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Del latín vivarium, un vivero es una instalación agronómica donde se cultivan, germinan y maduran
todo tipo de plantas y plántulas (Quiñones, 2016). Es un lugar acondicionado para la germinación,
crecimiento y cuidado de plantas forestales, frutales, ornamentales y medicinales, hasta que
tengan una edad adecuada para ser trasplantadas a su lugar definitivo (Piñuela et al. 2003).
¿Por qué hacer un vivero, si se pueden sembrar las semillas directamente en el suelo?
Sembrar directamente en el suelo tiene varios inconvenientes que implican riesgos y, en muchos
casos, pueden llegar a generar pérdidas económicas para el productor; sobre todo cuando las
semillas son muy costosas (caso de las hortalizas) o cuando se requiere poca densidad y alta
sobrevivencia (caso de forestales y frutales). En el suelo la semilla está expuesta a condiciones
ambientales adversas, tales como sequía o exceso de agua de lluvia, al ataque de insectos, hongos,
bacterias y a la competencia de malezas, todo lo cual ocasiona una alta mortalidad de plantas en
sistemas de siembra directa. Mientras qué en el vivero, se pueden controlar las condiciones
ambientales durante la etapa crítica de las plantas, desde la semilla hasta la edad de trasplante,
dándole el cuidado necesario para que crezcan sanas, fuertes y tengan una mayor resistencia
cuando sean plantadas (Piñuela et al. 2003).
Para obtener semillas de buena calidad, hay que hacer una selección cuidadosa de los árboles
semilleros. Es importante que los árboles de donde se obtienen las semillas tengan copas
adecuadas (25 a 35 por ciento), tallos o fustes rectos y sin defectos, preferiblemente de
circunferencia uniforme, buen crecimiento (mejor si se conoce la edad), buena carga de frutos,
adaptados a la zona de producción y sanos (Piñuela et al. 2003).
Se conoce como material de propagación a la parte de la planta usada para reproducir nuevas
plantas. Los materiales para la multiplicación de plantas pueden ser: a) De origen sexual (semilla
verdadera), se obtiene de los frutos de las plantas o árboles. Los árboles producidos por semilla,
sobre todo provenientes de árboles seleccionados, son generalmente más altos, de raíces
profundas y no son exactamente iguales a los padres, lo que es una ventaja ante posibles
enfermedades y plagas. Se utiliza principalmente en la producción de plantas forestales y para la
obtención de patrones en frutales; y b) materiales de origen asexual o vegetativo (semilla
vegetativa), se obtiene de otras partes de la planta (estacas, acodos, rebrotes, etc.). Los árboles
producidos en forma vegetativa tienen las mismas características de la planta madre y son
llamados clones. Por lo regular son usados en la producción a gran escala de plantas frutales y
forestales (Piñuela et al. 2003).
Recolección de semillas
Una vez identificados los árboles semilleros, es necesario seleccionar la técnica de recolección, el
tipo de semilla a obtener y la época de recolección.
Técnicas de recolección
Desde el suelo: Se recogen los frutos maduros que han caído al suelo. Cuando los frutos son
carnosos y dulces, como en el caso del samán, no conviene cosecharlos de esta forma porque los
frutos serán rápidamente atacados por hongos e insectos, en este caso es necesario hacer una
cuidadosa selección de los frutos.
Recolección de semillas de los árboles en pie: se golpean las ramas con varas livianas, o se cortan
con tijeras extensibles. Se hacen caer los frutos y luego son recogidos en bolsas o lonas. También
pueden escalarse los árboles usando escaleras, mecates, garfios y líneas de avance para cortar las
ramas con frutos maduros.
Épocas de recolección
Para la mayoría de las especies la recolección de semillas se realiza en la época seca, después de la
fructificación y antes de la dispersión natural. En esta época es posible obtener semillas de plantas
sanas, de buen porte y vigor.
Es una prueba que se realiza sobre una muestra de semillas que sirve para estimar el porcentaje
de semillas con capacidad para germinar. La prueba de germinación de las semillas consiste en
realizar los siguientes pasos.
De un lote de semillas tome una muestra de 200 semillas sin escogerlas y forme 2 grupos
de 100 cada uno.
Si las semillas son pequeñas y secas, se recomienda colocarlas en papel húmedo; y si son
grandes y duras, se recomienda escarificarlas y luego remójarlas en agua caliente a 70
grados Celsius (ºC) y dejarlas por uno o dos días.
El método de germinación se debe seleccionar de acuerdo, al tamaño de las semillas.
Prueba de germinación sobre el papel: Se colocan las semillas sobre un papel absorbente
húmedo dentro un envase pequeño de plástico o vidrio con tapa y se debe mantener el
papel con humedad.
Prueba de germinación entre papel: Se deben colocar las semillas entre dos capas de
papel toalla húmedo, distribuidas en hileras separadas a 3 centímetros entre ellas y un
espacio entre semillas de 3 a 5 veces su tamaño. El papel debe permanecer húmedo.
Prueba de germinación en arena: Se debe colocar arena estéril y húmeda en bandejas
profundas con drenaje. Se colocan las semillas a una profundidad igual al tamaño de
estas, en hileras separadas a 3 centímetros entre ellas y a una distancia entre semillas de 3
a 5 veces su tamaño, se tapan las semillas con la arena, se riegan con un rociador y se
mantienen un sustrato húmedo.
En los dos grupos de semillas, se cuentan las plántulas que emergieron en cada grupo,
luego se suman y dividen el total de plántulas entre dos. El resultado es el porcentaje de
germinación de la semilla.
Este resultado indica el % de germinación de la semilla, es decir, que por cada 100 semillas que
siembre germinarán por ejemplo el 85 % (Piñuela et al. 2003).
Tratamientos pre-germinativos
Escarificación:
Consiste en romper la cubierta de las semillas con un martillo u otra herramienta. También se
pueden raspar las cubiertas de las semillas frotándolas con papel de lija.
Agua caliente:
Se sumergen las semillas en agua caliente (de 75 a 85ºC), luego se dejan enfriar por 24 horas (un
día) y se siembran.
Se cubre la parte interior de un recipiente con papel de lija. Se echa un poco de arena gruesa
mezclada con las semillas. ·Se tapa y se agita violentamente durante media hora
aproximadamente. Se sumergen las semillas en agua durante 24 a 48 horas (de uno a dos días), las
semillas buenas se hincharán y quedarán en el fondo del recipiente.
El establecimiento del vivero comienza definiendo el tipo de plantas a producir, la cantidad y fecha
de producción; las variedades y su modo de propagación; y las actividades correspondientes al
proceso de producción elegido. Una vez definido lo anterior, el proceso de producción puede
realizarse considerando los siguientes pasos: 1) la selección del terreno, 2) área del vivero, 3)
construcción del vivero, 4) preparación del sustrato, 5) siembra de la semilla, 6) manejo de plantas
en el semillero, 7) trasplante a los envases, 8) manejo de las plantas en envases, 9) aclimatación de
las plántulas y 10) plantación en campo (Piñuela et al. 2003; Quiñones, 2016).
El terreno seleccionado para establecer el vivero debe ser preferiblemente plano y bien drenado,
cuando se utilicen terrenos con pendiente se deben construir terrazas, es muy importante tener
una fuente de agua para el riego de las plantas y el lavado de herramientas, y dejar vías de acceso
para el movimiento dentro del área productiva, como fuera de la misma para facilitar el
desplazamiento, a fin de facilitar el ingreso de insumos y materiales y la salida de las plantas
especialmente cuando se producen grandes cantidades de plantas. El vivero debe ubicarse de ser
posible cerca del sitio de plantación y se debe utilizar sombra para las plantas los primeros días
posteriormente al trasplante de las mismas de los germinadores a las bolsas o contenedores.
Comprende todos los espacios ocupados por el vivero. Depende de la cantidad y del tipo de
plantas a producir y del tipo de envase disponible. El tamaño total del vivero debe ser igual a la
suma del ÁREA PRODUCTIVA, que es el espacio ocupado por los semilleros y los canteros, más el
ÁREA NO PRODUCTIVA, que es el espacio ocupado por los depósitos, calles, pasillos, tanque de
agua y otras instalaciones, es decir: ÁREA TOTAL DE VIVERO = ÁREA PRODUCTIVA + ÁREA NO
PRODUCTIVA.
Estas áreas deben ser aproximadamente del mismo tamaño. Área productiva de vivero para 1.000
plantas utilizando bolsas de 1 kg debe de ser de 10 metros cuadrados. Si las bolsas son de dos
kilogramos, entonces se requiere de un área de 14 metros cuadrados. En ambos casos deben
sumarse las correspondientes áreas de galpones, tanque de agua, otras. El área productiva debe
tener una orientación de Este a Oeste, para que las plantas reciban la luz del sol durante la mayor
parte del día (Piñuela, et al, 2003).
Instalaciones de producción
Germinadores y semilleros, son lugares preparados para la germinación y desarrollo inicial de las
plantas. La mayoría de las veces son de forma rectangular, de 100 a 110 centímetros de ancho con
largos variables, según las necesidades de producción. En las zonas secas pueden construirse al
nivel del suelo y en las zonas lluviosas deben estar sobre el nivel del suelo, para permitir el drenaje
del agua y evitar encharcamientos.
Canteros o envases de crecimiento, son los lugares donde se trasplantan y crecen las plántulas,
después que salen del semillero, hasta que estén listos para ser plantados en campo. Pueden
tener de 100 a 110 centímetros de ancho por 10 a 50 metros de largo. Los canteros, al igual que
los semilleros, pueden construirse al nivel o sobre el nivel del suelo, dependiendo las condiciones
de drenaje del suelo. Cuando se usan envases como bolsas de polietileno, empaques plásticos de
harinas, granos y mitades de botellas plásticas con huecos en el fondo, estos envases deben
arreglarse sobre el suelo en hileras, agrupadas en bloques compactos.
Instalaciones de acceso
Espacios destinados para los pasillos y calles. El ancho de los pasillos debe permitir el paso
fácilmente con un carretillo y el ancho de las calles debe permitir el fácil acceso de vehículos de
carga y tractores.
Instalaciones de riego
Otras instalaciones
Área de preparación, donde se coloca la tierra, el abono orgánico y el compost. Allí se realiza el
mezclado del sustrato y el llenado de los envases.
En éstas áreas se guardan los equipos, herramientas de trabajo y para el almacenamiento seguro
de agroquímicos (fertilizantes, fungicidas, insecticidas, etc.), oficina y otras.
Materiales y herramientas
Las herramientas y materiales que se requieren comúnmente son: carretillos, picos, escardillas,
rastrillos, palines, tijeras de podar, bombas de espalda, desmalezadoras, machetes, regaderas de
mano, estacas, zarandas para colar la tierra, mallas para sombra, mecatillo, alambre para amarrar,
envases (bolsas), bandejas, repuestos y accesorios para la bomba de agua, mangueras, aspersores
(Piñuela et al. 2003).
Los sustratos utilizados pueden ser de origen orgánico tales como aserrín, fibra de coco, cascarilla
de arroz o de café, compost, y de origen inorgánico como arena, perlita y vermiculita. La tierra
debe colarse antes de usarla para eliminar raíces, terrones y otros elementos extraños. La mezcla
comúnmente utilizada en semilleros o germinadores es una parte de materia orgánica o compost y
tres partes de arena o tierra cernida (relación 1:3), lo que es igual a una carretilla de materia
orgánica o compost y tres de arena o tierra. En envases (bolsas) la relación es de 1:2, es decir una
carretilla de materia orgánica o compost y dos de arena o tierra. Adicionalmente se puede agregar
hasta 300 gramos de fertilizante fórmula completa (nitrógeno + fósforo + potasio) (Piñuela et al.
2003).
Siembra
En semilleros, cuando las semillas son pequeñas la siembra se hace al voleo; cuando son semillas
medianas, se realiza en surcos separados a 2 a 5 centímetros; y cuando las semillas son grandes en
hoyos individuales. Por lo general la siembra se realiza a una profundidad igual o dos veces el
tamaño de la semilla.
Se debe de mantener un riego dos veces al día, preferiblemente a primeras horas de la mañana o
al atardecer. En la fertilización es bueno realizar aspersiones foliares de fórmulas completas cada
15 a 22 días. Las dosis a aplicar dependerán del tipo de producto a utilizar. Se deberá proporcionar
sombra los primeros 30 días de desarrollo de las plántulas en el semillero y luego al momento del
trasplante. Se debe desmalezar el semillero en forma manual una vez por semana y en los pasillos
una vez al mes. Para el control de plagas y enfermedades durante la germinación es muy común el
exceso de humedad y falta de aireación en el sustrato, esto se puede prevenir con una buena
ubicación del semillero y adecuada preparación y desinfección del sustrato (Quiñones et al. 2016).
Trasplante en bolsa
Consiste en llevar las plántulas desde los semilleros hasta los envases (bolsas u otros) cuando las
plántulas tienen entre 7 a 10 centímetros de altura.
Mantener el riego diariamente después del trasplante, temprano en la mañana y al atardecer sin
encharcamiento, proveer sombra hasta que enraícen las plántulas, una vez organizadas en hileras
para facilitar su manejo, las bolsas se deben cambiar regularmente de lugar en las hileras para
evitar que las plantas echen raíces fuera de ellas y se realiza el desmalezado de forma manual cada
cierto tiempo (Piñuela et al. 2003).
Aclimatación
Práctica recomendada para que las plantas toleren los cambios ambientales bruscos y puedan
sobrevivir una vez que sean plantadas en campo. Cuando las plantas alcancen el tamaño de
trasplante a campo, se debe disminuir la frecuencia de los riegos dos meses antes y se deben
eliminar de forma gradual la fertilización y la sombra (Quiñonez 2016).
Plantación en campo
Antes de llevar las plantas al campo se debe asegurar una buena selección de plántulas,
descartando todas las plantas inferiores al tamaño requerido de plantación, enfermas o muertas.
Antes del traslado es recomendable regar las plantas para que soporten las condiciones de campo.
El traslado a campo debe hacerse en las primeras horas de la mañana o al atardecer, para evitar el
exceso de sol. Para la siembra en campo se debe de realizar la apertura de los hoyos, poniendo de
un lado el suelo superficial y del otro el suelo de la parte más profunda del hoyo (Figura 2). Aplicar
fertilizante en el fondo del hoyo para asegurar un adecuado establecimiento del árbol. Para la
siembra se debe de tomar el árbol, quitarle la bolsa, colocarlo en el hoyo, ponerle primero, la
tierra que se saca de la parte superficial y luego, la del fondo del hoyo (Figura 3).
Figura 1. Forma correcta de abrir un hoyo para la siembra de árboles Turrialba, Costa
Rica.
BIBLIOGRAFIA
Introducción
Los árboles son recursos naturales cada vez más utilizados en sistemas ganaderos,
debido a los múltiples beneficios que brindan a la producción ganadera y a los
productores. La valoración de los recursos arbóreos y su incorporación mediante sistemas
agrosilvopastoriles son promovidos y aceptados por los productores, lo cual permite la
generación de opciones de producción amigables con el ambiente, económicamente
viables y socialmente responsables. Sin embargo, los productores generalmente tienen
limitaciones para establecer árboles en sus ranchos debido, principalmente, al difícil
acceso a plantas, la calidad de los materiales y sus altos costos. Adicionalmente, muchos
de los productores han tenido experiencias en producir pequeñas cantidades de plantas
en vivero. Por esta razón, es de suma importancia impulsar el establecimiento de viveros
rústicos, familiares o comunales, los cuales permiten producir localmente plantas de
buena calidad a un bajo costo, por lo que su impulso podría funcionar como alternativa
para superar las limitaciones antes mencionadas. En este sentido, el guion pretende servir
como apoyo al facilitador para desarrollar una sesión con productores interesados en el
establecimiento de viveros forestales rústicos. Este guion consta de tres fases: a) una
fase introductoria, b) una fase de desarrollo o práctica y c) una fase de reflexión final y de
acuerdo.
Objetivos
Factores que se deben considerar para realizar la sesión de aprendizaje con éxito
Un vivero forestal rústico es aquella área acondicionada con materiales locales y de bajo
costo para la germinación, desarrollo y cuidado de plantas forestales principalmente,
hasta que tengan la edad necesaria para su trasplante. Por lo general, son espacios
pequeños, de baja inversión y manejo reducido.
Luego, el facilitador les pide que se enumeren, del uno al tres, e invita a los participantes
a conformar tres grupos de trabajo de acuerdo con su número. Les explica que el ejercicio
consistirá en responder 4-5 preguntas sobre los aspectos básicos para el establecimiento
de un vivero rústico, deberán escribir las respuestas en un papelógrafo y exponer de
manera breve en plenaria. Es importante que el facilitador esté atento a dar apoyo en
caso de que los participantes no sepan escribir. Las preguntas generadoras se muestran
en el Cuadro 6.
Equipo Preguntas
Equipo 1 ¿Qué aspectos se deben tomar en cuenta para seleccionar el terreno
para un vivero? ¿Cuánto espacio se debería destinar para la producción
de plantas? ¿De qué depende el tamaño? ¿Qué materiales y
herramientas debemos tener y que construcciones se deben hacer?
Equipo 2 ¿Cómo se prepara el sustrato a utilizar? ¿Cómo se deben sembrar las
semillas? ¿Qué manejo se debe dar a las plantas en semillero? ¿En qué
consiste el trasplante (siembra) a envases o contenedores?
Equipo 3 ¿Qué manejo y mantenimiento se debe dar a las plantas? ¿Es
importante aclimatar las plantas antes de trasplantarlas? ¿Qué se
entiende por trasplante en campo? ¿Cuándo sabemos que ya las
plantas están listas para ser trasplantadas al campo?
Se les dará 15 minutos para responder y 10 minutos por equipo para exponer.
Consecutivamente, el facilitador resume lo expuesto por los participantes y resalta la
información relevante, y complementa con la siguiente información vertida.
Los sustratos utilizados pueden ser de origen orgánico como aserrín, fibra de coco, arroz,
compost, o de origen inorgánico como la arena, perlita y vermiculita. La mezcla más
común utilizada en semilleros corresponde a una parte de materia orgánica o compost y
tres partes de arena o tierra cernida (relación 1:3). Por su parte, para el llenado de bolsas
o contenedores, se utiliza una relación de 1:2 de materia orgánica o compost y arena o
tierra cernida, respectivamente.
Lo más importante, dentro del manejo, es darle sombra durante las dos o tres primeras
semanas, así como riego constante y ligero.
¿En qué consiste el trasplante a envases o contenedores?
Consiste en llevar las plántulas del semillero a la bolsa, envase o contenedor. Por lo
general, cuando ya tienen el primer par de hojas verdaderas, o entre 7 y 10 cm de altura.
Entre los principales manejos existe el riego, sombra, poda, control de arvenses y control
de plagas y enfermedades.
Se refiere al trasplante definitivo y los cuidados necesarios para ello, sobre todo en cuanto
a la logística y el método de plantación.
¿Cuándo sabemos que ya las plantas están listas para ser trasplantadas a campo?
Las plantas estarán listas si reúnen las siguientes características: altura de 35 cm o más,
diámetro de 4-5 mm como mínimo, una lignificación de 2/3 tercios (una prueba fácil para
ver esto es cuando se dobla el tallo y este se regresa a su estado natural o erecto), que
tengan buena conformación de cepellón (esto quiere decir que, al abrir una de las bolsas,
esta tenga abundantes raíces secundarias y terciarias) y, por último, que estén vigorosas;
es decir, sanas y fuertes.
El facilitador menciona que se trabajará en equipos, los cuales ya están conformados, por
lo que invita a que se agrupen en ellos. Se procede a explicar la dinámica, se menciona
que, para cada equipo, se repartirán los materiales y herramientas necesarias para
producir 500 plantas. El facilitador explica que, para la parte práctica, solo se utilizarán
semillas de ramón (Brosimum alicastrum) y moringa (Moringa oleifera), las cuales no
requieren ningún método pre-germinativo y, por su tamaño, no requieren un semillero.
Con la ayuda de un papelógrafo, expone y explica los pasos a seguir por todos los
equipos:
Para finalizar, el facilitador resume lo que aconteció en el evento, invita a que cada equipo
exponga su experiencia de la actividad realizada, así como sus inquietudes y preguntas.
Por último, el facilitador agradece al productor anfitrión por haber prestado su rancho para
realizar el taller y por la disposición de establecer el vivero, y comprometerse a cuidarlo y
mantenerlo, bajo la condición de que la mitad de las plantas serán para él y el resto para
repartir a los interesados. De igual manera, agradece a los participantes su asistencia.
Hoja resumen del evento
Introducción
El uso de árboles en los sistemas ganaderos es particularmente deseable, por todos los
beneficios asociados a ellos. Sin embargo, los productores, generalmente, tienen
limitaciones para poder establecer árboles en sus ranchos, debido al difícil acceso a
plantas forestales, frutales o forrajeras principalmente, a la calidad de las plantas y a sus
altos costos. Por ello, es importante impulsar el establecimiento de viveros rústicos, donde
los ganaderos produzcan sus propias plantas a bajo costo.
Un vivero forestal rústico es aquella área acondicionada con materiales locales y de bajo
costo, para la germinación, desarrollo y cuidado de plantas forestales principalmente,
hasta que tengan la edad necesaria para su trasplante. Por lo general, son espacios
pequeños, de baja inversión y manejo reducido.
El terreno debe ser plano, accesible, con agua disponible (al menos con alguna
instalación cerca para almacenar agua de riego como, por ejemplo, un tinaco, aljibe o
pozo), con buen drenaje y, de preferencia, cercano a la población para facilitar el
mantenimiento de las plantas.
Los sustratos utilizados pueden ser de origen orgánico como aserrín, fibra de coco, arroz,
compost o de origen inorgánico como la arena, perlita y vermiculita. La mezcla más
común utilizada en semilleros corresponde a una parte de materia orgánica o compost y
tres partes de arena o tierra cernida relación 1:3. Por su parte, para el llenado de bolsas o
contenedores, se utiliza una relación de 1:2 de materia orgánica o compost y arena o
tierra cernida, respectivamente.
Lo más importante, dentro del manejo, es darle sombra las dos o tres primeras semanas,
así como riego constante y ligero.
¿En qué consiste el trasplante a envases o contenedores?
Consiste en llevar las plántulas del semillero a la bolsa, envase o contenedor. Por lo
general, cuando ya tienen el primer par de hojas verdaderas, o entre 7 y 10 cm de altura.
Entre los principales manejos, existe el riego, sombra, poda, control de arvenses y control
de plagas y enfermedades.
Se refiere al trasplante definitivo al campo y a los cuidados necesarios para ello, sobre
todo en cuanto a la logística y el método de plantación. Se deben considerar las
siguientes características: altura de 35 cm o más, diámetro de 4-5 mm como mínimo, una
lignificación de 2/3 tercios, que tengan buena conformación de cepellón y, por último, que
estén vigorosas; es decir, sanas y fuertes.
Literatura recomendada