértice del mandril. en cuenta que estas curvas se basan en la ecuación teórica para un
material idealmente plástico con tensión de fluencia (límite elástico)

l:
L solución de la Ec. [21-21] proporciona la siguiente relación para
tracción de estirado en la salida de la hilera, en donde h = h¡:
constante. El endurecimiento por deformación puede permitir una ma-
yor tracción en la salida de la hilera y la reducción máxima puede ser
algo mayor.
1 + B' [ ( h¡ ) B'
erx¡ =ero' -B-,- 1 - h;
J [21-23 J
2lcl0. Estirado tubos con n1m1dril 1nóvil.-En el estirado
de tubos con mandril móviL empleando una varilla o un punzón
Los valores de la constante B' de la Ec. [21:23] dependen. de las con- iFig. 21-6 e y d), la fuerza de estirado se transmite al metal, en parte
diciones físicas. Los coeficientes de frotamiento entre hilera Y tub~ por la tracción en la salida y, en parte, por la fricción existente en la
y tubo y mandril suelen ser iguales, f 1=f2 = f, y entonces el valor de B intercara tubo-mandriL En todas las operaciones de conformación, las
A fuerzas de fricción se oponen al movimiento relativo entre el metal y
será 2f
B' las herramientas. En el estirado de tubos con mandril móvil actúan en
tg f3 el sentido hacia la entrada las fuerzas de fricción entre hilera y tubof
lo mismo que en los casos del estirado de tubos con mandril fijo y
para el caso de un mandril' troncocónico. Si el mandril es cilíndrico, del trefilado.
fJ=O, y, para este caso, En el caso del estirado de tubos con mandril móvil, este se des-
B'=_E_ plaza con velocidad igual a la que lleva el tubo a la salida de la hilera,
tg a
582 ESTIRADO DE TUBOS Y VARILLAS. TREFILADO [CAP. 21 SEC. 21-11] TENSIONES RESIDUALES EN VARILLAS, ALAMBRES Y TUBOS 583

por lo que dentro de esta última es mayor la velocidad del mandril en la que a-xb es una retrotracción resultante de la reacc1on elástica
que la del metal del tubo. El resultad? es la exis~encia de un mo~i­ en la entrada de la hilera y B=f/(tg a). Las medidas experimentales 1
miento relativo entre el metal contemdo en la hilera y el mandril, concuerdan bien con esta ecuación.
que produce una fuerza de fricción .en la intercara tubo-hilera, ~ que La determinación de la reducción máxima que puede conseguirse
está dirigida en el sentido de la salida. Se deduce que en el estirado en el estirado de tubos con mandril móvil se basa en un criterio dis-
con mandril móvil habrá que invertir el sentido de pfz en la figu- tinto del empleado para el mandril fijo. Como el mandril continúa en
ra 21-7, y que la constante B' debe escribirse en la forma contacto con el metal después de salir de la hilera, el metal no puede
sufrir deformaciones tangenciales. Se mantiene, por tanto, la condición
B' = f1 -fz de deformación plana, y el límite de reducción está dado por la con-
tg Q'. -tg f3 dición a-x¡=a-0'. La Ec. [21-23] se convierte en

1 1 + B' [
1 ( h¡ ) B' ]
90 CTx¡=CTo =a-o -B-,- 1- ho

-t?- 80
que, reordenada, permite obtener, para la reducción máxima, la ex-
,~?O presión
Q:
h¡ _l ) l/B'
ci 60 qmáx= 1- 1- ( - - - - [21-26]
E 1 +B'
:§ 50
E Cuando B' =O se obtiene la mayor de las reducciones max1mas posi-
e 40
'O bles, con un valor de aproximadamente el 63 %. Esta condición co-
º8
::::¡
30 rresponde al caso f 1 =f2 o a la ausencia de fricción, f 1 =f2 =O. Se pueden
"O
~ 20 f------+---+----t- obtener valores más altos de la reducción cuando B' es negativo, pero
este caso carece de importancia práctica.
10
21-11. Tensiones residuales en varillas, alambres y tubos.-
-1,0 o Dos tipos distintos de diagramas de tensiones residuales pueden pro-
ducirse en el alambre v la varilla estirados en frío. Cuando la reduc-
21-8.-Reducción teórica máxima en el estirado de tubos. (0. HoFF-
FIG.
MAN y G. SACHS: Jntroduction to the Theorie of Plasticity for Engineers, ción por pasada es inferior al 1 ~;; existirán tensiones residuales longi-
McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York, 1953.) tudinales de compresión en la superficie y de tracción en el eje. Las
tensiones radiales son de tracción en el eje y caen hasta anularse en la
Los valores de B' pueden ser positivos o negativos, según sean las mag- superficie. Las tensiones tangenciales residuales siguen la misma ten-
nitudes relativas de f1 y f2• La Ec. [21-23] expresa la tensión de esti- dencia que las longitudinales. Para reducciones más grandes, que son
rado en la salida si se emplea el valor conveniente de B'. Si se exami- las de importancia industrial, el esquema de distribución de tensiones
na esta ecuación es fácil observar que si B' es menor que -1, la ten- se invierte completamente. Las longitudinales son de tracción en la
sión axial puede ser de compresión, es decir, el metal es extrusado superficie y de compresión en el eje; las radiales, de compresión en
por las fuerzas de fricción engendradas entre el mandril y la superficie el eje, y las tangenciales, de características análogas a las longitudina-
interna del tubo. Esto supone una condición de inestabilidad, con el les. El primer tipo de distribución de tensiones es el característico de
resultado del deterioro del tubo o la rotura de las herramientas. Para las operaciones de conformación, en las que la deformación está loca-
el caso específico del estirado de tubos con mandril cilíndrico (/3 =O), lizada en las capas superficiales.
cuando f 1 f2 = f, se puede escribir, para la tensión de estirado unita- EL efecto del ángulo de la hilera y de la magnitud de la deformación
ria media 1, por pasada sobre las tensiones residuales longitudinales del alambre
de latón estirado en frío ha sido investigado por Linicus y Sachs 2 • La
CTx=_!_-=a-0'(1 +B) In ha +crxb[ 1 B( In ho -1)
1íD¡h¡ h1 \ h¡
J [21-25]
G. EsPEY y G. SACHS: /. Appl. Mech., vol. 14, págs. 81-87, 1947.
1
2
W. LINICUS y G. SACHS: Mitl. deut. Materialprüfungsanstalt., vol. 16, pá-
l Jbid., págs. 197-99. ginas 38-67, 1932.
ESTIRADO DE TUBOS Y VARILLAS. TREFILADO

figura 21-9 muestra que, para una reducción dada, las tensiones resi-
duales longitudinales aumentan con el ángulo de la hilera. Los valores BIBLIOGRAFIA
máximos se obtienen para reducciones entre el 15 y el 35 %.
Los tubos fabricados sin mandril, en condiciones tales que la defor- HoFFMAN, O., Y G. SACHS: "Introduction to the Theorv of Plasticity for
mación sea relativamente uniforme a través del espesor de la pared, Engineers", caps. 15-17, McGraw-Hill Book Company, Inc., Nueva York;
V

1953.
las tensiones residuales longitudinales son de tracción en superficie
externa y de compresión en la interna del tubo. Las tensiones resi- SAcHs, G., Y K. R. VAN HORN: "Practical Metallurgy", American Societv for
Metals, Metals Park, Ohio, 1940. "
"Tube .Producing Practice", American Institute of Mining and Metallurgical
70 Engmeers, Nueva York, 195L
+ semiángulo
de la matriz WISTREICH, J. C.: "The Fundamentals of Wire Drawing", Met. Reviews, vol. 3,
60 @ - 4º págs. 97-142, 1958.
o - 8°
X - 16º
+ 32°
:::- 50
lJl
a.
o
o
~ 40
-ae
u 30
.3
·e;,
e
o
- 20
e
'O
·¡¡¡
e
2

o 10 20 30 40 50 60 70
reducción de sección por estirado, º/o

FrG. 21-9.-Tensiones longitudinales residuales en alambre de latón


trefilado en frío. (W. Linicus y G. Saclzs.)

duales tangenciales muestran igual distribución, y las radiales son des-


preciables. Mediciones aproximadas de las tensiones residuales en la
superficie externa de tubos estirados sin mandril 1 han indicado que
las tensiones aumentan al incrementar la reducción y en la misma
proporción en que lo hace el límite elástico por la deformación en
frío. No se han realizado investigaciones detalladas de las distribucio-
nes de tensiones residuales en tubos estirados con mandril, pe..ro de
los datos disponibles parece que los resultados son parecidos a los de
los estirados sin mandril 2•

1 D. K. CRAMPTON: Trans. AIME, vol. 89, págs. 233-55, 1930.


2 W. M. BALDWIN, Jr.: Proc. ASTM, vol. 49, págs. 539-83, 1949.
SEC. 22-2] METODOS DE CONFORMACION

lado, la embutición profunda, el estirado, reembutición, etc. La mayo-


ría de estas operaciones se representaron esquemáticamente en la fi-
gura 17-1, y se describirán con mucho más detalle en este capítulo.

CAPITULO 22 22-2. Métodos de confor.niación.-El método más antiguo, que


es el de conformación a mano, aún se emplea en la actualidad, prin-
CONFORMACION DE LA CHAPA METAUCA

22-1. Introducción.-La posibilidad de producir una gran varie-


dad de formas a partir de la chapa metálica plana, con velocidades de
fabricación muy grandes, es uno de los mayores avances tecnológicos
del siglo xx. El paso de la fabricación manual a los métodos de pro-
ducción en masa ha sido uno de los factores decisivos en la elevación (b)
del nivel de vida que se observa en esta centuria. (al
En esencia, la producción de una forma a partir de una pieza en
bruto plana se realiza alargando y contrayendo las dimensiones de
todos los elementos de volumen en las tres direcciones principales
mutuamente perpendiculares. La forma resultante es una integración
de todos los alargamientos y contracciones locales de los elementos
de volumen. Se han hecho algunos intentos de clasificación de las
casi infinitas formas que pueden lograrse en la conformación de los
metales, atendiendo a sus características principales. Sachs 1 ha pro-
(e)
puesto una clasificación de las piezas de chapa metálica en cinco
tipos:
l. Piezas simplemente dobladas.
2. Piezas contorneadas con pestañas, incluyendo las pestañas es-
tiradas y las embutidas.
3. Perfiles curvados.
4. Piezas embutidas profundamente, incluyendo las copas y cu-
betas con paredes verticales o inclinadas.
5. Piezas embutidas poco profundamente, incluyendo las de forma
discoidal, las acanaladas, las estampadas y las onduladas.
La figura 22-1 muestra ejemplos típicos de estas clases de piezas. (f)
Otro método de clasificación, desarrollado en la industria del auto-
FIG. 22-1.-Conformaciones típicas: a) Simple plegado; b) pestaña estirada;
móvil 2, agrupa a las piezas de chapa metálica basándose en la severi- e) pestaña embutida; d) perfil curvado; d) copa de embutición profunda;
dad del proceso de conformación. La estimación de esta severidad se f) pieza acanalada.
fundamenta en la proporción máxima de doblado o estirado de la
pieza. cipalmente como operación de acabado para eliminar arrugas dejadas
Otra forma de clasificar la conformación de la chapa se refiere a las por las máquinas. En las industrias metalúrgicas transformadoras se
operaciones específicas, tales como el doblado, el cizallado o troque- emplea casi exclusivamente la conformación a mano para el trabajo
experimental en el que solo se requieren pocas piezas idénticas.
La mayoría de las operaciones de conformación de la chapa, en la
1 G. SAcHs: Principles and Metlwds of Sheet-metal Fabricating, págs. 9-14,
Reinhold Publishing Corporation, Nueva York, 1951.
fabricación en gran escala, se realizan en prensas mecánicas o hidráu-
2 The Selection of Sheet Steel for Formability, ASM Metals Handbook. licas. En las prensas mecánicas suele almacenarse la energía en un
vol. I, 1961. volante y se transmite al carro móvil en la última parte de la carrera.
586
CONFORMACION DE LA CHAPA METALICA [CAP. 22 SEC. 22-2] METODOS DE CONFORMACION 589

Las prensas mecánicas son generalmente de acción rápida y tienen ca- gitud o presión determinadas. Además, un martinete solo puede asi-
rreras cortas, mientras que las hidráulicas son de acción más lenta milarse a una prensa de simple efecto, y la presión de sujeción ha de
pero pueden ser de carrera más larga. Las prensas suelen clasificarse aplicarse con dispositivos auxiliares. Por la flexibilidad de operación
según el número de carros que pueden operar independientemente. En del martinete se usa con frecuencia para series pequeñas en la indus-
una prensa de simple efecto hay un solo carro que, generalmente, se tria aeronáutica. Sin embargo, corno no se puede controlar la fuerza
mueve en dirección vertical. Las prensas de doble efecto constan de tan exactamente corno en una prensa de doble efecto mecánica o hi-
dos carros. El segundo efecto suele emplearse para aplicar la presión dráulica, no se puede utilizar el martillo para las operaciones de con-
de sujeción de la chapa e impedir la formación de pliegues. Una prensa formación más severas.
de triple efecto está equipada con dos efectos sobre la matriz y uno Una dobladora es una prensa de simple efecto de mesa larga y
bajo ella.
Las herramientas básicas empleadas en las prensas para trabajar los
metales son el punzón y la matriz 1• El punzón es una herramienta
punzón
macho, convexa, que apareja con la matriz hembra, cóncava. El ele-
mento móvil suele ser el punzón. Puesto que es necesaria una alinea-
ción períecta entre el punzón y la matriz, es práctica corriente mon-
tarlos en un conjunto (die set) que se puede instalar rápidamente en la
prensa. Al utillar una prensa es muy importante tener en cuenta la A
-
necesidad de fijar la chapa con una presión de sujeción con el fin de V p laca extractora
evitar que se pliegue al conformarla. La mejor manera de aplicar esta
presión es mediante un anillo sujetachapas, accionado por el segundo
efecto de una prensa, pero en una de simple efecto puede conseguirse matriz
mediante muelles o un cilindro auxiliar de aire.
Los punzones y matrices se suelen diseñar de manera que las su-
cesivas fases de la conformación de una pieza se realicen, en la misma
matriz, en cada una de las carreras de la prensa. A este procedimiento
se llama conformación progresiva. Un ejemplo sencillo es una matriz
progresiva para el troquelado y punzonado de una arandela plana
(Fig. 22-2). Cuando se alimenta con el fleje de izquierda a derecha,
se punzona primero el agujero de la arandela y luego se troquela la fleje arandela
arandela, desprendiéndola del fleje. Mientras se troquela la arandela,
el punzón A está punzonando la siguiente. La placa extractora sirve FIG. 22-2.-Punzonado progresivo y matriz de troquelar.
para evitar que el fleje sea arrastrado por el punzón en la carrera de
retorno hacia arriba. Los materiales de la matriz dependen de la seve-
estrecha, cuya finalidad principal es hacer dobleces largas y rectas en
ridad de la operación y de la serie de producción 2• En los trabajos aero-
piezas tales corno canales y chapas onduladas. El perfilado con rodi-
náuticos, en los que las series suelen ser pequeñas, las matrices se
llos (Cap. 19) es otro procedimiento corriente para obtener perfiles
fabrican de una aleación de cinc llamada "kirksite", de madera o de
largos por doblado de la chapa. También se utiliza este procedimiento
resinas etoxilínicas. Cuando las matrices deben ser de mucha duración
para obtener tubos de paredes delgadas a partir de chapa plana.
deben emplearse los aceros de herramientas.
La embutición con estampa de goma es una modificación del pro-
Para la conformación de la chapa metálica se puede emplear un
cedimiento normal de punzón y matriz, en el que una almohadilla de
martillo de forja en lugar de una prensa. La conformación con mar-
caucho sustituye a la matriz hembra. La figura 22-3 muestra un es-
tinete difiere de la efectuada con las prensas en que suelen aplicarse
quema de este procedimiento, también llamado proceso Guerin. Un
rn.uchos golpes de fuerza variable en vez de una sola carrera de Ion-
punzón de forma se fiia a la mesa de una prensa hidráulica de simple
efecto y una almohadilla de caucho se aloja en una caja de retención
1 F. A. STANLEY: "Punches and Dies", 2.ª ed., McGraw-Hill Book Company,
Nueva York. 1936.
fija a la placa superior. Cuando la pieza en bruto se coloca sobre el
2 The SeÍection of Material for Press Forming Dies, ASM Metals Handbook. punzón de forma y se fuerza hacia abajo y contra la chapa la almohadi-
vol, I, 1961. lla de caucho, esta última transmite una presión hidráulica casi uni-
SEC. 22-3] CIZALLADO Y TROQUELADO 59]

forme. Para la mayoría de las piezas suele bastar una presión unitaria golpes sucesivos de martillo, comenzando en las inmediaciones de la
de 100 Kg/cm2, y pueden lograrse presiones locales más elevadas me- mordaza y haciendo avanzar una corta distancia hacia el extremo libre
diante un utillaje adecuado 1• Este procedimiento de conformación se de la chapa después de cada golpe. Una curvadora de escurridor se
emplea mucho en la industria aeronáutica. Es fácil fabricar piezas del- esquematiza en la figura 22-4 b. En este caso, el bloque de forma o
gadas con pestañas estiradas, pero hay limitación en cuanto a las em- matriz tiene un contorno no
butidas porque el caucho opone poca resistencia a la formación de uniforme, por lo que los cilin-
pliegues. Otra limitación proviene de que la pieza en bruto tiende a dros escurridores deben compri-
desplazarse sobre el punzón de forma, a menos que se prevean en la mirse contra la chapa por me-
pieza agujeros para espigas de localización. Una modificación de este dio de una presión hidráulica.
proceso, denominada marfonn- Cuando el bloque de forma tie- (a)
ing 2 , emplea una presión de ne radio constante, como ocu-
sujeción controlada, lo que per- rre en un acodador de tubos
mite embuticiones más profun- mecánico, también es constan-
placa superio·r
das sin formación de pliegues. te la distancia entre la matriz
Un proceso hidráulico análogo y los cilindros, por lo que no
al de la embutición con cau- es necesaria la presión hidráu-
lica. Un tercer método de pro- bloque de forma ---
cho sustituye la almohadilla
de goma por un diafragma ducir piezas contorneadas es
flexible respaldado por un lí- la conformación por enrollado.
quido hidráulico con el que La chapa se comprime contra
se alcanzan presiones de hasta un bloque de forma y se apli-
1000 Kg/cm2 *. ca simultáneamente una ten-
mesa de la prensa sión longitudinal de tracción 'mordaza
Se ha desarrollado una am- (b)
plia variedad de métodos pa- para evitar el alabeo y las arru-
Frc. 22-3.-Embutición con estampa de ra doblar o dar forma con tor- gas (Fig. 22-4c). Un ejemplo
goma. neada a secciones rectas 3• Se sencillo de la conformación por
pueden fabricar piezas de for- enrollado es el bobinado de un
ma cilíndrica o comca empleando cilindros curvadores (Fig. 22-4 a). muelle alrededor de un mandril.
Una curvadora de tres cilmdros no es muy adecuada para evitar La conformación por estirado
el alabeo de la chapa muy fina; para ajustar mejor la curvatura de secciones curvadas es un
se suele colocar un cuarto cilindro en la salida. En la carga en caso especial de la conforma-
tres. puntos el momento máximo de flexión se produce en el punto ción por enrollado.
med10 del vano. Esta localización de la deformación puede dar por Un método para fabricar ta-
FIG. 22-4.-Métodos de curvado y con-
resultado, en ciertas circunstancias, que se alcance el límite de for- pas de depósitos, conos de te- torneado. a) Curvadora de tres cilin-
mabilidad en el punto medio antes de que el resto de la chapa haya levisión y otras piezas profun- dros; b) curvadora del tipo de ·'escu-
tomado la forma debida. Se consigue una deformación más uniforme das de simetría circular es la rridor"; e) conformación por arrollado.
con un equipo del tipo de escurridor. En su forma más sencilla con- entalla (Fig. 22-5). La pieza en
siste en_ agarrar la chapa con una mordaza, por un extremo, sujetándola bruto de metal se sujeta contra un bloque de forma que gira a alta ve-
a un bloque de forma. El contorno se conforma progresivamente por locidad y se conforma progresivamente contra el bloque por medio de
herramientas manuales o cilindros de trabajo de pequeño diámetro.
1 SACHS, op. cit ... págs. 424-55.
2 R. B. ScHULZE: l'vletal Progr .. vol. 57, págs. 769-72, 1950.
* En la actualidad se están desarrollando métodos de conformación con 22-3. Cizallado y troquelado.-El cizallado es la operación de
explosivos. En ellos se fuerza a la chapa a tomar la forma deseada mediante corte del metal que se realiza mediante dos cuchillas móviles en una
la presión en.gendr~da por la deton~~ión de un carga explosiva. Esta presión cizalla o tijera. En la operac.ión una estrecha tira de metal se deforma
se puede aplicar directamente o utilizando un vehículo adecuado (p ej un plásticamente con tanta intensidad que llega a romperse en las super-
líquido). (N. del T.) · ··
3 SACHS, op. cit., péigs. 476-93. ficies en contacto con las cuchillas. La fractura iniciada se propaga
CONFORMACION DE LA CHAPA MET ALICA SEC. 22-3] CIZA~LADO Y TROQUELADO 593
hacia el interior hasta producirse el corte completo. La profundidad puede disminuirse apreciablemente si el filo no ataca simultáneamente
hasta la que debe penetrar la hoja móvil para completar el cizallado a toda la longitud del corte. Empleando un filo inclinado en bisel
está directamente relacionada con la ductilidad del metal. La penetra- (Fig. 22-7), se consigue que el corte se produzca progresiv~mente en
ción es solo una pequeña fracción del espesor en los materiales frá- vez de realizarse de una vez en toda su longitud. La inclinación del
ailes, pero en los muy dúctiles puede ser algo mayor. filo debe ser tal que el desnivel entre sus extremos sea igual al espesor
t:> El jueao entre las cuchillas es una variable de importancia en las de la chapa. Dicha inclinación
operacion~s de cizalladura. Cuando tiene el valor adecuado, las grietas del filo da lugar a cierta distor-
iniciadas se propagan a través del metal para juntarse en el centro del sión de la chapa, como conse- cuchilla
espesor y producir una superficie de fractura limpia (Fig. 22-6 a). cuencia de realizarse el corte pro- i móvil
Obsérvese que aunque el juego sea el debido hay distorsión del borde gresivamente, por lo que dicha
inclinación de la herramienta de-
herramienta be darse hacia el lado en el cual
cizallado
queda e] recorte de chapa que
se destina, por inútil, a la cha- cuchilla
tarra. Cuando se hace un aguje- fija
ro por troquelado, es el punzón
el que debe tener el filo en bisel,
ya que el disco cortado no se
utiliza. Por el contrario, cuando
es el disco recortado el que ha
de utilizarse, será la matriz la
que tenga el filo inclinado.
Hay un amplio grupo de ope-
disco bruto raciones de prensa que se ba- (b)
san en el proceso de cizalla -
dura. El corte de discos o pie-
zas de chapa con la forma ade-
FrG. 22-5.-Entalla a mano. cuada para su utilización o para
ser sometidos a una conforma-
del corte. Si el juego es insuficiente, la fractura es rasgada (Fig. 22-6 b) ción posterior suele llamarse tro-
y la energía necesaria para efectuar el corte es mayor cuando el juego quelado. La chapa se recorta por 1
1
es correcto. Si el juego es excesivo, hay más distorsión en el borde, y cizallamiento mediante la acción f.<- juego
también la energía será mayor, ya que es necesario deformar plásti- de un punzón o troquel y una 1

camente más volumen de metal antes de que se produzca la fractura. matriz. Esta operación recibe di- (e)

Además, cuando el juego es demasiado grande, se producen con más versas denominaciones. En in-
glés se llama punching o piercing FIG. 22-6.-Cizallamiento del metal.
facilidad rebabas o proyecciones agudas en el borde del corte. Si la a) Juego correcto; b) juego insuficien-
cuchilla tiene el filo mellado aumenta la tendencia a producirse reba- a la operación de hacer agu- te; e) juego excesivo.
bas (Fig. 22-6 e). La deformación plástica que pueden resistir los me- jeros en la chapa desechando
tales frágiles sin que se produzca la fractura en el corte es pequeña, el metal interior; notching es troquelar muescas o entallas en el bor-
por lo que el juego debe ser menor para los metales duros y frágiles. de de la chapa; parting es el corte simultáneo sobre, al menos, dos
Por otro lado, los metales blandos y dúctiles requieren una gran líneas de corte; slitting es la operación de hacer ranuras sin des-
deformación plástica antes de cortarse y, en consecuencia, han de pr.endi~iento del metal intermedio entre los dos cortes pr~cticados;
emplearse juegos mayores. trzmmz'!g es una palabra que designa, en general, una operación se-
Si se desprecia la fricción, la fuerza requerida para cortar una cha- cundaria de acabado que tiene por finalidad, p. ej., eliminar las alas
pa metálica es función de la longitud del corte, el espesor de la chapa de una pieza forjada o recortar a las dimensiones finales el contorno
y la resistencia al cizallamiento del metal. La fuerza de cizalladura de una pieza de chapa ya conformada ; shaving es la operación de
DIETER.-38
DE LA CHAPA METALICA
SEC.

cepillado para acabar el canto cortado; broadchind es el escariado


de un agujero punzonado; etc. que esta sol~ va~ía en la di:~cción del espesor de la chapa. Sin embar-
go, la experiencia ha perm1t1do comprobar que la distribución de las
22-4. Dohlado.-Es la operación de doblar una chapa plana. En deformac10nes en el doblado es mucho más complicada 1• La distribu-
la figura 22-8 se indican los términos empleados en el doblado. El ra-
dio de doblado R es el radio de curvatura de la superficie cóncava
(interior). El eje neutro o fibra neutra es el arco de circunferencia del
interior de la chapa a lo largo del cual la deformación es nula. En la
flexión plástica el eje neutro no se encuentra en la mitad del espesor
como en el caso de la deformación elástica. Si el doblado es muy
agudo, el eje neutro se halla más próximo al interior que al exterior de
la doblez. Con el fin de estimar la variación de longitud producida por

R = radio de doblado

LJ_i- 1 desnivel
8
et
= tolerancia dct doblado
= ángulo de doblado

FIG. 22-8.-Definición de los términos empleados en el doblado.

ció~ ~e la deformación tangencial depende significativamente del pro-


ced1m1ento de doblado. El doblado sobre tres puntos en una matriz
produce una distribución menos uniforme. En el doblado por "escu-
punzón y matriz planos punzón en bisel rrido" o por enrollado sobre un
bloque de forma, el ángulo de do-
FIG. 22-7.-Utilización de filos inclinados (a bisel).
blado aumenta progresivamente,
pero como la distribución de la
el doblado se suele admitir que el eje neutro dista del interior 0,45 ve- deformación tangencial en la direc-
ces el espesor de la chapa. ción de la circunferencia no es uni-
Cuando se dobla el metal aumenta su longitud respecto a la de la forme hasta que no se sobrepasa
pieza bruta, porque el espesor de la chapa disminuye. Cuando más un ángulo mínimo de 90º, aproxi-
pequeño es el radio, mayor es la disminución de espesor. La longitud madamente, la deformación intro-
inicial o longitud desarrollada de la línea neutra de la sección doblada ducida por estos métodos no es
suele llamarse tolerancia de doblado B, y se utiliza para determinar la uniforme hasta que no se ha pro-
longitud de la pieza en bruto necesaria para hacer una doblez. Si se ducido un apreciable cambio de
supone que el eje neutro tiene un radio de curvatura R, la tolerancia forma. La distribución de la de-
de doblado es formación tangencial, e1, a través
21Ta de la anchura es muy uniforme,
B= (R+0,45h) [22-1]
360 salvo en las proximidades de los FrG. 22-9.-D!re~~~~~~. principales en
bordes, en los que es aproximada-
en donde el ángulo de doblado a se expresa en grados. mente un 20% mayor que en el centro. Esto se explica teniendo en
Las direcciones principales en el doblado se muestran en la figu- cuenta que una sección transversal inicialmente rectangular se trans-
ra 22-9. La deformación en la dirección longitudinal o tangencial es la forma por el doblado en una trapezoidal de lados curvos. La distribu-
deformación principal máxima, y la mayoría de los datos experimen- ción de la deformación transversal e2 es más heterogénea. Puesto que
tales se refieren a ella. La teoría elemental de la flexión de una viga
1
rectangular solo tiene en cuenta la deformación tangencial, y supone G. ~· SANGDAHL, E. L. AUL y G. SACHS: Proc. Soc. Exptl. Stress Anal
vol. 6, pags. 1-18, 1948. ··
CONFORMACION DE LA CHAPA METALICA (CAP. 22 SEC. DOBLADO
596

la tensión normal a las superficies libres es siempre nula, los bordes Si q es menor que 0,2, se puede despreciar el desplazamiento en el
de una probeta doblada están sujetos a una tensión uniaxial, por lo eje neutro y Rmín está dado simplemente por
que, por el efecto de Poisson, se produce una deformación transversal
de compresión. Si la relación de la anchura al espesor es mayor que 8, Rrnín = _!___ _ l para q < 0,2 [22-3]
la deformación transversal en el centro de la chapa es nula. Esta es la h 2q
razón por la que solo en piezas estrechas tiene importancia la defor-
mación transversal en cuestión. S~ es q mayor que 0,2, hay que tener en cuenta el desplazamiento del
De acuerdo con la teoría de la flexión 1, aumenta la deformación e1e neutro y el radio mínimo de doblado viene dado por
al disminuir el radio de curvatura. Si se desprecia el cambio de espe-
sor, el eje neutro se mantiene en la fibra central y el estirado de la Rmín (l -q)2
superficie externa eh será igual a la contracción de la superficie inter- h 2q-q 2
para q > 0,2 [22-4]
na eª. La deformación convencional en las fibras externa e interna está
dada por
1 0,5
[22-2]
~
0,4 40 o
o~

]
Los experimentos han demostrado que la deformación de las fibras 0,3 -....... . . . ._ deformación 30 -g

----
-o
de la superficie externa (en tracción) es considerablemente mayor que 0-2/01 '....9e doblado ())

la dada por la ecuación anterior, mientras que la contracción de las 0,2 20 u


e
fibras de la superficie interna (en compresión) no difiere mucho de •O
·u
la predicha por la ecuación simplificada [22-2]. 0,1 10 ~
En una operación de doblado el radio de curvatura no puede ser 1.-
0
inferior a determinado valor, porque de otra manera se agrietaría la su- o~"--'.=--..L-4-'---'-~6~---l.8_..J.__J1o__¡__J12~~~ 0 ~
perficie externa sometida a tracción. El radio mínimo de doblado suele o 2
b/17
expresarse en múltiplos del espesor de la chapa. Así, un radio de
doblado 3T indica que el metal se puede doblar con un radio igual a FIG. 22-10.-~~ecto de la relación de anchura a espesor sobre la biaxiali-
tres veces el espesor de la chapa sin que se produzcan grietas. Este dad y la duct1lrdad en el doblado. (G. s.
SANGDAHL, E. L. AUL y G. SACHS:
Proc. Soc. Exptl. Stress Analy., vol. 6, núm. 1, pág. 1, 1948.)
radio es un límite de formabilidad y varía mucho entre los diferentes
metales, aumentando siempre por una deformación en frío previa. Para La ductilid~d de la fibra externa en el doblado es una función del
algunos metales dúctiles el radio mínimo de doblado es cero, lo que estado de tens10n~s. que ~ctúa en la superficie. Está bien comprobado
expresa que la chapa se puede doblar sobre sí misma completamente, que un es~a?o b1d1mens10nal de tensiones produce una disminución
pero aun en este caso es práctica generalizada no emplear radios de de ~~ ductilidad del metal. La relación de biaxialidad, a-ja-1, de la
doblado menores de, aproximadamente, 1 mm. En el caso de las chapas tens1on transversal a la tangencial aumenta con la relación de anchura
de aleaciones de alta resistencia, los radios mínimo de doblado no pue- a espesor, b!lz.: La figura 22-10 indica que la biaxialidad es baja para
den ser inferiores a 5T o aún mayores. Dicho radio no puede consi- valores pequen~~ de b/h porque el estado de tensiones es práctica-
derarse como un parámetro muy característico del material, porque ment.e, de tracc1on pura, pero al aumentar el ancho de la chapa con
depende, entre otras cosas, de las condiciones geométricas del doblado. relac10n al espesor, aum;nta la relación a-ja- 1 hasta que es aproxima-
El radio mínimo de doblado se puede predecir con bastante exac- damente b/h = 8, alcanzandose entonces una saturación de la biaxiali-
2
titud a partir de la estricción q medida en un ensayo de tracción • dad. ?ºn un val.or de, aproximadamente, t. En consecuencia, la defor-
mac1on. ~ecesana para producir la fractura es una función inversa de
la relac1on anchura/espesor. En el doblado de chapas con relaciones an-
1 J. D. LUBAHN y G. SACHS: Trans. ASME, vol. 72, págs. 201-08, 1950; chura~espesor elevadas,. cuando se agota la ductilidad, suelen aparecer
B. W. SHAFFER y E. E. UNGER: Trans. ASME, ser. E. J. Appl. Mech., vol. 27, las grietas en las prox1mi~ades del centro de la chapa, aunque si los
págs. 34-40, 1960. bordes. son rugosos el agrietamiento puede aparecer en ellos. A veces
2 J. DATSKO y C. T. YANG: Trans. ASME, ser. B, vol. 82, págs. 309-14,
1960.
es posible aumentar el ángulo mínimo de doblado rectificando 0 pu-
SEC. 22-5] CONFORMACION POR ESTIRADO
598 CONFORMACION DE LA CHAPA METALICA [CAP. 22
de la que se deduce la relación de recuperación elástica K:
liendo los bordes. Al doblar chapas estrechas se puede producir la
falla en los bordes, porque la biaxialidad en el centro es muy pequeña. K- a-¡ Ro+ h/2
Además del agrietamiento en la superficie de tracción de una do- [22-5]
blez, aparece con frecuencia otro a-o Rr+ h/2
inconveniente en la conforma-
ción : la recuperación elástica de- La relación así definida es independiente del espesor de la chapa y
bida a la heterogeneidad de la de- solo depende de la relación de los radios de doblado al espesor de la
formación plástica, que da lugar a chapa. En la bibliografía 1 se encuentran valores para el aluminio y
una variación de dimensiones y de los aceros inoxidables en distintos grados de endurecimiento por lami-
forma cuando desaparece la pre- nación en frío. Otros datos 2, entre los que se encuentran los refe-
sión de la herramienta (Fig. 22-12). rentes a varias aleaciones para temperatura elevada, indican que se
Al descargar se reduce la deforma- puede obtener una primera aproximación sobre la recuperación elás-
-€--r------+---1---'----'-- € ción total Er a la EP' como conse- tica mediante la expresión
cuencia de la recuperación elásti-
ca Er· Esta recuperación será tanto R. o = 4 ( Roa- ) 3 - 3 Roa- 1 [22-6]
mayor cuanto más elevados sean Rr Eh Eh +
el límite elástico y la curva de
fluencia del metal, y tanto más La forma más sencilla de compensar la recuperación elástica con-
baja cuanto más pequeño sea el siste en doblar con un radio de curvatura más pequeño que el deseado,
módulo elástico y mayor la de- de modo que al quitar la carga quedará Ja pieza con el radio adecuado.
F1G. 22 _11.-Recuperación elástica de formación plástica. Para un metal Los tanteos necesarios nara encontrar el contorno adecuado de la he-
un cuerpo cargado plásticamente. dado y una deformación determi- rramienta, necesario pa~a compensar la recuperación elástica, se pue-
nada, la recuperación aumenta con den abreviar haciendo uso de la ecuación anterior, pero debe adver-
la relación entre las dimensiones laterales y el espesor de la capa. tirse que el resultado de estos cálculos no es exacto. También debe
La recuperación elástica se presenta en todas las operaciones de observarse que la corrección lograda con una herramienta de forma
conformación, pero es más fácil de reconocer y estudiar en el doblado determinada solo es válida para un estrecho intervalo de valores del
(Fig. 22-12). El radio de curvatura R 0 que tiene la chapa antes de des- límite elástico. Otras formas de combatir el efecto de la recuperación
elástica son diseñar el punzón y la matriz de tal forma que se pro-
duzca al final cierto efecto de acuñado, o bien trabajar a temperatura
h elevada para que el límite elástico sea más pequeño.

22~5. Confor:rnación por estirado.-Un procedimiento para dar


forma a las chapas es la conformación por estirado, consistente en apli-
car fuerzas de tracción a] material para estirarlo sobre una herra-
mienta o bloque de forma 3• El proceso es un caso especial del en-
derezado por tracción de la chapa. Se emplea mucho en la industria

/ aeronáutica para fabricar piezas de gran tamaño, con radio de curva-


tura grande y, frecuentemente, doble curvatura. La recuperación elás-
tica es poco considerable en este procedimiento de trabajo porque los
FrG. 22-12.-Recuperación elástica en el doblado.
gradientes de tensión no son grandes. Por contra, como predominan
las tensiones de tracción, solo pueden lograrse grandes deformaciones
carcrar es más pequeño que el que queda al dejar de aplicar la carga,
R 1• b Como la tolerancia de doblado es la misma en ambas condiciones,
se pueden relacionar el ángulo de doblado y los radios de curvatura l SACHS, op. cit., pág. 100.
2 F.J. GARDINER: Trans. ASME,vol. 79, págs. 1-9, 1957.
por la expresión { h ) ( h ) 3 R. D. EDWARDS: J. lnst. Metals, vol. 84, págs. 199-209, 1956; SACHS.
B= R 0 +- a 0 = R¡+- a¡ op. cit., págs. 456-75.
\ 2 2
CONFORMACION DE LA CHAPA METALICA SEC. EMBUTICION PROFUNDA

mediante la conformación por estirado en el caso de materiales de forma de copa, tales como bañeras, cubetas, aletas de automóvil, etc.,
ductilidad apreciable. a partir de chapa plana. La operación se realiza colocando la chapa
El equipo necesario consiste esencialmente en un vástago (por lo sobre una matriz de forma adecuada y prensando el metal contra ella
general, vertical) accionado hidráulicamente, que Heva el punzón o blo- mediante un punzón (Fig. 22-14). Generalmente es necesario fijar la
que de forma, y dos mordazas para agarrar los extremos de la chapa pieza en bruto contra la matriz, para lo que se emplea un anillo suje-
(Fig. 22-13). No es necesario emplear una herramienta hembra. Las tachapas o prensachapas sobre el que actúa el segundo efecto de la
mordazas pueden pivotar para que la fuerza de tracción esté siempre prensa. Cuando la prensa es de simple efecto se pueden utilizar mue-
alineada con el borde de la chapa no apoyada, o pueden ser fijas, en lles u otros recursos. Los factores que intervienen en •la embutición
cuyo caso es necesario que el radio sea grande para que no se pro- profunda están muy claramente definidos, pero existen entre ellos in-
duzca el desgarre de la chapa en las mordazas. Para utilizar la má- teracciones tan complejas que no es posible una descripción sencilla
quina de conformar por estirado se empieza por doblar la pieza en
bruto o cubrir con ella el bloque de forma mediante una tracción
ligera, luego se sujetan las mordazas y después se aplica la presión
r

FrG. 22-13.--Conformación por estirado.


---Oo--~

hidráulica hasta que la pieza toma la forma final por deformación (a) (b)
plástica. El proceso difiere de la conformación por arrollado (Sec. 22-2),
porque en este último la pieza en bruto se amordaza previamente y FrG. 22-14.-Embutición profunda de una copa cilíndrica. a) Antes de la
luego se carga, mientras aún está derecha, hasta superar el límite elás- embutición; b) después de la embutición.
tico antes de empezar la conformación.
Para la conformación por estirado hay un límite de formabilidad del proceso en términos matemáticos. La mayor parte del trabajo ex-
que es el alargamiento uniforme máximo en tracción. Generalmente los perimental y analítico se ha centrado sobre la obtención de una copa
alargamientos son mucho menores que este alargamiento uniforme má- cilíndrica a partir de una pieza bruta en forma de disco. La discusión
ximo. El tipo de falla más frecuente es el desgarre de la chapa en la siguiente se limitará a este caso relativamente sencillo.
región de máximo estirado. Cuando el radio de curvatura es grande, En la embutición profunda de una copa el metal está sujeto a tres
la rotura se suele producir entre las mordazas y el bloque de forma,. tipos diferentes de deformación. La figura 22-15 representa las defor-
pero en las curvadas con agudeza el desgarre se produce en el punto maciones y tensiones en un trozo cortado de la copa durante la embu-
medio entre las mordazas. Los cantos pueden agrietarse cuando son tición, que corresponde a un sector del disco inicial. El metal del
cizallados y esta circunstancia hace disminuir apreciablemente el má- centro del disco queda bajo la cabeza del punzón y se estira, adap-
ximo estirado admisible. Otro defecto de conformación es la aparición tándose a la forma del punzón, para lo cual ha de adelgazarse. El
de arrugas por ondulación de la chapa. La tendencia a la aparición metal de esta región está sometido a un estado biaxial de tensiones de
de este defecto aumenta al aumentar la anchura, disminuir el espesor, tracción. El metal de la corona externa del disco tiene que embutirse
el aumento del radio de curvatura y la mayor resistencia mecánica del a través de la boca de la matriz y, al hacerlo, su circunferencia externa
metal. disminuye continuamente de longitud, desde la inicial, D 0 , a la final
de la copa acabada, D¡;. Esto significa que está sometido a una defor-
22-6. Emhutición profunda.-La embutición profunda es el pro- mación de tracción en la dirección radial. El resultado de estas dos
ceso de trabajo de los metales por el que se obtienen artículos en deformaciones principales es un aumento continuo del espesor cuando
602 CONFORMACION DE LA CHAPA METALICA [CAP. 22
SEC. EMBUTICION PROFUNDA

el metal se desplaza hacia el interior, pero cuando el metal pasa por


el borde de la matriz, primero es doblado y luego enderezado, mien- Si el juego entre el punzón y la matriz es meno~ que el espesor
tras simultáneamente está sometido a una tensión de tracción. Este que se produciría dejando libertad para el e~grosam1ento .~atural, el
doblado plástico bajo tensión va acompañado de un considerable adel- metal es aplastado en las regione_s correspo_n~1entes, produc1endose un
gazamiento, que modifica el engrosamiento debido a la contracción de planchado entre punzón_ y m~tnz q:ie ongma un .e~~esor ~e pared
la circunferencia periférica. Entre la zona interna estirada y la externa uniforme. En las operac10nes mdustnales de embut1c1on el 1uego en-
contraída hay un estrecho anillo de metal que no se ha doblado ni tre matriz y punzón suele ser del 10 al 20% mayor que el espesor
sobre la matriz ni sobre el punzón. El metal de esta región está so- del metal. En las operaciones de planchado, en las que se logran re-
ducciones uniformes apreciables del espesor de pared, se emplean
juegos mucho menores. .
pestaña
La fuerza que se debe aplicar al punz~~ para producir una_ c~?ª
es la suma de la fuerza ideal de deformac1on, las fuerzas de fncc10n
/ 1 y la fuerza requerida para producir el planchado (si se produce). La
figura 22-16 muestra cómo varían estas componen.tes de la fuerza t~~al
/
/ 1 a lo largo de la carrera del punzón. La fuerza ideal de deformac1on

l
/
aumenta continuamente con la longitud recorrida, porque la de~or~a­
par<d d• la copa ción es creciente y la tensión de fluencia aumenta por el endurec1m1en-
to por deformación. Una. ~ontribuc!ón ir~portante a las fuerzas de
fricción proviene de la pres10n del amllo su1etachapas. Esta componente
1
alcanza un máximo al principio del recorrido y luego decrece porque
/1 1

zona d•I punzón

t fuerza total del punzón

o fricción /
//-~, //

FrG. 22-15.-Tensiones y deformaciones en una sección de una copa /


,
/"/\cr;¡,c:. ~
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embutida. J \

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I / ')<...,
metido únicamente a esfuerzos de tracción pura durante toda la ope- / ,./ -........_
ración de embutición. carrera __..,,._
La variación total de espesor depende de la reducción total de
embutición y de los radios de embocadura de la matriz (radio del FIG. 22-16.--Tuerza del punzón en función de la carrera
perfil del borde de la matriz) y del borde del punzón (radio del per- en la embutición profunda.
fil del borde del punzón). El mayor aumento de espesor suele pre-
sentarse en el borde externo de la copa, que es la zona en que solo han la superficie del disco que queda bajo el sujetachapas disminu~e con-
actuado tensiones tangenciales de compresión. De la condición de cons- tinuamente. La fuerza necesaria para el planchado. aparece, a_l fmal de
tancia de volumen se puede deducir que el espesor h de ese borde, la carrera, cuando ya se ha alcanzado el engrosamiento maxnn? de la
después de la embutición, está relacionado con el espesor inicial del pared de la copa. Un término adicional es la fuerza necesaria pa_ra
disco, el diámetro del mismo y el diámetro de la copa por la expre- doblar y enderezar el metal sobre la embocadura o borde d~, la matnz.
sión h h0 (D 0/D) 112, La mayor disminución de espesor se produce al- Medidas realizadas 1 del trabajo requerido para la formac10n de_ una
rededor del borde del punzón y puede dar lugar también a un adel- copa mostraron que el 70% de dicho trabajo se consume en el estirado
gazamiento en el fondo de la copa si las tensiones de tracción llegan radial del metal, el 13 % en vencer las fuerzas de fric_ción y el 17 %
a ser suficientemente elevadas. Esto ocurre cuando la reducción es en doblar y desdoblar sobre la embocadura de la matnz.
grande y el punzón es de pequeño diámetro.
l H. W. SWIFT: J. Inst. Metals, vol. 82, pág. 119, 1952.
SEC. 22-6] EMBUTICION PROFUNDA 605
604 CONFORMACION DE LA CHAPA METALICA [CAP. 22

De un análisis de las fuerzas en equilibrio, realizado por Sachs 1, Para que la embutición se realice con éxito es necesario que la carga
se deduce la siguiente ecuación aproximada para la fuerza total que del punzón, determinada por la Ec. [22-7], no exceda a la resistencia
ha de aplicarse sobre el punzón en cualquier fase del proceso de la copa, dada por la Ec. [22-8]. Hay una serie de factores de índole
geométrica que afectan tanto a la carga del punzón y a la resistencia
de la copa como a la resistencia del metal y el área de la sección trans-
[22-7] versal.
La embutibilidad de un metal depende primordialmente de la rela-
en la que: ción entre el diámetro del disco inicial y el diámetro del punzón,
D0/DP. Por la influencia de los factores de índole geométrica, el valor
P = carga total del punzón, de esta relación puede oscilar entre 1,6 y 2,3. La carga del punzón
a-0 =límite elástico medio, aumenta casi linealmente con el diámetro inicial del disco. Otros fac-
DP =diámetro del punzón, tores importantes que afectan a la embutibilidad son los radios del
D0 = diámetro inicial del disco, perfil de la embocadura o borde de la matriz y del borde del punzón.
H =fuerza sobre el sujetachapas, Si el radio de la embocadura es mayor que unas diez veces el espesor
de la chapa, apenas afecta a la carga del punzón. No interesa aumen-
B = fuerza requerida para doblar y enderezar el disco, tar dicho radio por encima de ese valor, porque quedaría una superficie
h = espesor de pared, anular del disco, bastante grande, sin apoyo en la matriz, lo que pro-
f =coeficiente de frotamiento. duciría pandeos. Cuando el radio de la embocadura es menor que diez
veces el espesor de la chapa, tanto la carga del punzón como la em-
En la Ec. [22-7] el primer término expresa la fuerza ideal necesaria butibilidad son seriamente afectadas. Como ejemplo 1 se ha indicado
para producir la copa, v el segundo término es la fuerza de fricción que aumentando el radio de la embocadura de 0,125 mm a 0,600 mm
bajo el anillo sujetachapas. El término exponencial introduce el efecto disminuye en un 50% la fuerza requerida para embutir una copa en
de la fricción sobre el borde o embocadura de la matriz, y la cantidad B latón de 1 mm de espesor. El radio del perfil del borde del punzón
es la fuerza necesaria pri.ra doblar y enderezar la chapa sobre el perfil no afecta a la carga de este, pero puede ser decisivo para que pueda
de dicha embocadura. Chung y Swift 2 han expuesto un análisis más fabricarse o no una copa. Cuanto menor sea el radio (más agudo el
completo y exacto de las tensiones y deformaciones que intervienen borde), mayor es el adelgazamiento que se produce en esta región,
en la embutición profunda de una copa. Los cálculos necesarios para aumentando la probabilidad de que se rasgue la copa. Por tanto, el em-
encontrar una solución por este método, son demasiado detallados y pleo de un punzón con el radio del borde muy pequeño provoca un do-
laboriosos para que se puedan incluir en este lugar. blado demasiado severo y produce una copa de poca resistencia. Por
El éxito de una operación de embutición profunda depende prin- el contrario, un punzón con el borde demasiado suavizado, es decir,
cipalmente de que las tensiones de tracción en las paredes de la copa, con radio demasiado grande, deja zonas de metal sin apoyar y pueden
paralelas a su eje longitudinal, se mantengan por debajo de la resis- producirse pliegues.
tencia a la tracción del metal de la pared. La máxima carga que puede El juego entre la matriz y el punzón determina la proporción de
resistir una copa está dada, aproximadamente, por la siguiente ecua- estirado, por lo que afecta también a la carga total. En las opera-
ción: ciones ordinarias de embutición de copas el estirado no afecta a la
[22-8] carga del punzón, porque este se produce al final de la carrera, des-
en la que: pués que la carga ha comenzado a disminuir.
A menos que el disco sea relativamente grueso y la relación de
Dm =diámetro medio de la copa, embutición pequeña, es necesario emplear un anillo sujetachapas para
a-u= resistencia a la tracción. evitar la formación de pliegues radiales en la región externa del disco.
Los pliegues se producen por el pandeo de la chapa delgada baio la
acción de las tensiones tangenciales de compresión. Es muy importante
1 G. SACHS: Spanlose Formung, págs. 11-38, Springer-Verlag OHG, Ber- que no se produzcan estos pliegues, porque una vez formados es muy
lín, 1930; G. $ACHS y K. R. VAN HORN: Practical Metallurgy, págs. 430-31, difícil eliminarlos. Sachs 1 propone que la presión de sujeción de la
American Society for Metals, Metals Park, Ohio, 1940.
2 S. Y. CHUNG y H. W. $WIFT: Proc. lnst. Mech. Engrs. (Londres), vol. 165.
págs. 199-228, 1951; esta teoría ha sido detalladamente revisada por J. M. ALE- 1 L. HERMANN Y G. SAcHs: Metallwirtschaft, vol. 13, págs. 687, 705, 1934.
XAND~R: Met. Reviews, vol. 5, págs. 349-411, 1960.
SEC. OPERACIONES DE REEMBUTICION
606 CONFORMACION DE LA CHAPA MET ALI CA [CAP. 22
troncocónico y este tipo de copa no puede producirse en todos los
chapa se mante~ga entr,e !a cincuent~va Y. las dos ce~~ésimas partes metales sin que se produzcan pandeos. El espesor del anillo prensa-
de la suma del limite elastico y la resistencia a la tracc10n de la chapa chapas empleado en el método directo está determinado por el tanto
metálica. por ciento de reducción de la reembutición. Cuando las reducciones
Las fuerzas de fricción se producen entre el disco y el anillo sujeta- son pequeñas no se puede emplear anillo sujetachapas.
chapas, sobre la embocadura de la matriz y entre la chapa y el pun- En la reembutición inversa (Fig. 22-7 e) la copa se vuelve sobre
zón y entre esta y la matriz. Una forma de disminuir la. car~a del p~n­ sí misma, de forma que la superficie externa de la primera embutición
zón es lubricar la cara del disco en contacto con la matriz. Si se lubrica se convierte en la interna de la copa reembutida. Los doblados se pro-
el punzón 2 se disminuye realmente la embutibilidad, porque la fric~ión ducen siempre en el mismo sentido, y no en sentidos opuestos, como
entre la superficie cilíndrica del punzón y la pared de la C?Pª sirve ocurría en la reembutición directa, con lo que es menor el endureci-
para que una parte importante de la carga ~otal se transmita a las miento por deformación. La formación de pliegues se evita por el
paredes cilíndricas de la copa y n~ afecte directa!11ente a~ fondo de ajuste a la matriz y al no existir limitación geométrica en el empleo
la misma, cuya superficie es pequena. Por tanto, si se lubrica la. ~ara
del disco en con tacto con el punzón toda la carga ha de transmitirse
al fondo de la copa y es más fácil que se rasgue la chapa alrededor
del borde del punzón.

22-7. Operaciones de reemhutición.-La reducción obtenida en


una sola embutición está dada por
q=l-Dp [22-9]
Do

La reducción maxima teórica es del 50% y, aun en las mejores condi-


ciones posibles, no se sobrepasa, en una sola embutición,. una reduc- (a) (b) (e)
ción del 60%. Así, aun en condiciones óptimas, no es posible obten~;,
en una sola operación, una copa que sea mucho más alta .que su dia- FrG. 22-17.-Métodos de reembutición. a) Reembutición directa; b) reembu-
metro. Para hacer copas altas, esbeltas, tales como las vamas de car- tición directa con matriz troncocónica; e) reembutición inversa.
tuchería y tubos cerrados por un extremo, es necesario realizar varias
operaciones de embutición sucesivas. La operación de reducir una copa del anillo sujetachapas. Aunque la fuerza necesaria para el doblado
0 una pieza embutida a un diámetro más pequeño es lo que se llama sea más pequeña en la reembutición inversa, ello no significa que la
una reembutición. carga del punzón sea necesariamente menor que en la operación directa.
Los dos métodos básicos de reembutir son el directo o normal Y el En la reembutición inversa hay una limitación en la reducción mínima,
inverso o indirecto (Fig. 22-17). En la reembutición directa, la super- que viene impuesta por la necesidad de que la matriz tenga el espesor
ficie externa oriainal de la copa sigue siendo la superficie externa de conveniente para mantener su resistencia mecánica. Para las reembu-
la copa reemburlda. La figura 22-7 a m~estra .cómo puede ;ealizarse ticiones con reducciones poco mayores que este límite inferior, im-
la reembutición directa empleando un amllo suJetachapas. Notese que puesto por razones de resistencia, es preferible utilizar el proceso
el metal debe doblarse dos veces y que se dobla y endereza entre el directo porque se pueden emplear radios mayores para el perfil de
punzón y la matriz. El elevado e1:J.durecimiento por deform~ción que la embocadura de la matriz.
se produce en el proceso mostrado en la figura 22-7 a se mmora .algo La reducción por reembutición es siempre menor que la obtenida
si se procede como en la figura 22-7 b. Aunque el metal sufre el mismo en la primera embutición, porque la fricción es esencialmente más
número de doblados, el ángulo de estos es inferior a 90º y la c~rga elevada. La reducción en las operaciones sucesivas de embutición está
del punzón es más pequeña. El inconveniente del esquema de la figu- también limitada por el progresivo endurécimiento por deformación~
ra 22-7 b es que la copa de primera embutición debe tener el fondo Si entre las reembuticiones se intercalan recocidos intermedios se po-
drán conseguir reducciones mucho mayores. La mayoría de los metales
1 G. SACHS: Principles and Methods of Sheet-metal Fabricating, págs. 191-94. admiten reducciones totales del 50 al 80% antes de que se haga ne-
Reinhold Publishincr Corporation, Nueva York, 1951. cesario un recocido.
.2 W. JoHNSON: J. Inst. Metals. vol. 84. pág. 168, 1956.
DEFECTOS DE LAS PIEZAS CONFORMADAS
CONFORMACION DE LA CHAPA METALICA

y, finalmente, la fuerza sobre el punzón requerida para el estirado


22-8. Reemhutición con y sin reducción del espesor de pa·
está expresada por
red.-Las operaciones de reembutición pueden clasificarse en embuti-
ciones sin disminución apreciable del espesor de pared, que son sim- Pi=l,15o-oAoln-Ao ( l + -f - ) [22-12]
plemente embuticiones de profundización sin estirado, y embutido-· A1 tg a
nes con disminución apreciable del espesor de pared o embuticiones
de estirado o planchado. Este último proceso es en esencia el mismo 22-9. Defectos de las piezas conformadas.-El defecto más gra-
que el estirado de tubos con mandril móvil (Sec. 21-10). La tensión ve de una pieza de chapa conformada es el desarrollo de una grieta
predominante en el estirado es la radial de compresión producida por
la presión del punzón y la matriz. La reembutición sin estirado es
totalmente análoga al estirado de tubos sin mandril (Sec. 21-8). Las
B
tensiones predominantes son una tensión axial de tracción, originada
por la acción del punzón, y una compresión tangencial de embutición
del metal en la matriz.
El estirado se realiza restringiendo el juego entre el punzón y la
matriz para que disminuya el espesor de pared por efecto de la pre-
sión radial. Si la copa tiene un fondo relativamente grueso con respecto
a su diámetro, la primera fase del estirado es el recalcado radial del
carrera~
fondo (Fig. 22-18 a). Cuar1do la pared del tubo comienza a embutirse
se produce primero un hundimiento hacia el punzón, sin variación del A B e
espesor, y luego disminuye el grosor de la pared por estirado. Se- (a)
gún las características geométricas de la matriz, se pueden obtener
diferentes curvas de variación de la carga a lo largo de la carrera del
punzón 1• La curva de la figura 22-18 a es típica del caso en que el e
recalcado radial del fondo es el que determina la fuerza máxima.
El caso más sencillo de estirado de una copa de fondo delgado
se muestra en la figura 22-18 b. El primer paso es el hundimiento de t
o
la copa hacia el punzón y, cuando se establece el contacto entre el N
t...
e,¡
último y la superficie interna, se inicia una disminución rápida del ~
espesor de pared y se eleva rápidamente la fuerza de deformación. Esta
última alcanza su valor máximo cuando la pieza embutida comienza
a salir de la matriz. carrera--:?-
Según Sachs, la fuerza máxima para deformar el fondo de la copa, A B e
Pb, es (b)
PB = (TrD¡h¡) a-0 ( tg a+ f) [22-10]
FrG. 22-18.-Fases en el proceso de reembutición con estirado. a) Copa
en donde: de fondo grueso; b) copa de fondo delgado.

D 1 =diámetro final de la copa, que destruye su integridad estructural. Pero una pieza también puede
h 1=espesor final del fondo de la copa, inutilizarse por estricción localizada o adelgazamiento, o por pandeo
a= semiángulo de la matriz. y plegado de las regiones que han sufrido tensiones de compresión.
Otro defecto perturbador es la falta de exactitud en las dimensiones,
La fuerza sobre el punzón, P5 , necesaria para reducir el diámetro de producida por una recuperación elástica que impide ajustarse a las
un tubo de espesor de pared h, es tolerancias admitidas.
P s = 1T ( D0 h) ha-o In Do ( 1 + _f_ ) [ 22-11] En la embutición profunda de una copa, la causa de inutilización
D1 tga más frecuente es el desprendimiento del fondo de la copa por desgarre
de la chapa en la región más delgada, que es la que rodea al borde
1 G. SACHS: Principles and Methods of Sheet-metal Fabricating, págs. 223-47,
del punzón. Este efecto puede evitarse dando un radio mayor al perfil
Reinhold Publishing Corporation, Nueva York, 1951.
DIETEH.-39
CONFORMACION DE LA CHAPA METALICA [CAP. 22 SEC. 22-9] DEFECTOS DE LAS PIEZAS CONFORMADAS
611
del borde del punzón o disminuyendo la carga necesaria para la em- el metal restan te solo ha recibido, aproximadamente, una deformación
butición. Cuando se producen grietas radiales en las pes~añas o ~~ los nula. El alargamiento de la pieza será la deformación intermedia re-
bordes de la copa, es indicio de que el metal no ha temdo ductilidad presentada por el punto A. Cuando continúa la deformación y aumenta
suficiente para soportar la gran contracción de longitud de la circun- el número de marcas, llega un momento en que toda la pieza alcanza
ferencia que se produce en esta región ?~~ di~co. Est~ tip.o de fal~a la deformación correspondiente al punto B. Desde ese momentO' la
ocurre con más frecuencia en la reembut1c10n sm recocido mtermed10 deformación de la pieza es ya uniforme y homogénea. Es fácil com-
que en la primera embutición. prender que el peligro principal de aparición de marcas de deformación
Los pliegues en las pestañas o en el borde de las ~?pas result~n del se encuentra en las regiones de la pieza en que la deformación total
pandeo de la chapa producido por la elevada tens10n tangenc~al de
compresión. Para analizar este tipo de defecto se puede considerar
cada elemento de la chapa como una columna cargada en compresión.
Si el diámetro del disco es muy grande, la carga del punzón puede
alcanzar valores elevados, que a veces superan a la carga crítica de
pandeo de la column~. Como la estabilidad de la colui;ina disminuye
al aumentar la relacion de esbeltez, en las chapas mas delgadas la
carga crítica se alcanzará para valores menores de la ~arga del pu.n-
zón. Para evitar este defecto es necesario emplear pres10nes de su1e-
ción de la chapa suficientemente elevadas que impidan el pandeo*.
Las piezas fabricadas por conformación de la chapa su.elen tener
una gran extensión superficial, lo que las hace muy susceptibles a l~s
marcas superficiales que perjudican al aspecto de .la pieza. La rug<?si-
dad superficial, muy señalada, en las zonas. de la pieza 9ue han sufrido
deformación apreciable se suele llamar piel de naran¡a. Este defecto
superficial se produce en la chapa de tama~o de grano relativam.ent.e
grande. Es consecuencia de que los granos tienden a deformarse md1-
vidualmente, con independencia unos de otros, y el resultado es. que
en la superficie de la pieza unos sobresalen y otros .quedan hundidos,
apareciendo en relieve la estructura granular. La ~eJor manera de co-
rreoir este defecto es emplear chapa de grano fino, en la cual los
gra~os se deforman aproximadamente como un conjunto y resultan
difíciles de distinguir a simple vista.
Otro defecto superficial grave que se encuentra frecuentemente en
FIG. 22-19.-Marcas de deformación en chapa de acero suave. (Por cortesía
la chapa de acero suave y extrasuave, son las marcas ~e. deforma~ión. de E. R. Margan y Metal Progress, junio de 1958, pág. 89.)
Consisten en un conjunto de depresiones de la superficie, que tiene,
por su forma, el aspecto de una llamarada (Fig. 22:1~). Las ~~pre~io­ no llega a ser mayor que la amplitud del alargamiento que correspon-
nes empiezan a formarse a lo largo de planos de max1ma tens10n c1za- de al límite elástico aparente. La solución usual de este problema con-
llante y después, cuando la deformación continúa, se propagan y en- siste en dar a la chapa de acero una pequeña reducción en frío, usual-
trecruzan unas con otras para producir una superficie uniformemente mente del ! al 2 % del espesor. Este tratamiento de laminación en frío,
rugosa. La existencia de las marcas de deformación está íntimamente que suele llamarse una pasada superficial (skin-pass) *, es suficiente
asociada con la presencia de un límite elástico aparente, con deforma-
ción sin aumento de carga, en la curva de tracción (Fig. 22-20). El * De esta operación ya se han hecho indicaciones en la sección 19-4. Allí
metal de las marcas de deformación se ha deformado en una magni- se ha señalado, en nota del traductor, que se consiguen los mismos efectos,
tud que viene representada por el punto B de la figura 22-20, mientras pero con duración mucho más breve, mediante el enderezado con cilindros
en máquinas .e~peciales. Queremos llamar la atención de que en inglés, a la
* Los pliegues formados son difíciles de planchar. Presentan dificultades P~~a pasada superficial se la llama dí:: diversas maneras: skin-pass (pasada de la
que embuta el anillo externo del disco y el resultado suele ser la formac10n piel), temper-rolling, etc. El término temper rolling es confuso porque se
de grietas longitudinales en el borde de la copa. (N. del T.) aplica principalmente a una laminación en frío con reducciones suficientemente
grandes para conseguir dureza elevada debida a la deformación. En el skin-
612 CONFORMAC!ON DE LA CHAPA METALICA [CAP. 22
SEC. 22-10] ENSAYOS DE FORMABILIDAD 613

para eliminar el límite elástico aparente sin producir un endurecimien- número p~r de .orejas, usualmente dos, cuatro o seis, dos por cada una
to por deformación apreciable que pudiera perjudicar a la confoi;ma- de .las o~ientac10nes preferidas que caracterizan la textura 1• Es nece-
bilidad. Sin embargo, si el acero envejece durante el almacenamiento, sario de1ar crecer suficientes, al determinar la superficie de la pieza
vuelve a presentarse el límite elástico aparente, y aparecerán de nuevo bruta que ha de co.nfor~arse, para poder eliminar las orejas por un
las marcas de deformación con todos sus inconvenientes. corte de acabado (trzmmmg). La altura de las orejas varía directamente
La direccionalidad de las propiedades mecánicas ( anisotropía) pro- con el grado de intensidad de la textura que presenta la chapa. El que
ducida por la laminación y otros procesos primarios de trabajo puede l~ t~xtura sea más o menos marcada depende, a su vez, de las caracte-
afectar a las posibilidades de manufactura del metal. Las fibras mecá- risticas de deformación del metal y de los ciclos de recocido a que
nicas tienen poco efecto sobre la formabilidad, pero el fibrado crista- se haya sometido.
lográfico u orientación preferida (textura) pueden modificarla de ma- La direccionalidad se produce precisamente en el plano de la chapa,
nera importante. Ordinariamente es más difícil el doblado con el eje per? aun en el caso de que no exista esta anisotropía y no se formen
ore1~s, se pue~e o?servar a veces una diferencia entre las propiedades
med:das en dire~c10~~s paralelas a la superficie de la chapa y en las
medid~~ ~n la direcc~on del espesor. Las mediciones en esta dirección
son dificiles de realizar, aunque es posible medir las deformaciones
en anchura y espesor. Existen suficientes pruebas de que la relación
entr~, las. de.formaci~:me~ en anchura y espesor de la chapa (véase la
secc10n .sigmente), zndzce R o de anisotropía en la dirección del es-
~ pesor,. tiene un valor constante a cualquier nivel de deformación. Un
-~-
\ material cuya relación de deformación sea igual a la unidad es isótro-
marcas de deformación po, mientras que si es mayor que la unidad el material es anisótropo
alargamiento en el
por lo que respecta al espesor; este último material es más resistente
límite elástico aparente al adelgazamiento durante la deformación plástica*.

deformación 22-10. Ensayos de formabilidad.-Por la considerable variedad


de formas y distribuciones de tensiones que son posibles en la con-
fIG. 22-20.-Relación entre las marcas de deformación y la curva fori!lación de lo~. metales, ,no es de sorprender que no se pueda pre-
tensión-deformación.
decir la formabihdad basandose en propiedades mecánicas sencillas,
ta~es como el alargami~nto o la resistencia a la tracción, o porque no
de la doblez paralelo a la dirección de laminación que el doblado trans- exista un ensayo sencillo cuyos resultados puedan aplicarse a todos
versal, es decir, con el eje de doblado perpendicular a la dirección los procesos de .conform~ción. En términos generales puede asegurarse
de laminación. En la embutición profunda de copas, la anisotropía qu~ un afa~gamiento umforme grande antes de que pueda producirse
produce un defecto conocido con el nombre de orejas. Las orejas se la mestab1hdad plástica, y un límite elástico bajo acompañado de una
forman en el borde de la copa, el cual en vez de ser una circunferencia elevada re~ Istencia a la tracción, constituyen una combinación de pro-
plana se convierte en una línea ondulada inscrita en la superficie del
cilindro, con puntos prominentes que son las orejas. Se produce un ~A.J. Mc~:r~Y, Jr.: NACA Tech. Note 34_39, ma_YO de 1955.
Por . c?;is1,:,,mente, una chapa con esta amsotropia se comporta meior en
la e~but1c10n ~rofun<l~, porque resiste sin adelgazar alrededor del borde del
pass la laminación solo afecta a la superficie, pero no es adecuado emplear pun~º1:1· Esta amsotropia se. consigue industrialmente por el tratamiento térmico-
para denominarlo "laminación superficial", porque en inglés se llama también m~c~mco adecuado de lammación de los aceros extrasuaves calmados con alu-
así ( surface rolling) a una operación específica en la que un producto acabado ~m10,. por lo que. es.to~, aparte de no presentar límite elástico aparente y ser
se trabaja con rodillos para laminar exclusivamente la superficie con las dos msens1ble.s .~l enve1ec1m1ento, son por esta razón adicional muy adecuados para
finalidades distintas de bruñirla y crear tensiones residuales de compresión que la embut1c10n extraprofunda. La razón de deformación plástica suele denomi-
mejoren el comportamiento en fatiga (véase Sec. 12-9, apartado Tensiones re- narse. , en l~ .bibliografía índice R; se determina fácilmente en el ensayo de
siduales superficiales). Por estas razones nos parece conveniente que para la tracc1on m1d1endo dos alargamientos dentro de la zona de alaraarniento uni-
laminación superficial destinada a eliminar el límite elástico de la chapa se forme de la curva de tracción. Para más detalles, véase: H. D. LLOYD: Sheet
use la denominación "pasada superficial", que por lo demás es una traducción Metal Inds., vol. 39, págs. 6, 82, 158, 236, 306, 1962; W. D. THOMAS: Sheet
literal de skin-pass. En los talleres españoles es muy corriente usar la deno- M._etal lnds., vol. 38, pág. 659, 1961; J. C. WRIGTH: Sheet Metal Inds. vol. 39
~inación inglesa skin-pass. (N. del T.) pags. 649, 731, 1962. (N. del T.) ' '
614 CONFORMACION DE LA CHAPA METALICA 22 BIBLIOGRAFIA

piedades que conducen a una buena formabilidad, porgue el material medida de la embutibilidad. Los ensayos diferencian fácilmente entre
puede fluir fácilmente pero se rompe con dificultad. Cuanto mayor metales de buena o de mala embutibilidad, pero las diferencias de
sea la separación entre el límite elástico y la resistencia a la tracción, menor cuantía, que son muy importantes para el comportamiento en
mayor será la capacidad de endurecimiento por deformación de .un ma- la prensa, no son capaces de acusarlas. A pesar de ello se emplean
terial. Se considera generalmente que una capacidad elevada de endu- todavía mucho estos ensayos, principalmente por su sencillez y rapidez
recimiento por deformación facilita la manufactura, porque el metal de ejecución.
de las regiones sometidas a tensiones críticas puede endurecerse por Un ensayo de embutibilidad normalizado es el propuesto por
deformación y transmitir la deformación al metal adyacente. Cualquier Swift 1 ; es un ensayo de formación de copas sobre el que se ha tra-
1

retraso en la localización de la deformación elimina los peligros de bajado mucho en Inglaterra. Consiste en embutir copas de 32 o 50 mm
rotura porque permite que la zona del metal que contribuye a la de- de diámetro bajo condiciones bien tipificadas y con herramientas tam-
formación sea mayor. La capacidad de endurecimiento por deforma- , bién tipificadas. La embutibilidad se expresa en términos de una rela-
ción se describe con más precisión mediante el coeficiente correspon- ción límite de embutición, que es la existente entre el diámetro del
diente, n, determinado a partir de una curva real de tracción. mayor disco que puede embutirse sin rotura y el diámetro del punzón*.
El índice de anisotropía en la dirección del espesor (índice R) es un También se han empleado ensayos en que se utiliza la presión hi-
parámetro muy sensible para clasificar el comportamiento de las chapas dráulica para formar un cúpula (hidraulic bulge test). Un disco de
en la prensa. En los ensayos de embutición, que son operaciones de em- chapa se sujeta sobre una matriz circular u ovalada y se le fuerza a
butición pura, existe una correlación entre un valor elevado del "índice formar una cúpula por aplicación de una presión hidráulica. El ensayo
R" y la embutibilidad t. *. Se ha encontrado también una correlación es un buen procedimiento para producir estados biaxiales de tensiones.
excelente entre la formabilidad de las aletas de automóvil y el pro- La distribución de la deformación producida sobre el disco, en este
ducto del "índke R" por el coeficiente de endurecimiento por defor- ensayo, es más parecida a la que ocurre en la formación de una parte
mación 2 • La razón de que la correlación se establezca con un pará- entrante por estirado que a la que actúa en la embutición profunda.
metro diferente reside, probablemente, en que, al conformar una aleta, Los resultados de este ensayo predicen mejor el comportamiento en
se produce tanto trabajo de estirado como de embutición. Cuanto ma- la prensa que los del ensayo Olsen o la dureza Rockwell 2•
yor es la proporción de estirado que interviene en una operación de
conformación, más importancia tiene la capacidad de endurecimiento
por deformación del material. BIBLIOGRAFIA
Para una mejor predicción de la formabilidad, insuficiente para la
actual fabricación industrial, es necesario desarrollar ensayos de labo- ALEXANDER, J. M.: "An Appraisal of the Theory of Deep Drawing", Met. Re-
ra torio 3· que dupliquen lo más exactamente posible las deformaciones views, vol. 5, págs. 349-411, 1960.
que se producen en los procesos reales de conformación. Uno de los CRANE, E. V.: Plastic Working of Metals and Non-metallic Materials in Presses,
3.ª ed., John Wiley & Sons, Inc., Nueva York, 1944.
ensayos más sencillos es la determinación del radio mínimo de doblado,
pero el valor hallado depende en parte de las dimensiones de la pro- EARY, D. F., y E. A. REED: Techniques of Pressworking Sheet Metal, Pren-
tice-Hall, Inc., Englewood Cliffs, Nueva York, 1958.
beta y de las condiciones de doblado. Por desgracio no se han norma-
lizado suficientemente estos factores; se puede hacer un empleo real- HrNMAN, C. W.: Die Engineering Layouts and Formulas, McGraw-Hill Book
Company, Inc., Nueva York, 1943.
mente útil de los datos de los ensayos de doblado.
Los ensayos de embutición de copa de Olsen y Erichsen se han JEVONS, J. D.: The Metallurgy of Deep Drawing and Pressing, 2.ª ed., Chap-
man & Hall, Ltd., Londres, 1941.
empleado durante muchos años para evaluar las características de em-
butición profunda de las chapas. En estos ensayos se sujeta la chapa KRIVOBOK, V. N., y G. SACHS: Fonning of Austenitic Chromium-Nickel Steels.
International Nickel Co., Inc., Nueva York, 1948.
entre dos matrices anulares, mientras un punzón, usualmente una bola,
Rossr, M.: Stampeggio a freddo delle lanziere (7.ª ed.), Hoepli. Milán. 1963.
se fuerza contra la chgpa hasta que se produce la fractura. La altura
de la cúpula formada antes de desgarrarse la chapa se toma como
1 O. H. KEMMIS: Sheet Metal Inds., vol. 34, págs. 203, 251, 1957.
R. L. WHITELEY: Trans. ASM, vol. 52, págs. 154-69, 1960.
1 * Véanse anteriores notas del traductor en que se citan artículos que se
* Véanse nota anterior del traductor y referencias indicadas en ella. ocupan muy detalladamente de estos y otros ensayos de embutibilidad. Al
2 W. T. LANKFORD, s. c. SNYDER y J. A. BAUSCHER: Trans. ASM, vol. 42. tema se le da en la actualidad una importancia considerable. (N del T.)
2 W. N. LAMBERT, E. S. MADRZYK y F. E. GrnsoN: J. Metals, noviembre, 1960,
págs. 1192-235, 1950.
.3 SACHS: Principles and Methods of Sheet-metal Fabricating, págs. 26-39.
págs. 857-60.
CONFORMACION DE LA CHAPA METALICA

SACHS, G.: Principles and Methods of Sheet-metal Fabricating, Reinhold


Publishing Corporation, Nueva York, 1951.
WrLLrs, J.: Deep Drawing, Butterworth & Co. (Publishers) Ltd., Londres,
1954.
YosHIDA, K.: "Classification and Systematizing of Sheet Metal Press Forming APENDICE
Process", Inst. Phys. Chem. Research (Tokyo) Sci. Papers, vol. 53, págs, 125-
87, 1959. (En inglés.)
CONSTANTES Y FACTORES DE CONVERSION

l angstrom, A= l0-8 cm
1 micra, µ,= 10-3 mm= 104 A
centímetro=0,39370 pulgadas
pulgada ( inch) = 2,5400 cm
l pie (foot) = 30,480 cm
1 radián= 57,29°
libra (pound) = 453,59 g
kilogramo= 2,204 lb
dina=2,24xl0-6 lb
erg= 1 dina-cm= 10-7 julios
libra-pie=l,3549 julios=0,138 Kgm
caloría=4,182 julios
kilocaloría = 103 cal
electrón-voltio, ev = 1,602 x 10-12 erg
Número de Avogadro, n=6,02x10 23 moléculas por mol
Constante de los gases, R=l,987 cal/(grados)(mol) 8,34xl0 7 ergios/(gra-
do) (mol)
Constante de Boltzmann, k=l,380xl0-16 erg/(grado)(mol)
Constante de Planck, lz = 6,6234 x l0-27 erg-seg
1 atmósfera= 14,697 psi
libra por pulgada cuadrada (psi)=7,04xl0- 4 Kg/mm2=6,93xl04 dinas/cm2
pulgada cuadrada= 6,4516 cm2
pie cuadrado= 929,03 cm2
pulgada cúbica= 16,387 cm3
ln x = loge x = 2,3026 log10 x
Base de los logaritmos neperianos= 2,718
PROBLEMAS*

Capítulo 1

1-1. Una probeta de acero recocido (E=30x106 psi) tiene un diámetro


mínimo de 0,505 pulg y una distancia entre puntos de 2 pulg. La carga máxima
alcanzada es de 15 000 lb y la fractura se produce a 10 000 lb. a) ¿Cuál es la
resistencia a la tracción? b) ¿Por qué la fractura se produce a una carga infe-
rior a la máxima? e) ¿Cuál es 'la deformación cuando se aplica una carga de
15 000 psi? d) ¿A qué deformación corresponderá el límite elástico del 0,2%?
1-2. Un alambre de 100 pies de largo aumenta de longitud 1 pulg cuando
se le aplica una fuerza de tracción de 1000 lb. ¿Cuál es el módulo de elasti-
cidad si el área de la sección transversal es de 0,05 pulg2?
1-3. Demuéstrese que la delormación de una barra sujeta a una carga
axial P es o=PL/AE.
1-4. La flecha de una viga en voladizo de longitud L sujeta a una carga
concentrada en un extremo P está dada por o=PL3/3El, siendo I el momento
de inercia. Compárense las flechas relativas de vigas de acero, titanio y volfra-
mio. Utilícense los datos de la tabla 2-1.
1-5. Un cilindro hueco de cobre (diámetro exterior 10 pulg e interior
5 pulg) contiene un núcleo macizo de acero. Determínese la tensión de com-
presión en el acero y en el cobre cuando se aplica en una prensa una carga
de 200 000 lb.
1-6. Discútase el factor relativo de seguridad que ha de aplicarse a los
siguientes casos: 1) embrague de un automóvil; 2) recipiente de presión para
un reactor nuclear; 3) ojiva (nariz) ·de un missil; 4) asta de una bandera;
5) hoja de ballesta de un automóvil. Considérese cada caso teniendo en cuenta
los siguientes factores: a) disponibilidad del material; b) tipo de carga;
e) confianza en el análisis de tensiones; d) factores de fabricación; e) in-
fluencia del tiempo; f) consecuencias de una falla.
1-7. Un cilindro de fundición de hierro de 0,50 pulg de diámetro y
2 pulg de longitud, se ensaya en compresión. La falla se produce para una
carga axial de 50 000 lb y sobre un plano inclinado a 40° respecto al eje.
Calcúlese la tensión cizallante en el plano de rotura. El mismo cilindro de
fundición de hierro se estira en tracción. Hágase una estimación de la carga
necesaria para la rotura y del plano sobre el que se producirá.

* Hemos considerado conveniente no transformar las unidades anglosajonas


en estos problemas. Es tan enorme la bibliografía norteamericana y británica
sobre estos temas, y son tantos los datos que se encuentran en las citadas
unidades, que conviene que el lector se acostumbre a manejarlas y transfor-
marlas. (N. del T.)

619
PROBLEMAS
PROBLEMAS

de las galgas son e 1 =1860xl0- 6, e 2 =185xI0- 6 y e 3 =1330xI0-6. a) ¿Cuál es


la mayor tensión normal? b) ¿Cuál es la tensión normal más pequeña? e) ¿Cuál
Capítulo 2
es la mayor tensión cizallante?
2-1. Determínense las tensiones principales y las orientaciones de los ejes 2-8. Un recipiente de presión de paredes delgadas, de diámetro interno D
de esas tensiones con respecto a los x, y, dadas las siguientes condiciones: y espesor de paredes h, está sometido a una presión interna p. Demuéstrese que
la tensión tangencial está relacionada con la presión interna por <rr=pD/2h.
a) O-x= + 50 000 psi b) <rx= - 60 000 psi Si los extremos están cerrados por soldadura, ¿cuál es la tensión longitudinal
a-y=+ 5 000 psi <ry= + 5 000 psi media en las paredes? Determínese la relación de tensión tangencial a tensión
Txy = 8 000 psi Txy = + 25 000 psi longitudinal. ¿Por qué estas ecuaciones no son válidas para un recipiente de
2-2. Constrúyase el círculo de tensiones de Mohr para cada una de las paredes gruesas?
condiciones de tensión plana del problema 2-1. 2-9. Demuéstrese que para un cristal isótropo S44 =2(S 11 -S12 ).
2-3. El estado tridimensional de tensiones está determinado por 2-10. Galgas de deformación colocadas en la superficie externa de un re-
cipiente de presión dan las siguientes lecturas: e1=0,002 en la dirección lon-
a-x= + 8000 psi Txy = + 2000 psi
gitudinal y e 1 =0,005 en la tangencial. Calcúlense las tensiones en estas dos
a-y= 4000 psi Tyz = + 3000 psi
direcciones, siendo E=30xl06 y JJ=0,3. ¿Cuál es el error si no se tiene en
a-::.=+ 6000 psi Txz = - 5000 psi
cuenta el efecto de Poisson?
Determínese: a) la tensión total (magnitud y dirección respecto a los ejes x, 2-11. Se ha encontrado experimentalmente que un determinado material
y, z) en el plano de cosenos directores l= +l/ v2, m= +±, n <O; b) magni- no cambia de volumen cuando se le somete a un estado de tensiones elásticas.
tud de las tensiones normal y de cizallamiento en este plano; e) tensiones ¿Cuál es la relación de Poisson para este material?
principales y cosenos directores de los planos principales; d) tensión cizallant.e 2-12. Determínese el volumen de una esfera maciza de cobre, de 6 pulg
máxima. de diámetro, cuando está sometida a la presión de un fluido que vale
2-4. El estado tridimensional de deformaciones está dado por 20 000 psi.
ex= 4 X I0- 4 Yxv= 3 X 10- 4 2-13. Determínese la relación de los límites elásticos de torsión y tensión
ev=-6xl0- 4 Yy~= -3x10- 4 en el supuesto de que la cantidad de energía de deformación que puede alma-
e~= 2 x l0- 4 Yx::. = - 5 X 10 - 4 cenarse, sin que se produzca deformación permanente, es la misma en los dos
estados de tensión.
Determínense: a) los cosenos directores de los tres ejes principales; b) la má- 2-14. Demuéstrese que la energía elástica por unidad de volumen es la
xima deformación axial, y e) el aumento de la unidad de volumen. misma bajo carga monoaxial que bajo presión hidrostática si es v=f.
2-5. En las galgas de deformación de una roseta, como la de la figu-
ra 2-llb, se han obtenido los siguientes resultados: ea=l,4xl0- 3 ; eb=0,2x
x 10-3; ec= -0,6 x l0-3. a) Determínense las deformaciones principales máxi- Capítulo 3
ma y mínima y el ángulo que emáx forma con la galga a. b) Calcúlense las
tensiones principales a partir de las lecturas de las galgas de deformación y
compárense con los resultados obtenidos con las ecuaciones de la tabla 2-2. 3-1. Dibújese una curva de la deformación lineal convencional en función
2-6. Para la disposición de las galgas de deformación dada en la figu- de la deformación real desde cero hasta e=3,0.
ra 2-12 es a= 30° y ,8=40°. Si ea=2,6x10-3, eb= 0,4 x l0-3 y ec= 1,4x10-3, 3-2. U na palanquilla forjada de 2 pulg de diámetro disminuye en altura
determínense las deformaciones principales por medio del círculo de Mohr. desde 5 a 2 pulg por recalcado. a) Determínese la deformación axial media y
2-7. Sobre una plancha de un material (E=25x106 psi, v=0,25) se dis- la deformación real en la dirección de compresión. b) ¿Cuál es el diámetro
ponen galgas de deformación en la forma indicada en la figura. Las lecturas final de la pieza forjada (despréciese el abarrilamiento)? e) ¿Cuáles son las
deformaciones plásticas transversales?
2 3-3. U na plancha de 1 pulg de espesor se reduce de espesor en las si-
guientes fases: O, 50, 0,21 y 0,125 pulg. Calcúlese la deformación total ba-
sándose en las dimensiones inicial y final y en la suma de incrementos de
deformación, empleando a) la deformación convencional y b) la deformación
real. ¿De qué manera demuestran estos cálculos la ventaja del empleo de las
deformaciones reales en el trabajo de conformación de los metales?
3-4. Demuéstrese que la constancia de volumen conduce a los resultados
e1+e2+e3=0 y E1+E2+E3=0. ¿Por qué la relación entre las deformaciones con-
vencionales solo es válida para deformaciones pequeñas y, en cambio, la de
las reales vale para todas las deformaciones?
3
PROBLEMAS PROBLEMAS 623

3-5. Un árbol de acero ( o-0 = 1000 000 psi) se somete a cargas estáticas con- 4-2. ¿En qué condiciones geométricas puede deformarse un monocristal,
sistentes en un momento de flexión de 200 000 lb-pulg y uno de torsión de pero no mostrar líneas de deslizamiento en la superficie?
500 000 lb-pulg. Empleando un factor de seguridad 2, determínese el diámetro 4-3. Demuéstrese que la relación e/a para una red he ideal es \1'8/3.
del árbol basándose en a) la teoría de la tensión cizallante máxima y b) la 4-4. ¿Cuántos átomos, por milímetro cuadrado, hay en una cara ( 100) de
teoría de la energía de distorsión. un cristal de cobre? a0 = 3,60 A.
3-6. Demuéstrese que el criterio de la energía de distorsión para un sis- 4-5. ¿Cuántos átomos, por milímetro cuadrado, hay en una cara ( 111)
tema generalizado de ejes x, y, z está dado por de un cristal de cobre?
4-6. Compruébense los valores de las distancias entre planos de las re-
2o-o2 = (o-x CT ~v + (CT y o-:) 2 + (CT: - CT x)2 + 6 ( T~y +T~•z +r;z) des ce y ccc dados en la tabla 4-2.
4,_7. a) Demuéstrese por medio de un modelo o esquema que la inter-
3-7. Demuéstrese que la relación de Poisson es igual a 1 para un cuerpo sección de { 111} en una red ce puede producir un octaedro. b) ¿Cuántos sis-
perfectamente plástico. temas favorables de deslizamiento hay para una deformación en tracción a
3-8. Si el límite elástico del acero empleado en el recipiente del proble- lo largo del eje [001]? e) ¿Cuántos para la deformación a lo largo de [111]?
ma 2-8 es 30 000 psi, D es 12 pulg y h es t de pulg, ¿cuál será el valor de la 4-8. Jillson 1 obtuvo los siguientes datos para monocristales de cinc:
presión interna a la que el recipiente puede fluir plásticamente?
3-9. Dibújese una curva de fluencia para tensión sencilla similar a la de 9(]..ef¡ l'
;i, (Y

la figura 3-6. A la misma figura superpóngase la curva que se podría obtener si '"'
se midieran o-1 Y E1 cuando el material está fluyendo a través de una matriz
en la que el estado de tensiones es 0-1 = o-L; 0-2 = 0-3 = O"y; o-L > o-T. 6,5 18 20 730
3-10. En la hipótesis de que no varía el ancho durante la laminación de 19,5 29 7 870
una chapa, dedúzcase la ecuación para la te:q¡;jQD significativa en función del 30 30,5 5 280
40 40 4 600
cambio de espesor de la chapa. Exprésese también en función del tanto por
61 62,5 5 600
ciento de reducción. 85 85,5 28 500
3-11. Un árbol de acero transmite 300 hp a 200 rpm. El máximo mo-
mento de flexión es de 8000 lb-pie. El factor de seguridad es 1,5. Calcúlese
el diámetro mínimo del árbol macizo basándose en a) la teoría de la tensión A=l22 mm2
cizallante máxima y b) la teoría de la energía de distorsión. Datos: .,
a) Compruébese que se cumple la ley de Schmid. b) Demuéstrese que el límite
o-=40000 psi, E=30xl06, v=0,30. elástico depende de la orientación, representando o-0 en función de cos <f> cos A..
Capítulo 5
3-12. Un acero que en tracción tiene un límite elástico de 42 000 psi se
ensaya bajo un estado de tensiones con 0-2 = o-i/2, o-3=O. ¿Cuál es la tensión 5-1. Calcúlese el número de granos en la superficie de la cabeza de un
a que puede producirse la fluencia si se supone que a) es válida la teoría alfiler ( 0,1 pulg de diámetro) si el alfiler está hecho de un acero con tamaño
de la tensión normal máxima, b) es válida la teoría de la tensión cizallante de grano ASTM 6.
máxima y e) es válida la teoría de la energía de distorsión? 5-2. ¿Cuál es el área de los límites de grano en 1 pulg3 de acero de tamaño
3-13. Se ensaya un material bajo un estado de tensiones o-1= 3o-2 = - 2o-3. de grano ASTM 6? Se supone que los granos tienen forma cúbica.
Se observa flujo plástico a o-2=20 000 psi. a) ¿Cuál es el límite elástico en 5-3. Si los límites de grano de una muestra de hierro (tamaño de grano
simple tracción? b) Si el material se emplea bajo las condiciones o-1= - o-3, ASTM 6) están completamente cubiertos por una capa monoatómica de oxí-
o-2=0, ¿a_ qué valor de o-3 puede producirse el flujo plástico? Se admite el geno, ¿cuánto oxígeno hay presente, en ppm? El radio del átomo de oxígeno
criterio de la energía de distorsión. es 0,6 A.
5-4. Si se tiene un acero con tamaño de grano ASTM 3, ¿qué reducción
del tamaño de grano duplicaría el límite elástico? Exprésese el tamaño de
grano medio y el tamaño ASTM.
Capítulo 4
5-5. Si N v es el número de partículas por unidad de volumen de una
segunda fase dispersa y estas partículas son esféricas y uniformes, de radio r,
4-1. a) Los átomos intersticiales ocupan las posiciones tetraédricas ( {-, la fracción en volumen de la segunda fase es f =Nv x 4f 3 7Tr3. La distancia me-
t, t) y las octaédricas (t. t, t). Indíquense estas pos1c10nes intersticiales en dia entre partículas está dada por A= l/(N,,)1/3-2r. a) Demuéstrese que
un esquema de la célula estructural. b) En la red ce los átomos intersticiales A=2r[(l/l,9lf) 113-l]. b) Calcúlese A para f=0,001, 0,01 y 0,1 y r=I0-6,
ocupan los lugares (t, t, O) y los más pequeños (t, 1-, O) y (t, O, O). Mués- 10- 4 y I0- 3• Represéntese f en función de A en papel logarítmico doble.
trense estos lugares en un esquema. Compárese el número de lugares disponi-
1
bles en las redes ccc y ce. D. C. JILLSON: Trans. AIME, vol. 188, pág. 1129, 1950.
PROBLEMAS

5-6. Calcúlese el módulo de elasticidad de una aleación bifásica compues- 6-4. Empleando la figura 6-9, demuéstrese a) que las componentes y en
ta de 50% en volumen de cobalto y 50% en volumen de carburo de volfra- la ecuación de Cottrell (a/2)[lll]+(a/2){111]--+a[001] se anulan mutua-
mio, basándose en una de las siguientes hipótesis : a) igualdad de deforma- mente con liberación de energía· elástica, b) que esta energía es igual a la
ción; b) igualdad de tensión. Eco= 30 x 106 psi; Ewc= 100 x 106 psi. Compá- ganada por los componentes x de la reacción.
rense los valores calculados con el módulo medido que es 54 x 106 psi.
6-5. Exprésese la ecuación [ 6-4 J en las coordenadas polares r y e. Ha-
5-7. De la teoría de la elasticidad se deduce que las tensiones residuales
ciendo 8= O, demuéstrese que la tensión cizallante en el plano de deslizamiento
tangencial y radial de origen térmico desarrolladas en una inclusión esférica
y en la dirección del vector de Burguers es igual a T=Tob/r.
en una plancha infinita están dadas por 1
6-6. Represéntese la tensión cizallante en función de la distancia (en dis-
tancias interatómicas ao) a una dislocación recta de cuña en un cristal de
cobre. Tómense G= 5x10 11 dinas/cm2, b=2,5 x lo-s cm y v= 1/3. Demuéstrese
que la tensión desciende a 107 dinas/cm 2 a una distancia de l µ,.
en la que el subíndice 1 se refiere a la inclusión y el 2 a la matriz. a es el 6-7. Empleando las Ecs. [6-1] y [6-2] hágase un mapa de la distribución
coeficiente de dilatación. Aplíquese esta ecuación a las partículas de WC en de tensiones alrededor de una dislocación de cuña situada a lo largo del eje z.
una matriz de cobalto y represéntese la variación de las tensiones en función
6-8. El límite elástico de la mayoría de los monocristales es de I0-4G o
del tanto por ciento en volumen de cobalto. Empléese un intervalo de tempe-
menor. Empleando el . concepto del manantial de Frank-Read, desarróllese un
ratura de 800°C. Ec 0 =30xl0 6 psi; Ewc=l00xl0 6 psi; ac 0 =l2,3xl0-6;
argumen~o en pro de la idea de que_ el límite elástico está determinado por
awc=5,4xl0- 6; vca=0,3; vwc=0,22. el espaciado de los manantiales inicialmente presentes en el cristal. Demués-
5-3. La energía de un límite de ángulo pequeño está dada por E=Eo x trese que esta idea conduce a una estimación razonable de la densidad de
x (A - In e), siendo E la energía por unidad de superficie, E 0 la energía de dislocaciones. Indíquese alguna otra explicación diferente del límite elástico.
deformación elástica de una dislocación, e el ángulo entre las dos redes y
A una constante. a) Represéntese E/e en función de In e. b) Represéntese E 6-9. a) Estímese la energía de deformación de una dislocación en cuña
en función de e. cuando r=l cm, r0 =10-7 cm, G=5x1011 dinas/cm2, b=2,5x10-s cm y v=l/3.
5-9. La densidad de dislocación p es la longitud total de la línea de Exprésese el resultado en electrón-voltios por plano atómico. ¿Cuánta enercría
dislocación en el volumen del cristal. Demuéstrese que la relación entre p y (electrón-voltios) es necesaria para producir l cm de línea de dislocació~?
b) Demuéstrese que más de la mitad de la energía de deformación se encuen-
el radio de curvatura R de un cristal en flexión es p = 1/ Rb. Sugerencia: Há-
tra fuera del núcleo de la dislocación, en la región comprendida entre las
gase uso de la figura 5-5.
distancias r= I0-4 a r=l cm.
6-10. a) Demuéstrese que la tensión cizallante producida en un plano de
-Capítulo 6 deslizamiento por una dislocación de cuña situada en un plano paralelo en el
punto de coordenadas r, e está dada por
6-1. Demuéstrese a) que la reacción de dislocaciones
Gb l
(a/2) [lOl]--+ (a/6) [211] + (a/6) [112] sen48
8rr(l-v) h
es vectorialmente correcta, b) que esta relación conduce a una disminución en la· que h es la distancia, en perpendicular, de dos planos paralelos.
de la energía de deformación.
b) ¿Cuál es la tensión cizallante necesaria para que dos dislocaciones de
6-2. Constrúyase un dibujo en dos dimensiones del plano (llO) de una
cuña se crucen sobre planos paralelos que distan entre sí 1000 A en el cobre
red ce. Por medio de la suma de vectores demuéstrese que
recocido? Pueden emplearse los datos del problema 6-9.
(a/2)[Ul] + (a/2)[111]--+ a[OOl] 6-11. Dedúzcase una expresión para la curva tensión-deformación emplean-
y que do la hipótesis de G. I. Taylor de que las dislocaciones están ordenadas en el
(a/2) ['fff] + (a/2) [Ül]--+ a[fiO]. cristal en filas alternadas de dislocaciones de cuña positivas y negativas. Ex-
plíquese por qué este concepto no es válido.
Indíquese por qué la última ecuación no es satisfactoria desde el punto de 6-12. Si la energía de interacción entre un átomo de impureza y una dis-
vista energético. locación puede expresarse aproximadamente por Ui=A/b, cuando la atmósfera
6-3. Defínanse las siguientes expresiones: a) dislocación móvil; b) desli- está saturada, calcúlense la energía de interacción y la temperatura por debajo
zamiento cruzado; e) dislocación parcial de Frank; d) dislocación parcial de de la cual es máxima la energía de ligazón en el caso del hierro con 0,01 % en
Shockley; f) dislocación ensanchada. peso de carbono. Tómense los valores A=l,8x10-20 dinas-cm2 y b=2,5 x
x 10-s cm. Calcúlese también la tensión de ruptura de la ligazón y compárese
1 J. GURLAND: Trans. ASM, vol. 50, págs. 1063-70, 1958. con el límite elástico medio de 20 Kg/mm 2 a la temperatura ambiente.
DIETER.-40
PROBLEMAS PROBLEMAS

Capítulo 7 1
Temperatura Velocidad de k y' Diámetro del Tipo
t'i' 1
d2 ensayo, deformación,
7-1. Estímese la tensión teórica de fractura del hierro si y= 1200 er- ºK seg-1 psi cgs x 106 grano, cm de fractura
1 1
gios/cm2. ¿Es comparable con la máxima resistencia observada en el acero
tratado térmicamente?
1

1· /-------
7-2. Empleando la ecuación de Griffith para tensión plana, determínese 77 6,18 X lQ-2 56 500 7,25 1 0.1414 Frágil
1
la longitud crítica de grieta para: a) hierro, b) cinc y e) cloruro sódico, apli- 20 2,02 X l0-4 58 000 5.87 0.1414 1 Frágil
cando las siguientes constantes : 77 2,02 X lQ-4 48 000 5,18 0.1414 Dúctil
77 6,18 X lQ-2 56 500 7.25 0,0312 Dúctil
20 2,02 X l0-4 ¡ 58 000 5.87 1 0,0312 Dúctil
(je' y, E, 1

clina:-'/cn12 ergios/cm2 ergios/cm2

Ca¡lÍtulo 8
Hierro ... ... 9X109 1200 20,5 X 10 11 8-1. El máximo de fricción interna debido al carbono presente en el hierro
Cinc 2X10 7 800 3,5 X 1011
... !
5,0 X 10 11 se produce a 35 ºC para f = 0,65 ciclos/seg. Si Do= 2x102 cm2/seg y !::.H =
NaCl ... ... ••• ¡ 2X107 150
1 = 20,1 Kcal/mol, ¿cuál es el tiempo de relaiación a O, 100 y 500 ºC?
8-2. Explíquese cómo se podría determinar la solubilidad del carbono en
7-3. ¿Cuál es la longitud crítica de grieta del hierro según la ecuación el hierro alfa por métodos de fricción interna.
de Griffith-Orowan, si p ~ 106 ergios/cm2. 8-3. ¿Cómo puede emplearse la fricción interna . para estudiar el enveje-
7-4. Demuéstrese que el mecanismo de Cottrell para la formación de una cimiento por deformación?
microgrieta, por deslizamiento en planos secantes, no es satisfactorio en las 8-4. Una viga de acero de 15 pulg de longitud, 1,5 pulg de ancho y
redes ccc por razones energéticas. 0,25 pulg de espesor se carga en voladizo. En un punto situado a 12 pulg
7-5. Un acero de construcción naval tiene un valor Ge= 200 lb/pulg. del extremo cargado se hacen las siguientes determinaciones de amplitud con
a) ¿Cuál es la tensión de fractura en una plancha delgada de 12 pulg de ancho el extremo sin carga Y con el extremo cargado con 3 lb:
y que contiene una grieta central de 0,5 pulg de longitud? b) Si la grieta tie-
ne 2 pulg de longitud, ¿cuál es la tensión de fractura? e) Aumentando el Sin carga Cargada con 3 lb
espesor de la plancha a 5 pulg disminuye Ge a 100 lb/pulg. ¿Cuál es la tensión
de fractura para una grieta de 0,5 pulg de longitud?
Ciclos Amplitud, Ciclos Amplitud,
7-6. Tenemos una plancha de acero de 12 pulg de ancho y 1/ 4 pulg de micropu]gadas micro¡rnlgadas
espesor. Hay una grieta de l pulg de longitud en cada uno de los bordes.
a) Calcúlese la fuerza necesaria para la propagación de la grieta a través de
las 10 pulg restantes de la chapa. b) Calcúlese la fuerza necesaria para romper o 563 o 464
la plancha en tracción si no existen grietas. Supóngase que la resistencia a la 10 420 4 390
fractura es de 100 000 psi. e) Calcúlese la fuerza necesaria para romper la plan~ 20 300 8 360
30 240 12 328
cha en tracción si el acero tiene la resistencia cohesiva teórica. 40 185 16 270
7-7. Empleando las Ecs. [7-28] y [7-29] explíquese cómo predicen el efec- 50 160 20 243
to cualitativo de los siguientes factores en la transición dúctil a frágil : a) corn- 60 135 24 205
pos1c10n del material; b) impurezas; e) método de fabricación; d) tempera- 70 115 28 165
tura; e) tamaño de grano; f) estado de tensiones; g) velocidad de carga. 80 100 32 125
7-8. Analícense los datos 1 de la tabla, relativos a la transición dúctil a 90 85 36 97
frágil del niobio en tracción, según la teoría de Cottrell de la temperatura de 100 78 40 63
transición. Estímese la energía superficial efectiva. ¿Por qué es un poco más 120 60 44 33
pequeña que la verdadera energía superficial de, aproximadamente, 3 x 1 Q3 er-
gios/ cm2? Represéntese a) In A en función del número de ciclos, b) el decremento lo-
7-9. Si a una temperatura baja transcurre 1 seg hasta que se produce la garítmico en función de la amplitud.
fluencia, ¿cuánto tiempo transcurriría antes de producirse la fluencia, para la
misma tensión aplicada, si se eleva la temperatura en 100 °K? ¿Qué importan- Capítulo 9
cia tiene esto en la teoría de la fractura frágil?
9-1. Durante el ensayo de tracción de un acero suave, empleando probeta·
l M. A. ADAMS, A. C. RoBERTS y R. E. SMALLMAN: Acta Met., vol. 8, de 0,505 pulg de diámetro y 2 pulg de distancia entre puntos, se han obtenido
págs. 328-37, 1960. los siguientes datos:
628
1) Tensión real para la carga max1ma; 2) tensión real de fractura; 3) defor-
mación real de fractura; 4) deformación uniforme real; 5) deformación real
Carga en ¡ Alargamiento en Carga en Alargamiento en
libras pulgadas libras pulgadas de estricción localizada; 6) resistencia real a la tracción; 7) coeficiente de
---------- - - - -------·~~
endurecimiento por deformación.
9-6. La curva real deformación-tensión se expresa algunas veces por
500 0,00016 6300 0,020 cr=cr0,2(E/0,2)n, en donde cro, 2 es la tensión real para E=0,2. Demuéstrese que
1000 0,00032 7000 0,060 esta ecuación es equivalente a cr=KE1 1, y explíquese por qué puede ser prefe-
1500 0,00052 7500 0,080 rible la nueva relación.
2000 0,00072 8500 0,12
2500 0,00089 9600 0,18 9-7. Demuéstrese que, para un material con curva real de tracción de la
3000 0,00105 10000 0,26 forma cr=KEH, la relación entre el límite elástico cr0 y la resistencia a la trac-
3500 0,00122 10100 0,30 ción cru es una función directa del exponente de endurecimiento por defor-
4000 0,00138 10200 0,50 mación n.
4500 0,00154 10050 0,58 9-8. La variación del alargamiento por ciento X con la distancia entre
5000 0,00175 9650 0,62
5500 0,00191 9100 puntos se ha encontrado empíricamente que cumple la relación X= e,¡ A; Lo+ b,
0,70
6000 0,00204 8100 0,76 en la que e y b son constantes. Los datos siguientes se obtuvieron para un
fleje de acero de 2 pulg de ancho y 1/2 pulg de espesor:

Límite elástico aparente a 6200 lb; carga de rotura, 6800 lb; distancia final L 0 , pulgadas 2 4 6 10 12 14
entre puntos, 2,87 pulg; diámetro final, 0,266 pulg .. , ,
a) Represéntese la curva convencional de tracc1on. b) Determmese 1) el X ....... .. 40,0 30,6 27,5 25,7 25.0 24,3
límite proporcional; 2) el módulo de elasticidad; 3) el límite elástic0 aparente
inferior; 4) la resistencia a la tracción; 5) la tensión de rotura; 6) el alar- Determínense los valores de b Y e y el alargamiento de chapa del mismo acero,
gamiento por ciento; 7) la estri.cción. e) Represéntese la curva real de trac- pero de 2 x 7/8 pulg, cuando la distancia entre puntos es de 10 pulg.
ción hasta la carga máxima. 9-9. La curva real tensión-deformación de un material se puede expresar
9-2. Dedúzcase la relación para la tenacidad de un metal cuya curva real por la ecuación cr= 200 000Eº· 33, cuando la tensión se expresa en libras por
tensión-deformación obedece a la ley potencial cr=KE12• pulgada cuadrada. ¿Cuál es la resistencia a la tracción de este material?
9-3. a) Demuéstrese que q = 1- exp ( - Ef), en la que q es la estricción
y Ef la tensión real de rotura. b), ~i la ~ur.va real es~~ dada por ~=~€1 1 , de- Ca1>ítulo 10
dúzcase una expresión entre el limite elastico o tens10n de fluencia Y la re-
ducción del área de la sección transversal. 10-1. Una barra de acero laminado de 1 pulg de diámetro se ha ensayado
en torsión, obteniéndose los siguientes resultados:
9-4. Una medida útil de la ductilidad para evaluar la formabilidad es el
alargamiento para una distancia entre puntos nula eo. ~s el mayor alargamiento
posible para la mínima distancia entre puntos. Demuestrese que, eo=q/(1- _q_). Par, Par, Número de cuartos
pulgadas-libra pulgadas-libra
·Por qué si q se mide en algún punto de la probeta que no este en la reg1on de vuelta
l
de estricción localizada da el valor de la re d ucc10n
. , um"f orme.?
9-5. Los siguientes datos se midieron en un ensayo de tracción de una 6700 1 10 600 12
probeta de níquel: 7400 2 11 000 15
8200 3 11400 18
8700 4 11 800 24
Carga en Diámetro en \: Carga en Diámetro en
libras pulgadas libras pulgadas 9100 5 12 400 32
11
9700 7 12 600 38
10200 9 12 800 39
o 0,252
l 3570 0,210
3440 0,250 3500 0,200
I!
3580 0,245 3350 0,190
3670 0,240 3150 0,180 Si la longitud entre mordazas de la barra es 18 pulg, determínese : a) la curva
3710 0,235 2950 0,170 tensión cizallan te-deformación de cizallamiento; b) el módulo de rotura;
3720 0,230 2800 0,149 e) la curva tensión cizallante-deformación cizallante corregida por la defor-
mación no elástica. d) Si el momento de torsión en el límite fluencia es de
4500 pulg-libra y el ángulo de torsión de 2,6°, determínese el límite elástico
a) Dibújese la curva real tensión-deformación. b) Para los datos posteriores a en torsión, el módulo de elasticidad y el módulo de resiliencia. e) ¿Cuál es la
la carªa máxima téngase en cuenta la estricción localizada mediante l~ co- relación de Poisson si E=29,0x 106 psi?
rrecció~ de Bridgman ( Fig. 9-7). e) Determínense las siguientes características:
PROBLEMAS

10-2. Compárese la resistencia a la torsión, la rigidez Y el peso de d?s


árboles de acero, uno macizo y otro hueco. El árbol hueco tiene dob.le dia- Diámetro del pe- Diámetro de la hue-1 Carga, en Kg
netrador, en mm lla, en mm
metro que el macizo, pero las secciones transversales de ambos son iguales. -------- ---------- -----------
10-3. Supongamos que cierto material frágil rom~~ con un~, resistencia [
10 4,75 3000
a la tracción de 30 000 psi. a) ¿Qué momento de tors10n producira la rotura 3,33
7 1470
de una barra de 1/4 de pulg de diámetro? Hágase un esquema de la fr~~tura. 5 2,35 750
b) Si el material es idealmente frágil (v=l/4), demuéstrese que en tors1on se 1,2 0,57 425
produce más deformación que en tracción antes de que se produzca la rotura.
10-4. Se obtuvieron los siguientes datos cuando el mismo acero se ensayó
Determínese la dureza Brinell y demuéstrese que es aproximadamente cons-
en tracción y en torsión: tante aunque varíe la carga.
11-3. Se obtuvieron los siguientes datos al determinar durezas en mues-
Torsión tras de cobre :
Tracción

Tensión cizallante, Deformación Diámetro de la huella, en mm


Tensión normal Deformación real psi de cizallamient,)
real. psi Carga,
Kg
Recocido 1/1 duro 12 duro
1

55 000 0,05 24 000 0,05


0,10
63 ººº
73 000
0,10
0,20
30 000
36 000 0,20 500 4.4 3,2 2.9
80 000
85 000
0,30
0.40
39
41
ººº
ººº
0,30
0.40
1000
1500
5,4
6,2
3,9
4,6
3,7
4.5
90000 0,50 42 000 0,50 2000 5,4 5.3
95 000 0,60 44 000 0.60 2500 5,9 5,7
100 000 0,70 45 000 0,70
105
116
ººº
ººº
0,80
1,00
45 500
47 000
48 500
0,80
1 00 a) Determínense los casos en que se cumple la ley de Meyer. b) Determínense
126 000 1,20 1.20 las constantes de la ley de Meyer k, n' y C. e) Represéntense, en función de
131 000 1,30 50 000 1.50 la carga, las durezas Brinell y Meyer del cobre t duro.

11-4. Si se emplea una bola de t de pulg de diámetro para el cobre re-


cocido del problema 11-3, calcúlese cuál sería la huella para 500, 1000 y 1500 Kg
a) Represéntense las curvas reales de tracción y torsión empleando los mismos de carga. Compárese con los valores observados:
ejes. b) Aplíquese la corrección de Bridgman por estricción localizada a los
Carga, Kg Diámetro de la huella, mm
datos de tracción. e) Represéntense los datos de tracción y los de torsión como
tensiones y deformaciones significativas. d) Represéntense ambos conjuntos de
datos como máxima tensión cizallante en función de la máxima deformación 500 4,0
por cizallamiento. 1000 4,6
1500 5,5
10-5. Explíquese por qué se observa en tracción la estricción localizada 2000 5,9
de los materiales dúctiles y no se observa en el ensayo de torsión de los mis-
mos materiales. Determínense k y n', y compárense con los valores para una bola de 10 mm.

11-5. Tabor 1 ha demostrado que la relación entre dureza Brinell y dureza


Rockwell C se puede expresar mediante una ecuación de la forma
Capítulo 11
Rc=C1 -C2/ y'HBN.
11-1. Estímese la dureza Mohs de los siguientes materiales: a) acero de Empleando tablas de conversión de durezas para el acero, calcúlense las cons-
una lima; b) tiza; e) tabla de pino; d) acero de bola de cojinete; e) zafiro. tantes y compruébese si esta ecuación se ajusta bien a los resultados.
11-2. a) Demuéstrese, mediante un esquema, que para obtener huellas
geométricamente semejantes debe mantenerse constante d/D en el ensayo l The Hardness of Metals, págs. 111-12, Oxford University Press, NueYa

Brinell. b) Los datos siguientes se obtuvieron manteniendo constante P / D 2 : York, 1951.


PROBLEMAS PROBLEMAS

12-11. Un pasador roscado experimenta una carga axial de inversión com-


Capítulo 12
pleta de 60 000 lb. El factor de seguridad estático es 2,0 y el factor dinámi-
12-1. Peterson ha demostrado que, para un valor medio de Kt=2, el ín- co 3,0. Kt=2,0. El radio de entalla de la rosca es 0,020 pulg. a) Compárense
dice de sensibilidad a la entalla está dado por q=l/(l+a/r), en donde a es las secciones transversales requeridas para servicios estático y dinámico de
un "tamaño de partícula", que depende del material, y r el radio de la entalla un pasador de alta resistencia (o-0 =180 000 psi, o-u=200 000 psi). b) Háganse
Kuhn y Hardrath 1 han relacionado a con la resistencia a la tracción del acero: los cálculos para un pasador de baja resistencia (o-0 =30 000 psi, 0-11 =50 000 psi).
Pueden emplearse los datos del problema 12-1. e) Determínese la relación de
a-11, millares de psi ... 200 160 100 50 las áreas para los pasadores de alta y baja resistencia y condiciones estáticas
y dinámicas.
a .............. . 0,0004 0,001 0,0042 0,012 12-12. En flexión alterna completa un acero tiene un límite de fatiga
de 60 000 psi. Bajo ciclos de tensiones repetidas, oscilantes entre cero y una
Empleando estos datos, represéntese una curva de q en función de r para ace- tracción máxima, puede resistir sin falla, el mismo acero, 90 000 psi durante
ros de distinta resistencia a la tracción. l 07 ciclos. Evalúense las constantes de la Ec. [ 12-11 J.
12-2. Demuéstrese, mediante dibujos, que el gradiente de tensión a través 12-13. Un recipiente de presión de 4 pulg de diámetro interno y t pulg
de un grano es mayor en probetas con radio de entalla pequeño, para el caso de espesor de paredes está sometido a una presión interna que varía entre
de entallas geométricamente semejantes y el mismo tamaño de grano. Indí- - p/4 y p. Si las características de fatiga del acero son las del problema 12-12,
quese con un esquema que dos probetas de distinto tamaño pueden tener el ¿cuál es la presión máxima que puede resistir en fatiga?
mismo volumen al máximo de tensión. 12-14. Un árbol de 2 pulg de diámetro está sujeto a un momento de fle-
12-3. Demuéstrese que aumentando el tamaño de una probeta ensayada xión estática de 8000 pulg-lb. ¿Cuál es el mínimo momento de torsión, va-
en fatiga (en flexión) disminuye el gradiente de tensiones. riable entre O y Mr, que producirá la falla en 107 ciclos? El límite elástico es
12-4. Eckert 2 ha encontrado que el enderezado en frío de ejes de acero 90 000 psi Y el límite de fatiga de 107 ciclos, en tensiones alternas de inversión
no afecta a la resistencia a la fatiga en torsión pero puede hacer disminuir bas- completa, es 60 000 psi.
tante el límite de fatiga en flexión. Explíquese este efecto.
12-5. Ensayos de fatiga en torsión de barras macizas han demostrado que
el par estático no afecta ai límite de fatiga. ¿Sería esto cierto si la barra Capítulo 13
tuviese un pequeño taladro transversal? Explíquese.
12-6. ¿Por qué las propiedades de fatiga con entalla de la fundición gris 13-1. Hágase una representación tridimensional que muestre las relacio-
son casi iguales a las de fatiga sin entalla? nes entre tensión, deformación y tiempo para T = Tm/2.
12-7. Haciendo uso de las ideas sobre el gradiente de tensión expuestas 13-2. Suponiendo que la ecuación mecánica de estado es completamente
en la sección 12-7, demuéstrese que el aumento del límite de fatiga debido válida, demuéstrese cómo se pueden construir las curvas de fluencia lenta
a la nitruración de la superficie de un árbol de acero está dado, aproximada- ( creep) a partir de las curvas tensión-deformación.
mente, por 1/ (D/20-1), en donde o es la profundidad de la capa nitrurada 13-3. En ensayos de tracción hasta la rotura de un acero aleado se obtu-
y D el diámetro del árbol. ¿Podría aplicarse esta ecuación al caso de carga \·ieron los siguientes tiempos hasta la rotura I:
axial? Explíquese por qué la nitruración es un buen procedimiento para com-
batir los efectos de los concentradores de tensión.
12-8. Un árbol de acero está sometido a fatiga por un momento alterno Tensión, psi Temperatura, ºF Tiempo hasta la
rotura, 11
de flexión (inversión completa) de 6000 pulg-lb. En un cambio de sección en
un extremo hay una superficie de acuerdo que tiene un radio de 0,10 pulg.
El acero tiene una resistencia a la tracción de 100 000 psi y un límite de 80 000 1080 0,43
fatiga de 45 000 psi. El valor de K 1 para el acuerdo es aproximadamente 2
y el factor dinámico de seguridad 2,5. ¿Cuál es el diámetro mínimo admisible
80
80
ººº
ººº
1030
1000
6,1
22,4
para el árbol?
12-9. Dedúzcase la expresión de la tensión de flexión en una probeta del
ººº
80 000
10
975
1400
90,8
l,95
tipo R. R. Moore, en función del ángulo de rotación de la misma. 10 000 1350 6,9
10 000 1300 26,3
12-10. Un árbol de 2 pulg de diámetro está sujeto a una carga estática
axial de 25 000 lb. Si el límite elástico es 50 000 psi y el límite de fatiga 10 ººº 1250 84,7
( R = -1) es 38 000 psi, ¿cuál es el máximo momento de flexión con invers10n
completa que se puede aplicar? El factor de seguridad es 2, y K¡, debido a
Compruébese la validez de los parámetros de Larson-Miller y Manson-Haferd
entallas, es 1,8.

1 NACA Teclz. Note 2805, 1952. 1 S. S. MANSON, G. Succop y W. F. BROWN, Jr.: Trans. ASM, vol. 51,
2 ASTM Spec. Teclz. Publ. 216, pág. 21, 1958. pág. 924, 1959.
PROBLEMAS PROBLEMAS

13-4. Demuéstrese mediante esquemas cómo se pueden deducir las cur- cae accidentalmente al suelo de hormigón y se rompe de manera frágil. Des-
vas isócronas tensión-deformación a partir de los datos de fluencia lenta. críbanse detalladamente los factores que intervinieron en la falla Y prescríbanse
13-5. Dibújese una curva típica de la fluencia lenta en tres etapas, para los remedios para evitarla.
una aleación monofásica, determinada a carga y temperatura constante. a) En 14-3. Por introducción de una cantidad dada de hidrógeno, ¿podría un
el mismo gráfico, dibújese la curva de fluencia lenta, para las mismas tempe- acero recocido o deformado en frío sufrir una fragilización máxima? Explí-
ratura y carga, después que el material se ha reducido por laminación en frío. quese basándose en la teoría de las dislocaciones.
b) También en el mismo gráfico, dibújese la curva de fluencia lenta, para las 14-4. El peso de un péndulo para el ensayo de choque ( resiliencia) es
mismas temperatura y carga, si hay un 5 % en volumen de partículas de un de 45 lb y la longitud del brazo de 32 pulg. Si el brazo está horizontal cuando
precipitado fino uniformemente distribuidas en la matriz. se le suelta para golpear la probeta, ¿cuál es la energía potencial?, ¿ cutil es
13-6. Los datos siguientes 1 se obtuvieron en ensayos de fluencia lenta, la velocidad de choque?
a 1500 ºF, de una aleación austenítica para temperatura elevada: 14-5. Un peso W cae verticalmente sin fricción a lo largo de una varilla
de sección transversal A y longitud L hasta que choca una brida fija al extre-
Tensión, Velocidad mínima de fluencia mo inferior de la varilla y es detenido. Calcúlese la tensión máxima desarro-
l)Si lenta, ':o /h
llada en la varilla cuando el peso cae desde una altura h basándose en consi-
deraciones energéticas. Supóngase que el choque es perfectamente elástico.
10 000 0,00008 Demuéstrese que soltando bruscamente la carga desde una altura h =O se pro-
15 000 0,0026 duce una tensión doble que la que se obtendría aplicando la carga gradual-
20 000 0,025 mente.
30 000 2.0 14-6. Compárense las cargas necesarias para prr->ducir flujo plástico en una
40 000 30 nrilla de acero recocido (E= 30 x 106 psi; CTo= 30 000 psi) y otra de cobre
50 000 320
recocido (E= 16x106 psi; CTo= 30 000 psi) cuando cae un peso desde una al-
tura de 12 pulg. La sección transversal es, en ambos casos, de 1 pulg2 y lon-
Compruébese la validez de la Ec. [13-16] y calcúlense las constantes.
gitud 18 pulg. ¿En qué difieren las variaciones de la tensión de tracción con
13-7. Una barra de 10 pies de largo se fabrica de un ac.ero austenítico la sección transversal y la longitud cuando la carga se aplica por choque y
cuyas características de fluencia lenta son las dadas en el problema 13-6. cuando la carga es estática?
A 1500 °F está sometida a una carga axial de 8000 lb. El límite elástico, para
14-7. La velocidad crítica de choque para un acero es de 160 pies/seg y
esta temperatura, es de 60 000 psi y la tensión para la rotura en 1000 h de la velocidad longitudinal del sonido de 19 500 píes/seg. E= 30x106 psi y la
20 000 psi. Empleando un factor de seguridad de 3,0, calcúlese la sección trans-
densidad 0,32 lb/pulg2, ¿cuál es la tensión - de fractura bajo estas condiciones
versal necesaria para la barra basándose en las siguientes consideraciones: a) el de carga por choque?
límite elástico a 1500 ºC; b) duración de 1000 h hasta la rotura a 1500 ºF:
e) una velocidad admisible de fluencia lenta del 1 % en 10 000 h.
13-8. Un recipiente de presión de paredes delgadas de una aleación auste- Capítulo 15
nítica tiene un espesor de pared de 1 pulg y un diámetro interno de 18 pulg. 15-1. Un árbol macizo se enfría con nitrógeno líquido y, contraído, entra
El recipiente funciona a 1500 ºF. Determínese la presión interna admisible si en un cilindro hueco. Después de que el árbol se ha calentado hasta la tem-
el aumento máximo del diámetro es de 0,2 pulg en un período de dos años. peratura ambiente, se desarrollan tensiones residuales. Indíquese la distribu-
Supóngase que las condiciones son de estado estacionario Y empléense los va- ;ión de las tensiones radiales y tangenciales en el disco y en el árbol.
lores de B y n' deducidos de los datos del problema 13-6. 15-2. Se hace una soldadura por puntos en una chapa ancha de metal.
13-9. Un pasador de acero se carga en tracción hasta 10 000 lb rígida- Indíquense la distribución de tensiones tangenciales y residuales de origen
mente sujeto por ambos extremos. Después de tres años de servicio a 800 ºF, térmico.
¿cuál es la tensión en el pasador? E=22,5xl0 6 psi; B=3xl0- 40 %/(h)(psi); 15-3. Un cilindro macizo de acero se examina para determinar tensiones
n' = 8,0. residuales. Se van eliminando por torneado capas superficiales concéntricas y
se obtienen los siguientes resultados:
Capítulo 14 Diúmetro, en pulgadas Longitud, en pulgadas

14-1. Dibújense las curvas de la temperatura de transición de un acero al 2.000 20.0200


carbono ensayado en tensión, torsión y choque con entalla. 1,800 20,0150
14·-2. Un tubo de acero suave se pliega en frío hasta un radio de 8 veces 1,600 20.0050
su diámetro en un día en que la temperatura es de 70 ºF. Después de fabricado 1,400 20,0002
1,200 20,0100
Calcúlense y represéntense gráficamente fas tensiones en el supuesto de que
1 N. J. GRANT y A. G. BUCKLIN: Trans. ASM, vol. 42, pág. 720, 1950. solo existen tensiones longitudinales.
PROBLEMAS PROBLEMAS

15-4. Las tensiones residuales adyacentes a una larga soldadura a tope· corrido y la desviación tip1ca. e) Constrúyase la curva de distribución acumu-
de dos planchas de un barco Liberty se determinaron mediante un procedi- lativa de frecuencias en un papel normal de probabilidades y determínese lá
miento de rayos X. Los parámetros reticulares medios encontrados en las tres- media y la desviación típica.
direcciones principales fueron: 16-2. a) Para los datos del problema 16-1, ¿cuáles son los límites de con-
fianza del 95% para la mediana de la población? b) ¿Cuál es la ventaja a fa-
a 0 =2,86l7, paralelamente al cordón de soldadura. vor de que la media de la población esté fuera de la región 44,84±0,76?
a 0 =2,86ll, perpendicularmente al cordón. 16-3. Se ensayaron ocho probetas de fatiga a la misma tensión. El nú-
a0= 2,8611, en la dirección del espesor de la plancha. .mero de ciclos hasta la rotura, N, expresados como log N, fueron los siguientes:

Hállense los valores de las tensiones residuales si el valor de a0 para el acerc- logN¡
no deformado es 2,8610. E=30xl0 6 psi; v=0,30.
15-5. Se empleó el espaciado entre los planos (310) de la ferrita para me- 1 4,8388
dir las tensiones residuales de una plancha de acero (E=30x 106 psi; v=0,25). 2 4,9243
El espaciado reticular medido perpendicularmente a la chapa fue 0,90584 A. 3 4,9445
Un haz de rayos X incidiendo a 45° de la vertical dio 0,90735 A. Otro haz, 4 4,9542
también a 45° de la vertical, pero situado en un plano vertical que formaba 5 4,9731
un ángulo de 90°, en sentido contrario a las agujas del reloj, con respecto al 6 4,9777
plano vertical que contenía el primer haz, dio 0,90584 A. ¿Cuál era la máxima 7 5,0334
8 5,0828
tensión normal presente en la plancha?
.a) ¿Cuál es la duración media en fatiga y su desviación típica? b) ¿Cuáles son
Capítulo 16 los límites de confianza del 95% para la media de la población?
16-4. En un experimento destinado a comprobar si influye el diámetro
16-l. Para la estricción transversal de un acero para tubos de cañón se .de la probeta en la estricción, se obtuvieron los siguientes datos:
obtuvieron los siguientes datos 1 :
0,505 pulg de diúmetro 0,252 pulg ele diámetro

Puntos medios de
[nterva1os de clase de 1
los intervalos de Frecuencias, f¡ X¡f¡ X=40,156 X=40,544
la estricción, ':'o ! clase, xi s2 = 5,7850 s2 = 3,2765
n=l6 n=l6

29-31 30 2 60 ¿Es significativa la diferencia de las medias de las dos series de ensayos desde
31-33 32 3 96
el punto de vista estadístico? Obsérvese que las varianzas no son significati-
33-35 34 6 204
35-37 36 4 144 vamente diferentes.
37-39 38 10 380 16-5. Los ensayos de fatiga de dos barras de acero que se suponen idén-
39-41 40 21 840 ticas dieron los siguientes resultados en ensayos a 60 000 psi:
41-43 42 27 1134
43-45 44 46 2024 Barra 1 Barra 2
45-47 46 61 2806
47-49 48 62 2976
49-51 50 32 1600 log N = 5,0631 4,8306
51-53 52 2 104 S= 0,00615 s= 0,00315
53-55 54 1 54 n=lO n=l2
~f¡=277 If¡X¡= 12422
La dócima F muestra que las varianzas son significativamente diferentes. Com-
pruébese si las dos muestras pertenecen a la misma población.
a) Constrúyase el histograma de frecuencias de estos datos. b) Dibújese la 16-6. Los siguientes datos 1 se obtuvieron al estudiar el efecto del diámetro
curva de la distribución acumulativa de frecuencias en papel cuadriculado or- sobre la estricción. a) Establézcase la ecuación de regresión y determínese el
dinario. e) Determínese la media, la mediana y la moda. d) Determínese el re- coeficiente de correlación. b) ¿Es buena la correlación?

t E. G. OLDS y Cyril WELLS: Trans. ASM, vol. 42, pág. 851, 1950. 1 E. G. OLDS y Cyril WELLS: Trans. ASM, vol. 42, pág. 860, 1950.
PROBLEMAS PROBLEMAS

Diámetro de la probeta Capítulo 17


Número de la
probeta, 0,505 pulg 0,252 pulg 17-l. Discútanse los casos relativos de trabajo en frío y trabajo en ca-
i de diámetro de diámetro liente de los siguientes metales: aluminio, circonio, plomo, acero SAE 4340
Estricción, % , Estricción, %,
xi yi (acero al Cr-Ni-Mo) y molibdeno. Hay que tener en cuenta los siguientes fac-
tores: punto de fusión, límite elástico, comportamiento a la oxidación y fra-
gilidad.
1 36,4 44,l 17-2. Dedúzcase una expresión para el trabajo ideal de deformación en la
2 42,0 41,0
42,6 41,8 extrusión.
3
4 41,4 39,7 17-3. Calcúlese el trabajo ideal por unidad de volumen en el trefilado a
5 43,7 41.3 través de una hilera. Exprésese en función de la deformación en la dirección
longitudinal.
6 40,8 36,8 17-4. La reducción por pasada está dada por qn=(hn-1-hn)llzn-i. en don-
7 38,9 40,2 de n es el número de la pasada. Dedúzcase una expresión que relacione la re-
8 41,4 39,7
9 36,l 38.2 ducción total, Q= (Jz 0 -lzn)llz 0 , y la suma de las reducciones por pasada q 11 •
10 40,8 39,7 17-5. El cambio de forma durante la forja con estampas planas de una
palanquilla de acero de altura inicial h 0, ancho w 0 Y longitud l 0, puede expre-
11 37,6 43,7 sarse 1 empleando el coeficiente de ensanchamiento s mediante las relaciones
12 37,6 41,6 w 1/w 2 = (h 0/h 1) 5 y l 1/l 0 = (h 0/h 1) I-s. Si el coeficiente de ensanchamiento se de-
13 43,7 41.0
38,0 fine por s= - [ln ( w 1/w 0 ) J/[ln (h 1/lz 0 ) ], dedúzcanse las expresiones anteriores.
14 41.l
15 39.2 39.1
16 42.3 39,7
Capítulo 18

16-7. En un experimento para la medición del límite de fatiga, empleando 18-l. Represéntese Pavla-0 en función del parámetro 2fa/h para un desbaste
el método de las probitas, se obtuvieron los siguientes datos 1 : rectangular y un cilindro, en el intervalo de valores del parámetro de O a 5.
Tensión. Tanto por ciento 18-2. Calcúlese el trabajo ideal de deformación de compresión pura (sin
psi de supervivi·entes a 107 ciclos fricción). Con este resultado, ¿cómo se relaciona la reducción por golpe con
la velocidad del martinete de forja?
40 000 93,33 18-3. Ilústrese, por medio de esquemas, el método de Cook y Larke para
41 500 75,0 determinar la curva real de tensión de compresión-deformación.
43 000 60,0
18-4. ¿Cuál sería el efecto del espesor h de la sección sobre la carga de
44 500 25,0
46 000 6,67 forja si la fricción se anulase?
18-5. Suponiendo una presión media de forja de 50 000 psi, ¿cuál es la
Determínese el límite medio de fatiga. mayor pieza de forja por estampación que puede hacerse en una prensa de
16-8. Los siguientes datos se obtuvieron en una determinación del límite 35 000 ton, que es la más grande de que se dispone?
de fatiga por el método de los escalones. ¿Cuáles son el límite merlio de fa- 18-6. Demuéstrese que las deformaciones en las direcciones radial y trans-
tiga y la desviación típica? versal son iguales para el caso de un disco circular comprimido en la direc-
ción z.
18-7. Compárense las presiones medias necesarias para comprimir un ci-
-- 19 x = rota lindro de 1 pulg de espesor y 2 pies de diámetro y otro de 1/8 de pulg de
-~ L r------ o = no rota x
espesor y 2 pies de diámetro.
o 48 f-----------------x-x-o-x-x----~
18-8. Un acero SAE 1040 (acero al carbono con 0,40% de C) a la tem-
g ººº ox
.:::::;. 4 7 t - - - - - - - - - - - - - - x - x : - o - - - - - x - - - - - - l peratura de forja tiene un límite elástico de 6000 psi. Un cilindro de 3 pulg
e
~Q
X ºººX Xx X
46 ~x-x-x ---o-x---<>-'-x-x.--<::r---------0::-x-x-o- de altura y 1 pulg de diámetro hay que recalcarlo a la mitad de su altura
~ oox o X o oxo o o entre estampas planas. a) Si el coeficiente de frotamiento es 0,4, ¿cuál es la
2 45 - - - - X - - O - · - · - · - X - 0 - - - - - - 0 - - - - - - - - - máxima fuerza requerida para el recalcado? b) ¿Qué exceso de fuerza se ne-
o o

probetas consecutivas
l A. TOMLINSON y J. D. STRINGER: /. !ron Steel Inst. (Londres), vol. 193.
l ASTM Spec. Tech. Publ. 91A, págs. 29-30, 1958. págs. 157-62, 1959.
cesita sobre la que bastaría si no existiese fricción? e) Si se emplean 3 seg Capítulo 20
para producir la pieza forjada y el rendimiento es del 40 %, ¿de qué potencia
debe disponerse para poder realizar el trabajo? 20-1. Dedúzcase la Ec. [20-8].
20-2. Si Pd es la presión en la extrusión directa y Pb en la indirecta, de-
dúzcase una expresión para la fricción cnn las paredes del cuerpo de extrusión.
Capítulo 19.
20-3. En la extrusión en caliente del aluminio a 600 ºF, (jo= 12 000 psi.
a) Para una palanquilla de 12 pulg de diámetro y 26 pulg de largo, ¿cuál es la
19-1. La pres1on media de laminación se puede expresar en forma sim- presión inicial requerida para extrusar una barra de 3 pulg. de dián~etro si
plificada por la Ec. [18-15], en la que 2a es la longitud del arco de contacto. f=0,10? b) ¿Cuál es la presión requerida al fin de la carrera? e) ¿Cual es la
Empleando esta relación, dibújense las curvas de la variación de la carga de capacidad de la prensa necesaria para realizar esta extrusión?
laminación con el diámetro de los cilindros, el coeficiente de frotamiento y 20-4. Para la extrusión a través de una matriz plana la velocidad de defor-
el espesor medio del fleje. · mación está dada, aproximadamente, por É= (6v/D) In R, en donde v es la ve-
19-2. Una chapa de acero se reduce de 0,160 a 0,140 con cilindros de locidad del vástago, D el diámetro de la palanquilla, y R es la relación de ex-
20 pulg de diámetro que tienen un coeficiente de frotamiento de 0,04. El trusión I. Para las condiciones dadas en el problema 20-3, compárense las velo-
límite elástico medio en tracción es de 30 000 psi. Despréciese el endureci- cidades de deformación y el tiempo que el metal está en la matriz, para veloci-
miento por deformación y el aplastamiento de los cilindros. a) Calcúlese la dades del vástago de 2 y 10 pulg/seg.
presión de los cilindros en la entrada, el punto neutro y la salida. b) Si f = 0,40, 20-5. ¿Cuál podría ser la forma de la Ec. [20-8 J para la extrusión de un
¿cuál es la presión de los cilindros en el punto neutro? e) Si se aplica una tubo con diámetros externo D e interno d?
tracción frontal de 5000 psi en el problema 19-2, a), ¿cuál es la presión de 20-6. La ecuación siguiente 1 expresa la presión para la extrusión de barras
los cilindros en el punto neutro?
de aluminio:
19-3. Calcúlese el espesor mínimo posible en la laminación en caliente de 4fL
fleje de acero al carbono a 1700 ºF en un tren con cilindros de acero de p=(jo(0,47+1,2 ln R) exp D
23 pulg. (Jo'= 35 000 psi, f =0,4, E=20 x 106 psi. ¿Cuál es el espesor mm1mo
para la laminación en frío con el mismo tren? ()0'=60000 psi, f=0,10.
E=30x106 psi. Se extruyen palanquillas de 8 pulg de diámetro y 16 pulg de longitud a barras
19-4. Las condiciones geométricas de la laminación están definidas uní- de 3/4 de pulg de diámetro. Si se quiere aumentar en 10 pies la longitud de las
vocamente por las relaciones h1/R, h¡/ho o las R/h 0 y q. Demuéstrese que hr/R barras, ¿es preferible, desde el punto de vista de economía de la presión, aumen-
no depende de la escala de la operación y que se producen estados de tensión tar la longitud de la palanquilla o aumentar su diámetro? Se supone que f = 0,1 O
equivalentes para valores iguales de h1/R.
19-5. En la laminación en frío con un tren de 18 pulg se hace una mues-
Capítulo 21
ca en un cilindro para que se imprima sobre la chapa en cada revolución. Si
la distancia entre las marcas de la chapa fue de 62,l pulg, ¿cuál fue el des-
21-1. Dibújese la curva de la relación de la tensión de estirado al límite
lizamiento hacia: adelante? ¿Cuál es el coeficiente de frotamiento en la lami-
elástico en función de la reducción de sección, para B =O, 1 Y 2.
nación de 0,30 a 0,20 pulg?
21-2. Dibújese una curva de la relación de la tensión de estirado al límite
19-6. Indíquense tres características fundamentales de un buen lubricante
elástico, para f= 0,10, q= 0,40 y Dr= 0,25. Compárese el análisis de Sachs con
para la laminación.
el de Whitton.
19-7. Las tensiones residuales producidas en la laminación son proporcio-
21-3. Para un valor de B 1, dibújese un gráfico, semejante al del proble-
nales a (hi!L) 2, donde L es la longitud del arco de contacto 1. De las condi-
ma 21-1, que muestre el efecto de la tracción hacia atrás en la tensión de esti-
ciones geométricas de la laminación dedúzcase que (h1/L) 2= (h¡/R) [ (100-q)/q].
rado. Se puede hacer ()xb/() 0 =0,4, 0,6 y 0,8. Dibújese la curva que muestre el
donde q= [ (ho-hf)!ho]lOO.
efecto de la tracción hacia atrás en la reducción máxima teórica.
19-8. En cierto tren, la carga de laminación para un 30% de reducción es
21-4. Demuéstrese que la velocidad de deformación de un alambre que
de 19,5 ton por pulgada de ancho. ¿Cuál es la carga de laminación cuando
. 2 tg ex dx ,
se aplican una tracción hacia atrás de 10 ton/pulg2 y otra hacia adelante <te estira a través de una matriz puede expresarse por E = - - - - - . ¿Cual es la
8 ton/pulg2? Se supone que (Jo'=35 ton/pulg2 y cx=2/3. r dt
19-9. Muéstrese cómo varía la velocidad media de deformación con la re- max1ma velocidad de deformación para alambre de 0,040 pulg de diámetro es·
ducción para un fleje de 0,3 pulg de espesor laminado con cilindros de 28 pulg tirado a 2000 pies/min a través de una matriz con un semiángulo de 10°?
a 500 pies/min. Dibújense curvas separadas para los casos de fricción de desli-
zamiento y adherencia completa. Hágase q=0,10, 0,20, 0,30 y 0,50. 1 P. FEL THAM: Metal Treatment and Drop Forging, vol. 23, págs. 440-44
1956.
2 s. HIRST y D. H. URSELL: Metal Treatment and Drop Forging, vol. 25.
1 R. Mee. BAKER, R. E. RICKSECKER y w. M. BALDWIN, Jr.: Trans. AIME, págs. 409-13, 1958.
vol. 175, págs. 337-54, 1948.
;>:ETE:C--41.
PROBLEMAS

21-5. Compárense las fuerzas necesarias para dar un 30% de reducción a un


alambre de 0,10 pulg de diámetro en una matriz con 10°. de semiángulo y la
requerida para producir la misma reducción en un tubo de 0,5 pulg de diámetro
externo y 0,4 interno empleando un mandril cilíndrico. Se supone que f = 0,08
para ambas caras. SOLUCIONES DE ALGUNOS PROBLEMAS
SELECCIONADOS
Capítulo 22

22-1. En la hipótesis de que la deformación de fractura de la fibra externa Capítulo I


en doblado es la misma deformación de fractura de ensayo de tracción, dedúz-
case la Ec. [22-3 J para el caso en que el eje neutro no se desplaza. 1-1. a) 75 000 psi. b) Estricción.
22-2. Discútase el estado de tensiones durante la embutición profunda en e) 0,001 pulg. d) 0,004 pulg.
las siguientes posiciones: 1) borde externo del disco bruto; 2) debajo del pun- 1-2. 24 X 106 psi. 1-4. W : Fe : Ti 1, 72 : 3, 44 : 5 : 88.
zón; 3) en la pared de la copa. 1-5. Cobre 211 O psi; acero 3830 psi. 1-7. 195 000 psi.
22-3. Estímese la carga del punzón requerida para la embutición profunda
de una copa con un diámetro interno de 2 pulg y una pared de 0,04 pulg si se
fabrica de un acero suave con o-o= 30 000 psi, o-u= 50 000 psi. El diámetro de] Capítulo 11
disco bruto es de 4 pulg y el coeficiente de frotamiento general de 0,08. Es-
tímese la presión de sujeción de la chapa y la fuerza requerida para el doblado
2-1. a) o- 1 =51100 psi, o-3=3900 psi.
y desdoblado a partir de otras consideraciones. b) <T¡ = 13 500 psi, o-3=
68 500 psi.
22-4. ¿Cómo distinguiríamos por su formabilidad diferentes coladas del mis- 2-3. a) S = 10 620 psi; l = 0,862, m - 0,196, n = 0,473.
mo tipo de acero al carbono? b) o-¡¡= 7940 psi, 7= 7100 psi.
22-5. L. R. Jackson 1 ha sugerido que un buen índice general de formabi ..
e)
lidad es la relación de la máxima deformación uniforme a la tensión real para ///. n
esta deformación. Empléese este criterio para estimar la formabilidad de los
siguientes materiales: acero de herramientas, latón beta, titanio y hierro Armco.
cr 1 = 12 100 psi +0,764 ±0,022 ±0,640
0-2= - 5 760 psi +0,261 ±0,900 +0,341
0-3= + 3 580 psi ±0,586 ±0,427 ±0,688
1 TML Rept. 12, 20 de julio. 1955.

d) 'máx= 8930 psi.

2-4. a)
1 111 n
- - - \ - - - - - - - · l-----·-----

C¡ 6,05 X 10-4 0,810 1 0,171 0,563


ez= 6,38 x lQ-4 0,111 0,985 0,143
e3= 0,33 X 10-4 0,577 0,056 0,812

b) 6,38 X 10-4. e) 6.=0.


2-6. e1 5,5xl0-3, e=48'\ e 2 =0,25xl0-3.
2-7. a) 58 000 psi. b) 9300 psi. e) 29 000 psi.
2-8. <Ty: <TL = 2: l.
2-10. <TL=ll5 000 psi, error 48'';,; o-r=l85 000 psi, error 19°:;.
2-12. 112,86 pulg3.

Capítulo IH

3-2. a) e= 0,60, E= 0,915. b) D= 3,16 pulg. e) E¡= Ez= 0,457.


3-5. a) 4,78 pulg. b) 4,59 pulg.

643
644 SOLUCIONES DE ALGUNOS PROBLEMAS SELECCIONADOS SOLUCIONES DE ALGUNOS PROBLEMAS SELECCIONADOS 645

3-8.
1460 psi.
2 h 2 ~-h Capítulo IX
3-10. €= - - l n - ---= ln ( 1 q), donde q =
v3 ho v3 ho 9-1. b) 1) 30000 psi; 2) 29,4x10 6 psi; 3) 31000 psi;
3-11. a) 3,93 pulg. b) 3,83 pulg. 4) 51000 psi; 5) 34 000 psi; 6) 43,5%; 7) 72%.
3-12. a) 42 000 psi. b) 42 000 psi. e) 48 700 psi. Kn1i+1 ( 1 ) n
3-13. a) 78 000 psi. b) 45 000 psi. 9-2. Ur=-- 9-3.
cr0 =K ln - - b)
n+ 1 1-q
9-5. e) 1) 89000psi; 2) 136000 psi; 3) 1,05; 4) 0,182;
Capítulo IV 5) 0,87; 6) 74 700 psi; 7) n=0,15, K=116 000 psi.
ero Eo
4·-1. La red ce tiene más, pero algo más pequeños. 9-7. ln-=n ln-+e 11 • 9-8. b=22,0, c=36; X=26,n..
4-4. 1,54 x 10 13 átomos/mm 2. 4-5. l,78 x 1013 átomos/mm2. <Tu E¡¡

4-7. b) 8; e) 6. 9-9. 100 000 psi.

Capítulo V Capítulo X

5-1. 2500 granos. 5-2. 1780 pulg 2/pulg3 de metal. 10-1. b) 49 000 psi; d) To=22 900 psi, G=ll,2x10 6 psi.
5-3. 20 ppm. 5-4. 0,031 mm (ASTM núm. 7). Uo= 11,7 pulg-lb/pulg3 ; e) v=0,29.
5-6. Igual deformación, E= 65 x 106 psi; igual tensión, E= 46 x 106 psi. 10-2. El árbol hueco será tres veces más resistente; 81rneco =O, l 48sólido;
ambos árboles tienen el mismo peso.
10-3. a) 92 pulg-lb; b) torsión Emáx= 1,5 x 10- 3, tensión Emáx= 1,2 x 10-3.
Capitulo VI

1 3 3 Capítulo XI
6-1. b) > 6-2. b) -- a2 +- a2 < 2a2.
2 6 4 4 11-1. a) 8; b) 1; e) 1,5; d) 7; e) 9.
6-8. Densidad de dislocaciones aproximadamente 2 x 10'. 11-3. Recocido: k= 5,0, n'=.3,2, C=79,5;
6-9. 9,4 ev /plano atómico. 6-10. b) 7,4 x 10' dinas. 'cm2. t daro: k=26,3, n'=2,52, C=86,8;
G ( vb ) 112 t duro: k=40,0, n'=2,42, C=105.
6-11. T=•----·- - -
81i(l-V) \ L 11-4. a)
6-12. a) Ui=0,5 ev, T"""' 750 ºK; b) 700 Kg/mm2. Huella, mm
Carga, Kg
Observada Calculada
Capítulo VH
500 4,0 3,55
7-1. 5 x 106 psi es la resistencia teórica; aproximadamente diez veces 1000 4,6 4,4
mayor. 1500 5,5 5,1
7-2. a) 2c= 3,8 x 10- 5 cm; b) 2c= 8,9 x 10- 1 cm; e) 2c= 2,4 x 10-1 cm. 2000 5,9 5,5
7-3. 2c=5xl0-2 cm.
a a
7-4·. La reacción de dislocación puede ser [IOl] + - [101] -r a[OOlJ. b)
2 2 Diámetro ele la n' le e
bola. mm
7-5. a) 91 600 psi; b) 14 300 psi; e) 65 000 psi.
7-6. a) 35800 lb; b) 300 000 lb; e) 15 000 000 lb.
7-8. 1,36 x 104 ergios/cm2. 10 3,2 5,0 79
6,35 (t pulg) 1 3,25 6,0 60

Capítulo VIU
12,2 )
11-5. Re= 124 ( 1 --===-
8-1. O ºC-13,4 seg; 100 ºC-- 7,5 x 10- 4 seg; 500 ºC 5,74 x l0-10 seg. vBHN
SOLUCIONES DE ALGUNOS PROBLEMAS SELECCIONADOS
SOLUCIONES DE ALGC~OS PROBLEMAS

CapÍluJo XH
CapÍiuio KX
12-3. 1,88 pulg. 12-10. 5600 pulg-lb. D Pd
20-2º f=--ln-
12-11. a) Estática: 0,67 pulg2; dinámica: 3,56 pulg2. 4L Pb
b) Estática: 4,0 pulg2; dinámica: 11,7 pulg2. 20-3. a) 138 000 psi; b) 50 000 psi; e) 7800 ton.
e) Estática: 6,0; dinámica: 3,3.
-tfL
12-12. (Fe= 60 000 psi; 11,
•.)' 12-13. 11 000 psi. 20-5. p = a-0 [ ((3 In R -1) exp 1 J
D--d
Capítulo xm 20-6. Aumenta el diámetro.
T 880
13-3. Manson-Haf erd 13-6. B l,28xl0- 43 : n'=9,6.
log t 5,65 Capítulo :\XI
13-7. a) 0,40 pulg2; b) 1.20 pulg2 ; e) 1,94 pulg 2• :Zl--L 3,5 X 103 seg- 1•
13-8. 1380 psi. 13-9. 6900 psi.

Capítulo XIV
Capítulo xxn
14.-4. E. pot. = 120 lb-pie; 13.2 pies seg. 14.-5. W(
() = -
A\
l/
1 + / 1+2h
I
AE) 22-3. 8700 lb.

1<-Í-6. Acero: 22,5 lb; cobre: 42,2 lb. 14-7. 370 000 psi.

Capítulo XY
15-3. l.ª capa: -- 3800 psi: 4.ª capa: + 70 400 psi.
15-4. CT¡ 11100 psi: a-2=0-3 =6250 psi. 15-5. 80 000 psi.

Capítulo XVI
16-l. e) Media: 44,84''.,; mediana: 46 1 ',~,: moda: 48'', ..
el) recorrido: 24;·~; desviación típica: 4,21
] 6-2. a) 44,34 a 45,34'\,; b) 3 pulg 1000.
16-3. a) N = 4.9661, s=0,0726.
b) 4,9053 a 5,0269.
l 6-4. t= 0,516: estadísticamente no significativa.
16-8. S=46270 psi; s=2920 psi.

Capitulo XYH
17-2. Wd=a- 0V ln 17-3. w
17-4. Q11 =l exp( -=::In lqn)
1
Capttufo X\lH

18-2.
h
exp (
1 mv~ ) 18-5. 10 pies2 de sección transversal.
Izo 2 a- 0 \/
H-~L e) 4,9 HP.

Capítulo
9-2. a) 34 700 psi en la entrada: 38 000 psi en el punto neutro.
b) 109 000 psi. e) 32 600 psi.
19-5. f=0,5. 19-8. 14,5 ton;pulg.
INDICE ALFABETICO
INDICE DE MATERIAS

Ablandamiento por el trabajo, 123. Compresión de cilindros, 51 O, 511.


Airy, función de tensiones, 47. Conformación:
Alargamiento: clasificación de los procesos, 483-85.
efecto de la distancia entre puntos, efecto:
269. de la microestructura, 490-92.
total, 255. de la temperatura, 485-88.
uniforme, 255. de la velocidad de deformación,
Aleaciones para temperaturas elevadas, 488, 489.
385-88. fricción, 501.
Amortiguamiento: fundamentos mecánicos, 492-98.
capacidad, 236, 247, 248. por estirado, 599, 600.
ferromagnético, 249. progresiva, 588, 589.
Anelástico, comportamiento, 59, 236, Copas, formación, 600-06.
239-41. Copos, 416, 518.
Anisotropía : Corrosión-fatiga, 341-43.
de las constantes elásticas, 43, 45. figuras, 170-71.
de las propiedades mecan1cas, 163, Cottrell, anclaje de, 139.
228, 288-91, 354, 410. Cottrell-Lomer, barreras, 120, 179,
Apilamiento: 181.
de dislocaciones, 118, 119, 127, 199- Coulomb, ley de la fricción, 501.
202. Creep (véase Fluencia lenta).
de esferas, 88, 89. Cristales:
defectos de, 90, 114-16, 177-79. espaciado interplanar, 90.
Autozunchado, 424. estructura, 86.
Azul, fragilidad, 145, 409. Cristalográficas, direcciones, 87.
Cuerpo libre, 5, 7.
Bandas: Curva real tensión-deformación, 58-60.
de deslizamiento, 96-9. 259-64.
de plegado, 117, 118. Curvadora. 589.
extrusión de las, 326-30.
Barbas metálicas, 107, 210. Chapa metálica :
Bauschinger, efecto, 119, 159, 160. cizallado, 591-93.
Bordoni, máximo de, 247. conformación, 586-616.
Brinell, dureza, 302, 303. clasificación de los procesos de.
Burgers: 586, 587.
circuito, 174. defectos de. 609-13.
vector, 93, 174, 175. por estirado, 599, 600.
doblado (curvado), 594-99.
Caída, ensayo de, 404. embutición profunda, 600-06.
Cargas proporcionales, 71. ensayos de formación de copas. 613.
Caucho, conformación con estampas 614.
de, 589, 590. estirado, 603-08.
Cizallamiento puro, 31. índice R o de anisotropía en la di-
Coherencia, 149. rección del espesor, 613.
651
INDICE ALFABETICO DE MATERIAS INDICE ALFABETICO DE MATERIAS

métodos de doblado, 590, 591. representación por el círculo de intersección, 120. efecto:
recuperación elástica en el doblado, Mohr, 36, 37. manantiales, 196, 197. de los límites de grano, 126-30.
598, 599. sensibilidad a la velocidad de, 273. móviles, 179. de los subgranos, 130-34.
reembutición, 606. significativa, 70. multiplicación, 117, ll8, 197-99. por defectos de punto, 155, 156.
sin estirado, 606, 607. :Deformaciones : nodos, 175. por deformación, 72, 118-24, 128.
troquelado, 591-93. de cizallamiento principales, 34. observación, 169-73. 156-59.
Charpy, ensayo de choque, 396-99. normales principales, 33. parciales, 177. coeficiente de, 264, 265.
Choque, ensayos de, 395-400. Desgarre, ensayo de la Marina, 402. sésiles, 120, 179. por dispersión, l48-55, 387.
Chorreado con granalla, 340, 444, 445. Deslizamiento, 94-106. tensión lineal, 153, 187, 188. por el trabajo (véase Endurecimien-
cruzado, llO, 117, 177, 326. trepado, 94, 190, 191. to por deformación).
Decoración de dislocaciones, 172. de metales de caras centradas : Dispersión: por formación de soluciones sólidas.
Defectos: etapa I, 121. endurecimiento por, 148-55, 386. 135-41.
de apilamiento, 90, 114-16, 177-79. etapa II, 122. teorías del endurecimiento por, 152- por irradiación, 155.
energías, 115, 116. etapa III, 122. 55. por precipitación, 148-50, 421.
de punto, endurecimiento debido a, de metales cúbicos centrados, 99, Distorsión, teoría de la energía de, por temple, 156.
155, 156. 181. 63-66, 78. por transformaciones, 493.
en los cristales, 90-94. doble, llO. Distribución acumulativa de frecuen- Energía:
átomos intersticiales, 92. en laminación, 532. cias, 452. almacenada de deformación, 158,
dislocaciones (véase Dislocacio- en redes perfectas, 100, 101. Doblado: 326.
nes). fácil, 122, 123. ensayo, 500. de deformación, 54, 55.
vacantes, 91. por movimiento de dislocaciones, métodos, 594-99. Ensanchada, dislocación, 116, 177.
Deformación: 102, 103. radio mínimo, 500, 596. Ensayo de tracción, 253-78.
sistemas de, 97-100, 110. Dobladora, 589. distribución de deformación, 269-71.
a temperatura elevada, 366-70.
conjugados, 110. Dúctil, fractura, 225-27. distribución de tensión en el cuello
bandas de, 117.
primarios, 110. Ductilidad, 10-11, 254. de la estricción local, 267-69.
coeficiente de endurecimiento por,
teoría de plasticidad de los campos Dureza: Entalla, 591.
261-64.
de, 78, 79. en caliente, 312-15, 384. efecto de, 227-29.
componente esférica, 5 3.
Despegue (fractura frágil), 30, 207-25, ensayos, 301-15. de la microestructura en la tena-
de cizallamiento, 16.
396, 414. relación con la curva de fluencia, cidad a la, 409.
desviador de, 5 3.
Dilatación cúbica, 34. 306-08. ensayo de tracción con, 277-79.
efectiva, 70.
Dislocación unidad, 175. relaciones de conversión, 312, 313. sensibilidad a la, 277-79.
en un punto, 32.
:Dislocaciones, 90-4, 118-21, 169-202. tenacidad, 409.
en volumen, 34.
amortiguamiento, 246, 247. Ecuación mecánica de estado, 277, Equicohesiva, temperatura, 126, 370-
endurecimiento por, 72, 118-24, 128,
apilamientos, 119, 1.28, 200-02. 373. 71.
156-59. Eslabón más débil, concepto de, 474.
bosques, 120. Ejes principales, 23, 33.
energía de, 54, 55.
campo de tensiones, 183-85. Elástica: Estadística, 447-79.
almacenada, 158, 326. análisis de probitas, 477.
codos, 120, 191, 192. deformación, 11.
envejecimiento por, 143-46. de cuña, 92-4. energía de deformación, 54, 55. de la varianza, 464-67.
galgas de, 35-7, 41, 43. decoración, 172. histéresis, 59, 160; desviación típica, 454.
lineal media, 7, 16. energía de deformación, 175, 186. recuperación, 598. dócimas de significación, 461-63.
marcas de, 142, 610, 611. en redes cúbicas de caras centradas, Elásticas, constantes, 39, 40, 43, 44. gráficos de control, 471-73.
medida en la superficie, 35-7. 176-81. Elasticidad: límites de confianza, 457, 458.
normal, 7, 16. en redes hexagonales compactas, módulos de, 43, 44. mediana, 453.
octaédrica de cizallamiento, 68-71. 181. teoría, 45-47. método en escaleras, 477, 478.
plana, 77, 78. ensanchadas, ll6, 177. Elástico: moda, 453.
principal, 34. fuerzas en o entre, 186, 188-90. comportamiento, 6, 59. población, 448.
proporcional, 495. helicoidales, 94-6, 185. efecto diferido, 239. recorrido, 454, 472.
real, 16, 60, 61. imperfectas, 176. límite, 6, 9. regresión lineal, 470, 471.
de estricción local. 263. interacción: Elásticos, coeficientes, 4 3. 44. valor medio, 452, 453.
de fractura, 262. con átomos solutos, 137, 138, 194- Embutibilidad, 605. Estadístico, diseño de experimentos.
en la carga máxima, 261. 96. Embutición profunda, 600-06. 467-70.
uniforme, 262. con vacantes, 192, 193. Endurecimiento: duplicación fracciona!, 470.
654 INDICE ALFABETICO DE

factorial, 468. a alta temperatura, 355. logarítmica, 372. transgranular, 205.


Estado de tensiones, 24. a baja temperatura, 354. parámetro tiempo-temperatura. 376- Frágil:
en dos dimensiones, 20-24. adaptación, 350. 78. fractura, 30, 207-25, 395-414.
en tres dimensiones, 18. 19. bajo tensiones combinadas, 347. predicción de resultados a largo mater~al, 10, 52.
Estática, fatiga, 415. cambios estructurales, 325-28. plazo, 3 82-85. Fragilidad :
Estereográfico, triángulo, 109, 124. con corrosión, 341-44. presentación de los datos, 379-81. de la martensita revenida, 412. 413.
Estirado, 568-85, 603, 608, 609. efecto: primaria, 363. de revenido, 413, 414.
con fricción, 575. de tamafio, 335, 336. resistencia a la, 3 81. en caliente, 487, 555.
con mandril, 577. de la concentración de tensiones. secundaria, 363. por el hidrógeno, 414-16.
de fleje, 581. 338-41. terciaria, 363. Frank, dislocz:ciones parcia~es de. 179.
defectos, 570. de la microestructura, 350-54. velocidad mínima, 363. Frank-Read, manantial de, 118. 119,
sin fricción, 575. de la rugosidad superficial. 337. Forja, 504-19. 197-200.
tensión de, 568-85. de la tensión media, 344-47. clasificación, 5 04-07. Frecuencias:
variables, 571, 572. de las tensiones residuales, 3 3 8-41. con cilindros, 509. de valores extremos, 459-61.
(Véanse también Tubos; Trefilado.) del gradiente de tensión, 333, 334. defectos, 516-18. distribución, 448-52.
Estirar, banco de, 589. energía almacenada, 327. en deformación plana, 512-16. de W eibull, 460.
Estricción, 256. estática, 415. equipos, 507-10. logarítmica normal, 457.
efecto de la temperatura, 274, 275. factor de entalla, 332. por impacto, 504. normal, 454-59.
local en tracción, 261, 265-68. formación de vacantes, 220-328. recalcado, 509. Fricción:
Estructura: límite de, 320-23. rotativa, 509. colina de, 532.
atómica, 86-9. naturaleza estadística de la, 322-25, tensiones residuales secundarias. 517. interna, 236-49.
propiedades mecánicas : 476-78. Formabilidad, ensayos de, 500, 501,
insensibles a la, 90. propiedades transversales, 354. 613-16. Galgas de deformación, 35-37, 41, 43.
sensibles a la, 90. relación de, 351. Fractografía, 217. Goodman, diagrama de, 345-47.
Explosión, ensayo de abombamiento sobrecarga, 348. Fractura, 12, 203-35. Grano:
por, 404. subcarga, 350. a alta temperatura, 369-71. crecimiento, 167.
Extrusión, 549-67. teorías, 328-40. aspectos estadísticos, 473-75. dependencia :
con fricción, 562, 563. térmica, 356. bajo cargas de alta velocidad. 416- de la tensión de fractura con el
condiciones ideales, 561, 562. tratamiento estadístico, 476-78. 19. tamafio, 217, 218.
constante, 554. Fibrado: bajo presión hidrostática, 234, 235. del límite elástico con el tama-
de bandas de deslizamiento. 325-29. cristalográfico, 162, 612, 613. bajo tensiones combinadas, 233, 234. fio, 129, 130, 202.
defectos, 559, 560. mecánico, 162, 288, 491. curva de, 229-31. medición del tamaño, 129, 130.
deformación, 557, 558. Fleje, estirado de, 581. de los monocristales, 212, 213. Grietas:
de tubos. 563-65. Flexión lenta, ensayo de, 401. diferida, 12, 415. en los límites de los granos, 370,
directa, 549, 550. Fluencia: dúctil, 225-27. 371.
efecto: a baja temperatura, 372, 373. efecto: formación por deslizamiento de dis-
de la temperatura, 555, 556. análisis de Andrade, 361, 362. de las dimensiones de la sección, locaciones, 182, 183.
de la velocidad, 555, 556. bajo tensiones combinadas, 392. 411, 473-75. fuerza de ampliación, 211.
equipos, 552, 553. criterios de, 61-6. de las entallas, 227, 228, 396-401. velocidad de propagación, 224. 225.
indirecta, 549, 550, 553. curva (curva real tensión-deforma- del maclaje, 219. (Véase también Fractura.)
lubricación, 557. ción), 58-60, 259-64. del tarnafio de grano, 217, 221, Guinier-Preston, zona, 149, 150.
por impacto. 550, 551. curvas, 360-64. 222, 408.
relación de, 554. de estado estacionario, 3 73-75. fibrosa, 209. Hidráulico, ensayo de formación de
diferida, 223, 224. frágil, 205-25. cúpulas, 614, 615.
Factor: discontinua, 145. intergranular, 205, 216. Hidrógeno, fragilidad debida al. 414,
de seguridad, 13, 14. efecto: mecanismo de la, 211. 415.
teórico de concentración ele tensio- de la fusión en vacío, 392. por torsión, 296. Hidrostática:
nes. 48-52, 331. de las variables metalúrgicas. 389- relación con la microestructura. 214- compres10n, 30, 31, 234, 235, 494.
Fallas: 92. 16. tracción, 29.
ele los metales, 11. del medio ambiente, 392. teoría de Griffith, 207-12. Histograma, 449.
estructurales, 11. energía de activación. 378. teorías de dislocación, 217-23. Hooke, ley de, 6, 8, 37, 43.
Fatiga, 12, 316-57. lenta, 358-94. . tipos de, 203-5. Hooker. proceso, 551, 552.
DE MATERIAS
INDICE ALFABETICO DE MATERIAS 657
Impacto, forja por, 504. de tensión, 67, 72, 73.
Lüders, bandas de, 141, 14 2. Pandeo, ll. Recuperación, 164, 165.
Imperfecciones en los cristales, 90-96.
Ludimiento, 343. Parciales, dislocaciones, 177. elástica en la conformación. 598,
Impurezas, átomos de, 91, 92.
Interna, fricción, 236-49. Lumbreras, matriz de, 565. Peierls-Nabarro, fuerza de, 103, 129. 599.
Intersticial, átomo, 91, 92. Perfilado con rodillos, 521, 589. Relajación, espectro de, 242.
Planos principales, 23. Resiliencia elástica, 257, 258.
Irradiación, endurecimiento por, 155. Maclaje, 110-14.
Isócronas, curvas tensión-deformación, Plástica, deformación, 6, 57, 71. ensayo de, 396-99.
plano de, 111, 112. de agregados policristalinos, 125-68. Resistencia:
382. Maclas mecánicas, 112, 113. de monocristales, 85-124. a la tracción, 10, 254.
Mannesmann, tren, 565, 566. (Véase también Fluencia.) cohesiva teórica, 205-07.
Joff e, efecto, 210. Manson-Haferd, parámetro de, 383. de materiales, hipótesis básicas, 5, 6.
Plasticidad, teoría, 57, 71-78.
Martensita revenida, fragilidad de la. de la deformación, 71, 76, 77. teórica al cizallamiento, 101.
Lamé, constante de, 41. 412, 413. Restauración, 164, 165.
de la fluencia, 73.
Laminación, 520-47. Meyer, dureza, 303-05. Reticulares, defectos, 90-6.
de los materiales elasto-plásticos,
análisis de la laminación en calien- Microdureza, 311, 312. Retrotensión, 119.
te, 542-45. 75, 76.
Microgrietas, 214, 215. de los materiales plásticos rígidos Revenido, fragilidad de, 413, 414.
en frío, 537-42. Microtensiones, 421. Rigidez, 256.
ideales, 73, 74.
clasificación, 520, 521. Microscopia electrónica de hojas del- Robertson, ensayo de, 402, 403.
del campo de deslizamiento, 79-82.
de barras Y perfiles, 526, 527. gadas, 172, 173. Rockwell, dureza, 309, 310.
de chapas finas, 541. Plástico, impedimento, 77, 229, 496.
Miller, índices, 86, 87. Rotura, resistencia a la, 381.
defectos, 535, 536. Poisson, relación de, 37.
Módulo:
deformación en la, 535. Poligonización, 133, 191.
de elasticidad: Portevin-Le Chatelier, efecto de, 145. Schmid, ley de, 105.
distribución de la presión, 528. en cizallamiento, 38, 295. Sobreenvejecimiento, 149.
efecto: Precipitación, endurecimiento por, 148-
en tensión o compresión (módu- Sólido lineal tipo, 240.
de la tracción, 533, 534. 50, 421.
lo de Young), 9, 256, 257. Solución sólida, endurecimiento por,
del diámetro de los rodillos. 531. Prensas, 588.
de rigidez, 38. 135-40.
del espesor de la chapa, 531. Propiedades de tracción:
de rotura, 294, 296. Subgranos, 130-35.
en caliente, 523, 524. anisotropía, 288-91.
volumétrico de elasticidad, 40. de los aceros tratados térmicamen- Superficiales, tensiones residuales. 44 3-
en frío, 524, 525. Mohr, círculo :
te, 283-88. 45.
equipos, 521-23. de deformaciones, 35, 36.
fricción en la, 532, 53 3. del acero recocido, 280.
de tensión: Tecnológica, curva tensión-deforma-
fuerza de separación, 528, 540, efecto:
en dos dimensiones, 24, 25. ción, 253-59.
544. de la deformación :
en tres dimensiones, 28-32. Temperatura de transición, 398-410.
fuerzas, 527-30. en frío, 281.
Monocristales, 85. previa en torsión, 291, 292. efecto del tamaño de grano, 408.
potencia y par, 546, 547. deformación, 108-10.
de la temperatura: ensayos especiales de, 402-04.
punto neutro, 527. ensayo de cizallamiento para, 110.
de ensayo, 273-75. factores metalúrgicos, 407-10.
velocidad de deformación, 543. rotación de los planos de desliza- de transformación isotérmica, significado de la, 405-07.
Larson-Miller, parámetro de, 382, 383. miento, 109.
282. teoría clásica, 231-33.
Límite:
de fatiga, 320-24. de la velocidad de deformación, Temple:
Naranja, piel de, 610. 270-73. endurecimiento por, 156.
elástico, 10, 254.
Neumann, bandas de, 113, 114. Punzonado, 506, 564, 565. envejecimiento por, 146, 409.
aparente, 141-43.
Normal, frecuencia de distribución. grietas de, 441.
convencional, 10.
454-58. Rayos X: tensiones de, 439-42;
efecto de la temperatura, 274.
determinación de tensiones residua- Tenacidad, 258, 259.
teoría de dislocaciones, 142.
proporcional, 9. les, 434-38. a la entalla, 409.
Ondas de tensión, 417.
Límites de grano: Ordenación : estudio de la deformación en frío, efecto:
157. de la microestructura, 409.
de ángulo pequeño, 130-35. de corto alcance, 140.
Recalcado, forja, 504, 505. de la orientación, 410.
deformación en los, 368, 369. de largo alcance, 140.
Recocido, 164-67. de los aceros tratados térmica-
inclinados, 130-32. por formación de aglomeraciones,
maclas de, 112-14. mente, 411-13.
relajación en los, 243. 138-40.
Lode, parámetro de : Orejas, 612, 613. texturas de, 166, 167. Tensión:
de deformación, 67, 72, 73. Recristalización, 165, 166. admisible, 12.
Orientaciones preferidas, 161-63.
secundaria, 167. cizallan te, 15, 18-20.
658 INDICE \LFABETiCO DE

cizallante crítica, 104-06. por métodos mecánicos, 425-30. L gine-Sejournet, proceso, 501. Von Mises, criterio de fluenc;a. 65-67.
dependencia de la temperatura, según Bauer y Heyn, 425-27. 78.
107. según Sachs, 428-30. V<.,cantes, 91, 92.
para el rnaclaje, 113. según Treuting-Read, 4 3 O. fo:·mación en fatiga, 327. 328. Wohler, curva de fatiga, 319-21.
cizallante octaédrica, 68-71. por métodos de rayos X, 433-38. Velccidad de deformación, sensibili-
dad a la, 273. Young, módulo de, 9, 256, 257.
ele temple, 438-42. normales principales, 23-27.
de textura, 421. cálculo a partir de las lecturas de Vickers, dureza, 308, 309. Zener-Hollomon, parámetro, 276. 3 77.
de trabajo, 13. las galgas de deformación, 41.
definición de, 5, 14, 15. 42.
desviador de, 53. origen de las, 420-24.
efectiva, 70. planas, 20-23, 67, 68.
en un punto, 18-24. relajación de, 393, 394.
esférica o componente hidrostáti- residuales, 420-46.
ca, 53.
inrnriantes de, 54, 70, 71.
superficiales, 441-4 5.
Termo elástico, efecto, 245, 246.
Y\ V. (~ J~ l -.o l eP..e- 3 C3 8
media, 7. Teseladas, tensiones, 422.
normal, 15, 18-20. Textura:
UNIVERSIDAD NACIONAL OE lA PlATA
Dapartar."1~ii to M~Caf11teei
ondas de, 417. orientación preferida, 161-63.
plana, 20-23, 67, 68. tensiones de, 421. BibliottQa
real de fractura, 262. Torsión, 292-97.
real en la carga máxima, 261. curvas tensión-deformación, 299. 300.
residual (véase Tensiones residuales). en caliente, ensayo, 500.
significativa, 70. para deformación plástica grande.
teselada, 422. 295-97.
Tensión-deformación : ventajas de, 298.
curva real, 58-60, 259-64. Trabajo:
cu;·va tecnológica o convencional. a calor moderado, 391.
253-59. de deformación plástica, 498.
Tensiones: de los metales, principios generales.
admisibles, 12. 483-503.
agrietamiento por corrosión bajo. en caliente, 485-87, 497.
425. en frío, 156, 487, 488.
cizallantes principales, 27. 28. ciclos de recocido, 487.
combinadas, 18-23. superfluo de deformación, 498.
ensayos, 66-8. Tracción:
concentración de, 48, 52. 331-35. ensayo, 253-78.
de chorreado con granalla, 444. resistencia a la, 254.
de enfriamiento, 422-24, 439-42. Transición, temperatura de (véase T c111-
de precipitación, 422. peratura de transición).
de rotura, 13, 364. Trefilado, 568-77.
efectos de las, 424, 425. Tren:
eliminación de, 445, 446. de mandril, 566.
en el temple por inducción. 443, 444. SteckeL 523.
en las piezas forjadas, 518. Trepado de dislocaciones, 94, 190. 191
en productos laminados, 536, 537. Tubos:
en Yarilla, tubo y alambre, 583. 584. con mandril:
medición: fijo, 579.
por métodos de flexión; 431-34. móvil, 581-83.
en chapa laminada, 431, 432. estirado de, 577-83.
en redondos. 433. sin costura, fabricación, 565-67.
en tubos de pared delgada, 433. sin mandril. 578, 579.

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