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J.M.

J 18/04/2021

Reporte sobre el vídeo sobre el sacramento del matrimonio.

En esta ocasión nos encontramos estudiando el sacramento del matrimonio, un sacramento


poco conocido profundamente y uno muy importante para la especie humana.
Primeramente el Padre Heenan comienza dando el significado de la palabra matrimonio,
además de también las del patrimonio, y son las siguientes.
El nombre matrimonio: el oficio de la madre.
Y el del patrimonio: el oficio del padre.
Sabemos, por el significado etimológico de la palabra, donde matrimonium viene de
“matrem” que significa madre y monium “calidad de”, al igual que patrimonium del
sustantivo pater y del sufijo monium. Así pues, el matrimonio vendría siendo la unidad del
hombre y la mujer, mientras que patrimonio serían más los bienes del pater familias.
El matrimonio es el sacramento que hace madres, pues es el fin principal del sacramento,
hacer que una mujer se convierta en madre de una familia cristiana.
Los últimos dos sacramentos están orientados hacia el bien de la sociedad, corresponden
al bien social, los cuales son el orden sacerdotal, que como sabemos, un sacramento
indispensable en el mundo para la consumación de los demás sacramentos, y el
matrimonio, sacramento instituido por Nuestro Señor para la multiplicación de la especie
humana.
EL Padre Heenan menciona que hay una herejía que dice que habría de mantenernos
castos para siempre, pero sabemos que no es así, según lo que dice San Pablo, Pablo
reconoció los peligros de los lazos terrenales y enfatizó los principios básicos: Dios tiene
una misión para cada vida y cualquiera que sea nuestra situación, casados o solteros, la
cosa principal es poder ejercitar en su plenitud los dones dados por Dios, así que el
matrimonio es santo e importante.
Dios honró el matrimonio con su presencia, y el matrimonio ha sido eterno desde siempre,
desde la unión entre los primeros hombres: Adán y Eva.
En diferentes culturas, por no tener una concepción correcta del matrimonio y su
importancia de éste, Ha habido un error que constaba de que el varón poseyera más de una
mujer como esposa: la poligamia. Se vio en muchas partes donde no se percibía
adecuadamente la unión entre un hombre y una mujer.
En el nuevo testamento vemos la institución elevada hasta el nivel de un sacramento, es
importante para la iglesia y por eso San Pedro y San Pablo dedican cartas al matrimonio.
El catecismo nos advierte de no saber apreciar la sacralidad del matrimonio y todo lo que
implica, si bien es algo común que hay muchos matrimonios, no se conoce adecuadamente
la importancia y la mucha falta que hace en el mundo.
EL Padre Heenan da una definición del matrimonio, y es: una unión maridable del hombre y
la mujer entre personas legítimas que observan una sociedad inseparable de vida. Después
de esto brinda algunos de los elementos necesarios para la consolidación de un buen
matrimonio: el conocimiento interno, un pacto externo, obligación y vínculo, unión
consumada y maridable, personas legítimas, la esencia.
Da también motivos recomendables: la compañia del otro sexo, auxilio mutuo, deseo de
procreación.
Cristo Nuestro Señor elevó el matrimonio a un sacramento porque nos da gracia santificante
y gracias actuales.
El matrimonio tiene un simbolismo mágico, San Pablo nos da la imagen de la unión de
Jesús con su iglesia, así el hombre y la mujer. Resulta además insoluble, Nuestro Señor
Jesús no va a dejar su iglesia. Porque Jesús santifica a la iglesia por derramar su sangre
para presentarla sin mancha en el tribunal de Dios, consta así también el deber del hombre,
como dice San Pablo: Esposos, amen a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y se
entregó por ella para hacerla santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra,
para presentarse a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna
otra imperfección, sino santa e intachable. Así mismo el esposo debe amar a su esposa
como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, pues nadie ha
odiado jamás a su propio cuerpo; al contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo hace
con la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo. «Por eso dejará el hombre a su padre
y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo» Esto es un
misterio profundo; yo me refiero a Cristo y a la iglesia. En todo caso, cada uno de ustedes
ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo.
Efesios; 5, 25-33. Los matrimonios católicos tienen la obligación de reflejar esa imagen,
porque sino, ¿qué va a pensar el mundo de Cristo y su iglesia?, es testimonio para un
mundo sin creencia, se predica y se misiona a través de la vivencia del matrimonio.

La gracia del sacramento hace que, unidos el marido y la mujer, con lazos de recíproco
amor, descansen unidos uno con otro en la confianza de su benevolencia y no se busque
uniones ilícitas sino que sean venerables en todo y no se manche su lecho.

Una de las grandes incógnitas del matrimonio son las disoluciones, invalidaciones o el
divorcio, el Padre dice que el matrimonio no se disuelve con el divorcio, no se disuelve con
nada, ni siquiera los poderes más grandes en el mundo pueden disolverlo. Aunque es
permitida una separación pero no por cualquier cosa, sino que será necesario pedir un
permiso que se llamaba permiso de mesa y de lecho, para vivir aparte en lo que solucionan
las cosas y los problemas para volver a unirse. En caso de adulterio sí se puede sin
permiso, pero siempre se busca la reconciliación y el perdón.

Como última cosa comentada en el vídeo se habla sobre los bienes del matrimonio, los
cuales son tres: hijos, fidelidad y sacramentos. Es el fin primordial del matrimonio querer
traer hijos para educarlos en la ley de Dios, brindar fidelidad y apoyo al marido o la esposa y
recibir el sacramento por amor a Dios.

Por último y un poco breve, se hace mención de los deberes del marido, y esos son: que el
esposo tiene que tratar a la mujer con amor y honor, sabiendo que es compañera y no
esclava, con razón cuando Dios hizo a la mujer no la hizo de los pies, ni de la tierra, sino de
su costado indicando que debe de ser su compañera, la mujer no debe ser la señora del
hombre sino la compañera, también debe estar siempre en el oficio de un empleado
honesto para proveer a su familia siempre evitando la ociosidad, el marido tiene el deber de
corregir bien a su familia, corrigiendo los deberes de sus hijos y de su mujer.
El marido tiene que asegurar que todos en la familia cumplan con sus obligaciones, sobre
todo con sus obligaciones religiosas.
Las obligaciones de la esposa son las siguientes: La mujer debe ser obediente a su marido,
no debe ser demasiada preocupada por adornos exteriores, sino agradar a Dios, tener
cuidado en educar a sus hijos en el cuanto de la religión, cuidar su casa, nos salir de casa
sin permiso de su marido (aquí la interpretación correcta no sería mantener una dictadura
familiar, sino que el esposo tiene la obligación de cuidar en todo momento a su mujer y
tendría que saber dónde está, pues quisiera verla siempre salva), y después de Dios no
debe de amar o apreciar a ninguna persona que no sea su marido. (A ningún hombre que
pueda tener malas intenciones y quisiera interponerse en el matrimonio y la familia.)

Son estas las notas más relevantes observadas en el vídeo y las explicaciones del Padre
Daniel H., pero han sido provechosas para conocer más a fondo la importancia,
trascendencia y sacralidad del matrimonio cristiano.

Quedo atento de cualquier duda y en espera de algunas dudas que el Padre pueda
responder más adelante.

AD MAIOREM DEI GLORIAM

INSTAVRARE OMNIA IN CHRISTO.

Juan Pablo García Robles.

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