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El documento discute cómo José se mudó a Nazaret dirigido por Dios para que Jesús pudiera crecer y madurar, a pesar de que Nazaret era menospreciada. También explica que a veces es necesario pasar por dificultades para fortalecer nuestro carácter y confiar en que Dios dirige nuestras vidas para nuestro bien. Finalmente, enfatiza la importancia de buscar la guía de Dios y permitir que Él moldee nuestro carácter.
Descripción original:
La madurez del creyente
Título original
El cumplimiento del plan de Dios requiere madurez espiritual
El documento discute cómo José se mudó a Nazaret dirigido por Dios para que Jesús pudiera crecer y madurar, a pesar de que Nazaret era menospreciada. También explica que a veces es necesario pasar por dificultades para fortalecer nuestro carácter y confiar en que Dios dirige nuestras vidas para nuestro bien. Finalmente, enfatiza la importancia de buscar la guía de Dios y permitir que Él moldee nuestro carácter.
El documento discute cómo José se mudó a Nazaret dirigido por Dios para que Jesús pudiera crecer y madurar, a pesar de que Nazaret era menospreciada. También explica que a veces es necesario pasar por dificultades para fortalecer nuestro carácter y confiar en que Dios dirige nuestras vidas para nuestro bien. Finalmente, enfatiza la importancia de buscar la guía de Dios y permitir que Él moldee nuestro carácter.
El cumplimiento del plan de Dios requiere madurez espiritual
Mateo 2:22,23
Introducción:
“Pero oyendo que Arquelao reinaba en Judea en lugar de Herodes su
padre, tuvo tenor de ir allá; pero avisado por revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por os profetas, que había de ser llamado nazareno”...
Algunas veces aprender, crecer y madurar cuesta. Ciertos eventos de
nuestra vida son dolorosos pero necesarios para que se forje en nosotros un carácter firme y fiel a Dios.
Cuando una mariposa va a salir de su capullo requiere el uso de toda
su fuerza y perseverancia en el proceso, pero esto es necesario no sólo para fortalecerse, sino para desplegar sus patas, y para que la circulación de su sangre (hemolinfa) llegue a sus alas y así poder volar, de lo contrario será una mariposa débil, no podrá volar y en muy poco tiempo morirá.
El hijo de Herodes que le heredó el reinado se llamaba
“Arquelao”, nombre que significa: “Jefe del pueblo”, era un hombre de carácter cruel, y con razón José tiene temor de ir a Judea, y es Dios quien nuevamente lo dirige. Vemos aquí una vez más el deseo del Padre celestial por dirigir a sus hijos. Dirigido por Dios José va a la tierra de Galilea, tierra rechazada y menospreciada por los judíos de Jerusalén y sus alrededores, pero allí Dios tiene un gran propósito; no se trata de lo que más nos guste, sino de lo que Dios desea, y allí estará la bendición que él nos ha preparado. La humildad precede la honra de Dios. El apóstol Pedro dice: “Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios y él os exaltará cuando fuere tiempo”. José va a vivir específicamente en Nazaret por dirección de Dios, para que se cumpliese lo que estaba escrito, recordemos nadie está por encima de la palabra de Dios. El nombre “Nazaret” significa: vástago, renuevo, retoño, brote; y esto nos recuerda que Jesús tenía que crecer, madurar y prepararse para el ministerio y obra que habría de realizar.
Es necesario rendir nuestro corazón a Dios, podemos confiarle al
Señor plenamente nuestra vida y futuro, él sabe muy bien lo que hace y todo lo hace para nuestro bien. Procuremos buscar la dirección del Señor siempre, y será la bendición nuestra cosecha.
Es vital crecer y madurar en Cristo, de lo contrario los obstáculos y las
dificultades de la vida no permitirán al cristiano avanzar. La formación de nuestro carácter por la mano de Dios se describe en la Biblia a veces como la obra del alfarero con el barro.
Gracias al Señor por su obra en nosotros, y como dijo Pablo “estando
persuadidos de que Aquel que empezó la buena obra en nosotros no la terminará hasta perfeccionarla” Filipenses 1:6.
El hijo de Herodes que le heredó el reinado se llamaba “Arquelao”,
nombre que significa: “Jefe del pueblo”, era un hombre de carácter cruel, y con razón José tiene temor de ir a Judea, y es Dios quien nuevamente lo dirige. Vemos aquí una vez más el deseo del Padre celestial por dirigir a sus hijos.
Dirigido por Dios José va a la tierra de Galilea, tierra
rechazada y menospreciada por los judíos de Jerusalén y sus alrededores, pero allí Dios tiene un gran propósito; no se trata de lo que más nos guste, sino de lo que Dios desea, y allí estará la bendición que él nos ha preparado.
La humildad precede la honra de Dios. El apóstol Pedro dice:
“Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios y él os exaltará cuando fuere tiempo”.
José va a vivir específicamente en Nazaret por dirección de Dios, para
que se cumpliese lo que estaba escrito, recordemos nadie está por encima de la palabra de Dios. El nombre “Nazaret” significa: vástago, renuevo, retoño, brote; y esto nos recuerda que Jesús tenía que crecer, madurar y prepararse para el ministerio y obra que habría de realizar.
Es necesario rendir nuestro corazón a Dios, podemos confiarle al
Señor plenamente nuestra vida y futuro, él sabe muy bien lo que hace y todo lo hace para nuestro bien. Procuremos buscar la dirección del Señor siempre, y será la bendición nuestra cosecha.