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Contenido

2 Reflexiones desordenadas en torno a la tradición


de los estudios filosóficos en la Compañía de Jesús
MARCO ANTONIO BRAN FLORES, SJ
Quintín Balderrama López, SJ 8 Desigualdades políticas públicas
Rector Tres lecciones a partir de la experiencia mexicana
HERIBERTO RAMOS HERNÁNDEZ
Juan José Esquivias López, SJ 15 La ética y la maximización de las utilidades en la empresa
Vicerrector Educativo ÁLVARO PEDROZA ZAPATA
20 El acoso moral en el trabajo y la empresa ética
Felipe Espinosa Torres, SJ
MARÍA TERESA VILLARREAL MARTÍNEZ
Vicerrector Académico
23 Del estrés y sus alternativas
José Edgar Salinas Uribe JUAN MANUEL TORRES VEGA
Director editor 26 Ser Docente universitario humanista. Desde el «para mí» hasta
el «para digma ignaciano»
Julio César Félix Lerma CLAUDIA L. LANDÁZURI ALDAPE
Coordinador editorial 29 Educación de calidad y fuentes primarias
SERGIO ANTONIO CORONA PÁEZ
Comité Editorial 32 Hasta que se extinga la especie
Ana María Urdapilleta Meza
LEONOR DOMÍNGUEZ VALDÉS
Brenda Azucena Muñoz
Juan Manuel Torres Vega
36 Imbécil y triste / El cielo no es tan alto
Margarita Torres Rodríguez DANIEL LOMAS
38 El deseo como principio
Jacob Atiyeh Yunes Rodríguez MARIANA RAMÍREZ ESTRADA
Diseño Gráfico 41 Leteo (fragmentos) Despedida de Marco Valerio Marcial /
Apócrifo I
Viñetas: Alonso Licerio Valdés IVÁN CRUZ
42 Pensar el pensamiento. En la presentación de Acequias de
pensamiento
Acequias No. 34 invierno (diciembre) 2005, JAVIER PRADO GALÁN
revista trimestral publicada y distribuida por el 45 Voces del día
Centro de Difusión Editorial de la Universidad
Iberoamericana Torreón. Su distribución es
CÉSAR CANO CUEVAS
gratuita para los alumnos, empleados y profesores 46 Augusto Roa Bastos–Guillermo Cabrera Infante
del plantel. Los sentidos de un destino
Toda colaboración o correspondencia deberá EDGAR LONDON
dirigirse al Centro de Difusión Editorial, 50 El mundo es ancho y ajeno
Universidad Iberoamericana Torreón, Calzada JUAN PABLO NEYRET
Iberoamericana 2255, 27010 Torreón, Coah., 54 Venganza en Buenos Aires
teléfono (871) 7 05 10 10 ext. 1135 o en la JAIME MUÑOZ VARGAS
dirección electrónica acequias@lag.uia.mx. Tiraje 58 Tú, quien nunca…
1500 ejemplares. Impreso en Gráfica Impreza,
S.A. de C.V., Río Yaqui 1283, Col. Las Magdale-
GERARDO SEGURA
nas, 27010 Torreón, Coahuila. 60 Con Magu desde el Gota de Uva
JOSÉ EDGAR SALINAS URIBE
Número de reserva al Título en Derechos de 62 Afrontar el contacto. Alto impacto (Crash)
Autor: 04-1999-020116360000-102. Número de LUIS GARCÍA ORSO, SJ
Certificado de Licitud de Título: 10825 y 64 El silencio de los lirios
Número de Certificado de Licitud de Contenido: DIEGO IVAN PÉREZ
8708 otorgados por la Secretaría de Gobernación. 67 Comienzo
ADÁN ECHEVERRÍA
Las opiniones vertidas en los artículos de esta
revista no representan en ningún modo la
69 Vivir de la apariencia, ¿un arte? Un acercamiento profundo a lo
postura institucional de la Universidad. Son superficial
juicios de la estricta responsabilidad de los CÉSAR JOSUÉ ATIYEH
autores.

1
Editorial

Los concursos convocados por Acequias siguen impulsando textos


de valía, como ocurrió en el recién fallado Certamen Agustín de
Espinoza, SJ. El ganador fue Heriberto Ramos Hernández, quien
es licenciado en administración, maestro en administración con
especialidad en finanzas y profesor de asignatura en el Departamen-
to de Ciencias Económicas Administrativas de la UIA Laguna. Su
trabajo lleva como título «Desigualdad y políticas públicas Tres lec-
ciones a partir de la experiencia mexicana», y lo incluyen estas pá-
ginas. Como lo advirtieron los jurados, se trata de una invitación
a «la reflexión de la realidad mexicana que atiende el proceso de
transformación social nacional desde un análisis estructural bien
fundamentado». En dos de sus párrafos se puede distinguir con
claridad el tono de su tratamiento:

La base conceptual del neoliberalismo económico tiene su fundamento en


la llamada libertad individual para integrarse como factor, participante y be-
neficiario de arreglos y estructuras económicas operantes dentro de un mer-
cado que se presume transparente. La premisa es que la intervención guber-
namental, más allá de la fijación de reglas claras, sólo entorpece la eficiencia
y posibilidad en las transacciones, coartando con ello la libertad individual.
El fundamento teórico del neoliberalismo económico no resistió la prueba
de la realidad: la pobreza ha crecido y la desigualdad social se profundizó aquí
y en otros países que también siguieron las recetas ortodoxas del Fondo Mo-
netario Internacional y del Banco Mundial; el resultado ha sido definido
como «Estancamiento Estabilizador» o «Equilibrio Estancado».

Más adelante, sin eufemismos, el ganador del certamen obser-


va que «El papel de los mercados depende no sólo de lo que ha-
cen, sino de lo que permiten hacer: hay muchos que resultan be-
neficiados, pero bastantes más también quedan excluidos». Esta
es, sin duda y como muchas otras integradas al ensayo, una afir-
mación capital, y entronca puntualmente con el tipo de reflexión
que desde su nacimiento ha fomentado nuestro espacio: esa re-
flexión que no se acomoda a los intereses del dogma globalifílico
y que más bien los contradice, los cuestiona, les echa en cara sus
abusos, la inequidad que irracionalmente fomentan.

JAIME MUÑOZ VARGAS

2
Reflexiones desordenadas
en torno a la tradición de los estudios filosóficos
en la Compañía de Jesús
Marco Antonio Bran Flores, SJ

MARCO ANTONIO BRAN FLORES, SJ Presento, con el gusto de quien asiente a bro. Ese asombrarse del mundo significa
Licenciado en Filosofía por la UIA
ciudad de México, en Filosofía y
la carga de promesas, que todo diálogo poner en cuestión la evidencia, no acep-
Ciencias Sociales por el Instituto franco y honesto lleva consigo no una tarla como tal. El asombro resulta sin du-
Libre de Filosofía y Ciencias y en historia de la tradición filosófica de los da un momento de cualquier postura
Ciencias Teológicas. Actualmente jesuitas ni acaso un ensayo que indique teórica, pero en la filosofía es todavía algo
desempeña el cargo de rector del
Instituto Cultural Tampico. cuáles son los criterios que han regido las más: origina un modo de contemplar la
opciones de la Compañía por determina- realidad capaz de combatir prejuicios,
dos sistemas filosóficos. Más bien, como aperturar (fragmentar) el saber acabado,
alguien que ha padecido la formación fi- recrear el saber preexistente y desacrali-
losófica de la Compañía, les ofrezco tres zar el saber consagrado.
reflexiones desordenadas en torno a di- Bacon describió los cuatro ídolos de
cha experiencia que he titulado: con el los que debe quedar limpia la inteligen-
valor de un niño, en búsqueda de la bella cia para preservar su capacidad de asom-
durmiente y la pluralidad de los modos bro frente al mundo con imparcialidad;
de vida. de igual forma procedieron Descartes,
Spinoza y todo el pensamiento de la Ilus-
Con el valor de un niño tración. ¿Qué pone de manifiesto enton-
Esta primera reflexión parte de aquel lu- ces el despertar del sueño dogmático en que
gar común que señala al asombro como el ha reincidido la filosofía? O, con mayor
punto de partida de toda actitud filosófi- precisión al tema que nos atañe, ¿qué
ca, e indica a cada filosofía de qué prejui- pone de manifiesto la actitud con que la
cios, opiniones y contenidos debe hacer Compañía de Jesús enfrenta la filosofía
abstracción para ver el mundo de forma actualmente, sino cuestionar lo evidente,
imparcial, para ver el mundo de forma no tomar por natural lo que hasta el mo-
«real» (Zubiri). mento era natural?
Platón permite desarrollar a Sócrates Pero la sola actitud de asombro no
prácticamente la totalidad de los momen- agota la postura filosófica. Para la Com-
tos propios de la actitud filosófica. El pun- pañía la filosofía posee la facultad mara-
to de partida es necesariamente el asom- villosa, la audacia de plantear las preguntas

3
más infantiles: ¿qué es esto? ¿Cómo es 

esto? ¿Por qué es esto precisamente así? 

¿Por qué tiene que ser así? ¿Qué objeto




tiene? ¿Por qué se tiene que hacer de este




modo? ¿Por qué no se puede realizar de 

otra forma? Un hombre que sabe, que «lo 

sabe todo», responderá irritado a las pre-




guntas infantiles: «eso lo sabe cualquie-




ra», «Es así y basta», «Pues porque todo el 

mundo lo hace así», «No preguntes tan- 

to». El talante filosófico jesuítico, en




contraste, pretende haber planteado pregun-




tas infantiles, son su tierra nutricia, sabe 

que es el único suelo en el cual podrá 

sembrar las semillas de su saber, en el




que crecerá la filosofía.




Cuando algunos de mis profesores 

llegaron a afirmar el «Sólo sé que no se 

nada», lo entendí en primera instancia




en un sentido irónico, pero al paso del




tiempo caí en cuenta que semejante iro- 

nía era relativa: el filósofo se convierte 

en tal porque él mismo es capaz de plan-




tearse las preguntas infantiles. En la tra- 

dición filosófica de la Compañía aprendí 

a tener el valor de un niño al momento




de pensar y, quizás, un poco más allá. O,




con más exactitud, adquirí el talante de 

interrogar, no con el valor del hombre 

que sabe, sino con la valentía infantil.




Considero que es justamente aquí don-




de podemos identificar al menos una de




las raíces del magis ignaciano, ese rasgo 

de nuestro modo de proceder que la últi- 

ma Congregación General describió en




términos de inquietud vital, de búsque-




da continua, de un no estar nunca con- 

formes con el estado actual de las cosas. 

Por supuesto, no ignoro la imposibilidad




de lograr una conciencia limpia de todo




prejuicio, que se asombra del mundo y 

todo lo cuestiona. De cualquier forma, 

en los estudios de la Compañía la filoso-




fía juega a menudo el papel del héroe in-




fantil de Andersen que con frecuencia




gritó: «¡el rey va desnudo!» 

Por repetir otro lugar común, el filó- 

sofo es siempre hijo de su tiempo, y por




4
consiguiente, portador de las exigencias, 

nocerla y Platón diría: para rememorarse


juicios y prejuicios de su época histórica, a sí misma, para darle el beso de la vida.


aún cuando se revele enérgicamente con- Es cierto que la búsqueda de lo verdade-




tra sus prejuicios. Pero en la tradición fi- 


ro y de lo bueno no conduce a una ver-
losófica jesuítica, como en toda filosofía 

dad y un bien únicos (ya Aristóteles du-


que no se contenta con erigirse en defen- plica el mayor bien al señalar que es tan-


sora de la realidad de hecho, lo que sin to la prosperidad del Estado, como la fe-


duda permite el talante filosófico (en sus 


licidad). En plena concordancia con nues-
dos momentos de asombro y cuestiona- 

tra época es necesario advertir que resul-


miento) es por una parte la capacidad de ta irrelevante decia que lo verdadero y lo


todo sujeto para elegir con autonomía bueno son inalcanzables, o bien, que no


ideas de entre los valores propios del espí- 


existen; aún en este caso el sistema de re-
ritu de su época, ponerse de nuevo a la es- 

ferencia continúa siendo el mismo, pues


cucha (Weil) y por otra, ponerse en la si- la argumentación de que no existen, de


tuación de pensar aquello que la mayoría que se trata de una empresa inútil, es


de la humanidad no ha terminado de 


también filosofía.
pensar. 

Pero la filosofía no se reduce a la bús-


Sin embargo, sabemos que la actitud queda de lo verdadero y lo bueno, sino


no basta. En términos clásicos, a la acti- que además lo encuentra. En este sentido




tud de asombro ha de acompañarla el de- 


no es del todo veraz el planteamiento de
seo de saber —no sólo comprender, sentir, 

que la filosofía no sabe de qué naturale-


adivinar— qué es la verdad, qué es el bien, za es su bella durmiente, dado que cada


qué es la belleza. Y esto nos lleva a una una constituye a su bella durmiente, sabe


segunda reflexión. 


muy bien de qué índole es. Se trata, desde


Sócrates, de la bien conocida ironía de la


En búsqueda de la bella durmiente


filosofía que caracteriza todas sus reglas


Es de todos conocido que en la interpre- de juego, se reconozca o no. Cada filoso-


tación de los primeros filósofos griegos, fía busca, como un amante, lo bueno y


que son también los creadores del con- 


lo verdadero, sabiendo de entrada que pue-
cepto, la filosofía es el amor a la sabidu- 

de encontrarlos o no, como en el caso


ría, que comprendía conceptualmente dos del escepticismo. Posee también eviden-


momentos: lo verdadero y lo bueno. Por cia —apenas empieza la búsqueda—, de có-




tanto, según su contenido, la filosofía con- 


mo están constituidos. ¿Pero, dónde está
siste en el amor por la unidad del saber 

la bella durmiente de la filosofía en la ac-


humano verdadero y el comportamiento tual tradición de la Compañía de Jesús?


humano correcto. La filosofía quiere sa- En la reflexión filosófica jesuítica la




ber qué es lo verdadero y qué es lo bueno, 


bella durmiente tiene, como en todo siste-
porque ama la verdad y el bien. Y a pesar 

ma filosófico, un «lugar topográfico», por


de que el término amor pertenece al léxi- así decirlo: fiel a la vocación transforma-


co de los sentimientos, encaja aquí per- dora del mundo adoptada por la Compa-


fectamente. 


ñía, esta reflexión se posiciona en el pen-
La filosofía quiere encontrar su bella 


samiento históricamente situado. Este to-
durmiente que yace oculta a la mirada 

pos abierto, en vez de anular diversas ubi-


del hombre a través de un seto de espi- caciones, las supone. En la Compañía este


nos. La filosofía sabe que existe la bella lugar se sitúa no sólo en «lo alto» o en «lo


durmiente, también que es hermosa, no 


profundo», como en la metafísica; sino
sabe sin embargo cómo, de qué naturale- 

también en una institución ideal, como


za es. Busca a la bella durmiente para co- en ciertas filosofías de corte social. No


5
sólo en la humanidad misma —libertad, li- creto con su mundo en un periodo histó-


bre albedrío— como Faktum de la razón en 


rico también concreto. Según Kant, el re-
Kant; sino de igual manera en el compor- 

sultado puede ser una personalidad indi-


tamiento dado, como en Heidegger y so- vidual (Homo noumenon) o una particular


bre todo, en la historia, como en Ellacuría. (Homo factotum), ambas igualmente huma-


Esto nos pone al borde de una pre- 


nas; sin embargo, por sus diferencias orien-
gunta: ¿existe un sistema filosófico que 

tativas —una desarrolla posibilidades axio-


se corresponda con las búsquedas de la lógicas distintas a la otra— hablamos, pre-


Compañía de Jesús? Antes de responder via toma de postura, de «lo peor» o «lo


quiero recordar que en las tres últimas 


mejor» de los seres humanos; de lo «au-
décadas hemos asistido a un ejercicio de 

ténticamente humano» y de lo «inhuma-


honestidad intelectual en algunos pensa- no» (Heller). En este sentido, el desarro-


dores que han explicitado sin empacho llo o la atrofia de la socialidad significa


cuáles son las opciones axiológicas desde 


para nosotros algo diverso a lo que Cio-
las que elaboran sus búsquedas. Además, 

ran lee en ello.


tras los desarrollos de la hermenéutica En este punto debo dar cuenta que en


en el siglo pasado y los serios cuestiona- la tradición filosófica de la Compañía




mientos sobre el estatuto de la verdad 


aprendí a amar la justicia tanto como su bús-
científica, hoy sabemos del papel determi- 

queda a través del ejercicio del diálogo crítico


nante que juegan en la actividad acadé- con los problemas y las esperanzas de nuestra


mica los compromisos y prejuicios del 


época. Tal es el nombre de la bella durmien-
propio filósofo. 

te que consume y desvela a los jesuitas.


Por nuestra parte, la Compañía de Je-


Como podemos observar, más que un


sús tiene una localización axiológica pre- sistema filosófico que se corresponda ple-


cisa y conocida por todos; este hecho pue- 


namente con las opciones vitales de la
de allanar el camino del pensamiento ayu- 

Compañía de Jesús, tenemos una ubica-


dándonos a explicitar tanto los puntos ción en el horizonte axiológico que nos


de partida de nuestras búsquedas, como ayuda a identificar y elegir con autono-




el nombre de los arbustos espinosos que 


mía de entre las ideas que enriquecen y
esconden a la bella durmiente. 

son propias al espíritu de nuestra época.


Subrayo que en los estudios filosófi-


cos de la Compañía la búsqueda de la be- La pluralidad de los modos de vida




lla durmiente se concreta en una actitud 


Nuestra segunda reflexión nos llevó a
casi obsesiva por entrar en diálogo críti- 

preguntarnos: ¿hay un sistema filosófico,


co con el contexto socio–histórico actual una filosofía que se corresponda con las


para contribuir a la transformación del opciones axiológicas de la Compañía de




mundo en un sentido utópico pero, no 


Jesús? La respuesta que hemos dado a
por ello, inespecífico, significado por el 


esta interrogante abre nuestra tercera re-
término Justicia. 

flexión.
Aventurado es afirmar que en la re- Lo primero que deseo precisar es que


flexión filosófica de la Compañía la cate- toda filosofía originaria (no las defensoras de


goría «humano» es sobre todo axiológica. 


la realidad de hecho, aquellas que han re-
Ello me ha llevado a considerar que no 

nunciado a las preguntas infantiles, abdi-


hay un núcleo humano esencial que pue- cando a poner en cuestión las ideas pre-


da luego devenir en humano o no–hu- concebidas con la sed de saber) por el he-


mano. El hecho es que lo «humano» no 


cho de ser filosofía es democrática, y lo es
es un punto de partida, sino el resultado 

también aunque su contenido no lo sea.


de la constante relación del sujeto con- Mirando con un poco de detenimiento la


6



historia de los sistemas filosóficos origi-


nales podemos observar que el filósofo


nunca lleva el sello del elegido, no se en-



vuelve en el velo nebuloso de lo miste-


rios: al contrario, en cierta medida se


hace transparente. Sólo un no–filósofo


hablará del «genio» filosófico, un filósofo





jamás. Como expresó Kant, el filósofo


sabe que en la filosofía no existe la genia-


lidad; el filósofo se concibe como un


miembro de la comunidad democrática e





invisible de los seres racionales que pien-


san con independencia. Ésta fue mi expe-


riencia a lo largo de cinco años. Pero aún


no sustento mi afirmación.



Desde los tiempos de la Ilustración, la


filosofía tomó conciencia de la contradic-


ción que media entre la afirmación de


que toda filosofía puede ser hecha propia





por cualquiera que esté dispuesto a «po-


nerse en marcha hacia la Razón», y el he-


cho de que la mayor parte de la humani-


dad no ha penetrado ni siquiera en la




mera posibilidad de tal disposición. A par-





tir de entonces se ha convertido en idea


reguladora de toda filosofía original el


que todo ser humano debe ser igualmente


capaz de ponerse «en marcha hacia la Ra-





zón», experimentando la sed de saber. En


consecuencia, no es casual que los desti-


natarios de la filosofía sean preferente-


mente los jóvenes (el Sócrates de Platón





no deseaba conquistar para su verdad a


Trasímaco sino a Glaucón. La juventud es


el gran amor terrenal de la filosofía, pues


en ella ve la franqueza, la sed de saber, y




si bien no la imparcialidad, sí al menos





unos prejuicios todavía no osificados, que


acaso pueden abrir un camino al uso libre


y autónomo de la inteligencia). Este he-


cho convierte al filósofo simultáneamen-





te en maestro. Es cierto que todo sistema


filosófico posee rasgos doctrinarios: cons-


truye argumento sobre argumento, disci-


plina el pensamiento e intenta eliminar





al menos algunas ambigüedades. El maes-


tro, pedante en ocasiones, perfila, sin em-


bargo, su relación con el alumno en el es-


7
píritu de la filosofía, es decir, en el espíri-



tenda que otros deban seguir su recorrido,
tu democrático: profesor y alumno forman 

ni que él deba hacerlo con el de otros.


una igualdad por el hecho de ser ambos inteli- Para hablar de la experiencia de formación


gentes. Lo cual es válido tanto si el maes- filosófica en la Compañía de Jesús, consi-




tro es un tirano (como Marco Aurelio), 


dero que no queremos que sólo exista una
como si el alumno lo es (por ejemplo Ale- 

interpretación verdadera de Hamlet, y no


jandro Magno). queremos que, sea cual fuere el contexto,


El alumno no tiene que llegar a ser un únicamente sea concebible una medida o


filósofo, pero sí a apropiarse activamente 


recomendación para la acción justa. Des-
de la filosofía; cualquiera que sea su ofi- 

pués de todo, en filosofía no tenemos Sa-


cio, la posibilidad de esta apropiación si- gradas Escrituras. Y esto nos conduce,


gue vigente para él. Esto adquiere espe- como el título de esta tercera reflexión


cial relevancia en al menos dos aspectos: 


indica, no sólo a la pluralidad de puntos
por un lado, el filósofo no desea ser maes- 

de vista filosóficos, sino a la pluralidad


tro de filósofos, sino de cualquiera, de to- de modos de vida, aunque debemos su-


dos los seres inteligentes (racionales) se- brayar, que construidos desde un talante


mejantes a él; por otro, se nos pone en 


y un horizonte unívocos. A
evidencia la gran importancia que reviste la 

9 de septiembre de 2005
«formación de escuelas» filosóficas y la valo-


ración positiva del diferendo en su seno.




Y es sobre el valor del diferendo acer- 

Reflexión presentada en la iniciativa de diálogo


entre la tradición de los estudios filosóficos de la


ca de lo que quiero insistir. De cara a la 

Compañía de Jesús en México y el Departamento


constante preocupación de nuestra épo-


de Filosofía por invitación de Alejandro Mendoza,


ca por los derechos de autor (¡diga no a director de la División de Estudios Disciplinares


de la UIA ciudad de México.




la piratería!), tenemos que la filosofía ge- 

nuina en realidad no conoce el plagio. 

Los antiguos lo sabían: vertían libremen-




te sus ideas —oral y epistolarmente— ante




los otros filósofos, sin «temer» que les fue- 

ran «hurtadas»: ¿Cómo podría un hom-




bre «robarle» la personalidad a otro? To-




mar distancia del individualismo posesi-




vo respecto de las ideas, dejando de apli- 

carles las categorías apropiadoras del «mío» 

y «tuyo», como la casa, la vaca, la tierra,




que ya no indican algo «nuestro», es un




esfuerzo constante en la tradición de es- 

tudios filosóficos en la Compañía. 

Sólo en el mito puede la bella durmien-




te despertar con el beso de un solo hombre.




Para despertar a la vida, a la verdad y el 

bien, cada ser racional debe acceder, en 

virtud de su propia razón y pensamiento




independiente, con la ayuda de argumen-




tos y contra argumentos; sin ello no exis-




te la filosofía. 

Esta acogida del diferendo implica, 

entre otras cosas, que el filósofo no pre-




8
CERTAMEN AGUSTÍN DE ESPINOZA, SJ

Desigualdad y políticas públicas


Tres lecciones a partir de la experiencia mexicana
Heriberto Ramos Hernández

Heriberto Ramos Hernández, licenciado y maestro en Administración con especialidad en Finanzas, diplo-
mado en Innovación y Estrategia en Habilidades Directivas y en Administración Bancaria en Comercio Ex-
terior y Aduanas, y profesor de asignatura en el Departamento de Ciencias Económicas Administrativas de
la UIA Laguna. Con el presente ensayo enviado bajo el seudónimo «Zuñiga de la Rivera» obtuvo el primer lu-
gar en la séptima emisión del certamen internacional de ensayo Agustín de Espinoza, SJ, convocado por la
UIA Laguna, a través de la revista Acequias, con el tema Desigualdad y políticas públicas. El jurado consi-
deró que el ensayo invita a la reflexión de la realidad mexicana porque atiende el proceso de transformación
social nacional desde un análisis estructural bien fundamentado.
«La expansión de la burocracia en el devenir de las políticas públicas», de Aarón Benjamín López Feldman,
firmado con el seudónimo «Petro Gregario», obtuvo el segundo lugar. A decir del jurado, se trata de un texto que
muestra una perspectiva histórica de los cambios en las políticas públicas en el ámbito educativo. Aarón Benja-
mín López Feldman es licenciado en Antropología con especialidad en Antropología Cultural (Universidad de
las Américas–Puebla y actualmente es profesor del Seminario de Investigación de la Licenciatura en Ciencias y
Técnicas de la Comunicación en la Universidad Cuauhtémoc de Puebla; obtuvo mención honorífica en el Pre-
mio Carlos Fuentes, en la categoría de ensayo del Premio Nacional al Estudiante Universitario 2005.
Talien Elizabeth Corona Ojeda, licenciada en Relaciones Internacionales por el ITESO, institución en la
que actualmente es catedrática de la asignatura Análisis del Discurso Político, obtuvo el tercer lugar con el
trabajo «Encrucijada», enviado con el seudónimo «Da–Lian», escrito del cual, el jurado consignó que es un
ensayo valioso para compartir con los lectores de Acequias, por su aporte desde un enfoque distinto que par-
te del análisis de los objetivos del «gobierno del cambio».
El jurado estuvo integrado por Ana María Urdapilleta Meza, egresada del Colegio de Pedagogía de la
UNAM y candidata a maestra en Psicología; profesora del Departamento de Humanidades y del área de Inte-
gración en la UIA Laguna. Jorge Eduardo Reza Alva, licenciado en Relaciones Industriales por la Ibero Lagu-
na, institución en la que fue coordinador del Centro de Integración Universitaria; actualmente desempeña el
cargo de coordinador nacional del Voluntariado Jesuita.
Los tres ensayos serán publicados en Acequias a partir del presente número. Aprovechamos este espacio
para felicitar nuevamente a los ganadores y agradecer a todos los participantes su respuesta a esta convoca-
toria. Asimismo, para destacar la profesional labor de los miembros del jurado, ya que el certamen Agustín
de Espinoza, SJ, se constituye co-mo un foro cada vez más sólido, a través del cual se muestran la visión ana-
lítica y propuestas de los miembros del Sistema Universitario Jesuita, AUSJAL y la comunidad en general.

9
Desigualdad regional e integración


comercial 

Cuando hablamos de desarrollo econó- 

mico en nuestro país, aparece siempre el




fantasma de los tres méxicos, una reali-




dad desigual en el desarrollo regional, y 

un tema que la estadística oficial sólo




viene a confirmar.


A doce años de operar bajo las reglas 

de un tratado comercial en Norteaméri- 

ca, observamos que el incremento del




PIB, desagregado por regiones en México,




presentaría en cifras redondas el siguien- 

te comportamiento: Región Norte, 48% 

de incremento, Región Centro, 29%, Re-




gión Sur, 18%.




Estos datos,1 parecieran indicarnos 

que los beneficios económicos del inter- 

cambio comercial en la comunidad NAFTA




vendrían dándose en nuestro país me-




diante un «efecto cascada» geográfico, y 

que únicamente sería cuestión de tiempo 

para que la Región Sur alcanzara tasas de




crecimiento similares a su contraparte




norte. Este razonamiento es una falacia, 

la evidencia empírica demuestra que: 

•El TLC/NAFTA nunca fue concebido




como un programa para combatir el sub-




desarrollo, aun cuando en su momento 

la percepción popular de dicho instru- 

mento fue incentivada hacia esta inter-




pretación, primordialmente por razones




políticas, cabe decir que esto se aplicó en 

los tres países con abordajes diferentes, 

pero con intencionalidades similares.




•Simplemente constituye un marco




regulatorio perfectible que permitió a 

Mé-xico tener acceso, como primer juga- 

dor, a las posibles ventajas de la liberali-




zación comercial en un área geoeconómi-




ca que representaba la tercera parte del 

PIB mundial, y que al momento de con- 

formarse era la más poderosa. Hoy la Co- 

munidad Económica Europea ocupa este




lugar.2


La cercanía geográfica importa cada 

vez menos en las decisiones de inversión 

extranjera directa,3 superada desde me-




10
diados de los noventa la curva de apren- La base conceptual del neoliberalismo


dizaje de las multinacionales en la deslo- 


económico tiene su fundamento en la lla-
calizacion de los eslabones de su cadena 

mada libertad individual para integrarse


de valor, no es extraño que ahora el prin- como factor, participante y beneficiario


cipal socio comercial y receptor de inver- de arreglos y estructuras económicas ope-




sión directa por parte de nuestro vecino 

rantes dentro de un mercado que se pre-


del norte sea China.


sume transparente. La premisa es que la


El paradigma del crecimiento econó- intervención gubernamental, más allá de


mico basado en la pobreza, que en prime- 


la fijación de reglas claras, sólo entorpece
ra instancia tuvo que ser asumido como 

la eficiencia y posibilidad en las transac-


posible, más que como deseable, desde la ciones, coartando con ello la libertad in-


posición latinoamericana, se ha revelado dividual.




como una condición estructural y no 


El fundamento teórico del neolibera-
como una mera base coyuntural, como al 

lismo económico no resistió la prueba de


principio quiso pensarse. la realidad: la pobreza ha crecido y la des-


Los bajos salarios, el uso extensivo de igualdad social se profundizó aquí y en




recursos naturales y las exenciones impo- 


otros países que también siguieron las re-
sitivas, que fueron los medios para atraer 

cetas ortodoxas del Fondo Monetario In-


la inversión, han sido endebles motores ternacional y del Banco Mundial; el resul-


de crecimiento, y evidentemente inútiles tado ha sido definido como «Estanca-




o hasta perversos vehículos de integra- 


miento Estabilizador» o «Equilibrio Es-
ción social.4 

tancado».
¿Cómo explicar entonces este equili-


Primera lección brio estancado? Desde la perspectiva del




El ciclo productividad–competitividad–desarro- 


proceso llamado mundialización, o globali-
llo no es un efecto propio de la integración co- 

zación, para otros es observable, y hasta


mercial global, sino un condicionante para este momento, estadísticamente constata-


aprovecharla; el mercado es necesario, pero in- ble que el crecimiento económico se pre-


suficiente. 


senta de manera desigual, independiente-


mente de la categorización que se haga;


Desigualdad social y esto quiere decir que algunos estratos po-


neoliberalismo económico blacionales concentran ingresos, que al-




En una atmósfera democrática, la eficacia 


gunas regiones crecen más que otras, al-
de las políticas económicas no es resulta- 

gunos sectores industriales concentran


do de su racionalidad técnica, sino de la mayor inversión y rentabilidad financiera


voluntad colectiva que representan.5 y que algunos países o bloques interna-




Anclada en el llamado consenso de 


cionales mantienen ventajas sobre otros.
Washington, caracterizado por represen- 

Este modelo de ordenamiento econó-


tar una respuesta de ajuste y estabiliza- mico evidencia serias fracturas conceptua-


ción ante las crisis económicas recurren- les, de las que quizá las más importantes


tes de los ochenta y principios de los no- 


sean:
venta en Latinoamérica, la política mone- 


•Favorecer el tránsito transnacional de
taria y fiscal de México pareciera estar ob- 

mercancías, productos, capital y tecnolo-


sesionada con las restricciones que esta- gía, pero a la vez, impedir el libre tránsito


blecen la globalización y los mercados, y de seres humanos.




ciclada ahí, no buscar los márgenes de 


•Democratizar los costos de hacer ne-
maniobra y las oportunidades que ésta 

gocios, pero individualizar los beneficios


ofrece.6 de hacerlos, con una marcada asimetría


11
de riesgo y rendimiento para los grupos 


ca neoliberal subyacente, la depredación
de interés. 

de los recursos naturales, la subordina-


•Estructurar el ámbito legal para con-


ción del humanismo y la concentración


tabilizar (rendir cuentas) sobre la utiliza- de la riqueza que el modelo ha venido


ción de algunos factores productivos co- propiciando.




mo el capital o el conocimiento, pero 


Ambos extremos confunden lo nece-
omitir un esquema completo y formaliza- 

sario con lo suficiente, lo inmediato con


do de rendición de cuentas sobre la utili- lo mediato y lo deseable con lo posible,


zación de factores como los recursos na- pretendiendo encontrar remedio para las


turales y el propio ser humano en su di- 




imperfecciones sistémicas del fenómeno


mensión integral. 

desde la perspectiva de operar según las


Se profundiza en el hecho de que la premisas que este mismo magnifica, otor-


movilización del capital y del conoci- gándoles esa condición, o a través de pro-


miento (ejemplificado éste último en 


cesos de negación y rechazo a ultranza.
marcas, patentes o tecnologías propieta- 

Entonces, ¿en que ámbito, y desde


rias), ha sido una condición singular


qué condiciones pudieran realizarse apro-


para que dichos factores económicos ha- ximaciones a una lógica alternativa de


yan podido conservar prerrogativas res- mundializacion que integre las ventajas y


pecto del rendimiento derivado de hacer 


cancele las desventajas inherentes al fenó-
negocios. 

meno? Tales condiciones, necesariamente


Si una empresa migra su manufactura tendrían que referirse a los siguientes te-


o disgrega algunos eslabones de su cade- mas:




na de valor hacia regiones o países me- 


•Desarrollo económico como medida
nos desarrollados, es dable que el recur- 

para evaluar los resultados (significa creci-


so productivo llamado mano de obra acep- miento económico aparejado con el in-


te un trato que desde su condición de 


cremento de bienestar social).
atraso resulta favorable en lo inmediato; 

•Sustentabilidad del modelo de desa-


asimismo, también es dable que los go-


rrollo económico (lograr crecimiento sin


biernos que operan únicamente siguien- depredar algún factor o sacrificar a un


do el paradigma de atraer inversiones 


grupo de interés).
como medida para combatir el desem- 

•Reconocimiento de la existencia de
pleo, aplaudan y publiciten la llegada de


ámbitos de «no mercado», es decir, fenó-


capitales foráneos, siendo que casi siem- menos y dinámicas sociales donde la su-


pre la sociedad en su conjunto acepta o 


matoria de los mejores intereses indivi-
ignora que la balanza se ha inclinado por 

duales no resulta en la consecución del


la expansión económica inmediata, en mejor interés colectivo.


detrimento del equilibrio ecológico y so- •Creación de riqueza, pero aceptando




cial en el mediano y largo plazo. 


que su concentración excesiva disminuye
Pareciera entonces que este modelo 

su velocidad de creación.
de mundializacion se ha erigido como •Vislumbrar un horizonte de largo


un destino manifiesto, cuya apología se plazo (conciencia de que seguiremos vi-




concentra en su aparente condición de 


viendo juntos por largo tiempo, por lo
inexorabilidad, en los resultados desde la 

cual la dinámica de depredación o abuso


perspectiva del crecimiento económico se revierte, anulando los beneficios que


puro y en el derrumbe del sistema econó- indebidamente pudiera acaparar algún




mico–social que durante decenios fue su 

grupo de interés).
•Implementar dinámicas sistémicas de


antagónico. Por su cuenta, los detracto- 

res de la mundializacion plantean la lógi- vigilancia, rendición de cuentas y premios




12
y castigos, que sean transparentes, inme- vimiento de capitales y conservan relati-

diatas, proporcionales e irrevocables.


va autonomía monetaria, han optado
Estas condiciones no deben colocarse

por tipos de cambio flotantes, pero, es-


en el plano de los deseos inalcanzables, tos tipos de cambio requieren entrar al

sino visualizar su factibilidad; en caso juego de la confianza, en el que tal ele-


contrario, valiera entonces ver con resig-

mento psicológico sólo se consolida a


nación el estado actual de las cosas y no través de políticas de austeridad en el

desgastarse en seguir cuestionando un fe- gasto, inmovilización de reservas preven-


nómeno para el que, y por principio, nos


tivas y herramientas antiinflacionarias
confesamos impotentes.

como fines por sí mismas. El resultado:


El neoliberalismo económico confun- estancamiento o recesión.8

de —o asume a conveniencia—, que liber- La economía mexicana presenta un


tad individual es lo mismo que capaci-


problema estructural que tiene que ver
dad individual. Sin embargo, la pobreza

con la histórica dependencia de divisas


debe ser entendida como un impedimen- para financiar el crecimiento económico:

to, puesto que la lógica de la causalidad esta cuestión es el centro de desequili-


de ésta comienza con la incapacidad en


brios macroeconómicos, cuya consecuen-
el ejercicio de las potencialidades huma-

cia son las crisis recurrentes, altamente


nas, y no con la carencia de ingreso real. depredadoras para el desarrollo.

El papel de los mercados depende no só- Rudiger Dornbusch9 lo explica me-


lo de lo que hacen, sino de lo que permi-


diante su llamado «trilema latinoamerica-
ten hacer: hay muchos que resultan be-

no», en el que no existe un punto que


neficiados, pero bastantes más también garantice simultáneamente equilibrio ex-

quedan excluidos. terno, pleno empleo y salarios dentro de


En todo caso, es necesario precisar la


estándares globales. El punto A supone
diferencia entre la perspectiva económi-

pleno empleo y relativa paz social, pero


ca de capital humano y la de capacidad hu- déficit externo; el B, salarios reales cre-

mana, pues mientras que la primera asu- cientes, equilibrio externo, pero desem-

me al ser humano como factor de pro-


pleo; y el C garantiza el pleno empleo y
ducción integrado, cuyo justificante es el

el equilibrio externo, pero no la paz so-


crecimiento económico, la segunda lo cial, debido a que los salarios son indig-

concibe como capaz de vivir de acuerdo namente bajos.


a valores individuales, ponderando el


Ninguno de los tres puntos es soste-
crecimiento económico sólo cuando crea

nible, las sucesivas crisis de la deuda lle-


más oportunidades y libertades.7 varon al país del A al C, mientras que los

El neoliberalismo, como doctrina programas neoliberales de ajuste han


económica que operativiza la dinámica


pretendido congelar la economía en el B.
globalizadora, requiere estabilidad mone-

Con todo, nuestro país no cuenta con


taria en los países, en tanto éstos son las redes sociales que amortigüen los

asumidos como mercados. No obstante, efectos indeseables de esta posición, tam-


existen tres condiciones macroeconómi-


poco se observan señales claras que nos
cas difíciles de establecer: a) autonomía


indiquen que estamos migrando a un
monetaria, b) tipo de cambio estable y c)

modelo de autosuficiencia en las fuentes


libre movimiento de capitales. de crecimiento, ya que el ancla inflacio-

La historia ha demostrado que de es- naria continúa siendo un tipo de cambio


tas tres condiciones únicamente pueden


apreciado y una restricción monetaria.
conseguirse dos a un tiempo; así, países

Este modelo sugeriría que nos dirigimos


como México, que permiten el libre mo- nuevamente hacia el punto A.

13
Segunda lección Sin embargo, el Estado, entendido

La disciplina macroeconómica, la apertura

como el cuerpo de acuerdos básicos de


convivencia y gobernabilidad emanados

comercial y la liberalización interna han sido

importantes para lograr estabilidad, pero irre- de un conjunto social determinado, tie-

levantes para conseguir el desarrollo económi-


ne funciones y responsabilidades que le


co; es necesario encontrar nuevas vías, que en

son irrenunciables, y que no debieran


abandonarse a la interacción de fuerzas

los resultados alejen a la economía de ser

aquella «ciencia lúgubre» que optimiza la es- particulares.


casez, para convertirla en la herramienta que

El Estado es orgánico, justifica su


disminuye la desigualdad.

existencia con el cumplimiento de su


Las conclusiones previas del Foro de función; tiene la obligación de garanti-

Barcelona son un adelanto dentro de zar la seguridad de su población, de inci-


esta nueva perspectiva.10

dir en el desarrollo económico y en el


estímulo de oportunidades para reducir


Desigualdad y democracia la desigualdad y erradicar la pobreza.

Donde la desigualdad extrema permane- Debe ser sólido en recursos económi-


ce, no existe la democracia; la definición

cos, y a través de una recaudación sim-


amplia de ambos términos indica que

ple y justa, cumplir con la utilización


pertenecen a realidades sociales mutua- honesta y la redistribución solidaria de

mente excluyentes. En una lógica rigu- esos recursos.


rosa, democracia es el poder de la mayo-

El papel del Estado en países desa-


ría, si ésta carece de recursos básicos, se

rrollados es mayor, no menor. Por ejem-


encuentra limitada o excluida en el acce- plo, el gasto público en Alemania repre-

so a oportunidades, y ésta amenazada senta el 47% del PIB y en Japón la cifra


sistémicamente en su integridad y super-

es cercana al 38%, mientras que en


vivencia, esto seguramente se debe a que

México sólo llega al 24%.


dicha mayoría no tiene el poder para La actividad económica, en particu-

cambiar la situación, luego entonces, no lar la economía de mercado, no puede


existe tal democracia.

desenvolverse en medio de un vado ins-


La experiencia mexicana demuestra

titucional, jurídico y político; es deber


que el respeto al voto es solamente un del Estado proveer la defensa y tutela de

primer requisito dentro de un sistema los bienes colectivos, como son el am-

democrático, pero que a la par se hace

biente natural y el humano, cuya salva-


necesario resolver los siguientes temas:

guarda es imposible asegurar con los


simples mecanismos del mercado.11

Redefinición del Estado Por lo antes dicho hay que rechazar


Pareciera que el término posee una con-

tanto la idolatría como la satanización


cepción negativa en la memoria colecti-

del Estado.12
va de nuestro país, en el que una histo-

ria de gobiernos ineficaces y derrocha- Eficacia gubernamental


dores condujo a que amplios segmen-


En nuestro país, el acto y proceso de go-


tos sociales compraran la idea de que

bernar ha sido presentado como algo di-


menos Estado pudiera ser sinónimo

fícil, complicado; un derecho casi patri-


de más bienestar, confundidos con el monial, prerrogativa de militares, aboga-

símil imperfecto de que menos gobier- dos, economistas o administradores.


no conduce linealmente a una dismi-

Con un sistema gubernamental asi-


nución de las oportunidades de co-

métrico y estructurado en torno a insti-


rrupción. tuciones todavía endebles, ciertamente

14
la administración pública vino a conver- des sociales; es indispensable cuestionar analí-

tirse en una especie de misión imposi-


ticamente el modelo económico estructural
ble, pues descansa en arreglos políticos

que las profundiza.


temporales, voluntarismos unipersona-

les y disfuncionalidades estructurales.



Dicho de otra manera: el objeto de
El aparato público en México pare-

estudio no son las organizaciones del


ciera estar concentrado hoy, en una es- tipo Vamos México, sino el cuerpo cau-

pecie de «eficientismo» gubernamental, sal del fenómeno Vámonos de México,


pero sin dejar claro aún si está haciendo


que ahora aglutina aproximadamente a
más con lo mismo, o lo mismo con me-

doce millones de mexicanos que ya deci-


nos o tristemente, lo mismo con lo mis- dieron no vivir más en este país. A

mo. Otoño 2005


Partiendo de estas premisas me pare-

ce útil concluir la discusión sobre la efi-

1
Pedro Aspe Armella, «Zona Abierta» (trascrip-
cacia gubernamental en el contexto de

ción), 2 de junio 2005.


algunas respuestas obtenidas al formular



2
Ana Paula Ordorica, «El futuro del TLC según sus
la pregunta ¿Qué es para usted un go-

creadores», Nexos, mayo 2005.


3
Michael Porter, «The Competitive Advantage of

bierno eficaz?

Nations», Harvard Business School Press, 1996.


4
Leonardo Garnier, «América Latina y su capita-
—«No es aquel donde los actores po- lismo a medias» Nexos, junio 2005.

líticos confunden democracia con per-


5
Lawrence Whitehead, «Los fundamentos del li-

beralismo económico en la política pública de


manente desacuerdo».

América Latina», Foreign Affairs, 2001.


—«El gobernante es representante. Si


6
Rolando Cordera y Leonardo Lomelí, «Los te-
es legislador, el medio es legislar, pero

mas del desarrollo», Nexos, junio 2005.


7
Amartya Sen, Development as Freedom, USA: A.

sobre los temas que los representados

Knopf, 1999.
queremos. Si es ejecutivo, está ahí para

8
Paul Krugman, The Return of Depresion Econo-
coordinar y ejecutar eficazmente las ta- mics, NY: W. W. Norton & Co. 1999.

reas que la sociedad requiere, que pri-



9
Rudiger Dornbusch, Keys to Prosperity. Free Mar-
kets, Sound Money, and a Bit of Luck, The MIT

mordialmente son la seguridad, el em-


Press, 2000.
pleo y las oportunidades; no queremos
10
«Conclusiones Foro de Barcelona», http://
que se malgaste en lujos personales, media.barcelona2004.org/

esnota.html?id=5855&prn=1
tampoco deseamos seguir pagando erro-


11
S.S. Juan Pablo II, Encíclica Centesimus Anno.
res causados por ineptos».


12
Lorenzo Servitje Sendra, «Economía de merca-
—«Queremos que nos rindan cuentas

do con responsabilidad social», Este País, junio


2005.
claras y entreguen resultados, que exista

la oportunidad de premiar o castigar; no


nos interesa la sonrisa blanqueada con

mercadotecnia, nos importa que real-

mente demuestren capacidad, y que no


malgasten el tiempo cortando listones


inaugurales».

Tercera lección

El basamento teórico para entender y erradi-


car la desigualdad social trasciende la mera


discusión sobre la pertinencia o eficiencia de

las polí-ticas públicas asistencialistas, que tor-

tuosamente pretenden paliar las desigualda-


15
La ética y la maximización
de las utilidades en la empresa
Álvaro Pedroza Zapata

¿Qué es una empresa?


sean competitivos y logren posicionarse ÁLVARO PEDROZA ZAPATA
La podemos definir como una persona

en el gusto del consumidor, quien, habrá Doctor en Ciencias con especialidad


en Ciencias Administrativas. Eva-
artificial a la que se le ha concedido exis- que considerarlo, debe estar dispuestos a

luador del Oremio Nacional de Tec-


tencia legal a través de un documento emi- pagar el precio por este bien.

nología (2000 a la fecha). Coordina-


tido por el gobierno. Este documento es

Lo anterior es mero razonamiento ba- dor del Capítulo de Inovación y Tec-


nología de la Academia de ciencias

una licencia de caza que le permite perse-

sado en microeconomía. Lo que repre-


Administrativas AC. Y coordinador
guir ganancias bajo dos condiciones: obe- senta la singularidad en el nuevo marco

técnico del Programa de Gestión de


diencia a las leyes del lugar y pago de im- productivo es si la ética tiene un lugar en la Innovación y la Tecnología Pro-

puestos.

la toma de decisiones, en las cuales la em- GINNT y profesor–investigador del


Doctorado en Estudios Científico–


Desde la teoría económica de la maxi-

presa está obligada a respetar la impor- Sociales en el ITESO. Obtuvo el ter-


mización de la utilidad, hoy más que nun- tancia que la naturaleza posee, conocer, y

cer lugar en la segunda emisión del


ca las empresas tiene frente a sí un difícil

sobre todo, tomar en cuenta los valores certamen internacional de ensayo


Agustín de Espinoza, SJ.

objetivo: producir generando la máxima

culturales de la comunidad que será im-


apedroza@iteso.mx
utilidad. Al representar este comporta-

pactada por sus productos; asimismo, si


miento de la economía a través de expre- los trabajadores ocupan un lugar en su

siones matemáticas, tendríamos que si el realización y no son vistos meramente


objetivo económico de la empresa es maxi-


como mano de obra o capital humano.
mizar la utilidad total (U), que es igual al

Para precisar el contenido concreto


ingreso total (I) menos el costo total (C), del panorama de los desafíos éticos es ne-

entonces: U = I – C cesario sistematizar de algún modo los


Para que la U sea máxima se requiere


objetivos que debería alcanzar concreta-
que su derivada o utilidad marginal sea

mente el sistema productivo de una so-


cero (Umg = 0) por lo que, derivando la ciedad para que incorpore los legítimos

ecuación de utilidad, tendríamos: Umg = derechos de las personas involucradas en


Img – CMg; y optimizando: Umg = 0;


su funcionamiento.
por tanto: Img = CMg

—Lo primero que las personas, en tan-


Sin lugar a dudas no sólo el hecho de to que ciudadanos, tienen derecho a es-

producir más al menor costo y obtener perar, con la mayor eficacia posible, son

las máximas utilidades está en la agenda


los bienes y servicios que requieren para
de las decisiones de las empresas, ya que

vivir con dignidad


aunado a ello se deben preocupar por agre-

—El sistema productivo ha de tener


gar valor a sus productos para que éstos también la capacidad de agregar eficiente-

16
mente valor, es decir, de generar riqueza, que impide coordinar la tarea laboral con

es su función específica.


otras dimensiones de la vida personal y
La riqueza es sumamente necesaria

familiar, tan o más decisivas que el mis-


para: a) aumentar la calidad de vida en lo mo desarrollo profesional, y sabiendo que

que ésta se relaciona con bienes económi- esto no es suficiente para evitar un am-

camente transables, b) ahorrar una parte,


biente de competencia químicamente
invertirla, y asegurar así el crecimiento eco-

pura, es necesario que quienes ocupen


nómico futuro y c) cubrir el gasto social. los puestos de más responsabilidad sean

Por este motivo, la capacidad de des- elegidos no sólo por su capacidad, sino

cubrir e implementar iniciativas que lo


por ser personas que en todos los ámbi-
consigan es un aporte decididamente

tos de su vida muestran un equilibrio


constructivo para una sociedad (Schum- aceptable.

peter, 1967). Un país sin empresas eficien- El papel social de las empresas no se

tes, aunque potencialmente rico por sus


agota al interior de ellas, también lo éti-
posibilidades, es un país pobre, en el que

co las lleva a tener un carácter social que


las diferencias sociales serán necesariamen- permite una mejor distribución de las ri-

te pronunciadas e incluso, irritantes.


quezas, y es precisamente por medio de
—Además, siendo el trabajo el único

este papel como es posible que el PIB per


activo con que la mayoría de los ciudada- cápita no sea un mero dato estadístico,

nos puede aportar a la generación de la sino una realidad.


riqueza, y su posterior distribución, es


En su proceso de toma de decisiones,
también decisivo que haya los suficientes

las empresas deben incluir la ética como


empleos, mediante los cuales las perso- un factor clave. Detrás de esta recomen-

nas se inserten en un sistema productivo dación se encuentra la necesidad de for-


eficiente (Rifkin, 1996). Aún cuando se


talecer continuamente su marco ético y
consiguieran los dos primeros objetivos,

de valores, y el hecho de que, para que la


el fenómeno de la exclusión es particu- ética tenga sentido y valor, irrevocable-

larmente grave por las consecuencias que mente debe practicarse (no platicarse)

conlleva: la pobreza, la miseria y el «cuar-


día tras día.
to mundo» (Sen, 1995).

Santa Teresa de Ávila lo hacía notar


—Finalmente, esos empleos deben de una manera excelente: «Porque des-

proporcionar oportunidades de desarro- pués he comprendido que lo que el ár-


llo humano a quienes los desempeñen


bol tiene de florido vive de lo que tiene
(Fitte, 1996). No hay crecimiento econó-

sepultado». Así, las personas y las organi-


mico, por bien distribuido que estuviera, zaciones deben nutrir su actuar de lo que

que justifique el costo de la dignidad de tienen sepultado (sus principios y valo-


las personas que lo generan.


res). Porras y Collins en su libro Empresas
En el principio está la pregunta ¿co-

que perduran, destacan claramente que


mo incorporar en la empresa los legítimos esto sucede porque las empresas tienen

intereses de todos los involucrados en su principios que las personas de la organi-


funcionamiento? Descuidar alguno de


zación respetan, derivado de que creen
ellos significa desconocer los legítimos in-

en ellos (son hondas raíces que mantie-


tereses de quienes ese objetivo protege, y nen firme a la organización), aunadas a

esto genera descontento al interior de la estrategias competitivas y de vanguardia


empresa, propiciando que lo que resulta


(representan alas fuertes para alcanzar las
indeseable, termine resultando inviable.

alturas).
La empresa no debería ser la fuente Una empresa no puede ser ética si

de alienación de la persona en el trabajo sus altos directivos no han recibido la


17
preparación para practicar principios éti- de mayor éxito existen principalmente y


cos; pero tampoco puede serlo si sólo 


ante todo para maximizar utilidades». Al
quienes ocupan los altos puestos lo reali- 

contrario de lo que sostiene la doctrina


zan. Para que una empresa sea ética to- de las facultades de Administración de


dos los que allí laboran deben serlo, si Negocios, maximizar la riqueza de los ac-


no es imposible coexistir. 

cionistas o maximizar utilidades no ha


Otro punto importante en el cual la sido la fuerza impulsora dominante ni el


ética es fundamental en una empresa es objetivo primario en la historia de las




al momento de la distribución de las uti- 


compañías visionarias. La realidad encon-
lidades a los empleados: una empresa de 

trada fue que éstas persiguen un grupo


esta naturaleza da más utilidades a los que de objetivos, de los cuales hacer dinero es


menos ganan; pero cabe cuestionarnos: sólo uno, y no necesariamente el princi-




¿si se realiza esto, es ético? En mi opinión, 


pal. Buscan utilidades, sí, pero las guía
lo justo es repartir las utilidades en fun- 

una ideología básica, los valores funda-


ción de la importancia del puesto en las mentales, el sentido de propósito más allá


decisiones dentro de la empresa y del ries- de sólo ganar dinero. Sin embargo, para-


go laboral que se corra (ya sea físico o 


dójicamente ganan más que las compa-
económico), es decir, el dueño del dine- 

ñías motivadas únicamente por el ánimo


ro o el gerente no pueden recibir lo mis- de lucro.


mo que el encargado de jardines, por su- La enseñanza católica social de Centesi-




puesto que como personas tienen idénti- 


mus Annus es un resumen que se enfoca
ca categoría, pero no en el nivel de im- 

precisamente en esas cuestiones económi-


portancia de las decisiones. Pero, existe cas, afirmando que el propósito de un ne-


un pero, el jardinero nuca debe recibir gocio es no sólo el beneficio propio, sino


una percepción tan baja que le permite 


aquel con el fundamento de que su exis-
vivir sin la posibilidad de lograr su pro- 

tencia se debe a una comunidad de perso-


greso y el de su descendencia. nas en búsqueda de satisfacer sus necesi-


Centesimus Annus es rica en su aporte dades básicas, y como un grupo de perso-




en cuanto a lo que realmente constituye 


nas al servicio de la comunidad entera.
el propósito de la empresa, y por tanto, 

Visto de esta forma, hay tres concep-


referente a la clase de objetivos que son tos que, sin ser generales, definirían los


apropiados para ella. Plantea que el «pro- aspectos del propósito de la empresa: el


pósito» es en general para lo que está di- 


beneficio, el servicio a la sociedad y el
señada y el «objetivo» —en el caso particu- 

grupo de personas en búsqueda de satis-


lar, constituye la razón y misión de la em- facer sus necesidades básicas. El beneficio


presa— es algo que con ella se puede ha- lo interpreta y entiende como un indica-


cer, mientras que el «motivo» es la razón 


dor de que el negocio funciona bien, re-
psicológica por la que se elige hacer las 

presenta a la empresa como un instru-


cosas. mento creado específicamente para la


Por su parte, en el estudio realizado producción de bienes y servicios selecti-




en 1994 (Empresas que perduran) Collins y 


vos, y buenos para los consumidores, con-
Porras describen un proyecto con dura- 


siderando los aspectos psicológicos y espi-
ción de seis años en el que estudiaron 18 

rituales de las personas, quienes no sólo


compañías «visionarias» con un prome- deben buscar el beneficio de la empresa


dio de 100 años de vida y las compararon ni el de la sociedad, sino también trabajar


con otras 18 de similar vida, pero menos 


para conseguir el propio.
exitosas. Uno de los mitos derrumbados 

Esa última interpretación es la más


con esta investigación fue: las compañías controversial, ya que parte del propósito


18
de la empresa es el beneficio, el servicio a 


Hoy en día incluso existe la tenden-
la sociedad y al trabajador, y no sólo ver 

cia de pensar y generalizar que en el sis-


a éste último con la necesidad humana tema económico actual los hombres y las


de trabajar. Beneficio, servicio y comuni- mujeres de negocios sólo buscan un be-




dad están dentro de los objetivos de cada 


neficio y el propio poder, en contraposi-
empresa, pero, ¿es posible tenerlos sin 

ción a un sentido de fe y confianza en lo


una prioridad de uno sobre los otros humano, donde el número creciente de


(cosa que en realidad se hace en la eco- hombres y mujeres en los negocios está


nomía moderna oponiendo el beneficio 


constantemente luchando por hacer las
por encima de los demás)? 

cosas correctamente en beneficio de la


Si los objetivos y valores corporativos verdadera ética.


no corresponden al propósito del nego- ¿Cuál es el papel del negocio dentro




cio como lo plantea la Centessimus Annus, 


de la sociedad? Aquí la implicación es
existe la posibilidad de una «miopía éti- 

que el juicio o la opción pertenecen al


ca» que pone en riesgo a la empresa al no individuo. El mercado abierto o la em-


empatar los valores corporativos con los presa privada se apoyan en la toma de


humanos. 


decisiones individuales. Dentro de este
La forma como una empresa pueda 

marco económico de referencia el juez es


entender e incorporar ambos valores per- el individuo, quien posee la libertad


mitirá una mejora de su ética y misión, 


para producir o no, para comprar o no
reforzando sus valores. Es interesante 

cualquier producto que desee.


analizar las diferentes formas de hacer


Aunque la teoría del libre mercado y


esa mezcla adecuadamente, hay nuevas la práctica del negocio se centran en el


maneras de pensar que muestran qué va- 


individuo, para que éste pueda ejercer su
lores son los que siguen las compañías 

propio juicio u opción individual, recibe


exitosas.


la influencia de factores sociales, comu-


nales, es decir, de los juicios y opciones


«Ética de negocios» 


de otros. Esto también corresponde a
En el mundo contemporáneo del comer- 

elementos genéticos, así como al ambien-


cio, el verdadero término «ética de nego-


te en que se desarrolle (preocupaciones


cios» crea una reacción en los niveles eje- filosóficas, religiosas y legales).


cutivos que señalan respuestas negativas Cuando el beneficio de los hombres




y defensivas. ¿Por qué? En parte debido a 


y las mujeres de negocios aumenta, ob-
que la ética de negocio se ha asociado 

tienen recursos eficientemente, tienen la


con abusos y mala gestión. posibilidad de adquirir más y eso es bue-


En la mayoría de los casos se menos- no, pero cuando esto no es posible se




precia el término porque es un concepto 


convierte en algo malo. Lo último es real
relativamente resbaladizo y aún se desco- 

si las cosas que desean tener son alimen-


noce cabalmente su significado. Pero tos, cuidado médico, educación y otras


cada vez más los estudiosos de la ética en necesidades básicas, puesto que la ética


las empresas promulgan, contrario a la 


es fundamentalmente un estudio de la
práctica de la mayoría de las empresas, 

buena y la mala actividad.


que la ética es en realidad vendible, es


Un ejemplo contundente de lo ante-


decir, que compañías con ética tienen rior es el caso de la corporación Cemex


más posibilidades de vender, porque el 


de México, que ha lanzado un experi-
cliente sabe que no lo están engañando y 


mento innovador que permite a las per-
además, que son justos con sus trabaja- 

sonas de muy bajos recursos comprar los


dores. materiales necesarios para mejorar sus


19
casas. Si bien esto busca una ganancia 


Conclusiones
para la empresa, el impacto social es be- 

Los negocios no son un fin en sí mis-


néfico. Patrimonio Hoy es uno de los mo, sino un medio a través del cual las


programas más dinámicos y exitosos de personas tratan de obtener una vida




Guadalajara, está pensado y diseñando 


buena para ellos y sus seres queridos... y
para resolver el problema de la vivienda 

aunque una empresa puede establecerse


en esta zona, pero lo interesante es que para obtener lucro, el lucro obtenido es


su financiamiento no proviene ni del go- sólo un medio para un fin y no un fin




bierno ni de una agencia no–guberna- 


en sí mismo. Cuando este hecho se os-
mental, sino de la corporación privada 

curece y la ganancia se convierte en un


más grande del país. Dentro de cinco fin, entonces no se está sirviendo bien a


años, un millón de familias mexicanas se la gente, porque queda olvidada e igno-




beneficiarán de esta nueva manera de ha- 


rada en el proceso gerencial.
cer negocios, si se logra que el programa 

Si concordamos con los reclamos de


continúe creciendo como está planeado. la Centesimus Annus —que el propósito de


Otro ejemplo documentado por Den- la firma incluye el servicio a la sociedad,




nis Goulet (1998) es el de Nabisco. En 


la provisión de oportunidades para el tra-
1997 la empresa había pedido permiso al 

bajo, así como las ganancias— entonces


gobierno de México para construir una parecería que estos aspectos debieran in-


cuarta fábrica, pero éste le hizo una con- corporarse en los objetivos de la empresa


trapropuesta: ¿la empresa estaría dispues- 

y quedar reflejados en sus valores corpo-


ta a construir otro tipo de planta, para


rativos. Se requiere de más trabajo empí-


producir unas galletas ricas en proteínas rico para entender en qué medida las


que se fabricaran de forma más barata y 


empresas se adhieren a tales propósitos
se vendieran, con cierto lucro, a las po- 

en la práctica, y a partir de ella podría


blaciones locales empobrecidas donde se


aumentar nuestra confianza en que tal


presentan deficiencias nutricionales? A propósito es verdaderamente aplicable y


cambio México autorizaría a Nabisco ele- 


ayuda a una compañía a ser más ética. A
var sus precios en otros productos desti- 

nados a su tradicional clientela compues- Bibliografía




Collins James y Porras Jerry, Empresas que perdu-


ta, mayoritariamente, de la clase media y


ran, Colombia: Grupo Editorial Norma, 1995.




alta; pero sería la gente pobre la que com-





Cortina A. (coord.), Ética de la empresa: claves para
praría las galletas nutricionales. Inicial- 

una nueva cultura empresarial, Madrid, España:


Trotta, 2000.


mente Nabisco rechazó la oferta, sin em- 

Fitte H., «Il Primato della persona nella gestione


bargo, posteriormente se unió a los pro-


dell’impresa», La Societá, 6/2, 1996.


ductores de 90 bienes básicos en México Goulet Denis, «La verdadera riqueza y la produc-


que se comprometieron en un programa 

tividad real», CEPAL et. al., Educación, ética y econo-


mía en América Latina, México: JUS, 1998.


de producción que vendería un volumen 

Juan Pablo II, Carta encíclica: Centesimus Annus


predeterminado de productos a un pre-


del Sumo Pontífice Juan Pablo II en el Centena-


cio bajo. Diecisiete grandes empresas co- rio de la Rerum Novarum, México: MiNos, 1991.


Rifkin Jeremy, El fin del trabajo, Barcelona: Pai-


merciales firmaron un acuerdo similar 

dós, 1996.
(véase, «Mexican price club plan based 

Schumpeter Joseph, Capitalism, Socialism and De-


on voluintary pacts with companies», Bus-


mocracy, Harper Torchbooks, 1967.


sines Latin America, 2 de marzo de 1977,


Sen Amartya, Nuevo examen de la igualdad, Ma-


drid: Alianza, 1995.


pp. 66–68). En compensación el gobier- 

«Brindándole la posibilidad a los pobres de cons-


no les ofreció la relajación de controles 

truir su propia casa: ganancias y desarrollo social»


de precios en productos que no estaban http://www.changemakers.net/journal/02sept-


ember/herbstesp.cfm
dentro de este programa.


20
Trabajo
y acoso moral
María Teresa Villarreal Martínez

MARÍA TERESA VILLARREAL MARTÍNEZ El fenómeno del acoso moral en el am- 

ner en peligro su empleo o degradar el


Egresada de la maestría en Admi- biente de trabajo es un tema de reciente ambiente de trabajo».2


nistración y Alta Dirección de la


estudio en el campo de la administración, Uno de los principales investigadores


UIA Laguna.


terevima@yahoo.com y se vuelve cada vez más importante en la 


de este fenómeno es el sueco Heinz Ley-
medida en que se reconocen sus efectos 

mann, quien utiliza el término mobbing y


no sólo en las personas que lo padecen, señala que ocurre cuando «una persona


sino también en las organizaciones, evi- o grupo de personas ejerce una violencia


denciados por la baja productividad y la 


psicológica extrema, de forma sistemática
pérdida de talentos creativos. 

y recurrente —al menos una vez por se-


Aunque es un asunto del que apenas mana— y durante un tiempo prolongado


se empieza a hablar en México, constitu- —más de seis meses— sobre otra persona


ye una realidad diaria en empresas y orga- 


en el lugar de trabajo, con la finalidad de
nismos públicos. Es relativamente fácil en- 

destruir las redes de comunicación de la


terarnos de casos de empleados brillantes víctima, destruir su reputación, pertur-


que optan por abandonar su trabajo ante bar sus labores, y lograr que abandone el


el constante hostigamiento de sus jefes, sin 


lugar de trabajo».3
que puedan hacer nada para defenderse. 

El acosador laboral suele padecer lo


La Organización Internacional del que José Luis González de Rivera y Revuel-


Trabajo ha reconocido que la gestión li- ta, director del Instituto de Psicoterapia


beral de las empresas en estos últimos 15 


de Madrid, llama el «síndrome de medio-
años ha representado un enorme costo 

cridad inoperante activa»,4 que se caracte-


humano en materia de salud laboral, ha- riza por tendencias imitativas, ansia de no-


ciendo el trabajo todavía más penoso, y 


toriedad y, sobre todo, intensa envidia ha-
ese sufrimiento es cada vez más de orden 

cia la excelencia ajena, la cual procura des-


psicológico.1


truir por todos los medios a su alcance.


Iñaki Piñuel y Zabala, de la Universi-


¿Qué es el acoso moral? 


dad de Alcalá de Henares, denomina psicó-
La psiquiatra francesa Marie–France Hi- 

pata organizacional5 al personaje que cumple


rigoyen lo define como «toda conducta la función de acosador laboral, y señala


abusiva (gesto, palabra, comportamiento, que, en muchos casos, padece la situación




actitud, escrito) que atenta, por su repeti- 


descrita en el principio de Peter: es un in-
ción o sistematización, contra la persona- 

dividuo que ha alcanzado su nivel de in-


lidad, la dignidad o la integridad psíquica


competencia y se dedica a eliminar a to-


o física de un individuo, o que pueda po- do el que pueda demostrar su ineptitud.


21
En contraparte, estos mismos exper-


tos indican que los trabajadores afecta- 

dos suelen ser personas brillantes, creati- 

vas, dinámicas y atractivas, pero conside-




radas como peligrosas o competitivas por




los líderes formales, que se sienten cues- 

tionados por su mera presencia; también 

pueden ser víctimas de acoso las perso-




nas vulnerables o simplemente, los que




son diferentes al resto del grupo. 

El papel de las organizaciones




Piñuel y Zabala señala que el acoso mo-




ral es un síntoma de que las cosas no mar- 

chan bien en la manera de organizar el




trabajo, de asignar las cargas, de seleccio-




nar o promocionar a los directivos o bien, 

en lo que se refiere a los valores, la cultu- 

ra y el estilo de dirección. Por eso califica




como tóxicas a las organizaciones donde




se producen situaciones de acoso, debi- 

do a que laborar en ellas resulta nocivo 

para la salud de los trabajadores.




En una empresa tóxica existen reglas




ocultas perversas: no se impone límite al- 

guno al poder de los directivos y tampo- 

co se respeta a las personas, se da la utili-




zación del doble lenguaje y la paradoja




para mantener más dominados a los em- 

pleados y se miente para disimular los 

procedimientos ilegales.


Por el contrario, el riesgo de que apa-




rezca el acoso moral es menor cuando exis- 

ten grupos de trabajo excelentes, una co- 

municación frecuente y abierta, y prácti-




cas adecuadas de resolución de conflic-




tos. Es decir, en una organización sana no 

se desarrollaría —o al menos sería más di- 

fícil— un cuadro de acoso moral.




Los efectos en la organización 

En las empresas en que se desencadenan 

los procesos de hostigamiento se experi-




menta una disminución de la eficacia y




del nivel de atención a los clientes, y por




lo tanto, del producto final, con los con- 

siguientes resultados negativos sobre su 

imagen y credibilidad social.




22
El conflicto se convierte en el centro ge a los ciudadanos ser unos padres res-


de atención del agresor, de la víctima y del 


ponsables, unos electores maduros, unos
entorno, que dejan de concentrarse en sus 

ciudadanos tolerantes y comprometidos,


tareas. Lo que en un principio puede pen- no puede permitir que cuando se entra


sarse económicamente conveniente para la en el ámbito de las organizaciones, a sus




empresa, se vuelve contra ella en forma de 


miembros se les trate mal.
pérdidas económicas por la disminución 

Una empresa ética interesada en man-


del rendimiento y la calidad, que se suma tener su viabilidad futura no puede per-


a las pérdidas producidas por las bajas la- mitirse tácticas que desanimen o impidan


borales que produzca esta situación. 

a su personal aportar su creatividad y ta-


Para la sociedad el acoso moral supone


lento en el logro de la misión del negocio.


una merma en la fuerza de trabajo y la po- Ser una empresa ética implica el esfuerzo


blación activa, asociadas a un aumento del 


para constituir una organización sana y
gasto en bajas laborales, jubilaciones anti- 

esto se facilita a través de mecanismos ad-


cipadas e incapacidades por enfermedades ministrativos como los códigos, los comi-


provocadas por la tensión en las víctimas tés y las auditorías éticas, que incluyan


de acoso. 


como asunto prioritario la prevención de


situaciones de acoso moral y generen una


Una propuesta desde la ética cultura centrada en las personas.


Es imposible analizar y tratar de solucio- Lograr esto implica reconocer que la




nar el acoso moral sin tener en cuenta la 


tecnología y la mercadotecnia por sí solas
perspectiva ética, ya que uno de los deno- 

no consiguen que una organización esté a


minadores comunes entre los trabajadores la vanguardia en su campo, que tales lo-


acosados es el sentimiento de haber sido gros provienen de las personas, que traba-


maltratados, despreciados, humillados y 


jando en equipo y compartiendo una mis-
rechazados. 

ma misión y visión aportan sus conoci-


El diseño e implantación de herra- mientos para crear mejores bienes y servi-


mientas administrativas para la prevención cios. Sólo así una empresa tendrá éxito


y solución de situaciones de acoso moral 


sostenido, consiguiendo que sus miembros
serán efectivos en la medida en que for- 

le otorguen su lealtad y compromiso, y en


men parte de un proceso participativo de consecuencia, ganará legitimidad social. A


planeación estratégica, que permita alinear




los recursos y procesos de la organización 


*
Extracto de la tesis presentada con el título «El


acoso moral en el trabajo y la gestión ética empre-


en una misma misión y visión, impregna- 

sarial».
das de ética. Una empresa responsable se


preocupa por elevar la calidad de vida en



1
Khalef A., «¿Es la violencia en el trabajo una fata
lidad?», Educación Obrera, 2003/4, n. 133. «La vio-


el trabajo, y trata de hacer coincidir sus va- 


lencia en el trabajo», htto://www.oil.org/public/
lores con los de la sociedad, cuyos recursos 

spanich/dialoge/actrav/publ/133/3.pdf, p. 13.
2
Hirigoyen M. F., El acoso moral en el trabajo. Distin-
utiliza y gestiona, ya sean humanos, natu-


guir lo verdadero de lo falso, Barcelona. Paidos, p. 19.




rales, financieros o técnicos. 3


Unión Sindical de Madrid, Región de cc.oo.


Adela Cortina, de la Universidad Poli-




Acoso psicológico en el trabajo (mobbing), Madrid:




gps, htto://www.madrid.ccoo.es/Publicaciones/
técnica de Valencia, señala que la ética em- 

Libros/Mobbing/libromobbing.pdf,2003, p. 21.
Martos Rubio M., ¡No puedo más! Las mil caras del


4
presarial consiste en el descubrimiento y 

maltrato psicológico, Madrid: Mc Graw Hill/Intera-


aplicación de los valores y normas compar-


mericana, 2003, p. 257.


tidos por una sociedad pluralista al ámbito 5
Piñuel y Zabala I., Mobbing. Cómo sobrevivir al


de la empresa.6 
acoso psicológico en el trabajo, Santander: Sal Terrae,


2001, p. 52
Por su parte, una sociedad que rechaza 

6
Cortina, A., Ética de la empresa. Claves para una
la violencia en todas sus formas y que exi- nueva cultura empresarial, Madrid: Trotta, p. 89.


23
Del estrés
y sus alternativas
Juan Manuel Torres Vega

Un barco no debería navegar 

sivos de comunicación. Una consecuen- JUAN MANUEL TORRES VEGA


Licenciado en Psicología por el


con una sola ancla, 

cia que se torna diaria es el estrés, deriva-


ISCYTAC (hoy ULSA Laguna). Acadé-
ni la vida con una sola esperanza. do en parte de las funciones que cada per-


mico del Departamento de Huma-




EPICTETO DE FRIGIA sona desempeña, en especial cuando hay nidades de la UIA Laguna.


interferencia (una reunión que se prolon- JuanManuel.Torres@lag.uia.mx




El siglo XXI encuentra a los seres huma- 

ga y la fiesta infantil que ya empezó) o


nos concentrados en las grandes ciuda- transferencia negativa entre ellas (del tra-


des, cuya manifestación radical se eviden- bajo a la casa, por horarios inflexibles o


cia en los más de 20 millones de habi- 


clima laboral amenazante, y viceversa,
tantes de la ciudad de México y su área 

por falta del apoyo del cónyuge o enfer-


metropolitana. El tiempo y el espacio se medad del hijo). Si esto se presenta en


experimentan de un modo especial: dis- quien tiene empleo, la situación empeora




tancias cortas suelen cubrirse en largos 


para quien lo ha perdido o quien no lo-
periodos a causa de los congestionamien- 

gra contratarse durante un lapso mayor a


tos, tanto en la vialidad como en el pro- tres meses (FMSM, 2005: 23–24).


ceso para la adquisición de bienes y ser- Enfrentar el estrés es importante y




vicios. Este ritmo de vida genera tensio- 


cada persona puede hacer mucho al res-
nes cotidianas que ponen en riesgo la in- 

pecto. No se trata de vivir «como si» no


tegridad física y mental, así como las re- fuera real, pues con ello se incrementa el


laciones que una persona establece en riesgo de síntomas físicos y psicológicos,




su mundo de trabajo (empresa o escue- 


así como el peligro de recurrir al abuso
la, según sea el caso) y de amor (que in- 

de sustancias (sean legales, como la cafeí-


volucra a la familia y los amigos). na y nicotina, o ilegales, como la cocaí-


Las relaciones familiares viven una na). La transferencia positiva es posible y




rápida transformación desde mediados





deseable, por el bien de la persona y de la
del siglo XX y hoy se desarrollan en un 


empresa, pues genera un ambiente salu-
escenario inédito: tiempos limitados pa- 

dable y deriva en mayor posibilidad de


ra el encuentro, interferencias en la co- bienestar para todos.


municación, roles múltiples e incluso si- El ser humano es una unidad integra-


multáneos (como ser madre, esposa, hi- 


da por dos dimensiones fundamentales:
ja, vecina y empleada), y presencia signi- 

física y psicológica. El íntimo vínculo en-


ficativa e «inevitable» de los medios ma- tre ambas es una realidad, lo que provoca


24
la afectación mutua a raíz de las situacio- es una forma sencilla de incorporarla a


nes, pensamientos, sentimientos o con- 

la rutina diaria. Una ampliación más es


ductas que vive, así como sus consecuen- mantener la mente abierta, centrada en


cias positivas o negativas. Una vida a mer- el presente, de modo que quien contro-


ced de la ansiedad involucra a toda la 


le la vida sea la persona y no el riesgo de
persona y afecta a todas sus áreas de de- 

sentir nuevamente la ansiedad; aquí se


sarrollo. El camino recorrido fue gra- trata de atender las diversas situaciones


dual y suele pasar inadvertido o confun- que nos requieren, como reconocer los


dirse con problemas menores. Una inter- 


latidos o el canto de los pájaros, el soni-
vención temprana nos previene de com- 

do de motores o el flujo del aire en los


plicaciones a través de un reconocimien- pulmones; es una experiencia que lleva


to y de la realización de acciones concre- al autocontrol.




tas, como la puesta en práctica de técni- 


b) Frente a nuestros sentimientos, las
cas para el control de la ansiedad que son 

vías incluyen tomar conciencia de lo que


una opción valiosa y una alternativa o, de- sentimos (tristeza, desánimo o coraje) sin


pendiendo del caso, un complemento sig- incluir preocupaciones y buscando aso-




nificativo al tratamiento farmacológico. 


ciaciones que permitan la relajación (por
Las técnicas para el control de la an- 

ejemplo, a través de colores, imágenes,


siedad (Wehrenberg, 2005: 47–59) se in- sonidos o palabras); también se trata de


tegran en tres niveles: a) cuando el acen- aceptar y mostrar lo necesario, pues no




to está en nuestro cuerpo (pulso acelera- 


siempre es indispensable hacer público
do, mareo, vértigo, falta de aire); b) lo prin- 

el mundo interno (puede ser mediante


cipal se encuentra en los sentimientos la escritura: ¿qué necesito escribir sobre


(tristeza, desolación, desesperanza, des- lo que siento?, ¿qué factores confluyen




ánimo); y c) el problema se ubica en los 


en mi sentimiento?); además, la recrea-
pensamientos (preocupación constante, 

ción es un medio muy valioso cuando


ideas que se rumian e impiden la concen- genera risa, solaz, juego, vacación o di-


tración en lo necesario y aparecen una tras versión; puede ayudar el contacto con


otra). El detalle viene a continuación: 

los niños o con la naturaleza, los amigos


a) Ante nuestro cuerpo, lo primero es


o la pareja. Disfrutar la vida es una de las


administrarlo adecuadamente, mediante mejores formas de fortalecer a la perso-


una buena alimentación, prudencia en la na y de enfrentar la ansiedad.




ingesta de alcohol, nicotina, azúcar y ca- 


c) Con nuestro pensamiento, especial-
feína, además de ejercicio físico y cubrir 

mente el «rumiante», tenemos formas de


las horas necesarias de sueño; este aspec- actuar, como poner cada cosa en su lu-


to es la prioridad número uno y fuente gar, interrumpir el proceso de manera per-




básica para la prevención de trastornos, 


sistente y aprender a planear en lugar de
tanto físicos como mentales. De reapare- 

preocuparse. Acomodar las cosas a tra-


cer la ansiedad, a pesar de la rutina de vés de un momento de relajación, la ge-


autocontrol por causas diversas (por ejem- neración de una imagen (un contenedor)


plo, cambios hormonales), una segunda 


para depositar las ideas «nocivas» y colo-
opción es la respiración correcta, apren- 

car otras saludables en el espacio mental


dida, pausada y profunda, en ciclos cor- disponible. La interrupción no tiene lí-


tos de un minuto durante distintos mo- mite y se realiza todas las veces en que la


mentos del día (al regar, calentar el auto idea negativa aparezca en la mente: se tra-


o esperar el autobús, hacer fila en el ban- 


ta de ser más persistente que la adversi-
co o en la ducha), pues asociar la respira- 

dad, aunque la ocasión se repita mil ve-


ción profunda con actividades cotidianas ces diarias. Un buen plan no necesita de


25
revisión constante, sino de llevarse a cabo,


paso a paso: identificar el problema, ge- 

nerar escenarios y propuestas de solu- 

ción, elegir una opción y escribir el plan




de acción.


Toda técnica requiere de disciplina, 

determinación y paciencia, estudio de




sus fundamentos y de las modalidades




de ejecución. Ante una realidad acos- 

tumbrada a las soluciones instantáneas, 

la propuesta del autocontrol busca que




la persona: se dé cuenta de sus recursos




y capacidades, pueda hacer las cosas por 

sí misma, generando actitudes, habilida- 

des y competencias que le permitan en-




frentar lo adverso en todos los ámbitos




de la realidad, considerando que el tiem- 

po dura sólo el presente y en ese instan- 

te se trabaja. Se trata de aprender a con-




trolar la propia vida, incrementar la con-




fianza y mantener la riqueza para siem- 

pre, como quien aprende a pasear en bi- 

cicleta: nunca lo olvida.




Una transferencia positiva inicia en




los esfuerzos personales por transformar 

el mundo interno, por disfrutar de las 

novedades en lo cotidiano y dar sentido




al peregrinaje en nuestros días. El benefi-




cio se multiplicará en todos los ámbitos 

de influencia de la persona y se converti- 

rá en semilla de un ser humano diferen-




te, consciente de su aporte en la cons-




trucción de una casa nueva, mejorada y 

agradable para todos. A 

Referencias


Federación Mundial de la Salud Mental (FMSM),




Salud física y mental a lo largo de toda la vida, 

Alexandria: FMSM, 2005.




Wehrenberg Margaret, «Anxiety Management Te- 

chniques», Psychotherapy Networker, v. 29, n. 5, 

Washington: The Psychotherapy Networker, Inc.,




2005. 

26
Ser docente
universitario humanista
Desde el «para mí» hasta el «para digma ignaciano»
Claudia L. Landázuri Aldape

Uno de los elementos fundamentales de 

acciones o conductas son expresadas sin


mi aprendizaje en el diplomado en Do- atender a su intencionalidad, o bien por-


CLAUDIA L. LANDÁZURI ALDAPE 

Licenciada en Psicología por el cencia Universitaria Humanista, es la re-




que no la tenemos consciente, o porque


ISYTAC (hoy ULSA Laguna). Coordi-


nadora del Centro de Servicio y significación de algunas de mis creencias 


no verificamos que ésta se haya logrado.
Promoción Social en la uia Laguna. personales, espirituales y profesionales, 

La lectura del documento de Klein


claudia.landazuri@lag.uia.mx (Actualidad de la pedagogía jesuita, 1999),


así como el descubrimiento de nuevos ca- 

minos hacia mi vocación y mi acción de me hizo reflexionar acerca de la concien-




ser docente: ser desde el quehacer y en la cia de los roles que debe tener el ejerci-


esencia de ser. 


tante y el orientador de los Ejercicios Es-
El paradigma ignaciano es uno de los 

pirituales, de las relaciones entre ambos y


elementos que motivó esta reflexión, pero de la visión holística que dicha relación


no el único, pues en este espacio de apren- debe dar. Llamó mi atención, sobre todo,


dizaje compartido logré visualizar el ori- 


la aseveración de que la vida es pura solu-
gen del paradigma: los Ejercicios Espiri- 

ción de problemas. Ello me indica que las si-


tuales; acercarme a ellos, comprender su tuaciones que en algún momento pueden


objetivo y su manejo, me ayudó a clarificar. percibirse como obstaculizadoras o inclu-




Los Ejercicios Espirituales parten de 


so paralizadoras, críticas, no deben negar-
la pregunta que nos hacemos frente a Dios 

se, sino trabajarse, ya que sólo así podre-


y a Jesucristo: ¿Qué esperas de mí? Esto im- mos obtener el aprendizaje sobre el cómo


plica la necesidad de ordenar nuestros y el para qué resolverlas; en este proceso es




pensamientos, emociones y sentimientos,





necesario considerar nuestras fuerzas y
para conectarlos con lo ya vivido —no ne- 


debilidades como personas.
cesariamente como un deja vu—, con nues- 

Esta búsqueda permanente de noveda-


tras experiencias, con esa forma personal des, riesgos y construcciones, propician la


y particular de significar la propia viven- adquisición de aptitudes básicas: motiva-




cia, con la simple y compleja razón de ha- 


ción, libertad, generosidad, reflexión y
cerla consciente. 

perseverancia; es decir, forjan nuestro ca-


Pero, ¿por qué no todo lo vivido es rácter. No puede pasar desapercibido el


consciente?, ¿qué mecanismos psicológi- hecho de asociar estos planteamientos




cos, sociales e intelectuales lo impiden?... 


que el ejercitante debe desarrollar con la
Creo que la respuesta está en el para qué 

ayuda de un orientador o facilitador, con


hacemos lo que hacemos o vivimos lo que el proceso de enseñanza–aprendizaje y


vivimos. La mayoría de las veces nuestras más aún, con el proceso educativo.


27
Los docentes deberíamos estar en el ca–disciplinar, con compromiso personal,


entendido de que nuestra función es im- 


constancia, seriedad y diligencia en el tra-
prescindible y precisa, pero no superior. 

bajo, con una vocación de servicio, con


Somos quienes podemos contextualizar conocimientos y rasgos de urbanidad; con


a nuestros alumnos para reorietarlos o re- una dimensión intelectual–escolar, en la que




cordarles su meta; y esta labor debiera par- 

logre y busque su autoformación, el desa-


rrollo de sus capacidades, intereses y mo-


tir más del testimonio que del conoci- 

miento intelectual. tivaciones, un método que le permita la




La relación que se establece en el espa-





adquisición de hábitos de estudio e inves-
cio educativo es uno de los espacios perfec- 

tigación y la capacidad de ser activo y


propositivo.


tos para crear, promover, fomentar y esta- 

blecer vías de desarrollo, de crecimiento Actualmente la educación se ha des-




mutuo, basado en la confianza, el respeto 


virtualizado, mitificado, desvalorizado,
y la colaboración. Tanto docente como 

pero también privilegiado por unos cuan-


alumno tienen la capacidad de creer uno tos o para algunos cuantos; sobre todo la


en el otro, creer en su propia dignidad hu- de nivel superior, que en ocasiones se tor-


mana y alcanzar su crecimiento integral y 


na inalcanzable, pues aproximadamente
pleno. Sin embargo, esto no siempre es po- 

de cada 100 personas que ingresan al ni-


sible, ¿por qué? Si la relación es de dos, la vel básico sólo tres llegan a la universi-


respuesta tiene dos caminos: el que parte dad, y de ellas una se titula. Tal situación


de nosotros como personas y docentes, y 


refleja una gran injusticia e inequidad en
el del alumno, como persona y aprendiz. 

la educación.
El reto que presenta esta nueva genera- No obstante, y aún en estas circuns-


ción del siglo XXI es muy grande, y en oca- tancias, es viable aprovecharla, es necesa-


siones, imponente. Si bien es cierto que la 


rio recordar el compromiso social que ad-
globalización con sus rasgos neoliberales 

quirimos todos aquellos que tuvimos la


exige una preparación puntual y oportuna oportunidad de estudiar una carrera uni-


a nivel académico–técnico, también lo es versitaria; considerando que los docentes




el hecho de que promueve el individualis- 


somos un ejemplo de ello. Es imprescin-
mo, la pobreza y la marginación. Estos ele- 

dible retribuirle a la sociedad los resulta-


mentos son resultado del desequilibrio dos de lo que nos permitió alcanzar: la


que genera la transición o crisis en los ám- formación como un ser integral e ínte-


bitos de la política, la economía y la cultu- 


gro. Entonces, nuestro compromiso
ra, y particularmente, de la educación. 

como docentes no debe ser sólo académi-


Los alumnos de «ahora» son cada vez co, sino también humanista.


menos tolerantes, más inquisitivos, me- Un elemento más que llamó mi aten-


nos curiosos, más competitivos, menos 


ción fue, precisamente, la reflexión sobre
solidarios, más solitarios, menos confia- 

el nuevo rol del docente, colaborador jesuita.


dos, más desencantados, pero hay una Transcribo en viñeta estos elementos y


sola cosa que continúan siendo: perso- resaltó aquellos adjetivos que dan senti-


nas. Desde aquí la pregunta es: ¿qué tipo 


do a mi reflexión:
de persona deseamos que sean? La Com- 

pañía de Jesús expresa su deseo al respec- Acompañante en el desarrollo de personas




to: una persona con una dimensión religio- Posee identidad: con personalidad pro-


so–espiritual, cuyas virtudes se centren en





pia, definida y atractiva
la sinceridad, la piedad y el deseo de per- 


Competente, con vocación de servicio y tes-
fección, la obediencia, la ejemplaridad, la 

timonio de vida
devoción; con una dimensión caracterológi- Amigo exigente y compañero de camino


28
Autoridad cualificada y con alto nivel pro- 


Muchas veces me quejo de no ser es-
fesional 

cuchada, y considerada; pero, ¿acaso yo es-


Dignidad y autoestima cucho, acaso yo considero? Puede recono-


Enseñar lo pertinente cer que tengo capacidad de escucha hacia




Actualización profesional y pedagógica 


los demás, y eso de alguna manera marcó
Domina los contenidos y la comunicación 

mi perfil profesional; sin embargo, tam-


Escucha, habla y se deja cuestionar: hay bién descubrí que cuando me siento des-


diálogo conectada con la realidad de los demás,




Ofrece afecto sincero 


tiendo a cerrar mis canales de escucha y
Anima a irradiar los talentos 

esto limita que me ponga al servicio de


Es coherente entre lo que enseña y lo que dice los demás.


Es una voz en el desierto: profeta que La tentación de aparentar que todo




anuncia, denuncia y da testimonio 


está bien, que no hay problemas, actuar
Su conciencia critica 

«como si» nada pasara, es uno de los as-


Vincula vida y academia pectos que más pensé en esta experien-


Anuncia y media la esperanza





cia. Es difícil que desde nuestro rol de
Ayuda a dar sentido: decisión libre, res- 

docentes nos atrevamos a reconocer nues-


tras equivocaciones, pareciera que es más


ponsable y autónoma 

Reconocer que «es tarde, pero nuestra importante mantener en pie el pedestal


hora» (Casaldáliga)



de la imagen, de la máscara, que arries-


garnos a decir «no lo sé todo».


En otras ocasiones ni siquiera somos


El reto al cambio y apropiación de 

este perfil no es fácil, ni es un resultado capaces de planear, sistematizar y aprove-




aislado, sino un proceso de transforma-





char, ya si no nuestros conocimientos y
ción sustentado en la recuperación de la 

desconocimientos, nuestras experiencias.


experiencia, la reflexión, la acción, la eva- Se nos olvida que ellas nos procuran co-


luación y la retroalimentación, es decir, nocimientos empíricos, nos dan memo-




en vivir el paradigma.



ria, y por lo tanto, opciones de recuperar
Esta dificultad la experimenté durante 

lo vivido.
Lo anterior limita nuestras acciones,


el módulo gracias al ejercicio del «nudo». 

La experiencia dio para muchas reflexio- las desvincula de la experiencia, y en oca-




nes que fueron desde lo sensitivo, lo inte- siones, la acción realizada no es pertinen-


lectual y lo conductual. El desafío de «re- 


te, suficiente o eficiente. Me di cuenta
solver el nudo» fue interesante y confron- 

de que existen momentos en que estoy


tador en un principio. El entusiasmo del preocupada, hasta preparada, por dar lo


grupo, y el mío propio, por enfrentarlo me mejor de mí en el proceso de enseñanza–




agradó, estimuló y exaltó, en ocasiones sa- 


aprendizaje, y pierdo de vista la realidad
tisfactoriamente, pero en otras, más desilu- 

de los demás; eso parcializa mi aprendiza-


sionadamente. En aquellos momentos de je, y autoevaluación, y la valoración del


desilusión, no sólo me desencantaba por contexto y la realidad de otros. Lo im-




no conseguir deshacer el nudo, sino por- 


portante es que ya lo he concientizado.
que no lograba establecer comunicación 

Por todo lo reflexionado, hoy expreso


abierta y libremente mi compromiso de


con mis compañeros; no me escuchaban, 

pero tampoco yo escuchaba, y tuve que actuar en consecuencia, de asumir y enfren-




aprender a callarme. Ésta fue una de las





tar el reto que conllevan esta decisión y
circunstancias más difíciles, y me pregun- 

acción. Hoy me declaro docente universita-


ria humanista. A


té: ¿cuándo soy así con mis alumnos?, 

¿cuándo soy así con los demás?...




29
Educación de calidad
y fuentes primarias
Sergio Antonio Corona Páez

En días pasados escuché que un emplea- 


la gente una serie de significados que na- SERGIO ANTONIO CORONA PÁEZ
do de la Universidad, cuyo nombre omi- 

da tienen que ver con la realidad científi- Doctor en Historia por la UIA ciudad
de México. Coordinador del Archivo
to, visitó el Archivo Histórico Juan Agus- ca. Sin duda alguna, piensan que un ar-


Histórico Juan Agustín de Espinoza,




tín de Espinoza, donde por mera casuali- chivo de tal naturaleza tiene que ser uno


SJ, de la UIA Laguna y cronista de la


dad se enteró de que recientemente una 

que guarde documentos «históricos», con ciudad de Torreón. Autor de San


Juan Bautista de los González, Ríos de


doctoranda de Harvard —Katherine Mo- 

exclusión de aquellos que dan cuenta de


gozo púrpura, La vitivinicultura en el
ore Mcallen— solicitó permiso para hacer hechos triviales. Es decir, lo que se califi-


pueblo de Santa María de las Parras.


buena parte de su investigación de tesis ca como «histórico» entra en una catego- Producción de vinos, vinagres y aguar-


mediante la consulta de los manuscritos 

ría especial de valoración de la conducta dientes bajo el paradigma andaluz (siglos


XVII y XVIII), Acequias de ensayos. Educa-


del Archivo. La reacción de este emplea- 

humana. Según esta percepción errónea, ción y Acequias de pensamiento. Coor-


do fue de incredulidad y escepticismo. lo «histórico» es equivalente a lo «social-


dinador de la colección Lobo Rampan-


«¿Qué puede buscar un alumno de Har-


mente relevante». te y editor del boletín electrónico


Mensajero del Archivo Histórico. Be-


vard, ya no en la Universidad Iberoameri- 

Pero cuando hablamos de los testimo-




cario de CONACYT.
cana Laguna, sino en el Archivo Históri- 

nios del pasado, es histórico todo lo que


co de la Institución?» dejó huella, haya sido socialmente rele-


La reacción mostrada por el emplea- vante o no. El objeto de estudio de la cien-




do en cuestión es muy representativa de 


cia histórica no es una «historia de lo re-
la actitud de una parte significativa de 

levante» desligada de las «otras» activida-


los docentes de las universidades regiona- des «menos importantes» del ser huma-


les. Esto es muy grave si recordamos que no. Los manuscritos que guardan los ar-


en la Comarca Lagunera hay casi una 


chivos históricos son documentos del pa-
veintena de instituciones de enseñanza 

sado que dan testimonio de la actividad


superior, públicas y privadas. Quiero humana integral. El ser humano simple-


pensar que este desdén tiene por origen mente ha vivido e interactuado, no hay


la ingenuidad o la ignorancia, y no la ma- 


una sola área de su vida que sea pura y
licia. Ingenuidad, ignorancia o lo que sea, 

exclusivamente categorizable como «his-


nada justifica la actitud apática de los tórica». Su actividad, si dejó huellas (por


profesores universitarios laguneros ante ejemplo manuscritos o fotografías) tiene




una mesa como la dispuesta por los diver- 


lecturas económicas, políticas, tecnológi-
sos fondos del Archivo Histórico. 

cas, antropológicas, psicológicas, socioló-


Estoy muy consciente de que el califi- gicas, etcétera. En realidad, sería más co-


cativo «histórico» suscita en la mayoría de rrecto hablar de un «Archivo de testimo-




30



nios del pasado», ya que toda la gama de


fenómenos sociales quedarían engloba-


dos en esta nomenclatura.


El Archivo de la UIA Laguna contiene





manuscritos y materiales gráficos del pa-


sado que pueden ser objeto de lecturas


desde diversos ángulos y disciplinas. Ol-


videmos lo «histórico» y pensemos simple-





mente en testimonios de conductas hu-


manas del pasado reciente o lejano, en


fenómenos perceptibles y documenta-


dos. Tomemos a la construcción de la





historia en cuanto discurso o registro del


cambio: hay testimonios que dan cuenta


de los cambios tecnológicos en la Comar-


ca Lagunera en diversas épocas, cómo sur-





gieron y triunfaron ciertas empresas,


cómo llegaron las innovaciones, desde


dónde, en qué consistían y cómo impac-


taron la región; cómo eran los guiones





radiofónicos en los años treinta, cómo


era el periodismo underground del porfi-


riato y qué estrategias utilizaba; hay regis-


tros de salarios desde la era colonial y re-





gistros de libros contables de la época de


oro del algodón. La lista podría ser inter-


minable.


Volviendo al punto de partida y ori-





gen de esta reflexión, pareciera que mu-


chos maestros, y consecuentemente bue-


na cantidad de alumnos, no distinguen


entre los conceptos, funciones e impor-





tancia de las «fuentes primarias» y las «fuen-


tes secundarias». Está muy bien que pro-


fesores y estudiantes lean todos los libros


que puedan —sobre todo en estos tiem-





pos en que es difícil encontrar alumnos


que valoren la lectura—, pues así podrán


tener diferentes puntos de referencia y


ampliarán sus conocimientos.





Precisamente el libro es el vehículo



que utilizan los científicos sociales, parti-


cularmente los historiadores, para difun-


dir nuevos conocimientos, nuevas inter-


pretaciones e incluso, para argumentar





posibilidades alternas, tanto de conteni-


do como de método. A través de la bi-


bliografía, la comunidad científica puede


31
determinar el estado de la cuestión en La diferencia entre los docentes regio-


torno a cierta problemática, pues ¿cómo 


nales y los de otras universidades presti-
saber si un tesista va a trabajar en un te- 

giosas del primer mundo consiste, sin du-


ma que otro ya resolvió, si no es precisa- da alguna, en el distinto valor que le asig-


mente por medio de las publicaciones? nan a las fuentes primarias como recur-


Pero ni todos los libros del mundo jun- 


sos esenciales para los trabajos escolares
tos pueden sustituir el valor de las fuen- 

de investigación. Estas fuentes aportan


tes primarias, ya que éstas aportan nue- información para confirmar, verificar o


vos conocimientos a las humanidades, replantear los conocimientos sobre un




las ciencias sociales e incluso a las cien- 


tópico; en otros casos, generan nuevos
cias naturales. 

conocimientos que complementan, am-


Harvard es una universidad que valo- plían o sustituyen a los viejos. Constitu-


ra las fuentes primarias por su poder ge- yen testimonios de la realidad tal y como


nerador de conocimientos científicos, 


era vivida o percibida por ciertos grupos,
y si estas fuentes que le interesan a sus 

lugares y épocas; y también son el freno


académicos se encuentran ubicadas úni- metodológico a la especulación, la afir-


ca y exclusivamente en nuestro Archivo 


mación gratuita, el subjetivismo o la fic-
Histórico, entonces vendrán a Torreón. 

ción. Es muy fácil afirmar sin fundamen-


Lo mismo ha sucedido con los de las uni-


tos. Las fuentes primarias, correctamente


versidades de Duke, Stanford y Notre Da- evaluadas, interpretadas y utilizadas, re-


me, o con los del Colegio de México y el 


presentan el sustento de cualquier afir-
Instituto Mora. 

mación de la historiografía científica.


La pregunta que me hago constante- Con dificultad se puede hablar de me-


mente es ¿por qué a muchos académicos jorar el nivel educativo de las universida-


de la región parece no resultarles de inte- 


des regionales si sus docentes no poseen
rés este repositorio de fuentes primarias so- 

el interés de convertirse en verdaderos


bre fenómenos sociales del pasado llamado investigadores. No valorar las fuentes pri-


Archivo Histórico? ¿Por qué, en cambio, marias es el resultado de la nula valora-




muchos otros académicos de diversas insti- 


ción de la ciencia como quehacer acadé-
tuciones del mundo, entre ellas el sistema 

mico. De persistir esta tendencia, los maes-


educativo de la Sorbona de París, lo en- tros seremos simples divulgadores de co-


cuentran fascinante? (para los escépticos nocimientos, y nuestras universidades,




guardo los testimonios de este interés). 


meras preparatorias. A
En cuanto sello distintivo de excelen- 

cia, el primermundismo no se encuentra




vinculado a ciertas latitudes, sino a las




mentes de los académicos. Un solo fon- 

do documental como es el del Colegio 

de San Ignacio de Loyola de Parras cuen-




ta con suficientes testimonios como para




hacer treinta tesis doctorales en diversos 

temas. En mi caso particular, bastó para 

construir una investigación que interesó 

sobremanera a estudiosos de la vitivini-




cultura hispanoamericana y del derecho




español en muchos países; y planteó ade- 

más nuevas formas de realizar estudios 

económicos y de mentalidad.


32
Hasta que se extinga
la especie
Leonor Domínguez Valdés

LEONOR PAULINA DOMÍNGUEZ VALDÉS 1


«Hagamos al ser humano a nuestra imagen como 

estructuras sociales creadas a fin de ga-


Licenciada en Antropología Social y


semejanza nuestra, y manden en los peces del mar y 

rantizar la sobrevivencia humana en el


maestra en Desarrollo Humano por
planeta y ello ha traído como consecuen-


en las aves de los cielos, y en las bestias y en todas


la UIA ciudad de México, maestra en


las alimañas terrestres, y en todas las sierpes que cia lógica un proceso de transformación


Orientación y Terapéutica Familiar, 

especialista en Programación Neuro- serpean por la tierra. 

de la familia como unidad económica de


lingüística por el Instituto Mexicano


Creó pues Dios al ser humano a imagen suya. 

producción básica.
de Programación Neurolingüística.
La familia humana se adapta a las exi-


En el campo de la investigación: Se- A imagen de Dios, díjoles Dios. Sed fecundos y mul- 

nior Resarch Asóciate por la Univer- tiplicaos y henchid la tierra y sometedla; mandad gentes demandas de los tiempos, en vir-


sidad de Tennessee e investigadora en los peces del mar y en las aves del cielo y en todo 

tud de las nuevas necesidades de respues-


asociada para el CONACYT. Profesora 

de tiempo en la UIA Laguna. animal que serpea por la tierra. 

ta que enfrenta nuestra especie. No obs-


Dijo Dios: Ved que os he dado toda hierba de semi- tante, todo proceso de cambio conlleva


lla que existe sobre la haz de toda la tierra, anima- un periodo de crisis, mismo que resulta


da de vida, toda hierba verde les doy de alimento. Y 


del vacío que se produce en el tránsito de
así fue. Vio Dios cuanto había hecho y todo estaba 

un estadio de desarrollo a otro.


De acuerdo con lo anterior, la vida en


muy bien. Y amaneció y atardeció día sexto». 

2
«Concluyéronse pues los cielos y la tierra y todo su familia no debe verse únicamente a tra-


aparato y dio por concluida Dios en el día la labor 


vés de las lentes de los especialistas en sa-
que había hecho y todo estaba muy bien y atardeció 

lud mental, ya que incluso los psicodina-


mismos de ésta obedecen a la acción de


y amaneció día sexto». 

3
«Y bendijo Dios el día séptimo y lo santificó; por- la historia económica y social de la hu-


que en él cesó Dios de toda la obra creadora que





manidad. Así, todo ensayo de aproxima-
Dios había hecho». 

ción a la problemática familiar habrá de


exigir un abordaje multidisciplinario, pues


4
«Esos fueron los orígenes de los cielos y la tierra, 

cuando fueron creados». de lo contrario obtendremos una imagen




Biblia de Jerusalén: Génesis: 1–4





alterada y sumamente fragmentaria de la



realidad.
La aparición de la especie humana sobre 

La muerte de la familia no habrá de


la tierra ha sido sinónimo de la creación advenir, en tanto no ocurra la muerte de


de la familia humana, como condición la especie humana. Sin embargo, sería




sine que non para su permanencia en el 


iluso pensar que el modelo tradicional de
planeta. Toda evolución, ha implicado 

familia no se encuentra en crisis. El modo


forzosamente una transformación de las de producción capitalista no ha llegado a


33
su nivel máximo de evolución, lo cual ha


hecho necesaria una enorme adecuación 

de todas las demás actividades sociales del 

«ser humano». Con todo, el proceso de




actualización de las instituciones no se ha




generado con la celeridad que demanda 

la actividad económica.


La familia, en tanto que entidad so-




ciocultural humana, lucha por adaptarse 

a las nuevas situaciones que le demanda 

la nóvel economía neoliberal–global. Em-




pero, la vida transcurre a gran velocidad,




y mientras todo cambia, todo muda con 

rapidez, los hombres y las mujeres del 

mundo aún se resisten a explorar otras




formas de organizarse en familia.




La pareja misma debe ser repensada 

en términos de las nuevas necesidades hu- 

manas. En cierta medida, estamos otra




vez ante sociedades nomádicas, trashu-




mantes, cuya migración tiene nuevamente 

como fin último la preservación de la es- 

pecie en virtud de su capacidad de adap-




tación a recientes escenarios económicos.




La otrora familia ideal que ha garanti- 

zado el sostenimiento de las sociedades 

capitalistas durante los últimos dos siglos,




y cuya base ideológica descansaba sobre el




principio del amor romántico entre la pa- 

reja que unía sus vidas para siempre… 

«Hasta que la muerte los separe», y que




tenía como causa eficiente, formal y final,




la procreación con objeto de preservar la 

especie, ha sido incapaz de resistir las de- 

mandas de esta economía mundial, que




ante los ojos de los estudiosos aparece co-




mo la característica esencial del siglo XIX. 

Hoy en día hemos tenido que recono- 

cer que la llama del amor romántico es




efímera y que ya somos tantos en el pla-




neta, que la humanidad entera nos agra- 

decería si optamos por no reproducirnos. 

La abundancia de fuerza de trabajo hu- 

mana ya no es tan necesaria como anta-




ño, y la sociedad no requiere mayores ex-




cedentes de mano de obra. El ejército de 

reserva está cubierto en todas las áreas de 

la actividad productiva; las mujeres han




34
ingresado al mundo del mercado laboral mente, más que con medicamentos, a las


y con ello, su relación de dependencia con 


personas, las parejas y los grupos.
el varón se ha debilitado notablemente. 

El análisis existencial creado por Lwid-


En consecuencia, las justificaciones vig Binsvanger le proporciona al terapeu-


de carácter cultural que sostenían las co- ta las herramientas para acercarse a la pro-


lumnas de la sociedad patriarcal cedie- 


blemática de sus pacientes a partir de la
ron frente a las nuevas exigencias que ur- 

comprensión de su realidad existencial,


gen al ser humano a construir un edifi- pues no todo aquello que ocurre en la


cio ético–religioso que responda a la emer- vida emocional–afectiva del sujeto en-


gencia de nuestra época. 


cuentra su explicación en los procesos
De igual manera, toda aproximación 

neurobioquímicos de combustión y oxi-


científica orientada hacia la comprensión dación, o bien, en la intrincada cantidad


del universo sucumbirá ante la tentación 


de redes neuronales que generan las des-
de pecar de soberbia al pensar que puede 

cargas eléctricas que hacen posibles los


ofrecerles a las mujeres y los hombres del


procesos sinápticos y biofísicos de neuro-


mundo una visión omnicomprensiva acer- transmisión y neurorecepción.


ca de cualquier cosa. ¡Nunca antes el ser 


En ocasiones, el sujeto también se pre-
humano dependió del concurso de los 

gunta por la pregunta misma, se cuestio-


otros para satisfacer sus deseos de enten- na a sí mismo, por el otro, por el ser…


dimiento y su tendencia natural a trans- Por el Ser y por el Otro.




formar el universo objetivo–subjetivo 


El cuestionamiento existencial, tam-
existente! 

bién es causa de conflicto, angustia y me-


Es necesario que miremos al fenóme- lancolía. Hoy más que nunca el indivi-


no de la familia humana desde toda con- duo tiene la incesante incógnita acerca


dición de posibilidad científica, a fin de 


de la existencia o inexistencia del amor y
comprender la esencia de su existencia. 

también la del sentido de la existencia,


Por tanto, es imprescindible hacer un es- lo que significa existir. Se siente, se vive


fuerzo por entender algunos de los psico- atrapado por la familia, se siente coarta-


dinamismos familiares desde una con- 


do en su libertad, preso al tiempo. Los
cepción envolvente y abarcadora de su 

demás no resuelven su soledad, no satis-


«ser como sujeto histórico–social». facen su profunda necesidad de presen-


La organización social humana, cuyo cia–sentida desde lo interno, no encuen-




fundamento reside en el matrimonio y la 


tra en la familia un asidero a la vida, para
familia, sean cuales fueren las diversas 

él la familia ya no es su continente. ¡La


formas mediante las que se construyen realidad humana es sencillamente incon-


ambas instituciones, son las formas esen- tenible! La familia humana también debe


ciales de construcción del parentesco y el 


ser vista así, como un sujeto grupal con
conducto obligado para establecer las lí- 

vida y con historia, como sujeto existente.


neas de descendencia y el lugar de resi- Secularmente los antropólogos socia-


dencia de la prole. les hemos estudiado la organización so-




La familia como institución humana 


cial del matrimonio, la familia y el paren-
puede y debe estudiarse desde la trinche- 

tesco, y hemos visto cómo estas institu-


ra multidisciplinar e interdisciplinar. Si


ciones se adaptan siempre a los más di-


partimos de esta hipótesis, veremos que versos escenarios geográficos, económi-


hoy por hoy la teoría psicoanalítica con- cos, sociales y culturales. Desde la pers-


tinúa siendo una columna sólida desde 


pectiva de la antropología, la familia, en
la cual podemos seguir descansando en 

tanto unidad doméstica de producción,


el esfuerzo por pretender curar medica- se organiza en función de las demandas


35
de la realidad social. Vista a la luz de la
razón, toda respuesta conductual huma-
na no es otra cosa que una reacción de
adaptación frente a las exigencias del me-
dio ambiente geofísico y sociocultural
que emanan de la dinámica económica
planetaria.
Pero a veces, ante la imposibilidad de
contener el estado de extravío de la hu-
manidad con el deseo de dotarle de un
punto de anclaje, incluso nos atrevemos
a desafiar a la ciencia para pensar que es
necesario volver el rostro para mirar al
interior y creer que la esencia de la perso-
na radica en eso que llamamos espíritu,
alma, ánima. Frente a lo inexplicable, el
ojo que mira a través de la lente de la
ciencia se nubla y pierde claridad. Más
allá de ciertas realidades tangibles, hay
un universo misterioso (en el sentido eti-
mológico de la palabra) y quizá sea ahí
en donde habremos de colocar nuestras
apuestas… De aquí hasta que se extinga
la especie. A
Otoño de 2005

Bibliografía
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las relaciones familiares, Buenos Aires: Lumen–Hor-
mé, 1994.
Biblia de Jerusalén, Barcelona: Descle de Brouwer,
1972.
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1998.
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Beck–Gernsheim Elisabeth, La reinvención de la fa-
milia, Barcelona: Paidós, 2003.
Engels Federico, El origen de la familia, la propiedad
privada y el Estado, Obra escogida (sin editorial ni
fecha de edición, traducción al español), Moscú.
Freud Sigmund, Esquema del psicoanálisis y otros es-
critos de doctrina psicoanalítica, Madrid: Alianza
Editorial, 1991.
Hosch Harmon, Psicología social de las américas,
Madrid: Prentice Hall, 2004.
Kottak Phillip Conrad, Anthropology–International
Edition, London: Mc Graw Hill, 2000.
, Cultural Anthropology, London: Mc
Graw Hill, 2000.
Minuchin Salvador y P. Nichols, La recuperación de
la familia, Barcelona: Paidós, 1994.

36
Imbécil y triste
Daniel Lomas

Hoy, esta noche,


desde mi casa donde me he guardado a pensarte
tantas veces,
esta noche anhelo
(aunque no localice en qué tiempo,
más allá de esta vida y más allá de este mundo,
vaya a saber dónde:
entre las nubes de la eternidad,
en los años del cielo,
en lo insondable de un infierno que tampoco existe),
esta noche anhelo que estemos juntos allá
como un simple matrimonio de almas,
pues aquí y ahora ya nunca será posible.

Es tan imbécil mi deseo y tan triste.

37
DANIEL LOMAS
Egresado de la Licenciatura en De-
recho e integrante del Taller Lite-
rario de la UIA Laguna. Ha publica-
do en las antologías Hoy no se fía,
Acequias de poesía y Acequias de
cuentos.

El cielo
no es tan alto
Sería feliz si yo volara como vuelan los hombres.
El hombre
que sabe andar por esta vida, vuela.
No necesita
más que el pan de cada día,
el vino de cada noche
y una mujer que amamante los sueños.
El centavo
más caro es el amor.
Vuelan los aires, vuela el humo de mi tabaco
y las palabras más íntimas.
Para el hombre feliz el cielo no es tan alto.

38
El deseo
como principio
Mariana Ramírez Estrada

MARIANA RAMÍREZ ESTRADA Ponerse frente a Teseo (con D...), del salti- !

del amor, que por naturaleza es inatrapa-


Licenciada en Ciencias Humanas
!

llense Pablo Murga (Edmundo Salas Garza, !

ble, pero que no por ello nos priva de vi-


por la UIA Laguna, colaboradora en
marzo de 1953), editado en este año por venciarlo. Hay sutilizas en el tratamiento
!

el Centro de Difusión Editorial y


!

profesora en el área de Integración- Piedra de Luna, representa un principio, de este fundamental tema humano, pero
!

de la misma Institución. Ha publi- entendiéndolo como punto de partida, !

todos los posibles matices se anudan en


cado en las antologías Acequias de
!

en varios sentidos: se trata de la primera !

un mismo centro: el amor como presen-


poesía, Acequias de cuentos, Voces en
obra publicada por el autor; es un poe- cia inherente al hombre, y así, esta con-
!

el desierto y Dimensiones sonoras. !

mario, siendo la forma versificada el gé- cepción se torna en espiral que crece con-
!

nero literario inaugural para la humani- !

!
céntricamente sin jamás agotarse.
dad, y finalmente, alude como pretexto o !

Derivado de lo antes dicho, la obra


humus creativo a la antigüedad clásica se aprecia aún más profunda en cuanto
!

griega, que a su vez constituye el origen que a través de la constante presencia


!

cultural de la civilización occidental. !

del deseo en pos del amor, muestra, ayu-


dada por la fuerza y concreción metafó-
!

Pero atravesar la obra y detenerse en !

ella, nos conduce a asegurar que vistos rica de la expresión poética, la importan-
!

con mucho más detalle, los 31 poemas


!

!
cia de observar y atender lo verdadera-
agrupados en seis apartados (consideran- !

!
mente humano como fundamento que
do el prólogo y el epílogo), nos regalan !

apuntala cualquier acción, experiencia y


mucho más. sentimiento del hombre desde que se ha
!

Un libro–objeto, es decir, un libro pa- asumido como tal; por eso no es mero
!

ra verse, palparse y disfrutarse desde su !

!
afán erudito o simple casualidad que el
contenido hasta su formato: el papel y su !

autor haya recurrido a la Grecia clásica,


textura, el color y la línea de las precisas con todo lo que representa, para enmar-
!

ilustraciones de Francisco Huazo, son ele- car su obra.


!

mentos que conforman un todo estético, !

!
Por otra parte, en cuanto a recursos
en el sentido real y pleno del concepto: !

retóricos y manejo del lenguaje, es decir,


suscitador de reacciones emocionales, in- técnica, es imprescindible señalar que
!

telectuales y físicas por parte del lector– Murga logra forjar con las palabras estro-
!

espectador. !

!
fas de evidente limpieza, y con este térmi-
Una búsqueda a la que Pablo Murga !

no quiero indicar sobriedad, elegancia y


autenticidad, que dan por resultado poe-
!

nos convoca, con el objetivo primordial !

de dilucidar, sentir y comunicar acerca mas accesibles a todo lector.


!

39
Los atributos antes mencionados no
"

"

son fáciles de lograr, digamos, en ningu- "

"

no de los géneros literarios, pero me pa- "

rece que esta labor de encadenar palabras


"

"

y sacarles hasta la última gota de sentido,


"

"

se vuelve más compleja en la poesía, pues "

"

no deja de ser en la intimidad de la en- "

traña donde se gesta la expresión del poe-


"

"

ta, atenuante que adelgaza los límites en-


"

"

tre la fuerza comunicante a escala univer- "

sal y la simple válvula de escape de senti-


"

"

mientos muy individuales.


"

"

También es totalmente necesario ha- "

"

cer mención de otro factor indispensa- "

ble, irrenunciable, que posibilita el logro


"

"

de poemas como los que encontramos en


"

"

Teseo (con D...): un autor que se inicia co- "

"

mo lector profesional, apasionado e in- "

cansable, pues no existe una escuela para


"

"

ser escritor que cubra todo lo que se re-


"

"

quiere para realizar esta labor creativa, ya "

"

que no hay recetas para crear, lo que hay "

son «maestros» que han legado sus descu-


"

"

brimientos plasmándolos en obras, que a


"

"

su vez se convierten en el tesoro artístico "

"

de la humanidad. "

Afirmo lo que menciono, no porque


"

"

antes de hoy haya conversado frente a


"

"

frente con Pablo Murga —pues sí lo he "

"

hecho teniendo como enlace comunicati- "

vo a su poemario— sino porque él mismo


"

"

menciona entre sus datos personales ha-


"

"

ber leído desde niño (aunque dice que "

"

desordenadamente) a López Velarde y "

Darío, entre otros «maestros»; y además,


"

"

porque el hecho de ser un lector profe-


"

"

sional es notorio desde su propia obra. "

"

Lo más afortunado que espero, si es "

que he logrado ser coherente con mi pro-


"

"

pio deseo y con el objetivo primordial de


"

"

comentar acerca de un libro, es que por "

"

su propia lectura asientan o disientan con "

lo que les he compartido. Pero para ase-


"

"

gurarme más de despertar en ustedes la


"

"

inquietud de acercarse a Teseo (con D...), "

"

les revelaré qué poemas de los 31 me im- "

pactaron más, es decir, me dijeron más;


"

"

antes también debo confesarles que esta


"

"

40
«selección», si vale calificarla como tal, no #

«Oráculo»
fue cosa sencilla tratándose de un poe- [...]
#

mario tan intenso. #

#
Capítulo de mil páginas es tu cara
De la primera parte titulada «Eros», #

Tus pechos de sintaxis sonrosada


«Tisbe» y «Quimera», que constituyen poe-
#

Lomeríos de palabras prólogos de


mas amorosos químicamente puros, esen- [historias
#

ciales, que nos demuestran que en la dis- #

#
Deletreo balbuceante descripciones y
tancia el amado o la amada tiñen su re- #

[misterios
cuerdo de añoranza: [...]
#

«Tisbe» #

#
De «Eris», «El pozo», afirmador y con-
[...] #

frontador del muy cruel rostro de la au-


Ven amor que te quiero sencia.
#

Déjame adorar la muerte


#

Pasear la vida por tu cuerpo #

#
Esperando tu tibia presencia
Anudar el alma con la tuya #

Se hundió en mí la esperanza
[...] Me quedé triste en un pozo
#

Estrecho como boca de perro


#

«Quimera» #

[...] #

Y al querer lanzar la vista al cielo


Dime... tú que sabes el secreto que
#

Un aullido brutal me dejó ciego.


murmura el viento
#

¿Cuándo me envolvió el manto de tu #

#
Y de la cuarta agrupación denomi-
olvido? #

#
nada «Noche», «Protogénesis» y «Agua»,
[...] #

ya que ambos representan instantes y ele-


mentos a la vez que fundantes, desenca-
#

De «Afrodita», el siguiente apartado, denadores (motores), que han dado y si-


#

«Amor sin fin» y «Oráculo», pues ambos #

#
guen dando lugar al origen.
son un estudio que honra lo que se pue- #

de hacer con el lenguaje: el primero trans- «Protogénesis»


#

forma la muerte en amor partiendo y [...]


#

dándole un giro a «Muerte sin fin» de #

#
... Gea la diosa madre
Gorostiza, mientras que el otro, de algu- #

Da a luz al Pontos
na manera afirma que un libro es un orá- Urano y las montañas
#

culo y a la vez puede ser también una


#

personificación amorosa y profundamen- #

#
En ese instante fecundo
te humana. #

#
Te persigo.
#

«Amor sin fin» «Agua»


#

[...] [...]
#

Atado a ti a tu epidermis #

#
Subterránea caricia marinera
En tatuado signo inconmovible #

Sangre vital de nuestra tierra


Nace la figura grácil de tu cuerpo Llanto de dioses olvidados. A
#

Esfinge misteriosa de tu rostro


#

Que impávida sonríe sorprendida #

Feria del libro Torreón 2005,


¡Azul! tiene que ser azul ese amor
#

29 de septiembre.
Inmarcesible tumbo de la vida.
#

41
Leteo (fragmentos)
Iván Cruz

Despedida de Marco Valerio Marcial

Quiero agradecer a los dioses


por la razón y el asombro
que acaso me descifraron el Universo,
por el ejercicio de los días,
por las palabras, por los versos
donde pude simular sabiduría,
por el amor de las doncellas,
por la dádiva del llanto,
por el hoy incierto,
por el ayer distinto.
Un poco de tierra
me basta ahora,
a otros aplaste en sus tumbas
la rica estela de mármol,
esa insípida carga que al muerto atenaza.

Apócrifo I

Dices bien, Quintiliano,


estos poemas atacan a lo viejo,
estos poemas viven del pasado,
estos poemas no son de vanguardia,
lo acepto,
como también acepto
las risitas y el sarcasmo
que me dedican mis contemporáneos,
los que viven a la moda,
y que ya son freno y obstáculo
de los jóvenes en turno.

42
Pensar el pensamiento
de Acequias de pensamiento
Javier Prado Galán, SJ

JAVIER PRADO GALÁN, SJ ¿Qué significa pensar? con humildad a la pregunta heideggeria-
$

Licenciado en Filosofía y Ciencias MARTÍN HEIDEGGER $

na «¿Qué significa pensar (hoy)?»


Sociales por el Instituto Libre de
Nuestros tiempos son los del pensa-
$

Filosofía, licenciado en Teología


$

Jaime Muñoz Vargas, en el prólogo de la miento débil. Vattimo afirma que dicho
$

por el Instituto Máximo de Cristo $

Rey, maestro en Filosofía por la UIA obra que hoy presentamos, hace una fu-
$

pensamiento no supone sólo reconocer


ciudad de México y doctor en Filo-
$

gaz alusión al motivo del título de nues- $

hoy los límites del pensamiento, sino, y


sofía por la UNAM. Actualmente es
sobre todo, ser conscientes de que en es-
$

vicerrector académico de la UIA ciu- tro libro: «ofrecemos esta edición conme- $

dad de México. Ha publicado entre morativa con ensayos de temática misce- ta época el ser se ha debilitado en grado
$

otros Globalización y ética: moral ino- sumo. La posición de Vattimo puede ser
lánea, de allí el uso genérico de la pala-
$

dora y disolución de valores; Efectos so- $

ciales de la globalización; Ética, profe- bra ‘pensamiento’ que sirve para apelli- $

rebatida si con ella se sugiere fomentar


dicho tipo de pensamiento. Pero puede
$

sión y medios: la apuesta por la liber- dar la compilación». Pero la acepción de $

tad en el éxtasis de la comunicación; la palabra pensamiento en este libro queda


$

ser también justipreciada si lo que pre-


Ética sin disfrace: una aproximación a
$

la antropología y la cultura y la ética calibrada por al menos otras tres anota- $

$
tende el autor de Las aventuras de la dife-
de nuestro tiempo. ciones del escritor lagunero: «libro que $

rencia es poner de relieve que en el mun-


javier.prado.@uia.mx de entrada parece estar en contra de ‘la do de hoy ha llegado a su fin la metafísi-
$

imposición intrusista de los valores co- ca y su violencia. Una posición como és-
$

merciales’»; «es posible alzar (...) una te- $

$
ta nos lleva a posponer el pensamiento
nue pero duradera voz ante el embate de $

«dogmático» como un viejo vicio del es-


la irreflexividad y del egoísmo», y «hacia píritu humano. En este libro de aniversa-
$

nuevos ‘pensamientos’ que posibiliten opo- rio encontramos ensayos referentes a di-
$

ner un esfuerzo múltiple y a la vez com- $

$
cha problemática. Textos que hablan del
pacto (...) a ‘la lucha de todos contra to- $

fin del pensamiento. Artículos que se po-


dos y el cinismo’ que tienen al planeta, sicionan ante la postmodernidad, el hu-
$

como alguna vez escribió Rodolfo Walsh, manismo y la tecnología. El «pensamien-


$

en ‘los límites de la desdicha’». $

$
to único», neoliberal, es desenmascarado.
La acepción de la palabra pensamiento $

En ese sentido se ha pronunciado ya


de este Acequias de pensamiento es innega- hace tiempo Richard Rorty. Hemos lle-
$

blemente crítica. Se debe entender —y el gado al fin de la filosofía. No podemos


$

lector del libro de marras así lo compro- $

$
ya definir las cosas, todo lo que nos que-
bará—, que la colección de ensayos que $

dan hoy son sólo redescripciones de la rea-


tenemos en nuestras manos intenta en- lidad. Pero ¿quién nos dice cuál es la re-
$

tonces «violentar el pensamiento» o, di- descripción de la realidad más plausible?


$

cho de otro modo, «subvertir el pensa-


$

$
Ahí Rorty parece recurrir a un principio
miento». Sobre el pensamiento es enton- $

emotivo: «que siga la conversación». Tam-


poco es posible quedarnos paralizados.
$

ces que versa este escrito. Me interesa por $

tanto pensar el pensamiento, contestar Debemos seguir buscando el criterio que


$

43
nos ayude a esclarecer la redescripción %

plausible, una vez que hemos renunciado %

a la definición definitiva de la cosa. Rorty


%

se plantea el dilema «conocimiento o es-


%

peranza», y se inclina por el segundo %

polo, no porque crea que conocer no es %

importante, sino porque asegura que no


%

da con la verdad, y que además, éstos son


%

tiempos más bien para la imaginación. Ace- %

quias de pensamiento redescribe la realidad %

con creatividad e imaginación. A manera


%

de ilustración basta visitar sus artículos


%

en torno a Latinoamérica: se apuesta en %

este volumen por un pensamiento latino- %

americano y también por una Latinoamé-


%

rica donde la alteridad se respete, de este


%

modo se redescribe de manera convin- %

cente el fenómeno latinoamericano. %

Jean Baudrillard sostiene que vivimos


%

hoy el éxtasis de la comunicación. Esta-


%

mos en la era de la hiperrealidad, en la %

que el simulacro se impone. Ya no es el %

acontecimiento el que precede a la noti-


%

cia, sino viceversa. La noticia crea el acon- %

tecimiento. ¿Es posible pensar en este mar %

de dudas? ¿Es posible pensar en medio de


%

tanta obscenidad? La pretensión de este


%

Acequias de pensamiento, de este «arroyo de %

pensamiento», es rasgar el velo de Maia %

del simulacro y dar no con una voluntad


%

ciega e irracional al estilo de Schopen-


%

hauer, sino con una voluntad verdadera


%

que pueda significar un faro en altamar. %

Por ello, y siguiendo con Baudrillard, %

en el libro que presentamos se puede en-


%

trever una censura acerba de la mundiali-


%

zación, en tanto que proceso de descom- %

posición del capitalismo, al mismo tiem- %

po que una defensa de la singularización,


%

de la alteridad y del otro. El triunfo de lo


%

mundial sobre lo universal obliga a los %

acequianos a denunciar por un lado esta %

atrocidad, pero por otro, a destacar la im-


%

portancia de la singularidad.
%

Kant nos aseguró hace más de dos si-


%

glos que el noúmeno, la «cosa en sí», es in- %

cognoscible. Lo que podemos conocer %

con nuestras categorías mentales es el fe-


%

44
nómeno. El pensamiento se sabe desde &

&
tructurales. Acequias de pensamiento se pro-
entonces limitado, finito y fronterizo; sin &

pone seguir pensando los modos de im-


embargo, se empeña en conocer aún más, plementar esto. Pensar viene de pendere,
&

&

está en búsqueda. Recientemente ha apa- «pender», «pesar». Eso es lo que hacemos


&

&

recido ante nuestros ojos la cinta ¿Y tú &

&
con el pensamiento, pesamos, sopesamos,
qué sabes?, una oda a la física cuántica, que &

discernimos, eso es lo que hacen este gru-


pretende cuestionar nuestro realismo in- po de ensayos: sopesar, cavilar, razonar.
&

&

genuo. «Lo esencial es invisible a los ojos», El perspectivismo orteguiano nos obli-
&

&

escribía Saint Exupery. La cosa en sí es &

&
ga a dar con la complementariedad de pers-
incognoscible. Pero no debemos renun- &

pectivas en la búsqueda de la verdad. En


ciar a esa búsqueda pese a ese aciago 68 Acequias de pensamiento eso es lo que adver-
&

&

en el que Adorno perdió la vida. timos: una complementariedad de pers-


&

&

La razón fronteriza de Trías nos lleva a &

&
pectivas que de ningún modo pretende
aceptar los límites, los peras del pensamien- &

encontrar la verdad absoluta. El mismo


to: nos conduce a comprender que el pen- Ortega defiende que tal cosa es sólo privi-
&

&

samiento no es omnipotente. La razón mo- legio de Dios. Tenemos en el libro en cues-


&

&

derna ha recibido por ello serios cuestio- &

&
tión textos sobre la globalización, por ejem-
namientos. Pero la razón posmoderna no &

plo, de todos los signos, unos enfatizando


se entiende como fronteriza, sino más bien la importancia de lo regional, otros con-
&

&

como fragmentaria. Unamuno solía decir: centrando su atención en la distinción en-


&

&

«pensemos sintiendo, sintamos pensan- &

&
tre globalifílicos y globalifóbicos, etcétera. El
do». En nuestros días, el filósofo Zubiri ha &

perpectivismo nos invita a leerlos como


insistido en la inteligencia sentiente. La ra- complementantes para acercarnos a la vi-
&

&

zón fronteriza de Trías está emparentada


&

&
sión más veraz.
con esta razón sentiente de Zubiri, que cen- &

El pensamiento crítico que se descubre


en Acequias de pensamiento no es, de nin-
&

sura la razón concipiente moderna y occi- &

dental invita al aprecio por los sentidos. gún modo, un pensamiento seguro de su
&

&

Mal haríamos si dejáramos de lado esa


&

&
fuerza, sino más bien una denuncia profé-
actitud de búsqueda tan propia del filóso- &

tica que presupone un agudo discernimien-


to de los signos de los tiempos. En reali-
&

fo. Diez son los sentidos con los que con- &

tamos, aseguró Zubiri, pero lo que no dijo dad es un pensamiento ético, puesto que
&

&

es que el sentido del hacia, de la direcciona- la indignación ética aparece por todos la-
&

&

lidad, es el más importante, ayer, hoy y siem- &

&
dos. Asimismo, la esperanza contra toda
pre. Marchar del fenómeno al noúmeno &

esperanza está presente a lo largo de sus


supone potenciar este sentido, inteligir páginas, que en su conjunto se inclinan
&

&

con él, dicho en términos zubirianos. La por la esperanza sobre el conocimiento,


&

&

realidad está ya aprehendida en la intelec- &

&
pero ello no quiere decir que desprecien
ción sentiente, afirma el pensador, pero &

esa búsqueda de verdad de la que he esta-


¿qué en realidad es esa realidad? La res- do hablando. En el fondo Acequias de pen-
&

&

puesta a la cuestión puede desvelarse con samiento coincide con el último Bergson,
&

&

la lectura de este Acequias de pensamiento. &

&
quien señala que: «Quien ha pasado su
El fin de los metarrelatos no implica &

vida buscando la verdad, se da cuenta de


que la hubiera empleado mejor haciendo
&

abandonar el pensamiento. Lyotard tiene &

razón, debemos seguir contando la histo- el bien». Hagamos las dos cosas. A
&

&

ria, quizá sin las grandes pretensiones de


&

&

antes, pero sí con el afán de buscar no &

*Palabras pronunciadas en la presentación de este


&

volumen de octavo aniversario de nuestra revista,


sólo justicias locales —y esto lo digo con- &

en el marco de la Feria del libro Torreón 2005, 2


tra el francés—, sino incluso justicias es-
&

&

de octubre.

45
Voces del día
César Cano Cuevas

Los días se lamentan con gemidos de metal CÉSAR CANO CUEVAS


Nació en Tapachula, Chiapas,
con miradas de sepelio
1981. Es Licenciado en Derecho.
Traen al tedio entre los labios Ha publicado en los libros colecti-
vos Mañana tampoco y Las lenguas
Quieren estrangular a la pistola del tiempo dementes. Pertenece al Taller Litera-
rio del Teatro Isaura Martínez.
devorarla cexarcano@hotmail.com
Quieren determinar la vida
ponerle engranajes de oficio
el aceite medido y los tornillos de rebaja
Ponerla a andar

Levántate temprano y ve a vivir sin conciencia


a colgar las patas de las horas al reloj Levántate y corre
a ver cómo se devoran unas a otras no pienses en las consecuencias de precipicio que puedan ocurrir
cómo la rutina succiona los tuétanos del tiempo Queremos que andes moribundo
tragando los días sin sus noches
Levántate temprano y anda que engullas la vida de un sorbo
lucha por vestirte con un trabajo Preocupado por el dinero que te falta
Y ten paciencia por ver cómo la vida baila desde la tele
mucha paciencia y tú sentado indiferente
no es fácil andar midiéndote las bragas laborales Preocupado por los gemidos de tu conciencia
Queremos que tengas una voz plural y profunda
que te diga cómo pensar y cómo actuar
Queremos que inventes la nueva ciencia ligera
sencilla de limpiar
Queremos que encuentres la paz eterna
es decir, la muerte permanente

Pero hoy me quiero enterrar


No quiero levantarme
Quiero leer el periódico
encontrar un aviso en donde soliciten un mediocre
un ocioso

eso es lo que necesito ser
un ocioso de tiempo completo
con todas las prestaciones de ley

46
Augusto Roa Bastos–Guillermo Cabrera Infante

Los sentidos
de un destino Edgar London

EDGAR LONDON Cierra el año 2005. Abdico y adjudico. '

meras historias. Con el tiempo, la juven-


La Habana, 1975. Escritor, crítico y
'

No puede ser de otra forma mi entrega '

tud despertaría en él la prematura semi-


ensayista. Numerosos artículos su-
cuando el próximo enero se pierda la úl- lla de la política, y lo hizo sin mediacio-
'

yos han sido incluidos en revistas


'

nacionales y extranjeras. Ha publi- tima convergencia de dos grandes: Augus- nes ni miramientos. Su carácter románti-
'

'

cado los libros de cuentos El nieto to Roa Bastos y Guillermo Cabrera Infan- '

co, más a tono con héroes de épocas pa-


del lobo y (Pen)últimas palabras.
'

edgar@london.com
te. La obligación me persuade, más que '

sadas, lo arrastró velozmente a probar las


me fuerza, a multiplicar palabras a sus fa- realidades del mundo. De ahí que, en ple-
'

'

vores. Por sucumbir como el primero, al na adolescencia, y acompañado por unos


'

'

poeta que me habita, y por ser como el se- '

'
amigos, escapara de su colegio católico ha-
gundo, cubano de nacimiento y corazón. '

cia lo que él posteriormente denominara


Escritores inimitables podría ser el ca- la gran aventura de la guerra. Se descubrió,
'

'

lificativo inicial que los una. Sin embar- pues, envuelto en el final de la Guerra del
'

'

go, tal aseveración, a causa de su eviden- '

'
Chaco, que enfrentaba a su país contra
cia, resultaría vana. Marcados ambos por '

Bolivia. Allí hizo las veces de asistente de


un rigor político en vida y no poca obra, enfermería sin afiliarse a partido alguno,
'

'

de haber coincidido, por allá en el año motivado quizás, y aún sin saberlo, por-
'

'

1789 en el salón de sesiones de la Asam- '

'
que comenzaba a descreer en las fórmu-
blea Nacional Francesa, no hay dudas de '

las, los dogmas, las anteojeras de toda or-


que habrían optado por bandos contra- todoxia, por bien inspirada que ésta fuese.
'

'

rios: Roa Bastos, pausado y certero, a la Principio que, a su manera (con Gui-
'

'

izquierda; mientras que Cabrera Infante, llermo Cabrera Infante todo tiene que
'

'

con su astucia cuasi demencial, se las ha- '

'
ser, necesariamente, a su manera), tam-
bría ingeniado para acomodarse discreta- '

bién seguiría el intelectual cubano. Baste


mente a la derecha. Así definieron real- recordar con que perseverancia negó siem-
'

'

mente, a veces a la sombra, y otras a la luz, pre pertenecer al «Club del Boom» de la
'

'

sus posiciones políticas el pasado siglo, a '

'
literatura latinoamericana alegando que,
riesgo de terminar declarándose enemigos '

según sus propias palabras, era una insti-


comunes. Por suerte, el arte y hasta el azar, tución creada en Londres a semejanza de
'

'

los salvaron de un destino tan pálido. los clubes de caballeros.


'

'

Nació Roa Bastos en Asunción, Para- '

'
Nacido en Gibara, antigua provincia
guay, en 1917, y dejó correr tímidamente '

de Oriente, no fue hasta los 12 años de


su infancia bajo las sombras de Iturbe, lu- edad, con la mudanza de sus padres ha-
'

'

gar que le serviría de patrón para sus pri- cia La Habana, que encontraría en la his-
'

'

47
toria de esta ciudad, en sus muros, sus (

(
Confrontación en uno. Remembranza
múltiples calles y sus mujeres, la fórmula (

en otro.
imprescindible para llevar adelante sus re-
(

Esclavos de la palabra, llegaron a amar-


latos. Hijo de militantes activos del Parti- la y dominarla como pocos. «No es ladrón
(

do Comunista, se hizo eco de ello para (

(
de letras el que quiere sino el que pue-
combatir al entonces presidente Fulgen- (

de», afirmaría Roa Bastos en Vigilia del al-


cio Batista, y asimismo, sumarse a la doc- mirante, y él supo hacer alarde de creativi-
(

trina castrista con el triunfo de la Revolu- dad, nunca despojado de la acechanza


(

ción Cubana, el primero de enero de 1959. (

(
del romancero que llevaba intrínseco. En
Sin embargo, poco le duró el entusiasmo. (

su prosa se huele, más que se percibe, la


Siendo agregado cultural en Bélgica, des- indeleble sensibilidad que azuza a la poe-
(

pués de la muerte de su madre (suceso sía. Ha de ser ésta, para él, una suerte de
(

por el cual se vio en la obligación de re- (

(
mujer a la que siempre —recurramos a su
gresar a La Habana), renuncia a su cargo (

proceder— «abraza con fuertes quejidos


diplomático y rompe definitivamente con tratando de despojarla de su indumenta-
(

la revolución y su líder, pasando a ser uno ria de vela, de velos, de desvelos».


(

de sus más furibundos detractores.1 (

(
Cabrera Infante no destaca por su li-
De tal forma, motivados ambos escri- (

rismo, mas descuella por el dominio ma-


tores por la idealización personalísima de gistral del lenguaje. No recurre a palabras
(

una sociedad que se les hacía esquiva enrevesadas porque él, por puro gusto,
(

(Roa huyó de las atrocidades de Alfredo (

(
ha de embrollar las palabras para crear
Stroessneer Infante eludió la autoridad (

frases de una originalidad absoluta, y por


de un régimen totalitario), se vieron en- lo general, no exentas de humor o fina
(

rolados en la más triste de las travesías, ironía. Su inigualable capacidad para di-
(

aquella de siempre dudosa consumación: (

chas argucias lo llevó incluso a parafra-


el exilio; estigma que describiría y justifi-
(

sear rimas de José Martí, héroe nacional


caría la mayoría de sus creaciones. Vale de Cuba, y para muchos, el mejor escri-
(

recordar que el paraguayo redondeó la te- (

(
tor de todos los tiempos en ese país. «Ar-
mática de sus mejores obras bajo el influ- (

dor con ardor se pega. En el monte de


jo del monoteísmo del poder. Su bien lla-
(

Venus, sexo y bardo, tiene el leopardo su


mada Trilogía del Poder, que comienza abrigo», escribiría en La Habana para un
(

con Hijo de hombre (1960), continúa con (

(
infante difunto, y así, en par de frases, ju-
Yo, el Supremo (1974) y concluye con El fis- (

guetea con el título de la novela martia-


cal (1993), hacen latente su sino. Cabrera
(

na Amor con amor se paga, y con algunos


Infante tampoco pudo deshacerse de la de los versos más famosos del apóstol
(

nostalgia de su voluntario destierro. Ata- criollo:


(

có a Fidel Castro y sus seguidores en múl- (

tiples artículos periodísticos, al punto de (

Tiene el leopardo un abrigo


conformar todo un libro con la selección
(

En su monte seco y pardo:


de algunos de ellos (Mea Cuba), pero fue Yo tengo más que el leopardo,
(

La Habana quien lo ganó a él y sus nove- (

(
Porque tengo un buen amigo.
las. Ciudad ineludible, conspiración cívi- (

ca y recurrente, asume su protagonismo Coinciden nuevamente Roa Bastos y


(

en Tres tristes tigres (1964) o La Habana para Cabrera Infante en su aprehensión de la


(

un infante difunto (1979), amén de otras (

(
literatura moderna. Expresó el primero
tantas obras. Relucieron así estos hom- (

que «una buena literatura, una obra bien


bres dos maneras de aceptar la realidad
(

hecha, auténticamente iluminadora, será


que los lacera fuera de su tierra natal. siempre y en el mejor sentido testimo-
(

48
nial», mientras que el segundo afirmaría
)

)
literalmente: «Yo escribo autobiografías
)

en forma de ficción, donde los elemen-


tos autobiográficos están tratados tam-
)

bién como otros elementos de la ficción».


)

)
¿Y qué es si no la autobiografía?, apéndi-
)

ce testimonial en primera persona.


Podría pensarse, erróneamente, que
)

estos dos hombres asidos a quimeras po-


)

líticas opuestas, aunque sufridas con idén-


tico aplomo, habrían de limitar el cruce
)

de sus caminos al universo artístico. Pues


)

)
no. Se encontraron en cuerpo si no en
)

alma, forzados, es cierto, por motivacio-


nes sujetas a ese otro universo, cuando
)

ambos integraron parte del jurado del


)

)
Premio Clarín de Novela en el año 1998
)

(el tercero de los miembros sería Adolfo


Bioy Casares). En otro concurso interna-
)

cional, el Rómulo Gallegos, alternaron


)

)
con azarosa insistencia. Participó Roa Bas-
)

tos en su tercera y décima convocatorias.


Cabrera Infante, en cambio, probó suerte
)

en la segunda y cuarta ediciones (en ésta


)

)
última, curiosamente, Roa Bastos se in-
)

cluía en el jurado que lo dio por finalista).


Ninguno de los dos hubo de llevarse nun-
)

ca el codiciado premio. Y es que el desti-


)

)
no, voluble hasta el cansancio para con
)

ellos, habría de honrarlos con la mejor de


las distinciones para un escritor en lengua
)

castellana: en 1989 Roa Bastos recibe el


)

)
Premio Cervantes, distinción que repeti-
)

ría Cabrera Infante ocho años más tarde.


Sin lugar a dudas, el arte reuniría en
)

innumerables ocasiones el nombre de es-


)

)
tas celebridades. Si acaso, la marca del
)

exilio sería la única capaz de sobrepasar


sus aciertos literarios. Mientras duró, Roa
)

Bastos hubo de cargar con la peor parte.


)

)
Por su cuenta Cabrera Infante se estacio-
)

)
naba en Londres, al serle negada la resi-
)

dencia en España, para dedicarse al pe-


riodismo, la crítica de cine y otros asun-
)

tos afines con sus gustos intelectuales. El


)

)
paraguayo, por el contrario, habría de pa-
)

sar por traductor, cartero, corrector de


pruebas, profesor, limpiador de vidrieras,
)

49
camarero, vendedor ambulante y, por si modo de los grandes. No tardará el día
*

no bastara, se ve obligado a abandonar *

en que debamos quemar nuestras naves


Argentina, el primer país donde buscara
*

con Roa Bastos, a fin de no pensar más


refugio, cuando otra dictadura comienza en volver, conscientes de que hay aventu-
*

a perseguirlo, para colarse finalmente a *

*
ras extremas que no admiten retorno po-
Toulouse, Francia. *

sible. O habremos de reclinarnos a dis-


No obstante, Roa Bastos, vapuleado frutar de nuestro terruño, tomar cuida-
*

en sus andares, haría suya la fortuna a la do de la vastedad mágica de una ciudad


*

que aspira todo exilado: el regreso. En *

*
que por derecho natural hacemos nues-
1989 Paraguay reabre las puertas a su hijo *

tra y nos acuna, al estilo de Cabrera In-


perdido, y no entra éste a escondidas, si- fante con su Habana, «única en la tarde
*

no respondiendo a una invitación de An- —diría— una sola sombra sonora en mi


*

dré Rodríguez, el nuevo líder de su país. *

*
contar de los contares. Habanidad de ha-
De Cabrera Infante, sus ojos miopes, no *

banidades, todo es habanidad». A


avistarían otra Habana que la de sus re-
*

cuerdos. Al cubano nunca llegó la posibi- *


Quiero trasmitir a la familia de Augusto Roa Bas-
*

tos y a todo el pueblo hermano de Paraguay, mi


*

lidad del imprescindible retorno. *

profundo pesar y mis más sentidas condolencias


En el 2005, armonizan por enésima *

por el fallecimiento de esa figura excepcional de


ocasión Augusto Roa Bastos y Guillermo las letras latinoamericanas y universales, quien
*

Cabrera Infante para dedicarnos el pos-


*

fuera además un amigo leal y entrañable de Cuba.


Guardo, muy frescas en mi memoria, aquellas ho-
*

trer adiós. Sus respectivos decesos, fue- *

* ras tan estimulantes y cálidas que pasamos juntos,


ron acogidos de impar manera en sus na- *

en agosto del 2003, cuando le impusimos la Or-


ciones de origen. Paraguay, haciendo den José Martí, máxima condecoración que otorga
*

el Consejo de Estado de la República de Cuba.


caso omiso del testamento de Roa Bas-
*

Nuestro pueblo recuerda con gratitud y orgullo


tos, que profesaba a pedido del escritor *

*
aquella visita con que nos honró para siempre Au-
«no ser objeto de ningún funeral oficial *

gusto Roa Bastos.


Nos deja su obra y su ejemplo como creador ex-
por parte de políticos», condujo sus res-
*

traordinario y como hombre íntegro, de princi-


*

tos a la sede del Palacio de Gobierno,


*

pios inconmovibles.
para rendirle las correspondientes hon- *

Fidel Castro Ruz


ras fúnebres. La televisión, la radio y los
*

«Mensaje del Comandante en Jefe Fidel Castro


demás medios de la prensa no pasaron
*

Ruz por el fallecimiento de Augusto Roa Bastos»,


por alto la insustituible pérdida. Una http://www.granma.co.cu/2005/04/28/nacio-
*

atención apenas comparable con la des- *

nal/articulo07.html
*

atención que sufrió Cabrera Infante. En *

Cuba la noticia de su fallecimiento que-


*

dó bajo la responsabilidad de revistas de


*

segunda, en lacónicas y argumentables *

referencias. La ironía no podía faltarle al *

criollo (tan dado a ella) a propósito de su


*

propia defunción, y quedará reflejada


*

para la historia en la nota* que el presi- *

dente de su país, Fidel Castro, dedicara *

no a su coterráneo, como debiera espe-


*

rarse, sino al escritor paraguayo.


*

A estos hombres la muerte no les ser-


*

virá de excusa para el olvido. Quedan *

sus libros, sus motivaciones y el instinto *

común que los llevó a asumir la vida al


*

50
El mundo
es ancho y ajeno
Juan Pablo Neyret

JUAN PABLO NEYRET Aparentemente una noticia más, la muerte del +

el hecho me dolió, pues comprendí que el in-


Mar del Plata, 1963. Licenciado en enorme Ray Charles, devolvió al cronista, co-
+

cesante y vasto universo ya se apartaba de ella


Letras por la Universidad Nacional
mo lo dijera el Dante en la Divina Comedia y que ese cambio era el primero de una serie
+

de Mar del Plata, donde integra el +

grupo de investigación «Historia y «Nel mezzo del camin di nostra vita», a un es- +

+
infinita...
Ficción». Ha publicado numerosos tado de melancolía (oh, melancolía) que a la +

artículos críticos y entrevistas en


vez le hace retomar esa serie de crónicas escri- Tal vez la mejor definición la diera el
+

medios de Argentina, México, Esta-


+

tas cuando se acercaba a la cuarentena y que, filósofo John Donne y la retomara Ernest
+

dos Unidos, España, Alemania y +

Dinamarca, y dictado seminarios y estima, serán cabalmente comprendidas por los +

Hemingway:
conferencias en Rutgers University
+

cuarentones y cuarentonas. +

(New Jersey), Boston University, +

University of Texas at Austin y Ala-


+

Nadie es una isla completo en sí mismo; cada


mo Community College (San Anto- El hoy fugaz es tenue y es eterno; hombre es un pedazo del continente, una par-
+

nio). Como periodista, es editor de otro Cielo no esperes, ni otro Infierno.


+

te de la tierra; si el mar se lleva una porción


la sección Cultura del semanario
+

Noticias & Protagonistas. Como es- «El instante», JORGE LUIS BORGES +

+
de tierra, toda Europa queda disminuida, co-
critor, ha participado en los volú- +

mo si fuera un promontorio, o la casa de uno


menes Colecticia borgesiana (AA.VV., «...Y yo me iré. Y se quedarán los pája- de tus amigos, o la tuya propia; la muerte de
+

1985) y El Carli (1998; antología


ros cantando...» escribió de una vez y pa- cualquier hombre me disminuye, porque es-
+

del Premio Municipal de Literatura +

«Osvaldo Soriano»), y asimismo, ha ra siempre (y para nunca) Juan Ramón Ji- +

+
toy ligado a la humanidad; y por consiguien-
estrenado una obra teatral de su au- ménez. La frase, transmutada, podría re- +

te, nunca preguntes por quién doblan las cam-


toría, El Apellido (2003). petirse decenas, cientos de veces, en los
+

panas; doblan por ti...


registros más populares y los más cultos
+

también. «Sus ojos se cerraron y el mun- +

+
Quizá no haya mejor definición. No
do sigue andando...» canta Gardel las pa- +

que la de Donne, sino simplemente pue-


labras de Alfredo Le Pera, y a la vez Bor- de ser que no la haya, que nadie la haya
+

ges las reescribe en el comienzo de «El dicho nunca, o todos la hayan expresa-
+

Aleph»:
+

+
do siempre, o sea el tiempo sucesivo es
+

el que se encarga de encarnarla a cada mo-


mento en nosotros mismos, medita, me-
+

La candente mañana de febrero en que Beatriz +

lancólico, el cronista, eterno buscador de


+

Viterbo murió, después de una imperiosa ago- +

nía que no se rebajó un solo instante ni al sen- palabras, que no encuentra las palabras,
+

timentalismo ni al miedo, noté que las cartele- +

+
y por eso apela a las ajenas una vez más.
ras de fierro de la Plaza Constitución habían +

Ahora, Beatriz Viterbo es más el


nombre de una editorial rosarina que el
+

renovado no sé qué aviso de cigarrillos rubios; +

51
de la amada del narrador del cuento de ,

Borges. Como ya escribiera Cortázar en ,

«Cartas de mamá»:
,

Cada vez que la portera le entregaba un sobre,


,

a Luis le bastaba reconocer la minúscula cara ,

familiar de José de San Martín para compren- ,

der que otra vez más habría de franquear el


,

puente. San Martín, Rivadavia, pero esos nom-


,

bres eran también imágenes de calles y de co- ,

sas, Rivadavia al seis mil quinientos... ,

Y era —y continúa siendo— cierto: ca- ,

da metafórica carta de Mamá Vida (alter ,

ego de Mamá Muerte) nos devuelve al pa-


,

sado, al igual que a Luis, «como un duro


,

rebote de pelota». ,

Facundo Cabral decía que cuando él ,

nació, todo en el mundo ya era de alguien,


,

por lo que le quedó la única alternativa


,

de robar. Desde que el cronista tiene uso ,

de razón se le desplegó —quiere decir, le ,

desplegaron— nada más ni nada menos


,

que un mundo. Un mapamundi, para ser


,

más precisos, análogo a aquel mapa de ,

Royce que se había propuesto reproducir


,

Inglaterra de un modo tan fiel, que debía


,

terminar contando con las dimensiones


,

de la misma Inglaterra. Pero no tuvo que ,

robarse nada. Todo estaba allí, ofrecido a ,

su avidez infantil (y luego adolescente, y


,

después juvenil), y todo tenía su preciso


,

lugar en el mapa. Homero, Dante, Shakes- ,

peare, Cervantes, Bach, Mozart y Beetho- ,

ven imponían su presencia desde la muer-


,

te, eran pasado irrevocable. Borges, Cor-


,

tázar, Los Beatles y un negro ciego que se ,

reía y cantaba, eran el presente, un pre- ,

sente construido desde la radio, la televi-


,

sión y las revistas, cuando aún no existía


,

internet y las fronteras eran fronteras que ,

saltar, como en las canciones de Nino ,

Bravo. El mapa parecía inmodificable, es ,

más: debía serlo, para que de alguna ma-


,

nera la cordura se mantuviese dentro de


,

sus límites. ,

Quizá la primera noticia de que no se- ,

ría así se la dio Charly García, hermano


,

52
mayor de toda una generación, cuando sentirá, se da cuenta de que ha sido un
-

cantaba «y ahora miro atrás un poco y -

privilegiado coleccionista de lo que él mis-


mo llama «lunares en el alma» y Tomás
-

hace tanto que pasó, y todo lo que yo -

amaba ya no es mío y se escapó, y ahora Eloy Martínez, «tatuajes en el tiempo».


-

estoy tan confundido, niebla y humo al-


-

-
El cronista, que perdió a su padre a
rededor, ¿dónde está el sol?, ¿dónde está -

los cinco años pero no lo dejaron darse


Dios?, dime quién me lo robó». ¿Acaso al- cuenta más que en su inconsciente, vivió
-

guien podía robarse el mundo, desdibu- esa sensación por primera vez cuando el
-

jar las líneas del mapa, quitarnos lo que -

-
domingo 12 de febrero de 1984 un locu-
siempre había sido nuestro, y desde nues- -

tor lo enteró de la muerte de aquél que


tra inocencia, y luego desde nuestra em- había salido del hospital un poco menos
-

pecinada creencia, habría de estar siem- vivo, y ese día, el que murió un poco fue
-

pre allí? Lo supo más cabalmente cuando -

-
él, que esperaba su regreso a la Argentina
en Un tal Lucas leyó un breve texto titula- -

en marzo para pedirle a su maestro —y


do «Burla burlando ya van seis delante»: amigo del aludido— David Lagmanovich,
-

el lamento, la elegía de un hombre en un que le hiciera el puente, el tablón, para


-

hospital que se entera de la muerte de -

-
conocer a aquel escritor que había dicho
Charles Chaplin y reflexiona al final que -

que volvería para conversar con los jóve-


saldrá, sí, de ese hospital, pero «un poco nes estudiantes argentinos. Dos años más
-

menos vivo». tarde, el 14 de junio de 1986, también do-


-

En inglés recollection alude a una reco- -

-
mingo, otro locutor lo enteró del falleci-
lección en especial, no la de la siega sino -

miento en Ginebra del mismísimo Bor-


la de los recuerdos, el acto de evocar, y ges, aquél de quien él creía, hasta que le
-

ese mismo acto implica fatalmente reco- demostraran lo contrario, que era el In-
-

nocer que algo ha quedado en el camino, -

-
mortal del cuento homónimo. No pudo
que aquella línea llena y aquella otra pun- -

reponerse del golpe: la semana siguiente,


teada, han sido, para usar el lugar común, en la Biblioteca Pública Municipal (¿dón-
-

borradas del mapa, y con ellas, también de, si no?), se preguntó cómo podía se-
-

uno mismo, uno que a la vez habita y es -

guir existiendo la Argentina sin Borges,


si secretamente no pasábamos a ser otro
-

el mapa, y que va dejando, aunque nun- -

ca haya escuchado a Eva Perón, «jirones país. Para quien las letras eran su respira-
-

de mi vida». ción, resultaba demasiado que en menos


-

Simultáneamente, uno (el cronista, -

-
de dos años y medio no se pudiera palpi-
por ejemplo) va recorriendo el mapa–mun- -

tar el nuevo libro de Cortázar o del Vie-


do, y de esa manera, encontrándose con jo, que no caminaran más por Florida, que
-

Borges en su departamento de la calle no se esperara una noticia más de ellos.


-

Maipú o con Ray Bradbury en la Feria -

-
Una noticia. Tal vez allí estuviera la
del Libro de Buenos Aires. O si de músi- -

clave. Pocos años más tarde, el cronista


ca y canciones se trata, yendo a recitales ingresó a trabajar en la redacción de un
-

de Atahualpa Yupanqui, de Astor Piazzo- diario y desde allí se convirtió en el que


-

lla o de Alfredo Zitarrosa como lo más -

-
enteraba desde sus propias palabras a los
natural del mundo, del mapa, del mapa- -

demás de las líneas borradas en el mapa


de Yupanqui y de Piazzolla o de Fellini y
-

mundi. Y cuando a los 40 se encuentra -

con un coetáneo mexicano que desde To- de Kurosawa, notablemente, siempre en


-

rreón, Coahuila sólo pudo escuchar gra- domingo. Después, en un ejercicio de es-
-

baciones de ellos, que nunca sintió la vi- -

-
quizofrenia, regresaba a su casa y era él el
bración de su presente, de su presencia, y -

informado por la televisión, y lloraba in-


le dice de su melancolía porque nunca la terminablemente, como chancho, senta-
-

53
do en la cama, frente a la pantalla, con poco menos) disfrutaríamos mucho. Somos
.

los informes sobre la muerte de Federi- .

una generación que, estoy seguro, llorará bas-


co, no ese Federico español que ya había
.

tante en el futuro. Nos han querido apagar el


nacido muerto para él, sino ese Federico fragor ideológico en el que nacimos, la músi-
.

italiano que ascendía a sus cielos de hule. .

.
ca que oímos, los ídolos que admiramos, pe-
Y si de italianos hablamos, habla el cro- .

ro no lo han logrado. La mercadotecnia de lo


nista, sólo unas pocas semanas detrás de
.

vacuo no ha logrado eliminar de nuestras me-


ésta, la borrada del mapa de Nino Man- morias la admiración por nuestros iconos, tú
.

fredi lo llevó a darse cuenta de que con .

.
sabes cuáles son. Yo conozco sólo por encimi-
él habían vuelto a irse Alberto Sordi, Ugo .

ta a The Beatles, nunca me gustó esa música,


Tognazzi, Vittorio Gassman y Marcello
.

pero encontré equivalentes nativos en Víctor


Mastroianni. ¿Cómo era posible que no Jara, en Zitarrosa, en Óscar Chávez y en fin,
.

quedara uno solo de ellos, que el mundo, .

.
muchos que me alegraron y me dieron algo
que el mapa, se hubiera despoblado así? .

de conciencia. Creo que deberías escribir tu


Por eso, cuando el jueves 10 por la
.

nostalgia de aquel tiempo. Seré tu primer y


noche lo enteraron de la muerte del enor- más entusiasta lector.
.

me Ray Charles, se dio cuenta de que él .

(el cronista) también había llegado tarde .

Y aquí estamos, cuate. A


al mapamundi. Él, que el año próximo
.

estará viviendo quizás en Boston, tal vez


.

en Austin, que se acercará a donde po- .

dría —y el potencial le duele como un pu- .

ñal en las carnes— haber cantado ese ne-


.

gro maravilloso capaz de hacer «Yester-


.

day» mejor que Paul McCartney, la can- .

ción del siglo veinte mejor que su autor, .

también salió de esa página de internet


.

«un poco menos vivo». Pensó entonces


.

en escribir una crónica al respecto, pero .

se le ocurrió que sería redundante, cursi


.

e inútil.
.

Se lo participó en esos términos por


.

e–mail, pero igual le envió un esbozo, a .

Jaime, y éste le respondió textualmente: .

Pocos como tú: largo y profundo. Me encantó


.

la crónica de tu nostalgia. Si te fijas, es un po-


.

co lo mismo que vengo haciendo en muchos .

de mis cuentos. Ando en busca de mi tiempo .

perdido. Sé que lo importante ya pasó, y que


.

ahora lo único que me queda durante veinte,


.

treinta o más años, es recordar y compartir .

esos recuerdos ora en un correo, ora en un .

cuento, ora en un poemilla, ora en una cróni-


.

ca. Creo que deberías escribir esos textos de


.

tu nostalgia. Tienen buen aroma, reconstru- .

yen un mundo que tus «lectores modelo» (Eco .

dixit), es decir, los cuarentones (poco más, .

54
Venganza
en Buenos Aires
Jaime Muñoz Vargas

JAIME MUÑOZ VARGAS a Juan Pablo Neyret


/

/
da Santa Fe. A la altura, creo, de Co-
Licenciado en Ciencias de la Infor- /

rrientes y Lavalle, en medio de la cuadra,


mación y candidato a maestro en
CUATRO HORAS DESPUÉS DECIDÍ ESCRIBIRLO. un tipo repartía tarjetas en plena «vere-
/

Historia. Investigador en el Archivo


/

El paréntesis me sirvió para vencer los da», exactamente afuera de un negocio


/

Histórico Juan Agustín de Espinoza, /

SJ, y coordinador del Taller Literario dos sentimientos que me cercaban: por /

con sórdida fachada y oximorónicamente


de la UIA Laguna. Ha publicado, en-
/

un lado la rabia, el enojo puro; por el otro, /

aledaño a un McDonald’s. Parecía un


tre otros, El augurio de la lumbre, Pál-
el pudor de exhibir mi ingenuidad, mi al- bar o algo semejante. El sujeto me atrapó
/

pito de la sierra Tarahumara, El princi- /

pio del terror, Juegos de amor y malque- deano verdor de principiante. Me empujé con retórica veloz y sin darme tiempo
/

rencia, y recientemente Tientos y medi- un Lexotán de los que uso para volar y /

para reaccionar me tomó del hombro,


ciones. Breve paseo por la reseña biblio- /

gráfica (UIA Torreón / ICOCULT). Ga- gradualmente comencé a sentir el alivio, /

me jaló hacia adentro y descendimos por


la tranquilidad para pensar con algo de unas escaleras. Explicó muy actoral, creo,
/

nador en 2005 (en menos de una se- /

mana) de tres premios nacionales de orden. A dos días de haber puesto los pies
/

que sólo deseaba que yo viera, estamos


narrativa: del VI Premio Nacional de
/

en Buenos Aires, a dos días apenas de ha- /

de apertura, tenemos promociones y no sé


Narrativa Gerardo Cornejo, Premio /

Nacional de Cuento Sobre rieles y ber sentido el inaugural asombro ante esta /

qué otras pendejadas más. Ya dentro, el


Premio Nacional de Cuento de San apabullante ciudad, pagué mi noviciado tipo que servía de enganche me dejó a
/

Luis Potosí. de fuereño de la manera más inocente y


/

merced de una chica embutida en mini-


jaime.muñoz@lag.uia.mx
/

bochornosa. Poco antes de caer en la tram- /

/
falda, escotada, seudorrubia, fea y petisa,
pa me vi envuelto, como digo, en la per- /

como les dicen aquí a las malditas chapa-


plejidad de la Capital Federal. Todo lo rras. Si el hombre demostró ser ágil de
/

miraba con primerizo estupor y ojos de palabra, la petisa resultó ser la hija de Ci-
/

cámara fotográfica. Las voces de la calle, /

/
cerón. Me disparó una ráfaga de frases
los cientos de negocios con nombres ita- /

que apenas entendí, ofertas de compañía


lianos, la desenfadada belleza de las muje- femenina y escarceo, sexo a precio. Pron-
/

res, las enconadas pintas políticas en una


/

/
to se agregó a la mesa, para tenerme bien
y otra pared, la civilización y la barbarie, /

flanqueado, una gorda tetona también


cualquier estímulo me maravillaba. Son con minifalda. Así, la petisa quedó a la
/

ahora las doce de la noche. Estoy reclui- izquierda; la tetona a mi derecha. Mi an-
/

do en el Hotel España, precisamente en /

/
fitriona principal, al terminar con su sar-
Tacuarí 80. No cargué cuaderno y escribo /

ta de propuestas, dio un solo aplausito y


aquí en el envés de un plano. Hace cua- mientras explicaba que traerían una copa
/

tro horas, como digo, salí a caminar. De gratis, tras la señal del aplauso, en auto-
/

Tacuarí 80 doblé por Avenida de Mayo /

/
mático, apareció un mesero con tres va-
hacia una especie de bulevar llamado 9 /

sos: uno grande, jaibolero, para mí, y dos


de Julio. Erré para el rumbo de la Aveni- pequeños para mis celosas edecanes.
/

55
Pude notar en la oscuridad que el conte-
0

nido de los vasos parecía coca–cola. Yo 0

sabía que no iba a beber aquel sospechoso 0

líquido, pues ya para ese momento mi de-


0

seo era largarme sin arriesgar nada, mu-


0

cho menos la salud que estaría en peli- 0

gro si se me ocurría pegarle un buche a 0

esa copa de cortesía. Bueno, dije, ya fue


0

suficiente, tengo que retirarme. Todo


0

aquello pasó en menos de cinco minu- 0

tos. La petisa insistió que me quedara, y 0

me negué. Ella entonces estuvo de acuer-


0

do, pero para despedirme sólo recomen-


0

dó que pagara mi consumo, el vaso jai- 0

bolero y las dos copitas. Vi entonces con


0

claridad lo que comencé a sospechar dos


0

minutos antes: una trampa. Me defendí 0

advirtiendo que yo no pedí nada, ni si- 0

quiera un vaso con agua. Además, no


0

traigo plata, dije. Bueno, bueno, respon-


0

dió la turbia petisa, tranquilo. ¿De dónde 0

sos? De México, dije se-co. Ella volvió a 0

dar un aplausito y apareció un masto-


0

donte con la cara de Boogie el aceitoso,


0

quien se plantó frente a mí con los bra- 0

zos cruzados, amenazante y adusto como 0

guarura japonés. Boggie cargaba una lin-


0

terna y de pronto la encendió iluminán-


0

dome las manos. La petisa, con voz segu- 0

ra y diplomática, me informó que no ha- 0

bía ningún problema, pero que yo debía


0

demostrar, delante de Boggie, mi falta de


0

guita para pagar el consumo. Si eso era 0

cierto me dejarían en paz. Ya en la telara- 0

ña y frente a un Boogie que con su lám-


0

para me apuntaba como si se tratara de


0

un revólver, era inevitable que, al escul- 0

carme, descubrieran en mi bolsillo seten- 0

ta lindos pesos. La trampa era perfecta.


0

¿Quién podía creer que yo, co-mo turista


0

derrochador, no había pedido aquellos


0

tres tristes tragos? Mi defensa hubiera pa- 0

recido un cuento de hadas si llegábamos 0

al extremo de llamar a la policía, una po-


0

licía que tal vez también estaba metida en


0

el negocio. Lo prudente pues era pagar el 0

vaso jaibolero que no pedí y que ni si- 0

quiera toqué. ¿Cuánto cuesta?, pregunté


0

56
resignado. Treinta pesos, respondió la 1

miento, el de mis dólares, habría dado


motivos para inventar que me metí con
1

petisa, y sesenta más por las dos copas 1

que vos nos invitaste; sumado todo son todas las chicas del prostíbulo y que por
1

noventa pesos. Vi que estaba perdido, 1

1
tanto adeudaba yo cien dólares. Bueno,
que la celada era más que perfecta, una 1

pensé, setenta pesos argentinos, sólo eso


pequeña joya de la pillería sudamericana, por una novatada; me fue bien. Dos cua-
1

un cubo Rubik de la maldad tabernaria. dras después, un joven mugroso y apare-


1

Siempre con la luz de la linterna sobre 1

1
cido como gnomo me gritó por la espal-
mis manos, las dos arañas y Boogie el 1

da. Señor, señor, dijo a un metro de mí.


aceitoso vieron cómo me desprendía de Sé que lo robaron en el Crupier. Allí se la
1

los setenta pesos. Es todo lo que cargo, pasan haciendo eso. Yo lo puedo vengar.
1

dije sumiso, y la petisa me arrancó el dine- 1

1
El tipo de la puerta sale dentro de quince
ro sin agregar palabra. Pensé que me re- 1

minutos, casi a esta hora termina con su


clamarían por no pagar completo el cos- turno. Yo sé por dónde se va, avanza por
1

to de mi consumición, pero la tetona se Suipacha rumbo a Yrigoyen. Si usted me


1

hizo a un lado y me despejó el camino, 1

1
paga algunos pesos arreglo al de la puer-
Boogie acalló su luz y salí sin mirar atrás, 1

ta. No dejé de caminar, nervioso, pero


huyendo casi. Media cuadra después re- me latió que la ganga del pibe no era
1

paré en un detalle. El tipo labioso de la


1

1
mala. ¿Cuánto quieres?, pregunté sin de-
entrada, el enganche, no estaba en su 1

tener la marcha. De-me cien pesos, con


eso lo dejo listo al chorro de la puerta.
1

puesto cuando emergí de la caverna. Me 1

jodía el desconcierto, el primer oleaje de Pensé rápido. Te voy a dar cien, pero dó-
1

la rabia y el deseo de esfumarme. Alcancé 1

1
lares. Cincuenta de anticipo; el resto
un poco de claridad cuando pensé que si 1

cuando yo vea que lo pones en el suelo.


ese minithriller hubiera sucedido en el Mire, dijo, y me mostró un facón, con
1

Distrito Federal no se habrían salvado este juguete se quedará co-mo angelito el


1

los cien dólares que acurrucaba en el bol- 1

1
hijo de las mil putas. Sale, pues, me detu-
sillo trasero del pantalón. Ese descubri- 1

ve en una vidriera mal iluminada y saqué

ACEQUIAS FELICITA A SU COLABORADOR Nacional de Cuento Sobre rieles y doza, Fortino Corral y Gerardo Bo-
del Premio Nacional de Cuento de badilla.
San Luis Potosí. Recibió la noticia del segundo
La noticia del primer premio la re- premio el martes 11 de octubre.
Jaime Muñoz cibió el 8 de octubre, y en ese certa- Ganó con un cuento titulado «De
men ganó con el libro de cuentos ti- rieles y palabras», y el certamen fue
Tres premios nacionales tulado Las manos del tahúr, obra que convocado por el Museo del Ferro-
contiene diez relatos ubicados en la carril de Monterrey.
vida cotidiana lagunera. Este concur- El tercer premio lo recibió el
so es convocado por el Gobierno del miércoles 12 de octubre, y lo obtuvo
Jaime Muñoz Vargas, maestro de la Estado de Sonora a través de la Se- con un volumen de cuentos policia-
Universidad Iberoamericana Laguna, cretaría de Educación y Cultura y del les titulado Leyenda Morgan. El pre-
ganó tres premios nacionales de na- Instituto Sonorense de Cultura/CO- mio de San Luis Potosí es el más
rrativa en menos de una semana. Se NACULTA. Los jurados que dictami- importante de su tipo en el país, y el
trata del VI Premio Nacional de Na- naron a favor del libro de Muñoz Var- maestro de la UIA recibió el fallo fa-
rrativa Gerardo Cornejo, del Premio gas fueron los escritores Élmer Men- vorable de los reconocidos narrado-

57
un billete de cincuenta verdes. Vi a unos cho llegó después volando hasta mí, me
2

centímetros el gesto ansioso del mucha- 2

2
arrebató el billete de cincuenta dólares y
cho, la gran espinilla que ornaba su nariz 2

con voz jadeante me ladró huí, huí. Me


y el pelo seboso cayéndole en la frente. La largué sin apuro, pero con alguna tenue
2

tarde ya pardeaba y en un segundo irrum- prisa. A casi cien metros de distancia oí un


2

pió la oscuridad como un presagio. Nos 2

2
fuerte grito de mujer. Luego sentí que mu-
apostamos a veinte metros del lugar. Allá 2

cha gente corría hasta donde estaba el


estaba el hombre y vimos que otro idiota muerto. Una fuerza más poderosa que yo
2

cayó en su marranera. Veinte minutos me obligó a volver. Di un rodeo a toda la


2

después, el enganche entró al lupanar y 2

2
manzana y cuando llegué al lugar me im-
casi de inmediato salió con una especie de 2

presionó el tumulto. Estaban viendo al


portafolios en la mano. Allí va, dijo mi desangrado. Me aproximé con calma, pro-
2

empleado. Vi que se tocó el bolsillo sólo tegido por la muchedumbre. Poco a poco
2

para hacer una leve caricia a su facón. Va- 2

2
me abrí cancha y cuando al fin pude ver al
mos detrás de él. Usted no se aparte mu- 2

victimado me sorprendió que estuviera de


cho de mí, camine cerca para que vea bien
2

pie, intacto. Unas ancianas muy asustadas


cómo lo arreglo al chorro de la puerta. atendían su explicación: nada, no pasó
2

Luego correré hacia usted, prepare la gui- 2

2
nada, señoras, no se preocupen, explicaba
ta, me la da y rapidito cada quien para su 2

2
el enganche, sacudiéndose la ropa. Fue
cueva. Okay, eso haré, le dije, ya con el co- 2

sólo un villero que pasó corriendo como


razón a todo tren. Seguimos al tipo y en loco y tropezó conmigo. Sólo me sacó el
2

una esquina oscurísima, muy cerca de Pe- aire, ya estoy bien. Cuando me alejé del
2

rón, noté que mi matoncito encarreraba 2

2
mitote pensé que aquellos tipos habían na-
como toro y de un manotazo le dejaba ir 2

cido en el Distrito Federal, no en Buenos


en el vientre —hasta el mango, como escri- Aires. Esa fue para mí, en aquel instante,
2

bió Cadícamo— el facón asesino a nuestro la única explicación racional ante tamaña
2

hombre. El tipo se dobló de golpe y allí 2

2
picardía, mi doble bautizo de forastero en
quedó enconchado, inmóvil. El mucha- 2

el mundo de la malicia criolla. A

res Daniel Sada, Hernán Lara Zavala prosa ágil, paródica y humorística 2003), Pálpito de la sierra tarahuma-
y Ana Clavel. Este concurso lo con- que contribuye a la innovación del ra (poesía, 1997), Filius (poesía,
voca el Instituto Nacional de Bellas género al incorporarse la estética de 1997) El augurio de la lumbre (cuen-
Artes a través de la Casa de la Cultu- la novela negra y del cómic a la tra- to, 1989), Tientos y mediciones (pe-
ra de San Luis Potosí. Según el dic- dición cuentística mexicana». riodismo, 2004), Miscelánea de pro-
tamen del INBA, «Después de hacer En los tres casos, el escritor la- ductos textuales (periodismo, 2005,
una valoración crítica de los 113 tra- gunero se hizo acreedor a la edición e-book) y Guillermo González Ca-
bajos presentados, los miembros del de las obras ganadoras, diploma y marena, habitante del futuro (biogra-
jurado determinaron otorgar por una- monto en metálico. Jaime Muñoz fía para niños, 2005). Ha ganado el
nimidad el premio a la obra Leyenda Vargas (Gómez Palacio, Durango, Premio Nacional de Narrativa Joven
Morgan que fue entregada bajo el 1964) es escritor, maestro, periodis- (1989), el Premio Nacional de Nove-
seudónimo 18 Brumario». Añade que ta y editor, trabaja para el Archivo la Jorge Ibargüengoitia (2001) y fue
el premio «se otorgó por considerar Histórico UIA Laguna, ha publicado finalista en el Concurso Nacional de
que se trata de un libro orgánico y El principio del terror (novela, 1998; Novela Joaquín Mortiz 1998. Muñoz
notablemente estructurado a partir primera reimpresión, 2004), Juegos Vargas es maestro fundador de la
de cuatro cuentos escritos con una de amor y malquerencia (novela, Escuela de Escritores de La Laguna.

58
Tú,
que nunca
Gerardo Segura

JESÚS GERARDO SEGURA MEDINA Tú nunca has visto el modo en que tu ca- 3

has percibido los mil tornasoles de tus


Profesor y egresado de la licenciatura
3

bello cae por la frente y se desparrama 3

pupilas cuando te excitas, cuando te eno-


en Filosofía por la UANL. Crítico de
por tus hombros abajo, desnudos y olo- jas, cuando amaneces con la mirada en
3

cine por la UIA ciudad de México, licen-


3

rosos; tú nunca te has olido cuando re- los ojos pidiéndome un beso, aunque no
3

ciado en Letras Españolas por la UA 3

de C y diplomado en Análisis Político gresas a casa y has pasado todo el día co- 3

me permitas dártelo porque no te has la-


y Administración Municipal y en Le-
3

rriendo de una preocupación a otra y tu 3

vado ni el cabello está en su sitio y sientes


tras Modernas por el Centro de Exten-
piel las registra mejor que tu memoria y que tus pies necesitan estirarse; tú nunca
3

sión Saltillo de la UIA Torreón. Ha sido 3

Consejero del periódico Palabra, del en mí nacen ganas de borrarte a besos el has visto la palidez de tu piel cuando den-
3

Grupo Reforma, maestro, investigador sudor; tú nunca has estado sentada fren- 3

tro de ti vuela una sombra de duda si


y funcionario en diferentes centros de
crees que pienso en otra mientras pienso
3

enseñanza media y superior; coordina- te a ti, con las piernas cruzadas y la falda 3

negra deslizándose desde la rodilla hasta en ti; tú nunca has probado el sabor in-
3

dor de la red altexto–ANUIES región no- 3

reste. En el Gobierno de Coahuila ha medio muslo, mostrando las posibilida-


3

terno de tus labios a medianoche ni des-


desempeñado diversos cargos. Actual-
3

des del placer; tú nunca has visto cómo 3

pués de comer ni cuando presionas con


mente es coordinador de la Unidad de 3

Crónica y Memoria del Despacho de se eriza el menudo vello de tu rostro, có- 3

tu mano la mía o limitas mi pierna con


Rectoría y coordinador editorial de la mo lo inunda el diminuto pantano de tu tu rodilla ni sabes las evocaciones que
3

colección Siglo XX. Escritores coahui- transpiración ni cómo baja por el cuello
3

despiertas; tú no tienes mis ojos porque


lenses de la UA de C, consejero edito-
3

rial del ICOCULT y editor independien- el rubor y se te ahoga en el pecho; tú 3

3
tienes los tuyos y con ellos me ves y no
te. Ha publicado Poemas y otras yerbas, nunca te has dejado caer accidentalmen- 3

puedes verte con los míos y nunca podrás


Imágenes, Introducción al materialismo eró- te —o con un propósito ciego— tu mano entender por qué mis ojos los envidian
3

tico y Los Gladiadores (poesía) e Historias


sobre mi entrepierna y has despertado cómo los envidian; tú nunca te has toca-
3

de la Historia, Todos somos culpables, Que- 3

haceres cotidianos de Coahuila, Yo siempre sueños que dormida jamás tendrías; tú 3

3
do la entrepierna ni le has sacado la vuel-
estoy esperando que los muertos se levanten, nunca has recargado contra ti tu espalda, 3

ta a la orilla de la pantaleta porque des-


Nadie sueña, Coahuila Hoy y el cuarto
ni has sentido cómo vibra tu vestido en pués de aquella frontera inicia un territo-
3

tomo de la colección Signos para la


3

otros cuerpos, en mi cuerpo; tú nunca rio del que no hay salvación; tú no has
3

memoria, Los mejores cuentos policíacos 3

mexicanos (narrativa e investigación). has visto la línea de tu perfume ni lo has 3

3
advertido como yo, que la parte interior
Entre otros ha sido distinguido con los seguido como rastro donde yace la fertili- 3

de tus piernas es más suave, más tersa,


premios «Julio Torri» de cuento (ICO-
más sedosa que la piel de la parte exte-
3

CULT) y Nacional de narrativa erótica


dad; tú nunca has visto el brillo de tus 3

ojos cuando me dices que me quieres ni rior; tu nunca te has preguntado —vién-
3

(El Correo Chuan, Monterrey). 3

59
dote como te veo y como no te ves—, por 4

qué tu cadera es tan amplia y tu cintura


4

tan estrecha que me hacen recordar el 4

bamboleo de las palmeras, que no co- 4

nozco; tú nunca te has visto de perfil y


4

no sabes cómo se levanta tu labio supe-


4

rior si pronuncias la Ñ ni cómo se estira 4

y repliega la punta de la nariz con las con- 4

sonantes, pero con ninguna vocal ni có-


4

mo se plisa la boca si me envías un beso


4

tronado a través del espejo desde donde 4

me estás viendo que te veo; tú nunca te 4

has escuchado decir te amo y no puedes


4

diferenciar tus distintas entonaciones, el


4

movimiento flotante de tu lengua, cómo 4

muerdes el aliento que muere en la últi- 4

ma sílaba; tú nunca te has inclinado tan 4

sobre ti misma que te beses el orificio del


4

ombligo y suerbas la gota de vino, los ve-


4

llos del mango, tu humedad; tú nunca 4

te has besado tus pies ni los vericuetos 4

de tus entrededos ni el empeine ni las


4

rodillas ni te has acariciado la cintura jus-


4

to en el nacimiento de la espalda, o en 4

su final ni jamás besas tu nuca ni suspi- 4

ras por sobre tu cuello y por eso no co-


4

noces tu cuerpo como lo conozco yo.


4

Por qué, entonces, te extraña que ano- 4

che te amara. A 4

60
Con Magú
desde el Gota de Uva
José Edgar Salinas Uribe

La manera de mirar parece responder a la históricos de muchas ciudades de Mé-xico;


5

pregunta por su actividad: debe ser alguna


5

5
nos ubicamos en el sector Alianza, acom-
en la que necesariamente haya de emitirse 5

pañados por el sonido de un acordeón y el


agresivo color verde de La Gota de Uva,
5

una opinión. Con ya casi cuatro décadas 5

JOSÉ EDGAR SALINAS URIBE haciendo caricatura política Bulmaro Cas- bar de antología en esta ciudad.
5

Buenavista, Municipio de Epitacio


tellanos Magú, es uno de los moneros de 5

—Los tuyos son muchos años de labor perio-


Huerta, Michoacán, 1974. Ha he- 5

cho estudios de economía, filosofía, mayor impacto en el periodismo mexica- 5

dística y ha sido inevitable el encuentro con el


no. Desde su esquina en La Jornada ha he- poder, ¿cómo se debe plantear la relación entre
5

ciencias sociales y teología, y de pos- 5

grado en desarrollo regional y go- cho reír y pensar, atrayéndose aplausos y


5

periodismo y poder público?


bernabilidad. Es autor de Memoria y
5

recuerdo: micro historia de Ayotitlán y rechiflas, pero fundamentalmente, su la- 5

5
—Me parece que el primer requisito es
colaboró en las antologías Hoy no se bor le ha permitido cumplir con aquello 5

que el periodista sea una persona confiable


fía. Ganó el primer lugar en los cer- que considera primordial en un buen mo- para la sociedad. Sin embargo, la relación
5

támenes de ensayo Agustín de Espi-


nero: hacer política con humor. con el poder no es estrictamente necesaria,
5

nosa, SJ y Padre Arrupe «Ser hom- 5

bre y mujeres para los demás», en En el marco de la Feria del Libro orga- 5

5
ésa es un falsa premisa, pensar que para te-
2001 y 2002, respectivamente, am- nizada por la Universidad Iberoamericana 5

ner elementos seguros y ciertos el periodis-


bos convocados por la UIA Laguna a
Laguna, platicamos con Magú. Aquí algu- ta debería aceptar la versión de los gobier-
5

través de la revista Acequias. Actual-


5

nos fragmentos de esa conversación. nos. No se trata de no conocer lo que dice


5

mente se desempeña como director 5

de Acción Comunitaria del Ayunta- —Magú, ¿qué es el periodismo para ti? 5

la gente del gobierno, sino simplemente de


miento de Torreón, Coahuila y co-
5

—Es una actividad cuyo peso radica en 5

contar con su versión de los hechos al


labora en el campo estratégico de
la responsabilidad que significa el trabajo igual que es imprediscible conocer la ver-
5

Pobreza y Exclusión del SUJ por la 5

UIA Laguna. de difundir lo que está pasando en el en- sión de todas las partes. Creo que para el
5

torno mientras la gente acude a sus activi- 5

5
periodismo no es sana una relación estre-
dades. Los medios a través de la voz, el tex- 5

cha con el poder, porque uno tiene mu-


to, las fotografías y las caricaturas informa- chas maneras de obtener información más
5

mos al ciudadano común y corriente lo allá de la voz del político, ya que general-
5

que acontece mientras ellos realizan sus 5

5
mente el político busca al periodista para
activiades. 5

convencerlo de que tiene la razón. Mien-


Desarrollamos la charla en las entrañas tras menor sea este contacto el periodista
5

del viejo Torreón, ese cuadro ahora pinta- podrá ejercer su trabajo más libremente.
5

do por el alo de descuido y caos tan carac- 5

5
—Hay recursos públicos que los gobiernos es-
terístico de ciertos sectores de los centros 5

tán autorizados a utilizar para la difusión, pro-

61
moción e imagen de su actividad. ¿Cómo debe- 6

6
y pistaches a la concurrencia… vuelvo a
rían manejarse tales recursos, tomando en 6

las preguntas.
cuenta que su origen es público? ¿Hasta dónde
6

—Tus cartones son en blanco y negro, ¿es


permitir los niveles de discreción para la asig-
6

así como ves la realidad, en blanco y negro?


nación a medios? 6

6
—La realidad es una gama de colores y
—En los tiempos en que el PRI gobernó 6

creo que el monero, y cualquier otro que


este país el problema mayor que teníamos
6

haga política en la prensa, debe conside-


no era nada más ser gobernados por ese rar esto. Las cosas no son blancas y ne-
6

partido, sino que su forma de gobierno se 6

6
gras. Nuestra labor como periodistas no
manifestaba en muchísimos espacios de la 6

es amarrar navajas, sino decirle a la gente


vida de los mexicanos, uno de ellos era la
6

que hay claroscuros, grises, colores. No


prensa. La prensa siempre vivió más que necesariamente lo que hoy es blanco lo
6

de cumplir la función social de informar- 6

6
será siempre. Hay que criticar al poder
nos, con el trabajo de hacerle el trabajo al 6

cuando falla, sea de izquierda o derecha.


gobierno; es decir, le comunicaba a la so-
6

Responde con vehemencia y gestos


ciedad lo que el gobierno quería, o sea ejercitados en años de militancia en la iz-
6

que nos mentía el gobierno y también la 6

6
quierda política, mira alrededor y clava
prensa. Teníamos una prensa que vivía de 6

sus ojos en un viejo que se encuentra a


nuestros impuestos y nos mentía acerca
6

dos mesas de la nuestra, y que parece co-


de esos mismos impuestos. El gobierno si- mo suspendido en el recuerdo, quizá vien-
6

gue teniendo discreción en el manejo de 6

6
do imágenes de su vida ahora marcada
los recursos para la difusión. Mandan pa- 6

por gruesos surcos en su cara desgastada,


gar su difusión en aquellos medios de co-
6

al cabo de un rato volvió al presente, de-


municación que son amables con ellos, 6

6
jó dinero sobre la mesa, recogió su cachu-
que les son afines. Los recursos que pro- 6

cha del Santos Laguna y abandonó el lu-


vienen de los impuestos son utilizados
6

gar. Nosotros regresamos a la charla.


para dárselos a los medios que no cuestio-
6

— Magú, ¿el monero es un articulista, un


nan las acciones de gobierno que deben 6

6
crítico o un político?
cuestionarse, y que por el contrario, lo 6

—Un monero es un humorista. Los


alaban y apoyan hasta en aquello que no
6

moneros traducen la política con humor.


debería alabarse, y ahí hay un uso indebi-
6

Su requisito fundamental es tener hu-


do del dinero. Debería plantearse por par- 6

6
mor para asumir la responsabilidad pro-
te de los periodistas la necesidad de regla- 6

6
fesional de estar informando. Debe exis-
mentar la forma en que el gobierno em- 6

tir también una idea política: qué te gus-


plea los recursos para la información, di-
6

ta y qué no te gusta del mundo. Una bue-


vulgación y promoción, porque de no ser na caricatura es una expresión humorísti-
6

así, los medios que quieran decir la ver- 6

6
ca que contiene opinión política; el car-
dad están destinados a desaparecer, y eso 6

tón perfecto tiene humor, crítica, inten-


es evidentemente antidemocrático.
6

ción política y buen dibujo.


La charla queda por momentos salpi- Seguimos conversando. Preguntó
6

cada por comentarios en torno al lugar 6

6
acerca de los orígenes de Torreón, de sus
donde nos encontramos y algunas pre- 6

actividades actuales. Caminamos por la


guntas sobre el carácter lagunero de los
6

Alianza, a él le gusta recorrer esa otra


parroquianos. Una persona se acerca a
6

cara de las ciudades, según me dijo. Poco


ofrecer un reloj que dice es original, des- 6

6
antes de que el sol se ocultara detrás del
pués una señora con una canasta repleta 6

cerro de la Cruz, dejamos esa zona y vol-


de dulces —y seguramente con una vida
6

vimos al Torreón de los ocho carriles. A


llena de necesidades— ofrece cacahuates
6

62
Afrontar el contacto
Alto impacto
(Crash)
Luis García Orso, SJ

LUIS GARCÍA ORSO, SJ «Nos falta sentir el contacto de alguien, dos chicos afroamericanos que parecen
7

Doctor en teología por la Facultad de así que chocamos contra otros sólo para 7

estudiantes universitarios y en realidad


Barcelona, profesor de Teología en la 7

UIA ciudad de México y en la Univer-


sentir algo». Con esta frase de una con- 7

son ladrones de coches; dos ancianos su-


versación entre policías inicia Alto impac- midos por igual en la enfermedad, sin im-
7

sidad Pontificia, presidente del SIGNIS 7

(Asociación Católica Mundial para la to (Crash, de Paul Haggis, 2004). La pare- portar el color de la piel. El accidente que
7

Comunicación) en nuestro país. Ha


7

ja de policías, él afroamericano y ella lati- 7

inaugura el filme hace que estas vidas se


publicado varios libros y múltiples ar-
entrecrucen, choquen y se repelan, en un
7

tículos referentes al cine. na, se dirigen al lugar de un accidente en 7

la carretera, en la periferia de Los Ánge- alto impacto, para al fin rendirse en la


7

les. Lo que como espectadores vamos a


7

7
idéntica contradicción de la condición
sentir durante toda la película, rebasa lo 7

humana, donde no caben las diferencias:


todos criaturas, todos frágiles, igualmen-
7

que cualquier cinta norteamericana nos 7

tiene acostumbrados a experimentar. Ca- te quebradizos, igualmente pecadores.


7

da pequeña secuencia nos va haciendo


7

7
La película recuerda y se asemeja a otras
transitar del dolor a la compasión, de la 7

dos excelentes historias de vidas que tam-


bién chocan y se cruzan: Short cuts (Vidas
7

rabia a la vergüenza, de la indignación a 7

la tristeza. El lugar de las sensaciones y cruzadas) del maestro Robert Altman y


7

de la historia es la ciudad de Los Ánge- 7

7
Magnolia, de Paul Thomas Anderson. Alto
les, microcosmos de nuestro mundo de 7

impacto (Crash) es la primera cinta de Paul


hoy, similar a cualquier otra ciudad del Haggis, guionista de exitosas series dra-
7

planeta, mezcla de razas, idiomas, religio- máticas de televisión y de la no menos


7

nes y culturas, creencias, que en vez de 7

7
impactante Million dollar baby, dirigida
unirse, chocan entre sí, se agreden, se hu- 7

por otro maestro, Clint Eastwood, la cual


millan, se separan, se quedan solas, como vimos este año. Haggis reúne a un repar-
7

un nuevo Babel. to de rostros muy conocidos del cine nor-


7

Los personajes principales de Crash 7

7
teamericano a los que les renueva su fuer-
son dos policías blancos uniformados, pe- 7

za de interpretación: Don Cheadle, San-


ro también uno afroamericano; un matri- dra Bullock, Matt Dillon, Ryan Phillippe,
7

monio blanco acomodado y prejuiciado, Thandie Newton y Brendan Fraser.


7

otro de raza negra y uno más de corea- 7

7
«Todos los días despierto enojada, y
nos; un joven trabajador méxico–norte- 7

no sé por qué», afirma una Sandra Bu-


americano y otro hombre mayor iraní; llock muy distinta a la que conocemos en
7

63
los papeles de comedia fácil a que nos 8

tiene acostumbrados. Lo impresionante 8

de Crash es que nos hace tocar, oler, sen-


8

tir, probar el enojo, la rabia, en todos los


8

ambientes, en cualquier personaje, en uno 8

mismo. Así, a lo largo de la experiencia 8

fílmica, cada quien se va descubriendo y


8

avergonzando de la sociedad que hemos


8

construido y destruido, basada en prejui- 8

cios, racismo, intolerancia y violencia, en 8

todos los campos de la vida. Pero el di-


8

rector, muy sutilmente nos revela cuánto


8

de miedos, de heridas, de miseria, se ha 8

acumulado en el corazón humano detrás 8

de esta conducta. Paul Haggis nos hace


8

avergonzarnos frente al espejo, nos de-


8

nuncia y nos interpela como un profeta 8

de este siglo. Y al igual que Ignacio de 8

Loyola en la contemplación de la Encar-


8

nación, no puede uno menos que supli-


8

car la redención de ésta, nuestra abatida 8

humanidad, «en tanta diversidad, así en 8

trajes como en gestos, unos blancos y


8

otros negros, unos llorando y otros rien-


8

do, unos sanos y otros enfermos, unos 8

naciendo y otros muriendo» (Ejercicios Es-


8

pirituales, n. 106).
8

En la conclusión de la película nieva 8

sobre la ciudad de Los Ángeles, algo de 8

por sí extraordinario. La nieve que cae


8

esa noche de diciembre, cercana ya a la


8

Navidad, nos hace visible la gracia de la


8

encarnación del Hijo de Dios que asume 8

nuestra propia condición humana frágil y 8

pecadora. Entonces, en medio de algo


8

tan pequeño y ordinario como el naci-


8

miento de un niño, está sucediendo lo 8

más extraordinario y gratuito; igual que 8

ocurre en la cinta: el policía fuerte que


8

se vuelve débil para sostener a su padre


8

enfermo o para arriesgar su vida por otro, 8

la niña que salva de la muerte a su papá, 8

la mujer que descubre en la otra ignora-


8

da por ella a su mejor amiga y la abraza.


8

La nieve sobre la ciudad sana, como un


8

abrazo. A 8

64
El silencio
de los lirios
Diego Iván Pérez

DIEGO IVÁN PÉREZ El ruido de los niños lo despertó. Lenta- 9

trece, y los escalones ya estaban deshe-


Estudiamte de segundo semestre de la 9

Licenciatura en Comunicación, parti-


mente levantó su cabeza de entre sus ro- 9

chos, en buena parte debido a la hume-


dillas y empezó a mirar a su alrededor. Tra- dad del río.
9

cipa en los talleres de Teatro y Litera- 9

tura en la UIA Laguna. jineras, lirios, unos niños jugando del «¡Hey, te estoy hablando!», le dijo Pe-
9

otro lado del río. José se limpió el rostro 9

9
dro mientras le propinaba un ligero gol-
y lanzó un profundo bostezo. El silencio 9

pe en la espalda. José despertó de su via-


de este lugar, sólo interrumpido por el je al pasado y dirigió la mirada a su me-
9

sonido de la corriente y el salto ocasional 9

9
jor amigo. «Perdón, creo que sigo algo dor-
de algún pez, siempre lo relajaba. 9

mido», le respondió, esbozando una lige-


Aun con el gusto que le había provo- ra sonrisa. «Está bien, no era nada impor-
9

cado su sueño, se limitó a sonreír y a esti- tante», y enseguida Pedro apoyó su brazo
9

rar sus extremidades, y dándose un masa- 9

9
sobre su rodilla y utilizando la mano co-
je en el cuello, giró la cabeza. Al echarla 9

mo base, colocó su cabeza. Su mirada se


hacia atrás, vio que la cara de Pedro, al re- posó en una trajinera llena de turistas.
9

vés, le sonreía. «Todavía no es de noche y «Debe ser la última de esta ronda», pensó
9

tú ya andas dormido», le dijo Pedro mien- 9

9
en voz alta Pedro, «en unas horas vienen
tras se sentaba a su lado. «¿Hace cuánto 9

más». «Si», asintió José al tiempo que giró


estabas ahí?», le preguntabó José mien- la cabeza para ver a Pedro.
9

tras daba el último estirón a su cuerpo. En ese momento se despertó por com-
9

«Acabo de llegar», respondió Pedro des- 9

9
pleto. Una sensación extraña recorrió su
viando la mirada. Ambos estaban senta- 9

cuerpo. Una mezcla de ansia, nerviosis-


dos en dirección hacia el río. José metió mo y felicidad. Bajó la mirada y clavándo-
9

sus pies descalzos al agua y apoyándose la en el último escalón, sonrió y no pue-


9

en sus manos, se recargó hacia atrás. Una 9

9
do evitar soltar una leve risa nerviosa.
posición incómoda, pues los escalones 9

«¿De qué te ríes?», le preguntó Pedro,


eran de concreto, haciendo difícil encon- dejando escapar también una risa de igual
9

trar una buena postura. José empezó a re- magnitud. Moviendo tímidamente las ma-
9

cordar cuando su padre los hizo. Habían 9

9
nos, José respondió un «no, de nada». En-
pasado sólo un par de años desde enton- 9

tonces sintió cómo la mano de Pedro lo


ces, el mismo año en que José cumplió tomaba de la barbilla y lo hacía voltear
9

65
hacía él:. «Ya, dime», pero José no podía
:

responder. Sentía la mirada fija, aunque :

comprensiva, de su amigo, y no podía de- :

jar de sonreír. Veía cómo Pedro dibujaba


:

un gesto de desinterés y también lo escu-


:

chó decir un «bueno, como quieras», y :

luego lo soltó. :

«Los lirios crecieron demasiado, hay


:

que cortarlos porque luego las trajineras


:

se atascan. Ya ves como es de problemáti- :

ca esa planta», continúo diciendo Pedro. :

Riendo, José respondió «sí, me acuerdo


:

cuando te atoraste aquella vez. Nos diste :

un susto, casi te ahogabas». «Pues era en :

serio, esos lirios son muy peligrosos y ya


:

ves que soy un pésimo nadador», respon-


:

dió Pedro, sonriendo. :

Pasó otra trajinera, abordada por do- :

ña Lupe y su esposo. Ella vio a los mu-


:

chachos y los saludó desde su pequeña


:

barca. Levantándose le preguntaron: «¿Ya :

se va, Lupe?». «Ya mijos, ya terminó la ron- :

da y no va a haber negocio, ya ven que


:

parece que el río se muere a estas horas».


:

Ambos chicos se despidieron de la mujer :

y se volvieron a sentar, quedando más cer- :

ca el uno del otro que antes.


:

Por el movimiento, la mano de Pedro


:

rozó con la de José. Él se dio cuenta y sin- :

tió cómo el nerviosismo regresaba. Fin- :

giendo acomodarse en los duros escalo-


:

nes, José tocó suavemente la mano de Pe-


:

dro y no pudo evitar sonreír de nuevo. :

«¿Y ahora?, ¿de qué te ríes?». José rápida- :

mente movió la mano e intentó ocultar


:

el miedo repentino que lo invadía, volteó


:

la cabeza para no ver a su amigo y trató :

de parecer natural. «Estás muy raro hoy, :

creo que no te hace bien quedarte dormi-


:

do aquí afuera». José continuó sin respon-


:

der. «Bueno, entonces creo que quieres :

estar solo, nos vemos», Pedro se levantó y :

se disponía a partir, pero José, con un


:

sorpresivo movimiento, lo tomó de la


:

mano y le dijo «no te vayas». :

Sentándose de nuevo, Pedro le dijo :

«muy bien, entonces dime qué pasa, últi- :

mamente has estado muy raro conmigo».


:

66
«Es que tienes razón, no me hace bien ;

;
«No va a pasar, José». Y ahí terminó, no
dormirme aquí, me pongo a soñar en ;

dijo más. Pedro quitó fríamente las ma-


tonterías», dijo José un poco más tran- nos de José y se levantó. José, aún senta-
;

quilo. «Bueno, siempre piensas tonte- do, no podía recuperarse de lo que esta-
;

rías», respondió en tono burlón. Por el ;

;
ba viendo. ¿Qué debía pensar o hacer?
contrario, José permanecía serio, aparen- ;

Viendo marchar a Pedro, alcanzó a afe-


temente el comentario lo había herido. rrarse de su pie y llorando le dijo «no me
;

«Perdón», se disculpó Pedro agachando dejes». Pedro soltó una lágrima y José la
;

la cabeza. José esbozó una sonrisa y dijo ;

;
identificó rápidamente. «¿Lo ves?, sientes
«es como mi sueño». «¿Qué cosa?»; to- ;

lo mismo, quédate aquí conmigo, no me


mando la mano de Pedro, José lanzó un dejes, por favor». Pedro le gritó «¡cállate!,
;

profundo suspiro. déjame en paz» y no pudo evitar que otra


;

El viento sopló como preámbulo a ;

;
lágrima surgiera. Intentó liberar su pie de
este momento. Todo ese tiempo, todo el ;

la mano de José, pataleando y moviéndo-


miedo, toda la inseguridad se disolvió en se, pero perdió el equilibrio. Entonces res-
;

el instante en que José dijo lo que había baló y su cara golpeó con el escalón de con-
;

querido decir desde hace tanto: «Me gus- ;

;
creto. La sangre le cubrió el rostro mien-
tas, Pedro». ;

tras seguía moviéndose y gritando sin con-


Silencio. José se sintió liberado al pro- trol. José, asustado, se quedó inmóvil. Sin
;

nunciar esas tres palabras, pero otro sen- advertirlo, Pedro tropezó de nuevo y cayó
;

timiento llegó a ocupar su lugar. Era el ;

;
al río, coloreándolo con un matiz rojizo.
miedo. Miedo de ver que Pedro se había ;

José comenzó a gritar también e intentó


quedado estático, sin responder. Nadie ayudarlo, pero los rápidos movimientos,
;

se movía. El viento dejó de soplar y el río producto de la desesperación de Pedro,


;

detuvo su curso. Los lirios que se arras- ;

;
hacían imposible un rescate. A Pedro le
traban por el agua también se paraliza- ;

fue inalcanzable la orilla, su mano resba-


ron. José no estaba seguro de cuánto tiem- laba y su pie se atoró en los lirios. Los
;

po pasó, ¿eran minutos enteros o sólo se- pulmones fueron llenándose de agua y su
;

gundos? Nadie hablaba. José por el mie- ;

;
movilidad haciéndose cada vez más débil.
do y Pedro por la sorpresa que le causó ;

La vista se le nublaba y lo último que al-


escuchar esa realidad. canzó a distinguir fue la mano extendida
;

José comenzó a ponerse intranquilo, de José, que intentaba ayudarlo. José se


;

no sabía qué hacer, ¿había hecho mal?, ;

;
quedó ahí, quieto, petrificado, rodeado
¿se había equivocado? No lo sabía. Ya no ;

del silencio que lo había arrullado unos


sabía nada. Entonces Pedro vio con cari- momentos atras. A
;

ño directo a los ojos de José. El silencio


;

se rompió con las palabras que pronun- ;

ció: «ya lo sabía». ;

Inmediatamente José, dejando caer


;

sus lágrimas, se abrazó a Pedro, apretán-


;

dolo fuerte, sin soltarlo. Sin embargo, ;

José comenzó a sentirse extraño, algo an- ;

daba mal. Estaba incómodo por alguna


;

razón. Poco después se dio cuenta de


;

qué era. Pedro no lo abrazaba ni mostraba ;

sentimientos. ;

José, llorando, lo vio a la cara. La mi- ;

rada de su amigo se tornó sentenciante.


;

67
Comienzo
ADÁN ECHEVERRÍA

Miras indiferente por el agujero de la <

precipitando lágrimas, que como un áci- ADÁN ECHEVERRÍA


Mérida, Yucatán, 1975. Biólogo con
<

pistola. Desde este plano puedes ver el <

do van desfigurando el rostro; no puedes


Maestría en Producción Animal Tro-
perímetro del tubo, y en su oscuridad, aceptar que hayas sido tú el que causó esas
<

<

pical por la Universidad Autónoma


pretendes alcanzar los recuerdos, que heridas a la mujer que amas, indelebles de Yucatán. Escritor de poesía y
<

<

convertidos en un manojo de luciérna- <

marcas que sobrepasarán el tiempo; esa cuento, ha publicado los poemarios


El ropero del suicida y Delirios de hom-
gas, encandilan los instantes de rabia desfiguración que le impusiste. Y en el ca-
<

bre ave, y en los colectivos Litoral del


<

que atravesaban tu vida cada noche, cuan- lidoscopio de escenas que fabrica la mente,
<

<

relámpago: imágenes y ficciones y Ven-


do ella se retorcía las manos, esperando <

el cuerpo, carne flácida, inerte, de aquel turas, nubes y estridencias. Becario del
Programa «Alas y Raíces a los Niños
<

a que salieras de las crisis depresivas que <

tipo sin nombre, sin historia, con quien


Yucatecos» 2005 (proyecto Emilio y
te despertaban el instinto de fiera y con- la encontraste. Ese animal que quiso atre-
<

sus otras historias, narrativa escrita


<

ducían los dedos hacia el cuchillo, para verse a tus dominios, que intentó aden- por niños) y del Fondo Nacional
<

<

trazar sobre el brazo líneas de sangre, si- <

trarse para atrapar a tu hembra, y te ha para la Cultura y las Artes (categoría


Jóvenes Creadores, Novela, proyecto
<

mulando agallas enrojecidas de algún pez <

hecho convertirte en la imagen de furia Generación de Arena). Ha recibido va-


muerto, o incluso te empujaban a tirarle que atesoras.
<

<

rios premios en certamenes litera-


golpes a las paredes y las puertas, causán- No hay sonidos. Había, pero la con- rios, el más reciente es el Concurso
<

<

para publicación de obra del Ayun-


dote heridas superficiales en los nudi- <

centración sobre la mano que se transfor-


<

tamiento de Mérida por el libro de


llos, todo por la impotencia de contro- <

<
ma, con lentitud, con decisión, te ha he- cuentos Fuga de memorias.
lar los celos. <

cho dejar de escuchar aquellos golpes di- Colabora en diversas revistas impre-
Observas tu carne adherirse al metal
<

minutos, angustiados gritos que esperan sas y electrónicas de varios estados del
páis y del extranjero. Integrante del
<

del arma. Colocas de tal forma el instru- al otro lado de la puerta, afuera del cuar-
<

<

Centro Yucateco de Escritores y


mento en la mano hasta sentir que son <

<
to donde te escondes. Este cuarto ilumi- coordinador la Catarsis Literaria El
la misma cosa, combinación de elemen- <

nado por ventanas amplias, con las pare- Drenaje, S.O.


tos que los conforman, para ser un solo des repletas por las fotografías de ella con-
<

<

material viscoso, un miembro transfor- tigo, los mismos muebles y los rincones
<

<

mándose en otro para convertirse en par- <

<
que te proporcionan paz: estás en casa.
te del mismo. Introduces el metal a la bo- <

La luz filtra constante, y sobre los ojos,


ca y lo asientas sobre la lengua. Las imá- desboca el resplandor. Su calor te atravie-
<

<

genes corren vertiginosas, indescifrables, sa y los estertores de los músculos, el su-


<

<

a través de tu mirada en el vacío; tu men- <

<
dor espeso que manaba de tus poros, pro-
te las genera: son una cascada arrastran- <

ducto de la huida, ceden. Todo está quie-


do el miedo que te inspira la ley y su te-
<

<

to, sólo percibes el movimiento de tu ma-


rrible justicia, el dolor del cuerpo de ella no recorriendo el arma. Lejos han queda-
<

<

68
=

=
do el cadáver del amante y los trozos mar-
=

cados del rostro de ella que tanto te gus-


taba. Sabes que no hay otra salida y estás
=

decidido a comenzar de nuevo, a renacer.


=

=
El sabor acre de la heladez del fierro hace
=

que tu lengua recorra el cañón para ca-


lentarlo. Co-mo si al pasar el proyectil la
=

temperatura no fuera suficiente. El cere-


=

=
bro lanza las últimas indicaciones al
=

miembro mutado y se activa el gatillo.


Del otro lado de la puerta (tan peque-
=

ña ahora) los gritos y los golpes arrecian


=

=
hasta hacerla ceder. Las personas entran
=

en estampida: unas con la cara descom-


puesta por las lágrimas, otras con el ren-
=

cor y el enojo palpitando en la frente. Ella


=

=
viene con ellos, afligida, con el rostro sin
=

marcas, limpio, sin sangre, ni huellas en


la piel. Los contemplas a todos desde ca-
=

da ángulo, desde todas partes. Intentas


=

=
contener la luz que escapa de tus ojos, vi-
=

sualizar las voces, enfocar sus manos. To-


dos revolotean a tu alrededor. Los obser-
=

vas precipitarse sobre el envase de tu cuer-


=

=
po, como aves de rapiña, sacudirlo en
=

busca del brillo en tu mirada. Nadie per-


manece alrededor. Las amplias ventanas
=

=
de la habitación en que te refugiaste se
=

abren con el viento. Eres ese vendaval de


emociones que en espirales gira sobre tu
=

cadáver, preso ante la luz que filtra. A


=

69
Vivir de la apariencia,
¿un arte?
Un acercamiento profundo a lo superficial
César Josué Atiyeh

En más de una ocasión hemos escuchado to, sencillo, natural; afirmamos esto, por- CÉSAR JOSUÉ ATIYEH.
>

>

que es todo un arte sobrevivir en este país, >

que de una u otra manera somos capaces Licenciado en Comunicación por


>

la UIA Laguna, institución en la que


citando a Santiago Ramírez, de relaciones >

de percibir la verdad, ya que ésta se refle- es profesor en el Diplomado de


difíciles, que no impiden el contacto, pero ja con mayor fuerza. Las máscaras utiliza-
>

>

Perspectiva Integral de la Mujer


si lo enrarece. Dada la comunicación su- das por este tipo de personas son lo sufi- con la materia Nuevas Relaciones
>

con la Masculinidad y del Centro


>

perflua y esquizoide, de doble vínculo o >

>
cientemente diáfanas, para permitirles ju- de Lenguas y Culturas con la asig-
mandato, que prevalece. >

gar sus respectivos roles dentro de las re- natura Taller de Expresión Oral y
El arte al que hacemos referencia, Ro- laciones de poder permitidas en la matriz Escrita. Tallerista y actor de teatro.
>

>

sociocultural (como padres, madres, hijos, kunderale@hotmail.com


dolfo Usigli lo llamó «gesticular», en su
>

>

obra teatral El gesticulador, en la cual da >

>
estudiantes, empleados, jefes, etcétera).
cuenta de cómo un profesor universita- >

Lo difícil —y es aquí donde viene «el


rio (César Rubio), en los años treinta, se verdadero arte»— está en forjar una «más-
>

>

hace pasar por su homónimo caudillo idea- cara exitosa» para quienes tienen como
>

>

lista de la Revolución a quien se le creía >

>
prioridad la búsqueda del poder y del ple-
muerto, con la finalidad de transformar >

no reconocimiento de sí mismos co-mo


su llana vida y volver a hacer sus sueños conciencia de seguridad. Estas personas
>

>

realidad. Dicha obra relata las consecuen- están dispuestas a todo, menos a una cosa
>

>

cias de esta farsa. >

>
según Jung: «conceder que valen menos
Otros lo han llamado «uso de másca- >

de lo que piensan», principio que es el


ras», ya que en toda sociedad el ser huma- caldo de cultivo propicio para el desarro-
>

>

no asume un papel, una identidad o una llo del sentimiento de inferioridad, don-
>

>

«máscara» propicia, para vivir el contexto >

>
de éste y la falsa idea de sí mismo, se dan
social en turno. La información que po- >

con tal violencia, que se vuelve una neu-


seemos, aunada a la forma de vestir, ca- rosis funcional, lo cual ofrece como sali-
>

>

minar, hablar y callar, dice mucho de no-


>

>
da abandonar el terreno de la realidad pa-
sotros; incluso la bioenergética afirma que >

ra refugiarse en la ficción. Samuel Ramos


apunta que el sentimiento de inferiori-
>

el inconsciente es nuestro cuerpo que re- >

acciona y se va amoldando de una mane- dad aparece desde la niñez, debido a con-
>

>

ra particular, dependiendo de las expe- flictos y disposiciones afectivas, por lo


>

>

riencias pasadas, las cuales nos dejan una >

>
que se puede entender que estos rasgos
huella mental y corporal. Existen algunos >

se orientaran a compensar aquel senti-


que asumen un comportamiento hones- miento. Estos individuos son inconfun-
>

>

70
dibles: sus actitudes tienden a dar la ilu-
?

?
sión de una superioridad, puesto que sus-
?

tituyen su ser auténtico por el de un per-


sonaje ficticio. Viven pues en una menti-
?

ra, de ahí que muchos de ellos sean mitó-


?

manos y pedantes, ya que la pedantería es


una inadaptación consistente en un de-
?

seo de superioridad intelectual que no co-


?

?
rresponde con la realidad de su talento o
?

su saber. Moliere los satiriza sorprenden-


temente en comedias como El tartufo, El
?

médico a palos y Las mujeres sabias. Sin em-


?

?
bargo, en nuestro contexto social curiosa
?

e inentendiblemente, esta clase de perso-


nas suelen tener bastante éxito con sus
?

fastuosas máscaras, al grado de que un au-


?

?
tor como Michael Ende realizó un ma-
?

nual de paradójicos consejos para artistas


que desean salir del anonimato. En esta
?

entrega presentamos una versión perso-


?

?
nalizada, aumentada y adaptada con el tí-
?

tulo «El arte de vivir de la apariencia», la


cual tiene como destinatarios a todas aque-
?

llas personas auténticas, que han experi-


?

?
mentado más de una vez impotencia, y de-
?

sean portar una «máscara de impacto» que


los lleve a la cumbre. El manual señala:
?

1. Vivimos en una sociedad cada vez


?

?
más frívola, que juzga con base en la apa-
?

riencia personal, por eso, debes pensar en


tu imagen externa, que será la misma du-
?

rante años; puedes vestir de manera extro-


?

?
vertida, con cierto toque de originalidad,
?

por ejemplo, utilizando vestimentas autóc-


tonas con zapatos de vestir, gorros raros, o
?

todas las prendas de un solo color. Todo


?

?
vale la pena, siempre y cuando muestres re-
?

pugnancia, ya que esta sensación les dirá a


los demás que eres digno de tomarse en se-
?

rio, debido a que desprecias las convencio-


?

?
nes burguesas y sobre todo, padeces en tu
?

?
persona las miserias del mundo. Si recurres
?

a esto, ten cuidado de que no te sorprendan


comiendo en un restaurante lujoso, recuer-
?

da que aunque por dentro desees ardiente-


?

?
mente ser un pequeño burgués, al exterior
?

debes mostrar lo contrario, es difícil, pero


un poco más de frustración no hace daño.
?

71
2. Si elegiste fabricar una imagen bur- @

@
7. Cuida el tono y énfasis que pon-
gués–intelectual, con traje o ropa de ves- @

drás a tu voz al hablar: es importante que


tir, debes, como mínimo, manejar un co- procures impostarla, y hacer una serie de
@

che regular, que no sea ONAPAFA. Además, pausas entre frase y frase, esto dará la im-
@

has de cuidar que no te sorprendan va- @

@
presión de que en tu mente buscas una
gando por la noche en la avenida More- @

idea entendible para tu receptor; de igual


los o embriagándote en el Gota de Uva. manera utiliza verbos de alcance genérico
@

Sé coherente. en infinitivo, como desarrollar, compren-


@

3. Procura ir a misa los domingos, y si @

@
der, analizar, apreciar, etcétera, éstos con-
te es posible a diario, haz que todos te vean, @

tribuirán a que adviertan tu preocupa-


para que te consideren creyente, con ello ción por alcanzar determinados objetivos.
@

ganarás la confianza de los demás, evitan- 8. En cuanto a la seguridad, un viejo


@

do los cuestionamientos sobre tu proce- @

@
adagio dice que te sientas seguro —aun-
der ético y moral. @

que hables puras tonterías— y te creerán,


4. Sé relativamente pródigo cuando ex- sobre todo si utilizas frases «domingue-
@

pliques tu propósito en la vida: más im-


@

@
ras» para explicarte, a pesar de que pier-
portante que lo que hagas, son los argu- @

das el fondo del contenido de tu idea, re-


cuerda que lo importante es la forma, al
@

mentos que aportes, no ves que sólo acer- @

ca de ellos discutirán los demás. Tus dis- final de cuentas la mayoría no desea apren-
@

cursos deben ser breves y manejables, para


@

@
der. Si no comprenden, no admitirán su
que los puedas emitir en lapsos de cinco @

ignorancia ante ti, y si te encuentras con


alguien que la admita, no es normal; es
@

minutos ante tus compañeros o directi- @

vos; esos cinco minutos deben definir seguro que no tardarán en cesarlo.
@

claramente tu filosofía.
@

@
9. Cuando detectes personas contesta-
5. La calidad de tu discurso debe re- @

tarias, huye de ellas, te pueden delatar;


basar el entendimiento del burgués me- aunque si lo hacen, no debes preocupar-
@

dianamente culto: entre menos te com- te, ellos o ellas, con su apariencia, no im-
@

prendan, más te respetarán; no seas tan


@

@
pactarán ni a directivos ni a público algu-
claro, ya que si logran entenderte pensa- @

no. Pero por si acaso, recurre a la difama-


ción, dí que son amargadas, frustradas y
@

rán que no eres importante y perderás @

credibilidad, se trata de la ley de las com- envidiosas, recuerda que tú tienes más
@

pensaciones: «Haces como que sabes, ha-


@

@
imagen que ellas.
cen como que comprenden», es un bino- @

@
10. Fabrica un currículum vitae de impac-
mio importantísimo para la sobrevivencia @

to: inventa todos los cursos y diplomados


en nuestro país, además, con ello desarro- habidos y por haber, y si puedes, hasta una
@

llarás una manipulación verbal efectiva. maestría, no hay problema, es para una
@

6. Tu vocabulario debe intimidar, para @

@
causa noble, esto te abrirá las puertas, na-
conseguir este requisito es necesario que @

die se ocupará en revelar la verdad, la aten-


compres un diccionario de sinónimos y ción está en la política, y si de casualidad
@

antónimos, y menciones como mínimo alguien lo hace, miente, a fin de cuentas la


@

todos los días, tres términos diferentes @

@
mentira es la práctica del disimulo y de la
para cada palabra. Adquiere regularmen- @

demagogia en cualquier ambiente social,


no te sientas mal por hacerlo, si te afecta,
@

te la revista Muy interesante y a-préndete @

las frases de las grandes personalidades libérate culpando al sistema.


@

que ahí se consignan. También lee las


@

@
Espero que estos puntos contribuyán
contraportadas de los libros de reciente @

a tu superación personal, sólo mantén


presente que nada es eterno: cuando la
@

publicación, y presume de todo ello en @

cualquier espacio público. imagen ficticia caiga, será para siempre. A


@

72
Invitación a colaborar
Acequias es una revista interdisciplinaria que aparece cuatro veces al año, paralela a
las estaciones: en primavera (marzo), verano (junio), otoño (septiembre) e invierno
(diciembre); editada por la Vicerrectoría Educativa y dirigida, sobre todo, a la comu-
nidad que integra la UIA Torreón.
Se llama Acequias porque es una palabra con la cual se identifica la atmósfera
agrícola de La Laguna, porque remite a la feracidad del agua vertida en el desierto y,
además, porque este vocablo sugiere, entre sus grafías interiores, las siglas de la UIA:
acequias.
Su distribución es gratuita para los alumnos, empleados y profesores de la Uni-
versidad.
Si eres alumno o ex alumno de cualquier programa académico, personal acadé-
mico de tiempo o asignatura, personal administrativo o de servicio, miembro de
asociaciones vinculadas con la Universidad o amigo de la UIA, Acequias te invita a
colaborar con ensayos, artículos, entrevistas, crónicas, reseñas de libros, textos de
creación literaria, dibujos, historietas o caricaturas. Tomando en cuenta la diver-
sidad de lectores a la que está dirigida la revista, habrás de evitar el lenguaje muy
especializado, así como la excesiva acumulación de datos o referencias eruditos. Los
textos deberán estar escritos de manera clara, sencilla y bien estructurada. Te sugeri-
mos considerar la fecha de salida del siguiente número al elegir tu tema.
La extensión de las colaboraciones es de dos a cuatro cuartillas a doble espacio:
se recomienda que el tamaño de la letra fluctúe entre 12 y 14 puntos. Los colabo-
radores deberán entregar el original impreso y su versión en disquete (que será
devuelto luego de copiar el archivo correspondiente).
Los textos deberán ir acompañados, en hoja por separado, de la siguiente infor-
mación:
• Nombre del autor
• Dirección y teléfono
• Área de trabajo, estudio o relación con la UIA
• Brevísimas referencias curriculares
• Autorización para agregar dirección electrónica en la ficha de autor

El Comité Editorial, sin conocer el nombre y procedencia del autor, determinará


la inclusión de los materiales recibidos dentro de la revista según criterios de calidad,
oportunidad, extensión y cupo. Los artículos que así lo requieran, recibirán correc-
ción de estilo. Debido a la gran cantidad de textos candidatos a publicarse el
Comité Editorial no asume la tarea de emitir sus dictámenes a los autores por
ninguna vía.
Los materiales propuestos para su publicación deberán ser entregados o envia-
dos al Centro de Difusión Editorial de la UIA Torreón. También pueden entregarse
directamente al editor o enviarse a la dirección electrónica
acequias@lag.uia.mx

La fecha de cierre del número 33 de Acequias será el 10 de agosto de 2005


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