Está en la página 1de 37

Capítulo 77

Anestesia en obstetricia
PAMELA FLOOD  •  MARK D. ROLLINS

Agradecimientos.  Los redactores y el editor desean agradecer a los Dres. David J. Birnbach e Ingrid M. Browne
la aportación de un capítulo sobre el mismo tema en la edición previa de este tratado, que ha servido de base para
el presente capítulo.

Puntos Clave
• Los cambios fisiológicos normales del embarazo comienzan en el primer trimestre, afectan a
todos los órganos y sistemas, y modifican las respuestas farmacocinéticas y farmacodinámicas
frente a muchos de los fármacos que se suelen utilizar en la práctica anestésica.
• Se considera que todas las parturientas tienen el estómago lleno y, por tanto, que existe mayor
riesgo de aspiración pulmonar de contenido gástrico durante la inducción de la anestesia. Antes
de llevar a cabo cualquier procedimiento quirúrgico durante el embarazo, se debe plantear la
utilización de fármacos y procedimientos clínicos profilácticos para evitar la aspiración.
• El flujo uterino de sangre aumenta progresivamente durante el embarazo desde
aproximadamente 100 ml/min en la mujer no embarazada hasta 700 ml/min (∼ 10% del gasto
cardíaco) en la gestación a término. En consecuencia, las hemorragias durante el embarazo
son una causa importante de morbilidad y una de las principales causas de muerte materna
en EE. UU. y en el resto del mundo. Para mejorar el desenlace de estas, es esencial la intervención
inmediata de un equipo bien preparado y las correspondientes transfusiones de sangre.
• El flujo sanguíneo uterino y placentario depende del gasto cardíaco materno y está
directamente relacionado con la presión de perfusión uterina e inversamente relacionado con
la resistencia vascular uterina. La presión de perfusión se puede reducir debido a hipotensión
materna secundaria a hipovolemia, compresión aortocava, bloqueo simpático o disminución
de la resistencia sistémica debida a anestesia general o neuroaxial. La fenilefrina en forma de
bolo o infusión es útil para reducir la hipotensión y, además, la transferencia al feto es menor
que en el caso de la efedrina, lo que reduce el número de episodios de acidosis fetal.
• La curva de disociación de la oxihemoglobina fetal se encuentra desplazada hacia la
izquierda, mientras que la de la madre está desplazada a la derecha, lo que facilita la
transferencia de oxígeno al feto. La saturación fetal de O2 no supera el 60% ni tan siquiera
con un aporte de O2 al 100% a la madre. La Paco2 materna se reduce desde 40 mmHg
hasta aproximadamente 30 mmHg durante el primer trimestre. Esta disminución facilita la
transferencia de dióxido de carbono a través de la placenta, cuyo factor limitante principal
es el flujo sanguíneo, y no la difusión.
• El intercambio materno-fetal de la mayoría de los fármacos y de otras sustancias se produce
fundamentalmente por difusión. La velocidad de difusión y las concentraciones máximas en
el feto dependen de los gradientes de concentración madre-feto, de la fijación a proteínas
maternas, del peso molecular de la sustancia, de su liposolubilidad y de su grado de ionización.
• El parto es un proceso continuo que puede dividirse en las fases primera, segunda y tercera.
En la primera fase del parto, el cuello uterino, que originalmente presenta una forma de tubo
grueso y cerrado, se transforma en una abertura de unos 10 cm a través de la cual puede ser
expulsado el feto. Esta fase se divide, a su vez, en las fases latente y activa.
• La anestesia neuroaxial no afecta a la duración de la primera fase del parto ni aumenta el
riesgo de que sea precisa una cesárea. La analgesia epidural administrada precozmente al
inicio del parto tampoco aumenta el riesgo de cesárea.
• La analgesia neuroaxial es el método más fiable y efectivo para reducir el dolor durante el parto.
Para obtener un efecto analgésico adecuado es preciso el bloqueo entre T10 y L1 durante la
primera fase del parto, ampliándolo a entre T10 y S4 durante la segunda fase de este.
• Los trastornos hipertensivos del embarazo complican entre el 5 y el 10% de los embarazos
en todo el mundo, y aumentan la incidencia de mortalidad materna y fetal. Las pacientes
con preeclampsia presentan un mayor riesgo de hemorragia cerebral, edema pulmonar
y coagulopatía. Las pacientes con presiones arteriales sistólicas y diastólicas superiores
a 160/110 mmHg deben ser tratadas para prevenir hemorragias intracerebrales.
2328 © 2016. Elsevier España, S.L.U. Reservados todos los derechos

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2329

CAMBIOS FISIOLÓGICOS TABLA 77-1  ALTERACIONES DEL SISTEMA


DURANTE EL EMBARAZO Y EL PARTO CARDIOVASCULAR DURANTE EL EMBARAZO
Valor a término en comparación
Durante el embarazo y el parto se producen modificaciones Parámetro cardiovascular con el valor antes del embarazo
anatómicas y fisiológicas debido a: 1) cambios de la actividad
Volumen de líquido Aumento del 35-45%
hormonal; 2) aumento de la demanda metabólica materna
intravascular
y alteraciones bioquímicas inducidas por la unidad fetopla-
Volumen plasmático Aumento del 45-55%
centaria, y 3) efectos mecánicos de la hipertrofia uterina1,2.
Volumen eritrocítico Aumento del 20-30%
Estos cambios fisiológicos influyen en la fisiología, la far- Gasto cardíaco Aumento del 40-50%
macología y las técnicas de tratamiento anestésico durante Volumen de eyección Aumento del 25-30%
el embarazo y son especialmente importantes en pacientes Frecuencia cardíaca Aumento del 15-25%
con enfermedades concomitantes. Resistencia vascular sistémica Disminución del 20%
Resistencia vascular pulmonar Disminución del 35%
Presión venosa central Sin cambios
ALTERACIONES CARDIOVASCULARES Presión capilar pulmonar de Sin cambios
enclavamiento
A lo largo del embarazo se producen cambios en el sistema
Presión venosa femoral Aumento del 15%
cardiovascular que consisten en: 1) aumento de los volúme-
Sistema de coagulación
nes intravasculares y alteraciones hematológicas; 2) aumento
Factores con mayor I, VII, VIII, IX, X, XII y factor von
del gasto cardíaco; 3) disminución de la resistencia vascular,
concentración Willebrand
y 4) presencia de hipotensión en supinación (tabla 77-1).
Factores con menor XI, XIII, antitrombina III y t-PA
concentración
Volúmenes intravasculares y hematología
Plaquetas Disminución del 0-10%
El volumen de líquido intravascular materno comienza a Estudios clínicos
aumentar durante el primer trimestre como consecuencia de Electrocardiografía Disminución de los intervalos PR y
cambios en el sistema renina-angiotensina-aldosterona que QT dependiente de la frecuencia
promueven la absorción de sodio y la retención de agua. Es cardíaca
probable que sean debidos al aumento de la concentración de pro­ Pequeño desplazamiento hacia la
gesterona producida en el saco gestacional. En consecuen- derecha (primer TM) o hacia la
cia, la concentración plasmática de proteínas se reduce, y la izquierda (tercer TM) del eje QRS
de albúmina puede llegar a ser un 25% menor en el embarazo Depresión del segmento ST (1 mm)
a término en relación con los valores anteriores al embara- en las derivaciones precordial y de
zo, y la de proteínas totales un 10% menor3. Esto conlleva miembro izquierdo
una disminución de la presión osmótica coloidal desde 27 a Ondas T isoeléctricas en las
22 mmHg a lo largo de la gestación4. A término, el volumen derivaciones precordial y de
plasmático llega a ser un 50% mayor que antes del embarazo, miembro izquierdo
mientras que el volumen de eritrocitos sólo aumenta un 25%. Ondas Q pequeñas y ondas T
Este aumento superior del volumen plasmático da lugar a invertidas en la derivación III
Ecocardiografía Desplazamiento anterior y hacia
la anemia fisiológica del embarazo. La hemoglobina (Hb)
la izquierda del corazón
se suele mantener alrededor de 11 g/dl, o aún más, incluso
Aumento del 20% del tamaño
a término, y la presencia de valores inferiores en cualquier
de las cavidades derechas
momento del embarazo constituye una señal de anemia que Aumento del 10-12% del tamaño
debe ser tenida en cuenta1. El transporte global de oxígeno de las cavidades izquierdas
no se ve afectado por esta anemia, debido al aumento del Hipertrofia excéntrica ventricular
gasto cardíaco. El volumen extra de líquido intravascular izquierda
a término, entre 1-1,5 l, sirve para compensar las pérdidas Aumento de la fracción de eyección
de sangre que se producen en el parto vaginal, entre 300 y Dilatación anular de las válvulas
500 ml, o en la cesárea estándar, entre 800 ml y 1 l. Después mitral, tricúspide y pulmonar
del parto, la contracción del útero origina una autotransfusión Ausencia de dilatación anular
de sangre, muchas veces de más de 500 ml, que compensa la de la válvula aórtica
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

sangre perdida durante el alumbramiento. La leucocitosis no Insuficiencia frecuente de las


relacionada con infecciones es frecuente en el embarazo, y válvulas tricúspide y pulmonar
se define como un recuento de leucocitos en sangre superior Insuficiencia ocasional de la válvula
a 10.000 leucocitos/mm3. Durante el embarazo, el rango de mitral (27%)
referencia se puede ampliar hasta 13.000 leucocitos/mm3. La Posible existencia de pequeños e
neutrofilia aumenta en el embarazo a término y se exacerba insignificantes derrames pericárdicos
durante el parto, momento en que puede alcanzar una cifra
Datos tomados de las referencias 1, 2 y 283.
de 34.000 leucocitos/mm3. Todas estas alteraciones se corrigen t-PA, activador tisular del plasminógeno; TM, trimestre.
transcurridos 4-5 días después del parto5.
El embarazo constituye un estado de hipercoagulabilidad
con un acusado aumento de las concentraciones de factor I a una disminución de los tiempos de protrombina (TP) y de
(fibrinógeno), de factor VII y, en menor medida, de otros tromboplastina parcial activado (TTPa) de aproximadamente
factores de la coagulación (v. tabla 77-1). Las concentracio- un 20%. El recuento de plaquetas puede encontrarse dentro
nes de factores XI y XIII se encuentran reducidas, así como de la normalidad o reducirse ligeramente (10%) a término,
la de antitrombina III, y las de los factores II y V típicamente como consecuencia de la dilución. Sin embargo, el 8% de
no varían. En un embarazo normal, estos cambios dan lugar mujeres sanas6 presenta recuentos inferiores a 150.000 pla

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2330 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

quetas/mm3. En ausencia de otras anomalías hematológicas, la tólica. Pese al aumento del volumen plasmático, la presión
causa suele ser trombocitopenia gestacional, que no suele pro- venosa central y la presión capilar pulmonar (presión de
vocar disminuciones por debajo de 70.000 plaquetas/mm3. En enclavamiento) no se modifican a lo largo del embarazo
cualquier caso, este síndrome no va asociado a hemorragias anó- debido al aumento de la capacitancia venosa.
malas. La trombocitopenia gestacional se debe a la combinación
de hemodilución y de una mayor velocidad de reemplazo de las Compresión aortocava
plaquetas, y se diagnostica por exclusión. Otros diagnósticos que La compresión aortocava en posición supina debida al útero
deben ser descartados son la púrpura trombocitopénica idio- grávido va asociada a una disminución de la presión arterial
pática y el síndrome HELLP (del inglés hemolysis, elevated liver sistémica. Aproximadamente el 15% de las mujeres experi-
enzyme levels, and low platelet count, «hemólisis, altas concen- mentan hipotensión supina a término (definida como una
traciones de enzimas hepáticas, trombocitopenia») (v. secciones disminución de la presión arterial media > 15 mmHg con
«Enfermedades asociadas de la madre» y «Coagulopatías»). un aumento de la FC > 20 latidos/min)10 que, en algunas
La tromboelastografía (TEG) es una prueba de coagulación ocasiones, va acompañada de diaforesis, náuseas, vómitos y
sanguínea en que se evalúa el resultado final de la coagulación y alteraciones de la actividad mental. Este grupo de síntomas
que puede proporcionar información sobre variables del proceso, se denomina síndrome de hipotensión en posición supina.
entre las que se encuentran la función plaquetaria y el papel de A término, la vena cava inferior se encuentra casi totalmente
otros factores de la coagulación (v. también capítulo 61). En la obstruida en posición supina, con lo que el retorno de la san-
gestación a término, la TEG pone de manifiesto el estado de gre desde las extremidades inferiores se produce a través de las
hipercoagulabilidad; se observan disminuciones del tiempo venas epidural, ácigos y vertebral, que resultan congestionadas
en que empieza a formarse el coágulo (R), del tiempo en que (fig. 77-1, A). Además, también se produce una compresión
alcanza una determinada consistencia (K) y de su velocidad significativa de la arteria aortoilíaca en el 15-20% de las muje-
de formación (a), así como un aumento de la consisten- res embarazadas. La compresión de la vena cava en posición
cia final (MA)7. Aunque el momento en que aparecen los supina provoca disminuciones del volumen de eyección y del
cambios y su magnitud son distintos para cada parámetro, gasto cardíaco del 10-20% (fig. 77-1, B) y puede exacerbar la
muchos son detectables ya durante el primer trimestre8. estasis venosa en las piernas y dar lugar a edema en los tobi-
llos, a varices y a un aumento del riesgo de trombosis venosa.
Gasto cardíaco La mayoría de las mujeres embarazadas presentan meca-
Hacia el final del primer trimestre, el gasto cardíaco materno nismos compensatorios para reducir la hipotensión en
aumenta aproximadamente un 35% sobre los valores previos posición supina debida a la compresión aortocava. Uno de
al embarazo y sigue aumentando hasta alcanzar un 40 o un estos mecanismos es un incremento reflejo de la actividad
50% al final del segundo trimestre, valor que se mantiene del sistema nervioso simpático periférico. Este aumento de
luego durante el tercero. Este aumento del gasto cardíaco es la actividad simpática da lugar a un aumento de la resis-
debido a aumentos del volumen de eyección (del 25 al 30%) tencia vascular sistémica y permite, de esa manera, que
y de la frecuencia cardíaca (del 15 al 25%). Durante el parto, la presión arterial se mantenga pese a la disminución del
se incrementa aún más el gasto cardíaco, que fluctúa con gasto cardíaco. Por ello, la disminución del tono simpático
cada contracción uterina. Durante la primera fase de este, se inducida por las técnicas anestésicas generales o neuroaxiales
producen aumentos de entre un 10 y un 25% con respecto contrarresta este aumento compensatorio de la resistencia
a los valores preparto, que llegan a alcanzar el 40% en la vascular y acentúa las consecuencias de la hipotensión en
segunda fase. El mayor aumento del gasto cardíaco se produce posición supina. La compresión de la aorta abdominal infe-
inmediatamente después del nacimiento, momento en que el rior por el útero grávido reduce la presión arterial en las
valor puede llegar a ser del 80 al 100% superior al registrado extremidades inferiores; sin embargo, las disminuciones
antes del inicio del parto. Este incremento brusco se debe a la de la presión arterial sistémica medidas en los brazos de la
autotransfusión inducida por la última contracción uterina, a madre no reflejan estos cambios11. En consecuencia, el flujo
la disminución de la capacitancia vascular como consecuen- sanguíneo uterino y placentario en posición supina se puede
cia de la pérdida del espacio intervellositario y a una menor reducir sustancialmente debido a la compresión aortocava,
presión venosa en las extremidades inferiores debido a la incluso en ausencia de síntomas maternos. La hipotensión
relajación de la compresión aortocava. Estas grandes fluc- materna prolongada puede reducir significativamente el flu-
tuaciones del gasto cardíaco constituyen un riesgo durante jo sanguíneo uterino y dar lugar a acidosis fetal progresiva,
el período posparto para las pacientes con enfermedades incluso en embarazos a término no complicados12.
cardíacas, especialmente aquellas con estenosis valvular fija e Por todo ello, cuando se utilizan las técnicas neuroaxiales
hipertensión pulmonar. El gasto cardíaco retorna a los valores con fines analgésicos en partos o cesáreas es preciso evitar la
previos al parto unas 24 h después de este y va disminuyendo posición supina. La disminución de la compresión de la vena
hacia valores anteriores al embarazo pasadas 2 semanas del cava inferior y de la aorta abdominal mediante el giro de la
parto; los valores previos al embarazo no se recuperan hasta paciente hacia la izquierda alivia la hipotensión y contribuye
que transcurren de 12 a 24 semanas después del parto. al mantenimiento del flujo sanguíneo uterino y fetal. Esto
se consigue colocando a la paciente de lado o elevando la
Resistencia vascular sistémica cadera derecha entre 10 y 15 cm mediante una sábana, una
Aunque el gasto cardíaco y el volumen cardíaco se incremen- cuña o una mesa basculante.
tan en un embarazo sin complicaciones, la presión arterial El aumento de la presión venosa por debajo de la zona en
sistémica se reduce como consecuencia de una disminución que se produce la compresión de la vena cava inferior hace
de la resistencia vascular sistémica. Aunque dependen de la que la sangre venosa procedente de la mitad inferior del
posición y la paridad, las presiones arteriales sistólica, dias- cuerpo se derive hacia la vena ácigos a través de los plexos
tólica y media se reducen entre un 5 y un 20% al alcanzarse venosos paravertebrales. El flujo de la vena ácigos desemboca
la vigésima semana de gestación y aumentan gradualmente finalmente en la vena cava superior, con lo que se circunvala
de ahí en adelante hasta llegar a valores previos al embara- la obstrucción y se mantiene el retorno venoso al corazón. La
zo9. La presión arterial diastólica se reduce más que la sis- dilatación de las venas epidurales durante el embarazo puede

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2331

Figura 77-1.  Cortes transversales en que se aprecian la compresión aortocava que ejerce el útero grávido en posición supina y la relajación de
esta en posición lateral (A). Alteraciones de la frecuencia cardíaca, del volumen de eyección y del gasto cardíaco en posiciones supina y lateral
a lo largo del embarazo (B). VCI, vena cava inferior. (Reproducido con autorización a partir de Bonica JJ, editor: Obstetric analgesia and anesthesia,
Amsterdam, 1980, World Federation of Societies of Anaesthesiologists.)

provocar la inserción errónea del catéter epidural en alguna TABLA 77-2  ALTERACIONES EN EL SISTEMA
de ellas. Esto puede dar lugar a la inyección inadecuada de RESPIRATORIO EN LA GESTACIÓN A TÉRMINO
un bolo de solución de anestésico local. Un bolo de anes-
tésico local puede tener consecuencias importantes sobre los Valor próximo a término
sistemas cardiovascular y nervioso central, con posibilidad comparado con valor
Parámetro pulmonar antes del embarazo (%)
de colapso hemodinámico total, convulsiones y muerte.
Por ello, para evitar el peligro de inyección intravascular Ventilación por minuto Aumento de 45-50
involuntaria, el bloqueo neuroaxial se inicia inyectando una Volumen corriente Aumento de 40-45
pequeña dosis no tóxica de prueba. Esta técnica se describe Frecuencia respiratoria Aumento de 0 a 15
detalladamente en la sección sobre analgesia epidural. Capacidades pulmonares y volúmenes asociados
Las alteraciones cardiovasculares que se producen en Capacidad pulmonar total Disminución de 0-5
un embarazo normal son considerables. En la auscultación Capacidad vital Sin cambios
cardíaca, se percibe un primer ruido cardíaco (S1) acentuado, Capacidad inspiratoria Aumento de 5-15
Volumen de reserva Aumento de 0-5
con un incremento del desdoblamiento debido a la falta
inspiratorio
de sincronización del cierre de las válvulas tricúspide y
Volumen corriente Aumento de 40-45
mitral. En el último trimestre se suele percibir un tercer Capacidad residual funcional Disminución de 20
ruido cardíaco (S3), y en algunas pacientes embarazadas se Volumen de reserva Disminución de 20-25
llega a escuchar un cuarto ruido (S4) debido al aumento de espiratorio
volumen y al flujo turbulento. Ni S3 ni S4 tienen importancia Volumen residual Disminución de 15-20
clínica. Además, sobre el borde esternal izquierdo es típico Consumo de oxígeno
percibir un soplo sistólico de eyección de grado 2/6, benigno,
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

A término Aumento de 20
secundario a una leve insuficiencia de la válvula tricúspide Parto (primera fase) Aumento de 40 sobre el valor
debida a la dilatación anular que conlleva el aumento del antes del parto
volumen cardíaco. En la tabla 77-1 se muestran los efectos Parto (segunda fase) Aumento de 75 sobre el valor
del embarazo sobre las pruebas electrocardiográficas y eco- antes del parto
cardiográficas. Las mujeres con dolor torácico, síncopes, Parámetros respiratorios
soplos de magnitud importante y disnea o arritmias clíni- VEMS Sin cambios
VEMS/CVF Sin cambios
camente significativas deben ser evaluadas adecuadamente
Capacidad de cierre Sin cambios
y derivadas a los especialistas correspondientes.
Datos tomados de Cheek TG, Gutsche BB: Maternal physiologic alterations.
In Hughes SC, Levinson G, Rosen MA, editors: Shnider and Levinson’s
ALTERACIONES DEL SISTEMA RESPIRATORIO anesthesia for obstetrics, ed 4. Philadelphia, 2002, Lippincott Williams
& Wilkins; y Gaiser R: Physiologic changes of pregnancy. In Chestnut DH,
El embarazo da lugar a alteraciones significativas de: 1) las
Polley LS, Tsen LC, et al, editors: Chestnut’s obstetric anesthesia: principles
vías respiratorias superiores; 2) los volúmenes pulmonares and practice. Philadelphia, 2009, Elsevier.
y la ventilación por minuto, y 3) el consumo de O2 y la CVF, capacidad vital forzada; VEMS, volumen espiratorio máximo (forzado)
actividad metabólica (tabla 77-2). en 1 s.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2332 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

Vías respiratorias superiores de O2 aumenta un 40% sobre los valores anteriores al parto,
Durante el embarazo, el edema y el aumento de la friabilidad y durante la segunda fase, un 75%. El dolor del parto puede
tisular en la bucofaringe, la laringe y la tráquea dan lugar a ocasionar una grave hiperventilación, que en algunas ocasio-
congestión capilar. En consecuencia, aumenta el riesgo de nes hace que la Paco2 descienda por debajo de los 20 mmHg.
sangrado cuando se manipulan las vías respiratorias supe- Volúmenes pulmonares
riores, además de ser más dificultosas la ventilación y la
intubación traqueal. La aspiración de las vías respiratorias y Durante el embarazo, la expansión del útero desplaza
la colocación de dispositivos (se debe evitar la instrumenta- el diafragma hacia arriba, lo que provoca a término una
ción nasal) se deben realizar con suavidad para evitar hemo- disminución del 20% de la capacidad residual funcional
rragias. Además, existe más riesgo de obstrucción de las vías (CRF) (v. tabla 77-2). Esta disminución es debida a las dis-
respiratorias durante la ventilación, y tanto la laringoscopia minuciones, prácticamente iguales, del volumen de reserva
como la intubación traqueal son más difíciles de llevar a espiratorio (VRE) y del volumen residual (VR). Sin embargo,
cabo. Asimismo, tras la extubación, las vías respiratorias la capacidad de cierre (CC) no se modifica, lo que da lugar
pueden quedar edematosas, con el consiguiente riesgo de a una disminución del cociente CRF/CC. Debido a ello,
obstrucción en el período de reanimación. se produce un cierre más rápido de las vías pequeñas en
Por todo ello, se debe tratar de evitar la laringoscopia y presencia de volúmenes pulmonares menores, pudiendo ser
se deben utilizar tubos endotraqueales con balón menores la CRF en posición supina inferior a la CC para muchas vías
(6-6,5 mm de diámetro interno) con objeto de reducir al míni- pequeñas, lo que da lugar a atelectasias. La capacidad vital
mo los posibles problemas de colocación derivados del edema no se modifica durante el embarazo. Como consecuencia del
de vías respiratorias. Este edema puede ser de mayor gravedad incremento de la ventilación por minuto y la disminución
en pacientes con preeclampsia, con infecciones de las vías res- de la CRF, es posible conseguir más rápidamente cambios
piratorias altas y tras empujar activamente como consecuencia en la concentración alveolar de los anestésicos inhalatorios.
de una alta presión venosa asociada13. Además, el aumento de La desaturación y la consiguiente hipoxemia durante
peso asociado al embarazo, especialmente en mujeres obesas o la inducción de la anestesia general se producen más rápi-
de baja estatura, puede dificultar la laringoscopia debido a la damente que en una paciente no embarazada debido a la
menor longitud del cuello y a la mayor abundancia de tejido menor reserva de O2 (consecuencia de la menor CRF) y al
pectoral. En todos estos casos hay que colocar a la paciente aumento de la captación de O2 (por el aumento de la activi-
en una posición óptima y se debe disponer de toda la ins- dad metabólica). Por ello, para salvaguardar la seguridad de la
trumentación necesaria para el manejo de vías respiratorias paciente y contrarrestar estos cambios fisiológicos, es impres-
antes de iniciar el procedimiento de intubación traqueal. cindible la preoxigenación anterior a la anestesia general.
Para evitar la hipoxia durante el proceso de intubación tra-
Ventilación por minuto y oxigenación queal, se requiere la inhalación de oxígeno al 100% durante
3 min antes de la inducción de la anestesia, o realizar cuatro
El aumento de la demanda de O2 y de la producción de dió-
inhalaciones de O2 al 100% de un volumen equivalente a la
xido de carbono por parte de la placenta y del feto en creci-
capacidad vital durante los 30 s inmediatamente anteriores
miento provoca un aumento de la ventilación por minuto de
al inicio de la inducción. La presencia de edema de las vías
entre un 45 y un 50% con respecto a los valores anteriores al
respiratorias dificulta la ventilación y la intubación traqueal
embarazo, ya desde el primer trimestre y a lo largo de todo
e incrementa aún más las posibilidades de complicaciones
el período de gestación. Este aumento de la ventilación por
y morbilidad en la anestesia general durante el embarazo.
minuto es consecuencia, principalmente, de un mayor volu-
men corriente y de un ligero incremento de la frecuencia
respiratoria. La Paco2 materna disminuye durante el primer ALTERACIONES GASTROINTESTINALES
trimestre de unos 40 a unos 30 mmHg como consecuencia
del aumento de la ventilación por minuto. Sin embargo, el A partir de la mitad de la gestación, aumenta el riesgo de
pH arterial solo es ligeramente alcalino (habitualmente entre regurgitación, aspiración del contenido gástrico y neumonitis
7,42 y 7,44) debido a la compensación metabólica que con- ácida en los procesos de inducción de anestesia general. El
duce al aumento de la excreción renal de iones bicarbonato estómago y el píloro se encuentran desplazados hacia arriba
(la concentración de HCO3– a término está comprendida por el útero grávido. Esto da lugar, a su vez, a un desplaza-
habitualmente entre 20 y 21 mEq/l). En las fases iniciales de la miento de la porción intraabdominal del esófago hacia la
gestación, la PaO2 materna cuando se respira aire atmosférico cavidad intratorácica, y la capacidad de cierre del músculo del
es superior a los 100 mmHg debido a la hiperventilación y a esfínter esofágico inferior queda reducida. Las altas concen-
la disminución del CO2 alveolar. Más adelante la PaO2 vuelve traciones de progesterona y estrógenos propias del embarazo
a la normalidad, o incluso se reduce por debajo de lo normal, reducen aún más el tono del esfínter esofágico inferior. La
lo que probablemente es reflejo del cierre de las vías respira- placenta produce gastrina, que aumenta la secreción de iones
torias más pequeñas en presencia de un volumen corriente hidrógeno en el estómago y reduce el pH gástrico de las muje-
normal y un cortocircuito intrapulmonar. La oxigenación res embarazadas. Estos cambios, unidos al aumento de la pre-
arterial mejora considerablemente cuando la paciente pasa sión gástrica debido al agrandamiento del útero, aumentan el
de posición supina a lateral. La Hb materna se encuentra des- riesgo de reflujo ácido durante el embarazo. El reflujo gástrico
plazada hacia la derecha, con una P50 (presión parcial de O2 a materno y la esofagitis que conlleva (ardor de estómago) va en
la que la Hb presenta una saturación de oxígeno del 50%) que aumento a lo largo de la gestación y es frecuente en mujeres
aumenta desde 27 hasta aproximadamente 30 mmHg. Cuanto embarazadas14. Además, el vaciamiento gástrico se reduce al
mayor sea la P50 de la madre y menor la del feto, mayor será comienzo del parto, así como ante el dolor, la ansiedad o la
la afinidad relativa de la Hb de este último por el O2, lo que administración de opioides, y el consiguiente aumento del
facilitará la transferencia de O2 a través de la placenta. contenido gástrico puede incrementar aún más el riesgo de
A término, el consumo de O2 se encuentra incrementado aspiración. De todas formas, el vaciamiento gástrico no es
en un 20%. Durante la primera fase del parto, el consumo más prolongado durante el embarazo hasta el momento del

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2333

parto15. La analgesia epidural en la que se utilizan exclusiva- ALTERACIONES RENALES


mente anestésicos locales no retarda aún más el vaciamiento
gástrico. Por el contrario, la administración de fentanilo en El flujo sanguíneo renal y la velocidad de filtración glome-
forma de bolo por vía epidural sí que lo retarda16. rular aumentan entre un 50 y un 60% a partir del tercer mes
Se debe considerar que cualquier mujer durante el parto de embarazo y se mantienen elevados hasta 3 meses después
tiene el estómago lleno y, por consiguiente, un riesgo añadido del parto. Por tanto, el aclaramiento de creatinina, la urea y
de aspiración pulmonar del contenido gástrico durante la el ácido úrico presentan valores altos durante el embarazo, y
inducción de la anestesia. Para reducir este riesgo en mujeres los valores de referencia superiores de las concentraciones de
durante la segunda mitad de la gestación, los procedimientos nitrógeno ureico sanguíneo y de creatinina sérica se reducen
de anestesia general utilizados implican, de manera rutinaria, aproximadamente un 50% en las mujeres gestantes. Las
la administración de un antiácido no particulado, una técnica concentraciones de proteínas y de glucosa en orina se suelen
anestésica con inducción secuencial rápida y presión sobre el ver incrementadas debido a la disminución de la capacidad
cartílago cricoides, e intubación endotraqueal. El objeto de de reabsorción tubular renal. Los valores superiores de refe-
la administración de antiácidos a las mujeres embarazadas rencia en orina de 24 h durante el embarazo son de 300 mg
antes de la inducción de la anestesia es reducir el riesgo y la de proteínas y 10 g de glucosa.
gravedad de la neumonitis ácida. Además de la administración
de un antiácido no particulado como el citrato sódico (30 ml) ALTERACIONES NEUROLÓGICAS
antes de la inducción de la anestesia general, la metoclo-
Se considera que las pacientes embarazadas son más sensi-
pramida también puede ser útil para reducir el volumen de
bles a los anestésicos inhalatorios y locales. En el caso de los
líquido gástrico en las mujeres parturientas a las que es preciso
anestésicos inhalatorios, la concentración alveolar mínima
tratar con anestesia general. Puede reducir el volumen gástrico
(CAM) se encuentra reducida en estas pacientes1,2. La CAM
de forma significativa en 15 min, aunque la administración
de un anestésico volátil se reduce un 40% en animales24,25
previa de opioides reduce la eficacia de la metoclopramida17.
y un 28% en los seres humanos durante el primer trimestre
Los antagonistas de los receptores de histamina de tipo 2 (H2)
de gestación26. Sin embargo, la CAM o la inmovilidad como
inducen un aumento del pH del líquido gástrico en las mujeres
respuesta a los anestésicos volátiles se produce a nivel de la
embarazadas aproximadamente 1 h después de su adminis-
médula espinal. Un estudio basado en observaciones elec-
tración. En una reciente revisión Cochrane se concluye que la
troencefalográficas sugiere que los efectos anestésicos del
asociación de antiácidos y antagonistas H2 es más eficaz para
sevoflurano sobre el cerebro son parecidos en mujeres emba-
reducir la acidez gástrica que la no intervención farmacológica
razadas y no embarazadas27. No se conoce con exactitud cuál
o el tratamiento únicamente con antiácidos18. En las direc-
es el mecanismo subyacente a la reducción de la CAM duran-
trices actuales de la American Society of Anesthesiologists
te el embarazo; probablemente es de origen multifactorial, y
(ASA) sobre anestesia en obstetricia se señala que «antes de
hay bastantes investigadores que creen que la progesterona
llevar a cabo los procedimientos quirúrgicos (p. ej., parto por
desempeña algún papel en el fenómeno.
cesárea, ligadura tubárica posparto), los médicos deben consi-
Las mujeres embarazadas son más sensibles a los anes-
derar la posibilidad de administrar en el momento adecuado
tésicos locales. La dosis de anestésico local necesaria para
antiácidos no particulados, antagonistas de los receptores H2
conseguir el mismo grado de bloqueo neuroaxial mediante
y metoclopramida como profilaxis de la aspiración»19.
anestesia subaracnoidea o epidural es menor en las mujeres
embarazadas que en las que no lo están. En el embarazo a
ALTERACIONES HEPÁTICAS Y BILIARES término, las venas epidurales se encuentran congestionadas,
El flujo sanguíneo hacia el hígado no varía de forma significa- lo que reduce la capacidad del espacio epidural y el volumen
tiva durante el embarazo. Los marcadores de función hepática de líquido cefalorraquídeo (LCR) en el espacio subaracnoi-
de las mujeres embarazadas, como la aspartato aminotrans- deo. De todas formas, la presión del LCR no aumenta durante
ferasa (AST), la alanina aminotransferasa (ALT) y la bilirrubina el embarazo hasta que se produce el parto, momento en el
se incrementan hasta alcanzar valores próximos al límite de cual se incrementa de forma pulsátil en relación con las con-
referencia superior. Las concentraciones de proteínas plas- tracciones uterinas y el esfuerzo materno28. Aunque la dis-
máticas se reducen durante la gestación, y la disminución de minución del volumen de estos espacios facilita la difusión
la concentración de albúmina sérica puede tener como con- de los anestésicos locales, la dosis de anestésico local nece-
secuencia la elevación de las concentraciones libres en sangre saria para el bloqueo neuroaxial se reduce ya desde el primer
de los fármacos que se unen con más avidez a las proteínas. La trimestre de gestación, antes de que exista una compresión
aortocava significativa o cualquier otro cambio mecánico o
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

actividad de la colinesterasa plasmática (seudocolinesterasa)


se reduce aproximadamente entre un 25 y un 30% a partir de por presión29. En consecuencia, el aumento de la sensibilidad
la décima semana de gestación y hasta 6 semanas antes del nerviosa y la disminución de la dosis de anestésico local
parto20-22. Aunque antes de proceder a la extubación se debe necesaria probablemente sean de origen bioquímico.
verificar la transmisión neuromuscular, no es probable que la
reducción de la actividad de la colinesterasa conlleve una pro- FISIOLOGÍA UTEROPLACENTARIA
longación clínicamente importante del bloqueo neuromus-
cular inducido por el suxametonio o el mivacurio. Los valores La placenta está compuesta de tejidos tanto maternos como
de la fosfatasa alcalina se elevan a más del doble debido a la fetales y actúa como interfaz entre los sistemas circulatorios
producción placentaria de la enzima. El riesgo de trastornos de la madre y del feto. Constituye el soporte a través del
de la vesícula biliar se incrementa durante el embarazo debido cual se realizan los intercambios fisiológicos entre los dos
a un vaciamiento incompleto de la vesícula y a alteraciones sistemas. La placenta está formada por una placa basal y
en la composición de la bilis. La frecuencia con la que es una coriónica, separadas por el espacio intervellositario. La
preciso someter a la paciente a una colecistectomía durante sangre materna llega a la placenta a través de las arterias
la gestación se encuentra comprendida entre 1 caso por cada uterinas y penetra en el espacio intervellositario a través
1.600 embarazos y 1 por cada 5.00023. de las arterias espirales. La sangre fetal llega a la placenta a

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2334 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

través de dos arterias umbilicales que dan lugar a los capilares INTERCAMBIO PLACENTARIO
umbilicales que atraviesan las vellosidades coriónicas. Una
vez llevados a cabo los intercambios placentarios, la sangre Transferencia de oxígeno
rica en nutrientes y exenta de sustancias de desecho vuelve El suministro de O2 desde la madre al feto depende de diver-
desde la placenta al feto a través de una única vena umbilical. sos factores, entre los que se encuentran la relación entre el
flujo sanguíneo placentario fetal y materno, el gradiente de
presión parcial de O2 entre los dos sistemas circulatorios, la
FLUJO SANGUÍNEO UTERINO
capacidad de difusión de la placenta, las concentraciones
Para poder proporcionar tratamientos clínicos adecuados y afinidades por el O2 de las Hb fetal y materna, y la situa-
es esencial comprender bien los flujos de sangre utero- ción del equilibrio acidobásico de la sangre fetal y materna
placentarios. El flujo sanguíneo uterino aumenta pro- (efecto Bohr). El suministro de O2 al feto se ve favorecido
gresivamente a lo largo del embarazo desde valores de principalmente porque la curva de disociación de la oxihe-
alrededor de 100 ml/min en la mujer no embarazada hasta moglobina fetal se encuentra desplazada hacia la izquierda
los 700 ml/min (∼ 10% del gasto cardíaco) en la gestación (mayor afinidad por el O2), mientras que la curva de diso-
a término. Aproximadamente el 80% del flujo sanguíneo ciación de la oxihemoglobina materna se encuentra des-
uterino riega el espacio intervellositario (placenta), mien- plazada hacia la derecha (menor afinidad por el O2). El valor
tras que el resto se distribuye por el miometrio. La auto- normal de la PaO2 fetal es de 40 mmHg, y nunca supera los
rregulación del flujo sanguíneo uterino es mínima, y los 60 mmHg ni siquiera cuando la madre respira O2 al 100%35.
vasos se mantienen dilatados prácticamente al máximo Esto es debido a que para cuando la sangre llega a la unidad
durante todo el embarazo. Los flujos sanguíneos uterino y fetoplacentaria ha cedido ya una cantidad importante de O2.
placentario dependen del gasto cardíaco materno y están En estudios llevados a cabo con animales se ha demostrado
directamente relacionados con la presión de perfusión que, aunque el suministro de O2 se reduzca, el consumo fetal
uterina e inversamente relacionados con la resistencia de O2 se puede mantener constante mediante el incremento
vascular uterina. En situaciones de hipotensión materna de la extracción de O2 hasta que dicho suministro caiga por
debidas a hipovolemia, compresión aortocava o bloqueo debajo del 50% de su valor normal36,37. El CO2 atraviesa la
simpático con disminución de la resistencia sistémica como placenta con facilidad; el factor limitante de este proceso es
consecuencia de anestesia general o neuroaxial, se pueden el flujo sanguíneo, y no la difusión.
producir disminuciones de la presión de perfusión. El incre-
mento de la presión venosa uterina también puede reducir Transferencia de fármacos
la perfusión del útero. Esto puede ser debido a posición supina Los intercambios entre madre y feto de la mayoría de los
con compresión aortocava, a contracciones uterinas frecuentes fármacos y otras sustancias de peso molecular inferior a
o prolongadas, o a contracciones intensas y de larga duración de 1.000 Da se producen principalmente por difusión. La velo-
la musculatura abdominal (Valsalva) durante el empuje. El flujo cidad de difusión y las concentraciones fetales máximas
sanguíneo uterino se puede reducir aún más debido a la hipo- dependen del gradiente de concentración madre-feto, de
capnia extrema (Paco2 < 20 mmHg) que aparece en algunas la unión de la sustancia a proteínas maternas, de su peso
ocasiones como consecuencia de la hiperventilación secundaria molecular, de su liposolubilidad y de su grado de ionización.
al dolor del parto; esto da lugar a hipoxemia y acidosis fetal. La concentración de un fármaco en sangre materna es el
El bloqueo neuroaxial no modifica el flujo sanguíneo ute- factor más importante que determina a cuánto fármaco se
rino siempre y cuando se prevenga la hipotensión materna, verá expuesto finalmente el feto. El alto peso molecular y
pero las disminuciones de la presión arterial materna en el la baja liposolubilidad de los bloqueantes neuromusculares
curso de la anestesia neuroaxial o general se deben corregir no despolarizantes dificultan su paso a través de la placenta
inmediatamente. (v. también capítulo 34). El peso molecular del suxametonio
Las catecolaminas endógenas maternas y los vasocons- es bajo, pero se trata de una sustancia fuertemente ionizada
trictores exógenos pueden incrementar la resistencia vascular que, en consecuencia, no atraviesa la placenta con facilidad
uterina y reducir el flujo sanguíneo uterino, dependiendo del a no ser que se administre en dosis mucho mayores que
tipo de sustancia y de la cantidad administrada. La adminis- las terapéuticas. Por ello, cuando se administra una anes-
tración de vasoconstrictores a-adrenérgicos –metoxamina y tesia general para una cesárea, el feto o neonato no queda
metaraminol– en un modelo de gestación ovino aumenta la paralizado. La difusión transplacentaria de la heparina y el
resistencia vascular uterina y reduce el flujo sanguíneo ute- glucopirrolato es mínima, ya que se trata de sustancias fuer-
rino, mientras que la administración de efedrina no reduce temente cargadas. Por el contrario, los anestésicos volátiles,
el flujo sanguíneo uterino pese al aumento de la presión las benzodiacepinas, los anestésicos locales y los opioides
arterial materna que induce este fármaco30. Debido a ello, atraviesan con facilidad la placenta debido a sus relativa-
la efedrina estaba considerada como el vasoconstrictor idó- mente bajos pesos moleculares. En general, los fármacos
neo para el tratamiento de la hipotensión inducida por la que atraviesan con facilidad la barrera hematoencefálica
administración de anestesia neuroaxial a mujeres embaraza- atraviesan también con facilidad la placenta.
das. Ensayos clínicos llevados a cabo más recientemente en La sangre fetal es más ácida que la materna, y en ese
mujeres contradicen totalmente esta hipótesis y demuestran entorno de menor pH los fármacos que se comportan como
que la utilización de fenilefrina (agonista a-adrenérgico) para bases débiles, como los anestésicos locales y los opioides,
el tratamiento de la hipotensión de origen neuroaxial y su atraviesan la placenta en forma no ionizada y se ionizan al
administración profiláctica mediante infusión en el momen- incorporarse a la circulación fetal. Como estas moléculas
to de la punción subaracnoidea no solamente es eficaz para recién ionizadas tienen más dificultades para difundirse
prevenir la hipotensión, sino que además va asociada a una en sentido inverso a través de la placenta, el fármaco se
menor incidencia de acidosis y déficit de bases fetal que puede acumular en la sangre fetal y alcanzar en ella con-
cuando se utiliza efedrina31-34. Otros métodos para reducir la centraciones superiores a las existentes en sangre materna.
hipotensión materna inducida por la anestesia local o general Este fenómeno se denomina trampa iónica. En situaciones
se explican en la sección dedicada a la anestesia para cesáreas. de sufrimiento fetal (con disminución del pH de la sangre

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2335

fetal) pueden quedar atrapadas grandes cantidades de estos


PROGRESO DEL PARTO
fármacos débilmente básicos38. Las concentraciones elevadas
de anestésicos locales en la circulación fetal reducen el tono El parto se inicia con la aparición de contracciones uterinas
neuromuscular del neonato. Cuando las concentraciones repetidas que dan lugar a la dilatación del cuello uterino. Sin
son extremadamente altas, como ocurre al inyectar por embargo, la preparación para el parto puede comenzar real-
error a la madre anestésico local por vía intravascular, el mente varias horas o días antes de su fase activa, con un proceso
feto puede desarrollar bradicardia, arritmias ventriculares, inflamatorio mediado por infiltración celular y liberación local
acidosis e insuficiencia cardíaca grave. La transferencia de de citocinas que induce un ablandamiento del cuello uterino.
fármacos analgésicos y anestésicos concretos a través de la No se sabe exactamente qué señales desencadenan el inicio del
placenta y su captación por parte del feto se explican con parto espontáneo. Las contracciones regulares y organizadas del
más detalle en las secciones sobre analgesia y anestesia en útero dan lugar a una progresiva dilatación y borramiento
el parto mediante cesárea. del cuello uterino. Cuando el parto no se produce en el momen-
to adecuado, las circunstancias de la madre o del feto pueden
CIRCULACIÓN Y FISIOLOGÍA FETAL hacer aconsejable inducirlo mediante alguno de los diversos
métodos farmacológicos y físicos de los que se dispone41.
El volumen de sangre fetal se va incrementando a lo largo En parto es un proceso continuo que puede dividirse en las
de la gestación. La placenta contiene, aproximadamente, dos fases primera, segunda y tercera. En la primera fase del parto,
terceras partes del volumen total de sangre fetoplacentaria39. el cuello uterino, que inicialmente presenta una forma de
Se ha calculado que el volumen de sangre fetal durante el tubo grueso y cerrado, se convierte en una abertura de apro-
segundo y el tercer trimestres es de aproximadamente entre ximadamente 10 cm a través de la cual puede ser expulsado
120 y 160 ml por kg de peso corporal fetal40. Por tanto, el el feto. Esta fase se subdivide, a su vez, en una fase latente y
volumen total de sangre de un feto a término es de aproxi- una fase activa. La segunda fase del parto comienza cuando
madamente 0,5 l. Aunque el funcionamiento hepático fetal el cuello uterino se encuentra ya completamente dilatado y
no haya alcanzado aún la madurez, el feto sintetiza factores finaliza con la expulsión o nacimiento del feto. La tercera
de coagulación de forma independiente de la circulación fase del parto consiste en la expulsión de la placenta. Los
materna. Las concentraciones séricas de estos factores, que no episodios que se suceden durante la primera fase del parto
atraviesan la placenta, aumentan con la edad gestacional. Sin fueron estudiados por vez primera por Emanuel Friedman,
embargo, la formación del coágulo en el feto como respuesta que describió la existencia de una relación sigmoidea entre la
a lesiones tisulares no es tan eficaz como en personas adultas. dilatación del cuello uterino y el tiempo (fig. 77-2). La natura-
Las características anatómicas de la circulación fetal con- leza sigmoidea de esta relación ha sido cuestionada después,
tribuyen a reducir la exposición del feto a concentraciones dados los pocos datos que avalan la existencia de una fase de
potencialmente elevadas de fármacos en sangre venosa umbi- desaceleración al ir alcanzando el cuello uterino su máxima
lical. Aproximadamente el 75% de la sangre venosa umbilical dilatación (10 cm). Sin embargo, la división de la primera fase
atraviesa inicialmente el hígado fetal, lo que puede dar lugar del parto en una fase inicial lenta denominada parto latente
a una importante degradación metabólica del fármaco antes y una fase más rápida de parto activo ha resistido el paso
de que este alcance el corazón y el cerebro fetal (metabolismo del tiempo y los avances de las técnicas de modelación42,43.
de primer paso). Las actividades de los sistemas enzimáticos Un parto puede ser catalogado como anómalo cuando
fetales y neonatales son menores que las de los adultos, pero el parto latente es demasiado lento o cuando se bloquea
la mayoría de los fármacos pueden ser metabolizados. Ade- en la fase activa o en la fase de descenso (fallo en fase 2).
más, los fármacos que penetran en la vena cava inferior del La distocia se define como un parto anómalo y puede ser
feto procedentes del ducto venoso se diluyen inicialmente en consecuencia de contracciones uterinas inadecuadas, de
la sangre exenta de fármaco que retorna de las extremidades desajustes entre el tamaño fetal y el de la pelvis materna o
inferiores y las vísceras pélvicas fetales. Estas características de una posición fetal anómala. Los obstetras suelen evaluar
anatómicas de la circulación fetal sirven para reducir de for- las características de las contracciones mediante las unidades
ma muy acusada las concentraciones plasmáticas de fármacos Montevideo. Estas se calculan multiplicando la intensidad
en el feto con respecto a las de la madre. de las contracciones (en milímetros de mercurio medidos
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Figura 77-2.  Modelo sigmoideo original de


Friedman del progreso de la dilatación del cue-
llo uterino a lo largo del tiempo, basado en el
estudio de 500 mujeres nulíparas a término.
Desde que se desarrolló el modelo, se ha des-
cartado la existencia de una fase de desacelera-
ción y el marco temporal se ha expandido, pro-
bablemente, como consecuencia de cambios
fisiológicos y relacionados con el tratamiento.
(Reproducido con autorización a partir de Fried-
man E: Primigravid labor: a graphicostatistical
analysis, Obstet Gynecol 6:567-589, 1955.)

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2336 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

mediante un catéter intrauterino sensible a la presión) por Muchos estudios observacionales indican que la analgesia
el número de contracciones que se producen en 10 min. epidural va asociada a una progresión más lenta del par-
El diagnóstico de distocia se establece cuando existe una to45,50. Sin embargo, esta asociación, que ha sido detectada
desviación de los valores de referencia calculados mediante repetidamente en estudios observacionales, no ha podido
el estudio de poblaciones; sin embargo, existe una gran ser confirmada en ensayos clínicos prospectivos aleatoriza-
variabilidad entre mujeres parturientas. La multiparidad dos (fig. 77-3). No está claro que la analgesia epidural cause
va asociada a partos más rápidos. Existen diversos factores una progresión más lenta del parto. Por el contrario, esta
demográficos y genéticos que dan lugar a la variabilidad de asociación puede ser debida a los efectos de otras variables
la progresión del parto42-47. Se ha observado que factores que complican la situación. Es obvio que las pacientes con
como el peso elevado de la madre, la edad más avanzada y dolor más intenso suelen requerir analgesia con más fre-
el mayor tamaño del feto van asociados todos ellos a partos cuencia, y que esta suele ser administrada más precozmente.
más lentos42,45,48. También hay datos obtenidos en estudios Extensos estudios prospectivos en los que se han asignado
epidemiológicos que indican que existen factores genéticos aleatoriamente mujeres a grupos tratados de forma precoz y
que influyen en la progresión del parto49. En concreto, se tardía con anestesia neuroaxial han llevado invariablemente
han relacionado ciertos polimorfismos de los receptores a la conclusión de que la anestesia neuroaxial no afecta a
b2-adrenérgicos y de oxitocina con la variabilidad de la progre­ la duración de la primera fase del parto ni aumenta el ries-
sión del parto44-46. Una respuesta insuficiente a la oxitocina go de cesárea, y de que la analgesia epidural administrada
intrínseca o extrínseca puede generar una contractilidad precozmente no aumenta tampoco el riesgo de cesárea51-55.
anómala; esto puede ocurrir también cuando existe una res- Algunos investigadores han sugerido que las discrepancias
puesta excesiva frente a los agonistas b2-adrenérgicos o las entre los primeros estudios observacionales y los ensayos clí-
catecolaminas endógenas, que inhiben la contractilidad. nicos controlados y aleatorizados más recientes podrían ser

Figura 77-3.  Se muestran el número de


pacientes que fueron sometidas a cesá-
rea, las odds ratio (OR) y los intervalos de
confianza (IC) al 95% de cada estudio.
El tamaño del recuadro es proporcional
a la entidad de cada estudio en el meta­
análisis. La escala es logarítmica. CSE, anes­
tesia combinada subaracnoidea-epidural;
N, número total de pacientes analizados;
n, número de episodios. (Reproducido con
autorización a partir de Leighton, BL, Hal-
perhn SH: Epidural analgesia and the pro-
gress of labor. In Halpern SH, Douglas MJ,
editors: Evidence-based obstetric anes-
thesia, Oxford, 2005, Blackwell.)

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2337

debidas a la menor concentración de anestésico que se utiliza


en la actualidad en los tratamientos anestésicos locales. Esto CUADRO 77-1  Definiciones de los patrones
no es así, ya que al comparar un tratamiento antiguo con observados en la monitorización de la frecuencia
bupivacaína al 0,25% con uno en el que se utilizaba bupiva- cardíaca fetal
caína al 0,1% no se detectó diferencia alguna en la necesidad
Valores basales
de realización de cesáreas56. La inexistencia de esta relación La FCF media se redondea en intervalos de 5 latidos/min durante
es fisiológicamente lógica, ya que la musculatura lisa uterina un período de 10 min, excluyendo:
no está inervada por neuronas motoras y, por tanto, no • Cambios periódicos o episódicos
tiene por qué verse afectada por los anestésicos locales. No • Períodos de acusada variabilidad de la FCF
se conoce mecanismo fisiológico alguno mediante el cual el • Segmentos del valor basal que difieren en más de 25 latidos/min
bloqueo de la transmisión sensorial o la actividad anestésica El valor basal debe durar al menos 2 min en cualquier segmento
local puedan reducir la contractilidad uterina. Por el con­ de 10 min; si no ocurre así, el valor basal para ese período se
trario, varios estudios prospectivos indican que la anestesia considera indeterminado. En este caso se puede recurrir al
neuroaxial puede originar una ligera prolongación de la período de 10 min anterior para determinar el valor basal.
segunda fase del parto, de aproximadamente 15 min57,58. • Valor basal normal de la FCF: frecuencia de entre 110 y
Esto puede ser debido a que la expulsión del feto por parte 160 latidos/min
de la madre requiere normalmente la intervención de la • Taquicardia: valor basal por encima de 160 latidos/min
musculatura esquelética abdominal y pélvica, y la inhibición • Bradicardia: valor basal por debajo de 110 latidos/min
de la transmisión a través de las neuronas motoras, unida a Variabilidad de los valores basales
la ausencia de retroalimentación sensorial, podría impedir Fluctuaciones que se producen en el valor basal de la FCF y que
un empuje coordinado. Si el bloqueo llega a ser tan intenso son irregulares en cuanto a su amplitud y frecuencia.
como para imposibilitar esfuerzos de expulsión coordinados, La variabilidad se cuantifica visualmente como la diferencia entre la
frecuencia máxima y la mínima expresada en latidos por minuto.
se puede reducir la dosis de anestésico durante la segunda
• Ausencia: diferencia indetectable entre la frecuencia máxima y
fase del parto. Cuando el parto no es excesivamente doloroso
la mínima
para la paciente, la tolerancia frente a una segunda fase
• Mínima: diferencia detectable pero igual o inferior a 5 latidos/min
más prolongada puede hacer posible que las contracciones • Moderada (normal): diferencia de entre 6 y 25 latidos/min
uterinas provoquen un descenso del feto previo al inicio de • Acusada: diferencia mayor de 25 latidos/min entre la frecuencia
los esfuerzos activos para el parto vaginal59. máxima y la mínima
Aceleración
Aumento brusco de la FCF (< 30 s entre el inicio y el máximo)
PARTO Y MONITORIZACIÓN DEL FETO visualmente evidente.
A partir de las 32 semanas de gestación, una aceleración
La monitorización del feto durante el parto se introdujo con presenta un máximo de 15 o más latidos/min sobre el valor
objeto de evaluar continuamente el bienestar del feto, de tal basal, con una duración de al menos 15 s, pero con retorno a
manera que se pueda detectar precozmente el sufrimiento los valores iniciales en menos de 2 min
fetal e intervenir antes de que se produzca cualquier lesión Antes de las 32 semanas de gestación, una aceleración presenta
irreversible. La monitorización electrónica fetal (MEF) con- un máximo de 10 o más latidos/min sobre el valor basal, con
siste en analizar simultáneamente la frecuencia cardíaca una duración de al menos 10 s, pero con retorno a los valores
fetal (FCF) y las contracciones uterinas. La monitorización iniciales en menos de 2 min.
de la FCF se desarrolló en los años sesenta y su uso ha ido en Una aceleración prolongada es la que dura 2 min o más, pero
aumento, pues en 2002 habían sido monitorizadas el 85% menos de 10.
de las mujeres parturientas60. Es frecuente la variabilidad en Si una aceleración dura más de 10 min, se trata de un cambio
del valor basal.
la interpretación de los registros de FCF según el médico que
Patrón sinusoidal
los analice61,62. Un metaanálisis en el que se compararon la
Ondulación de tipo sinusoide del valor basal de la FCF, continua
MEF con la determinación intermitente de la FCF mediante
y visualmente evidente, con una frecuencia de entre 3 y
auscultación puso de manifiesto que la utilización de la 5 ciclos por minuto, y que persiste durante al menos 20 min.
MEF reduce el riesgo de convulsiones neonatales (riesgo
relativo, 0,5), pero no los riesgos de mortalidad en el parto Datos tomados de Macones GA, Hankins GD, Spong CY, et al: The 2008 National
ni de parálisis cerebral63. La utilización de este sistema de Institute of Child Health and Human Development workshop report on electronic
monitorización conlleva también una mayor cantidad de fetal monitoring: update on definitions, interpretation, and research guidelines,
J Obstet Gynecol Neonatal Nurs 37:510-515, 2008.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

partos asistidos y por cesárea63,64. FCF, frecuencia cardíaca fetal.


La monitorización de la FCF se suele llevar a cabo mediante
un transductor de ultrasonidos Doppler de superficie (moni-
torización externa), pero para conseguir una monitorización manifiestan en forma de características y patrones específicos
continua suficientemente exacta puede ser necesario valerse que proporcionan información acerca del estado del feto.
de un electrodo colocado sobre el cuero cabelludo del feto La nomenclatura, la interpretación y las implicaciones para
(monitorización interna). Para medir la FCF mediante moni- el tratamiento de la monitorización de la FCF del American
torización interna se aprovecha un voltaje máximo o umbral Congress of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) fueron
de la onda fetal R. Es importante señalar que solamente es actualizadas en 200964. Estas directrices, vigentes actualmen-
posible colocar un electrodo sobre el cuero cabelludo fetal te, se explican con detalle más adelante, y la terminología
cuando el cuello uterino se halle suficientemente dilatado relacionada se presenta en los cuadros 77-1 y 77-2. La com-
y las membranas se hayan roto. El cerebro y la frecuencia prensión de la terminología relacionada con las contrac-
cardíaca del feto responden a la asfixia fetal mediante la ciones uterinas y la monitorización de la FCF, así como sus
activación de quimiorreceptores y barorreceptores periféri- implicaciones clínicas, es esencial para que la comunicación
cos, así como debido a diversos cambios metabólicos en el en situaciones de emergencia entre anestesiólogos, obstetras,
sistema nervioso central fetal65. Las alteraciones de la FCF se matronas y personal de enfermería sea óptima.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2338 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

tracciones observadas durante un período de 30 min64. Se


CUADRO 77-2  Definiciones de desaceleración consideran normales cinco o menos contracciones cada
en la monitorización de la frecuencia cardíaca 10 min, calculadas de esta manera. Se define taquicardia
fetal como una actividad uterina superior a cinco contracciones
cada 10 min, calculadas sobre un período total de 30 min.
Características de la desaceleración precoz
Disminución y retorno a la normalidad de la FCF, de forma
La taquicardia puede aparecer tanto en partos espontáneos
gradual, habitualmente simétrica y visualmente evidente, que como inducidos, y siempre debe ser valorada según exista o
va asociada a una contracción uterina. no al mismo tiempo una disminución de la FCF. Los térmi-
Una disminución gradual de la FCF se define como aquella en nos hiperestimulación e hipercontractilidad ya no figuran en
que transcurren al menos 30 s desde el inicio hasta que se las directrices y no deben de ser utilizados. El tratamiento
alcanza el valor mínimo. de la taquicardia durante el parto depende de la situación
La disminución de la FCF es la diferencia entre la FCF inicial y la clínica y puede consistir en la administración sublingual o
existente al alcanzarse el valor mínimo. intravenosa (i.v.) de nitroglicerina66 para relajar brevemente
El valor mínimo coincide con el momento en que la intensidad el útero, o en la utilización de fármacos b2-adrenérgicos
de la contracción es máxima. como la terbutalina.
En la mayoría de los casos, el inicio y los momentos en que se
alcanza el valor mínimo y en que se produce el retorno al valor
inicial de la desaceleración coinciden con el inicio, la intensidad
REGISTRO DE LA FRECUENCIA CARDÍACA FETAL
máxima y la finalización de la contracción, respectivamente El registro de la FCF se utiliza como marcador inespecífico de
Características de la desaceleración tardía acidosis fetal. Debe ser interpretado a lo largo de un cierto
Disminución y retorno a la normalidad de la FCF, de forma tiempo y en relación con el contexto clínico y otros tras-
gradual, habitualmente simétrica y visualmente evidente, que tornos asociados, tanto maternos como fetales, ya que aparte
va asociada a una contracción uterina.
de la acidosis existen muchos otros factores que pueden
Una disminución gradual de la FCF se define como aquella en
alterar la FCF. En el cuadro 77-1 se definen los términos FCF
que transcurren al menos 30 s desde el inicio hasta que se
basal, variabilidad y aceleraciones. En el cuadro 77-2 se deta-
alcanza el valor mínimo
La disminución de la FCF es la diferencia entre la FCF inicial y la
llan las características de la desaceleración en los registros
existente al alcanzarse el valor mínimo. de FCF. Las desaceleraciones tardías suelen ser consecuencia
La desaceleración se produce con retraso, y la FCF mínima se alcanza de una insuficiencia uteroplacentaria que en el curso de las
después del momento de máxima intensidad de la contracción. contracciones genera hipoxia cerebral fetal relativa. La res-
En la mayoría de los casos, el inicio y los momentos en que se puesta simpática resultante incrementa la presión arterial
alcanza el valor mínimo y en que se produce el retorno al valor fetal y activa los barorreceptores fetales, con la consiguiente
inicial de la desaceleración ocurren después del inicio, de la disminución de la FCF. Otro tipo de desaceleración tardía es
intensidad máxima y de la finalización de la contracción, debida a la depresión miocárdica en presencia de hipoxia
respectivamente. creciente67. Las desaceleraciones precoces suelen ser reflejo
Características de la desaceleración variable de las contracciones uterinas, y se cree que se producen
Descenso brusco y visualmente evidente de la FCF. como respuesta a estímulos vagales, que pueden ser debidos
Un descenso brusco de la FCF se define como aquel en que o no a la compresión de la cabeza del feto. Sin embargo,
transcurren menos de 30 s desde el inicio hasta que se alcanza otras fuentes señalan que pueden ser una variante benigna
el valor mínimo. de la desaceleración «refleja» tardía, siendo reflejo, en este
Se produce un descenso de la FCF de al menos 15 latidos/min, caso, de las contracciones uterinas y pudiendo evolucionar
durante al menos 15 s, y durante menos de 2 min. hacia una forma más típica de desaceleración tardía68. Las
Cuando las desaceleraciones variables van asociadas a desaceleraciones variables están relacionadas con la com-
contracciones uterinas, su inicio, su intensidad y su duración
presión del cordón umbilical. Los patrones sinusoidales de la
son diferentes en cada contracción sucesiva.
FCF se asocian a desprendimientos placentarios y son signo
Características de la desaceleración prolongada
de mal pronóstico69. En general, cuando la variabilidad de
Disminución visualmente evidente de la FCF por debajo del valor
basal.
la FCF es mínima o nula en presencia de desaceleraciones,
Se produce un descenso de la FCF de al menos 15 latidos/min y estas últimas están relacionadas con acidosis fetal70. Las
durante más de 2 min pero menos de 10 min desaceleraciones más acusadas (< 70 latidos/min durante
Si una desaceleración dura más de 10 min, se trata de un cambio > 60 s) se asocian a acidemia fetal y son muy graves, espe-
del valor basal. cialmente en ausencia de variabilidad71. Estos patrones y
características se emplean para definir las categorías de FCF
Datos tomados de Macones GA, Hankins GD, Spong CY, et al: The 2008 National en la siguiente sección.
Institute of Child Health and Human Development workshop report on electronic
fetal monitoring: update on definitions, interpretation, and research guidelines,
J Obstet Gynecol Neonatal Nurs 37:510-515, 2008. CATEGORÍAS DE FRECUENCIA CARDÍACA FETAL
FCF, frecuencia cardíaca fetal.
En la actualidad se recomienda un sistema de clasificación de
la FCF en tres niveles para la evaluación del feto64. Mediante
MONITORIZACIÓN DE LAS CONTRACCIONES este sistema se evalúa el feto en un momento concreto del
Las contracciones uterinas pueden ser monitorizadas exter- proceso, siendo necesario tener presente que el estado fetal
namente o mediante un transductor de presión intrauterina. puede fluctuar de una a otra categoría a lo largo del tiempo.
La monitorización externa permite determinar solamente la La terminología específica que se utiliza para la categoriza-
frecuencia de las contracciones, mientras que la interna pro- ción se muestra en los cuadros 77-1 y 77-2.
porciona también información acerca de la presión intrau- Los registros de FCF de categoría I se consideran normales
terina. El número de contracciones uterinas se expresa con e indicadores de una situación acidobásica normal del feto
respecto a un período de 10 min y, de acuerdo con las direc- en el momento de la observación, por lo que no es preciso
trices más recientes del ACOG, se calcula a partir de las con- efectuar ningún tratamiento específico. Se deben cumplir

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2339

todos estos criterios: 1) FCF basal de entre 110 y 160 latidos/min; TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO
2) variabilidad moderada de la FCF basal; 3) ausencia de des­ DE LOS DOLORES DEL PARTO
aceleraciones tardías o variables; 4) pueden existir o no exis-
tir desaceleraciones precoces, y 5) pueden existir o no existir Muchas pacientes prefieren utilizar métodos no farmacológicos
aceleraciones. para el tratamiento del dolor durante todo el parto o parte de
Los registros de FCF de categoría II se consideran de natu- él. La acupuntura puede ser eficaz para el tratamiento del dolor
raleza indeterminada. Son todos aquellos que no se pueden postoperatorio tras una cesárea77, pero no es tan eficaz como
incluir en las categorías I o III. Algunos ejemplos son la método analgésico durante el parto. En un reciente meta­
taquicardia fetal, la ausencia de aceleraciones inducidas análisis, se compararon los dolores de parto entre pacientes
mediante estimulación fetal, las desaceleraciones prolonga- tratadas con acupuntura y otras tratadas con acupuntura falsa
das de entre 2 y 10 min de duración y las desaceleraciones o sham (colocación superficial de agujas en zonas adyacentes
tardías recurrentes con variabilidad moderada del valor a los verdaderos puntos de acupuntura). Se observó un ligero
basal. Los registros de categoría II no implican que exis- pero significativo efecto beneficioso en las pacientes tratadas
ta una situación acidobásica anómala del feto y requieren con acupuntura (4-6%), que duró solamente 30 min78. Des-
monitorización y reevaluación continuas en el contexto del graciadamente, la mayoría de los estudios no han sido de tipo
cuadro clínico global. En algunos casos se puede mejorar el doble ciego, lo que incrementa el peligro de sesgos.
estado del feto recurriendo a pruebas adicionales o a medidas En varios estudios se ha demostrado que los masajes redu-
de reanimación intrauterina. cen el dolor y la ansiedad durante la primera fase del parto. En
Los registros de FCF de categoría III se consideran anóma- una revisión Cochrane sobre masaje en el parto se analizaron
los y van asociados a un estado acidobásico fetal anómalo en siete ensayos clínicos en este sentido, seis de los cuales fue-
el momento de la observación. Entre los registros de FCF de ron considerados de riesgo bajo o indeterminado de sesgo74.
categoría III se encuentran los patrones sinusoidales de FCF Durante la primera fase del parto, el dolor se redujo en el
o la ausencia de variabilidad de la FCF con desaceleraciones grupo sometido a masajes en –0,98/10 (intervalo de confianza [IC],
tardías recurrentes, las desaceleraciones variables recurrentes 1,17-0,47). No se detectaron diferencias en la utilización de tra­
o la bradicardia. Estos registros requieren una rápida eva- tamientos farmacológicos para el dolor entre los dos grupos,
luación de la paciente y esfuerzos encaminados a mejorar ni en las sensaciones de dolor durante la segunda y la tercera
la situación del feto. Entre las intervenciones que se pueden fase del parto. En un estudio llevado a cabo con 60 mujeres se
llevar a cabo se encuentran la reanimación intrauterina con demostró que los masajes reducen la ansiedad79.
modificación de la posición de la madre, la interrupción de La hipnosis se ha utilizado como técnica de relajación y
la inducción del parto, el tratamiento de la hipotensión para el tratamiento del dolor durante el parto. Sin embargo,
materna, la utilización de O2 suplementario y el tratamiento al comparar la hipnosis con los tratamientos estándar no ha
de la taquicardia, si es que existe. Si el registro de FCF no sido posible demostrar mayor alivio del dolor ni diferencias
mejora, se debe proceder a precipitar el parto. en la satisfacción de las pacientes con los tratamientos anal-
gésicos aplicados74.
Otros métodos no farmacológicos son las técnicas respira-
ANALGESIA EN EL PARTO torias descritas por Lamaze, la técnica de LeBoyer, la estimu-
lación nerviosa transcutánea, la hidroterapia, la presencia de
El nacimiento de un niño es un acontecimiento de gran una persona de apoyo, las inyecciones intradérmicas de agua y
importancia en cualquier familia y está rodeado de gran can- la biorretroalimentación. En un estudio retrospectivo a escala
tidad de creencias y tradiciones, algunas con cierto funda- nacional sobre las experiencias de mujeres durante el parto,
mento científico y otras de carácter más histórico. En este se halló que, aunque los métodos neuroaxiales de tratamiento
sentido, a lo largo de la historia se han utilizado diversas del dolor fueron considerados los más útiles y eficaces, los
técnicas no farmacológicas para aliviar los dolores del parto, métodos no farmacológicos de inmersión en bañera y masaje
entre las que se encuentran la acupuntura72, los masajes73,74 fueron igual o mejor valorados que los opioides para el alivio
y la hipnosis75. La medicina occidental no recurrió a los del dolor80. Aunque muchas técnicas no farmacológicas pare-
fármacos para aliviar el dolor del parto hasta mediados del cen reducir la percepción de los dolores del parto, la mayoría
siglo xix, siendo notorio el hecho de que Victoria, reina de de los estudios publicados carecen de una metodología cien-
Inglaterra, decidió inhalar cloroformo con fines analgésicos tífica lo suficientemente rigurosa como para poder comparar
durante el nacimiento del príncipe Leopoldo. seriamente estas técnicas con los métodos farmacológicos.
Para la mayoría de las mujeres, el parto es muy doloroso.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

Además, el curso temporal de la intensidad del dolor es CONSIDERACIONES ACERCA


muy variable, dinámico e impredecible. Algunas mujeres DEL TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
experimentan dolor intenso solamente en el momento de
DE LOS DOLORES DEL PARTO
inicio de la segunda fase del parto, mientras que otras lo
sufren desde la primera contracción. En raras ocasiones hay Cualquier paciente susceptible de ser tratada mediante anal-
mujeres que no padecen dolor alguno durante el parto y dan gesia neuroaxial debe ser evaluada antes del procedimiento;
a luz inesperadamente en condiciones inoportunas76. No se esta evaluación también es útil de cara a una posible emer-
conocen las razones de estas diferencias en cuanto al dolor gencia obstétrica. Se recomienda determinar los factores
del parto, pero en parte pueden ser de origen genético. En de riesgo de todas las pacientes embarazadas con respecto
un estudio se observó que las mujeres asiáticas sufrían más a la anestesia neuroaxial y general, ya que en caso de que
durante el parto que las pertenecientes a otras etnias42,45. sea preciso tomar urgentemente la decisión de utilizar una
También se ha encontrado una asociación de este tipo con de ellas, puede que no haya tiempo suficiente para llevar a
un polimorfismo que afecta a un único nucleótido del gen cabo una evaluación adecuada y segura, ni para informar
b2-adrenérgico45. Otros factores pueden ser el tamaño y la convenientemente a la paciente. En el caso de mujeres sanas,
forma de la pelvis, la manera en que se presenta el feto y si no son necesarias determinaciones rutinarias de laborato-
las contracciones son inducidas o no. rio19. Aunque cualquier mujer parturienta puede tener que

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2340 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

ser sometida a una cesárea, un parto dura muchas horas y siones como alternativa para pacientes que sencillamente
requiere una nutrición e hidratación adecuadas. Para resolver rechazan la anestesia neuroaxial. En general, no se observan
este dilema, la ASA recomienda la ingestión de cantidades diferencias significativas en cuanto al alivio del dolor entre
moderadas de líquido desde el momento de la administración los opioides de corta y larga duración de acción. La excep-
de la analgesia neuroaxial y durante el resto del parto, y seña- ción es el remifentanilo, cuya eficacia puede que sea algo
la, además, que no es preciso el ayuno de alimentos sólidos superior a la de otros opioides73. El uso del remifentanilo en
antes de la administración de la analgesia neuroaxial19. el parto ofrece, además, importantes ventajas en cuanto a la
seguridad, al tratarse de un opioide de duración de acción
TRATAMIENTOS FARMACOLÓGICOS ultracorta y que es metabolizado activamente por la esterasa
SISTÉMICOS placentaria, por lo que el cociente de concentración entre
feto y madre es bajo. El metabolismo del remifentanilo es
Los primeros tratamientos farmacológicos sistémicos utiliza- llevado a cabo en su totalidad por esterasas tisulares y plas-
dos para la analgesia en el parto consistían en preparados de máticas, que en el feto ya han madurado completamente.
hierbas y plantas. Entre los extractos vegetales utilizados para Por ello, la degradación del remifentanilo no depende de la
la analgesia sistémica se encuentran la agripalma y el jarabe madurez de ningún órgano concreto y, de hecho, se meta-
de salvado de arroz81, pero no se han llevado a cabo estudios boliza más rápidamente en la unidad fetoplacentaria que en
prospectivos sobre estos tratamientos, por lo que no se sabe si el plasma materno. En un modelo ovino, la relación entre el
verdaderamente poseen propiedades analgésicas. Los extractos remifentanilo materno y el fetal es de diez a uno85, y en estu-
de amapola que contienen opio poseen propiedades analgési- dios llevados a cabo en mujeres se han observado relaciones
cas que provienen claramente de la activación de los receptores parecidas86. Debido a estas propiedades, es posible adminis-
de opioides de tipo m. Otros muchos fármacos de origen natural trar a la madre una cantidad mayor de remifentanilo de la
y sintético, y que actúan también a través de la activación de que se consideraría segura si se utilizasen opioides de mayor
los receptores de opioides m, presentan propiedades analgésicas duración de acción, que se metabolizan más lentamente en
durante el parto de forma estadística y clínicamente significa- el hígado. El remifentanilo es más eficaz que los opioides
tiva. Los opioides se utilizan con frecuencia durante el parto de larga duración de acción73; sin embargo, es posible que
principalmente porque son baratos y fáciles de obtener. Pueden la mayor eficacia analgésica se deba a que cuando se utili-
ser administrados por vía intramuscular, sin necesidad de esta- zó remifentanilo se administraron dosis más elevadas que
blecer un acceso i.v. En la actualidad, los opioides de larga cuando se empleó meperidina87. En otro estudio en que se
duración de acción que se utilizan como analgésicos durante compararon remifentanilo, meperidina y fentanilo se obser-
el parto son la morfina, la hidromorfona y la meperidina. El vó una mejor analgesia durante la primera hora en el grupo
opioide de larga duración más utilizado en obstetricia en todo del remifentanilo, pero transcurridas 3 h los tres opioides se
el mundo es la meperidina82, pero desgraciadamente es el que comportaron de la misma manera88. En un estudio contro-
más efectos adversos provoca. Se suele administrar por vía i.v. lado y aleatorizado en que se comparó la analgesia epidural
en dosis de hasta 25 mg o por vía intramuscular en dosis de con la administración de remifentanilo, el grado de analgesia
hasta 50 mg. La semivida materna oscila entre 2 y 3 h, mien- evaluado de acuerdo con las sensaciones de las pacientes
tras que en el feto y el neonato es considerablemente más larga fue superior en el grupo tratado con analgesia epidural89.
(13-23 h), y se puede acumular tras la administración de varias Aunque la sedación materna fue más intensa en el grupo del
dosis un metabolito activo y potencialmente neurotóxico (nor- remifentanilo, no se observó ninguna diferencia en cuanto
meperidina). El riesgo para el neonato aumenta al incremen- a los desenlaces fetales. El principal riesgo del remifentanilo
tarse la dosis y al reducirse el tiempo entre la administración y en el parto es la depresión respiratoria materna. Se debe
el parto, lo que puede dar lugar a bajas puntuaciones Apgar y a llevar a cabo una vigilancia exhaustiva para garantizar una
una prolongación del tiempo necesario para la estabilización oxigenación adecuada durante el tratamiento.
respiratoria del neonato83.
La morfina no suele utilizarse para los dolores del parto. ANALGESIA POR INHALACIÓN
Al igual que la meperidina, da lugar a un metabolito activo
(morfina-6-glucurónido) con una semivida mayor en los Los anestésicos inhalatorios fueron los primeros fármacos
neonatos que en los adultos y produce una acusada sedación utilizados con fines analgésicos durante el parto en los tiempos
materna. Los obstetras pueden utilizar una asociación de modernos. La primera mujer anestesiada durante el parto en
morfina administrada por vía intramuscular y prometacina EE. UU. fue Fanny Longfellow, la esposa del poeta Henry Wads-
con objeto de inducir una combinación de analgesia, seda- worth Longfellow. Este último actuó como anestesiólogo de
ción y un estado de sosiego denominado «sueño morfíni- su esposa, que fue muy criticada por haber aceptado la
co». Esta asociación produce analgesia y sedación durante utilización de la anestesia. En el Reino Unido, Emma Darwin,
aproximadamente entre 2,5 y 4 h, y sus efectos aparecerán esposa de Charles Darwin, fue anestesiada con cloroformo
a los 10 o 20 min de la administración. Se utiliza sobre todo durante el parto de los dos últimos de sus ocho hijos; su célebre
en el parto latente. marido actuó como anestesiólogo en esa ocasión. Seis años
Recientemente se han empezado a utilizar en la práctica más tarde, el Dr. John Snow administró cloroformo con fines
clínica el fentanilo y su análogo de acción ultracorta, el remi- analgésicos a la reina británica Victoria durante el nacimiento
fentanilo. El fentanilo tiene una duración de acción corta y del príncipe Leopoldo90. Pese a la oposición de las autoridades
no da lugar a metabolitos activos. Cuando se administra en religiosas, las mujeres embarazadas de EE. UU. y del Reino
pequeñas dosis i.v. de entre 50 y 100 mg/h, no se observan dife- Unido se rebelaron y empezaron a demandar la utilización
rencias significativas entre las puntuaciones Apgar y el esfuerzo de la anestesia durante el parto. Sin embargo, al irse haciendo
respiratorio de los neonatos cuyas madres han sido tratadas más frecuente la utilización de los anestésicos volátiles en los
con fentanilo y aquellos cuyas madres no lo han sido84. partos, se fueron detectando cada vez más efectos adversos.
El remifentanilo se ha introducido en la práctica clínica Con la utilización cada vez más extendida de anestésicos volá-
como alternativa a la analgesia neuroaxial en pacientes en tiles en los partos asistidos, fueron también en aumento los
los que esta última está contraindicada, y en algunas oca- casos de depresión neonatal y aspiración gástrica materna91-93.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2341

Entre 1932 y 1945 se detectaron complicaciones por aspiración embargo, la utilización de analgesia neuroaxial en estos ensa-
del contenido gástrico en 66 mujeres de entre 44.016 partos yos clínicos se asoció a un aumento del riesgo de necesidad
(0,15%). El ayuno preventivo recomendado por Mendelsohn de parto vaginal asistido (riesgo relativo [RR], 1,4; IC al 95%,
se convirtió en la piedra angular de la anestesiología obstétrica. 1,3-1,6), de bloqueo motor (RR, 32; IC al 95%, 4-232), de
La reducción del contenido gástrico mediante la restricción de retención urinaria (RR 17; IC al 95%, 5-60), de prolonga-
la ingesta, la administración de antiácidos no particulados y ción de la segunda fase del parto (diferencia media [DM],
las mejoras en las técnicas de inducción de la anestesia han 13,7 min; IC al 95%, 6,7-20,7 min) y de cesárea debida a
aumentado la seguridad de los anestésicos volátiles durante sufrimiento fetal (RR 1,4; IC al 95%, 1,03-1,97). Sin embargo,
el embarazo; en la actualidad, se utilizan casi exclusivamente la proporción de cesáreas y las puntuaciones Apgar de los
como anestésicos generales en las cesáreas y no para el alivio neonatos no presentaron diferencias. Por tanto, la analgesia
del dolor durante el parto vaginal. Los anestésicos volátiles ya epidural puede proporcionar mejor analgesia, pero incremen-
no se usan como analgésicos durante el parto. Sin embargo, el ta el riesgo de necesidad de asistencia instrumental durante
óxido nitroso se sigue utilizando en todo el mundo y es muy el parto y de prolongación de la segunda fase del parto
bien aceptado por las parturientas como estrategia no invasiva (v. explicación anterior sobre la progresión del parto). ¿Influye
para el alivio de los dolores del parto. de alguna manera el momento del parto en que se administra
En 1881, Stanislav Klikovitch describió la utilización del el analgésico neuroaxial sobre el subsiguiente curso temporal
N2O durante el parto en Rusia94. Klikovitch recomendaba de este? Como se ha señalado anteriormente, en los estudios
mezclar N2O y O2, y utilizar esta mezcla de forma intermi- más antiguos en los que se utilizaban dosis más elevadas de
tente durante las contracciones. En la actualidad, el N2O se anestésico y en los que los tratamientos no eran aleatoriza-
utiliza habitualmente de esta manera en Europa, Escandina- dos, se observó que el inicio precoz de la analgesia epidural
via y Australia como analgésico para el parto, pero rara vez en iba asociado a una primera fase del parto más prolongada.
EE. UU. Se suele mezclar con O2 en una proporción 50:50 o Los diseños doble ciego en el estudio de intervenciones com-
ligeramente mayor para ser administrado por vía inhalatoria plejas, como es el caso de la analgesia neuroaxial, no son
por la propia paciente. En un metaanálisis en que se inclu- sencillos de llevar a cabo, pero son necesarios junto con una
yeron datos procedentes de tres estudios, se constató que el adecuada aleatorización de los tratamientos para que los
N2O proporciona un importante alivio del dolor, con una resultados no sean sospechosos de sesgo. En 2011 se llevó a
mediana de disminución de la puntuación de dolor de 14/100 cabo un metaanálisis en el que se incluyeron ensayos clínicos
(IC al 95%, de –4 a –24)95. Al compararlo con placebo o con prospectivos y bien aleatorizados para estudiar la hipótesis de
ausencia de tratamiento en un estudio con 509 parturientas, que la administración de la analgesia neuroaxial al iniciarse
el N2O va asociado a una disminución de la mediana de la la primera fase del parto va asociada a una mayor duración
puntuación de dolor de 3,5 sobre 10 (IC al 95%, 3,3-3,8)95. En de esta primera fase del parto102. En seis estudios en los que
algunos estudios se ha demostrado una analgesia modera­ participaron 15.399 parturientas se comparó la adminis-
da tras la inhalación de N2O (de 8 sobre 10 a 6 sobre 10)96, mien- tración de la anestesia neuroaxial cuando la dilatación del
tras que en otros no se han apreciado diferencias en la escala cuello uterino era igual o menor a 3 cm con la administración
analógica visual de dolor97. Paradójicamente, muchas de las de esta durante la fase activa del parto. No se detectaron
mujeres que participaron en este estudio negativo llevado diferencias en la incidencia de cesáreas, y la duración de
a cabo por Carstoniu et al.97 prefirieron seguir utilizándolo la primera fase del parto no se incrementó. Por lo tanto,
una vez terminado el período de estudio. En otros estudios, si una parturienta opta por la analgesia neuroaxial pese al
hay mujeres que afirmaron haber obtenido un importante aumento de riesgo de la prolongación de la segunda fase
«beneficio» tras su uso, y la mayoría de las mujeres que lo del parto y de fiebre materna, no hay datos que avalen que
utilizaron se mostraron dispuestas a volver a emplearlo en haya algún momento durante la primera fase del parto en
futuros partos como forma de alivio del dolor98,99. El efecto que sea «demasiado pronto» como para iniciar el tratamiento
analgésico del N2O puede confundirse con sus efectos sedan- analgésico. Las directrices actuales de la ASA afirman que la
tes o relajantes, que también son beneficiosos para la partu- solicitud de alivio del dolor del parto por parte de la madre es
rienta independientemente de dicho efecto analgésico o en motivo suficiente como para intervenir, y que la decisión no
conjunción con él. Cuando no se asocia a la administración debe depender de ningún valor arbitrario de la dilatación19.
de opioides, la utilización de N2O diluido al 50% en O2 es
segura, sin que dé lugar a hipoxia, inconsciencia ni pérdida Analgesia epidural
de los reflejos respiratorios protectores100. Además, no induce La analgesia epidural se suele administrar mediante la inser-
disminución de la contractilidad uterina ni depresión fetal, ción de un catéter en el espacio epidural entre los niveles
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

independientemente de la duración del tratamiento. L2-L3 y L4-L5. No se recomienda administrar directamente


anestésico local al espacio epidural mediante inyección con
ANALGESIA NEUROAXIAL aguja debido al peligro de administrarlo intravascularmente
y a las consiguientes e inmediatas manifestaciones de toxici-
La analgesia neuroaxial es el método más fiable y efectivo dad, como convulsiones, arritmias o insuficiencia cardiovas-
para reducir el dolor durante el parto80. Sin embargo, tam- cular. La analgesia se debe iniciar con una dosis de prueba
bién presenta riesgos; pequeños pero reales y predecibles. que contenga una cantidad de anestésico local suficiente-
mente baja como para no provocar problemas en caso de
Momento de la administración ser inyectada al espacio intravascular, pero capaz de inducir
El momento óptimo para la administración de los anes- alteraciones sensoriales que suelen describirse como mareo,
tésicos neuroaxiales ha sido estudiado extensamente. En una zumbido en los oídos o insensibilidad en los labios. Esta
revisión Cochrane actualizada en 2011 en que se incluyeron dosis debería ser suficiente como para provocar insensibili-
38 estudios con 9.658 parturientas, la analgesia epidural dad y bloqueo motor de las extremidades inferiores si fuese
proporcionó mejor alivio del dolor que el placebo (disminu- inyectada por equivocación en el líquido raquídeo, pero no
ción mediana de 3,4 sobre 10 [IC al 95%, 1,3-5,4]) y redujo debería causar efecto sensorial alguno al ser inyectada en el
la necesidad de tratamientos analgésicos adicionales101. Sin espacio epidural. Este es el fundamento de la administración

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2342 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

de una «dosis de prueba» para evitar la inserción errónea entre el bloqueo sensorial que provocan y el bloqueo motor
del catéter en el compartimento intravascular o subarac- es mayor que en el caso de la lidocaína o la 2-cloroprocaína.
noideo103. Algunos médicos proponen añadir una pequeña La administración de lidocaína y 2-cloroprocaína por vía
cantidad de adrenalina a la dosis de prueba, de tal forma que epidural solo suele llevarse a cabo en anestesia quirúrgica y
si el catéter se encuentra situado en el compartimento intra- no en el parto, ya que en esas situaciones no es deseable que
vascular se produzca una ligera taquicardia. Sin embargo, no se preserven las funciones motoras.
hay unanimidad sobre esta cuestión, dada la dificultad que A lo largo de los años noventa, se describieron múltiples
entraña detectar pequeños cambios de la frecuencia cardíaca casos de pacientes con síntomas neurológicos transitorios y
en presencia de las contracciones uterinas del parto. En un síndrome de cola de caballo de duración mayor de lo habitual
estudio prospectivo, aleatorizado y ciego de 59 parturientas en casos en los que se habían administrado lidocaína y 2-cloro-
a las que se administró por vía i.v. una dosis de 0, 1, 2 o 3 ml procaína por vía subaracnoidea105,106. Es de destacar que en la
de lidocaína con adrenalina al 1:200.000 para simular una mayoría de los casos, aunque no en todos, se habían utilizado
dosis de prueba epidural, se determinó la sensibilidad y la preparados con concentraciones elevadas, esto es, hiperbári-
especificidad de este método haciendo uso de un observador cos. Las concentraciones elevadas de cualquier anestésico local
que desconocía la dosis administrada104. En todos los casos, causan necrosis o apoptosis neuronal in vitro; probablemente
el volumen finalmente inyectado se ajustó a 3 ml mediante esta es la causa del síndrome de cola de caballo, pero el origen
dilución con solución salina normal. En las mujeres a las que de los síntomas neurológicos transitorios no se conoce con
se administraron las dosis de prueba de 2 o 3 ml (lidocaína exactitud107. Los síntomas neurológicos transitorios y el sín-
con adrenalina) la sensibilidad fue del 100% (valor predic- drome de cola de caballo se han observado también tras el
tivo negativo del 100%), pero entre las mujeres a las que tratamiento con bupivacaína por vía subaracnoidea108; sin
únicamente se administró solución salina la especificidad embargo, el riesgo de que aparezcan síntomas neurológicos
fue de solo un 79%, con 11 negativos verdaderos en los 15 ca­ transitorios es más elevado cuando se utiliza lidocaína que
sos analizados. Aunque la sensibilidad del 100% garantiza cuando se trata a la paciente con bupivacaína (RR, 5,1; IC al
que no se produzcan inserciones intravasculares indeseadas 95%, 2,5-10,2)109.
de los catéteres, una proporción de falsos positivos del 21% La analgesia epidural se empezó a utilizar en los partos en
constituye un problema importante, al hacer precisa la reti- 1909, cuando Stoeckel describió 141 casos de anestesia epidural
rada innecesaria de todos estos catéteres. El riesgo de efectos por vía caudal110. Desde entonces, la anestesia epidural por vía
adversos debidos a la inyección intravascular del anestésico caudal en los partos ha sido sustituida por la anestesia epidural
local se puede mitigar llevando a cabo una infusión lenta de por vía lumbar. Continúa la búsqueda de la receta analgésica
anestésico local poco concentrado, en lugar de administrar perfecta, que sería aquella que proporcionara una excelente
bolos sucesivos de anestésico concentrado. analgesia sin inducir bloqueo motor y sin ejercer ningún otro
efecto sobre la madre ni sobre el feto. Esta receta aún no se
Analgesia subaracnoidea y analgesia ha conseguido. En los últimos años se han utilizado concen-
combinada subaracnoidea-epidural traciones más bajas de anestésico local, solo o asociado a opioi-
La analgesia subaracnoidea se puede utilizar en el parto inde- des y otros adyuvantes analgésicos diversos, con objeto de
pendientemente de la analgesia epidural, aunque es más fre- reducir el bloqueo motor e incrementar el bloqueo sensorial.
cuente combinarla con la inserción de un catéter epidural, de Todos los anestésicos locales provocan un bloqueo simpático
tal manera que al desaparecer el efecto analgésico de la dosis dependiente de la dosis. Cuando se utilizan concentraciones
subaracnoidea la analgesia pueda ser mantenida mediante muy elevadas, la hipotensión materna puede conducir a asfixia
infusión epidural. De todas formas, la analgesia subaracnoi- fetal. Los fármacos más utilizados en analgesia obstétrica son
dea puede ser útil por sí sola cuando es posible estimar con la bupivacaína (0,0625-0,125%) y la ropivacaína (0,0625-0,2%)
una cierta certeza la duración del parto. Por ejemplo, ¿qué se administradas por vía epidural, debido a su baja capacidad de
debería hacer si una mujer multípara solicita analgesia en la bloqueo motor. La ropivacaína y la levobupivacaína se sinte-
segunda fase del parto? Un opioide asociado a una pequeña tizaron con objeto de reducir la cardiotoxicidad que conlleva
dosis de anestésico local se puede administrar con rapidez, la administración intravascular accidental de bolos de bupi-
proporciona analgesia en un breve espacio de tiempo y se vacaína. De todas las maneras, hoy en día la cardiotoxicidad
disipa cuando deja de ser necesario. Cuando tras adminis- es poco frecuente dadas las bajas dosis de anestésico local que
trar la dosis subaracnoidea se inserta, además, un catéter se utilizan en la analgesia durante el parto.
epidural, no se requiere dosis de carga inicial, porque la La adición de opioides liposolubles, como el fentanilo
parturienta se encontrará bajo el efecto analgésico de dicha (1-3 mg/ml) o el sufentanilo (0,1-0,5 mg/ml), permite dis-
dosis subaracnoidea cuyo efecto, en circunstancias norma- minuir las dosis de anestésico local, con el consiguiente
les, durará hasta que la infusión epidural alcance el estado descenso del bloqueo motor, un grado de analgesia parecido
estacionario. En esta situación, la detección de la colocación y una mayor satisfacción por parte de las madres111. Des-
errónea de un catéter en el compartimento subaracnoideo graciadamente, no existe un tratamiento por vía epidural
puede ser menos fiable porque la paciente ya se encuentra con opioides exclusivamente que proporcione una analgesia
bajo los efectos de los analgésicos. Sin embargo, las dosis de adecuada sin efectos adversos inaceptables. La complicación
anestésico local utilizadas habitualmente en el tratamiento más importante que limita la cantidad de fentanilo que se
combinado subaracnoideo-epidural proporcionan analgesia puede administrar por vía epidural es el prurito. La analgesia
sin inducir bloqueo motor, por lo que la detección de la epidural controlada por la paciente permite a esta última
colocación intravascular de un catéter de la forma que se ha regular la dosis administrada a través del catéter epidural
descrito anteriormente puede ser válida104. mediante una bomba; la cantidad de fármaco que se puede
administrar cada hora con esta bomba es limitada, para evitar
Fármacos analgésicos neuroaxiales fenómenos de toxicidad. En un estudio, se comprobó que
Cualquier anestésico local sin conservantes añadidos se pue- las pacientes que se autoadministraron el anestésico local
de administrar mediante un catéter epidural. Los más utili- durante el parto según sus necesidades utilizaron menos
zados son la bupivacaína y la ropivacaína, ya que la relación fármaco y experimentaron un alivio del dolor parecido112.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2343

La búsqueda de una combinación perfecta de fármacos a su efecto vasoconstrictor124, pero la duración de la cefalea
para administración epidural ha conducido al uso de fárma- probablemente está relacionada con la cicatrización del
cos adyuvantes que permiten reducir la cantidad de anes- desgarro de la duramadre. En el caso de la punción dural
tésico local necesaria. La mayoría de estos fármacos actúan con aguja epidural, la aguja puede ser recolocada de un
activando los receptores adrenérgicos. La adrenalina es un espacio a otro o se puede insertar un catéter subaracnoideo.
agonista adrenérgico no selectivo que activa los recepto- Cuando se ha colocado un catéter subaracnoideo, se debe
res adrenérgicos a1, a2, b1, y b2. La activación de los recep- evitar a toda costa la inyección accidental de una dosis de
tores a1 de los vasos epidurales produce vasoconstricción, anestésico epidural. Cuando accidentalmente se lleva a cabo
lo que retarda la captación de los anestésicos locales y los una punción intradural no intencionada, la inserción de un
opioides por parte del lecho vascular113. Es probable que la catéter subaracnoideo puede proporcionar una excelente
activación de los receptores adrenérgicos a2 por parte de analgesia y evitar así nuevos intentos de punción epidural y
la adrenalina proporcione analgesia adicional114. Las dosis el riesgo consiguiente de perforar de nuevo la duramadre125.
de adrenalina administradas por vía epidural son típica- La incidencia de cefalea secundaria a una punción húmeda
mente bajas (de 1:400.000 a 1:800.000), debido al peligro puede reducirse o no cuando se emplea esta técnica en lugar
de vasoconstricción arterial uterina que conllevan las dosis del reemplazo epidural, pero la analgesia durante el parto se
más elevadas. La neostigmina reduce la degradación de la obtiene más rápidamente con un catéter subaracnoideo125.
adrenalina en la sinapsis y sus efectos son similares a los Las infecciones debidas a la administración subaracnoidea
de la adrenalina en bajas dosis115-117. La administración de o epidural de anestésicos son poco frecuentes cuando se
neostigmina por vía subaracnoidea conlleva una incidencia utilizan técnicas asépticas estrictas126,127.
inaceptable de náuseas y vómitos115, y la neostigmina epidu- El espacio epidural se encuentra muy vascularizado, por lo
ral no parece que presente ventaja alguna sobre la adrenalina que es frecuente perforar vasos al insertar la aguja epidural.
(v. también capítulo 97). La clonidina es un antagonista Sin embargo, si no existen anomalías plaquetarias o de los
relativamente selectivo de los receptores adrenérgicos a2 que, factores de la coagulación, el hematoma epidural es muy
añadida a disoluciones diluidas de anestésico local, propor- poco frecuente, con un límite superior estimado de 4,6 × 10–5
ciona analgesia adicional118,119. Aunque su eficacia para el en la población obstétrica128. Aunque no son habituales, el
tratamiento de los dolores del parto es indiscutible, la Food dolor de espalda y la persistencia del bloqueo motor pueden
and Drug Administration (FDA) estadounidense advierte ser señal de hematoma epidural, por lo que su presencia exige
acerca de la administración epidural de la clonidina, que «no una cuidadosa evaluación. Todas las parturientas deben ser
está recomendada para el tratamiento del dolor obstétrico, monitorizadas después del parto hasta que desaparezca por
posparto o perioperatorio, ya que el riesgo de inestabilidad completo el bloqueo epidural. Las lesiones nerviosas directas
hemodinámica (p. ej., hipotensión, bradicardia) puede ser causadas por agujas epidurales o subaracnoideas insertadas
inaceptable en esta subpoblación». En otras recomendacio- durante el parto son extremadamente raras, ya que se colocan
nes relacionadas, se afirma que existen «raras situaciones por debajo del cono medular. Se ha estimado que la inciden-
obstétricas, posparto o perioperatorias en que el beneficio cia de problemas atribuibles a lesiones neurológicas directas
para la paciente puede compensar los posibles riesgos». La es de 0,6 por cada 100.000 en el caso de la analgesia epidural
dexmedetomidina es un agonista mucho más selectivo de y del 3 por cada 100.000 en el de la subaracnoidea129-131. El
los receptores adrenérgicos a2 cuya administración epidural dolor de espalda posparto es frecuente, independientemente
no está autorizada en EE. UU.120. Sin embargo, en un ensayo de que se haya usado o no analgesia neuroaxial tras el naci-
clínico controlado y aleatorizado se constató su eficacia al miento. Sin embargo, no hay datos que demuestren una
ser administrado asociado a bupivacaína epidural121. frecuencia mayor cuando se ha utilizado analgesia neuroaxial
durante el parto. En varios estudios se ha detectado una
Complicaciones de la analgesia neuroaxial asociación entre el aumento de la temperatura materna y la
Además de las complicaciones de la analgesia neuroaxial utilización de analgesia epidural132. La posible causalidad no
relacionadas con los propios fármacos que se han descri- es fácilmente demostrable, ya que la temperatura va aumen-
to anteriormente, en raras ocasiones la administración de tando a lo largo del parto debido, probablemente, a citocinas
analgesia epidural puede dar lugar a graves efectos tóxicos. termógenas132,133. Además, la analgesia epidural suele ser
En los primeros experimentos con cocaína administrada administrada en fases avanzadas del parto, por lo que puede
por vía subaracnoidea, las punciones intradurales dieron asociarse a las altas temperaturas a que da lugar la intensa
lugar a graves cefaleas. Se cree que las pérdidas de LCR dan lu­ actividad metabólica (v. también en capítulos 56 y 98).
gar a hiperemia vascular y que la tendencia a las migrañas
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

y la tracción sobre fibras nocirreceptoras también pueden OTROS BLOQUEOS NERVIOSOS LOCALES
desempeñar algún papel. La incidencia, gravedad y duración
de las cefaleas secundarias a punción dural dependen del Los obstetras han utilizado los bloqueos nerviosos mediante
tamaño de la aguja y de la forma de su punta. El calibre de anestésicos locales para el alivio de los dolores del parto134.
las agujas utilizadas en la técnica combinada subaracnoi- Para el bloqueo paracervical, se inyecta anestésico local en la
dea-epidural oscila entre 25 y 29, con lo que la incidencia región lateral del cuello uterino a las 4 y a las 10 h, con cui-
de cefaleas por punción dural se mantiene por debajo del dado de no penetrar en las estructuras vasculares. El bloqueo
1%122,123. Los catéteres epidurales suelen insertarse a través paracervical es eficaz para aliviar los dolores de la dilatación
de una aguja de punta roma del calibre 17 o 18, y en estos uterina, pero no anula el dolor de tipo cólico debido a la con-
casos la incidencia de cefalea tras la punción dural oscila tracción del cuerpo uterino. De todas formas, el bloqueo para-
entre el 30 y el 80%122. Dada la similitud de los síntomas cervical sí que reduce el dolor en la segunda fase del parto. El
y de la fisiología que caracterizan las cefaleas migrañosas, bloqueo paracervical reduce el dolor del parto más eficazmente
las cefaleas secundarias a punción dural se han tratado con que el placebo o la meperidina administrada por vía intramus-
fármacos que son eficaces para las migrañas, con éxito dis- cular135. Por el contrario, no se han detectado diferencias en
par. La cafeína es eficaz para el tratamiento a corto plazo de la capacidad de alivio del dolor del parto entre el bloqueo
las cefaleas originadas por la punción dural, debido tal vez paracervical y la analgesia con fentanilo i.v. controlada por

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2344 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

la paciente136. El bloqueo paracervical se puede complicar si epidural o subaracnoidea en las cesáreas reduce al mínimo la
se inyecta anestésico local en la cabeza del feto en presenta- exposición del neonato a los anestésicos y permite a la madre
ción, un accidente que puede tener consecuencias nefastas. ver al niño casi de inmediato. Aunque existen diversas cues-
Se recomienda monitorizar al feto durante un cierto tiempo tiones a tener en cuenta en lo relativo a la anestesia en el parto
después del procedimiento. La bradicardia fetal transitoria por cesárea, presentamos aquí un resumen general, aunque
y la toxicidad materna debida a los anestésicos locales son existen otras fuentes en donde obtener más información146,147.
efectos adversos más frecuentes137-139. Las técnicas de bloqueo Todas las mujeres embarazadas deben ser sometidas a un
paracervical se han ido haciendo más seguras al aplicar las estudio preoperatorio, independientemente del tipo de parto
inyecciones más superficialmente, mediante agujas guiadas, y o del método anestésico que se prevea utilizar, y tienen que
al utilizar disoluciones más diluidas de anestésico local. recibir información acerca de las ventajas y peligros de cada
El nervio pudendo procede de las raíces del nervio sacro uno de estos tipos de parto y métodos anestésicos. Se debe
y puede ser bloqueado mediante anestésicos locales por vía determinar también la situación actual del feto y el plan de
transvaginal o transperineal para el alivio del dolor durante tratamiento obstétrico, junto con el plan de tratamiento anes-
la segunda fase del parto o durante la reparación de la epi- tésico. Además, se debe disponer siempre de los fármacos y el
siotomía. Este bloqueo puede ser útil, pero no es tan eficaz instrumental necesarios para poder iniciar un procedimiento
como el bloqueo subaracnoideo con fentanilo y bupivacaí- de anestesia general ante una situación imprevista. Aunque
na140. El bloqueo pudendo puede dificultar el empuje duran- es difícil determinar cuál es la frecuencia de aspiración signi-
te la segunda fase del parto141. Otras complicaciones son una ficativa de contenido gástrico tras la inducción de anestesia
alta tasa de bloqueos fallidos, la toxicidad sistémica debida general, se calcula que la mortalidad materna que conlleva
al anestésico local, el hematoma isquiorrectal o vaginal y, oscila entre el 5 y el 15%, según datos retrospectivos148,149.
en raras ocasiones, la inyección de anestésico local al feto Como se ha señalado, las directrices de la ASA recomiendan
(v. también los capítulos 56 a 58). «administrar antiácidos no particulados, antagonistas de los
receptores H2 y metoclopramida en el momento adecuado
para la profilaxis de la aspiración» antes de cualquier inter-
CONSIDERACIONES SOBRE ANESTESIA vención quirúrgica obstétrica19. La decisión sobre si utilizar
EN EL PARTO ASISTIDO anestesia general o bloqueo neuroaxial para el parto por
cesárea se ha de tomar atendiendo a varios factores, entre
La analgesia epidural en bajas dosis puede no ser adecua- los que se encuentran el estado fetal y la urgencia con que
da en los partos asistidos mediante fórceps o ventosa. En se ha de producir el parto, las enfermedades asociadas de
estas situaciones se puede administrar una cantidad mayor la madre, la presencia o ausencia de una vía epidural ins-
de anestésico local a través de un catéter epidural fijo o se talada previamente con fines analgésicos, consideraciones
puede conseguir también una excelente analgesia perineal quirúrgicas y el deseo de la madre. En la actualidad, en los
mediante una «segunda fase subaracnoidea». La inyección países desarrollados la mayoría de los partos por cesárea se
a través de un catéter epidural fijo de 5 a 10 ml de lidocaína llevan a cabo empleando técnicas neuroaxiales.
al 1 o al 2% o de 2-cloroprocaína al 2 o al 3% suele ser sufi-
ciente, dependiendo de si se utiliza ventosa o fórceps. En los
partos asistidos también se puede considerar la posibilidad ANESTESIA SUBARACNOIDEA
de utilizar el bloqueo del nervio pudendo.
Si no se ha insertado previamente un catéter epidural, la anes-
tesia subaracnoidea se utiliza habitualmente en partos por
cesárea no urgente. En comparación con el bloqueo epidural,
ANESTESIA EN LA CESÁREA la preparación es más rápida y fácil, permite iniciar antes la
intervención, proporciona un bloqueo más profundo, resulta
CONSIDERACIONES Y RIESGOS PARA LA MADRE
más rentable y es menos probable que falle (proporción de
La frecuencia de los nacimientos mediante cesárea se incre- fallos < 1%)150,151. La posibilidad de que la madre desarrolle
mentó en EE. UU. un 50% entre 1998 y 2008, y aumentó des- hipotensión clínicamente significativa es mayor cuando se
de un 22 a un 33% del total de partos142. Aunque la mortalidad utiliza la anestesia subaracnoidea que con la epidural. El
materna se redujo notablemente durante la primera mitad del desplazamiento del útero hacia la izquierda junto con la
siglo xx, la tasa es diez veces mayor en el parto con cesárea que administración adecuada de líquidos y la utilización de vaso-
en el vaginal, según un estudio retrospectivo en que se analiza- constrictores pueden reducir este riesgo mínimo. Aunque la
ron 1,5 millones de partos acaecidos durante el período 2000- administración i.v. de cristaloide o coloide puede atenuar la
2006143. Puede que algunas de las fallecidas se encontraran en hipotensión inducida por la anestesia subaracnoidea en par-
una situación de emergencia y precisaran anestesia general tos por cesárea152, en un ensayo clínico controlado y aleato-
en lugar de una técnica neuroaxial. Las mujeres tratadas con rizado en que se compararon coloide y cristaloide se observó
anestesia general para el parto mediante cesárea presentan un que la utilización de coloide era preferible a la precarga con
mayor riesgo de muerte por aspiración pulmonar de contenido cristaloide153. En otro estudio se comprobó que la adminis-
gástrico e intubación traqueal fallida, ventilación inadecuada tración de coloide a la vez que la anestesia subaracnoidea
o ambas que las que son sometidas a bloqueo neuroaxial, era igualmente eficaz para la prevención de la hipotensión
especialmente en situaciones de emergencia. Aun así, el ries- que la administración previa de coloide154. De todas formas,
go relativo se ha ido reduciendo a lo largo del tiempo. Los existen dudas acerca de la seguridad de los coloides sintéticos
datos obtenidos en EE. UU. entre 1979 y 1990 muestran un en procesos de reanimación intraoperatorios o en unidades
incremento del riesgo de mortalidad del 16,7 cuando se utiliza de cuidados intensivos (v. también capítulo 61).
la anestesia general en lugar del bloqueo neuroaxial para el La efedrina se consideró durante mucho tiempo el vaso-
parto mediante cesárea144; entre 1997 y 2002, el cociente de constrictor de elección para el tratamiento de la hipotensión
riesgo al utilizar anestesia general se redujo a 1,7145. Además de debida a anestesia neuroaxial en pacientes embarazadas; sin em­
aumentar la seguridad de la madre, la utilización de anestesia bargo, la fenilefrina administrada en bolos o en infusión

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2345

reduce eficazmente la hipotensión y, además, se transfiere al de la epidural. Esta técnica permite obtener rápidamente
feto en menor medida que la efedrina, lo que reduce el riesgo un bloqueo denso y fiable, además de ampliar el tiempo
de acidosis fetal31,34,155. Pese a la preocupación por la posible o la altura del bloqueo mediante la utilización del catéter
hipotensión, la anestesia subaracnoidea se puede administrar epidural. Entre los posibles inconvenientes están la presen-
con seguridad a pacientes con preeclampsia156,157. cia de un catéter no comprobado y la posibilidad de mala
Aunque para el bloqueo subaracnoideo se pueden usar colocación o funcionamiento de la vía epidural.
diversos anestésicos locales, es frecuente administrar de 10 a
15 mg de bupivacaína hiperbárica para alcanzar un grado de ANESTESIA GENERAL
bloqueo adecuado (T4). Ni la estatura ni el peso de la pacien-
te afectan a la extensión del bloqueo158, aunque puede ser En determinadas situaciones de urgencia (p. ej., bradicardia
preciso ajustar las dosis para pacientes extremadamente altas. fetal, hemorragia o coagulopatía materna, rotura uterina,
La calidad del bloqueo puede mejorar mediante la adminis- traumatismo materno) puede ser precisa la utilización de
tración conjunta de otras sustancias, como fentanilo, sufen- la anestesia general para el parto por cesárea. Además, en
tanilo o adrenalina. También se suelen administrar, junto con comparación con la anestesia neuroaxial, permite un mayor
la anestesia subaracnoidea, 0,1-0,25 mg de morfina exenta de control de las vías respiratorias y de la ventilación, y propor-
conservantes, con objeto de reducir el dolor postoperatorio ciona más estabilidad hemodinámica.
durante 18 o 24 h, cuando los efectos del anestésico ya han Tanto si un anestésico es de tipo neuroaxial como si
desaparecido. es general, para su administración segura se requiere una
preparación adecuada del equipo, el conocimiento de las en­
fermedades maternas concomitantes, la exploración de las vías
ANESTESIA EPIDURAL respiratorias y una cierta familiaridad con el algoritmo de
Un catéter epidural colocado previamente con objeto de pro- vías respiratorias difíciles de la ASA161, modificado lige­
porcionar analgesia durante el parto constituye una vía exce- ramente por algunos autores para su utilización en el parto
lente para la administración de anestesia quirúrgica cuando se por cesárea. En la figura 77-4 se muestra un ejemplo publi-
ha de recurrir a una cesárea. Las técnicas de administración a cado. Además, en el cuadro 77-3 se describe una estrategia
través de catéter permiten regular exactamente la dosis de anes- sugerida para el parto por cesárea con anestesia general. En
tésico local para conseguir la altura de bloqueo adecuada, así situaciones de emergencia es esencial una comunicación
como administrar más anestésico si fuera necesario. Si se prevé clara y concisa entre todos los miembros del equipo quirúr-
que la cesárea durará más de lo previsto, o si la madre padece gico para garantizar una máxima seguridad del paciente y
trastornos concomitantes que aconsejen una anestesia epidural reducir al mínimo el riesgo de complicaciones. Estas líneas
más gradual y controlada, esta técnica también puede resultar de comunicación son especialmente importantes durante
adecuada aunque no se haya colocado previamente un catéter. la inducción de la anestesia, la preparación de las vías res-
El grado de bloqueo requerido para la cirugía se tarda más en piratorias y la incisión quirúrgica. Si se produce un fallo de
conseguir con las técnicas epidurales que con las subaracnoi- la intubación endotraqueal, no se debe practicar la incisión
deas, pero aun así las primeras pueden ser suficientemente quirúrgica hasta que la paciente pueda ser sometida a una
rápidas como para resultar útiles en situaciones de urgencia ventilación adecuada mediante una mascarilla buconasal o
si el catéter se encuentra insertado y ha sido usado con fines laríngea (ML)19. La utilización de una ML es especialmente
analgésicos. Aunque son precisos unos 10 min para conseguir eficaz en las pacientes obstétricas; no protege frente a la
un nivel T4 mediante la administración de un anestésico local aspiración del contenido gástrico y solo debe usarse como
de acción rápida como la 2-cloroprocaína al 3% a través de un alternativa a una intubación fallida. En un estudio pros-
catéter recién colocado159, solo se requieren unos 5 min para pectivo de más de 1.000 pacientes sometidas a cesárea pro-
pasar de un nivel T10 con una densidad propia de la analgesia gramada se utilizaron ML sin que se produjese aspiración
para el parto a un nivel quirúrgico T4 mediante la adminis- ni hipoxia en ningún caso162,163. La muerte por problemas
tración 2-cloroprocaína al 3% o de lidocaína alcalinizada al respiratorios relacionada con la anestesia se puede producir
2%160. Cuando no se precisa una acción del anestésico rápida, durante el episodio urgente o en el período de recuperación,
se pueden utilizar varios de ellos, administrándose habitual- así como en el curso de la inducción. El riesgo de la paciente
mente volúmenes de anestésico local comprendidos entre 10 y aumenta en casos de obesidad, monitorización inadecuada,
20 ml según si existe previamente o no analgesia epidural. La inexperiencia del personal y situaciones de urgencia164. Las
administración por vía epidural de anestésicos locales se debe cesáreas urgentes no son frecuentes, pero sí predecibles, y los
llevar a cabo dividiendo las dosis, por si el catéter se hubiese equipos médicos pueden prepararse mediante simulacros.
desplazado al espacio intravascular o intradural. La calidad del
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

bloqueo se puede mejorar si se administra también adrenalina Inducción de la anestesia: fármacos


al 1:200.000, entre 50 y 100 mg de fentanilo, o entre 10 y 20 mg administrados por vía intravenosa
de sufentanilo. La administración por vía epidural de 50-100 mg La administración i.v. de entre 4 y 6 mg/kg de tiopental sódico
de clonidina puede ser útil en pacientes con dolor crónico sigue siendo utilizada en muchos países para la inducción de
preexistente o con hipertensión grave, si se considera que los la anestesia, y fue en su tiempo el fármaco más utilizado en
posibles beneficios compensan el riesgo de hipotensión y bra- EE. UU. para este fin (v. también capítulo 30). En la actualidad,
dicardia. En ocasiones también se administran por vía epidural el fármaco empleado con más frecuencia es el propofol, que
entre 3 y 5 mg de morfina para aliviar el dolor postoperatorio. produce inconsciencia en aproximadamente 45 s. Al igual
que el tiopental sódico, puede provocar hipotensión acusada
ANESTESIA COMBINADA y presenta un cociente entre la concentración en la arteria um­
SUBARACNOIDEA-EPIDURAL bilical (AU) y en la vena umbilical (VU) igual a 0,7165. La ad­
ministración i.v. de las dosis de inducción típicas (2,5 mg/kg)
La combinación de anestesias subaracnoidea y epidural para no altera las puntuaciones Apgar de los neonatos, pero su
el parto por cesárea puede ser idónea en algunas situaciones, repetición o acumulación (9 mg/kg) van asociadas a una
ya que reúne las ventajas de la técnica subaracnoidea y las importante depresión del neonato166. No se conoce con detalle

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2346 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

Figura 77-4.  Algoritmo para el tratamiento de dificultades respiratorias imprevistas en pacientes obstétricas. CC, cirugía de cesárea; ETCO2, dióxido
de carbono teleespiratorio; FC, frecuencia cardíaca; ML, mascarilla laríngea; PA, presión arterial; SatO2, saturación de oxígeno; VMB, ventilación con
mascarilla y bolsa. (Reproducido a partir de Balki M, Cooke M, Dunington S, et al: Unanticipated difficult airway in obstetric patients: development of a
new algorithm for formative assessment in high-fidelity simulation, Anesthesiology 117:883-897, 2012, con autorización.)

la razón de esta ausencia de efectos sobre el neonato, pero es contrario que el tiopental y el propofol, el etomidato no
probable que sea consecuencia de una rápida distribución en afecta apenas la hemodinámica materna, pero presenta una
los tejidos maternos, del metabolismo de primer paso por el mayor incidencia de náuseas y vómitos, y puede aumentar
hígado del neonato, de la dilución del anestésico con sangre el riesgo de convulsiones en pacientes en que el umbral
procedente de las extremidades inferiores tras su paso a la vena de estas sea bajo. Cuando se utilizan las dosis típicas de
cava a través del conducto venoso y del mayor contenido de inducción (0,3 mg/kg), se ha observado una disminución
agua del cerebro fetal, que reduce su efecto central. de la producción de cortisol por parte del neonato durante
El etomidato es un fármaco de acción rápida, y su rápi- un período inferior a 6 h, hallazgo de significado clínico
da hidrólisis le confiere una corta duración de acción. Al desconocido167.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2347

frecuencia da lugar a alucinaciones indeseables, que se pueden


CUADRO 77-3  Secuencia sugerida de anestesia mitigar administrando al mismo tiempo benzodiacepinas.
general en la cesárea En caso de utilizarlo para analgesia y sedación en estado de
1. Administre un antiácido no particulado (citrato sódico) antes de
consciencia, se debe tener precaución para evitar que dosis
la inducción de la anestesia y considere también la posibilidad repetidas den lugar a una pérdida de consciencia que, sin una
de administrar metoclopramida o un bloqueante H2. protección adecuada de las vías respiratorias, podría aumentar
2. Inicie la monitorización estándar, mantenga el útero el riesgo de aspiración pulmonar.
desplazado hacia la izquierda y asegúrese de que están
disponibles tanto los dispositivos para la succión y el manejo
Relajantes musculares
de las vías respiratorias como los fármacos adecuados. El tono muscular uterino no se ve afectado por los relajantes
3. Asegúrese de que la paciente tiene insertado un catéter de la musculatura esquelética, y a las dosis estándar, apenas
intravenoso en buen estado de funcionamiento e inicie la son transferidos al feto (v. también capítulo 34). La adminis-
administración de disolución de cristaloide. tración i.v. de 1-1,5 mg/kg de suxametonio se caracteriza
4. Si hay tiempo (cirugía no urgente), administre profilaxis por una acción rápida (30-45 s) y de corta duración. Tras su
antibiótica y colabore en la revisión de la lista de tareas administración, se metaboliza en el plasma por la acción
previas a la intervención. de la seudocolinesterasa y solo una pequeña cantidad llega
5. Preoxigene/desnitrogene a la paciente durante más de al feto, debido a su alto grado de ionización y a su baja
3 min o mediante cuatro inspiraciones máximas (capacidad liposolubilidad. No es detectable en muestras del cordón
vital) durante 30 s con oxígeno al 100%. umbilical a no ser que se administren a la madre dosis más
6. Cuando el cirujano esté listo y la paciente preparada, un elevadas (2-3 mg/kg), y para inducir accidentalmente un
ayudante debe presionar el cricoides (manteniendo la
bloqueo neuromuscular en el neonato es preciso administrar
presión hasta que se compruebe la correcta posición del
a la madre dosis extremadamente elevadas (10 mg/kg)169.
tubo endotraqueal)*.
Tras la administración de suxametonio, se debe monitorizar
7. Notifique al cirujano que la paciente está preparada para la
inducción de la anestesia y confírmeselo.
siempre la fuerza muscular de la madre, ya que si la con-
8. Administre en secuencia rápida el fármaco inductor y centración plasmática de la enzima hidrolítica es baja o la
el relajante muscular, espere entre 30 y 60 s, e inicie la enzima presenta una forma atípica, puede aparecer debilidad
laringoscopia directa para la intubación traqueal. Considere muscular prolongada; esta debilidad también puede ser
la posibilidad de utilizar etomidato o ketamina si se prevén debida a la administración previa de sulfato de magnesio.
problemas de hipotensión. El rocuronio se considera una alternativa al suxametonio
9. Una vez confirmada la colocación del tubo endotraqueal, como relajante muscular. Administrado en dosis de entre
comunique al cirujano que puede comenzar la incisión 0,9 y 1,2 mg/kg, proporciona una relajación suficiente para
10. Administre óxido nitroso al 50% en oxígeno con una la intubación endotraqueal en menos de 60 s170,171. Es una
concentración alveolar mínima de entre 0,5 y 0,75 de un alternativa atractiva frente al suxametonio en países fuera
anestésico halogenado. de EE. UU. en los que se disponga de sugammadex como
11. Ajuste la ventilación por minuto de tal forma que antídoto, porque incluso tras la administración i.v. de 0,9-
se mantenga la normocapnia (dióxido de carbono 1,2 mg/kg de peso corporal necesaria para la intubación el
teleespiratorio, entre 30 y 32 mmHg). efecto bloqueante puede ser anulado rápidamente mediante
12. Tras el parto, se puede reforzar la anestesia mediante la la administración i.v. de una gran dosis de sugammadex (12-
administración de opioides, barbitúricos o propofol, sin 16 mg/kg de peso corporal), lo que acorta su duración de
dejar de administrar el anestésico volátil. También se puede acción con respecto a una dosis de suxametonio de la misma
considerar la posibilidad de administrar más relajante
potencia (v. también capítulo 35). Al igual que el suxameto-
muscular, si es preciso.
nio, los relajantes musculares no despolarizantes no penetran
13. Administre oxitocina y verifique el tono uterino.
en el sistema circulatorio fetal en cantidad suficiente como
14. Extube la tráquea cuando la paciente esté despierta y
responda a instrucciones, así como cuando el bloqueo
para provocar le debilidad172. Sin embargo, si se administran
neuromuscular haya finalizado totalmente. grandes dosis de bloqueantes musculares no despolarizantes
durante períodos prolongados, sí que puede aparecer una
Modificado de Lucero JM, Rollins MD: Obstetrics. In Miller RD, Pardo MC, editors: Basics debilidad fetal importante. Aunque se pueden administrar al
of anesthesia, ed 6. Philadelphia, 2011, Elsevier, p 531. neonato inhibidores de la colinesterasa, el tratamiento básico
*No todos los anestesiólogos opinan que la presión sobre el cricoides es eficaz o es el apoyo respiratorio hasta que el fármaco se elimine por com­
necesaria para todas las pacientes.
pleto. La eliminación de los relajantes musculares por parte
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

del neonato puede durar más que en los adultos.


La ketamina inhibe el receptor de N-metil-d-aspartato y Cuando se administra sulfato de magnesio, se produce
posee propiedades analgésicas, amnésicas e hipnóticas, sin una evidente potenciación del efecto de cualquier fármaco
producir apenas depresión respiratoria. A las dosis de inducción no despolarizante, con prolongación del tiempo de recu-
típicas (1-1,5 mg/kg), la ketamina produce estimulación central peración. La elección y la dosis de los fármacos utilizados
del sistema nervioso simpático e inhibición de la recapta­ para el bloqueo neuromuscular se deben hacer, por tanto,
ción de noradrenalina. De esta manera, contribuye al manteni­ atendiendo a su posible interacción con el sulfato de mag-
miento de la presión arterial, la frecuencia cardíaca y el gasto nesio y al riesgo potencial de debilidad muscular derivado
cardíaco. Es el fármaco de elección en casos de embarazadas de la persistencia del bloqueo neuromuscular en la sala de
con problemas hemodinámicos debidos a hemorragias. La reanimación. En consecuencia, en estas pacientes se debe
dosis de dilución estándar no da lugar a depresión neonatal168. llevar a cabo la monitorización neuromuscular empleando
La administración de dosis mayores puede incrementar el técnicas objetivas (v. también capítulo 53).
tono uterino, disminuir la perfusión arterial uterina y reducir
el umbral convulsivo materno. En determinadas situaciones, Mantenimiento de la anestesia general
la ketamina se puede administrar en forma de dosis i.v. más Tras la inducción, la anestesia se suele mantener con un
pequeñas (< 0,25 mg/kg) como analgésico profundo, pero con fármaco anestésico volátil con o sin N2O, los cuales reducen

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2348 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

la incidencia de recuerdo intraoperatorio materno. Aunque > 140 mmHg o presión arterial diastólica [PAD] > 90 mmHg)
la CAM necesaria para evitar movimientos como respuesta tras 20 semanas de gestación en una parturienta sin protei-
a estímulos dolorosos es menor en el embarazo, los datos nuria y previamente normotensa.
electroencefalográficos sugieren que los efectos anestésicos La preeclampsia se define como hipertensión (PAS
del fármaco halogenado sobre el cerebro son parecidos en > 140 mmHg o PAD > 90 mmHg) tras 20 semanas de gestación
embarazadas y no embarazadas27. Los anestésicos volátiles asociada a proteinuria. El diagnóstico de preeclampsia requie-
son muy liposolubles, presentan un bajo peso molecular y re una eliminación urinaria de proteínas mayor de 300 mg/día
son transferidos con facilidad al feto. Las concentraciones o, alternativamente, un cociente proteína/creatinina de al me­
fetales dependen de la concentración en plasma materno y nos 0,3. En 2013 se eliminaron la proteinuria masiva (> 5 g/24 h)
de la duración de la administración del anestésico antes del y el retraso del crecimiento fetal como criterios de preeclam­
parto. Tras el parto, se suelen administrar opioides, propofol, psia grave. Además, el término preeclampsia leve ha dejado de
benzodiacepinas o combinaciones de ellos, junto con un utilizarse.
anestésico halogenado, habitualmente a una CAM de 0,5. En la actualidad, solamente se definen preeclampsia y pre­
Estos fármacos adicionales se administran solamente después eclampsia con características agravantes, entre las que encuentran
del pinzamiento del cordón umbilical, para evitar su transfe- una PAS igual o mayor de 160 mmHg o una PAD igual o mayor
rencia al feto y la posible depresión respiratoria. La utilización de 110 mmHg, confirmadas mediante dos medidas separa-
exclusiva de anestésicos volátiles a mayores concentraciones das al menos 4 h y tras descanso en cama; trombocitopenia;
se asocia a una mayor pérdida de sangre, debido a la atonía funcionamiento hepático anómalo con concentraciones de
uterina inducida por los anestésicos volátiles; todos estos fár- enzimas hepáticas más del doble de lo normal; dolor en el
macos actúan como relajantes de la musculatura uterina173. cuadrante superior derecho; insuficiencia renal progresiva con
La anestesia general en el parto por cesárea se suele utilizar creatinina sérica por encima de 1,1 mg/dl o una duplicación
en casos de sufrimiento fetal debido a su rapidez y fiabilidad. de la creatinina sérica en ausencia de otra enfermedad renal
Es obvio que un feto que se encuentra deprimido antes del conocida, edema pulmonar y anomalías cerebrales o visuales
parto se suele convertir en un neonato deprimido tras él. En de nueva aparición. En ausencia de proteinuria, se puede diag-
una revisión Cochrane de estudios sobre cesáreas no com- nosticar preeclampsia cuando existe hipertensión previamente
plicadas en que se comparaban los bloqueos locales con la ausente asociada a una de estas características agravantes177.
anestesia general, se llegó a la conclusión de que «no existen El síndrome HELLP se define como preeclampsia asociada
diferencias significativas con respecto a las puntuaciones a hemólisis, incremento de enzimas hepáticas y bajo recuen-
Apgar menores o iguales a seis 1 min después del parto, ni to plaquetario. La eclampsia es la preeclampsia complicada
menores o iguales a cuatro a los 5 min del parto, ni tampoco con actividad convulsiva. La incidencia de preeclampsia ha
en la necesidad de reanimación neonatal»174. En el estudio, aumentado, debido probablemente a los aumentos de la
se señaló que ninguno de los dos tipos de anestesia era pre- edad de la madre y de la obesidad, mientras que el riesgo de
ferible al otro en lo relativo a la situación final del neonato. eclampsia ha disminuido por la expansión de los sistemas
Si se administran grandes concentraciones de anestésicos de atención prenatal y la administración profiláctica de
volátiles durante períodos largos, cabe esperar que el neonato magnesio175,178. La causa de la preeclampsia no se conoce,
desarrolle flacidez, depresión cardiorrespiratoria y disminución pero existen hipótesis que apuntan hacia una mala adapta-
del tono general. Si la depresión neonatal es debida a anestési- ción de la circulación placentaria, al rechazo inmunológico
cos volátiles, debería responder a la ventilación asistida, que de antígenos paternos y a factores genéticos y ambientales
favorecería la eliminación por vía respiratoria del anestésico. relacionados con la madre. Se han propuesto factores cons-
Por tanto, en todas las cesáreas en que la paciente sea sometida titucionales, genéticos y hemodinámicos como posibles
a anestesia general, debe estar presente un médico experto en causas de la preeclampsia temprana 179,180. Las mujeres
ventilación asistida neonatal. Además, si antes del parto se embarazadas que desarrollan preeclampsia antes de las 34 se­
prevé que el tiempo de anestesia va a ser prolongado, todos los manas de gestación presentan menor gasto cardíaco y ma­
médicos que intervengan en el procedimiento deben saberlo. yor resistencia vascular a las 20 semanas de gestación que
aquellas que la desarrollan de forma más leve y tardía181.
Las pacientes con preeclampsia presentan un alto riesgo de
ENFERMEDADES ASOCIADAS hemorragia cerebral, edema pulmonar y coagulopatías. Las
directrices actuales recomiendan tratar las PAS superiores a
DE LA MADRE 160 mmHg con objeto de prevenir la hemorragia intracere-
bral177. El tratamiento inicial habitual está compuesto de
TRASTORNOS HIPERTENSIVOS
labetalol e hidralacina. Otros problemas son el incremento
Los trastornos hipertensivos del embarazo son una de las del edema de las vías respiratorias, que conlleva dificultad
causas más frecuentes de morbilidad materna y están aso- de intubación y aumento de la frecuencia de atonía pos-
ciados a tasas más elevadas de mortalidad materna y fetal175. parto relacionada con el uso de sulfato de magnesio. La
Estos trastornos complican del 5 al 10% de los embarazos metilergonovina (metilergometrina) se debe utilizar con
en el mundo, y en el 3% se diagnostica preeclampsia175. La precaución en pacientes con preeclampsia, ya que puede
Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado la desencadenar crisis hipertensivas.
hipertensión como causa principal de muerte materna, y se Antes de la anestesia local o la retirada de un catéter
vincula al 16% de los fallecimientos asociados al embarazo176. epidural en mujeres con preeclampsia, se debe llevar a cabo
La hipertensión crónica puede preceder al embarazo y verse un recuento plaquetario. Antes de la anestesia neuroaxial,
complicada o no por la concurrencia de preeclampsia. las pacientes con preeclampsia grave deben ser sometidas a
Aunque existen diferencias entre las definiciones de estudios de coagulación ampliados que incluyan el TP expre-
hipertensión, en EE. UU. se utilizan las propuestas en 2013 sado en forma de cociente normalizado internacional (INR)
por un grupo de trabajo del ACOG177. y el TTPa. La coagulopatía es una contraindicación para la
En ellas se define hipertensión gestacional como la anestesia local. Aunque el riesgo de hematoma raquídeo es
aparición de hipertensión (presión arterial sistólica [PAS] más bajo en las mujeres embarazadas que en las de edad

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2349

avanzada130, en un estudio se observó que el 68% de las pueden administrar anticoagulantes como profilaxis o para
pacientes que desarrollaron hematomas raquídeos tras un el tratamiento de la trombosis venosa profunda (TVP)190.
bloqueo neuroaxial padecían coagulopatía previa182.
OBESIDAD
COAGULOPATÍAS
El aumento de la incidencia de preeclampsia puede deberse a
La trombocitopenia es una complicación que se presenta en la creciente obesidad materna (índice de masa corporal antes
el 10% de los embarazos debido a diversos factores etiológi- del embarazo ≥ 30 kg/m2) y al síndrome metabólico durante
cos183,184. La trombocitopenia puede ser preexistente o apa- el embarazo (v. también capítulo 71)175. Las anomalías inmu-
recer como consecuencia del embarazo. Como se ha señalado nológicas asociadas al síndrome metabólico pueden guardar
anteriormente, una trombocitopenia que aparece después de relación con las que se cree que están implicadas en la pre­
20 semanas de gestación puede ser signo de preeclampsia. eclampsia175. Las parturientas obesas presentan mayor riesgo
De todas maneras, la mayoría de las trombocitopenias del de dar a luz a neonatos de alto peso, los partos tienden a ser
embarazo son de trombocitopenias gestacionales de carácter más largos, y la frecuencia de cesáreas, mayor48,191. La cesárea
benigno. En un embarazo normal, el recuento de plaquetas también es más peligrosa en estas mujeres, y se ha observado
suele reducirse un 10%185. Menos frecuentes son las trom- mayor incidencia de intubación traqueal fallida, infección de la
bocitopenias debidas a fenómenos autoinmunitarios, al sín- herida, tromboembolia y mortalidad192,193. La apnea del sueño
drome antifosfolipídico o a hepatopatías184. En algunos casos es más frecuente en personas obesas y constituye un factor de
de enfermedad grave, se pueden utilizar glucocorticoides e riesgo de hipoventilación tras el tratamiento con opioides por
inmunoglobulinas administradas por vía i.v. para elevar los vía sistémica, además de dificultar la intubación traqueal cuan-
recuentos de plaquetas, pero los efectos tardan varios días do precisa anestesia general. La anestesia epidural es más difícil
en aparecer186. No existe acuerdo acerca de qué recuento de de utilizar en mujeres obesas y existe mayor riesgo de insertar
plaquetas se puede considerar seguro para la inserción de un erróneamente el catéter en una vena epidural o de perforar la
catéter epidural. La mayoría de los anestesiólogos opinan que duramadre194. Independientemente del tipo de parto previsto,
un recuento superior a 100.000 plaquetas/mm3 es seguro, en embarazadas con obesidad mórbida se recomienda realizar
mientras que utilizar la vía epidural con recuentos de pla- una consulta anestésica con la suficiente antelación.
quetas inferiores a 50.000 plaquetas/mm3 no lo es. Existe, sin
embargo, desacuerdo187 en cuanto a los casos en que el recuento CARDIOPATÍA
está comprendido entre 50.000 y 100.000 plaquetas/mm3.
Irónicamente, los desacuerdos con respecto al umbral que Antiguamente se recomendaba a las mujeres con anomalías
hace precisa la transfusión de plaquetas suelen producirse cardíacas evitar los embarazos (v. también capítulo 39). Antes
alrededor de valores parecidos durante las intervenciones de que se produjesen los notables avances en las técnicas de
quirúrgicas (v. también capítulos 61 y 62). derivación cardiopulmonar, solamente los individuos con
Las mujeres con enfermedad de von Willebrand presentan cardiopatías de carácter muy leve conseguían sobrevivir
mayor riesgo de hemorragia durante y después del parto188. hasta la edad adulta. Los niños que se han beneficiado de la
Se recomienda el tratamiento profiláctico de las mujeres cirugía cardíaca paliativa y curativa constituyen una muestra
con valores de factor de von Willebrand (FvW) inferiores de que la mayoría de las mujeres con cardiopatía congénita
a 50 unidades internacionales/dl. Debido a la existencia pueden sobrellevar un embarazo con éxito si son sometidas
de múltiples tipos y subtipos de enfermedad de von Wille- a una estrecha vigilancia. De todas formas, algunos de los
brand y a las distintas respuestas al tratamiento, es impres- cambios que se producen durante el embarazo, como el
cindible llevar a cabo estudios hematológicos para orientar aumento del gasto cardíaco, la disminución de la resisten-
el tratamiento. En la enfermedad de von Willebrand de ti­po 1 cia vascular periférica y el incremento de flujo sanguíneo
se detecta una disminución parcial de la cantidad de FvW. pulmonar pueden dar lugar a complicaciones en el caso
Las mujeres con enfermedad de von Willebrand de tipo 1 de determinadas lesiones congénitas. Las valvulopatías y
no suelen necesitar tratamiento profiláctico, ya que su FvW los cortocircuitos izquierda-derecha son mejor tolerados
aumenta típicamente durante el tercer trimestre del emba­ que las lesiones estenóticas, ya que el aumento del volu-
razo y llega a superar las 50 unidades internacionales/dl. La men y la disminución de la resistencia vascular sistémica
desmopresina se puede utilizar en mujeres con enfermedad de favorecen el flujo anterógrado195. En la estenosis mitral, la
von Willebrand de tipo 1 para liberar FvW. La enfermedad combinación del aumento de la frecuencia cardíaca y del
de von Willebrand de tipo 2 se caracteriza por un defecto del volumen conduce a un aumento de la presión en la aurícula
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

funcionamiento del FvW, por lo que facilitar su liberación izquierda y, en consecuencia, a un incremento del riesgo de
no corrige el problema. Las embarazadas con enfermedad de fibrilación auricular e insuficiencia cardíaca izquierda 195.
von Willebrand de tipo 3 casi siempre precisan la adminis- La lesión cardíaca congénita más común que cursa con
tración de FvW antes del parto, ya que carecen casi com- cianosis es la tetralogía de Fallot. Consiste en un defecto
pletamente de FvW endógeno. Aunque se deben extremar del tabique interventricular, dextroposición de la aorta,
las precauciones con respecto al hematoma epidural, las estenosis pulmonar e hipertrofia del ventrículo derecho, y
mujeres con concentraciones normales del factor pueden ser suele ser corregida durante la infancia mediante el cierre del
tratadas con anestesia local siempre y cuando los recuentos orificio del tabique interventricular y el ensanchamiento del
de plaquetas sean normales189. conducto de salida hacia los pulmones. El resultado suele ser
El factor V Leiden es una variante anómala del factor V, bueno; sin embargo, el aumento del volumen intravascular
que actúa como cofactor permitiendo la activación de la durante el embarazo puede hacer insuficiente el ensancha-
trombina por parte del factor Xa. La proteína C activada miento del conducto de salida pulmonar y se recomienda
no es capaz de degradar fácilmente la variante del factor V derivar a la paciente a un cardiólogo especializado en obs-
Leiden, lo que conduce a un estado de hipercoagulabilidad. tetricia, así como una evaluación ecocardiográfica. Estas
Los pacientes con factor V Leiden no presentan intrínse- pacientes también presentan riesgo de bloqueo cardíaco
camente mayor riesgo de hematoma epidural, pero se les debido a anomalías de la conducción ventricular causadas

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2350 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

por la enfermedad o por el procedimiento quirúrgico196. En ciones de ayuno estrictas, una rápida intubación traqueal y
mujeres con enfermedades cardíacas congénitas, se reco- la administración de antiácidos.
mienda utilizar analgesia epidural con objeto de suprimir La TVP y la embolia pulmonar son más frecuentes en el
la fracción de aumento de la frecuencia cardíaca atribuible embarazo, debido a cambios hormonales. Entre los factores
a los dolores del parto. En mujeres con estenosis aórtica, la de riesgo más importantes se encuentran el factor V Leiden, la
disminución de la poscarga debida a la analgesia epidural protrombina G20210A, la proteína S, la proteína C y el déficit
puede tener que ser contrarrestada con la administración de antitrombina, y los anticuerpos antifosfolipídicos202. Las
cuidadosa y escalonada de agonistas a-adrenérgicos para pacientes diagnosticadas de TVP o embolia pulmonar durante
prevenir la taquicardia y la isquemia. el embarazo precisarán un tratamiento anticoagulante pro-
Las mujeres con válvulas cardíacas artificiales, algunas longado, y será necesario establecer un plan para interrum-
enfermedades congénitas, hipertensión pulmonar y mio- pirlo durante un breve período en el que poder administrar
cardiopatías requieren anticoagulación. Es preciso calcular la anestesia local y que se produzca el parto.
el momento exacto en que interrumpir el tratamiento para La fibrosis quística es un trastorno autosómico dominante
llevar a cabo el procedimiento epidural y el parto, así como frecuente entre mujeres procedentes del norte de Europa. Los
cuándo reiniciarlo para evitar la formación de coágulos. Por avances médicos han logrado que las mujeres con fibrosis quís-
este motivo, durante las fases finales del embarazo y hasta tica sobrevivan durante su edad reproductiva y aún más allá de
el momento del parto estas pacientes suelen ser tratadas ella. Los embarazos entre estas mujeres son infrecuentes (216
con heparina, debido a la rapidez con que se anulan sus entre 24.000 mujeres) pero, cuando se producen, requieren
efectos. Cuando la paciente ha sido tratada con heparina i.v., un cuidadoso abordaje multidisciplinar203. La enfermedad
la administración se debe interrumpir entre 2 y 4 h antes se debe a una mutación del regulador de conducción trans-
del procedimiento, y se debe comprobar si los parámetros membranosa de la fibrosis quística, presente en las células
de coagulación (TTPa o tiempo de coagulación activado epiteliales, y conlleva anomalías pulmonares, pancreáticas,
[TCA]) se han normalizado antes de iniciar cualquier proce- intestinales y hepatobiliares. Los principales problemas que
dimiento neuroaxial o retirar un catéter epidural197. Si no se provoca en embarazadas se deben a la enfermedad pulmonar
ha podido instaurar el tratamiento con heparina antes del obstructiva y la diabetes.
parto, se debe interrumpir la administración de warfarina,
y la analgesia neuroaxial se debe aplazar hasta que el TP
TRASTORNOS NEUROLÓGICOS
esté dentro de los límites normales y el INR sea menor de
1,5. Las heparinas de bajo peso molecular (HBPM) se han La esclerosis múltiple es un trastorno neuroinflamatorio
utilizado con frecuencia para la profilaxis de la TVP en el que afecta de manera desproporcionada a mujeres jóvenes
embarazo. Al contrario de lo que ocurre con la heparina (v. también capítulo 39). El embarazo se asocia a una dis-
no fraccionada, los efectos anticoagulantes de las HBPM minución de la incidencia de recidivas, aunque tras el parto
no se pueden cuantificar de manera fiable, ni son reversi- se produce un aumento de estas. La esclerosis múltiple es
bles mediante la administración de protamina. No se debe una enfermedad desmielinizante, por lo que teóricamente la
iniciar un proceso de analgesia epidural hasta 24 h des- toxicidad de los anestésicos locales podría verse incrementa-
pués de una dosis terapéutica y 12 h después de una dosis da. Se han descrito casos de empeoramiento de los síntomas
profiláctica de HBPM. El catéter epidural debe ser retirado tras procedimientos de anestesia local; sin embargo, no es
2 h antes de la siguiente dosis, pero si se detecta sangre en fácil determinar la causalidad en una enfermedad que se
la aguja o en el catéter se deben dejar transcurrir 24 h hasta caracteriza por sus recidivas y remisiones. En cualquier caso,
su administración197. Las dosis profilácticas de heparina no se deben utilizar las concentraciones eficaces mínimas y se
fraccionada o de HBPM suelen incrementarse en el último ha de evitar la administración de vasoconstrictores.
trimestre, y se debe verificar que la paciente está siendo La neurofibromatosis es un trastorno autosómico domi-
tratada con las dosis recomendadas en las directrices197. Los nante, que afecta a uno de cada 3.000 individuos y que se
antiinflamatorios no esteroideos no aumentan por sí solos caracteriza por unas lesiones cutáneas de color café con leche,
el riesgo de hematoma raquídeo, pero sí que pueden hacerlo neurofibromas cutáneos, nódulos de Lisch en el iris, anoma-
en combinación con otros anticoagulantes197. Si el parto lías óseas y tumores de la médula espinal y de los nervios
comienza antes de que se pueda administrar con seguridad craneales203. Los neurofibromas suelen crecer durante el
la anestesia neuroaxial, pueden utilizar alternativas como el embarazo. No existe acuerdo sobre si la anestesia neuroaxial
remifentanilo i.v. o el N2O198,199. está contraindicada en mujeres con neurofibromatosis debido
a la incidencia de tumores vasculares de la médula espinal.
ENFERMEDAD PULMONAR Se ha descrito un caso de hematoma epidural en una mujer
con neurofibromatosis y un tumor de la médula espinal204.
Como se ha señalado anteriormente para satisfacer las Los cambios hormonales del embarazo pueden favorecer el
demandas metabólicas de la madre y del feto son precisas crecimiento del tumor, y es preciso conocer la localización
ciertas adaptaciones del sistema respiratorio, siendo las más de la lesión y los síntomas clínicos actuales para evitar el
notables el aumento de la ventilación por minuto, la dis- contacto con el tumor durante el procedimiento y poder
minución de la reserva de O2 y el aumento del edema de las administrar la anestesia neuroaxial con seguridad205.
vías respiratorias (v. también capítulo 39).
La neumonía adquirida en la comunidad es la compli-
cación infecciosa de origen no obstétrico que con mayor ANESTESIA EN LAS PRESENTACIONES
frecuencia causa la muerte de la madre200. La aspiración del ANÓMALAS
contenido gástrico en el proceso de intubación endotraqueal
es más común en mujeres embarazadas, debido a la laxitud Los partos múltiples suelen realizarse mediante cesárea, dado
de la unión gastroesofágica y a los cambios anatómicos que el peligro de enredamiento de los cordones umbilicales y la
conlleva el incremento de tamaño del útero201. Para la anes- posibilidad de que las cabezas queden atrapadas. Los partos
tesia general de embarazadas, son precisas unas recomenda- de mellizos pueden ser llevados a cabo por vía vaginal, pero

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2351

se pueden presentar complicaciones. Si el segundo mellizo de la cantidad de sangre perdida, los factores de riesgo de
no está en posición vértice, se puede administrar anestesia hemorragia no detectados, la intervención excesivamente
epidural para inducir anestesia y relajación de la muscula- tardía y la transfusión impropia o inadecuada de derivados
tura abdominal y, de esa forma, poder proceder a la versión sanguíneos.
o extracción manual206-208. Además, se consigue también
analgesia y relajación del perineo por si fuese preciso el Placenta previa y accreta
parto asistido, y hace posible iniciar un procedimiento de La placenta previa consiste en una localización de la placenta
cesárea en caso de sufrimiento o imposibilidad de expul- en la zona baja del útero, frente al feto en presentación,
sión vaginal del segundo mellizo. Esto mismo es aplicable que cubre o invade el orificio uterino. La incidencia es de
para llevar a cabo una versión cefálica externa de un feto alrededor del 0,5%. Entre los factores de riesgo asociados se
único con presentación podálica. Para que las condiciones encuentran la edad materna, las técnicas de reproducción
sean adecuadas, se requieren concentraciones no solamente asistida, la multiparidad, haber padecido placenta previa y
analgésicas, sino anestésicas. La versión cefálica externa las cicatrices uterinas debidas a infecciones o intervenciones
tiene una proporción total de éxito de un 60% y presenta quirúrgicas previas. La placenta previa se manifiesta nor-
riesgo de desgarros, bradicardia fetal, rotura de membranas malmente en forma de sangrado vaginal indoloro, siendo
y necesidad de parto urgente. Por ello, siempre debe haber su primera aparición autolimitada. El diagnóstico se realiza
un anestesiólogo disponible para un parto urgente. o confirma mediante ecografía. La placenta previa hace pre-
La distocia de hombros ocurre cuando, una vez extraída cisa la cesárea, a no ser que la placenta cambie de posición
la cabeza, los hombros obstruyen la pelvis materna. Se trata durante la gestación y se separe antes del parto 2 o más cm
de un episodio obstétrico urgente. Está relacionado con ges- del orificio uterino.
taciones prolongadas, inducción del parto, obesidad, alto Dentro del término placenta accreta, se suelen englobar
peso fetal, largo período de dilatación desde los 8 a los 10 cm tres subtipos: accreta verdadera, increta y percreta. En la pla-
y analgesia epidural209,210. Las gestaciones prolongadas y centa accreta verdadera existe una adherencia anómala al
los partos lentos y difíciles hacen más deseable la analgesia miometrio en ausencia de una línea decidual de separación.
epidural, por lo que la asociación entre analgesia epidural y La placenta increta consiste en una implantación y creci-
distocia de hombros no parece que sea causal. Sin embargo, miento de la placenta en el seno del miometrio, y la placenta
en la distocia de hombros, la analgesia epidural proporciona percreta es el crecimiento de la placenta a través de la pared
unas condiciones idóneas para el rescate del neonato. Entre uterina con implantación en los tejidos circundantes, (vejiga,
los procedimientos recomendados se encuentra la maniobra intestino, ovarios u otros órganos). La placenta accreta afecta
de McRoberts, que consiste en doblar y empujar fuertemente aproximadamente al 0,04% de las embarazadas en los países
hacia el abdomen las piernas de la madre a la vez que se desarrollados; esta cifra va en aumento, y en un estudio
ejerce presión suprapúbica211. La relajación muscular y el reciente llevado a cabo en Utah sobre datos recogidos entre
alivio del dolor derivados de la analgesia epidural facilitan 2002 y 2006 se registró una incidencia del 0,12%218. En un
este procedimiento. De todas formas, la maniobra de Gaskin estudio de cohortes multiinstitucional, las sensibilidades para
implica que la mujer se apoye sobre manos y rodillas, lo la detección de placenta accreta mediante ecografía y reso-
que puede no ser posible si se utilizan altas dosis de anes- nancia magnética fueron del 93 y el 80% respectivamente,
tésico local epidural debido a la depresión motora. Si estas con unas especificidades del 71 y el 65%219. La incidencia de
maniobras no resultan exitosas, puede ser preciso empujar de la placenta accreta se ve afectada por la presencia de placenta
nuevo el feto hacia la pelvis y practicar una cesárea urgente. previa y por el número de histerotomías anteriores. En las
Los partos con distocia de hombros presentan mayor riesgo pacientes con diagnóstico de placenta previa, las incidencias
de hemorragia posparto y de laceraciones de cuarto grado212. de placenta accreta fueron del 3, el 11, el 40 y más del 60%
para ninguna, una, dos y tres o más incisiones uterinas pre-
vias, respectivamente220. Desgraciadamente, el diagnóstico
URGENCIAS OBSTÉTRICAS de placenta accreta no se puede confirmar hasta el momento
de la histerotomía, y en las pacientes con factores de ries-
Existen diversas situaciones de emergencia que se pueden go importantes se pueden producir hemorragias masivas,
producir durante el tratamiento de las pacientes obstétricas. independientemente de los resultados de los estudios de
Entre ellas se encuentran las hemorragias maternas, el sufri- imagen19,217. Si se sospecha la existencia de placenta accreta
miento fetal o ambos. Para conseguir los mejores resultados o percreta antes del parto, al se puede considerar la posibili-
clínicos posibles, se requiere una preparación previa y una dad de llevar a cabo intervenciones preoperatorias como la
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

buena comunicación entre todos los miembros del equipo. inserción bilateral de catéteres balón en las arterias ilíacas
comunes o la embolización selectiva de los vasos uterinos,
si bien su eficacia no está clara221-223.
HEMORRAGIA OBSTÉTRICA
Las hemorragias durante el embarazo acarrean una impor- Vasa previa
tante morbilidad y son una de las principales causas de La vasa previa es un trastorno poco frecuente en que se
mortalidad materna en todo el mundo213,214. Además, la produce una inserción velamentosa de los vasos del cordón
necesidad de transfusiones sanguíneas es el indicador más umbilical, de forma que atraviesan las membranas fetales y
frecuente de morbilidad materna grave según los datos de se sitúan sobre el orificio uterino224,225. La incidencia oscila
hospitalización por parto en EE. UU. entre 2008 y 2009215. entre el 0,04 y el 0,02% de los embarazos, y acarrea unas
La mayoría de estos fallecimientos son prevenibles, y los considerables morbilidad y mortalidad fetales si no se diag-
desenlaces se pueden mejorar mediante un adiestramiento nostica antes del parto. En un estudio en el que se incluyó
adecuado, la práctica de simulacros, una buena comunica- a 155 mujeres, la supervivencia de los neonatos cuando se
ción dentro del equipo y una educación adecuada216,217. disponía de diagnóstico prenatal fue del 97, frente al 44%
Entre los principales problemas que se plantean con respecto cuando no se contaba con él226. Cuando no se ha diagnos-
a las hemorragias se encuentran la inexactitud en el cálculo ticado, se puede detectar sangrado vaginal en el momento de

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2352 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

la rotura de membranas, y se trata de sangre fetal, no mater- del masaje bimanual, se debe administrar oxitocina como
na. La vasa previa no diagnosticada constituye una urgencia tratamiento y profilaxis de la atonía uterina. Las dosis con-
obstétrica que requiere cesárea inmediata, habitualmente cretas difieren entre centros sanitarios y países234. Aunque la
bajo anestesia general. En los casos en que el trastorno se OMS recomienda 20 unidades internacionales de oxitocina
ha diagnosticado antes del parto, se lleva a cabo una cesárea administradas en 1 l de cristaloide tras un parto por cesárea
electiva. La edad gestacional idónea para llevarla a cabo no no complicado, es probable que una cantidad menor sea
está bien definida, pero se han sugerido las 36 semanas. La suficiente en la mayoría de los casos235. Aunque la solución
inmadurez pulmonar del feto puede hacer precisa la adminis- de oxitocina administrada a lo largo de un período prolon-
tración de esteroides, y conviene hospitalizar a la madre gado presenta efectos hemodinámicos mínimos y suele ser
entre las 28 y las 32 semanas de gestación en previsión de bien tolerada, las dosis mayores y la administración en bolo
un parto prematuro224,225. pueden provocar efectos secundarios como hipotensión,
taquicardia, náuseas y cefalea. Si la oxitocina no es suficiente
Desprendimiento de la placenta para controlar la hemorragia posparto, se debe considerar
El desprendimiento de la placenta se define como la sepa- la administración de 0,2 mg de metilergonovina por vía intra-
ración parcial o total de la placenta de la pared del útero muscular, 0,25 mg de prostaglandina F2a (PGF2a) por vía
después de las 20 semanas de gestación, pero antes del intramuscular o 600 mg de prostaglandina E1 (PGE1) por
parto. La incidencia es de alrededor del 1% de todos los vía oral, sublingual, vaginal o rectal. Estos fármacos pueden
embarazos, y entre los factores de riesgo se encuentran la dar lugar a diversos efectos adversos236. Entre los efectos
edad materna avanzada, la corioamnionitis, el consumo de adversos de la metilergonovina, un derivado del cornezuelo
cocaína, el consumo abusivo de alcohol, la hipertensión, del centeno, se encuentran las náuseas, la hipertensión (sis-
la rotura prematura de membranas, los antecedentes de témica y pulmonar) y el espasmo de las arterias coronarias,
desprendimiento, el tabaquismo y los traumatismos. El des- por lo que está contraindicado relativamente en pacientes
prendimiento de placenta se suele manifestar en forma de con preeclampsia o enfermedad cardíaca. La PGF2a produce
sangrado vaginal y dolor uterino al explorar a la paciente. hipertensión pulmonar, broncoespasmo, desaturación, náu-
De todas maneras, tras la placenta se puede acumular una seas y taquicardia, y está contraindicada en pacientes con
cantidad importante de sangre en el útero. Al igual que en asma. La PGE1 no tiene efectos cardiovasculares importantes,
cualquier otra situación de hemorragia masiva durante el pero puede provocar hipertermia leve. Si la hemorragia pos-
embarazo, las grandes pérdidas de sangre pueden dar lugar parto no puede ser controlada mediante la administración de
a una coagulopatía. Por tanto, se deben llevar a cabo las fármacos, será preciso aplicar alguna de las técnicas invasivas
pruebas de laboratorio pertinentes y se debe estar preparado y quirúrgicas que se describen en la siguiente sección.
para una transfusión masiva y para la administración de
factores de coagulación adicionales, siempre en colaboración Tratamiento de la hemorragia obstétrica
con el servicio de hematología o con el banco de sangre masiva
(v. sección «Tratamiento de la hemorragia obstétrica masiva»). El tratamiento exitoso de las hemorragias obstétricas masivas
requiere una comunicación y coordinación excelentes de
Rotura uterina todos los especialistas implicados, (anestesiólogos, obstetras,
La rotura uterina es una urgencia obstétrica que puede poner personal de enfermería de partos y quirófano, neonatólogos,
en peligro la vida de la madre y del feto. La incidencia entre radiólogos intervencionistas, cirujanos ginecológicos y per-
mujeres sometidas a una prueba de parto vaginal después de sonal del banco de sangre). En el cuadro 77-4 se enumeran
haber sido sometidas a una cesárea oscila entre el 0,4 y el 1%, una serie de consideraciones generales ante una hemorragia
y engloba procesos patológicos diversos, desde la dehiscencia obstétrica masiva, de cara a la reanimación de la paciente. El
de la cicatriz hasta la rotura completa de la pared uterina227. diagnóstico precoz y la intervención inmediata son esenciales
Otros factores de riesgo son: mala posición del feto, parto para reducir la morbilidad y la mortalidad. Existen pocos estu-
asistido, macrosomía, administración excesiva de oxitocina, dios acerca de las hemorragias obstétricas, pero muchas publi-
partos rápidos, traumatismos y tumores. La presentación caciones de hospitales militares y traumatológicos en que se
clínica habitual consiste en bradicardia fetal, interrupción abordan las cuestiones relativas a cuándo y cuánto hay que
de las contracciones uterinas, dolor abdominal, sangrado transfundir en situaciones de hemorragia masiva (v. también
vaginal y pérdida de localización fetal. Una FCF anómala es capítulos 61 y 81). Se han recomendado proporciones especí-
el signo clínico más fiable y sensible, y el dolor intercurrente ficas de plasma fresco congelado (PFC) y de plaquetas con o
puede presentarse en una minoría de las pacientes y no estar sin concentrado de eritrocitos (CE) para el tratamiento de las
relacionado con las técnicas epidurales228-230. El American hemorragias obstétricas masivas217,237,238. Estas proporciones
College of Gynecology recomienda que cuando tras una cesá- se encuentran alrededor de una unidad de CE por cada unidad
rea se plantee llevar a cabo una prueba de parto vaginal estén de PFC, y una unidad de plaquetas obtenidas por plasmafére-
siempre presentes un obstetra, un anestesiólogo y el personal sis por cada 4-6 unidades de CE. Estas proporciones más altas
de enfermería necesario, para poder realizar una cesárea de se recomiendan para reducir la incidencia de coagulopatía
urgencia o tratar la hemorragia en caso de rotura uterina231. y acidosis. Aunque lo ideal es realizar frecuentes pruebas de
laboratorio, si es posible a la cabecera de la paciente, la trans-
Atonía uterina fusión de productos sanguíneos se debe hacer inicialmente
La atonía uterina posparto y la consiguiente hemorragia son en función de la situación clínica y el estado de la mujer, sin
la causa principal de muerte materna en todo el mundo, esperar a recibir los resultados de los análisis. Además, se debe
y su incidencia va en aumento232,233. Entre los factores de considerar la administración de crioprecipitados si la concen-
riesgo están la corioamnionitis, la administración excesiva tración de fibrinógeno es o puede ser baja, precisando en
de oxitocina durante el parto, una paridad alta, los partos raras ocasiones factor VII activado recombinante. Aunque la
prolongados o múltiples, la macrosomía, la retención de administración fuera de indicación de entre 70 y 90 mg/kg de
productos de la concepción y la utilización de anestési- factor VIIa reduce las hemorragias obstétricas masivas, la FDA
cos volátiles, sulfato de magnesio o terbutalina. Después ha recibido notificaciones de múltiples efectos adversos239-241.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2353

El rescate celular se ha utilizado con éxito en numerosos casos de las membranas se puede producir prolapso del cordón
publicados de hemorragia obstétrica, pese a la posibilidad cuando la presentación del feto no es normal o si la madre
teórica de embolia de líquido amniótico (ELA)242,243. Se ha sufre polihidramnios. El diagnóstico se confirma mediante
demostrado que la utilización de un dispositivo de rescate la visualización o palpación del cordón en el canal vaginal
con filtro de reducción de leucocitos elimina factor tisular, por debajo de la parte por la que se presenta el feto. El pro-
a-fetoproteína, células escamosas fetales, bacterias y otros blema se suele solucionar liberando el cordón mediante el
contaminantes no deseables243,244. Aunque se han descrito empuje hacia la pelvis de la parte del feto que ejerce la com-
dos casos de hipotensión relacionados con la utilización del presión y practicando cesárea urgente. Se puede utilizar una
rescate celular245, la técnica es adecuada en las hemorragias técnica epidural o subaracnoidea si el registro de la FCF no
obstétricas masivas. A las mujeres Rh negativas se les debe es inquietante, pero se suele recurrir a la anestesia general
administrar inmunoglobulina anti-D tan pronto como sea por si la situación del feto se complicase.
posible y realizar al mismo tiempo pruebas de Kleihauer- La inversión uterina se produce en un 0,04% de todos los
Betke para evitar la aloinmunización debida a la cantidad partos251, y suele ir asociada a hipotensión, dolor e importan-
variable de eritrocitos fetales que se transfundirán a la madre tes pérdidas de sangre. Entre los factores de riesgo se encuen-
en el proceso de rescate celular. Cuando con los métodos de tran una tracción excesiva del cordón antes de la separación
reanimación estándar no se consigue controlar la hemorragia de la placenta, la localización fúndica de la placenta y la
obstétrica, el equipo obstétrico que atiende el parto debe existencia de placenta accreta. Los objetivos del tratamiento
considerar el uso de técnicas invasivas, como suturas com- son la relajación del útero para facilitar la reposición, la reani-
presivas, taponamiento uterino con balón, ligadura de vasos mación materna mediante la administración de líquidos y el
uterinos o de técnicas radiológicas intervencionistas para incremento del tono uterino para evitar hemorragias pospar-
embolización arterial, si es posible trasladar a la paciente. to. La relajación del útero se puede conseguir de forma rápida
Según una revisión sistemática publicada en 2007, ninguna y fiable mediante la administración de nitroglicerina i.v. o
de estas técnicas invasivas es superior a las demás, y la pro- de anestésicos volátiles252-254. El tratamiento dependerá de la
porción de éxito oscila entre el 85 y el 90%246. Si pese a todo situación hemodinámica de la madre. Si la intervención ini-
no se consigue controlar la hemorragia, es necesario llevar a cial de reposición del útero fracasa tras la administración de
cabo una histerectomía. nitroglicerina debido a ausencia de relajación, dolor materno,
inestabilidad hemodinámica u otros motivos, se debe tras-
EMBOLIA DE LÍQUIDO AMNIÓTICO ladar a la paciente a quirófano. Mediante una secuencia de
intubación rápida con las precauciones correspondientes a
La incidencia de ELA oscila entre 1:20.000 y 1:83:000 naci- una parturienta y la administración de anestésicos volátiles
dos vivos, y se ha comunicado en una serie de datos de 1999 se conseguirá la relajación uterina necesaria, el control del
una cifra de 1:20.646 en embarazos de feto único247,248. Entre dolor, y las condiciones idóneas para la reposición del útero.
los signos y síntomas de la ELA, están la hipotensión, la difi- Normalmente las maniobras vaginales son suficientes, y las
cultad respiratoria, la hipoxia, la coagulación intravascular situaciones que requieren laparotomía son poco frecuentes.
diseminada (CID), las alteraciones del estado mental y el Tras la reposición del útero, se debe explorar la cavidad ute-
colapso hemodinámico. Estas características clínicas no debe rina para descartar perforaciones, laceraciones y la presencia
llevar a la confusión con otros trastornos más frecuentes de productos retenidos. A continuación se puede iniciar la
que cursan de manera parecida a la ELA (es decir, la embolia administración de fármacos uterotónicos.
gaseosa venosa, la embolia pulmonar, las disfunciones car- Las laceraciones vaginales, del cuello uterino y del
díacas, las hemorragias masivas y la aspiración pulmonar). perineo son las lesiones asociadas con frecuencia al parto
Los mecanismos de la ELA no se conocen con certeza, pero vaginal. A veces se producen hemorragias importantes que
no se cree que sea de origen embólico, sino debida a una se ocultan en forma de hematomas y que pueden manifes-
reacción anafilactoide247,249. Antiguamente se consideraba tarse inicialmente con hipotensión y taquicardia materna.
que la presencia en la autopsia de células escamosas feta- Los hematomas retroperitoneales son raros, pero pueden
les en la circulación pulmonar materna era diagnóstica de originar pérdidas de sangre que pongan en peligro la vida
ELA, pero estas células se detectan frecuentemente en el de la paciente, y requieren cirugía exploratoria. El tratamien-
momento del parto en la circulación pulmonar de mujeres to anestésico para la exploración o reparación quirúrgica
embarazadas en apariencia normales. Por tanto, al diagnós- depende del estado hemodinámico de la madre y puede
tico clínico de la ELA se llega por exclusión, sin que exista consistir en anestesia local regional, bloqueo neuroaxial
ninguna prueba de laboratorio para confirmarla, ni siquiera o –cuando la situación hemodinámica sea inestable– en
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

post mortem. La ELA se trata mediante técnicas de soporte anestesia general por vía endotraqueal. Son igualmente
como intubación, ventilación, reanimación cardiopulmonar, importantes la evaluación hemodinámica y el inicio de las
soporte inótropo, tratamiento de la CID y corrección de la maniobras de reanimación materna. Se pueden producir
hipoxemia arterial. pérdidas de sangre importantes incluso a partir de pequeñas
laceraciones no detectadas.
OTRAS URGENCIAS OBSTÉTRICAS
En el momento del parto se pueden producir otras situacio- CIRUGÍA NO OBSTÉTRICA
nes de emergencia que requieran procedimientos anestésicos
especiales para procurar un desenlace óptimo. El prolapso
DURANTE EL EMBARAZO
del cordón a través del orificio uterino puede dar lugar a
CONSIDERACIONES QUIRÚRGICAS
bradicardia fetal súbita; la incidencia oscila entre el 0,1 y
el 0,6%250. El riesgo aumenta significativamente cuando Aunque durante el embarazo no se lleva a cabo cirugía pro-
el feto se encuentra en posición transversal o podálica, en gramada, no es infrecuente que en el curso de este se haga
las gestaciones múltiples y cuando el cordón umbilical es precisa una intervención quirúrgica; entre el 0,75 y el 2%
anómalamente largo. Además, en el momento de rotura de las mujeres embarazadas requerirán una intervención de

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2354 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

este tipo. Las causas más frecuentes son la apendicitis y la


CUADRO 77-4 Consideraciones colecistitis aguda, los traumatismos y el cáncer255.
acerca del tratamiento de la hemorragia
obstétrica masiva
TOXICIDAD ANESTÉSICA
Si se prevé una hemorragia masiva, se debe llevar a cabo
una reunión multidisciplinar para planificar y organizar la Todos los fármacos anestésicos atraviesan la placenta. Aunque
utilización de sistemas de rescate sanguíneo, la colocación no existen datos que evidencien la toxicidad de fármacos
de catéteres de balón ilíacos, la embolización arterial o una anestésicos concretos en humanos, los obtenidos mediante
combinación de todo ello. experimentación con roedores y primates indican que la
Reclute personal adicional (anestesiólogos, obstetras, personal de exposición a fármacos anestésicos generales, como los anes-
enfermería, cirujanos ginecológicos y radiólogos intervencionistas). tésicos volátiles, el propofol y la ketamina, inducen apoptosis
Obtenga un resumen de la historia clínica y examine neuronal inadecuada asociada a anomalías persistentes del
clínicamente a la paciente. comportamiento256-258. Aunque estos resultados preclínicos
Realice una pausa quirúrgica breve (de acuerdo con las son preocupantes, no sabemos si estos fármacos son tóxicos
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud) con para los seres humanos. La fase crítica de desarrollo sináptico
todo el personal presente. rápido se extiende desde el período prenatal hasta 2 años des-
Inserte catéteres intravenosos de calibre grueso (de 16 a 14). pués del parto259. Al analizar los datos en humanos, se obser-
Inserte catéteres de monitorización invasiva (arterial y venoso van discrepancias. Los resultados de un estudio poblacional
central). de cohortes en que se evaluaron los efectos de la anestesia
Repita con frecuencia las pruebas de laboratorio y utilice
general antes del nacimiento sugieren que las exposiciones
dispositivos para análisis a la cabecera del paciente si se
múltiples aumentan el riesgo de dificultades para el aprendiza-
dispone de ellos (hemograma completo, gasometría arterial,
je del lenguaje, las matemáticas o la lectura259. Los resultados
electrólitos, calcio iónico y pruebas de coagulación).
Utilice calentadores de líquidos y de aire forzado.
de este tipo de estudios no son fáciles de interpretar, ya que
Inserte una sonda urinaria para medir la excreción urinaria. la razón que hace necesaria la anestesia no puede ser aislada
Instale dispositivos de compresión de las extremidades inferiores de su impacto. Además, hasta la fecha no se han considerado
para prevenir tromboembolias. factores como el momento de administración, el tipo o la
Cebe el sistema de transfusión sanguínea rápida. duración de la anestesia. En ningún estudio se ha constatado
Lleve al quirófano el material necesario por si se produce una una mayor incidencia de defectos congénitos en neonatos de
parada cardíaca (p. ej., carro de paradas). madres sometidas a anestesia general durante el embarazo,
Encargue a una persona que registre y lleve la cuenta de los pero en la mayoría de ellos se observó un ligero aumento del
productos sanguíneos y de las pérdidas de sangre. riesgo de parto prematuro y de aborto espontáneo260-262. En
Póngase en contacto con el banco de sangre y con el general, se considera el segundo trimestre el más adecuado
laboratorio, y solicíteles prioridad. para las intervenciones quirúrgicas, ya que gran parte de la
Solicite los productos sanguíneos necesarios en «lotes» con las génesis de órganos se ha completado y no se corre el riesgo
proporciones adecuadas (CE/PFC/plaquetas). de parto prematuro que existe durante el tercer trimestre.
Cuando la hemorragia sea intensa, transfunda los productos Se recomienda monitorizar las contracciones, y en algunos
atendiendo al estado clínico de la paciente, sin esperar a los casos es aconsejable la supresión con sulfato de magnesio o
resultados de los análisis indometacina tras la intervención. Dado que no se conocen
Prepare el procedimiento de anestesia general. los efectos a largo plazo de la anestesia general sobre el feto,
Asegúrese de la disponibilidad inmediata de fármacos
siempre que sea posible se debe utilizar anestesia local, pero
vasoconstrictores y uterotónicos.
solo si tanto el anestesiólogo como el cirujano son expertos en
Administre calcio según las necesidades existentes durante la
esta técnica para el procedimiento que haya de llevarse a cabo.
transfusión rápida de productos sanguíneos para evitar que la
concentración de calcio iónico se reduzca en exceso.
Reserve una cama en la unidad de cuidados intensivos para el
postoperatorio. MONITORIZACIÓN DE LA FRECUENCIA
Considere la posibilidad de utilizar rescate sanguíneo. CARDÍACA FETAL DURANTE LA INTERVENCIÓN
Considere la posibilidad de administrar crioprecipitado
La monitorización de la FCF es útil a partir de la semana 18;
(fibrinógeno < 100 mg/dl).
tras la semana 25, la variabilidad de la FCF es un signo
Considere la posibilidad de administrar factor VIIa (fuera de
indicación como hemostático) después de haber administrado
fiable de bienestar fetal. El ACOG señala que «aunque no
aproximadamente 10 unidades de CE y de haber intentado existen datos que avalen recomendaciones específicas con
reponer los factores de coagulación con PFC y crioprecipitado. respecto a la cirugía no obstétrica y la anestesia durante
Considere la posibilidad de recurrir a la radiología intervencionista el embarazo, es importante que los médicos no obstetras
para embolización arterial, si es posible trasladar a la paciente. sean asesorados por un obstetra antes de procedimiento
Considere otras opciones quirúrgicas, como el taponamiento quirúrgico no obstétrico. La decisión acerca de la utilización
uterino con balón, las suturas compresivas y la histerectomía. de monitorización fetal se debe tomar de forma individua-
Finalizado el procedimiento, dedique un tiempo a debatir acerca lizada, utilizando una estrategia de trabajo en grupo que
de él con el resto del personal participante. garantice la máxima seguridad para la madre y el feto»263.
La pérdida de variabilidad de la FCF bajo anestesia general
Basado en las sugerencias de tratamiento de la California Maternal Quality Care puede no ser indicativa de acidemia, sino el resultado de
Collaborative (CMQCC) Hemorrhage Task Force <http://www.cmqcc.org >; y Gallos G, una alteración del tono autónomo debida al anestésico. La
Redai I, Smiley RM: The role of the anesthesiologist in management of obstetric bradicardia fetal es más preocupante y puede estar afectada
hemorrhage, Semin Perinatol 33:116-123, 2009.
CE, concentrado de eritrocitos; PFC, plasma fresco congelado.
por la hipotermia, la acidosis materna o la administración
a la madre de fármacos como b-bloqueantes que atraviesan
la placenta y disminuyen la FCF.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2355

TRATAMIENTO ANESTÉSICO El feto debe ser extraído mediante cesárea en menos de 4 min
desde el momento de la parada cardíaca materna265. Aunque
Siempre que sea posible la anestesia local es preferible a la si el feto es viable este procedimiento puede beneficiarle, el
general para la cirugía no obstétrica durante el embarazo, objetivo principal es el éxito de la reanimación materna; en
por consideraciones teóricas relacionadas con el feto. Las efecto, la probabilidad de supervivencia aumenta al incre-
consideraciones prácticas relativas a la madre también hacen mentarse el retorno venoso al corazón como consecuencia de
más deseable ese tipo de anestesia. El aumento del flujo las maniobras de SVCA y al mejorar la movilidad torácica y la
sanguíneo periférico durante el embarazo da lugar a edema ventilación materna266. Además, si la parada cardíaca puede
y friabilidad en las vías respiratorias, cambios detectables a haber sido consecuencia de un efecto tóxico del anestésico
partir del segundo trimestre. La clasificación de Mallampati local, se debe iniciar el rescate lipídico267.
predice mejor las dificultades para la intubación durante el
embarazo. Cabe esperar una mayor dificultad para la intu-
bación durante el embarazo, y antes hay que asegurarse de TÉCNICAS QUIRÚRGICAS ESPECÍFICAS
poder disponer rápidamente de equipamiento adecuado para
el tratamiento avanzado de las vías respiratorias. En lo rela- Laparoscopia
tivo a la técnica anestésica, es hay que evitar la disminución Las intervenciones quirúrgicas por apendicitis y colecistitis
del flujo sanguíneo uterino y el suministro de oxígeno al son frecuentes durante el embarazo. En ausencia de emba-
feto. Para cualquier procedimiento quirúrgico no obstétrico razo, estas intervenciones se suelen llevar a cabo mediante
durante el embarazo, se deben tener en cuenta consideracio- técnicas laparoscópicas, y estas técnicas también se van
nes parecidas a las apuntadas en la sección sobre anestesia utilizando cada vez más en el caso de mujeres embarazadas,
en las cesáreas. El plan anestésico debe optimizar el bienestar ya que reducen la morbilidad materna y, potencialmente, la
materno y fetal. Se debe tener previsto con la colaboración incidencia de partos prematuros como consecuencia de una
de un obstetra y un neonatólogo qué intervenciones llevar menor manipulación del útero268. Es posible que la apendi-
a cabo si surgen complicaciones, como la necesidad de una cectomía abierta conlleve una mortalidad fetal ligeramente
cesárea urgente o una parada cardíaca de la madre. menor que la de la apendicectomía laparoscópica, aunque la
morbilidad materna sea superior269. Sin embargo, en Suecia
CONTROL DEL DOLOR POSTOPERATORIO se ha llevado a cabo una comparación entre laparoscopia
y laparotomía en que se analizaron más de 2 millones de
El control del dolor postoperatorio de una embarazada embarazos y en la que no se detectaron diferencias entre
sometida a un procedimiento quirúrgico no obstétrico es los desenlaces fetales cuando se utilizó una u otra técni-
esencial para su bienestar (v. también capítulo 98). Cuando la ca270. A partir del segundo trimestre se debe mantener el
cirugía se realiza bajo anestesia local, la vía epidural se puede desplazamiento del útero hacia la izquierda para facilitar
seguir utilizando para el tratamiento analgésico postope- la perfusión uterina, y la ventilación debe ser máxima para
ratorio. Los opioides sistémicos que se suelen utilizar para evitar la retención de CO2 y la acidosis. El aumento de la
los postoperatorios, incluidos los empleados en la analgesia presión abdominal debido a la insuflación puede reducir el
controlada por la paciente, atraviesan la placenta y pueden gasto cardíaco materno y la perfusión uteroplacentaria. Por
reducir la variabilidad de la FCF. Sin embargo, no hay datos ello, se debe utilizar la presión intraabdominal más baja
que indiquen que esto sea nocivo para el feto. Si el feto nace posible. Según las directrices sobre cirugía laparoscópica
prematuramente poco después de haberse visto expuesto durante el embarazo publicadas por la Society of American
a opioides, puede ser preciso aplicar soporte respiratorio. Gastrointestinal Endoscopic Surgeons271, siempre que sea
Aunque en no embarazadas los fármacos antiinflamatorios posible se debe aplazar el procedimiento quirúrgico hasta el
no esteroideos son útiles como analgésicos adyuvantes, en segundo trimestre, en que las técnicas laparoscópicas están
mujeres embarazadas se deben utilizar con precaución. En indicadas en los mismos casos que en ausencia de embarazo.
las primeras fases del embarazo están asociados a un mayor En el cuadro 77-5 se enumeran una serie de consideraciones
riesgo de aborto espontáneo y a malformaciones fetales, y específicas para este tipo de procedimientos. Se debe moni-
después de la trigésima semana de gestación, a cierre del torizar la situación del feto y del útero, así como los valores
conducto arterioso y oligohidramnios264. El paracetamol se de la Pco2 espiratoria final de la madre. Durante el procedi-
considera generalmente seguro en embarazadas. miento laparoscópico, el gradiente entre el CO2 espiratorio
Tras la intervención quirúrgica se deben monitorizar tanto final y el CO2 arterial suele ser inferior a 3 mmHg, y si no se
la FCF como la actividad uterina. El parto prematuro se puede indica lo contrario no es preciso monitorizar los valores de
aplazar mediante la administración de fármacos tocolíticos. los gases en sangre arterial272. Para acceder al abdomen es
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

El tratamiento para el alivio del dolor postoperatorio puede preferible una técnica abierta. Se debe evitar la compresión
impedir que la paciente sienta las primeras contracciones, aortocava. Finalmente, se debe utilizar una baja presión del
por lo que la monitorización estándar es imprescindible. neumoperitoneo (< 1,6 kPa). En una revisión sistemática de
Además, se debe administrar profilaxis antitrombótica, salvo cirugía laparoscópica por apendicitis durante el embarazo,
en que el procedimiento quirúrgico no lo haga aconsejable. al comparar la técnica laparoscópica con la cirugía abierta
se observó que la incidencia de complicaciones no dependió
SOPORTE VITAL CARDÍACO AVANZADO del trimestre en que se llevó a cabo el procedimiento, que
interrumpir el procedimiento laparoscópico e iniciar un pro-
EN EL EMBARAZO cedimiento quirúrgico abierto fue preciso en menos del 1%
El protocolo de soporte vital cardíaco avanzado (SVCA) en el de los casos y que se produjeron menos partos prematuros
embarazo es parecido al que se recomienda para otras situa- en el grupo tratado mediante laparoscopia269.
ciones de parada cardíaca en adultos, excepto por el hecho de
que la compresión de los grandes vasos maternos por parte Traumatismos
el útero grávido reduce en gran medida las posibilidades de Son la causa más frecuente de muerte materna en EE. UU. El
éxito del masaje cardíaco externo (v. también capítulo 108). reconocimiento inicial primario y secundario debe ir dirigido

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2356 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

(v. también capítulo 70). No se sabe con certeza si el emba-


CUADRO 77-5  Factores importantes razo aumenta el riesgo de rotura. Lo que sí es cierto es que
en la laparoscopia materna el riesgo de hemorragia intracraneal se ve incrementado por
Utilice una técnica abierta para acceder al abdomen.
los trastornos hipertensivos del embarazo. En pacientes no
Monitorice la Pco2 teleespiratoria materna (rango, 4-4,6 kPa) con embarazadas, el tratamiento anestésico consiste en inducir
o sin gasometría arterial, para evitar la hipercapnia y la acidosis hipotensión controlada, hipotermia, hiperventilación y diu-
fetal. resis osmótica. Durante el embarazo, estas técnicas deben ser
Mantenga una presión del neumoperitoneo baja (1,1-1,6 kPa) o utilizadas con sumo cuidado. La caída de la presión arterial
utilice una técnica sin gas. media por debajo de 70 mmHg puede reducir significati-
Limite la inclinación en las posiciones de Trendelenburg o de vamente la perfusión uteroplacentaria, por lo que se debe
Trendelenburg inversa y coloque a la paciente lentamente. considerar la posibilidad de utilizar monitorización fetal
Si es posible, monitorice la frecuencia cardíaca fetal y el tono para constatar el bienestar del feto. Si se utiliza hipotermia,
uterino. se producirá una disminución de la FCF, que se normalizará
tras el recalentamiento. En experimentos con fetos ovinos se
Modificado de Reitman E, Flood P: Anesthetic considerations for nonobstetric surgery in ha observado que la inducción de hipotermia por debajo de
pregnancy, Br J Anaesth 107(suppl 1):i72-i78, 2011.
18 °C provoca acidosis e hipoxia fetal irreversible, probable-
mente como consecuencia de la vasoconstricción uterina279,
al bienestar de la madre, teniendo en cuenta los cambios que
y en seres humanos se han descrito casos de bradicardia
se producen durante el embarazo (v. también capítulo 81).
fetal por debajo de los 33 °C280. La hiperventilación extrema
La edad gestacional es una variable importante. Durante
también puede provocar vasoconstricción de las arterias
el primer trimestre, el feto se encuentra protegido por los
uterinas, con la consiguiente disminución de la perfusión. La
huesos pélvicos, por lo que si no existe una hipoperfusión
diuresis osmótica, que sirve para reducir el edema cerebral,
importante es poco probable que se produzcan daños. Sin
puede inducir alteraciones negativas del equilibrio hídrico
embargo, más adelante el útero está cada vez más expuesto,
del feto. El manitol, concretamente, puede acumularse en
y además ejerce una presión sobre la vena cava inferior y
el feto y provocar hiperosmolaridad, disminución del flujo
la aorta maternas que puede poner en peligro la perfusión
sanguíneo renal y aumento de la concentración plasmática
y la reanimación. Tras 20 semanas de gestación, la primera
de sodio281. Una alternativa son los diuréticos del asa, pero
operación que hay que realizar es el desplazamiento del
deben ser utilizados con mucho cuidado y monitorizando
útero hacia la izquierda. Los traumatismos contusos pueden
el volumen de líquido amniótico.
provocar la muerte intrauterina del feto, lesiones fetales,
desprendimiento de placenta y rotura uterina. Estas cir- Bibliografía completa disponible online en expertconsult.com.
cunstancias deben ser evaluadas mediante monitorización
cardíaca fetal con ecografía, tomografía computarizada o, si
fuese preciso, laparotomía exploratoria273. Las implicaciones Bibliografía
con respecto al SVCA se han explicado ya anteriormente. 1. Cheek TG, Gutsche BB: Maternal physiologic alterations. In Hughes
SC, Levinson G, Rosen MA, editors: Shnider and Levinson’s anes­
Cirugía cardíaca thesia for obstetrics, ed 4, Philadelphia, 2002, Lippincott Williams
Los cambios fisiológicos del embarazo pueden comprometer & Wilkins, p 3.
la salud de las mujeres con enfermedades cardíacas preexis- 2. Gaiser R: Physiologic changes of pregnancy. In Chestnut DH, Polley
LS, Tsen LC, et al, editors: Chestnut’s obstetric anesthesia: principles
tentes (v. también capítulo 67). En concreto, las pacientes and practice, ed 4, Philadelphia, 2009, Elsevier, p 15.
con obstrucciones valvulares mitrales o aórticas importan- 3. Coryell MN, et al: J Clin Invest 29:1559, 1950.
tes presentan un mayor riesgo debido a los aumentos del 4. Wu PY, et al: J Perinat Med 11:193, 1983.
volumen intravascular y del gasto cardíaco necesarios para 5. Wintrobe MM, et al: Wintrobe’s clinical hematology, ed 12, Philadelp-
el mantenimiento de la gestación. Las nuevas técnicas de hia, 2009, Wolters Kluwer Health/Lippincott Williams & Wilkins.
valvuloplastia percutánea con catéter balón pueden evitar la 6. Tygart SG, et al: Am J Obstet Gynecol 154:883, 1986.
7. Othman M, et al: Semin Thromb Hemost 36:738, 2010.
intervención quirúrgica durante el embarazo y se han rela- 8. Karlsson O, et al: Anesth Analg 115:890, 2012.
cionado con una menor mortalidad fetal y neonatal274,275. 9. Iwasaki R, et al: Acta Obstet Gynecol Scand 81:918, 2002.
La derivación cardiopulmonar aumenta el riesgo del feto 10. Kinsella SM, et al: Obstet Gynecol 83(5 Pt 1):774, 1994.
como consecuencia de la perfusión no pulsátil, las bajas 11. Eckstein KL, et al: Anesthesiology 40:92, 1974.
presiones de perfusión, embolias uteroplacentarios y la 12. Rosen MA, Hughes SC, Levinson G: Regional anesthesia for labor
liberación materna de catecolaminas276. Para que se man- and delivery. In Hughes SC, Levinson G, Rosen MA, editors: Shnider
and Levinson’s anesthesia for obstetrics, ed 4, Philadelphia, 2002,
tenga el flujo sanguíneo uteroplacentario, se recomienda Lippincott Williams & Wilkins, p 136.
aumentar el flujo de la bomba y las presiones de perfusión 13. Munnur U, et al: Crit Care Med 33(10 Suppl):S259, 2005.
(> 2,5 l/min/m2 y > 70 mmHg, respectivamente)277,278. 14. Marrero JM, et al: Br J Obstet Gynaecol 99:731, 1992.
La derivación normotérmica y el flujo pulsátil mejoran la 15. Wong CA, et al: Anesth Analg 105:751, 2007.
perfusión uteroplacentaria e incrementan las posibilidades 16. Ewah B, et al: Int J Obstet Anesth 2:125, 1993.
de supervivencia del feto. Pueden presentarse anomalías del 17. Hey VM, et al: Anaesthesia 36:173, 1981.
18. Paranjothy S, et al: Cochrane Database Syst Rev 1:CD004943, 2010.
equilibrio acidobásico, especialmente durante la derivación 19. American: Society of Anesthesiologists Task Force on Obstetric
hipotérmica. Hay que evitar la hipocapnia, ya que induce Anesthesia: Anesthesiology 106:843, 2007.
vasoconstricción uterina, y la hipercapnia provoca acidosis 20. Shnider SM: Anesthesiology 26:335, 1965.
materna y fetal con depresión del funcionamiento cardíaco. 21. Weissman DB, et al: Anesth Analg 62:444, 1983.
22. Leighton BL, et al: Anesthesiology 64:202, 1986.
Neurocirugía 23. Dietrich 3rd CS, et al: Surg Clin North Am 88(403):vii, 2008.
24. Palahniuk RJ, et al: Anesthesiology 41:82, 1974.
Las urgencias neuroquirúrgicas debidas a hemorragias 25. Datta S, et al: Anesth Analg 68:46, 1989.
secundarias a la rotura de aneurismas o a malformaciones 26. Gin T, et al: Anesthesiology 81:829, 1994.
arteriovenosas no son infrecuentes durante el embarazo 27. Ueyama H, et al: Anesthesiology 113:577, 2010.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia 2357

28. Marx GF, et al: Anesthesiology 22:348, 1961. 98. Rosen MA: Am J Obstet Gynecol 186(5 Suppl Nature):S110, 2002.
29. Fagraeus L, et al: Anesthesiology 58:184, 1983. 99. Clyburn P: Int J Obstet Anesth 10:27, 2001.
30. Ralston DH, et al: Anesthesiology 40:354, 1974. 100. Yentis MY, Cohen SE: Inhalational analgesia and anesthesia for
31. Allen TK, et al: Anesth Analg 111:1221, 2010. labor and vaginal delivery. In Hughes SC, Levinson G, Rosen MA,
32. Lee A, et al: Anesth Analg 94:920, 2002. editors: Shnider and Levinson’s anesthesia for obstetrics, ed 4, Phila-
33. Ngan Kee WD, et al: Br J Anaesth 92:469, 2004. delphia, 2002, Lippincott Williams & Wilkins, p 189.
34. Ngan Kee WD, et al: Anesthesiology 111:506, 2009. 101. Anim-Somuah M, et al: Cochrane Database Syst Rev 12:CD000331,
35. Haydon ML, et al: Am J Obstet Gynecol 195:735, 2006. 2011.
36. Richardson BS: Clin Perinatol 16:595, 1989. 102. Wassen MM, et al: BJOG 118:655, 2011.
37. Edelstone DI: Semin Perinatol 8:184, 1984. 103. Gaiser RR: J Clin Anesth 15:474, 2003.
38. Biehl D, et al: Anesthesiology 48:409, 1978. 104. Colonna-Romano P, et al: Anesth Analg 75:372, 1992.
39. Yao AC, et al: Lancet 2:871, 1969. 105. Beardsley D, et al: Anesth Analg 81:314, 1995.
40. Morris JA, et al: Am J Obstet Gynecol 118:927, 1974. 106. Ong B, et al: Can J Anaesth 42:805, 1995.
41. Ramirez MM: Obstet Gynecol Clin North Am 38:215, 2011. 107. Johnson ME, et al: Anesthesiology 101:1184, 2004.
42. Debiec J, et al: Anesthesiology 111:1093, 2009. 108. Chabbouh T, et al: Anesth Analg 101:1847, 2005.
43. Laughon SK, et al: Am J Obstet Gynecol 206:419, 2012. 109. Freedman JM, et al: Anesthesiology 89:633, 1998.
44. Miller RS, et al: Am J Obstet Gynecol 205:137, 2011. 110. Silva M, et al: Local Reg Anesth 3:143, 2010.
45. Reitman E, et al: Anesthesiology 114:927, 2011. 111. Collis RE, et al: Lancet 345:1413, 1995.
46. Terkawi AS, et al: Am J Obstet Gynecol 207:184, 2012. 112. Gambling DR, et al: Can J Anaesth 35(3 Pt 1):249, 1988.
47. Zhang J, et al: Am J Obstet Gynecol 203:326, 2010. 113. Niemi G, et al: Acta Anaesthesiol Scand 42:897, 1998.
48. Vahratian A, et al: Obstet Gynecol 104(5 Pt 1):943, 2004. 114. Meert TF, et al: Acta Anaesthesiol Belg 40:247, 1989.
49. Algovik M, et al: Acta Obstet Gynecol Scand 83:832, 2004. 115. Eisenach JC: Anesth Analg 109:293, 2009.
50. Thorp JA, et al: Am J Perinatol 8:402, 1991. 116. Owen MD, et al: Anesthesiology 92:361, 2000.
51. Wong CA, et al: Obstet Gynecol 113:1066, 2009. 117. Nelson KE, et al: Anesthesiology 91:1293, 1999.
52. Wong CA, et al: N Engl J Med 352:655, 2005. 118. O’Meara ME, et al: Br J Anaesth 71:651, 1993.
53. Sharma SK, et al: Anesthesiology 96:546, 2002. 119. Eisenach JC, et al: Anesthesiology 70:51, 1989.
54. Wong CA: Semin Perinatol 36:353, 2012. 120. Sabbe MB, et al: Anesthesiology 80:1057, 1994.
55. Wang F, et al: Anesthesiology 111:871, 2009. 121. Selim MF, et al: J Prenat Med 6:47, 2012.
56. Comparative Obstetric Mobile Epidural Trial (COMET) Study Group 122. Van de Velde M, et al: Int J Obstet Anesth 17:329, 2008.
U.K.: Lancet 358:19, 2001. 123. Ross BK, et al: Reg Anesth 17:29, 1992.
57. Halpern SH, Leighton BL: Epidural analgesia and the progress of 124. Basurto Ona X, et al: Cochrane Database Syst Rev 8:CD007887, 2011.
labor. In Halpern SH, Douglas MJ, editors: Evidence-based obstetric 125. Russell IF: Int J Obstet Anesth 21:7, 2012.
anesthesia, Malden, Mass, 2005, BMJ Books, Blackwell, p 10. 126. McKenzie AG, et al: Anaesthesia 66:497, 2011.
58. Sharma SK, et al: Anesthesiology 100:142, 2004, discussion, p 6A. 127. Green LK, et al: Int J Obstet Anesth 19:38, 2010.
59. Gillesby E, et al: J Obstet Gynecol Neonatal Nurs 39:635, 2010. 128. Bateman BT, et al: Anesth Analg 116:1380, 2013.
60. Martin JA, et al: Natl Vital Stat Rep 52:1, 2003. 129. Reynolds F: Anesthesiol Clin 26:23, 2008.
61. Nielsen PV, et al: Acta Obstet Gynecol Scand 66:421, 1987. 130. Moen V, et al: Anesthesiology 101:950, 2004.
62. Beaulieu MD, et al: Can Med Assoc J 127:214, 1982. 131. Cook TM, et al: Br J Anaesth 102:179, 2009.
63. Alfirevic Z, et al: Cochrane Database Syst Rev 3:CD006066, 2006. 132. Goetzl L, et al: Obstet Gynecol 109:687, 2007.
64. American College of Obstetricians, Gynecologists: Obstet Gynecol 133. Unal ER, et al: Am J Obstet Gynecol 204:223, 2011.
114:192, 2009. 134. Novikova N, et al: Cochrane Database Syst Rev 4:CD009200, 2012.
65. Jensen A, et al: Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol 84:155, 1999. 135. Jensen F, et al: Obstet Gynecol 64:724, 1984.
66. Mercier FJ, et al: Anesth Analg 84:1117, 1997. 136. Nikkola EM, et al: J Clin Monit Comput. 16:597, 2000.
67. Parer JT, et al: Am J Obstet Gynecol 197:26, 2007. 137. Philipson EH: Acta Obstet Gynecol Scand 63:187, 1984.
68. Parer JT: Fetal heart rate patterns: basic and variant. In Parer JT, 138. Morishima HO, et al: Am J Obstet Gynecol 140:775, 1981.
editor: Handbook of fetal heart rate monitoring, Philadelphia, 1997, 139. Guillozet N: Pediatrics 55:533, 1975.
Saunders, p 145. 140. Pace MC, et al: Ann N Y Acad Sci. 1034:356, 2004.
69. Macones GA, et al: J Obstet Gynecol Neonatal Nurs 37:510, 2008. 141. Langhoff-Roos J, et al: Acta Obstet Gynecol Scand 64:269, 1985.
70. American College of Obstetricians, Gynecologists: Obstet Gynecol 142. MacDorman MF, et al: Clin Perinatol 35:293, 2008.
106:1453, 2005. 143. Clark SL, et al: Am J Obstet Gynecol 199(36), 2008, discussion, p 91.
71. Parer JT, et al: J Matern Fetal Neonatal Med 19:289, 2006. 144. Hawkins JL, et al: Anesthesiology 86:277, 1997.
72. Xu J, et al: Curr Opin Obstet Gynecol 24:65, 2012. 145. Hawkins JL, et al: Obstet Gynecol 117:69, 2011.
73. Jones L, et al: Cochrane Database Syst Rev 3:CD009234, 2012. 146. Rollins M, et al: Br Med Bull 101:105, 2012.
74. Smith CA, et al: Cochrane Database Syst Rev. 2:CD009290, 2012. 147. Tsen LC: Anesthesia for cesarean delivery. In Chestnut DH, Polley
75. Stefanidou M, et al: J Hist Neurosci 16:351, 2007. LS, Tsen LC, et al, editors: Chestnut’s obstetric anesthesia: principles
76. Gaskin IM: Midwifery Today Int Midwife 66:38, 2003. and practice, Philadelphia, 2009, Elsevier, p 521.
77. Wu HC, et al: Chin Med J (Engl) 122:1743, 2009. 148. Janda M, et al: Best Pract Res Clin Anaesthesiol 20:409, 2006.
78. Cho SH, et al: BJOG 117:907, 2010. 149. Kalinowski CP, et al: Best Pract Res Clin Anaesthesiol 18:719, 2004.
79. Chang MY, et al: J Adv Nurs 38:68, 2002. 150. Fettes PD, et al: Br J Anaesth 102:739, 2009.
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.

80. Declercq ER, et al: J Perinat Educ 16:15, 2007. 151. Riley ET, et al: Anesth Analg 80:709, 1995.
81. Allaire AD, et al: Obstet Gynecol 95:19, 2000. 152. Cyna AM, et al: Cochrane Database Syst Rev 4:CD002251, 2006.
82. Olofsson C, et al: Baillieres Clin Obstet Gynaecol 12:409, 1998. 153. Ko JS, et al: Int J Obstet Anesth 16:8, 2007.
83. Nissen E, et al: Acta Paediatr 86:201, 1997. 154. Carvalho B, et al: Int J Obstet Anesth 18:150, 2009.
84. Rayburn W, et al: Am J Obstet Gynecol 161:202, 1989. 155. Smiley RM: Anesthesiology 111:470, 2009.
85. Coonen JB, et al: Br J Pharmacol 161:1472, 2010. 156. Hood DD, et al: Anesthesiology 90:1276, 1999.
86. Kan RE, et al: Anesthesiology 88:1467, 1998. 157. Wallace DH, et al: Obstet Gynecol 86:193, 1995.
87. Leong WL, et al: Anesth Analg 113:818, 2011. 158. Norris MC: Anesth Analg 67:555, 1988.
88. Douma MR, et al: Br J Anaesth 104:209, 2010. 159. Bjornestad E, et al: Acta Anaesthesiol Scand 50:358, 2006.
89. Volmanen P, et al: Acta Anaesthesiol Scand 52:249, 2008. 160. Gaiser RR, et al: Int J Obstet Anesth 7:27, 1998.
90. Ramsay MA: Proc (Bayl Univ Med Cent) 19:24, 2006. 161. American: Society of Anesthesiologists Task Force on Management of
91. Mendelson CL: Am J Obstet Gynecol 52:191, 1946. the Difficult Airway: Anesthesiology 98:1269, 2003.
92. Moya F: N Y State J Med 61:421, 1961. 162. Bailey SG, et al: Int J Obstet Anesth 14:270, 2005.
93. Shnider SM, et al: Anesthesiology 24:11, 1963. 163. Han TH, et al: Can J Anaesth 48:1117, 2001.
94. Goerig M, et al: J: Anaesthesiol Reanim 27:42, 2002. 164. Mhyre JM, et al: Anesthesiology 106:1096, 2007.
95. Klomp T, et al: Cochrane Database Syst Rev 9:CD009351, 2012. 165. Dailland P, et al: Anesthesiology 71:827, 1989.
96. Westling F, et al: Acta Anaesthesiol Scand 36:175, 1992. 166. Gregory MA, et al: Can J Anaesth 37:514, 1990.
97. Carstoniu J, et al: Anesthesiology 80:30, 1994. 167. Crozier TA, et al: Br J Anaesth 70:47, 1993.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2358 PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

68. Little B, et al: Am J Obstet Gynecol 113:247, 1972.


1 25. Oyelese Y, Smulian JC: Obstet Gynecol 107:927, 2006.
2
169. Kvisselgaard N, et al: Anesthesiology 22:7, 1961. 226. Oyelese Y, et al: Obstet Gynecol 103(5 Pt 1):937, 2004.
170. Abouleish E, et al: Br J Anaesth 73:336, 1994. 227. Kaczmarczyk M, et al: BJOG 114:1208, 2007.
171. Magorian T, et al: Anesthesiology 79:913, 1993. 228. Johnson C, et al: Reg Anesth 15:304, 1990.
172. Kivalo I, et al: Br J Anaesth 44:557, 1972. 229. Molloy BG, et al: Br Med J (Clin Res Ed) 294:1645, 1987.
173. Lertakyamanee J, et al: J Med Assoc Thai 82:672, 1999. 230. Farmer RM, et al: Am J Obstet Gynecol 165(4 Pt 1):996, 1991.
174. Afolabi BB, et al: Cochrane Database Syst Rev 4:CD004350, 2006. 231. American College of Obstetricians, Gynecologists: Obstet Gynecol
175. Hutcheon JA, et al: Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol 25:391, 2011. 116(2 Pt 1):450, 2010.
176. Khan KS, et al: Lancet 367:1066, 2006. 232. Knight M, et al: BMC Pregnancy Childbirth 9:55, 2009.
177. American College of Obstetricians, Gynecologists: Task Force on 233. Hogberg U: Scand J Public Health 33:409, 2005.
Hypertension in Pregnancy, Obstet Gynecol 122:1122, 2013. 234. Dyer RA, et al: Curr Opin Anaesthesiol 24:255, 2011.
178. Sibai BM: Clin Obstet Gynecol 48:478, 2005. 235. Butwick AJ, et al: Br J Anaesth 104:338, 2010.
179. Forest JC, et al: Clin Chem Lab Med 50:973, 2012. 236. Vercauteren M, et al: Acta Anaesthesiol Scand 53:701, 2009.
180. Anderson UD, et al: Placenta 33(Suppl):S42, 2012. 237. California Maternal Qualtiy Care Collaborative: OB hemorrhage
181. Valensise H, et al: Hypertension 52:873, 2008. care guidelines and summaries. <http://www.cmqcc.org/obhemo-
182. Vandermeulen EP, et al: Anesth Analg 79:1165, 1994. rrhage> (Accessed 23.12.12.)
183. Kadir RA, et al: Semin Thromb Hemost 37:640, 2011. 238. Gallos G, et al: Semin Perinatol 33:116, 2009.
184. Bockenstedt PL: Hematol Oncol Clin North Am 25:293, 2011. 239. O’Connell KA, et al: JAMA 295:293, 2006.
185. Matthews JH, et al: Acta Haematol 84:24, 1990. 240. Franchini M, et al: Clin Obstet Gynecol 53:219, 2010.
186. George JN, et al: Blood 88:3, 1996. 241. Ahonen J: Curr Opin Anaesthesiol 25:309, 2012.
187. Beilin Y, et al: Anesth Analg 85:385, 1997. 242. Goodnough LT: Anesthesiol Clin North America 23:241, 2005.
188. Chi C, et al: Best Pract Res Clin Obstet Gynaecol 26:103, 2012. 243. Grainger H, et al: J Perioper Pract 21:264, 2011.
189. Chi C, et al: Thromb Haemost 101:1104, 2009. 244. Waters JH, et al: Anesthesiology 92:1531, 2000.
190. Kujovich JL: Genet Med 13:1, 2011. 245. Iwama H: J Crit Care 16:74, 2001.
191. Vahratian A, et al: Ann Epidemiol 15:467, 2005. 246. Doumouchtsis SK, et al: Obstet Gynecol Surv 62:540, 2007.
192. Davies GA, et al: J Obstet Gynaecol Can 32:165, 2010. 247. Moore J, et al: Crit Care Med 33(10 Suppl):S279, 2005.
193. Roofthooft E: Curr Opin Anaesthesiol 22:341, 2009. 248. Gilbert WM, et al: Obstet Gynecol 93:973, 1999.
194. Chanimov M, et al: J Clin Anesth 22:614, 2010. 249. Tuffnell DJ: Curr Opin Obstet Gynecol 15:119, 2003.
195. Lupton M, et al: Curr Opin Obstet Gynecol 14:137, 2002. 250. Lin MG: Obstet Gynecol Surv 61:269, 2006.
196. Webb GD, Smallhorn JF, Therrien J, et al: Congenital heart disease. 251. Watson P, et al: Obstet Gynecol 55:12, 1980.
In Bonow RO, Mann DL, Zipes DP, editors: Braunwald’s heart 252. Catanzarite VA, et al: Obstet Gynecol 68(3 Suppl):7S, 1986.
disease: a textbook of cardiovascular medicine, Philadelphia, 2011, 253. Smith GN, et al: Obstet Gynecol Surv 53:559, 1998.
Saunders. 254. Hong RW, et al: Anesth Analg 103:511, 2006.
197. Horlocker TT, et al: Reg Anesth Pain Med 35:64, 2010. 255. Goodman S: Semin Perinatol 26:136, 2002.
198. Ismail MT, et al: Arch Gynecol Obstet 286:1375-1381, 2012. 256. Rizzi S, et al: Brain Pathol 18:198, 2008.
199. Volmanen P, et al: Curr Opin Anaesthesiol 24:235, 2011. 257. Palanisamy A, et al: Anesthesiology 114:521, 2011.
200. Brito V, et al: Clin Chest Med 32(ix):121, 2011. 258. Slikker W Jr: , et al, Toxicol Sci 98:145, 2007.
201. Husemeyer RP, et al: Br J Obstet Gynaecol 87:565, 1980. 259. Casey BJ, et al: Curr Opin Neurobiol 15:239, 2005.
202. Tufano A, et al: Semin Thromb Hemost 37:908, 2011. 260. Mazze RI, et al: Am J Obstet Gynecol 161:1178, 1989.
203. Chetty SP, et al: Obstet Gynecol Surv 66:765, 2011. 261. Shnider SM, et al: Am J Obstet Gynecol 92:891, 1965.
204. Youngs P, et al: Br J Anaesth 88(745), 2002, author reply, p 745. 262. Czeizel AE, et al: Arch Gynecol Obstet 261:193, 1998.
205. Spiegel JE, et al: Int J Obstet Anesth 14:336, 2005. 263. American College of Obstetricians, Gynecologists: Obstet Gynecol
206. Goetzinger KR, et al: Obstet Gynecol 118:1137, 2011. 102:431, 2003.
207. Yoshida M, et al: J Perinatol 30:580, 2010. 264. Antonucci R, et al: Curr Drug Metab 13:474, 2012.
208. Lavoie A, et al: Can J Anaesth 57:408, 2010. 265. Hui D, et al: J Obstet Gynaecol Can 33:858, 2011.
209. Hopwood HG Jr: Am J Obstet Gynecol 144:162, 1982. 266. Morris S, et al: BMJ 327:1277, 2003.
210. Mollberg M, et al: Acta Obstet Gynecol Scand 84:654, 2005. 267. Bern S, et al: Curr Pharm Biotechnol 12:313, 2011.
211. Kish K, Collea J: Malpresentation & cord prolapse. In Nathan L, 268. Reynolds JD, et al: Curr Surg 60:164, 2003.
editor: Current obstetric & gynecologic diagnosis & treatment, New 269. Walsh CA, et al: Int J Surg 6:339, 2008.
York, 2003, Lange/McGraw-Hill, p 382. 270. Reedy MB, et al: Am J Obstet Gynecol 177:673, 1997.
212. Sokol RJ, et al: Int J Gynaecol Obstet 80:87, 2003. 271. Soper NJ: Surg Endosc 25:3477, 2011.
213. Kung HC, et al: Natl Vital Stat Rep 56:1, 2008. 272. Bhavani-Shankar K, et al: Anesthesiology 93:370, 2000.
214. Mhyre JM: Curr Opin Anaesthesiol 25:277, 2012. 273. Mirza FG, et al: Am J Perinatol 27:579, 2010.
215. Callaghan WM, et al: Obstet Gynecol 120:1029, 2012. 274. de Souza JA, et al: J Am Coll Cardiol 37:900, 2001.
216. Berg CJ, et al: Obstet Gynecol 106:1228, 2005. 275. Onderoglu L, et al: Int J Gynaecol Obstet 49:181, 1995.
217. Snegovskikh D, et al: Curr Opin Anaesthesiol 24:274, 2011. 276. Kuczkowski KM: Obstet Gynecol Surv 59:52, 2004.
218. Eller AG, et al: BJOG 116:648, 2009. 277. John AS, et al: Ann Thorac Surg 91:1191, 2011.
219. Dwyer BK, et al: J Ultrasound Med 27:1275, 2008. 278. Arnoni RT, et al: Ann Thorac Surg 76:1605, 2003.
220. Silver RM, et al: Obstet Gynecol 107:1226, 2006. 279. Pardi G, et al: J Thorac Cardiovasc Surg 127:1728, 2004.
221. Salazar GM, et al: Tech Vasc Interv Radiol 12:139, 2009. 280. Aboud E, et al: Int J Gynaecol Obstet 66:163, 1999.
222. Mok M, et al: Int J Obstet Anesth 17:255, 2008. 281. Lumbers ER, et al: J Physiol 343:439, 1983.
223. Angstmann T, et al: Am J Obstet Gynecol 202:38, 2010. 282. Ain DL, et al: Cardiol Clin 30:331, 2012.
224. Gagnon R, et al: Int J Gynaecol Obstet 108:85, 2010. 283. Kron J, et al: Interv Card Electrophysiol 19:95, 2007.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia  2358.e1

Bibliografía 28. Marx GF, Zemaitis MT, Orkin LR: Cerebrospinal fluid pressures during
labor and obstetrical anesthesia, Anesthesiology 22:348-354, 1961.
1. Cheek TG, Gutsche BB: Maternal physiologic alterations. In Hughes 29. Fagraeus L, Urban BJ, Bromage PR: Spread of epidural analgesia in
SC, Levinson G, Rosen MA, editors: Shnider and Levinson’s anesthe­ early pregnancy, Anesthesiology 58:184-187, 1983.
sia for obstetrics, ed 4, Philadelphia, 2002, Lippincott Williams & 30. Ralston DH, Shnider SM, DeLorimier AA: Effects of equipotent
Wilkins, pp 3-18. ephedrine, metaraminol, mephentermine, and methoxamine on
2. Gaiser R: Physiologic changes of pregnancy. In Chestnut DH, Polley uterine blood flow in the pregnant ewe, Anesthesiology 40:354-370,
LS, Tsen LC, et al, editors: Chestnut’s obstetric anesthesia: principles 1974.
and practice, ed 4, Philadelphia, 2009, Elsevier, p 15. 31. Allen TK, George RB, White WD, et al: A double-blind, placebo-con-
3. Coryell MN, Beach EF, Robinson AR, et al: Metabolism of women trolled trial of four fixed rate infusion regimens of phenylephrine
during the reproductive cycle. XVII. Changes in electrophoretic for hemodynamic support during spinal anesthesia for cesarean
patterns of plasma proteins throughout the cycle and following delivery, Anesth Analg 111:1221-1229, 2010.
delivery, J Clin Invest 29:1559-1567, 1950. 32. Lee A, Ngan Kee WD, Gin T: A quantitative, systematic review of
4. Wu PY, Udani V, Chan L, et al: Colloid osmotic pressure: variations randomized controlled trials of ephedrine versus phenylephrine
in normal pregnancy, J Perinat Med 11:193-199, 1983. for the management of hypotension during spinal anesthesia for
5. Wintrobe MM, Greer JP: Wintrobe’s clinical hematology, ed 12, cesarean delivery, Anesth Analg 94:920-926, 2002.
Philadelphia, 2009, Wolters Kluwer Health/Lippincott Williams & 33. Ngan Kee WD, Khaw KS, Ng FF: Comparison of phenylephrine
Wilkins. infusion regimens for maintaining maternal blood pressure during
6. Tygart SG, McRovan DK, Spinnato JA, et al: Longitudinal study spinal anaesthesia for Caesarean section, Br J Anaesth 92:469-474,
of platelet indices during normal pregnancy, Am J Obstet Gynecol 2004.
154:883-887, 1986. 34. Ngan Kee WD, Khaw KS, Tan PE, et al: Placental transfer and fetal
7. Othman M, Falcon BJ, Kadir R: Global hemostasis in pregnancy: are metabolic effects of phenylephrine and ephedrine during spinal
we using thromboelastography to its full potential? Semin Thromb anesthesia for cesarean delivery, Anesthesiology 111:506-512, 2009.
Hemost 36:738-746, 2010. 35. Haydon ML, Gorenberg DM, Nageotte MP, et al: The effect of
8. Karlsson O, Sporrong T, Hillarp A, et al: Prospective longitudinal maternal oxygen administration on fetal pulse oximetry during
study of thromboelastography and standard hemostatic laboratory labor in fetuses with nonreassuring fetal heart rate patterns, Am J
tests in healthy women during normal pregnancy, Anesth Analg Obstet Gynecol 195:735-738, 2006.
115:890-898, 2012. 36. Richardson BS: Fetal adaptive responses to asphyxia, Clin Perinatol
9. Iwasaki R, Ohkuchi A, Furata I, et al: Relationship between blood pres- 16:595-611, 1989.
sure level in early pregnancy and subsequent changes in blood pressure 37. Edelstone DI: Fetal compensatory responses to reduced oxygen
during pregnancy, Acta Obstet Gynecol Scand 81:918-925, 2002. delivery, Semin Perinatol 8:184-191, 1984.
10. Kinsella SM, Lohmann G: Supine hypotensive syndrome, Obstet 38. Biehl D, Snider SM, Levinson G, et al: Placental transfer of lido-
Gynecol 83(5 Pt 1):774-788, 1994. caine: effects of fetal acidosis, Anesthesiology 48:409-412, 1978.
11. Eckstein KL, Marx GF: Aortocaval compression and uterine dis- 39. Yao AC, Moinian M, Lind J: Distribution of blood between infant
placement, Anesthesiology 40:92-96, 1974. and placenta after birth, Lancet 2:871-873, 1969.
12. Rosen MA, Hughes SC, Levinson G: Regional anesthesia for labor 40. Morris JA, Hustead RF, Robinson RG, et al: Measurement of feto-
and delivery. In Hughes SC, Levinson G, Rosen MA, editors: Shnider placental blood volume in the human previable fetus, Am J Obstet
and Levinson’s anesthesia for obstetrics, ed 4, Philadelphia, 2002, Gynecol 118:927-934, 1974.
Lippincott Williams & Wilkins, pp 136-137. 41. Ramirez MM: Labor induction: a review of current methods, Obstet
13. Munnur U, de Boisblanc B, Suresh MS: Airway problems in preg- Gynecol Clin North Am 38(ix):215-225, 2011.
nancy, Crit Care Med 33(10 Suppl):S259-S268, 2005. 42. Debiec J, Conell-Price J, Evansmith J, et al: Mathematical model-
14. Marrero JM, Goggin PM, de Caestecker JS, et al: Determinants of ing of the pain and progress of the first stage of nulliparous labor,
pregnancy heartburn, Br J Obstet Gynaecol 99:731-734, 1992. Anesthesiology 111:1093-1110, 2009.
15. Wong CA, McCarthy RJ, Fitzgerald PC, et al: Gastric emptying of 43. Laughon SK, Branch DW, Beaver J, et al: Changes in labor patterns
water in obese pregnant women at term, Anesth Analg 105:751-755, over 50 years, Am J Obstet Gynecol 206(419):e1-e9, 2012.
2007. 44. Miller RS, Smiley RM, Daniel D, et al: Beta-2 adrenoceptor genotype
16. Ewah B, Yau K, King M, et al: Effect of epidural opioids on gastric and progress in term and late preterm active labor, Am J Obstet
emptying in labour, Int J Obstet Anesth 2:125-128, 1993. Gynecol 205(137):e1-e7, 2011.
17. Hey VM, Ostick DG, Mazumder JK, et al: Pethidine, metoclo- 45. Reitman E, Conell-Price J, Evansmith J, et al: Beta2-adrenergic
pramide and the gastro-oesophageal sphincter: a study in healthy receptor genotype and other variables that contribute to labor pain
volunteers, Anaesthesia 36:173-176, 1981. and progress, Anesthesiology 114:927-939, 2011.
18. Paranjothy S, Griffiths JD, Broughton HK, et al: Interventions at 46. Terkawi AS, Jackson WM, Thiel MP, et al: Oxytocin and catechol-
caesarean section for reducing the risk of aspiration pneumonitis, O-methyltransferase receptor genotype predict the length of the
Cochrane Database Syst Rev 1:CD004943, 2010. first stage of labor, Am J Obstet Gynecol 207(184):e1-e8, 2012.
19. American Society of Anesthesiologists Task Force on Obstetric 47. Zhang J, Troendle J, Reddy UM, et al: Contemporary cesarean deliv-
Anesthesia: Practice guidelines for obstetric anesthesia: an updated ery practice in the United States, Am J Obstet Gynecol 203(326):e1-
report by the, Anesthesiology 106:843-863, 2007. e10, 2010.
20. Shnider SM: Serum Cholinesterase Activity during pregnancy, labor 48. Vahratian A, Zhang J, Troendle J, et al: Maternal prepregnancy
and the puerperium, Anesthesiology 26:335-339, 1965. overweight and obesity and the pattern of labor progression in
21. Weissman DB, Ehrenwerth J: Prolonged neuromuscular blockade in a term nulliparous women, Obstet Gynecol 104(5 Pt 1):943-951, 2004.
parturient associated with succinylcholine, Anesth Analg 62:444-446, 49. Algovik M, Nilsson E, Cnattingius S, et al: Genetic influence on
1983. dystocia, Acta Obstet Gynecol Scand 83:832-837, 2004.
22. Leighton BL, Cheek TG, Gross JB, et al: Succinylcholine pharmaco- 50. Thorp JA, Eckert LO, Ang MS, et al: Epidural analgesia and cesarean
dynamics in peripartum patients, Anesthesiology 64:202-205, 1986. section for dystocia: risk factors in nulliparas, Am J Perinatol 8:402-
23. Dietrich 3rd CS, Hill CC, Hueman M: Surgical diseases presenting 410, 1991.
in pregnancy, Surg Clin North Am 88:403-419, 2008, vii-viii. 51. Wong CA, McCarthy RJ, Sullivan JT, et al: Early compared with late
24. Palahniuk RJ, Shnider SM: Eger 2nd E.I.: Pregnancy decreases the neuraxial analgesia in nulliparous labor induction: a randomized
requirement for inhaled anesthetic agents, Anesthesiology 41:82-83, controlled trial, Obstet Gynecol 113:1066-1074, 2009.
1974. 52. Wong CA, Scavone BM, Peaceman AM, et al: The risk of cesarean
25. Datta S, Migliozzi RP, Flanagan HL, et al: Chronically administered delivery with neuraxial analgesia given early versus late in labor,
progesterone decreases halothane requirements in rabbits, Anesth N Engl J Med 352:655-665, 2005.
Analg 68:46-50, 1989. 53. Sharma SK, Alexander JM, Messick G, et al: Cesarean delivery: a
26. Gin T, Chan MT: Decreased minimum alveolar concentration of randomized trial of epidural analgesia versus intravenous meperi-
isoflurane in pregnant humans, Anesthesiology 81:829-832, 1994. dine analgesia during labor in nulliparous women, Anesthesiology
27. Ueyama H, Hagihira H, Takashina M, et al: Pregnancy does not 96:546-551, 2002.
enhance volatile anesthetic sensitivity on the brain: an electroen- 54. Wong CA: The influence of analgesia on labor: is it related to pri-
cephalographic analysis study, Anesthesiology 113:577-584, 2010. mary cesarean rates? Semin Perinatol 36:353-356, 2012.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2358.e2  PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

55. Wang F, Shen X, Guo X, et al: Epidural analgesia in the latent phase 80. Declercq ER, Sakala C, Corry MP, Listening to Mothers II: et al:
of labor and the risk of cesarean delivery: a five-year randomized Report of the Second National U.S. Survey of Women’s Childbear-
controlled trial, Anesthesiology 111:871-880, 2009. ing Experiences: Conducted January-February 2006 for Childbirth
56. Comparative Obstetric Mobile Epidural Trial (COMET) Study Group Connection by Harris Interactive(R) in partnership with Lamaze
U.K.: Effect of low-dose mobile versus traditional epidural tech- International, J Perinat Educ 16:15-17, 2007.
niques on mode of delivery: a randomised controlled trial, Lancet 81. Allaire AD, Moos MK, Wells SR: Complementary and alternative
358:19-23, 2001. medicine in pregnancy: a survey of North Carolina certified nurse-
57. Halpern SH, Leighton BL: Epidural analgesia and the progress of midwives, Obstet Gynecol 95:19-23, 2000.
labor. In Halpern SH, Douglas MJ, editors: Evidence-based obstetric 82. Olofsson C, Irestedt L: Traditional analgesic agents: are parenteral
anesthesia, Malden, Mass, 2005, BMJ Books, Blackwell, pp 10-22. narcotics passe and do inhalational agents still have a place in
58. Sharma SK, McIntire DD, Wiley J, et al: Labor analgesia and cesar- labour? Baillieres Clin Obstet Gynaecol 12:409-421, 1998.
ean delivery: an individual patient meta-analysis of nulliparous 83. Nissen E, Widstrom AM, Lilja G: Effects of routinely given pethidine
women, Anesthesiology 100:142-148, 2004, discussion 6A. during labour on infants’ developing breastfeeding behaviour:
59. Gillesby E, Burns S, Dempsey A, et al: Comparison of delayed versus Effects of dose-delivery time interval and various concentrations of
immediate pushing during second stage of labor for nulliparous pethidine/norpethidine in cord plasma, Acta Paediatr 86:201-208,
women with epidural anesthesia, J Obstet Gynecol Neonatal Nurs 1997.
39:635-644, 2010. 84. Rayburn W, Rathke A, Leushcen P, et al: Fentanyl citrate analgesia
60. Martin JA, Hamilton BE, Sutton PD, et al: Births: final data for 2002, during labor, Am J Obstet Gynecol 161:202-206, 1989.
Natl Vital Stat Rep 52:1-113, 2003. 85. Coonen JB, Marcus MAE, Joosten EAJ, et al: Transplacental transfer
61. Nielsen PV, Stigsby B, Nickelsen C, et al: Intra- and inter-observer of remifentanil in the pregnant ewe, Br J Pharmacol 161:1472-1476,
variability in the assessment of intrapartum cardiotocograms, Acta 2010.
Obstet Gynecol Scand 66:421-424, 1987. 86. Kan RE, Hughes SC, Rosen MA, et al: Intravenous remifentanil:
62. Beaulieu MD, Fabia J, Leduc B, et al: The reproducibility of intra- placental transfer, maternal and neonatal effects, Anesthesiology
partum cardiotocogram assessments, Can Med Assoc J 127:214-216, 88:1467-1474, 1998.
1982. 87. Leong WL, Sng BL, Sia AT: A comparison between remifentanil and
63. Alfirevic Z, Devane D, Gyte GM: Continuous cardiotocography meperidine for labor analgesia: a systematic review, Anesth Analg
(CTG) as a form of electronic fetal monitoring (EFM) for fetal assess- 113:818-825, 2011.
ment during labour, Cochrane Database Syst Rev 3:CD006066, 2006. 88. Douma MR, Verwey RA, Kam-Endz CE, et al: Obstetric analgesia:
64. Americcan College of Obstetricians and Gynecologists: ACOG a comparison of patient-controlled meperidine, remifentanil, and
Practice Bulletin. No 106: Intrapartum fetal heart rate monitoring: fentanyl in labour, Br J Anaesth 104:209-215, 2010.
nomenclature, interpretation, and general management principles, 89. Volmanen P, Sarvela J, Akural EI, et al: Intravenous remifentanil
Obstet Gynecol 114:192-202, 2009. vs. epidural levobupivacaine with fentanyl for pain relief in early
65. Jensen A, Garnier Y, Berger R: Dynamics of fetal circulatory respons- labour: a randomised, controlled, double-blinded study, Acta Anaes­
es to hypoxia and asphyxia, Eur J Obstet Gynecol Reprod Biol 84:155- thesiol Scand 52:249-255, 2008.
172, 1999. 90. Ramsay MA: John Snow MD: anaesthetist to the Queen of England
66. Mercier FJ, Dounas M, Boouziz H, et al: Intravenous nitroglycerin to and pioneer epidemiologist, Proc (Bayl Univ Med Cent) 19:24-28,
relieve intrapartum fetal distress related to uterine hyperactivity: a 2006.
prospective observational study, Anesth Analg 84:1117-1120, 1997. 91. Mendelson CL: The aspiration of stomach contents into the lungs
67. Parer JT, Ikeda T: A framework for standardized management during obstetric anesthesia, Am J Obstet Gynecol 52:191-205, 1946.
of intrapartum fetal heart rate patterns, Am J Obstet Gynecol 92. Moya F: Use of a chloroform inhaler in obstetrics, N Y State J Med
197(26):2007. e1-26.e6. 61:421-429, 1961.
68. Parer JT: Fetal Heart Rate Patterns: Basic and Variant. In Parer JT, 93. Shnider SM, Moya F, Thorndike V, et al: Clinical and biochemi-
editor: Handbook of Fetal Heart Rate Monitoring, Philadelphia, 1997, cal studies of cyclopropane analgesia in obstetrics, Anesthesiology
Saunders, pp 145-195. 24:11-17, 1963.
69. Macones GA, Hankins GD, Spong CY, et al: The 2008 National Insti- 94. Goerig M, Schulte am Esch J: Early contributions for the devel-
tute of Child Health and Human Development workshop report on opment of nitrous oxide-oxygen anesthesia in central Europe,
electronic fetal monitoring: update on definitions, interpretation, Anaesthesiol Reanim 27:42-53, 2002.
and research guidelines, J Obstet Gynecol Neonatal Nurs 37:510-515, 95. Klomp T, van Poppel M, Jones L, et al: Inhaled analgesia for pain
2008. management in labour, Cochrane Database Syst Rev 9:CD009351, 2012.
70. American College of Obstetricians, Gynecologists: ACOG Practice 96. Westling F, Milsom I, Zetterström H, et al: Effects of nitrous oxide/
Bulletin. Clinical Management Guidelines for Obstetrician-Gyne- oxygen inhalation on the maternal circulation during vaginal
cologists, no 70, December 2005 (replaces practice bulletin no. 62, delivery, Acta Anaesthesiol Scand 36:175-181, 1992.
May 2005). Intrapartum fetal heart rate monitoring, Obstet Gynecol 97. Carstoniu J, Lewtam S, Norman P, et al: Nitrous oxide in early labor:
106:1453-1460, 2005. Safety and analgesic efficacy assessed by a double-blind, placebo-
71. Parer JT, King T, Flanders S, et al: Fetal acidemia and electronic fetal controlled study, Anesthesiology 80:30-35, 1994.
heart rate patterns: is there evidence of an association? J Matern 98. Rosen MA: Nitrous oxide for relief of labor pain: a systematic
Fetal Neonatal Med 19:289-294, 2006. review, Am J Obstet Gynecol 186(5 Suppl Nature):S110-S126, 2002.
72. Xu J, MacKenzie IZ: The current use of acupuncture during preg- 99. Clyburn P: The use of Entonox for labour pain should be aban-
nancy and childbirth, Curr Opin Obstet Gynecol 24:65-71, 2012. doned, Int J Obstet Anesth 10:27-29, 2001.
73. Jones L, Othman M, Dowswell T, et al: Pain management for wom- 100. Yentis MY, Cohen SE: Inhalational analgesia and anesthesia for
en in labour: an overview of systematic reviews, Cochrane Database labor and vaginal delivery. In Hughes SC, et al, editor: Shnider and
Syst Rev 3:CD009234, 2012. Levinson’s Anesthesia for Obstetrics, Philadelphia, 2002, Lippincott
74. Smith CA, Levett KM, Collins CT, et al: Massage, reflexology and Williams & Wilkins, pp 189-197.
other manual methods for pain management in labour, Cochrane 101. Anim-Somuah M, Smyth RM, Jones L: Epidural versus non--epidural or
Database Syst Rev 2:CD009290, 2012. no analgesia in labour, Cochrane Database Syst Rev 12:CD000331, 2011.
75. Stefanidou M, Solá C, Kouvelas E, et al: Cajal’s brief experimenta- 102. Wassen MM, Zuijlen J, Roumen FJ, et al: Early versus late epidural
tion with hypnotic suggestion, J Hist Neurosci 16:351-361, 2007. analgesia and risk of instrumental delivery in nulliparous women:
76. Gaskin IM: Some thoughts on unassisted childbirth, Midwifery a systematic review, BJOG 118:655-661, 2011.
Today Int Midwife 66:38-40, 2003. 103. Gaiser RR: The epidural test dose in obstetric anesthesia: it is not
77. Wu HC, Liu YC, Ou KL, et al: Effects of acupuncture on post- obsolete, J Clin Anesth 15:474-477, 2003.
cesarean section pain, Chin Med J (Engl) 122:1743-1748, 2009. 104. Colonna-Romano P, Lingaraju N, Godfrey SD, et al: Epidural test
78. Cho SH, Lee H, Ernst E: Acupuncture for pain relief in labour: a dose and intravascular injection in obstetrics: sensitivity, specificity,
systematic review and meta-analysis, BJOG 117:907-920, 2010. and lowest effective dose, Anesth Analg 75:372-376, 1992.
79. Chang MY, Wang SY, Chen CH: Effects of massage on pain and 105. Beardsley D, Holman S, Gantt RM, et al: Transient neurologic deficit
anxiety during labour: a randomized controlled trial in Taiwan, J after spinal anesthesia: local anesthetic maldistribution with pencil
Adv Nurs 38:68-73, 2002. point needles? Anesth Analg 81:314-320, 1995.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia  2358.e3

106. Ong B, Baker C: Temporary back and leg pain after bupivacaine 130. Moen V, Dahlgren N, Irestedt L: Severe neurological complications
and morphine spinal anaesthesia, Can J Anaesth 42:805-807, 1995. after central neuraxial blockades in Sweden 1990-1999, Anesthesiol­
107. Johnson ME, Uhl CB, Spittler KH, et al: Mitochondrial injury and ogy 101:950-959, 2004.
caspase activation by the local anesthetic lidocaine, Anesthesiology 131. Cook TM, Counsell D, Wildsmith JA: Major complications of central
101:1184-1194, 2004. neuraxial block: report on the Third National Audit Project of the
108. Chabbouh T, Lentschener C, Zuber M, et al: Persistent cauda equi- Royal College of Anaesthetists, Br J Anaesth 102:179-190, 2009.
na syndrome with no identifiable facilitating condition after an 132. Goetzl L, Rivers J, Zighelboim I, et al: Intrapartum epidural analge-
uneventful single spinal administration of 0.5% hyperbaric bupi- sia and maternal temperature regulation, Obstet Gynecol 109:687-
vacaine, Anesth Analg 101:1847-1848, 2005. 690, 2007.
109. Freedman JM, Li DK, Drasner K, et al: Transient neurologic symp- 133. Unal ER, Cierny JT, Roedner C, et al: Maternal inflammation in
toms after spinal anesthesia: an epidemiologic study of 1,863 spontaneous term labor, Am J Obstet Gynecol 204(223):e1-e5, 2011.
patients, Anesthesiology 89:633-641, 1998. 134. Novikova N, Cluver C: Local anaesthetic nerve block for pain
110. Silva M, Halpern S: Epidural analgesia for labor: Current techniques, management in labour, Cochrane Database Syst Rev 4:CD009200,
Local Reg Anesth 3:143-153, 2010. 2012.
111. Collis RE, Davies DW, Aveling W: Randomised comparison of com- 135. Jensen F, Qvist I, Brocks V, et al: Submucous paracervical blockade
bined spinal-epidural and standard epidural analgesia in labour, compared with intramuscular meperidine as analgesia during labor:
Lancet 345:1413-1416, 1995. a double-blind study, Obstet Gynecol 64:724-727, 1984.
112. Gambling DR, Yu P, Cole C, et al: A comparative study of patient 136. Nikkola EM, Jahnukainen TJ, Ekblad UU, et al: Neonatal monitor-
controlled epidural analgesia (PCEA) and continuous infusion ing after maternal fentanyl analgesia in labor, J Clin Monit Comput
epidural analgesia (CIEA) during labour, Can J Anaesth 35(3 Pt 16:597-608, 2000.
1):249-254, 1988. 137. Philipson EH: Obstetrical paracervical block with chloroprocaine,
113. Niemi G, Breivik H: Adrenaline markedly improves thoracic epi- Acta Obstet Gynecol Scand 63:187, 1984.
dural analgesia produced by a low-dose infusion of bupivacaine, 138. Morishima HO, Covino BG, Yeh MN, et al: Bradycardia in the fetal
fentanyl and adrenaline after major surgery: A randomised, double- baboon following paracervical block anesthesia, Am J Obstet Gynecol
blind, cross-over study with and without adrenaline, Acta Anaes­ 140:775-780, 1981.
thesiol Scand 42:897-909, 1998. 139. Guillozet N: The risks of paracervical anesthesia: intoxication and
114. Meert TF, Noorduin H, Van Craenendonck H, et al: Effects of adren- neurological injury of the newborn, Pediatrics 55:533-536, 1975.
aline, an alpha 2-adrenoceptor agonist, the volume of injection, 140. Pace MC, Aurilio C, Bulletti C, et al: Subarachnoid analgesia in
and the global pain state of the animal on the activity of epidural advanced labor: a comparison of subarachnoid analgesia and
sufentanil, Acta Anaesthesiol Belg 40:247-261, 1989. pudendal block in advanced labor: analgesic quality and obstetric
115. Eisenach JC: Epidural neostigmine: will it replace lipid soluble opi- outcome, Ann N Y Acad Sci 1034:356-363, 2004.
oids for postoperative and labor analgesia? Anesth Analg 109:293- 141. Langhoff-Roos J, Lindmark G: Analgesia and maternal side effects of
295, 2009. pudendal block at delivery: A comparison of three local anesthetics,
116. Owen MD, Ozsaraç O, et al: Low-dose clonidine and neostigmine Acta Obstet Gynecol Scand 64:269-272, 1985.
prolong the duration of intrathecal bupivacaine-fentanyl for labor 142. MacDorman MF, Menacker F, Declercq E: Cesarean birth in the
analgesia, Anesthesiology 92:361-366, 2000. United States: epidemiology, trends, and outcomes, Clin Perinatol
117. Nelson KE, D’Angelo R, Foss ML, et al: Intrathecal neostigmine and 35(v):293-307, 2008.
sufentanil for early labor analgesia, Anesthesiology 91:1293-1298, 143. Clark SL, Belfort MA, Dildy GA, et al: Maternal death in the 21st
1999. century: causes, prevention, and relationship to cesarean delivery,
118. O’Meara ME, Gin T: Comparison of 0.125% bupivacaine with Am J Obstet Gynecol 199(36):e1-e5, 2008, discussion 91-92, e7-e11.
0.125% bupivacaine and clonidine as extradural analgesia in the 144. Hawkins JL, Koonin LM, Palmer SK, et al: Anesthesia-related deaths
first stage of labour, Br J Anaesth 71:651-656, 1993. during obstetric delivery in the United States, 1979-1990, Anesthe­
119. Eisenach JC, Castro MI, Dewan DM, et al: Epidural clonidine anal- siology 86:277-284, 1997.
gesia in obstetrics: sheep studies, Anesthesiology 70:51-56, 1989. 145. Hawkins JL, Chang J, Palmer SK, et al: Anesthesia-related maternal
120. Sabbe MB, Penning JP, Ozaki GT, et al: Spinal and systemic action mortality in the United States: 1979-2002, Obstet Gynecol 117:69-74,
of the alpha 2 receptor agonist dexmedetomidine in dogs: antinoci- 2011.
ception and carbon dioxide response, Anesthesiology 80:1057-1072, 146. Rollins M, Lucero J: Overview of anesthetic considerations for
1994. Cesarean delivery, Br Med Bull 101:105-125, 2012.
121. Selim MF, Elnabtity AM, Hasan AM: Comparative evaluation of 147. Tsen LC: Anesthesia for cesarean delivery. In Chestnut DH, Pol-ley
epidural bupivacaine-dexmedetomidine and bupivacaine--fentanyl LS, Tsen LC, et al, editors: Chestnut’s obstetric anesthesia: principles
on Doppler velocimetry of uterine and umbilical arteries during and practice, Philadelphia, 2009, Elsevier, pp 521-573.
labor, J Prenat Med 6:47-54, 2012. 148. Janda M, Scheeren TW, Noldge-Schomburg GF: Management of
122. Van de Velde M, Schepers R, Berends N, et al: Ten years of expe- pulmonary aspiration, Best Pract Res Clin Anaesthesiol 20:409-427,
rience with accidental dural puncture and post-dural puncture 2006.
headache in a tertiary obstetric anaesthesia department, Int J Obstet 149. Kalinowski CP, Kirsch JR: Strategies for prophylaxis and treatment
Anesth 17:329-335, 2008. for aspiration, Best Pract Res Clin Anaesthesiol 18:719-737, 2004.
123. Ross BK, Chadwick HS, Mancuso JJ, et al: Sprotte needle for obstet- 150. Fettes PD, Jansson JR, Wildsmith JA: Failed spinal anaesthesia:
ric anesthesia: decreased incidence of post dural puncture head- mechanisms, management, and prevention, Br J Anaesth 102:739-
ache, Reg Anesth 17:29-33, 1992. 748, 2009.
124. Basurto Ona X, Martinez-Garcia L, Solá I, et al: Drug therapy for 151. Riley ET, Cohen SE, Macario A, et al: Spinal versus epidural anes-
treating post-dural puncture headache, Cochrane Database Syst Rev thesia for cesarean section: a comparison of time efficiency, costs,
8:CD007887, 2011. charges, and complications, Anesth Analg 80:709-712, 1995.
125. Russell IF: A prospective controlled study of continuous spinal 152. Cyna AM, Andrew M, Emmett RS, et al: Techniques for prevent-
analgesia versus repeat epidural analgesia after accidental dural ing hypotension during spinal anaesthesia for caesarean section,
puncture in labour, Int J Obstet Anesth 21:7-16, 2012. Cochrane Database Syst Rev 4:CD002251, 2006.
126. McKenzie AG, Darragh K: A national survey of prevention of infec- 153. Ko JS, Kim CS, Cho HS, et al: A randomized trial of crystalloid versus
tion in obstetric central neuraxial blockade in the UK, Anaesthesia colloid solution for prevention of hypotension during spinal or
66:497-502, 2011. low-dose combined spinal-epidural anesthesia for elective cesarean
127. Green LK, Paech MJ: Obstetric epidural catheter-related infections delivery, Int J Obstet Anesth 16:8-12, 2007.
at a major teaching hospital: a retrospective case series, Int J Obstet 154. Carvalho B, Mercier FJ, Riley ET, et al: Hetastarch co-loading is
Anesth 19:38-43, 2010. as effective as pre-loading for the prevention of hypotension fol-
128. Bateman BT, Myhre JM, Leffert J, et al: The risk and outcomes of lowing spinal anesthesia for cesarean delivery, Int J Obstet Anesth
epidural hematomas after perioperative and obstetric epidural cath- 18:150-155, 2009.
eterization: a report from the Multicenter Perioperative Outcomes 155. Smiley RM: Burden of proof, Anesthesiology 111:470-472, 2009.
Group Research Consortium, Anesth Analg 116:1380-1385, 2013. 156. Hood DD, Curry R: Spinal versus epidural anesthesia for cesarean
129. Reynolds F: Neurological infections after neuraxial anesthesia, section in severely preeclamptic patients: a retrospective survey,
Anesthesiol Clin 26(v):23-52, 2008. Anesthesiology 90:1276-1282, 1999.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2358.e4  PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

157. Wallace DH, Leveno KJ, Cunningham FG, et al: Randomized com- 183. Kadir RA, McLintock C: Thrombocytopenia and disorders of platelet
parison of general and regional anesthesia for cesarean delivery in function in pregnancy, Semin Thromb Hemost 37:640-652, 2011.
pregnancies complicated by severe preeclampsia, Obstet Gynecol 184. Bockenstedt PL: Thrombocytopenia in pregnancy, Hematol Oncol
86:193-199, 1995. Clin North Am 25(vii-viii):293-310, 2011.
158. Norris MC: Height, weight, and the spread of subarachnoid hyper- 185. Matthews JH, Benjamin S, Gill DS, et al: Pregnancy-associated
baric bupivacaine in the term parturient, Anesth Analg 67:555-558, thrombocytopenia: definition, incidence and natural history, Acta
1988. Haematol 84:24-29, 1990.
159. Bjornestad E, Iversen OL, Raeder J: Similar onset time of 2--chlo- 186. George JN, Woolf SH, Raskob GE, et al: Idiopathic thrombocyto-
roprocaine and lidocaine + epinephrine for epidural anesthesia for penic purpura: a practice guideline developed by explicit methods
elective cesarean section, Acta Anaesthesiol Scand 50:358-363, 2006. for the American Society of Hematology, Blood 88:3-40, 1996.
160. Gaiser RR, Cheek TG, Adams HK, et al: Epidural lidocaine for 187. Beilin Y, Zahn J, Comerford M: Safe epidural analgesia in thirty
cesarean delivery of the distressed fetus, Int J Obstet Anesth 7:27-31, parturients with platelet counts between 69,000 and 98,000 mm(-
1998. 3), Anesth Analg 85:385-388, 1997.
161. American Society of Anesthesiologists Task Force on Management 188. Chi C, Kadir RA: Inherited bleeding disorders in pregnancy, Best
of the Difficult Airway: Practice guidelines for management of the Pract Res Clin Obstet Gynaecol 26:103-117, 2012.
difficult airway: an updated report, Anesthesiology 98:1269-1277, 189. Chi C, Lee CA, England A, et al: Obstetric analgesia and anaesthe-
2003. sia in women with inherited bleeding disorders, Thromb Haemost
162. Bailey SG, Kitching AJ: The laryngeal mask airway in failed obstetric 101:1104-1111, 2009.
tracheal intubation, Int J Obstet Anesth 14:270-271, 2005. 190. Kujovich JL: Factor V Leiden thrombophilia, Genet Med 13:1-16, 2011.
163. Han TH, Brimacombe J, Lee EJ, et al: The laryngeal mask airway 191. Vahratian A, Siega-Riz AM, Savitz DA, et al: Maternal pre-pregnancy
is effective (and probably safe) in selected healthy parturients for overweight and obesity and the risk of cesarean delivery in nul-
elective cesarean section: a prospective study of 1067 cases, Can J liparous women, Ann Epidemiol 15:467-474, 2005.
Anaesth 48:1117-1121, 2001. 192. Davies GA, Maxwell C, McLeod L, et al: Obesity in pregnancy, J
164. Mhyre JM, Riesner MN, Polley LS, et al: A series of anesthesia- Obstet Gynaecol Can 32:165-173, 2010.
related maternal deaths in Michigan, 1985-2003, Anesthesiology 193. Roofthooft E: Anesthesia for the morbidly obese parturient, Curr
106:1096-1104, 2007. Opin Anaesthesiol 22:341-346, 2009.
165. Dailland P, Cockshott ID, Lirzin JD, et al: Intravenous propofol 194. Chanimov M, Evron S, Haitov Z, et al: Accidental venous and dural
during cesarean section: placental transfer, concentrations in breast puncture during epidural analgesia in obese parturients (BMI >
milk, and neonatal effects: A preliminary study, Anesthesiology 40 kg/m2): three different body positions during insertion, J Clin
71:827-834, 1989. Anesth 22:614-618, 2010.
166. Gregory MA, Gin T, Yau G, et al: Propofol infusion anaesthesia for 195. Lupton M, Oting-Ntim E, Avida G, et al: Cardiac disease in preg-
caesarean section, Can J Anaesth 37:514-520, 1990. nancy, Curr Opin Obstet Gynecol 14:137-143, 2002.
167. Crozier TA, Flamm C, Speer CP, et al: Effects of etomidate on the 196. Webb GD, Smallhorn JF, Therrien J, et al: Congenital heart dis-ease.
adrenocortical and metabolic adaptation of the neonate, Br J In Bonow RO, Mann DL, Zipes DP, editors: Braunwald’s heart disease:
Anaesth 70:47-53, 1993. a textbook of cardiovascular medicine, Philadelphia, 2011, Saunders.
168. Little B, Chang T, Churcot T, et al: Study of ketamine as an obstetric 197. Horlocker TT, Wedel DJ, Rowlingson JC, et al: Regional anesthesia
anesthetic agent, Am J Obstet Gynecol 113:247-260, 1972. in the patient receiving antithrombotic or thrombolytic thera-
169. Kvisselgaard N, Moya F: Investigation of placental thresholds to py: American Society of Regional Anesthesia and Pain Medicine
succinylcholine, Anesthesiology 22:7-10, 1961. Evidence-Based Guidelines (Third Edition), Reg Anesth Pain Med
170. Abouleish E, Abboud T, Lechevalier T, et al: Rocuronium (Org 9426) 35:64-101, 2010.
for caesarean section, Br J Anaesth 73:336-341, 1994. 198. Ismail MT, Hassanin MZ: Neuraxial analgesia versus intravenous
171. Magorian T, Flannery KB, Miller RD: Comparison of rocuronium, remifentanil for pain relief in early labor in nulliparous women,
succinylcholine, and vecuronium for rapid-sequence induction of Arch Gynecol Obstet 286:1375-1381, 2012.
anesthesia in adult patients, Anesthesiology 79:913-918, 1993. 199. Volmanen P, Palomaki O, Ahonen J: Alternatives to neuraxial
172. Kivalo I, Saarikoski S: Placental transmission and foetal uptake of analgesia for labor, Curr Opin Anaesthesiol 24:235-241, 2011.
14 C-dimethyltubocurarine, Br J Anaesth 44:557-561, 1972. 200. Brito V, Niederman MS: Pneumonia complicating pregnancy, Clin
173. Lertakyamanee J, Chinachoti T, Tritrakam T, et al: Comparison of Chest Med 32(ix):121-132, 2011.
general and regional anesthesia for cesarean section: success rate, 201. Husemeyer RP, Davenport HT: Prophylaxis for Mendelson’s syn-
blood loss and satisfaction from a randomized trial, J Med Assoc drome before elective caesarean section: A comparison of cimeti-
Thai 82:672-680, 1999. dine and magnesium trisilicate mixture regimens, Br J Obstet Gyn­
174. Afolabi BB, Lesi FE, Merah NA: Regional versus general anaesthesia aecol 87:565-570, 1980.
for caesarean section, Cochrane Database Syst Rev 4:CD004350, 202. Tufano A, Di Capua M, Coppola A, et al: The challenge of diag-
2006. nosing pulmonary embolism in children, pregnant women, and
175. Hutcheon JA, Lisonkova S, Joseph KS: Epidemiology of pre-eclamp- elderly patients: a descriptive review of the literature, Semin Thromb
sia and the other hypertensive disorders of pregnancy, Best Pract Hemost 37:908-917, 2011.
Res Clin Obstet Gynaecol 25:391-403, 2011. 203. Chetty SP, Shaffer BL, Norton ME: Management of pregnancy in
176. Khan KS, Woldyia D, Say L, et al: WHO analysis of causes of mater- women with genetic disorders. II. Inborn errors of metabolism,
nal death: a systematic review, Lancet 367:1066-7104, 2006. cystic fibrosis, neurofibromatosis type 1, and Turner syndrome in
177. American College of Obstetricians Gynecologists, Task Force on pregnancy, Obstet Gynecol Surv 66:765-776, 2011.
Hypertension in Pregnancy: Hypertension in pregnancy. Report 204. Youngs P, Human M: Epidural haematoma in a parturient with
of the American College of Obstetricians and Gynecologists’ Task neurofibromatosis, Br J Anaesth 88:745, 2002, author reply, p. 745.
Force on Hypertension in Pregnancy, Obstet Gynecol 122:1122-1131, 205. Spiegel JE, Hapgood A, Hess PE: Epidural anesthesia in a parturient
2013. with neurofibromatosis type 2 undergoing cesarean section, Int J
178. Sibai BM: Magnesium sulfate prophylaxis in preeclampsia: evidence Obstet Anesth 14:336-339, 2005.
from randomized trials, Clin Obstet Gynecol 48:478-488, 2005. 206. Goetzinger KR, Harper LM, Tuuli MG, et al: Effect of regional anes-
179. Forest JC, Charland M, Massé J, et al: Candidate biochemical mark- thesia on the success rate of external cephalic version: a systematic
ers for screening of pre-eclampsia in early pregnancy, Clin Chem review and meta-analysis, Obstet Gynecol 118:1137-1144, 2011.
Lab Med 50:973-984, 2012. 207. Yoshida M, Kawakami Y, et al: Effectiveness of epidural anesthesia
180. Anderson UD, Olsson MG, Kristensen KH, et al: Review: Biochemi- for external cephalic version (ECV), J Perinatol 30:580-583, 2010.
cal markers to predict preeclampsia, Placenta 33(Suppl):S42-S47, 208. Lavoie A, Guay J: Anesthetic dose neuraxial blockade increases the
2012. success rate of external fetal version: a meta-analysis, Can J Anaesth
181. Valensise H, Vasapollo B, Gagliardi G, et al: Early and late pre- 57:408-414, 2010.
eclampsia: two different maternal hemodynamic states in the latent 209. Hopwood HG Jr: Shoulder dystocia: fifteen years’ experience in a
phase of the disease, Hypertension 52:873-880, 2008. community hospital, Am J Obstet Gynecol 144:162166, 1982.
182. Vandermeulen EP, Van Aken H, Vermylen J: Anticoagulants and 210. Mollberg M, Hagberg H, Bager B, et al: High birthweight and shoul-
spinal-epidural anesthesia, Anesth Analg 79:1165-1177, 1994. der dystocia: the strongest risk factors for obstetrical brachial plexus

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Capítulo 77: Anestesia en obstetricia  2358.e5

palsy in a Swedish population-based study, Acta Obstet Gynecol 237. California Maternal Qualtiy Care Collaborative: OB hemorrhage
Scand 84:654-659, 2005. care guidelines and summaries. <http://www.cmqcc.org/ob>
211. Kish K, Collea J: Malpresentation, Prolapse Cord. In Nathan L, (Accessed 23.12.12.)
editor: Current Obstetric & Gynecologic Diagnosis & Treatment, New 238. Gallos G, Redai I, Smiley RM: The role of the anesthesiologist in
York, 2003, Lange/McGraw-Hill, p 382. management of obstetric hemorrhage, Semin Perinatol 33:116-123,
212. Sokol R.J., Blackwell S.C.: ACOG practice bulletin: Shoulder dys- 2009.
tocia, no. 40, November 2002. (replaces practice pattern no. 7, 239. O’Connell KA, Wood JJ, Wise RP, et al: Thromboembolic adverse
October 1997), Int J Gynaecol Obstet 80:87-92, 2003. events after use of recombinant human coagulation factor VIIa,
213. Kung HC, Hovert DL, Xu J, et al: Deaths: final data for 2005, Natl JAMA 295:293-298, 2006.
Vital Stat Rep 56:1-120, 2008. 240. Franchini M, Franchi M, Begamini V, et al: The use of recombinant
214. Mhyre JM: Maternal mortality, Curr Opin Anaesthesiol 25:277-285, activated FVII in postpartum hemorrhage, Clin Obstet Gynecol
2012. 53:219-227, 2010.
215. Callaghan WM, Creanga AA, Kuklina EV: Severe Maternal Morbid- 241. Ahonen J: The role of recombinant activated factor VII in obstetric
ity Among Delivery and Postpartum Hospitalizations in the United hemorrhage, Curr Opin Anaesthesiol 25:309-314, 2012.
States, Obstet Gynecol 120:1029-1036, 2012. 242. Goodnough LT: Risks of blood transfusion, Anesthesiol Clin North
216. Berg CJ, Harper MA, Atkinson SM, et al: Preventability of preg- America 23(v):241-252, 2005.
nancy-related deaths: results of a state-wide review, Obstet Gynecol 243. Grainger H, Catling S: Intraoperative cell salvage in obstetrics, J
106:1228-1234, 2005. Perioper Pract 21:264-270, 2011.
217. Snegovskikh D, Clebone A, Norwitz E: Anesthetic management of 244. Waters JH, Biscotti C, Potter PS, et al: Amniotic fluid removal during
patients with placenta accreta and resuscitation strategies for associ- cell salvage in the cesarean section patient, Anesthesiology 92:1531-
ated massive hemorrhage, Curr Opin Anaesthesiol 24:274-281, 2011. 1536, 2000.
218. Eller AG, Porter TF, Soisson P, et al: Optimal management strategies 245. Iwama H: Bradykinin-associated reactions in white cell-reduction
for placenta accreta, BJOG 116:648-654, 2009. filter, J Crit Care 16:74-81, 2001.
219. Dwyer BK, Belogolovkin V, Tran L, et al: Prenatal diagnosis of 246. Doumouchtsis SK, Papageorghiou AT, Arulkumaran S: Systematic
placenta accreta: sonography or magnetic resonance imaging? review of conservative management of postpartum hemorrhage:
J Ultrasound Med 27:1275-1281, 2008. what to do when medical treatment fails, Obstet Gynecol Surv
220. Silver RM, Landon MB, Rouse DJ, et al: Maternal morbidity asso- 62:540-547, 2007.
ciated with multiple repeat cesarean deliveries, Obstet Gynecol 247. Moore J, Baldisseri MR: Amniotic fluid embolism, Crit Care Med
107:1226-1232, 2006. 33(10 Suppl):S279-S285, 2005.
221. Salazar GM, Petrozza JC, Walker TG: Transcatheter endovascular 248. Gilbert WM, Danielsen B: Amniotic fluid embolism: decreased
techniques for management of obstetrical and gynecologic emer- mortality in a population-based study, Obstet Gynecol 93:973-977,
gencies, Tech Vasc Interv Radiol 12:139-147, 2009. 1999.
222. Mok M, Heidemann B, Dundas K, et al: Interventional radiology 249. Tuffnell DJ: Amniotic fluid embolism, Curr Opin Obstet Gynecol
in women with suspected placenta accreta undergoing caesarean 15:119-122, 2003.
section, Int J Obstet Anesth 17:255-261, 2008. 250. Lin MG: Umbilical cord prolapse, Obstet Gynecol Surv 61:227-269,
223. Angstmann T, Gard G, Harrington T, et al: Surgical management 2006.
of placenta accreta: a cohort series and suggested approach, Am J 251. Watson P, Besch N, Bowes WA Jr: Management of acute and sub-
Obstet Gynecol 202(38):e1-e9, 2010. acute puerperal inversion of the uterus, Obstet Gynecol 55:12-16,
224. Gagnon R, Morin L, Bly S, et al: SOGC clinical practice guideline: 1980.
guidelines for the management of vasa previa, Int J Gynaecol Obstet 252. Catanzarite VA, Moffitt KD, Baker ML, et al: New approaches to the
108:85-89, 2010. management of acute puerperal uterine inversion, Obstet Gynecol
225. Oyelese Y, Smulian JC: Placenta previa, placenta accreta, and vasa 68(3 Suppl):7S-10S, 1986.
previa, Obstet Gynecol 107:927-941, 2006. 253. Smith GN, Brien JF: Use of nitroglycerin for uterine relaxation,
226. Oyelese Y, Catanzarite V, Prefumo F, et al: Vasa previa: the impact Obstet Gynecol Surv 53:559-565, 1998.
of prenatal diagnosis on outcomes, Obstet Gynecol 103(5 Pt 1):937- 254. Hong RW, Greenfield ML, Polley LS: Nitroglycerin for uterine inver-
942, 2004. sion in the absence of placental fragments, Anesth Analg 103:511-
227. Kaczmarczyk M, Sparén P, Terry P, et al: Risk factors for uterine rup- 512, 2006.
ture and neonatal consequences of uterine rupture: a population- 255. Goodman S: Anesthesia for nonobstetric surgery in the pregnant
based study of successive pregnancies in Sweden, BJOG 114:1208- patient, Semin Perinatol 26:136-145, 2002.
1214, 2007. 256. Rizzi S, Carter LB, Ori C, et al: Clinical anesthesia causes permanent
228. Johnson C, Oriol N: The role of epidural anesthesia in trial of labor, damage to the fetal guinea pig brain, Brain Pathol 18:198-210, 2008.
Reg Anesth 15:304-308, 1990. 257. Palanisamy A, Baxter MG, Keel PK, et al: Rats exposed to isoflurane
229. Molloy BG, Sheil O, Duignan NM: Delivery after caesarean section: in utero during early gestation are behaviorally abnormal as adults,
review of 2176 consecutive cases, Br Med J (Clin Res Ed) 294:1645- Anesthesiology 114:521-528, 2011.
1647, 1987. 258. Slikker W Jr, Zou X, Hotchkiss CE: Ketamine-induced neuronal cell
230. Farmer RM, Kirschbaum T, Potter D, et al: Uterine rupture during death in the perinatal rhesus monkey, Toxicol Sci 98:145-158, 2007.
trial of labor after previous cesarean section, Am J Obstet Gynecol 259. Casey BJ, Galvan A, Hare TA: Changes in cerebral functional orga-
165(4 Pt 1):996-1001, 1991. nization during cognitive development, Curr Opin Neurobiol 15:239-
231. American College of Obstetricians Gynecologists: Vaginal birth 244, 2005.
after previous cesarean delivery. Pract bull no. 115, Obstet Gynecol 260. Mazze RI, Kallen B: Reproductive outcome after anesthesia and
116(2 Pt 1):450-463, 2010. operation during pregnancy: a registry study of 5405 cases, Am J
232. Knight M, Callaghan WM, Berg C, et al: Trends in postpartum Obstet Gynecol 161:1178-1185, 1989.
hemorrhage in high resource countries: a review and recommenda- 261. Shnider SM, Webster GM: Maternal and Fetal Hazards of Surgery
tions from the International Postpartum Hemorrhage Collaborative during Pregnancy, Am J Obstet Gynecol 92:891-900, 1965.
Group, BMC Pregnancy Childbirth 9:55, 2009. 262. Czeizel AE, Pataki T, Rockenbauer M: Reproductive outcome after
233. Hogberg U: The World Health Report 2005: “make every mother exposure to surgery under anesthesia during pregnancy, Arch Gyne­
and child count”—including Africans, Scand J Public Health 33:409- col Obstet 261:193-199, 1998.
411, 2005. 263. American College of Obstetricians and Gynecologists: ACOG Com-
234. Dyer RA, Butwick AJ, Carvalho B: Oxytocin for labour and cae- mittee Opinion no. 284, August 2003: Nonobstetric surgery in
sarean delivery: implications for the anaesthesiologist, Curr Opin pregnancy, Obstet Gynecol 102:431, 2003.
Anaesthesiol 24:255-261, 2011. 264. Antonucci R, Zaffanello M, Puxxedu E, et al: Use of non-steroidal
235. Butwick AJ, Coleman L, Cohen SE, et al: Minimum effective bolus anti-inflammatory drugs in pregnancy: impact on the fetus and
dose of oxytocin during elective Caesarean delivery, Br J Anaesth newborn, Curr Drug Metab 13:474-490, 2012.
104:338-343, 2010. 265. Hui D, Morrison LI, Windrim R, et al: The American Heart Associa-
236. Vercauteren M, Palit S, Soetens F, et al: Anaesthesiological consid- tion 2010 guidelines for the management of cardiac arrest in preg-
erations on tocolytic and uterotonic therapy in obstetrics, Acta nancy: consensus recommendations on implementation strategies,
Anaesthesiol Scand 53:701-709, 2009. J Obstet Gynaecol Can 33:858-863, 2011.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
2358.e6  PARTE V: Anestesia por subespecialidades en el adulto

266. Morris S, Stacey M: Resuscitation in pregnancy, BMJ 327:1277-1279, 275. Onderoglu L, Tuncer ZC, Oto A, et al: Balloon valvuloplasty during
2003. pregnancy, Int J Gynaecol Obstet 49:181-183, 1995.
267. Bern S, Apka BS, Kuo I, et al: Lipid resuscitation: a life-saving antidote 276. Kuczkowski KM: Nonobstetric surgery during pregnancy: what are
for local anesthetic toxicity, Curr Pharm Biotechnol 12:313-319, 2011. the risks of anesthesia? Obstet Gynecol Surv 59:52-56, 2004.
268. Reynolds JD, Booth JV, de la Fuente S, et al: A review of laparos- 277. John AS, Gurley F, Schaff HV, et al: Cardiopulmonary bypass during
copy for non-obstetric-related surgery during pregnancy, Curr Surg pregnancy, Ann Thorac Surg 91:1191-1196, 2011.
60:164-173, 2003. 278. Arnoni RT, Arnoni AS, Bonini RC, et al: Risk factors associated with
269. Walsh CA, Tang T, Walsh SR: Laparoscopic versus open appendicec- cardiac surgery during pregnancy, Ann Thorac Surg 76:1605-1608,
tomy in pregnancy: a systematic review, Int J Surg 6:339-434, 2008. 2003.
270. Reedy MB, Kallen B, Kuehl TJ: Laparoscopy during pregnancy: a 279. Pardi G, Ferrari MM, Iorio F, et al: The effect of maternal hypother-
study of five fetal outcome parameters with use of the Swedish mic cardiopulmonary bypass on fetal lamb temperature, hemody-
Health Registry, Am J Obstet Gynecol 177:673-679, 1997. namics, oxygenation, and acid-base balance, J Thorac Cardiovasc
271. Soper NJ: SAGES guidelines for diagnosis, treatment, and use of Surg 127:1728-1734, 2004.
laparoscopy for surgical problems during pregnancy, Surg Endosc 280. Aboud E, Neales K: The effect of maternal hypothermia on the fetal
25:3477-3478, 2011. heart rate, Int J Gynaecol Obstet 66:163-164, 1999.
272. Bhavani-Shankar K, Steinbrook RA, Brooks DC, et al: Arterial to 281. Lumbers ER, Stevens AD: Changes in fetal renal function in
end-tidal carbon dioxide pressure difference during laparoscopic response to infusions of a hyperosmotic solution of mannitol to
surgery in pregnancy, Anesthesiology 93:370-373, 2000. the ewe, J Physiol 343:439-446, 1983.
273. Mirza FG, Devine PC, Gaddipati S: Trauma in pregnancy: a system- 282. Ain DL, Narula J, Sengupta PP: Cardiovascular imaging and
atic approach, Am J Perinatol 27:579-586, 2010. diagnostic procedures in pregnancy, Cardiol Clin 30:331-341,
274. de Souza JA, Martinez EE Jr, Ambrose JA, et al: Percutaneous bal- 2012.
loon mitral valvuloplasty in comparison with open mitral valve 283. Kron J, Conti JB: Arrhythmias in the pregnant patient: current
commissurotomy for mitral stenosis during pregnancy, J Am Coll concepts in evaluation and management, J Interv Card Electrophysiol
Cardiol 37:900-903, 2001. 19:95-107, 2007.

Descargado de ClinicalKey.es desde Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud mayo 16, 2016.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2016. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.

También podría gustarte