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UNIVERSIDAD ESTATAL DE

MILAGRO

NOMBRE:
MAYRA MARIBEL BRUNIS AVILES

CARRERA:
TRABAJO SOCIAL

CURSO:
TRSO2

MATERIA:
INTRODUCCION A LA COMUNICACIÓN
ACADEMICA

DOCENTE:
LCDA. SOLANGE GUERRERO
¿La psicología social que vive el Ecuador obedece la pérdida del respeto a la dignidad
del ser humano?

Introducción

La psicología social es la que se encarga de analizar procesos de carácter


psicológicos que tienen influencia al modo en que incluso puedan cambiar el
comportamiento de una sociedad, y de la misma manera las interacciones sociales que
se llevan a cabo. De esta forma se tiene que sumar cuales son el tipo de problemas que
modulan a cada persona. El concepto de dignidad humana tiene su origen en Grecia,
no obstante su conocimiento e ha enriquecido durante el paso de la historia de la
humanidad considerándose así como un proceso vinculado a la posición social hasta
demostrar autonomía y capacidad moral en las personas.

Teniendo en cuenta lo expresado anteriormente este ensayo busca resaltar como se


puede dar la pérdida del respeto de la dignidad humana y junto con esto poder
explicar de una mejor manera la psicología social que vive el Ecuador.

Desarrollo

La psicología social se basa en la influencia de las relaciones sociales bajo la


conducta y los estados mentales de las personas. Con este efecto se considera como
una de las teorías claves el interaccionismo simbológico. George H. Mead fue uno de
los antecesores que se encargó de desarrollar un estudio de los tipos: lenguaje, textos
y conductas, así como también los productos de las relaciones interpersonales las
cuales son las que permiten la vida en la sociedad, y de manea más concreta, las
interacciones personales “cara a cara”.

Claro está que en nuestra sociedad existen organizaciones e instituciones que son
constituidas alrededor de varios condicionantes socioculturales, lo mismo que es el
producto de la interrelación entre las personas. Por esta razón no me es difícil pensar
que hay una conciencia de carácter colectivo que hace más fácil la comprensión de
articulaciones sociales. De otra forma se puede ver a la psicología social como el
estudio de los procesos psicológicos y sociales observables, lo cual nos permite la
compresión de cómo actúan los individuos cuando forman parte de grupos o de
sociedades.
También la psicología social tiene muy en cuenta lo que es el contexto histórico en
el que ocurren los eventos psicológicos, esto se debe a que el comportamiento
siempre se da sobre una serie de lo que son los materiales y símbolos que influyen en
lo que se hace. No hay que olvidar que la psicología social es un sub método que
aborda varios procesos de relación entre lo que son el individuo y la sociedad, y varias
de las escuelas psicológicas que hayan basado sus enseñanzas y sus desarrollos a esta.

La psicología social puede ser vista desde distintos aspectos según las otras ramas
de la psicología, el psicoanálisis que es el que observa la psicología social como un
estudio inconsciente de manera individual e influye en lo conductivo y lo social, el
conductismo que es el que indica que la psicología social analiza la forma de
comportarse de los individuos con respecto a la influencia del medio que los rodea o
de los otros individuos. También se encuentra la psicología posmoderna y esta apunta
a que la psicología social examinara elementos que conforman la diversidad y
segmentación social, además de las perspectivas que llega proponer los grupos
observa a la psicología social como aquella que estudia los grupos sociales como un
punto intermedio entre lo social y lo individual.

La evolución histórica de la psicología social ocupa un punto de importancia


relevante para el desarrollo de la psicología ciencia en todos sus diferentes campos de
actuación, poniendo así de manera especial un énfasis en el contexto social y laboral. A
partir del momento histórico actual, su análisis permite sustentar de teorías de gran
trascendencia, que salen de acuerdo a las progresivas peticiones no solamente de la
industria, sino también de los diferentes procesos sociales producidos de forma inicial
al interno de las organizaciones, lo que implica un punto de propósito para diversos
investigadores.

Hay distintos investigadores en esta área, pero los entre los más destacados se
pueden encontrar a: August Comte (fue el precursor en plantear nociones como la
moral positiva y indagar acerca de unas cuantas expresiones que dependían del papel
del sujeto en el sí de una colectividad y cultura, además de no abandonar su curiosidad
por los elementos psicobiológicos que influyen también en la conducta humana), Karl
Marx (sugirió percepciones y síntesis que servirían, consecutivamente a su
fallecimiento, para constituir las bases de la psicología social, por ejemplo, fue el
predecesor de una línea de indagación que correspondía las atribuciones culturales,
institucionales, religiosas, materiales y técnicas sobre la psicología del ser humano.
Entre las otras aportaciones a los empieces de la Psicología Social se encuentra el
hecho de resaltar que lo que se piensa y se siente está históricamente formado, no
surge de nuestro interior de manera desierta), La escuela estadounidense de: Mead,
Allport y Lewin (este último llega a la conclusión de que el comportamiento humano
solo puede ser comprensible dentro de su propio entorno y por ende la conducta debe
comprenderse como una infinidad de variables independientes).

Ahora se puede considerar que término dignidad significa algo que es precioso, lo
que es apreciado o considerado por sí mismo, y no en ocupación de otra cosa. La
dignidad humana reside la valoración interna e insustituible que le corresponde al
individuo en razón de su existencia, no por ciertos intereses que proporcionara ni por
otros fines desemejantes de sí mismo. Las personas valen por lo que son por sí
mismas, por su ser. Ya se ha demostrado que lo que caracteriza a los individuos es su
ser personal. Persona de entorno racional y libre, por tanto con voluntad. La dignidad
de la personas se encuentran en ellas mismas, en otras palabras, en su ser personal.
De aquí comienzan todos los derechos humanos y la igualdad en cuanto ser de hombre
y mujer, lo que se conoce como igualdad de género.

No se trata de una equivalencia biológica ya que claramente varón y mujer son


diferentes, con rasgos fisiológicos y psíquicos desiguales. Su semejanza se encuentra
basada en que ambos son personas, esto es, tienen naturaleza racional que los
diferencia del resto de seres. El ser persona es lo común entre los dos: el denominador
común, y sus peculiares características que son el numerador transformado y riquísimo
que componen su incompatibilidad y complementariedad. Las discrepancias físicas,
raciales y culturales no deben ser un motivo para exceptuar a ninguna ni tener un trato
distinto, ya que a pesar de todas esas diferencias, que en realidad son formadoras de
experiencias, estamos iguales con respecto a la dignidad. La dignidad del individuo es
la razón por la que no se puede tratar a las personas de cualquier manera, en otras
palabras como cosas u animales.

Sin embargo hay períodos definitivos de la vida en la que la protección de la propia


decencia resulta más complicado, y se suele considerar que es el caso de: los no
nacidos, los recién nacidos, las personas que sufren alguna discapacidad, demencia
senil, etc., y que son más vulnerables al trato que recogen de los demás y de la
colectividad. De igual manera se consideran personas a: un anciano que un niño, un
enfermo que un sano, todos merecen ser tratados con respeto. La persona es un ser
relacional que constantemente procede de otros y está en camino hacia otros.

En las relaciones interpersonales se debe que tener en consideración la dignidad de


la otra persona. Es por eso no es ninguna tontería la amabilidad en el trato, la
delicadeza, la cortesía, el modo de vestir… Pues todo esto quedará conforme con la
decencia del sujeto: de uno mismo y del otro; es secuela de la dignidad y a su vez
declaración de la misma. Una instrucción bien orientada será aquella en la que se
respete la dignidad de la persona y se instruya a tomar conciencia dela misma. Lleva a
tomarse en serio a sí mismo y a los demás. Un ser humano que no se respeta, es muy
difícil que respete luego a los otros. La dignidad de las personas es la base de cualquier
sociedad, de cualquier tipo de relación. Si no se reconoce su valor íntimo, entonces se
le acaba tratando como a una cosa.

Todo ser humano tiene decencia y valor inseparables, solo por su estado elemental
de ser humano, valga la redundancia. El valor de los individuos suspende del que
poseen los objetos que usamos. Las cosas tienen un valor de intercambio. Son
cambiables. Los seres humanos, de distinto modo tienen un gran valor y esto se debe a
que como son individuos concedidos de identidad y prevenidos de elegir, son
inigualables, necesarios, e irremplazables. El acatamiento al que hace referencia este
empiece no es la misma cosa que se simboliza cuando uno dice “Indisputablemente yo
respeto a esta persona”, o “Debes que hacerte merecedor de mi respeto”. Estas son
formas especiales de respeto, similares a la admiración.

El principio de respeto conjetura un acatamiento corriente que se debe a todas las


personas. Dado que las personas son seres autónomos, en el sentido de que son
capaces de efectuar elecciones, deben ser tratados como fines, y no únicamente como
meros medios. En otras palabras: los hombres no deben ser utilizados y tratados como
objetos. Las cosas pueden manipularse y usarse, pero la capacidad de elegir propia de
un ser humano debe ser respetada. Un juicio agradable que logra usarse para definir si
uno está frecuentando a alguien con respeto consiste en reflexionar si la acción que va
a realizar es reversible, en otras palabras si se quiere que lo que se le hará a la otra
persona se nos haga a nosotros.

En nuestra clasificación jurídica la dignidad humana es tanto un valor como un


derecho humano. Se considera valor exclusivamente por el hecho de ser considerado
el cimiento de los derechos humanos según las normas que integran nuestro
ordenamiento, sino por haber sido formado por el preámbulo de nuestra Constitución
como un equitativo de la sociedad. Entonces se podría decir que el preámbulo de la
Constitución del Ecuador expresa que la Asamblea Constituyente trata de construir
una sociedad que se base en el respeto de la dignidad de las personas y las
comunidades en todas sus extensiones, y que para ello, y otras conclusiones, se dan
como norma suprema la Constitución.

En ese sentido, la dignidad humana (tanto de las personas como de las sociedades)
se convierte en un precio que trasciende lo axiológico y llega a lo legal, pues erige la
necesidad positiva de representación constitucional y que según la cual todos los
ecuatorianos (tanto los servidores y funcionarios públicos como las personas
particulares), sean las posibilidades fácticas y jurídicas, deben respetar en todos sus
actos públicos y privadas la dignidad humana. Por otro lado, se expresa que la dignidad
humana es un derecho fundamental, pues el Art. 11.1 de la Convención Americana de
Derechos Humanos, lo considera así.

Después de todo lo expresado anteriormente se puede decir que tener dignidad es


saber educarse, amar y respetar a sus similares, para tener la libertad de expresarse y
hacer lo que se piensa sin importar las diferencias de ningún ser humano. Plantarse a
las personas entre sí es una táctica demasiado dominadora y peligrosa de quienes
poseyendo el dominio no saben usarlo. No se puede someter a humillaciones a ningún
ser humano por el simple hecho de pensar diferente ya que todos tenemos el derecho
a vivir en un país que nos brinde libertad. La dignidad humana es el último reducto que
le queda al hombre para ser independiente. Con dignidad se puede permanecer de
pie, respetar y ser respetados. Merecedor es aquel que sobre todas las cosas defiende
su trabajo, su familia, su vida, sus raíces y su pueblo. Para morir con dignidad se debe
tener la cognición tranquila.
El respeto y la promoción de los derechos son fundamentales y significa la
valoración como personas. Si bien es posible encontrar diferentes antecedentes a lo
largo de la historia relativos al surgimiento de los Derechos Humanos y su respeto,
tanto en la antigüedad, en la Edad, las discusiones referentes a los naturales
americanos, la Ilustración y la Revolución Francesa con la Declaración de Derechos del
Hombre y del Ciudadano, no obstante, los Derechos Humanos como idea tienen la
importancia internacional a la culminación de la Segunda Guerra Mundial como una
resistencia ante la diversa cantidad de crímenes inhumanos cometidos durante el
desarrollo de esta.

Por esto se necesitaba dejar en claro que ni aun la soberanía de los Estados podía
vulnerar ciertos valores y principios basados en la dignidad humana. Es por esto, que
los países victoriosos proclamaron y firmaron la Declaración Universal de los Derechos
Humanos en diciembre del año 1948. No obstante, el primer documento de Derechos
Humanos de carácter general es anterior por casi seis meses. Esto refiere a la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre de junio de 1948.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos indica que todas las personas
son libres e iguales en derechos; es decir, da afirmación a la dignidad humana, formada
en tratados universales, así como en numerosas reglamentaciones. Esta dignidad se
refiere a la protección y la precaución de que cada ser humano forme la base del
Estado de derecho; procede del respeto a uno mismo y a los demás. La dignidad
humana es el derecho que tiene cada uno de ser valorado como un sujeto original y
social, en igualdad de situaciones, con sus peculiaridades y contextos particulares, por
el solo hecho de ser persona.

Hay que dejar en claro que su igualdad se basa en que ambos son personas de los
que cuya naturaleza racional los diferencia del resto de los seres vivos, porque son
capaces de expresar sus ideas, así como de optar su profesión o vocación; con el único
límite de respetar la dignidad de los demás, colocando en facilidad el principio de
acatamiento, el cual implica reconocer el derecho ajeno para poder vivir en paz y
serenidad, y el empiece de generosidad, esto es, la cualidad del ser humano de tomar
acciones que beneficien a los demás.
De manera contraria, se resisten a la dignidad humana, los tratos indecorosos
degradantes y racistas, así como la distinción. Es por esto que se debe entender a la
dignidad de las personas como el derecho fundamental de realizar su destino, su
propia esencia. Como seres dignos y valiosos, somos merecedores del derecho a la
vida, a la libertad, a la educación, a la obtención de un trabajo, a poseer una vivienda,
a constituir una familia, a tener alimentación saludable, entre otros. Por ello, es
necesario reflexionar sobre el argumento, custodiar y apreciar en lo que se tiene de
manera individual para ver reflejado ese derecho en la colectividad, y así avivar el
sentimiento de humanidad e impere el respeto de la dignidad humana.

La dignidad de cada persona forma la base del Estado. Esta se deriva del respeto
debido a uno mismo y a los demás como seres humanos, los derechos humanos
componen la palabra jurídica de un asunto en curso para resguardar, respetar y
garantizar una vida digna. Como seres humanos, nuestro compromiso con la dignidad
humana nace del reconocimiento de la persona humana nace de la misma manera que
todos nosotros, y por ende es igual. Esta es la base sobre la que descansan todos los
derechos humanos.
Las garantías legales de una vida en dignidad deben ser aplicadas de la misma forma
para todas las personas que viven en un estado dado. Debe ser evaluada
continuamente la compatibilidad de toda legislación existente y propuesta con las
obligaciones de los derechos humanos. Para alcanzar el estado de derecho, las
sociedades deben promover la solidaridad con aquellos que por sus características
étnicas, religiosas, políticas o de otro tipo, se encuentran especialmente en riesgo de
sufrir la violación de sus derechos fundamentales. Esa misma solidaridad que dicta que
todos deben compartir la carga financiera del sistema social se debe aplicar en el
contexto del ordenamiento jurídico.

Se desea esbozar las implicaciones de una solidaridad fundada en el respeto de la


dignidad humana en la sociedad actual. Puesto que la seguridad social representa una
necesidad elemental y fundamental para todas las personas, ésta constituye un
derecho humano fundamental por razones de ética social, el estado del bienestar
moderno tiene la obligación de proporcionar a todos los miembros de la sociedad la
igualdad de oportunidades para el acceso a los recursos culturales, políticos y
económicos pertinentes a través de un método de equivalencia de derechos básicos.
Existen obstáculos reglamentarios o de facto, como la posición legal de las personas
que rebuscan asilo o de otros migrantes y deben comprimirse, tanto como sea posible,
las barreras en la estructura de los sistemas nacionales de seguridad social. La
exclusión social derivada de la falta de oportunidades para participar en los procesos
sociales y políticos es simultáneamente una violación de la dignidad humana y de la
legislación vigente.
Con el uso amplio de los llamados perfiles étnicos o raciales en el trabajo policial se
fortalece, consciente o inconscientemente, la estigmatización de determinados grupos
de la población, sobre la base de su identidad étnica o religiosa. Los miembros de las
fuerzas de policía por sí solos no son enteramente responsables de esta práctica.
Detrás de las acciones visibles de la policía y otros agentes, se puede encontrar un
patrón de cambio más profundo de la actuación policial.
Conclusión
Para finalizar se llega a la conclusión de que la dignidad humana no se puede aplicar
en mayor o menor medida, sino que debe aplicarse a todas las personas de la misma
manera según dice la ley. La dignidad de las personas es universal y los derechos que
conlleva deben estar garantizados sin ningún tipo de restricciones. Se considera que en
Ecuador la psicología social trata de avanzar para lograr recuperar el respeto que se le
había perdido a la dignidad del ser humano
Referencias bibliográficas
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