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MATERNIDAD: EMBAJADA DIVINA EN LA TIERRA

Naytiry/9627

Una mujer embarazada está en comunión sagrada con el cosmos; por medio de ella un espíritu se
dispone a fundirse con la materia; es trascendental que toda mujer eleve su condición humana,
llegue a comulgar con las estrellas, para que ese hijo por nacer, la pueda identificar como la
Embajadora de la Divinidad en el plano físico.

En Astrología la Luna es el astro con quien las madres vibran, dado que el proceso de la gestación
es como el de ascenso y descenso de la Luna. Cuando se halla en Fase Nueva (Sol conjugado a
la Luna) simboliza la concepción, el sagrado acto de gestar la cimiente en el vientre; la Fase
Creciente representa el proceso de embarazo como tal, mientras que la Luna Llena se corresponde
con el parto. La Luna Llena es un suceso cósmico muy especial, con una rica diversidad de
significaciones maternales.

Como una tradición antigua, conservada en las zonas agrícolas especialmente, se considera que
existen dos tipos de impulsos con respecto a la gestación y, por ende, al nacimiento. El primero
supone que si una gallina incuba sus huevos bajo la fase de Luna Creciente, lo natural es que los
pollitos, cuando revientan su cascarón, nazcan muy fuertes. Pero si este proceso se produce bajo la
fase de Luna Menguante, lo más probable es que uno de ellos fallezca, y que los demás no tengan
la suficiente fortaleza para resistir las presiones del medio exterior.

De la misma manera, esta hipótesis se plantea en los seres humanos, los niños que son gestados
bajo la fase Creciente, son más fuertes y sus niveles de energía son mayores que aquellos que son
concebidos bajo la fase Menguante. Sin embargo, los que son gestados en Menguante son
receptivos, perceptivos y más espirituales que los que nacen en la fase Creciente.

A la hora de una mujer concebir una nueva vida, se sugiere considerar el tipo de fase lunar y el
signo que recorre la Luna en ese momento. Si la Luna transita por signos masculinos o positivos,
(Aries, Géminis, Leo, Libra, Sagitario y Acuario) lo más probable es que nazca un varón; en caso
contrario, si recorre los signos femeninos o negativos (Tauro, Cáncer, Virgo, Escorpión, Capricornio
y Piscis) posiblemente sea una niña.

La Luna es la energía de la procreación. ¿Cómo se encuentra esa Luna en los Tránsitos y en la


Revolución Solar? Un Ascendente Cáncer en la Revolución Solar favorece el poder quedar
embarazada. Una Luna en Casas angulares, también. Un Tránsito directo a la Luna indica
movimientos en torno a la forma de sentirse madre. Saturno puede ser el materializador del deseo
de ser madre. La Casa 5 es otro indicio que nos puede indicar si es momento propicio para
concebir un hijo, sea por Revolución Solar o Tránsito. No olvidemos los planetas regentes de la
Casa 5.

Aunque los astros inclinan pero no obligan, todo tiene su momento. Esa es una de las tantas cosas
que nos enseña la Astrología.

La Maternidad Sagrada es…

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