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Universidad De Oriente

Núcleo Bolívar
Escuela De Ciencias De La Salud
“Dr. Francisco Battistini Casalta” Universidad De Oriente
Complejo Hospitalario Universitario Ruíz Y Páez
Departamento De Cirugía
Cirugía III

OFTALMOLOGIA

Tutor: Elaborado Por:


Dr. Vizcaíno Cesar

Ciudad Bolívar. Edo. Bolívar febrero del 2022


Acuña Luis. C.I:26.262.591
Blanco Francis. C.I:19.939.730
Bolívar Mariervis. C.I:25.695.339
Campos Zuliber. C.I:20.507.398
Chacare Cristina. C.I:24.890.047
Chirguita Fiama. C.I:24.037.142
De Assis Cheila. C.I:22.816.211
Dimas Romario. C.I:23.896.233
Doueihi María. C.I:18.337.544
Figueroa Maurelys. C.I:22.618.891
Figueroa Oriana. C.I:25.487.547
García Marvelis. C.I:19.416.551
Henríquez Jesús. C.I:24.855.280
Herrera Cristhian. C.I:24.122.321
Hurtado Katherine. C.I:22.831.189
Marín Isabel. C.I:23.729.118
Martínez Aurora. C.I:20.702.392
Martínez Eliansys. C.I:25.389.167
Oftalmología

El ojo: El ojo humano es el órgano anatómico que recoge en su interior la


estructura sensible que hace posible el inicio del complejo proceso de la
visión. Por su forma se le denomina Globo ocular. Es un órgano par situado
a ambos lados del plano sagital, protegido por grasa y tejidos blandos y por
las paredes óseas que componen las cavidades orbitarias, donde además
del globo ocular se alojan el nervio óptico, los músculos oculares, la
glándula lagrimal, vasos y nervios. Los párpados, las pestañas y las
lágrimas son protectores del ojo.

Esclerótica

Coroides
Iris
Retina

Cornea
Nervio óptico

Cristalino Cavidad vítrea

El ojo como sistema óptico


El ojo se puede considerar como un sistema óptico compuesto concéntrico ya
que posee una serie de estructuras encargadas del correcto enfoque de los haces
de luz que deben ser proyectados sobre la retina con la mayor nitidez posible para
una correcta visión. El ojo tiene un funcionamiento similar a una cámara oscura
cuyo objetivo está constituido por el conjunto de medios transparentes que, de
fuera a dentro, son la capa delgada de lágrimas, la córnea, el humor acuoso, el
cristalino, el vítreo y las primeras capas de la retina, previa a los conos y los
bastones. Transparencia, curvatura e índice de refracción de los diversos medios,
así como la regularidad de las superficies limitantes, dan como resultado la
formación de la imagen al nivel de la capa sensible de la retina.
Tal disposición permite a los rayos que penetran en el ojo converger
progresivamente hasta unirse a la capa sensible de la retina, formando la imagen
de objetos. Esto ocurre en el ojo emétrope u ojo ópticamente normal.
El primer dioptrio que se encuentra la luz en su camino hacia la retina es la
córnea que se puede considerar como una lente convergente de unas 43 dioptrías
de potencia. A continuación los haces luminosos encuentran el humor acuoso que
tiene menos importancia porque su índice de refracción es 1.33, similar al de la
córnea y apenas modifica la trayectoria. La segunda lente está constituida por el
cristalino, que a diferencia de la córnea tiene un poder refractivo variable, ya que
su forma puede ser modificada por la acción del músculo ciliar, que aumenta o
disminuye su grosor según sea necesario para el enfoque de las imágenes en
función de la distancia a que se encuentren los objetos. Este mecanismo de
enfoque se conoce como acomodación y es de gran importancia en la visión
cercana (menos de 6 metros). El acto de acomodación se acompaña de la
contracción de la pupila y de la convergencia de las líneas visuales.
El grado de acomodación ha de variar para cada distancia a la que se sitúe el
objeto, no pudiendo estar adaptado a la vez para dos distancias diferentes. De ahí
que mientras se mira a lo lejos, los objetos distantes aparezcan claros y los
cercanos, nublados. Debido a que los rayos paralelos, procedentes de los objetos
lejanos, se reúnen en la retina y los que provienen de los objetos cercanos,
divergentes, se enfocan detrás de la retina. Ahora bien, cuando aumenta el poder
refringente del ojo por la acomodación, los rayos paralelos provenientes de los
objetos lejanos se enfocan delante de la retina y los divergentes, procedentes de
los objetos cercanos, se enfocan en la retina. Aquellos aparecen borrosos y éstos,
con nitidez.
Una vez superado el cristalino, los haces tienen que atravesar el humor vítreo,
medio que tampoco tiene gran influencia en la refracción.
Dada la gran potencia refractiva de la córnea y del cristalino, el foco del sistema
óptico se encuentra en la cámara vítrea, lo que hace que los rayos inviertan su
trayectoria y formen una proyección “al revés” sobre la retina. Esta imagen
invertida será corregida una vez que llegue a la corteza cerebral, donde cada
punto será “recolocado” en su verdadera posición.
Sistema visual: El sistema visual que se inicia en el globo ocular se
continúa por las vías ópticas hasta llegar a los centros ópticos esto
comunica el globo ocular con el cerebro. Dichas vías, que transportan los
estímulos luminosos, están representados por dos nervios ópticos, el
quiasma óptico y las dos bandas o cintillas ópticas, el tálamo y las
radiaciones ópticas. La vía óptica tiene una estructura compleja y permite
que la información que procede de los dos ojos se mezcle de manera que
cada hemisferio cerebral recibirá parte de los estímulos recogidos por cada
uno de los ojos. En líneas generales podemos resumir esta distribución de
fibras , de la siguiente manera:

1. La retina quedaría dividida por una línea vertical que pasaría por la mácula
en dos grandes campos, retina nasal la interna y retina temporal la externa.
Las fibras nerviosas, axones de las células ganglionares, procedentes de la
retina temporal quedan dispuestas en la parte lateral o externa del nervio
óptico y las fibras que se originan en la retina nasal se colocan en la parte
medial o interna. Además están ordenadas de modo que las fibras
procedentes de la parte superior de la retina quedan en posición superior
en el nervio óptico y las relacionadas con la retina inferior están en la parte
inferior del nervio.

2. A nivel del quiasma tiene lugar la mezcla o cruce de la información


procedente de ambos ojos, de modo que las fibras nasales se cruzan en su
totalidad, permaneciendo en su lado las fibras temporales.

3. De este modo en las cintillas ópticas encontramos fibras de la retina


temporal del ojo del mismo lado y fibras de la retina nasal del ojo
contralateral. Más concretamente, en la cintilla derecha hay fibras
temporales del ojo derecho y nasal del izquierdo y en la cintilla izquierda se
reúnen las fibras temporales del ojo izquierdo con las nasales que
provienen de la retina del ojo derecho.

4. Las cintillas llegan al tálamo, estructura del diencéfalo, en el que tiene lugar
la sinapsis o unión con la tercera neurona de todas las vías sensibles del
organismo. La escala de las fibras implicadas en la visión tiene lugar en el
denominado cuerpo geniculado externo.

5. Desde el cuerpo geniculado externo talámico los estímulos visuales son


conducidos a la zona occipital cerebral por las radiaciones ópticas. Las
radiaciones del hemisferio cerebral derecho proceden de las mitades
derechas de las retinas (temporal del ojo derecho y nasal del ojo izquierdo).
Las fibras superiores, originadas en la retina superior, terminan por encima
de la cisura calcarina y las fibras inferiores realizan sus sinapsis por debajo
de la misma. Las radiaciones ópticas del hemisferio izquierdo proceden de
la retina temporal del ojo izquierdo y de la nasal del derecho (mitades
izquierdas de las retinas).

6. La retina recoge la sensibilidad de forma cruzada de manera que las


hemirretinas derechas son estimuladas por luz y objetos localizados
espacialmente a la izquierda del observador y al contrario en el caso de las
retinas izquierdas. Llamamos hemirretinas derechas a la mitad derecha
(nasal) de la retina del ojo izquierdo y a la mitad temporal del ojo derecho.
Son hemirretinas izquierdas la temporal del ojo izquierdo y la nasal del
derecho. De esta forma, y debido a la disposición de las fibras a lo largo del
proyecto de la vía óptica, el lóbulo occipital derecho recoge la información
visual de lo que acontece a la izquierda del observador y el lóbulo occipital
izquierdo procesará los estímulos originados por la luz y los objetos
situados a la derecha.
Agudeza visual:
La agudeza visual se define convencionalmente como la capacidad para
discernir los detalles de un objeto, se refiere a la medición angular que relaciona la
distancia de prueba con el mínimo tamaño de objeto visible a dicha distancia. La
imprecisión no es casual, de hecho, la agudeza visual depende fuertemente del
tipo de detalles que se pretendan distinguir.
Se puede medir de numerosas maneras ya que existen diversas escalas. Esto
nos permite que se pueda obtener la mejor medida de la AV dependiendo del
paciente y de las condiciones de las que dispongamos. Las escalas más
utilizadas son la decimal, la E de Snellen y la logMAR. Dependiendo de la edad
del paciente y del conocimiento que tenga o no de las letras, se usan unos
optotipos u otros.
Las dos pruebas básicas de agudeza visual son la de lejos y la de cerca.
Aunque se exploren diferentes aspectos de la visión central de detalle fino, ambas
pruebas se aplican de forma parecida, usando lentes correctoras y en un orden
establecido para cada ojo. Esto representa una visión general y los pasos
concretos para realizar las pruebas de agudeza visual lejana, con estenopeico y
cercana, así como para medir los puntos próximos de acomodación y
convergencia.
En el caso de los más pequeños se suelen utilizar optotipos con dibujos, y a
medida que el paciente ya tiene un buen conocimiento de las letras o números, se
van utilizando otros para realizar una medida más completa y en consecuencia
una mejor valoración de la agudeza visual. En casos especiales como puedan ser
las personas con algún déficit cerebral o cualquier otro tipo de alteración neuronal,
que, aunque tenga una edad avanzada no sea capaz de decirnos las letras, se
usarán o bien los optotipos con dibujos, o aquellos que tienen símbolos. Esto es
para que el paciente pueda representarlos con la mano y transmitir al sanitario que
esté realizando la medida toda la información que se pueda en relación a la
agudeza visual de dicho paciente.
Notación de la medición:
La notación de Snellen es el método más habitual de expresar la medida de la
agudeza visual. Por convenio se escribe como una fracción, pero no es una
expresión matemática. El número en el numerador equivale a la distancia de
prueba entre el ojo y la escala empleada, expresada en metros (o pies). En el
denominador se escribe la distancia a la que una persona con la visión sana
puede leer la misma figura. Esta notación cuantifica la discriminación visual de
detalles finos.
La medición tradicional de la agudeza lejana se basa en una prueba visual en la
que un objeto subtiende sobre la retina un ángulo visual de cinco minutos de arco
cuando el paciente está a 6m (20 pies) de ese objeto.
Existe una versión a escala más cómoda, la tarjeta de Rosenbaum, que se
coloca a 36 cm del paciente. Esta se va a expresar en fracción:
El número superior se refiere a la distancia a la cual el paciente se para de la
tabla, por lo general, esta es de 20 pies (6 metros). El número inferior indica la
distancia a la que una persona con vista normal podría leer la misma línea que el
paciente lee correctamente. Por ejemplo: 20/20 se considera normal, 20/40 indica
que la línea que usted lee correctamente a los 20 pies (6 metros) puede ser leída
por una persona con visión normal desde 40 pies (12 metros) de distancia.
Todas las personas deben ser capaces de leer la línea 6/6 m (20/20 pies) con
cada ojo, utilizando la corrección apropiada para la refracción. Los pacientes que
necesiten lentes de lectura por presbicia deben utilizarlas para realizar una
medición exacta con la tarjeta de Rosenbaum. Si no existe una agudeza de 6/6
(20/20) en cada ojo, es necesario buscar una explicación del defecto visual.
Cuando la agudeza es inferior a 6/240 (20/800), hay que examinar la capacidad
para contar dedos, ver los movimientos de la mano, captar una luz brillante o no
percibir luz alguna.
Optotipos para agudeza visual
-Test de Snellen
El paciente ve filas de letras que van reduciendo su tamaño. El más habitual es el
de la letra E. Cuantas más filas sea capaz de ver mejor será su agudeza visual.

-Test de Landolt
El paciente tiene que identificar anillos incompletos e indicar dónde ver la apertura
de esas figuras circulares.
Test de Landlot
-Test de contraste
Consiste en distinguir entre un objeto y el fondo en el que se encuentra mediante
un test en donde debe indicar qué círculos son grises y cuáles contienen rayas
blancas y negras.

Visión Refracción y sus tipos


La refracción mide los cambios de dirección de los rayos de luz que entran en el
ojo que provocan que la imagen no se proyecte sobre la retina, sino que se
proyectan por delante de la retina (miopía), por detrás de la retina (hipermetropía)
o en varios puntos de la retina (astigmatismo), causando problemas de visión.

 Dioptrio: Se define como toda superficie que separa dos medios con
distinto índice de refracción. Al atravesarla la luz, ésta experimenta un
cambio de dirección. Así, la dioptría es la unidad que hace referencia al
poder de convergencia o de divergencia de una lente para lograr que los
rayos que llegan paralelos, tras atravesarla, confluyan en un foco.
La potencia de una lente se mide en dioptrías, y es el inverso de su
distancia focal, expresada en metros. Por ejemplo, una lente convergente
de 3 dioptrías formará su foco a 1/3 metros, es decir, 33 cm detrás de ella.
 Dioptrio ocular: Es el sistema de lentes del ojo. Está formado básicamente
por la córnea y por el cristalino, siendo más potente la córnea (43 D) que el
cristalino (17 D en reposo). La distancia focal del dioptrio ocular debe
coincidir con la longitud anteroposterior del ojo, que es de unos 24 mm.
Cuando esto ocurre, los rayos procedentes de objetos situados en el infinito
(a partir de 6 m, se puede considerar que esto se cumple), que llegan
paralelos al ojo, producen una imagen que se focaliza en la retina. Ese ojo
se denomina emétrope (normal desde el punto de vista óptico). Cuando
esto no sucede y los rayos no se focalizan sobre la retina, dicha situación
se denomina ametropía.

 Ametropías

Las ametropías son alteraciones del ojo, como sistema óptico, de modo que
estando el cristalino en reposo, los rayos de luz que llegan paralelos al eje visual
no se focalizan en la retina. La causa de la alteración puede residir en la córnea,
en el cristalino o en la longitud anteroposterior del globo, siendo este último el
factor más frecuente. Típicamente, los ojos amétropes mejoran su agudeza visual
mirando a través del agujero estenopeico. Se distinguen dos tipos de ametropías:
A. Esféricas: En ellas, el error de refracción del dioptrio es uniforme en todos
los ejes del espacio. Son la miopía y la hipermetropía.

B. No esféricas: En estas ametropías, el radio de curvatura de alguna de las


superficies del dioptrio no es uniforme, no es una esfera, y el error de
refracción es distinto en los diferentes ejes del espacio. Son los
astigmatismos.

 Hipermetropía

Los rayos se enfocan detrás de la retina, bien porque el eje del globo es
demasiado corto, bien porque el poder de refracción del segmento anterior
(córnea-cristalino) es menor de lo normal. El ojo hipermétrope es, en definitiva,
poco convergente. Esta ametropía puede mejorarse mediante una lente
convergente o acomodando, siempre que el individuo tenga aún capacidad de
acomodar y el defecto no sea muy grande. Los niños son fisiológicamente
hipermétropes al nacer, pues su ojo es más corto. Este fenómeno se va
corrigiendo con el crecimiento. Dentro de la hipermetropía se distinguen dos
componentes (latente y manifiesta).
La hipermetropía latente es la cantidad de hipermetropía que el sujeto es capaz de
compensar acomodando. La hipermetropía manifiesta es aquella que el individuo
no es capaz de compensar. A medida que el sujeto va envejeciendo, va
disminuyendo su capacidad para acomodar. Como los niños tienen una gran
capacidad para acomodar, pueden enmascarar este defecto de refracción y, por
ello, la refracción en los niños debe llevarse a cabo bajo cicloplejia. La aplicación
previa de gotas de un colirio anticolinérgico (ciclopentolato o atropina) relaja el
músculo ciliar, haciendo que desaparezca la hipermetropía latente y que toda la
hipermetropía se convierta en manifiesta.
La clínica depende de la edad, pues el poder de acomodación disminuye con la
misma, y del grado de hipermetropía. Si no es muy elevado y el individuo es joven,
se produce un esfuerzo constante de acomodación que puede dar lugar a un
cuadro de astenopía acomodativa: consistente en el cierre y el frotamiento ocular,
dolor ocular, visión borrosa, congestión ocular con conjuntivitis y blefaritis, etc.
Puede aparecer estrabismo convergente (por la sincinesia acomodación-
convergencia). Cuando es muy importante, el paciente también presentará mala
visión de lejos. El hecho de que la lámina cribosa sea también más pequeña,
puede hacer que la papila presente bordes hiperémicos y borrosos
(pseudopapiledema).
El tratamiento se hace con lentes convergentes o positivas. Como ya se ha
comentado, para graduarles, es preciso paralizar previamente la acomodación con
parasimpaticolíticos (atropina, ciclopentolato) a fin de desenmascarar toda la
hipermetropía en realidad existente (se muestra el defecto latente junto al
manifiesto).

 Miopía

Los rayos se focalizan delante de la retina, bien porque el poder refractivo del
segmento anterior sea excesivo, bien porque el eje anteroposterior del ojo sea
demasiado grande. El ojo miope es demasiado convergente. El miope tiene mala
visión de lejos. Hay que distinguir entre miopías simples o fisiológicas, defectos de
refracción inferiores a 6-8 D, que se inician en edad escolar y aumentan hasta los
17-20 años, en las que las estructuras oculares son normales; y miopías elevadas,
patológicas o degenerativas, en las que además del defecto de refracción, hay una
degeneración del vítreo, de la retina y del coroides, y suele aumentar hasta la
edad media de la vida. Esta forma de miopía es un proceso degenerativo que
afecta al ojo en su conjunto y se asocia a múltiples patologías (desprendimiento de
retina, catarata precoz, mancha de Fuchs, glaucoma crónico).
El tratamiento se realiza con lentes divergentes o negativas, que retrasan el
foco en el cual confluyen los rayos de luz.

 Astigmatismo

En esta ametropía el poder de refracción del ojo no es el mismo en todos sus


meridianos. Las imágenes no se focalizan en el mismo plano, sino entre las
denominadas focales anterior y posterior, en el llamado conoide de Sturm.
Aunque puede ser debido a una alteración de cualquiera de los dioptrios
oculares, generalmente su causa es una diferencia en la curvatura de los
meridianos corneales, sobre todo de su superficie anterior. Es un defecto muy
estable, con pocas variaciones a lo largo de la vida. Puede ser regular, cuando es
posible corregirlo con lentes, o irregular, cuando esto es imposible.
La clínica varía según el grado. En los casos leves, puede no haber clínica o una
simple astenopía tras un esfuerzo visual prolongado. Cuando el astigmatismo es
mayor, hay mala agudeza visual a cualquier distancia.
El tratamiento se hace con lentes cilíndricas o tóricas, tanto gafas como lentes
de contacto.
 Presbicia

La presbicia se define como la pérdida de la capacidad de acomodación por


disminución de la elasticidad del cristalino y por descenso de la fuerza contráctil
del músculo ciliar. Es un fenómeno fisiológico asociado al envejecimiento.
Se caracteriza por una incapacidad para enfocar los objetos cercanos. Los
problemas comienzan cuando la capacidad de acomodación queda por debajo de
3-4 D, con lo que se pierde la destreza para enfocar objetos situados a 25-30 cm,
distancia habitual de lectura. En el emétrope ocurre a partir de los 40 años. En el
hipermétrope ocurre antes y en el miope después. Se corrige con lentes
convergentes.

Conjuntivitis:
Inflamación de la conjuntiva que produce un cuadro de ojo rojo no doloroso
sin disminución de la agudeza visual y con sensación de picor, sensación de
cuerpo extraño, lagrimeo y secreciones. Las mismas se clasifican:
1. Conjuntivitis vírica:
Suelen ser leves, con una duración de una a tres semanas. Clínicamente,
produce el cuadro típico, con secreción serosa o seromucosa y reacción
folicular. Los virus que más frecuentemente las producen son los adenovirus,
serotipos 8 y 19 es extremadamente contagiosa, con queratitis, conjuntivitis
folicular, e infiltrados corneales subepiteliales que pueden tardar hasta un año
en desaparecer. Típicamente se afecta primero un ojo y a los pocos días el
segundo ojo, dando un cuadro más leve.
Otro tipo de conjuntivitis producida por los adenovirus 3 y 7, es la fiebre
adeno-faringo-conjuntival, menos severa a nivel ocular pero con fiebre, faringitis
y malestar general. Los enterovirus (serotipo 70) producen queratoconjuntivitis
hemorrágica.
Tratamiento:
Se realiza con paños de agua fría, lágrimas artificiales, antibióticos tópicos para
evitar sobreinfecciones y AINE tópicos. Los corticoides tópicos se usan para
tratar las opacidades subepiteliales, pero no el cuadro propiamente dicho.

2. Conjuntivitis bacteriana:
Clínica:
Se caracterizan por la secreción purulenta o mucopurulenta, hiperemia y
sensación de cuerpo extraño. Los gérmenes responsables más frecuentes son los
S. aureus, neumococo, Haemophilus influenzae y Proteus.
Tratamiento:
Lavado de secreciones y antibióticos tópicos (neomicina-polimixina B-
bacitracina o trimetroprim-polimixinaB).
La conjuntivitis hiperaguda con secreción muy intensa debe hacernos pensar
en etiología gonocócica. Es de transmisión sexual y requiere tratamiento
antibiótico tópico y sistémico (ceftriaxona).
3. Conjuntivitis por Chlamydia Son típicos dos cuadros:
Conjuntivitis de inclusión del adulto: Infección de transmisión sexual. Es
característica la presencia de folículos con queratitis punteada en la parte superior
corneal.
Tratamiento:
Tetraciclinas o eritromicina tópico y sistémico.

4. Tracoma:
Es una de las causas más frecuentes de ceguera en el tercer mundo. Produce
una conjuntivitis folicular crónica con cicatrización y fibrosis subconjuntival con
entropión, triquiasis cicatrización corneal. Es producido por los serotipos A, B y C
de Chlamydia trachomatis.

Tratamiento:
Se realiza con tetraciclina o eritromicina tópicas y sistémicas.

5. Conjuntivitis alérgica:

Se produce por una reacción local ante el contacto con una sustancia
previamente sensibilizada (reacción tipo I). Produce un cuadro de picor, quemosis
(edema conjuntival), lagrimeo, abundantes eosinófilos en el frotis conjuntival y
secreción mucoviscosa abundante. En la conjuntiva se produce reacción papilar.

Tratamiento:
Eliminar el alérgeno responsable, antihistamínicos sistémicos y tópicos +/−
corticoides tópicos.

Lentes de contacto:
El uso de lentes de contacto está ampliamente extendido en la población
general. Existen indicaciones tanto ópticas como terapéuticas (astigmatismo
irregular, erosiones corneales recurrentes, perforaciones de pequeño tamaño,
etc.). No obstante, hay que valorar los riesgos de la utilización de lentes de
contacto ya que las complicaciones pueden ser graves:

• Conjuntivitis alérgica: relacionado con el uso de determinados componentes de


las soluciones de lavado.
• Conjuntivitis papilar gigante: puede aparecer con cualquier tipo pero es más
frecuente con el uso de las lentes blandas.

• Edema epitelial: que suele ser reversible, secundario a la hipoxia por un uso
excesivo.
• Vascularización corneal: generalmente afecta al limbo superior y es producida
por la hipoxia especialmente en lentes de uso prolongado.
• Infiltrados corneales estériles reversibles.
• Queratitis microbiana que es la complicación más grave.
• No produce epiescleritis.

Cuadro comparativo de la conjuntivitis alérgica, bacterianas, vírica.


DIFERENCIAS ENTRE EDEMA DE PAPILA Y PAPILEDEMA

Edema de Papila Papiledema


 Inflamación del disco óptico debido  Edema de papila producido por
a causas de origen inflamatorio hipertensión intracraneal
 Causas:  Causas:
 Neuropatía Óptica  Tumores cerebrales o abscesos
 Isquémica anterior en su forma cerebrales
arteritica o no arteritica  Hematoma Subdural
 Neuritis inflamatoria, infecciosas o  Malformaciones arteriovenosas
compresivas  Hemorragia subaracnoidea
 Síntomas:  Síntomas:
La visión no suele estar afectada Alteraciones visuales fugases (visión borrosa,
inicialmente, aunque pueden producirse visión doble o perdida completa de la visión)
oscurecimientos transitorios de visión, que suelen durar unos segundos.
destellos, visión borrosa o doble
 Bilateralidad:  Bilateralidad:
Ausente Presente
 Tratamiento:  Tratamiento:
Depende de la causa Tratar hipertensión intracraneal

ENFERMEDADES EN CONSULTA

 Alteraciones de los párpados.

A. La blefaritis
Es una inflamación crónica del borde
palpebral que suele acompañarse de
conjuntivitis, denominándose
entonces blefaroconjuntivitis. Suele
ser un trastorno crónico y complicado
de tratar, sin embargo, no
acostumbra a provocar daños
permanentes en la visión ni es
contagioso.
Existen dos formas, eccematosa y ulcerosa, ambas con hiperemia del borde
palpebral, madarosis (pérdida de pestañas) y a veces triquiasis (crecimiento de las
pestañas en dirección al globo ocular, irritando la córnea y la conjuntiva). Las
causas más habituales son la Obstrucción o mal funcionamiento de las glándulas
situadas en el borde del párpado, Exceso de grasa en el margen palpebral, lo que
crea un ambiente favorable para la proliferación de bacterias y provoca la llamada
blefaritis estafilocócica, Dermatitis seborreica, que produce caspa en el cuero
cabelludo, las cejas o incluso las pestañas. Otros trastornos de la piel, como
rosácea o psoriasis. Más raramente, parásitos que crecen en el borde palpebral.
Es posible encontrar el parásito Demodex folliculorum. Existen varios tipos:
Blefaritis anteriores
Las blefaritis anteriores se clasifican en los siguientes tipos:
• Blefaritis eccematosa. Asociada a dermatitis seborreica. Se caracteriza por la
presencia de escamas blanquecinas englobando las raíces de las pestañas.
Causa madarosis temporal y se asocia a conjuntivitis crónica. Aparece también en
defectos de refracción no corregidos y en desequilibrios de la musculatura ocular
extrínseca. Mejora con corticoides, pero recidiva a menudo.
• Blefaritis ulcerosa. Es la inflamación supurada, aguda o crónica, de los folículos
de las pestañas y de sus glándulas asociadas de Zeiss y de Moll. Están
predispuestos los pacientes con dermatitis atópica. Se produce una necrosis que,
además de madarosis, puede provocar ectropión. Causada por estafilococos, se
trata mediante limpieza de las secreciones con champú de pH neutro y con
antibióticos tópicos.
Blefaritis posteriores
Aparecen en pacientes con acné rosácea y en asociación con blefaritis anterior
eccematosa. Suelen mostrar hipersecreción lipídica y tapones cálcicos en el
trayecto de las glándulas de Meibomio a nivel de la conjuntiva tarsal, y quistes
sebáceos (chalazión).
El Tratamiento se realiza mediante lavados con jabones específicos, antibióticos
tópicos o tetraciclinas orales
B. Orzuelo
Es un bulto rojo y doloroso cerca del borde del párpado, que se parece a un
forúnculo o un grano que suelen contener pus. Generalmente, se forma en la parte
exterior del párpado, pero a veces puede formarse en la parte interior. Suelen ser
causados por una infección de las glándulas de Meibomio o las glándulas
sebáceas del párpado (glándulas de Zeiss). Otros factores que favorecen su
aparición pueden ser los cambios hormonales o el estrés.

También pueden contribuir a su aparición factores locales relacionados con la


higiene de la región periocular, como tocarse los ojos con las manos sucias, el uso
de cosméticos caducados o no desmaquillarse los ojos correctamente antes de
dormir.
Los síntomas que produce un orzuelo son: dolor, Sensación de objeto extraño
en el ojo, párpados hinchados e inflamados. En ocasiones, dificultad en la
apertura palpebral por efecto mecánico. Sensibilidad a la luz y lagrimeo.
El tratamiento consiste en usar compresas calientes, antibióticos y
antiinflamatorios locales y drenaje quirúrgico, si es preciso.
C. Chalazión
Es causado por un conducto
bloqueado en una de las glándulas de
Meibomio provocando una
Inflamación granulomatosa crónica de
las glándulas con retención de
secreciones. Se palpa un nódulo duro
situado en el tarso, no desplazable e
indoloro a la presión, la hinchazón
continúa creciendo y puede llegar a
ejercer presión sobre el globo ocular,
lo que ocasiona una visión
ligeramente borrosa.

Debajo del párpado puede aparecer una zona de coloración rojiza o gris.
Puede abocar a la piel o a la conjuntiva. A veces se infecta, dando lugar a
inflamación supurada.
El tratamiento consiste en la inyección de corticoides intralesionales o cirugía, si
no se resuelve. En los casos recidivantes o con características atípicas, es
recomendable realizar un estudio histológico, ya que ocasionalmente pueden
enmascarar un adenocarcinoma sebáceo palpebral.

 Alteraciones de la Cornea

A. Queratitis ulcerativa periférica (Queratólisis marginal; ulceración


reumatoidea periférica)
Es una ulceración corneana grave
que a menudo aparece en
enfermedades del tejido conjuntivo
autoinmunitarias activa o de larga
evolución, como artritis reumatoide,
granulomatosis con poliangeítis
(antes denominada granulomatosis
de Wegener) y policondritis
recidivante.
Con frecuencia, los pacientes tienen disminución de la agudeza visual, fotofobia y
sensación de cuerpo extraño. Se desarrolla una opacificación semilunar en la
periferia corneal debido al infiltrado con leucocitos. La ulceración, que se tiñe con
fluoresceína, se desarrolla poco después de la opacificación. Deben descartarse
causas infecciosas como bacterias, hongos y virus herpes simple mediante el
cultivo de la úlcera y los bordes palpebrales.
Todo paciente con queratitis ulcerativa periférica debe ser derivado rápidamente a
un oftalmólogo. El tratamiento consta de La ciclofosfamida sistémica, otros
agentes inmunosupresores o los agentes biológicos como el rituximab tratan la
queratitis, la vasculitis potencialmente fatal y la enfermedad autoinmune
subyacente. El tratamiento también incluye abordajes focales para controlar la
inflamación como los adhesivos tisulares y lentes de contacto de vendaje y reparar
el daño mediante injertos parcheados. Otros agentes posiblemente útiles incluyen
inhibidores de la colagenasa como tetraciclina sistémica o N-acetilcisteína al 20%
tópica.
B. Queratitis infecciosa
Cursa con infiltrado estromal, edema de bordes, aspecto grisáceo y sucio.
Presenta reacción del segmento anterior con hipererima periquerática y leucocitos
que por gravedad se depositan abajo, generando un hipopión (Colección de
material purulento en la cámara anterior del ojo. Puede ser estéril, como
consecuencia de un proceso inflamatorio intraocular muy intenso, o no estéril,
como consecuencia de una infección intraocula).

La queratitis bacteriana es la causa microbiológica más frecuente, se asientan


sobre alteraciones epiteliales previas, generalmente erosiones traumáticas que se
sobreinfectan con S. aureus, neumococos, estreptococos, Pseudomonas,
Moraxella, entre otros.
Se asocia a factores de riesgo que alteran la superficie corneal, alterando la
integridad de ésta, pudiendo provocar en casos graves la perforación ocular si no
es tratada a tiempo y de manera correcta, siendo los más frecuentes:
-Uso de lentes de contacto (principalmente su uso prolongado y con mala higiene)
-Traumatismos.
-Alteración en la estructura superficial de la córnea.
-Alteración en los mecanismos de defensa del paciente.
-Diabetes y edad avanzada.
Los signos y síntomas de alarma son la aparición de forma rápida de dolor
intenso, ojo rojo, fotofobia y disminución de la agudeza visual. La velocidad de
progresión de estos síntomas depende de la virulencia de la bacteria infectante.
La complicación seria la perforación con formación de una cicatriz estromal que,
si es central, impide la visión; denominándose nubécula si es pequeña o leucoma
si es grande, o la aparición de sinequias iridocorneales:
Anterior con glaucoma secundario por obstrucción del drenaje del humor acuoso o
posterior con aparición de cataratas, entre otros.
El tratamiento por lo general, se inicia con antibióticos de amplio espectro que
cubran la mayor parte de bacterias como los colirios concentrados de vancomicina
y de ceftazidima, modificándolo si es necesario en caso de que el cultivo permita
identificar el microorganismo agresor. Una vez identificado el tipo de bacteria
causante de la queratitis se puede plantear el tratamiento con un único antibiótico
si ésta es sensible a alguno en concreto. La vía de administración y frecuencia del
antibiótico se basa en la intensidad de la queratitis, siendo generalmente por vía
tópica, pero en ocasiones se puede requerir también tratamiento oral. Además, se
suelen asociar otros tratamientos tópicos como lágrimas artificiales y corticoides
tópicos una vez controlada la infección. Se emplean midriáticos para evitar la
formación de sinequias y disminuir el dolor así como analgésicos orales.
Son posibles las recurrencias si los factores predisponentes no se han resuelto.
El trasplante corneal penetrante está indicada si la enfermedad progresa a pesar
del tratamiento médico máximo produciéndose una perforación corneal.
C. Pinguécula
Es una lesión nodular, generalmente pequeña, que suele localizarse cercana al
limbo, de color blanco amarillento, ligeramente sobreelevada en el meridiano
horizontal. Se ubica más comúnmente en los cuadrantes conjuntivales nasales, en
el área interpalpebral y tiene gran tendencia a la bilateralidad.
Histológicamente está compuesta por material hialino acelular y cubierta por
epitelio conjuntival.
No tiene tendencia a crecer sobre la córnea pero sí a aumentar de tamaño, a
veces tornándose en lesiones globulosas que merecen tratamiento para evitar una
zona de desecación corneal perilimbar. Dicha terapia debe hacerse con
antinflamatorios y vasoconstrictores. El uso de corticoides tópicos debe ser muy
cauteloso y consensuado frecuencia.

D. Pterigión:

Es el crecimiento progresivo de tejido fibrovascular que, al avanzar sobre la


córnea, adopta una forma alada a la cual debe su nombre.
Es habitual la localización sobre conjuntiva nasal, aunque también puede
hacerse sobre conjuntiva temporal, no siendo la bilateralidad en un solo ojo una
forma de presentación frecuente. Inicialmente se manifiesta como un
engroamiento, con congestión crónica de la zona, que se adhiere a los tejidos
subyacentes y posteriormente se fija firmemente a la membrana corneal. A veces
la zona de avance es plana y sin vasos, desenvolviéndose entre capa de Bowman
y la membrana basal del epitelio.
La tendencia a la progresión en algunos casos es marcada, comprometiendo en
su crecimiento el eje visual e inclusive la motilidad ocular. También es notoria la
aparición de astigmatismo irregular por tracción que modifica el radio de curvatura
corneal, aún antes de interferir el área pupilar. Esta circunstancia hace que sea
dificultoso tomar la PIO en estos pacientes.
Una evidencia útil para evaluar la progresión lo da el hallazgo de un depósito de
pigmento férrico en la córnea que se llama línea de Stocker, frente a la cabeza del
pterigión. Su apariencia indica larga evolución, por lo que su ausencia es un
parámetro de crecimiento acelerado.
Cuando la lesión es muy extendida o agresiva, producto de varias cirugías
previas, puede verse una desaparición del pliegue semilunar, con borrado de la
carúncula debido al tironeamiento del tejido fibroso hacia la córnea.
El denominado pseudopterigion tiene una morfología similar, pero se ve como
una reacción secundaria a una úlcera corneal, por lo que el repliegue conjuntival
no está fijado a los planos profundos, permitiendo inclusive pasar por debajo de él
con un estilete.

E. Gerontoxón o Arco senil.

Fundamentalmente se debe a la infiltración de partículas de lípidos; provenientes


de los vasos del limbo a lo largo de la periferia de la córnea, al estroma corneal
específicamente en la membrana de Browmann y la de Descemet. Tiende a
comenzar como una línea blanca o gris en forma de media luna en los márgenes
superiores e inferiores de la córnea, la enfermedad va progresando de manera
circunferencial hasta que forma una banda de aproximadamente 1mm de ancho
alrededor de la córnea, siendo más ancha en el meridiano vertical que en el
meridiano horizontal.
El borde periférico se separa del limbo por una zona sana de la córnea, este
intervalo puede sufrir un adelgazamiento de forma leve que se denomina surco
senil. La opacidad nunca afecta el área central de la córnea, por lo que no se
produce defectos en la visión, por lo que no requiere ningún tipo de tratamiento ya
que no provoca complicaciones.
Si este arco aparece en personas jóvenes se puede asociar a hipercolesterolemia,
siendo una manifestación frecuente de la hipercolesterolemia familia ya que en
estas personas tiene déficit de los receptores LDL hepáticos, ocasionando un
aumento significativo de colesterol LDL en sangre que conlleva su depósito en
varios tejidos, entre ellos la córnea. Es frecuente su diagnóstico en las personas
>60 años, no guarda relación con patologías sistémicas, carece de tratamiento,
hasta los momento no se puede eliminar pero afortunadamente no evoluciona.

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