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Reyes Magos: La historia detrás del ¿mito o una realidad?

El Evangelio de San Mateo en la Biblia dice que varios ‘Magos’ estaban siguiendo
una estrella hasta que llegaron a Belén para ofrendar sus regalos al niño Jesús.

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Shutterstock El Evangelio según San Mateo no indica el número de magos ni sus


razas. (Shutterstock)
Por Redacciónenero 06, 2022 | 13:04 pm hrs

Toda buena historia de fantasía necesita un mago o un sabio, y lo mejor es que


si ese relato es ancestral el toque de magia raya en la perfección. Tal es el caso
los Magos venidos de Oriente a ofrendar sus regalos al niño Jesús,
como describe la Biblia, ya que había nacido el “rey de los judíos”.

El Evangelio de San Mateo en la Biblia  dice que varios ‘Magos’ estaban


siguiendo una estrella hasta que llegaron a Belén. La Biblia  no especifica
cuántos magos había, ni sus nombres, ni mucho menos si eran reyes.
El origen

Mateo relata cómo en Jerusalén los magos “venidos de Oriente” atrajeron el


interés del rey Herodes I de Judea al anunciar el nacimiento de Jesús:
“¿Dónde está el niño que ha nacido rey de los judíos? Porque observamos su
estrella en su salida y hemos venido a rendirle homenaje“.

El Evangelio de San Mateo usó la palabra griega “ma’goi” para describir a los


que visitaron al niño Jesús. La palabra probablemente se refiere a expertos en
astrología y otras prácticas ocultas. Varias traducciones de la Biblia  los
llaman “astrólogos” o “magos”, de acuerdo con información de la Enciclopedia
Británica.

Un mago es un hombre sabio, un chamán o un maestro de la antigua


tradición. La palabra “mago” proviene del persa “mago”, el nombre de la
venerable secta de magos ocultos y expertos en astrología que eran los
nigromantes de Nabucodonosor y los observadores de estrellas de Ciro.

¿Por qué oro, incienso y mirra?

La tradición oriental establece el número de magos en 12, pero la tradición


occidental establece su número en tres, probablemente basado en los tres
regalos de “oro, incienso y mirra” presentados al niño Jesús, según
la Enciclopedia Británica.

“Y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos,
hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la
estrella se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con
María su madre y postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y
le ofrecieron sus dones de oro, incienso y mirra” (Mateo 2: 9-12).

Estos tres dones tienen un significado simbólico importante según relatan los
expertos en la Biblia.

Oro: porque Jesús fue considerado el “Rey de Reyes” y también en la


antigüedad el oro era el regalo destinado a los reyes y altos dignatarios.

Incienso : Jesús era el hijo de Dios y las divinidades son honradas quemando


incienso en los altares de los lugares de culto.

Mirra: Jesús también fue un hombre de carne y hueso y como tal también tuvo
que morir. La mirra es una resina que se usa para ungir el cuerpo del difunto.

Melchor, Gaspar y Baltazar


En el siglo V, el teólogo Beda , conocido como ‘El Venerable’, registró que “el
primero de los magos fue Melchor: un anciano de larga cabellera blanca y
luenga barba (…) el segundo, Gaspar, joven, imberbe, de tez blanca y rosada
(…); el tercero, Baltasar, de tez morena…”. A partir de entonces a los magos se
les invistió como reyes.

El evangelio no indica el número de sabios ni sus razas. Fue en el siglo


V cuando el Papa León I decidió oficialmente que los Reyes Magos eran tres,
uno por cada regalo ofrecido a Jesús: oro, incienso y mirra. El número también
podría deberse a la relación que tiene con la Santísima Trinidad.

Los nombres de los Reyes Magos fueron documentados en un mosaico


bizantino por primera vez en el siglo VI de la Basílica de Sant ‘Apollinare Nuovo
en Ravenna (Italia). En él están inscritos los nombres “Melchor”, “Gaspar” y
“Balthazar”.

Nadie sabe dónde están ahora estos tres sabios o Reyes Magos. Lo que sí es
es seguro es que tuvieron que trabajar todo el año para que este 6 de enero
millones de niños en el mundo encuentren sus regalos en sus casas.

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