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ESTRUCTURA DE LOS GRUPOS ETNICOS EN COLOMBIA A NIVEL

NACIONAL

ESTUDIANTES
CAMILA SOFIA DE ORO ROYS
SOLANGEL MARTINEZ
KARIL MEJIA DELUQUE
IVAN IVAN GRIEKEN ROSADO

INSTITUCION EDUCATIVA DIVINA PASTORA SEDE SANTA MARIA


GORETTI

RIOHACHA, LA GUAJIRA

2022
ESTRUCTURA DE LOS GRUPOS ETNICOS EN COLOMBIA A NIVEL
NACIONAL

ESTUDIANTES
CAMILA SOFIA DE ORO ROYS
SOLANGEL MARTINEZ
KARIL MEJIA DELUQUE
IVAN IVAN GRIEKEN ROSADO

INVESTIGACION

DOCENTE
MAYELIS CURVELO

INSTITUCION EDUCATIVA DIVINA PASTORA SEDE SANTA MARIA


GORETTI

RIOHACHA, LA GUAJIRA

2022
INTRODUCCION
El propósito de este documento es aportar la sustentación conceptual que
servirá como base para la realización de una serie de encuentros, que tienen
por objeto realizar, conjuntamente con las organizaciones de los grupos
étnicos, una caracterización del presente trabajo que quiere presenta un
panorama de los grupos étnicos indígenas que hoy pueblan el territorio
colombiano. La "visión etnológica sobre los grupos étnicos indígenas
actuales de Colombia con su bibliografía" tiene como objeto presenta la
riqueza étnica de las minorías indígenas que, junto con los negros y blancos,
conforman el pueblo colombiano.
ESPECIFICOS OBJETIVOS:
GENERAL:

 Identificar las principales comunidades étnicas existentes en el país, sus


formas de vida, cosmogonías, aportes históricos, culturas ancestrales y
situación actual. 
 Establecer cuáles son los derechos étnicos consagrados en los convenios
internacionales, la Constitución Política de Colombia y demás normas
existentes. 
 Precisar la legislación y la jurisprudencia de las Altas Cortes relacionadas
con las comunidades étnicas colombianas. 
 Analizar las relaciones entre las diferentes comunidades étnicas
colombianas (indígenas, afrocolombianas, raizales y gitanos). 
 Estudiar las principales problemáticas que afectan a las comunidades
étnicas en nuestro país (discriminación, desplazamiento, violencia,
megaproyectos entre otros). 
Colombia se caracteriza por ser el resultado de la mezcla de tres grupos
principales: españoles, indígenas y africanos. Al mestizaje de estos tres grupos se
sumaron algunos inmigrantes procedentes de Europa, el Medio Oriente y, en
menor medida, asiáticos.
En el censo general de población de 2018, el 6,68% de la población se
autoidentificó como afrocolombiana (incluyendo raizales y palenqueros), el 4,31%
como indígena, y el 0,01% como gitana.
El 87,58% fue clasificado sin pertenencia étnica, categoría que engloba al resto de
las poblaciones que habitan el país, las cuales incluyen mestizos y descendientes
de europeos, árabes, judíos, asiáticos, y otros grupos que no aparecen
oficialmente en el censo. Colombia es uno de los países con mayor diversidad
étnica y lingüística del mundo.

HISTORIA DE LOS GRUPOS ETNICOS

A pesar de varios trabajos en etnohistoria, se desconoce exactamente cuántos


indígenas habitaban el actual territorio de Colombia a la llegada de los europeos,
debido a que la información prehispánica era de tradición oral, y por tanto se
carece de documentos escritos que sirvan para calcular la población de la época.
No obstante, si se sabe que tras la llegada de los españoles hubo una gran
mortandad de la población indígena (el 90 %) propiciada por las enfermedades
traídas por los europeos, las guerras y combates esporádicos que mantuvieron
con estos últimos y los trabajos forzados y semiesclavitud a la que fueron
sometidos los pueblos indígenas por los colonizadores españoles. No obstante, la
población indígena del territorio colombiano ya era de por sí escasa, lo que explica
en parte la necesidad de los españoles de importar de esclavos africanos para
utilizarlos como mano de obra, aunque la razón principal fue el exterminio de la
mayor parte de los indígenas.
Los primeros esclavos africanos llegaron en el año 1504, pero la necesidad era tal
que a partir de 1520 entraban en el país aproximadamente 4000 esclavos
africanos al año. Desde finales del XVI, muchos esclavos negros lograban huir
(cimarrones) y fundaban y establecían pueblos libres negros (Palenques), como el
famoso Palenque de San Basilio. El punto de entrada de los esclavos
era Cartagena, que junto con Mompox era el principal punto de compra-venta de
estos. Desde allí eran desplazados por los ríos Cauca y Magdalena hasta otros
centros secundarios de comercio esclavista, como Popayán, Honda (Tolima),
Anserma (Caldas) y Cali. Durante las primeras décadas se importaban
principalmente esclavos varones jóvenes, pero luego se comenzó a introducir
mujeres jóvenes para autoabastecer de nuevos esclavos al territorio. Los esclavos
realizaban todo tipo de labores, principalmente en minería, agricultura, ganadería y
servicio doméstico. Los principales grupos lingüísticos de los esclavos eran el
bantú y el sudanés.5Además los esclavos debían ser instruidos en la fe católica
para ser reconocidos en la nueva sociedad. Recibir el sacramento del bautismo
era una condición indispensable para entrar a la América hispánica, según las
normas de la corona española, que prohibía la entrada
a judíos, herejes y paganos.5
Las primeras exploraciones europeas fueron realizadas por Alonso de Ojeda, Juan
de la Cosa y Américo Vespucio, llegando hasta la Península de la Guajira. En
1501 Rodrigo de Bastidas descubrió las bocas del río Magdalena y la bahía de
Cartagena, acompañado del propio Juan de la Cosa. La primera carta del litoral
fue levantada por Juan de la Cosa entre 1492 y 1510. En 1511 Vasco Núñez de
Balboa descubrió el río Atrato y contempló las aguas del Pacífico desde la sierra
panameña de Darién. En 1522 Pascual de Andagoya, descubridor del Perú, llegó
por el Pacífico hasta las bocas del río San Juan. Los españoles invirtieron unos
veinte años en explorar las costas colombianas, fundaron varias ciudades y
factorías y después avanzaron hacia el interior del país. Los primeros colonos
españoles comenzaron a establecerse en el territorio inmediatamente después de
su conquista por parte de Gonzalo Jiménez de Quesada, alrededor del año 1540.6
En 1528, la familia de banqueros Welser consiguió de Carlos V la exclusividad
para la conquista y colonización del territorio comprendido entre el Cabo de la
Vela (actual Colombia) y Maracapana (actual Venezuela), siendo los primeros
europeos no latinos que iniciaron el proceso colonizador en América Latina.
Algunos de los exploradores más importantes fueron Ambrosius Ehinger, Nikolaus
Federmann, Georg Hohermut von Speyer o Philipp von Hutten, pero su presencia
finalizó en 1546, tras ser retirada la concesión por el Consejo de Indias luego de
los reiterados intentos poco exitosos de los gobernadores enviados por los Welser
para establecer un gobierno estable en sus territorios, el descontento de los
castellanos que habitaban Coro y acusaciones de diversa índole. Las razones
para la retirada del contrato fue el incumplimiento del contrato de arrendamiento,
donde se incluía la fundación de varias ciudades y varios fuertes, y también falló
en la parte del contrato donde se estipulaba la obligatoriedad de extender el
cristianismo entre los indígenas. Durante este corto período, pequeños grupos de
colonos alemanes se establecieron en el territorio, pero el clima, el calor y las
enfermedades acabaron con la vida de muchos de ellos y otros regresaron
a Alemania, quedándose muy pocos.
Durante el siglo XVI y principios del XVII, los colonos españoles no eran más que
soldados varones al servicio de los conquistadores que después se asentaban en
el territorio. Las mujeres españolas tardarían en llegar y cuando lo hicieron sus
números siempre fueron relativamente escasos. Esto unido a que los españoles
varones eran jóvenes y generalmente habían llegado a América en busca de
aventuras, riquezas y por los relatos acerca de que las mujeres indígenas iban
desnudas, tenían grandes cantidades de hijos con las mujeres nativas y las
esclavas africanas, a las cuales con frecuencia abandonaban. De este modo
comenzó el mestizaje racial y en parte de los casos cultural, y en pocos años la
población mestiza se alzó como la mayoría de la población, y conforme siguieron
mezclándose europeos (sobre todo españoles), americanos y africanos, surgieron
diversas variedades de razas, siendo denominadas las más importantes, como:
mestizo (blanco-cobrizo), castizo (blanco-mestizo), moreno (blanco-negro), zambo
(negro-cobrizo).
La sociedad colonial se caracterizó por dividirse en clases sociales étnicas. Así
pues, la clase gobernante eran los criollos (denominación a los españoles y
descendientes sin mezcla de éstos establecidos en América) y algunas variedades
(castizos y mestizos de aspecto blanco), la clase media la formaban los mestizos y
algunas variedades (algunos castizos y mestizos de pocos o medios rasgos
indígenas), la clase baja la formaban los indígenas y algunas variedades (mestizos
de aspecto predominante indígena) y en lo más bajo se hallaban los esclavos
negros y algunas variedades (mulatos de aspecto predominante negro).
Desde tiempos de la colonia hasta tiempos incluso actuales, la población blanca
generalmente ha alcanzado los principales y más importantes puestos, cargos y
trabajos de la sociedad, teniendo un estatus económico y un nivel de bienestar
social medio-alto, en contraste con las personas de otras etnias. Por ejemplo, la
gran mayoría de presidentes del país han sido de raza blanca, las ciudades más
grandes y desarrolladas del país actualmente Bogotá y Medellín tienen una mayor
porcentaje de habitantes blancos, mientras que las zonas más atrasadas son
aquellas donde la presencia cobriza o negra es mayor; como la costa pacífica o la
región amazónica. Esto ha generado controversias internas sobre el papel de la
raza blanca y su responsabilidad en ese atraso; desembocando en la "ley
antidiscriminación" del 2011, en donde se establece: "El que arbitrariamente
impida, obstruya o restrinja el pleno ejercicio de los derechos de las personas por
razones de su raza, etnia, religión, nacionalidad, ideología política o filosófica,
sexo u orientación sexual, incurrirá en prisión de 12 a 36 meses".
A partir de la independencia del país, se sumaron a la mezcla pequeños grupos de
inmigrantes árabes, judíos, europeos no españoles (italianos, alemanes,
franceses, ingleses, irlandeses, lituanos, entre otros europeos) también japoneses,
chinos y otros asiáticos, aunque no tuvieron un impacto significativo en la
composición étnica y la cultura del país.
GRUPOS ETNICOS
MEZTISOS
Constituyen el principal grupo étnico, representando el 49% de la población total
del país según estimaciones no oficiales, puesto que el gobierno del país no
realiza censos raciales donde se separen los Mestizos de los Blancos, sino que
los junta y tampoco se hacen censos raciales de auto identificación como sucede
en Brasil, Argentina, Venezuela; entre otros países latinoamericanos. No obstante
el mestizaje o el promedio de la ascendencia del ciudadano colombiano
históricamente y recientemente ha arrojado uno de los componentes de ADN
caucásicos mas altos de Latinoamérica, solo superado por Argentina, ya que se
han obtenido valores de entre 62,5% y 73% de componente europeo de acuerdo a
los estudios realizados en los años 2015 y 2018 por la reconocida revista científica
estadounidense Public Library of Science (PLOS). La historial del mestizaje
en Colombia comenzó poco después de que se establecieran los primeros
colonizadores en el territorio. Es resultado directo de la escasez de mujeres
europeas en algunos sectores del reino durante la conquista, debido a que durante
todo el período colonial la mayoría de los inmigrantes europeos eran varones. Los
españoles entonces se unían principalmente con mujeres nativas de los distintos
grupos étnicos, indígenas o africanos. Los mestizos se hallan prácticamente en
todo el territorio del país y su población es la más grande en Colombia, siendo el
aporte europeo casi exclusivo por parte paterna, pues más del 80% de los
colombianos descienden de un europeo por vía paterna, mientras que el 85 % de
los colombianos provienen de una indígena por vía materna. El 78,1% de los
bogotanos desciende de una mujer indígena.
AFROCOLOMBIANIDAD

Población afrocolombiana de Colombia por municipio en 2005.      72,7% -


100%     45% - 72,6%     20,4% - 44,9%     5,8% - 20,3%     0% - 5,7%     Sin
datos
En el censo de 2018, corresponden al 6,75% de la población se identifica como
afrocolombianos, incluyendo a mulatos, raizales y palenqueros. No obstante, otras
estimaciones señalan hasta un 25% de afrocolombianos en total, conformados por
un 21% de mulatos y un 4% de negros y afrocaribeños, en el caso de Lizcano-
Fernández (2005), o un 22% de afrocolombianos, con 17% de mulatos, 4% de
negros y 1% zambos, según Schwartzman (2008). Para el gobierno colombiano el
número real de afrodescendientes alcanza el 26% del total, mientras que
tradicionalmente se estima un 21% de afrocolombianos (14% como mulatos, 4%
como negros y 3% como zambos).2526
Dentro de los afrocolombianos se pueden diferenciar cuatro grupos importantes:

 Los que habitan en la región Caribe, incluyendo la comunidad


del Palenque de San Basilio.
 Los que se ubican en el litoral Pacífico (Chocó biogeográfico)
 Los que viven en los valles interandinos de los ríos Magdalena y Cauca,
y algunos de sus afluentes, así como en el valle transversal del río
Patía.
 Los raizales del Archipiélago de San Andrés Providencia y Santa
Catalina.
Los departamentos con mayor porcentaje de afrocolombianos
son Chocó (73,83%), San Andrés y
Providencia (55,64%), Cauca (19,74%), Nariño (17,45%), Valle del
Cauca (17,09%), Bolívar (16,73%), Cesar (12,97%) y Sucre (11,91%). En el censo
de 2005, un 29,2% del total de afrocolombianos se concentraba en las ciudades
de Cartagena de Indias, Cali, Barranquilla, Medellín y Bogotá. En Bogotá, la
ciudad del país con más personas que no declaran pertenencia étnica, residían
100 000 afrocolombianos, que representan el 1,5% de la población del Distrito (un
29% de nacieron en la ciudad y un 17% que migraron desde el Chocó).
La Constitución colombiana y la ley 70 de 1993 reconocen los derechos, cultura,
costumbres, tradiciones y territorios de la población afrocolombiana que se ha
titulado como tierras colectivas de comunidades negras, un total de 15 717 269
hectáreas que corresponde al 16,13% de las superficie del país.
La población afrocolombiana posee una alta tasa de natalidad, siendo la media de
hijos por mujer de 2,7, estando por encima de la media nacional (2,1), siendo 2,4
en entornos urbanos y 3.5 en entornos rurales, en ambos casos también por
encima de la media nacional (1,9 y 3,1 respectivamente).

La población afrocolombiana es mayoritariamente joven, pero está


experimentando un progresivo envejecimiento, traduciéndose en aumento en el
número adultos mayores. Además, y a diferencia de los indígenas, presenta en su
estructura y distribución de género un comportamiento más similar al del total de la
población del país.
El 86% de la población afrocolombiana está alfabetizada, siendo ligeramente
mayor el porcentaje en mujeres (88%) que en hombres (86%). En cuánto a
educación, el 41% posee estudios básicos primarios, un 21% no posee estudios
en ningún grado y un 16% posee estudios básicos secundarios. El 47% de la
población es soltera.
Palenqueros
Los cimarrones, africanos y sus descendientes esclavizados que lograba huir
llevaban una vida de libertad en rincones apartados de las ciudades y de las áreas
colonizadas denominados palenques o quilombos, donde se mantuvo y desarrolló
una cultura y población de características peculiares, que mantuvo mayores
elementos físicos y espirituales de sus orígenes africanos. Uno de ellos fue el
Palenque de San Basilio, donde se reagruparon varios palenques de los Montes
de María, territorio legalizado por la Corona Española en 1714. Puede
compararse sus orígenes genéticos con los de los territorios cercanos, para
comprobar que también reflejan la historia propia de estas comunidades.

INDIGENAS

A pesar de haber constituido un segmento importante en el pasado (en 1852 los


indígenas eran el 17,8% de la población total), actualmente la población
indígena constituye solo un 4,31% de la población. Tras haber sido víctimas de
abusos, semiesclavitud, duras condiciones de vida y trabajos forzados durante
siglos, la Constitución de 1991 reconoció los derechos fundamentales de los
pueblos indígenas, y además ratificó el Convenio 169 de la OIT que regula
internacionalmente sus derechos.
El gobierno colombiano reconoce la existencia de 87 pueblos
indígenas: Achagua, Amorúa, Andoke, Arhuaco, Arzario, Awá, Bara, Barasana, Ba
rí, Betoye, Bora, Cañamomo, Carapana, Chimila, Chiricoa, Cocama, Coreguaje, C
oconuco, Coyaima, Desano, Dujo, Emberá, Emberá,Chamí, Emberá,Katío, Eperar
a,Siadipara, Guambiano, Guanaca, Guane, Guayabero, Hitnü, Inga, Kawiyarí, Ka
mëntsa, Kankuamo, Karijona, Kichwa, Kofán, Kogui, Kubeo, Kuiba, Kurripako, Let
uama, Makaguaje, Makuna, Masiguare, Matapí, Miraña, Mokaná, Muisca, Nasa, N
onuya, Nunak, Ocaina, Pasto, Piaroa, Piratapuyo, Pisamira, Puinave, Sáliba, Senú
, Sikuani, Siona, Siriano, Taiwano, Tanimuka, Tariano, Tatuyo, Tikuna, Totoró, Tsir
ipu, Tucano, Tule, Tuyuka, Tzase, Uitoto, Umbrá, U'wa, Wanano, Waunan, Wayuu
, Yagua, Yanacona, Yaruro, Yauna, Yuko, Yukuna, Yuri y Yurutí.
Los departamentos con mayor proporción de indígenas
son Vaupés (81,68%), Guainía (74,9%), Vichada (58,16%), Amazonas (57,72%), L
a Guajira (47,82%), Cauca (24,81%), Putumayo (17,9%) y Nariño (15,46%). En el
Censo de 2005, los departamentos de La Guajira, Cauca y Nariño concentraron
aproximadamente la mitad de los indígenas del país. De acuerdo con la
Constitución Nacional, las lenguas indígenas son también oficiales en sus
territorios, aparte del castellano. En el país, se hablan 64 lenguas amerindias y
una diversidad de dialectos que se agrupan en 13 familias lingüísticas.

CONCLUSION
Según los datos expuestos, podemos concluir que cada una de las etnias de
nuestro país, cuentan con sus propias costumbres y tradiciones, que
enriquecen la cultura nacional, mantenerlas vivas y respetarlas es tan
importante como promover y facilitar oportunidades para la mejora de su
calidad de vida. La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo,
establece el organismo, no sólo en lo que respecta al crecimiento económico,
sino como medio de tener una vida intelectual, afectiva, moral y espiritual
más enriquecedora. De manera reiterada se ha reconocido que los pueblos
indígenas desempeñan un papel fundamental en la ordenación del medio
ambiente y en el desarrollo, debido a sus conocimientos y prácticas
tradicionales, razón por la cual los Estados deben reconocer y apoyar su
identidad, cultura e intereses

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