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En las centrales térmicas antiguas, los equipos auxiliares eran accionados mediante pequeñas
máquinas y turbinas a vapor. En las hidroeléctricas era muy común accionar a las bombas de aceite
para los cojinetes mediante pequeñas ruedas Pelton o turbinas Francis de eje horizontal. Actualmente,
los equipos son accionados casi exclusivamente mediante electromotores de CA, y en ciertas
ocasiones importantes todavía por motores de CC (donde, por razones de seguridad, son alimentados
por baterías - por ejemplo lubricación de cojinetes).
El empleo de máquinas de CA se debe a su mayor simplicidad y seguridad, y debido al menor
costo de motores y del sistema de alimentación, como también por su bajo mantenimiento. Siempre
que es posible, se emplean motores con rotor en jaula de ardilla. Los de este tipo, en una o dos
velocidades, son muy comunes en el accionamiento de las bombas de circulación o extracción del
vapor condensado, los ventiladores y sopladores, compresores, molinos y transportadores de carbón,
elevadores de compuertas y válvulas mariposas de admisión, modernamente accionados mediante
reguladores electrónicos de velocidad y de arranque suave.
Las bombas de alimentación de calderas son accionadas en algunos casos por motores con rotor
bobinado o mejor por máquinas del tipo de doble (o triple) jaula, debido al elevado par de arranque
que requiere dicha bomba.
En muchas instalaciones, algunas bombas muy especiales son accionadas por motores
sincrónicos, cuando deban funcionar las 24 hs. del día, debido a que con ellos es posible corregir el
factor de potencia de la instalación. Tienen el inconveniente de su típicamente complicada puesta en
marcha, pero si deben funcionar muchas horas seguidas al año este problema se minimiza.
La disposición de las barras, de los interruptores y de los equipos para la alimentación de los
servicios auxiliares de la central, tiene que ser estudiada con miras a la simplicidad, alta seguridad y
bajo costo. Al proyectar un sistema de esta clase, se tienen en cuenta los siguientes factores: potencia y
naturaleza de la central y su modo de trabajo, las fuentes de energía disponibles y la importancia de los
equipos auxiliares.
Cabe mencionar que para los servicios esenciales, los equipos se duplican (a veces hasta se
cuadruplican ...), instalando así posibles reservas para ser empleadas al ser requeridas. Para los
servicios generales esto rara vez se cumple, siendo equipos únicos.
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Conexión de los Servicios Auxiliares Subestaciones Eléctricas de
3° Parte de Transformación y Distribución
Las centrales eléctricas, en cuanto a los equipos y sistemas auxiliares se refiere, se las construye
básicamente con dos concepciones diferentes: como centrales de barra o centrales de bloque tal como
desarrollaremos a continuación.
En las primeras - las centrales de barra - los generadores alimentan directamente a un sistema de
barras colectoras. Esta técnica se emplea en centrales industriales y otras pequeñas centrales
abastecedoras de energía, como las centrales de punta e hidroeléctricas antiguas (como la central Ing.
Fitz Simon y la central Ing. Carlos Cassaffouth, ambas en la provincia de Córdoba sobre el Río III).
Así, la energía para el consumo propio de la central se toma de las barras principales. Cuando la
tensión es la misma en generación y auxiliares (bastante común en el caso de baja potencia), es
conveniente intercalar reactores limitadores de cortocircuito, ya que la potencia disponible en barras
principales es en este caso muy alta, tal como vemos a continuación:
Cuando la tensión de generación es mayor que la de auxiliares (como ocurre casi en todas las
hidroeléctricas y térmicas grandes), los transformadores reductores se encargan de limitar las
corrientes de cortocircuito. El abastecimiento se lleva a cabo ya sea por las máquinas principales, por
una turbina o Diesel de uso interno (para la puesta en marcha o seguridad), o por una interconexión
con otra central.
En las centrales de bloque, la energía producida por el generador es elevada a través de un trans-
formador llamado principal (según la empresa también elevador principal o de bloque o de unidad), y
enviada a las barras colectoras principales de la central.
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3° Parte de Transformación y Distribución
Todas las grandes centrales para entrega a gran distancia, se construyen como centrales de
bloque. En ellas, las alimentaciones del consumo del propio bloque son tomadas desde los bornes del
alternador, a través de un transformador llamado de auxiliares (también de grupo o de bloque) con 2 o
3 devanados, según las tensiones que deba alimentar. Este transformador es propio de cada bloque,
aunque en caso de una emergencia puede alimentar a otros servicios, inclusive los auxiliares de otro
bloque. La conexión entre la máquina, transformador elevador y transformador de unidad se realiza
mediante barras blindadas en aire, para evitar cualquier posibilidad de cortocircuitos tan próximos al
alternador y estas elevadas corrientes destruyan gran cantidad de componentes muy caros de la
instalación.
La central (o bien el bloque) arranca hasta la marcha de régimen, por medio de un transformador
de arranque (también llamado de central o auxiliar), que luego será empleado para servicios
generales, con la barra de puesta en marcha. A esta se conectan consumidores como el alumbrado, la
red de incendio, los ascensores, los puentes-grúa, etc. Con la ayuda de dispositivos automáticos, se
tiene la posibilidad de transferir las cargas de un bloque a la instalación general, en caso de averías,
mantenimiento o revisión de las máquinas del bloque.
En casos muy especiales (en máquinas muy grandes o en centrales con transformadores
elevadores de 3 devanados) se intercala un seccionador bajo carga entre el alternador y el punto de
unión entre los transformadores principal y de unidad (este caso se da en las máquinas: CO7 de
Central Costanera, SN5 de San Nicolás, en las nucleares de Atucha I y Embalse, en El Chocón, en
Salto Grande, ambas máquinas de la central Piedrabuena, etc.).
La magnitud de la potencia para consumo propio de una central eléctrica, es distinta según sea la
clase de servicio de la central, la potencia de los generadores (cuanto más grandes son, generalmente
mayor es la potencia necesaria de auxiliares), y lógicamente al tipo o fuente primaria de energía.
Como dato de referencia, las centrales nucleares consumen hasta un 8 ~ 10 % de la potencia que
producen, las térmicas de vapor hasta un 6 % (algunas un poco más), las Diesel y las de gas no llegan
al 1 ~ 2 %, y las menos consumidoras son las hidroeléctricas con mucho menos del 1 %. En estas
últimas, los auxiliares son de funcionamiento intermitente o esporádico en su gran mayoría (subir o
bajar una compuerta, mover el puente-grúa, etc.).
En la página anterior, vemos un esquema típico de una central de bloque (muy similar a
cualquier térmica convencional), con doble juego de barras principales en 132 KV, con siete líneas de
salida (A ~ G), dos máquinas generadoras con sus sistemas de auxiliares, y otros equipos. Ellos se
alimentan, para cada bloque, mediante los transformadores auxiliares 1 y 2; que rebajan desde la
tensión de generación a 6,6 KV a barras de unidad, de las cuales parten los servicios esenciales de
mayor potencia. También en esta tensión encontramos las barras de central, alimentada a través del
transformador de central, que se emplea para arranque y para servicio general, de alta potencia.
Entre las barras de 6,6 KV existen varias interconexiones que permiten el traslado automático de
las cargas de una sección a otra, para lograr una alta confiabilidad en el servicio interno. En cada
sector (para cada unidad y para la central), encontramos barras de tensión baja, generalmente en
380/220 V para los consumos de menor potencia, tanto los esenciales como los generales.
Uno de los inconvenientes que posee el siguiente anterior (raramente empleado en las centrales
hidroeléctricas, en las cuales los sistemas de auxiliares son mucho más simples) es que las
perturbaciones en el sistema de potencia pueden verse reflejadas a los auxiliares, por ejemplo por un
disparo o interrupción debido al cierre de la válvula de vapor, y el consabido exceso de velocidad.
Para evitar esto, e impedir que se detengan los motores alimentados por los auxiliares esenciales
se dispone del transformador de central, y complicados sistemas de conmutación automática.
En los sistemas de gran potencia, se emplea una combinación de los sistemas de suministro de
potencia de auxiliares, mediante generadores de uso interno, generadores acoplados al mismo eje de
los principales, grupos motor-generador y convertidores estáticos o rotativos, alimentación directa
desde otra central, transformadores de 3 devanados desde barras del alternador, etc.
Haciendo especial referencia al método de otro alternador sobre el mismo eje del principal, en
nuestro país existen pocas máquinas, todas ellas antiguas, como lo eran las 6 primeras máquinas de las
Central Puerto Nuevo (52,5 MVA cada una – que ya no existen más), y la Nº 4 de la Central Nuevo
Puerto (60 MVA aunque está limitada a sólo 30 MW por problemas de calderas).
Esto tiene fundamentalmente dos inconvenientes: el primero de carácter físico, ya que se trata de
dos alternadores con sus respectivas excitatrices, lo que alarga excesivamente el eje de la máquina, y
ocupa mucho espacio en la sala de máquinas, y el segundo de carácter técnico, ya que cualquier avería
en el generador auxiliar, por pequeña que fuera, exige sacar de servicio a toda la máquina.
En este esquema se resumen todos los métodos conocidos para obtener la energía para los
servicios auxiliares:
1 - Desde barras principales (típico de centrales de barra),
2 - Desde barras del alternador con transformador de 3 devanados (típico de las de bloque),
3 - Generador auxiliar accionado por el mismo eje del principal
(caso típico de centrales muy viejas, ya en desuso),
4 - Turbina u otro motor de uso interno (común en centrales de alta potencia), y
5 - Alimentación directa desde otra central (también para alta potencia y gran seguridad).
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3° Parte de Transformación y Distribución
Con referencia a los sistemas auxiliares de las subestaciones transformadoras, la potencia que
ellos consumen es muy baja, ya que se necesita alumbrado general, compresores de aire para los
interruptores, bombas de agua de refrigeración y de aceite para transformadores, y otros consumos
menores como cargadores de baterías, sistemas de comando, control y comunicaciones, etc.
En las nuevas subestaciones de 500 KV del Sistema Interconectado Nacional, las barras de
auxiliares (que también lo aprovechan de reactores trifásicos de compensación de líneas), son por lo
general en 13,2 KV:
Barras de 500 KV
13,2 KV 0,4 KV
Δ/Y
Y
Δ Transformadores
Y
Δ/Y
Conexiones a los
Z Auxiliares de la
Barras de
Auxiliares Reactores Subestación
Barras de 220 KV
y Reactores
Otras tensiones comunes para los servicios auxiliares son: 2,3 KV y 4,16 KV en las viejas
centrales de gran potencia, 3,3 KV y 6,6 KV aplicables prácticamente a todas las nuevas centrales y en
los casos especiales de CO7 de Costanera y las 2 máquinas de la Central Piedrabuena, todas con
máquinas de procedencia soviética, también 11 KV. La central Atucha II tendrá, cuando esté
terminada - además de los 6,6 KV comunes en todas las instalaciones modernas, barras en 13,2 KV.
Para los sistemas de baja potencia, tanto en centrales como en subestaciones, la tensión
normalizada moderna es de 380/220 V (0,4 KV), pero también encontramos otros valores en las viejas
instalaciones, como por ejemplo 500 V y 660 V.
Así, es necesario poner a tierra todas las líneas, barras y todos los otros elementos de servicio en
las instalaciones, cuando no estén energizados (fuera de servicio). Esto se logra mediante los
seccionadores de puesta a tierra, tanto para líneas como para barras, y en muchos casos cuando la
longitud de la línea así lo justifica (tal como en el caso especial de las líneas de Futaleufú a Madryn)
también mediante interruptores de potencia.
Veamos en un esquema de doble juego de barras, con el agregado de descargadores en las líneas
que permiten limitar las sobretensiones en servicio debidas a descargas atmosféricas, errores de
maniobra, etc. Para el descargador puede incluirse un seccionador, que permita sacarlo de servicio
para efectuar las tareas de mantenimiento o recambio al final de la vida útil, como se muestra en la
línea de la derecha:
En alta y extra alta tensión, es común que los descargadores posean, conectados en serie, los
llamados contadores de descargas, instrumentos amperométricos que permiten indicar cuando los
descargadores han llegado al fin de su vida útil y deben ser reemplazados.
Para limitar las corrientes de cortocircuito, un método eficaz emplea reactores en serie con las
líneas aéreas y los cables subterráneos, transformadores, autotransformadores, generadores, etc.; son
construidos con núcleo de aire, a fin de que el valor de reactancia no varíe con la corriente, y así la
caída de tensión sea proporcional a ésta (ya que el aire no se satura como ocurre con el hierro).
Se emplean cuando las líneas son relativamente cortas y su pequeña impedancia natural no ayuda
a limitar las corrientes de cortocircuito, o cuando se dispone de grandes valores de potencia de
cortocircuito en barras de centrales y subestaciones:
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Varias son las posibilidades de conexión de las mismas, como se puede ver en el esquema:
a) con reactor general,
b) en forma individual con cada salida,
c) en sistemas con seccionamiento longitudinal de barras, con reactor longitudinal, y
d) en sistemas de barras múltiples, con reactor transversal.
Para ver la aplicación de estos ejemplos, el alumno puede recorrer los esquemas reales de
subestaciones y centrales que completan este trabajo.
Cuando se trata de sistemas interconectados con gran capacidad y densidad de potencia, como es
el caso de la ciudad de Buenos Aires y los partidos suburbanos, existen divisiones por zonas o sectores
con sus unidades generadoras e interconexiones con sistemas de otras regiones, vinculados también
mediante una conexión flexible a través de reactores limitadores, que mantienen el paralelo del sistema
permitiendo el intercambio de energía entre las secciones, pero limitan las corrientes en caso de una
cortocircuito o falla grave en algún sector; o en caso de requerir realizar un paralelo poder hacerlo con
ángulos de fase importantes (algo más de los 10°).
Así al producirse una falla, los reactores impiden que todas las máquinas del sistema salgan de
servicio, separando mediante interruptores a la zona fallada, la cual queda como una isla eléctrica. Por
ejemplo, la subestación de 132 KV de la Central Costanera es un punto de unión de dos de los
sectores (indicados con colores: rojo, azul, verde, amarillo, blanco, etc.) en que se ha dividido al
Sistema del Gran Buenos Aires. En la misma encontramos las dos posibilidades de paralelo: flexible
(mediante reactores limitadores) y rígido (sin elemento alguno de limitación).
Las líneas largas son sumamente capacitivas, tanto más cuanto más largas son. Esto provoca
sobretensiones al final de la misma, especialmente si ésta está con carga débil o bien la misma es
capacitiva, lo que entre otras cosas se traduce en la saturación de los núcleos transformadores
reductores, inestabilidad en el sistema, excesiva corriente “de vacío” de la línea, etc. Se conoce como
Efecto FERRANTI a la elevación natural de la tensión.
Entonces, se instalan reactores en paralelo con las líneas, en la mayoría de los casos en las
subestaciones no próximas a centrales generadoras, construidos con núcleo de hierro (con un
entrehierro apreciable) para disminuir sus dimensiones.
Los mismos pueden ser conectados de variadas formas en las diferentes subestaciones de la red,
como ser:
a) directamente a cada línea,
b) al sistema de barras mediante selectores,
c) a cada juego de barras individualmente,
d) a través de barras de reactores (especiales para ellos) o bien d) mediante los arro-
llamientos terciarios de los transformadores y autotransformadores de potencia
reductores (de 500 KV a 220 KV o 132 KV), y
e) se pueden encontrar otras tantas soluciones.
Algunos sistemas poseen reactores con secundario (como un transformador convencional) en
baja potencia, para alimentar a los circuitos auxiliares de la subestación, especialmente durante la
puesta en marcha por primera vez de la misma. Otros, poseen un reactor de neutro intercalado entre el
centro de estrella y tierra, empleado por los sistemas de protección, el cual puede ser puenteado y así
conectar rígidamente a tierra el centro de estrella de los reactores. El reactor de neutro se emplea en
sistemas de muy alta tensión 500 KV.
En el caso de las líneas muy largas, como las que unen al complejo CHOCON-CERROS
COLORADOS o las centrales de ALICURÁ y PIEDRA del ÁGUILA con Buenos Aires, se agregan
también capacitores en serie para compensar la caída de tensión en la reactancia inductiva de la línea
de transmisión. Los bancos de capacitores se instalan por lo general en subestaciones intermedias, y
no en las terminales. Entre otros, el efecto que se produce es un "acortamiento" de la línea (por
disminución de la reactancia inductiva compensada con la capacitiva del banco).
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Lógicamente, también se instalan los bancos de reactores antes mencionados. Esto forma un
circuito PI () con los elementos reactivos invertidos respecto del circuito equivalente que presenta la
línea. Así, como a los bancos de reactores en derivación se los debe poder sacar de servicio
desconectándolos, a los bancos de capacitores en serie se los debe poder puentear mediante un
interruptor que realice un by-pass:
Además de reducir enormemente la caída de tensión de la línea, al agregarse los capacitores serie
la misma puede transmitir una mayor potencia y permite también mejorar la estabilidad del sistema
interconectado por dicha línea.
Sin embargo, debe tenerse especial cuidado en la secuencia de maniobras a realizar para conectar
los bancos reactivos y los diferentes tramos de líneas (o corredores), a efectos de evitar severas
sobretensiones anormales, que destruirían fácilmente la aislación de los elementos involucrados. Si se
estudia con cuidado, puede verse que se trata de circuitos que pueden quedar conectados como
circuitos resonantes, pudiendo generar sobretensiones muy peligrosas.
Otra posibilidad de compensar los parámetros reactivos de las líneas de transmisión de energía y
del conjunto línea-carga, aunque menos frecuente pero muy efectivo por varias razones, es mediante
el empleo de compensadores sincrónicos, es decir mediante el empleo de máquinas rotativas.
Debe recordarse que sobreexcitando a una máquina sincrónica (como motor o preferentemente
sin carga mecánica en su eje) ésta se comporta como un capacitor y subexcitándola como un inductor.
Además tiene la gran ventaja de poder tomar fácilmente cualquier valor de potencia reactiva, con sólo
regulársele la corriente de excitación en CC; y no en valores discretos o fijos como en el caso de un
inductor o de un capacitor.
Por lo general se los conecta al terciario del o los transformadores reductores en subestaciones
muy importantes; también mediante transformadores reductores especiales. La tensión de servicio de
estas máquinas es media, ya que se trata de máquinas rotativas (ver la 1° parte del trabajo). Este caso
lo podemos ver en la subestación EZEIZA en el sector perteneciente a TRANSENER (ex
HIDRONOR). Esta subestación es la gran compensadora rotativa de la red nacional.
En algunas subestaciones viejas próximas a la ciudad de Córdoba todavía se cuenta con algunos
compensadores rotativos de pequeña potencia.
También se puede usar a las máquinas de las centrales de acumulación por bombeo como
grandes compensadoras sincrónicas haciendo rotar a la máquina en vacío con la turbina en seco es
decir con la napa de agua deprimida. Se dibujan algunas posibilidades:
Sin duda, el empleo de compensadores sincrónicos hace mucho más cara a la instalación pero
reúne las ventajas antes mencionadas y agregan momento de inercia al sistema interconectado, lo que
mejora enormemente su estabilidad.
Y En el esquema de la izquierda se
Δ presenta a una subestación reduc-
Z tora de 220 KV a 132 KV con un
transformador de 3 devanados, con
Y Reactores sus arrollamientos de alta tensión
en conexión Y y el de baja tensión
en conexión Δ conectada a un
banco de reactores de compen-
Barras de 132 KV sación de la potencia reactiva de
vacío de la línea en conexión Zig-
zag.
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Los tiristores en antiparalelo constituyen un interruptor que está en disposición de conectar a los
bancos en el menor tiempo posible (la desconexión se produce naturalmente por el cambio del sentido
de la tensión sobre el tiristor). Los reactores en serie sirven para limitar la corriente de conexión del
banco. Sin embargo, hay una diferencia sustancial respecto del control que se ejerce entre el banco de
capacitores y el de inductores: los primeros no se pueden regular en forma continua y tampoco
entonces la potencia reactiva capacitiva (debido al problema de la discontinuidad de tensión en la
conmutación), sólo es posible hacerlo por escalones. Pero con la ayuda del banco inductivo continuo
se logra una regulación sin saltos y con gran velocidad.
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Comparativamente, los compensadores estáticos poseen menores pérdidas y son más duraderos
que los compensadores sincrónicos, pero también son más delicados. La primera subestación en
nuestro país (y por el momento la única) con compensación estática es GENERAL RODRÍGUEZ de
TRANSENER (antes le pertenecía a la empresa SEGBA).
Es interesante destacar que no todos los reactores con núcleo de aire se los emplea como
limitadores de corrientes de cortocircuito, recordando que éstos se instalan al mismo tiempo en las tres
fases y que en ese caso la inductancia individual es lo suficientemente alta como para producir una
caída de tensión importante, proporcional a la corriente de cortocircuito que los atraviesan.
También encontramos otros que se instalan en una, dos o las tres fases, y sirven para permitir el
ingreso de información y señales mediante onda portadora a la línea de transmisión. Adicionalmente
se instalan capacitores en serie con el transmisor o el receptor, de valores tales que a la frecuencia
industrial de 50 Hz no introducen modificaciones apreciables en los parámetros de las líneas, pero a la
frecuencia de la onda portadora (más de 100 KHz) permiten un fuerte acoplamiento entre el
transmisor y el receptor, a ambos extremos de la línea. Esta onda portadora se emplea desde hace
muchas décadas para comunicaciones telefónicas, de telemando, de telemetría, etc. Veamos este
esquema, que es muy común en todas las líneas aéreas:
Otra aplicación muy importante del método de onda portadora es en sistemas modernos de
protección de la línea de transmisión, ya que de la comparación entre las fases de la onda portadora (en
dos de las fases) con la recibida en el otro extremo hace posible la implementación de esquemas
direccionales de potencia y protección de distancia.
Casi en todos los casos, en paralelo con el reactor se agrega un pequeño capacitor que formará
con él un circuito resonante paralelo a la frecuencia de portadora y así mejorar el acoplamiento entre
Receptor y Transmisor.
Volviendo al tema de los reactores, existen otros del tipo trifásico conectados en ZIG-ZAG, muy
empleados en sistemas de distribución generalmente en media tensión. Veámoslo en un ejemplo
concreto:
Supongamos un transformador reductor de tres devanados (o un autotransformador) de 500 KV
a 132 KV. Por las condiciones inherentes de las redes primaria y secundaria, tanto uno como otro lado
deben estar conectados en estrella Y y con sus centros sólidamente conectados a tierra. Esto impide
que los sistemas queden flotantes, y también que se puedan admitir cargas no del todo equilibradas
(como orientación, podemos decir que no es prudente que el desequilibrio supere el 10 % ya que
valores superiores producirían un corrimiento del neutro, calentamiento de cubas, etc.) en
transformadores trifásicos. Las cosas empeoran si se trata de transformadores monofásicos
conformando un banco trifásico.
Así, como se dijo antes, se dispone de un terciario (el 3° devanado) siempre conectado en
triángulo Δ llamado arrollamiento de compensación, que normalmente maneja por lo menos el 33 %
de la potencia total del transformador (o sea, compensa hasta el 100 % de desequilibrio), dándole un
“camino de circulación” a la 3° armónica. Este arrollamiento puede no tener salida al exterior,
quedando cerrado sobre sí mismo; o bien a una tensión adecuada, por ejemplo 13,2 KV, alimentar a
consumos locales y a los mismos servicios auxiliares de la subestación. Pero, al tratarse de un
triángulo Δ quedaría el sistema flotante (muy peligroso); o si para salvar lo anterior, un vértice se
conectara a tierra, deberían aislarse los otros conductores al nivel de 13,2 KV y no se dispondría de la
tensión simple de:
13,2 / 3 7,62 KV
Entonces, se debe generar artificialmente el centro de estrella del sistema. Se emplea un reactor
trifásico de tres columnas conectado en ZIG-ZAG con una resistencia limitadora entre su centro y
tierra. Por lo general la potencia reactiva del reactor es del 50 % de la del arrollamiento al que va
conectado. El valor de la resistencia depende de la corriente de cortocircuito unipolar que se admita.
Veamos el esquema:
En este circuito se visualizan las dos posibilidades más comunes. La de la izquierda permite tener
conectado siempre al reactor de neutro, mientras esté en servicio el sistema de 13,2 KV a efectos de
generar siempre el centro de estrella para la distribución. A la derecha, el reactor con selectores,
empleado cuando son varias las entradas de transformadores y así no instalar un reactor por cada
transformador.
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Conexión de los Servicios Auxiliares Subestaciones Eléctricas de
3° Parte de Transformación y Distribución
Como puede observarse, además se emplea el reactor como compensador de líneas largas, tal
como se ha explicado con anterioridad, para disminuir la potencia reactiva capacitiva.
Celdas de distribución de MT