RESUMEN ÉTICA: LA ALTERIDAD COMO POSIBILITADORA DEL CAMBIO
CONCEPTO DE ALTERIDAD. Tradicionalmente, se caracteriza a América Latina
como continente tercermundista, subdesarrollado (económica, social y culturalmente), en el cual se viven la dependencia y la dominación, a nivel interno (un grupo social manipula a otro dentro del mismo territorio: el colonialismo interno) y a nivel externo (la eterna lucha de los países poderosos para apropiarse de los recursos de los países pobres). A ello se suman las inequidades en el acceso al sistema educativo, el consumismo propio de nuestra época, el efecto a veces nocivo de los medios informativos, la ínfima participación del pueblo en las decisiones políticas trascendentales, todo ello como reflejo de la inmoralidad que representa la opresión del ser humano. Así, la alteridad (que viene de “alter”: el otro), puede entenderse como concreción de la opción por la vida, asumida como el valor fundamental. También, como “negación de la totalidad cerrada”: el mundo personal de cada uno, visto como algo con sentido, como un espacio para apreciar y determinar el horizonte de posibilidades que puede disfrutar el hombre. Puede vérsela así mismo,como una ruptura con la rutina,con lo establecido,como muestra de la dimensión humana de la individualidad,que nos debe llevar a ser auténticos,,originales. También, como una ruptura con la mismidad: con la tendencia a generalizar, a hacer de “todo”, lo “mismo”(ej:”todos los hombres son iguales, como cortados por el mismo patrón” o, “todas las mujeres son unas bandidas”). Por último y muy especialmente, la alteridad es una forma diferente, más justa y equitativa, de manejar las relaciones interpersonales. TIPOS DE ALTERIDAD. Se manejarán siete, que se corresponden con siete ámbitos o campos en los cuales los seres humanos interactúan entre sí. Alteridad económica. Motor determinante de la vida social. El ser es desplazado por el tener. Supone, para su existencia: la posibilidad de acceder a un empleo digno y gratificante (para una adecuada calidad de vida y, equidad social); satisfacción masiva de las necesidades básicas (alimentación, vivienda, salud, educación, vías, etc.); adecuadas políticas de inversión social (que garanticen la satisfacción de dichas necesidades); una más justa y equitativa distribución de los bienes y servicios. Alteridad política. Supone: recuperar el sentido original de la palabra “Política” (de “polis”: pueblo. Un gobierno designado por el pueblo y que debe servir a dicho pueblo); aplicar este concepto en otros contextos (familiar, educativo, laboral, social, etc.); igualdad de oportunidades para participar en política (sea como elector o, como candidato) y, la no discriminación. Alteridad erótica. Supone: no usar al otro como objeto para mi placer o para mi beneficio, dominándolo y anulándolo; no estimular comportamientos nocivos, como el machismo y/o la coquetería temprana y excesiva; la coquetería empleada como instrumento para la dominación; el sometimiento al otro. Alteridad pedagógica. Supone: aplicar el concepto “Pedagogía” (nutrir, alimentar, criar: educar) en contextos diferentes al aula de clase; que la “parte fuerte” (por edad, por cargo o dignidad que ocupa, por recursos) de la relación (entre padre-hijo, maestro-estudiante, jefe-empleado), no anule al otro imponiéndole sus criterios, viéndole como una prolongación suya o como un simple objeto de trabajo; considerar como potencial experiencia de aprendizaje, toda oportunidad de interacción humana (en cierto momento, podemos enseñar a alguien o, aprender de él). Alteridad científico – técnica. Supone: educación de calidad (actualizada, contextualizada y significativa o útil) e igualdad de oportunidades para acceder a sus beneficios. Alteridad religiosa. Se la considera la alteridad absoluta, la forma más perfecta de esta, pues sólo en contadas excepciones, la religión deja de ser una manifestación del hombre, plena de valores, de solidaridad y justicia hacia el otro. Alteridad lúdica. Supone: el sano aprovechamiento del tiempo libre (la importancia de un pasatiempo, para divertirnos y para desestresarnos, creando y/o transformando algo) y aprender con placer (que la educación y el aprendizaje sean gratos, no traumáticos). Guarda relación con el juego y la diversión.