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La silla Wassily, una revolución para su época

La silla Wassily fue diseñada por Marcel Breuer, y su primer diseño data de los años 1925-1926,
momento en el cual, Marcel Breuer era el director de taller de ebanistería de Bauhaus (en Alemania).

También conocida como modelo B3, fue ideada especialmente para una casa situada en Alemania, la
Kandinsky. Aunque su diseño era específicamente para esta casa, pronto se dio a conocer. Tal es así,
que a día de hoy la silla Wassily es uno de los elementos de mobiliario de oficina más codiciados por los
interioristas y diseñadores.

Marcel Breuer creó este diseño inspirado por una bicicleta, cuya estructura era de acero, concretamente
su inspiración provino de la bicicleta Alder. Por aquel entonces, trabajar con acero era complicado, y
llevar esos trabajos al ámbito del mobiliario, aún más. Existía una empresa, la empresa Mannesmann,
que había diseñado la manera de producir tubos de acero sin que éstos tuvieran costura, es decir, que al
doblarlos no se rompieran. Fue este know how sobre el acero el que Marcel Breuer decidió utilizar para
crear el primer prototipo de lo que hoy se conoce como Silla Wassily.

La revolución de la silla Wassily viene dada por dos innovaciones diferentes:

La primera de ellas corresponde al material empleado. El acero usado para la fabricación de productos
era algo poco usual, y aún lo era más si se empleaba en la producción de sillas de oficina. Por eso, el
ver una silla de oficina diseñada y producida en acero fue uno de los principales motivos por los que esta
silla traspasó fronteras tanto geográficas como de tiempo.
La otra gran innovación que hizo que esta silla fuera catalogada como revolucionaria para su época fue
su forma de producción. Como ya te hemos comentado anteriormente, por aquel entonces hacía poco
tiempo que se había descubierto cómo poder moldear el acero a gusto propio, para posteriormente
trabajarlo y acoplarlo a diversos diseños. Pues bien, esa forma de trabajar aplicada a mobiliario no se
había visto todavía. Por eso, cuando se dio a conocer la silla y vieron que sus patas eran de acero
haciendo una forma geométrica, se consideró una revolución para la época.
Pese a la gran acogida que tuvo la silla en sus comienzos, ésta aún sufrió modificaciones para adaptar
su proceso de producción a las novedades que iban surgiendo. De tal forma, se puede observar que en
su segunda edición, que data de 1927, se aprecia ya como el acero es continuo, es decir, que no hay
soldaduras. Ésta era la primera vez que se utilizaba el acero de manera continuada creando un espacio
con forma cúbica.

Hoy en día, esta silla se ha convertido en uno de los elementos de mobiliario de oficina más codiciados.
Su uso aporta una gran belleza estética a las oficinas y, además, dota a la sala de un ambiente de
modernidad. Dada su comodidad es apta tanto para salas de reuniones como para despechos.

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Su diseñador, Marcel Lajos Breuer, fue un arquitecto y diseñador industrial de origen judío. Uno de los
principales maestros del movimiento moderno que se interesó por la construcción modular y las formas
simples. Durante su aprendizaje de carpintero en la Bauhaus de Weimar, Breuer trabajó durante varios
años en el estudio de Walter Gropius hasta que se estableción por su cuenta. Con la llegada del Tercer
Reich al poder en Alemania, Breuer tuvo que exiliarse debido a su religión (judaísmo), primero en
Inglaterra (1933) y más tarde en Estados Unidos (1937). Allí, junto con Gropius, impartió clases en la
Escuela de Arquitectura de la Universidad de Harvard.

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