Está en la página 1de 3

1.

Identificación de la Sentencia
Sentencia S – 404 de 1996. Sentencia de nulidad proferida el día 29 de octubre del año 1996.
Consejero Ponente: Dr. Daniel Suarez Hernández.
2. Ente Jurisdiccional Emisor de la Decisión
Consejo de Estado. Sala plena de lo Contencioso Administrativo.
3. Historia judicial o antecedentes jurisprudenciales
1. Consejo de Estado. Sentencia de 10 de agosto de 1961. Magistrado Ponente: Carlos
Gustavo Arrieta. Tesis: De los motivos y las finalidades: “(…) la acción popular de
nulidad resultaba procedente contra todos los actos administrativos, sin hacer
distinciones entre los creadores de situaciones jurídicas generales y los de alcance
particular”.
2. Corte Suprema de Justicia. Sentencia de 29 de agosto de 1963. Magistrado Ponente:
Arcesio Mejía Hoyos. Tesis: Ultraactividad de la Ley. “(…) los derechos constituidos
(…) no son otros que los adquiridos conforme a la legislación anterior, ósea, las
situaciones jurídicas individuales creadas a su amparo”. Ahora, si bien es cierto que
las situaciones creadas para dar el amparo de descubrimientos, también es cierto que la
Ultraactividad de la Ley, y más en caso de una nueva Carta Política que regirá el
Estado a partir de su vigencia, se hará presente para amparar los Derechos de la Nación
pues, recordar que estos son bienes de uso público, y en imperioso para el Estado la
protección de los mismos siempre teniendo claro su derrotero que es el del bien común
en virtud del Contrato Social que ampara la misma Carta Política.
3. Consejo de Estado. Sentencia de 4 de marzo de 1969. Tesis: Situación abstracta y
concreta de los derechos: “(…) desde la vigencia de la Constitución de 1886 la
República recobró el dominio de todas las minas que se hallaban en el territorio
nacional, lo que significó volver al régimen de propiedad del subsuelo minero (…) se
advirtió, que las excepciones relacionadas con los derechos constituidos a favor de
terceros y los derechos adquiridos por los descubridores y explotadores de algunos
yacimientos se refieren, de manera exclusiva, a aquellas situaciones jurídicas
individualizadas y concretas (…)”. Esto con la finalidad de proteger de abstracciones
jurídicas los bienes que son propiedad estatal y, por consiguiente, de la Nación. “(…)
hacer que la Nación conserve los bienes anexos al atributo de la soberanía, como son
el subsuelo y los baldíos”.
4. Hechos
1. Mediante escrito presentado el 24 de octubre de 1991 ante la Secretaría de la Sección
Tercera del Consejo de Estado, el ciudadano Jesús Pérez Gonzáles-Rubio, presenta
acción pública de nulidad en contra de las Resoluciones No. 114 del 28 de mayo de
1971 y, parcialmente la Resolución No. 1181 del 23 de octubre de 1940.
2. Mediante escrito presentado el día 21 de octubre de 1991 ante la Secretaría de la
Sección Tercero del Consejo de Estado, el ciudadano Alfredo Castaño Martínez,
presenta acción pública de nulidad en contra del Acto Administrativo Complejo
integrado por las resoluciones No. 102 del 13 de abril de 1940; la resolución No. 1181
del 23 de octubre de 1940; la resolución No. 113 del 29 de mayo de 1971; el Decreto
No. 0739 del 12 de mayo de 1969; Concepto rendido por el Derecho No. 0739 del 12
de mayo de 1969.
5. Disposiciones violadas
“Los actores citan como vulneradas las siguientes disposiciones: en la demanda de Pérez
Gonzáles-Rubio, los artículos 202 de la Constitución Nacional anterior y 332 de la Carta
Política vigente, artículos 1° y 13° de la Ley 20 de 1969, y 1° de la Ley 27 de 1935. En la de
Castaño Martínez se relacionan los artículos 1°, 2°, 3°, 4°, 5°, 55, 120 y 202 de la Constitución
Nacional anterior; 3°, 8°, 101, 102, 113, 115, 189, 209, 237 y 332 de la Carta Política vigente;
el 1° de la Ley 29 de 1873; 1002, 1116, 1117, 1126 de la Ley 106 de 1873 (Código Fiscal); 1°,
3°, 5°, 8° y 9° de la Ley 20 de 1969; 3°, 5°, 7° y 8° del Decreto 1275 de 1970; 674 y 675 del
Código Civil; 1° y 5° de la Ley 153 de 1887; y,4° y 108 de la Ley 110 de 1912.”
Las citadas disposiciones se encuentran como vulneradas en las dos demandas anteriormente
mencionadas toda vez que, El Estado “(…) tiene derecho de dominio exclusivo, inalienable,
imprescriptible, a perpetuidad, sobre el suelo, subsuelo y el espacio aéreo (…)” que se
encuentra enmarcada dentro de los límites territoriales establecidos con anterioridad a las
cesiones realizadas de terrenos. Adicionalmente a esto, se menciona que, si bien es cierto se
han recuperado territorios a favor de la nación, estos nunca dejaron de ser del Estado, por lo
que no es posible que se recupere algo que nunca ha salido del erario público y, mucho menos,
si se trata de bienes de uso público.
6. Problema Jurídico
¿Las decisiones de la administración están provistas de legalidad al autorizar la enajenación de
una porción del territorio colombiano - subsuelo y, al ser esta de interés general motiva de
manera suficiente la legitimación de causa por activa a los actores en el proceso?
7. Instituciones jurídicas abordadas en la Sentencia
1. La cosa juzgada: La cosa juzgada hace referencia al efecto que genera la decisión sobre un
aspecto llevado a juicio, es decir, ya juzgado. Para que esta prospere, se tendrán como
elementos esenciales de la misma: 1) Que la causa petendi sea la misma 2) Que el objeto al
que va encaminado el accionar sea el mismo a uno anterior y 3) Que las partes dentro del
nuevo proceso sean idénticas a las del proceso anterior. A sabiendas de esto, en el caso de
referencia, la corporación menciona que, si bien es cierto que recae una decisión judicial
sobre los bienes que son objeto de las presentes acciones judiciales, también es cierto que
no existe identidad de partes, toda vez que los sujetos procesales son distintos; identidad de
objeto, pues el reconocimiento que se hace en virtud de las leyes presentes deja atrás la
irretroactividad de la Ley.
2. La caducidad y la prescripción: Estas figuras jurídicas hacen referencia a la perdida de
oportunidad de hacer valer el derecho sobre una acción por el natural transcurso del
tiempo, de tal manera que, si ya ha terminado el término estipulado por la Ley, se hace
imposible el accionar de la maquinaria jurídica, ya sea porque se ha perdido la oportunidad
de acción o de derecho. En este caso, y como ya se ha visto, menciona la Corte que, por
recaer el debate sobre bienes de uso público, no opera esta figura pues estos cuentan con 3
características fundamentales que son: la imprescriptibilidad, la inalienabilidad y la
inembargabilidad.
8. Razones de la decisión
a. “(…) si un acto administrativo como lo es la resolución 1181 de 1940, desintegra con
su decisión el territorio, está afectando intereses generales cuya protección es deber
del Estado a instancia de cualquier ciudadano.”
Así las cosas, la presente corporación se ubica en la posición de que, el territorio es una parte
constitutiva del Estado, es decir, es esencial la relación entre Estado y Territorio pues no podrá
existir entonces es uno sin el otro; de esta manera, entonces, el territorio no es una adición al
Estado, sino que es parte de sí mismo por lo que no se podrá utilizar bajo ningún parámetro
como medio sino solo como un fin en sí mismo.
b. “(…) con anterioridad al 22 de diciembre de 1969, no existe ningún yacimiento
descubierto de petróleo o gas en los predios denominados Santiago de la Atalayas y
Pueblo Viejo de Cusiana, localizados en los Llanos Orientales. Diez y seis años
después a esta fecha, 1985, se descubrió un yacimiento de petróleo en el predio
Santiago de las Atalayas (…)”
En consecuencia, de la cita mencionada, se puede evidenciar como se ejerce la protección del
Estado frente a las abstracciones jurídicas que se podrían develar en este caso, y es que, con
anterioridad al 22 de diciembre de 1969, no se había descubierto ningún yacimiento dentro de
los predios ya mencionados, por lo cual, mal haría el Estado en resolver la adjudicación de los
mismos pues, de recordar es que, “(…) al Estado no le obliga ejercer actos de posesión
material sobre sus propios bienes en razón a que precisamente por ser dueño, sea así mismo
su legítimo poseedor, de tal forma que no pueden los particulares disputarse ese dominio por
simples actos de posesión.”
c. No se acreditaron, bajo ningún parámetro, los derechos constituidos o las situaciones
jurídicas subjetivas y concretas que dieran lugar al reconocimiento de pertenencia
sobre estos bienes, es decir, la situación jurídica de los reclamantes de estos bienes en
razón a el descubrimiento de yacimiento de yacimientos dentro de los mismos es
fundamentalmente abstracta por lo que, se hace imposible la cesión de bienes de uso
público como minas o baldíos.
9. Decisión
DECLARANSE PARCIALMENTE NULAS las Resoluciones Ejecutivas números 1181 de
1940 y 113 de 29 de mayo de 1971, en cuanto autorizan la cesión del cuarenta y cinco por
ciento (45%) proindiviso del subsuelo de los terrenos conocido como Santiago de las Atalayas
y Pueblo Viejo de Cusiana, para pagarle al general Martínez Landinez, a sus herederos,
cesionarios y causahabientes, los derechos resultantes del contrato de denuncia de bien oculto
suscrito por aquél con la Nación, el 22 de diciembre de 1920.
Deniéganse las demás pretensiones.
10. Aclaración de voto
Aclaración de voto del consejero Mario Alario Méndez por considerar que no había cabida a
pronunciar una sentencia de mérito ya que se ejerció una acción de nulidad y restablecimiento
de derecho, la cual solo podía ser instaurada por el titular de derecho lesionado, es decir la
persona publica de la nación y dentro del término de caducidad establecido, criterios que no se
cumplieron. Así mismo reitero que se trataba de una controversia sobre la propiedad y no
sobre la integridad territorial.
11. Opinión grupal
A manera grupal establecemos una posición a fin a la decisión del Consejo, puesto que en el se
refirieron adicional a los antecedentes históricos de la norma, una lógica jurídica acorde a los
lineamientos de un Estado Social de Derecho, que garantiza principalmente la función y fines
de un Estado moral, ético y socialmente distribuido para que exista una real igualdad ante la
ley y no solo esta recaiga en la responsabilidad de unos pocos.
Los actos que fueron reprochables en este caso inmersos en una posición beneficiosa ilícita
que partía de una intención de particulares para obtener recursos económicos y apoderarse de
un rubro Estatal en un terreno considerado “abandonado”, no implica el desconocimiento del
poder y el alcance normativo en un territorio. Tal y como lo aclaró la Sala respecto del
territorio colombiano este se refiere al subsuelo como una parte de el, para reafirmar así la
inalienabilidad del territorio colombiano y la soberanía nacional sobre el mismo. No constituye
pues, una simple discusión sobre la propiedad. Y es principio general previsto en el Artículo 2
de la Constitución Política que como fin esencial del Estado debe mantenerse la integridad
territorial.
Por ello, no se puede pretender que un Estado garante las normas como se concebían
anteriormente traten vacíos jurídicos tan importantes como lo son aquellos que deben velar por
el interés económico y socio político de un País, gracias a las presentes disposiciones de la
Sala y conjunto el desarrollo normativo de las mismas leyes que dieron paso a demostrar la
ilegalidad de los hechos, encontramos una seguridad jurídica más firme y amplia que
determina la favorabilidad para el colombiano y la Nación en este caso.

También podría gustarte