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Sin duda el ataque es uno de los intentos para derrocar al presidente de Siria y a la vez
cambiar el sistema político que ha regido dicho país que cabe mencionar es un factor clave
en la geopolítica actual, principalmente por los siguientes factores: el banco central de Siria
es propiedad Estatal, por lo mismo no tiene deuda con el Fondo Monetario Internacional;
posee importantes reservas de petróleo y gas, el cual también está en manos del Estado; Su
ubicación a las puertas del mediterráneo oriental y oriente medio es una posición
estratégica para, entre otras cosas, la creación de oleoductos a Israel; etc.
Parece ser que se trata de otro golpe que justificará las acciones de los Estados Unidos, y
sus demás aliados como el Estado Islámico, para incursionar política y bélicamente en
Siria, tal y como ha sucedido en distintos países de medio oriente desde el año 2001.
Sin embargo, no debemos olvidar la cruda realidad de miles de ciudadanos sirios, que tanto
como usted y como yo son seres humanos, los cuáles se han encontrado no solamente en el
sangriento drama de la guerra sino que han encontrado unos sufrimientos y una muerte
terrible debido al atentado químico: las imágenes y los videos que circulan por las redes
sociales no son nada agradables y sí muy explícitos al mostrar las convulsiones agonizantes
de hombres, mujeres y sobre todo niños. Algunos de estos últimos apenas salvados, pero
con la angustia de encontrarse solos, sin saber si su familia ha sobrevivido como ellos o ya
ha perecido, y sin tener la seguridad ni la tranquilidad misma que pudiese brindar un
hospital, pues precisamente éste ha sido bombardeado el viernes pasado, dejando así a
cientos de personas sin los cuidados necesarios para sobrevivir, y no sólo a las víctimas del
atentado químico, cuéntese también a demás enfermos y recién nacidos que también
necesitan la atención médica.
Abramos, pues, los ojos a la cruda realidad que está sufriendo la humanidad en estos
momentos, no sólo por la desestabilidad política de medio oriente y las tensiones
internacionales encabezadas por Estados Unidos y Rusia, sino también por la falta de
preocupación de distintas organizaciones internacionales, así como de la opinión pública
ante el pueblo doliente de Siria.