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Aproximación a la historia de las ciencias forenses en Colombia (segunda mitad


del siglo XVII-primera mitad del siglo XX)

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2 authors:

Javier Rivera-Sandoval Claudia Rojas-Sepúlveda


Universidad del Norte (Colombia) National University of Colombia
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APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DE LAS CIENCIAS
FORENSES EN COLOMBIA (SEGUNDA MITAD DEL
SIGLO XVIII-PRIMERA MITAD SIGLO XX)1
Javier Rivera Sandoval
Claudia Mercedes Rojas Sepúlveda
Antropólogos
Universidad Nacional de Colombia

Palabras Clave: Historia, antropología forense, ciencias


forenses, medicina forense, procesos judiciales.
mal” y lo “patológico”, con base en los conceptos
Introducción y diagnósticos hechos a partir de la construcción
A través de un trabajo exploratorio realizado taxonómica de los rasgos morfológicos y psíqui-
con una mirada histórica, se abordaron algunos cos de las personas, detectando a los que poten-
aspectos relacionados con la construcción de dis- cialmente se ubicaran en las características de los
cursos y prácticas relativos a las ciencias forenses delincuentes o criminales; teorías que dejaron una
en nuestro país. En el recorrido que lleva la disci- huella profunda en los abanderados de la materia.
plina en Colombia, sobresalen dos momentos en En este proceso histórico la figura del perito
los que se destacan las directrices institucionales, como auxiliar de la justicia, es de vital importan-
que buscan un equilibrio al interior del tejido so- cia; el refinamiento de su labor refleja la búsqueda
cial, por medio de la aplicación de mecanismos de perfección de la ciencia; fue así como empezó a
reguladores, que cumplen la función de apoyar la consolidarse el apoyo de otras disciplinas a la par-
penalización de los sujetos que no se ajustan a los te jurídica y penal.
patrones de “normalidad” que busca dicho siste- Actualmente, las influencias y relaciones con
ma. conceptos foráneos, además de los discursos
El primer momento abordado se sitúa en las institucionales respecto a la problemática, son fac-
últimas décadas del siglo XVIII y las primeras del tores clave para entender la manera en que estas
XIX, donde la herencia de la legislación española disciplinas se han desarrollado y las vías que nues-
se hace presente en las fuentes de archivo, por tros científicos han tomado para afrontar el con-
medio de las solicitudes, hechas principalmente por texto violencial que ha hecho de estas ciencias un
abogados, para presentar certificados y licencias importantísimo foco de interés.
que les permitiese ejercer la práctica forense en la
Nueva Granada. Para este período Europa y La Práctica Forense: Contexto del
Norteamérica abren campos importantes en el co- proceso jurídico legal en el siglo XVIII
nocimiento médico, anatómico y científico, que En el período colonial las actividades y dis-
posteriormente, van a gestar varios de los concep- cursos que se llevaban a cabo en un foro, era lo
tos empleados en la etimología y el ejercicio médi- que se consideraba como el ejercicio forense; te-
co legal. niendo en cuenta que el foro o fuero se considera-
De ahí que para finales del siglo XIX, se deri- ba como: “el sitio en el que los tribunales oyen y
ve en el desarrollo de disciplinas como la antropo- determinan las causas; la jurisdicción y el tribu-
logía criminal, la odontología legal, la psiquiatría nal de justicia” (Rodríguez de San Miguel y
forense, la medicina legal, entre otras ciencias que Estrinche, 1842). Es importante entender que la
hasta la primera mitad del siglo XX se caracteriza- connotación de la palabra forense para este pe-
ron por partir de una distinción clara entre lo “nor- riodo se refería a este tipo de ejercicio, que más
adelante se modificó por la introducción de con-
1
ceptos empleados por otras disciplinas que sir-
Ponencia hecha en el X Congreso de Antropología en
Colombia. Universidad de Caldas. 2003. vieron de apoyo a la solución de pleitos legales.

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Para quienes manejaban este tipo de conceptos la investigación de un caso criminal: “En el Reyno
la práctica forense se convertía entonces en la de Navarra no se dá fé, ni credito al dicho de la
aplicación de los conocimientos de la jurispru- estuprada, ni esta puede pedir por el estupro, no
dencia “en los juicios y pleytos tanto en la subs- probando fuerza real, y violencia…” (De Elizondo,
tancia como en el modo de proponer las acciones, 1769:406), lo que no es claro es la forma en que se
introducir los recursos, ordenar los procesos y dar podría comprobar la ofensa realizada.
las sentencias interlocutorias y definitivas según Aterrizando en Colombia, la conformación de
su estado y naturaleza.” (AGN Colonia Médicos estamentos legales se formaliza con la Cédula Real
y Abogados Tomo 6: 422v)1 . de Carlos V del 17 de julio de 1549, en la que se
En este espacio ejercieron roles importantes autoriza la creación de la Audiencia Real de Santa
diferentes actores sociales que fueron construyen- Fe, compuesta por el Virrey, cinco Oidores, Mi-
do las dinámicas discursivas y de comportamiento nistros del Crimen, un Fiscal, un Protector de In-
ante el seguimiento de una causa criminal específi- dios, un Alguacil Mayor y un Teniente de Canciller
ca. (De Elizondo, 1769). En Santa Fe, a diferencia de
Es evidente la continuidad que tuvo la legis- México y Lima, no había Sala del Crimen, por lo
lación impuesta por los conquistadores españoles tanto eran los mencionados Ministros, quienes asu-
(Porras, 1882) y que más adelante sirvieron como mían las funciones que en otros lugares tenían los
base para la construcción y aplicación de las leyes Alcaldes.
en las colonias americanas. Es el caso de la “Reco- En dicho contexto los abogados eran sujetos
pilación de Indias” (1677), cuyo objetivo era darle que articulaban las diferentes partes en un proceso
un carácter universal a las leyes dadas para el Nue- legal y legitimaban los discursos pronunciados por
vo Reino, e impedir que los oficiales las manipula- los entes acusadores y defensores. Para ello, era
ran a su conveniencia; hallamos figuras como los importantísimo adquirir una práctica reconocida en
Alcaldes de Crimen, encargados de las Salas del este tipo de diligencias judiciales, por esta razón
mismo nombre, a quienes se encomendaban estos en la Colonia fue muy común la presentación de
asuntos y la tarea de juzgar los culpables, para cas- certificados de estudio que sustentaran su conoci-
tigar con prontitud los delincuentes “…para que miento en el manejo de asuntos forenses:
sirva de escarmiento a los demás…” (De Elizondo, “[…] y digo que aviendo cursado la jurispru-
1769:296); “En las causas criminales procederán dencia en el colegio mayor de Nuestra Señora del
los Corregidores y Alcaldes mayores con la mayor Rosario de Nuestro Real patronato de esta corte
actividad y diligencia, así en las probanzas como en donde vesti manto y veca concluidos las co-
en el correspondiente pronto castigo de los deli- rrespondientes cursos obtuve los grados de Bachi-
tos…” (Novísima Recopilación, 1805:447. Carlos ller, licenciado y Doctor en dicha facultad como
III. Instrucción de Corregidores. 1788). consta de los titulos que solemnemente presento y
Por otra parte, se mencionan los juro y consecutivamente me dedique a instruirme
Pesquisidores, quienes se dirigían a lugares donde en la practica de negocios forenses […]” (A.G.N.
no había Alcaldes “[…] para que hagan las averi- Colonia Miscelánea Tomo 5: 565r).
guaciones, que les pareciere: con que remitan à las “El Doctor Don Manuel de Guzmán Aboga-
Audiencias, lo que resultare de justicia” (De Aguiar do de esta Real Audiencia, certifico a los señores
y Acuña, 1677: Libro Quarto, Título Nono, Ley que la presente vieren que el Doctor Don Joseph
IX, de Relipe II, Madrid, 1591). Sin embargo, para de Caicedo y flores, concurrio a mi estudio, con el
esta época las pruebas estaban constituidas apa- fin de instruirse en la práctica de los negocios
rentemente por las declaraciones que hicieran los forenses, desde el mes de Febrero de el año pasa-
testigos y, eventualmente, las armas que se le do de mil setecientos y setetenta, hasta el dia vein-
hallaren al “delincuente”. te y sinco de Junio de el mismo […] con cuia dia-
Continuando con la antigua legislación, lla- ria asistencia y exacta aplicación se ha instruido en
ma la atención la siguiente cita que sugiere la ne- la practica de negocios forenses, y demostrando
cesidad de peritos o expertos que puedan apoyar su aprobechamiento en ella; y por que conste don-
de convenga doi la presnete de requerimiento ver-
1 En Adelante, los fragmentos transcritos de las fuentes bal de dicho Doctor caicedo y juro en devida for-
primarias llevarán la ortografía original.
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ma de derecho, ser cierto su contenido. Santa fe y ceta Judicial del Cauca”, 1898; “Gaceta Judi-
Diciembre 5 de 1772.” (AGN Colonia Médicos y cial Departamento de Bolívar”, 1897; “Revista
Abogados Tomo 4: 459 bis r). Forense”, 1921 y Valencia Correa, 1947); tenien-
Los practicantes tenían que presentar ante la do en cuenta la aplicación de áreas que eran con-
Real Audiencia los documentos que apoyaran su sideradas como artes, entre ellas: la lógica, la
solicitud de reconocimiento, presentando los títu- crítica, la gramática, la retórica y la moral so-
los que acreditaban sus estudios y certificados de cial.
sus instructores, quienes eran abogados experimen-
tados que tenían la obligación de velar por la for- El peritaje: Introducción del
mación práctica de los futuros litigantes en los jui- conocimiento científico en los procesos
cios. En el proceso que seguían estos estudiantes
también se destacaba la aprobación de exámenes judiciales
presentados ante el virrey presidente y varios El perito se fue ganando su puesto, primero
oidores de la Real Audiencia y de la Cancillería en la legislación y luego en la práctica. Se empezó
(AGN Colonia Médicos y Abogados Tomo 4: 462- a hacer necesaria su labor tanto en lo civil como en
463), todo esto con el propósito de obtener em- lo criminal. El profesor Uribe Cualla recoge esta
pleo como abogado en la Real Audiencia. cita que nos muestra los primeros pasos del perita-
Pero para poder acceder a este privilegio te- je y la toxicología en nuestro país:
nían que presentar documentos que probaran su “<<En la Gaceta de Colombia número 194
“nobleza” y la “legitimidad de su nacimiento”, de- de 3 de julio de 1.825, se encuentra el siguiente
mostrando que “no desciende de moros, indios, ARTICULO COMUNICADO. En la mañana del
herejes y castigados por la inquisición” (AGN Co- Sábado 18 del presente mes (Julio de 1.825), ama-
lonia Miscelánea Tomo 4: 480-488); esto refleja la necieron muertas en una de las tiendas frente al
importancia social que tenía el cargo de abogado y chorro de San Agustín (en Bogotá), dos mujeres
la connotación política que desencadenaba el he- mozas regularmente constituidas, que varias cir-
cho de ubicar el poder en las esferas más altas de cunstancias hicieron sospechar ser envenenadas,
la elite Neo granadina. Themis que para la resolución de este caso necesi-
“El Doctor Don Felipe Grot canonigo peni- taba del auxilio y escalpelo de Machaón, apeló a
tenciario de la Catedral de Santafé recomienda al un físico, cuyo nombre y apellido omito por mo-
Doctor Don Manuel Santiago Valecilla, abogado deración. Este, descuidando la antropología y otros
de la Real audiencia y corregidor interino de la recursos legales únicos intérpretes para aclarar el
Provincia de Mariquita. Estudio letras y vistio Beca hecho y ver la verdad por el prisma de la observa-
en el Colegio de Popayán y luego al Colegio Ma- ción, certificó con mucha magistralidad, que ha-
yor de Nuestra Señora del Rosario en Santafé. […] bían fallecido violentamente, seducido sin duda por
para ello provo su origen de hidalguia y nobleza y la inspección, como lo confiesa, de unas pequeñas
luego trabajo en la jurisprudencia civil canonica y contusiones, que aparecieron en la superficie de
Real defendiendo actos públicos.” (AGN Colonia sus cadáveres. Nada satisfecho el Juez con esta
Médicos y Abogados Tomo 5: 915-938). declaración tan vaga e insignificante, requirió el
Cabe señalar que en la formación académi- Doctor Bernardo Dast para que hiciese el recono-
ca de los litigantes, se destaca la relación entre la cimiento, única brújula que en estos casos puede
práctica de la abogacía y los datos que pudieran guíar las providencias de los depositarios de la jus-
proporcionar otras ciencias, esto se hace más evi- ticia. Dast, como cirujano instruido y hábil médi-
dente hacia mediados del siglo XX, generando una co, practicó la disección de los cuerpos (Autop-
permanencia en la idea de concebir a la práctica sia) y después de haber palpado en las vísceras los
forense como “el modo acertado para litigar o vestigios del veneno, sujetó acompañándose con
administrar justicia en los tribunales […] á hacer el excelente profesor de Química, Esteban Gaudot,
valer en ellos los derechos de los ciudadanos” a un severo y escrupuloso análisis, las sustancias
(Gómez y Negro, 1847: 3-4; “Repertorio Judi- halladas en los órganos de la digestión. El resulta-
cial”, 1898; “El Relator Forense”, 1897; “Re- do fue: muerte por el solimán (mercurio) y el arsé-
gistro Judicial”, 1897; “La Justicia”, 1898; “Ga- nico en muy poca cantidad. Mi objeto, pues señor

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editor en la historia de esta observación, es llamar esta función al juez que estaba en la inspección
la atención de los magistrados para que: 1º.) En lo ocular de los hechos (Gómez y Negro, 1847: 105).
sucesivo apliquen todo el rigor del artículo 23 de En el procedimiento era necesaria la presen-
la Ley 12, Título 12, Libro 8º. de la Novísima Re- cia de dos peritos, como ya se mencionó anterior-
copilación a cualquier profesor de cirugía o medi- mente, pero si entraban en discordia se llamaba a
cina, que aventure certificaciones, que a más de un tercer perito para apoyar alguno de los plantea-
justificar su ignorancia, exponen a un inocente a mientos ya organizados; en el caso en que no se
sentir todo el peso de las leyes, o a un criminal a encontrara a la persona idónea para la evolución
burlarlas…>>” (Citado por Uribe Cualla y Uribe de las evidencias se reemplazaba con alguien de
González, 1967:1-2) un conocimiento de “arte análogo”, de esta mane-
A la materia criminal forense se recurría al ra si no había cirujano, se llamaba a un médico y si
momento de aplicar los elementos de la jurispru- no a un boticario (BNC. “Materia Criminal
dencia ante los diferentes tipos de delitos y delin- Forense”, 1827). Así los conocimientos que debía
cuentes, así como la manera de proceder ante cada poseer un perito estaban de acuerdo a la naturale-
caso en particular. Este elemento dividía la causa za del reconocimiento que se le esta solicitando.
criminal en dos estados: La sumaria, llevada hasta El siguiente ejemplo nos ilustra sobre la manera en
la confesión del reo y la Plenaria, que iba hasta la que era llevada una diligencia:
Real ejecución de la sentencia. En cualquiera de “Al aviso de existir un cadáver humano en
los dos casos era necesario acreditar el delito por despoblado, zelosa la justicia atiende a su inquisi-
medio de “pruebas positivas” que sustentaran el ción: acude prontamente al lugar de su existencia:
incumplimiento de la ley, esto debía ser aún más le inspeccionará, y le transporta á poblado: le ex-
necesario en los delitos que dejaban las señales de pone en lugar público: se asegura de su identidad:
su ejecución como: homicidio, heridas, incendio, indaga su nombre: se certifica por peritos, de sus
estupro, etc. (BNC. “Materia Criminal Forense, ó heridas, contusiones, y señales: y averigua la cau-
tratado Universal Teórico y Práctico, de los deli- sa de muerte. Dados estos pasos manda reducirle
tos y delincuentes en Género y Especie”. T. II, á sepultura eclesiástica; la cual designa y también
1827: 15-17). el cadáver, en terminos que no se dude ser el mis-
La evaluación de dichas pruebas estaba a car- mo, en todo caso que se ofrezca desenterrar y re-
go de los peritos los cuales se definían de la si- conocerlo de nuevo.” (BNC. “Materia Criminal
guiente manera: Forense”. T. III, 1827: 35; Medina, 1899).
“Los prácticos o versados en alguna ciencia, “Reconocimiento del cadáver: Doy fe yo el
arte u oficio. Cuando para la decisión de un asunto escribano como el Señor alcalde, etc, acompaña-
litigioso se necesitan de dos peritos que hagan el do de mí, el cirujano y testigos, se constituyó en el
examen o reconocimiento y rindan su declaración, sitio tal, donde se encontró, un hombre en esta o la
en caso que los haya en el pueblo, y si alguna no otra postura, con ropa, señas ó heridas, á quien
quiere nombrar por sí, le nombra el juez de oficio llamó tres veces en alta voz, sin que a ninguna la
por su rebeldía; pero si no hay más que uno será respondiese, en cuya atención llamó al cirujano para
suficiente […]. Los peritos han de tener conoci- que le reconociese y pulsare: y habiendolo hecho
miento en la materia, probidad, buena opinión, si dijo estaba muerto. En vista de todo lo cual man-
tiene que echar mano de peritos, para examinar y dó remover el cadáver y conducirlo al sitio acos-
reconocer heridas, instrumentos, monedas falsas y tumbrado (refiriéndose a la casa de ayuntamiento
otros cuerpos del delito” (Rodríguez de San Mi- u otro lugar público), y para que conste lo pongo
guel y Estrinche, 1842; Porras, 1882; Putman, por diligencia que firmó su merced y yo el escriba-
1896). no, de que doy fe.” (Gómez y Negro, 1847: 294-
De esta manera los peritos estaban en la ca- 295).
pacidad de acreditar la existencia de varios de los Es importante señalar que el fundamento de
elementos en una escena del crimen, sin embargo todo juicio criminal en ese entonces, lo constituía
la legislación no permitía que “hicieran prueba de el cuerpo del delito, donde el funcionario de ins-
la causa ó hecho que las produjo” (BNC. “Materia trucción estaba en el deber de comprobarlo, va-
Criminal Forense”. T. II, 1827: 18), reservándose liéndose de las herramientas que tenía a su alcan-
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Varios autores veían las incongruencias entre


ce, entre ellas el examen practicado por los peritos
la práctica y lo planteado en la ley respecto a la
a “las huellas, rastros ó señales que haya dejado el
posición de los peritos en la investigación crimi-
hecho, examen que debe hacerse a presencia de
nal:
dicho funcionario” (De la Roche, 1889: 8).
“En nuestro país, por desgracia, es difícil en-
Tal vez el perito más consultado en la época
contrar en todas las poblaciones peritos hábiles que
fue el médico o el cirujano, ya que ellos estaban en
correspondan á lo dispuesto por el mencionado
la capacidad de “dar luces y consejos a la Adminis-
artículo, y muchas de las diligencias se verifican
tración de Justicia”, la cual requería de “un estu-
por individuos ignorantes quienes aseguran, bajo
dio especial del médico y del legista…”, pues,
la gravedad del juramento, los hechos más contra-
“…del común acuerdo de ellos se deriva la verdad
rios á la verdad y á la ciencia. Con esos dictámenes
y se aplica la ley” (Putman, 1896: VI-VII). Al res-
se procede á juzgar al inculpado, y no es raro que
pecto, Porras aborda el término Médico forense
sobre éste recaiga la más inicua sentencia. Hemos
de la siguiente manera:
tenido ocasión de revisar numerosos expedientes
“Disponen nuestras leyes que en toda causa
que han llegado en consulta á nuestra Oficina, con
cuyo esclarecimiento dependa de los principios
reconocimientos periciales tan extravagantes é in-
de alguna ciencia ó profesión, ó de algún arte, ó
comprensibles, que nos ha sido difícil emitir un
en que haya que hacer apreciación ó avalúo se
concepto” (Putman, 1896: 15).
nombrarán peritos, y que éstos deberán tener tí-
Dicha situación se mantuvo por un tiempo,
tulo de tales en la ciencia ó arte á que pertenezca
pues, aunque en 1932, una publicación de la Ofici-
el punto sobre que han de dar su dictamen ó ha de
na Central de Medicina Legal afirmara que a partir
oírse su juicio, si el estudio de la ciencia ó del arte
de la Ley 53 de 1914, y más específicamente del
está reglamentado por las leyes ó por el Gobier-
Decreto Nº 1 de 1915: “[…] quedó suprimido de
no, y siempre que los hubiere aptos para ejercer
hecho el tegüismo médicolegal, y se dio principio
el cargo en el lugar donde se sigue el juicio”
a la especialización […]” (1932:6. Ver también
(1882:240. Cursiva en el original; Ver también
Uribe Cualla y Uribe González, 1967); en 1919 el
Cardoso, 1919; Putman, 1896).
Doctor Fajardo Vega ante la Sociedad de Juris-
Sin embargo, había una discusión en torno a
prudencia de la Universidad Nacional indicaba: “En
la profesionalización y formación de estos sujetos,
los delitos de sangre, hemos visto, no puede pres-
ya que no siempre las pruebas periciales eran ejer-
cindir la administración de justicia del dictamen
cidas por personal capacitado, a pesar de existir ya
médico-legal, y por cuántos años esos peritazgos
en el siglo XIX una legislación que reglamentaba
se han hecho, y sorprendeos, señores, aún se ha-
los aspectos relacionados con la práctica pericial:
cen hasta por personas que no saben leer ni escri-
Ley 105 de 1890: “Las declaraciones de los
bir” (1919:241).
facultativos sobre los hechos que estén sujetos a
Por otro lado, llegó el momento en que la
los sentidos, y sobre lo que, según su profesión,
administración de la justicia, dependió mucho del
expongan con seguridad, como consecuencia de
ejercicio del peritaje, lo cual fue criticable, ya que:
aquellos hechos y de los principios inconcusos de
“[…] la administración de justicia no puede ni debe
la ciencia, forma plena prueba; pero lo que digan
conformarse con que en los casos que lo requieren
según lo que presuman, no formará sino una prue-
se consulte a los peritos, descansando los jueces
ba de indicios, más o menos fuerte, según fuere
en lo que éstos digan. De allí ha surgido el estable-
mayor o menor la pericia de los que declaren y el
cimiento en las Facultades de Derecho del curso
grado de certidumbre con que depongan”
de Medicina Legal” (Fajardo Vega, 1919: 231).
(Cardoso, 1919: 52-53)
La necesidad de guiar correctamente las pre-
“Art. 652 (Código de Instrucción Criminal):
guntas que se formulaban a los peritos y compren-
<<Entiéndase por perito la persona conocidamente
der sus respuestas, llevó a que se propusiera la in-
hábil é instruída en la ciencia y arte á que pertenezca
clusión de varias cátedras que apoyaran la forma-
el punto sobre que ha de oírse su concepto. Siempre
ción de los abogados en el ámbito de la práctica
que los hubiere, serán preferidos los Profesores con
forense, tal como lo sugiere Cardoso para la Fa-
título ó despacho de tales>>” (Putman, 1896: 14).
cultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Uni-
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versidad Nacional, donde se debería incluir clases tanto de largo, tanto de ancho y tanto de profun-
de sociología, fisiología, biología, medicina legal y do; fue causado con un instrumento cortante ó
práctica forense, para obtener una mejor prepara- punzante ó contundente ó dislacerante (que arran-
ción (1919). ca ó machaca los tejidos), ó por mordedura, ó por
La actuación de los peritos finalizando el si- arma de fuego; le producirá al paciente una inca-
glo XIX dependía de una clara diferenciación de pacidad de tantos días para trabajar, sin dejar
los procesos y delitos que requerían de un recono- lesión, ó dejándole de por vida tal deformidad, ó
cimiento pericial, y aquellos que no lo requerían, tal enfermedad, ó sin función de tal órgano. (O
entre estos últimos se contaban el perjurio, la alca- ASÍ) y por ser de carácter mortal, le producirá la
huetería, la corrupción, la bigamia, el amanceba- muerte al paciente” (Medina, 1899: 150-151.Cur-
miento, el hurto, etc. siva en el original).
Por otra parte la investigación pericial, que Nótese la aclaración que se hace con relación
debía hacerse bajo juramento, en algunos delitos a si los peritos son doctores en medicina o no. Es-
requería del reconocimiento de la persona o per- tos, debían hacer unos comentarios sobre las con-
sonas ofendidas como: heridas, malos tratamien- secuencias de dichas lesiones: incapacidad y trata-
tos de obra, castración, aborto, fuerza y violencia, miento de la misma o evaluar la causa de la muerte
estupro, etc. En otros delitos la investigación re- por dicha herida; en tal caso, el perito debía consi-
quería del reconocimiento de objetos en los cuales derar además la exposición del cadáver para su
se dejaron rastros o señales como en: robo, incen- reconocimiento, la elaboración de una autopsia y
dio, alteración de linderos, allanamiento, fuerza y exponer sus conclusiones ante los funcionarios
violencia contra las propiedades, etc. En caso de encargados (Juez, prefecto o alcalde).
homicidio la denuncia partía de un “Fulano” que
denunciaba a otro “Fulano” o “Fulanos” por el La Organización de las Ciencias
delito de homicidio perpetrado en la persona de Forenses en Colombia
N.N.; siendo necesario el reconocimiento del ca-
Finalizando el siglo XIX, había una preocu-
dáver, que con juramento previo de las partes se
pación por la carencia de manuales de medicina
procedía de la siguiente manera:
legal que apoyaran la legislación del momento, ya
“2°. Nómbrese á los señores N.N. y N.N. pe-
que la práctica de esta rama muchas veces no era
ritos para que reconozcan el cadáver de la víctima;
contemplada por la jurisprudencia del país, situa-
y las armas ó instrumentos que fueron hallados
ción que era compartida por otros países latinoa-
como que sirvieron para cometer el delito.
mericanos2 . Sin embargo, esta preocupación iba
La denuncia parte de un “Fulano” que denun-
acompañada de la idea de apoyarse en el conoci-
cia a otro “Fulano” o “Fulanos” por el delito de
miento de otras áreas como física, química, zoolo-
homicidio perpetrado en la persona de N.N. “Pón-
gía, etc. (Barreto, 1890: 2). Para ese momento las
gase en el proceso un diseño de las armas ó instru-
autoridades encargadas de ordenar los reconoci-
mentos que hayan servido para ejecutar el homici-
mientos periciales eran los ministros de instrucción
dio, y agréguesele la partida de defunción de N.N.
y para los reconocimientos consultativos, todos los
para lo cual se será pedida al Venerable cura Pá-
tribunales. Es importante mencionar que para 1890
rroco, por medio de despacho suplicatorio […]”
existían médicos legistas calificados, además de una
(Medina, 1899: 147).
junta de higiene que apoyaba dichas investigacio-
En el reconocimiento de heridos, el procedi-
nes.
miento que los peritos debían seguir después de
En la primera mitad del siglo XX, varias de
posesionarse mediante juramento, era el siguiente:
las explicaciones que emplearon los académicos
“[…]los señores N.N. y N.N. (si son doctores
de la época para dar cuenta de los factores que
en medicina debe expresarse)[…]expusieron[…]:
incidían en los índices de delincuencia y violencia
“En desempeño del cargo de peritos que hemos
en el país, estaban circunscritos a elementos como
jurado, reconocimos hoy al herido Fulano y le
el ambiente telúrico y social y el factor “raza”. En
hallamos en tal parte del cuerpo, una herida leve,
grave ó mortal, en dirección oblicua o penetran-
2
te, que le interesó tales tejidos: tiene tal forma, Por ejemplo, esta el caso de Guatemala tratado por Carlos
Federico Mora (1931).
6 Revista Exhumar No.2 Año 2005
Aproximación a la Historia de las Ciencias Forenses en Colombia (Segunda Mitad Siglo XVIII-Primera Mitad Siglo XX)

el primer aspecto se explica que factores como el inclinación al delito se transmitía de generación en
clima, influyen muchísimo en el modo de compor- generación, convirtiendo “la degeneración de la
tamiento de un grupo dado, por ejemplo Solano raza en uno de los grandes problemas nacionales”
(1923) menciona que en las regiones de litoral es (“Revista Forense:? Órgano de la oficina judicial
frecuente encontrarse con “delitos de sangre”, por de Quintero Hermanos, Barranquilla”, 1928 (1-3):
el contrario en Bogotá y áreas similares se tiende a 29).
delitos contra la propiedad (Solano, 1923: 65). Por De ahí la importancia que fueron adquiriendo
otro lado, cuando se habla de ambiente social, se los estudios criminalísticos en asocio con las cien-
refiere a las condiciones socio-culturales que han cias biológicas, convirtiéndose en pieza clave al
influido en un individuo para cometer hechos que momento de apoyar los procesos judiciales.
atentaran contra las leyes, dentro de este elemento Este contexto nos explica porqué los proce-
se destaca: la ignorancia, la mala educación, la dimientos médico-legales tenían como herramien-
miseria, el fanatismo, la prostitución y principal- ta la aplicación de un examen somático y uno psí-
mente el alcoholismo, considerado por algunos quico al delincuente, práctica hecha por un perito.
como: “la verdadera fuente de la delincuencia en El desarrollo que tuvieron las ciencias como la
Colombia”3 . Medicina, la antropología y otras ciencias forenses,
Otros trabajos históricos y antropológicos han surgieron a partir de la definición de “historia na-
incluido el concepto de “raza degenerada” en el tural” y Colombia no fue ajena a este proceso:
que se ubicaba la población colombiana, resultado “La buena dirección que sigue en los tiempos
de una “fatídica mezcla”, los académicos que nu- modernos las investigaciones y estudios referentes
tren nuestra investigación, no son la excepción: á la historia natural del hombre, ha dado á la Medi-
“las razas conquistadoras que cruzaron su cina legal un rico caudal de nociones y datos posi-
sangre con las razas aborígenes del país, eran en tivos relativos á la organización humana; con ellos
casi su totalidad originarias de España y sus de- puede hoy el perito distinguir lo que es fisiológico
pendencias, elementos podridos y degenerados y normal de lo que es patológico ó producido por
moralmente, que la Corona hispana enviaba como mano o agente criminal” (Putman, 1896: XI).
destierro a la conquista, […], la trata de negros De esta manera, la organización de una Ofi-
autorizada por el gobierno español, traídos del cina Central de Medicina Legal, impulsó a su vez
corazón del África, raza débil y cuya descendencia el desarrollo de una serie de técnicas aplicadas a la
ha permanecido, con muy leves variaciones, intac- investigación criminal, abriendo servicios como los
ta en ciertos pueblos[…] de donde resulta que nues- del Laboratorio de Toxicología y la capacitación a
tras razas muy poco han variado, sosteniéndose médicos de todos los municipios para que presta-
aletargadas en un estancamiento lamentable; y, su- rán sus servicios a las entidades judiciales, siendo
mado a esto, las guerras civiles que dieron a Co- consientes de la importancia que tiene el manejo
lombia el calificativo de “pueblo instable” en el de las pruebas periciales en el ámbito legal.
exterior, como asimismo el predominio de otros Si bien, en 1825 ya se dictaba la Cátedra de
factores que caracterizan un vergonzoso anacro- Medicina Legal en la Universidad del Rosario y en
nismo en pleno siglo XX, que ponen de manifiesto 1827 en la Facultad de Medicina de Bogotá; su-
el desolador atraso en que vegetamos” (Putman, mado a que en 1894 con la Ordenanza Nº 45 de la
1896:11). Asamblea de Cundinamarca, decretada en 1897,
Es clara entonces la posición tomada por los se organizaba el Instituto de Medicina Legal (Uribe
catedráticos del país en relación con los patrones Cualla y Uribe González, 1967); es posteriormen-
biológicos, que caracterizaban a la población co- te, cuando se logra una real organización del siste-
lombiana y que servían como hecho para explicar ma. Fue así que, por medio de la ley 53 de 1914 se
la dinámica de la situación delincuencial en Co- fundó lo que se llamó Instituto de Medicina Legal
lombia, marcada por una fuerte tendencia en las capitales departamentales y una central en
eugenésica que buscaba el origen de estas tenden- Bogotá, dirigida por el Doctor Lombana
cias “asociales” en rasgos fisonómicos, psíquicos Barreneche (De Zubiría y Santos, s.f.).
y genéticos, ya que según estas explicaciones, la Esta ley también reglamentó la práctica del
3
médico legista y las condiciones que tenía que
También es posible ver esta posición en Putman (1896: 9).
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cumplir. En el artículo 3° se menciona, por ejem- nes presentadas entre las décadas de los veinte y
plo, que deben ser médicos colombianos con títu- de los cuarenta relacionadas con el discurso y la
lo y haber ganado los siguientes cursos con una práctica de las ciencias forenses en el país, ya que
nota de cuatro sobre cinco: Química general or- había la necesidad de hacer consciente el aporte
gánica e inorgánica in extenso; Toxicología in que hacía la ciencia a los intereses de “la verdad y
extenso; Legislación Criminal y Psiquiatría. Los la justicia”. La Revista de Medicina Legal de Co-
aspirantes se presentarían ante un Jurado de Cali- lombia y La Revista de Biología Criminal entre
ficación conformado por: el Jefe de Oficina, un otras publicaciones seriadas a lo largo de todo el
Médico Legista, un profesor nombrado por el país, abrieron el campo a los académicos para que
Ministro de Gobierno en los departamentos y 2 dieran sus impresiones en un espacio de análisis
profesores. Los temas del examen estaban com- más amplio que el que se estaba llevando hasta
puestos por: Historia de la Medicina legal, diver- entonces y compartieran e intercambiaran este co-
sas causas de muerte, traumatología forense, in- nocimiento con otras instituciones dedicadas a esta
capacidad para trabajar, problemas de investiga- labor en Europa y el resto de América.
ción de homicidios, etiología del suicidio, cues- Sin embargo, aún era usual encontrar en es-
tiones relacionadas con el instinto sexual, tas publicaciones la connotación que tenía la pala-
himenología, problemas del matrimonio (impoten- bra “forense”, referente a la práctica de los aboga-
cia, esterilidad), criminalidad en Colombia, em- dos en los tribunales, aunque poco a poco fue in-
barazo, aborto, infanticidio, identidad troduciendo elementos de las otras disciplinas para
(antropometría, dactiloscopia, investigación de la apoyar sus argumentos, a manera de informes
paternidad, talla, edad, identificación de cadáve- periciales (“Revista Forense”, 1921; Valencia,
res despedazados o en putrefacción, determina- 1947).
ción de sexo, edad, talla), manchas de sangre y La claridad que había en los procesos segui-
esperma; definición de psiquiatría forense, enfer- dos en las necropsias estaba circunscrito a que esta
medades mentales (delirios, alucinaciones, era considerada “uno de los actos de mayor tras-
impulsiones, epilepsia, parálisis general, cendencia” para el médico legal, ya que se daba
esquizofrenia, demencia, etc.) alcoholismo, toxi- una prueba fehaciente de la muerte del individuo y
comanías, entre otros (Oficina Central de Medi- era la base científica en un proceso judicial, por lo
cina Legal, 1932; 1944). cual era preciso practicarla lo más rápidamente
Entre las funciones del médico legista esta- posible después de la defunción; realizarla de for-
ban: “dar firmeza a los fallos judiciales que hasta ma completa para demostrar la causa de muerte y
entonces se apoyaban respecto a aquella parte […] llevar un memorando que sirviera para presentarlo
tocante a la materialidad de los delitos producto- ante los tribunales (Revista de Medicina Legal Vol
res de lesiones físicas o de los que exigían la fija- 11 N° 57-58, 1949: 36-63).
ción de la edad, el estado de las facultades menta- El proceso de la autopsia tenía dos momen-
les, el grado de aptitud en la voluntad degenerada, tos de observación: un examen externo que con-
la viabilidad de la criatura, la virtuosidad de los sistía en la evaluación del estado de conservación,
venenos, etc.” (“Revista de Medicina Legal de los fenómenos cadavéricos, determinación de sexo,
Colombia”. Vol. 1 N° 1, 1935: 9). edad, peso y talla; además en algunos casos se to-
La Oficina tenía un altísimo volumen de tra- maban los diámetros antero-posterior y parietal en
bajo, teniendo en cuenta que las diligencias con el cráneo. En el examen interno se procedía a la
más número de dictámenes hechos por los médi- apertura de las cavidades y la disección de los ór-
cos legistas eran los ocasionados por golpes, es ganos. En las labores de identificación del cadáver
decir, los reconocimientos de contusiones y heri- se debía tener en cuenta: talla, edad, sexo; cicatri-
das contusas; seguidas por las heridas por arma ces, tatuajes o signos especiales de las profesio-
cortante y punzante y los informes en los que se nes; aspecto exterior de su fisonomía; contenido
evaluaba el estado mental de las personas, examen de los bolsillos; posición y orientación del cadá-
que en su mayoría fue aplicado a los presuntos ver; características del ropaje; huellas de violencia
delincuentes. (signos en su entorno) (Uribe Cualla,1950, 90-92).
Es importante señalar la serie de publicacio- De igual forma cuando los casos requerían
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Aproximación a la Historia de las Ciencias Forenses en Colombia (Segunda Mitad Siglo XVIII-Primera Mitad Siglo XX)

de estudios más especializados, se contaba con libre albedrío; pero sí debe aceptarse el sinnúmero
peritos en el conocimiento de diversas áreas, por de factores, tanto externos como internos, que in-
ejemplo, había cierta experiencia en la manera de tervienen en los actos humanos, y que la responsa-
proceder ante evidencia balística, tanto en el cuer- bilidad legal, así como en muchos casos debe ser
po de la víctima como en las vainillas encontradas plena y absoluta, como corresponde a actos cons-
en la escena del crimen (Revista de Medicina Le- cientes y reflexivos, también suceden acontecimien-
gal Vol 11 N° 57-58, 1950: 36-63), de igual mane- tos en que los protagonistas no gozan de esa clari-
ra que con la evidencia tratada en los laboratorios dad total de la mente y habiendo luces y sombras,
de toxicología. la responsabilidad puede ser parcial, nula, o por lo
Paralelamente a la Medicina legal, una de las menos muy atenuada”; adhiriéndose sin embargo
áreas que recibió un fuerte impulso fue la psicolo- a las ideas del nombrado italiano, en cuanto que,
gía y la psiquiatría forense. Se pensaba que el fac- propone una “labor de prevención social”, “aislan-
tor psíquico era “imprescindible en la considera- do oportunamente” “seres desequilibrados” de
ción de un hecho delictuoso”; por esta razón estu- aparente comportamiento normal: paranoicos,
vo muy ligado con el concepto de antropología monomaníacos, epilépticos, larvados o psíquicos,
criminal, que en su momento tenía una connota- alcohólicos, paralíticos generales. (Uribe Cualla,
ción cercana a la somatología. La psicología 1931: 6).
forense, era entonces: “aplicada al análisis de to- Pero aún en 1939 el profesor José Francisco
dos los fenómenos o leyes psicológicas de la im- Socarrás mostraba en sus conferencias la simpatía
portancia en la práctica judicial. que existía por las teorías de Lombroso, algunas
Así, la función del perito en esta rama era: tituladas de Biología; eran una completa guía de
“[…] investigar si las reacciones antisociales de antropometría, en la cual, según las diferentes pro-
los individuos se relacionan o no con perturbacio- porciones del cuerpo, como de la cara, se definían
nes cerebrales” (Uribe Cualla, 1931: 1). Además ciertos tipos de hombre, relacionando sus caracte-
de estudiar las condiciones sociales y su papel en rísticas físicas con psíquicas. Por ejemplo el
la génesis de las reacciones antisociales. braquicéfalo, de piernas cortas y tronco largo lo
En las diligencias practicadas a los inculpa- describía: “[…] de tendencias realistas, será im-
dos por un delito se tenían en cuenta los siguientes pulsivo, con gran capacidad para el trabajo, se en-
parámetros (Revista de Medicina Legal, varios tregará al comercio; este tipo es práctico, optimis-
años): antecedentes hereditarios del paciente, an- ta y dominante”; mientras que el macrocélico, de
tecedentes personales; examen somático: edad, piernas largas y tronco corto: “Es el tipo del pre-
color de piel, contextura, talla, peso, simetría, por- ocupado, idealista, romántico, casi por lo regular
ciones del rostro y cuello, fuerza muscular, diáme- con tendencias al sentimentalismo y al suicidio,
tros craneales (diámetro antero-posterior y el diá- además es el tipo inestable desde el punto de vista
metro transverso máximo), etc.; examen del apa- nervioso […]” (Socarrás, 1939:4).Pero lo que se-
rato digestivo y cardio-vascular; reflejo óculo- ñalaba con más vehemencia era que “Cuando den-
cardiaco; examen psíquico; análisis psicológico de tro de uno de los tipos su característica llega a un
los hechos por que se llamó a juicio. extremo exagerado, sobreviene la anormalidad…
Fueron muchos los casos que tuvieron que y de ella se derivan las diferentes clases de delin-
investigar los médicos, en relación con las cuestio- cuentes” (1939:7). Durante su exposición conti-
nes de la psiquiatría forense y varios de estos fue- nuamente hacía referencia a los signos de degene-
ron consignados en la Oficina Central del Instituto ración, tal como la microcefalia y las asimetrías en
de Medicina Legal; hay que resaltar el papel que el cráneo, ya que: “Todas estas anormalidades son
cumplió Uribe Cualla en este aspecto, ya que con signos degenerativos. Un craneo del tipo de cual-
una clara tendencia a la escuela francesa, preten- quiera de los anteriores demuestra una detención
dió dejar de lado las propuestas de Lombroso para en el desarrollo o desenvolvimiento craneal, espe-
abordar la problemática desde otra perspectiva: cialmente en las circunvoluciones frontales, lo que
“Lejos está de mí el sostener las doctrinas es lo mismo: a la detención del desarrollo mental”
deterministas y las teorías lombrosianas, que su- (1939:39)Así mismo las asimetrías en las orejas,
frieron un estruendoso fracaso al querer negar el las desviaciones de la nariz, los labios “…gruesos
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hacia fuera, como en los idiotas” (1939:42); la fal- 21).


ta congénita de dientes, los espacios vacíos entre La odontología legal también aborda el as-
ellos, la bóveda del paladar ojiba, estrecha y pro- pecto relacionado con “las profesiones” y los há-
funda, el paladar “endido”, el labio leporino; una bitos de las personas, por ejemplo, para 1925 ya
membrana sanguínea sobre la esclerótica, la cual era posible identificar a una persona fumadora por
“…se ha tomado como signo característico de de- la coloración que tomaban los dientes y el desgas-
lincuencia…” (1939:43); la abundancia de cabe- te en los incisivos y caninos donde se apoyaba el
llos; “El tipo Lombrosiano… de cara baja y cigarro (Charria Tovar, 1925: 36). Las caracterís-
predominancia del aparato masticador” (1939:46); ticas morfológicas de los dientes eran en muchos
las manos con palma angosta y estrecha, larga y casos, empleados para identificar a los que llama-
con dedos cortos, la falta de líneas de la mano, ban “degenerados”, quienes eran los que se salían
entre otras características llevarían a culpar como de las pautas de “normalidad” psíquica de la épo-
criminal, a quien tuviera la mala fortuna de po- ca; entre estos estaban prostitutas, ladrones y los
seerlas. idiotas, quienes según el autor tenían un volumen
Pasando al tema de la odontología legal se considerable en los molares, los caninos eran trian-
pretende contemplar algunas características que gulares y largos, igual que los incisivos centrales
permitan identificar a algún individuo, para su es- superiores que en algunos llegaban a los 8 mm.
tudio se tiene en cuenta: sexo, edad, raza, defectos (Charria Tovar, 1925: 36-37).
congénitos y adquiridos; estando en capacidad el La aplicación de estas técnicas en el país, tie-
perito para señalar las alteraciones que se presen- nen antecedentes en la región del río Patía en el
ten en los dientes, como los desgastes. El sexo se Cauca, para el año de 1902, cuando unos bandole-
estima con las características morfológicas, ade- ros asesinaron a un hombre con sus sirvientes, víc-
más del peso y capacidad del mismo; que según timas que fueron atacadas con armas de fuego y
Broca y Tapinard estaban en relación directa con posteriormente incineradas; los informes periciales
la estatura de los individuos (Neyra Borda: 1925, arrojaron que los restos óseos correspondían a
20); por otra parte Charria Tovar (1925) conside- personas de diferentes sexos y edades, pero no se
ra además la forma y tamaño de los incisivos, los logró identificar los cadáveres, a excepción de un
caninos y los molares para determinar sexo, ade- cráneo que aún se conservaba que revisando su
más de las características morfológicas del hueso dentadura se observó un diente superpuesto, ca-
mandibular. En la estimación de la edad se debía racterística que logró cotejarse con declaraciones
tener en cuenta las anomalías de desarrollo y la de vecinos y amigos de la víctima (Charria Tovar,
ficha hecha por el dentista en vida, método em- 1925: 44).
pleado por Gouffé, además de emplear las tablas
de Magitot de “evolución del sistema dentario” para Consideraciones finales:
determinar la edad en el embrión (Neyra Borda: Las fuentes de archivo, como las obras publi-
1925, 16-17). En cuanto a la raza se recurría a la cadas a lo largo de los siglos XIX y XX, abren un
observación del volumen, dirección y constitución panorama interesante con respecto al desarrollo
de los órganos bucales; según Neyra los dientes de de las ciencias forenses en el país, gracias a una
“las razas primitivas” eran más desarrollados que marcada influencia de varias escuelas extranjeras
los de las civilizadas, colocando como ejemplo a que fueron introduciendo conocimientos de dife-
los antiguos pobladores de la sabana de Bogotá rentes disciplinas con el objetivo de perfilar los
describiendo los dientes como “muy densos y que- eventuales aportes que pudieran brindar al escla-
bradizos”, además de tener un tinte amarillento en recimiento de los casos judiciales.
el esmalte, raíces fuertemente implantadas en el Es importante entonces, tener en cuenta la
hueso y con coronas más cortas que la de los blan- dinámica que sufrió el desarrollo de las ciencias
cos. Según este autor: “Los indígenas y los negros forenses en Colombia y los diferentes actores que
tienen menos propensión a la caries dental que los participaron en dicho proceso; además del entor-
blancos. Las razas mestizas, dice L. Frey, parecen no social, político y cultural, en el que se incluye el
más expuestas a las caries de los dientes que las legal y el académico, que fue condicionando a su
razas relativamente puras” (Neyra Borda: 1925, vez la manera de actuar de los investigadores cri-
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Aproximación a la Historia de las Ciencias Forenses en Colombia (Segunda Mitad Siglo XVIII-Primera Mitad Siglo XX)

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ayuden a resolver la situación de violencia que vive bro I títulos I y III. Publicado en 1805. Madrid.
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