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travestis
y trans
Diálogos entre
Martín Boy
María Florencia Rodríguez
María Alejandra Dellacasa
(compiladorxs)
Experiencias
travestis
y trans
Experiencias
travestis
y trans
Diálogos entre
la organización colectiva,
el territorio y la universidad
Martín Boy
María Florencia Rodríguez
María Alejandra Dellacasa
(compiladorxs)
ISBN: 978-987-4110-58-9
PRÓLOGO
Palabras de Nora Goren 9
PRÓLOGO
Palabras de Mario Pecheny 11
INTRODUCCIÓN
Martín Boy, María Florencia Rodríguez y María Alejandra Dellacasa 17
PALABRAS DE BIENVENIDA DE LAS AUTORIDADES 23
1. EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS EN EL ÁMBITO DE LA SALUD 33
1.1 Voces travestis, trans y no binaries: singulares
y en primera persona
Alan Otto Prieto 93
1.2 Abordaje integral de la salud de la población travesti/trans.
Políticas sanitarias y acciones en territorio
Matías Ostropolsky 97
2. EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS
EN EL ÁMBITO DE LA EDUCACIÓN 109
2.1 Incomodidades y resistencias. El rol de las instituciones
educativas y las experiencias formativas de la población
travesti y trans de la Argentina reciente
Mariana Álvarez Broz 148
2.2 Territorios del saber y espacio universitario.
Apuestas y límites de la cis-academia
Rafael Blanco 155
3. EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS
EN ÁMBITOS LABORALES 163
3.1 Travestis y trans: sin trabajo formal no hay inclusión real
Alejandro Aymú 190
3.2 Estrategias de supervivencia de la población travesti
y trans y el rol del Estado: reflexiones sobre un debate urgente
Julián Ortega 196
4. TRASTIENDA. ENTREVISTA AL GRUPO BALLROOM
EN EL BARRIO: ANDRÉS ANDINO, BELTRÁN HORISBERGER
Y MARÍA PÍA MARTIGNONI 201
5. ALGUNAS LECTURAS DESDE LOS EQUIPOS
DE INVESTIGACIÓN ORGANIZADORES 217
5.1 El deseo de existir. Reflexiones en torno
a los actuales abordajes institucionales de infancias
y adolescencias trans y no binaries
Alejandra Roca, María Alejandra Dellacasa,
Sebastián Sposaro, José Carlos Leanza y Estefanía Ayala 217
5.2 Lo que las Jornadas nos dejaron:
saberes, cuerpos y territorios en tensión
Martín Boy, María Florencia Rodríguez,
Anahí Farji Neer y Camila Newton 236
INTEGRANTES DE LOS EQUIPOS DE INVESTIGACIÓN 247
AGRADECIMIENTOS 251
PRÓLOGO
Palabras de Nora Goren (Directora IESCODE-UNPAZ)
Quienes forman parte del evento que dio origen al libro y escribieron
para el libro lo saben segurísimo mejor que yo: “diálogos” a menudo es
un eufemismo. Lo que suele haber es gritos, interrupciones, reproches,
festejos risueños, chistes, improperios, complicidades y amores odios
profundos o efímeros. Pero a falta de otros procedimientos, los diálogos,
así en plural, son a mi criterio la mejor o única epistemología o prácti-
ca intelectual que nos permite ser más inteligentes, más justas/os/xs,
más democráticas/os/xs. Los diálogos que aparecen como intercambios
iguales entre hablantes no son, Kant/Habermas mediante, intercambios
iguales. Las posiciones hablantes son jerarquizadas según distintos cri-
terios de legitimidad: institucionales, sí, pero también los “del campo”.
Hay quienes pueden hablar, quienes no pueden hablar, quienes “depen-
de”. Por eso los diálogos implican esfuerzos, espacios, tiempos, y (bue-
nas) voluntades. Con todo y a pesar de todo, las universidades públi-
cas, más aún las jóvenes y conurbanas como la UNPAZ, son espacios
en que estos diálogos son más posibles que en otros espacios. Y aquí
traigo los dos sintagmas que me faltaba traer: “organización colectiva” y
“el territorio”. Los intercambios iguales no existen, nunca existen. Pero
sí hay modos (que involucran luchas) de apuntar a igualar condiciones
que pueden ser sistemáticamente desiguales: uno de esos modos, “el”
modo, es la organización colectiva. No voy a decir nada más aquí, para
eso está el libro y están todos/as/xs ustedes. Pero esto es clave y que esté
en el título, es buena señal. Lo mismo que el territorio. No hay diálogo
anclado en las experiencias de las personas, que tenga sentido y sentido
político, sino es en territorio, desde el territorio. Pueden ser muy intere-
santes intelectualmente los diálogos desarraigados, y también pueden
ser políticos, claro, pero son discursos alienados (separados, y separan-
tes) cuando no son parte de disputas y construcciones para el aquí y
ahora de un colectivo. El anclaje territorial conurbano y los aspectos de
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 15
la vida evocados (salud, educación, trabajo) son clave puesto que no son
pensables sino en relación con la demanda política por derechos y por
política pública.
En resumen: bienvenido este libro que pone todo esto junto, y que man-
tiene la frescura que brinda la presencia y la oralidad, y la pluralidad de
generaciones reflejada hasta en el uso del lenguaje.
precisamente, con esta jornada, que es algo que nos llena de felicidad
porque es algo que tiene que ver: en primer lugar, con un encuentro
de investigadores que vienen trabajando en la temática pero, también,
con la posibilidad de abrir la Universidad para que pueda ser un espa-
cio no solo de diálogo de investigadores sino también un espacio de
diálogo entre personas que viven diferentes experiencias. La jornada
con estos tres ejes (salud, educación y trabajo) es la primera semilla de
algo que va a ir creciendo. Y también es la oportunidad de que veamos
un espacio, que es la Universidad, para que nos apropiemos porque
es de transformación también, de transformación de nuestra vida, de
transformación de un proyecto de vida. Y eso creo que es algo que este
espacio tiene en común con el colectivo travesti y trans. La Universidad
es ese espacio donde cada uno va desarrollando un proyecto de vida y
va transformándose a sí mismo y va conformando también a los que
lo rodean. Eso es lo más hermoso que tiene la Universidad, así que es-
tamos muy contentos de recibirlos, muy agradecidas también a Martín
Boy, a Florencia Rodríguez, a María Alejandra Dellacasa, que son quie-
nes estuvieron trabajando con mucho esfuerzo, con mucha dedicación
para lograr que este día tengamos un día así, también de felicidad, y
de reflexión. Perdón, no me presenté, soy Alejandra Roca, secretaria de
Ciencia y Tecnología, y en la mesa están, ya los presenté: Martín Boy,
María Florencia Rodríguez, Darío Kusinsky, secretario general de la Uni-
versidad y que ahora nos va a dar la bienvenida, Alejandro Otamendi,
que viene en nombre del Instituto de Ciencias Antropológicas de la Fa-
cultad de Filosofía y Letras. Aquí hay dos investigadoras, una investiga-
dora del IESCODE, su directora Nora Goren quien ahora va a dirigir unas
palabras, y María Alejandra Dellacasa, del Instituto de Ciencias Antro-
pológicas. Incluso hay varios investigadores del proyecto UBACyT que
están aquí presentes también para compartir este momento. Bueno, no
quiero ni gastar un segundo en hablar porque hay muchos panelistas,
hay muchísimas personas muy interesantes que van a hablar aquí y
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 25
Auditorio: Aplausos.
Nora Goren: Buenos días a todas, todos y todes. La verdad es que es una
gran alegría estar hoy acá continuando con una línea de la Universidad
de pensar en una sociedad con mayor justicia social. Y si hay un colecti-
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 27
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Aplausos.
María Florencia Rodríguez: Buenos días a todos y todas. Voy a ser muy
breve, simplemente decirles que para mí es un día de mucha alegría.
Venimos trabajando desde hace varios años en un proyecto de investi-
gación en el cual participan docentes de esta casa y muchas estudiantes
que hoy ya son graduadas, lo cual para nosotros/as es una alegría enor-
me también ir viendo transitar las trayectorias de cada une de les estu-
diantes en esta linda Universidad. Quiero agradecer a cada una de las
autoridades de la UNPAZ, a cada una de las personas que activamente
estuvo acompañando y participando en la organización, y también quie-
ro enfatizar en la decisión institucional por el compromiso de vincular
las cuestiones y las problemáticas de este territorio con la Universidad.
La universidad es un espacio de construcción de conocimiento, de re-
flexión teórica, es un espacio de debate y es un espacio para pensarnos
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 31
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Aplausos.
1. EXPERIENCIAS
TRAVESTIS Y TRANS
EN EL ÁMBITO DE LA SALUD
Auditorio: Aplausos.
cero, destrato, invisibilidad, sin datos para hacer política pública y hoy
por hoy cuatro años después en qué estamos, capacitamos a los treinta
y cinco CAPS (Centros de Atención Primaria de la Salud) siendo un equi-
po pequeño. Somos con Marisol de los Ángeles y algunas personas más
que venimos laburando la temática, militando y estudiando y amando
y formando, parte de una vida diversa y amplia, digamos, desde lo per-
sonal… Trescientos sesenta profesionales de los centros de salud, cien-
to cuarenta estudiantes de la escuela local de enfermería... Hacemos
charlas en salas de espera de hospitales y de centros de salud sobre las
temáticas de diversidad sexual. Marisol de los Ángeles es protagonista
de muchas de ellas, llegamos casi a ocho mil personas. Capacitamos al
personal de los tres hospitales municipales, hicimos y llegamos a casi
quinientas quince personas en las mesas de la diversidad intersectoria-
les, sensibilizamos en la calle, repartiendo volantes y haciendo activida-
des en la calle para más de veinte mil personas. Atendemos en consulta
individual y trabajamos en articulación permanente con Rocío, porque
queremos avanzar hacia los procesos de hormonización a más de casi
cien personas en la consulta individual respecto al asesoramiento en
derechos, porque también nosotras empezamos a hacer asistencia por-
que hay muchas resistencias y hay mucha falta de información respec-
to al tema. Tenemos una agrupación, una grupalidad por la diversidad,
donde acompañamos no desde la perspectiva terapéutica sino desde la
perspectiva de armado de red. Y algo muy importante, trabajamos en
ESI (educación sexual integral) no binaria. Nosotras trabajamos en las
escuelas todo el tiempo, llegamos a casi tres mil personas trabajando la
ESI y, fundamental, el cupo laboral trans. Hoy por hoy en Pilar hay diez
compañeras trans incorporadas y casi todas en el ámbito de la salud.
Queda mucho por recorrer, pero lo que nos atravesó es la militancia y la
importancia respecto a cuál es la capacitación, la capacitación es fun-
damental, es fundamental, y el rol de la universidad es este; no es otro,
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 41
que sea útil a las personas reales que viven en el conurbano. Bueno, mi
compañera y par pedagógica [le da la palabra a Marisol de los Ángeles].
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: No [Risas].
Y yo creo que, además de darnos voz que está muy bueno, cumplir con
la Ley de Identidad de Género, porque hay muches que no queremos ha-
cer el cambio registral o simplemente no se nos da la gana: algunes por
miedo, porque me ha pasado, yo hice el cambio registral y al principio
estaba bastante confundido porque digo, cómo está la yuta ahora –la
policía–... Creo que está bastante… Digo, me cambio a sexo masculino y,
luego, de repente me para la yuta en la calle y/o me mira con cara rara
porque todavía no soy operado, entonces te mira y te dice: “¿Qué carajo
sos?”. O te pega o te saca tus cosas, o bueno, hace otras cosas más...
Abusos, violaciones, y como que tenía un poco de miedo por eso. Hacer
cumplir la Ley de Identidad de Género me parece re importante y espero
que se cumpla. Si no se hace, voy a estar vigilando…
Auditorio: Risas.
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 47
Auditorio: Aplausos.
nos saca las papas del fuego con los preservativos [Risas. Se superponen
las voces]. Somos una red, la verdad es esa, nadie hace en soledad.
pios que el sistema de salud todavía, con todos los años que tiene la ley,
no la pueden implementar? Bueno, le paso a mi compañera.
caso, vamos a sentar un precedente. Esto con respecto al artículo 11. Con
respecto al artículo 12, tomando en cuenta las preguntas de ustedes,
aquello del trato digno, ¿qué es el trato digno? ¿Cómo nos identifica-
mos? También nos corresponde, un poco por obligación, dirigirnos a las
personas a las que les vamos a exigir un trato digno. Si nos presentamos
en un mostrador de recepción y no decimos quiénes somos, tampoco
podemos exigir que lo adivinen o que lo supongan. No obstante, desde
ese preciso momento, como dice el artículo 12, donde nos identificamos,
en ese momento se nos debe tratar de esa manera y se nos debe dirigir
de esa manera. Esto así a nivel ley, porque uso la ley como bandera. Hoy
la tenemos, la logramos, no tenemos mucho más que esto, pero también
uso la Constitución Argentina, donde la misma Constitución nos dice
“que el no conocimiento de una ley no nos exime del cumplimiento de
la misma”. Y esto nos lleva al recurso de la Constitución donde tenemos
una ley. Exijamos que se cumpla porque la misma Constitución nos dice,
por más que sea contradictoria en algunos puntos. O sea, tenemos una
herramienta, está en la misma Constitución que está sobre la ley.
blemente, hay que llegar a esa postura, investigar estos casos. Este caso
en singular, porque eran “estos” cuando eran 50, cuando eran 2 todavía.
Hoy es “este” caso, es una bomba de tiempo, y esta chica que no voy a
dar el nombre por respeto, porque no está presente, ya empezó con los
síntomas de muerte. Así que lo que yo diría, lo que falta desde las uni-
versidades, son los espacios de investigación en bioquímica, sobre todo
para ayudar al colectivo en estas circunstancias. Gracias.
Auditorio: Aplausos.
personas que han hecho recurso de amparo para que diga en el docu-
mento travesti, identidad no binaria o nada. En ese caso hay un vacío, en
el acceso de la salud también, porque la norma en sí misma dice que yo
podría ir a una salita, podría ir a hacerme el examen correspondiente…
ir a ver a un endocrinólogo... por decir una especialidad. La norma dice
que todo lo que implique un beneficio para la persona en su autopercep-
ción tiene que estar contemplado pero no especifica cómo tiene que ser.
Entonces agradezco la buena voluntad de nuestros profesionales pero
les queda un gran paso para dar… También hay que aclarar que el cam-
bio depende de los recursos económicos.
Auditorio: Aplausos.
58 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
rar más que nada en el debate. Hay materiales, no muchos, porque hace
cuatro años que no nos compran demasiado, no tenemos muchos insu-
mos, pero básicamente para ir cerrando una reflexión que yo quisiera de-
jar para este debate. Digamos, cómo poder avanzar en nuestro sistema de
salud para dejar de ser reproductores de estereotipos de géneros y de las
situaciones estigmatizantes y discriminatorias, que históricamente han
ido generando nivel de fragilidad y sufrimiento de muchas personas. Bá-
sicamente, sería pararnos desde dos lugares. Si nos paramos desde el pa-
radigma de los derechos, yo creo que acá no hay dudas, todos iríamos por
el mismo camino. Creo que todos los que estamos acá compartimos esa
necesidad de garantizar el cumplimiento de los derechos humanos, se-
xuales, reproductivos de nuestra sociedad; y en cada uno de los espacios
donde circulamos, donde nos desenvolvemos, vivimos, trabajamos, estu-
diamos. Pero cuando nos metemos en la implementación de políticas de
género, tenemos que detenernos en lo que llamamos “la subjetividad de
los trabajadores de la salud”. El trabajo de la salud tiene una necesidad
común que es la de la inmediatez por lograr resultados, calcular ciertos
objetivos, ciertos indicadores para el trazado de políticas públicas. Es el
famoso poner el cuerpo o agotarse por la falta de recursos para prevenir
el desgaste profesional. Creo que la principal herramienta que tenemos
nosotros mismos, es que somos nosotros mismos, compartiendo todas
estas adscripciones culturales incluyendo al resto de la población. Y en el
campo normativo y de los derechos humanos, todo debería ponerse a
tono con el trato igualitario y respetuoso. En la práctica vemos que esto no
es así y en la mayoría de los trabajadores de la salud aún es más dificulto-
so para implementar actividades tales como espacios reflexivos acerca de
estereotipos de géneros, los modos en que se reproducen dificultades de
las poblaciones y demás. También nosotros encontramos dificultades aun
para dar charlas, asesorar en materia de VIH, sexualidad, de género, en el
trato, en tener una atención respetuosa, incorporar las perspectivas de
género, de las identidades. Es por ello que una de nuestras líneas actuales
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 61
Auditorio: Aplausos.
zantes sobre lo trans, ¿esto es suficiente?, no. Pero eso va permeando los
sentidos que luego atraviesan las instituciones. Y si miramos la película
también vemos que, ante una ventana de posibilidades, ciertas volunta-
des individuales pudieron generar iniciativas que terminaron generando
lazos, redes entre los distintos espacios. Como acá contaban las chicas:
“ya hay datos de cuántas capacitaciones dimos, de cuántos y cuántas pro-
fesionales, de cuántos estudiantes”. Y en esa película podemos ver las ini-
ciativas, y podemos ver que las posibilidades de transformaciones siguen
recayendo en las voluntades individuales. Es muy importante destacar
esto, porque habla de ese marco que genera la ley, pero también de las
falencias: si siempre van a recaer en iniciativas individuales, entonces
son inestables y pueden llegar a ser transitorias. ¿Qué es lo que necesita-
mos? Que esas voluntades, que esas iniciativas, se logren institucionali-
zar para que no dependan de las personas que hoy están y que se puedan
mantener en el tiempo. Y también necesitamos que las instituciones sean
flexibles, justamente para poder retener a la población trans. Otra de las
cosas que se han mencionado es la necesidad de construir saberes, ¿por
qué?, porque antes de la Ley de Identidad de Género había un bloqueo de
los saberes en el campo de la salud. Muchas de las intervenciones eran
ilegales, se desarrollaban en la clandestinidad, había un tabú en las ins-
tituciones de salud, no se hablaba de los tratamientos de transformación
corporal. La Ley de Identidad de Género permitió el desbloqueo de los
saberes. Pero es importante que esa construcción de saberes no vaya en
contradicción con la autonomía de decisión de las personas trans. Lo que
se necesita hoy es garantizar el acceso de la población trans al sistema de
salud. Y se necesita que aquellos y aquellas profesionales que ya tienen
algún tipo de trayectoria o un interés, sigan capacitándose. Eso también
implica una revisión de cómo acompañar las experiencias trans desde las
experiencias cis. Cómo acompañar desde el saber médico, cómo generar
la escucha de los saberes locales que genera la propia población trans. Y
esas condiciones para el diálogo se van dando porque cada vez son más
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los equipos que pueden trabajar en términos de equipo, que pueden dar-
se el espacio para reflexionar sobre las propias prácticas y deconstruir los
saberes y también deconstruir la construcción de la propia subjetividad
sexogenérica. Por último, yo tenía algo escrito en relación con la pregunta
de ¿qué es lo que puede hacer la universidad? Yo creo que en la univer-
sidad pública, quienes estamos formados y formadas en perspectiva de
género y sexualidad, podemos colaborar en apostar a transversalizar la
perspectiva de género y sexualidad en las carreras de salud, porque creo
que lo interesante es promover la existencia de profesionales de la salud
que quizás no estén particularmente interesados e interesadas en diver-
sidad pero que sí puedan tener la escucha para atender a la población
trans, para atender en lo que saben y derivar en lo que no saben. Creo que
ahí es a donde hay que apuntar y para eso es necesario que se fomente la
perspectiva de género y sexualidad en las carreras de salud. Es el desafío
de la ESI en el nivel superior en general, no es sólo una cuestión de la for-
mación en salud. Me parece importante que podamos proponernos dar
el marco institucional para regularizar el encuentro o la construcción de
redes entre profesionales de la salud, profesionales de otras disciplinas,
activistas y usuarixs trans, porque ese espacio de diálogo, de intercambio,
es el que va a permitir que la letra de la Ley de Identidad de Género en
cuestiones de salud no sea letra muerta.
Auditorio: Aplausos.
sirve la ley? Vuelvo al juego de la película que nos planteaba Anahí hacia
atrás. ¿De dónde partimos? Bueno, partimos de un panorama bastante
oscuro, ¿no? Allá por el 2009-2010, allá donde las instancias de atención
se daban a través de los recursos de amparo, tanto en lo que respecta
al cambio registral como a las intervenciones corporales. Recursos de
amparo, autorizaciones, pericias médicas, diagnósticos y un montón de
cuestiones bastantes nefastas para la vida de las personas. Y en el 2012
aparece la ley. Antes de la ley, había solo dos equipos que atendían en
hospitales públicos con profesionales que, a partir de su propia volun-
tad, se habían formado en algunas técnicas quirúrgicas y estaban inno-
vando en lo que se llama habitualmente “cirugías de reasignación”. A
partir de la ley, se abre muchísimo el panorama. Lo que la ley nos da en
todo caso, y a pesar de ser un discurso que muchas veces queda en eso,
en discurso, y no llega a transformar o a cambiar algunas cuestiones, es
un piso estandarizado desde el cual partir. Antes no existía ese piso, esa
norma común, y todo dependía de la buena voluntad, de los recursos de
cada persona que se pudiera acercar al consultorio, a la justicia, y que
pudiera negociar, porque no había ningún piso del cual partir. Entonces
la Ley nos dio ese piso estandarizado desde el cual poder pararse a ne-
gociar, que antes no estaba. Falta un montón, la ley sigue siendo binaria,
sigue teniendo un montón de críticas que podemos hacerle, sobre todo a
la hora de pensar el acceso, pero la ley es un piso para empezar desde ahí
a negociar. La ley habilitó también que la cantidad de los profesionales
que brinden atención se multiplique, que haya muchos equipos nuevos
que estén con intención de capacitarse en técnicas quirúrgicas y de pro-
veer terapia hormonal, y dio también la posibilidad de que exista algún
tipo de protocolo, una guía de atención, que tampoco existía. Antes cada
uno hacía lo que le parecía, más o menos a los ponchazos, como dice un
médico conocido. Y a partir de ahora, hay un protocolo de atención que
produjo el Ministerio de Salud de la Nación en colaboración con organi-
zaciones, y hay dos guías de atención que son antecedentes –una es la
66 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
Auditorio: Aplausos.
CABA. Bueno, la verdad que es un gusto haber venido hasta acá y escu-
char las exposiciones. Hay algunas observaciones que me llevo. Primero
felicitar a la gente de Pilar, con el cupo laboral, con su implementación y
que diez compañeras accedan al trabajo registrado y formal y que pue-
dan gozar de los derechos que gozan la mayoría de la población. Des-
pués, me quedo también con lo que decía la compañera de San Miguel,
del problema de las hormonas. Aprovechando que están del ex Minis-
terio de Salud y hablar un poco de la necesidad que viene surgiendo en
toda la Argentina, con todas las compañeras. Nosotras somos una red
nacional y es una problemática que nos atraviesa el tema de las silico-
nas y es asombroso cómo nuestras compañeras se acercan buscando
una respuesta y realmente no la tenemos. Y no sabemos a dónde de-
rivarlas, a dónde hablar, y muchas veces la respuesta que tenemos es:
“No sabemos, no sabemos qué hacer”. Bueno, entendemos que sí, que
no saben, pero también es importante que se tenga la sensibilidad para
que realmente se empiecen a investigar estas situaciones y qué hacer.
universidad desde ese lado sería una aliada, la mejor aliada que podría-
mos tener. Y bueno, solamente felicitar y decirles que estoy contenta
de estar acá. Y bueno, nada, era como hacer un aporte, muchas gracias.
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Aplausos.
Cuarta intervención del público: Buenos días a todas y todos, soy Gra-
ciela Rodríguez, secretaria de Cultura y Educación de SUTEBA de Gene-
ral Sarmiento y conformamos en San Miguel el Movimiento de Disiden-
cias y Mujeres. Vengo a contarles que nosotras estamos trabajando con
72 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
el tema del cupo trans, porque ustedes saben que en San Miguel, como
dijo la compañera y como dijo Daniela –una compañera entrañable que
hace un trabajo muy intenso–, venimos planteándole al gobierno muni-
cipal que se implemente el cupo trans. Como saben todos y todas esto
es general. En el Concejo Deliberante en el que también tienen mayoría,
estas cuestiones siempre son pasadas a archivo, pero también quiero
decirles que desde las Disidencias y Mujeres hemos tenido una char-
la con el candidato Franco Laporta, de Todos, pidiéndole y haciéndole
saber de nuestra agenda. Y en esta agenda también tenemos el cupo
trans y nos preocupa la salud de las compañeras que están en la Ruta 8.
Así que queremos contarles que estamos trabajando y vamos a seguir
trabajando con Daniela y con otras compañeras. Así que bueno, muchas
gracias por haberme escuchado.
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Aplausos.
Octava intervención del público: Hola, buen día a todos, todas y todes.
Mi nombre es Javier Nascone, soy trabajador social y actualmente soy el
director de la carrera de Trabajo Social de acá de la UNPAZ. Primeramente
quería felicitar a Martín Boy, a Florencia Rodríguez, a Camila Newton, a
todo el equipo que se ha puesto al hombro esta actividad, al igual que
muchos compañeros y compañeras. Pero además porque Martín, yo no
sé si no es el pionero, el primero que empezó con estos temas acá en la
UNPAZ cuando nadie hablaba de estas cosas. Y esto es un poco el resul-
tado, lo primero que se empieza a visualizar, a plasmar, de un montón
de laburo que él viene haciendo específicamente en estas temáticas; no
solo en su materia que da, teórica, sino también en su proyecto de inves-
tigación, formando estudiantes y dando charlas para todos con la impor-
76 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
tancia de poder trabajar esta temática. Así que gracias a todos y todas,
porque esto que se empieza a ver acá tiene también su impronta, así que
felicitarlos. En el punto tres que plantean en el panel, que es el que me
interpela digamos, por el cargo que ocupo en la Universidad y en la carre-
ra, me quedé pensando. En la carrera tenemos prácticas preprofesionales
desde casi el primer año, pero con profundidad recién desde el segundo
año en adelante. Son prácticas que nuestros estudiantes realizan una vez
a la semana, durante casi todo el año, la hacemos grupal, y si no nos falla
el chequeo hay un solo convenio firmado con una institución que trabaja
con temáticas de diversidad sexual. Entonces me pareció propicio invitar
a las organizaciones e instituciones que forman parte del panel a que,
si por favor, si es posible, nos abran una puerta para poder empezar a
comenzar un diálogo. A ver si a partir del año que viene podemos incor-
porar como espacio de prácticas preprofesionales, para nuestros estu-
diantes sus espacios de laburo, digamos, porque me parecen sumamente
interesantes. Así que, también tomándoles el guante, haciendo una au-
tocrítica, hasta el momento no tenemos tantos espacios con estas temá-
ticas y aprovechando que acá hay muchas organizaciones, y que a veces
no estamos muy en contacto, ofrecer a la carrera de Trabajo Social para
poder hacer prácticas. Y aquel que esté interesado, interesada, en recibir
a nuestros practicantes, poder armarlo para el año que viene, si es posi-
ble, y por supuesto dejar abiertas las líneas de comunicación de la carre-
ra de Trabajo Social para poder organizar más actividades y seminarios.
Aunque sea seminarios extracurriculares sobre estas temáticas. Y por
supuesto me parece que las prácticas son necesarias para poder formar
profesionales con un perfil diferente, que justo es el debate que nos esta-
mos dando en la carrera: ¿qué perfil profesional queremos en la UNPAZ y
en este territorio situado? Me parece importante que esa formación se dé
también en estas instituciones, ya sea pública, ONG, movimiento, activis-
mo, etc. Así que bueno, gracias y están las puertas abiertas.
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Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Aplausos.
ser así”, sino que tiene que ser un enfoque que tenemos que tener en sa-
lud y en todas las prácticas. Que no todas las personas pueden identificar-
se, o van a tener una expresión de género determinada. Y que, si bien en
esa línea desde Salud Sexual se está poniendo la mirada en cómo pensar
los espacios de atención, depende de cada consulta. Porque si bien hay
ciertos lineamientos –nos ha pasado en provincias– de “nunca hacer un
chequeo del cuerpo de las personas en la primera consulta”. Y ha pasado
en lugares donde las personas se han sentido muy cómodas, o no, pero
bueno. “No, no, aprovechemos que venís” y “sí, yo quiero que me revises”.
Y bueno, eso va a depender de cada situación pero está buenísimo tener-
los en cuenta. Y que, si bien hay investigaciones y demás, siempre es con
el consentimiento informado de la persona, que la persona decide, que la
persona se informa como para tener en cuenta esto, que siempre es en
conjunto entre las personas y las organizaciones.
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Aplausos.
salían, salían sin nada. Y la policía, en este caso el Estado, lo que hacía
era que cuando salías de la comisaría después de dos o tres meses de
tortura, en la esquina te volvían a detener. Y otra vez adentro. Entonces
es muy difícil acercarse al Estado cuando trata de ser inclusivo y vos
sufriste tanta violencia. Por otro lado, las familias no hablan del tema y
el sistema público de salud se está haciendo. Y recién se está empezan-
do a hablar en los sistemas educativos. Eso quería aclarar nomás, que a
veces las personas travestis, trans reaccionamos de esa manera porque
no sabemos a quién tenemos enfrente, si nos van a proteger, o nos van
a encarcelar, o nos van a señalar, o nos van a perseguir o nos van a des-
aparecer. Eso era lo que quería decir.
Interviene Michelle: Juan, yo puedo ser negativa pero tengo 48 años, casi
que me voy a extinguir dentro de poco y es comprensible.
Interviene Michelle: Hay algo que no se planteó acá pero, dentro de las
dificultades del acceso a derechos, es la dificultad del acceso a la justicia.
Si no tenemos acceso al trabajo, no tenemos dinero, no tenemos una
contención por parte de la sociedad y que nos incluyan, nos excluyen
desde las familias. Entonces en todo ese contexto de historial de vida,
nos excluyen de la educación. Entonces en todo ese contexto, ¿qué com-
pañera va a tener acceso a un recurso de amparo? La mayoría de las
obras sociales hoy nos ponen recurso de amparo, piensan que somos
ignorantes. Bueno, la mayoría no tenemos ni el primario. Entonces aga-
rran y te dicen “no, te faltó el papelito ese”. Como la compañera recién,
hizo un gran esfuerzo para conseguir ir a la obra social, presentar lo que
quería, según lo que la ley le dice, bla bla bla: “no, te faltó esto”. Entonces
la compañera vuelve, junta pesito por pesito para pagar la SUBE, otra vez
vuelve para la obra social y... “no, pero te faltó el…”. Y así, entonces se
está poniendo mucho más cruel todo, porque el neoliberalismo es así,
no entramos en un Estado inclusivo. Pero no quiero ir a eso, quiero ir al
acceso a la justicia. ¿Cuánto sale un recurso de amparo? ¿Cuántas tie-
nen la posibilidad de hacer un recurso de amparo? ¿Cuántas personas
de nuestro colectivo pueden acceder a personal idóneo en las diferentes
materias, tanto penal como civil y comercial en cuestiones de salud?
92 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
Auditorio: Aplausos.
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 93
A ocho años de la aprobación de la ley, está claro que los cambios socia-
les y culturales no vienen de la mano de las normativas y que estos son
los que aún debemos modificar. Sin dudas, el colectivo trans/travesti y
no binarie está discutiendo las políticas públicas reales, como por ejem-
plo el cupo laboral trans/travesti y la Ley Integral Trans que, a mi en-
tender, es la propuesta superadora. También teniendo voz propia en el
Estado nacional, por primera vez Argentina tiene dos funcionarias trans
en puestos jerárquicos del Estado (Ministerio de las Mujeres, Género y
Diversidad y el INADI).
Quiero remarcar una idea para que todxs entiendan: los tránsitos iden-
titarios y todas las construcciones corporales son individuales, no hay
una única forma de ser trans/travesti, no podemos estandarizar las
transiciones e invito a abandonar el protocolo como única forma de in-
tervención y a abrazar la escucha como clave para que las personas pue-
dan expresar lo que sienten, sus miedos, dudas y búsquedas.
Han pasado ocho años del histórico día en el que la República Argentina
se convertía en el primer país que desoía a la Organización Mundial de
la Salud, las religiones, las ciencias y al propio Estado. Como se señaló
en la mesa, fueron muchos los años de lucha de las organizaciones so-
ciales para obtener la ley, muchos años de persecución y hostigamiento
del Estado para obtener el derecho humano a la identidad. No podemos
olvidar de dónde partimos y dónde estamos. Son muchos los desafíos
que nos trajo la ley: pensar un orden estatal que no asocie genitalidad
con identidad es reorganizar las estructuras, sabemos que esto lleva
tiempo. No se cumple el artículo 12 de la Ley de Identidad de Género,
ya que todavía asociamos identidad a lo que indique el DNI. El acceso
al trabajo sigue siendo un sueño para muchas personas trans/travestis,
poder tener una vivienda digna es algo que estamos esperando y así
podríamos enumerar todos los derechos que estamos reclamando y que
no vinieron mágicamente con la Ley de Identidad. Esto quiere decir que
fuimos el primer país en aprobar una ley de vanguardia pero aún esta-
mos lejos de contar con políticas públicas efectivas que modifiquen la
vida de las personas. Tenemos claro que ya no podemos esperar más,
pero también sabemos que nunca nadie nos regaló nada, que todo es a
base de organización y lucha. Y en eso seguiremos estando.
Para cerrar, quiero decirles que hace algunos años que milito e investigo
el acceso a la salud de la población trans/travesti, que vengo capacitan-
do a los equipos de salud y escribimos una guía de acceso a la salud
para población trans/travesti desde la organización Capicüa Diversidad.
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 97
1 Es importante dar cuenta de que los textos de quienes fueron invitadxs para
dialogar con lo debatido en 2019 en las Jornadas fueron elaborados durante
2020 ya con la gestión de Alberto Fernández como presidente de la Nación.
Esta nueva gestión incorporó en un primer plano la agenda LGBTI en contra-
posición a la gestión de Mauricio Macri (2015-2019).
100 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
Conocimiento válido
Referencias bibliográficas
INDEC e INADI (2012). Prueba piloto para la Primera Encuesta Sobre Población
Trans. La Matanza: INDEC e INADI.
Mansilla, G. (2014). Yo nena, yo princesa. Luana, la niña que eligió su propio nom-
bre. Los Polvorines: Universidad Nacional General Sarmiento.
mos que pensar en eso. Tenemos que pensar en muchos años de decirle
a nuestras hijas, hijos en el jardín que “hay nenes con pene”, “con vulva”,
“nenas con pene” y “nenes con vulva”, va a ser la única forma de poder
habilitar una forma distinta de pensamiento en la sociedad. En esta so-
ciedad que rechaza todo aquello que le parece diferente, es muy difícil
para una niña, niño, niñe de 7, 8 años tener que salir a pelear contra el
mundo todos los días de su vida. Entonces necesitamos esa transforma-
ción, y por supuesto que el rol del Estado será transformador, si es un
Estado que entiende esta necesidad. Lamentablemente estamos viendo
un retroceso en el campo de los derechos, tanto en nuestro país como en
los países cercanos. Bueno, no quiero robar más tiempo, me parece que
hay que respetar los tiempos de todes, gracias.
Auditorio: Aplausos.
Fabián Vera del Barco (Director del Centro de Estudios sobre Diversidad
Sexual de la Universidad Nacional de Tucumán, cofundador del Centro
Educativo Trans de Puertas Abiertas CETRANS, cofundador y miembro
directivo de Ayelén Biblioteca Popular de Cultura LGBT+ e integrante de
la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans): Bueno,
qué tal, buenas tardes. Bueno, pusieron todas las categorizaciones de
todo lo que vengo haciendo en Tucumán, soy docente de la Universidad
Nacional de Tucumán, básicamente esa es mi profesión. Soy profesor de
Filosofía y al mismo tiempo soy militante LGBT, y esa confluencia de esos
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 115
Auditorio: Aplausos.
Todas esas prácticas tienen un alto costo a nivel psicosocial para noso-
tros. A veces describimos algunas de estas situaciones y nos mueve a
risa, yo también lo cuento como desopilante. Pero es importante sub-
rayar lo difícil que es convivir con esos niveles de violencia a tal punto
que, muchas veces, uno prefiere quedarse en su casa. Entonces nuestra
vida se va precarizando, vamos perdiendo oportunidades de laburo, de
generar vínculos, de desarrollarnos socialmente. La exposición pública
se vuelve menos disfrutable, es más, a mí me costó mucho decir que sí,
que iba a venir a esta actividad.
rechos rigen para una comunidad política, y para ello implican que las
otras personas los reconozcan y respeten, cuando eso no sucede, o suce-
de para determinadas personas, pasan a ser privilegios. En ese sentido,
como comunidad, tenemos la responsabilidad de no permitir que el re-
conocimiento de la identidad de género sea un privilegio de algunxs. El
reconocimiento de derechos se juega en cada interacción que hacemos.
tenciones van pasando por el tamiz de cada una de las personas que tie-
nen que hacer algo para que esas políticas se cumplan y en la cabeza de
cada una de esas personas por las que pasa, puede ser reinterpretado, y
les digo que algunas interpretaciones de la ley son ridículas...
Auditorio: Aplausos.
Jésica Báez (CONICET / IICE Equipo Mariposas Mirabal FFyL, UBA): Hola.
Presté unos minutos para Gabi. Puede resultar evidente o no, pero ve-
rán que tengo un arsenal de privilegios: soy investigadora, mujer cis,
blanca… puedo seguir enumerándolos. Cuando recibí la invitación, al
principio me pareció un poco rara, hace varios años realicé una tesis de
doctorado muy afín a este panel y luego ese tema se abrió a una línea de
indagación más amplia. Hace unos años que siendo parte de un equipo
nos venimos preguntando cómo imaginar una escuela más justa. Prefie-
ro esta expresión y no la palabra inclusiva, porque a veces en la acción
de incluir borramos cualquier diferencia, o queda desplazada la tarea
de problematizar, o desnaturalizar las desigualdades. Cuando decimos
que una institución educativa es una escuela inclusiva y nos queda-
mos tranquilos, tranquilas, tranquiles de que estamos “todos adentro”,
y lo que propongo es abrir un signo de interrogación: ¿Por qué estamos
adentro? ¿En calidad de qué? No solo el acceso, sino también poder pro-
blematizar la experiencia de estar en un espacio escolar. Entonces en
ese sentido, se me ocurrió a partir de las preguntas que organizaba la
mesa traer tres escenas, para habilitar más preguntas, más que respues-
ta, respecto de esas preguntas. Me parecía interesante compartir estas
tres escenas para que pensemos nuevamente más preguntas y, tal vez,
construir algo parecido a certezas provisorias que nos permitan pensar
en intervenciones más justas, más placenteras, más sororas. Lo leo, por-
que no creo que lo lleguen a ver; mi idea era que estuvieran ahí atrás,
para que nos pudieran funcionar como una imagen con la cual dialogar.
126 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
Escena 1
J: ¿Y qué pasó?
Y la rectora, me dijo que estaba bien, que le parecía bien, pero que no
podía aplicarla por este tema. Ella apoyaba el cambio, pero no lo podía
aplicar.
Escena 2
Pasan los días, y al no tener contacto, les consulto si estaba “todo ok”.
La colega me responde que ambas docentes le dijeron: “que ya no vie-
nen más”.
Escena 3
Una escuela que dé placer, una escuela en donde estar dentro de la escue-
la sea un momento de aprendizaje, divertido, porque tenemos derecho a
divertirnos dentro de la escuela, derecho a ser felices dentro de la escuela,
a saber más dentro de la escuela. En definitiva, abrir algunas preguntas
que nos permitan extender ese horizonte incierto en la Educación Sexual
Integral puede devenir en herramienta pedagógica de la posibilidad.
Auditorio: Aplausos.
repensar también qué me pasaba cuando estaba frente a esas otras for-
mas de existencia, esas otras formas de estética que me venían a desaco-
modar todo lo que yo durante más de cuarenta años había ido acomo-
dando en varón/mujer, varón/mujer. Esto es así, esto no es así... entonces
hubo que repensar y aprender un montón de cosas. En este camino cono-
cimos a una cantidad impresionante de gente a la que le agradecemos un
montón habernos enseñado tanto, habernos permitido ingresar en sus
vidas y haber descubierto que era necesario comenzar a cambiar esa mi-
rada. En nuestra experiencia fue maravilloso haber descubierto finalmen-
te qué era lo que ocurría con nuestra hija. Ella presentaba una cantidad
de síntomas generados por la angustia, por ese no saber, me imagino que
era lo que le estaba ocurriendo desde muy corta edad y nosotros buscá-
bamos una explicación a lo que ocurría en los consultorios médicos y
neurológicos. Hasta que una neuróloga especializada en desarrollo infan-
til a la que llegamos buscando y buscando, dijo: “Bueno, tienen una cria-
tura sana, ya está. Neurológicamente sana, acá hay que buscar por el lado
emocional”. Y cuando empezamos a buscar no fue fácil tampoco dar con
un profesional de la psicología que fuese capaz de comprender cuáles
eran las necesidades de mi hija, qué era lo que le estaba ocurriendo. Y en
ese camino de buscar, mucha búsqueda… una búsqueda que tenemos
que hacer como papás y sin datos, sin herramientas. En ese momento
cuando vos tratabas de googlear “mi hijo es trans” no te aparecía mucha
info, ¿eh? Hoy sí, hoy ponés “mi hijo dice que es nena” y tenés una canti-
dad de información a tu alcance impresionante. Bueno, hasta que dimos
con Valeria Paván, que ella es una psicóloga que ha venido trabajando con
la cuestión de género en las niñeces desde hace bastante tiempo y fue
ella la que después de un largo y doloroso camino nos pudo abrir los ojos
y, a partir de ese momento, todo fue para mejor. Fue salir de ese consul-
torio, obviamente llenos de dudas y demás, pero ya sabíamos qué le pa-
saba a mi hija, que ella no había tenido la posibilidad de manifestarnos
claramente: “Yo soy una nena”. ¿Por qué no la tenía? No era por una cues-
134 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
las dos colitas, con la mochila rosada, con un rostro infantil, ahí va una
niña más. Pero ese rostro va a ir cambiando, ese cuerpo va a ir cambiando
y necesitamos que la escuela, que la maestra, que los compañeros y las
compañeras estén preparados. Porque lo que estamos haciendo en el mo-
mento de ponerla dentro del grupo de las nenas es invisibilizar una iden-
tidad trans. Entonces me miran con cara de… “bue… como que nunca te
alcanza nada, ¿viste? Pero nos han acompañado a dar un gran paso”.
Auditorio: Aplausos.
Gabi Díaz Villa (Lic. Ciencias de la Educación, IICE Equipo Mariposas Mi-
rabal FFyL, UBA): Retomando un poco la exposición anterior, esta ten-
144 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
nas cuestiones. Por ejemplo, para les chiques de secundaria que van a
ciertas escuelas donde esto se está implementando, está la posibilidad
de elegir de si quieren hacer educación física con el grupo de varones
o con el grupo de mujeres, más allá de si coincide o no con el registro
que tienen. Y entonces uno se pregunta: Bueno, ¿pero eso no sería un
derecho de todes? De los heterosexuales también. Y, por el otro lado, la
cosa de que esa apertura de elegir siempre depende de quién acompaña
a ese grupo, porque algunos preceptores aceptan y otros no. O la nece-
sidad de hacer un acta, para que eso quede ya establecido para siempre
de ese modo. Entonces ese pibe, esa piba, tiene que elegir ir a ese grupo
o al otro, como parte de esta fuerte inercia escolar hacia la estabilidad,
¿no? Hay algunas cosas que son fundacionales de la escuela, como decía
Vero, que son matriz escolar, se tambalean y es como que necesitamos
reacomodarlas a los tiempos que corren. A la idea de que la categoría
mujer y la categoría varón ya no nombran una realidad única, que todos
reconocemos y que, además, hablan de un cuerpo con determinados ór-
ganos y determinadas hormonas y determinado funcionamiento y de-
terminado deseo. Ya empiezan a ser categorías que estamos poniendo
en evidencia, que son categorías políticas que nos identifican, que hay
un espacio de singularidad que tenemos que cuidar, que es ese espacio
de singularidad respetado por la Ley de Identidad de Género, que no
funciona de este mismo modo en otros países. La verdad es que el nivel
de respeto en términos de derechos humanos, en términos de despato-
logización de la ley que hemos conseguido, es modelo en el mundo, y
que no la hagamos mierda cuando la ponemos en práctica en estrate-
gias que vuelven a: “Y tenés que decidir si sos travesti, trans, y si sos una
cosa te vas por allá, y si no por allá”, ¿no? Como circuitos diferenciales
para cada quién, cuando en realidad consideramos que estamos hoy
descriptas en esa categoría. No, no lo están. Digo, yo soy transexual y
ustedes no saben de mí un montonazo de cosas. Entonces, creo que la
escuela se ve desafiada fuertemente en tener que conectar con los pibes
146 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
y las pibas que tienen ahí. Y hay que preguntar: ¿Cómo querés que te
nombren?, ¿cómo querés que te registren?, ¿querés que le digamos a
tus compañeros?, ¿querés que no les digamos?, ¿esperamos al año que
viene?, ¿empezás marzo con pollera? Bueno, hay que conectar, y hay
que encontrar, y hay que elaborar con ese pibe, con esa piba, cuando
tienen edad suficiente como para poder decirlo claramente ¿cuál es la
estrategia? o ¿cuáles son los pasos de cuidado?
Fabián Vera del Barco (Director del Centro de Estudios sobre Diversi-
dad Sexual de la Universidad Nacional de Tucumán, cofundador del
Centro Educativo Trans de Puertas Abiertas CETRANS, cofundador y
miembro directivo de Ayelén Biblioteca Popular de Cultura LGBT+ e in-
tegrante de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y
Trans): Bueno, nada, después de semejantes exposiciones... La verdad
me interesaba conectar algunas ideas, que la verdad que había puesto
yo antes en el relato de las actividades en Tucumán con el colectivo
trans, y con ciertas otras ideas que me parecen como muy necesa-
rias de conectar, que expusieron mis compañeres acá. Efectivamente
hay un diagnóstico del sistema educativo, que así como está no esta-
ría dando para más, o por lo menos para un sector importante de la
sociedad argentina. Y es bastante claro, cuando uno estudia, lee, o se
forma como docente, que la escuela tiene la finalidad de uniformar, de
homogeneizar, de normalizar. Pero, además, a mí me interesaba regis-
trar que uno de los supuestos ideológicos que tiene la fundación del
sistema normalizador educativo argentino es el biologicismo. Y sí, se
viene una corriente higienista que pretende justamente asegurarse en
miradas biomédicas, no es tan solo el disciplinamiento educativo, sino
el disciplinamiento de los cuerpos. Y la verdad que eso está instalado
en nuestras prácticas, porque por más que esos libros pedagógicos ya
no existan. Entonces, hay que reformular lo que los pedagogos y pe-
dagogas llaman la currícula, y que tiene que ver con nuevas carreras
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 147
Auditorio: Aplausos.
* Docente-investigadora IDAES-UNSAM.
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 149
Referencias bibliográficas
Butler, J. (1990). Gender Trouble. Feminism and the Subversion of Identity. Nueva
York: Routledge.
154 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
4 Retomo aquí el trabajo pionero recogido en el libro compilado por Lohana Ber-
kins (2007), que señala un porcentaje de 2,3% para la terminalidad de estudios
terciarios no universitario y universitarios completos sobre una muestra de
257 casos en cuatro regiones del país (NOA, Centro, Sur y Cuyo), y el indicador
de acceso del 2,17% a la educación superior universitaria relevado en el Primer
relevamiento sobre condiciones de vida de la población trans/travesti de la
provincia de Buenos Aires (Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia
de Buenos Aires, 2019) sobre un total de 322 personas encuestadas.
5 Señalo algunas de las dimensiones surgidas en el panel “Experiencias Tra-
vestis y Trans en el ámbito de la Educación” y que motivaron la escritura de
este texto.
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 159
Referencias bibliográficas
mostró cuánto nos falta. Entonces vamos a lanzar una capacitación para
todos los nodos de la UNPAZ, vamos a tener invitados, Martín nos va a
ayudar un montón y el fin de esa capacitación es pedir el cupo [laboral]
trans para la universidad. Para un trabajador, una trabajadora, un traba-
jadore que venga y que sea capacitado, que nosotros como no docentes
podamos admitirlo, aceptarlo, ayudarlo, apoyarlo y aprender que de esta
manera somos realmente una universidad inclusiva. Muchas gracias.
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Aplausos.
existe y que se llama El Gondolín. Sobre las frustraciones que una se en-
cuentra cuando viene del interior. Yo nací en 25 de Mayo y me vine a vivir
a Capital Federal, lo que sucede con las que hace muchos años que están,
y lo que sucede con las que hacen más años que están y que ya se han
frustrado y que cruzan la barrera de los 40, que para nosotras ya eso es
muchísimo... Entonces, bueno, qué pasa con la vida de compañeras en esa
situación. Entonces eso es lo que relataba esta primera historia. Después,
como nos fue muy bien e íbamos a muchos centros culturales, decidimos
hacer La casa de Bernarda Alba, una historia de los años treinta de Federico
García Lorca, y que creo que hoy por hoy las personas trans lo vivimos. Es
como que estamos viviendo por ahí lo que muchas mujeres, lo conversa-
ba con una compañera, porque justo estaba haciendo un trabajo sobre
Eva Perón y yo le decía: “Mirá, yo creo que las mujeres trans quizás hoy
estamos viviendo lo que el género femenino comenzó a vivir en los años
cincuenta: el poder votar, el aparecer en un padrón, tener el derecho a
empezar a independizarse tal vez económicamente...” muy despacito,
muy de a poco, eso creo que es lo que estamos viviendo hoy y que refleja-
ba en ese caso La casa de Bernarda Alba. Y así empezamos a armar diferen-
tes puestas de stand up. A La casa de Bernarda Alba la hicimos durante seis
años, mucho tiempo, y en todo este camino una de las cosas muy buenas
que logró nuestra cooperativa fue un reconocimiento. Gracias a la legisla-
dora Andrea Conde, que nos declaró de interés cultural para la promoción
y defensa de los derechos humanos para la Ciudad de Buenos Aires en el
2016. Y también pudimos abrir talleres gratuitos que se brindan para toda
la comunidad, obviamente no directamente a personas trans, sino que las
compañeras de la cooperativa podían ir a aprender teatro también y, en
simultáneo, convocábamos a toda la sociedad a que se pueda sumar a
Arte Trans, a través de un centro cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
Eso hasta 2015. En 2016, como todos sabemos, las cosas se empezaron a
complicar en la República Argentina. Hay algo que yo lo marco como muy
importante en el trabajo y en el tema de una sociedad, de una porción de
170 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
muy relajado el actuar para mí, porque era ir y ya estaba el teatro alquila-
do, ya estaban las luces puestas, ya estaba la directora, tenía mi libretito
para aprenderme, el tiempo que tenía para aprenderlo... No sé, un mes de
ensayo, dos, y después a los tres, ya a actuar. Cuestión que con Made in
Lanús se abrió la oportunidad de incorporar a varones a la cooperativa, a
un varón trans también y, de a poco, nos empezamos a mantener. Des-
pués, como con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fue imposible
conseguir una sede, lo que nos había quedado pendiente era tener un
espacio físico. Dije, bueno, ¿dónde podemos conseguir una sede? Ahí em-
pecé a trabajar en la Municipalidad de 25 de Mayo. Entonces pensando,
pensando, pensando, empecé a conocer el Municipio de Avellaneda y –
para hacerles el cuento corto– me reuní con el intendente de Avellaneda,
me recibió muy bien: en un mes nos pudimos establecer. Nos pagaron el
flete para que podamos trasladar todo nuestro equipamiento, y me acuer-
do que el flete tuvo que recorrer toda la ciudad, buscando todo lo que
había en la casa de cada una, tenerlo en un depósito y tener un lugar, un
espacio físico para ensayar, para tener otro taller más de teatro ahí tam-
bién, un segundo taller de teatro y seguir sumando personas que se quie-
ran agregar a la causa. Y así es como nos empezamos a mantener un poco
mejor. Yo creo que las personas que nos dedicamos un poco al arte o a la
actuación tenemos un poco de imaginación creativa en cuanto también
para resolver problemas, sobre todo en Argentina. Entonces dijimos: “¡Ha-
gamos nuestro canal de YouTube!”. Si ahora todo pasa por las redes, la
gente le dedica tiempo a las redes, es el momento que también nos pue-
den ver... Hicimos nuestro canal de YouTube que se llama El mundo según
ellas, en donde las preguntas las empezábamos a hacer nosotras, recibía-
mos invitados, cubríamos eventos, marchas, todo ese tipo de cosas. Y bue-
no, estoy muy contenta y estoy muy feliz porque este viernes 13 comen-
zamos nuestro programa de radio en la radio pública de Avellaneda.
También fue una idea loca que tuvimos, porque había una compañera
trans que se había recibido de locutora nacional y obviamente no le deban
172 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
trabajo en ningún lado, por lo que ya hemos recontra hablado acá. Y bue-
no, habíamos dicho: “¡Armemos una radio on line!”, “a ver cómo lo pode-
mos hacer…”, “desde la sede de la cooperativa”, “no, pero el wifi es muy
malo…”, un montón de cosas hasta que dijimos: “bueno, vamos a la radio
de Avellaneda. De última, nos dirán que no”. Y bueno, por suerte nos dije-
ron que sí. Entonces yo creo que una de las mejores cosas que tiene el
insistir y el estar siempre, es que también desde el otro lado se ve esas
ganas de participar, de estar, de esta resiliencia que creo que muchas ve-
ces las personas del colectivo tenemos. No digo que sea obligatorio, que
no todo el mundo tiene que tener la obligación dentro del mundo LGBT, o
del colectivo trans de ser resiliente, no tiene que ser obligatorio salir con
una armadura a la calle a batallar contra la sociedad que nos discrimina,
bla, bla, bla... Hay gente que por ahí no lo quiere hacer, pero sí es bueno
que por ahí podamos salir de la situación esta, de todo lo malo que nos
pasa. Y con todo eso hostil que vivimos y que nos pasa todos los días,
hacer algo. Me parece que eso es lo más importante y entrelazándolo un
poco con mi trabajo en 25 de Mayo para no aburrirlos, puedo decirles que
ese trabajo es más acartonado porque es una sociedad más tradicionalis-
ta. Frente al Área de Diversidad Sexual y Género muchos dijeron: “¿Y esto
para qué? Acá en una sociedad de 50.000 habitantes, no hay nadie”. ¿No
hay nadie? Una marica por baldosa había, ¿viste? [Risas]. Lleno. Yo cuando
pudimos abrir el Consultorio de Salud Integral, el consultorio amigable,
que allá le llamamos “Consultorio de Salud Integral”, empezamos para
cuatro personas trans. Que las conozco y que están y no están y que van
a otros lugares, que van y vienen, y resulta que ahora hay dieciséis. Y mu-
chas son personas menores de edad, hay muchos varones trans que ob-
viamente siempre se le brinda la posibilidad de participar del grupo de
conversación y, bueno, están en su momento de formarse, de formar su
identidad, y por ahí todavía no quieren salir a contar todo lo que les pasa
ni lo que sienten. Entonces, por ahí prefieren hablar con una endocrinólo-
ga que está capacitada y que los recibe muy bien y de eso se trata. Y en 25
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 173
de Mayo es más acartonado y por eso hay que ir más despacio, porque es
una sociedad... ¿cómo decir? Más gorila tal vez... [Risas del público]. Es
muy tradicionalista, tiene sus ritmos muy lentos. Y creo que en eso tam-
bién me parece que lo bueno que podemos todos y todas que estamos
acá, que podamos salir de este espacio, de este auditorio a comunicar
también. Porque yo estoy segura de que acá el 99,9% o 100% vamos a coin-
cidir acerca de lo que estamos conversando, pero si no hablamos con un
“no convencido”, o con una persona que desconoce... es como que por ahí
mucho sentido no tiene. Y a mí me pasa muchas veces que me dicen:
“¿Cómo podés ser amiga o conversar o tomar un café con fulana que es re
tal cosa, re machista, porque publica en su Facebook tal pavada?”. Porque
con esa persona hay que hablar de estos temas, a esa persona hay que
ayudarla, hay que interpelarla, hay que diseñar nuevas estrategias, por-
que si nos quedamos en que “¡aquel es un gorila!”, “no voy a hablarle
porque es un machirulo o una machirula…”, entonces queda ahí. Enton-
ces creo que nuestro colectivo tiene que apelar a esa inteligencia que te-
nemos, porque hemos superado cosas terriblemente mucho más duras, y
llegar a esa persona, convencer a esa persona. Porque a mí me parece
importante que sepamos que, en la República Argentina, es verdad que
necesitamos de todos, de todas y de todes también, aunque no pensemos
igual, pero se necesita de convencer al otro, de interpelarlo todo el tiempo.
Aunque por ahí no pertenezcamos a partidos políticos, ni a la misma
identidad sexual y que por ahí no estemos de acuerdo en todo. En 25 de
Mayo reinan los pañuelos celestes, pasan todo ese tipo de cosas... Pero
bueno, no importa. A mí me veían con el pañuelo verde: “¿Vos estás a fa-
vor de matar a un bebé?”. “No, mi reina, ¿sabés de qué yo estoy a favor? De
que si el día de mañana vos vivís un momento difícil, que estoy segura de
que pasar por una situación de un embarazo no deseado es un momento
difícil, que si realmente deseás interrumpirlo, que lo hagas de un modo
seguro e higiénico”. Ya está, punto, se terminó. No es que le dije: “Ay, vos
sos tal...”. ¿Me explico? Ese es el trabajo que tenemos que hacer fuera de
174 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
Auditorio: Aplausos.
Auditorio: Risas.
¿Para que no se nos violente más en la calle? Ok, por eso. Después lo que
va en una urna, después cada una puede elegir lo que quiera. Remarco el
tema de la urna porque a veces, creo que desde lo partidario, se fragmenta
mucho a toda la sociedad argentina. Tenemos que, a esa grieta, decirle:
“Chau, nada de grieta”. Si a nosotras nos pasa a todas lo mismo cuando
salimos a la calle.
nalista y que tiene ideales por ahí muy anticuados y que piensan que
lo mejor, que el mejor modelo de país son siempre los países del norte.
Cuando empezamos a instalar el tema del cupo laboral trans en 25 de
Mayo, me tocó hablar con gente que no es afín a mi ideología política
y una de las cosas que yo le dije es que “si no nos aprueban, les vamos
a armar un quilombo terrible por empezar”. [Risas]. Y segundo, le digo:
“Vos que tanto EE. UU., Europa, ¿no te gustaría también que vivamos
como un país del primer mundo con una economía de primer mundo y
tengamos, además, una sociedad de primer mundo?”. Porque eso es del
primer mundo. En esa cosa tan de cartón y tan por ahí frívola como decir
“primer mundo”... Y si vamos a la realidad, por ejemplo, en la Ciudad
de Buenos Aires cuando nosotras buscábamos una sede para nuestra
cooperativa para trabajar, nunca nos daban nada; cuando queríamos
hacer una obra de teatro, a la gorra y gratis... Pero ahora, los señores
de la Ciudad de Buenos Aires tuvieron que implementar: “La Semana
del Orgullo BA...” ¿Por qué? Porque ya no somos tan minoría y porque
sí somos una minoría como también dicen que somos –que a mí no me
molesta por empezar–, pero si somos una minoría tal, evidentemente
debemos ser una minoría muy empoderada, y una minoría que cada
vez más estamos respaldadas por muchos otros colectivos, como el fe-
minista, como tantas personas que se han interpelado en estos últimos
años. Entonces ya no conviene ser tan de un solo color. Pero hasta en
las campañas vemos letras de todos colores, que en mi vida había visto.
Entonces, uno ya sabe que por ahí en el fondo de su plataforma no exis-
timos. Es como decís vos, por ahí lo ponemos acá y que vaya en la lista,
vaya en el puesto 143, no va a entrar ni aunque ganen con el 140% de
los votos, ¿me entendés? No importa, ¿pero sabés qué? Nos empezaron
a poner, por lo menos para hacer vidriera con nosotras. Está bien, no es
la solución, a mí no me gusta que nos usen para ser vidriera, perfecto.
Ahora, me usaste como vidriera, me voy a mostrar en tu vidriera. Si a
vos te hace falta que me muestre, me voy a mostrar, pero a vos que
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 185
des reunidos y que no nos interesa ese acartonamiento del “primer mun-
do”, centrales o periféricos... Que una es latina y no le importa nada, pero
realmente también tenemos que ver lo que hemos conseguido y con eso
continuar. Yo no quiero que le demos de comer a la gente que realmente
nos quiere ver divididas o divididos, eso tenemos que empezar a hacer.
Una última consulta del público: Bueno, Iñaki ya se retiró, pero por
ahí alguno de ustedes me la puede responder: ¿Qué es la comunidad
no binaria?
interior, al brillo interior, que yo sé que todos los argentinos y todas las
argentinas lo tienen. Y esa va a ser la verdadera revolución, la revolución
espiritual, de adentro hacia afuera. Ese es el verdadero cachetazo que le
podemos dar a este sistema, que lo único que quiere hacer es que seamos
cada vez más ganado y más involucionados.
Auditorio: Aplausos.
Martín Boy: Bueno, estas fueron las primeras jornadas, vamos por unas
segundas, no sabemos cuándo. No se preocupen, no será en la UNPAZ,
relájense. [Risas]. La idea es hacer una segunda jornada en otra sede. Y
llevar a otro territorio estos mismos debates, o debates nuevos. Yo estoy
muy contento con todo lo que pasó hoy, con la cantidad de gente que
vino, que entró, se fue, vino otra nueva. Con estudiantes. Pasaron más de
200 personas, gente que vino de organismos públicos, gente que vino de
sindicatos, estudiantes, familias de estudiantes, que las estoy viendo…
Bueno, mi madre está ahí [risas], docentes, bueno, muchas cosas. Creo
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 189
que fue mucho mejor de lo que imaginábamos, así que les queremos
agradecer. Y hay un libro de visitas ahí también, que pueden dejar co-
mentarios, para saber si podemos mejorar cosas a futuro o empeorar,
también. [Risas]. Florencia, Alejandra... ¿quieren decir algo?
El trabajo formal puede ser un instrumento que les permita salir de esa
situación de adicción, además de incluir en el mercado laboral a per-
sonas que antes no tenían acceso. Para ello es necesario que el Estado
despliegue mecanismos creativos para abordar esta realidad.
192 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
Como resultado de este impulso, al día de hoy se podría decir que la te-
mática laboral del colectivo LGTBIQ+ en general y de la población trans
194 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
b) iniciativas de cooperativismo;
* IIGG-UBA/CONICET.
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 197
cional) que fueron y son tan variables como los partidos políticos que
ocuparon dichas instancias de gobierno.
Fiesta y resistencia:
“El ballroom es un refugio en el que te sentís a salvo”
Beltrán: No, ellos le llamaban ball a esas juntadas. El voguing nace unos
años después como una forma de desempatar estas disputas de estas
categorías de ball que se hacen en una pasarela. O sea, el campo de bata-
lla es una runway, una pasarela donde hacían este ida y vuelta y compe-
tían a ver quién cumplía mejor la fantasía. Si ustedes ven Paris is burning
van a poder ver este tipo de conceptualizaciones puntuales que tienen.
Pero cuando había algún empate o cuando alguna marica se empezaba
a jugar con estas cosas, nace el voguing, haciendo una especie de ritmifi-
cación de la pose. Se posaba y a medida que el ritmo iba dando como un
tanteo o un puntapié de tiempo, se cambiaba la pose. Y así es como nace
el voguing, justamente por las poses estrafalarias que tenía la revista
Vogue en ese tiempo en las tapas, donde no era simplemente la mode-
lo de catálogo que ponía la típica postura de T y lucía el vestido, sino
que mostraba modelos que se contorsionaban y hacían unas poses muy
dramáticas. Y en este jugueteo de poner música para la runway, surge
el voguing como una forma de batalla uno versus uno. Mientras que las
categorías de runway funcionaban como cualquier concurso de belleza,
pasa una, pasa la otra, pasa la otra y se les dan puntajes desde el jurado.
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 205
si no fuera por eso. Sus coreógrafos eran del escenario del voguing pero
su estrategia hoy en día sería leída como apropiación cultural. Entonces
llegó eso y las maricas de acá veían a estos tipos en traje a lo Loco Mía,
como toda esa cultura de la marica estrafalaria. Acá se vivió el tema
como que las maricas iban a Búnker y copiaban los pasos del videoclip.
El mariconeo acá estaba hambriento de una cultura de donde enrique-
cerse, porque recién después del destape se pudo empezar a constituir
una cultura gay. Allá por 2008-2012 empezamos a ver ese documental y
algunas maricas iban a Estados Unidos y se capacitaban con bailarines
que mantenían esta cultura viva y venían, daban algunas clases… era
todo muy experimental. La verdad es que si hoy vemos las primeras
competencias de voguing que hacíamos, haríamos un chop [eliminación],
que es lo que se hace cuando se saca a alguien de la competencia, por-
que era muy distinto a lo que hoy en día sabemos gracias a la viraliza-
ción de la cultura del ballroom.
Pía: También pasa que cuando Ru Paul globalizó lo que era el drag, acá ya
había una cultura drag y fue tapada por lo que venía mostrando Ru Paul...
Y por ejemplo pasaba en las elecciones drags del resto del país, yo soy de
Tucumán, se evaluaba el ingenio de la que menos gastaba para produ-
cirse. Entonces, el hecho de agarrar pincitas de rulero y armar un traje
gastando menos fue totalmente pasado por encima y ahora la que tiene
puesto lo más caro es la más premiada. Y eso es totalmente contrastante.
Martín: ¿Quiénes son los que toman las clases? ¿Qué perfil tienen las
personas que toman tus clases en La Matanza?
Andrés: Depende, por lo general son personas que tienen un nivel eco-
nómico intermedio que pueden pagar una clase de danza. Entonces,
más allá de que sea mi trabajo y de que esté dando clases, si hay una
persona que le encanta y no lo puede pagar… yo no le puedo decir que
no. Y además porque el voguing como el ballroom también son comuni-
dad. Entonces yo no le puedo decir a una persona que porque no tiene
$150 no puede tomar mi clase. No es lo mismo que vos te vayas a Capital
y te den una clase a $380 que es impagable, de una hora, a que vengas
a Laferrere y te tomes una clase de voguing de una hora y media a $150.
Acá en Laferrere se da así, yo por lo menos estoy tratando de trabajar en
eso, que sea un poco más visible. El voguing a mí también me sirvió como
una herramienta para la vida, para un montón de cosas, porque cuan-
do yo empecé a bailar voguing, la realidad es que mi vida fue como un
paralelo en relación con todo lo que fui aprendiendo dentro del ballroom
y como que cambiaron un montón de aspectos de mi vida y para mí es
súper reconfortante que otras personas lo encuentren. Para mí es una
herramienta para conectar con otras personas, para hacer comunidad.
Acá en Lafe, en el conurbano, vos salís y hay veinte pibes en la esquina
diciéndote “che, puto”, “che, puto, caminá como hombre”. Y pasa todos
los días. A mí me pasaba todo el tiempo. Mismo ahora que voy caminan-
do y tengo uñas y soy medio afeminado y no sé, me gritan “eh, ¡puto!”, y
yo como “sí, sí, gracias”. Es como… yo ya lo superé, ¿no? Pero hay otras
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 209
Pía: Después de doce años de ser drag queen y de haber venido a vivir a
Buenos Aires, la comunidad LGBTIQ también es clasista. A mí lo que me
gustó y en lo que me sentí abrazada es que la comunidad ballroom de
Buenos Aires o de Argentina pierde todo ese clasismo y donde se celebra
totalmente lo que uno es y donde hay red. Hay toda una estructura que
generalmente tenemos en la cabeza que dice que si sos varón, tenés que
hacer esto, y si sos trans, tenés que hacer aquello. Y lo que se celebra acá
en Buenos Aires en los ballrooms es la diferencia y la expresividad que
cada cuerpo tiene mediante la danza, la imagen, el desfile en sí.
Andrés: El ballroom real defiende a les negres, a les pobres, a les latines, a
les trabajadores sexuales, a todas esas personas. Porque antes solo eran
concursos de belleza. No sé si estaban tan involucrados los derechos de
la comunidad LGBT y los derechos de los negros.
Andrés: Primero, qué siento yo, es súper extraño describirlo, pero te lo voy
a decir en criollo: yo cuando bailo voguing me puedo sentir fuerte, me pue-
do sentir un poco más real, acercarme a lo que siempre quise ser. Para mí
es una forma de expresión, una forma de canalizar todos mis dramas, de
enfrentar todos mis problemas, de salir de todo este sistema y de disfru-
tar de mi personalidad. De sentirme, de ser libre, de expresarme tal cual
soy. Yo siempre fui así de marica y la sociedad me reprimió un poco. Y a
mis 18 años pude expresarme como yo quería. Yo soy voguer, soy ballroom.
Para mí es una herramienta de lucha social, me reivindica en un montón
de formas. Cuando bailo, siento mucha fuerza, demasiada.
bailás voguing sentís que todos esos tutores que te pusieron se sueltan,
se rompen y te desencadenás. Y yo, como corporalidad gorda, siempre
vi que el gordo bailando era un cuerpo ridículo… y realmente, me emo-
ciono muchísimo, se me llena el alma de mariposas porque sentís que
cuanto más estrafalariamente te movés, más libre sos y más te celebran
las personas que te rodean. En los ballrooms de Buenos Aires se celebra
la mariconería. Es una horda de gente, que los vecinos llaman a la poli-
cía de la cantidad de gritos y de aullidos, y de aplausos y de chasquidos
y revoleo. Celebrando estas corporalidades que son libres, y siendo más
marica de lo que uno necesita. Esa emoción te inunda. Cuando Andi
mete un lip justo con el ritmo de la música, ahí es un pequeño orgasmo.
Pía: Yo no bailo. Pero como performer te puedo decir que cada vez que
una persona se puede expresar en un ballroom, se transmite libertad. A
mí me pasó que siendo drag pude manifestarme como yo quería sin ser
juzgada. Y esa contención que me dio el drag me permitió ser Pía ante la
vida y la sociedad que todo el tiempo me acribillaba por lo que a mí me
gustaba. Te lo digo desde mi lado de mujer trans, el voguing tiene eso que
para mí es muy similar: te da un marco y un contexto que te hace sentir
que tu expresión no está mal.
Nos interesa recuperar esta línea de análisis para discutir las posiciones
que han tomado distintas instituciones sociales –los servicios de salud, la
escuela, la familia– en relación con las niñeces y adolescencias trans. Los
discursos hegemónicos que categorizan la experiencia trans y no binaria
como una patología tienen su origen en la medicina y la psiquiatría, aun-
que la psicología y la pedagogía en muchos casos se han apropiado de
estos, e incluso los han fortalecido. En la práctica, las experiencias nos ha-
blan de un gran número de instituciones que se niegan a brindar atención
o expulsan a niñxs y adolescentes trans y no binaries. Las cuales, en el
mejor de los casos, recurren al auxilio y a la –aparentemente– “ineludible”
intervención de especialistas del campo “psi”2 que, desde una perspectiva
cisheteronormativa, muchas veces terminan aplicando y recomendan-
do tratamientos “feminizantes” o “masculinizantes”,3 que provocan aún
más daño. La expulsión escolar, la patologización, la responsabilización
de la “madre” y la represión son parte de algunas modalidades habitua-
les de abordaje de las identidades trans y no binaries. Sin embargo, tal
como mostramos a lo largo de este escrito, ciertas violencias y “efectos de
exclusión”, que generan las prácticas y los discursos institucionales, en
algunos casos se han ido reformulando, posibilitando nuevas problemati-
zaciones y habilitando nuevas perspectivas acerca del tema.
La escuela
Es sin duda en los cruces de clase, género y etnicidad donde las des-
igualdades en las infancias toman matices que resulta necesario explo-
rar. En definitiva, la escuela prescribe y reproduce una serie de saberes,
representaciones y prácticas hegemónicas acerca de las diferencias de
clase y de género, pero también acerca de la sexualidad, los cuerpos y la
normalidad, que tienen un gran impacto en la conformación de las sub-
jetividades de las niñeces y adolescencias. El sesgo ideológico cishete-
ronormativo que atraviesa las instituciones escolares está directamente
vinculado a los procesos de exclusión que sufren las infancias y adoles-
cencias trans y no binaries. Así, cuando ciertas dimensiones de la identi-
dad escapan a las formas hegemónicas de masculinidad y de feminidad,
comienzan a aparecer procesos de segregación, y marginación, que mu-
chas veces terminan conduciendo a la deserción escolar (Cánepa, 2018).
Evidentemente, los procesos de exclusión educativos son complejos e
implican la combinación de una diversidad de factores.
8 De acuerdo a los datos más recientes del Primer relevamiento sobre las condi-
ciones de vida de la población trans/travesti de la Provincia de Buenos Aires (Secre-
taría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, 2019), el 53,10%
de las personas travestis, trans y no binaries consultadas no completó la
escolaridad obligatoria (secundario completo) que establece la Ley de Edu-
cación Nacional (2006). A su vez, se aprecian marcadas diferencias entre
masculinidades trans (en ese caso el 63% sí logró completar el secundario)
y feminidades trans. En el caso de la Ciudad de Buenos Aires, el 59,8% de las
mujeres travestis y trans no completó la escolaridad obligatoria, en compa-
ración con la población en general de la Ciudad mayor de 25 años que es del
29%. Al incorporar la variable edad al análisis del nivel educativo alcanzado
por mujeres travestis y trans, la franja etaria peor posicionada es la de las
personas mayores de 41 años. En el caso de los hombres trans, la situación
es muy diferente y mucho más favorable, el 72,8% cuenta con el nivel secun-
dario completo o más (La revolución de las mariposas, Ministerio de Defensa de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2017).
9 Las instituciones escolares privadas muestran un mayor número de situa-
ciones de exclusión de las niñeces trans, en comparación con las institucio-
nes de índole pública (Informe sobre la situación actual de las experiencias
de niñeces trans, Asociación Civil Infancias Libres, julio de 2019).
226 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
Las familias
Tal como sostiene Lohana Berkins (2008), la familia suele ser el primer
gran obstáculo que enfrentan las personas travestis, transexuales y
transgénero para el libre desarrollo de su identidad. Al relatar sus in-
fancias, muchas personas trans adultas hacen referencia al abandono,
la desaprobación, el castigo y diversas situaciones de violencia fami-
liar, producto del rechazo hacías sus maneras de ser y estar en el mun-
do (principalmente en las experiencias de feminidades trans, no tanto
así en las masculinidades trans).13 Esta situación se vuelve una carac-
terística común en la mayoría de lxs adultxs trans, que crecieron en
un contexto social de discriminación, persecución y violencia hacia las
Los cambios que pueden apreciarse en los últimos años respecto de las
estrategias desplegadas por la familia incluyen, además, una búsqueda
por intercambiar experiencias, conocimientos y trayectorias con otrxs
pares, así como con personas travestis y trans adultas, dando lugar a
espacios de gestión y organización común en torno a las demandas.
En este sentido, se ha dado un proceso de colectivización de las expe-
riencias de las familias de niñxs y adolescentes trans, que en distintas
partes del mundo se organizan frente a la ausencia de respuestas insti-
tucionales y estatales. En relación con estos espacios, también han sur-
gido distintas instancias de encuentro, organización e intercambio que
reúnen a lxs propixs niñxs y adolescentes.
En este sentido, otro de los desafíos que enfrentamos tiene que ver
con alcanzar una presencia mayor de personas travestis y trans en la
educación superior. Para ello, se vuelve imprescindible cambiar el en-
foque y, en vez de preguntar qué tienen que hacer las personas trans
para ingresar y adaptarse a la universidad, debemos repensar qué ha-
cer desde las universidades (y el resto de las instituciones educativas)
para garantizar el acceso pleno e igualitario de las personas trans a es-
tos espacios. Sin duda, considerando las repercusiones y convocatoria
que han tenido las jornadas, hemos dado un pequeño pero importante
primer paso en esa dirección.
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Mansilla, G. (2014). Yo nena, yo princesa. La niña que eligió su propio nombre. Los
Polvorines: UNGS.
Morgade, G. (2001). Aprender a ser varón, aprender a ser mujer. Relaciones de gé-
nero y educación. Esbozo de un programa de acción. Buenos Aires: Noveduc.
Documentos
Asociación Civil Infancias Libres (2019). Informe sobre la situación actual de las
experiencias de niñeces trans. Buenos Aires.
236 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
Naciones Unidas (1989). Convención sobre los Derechos del Niño. Asamblea
General de las Naciones Unidas, 20 de noviembre de 1989.
Por siglos hemos naturalizado una visión de mundo cartesiana que se-
para el cuerpo de la mente, la mente “arriba”, el cuerpo “abajo” como
mero soporte de la razón. Desde un enfoque feminista, Donna Haraway
(1995) se pregunta por la manera en que miramos al investigar y critica la
“objetividad” de la ciencia, la manera en que el hombre la ha dominado.
Frente a esta crítica, propone una nueva manera de mirar, una objetivi-
dad feminista. Lejos de borrar del tablero las aspiraciones de neutralidad,
Haraway pone sus esfuerzos en pensar una objetividad situada, involu-
crada, capaz de enunciar desde donde se está mirando. Y esta objetividad
es una ética feminista en tanto, habilitadxs por nuestro ejercicio de cues-
tionamiento de una lógica patriarcal, blanca, europea y cisheterosexual,
podemos habilitar(nos) otra mirada situada: explicitar dónde estamos y
dónde no al momento de pensar el mundo. Esto implica la ruptura con
una aspiración universalizante, imparcial, distante, higiénica.
Otro de los ejes que nos interesa recuperar de las Jornadas es la dimen-
sión temporal y cómo el paso del tiempo, la espera, genera tensiones en-
tre las instituciones y las personas. Tal como sostiene Auyero, “la espe-
ra funciona como un mecanismo de dominación. Es una estrategia sin
un estratega, no es que hay alguien que a propósito, intencionalmente,
hace esperar a los subordinados o desposeídos” (Auyero en Damín, 2014:
408). Según Auyero, la administración de la espera por parte del Estado
es una de las formas de regular la pobreza, a los relegados y a los despo-
seídos. En línea con este autor, Camilo Braz señala que “la tensión entre
el tiempo institucional u oficial y el tiempo vivido o subjetivo es [...] una
clave interpretativa central” (Braz, 2017: 160) para analizar el acceso a
derechos de la población travesti y trans.
Referencias bibliográficas
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Chaves, M. (2012). Haciendo trámites con los pibes y las familias: barreras
de acceso y micropolíticas en lo público. En Actas de la III Reunión de
EXPERIENCIAS TRAVESTIS Y TRANS 245
Radi, Blas (2019). Políticas del conocimiento: hacia una epistemología trans*.
En M. López, Los mil pequeños sexos. Intervenciones críticas sobre políticas de
género y sexualidades. Sáenz Peña: EDUNTREF.
246 MARÍA FLORENCIA RODRÍGUEZ, MARTÍN BOY Y MARÍA ALEJANDRA DELLACASA
A Mario Pecheny y Nora Goren por sus palabras volcadas en los prólogos.
[Extracto de la Introducción]