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Universidad Uniagustiniana.

Moral Sexual y Matrimonial


Padre German Rodríguez
Seminarista: Jhon Alexander Acuna Valencia.

En el capitulo II titulado ANTROPOLOGIA DE LA SEXUALIDAD, es de valorar con toda


conciencia el valor propio que los hombres estudiosos han impreso en la imagen propia de la
sexualidad, la manera con la que se es abordado este tema en la enseñanza de aquellos que
van iniciando su vida académica; es de suma importancia reconocer y vislumbrar entre tanta
penumbra tres pilares propios sobre los que se puede sostener este saber y claro esta
educación integral; el conocimiento científico, la educación integral y el fundamento propio
del la dignidad.
Sobre estos pilares mencionadas anteriormente se puede ver el sostenimiento de la moral
propia de temas y de materias que aun en el mundo son vistos con cierto recelo por ejemplo
la sexualidad, aunque debe reconocerse la necesidad plena y la esencia necesaria con la que
deben ser abordados los temas que a la sexualidad rodean, ya que si en ellos habita la moral
y el fundamento prístino del evangelio, podrá ser aceptado no solo con madurez si no con el
conocimiento propio visto ante los ojos de Dios y la Iglesia, incluso ante los ojos de la ciencia,
definiendo que la sexualidad es un regalo de Dios, y que ante la ciencia es generadora de
vida, visto esto no solo con valores también con responsabilidades, en cuanto al actuar de los
hombres y de las mujeres.
Con claridad en este capitulo se aprecia la riquísima evangelización de la Iglesia y claro su
posición en lo que concierne a la protección de la dignidad del matrimonio y la familia, dando
a conocer el carácter sagrado de la familia y del matrimonio y claro el valor digno y
responsable de la sexualidad, del amor conyugal, de la fecundidad en la unión marital, de la
vida y el respeto hacia ella, basándose en la apertura de vocación dialógica, donde el hombre
y la mujer se logran expresar ante la creación como imagen de Dios, porque Él aunque los
hace en soledad, los configura con la intención comunitaria, logrando comprender que el uno
complementa al otro y viceversa, revelando una sexualidad en comunidad y complementaria,
fundamentada en el amor, hacia el sexo opuesto con claridad hombre y mujer.

El sexo y la condición sexual no es mal vista por Dios, al contrario, la sexualidad humana es
parte del don divino que Dios le ha concedido al hombre; primero por que le distingue
moralmente, segundo porque el amor se concibe bajo la bendición de Dios, en la continuidad
de la familia y tercero porque mas que dar se recibe, el fin de la sexualidad es el amor y el
fin del amor es la donación en la familia.
Universidad Uniagustiniana.
Moral Sexual y Matrimonial
Padre German Rodríguez
Seminarista: Jhon Alexander Acuna Valencia.

Si bien, la sacramentalidad de la sexualidad, es mayor mente vista desde la madurez de la


pareja, de sus componentes como personas humanas, en el valor propio de la dignidad y no
de la mirada o valor de instrumento de placer; será esta misma madurez la que permita como
tal una eficacia plena en los gestos sacramentales, dados por Dios y administrados por su
pueblo, gestos que son manifestaciones de amor, manifestaciones plenas de Dios. Después
los bendijo Dios con estas palabras: “Sed fecundos y multiplicados, henchid la tierra y
sometedla1.
Con claridad la contemplación de la sexualidad no puede ser vista solo como un acto, también
debe ser vista como una identificación propia del ser humano, o se es hombre o se es mujer,
pero nunca los dos, la sexualidad es significativa al ser humano, ya que genera identidad
propia y marcada. Hombre y mujer los creo2.
Temas como la ética sexual, su horizonte y la posición del cristianismo en el marco de la
moral, muestran y generan un marco propio no solo de investigación, también de
comportamiento, más allá de la ética yace la moral, tema álgido ya que no puede habitar
ética sin moral, cuando una de las dos falta, toda la relación sobrenatural de la sexualidad se
desborda por los canales del pecado, cuando se vive una sexualidad con ética y con moral,
se convive con Cristo en la cumbre de la creación, en el redescubrimiento de la revelación,
es claro que el hombre es imagen de Dios y también es claro que debe comportarse como tal.
El hombre en su plenitud humana no solo recibe dones de Dios, este también se convierte en
exigencia y en exigido básicamente porque se hace parte principal del proyecto de Dios, de
su bondad ante la vida y mas aun ante la creación y su continuidad, para tener una vida en el
ámbito sexual plena, no se requiere del placer de la carne, se requiere de la preparación del
corazón, de la limpieza del alma y de la mente, no se puede olvidar que Dios nos permite por
medio de la sexualidad la preservación de su creación.

1
Genesis 1,28
2
Genesis 1,27
Universidad Uniagustiniana.
Moral Sexual y Matrimonial
Padre German Rodríguez
Seminarista: Jhon Alexander Acuna Valencia.

Bibliografía

Jerusalen, B. d. (12 de Enero de 2021). https://www.bibliacatolica.com.br/. Obtenido de


https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/lucas/1/

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