Está en la página 1de 3

7. ¿QUÉ NUEVOS HÁBITOS HAS INCORPORADO ESTE AÑO?

Puede ser algo tan simple como un cambio en tu alimentación, la forma en la que
hablas de ti, cómo has dejado de juzgarte o el modo en que te relacionas u organizas
tu agenda. Esas “simplezas” son para felicitarte. Las mejoras se hacen día a día. No
necesitas haber sido laureada internacionalmente por un logro científico para dar
visibilidad a tus avances. Piénsatelo y ahora mismo haz el ejercicio de ver en qué has
mejorado este año y felicítate por ello.
Obviamente, habrá hábitos que aún no has logrado cambiar y que este año sí que te
propones hacerlo. Ahora es el momento. No se trata de hacer promesas huecas o de
echarte las culpas. Creer es poder, y hacerlo es más fácil de lo que crees. Piensa que un
día este reto que ahora te planteas para el 2021 y que te parece imposible será tan
cotidiano que olvidarás felicitarte por ello. Haz una lista de los hábitos que has
conseguido cambiar en 2020 y de aquellos que quieres conseguir en 2021.
8. ¿CUÁLES HAN SIDO TUS MEJORES MOMENTOS EN 2020?
Piensa en las cosas que más te hicieron reír o sentir placer emocional o físico. Claro, los
encuentros con la pareja cuentan, pero haz también un recuento de los momentos de
paz extrema contigo misma o de esas tardes que pudiste arañarle al tiempo para leer y
relajarte sin más.
Agradece cada momento y, si puedes, a cada persona por esas carcajadas compartidas,
esos besos o esa complicidad. Verás que estás rodeada de riqueza auténtica. Y, sí,
felicítate a ti misma por permitirte disfrutar y haberte abierto a esas experiencias. No
todos los aprendizajes deben venir de situaciones dolorosas, también podemos
extraerlos de esos momentos en que decimos “¡Guau! Todo esto tengo y disfruto,
¡gracias!”.
9. ¿EN QUÉ TE HAS RENDIDO?
Darse por vencido o renunciar a algo por elección son dos cosas difíciles de diferenciar.
Se necesita mucha objetividad. Pero ahora nadie te juzga. Piensa, ¿qué dejaste por
miedo o falta de ganas? ¿Te ganó la inercia? Piénsalo, pero no te culpes, la culpa es lo
más inútil.
Tal vez puedas retomarlo o simplemente aclarar qué te llevó a ello y aceptarlo. Si ha
sido por miedo a lo nuevo o a cambiar tu estilo de vida, reconócelo. Es el único modo
de no repetirlo. El premio que te darás será que lo aceptas y te encaminas a no
repetirlo.
10. ¿QUÉ MIEDO HAS SUPERADO ESTE 2020?
Si te temblaban las piernas por hablar sobre cierto tema pero al final lo has hecho, o si
temías pedir un préstamo, mudarte de piso o hacer un cambio en tu vida laboral o
familiar, pero lo hiciste, ¡felicidades! Ya lo tienes, ya sabes lo que tienes que hacer para
vencer el miedo.
Ahora esta experiencia es tu herramienta, así que utilízala para vencer otros miedos
que seguro que anidan por ahí y no te han dejado avanzar en un terreno particular.
11. ¿QUÉ HAS CONSEGUIDO CERRAR? ¿A QUIÉN HAS DEJADO IR?
Dejar ir a una persona que ya no cabe en nuestra vida, salir de una situación o aceptar
un cambio que nos viene impuesto –como que nos despidan de un trabajo– es para
felicitarse. Cerrar un ciclo no significa necesariamente terminar una relación: puedes
haber cambiado el modo en que te relacionas con tu madre (sin peleas, sin reproches),
pero eso no quiere decir que la dejes de ver. En una relación, el cambio no depende de
aislarte de la persona o esperar que cambie, sino de ti, de tu percepción de la misma y
en cómo dejas que te afecte. Hasta los cambios no buscados, como un despido, traen
una enorme carga de nuevos conocimientos sobre ti misma y te recuerdan tu poder de
adaptación.
12. ¿A QUIÉN HAS PERDONADO EN 2020?
De igual manera que has cerrado ciclos, seguro que este año también has perdonado.
A quien perdonas puede o no enterarse de que lo has hecho, quizá ni siquiera te lo
pidió; pero elegir hacerlo es un alivio para ti. Quitarle toda la carga emocional a una
persona o a un hecho es una fuerza liberadora. Cuando perdonamos, también nos
perdonamos a nosotros por habernos permitido sentir ese rencor, o hasta odio; y
perdonamos las creencias que nos llevaron a esa situación. Es como una limpieza
interior. Con toda la compasión, perdónate también por lo que aún te encadena. Usa
ese poder para aquello de lo que todavía te culpas y perdona todas las creencias, ideas
o afirmaciones que te repites y que nada construyen. Hazlo y sigue aplaudiéndote.
13. ¿QUÉ O A QUIÉN TE HA TRAÍDO LA VIDA Y A QUIÉN HAS DICHO ADIÓS?
¿Qué hay ahora en tu vida que no estaba antes de 2020? Da igual cómo haya sido tu
año, seguro que hay elementos o personas nuevos. Y están porque creíste que podías
tenerlos contigo. ¿Nueva pareja? ¿Un nuevo miembro en tu familia? ¿O nuevos
amigos? Deja un espacio en tu lista para agradecer por ellos. Y agradece por los que
permanecen, por tu familia y por esos amigos que sabes que están para mucho
tiempo.
¿Te has despedido de alguien? Duele, pero agradece también por los que se fueron, ya
sea porque era momento de evolucionar por caminos separados o porque dejaron esta
vida. ¿Qué te ha enseñado esto? Muy simple. Lo único permanente es el cambio y las
personas solo están en nuestra vida el tiempo necesario para cumplir la lección: para
aprender uno del otro. Y solo llegan cuando estamos listos para recibirlas.

14. ¿QUE COSAS TIENES QUE AGRADECER A ESTE AÑO?

Recuerda dar gracias por lo recibido y por todo lo bueno que vendrá. Despedir el año
con gratitud también es un paso necesario para dar la Bienvenida al nuevo año
¿Qué cosas tienes para  agradecer en este año?

También podría gustarte