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Hugo Humberto Beck

RELACIONES ENTRE
BLANCOS E INDIOS
EN LOS TERRITORIOS
NACIONALES DE
CHACO Y FORMOSA
(1885-1950)
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES GEOHISTÓRICAS (IIGHI)
Resistencia, 2022
Beck, Hugo
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios
Nacionales de Chaco y Formosa : 1885-1950 / Hugo
Beck. - 2a ed adaptada. - Resistencia : Instituto de
Investigaciones Geohistóricas, 2022.
Libro digital, DXReader

Archivo Digital: descarga y online


ISBN 978-987-4450-14-2

1. Historia Argentina. 2. Chaco . 3. Formosa . I. Título.


CDD 982

Segunda edición.
La primera edición de este libro se publicó en el marco de
la Serie Cuadernos de Geohistoria del IIGHI.

© 2022 Instituto de Investigaciones Geohistóricas


(IIGHI)-CONICET/UNNE
Av. Castelli 930 (3500) Resistencia, Chaco, Argentina
www.iighi-conicet.gob.ar
iighi.secretaria@gmail.com

Fotografía de tapa: Monumento en homenaje al Quinto


Centenario del descubrimiento de América. Juan José
Castelli, Chaco. Autor: Juan José Shcmidt
Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723

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Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-
NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
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Comunicación
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Corrección de estilo
Cecilia Gimeno
Diseño y diagramación
Cristian Toullieux
RELACIONES ENTRE
BLANCOS E INDIOS
EN LOS TERRITORIOS
NACIONALES DE
CHACO Y FORMOSA
(1885-1950)
Hugo Humberto Beck

Instituto de Investigaciones Geohistóricas (IIGHI)


Resistencia, 2022
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

Índice general
ADVERTENCIA EDITORIAL
5
SOBRE EL AUTOR
7

I. Los Territorios Nacionales de Chaco y IV. Las misiones religiosas. Un nuevo impulso
Formosa a fines del Siglo XIX evangelizador. 1900-1950

1. El avance de la colonización y la organización 1. Antecedentes


política 79
9 2. Organización, administración y reglamento
a. La colonización
9 interno de las misiones
b. El poblamiento 82
11
c. La división política y departamental 3. Nueva Pompeya
12 85
d. Las principales dificultades
14 4. San Francisco de Asís de Laishí
e. Resultados de la campaña militar de 1884 88
16
5. San Francisco Solano de Tacaaglé
2. Los aborígenes 94
17
6. Epilogo
3. Localización y funciones cumplidas por las 98
fuerzas militares de la frontera norte
22
a. Las líneas de fortines y las dificultades
para su mantenimiento V. El trabajo de los indios en los ingenios
23 azucareros
b. Las operaciones militares entre 1885 y 1899
26
1. La situación de la industria azucarera
103
II. Acción pacificadora del Ejército Nacional 2. El reclutamiento de la mano de obra indígena
1885-1917 106
3. Los trabajos en los ingenios y los salarios
1. La campaña del general Winter en 1899, la percibidos
108
última “batida” a los indios
31 4. El contrato reglamentario del trabajo de los
2. Las operaciones militares comandadas por indios
112
el General Teófilo O’Donnell y su proyecto de
colonización 5. Influencia de los ingenios azucareros sobre la
38 reducción del indio
115
3. Las fuerzas de operaciones dirigidas por el
coronel Enrique Rostagno: el avance definitivo 6. Conclusión
49 119
4. El final de una etapa CONCLUSIONES
52 121
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
125
I. Fuentes
III. El Gobierno Nacional frente a la cuestión 125
indígena. Acción Oficial II. Periódicos
127
III. Archivos
127
1. La cuestión aborigen y cómo resolverla IV. Bibliografía
57 127
2. El avance de la legislación protectora
62
3. Las colonias de reducción: Napalpí y Bartolomé
de las Casas
69
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

Advertencia editorial
Hugo Humberto Beck

Es muy grato para la Editorial del Ins- modernizó la cartografía con la utilización de
tituto de Investigaciones Geohistóricas (II- los Sistemas de Información Geográfica y se
GHI-CONICET-UNNE) presentar una nueva actualizaron las citas bibliográficas según
edición, en esta oportunidad digital, de la Normas APA, séptima edición.
obra de Hugo Humberto Beck Relaciones en-
tre blancos e Indios en los Territorios Naciona- María Laura Salinas
les de Chaco y Formosa (1885-1950), publica- Resistencia, agosto de 2022
da en el año 1994, en la Serie Cuadernos de
Geohistoria Regional n.º 29.
Como el título indica, el estudio trata
las relaciones de las comunidades indígenas
con la sociedad nacional en los Territorios de
Chaco y de Formosa, desde fines del siglo
XIX hasta mediados del siglo XX. En la histo-
riografía chaqueña, esta obra constituye un
clásico para dilucidar el proceso de organiza-
ción del Territorio Nacional y de las conflicti-
vas relaciones entre el Estado Nacional y las
poblaciones indígenas del Chaco. Si bien
existían antecedentes en torno a esa temáti-
ca, la centralidad del abordaje aportado por
Beck clarifica las políticas generadas entre
1885 y 1950. Esta obra es un ejemplo de
una historia política que analiza en forma si-
tuada la problemática nacional de la configu-
ración del estado en espacios marginales.
Hugo Beck ha logrado posicionarse como un
referente en el período de estudio con una
producción que refleja un exhaustivo trabajo
documental y de síntesis histórica, el cual ad-
quiere relevancia dentro del abanico de tra-
bajos producidos por este historiador
Para esta edición se han respetado to-
das las características de la primera edición,
tal como las publicó su autor; solo se han rea-
lizado algunas actualizaciones de forma: se

5
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

Sobre el autor
Hugo Humberto Beck

Hugo H. Beck (1964-1921) era oriundo entre los diferentes grupos sociales, tanto
de Juan José Castelli (Provincia del Chaco). en el período territoriano como provincial.
Egresó de las carreras de Profesorado y Li- Por otro lado, el fenómeno inmigratorio, qui-
cenciatura en Historia de la Facultad de Hu- zás motivado por su historia familiar, ya que
manidades de la Universidad Nacional del era descendiente de una familia de inmigran-
Nordeste a fines de los años 80. Comenzó a tes alemanes del Volga. Desde sus primeros
trabajar tempranamente con Ernesto Mae- años, pudo apreciar la interacción de colecti-
der, con quien generó una relación entrañable vidades de diverso origen (indígenas, crio-
de maestro y discípulo en el IIGHI, desde sus llos, inmigrantes) y valorar sus particularida-
primeras investigaciones en el año 1987. In- des sociales y culturales.
gresó a Conicet como investigador en 1997, Entre otros títulos de su producción
poco tiempo después de haberse doctorado destacamos “Aborígenes chaqueños: de la
en la Universidad de El Salvador con una tesis conquista al respeto por su cultura. Una his-
sobre la Inmigración en el Chaco. Paralela- toria inconclusa”; “El Chaco occidental: geo-
mente comenzó a dictar cátedras en la facul- grafía, sociedad y cultura según las descrip-
tad, especializándose en historia contemporá- ciones de la época y la literatura regional”; La
nea del siglo XX y posteriormente logró la ocupación del espacio en el oeste chaqueño y
titularidad en la cátedra Historia Regional. formoseño desde la provincialización de los te-
Su producción científica es cuantiosa y rritorios (1950-1983); La provincia del Chaco
merece una atención pormenorizada desde durante el gobierno de Anselmo Zoilo Duca
un análisis historiográfico, que excede la in- (1958-1962); entre otros.
formación que brindaremos en esta presen-
tación. La producción comprende ocho libros,
cuatro de ellos realizados en coautoría; ade-
más, numerosos trabajos publicados como
capítulos de libro, artículos en revistas cien-
tíficas y ponencias en actas de congresos.
Sus estudios se dedicaron particularmente
al análisis del desarrollo de las provincias del
Chaco y de Formosa, aunque también abor-
dó la historia de Corrientes y, en general, la
del Norte Grande Argentino.
Dos líneas lo preocuparon permanen-
temente en sus indagaciones en el marco de
la historia Regional. Por un lado, la configura-
ción política y social del Chaco, la relación

7
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

I. Los Territorios
Nacionales de Chaco
y Formosa a fines del
Siglo XIX
Hugo Humberto Beck

La extensa región denominada Gran a. La colonización1


Chaco, que había sido recorrida por los es-
pañoles desde el siglo XVI, no pudo ser con- La ocupación de los territorios del
quistada por el hombre blanco hasta la se- Chaco Austral se inició en la década de 1870
gunda mitad del siglo XIX. Recién entonces con los “fortines del Salado” cuyo avance so-
se entró en la etapa definitiva de la ocupa- bre el norte santafesino tuvo sus frutos más
ción por parte del gobierno nacional en un resonantes con el establecimiento de la co-
proceso que se manifestó a través de la con- lonia Reconquista. En 1878 se fundó la colo-
fluencia del avance militar y de la coloniza- nia Resistencia y a partir de ese momento la
ción agrícolo-ganadera. colonización avanzó con rapidez. En enero
La campaña de 1884, el avance militar de 1879 fue fundada la colonia Presidente
más espectacular realizado hasta entonces Avellaneda, situada al norte del Arroyo del
en tierras chaqueñas, no significó la conquis- Rey, frente a Reconquista. Al norte del Ber-
ta definitiva, sino el inicio de una nueva etapa mejo surgía la localidad de Formosa, por la
con características distintas. Esta etapa com- necesidad de abandonar Villa Occidental
prendió, entre otros procesos, la organiza- ante el arbitraje desfavorable del presiden-
ción política y administrativa que también se te Hayes. En 1883 la nueva localidad fue eri-
reseñan en el presente capítulo. gida como colonia.
Las distintas tribus que habitaron la re- En forma casi simultánea a la acción
gión, presentaban por entonces variados gra- oficial se erigieron las primeras colonias par-
dos de aculturación que es importante consi- ticulares en el sur del territorio. Surgió así
derar previamente para comprender mejor un importante establecimiento agrícola in-
las relaciones entre éstas y los blancos que dustrial denominado Colonia Ocampo, y más
paulatinamente iban ocupando su territorio. al norte las colonias Las Toscas y Las Garzas.
Entre Ocampo y Las Toscas se fundó
el 22 de junio de 1884 la reducción indígena
1. El avance de la colonización y la de San Antonio de Padua, que reunía a tri-
organización política
A partir de la segunda mitad del si- 1. Uno de los primeros y más importantes aportes para el
conocimiento de este tema fue la obra de Guido Arnol-
glo XIX la historia del Gran Chaco estuvo do Miranda, 1955. Una excelente síntesis del complejo
signada por dos procesos que operaron en histórico y geográfico del proceso de colonización es la
forma casi simultánea y complementaria: la obra de Enrique Danilo Bruniard, 1979. Posteriormen-
te, el Instituto de Investigaciones Geohistóricas del CO-
conquista militar y la colonización NICET, llevó a cabo un proyecto de investigación desti-
agrícolo-ganadera. nado a conocer el proceso de ocupación del espacio en
el Nordeste Argentino. Resultado del mismo son los
trabajos de Enrique César Schaller, 1986 y de Héctor
Rubén Borrini, 1991.

9
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

60°0'0"W

Chaco y Formosa.
Colonias existentes hacia 1900.

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Rivadavia Güemes
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Comandancia Frías

25°0'0"S
Nueva Pompeya FORMOSA Tacaaglé
25°0'0"S

Cornejo
Clorinda

Bouvier
Matorras

Dalmacia

Pcia. Roca

Laishí Formosa
CHACO
SANTIAGO DEL ESTERO

Aquino

Napalpí Gral. Vedia


Las Palmas Pilar
Alhuampa M. Belén Pto. Bermejo
Popular Humaitá
Olumpa
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La Sabana
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Las Toscas
San Antonio
Ocampo Bella Vista
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Referencias Secciones I y II
Las Garzas
Aguilar Avellaneda
Ciudades
Reconquista

SANTA FE
COR

Vera Goya
Pueblo

Fortín

Misión Franciscana

30°0'0"S
Colonia 30°0'0"S

Límites Provinciales Kilómetros


0 25 50 100 150
60°0'0"W

10
Hugo Humberto Beck
bus de mocovíes y tobas, merced a los es- esta manera, la colonización directa por obra
fuerzos del gobernador Manuel Obligado y del gobierno fue el sistema que logró mejores
del fraile franciscano Hermete Constanzi. resultados en el poblamiento.
La ocupación del territorio continuó lue- El sistema de colonización por medio de
go con las colonias Florencia, Las Palmas, Gan- empresas o de particulares, favorecido desde
dolfi, Basail, Amalia, General Vedia, Margarita 1882 por la Ley 1265 “de remates”, posibilitó la
Belén, Benítez, Río de Oro, Novaró y Popular. fundación de numerosos establecimientos
El territorio formoseño, por su parte, agrícolas, aunque su eficacia fue dudosa en
se vio favorecido por la fundación de las co- cuanto a lograr el arraigo de los colonos, sobre
lonias Aquino, Monte Lindo, Bouvier y Cano. todo si se tiene en cuenta la enorme superficie
Por el occidente, las fronteras salteñas baja- de tierras de las que se desprendió el fisco
ron los flancos serranos al amparo de los for- como consecuencia de su aplicación.
tines, con la esperanza de alcanzar el litoral
a través del Bermejo, y el acicate de la explo-
tación ganadera destinada al comercio con b. El poblamiento
los pueblos serranos. El 13 de diciembre de
1862 se fundó la colonia Rivadavia, a orillas Entre 1878 y 1890 se produjo una im-
del río Bermejo, principal hito en el proceso portante afluencia de pobladores hacia el Te-
de incorporación del Chaco centro occiden- rritorio del Chaco. Este arribo de inmigran-
tal salteño. Hacia 1870 el señor Manuel Peña tes generó en estas tierras poco antes
de la Corte instaló la colonia La Florencia, en prácticamente deshabitadas, una extraordi-
una fracción de terreno de 36 leguas cua- naria actividad en todos los órdenes y des-
dradas desde fortín Belgrano (límite salteño pertó expectativas acerca de su desenvolvi-
y formoseño) hasta unos 100 Km. aguas aba- miento inmediato que pronto demostraron
jo del Teuco. En 1902 el señor Domingo As- ser demasiado optimistas.
trada pudo concretar su anhelado proyecto Hacia 1885, de acuerdo con el censo
de fundar la colonia pastoril Buenaventura levantado por iniciativa del gobernador Ma-
en la costa del Pilcomayo, sobre una superfi- nuel Obligado, el Territorio del Chaco tenía
cie de 20 leguas cuadradas. 8.980 habitantes. Más del 60% de los mis-
Entre las disposiciones legales que po- mos se encontraba en el área comprendida
sibilitaron este proceso se destaca la Ley 817 entre el Arroyo del Rey y el Paralelo 28º. Por
de 1876 llamada de Inmigración y Coloniza- ello, el traspaso de este sector a la jurisdic-
ción o Ley Avellaneda. Preveía la fundación de ción santafesina a fines de 1886 significó una
colonias mediante la acción directa del Estado pérdida sensible para la gobernación.
y a través de particulares. Por ella el gobierno Hacia 1870 la colonia Ocampo era la más
garantizaba a los pobladores que arribaban a poblada, con 3.087 pobladores, seguida por Ave-
las colonias nacionales la adquisición de cha- llaneda (1.443), Florencia (1.178). Las Toscas
cras, solares y quintas en condiciones venta- (973), Las Garzas (253) y San Antonio (200).
josas y la ayuda necesaria en el momento en A principios de la década de 1890 el cen-
que éstos iniciaran su labor. En la práctica, tro más poblado del Territorio, después de Re-
cuando se fundaron las colonias Resistencia, sistencia, era Las Palmas. La gran mayoría de
Avellaneda y Formosa, estas garantías se sus habitantes eran peones criollos e indígenas
efectivizaron de manera deficiente. Sin em- que trabajaban en el ingenio y en las plantacio-
bargo, el Estado trató de salvar del fracaso al nes de sus propietarios (Schaller, 1986, p. 79).
emprendimiento iniciado y adoptó medidas La afluencia de inmigrantes, que alcanzó
para evitar la emigración de las familias insta- su pico máximo entre 1888 y 1889, declinó no-
ladas. Si bien los esfuerzos y erogaciones ofi- tablemente a partir de 1892 como consecuen-
ciales fueron mucho mayores que los previs- cia de la paralización de la actividad colonizado-
tos inicialmente, el desenvolvimiento posterior ra. Las cifras del segundo censo nacional son
de estas colonias los justificó plenamente. De reveladoras de esta crisis. Sobre los 10422

11
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
habitantes que tenía el territorio chaqueño, sin expedición del ministro Victorica en 1884. Esta
incluir a los indios, el 80% estaba ubicado en situación, que unía el cargo político con el man-
las colonias y pueblos del litoral, y el resto, cer- do militar, y con ello la dependencia de dos mi-
ca de 2000 habitantes, dispersos en las de- nisterios simultáneamente, se modificó a fines
más regiones del territorio (Maeder, 1967). de siglo. Las operaciones quedaron a cargo del
El mismo censo arrojó para Formosa la comandante de la División Litoral general Lo-
cifra de 4829 habitantes blancos, diseminada renzo Winter, que operó hasta su disolución en
también en la franja litoraleña, comprendida 1901 (Maeder, 1985, p. 19).
entre una línea que internándose tres o cua- Una de las primeras medidas para el
tro leguas corría paralela al río Paraguay. Pa- mejor gobierno del territorio fue disponer la
sado este límite se extendía el “desierto” has- división departamental, de conformidad con
ta llegar a La Florencia, que contaba con 219 lo dispuesto en el artículo 2º de la Ley 1532.
pobladores. Ese espacio era del dominio de El general Obligado propuso una nó-
tribus indígenas, cuyo número aproximado se mina de nueve departamentos, que resultó
estimaba en quince o veinte mil.2 aprobada por decreto del 21 de noviembre
de 1885. De sur a norte eran los siguientes:
Avellaneda, Ocampo, San Antonio de Obliga-
c. La división política y departamental do, Las Toscas, Florencia, Resistencia, Guay-
curú, Solalinde y Martínez de Hoz. Al año si-
La Ley 1532 de 1884 dividió al Territo- guiente, la Ley 1894 transfirió a Santa Fe los
rio Nacional del Chaco en dos gobernacio- cinco primeros departamentos, y el Chaco
nes: Formosa y Chaco, separadas por el río quedó reducido a sólo cuatro distritos.
Bermejo, las que a partir de entonces tuvie- En 1888, Dónovan propuso el cambio
ron cada una sus propias autoridades y en- de nombre de los departamentos Solalinde y
traron en la etapa de su organización defini- Guaycurú, por Antonio Cambaceres y Flori-
tiva, aunque los problemas que debieron da. El 27 de noviembre del mismo año creó el
enfrentar fueron comunes. nuevo departamento de Florencia al Norte
Formosa continuó siendo gobernada (Basail) y el 5 de mayo de 1890 el de Caa-
por el general Ignacio H. Fotheringham hasta guazú, que cubría todo el inmenso vacío ad-
1891. Le sucedieron luego el general Napo- ministrativo y humano que se extendía desde
león Uriburu (1891-1894), el coronel José el meridiano 60º hacia el oeste.
María Uriburu (1894-1901) y el general Lo- En 1894 Luzuriaga enumera siete de-
renzo Winter (1901-1904). partamentos, algunos de los cuales habían
En esta etapa el Chaco tuvo tres go- vuelto a su nombre anterior: Martínez de
bernadores: Manuel Obligado, un período Hoz (con cabecera en Puerto Bermejo), Sola-
(1884-1887), Antonio Dónovan en dos perío- linde (ídem Las Palmas), Guaycurú (Colonia
dos (1888-1890 y 1890-1893) y Enrique Lu- Benítez), Resistencia, Florencia al Norte (Ba-
zuriaga en cuatro períodos (1893-1896; sail) y en el oeste, San Bernardo y Caaguazú.
1896-­1899; 1899-1902 y 1902-1905) Esta nomenclatura fue fijada luego
Los gobernadores, al menos hasta la por decreto del 19 de marzo de 1904, que
época de Dónovan, unieron a su función de go- determinó los nombres, límites, distritos y
bierno, la de comandante de la 4ª División del capitales de los seis departamentos en que
Ejército. En tal carácter tuvieron a sus órdenes quedó dividido el Territorio Nacional del
las fuerzas que operaban en el área desde la Chaco: Martínez de Hoz, Solalinde, Guaycu-
rú, Resistencia, La Sabana (ex-Florencia al
Norte) y Caaguazú (Maeder, 1985, p. 12-13).
2. Memoria presentada al ministro del Interior Dr. Aman- El Territorio de Formosa fue dividido
cio Alcorta por el gobernador de Formosa D. José Ma-
ría Uriburu, el 27 de febrero de 1896. En Memorias de por Superior decreto del 29 de julio de 1885,
los gobernadores del Territorio Nacional de Formosa en cuatro departamentos, numerados de sur
(1885-1899). Adv. ed. Ernesto Maeder. Resistencia, Fa-
cultad de Humanidades, UNNE, p. 211.
a norte en este orden: 4, 1, 2 y 3, separados

12
60°0'0"W 60°0'0"W

División Departamental (1885) División Departamental (1894)

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CORRIENTES CORRIENTES

Kilómetros 30°0'0"S
Kilómetros 30°0'0"S
30°0'0"S 30°0'0"S
0 25 50 100 150 0 25 50 100 150
60°0'0"W 60°0'0"W
Hugo Humberto Beck
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
entre sí, por líneas de este a oeste, próxima- Finalmente, por decreto del 20 de oc-
mente equidistantes. tubre de 1915 se crearon estos nueve depar-
Posteriormente, el 1 de mayo de 1894, tamentos con sus respectivas capitales: Ra-
y dada la importancia adquirida por la colo- món Lista (El Chorro), Bermejo (San Camilo),
nia La Florencia, fue creada una Comisaría Pilagás (Misión San Francisco Solano de Ta-
Departamental. Aunque sus límites no fue- caaglé), Pirané (Estación Km. 595 o Km. 109),
ron consignados en el decreto de su crea- Matacos (La Florencia), Pilcomayo (Clorinda),
ción, la cartografía de la época la ubica al Formosa (Formosa), Laishí (Herradura) y Pa-
oeste del meridiano de 60º. El segundo Cen- tiño (Km. 612 del río Bermejo).4
so Nacional de Población efectuado al año Ese mismo año el Territorio del Chaco
siguiente consideró a esta Comisaría como fue dividido en ocho departamentos, a saber:
Departamento Quinto. Río Teuco, Campo del Cielo, Napalpí, Tobas,
Por decretos de la gobernación, el de- Martínez de Hoz, Río Bermejo, Tapenagá y
partamento 3º fue denominado comandante Resistencia.
Page, el 4º coronel Freyre y la Comisaría De-
partamental, coronel Egües. Las autoridades
del Primer Departamento residían en la Villa d. Las principales dificultades
de Formosa, las del 2º en Colonia Dalmacia, las
del 3º en Colonia Bouvier, las del 4º en el pue- Entre los numerosos problemas que
blo General Uriburu (la comisaría) y en Colo- debieron atender los primeros gobernado-
nia Cano (el juzgado de paz) y los de la Comi- res chaqueños y formoseños se destaca la
saría Departamental en Colonia La Florencia.3 ausencia casi absoluta de caminos y la inse-
El decreto del 1 de mayo de 1904 asig- guridad derivada de la presencia de tribus
nó a Formosa 12 departamentos, pues dispu- no sometidas y de delincuentes fugados de
so la división del Quinto Departamento en provincias vecinas.
ocho jurisdicciones menores, cuya particula- En cuanto a las comunicaciones, am-
ridad residía en que cada uno de ellos limita- bos territorios sólo tenían salida permanente
ba con los ríos Teuco o Pilcomayo sucesiva- y regular por vía fluvial del Paraná. Los cami-
mente, quedando las líneas intermedias nos terrestres hacia las colonias del sur o los
demarcadas arbitrariamente. pueblos del norte, casi sin puentes ni balsas
En los hechos, no eran sino cinco los que posibilitaran el cruce de los numerosos
de verdadera existencia administrativa. Los ríos eran, a más de inseguros, de muy mala
demás, desde el VI hasta el XII quedaban calidad. Desde el sur, el lento avance de las
comprendidos en la denominación general y vías del ferrocarril de la Compañía Francesa;
usual de “el interior del Territorio”, de pobla- ligada a los intereses de la explotación fores-
ción, tránsito y conocimientos generales de tal, llegó a La Sabana en 1892, y quedó allí
la región, muy escasos, o ignorados, según la como punto de rieles hasta 1907, en que lle-
zona. Dicho “interior”, no tenía más autorida- gó a Resistencia (Maeder, 1985, p. 270).
des que la Comisaría de Policía del Km. 612 Casi hasta fines del siglo, puede decirse
de la navegación del Bermejo (en el departa- que no hubo en ejecución un programa vial de
mento VIII), un Juez de Paz en La Florencia verdadera significación para el Chaco. El go-
(en el departamento XI) y dos Jueces de Paz bierno nacional había apoyado la apertura de
en el departamento XII, uno en El Chorro y una traza entre Resistencia y La Brea, en San-
otro en Alto de la Sierra. tiago del Estero, tarea que llevó a cabo en me-
dio de muchas penurias el ingeniero militar

3. Memoria presentada al ministro del Interior Dr. Aman-


cio Alcorta por el gobernador de Formosa José María 4. Juan José Silva (1986). Informe general de inspección
Uriburu, el 27 de febrero de 1896. En: Memorias de los efectuada en el oeste del Territorio Nacional de For-
gobernadores del Territorio Nacional de Formosa (1885- mosa. En: Elsa Aurora Velozo de Espinoza, El Oeste
1899). Adv. ed. Ernesto Maeder. Resistencia, Facultad Formoseño: su red de asentamientos. Formosa, CONI-
de Humanidades, UNNE, p. 217. CET-SEPLADE, Apéndice.

14
60°0'0"W 60°0'0"W

División Departamental (1904) División Departamental (1915)

XII Rep RAMON


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VII BERMEJO

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V y IV NT PATIÑO
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25°0'0"S DE AG 25°0'0"S 25°0'0"S 25°0'0"S


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RESISTENCIA
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TAPENAGÁ
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FLORENCIA AL NORTE
S A N T I AGO DE L E S T E R O

SANTIAGO DEL ESTERO


SANTA FE SANTA FE
CORRIENTES CORRIENTES

Kilómetros 30°0'0"S
Kilómetros 30°0'0"S
30°0'0"S 30°0'0"S
0 25 50 100 150 0 25 50 100 150
60°0'0"W 60°0'0"W
Hugo Humberto Beck
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Francisco Host entre 1885 y 1886, y que con-
cluyó Juan Arias en 1889, pero tanto la Capital
como las colonias tenían muchas dificultades
para comunicarse (Maeder, 1985, p. 15).
Más difícil aún era la situación de For-
« Las frecuentes interrupciones
que sufre la línea telegráfica y la
falta absoluta de otra que ponga
mosa donde las vías de comunicación terres- en comunicación directa esta capi-
tre se reducían a dos caminos, que partiendo tal con la Subprefectura del Pilco-
de Formosa ponían en contacto a la capital
con las colonias del norte y con las colonias
del sur. Primitivamente habían sido huellas de
indios y estrechos caminos por donde los
mayo obliga a que seamos tributa-
rios del telégrafo paraguayo .7
»
obrajeros llegaban a los embarcaderos, ha-
biendo sido posteriormente convertidos en e. Resultados de la campaña militar de
carreteros por las necesidades del tráfico. Sin 1884
embargo, las numerosas corrientes de agua
La campaña militar realizada durante la
que debían atravesar y la inexistencia de
presidencia de Julio Argentino Roca y coman-
puentes resistentes, hacían que, en épocas de
dada por el ministro de guerra, general Ben-
crecientes de los ríos, las comunicaciones
jamín Victorica, tuvo el objetivo central de so-
quedaran interrumpidas por varios meses.5
meter de grado o por la fuerza a las tribus
Durante la gestión de José María Uri-
que habitaban el Chaco y obligarlas a aceptar
buru se construyeron numerosos puentes
las leyes de la Nación. El plan contempló el
con la ayuda de los hombres del regimiento
avance de la frontera hasta el río Bermejo,
12 de Caballería de Línea.6
dejando para una segunda etapa la ocupación
El Chaco tuvo en el gobernador Enrique
del Chaco Central (Formosa), hasta el límite
Luzuriaga al más entusiasta impulsor de estos
internacional del río Pilcomayo.
trabajos. Su obra significó la construcción de
La expedición se efectuó desde octu-
15 puentes (dos de ellos levadizos, sobre el río
bre a diciembre de ese año, a través de cinco
Negro y el Tragadero) y tres balsas (Maeder,
columnas expedicionarias y una flotilla fluvial
1985, p. 18; Ogara, 1992, p. 237-245).
que convergieron en La Cangallé.
El servicio telegráfico igualmente ado-
El éxito alcanzado por esta campaña
leció de fallas, siendo la principal la poca al-
cristalizó en la “Línea Militar del Bermejo”,
tura de los cables, que se interrumpían y de-
compuesta por 13 fortines, más la fundación
terioraban en épocas de inundaciones. Muy
de tres pueblos; la incorporación de más de
pocas eran las colonias que tenían comunica-
5.000 leguas cuadradas al dominio nacional y
ción telegráfica permanente con la capital del
la reducción de un importante número de in-
Chaco (Ogara, 1992, p. 18).
dígenas tras la rendición o la muerte de va-
En Formosa, el gobernador Uriburu
rios de sus jefes, otrora temidos caciques que
afirmaba en 1895 que:
por largos años mantuvieron en vilo a las po-
blaciones fronterizas. Los tres pueblos funda-
dos por Victorica: Puerto Bermejo, Puerto
5. Memoria presentada al ministro del Interior Dr. Amancio Expedición y Presidencia Roca, y los 13 forti-
Alcorta por el gobernador de Formosa D. José María
Uriburu, el 27 de febrero de 1896. En: Instituto de Histo- nes: Bermejo, Bosch, Senador Rojas, Diputa-
ria, (1979). Memorias de los gobernadores del Territorio do Balza, Madero, Yrigoyen, Ortíz, Wilde, Pla-
Nacional de Formosa (1885-1899). Adv. ed. Ernesto Mae-
der. Resistencia, Facultad de Humanidades, UNNE, pp.
215 y 224.
7. Memoria presentada al ministro del Interior Dr. Aman-
6. Memorias del gobernador de Formosa José María Uri- cio Alcorta por el gobernador de Formosa D. José Ma-
buru, correspondientes a los años 1897, 1898 y 1899. ría Uriburu, el 27 de febrero de 1896. En: Instituto de
En: Instituto de Historia. (1979). Memorias de los go- Historia. (1979). Memorias de los gobernadores del Te-
bernadores del Territorio Nacional de Formosa (1885- rritorio Nacional de Formosa (1885-1899). Adv. ed. Er-
1899). Adv. ed. Ernesto Maeder. Resistencia, Facultad nesto Maeder. Resistencia, Facultad de Humanidades,
de Humanidades, UNNE. UNNE, p. 215.

16
Hugo Humberto Beck
za, Presidencia Roca, Matorras, Arias y 2. Los aborígenes
Cornejo, se sumaron a las escasas poblacio-
nes litoraleñas existentes hasta entonces.8 El Gran Chaco fue habitado desde
La opinión pública aplaudió la acción tiempos remotos por diversas tribus que in-
de los soldados, y en 1888 el Congreso Na- tegraron dos familias lingüísticas: los Guay-
cional acordó por ley una medalla a jefes, ofi- curú (abipones, mocovíes, tobas y pilagáes,
ciales y soldados que participaron en esta entre otros) y los Mataco-Maccá (Matacos o
campaña, así como en las anteriores coman- Wichí y Chorotis).
dadas por Uriburu en 1870, Fontana en Los mocovíes habitaron en el norte de
1880, Bosch y Solá en 1881 y Bosch, Obliga- la provincia de Santa Fe y la mitad sur del
do e Ibazeta en 1883.9 Chaco Austral, preferentemente en la zona
Lejos de poner fin al problema indíge- litoraleña. Los abipones, en contacto fre-
na esta campaña sólo fue un importante hito cuente y por muchos años en guerra abierta
en una lucha que aún duraría varias déca- con los mocovíes, se habían confundido casi
das, aunque ya con otras características. Las en su totalidad con éstos; y los vilelas, que en
líneas de fortines, y el periódico rastrillaje 1876 apenas alcanzaban a 252 individuos,
del territorio no pudieron menos que inquie- establecidos en las costas del Paraná, frente
tar y desorganizar las formas de subsisten- a Corrientes, no ofrecían ya, por su reducido
cia de los indios llevándolos al enfrentamien- número, ninguna importancia.10
to o a la emigración hacia regiones más La nación toba ocupaba exclusivamen-
alejadas y menos favorables. te en un principio el Chaco Austral, desde el
Las memorias militares recogen, como Salado hasta el Bermejo y desde el Paraná a
se verá, una gran cantidad de operaciones, Orán. Durante largos años lucharon contra
sobre todo entre 1884-1890 y entre 1898- los mocovíes del sur, los matacos del oeste y
1900, épocas en que se produjeron estalli- los vilelas de la costa. Quizás su posición en
dos de violencias que obligaron a emprender el territorio del Chaco resultó más consolida-
acciones de mayor envergadura y severidad. da con la desaparición y muerte de los abipo-
Por otra parte, al margen de la seguri- nes y vilelas. El amplio hábitat en el que se
dad en la frontera interior, hacía falta una desenvolvieron trajo como resultado la for-
política de integración con el aborigen. Las mación de diversos grupos culturalmente di-
alternativas ofrecidas fueron de reducción ferentes. Ya los mapas del siglo XVII permi-
en pueblos, a cargo de misioneros, o su in- ten postular una división principal entre
corporación como mano de obra en los obra- tobas occidentales y orientales; y durante el
jes, la zafra azucarera o las tareas rurales. Siglo XIX se conocía a los primeros con el
nombre de orejudos.11
Los pilagáes (que la mayor parte de
los testimonios del Siglo XIX concuerdan en
llamar tobas-pilagás) vivieron en la parte
8. Numerosos estudios se han ocupado de esta trascen- central de Formosa, sobre la margen dere-
dental campaña, lo cual nos exime de mayores detalles cha del Pilcomayo, principalmente en la re-
acerca de la misma. Pueden verse, entre otras, las gión anegadiza del estero Patiño.
obras de: Hernán Félix Gómez, (1939). Historia de la
Gobernación Nacional del Chaco. Buenos Aires, Tall. En el siglo XVIII estos grupos guay-
Gráf. San Pablo; Carlos Primo López Piacentini, curúes adoptaron el caballo, obteniendo una
(1979). Historia de la Provincia del Chaco. La conquista
del desierto verde. Resistencia, Región. T.III; Ernesto capacidad bélica que les permitió no solamen-
Maeder, (1967). Historia del Chaco y de sus pueblos.
En: Academia Nacional de la Historia. Historia Argenti-
na Contemporánea. 1862-1930. Historia de las provincias
y de sus pueblos. Buenos Aires, El Ateneo. Vol. IV, 2 10. José Elías Niklison, (1990). Los Tobas. San Salvador
sección; Alberto Scunio, (1972). La Conquista del Cha- de Jujuy, Universidad Nacional de Jujuy, p. 19-20.
co. Buenos Aires, Imp. Del Plata.
11. Meliton González, (1890). El Gran Chaco Argentino.
9. Cámara de Senadores. (31 de julio de 1888). Diario de Buenos Aires, Compañía Sudamericana de Billetes de
Sesiones, p. 244-245. Banco, p. 101.

17
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

60°0'0"W

Distribución de los grupos aborígenes


Chaqueños a fines del Siglo XIX y
principios del Siglo XX

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SALTA y
Col. La Florencia
Col. Rivadavia
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Comandancia Frías

25°0'0"S Nueva Pompeya Tacaaglé 25°0'0"S

FORMOSA S
Cornejo E Pilcomayo

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Dalmacia

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OCCIDE BA
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S A N T I AGO DE L E S T E R O

CHACO Puerto Bermejo


Napalpí Las Palmas
Alhuampa
Olumpa

RESISTENCIA CORRIENTES
La Sabana
Avispa

Tacurú
Florencia
TES

Las Toscas
RIEN

Ocampo

SANTA FE
Referencias
I ES
COR

OV
Tostado
Línea divisoria (aprox.)
del hábitat de cada C
tribu
MO
Pueblo y Colonia
30°0'0"S
Fortín 30°0'0"S

COMisión
RDFranciscana
Reconquista

OBA Kilómetros
Límites Provinciales
0 25 50 100 150
60°0'0"W

18
Hugo Humberto Beck
te tener en jaque a otras tribus no montadas El avance militar consolidado a partir de
(como las de filiación mataco-mataguaya, por la campaña del general Victorica obligó a los
ejemplo) sino también a las poblaciones fron- aborígenes a reagruparse. Por ejemplo, par-
terizas españolas (Tomasini, 1987, p. 29-47). cialidades de tobas y pilagás fueron obligadas
Inmediatamente antes de la conquista a emigrar hacia el noroeste, remontado el Pil-
militar de la región del Chaco en 1884, dos comayo, en algunas circunstancias desplazan-
jefes tobas -Cambá e Inglés- habían frustra- do a parcialidades matacas hacia el oeste. Al
do numerosos intentos de penetrar la región. “acorralamiento” en un espacio relativamente
Fue la presión de la campaña de Victorica en reducido (desde el análisis de la dinámica de
1884 la que logró aplastar la resistencia toba, las actividades de recolección, caza y pesca)
terminando con la hegemonía de Cambá e In- que produjeron un incremento en los conflic-
glés. Los tobas ya no estuvieron desde en- tos interétnicos por el usufructo de los recur-
tonces en condiciones de defender su terri- sos entre los distintos grupos, se sumó des-
torio contra las incursiones de los blancos pués otro elemento contribuyente, en la
(Miller, 1979, p. 11). agudización de la situación: la ocupación del
Los matacos tuvieron como hábitat mismo territorio por parte de grupos criollos
histórico la parte occidental del Chaco, espe- ganaderos (Trinchero y Piccinini, 1992, p. 198).
cialmente el oriente salteño y las zonas colin- Estrechadas en su hábitat y enemista-
dantes de las gobernaciones del Chaco y das entre sí, las diversas tribus no supieron
Formosa. A fines de siglo pasado sus aldeas enfrentar, salvo en muy contadas oportuni-
se encontraban situadas sobre todo a lo lar- dades, en forma conjunta al blanco, y adopta-
go de los ríos Pilcomayo, Bermejo y Teuco, ron una actitud ambivalente que fue a veces
hasta la altura de la Confluencia de ambos la resistencia armada y otras la componenda
ríos. Las tribus matacas se vieron cada vez con el invasor.
más estrechadas por los tobas, sus temidos Ya en 1828, Alcides D’Orbigny pudo
enemigos, que avanzaban hacia el oeste; y observar que
por los ganaderos salteños amparados por
los fortines que bajaban al este en busca de
mejores pasturas.
Al contrario de los pueblos guay-
« estas naciones comienzan a ex-
perimentar la necesidad de acer-
carse a los lugares donde pueden
curúes, los matacos y congéneres no se con- obtener una cantidad de objetos
virtieron nunca en pueblos ecuestres, y ca- que se les han hecho indispensa-
recieron por lo tanto de la belicosidad que la bles, como hachas, cuchillos y mu-
adopción del caballo suele imprimir a los chas otras cosas de primera ne-
pueblos indígenas. Uno de los pocos ataques cesidad; así los tobas van a morar
de significativa importancia que hicieron fue cerca de Corrientes...
la intentona realizada en 1863. Maltratados
y los matacos de la parte Noroes-
sin duda por la población blanca de la región,
quisieron ellos vengarse atacando colonia Ri-
te del Chaco salen todos los años
vadavia, a raíz de la cual tuvieron que sopor- de sus desiertos, para ir en gran-
tar en los años siguientes un terrible castigo, des rebaños a alquilar durante
que redujo considerablemente su número algunos meses sus servicios en
(Canals Frau, 1986, p. 334).12 la provincia de Salta, con el fin de

12. En 1886, el misionero franciscano José Cardús estimaba


el número de matacos en 20.000 individuos, algunos de
los cuales estaban en relación con los cristianos fronteri-
»
procurarse los artículos de que
tienen necesidad .13

zos y otros vivían completamente aislados de los blancos, 1886, p. 250-251).


“a quienes consideraban como enemigos, y no sin razón,
principalmente a los argentinos, quienes desde algunos 13. Alcides D’Orbigny, (1945). Viaje a la América Meridio-
años a esta parte han seguido el sistema de desalojarlos nal: Brasil, República del Uruguay, República Argentina,
de sus lugares, perseguirlos y exterminarlos.” (Cardús, La Patagonia, República de Chile, República de Bolivia,

19
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Como puede verse, desde épocas
tempranas, las tribus que entraron en con-
tacto con los blancos lo hicieron en calidad
de mano de obra en las actividades produc-
tivas que avanzaban sobre sus tierras, o
« el peón y sobre todo el indio
cobra raras veces su salario en
efectivo, sino en artículos, o
como proveedoras a muy bajo costo de los «adelantados», según los libros
productos de la caza y de la pesca. Estas del obrajero, en los que se apun-
transacciones comerciales, que constituían taban los artículos hasta en un
un despojo en razón de la ignorancia com- triple de su valor... Claro está
pleta del valor de las cosas por parte de los que con tal proceder al fin del
indios fue denunciado en reiteradas ocasio- mes el indio en vez de recibir al-

»
nes. En el año 1897, el ingeniero Hugo Mia- gún dinero lo estaba debiendo al
tello, en un informe al Congreso anotaba el patrón... 15
caso de un comerciante que instalado en las
cercanías de las colonias Novaró y Popular Además, el problema del alojamiento
mantenía constantes relaciones comerciales solía ser abandonado a su propia iniciativa.
con las tribus del lugar sobre la base del Esta explotación ha sido ampliamente docu-
cambio de productos por mercaderías, reci- mentada16.
biendo, por ejemplo, por una damajuana de Es importante considerar la opinión del
caña rebajada una arroba de plumas de jefe de la Frontera y gobernador del Chaco,
avestruz; o por una pieza de lienzo de últi- coronel Obligado, quien en 1885 informó al mi-
ma clase, un cuero de tigre. nistro del Interior que había colocado indios de
Respecto de su condición de obrero lanza y chusma en una plantación de caña y en
informaba que en las colonias los trabajos un obraje, “conchavados” como Peones. Estaba
para alambrar se pagaban a los peones crio- descontento con el procedimiento que -explica-
llos entre 15 y 20 pesos por mes más la co- ba basado en su experiencia de diecisiete años
mida, mientras que a los indios se les abona- en la frontera- no daba resultados prácticos,
ba sólo 5 pesos y la comida, calculada ésta en porque los indios conchavados con particula-
10 pesos por persona.14 res se disgustaban con sus patrones, pues es-
Los obrajes, que ya para 1860 esta- tos los explotaban todo lo que podían; esto ha-
ban comenzando a operar en el borde orien- cía que se volviesen poco a poco otra vez a los
tal del chaco, cumplieron un importante pa- bosques y que la conquista fuese “cuestión de
pel en la subyugación de los indios hasta nunca acabar”. Además, estos indios, a diferen-
convertirlos en asalariados. Para muchos de cia de los de la Pampa y Patagonia, no forma-
ellos, los obrajes proporcionaron el primer ban naciones, la autoridad de los caciques era
contacto pacífico sostenido con el hombre sólo nominal, por lo tanto, no era posible que,
blanco. Sin embargo, su trabajo fue siempre como ocurría en el sur, respetasen tratados
muy mal remunerado. El agrimensor Arturo firmados por sus jefes (Ospital, 1984, p. 258).
Seelstrang decía que: Esta última característica también fue
señalada por José Cardús (1886), respecto de
los matacos:
República del Perú: realizado de 1826 a 1833. Trad. Al-
fredo Cepeda; Prólogo Ernesto Morales. Buenos Ai-
res, ed. Futuro, Tomo I, p. 276. 15. Seelstrang, A. (1878). Informe de la Comisión Explorado-
ra al Chaco. Buenos Aires.
14. Hugo Miatello, (1898). Informe sobre agricultura, ga-
nadería, industrias derivadas y colonización en los Te- 16. José Niklison, J. E. (31 de julio de 1915). Informe de la
rritorios de Chaco y Formosa. En: Florencio Molinas. visita de inspección a los Territorios del Chaco y For-
Investigación Parlamentaria sobre agricultura, ganadería, mosa elevad al Jefe de inspección Alejandro Unsain.
industrias derivadas y colonización, ordenada por la Ho- Boletín del Departamento General del Trabajo, Nº 32,
norable Cámara de Diputados. Anexo C Santa Fe, Chaco Buenos Aires, A. Martino. Bialet Massé, J. (1985). In-
y Formosa. Buenos Aires, Taller Tipográfico de la peni- forme sobre el estado de la clase obrera. Madrid, Hys-
tenciaría Nacional, p. 272-273. pamérica,

20
Hugo Humberto Beck
el tiempo en que podían cosechar la fruta del

« Inútil es buscar entre ellos je-


fes o capataces que representen
alguna autoridad porque entre
algarrobo. Hablaban el idioma nacional, ves-
tían “con cierta honestidad” y tenían hábitos
de trabajo. Por último, los indios que perma-
necían en la selva, llamados indios ariscos,
ellos no hay quien manda ni quien mantenían contacto con los anteriores pero
obedece; sólo respetan amisto- sin abandonar sus territorios,
samente y siguen a veces el con-
sejo de alguno que tiene cierto « suelen ser molestos, o cuando

»
prestigio entre ellos, o que se menos inspiran temores a los ha-
hace querer más (p. 251).
El contacto con los ganaderos fue toda-
vía más desagradable que con los obrajeros.
cendados que están algo retira-
dos de la costa del río Paraguay .17
En 1916, Niklison afirmaba que estos
»
La desconfianza mutua se fundaba en la repu- últimos habían quedado reducidos a muy po-
tación de los indios como abigeos, y en las cas tribus, situadas muy al interior de los
prácticas de los ganaderos de cercar la tierra dos territorios, sobre todo en el de Formosa.
y ahuyentar la caza (Miller, 1979, p. 61). Las dos primeras categorías, que en la época
El trabajo de los indios en los ingenios de mayor intensidad de los trabajos regiona-
azucareros tuvo características particulares, les operaban a la par, con iguales bríos y con
que se verán más adelante. análoga eficacia, eran los que formaban la
Los testimonios de fines del siglo XIX y gran masa de población toba de ambos terri-
principios del XX coinciden en dividir a los torios (Miller, 1979, p. 67).
indios en tres categorías, según su proximi- Queda demostrada de esta manera la
dad con los blancos y sus condiciones labora- creciente importancia de la mano de obra
les. En primer lugar, se mencionan a los in- aborigen. La misma fue señalada en numero-
dios radicados definitivamente en los centros sos testimonios de la época. En 1887, Alejo
de trabajo, independientes y libres del domi- Peyret señalaba que “los indios son excelen-
nio de sus caciques tes trabajadores...” y que “la explotación del

« son los mejores peones que se


encuentran en el territorio; fuer-
tes, sumisos, obedientes, sobrios.
Chaco sería imposible sin ellos”.18
También el agrimensor Melitón Gonzá-
lez, después de explicar la destreza con que
los indios, varones y mujeres, trabajaban en
Trabajan desde que el sol sale, el corte y peladura de la caña, sostenía que:
hasta que el sol se pone, por un
puñado de maíz por día, un peda-
zo de carne, unas cuantas galle-
« Ahí está el secreto del porvenir
de la industria azucarera en el
Chaco: el brazo barato. El indígena
tas y un poco de sal a la semana,
lo proporciona... Este es el primer
y una paga mensual que apenas
peón del Chaco y para el Chaco...
le alcanza para comprar algunos
cuando él no exista, si la mecánica

»
metros de percal y otros tantos
de lienzo... (Chueco, 1894).
Los indios que concurrían a los cen-
17. Memoria presentada al Ministro del interior Dr. Felipe Yo-
fre por el gobernador de Formosa, D. José María Uriburu,
el 20 de febrero de 1900. En: Instituto de Historia. (1979).
tros de trabajo por períodos más o menos Memorias de los gobernadores del Territorio Nacional de For-
regulares, o indios amigos, según la denomi- mosa (1885-1899). Adv. ed. Ernesto J. A. Maeder. Resisten-
cia, Facultad de Humanidades, UNNE, p. 279.
nación del gobernador Uriburu, trabajaban Peyret, A. (1889). Una visita a las colonias de la República
entre tres y seis meses en ingenios, obrajes Argentina. Buenos Aires, Imp. Tribuna Nacional, T.1, p. 327.
y chacras, volviendo después al desierto, en 18. Peyret, A. (1889). Una visita a las colonias de la República Ar-
gentina. Buenos Aires, Imp. Tribuna Nacional, T.1, p. 330.

21
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
no viene a sustituirlo la industria
peligrará… el indio es el único bra-
zo apropiado para el Chaco; es el
instrumento que la naturaleza ha
cosechas! 20
»
que falte el brazo del indio en sus

Esta importancia sería reconocida ofi-


puesto allí para explotar las rique- cialmente en numerosos documentos, como el
decreto firmado en 1911 por el presidente Ro-
zas que derramó en aquel suelo...
que Sáenz Peña, cuyos considerandos decían:

«
Así, sino por humanidad, al menos
por egoísmo y por necesidad de-
bemos decir, no matéis al indio! .19
De igual modo opinaba en 1894 el in-
» Que una prolongada experien-
cia ha puesto de relieve las apti-
tudes del indígena del Chaco y
Formosa, para el trabajo de los
dustrial de Formosa, Manuel Chueco:

«
ingenios de azúcar, los obrajes
Nos conviene impedir su des- de madera y las cosechas de al-
trucción para que sean coopera- godón, constituyendo así un im-
dores útiles en la grande empre-
sa de poblar las desiertas tierras
de nuestros extensos territo-
rios... la destrucción de los ca-
portante factor económico que
es indispensable conservar .21
Todos estos conceptos fueron reforza-
»
dos, como se verá más adelante, por los Ins-
lumniados indios chaqueños no pectores del Departamento Nacional del Tra-
sólo es cruel inhumanidad, sino bajo, que desde 1914 recorrieron la región

cendental importancia .
»
también político error de tras-

Bialet Massé, en su conocido Informe


para investigar las condiciones de trabajo en
los ingenios, obrajes y chacras.

del año 1904 expresaba: 3. Localización y funciones cumplidas

« Me fijo en primer término en el


indio porque es el elemento más
eficiente del progreso e importante
por las fuerzas militares de la
frontera norte
Por decreto de fecha 28 de marzo de
en el Chaco: sin él no hay ingenio 1882, el presidente Roca dispuso la división
azucarero, ni algodonal, ni maní, ni del Ejército Nacional en cuatro divisiones.
nada importante. Si los propieta- Los cuerpos de ocupación del Chaco y Misio-
nes constituyeron la 4ª División y se nombró
rios del Chaco miraran este asunto
comandante en jefe de la misma al general
con el mayor y más crudo de los Juan Ayala. Los gobernadores de ambos te-
egoísmos, pero ilustrado, serían rritorios se desempeñaban como jefes de
humanitarios por egoísmo, y cuida- Brigadas y de los cuerpos destacados en
rían a los indios siquiera como ani- Formosa y Posadas.22

»
males insustituibles para labrar sus
fortunas... (p. 55).
En 1908, Juan Mc Lean expresó:
Esta División estaba constituida en

«
20. Juan Mc Lean, (mayo-junio 1908). Informe sobre ex-
ploración al Chaco. Boletín del Ministerio de agricultura.
Guay de aquellos cultivadores T. IX, Nº 5 y 6. Buenos Aires, Tall. Publ. Oficina Meteo-
rológica Argentina.
de caña dulce y algodón el día
21. Enrique Rostagno, (1912). Informe de las Fuerzas de
Operaciones en el Chaco. Buenos Aires, Tall. Gráf. Ar-
senal Principal de Guerra, p. 101.
19. González, M. (1890). El Gran Chaco Argentino. Buenos
Aires, Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, 22. Memoria del Ministerio de Guerra y Marina (en ade-
pp. 16 y 156. lante M.M.G.y.M.). (1882). p. 15.

22
Hugo Humberto Beck
1885 por el Regimiento 12 de Caballería de La Línea Militar del Chaco Austral rea-
Línea, que guarnecía el Bermejo; el Regi- lizó operaciones de rastrillaje a través de los
miento 5 de Infantería, en Formosa; el pri- Regimientos 6 y 9 de Caballería con el objeto
mer batallón del tercer Regimiento de Infan- de mantener pacificada una región que se
tería de Línea, en Posadas; el primer batallón consideraba definitivamente conquistada, y
del cuarto ­Regimiento de la misma fuerza y cuya colonización avanzaba con rapidez. Entre
el primer batallón del Regimiento de Infante- otros trabajos ejecutados en 1887 se constru-
ría de Marina, que cubrían la segunda línea yó un fortín en el paraje Tres Horquetas, des-
en el Chaco, y el Regimiento 10 de Caballería pués abandonado; otro fortín en el paraje
de Frontera en Salta. Toda esta fuerza se Aguará; se poblaron los parajes denominados
componía de 1 general, 29 jefes, 90 oficiales Napalpí (General Dónovan) e Indio Disparado
y 1326 soldados.23 (coronel Brandsen) y se construyó un fuerte
A ella se sumó poco después el Regi- en Las Palometas (Clodomiro Villar).26
miento Indígena de San Antonio de Obligado, Motivo de seria preocupación fue la su-
integrado por dos oficiales y 203 individuos blevación, en marzo de 1887, de la reducción
de tropa, organizado por iniciativa del coro- indígena de San Antonio de Obligado, dando
nel Manuel Obligado, jefe de la Línea Militar muerte al mayor Marcos Piedra. Oficiales de
del Chaco Austral.24 la 2ª brigada a cargo del teniente coronel Pe-
La escasez de fuerzas militares nacio- dro Racedo fueron enviados prontamente
nales y el surgimiento de diversos conflictos para reprimir el levantamiento y evitar que
en el extenso ámbito de la República, motiva- los sublevados se internasen al interior del
ron un permanente desplazamiento de bata- Chaco. El teniente coronel Juan Gómez, con
llones o de regimientos enteros a otras zo- fuerzas del Regimiento 6º de Caballería, batió
nas, siendo reemplazados por otros, o a los indios a 25 leguas de Ocampo, dejando
dejando su anterior sede desguarnecida. un saldo de 35 a 40 muertos, varios heridos
La Revolución de 1890 exigió el trasla- y el rescate de caballos. En noviembre de ese
do de varios cuerpos hacia la ciudad de Ro- año, el capitán Martín Marlein combatió a otro
sario. Pacificada la República, volvieron sólo grupo de indios sublevados que habían roba-
algunos de ellos, por lo cual a fines de 1890 do ganado en Las Toscas, cayendo muertos el
la guarnición del Chaco Austral y Frontera cacique que los capitaneaba y numerosos in-
Norte de Salta se componía del Batallón 1° de dios, y recuperándose el ganado.27
Infantería (nuevo en la región), de los Regi- Las expediciones de castigo por robos
mientos 5, 9 y 12 de Caballería y del Regi- y ataques cometidos por los indios en las po-
miento de Zapadores y Pontoneros.25 blaciones fronterizas, fueron todavía más
Hasta fines del siglo pasado estas fuer- numerosas en 1888.
zas operaron a partir de líneas militares, tales
como la Línea del Chaco Austral; del Bermejo
y del Chaco Boreal (o más propiamente Cha- a. Las líneas de fortines y las
co Central, ya que operaba en Formosa). dificultades para su mantenimiento
La línea militar del Bermejo debió en-
23. Memoria del Ejército Nacional (en adelante MEMEN). frentar un sinnúmero de dificultades para
(1885). p. 13.
mantener los fortines que se habían estable-
24. MEMEN. (1885). p. 123.
25. M.M.G.y.M. (1891). p. 247. 26. MEMEN. (1888). p. 412.
El Regimiento de Zapadores y Pontoneros fue creado
el 12 de agosto de 1890 por decreto del presidente 27. MEMEN. (1888). pp. 407-409.
Pellegrini. El teniente coronel José Sandalio Sosa, jefe Los intolerables abusos y las numerosas injusticias de
a cargo, formó el regimiento con personal de oficiales que eran objeto los indios por parte de los administra-
y tropa del extinguido Batallón de Ingenieros y Regi- dores de la reducción -en particular del propio Mayor
miento 4 de Artillería, pero no se lo dotó de material Marcos Piedra- y que motivaron la rebelión fueron da-
indispensable para su misión. M.M.G.y.M. (1891). p. dos a conocer por Cayetano Bruno. (Bruno, 1966, p.
275. 359-360).

23
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
cido con la campaña de Victorica en 1884 y El Regimiento 5 a cargo del coronel
extenderlos hacia el oeste. Diego Lucero, instaló su comandancia en fe-
En un principio la Comandancia se es- brero de 1887, en colonia Rivadavia, desde
tableció en Presidencia Roca, punto designa- donde atendió la línea de fortines que se ex-
do para la erección de un pueblo, cuya inau- tendía a su derecha: General Alvarado, coro-
guración se produjo el 5 de diciembre de nel Arenales, Pérez Millán y Marcos Paz; y
1884. Sin embargo, los trabajos se suspen- construyó a su izquierda otros fortines muy
dieron a principios de 1888 por quedar com- precarios, que en ciertas épocas del año de-
prendido el punto en una propiedad de una bían ser abandonados por falta de agua. El
empresa particular a pesar de que ya existía más importante fue el Pluma de Pato, al no-
un número considerable de familias pertene- roeste del antiguo fuerte Victoria, y los de-
cientes a la Colonia Félix Azara. En septiem- más, Pozo Largo, Algarrobal, Victorica y
bre de 1888 la Comandancia de la línea y el Mora Sola.30
regimiento 12 fueron trasladados al pueblo En diciembre de 1887 el coronel José
Puerto Bermejo (Bruno, 1966, p. 246). María Uriburu, jefe de la Línea del Bermejo
La línea de los 13 fortines, guarnecida desde1885, informaba que los fortines Plaza,
por el Regimiento 12 hasta Fortín Cornejo y Ortíz, Matorras, Averastain, Arias y Corne-
de allí al oeste hasta Rivadavia por el Regi- jo, destruidos por inundaciones y por ata-
miento 5, fue fortalecida en 1886 por nuevos ques de indios, habían sido reconstruidos y
destacamentos: Averastain, Capitán Wilde, nuevamente poblados.31
comandante Pérez Millán, Batallón 9 de Lí- También se realizaron enormes es-
nea, teniente Barquín y Capitán Cabrén, ins- fuerzos por tender la línea telegráfica desde
talados a 3 leguas unos de otros.28 Puerto Bermejo a colonia Rivadavia, e inclu-
En territorio formoseño, se sumaron a so prolongarla hasta Orán. Pero las inunda-
fines de 1884 dos nuevos reductos, el fortín ciones, la falta de medios y su permanente
Fotheringham, frente a Asunción y el fortín destrucción por parte de los indios impidie-
Viejobueno, aguas arriba, más allá del Meri- ron esta obra, y las comunicaciones debieron
diano 58°. Entre esta línea del Pilcomayo, limitarse al tramo Puerto Bermejo-Presiden-
que se iniciaba, y la del Bermejo ya plantifica- cia Roca. Idénticos inconvenientes presenta-
da, se erigió el fortín Séptimo, en las nacien- ba la construcción y mantenimiento de cami-
tes del riacho Formosa, y en la margen iz- nos carreteros que comunicaran a los
quierda del Salado, los fortines coronel Villar, fortines entre sí. Los mismos se tornaban
coronel Freyre y comandante Ipola. intransitables en la estación lluviosa, y para-
Sin embargo, todos estos estableci- dójicamente en otros lugares, no se podía
mientos fueron sumamente precarios y va- avanzar por la ausencia absoluta de agua.
rios fueron abandonados al poco tiempo. Ha- Otro factor que conspiró en forma
cia 1888 sólo estaban ocupados los fortines permanente contra el mantenimiento y la
Freyre (dos oficiales y 20 soldados), Ipola (1 buena atención de estas líneas de fortines
oficial y 15 soldados) y Cabrera (2 oficiales y fue la escasez, cuando no la falta total de me-
15 soldados), los restantes habían sido aban- dios de movilidad: caballos y mulas. La mor-
donados por carecer de medios de movili- tandad de caballos, provocada por afeccio-
dad. El general Ignacio Fotheringham a car- nes tales como mal de caderas (paraplejía),
go de esta línea, reclamó la instalación de 2 o angina y mal de vaso, era alarmante. Las si-
3 nuevos fortines y la extensión de las líneas guientes cifras pueden dar una idea de la
telegráficas, como medios imprescindibles gravedad del problema: en febrero de 1885
para proteger a las nuevas colonias.29 existían en la línea del Bermejo 420 caballos,

28. MEMEN. (1886). p. 572. 30. MEMEN. (1889). p. 275.


29. MEMEN. (1889). p. 151. 31. MEMEN. (1888). p. 331.

24
Hugo Humberto Beck

60°0'0"W

La línea militar del Bermejo (1884 - 1890)

Rep
úbli
ca d
el P
SALTA ara
gua
y
Rivadavia Colonia La Florencia
Güemes

Comandancia Frías

25°0'0"S 25°0'0"S

FORMOSA
Viejobueno
San Bernardo Fotheringham
Pilcomayo
Cornejo
Arias Bouvier

Matorras Dalmacia
V. Emilia
Ipola Monteagudo
Villar
Pcia. Roca Freyre
Plaza Wilde Carlsen FORMOSA
Expedición

CHACO
Ortíz
SANTIAGO DEL ESTERO

Madero Bosch
Yrigoyen Rojas
Balza Pilar
Pto. Bermejo
Napalpí Gral. Vedia
Alhuampa
Indio Disparado (Brandsen) M. Belén
Makallé
Olumpa Benitez
RESISTENCIA CORRIENTES
Encrucijada
Las Sabana
Avispa Cocherek
Florencia
S

Tacurú
Las Toscas
E
IENT

Ocampo Bella Vista

Aguilar
R

Guaicurú
COR

Tostado Reconquista
Vera

Referencias SANTA FE
Ciudades

30°0'0"S ! Pueblo, colonia 30°0'0"S

COFortín
RDO Kilómetros
Límites
BA
Provinciales
0 25 50 100 150

60°0'0"W

25
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
352 mulas y 44 bueyes; en diciembre queda- después de 15 días de marcha, la toldería de
ban vivos sólo 25 bueyes, 24 mulas y ningún Emak, fuerte de 1000 hombres, fue atacada
caballo. En ese mes se recibieron 215 caba- por sorpresa y totalmente batida, perecien-
llos y 90 mulas (que así totalizaban 114), de do en la lucha el cacique con 58 de los suyos.
los cuales el 1 de marzo de 1886 sólo queda- El saldo arrojó, además, 23 prisioneros, nu-
ban 78 caballos y 96 mulas.32 merosos heridos que huyeron al bosque, de-
Las Fuerzas Militares además de ejer- jando en poder del ejército un importante
cer el control en las fronteras, debían atender
número de armas, 80 caballos, 40 vacas,
a los numerosos indios sometidos, que se pre- 1000 ovejas y todo cuanto tenían en sus tol-
sentaban a los fortines en busca del amparo dos, que fueron incendiados.
del gobierno nacional. A fines de marzo de Desde ese lugar hasta la desemboca-
1885 había 15 caciques, 24 capitanejos, 932 dura del Pilcomayo fueron batidas diez tolde-
indios de lanza y 2085 de chusma, que reci- rías más. Esta batida general dio como resul-
bían su respectiva ración. Además de las difi-tado, dos caciques, un capitanejo y 227 indios
cultades surgidas de la escasez de aprovisio- muertos y 30 prisioneros, además de recu-
namiento, era difícil evaluar las verdaderas perarse 248 caballos y mulas, 2000 ovejas y
intenciones de los reducidos. En muchas oca- 90 vacas, e incautarse gran cantidad de ar-
siones caciques racionados por varios meses mas indígenas (Scunio, 1972, p. 292-296).
se alzaban luego contra las autoridades, como Las numerosas acciones llevadas a cabo
en junio de 1885 lo hicieron Matolí, Chilaloy,entre enero y diciembre de 1887 en la Línea
Sonidy, Danquí y Danchí. Otros más perspica- Militar del Bermejo dejaron este saldo: 195 in-
ces, como el cacique Mesojchi, pretendían el dios muertos, 246 prisioneros (40 de lanza),
racionamiento en la época en que el monte no una alta cifra de heridos, 22 caballos, 250 ove-
los proveía de alimentos, para luego alejarse jas, 6 fusiles, 1 carabina, 25 lanzas y gran can-
nuevamente a sus territorios, faltando a las tidad de munición, arcos y flechas tomados.
promesas de su reducción.33 Como saldo desfavorable se registró la muerte
de un sargento, un cabo 1 y un soldado, y resul-
taron heridos 2 cabos y 3 soldados.34
b. Las operaciones militares entre Las operaciones militares del año 1888
1885 y 1899 fueron aún más importantes y numerosas.
En su Memoria, el coronel José María Uri-
Los informes remitidos al Congreso
buru anotó que

«
por los ministros de Guerra y Marina entre
1885 y 1890 registran un alto número de coaligados matacos y tobas,
operaciones de las tropas chaqueñas contra han sido inútiles todas las tentati-
los indios. Notoria repercusión alcanzó la
vas para atraerlos a la vida civili-
campaña realizada entre julio y septiembre
de 1885 por el teniente coronel José Gomen-
zada. Apegados a los usos y cos-
soro contra Emak, cacique general de las tri- tumbres de su vida nómade por
bus de los orejudos, que poblaban la margen la que abrigan una pasión ilimita-
derecha del río Pilcomayo. El 1 de agosto, da, creyéronse sin duda suficien-
temente fuertes para declarar
una guerra abierta y sin cuartel
32. MEMEN. (1886). p. 576. contra las fuerzas de la Nación
Por Ley de agosto de 1887 el Congreso autorizó la in-
versión de 130.000 pesos en la compra de caballos y que actúan en el Chaco. Esto ha
mulas para las Fuerzas que guarnecían la frontera del motivado que el Regimiento de
chaco. Tal medida se tomaba por “las repetidas sor-
presas que los indios nómades del chaco han llevado mi mando sobre la margen dere-
en este último tiempo sobre las poblaciones...” cha del Bermejo, emprendiera
Cámara de Senadores. (11 de agosto de 1887). Diario
de Sesiones, p. 364.
33. MEMEN. (1886). pp. 577-578. 34. MEMEN. (1888). p. 328.

26
Hugo Humberto Beck

das en todas direcciones. 35


»
una serie de expediciones y bati-

En primer lugar, el teniente Daniel


peleaban desordenadamente en tropel, por
eso no tenían valor colectivo, aunque sí indi-
vidual, y en alto grado cuando eran estrecha-
dos por el adversario.38
Bouchard realizó una expedición contra los La muerte de los caciques en casi to-
tobas Nehuaquí, Petrojchí e Ilirí. Del 23 al 26 dos los enfrentamientos se explica porque
de mayo, el propio coronel Uriburu comandó los mismos ocupaban siempre un lugar en la
una expedición por ambas márgenes del primera fila del ataque. Jamás dejaban de re-
Bermejo contra las tribus del cacique Ne- clamar para sí el honor de exponer su vida
chioqui, que resultó muerto junto con 162 de por la tribu39.
los suyos. A fines de junio, el teniente Cam- Desde 1889 y hasta la campaña del ge-
pos Gutiérrez y el alférez Fogués operaron neral Winter en 1899, las acciones ya no fue-
contra los matacos del cacique Carancho, ron tan intensas, y consistieron en periódi-
que había logrado reunir a otros diez caci- cos rastrillajes y expediciones punitivas. En
ques menores y a más de 400 combatientes. la Memoria del Ministerio de Guerra del año
El resultado fue de 70 indios muertos y 18 1890, bajo el subtítulo de “Líneas Militares”,
prisioneros, Más adelante, el mayor Montero se puede leer:
atacó los toldos de Paisán, cacique de la zona
comprendida entre el Teuco y el antiguo cau-
ce del Bermejo.
El 11 de octubre de 1888, más de 400
« Las operaciones de guerra
contra los indios se han limitado
al desprendimiento de alguna
indios tobas y matacos atacaron al fortín que otra partida de los acantona-
Arias, que fue defendido por el comandante mientos, para perseguir peque-
Carranza y por los refuerzos del alférez ños grupos de indios del Chaco
Aguirre, acción que costó la vida de un sar- Austral que audazmente tenta-
gento y de cinco soldados. Las expediciones
ron caer sobre algunos estable-
de castigo enviadas inmediatamente no al-
cimientos ganaderos de Santa Fe
canzaron a los indios que ya habían huido ha-
cia el Pilcomayo.36
El resumen de todas las operaciones
de guerra realizadas durante 1888 en todas
las líneas militares del Gran Chaco señala
y Santiago del Estero, no consi-
guiendo sus propósitos 40
»
En conclusión, la campaña militar del
año 1884 no constituyó, a pesar de su innega-
que fueron muertos 482 indios de pelea, in-
ble importancia, la conquista definitiva del te-
cluidos 9 caciques, y 15 de chusma; se recu-
rritorio ni la total rendición de los indios. Estos
peraron 174 caballos, 27 yeguas, 6 mulas, 4
adoptaron desde entonces distintas actitudes,
bueyes y 82 ovejas; y se tomaron 115 lanzas,
que variaban desde una simulación de someti-
3165 flechas y una carabina.37
miento periódico para alzarse luego contra las
Las armas más usadas por los indios,
fuerzas militares, hasta su retiro a la espesura
como puede verse, eran la lanza, la flecha, el
cuchillo y la macana. Tenían también algunos
fusiles de fulminante y unos pocos reming- 38. MEMEN. (1889). p. 255.
tons. Eran muy diestros en el manejo de sus 39. Niklison, J. E. (1990). Los Tobas. San Salvador de Ju-
armas, pero carecían de organización y de juy, Universidad Nacional de Jujuy, p. 79-82.
disciplina. Sus caciques y capitanejos no te- 40. M.M.G y M. (1891). p. 17.
nían autoridad positiva sobre sus soldados, y Entre esas acciones se cuentan las del teniente mar-
ciano Grigera del Batallón 11 de Infantería que reco-
rrió los fortines Atahualpa, Inca, Guardia, Escolta, Re-
pública y La Viuda, atacando las tolderías de los
caciques medina, Petizo y Juan José.
35. MEMEN. (1889). p. 229. También la expedición del alférez Abraham Carrasco
36. MEMEN. (1889). pp. 235-272. batió las tolderías del cacique Petizo en las inmediacio-
nes de San Antonio de Obligado, Florencia, Las Toscas
37. MEMEN. (1889). pp. 206-210. y Cogollo Colorado.

27
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
del monte para realizar después ataques sor-
presivos a fortines mal guarnecidos.
Los combates no involucraron a un
alto número de soldados ni causaron dema-
siadas bajas en el ejército nacional, pero los
rastrillajes realizados demandaron enormes
sacrificios por las duras condiciones de la
geografía de la región (montes cerrados,
temperaturas extremas, presencia de insec-
tos, etc.). Los numerosos enfrentamientos
que se produjeron por esos años demostra-
ron que el “problema indígena” no podría re-
solverse sólo mediante la acción militar y que
era necesario pasar a otra etapa para pacifi-
car a la región.

28
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

II. Acción
pacificadora del
Ejército Nacional
1885-1917
Hugo Humberto Beck

En el presente capítulo se estudia el da por el aislamiento y el terreno inadecuado


accionar del Ejército Nacional desde la últi- de algunas colonias. El pueblo de Puerto
ma década del siglo XIX hasta su alejamiento Bermejo sufrió un notable retroceso, en gran
de la región concretada en el año 1917. En medida debido al retiro de las fuerzas milita-
ese lapso se llevaron a cabo varias campañas res como consecuencia del abandono de gran
destinadas no ya a la persecución del indio parte de la línea de fortines del Bermejo. Si-
sino a obligarlo a someterse. Por otra parte, tuación similar sufrió Resistencia a raíz del
el Ejército superó el marco estrictamente mi- alejamiento de la guarnición militar en 1894
litar que consiste en batallar contra un ene- que provocó una crisis comercial.
En la Memoria del año 1891 el gober-
migo, para convertirse en un agente de acul-
nador del Chaco Antonio Dónovan, general a
turación del aborigen y en protector de vidas
cargo de la Línea Militar del Chaco Austral,
y bienes de los pobladores blancos.
señalaba que:

«
En 1917 la seguridad de los Territorios
de Chaco y Formosa, que por entonces re- es necesaria la provisión de mu-
gistraban considerables progresos demo- las y caballos a los cuerpos que
gráficos, económicos y de infraestructura,
cubren la línea del Bermejo, para
fue entregada a la autoridad civil.
que esta vía de comunicación sea
atendida con la regularidad acos-
1. La campaña del general Winter en tumbrada. Hoy por escasez de
1899, la última “batida” a los indios elementos de movilidad, se ha he-
Las dificultades para sostener las lí-
neas de fortines en el Chaco, agravadas a
raíz de la revolución de 1890, que obligó el
cho necesario el abandono de al-
gunos fortines que la cubrían .41
Las escasas expediciones militares
»
retiro de varios cuerpos militares, fue debili- que aún se venían realizando, cesaron casi
tando las defensas y mermando el número por completo a partir de 1894. En los últi-
de expediciones contra los indios. La década mos meses de ese año, el corresponsal en
de 1890 significó, sino un retroceso, al me- Formosa del diario La Prensa, comenzó a
nos un estancamiento tanto en el avance mi- llamar la atención sobre los peligros que co-
litar como en el proceso de colonización. La rría dicha capital. A raíz de ello, el ministro
de Guerra, coronel Balza dispuso reforzar
crisis económica en que se vio sumido el país las guarniciones de Resistencia y Formosa
a partir de ese año determinó la paralización con 30 y 50 individuos de tropa del 12 de
del impulso colonizador. Entre las causas de Caballería, respectivamente.42
esta declinación deben mencionarse las es-
casas posibilidades de progreso que brinda-
41. M.M.G. y M. (1891). p. 247.
ba la actividad agrícola en esos años, agrava-
42. La Prensa. (28 de noviembre de 1894).

31
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Sin embargo, quedaban desprotegidas En el Chaco Austral, a partir de 1898,
las zonas del Chaco Austral y el oeste de For- al tiempo que se insinuó cierta crisis en los
mosa y Chaco. Refiriéndose a esta zona, en obrajes de los pueblos más antiguos del nor-
1895 el gobernador Uriburu afirmaba que te santafesino, ocurrieron varios ataques

« con el retiro de las fuerzas de


la Nación, establecidas en la Co-
mandancia Frías, ha desapareci-
contra establecimientos de la línea ferrovia-
ria entre Vera y Los Amores, que algunos
pobladores atribuyeron a caciques tobas y
otros a “caciques” blancos.
do la influencia moral ejercida El 24 de diciembre los indios atacaron
sobre los 8.000 indios que pue- el obraje “25 de Mayo” de Luis Urdániz, si-
blan la margen del Teuco. La acti- tuado a tres leguas de Colonia Florencia, re-
tud que han asumido armados, sultando muertos once pobladores. El 13 de
como están, con armas de fuego marzo de 1899 un malón de indígenas moco-
víes acaudillados por peones criollos asaltó
proporcionadas por comercian-
la estancia Santa Ana, de la condesa Alice Le
tes de Salta, tienen justamente
Saige y dio muerte a su propietaria; el 14 fue
lejano Departamento .43
»
alarmados a los vecinos de ese

En un Informe elevado al gobernador


asaltado el establecimiento de La Palometa y
los días siguientes otros obrajes situados en-
tre Florencia y Resistencia (Miranda, 1955,
p. 178-179; Tissera, 1977).
Uriburu, el Juez de Paz del Quinto Departa-
En vista de estos hechos el gobierno
mento de Formosa, Ernesto Rojas comunica-
nacional se dispuso a actuar con energía
ba que por temor a los indios los ganaderos
contra los indios para restablecer la seguri-
no aumentaban sus haciendas y que, además,
dad, a pesar de la opinión en contrario del
debían pagarles por el “arriendo” de sus tie-
gobernador Luzuriaga, que atribuía los des-
rras. Señalaba también la acción negativa de
manes a la inspiración del bandidaje de la
los ingenios azucareros que explotaban al
frontera. Cuando ya estaban operando las
aborigen y les pagaban con armas y alcohol.
fuerzas militares, el 26 de junio de 1899 un
Uriburu reclamó, entonces al Gobierno Na-
importante malón de 300 jinetes, acaudilla-
cional que destinara fuerzas de línea, que
dos por el peón paraguayo Juan Saavedra se
desarmasen a los indios para que terminaran
precipitó contra La Sabana. La decidida in-
con “la arrogancia de exigir arrendamientos
tervención del capataz ferroviario Luis Lu-
en tierras fiscales”.44
tringer obligó a los atacantes a retirarse, de-
Esta situación de inseguridad culminó
jando bajas de muertos y heridos en el campo
con la trágica muerte del explorador español
y ocasionando otras entre los pobladores.
Enrique Ibarreta en las inmediaciones del es-
Comprobaciones posteriores demostraron
tero Patiño.45
que la participación indígena en el asalto ha-
bía sido secundaria, instigada por peones y
43. Memoria presentada al ministro del Interior Dr. Aman-
militares desertores, al punto que algunos se
cio Alcorta por el gobernador de Formosa D. José Ma- presentaron uniformados y dirigían los movi-
ría Uriburu, el 27 de febrero de 1896. En: Instituto de mientos a toque de clarín (Tissera, 1977).
Historia. (1979). Memorias de los gobernadores del Te-
rritorio Nacional de Formosa (1885-1899). Adv. ed. Er- Al margen de estos ataques, cuyas
nesto Maeder. Resistencia, Facultad de Humanidades, trágicas consecuencias no es posible minimi-
UNNE, p. 279.
zar, existió el interés de algunos sectores
44. Archivo General de la Nación. (1899). Ministerio del por magnificar los peligros a fin de atraer la
Interior, legajo 6, Expediente 1.158, F (en adelante
A.G.N.). mayor cantidad de tropas posibles para su
aprovisionamiento. Existen varios testimo-
45. Ibarreta había partido el 8 de mayo de 1898, de Tarija
acompañado por 4 argentinos y 4 bolivianos, con el
objeto de explorar el río Pilcomayo hasta su desembo-
cadura en el río Paraguay. pedición Ibarreta al Pilcomayo. Buenos Aires, Tomo XX,
Boletín del Instituto Geográfico Argentino. (1899). Ex- pp. 208-239.

32
Hugo Humberto Beck

60°0'0"W

La Campaña del General Winter (1899)

Rep
Pluma de Palo
úbli
ca d
Victoria el P
SALTA ara
gua
Cap. Sarmiento
y
! Rivadavia ! Colonia La Florencia

Comandancia Frías

25°0'0"S 25°0'0"S

FORMOSA
Pilcomayo !

Bouvier !

Matorras Dalmacia
V. Emilia
Ipola
Monteagudo
Villar
Pcia. Roca FORMOSA
Freyre

CHACO
Expedición
!
SANTIAGO DEL ESTERO

Aquino

Pilar
Pto. Bermejo
Napalpí Gral. Vedia
Alhuampa Las Palmas Humaitá
Indio Disparado(Brandsen)
Makallé M. Belén
Olumpa Benitez
CORRIENTES
RESISTENCIA
Encrucijada
Las Sabana
Avispa Cocherek
Florencia
Tacurú
Las Toscas
TES

Ocampo Bella Vista


RIEN

Guaicurú Goya
Tostado
Referencias Vera
Reconquista
COR

Ciudades SANTA FE
! Pueblo, colonia

30°0'0"S Fortín 30°0'0"S

COR Línea de avance de


DOB
cada regimiento

A
Kilómetros
Límites Provinciales 0 25 50 100 150
60°0'0"W

33
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
nios que permiten inferir esta idea. En junio Esta División fue la base sobre la que
de 1900, La Prensa entrevistó a “un distin- se programó la Campaña al Chaco. El 23 de
guido militar que vive en la región”, quien al febrero de 1899 en un oficio remitido al mi-
cuestionar la campaña que se estaba llevan- nistro de Guerra, el general Winter trazó las
do a cabo, afirmó que líneas generales de su plan de ocupación del

« el racionamiento del ejército


es todavía un negocio que nadie
Chaco Austral y Central. Concordante con
ellas, el ministro de Guerra Luis María Cam-
pos impartió las siguientes instrucciones:
desprecia y que no deja de ins-
pirar a muchos hacendados,
pero no es por ese medio que el
Chaco puede ser conquistado y
« La base fundamental de la ex-
plotación y transformación por el
trabajo de esas comarcas des-

»
servir a los fines del progreso cansa especialmente en el impul-
nacional .46 so que les dará la población, se-
cundada por el brazo de los
Por su parte, el jefe Interino del regi- indígenas, perfectamente ap-
miento 12 de Caballería comandante Eduar- tos para prestar, con beneficio
do Drago, molesto por algunas falsas alar- propio, los servicios que de
mas que habían hecho movilizar inútilmente ellos debe esperar la Nación.
a sus tropas, manifestó que Sería error grave, no ya asumir

« por aquí, cada puestero, chaca-


rero o titulado estanciero, tiene la
pretensión de que a cada uno se
ante ellos una actitud agresiva y
de combate sin causa plenamente
justificada, sino también inquie-
le proporcione un destacamento tarlos sin razón, introduciendo
de tropa de línea no sólo para ga- desconfianzas y temores en las
rantía de sus intereses, sino para tribus sobre la acción de las tro-
acrecentarlos. El comercio de pas de la Nación, que no van a
esta población (Formosa), que realizar una conquista ni a ex-
languidece cada día más y más, terminar, sino a garantir los inte-
también hace sus esfuerzos por- reses generales y legítimos de la
que venga otro regimiento, ya que población y a provocar por conse-
cuencia la llegada de nuevos ele-
el de mi mando se encuentra
completamente diseminado .47
»
Por decreto del 12 de agosto de 1897 el
mentos de trabajo, teniendo siem-
pre en vista que esas tribus no
deben ver enemigos en las tro-
presidente Uriburu dispuso que con el regi- pas, sino protectores, siempre
miento 6 de Artillería a caballo, los primeros que la actitud de las primeras se
batallones de los regimientos 10 y 12 de Infan- mantenga en situación de no ha-
tería de Línea y los Regimientos 11 y 12 de cer necesarias las medidas de re-
Caballería se formara una División, llamada presión que reclaman desmanes
División del Litoral, compuesta por dos Briga- que no deben ser tolerados, pro-
das. Se nombró comandante en jefe de la mis- cediendo siempre en estos casos
ma al general de brigada Lorenzo Winter.48
con suma prudencia en el castigo

46. La Prensa. (25 de junio de 1900). militares, dotadas cada una de un Estado Mayor y de
47. A.G.N. (1900). Ministerio del Interior, Expte. 2.033, F. un número determinado de unidades estratégicas. La
2ª Región comprendía Santa Fe, Entre Ríos, Corrien-
48. M.M.G. y M. (1897-98). tes, Misiones, Chaco y Formosa. El comando estaba en
Por Ley 3.318 de 1895 se habían creado seis regiones Paraná (Rodríguez, 1964, p. 96).

34
Hugo Humberto Beck
y dentro de los límites absoluta- chos de que no son autores.
mente precisos. Siempre que se tomen prisione-
Es pues pacífica, esencialmen- ros, se hará entrega de ellos, sin
te pacífica, aunque no por eso pérdida de momento, a la autori-
menos honrosa, la misión delicada
que se encomienda al celo y com-
petencia de V.S., encuadrada
dentro de una acción de someti-
dad civil superior del territorio en
que se realicen las operaciones .
Sin embargo, cuando después se preci-
»
miento que llamaré de persuasión saron estas directivas, las órdenes decían que
respecto de los indios y de previ-
sión para evitar más bien de casti-
gar los desmanes de éstos, por
« el Chaco debía ser atravesado
en todas direcciones haciendo
una batida general de los restos
una parte, y por otra de ocupa-
ción paulatina del territorio en el de los Tobas y Mocovíes... para
movimiento de avance y estacio- caer de improviso en los rinco-
namiento de tropas. En los casos nes de los montes, guaridas del
-que espero sean pocos- en que
fuese necesario emplear la fuer-
za para castigar atentados contra
la propiedad o la vida, conviene
salvaje, para reducirlos por la
persuasión o la fuerza... .49
A mediados de 1898 los cuerpos que
»
componían la División del Litoral y las Tropas
proceder con la mayor cautela de Operaciones en el Chaco y sus elementos
para evitar confusiones, pues es de movilidad eran los que se muestran en el
notorio que grupos de malhe- Cuadro 1.
chores, que merodean en esos A estas fuerzas se sumaba también el
territorios y asaltan las pobla-
ciones, son considerados como
indios, imputándose a estos he- 49. M.M.G. y M. (1899). El resaltado es nuestro.

Cuadro 1
Composición de la división del Litoral en 1898
Cuerpos Jefe Ofic. Tropa Caballos Mulas Situación Proceden.
Cuartel General de la 12 8 - 15 79 Paraná y Rcia.
división
Regimiento 3 de 3 20 233 751 16 Paraná
Artillería Liguria
1er.Batallón del Reg 12 2 21 361 - 3 Posadas
de Infant.de línea
Cuadro
Regimiento 1º de Rcia.-Makallé
3 19 341 444 227 Nacional
Caballería Napalpí-Lapacho Mendoza
Tostado-Tacurú Villa Merce-
Reg.6 de Caballería 3 19 236 428 154 Encrucijadas des San Luis

Reg.8 de Caballería 3 20 351 256 307 Florencia-Chajá Cuyo


La Sábana Paracao
Reg.11 de Caballería 4 15 300 265 270 Cocherek (Entre Ríos)
Reconquista
Fsa.Roca
Reg.12 de Caballería 3 22 242 35 201 Timbó-Cangalle y
Carlsen
Total 33 144 2046 2192 1257

35
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Regimiento 5 de Caballería que guarnecía la las tropas de operaciones extendieran su ac-
frontera oriental de Salta. ción hasta la margen izquierda del Bermejo.
Las columnas de 100 hombres opera- En una actitud crítica, el corresponsal
ban en un sector determinado, con la obliga- de La Prensa, escribió
ción de tener constantemente 3 partidas de
15 hombres recorriendo los campos y prose-
guir los rastros de los indios, en su escape
hacia el Bermejo, y tratar de encontrase con
« La campaña de Winter repliega a
los indios hacia este Territorio, olvi-
dándose de garantizar con fuerzas

»
las columnas ligeras desprendidas de los las propiedades más avanzadas que
acantonamientos próximos. Formosa tiene hacia el oeste .52
El radio de acción abarcó el sur, sudes-
te y centro del Territorio Nacional del Chaco, Meses más tarde, los indios atacaron
hasta llegar al Bermejo o internarse en El Im- la propiedad de Carlos de Villa Rey, situada
penetrable. En Formosa sólo se custodiaron en la margen izquierda del Bermejo y asesi-
las poblaciones costeras y en contadas ocasio- naron a su dueño.
nes se remontó el Pilcomayo, como en las ex- El propio gobernador José María Uri-
pediciones de Montero y Daniel Bouchard buru reclamó en reiteradas oportunidades
para castigar a los asesinos de Ibarreta. por la falta de seguridad en su Territorio. El 2
Los enfrentamientos no fueron mu- de junio de 1900, al cuestionar aspectos de
chos, ya que, con raras excepciones, los indios esta campaña y proponer otras soluciones, in-
prefirieron huir y ocultarse, en vista de su in- dicaba que “hay que comprender que los ríos
ferioridad bélica. En general no se registra- Bermejo y Pilcomayo no son barrera para los
ron bajas considerables en ningún bando, indios ni para nadie”. Por eso consideraba
anotándose como resultado de los combates como solución la conquista pacífica y la coloni-
un número determinado de prisioneros y la zación y no la expulsión de los indígenas.53
recuperación de ganado robado y de armas Las dificultades para llevar a buen tér-
de fuego que estaban en poder de los indios.50 mino esta campaña surgieron de las mismas
Estas operaciones que rastrillaron un instrucciones impartidas desde el Ministerio
frente de 500 km. sometiendo a 4.500 indí- de Guerra, pues a veces eran contradicto-
genas, demandaron largas marchas y enor- rias y otras difíciles de cumplir. Así, por
mes penalidades debido al clima caluroso, a ejemplo, no aparecían claras las directivas
los montes enmarañados, a los insectos y a de llevar adelante una campaña “esencial-
los ataques sorpresivos de pequeños grupos mente pacífica”, en la cual “el Chaco Austral
de indios. debía ser atravesado en todas direcciones
Con esta batida general se logró pacifi- haciendo una batida general... para reducir a
car al Chaco Austral, pero continuó el proble- los indios por la persuasión o la fuerza”.
ma al norte del Bermejo. Mientras se desarro- Era difícil exigir moderación a los sol-
llaba la campaña, en febrero de 1900, los dados una vez iniciada la batalla. Así lo testi-
indios atacaron los establecimientos del señor monia en una carta particular el capitán La-
Guillermo Ostwald, ubicado en el Cuarto De- mas, quien en 1894 llevó a cabo una
partamento de Formosa, mataron al encarga- expedición contra el cacique Tekalquí:
do y a tres peones e incendiaron la casa.51
El Secretario a cargo de la Goberna-
ción, Ricardo Freyre solicitó entonces que
« se hizo todo los posible para redu-
cirlos en paz; pero todo fue inútil...
los soldados, peores en este caso
que los tigres, no cumplieron la or-
50. Un informe detallado de las acciones llevadas a cabo
por cada regimiento puede verse en las Memorias res-
pectivas del Ministerio de Guerra. (Scunio, 1972, p.
308-313). 52. La Prensa. (26 de febrero de 1900).
51. A.G.N. (1900). Ministerio del Interior, Expte. 544, F. 53. A.G.N. (1900). Ministerio del Interior, Expte. 1.870, F.

36
Hugo Humberto Beck
den previa de agarrar lo posible... en del más grande de los fracasos.
esos momentos de confusión, alari- Por estos mundos de Dios cada
dos y tiros no se puede dar órdenes día, con las cosas desagradables
sino palos. Mi espada quedó bien que vemos, le perdemos más y

o restablecer la prudencia .54


»
torcida en la tarea de evitar víctimas más la fe a la campaña. Como que
los indios concluirán por no tener
Por otra parte, en la práctica no resul-
taba fácil distinguir a los indios amigos de
aquellos que no lo eran, más aún por cuanto
podrán darle alcance .57
A mediados del año siguiente, las críti-
»
miedo alguno a tropas que jamás

era el criterio de muchos militares que cas eran más duras. El 29 de junio de 1900,

« el Ejército tiene en cada indio,


un enemigo, porque el que no
roba y mata, sirve de espía. Los
el diario afirmaba que

« lo expuesto en los artículos an-


teriores solo nos demuestra que
indios mansos tienen amistades y los sacrificios hechos hasta hoy
parentescos con los del centro de han dado resultados mezquinos,
los bosques... es imposible cortar porque los procedimientos adop-
el espionaje que entorpece o ma-
logra todas las expediciones .55
Otro de los propósitos de la campaña
» tados al efecto no tenían base ra-
cional. Se ha dicho que el plan se-
guido por la expedición al mando
del general Winter no puede dar
era, como se ha visto, la entrega de los indios
resultado práctico ni en el sentido
prisioneros a la autoridad civil superior del
territorio. Esta orden se desvirtuaba en la
de alejar definitivamente a los in-
práctica, porque en reiteradas ocasiones el dios de los pocos o muchos pun-
gobierno nacional negó a los gobernadores el tos colonizados, ni en el de redu-
apoyo financiero para el sostenimiento de cirlos paulatinamente...» Y tras
esos indios, alegando que en las leyes de pre- ofrecer su propia visión del pro-
supuesto no se habían contemplado partidas blema, el corresponsal de La
para tal fin. Similares respuestas recibían Prensa terminaba afirmando que
también las autoridades militares bajo cuyo debía hacerse «cualquier cosa
amparo se presentaban los aborígenes.56 menos el plan actual, que no es
En septiembre de 1899 La Prensa co- guerra sino provocación, que no

»
menzó a publicar artículos criticando los re- es civilización ni conquista, sino
sultados de la campaña. El día 7 de ese mes derroche de dineros públicos .58
reprodujo párrafos de una carta, que con-
cluía con estas frases Finalmente, el 13 de octubre de 1900,

« Me parece, que la tan esperada


ocupación del Chaco va camino
cuando en la Cámara de Diputados se discu-
tía la ley del Presupuesto, el propio ministro
de Relaciones Exteriores y Culto, al defen-
der una partida para sostenimiento de misio-
54. La Prensa. (26 de diciembre de 1894). nes religiosas, explicó que
55. Carta de un militar al corresponsal del diario. La Pren-
sa. (25 de junio de 1900).
56. Dificultades de esta naturaleza surgieron cuando en
agosto de 1899, los temidos caciques Caballero e Ilirí
« hasta ahora, en el Chaco, por
ejemplo, ha sucedido que toda la
se presentaron a las autoridades militares solicitando
su amparo. El gobierno comunicó entonces al general 57. La Prensa. (7 de septiembre de 1899).
Winter que el erario no podía mantener a los indios
sometidos. La Prensa. (2 de septiembre de 1899). 58. La Prensa. (29 de junio de 1900).

37
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
ocupación del territorio poblado no pudo evitar choques sangrientos; desper-
por los indios ha sido hecho por tando críticas de algunos sectores que la
medio de las fuerzas de la Na- consideraban demasiado débil e incapaz de
ción y el resultado ha sido con- castigar a los indios, y en contrapartida,
traproducente; tanto que a las otras veces se dijo que al atacar a las tribus
fuerzas que están sobre el Cha- indígenas despertaba en éstas recelos y
odios, que conspiraban contra su reducción.
co bajo el mando hoy del señor
general Winter, se les ha impedi-
do que sigan la ocupación, pues 2. Las operaciones militares
el resultado que da esa ocupa- comandadas por el General
ción militar es que los indios per- Teófilo O’Donnell y su proyecto de
seguidos en lugar de convertirse colonización

daderos enemigos .59


»
a la civilización, se hacen sus ver-

Por considerar que el plan de operacio-


En los primeros años de este siglo, el
peligro del indio ya no tenía la magnitud de
los años anteriores. Sin embargo, los perió-
dicos asaltos y robos que tenían lugar en
nes que le dio origen debía darse por termi-
todo el Chaco y Formosa configuraban en el
nado, el Ministerio de Guerra, por decreto del
espíritu de los colonos una tensión angustio-
30 de enero de 1901, disolvió el Comando en
sa que era menester eliminar en aras de la
jefe de las tropas del Chaco. En la Memoria de
pacificación general de los territorios.
ese año, el ministro informaba que los regi-
La presencia de numerosos delincuen-
mientos actuantes en el Chaco sólo hacían
tes llegados de las provincias limítrofes, que
servicio de vigilancia, procurando el someti-
constituían lo que dio en llamarse “bandidaje
miento pacífico de los indios, y se ocupaban
de la frontera” y la permanente disputa entre
de reconocer las localidades, efectuaban le-
ganaderos e indios por la ocupación de las tie-
vantamientos topográficos, construían puen-
rras, dieron lugar a confusos episodios, de los
tes y abrían caminos, facilitando los medios y
cuales los indios poco o nada tenían que ver,
vías de comunicación. Agregaba también que
pero resultaron ser las víctimas de la repre-
la ocupación definitiva hasta el límite de las
sión. Por otra parte, el alejamiento de las fuer-
fronteras internacionales, determinadas por
zas de línea y la escasez de fuerzas policiales y
el río Pilcomayo era una obra compleja, ligada
de medios de movilidad imposibilitaban el ejer-
a la reducción pacífica de las tribus, y para lo
cicio de una acción preventiva y de vigilancia.
cual debían concurrir el Ministerio de Agri-
En 1902 el gobernador de Formosa
cultura y los misioneros, a quienes prometía
Ireneo Luna resaltaba

«
facilitarles todos los medios necesarios para
la catequización de los indios.60 la imposibilidad absoluta en
En síntesis, la campaña del general que se encuentra la Policía de
Winter se inscribió en una crítica etapa en la
prestar el servicio... con los esca-
cual ya habían pasado los tiempos de la gue-
rra de conquista, pero aún parecía prematu-
sos montados con que cuenta.
ra la dominación pacífica. Por eso, a pesar de Para 90 hombres, hay solo 9 ca-
ser “esencialmente pacífica”, esta campaña ballos y 39 mulas...
y esto es debido a que desde me-
diados del año 1900, época en
59. Cámara de Diputados de la Nación. (13 de octubre de que se adquirieron montados en

»
1900). Diarios de Sesiones, p. 157.
la provincia de Corrientes, no se
60. M.M.G. y M. (1900-01). p. 12.
No obstante, el general Winter fue premiado con la
han vuelto a reponer .61
designación de gobernador de Formosa para el perío-
do comprendido entre 1901 y 1904, y desde ese pues-
to continuó con su obra pacificadora. 61. Memoria de la Gobernación de Formosa, correspon-

38
Hugo Humberto Beck
En 1906 se reiteraron las quejas por bió a falsas amenazas que encumbrados per-
falta de caballos y armas, sobre todo en el sonajes de Salta hicieron circular para movi-
Quinto Departamento, manifestando que era lizar al ejército. De los 150 indios que se
imposible impedir negocios vedados (venta habían presentado pacíficamente ante las
de armas y de alcohol) que comerciantes sin fuerzas nacionales, sólo 18 escaparon con
escrúpulos hacían con los indios.62 vida (p. 35-41 y p. 66).
Idéntica era la situación en la Gober- En 1904, el norte de Santa Fe vivió
nación del Chaco, donde el presupuesto del días de zozobra en razón de varios ataques
año 1908 le asignó un personal de policía de mocovíes a pobladores de la región. Tales
compuesto de seis comisarios, 8 subcomisa- enfrentamientos fueron estudiados por va-
rios, 12 sargentos, 17 cabos y 116 gendarmes, rios antropólogos en el marco de los movi-

« número completamente insufi-


ciente, para poder establecer un
bien entendido servicio policial...
mientos milenaristas.
El diario La Nación reseñó brevemente
los hechos, los días 21 al 23 de abril de ese
año. Los indígenas de San Martín Norte, su-
Hubo que solicitar auxilio de las gestionados por cuatro individuos de la tri-
fuerzas de línea, destacadas en bu, que se decían adivinos, se trasladaron y
este Territorio para garantir vida concentraron en San Javier. Las prédicas de
y hacienda de los numerosos po- dichos adivinos condujeron a ataques masi-
bladores de lejanos centros, vos contra caseríos rurales, chacras, misio-
nes religiosas y algunos pueblos en la zona
amenazados por cuatreros, cuyo
de San Javier y Florencia. El ejército actuó
número aumenta por las explota-
con decisión, y armado con rifles y ametralla-
ciones de bosques y por la ex- doras reprimió duramente el levantamiento.

bana a Resistencia .63


»
tensión de las vías desde La Sa-

Uno de los tantos episodios confusos


Muchos mocovíes se dispersaron, iniciando
un éxodo hacia el norte (Tomasini, 1987, p.
40; Bartolomé, 1972, p. 107-120).
Nuevos ataques esporádicos se regis-
que tuvo como víctimas a los indios fue rela-
traron a partir de 1906. En agosto, el diario
tado por Domingo Astrada (1906) en su li-
chaqueño El Colono daba noticias de “un he-
bro Expedición al Pilcomayo, donde da cuen-
cho raro en estos tiempos”, refiriéndose a un
ta de una matanza de indios protagonizada
ataque de indios al obraje del señor Fitz
por fuerzas del 5 Regimiento al mando del
Maurice. Acontecimientos similares se repi-
teniente 1° Avalos, el 24 de noviembre de
tieron el 23 y 24 de septiembre (Tenerani de
1902 en Mundo Nuevo, partido de Victoria,
Broner, 1974, p.17).64
provincia de Salta. El ingeniero Asp, miem-
El 11 de abril de 1907, El Colono, anoti-
bro de la expedición de Astrada y testigo
ciaba del ataque a la estancia del señor Heri-
presencial del hecho afirmó que todo se de-
berto Hardy, en las inmediaciones del río
Bermejo, protagonizado por una indiada
diente al año 1902, presentada por el Gobernador cuyo número calculaba en 2500 indios. La
Ireneo Lima. A.G.N. (1903). Ministerio del Interior, nota continuaba diciendo:

«
Legajo 6, Expte. 1.42, F.
El presupuesto para el año 1901 aprobó un número de
80 gendarmes para la gobernación de Formosa y 125 La tropa de línea (20 hombres)
para la del Chaco. Cámara de Diputados de la Nación.
(12 de octubre de 1900). Diarios de Sesiones, p.140.
que hacen el servicio de guarni-
ción no ha podido evitar lo suce-
62. Memoria de la Gobernación de Formosa, correspon-
diente al año 1906. A.G.N. (1907). Ministerio del Inte- dido ni perseguir a los indios la-
rior, Legajo 5, Expte. 826, F.
63. Memoria de la Gobernación del Chaco, correspon-
diente al año 1908, presentada por el gobernador 64. Este trabajo consiste en una recopilación de notas re-
Gregorio López. A.G.N. (1909). Ministerio del Inte- feridas a indios, aparecidas en el diario El Colono, de
rior, Legajo 3, Expte. 829, C. Resistencia.

39
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
drones por falta de elementos y En 1901 se sancionó la Ley 4.031 que
por el reducido número de sol- estableció el servicio militar obligatorio, im-
dados que si emprenden una te- pulsado por el ministro de guerra Pablo Ric-
meraria persecución van a un cheri. La misma, aunque modificada en parte
fracaso seguro... Puede ser que por la Ley 4707 de 1905, determinó que la
después de este desgraciado su- República se dividiera en diez regiones mili-
tares. Sin embargo, el decreto del 8 de abril
ceso que ha podido evitarse, el
de 1905 dividió “provisoriamente”, el país en
gobierno de la Nación se dé cinco regiones. La 3ª Región, denominada Li-
cuenta de que es necesario el toral, comprendió las provincias de Santa Fe,
envío de tropas de línea, para ga- Entre Ríos y Corrientes y los Territorios de
rantizar las vidas y haciendas de Misiones, Chaco y Formosa, con asiento de
los pobladores de estas lejanas su comando en Paraná. El 2 de noviembre de
regiones que yacen en el más 1905 se confirmó, con carácter definitivo,
completo abandono... otros ro- esta división jurisdiccional. Cada una de las
bos se han cometido en La Saba- regiones estaba bajo la dirección de un gene-
na, donde la alarma es continua; ral que contaba con un Estado Mayor, como
en igual caso están los hacenda- órgano asesor y auxiliar, y que ejercía el
dos de Rivadavia, que han mani- mando superior sobre todas las unidades
festado sus temores por inter- asignadas a su jurisdicción -que constituían
una división de ejército, lo que se dispuso
atendido sus clamores
»
medio de la prensa sin que hayan

(Tenerani de Broner, 1974, p. 26).


por decreto del 4 de enero de 1906 (Rodrí-
guez, 1964, p. 111).
El presidente Figueroa Alcorta creó,
por decreto del 24 de julio de 1907, la Divi-
En abril se produjeron nuevos ataques sión de Caballería del Chaco, con los regi-
en las fronteras de Salta y de Santiago del mientos 5, 6, 7 y 9 y una Compañía de Disci-
Estero (Tenerani de Broner, 1974, p. 26). plina, fuerza que fue incorporada a la 3ª
También los diarios nacionales se ha- Región Militar. Esta gran unidad fue puesta
cían eco de la necesidad del envío de nuevas bajo el mando del coronel Teófilo O’Donnell,
fuerzas militares al Chaco y a Formosa. El 7 quien debió ajustar su accionar a las órdenes
de agosto de 1908, decía La Prensa dictadas por el presidente el 15 de noviembre

« Después de una insistente


campaña de tres años en pro del
envío de una expedición militar
de ese año. Estas Instrucciones le prescribían

« Ponerse en relación con los in-


dios, tratar de atraerlos y brin-
al Chaco, no con el objeto de ex- darles el amparo del Gobierno
terminar indios, sino con el pro- Nacional para facilitarles la mejo-
pósito de barrer las fronteras ra de su condición, por medio del
de cuatreros, indios ladrones y trabajo... En cuanto a las tribus
soldados desertores e ir for- que se muestren irreductibles
mando núcleos de colonias mili- sería llegado el caso de someter-
tares, planteles de colonias civi- los por la fuerza puesto que la
les... conseguimos que el República necesita eliminar para
Ministerio de Guerra enviara siempre esos vestigios de barba-

ronel O’Donnell .65


»
una expedición al mando del co- rie que hacen peligrosos o inha-

»
bitables dos de los más ricos te-
rritorios nacionales
65. La Prensa. (7 de agosto de 1908). (Scunio, 1972, p. 314).

40
Hugo Humberto Beck
Sobre las bases de estas órdenes, el 8. Explorar, levantar croquis y
coronel O’Donnell emitió las siguientes Ins- describir las zonas ocupadas y a
trucciones para sus unidades subordinadas, ocupar en los avances sucesivos;
de las cuales se proveyó un ejemplar a cada hacer caminos que sirvan de lí-
jefe y oficial: nea de etapas para el aprovisio-

« 1º. La División de Caballería del


Chaco, tendrá por misión:
5. Avanzar sucesivamente la lí-
namiento y el comercio, y cons-
truir líneas telegráficas que unan
los puntos ocupados y los que
vayan quedando a retaguardia.
nea de fortines para aumentar,
2º. De acuerdo con estos crite-
fomentar y facilitar la ocupación
rios y por altas razones de hu-
total y población pacífica de los
manidad e interés económico
territorios del Chaco y Formosa,
debe tenerse presente que las
atrayendo a las tribus indíge-
tribus han sido y serán por mu-
nas al sometimiento sin violen-
cho tiempo el elemento material
cia y empleando las fuerzas, úni-
del trabajo bracero con el cual se
ca y exclusivamente, cuando sea
deberá contar para la transfor-
indispensable para llenar su mi-
mación de esos territorios.
sión y como último recurso para
No se trata pues de una gue-
vencer la resistencia hostil y ar-
rra de exterminio al indígena,
mada que le oponga para ello.
sino de una conquista pacífica
6. Garantizar la seguridad de
junto con el suelo que ocupa, y
las poblaciones chaqueñas y de
el señor jefe de Unidad tomará
las que se encuentran sobre la
las disposiciones necesarias para
frontera de los territorios del
que estos propósitos del Supe-
Chaco y Formosa, para que bajo
rior Gobierno lleguen al conoci-
su amparo y protección, se for-
miento de las tribus antes de ini-
men y desarrollen, salvaguar-
ciar el movimiento de las tropas y
dando sus vidas e intereses.
se cumplan estrictamente en los
7. Ejercer la policía en la zona
hechos.
avanzada de ocupación que
Cuando se trate de delitos come-
quedará bajo su jurisdicción,
tidos por los indios u otras per-
mientras ésta no sea entregada
sonas, contra la propiedad o la
a la autoridad civil del territorio,
vida de los pobladores, se proce-
impidiendo el comercio de ar-
derá con toda atención y energía,
mas, la penetración de partidas
sin cometer injusticias y sin que
armadas de indios o cuatreros y
las medidas vayan más allá de lo
los choques entre tribus someti-
necesario y humano.
das que se encuentren dentro
Aprehendidos sus autores, se-
de la zona de ocupación.
rán entregados a las autoridades
Deberá entenderse por zona
civiles de los territorios, y lo ro-
avanzada de ocupación todo el
bado que hubiese sido rescata-
territorio comprendido entre la
do, a sus legítimos dueños...
línea de fortines o puestos avan-
4º. Para el primer avance de la
zados al frente y la línea cuya po-
línea de fortines, el territorio se
licía esté a cargo de la autoridad
considerará dividido en 4 secto-
civil del territorio.

41
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
res de ocupación a saber: en lo posible elegirse, de modo
Sector A.- El frente comprendi- que puedan constituir más tar-
do entre el Pilcomayo y la mar- de un pueblo o colonia que se
gen izquierda del Bermejo. formaría y desarrollaría al am-
Sector B.- El frente comprendido paro de su protección.
entre el Bermejo (inclusive) y To- En cada fortín se construirán los
toralcito (inclusive). alojamientos necesarios para ofi-
Sector C.- El frente comprendido ciales, tropa, ganado y depen-
entre Totoralcito (inclusive) hasta dencias necesarias, empleando
Otumpa (inclusive) los recursos de la localidad y so-
Sector D.- Abarcará el frente licitando la provisión de lo estric-
comprendido entre Colonia Flo- tamente necesario y que no pue-
rencia y a lo largo de la margen da conseguirse en el lugar.
izquierda del Teuco hasta su con- 7º. Todos los fortines estarán
fluencia con el Bermejo y de este ligados por caminos y telegrá-
punto, por ambas márgenes de ficamente entre sí y con sus re-
este río, hasta reunirse con los servas de subsector, y éstas, con
puestos avanzados de los secto- la del sector.
res A y B, debiendo cubrir ade- Los caminos servirán para los
más la margen derecha del Ber- aprovisionamientos y constitui-
mejo desde fortín Urquiza hasta rán líneas de etapas y de unión,
su confluencia con el Teuco. cuya vigilancia y conservación
5º. En principio y como criterio ge- estará a cargo de la División de
neral, cada sector de ocupación Caballería, debiendo el comando
estará a cargo de un regimiento y de ésta formular los pedidos ne-
su frente dividido en subsectores cesarios de herramientas, ele-
de escuadrón, los que establece- mentos para la construcción de
rán los puestos avanzados nece- caminos, líneas telegráficas, ve-
sarios de la fuerza de una sección, hículos y demás enseres y útiles
y una reserva de subsector: con-
servando el resto del regimiento
como reserva en los puntos más
convenientes, que, por ahora, pa-
ta economía .66
»
indispensables con la más estric-

Por decreto del 21 de agosto de 1908


recen ser Formosa, Resistencia, el Poder Ejecutivo dispuso que, por la espe-
cialidad de sus funciones, la División de Ca-
Fortín Tostado y Fortín urquiza,
ballería del Chaco dependería directamente
en los sectores A, B, C y D, res- del Ministerio de Guerra. La 3ª Región Mili-
pectivamente. tar debía entender en todo lo relativo a re-
6º. Todas las operaciones milita- clutamiento y movilización de los regimientos
res y demás disposiciones nece- 6, 7 y 9 de Caballería, y la 5º Región Militar
sarias para los fines indicados en (a la cual pertenecía la provincia de Salta) en
el Nº 1 son de exclusiva incum- la del regimiento 5 de la misma arma.67
bencia del jefe de la División. Las precisas Instrucciones dictadas por
Los puntos destinados a los O’Donnell se complementaban con su proyecto
fortines, además de las condi-
ciones militares que deban re- 66. Memoria del Ministerio de Guerra. (1907-1908). (en
unir para su objeto, deberán adelante M.M.G.). El resaltado es nuestro.
67. La Nación. (22 de agosto de 1908).

42
Hugo Humberto Beck
de colonización militar que obtuvo notable re- El capitán Baldomero Álvarez, descri-
percusión periodística nacional y fue apoyado bía con orgullo el último puesto militar del
entusiastamente por los diarios capitalinos. El regimiento 5, anotando que
mismo consistía en la formación de tres colo-
nias, cada una de 25.000 hectáreas, de las
cuales se destinarían parte para la formación
de un pueblo y las demás debían subdividirse
« Es agradable la sorpresa que se
experimenta a la llegada a Urqui-
za: se levantan en el centro del
en chacras de diez hectáreas para ser entrega- Chaco en pleno desierto casas de
das a cada familia de las tribus que irían pre- adobe y paja, se delinean calles,
sentándose. Además, se les proveería de los hay sembrados; a la sombra de los
útiles de labranza necesarios para los trabajos algarrobos los veteranos instru-
agrícolas. Cada colonia debía formarse en el yen conscriptos, otros se dedican
acantonamiento de cada uno de los regimien-
tos, sobre tierras fiscales que favorecieran y
facilitaran la producción, que sería destinada
en sus dos terceras partes a los indios y el ter-
a las actividades agrícolas... Y es-
tán a 108 leguas de resistencia .70
Un oficial del ejército destacado en
»
cio restante al gobierno. Los indios no serían Napalpí, envió una nota al diario La Argenti-
solamente dirigidos y protegidos por las fuer- na en enero de 1909 donde decía que

«
zas militares sino también instruidos por ellos.
Los gastos que demandaría tal proyecto se es- la vida actual de los fortines
timaban en $ 100.000. dista mucho de ser la pintada
El plan se fundaba en dos propósitos: con tan vivos colores por Her-
asegurar la subsistencia del indio a partir de
nández en su Martín Fierro... no
su propio trabajo y establecer sobre él una
tenemos hoy aquellos sufrimien-
severa y paternal tutela para reprimir ejem-
plarmente cualquier tentativa de alzamiento tos ... nuestros fortines son hoy
y correría.68 cómodas viviendas construidas
Decidido a cumplir prontamente con las con adobes... la alimentación del
órdenes recibidas, el coronel O’Donnell dispu- soldado es casi igual a la del
so el avance de los regimientos a su mando cuartel en cuanto a la cantidad
hasta el acantonamiento correspondiente y de víveres... Para el consumo he-
que se diese inicio a los trabajos en los fortines mos sembrado verduras y maíz...
para rehabilitar las líneas casi abandonadas. el tiempo que estamos de guar-
Las obras realizadas en poco tiempo nición en los puestos avanzados

»
merecieron los elogios de quienes tuvieron es de cuatro meses, y nos releva-
oportunidad de visitar los fortines. En no- mos por escuadrones .71
viembre de 1908 el diario Ultima Hora decía:

« Cada fortín tiene medios de


vida propia y se trabaja la tierra
sembrándose diferentes clases
Concretados estos trabajos, el coronel
O’Donnell realizó varias giras de inspección
que abarcaron toda la región bajo su custo-
dia, con el objeto de establecer contactos
de cereales y verduras. Poseen con las distintas tribus aborígenes y conven-
al efecto bueyes, ovejas, vacas. cerlos para que se sometieran sin violencia.
Son pequeñas estancias donde Estaba seguro de poder lograrlo. En sep-

por lo menos pasable. 69


»
la vida se hace sino agradable, tiembre de 1908 en un extenso informe ele-
vado al gobierno afirmó

68. La Razón. (11 de febrero de 1909).


La Nación. (4 de abril de 1909). 70. La Nación. (1 de noviembre de 1908).
69. Última Hora. (19 de noviembre de 1908). 71. La Argentina. (7 de enero de 1909).

43
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Sin embargo, el no establecimiento de

« no se puede guerrear con quien


no combate. No hay lealtad en he-
rir a quien no se defiende, y el in-
las colonias indígenas y el licenciamiento de
las tropas que guarnecían los fortines, facili-
taron los ataques de los indios, que pusieron
trágico fin a tan halagüeñas perspectivas.
dio chaqueño lleno de necesidad Al parecer dentro del gobierno nacional
y de hambre sólo espera la mano no existió un total convencimiento de la bondad
protectora del hombre civilizado del plan propuesto por el coronel O’Donnell.
para abandonar su vida nómade
de miserias y persecuciones .72
» No recibió el apoyo, al menos, de los ministros
de Guerra y de Agricultura. La Razón decía
respecto de las colonias militares, en su edi-
Entre octubre y noviembre llevó a cabo ción del 11 de febrero de 1909 que:

«
una recorrida de aproximadamente 300 le-
guas en el interior del Chaco y Formosa, entre- ...el Ministerio de la Guerra,
vistándose con los famosos caciques Matolí e procediendo con una mezquindad
Ilirí, a quienes convenció para que aceptaran
de intenciones impropia de los ac-
su proyecto de colonización. Los toldos del pri-
tos de gobierno, se niega a entre-
mero se encontraban entre la Laguna Chapia-
pegui y la Confluencia, y los de Ilirí algo más al gar los fondos necesarios para su
este. Se estimaba en 3.000 el número de in- establecimiento... el presidente de
dios que respondían a estos caciques.73 la República debe intervenir para
A fines de 1908, O’Donnell afirmaba que cese esta especie de «boy-
haber concluido con la primera parte de su
campaña, la de explorar la región y reducir a
los indígenas, ya que solo faltaba persuadir a
una pequeña tribu de indios mocovíes de las
cot» que el ministro tiene declara-
do contra el coronel O’Donnell .75
Por su parte, el ministro de Agricultu-
»
cercanías del fortín Tostado. Con los indios ra, Pedro Ezcurra elaboró su propio proyec-
reducidos se habían formado planteles de to de colonización indígena administrada por
colonias militares alrededor de los fortines y civiles. Seguramente pesaba sobre su deci-
destacamentos y se los estaba racionando. El sión el Informe que el año anterior le había
diario La Nación reclamaba que elevado Juan Mc Lean, quien, basado en una

« esta situación provisional no


puede prolongarse, porque se fo-
mentaría la holganza en los indí-
experiencia de 17 años de residencia en el
Chaco, trabajando con indios tobas, afirmaba
que la proyectada colonización indígena por
medio de las fuerzas militares
genas, y se les pondría en la nece-
sidad de robar para vivir. Hay,
pues, que proceder a darles tie-
« jamás surtirá efecto... Nuestro
indio chaqueño tiene horror al
rras y útiles de trabajo... la medi-
da no admite dilaciones, y el Con-
greso, por medio de una partida
montes a su vista .76
»
uniforme militar, dispara a los

del presupuesto, puede proveer


»
75. La Razón. (11 de febrero de 1909).
a esta imperiosa necesidad .74 76. Mc Lean, J. (mayo-junio 1908). Informe sobre explora-
ción al Chaco. Boletín del Ministerio de agricultura. T. IX,
Nº 5 y 6. Buenos Aires, Tall. Publ. Oficina Meteoroló-
gica Argentina.
72. La Nación. (3 de septiembre de 1908). Esta opinión era compartida también por el diario chaque-
73. Diario de Viaje del capitán Baldomero Alvarez, quien ño El Colono, que entendía a la reducción del indio, no
acompañó a O’Donnell en esta gira. La Nación. (22 de como un problema militar, sino social y económico.
noviembre de 1908). También, en Revista La Agricultu- “Reducirlo militarmente será difícil porque tiene preven-
ra. (1 de enero de 1909). Buenos Aires. ción a todo lo que sea militar escarmentado por los hechos
de siempre y acostumbrado a ver en el ejército a su peor
74. La Nación. (3 de enero de 1909). enemigo” (Tenerani de Broner, (s/f), p. 30-31).

44
Hugo Humberto Beck
Sin embargo, los diarios de Buenos Ai- fortines Brown, Warnes, Wilde, Urquiza y
res tomaron parte en este debate, brindando Arenales. Matolí, acaso el más bravo de ellos,
un decidido apoyo al proyecto de O’Donnell. inició el ataque el 9 de marzo contra el fortín
El 13 de enero, La Nación anotó: Brown, exterminando a la población (2 sar-

« Las colonias indígenas... nece-


sitan estar en un principio bajo
un régimen militar que les infun-
gentos y dos soldados), con excepción del sol-
dado Claudio Cazón, que escapó hacia el for-
tín Warnes y pudo dar aviso de lo sucedido.
Al día siguiente, los indios atacaron el
da respeto y les asegure a su vez fortín Warnes, matando a los dos hombres
las garantías para gozar de los que lo custodiaban. Pero de allí se había des-
beneficios de sus labores. Los pachado poco antes una comisión urgente
planes que se presentan, ten- comunicando el levantamiento indígena a los
dientes a darles una organiza- jefes de los demás fortines de la línea. Ello
permitió salvar a los fortines Urquiza, Wilde
ción civil y administrativa prema-
y Arenales. En el primero de ellos, un grupo
tura, deben ser aplazados hasta
de 10 soldados y otros tantos voluntarios al
su oportunidad, hasta que el en- mando del capitán Marcos Hermelo, repelió
sayo de colonización militar indi- el ataque de los indios, matando al cacique
que las transformaciones posi- Nocorí y a muchos de los suyos. Por su par-
bles y hasta que hayan adquirido te, el teniente Pedro Andrés Quiroga captu-

modalidades sociales .77


»
en su nueva vida los hábitos y ró al cacique Matolí en el momento en que
con 500 indios atacaba el fortín Arenales. El
cacique y otros indios prisioneros fueron
Y como una premonición de lo que so- muertos después en un intento de fuga,
brevendría, La Razón escribió el 11 de febre- cuando eran trasladados por un grupo de
ro de 1909: soldados, según lo expresaron los autores

« ... los indios esperan el cumpli-


miento de los compromisos forma-
lizados por el coronel O’Donnell a
del hecho (Cúndom, 1981).
Estos hechos conmocionaron a la opi-
nión pública nacional, y la sorpresa general
se manifestó en los distintos periódicos. El
nombre del gobierno nacional, y señor Fausto Villamayor, autor de un proyec-
no será difícil que prolongándose to de colonias indígenas de labranza, cuya
la espera, vuelvan de nuevo a la autorización gestionaba entonces, envió una

»
vida salvaje reanudando sus co- carta al diario La Razón, donde expresaba:
rrerías, a los asaltos y el pillaje .78
En un exceso de confianza, el coronel
O’Donnell licenció a principios de 1909, a la
« las noticias que nos llegan del
Chaco... que los indios, al mando
de mi gran amigo, el famoso ca-
clase que estaba bajo bandera y dispuso que cique Matolí, han invadido y lle-
los fortines Lavalle, Warnes y Arenales, perte- vado un ataque a los fortines...
necientes al 5 de Caballería, quedaran guarne-
cidos por tres o cuatro hombres que a su crite-
rio eran suficientes (Molinari, 1949, p. 223).
Confederados los caciques tobas Mato-
rosa impresión... .79
»
nos llenan de estupor y de dolo-

Sin embargo, El Colono, manifestaba que:


lí, Nocorí, Zocaidí, Juan Tomás y Negrito, de-
cidieron llevar una ofensiva general contra los « Para los antiguos habitantes de
esta región el hecho en sí no ha
sorprendido sino por la forma,
77. La Nación. (13 de enero de 1909).
78. La Razón. (11 de febrero de 1909). 79. La Razón. (25 de marzo de 1909).

45
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
pues bien acostumbrados nos de existir en ella un destacamento del 5 de
tienen ya los indígenas a ese cír- Caballería. Toda esta situación concluyó con
culo vicioso de sus presentacio- un asalto que 800 indios protagonizaron a
nes a reducción, sometimiento, las carpas del ferrocarril Formosa-Embarca-
pedido de comestibles, vicios y ción, a la altura del Km. 600. El saldo arrojó
ropas, para alzarse de la noche a nueve peones muertos (8 hombres y una
mujer) y un saqueo por valor de $ 8.000.
la mañana, robando cuanto en-
Las expediciones enviadas en busca de los
cuentran a mano y vuelta al cabo
de un tiempo igual maniobra. 80
Para el diario La Prensa, la causa del
»asaltantes no dieron resultado positivo por
carecer de caballos suficientes.82
Las opiniones sobre estos hechos coin-
cidían en señalar que:

«
fracaso de la conquista militar se centraba
en la constitución de las tropas de ocupación
el factor indígena no se cuenta
y dominio

«
ya en esos malones como ele-
No es con conscriptos como va- mento principal. Se trata del gau-
mos a dominar el Chaco... la reno- chaje cuatrero en cuyas opera-
vación periódica del conscripto ciones no es indio sino el método
imposibilita la formación de ese empleado y la etiqueta con que
elemento genuino. Las épocas de
licenciamiento serán siempre
aprovechadas por las tribus indí-
des lejanas... 83
»
despistan al público de las ciuda-

Para poner fin a la inseguridad reinan-


genas y por cuadrillas de bando- te, el coronel O’Donnell ordenó a sus unida-
leros que infectan aquellas co- des que realizaran un intenso patrullaje y
marcas. El servicio debe ser ejercieran eficazmente una función policial.
completamente confiado a una Numerosos incidentes y pequeños enfrenta-
gendarmería especialmente mili- mientos se produjeron en estos rastrillajes y
tarizada, de carácter permanen-
te, radicada en aquella región .81
La experiencia de varios años había
» expediciones punitivas, pero las característi-
cas del problema que debían resolver dificul-
taban enormemente la labor de las tropas.
Las características de estos enfrenta-
demostrado ya que la mayor parte de los ro- mientos fueron así descriptas por El Colono
bos de ganado se realizaban entre diciembre
y marzo, porque los cuatreros, combinados
con los compradores bolivianos que venían
en esa época, aprovechaban esos meses en
«
... De tiempo en tiempo aconte-
ce que alguna de las tribus salva-
jes obedeciendo a sus propios
que se producía el relevo de los conscriptos. instintos o inducida por algún ca-
Hacia fines de enero de 1910 se regis- cique de ocasión que de todo tie-
traron nuevos ataques a algunos pobladores ne menos de indio, se aproxima
del norte de Santa Fe y a fortines mal guar-
cautelosamente a un estableci-
necidos. Las localidades de Las Palmas y For-
miento ganadero y arrebata
mosa estaban en permanente tensión por el
temor a ser agredidas. Varios robos se per- cuanta hacienda encuentra... En-
petraron en febrero en la colonia Pastoril del
Chaco, fundada poco tiempo antes, a pesar 82. La Nación. (4 de febrero de 1910).
La Nación. (12 de febrero de 1910).
La Nación. (14 de febrero de 1910).
La Nación. (16 de febrero de 1910).
80. El Colono. (31 de marzo de 1909). La Prensa. (16 de febrero de 1910).
81. La Prensa. (22 de marzo de 1909). 83. La Nación. (4 de febrero de 1910).

46
60°0'0"W

La línea de fortines hacia agosto de 1911


Lag. de los Pájaros

Rivadavia La Florencia
Rep
ú blic
a de
Comandancia Frías
l Pa
rag
uay
Gomensoro

25°0'0"S 25°0'0"S
Urquiza

Nueva Pompeya Tacaaglé

Arenales
Reg. 12
Wilde

Lamadrid
Bouchard
Warnes
Lavalle Paz

47
Ruival
Beltrán
Referencias
N1 FORMOSA
Vigilancia de cada Regimiento Pcia. Roca
REGIMIENTO 5
REGIMIENTO 6 Uribuni Laishi
Lag. Limpia
REGIMIENTO 7
REGIMIENTO 9
Sarmiento

Ciudades Obligado

Grueso G. Caballos (Lapachito)


Dónovan (Napalpí)
! Pueblo, colonia

Fortín
Branden
Misión Franciscana Aguilar
Teniente Piris Capdevilla RESISTENCIA CORRIENTES
Límites Provinciales Pringles
Decarolli Las Heras

La Sabana
Necochea

Kilómetros
0 25 50 100
60°0'0"W
Hugo Humberto Beck
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
seguida de conocerse el robo, se
envía tropa de línea... con el pro-
pósito plausible de recuperar lo
perdido y castigar a los ladrones,
« el problema sigue sin resolver.
Estamos hoy en el mismo lugar
que estábamos al iniciar la con-
pero éstos ya están bien lejos y
quista del desierto. No auspicia-
no se los halla. En cambio las co-
mos la destrucción del indígena,
misiones encuentran tolderías
pero sí su alejamiento desde
de otros indios que nada tienen
que se somete en apariencia
que ver con los malhechores y la
para destruir a traición a los co-
prevención que domina a los mili-
lonos trabajadores que dan la
tares, así como el deseo de ha-
vida a la Nación. El Chaco es
cer ver que su expedición no ha
grande: donde se ubicó el blan-
sido infructuosa, los lleva a co-
co civilizado, que se desaloje al
meter injusticias castigando
indio haragán y busque en los
cruelmente a inocentes e infun-
bosques la presa codiciada, ale-
diendo temor precisamente con-
jándose hacia el centro del de-
traproducente, porque es miedo
del indio, ese horror por las ma-
tanzas de pacíficos compañeros,
se transforma en ansias de ven-
sierto. Seamos más prácticos y
menos sentimentales
»
(Tenerani de Broner, 1974, p. 41).

mera oportunidad
»
ganza que guardan para la pri-

(Tenerani de Broner, 1974, p. 41).


El coronel O’Donnell comandó la Divi-
sión de Caballería del Chaco hasta agosto de
1911. Al retirarse dejó las tropas en esta si-
tuación: el regimiento 5 en Presidencia Roca,
Sin embargo, más adelante reconocía con los siguientes fortines, todos sobre el
también que Bermejo: P. Beltrán, Lavalle, Warnes, Wilde

«
... las fuerzas de línea que
guarnecen el Chaco están en
una disyuntiva que hace difícil su
y Arenales; el regimiento 6 con su grueso en
Tostado y los fortines de Necochea, San Mar-
tín, Dónovan, Brandsen, Aguilar, Pringles,
Decarolli, Dorrego, Sargento Cabral, Gene-
misión:... si se dejan impunes los ral Capdevila y Teniente Pirís; el regimiento
crímenes, malo; si se persigue a 7 en Resistencia y fortines Uriburu, Grana-
los indios peor. ¿Qué pueden ha- deros a Caballo, B. Mitre, Sarmiento y Gene-
cer entonces esas fuerzas estan- ral Obligado; y el regimiento 9 en Formosa,
do imposibilitadas de prevenir con los fortines Gomensoro, Regimiento 12,
crímenes y atacada cuando los Lamadrid, Buchard y General Paz.84
castiga?... Unos piden el extermi- Tanto en las comandancias como en
nio de una raza salvaje y otros el cada uno de los fortines, se habían realizado
respeto... Hay que ser poblador construcciones de importancia, cuadras es-
paciosas, cuartos de oficiales, galpones para
para saber lo que significa vivir
las cabalgaduras y depósitos para víveres y
amenazado por los indios. Hay
forrajes. Se abrieron picadas en los montes
que ser indio, para apreciar el y se arreglaron caminos carreteros que co-
odio que inspira el poblador que
lo desaloja de sus tierras .
»municaban entre sí a los fortines. Este ade-

El diario vocero de los agricultores, 84. Enrique Rostagno, (1912). Informe de las Fuerzas de
terminaba su comentario diciendo qué Operaciones en el Chaco. Buenos Aires, Tall. Gráf. Ar-
senal Principal de Guerra.

48
Hugo Humberto Beck
lanto en la frontera y el establecimiento de ros entren a territorio argentino,
fortines más o menos permanentes, tuvo tratando de establecer fortines
pronto su correlato en el avance de la coloni- sobre la misma línea fronteriza,
zación agrícola y ganadera hacia el centro de garantizándose así -definitiva-
ambos territorios, por medio de numerosos mente- la vida, haciendas y pro-
productores que respondieron de esa mane-
ra a la confianza que despertaba la presencia
del ejército como garantía de sus intereses.
esa región .86
»
piedades de los pobladores de

Otro objetivo era obtener una carta


militar de limitada exactitud topográfica,
3. Las fuerzas de operaciones pero que, llena de itinerarios bien recorridos
dirigidas por el coronel Enrique y con datos de los recursos de la región, fue-
Rostagno: el avance definitivo ra útil para los fines de distribución futura
de las fuerzas. Las directivas también esta-
El 9 de agosto de 1911 el coronel Enri-
blecían que

«
que Rostagno sucedió al coronel O’Donnell
en el comando de la División de Caballería la penetración pacífica, con-
del Chaco, la que desde ese momento se lla- quistadora de nuevas regiones
mó Fuerza de Operaciones. El ministro de de colonización, no debe degene-
Guerra, general Gregorio Vélez le dio las si- rar en el exterminio por hambre
guientes instrucciones: 1. Hacer un reconoci- del indígena que huya hacia el
miento previo; 2. Elevar para su aprobación Paraguay o Bolivia al ver el avan-

»
un plan de operaciones en el cual proyectara ce del Ejército, al que tanto te-
una penetración de todas las fuerzas al inte- mor tiene .87
rior de los territorios y se llevara sus desta-
camentos más avanzados a ocupar el norte Hechos los reconocimientos previos,
de la República; 3. Tratar que la distribución los regimientos 5, 6, 7 y 9 que componían la
de las fuerzas, se ejecute dominando la ma- División, procedieron, entre los meses de
yor extensión de ambos territorios (Chaco y septiembre y noviembre, al adelantamiento
Formosa). El movimiento general de recono- de las fronteras. El movimiento de avance se
cimiento debía abarcar la inmensa zona que realizó de un solo empuje, rompiendo con la
desde el paralelo 27º 50’-desde la estación tradición de que las líneas de los inmóviles
La Sabana hasta la frontera con Santiago del fortines debían ser internadas con pruden-
Estero- llega hasta el Pilcomayo, entre Piche- cia haciendo avances progresivos de algunas
lé al este y las poblaciones de Tigre y Santia- pocas leguas. Las fuerzas fueron a detener
go al oeste de la Laguna de los Pájaros.85 sus marchas en los extremos límites del país,
El Congreso acordó, mediante Ley en el Pilcomayo, transformándose así, de un
8325 de 1911, autorización al P.E. para inver- modo radical y definitivo, no sólo el sistema
tir la suma de $ 100.000 en el avance de la de las lentas penetraciones contraria a la
línea de fortines. Tal medida tenía por objeto movilidad de las tropas de caballería, sino

« someter a las pocas tribus de


indios que aún existen en la re-
gión comprendida entre los ríos
también el Chaco mismo que, de esta mane-
ra, se entregó por entero a todas las ener-
gías progresistas del país.
Así, los puestos de primera línea fue-
Teuco y Pilcomayo, incorporán- ron a ocupar los límites septentrionales de la
dolos a la vida civilizada... impedir
que las tribus de indios extranje-
86. Cámara de Diputados. (4 de agosto de 1911). Diarios
de Sesiones, p.735.
85. Rostagno, E. (1912). Informe de las Fuerzas de Opera- 87. Rostagno, E. (1912). Informe de las Fuerzas de Opera-
ciones en el Chaco. Buenos Aires, Tall. Gráf. Arsenal ciones en el Chaco. Buenos Aires, Tall. Gráf. Arsenal
Principal de Guerra. Principal de Guerra.

49
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
nación en las orillas del Pilcomayo, mientras En esta campaña se recorrieron más
los gruesos de los regimientos quedaban en de 3200 leguas y “sin necesidad de disparar
el interior del territorio en puntos más avan- un solo proyectil” se redujo a más de 8000,
zados que los que tenían los antiguos fortines. “que no huyeron porque fueron sorprendidos
El elemento principal para distribuir por las patrullas que se le aparecieron por to-
las tropas fue la base de los ferrocarriles en dos lados”.90
construcción. El Regimiento 5 trasladó su En su Informe, el coronel Rostagno afir-
asiento desde Presidencia Roca hasta Pozo mó haber logrado la reducción de 1600 indios
del Fierro y estableció los fortines de Paso de los caciques Coyahiqui, Sobiacay, Solinkí, Ili-
de los Tobas, Cabo Primero Chávez, Nuevo rí, Santiaguito y Natochí que se sometieron para
Pilcomayo y Laguna de los Pájaros; el regi- aprender a sembrar; de los 1000 mocovíes de
miento 6 se adelantó con su grueso desde Pedro José, que además de tierras pedían es-
Fortín Tostado hasta el Km. 177 del ferroca- cuelas; de los 2000 indios del cacique Jara, que
rril Barranqueras-Metán (después Km. 173 o solicitaban al regimiento 9 que actuara como su
Presidencia Roque Sáenz Peña) y ocupó los contratista y protector; de 1500 pilagás del ca-
fortines Lavalle, Warnes, Wilde y Arenales, cique Nella-Lagadik, de las tribus del importan-
dejados por el regimiento 5. El regimiento 7 te cacique Caballero. El regimiento 7 en la per-
asentó en Presidencia Roca y ocupó los forti- sona de su jefe el teniente coronel Mariano
nes Uriburu, Beltrán y Brown; y el regimien- Aráoz de Lamadrid, asumió la defensa y protec-
to 9 avanzó hasta el Km. 521 de la línea Em- ción de los matacos que iban a trabajar en los
barcación-Formosa (después comandante ingenios jujeños.91
Fontana) y adelantó fortines a Pegaldá, Capi- Además, se inició la. construcción de 950
lé, Yunká y Lagadik.88 km. de líneas telegráficas con 16 estaciones y se
En virtud de este movimiento de tro- concretó la apertura de importantes caminos,
pas se entregó a la jurisdicción del gobierno tales como el que unió a Presidencia Roque Sáe-
del Chaco la vasta zona que se extendía al nz Peña con el fortín Lavalle, y el que unió a
sur de la línea férrea Barranqueras-Metán. Presidencia Roca con el camino anterior y a Pre-
El gobernador del Chaco, Anacarsis Lanús, sidencia Roca con comandante Fontana, que
manifestaba que junto con otros totalizaban más de 700 km. de

« esta importante extensión te-


rritorial que la gobernación tie-
ne que cuidar con sus propios
caminos carreteros en excelentes condiciones.92

90. Rostagno, E. (1912). Informe de las Fuerzas de Operacio-


elementos, está actualmente nes en el Chaco. Buenos Aires, Tall. Gráf. Arsenal Prin-
cipal de Guerra.
muy poblada y la propiedad bas- Fueron rodeados por patrullas, pero dentro de los
tante subdividida, circunstan- manchones de selvas, es decir, que “no se habían en-
tregado, que no eran prisioneros, ni estaban fuera de
cias que hacen necesario un combate”, según acotación del coronel Lindor Valdez,
nuevo y especial servicio de po- quien afirma que los indios no se sometieron. Citado
licía que reemplace la acción de por Félix Best, (1960). Historia de las guerras argenti-

»
nas. Buenos Aires, Peuser. T. II, p. 416.
los destacamentos militares que En esos años sólo se produjeron algunos esporádicos
allí han actuado .89 enfrentamientos. A fines de mayo de 1912, en un confu-
so episodio, los indios mataron al capitán Facundo Sola-
ri del regimiento 7, mientras realizaba un patrullaje so-
bre la línea del Bermejo. Este suceso, conocido como
“sorpresa del Estero”, ha sido estudiado en detalle por
Fernando Pedro Cúndom, (1981). Pacificación del Chaco.
88. Rostagno, E. (1912). Informe de las Fuerzas de Operacio- Corrientes, Promonor, pp. 241-266.
nes en el Chaco. Buenos Aires, Tall. Gráf. Arsenal Prin-
cipal de Guerra. 91. Enrique Rostagno, (1912). Informe de las Fuerzas de
Pedro Cenoz, (1913). El Chaco Argentino. Buenos Ai- Operaciones en el Chaco. Buenos Aires, Tall. Gráf. Ar-
res, Peuser, pp. 129-130. senal Principal de Guerra.
Con los indios del cacique Caballero se creó el 27 de
89. Archivo Histórico del Chaco. (1912). Memoria de la octubre de 1911 la Reducción de Napalpí (ver Cap. III).
Gobernación del Chaco, presentada por el goberna-
dor Anacarsis Lanús. 92. M.M.G. (1912-19133). p.70.

50
60°0'0"W

El avance de la línea de fortines en 1912.


Campaña del Coronel Enrique Rostagno

Tigre
Santiago Rep
ú blic
a de
l Pa
Lag. de los Pájaros rag
uay
Nuevo Pilcomayo
Cabo Primero Chávez
Ridavadia
Paso de los Tobas
Pozo del Fierro Lagadik
Yunka
Comandante Frías

Capilé
El Pintado

25°0'0"S
Pegaldó 25°0'0"S
Urquiza
Tacaaglé
Nueva Pompeya

51
Arenales Clorinda
Comandante Fontana
Wilde Bouvier

Warnes
Lavalle Dalmacia
Brown
Referencias Beltrán
Zona de vigilancia de cada Regimiento
Pcia. Roca FORMOSA
REGIMIENTO 5
Uribuni Laishí
REGIMIENTO 6 Lag. Limpia
REGIMIENTO 7
REGIMIENTO 9

Ciudades Sáenz Peña


Puerto Bermejo
Grueso Napalpí
Las Palmas
! Pueblo, colonia

Fortín

Misión Franciscana Gral. Capdevilla


RESISTENCIA CORRIENTES
Gancedo
Línea de Ferrocarril Villa Angela
La Sabana
Límites Provinciales Kilómetros
60°0'0"W 0 25 50 100 150
Hugo Humberto Beck
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Sin embargo, el hecho de mayor tras-
cendencia fue la creación de cinco pueblos, lo
que se dispuso por decreto del presidente
Sáenz Peña, de fecha 8 de febrero de 1912.
to a su bandera .95
»
te y rinden su vida en holocaus-

Durante el año 1913 los cuatro regi-


Estos cinco pueblos se asentaron en los pun- mientos que actuaban en Chaco y Formosa
tos denominados Nuevo Pilcomayo, Pozo del permanecieron en las mismas zonas de vigi-
Fierro, Presidencia Roca, Kilómetro 521 (de la lancia que en 1912. El 31 de diciembre de 1913,
línea Embarcación-Formosa) y kilómetro 173 en cumplimiento de una disposición del minis-
(de la línea Barranqueras-Metán), con una su- terio de guerra, el regimiento 7 se hizo cargo
perficie de 2500 hectáreas los tres primeros de la zona que tenía el regimiento 6 -que fue
y 5000 hectáreas los dos últimos. Los inge- trasladado a Curuzú Cuatiá- y el regimiento 9
nieros militares se encargaron de realizar la de la del regimiento 5 -trasladado a Salta-. Los
mensura y división de los terrenos.93 regimientos 7 y 9 fueron remontados como
Los lugares denominados Pozo del Fie- voluntarios de la 3ª Región Militar.96
rro, Kilómetro 521 y Kilómetro 173 pasaron a En las Memorias del Ministerio de
llamarse luego coronel Juan Solá, comandan- Guerra de 1913-14 puede leerse:
te Luis Jorge Fontana y Presidencia Roque
Sáenz Peña, los que a un año de fundación ya
contaban con más de 1000 habitantes.94
En mayo de 1912, La Razón registraba
« Los indios del Chaco Argenti-
no están convencidos de que las
tropas nacionales no son enemi-
los notables adelantos edilicios realizados en gas, sino un poder armado des-
Sáenz Peña, que abarcaban amplias cuadras tinado a garantizar justicia y a
para la tropa, viviendas para oficiales, depó- contener desmanes. Se ha podi-
sitos, molinos de viento para agua potable y do llevar esta persuasión a la
una notable quinta de verduras. Describía a mente del indio, por el trabajo
su fundador, el teniente coronel Carlos Fer- paciente y constante del conven-
nández como “un hombre joven, lleno de vida
cimiento, y por la conducta de la
y energía y dedicado por completo a su pro-
tropa, y hoy ya el indio no huye,
fesión y a la instrucción de los soldados que
manda”. El cronista anotaba también su sor- sino que al contrario, recurre a
presa por los adelantos que podía observar: ella para dirimir las cuestiones

« Indudablemente, pensaba,
nuestros militares son buenos
entre una y otra tribu. Los indí-
genas han progresado mucho
intelectualmente, conocen el va-

»
para todo y tiran donde los pon- lor práctico del dinero y lo que
gan. Lo mismo conquistan para representa su trabajo .97
la civilización miles de leguas de
tierra, como construyen cuarte-
les, fundan pueblos, tienden lí- 4. El final de una etapa
neas férreas y telegráficas, lan-
zan puentes sobre los ríos, y si La paulatina entrega a las autoridades civi-
se ofrece, combaten bravamen- les del territorio de las zonas antes bajo mando
militar, tuvo un hito importante cuando, el 14 de
noviembre de 1914, por decreto del P.E. se pasó
93. Enrique Rostagno, (1912). Informe de las Fuerzas de Ope-
raciones en el Chaco. Buenos Aires, Tall. Gráf. Arsenal
Principal de Guerra. 95. XXV Aniversario de la Fundación de Presidencia Ro-
El pueblo de Presidencia Roca había sido fundado el 5 de que Sáenz Peña. Reseña histórica, festejos conmemo-
diciembre de 1884. Después de 1901 fue abandonado, rativos. 1912 -1 de marzo- 1937. pp. 104-105.
transformándose en fortín y nuevamente creado por de-
creto del 8 de febrero de 1912, en el mismo lugar. 96. M.M.G. (1913-1914). p. 58.
94. M.M.G. (1912-19133). p. 69. 97. M.M.G. (1913-1914). p. 58.

52
Hugo Humberto Beck
a esa situación al pueblo de Presidencia Roque cía “fue escasamente eficaz, por carencia de
Sáenz Peña, “en vista de hallarse incorporado a la elementos y por otros motivos”, razón por la
civilización y haber desaparecido todo peligro cual en 1914 fue disuelta. En su reemplazo se
para la seguridad de sus habitantes e intereses” creó una Subcomisaría de policía en El Cho-
(López Piacentini, 1979, p. 119-120). rro, dependiente de la Jefatura de Policía del
El gobierno nacional trató de enfren- Territorio. Su acción tampoco fue eficaz y
tar esta nueva y enorme responsabilidad que fue, asimismo, disuelta al poco tiempo.
debían asumir las autoridades de ambos te- En 1914 fue creada la Policía del Oeste,
rritorios, creando para ello organismos es-
la que después de numerosas gestiones fue
peciales y ampliando su planta funcional.
equipada adecuadamente e instalada durante
Por decreto del 31 de diciembre de
1909 se creó un cuerpo de policía montada, una gira de inspección que el gobernador Sil-
que operaba independientemente de la Jefa- va realizó a fines de 1915 por todo el oeste
tura del Territorio, y estaba destinada a la territorial. Desde Las Saladas hasta el Hito Nº
vigilancia de la construcción del Ferrocarril 1 estableció personalmente 10 puestos de po-
Barranqueras al Oeste.98 licía, más un destacamento en San Camilo, los
El 1 de febrero de 1911, en Acuerdo que sumados a la ya existente comisaría del
General de Ministros, el presidente Sáenz Km. 612, totalizaban 12 puestos en el área que
Peña creó por decreto la Policía Fronteriza se incorporó a la jurisdicción civil.101
del Chaco y Formosa, que dependía directa- También en el Chaco la presencia de
mente del ministerio del interior y tenía su gavillas de cuatreros instó a los hacendados y
sede en El Chorro. La fuerza se componía de pobladores a presentar peticiones para la ubi-
un jefe, dos subcomisarios, 3 sargentos, 3 cación de puestos policiales en las zonas más
cabos y 30 gendarmes. El motivo de su crea- dilatadas donde las distancias entre los para-
ción era la considerable distancia que sepa- jes o pueblos con policía eran grandes. Entre
raba esta zona de las capitales respectivas los puntos más distantes de Resistencia que
de ambos territorios, haciendo imposible la
hacia 1915 tenían puestos policiales, se cuen-
acción policial que asegurara la vida e intere-
ses de los pobladores. Por el mismo decreto tan Sáenz Peña, Villa Angela, Charata, Gene-
se aumentó considerablemente el personal ral Pinedo, General Capdevila, Gancedo, Nue-
de policía en las dos gobernaciones.99 va Pompeya y El Pintado (García, 1986).
En la Conferencia de Gobernadores Otros proyectos contemplaron la crea-
de Territorios realizada en 1913, el gober- ción de cuerpos especiales para el servicio
nador formoseño Juan José Silva presentó de policía en las regiones que el ejército iba
una moción solicitando que la Policía Fron- librando a la administración civil. En 1911 el
teriza dependiera del gobernador, ya que diputado por Córdoba, Julio Argentino Roca
las comunicaciones habían mejorado nota- (h.) propuso organizar un cuerpo de Gen-
blemente con las líneas férreas y con las es- darmería Nacional, dependiente del ministe-
taciones radiográficas existentes en los rio del interior y destinado al servicio de po-
acantonamientos de los regimientos 9 y 5 licía de los territorios nacionales y de
de Caballería.100 vigilancia aduanera en las fronteras de la Re-
Sin embargo, según lo expresa el mis- pública. El proyecto pasó a comisión y no vol-
mo gobernador Silva, la acción de esta poli- vió a ser considerado.102
Igual suerte corrió otro proyecto simi-
lar presentado el 17 de septiembre de 1913
98. Memoria de la Gobernación del Chaco, correspondien-
te al año 1910, presentada por el gobernador Gregorio
López. A.G.N. (1911). Ministerio del Interior, legajo 3. 101. Juan José Silva, (1986). Informe general de inspección
efectuada en el oeste del Territorio Nacional de For-
99. Cámara de Diputados. (3 de julio de 1911 y 22 de ene- mosa. En: Elsa Aurora Velozo de Espinoza. El Oeste
ro de 1912). Diarios de Sesiones, p.217. Formoseño: su red de asentamientos. Formosa, CONI-
CET-SEPLADE, Apéndice.
100. Dirección Nacional de Territorios Nacionales. (1913).
Primera Conferencia de los gobernadores de Territorios 102. Cámara de Diputados. (24 de junio de 1911). Diarios de
Nacionales. Buenos Aires. Sesiones, p. 626.

53
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
por el diputado por Salta José Félix Uriburu. VIII, IX y X, los más difíciles del territorio for-
Concebía un cuerpo de gendarmería del Cha- moseño; que había amparado la propiedad,
co y Formosa, con funciones de policía rural, la vida y el trabajo en aquellas poblaciones
dependiente del ministerio del interior, con lo lejanas y que
cual deslindaba funciones, y el ejército no se
vería ya forzado a realizar actividades ajenas
a su verdadera misión (García, 1986, p. 27).
En septiembre de 1916, el presidente
« su obra de civilización se ha ex-
tendido también a fases econó-
micas en el progreso material del
Victorino de La Plaza solicitó autorización al suelo; las construcciones diver-
Congreso para organizar a partir del 1 de sas de los caminos abiertos, las
enero del año siguiente, cuatro regimientos extensas líneas telegráficas y te-
de caballería que se denominarían “Guardias lefónicas y las estaciones de telé-
de Frontera”, y tendrían a su cargo la policía grafo sin hilos instaladas, son he-
de frontera y servicio de guardias aduane-
ros. Tal medida tenía por objeto “descargar
al ejército de funciones policiales y asegurar
el respeto de las leyes en las zonas más des-
desarrollada
»
chos que demuestran la acción

(Scunio, 1972, p. 324).


pobladas o lejanas”.103
Sin embargo, el Regimiento de Gen- Mediante una nota fechada en Formo-
darmería de Línea sería creado recién por sa el 22 de septiembre de 1917, el teniente
decreto presidencial de fecha 30 de sep- coronel Alejandro Fernández, ponía en cono-
tiembre de 1917. cimiento del gobernador del Chaco, que el
Al coronel Rostagno le sucedió en el día 17 de ese mes se había terminado la en-
cargo el coronel Julio C. Mallea, quien reci- trega al representante de esa gobernación
bió la orden de disolver la Fuerza de Opera- de la Línea de Fortines del Bermejo (Lavalle,
ciones en el Chaco, de acuerdo con el espíri- Wilde, Warnes y Arenales) dándose así por
tu del decreto firmado por el presidente terminada la campaña de conquista para la
Victorino de la Plaza, en diciembre de 1914, civilización, el progreso y el trabajo, en que
por el cual transfería la responsabilidad que por largos años estuvo empeñado el ejército
pesaba sobre la Fuerza al Regimiento 9 de nacional en ese Territorio.105
Caballería de Línea. Más tarde, por decreto presidencial
Esta unidad, mandada desde 1913 por de fecha 30 de septiembre de 1917, el 9 de
el teniente coronel Alejandro Fernández, fue Caballería cesaba en sus funciones siendo
reorganizada sobre la base de 250 soldados reemplazado por el Regimiento de Gendar-
de la clase 1894 procedentes de la 3ª Región mería de Línea, quien hacía así su aparición
Militar y 70 más que le transfirió el Regi- en el escenario chaqueño.
miento 7 de Caballería de Línea, siendo acan- Este regimiento de Gendarmería, de-
tonada en Las Lomitas. A estos efectivos se pendiente de la 3ª División del Ejército tenía
le agregó la Compañía de Disciplina, la cual,
si bien le estaba subordinada, conservó su 105. Archivo Histórico del Chaco. (1893-1920). Campañas
propia organización.104 Militares. Exploraciones, varios, Guardia Nacional. Le-
En 1915 el ministro de Guerra infor- gajo 1.
Entre 1917 y 1925 todavía se registraron algunos ma-
maba que este regimiento había realizado el lones, entre los que se pueden contar los llevados a
Censo Nacional en los departamentos III, VI, cabo contra Laguna Yema y El Palmar, en diciembre de
1918, el más conocido ataque a Fortín Yunká en mayo
de 1919 y la última intentona perpetrada contra el For-
103. Cámara de Diputados. (22 de septiembre de 1916). tín Pilcomayo en 1925. El episodio de Fortín Yunká ha
Diarios de Sesiones, p. 2312. sido estudiado en profundidad por Cirilo Ramón Sbar-
della y José Braunstein, (s/f). Las dos caras de la trage-
104. Scunio, A. D. H. (1972). La Conquista del Chaco. Buenos dia de Fortín Yunká. Hacia una nueva carta étnica del Gran
Aires, Imp. Del Plata, pp. 323-324. Chaco. Revista del Centro del Hombre Antiguo Cha-
El regimiento 7 pasó a depender de la 4ª Región Mili- queño (Chaco). Las Lomitas, Formosa. CONICET. pp.
tar con guarnición en Mendoza. 107-131.

54
Hugo Humberto Beck
por misión la vigilancia y policía de las gober- ría Nacional, estructurada por Inspecciones.
naciones de Chaco y Formosa. El comando La Inspección Norte incluía los Territorios de
de la unidad fue ubicado inicialmente en For- Chaco, Formosa y Misiones, y tenía asientos
mosa (Scunio, 1972). en Resistencia, Posadas y Las Lomitas (Gar-
El regimiento dividió la línea de forti- cía, 1986, p. 28).
nes en dos escuadrones: uno estuvo a cargo Por esos años el panorama socioeco-
de la Gran Guardia General San Martín, otro nómico de las Gobernaciones de Chaco y
bajo la jurisdicción de la Gran Guardia Las Formosa era absolutamente distinto al que
Lomitas y un destacamento en Pirané (Gol- presentaba cuando nacía el siglo. La Ley
pe, 1970).106 5559 de Fomento de los Territorios Nacio-
En la segunda mitad de la década de nales, sancionada en 1908, había posibilitado
1920 el proceso de pacificación en Formosa extender las líneas férreas hasta el centro
entró en una etapa decisiva, ocasión propicia de ambos Territorios, y desde 1930 éstas co-
para iniciar la entrega de algunas localidades municaban el litoral con el Noroeste. A lo lar-
del Territorio a las autoridades civiles. De go de toda su extensión se fundaron nume-
esta manera, en noviembre de 1925 a la altu- rosos pueblos y se organizaron colonias
ra del Km. 178 del Ferrocarril Formosa-Em- agrícolas, ganaderas y mixtas. La población
barcación, se entregó al Subcomisario del creció enormemente merced a un importan-
lugar los locales que había ocupado la Gran te proceso de inmigración, y las Gobernacio-
Guardia del Escuadrón y, en abril de 1928, nes se perfilaban para iniciar su autonomía
un decreto emanado del P.E.N. ordenó que el política.108
Regimiento de Gendarmería cesara en las
funciones civiles que desempeñaba en un
amplio sector de la Gobernación de Formosa
(García, 1986, p. 28).
En 1929 el Regimiento trasladó su
asiento a Las Lomitas donde desarrolló su
actividad, resguardando vidas y bienes en
forma eficiente. Además, continuó colabo-
rando con los organismos que atendían la
cuestión aborigen. En 1936, como se verá,
sus jefes teniente coronel Orlando C. Fe-
rreyra y mayor Alberto C. Da Rocha, ofrecie-
ron la protección del Regimiento para las Co-
lonias indígenas Florentino Ameghino y
Francisco Javier Muñiz, que creó en ese año
la Comisión Honoraria de Reducciones de In-
dios.107
El Regimiento de Gendarmería de Lí-
nea fue disuelto en 1938. Por Ley 12367 del
29 de julio de ese año, se creó la Gendarme-
108. Véase al respecto: Enrique Schaller, (1991). La adjudi-
106. Una interesante descripción de las características de cación de la tierra en el Chaco (1870-1980). Resistencia,
la región, de los hombres que la habitaron y de las Facultad de Humanidades, UNNE; Héctor Rubén Bo-
condiciones de vida en la línea de fortines del Pilcoma- rrini, (1987). La colonización como fundamento de la
yo, puede verse en la obra del Mayor Alberto Da Ro- organización territorial del Chaco (1930-1950). Cua-
cha (1937). Tierras de Esteros. Relatos de los Fortines dernos de Geohistoria Regional, Nº 19, Resistencia, II-
Chaqueños. Prólogo Arturo Álvarez. Buenos Aires, GHI-CONICET; Héctor Rubén Borrini, (1991). Ocupa-
Aniceto López. ción y organización del espacio en el Territorio Nacio-
nal de Formosa (1880-1980). Cuadernos de Geohisto-
107. Ministerio del Interior. Comisión Honoraria de Reduc- ria Regional, Nº 24, Resistencia, IIGHI-CONICET; Gui-
ciones de Indios. (1936). Publicación Nº 4. Buenos Ai- do Miranda, (1955). Tres ciclos chaqueños. (crónica
res, La Prensa Médica Argentina, pp. 40-48. histórica regional). Santa Fe.

55
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

III. El Gobierno Nacional


frente a la cuestión
indígena. Acción Oficial
Hugo Humberto Beck

Desde mediados del siglo XIX la cues- analizada en el capítulo anterior y el tema se
tión indígena cobró en la vida nacional una concluye en el punto siguiente, con el estudio
importancia creciente. Ningún sector de la de la legislación dictada y proyectada.
sociedad permaneció ajeno al debate sobre En primer lugar, interesa conocer la
qué hacer con el indio. Las respuestas fue- opinión de los gobernadores de los Territo-
ron múltiples, controvertidas y evolucionaron rios del Chaco y Formosa, por cuanto la Ley
con el transcurrir de los años. 1532, en su art. 7, inc. 11, anotaba entre los
Estas opiniones y la acción del Estado deberes y atribuciones de estos funcionarios,
concretada en la legislación protectora y en procurar el establecimiento en las secciones
la creación de colonias de Reducción son el de su dependencia de las tribus indígenas
objeto de estudio de este capítulo. que morasen en el territorio de la goberna-
De los numerosos puntos de vista que ción, creando, con autorización del P.E.N. las
existieron sobre el indio, se exponen solamen- misiones que fueran necesarias para llevarlos
te aquellos que ejemplifican el pensamiento de gradualmente a la vida civilizada.109
algunos sectores y su evolución en el tiempo. El gobernador Obligado tenía personal-
mente ideas claras acerca de lo que correspon-
día hacer, y en varias notas al Ministerio del
1. La cuestión aborigen y cómo Interior explicó sus puntos de vista. Partidario
resolverla decidido de agruparlos en reducciones, al esti-
lo de San Antonio de Obligado, bajo asistencia
Concluidas las campañas de conquista
religiosa y con adecuada protección oficial,
llevadas a cabo por Julio Argentino Roca en
desconfiaba por experiencia de su empleo ma-
el sur (1879-80) y Benjamín Victorica en el
sivo en los obrajes y haciendas (De Pompert
norte (1884) el “problema indígena” ya no
de Valenzuela, 1975, p. 549-556).
fue considerado exclusivamente en su faz
El gobernador de Formosa, general Ig-
militar, sino que surgieron nuevas perspecti-
nacio Fotheringham, en nota remitida el 8 de
vas y enfoques.
octubre de 1886 al Ministerio de Interior, lla-
De allí en adelante el tema se constitu-
maba la atención sobre la conveniencia de
yó en un punto de debate, de polémica, en los
crear en su Territorio una colonia Indígena,
cuales participaron y tomaron distintas posi-
que proyectaba instalar en el Fuerte Freyre,
ciones los gobiernos nacionales (P.E. y P.L.) y
sobre el río Salado, en un área de 8 leguas
territoriales; el periodismo nacional y local;
cuadradas, fraccionada en lotes de 100 has.,
los militares; los agricultores, ganaderos e
industriales; los misioneros, agrimensores,
viajeros, exploradores, etc. 109. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y
Decretos sobre su administración y resoluciones varias
La acción del gobierno nacional y de aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf.
los militares actuantes en la zona ha sido González.

57
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
proporcionándole gratuitamente a cada fami- El gobernador de Formosa José María
lia que se estableciera los elementos de vida Uriburu demostró en su larga trayectoria
y de trabajo por el término de un año. Un por los territorios del norte argentino, una
comisario de policía sería el administrador permanente preocupación por la cuestión in-
de la colonia y estaría auxiliado por una dota- dígena. De su gobierno emanaron numero-
ción de gendarmes.110 sas disposiciones referidas al buen trato del
A raíz de esta solicitud, el P.E.N. de- indio y a proyectos de creación de colonias,
signó a Alejo Peyret para que estudiara los misiones y escuelas.
medios más convenientes de civilización de Propuso establecer reducciones de in-
tribus indígenas y propusiera la mejor forma dios mansos en las concesiones caducas, re-
de establecerlos en los Territorios Naciona- partiéndoles tierras, animales y útiles de la-
les. Al poco tiempo, Peyret propuso algunas branza, hasta que el producto de su trabajo
modificaciones al proyecto del gobernador les bastase para sostenerse ellos mismos. A
formoseño, pero nada se resolvió. los niños se les proporcionaría la enseñanza
En 1889 el gobernador interino de primaria y podría establecerse para ellos Es-
Formosa Proto Ordóñez insistió en la necesi- cuelas de Artes y Oficios. Estas agrupacio-
dad de la Colonia nes se colocarían bajo la dirección de una

« para elevar a esos seres des-


graciados a la categoría de hom-
bres... para atraerlos y reducir-
autoridad civil o militar, ayudada por misio-
neros religiosos.
Pero, a pesar de cuatro años de batallar
por ese ideal, el 31 de octubre de 1899 en una
los sin hacer uso de medidas carta dirigida al ministro del Interior, decía
violentas... Una vez se haya mejo-
rado la triste situación en que
permanecen hasta hoy los indios
« Este gobierno, no sólo por de-
ber, sino por simpatía propia, ha
prestado a este asunto, toda su
mansos habrá llegado el momen-
dedicación: buena prueba de ello
más indios .111
»
to de pensar en reducir a los de-

También el gobernador del Chaco, An-


son las disposiciones que ha dic-
tado dentro de sus facultades y
los infinitos pedidos que he diri-
tonio Dónovan se comprometió en 1890 a ele- gido a V.E. Pero con pesar he de
var al Ministerio del Interior un proyecto de decir que todas ellas han resulta-
colonias indígenas a “imitación de las estable- do ineficaces. Las dictadas en el
cidasúltimamenteenlosterritoriosdelSud...”112 Territorio para impedir el comer-
cio clandestino con los indios son
110. Memoria presentada al ministro del interior Dr. Eduar-
burladas por los comerciantes
do Wilde, por el gobernador interino de Formosa, D. de otros territorios; los de buena
Estanislao L. Fraga, el 21 de marzo de 1887. En: Insti-
tuto de Historia. (1979). Memorias de los gobernadores
alimentación y hogar son resisti-
del Territorio Nacional de Formosa (1885-1899). Adv. ed. das por los industriales que los
Ernesto Maeder. Resistencia, Facultad de Humanida-
des, UNNE, pp. 35-36.
ocupan, seguramente para evi-
tarse gastos; los de educación
111. Memoria presentada al ministro del interior Dr. Wen-
ceslao Paunero, por el gobernador interino de Formo- cristiana y bautismo, no son
sa, D. Proto Ordóñez, el 6 de abril de 1889. En: Insti- aceptadas por los religiosos, por-
tuto de Historia. (1979). Memorias de los gobernadores
del Territorio Nacional de Formosa (1885-1899). Adv. ed. que no tienen medios de movili-
Ernesto Maeder. Resistencia, Facultad de Humanida- dad; las de inscripción de indíge-
des, UNNE, p. 78.
112. Memoria presentada al ministro del interior Dr. Nor-
berto Quirno Costa por el gobernador del Chaco An-
tonio Dónovan, el 1 de abril de 1890. En: Ernesto Mae- Nacional del Chaco (1885­1899). Resistencia, Facultad
der, (1985). Memoria de los Gobernadores del territorio de Humanidades, UNNE, p. 98.

58
Hugo Humberto Beck
nas en el Registro Civil, no cabo por las fuerzas armadas que
resultan; y para completar el han penetrado al desierto los han
cuadro, hasta los Consejos Esco- llenado de pavor y acentuado en
lares, no encuentran forma de ellos la tendencia selvática y de
hacer un lugar en las Escuelas, alejamiento. Las explotaciones de

mediatos a ellas .113


»
para los indiecitos que viven in-

A diferencia de Uriburu, que siempre


que han sido objeto por parte de
los agricultores y de los empresa-
rios de explotaciones de bosques,
a cuyo lado han buscado trabajo y
bregó por la fundación de misiones religio- amparo, han destruido en ellos
sas, el gobernador Lucas Luna Olmos, no
todo aliciente por el trabajo, pues
consideraba a ése como el medio más idóneo
para reducir al indio. En su libro “Expedición
lejos de obtener su mejoramiento
al Pilcomayo”, escribió: moral y material, regresan a sus
“He notado que el indio en la misión es tolderías, después de terminadas
descontentadizo y exigente: nada le confor-
ma y tiende a imponerse. En cambio, en los
establecimientos industriales... es humilde y
obediente... Pienso, entonces, que no hay
dad o con más apego a él... .115
»
sus faenas, con el vicio de la ebrie-

Proponía la creación de escuelas para


otro sistema de reducción para el indio, que indígenas en los lugares donde existiesen
la ocupación del desierto con la población: la núcleos permanentes de indios, y también la
colonización. El indio sin el desierto tiene for- fundación de misiones. de indios, entregán-
zosamente que entregarse y reducirse, vi- doles las tierras en usufructo, con derecho a
niendo ellos mismos a constituir los primeros la propiedad, si observasen buena conducta
brazos colonizadores”.114 y demostrasen aptitudes durante determina-
Una notable actitud de defensa del do número de años.116
aborigen fue asumida por Martín Goitia, pri- Goitia realizó grandes esfuerzos tam-
mer gobernador civil del Chaco. En respues- bién para la fundación de la Sociedad Protecto-
ta a un cuestionario remitido por el Ministe- ra del indígena, que promovió Enrique Lynch
rio del Interior, denunció la explotación que Arribálzaga. La misma se constituyó en Resis-
sufrían los indios, en estos duros términos: tencia, en julio de 1907, pero dificultades de

«
orden legal, imposibilitaron el otorgamiento de
Constituyen éstos una raza des- la personería jurídica, haciendo fracasar sus
heredada que no ha sentido la in- proyectos (Lynch Arribálzaga, 1974, p. 70).
fluencia de la civilización sino en la El indio ocupó la atención de todos
quienes visitaron el Chaco por razones per-
forma de la expoliación y del ex-
sonales o en misión oficial, y dejaron escritas
terminio. Las destrucciones inhu-
su: impresiones. El agrónomo Juan de Co-
manas de indígenas llevadas a minges, gran conocedor del Chaco, publicó
en febrero de 1882 una serie de notas en el
113. Memoria presentada al ministro del interior Dr. Felipe
diario La Nación donde expresaba que los in-
Yofre por el gobernador de Formosa, D. José María dios del Chaco no debían ser tratados como
Uriburu, el 20 de febrero de 1900. En: Instituto de
Historia. (1979). Memorias de los gobernadores del
Territorio Nacional de Formosa (1885-1899). Adv. ed.
Ernesto Maeder. Resistencia, Facultad de Humanida- 115. Memoria presentada al ministro del interior por el go-
des, UNNE, p. 304-305. bernador del Chaco Martín Goitía, correspondiente a
Cirilo Ramón Sbardella, (julio de 1982). El pensamien- los años 1905 y 1906. Resistencia, J. Tarsia y Cía.
to de José María Uriburu sobre los aborígenes. Revis- 1907.
ta de la Junta de Estudios Históricos y Geográficos de
Formosa, Año 1, Nº 1, p. 35-57. 116. Memoria presentada al ministro del interior por el go-
bernador del Chaco Martín Goitía, correspondiente a
114. Lucas Luna Olmos, (1905). Expedición al Pilcomayo. los años 1905 y 1906. Resistencia, J. Tarsia y Cía.
Buenos Aires, p. 28 y 60. 1907.

59
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
los de la Pampa, ya que constituían su mayor como el medio más seguro y efi-
riqueza y su mejor mano de obra. Debían to- caz de reducir al indio; se puede

»
marse las medidas necesarias para que sin discrepar en el modo, pero jamás
salir de su territorio pudiesen convertirse en en el fondo de la cosa .
ciudadanos tan útiles como los mejores inmi-
grantes europeos (Ospital, 1984, p. 261).
El coronel Amadeo Baldrich se pregun-
taba en 1899 qué destino se daría a los indíge-
nas que la conquista ponía en manos del go-
Afirmaba, además que la condi-
«
ción del indio es la de un incapaz,
en los términos precisos de la ley
bierno nacional. En su opinión debían formarse civil: no sabe el idioma del país, no
centros agrícolo-ganaderos mixtos, distribu- sabe leer ni escribir, no tiene
yendo las tierras por familias o por tribus.117 ideas de relaciones jurídicas, ni
Un año más tarde, el agrimensor Meli- menos conocimientos de las leyes
tón González agregaba que
del país, y apenas de las más ele-

« Lo primero es hacerles com-


prender que tratan con la civili-
zación y que esta no busca su
mentales de derecho natural. Por
consiguiente, en toda relación con
extraños necesita que se comple-
destrucción sino su redención, te esa personería, interviniendo
que no quita a nadie lo que le en los contratos que celebre, es-
pertenece, y que por eso, reco-
nociendo en esas tribus a los
propietarios del suelo en que
pecialmente en los de trabajo, y
se vigile su cumplimiento .
Para ello, Bialet Massé elaboró un pro-
»
han nacido, quiere empezar por yecto de creación de un Patronato Nacional
comprarles ese suelo y prote- de Indios, dependiente del Ministerio del In-
gerlos para que cese su miseria,
y permanezcan tranquilos .
» terior, que tendría a su cargo cumplir y ha-
cer cumplir las leyes relativas a los indios,
presidir su protección y defensa, proponer
Proponía concentrar a las tribus en los reglamentos y ordenanzas que creyese
campos fiscales, custodiados por fuerzas mi- conveniente a los objetos de su misión. Esta
litares, donde en forma paulatina se les iría institución estaría auxiliada por cuatro ins-
enseñando métodos de trabajo y las ventajas pectores generales y un defensor de indios
de la civilización.118 en cada colonia indígena. Las colonias ten-
En su conocido Informe, el médico Bia- drían como gobierno un Consejo, integrado
let Massé escribió en 1904 por el Juez de Paz, Comisario de Policía, el

« el pensamiento de dar a los in-


dios tierras en que habiten, nace
espontáneamente, hoy como
defensor de indios, un sacerdote, los maes-
tros y el cacique de la tribu.119
Los periódicos nacionales se ocuparon
de la cuestión desde fines del siglo pasado, y
ayer, en toda persona que estu- más aún desde la primera década del pre-
die la cuestión con ánimo desa- sente. En 1900 La Prensa reclamaba la ex-
pasionado y espíritu de justicia... tensión del ferrocarril desde La Sabana has-
todos ven esa fijación de tierras ta Resistencia y desde este punto hasta
Orán, porque

117. Amadeo Baldrich, (1889). Las comarcas vírgenes. El


Chaco Central Norte. Buenos Aires, Peuser, p. 289.
118. Melitón González, (1890). El Gran Chaco Argentino.
« donde cruza una línea férrea, y

Buenos Aires, Compañía Sudamericana de Billetes de 119. Juan Bialet Massé, (1985). Informe sobre el estado de la
Banco, p. 22-23. clase obrera. Madrid, Hyspamérica, T. I, p. 110-115.

60
Hugo Humberto Beck
a cada trecho de ella, se estable- los indios fueran perdiendo sus costumbres.
cen centros de trabajo agrícola, Las tierras les serían donadas a los indios,
ganadero e industrial; el salvaje pero al escriturarse las mismas debía esta-
se somete confundiéndose por blecerse que ellas sólo podrían pasar a otras
absorción con las razas cultas o manos por la vía hereditaria, a fin de evitar
se elimina por la ley ineludible de su compra por parte de especuladores.122
En 1908, cuando eran numerosos los

»
la naturaleza, cuando no es fu-
sionable .120
cuestionamientos que recibían los industria-
les por la manera en que explotaban al indio,
El tema adquirió una notable difusión curiosamente, Salvador Debenedetti escri-
a partir del proyecto del coronel O’Donnell bió un artículo donde revalorizaba el aporte
de establecer colonias indígenas dirigidas que los mismos hacían para la civilización del
por militares, el cual recibió el apoyo y bene- aborigen. Después de explicar el fracaso de
plácito de los diarios de la Capital Federal, la conquista religiosa y militar, anotó:
en tanto mereció las críticas del periódico lo-
cal El Colono. El 15 de febrero de 1912, este
diario se manifestaba de esta manera:
«
El desarrollo industrial es el
único que puede someter al indio

«
y cambiar la configuración de la
Nuestra opinión es absoluta- llanura chaqueña. La historia del
mente contraria a la idea de re- Ingenio de Ledesma, es un ejem-
ducciones o colonizaciones mili- plo. Allí, al lado del europeo gra-
tares, que equivale a órdenes de ve, adusto y esforzado, el indio
destierro para las tropas y de maneja centrífugas, motores y
expulsión para los indios... Em- calderas en competencia con
presas particulares mixtas, con aquél. El Estado debe apurar la
explotación forestal, agricultura construcción de ferrocarriles y
y ganadería, darían buen resul- fomentar el desarrollo de colo-
tado con una buena dirección. En nias industriales, para encerrar
cuanto a las tropas deben mante- de ese modo a las tribus del Cha-
nerse a prudente distancia y sólo co en el único cerco que no po-
usar de ellas como autoridad
respetable, cuando sea de im-
prescindible necesidad .121
»
drá romper ni repugnará a sus
sentimientos de libertad .123
El coronel Enrique Rostagno, continua-
»
Juan Mc Lean, también. contrario a la dor de la obra de O’Donnell, afirmó en 1911
colonización militar, proponía intercalar colo-
nias indígenas entre colonias de blancos,
para que por este aislamiento y por la concu-
rrencia de los indiecitos a las escuelas y el
na «
la misión civilizadora del indíge-
que es el complemento de efi-
cacia de la acción militar, no es
contacto diario con los hijos de los colonos, fácil ni se improvisa... No es con
reducciones de misioneros, frai-

120. La Prensa. (29 de junio de 1900).


122. Juan Mc Lean, (mayo-junio 1908). Informe sobre ex-
121. Marta Tenerani de Broner, (1974). El Aborigen: Inte- ploración al Chaco. Boletín del Ministerio de agricultura.
gración o Destrucción. Resistencia, Región, p. 47. Esta T. IX, Nº 5 y 6. Buenos Aires, Tall. Publ. Oficina Meteo-
nota de El Colono iba en respuesta del decreto del 7 de rológica Argentina, p. 247.
febrero de 1912, por el cual se reservaban seis lotes
de tierra en Chaco y Formosa, de 12.500 has. cada 123. Salvador Debenedetti, (1909). La sumisión de los in-
uno para destinarlos a colonias de indios, bajo la direc- dios del Chaco. El factor religioso, militar e industrial.
ción de las tropas que comandaba entonces el coronel Renacimiento, publicación mensual, Año 1, Nº 3. Tomo 1.
Rostagno. Buenos Aires, p. 360-370.

61
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
les o civiles, o mejor dicho con sis- cultivar la tierra, sino que es me-
temas en que imperen los proce- nester también educarlo e ins-
dimientos de las misiones, que se truirlo, y esto es la parte más difí-
llegará a transformar al indio. A cil, que no se podrá conseguir en
éste no es posible someterlo a un cuatro o cinco años. Esto sería
trabajo regular, metódico, a horas cuestión de dos o tres generacio-
fijas... al indio hay que enseñarle a nes... las fuerzas de líneas esta-
trabajar la tierra de una manera cionadas en el Chaco deben obli-
más productiva de la que él pue- gar a los indios a que se reduzcan
de hacerlo falto de medios o con y se reconcentren en puntos de-
elementos primitivos o rudimen- terminados, darles tierras, ara-
tarios, y su carencia absoluta de dos, bueyes, semillas y todo lo
conocimientos; pero a trabajar su que necesiten, obligarlos a traba-
tierra, la que se le dé en propie- jar, dándoles al efecto instructo-
dad, para que tenga interés en res idóneos y confiando a los mi-
cuidarla y mejorarla y esa ense-
ñanza tiene que hacerse por me-
dio de escuelas agrícolas elemen-
tales prácticas, donde se den
educarlos e instruirlos .125
»
sioneros la tarea de catequizarlos,

Puede observarse, como conclusión,


lecciones experimentales. El go- que todos quienes opinaron acerca de la
aculturación del aborigen, se preocuparon
bierno debe comprarle las prime-
en buscar el mejor modo de llevarla a cabo,
ras cosechas... y pagarle todo o omitiendo la cuestión previa de la fundamen-
parte importante de las mismas, tación deontológica de la aculturación planifi-
en especies y ganados, para que cada. El problema central de si correspondía
poco a poco vaya siendo dueño de o no asimilar al aborigen se daba por resuel-
haciendas y transformando su to, centrando la discusión sólo en el orden
propiedad en agrícola ganadera... del proceso aculturativo, cuya razón de ser
Es cuestión de unos pocos años, no se ponía en duda.
cuatro o cinco, de esta experien- De la diversidad de opiniones pueden
cia paulatina y progresiva, para extraerse como constantes la idea de que al

»
orientarse después con seguri- aborigen se le debía proteger contra los abu-
dad en la vía que más convenga .124 sos de los cuales era víctima, que debía pro-
cederse a su reducción (en reducciones civi-
Estas apreciaciones merecieron una les, militares o religiosas, eso era discutible)
dura réplica por parte del misionero francis- y que se le debía enseñar a labrar la tierra
cano Fray Rafael Gobelli, quien señaló la con- con criterio capitalista, procurándose que
tradicción en que el militar incurría, cuando accediera a la propiedad de la misma.
decía que al indio debía enseñársele a traba-
jar la tierra de manera productiva, pero sin
un método fijo, regular, que marcase las ho- 2. El avance de la legislación
ras de trabajo y de descanso. Por otra parte, protectora

« Para obtener la civilización del


indio, no basta hacerlo trabajar y
Entre los instrumentos legales del si-
glo XIX referidos a los indios debe mencio-
narse en primer lugar a la Constitución Na-

124. Enrique Rostagno, (1912). Informe de las Fuerzas de 125. Rafael Gobelli, (1912). Memorias de mi Prefectura y
Operaciones en el Chaco. Buenos Aires, Tall. Gráf. Ar- apuntes sobre el Chaco. (Parte Primera). Salta, Imp. y
senal Principal de Guerra, p. 16-17. Lib. de Tula y Sanmillán. p. 68-73.

62
Hugo Humberto Beck
cional, que en su art. 67, inc. 15 confiere al colonización de esas tierras y seguía predo-
Congreso atribución para proveer “a la segu- minando en las relaciones con ellos la faz mi-
ridad de fronteras, conservar el trato pacífi- litar.
co con los indios y promover la conversión de Se sancionaron leyes que disponían la
ellos al catolicismo”.126 creación de fondos para la ocupación de los
Desde la Asamblea del Año XIII en ade- territorios en poder de los indios y se orga-
lante, numerosas disposiciones legales garan- nizaron campañas militares con ese objeto.
tizaron la igualdad civil y el derecho de ciuda- En la última fase de esta primera eta-
danía de los indígenas. Sin embargo, como lo pa el gobierno comenzó a interesarse por la
señala Abelardo Levaggi (1990) “pese a que incorporación del indio a la “civilización”. La
las leyes proclamaban su igualdad, hasta por Ley 817 de 1876, de Inmigración y Coloniza-
la misma insistencia en decirlo, es evidente ción, dispuso en su artículo 100:
que no fue así en la práctica” (p. 261).
Tanto las medidas legislativas como las
ejecutivas referidas al aborigen, algunas de
los cuales ya se han visto, sufrieron cambios
« El Poder Ejecutivo procurará
por todos los medios posibles el
establecimiento en las seccio-
de orientación, que permiten señalar al me- nes, de las tribus indígenas,
nos cuatro etapas desde 1854 hasta nues- creando misiones para atraerlos
tros días: 1. Etapa ofensiva-defensiva; 2. Eta- gradualmente a la vida civilizada
pa de sometimiento-colonización; 3. Etapa de auxiliándoles en la forma que
la búsqueda de una política de integración; crea más conveniente y estable-
4. Intentos de revalorización de la cultura
aborigen.127
Desde 1854 hasta aproximadamente
1885, la prioridad de los gobiernos estuvo
100 hectáreas .128
»
ciéndolas por familia en lotes de

La Ley 1532 de 1884 facultó a los go-


centrada en la lucha contra el indio y la de- bernadores de Territorio a fundar misiones
fensa de las fronteras interiores de la Repú- de indígenas con el mismo fin.129
blica. Para llevar a cabo este objetivo, tanto Estas normas legales pronto fueron
desde el P.E. como del P.L. se definieron es- insuficientes para atender el problema, so-
trategias que, a través del adelanto progresi- bre todo a partir de 1885. En su Mensaje al
vo y metódico de las fronteras y la ocupación Congreso en 1885, el presidente Roca decía

«
de los territorios desalojados, permitieran
eliminar las causas de inseguridad que pro- el crecido número de indíge-
vocaban las ofensivas del indio sobre vidas y nas sometidos os obliga a tomar
propiedades. Los indios eran visto hasta en- medidas inmediatas para pro-
tonces como obstáculos para la ocupación y
veer a su colocación, de manera
que se les establezca no sólo en
condiciones de poder subsistir
126. Es evidente en este artículo la actitud paternalista del
Estado hacia los indios, quienes al parecer necesita- sin ocasionar perjuicios, sino
rían de una guía espiritual, tanto que para ellos esta- también para que puedan mejo-
ría restringida la libertad de cultos, garantizada para
todos los demás habitantes en el art. 14 de la misma rar sus costumbres, civilizarse
Ley fundamental.
En 1904, Joaquín V. González, explicaba en el Congre-
so que “conservar trato pacífico con los indios, no quie-
re decir que deba celebrar con ellos tratados de paz, 128. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y
como pareciera querer entenderse, sino darles buen Decretos sobre su administración y resoluciones varias
tratamiento, por medios amistosos y con ánimo de re- aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf.
ducirlos para la civilización”. Cámara de Diputados. (9 González.
de mayo de 1904). Diarios de Sesiones, p. 98.
129. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y
127. Congreso de la Nación. (abril 1985). Dirección de In- Decretos sobre su administración y resoluciones varias
formación Parlamentaria. Tratamiento de la cuestión aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf.
indígena. Buenos Aires, Nº 2. p. 13. González.

63
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
en una palabra, e incorporarse a pueden continuar en su condi-

dadanos argentinos .130


»
la masa de la población como ciu- ción actual, porque formarían
una clase especial de ciudada-
Ese mismo año, el Congreso sancionó
la Ley 1740 por la cual otorgaba un crédito
de 100 000 pesos al Ministerio de Guerra
ta de la Nación .
La oposición fue expuesta con claridad
»
nos que vivirían siempre a cos-

para el sostenimiento de indios reducidos, por el diputado Lucio V. Mansilla, cuando


cuyo número se había duplicado después de preguntó
la Campaña al Chaco. En los fundamentos de
esta medida, el P.E. decía
«
... en virtud de qué derecho así

« ... la acción del gobierno allí (en


el Chaco) es primordialmente ci-
vilizadora... los acantonamientos
se procede?... Yo comprendería
perfectamente bien la agrupa-
ción del indio en la zona de la tie-
rra donde vivió... rodeado de los
de las tropas nacionales, son el espectáculos de la naturaleza,
punto donde vienen a refugiarse que ama; pero no comprendo ni
los indígenas, buscando por el nunca comprenderé que se me
sometimiento, la mantención que
obtenían antes por el pillaje .131
A este fondo se sumó otro de 150
» sostenga que es un acto humano
arrancarlos de su hogar para in-
ventarle una felicidad ficticia. ¿Se
000 pesos, aprobado por Ley 1.744 del mis- hace en esto, acto de humani-
mo año. El número de indios reducidos en
todo el país alcanzaba por entonces a 8000
individuos.132
El gobierno trató de superar las dificul-
fuerza, acto de hipocresía
(Lenton, 1992, pp. 37-38).
»
dad? No se hace más que acto de

tades financieras que presentaba el sosteni- Sin embargo, el P.E. dispuso por de-
miento de los indios reducidos, mediante su creto del 4 de diciembre de 1885 que el go-
colocación como mano de obra en obrajes, bernador del territorio y los jefes de fronte-
ingenios, fábricas, etc., alejándolos de sus tie- ra del Chaco debían entregar a los obrajes
rras. En 1885 al tratarse el Presupuesto del los indios que estos solicitasen. Los indios
Ministerio de Guerra y Marina para el año si- restantes se llevarían a Rosario, y de allí a
guiente; la partida denominada antes “para distintos puntos del país para llenar pedidos
racionamiento y sostenimiento de indios so- de brazos (Ospital, 1984, p. 255-256).
metidos y auxiliares”, aparece rotulada “para Ya se ha visto la opinión en contrario
mantenimiento, traslación y colocación de in- del coronel Obligado, sobre este sistema,
dios”. El diputado Balza, apoyaba este sistema que felizmente no continuó aplicándose.
de colocación de indios, basado en que Los gobiernos siguientes consideraron

« esas familias indígenas no


a las colonias indígenas como el medio más efi-
caz para reducir y civilizar a los mismos. Así lo
atestiguan los numerosos proyectos de crea-
ción de dichas colonias que se presentaron en
130. Heraclio Mabragaña, (1910). Los Mensajes. Historia del el Congreso de la Nación entre 1885 y 1911.
desenvolvimiento de la Nación Argentina redactada crono- En julio de 1885 el P.E. envió al Con-
lógicamente por sus gobernantes 1810-1910. Buenos Ai-
res, Compañía General de Fósforos, T. IV. p.143. greso un proyecto de colonias indígenas en
los territorios nacionales. A cada familia se
131. Cámara de Senadores. (12 de septiembre de 1885).
Diario de Sesiones, p. 360-361. les distribuirían lotes de tierra, y útiles de
132. Cámara de Senadores. (2 de noviembre de 1885). Dia-
labranza, con la obligación de construir su
rio de Sesiones, p. 837-838. casa y enviar a sus hijos a la escuela. La ins-

64
Hugo Humberto Beck
titución familiar se empleaba deliberadamen- El cambio de orientación en la política
te en contraposición a la tradicional de tribu, seguida con el aborigen tuvo una clara mani-
para eliminar la diferenciación de los indíge- festación, cuando por Ley 3.727 de 1898 se
nas con el resto de la población, a la que se reorganizaron los Ministerios, y se sustrajo
trataba de incorporarlos diluyendo en lo po- al indio de la esfera del Ministerio de Gue-
sible su formación política y cultural. El P.E. rra. Dicha ley estableció que correspondía al
proponía ubicar a los indígenas en las inme- Ministerio del Interior el “trato con los in-
diaciones de los centros civilizados, pero no dios”, mientras el Ministerio de Relaciones
los incorporaba a los mismos. El criterio Exteriores y Culto debía ocuparse de las “mi-
orientador era el de que la influencia civiliza- siones religiosas entre los indios”.135
dora de las ciudades iría incorporándose de El abandono de la política de conquista
manera gradual a las agrupaciones indíge- y de persecución al indio por parte del go-
nas. El proyecto contemplaba para las colo- bierno nacional se evidenció también en las
nias de más de 200 individuos una Comisión órdenes que desde entonces impartió el Mi-
Municipal presidida por el principal de la tri- nisterio de Guerra a los jefes militares que
bu, un intérprete y un capellán católico. actuaban en las fronteras.
Entre las oposiciones, que por enton- Hasta las primeras décadas del siglo
ces eran numerosas, se destaca el alto costo XX los sucesivos gobiernos entendieron que
de las colonias, propiciando, en cambio, la co- los indios se encontraban comprendidos en
misión de diputados que estudió el asunto la situación de los incapaces del derecho civil

« la disolución de las tribus in-


dias súbita, repentina y violenta-
mente, si es necesario disemi-
y que, en consecuencia, necesitaban de insti-
tuciones de protección y asistencia.
En ese marco puede ubicarse el de-
creto firmado por el presidente Roca el 3 de

»
nando sus miembros por toda la mayo de 1899, por el cual dispuso que los
República .133 Defensores de Menores de los Territorios
Nacionales fueran también defensores y pro-
En 1899 el diputado por Corrientes tectores de los indígenas, debiendo proveer
Manuel Cabral (h.) presentó un proyecto si- por cuenta del Estado a su alimentación, ves-
milar, referido a los Territorios de Chaco y tido y colocación.136
Formosa, que pasó a Comisión y no volvió a El gobernador de Formosa José María
ser considerado.134 Uriburu reaccionó en contra, alegando que
Una medida concreta en tal sentido esta medida cercenaba sus atribuciones con-
fue tomada por el presidente Roca, cuando feridas por Ley 1532, al tiempo que denun-
por decreto del 27 de septiembre de 1904 ciaba que:
dispuso ensanchar la colonia Buenaventura,
en el oeste de Formosa, y reservar 7500
hectáreas divididas en tres fracciones para
ser ocupadas por indígenas, que se encon-
«Los Defensores de Menores,
empleados judiciales, que no co-
nocen ni la geografía del Territo-
traban allí en número no menor de 5000 in-
dividuos (Colazo, 1984, p. 144). 135. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y
Decretos sobre su administración y resoluciones varias
aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf.
González, p.449-450.
133. Cámara de Diputados. (10 de julio de 1885 y 19, 24 y
26 de agosto de 1885). Diarios de Sesiones, p. 203 y p. 136. A.G.N. (1899). Ministerio del Interior, leg. 7, Exp-
459-538. te.1.282, F.
Congreso de la Nación. (abril 1985). Dirección de In- Veinte años antes, el presidente Avellaneda había de-
formación Parlamentaria. Tratamiento de la cuestión in- cretado una medida similar respecto de los indios del
dígena. Buenos Aires, Nº 2, p. 138-139. sur. Según esta disposición al defensor de pobres e
incapaces le correspondía “velar por la ventajosa colo-
134. Congreso de la Nación. (abril 1985). Dirección de In- cación de aquellos que por su estado de ignorancia
formación Parlamentaria. Tratamiento de la cuestión deben ser considerados como incapaces”. (Levaggi,
indígena. Buenos Aires, Nº 2. p. 142. 1990, p. 264).

65
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
rio, que no tienen medio de movi- Consecuente con ello, el presidente
lidad, ni otros empleados de su Sáenz Peña, por decreto del 12 de junio de
dependencia, no pueden dispen- 1913 prohibió la instalación de comercios de
sar a los indios la protección que expendio de bebidas alcohólicas en dichos

»
el Sr. ministro les confía. Y en la lugares y facultó a los gobernadores a regla-
práctica, es feo lo que resulta .137 mentar dicha actividad.141
El extenso proyecto de Ley Nacional
Esta última afirmación hacía referen- del Trabajo que presentó en 1904 el minis-
cia a un hecho que adquirió notable trascen- tro del interior, Joaquín V. González, conte-
dencia periodística nacional. La contratación nía un título especial consagrado a definir la
de un grupo de indios de Formosa por parte persona civil del indio. A tal efecto establecía
del empresario José Podestá, para llevarlos que todo aquel que quisiera emplear el tra-
a Europa a fin de exhibirlos en la Exposición bajo de los indios debía considerarlos como
Internacional de París. Autorizado por el De- “personas libres y dueñas de todos los dere-
fensor de Menores, Podestá llevó a los indios chos civiles inherentes a todos los habitantes
a Buenos Aires, donde felizmente el gobier- de la República”. De todas maneras, estable-
no nacional intervino para impedir su salida, cía la figura del defensor de indios que ac-
dispuso la revisión del contrato y ordenó el tuaría bajo la dependencia del Ministerio del
regreso de los mismos a su territorio. El em- Interior. Esta tarea debía estar a cargo de los
presario interpuso un recurso de “Hábeas fiscales en los Territorios Nacionales y de los
Corpus” en favor de aquéllos y la causa llegó funcionarios de la misma clase en las provin-
a conocimiento de la Corte Suprema de Jus- cias donde fuesen a trabajar los indios. Sus
ticia, la que por mayoría de sus miembros funciones serían, entre otras, ejercer res-
decidió el 3 de octubre de 1899, que el acto pecto de los indios semisalvajes el ministerio
del P.E.N. había sido legítimo.138 público, velando por la justa aplicación de las
En consideración a la incapacidad civil leyes y amparándoles en sus derechos ante
del indio, también se dictaron normas que cualquier juez o tribunal y contra cualquier
prohibían a los comerciantes venderles ar- persona o empresa que los contratase; asis-
mas de fuego y alcohol. Así lo estableció, por tir a la formación de los contratos individua-
ejemplo, el gobernador Luzuriaga, por de- les o colectivos que los indios concertasen
creto del 3 de febrero de 1900.139 con toda clase de empresarios, y velar por el
Los gobernadores de Territorios Na- buen tratamiento a aquéllos.
cionales acordaron, en la Conferencia de En relación con las condiciones labora-
1913, prohibir la venta de bebidas alcohólicas les, los indios no podían ser obligados a tra-
en las colonias indígenas o en lugares donde bajar por amenazas, ni ser sometidos a cas-
predominara esta población.140 tigos corporales, ni malos tratos, ni trabajar
más tiempo que el establecido en el sector o
clase de labor. La jornada de trabajo del
137. Memoria presentada al ministro del interior Dr. Felipe adulto no podía superar las 10 horas y la de
Yofre, por el gobernador de Formosa, D. José María
Uriburu, el 20 de febrero de 1900. En: Instituto de las mujeres y menores las 8 horas. Los me-
Historia. (1979). Memorias de los gobernadores del nores de 12 años no podían ser empleados.
Territorio Nacional de Formosa (1885-1899). Adv. ed. Los salarios debían fijarse por convenio y pa-
Ernesto Maeder. Resistencia, Facultad de Humanida-
des, UNNE, p.305. garse en efectivo. Sólo con acuerdo del De-
138. Este interesante caso puede seguirse en detalle a tra-
fensor de Indios se podía pagar en especie
vés del diario La Prensa, en sus ediciones del mes de
septiembre de 1899. También en Abelardo Levaggi
(1990). El aborigen y el derecho en el pasado y en el
presente. Buenos Aires, Universidad del Museo Social Primera Conferencia de los gobernadores de Territorios
Argentino, p. 268. Nacionales. Buenos Aires.

139. A.G.N. (1900). Ministerio del Interior, Expte. 762, C. 141. Rafael Gobelli, (1912). Memorias de mi Prefectura y
apuntes sobre el Chaco. (Parte Tercera). Salta, Imp. y
140. Dirección Nacional de Territorios Nacionales. (1913). Lib. de Tula y Sanmillán. p. 58-60.

66
Hugo Humberto Beck
hasta la mitad del salario. Quienes contrata- do por tres divisiones principales: Legisla-
sen indios para hacerlos trabajar fuera del ción, Estadística e Inspección y vigilancia.
territorio o lugar de su residencia habitual Se estableció un servicio de inspec-
debían a su costa conducirlos al punto del ción y vigilancia directa y permanente, en los
trabajo y después de regreso, alimentándo- establecimientos industriales y comerciales
los durante el viaje. Estaban obligados a dar- en la Capital y Territorios Nacionales a fin de
les alojamientos cómodos, higiénicos y am- velar por el cumplimiento de las leyes relati-
plios; proveerlos de ropa de trabajo y vas al trabajo.144
suministrarles asistencia médica y farmacéu- El decreto reglamentario, dictado el 2
tica. Se prohibía el suministro de bebidas al- de enero de 1913, estableció todas las garan-
cohólicas y los empresarios debían cuidar de tías y seguridades para que los inspectores
mantener entre los indios el orden y la mora- pudieran cumplir acabadamente con su misión.
lidad y permitir a los misioneros que los for- Bajo la dirección de la presidencia del Departa-
men en la moral cristiana.142 mento debía editarse el “Boletín” del mismo, en
Este valioso proyecto, como es sabido, el que se publicarían las informaciones y estu-
no logró la sanción legislativa, pero fue el dios realizados por las tres divisiones.145
principio de la preocupación del Estado por De la proficua labor realizada por el
solucionar los problemas sociales, tarea que Departamento en su larga trayectoria, inte-
fue acentuando en los años siguientes. resa señalar particularmente las giras de
En 1907, por iniciativa del diputado Ju- inspección que llevó a cabo por los Territo-
lio Argentino Roca, se creó el Departamento rios Nacionales de Chaco y Formosa, como
Nacional del Trabajo que debía así también. en los ingenios azucareros del

« recoger, coordinar y publicar


todos los datos relativos al traba-
jo de la República, especialmente
Noroeste para verificar las condiciones de
trabajo de los obreros, en especial de los in-
dios chaqueños. Más adelante se estudia
esta cuestión en base a dichos informes, que
en lo que concierne a las relacio- constituyen fuentes de. enorme valor históri-
nes del trabajo y del capital y a las co, y que en su tiempo sirvieron de base para
reformas legislativas y adminis- la elaboración de normas legales tendientes
trativas capaces de mejorar la si- a amparar a los trabajadores.

»
tuación material, social, intelectual Desde que se creó la Reducción de
Napalpí, el 27 de octubre de 1911, la legisla-
y moral de los trabajadores .143
ción de fondo sobre aborígenes se confunde
Después de largas tramitaciones y vi- con la específica referida a dicha Reducción,
cisitudes, -el 8 de octubre de 1912 fue san- ya que los organismos creados especialmen-
cionada la Ley 8.999, Orgánica del Departa- te para su administración fueron ampliando
mento Nacional del Trabajo, dependiente del sus atribuciones y abarcaron toda la faz so-
Ministerio del Interior, que quedó constitui- cial y económica de la vida de los indios.
Por decreto del 24 de julio de 1912
dictado por el presidente Sáenz Peña en
142. Cámara de Diputados. (9 de mayo de 1904). p. 139-143. Acuerdo General de ministros, quedó a car-
go de la Dirección General de Territorios Na-
143. La labor desarrollada por el Departamento Nacional
del Trabajo fue historiada por Néstor Tomás Auza,
(1987). La política del Estado en la cuestión obrera al
comenzar el siglo XX. El Departamento Nacional del 144. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y
Trabajo 1907-1912. Revista de Historia del Derecho, Nº Decretos sobre su administración y resoluciones varias
15. Instituto de Investigaciones de Historia del Dere- aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf.
cho. Buenos Aires, pp.101-140. y Auza, N. T. (1989). González, p. 940-941.
La legislación laboral y la complejidad del mundo del
trabajo. El Departamento Nacional del Trabajo 1912- 145. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y
1925. Revista de Historia del Derecho, Nº 17. Instituto de Decretos sobre su administración y resoluciones varias
Investigaciones de Historia del Derecho. Buenos Ai- aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf.
res, p.59-104. González, p. 941-949.

67
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
cionales el trato con los indios y la superin- y civilización de los indígenas...
tendencia de las misiones y reducciones hasta tanto el Congreso apruebe
establecidas entre ellos. El mismo decreto el proyecto de ley sometido a su

»
estableció que para la administración de la consideración sobre Patronato
Reducción de Napalpí, el ministro del inte- Nacional de Indios .149
rior debía nombrar una Comisión Financiera
Honoraria, que actuaría conjuntamente con Como este Patronato nunca fue creado,
el delegado Organizador -ya nombrado por por decreto del 11 de enero de 1927 el presi-
decreto de octubre de 1911, por el cual se dente Marcelo Torcuato de Alvear amplió con-
había creado la Reducción-.146 siderablemente la esfera de acción de la Co-
Esa comisión fue nombrada por decre- misión Honoraria, al encargarla también de
to del 26 de agosto y se determinaron sus
atribuciones y funciones, que se circunscri-
bían a la administración de Napalpí.147
Sin embargo, el 26 de septiembre, el
« vigilar e inspeccionar el trato
que reciben los indios en los obra-
jes, ingenios y demás estableci-
ministro del interior Indalecio Gómez, al re- mientos industriales...» (art. 4º), y
glamentar las atribuciones de la Comisión y determinar que «ella intervendrá
del Delegado resolvió ampliarlas, de modo en los contratos de trabajo que ce-
que su control abarcara también a las misio-
lebren con los indígenas residen-
nes franciscanas de Laishí, Nueva Pompeya y
tes en los territorios nacionales,
Tacaaglé y las que se fundaren más adelante.148
Por decreto del 21 de septiembre de las empresas radicadas en los mis-
1916 se suprimieron la Comisión Financiera mos y las establecidas en las pro-
Honoraria y la Delegación del Ministerio del vincias que acudan en su busca,
Interior cuyas atribuciones y deberes pasa- sea para ocuparlos permanente o
ron a la Comisión Honoraria de Reducciones transitoriamente, pudiendo negar
de Indios, que se creaba por el mismo instru- su concurso y la ocupación de los
mento legal. Tal medida se tomó para indígenas, en el caso de oponerse

«centralizar en un solo organis-


mo todos los asuntos relaciona-
dos con la reducción, protección
»
los interesados a la inspección y
control de la Comisión (art. 5º).
Desde esa fecha quedaba prohibido
en los Territorios Nacionales contratar in-
dios para los trabajos de obraje y zafra, ca-
146. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y nales y vías férreas, fuera de la zona en que
Decretos sobre su administración y resoluciones varias residían sin la previa intervención de la Co-
aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf.
González, p. 236. misión Honoraria de Reducciones de Indios.150
147. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y
Este decreto puede ser considerado
Decretos sobre su administración y resoluciones varias como el único conjunto orgánico de normas
aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf. dictado hasta entonces, destinado a resolver
González, p. 237-238.
en forma integral el problema indígena en
148. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y nuestro país, tratando de suplir la omisión del
Decretos sobre su administración y resoluciones varias
aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf. Congreso de sancionar una ley en este senti-
González, p. 238-239. do, de acuerdo con el precepto constitucional.
Nada pudo cambiar un brillante alegato que el comisa-
rio general de las Misiones, Fray Pedro Iturralde, ele-
vó al director general de Territorios Nacionales, doc- 149. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
tor Isidoro Ruiz Moreno, en el que señalaba que esta Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
disposición violaba el acuerdo de ministros del 10 de Publicación Nº 22, Buenos Aires, p. 249.
abril de 1900, por el cual se había autorizado a los
franciscanos a fundar, administrar y dirigir la misión 150. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
de San Francisco de Asís de Laishí. A.G.N. (1912). Mi- Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
nisterio del Interior. Leg.12, Expte. 11.867, C. Publicación Nº 22, Buenos Aires, p. 250-253.

68
Hugo Humberto Beck
3. Las colonias de reducción: Napalpí y No obstante, Lynch Arribálzaga, que
Bartolomé de las Casas se desempeñaba como Inspector de Defensa
Agrícola en el Chaco, continuó trabajando en
Entre los antecedentes más lejanos de favor de una reducción y el 20 de julio de
la reducción de Napalpí se cuentan los pla- 1911 elevó al ministro de agricultura, Eleodo-
nes de colonización indígena antes mencio- ro Lobos un proyecto de colonia. El mismo
nados, a los que deben agregarse dos pro- tuvo favorable acogida y encontró la oportu-
yectos más del presidente Figueroa Alcorta, nidad propicia cuando el coronel Rostagno
uno en 1906 y otro en 1908, que tampoco informó al gobierno el sometimiento espon-
obtuvieron sanción legislativa.151 táneo de 1600 indios de la tribu del cacique
Entre los antecedentes más directos fi- Caballero, obtenido por el Regimiento 7 de
guran en primer lugar la campaña de ocupa- Caballería, destacado en Presidencia Roca.
ción pacífica y el intento de colonización indí- Rostagno solicitó entonces los medios para
gena llevados a cabo por el coronel O’Donnell instalar una Colonia en Laguna Tapada, a sie-
y continuados luego por el coronel Rostagno. te leguas al oeste de la Confluencia del Ber-
Existió también una iniciativa privada: mejo con el Teuco, y urgió el envío de un de-
la constitución en Resistencia, en julio de legado del departamento de agricultura,
1907 de la “Sociedad Protectora de Indios”, para entenderse con él.153
promovida por Enrique Lynch Arribálzaga y El decreto de creación de la Reducción
José F. Nuñell, cuya comisión directiva se in- fue dictado por el presidente Roque Sáenz
tegró con los nombrados y con los señores Peña, el 27 de octubre de 1911. La misma
Lagerheim, Navarro, Perrando, Mendieta quedaba en la esfera del ministerio de agri-
Aballay, Rossi, Boggio y de la Vega. cultura, que debía señalar las tierras a ocu-
En agosto se aprobó el Estatuto de par, proporcionar semillas, herramientas
esta Sociedad, cuyo objeto era agrícolas y animales de labor. La Reducción

« atraer, amparar y civilizar a los


indígenas de la República Argen-
tina que se hallan aún en estado
debía contar además con escuelas para a la
enseñanza elemental, agrícola e industrial de
los niños y un lugar apropiado para la explo-
tación forestal reproductiva. Se nombró de-
salvaje o de tribu por medio de la legado del ministerio de agricultura a Lynch
educación y el trabajo... procura- Arribálzaga, quien debía ocuparse de la or-
rá se establezcan reducciones... ganización de la reducción. La colonia sería
y que se legisle sobre la condi- administrada por Eufemio Galván Brusque,
ción jurídica de los no civilizados secundado por dos capataces. Se destinaron

»
con el objeto de defenderlos de 7000 pesos para los gastos.154
los abusos .
Aunque la sociedad contó con el apoyo fracasados. En 1899 se fundó en Buenos Aires la “So-
ciedad Argentina Patronato de los Indios”, bajo los
del gobernador Goitía, dificultades de orden auspicios del Arzobispo Vladislao Castellanos y el con-
legal, imposibilitaron el otorgamiento de la curso de 17 asociaciones religiosas y caritativas de la
personería jurídica, haciendo fracasar sus Capital. En 1905 se organizó en La Plata la “Sociedad
Protectora de Indígenas de la República Argentina”.
proyectos.152 Finalmente, en 1910 surgió en Buenos Aires la “Socie-
dad Protectora y Defensora de Indios”, que tomó un
rumbo puramente caritativo, cesando su acción al
poco tiempo.
151. Cámara de Diputados. (2 de julio de 1906). p. 401.
Congreso de la Nación. (abril 1985). Dirección de In- 153. Enrique Lynch Arribálzaga, (1914). Informe sobre la
formación Parlamentaria. Tratamiento de la cuestión in- reducción de indios de Napalpí, Buenos Aires, Imp. y
dígena. Buenos Aires, Nº 2, p. 145. Enc. de la Policía, p.72.
152. Enrique Lynch Arribálzaga, (1914). Informe sobre la re- 154. Enrique Rostagno, (1912). Informe de las Fuerzas de
ducción de indios de Napalpí, Buenos Aires, Imp. y Enc. Operaciones en el Chaco. Buenos Aires, Tall. Gráf. Ar-
de la Policía, p. 70. senal Principal de Guerra, p.103-105.
Antes de esta Sociedad hubo dos intentos también Lynch Arribálzaga cumplió su función de delegado en

69
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Entre las instrucciones que se impar- productos y la compra de los artículos que el
tieron a Lynch Arribálzaga, establecimiento demandara. Esta Comisión
se le autorizó a proponer otro lugar, si estuvo presidida por Rafael Herrera Vegas,
resultaba más adecuado que el señalado por e integrada por Manuel de Uribelarrea, Emi-
el coronel Rostagno. Los campos de Laguna lio de Anchorena y Enrique Vivot. Como se-
Tapada presentaban el inconveniente de es- cretario de la misma actuó Enrique Zwank.
tar muy lejos de todo centro de población y Finalmente, por resolución del minis-
quedar comprendidos dentro de la zona peli- terio del interior, de fecha 26 de septiembre,
grosa de desbordes del alto Bermejo. Ade- se reglamentaron las facultades y deberes
más, los caciques que allí estaban se habían de la Comisión y se determinaron detallada-
desconcentrado, mientras otras tribus pro- mente las del Delegado.
pusieron congregarse si la reducción com- La Comisión, encargada de la compra
prendía obrajes de madera. Fueron elegidos y venta de productos, debía dar cuenta men-
entonces los campos de Napalpí, donde exis- sualmente a la Dirección General de Territo-
tía el antiguo fortín, abandonado poco antes rios Nacionales de los resultados de las ope-
por el ejército. raciones, podía proponerle el personal. de
Estos campos se ubicaban entre los empleados que consideraba necesarios y sus
Km. 125 y 150 del Ferrocarril Barranqueras sueldos, y pagar éstos. Se la facultó también
al Oeste. La Administración se asentó provi- para nombrar, suspender o separar, por sí o
soriamente en el fortín hasta agosto de 1913, a propuesta del Delegado, al personal supe-
cuando se trasladó a la nueva población cer- rior de las reducciones, formular en marzo
cana al ferrocarril.155 de cada año el presupuesto de las reduccio-
El decreto del 24 de julio de 1912 dic- nes y disponer la inspección de las mismas
tado en Acuerdo General de Ministros dis- cada vez que lo estimase conveniente.
puso que la Dirección General de Territorios Las atribuciones y deberes del delega-
Nacionales se hiciera cargo del trato con los do del ministerio eran, entre otros, vigilar la
indios y ejerciera la superintendencia de las marcha de la reducción de Napalpí y dar
misiones y reducciones. En consecuencia, el cuenta a la Comisión de las irregularidades
ministerio de agricultura debió entregar la que notase; informar a la Dirección General
reducción al ministerio del interior. Se desti- de Territorios sobre la conveniencia de crear
naron 35000 pesos para la adquisición de nuevas reducciones y presentarle anualmen-
elementos necesarios para la explotación y te un informe sobre la marcha de las reduc-
se confirmó en sus cargos a Lynch Arribálza- ciones; ejercer la inspección de escuelas de
ga y a Galván Brusque. las mismas y proponer los programas de en-
Por decreto del 26 de agosto, se nom- señanza.156
bró un Comisión Financiera de las Reduccio- La evolución de la colonia en sus dos
nes de Indios del Chaco y se determinaron primeros años, mostró resultados muy hala-
sus atribuciones y deberes, que en esencia güeños y creó buenas expectativas para el
consistían en encargarse de la venta de los futuro. El número de indios reducidos con la
mayor espontaneidad había ido en constante
aumento. En diciembre de 1911 eran 35, en
carácter ad-honorem hasta 1913, ya que retuvo su em- febrero de 1912 alcanzaban a 91 y a princi-
pleo de Inspector de Defensa Agrícola. Al abandonar
este cargo, por decreto del 10 de septiembre de 1913
se le asignó una retribución mensual de 600 pesos
(Reyna, 1910, p. 241-242). 156. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y
Decretos sobre su administración y resoluciones varias
155. Enrique Lynch Arribálzaga, (1914). Informe sobre la re- aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf.
ducción de indios de Napalpí, Buenos Aires, Imp. y Enc. González, pp. 236-239.
de la Policía, p.72. Además, como ya se ha visto, las atribuciones de la
Por decreto del 24 de junio de 1912 se destinaron Comisión y del Delegado se hacían extensivas también
para ese objeto 20.332 hectáreas, correspondientes a a las reducciones de San Francisco de Laishí, Nueva
los lotes 38, 39 y 40 de la Zona A del Territorio Nacio- Pompeya y Tacaaglé, y a las que en lo sucesivo se fun-
nal del Chaco. daren.

70
Hugo Humberto Beck
pios de abril a aproximadamente 300 indios. ros mensualmente; y a los segundos una vez
Esto superaba la cantidad prevista y la que terminado y liquidado el trabajo de la made-
los fondos permitían sostener, por lo cual se ra, operación que se realizaba cada dos o
acudió a la ayuda del teniente coronel Carlos tres meses.
Fernández, comandante del Regimiento 6 de Se trataba de inducir a los indios a in-
Caballería, con asiento en Sáenz Peña, quien vertir su dinero en la compra de ganado de
remitió trajes usados de la tropa. cría, con escaso éxito, pues preferían los ca-
El 30 de octubre de 1912 un censo le- ballos, las bebidas alcohólicas (que compra-
vantado por Lynch Arribálzaga indicó la pre- ban en los boliches de las cercanías, pues en
sencia de 388 indios, en su mayoría tobas. A la reducción el expendio estaba prohibido) y
ellos se agregaba un grupo flotante de poco las golosinas.
más de 100 mocovíes que acudían a menudo De tiempo en tiempo los indios se ale-
a llevar pieles, plumas y cera. Estas tribus jaban de la colonia diciendo que “iban a des-
que antes habían sido enemigas, vivían en cansar”, con el objeto de dedicarse a la caza
armonía, sin registrarse ningún tipo de con- y a la recolección de miel y de algarroba.
flictos entre ellos, ni delitos ni desórdenes. A El 24 de septiembre de 1913 se inau-
esta población aborigen se sumaban 19 blan- guraron las clases en la escuela, dirigida por
cos: cinco empleados, cuatro capataces y el señor Horacio Villarueta, inscribiéndose
diez carreros. 30 alumnos de uno y otro sexo, aproximada-
Posteriormente, los cazadores moco- mente la mitad en edad escolar.
víes también se radicaron para trabajar en los La educación era considerada por el
bosques; los escasos vilelas que restaban en delegado como la palanca principal de la
la costa del Paraná solicitaron ser admitidos, obra, a tal punto que para él, la cuestión era
estableciéndose varias familias, y los tobas esencialmente educacional. La misma se
continuaron afluyendo espontáneamente. El ajustaba, en general, al mismo plan de las es-
18 de diciembre de 1913 la colonia albergaba cuelas comunes, pero modificándolo ligera-
a 344 tobas, 312 mocovíes y 38 vilelas, lo que mente en algunos puntos, como por ejemplo
hacía un total de 694 aborígenes.157 en priorizar la enseñanza del idioma nacio-
La actividad económica principal era la nal, disciplinar la conducta e impulsar la ins-
explotación forestal, basada en la extracción trucción práctica que hicieran del niño un
de rollizos de quebracho colorado y postes obrero hábil y capaz y que conociera la prác-
para telégrafo, fundamentalmente. Fuera de tica de la agricultura.158
la ocupación en el monte algunos indios fue- Preferente atención se debía prestar a
ron empleados como peones de la adminis- la instrucción religiosa y a los conocimientos
tración y en trabajos agrícolas, ganando un de geografía e historia, “esta última materia
sueldo mensual de 40 pesos o $ 1,50 de jor- enseñada con un concepto más civil que mili-
nal, sin comida. tar” (Ospital, 1982, p. 349).
La agricultura fue avanzando lenta- Lynch Arribálzaga propuso una escue-
mente, ensayándose el cultivo de unas pocas la que funcionara en la misma reducción con
hectáreas de algodón, alfalfa, caña de azúcar,
mandioca, papa y maíz.
Tanto los empleados y peones a sueldo 158. Enrique Lynch Arribálzaga, E. (1914). Informe sobre la
reducción de indios de Napalpí, Buenos Aires, Imp. y
como los indios del obraje compraban en el Enc. de la Policía, p.72.
almacén las mercaderías, dentro del crédito En un Informe elevado a la Comisión Honoraria, decía
Lynch Arribálzaga: “Lo que se necesita es conseguir
que merecían, y luego se les abonaba en que el niño educado en la reducción salga armado de
efectivo sus sueldos acreedores, a los prime- sólidos medios de lucha por la vida, con un oficio defi-
nido... buenos obreros o artesanos, no bachilleres es
lo que yo deseo, sin perjuicio de que todo joven indí-
gena que revele vocación excepcional por estudios
157. Lynch Arribálzaga, E. (1914). Informe sobre la reduc- más altos sea protegido por el Estado, becándolo, para
ción de indios de Napalpí, Buenos Aires, Imp. y Enc. de que continúe su instrucción elemental e ingrese des-
la Policía, p.72. pués en sus instituciones especiales”.

71
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
asistencia de externos, de manera que los por lo cual “la declaración de caducidad sería
alumnos no perdieran el vínculo que los liga- inevitable”, Lynch Arribálzaga se propuso
ba a sus familias, en cuyo seno debían influir,
fundar en dichos terrenos “una gran reduc-
con su acentuado espíritu de imitación. El ción de verdad”.160
horario debía ser puramente matinal, pues Como la declaración de caducidad es-
las madres se oponían a que los niños per- perada no tuvo lugar, en 1913 se buscó otro
manecieran demasiado tiempo lejos de su sitio. La Comisión Financiera nombró agente a
lado. La instrucción no podía ser obligatoria Leonildo Brignole, quien junto al Delegado se
en las reducciones, pues “reducir significa trasladó a Formosa. Allí eligieron las tierras
atraer, persuadir, acostumbrar por grados, próximas al Campamento del regimiento 9 de
sin violencia alguna”.159 Caballería, ubicadas al norte de la línea fé-
Los progresos realizados por la reduc- rrea, desde el Km. 159 al 179, con bosques
ción fueron registrados y divulgados por el ricos en quebracho colorado, terrenos altos y
periódico El Colono, que no ahorró elogios de buen suelo para la labranza, pastos abun-
para la misma. El 22 de noviembre de 1912 dantes y excelentes aguadas permanentes.
señalaba que: Brignole instaló allí una agencia para

«apenas ha empezado a funcio-


nar esta reducción de indios ya
sirve de modelo para la instala-
la venta de los productos de la caza de los
indios de aquella región y de la zona del Pil-
comayo con lo cual comenzó a atraerlos para
la reducción, que Lynch Arribálzaga propuso
ción de otras adoptando el siste- llamar Bartolomé de las Casas.161

»
ma como única solución racional La misma fue creada por decreto del
al problema indígena 20 de junio de 1914 dictado por el presiden-
te Victorino de la Plaza en acuerdo general
(Tenerani de Broner, 1974, p. 52). de ministros. Se reservaron para tal objeto
28657 hectáreas y se destinaron 50000 pe-
De acuerdo con sus atribuciones, Ly-
sos para los gastos que demandara la colo-
nch Arribálzaga comenzó entonces a estu-
nia. En los considerandos de esta medida se
diar la posibilidad de instalar una reducción
hacían referencias al éxito de Napalpí

«
en territorio formoseño.
Basado en un Informe que le brindó el donde se ha conseguido reunir
Inspector de Bosques Enrique Villanueva un núcleo importante de familias
(Ex-Inspector de Tierras y Colonias), en el
indígenas que se dedican con
que destacaba la “ineficacia absoluta” de la
Misión San Francisco Solano de Tacaaglé,
provecho al trabajo y reciben al
como así también el incumplimiento de las propio tiempo elementos de rege-
obligaciones contraídas por los misioneros, neración moral... que a los tres
años de su fundación no sólo ha
comenzado a costearse, sino que
159. Enrique Lynch Arribálzaga, (1914). Informe sobre la re- puede esperarse que en breve
reintegre las sumas de dinero
»
ducción de indios de Napalpí, Buenos Aires, Imp. y Enc.
de la Policía, p. 50-51.
El presidente de la Comisión Honoraria, Rafael Herre- que se invirtieron en ella .162
ra Vegas, quería en cambio, dos tipos de institutos
educativos: uno general para todos los niños y otro
especial o internado para un grupo pequeño de ellos,
que vivirían en un edificio adecuado bajo la vigilancia 160. A.G.N. (1912). Ministerio del Interior., Leg.1, F. 151.
de los misioneros y donde podrían ser visitados por 161. Enrique Lynch Arribálzaga, (1914). Informe sobre la
sus padres y gozar de un régimen de salidas. Se bus- reducción de indios de Napalpí, Buenos Aires, Imp. y
caba, obviamente, formar una aristocracia indígena Enc. de la Policía, pp. 50-51.
que sirviera de intermediaria entre el blanco y el resto
de la población al estilo de las “escuelas de caciques” 162. Máximo Reyna, (1910). Territorios Nacionales; Leyes y
del sistema educativo peindependiente. El proyecto no Decretos sobre su administración y resoluciones varias
recibió resolución y fue archivado, “dado el tiempo aplicables a los mismos. Buenos Aires, Establ. Gráf.
transcurrido”, en 1943. (Ospital, 1982, p. 349). González, p. 245-246.

72
Hugo Humberto Beck
Desde fines de 1914 la crisis financie- subsistencia de las familias indígenas. El Colo-
ra creada por las guerras repercutió en Na- no insistió con sus críticas hacia la reducción,
palpí, al disminuir la demanda internacional la que, con la incorporación de hacheros blan-
del quebracho, su fuente de recursos. La Co- cos, desnaturalizaba el objeto de su creación.164
misión Financiera se vio en dificultades para La situación fue empeorando y en di-
mantener su funcionamiento. ciembre renunció el administrador Galván
Los demás obrajeros del Territorio, Brusque, siendo reemplazado por Leopoldo
también afectados por esa crisis, comenza- Brignole. Tal vez la falla más importante con-
ron a reclamar por la desleal competencia sistió en la deficiente administración. La Co-
que les hacía la reducción al no abonar dere- misión Financiera, aunque integrada por
cho de monte y gozar de una rebaja del 50% hombres honorables, se hallaba totalmente
en los fletes del ferrocarril. En su defensa, el alejada del teatro de sus decisiones y sus
delegado afirmaba que miembros no conocían el medio donde de-

« sería realmente curioso que


el Estado, único dueño de la re-
ducción, se pagara impuestos y
bían actuar. Además, el delegado, una vez
organizado el establecimiento, al parecer, no
practicó las inspecciones indispensables
para comprobar la marcha del mismo. Resul-
derechos a sí mismo y renun- tado de todo ello fue que debido a contratos
ciara a la franquicia en los fle- desventajosos celebrados sobre la produc-
tes... en la reducción de Napalpí ción de madera de Napalpí, se produjo una
rigen las tarifas de trabajo más grave situación de insolvencia. Los peones y
favorables para el hachero, se fleteros quedaron con sus sueldos impagos
durante diez meses, se consumieron las exis-
liquida su labor con toda exacti-
tencias de la proveeduría y la deuda oficial
tud y se venden los víveres y
con el comercio local creció enormemente,
ropas a precio de costo, exclu- hasta que éste cortó el crédito, y por último
yendo las bebidas alcohólicas los indígenas se negaron a trabajar (Scha-
en absoluto, todo lo cual implica ller, 1991, p. 150-151).
la renuncia a cuantiosas utilida- En su edición del 29 de junio de 1916,
des de que no se priva por cier-
to al obrajero particular .163
En septiembre de 1915 una epidemia
» El Colono anotaba:

« Ahí está la Reducción de Napal-


pí, en nuestro territorio, que con
de paludismo obligó a contratar obrajeros haber sido organizada con las
blancos en la reducción a fin de proveer a la más nobles intenciones ha resul-
tado un fracaso absoluto porque
La superficie de la colonia se amplió en 1921 y en 1936
en los años de vida que lleva, no
hasta alcanzar las 33.750 hectáreas. solamente no ha reducido a nin-
163. El Colono. (22 de julio de 1915). gún indio... sino que financiera-
Desde la Dirección General de Territorios Nacionales, mente representa una enorme
su titular Isidoro Ruiz Moreno realizada esfuerzos
para otorgar el mayor monto posible a Napalpí y Bar- carga que pesa sobre el erario
tolomé de las Casas, en desmedro de las misiones re- nacional, constituida por. 140.000
ligiosas de Laishí y Nueva Pompeya. Por otra parte,
solicitaba que la Comisión Financiera reservara para pesos anuales, que le asigna el
sí los beneficios obtenidos en la explotación de bos- presupuesto, además de otros

»
ques de Napalpí, ya que, si los mismos pasaban a con-
taduría general, luego se demoraban las órdenes de 100.000 pesos que adeuda al
pago y “a los indios no se les puede hacer comprender comercio de esta plaza .165
lo que es un trámite administrativo; ellos trabajan, si
no hay dinero para pagarles en seguida, o mercade-
rías en el almacén, de donde pueden surtirse a cuenta 164. El Colono. (17 de septiembre de 1915).
de su trabajo, se enojan, se creen engañados y se van”
(Ospital, 1982, p. 350). 165. El Colono. (29 de junio de 1916).

73
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
El misionero Rafael Gobelli, que desde
los inicios de la reducción había manifestado
sus dudas acerca de las bondades del siste-
ma y reclamado por el desigual trato que el
del ministro del interior y del di-
rector general de Territorios .167
Por decreto del 21 de septiembre de
»
gobierno daba a las misiones religiosas res- 1916 se suprimieron la Comisión Financiera Ho-
pecto de Napalpí, podía ahora comprobar noraria y la Delegación del Ministerio del Inte-
sus impresiones.166 rior, y se creó en su reemplazo la Comisión Ho-
En abril de 1915, la Comisión Financie- noraria de Reducciones de Indios. La misma
ra ofreció a los misioneros franciscanos se estuvo presidida por Juan Carlos Anchorena e
hicieran cargo de la instrucción de los niños integrada por Alfredo Echagüe, Domingo Sala-
de Napalpí y de la educación moral y religio- berry, Carlos Pradere y Diego Baudrix, confir-
sa de los adultos, quedando a cargo del go- mándose en el cargo de secretario a Enrique
bierno la administración civil y financiera. Se Zwank.168
firmó un acuerdo, y en mayo fray Gobelli vi- Esta Comisión, surgida en los momentos
sitó la Reducción donde más críticos de la vida de la reducción no supo

« había de 800 a 900 indios, di-


seminados en grupos dentro de
los bosques de quebracho, y vi-
adoptar las medidas urgentes que la situación
exigía y se limitó a responder a los numerosos
reclamos por medio de notas que sólo llevaban
la firma del secretario Zwank.169
vían en toldos de paja, lo mismo Ante el evidente desquicio de la Adminis-

Chaco .
»
que los salvajes del centro del tración, en 1917, el ministerio del interior encar-
gó al gobernador del Territorio, Enrique Cáce-
res para que se hiciera cargo de Napalpí. Su
A pesar de la preocupación de la Co- intervención, sin embargo, no contribuyó en
misión Financiera y del acuerdo de los misio- nada a mejorar las cosas y sí a complicarlas no-
neros, el contrato tablemente. Así se dio el caso de que existían

« ha quedado entorpecido por los


trabajos de zapa de cierto perso-
naje que, según parece, debe ser
dos planteles de empleados, los nombrados por
la Comisión que esperaban sus pagas y los ele-
gidos por el gobernador, al tiempo que en la Ca-
pital Federal se realizaban gestiones paralelas
liberal, come-frailes y enemigo de para la obtención de fondos. Ante este desor-
todo bien, el cual puso en juego den, entre los indios crecía el malestar por la
toda clase de influencias ante el falta de cumplimiento de los compromisos asu-
presidente de la República, para midos frente a ellos (Schaller, 1991, p.151).
que quedara sin efecto, o, por lo En 1918 la Comisión Inspectora de tie-
menos en suspenso ese convenio, rras públicas del Chaco visitó el establecimien-
no obstante tener la aprobación to, en esos momentos en estado de completa
decadencia, y como resultado de la misma con-
166. En 1912 el misionero había escrito: feccionó un completo informe en el que cuestio-
“La reducción de Napalpí tiene un gobierno y adminis- naba duramente la forma en que había funcio-
tración civil, confiada a empleados que gozan de bue-
nos sueldos. Me han dicho que el gobierno paga, por nado hasta ese momento.
lo menos $ 2.000 mensuales en empleados, cantidad Se indicaba que la reducción no contaba
mayor de la que gasta mensualmente en todas las mi-
siones juntas... Esta reducción civil ¿dará mejores re-
con una población estable. Muchos indios se ale-
sultados que las misiones religiosas? El tiempo lo dirá;
pero desde ya tengo mis dudas. Por lo pronto, puedo
asegurar de que al indio no se lo podrá civilizar con el
sólo trabajo material. Después de ocuparlos durante 167. Rafael Gobelli, (1916). Mis Memorias y Apuntes Varios.
veinte años en cortar maderas, serán tan bárbaros (parte cuarta). Salta, Imp. y Lib. Rafael I. Tula, p. 97-101.
como lo son hoy”. Agregaba además que: “los indios 168. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
con que se ha formado esta colonia desde años atrás Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
estaban reducidos. En varias colonias agrícolas del Publicación Nº 22, Buenos Aires, p. 249.
Chaco, se aprovechaban de estos elementos de traba-
jo”. (Gobelli, 1912, p. 69). 169. El Colono. (30 de agosto de 1917).

74
Hugo Humberto Beck
jaban en primavera, durante la época de madu- A todo ello se debía agregar que esta
ración de la algarroba, uno de los frutos más actividad no estaba exenta de abusos. Los
apreciados por ellos. También lo hacían cuando recibidores al valuar la madera extraída,
deseaban dedicarse a la caza en los campos ve- veían las cosas desde el punto de vista co-
cinos. Pero aun cuando estuvieran radicados en mercial y sólo buscaban robar al indio. Este
el establecimiento, ello no significaba un cambio por su parte, consciente de ello, también se
demasiado notorio: empeñaba en engañar a los empleados con el

« Cuando hay indios en la Reduc-


ción, lo que no ocurre siempre,
cubicaje de las pilas de leña.
El obraje tampoco conseguía mejorar
la situación económica de los indígenas:
éstos instalan sus toldarías en
las inmediaciones de la adminis-
tración a veces, pero más co-
múnmente en cualquier otro si-
« ... si hay alguno que por inclina-
ción natural es constante y empe-
ñoso en la labor, sólo consigue se-
tio, no siendo raro que traten de guir perpetuando la haraganería
alejarse de la administración y de de sus compañeros, dado que ese
buscar abras más o menos es- mutualismo tan desarrollado entre
condidas dentro del monte a fin los indios, hace que al fin de sema-
de sustraerse a una fiscalización na sea repartido entre los que ga-
que no le es grata. Allí, cada gru-
po, a las órdenes de sus caciqui-
llos, hace la misma vida salvaje y
miserable que haría en las orillas
trabajo de los que ganan más
(Schaller, 1991, p.153).
»
naron menos, el fruto legítimo del

del Teuco o del Pilcomayo. El mis- La proximidad de la localidad de Quiti-


mo toldo inestable y endeble co- lipi favorecía el fomento del alcoholismo. Allí
bijando numerosas familias, el concurrían los fines de semana, hombres y
mismo montón de pieles sucias e mujeres a gastar el poco dinero recibido. Los
infectadas de insectos, sirviendo primeros en caña y otras bebidas alcohóli-
de cama común a hombres, mu- cas, y las mujeres en “cintas y trapos de colo-
jeres y niños; el mismo sistema res vivos, para satisfacer sus nacientes sen-
de vida de la selva, de haragane- timientos de coquetería y vanidad” (Schaller,
ría y excursiones de caza para 1991, p.154).
trabajo para las mujeres
(Schaller, 1991, p.153).
»
los hombres y de esclavitud y A todas estas deficiencias menciona-
das por la comisión inspectora, se debe agre-
gar la libre distribución de armas. de fuego.
Arribálzaga sostenía en su Informe de 1914,
En el sistema de trabajo adoptado tam- que ello no implicaba un peligro serio porque
poco podía vislumbrase obra educadora alguna: los aborígenes chaqueños no eran de índole

« Los indios van al monte a tra-


bajar, sin dirección y sin fiscaliza-
ción. Trabajan cuando quieren y
agresiva y las armas serían de gran ayuda
para las cacerías que éstos realizaban. Pese
a estas afirmaciones, el riesgo potencial que
la tenencia de estas armas implicaba, quedó
lo que quieren. Para ellos no hay manifiesto en un hecho de sangre producido
horario ni organización... En los a principios de 1917, en el cual fueron asesi-
montes explotados, la impresión nados dos policías que intentaron arrestar al
no puede ser más penosa. Se ve miembro de una tribu que había protagoni-
que allí no ha habido método, or- zado una rencilla (Schaller, 1991, p.154).

cia el futuro
»
den ni el más mínimo miraje ha-

(Schaller, 1991, p.153).


Entre el verano y el otoño de 1924 se
gestó en Napalpí un movimiento de tipo mile-
narista. Investigaciones de autores contem-

75
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
poráneos han arrojado luz sobre este acon- tre la población. Finalmente, las fuerzas policia-
tecimiento que es recordado aún por la les con auxilio de aviones procedieron a una
población y que dejó una profunda huella en dura represión, culminando este movimiento
la conciencia de los indios. con la muerte de sus jefes y de gran cantidad
Entre las causas del conflicto pueden de indios, el 19 de junio de 1924 (Miller, 1979,
mencionarse las encontradas políticas indí- p. 98-109; Bartolomé, 1972, p. 11-113).
genas del gobierno territorial, representado La reducción de Napalpí fue reempla-
por el gobernador Centeno, y del gobierno zando paulatinamente la explotación forestal
nacional, representado por la Comisión Ho- por la actividad agrícola. En los considerandos
noraria. La actitud del gobierno local era de del decreto del 11 de enero de 1927, por el cual
mano dura y control firme, mientras que la se ampliaron las funciones de la Comisión Ho-
actitud nacional era más favorable a los in- noraria, el presidente Alvear afirmaba que
dios, si bien teñida de paternalismo. En 1924
el gobernador, presionado por los producto-
res algodoneros, que necesitaban mano de
obra para la cosecha, dictó un decreto prohi-
« habiéndose comprobado en la
práctica la inconveniencia de so-
meter al indio únicamente al tra-
biendo la emigración de los indios hacia la bajo del obraje, para producir
zafra azucarera de Salta y Jujuy. Poco antes, recursos suficientes en las re-
ya los indios habían sufrido hostilidades en ducciones, a fin de costear su ali-
su traslado hacia Salta, a la altura de El Pin- mentación, vestuario, educación
tado, resultando muertos varios de ellos. y civilización, tarea a las cuales
En Napalpí, la situación no era mejor. aquel no resiste y que en vez de
Las quejas presentadas por los residentes, civilizarlo, lo alejan más del esta-
así como noticias elevadas por informadores do de mansedumbre y laboriosi-
no indígenas, ponían en evidencia el maltrato dad a que se le quiere llevar, es
y los engaños a que eran sometidos los in- necesario evitar en la medida de
dios por parte de administraciones despóti- lo posible el trabajo del indígena
cas y venales. Los administradores habían en el obraje, ocupándolo espe-
impuesto un 15% de recargo en la adquisi- cialmente en las tareas agrícolas
ción del algodón de los indígenas, como ayu-
da para el pago de caminos, escuelas y em-
barques. Esta medida fue tomada sin
consulta previa y despertó las sospechas de
un buen trabajador .170
»
en las que se está demostrando

Hacia 1936 Napalpí era una colonia


los indios de ser víctimas de un trato injusto. agrícola, mientras Bartolomé de las Casas
Había, además una continua persecu- continuaba con la explotación forestal, en
ción y abuso por parte de la policía local, que bosques ya agotados, dedicándose secunda-
incluyó el asesinato de un viejo y respetado riamente a la siembra del algodón.
chamán. Los habitantes de las reducciones eran
Todo ello produjo una tensa atmósfera clasificados, por entonces, en dos categorías:
de incertidumbre que fue explotada por varios colonos y pobladores. Los indios que al cabo
líderes que buscaron corregir lo que se había de un tiempo demostraban voluntad y capa-
convertido en una situación intolerable, por cidad eran designados colonos, dándoseles
medio del enfrentamiento. Estos dirigentes in- la tenencia o usufructo de una parcela de tie-
dígenas de distintas etnias proclamaron una rra cuya extensión variaba según el número
huelga general, con concentración de indios en de familiares o compañeros de tribu que em-
Napalpí, negándose a trabajar en todo el terri- pleaban; además podían solicitar un crédito
torio para empleadores blancos.
Se produjeron sucesos aislados de
agresiones y ataques a pobladores, numerosos 170. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
actos de cuatrerismo, provocando el pánico en- Publicación Nº 22, Buenos Aires, p .250-251.

76
Hugo Humberto Beck
anual proporcional a la importancia de los la señora Margarita González Alonso de Da
cultivos que realizaban. En cambio, como Rocha como administradora ad-honorem, y
simples pobladores eran clasificados todos un plantel de 129 indígenas matacos proce-
los demás indígenas radicados en las colo- dentes de la tribu de Pedro Grande, número
nias dedicados a diversas actividades, como que pronto se elevó a 575 indios.
las de hacheros, peones, carpidores, reclu- El 20 de septiembre se inauguró la co-
tándose entre ellos los obreros que se utili- lonia Florentino Ameghino sobre una super-
zaban para levantar las cosechas y para efec- ficie de 85000 hectáreas próximas al río
tuar los trabajos encargados directamente Pilcomayo en el Fortín Lugones, bajo la direc-
por la Administración. ción del señor Francisco Pintos como admi-
Con este sistema, hacia 1936 se llegó a nistrador ad-honorem y con un plantel de 46
constituir en Napalpí un grupo de 205 colo- indígenas pilagás de las tribus de los caci-
nos, que tenían bajo su dirección y empleaban ques Moreno y Aníbal.
a un total de 2500 personas. Bartolomé de las Estas colonias ubicadas en la zona mi-
Casas albergaba a 1500 indios, en su mayoría litarizada estaban bajo la protección del Re-
peones hacheros, a excepción de 40 colonos y gimiento de Gendarmería de Línea, en virtud
200 pobladores dedicados a la agricultura. del ofrecimiento que habían realizado sus
La instrucción escolar era todavía defi- jefes teniente coronel Orlando C. Ferreyra y
ciente, pero la aculturación registraba avan- mayor Alberto C. Da Rocha.173
ces en las viviendas, que ya eran de paja y Sobre el final de la etapa territoriana,
adobes, de forma rectangular, con techos de la Colonia Napalpí mostraba serios inconve-
dos aguas. Significativa era también la cere- nientes. Montes sobreexplotados y tierras
monia de “juramento de argentinidad”, en la poco aptas para la agricultura, cuya exten-
cual, alineados en largas filas de hombres, sión útil sólo permitía radicar a 300 pobla-
mujeres y niños, los indios procedían uno a dores, pero en determinadas épocas debía
uno a besar la bandera argentina.171 recibir hasta 3.000 indígenas. Por eso el re-
El doctor Lorenzo Galíndez señalaba sultado financiero daba siempre déficit, el
en su Informe del mismo año, que la salud de cual en 1940 llegó a 13000 pesos y en 1941
los indios del Norte Argentino, su higiene a 90000 pesos.
personal y sus viviendas, aunque sin llegar a También era deficitaria la colonia Bar-
ser óptimas, eran mucho mejor en las reduc- tolomé de las Casas, cuya actividad predomi-
ciones, que entre los indios de algunas tribus nante era todavía la explotación forestal.
aisladas y entre los indios que concurrían a Como dependencia de esta reducción, y en
los ingenios de Salta y Jujuy.172 modesta escala, funcionaba la colonia Muñiz.
En 1936, la Comisión Honoraria -presi- El número de indios de Napalpí, si bien
dida desde 1932 por el Profesor Juan A. Do- era considerable, las oscilaciones bruscas que
mínguez- creó dos colonias agrícolo-ganade- se registraban de un año a otro, demostraban
ras en el Territorio de Formosa. El 28 de que para la mayoría la reducción no represen-
agosto se inauguró la colonia Francisco Ja- taba un centro de radicación definitiva sino
vier Muñiz sobre una superficie de 2.500 más bien un lugar de refugio momentáneo.174
hectáreas (reservadas dentro de la colonia
Juan Bautista Alberdi), bajo la dirección de

171. Ministerio del Interior. Comisión Honoraria de Reduc-


ciones de Indios. (1936). Publicación Nº 4. Buenos Ai- 173. Lorenzo Galíndez, (1936). Observaciones recogidas en
res, La Prensa Médica Argentina, p. 40-48. el Norte Argentino. Ministerio del Interior. Comisión Ho-
noraria de Reducciones de Indios. Publicación N.ª 4. Bue-
172. Lorenzo Galíndez, (1936). Observaciones recogidas nos Aires, La Prensa Médica Argentina, p. 151-156.
en el Norte Argentino. Ministerio del Interior. Comi-
sión Honoraria de Reducciones de Indios. Publicación N.ª 174. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
4. Buenos Aires, La Prensa Médica Argentina, p. 27- Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
36. Publicación N.º. 22, Buenos Aires, p. 86-88.

77
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

IV. Las misiones


religiosas. Un nuevo
impulso evangelizador.
1900-1950
Hugo Humberto Beck

Los misioneros franciscanos habían acu- y 1901 desaparecieron como misiones para ser
mulado una larga experiencia en el trato con constituidas en parroquias.
los indios, cuando en 1900 decidieron darle un El Colegio de San Diego fundó misiones
nuevo impulso a su inquebrantable apostolado. en el Chaco Salteño: Esquina Grande (1856),
En este capítulo se estudian los oríge- Inmaculada Concepción (1859), San Francisco
nes, organización y evolución de las tres mi- de las Conchas (1862), San Antonio (1868) y
siones franciscanas del siglo XX, instaladas San Miguel de Miraflores (1880).
en Chaco y Formosa: Nueva Pompeya, San Por su parte, los franciscanos del Hospi-
Francisco de Asís de Laishí y San Francisco cio de la Merced fundaron en 1865 la reducción
Solano de Tacaaglé. de San Buenaventura del Monte Alto, cerca del
río Negro, en tierras del Chaco.175
Una serie de factores condicionantes y
1. Antecedentes un sinnúmero de dificultades impidieron el de-
sarrollo de estas misiones. Entre ellas se seña-
La organización del país bajo el régimen lan, la imposibilidad de lograr la convivencia y
constitucional jurado en 1853 y el propósito del cooperación entre los grupos indígenas y la so-
gobierno de llevar adelante la conversión de los ciedad nacional; la propiedad de las tierras, que
indios al catolicismo permitieron iniciar una nue- a pesar de haber sido inicialmente asignadas a
va etapa de la evangelización. los grupos indígenas reducidos, se perdieron
En la década de 1850 se procedió a la luego ante las presiones de los colonos vecinos;
restauración de los Colegios Franciscanos de la utilización de la mano de obra indígena en los
Propaganda Fide. Su inicio tuvo lugar con la re- ingenios, alejándolos de las misiones; la utiliza-
animación del Convento de San Carlos, en San ción de los indios como tropa auxiliar de la fron-
Lorenzo (Santa Fe); el de San Diego, en Salta y tera; la falta de apoyo financiero oficial y la impo-
el de la Merced en Corrientes, dispuestos a sibilidad de consolidar una base económica
operar sobre la región del Chaco (Maeder, 1991, propia, firme y duradera; la índole de los indios,
pp.227-247). especialmente su espíritu nómade y la holgaza-
Entre 1855, y 1856 los franciscanos del nería de los matacos; las dificultades de la geo-
Convento de San Carlos se hicieron cargo de grafía de la región, en especial, las crecientes
las casi abandonadas reducciones de San Geró- del río Bermejo (Maeder, 1991, p. 363).
nimo del Sauce, San Pedro, San Javier y Santa
Rosa, fundando más tarde las misiones de San
Martín Norte (1870), la Concepción de Recon- 175. Los completos estudios que varios autores contempo-
quista (1873) y San Antonio de Obligado (1884). ráneos han realizado sobre estas misiones nos eximen
Todas estas reducciones concluyeron absorbi- de una descripción minuciosa de su decurso: (Maeder,
199, p.227-247); (Bruno, 1966, p. 349-365); (Cayeta-
das en las poblaciones modernas, y entre 1899 no Bruno, 1966, p. 358-371). (Pistoia y Vicentini, 1982,
pp. 66-98); (Carlos López Piacentini, 1965).

79
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
En la Memoria del 14 de abril de 1899, chí, Ibiré, Macachí y otros, pactaron con los
Fray Pedro Iturralde hacía una evaluación de los blancos, principalmente por obra de los fran-
resultados arrojados hasta entonces por esta ciscanos. La concreción de tal pacto permitió
segunda etapa de evangelización, diciendo que la existencia y subsistencia de las colonias for-
los mismos moseñas de Bouvier, Dalmacia, Monteagudo,

« no han correspondido ni a los


sacrificios ni esperanzas de los
misioneros. De 9.000 a 10.000
Aquino, etc. (Romero Sosa, 1967, p. 217).
El 15 de febrero de 1897 el Papa León
XIII creó la diócesis de Santa Fe, segregada
de la de Paraná, que abarcó a los Territorios
indios que según calculo ha habi- Nacionales de Chaco y Formosa, separados
do en ellas, sólo queda poco más de la diócesis de Salta.
de la tercera parte, porque... los Fue preconizado Obispo de la nueva
misioneros nunca han contado diócesis, Monseñor José Agustín Boneo,
con elementos suficientes para quien tomó posesión de su sede episcopal
defenderlos de los abusos que
se cometían con ellos
(Bruno, 1966, p. 363).
» recién el 30 de abril de 1898.
El 19 de diciembre del mismo año, el
Obispo Boneo nombró Párrocos Interinos de
Resistencia y Formosa a los R.P. Emiliano Ca-
Sin embargo, a partir de 1900 la ppelli y Gabriel Grotti, respectivamente. El 1
evangelización cobró nuevo impulso con la de octubre de 1900, el Obispo creó las Pa-
fundación de tres nuevas misiones, dos en el rroquias de Resistencia y Formosa, nom-
Territorio de Formosa y una en el Chaco, brando Curas Vicarios a los mismos sacer-
pertenecientes a cada uno de los tres Con- dotes. La jurisdicción de cada Parroquia
ventos mencionados. abarcaba todo el territorio de la respectiva
Hasta la segunda mitad del Siglo XIX Gobernación (Alumni, 1951, p. 211).
los Territorios del Gran Chaco estuvieron in- Sin embargo, como la región occiden-
cluidos en la jurisdicción eclesiástica del tal de estos Territorios no podía ser atendida
Obispado de Salta, pero desde los comien- desde las capitales de los mismos a causa de
zos de su poblamiento fueron atendidos por la distancia, de las malas comunicaciones y
los capellanes de la Gobernación del Chaco, de la presencia de indios salvajes, el Obispo
que recibían directamente sus facultades mi- encargó a los misioneros del Colegio de Sal-
nisteriales del Delegado Apostólico. La insu- ta la atención espiritual de aquella región,
ficiencia de este servicio motivó que el Dele- pero sin erigir parroquia176.
gado Apostólico Monseñor Luis Mattera, El nuevo impulso que a partir de 1900
expidiera el 11 de septiembre de 1882 un de- tomó la evangelización de los indios se de-
creto por el cual encomendó al R.P. Ignacio bió fundamentalmente a los abnegados
Riccioni, Guardián del Convento de la Mer- apostolados de Fray Pedro Iturralde, Fray
ced, la atención espiritual de las colonias Re- Gabriel Grotti y Fray Bernabé Tambolleo, al
sistencia y Formosa.
En virtud de este decreto, el Padre
Riccioni delegó en 1882 al Padre Gabriel 176. Las parroquias de Resistencia y Formosa fueron las
únicas de ambos Territorios hasta 1919, cuando se
Grotti la atención de la colonia Resistencia, creó la Viceparroquia de Las Palmas, y el 8 de agosto
mientras él atendía la de Formosa. Fray Ga- de 1921 que se erigieron Vicarías Parroquiales en las
briel Grotti puede ser por lo tanto conside- misiones de San Francisco de Laishí, San Francisco
Solano y Nueva Pompeya. Mayores detalles acerca de
rado como el primer sacerdote franciscano estas cuestiones, pueden verse en: Pedro Iturralde
que actuó en Resistencia con facultades de (1934). Informe del Rev. P. Pedro Iturralde al Exmo. y
Rvmo. Señor Nuncio Apostólico Monseñor Dr. Don Felipe
Párroco y ya en forma estable, de la misma Cortesi sobre el servicio religioso en las gobernaciones
manera que para Formosa lo fue el Padre del Chaco y Formosa. Corrientes, Imp. Colegio Argenti-
Riccioni (Alumni, 1951, p. 208). no, pp. 21; (Goicoechea, 1978, p. 26-70); (Goicoechea,
1982, p.129-149); (Sbardella, 1984, p. 479-500); (Za-
En octubre de 1890, los caciques Ca- lazar, 1978, p. 236).

80
Hugo Humberto Beck
impulso de Monseñor José Agustín Boneo y rar estabilidad a la misión, y conce-
al incentivo del gobernador de Formosa, der a los misioneros la autoridad y
José María Uriburu y de Santa Fe, José Ber- la libertad necesarias, para llegar
nardo Iturraspe. a estos tres resultados, que son, a
Fray Pedro Iturralde fue elegido Pre- mi juicio, los que se deben procu-
fecto de Misiones por el Colegio de San Car- rar: primero, civilizar a los indios;
los, en el Capítulo del 14 de mayo de 1898, y segundo, librarlos de las explota-
desde entonces atendió las notas que los go- ciones de que se les hace víctimas,
bernadores de Santa Fe y de Formosa, José y tercero, facilitar a la industria los
Iturraspe y José María Uriburu, respectiva- brazos que necesita para su desa-
mente, enviaban solicitando la fundación de rrollo. El primero es un deber
misiones en sus respectivas jurisdicciones. constitucional; el segundo una
Con la aprobación del Obispo Boneo, obra patriótica y humanitaria y el
Iturralde se trasladó a la ciudad de Formosa
en 1899. Allí, por medio del padre Grotti, se
vinculó con las autoridades, y luego se inter-
nó en el desierto para estudiar las condicio-
so de la Nación .177
»
tercero, una exigencia del progre-

Paralelamente, desde Corrientes, y si-


nes del terreno y de los indios, a fin de poder guiendo la misma actitud misional, Fray Ga-
exponer con fundamentos un adecuado plan briel Grotti, Prefecto del Colegio de la Mer-
reduccional. Así, llegó a la conclusión de que ced, reclamaba misioneros. Precisamente en
la misión era más necesaria en el Chaco for- 1899 le había llegado el hombre capaz de
moseño, donde la catequización apremiaba conducir a buen puerto la empresa de fun-
más que en el norte santafesino. dar una misión en territorio formoseño: Fray
Con estos antecedentes, el padre Itu- Terencio Marcucci, quien después de buscar
rralde regresó a su Convento de San Carlos, el sitio adecuado, partió hacia Buenos Aires
y desde allí inició una campaña en pro de la en busca de ayuda oficial. Contaba, además,
iniciativa, mediante comunicaciones oficiales, con el apoyo, aún pecuniario del Obispo Bo-
que dirigió al ministro del interior, doctor Fe- neo, quien autorizó con beneplácito la funda-
lipe Yofre. En uno de esos Informes, fechado ción el 20 de diciembre de 1900.178
en abril de 1899, tras exponer las condicio- La Misión Nueva Pompeya perteneció
nes en que se hallaban los indios, manifesta- al Colegio Apostólico de Salta, y entendió en
ba que la manera de reducirlos y civilizarlos ella el Prefecto de Misiones por aquella par-
era establecer entre ellos te, Fray Bernabé Tambolleo, quien apenas

« misiones con elementos suficien-


tes para realizar la empresa, y con
garantías para asegurar su éxito».
investido del cargo, el 31 de mayo de 1899,
puso todo su empeño en darle vida perenne.
Hubo acuerdo entre los tres Colegios
Franciscanos de Propaganda Fide para la fun-
Concretando sus puntos de vista, dación de las tres reducciones en el Gran
añadía: «dadas las condiciones ac- Chaco. Se decidió poner a la de Corrientes en
tuales de los indios, sólo veo dos la Confluencia del Pilcomayo con el Paraguay,
medios de establecer estas misio- para provecho de aquella lejana región. Pero
nes; el primero es fundarlas lejos
de las poblaciones de cristianos,
manteniéndolas aisladas de estas
por un tiempo prudencial; y el se- 177. A.G.N. (1899). Ministerio del Interior. Legajo 8, Expte.
gundo, fundarlas en las cercanías 1413.
de los establecimientos industria- 178. El Hospicio de Corrientes fue erigido en Convento for-
mal de misioneros, separado e independiente del Co-
les y con los indios que estos em- legio de San Carlos en el año 1875. Su primer Guar-
plean en sus faenas; pero en uno y dián fue Fray Gabriel Grotti. En 1887 fue erigido en
otro caso, es indispensable asegu- Colegio Apostólico. (Bruno, 1966, p. 358); (Bruno,
1966, p. 365).

81
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
con el gobierno nacional por vía del ministe-

« quedaron las misiones aisla-


das entre sí y comenzaron los
padres a trabajar sin la cohesión
rio del interior. El ministerio de agricultura
debía encargarse de la mensura y división de
la superficie concedida: 74000 hectáreas
para Laishí, 22000 para Nueva Pompeya y
que hubiera sido necesaria para 40000 para San Francisco Solano.180
el buen éxito de la obra. Lo que La mensura debía contemplar la forma-

ción después
(Bruno,
»
llevó a aplicar alguna rectifica-

1966, p. 363-364).
ción de un pueblo de 200 hectáreas en cada
misión (en Laishí dos pueblos), a cuyo alrede-
dor se delinearían 2000 hectáreas para ejido
urbano, y a partir de allí se trazarían lotes ru-
rales de 100 hectáreas cada uno.
Cada familia aborigen debía recibir un
2. Organización, administración y solar en el pueblo, y una vez hechas las prác-
reglamento interno de las misiones ticas de cultivos en terrenos del ejido y de-
mostrada su aptitud para los trabajos, se le
Con estos antecedentes y en el marco pondría en posesión de un lote rural de 100
del art. 100 de la Ley de Colonización e Inmi- hectáreas. El fin de este artículo era tener a
gración de 1876, el presidente Julio Argenti- los indios reconcentrados el tiempo necesa-
no Roca, en Acuerdo General de Ministros, rio para poderlos instruir más fácilmente,
dictó los decretos del 10 de abril, 4 de mayo tanto en lo moral como en lo material. En tal
y 13 de julio, autorizando a los misioneros sentido, explicaba el padre Iturralde que

«
Franciscanos de San Carlos, San Diego y de
la Merced a fundar las misiones de San Fran- nuestro propósito es poner en
cisco de Asís de Laishí, Nueva Pompeya y práctica un método análogo al
San Francisco Solano respectivamente. que usaron los RR.PP. de la Com-
Los tres decretos contemplan situacio- pañía de Jesús en el Paraguay;
nes y aspectos similares, reglamentando so- pero no como sistema permanen-
bre derechos y obligaciones de misioneros e te sino como recurso transitorio.
indios, lo que posibilita un estudio en conjun- Es decir que pensamos reunir a
to, señalando solamente las escasas diferen- los indios en el pueblo y hacerlos
cias que existen entre los mismos. trabajar en común hasta que sean
Importa señalar que no fue el gobier- capaces de trabajar solos. Cuan-
no quien fundó las misiones, sino los misio- do llegue este caso daremos a los
neros, ya que, según la propuesta del Padre que se distingan por su buen
Iturralde, el gobierno sólo debía autorizar, comportamiento y capacidad las
para que fueran los misioneros los fundado- 100 hectáreas... lo que servirá de

»
res de la misión, recompensa a los agraciados y

« a fin de dejarles completa li-


estímulo a los demás .181
bertad de acción y… que asuman
la responsabilidad de la obra .179
La administración y gobierno de la Mi-
» 180. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
Publicación N.º 22, Buenos Aires, pp. 264-287. Por
sión estaba a cargo de los misioneros de decreto del 15 de noviembre de 1902, la superficie de
cada Colegio bajo la dirección inmediata del la misión San Francisco Solano se amplió a 60.000
Prefecto de Misiones, quien se relacionaría hectáreas, y el 19 de abril de 1915 a raíz de su traslado
más al sur, quedó nuevamente reducida a 40.000
hectáreas. Por decreto del 20 de marzo de 1914, la
superficie de Laishí se redujo a 57.033 hectáreas.
179. A.G.N. (1899). Ministerio del Interior. Legajo 8, Exp- 181. A.G.N. (1899). Ministerio del Interior. Legajo 8, Expte.
te. 1413. 1413.

82
Hugo Humberto Beck
A los cinco años de verificada la entre- ción del 26 de septiembre, amplió las atribucio-
ga a los misioneros del terreno medido y sub- nes de la Comisión Financiera Honoraria de
dividido, si éstos lograban reducir un número Reducciones de Indios y del Delegado del mi-
de 250 familias en Laishí y 150 en Nueva nisterio, los que debían ejercer su acción admi-
Pompeya y San Francisco Solano, y entrega- nistrativa y fiscalizadora también en las reduc-
ban a sus jefes un lote rural, el gobierno na- ciones de San Francisco de Laishí, Nueva
cional debía otorgar al Prefecto de las Misio- Pompeya y San Francisco Solano de Tacaaglé.183
nes los títulos definitivos de propiedad, libres El padre Iturralde presentó al ministro
de todo gravamen, con la siguiente condición: un completo Informe sobre los antecedentes
a los diez años de residencia de cada familia de la fundación de estas misiones para fun-
en la misión, los padres debían otorgarle el damentar su disidencia con esta medida y la
título de propiedad con la cláusula de que los evidente contradicción entre la misma y el
indios no podrían enajenarla durante los cin- decreto del 10 de abril de 1900 que autorizó
co primeros años desde su otorgamiento. a los misioneros a fundar la misión de Laishí,
Si, por el contrario, en el plazo de cin- administrarla y dirigirla.184
co años los misioneros no conseguían reunir De poco sirvió este brillante alegato, la
el número mínimo de familias, el gobierno medida continuó vigente, y fue confirmada
podía dejar sin efecto la concesión. por sendos decretos firmados en Acuerdo
El Poder Ejecutivo Nacional estaba re- General de ministros, por el presidente Vic-
presentado en la misión por el Comisario De- torino de la Plaza en 1914, por los cuales se
legado Especial, dependiente del goberna- modificaban los decretos de 1900 referidos
dor del Territorio, con funciones militares y a Laishí y Nueva Pompeya. A partir de enton-
policiales, auxiliado por el personal necesa- ces la Comisión Financiera intervendría para
rio para vigilar que se cumplan las disposi- autorizar y controlar la percepción e inver-
ciones del decreto. sión de los fondos provenientes de la venta
El Prefecto de cada Colegio debía ele- de maderas y de las subvenciones y subsi-
var al ministerio del interior para su aproba- dios que les asignase el gobierno. En la pri-
ción, un proyecto de reglamento general que mera quincena de enero de cada año, los mi-
habría de regir cada misión, debiendo figu- sioneros debían presentar a la Comisión
rar entre sus disposiciones lo relativo a la Financiera un balance de la administración
venta de bebidas alcohólicas y de armas a los de los bienes y una rendición de cuentas. Se
indios, así como las medidas tendientes a evi- contemplaba una subvención mensual de
tar que pudiesen ser explotados los indíge- 300 pesos para cada misión, para el sosteni-
nas de la misión cuando prestasen servicios miento de la instrucción pública, pero ello
personales fuera de ella. sólo mientras figurase en el Presupuesto
Finalmente, se destinaron 20000 pe- una partida para reducciones de indios.
sos para la adquisición de semillas, vestidos, Atendiendo a las dificultades que te-
animales y útiles de labor para la misión Lai- nían los misioneros para congregar a las fa-
shí, y una cifra igual y con idéntico destino milias indígenas de modo permanente, los
para Nueva Pompeya. El decreto referido a nuevos decretos reducían el número mínimo
la misión San Francisco Solano no asignaba de las mismas. Para otorgar la propiedad de
cifra alguna, pero importaba los gastos que
habría de originar, al fondo especial de tie- 183. Por decreto del 24 de julio de 1912 había quedado a
rras, creado por Ley 817 de 1876.182 cargo de la Dirección general de Territorios Naciona-
En 1912 en una medida inconsulta e in- les -creada poco tiempo antes en la esfera del Ministe-
rio del Interior- el trato con los indios y la superinten-
esperada, el ministro del interior, por resolu- dencia de las misiones y reducciones. Máximo Reyna
(1910). Territorios Nacionales; Leyes y Decretos sobre su
administración y resoluciones varias aplicables a los mis-
mos. Buenos Aires, Establ. Gráf. González, p. 239.
182. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina. 184. A.G.N. (1912). Ministerio del Interior. Legajo 52, Exp-
Publicación N.ª 22, Buenos Aires, pp. 264-287. te. 11.867 C.

83
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
la tierra a los misioneros, éstos debían tener Estaban prohibidos los juegos de azar,
radicadas 200 familias en Laishí (antes se el curanderismo, las reuniones nocturnas es-
exigían 250) y 60 en Nueva Pompeya (antes trepitosas, la introducción de armas y muni-
150), y para que no caducara la concesión, ciones y de bebidas alcohólicas, la propagan-
debía haber en Laishí 150 familias (antes da de doctrinas “anárquicas” o subversivas
250) y en 20 en Nueva Pompeya (antes 125). del orden y perturbadoras de la paz, y las
Sin embargo, por otra parte, se crea- contrarias a la doctrina católica y a las insti-
ron nuevas causales de caducidad: el mal tra- tuciones del país. El art. 18º, establecía
to a los indios, comprobado en juicio, tanto
por parte de los misioneros, como por extra-
ños con tolerancia de aquéllos; o la adminis-
tración incorrecta de los fondos, según juicio
« La Misión no reconoce otras
autoridades civiles que las ema-
nadas del Excelentísimo Gobier-
de la Comisión Financiera, corroborada por no de la Nación. Se prohíbe, por
la Contaduría General de la Nación. tanto, a los caciques, etc. ejercer
Por último, se reiteraba la obligación de su pretendida autoridad dentro
los misioneros de presentar ante el ministerio del territorio de la Misión, a ex-
del interior un proyecto de reglamento gene- cepción de los que fueren reco-
ral para el régimen y administración de la mi-
nocidos por el Ministerio del In-
sión, fijando para ello un plazo de tres meses.185
Presentados dichos proyectos, fueron
aprobados por resolución ministerial del 24 de
agosto de 1914. En el Reglamento General se
estableció que el objeto y fin de la misión era
terior, como
subordinadas .
»
187
autoridades

Se prohibía, además, a todo individuo,


indio o no, perteneciente o extraño a la mi-

« Civilizar a los indios, incorpo-


rarlos a la vida social de la Na-
ción Argentina, someterlos a sus
sión, sacar o tratar de sacar a los indios, in-
duciéndolos u obligándolos, bajo cualquier
forma a abandonar sus propiedades, chacras
o casas. El propietario industrial u obrajero
leyes, procurar su conversión al que quería llevar indios, debía pedirlos al Pa-
catolicismo... enseñarles a traba- dre Superior, quien se los mandaría de entre
jar, hacerlos propietarios adjudi- los voluntarios, conviniendo previamente el
cándoles chacras... y procurarles salario que se les abonaría y reservándose el

»
los medios y elementos de vida y
trabajo .186
Para el ingreso a la misión bastaba una
derecho de controlar ese pago y el trato
dado a los indios.
En la Misión, el adoctrinamiento sería
paulatino.
manifestación de voluntad y para la salida se
requería un permiso del Padre Superior. Des-
de su incorporación los hombres serían dedi-
cados al trabajo, las mujeres a los quehaceres
« No estando los indios prepara-
dos aún, para la vida social se les
tolerará por un tiempo pruden-
domésticos y los niños asistirían a la escuela. cial y mientras sean infieles, la

185. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario


Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
Publicación N.ª 22, Buenos Aires, pp. 266-283.
»
constitución de la familia, según
sus usos y costumbres .188

186. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario 187. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina. Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
Publicación N.ª 22, Buenos Aires, pp. 270-277. Aun- Publicación N.ª 22, Buenos Aires, pp. 270-277.
que este Reglamento fue elaborado y aprobado recién
en 1914, la mayor parte de sus disposiciones ya se 188. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
venían cumpliendo en los catorce años de vida de las Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
misiones. Publicación N.ª 22, Buenos Aires, pp. 270-277.

84
Hugo Humberto Beck
El capítulo referido al trabajo de los in- sus órdenes, debían cumplir y hacer cumplir las
dios contemplaba un período de seis meses resoluciones del Prefecto Superior.189
de aprendizaje en el cual los indios debían
realizar trabajos de beneficio y utilidad co-
mún. Superada esta etapa, se les daría una 3. Nueva Pompeya
chacra de 25 has. y se les facilitaría en prés-
tamo o en propiedad (según su preferencia) Fue fundada por Fray Bernabé Tam-
los bueyes, arados, rastras y demás elemen- bolleo, el 29 de noviembre de 1900, con un
tos para el cultivo de la misma. Los indios que grupo de indios matacos, bajo la advocación
no tuviesen trabajo en sus chacras o que sólo de la Bienaventurada Virgen de Nueva Pom-
trabajasen allí medio día, debían hacerlo en peya, sobre la margen derecha del río Ber-
las tierras que el Padre Superior les señalare. mejo, a 800 metros del mismo, en terrenos
A ese efecto serían remunerados con del abandonado Fortín Urquiza, a 10 km.
un jornal cuyo pago debía realizarse en efecti- aguas abajo de dicho fortín.
vo o en cheque contra el Banco de la Nación u Los terrenos eran áridos y sin más
órdenes a cargo de casas de comercio de For- agua que la del antiguo cauce del río Berme-
mosa. Para las transacciones internas de la mi- jo (río Bermejito), que se secaba durante el
sión se usarían libretas en cuenta corriente y invierno. En esa estación sólo quedaban al-
vales expedidos a nombre personal de los inte- gunos pozos o madrejones, que si bien pro-
resados, con el fin de evitar el robo y el juego. porcionaban agua, eran focos de infección.
Los indios no podían vender el produc- Por eso una de las primeras actividades fue
to de sus chacras a personas extrañas sin la la construcción de un pozo.
autorización del Superior. La Misión les com- Otra dificultad de la misión era la dis-
praría sus cosechas, por un valor justo, dedu- tancia que la separaba de todo centro de po-
ciendo los gastos de flete y de administración. blación: aproximadamente 100 leguas de
La Misión debía racionar gratuitamente Embarcación, 130 de Metán, 112 de Resisten-
a todos los indios, aún a los que trabajaban cia y 47 leguas de Rivadavia, con caminos
por su cuenta y a sus familias respectivas, con que en verano se tornaban intransitables.190
400 gramos de carne, 1 kilo de maíz y 30 gra- Los periódicos Informes y otros docu-
mos de yerba por persona, mientras no pro- mentos que elevaron los padres misioneros
dujeran lo suficiente para vivir con holgura. permiten seguir el curso de su evolución.
Los menores de 12 años recibirían media pen- En 1901 informaba el padre Tambolleo
sión. En retribución de este racionamiento, que se había realizado el desmonte indispen-
los indios debían trabajar un día por semana, sable y edificado la capilla de adobes, que
en trabajos de utilidad común, como arreglos sirvió también de escuela, con dos habitacio-
de calles, caminos, alambrados, etc. nes de madera. Unos 500 aborígenes inte-
Los niños y niñas debían asistir a la es- graban precariamente la misión.
cuela diurna, y los jóvenes varones fuera de Tres años más tarde, su fundador, in-
edad escolar, a la escuela nocturna, y a la de vocaba entre las causas que retardaban el
música, los que se dedicaran a ella. progreso de la reducción, una que sería la
No se debía emplear el castigo como sis- constante queja de todos los demás misione-
tema, sino sólo como recurso extremo, consis- ros: el carácter de los indios matacos, su tor-
tiendo el mismo en privación de diversiones pú- peza y su abandono.
blicas, trabajos públicos sin retribución, En 1909, el padre Iturralde decía que
expulsión de los incorregibles, prisión en casos
de delitos o crímenes penados por las leyes del 189. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
país. En este último caso, debía actuar la policía Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
que el gobernador sostenía en la Misión, remi- Publicación N.ª 22, Buenos Aires, pp. 270-277.

tiendo al reo a la Jefatura de Policía del Territo- 190. Rafael Gobelli (1912). Memorias de mi Prefectura y
apuntes sobre el Chaco. (Parte Primera). Salta, Imp. y
rio. El Jefe del Destacamento y los gendarmes a Lib. de Tula y Sanmillán, p. 41.

85
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
la reducción de Nueva Pompeya era la que aplasta y contrista el espíritu.

»
estaba Esta cosa es la ingratitud de los

« en condiciones más difíciles...


Formada por indios matacos,
más indolentes y más refracta-
indios matacos. 192
Hacia 1911 Nueva Pompeya contaba,
además de la capilla, con un rancho grande
rios que los tobas a la civilización, que servía de escuela, una oficina de correos
que no ha podido progresar tan- y otra de observaciones meteorológicas. La

se halla
»
to a causa del aislamiento en que

(Bruno, 1966, p. 365).


asistencia de los niños y niñas a la escuela
era incentivada con la comida y el vestido,
pues de otro modo no concurrían. Con mu-
cho esfuerzo, se consiguió una asistencia
Por su parte, Fray Rafael Gobelli, que media de 40 alumnos. Al frente de la escuela
estuvo al frente de la misión, durante la se- estaba el padre Francisco Guevara, a quien
gunda década de este siglo, anota estos con- ayudaba el indio Francisco Supaz, joven ma-
ceptos: taco educado en Salta, por los padres del

« Nuestros indios pertenecen a


la raza mataca, la más refractaria
a la civilización... sumamente ha-
Colegio Belgrano.

« Desde que me hice cargo de la


Misión -anota el padre Gobelli-
raganes... cuesta un triunfo ha- mi principal preocupación ha
cerlos salir al trabajo, y si traba- sido la instrucción moral, civil y
jan un día, al día siguiente ya religiosa de los indios, en parti-
quieren descansar. Parece que cular de los niños, porque de és-
consideran al trabajo como una
degradación... en todo el día no
hacen la cuarta parte de lo que
haría un peón europeo. En nin-
puede esperar algo .193
Con el propósito de separar a los ni-
»
tos, más que de los viejos, se

ños de sus padres, hizo construir un edificio


guno de ellos he notado la aspi- adecuado para colegio con dos departamen-
ración de economizar y guardar tos independientes. Esta escuela se terminó
algo para el porvenir. Si tienen de construir en 1913, y recién entonces el
mucho, lo acaban todo en un mo- Consejo Nacional de Educación nombró una
mento, y si tienen poco, están
muy conformes con su suerte .191
»
maestra para el establecimiento, la señorita
Amalia Figueroa. Poco antes, Gobelli había
conseguido algunos útiles para la misma y un
La desazón del padre misionero es aún subsidio para su sostenimiento; además del
más evidente en este pasaje de su Informe: instrumental completo para formar una ban-

«
A pesar de mi buena voluntad
y de las energías que he desple-
gado para mejorar la situación
da de música y ropas para los indios, que les
fueron regalados por el ministro de guerra.
Diariamente se reunía en la capilla a
chicos y grandes y se les enseñaba sus debe-
moral y material de esta misión, res religiosos y civiles.
confieso que las cosas sobredi-
chas desalientan al mejor inten-
cionado... hay una cosa... que 192. Rafael Gobelli (1912). Memorias de mi Prefectura y
apuntes sobre el Chaco. (Parte Primera). Salta, Imp. y
Lib. de Tula y Sanmillán, pp. 89-90.
191. Rafael Gobelli (1912). Memorias de mi Prefectura y 193. Rafael Gobelli, R. (1912). Memorias de mi Prefectura y
apuntes sobre el Chaco. (Parte Primera). Salta, Imp. y apuntes sobre el Chaco. (Parte Primera). Salta, Imp. y
Lib. de Tula y Sanmillán, p. 44-48. Lib. de Tula y Sanmillán, pp. 84-89.

86
Hugo Humberto Beck
Cada familia tenía su casita, un solar de También los diarios liberales cuestio-
50 x 50 metros, en el que el padre les hacía naban la labor misionera y afirmaban que es-
sembrar maíz, ancos, zapallos, etc., propor- tas reducciones costaban a la Nación gran-
cionándoles para ello, bueyes, semillas y ara- des sumas de dinero.
dos. El carácter de los indios y el clima adver- En respuesta a estas aseveraciones, el
so, dificultaban en gran medida esta actividad, padre Gobelli anotó el monto que había recibi-
por lo cual el sostenimiento de los indios re- do la misión Nueva Pompeya desde su funda-
ducidos demandaba grandes gastos, que con ción hasta 1912. En ese lapso, el gobierno le
los escasos recursos otorgados por la Nación había otorgado la suma de 33439 pesos, y los
se hacían casi imposible atender. misioneros habían invertido un total de 129
Enorme dificultad presentaba también 470 pesos, cubriendo la diferencia de los
la radicación definitiva de familias, pues pe- 96031 pesos, con un subsidio del Obispo de
riódicamente los indios abandonaban la mi- Santa Fe, con el producido de la antigua mi-
sión, dejando paralizados los trabajos y sin sión San Miguel, de propiedad particular, con
cuidados a sus chacras. Los misioneros de- limosnas y con lo ganado en concepto de mi-
nunciaban a los mayordomos de los ingenios, sas, funerales, etc. Anotaba, a propósito, que
quienes a través de falsas amenazas hacían en julio de 1912, el gobierno nacional había
alejar a los indios de la misión, acusando a asignado para los primeros gastos de la Re-
los misioneros de estar en connivencia con ducción de Napalpí la suma de 35000 pesos.195
los militares y buscar el exterminio de los No obstante, en la segunda década de
aborígenes, si ese año no concurrían a los este siglo, la obtención de subsidios se tomó
ingenios. Además, los indios que concurrían cada vez más difícil. La oposición en el Con-
a los ingenios regresaban de allí con armas greso y en el Ejecutivo era cada vez mayor,
de fuego y con el alcoholismo acentuado y tanto más por cuanto debió competir con las
sumamente empobrecidos.194 reducciones civiles que se habían organizado.
Un problema crónico en esta, como en En 1915, el Director de Territorios Na-
las demás misiones, fue siempre la escasez cionales, doctor Isidoro Ruiz Moreno, solici-
de medios económicos. Siempre fue difícil tó, en favor de Napalpí y Bartolomé de las
para los misioneros conseguir apoyo finan- Casas, se disminuyeran las cantidades asig-
ciero del gobierno, aún para obras que po- nadas para las misiones de Laishí y Nueva
drían considerarse de interés público como Pompeya,
aperturas de picadas, limpiezas de ríos, etc.
Para cada solicitud de subsidios debían
abundar en fundamentos y realizar intermi-
nables trámites.
« ya establecidas desde hace
más de doce años, y que, por
consiguiente, hay derecho a exi-
El estudio de las leyes de Presupues- girles que comiencen a costear-
to, solían ser ocasión para que año a año los se. Si se mantienen las partidas
legisladores se involucrasen en intermina- de 8.000 y 5.000 pesos, es en
bles discusiones sobre la conveniencia o no virtud de lo dispuesto por los de-

»
de otorgar subsidios a las misiones. En reali- cretos de fundación y sus modifi-
dad, no era una discusión sobre la utilidad o
caciones de 1914 .196
no de las mismas, ni del buen o mal destino
de los fondos, sino una cuestión ideológica, Los padres de esta misión tenían tam-
representada por conservadores contra libe- bién a su cargo la atención espiritual de to-
rales, sumándose a veces la oposición de los
socialistas.
195. Rafael Gobelli (1912). Memorias de mi Prefectura y
apuntes sobre el Chaco. (Parte Segunda). Salta, Imp. y
Lib. de Tula y Sanmillán,pp. 56-61.
194. Rafael Gobelli (1912). Memorias de mi Prefectura y
apuntes sobre el Chaco. (Parte Segunda). Salta, Imp. y 196. Boletín de la Dirección Nacional de Territorios Nacio-
Lib. de Tula y Sanmillán, pp. 56-61. nales. (junio de 1915). Año I. N.º 10, p. 289.

87
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
dos los pobladores del oeste de los Territo-
rios de Chaco y de Formosa, lo cual realizaban
mediante largas y fatigosas giras de misión
apostólica.197
En 1919 la Comisión de Mensura de la
« La Misión Nueva Pompeya, por
su posición tal lejana en una re-
gión tan internada del Chaco, con
Dirección de Tierras, anotaba en su Informe las características tan adversas
que y desalentadoras (sequía, aridez

« El sistema general de reduc-


y el avance fatal de la subvegeta-
ción boscosa), no tiene expectati-

»
ción que rige en esta misión es a vas de adelantos, y será necesa-
base de disciplina metódica y pa- rio cambiarla o abandonarla .198
cífica. En las primeras horas de
la mañana -después de asistir a El último misionero de Nueva Pompeya
la capilla- cada familia se dedica a fue el padre Angel Grifó, quien se hizo cargo
los variados servicios estableci- poco tiempo después de la muerte del padre
dos en ella: faenas agrícolas, cui- Ceschi. Cuando se retiró, a mitad de este siglo,
dado de las haciendas, faena- la misión quedó abandonada y el gobierno del
Territorio envió allí un efectivo policial para
miento para el consumo interno,
resguardar las instalaciones, pero los aboríge-
construcción y cuidado de los
nes, faltos de asistencia, se dispersaron.
caminos, trabajos de carpintería,
herrería, costuras, tejidos, etc.
No deja de causar admiración, 4. San Francisco de Asís de Laishí
que una raza tan inferior haya lo-
grado formar artesanos de dis- Fue obra de Fray Pedro Iturralde,
tintas clases... Todas las tribus quien entre febrero y marzo de 1899 realizó
salvajes de este norte chaqueño tres exploraciones en el Territorio Nacional
tienen profunda veneración por de Formosa hasta hallar el lugar apropiado
para la misión: que finalmente fundó, junto al
la misión. Una prueba evidente lo
padre Celso Ghío, el 22 de enero de 1901,
demuestra la tranquilidad en que
con diez familias tobas (38 indios), a corta
de ella
»
viven en un extenso alrededor distancia del río Paraguay, a 19 leguas apro-
ximadamente de Formosa,
(Altamirano et al., 1987, p. 219.).

La misión Nueva Pompeya fue dirigida


desde 1918 por el padre Eliseo Ceschi hasta
« en terrenos altos, con buenos y
abundantes pastos, espléndidas
aguadas, bosques de una varie-

»
1948, año en que este abnegado misionero dad infinita de maderas, tierra
falleció. En esos años la misión apenas pudo fertilísima... 199
subsistir a causa de los problemas antes
mencionados, a los que se sumó el cambio de
198. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario
cauce del río Bermejito hacia el norte, provo- Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
cando una prolongada sequía. En 1943 un Publicación Nº 22, Buenos Aires, p. 290. Acerca del
empobrecimiento de los campos por el sobrepastoreo
Informe del Comisario Provincial de las Mi- y por la invasión de la tusca y del vinal, puede verse:
siones, afirmaba la presencia en Nueva Pom- (Beck, 1992).
peya de 150 a 200 indios, y concluía 199. Lucas Luna Olmos (1905). Expedición al Pilcomayo. Bue-
nos Aires, p. 60; Fray Rafael Gobelli (1912). Memorias
de mi Prefectura y apuntes sobre el Chaco. (Parte Prime-
ra). Salta, Imp. y Lib. de Tula y Sanmillán, p. 22. Según
197. Rafael Gobelli (1912). Memorias de mi Prefectura y el gobernador Luna Olmos, la misión tomó el nombre
apuntes sobre el Chaco. (Parte Primera). Salta, Imp. y del célebre cacique Laischi, indio tenorio muerto en
Lib. de Tula y Sanmillán, p. 62. aquel paraje en una aventura amorosa.

88
Hugo Humberto Beck
Durante los primeros meses se realizó Entre los bienes ya incorporados exis-
el desmonte, se construyó una casa de tres tían un aserradero a vapor y una lancha a
habitaciones con tejas de palmeras, se deli- vapor para transporte de víveres y mercade-
neó la población y se inició la construcción de rías desde colonia Aquino hasta el puerto
la capilla. Ese año los misioneros lograron que los misioneros habían construido sobre
reunir a 26 familias, y para proceder gra- la herradura del río Paraguay. El goberna-
dualmente, no aceptaron a otro centenar que dor dé Formosa, Luna Olmos, destacaba que
solicitaba incorporarse.
En su Informe de 1904, el padre Itu-
rralde explicaba que habiendo podido iniciar
la misión con numerosos indios, prefirió ha-
« Hay en esta casa un misionero
humilde, virtuoso, lleno de méri-
tos, a quien la misión le debe mu-
cerlo, en razón de los escasos medios, con chos de sus más importantes
sólo 10 familias. progresos: Fray Miguel. Este

« Paciente y constantemente nos


dedicamos a su educación, em-
pleando un método análogo al
hombre ha ideado y construido
por sí solo y con la ayuda de unos
cuantos indios, un puente sobre
el Salado, que da acceso a la Mi-
usado por los P.P. Jesuitas en
sus célebres misiones, y el resul-
tado ha correspondido a nues-
tras esperanzas, pues hoy conta-
sión, como no hay otro, hoy por
hoy, en todo el Territorio .201
Este gobernador, que no veía con
»
mos con un núcleo de 55 familias agrado a las misiones religiosas, admitió, sin
indígenas con más de 250 per- embargo, que:
sonas, tan afectos a la vida de la
misión, que no se retiran de ella,
ni aún en esta época de la alga-
« Esta misión, que si bien es cier-
to tampoco responde acabada-

»
rroba, como acostumbraban a mente a los propósitos de su
hacerlo generalmente .200 creación, está en mejor pie de
organización que la del Pilcoma-
Cada familia estaba ubicada en un lote yo, ya sea porque está mejor si-
de 50 x 50 metros, con su rancho de palma tuada que aquella... o porque
y con la pequeña extensión de tierra adjudi- está al frente de ella un fraile in-
cada, totalmente cultivada por ellos mismos. teligente, activo, emprendedor,
Los ranchos bien limpios y poblados de ani- que ha sabido ubicarla mejor y
males domésticos y las calles bien delinea- darle una organización distinta
das, formaban el pequeño pueblo, que im-
con mejor administración... Por
presionaba agradablemente al visitante.
su ubicación, la fértil tierra de
La misión contaba por entonces, con
dos escuelas, una de varones frecuentada que dispone, sus fáciles medios
por 34 alumnos entre niños y jóvenes, y otra de comunicación y la inteligente
de niñas con 19 discípulas. La primera era dirección del padre Iturralde
atendida por Pedro Fernández, maestro di- está llamada a prosperar y a
plomado en España, y la segunda por Lucía
C. de Pizarro, persona competente que, ade-
más de las primeras letras, enseñaba a las
niñas a coser a mano y a máquina.
fines de su fundación .202
»
acercarse más a los propósitos y

201. Lucas Luna Olmos (1905). Expedición al Pilcomayo.


Buenos Aires, p. 62. Se refiere a Fray Miguel Amun-
darain. Gobelli afirma que el puente tenía más de 30
200. Informe del Padre Iturralde, elevado al gobernador de metros de largo.
Formosa, Lucas Luna Olmos. En: Lucas Luna Olmos
(1905). Expedición al Pilcomayo. Buenos Aires, p. 62. 202. Lucas Luna Olmos (1905). Expedición al Pilcomayo.

89
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Los recursos que la misión había reci- amor a la propiedad bien adquirida.205
bido del gobierno hasta 1904 alcanzaban a En su Informe de 1909, decía Fray Itu-
63245 pesos, incluyendo 10000 pesos de rralde que la misión contaba con 156 fami-
un subsidio del Obispo de Santa Fe, y 6490 lias, más de 400 aborígenes, capilla, casa de
pesos de sueldos de comisario y gendarmes. la misión, dos escuelas diurnas y una noctur-
Con esos escasos fondos se había alimenta- na, panadería, carnicería, botica, cuarenta
do y vestido a los indios y provisto a la misión casas techadas con tejas de palma, huertas y
de todos los elementos necesarios. Sin em- quintas (Bruno, 1966, pp. 366-367).
bargo, el padre Iturralde, solicitaba fondos Las instalaciones y los trabajos que se
para la retribución de los maestros, temien- realizaban en la misión, impresionaron en
do que se fueran por no poder aumentarles forma agradable al padre Rafael Gobelli, que
el sueldo. Además, proyectaba construir una la visitó en noviembre de 1910, y observó
línea telefónica hasta Aquino, e iniciar la ca- que
pilla de material.203
En una carta que dirigió a un amigo en
1907, el padre Iturralde explicó así el difícil
trabajo de los sacerdotes en las misiones:
« En general, el estado de la mi-
sión es floreciente, y todo hace
esperar que progresará más y

« El misionero abnegado y con-


ciente de su deber, además de la
Cruz y de la Biblia... debe llevar
más; pues, aparte de la clase de
indios y las condiciones del te-
rreno, tiene facilidad para trans-
portar sus productos e importar

»
también el hacha y el arado, debe los artículos necesarios a precios
ser sacerdote y agricultor, cate- sumamente bajos .206
quista y artesano, sociólogo e in-
dustrial: porque allá tiene que Las 259 familias tobas tenían sus res-
hacerlo todo, construir casas, la- pectivas chacras, bueyes, arados y rastras y
brar tierras, explotar montes, se dedicaban al cultivo de maíz, caña de azú-
canalizar ríos, abrir picadas, car, batata, zapallos, melones y sandías. To-
construir puentes, reunir, radi- dos los días el padre Buenaventura Giuliani
(que había reemplazado a Iturralde) con un
car, mantener y civilizar aquéllas
tribus nómades y errantes .204
»
El 3 de junio de 1908, en un reportaje
empleado racionaba a las familias que vivían
más cerca de la casa de la misión, y cada tres
días, a las más lejanas. La ración consistía en
periodístico, informaba que había en la mi- maíz, carne, yerba, miel y sal. Ordinariamen-
sión 129 familias, cada una con su chacra y te eran las mujeres las que concurrían a re-
sus elementos de trabajo. Todos trabajaban, cibir la ración, y todos los domingos y días
incluso los niños de 7 y 8 años, quienes a la festivos oían misa.207
salida de la escuela se dedicaban a la carpi- En 1912, el Inspector de Sucursales
da, percibiendo un sueldo de 5 a 15 centavos del Banco Hipotecario Nacional, Luis D. Ro-
por día. Se les inducía a una inversión prove- dríguez, anotó que
chosa del mismo para que ayudaran a sus
familias con su jornal, puesto que el mayor
empeño de los misioneros era infundirles
« La Misión Laishí hace progre-

205. El Colono. (3 de junio de 1908).


206. Rafael Gobelli (1912). Memorias de mi Prefectura y
Buenos Aires, pp. 60-61. apuntes sobre el Chaco. (Parte Primera). Salta, Imp. y
Lib. de Tula y Sanmillán, p. 24.
203. Lucas Luna Olmos (1905). Expedición al Pilcomayo.
Buenos Aires, pp. 62-64. 207. Rafael Gobelli, R. (1912). Memorias de mi Prefectura y
apuntes sobre el Chaco. (Parte Primera). Salta, Imp. y
204. El Colono. (15 de agosto de 1907). Lib. de Tula y Sanmillán, p. 24.

90
Hugo Humberto Beck
sos visibles y la producción de San Isidro, San Francisco Norte y San Fran-
sus cultivos aumenta considera- cisco Sur.
blemente, superando este año a Con el fin de enseñar y dirigir la la-
los anteriores. La producción era branza, siembra, recolección, etc. un maes-
destinada hasta hace poco, al tro inspector de chacras bien preparado y
consumo del establecimiento. competente las recorría diariamente. Lo mis-
Hoy, su producción principal, que mo hacía el sargento con algunos vigilantes,
es el maíz, es vendido ventajosa- para conservar el orden y evitar la holgaza-
mente en plaza, en relación al nería, el juego y otros vicios.210

»
que se introduce de otros pun-
tos del litoral .208
La colonización agrícola y ganadera de
Para la enseñanza de la agricultura,
además de la chacra de instrucción existente
en la sección IV, donde, bajo la enseñanza de
un buen maestro práctico aprendían los que
Formosa no atravesaba por aquellos años por venían del desierto, se estableció otra en el
un buen momento. Por eso, en septiembre de centro del pueblo, bajo la dirección de otro
1913, el Inspector del Ministerio de Agricultu- agricultor práctico, donde trabajaban y apren-
ra, ingeniero Pedro Canelo, decía que dían, especialmente los niños de la escuela.

« solamente hay un estableci-


miento que merezca el nombre
de colonia: la misión Laishí, que
De todas las secciones iban los colonos
y sus hijos cada semana, quince días o un
mes, según las necesidades de sus chacras, a
trabajar al taller, donde aprendían el manejo
cuenta con 174 familias indígenas de las máquinas ganando un buen jornal y al
colonos, provistos respectiva- propio tiempo asistían a la escuela nocturna.
mente de su vivienda, más el En su chacra el colono era libre e inde-
equipo de labor, los cuales se de- pendiente y trabajaba espontáneamente en
dican a la explotación del suelo, las labores del campo. En tiempos de las co-

»
bajo la inmediata dirección del sechas se hacía ayudar por tres o cuatro
peones o mujeres indígenas de la Colonia,
R.P.F.B. Ventura Giuliani .209
pagándoles un tanto por bolsa o por línea,
Esta situación permitió al padre Giulia- según las instrucciones del jefe.
ni definir con orgullo a la misión como “el Los animales vacunos, que los más labo-
centro agrícola más grande y más importan- riosos alcanzaban a comprar, se criaban y au-
te del Territorio”. mentaban rápidamente. A algunos los dejaban
A todo individuo desde los 14 años para bueyes y a otros los carneaban para su
aproximadamente y después de haberlo ins- consumo o los vendían a la carnicería de la mi-
truido en el trabajo, la misión le entregaba sión a precio de plaza. Los cerdos eran criados
una chacra de 25 has., todas las herramien- sólo para la venta, puesto que los indios no con-
tas para cultivarla, cuidando de que la labra- sumían su carne por costumbres tradicionales.
ra a su debido tiempo. Las mujeres concurrían al centro para
Para facilitar la enseñanza, dirección vender al almacén o a los empleados, gallinas,
y gobierno de la colonia, se dividió a la mis- huevos, choclos, batatas, mandiocas, zapallos,
ma en cinco secciones, cada una con su de- sandías, etc. y compraban con el importe de
nominación: San Cayetano, San Antonio, esa venta, las mercaderías necesarias para su
familia.211
208. Luis Rodríguez (1912). La Argentina de 1912. Buenos
Aires, Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, 210. Buenaventura Giuliani (9 de mayo de 1934). Informe
p. 445. El maíz, el algodón y la caña de azúcar consti- del Superior de la Misión S. Francisco de Asís de Laishí,
tuían los cultivos obligatorios, pero este último era el Chaco Central, al Gobernador del Territorio, del 27 de
más agradable según el gusto de los nativos. mayo de 1912. Publicado en San Lorenzo, pp. 23.
209. Boletín del Ministerio de Agricultura. (Ago-set.1913). 211. Buenaventura Giuliani (9 de mayo de 1934). Informe
N.º 2 y 3. del Superior de la Misión S. Francisco de Asís de Laishí,

91
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Las instalaciones y servicios de la Mi- res, dos centrífugas, dos calderas, dos guías,
sión aumentaban con rapidez. En 1910 se además de animales de tiro y carros.
fundó la oficina de correo, que funcionaba Años más tarde la producción mejoró
con un movimiento medio de 300 a 500 pie- merced a una renovación técnica, sobre todo
zas mensuales. Existía también una línea te- con la incorporación de un trapiche con una
lefónica que la unía con Colonia Aquino (65 capacidad de molienda que alcanzaba a 40 to-
kilómetros). Este servicio se prestaba en for- neladas en 12 horas. Hacia 1919 la producción
ma gratuita para el público y para el gobier- del establecimiento alcanzaba la cifra de 29
no, ya que la línea, los aparatos, el edificio, el toneladas, de las cuales 23 eran de primera
personal y los muebles fueron provistos por calidad. En 1921 esta era la única fábrica de
la misión. azúcar del Territorio Nacional de Formosa.212
Especial atención se prestó a la cons- Desde su fundación hasta 1912 la mi-
trucción y mantenimiento de caminos y a la sión recibió del gobierno en concepto de
navegación del Salado, desde la Misión a For- subsidio, la suma de 206 077 pesos, com-
mosa, en un servicio que se hacía con embar- prendiendo los sueldos del comisario y gen-
caciones de la misión cada 8 o 15 días. darmes, los gastos de mensura, el producido
Para los trabajos del campo, en 1913 de la venta de maderas y lo recibido y gasta-
se adquirieron nuevas maquinarias: quince do en limpiar de raigones el río Salado en
desgranadoras de maíz, un arado, ruso, va- una longitud de 110 km. Con estos fondos se
rios centenares de palas y de azadas. En el alimentó y vistió a los indios y se dotó a la
taller construyeron un carro alzaprima con misión de maquinarias y construcciones por
ruedas de tres metros de diámetro y 25 ca- un valor de 300 000 pesos.213
rros nuevos de dos ruedas, con los cuales Para estudiar las condiciones de vida y
sumaron 30, que eran distribuidos por cua- de trabajo de la misión y corroborar o des-
drillas de colonos. Las instalaciones del pue- mentir los informes de los padres francisca-
blo fueron dotadas de luz eléctrica con un nos, el Departamento Nacional del Trabajo
dínamo de 110 voltios. envió al Territorio de Formosa al Inspector
Se construyó un salón para escuela de José Elías Niklison. La idea del envío de un
80 metros cuadrados rodeado de corredor y inspector había sido sugerida al ministro del
otro salón de igual dimensión, dividido en ha- interior por el propio padre Iturralde, quien
bitaciones para los transeúntes, construidos en 1911 solicitó,
con madera y cinc; además de un amplio de-
pósito y un galpón en el puerto.
Bajo la dirección del ingeniero Mous-
nier, se construyó el edificio para taller y ma-
« que en vez de un católico mili-
tante (que podía ser tachado de
parcial), fuese enviado uno que
quinarias azucareras, que hasta 1914 funcio- no profesase nuestras ideas, o
naron bajo un galpón provisorio. Ese pequeño que fuese todo lo liberal que qui-

»
ingenio azucarero, en 1913 alcanzó a produ- siera con tal que fuese una per-
cir 5400 kilos de azúcar de primera y 2800 sona recta e imparcial .214
de segunda. Resultado pobre debido a las
maquinarias, viejas y defectuosas. Estas ma-
quinarias consistían en un pequeño trapiche 212. Buenaventura Giuliani (9 de mayo de 1934). Informe del
de dos cilindros superpuestos, de defectuo- Superior de la Misión S. Francisco de Asís de Laishí, Chaco
Central, al Gobernador del Territorio, del 26 de febrero de
sa molienda, tres motores, uno de ellos a pe- 1914. Publicado en San Lorenzo. Emilio Schleh (1921).
tróleo, de 25, 7.5 y 30 H.P., 12 cristalizado- La industria azucarera en su primer centenario 1821-1921.
Consideraciones sobre su desarrollo y estado actual.
Buenos Aires, Establ. Gráf. Ferrari, pp. 117-118.
Chaco Central, al Gobernador del Territorio, del 26 de 213. Informe del padre Iturralde. A.G.N. (1912). Ministerio
febrero de 1914. Publicado en San Lorenzo. Este infor- del Interior. legajo 52, Expte. 11.867, C.
me puede verse también en: fray Rafael Gobelli (1916)
Mis Memorias y Apuntes Varios. (parte cuarta). Salta, 214. Informe del padre Iturralde. A.G.N. (1912). Ministerio
Imp. y Lib. Rafael I. Tula, Apéndice, pp. 178-205. del Interior. legajo 52, Expte. 11.867, C.

92
Hugo Humberto Beck
El Informe de Niklison, que en general
coincidía con los que antes habían elevado
los padres de la misión, describió con un ca-
rácter más técnico las formas de producción,
en especial las tareas rurales y los trabajos
« En materia de enseñanza no se
ha hecho nada digno hasta ahora
en San Francisco de Laishí. Los
en el ingenio azucarero. alumnos de la escuela examina-
En la misión Laishí, la organización co- dos por mí, leían con dificultad y
mercial se basaba en un sistema de monopo- ninguno tenía la más leve noción
lio. Compraba particularmente su producción de las ideas de ciudadanía y de
a cada agricultor, previa fijación de un precio patria. Interrogados respecto de
uniforme y la enviaba para su venta a la plaza su nacionalidad, me respondie-
de Formosa. Al igual que en otros estableci- ron: somos paisanos. Las chicas
mientos azucareros, el pago se realizaba por tobas no reciben ninguna instruc-
medio de vales, pero con un sentido distinto,
ción, no obstante que el regla-
ya que tendía a proteger al indígena de los
abusos de que podía ser víctima por parte de
mercaderes ambulantes. Este sistema protec-
tor del nativo se complementaba con la entre-
ga de instrumentos de labranza de buena ca-
mento dispone el funcionamiento
de escuelas de mujeres .216
El padre Buenaventura Giuliani era
»
consciente de esta realidad y manifestaba
lidad que los agricultores a su vez abonaban a
que la escasa asistencia a la escuela se debía
precio de costo. En todos los casos, la admi-
a la gran extensión de la colonia, pues las
nistración de la misión abonaba los jornales
secciones I, II y III distaban de 5 a 12 km. del
sobre anotaciones llevadas a cabo por los pro-
centro, resultando imposible que los niños
pios indígenas y, según Niklison:

«
cubrieran esa distancia a pie. Por ello solici-
en ningún centro de trabajo taba la creación de una pequeña escuela en
del Chaco y Formosa se recom- cada sección.
pensa el esfuerzo indígena como No obstante, rescataba la importancia
en San Francisco de Laishí, a lo de la educación industrial y agrícola práctica
que es necesario agregar que en que se brindaba a los aborígenes, así como la
ninguna parte como allí la prove- enseñanza de la música.
eduría no significa el robo del La notable banda de música que se lo-

»
obrero sino una función adminis- gró constituir, realizó numerosas giras por la
capital del Territorio y por el interior del mis-
trativa y comercial honesta .215
mo. En 1913 la banda tocó en Buenos Aires,
El Inspector del Departamento Nacional San Lorenzo, Rosario, Corrientes y en otros
del Trabajo informó, además, que el aspecto diez pueblos del interior del país.217
educativo, en cambio, se hallaba bastante des- Su presencia en Resistencia, en el año
protegido. A la única escuela que funcionaba 1916, mereció estos comentarios por parte
asistía un escaso número de alumnos varones del periodismo:
exclusivamente (entre 25 y 30), cuando vivían
en la misión 77 niños y 40 niñas. «
Como una nota curiosa y digna
de admiración, merece especial

216. José Niklison (1916). La Misión de San Francisco de


215. José Niklison (1916). La Misión de San Francisco de Laishí. Boletín del Departamento Nacional del Trabajo,
Laishí. Boletín del Departamento Nacional del Trabajo, N.º 34-35, mayo de 1916. Buenos Aires, Imp. y Enc. de
N.º 34-35, mayo de 1916. Buenos Aires, Imp. y Enc. de la Policía, p. 81.
la Policía, p. 82 y pp. 71-100. Una evolución de la pro-
ducción azucarera de Misión Laishí, puede verse en 217. Buenaventura Giuliani (9 de mayo de 1934). Informe
Ramírez, M. B. (1983). La actividad azucarera en el del Superior de la Misión S. Francisco de Asís de Laishí,
Nordeste (1870-1930). Cuadernos de Geohistoria Re- Chaco Central, al Gobernador del Territorio, del 26 de fe-
gional, N.º 9. Resistencia, IIGHI-CONICET, p. 161. brero de 1914. Publicado en San Lorenzo.

93
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
mención la banda de música traí- Para ayudar en la tarea educadora, el
da de la misión de San Francisco padre Giuliani logró que en 1934 fueran a
de Laishí, formada por 36 indios Laishí, las Hermanas Franciscanas Educado-

»
chicos y grandes, los que se des- ras del Colegio de Santa Clara. Estas religio-
empeñan admirablemente .218 sas ocuparon el edificio ya construido para
colegio y convento, bajo la dirección de la Re-
Los progresos que registraba la mi- verenda Sor María Loreta Hutter. En el cole-
sión desde su fundación hasta 1914 se ha- gio ampararon a niñas indígenas pupilas que
bían alcanzado a pesar de las numerosas di- cursaban hasta 4º grado, además de apren-
ficultades, que, según el padre Giuliani, der labores y trabajos manuales.221
podían reducirse a cuatro principales: la fal- En 1939 se instaló también un interna-
ta de recursos, la libre vagancia del indio y do para niños indígenas varones, que vivían
de su familia; la libre distribución y venta de junto a los empleados indígenas solteros, en
bebidas alcohólicas a los mismos, tanto en la un local contiguo a la Casa de los Padres. Ese
capital formoseña como en los establecimien- año también se consiguió un religioso más,
tos, y por último, la vida completamente libre totalizando tres padres: un administrador,
y salvaje que se les permitía, tanto en las tol- un encargado de la parte espiritual y a la vez
derías del Potrero, a orillas de Formosa, Párroco de la Parroquia anexa (creada en
como en las que se encontraban próximas a 1921), y el Hermano-religioso Fray Rafael,
los demás centros del Territorio. que dirigía el asilo para varones.222
Con los escasos subsidios que le otor-
gaba el gobierno, la Misión debía pagar a to-
dos sus empleados; excepto la policía. Por 5. San Francisco Solano de Tacaaglé
otra parte debía prestar gratis los servicios
Impulsada por Fray Gabriel Grotti,
públicos de Estafeta de Correos, de transmi-
Prefecto del Colegio de la Merced, esta mi-
sión y recepción de telegramas y de encarga-
sión fue fundada por Fray Terencio Marcuc-
do del Registro Civil. Este último trabajo se
ci, el 21 de marzo de 1901, a orillas del Brazo
hacía sumamente difícil por cuanto los indios
Sur del Pilcomayo, con 135 indios tobas del
no se acostumbraban a la obligación de de-
cacique Docoidí (Bruno, 1966, p. 365).
nunciar los nacimientos y defunciones, y con-
A principios de febrero de 1902, el pa-
tinuaban con los enterramientos clandesti-
dre Grotti informaba al Obispo Boneo que la
nos, según la tradición, y con los infanticidios.219
misión prosperaba a pesar de la carencia de
Los misioneros debían luchar contra la
medios económicos:

«
actitud de los pobladores del campo fiscal
que rodeaba a la reducción, en su mayor par- Los P.P.M.M. tienen edificada
te, paraguayos, que además de robar gana-
una casa vivienda, trabajo todo
do, compraban furtivamente las herramien-
tas y productos, a bajos precios o por caña
de los indios que al darles los ali-
paraguaya. Estos pobladores también roba- mentos y vestido trabajan sin
ban caballos en colonia Formosa y los cam- descanso para el progreso de la
biaban o los dejaban en la misión, comprome- Misión, pues parecen haber com-
tiendo a los indios.220 prendido que si trabajan es un
bien para ellos material y moral:
sementeras de maíz, etc. y varias
218. El Colono (13 de julio de 1916).
219. Buenaventura Giuliani (9 de mayo de 1934). Informe
del Superior de la Misión S. Francisco de Asís de Laishí, Chaco Central, al Gobernador del Territorio, del 26 de
Chaco Central, al Gobernador del Territorio, del 26 de fe- febrero de 1914. Publicado en San Lorenzo.
brero de 1914. Publicado en San Lorenzo, p. 17.
221. Acción Chaqueña. (20 de septiembre de 1940). p. 3.
220. Buenaventura Giuliani (9 de mayo de 1934). Informe
del Superior de la Misión S. Francisco de Asís de Laishí, 222. Acción Chaqueña. (31 de agosto de 1940). p. 3.

94
Hugo Humberto Beck
plantaciones son el producto de misiones se pudiera resolver el problema de

»
un año de labor fecunda y la re- la reducción del indígena, porque
compensa de tantos afanes
(Sbardella y Paz, 1985, p. 6). « mientras el indio disponga del
desierto, no habrá misioneros
suficientes ni capaces para redu-
A partir de 1902 acompañaron al pa-
dre Marcucci, los frailes Zacarías Ducci y cirlo y traerlo a la vida civilizada...
Guido Depedri. hay ciertas épocas del año, sobre
En 1903, a raíz de las inundaciones, de todo en la primavera... en que las
las grandes distancias a los centros pobla- misiones quedan desiertas, por-
dos, al difícil acceso al lugar, a las dificulta- que todos, o casi todos, los indios
des para el transporte y a que la navegación se van al desierto a celebrar...
del Pilcomayo resultaba muy costosa, la Mi- con la chicha que elaboran de la
sión se trasladó entre 3 y 5 leguas más al algarroba. Y no hay quien los
sur, asentándose cerca del estero Bacaldá y contenga. Vuelven después de
de la laguna Tacaaglé, de donde tomó el nom- varios meses, olvidados de lo

»
bre (Sbardella y Paz, 1985, p. 7). poco bueno que aprendieron y
El gobernador Lucas Luna Olmos, que avivadossusinstintossalvajes .225
visitó a la misión en el año siguiente, descri-
bió al paraje como Respecto de la misión de Tacaaglé, sus

« adecuado, libre de inundacio-


juicios eran contradictorios, puesto que en
primer lugar afirmó que
nes, con tierra excelente para la
agricultura y el pastoreo, con
grandes palmares y espinillares
para construcciones y con un ca-
« los indios no reciben mayores
beneficios de la Misión. Encontré
a mi llegada a más de trescientos
mino carretero hasta Clorinda,
situado 30 leguas al este .
Sin embargo, la Misión
» indios, casi todos desnudos, vi-
viendo a ochenta metros de la
casa de los Padres, como en ple-
no desierto, en tolderías misera-

« impresiona mal con su pobre


rancho y las tolderías de los in-
dios que la rodean… no tienen
bles, con los mismos hábitos y
costumbres salvajes... No hay es-
cuela, porque escuela no se le
más construcciones que una pe- puede llamar a la enseñanza que
reciben a veces unos cuantos in-
que es a la vez escuela .223
»
queña capilla hecha de palmas...

Por ello, los Padres estaban construyen-


»
dios, de la mujer del sacristán,
que apenas sabe leer .226

do un galpón, de 500 metros cuadrados, en Pero, concluyó luego que


donde, pensaban formar piezas para ellos, para
una escuela y para las Hermanas de la Caridad,
que proyectaban llevar más adelante.224
« De todos modos, estos misio-
neros contribuyen, con gran mé-
rito a la reducción del indio, por
Luna Olmos no confiaba en que con las
el sistema indicado, pues son los

223. Lucas Luna Olmos (1905). Expedición al Pilcomayo. 225. Lucas Luna Olmos (1905). Expedición al Pilcomayo.
Buenos Aires, p. 24. Buenos Aires, p. 27.
224. Lucas Luna Olmos (1905). Expedición al Pilcomayo. 226. Lucas Luna Olmos (1905). Expedición al Pilcomayo.
Buenos Aires, p. 24. Buenos Aires, pp. 25-26.

95
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
que van valientemente a la van- ca de la monogamia, la higiene más absoluta;
guardia de la población del de- y que la vida de la misión
sierto, soportando todas las pri-
vaciones y fatigas que su
empresa les acarrea. Y es solo a
« es, ante todo vida de trabajo.
De trabajo y de orden. Sin que el
régimen que impera sea militar,
ría su sostenimiento .227
»
esta condición que yo aconseja-

En 1907 la Misión formaba un peque-


»
todo está subordinado a un prin-
cipio de disciplina .229

ño pueblo con calles bien delineadas, con una Hacia 1912, el horario de trabajo comen-
casa principal dividida en 16 habitaciones, zaba a las 6 de la mañana. Los aborígenes tra-
una escuela, una capilla y tres galpones con bajaban hasta las 8, hora en que desayunaban;
techos de cinc, para almacenar cosechas y regresaban luego a las tareas que se extendían
acopiar ladrillos. Los ranchos para aboríge- hasta las 11, almorzaban y descansaban hasta
nes llegaban a 20 con sus respectivas cha- las 14,30 y volvían al trabajo, que concluía a las
cras cercadas. 18 horas (Sbardella y Paz, 1985, p. 12).
Los indios trabajaban en la herrería, En noviembre de ese año se realizó en
en la carpintería, fabricaban ladrillos y mane- Tacaaglé un sumario a cargo del comisario
jaban el arado. Los niños en edad escolar su- inspector de policía, Juan Colman. Los inte-
peraban el número de 30 y su rendimiento rrogatorios a varios peones de origen para-
en el aprendizaje era apreciable (Sbardella y guayo y al Procurador de la Misión, Fray
Paz, 1985, pp. 9-10). Juan Prattistini, permiten conocer otras ca-
Sin embargo, era frecuente que los in- racterísticas de la misión.
dios abandonaran la misión temporariamen- El número de indios variaba conside-
te para alejarse a los montes. En 1908, cuan- rablemente de una estación a otra; quedan-
do la reducción fue visitada por el Inspector do casi desierta durante la primavera. Para
de Tierras y Colonias, Enrique Villanueva, los meses de la cosecha del maíz y de la caña,
resultó que “... no había un sólo indio, pues así como para la molienda de ésta, volvían los
todos eran peones paraguayos...”. El Inspec- indios a la misión.
tor denunció también que “la misión recibía Los misioneros abonaban a todos los
subvención del Correo y del Registro Civil, indios que trabajaban en la chacra y en la
pero no hacía servicio alguno”, y consideraba huerta 2,50 pesos moneda paraguaya por
que “la declaración de caducidad sería inevi- día. A los indios aptos para otra clase de tra-
table en vista de la falta de cumplimiento... a bajos, como confección de tejas de palmas,
las obligaciones contraídas”.228 no se les pagaba un jornal diario, sino a des-
En 1909 Fray Iturralde estimaba en tajo. Por ejemplo, para confección de 100 te-
40 las familias asentadas en la misión (Bru- jas de palma, 50 pesos moneda paraguaya.
no, 1966, p. 366). Esta forma de pago era más aceptada por el
En un reportaje periodístico realizado indio apto, pues así no trabajaba sujetándo-
en ese mismo año, el padre Guido Depedri, se a un horario y podía llegar a ganar de 8 a
Prefecto de la Misión San Francisco Solano, 10 pesos diarios de la misma moneda.
afirmaba que en la misma se exigía la prácti- Diversas circunstancias obligaban, se-
gún los padres, al pago en moneda paraguaya:
1. El indio cuando recibía su jornal en moneda
227. Lucas Luna Olmos (1905). Expedición al Pilcomayo. argentina, protestaba porque creía que se lo
Buenos Aires, p. 28.
defraudaba. Prefería recibir 2,50 pesos en
228. A.G.N. (1912). Ministerio del Interior. Fondo Docu- moneda paraguaya y no 0,50 en moneda ar-
mental Ruiz Moreno, Bibliorato 1, Letra F, f.151. Lynch
Arribálzaga, que tuvo acceso a este Informe, funda- gentina, “es una cuestión de volumen”, decían.
mentó con él, en noviembre de 1912, su solicitud de
dichas tierras para fundar allí la Reducción de Barto-
lomé de las Casas, aunque sin éxito. 229. La Argentina (5 de febrero de 1909).

96
Hugo Humberto Beck
2. Cuando se les abonaba el jornal en moneda instalación, en un inventario general, realiza-
argentina, huían de la misión, ya que con ella do en 1918, se señala que contaba con varios
tenían facilidades para comprar balas y pólvo- edificios de ladrillos revocados y blanquea-
ra. 3. El níquel argentino era escaso, no siem- dos, techos de cinc, aberturas con vidrios y
pre era posible conseguirlo. de grandes dimensiones, desmotadora de
El racionamiento no estaba incluido en algodón, máquina de coser, lancha a motor,
el jornal. Se repartía gratuitamente, sin car- fonógrafo con 50 discos, armario, máquina
go sobre los haberes del indio y sin distingo de escribir, proyector, etc. La escuela estaba
de aptitudes. Consistía en el reparto, por la dotada con pizarras individuales, libros de
mañana, de un pocillo de yerba, medio kilo de lectura, cuadernos de ortografía y útiles es-
maíz, un kilo de carne por familia y sal; por la colares. Además, la misión poseía una casilla
tarde, dos o tres kilos de batata o mandioca de observaciones meteorológicas con baró-
por indio, medio kilo de miel y 250 gramos metro, pluviómetro y termómetro (Sbardella
de tabaco: Este racionamiento se les daba a y Paz, 1985, p. 18).
los indios con chinas e hijos, porque los in- En los años siguientes aumentaron las
dios solteros acostumbraban comer en la construcciones, lo cual se constató mediante
misma misión, con el personal.230 una inspección que en 1928 realizó la Oficina
Hacia 1913 la comunicación con Asun- de Tierras. Se habían sumado a las instala-
ción era asidua, especialmente por la compra ciones anteriores, un edificio policial y casas
de víveres, favorecida por el ministerio de para los peones, dos tanques de hierro con
hacienda de la Argentina que otorgó franqui- capacidad para 22000 litros, cañería para
cias aduaneras. distribuir agua, de 250 metros, una nueva
Cada misión tenía una autoridad dis- capilla, construida en 1927, granero, galpón,
tinta, pero a partir de ese año, fue unificado 12 nuevas viviendas para aborígenes, bebe-
bajo un solo Prefecto, que recayó en la per- dero para animales, alambrados y corrales;
sona del Padre Enrique Guernaccini. Fue en- se ensayaron nuevos cultivos, se plantaron
viado entonces a Tacaaglé, el padre Pedro frutales, y pastaban en el campo 2500 vacu-
Iturralde, con el objeto de estudiar el estado nos criollos, yeguarizos, lanares, mulares,
de la reducción. El fraile comprobó la poca porcinos y caprinos.
aptitud de las tierras para la agricultura, A pesar de ello, los empleados de la
aconsejando el cambio de ubicación. Oficina de Tierras, instalada en Formosa, se-
El gobierno autorizó el cambio median- ñores Mario R. Rey y R. Elizarraga, quienes
te decreto del 19 de abril de 1915. En ese año firmaron el acta anterior, elevaron también
el padre Iturralde fue nombrado Prefecto de otro Informe, manifestando como conclusión
Misiones y se dedicó a la tarea de la mudanza, que en Tacaaglé no se había concretado el
que inició el 20 de junio de 1916. Esta tercera propósito de la colonización indígena, puesto
sede se ubicó en la margen izquierda del ria- que había muy pocas familias de aborígenes
cho porteño, a pocos kilómetros del anterior radicadas, que los franciscanos no habían
asentamiento, sobre una superficie de 40000 cumplido satisfactoriamente las condiciones
hectáreas (Sbardella y Paz, 1985, pp. 13-15). de la concesión, y que las tierras eran nece-
Desde entonces, la misión continuó sarias para destinarlas a la colonización mix-
con altibajos una evolución, que desde el ta (Sbardella y Paz, 1985, p. 21).
punto de vista material fue positiva, aunque En virtud de ello, el Director General
no se logró nunca solucionar el problema de de Tierras aconsejó la caducidad de la conce-
la escasez de familias y la imposibilidad de sión. En 1932, el padre José Zürfluh solicitó
radicarlas por largo tiempo. al presidente Agustín P. Justo, interpusiera
Apenas dos años después de su nueva su influencia para evitar esta medida, funda-
mentando su pedido en que
230. A.G.N (1912). Ministerio del Interior. Legajo 53, Expte.
12.062.

97
« ... los misioneros franciscanos
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
hace más de treinta años que es- Iglesia, desde distancias de hasta más de
tamos sosteniendo esta lucha, 600 Km., razón por la cual, el Obispo de
desprovistos de recursos en Santa Fe, por Auto de fecha 8 de agosto de
esta lejana zona, haciendo obra 1921, erigió Vicarías Parroquiales en las Mi-
nacionalista entre la población siones de San Francisco de Laishí, de Nueva
exclusivamente extranjera, sien- Pompeya y de San Francisco Solano, depen-
dientes de la Prefectura y a cargo de los mis-
do esta Misión hasta hace poco
mos Curas Conversores y Adjuntores.
el punto más lejano donde se iza- Los territorios adjudicados a las Vica-
ba la bandera patria frente a la rías de Laishí y de Tacaaglé, pertenecían todos
frontera del Chaco Paraguayo. Si a la Gobernación de Formosa, en tanto de los
no ha sido posible más éxito, es 43018 Km2 adjudicados a Nueva Pompeya,

llado, ignorado...
»
innegable el esfuerzo largo, ca-

(Sbardella y Paz, 1985, pp. 21-22).


26000 Km2 pertenecían al Territorio del Cha-
co, y los restantes 16418 Km2, al de Formosa.
De tal modo, que la situación de los
servicios religiosos de ambas Gobernacio-
nes hacia 1922 lo demuestra el Cuadro 2.
Las cifras son elocuentes en cuanto al
6. Epilogo escaso número de sacerdotes para atender a
esa población dispersa en un extenso ámbito
El 21 de octubre de 1922 Fray Pedro territorial. Por esa razón, Fray Iturralde soli-
Iturralde, en el último período de Prefecto citaba el establecimiento de uno o dos Con-
de Misiones, elevó al Prefecto de la Sagrada ventos en Chaco y Formosa y que se aumen-
Congregación de Propaganda Fide, Cardenal tara el personal, manifestando que
Guillermo Von Rossum, un Informe relativo
al servicio religioso del Chaco y Formosa. En
el mismo daba cuenta de que estos extensos
territorios estuvieron atendidos hasta 1921
«
la Orden Franciscana sería lla-
mada a continuar evangelizando
esa región, en la que desde el

»
por las Parroquias de Resistencia (93658 tiempo de la conquista ha traba-
Km2, con 52573 habitantes) y de Formosa jado sin interrupción...
(75480 Km2, con 21603 habitantes) y Vica-
ría Parroquial de Las Palmas (4560 Km2, con La década de 1920 registró un ex-
11304 habitantes). traordinario crecimiento económico y pobla-
La enorme extensión de estas parro- cional de ambos Territorios, y en vista de
quias y la poca densidad de su población ha- ello, el Obispo de Santa Fe creó en 1928 dos
cían imposible la asistencia de los fieles a la nuevas parroquias, en Villa Angela y en Sáe-
Cuadro 2
Chaco y Formosa. Parroquias y misiones en 1922
Parroquias o Misiones Sacerdotes Extensión Km2 Cristianos Indios infieles Indios neófit.

Resistencia 3 67.058 48.223 2.500 -


Formosa 2 38.502 10.300 3.000 -
Las Palmas 1 4.560 11.304 2.500 -
San Fco.de Laishí 3 7.040 2.480 2.000 1.900
San Fco. Solano 2 13.520 3.950 10.000 790
Nueve Pompeya 2 43.018 9.223 15.000 650

12 173.698 85.480 35.000 3.340

98
Hugo Humberto Beck
nz Peña y una Capellanía en la colonia Clorin- forme a la Santa Sede, a la vez que sugería
da. El personal que las atendía fue aumenta- como solución la creación de un Obispado.
do a 16 sacerdotes. Respondiendo a estas solicitudes, el
En 1933, el padre Iturralde reiteraba Papa Pío XI nombró el 1 de diciembre de
su solicitud de establecimiento de dos con- 1936 Administrador Apostólico de Chaco y
ventos y el envío de mayor número de perso- Formosa a Monseñor Nicolás de Carlo, re-
nal. Por otra parte, recomendaba crear una emplazando a la Vicaría Foránea a cargo de
Vicaría Apostólica en la Gobernación del los Padres Franciscanos; y el 3 de junio de
Chaco (que contaba con más de 100 000 ha- 1939, S.S. Pío XII creó la Diócesis de Resis-
bitantes, 4 Parroquias, una misión indígena y tencia con jurisdicción en Chaco y Formosa.
varias capillas en pueblos importantes), con El 1 de agosto de 1940 fue designado Obispo
asiento en Resistencia. de la misma, Monseñor De Carlo.
Sus deseos eran que la vicaría Apos- La Orden Franciscana, sin abandonar
tólica por crearse le fuera confiada a los el Chaco, fue paulatinamente concentrando
franciscanos, ya que su labor apostólica en la gobernación de For-

« Los Superiores mayores de la


Orden, siempre han manifestado
que estaban dispuestos a ello, en
mosa. Cuando en 1957, el Papa Pío XII creó la
Diócesis de Formosa, la honró con la desig-
nación de un Obispo franciscano, en la per-
sona de Monseñor Raúl Marcelo Pacífico
caso que se erigiese la Vicaría Scozzina (Zalazar, 1978, pp. 107-126).
Apostólica y fuese confiada a la Promediando este siglo, las misiones
Orden; pues de lo contrario si religiosas sufrieron un estancamiento, e inclu-
se proveyese al personal y no so un retroceso, que se manifestó más clara-
se realizare el proyecto de la mente en Nueva Pompeya y en San Francisco
Solano, a causa de los problemas ya mencio-
Vicaría, o no se la pusiera a
nados y “por obra del tiempo que todo lo cam-
cargo de la Orden, se vería en
bia e impone nuevas formas en el andar políti-
la necesidad de retirar su per- co y socieconómico” (Zalazar, 1978, p. 94).
sonal, con los trastornos e incon- En marzo de 1943, un Informe del Co-
venientes de orden moral y ma- misario Provincial de las Misiones Francisca-

»
terial, que son fáciles de
prever .231
nas, dirigido al Consejo Agrario Nacional, en
respuesta a un cuestionario de 11 puntos,
señalaba que en los últimos años no se ha-
En 1934 el Arzobispo de Santa Fe, bían realizado Memorias; que era difícil de-
Monseñor Nicolás Fasolino realizó una exten- terminar el número de indios por la vagancia
sa gira pastoral por el Chaco en la que pudo y el nomadismo de éstos; que en Laishí había
apreciar el hondo problema espiritual de sus siempre más de 600 aborígenes y en algu-
pueblos y ciudades, según destacó en su In- nas épocas hasta 900; en Tacaaglé 300 y en
Nueva Pompeya entre 150 y 200; que el sis-
231. Pedro Iturralde (1934). Informe del Rev. P. Pedro Iturral-
tema colectivista había fracasado porque el
de al Exmo. y Rvmo. Señor Nuncio Apostólico Monseñor indio no relacionaba las ideas de esfuerzo y
Dr. Don Felipe Cortesi sobre el servicio religioso en las resultado en común,

«
gobernaciones del Chaco y Formosa. Corrientes, Imp.
Colegio Argentino, pp. 21. (El subrayado es nuestro).
Fray Iturralde no consideraba oportuna la creación de quiere su ración diaria y su
una Vicaría Apostólica en Formosa, por cuanto en esta
Gobernación:
salario. Sin más aspiraciones, ni
“el Vicario debería cargar con la atención de la Parro- teorías. Las tentativas de obli-
quia de Formosa, única formada y de alguna importan-
cia (con la capellanía de Clorinda), dos misiones po-
garle a aceptar normas de aho-
bres y con numerosos pueblos a los que debería dotar rro y previsión, no han servido
de capillas y de sacerdotes...y con indios infieles para
los cuales, habrá que formar nuevos centros de mi-
más que para interminables
sión...”. disgustos, por su egoísmo casi

99
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

confianzas nativas .
»
infantil y su ignorancia y des-

Las tierras adjudicadas a las misiones


« Laishí es hoy día un pueblo
criollo, y la misión es la parroquia
eran todas fiscales, y aún no había indígenas local para los colonos blancos.
propietarios. Cada familia cultivaba apenas de Los indios, que originalmente ha-
2 a 8 hectáreas. Con frecuencia cambiaban de bían vivido en el centro del pue-
lugar de chacra, por supersticiones, especial- blo, hace ya largo tiempo que han
mente cuando habían tenido enfermos y difun- sido empujados hacia tierras pe-

»
tos. Por eso eran pocos los que tenían árboles riféricas de calidad inferior para
frutales. Con frecuencia vendían o cambiaban la agricultura. (p. 79).
sus herramientas a vendedores ambulantes o
pobladores inescrupulosos a ínfimo precio o
por bebidas alcohólicas. La chacra de enseñan-
za y experimentación, mejor cuidada y vigilada,
donde los jóvenes trabajaban por un salario,
solía salvar la provisión del año.
Los productos de las chacras indíge-
nas eran adquiridos por la Misión, al precio
de la zona, aunque generalmente, se les pa-
gaba algo más para evitar la tentación de
enajenarla fuera.
En Tacaaglé y en Nueva Pompeya ha-
bía una escuela mixta; en Laishí una para va-
rones y una para mujeres. Además, funcio-
naban dos asilos para niños varones y
mujeres, atendidos por los Padres Francis-
canos y las Hermanas Franciscanas, respec-
tivamente, donde eran cuidados con esmero,
y aprendían los oficios y tareas propias de su
edad y sexo.232
Monseñor José Alumni, escribió en
1951 que

« La Reducción de San Francisco


de Laishí es en la actualidad la
más floreciente, pero debido a su
proximidad con Formosa y a que
la Ruta 11 atraviesa toda su exten-
sión se ha vuelto inapropiada para
los fines que fuera fundada (p.
212). »
En la década de 1970, cuando Elmer
Miller visitó la misión, pudo observar que

232. Secretaria de Trabajo y Previsión. Consejo Agrario


Nacional. (1945). El problema indígena en la Argentina.
Publicación N.ª 22, Buenos Aires, pp. 288-290.

100
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)

V. El trabajo de los
indios en los ingenios
azucareros
Hugo Humberto Beck

Desde los comienzos de la colonización po, por medio de préstamos y créditos


del Gran Chaco, el indio fue considerado una emitidos a través del Banco Nacional, y los
mano de obra barata y útil y se constituyó en llamados “Bancos Garantidos”, el Estado hizo
ocasiones en elemento insustituible para las posible la. disponibilidad de una amplia fuen-
empresas que operaron en la región. te de recursos financieros, que permitieron
Su desempeño en la explotación fores- la transformación de la industria.
tal está ampliamente documentado y fue ob- Las distancias se acortaron, disminu-
jeto de análisis en diversos trabajos históri- yeron los fletes costosísimos para la conduc-
cos. Por esa razón, y porque su trabajo en ción de las maquinarias y demás útiles de
los ingenios azucareros fue notoriamente fabricación del azúcar, ésta y el aguardiente
mayor que en las empresas forestales, en el tuvieron fácil salida, se construyeron rama-
presente capítulo se examinan particular- les a las fábricas y desaparecieron los trapi-
mente las condiciones de trabajo en los inge- ches de madera y los viejos métodos de fa-
nios, así como la influencia que ejercieron bricación, siendo reemplazados por
éstas sobre la cultura de los indios. modernos ingenios-fábricas de azúcar, equi-
pados con máquinas de vapor. Todo entró en
un período de febril actividad, dándose ver-
1. La situación de la industria dadero impulso a la industria, que hasta en-
azucarera tonces habíase desarrollado en períodos lle-
nos de tropiezos (Schleh, 1921, p. 81).
Tres factores contribuyeron funda-
Entre los principales agentes de esta
mentalmente al extraordinario crecimiento
transformación técnica en Jujuy, se cuentan
que a partir de la década de 1880 registró la
las familias Leach y Ovejero.
industria azucarera del Noroeste Argentino
Hacia 1876 los hermanos Sixto y Que-
y del Territorio Nacional del Chaco: el au-
rubín Ovejero adquirieron maquinarias a In-
mento de la tarifa de protección contra el
glaterra y las transportaron por vía hasta
azúcar importada, una favorable política cre-
Tucumán, y de allí por carretas hasta el Valle
diticia impulsada por el Estado y la expansión
de San Francisco, donde fundaron el Ingenio
de la red ferroviaria.233
Ledesma. A fines del Siglo XIX David Oveje-
De 1883 en adelante la tarifa de pro-
ro heredó el ingenio, y decidió formar una
tección contra el azúcar importada experi-
sociedad con Angel Zerda, quien estuvo en
mentó un aumento enorme y, al mismo tiem-
la dirección del mismo hasta 1908.
En 1911, Enrique Wollman y Carlos
Delcasse, dos financistas franceses compra-
233. El ferrocarril llegó a la ciudad de Córdoba en 1870,
seis años más tarde alcanzó la ciudad de Tucumán, y ron todas las acciones del Ingenio y fundaron
para 1891 comunicaba Jujuy con la ciudad de Buenos la “Nueva Compañía Azucarera Ledesma”, la
Aires. (Schlech, 1921, p. 81)

103
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
cual se convirtió en 1914 en “Ledesma Sugar momento: los ingenios Bouvier y Formosa. El
Estates and Refining Co. Ltd.”. Wollman si- Ingenio Bouvier de la firma Nogués Herma-
guió siendo presidente de la Compañía hasta nos, funcionó pocos años, pues para 1902
su muerte en 1927. Entonces el control que- había cerrado sus instalaciones. El Ingenio
dó en manos del Jefe de ingenieros, Hermi- Formosa fue fundado en 1888 por la firma
nio Arrieta, quien habiéndose casado con la Mayer y Bonaccio. Desde 1901 hasta 1910
hija de Wollman, pasó a ser Director y prin- perteneció a Don Pedro Bonaccio y desde
cipal accionista de la Compañía. 1910 a 1916 a La Teutonia S.A. En 1916 fue
En 1884, en San Pedro fue puesto en vendido a la Compañía Argentina de Alum-
funcionamiento el ingenio de nombre La Es- brado de Alcohol, y al año siguiente realizó
peranza, que perteneció primero a una com- su última molienda.
pañía, y desde 1893 se constituyó en la firma En los primeros años de este siglo se
“Leach Hnos.” En 1912 esta empresa familiar había sumado el ingenio de la Misión San
pasó a constituir una sociedad anónima que Francisco de Laishí, que desde 1917 fue la
se llamó “Leach’s Argentine Estates Limited”. única fábrica de azúcar del Territorio de For-
En 1892, la firma “Alvarado y Muller” mosa (Ramírez, 1983, p. 161; Schleh, 1945).
fundó el Ingenio La Mendieta, el tercero en la Con el aumento del capital invertido y
provincia de Jujuy (Rutledge, 1987, p. 159-167). la modernización de los ingenios, se fue in-
En la provincia de Salta existió hasta crementando también la producción de caña
fines del siglo pasado solamente el ingenio de azúcar. Los cultivos de caña de azúcar en
San Isidro. Un impulso importante fue la fun- Jujuy, que en 1908 ocupaban el tercer lugar
dación en 1919, de un nuevo ingenio, cerca después del maíz y la alfalfa, pasaron en 1914
de la ciudad de Orán, en el extremo del Valle al primer lugar. Las principales plantaciones
de San Francisco. Este fue el Ingenio San se encontraban en Ledesma y San Pedro.
Martín del Tabacal, de propiedad de Robus- La mayor parte de estas plantaciones
tiano Patrón Costas. eran propiedad de los dueños de los inge-
En el Territorio Nacional del Chaco exis- nios. La unidad productiva en Jujuy y Salta
tían tres fábricas azucareras: el ingenio Bog- consistía en un sólido complejo compuesto
gio, fundado en 1882, en Resistencia; Las Pal- por fábrica y plantación, administrado como
mas, de Carlos Hardy y Cía., fundado en 1884 una empresa centralizada. Esto contrastaba
en el Departamento Solalinde y Svea (1886), notablemente con la situación de Tucumán,
de Emilio Sellström, en Colonia Benítez. A ellos donde para 1927 el 43,42 % de la caña moli-
se sumó en 1900 el ingenio Lutecia de la Com- da en los ingenios provenía de plantaciones
pañía Azucarera de Resistencia. Todos progre- independientes, en su gran mayoría peque-
saron con bastante rapidez, aunque su destino ños campesinos. Esto explica, en parte, por-
fue diverso. La destilería Boggio, primer cen- qué en Tucumán no se utilizó la mano de obra
tro industrial de importancia del Chaco, desa- de los indios del Chaco, resultando suficien-
pareció años más tarde. El ingenio Svea cerró te el número de obreros criollos.
por falta de capital en 1916 y otro tanto ocurrió En 1914 -año culminante en produc-
con Lutecia, que para 1919 había dejado de ción para la provincia de Jujuy- la tierra que
funcionar. Coincidentemente, Las Palmas fue era propiedad de los ingenios jujeños fue co-
reestructurado administrativamente, convier- tizada en 21 804 000 pesos. A esta suma se
tiéndose en 1909 en Sociedad Anónima Las agregaba el capital que los ingenios poseían
Palmas del Chaco Austral, y afianzándose como en concepto de edificios y maquinarias, eva-
la única empresa elaboradora de caá de azúcar luado en 23 631 000 pesos.
en el Chaco, que hacia 1916 poseía un capital La maquinaria fundamental consistía
de 4 000 000 de pesos y una ganancia anual en 59 máquinas a vapor, 15 motores eléctri-
de 736 000 pesos. cos, además de equipos de transporte, que
En Formosa el número de estos esta- incluían 175 carros y 2450 animales de tiro.
blecimientos se redujo a dos en un primer Ese año la producción total de azúcar

104
Hugo Humberto Beck
fue de 37394 toneladas métricas, y se pro- Las instalaciones del ingenio La Teutonia
dujeron además 5896 tn. de melazas y comprendían una fábrica y una destilería muy
37394 hectolitros de alcohol. Los trabajado- cercanas a la planta urbana de la ciudad de For-
res permanentes empleados en los ingenios mosa. Su maquinaria se componía de 15 moto-
sumaron 2155, cifra a la que debe agregarse res a vapor, uno eléctrico y a explosión, con una
alrededor de la misma cantidad de trabaja- fuerza motriz que alcanzaba a 560 H.P. y una
dores permanentes de las plantaciones, ade- potencia elaborativa de 2000 tn. de azúcar y
más de un número aproximado a 15000 tra- 2000 hectolitros de alcohol por cosecha. Alre-
bajadores estacionales tanto en la plantación dedor de 1.000 indígenas eran empleados du-
como en la fábrica.234 rante la zafra (Ramírez, 1983, p. 93).
Las tierras de la “Sociedad Anónima Los ingenios sumaron a su inmenso
Las Palmas del Chaco Austral” comprendían poder económico, un creciente poder políti-
40 leguas de propiedad de la empresa adqui- co. Varios de sus dueños o directores ocupa-
ridas al Estado en dos concesiones sucesivas ron puestos claves en los gobiernos de las
(la primera de 32 y la segunda de 8 leguas), provincias y también en el gobierno nacional.
más 16 leguas de propiedad del doctor Miguel Ángel Zerda fue gobernador de Salta
Piñeiro Sorondo, cuyos montes explotaba. desde 1901 a 1904 y David Ovejero, desde
Sus plantaciones de azúcar alcanza- 1904 a 1907. En 1907 Ángel Zerda fue elec-
ban a 2500 hectáreas, de las cuales perte- to Senador por Salta en el Congreso Nacio-
necían a la empresa dos terceras partes y el nal. Los Diputados departamentales de la
resto a los colonos, que eran alrededor de provincia eran frecuentemente nombrados
60 de distintas nacionalidades. por los ingenios. La elección era arreglada a
En 1911 el capital de la S.A. ascendía a través de varios tipos de presiones, ejerci-
los 3 000 000 de pesos oro, y comprendía un das sobre los votantes de aquellos departa-
ingenio azucarero con capacidad para moler mentos donde el ingenio poseía grandes can-
500 000 kg. de caña por día; una fábrica de tidades de tierras.236
extracto de quebracho, que podía elaborar En el Chaco, Carlos Hardy, dueño del
400 tn. por mes; una destilería de alcoholes Ingenio Las Palmas, era al mismo tiempo, ha-
con capacidad de 2000 litros absolutos por cia 1891, Jefe Político del Departamento So-
día; un aserradero perfectamente montado, lalinde. Por otra parte,
usina eléctrica, talleres de reparaciones de fá-
bricas y locomotoras y un ferrocarril de 75 km.
de vía fija y 20 km. de vía portátil. Contaba
además con seis almacenes destinados a la
« los agentes de la autoridad na-
cional, simples personajes deco-
rativos, debían marchar de per-
proveeduría de la población obrera y en sus fecto acuerdo con la empresa,
campos pastaban 22000 vacunos. La fábrica convertirse en dóciles instrumen-
empleaba un personal permanente de 560 tos suyos, pues, de lo contrario,
trabajadores y durante la zafra, igual que las se los privaba de los más indis-
grandes usinas de Jujuy, atraía a sus alrededo- pensables recursos de vida, de
res a una numerosa población flotante que, con
techo y de pan, y luego se pedía y
la permanente, sumaba alrededor de 3000 al-
obtenía su destitución... La comi-
mas, en su mayor parte de indios tobas y de
otras tribus situadas en Chaco y Formosa.235 saría de Policía, el Juzgado de Paz

234. Utilizamos el término “ingenio” para designar a la em- Boletín del Departamento General del Trabajo N.º 32,
presa completa integrada, consistente en el ingenio Buenos Aires, A. Martino, p. 114.
(fábrica de azúcar) y las plantaciones que lo rodean.
(Rutledge, 1987, pp. 159-167). 236. A veces resultaban electos empleados directos del in-
genio, como el caso de Eduardo Jacobs, administrador
235. José Niklison, J. E. (31 de julio de 1915). Informe de la general de las propiedades de los Leach, quien fue
visita de inspección a los Territorios del Chaco y For- electo diputado por el partido Conservador local en
mosa elevado al jefe de inspección Alejandro Unsain. 1921. (Rutledge, 1987, p. 172.)

105
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
y la escuela nacional... funcionan industriales azucareros del Noroeste, así como
en las casas de propiedad de la con tradicionales miembros de la sociedad na-
empresa... no existe en realidad cional, sobre todo después de 1909. La empre-
otra autoridad que la ejercida por sa quedó vinculada con grupos de presión r
el administrador, especie de se- influencia en la orientación política, económica
y financiera del país (Ramírez, 1983, p. 102).
ñor feudal a quien se teme y se
obedece de todas maneras .237
» Los ingenios jujeños y salteños afian-
zaron cada vez más su poder político. En
Los Jueces de Paz debían ser perso- 1924 respaldaron la candidatura a goberna-
nas gratas a los dueños de la empresa y res- dor de Benjamín Villafañe, quien sería un
ponder a sus imposiciones. abierto defensor de la industria azucarera.

«
Herminio Arrieta, propietario del Ingenio Le-
Esta situación -denunciaba en desma, fue Diputado Nacional por Jujuy de
1915, el diputado Alfredo Pala- 1934 a 1938, y desde ese año hasta 1943,
cios- está agravada por la inter- representó a Jujuy en el Senado. Pero el
vención delictuosa de los policías caso más conocido por el status político de
que llegó a gozar, fue el de Robustiano Pa-
de los territorios... es público y
trón Costas, propietario del Ingenio San
notorio que el comisario de Las
Martín del Tabacal, quien ocupó las Carteras
Palmas percibía también una de Hacienda y de Gobierno de su provincia,

extranjera .238
»
subvención de aquella empresa

Bialet Massé; que a principios de siglo


fue Senador Provincial, Senador Nacional
por tres períodos (1916-1925, 1931-1937 y
1937-1943), presidente provisional del Sena-
do y presidente interino de la república (Lu-
visitó los ingenios jujeños, afirmó que:

«
que Colombres, 1991, p. 242).
San Pedro es un pueblito de
ochenta a cien casas... Todo el 2. El reclutamiento de la mano de
pueblo, con excepción de dos ca- obra indígena
sas, es de propiedad de los seño-

»
res Leach Hnos. y Compañía... Se Desde que los cultivos de caña de azú-
supone que hay Municipalidad car cubrieron superficies considerables, el
indio fue la mano de obra obligatoria, sobre
(Bialet Massé, 1985, p. 92). todo en los meses en que los trabajos adqui-
rían mayor intensidad.
El grupo empresarial de Las Palmas, a
Hacia 1870 Fray Joaquín Remedi infor-
través de vínculos familiares se conectó con los
maba que cada año salían más de 6000 in-
dios del Chaco a trabajar en los estableci-
mientos de caña de azúcar existentes en las
237. José Niklison (31 de julio de 1915). Informe de la visita
de inspección a los Territorios del Chaco y Formosa provincias de Salta y Jujuy, caminando entre
elevado al jefe de inspección Alejandro Unsain. Boletín 100 y 150 leguas. Después de trabajar cinco
del Departamento General del Trabajo N.º 32, Buenos o seis meses volvían a sus respectivas tie-
Aires, A. Martino, p. 155. Al respecto, en 1904, Bialet
Massé había anotado que: “...Hay en el Chaco estable- rras tan pobres como habían salido.239
cimientos poderosos y de gran producción, pero cuan- En rigor de verdad, los indios no salían
do uno penetra en su organización y detalles, se duda
de si fuera mejor que no existieran, ingenios, obrajes,
fábricas de tanino... todo un pequeño estado, despóti-
co monárquico, que se desenvuelve dentro de una re-
pública democrática”. Juan Bialet Massé, (1985). In- 239. Memorial presentado al Exmo. Sr. Presidente de la Repú-
forme sobre el estado de la clase obrera. Madrid, Hys- blica Argentina, D. Domingo F. Sarmiento, por el Prefecto
pamérica, p. 65. de Misiones, Fr. Joaquín Remedi, en el año del Señor
1870. En: fray Rafael Gobelli, R. (1912). Memorias de mi
238. Cámara de Diputados. (31 de mayo de 1915). Diarios Prefectura y apuntes sobre el Chaco. (Parte Tercera).
de Sesiones, p. 190-202. Salta, Imp. y Lib. de Tula y Sanmillán. Apéndice, p. 151.

106
Hugo Humberto Beck
espontáneamente, sino que eran “sacados” da década a los 2500 aborígenes.
por mayordomos que enviaban los ingenios, Los capataces y peones de los ingenios
produciéndose conflictos de diversa se ponían en marcha a fines de diciembre y
índole. En diciembre de 1885 un grupo de regresaban en marzo, aunque en oportuni-
hacendados salteños, propietarios de inge- dades las expediciones podían extenderse
nios azucareros, remitieron una nota al Jefe hasta mayo. El campamento general se esta-
de la Frontera del Chaco, Juan N. Solá, soli- blecía en Limones, en la provincia de Salta, a
citando la protección de los poderes públicos 100 leguas del Km. 612, donde debían reu-
contra los vecinos del departamento Rivada- nirse todos los contingentes reclutados en
via, quienes en connivencia con las autorida- distintos lugares, por distintas partidas de
des provinciales y con los jefes de fortines, capataces y peones.
exigían el pago de cierta cantidad de dinero Para entrar en conversación con los
a los mayordomos que los ingenios enviaban indios, se realizaba el “convite”, o sea, los ob-
al desierto en busca de indios240 sequios; que consistían en harina, sal, carne
En otra ocasión, un Juez de Paz se y tabaco. Los compromisos se hacían verbal-
presentó ante un mayordomo manifestándo- mente, fijándose los jornales por mes y el ra-
le que entre los indios que llevaba iban once cionamiento por parte de la empresa, mien-
que le adeudaban 129 pesos. La deuda debió tras que por su parte, los caciques se
ser saldada por el mayordomo, pues de lo comprometían a llevar un número determi-
contrario no los hubiera podido sacar. Ade- nado de hombres. Después se hacían nuevos
más, los chaqueños propietarios de las tie- regalos y se repartía tabaco, con lo cual se
rras o simples ocupantes de las mismas, co- solemnizaba el contrato.
braban un determinado canon por pastaje Desde Limones los contingentes mar-
diario de cada animal que llevaba la expedi- chaban a pie hasta Embarcación o Pichanal,
ción “sacadora de indios”.241 para tomar allí el tren que los conducía hasta
Estas expediciones eran organizadas los ingenios.
anualmente por los ingenios Ledesma y La Es- El viaje era mezcla de alegría y de do-
peranza (pues en La Mendieta sólo emplea- lor. Alegría porque los indios iban bien pro-
ban indios coyas). Hasta 1912 cada empresa vistos y dolor porque en el camino quedaban
enviaba su expedición, y desde ese año hasta los viejos y los enfermos que fallecían en tan
1917, las organizaron en conjunto, ahorrando largo trayecto. La marcha era siempre lenta,
en los gastos y evitando la competencia. En la pues iban niños y ancianos llevando todas
primera década de este siglo eran llevados sus pertenencias. Las sufridas “chinas” de-
entre 4500 y 5000 indios de trabajo, en su bían ocuparse de las cargas más pesadas.
mayoría matacos; número que fue en paulati- Durante las seis u ocho semanas que
no descenso, llegando al promediar la segun- duraba la marcha surgían numerosas dificulta-
des que era preciso salvar con mucha habili-
dad. Los pedidos de víveres, regalos y dinero
240. El documento se halla transcripto en la obra de Emilio solían reiterarse frecuentemente. La ración
Schleh (1945). Noticias históricas sobre el azúcar-en la para los caciques era siempre el doble o más.
República Argentina. Buenos Aires, Centro Azucarero
Argentino, p. 332. El comandante Juan Solá se compro- El mando sobre diez hombres era lo que cons-
metió reunir cada año la cantidad de indios solicitada tituía la entidad “cacique”; sin embargo, mien-
por los ingenios, los que serían entregados a los mayor- tras la expedición estaba en territorio extraño,
domos hacia fines de febrero y principios de marzo;
debiendo éstos conducirlos nuevamente a la frontera tenía que transigir, es decir, aceptar y racionar
una vez concluidos los trabajos. Fue un intento por or- como a caciques a un crecido número de caci-
ganizar esta actividad que no dio resultados duraderos.
quillos que no tenían mando sino sobre cinco,
241. Alejandro Unsain (1914). Informe del Jefe de la Divi- cuatro, tres o dos indios. Si como tales no los
sión de Inspección, presentado a raíz de su viaje de
inspección al ingenio de la Compañía Azucarera de reconocía, la toldería entera no marchaba.242
Ledesma. Boletín del Departamento Nacional del Traba-
jo, N.º 28, 31 de agosto de 1914. Buenos Aires, Imp.
Alsina, pp. 21-29. 242. Alejandro Unsain (1914). Informe del Jefe de la División

107
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Por otra parte, todos los años era ne- tar que las fuerzas nacionales promovieran
cesario buscar nuevos grupos, porqué la ma- entre los indígenas del territorio un acerca-
yor parte de los indios no salía dos años se- miento hacia el mismo.245
guidos, de manera que los que trabajaban un
año, dedicaban el siguiente a descansar.
Según las empresas, estas expediciones 3. Los trabajos en los ingenios y los
eran muy costosas, invirtiéndose no menos de salarios percibidos
100 000 pesos en cada una. El Inspector Ale-
Llegados a los ingenios, los indios eran
jandro Unsain anota que la de 1913 costó
distribuidos según los lotes, secciones y tablas
140 000 pesos, suma en la que entraba el
en que se subdividían aquéllos. Allí, con rapi-
sueldo de 60 expedicionarios durante cinco
dez las mujeres construían los toldos, los “hue-
meses (del 29 de diciembre al 24 de mayo), el
tes” idénticos a los - que tenían en el Chaco.
valor de las mercaderías y el racionamiento.243
Los indios matacos eran empleados en
Según Niklison, hacia 1917 el traslado
su totalidad en la zafra, y eventualmente en
de cada hombre importaba un desembolso
la carpida, ya que, para el manejo de las ma-
de 50 pesos en la ida al ingenio y 25 pesos
quinarias, los empresarios jujeños destina-
en el regreso.244
ban a los chaguancos de Bolivia, a quienes
El Ingenio Las Palmas tenía la ventaja
les reconocían una inteligencia superior. En
de estar instalado en las cercanías de la po-
Las Palmas se prefería para ello a los obre-
blación aborigen por lo cual contaba con una
ros criollos, en su mayoría paraguayos, en
mano de obra flotante que se acercaba en los
tanto que, para la carpida y la zafra, se con-
meses de la zafra. A pesar de ello hubo épo-
trataba a los indios tobas, en un número
cas en que sufrió la escasez de braceros. A
aproximado de 2000 individuos.
mediados de 1914, un emisario de la Compa-
El trabajo en el surco consistía en de-
ñía se presentó al teniente coronel Marcos
rribar la caña, acarrearla hacia el extremo
Hermelo, Jefe del regimiento 7 de Caballería
del surco y allí pelarla. Las dos últimas ta-
de Línea, en su acantonamiento en Presiden-
reas estaban a cargo de las mujeres y de los
cia Roca, para manifestarle la necesidad de
osacos (menores de 7 a 13 años). Finalizaba
brazos que experimentaba el ingenio y solici-
la labor con la carga de las cañas a los carros
o vagones de la empresa. Era un trabajo de
habilidad, y sumamente extenuador, como
de Inspección, presentado a raíz de su viaje de inspec-
ción al ingenio de la Compañía Azucarera de Ledesma.
consecuencia del clima que reinaba dentro
Boletín del Departamento Nacional del Trabajo, N.º 28, 31 del cañaveral, donde parecía que el aire fal-
de agosto de 1914. Buenos Aires, Imp. Alsina, p. 28. Por taba. Se realizaba de sol a sol, con un breve
ejemplo, en la expedición de 1914, 25 caciques fueron
admitidos como tales trayendo sólo 122 hombres, en lu- descanso a la mitad de la jornada, sumando
gar de 240. Otro grupo expedicionario reunió a 52 caci- más de diez horas de trabajo.
ques y sólo 299 indios trabajadores, en vez de los 520
que correspondían.
El sistema de pago empleado en los in-
Decía el mismo inspector que: “el secreto de la conquista genios jujeños era distinto al de Las palmas.
del indio está en dar y no en prometer. El trato que se le En Ledesma y La Esperanza, se pagaba un
dé en este año al indio significará su venida o no venida
en el año próximo. Como el indio tiene el hábito de pedir, sueldo fijo mensual dividido por categorías:
el ingenio ha adquirido, poco a poco, el de dar.” los caciques cobraban 30 pesos, los capitane-
243. Alejandro Unsain, A. M. (1914). Informe del Jefe de la jos o caciques menores $ 20, los lenguaraces
División de Inspección, presentado a raíz de su viaje $ 15, los indios de trabajo (“soldados”) $ 13 y
de inspección al ingenio de la Compañía Azucarera de
Ledesma. Boletín del Departamento Nacional del Traba- las mujeres $ 11. De estos montos no se des-
jo, N.º 28, 31 de agosto de 1914. Buenos Aires, Imp.
Alsina, p. 28.
244. José Niklison (1989). Investigación sobre los indios ma- 245. José Niklison (31 de julio de 1915). Informe de la visita
tacos trabajadores. Jujuy, Universidad Nacional de Ju- de inspección a los Territorios del Chaco y Formosa
juy, pp. 128. (Reproducción del Informe del Inspector elevado al Jefe de inspección Alejandro Unsain. Boletín
Niklison inserto en el Boletín del Departamento Nacio- del Departamento General del Trabajo N.º 32, Buenos
nal del Trabajo, (diciembre de 1917). N.º 35, p. 65. Aires, A. Martino, p.151.

108
Hugo Humberto Beck
contaban los “regalos” dados durante el viaje la cosecha. La diferencia, si la había, era pa-
a los ingenios, ni el valor de la caña consumida gada en Letras de la Compañía (conocidas
por los indios durante toda la zafra. como “Plata de Las Palmas”). Merced a estas
Para poder percibir ese salario cada letras la empresa aseguraba el imperio de la
pareja (indio y su china) debían pelar y des- proveeduría y exponía a los obreros a sensi-
puntar diariamente la caña en un total de 5 o bles pérdidas del valor de sus jornales por la
6 surcos, según la cantidad de caña que exis- desvalorización que experimentaban en cual-
tiese en ellos. Cada surco tenía 100 metros quier punto o forma en que se querían con-
de largo y era necesario terminar la tarea en vertir en moneda nacional.
el día, pues en caso contrario se perdía todo Como a pesar de ello, subsistían las
el derecho al trabajo efectuado.246 compras clandestinas fuera de los almacenes
En Las Palmas, el trabajo era a desta- de la empresa, con incuestionables ventajas
jo. Por cada vagón (mil kilos calculados) el para los obreros, la Administración prohibió a
obrero recibía 1 peso. Un indio acompañado sus empleados esas operaciones y amenazó a
por dos chinas peladoras alcanzaba a cargar los comerciantes con no convertir en moneda
diariamente dos vagones, con lo que percibía nacional de curso legal a las letras que ellos
2 pesos diarios, lo que en realidad hacía un recibieran en pago por esos artículos, ya que
jornal de $ 0,66 por persona, no contando las mismas serían cambiadas únicamente a
en ello la apreciable labor de los niños.247 los obreros que las hubiesen recibido de
La comparación con otras regiones del acuerdo con las anotaciones de sus libros.
país indica que estos salarios eran abismal- Era común también la estafa en el pes-
mente bajos. Aún en la paupérrima Sierra de aje de la caña cortada. Cada vagón contenía
la provincia de Córdoba, un trabajador agrí- mil kilos calculados, cargados a satisfacción
cola ganaba $ 1,17 diarios como mínimo; en la de la empresa. Las cadenas que aseguraban
ciudad de Córdoba un trabajador no califica- la caña eran largas y se prestaban para pro-
do percibía entre 1,20 y 1,50 pesos, y en Tu- ducir, en frecuentes ensanches de la carga,
cumán, los cortadores de caña ganaban de 2 pesos que el indio ni siquiera sospechaba.
a 2,50 pesos por día (Rutledge,1987, p. 178). Lo mismo sucedía con los productos
Sin embargo, la explotación era aún vendidos en los almacenes. “Los artículos no
mayor por cuanto esos no eran los salarios se miden ni se pesan estrictamente, su valor
reales, ya que por medio de diversos siste- se calcula a ojo. El surtido es corto y todo de
mas los mismos sufrían una considerable la peor calidad”, informaba en 1915 el Inspec-
disminución. tor Niklison.248
En Las Palmas, por cada vagón, el Bialet Massé, había denunciado antes,
obrero recibía dos fichas de bronce (una que allí
hexagonal y una circular) cuyo valor era de $
0,50 por pieza. La ficha hexagonal se inver-
tía inmediatamente en los almacenes y carni-
cerías de la empresa en artículos de manu-
« no se hace con el indio sino
exagerar la explotación que se
comete con el cristiano; porque
tención, y la ficha circular se guardaba para sí y porque es indio... aprove-

»
cancelar los adelantos hechos al principio de chando su ignorancia, el antago-
nismo de raza y su orfandad .249

246. Inspector Vidal. Informe sobre las condiciones en que


los indígenas son contratados. Cargos formulados por 248. José Niklison (31 de julio de 1915). Informe de la visita
los indígenas. Boletín del Departamento Nacional del de inspección a los Territorios del Chaco y Formosa
Trabajo, Nº 28, p. 8. elevado al Jefe de inspección Alejandro Unsain. Boletín
del Departamento General del Trabajo N.º 32, Buenos
247. José Niklison (31 de julio de 1915). Informe de la visita Aires, A. Martino, p. 191.
de inspección a los Territorios del Chaco y Formosa
elevado al Jefe de inspección Alejandro Unsain. Boletín 249. Bialet Massé, J. (1985). Informe sobre el estado de la
del Departamento General del Trabajo N.º 32, Buenos clase obrera. Madrid, Hyspamérica, T. I, pp. 64-65.
Aires, A. Martino, p 176. Compartió esta opinión el gremialista García Pulido, J.

109
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
En 1915, Robles Luna, ex Juez de Paz En opinión de Unsain el indio era sólo
de Las Palmas, en una nota remitida al dipu- relativamente barato, pues si bien percibía sa-
tado Alfredo Palacios sintetizaba así la si- larios más bajos que el obrero criollo, a estos
tuación local: se les debían sumar los gastos del recluta-

« Las jornadas son excesivas; la


remuneración del trabajo es
mezquina; la forma de pago, inco-
miento y transporte de ida y vuelta y el consu-
mo de caña. En la Administración de los inge-
nios estimaban en 20000 bolsas de azúcar
anuales el equivalente de la caña que el indio
rrecta; los precios de los artícu- consumía y desperdiciaba, puesto que elegía
los de proveeduría, muy subidos, la mejor caña y de ella sólo comía uno o dos
y el ambiente general de las zo- canutos, desaprovechando el resto.

»
nas de trabajo es ambiente falto Por otra parte, los empresarios alega-
de libertad .250 ban permanentemente que el indio era un
trabajador malo e inseguro y que su trabajo
También en Jujuy las condiciones de era sumamente irregular, razón por la cual
trabajo eran, en general, muy malas, espe- los ingenios contrataban siempre un perso-
cialmente para los indígenas. Los criollos del nal mayor que el que realmente necesitaban.
ingenio La Esperanza recibían atención mé- Este criterio era compartido por los
dica cuando era necesario. Los trabajadores inspectores Unsain y Rafael de Zavalía, para
indígenas, en cambio, no recibían ningún au- quienes el indio no merecía el rango de obre-
xilio de este tipo. ro. Según el Jefe de Inspección, Unsain, para
Otra forma de reducir los salarios con- el indio el salario era relativo, pues descono-
sistía en la aplicación de severas multas, hasta cía las necesidades morales e intelectuales,
por las contravenciones más pequeñas. Fre- mientras que sus necesidades físicas eran
cuentemente se aplicaban multas de 10 pesos muy reducidas,
por destruir caña y de 5 pesos por robarla.
Cuando Benjamín Villafañe, defensor
de la industria azucarera, observó que ropa «
... ni necesita casa, ni lecho, ni
¿Qué puede decirle el sala-

« no tiene sentido ofrecerle al in-


dio chaqueño una casa y un te-
cho bajo el cual, posiblemente, se
rio? Esta opinión francamente
pesimista respecto de la incura-
ble manera de ser del indígena,
me permite sentar la suposición
sentirá asfixiado, ni tampoco un de que los ingenios tendrían to-
salario que le permita comprar, dos los indios que quisieran si en

»
además de sus alimentos, bebi-
das alcohólicas , estaba expre-
sando quizás un punto de vista
bastante difundido.251
vez del salario que hoy les abo-
nan... les diesen alcohol y armas
y municiones de guerra... Estas
opiniones puramente persona-
El Inspector Unsain, que en 1914 visitó
los ingenios jujeños, relata que allí las mer-
caderías eran de buena calidad y los precios
les, no coinciden con las que ge-
neralmente se vierten... .252
Rafael de Zavalía informaba que, como
»
no diferían de los de la Capital. regla general, podía establecerse que sólo

(1977). El Gran Chaco y su Imperio Las Palmas. 2ª ed.


Resistencia, Casa García, p. 174. 252. Alejandro Unsain (1914). Informe del Jefe de la Divi-
250. Cámara de Diputados. (31 de mayo de 1915). Diarios sión de Inspección, presentado a raíz de su viaje de
de Sesiones, pp. 190-202. inspección al ingenio de la Compañía Azucarera de
Ledesma. Boletín del Departamento Nacional del Traba-
251. Benjamín Villafañe (1926). El atraso del Interior. Jujuy, jo, N.º 28, 31 de agosto de 1914. Buenos Aires, Imp.
Buttazzoni. (Rutledge, 1987, p. 179). Alsina, pp. 28-29.

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Hugo Humberto Beck
una tercera parte de los indios salía diaria- hubiesen sido indios. 3) la relativa baratura
mente a trabajar. Esto fue comprobado por el del jornal.
inspector de acuerdo con los partes diarios Por otra parte, todos los ensayos para
del ingenio La Esperanza. El resumen general emplear mano de obra de otro origen (euro-
del trabajo realizado por los obreros indíge- peos y asiáticos) habían fracasado por falta
nas en la zafra de 1914 en dicho ingenio arro- de adaptación al clima y a las condiciones de
jó las siguientes cifras: 197 días de permanen- trabajo. Además, la presencia de obreros
cia en el ingenio, 87,3 días de trabajo de criollos nunca era suficiente durante la zafra
promedio de cada indígena, lo que hacía una y sólo los indios chaguancos podían reempla-
proporción del 44,2 % de días trabajados.253 zar en parte a matacos y tobas.255
Más directo, Alejandro Unsain denun- Testimonios de otros inspectores con-
ciaba tradicen a los anteriores. José Elías Niklison,

« la incurable haraganería del in-


dio... cuando no tiene ganas de
en su Informe del año 1917 parece respon-
der, aunque sin mencionarlo, las apreciacio-
nes de Unsain. En su declarado propósito de
trabajar, circunstancia que le ocu-
rre con harta frecuencia, escápa-
se del toldo cuando calcula que es
la hora en que el capataz ha de
« destruir la torpe leyenda que
envuelve desde muchos años
atrás, desfigurándolos por com-
venir por él. Otras, declárase en-
fermo. No falta quien, francamen- »
pleto, a estos buenos indios tra-
bajadores... sostiene que el
«
»
te y sin ambages, manifiesta que indio... es un obrero extremada-
ese día no trabajará .254 mente económico para el capital

Por todo ello, en su concepto, la pre-


sencia del indio en el ingenio se justificaba
en virtud de tres ventajas: 1) la posibilidad
do barato .
Acerca de sus condiciones como tra-
»
que lo utiliza... es barato, demasia-

que tenía el ingenio de encontrar en un mo- bajador agrega que


mento dado, la crecida cantidad de brazos
que necesitaba en la época de la zafra. 2) la
evidente economía que el ingenio realizaba al
no tener que construir el millar de habitacio-
«
los matacos abandonan sus
huetes e inician las tareas del día
a las cinco de la mañana. Su blan-
nes que habrían necesitado los obreros si no dura de carácter y su impondera-
ble docilidad evitan contrarieda-
des a los capataces que sin
253. Rafael de Zavalía (1915). Informe sobre el trabajo de los mayores esfuerzos los conducen
indios en los ingenios azucareros. Boletín del Departa-
mento Nacional del Trabajo, N.º 31, 30 de junio de 1915. a la labor. No hay un hombre en
Buenos Aires, A. de Martino, p. 149. El 21 de junio de condiciones de trabajos que per-
1914, por ejemplo, el ingenio tenía 1.195 indios varones,
918 chinas, 71 muchachos grandes, 134 osacos, es decir manezca en los toldos. Lo he com-
un total de 2.318 personas aptas para trabajar. Ese día probado, no una, sino muchas ve-
no trabajaron sino 725. El resto se encontraba enfermo
o sencillamente, sin deseos de trabajar. Alejandro Un-
sain (1914). Informe del Jefe de la División de Inspección,
presentado a raíz de su viaje de inspección al ingenio de 255. Alejandro Unsain (1914). Informe del Jefe de la Divi-
la Compañía Azucarera de Ledesma. Boletín del Departa- sión de Inspección, presentado a raíz de su viaje de
mento Nacional del Trabajo, N.º 28, 31 de agosto de 1914. inspección al ingenio de la Compañía Azucarera de
Buenos Aires, Imp. Alsina, p. 75. Ledesma. Boletín del Departamento Nacional del Traba-
jo, N.º 28, 31 de agosto de 1914. Buenos Aires, Imp.
254. Alejandro Unsain (1914). Informe del Jefe de la Divi- Alsina, p .13-17. El punto de la vivienda tenía una im-
sión de Inspección, presentado a raíz de su viaje de portancia capital, reconocida por todos, incluso por
inspección al ingenio de la Compañía Azucarera de los empresarios. Cuatro mil empleados habrían nece-
Ledesma. Boletín del Departamento Nacional del Traba- sitado por lo menos un millar de habitaciones que, por
jo, N.º 28, 31 de agosto de 1914. Buenos Aires, Imp. más baratas que hubieren sido, habrían significado
Alsina, p. 47. siempre el empleo de un capital muerto.

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Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
ces. Los «remolones» y los El 28 de febrero de ese año, por inicia-
«haraganes», de que nos hablan tiva del teniente coronel Mariano Aráoz de
ciertas crónicas, son los pobres Lamadrid, Jefe del Regimiento 7 de Caballe-
enfermos, enervados por el palu- ría, fue firmado un contrato entre las autori-
dismo o aniquilados por las enfer- dades militares del Chaco y los representan-
medades intestinales; los débiles; tes de los ingenios La Esperanza y Ledesma,
señores H. Gifford Stower y Ramón Outón,
para ponerse de pie .256
»
los que carecen de fuerzas aún
respectivamente.258
La celebración del mismo tuvo lugar
Por su parte, José Ruiz Moreno, que en el Km. 612 del río Teuco y actuaron, ade-
visitó los ingenios jujeños en 1915, anotó que: más de los nombrados, como testigos, el in-

«
geniero Ferman Schach, el subcomisario de
si observamos un poco, te- la policía fronteriza de Formosa, Pablo Taro-
niendo en cuenta los gastos de ni, el señor Harry Lass y como secretario el
conducción, que no todos los in- capitán Ramón Galán del 7 de Caballería.
dios que traen al ingenio traba- Previamente, Aráoz de Lamadrid, autor del
jan, etc., pensaremos natural- proyecto, se había entrevistado con numero-
mente que en realidad resulta sos caciques matacos para recoger sus que-
caro; pero necesario es también jas, reclamos y pretensiones.
tener en cuenta que al indio que El objeto de este contrato era asegu-
no trabaja no se le da nada; que rar el buen trato, la recompensa y el ahorro
al que abandona la tarea sólo se de los indígenas en el trabajo, por una parte,
le suministra la ración; que a los y la concurrencia regular de estos a las labo-
enfermos la ración que se les da res de las empresas, por la otra.
es insignificante; que, por últi- El contrato constaba de 12 artículos en
mo, uno o dos meses antes de los cuales se reglamentaron las condiciones
empezar la zafra se les ocupa que debían regir la trata, marcha, paga, racio-
en trabajos que, efectuados por namiento y licenciamiento del indígena, como
cristianos, erogarían a las em- su clasificación en categorías según rango y
presas mayores desembolsos: edad. Se estableció también que el tiempo de
entonces deduciremos que el in- trabajo no podía superar las 8 horas diarias.

»
dio no es tan caro como se nos Los indios fueron divididos en ocho ca-
asegura . 257 tegorías, a saber: capitán grande o cacique
mayor que conchave por lo menos diez caci-
ques menores, de los cuales era jefe; caci-
que menor, jefe de diez soldados (indios de
4. El contrato reglamentario del trabajo); soldado o indio mayor; china o mu-
trabajo de los indios jer mayor; muchachos y muchachas de 13 a
15 años; osacos o muchachos y muchachas
Hasta 1914, las expediciones “sacado-
de 7 a 13 años; lenguaraz de capitán grande
ras de indios” y los “contratos” se llevaron a
y lenguaraz de cada cinco caciques menores.
cabo sin ninguna intervención, medianamen-
El salario mensual era pagado, parte
te eficiente, de las autoridades.
en efectivo y parte en mercadería, en la pro-
porción que indica el Cuadro 3.
256. José Niklison (1989). Investigación sobre los indios ma- Se establecía un salario mayor para
tacos trabajadores. Jujuy, Universidad Nacional de Ju-
juy, p. 128. (Reproducción del Informe del Inspector
Niklison inserto en el Boletín del Departamento Nacio-
nal del Trabajo, (diciembre de 1917). N.º 35, p. 71. 258. Boletín del Departamento Nacional del Trabajo.
(1914). N.º 28, 31 de agosto de 1914. Buenos Aires,
257. Citado por José Niklison (1989). Investigación sobre los Imp. Alsina, p. 30-36. Hacia 1914 los dos ingenios juje-
indios matacos trabajadores. Jujuy, Universidad Nacio- ños y Las Palmas del Chaco Austral, eran los únicos
nal de Jujuy, p. 128. que empleaban a los indios chaqueños.

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Hugo Humberto Beck
Cuadro 3
Categorías Sueldo mensual en efectivo en mercadería

1. Cacique mayor 170,50 65 105,50


2. Cacique menor 99,40 38 61,40
3. Soldado 56,80 25 31,80
4. China 47,60 24 23,60
5. Muchachos de 13 a 15 47,60 24 23,60
6. Osacos 22,50 12,50 10
7. Lenguaraz de Cac. Mayor 170,50 65 105,50
8. Lenguaraz de Cac. Menores 99,40 38 61,40

los de más alto rango (caciques y lenguara- como producto de un acuerdo estuvo vigente
ces), aunque éstos no trabajaban, pues ello durante un solo período de trabajo.
era una imposición de las costumbres y orga- Los indígenas solicitaron fuera dejado
nización social de los indios. sin efecto o modificado, criterio también
Dentro de esos montos se contempla- compartido por los empresarios. Los prime-
ban bonificaciones de estímulo por cada 6 ros se encontraban disconformes, se nega-
días trabajados en la semana y por cada 30 ban a trabajar y querían volver a lo que lla-
días trabajados en el mes. maban “moda antigua”, a cuyo régimen
Se estableció un ahorro mensual en estaban habituados, sin variación alguna
dinero y en mercaderías que se les entrega- desde muchos años atrás. La cláusula más
ría el día de su partida, en lo que se denomi- resistida era la del ahorro en dinero. La natu-
naba “arreglo grande”, según lo que el indí- raleza desconfiada e imprevisora de estos
gena deseara adquirir, para lo cual los trabajadores hacía imposible la tarea de ex-
depósitos almacenes del ingenio debían es- plicarles los beneficios del ahorro. La econo-
tar bien provistos. mía del contrato, por otra parte, les resulta-
De estos salarios debían descontarse el ba demasiado compleja y no se avenían con
consumo de caña, en un valor de $ 15 mensua- que se les descontase el importe de la caña
les para la categoría soldado, y las mercade- consumida ni las amortizaciones de los anti-
rías que recibía para vestirse antes de llegar al cipos recibidos en el Chaco, antes del viaje
ingenio, a razón de $ 1.80 mensuales para la hacia el ingenio.
misma categoría. Por estas razones el contrato fue modifi-
La ración de, alimentos tanto en la ida cado, firmándose el 18 de agosto de 1914 un
como en la vuelta del ingenio, corría por cuenta nuevo convenio, en el cual tuvo una activa parti-
de la empresa y no se descontaba del salario. cipación el Jefe de Inspección del Departamento
Los ingenios debían comunicar a las Nacional del Trabajo, Alejandro M. Unsain.
fuerzas militares sobre sus actividades de No se modificaron los montos salaria-
reclutamiento de indios, así como de la época les, sino la forma de pago, suprimiendo el
de licenciamiento de los indios, con 30 días ahorro en dinero o pago diferido al finalizar
de anticipación. Debían además vacunar a la zafra, y aumentando el pago en mercade-
los indios a su llegada, prestarles atención rías, en desmedro del efectivo. El salario de
médica gratuita y no cobrar el racionamiento la categoría soldado, quedó fijado en $ 37,8
a los enfermos.259 en mercaderías y $ 19 en efectivo; éstos últi-
Este contrato, a pesar de haber nacido mos distribuidos así: $ 0,40 por ración dia-
ria, estímulo $ 1 por cada seis días trabaja-
dos y $ 2 por cada 30 días trabajados.
259. Boletín del Departamento Nacional del Trabajo. La modificación más importante con-
(1914). N.º 28, 31 de agosto de 1914. Buenos Aires, sistió en no descontar la caña consumida, ni
Imp. Alsina, p. 30-44.

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Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
los anticipos hechos durante su reclutamien- neral de Territorios Nacionales, Isidoro Ruiz
to y transporte. Moreno y el representante del ingenio Ledes-
Acompañaba al convenio una lista de ma, Enrique Wollmann acordaron modificar la
precios unitarios para las mercaderías que última parte del art. 1 del convenio anterior,
serían vendidas a los indios. reemplazando las palabras: “los indígenas
Se dispuso abonar los tres últimos me- tendrán derecho a comer caña todos los días
ses en dinero, reteniendo la mercadería, a fin sin que ella les sea descontada”, por las si-
de que fueran bien provistos a los toldos y con guientes: “los indígenas tendrán derecho a
el objeto de impedir que los indios fueran ex- comer caña todos los días, aún cuando no tra-
plotados por los comerciantes turcos o sirios.260 bajen, a cuyo efecto se les descontará en la
Otra de las modificaciones se refería siguiente proporción: a los de 1, 2 y 3 catego-
al licenciamiento de los indígenas. En lo suce- ría, $ 15 por mes; a los de 4, $ 12, a los de 5,
sivo, el ingenio debía conducirlos por Picha- $ 8. A los de 6 no se les hará descuento algu-
nal hasta Las Varas y por Embarcación hasta no. Quedan subsistentes en todas sus partes
Tres Pozos, racionándolos hasta allí y despi- las demás cláusulas del contrato”.262
diendo con $ 5 en efectivo a todos los que Como puede verse, era difícil confor-
hubiesen trabajado 100 días de los 150 de la mar a ambas partes y llegar a acuerdos que
cosecha. fueran medianamente duraderos, a pesar de
Se introdujo también un nuevo artícu- que ya eran dos los organismos nacionales
lo en virtud del cual el ingenio se comprome- que intervenían como intermediarios: el De-
tía a no vender a los indígenas armas de pre- partamento Nacional del trabajo y la Direc-
cisión ni alcohol, debiendo vigilar las ventas ción General de Territorios Nacionales, sin
que los comerciantes particulares realizaban contar la participación del Ejército.
dentro del ingenio. En los años siguientes se realizaron
Por último, se determinó que el Depar- varias inspecciones oculares que informaron
tamento Nacional del Trabajo quedara encar- minuciosamente acerca del cumplimiento del
gado de hacer cumplir y fiscalizar el nuevo contrato. Entre dichas inspecciones merecen
contrato.261 recordarse las cumplidas por el señor E. de
El 22 de enero de 1915, el Director Ge- Ciris de la Dirección General de Territorios
en el Ingenio Ledesma, la del Inspector del
260. Alejandro Unsain (1914). Informe del Jefe de la Divi- Departamento Nacional del Trabajo Rafael
sión de Inspección, presentado a raíz de su viaje de A. de Zavalía en el Ingenio La Esperanza y la
inspección al ingenio de la Compañía Azucarera de del inspector Niklison, en ambos ingenios.
Ledesma. Boletín del Departamento Nacional del Traba-
jo, N.º 28, 31 de agosto de 1914. Buenos Aires, Imp. Las opiniones de todos coincidían en se-
Alsina, pp. 85-89. En 1917, el Inspector Niklison anotó, ñalar que el contrato no había dado los resulta-
al respecto, que: “Quizá con mayor ansiedad que los
mismos indígenas, esperan el “arreglo grande” y el li- dos esperados, pues la protesta y el malestar
cenciamiento de noviembre o diciembre, los pequeños de los trabajadores continuaba como antes.
comerciantes, sirios por lo general, y los “honestos” Para el Jefe de Inspección, Alejandro
pobladores cristianos de las zonas que los indios de-
ben necesariamente recorrer en el viaje de regreso. Unsain, el defecto principal del contrato resi-
El asalto se prepara y se lleva a cabo con asombrosa día en su excesiva complicación, que lo hacía
frialdad...Por unas cuantas baratijas y cosas sin valor
alguno, les quitan a los ingenuos indios los mejores ininteligible para el indígena. Cuestionaba,
artículos recibidos en el reparto. Y los pobladores ex- además, la fijación del salario por categorías,
tendidos a lo largo de las sendas y picadas del Chaco, porque de esa manera se subvertía el sano y
concluyen el miserable despojo iniciado por los comer-
ciantes sirios”. José Niklison (1989). Investigación so- elemental principio de obtener una remune-
bre los indios matacos trabajadores. Jujuy, Universidad ración proporcional al rinde del trabajo de
Nacional de Jujuy, p. 95.
cada individuo. La regla de que a mayor tra-
261. Alejandro Unsain (1914). Informe del Jefe de la Divi- bajo corresponde mayor salario, se convertía
sión de Inspección, presentado a raíz de su viaje de
inspección al ingenio de la Compañía Azucarera de
Ledesma. Boletín del Departamento Nacional del Traba-
jo, N.º 28, 31 de agosto de 1914. Buenos Aires, Imp. 262. Archivo Histórico del Chaco. (1905-1937). Legajo
Alsina, pp. 85-89. Aborígenes.

114
Hugo Humberto Beck
en los ingenios en una situación inversa. Pro- Por esas mismas razones, Niklison re-
ponía a cambio la fijación del salario por ta- clamaba una inspección continua de parte de
rea o a destajo, para lo cual el sistema de lí- los organismos fiscalizadores, como acción
neas o surcos de plantación de 100 metros complementaria y esencial para exigir el
se adecuaba perfectamente. El salario debía cumplimiento de las disposiciones del con-
abonarse un 75% en efectivo y un 25% en trato. En 1917 afirmó que
mercaderías; este 25% en la época de licen-
ciamiento, tendiendo en el futuro al pago to-
tal en efectivo.263
Los propios empresarios se oponían al
« las empresas exponiendo libros
y planillas muy bien llevados y cla-
ros, dicen cumplir sus compromi-
contrato, calificándolo de sos con los obreros indios; pero la

« ilusorio y contraproducente por


cuanto su estricto cumplimiento
perjudicaría a los indios que reci-
mayor parte de estos obreros no
dicen lo mismo... ¿Se creerá que
una inspección eventual y tempo-
raria a las zonas de trabajo de di-
birían menos de lo que reciben, y chas empresas podría hallar la
las empresas que, al sujetarse a verdad? Error. Yo he visitado los
sus disposiciones escritas, no ha- ingenios y he procurado de toda
rían más que desagradar a aque- manera una opinión precisa y con-
llos. Está en la conveniencia de las cluyente al respecto y no lo he con-
empresas satisfacer en todo lo seguido. Es imposible, porque
posible a los indios, pues si no para formarla en conciencia, sería

años subsiguientes .264


»
fuera así, ellos no volverían en los

Este criterio era compartido por el


indispensable comprobar la dura-
ción de la jornada de trabajo, el
racionamiento, el pago de salarios,
etc., no en una ni en dos semanas
Inspector Unsain, para quien de atenta vigilancia, sino durante

« ... el indio estará siempre a


merced de los empresarios. No
conoce el idioma, no sabe leer,
cinco o seis meses que los indíge-
nas permanecen en el trabajo .266
»
no sabe contar. Es un incapaz
de hecho destinado a una brutal 5. Influencia de los ingenios
explotación de parte de los inge- azucareros sobre la reducción del
nios y evitada por el propio inte- indio
rés que el ingenio tiene en man-
tenerlo y despedirlo contento a Acerca de la tarea “civilizadora” de los

»
fin de asegurarse su venida ingenios, las opiniones también difieren, se-
para la zafra próxima .265 gún de quien provienen.
Los empresarios y las personas vincu-
ladas a los mismos destacaron siempre el im-
263. Informe del Jefe de Inspección, Alejandro M. Unsain
elevado el 7 de enero de 1915, al Presidente del Depar-
portante rol que cumplieron los ingenios al
tamento Nacional del Trabajo, Dr. Julio B. Lezama. dar trabajo a los indios. Los defensores de la
A.G.N. (1915). Ministerio del Interior. Legajo 2, Expte.
298. T, p. 5. José Niklison (31 de julio de 1915). Informe
de la visita de inspección a los Territorios del Chaco y
Formosa elevado al Jefe de inspección Alejandro Un- sión de Inspección, presentado a raíz de su viaje de
sain. Boletín del Departamento General del Trabajo N.º inspección al ingenio de la Compañía Azucarera de
32, Buenos Aires, A. Martino, p. 7-9. Ledesma. Boletín del Departamento Nacional del Traba-
jo, N.º 28, 31 de agosto de 1914. Buenos Aires, Imp.
264. José Niklison (1989). Investigación sobre los indios ma- Alsina, p. 71.
tacos trabajadores. Jujuy, Universidad Nacional de Ju-
juy, pp. 112-113. 266. José Niklison (1989). Investigación sobre los indios ma-
tacos trabajadores. Jujuy, Universidad Nacional de Ju-
265. Alejandro Unsain (1914). Informe del Jefe de la Divi- juy, p. 76-77.

115
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
industria azucarera en Jujuy afirmaron que Al parecer, sus conclusiones se basa-
ésta proporcionaba una fuente de empleo y ban exclusivamente en los testimonios de los
subsistencia para miles de trabajadores, que empresarios. Así llegó a afirmar que
en otra circunstancia hubieran estado desti-
nados a vivir en un estado de abyecta pobre-
za, o sea, para citar las palabras de un apolo-
gista, los ingenios eran
obrero «
En el Chaco, la condición del
en cuanto a salario, es fa-
vorable para aquél, pues no exis-

« el refugio de todos aquellos


ten en el Territorio, según decla-
ración de la única fábrica
que se hubieran muerto de ham-
bre en las provincias pobres 267
Los administradores de ingenios, en-
» azucarera allí existente, jornales
más altos que en aquel estableci-
miento. Los peones criollos ganan
trevistados por Niklison, negaron ser ellos los igual que los indios. Los obreros
explotadores, afirmando que la explotación a tienen, de acuerdo con lo expre-
los indios se iniciaba después de su licencia- sado por la fábrica, alojamiento
miento, por parte de los comerciantes que les gratuito y se proveen para su
proveían de armas y de bebidas alcohólicas: subsistencia en los almacenes de

« El infeliz indio, robado de tal


manera, llega casi desnudo a
sus lares y tiene que inventar
la empresa a precios que consti-

»
tuyen generalmente una pérdida
para la misma (p. 263).
una larga y lastimera historia Todo esto, además de contradecir los
para justificar los motivos a que testimonios antes vistos, resulta muy difícil
responde su estado. Es claro de creer.
que entonces hecha la culpa de José Elías Niklison, que había desmen-
todo a los ingenios, que según
el, no le habían pagado nada .268
Más optimista acerca de las bondades
»
tido con vehemencia el rótulo de haraganes
que pesaba sobre los aborígenes, fue asimis-
mo rebatido por Alejandro Bunge, quien en
1922 afirmó que las publicaciones del Ins-
de los ingenios, Emilio Schleh afirmó, en
pector adolecían de numerosos defectos:

«
1921, que

« ... la obra bienhechora y civiliza-


dora de las fábricas (llevó) su ac-
ción hacia las selvas del Chaco y
En cuanto a las condiciones físi-
cas y morales de los matacos y
tobas, no podríamos confirmar
Formosa y oriente de Bolivia, cu- todo lo sostenido en su favor por
yas indiadas macilentas acuden to- el malogrado inspector del De-
dos los años durante la zafra a las
fábricas de Jujuy y del Chaco, don-
de en un corto período restable-
cen su miseria corporal, regresan-
»
partamento Nacional del Trabajo,
D. José Elías Niklison (p. 133).
Según Bunge (1922), los aborígenes
do a sus aduares con la fortaleza carecían de “sentido económico” y no cono-

»
necesaria para sostenerse hasta cían el concepto de “previsión”, ni la noción
la nueva zafra (p. 263). de “utilidad”, siendo estos los principales de-
fectos de su raza:

267. Benjamín Villafañe (1926). El atraso del Interior. Jujuy,


Buttazzoni. (Rutledge,1987, p 169).
268. José Niklison (1989). Investigación sobre los indios ma-
« su sentido económico no es su-
ficiente para hacerlos pensar en
el mañana, para inducirlos a me-
tacos trabajadores. Jujuy, Universidad Nacional de Ju-
juy, p. 97.
jorar sus chozas (huetes), para

116
Hugo Humberto Beck
moverlos a perfeccionar sus he- el hombre civilizado y habituado
rramientas y útiles para la caza y a ver máquinas, no le merecen ni
la pesca... trátase de una cultura una mirada... Es por eso que he
estática que no se pone en vibra- pensado que el indio significa un
ción al contacto de una civiliza- anacronismo... es la barbarie al
ción progresiva... Trasladados a
un medio civilizado no asimilan ni
los conceptos mínimos de previ-
sión, ni de eficiencia, ni de mone-
frente a la fábrica .269
»
lado de la civilización... el toldo

Era lógico que esto sucediera, por


da no siendo en su función de cuanto no había en las cercanías de los inge-
nios centro de educación para los indios y, al

»
satisfacer una necesidad o un vi-
cio en el día (p. 133).
parecer, el propósito de los empresarios era
mantenerlos en ese estado de atraso, que los
Estas opiniones eran coincidentes con convertía en mano de obra barata.
las que antes había emitido, en su estudio Hubo quienes, como Fray Rafael Go-
sobre el terreno, el Inspector Unsain, y que belli, que directamente acusaron de estos y
seguramente Bunge conocía. de otros males a los empresarios. En 1913, el
El Jefe de Inspección había anotado en misionero anotó que:
su Informe, estas impresiones negativas so-
bre el indio y la posibilidad de su “civilización”
en los ingenios:
« La causa principal que mantie-
ne a los indios en ese estado be-

«
licoso, aparte de su barbarie,
La vida pasa sobre los toldos está en la ida de éstos a los inge-
sin que el indio cambie absoluta- nios azucareros. A la verdad to-
mente nada. En el ingenio todo dos sabemos que de allá regre-
se ha modificado... todo ha cam- san con toda clase de armas y
biado, menos el indio. El cacique
Serafín, que año tras año desde
hace cerca de medio siglo concu-
rre con su gente a pelar caña, es
blos civilizados. 270
»
con todos los vicios de los pue-

Al año siguiente, volvió sobre el tema,


afirmando que

«
hoy el mismo que debió ser cin-
cuenta años atrás. Hosco, taima- ... desde marzo hasta noviem-
do, ignorante. Su vocabulario bre, sólo quedan en el Chaco los
castellano, después de tanto con- ancianos, los enfermos y algunos
tacto con civilizados, no excede que ya están persuadidos de que,

»
de una docena de palabras. No con esas idas y venidas, nada ga-
sé si el indio es susceptible de nan, ni mejoran de situación. 271
ser civilizado. Lo que sé, es que
en el ingenio no se civiliza... si la
curiosidad constituye uno de los 269. Alejandro Unsain (1914). Informe del Jefe de la División
medios de instruir, hay que con- de Inspección, presentado a raíz de su viaje de inspec-
venir que el indio se instruirá ción al ingenio de la Compañía Azucarera de Ledesma.
Boletín del Departamento Nacional del Trabajo, N.º 28, 31
tarde. Nada le llama la atención. de agosto de 1914. Buenos Aires, Imp. Alsina, p. 56.
Nada le interesa. Al cinemató- 270. Rafael Gobelli (1912). Memorias de mi Prefectura y
grafo gratuito que por las noches apuntes sobre el Chaco. (Parte Segunda). Salta, Imp. y
Lib. de Tula y Sanmillán, p. 15.
funciona en la plaza, no concu-
271. Rafael Gobelli (1914). Estudio Etnográfico sobre los in-
rre. Las máquinas de las fábri- dios matacos. (Parte Tercera). Salta, Imp. y Lib. Rafael
cas, que producen admiración en I. Tula.

117
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
El número de indios chaqueños que por cuanto en este Territorio el cultivo de
concurría anualmente a los ingenios fue des- algodón no se desarrolló de igual manera
cendiendo paulatinamente, porque a raíz de que en el Chaco.
las reglamentaciones vigentes y del escaso En 1931, la Comisión Honoraria autori-
rendimiento de su trabajo, la mano de obra zó a la firma Patrón Costas, Bercetche y Mo-
de los mismos había perdido, según Bunge, soteguy propietaria del ingenio San Martín,
su única ventaja: ser más barata (Bunge, contratar en los lugares denominados Som-
1922, pp. 132-133). brero Negro y Laguna Concentración, los in-
Además, en 1924 el gobernador del Te- dígenas tobas y pilagás que necesitare para
rritorio Nacional del Chaco, Fernando Cente- los trabajos de zafra.273
no dictó un decreto prohibiendo a los aboríge- Como puede verse, ya no se determi-
nes chaqueños emigrar a las provincias del na el número de indios, se procura no con-
Norte, ya que su trabajo era requerido en la tratar a matacos, y los lugares designados
cosecha algodonera (Nadal,1987, p. 161). para la contratación corresponden exclusiva-
Desde 1927 fue la Comisión Honoraria mente al Territorio de Formosa.
de Reducciones de Indios el organismo en- Durante la década de 1930 la contra-
cargado de atender la contratación de indios tación de matacos en los ingenios registró un
por parte de las empresas. descenso brusco, como consecuencia de su
En octubre de ese año, su presidente reemplazo por campesinos bolivianos que, a
J. M. Bosch convino con los representantes raíz de la guerra con Paraguay, migraron,
de los ingenios La Esperanza y San Martín aportando una fuerza de trabajo más califi-
del Tabacal, las condiciones en que serían cada para la agricultura (Fraguas y Monsal-
contratados los indios para la zafra de 1928. ve, 1992, pp. 143-158).
El ingenio La Esperanza contrató a ese efec- Respecto de las condiciones de trabajo,
to, a 900 indígenas varones y a 600 muje- el doctor Ramón Pardal, informaba en 1936
res, con sus respectivos hijos menores.272 que la explotación de los indios continuaba sin
Hacia el final de la década de 1920, los mayores variaciones. Se empleaba por enton-
empresarios comenzaron a buscar una ma- ces el trabajo a destajo y la remuneración era
nera efectiva de reemplazar a los indios cha- de 2,70 pesos por tonelada de caña pelada
queños con mano de obra local. Los ingenios puesta sobre vagoneta. Las compras de ali-
iniciaron una política de acumulación de tie- mentos, enseres y ropas, se efectuaba en los
rras, rompiendo así sus contratos tradiciona- almacenes de propiedad de los ingenios.
les con los arrenderos indígenas. Lo que los El equilibrio entre lo consumido y el
ingenios querían en realidad obtener de esta trabajo efectuado era tan sugestivamente
manera, no era la tierra en sí misma, sino el proporcional que el trabajador sólo llevaba
potencial de mano de obra que habitaba los como saldo un vistoso pañuelo, algún calzado,
territorios que habían adquirido, y que des- animales viejos o armas. Por otra parte, los
de entonces podía ser forzado a realizar los obreros indígenas, estaban a merced de sus
trabajos estacionales en la cosecha de la contratistas en razón de los adelantos que és-
caña. Los indígenas jujeños y salteños pasa- tos les hacían antes de llegar al ingenio.274
ron a tener que pagar sus rentas ya no en El doctor Lorenzo Galíndez, sostenía
dinero y en bienes, sino con su propio traba- ese mismo año, que:
jo, durante seis meses como cortadores de
caña en la zafra (Rutledge, 1987, p. 194-199).
De todos modos, los ingenios conti-
273. Archivo Histórico del Chaco. (1905-1937). Legajo
nuaron contratando indios, aunque en núme- Aborígenes.
ro cada vez inferior, sobre todo de Formosa,
274. Ramón Pardal (s/f). La obra desenvuelta por la Comisión
Honoraria de Reducciones de Indios y las necesidades
del indio del Norte Argentino, comentarios y reflexiones.
272. Archivo Histórico del Chaco. (1905-1937). Legajo Consejo Agrario Nacional. Comisión Honoraria de Reduccio-
Aborígenes. nes de Indios. Publicación N. ª 4, p. 54.

118
Hugo Humberto Beck
6. Conclusión

« ...tenemos establecimientos de
empresas particulares, en algu-
nas de las que el indio trabaja de
* Los indios cumplieron un rol de vital im-
portancia en los ingenios azucareros como
mano de obra estacional en el momento de
sol a sol, sin descanso, mal ali- la zafra.
mentado, desnudo casi, viviendo
en huetes hechas con paja, llenas
de piojos y donde se producen
* Los empresarios, conscientes de la necesi-
dad de esa mano de obra, procuraron co-
las más grandes enfermedades nocer y satisfacer las pretensiones de los
infecciosas. Los indios están di- indios, a fin de asegurar su concurrencia al
rectamente bajo acción de un ingenio en el año próximo.
tratante que los contrata y mane-
ja como bestias... Indígenas inde- * Sin embargo, las condiciones de trabajo de
los indios eran siempre peores que las de
fensos que no hablan nuestro los demás obreros, pues frecuentemente
idioma, flacos, sucios y medio se argumentaba que como los indígenas
desnudos, donde no les llega un chaqueños eran “salvajes” no merecían
soplo protector, ya sea porque la nada mejor. Este era un punto de vista
gente no lo sabe o porque el po- bastante difundido.
deroso capital todo lo puede,
todo lo hace callar... Señores feu- * El Estado Nacional, a través del Ejército, y
en particular en la persona del teniente co-
dales que poseen todas las llaves
ronel Aráoz de Lamadrid, intervino en la
administrativas en sus manos,
firma de un contrato reglamentario de ese
las oficinas de correos y telégra-
trabajo.
fos de la Nación, dentro de sus
establecimientos, la Policía pro-
vincial que cuida del interior de * Animado de las mejores intenciones, el
contrato sólo logró en parte sus objetivos.
los mismos, legisladores provin- Contra él conspiraron, el analfabetismo de
ciales que son empleados o pres-
tan servicios en los ingenios... 275
De todas maneras, la migración esta-
» los indios, la desconfianza permanente en-
tre blancos e indios, las profundas diferen-
cias culturales y la ausencia de un poder
fiscalizador permanente, a pesar de la par-
cional hacia los ingenios continuó siendo un ticipación del Departamento Nacional del
medio de sobrellevar la crisis constante de Trabajo y de la Dirección General de Terri-
reproducción de la vida, para la población in- torios Nacionales.
dia de la zona occidental de Formosa, hasta
entrada la década de 1960. Fue durante esta
década que la introducción de la mecaniza-
* síNingún sistema de trabajo garantizaba por
un trato justo, pues de igual manera criti-
ción en los procesos de carga y transporte y ca el Inspector Niklison el trabajo a destajo
luego también en el corte mecánico, desplazó que se empleaba en Las Palmas, como el Ins-
en forma casi absoluta esta población india pector Unsain al sistema de salarios mensua-
de los trabajos en los ingenios (Rutledge, les pagados por categorías en Jujuy.
1987) (Trinchero,1992).
* Considerado como trabajador el indio dio
lugar a las más diferentes y encontradas
opiniones, aún entre los mismos inspecto-
275. Lorenzo Galíndez (1936). Observaciones recogidas en res del Departamento Nacional del Traba-
el Norte Argentino. Ministerio del Interior. Comisión Ho- jo. Quienes sostenían que era un trabaja-
noraria de Reducciones de Indios. Publicación N. ª 4. Bue-
nos Aires, La Prensa Médica Argentina, pp. 29-30. dor barato resaltaban los bajos salarios y

119
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
la economía de viviendas que hacía la em-
presa, puesto que los indios construían
sus propias “huetes”. Otros afirmaban que
sólo era relativamente barato, y destaca-
ban en cambio, los gastos ocasionados por
el transporte desde el Chaco y por el con-
sumo de caña. Esto también demuestra lo
difícil que resultaba reglamentar de mane-
ra precisa y más o menos permanente la
actividad laboral de los mismos. Más aún
por cuanto los indios desconocían el idio-
ma, la escritura y los números del blanco.

* El contacto periódico con el blanco que sig-


nificaba el trabajo en los ingenios, no modi-
ficó mayormente sus pautas culturales,
pues el indio vivió en el ingenio de idéntica
manera que, en el corazón del Chaco, y
tampoco produjo un acercamiento entre
blancos e indios, porque éstos se sintieron
permanentemente estafados y discrimina-
dos en su condición de trabajadores.

120
Hugo Humberto Beck

CONCLUSIONES

A partir de 1885 la incorporación del indios, los militares procuraron terminar con
indio -y de su territorio- al Estado Nacional las mismas, y comenzar a prevenir más que a
figuró en los proyectos de los sucesivos go- reprimir los delitos, con el objeto de ganar la
biernos, dentro del objetivo general de inte- confianza de los aborígenes y poder cumplir
gración nacional. En ese intento por “civili- de ese modo, con las órdenes del Ministerio de
zar” al aborigen se involucraron todos los Guerra de atraerlos por la persuasión y lograr
sectores de la sociedad nacional: el Poder su reducción. Por otra parte, los periódicos
Ejecutivo y el Congreso de la Nación, el Ejér- asaltos que se perpetraron por aquellos años
cito, el periodismo nacional y chaqueño, los contra las poblaciones fronterizas fueron pro-
misioneros franciscanos, los gobernadores tagonizados por bandidos blancos más que por
de Territorios, los colonos, industriales, ins- aborígenes, lo cual fue reconocido en reitera-
pectores de distintos organismos nacionales, das oportunidades por los militares actuantes
agrimensores, viajeros, exploradores, etc. en la región y por el periodismo.
En el transcurso de las últimas déca- Además de la vigilancia de la frontera,
das del siglo XIX y primeras del siglo XX, los el Ejército actuó como nexo entre los indios y
militares dejaron de ver en el indio a un temi- las empresas que deseaban contratarlos.
ble enemigo y adoptaron hacia él una actitud Esta labor, muchas veces criticada por la im-
protectora. En sus Memorias, distinguen cla- presión de que dejaban al indígena a mer-
ramente entre indios “mansos” e indios “aris- ced, de sus explotadores, tuvo, sin embargo,
cos” o “salvajes”, tratando de amparar los el objeto de reglamentar contratos verbales
derechos de los primeros y castigar los deli- que se venían realizando desde hacía más de
tos que cometían los indios no sometidos. medio siglo. Con ello, procuró garantizar un
A principios del siglo XX cesó la perse- trato justo y un buen salario, eliminando el
cución contra las diversas tribus y el Ejército pago con alcohol y armas de fuego; porque
se abocó a una tarea pacificadora que tenía eso era también un elemento imprescindible
por objeto proteger vida y bienes de los colo- para la paz y la tranquilidad de la región.
nos blancos, castigando a todo tipo de delin- Por último, a los militares les cupo otra
cuentes. En esas expediciones punitivas eran importante función: la de tender líneas tele-
frecuentes los abusos y la represión indiscri- gráficas, abrir caminos, tender puentes, pro-
minada sobre ciertas parcialidades aborígenes teger la extensión de líneas férreas, estable-
ajenas al hecho delictivo. Conscientes del te- cer fortines y fundar pueblos. Entre ellos, se
mor que tales expediciones despertaban en los cuentan hoy las importantes localidades de

121
Relaciones entre blancos e indios en los Territorios Nacionales de Chaco y Formosa (1885-1950)
Presidencia Roque Sáenz Peña y Comandan- Los indios que concurrían a los inge-
te Fontana. nios, sólo vieron los “beneficios” de la civiliza-
La labor del gobierno nacional se con- ción a través de la explotación y de la discrimi-
cretó, fundamentalmente, en la creación de las nación, que se manifestaban en salarios más
colonias de reducción de Napalpí y Bartolomé bajos y peores condiciones de trabajo que la
de las Casas, y en el dictado de disposiciones de los demás obreros, que ya eran pésimos, y
legales que, con carácter paternalista, prote- con el pago en alcohol y en armas de fuego.
gieron al aborigen en sus relaciones laborales. La clase dirigente argentina, imbuida
Nacidas con el objeto de educar a los de la filosofía positivista y del cientificismo
indios por medio del trabajo productivo y de materialista del siglo XIX, buscó en la razón,
incorporarlos como ciudadanos argentinos a basada en la observación y la experiencia, el
la economía nacional, primero como produc- fundamento del conocimiento y la construc-
tores forestales y luego agrarios, estas colo- ción planificada del orden social. El criterio
nias sufrieron permanentes dificultades para para hablar sobre el indio se basaba en el
reunir de manera estable el número necesa- enciclopedismo y en la referencia al trato di-
rio de indios y poder autofinanciar su ges- recto con el “objeto”.
tión. A estos problemas, se sumó una pésima Todas las opiniones que sobre el indio y
administración, causante de graves crisis, su cultura emitieron los distintos sectores de la
que impidieron en gran medida su accionar. sociedad nacional fueron casi invariablemente
Las misiones franciscanas, más preo- unidas a una concepción evolucionista en mate-
cupadas por la educación escolar y religiosa ria cultural en la cual la civilización occidental
que por la instrucción laboral agraria, debie- contemporánea representaba el más elevado
ron soportar, sin embargo, similares incon- peldaño conocido de la cultura humana.
venientes. La reducción de los indios era sólo De acuerdo con tal concepción, no se
periódica, puesto que durante la época de buscó el exterminio del indígena, sino su asi-
maduración de la algarroba y de abundancia milación. Se trataba de proteger al indio,
de animales para la caza, se alejaban a los pero no lo que el indio hacía, esto es, su so-
montes, abandonando la misión y todas las ciedad y su cultura. Siguiendo en nuestro
tareas iniciadas. análisis a Olaf Blixen, podemos afirmar que
Los misioneros, menos favorecidos salvar al indio tranquilizaba la conciencia del
que las reducciones civiles por los subsidios civilizado que abogaba por los derechos del
que otorgaba el gobierno, suplieron esa ca- hombre y preservaba una mano de obra ne-
rencia de fondos con su abnegado apostola- cesaria y oportuna para las empresas que
do y un extremo esfuerzo por obtener el operaban en la región. Salvar lo que el indio
concurso del trabajo de los indios. hacía era dañoso para los ideales y objetivos
Tanto las reducciones civiles como las que se habían impuesto el Estado y la socie-
misiones religiosas fracasaron en su intento dad nacional, en su concepción economista
de sedentarizar a los aborígenes, convirtien- de la vida.
do a cada familia en propietaria de la tierra El problema central de si correspondía
que cultivaba. Sin embargo, al cabo de varias o no asimilar al indígena a la civilización se
décadas, éstos mostraban signos evidentes consideró resuelto, y la discusión radicó sólo
de aculturación, fundamentalmente, en sus en el orden del proceso aculturativo, cuya ra-
viviendas, en la higiene y en la alimentación, zón nunca se puso en duda. Tal actitud estuvo
todo lo cual se traducía en un mejor estado determinada por desconocimiento e incom-
de salud, que la de los indios que vagaban prensión del mundo indígena, por rechazo de
por los montes o concurrían a los ingenios sus valores y por la sobrevaloración de los
azucareros del Noroeste. La labor de medio intereses de su campo de actividad.
siglo de los frailes franciscanos culminó con Sólo en ciertos casos, como en el de los
un cierto sincretismo entre la religión católi- frailes franciscanos, hubo intentos por mante-
ca y la cultura mítica del aborigen. ner hasta donde era posible los rasgos “posi-

122
Hugo Humberto Beck
tivos” de la cultura aborigen de modo de res-
guardarlos y preservarlos entre el cúmulo de
rasgos de aculturación que, más o menos ma-
sivamente, irrumpían en la cultura bárbara y
la modificaban y transformaban. Desde tal óp-
tica, era positivo aquel rasgo de la cultura bár-
bara que no retardaba la asimilación del indí-
gena, y era negativo aquel que dificultaba el
proceso. Cuanto más incompatible con el
modo de vivir y sentir del hombre blanco era
ese rasgo, más negativo aparecía y era más
clara la necesidad de eliminarlo y viceversa.
El criterio valorativo para apreciar los
rasgos culturales de la sociedad aborigen no
era el de la sociedad misma en que nacieron,
sino que la base para tales juicios la propor-
cionaban los criterios científicos y éticos ela-
borados por la civilización occidental. Sólo ex-
cepcionalmente ­-tal vez el caso del Inspector
Niklison sea el único ejemplo- el blanco se
preocupó por tratar de comprender y valorar
la cultura del indio según los cánones de los
propios indios, y arribar de esa manera a con-
clusiones muy distintas a las más difundidas.
Niklison pudo así comprender que la
permanente acusación de haragán que pesa-
ba sobre el indio obedecía en realidad a una
profunda diferencia cultural con quienes ha-
cían tal acusación. Es claro que la generalidad
de las culturas bárbaras no tiene una concep-
ción regresiva ni progresiva de su cultura,
sino más bien quietista, estacionaria. El esta-
do ideal de la cultura es el que asegura que
las cosas sigan siendo como han sido hasta el
presente en los años buenos. Esta posición
desemboca, forzosamente, en un devenir ce-
rrado para la cultura. Si la innovación pene-
tra, lo hace subrepticiamente, en tanto no se
advierta que puede chocar con la tradición
del grupo social, pues es ella la que da estabi-
lidad, seguridad y coherencia a la vida.
El indígena, a través de los contactos
que hemos visto, no adquirió una visión inte-
gral y en profundidad de lo que era la cultura
del blanco, en la que, consciente o incons-
cientemente, comenzó a introducirse. En ge-
neral, el indio actuaba con conocimiento su-
perficial o con total desconocimiento de las
consecuencias que, a la larga, le depararía la
nueva relación establecida.

123
Hugo Humberto Beck

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