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MAPUCE KIMVN EN LA EDUCACIÓN AUTONOMA

Cristina Valdez, Petrona Pereyra


Facultad de Ciencia de la Educación, Universidad Nacional del Comahue.
CEPINT
Centro de Educación Mapuce de Neuquén – CEM, Lof Mapuce Puel Pvjv.
riosmelube@yahoo.com.ar
mapuzomo@yahoo.com.ar

Eje Tematico 3: Gestión del conocimiento y educación: dilemas y oportunidades

En el presente trabajo pretendemos dar cuenta de nuestra experiencia educativa como


miembros del Pueblo Mapuce y en particular en el marco del proceso organizativo de
las ultimas tres décadas dentro de la organización, explicitar las acciones y reflexiones
emprendidas desde nuestro rol como Kimeltucefe en el Centro de Educación Mapuce
(CEM) en el marco de Confederación Mapuce de Neuquén (CMN) y como
investigadoras en diversos proyectos interculturales.

Estas experiencias se despliegan básicamente en la educación inicial y primaria y el


ejercicio efectivo de los derechos territoriales del Pueblo Mapuce en la provincia de
Neuquén.

A lo largo de los años se ha extendido la problematización a otros niveles educativos


entre ellos, al nivel medio, superior y en la formación docente. Así como otros tópicos
como la propuesta de un Plan de Vida Mapuce (Kvme Felen).

El objetivo es compartir reflexiones en torno a la educación autónoma partiendo de


concebirla un espacio de autodeterminación y gestión de nuestro kimvn. Objetivo que se
corresponde con las pretensiones epistémicas de elaborar referentes conceptuales
interculturales, enraizados en una perspectiva decolonial.

Desde estas perspectivas consideramos fundamental el rol de los Pueblos Indígenas en


la construcción de una educación intercultural y democrática, en la que el Pueblo
Mapuce tiene mucho para aportar.
Acciones y reflexiones emprendidas desde nuestro rol como Kimeltucefe en el
marco de la organización del Pueblo Mapuce en Neuquén.

Contextualización:

Para dar cuenta de las acciones emprendidas y las reflexiones abordadas a lo largo de
este trabajo, es necesario aclarar que vamos hablar desde nuestra participación plena y
efectiva en el movimiento mapuce de la provincia que tuvo distintos momentos y se dio
en contextos particulares para cada una de nosotras. En el primer caso se comenzó a
visibilizar a finales de la dictadura militar y se profundizo con la vuelta de la
democracia y en el segundo caso se dio a fin de los años noventa arribando al 2.000, en
el marco de un contexto de crisis económica y de una conflictiva relación entre el estado
y la sociedad civil.

En ese sentido nuestras acciones no pueden leerse desprendidas del contexto y nuestras
reflexiones no pueden comprenderse sino se da cuenta de los años de experiencias que
llevamos vinculadas a la interculturalidad pero fundamentalmente al ejercicio y
demandas de derechos que como Pueblo Originario nos asisten.

Esta contextualización sería incompleta si no agregamos que somos parte de la


experiencia de una masiva migración y urbanización de la población indígena, en
nuestro caso, de una movilidad forzada por razones laborales y de estudio a las grandes
ciudades. Inicialmente se apuntan dos reflexiones; primero respecto de la movilización
del Pueblo Mapuce en Neuquén en contextos represivos y de inestabilidad jurídica, en el
que la causa indígena mapuce va acompañada de la defensa de los derechos humanos;
un trabajo en conjunto, emprendido con la iglesia católica a lo que advertimos un
sincretismo que no nos permite diferenciarnos, mientras que para mediados de los
noventa, si bien se ha evolucionado en un marco jurídico internacional con muchas
aperturas en el plano identitario, no han sido resueltas las necesidades materiales
espirituales y políticas de los pueblos originarios, afectados también por el
neoliberalismo y la atracción que tienen una visión multiculturalista, los estados
latinoamericanos. Segundo, esta contextualización lleva a reflexionar respecto de la
articulación entre ruralidad y urbanidad para la definición identitaria.
Ponerse en movimiento:

Nuestra experiencia como kimeltucefe nos remonta al momento en que por razones
diversas nos movilizamos a la ciudad y nos encontramos ante la necesidad de seguir en
contacto y constante ejercitación de nuestra identidad. Proceso que emprendimos como
individuos pero también orientándonos a la conformación en tanto colectivos.

La vida en la ciudad implicaba una constante movilización ante la necesidad de sostener


el contacto permanente con la vida de la comunidad, particularmente a partir de
participar en el ejercicio de la espiritualidad junto a nuestras comunidades de origen.

Desde nuestra concepción y concientización como jóvenes mujeres mapuce fue siempre
cumplir el mandato con el que nos íbamos de nuestros territorios comunitarios. Para
nosotros, irnos del lugar de origen implica un gran esfuerzo y desarraigo dado que en la
ciudad nos vemos imposibilitadas/os cotidianamente, de ejercer nuestra relación con la
naturaleza. Teníamos un mandato transmitido por la generación de nuestros mayores
que nos obligaban a “no olvidar lo que éramos, a no dejar de ser mapuce”. Pero que ¿es
ser mapuce? ¿Cómo se puede ser mapuce en la ciudad?

Sin pretender dar una respuesta exhaustiva a estos interrogantes, diremos por un lado
que nuestras experiencia con la educación autónoma y la circulación y reactualización
de nuestro KIMVN da cuenta de esa posibilidad de ser, pero fundamentalmente de
devenir ser mapuce, dado que nos encontramos siendo cotidianamente al sentirnos
interpeladas y ponernos nerviosas con los momentos de densa certidumbre. Por otro,
que las coordenadas de lo que implica ser mapuce se encuentran trastocadas,
complejizadas y que consideramos cual puede y debe ser nuestro aporte como mapuce
para la redefinición de la democracia y la expresión de una ciudadana ampliada o
intercultural.

La primera necesidad en la ciudad fue la de encontrarnos con otros mapuce a partir de lo


cual definimos como prioritario retomar los aspectos culturales y poder ejercerlos
sobreponiéndonos a la adversidad. En ese sentido nos ocupamos de fortalecer el
mapuzungun, de generar espacios para compartir las comidas, las reuniones familiares,
dando gran vitalidad a un aspecto que desde nuestra concepción es relevante, como es la
práctica de la comunicación, de la conversación, de transmitir historias. Desde este
encontrarnos, compartir y ejercer nuestra identidad, se fueron dando procesos en
paralelo tales como la constitución de lof en la urbanidad, y emprendimientos de
acciones diversas que fueron dando vida a la organización y al movimiento mapuce en
la provincia y que permitió por ejemplo, la recuperación de nuestra institución 1
representativa que estaba bajo la dominación del gobierno provincial.

Lo educativo:

En lo que refiere a la educación se dieron proceso de formación en la ciudad alrededor


de los años ochenta, en los que se evidenciaba un sincretismo importante entre la
formación como mapuce y la incidencia del catolicismo. Muchos de los implicados en
estos procesos habíamos sido educados en escuelas de albergue, con formación
religiosa, lo que nos llevaba a tener un contacto privilegiado con la iglesia e incluso
había hermanos decididos a ser parte de la institución tomando los hábitos religiosos
como sacerdotes. Proyecto de la iglesia que no se concretó, justamente porque la
concientización lograda, los llevó a darse cuenta de lo ajeno que es a nuestra
cosmovisión, la religión cristiana.

En este discurrir de nuestra formación, en tanto “mapuce- católicos”, debemos señalar la


impronta de la formación religiosa en nuestras vidas y en la organización ya que la
iglesia católica nos habilito espacios de encuentros y apoyó muchos aspectos de nuestra
causa. Motivo por el cual, se ha de destacar cómo en nuestro procesos organizativo
estaban mezcladas esas concepciones y se utilizaba el idioma “mapuzugun” para
traducir la concepción cristiana de un ser superior como “genechen” o “fvta chau”. En
ese periodo experimentábamos en complicidad y sin cuestionamiento, el bautismo de
nuestros niños por lo que podemos decir que en los orígenes no éramos tan conscientes
de lo colonizadas /os que estábamos.

Empezar a ver las discrepancias entre una y otra formación, ejercer nuestra autonomía
para pensarnos diferentes y demandar derechos, implico un proceso de cuestionamiento
posteriores de estas tergiversaciones. En este camino de descolonización, de búsqueda
de nuestra especificidad, las mujeres y los mayores ocupamos un lugar trascendente.
Nosotras más jóvenes, recorriendo las comunidades, participando de la vida espiritual
del pueblo mapuce, preguntando y cuestionando algunas ideas establecidas y
naturalizadas. Ahí lo que estábamos buscando era la raíz del conocimiento mapuce, su

1
Confederación Mapuce de Neuquén.
sustento epistemológico. Aún estamos en ese camino ampliando el horizonte de lo que
sabemos.

Como señalamos anteriormente, los procesos se fueron dando en paralelo. Un


antecedente a esta configuración como movimiento y organización indígena y la
explicitación de la forma en que nosotras/os participamos fue la búsqueda de un terreno
para la construcción de un espacio comunitario, donde encontrarnos, lugar que
posteriormente se transformo en lo que hoy es la Ruka Newen Mapu2.

También nos alentó advertir que se daban procesos diferentes más allá de la frontera
impuesta (estatal), donde otros mapuce estaban viviendo antes que nosotros esto de ir
descolonizándose. Entonces cada vez más nos cuestionábamos, nos preguntábamos
acerca de los sentidos de lo que hacíamos, por ejemplo ¿porque participábamos de las
ceremonias? ¿Qué implicaba una ceremonia? En este tiempo fuimos construyendo más
conocimiento, buscando con las herramientas que teníamos más información. Por eso
decimos que nuestra experiencia de hace tiempo. Comenzamos a investigar al interior
de nuestras comunidades, le preguntamos a los mayores, a las autoridades, a las mujeres
a las Pijañ kuse3 y al mismo tiempo empezamos a fortalecer nuestro propio idioma. Ahí
entendimos que el conocimiento estaba en nosotros, en nuestra memoria era cuestión de
sacarlo a flote, de exteriorizarlo.

Vinculado al mapuzugun otro aspecto importante fue la participación en parlamentos


como traductoras, dado que los jóvenes que empiezan a participar demandan “entender
lo que se hablaba”, esta exigencia no solicitaba que se hablara en castellano sino más
bien traduciendo el conocimiento que en mapuzungun se entregaba. Este ejercicio
implica algunas tensiones y es también parte del proceso de aprendizaje, pues exige
aprender nuestro idioma y saber cómo trasmitirlo a los otros, cosa que fuimos haciendo
lentamente. Esta experiencia nos obligó/ nos obliga a problematizar la traducción y sus
alcances, generalmente acontece que quien traduce, transforma el mapuzugun, esas
transformaciones generalmente ubicaba la palabra y el pensamiento mapuce en marcos
cosmovisionarios que le son contradictorios.

Producto de la profundización y fortalecimiento de nuestra identidad nos damos cuenta


de que hay otro conocimiento, “el nuestro” lo que nos emergía era enmarcarlo en la
2
Ruka Newen Mapu (Casa del Lof / Comunidad Newen Mapu / Energía del Territorio). Espacio educativo
mapuce Norgvbamtuleayiñ.
3
Pijañ Kuse: autoridad filosófica espiritual, encargada de guiar ceremonias
propia cosmovisión. En ese devenir vamos desprendiéndonos y alejándonos de diversas
tergiversaciones. Para quienes se fueron incorporando al movimiento mapuce, de
manera cada vez más comprometida en los contextos neoliberales de mediados de los
noventas esta interrogación acerca de la tergiversación de los conocimientos ya no se
dio con el mundo religioso sino mas bien con el campo de las ciencias, en particular con
aquellas que estan comprometidas en la histórica exclusión y marginación del Pueblo
Mapuce.

Se continuo el proceso de fortalecimiento como pueblo originario, iniciando en los años


noventas un proceso de religarnos con nuestros hermanos guluce 4. Esta experiencia es
fundamental, dado que se profundiza en el conocimiento a partir de la emergencia de
nuevos actores, portadores privilegiados de nuestro kimvn tales como Maci, Genpin, de
cuyos aportes y aprendizajes nos proyectamos a una transformación de nuestra vida
retomando nuestras propias formas organizativas. Generamos acciones de encuentro
guluce – puelce5 de educación, intercambiando conocimientos y experiencias de nuestra
educación autónoma.

En estos años se incorporaron al proceso nuestros hijos la Ruka Newen Mapu se


convirtió en un espacio donde nuestra educación autónoma fue tomando relevancia,
como lugar de contención de nuestros hijos, niños y jóvenes. Actualmente nuestra
educación autónoma discurre por senderos diversos entre los que se destaca el propiciar
espacios para ejercer: mapuzugun, alfarería, telar, platería, el plantear proyectos en
diferentes ámbitos, en incorporar el uso de nuevas herramientas tecnológicas
(audiovisuales, web etc.) fundamentalmente en obligar y demandar al estado que se
haga cargo de financiarla.

Esta pretensión de que el Estado asuma su responsabilidad en el debilitamiento cultural


a la que se nos ha sometido como pueblos, y la obligatoriedad de que financie espacios
de educación autónoma no ha tenido respuestas satisfactorias, lo que se contradice con
los avances de reconocimiento jurídico nacional e internacional.

Pero la experiencia del movimiento mapuce en la ciudad se dio en otras direcciones, no


solo se abocó a generar espacios propios sino que realizó esfuerzos por generar
4
Guluce: gente del territorio de oeste. Mapuce que viven al otro lado de la cordillera (Chile)
5
Guluce- puelce: gente del este - gente del oeste.
instancias de articulación con la educación formal básicamente en perspectiva
intercultural. Para lo cual es indispensable el desarrollo de dos procesos paralelos e
interrelacionado: El proceso de recuperación y fortalecimiento de la educación
autónoma mapuce y el proceso de escolarización intercultural. Si no se cumple el
primer proceso, el segundo no tendrá la base suficiente para construir una identidad
independientemente de las instituciones del estado.
Respecto de esta última dirección podemos referenciar algunos hitos, por ejemplo la
demanda al estado provincial para que se incluya nuestro idioma mapuzungun en las
escuelas rurales. Este proceso que comenzó en los años 90, se fortaleció con los
diversos espacios de debates internos y con la sociedad civil organizada. Así fue que en
el año 1.992 se concluyó en el norte de la provincia, en el Paraje Naunauco con la 1°
Jornada de “Educación y Cultura Mapuche” en la cual fuimos fundamentalmente las
mujeres las organizadoras de este evento junto al gremio de los docentes de Neuquén –
ATEN. Participaron representantes del C.P.E. de Neuquén, de la UNC y del CPE.

De allí surge un petitorio al gobierno de la provincia para que se generen las


condiciones para la enseñanza del mapuzugun en las escuelas. Cabe destacar que si bien
ya nuestra organización en la urbanidad fortalecida, fue impulsora de esta demanda, en
ese momento incluso como mapuce, no advertíamos la realidad de una presencia masiva
en centros urbanos y por lo tanto dicha demanda no incluía la enseñanza del idioma en
todas las escuelas de la provincia sino sólo para el ámbito rural. Lo que fue tomado por
el gobierno, no para dar lugar a derecho, sino más bien como herramienta de cooptación
de hermanas y hermanos como punteros políticos de un partido provincial que opera
desde hace 50 años en contra del derecho de nuestro Pueblo y que convirtió esta
demanda, en un instrumento más de dominación a través de una dirección de Cultura e
Idioma mapuche, vaciada de derecho y que no ha generado cambios en la raíz
epistémica monocultural del sistema educativo. Por lo tanto nuestro mapuce kimvn
entra a las escuelas desde una idea folclorizada, de traducción de palabras que repite la
modalidad focalizada de educación bilingüe que se implementa a nivel país. Desde esta
dirección se niega hasta el día de hoy la participación de quiénes en forma organizada y
a través del Centro de Educación Mapuce Norgvbamtuleayiñ y con mandato del
Parlamento, instancia autónoma de nuestro Pueblo, venimos trabajando y generando
espacios de debates, aportando documentos6 en el ámbito educativo en pos de generar

6
Educación para un Neuquén intercultural
una currícula intercultural. Recordamos así la experiencia llevada a cabo en la
Comunidad Kurrvwigka, Paraje Payla Menuko. Allí, luego de una fuerte denuncia de
discriminación y demanda de una educación de calidad se destituyen a los docentes, se
generan varias instancias de negociación y finalmente se llega a un acuerdo con la
comunidad para la puesta en práctica de una experiencia piloto de educación
intercultural, mediante la conformación de un equipo. Paralelo a esta experiencia se
generarían condiciones para la continuidad de la educación Intercultural al nivel medio
y/o terciario. Bajo esta premisa el equipo intercultural e interdisciplinario, conformado
por el CEM, CEPINT7 proponen al Consejo Provincial de Educación, la construcción de
un Centro Integral de Educación Intercultural – CEI (Constatado en un convenio 8). Los
fundamentos de este convenio están plasmados en el documento Nor Kimvn que en su
presentación general dice: “…Una vez creado el CEI la gestión compartida o Consejo
Consultivo deberá implementar la convocatoria al equipo docente básico para que de
modo colectivo se diseñen concretamente el plan de estudio, el proyecto institucional y
el modelo arquitectónico de acuerdo con los fundamentos y criterios que en este
documento quedan explicitados, y que desarrollan la intencionalidad del Convenio de
referencia…”. Este proyecto respondía a la convicción del Pueblo Mapuce acerca de la
necesidad de vivir en una sociedad plural sustentada en los Derechos que nos
corresponden históricamente y que sería el marco para una nueva relación entre el
estado, la sociedad civil y nuestro Pueblo. Pero este convenio no se cumplió por falta de
voluntad política de los gobernantes quienes aún contando con instrumento jurídicos
que respaldan nuestra demanda, siguen imponiendo un sistema educativo monocultural.

Sin embargo, no resignamos nuestros derechos y seguimos luchando por la proyección


de nuestra identidad en el marco de un Estado que necesita transformase no sólo a favor
de nuestro Pueblo, sino a favor de la sociedad toda ya que la interculturalidad es un
derecho de TODOS y TODAS los / las que convivimos en este Territorio.
Desde esta convicción alentamos la participación en escuelas primarias – secundarias y
terciarias de la región, introduciendo la memoria de nuestro Pueblo, lo que implica
llevarle a niños, jóvenes y adultos “la otra historia”, sobre todo en fechas que por

7
CEPINT: Centro de Educación Popular e Intercultural - UNC
8
Convenio firmado el 9 de julio de 2003 en San Martín de los Andes entre la Provincia de Neuquén, la
Comunidad Kurvwigka y la Confederación Mapuce Neuquina.
calendario escolar desarrollan actos por el 12 de octubre, el 20 de junio, 9 de julio.
Sobre todo respondiendo a requerimientos de docentes interesadas/os.
Otros antecedentes en perspectiva intercultural son las instancias de trabajo que
llevamos adelante en relación con nuestro idioma, en forma autónoma o conjuntamente
con el gremio ATEN9 y los maestros rurales que incluye: Seminarios sobre “Idioma
Mapuche”, Encuentros sobre Educación Mapuce Intercultural, Encuentros de
Capacitación para Maestros Especiales de Educación y Cultura Mapuche. También cabe
destacar la apertura generada a la sociedad en general a través de clases de mapuzungun
abiertas y publicas, en bibliotecas, centros comunitarios en ciudades del alto valle de
Río y Neuquén. Esto implicó ampliar el espacio de conocimiento compartido,
desarrollándose clases que incluían una edición grabada de una explicación integral del
idioma en el marco de la cultura y de nuestra espiritualidad como pueblo Originario.
También hemos de señalar la introducción de nuestro idioma en las universidades,
inicialmente en el año 2000, en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de
Buenos Aires (UBA)

Se ha de destacar recientemente la reedición de nuestro sistema de escritura. Teniendo


en cuenta que nuestro Pueblo, será y seguirá fundamentalmente oral pero que en la
actualidad la escritura es una herramienta la proyección del Mapuzugun, hemos sido
responsables en la corrección lingüística del Grafemario Mapuce Ragilew10 para su
nueva edición que tiene fecha de salida para este año.11
También como kimeltucefe fuimos responsables como coordinadoras, expositoras y
participantes en diversos, seminarios, cursos, jornadas, congresos, vinculados
generalmente a la temática de la educación intercultural, la identidad indígena e idioma
mapuce tanto a nivel local, nacional como internacional.
En la actualidad también es importante destacar que venimos participando a nivel
provincial buscando incidir en políticas públicas a favor de nuestro Pueblo en el Foro
por la Ley de Educación al que hemos aportado diversos documentos para que la nueva
Ley permita una Educación Pública Intercultural.

9
ATEN:Asociacion de Trabajadores de la educación de Neuquén
10
Grafemario Ragileo: consta de veintiséis (26) fonemas, los que transcribimos mediante veintiséis (26)
grafemas. De modo que a cada fonema (sonido) le corresponda un solo y único grafema (letra). En
correspondencia, a cada grafema (letra) le corresponde un solo y único fonema (sonido).Los veintiséis
(26) grafemas se dividen: vocales, semivocales y consonantes.

11
Proyecto Unicef
Recientemente se aprobó una Ley en la legislatura provincial, cuyo proyecto fue
elaborado por el Centro de Educación Mapuce. Esta Ley permite a toda la población
mapuce en relación de dependencia y a los estudiantes de todos los niveles, contar con
dos días no laborables para la celebración del Wiñoy Xipantv.

Nosotras y la investigación:

Comprometidas con nuestras luchas y con el deseo de conocer que siempre nos ha
acompañado, nos iniciamos en la investigación en diferentes momentos y contextos a
fin de dar respuestas a diferentes necesidades.

Por un lado en el marco de movimiento mapuce ante nuestra preocupación por las
distorsiones que se producía en la articulación de nuestro propio kimvn con otros, y por
otro ante la falta de reconocimiento, validez, legitimidad que se daba a nuestros saberes
desde la escuela primaria a la universidad en los ámbitos familiares y en los espacios
públicos. En este sentido la investigación implico un proceso de descolonización en
nosotras mismas, a la vez que nos fortalecíamos como mujeres mapuce.

En este recorrido no estuvimos exentas de la reproducción de esencialismos que


diremos estratégicos en la medida que nos han servido en la defensa de nuestras
prioridades, básicamente el derecho a la identidad y el territorio. Tampoco nos fue ajena
la constante interpelación y deslegitimación que los agentes formales de diferentes
instituciones del estado han presentado. Es por eso que muchas veces nos preguntamos
acerca del derecho a la representación que poco hemos ejercitado y nos interpelamos
entonces ¿quien tiene el derecho de representar a quien? En este movimiento fuimos
haciéndonos dueñas de la palabra, lugar que intentamos asumir de manera coherente y
responsable a nuestra cosmovisión; creemos que estamos iniciando un camino en la
interculturalización del conocimiento y de su producción.

Hace mas de 10 que nos hemos involucrado en un trabajo colaborativo, intercultural e


interdisciplinar en investigaciones que se abocan a dos campos de conocimiento que
siempre nos han preocupado, la educación y el derecho al territorio. En un principio
fuimos asumiendo el rol de aprendices, después de veedoras interculturales mapuce,
desde el que analizábamos la coherencia de las investigaciones desarrolladas y
actualmente en investigadoras mapuce e interculturales
Algunos de los proyectos en los que estuvimos involucradas a lo largo de estos años, en
lo que concierne a la educación, se vinculan a situaciones de vulneración y
discriminación en escuelas rurales a la que asisten niños y niñas mapuce y escuelas que
han iniciado experiencias de educación intercultural y autónoma. En cuanto a lo
territorial, hemos participado de proyectos de relevamiento en base a la metodología del
mapeo cultural participativo.

Esta técnica consiste en reconsiderar la cartografía espacial desde la memoria oral y la


búsqueda de las evidencias materiales o simbólicas. En la epistemología indígena las
evidencias materiales y simbólicas se consideran vinculadas dialécticamente, de modo
tal que no puede decirse que alguna pueda tener precedencia o mayor importancia que la
otra (González y Sáiz, 2005)12. Se busca así contar con instrumentos visuales, orales,
narrativos para poder contar con un instrumento que, tanto certifique como plasme a
través de nombres, relatos, sucesos, historias, sentidos, los modos de ocupación
tradicional del espacio realmente vivido y habitado (como forma de convivencia con los
lugares más allá de las diversas prácticas de asentamiento y ocupación13. Así, la técnica
intenta mostrar los anudamientos entre formas culturales, modos de vida y procesos de
ocupación territorial en los que el fundamento es la convivencia entre distintas formas
de la biodiversidad14.
Queremos dar cuenta de estas experiencias de relevamiento territorial porque vemos en
ellas explicitada y desarrollada nuestra función de educadoras en la medida que en la
lógica de los mismos se incluye un espacio de producción de conocimiento propio,
atendiendo a las lógicas mapuce de concebir el mundo y articulándola a las nuevas
tecnologías. Son tres experiencias15 de relevamiento territorial en las que hemos
participado, dos de ellas consignadas como estudios en respaldo a las acciones de
recuperación de territorios ‘históricos’ en casos de comunidades mapuche de Neuquén
judicializados. En este sentido los informes producidos en el marco de las

12
Julieta Haidar (coord.). La arquitectura del sentido. La producción y reproducción en las prácticas
semiótico-discursivas. México, CONACULTA-INAH-ENAH, 2005.
13
Tom Griffiths, Guyana: empoderamiento de pueblos indígenas a través del mapeo participativo Forest
Peoples Programme, Fuente: Boletín Nº 62 del WRM, setiembre de 2002
14
En el caso de Delgamuukw, el juez supremo de la Corte Canadiense, el juez Lamer, reconoció que el
'especial lazo' entre las comunidades indígenas y su territorio forma parte de la cultura distintiva del grupo
aborigen. El juez Lamer parece reconocer que un uso que interfiera con el empleo o usufructo tradicional
de la tierra podría romper el lazo cultural del que surge el derecho territorial mismo del pueblo aborigen.
15
Estas experiencias son la iniciada en el lof linares de Awkapan a 70 km de Junin de los Andes y la que
incumbe a la comunida paicil antriao en Villa la Angostura. En cuanto a la tercer experiencia referimos al
relevamiento territorial de la comunidad Xintriqueo también en Villa la Angostura.
investigaciones han servido para la defensa durante los juicios. Para ello, se efectuaron
talleres y recorridas basados en la memoria oral asentada en mapas ‘históricos’
elaborados comunitariamente que recuperan y construyen proyecciones alternativas y
descolonizantes respecto de otros mapas en uso por el estado nacional y provincial.
El encargo tuvo como objetivo mostrar evidencias de la ocupación ancestral de las
comunidades de referencia y elevar informes para presentar en los respectivos juzgados
para frenar los procesos penales en marcha.
Algunas tensiones que se evidencian en la producción de conocimiento desde esta
metodología, y particularmente a partir de la pretensión de utilizarlas en instancias
judiciales, se vincula a las formas de legitimar el conocimiento producido lo que nos
introduce a la cuestión de quién valida el conocimiento, así como a la manera en que lo
hace. Desde nuestra óptica el reconocimiento producido en estos relevamiento se valida
en el carácter comunitario y participativo del mismo, en el hecho de hacer interactuar
memoria oral y registro escrito, en la circunstancia de vincular pasado y presente para
formular proyecciones a futuro, en la expresión de conocimientos que han sido
transmitidos de generación en generación pero fundamentalmente en la sustentación de
estos conocimientos en la lógica de nuestra concepción del mundo en nuestra
cosmovisión. A esta idea pueden agregarse las distancias entre los criterios jurídicos y
aquellos asentados en la propia cosmovisión, como por ejemplo comunicación ancestral,
circulación permanente y espacio vivido, vinculados a la propia cosmovisión donde las
dimensiones espacio-temporales son significadas y vivenciadas de manera diferente.
Esta preponderancia de nuestra cosmovisión como sustento de conocimiento se hace
explícita si pensamos la especificidad de nuestras intervenciones durante estos mapeos,
lo que llamaremos en este trabajo el “renombrar”.

En caso de mapeos no asociados a procesos de judializacion el objetivo era mapear el


territorio y sistematizar el conocimiento que se tiene, como una excusa para iniciar
procesos de fortalecimiento cultural y económico, articulando producción de
conocimiento con plan de vida para nosotros el KVME FELEN, así como también
obligarnos a practicar nuestro sistema organizativo mapuce, incorporando a la dinámica
cotidiana; instituciones tales como Meli Folil Kvpan, las derivadas de la espiritualidad
como las ceremonias, un sistema económico propio (intercambio, xafkintu).

Estos objetivos diferenciados para la producción de conocimientos y la práctica de


mapeo cultural participativo evidencia, por un lado nuestra capacidad adaptativa y de
reactualización de nuestro kimvn pero también la incorporación de la dimensión política
en estos procesos.

Renombrar:

Para poder ejercitar Tukulpazugun (Traer a la memoria el conocimiento propio del


territorio) adoptamos la modalidad de taller, que se provee de las producciones de
mapas propios elaborados en talleres de mapeo y de los argumentos esgrimidos en esas
instancias, por quienes intervinieron en el trazado del territorio 16. El fin, de estos talleres
para renombrar, es relevar conocimiento a partir de preguntas, de reconstruir el origen
de algunas palabras utilizadas en los mapas iniciales, especialmente aquellas que
referían a nombres de lugares. Otra finalidad es compartir el conocimiento que se posee
de los lugares, y fundamentalmente hacerlo en el propio idioma. Entonces lo que
hacíamos es Epew, koyaqtun (hacer historia) de hechos que acontecieron en esos
lugares, que permiten dotar de significados a los espacios desde diferentes marcos,
fundamentalmente desde la espiritualidad.

Estos procedimientos nos llevan a renombrar los espacios, a reconstruir nombres y


denominaciones, en este renombrar están implicados la descatellinización y
descolonización del conocimiento. Es decir la posibilidad de atender al habla de los
lugares, desde nuestra concepción el mapuzugun queno solo es nuestra lengua, permite
la comunicación entre persona pero también entre estas y los demás newene, por lo que
es fundamental el nombre que tiene un lugar y más aún si emprendemos una
descolonización y nos abogamos el derecho de dar nombre. El renombrar viene
entonces a configurar una forma de ocupación ancestral porque da cuenta de nuestra
relación con ese lugar y con los newen que en él viven.

El resultado de este espacio de producción, de compartir de escucharse y


problematizarse, de hablar mapuzugun nos lleva a elabora un mapa que hemos dado en
llamar mapa de la cosmovisión, en el que queda plasmado de manera sintética el

16
Con relación al taller de mapeo cultural?, este fue realizado a continuación de las entrevistas
individuales, colectivas y el taller de producción de conocimiento sobre el espacio territorial. A partir de
un mapa con líneas demarcadas, el trabajo consistió en inscribir en el reverso del mismo (todo vacío y en
blanco) los significantes y sus significados que fueron enunciados a partir de las técnicas previas, y de dar
lugar al intercambio, debate y escritura en el mapa de los puntos, marcas, símbolos, íconos y nombres.
Por lo tanto, el ejercicio del mapa cultural reprodujo ampliadamente tanto la memoria como el consenso
sobre hechos, evidencias, historias y términos.
mapuce kimvn. Una reflexión que quisiéramos compartir al respecto de esta producción
es sobre el hecho mismo de verse implicado en un proceso de sistematización de
conocimiento, dado que para nuestros lamgen que poseen el conocimiento, no se
encuentran problematizado por el lugar o el estado actual en que este conocimiento se
encuentra. Por eso nos vemos obligadas a provocar circunstancias para problematizar,
para que ese saber se haga explicito, para que el kimvn fluya.

Entendemos que estas instancias en las que nos encontramos interviniendo en


investigación y produciendo conocimiento con y para nuestro pueblo no puede pensarse
si no damos cuenta de la apertura en la academia y en la “actitud investigadora” de
algunos intelectuales. No sería posible este avance sin un trabajo interdisciplinario e
intercultural, menos aun sin “una construcción diferente acerca de los otros” en el que
los mapuce pasamos de ser simple informante a posicionarnos y asumir la
responsabilidad de descolonizar nuestro propio conocimiento. Un trabajo en el que
ambos intentamos conocer y comprender las lógicas implícitas y explícitas que
producen explicaciones coherentes dentro de ambos sistemas de conocimiento (Mapuce
y No Mapuce). Esta articulación dialógica y alternada en permanente movimiento
dialéctico torna el conocimiento generado en resultados dinámicos, en el sentido de que
se van generando productos de conocimiento en ciertos momentos del desarrollo del
trabajo de investigación, que permiten, a su vez, indagar con mayor profundidad
aspectos que tal vez no hubiesen sido antes vistos como importantes.

Nuestra fundamentación del conocimiento Mapuce se basa en saberes tradicionales


definidos a partir de la visión del mundo como una totalidad inter dependiente,
integrada y por tanto, no pasible de ser violada en ninguna de sus vinculaciones
parciales, puesto que se rompe su equilibrio y genera problemas que luego no pueden
ser solucionados (ni desde el saber Mapuce ni desde la cosmología occidental). El
conocimiento puede ser abundante, pero no está descolonizado, es decir se asienta en
matrices de sentido sujetas a los procesos de imposición. Nosotros consideramos que
estamos ahí para provocar esa incomodidad para desencializar lo propio y volverlo
objeto de pregunta; por eso decimos que estamos investigando porque más que dar
respuesta vamos construyendo preguntas

Reflexiones finales:
El mapuce kimvn no solo ha aportado a nuestra proyección como pueblo sino que se ha
visto implicado en la construcción de relaciones interculturales con la otra sociedad. En
este proceso hemos participado de manera reflexiva y constante las mujeres mapuce que
ejercemos el rol de kimeltucefe, gestionando el conocimiento y aportando al
movimiento mapuce en particular y al movimiento indígena en general, a partir de la
innovación y reactualización de la cultura

Somos demandantes de derechos educativos, como Kimeltucefe implicadas en procesos


de investigación nos ubicamos como productoras de conocimiento, generadoras de
instancias de expresión del Mapuce Kimvn. Desde este lugar queremos seguir aportando
conocimientos para sortear las trabas que el sistema y el estado imponen al ejercicio de
nuestros derechos, básicamente los que refieren al territorio.

Actualmente estamos implicadas en un proceso de descolonización, de reflexividad


entorno a las tergiversaciones y distorsiones de nuestro conocimiento. Desde nuestro rol
insistimos en incorporar Mapuce Kimvn en la educación formal obligándola a
cuestionarse, a la vez que reconstruir nuestro conocimiento para fortalecer nuestra
educación autónoma y nuestra identidad. Desde estas perspectivas queremos aportar a la
construcción de una educación, una sociedad y un estado intercultural y democrático.

Bibliografía:

COORDINADORA DE ORGANIZACIONE MAPUCHE (2000) “EDUCACION para


un NEUQUEN INTERCULTURAL”, www.rebelion.org/cultura/neuqen271102.pdf
Propuesta para un KVME FELEN MAPUCE. 2010
CEM-CEPINT (2003): “NOR KIMVN: CENTRO INTEGRAL DE EDUCACION
INTERCULTURAL.

PETRONA Pereyra, VALDEZ María Cristina. RODRÍGUEZ DE ANCA Alejandra.


(2010). SIN AUTONOMÍA NO HAY INTERCULTURALIDAD: DEBATES Y
PERSPECTIVAS SITUADAS DESDE EL PUEBLO MAPUCE EN LA PROVINCIA
DE NEUQUÉN. Ponencia presentada en el Congreso Pre ALAS. Asociación
Latinoamericana de Sociología. General Roca Universidad Nacional del Comahue.

DIAZ, Raúl (2010) Critica epistemológica e intercultural: disputando la producción de


saberes a partir de las luchas Mapuce por educación, territorio y cultura. Ponencia
presentada en FORO: “CULTURA, IDENTIDAD Y TRANSFORMACIONES
SOCIALES” FADyCC – UNNE – Resistencia. Chaco.

Proyecto de investigación “Interculturalidad, epistemología y decolonialidad: la


emergencia de “otros” saberes en las luchas mapuce por educación, territorio y
cultura.”Código 04/C087. Director Raúl Díaz. Facultad de Ciencias de la Educación.
Universidad Nacional del Comahue.. Duración 2010-2012

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