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Arquitectura medieval primitiva 297

la enfermería. Como puede apreciarse, a ex- ción de seguridad no son otra cosa que un
cepción de las capillas especializadas y de reflejo de lo incierto de la vida temporal, ex-
otros cuerpos específicos de este monaste- presado en el pasaje de la liturgia gala que
rio, la disposición general de las partes prin- se expone a continuación (no hay que olvi-
cipales se corresponde casi exactamente con dar que, en aquella época, seguían siendo
la del diagrama carolingio conservado en un peligro recurrente las correrías noctur-
Saint-Gall. nas de los vikingos, que remontaban silen-
ciosamente el río a bordo de sus lanchas):
“No permitas que la malicia se apodere de
Iglesias románicas nosotros, sino que tengamos siempre pre-
sente el ejemplo de tu resignación, que será
En la misma medida que las condiciones po- el que nos librará de los placeres del diablo
líticas se estabilizaban ligeramente a lo lar- y nos protejerá de los desastres de esta no-
go de los primeros años del segundo milenio, che”.4
comenzó a florecer la actividad edilicia, es- Saint-Michael (gravemente dañada du-
pecialmente en la construcción de iglesias. rante la II Guerra Mundial y cuidadosamente
Aun así, el recuerdo de las invasiones de los restaurada después) es una iglesia de planta
pasados tiempos de inseguridad estaba lo su- basilical modificada, cuyo esquema básico
ficientemente cercano como para que en los es muy similar al de la planta de Saint-Gall.
nuevos edificios siguiese predominando el En efecto, siguiendo el plan carolingio del
macizo sobre el hueco y por tanto las ven- periodo otoniano, la nave central se extien-
tanas fueran pequeñas. Además, el recuerdo de entre dos cruceros destacados. Dos tran-
de Roma seguía estando presente, especial- septos de igual altura y de brazos con planta
mente en el sur de Francia, donde las nu- cuadrada flanquean los dos cruceros. Al este
merosas ruinas romanas servían como y al oeste cierran dos coros de igual altura,
modelo. Así pues, los robustos pilares y los con ábside, que evidencian el cruce de los
arcos de punto redondo de la nueva arqui- ejes longitudinal y transversal. El altar prin-
tectura balbuceante no pretendían sino evo- cipal debió ubicarse en la gran capilla ábsi-
car la sólida presencia y las claras geometrías de. Una característica típica de la arquitectura
circulares de la tradición constructiva ro- románica alemana es el empleo del ábside
mana. Esta es una de las razones del uso del no sólo en el testero, sino en los pies de la
término románico [ideado en 1818 por el ar- nave mayor, siguiendo la tradición carolin-
queólogo D. Gelville, y difundido después por gia. El coro occidental presenta una cripta
A. de Caumont] para designar la maciza ar- abovedada, donde fue enterrado el obispo
quitectura de arco redondo desarrollada en Bernward. Entre los ábsides orientales y los
Europa desde fines del siglo X hasta princi- dobles transeptos sumaban hasta veinticin-
pios del XIII. co altares, donde se exponían reliquias y don-
de los monjes decían la misa diaria (la misma
Saint-Michael de Hildesheim razón, por la que la iglesia abacial de Cluny
La rotunda solidez de la arquitectura romá- tenía dos transeptos y multitud de ábsides).
nica está representada en la iglesia monásti- En Saint-Michael destacan también la lige-
ca de Saint-Michael, construida por el obispo reza de sus pies derechos (consecuencia del
de Hildesheim, Bernward, en la zona centro- empleo de la madera en la cubierta), la al-
norte de Alemania [14.14, 14.15]. Construida ternancia de pilares y columnas, el empleo
en 993-1022, justo al norte de Hildesheim, del capitel cúbico, rigurosamente germáni-
estaba desprotegida, a extramuros de la ciu- co y derivado de las estructuras lignarias, y
dad; quizás por esta razón destaca la peque- la bicromía (rojo y blanco) que será familiar
ñez de sus ventanas de planta baja y el en el arte alemán.
espesor de sus muros, de más de 1,50 me-
tros (5 pies) de grueso. Es lo que Martín Santa María de Ripoll
Lutero describiría más adelante como eine Santa María, la iglesia del monasterio be-
feste Burg (‘una poderosa fortaleza’), porque nedictino de Ripoll, en Cataluña [14.16] es
aún se producían esporádicos ataques de los similar a Saint-Michael de Hildesheim en
magiares y vikingos. Esta robustez y sensa- cuanto a solidez y disposición de volúmenes.
298 La historia y el significado de la arquitectura

14.16. Santa María de Ripoll,


Cataluña, a partir del s. XII.
Restauración y reconstrucción
por Elías Rogent, arquitecto,
en 1885, debido a una total
destrucción en 1835. Planta
de la iglesia y el claustro.

Su construcción se inició en el año 1020, bajo ca primitiva, el monasterio destacaba por su


los auspicios del abad Oliba, y su consagra- biblioteca de 246 volúmenes, un número
ción tuvo lugar en el 1032. A diferencia de muy notable para la época, y por contener
las iglesias germánicas, a menudo caracteri- obras de historia, literatura y ciencias natu-
zadas por disponer de ábside y contraábsi- rales.5
de, la planta de las iglesias meridionales se
aproxima más a la de la antigua basílica de Iglesias de peregrinación
San Pedro de Roma y a otros modelos cons- Si bien la construcción de muchos edificios
tantinianos. La de Ripoll tiene 70 metros religiosos medievales se pagaba parcialmente
de longitud, planta de cinco naves, la central de por medio de los diezmos recaudados a los
unos 8,4 metros de luz, y un largo crucero en campesinos y hombres libres, los dos pri-
forma de T, que permite disponer siete áb- meros siglos del nuevo milenio se caracteri-
sides alineados. La iglesia de Ripoll fue ex- zaron también por la piedad, el fervor reli-
cesiva e imperfectamente restaurada durante gioso y el repunte de las contribuciones para
el siglo XIX; gracias a la gran robustez de sus los edificios religiosos, en especial tras la
pilares se pudo reconstruir la bóveda de ca- puesta en práctica de la reforma cluniya-
ñón de la nave central. Sus paredes interio- cense. Las gentes de la edad media, fuesen
res de piedra rústica, aunque desnudas en mujeres de campesinos, clérigos, caballeros,
la actualidad, estuvieron originalmente de- princesas u obispos, estaban mucho más pen-
coradas con frescos, y el suelo estaba reves- dientes del más allá que las de los siglos si-
tido por un imaginativo taraceado con guientes. Para ellos, la idea de una vida de
figuras de animales y monstruos marinos. condenación eterna en el infierno, o de per-
Además de por su iglesia, una de las obras petua dicha en el cielo, era demasiado real
más grandiosas de la arquitectura románi- como para ser tomada a broma; en este or-
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den de cosas, las esculturas que empezaban Y caminan en peregrinación hacia Canterbury
Desde los más remotos condados del último confín
a embellecer las portadas de las iglesias ro-
de Inglaterra,
mánicas eran como una cristalización de sus En busca del santo mártir
aspiraciones y sus miedos. Tales esculturas, Que les ayudó cuando tan débiles y desvalidos estaban.6
que formaban parte inseparable de su ar-
quitectura, cumplían una práctica función
instructiva para una población mayoritaria- En Francia, a lo largo de los siglos XI y XII,
mente analfabeta, entre la que incluso se con- las iglesias y monasterios fundaron una ver-
taban numerosos párrocos que a duras penas dadera red de paradas para los peregrinos
sabían leer lo suficiente como para poder ce- que se dirigían a los Pirineos, ubicadas siem-
lebrar la misa diaria. pre en los puntos de confluencia donde las
El alza del fervor religioso en los siglos X rutas de peregrinación convergían en una
a XIII corrió paralelamente al del culto a las principal que conducía hasta la iglesia de
reliquias, por el cual se atribuían propieda- Santiago el Mayor, en Compostela. El inte-
des milagrosas a los huesos de los santos y rés creciente por las reliquias, unido a la re-
mártires. Fuese que esas reliquias, guarda- lativa seguridad de los caminos propiciada
das en artísticos y lujosos relicarios, tuvieran por la reconquista del norte de la península,
realmente los milagrosos efectos que se les animó a muchos fieles de todo Occidente a
atribuía, o fuese que la intensa fe de los cre- emprender su gran sueño: la peregrinación
yentes operase milagros, los efectos eran los a Compostela. Pues allí es donde se había
mismos. Cuando por la mejora en las condi- descubierto, en el siglo IX, la más venerada
ciones de seguridad, aumentaron las posibi- de las reliquias, los restos del apóstol San-
lidades de viajar muchos fieles adquirieron tiago; no se trataba ya meramente de un már-
la práctica de visitar aquellas iglesias y lu- tir local, sino de uno de los doce apóstoles
gares santos donde, se decía, se habían ope- que habían conocido personalmente a Cristo.
rado curaciones milagrosas. En muchas En aquella época, sólo la propia Roma y
iglesias y monasterios que carecían de reli- Jerusalén ejercían un atractivo más pode-
quias lo suficientemente poderosas, se reco- roso sobre los peregrinos. Es el llamado
rrían enormes distancias para obtenerlas, en Camino de Santiago. Así, de territorio fran-
ocasiones llegando incluso a robarlas de otras cés arrancaban cinco grandes rutas. Las
iglesias o monasterios. Las iglesias francesas del norte comenzaban en Chartres; en la aba-
de los siglos X a XIII acostumbraban a estar día de Saint-Denis, cerca de París; en Vézelay,
dedicadas a los santos locales, por lo general con sus valiosas reliquias de María Magda-
galos que habían sido ejecutados durante las lena; y en Cluny (pasando por Le Puy). La del
persecuciones de los romanos, convirtién- sur arrancaba de Arles y Saint-Gilles. Dos
dose en protomártires de la fe. grandes iglesias monásticas situadas a lo lar-
La peregrinación, por sí misma, era casi go del Camino de Santiago ilustran acerca
tan importante como la propia visita a las de la tipología que llegaría a caracterizar a
iglesias, pues los peregrinos desarrollaban la iglesia románica de peregrinación: la igle-
un espíritu de compañerismo que hacía más sia de Sainte-Foi, en Conques, y la gran iglesia
soportable el largo y penoso viaje. Aunque el de Saint-Sernin, en Toulouse.
viaje descrito por Godofredo de Chaucer en
sus Cuentos de Canterbury corresponda al si- Sainte-Foi, Conques
glo XIV, una época posterior y un territorio Construida en las suaves lomas del Macizo
diferente, resulta sumamente revelador so- Central francés, sobre la ruta de Santiago
bre aspectos de la vida y las gentes que lo rea- que, partiendo de Cluny, pasaba por Le Puy y
lizan: Moissac, y entraba en España por Roncesvalles,
la iglesia de Sainte-Foi formó parte, original-
Cuando abril, con sus lluvias, se endulza de frutos mente, de un monasterio de peregrinación, hoy
La sequía de marzo ha penetrado hasta la raíz desaparecido, aunque la iglesia se conserva en
Y bañado cada fibra con savia que tiene el poder buenas condiciones. Milagrosamente, la igle-
De engendrar en su interior y germinar la flor…,
Entonces, las gentes parten en peregrinación,
sia salió intacta del furor antirreligioso de la
Y los palmeros se van a la busca de costas extrañas, Revolución Francesa, incluyendo sus valiosos
Hacia templos familiares en soleadas tierras remotas. relicarios, el más importante de los cuales es

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