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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

Estado Mérida, Municipio Libertador, Parroquia Domingo Peña

Unidad Educativa «Antonio Nicolás Rangel»

La Independencia de la Provincia de Maracaibo 1821

Estudiante:

Manuel Alejandro Vielma Quevedo

Cedula: 30.451.193
Teléfono local: 0274-2621428
Teléfono móvil: 0416-5028195

Docente Asesor:

Nayarith del Carmen Mora Peña

Cedula: 25.152.485

Teléfono: 0426-3712037

Zona Educativa:
Neyda Josefina Mora Peña

Cédula: 15.921.659

Teléfono: 0426-9771846

«Pelear y conquistar en todas las batallas no es la suprema excelencia; la

suprema excelencia consiste en romper la resistencia del enemigo sin luchar»

Sun Tzu
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Tras la firma del armisticio, Maracaibo seguía en manos realistas pero la cuenta

regresiva ya había iniciado para reanudar las hostilidades, en ambos bandos movían

piezas para aprovechar al máximo el tiempo de paz, siendo Urdaneta la figura que más

resalta en torno a Maracaibo, aquella Provincia que se había mantenido leal a la

Corona iba a dar un giro inesperado, dando entonces su apoyo al bando contrario, era

algo que parecía imposible. Este hecho que trajo como consecuencia que la guerra

continuara, lleva a los más interesados en la historia a la necesidad de entender el

valor de la Provincia que es muchas veces infravalorada, ayuda a comprender el

interés de los patriotas por obtenerla y el por qué desde el comienzo Maracaibo se

negó al proceso de independencia; con referencia a lo anterior, el objetivo es valorar la

provincia del Lago, en especial lo sucedido en 1821 en la ciudad de Maracaibo que en

ocasiones es dejado de lado por varios historiadores pese a que fue una hazaña

misma, la sublevación de la ciudad sin violencia.

En las próximas líneas se expondrá la importancia de la Provincia de

Maracaibo, el motivo de su rechazo inicial a la independencia, el contexto del ejército

español y rebelión de Maracaibo en 1821 con las consecuencias de su cambio de

bando.

La Provincia de Maracaibo desde el punto de vista geográfico es la entrada y

salida de mercancías del occidente de Venezuela y también de la entonces Nueva

Granada, el lago tiene como límites territoriales: Mérida, Trujillo, Lara, Falcón, Táchira y

Colombia; es evidente entonces, que por su ubicación es una base de operaciones

tanto terrestre como naval perfecta. Para 1815 Bolívar en la Carta de Jamaica refiere la
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posibilidad de que Maracaibo fuese la capital de la Gran Colombia por lo que es más

fácil hacerse una idea del valor que le daba el mismo Libertador.

Después de lo anteriormente expuesto, es importante conocer sobre la élite de

Maracaibo que fue la responsable de que la Provincia no se sumara al grito de

independencia que se lanzó desde Caracas el 19 de abril de 1810, para Maldonado,

(2003)

En la Maracaibo, de principios del siglo XIX, esta élite aún mantiene los rasgos
esenciales heredados de la organización social monárquica. De allí que
conserve valores tan antiguos como la herencia aristocrática, títulos nobiliarios,
distinciones militares, entre otros. Aspecto de gran importancia en el caso de
Maracaibo, para el análisis de la coyuntura de la Independencia, por cuanto la
estructura elitista monárquica se conservó casi intacta, por más de una década,
luego de la ruptura del nexo con España. Los grupos familiares se habían
mantenido fuertemente cohesionados a través de vínculos y solidaridades, lo
que les permitía el control del poder político. (p.4)

En este sentido, se observa muy bien representado a estos burócratas por José

Domingo Rus como representante ante las Cortes de Cádiz, quien dejaba muy en claro

la lealtad a Fernando VII pero permite entender, según su discurso que ellos merecían

estar al frente del destino de su Provincia, solicitando y argumentando la separación de

la Provincia de Maracaibo de la de Caracas para que sea elevada a Gobernación y

Capitanía General en parte por los avances económicos que se habían conseguido. Al

respecto Maldonado, (2003) plantea que:

La provincia había logrado a fines del siglo XVIII y principios del XIX hacer
dinámicos a los distintos circuitos comerciales gracias a la presencia de vascos,
catalanes y la definitiva reestructuración del eje comercial Maracaibo-San
Cristóbal- Cúcuta. Esta coyuntura fue favorecida por las reformas económicas de
la monarquía orientadas a reactivar el tráfico directo con España que
permitieron, a través de la vía legal o de contrabando, la penetración de capital
europeo. Maracaibo, y su élite vinculada con la andina y nororiental de la Nueva
Granada por enlaces matrimoniales y concertación de negocios, se habían
consolidado como centro regional de este espacio funcional. La conciencia de
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las potencialidades reales del < hinterland> que rodeaba a Maracaibo y de la


preeminencia - no menos cierta- que había adquirido como ciudad-puerta del
occidente de la, entonces, Capitanía de Venezuela, impulsó a su elite a jugarse
el todo por el todo, en 1810, con la esperanza de consolidar sus pretensiones
autonómicas y quizás un nuevo espacio nacional. (p.4)

Es evidente entonces que el motivo del rechazo al proceso de emancipación era

por ambiciones personales de todos los miembros y ante todo conservar su status

hegemónico. El ambiente para 1821 era muy distinto, España había desatendido

totalmente a Maracaibo, rechazó muchas de sus peticiones y la misma provincia se vio

afectada económicamente debido a que escasearon los compradores, por ejemplo, los

ingleses comercializaban con preferencia con los patriotas aunque en el armisticio se

estableció que el puerto seria neutral para dejar que las mercancías también llegaran a

manos de los republicanos, curiosamente fue el armisticio lo que evito que Justo

Briceño asediara la ciudad de Maracaibo.

Luego de los tratados Bolívar-Morillo se pudo apreciar que el ejército español ya

iba en decadencia, la expedición grande que contaba con 22.000 soldados regulares,

no solo, no llegaba a su destino que era Argentina desde donde se pretendía ir en

varias ofensivas hasta dejar sitiada a la Gran Colombia, pero esto se debe a que los

liberales habían logrado sublevarse y obligaron prácticamente al Rey español a

juramentarse ante la Constitución de Cádiz en el proceso, cancelando aquella

expedición ya que hacía tiempo el Marqués de la Puerta había regresado a España.

Las constantes pérdidas materiales y humanas en las batallas hizo que si bien tuvieran

mayor número de soldados no fueran suficientes para proteger los territorios bajo su

dominio, los recursos escaseaban a causas del estancamiento del conflicto, trayendo

como consecuencia un debilitamiento en su control de muchas ciudades y una de esas


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era Maracaibo siendo que la misma población dejo de estimar a la corona, esto como

reflejo del malestar que se vivía.

Bajo estas favorables circunstancias el general Rafael Urdaneta nativo de

Maracaibo comenzó a minar, infiltrar espías e influenciar en la sociedad, ya que estaba

en marcha el plan para obtener la ciudad y la Provincia para el bando republicano.

Dentro de este importante movimiento político y social, resaltan las figuras de: Juan

Evangelista González y Francisco Delgado (éste último era el entonces gobernador

político intendente y comandante provisional, en sustitución de Don Feliciano

Montenegro). Como parte del plan se movilizó unidades para apoyar en caso de ser

necesario, por las armas consolidar la decisión de los maracaiberos, para completar

esto, se utilizaron unas falsas órdenes del general español La Torre, quien mandaba

que dos unidades militares españolas fuesen movidas hacia los Puertos de Altagracia

para seguir a Coro, así quedó lista la plaza.

Sin obstáculos el pueblo, la guarnición y las autoridades llegaron al

ayuntamiento donde se decide el destino de Maracaibo: el ayuntamiento, «declara al

pueblo de Maracaibo, libre e independiente del Gobierno Español, cualquiera que sea

su forma desde este momento en adelante; y en virtud de su soberana libertad se

constituye en República democrática y se une con los vínculos del pacto social a todos

los pueblos vecinos y continentales, que bajo la denominación de República de

Colombia defienden su libertad e independencia, según las leyes imprescriptibles de la

naturaleza». Finalmente entrando en la guerra a favor del bando republicano, los

ciudadanos que fueron guiados bajo las decisiones políticas de Urdaneta y los
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fervientes republicanos de manera interna, lograron sin violencia asegurar Maracaibo.

En el año (2020) Finol, resaltó sobre Rafael Urdaneta, que los

Motivos altruistas guiaron siempre al Prócer Urdaneta, los mismos que le


llevaron a ser protagonista de la emancipación de su patria chica. A Bolívar le
decía el 11 de febrero de aquel año, respecto de la decisión tomada, cuya
autoría asumió responsablemente: ‘El motivo que se tuvo para apresurarla fue
de que el actual Gobernador (Francisco Delgado) debía ser relevado muy pronto
y como ya había conseguido ganármelo, parecía que no debíamos perder la
oportunidad, y como Usted me había recomendado tanto este negocio, yo creí
de mi deber aprovechar los momentos. He escrito dos veces al General
(español) La Torre sobre el particular interesando a favor de mi conducta la
razón de que pudiéndose admitir recíprocamente un desertor o un pasado, con
mayor razón debía admitirse un pueblo entero que se insurrecciona y pide auxilio
a nuestras armas’. (p.3)

Con lo anterior, se puede apreciar que las circunstancias eran las adecuadas y

no como había ocurrido en 1810, además que para el momento habían personas

dispuestas a velar por los deseos de independencia de los ciudadanos de Maracaibo,

ya que no solo fue Urdaneta, sino también los hermanos Delgado, claves para esta

operación sin derramamiento de sangre. El día 29, Francisco Delgado, gobernador y

jefe militar (provisional) de la Provincia, informa al Libertador:

Tengo el honor de anunciar a Vuestra Excelencia que a las 5 de la mañana del


día de ayer, ha tremolado este pueblo el pabellón de la República, proclamando
el Muy Ilustre Ayuntamiento con las tropas de esta guarnición de mi mando y un
gran concurso del pueblo, su absoluta independencia del Gobierno Español…
(p.4)

Sin embargo, Bolívar opina ante la conducta del Coronel Francisco Delgado y

sus hermanos, que su actuar en un principio, estuvo guiado por intereses superiores,

que en un momento no fue visto con buenos ojos, luchando entre la gratitud al gobierno

español y sus sentimientos como americanos pero al final triunfaron sus sentimientos.

Destaca Finol, (2020):


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Bolívar evalúa sosegadamente los acontecimientos. Sabe que tendrán


consecuencias en el devenir de la guerra. Para ello se prepara y comienza a dar
instrucciones. Pero, lógicamente, celebra la adhesión de una plaza tan deseada
y que la misma haya sido ganada sin los desórdenes y desastres de la
confrontación armada. (p.9)

Como temía Bolívar, las consecuencias fueron grandes ya que la reacción de la

Torre era la de esperar, exigía que fuera devuelta la ciudad, pero ante la negativa de

Bolívar se estableció la fecha de la reanudación de las hostilidades, posteriormente,

Urdaneta avanzaría hasta Coro y el 24 de junio de 1821 se desarrolló la Batalla de

Carabobo. Probablemente este capítulo de la historia venezolana suele ser omitido ya

que Maracaibo volvió a manos realistas en septiembre de 1822, tras la Batalla de

Salina Rica, trajo como resultado que no obtuviera su independencia de forma definitiva

hasta el Combate Naval de Maracaibo que también supuso el fin de la guerra en

Venezuela con una derrota definitiva de los españoles.

El que fuera decisión propia y encima sin el uso de las armas para obtener su

independencia de España, lograron el sueño de la élite, ser dueños de su destino, pero

esta vez fue la población la que pudo alcanzar esta aspiración, más aún sin violencia y

de la cual los maracaiberos pueden estar orgullosos, demostrando que lo imposible no

existe y Urdaneta quedaría en los anales de la historia con esa hazaña.

«Imposible es la palabra que se encuentra solo en el diccionario de los tontos.

Las personas sabias crean oportunidades y hacen que todo sea posible»

Napoleón Bonaparte
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Referencias

Finol, Y. (2020). Maracaibo en la Independencia: el pronunciamiento del 28 de Enero


de 1821. América Latina en movimiento (ALAI). Obtenido de
https://www.maracaibo.gob.ve/gweb/img/carruselprincipal/DOCUMENTOS/
Maracaibo,%20el%20pronunciamiento%20del%2028%20de%20enero%20de
%201821.pdf
Maldonado, Z. (2003). Maracaibo en la Independencia. Memorias. Revista Digital de
Historia y Arqueología desde el Caribe. Red de Revistas Científicas de América
Latina, el Caribel, España y Portugal, (4), 4.

https://www.redalyc.org/pdf/855/85520411.pdf

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