Curso: Lenguaje audiovisual II Autora: Ana Sarchione
Genette se distingue de los formalistas rusos porque cree que los
niveles de la historia y del discurso creados por ellos no son suficientes para dar lugar al proceso narrativo que va a convertir a la historia en relato. Él distingue tres instancias: la historia —el conjunto de acontecimientos que se cuentan—, el relato —el discurso oral u escrito que materializa a la historia—, y la narración —el hecho o la acción verbal que convierte a la historia en un relato. La historia es el conjunto de hechos que quieren contarse y son presentados en un orden lógico y cronológico ideal, pero en el que jamás podrían ocurrir porque hay hechos que ocurren de manera simultánea, pero con la narración no lo notamos. Genette también describe que la historia no es un objeto, sino el contenido narrativo.
El relato es el texto concluido que conforma un todo significante a
través de los signos lingüísticos. La narración es el hecho o acción verbal que convierte a la historia en relato. En los relatos de ficción la narración va a la par de la historia y el relato, a diferencia de los textos periodísticos donde la historia es antecesora a la narración.
Genette mantiene el concepto estructuralista a partir del cual el
sentido se construye al identificar las relaciones entre los distintos niveles. Afirma que la articulación entre los niveles de la historia con el relato, la narración con el relato y la historia con la narración se puede estudiar mediante la observación y el análisis de tres recursos discursivos que surgen de las relaciones anteriores: tiempo, modo y voz del relato. Una historia suceden varias cosas al mismo tiempo y tiene un orden cronológico perfecto que no puede utilizarse en un relato, por lo que el relato utiliza recursos para poder explicar la cronología. El tiempo del relato también puede modificar el tiempo ordenado de la historia.
El tiempo de la historia y el tiempo del relato son diferentes. El tiempo
de la historia se ordena a partir de una secuencia lógica causal, es decir, lo que ocurre en orden cronológico ideal. El tiempo del relato es la organización del tiempo del discurso narrativo en base al tiempo de la historia, es decir la manera ideal para el relato en base al sentido que quiera darse.
El tipo de alteración temporal que se usará dependerá de la necesidad
del discurso para presentar los hechos mediante el narrador. Distintas alteraciones temporales darán distintos efectos de sentido. Tipos de alteraciones en el tiempo La distorsión de orden tiene que ver con la decisión del narrador de alterar la secuencia cronológica de la historia. Puede adelantar acontecimientos (analepsis) o interrumpir el fluir de los hechos para evocar un hecho anterior (prolepsis). El tiempo base es un estado de perfecta coincidencia temporal entre el tiempo de la historia y el tiempo del relato. La analepsis es un relato segundo realizado en forma retrospectiva. Puede estar a cargo del narrador extradiegético o de cualquiera de los personajes de la historia. La prolepsis es una alteración en el orden temporal del relato que implica un adelanto, una anticipación de sucesos en relación con los que se narran en el tiempo base. Es un relato segundo prospectivo. La anticipación es menos usual. Se presenta, no obstante en los textos predictivos o apocalípticos. En el análisis de la velocidad, los dos tiempos que actúan como referentes son el tiempo de la historia y el tiempo del relato. El narrador puede presentar los hechos que han ocurrido durante diez años consecutivos en una sola frase; o detallar minuciosamente, a lo largo de varias páginas, un gesto que tuvo lugar en un instante.
Este tipo de discordancia entre la velocidad del tiempo de la historia y
el tiempo del relato da lugar a cuatro clases de alteraciones de duración: escena, pausa descriptiva, resumen y elipsis. La escena transcurre en un tiempo muy similar, con la misma velocidad, al tiempo que ocurriría en la historia.
La pausa se caracteriza porque los hechos de la historia se interrumpen
para dar una mejor caracterización, de personajes, lugares u objetos. Son pausas descriptivas. Frecuencia narrativa se refiere a las relaciones de frecuencia (o más sencillamente, de repetición) entre los hechos sucedidos y los hechos narrados. Las posibilidades de frecuencia pueden reducirse a tres tipos: relato singulativo, repetitivo o iterativo.
Relato Singulativo: se relata una vez lo que ha ocurrido una vez en el
nivel de la historia (1 relato / 1 historia) Relato Singulativo anafórico: se relata n veces lo que ha ocurrido n veces (número de relatos / número de historias) Relato Repetitivo: se relata n veces lo que ha ocurrido una vez (nR/1H)
Relato Iterativo: se relata una vez lo que ha ocurrido n veces (1R/nH).