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Naytiry
Entre la mujer y la Luna hay una relación íntima que ayuda a comprender sus ciclos; en la naturaleza
éstos se repiten una y otra vez, como un ritual. La Luna también los tiene; 28 días en los que va
cambiando su forma y energía. Según la Astrología, la medicina hindú y conocimientos ancestrales,
el ciclo femenino de la ovulación, también de 28 días, lo determina el satélite terrícola.
Algunas de las herramientas útiles para sensibilizarse con los propios ciclos, y estar conscientes de
esos cambios, son el diagrama lunar o, simplemente, llevar un diario de las emociones que se
experimentan en cada momento. Observarlas, comprenderlas, sentirlas, aceptarlas, e integrarlas en
cada etapa, es un camino de autoconocimiento que ayuda a vivir en armonía con, y en, sí mismas.
Cada fase lunar es una hermosa oportunidad de re-descubrimiento en base a sus arquetipos (modelo
inconsciente).
Luna nueva: Arquetipo de “La Bruja”. Dentro de los ciclos femeninos, es la fase de la menstruación.
Las mujeres en la antigüedad se reunían para compartir este momento y respetar la fase de la baja
energía, en sintonía con la naturaleza. Es un tiempo de reflexión, descanso, propicio para la
meditación. Son los días de la “percepción y sensibilidad a flor de piel”.
Luna llena: Maduración, arquetipo de "La Madre". Significa la totalidad, la plenitud. Poder espiritual,
buen augurio y fertilidad. Es una fase para alcanzar visiones y ser reveladas. Esta fase se asocia con
la ovulación, el ciclo fértil, donde las emociones y las energías están orientadas al cuidado de otros,
al sentimiento genuino de la maternidad. También es una fase de empatía, seguridad en sí misma y
autoestima, propicio para concretar y nutrir proyectos, así como para dar lo mejor de sí.
Luna menguante: Arquetipo de “La Hechicera”. Es la fase más débil de la Luna, cuando ya ha emitido
casi todas sus energías, y su luz se apaga lentamente hacia el ocaso. Representa la sabiduría, el
consejo. Esta fase beneficia lo relacionado con el fin de los ciclos. Su energía sutil se invoca para
lograr la finalización de una situación difícil. Ideal para hacer retiros espirituales, reposo e
introspección. El ciclo hormonal en las jóvenes dicta volver al interior para luego comenzar un nuevo
ciclo. El óvulo ha sido liberado y no fue fecundado. Es el momento previo a la menstruación. En las
mujeres maduras es el ciclo de la menopausia, tiempo de re-ordenamiento creativo y de máxima
plenitud.
Fluye con tus emociones y sentimientos, dales espacio; acepta tu esencia femenina, cíclica, sagrada,
creativa, dadora de vida y divina.
La luna, desde el punto de vista de la Astrología, es considerada como la madre, y ha sido asociada
desde tiempos remotos con la sexualidad y el erotismo. Influye en nuestras emociones y moviliza las
hormonas. La luna se “impregna” de las características del signo zodiacal en el que se encuentra
actuando en el momento de nuestro nacimiento, y de esta manera influye en la sexualidad.