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El Notario en su quehacer profesional, tiene como finalidad hacer efectiva esa función fedataria
de la que está investido. De esa cuenta que la palabra fe, materializa una creencia en el universo que el
documento por él redactado es obra de sus conocimientos legales. Ese documento público elaborado por
el Notario, es el instrumento público, tal como lo denomina nuestro Código de Notariado. Al buscar una
definición de instrumento público, la doctrina lo define como “el que autoriza el Notario, y se define en
particular a la escritura matriz o pública”. (Gracias, 2011; p, 283)
También se define como “todo documento autorizado por Notario a requerimiento de parte
interesada, en el cual se hace constar declaraciones que tienen validez entre los participantes y ante
terceros, el cual por la intervención del Notario se tienen como ciertos y sirven de prueba en juicio y fuera
de él. (Muñoz, 2014; p, 6)
Esa formalidad del instrumento público, conlleva tener en cuenta la forma para el negocio jurídico
que pretende contener, que implica cumplir con cada una de los requisitos taxativos que se establecen
tanto el Código Civil como en el Código de Notariado. Una formalidad que se manifiesta en una
solemnidad contractual, o como una manifestación material de una libertad de forma escrita, para
negocios jurídicos no solemnes.
Es importante relacionar lo antes dicho con el efectos registral, que puede aparejar el
instrumento público. Principalmente al tratarse de negocios jurídicos que también dependen de la
actuación registral que en este caso a los registros públicos. Tal es el caso de los contratos que versan
sobre derechos sujetos a registro para efectos de publicidad registral frente a terceros.
Y por ultimo en relación a los efectos ejecutivos, el instrumento público como se indicó
anteriormente, así como tiene un efecto formal, también tiene un efecto de prueba. Es idóneo, es la
base probatoria para el inicio de una acción judicial.
Nuestra ley adjetiva civil y mercantil, establece claramente los presupuestos que habilitan el
inicio de un juicio ejecutivo, dentro de ello está regulado, que son títulos ejecutivos, v. gr. Los créditos
hipotecario… Transacción celebrada en escritura pública (CPCyM, art, 294, numeral 3º y 6º;)…los
testimonios de las escrituras públicas…los testimonios de las actas de protocolación de protestos de
documentos mercantiles y bancarios… Acta notarial en la que conste el saldo que existiere en contra del
deudor… (CPCyM, art 327, inciso 1º, 4º, y 5º) produciéndose en todos esos casos el efecto ejecutivo
propio del instrumento público.
El instrumento público al ser una especie del género llamado documento público, está revestido
de ciertas “circunstancias o rasgos “que lo especifican frente a otros documentos autorizados por quien
ejerce una función pública. Así tenemos que la doctrina señala con precisión que el instrumento público
provee:” 1) Fecha cierta. 2) Garantía. 3) Credibilidad. 4) Firmeza. 5) Inapelabilidad. 6) Irrevocabilidad.
7) Ejecutoriedad, y8) Seguridad” (Muñoz, 2014; p, 8).
Es importante citar otra clasificación de las características del instrumento público, siendo que,
también aquel “entraña: 1º. Presunción de veracidad (autenticidad o fuerza probatoria); 2º. Expresión
formal externa (documental) de un negocio jurídico o de la realidad de un hecho; y 3º. Presunción de
validez de lo probado y expresado en el documento” (Muñoz, 2014; p, 8). Estas dos clasificaciones
resultan interesantes desde el punto de vista del instrumento público protocolar y extra-protocolar, cuyo
desarrollo se hace en seguida, empero indistintamente de su separación por objeto de estudio, no se
puede dejar de mencionar que la fe pública notarial se hace manifiesta en la actuación del notario en el
ejercicio de su profesión.
Los instrumentos públicos, es decir, los que facciona el Notario, se pueden clasificar en
forma sencilla en dos grupos: a) instrumentos públicos protocolares (dentro del protocolo); y b)
instrumentos públicos extra-protocolares (fuera del protocolo). Esta clasificación se sustenta en
lo regulado en el Código de Notariado, Decreto 314 del Congreso de la República. (Gracias,
2013; p, 23)
El termino eficacia denota “capacidad de lograr el efecto que se desea o espera” (Real
Academia Española, s/f, Definición 1), siendo así, para el caso de los instrumentos públicos extra
protocolares, de igual manera se debe observar una formalidad, siendo que el autor es el notario. Notario
portador de fe pública, y esta como “un acto subjetivo de creencia o confianza por un lado, o a la
seguridad que emana de un documento”(Castañeda, 2015; p, 30). Una fe pública que solo es prestada
al notario por el Estado quien es el verdadero propietario de la misma. En cuanto a la importancia de la
fe pública puede decirse que “no estamos en presencia de un acto subjetivo de fe, sino de sino de
afirmaciones que objetivamente estamos obligados a aceptar como verdaderas los miembros de la
sociedad civil, en acatamiento de los preceptos legales que así lo ordenan” Carral (como se citó en
Castañeda, 2015; p, 30).
El instrumento público extra-protocolar, no se aparta del todo de las características propias del
instrumento público protocolar, si ánimos de caer en redundancias, puede decirse con mucha propiedad
que la fe pública sigue siendo la misma en el notario autorizante, el documento en razón de ello,
garantiza que el acto contentivo es válido, es un documento que produce fe y hace plena prueba, como
lo establece el artículo 186 del Código Procesal Civil y Mercantil. Goza además de credibilidad y
también puede ser redargüido de nulidad si fuera el caso. En ese mismo sentido, también puede
indicarse que reúne la característica de ejecutoriedad, un acta notarial puede ser utilizada como titulo
ejecutivo al momento de una acción judicial, tal es el caso del acta notarial en la que conste el saldo que
existiere en contra del deudor, de acuerdo con los libros de contabilidad llevados en forma legal ( CPCy
M, art. 327, numeral 5º ).
El instrumento Público Extra-protocolar contentivo del justo titulo dentro de las diligencias
voluntarias de titulación supletoria.
La evidencia material de ese derecho por cuya prescripción negativa se busca acceder al
derecho pleno de propiedad, en la práctica implica la existencia de instrumentos públicos donde consta
el traslado o adquisición de esos derechos posesorios, ya sea porque el titulante los ha comprado, se los
han donado, se los han cedido, o bien porque bajo declaración jurada en forma unilateral documenta la
posesión de hecho.
Colegio de Profesores de Derecho Civil Facultad de Derecho UNAM. (2015). Homenaje al Doctor
Bernardo Pérez Fernández Del Castillo.