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Casi todos los canales de televisión clasifican la astrología entre los

juegos y las diversiones. Las series dramáticas de la televisión presentan a los


psíquicos de un modo serio, especialmente en los casos detectivescos, donde
sus predicciones o sus visiones siempre resultan acertadas. Sin embargo,
cuando se trata de la astrología, los códigos televisivos sufren un cambio
drástico. Una antigua norma, aún respetada, establece que no se la puede
presentar por televisión sin incluir una leyenda impresa en la pantalla,
advirtiendo al público que sólo se presenta la astrología como entretenimiento
y que no se la debe tomar como ciencia seria.
Ronald Reagan cree en la astrología desde hace tiempo y ha permitido,
por varias décadas, que guíe sus decisiones importantes. Hay un gran retrato
suyo en el despacho del astrólogo californiano Carroll Righter; aconsejado por
él, Reagan pidió que se le tomara juramento como gobernador de California a
la rarísima hora de tres minutos pasada la medianoche. Así también pidió jurar
como presidente de los EE.UU. en una ceremonia aparte, justamente a las
11.57 de la mañana, en la víspera de la ceremonia oficial. Por lo tanto, prestó
juramento dos veces.
No es cosa nueva que se crea en la astrología en los altos cargos
oficiales. El presidente Franklin Roosevelt consultaba regularmente con los
astrólogos. Lo mismo hacía Abraham Lincoln. George Washington y los otros
próceres norteamericanos eran astrólogos. El ex vicepresidente Walter
Móndale me ha escrito para expresarme lo útiles que le resultaron mis libros
Sun Signs y Love Signs. El ex vicepresidente Nelson Rockefeller era uno de
mis clientes de astrología; me pidió consejo en dos ocasiones. Evangeline
Adams, la popular astróloga neoyorquina, que asesora a gente como J. P.
Morgan, quien no toma una sola decisión financiera sin su consejo, es nieta del
presidente John Quincy Adams y bisnieta del presidente John Adams.
El poder de las energías mentales negativas (acordes musicales
discordantes) sobre las vibraciones astrológicas suele presentarse con respecto
a tránsitos financieros y aspectos progresivos observados en determinado
momento de una carta natal. Si utilizamos las vibraciones financieras como
ejemplo, la gente no se da cuenta de que no se puede disponer la obtención de
riqueza mientras se imagina la pobreza. Como dijo una vez el productor Mike
Todd: "No conozco a nadie con la costumbre de ahorrar por si vienen tiempos
malos que no haya debido pasar por esos tiempos malos a su debido tiempo."
Rara vez se pronuncian palabras tan sabias. No es fácil caminar por la delgada
línea que separa la seguridad espiritual del saber absoluto, y la seguridad
mundana de la cautela, pero el equilibrio perfecto requiere mucho tiempo de
práctica en la cuerda floja, como te dirá cualquier circense.
El poder de las palabras habladas o escritas será estudiado en detalle en el
capítulo siguiente; por ahora estudiemos las siguientes evidencias sobre el poder
del sonido.
En primer lugar, quizá te extrañe la comparación entre el poder de sonido
y el del color. No debe ser así, pues cada color responde a cierta nota o acorde;
cada nota o acorde se corresponde con cierto color. Por lo tanto, cuando utilizas

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el poder del rojo mediante el color, es igual que si empleas el correspondiente
sonido de ciertas palabras rojas o su acorde individual, en la clave de do mayor.
Un descubrimiento relativamente reciente es cierto instrumento llamado
eidófono. Consiste en una superficie de tambor, bien tensa, que se cubre de
modo parejo con una sustancia muy maleable, similar a una pasta. Cuando se
pronuncian sonidos y palabras positivas y alegres bajo el tambor, esos sonidos
hacen que la pasta flexible tome bellas formas, réplicas exactas de árboles,
heléchos y flores, como los hay en la Naturaleza.
Si se esparce arena en la superficie, en vez de la sustancia pastosa, el
sonido de las palabras "felices" pronunciadas bajo el tambor producen diseños
geométricos exactos, en vez de plantas. Se das llama figuras Chladni, por su
descubridor originario, el inventor Ernst Chadni, quien arrojó luz sobre los
últimos años del siglo XVIII y principios del XIX revelando varios secretos de
nuestro ambiente.
Cuando se pronuncian bajo el tambor palabras feas, obscenas o vulgares,
creando sonidos discordantes o inarmónicos, tanto la pasta como la arena
forman diseños caóticos, sin forma alguna.
Se ha observado repetidas veces, y está cuidadosamente registrado, que
las plantas crecen más de prisa, más sanas y más frondosas cuando se les toca
constantemente, a poca distancia, "la música de los grandes maestros". Cuando
se pasa, por el contrario, música discordante de rock, a alto volumen, las plantas
se muestran enfermizas, crecen con lentitud y no alcanzan la debida altura.
Otra prueba del poder del sonido es el canto de los pájaros. Si pasas algún
tiempo fuera de la ciudad, ¿has notado que el coro de los pájaros, como el de
mil duendes, se oye en primavera durante todo el día?
¿Has notado también que ese coro cesa durante los meses de verano,
como no sea al amanecer y al ponerse el sol? Mientras pasees por los bosques o
por tu jardín, en las tardes de verano, sólo oirás algún gorjeo ocasional en los
árboles más altos. ¿Nunca te has preguntado por qué?
Existe un motivo mágico para este fenómeno poco conocido de la
Naturaleza. El canto de los pájaros envía una vibración sónica particular que
favorece el crecimiento de las hojas tiernas de árboles y plantas; por eso el coro
es constante en la primavera, mientras se produce el nuevo crecimiento.
En verano, en cambio, cesa durante el día y sólo se oye al amanecer y al
ponerse el sol; a veces, cuando no todas las plantas han brotado bien, asimismo
en las primeras horas de la mañana estival. En cuanto los follajes están
completos, la actividad química de las plantas cambia todos los días en el
verano... al amanecer y al atardecer. Por las noches, toda la vida vegetal respira
dióxido de carbono. Al amanecer y durante la primera parte de la mañana, en el
verano, exhala oxígeno puro. La hora del cambio es anunciada por los pájaros,
que en realidad la estimulan. Pero las reglas estériles de la biología sólo
reconocen la sincronización, pasando por alto, típicamente, la clara muestra de
causa y efecto, sin poder dar ninguna otra razón para la sincronización exacta de
la naturaleza en cuanto a las fluctuaciones diarias y estacionales de los gorjeos.
En los meses de invierno, naturalmente, los amados amigos emplumados de San

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Francisco vuelan a climas más cálidos, donde otros milagros verdes necesitan la
señal de desarrollo dada por sus cantos.
¿No es encantador saber que los pájaros indican a las plantas y a las
flores cuándo crecer, emitiendo los sonidos necesarios para su actividad
química? Durante todo el día en la primavera; sólo con la salida y la puesta del
sol en el verano. ¿Cómo puede alguien pensar que los pájaros llevan una vida
inútil y perezosa? Su cantar tiene un motivo. No dudo de que San Francisco lo
sabía todo sobre esta verdad de la naturaleza.
La naturaleza consiste, en realidad, en muchos acordes de música,
numerosos sonidos, incluidos los cantos de los pájaros. Piensa en esta
maravillosa prueba del modo en que el sonido se imprime en el éter para
manifestar la "materia" física de todo lo que crece. El gorjeo de los pájaros es
necesario para la naturaleza que crece al aire libre, pues diversas variaciones
climáticas inesperadas, fuera de estación, podrían demorar el crecimiento. Y las
plantas de invernadero, que se cultivan artificialmente, crecerían más prósperas
si se les transmitieran grabaciones de cantos de pájaros.
¿Por qué no se enseña esta magia natural a los niños, en las escuelas?
Porque, por desgracia, aún no se enseñan muchas verdades. Aún se enseña a los
niños que Tomás Alva Edison fue el "inventor de la electricidad", lo cual es una
verdad a medias; nunca se les dice que Edison se limitó a usar, en las bombillas
eléctricas inventadas por él, la corriente directa, mientras que Nicolás Tesla
descubrió la corriente alternada que hoy usamos casi con exclusividad.
Nuestros maestros y educadores, tan mal pagados, merecen toda nuestra
simpatía por su ingrato trabajo, especialmente en la actualidad, cuando la
drogadicción infantil y el sexo prematuro amenazan con la aniquilación de todo
el sistema educativo.
Un porcentaje de los niños que terminan la escuela primaria (en EE.UU.,
siete mil en 1987) no saben leer y son clasificados como analfabetos. Sí, hay
una crisis que crea graves notas discordantes en la armonía del universo.
¿No crees que los niños se interesarían más por la lectura y menos por el
sexo si no se los bombardeara tanto con lo sexual en las aulas y en los medios de
información? Quizá no buscarían tan desesperadamente "los otros mundos" de
la droga si no se les hablara de esos otros mundos, poniéndoselos bajo las
mismas narices, plenos de misterios y maravillas... y promesas para el mañana.
Tal vez ese aprendizaje estéril los mata de aburrimiento y les hace buscar
el escape de las drogas y el sexo, con el que se programa incesantemente esas
mentes tiernas; eso ha llevado a otra crisis, qüe aumenta a saltos; el estrés
juvenil. Los psicólogos especializados en niños no saben cómo enfrentarla. Tal
vez tanto el aburrimiento como la tensión infantil se acabarían si se les
mostraran la magia y los milagros del universo, enseñándoles a sintonizar sus
poderosos Yo Superiores (ellos saben mucho de ángeles); de ese modo se
transformaría el inminente Gótterdámmerung nuclear, programado por los
adultos, en una era de maravillas sin fin.
El porcentaje de suicidios entre los adolescentes, que se ha duplicado en
la última década y es la segunda entre las causas de muertes entre las edades de

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doce y diecinueve años, descendería pronunciadamente si se inspirara a los
jóvenes con el excitante futuro de los arcos iris y las melodías olvidados, en vez
de permitirles esperar ansiosamente la destrucción nuclear.
Mientras tanto, cada nueve minutos se suicida un adolescente en alguna
parte. Cada nueve minutos. ¿Qué estuviste haciendo ayer? Fuera lo que fuese,
mientras tú estabas ocupado con eso, setenta y dos adolescentes se estaban
quitando la vida. Hoy pasará lo mismo. Y mañana, otros setenta y dos. Y pasado
mañana...
Si estás leyendo este libro y tienes entre doce y diecinueve años, ¿has
estado jugando con la idea de suicidarte? Mientras estudias la posibilidad,
imaginando que matarte sería como marcar el punto decisivo para ganar la
partida (o al menos empatarla, con este retorcido mundo y todos sus habitantes),
tengo una anécdota muy íntima y personal que compartir contigo.
Una noche, hace algunos años, pero no demasiados (y no por primera
vez), decidí, yo también, acabar con todo. Eso me parecía muchísimo más
interesante, por no decir apacible, que continuar nadando por aquí, tratando de
mantenerme a flote y de evitar los tiburones, en las caóticas aguas de la
confusión que amenazaban ahogarme, tanto en el sentido personal como en el
general, ¿comprendes? No podía dejar de pensar en lo que había dicho un
amargado amigo mío: "Hay sólo dos tipos de personas en este mundo: los
rufianes y las víctimas." No resultaba muy difícil adivinar a qué grupo
pertenecía yo.
Puesto que no tenía condiciones para estar en el primer grupo y estaba
harta de militar en el segundo, parecía lógico fugarme a otro lugar en donde
hubiera un grupo distinto al que unirme, donde esos dos no existieran. No estaba
segura de cómo llegar al sitio en donde iría después de mi muerte, cualquiera
fuese, pero tampoco estaba segura de llegar aquí a ninguna parte. Después de
todo, en este mundo te ves obligado a cambiar de bando justo cuando crees
haber empezado a comprender las reglas.
Los motivos, en realidad, no importan. Bien sabe Dios que los hay a
granel, si quieres elegir. Por ese entonces yo vivía en Nueva York. (¡Ese es
motivo suficiente!)
En el periódico había visto un aviso con un número de teléfono,
correspondiente a una organización de ayuda al suicida. Por lo tanto, marqué el
número; era sólo para asegurarme, pero también tenía curiosidad por ver si
alguien podía brindarme un argumento lógico contra mi decisión. Era domingo
por la mañana. Triste domingo.
El teléfono sonó varias veces. Por fin se activó un contestador telefónico
con un mensaje grabado, y una agradable voz masculina de acento sureño
pronunció estas palabras: "¡Buenos días! Habla uno de los amigos a los que no
conoces. Estamos muy interesados en conversar contigo sobre las razones por
las que quieres morir. Por favor, vuelve a llamar de lunes a viernes, entre las
diez de la mañana y las cuatro de la tarde. Como el jueves próximo es Acción de
Gracias no atenderemos en todo el día. ¡Adiós!"
Estallé en una carcajada. No podía dominarme; aquello era comiquísimo.

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Después me acerqué al espejo y eché un vistazo a mi cara. Sin darme cuenta,
miraba fijamente mi Tercer Ojo. Más tarde me di cuenta de que por eso todas
las buenas ideas se me ocurren cuando me miro al espejo para lavarme la cara,
cepillarme el pelo o los dientes y maquillarme. ¿No te ha pasado nunca? (Si eres
varón, cuando te estás rasurando o recortando la barba, digamos.)
El caso es que dije en voz alta a mi propia imagen: "Mira, cabeza de
chorlito: ahora ya sabes que, si quieres partir de viaje astral definitivo y discutir
los planes con otra persona, sólo puedes hacerlo entre las diez de la mañana y
las cuatro de la tarde... y jamás en feriados o fines de semana. Ya que estamos,
¿por qué no te quedas un poquito más y ves si este mundo de locos aún tiene
algunas diversiones que ofrecerte? No tienes por qué cancelar tu viaje al
cementerio. Basta con postergarlo. ¿Quién sabe? Tal vez el universo te haga
aparecer un gurú propio en la plaza del vecindario, para que te diga por qué esta
torta planetaria salió tan mal y cómo puedes prepararla otra vez con una receta
mejor."
Lo hice... y resultó.
En realidad, la torta no estaba tan mal. Sólo un poquito cruda. Y encontré
muchas diversiones más. En realidad, descubrí que había más motivos para reír
que para llorar en este asilo de locos, donde los cuerdos están encerrados (los
que protestan contra la guerra nuclear) y los chalados de verdad andan sueltos.
Después me absorbió el desafío de revertir la situación. Muy pronto, esto era yá
tan excitante como dibujar mapas para escapar de Alcatraz, como en aquel viejo
filme de Clint Eastwood.
Para ti también hay muchas diversiones alrededor. No sólo diversiones,
sino también unos cuantos milagros de diversos tamaños, colores y sonidos, que
van a ponerte, no en un ataúd, sino en una Máquina del Tiempo capaz de
llevarte a hacer viajes junto a los cuales los paseos de las drogas son tan
aburridos como un té sin azúcar. Te lo prometo, palabra de druida... y yo tengo
la manía de no faltar a mis promesas. Confía en mí, ¿quieres? No, mejor
saquemos esa última pregunta. Confía en mí. Punto.
De cualquier modo, en la actualidad la gente se olvida en seguida de los
funerales, tal vez porque les cuesta distinguir a los muertos reales de los que se
amontonan por televisión. Como todo se mezcla, una buena muerte ya no tiene
el efecto espeluznante de los viejos tiempos. Estos insensibles a quienes deseas
hacerles comprender lo mal que estás ni siquiera captarán el mensaje. Se que-
darán esperando a que reaparezcas, como Bobby Ewing en Dallas", tu
dramático gesto de despedida (con el que buscas, admítelo, un poco de
comprensión), será sólo parte de un sueño ajeno. Así de extraño es el mundo de
hoy, claro está. Pero lo extraño puede ser fascinante, si conservas el sentido del
humor. Además, ¿cómo puedes hacer semejante cosa a las ballenas y a los
delfines? ¿Quién aprenderá a conversar con ellos, si no lo haces tú?
Paséate por este País de las Maravillas como lo hacía Alicia: conversa
con las orugas que fuman su narguile, derrota a la Reina Roja y ayuda al
Sombrerero a resolver su problema con el Tiempo, ajustando su reloj de bolsillo
con el Eterno Ahora. Alicia las pasó de maravillas a medida que todo se volvía

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más y más extraño. A ti puede pasarte lo mismo.
Ahora ve a mirarte el Tercer Ojo en el espejo (lo tienes entre las cejas) y
echa un vistazo a algunos fragmentos del futuro. Lee todo este capítulo (y los
otros también), ve a dar un paseo en bicicleta, conversa con un árbol o una
planta, pinta tu cuarto de amarillo y, si sabes inglés, haz lexigramas con tu
problema (la fórmula, en el capítulo siguiente); busca tus números kármicos,
consíguete un plato purpúreo (al final de este capítulo) y úsalo para ablandar a la
persona que te tiene en ascuas con su frialdad; enseña algunas gracias nuevas a
tu perro. Y recuerda esto: si hay algo en este mundo más- o-menos-de-Dios que
no te conviene ser, es una cifra en un mar de estadísticas. A cualquiera se le
ocurren quince millones de cosas más satisfactorias que ser una cifra estadística.
Eso nunca fue divertido. Más adelante seguiré conversando contigo. Ahora
tengo que seguir hablando claro con los adultos que están jugando tontamente
con tu futuro, y ver si puedo derrotarlos con sus propias armas. Son ellos los que
necesitan ayuda, no tú. Es decir: tú no la necesitas cuando eres el verdadero tú-
de-ti, si sabes a qué me refiero... y lo sabes.

Los discordantes crescendos y los acordes desafinados de la


drogadicción y el desenfreno sexual están interrumpiendo la armonía del
universo, porque los humanos son parte inseparable de la sinfonía.
La guerra contra las drogas sería más breve y eficiente si nuestro
gobierno interrumpiera el ingreso de drogas que inunda al país, cosa que podría
hacer, si así lo quisiera... o si al menos cortara las astronómicas ganancias que
brindan la venta y la reventa, como se hizo en Inglaterra con la instalación de
clínicas donde los adictos pueden comprarlas de un modo legal, hasta que estén
en condiciones de abandonarlas gradualmente. Si la gente no pudiera hacer
montañas de dinero vendiendo drogas, dejaría de crear constantemente nuevos
adictos. Así de simple es la cosa. Hace falta cometer muchos delitos para costear
un hábito que se desea desesperadamente abandonar; mientras tanto, uno se ve
obligado a hacer cualquier cosa para obtener mil dólares diarios... o más. Pronto
costará dos mil dólares por día; después, tres mil. Los traficantes de drogas son
como los que vendían ginebra casera durante la ley seca: nunca tienen bastante.
Siempre quieren más. Es tan lógico que hasta parece una tontería señalarlo.
Este enorme y descontrolado Frankenstein de las drogas, que afecta hoy
a nuestros niños y a sus padres, es responsabilidad directa de nuestro gobierno,
que tiene una terrible deuda kármica con los ciudadanos. Los personajes
principales del primer acto de este trágico drama son oficiales de inteligencia,
altos militares y un equipo de científicos, que trabajaban directa o
indirectamente para el gobierno de los Estados Unidos, desde principios de la

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década de 1950. Ahora que el problema se ha salido de curso y amenaza destruir
a todo el país, creo que es un deber de nuestro gobierno hacer un gigantesco y
sincero esfuerzo por aceptar la culpa y reparar el daño. Nunca podrán hacer lo
último si no tienen el valor de admitir lo primero.
Hay algunos hechos, tan simples, y tan obvios, que hasta el Sombrerero
Loco, en un té de la Casa Blanca, podría apreciar su lógica. Pero hay personas
mucho más locas que el Sombrerero de Alicia, y ellos han estado a cargo de las
cosas en Washington, en las últimas décadas.
Es hora de que la Casa Blanca haga un serio esfuerzo, no basado
simplemente en las relaciones públicas políticas, por ayudar a los indefensos
drogadictos, hombres y mujeres: responsabilidad que merece un amplio margen
de prioridad por sobre la acumulación de ojivas nucleares, de los cuales tenemos
ios suficientes como para hacer estallar diez Universos.
En cuanto a las notas desafinadas del desenfreno sexual dentro de la
sinfonía universal, una vez más el desenfreno corre por cuenta de los adultos, no
de los niños. Los programas de educación sexual propuestos para las escuelas
son necesarios, claro está, si las jovencitas van a continuar quedando
embarazadas por millares. Pero los proponentes de la educación sexual están
pasando por alto algunos puntos importantes en todo este frenesí referente al
tema.
Una de las cosas pasadas por alto es el viejo refrán familiar: "Más vale
prevenir que curar." Nadie parece reparar en que, en las décadas de 1940 y
1950, cuando no había educación sexual en las escuelas, la tasa de embarazos en
adolescentes no se acercaba ni siquiera remotamente a las proporciones
epidémicas que tiene en los años ochenta. Quienes vociferan a favor y en contra
de la educación sexual olvidan la verdadera causa de la creciente actividad
sexual de los niños. La educación sexual es necesaria, porque el incendio está
fuera de control, pero no es la falta de educación sexual en las escuelas lo que
inició el incendio ni lo que le dio estas proporciones.
Nada cambiará, con educación sexual escolar o sin ella, mientras no se
reconozcan los motivos por los cuales los niños se concentran ahora tan
obsesivamente en el sexo.
Están saturados de una oleada constante de material sexual- mente
estimulante. Con tantas imágenes sexuales flotando alrededor, ¿en qué pueden
pensar? ¿En margaritas y conejitos? Quejarse de que los niños sean sexualmente
activos a los diez y a los doce años es como arrojar a un corderito blanco en un
montón de estiércol, y regañarlo después por haberse ensuciado. Y culpar a la
falta de educación sexual escolar de los fuegos sexuales que incendian las
escuelas es simplemente una fachada para ocultar la verdadera causa.
Una cosa es enseñar sexo en las escuelas. Otra muy distinta, enseñar
valores morales. Para eso, hasta el primer grado puede ser demasiado tarde. Una
de las medidas realmente sabias de la Iglesia Católica, esparcidas entre las fallas
que comparte con otras religiones ortodoxas, es aquello de: "Dame a un niño
hasta los siete años." La Santa Madre Iglesia (reconozcamos a los patriarcas que
eligieron el término correcto) ha descubierto, mediante una experiencia de

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siglos, que los valores morales y las enseñanzas religiosas sembradas en la
mente del niño desde el nacimiento hasta la edad de siete años, casi siempre se
prolongan en los años restantes, pese a las influencias sociales y ambientales
con que entren en conflicto.
La Iglesia tiene razón, astrológicamente. (Hay un profundo misterio
metafísico tras esa edad de siete años, revelado en Gooberz.)
Si se enseñaran en las escuelas las revelaciones de la inteligencia
cósmica, utilizando el asombroso método socrático de preguntar en vez de decir,
los niños de la Era Acuariana podrían seguir siendo niños al madurar,
conservando el poder de convertir esta nueva era en lo que nuestros Creadores
quisieron hacer de ella.

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¡Qué iluminadores relámpagos de Amor y Luz brillarían en nuestras
escuelas si se dieran clases de astrología esotérica (no la forma distorsionada
que practican actualmente los charlatanes), de numerología, lexigramas, magia
natural, las maravillas de la Unidad del Universo, los arcos iris y las melodías
olvidados del color y la luz y la salud holística. Los niños sentirían entonces una
fascinación tan intensa, tanto interés, que no les quedarían tiempo ni interés para
dedicarse a una actividad sexual prematura o a la experimentación con drogas.
Pasarían rápidamente a ignorarlas con el entusiasmo de hacer milagros.
Los niños saben de milagros. Al menos, hasta que se les cierra el Tercer
Ojo por obra de sus padres, familiares y maestros. Todo el mundo traería buenas
notas en el boletín si, en vez de destrozar ranas indefensas en la clase de
biología, estudiaran por qué las ranas y los grillos cantan por la noche, mientras
que los pájaros lo hacen al amanecer. ¿Te parece que estoy imaginando una
Utopía, un Shangri-La? Bueno, sí. Pero, ¿por qué es forzoso que Utopía y
Shangri-La existan sólo en un borroso e indefinible futuro? ¿Por qué no en el
presente, puesto que pasado, presente y futuro son una misma cosa? Otra
brillante verdad que no se enseña a los niños en nuestra sociedad. Qué pena. Los
niños, además de aprehender este concepto con celeridad, podrían enseñar un
par de cosas a sus maestros sobre la relatividad de Einstein y el Eterno Ahora.
No hay un solo niño que no sienta muchísimo más interés por saber
cómo hizo Josué para derribar las murallas de Jericó (de las cuales volveremos a
hablar en este capítulo) o por enterarse de las fascinantes investigaciones sobre
la inteligencia de las plantas de sir Bose, el doctor Harold Burr, Cleve Backster
y otros, que por recibir largas y explícitas explicaciones sobre las relaciones
sexuales entre humanos. Esto es algo que los niños aprenderán por sí mismos
cuando maduren y se enamoren. La madre Naturaleza es una insuperable
maestra en el aula del amor. Y el amor, en realidad, no se puede enseñar. Se
presenta naturalmente, como el sexo, cuando no se bombardea con él
prematuramente a los niños. Primero, el amor; después, el sexo. Cuando se
invierte el orden natural de estas dos profundas experiencias, todo queda patas
arriba... y no es fácil imponer el orden otra vez.
El canto de los pájaros es sólo uno de los muchos fenómenos que
subrayan la importancia del sonido. Sería fácilmente comprensible para los
niños, pero parece ser demasiado simple y directo para la mayoría de los
botánicos.
Fue el sonido lo que causó la construcción de la Gran Pirámide de Giza.
La pirámide originaria, más adelante alterada por los faraones, fue construida
por Osiris, no por Keops o Khufu, muchos millones de años antes de lo que
nuestros geólogos han calculado y divulgado erróneamente. Osiris sabía cómo
utilizar el enorme poder del sonido, las armonías y las entonaciones. Esas
inmensas piedras, tan perfectamente alineadas (por medio de un poder que la
ciencia moderna ignora; por lo tanto, en una hazaña de ingeniería que la ciencia
moderna no podría lograr) fueron puestas por le- vitación en sus debidos sitios,
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por medio de ciertos sonidos o mantras, cantados o entonados por Osiris e Isis,
su Yo Gemelo, en momentos astrológicos complejamente calculados y medidos
por alineaciones especiales del sol, la luna y los planetas.
Algunos de los sonidos más maravillosos de la armonía universal son los
sonidos del silencio. Y uno de ellos es... el habla de los delfines. Estas bellas
criaturas del mar existen desde hace quizá sesenta millones de años (o más). Es
suficiente tiempo terrestre para haber acumulado mucha sabiduría. Los delfines
emiten ciertos sonidos, pero lo que llama la atención de los biólogos marinos es
su comunicación por telepatía mental, el sonido del silencio. Los delfines saben
hablar, pero es preciso conversar con ellos en su propio lenguaje telepático.
Algunos humanos ya han recibido sus mensajes... y también algunos que eran
casi humanos, poco antes de convertirse completamente en eso.
Voy a explicarme. Si viste el filme Viaje estelar III, recordarás la escena
en que Spock nada bajo el agua, en un tanque donde hay un delfín cautivo, y
"conversa con él". El delfín le responde, y Spock vuelve adonde está el capitán
Kirk para traducirle lo que se le ha dicho... lo cual, por supuesto, resulta ser
verdad.
Eso era ficción, o ciencia-ficción, que siempre ha acabado por convertirse
en realidad en el futuro. Pero he aquí algo que, definitivamente, no entra en el
género de ficción.
Un amigo mío de California, amigo también del fabricante de platos
purpúreos que ya describiré hacia el final de este capítulo, me contó una
historia'asombrosa sobre los experimentos que se están haciendo con delfines en
Rusia (algunos también en Estados Unidos, pero en absoluto secreto). Me ha
pedido que no mencione su nombre porque aún no desea hacer públicos sus
descubrimientos.
Como comprenderás, hay "buenos" y "malos" en todas las agencias de
gobierno, sean nuestro FBI y nuestra CIA o la KGB rusa. En ‘todo gobierno, en
toda religión organizada, están "los chicos buenos", los "chicos malos" y los de
término medio.
Mi amigo, gracias a su amistad con un familiar de un agente de la KGB
rusa, "chico bueno", pudo obtener permiso para ingresar en ese país y observar
algunos de sus experimentos con delfines. Son proyectos de investigación en
metafísica y temas concomitantes, que se llevan a cabo en la Unión Soviética,
mucho más allá de lo que mencionan Sheila Ostrander y Lynn Schroeder en
Psychic Discoveries Behind the Iron Curtain.
He aquí sólo una pequeña parte de los experimentos sónicos con delfines.
Una mujer embarazada entra en el agua durante todos los días de su embarazo,
con un delfín. Siempre hay un biólogo marino presente, para mayor seguridad.
La mujer permanece en el agua entre quince y veinte minutos por día. Durante
esas visitas, el delfín se comunica con el feto. Para mayor exactitud (porque el
feto todavía no es humano, dado que la vida sólo se inicia con el primer aliento),
el delfín utiliza la misma energía vital que conecta todas las cosas vivas, según
las observaciones de Cleve Backster, para programar de algún modo una parte
de los cuarenta millones de células eléctricas que hay en el cerebro físico del

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feto, durante esas visitas prenatales.
Cuando llega el momento del parto, el alumbramiento se realiza bajo el
agua (en un tanque esterilizado y sin delfín, por supuesto). Cuando un niño nace
de esta manera ocurren todo tipo de cosas maravillosas, pero no es éste el libro
apropiado para describirlas. En principio, eso impide la respiración incorrecta a
ese diminuto humano y elimina el terrible trauma de nacer en la forma aceptada.
Estos bebés no lloran y pueden dormir con la cara en el agua durante varios
minutos por vez, durante varias semanas, adaptándose gradualmente a respirar
el aire. Este suave alumbramiento se lleva a cabo sin miedo y es recomendable
para todos los casos, pero únicamente cuando esté a cargo de un experto.
Estos bebés rusos con los que un delfín se ha comunicado durante la fase
prenatal se convierten en "superniños", en todos los sentidos imaginables. Mi
amigo atestigua haber visto con sus propios ojos a uno de esos bebés
programados por delfín, nacidos bajo el agua, que a la edad de doce semanas
caminaba y hablaba con la facilidad de un niño normal de tres años.
¿Te cuesta creerlo? Un pequeño terráqueo es capaz de estos poderes, aun
sin haberse comunicado con un delfín, y mucho más con la ayuda de estas
sabias criaturas del océano. El programa de televisión Sixty Minutes ha
entrevistado ya a un niño norteamericano de diez años que es un genio increíble.
A las siete semanas de edad dijo "hola" a su padre con toda claridad, y pocas
semanas después repetía otras palabras perfectamente inteligibles. A los tres
años y medio, en vez de hacer garabatos con sus cerillas, estaba leyendo
biografías de Albert Einstein y Nicolás Tesla.
El mundo está lleno de maravillas, por cierto, en esta aurora de la
Era de Acuario. Mi amigo dice que, según los metafísicos rusos, es
teóricamente posible que un niño adiestrado por un delfín pueda, a la edad
de doce años, utilizar su Tercer Ojo como rayo láser y desmaterializar o
neutralizar a los misiles nucleares en pleno vuelo. Frente a eso, la Guerra
Espacial de nuestro departamento de Guerra parece impotente. Sería
mucho más económico y sencillo experimentar con bebés de delfín... en
aras de la paz, ¿no? No hay pruebas de que los rusos estén experimentando
por causa alguna que no sea la paz. Por cierto, si las investigaciones en
cuestión han tenido tanto éxito hasta el momento es porque los
investigadores comprenden bien las leyes físicas que rigen tales asuntos;
no habrían podido progresar tanto sin una meta positiva. Tal vez por esa
causa se ha predicho que Rusia será algún día "el país más espiritual del
mundo"; con el tiempo, según la predicción, se aliará con Estados Unidos
en la lucha contra las fuerzas negativas que amenazan la supervivencia de
la Tierra.

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Tal como Jim Cummings, el amigo de los delfines, ha escrito, estos
animales se comunican con una rica y variada cantidad de sonidos... "y
parece que también han desarrollado (o quizá nunca perdieron) la
capacidad de transmitir en forma telepática la información... Los humanos
notan ahora que, cuando acallan la interminable cháchara verbal que
resuena en su cerebro, colmado de lenguaje, existe un modo de
comunicación y conocimiento más silencioso, más universal, a la espera de
que lo aprovechen".
Con respecto a los delfines hay dos personas que están logrando
cosas maravillosas; son Joan Ocean y Jean-Luc Bozzoli, por medio de su
Conexión Delfín, en Laguna Beach, California.
Joan recibe comunicaciones de los delfines, algunas de las cuales
son de carácter técnico; éstas han sido pasadas a ciertos científicos para su
interpretación y aplicación. Otras personas de Colorado, California, Florida
y Australia han informado haber

337

recibido mensajes de los delfines con respecto a interacciones sociales,


historia humana y música.
Los delfines han llevado a Joan sobre el lomo; ella expresa su
asombro ante su increíble potencia, combinada con movimientos
sincronizados y sensibles. Jean-Luc ha dicho que la variedad de vibraciones
audibles y de sonido que llenaban el agua eran como "estar en medio de un
concierto".
Tal como han descubierto las personas que participaron en Conexión
Delfín, las gentes sencillas que viven en la magia pueden cambiar las cosas.
Si quieres ponerte en contacto con ellos, participar de sus gentiles esfuerzos
y compartir su sueño de armonía sobre la tierra, puedes escribirles a

The Dolphin Connection


P.O. Box 4077
Laguna Beach, California 92652
(USA)

***
4'

£'

me pareció un deseo extrañísimo


ése de estar en un aula con una escuela de peces
y pensé que estabas bromeando

pero dijiste, muy serio

no bromeo, por cierto


los peces son más sabios de lo que muchos piensan

¿es ésa tu misión secreta?


¿tratar de que los delfines aprendan a hablar?

me miraste a los ojos


al replicar

Si alguna vez hago amistad con un delfín


no tendré la vanidad de enseñar nada a esa criatura
Más evolucionada que casi todos los humanos por el contrario,
trataría de aprender todos los planos de sabiduría que el delfín tuviera la bondad
de compartir conmigo
¿adiestrar a delfines en misiones secretas?
preferiría adiestrarlos para que siguieran siendo libres eso

338
siempre que pudiera conocer a uno y por casualidad
pudiéramos compartir una taza de té.

luego sonreiste
y cambiaste de tema...

de Gooberz

Félix Mendelssohn, el bisnieto del gran compositor, comenzó a


experimentar con el poder del sonido debido a su interés en el reconocido
fenómeno del poder de las notas musicales, cantadas en ciertas claves. Le
fascinaba el hecho de que, cuando un cantante entona una nota especial en
cierta clave musical, el sonido así enviado al éter puede romper
instantáneamente un vidrio, puesto que cada vidrio posee su propia
frecuencia vibratoria individual, que responderá sólo al correspondiente
sonido musical exacto.
Todos los objetos materiales y cada uno de los seres humanos
vibran a una frecuencia individual de unidades angstrom por segundo,
medida de las ondas lumínicas, tal como explicamos en el capítulo 3, y
responderá a esa frecuencia individual producida por un sonido. Eso es lo
que te provoca un cosquilleo en la nuca cuando estás en una sala de
conciertos, escuchando una sinfonía. En algún lugar, entre los acordes y los
sonidos que colman la sala, estás oyendo tu frecuencia personal, tal como
el vidrio que se rompe en respuesta a su sonido de frecuencia individual.
Antes de María Callas existió Rosa Ponselle. La misma María dijo
que era "la mejor de todas las cantantes". Ponselle (1897-1981) poseía una
voz incomparable. En 1954, RCA trató de grabarla en su casa de
Baltimore, pero su voz no se limitó a romper algún vidrio: ¡rompió todo el
equipo de la RCA!

La investigación de Mendelssohn, realizada con el Tercer Ojo bien

339
abierto, le llevó a comprender que el relato bíblico de Josué y la caída de
las murallas de Jericó era literal, no simbólico. Como él sabía, como sabe
todo el que ha estado en el ejército, cuando un grupo de soldados marchan
"marcando el paso" (izquierda, derecha, izquierda, derecha) hacia un
puente construido con apresuramiento, el sargento ordena quebrar el paso
antes de llegar al puente, sobre todo si éste es frágil. ¿Por qué? Porque el
ritmo de todos esos pies, golpeando la tierra al mismo tiempo, emite una
vibración que tiene el poder de dañar o destruir la estructura del puente.
Mendelssohn llegó así a la conclusión de que los ejércitos con-
ducidos por Josué se acercaron a las murallas de Jericó "marcando.,el
paso": miles de pies golpeando la tierra al unísono, lo cual produjo una
vibración poderosa y particular en la Tierra. Por lo tanto, cuando Josué
(que tenía conocimientos metafísicos) hizo sonar una nota determinada en
el cuerno del Carnero, la combinación de los pies que marcaban el paso y
la frecuencia individual o tono de la estructura de la muralla, claramente
emitida por el cuerno, hizo que las murallas de Jericó respondieran y se
derrumbaran, cumpliendo a la perfección con una ley natural de la armonía.
Resulta agradablemente apropiado que un descendiente de un compositor,
un maestro de la música, haya descubierto esta verdad del sonido
relacionada con Josué.
Los mismos principios se aplican a ciertas frecuencias rítmicas de
sonido sagradamente entonadas por Osiris; poseían la poderosa energía
necesaria para mover grandes piedras, llevándolas por levi- tación al sitio
preciso para formar la Gran Pirámide de Giza.
Si la ciencia actual se niega a prestar atención a la lógica del
descubrimiento de Mendelssohn en cuanto a las murallas de Jericó (o a que
la pirámide fuera construida por medio de la levitación provocada por
sonidos musicales y encantamientos) podemos deducir que se debe a que
estos acontecimientos se produjeron hace

340
muchísimo tiempo, en la antigüedad. Pero eso no explica que los
muchachos del microscopio y la computadora sigan sin prestar atención a
la magia natural de los trinos y el moderno eidófono. Estos científicos aún
no logran entender las formas y radiaciones definidas que el sonido
produce en el éter, aun el de nuestras palabras pronunciadas, y quizá
especialmente ése. Sólo cabe disponer que alguien desgarre pronto las
vendas y las gafas oscuras de dogma que llevan puestas; de lo contrario, al
paso que lleva la tecnología actual, nos veremos arrojados, por alguna
explosión, a la Edad de Piedra, en las gloriosas alas de la ciencia, antes de
haber tenido la posibilidad de experimentar las maravillas de la nueva y
dorada Era de Acuario. Hay señales positivas de que el milagro necesario
podría ocurrir con el tiempo. Si leemos entre líneas los periódicos médicos
y científicos de los primeros años de esta década, existe la sugerencia de
que algún soñoliento Tercer Ojo comienza a despertar poco a poco.
Como mencioné en un capítulo anterior, aún poseemos la gracia
salvadora de la música compuesta por los "maestros", dirigida a las mentes
de los grandes compositores del pasado, que fueron canales puros, nacidos
con genio natural para la música.
Si estas conmovedoras sinfonías, las óperas y obras tales como "El
Mesías", la optimista música de los villancicos navideños y ciertos himnos
eclesiásticos antiguos ha sido canalizada, fue para guiar a los materialistas
humanos por el sendero de la iluminación gradual, en un sentido sutil,
subliminal, por medio de estas altísimas frecuencias vibratorias del sonido.
Hasta ahora han logrado siquiera ablandar a los salvajes humanos, quienes
necesitan más ablande que las supuestas "bestias salvajes".
Esta forma de iluminación se inició durante la oscura Edad Media,
gracias a la música sacra de la Iglesia Católica, y se incrementó en vida de
hombres tales como Mozart, Albinoni, Bach, Brahms, Mendelssohn,
Tchaikovsky, Puccini, Sibelius y una larga lista de nombres. El desarrollo
de los terráqueos por la "música de los maestros" recibió el apoyo del "arte
de los maestros", pues los Altos Poderes usaron el genio artístico de
pintores como Rubens, Miguel Angel, Rembrandt y Leonardo da Vinci
para canalizar las armonías del color y la forma hacia la mente humana,
junto con las armonías del sonido, por medio de la música. Armonizando
con la sinfonía de la iluminación llegaron los poetas, con Shakespeare a la
cabeza y, aun antes, con el drama griego y romano, que fue canalizado de
manera similar para arrojar la Luz de la armonía de la rima y el ritmo a la
oscuridad de la Tierra.
Sin estas impresiones armoniosas en el éter, manifestadas en forma de
música, arte y poesía, los "progresos" tecnológicos hechos por el hombre
habrían destruido hace tiempo toda la vida de este planeta, tal como amenazan
con hacerlo ahora. Pero una amenaza es sólo una amenaza. En el capítulo 5,
"Numerología", dimos las pruebas de que esto no terminará en la aniquilación.
Ya en 1987 ha emergido en Rusia un nuevo líder, Gorbachov, quien da muestras
de intentar sinceramente salvar las viejas desavenencias. Ojalá pueda realizarse
una auténtica comunicación, basada en el pleno reconocimiento de los errores
cometidos por ambas partes en el pasado, antes de que se lance el proyecto
favorito de ciertos locos, llamado "guerra de las galaxias". Así pudiera ser que
esta última demencia nuclear retornara a un libreto de Viaje a las Estrellas,
como corresponde... opinión compartida por cierto enemigo de la astrología, el
brillante astrónomo escorpiano Cari Sagan, quien quizás alcance aún el
esclarecimiento con respecto al mensaje de la verdadera astrología, madre
(como él bien sabe) de la astronomía.
El escorpiano Sagan sabe que los grandes astrónomos del pasado, tales
como Johannes Kepler, Galileo, Copérnico, Newton y Tycho Brahe, constructor
del primer observatorio del mundo occidental, eran en realidad astrólogos, que
nunca oyeron pronunciar la palabra "astronomía". ¿Verdad, Cari? Tal vez algún
día nos sentemos a tomar el té y podamos discutir el tema. Como he dispuesto tú
conversión, no tienes opciones. La astrología necesita de mentes como la tuya.
Y te felicita por ir a la cárcel por haber hablado contras las pruebas nucleares.
Mientras tanto, no olvides que fue Johannes Kepler, genio indiscutible,
como tú mismo has reconocido, quien escribió en sus notas que: "En mí,
Saturno y el Sol trabajaron juntos en el aspecto sextil... trepar montañas, avanzar
a tropezones sobre campos y cuestas pedregosas... esas cosas me encantan. Mi
destino es similar: donde otros desesperan, el dinero y la fama vienen a mí,
aunque en modesta medida... y encuentro oposición... la verdadera astrología es
un testimonio santo de la gloriosa obra de Dios, y yo, para empezar, no deseo
deshonrarla." Supongo que has notado que califica su afirmación con las
palabras "verdadera astrología", Cari. Las mismas que acabo de mencionar.
Con respecto a mi sugerencia de arrojar el concepto de "guerra de las
galaxias" a un libreto de Viaje a las Estrellas, sitio que le corresponde, me
apresuro a asegurar a mis lectores fanáticos de esa serie que yo también la
adoro, exceptuando las guerras violentas que a veces estallan en el espacio.
Estoy segura de que el capitán Kirk está de acuerdo conmigo, para no
mencionar a Spock, cuya cabeza, aunque extraña, está muy bien asentada;
necesita esas enormes orejas para escuchar los sonidos del silencio en el
cosmos, que vibra con los colores y los acordes palpitantes de Pax et Bonum en
las ondas lumínicas de más alta frecuencia, que él percibe con tanta afinación.
Con el correr del tiempo llegará a percibir la frecuencia, aún más alta, de la
emoción del amor. En realidad, ya la percibe, sólo que finge no oír. Está
esperando a su Yo Gemelo. Como he dicho, la extraña cabeza de Spock está
muy bien asentada y su corazón, tan grande como sus orejas, está bien alineado
con el resto de su persona. Se comunica con los delfines y hasta escribe poesía.

343
Todo el mundo sabe que nadie puede ser poeta sin vibrar con la armonía del
amor.
Simplemente, a Spock no le excitan esas mujeres espaciales de
minifalda que abanican con sus largas pestañas el aire del Enterprise. Sé lo
que digo, pues uno de mis gurúes personales (que también lo fue, por
mucho tiempo, de Gene Roddenberry, productor y escritor de Viaje a las
Estrellas), el doctor Charles Arthur Musés, fue el asesor entre bambalinas
de los primeros capítulos y sembró importantes conceptos dramatizados en
la serie, tal como los alienígenas benignos en "Misión Tierra", uno de los
favoritos entre los adictos a esa obra.
He aquí otro ejemplo fascinante de la sincronización y la armonía
del universo, que cubre todos los sentidos, incluido el sexto, el color y el
sonido, así como casi todas las otras frecuencias vibratorias conocidas.
Hasta donde puedo asegurarlo, este experimento aún no ha sido intentado
ni investigado, pero merece la seria atención y el estudio de los científicos
de la Nueva Era.
Cuanto hay sobre la Tierra de carácter material tiene su origen en los
planetas. (Esto no fue siempre así; sólo comenzó en determinado momento,
pero también éste es tema para libros posteriores.) Cada planeta y cada
luminaria vibra según un número determinado, el número, según un color,
el color, según un mineral y un metal... una flor... una nota o tono
musical... etcétera. Cada planeta y cada luminaria posee su propia
frecuencia individual, como tú y yo, la biblioteca pública de tu vecindario
y cada canal de televisión, como el pomelo que comes por la mañana, el
refrigerador donde lo mantienes fresco y las copas que guardas en el
armario. Los platos también.
La frecuencia sencilla, aumentada diez veces, participa en el
experimento iniciado con una de las luminarias o los planetas. Puesto que
estoy más familiarizada con Marte, por ser el regente de mi signo solar,
ilustraré con él mi ejemplo de esta intrigante vibración múltiple de una sola
frecuencia.
Funciona de un modo similar, pero individual, referida al color, la
nota musical, la piedra preciosa, el metal, la hierba, la flor, etc., con el sol,
la luna y otros planetas o estrellas. La palabra planeta proviene de un
vocablo del griego antiguo que significa "estrella errante" (los planetas se
mueven, las estrellas fijas no). Por lo tanto, cualquiera de los dos nombres
es correcto, aunque modernamente se usa más "planeta". Me gusta lo de
"estrella", sobre todo si hablamos de "estrella errante".
Antes de describir el experimento debo disculparme sinceramente (y
con cierta incomodidad) por un error cometido en mis dos últimos libros,
Sun Signs y Love Signs, en los cuales mencioné al diamante como la gema
que vibraba según Marte-Aries y el rubí (junto con el ónix) como la que
vibra con Saturno-Capricornio. A los Carneros nos cuesta admitir un error,
pero al menos somos francos y lo hacemos directamente, sin dar vueltas
inútiles. Me basé en una antigua obra de astrología, que ha demostrado ser

344
digna de confianza en todo sentido, exceptuando ese detalle en particular.
No hace mucho, el doctor Charles Musés, uno de mis Avatares-Adeptos de
impecable autoridad, me llamó la atención sobre el error. No me queda
sino ruborizarme, pedir sinceramente disculpas y corregir el error aquí
mismo. £'
La verdad, el hecho metafísico, es que el diamante vibra con
Saturno-Capricornio y el rubí, con Marte-Aries.
Cualquier Carnero comprenderá por qué acepté el error de aquella
antigua obra, diciendo que el diamante vibraba con la frecuencia de Marte.
El diamante es "la sustancia más dura conocida por el hombre", y a
nosotros, los Carneros, nos gusta creernos muy duros.
Sin embargo, hasta los carneros debemos admitir que el viejo y frío
Saturno, regente de Capricornio, con su pétrea cara, es más duro aún, sí.
Pero sólo en el sentido material de la sustancia. Después de todo, una roca
es una roca. Por lo tanto me rindo, como manso corderito, a la superior
sabiduría esotérica de mi adepto-gurú, y devuelvo "mi" diamante al rígido
papá Saturno.
La verdadera gema de Marte es el rubí. El color es lógico, por cierto.
Oh, bueno, los rubíes son más bonitos que los diamantes. Los diamantes
son demasiado gélidos, con tanto brillo ártico. Los rubíes son más cálidos,
más apasionados.
Pero ¡adivinad, compañeros de Aries! Nuestro marciano rubí

345
se usa en el láser, que es el único poder capaz de atravesar "la
sustancia más dura conocida por el hombre": el viejo diamante de
Saturno, hacer trizas la estricta disciplina saturnina con su típica
penetración agresiva. ¡Listo! Saturno no ganó, después de todo.
Estamos empatados.
Por desgracia, Saturno-Capricornio, con esos condenados cuernos de
cabra, se lleva la victoria final. Me fastidia confesar que,
numerológicamente hablando, Saturno vibra con el número 8, mientras que
Marte vibra con la fuerza vital 9. Y si sumas la doble serpiente del 8
saturnino al 9 de Marte, obtienes 17. Si has leído el capítulo de
numerología, sabrás lo que esto significa: acabamos sumando el 1 y el 7 y
obtenemos otra vez el 8 de Saturno. ¡Maldición! Oh, bueno, los últimos
serán los primeros, como queda dicho. Marte acabará por ganar, ya lo
verás.
De cualquier modo, aún puedes usar el ónix para Saturno, pues es,
decididamente, la gema secundaria de ese planeta, después del... diamante.
Por último, pues, he aquí la vibración múltiple de frecuencia simple
de Marte, ahora que he purgado mi falta anterior para con mis lectores.
Prometo alterar la referencia en mis libros en la primera oportunidad.
Marte vibra con el número 9, que vibra con la frecuencia del color
rojo carmesí, que vibra con el hierro, que vibra con el poderoso rubí, que
vibra con el ajo y la cebolla, que vibra con la margarita, que vibra con el
día martes, que vibra con el mes de abril, que vibra con la nota musical o
tono de do mayor.
Ahora bien, supuesta y teóricamente, si uno reuniera a nueve arianos
nacidos en día martes, 9 de abril, y los pusiera en una misma habitación en
día martes, nueve de abril, todos vestidos de rojo carmesí de pies a cabeza,
con paredes y cielo raso pintados de ese color, filtros rojos en las luces,
montones de margaritas, ajo y cebollas en abundancia (¡aj!) y un gran
cuenco de... ejem, rubíes (y guardias de seguridad, supongo, ante la puerta
de la habitación); si todos ellos usaran también rubíes, si el cuarto estuviera
lleno de muebles de hierro y si, por añadidura, se tocara un acorde de do
mayor con un instrumento musical, que podría ser un violín, sosteniéndolo
por 27 segundos (lo cual se reduce a 9)... todos los presentes en la
habitación se levitarían instantánea y simultáneamente. ¡Hasta el techo
mismo!
El motivo de esta teoría de la levitación se basa en el gran aumento
de la intensidad de esa frecuencia vibratoria individual. Otra vez la
armonía. Sería un experimento interesante, sin duda alguna. Naturalmente
haría falta alguna investigación previa y un poco de cooperación por parte
de Tiffany para que prestara los diamantes... perdón, los rubíes.
Hay infinitas demostraciones de la bella sincronización del
Universo, que fluye de la armonía del color, el sonido y los ritmos
palpitantes así puestos en movimiento, en todas las facetas imaginables de
la vida. Hay también esquemas discordantes, pero las notas desafinadas de

346

1
la sinfonía son pequeñas, por fortuna, y los acordes armoniosos se bastan y
sobran para equilibrarlas.
Hasta las palabras escritas siguen un esquema armónico individual,
sin conocimiento consciente del escritor. He aquí una estadística computada
que quizá te interese. (Las computadoras están demostrando muchas
armonías y . sincronizaciones del mundo que nos rodea. Mientras los
humanos no se den cuenta de que sus cerebros son computadoras
inmejorables, las mecánicas tendrán que seguir esclareciéndonos.) Los
investigadores han descubierto, por medio de la computadora, los extraños
patrones de las palabras escritas. Un ejemplo es que el estupendo y
respetabilísimo vocabulario de Shakespeare se extendía a 29.060 palabras
utilizadas en su obra completa. Sin embargo, sólo cuarenta de ellas
componen el cuarenta por ciento de sus obras. ¡Imagínate! Cuarenta pobres
palabras, encargadas de ejecutar casi la mitad de una tarea para la que se
emplea a 29.060 trabajadores. ¿No sientes compasión por esas desdichadas
cuarenta palabras? Tal vez habría que considerar ese exceso una bendición,
no una maldición. "Muchos son convocados, pero pocos, elegidos." Con
tanta evidencia armónica, uno se siente tentado a creer que las palabras son
entidades con mente propia. Después de leer el próximo capítulo, confío en
que lo creerás.
He aquí otra sorprendente simetría descubierta por las com-
putadoras. Un brillante profesor de Harvard, que tenía el curioso nombre de
George Kingsley Zipf (1902-1950), decidió comprobar en la computadora
los patrones de población de las cincuenta ciudades más grandes de EE.UU.
Comenzó en el año 1930, cuando la ciudad más poblada era Nueva York
(sigue siéndolo, por supuesto). La segunda ciudad tenía una población
equivalente a la mitad de la de Nueva York. La tercera tenía un tercio de la
población de Nueva York... y así sucesivamente, hasta llegar a la
decimoquinta, cuya población equivalía, increíblemente, a la decimoquinta
parte exacta de la población de Nueva York. Ese tipo de serie, un medio, un
tercio, un cuarto, etc., se llama (adecuadamente) armónica.
De ésta y otras investigaciones posteriores nació lo que muchos
investigadores y experimentadores de la computación llaman Ley de Zipf.
La Ley de Zipf ha demostrado que cualquier asignación de recursos, se trate
de población humana, palabras en libros, máquinas de escribir en negocios,
maestros de preescolares, videograbaciones o herramientas en un maletín,
caerán a su debido tiempo en una disposición armónica.
Eso haría acallar a los que aún ridiculizan la ley de la armonía o no
creen en la sincronía del universo, sobre la que escribía el doctor Cari Jung,
inspirando a los dubitativos Tomases un saludable respeto por estos ritmos
invisibles que palpitan sin cesar a nuestro alrededor.
Meditar sobre estas maravillas es un excelente ejercicio para el
Tercer Ojo (la glándula pineal) y ayuda a conectarlo con la glándula
pituitaria, unión que otorga una notable penetración. Medita sobre esta
magia por la noche, mientras te quedes dormido. También descubrirás que,

347
si te concentras intensamente en algo, en cualquier cosa, en el momento
flotante entre el sueño y el despertar (entre el mundo físico y material y los
reinos astrales) por la mañana, al despertar, te vendrá a la mente con toda
claridad la respuesta o la solución perfecta a lo que te preocupaba en el
momento de acostarte. Inténtalo y verás que resulta.
Tu Yo Superior sólo necesita una orden tuya para ejecutar todo tipo
de "trucos" mágicos, así como imaginar la hora exacta en que quieres
despertar por la mañana al quedarte dormido (si no tienes despertador) se
grabará en tu Yo Superior, que ve el paso del tiempo con tanta claridad
como tú, con la visión física, en la faz del reloj. El se encargará de
despertarte a la hora exacta. Yo uso mucho ese recurso. ¿Nunca lo has
probado? La técnica más efectiva es imaginar vividamente la faz del reloj,
con las manecillas puestas en la hora a la que quieres despertar. Tu Yo
Superior, que ve con más claridad que tus ojos físicos, verá las manecillas a
la hora debida y te despertará con suavidad y exactitud.

348
PERCEPCION CELULAR PRIMARIA

Otro modo de expresar la armonía o la sincronización del universo


es hablar de la Unidad del Universo.
Esa Unidad del Universo es lo que estudia y observa mi amigo
Cleve Backster, de San Diego, California, que antes vivía en Nueva York.
Por mucho tiempo, la ciencia ortodoxa se burló de los inspirados
experimentos de Cleve, pues se referían a materias (y no-materias) que los
científicos no podían ver, oír ni tocar con sus cinco sentidos. Raro es el
científico que ha activado el sexto sentido de la intuición sensible,
conducente a la verdad. Sin embargo en Cleve, que se parece bastante a
Spock, ese sentido estaba ya bien afinado el día en que nació, bajo el
curioso signo de Piscis. Finalmente, hasta la respetabilísima y
ultraconservadora Asociación Americana para el Progreso de la Ciencia
(AAPC) se ha visto obligada a reconocer la importancia de sus trabajos
como pionero en el terreno de la investigación celular y, aunque con cierta
renuencia, le ha dado el justificado título de "Padre de la Percepción
Celular Primaria".
Cuando se le invitó a pronunciar un discurso ante este augusto grupo
en la ciudad de Nueva York, hace algunos años, Cleve, con su sutil y
neptuniano sentido del humor (parte del sexto sentido) dijo a este público
de científicos, después de haber sido debidamente presentado como padre
de la percepción celular primaria: "Por el modo en que ustedes han estado
recibiendo mi investigación, me siento, antes bien, su madre soltera."
Ante todo, puesto que no hay de qué avergonzarse (quizá sí para
alegrarse), deberíamos comenzar por decir que Cleve no posee ningún
diploma universitario ni ha cursado el doctorado de ninguna "disciplina"
científica. Aunque estudió ingeniería civil, agricultura y psicología en la
Universidad de Texas, Texas A&M y el colegio Middlebury de Vermont,
le falta aprobar aproximadamente un semestre para recibirse. Sin embargo

349
posee un alto grado de percepción sensible, lógica y sentido común (el
cual, por supuesto, no es tan común).
Cuando tu Tercer Ojo está bien abierto y funciona tan efectivamente
como el de Backster, una educación universitaria ortodoxa es más estorbo
que ayuda, pues bloquea el pensamiento claro y restringe la imaginación.
Así como Abraham Lincoln llegó a ser abogado, así Cleve es,
principalmente, autodidacta. Aun sin cursar un doctorado, es preciso leer y
estudiar muchísimo, pero obtienes más conocimientos legítimos si estudias
lo que te interesa apasionadamente que si te ves obligado a tomar cursos
por indicación de otros, sólo porque así se hacía en décadas atrás, en un
mundo que era completamente distinto. La Era de Acuario ha cambiado
todas las reglas.
La mayoría de quienes han descubierto o inventado conceptos que
aceleraron la evolución de la Tierra no poseían el pergamino que muchos
siguen considerando imprescindibles en el éxito profesional. Pero verse
privado de ese gran diploma puede resultar una gran ventaja. Vamos a
convertirlo en Gran Ventaja.
Si Cleve Backster, el padre de la percepción celular primaria, no se
hubiera visto "privado" de un diploma universitario en alguna "disciplina"
científica, quizá nunca habría engendrado este milagroso "vástago",
destinado a cambiar el proceso básico de pensamiento de la cínica ciencia
moderna... ¡y eso es lo que está haciendo, sin duda alguna! Así, los
científicos de todo el mundo, por no hablar de ti y de mí, jamás habrían
sabido que no puedes cortarte un dedo sin que se enteren los zapallitos y el
apio que tienes en el refrigerador... o, más poéticamente, que "no puedes
tocar una flor sin que tiemble una estrella".
Siempre hay una compensación para toda maldición visible, capaz
de convertirla en una bendición. Como en el viejo cuento de hadas: ¿cómo
habría podido el apuesto príncipe enterarse de que la princesa lo amaba de
verdad, si un malvado hechizo no lo hubiera transformado en un feo sapo,
si ella no lo hubiera besado en ese estado, sin siquiera saber que se trataba
de un problema pasajero? ¿Estoy hablando como Poliana? No importa:
Poliana tenía muy buenos conceptos de la felicidad. Pienso que este asunto
de la falta de diploma no tiene por qué afligir a los graduados de la escuela
secundaria que, por motivos económicos, no han podido inscribirse en la
universidad. Los así "privados" deben recordar que Alejandro Magno había
conquistado el mundo antes de cumplir los dieciocho años, sin tomar nunca
un curso de "conquista".
Cleve Backster, que ahora tiene renombre mundial por haber
desafiado el escepticismo de la ciencia con respecto a la percepción celular
primaria, inició su campaña de investigación en las primeras horas del día 2
de febrero de 1966, el día de la Marmota (día en que, según la creencia
popular norteamericana, la marmota sale de su madriguera y, si arroja

350
sombra en el suelo, vuelve a su hibernación, pues un 2 de febrero soleado
anuncia la prolongación del invierno), muy apropiado para el vulcano con
orejas de duende que, a mi modo de ver, podría ser Spock de incógnito
(periódicamente lo acuso de eso).
Un día en que Cleve estaba sentado en su laboratorio de la
Fundación Investigadora Backster de Nueva York (ahora localizada en San
Diego), perdido en sus ensoñaciones neptunianas, echó un vistazo casual a
una gran planta que crecía en el rincón del laboratorio y que, posiblemente,
estaba manteniendo una amistosa conversación con él en el plano astral por
el que correteaba en esos momentos. Para ser exacta, el nombre científico
de esa planta es Dracaen massangecina. Como nuestro simpático pisciano
la vio algo caída, decidió regarla. Y mientras iba en busca de agua se
preguntó, súbitamente, cuánto tiempo tardaría el agua en llegar desde lgs
raíces hasta las hojas, puesto que parecía tan desesperadamente sedienta.
Por lo tanto, después de regarla conectó un par de electrodos de polígrafo a
una de las hojas, sin duda sintiéndose un poco tonto (cosa que no habría
aceptado ningún científico ortodoxo); luego esperó a ver si la humedad,
gradualmente, cambiaba el nivel de resistencia de la planta lo suficiente
como para que el polígrafo lo registrara.
Hasta donde pueden sorprenderse los piscianos, se llevó una buena
sorpresa al detectar un patrón de reacción inmediato en la planta, ya más
reanimada, que se parecía mucho a la reacción de un humano bajo un
estímulo emocional. A continuación se preguntó, con creciente entusiasmo
y más curiosidad, si la planta registraría también en el papel del polígrafo
una respuesta "humana" a cualquier amenaza contra su seguridad y
bienestar, y decidió tratar de quemarle una hoja.
Lo que ocurrió entonces fue muy afortunado; francamente, dudo que
nuestro tierno Pez hubiera podido llevar a cabo aquel dañino ataque contra
su Dracaena mimada. No hizo falta, pues aun antes de que pudiera
encontrar un fósforo (no usa mechero, pues no fuma, aunque es tolerante y
no como esos dictadores paranoicos e histéricos) antes de que pudiera
encontrar un fósforo... Dejemos que Cleve lo cuente con sus propias
palabras: "En el mismo instante en que concebí mentalmente la imagen del
fuego, la pluma del polígrafo enloqueció y saltó fuera del gráfico. Eso sí
que me dio un sobresalto."
Era obvio que la planta, mediante alguna comunicación celular
primaria, había percibido la amenaza contra su seguridad. Desde ese
histórico día de la Marmota, Cleve ha realizado cuidadosamente cientos de
observaciones, como él las llama, en un esfuerzo intenso y concentrado para
hallar más pruebas de la percepción celular primaria, no sólo en la vida
vegetal, sino en frutas y verduras, huevos frescos, cultivos de moho, yogurt,
células sanguíneas humanas, muestras de tejido y hasta espermatozoides.
Backster ha demostrado que las plantas domésticas registran una

351
visible aprensión cuando pasa un perro (¿tal vez por haber sido "bautizadas"
por algún canino descuidado?) y también reciben señales de las células
moribundas de la sangre medio seca brotada de un dedo cortado por
accidente. En realidad, es de igual importancia como prueba de la Unidad
del Universo el hecho de que respondan a las señales de inquietud
despertadas en cualquier célula de cualquier miembro de la comunidad
viviente. Más aún, Cleve ha descubierto que las plantas pueden recibir
señales del pensamiento humano a través de considerables distancias. Han
registrado "placer" en el momento en que Cleve, a veinte o veinticinco
kilómetros de distancia, pensó en volver para regarlas.
Los sentimientos y las imágenes experimentadas individualmente por
las plantas y recibidas de otros por ellas no consisten en palabras
articuladas, por supuesto. No han tomado ningún curso audiovisual de
idiomas; por lo tanto, no comprenden palabras tales como "te están por
quemar una hoja" o "Espera un poco; ya sé que tienes sed, pero voy a
buscar agua. Posdata: te amo." Pero cuando quien pronuncia esas palabras
imagina esos actos, la traducción a sensación de amenaza, consuelo o afecto
es inmediata y directa.
Si Backster ha llamado "primario" a este fenómeno es porque tal
percepción se aplica a todas las células que ha monitorizado, cualquiera sea
su función biológica. Ha descubierto respuestas similares en la ameba, el
paramecio y todos los otros organismos unicelulares que ha probado. Ha
intentado infructuosamente bloquear el intercambio de señales mediante
una pantalla Faraday, cajas aislantes y envases con interior de plomo. De un
modo u otro, la comunicación continúa sin interrupción, tal como ocurre
cuando se realizan intentos de bloquear la comunicación invisible entre
seres humanos en experimentos de percepción extrasensorial. La conclusión
a la que ha llegado Cleve, con una expresión moderada muy digna de
Spock, es que "por asombroso que parezca, parece existir una señal de
fuerza vital que vincula a toda la creación."
Lo asombroso en la actualidad será mañana cosa de todos los días. Los
humanos no tardan en habituarse a los milagros. Los descubrimientos antes
apabullantes de la electricidad, la radio, el teléfono y la televisión son hoy tan
comunes como jugar a las canicas. Nadie cae de rodillas, maravillado, al
atender el teléfono, encender la radio o conectar el televisor para que aparezcan
imágenes "mágicas" en la pantalla. La gente se aburre de la magia casi de
inmediato. Pero tal vez sea eso lo que impulsa al Espíritu humano siempre
hacia adelante, siempre hacia arriba, en busca de nuevas magias, en busca de
nuevos milagros.
Algunos de los descubrimientos de Cleve son divertidos, pero
igualmente importantes en cuanto a su significado; un ejemplo es el soponcio
de las hortalizas. Se conectan electrodos a tres tipos diferentes de verduras
frescas. Luego alguien (Cleve no, pues siente demasiada compasión por sus

352
nuevos amigos) elige una de esas tres hortalizas para dejarla caer en agua
hirviente, como se hace en los restaurantes con las pobres langostas vivas. La
hortaliza seleccionada "se desmaya" aun antes de que la toque, en cuanto es
mentalmente seleccionada; es decir: el polígrafo registra un súbito movimiento
hacia arriba, seguido por una abrupta línea recta que indica "inconsciencia".
Las otras verduras continúan sus garabatos gráficos sin interrupción... hasta que
la infortunada compañera cae en el agua hirviente; entonces responden con una
empática agitación. Los huevos también "se desmayan" cuando se decide
recogerlos y romperlos; registran una respuesta "nerviosa" similar cuando se
rompe otro huevo a poca distancia.
Este descubrimiento es muy consolador para mí, puesto que detesto
triturar zanahorias para hacer jugos, cortar tomates, etc. Ahora sé que caen en
una especie de coma anestésico en cuanto "comprenden" lo que les va a pasar;
por lo tanto, no "sienten" nada. Cleve opina que uno debería notificar
previamente a la comida que está a punto de convertirse en parte de la cadena
alimenticia, a fin de que pueda entrar en un coma indoloro y protector. Es lo
que solían hacer los antiguos monjes tibetanos: disculparse en voz alta ante los
alimentos antes de prepararlos o comerlos. Espero que esas pobres langostas
tengan tiempo de desmayarse antes de ser hervidas vivas.
Antes de abandonar el tema del "soponcio": una tarde Cleve recibió en
su laboratorio de Nueva York, donde realiza todas sus investigaciones, la visita
de una dama de cierta universidad del Canadá, que se dedicaba a la botánica y
"trabajaba con plantas". Tenía curiosidad por observar una de las
demostraciones con vegetales. Aunque a Cleve no le gusta este tipo de cosas,
pues nunca sabe cuánto de negativo y también de escepticismo puede haber en
la mente del observador, capaz de provocar un cortocircuito en la
demostración, le dio cortésmente el gusto, aunque con algunas reservas.
A la hora asignada para la demostración, la mujer llamó a la puerta.
Cleve la hizo pasar y la condujo directamente adonde estaban las plantas.
Mientras ella se sentaba a mirar, él conectó electrodos a varias de las plantas y
esperó. Siguió esperando. No había señales, ni siquiera de "soponcio". Las
agujas no se movían en el polígrafo.
CleVe, con una mezcla de bochorno, fastidio e intriga (nunca antes había
visto semejante falta de respuesta), pasó un rato trabajando con los electrodos
y, finalmente, renunció. Las plantas no querían "hablar". Habían cortado toda
su comunicación... y punto. Eso era todo. Cleve se dijo que, si se habían
"desmayado" debía de haber ocurrido antes de que él las conectara,
probablemente en el momento en que la mujer había llamado a su puerta... con
algún pensamiento errabundo flotando en su mente. Pero ¿qué clase de
pensamiento errabundo? Pronto lo veremos.
Después de conversar cortésmente por algunos minutos, Cleve preguntó
a su visitante qué tipo de trabajo hacía en la universidad. Ella respondió
alegremente: "En general, reúno plantas, las llevo al laboratorio, las pongo en el

353
horno y las horneo para obtener su peso neto." Misterio resuelto: las asustadas
plantas habían captado, por el extraño Código Morse de la percepción vegetal,
que al laboratorio acababa de entrar "la bruja malvada", que quizá quisiera
convertirlas en cosas secas. Por lo tanto, se habían "desmayado" en una trémula
mezcla de miedo y autodefensa. En cuanto la mujer abandonó el laboratorio,
Cleve, muy preocupado, volvió a sus traumatizadas plantas; allí estaban,
trazando otra vez sus normales diseños de "tranquilidad" en el papel del
polígrafo, pasado ya el susto.
Naturalmente, esto es divertido, pero también de gran importancia. Las
plantas pueden, en verdad, absorber todo tipo de cosas en el aura emocional de
los humanos que se les acercan.
Tal como he mencionado un par de veces, la palabra simultaneóles
contiene la frase no time (sin tiempo). La fuerza vital de la comunicación tras la
percepción celular obviamente viaja más de prisa que la luz, puesto que las
respuestas de las plantas son, invariablemente, simultáneas con el pensamiento
que ocupa la mente del humano o con el trauma sufrido por cualquier cosa
viviente.
Backster ha llevado a cabo tantos cientos de pruebas, demostraciones y
observaciones, cada una más excitante que la anterior, que no es posible incluir
una descripción detallada de todas ellas en este capítulo. Pero he aquí algunas
más, brevemente explicadas.
Un huevo no fertilizado puede responder con pulsaciones que coinciden
con el latido cardíaco de un embrión de pollo, aunque ni siquiera bajo el
microscopio se detecte en el contenido el más mínimo rastro de una división
celular que justifique esas pulsaciones. Es una prueba más de que la
fecundación masculina no rige la vida, sino que la vida en sí está regida por el
principio o esencia femenina, que posee la simiente sutil de la vida futura, aun
antes de que el principio femenino entre en la escena. Es también evidencia de
que los objetos materiales, las cosas o las personas existen como impresión en
el éter antes de materializarse en elemento físico, mediante el uso de energías
superiores, el gallo al acoplarse con una gallina es sólo una de esas energías...
pero el hecho futuro ya está presente en el aura femenina.
En su experimento original publicado, Cleve instala un artefacto
automático en un cuarto separado, cerca de su laboratorio; este aparato debe
arrojar diminutos camarones de agua dulce en agua hirviente, a intervalos
irregulares. Las plantas conectadas a electrodos, en el laboratorio, reaccionan
con intensa agitación sobre el papel del polígrafo en cuanto los camarones
tocan el agua hirviente.
Antes de darte un ejemplo final de las observaciones de Backster, me
gustaría que imaginaras su laboratorio de San Diego. Está lleno de seres vivos,
desde peces hasta anguilas eléctricas; hay plantas por doquier, equipos de
televisión por circuito cerrado, microscopios y acuarios de vidrio. Un ET de
juguete, el conocido extraterrestre, contempla todas las operaciones; fue un

354
regalo mío, para conmemorar cierto día de la Marmota. Es preciso pisar con
cuidado cuando se recorre el laboratorio para examinar las plantas y las otras
operaciones de alquimia que allí se llevan a cabo; si no andas con cautela,
podrías pisar a la gran tortuga que se pasea perezosamente por donde se le
antoja... a veces, jugando a las escondidas desde su caparazón con Sam, su
compañero de juegos; es el ultrain- teligente y arrogante gato siamés de Cleve.
Cada vez que entro allí me vienen a la mente los versos de Lewis Carroll:
"¿Quieres darte algo de prisa?”, dijo el pez al caracol. "Que me sigue una
marsopa y me va a dejar rabón." Podemos cambiar marsopa por tortuga, pues
Sam se pasa la vida provocando a ese pobre animal con su cola, de maneras
diversas y llenas de inventiva. Algún día la tortuga acabará por dejarlo rabón.
¡Miau!
He aquí otro de los experimentos de Backster, de gran importancia para
la Unidad del Universo, aunque a Cleve no le guste y prefiera no presenciarlo.
Oficiales de policía y estudiantes de varios estados han observado el
siguiente procedimiento. Seis de los oficiales echan a suerte para determinar
quién será el "asesino". El así elegido arranca de raíz a una de dos plantas que,
durante semanas o meses enteros, han estado "empatizando" una junto a la otra.
El "asesino" desgarra las hojas de la planta arrancada y aplica otras muestras de
violencia a su pobre víctima. Pocas horas después, cinco de los oficiales entran
en el laboratorio, de a uno, al sitio en donde está la "planta testigo", conectada a
un electrodo. La planta continúa con sus trazos individuales normales en el
gráfico, sin delatar reacción alguna. Pero cuando entra el oficial que asesinó a
su amiga, la planta testigo reacciona con una intensa respuesta de "agitación".
Un oficial de policía que presenciaba una de estas demostraciones se
rascó la cabeza, murmurando: "¡Por Dios! ¿Le parece a usted que un día de
éstos declararán a alguien culpable de asesinato basándose en el testimonio de
una petunia?"
Temo que sí, oficial. Estamos en la Era Acuariana. La planta testigo
daría la misma respuesta si se asesinara ante sus "ojos" a un ser humano, pero
Cleve, como es de suponer, no tiene intención alguna de demostrar también
eso. Sin embargo, a los detectives de homicidio que estén tomando huellas
digitales en el escenario de un crimen, bien les convendría echar un vistazo por
si hubiera alguna planta en la habitación; podrían llevarla al laboratorio de
Backster para que se la sometiera a prueba delante de cualquier sospechoso, en
una especie de reconocimiento. Los resultados, aunque no tuvieran validez
legal, serían cuanto menos... interesantes. Lo mismo ocurriría con una planta
doméstica muy amada que presenciara un castigo abusivo a una mujer o a un
niño. Las posibilidades son infinitas.
He aquí sólo unos pocos ejemplos de las observaciones de Backster, que
van desde camarones y huevos a células de sangre humana y espermatozoides,
todos los cuales "reconocen" a sus donantes. Si quieres saber algo sobre la obra
de Cleve, ha sido parcialmente descrita en un libro fascinante: "The Secret Life

355
of Plañís", de Peter Tompkins y Christopher Bird, pero se proyecta publicar en
un futuro cercano un libro más documentado, donde se incluirán los
interesantes aspectos humanos, además de los detalles técnicos de la
investigación.
En el pasado se ha atribuido la acción a distancia a fuerzas de gravitación
originadas en las luminarias y los planetas, cosa correcta. Sin embargo, la
investigación de Backster sobre la percepción celular primaria revela que es
también una característica de un campo no material, en el cual el campo de
gravitación es localizado por el crecimiento de las plantas. Lo más importante
de esta investigación (que, pese a sus grandes adelantos, está aún en pañales) es
que ha dejado establecido firmemente el hecho de que las plantas son seres
sensibles, pues poseen algo que sólo puede llamarse "sentimientos".
Las plantas son criaturas sin sistema nervioso; por lo tanto, dependen de
las auxinas que frabrican para lograr el crecimiento, el fototropismo, etc. Sin
embargo, Cleve ha demostrado que presentan respuestas empáticas definidas
ante los hechos benéficos o malignos que afectan a las células vivientes de
animales, humanos y otras plantas en su vecindad... y a distancia.
Como las plantas carecen de órganos "sensoriales", sus respuestas a los
sentimientos no pueden ser definidas como impresiones sensoriales. Deben ser
clasificadas como prueba de una fuerza vital aún insospechada y no reconocida
por los científicos ortodoxos, pero conocida desde hace milenios por los
metafísicos. ¿Cuál es esa fuerza vital, exactamente? Un acorde musical aún no
percibido... un espectro de color, todavía invisible, que espera el des-
cubrimiento humano, pero que opera en perfecta armonía hasta que ese
descubrimiento sea efectuado por terráqueos de buena voluntad.
El doctor Arthur Galston, fisiólogo de Yale, especializado en plantas, ha
criticado abiertamente durante años, no sólo los descubrimientos de Cleve
Backster en cuanto a la percepción celular primaria, sino la unidad del
Universo en sus diversas facetas. Según las citas, ha dicho que estas armonías
de comunicación son "tonterías perniciosas". Cuando leí esa frase por primera
vez, su vi- triólico colorido me sonó extraño en el oído interior, por lo tanto,
resolví acudir a mi viejo amigo, el diccionario.

tontería: nadería: dicho sin importancia. pernicioso: perjudicial y


dañoso.

Señor doctor Galston, con el debido respeto: ¿Cómo puede ser una
nadería sin importancia algo perjudicial y dañoso? Pobre

hombre, no debemos ser demasiado duros con él sólo porque no domine


correctamente el lenguaje. Todos cometemos errores. Quizá queda disculparse
por no tener mucha instrucción; ha estado demasiado atareado entrometiéndose
con los órganos de las plantas, y volando de un seminario a otro para verter sus

356
jugos agrios sobre la investigación milagrosa de la Era Acuariana; por lo tanto,
no ha tenido tiempo para estudiar debidamente los periódicos científicos.
Si el buen doctor hubiera leído mi primer libro, Sun Signs (cosa
altamente improbable) sabría que existen varios descubrimientos fascinantes, y
estaría preparado para el tipo de revelaciones hechas por la investigación de
Backster. He aquí algunos ejemplos.
Puesto que el doctor Galston ridiculiza con frecuencia a la astrología: en
1953, el doctor Frank A. Brown (h.), de la universidad del Noroeste, hizo un
descubrimiento asombroso mientras experimentaba con la "fisiología" de
algunas ostras. La ciencia ortodoxa había supuesto siempre (mediante la
"cuidadosa" metodología del doctor Galston) que las ostras se abrían y se
cerraban según el ciclo de las mareas de su lugar de origen. Pero cuando el
doctor Brown llevó sus ostras desde las aguas de Long Island a un tanque de
Evanston, Illinois, ocurrió algo extraño.
El nuevo habitat se mantenía a temperatura estable e iluminado con una
luz mortecina e invariable. Durante dos semanas, las ostras trasladadas abrieron
y cerraron sus conchas al ritmo de las mareas de Long Island, a mil quinientos
kilómetros de distancia. De pronto se cerraron con brusquedad y así
permanecieron por varias horas.
En el momento en que el doctor Brown y sus ayudantes iban a dar por
cerrado el caso de las ostras enfermas de nostalgia, algo extraño le ocurría a
Cleve Backster: era el día de la Marmota de 1966. Inesperadamente, las
conchas volvieron a abrirse de par en par, para asombro del doctor Brown.
Exactamente cuatro horas después del momento de la marea alta en Long
Island, pero en el momento en que hubiera debido haber marea alta en
Evanston, Illinois, si ese lugar estuviera sobre la costa marítima, se inició un
nuevo ciclo.
Las ostras estaban adaptando su ritmo a la nueva latitud geográfica,
pero, ¿por obra de qué fuerza? Por la fuerza magnética de la luna, por supuesto.
El doctor Brown llegó a la conclusión de que "los ciclos de energía de las ostras
están regidos por la misteriosa señal lunar que controla las mareas".
Más aún, el difunto Harld Saxton Burr, profesor emérito de anatomía en
Yale, donde estudió el mismo doctor Galston, estable-

357
ció que "un complejo campo magnético no sólo establece los patrones del
cerebro humano en el nacimiento" (astrología, doctor Galston), "sino que
continúa regulándolo y controlándolo durante toda su vida." El doctor Burr
afirmó que "el sistema nervioso central humano es un estupendo receptor
de energías electromagnéticas, el mejor de la naturaleza".
Quizá marquemos un paso más fantasioso, pero oímos el mismo
tambor que las ostras... y las plantas. Saltando de la astrología a las plantas
(distancia muy breve), el doctor Burr no sólo reconoció que los cuarenta y
dos mil millones de células de nuestro cerebro forman una miríada de
circuitos posibles, por los cuales se puede canalizar la electricidad, sino que
también, entre sus muchos proyectos de investigación encarados con mente
abierta y un Tercer Ojo muy activo, registró en gráficos continuos, durante
diez años, la actividad eléctrica potencial presentada por un árbol, doctor
Galston, con resultados asombrosos, que no fueron perniciosos ni tontos.
Y también está sir Jagadis Chandra Bose, el científico indio que,
respetando minuciosamente la sagrada metodología científica de Galston y
por medio de sofisticadísimos instrumentos, experimentó con la vida
vegetal. Lo hizo todo estrictamente según las reglas de Galston... y sus
resultados fueron en esencia los mismos que obtuvo Backster. Sir Bose
manifestó, con absoluta certeza, que "las plantas, decididamente,
experimentan un equivalente de las emociones". ¡Esas pequeñas tunantes
perniciosas!
LOS PUNTOS DE PODER
NORTE-SUR

Una de las facetas de la sincronización universal, llamativa evidencia


de la armonía del universo, es el misterio norte-sur. Me enteré de él una
mañana de primavera, en 1963, cuando conocí a mi primer adeptf», quien
por entonces circulaba disfrazado de manso empleado det New York Times.
(Recuerda lo que te dije en el capítulo 3: todos los gurúes tienen una
"máscara" que los ayuda a guardar el secreto de su verdadera identidad.)
Intenté los experimentos que él me sugirió y nunca me sentí desilusionada.
Después de pasar varios meses cavilando sobre esas maravillas,
encontré un libro publicado en la India a fines del siglo pasado, donde se
explicaba la base del misterio norte-sur. Un par de años después, Joe
Goodavage publicó su estupendo libro Astrology, the Space Age Science-,
fue para mí un placer notar que él también tenía conciencia de esta mágica
armonía de polaridad.
Si bien lo que se me enseñó en un principio sobre este misterio
recibió luego el apoyo de ese libro de Hatha Yoga publicado en la India, el
clásico del ocultismo de Goodavage y varios otros tomos metafísicos que he
encontrado desde entonces, siempre recuerdo por sobre todo el entusiasmo
que sentí aquella hechizada mañana en que mi amado "primer gurú" me
reveló sus secretos.
Probablemente sabrás que el agua se va por el resumidero girando en
la dirección de las manecillas del reloj en el hemisferio norte y, por el
contrario, en dirección opuesta en el hemisferio sur.
Los astrólogos trazan el curso de los planetas en una dirección
opuesta a la del reloj en la rueda o círculo astrológico, si bien reconocen
(como los astrónomos) que las "eras" (Era de Piscis, Era de Acuario, etc.) se

360
mueven en la dirección del reloj. ¿No dice algo la Biblia cristiana sobre las
"ruedas dentro de ruedas"?
Todo esto es parte de la armonía de un universo en funcionamiento,
que nada puede interrumpir ni perturbar... excepto una cosa, como ya
veremos. ¿Cómo afecta esta ley inflexible los sucesos mundanos de la
Tierra y cómo te afecta a ti, en tu condición de individuo? Magnéticamente
y de una manera muy importante, que sólo algunos iniciados saben.
La Ley Universal establece que, en el hemisferio norte, el norte
siempre ha dominado y dominará al sur. Cuando se produce una oposición o
un conflicto entre ambos, el norte siempre gana; de lo contrario se llega a un
punto muerto en el que nadie gana. Pero de cualquier modo, el sur no puede
dominar ni resultar victorioso contra el norte.
En el hemisferio sur, la ley se polariza, es decir, se invierte. En el
hemisferio sur, el sur siempre ha dominado y dominará sobre el norte.
Cuando se presenta una oposición o un conflicto entre ambos, el sur
siempre gana; de lo contrario se llega a un punto muerto en el que nadie
gana. Pero de un modo u otro, el norte no puede dominar al sur ni triunfar
sobre él... en el hemisferio sur. ,
Sin embargo, en último término el norte es superior, en un sentido
universal, pues cuando se presenta una oposición o conflicto entre el
hemisferio norte y el hemisferio sur, el norte llevará siempre la vibración
dominante y resultará victorioso... o el resultado será un punto muerto en
el que ninguno de los dos hemisferios ganará.
Como prueba de esta última parte de la polaridad norte-sur, en el
hemisferio sur no se ha originado ninguna civilización; todas nacieron en el
hemisferio norte. Todas las naciones modernas que existen en la actualidad
al sur del ecuador fueron, originariamente, fundadas por personas llegadas
del hemisferio norte. Esta dominación del norte (en el hemisferio norte) y
del sur (en el hemisferio sur), así como la dominación final del norte sobre
el sur entre los dos hemisferios, se manifiesta de modo macroscópico y
microscópico entre ciudades, estados, naciones e individuos, en relación
con toda oposición o conflicto, desde las guerras hasta los debates per-
sonales.
Analicemos nuevas muestras de esta inflexible Ley Universal de
armonía. La guerra civil norteamericana, entre los estados del norte y los
del sur. Aunque algunos tercos rebeldes sigan cantando que el sur volverá a
levantarse, no puede ser así. El sur perdió, el norte resultó victorioso y el
resultado estaba decidido aun antes de que estallara la guerra.
Los gurúes religiosos u ocultistas de los países orientales conocen
muy bien esta ley de polaridad. Se debe a la ignorancia de esta ley por parte
de nuestros actuales líderes norteamericanos el hecho de que, no habiendo
verdaderas diferencias entre la política del norte y del sur, tanto en Corea
como en Vietnam, Estados Unidos se haya visto inducido a combatir a favor

361
de Corea del Sur y Vietnam del Sur; fue así que "la nación más poderosa
del mundo" recibió la humillación de no lograr una victoria en un caso ni en
el otro; nuestra derrota estaba decidida antes de que surgiera el conflicto,
como en el caso de los rebeldes de la guerra civil. Si nuestros actuales
líderes políticos abrieran el Tercer Ojo y se iniciaran en las verdades
esotéricas, como lo hicieron nuestros próceres fundadores, y dejaran de
ridiculizar todo lo metafísico tildándolo de "tontería perniciosa", estas
derrotas no tendrían por qué ocurrir. Mejor aún, los conflictos serían
remplazados por la Paz, si ellos llegaran a la iluminación total.
Según ha señalado Goodavage, la iluminación espiritual avanza
hacia el este y la civilización hacia el oeste sobre la esfera terrestre. En
cuanto a la dominación, si las fronteras de dos naciones ocupan la misma
latitud en general, la ley de polaridad se aplica a la ciudad capital de las
naciones o los países así localizados.
En el hemisferio norte, China mantiene su dominio sobre la India y
prolonga infructuosamente su rivalidad con Rusia, puesto que Pekín está al
norte de Nueva Delhi, India, y al sur de Moscú; también está al sur de
Washington, tal como la India está al sur de Pekín, Moscú y Washington.
Sin embargo, puesto que Moscú y Pekín están al norte de Washington,
Estados Unidos nunca logrará el dominio (político ni espiritual) sobre la
China y Rusia, mientras nuestra capital no se traslade a Alaska, al norte de
las capitales de estos dos países.
Los grandes ejércitos de Francia y Alemania eran fuertes y estaban
bien preparados cuando invadieron a Rusia; su derrota fue atribuida a las
condiciones climáticas adversas. Antes bien, fueron derrotados por la Ley
Universal de polaridad norte-sur, puesto que Rusia estaba al norte de ambas
naciones. En cuanto a la poderosa Rusia, que contaba con millones de
hombres para luchar contra los escasos defensores de la diminuta Finlandia,
la Unión Soviética no pudo declararse victoriosa sobre este pequeño país
situado al norte de ella. El "gran" ejército ruso no pudo derrotar a los
finlandeses.
Medita sobre estas polaridades norte-sur y saca tus propias
conclusiones. Nicaragua está al sur de Israel en el hemisferio norte, y
también al sur de los Estados Unidos. Sin embargo, los contras están "por
todas partes", de modo que la solución del conflicto dentro de este país es
una rara decisión del libre albedrío, siempre que los otros países del norte
no se entrometan.
Siempre en el hemisferio norte, los líderes mundiales deberían tener
en cuenta que Teherán, la capital de Irán, está al norte de Bagdad, capital de
Irak. La pobre Cuba está al sur de todas las grandes potencias del
hemisferio norte; por necesidad, tendrá que aliarse con Estados Unidos o
Rusia. Fidel Castro intentó lo primero, con el resultado de que nuestra CIA,
con su socios del Crimen Organizado, trató de asesinarlo en diversas

362
ocasiones. Hasta sus enemigos deberían ver la necesidad y la lógica de optar
por lo último.
Castro tiene su buena carga de fallas y puntos flojos (como todos
nosotros, incluidos algunos de nuestros presidentes), pero en su última
visita a nuestro país, insistió en que lo llevaran al monumento a Lincoln, en
Washington, antes de volver a su hotel; allí pasó casi una hora, llorando
abiertamente. No se puede criticar a este hombre por admirar y respetar a
Lincoln. ¿Fue acaso un truco publicitario? Tal vez; no tengo modo de
saberlo. Castro no tiene la honestidad de Lincoln, por cierto, pero tampoco
es el diablo en persona, y las paredes de su despacho están cubiertas de
fotografías de Abraham Lincoln, no de líderes cubanos del pasado. .
Hablando de Lincoln y de los trucos publicitarios, la cena anual que
se celebra para conmemorar su aniversario, en su ciudad natal de
Springfield, Illinois, podría muy bien merecer ese calificativo. En realidad
es sólo una plataforma política para que el periodismo olfatee a los posibles
candidatos a presidente. Estuve presente en la cena de 1986. Los quinientos
invitados escucharon la acostumbrada banda de la guerra civil, que tocaba
Gloty Alleluja y aplaudían los apasionados discursos sobre Lincoln y la
liberación de los esclavos. Sin embargo, en esa inmensa sala había sólo dos
caras negras visibles en un océano de rostros blancos. Y estaban sentadas
cerca del escenario, donde las cámaras de televisión pudieran enfocarlas.
Sólo dos.
Pero, ¿qué se puede esperar de esos "guardianes y protectores" de la
imagen de Abraham Lincoln, si las autoridades de la ciudad y del museo de
Springfield han aprobado recientemente la instalación de luces de neón en
la casa del procer? Cuando la visité esperaba sentir una estremecida
nostalgia; en cambio, no habría podido asegurar si ésa era la casa de Abe y
Mary o un moderno supermercado.
Si los líderes del mundo se orientaran más hacia lo metafísico,
encontrarían algo significativo y profético en el hecho de que el estado de
Israel esté al norte de Arabia Saudita, y Tel Aviv al norte de El Cairo,
Egipto. Sin embargo, Tel Aviv está al sur de Beirut, capital de El Líbano...
y Beirut, al norte de El Cairo, Egipto. Con estos ejemplos complejos y
entrecruzados de la Ley Universal de polaridad norte-sur, no es extraño que
las guerras de Medio Oriente parezcan destinadas a prolongarse sin fin...
hasta que todas las naciones comprendan que se trata de una situación sin
salida y construyan un puente de paz entre una y las otras, en un espíritu de
acuerdo y respeto por los credos religiosos de cada una.
En el hemisferio sur, donde impera la ley de polaridad a la inversa
(es decir, donde el sur es superior o posee dominio sobre el norte), podemos
tener en cuenta estas posibilidades geográficas: Sudáfrica está al sur de las
grandes potencias del hemisferio norte, que no pueden ser derrotadas, pero
también al norte de Nueva Zelandia y de partes de Australia y Argentina, lo

363
cual, por la ley de polaridad inversa del hemisferio sur, torna a estos países
dominantes sobre Sudáfrica. Aunque la nación europea de Sudáfrica jamás
será conquistada por otra nación africana, no tiene ninguna posibilidad de
ganar un conflicto con las grandes potencias del Norte; eso es importante, si
pensamos que las naciones del hemisferio septentrional desaprueban
actualmente la política del apartheid.
Estados Unidos ha dominado siempre sobre México. Este país, a su
vez, domina a sus vecinos del sur, exceptuando a los del hemisferio sur,
donde la situación se invierte.
¿Y qué se puede decir de la Guerra de Independencia de México
contra España, en la cual logró su libertad? La Ley Universal nunca es
unidimensional; hay diversos niveles de interpretación de "dominio" en
ciertas ocasiones. Con respecto a ésta... es cierto, España está al norte de
México en el hemisferio norte y debería haber resultado victoriosa. No es
así.
En primer lugar, las guerras de independencia tienen un significado
algo diferente. En este caso, aunque España estaba al norte de México en el
hemisferio norte y, por lo tanto, gozaba (y goza) de preponderancia sobre
aquel país, éste logró su independencia. El hecho es que, aunque México
logró su independencia en este tipo de conflicto, diferente del conflicto de
otras guerras en donde luchan dos naciones (o pueblos) distintos, México no
escapó a la influencia de España. Antes de la guerra de independencia
estaba habitado por varias tribus de indios mexicanos, que hablaban otros
tantos dialectos. Desde que ganó la guerra, México ha permanecido bajo la
influencia de España, tanto en el sentido cultural como en el político.

364
¿Y qué idioma se habla actualmente en México? El de España: el
castellano. Ahora que México es un país aparte, si surgiera una guerra entre
ambos países, España no podría dejar de ganar... o habría una especie de
empate, sin que ninguna de las naciones ganara. Este ejemplo no hace sino
dar más énfasis a la regla norte-sur.
El Canadá bien puede ser el país del futuro en el hemisferio norte.
Aún no ha desarrollado plenamente su potencial. Localizada al norte de
Estados Unidos en el hemisferio septentrional, Canadá siempre ha logrado
ventaja en sus diversos tratos con nuestro país, aunque Estados Unidos es
una nación más poderosa y posee un mayor desarrollo industrial.
No, no he olvidado la cabalgata nocturna de Paul Revere, el rey
Jorge de Inglaterra y aquel otro Jorge que se congeló los pies cruzando el
Delaware. Más adelante.
¿Cómo afecta la ley de polaridad al ser humano común? Con mucha
fuerza, tanta que, en realidad, me cuesta exponer en letras de molde este
secreto, por miedo a que mis lectores resuelvan su acertijo y apliquen el
conocimiento en muchas formas efectivas, pero extrañas. ¿Funciona la ley,
por ejemplo, en cuestiones legales? Sí, en efecto. Ya imagino a los
abogados de la acusación y la defensa peleando por sentarse en el lado
norte de la sala (lo cual aseguraría la victoria o un empate). Además, existen
los diversos matices de que el jurado esté sentado al norte o al sur del
acusado; esto podría determinar que los abogados defensores pidieran
trasladar el jurado al otro lado de la sala. ¿Y dónde se sienta el juez, en
relación con la persona juzgada? Naturalmente, en este hemisferio el fiscal
preferiría sentarlo al norte del acusado. Pero los deseos, deseos son, y el
juez se sienta donde quiere. ¿Imaginas la reacción de un juez si se le pidiera
trasladar su estrado a otra parte? ¡Horror!
Este asunto de la polaridad en los tribunales no es broma, pero he
dejado de preocuparme por la confusión que pudiera provocar esta
revelación. Después de todo, son tan pocos los abogados próximos a abrir el
Tercer Ojo (y la mayoría está a años-luz de la iluminación) que no puede
haber mucho problema al respecto.
La misma regla se aplica a los directorios; los directores de una
empresa no se dan cuenta de la importancia que tiene el sitio en que se
sientan. Y al Congreso. A las reuniones privadas y personales entre los
presidentes norteamericanos y los de otras potencias. Si al menos
comprendieran lo vital de la situación norte-sur en el hemisferio en que se
realizan las conferencias de paz, los resultados serían muy diferentes.
Más aún, los presidentes norteamericanos podrían tener en cuenta
que, de todos los líderes con quienes se reúnen, los de China y Rusia bien
pueden haber elegido de antemano sus asientos en las conferencias
anteriores: los de China, porque los orientales conocen perfectamente la ley
de polaridad, aunque no lo reconozcan de manera abierta; Rusia, porque la

365
Unión Soviética realiza desde hace tiempo investigaciones extensas en las
cuestiones metafísicas y esotéricas, en las que está muy por delante de
Estados Unidos, pues sus líderes comprenden que la tecnología puede
quedar reducida a la impotencia por una Ley Superior puesta en práctica. En
conclusión, los norteamericanos deberían tener cuidado de dónde se sientan
cuando acuden a reuniones importantes para la paz mundial y la su-
pervivencia del planeta. Sería conveniente que la primera dama pusiera una
brújula en el bolsillo del presidente, la próxima vez que él viaje a una de
esas conferencias. Es mucho más importante que un pañuelo.
La ley funciona con igual potencia en tu propia sala, en tu oficina o
en la casa de un amigo... en cualquier lugar. Créeme: lo he intentado cientos
de veces, tanto con desconocidos como con personas muy queridas. Cuando
tenemos alguna diferencia de opiniones, trato de sentarme hacia el norte; si
logro hacerlo, siempre gano la discusión o la llevo a un punto muerto, y la
otra persona acaba por aceptar mi punto de vista. En aquellas oportunidades
en que no he podido conseguir la mejor posición y he debido discutir desde
el sur de mi adversario, siempre he perdido; al menos, nunca he ganado.
Una vez más diré que, si bien esto puede parecer divertido, es algo muy
serio y muy real.
Ya imagino, cuando se publique este libro, a todos los matrimonios
disputándose la silla triunfadora o el lado dominante en la cama. Parecerá
que estoy analizando todo esto de un modo humorístico, pero es muy serio,
no lo olvides. Si lo tomas a broma, lo lamentarás.
Analicemos ahora la guerra revolucionaria de Estados Unidos contra
Inglaterra. Tanto un país como el otro están, naturalmente, en el hemisferio
norte. Londres está al norte, no sólo de nuestra capital, Washington, sino
también de Boston, Filadelfia y Plymouth Rock. ¿Cómo se explica lo que
pasó en este caso? No sólo ganamos la independencia, sino también la
infame Guerra de 1812 contra Gran Bretaña. ¿Somos inmunes a esa
poderosa e inflexible Ley Universal de dominio norte-sur? Sí, lo somos. ¿Te
sorprende eso?
Para empezar, la verdadera Norteamérica era propiedad de nuestros
hermanos, los indios. Siguiendo la polaridad norte-sur, perdieron
desdichada, pero inevitablemente, sus tierras ante un puñado de ingleses y
unos pocos franceses, que les robaron, literalmente, el país, por medio de
varias guerras brutales y violentas con los pieles rojas... porque Londres
está al norte de Estados Unidos. El resultado no podía ser otro.
Los actuales descendientes de esos valientes indios pueden
preguntarse por qué la ley de armonía universal permitió que les robaran las
tierras de ese modo vergonzoso, si la palabra "armonía" es sinónimo de paz.
Es comprensible que pongan en tela de juicio la justicia de esa ley.
¿Sería acaso que los Yo Superiores de indios e ingleses tuvieron en
cuenta una ley más importante? ¿Que conocieron el futuro de Norteamérica

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y lo supieron en manos de unos cuantos adeptos y avatares cuyo sueño era
el más glorioso desde el sueño original del Edén?
El futuro de Norteamérica estaba, por cierto, en manos de personas
así. Jorge Washington, Tomás Jefferson, Benjamín Franklin, John Adams y
otros creadores de nuestra constitución eran astrólogos (¿estáis escuchando,
Cari Sagan y Arthur Galston?). Eran rosacruces y masones de alto grado...
todos ellos, incluido Lafayette. Ellos eligieron el día inaugural de Estados
Unidos de América por medio de la astrología y diseñaron su Gran Sello
guiados por profundos misterios ocultistas.
El vibrante sueño de estos próceres, creadores de la constitución y la
declaración de Independencia, no era algo frágil. Poseía una fuerza
ilimitada, el gran poder de quebrar, por primera vez, la inflexible Ley
Universal norte-sur, permiso que nuestros Creadores conceden una vez cada
milenio, más o menos, en aras del Amor y la Paz sobre la tierra. ¿Acaso
Moisés no "quebró la ley" (de la física) al partir en dos el mar Rojo?
Desde el comienzo mismo del Tiempo en esta Tierra, ningún otro
país ha poseído el poder de quebrar tan enteramente esa ley universal. Sólo
'Estados Unidos en su separación de Inglaterra y su guerra con Gran
Bretaña, en 1812, al resultar victoriosa las dos veces, pese a ocupar en el
hemisferio norte la "situación de perdedor".
Norteamérica posee ese poder porque ninguna otra nación de la
tierra ha sido fundada sobre principios semejantes.
Abraham Lincoln, el líder visionario y ultrasensible de Estados
Unidos, a quien los metafísicos consideran uno de los catorce trozos del
alma de Osiris, conocía este secreto esotérico. La voz de Lincoln temblaba
al pronunciar, en Gettysburg, esas palabras resonantes: "Hace ochenta y
siete años, nuestros padres crearon en este continente una nueva nación,
concebida en libertad y dedicada a la proposición de que todos los hombres
fueron creados iguales. Ahora estamos comprometidos en una gran guerra
civil, que prueba si esta nación o cualquier nación así concebida y
dedicada puede soportar por mucho tiempo."
Sí, Lincoln conocía la importancia cósmica de no permitir que esta
nación "del pueblo, por el pueblo y para el pueblo" pereciera en la Tierra.
La constitución norteamericana, que asegura la libertad de expresión
y de religión, es diferente de cualquier otra constitución existente en la
tierra. Más importante aún: es el único país no étnico del mundo.
No existen los norteamericanos así como existen franceses, italianos,
alemanes, rusos, japoneses, etcétera. Otros países, otras naciones, aceptan a
los inmigrantes, pero los inmigrantes son Norteamérica. No hay otro tipo de
nortemericanos.
Los norteamericanos son indios (tanto los de la India como nuestros
hermanos pieles rojas). Los norteamericanos son franceses, irlandeses,
escoceses, galeses, rusos, ingleses, italianos, alemanes, cubanos, mexicanos,

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españoles, chinos, japoneses, suizos, australianos, finlandeses, polacos,
yugoslavos, esquimales... y cualquier otro grupo étnico de la Tierra.
Nunca antes hubo un país fundado sobre el sueño de convertirse en
patria de cada hombre y cada mujer, de cada terrestre, sin importar su
nacionalidad, su raza, credo o color. El sueño de nuestros próceres fue
establecer una nación para poner a prueba el gran ideal de la hermandad de
todas las razas, trabajando juntas al unísono. Nuestros creadores saludaron
con una sonrisa este sueño valiente de amplia buena voluntad y libertad
individual, y lo protegieron de la subyugación de la Ley de Polaridad norte-
sur.
Estados Unidos aun cuenta con la protección divina por su sueño
original. No importan los escándalos de Watergate e Irangate. Los
supuestos santos siempre deben someter el alma a las pruebas. Aún somos
el único país del mundo donde quienes piensan con claridad y quienes se
equivocan pueden expresarse libremente, a favor o en contra del gobierno,
como los portavoces del periodismo. Norteamérica continuará bajo la
protección divina mientras se mantenga en pie la libertad de palabra.
Y para que esto siga siendo así vale la pena tolerar tanta basura
escrita y hablada, siempre que así se proteja esa primera enmienda de la
constitución.
Vale la pena recordar la resonante declaración .
•Puedo estar en desacuerdo con lo que decís oero d f VoJtaire:
¡a muerte vuestro derecho a decirlo." ’ 6 enderé
hasta

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