Está en la página 1de 4

1.

Para superar una ruptura, cambia tu mentalidad

•Hay personas que quedan estancadas en un diálogo interno basado en el

“por qué” ¿Qué es lo que he hecho mal? ¿Por qué nos ha pasado esto?

¿Cómo voy a querer a alguien después de esto, por qué me ha tenido que

pasar a mí? ⇔Es lo que los investigadores denonimaron como “mentalidad

fija2.

•En cambio, los perfiles que lograban superar su periodo de duelo en menos

tiempo y de manera resiliente habían aplicado otra estrategia⇔Habían

aplicado una “mentalidad de crecimiento. No incidían en esas preguntas donde

quedar atrapadas en un rol de víctimas, en una estado donde uno se limita a

alimentarse del sufrimiento. Aplicaban un enfoque basado en el avance: he

terminado una etapa de mi vida y ahora debo centrarme en mí. No busco

culpables, pienso aprender de lo vivido y voy a seguir adelante.

2. Sí al apoyo social, sí a conocer gente nueva


Las relaciones sociales son una fuente de bienestar y curan el alma. Los amigos, los

compañeros, la familia y toda aquella persona con la que nos sintamos a gusto
tiene

un poder enorme que hará que nuestra negatividad disminuya. Si estamos en

compañía, haremos más planes, conversaremos, nos divertiremos, conoceremos a


gente nueva

y, en definitiva, abriremos puertas nuevas en nuestra vida.

Si bien es cierto que en el inicio del duelo siempre preferimos pasar un tiempo a solas
para

favorecer el desahogo emocional, es importante que no nos aislemos durante


demasiados
días. Asimismo, hay personas que encuentran un gran beneficio en el hecho de

conocer gente nuevas. Es un modo de iniciar nuevas etapas, de reiniciarse en

todos los sentidos.

3. Que la vida no se detenga, múevete con ella


No te pares tras una ruptura de pareja. Quizás no te apetece realizar todas las

actividades que antes hacías, pero no importa. Hazlas de todas formas, es más,
date la

oportunidad de iniciar nuevos proyectos, de ampliar tu círculo social, de establecer


nuevas

metas en tu horizonte. Para ello solo tienes que salir de tu cama, asearte, vestirte y
hacerlo.

Ten en cuenta que la inactividad también nos ancla en nuestros pensamientos

negativos y se crea el círculo vicioso pensamientos negativos-inactividad,


inactividad-

pensamientos negativos.

Puede que te hayan dejado, que hayas experimentado una dura traición o

decepción. El dolor puede ser inmenso, no hay duda, y a instantes emerge el enfado y
la

rabia, más tarde una noche entera de lágrimas. Sin embargo, piénsalo bien… ¿de
verdad

mereces vivir de este modo durante mucho tiempo?

Niégate a ser víctima. Di no a continuar alimentando ese dolor que te hace cautivo/a.
La

humanidad, lo creas o no, ha sobrevivido a estas adversidades, ha rehecho su vida y


ha

conseguido ser feliz a pesar de ello. No eres diferente del resto de personas que han
superado
una ruptura de pareja. En tu interior hay una fuerza llamada resiliencia que puede

borrar en ti ese rol de víctima para alzarte como esa persona que eres de verdad:

alguien fuerte que puede ser feliz de nuevo.

A pesar del contratiempo que nos ha tocado experimentar, el único camino que nos
queda

es seguir viviendo y para ello has de verte a ti mismo como un ave fénix, que es
capaz de

renacer de sus cenizas y nunca como una víctima desesperanzada. Que una ruptura
de pareja

no detenga todo lo que te queda por descubrir.

5. Agradecer lo que tienes, eres valioso

No todo es la pareja. En nuestra vida existen muchos más elementos

importantes: la salud, el trabajo, la familia, el ocio, los amigos, las aficiones…¿Por


qué

enfocarnos solamente en aquello que hemos perdido? Lo ideal es revertir ese


enfoque, valorar

lo que somos y ante todo, agradecer todo aquello que sí que poseemos.

Cada día, escribe en un papel lo agradecido que estás por todo lo que tienes. Te

darás cuenta de que en realidad dispones de auténticos tesoros.

6. No necesitas una pareja para ser feliz

El ser humano, contrariamente a lo que podamos pensar, necesita muy poco para ser
feliz.

Francisco de Asís decía: “Cada día necesito menos cosas y las pocas que necesito las
necesito
muy poco”. Nadie necesita a una pareja para estar bien, y mucho menos a
alguien

en particular.

También podría gustarte