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SISTEMAS AEROBIOS ADHERIDOS: FILTROS PERCOLADORES

ESPAÑA LEAL LUIS MIGUEL


QUINTERO DUQUE DAVID FERNANDO
REYES AGUIRRE SANTIAGO

Presentado a:
Ing. Julia Rosa Caicedo Bejarano, Ph.D.

UNIVERSIDAD DEL VALLE


FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA DE INGENIERÍA DE RECURSOS NATURALES Y DEL AMBIENTE
INGENIERÍA SANITARIA Y AMBIENTAL
SANTIAGO DE CALI
2017
TABLA DE CONTENIDO
INTRODUCCIÓN 2
OBJETIVOS 3
Objetivo General 3
Objetivos Específicos 4
1. PROCESOS DE SOPORTE SÓLIDO 4
2. FILTROS PERCOLADORES 5
2.1 Definición 5
2.2 Tipos de filtros percoladores 6
2.3 Material de relleno (Medio filtrante) 7
2.4 Alimentación y geometría 9
2.5 Recirculación del efluente 10
2.6 Ventilación 11
3. FACTORES QUE AFECTAN AL DISEÑO Y RENDIMIENTO 11
3.1 Características del afluente 11
3.2 El pretratamiento - Tratamiento primario. 12
3.3 Distribución del caudal 12
3.4 Cargas hidráulicas y orgánicas 12
3.5 Tipos de medios filtrantes 12
3.6 Profundidad del filtro percolador 13
3.7 Ventilación 13
3.8 Temperatura 14
4. MODELOS 14
4.1 La Fórmula de Velz 14
4.2 La fórmula de Schulze 15
4.3 La fórmula de Germain 16
4.4 La fórmula de Eckenfelder 16
4.5 El modelo de Kincannon y Stover 17
5. EXPERIENCIAS 18
5.1 Influencia de la recirculación en un sistema de filtro percolador 18
5.1.1 Introducción 18
5.1.2 Materiales y métodos 18
5.1.3 Análisis de resultados 21
5.1.4 Conclusiones ¡Error! Marcador no definido.
5.2 Estudio experimental de un sistema de tratamiento de aguas residuales en filtros
percoladores basado en mazorca: Diseño, desarrollo y evaluación del desempeño. 23
5.2.1 Introducción 24
5.2.2 Materiales y métodos 24
5.2.3 Análisis de resultados 25
1
5.2.4 Conclusiones 26
5.3 Efecto de las cargas hidráulica y orgánica sobre la remoción másica de un empaque
estructurado en un filtro percolador 27
5.3.1 Introducción 27
5.3.2 Materiales y métodos 27
5.3.3 Análisis de resultados 29
5.3.4 Conclusiones 32
7. CONCLUSIONES 33
REFERENCIAS 33

INTRODUCCIÓN

Existen diferentes contaminantes que pueden ser sustancias bioacumulables, persistentes y


tóxicas; tales como productos de higiene y cuidado personal, productos farmacéuticos, drogas
de abuso, surfactantes, aditivos industriales, y una gran variedad de compuestos químicos,

2
que son capaces de alterar el sistema endocrino, bloqueando o perturbando las funciones
hormonales de los organismos, provocando la feminización y hermafroditismo de los
mismos, disminución de la fertilidad y de la eficacia del apareamiento, e incluso pueden
incrementar la incidencia de diferentes tipos de cáncer.

Una de las principales fuentes de entrada de estas sustancias al medio son las aguas residuales
no tratadas y los efluentes procedentes de estaciones depuradoras de aguas residuales, las
cuales no están actualmente diseñadas para tratar este tipo de sustancias. Por lo tanto, una alta
proporción de estos compuestos entran con una gran toxicidad al medio acuático, alterando
acuíferos y sistemas fluviales y marinos entre otros (Clemente, Chica Arrieta y Peñuela
Mesa, 2013). Diferentes tecnologías de tratamiento se han desarrollado con el fin de mitigar
el impacto que estas aguas causan en el ambiente, además de la protección de la salud
pública. Estas tecnologías se pueden clasificar de diversas formas, siendo una de ellas de
acuerdo al grado de remoción que producen, que son las siguientes: Tratamiento preliminar o
primario, tratamiento secundario y tratamiento terciario o avanzado.

El tratamiento preliminar y primario se apoya en procesos físicos para remover sólidos, y


material flotante en el agua a tratar, removiendo así una gran parte de la carga contaminante
(Caicedo, 2017). Ahora bien, el tratamiento secundario se enfoca en convertir materia
orgánica carbonácea y nitrogenada en otros subproductos por medio de procesos
microbiológicos los cuales pueden ser tanto aerobios como anaerobios. Finalmente el
tratamiento terciario se hace con el fin de eliminar compuestos tales como sólidos
suspendidos, nutrientes y la materia orgánica remanente no biodegradable. Este tratamiento
es necesario cuando deben cumplirse condiciones de descarga estrictas (remoción de
nutrientes) o cuando el agua tratada está destinada a un uso en específico (Noyola et al,
2013). De acuerdo a lo anterior se puede observar que existen varios tratamientos donde se
pueden emplear diversas tecnologías y su escogencia o no dependerá de muchos factores
como la calidad del agua afluente, la necesidad de remover un contaminante en particular, la
capacidad económica para costear ciertas tecnologías, entre otros.

Una de las formas en que se pueden clasificar las tecnologías de tratamiento de aguas
residuales es en sistemas que funcionan de forma aerobia y sistemas de funcionamiento
anaerobio, estos a su vez pueden ser sistemas suspendidos donde la biomasa puede crecer
libre, en suspensión en el interior del biorreactor, o en el caso contrario sistemas adheridos
donde la biomasa crece adherida a un soporte (biomasa fija), (Noyola et al, 2013). Algunos
de los ejemplos de estas categorías son: lodos activados, lagunas aireadas, biodiscos,
reactores SBR, lagunas anaerobias y de estabilización, entre otros. Los filtros percoladores
pertenecen a la clasificación de sistemas aerobios adheridos y son la tecnología en la cual se
hará énfasis en el presente informe. En ese orden de ideas el objetivo de este trabajo será
entonces estudiar la manera de cómo operan los filtros percoladores, destacando sus
aplicaciones, ventajas y desventajas, tipos y modelos de diseño, esto mediante la revisión
bibliográfica de publicaciones científicas de situaciones en donde se haya utilizado esta
tecnología.

OBJETIVOS

Objetivo General

Reconocer la importancia de los conceptos y aplicaciones que tienen las tecnologías de


sistemas aerobios adheridos en el proceso de tratamiento de aguas residuales. Lo anterior con

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la finalidad de poner en práctica los conceptos, adquiridos en el curso de procesos
ambientales II, a través de consultas bibliográficas confiables que ilustren las bases teóricas
necesarias para el desarrollo del presente trabajo.

Objetivos Específicos

● Entender los conceptos relacionados con sistemas aerobios adheridos, enfocando el


estudio específicamente a las tecnologías de filtros percoladores.
● Determinar la aplicación de estas tecnologías en el tratamiento de aguas residuales.
● Indagar sobre la importancia de los filtros percoladores en el proceso de tratamiento
de aguas residuales.
● Identificar tipos, modelos y factores de que afecten el proceso de los filtros
percoladores.
● Dar a conocer la experiencia de algunos artículos en los cuales se utilizaron
tecnologías de sistemas aerobios adheridos.

1. PROCESOS DE SOPORTE SÓLIDO

En estos procesos la biomasa no se encuentra suspendida en el agua sino sobre algún medio
de soporte formando una película que lo recubre. El medio de soporte puede encontrarse fijo
en una columna, y el agua fluye formando una fina película, o puede girar alrededor de un
eje, moviéndose dentro del fluido, dando lugar a los dos tipos fundamentales de tratamientos
mediante cultivo fijo: filtros percoladores y contactores biológicos rotativos (RBC) (Ferrer,
J., Seco, A., 2008).

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La biopelícula es un sistema muy complejo y su composición no es homogénea; el espesor de
esta capa biológica oscila entre 0,1 y 2 mm. La proporción de biomasa activa es mayor en la
superficie que en el interior donde se acumulan mayor cantidad de desechos. En las
biopelículas se produce una migración continua de productos desde el interior hasta el
exterior, donde son arrastrados del sistema por los esfuerzos cortantes superficiales; esto
permite mantener constante el espesor total de la capa (Ferrer, J., Seco, A., 2008).

En los procesos de soporte sólido (filtros percoladores y biodiscos) se lleva a cabo los
procesos combinados de oxidación del carbono y nitrificación. La nitrificación se da cuando
los parámetros de funcionamiento tienen unos valores adecuados. Generalmente, para ello
basta con reducir la carga orgánica aplicada. (Ferrer, J., Seco, A., 2008)

2. FILTROS PERCOLADORES
2.1 Definición
Los filtros percoladores son un tipo de tratamiento biológico aerobio en donde los
organismos tiene un medio de soporte al cual adherirse y por el cual se percola el agua
residual de forma descendente. Comúnmente se usa un distribuidor rotativo de flujo para
repartir el flujo uniformemente por todo el lecho desde la parte superior y el efluente se
recoge desde el fondo. Constan de un medio poroso a través del cual se pasa el agua a tratar.

Figura 1. Diagrama de un filtro percolador típico

El agua es aplicada al medio de soporte del filtro, por el cual se filtra o perecía. La superficie
del medio empieza a tomar una apariencia viscosa y gelatinosa, esta capa es la que contiene a
las bacterias y la biota. La biota remueve la materia orgánica por adsorción y la asimilación
de constituyentes solubles y suspendidos. Para metabolismo aeróbicos, el oxígeno es
proporcionado de manera natural o forzando la circulación a través de los canales del medio
de soporte (ASCE, 1991).

Este tipo de filtros constituyen un tratamiento aplicable para aquellas aguas susceptibles a ser
tratadas por un proceso biológico aerobio. Se ha considerado que este tipo de unidad no
permitía alcanzar los mismo niveles de eficiencia que aquellos procesos de cultivo
suspendido. Sin embargo Ferrer y Seco (2008) mencionan que si estos sistemas son diseñados
y operados de una manera adecuada se pueden alcanzar rendimientos similares a los sistemas

5
anteriormente mencionados además de poseer la ventaja de que su operación técnica es
menos compleja que otros sistemas de tratamiento biológico (Naza et al., 2015).

Esta tecnología cuenta con un medio de soporte fijo, en dónde la capa microbiológica se
forma en el lecho de soporte, la cual contiene una variedad de microorganismos que ayudan a
la degradación y eliminación de los contaminantes presentes en el agua. Dentro de los
organismos que hacen posible esta depuración, encontramos hongos, algas, bacterias aerobias
y facultativas, y protozoos (Metcalf, 2003).

2.2 Tipos de filtros percoladores

Originalmente los filtros percoladores eran diseñados basados en unas cargas hidráulicas y
orgánicas que produjeran una remoción del 80 - 90 % de la DBO5 del afluente.
Posteriormente la práctica fue introduciendo tanto a la carga hidráulica como a la carga
orgánica y en la actualidad los filtros percoladores se clasifican en función de uno de sus
parámetros de diseño, la carga orgánica, expresada en kilogramos de DBO 5 a tratar en un día
por metro cúbico de volumen del relleno. En función de la carga orgánica que se trate, los
filtros pueden clasificarse en: de baja, media o alta carga. De acuerdo a la clasificación de
Colorado (2005), a continuación, se describen las características y parámetros de diseño más
representativos de cada tipo de filtro.

2.2.1 Filtros percoladores de baja carga

Tratan cargas por debajo de 0,4 kg DBO5/m3.día suelen tener lecho de piedra de 1,5 a 2,5 m
de altura y se alimentan en cortos intervalos de tiempo, a través de sifones que proporcionen
la carga hidráulica necesaria. No precisan de recirculación en condiciones normales de
funcionamiento, es decir sin puntas de cargas y con objetivos de rendimiento por debajo del
90%. Generalmente, se mantiene una carga hidráulica constante, no por recirculación sino
por medio de control de nivel, o sifones dosificadores, que proporcionan caudales
intermitentes cada 2-5 minutos. El rendimiento que se alcanza en DBO5 es del orden del
85%, estando los efluentes nitrificados.

2.2.2 Filtros percoladores de media carga

Tratan cargas entre 0,4-0,8 kg DBO5/m3.d con cargas hidráulicas a caudal medio superiores a
las que se precisarían si se trabaja a baja carga. Pueden ser lechos de piedra como máximo de
3 m. o de plástico de hasta 5 m, con alimentación en continuo. Para asegurar una buena
distribución del efluente sobre el filtro, se suele recircular parte del agua clarificada en el
sedimentador secundario, entre 0-1 veces el caudal medio de entrada. El rendimiento que se
alcanza en DBO5 es del orden del 60-70%, estando los efluentes parcialmente nitrificados.

2.2.3 Filtros percoladores de alta carga

Tratan cargas entre 0,8-1,6 kg DBO5/m3.d. Este tipo de filtros consiguen rendimientos
menores que los anteriores en eliminación de materia orgánica y suelen operar como
pretratamiento de otro proceso, o requerir de una segunda etapa para llegar al 80% de
eliminación de DBO5 si el efluente está poco nitrificado. Trabajan normalmente en continuo,
con cargas hidráulicas elevadas, por lo que precisan de una recirculación de entre 1-2 veces el
caudal medio de entrada, para mantener estas condiciones. Este tipo de filtros suelen utilizar

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plástico como relleno al colmatarse menos que el relleno de piedra. Los rendimientos en
DBO5 no superan el 60%.

2.2.4 Filtros percoladores de desbaste

Los filtros de desbaste son filtros de alta carga que se proyectan para trabajar con cargas
orgánicas superiores a 1,6 kg DBO5/m3.d y cargas hidráulicas superiores a 187 m3/m2.d. En la
mayoría de los casos, estos filtros se utilizan como pretratamiento del agua residual antes del
tratamiento secundario.

Tabla 1. Tipos de filtros percoladores con sus respectivos parámetros

2.3 Material de relleno (Medio filtrante)

La selección del material del medio filtrante está directamente relacionada con el rendimiento
y la eficiencia en un filtro percolador (Ali et al., 2016) ya que juega un papel importante en el
desarrollo de la capa microbiológica por lo que se han probado diferentes materiales, como
variedades de rocas o plásticos, buscando aumentar el rendimiento de esta unidad
(Kishimoto, Ohara, Hinobayashi y Hashimoto , 2014). Además del material a usar, Odd y
Helge (2000) mencionan que es necesario tomar en cuenta los siguientes parámetros a la hora
de diseñar un filtro percolador ya que la eficiencia dependerá en parte de ellos también, los
parámetros son:

● Superficie específica (m2/m3): mide el área expuesta del material de relleno por
unidad de volumen. A mayor superficie específica, mayor capacidad para la fijación
de la película bacteriana y, por tanto, mayor capacidad de tratamiento del filtro
percolador. Esta superficie debe ser superior a 40 m2/m3 (WEF, 1992).

● Índice de poros (%): fracción vacía del relleno en relación con el volumen total del
mismo. A mayor índice de huecos, menos riesgo de colmatación del material de
relleno. Cuanto mayor es la carga orgánica aplicada al filtro percolador, mayores
deben ser las dimensiones de los huecos o intersticios, dado que la biopelícula que se
forma, bajo estas condiciones, presenta un mayor espesor. Este índice debe ser

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siempre superior al 50% y el tamaño de los huecos, o intersticios, nunca debe ser
inferior a 1-1,5 cm.

● Uniformidad: la homogeneidad del relleno facilita la circulación del agua y del aire a
través del relleno y atenúa su colmatación.

● Densidad (kg/m3): cuanto menor sea permitirá mayores alturas del material de
relleno y, por tanto, menos necesidades de espacio.

● Resistencia mecánica y durabilidad: el material de relleno debe soportar su


transporte y colocación en el filtro percolador sin deteriorarse. Las capas inferiores
del relleno, en el interior del filtro percolador, deben soportar todo el peso de la
columna de soporte, sin sufrir grandes deformaciones, que podrían originar problemas
de atascos.

● Inercia química: el material debe ser inerte frente a los componentes de las aguas
residuales a tratar, para evitar su degradación.

Tabla 2. Modificada de Ferrer y Seco, 2008. Características físicas de algunos medios de


soporte.

Si bien estas características físicas son propias del filtro, otros parámetros como la
concentración de oxígeno, la temperatura, ventilación, el propio sustrato y el pH del agua
afluente también son valores que modifican el rendimiento de la unidad (Sandeep, Balendu y
Kiran, 2010).

Según Ferrer y Seco (2008) se distinguen dos tipos básicos de medio filtrante. El primero
utilizado fue el hecho por piedras partidas o trituradas, pero actualmente se utilizan medios
artificiales formados de materiales plásticos, estos últimos sobre todo para aguas industriales
que poseen altas cargas orgánicas. El material de relleno ideal es el que presenta una elevada
superficie específica, con un alto índice de huecos y con un coste reducido. Existen
normativas para la instalación y caracterización de los posibles materiales que pueden usarse
como material de relleno en los filtros percoladores. Los materiales que principalmente se
utilizan como material soporte en los filtros percoladores son:

● Piedras, con tamaño entre 50 y 100 mm y de diferente naturaleza (silíceas, puzolanas


o escoria). Es frecuente el empleo de grava silícea de 50 mm de tamaño. Antes de la
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colocación de este tipo de rellenos debe eliminarse toda la arena que los pueda
acompañar.

● Material plástico con diferentes configuraciones, como piezas sueltas dispuestas en el


reactor de forma aleatoria, o bien, módulos estructurados ordenadamente para formar
el lecho. Son mucho más ligeros (con pesos específicos entre 10 y 30 veces menores
que los materiales pétreos), lo que permite la construcción de filtros de mayor altura.
Además, su índice de huecos es mayor, minimizando los riesgos de colmatación y
favoreciendo la transferencia de oxígeno.

Figura 2. Materiales de relleno utilizados en los filtros percoladores

2.4 Alimentación y geometría

La alimentación al filtro puede realizarse por un sistema fijo, a través de tuberías perforadas,
o canalones con vertederos, o por un sistema móvil, constituido por una columna central
giratoria de la que salen unos brazos con orificios boquillas. Los sistemas móviles se utilizan
en reactores cilíndricos, donde el giro puede lograrse por carga hidráulica sin necesidad de
motores, mientras que los fijos se colocan en filtros rectangulares. Se recomienda, en general,
utilizar sistemas móviles, que consiguen una mejor distribución del agua a tratar sobre el
filtro y, por tanto, mejores rendimientos, si bien el coste de inversión de los equipos es
superior al correspondiente a los sistemas de alimentación fija. En el caso de alimentación
fija, es conveniente que el sistema de distribución sea desmontable, para facilitar la limpieza
del filtro en caso de atascamiento.

El sistema de distribución debe mantener una distancia al lecho filtrante de 15-25 cm, para
permitir que el agua se distribuya uniformemente, aunque esta distancia puede variar en
función del sistema, fijo o móvil, y del tipo de elementos que distribuyen el agua (vertederos,
orificios o aspersores). La intensidad de rociado depende del tipo de lecho y de las
condiciones de trabajo, baja o alta carga. Los dos objetivos fundamentales de mantener una
intensidad acorde al tipo de relleno se centran en mantener húmeda toda la superficie del
mismo y en conseguir la carga hidráulica suficiente para poder arrastrar la biopelícula
sobrante que se va generando.

Siempre que sea posible por diferencia de cota, es aconsejable realizar la alimentación por
gravedad para ahorrar en bombas y consumo energético. En el caso de sistemas de
distribución móvil, la cota debe ser suficiente, normalmente por encima de 0,5 m, para vencer
la pérdida de carga necesaria para realizar el giro de los brazos de distribución. En el caso de
operar por gravedad habrá que tener en cuenta si existe caudal diario suficiente para mantener
el lecho húmedo durante todo el día, sino es así, habrá que incorporar un tanque de

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almacenamiento en cabecera, que además ayudará a realizar las operaciones de lavado del
filtro, manteniéndolo sin obstrucciones.

Figura 3. Filtro percolador circular con distribucion movil y rectangular con distribución fija

2.5 Recirculación del efluente


Anteriormente se mencionó que se pueden alcanzar mayores eficiencias en los filtros
percoladores si se recicla el efluente, esta práctica es conocida como recirculación, y el radio
del flujo de retorno con el flujo del afluente es llamado radio de recirculación. La
recirculación es un elemento importante en el diseño de los filtros cuyo medio de soporte es
la roca, porque aumenta su eficiencia en la remoción de la DBO (Degremont 1973, Hammer
1986), así como, en las cuales su medio de soporte es sintético ya que permite que el sistema
se encuentre humedecido adecuadamente (Leslie, Daigger y Lim, 1993).

Un aumento del caudal mejora la distribución del agua y reduce la posibilidad de zonas no
suficientemente mojadas, manteniendo la máxima capacidad de tratamiento del filtro.
Además, una velocidad mayor mantiene los esfuerzos cortantes necesarios para el
desprendimiento de la biomasa en exceso de forma regular. (Ferrer, J., Seco, A., 2008)

Mediante la recirculación se logran tres propósitos fundamentales:

1. Contribuir a la autolimpieza del lecho bacteriano


2. Suministra un inóculo de microorganismos al sistema
3. Diluir la concentración en DQO de las aguas residuales a tratar por el filtro.

Andersson (1974) logró evidenciar que en algunos casos la recirculación hace que el sistema
esté más propenso a sufrir atascamiento debido a un crecimiento excesivo de la biopelícula.
Para resolver este problema algunos investigadores plantearon un sistema en donde la
percolación se realiza en una sola etapa evitando una llegada de sólidos en exceso al
percolador pasando la corriente de recirculación por un sedimentador primario antes de que
llegue al filtro percolador (Chudoba et al., 1986).

Figura 2. Rivera et al., 1998. Recirculación en un filtro percolador.

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Colorado (2005) menciona que el aumento de la eficiencia ocurre porque la materia orgánica
en aquellos filtros con recirculación permite a el efluente ponerse en contacto con el material
biológico activo más de una vez. Esto permite el incremento de la eficiencia en cuanto a
contacto y permite la siembra de una gran variedad de organismos a todo lo largo del sistema.
Además, si el sistema cuenta con un tanque de sedimentación, se mantiene un equilibrio en
cuanto a las cargas orgánicas que llegan al sistema, siendo esto que cuando las aguas vienen
muy cargadas, se diluyen en estos clarificadores, y cuando éstas vienen muy pobres, se
suplementan de las cargas almacenadas en estos tanques. Por lo que permite mantener
equilibrio, en el tiempo y sus variaciones en las descargas.

2.6 Ventilación

Para que la ventilación se produzca, proporcionando el oxígeno suficiente para producir la


metabolización de la materia orgánica, es necesario dejar un falso fondo con ventanas de
ventilación en la parte inferior del reactor. La superficie total de estas ventanas será de al
menos un 15% de la superficie transversal del filtro.

Los orificios de ventilación suelen servir a la vez como salida del efluente, por lo que la
superficie que ocupe el nivel de éste deberá de tenerse en cuenta en el diseño, no siendo
recomendable que el efluente ocupe más del 50% de la superficie total de la ventana.
Además, hay que dejar una pendiente para que salga el agua con una velocidad de al menos
0,6 m/s, evitando así deposiciones en el canal perimetral de recogida.

Para que exista ventilación natural debe haber una diferencia de temperatura entre el agua y el
aire de al menos 2-3ºC. Este requisito a veces se ve compensado por la acción del viento en la
superficie del filtro y por el efecto Venturi, que crea el agua al pasar por los huecos del
material de relleno, por lo que normalmente no hay problemas de ventilación.

3. FACTORES QUE AFECTAN AL DISEÑO Y RENDIMIENTO

Existe un sinnúmero de factores que pueden afectar el rendimiento de los filtros percoladores.
De acuerdo a esto todos estos factores del proceso en el sistema están interrelacionados de
alguna u otra forma, por ello a la hora de realizar el correcto diseño de un sistema deben ser
considerados en conjunto. Los factores que se deben analizar son los siguientes:

3.1 Características del afluente


Un punto especialmente importante es conocer la carga orgánica soluble presente en el agua,
medida con base a la DQO soluble biodegradable, pues los filtros percoladores eliminan por
oxidación bioquímica y síntesis celular fundamentalmente materia orgánica soluble. La
eliminación de materia orgánica coloidal o suspendida se produce mediante un proceso
combinado de floculación biológica y adsorción. Por ello el agua residual ideal para el uso de
esta tecnología debería tener la materia orgánica soluble suficiente para que los organismos
generados en su eliminación garantizará la biofloculación y posterior decantación de la
materia orgánica suspendida que el filtro percolador no elimina. Si la carga orgánica es
disuelta los filtros percoladores no son aconsejables, por el tamaño del filtro necesario para la
eliminación de este material.

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De igual manera se debe tener en cuenta la presencia de sustancias suspendidas, pues si hay
gran cantidad de estas se podría realizar un atascamiento del filtro. Cuando la proporción de
sólidos suspendidos es muy elevada es necesario realizar un pretratamiento o bien utilizar
medios filtrantes de alta porosidad, como son los medios plásticos.

3.2 El pretratamiento - Tratamiento primario.

El grado pretratamiento afecta el desarrollo y diseño de los sistemas de filtros percoladores.


La remoción por rejillas, cribado, tratamiento químico, clarificación, ecualización,
neutralización, cloración y aereación son procesos de pretratamiento que pueden mejorar el
funcionamiento de un sistema de filtro percolador. Para lo relacionado con el agua residual
tipo doméstica, la clarificación primaria sin ecualización ha resultado un pretratamiento
efectivo. En los últimos años, se ha necesitado la instalación de rejillas y cribas, debido a que
existen plásticos que flotan y no son captados en la clarificación primaria, y estos pueden
ocasionar problemas en estos sistemas. ( Colorado, 2005).

3.3 Distribución del caudal


La utilización de la recirculación para mejorar la eficiencia de mojado del relleno puede no
ser necesario si se disminuye la velocidad de giro del distribuidor, al realizar esto se mejora la
eficacia del filtro, además de controlar la aparición de moscas, olores y reducir la
acumulación de exceso de biomasa; estos efectos se han observado para cargas orgánicas e
hidráulicas bajas y elevadas, por lo que pueden deberse a la periodicidad de dosificación y al
volumen de agua dosificado.

3.4 Cargas hidráulicas y orgánicas


En los medios filtrantes de piedra partida existen fórmulas propuestas por diversos autores,
que resaltan la importancia de las cargas hidráulicas y orgánicas. Sin embargo ninguna de
estas fórmulas es aplicable con toda generalidad. En ese orden de ideas, investigaciones más
recientes concluyeron que la carga orgánica volumétrica es el criterio dominante en el control
de la eficiencia, presentando la carga hidráulica una baja o nula influencia. Esta conclusión es
consistente con la teoría de los lodos activados, siendo la retención de las células y no del
líquido el factor que controla la eliminación de la materia orgánica. Si se define una
superficie de soporte, un espesor de biomasa aerobia medio y una concentración media de
sólidos en la biomasa, la carga orgánica por unidad de volumen es equivalente a la carga
másica (kg DBO5/kg SSLM.d). El tiempo de retención celular puede estimarse basándose en
la cantidad de fango producido (ASCE, 1991).

3.5 Tipos de medios filtrantes


Según Colorado (2005) existen propiedades de interés en los medios de soporte, que son: 1)
el área superficial específica (área superficial / unidad de volumen), porcentaje de espacios
vacíos, y el tipo de superficie. Mientras que Ferrer y Seco (2008) resaltan que las dos
propiedades más importantes son la porosidad y la superficie específica.

Una mayor área superficial específica permite una mayor cantidad de limo biológico por
unidad de volumen; cuando se incrementa el espacio de vacíos se puede soportar una mayor
carga hidráulica, así como favorecer a una mayor transferencia de oxígeno. La habilidad que
tienen los medios de soporte sintéticos para manejar mayores cargas tanto hidráulicas como
orgánicas, se deben principalmente a su mayor área superficial específica, el tipo de área
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superficial y al porcentaje de espacios vacíos que al ser mayor permite una alta tolerancia al
atascamiento cuando los sólidos suspendidos son elevados (Kishimoto et al. , 2014 y Ferrer y
Seco, 2008).

A pesar de que el uso de los medios de soporte sintético ha ampliado los rangos de aplicación
de los filtros percoladores, el rendimiento de aquellos cuyos medios de soporte son las rocas,
podrían mejorar mediante la modificación de un sistema de distribución más eficiente,
también mejorando o instalando ventilación mediante sopladores o simplemente mejorando
las condiciones operativas del sistema cuestión. Aumentar la profundidad del filtro o cambiar
el medio de soporte por uno sintético normalmente viene condicionado porque las rocas del
medio existentes son pobres, o el espacio en el que se encuentra el sistema es limitado, o
bien, se tiene planeado ampliar la capacidad de la planta (Colorado, 2005).

Si bien los medios de soportes sintéticos requieren una estructura que los soporte más barata
debido a su reducida densidad, este tipo de relleno es más caro y si la altura del tanque es
elevada es necesario considerar el coste adicional de equipos de bombeo para tal altura
(Ferrer y Seco, 2008).

3.6 Profundidad del filtro percolador

Los filtros con medios de soporte sintético normalmente son construidos con una profundidad
de entre los 5 y los 8 metros (16 a 26 pies), sin embargo, se han registrado estructuras de
hasta 12.8 metros (42 pies). La limitante de la profundidad de los filtros, está más asociada
hacia su estática, los requerimientos de bombeo y los diseños estructurales de los medios de
soporte, más que la eficiencia en sí, como tratamiento biológico.

El efecto de la profundidad del medio de soporte en las biotorres es un tema controversial.


Algunos investigadores opinan que el volumen, no importando la profundidad, controla el
desempeño del sistema (Brown y Caldwell, 1978; Bruce y Merkens, 1970 y 1973; Dow
Chemical Company, 1964 y 1967; Galler y Gotaas, 1964; Kincanon y Stover, 1982; y NRC,
1946); otros consideran que los volúmenes mezclados mejoran el rendimiento del sistema
conforme se vaya aumentando la profundidad (Parker, 1984 y Poon 1984). Otro investigador
nota que los rangos de los coeficientes varían dependiendo de los lugares (Parker y Matasci,
1989). Y los modelos de biotorres más recientes indican que se tiene una mejoría cuando se
tiene el mismo volumen, pero con profundidades mayores (Logan, 1987).

En la mayoría de los sistemas se puede notar, que en sistemas con más profundidad, se
obtienen mejores resultados en cuanto a distribución hidráulica en las biotorres. Las biotorres
más profundos tienden a tener promedios más altos en rangos hidráulicos.

3.7 Ventilación
La ventilación en esta unidad es un factor esencial para mantener las condiciones aeróbicas
necesarias para mantener una buena eficiencia en el sistema. Se necesita tener una buena
cantidad de espacio entre el medio, para que la diferencia de temperatura entre el aire del
ambiente y la del agua residual, así como, la diferencia de humedad entre el aire del ambiente
y el aire dentro de la biotorre genere una corriente natural que frecuentemente provee de la
suficiente aireación.

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Generalmente la ventilación natural es suficiente para que el proceso de depuración biológica
se realice adecuadamente. Solo en filtros muy profundos o con una carga hidráulica muy
elevada puede ser necesaria la ventilación forzada. Para muchos investigadores, la ventilación
por medios mecánicos se considera que es innecesaria. Pero se tienen registros de que en los
períodos donde menos corrientes de aire se generan, ahí se registran los malos olores por
tiempos prolongados. Es por eso que este tipo de sistemas no puede prescindir por varias
horas de la ventilación, así como en los sistemas de lodos activados.

3.8 Temperatura
La temperatura influye notablemente en la calidad del efluente de los filtros biológicos. De
acuerdo a las experiencias de estudios observados a filtros percoladores operando en
condiciones reales, se pueden citar las siguientes conclusiones:

● La eficiencia de los sistemas son más bajos en invierno, a comparación del verano.
● Los sistemas que operan con recirculación en invierno tienen menos eficiencia que los
que no recirculan.
● La eficiencia de los sistemas que operan sin recirculación, se vieron afectadas
negativamente cuando la temperatura del agua residual y del aire eran casi iguales.
● Para cargas orgánicas inferiores a 160 g DQObiodegradable soluble / m3.d las variaciones
estacionales de eficiencia son mínimas.

4. MODELOS

Los filtros percoladores se han diseñado tradicionalmente a partir de varias ecuaciones de


diseño desarrolladas a lo largo del tiempo, mediante estudios de laboratorio y correlaciones
de los datos de operación. Algunas de estas ecuaciones sólo son aplicables en circunstancias
similares a la existentes para las condiciones específicas a partir de las cuales fueron
desarrolladas. Siempre y cuando sea posible es recomendable la realización de estudios a
nivel piloto para investigar la tratabilidad del desecho y verificar la aplicabilidad del modelo
matemático al caso específico en consideración. De acuerdo a lo anterior, las ecuaciones de
diseño y modelos representativos que más comúnmente se utilizan son los siguientes:

● Eckenfelder (1963).
● Galler y Gotaas (1964)
● Germain (1966).
● Estándares recomendados para drenajes (Great Lakes, 1993)
● Manual de prácticas de la Gran Bretaña (IWEM, 1993).
● Kincannon y Stover (1982).
● Logan (1987).
● National Research Council (1946)
● Schulze (1960).
● Velz (1948).

4.1 La Fórmula de Velz

A diferencia de las demás fórmulas, que son netamente empíricas y se basan en datos
específicos, Velz propuso en 1948 la primera fórmula significativa que delineó una ley
fundamental, basada en análisis de datos. Esta relación es aplicable a todos los procesos

14
biológicos concernientes a biotorres de bajo y alto rendimiento. Su ecuación parte de
consideraciones teóricas sobre la remoción de la materia orgánica por los microorganismos.
La cantidad de microorganismos la hace proporcional a la profundidad del lecho. Por
consiguiente, la fórmula de Velz indica el DBO remanente a una profundidad D como se
muestra a continuación:

LD/L0 = 10-KD
Donde:

L0 = Concentración total de DBO removible, mg/L.


LD = Concentración de DBO removido a una profundidad D, mg/L
D = Profundidad del filtro, pies.
K = Constante de reacción de rango de primer orden, d-l

La concentración de DBO removible significa para Velz la fracción máxima de la DBO


aplicada que es posible remover para una carga hidráulica dada. Esta ecuación tiene utilidad
cuando se consideran sistemas sin recirculación. En esta fórmula se toma K, como una
constante para todos los rangos hidráulicos. Sin embargo, se demostró que esta constante
varía de acuerdo con los rangos dependiendo del sistema, así que, para los filtros de alto
rango K es igual a 0.1505d-1 y para las biotorres de bajo rango K es igual a 0.175 d-l.

4.2 La fórmula de Schulze

En esta fórmula propuesta en 1960, se postula que el tiempo de contacto del líquido con la
masa biológica es directamente proporcional a la profundidad de la biotorre e inversamente
proporcional al rango de carga hidráulica, como se muestra a continuación:

T = CD/qn
Donde:

T = Tiempo de contacto del líquido, min.


C = Constante.
D = Profundidad, pies.
q = Rango de carga hidráulica, gpm/pie2
n = Constante, característico del medio de soporte.

Schulze derivó la fórmula que se muestra a continuación, combinando el tiempo de contacto


con la ecuación de primer orden para la remoción del DBO, propuesta por Velz.

Le/L0 = e-kD/Qn
Donde:

Le =DBO del efluente, mg/L.


L0 = DBO del afluente, mg/L.
k = constante experimental de rango entre 0.51 y 0.76 d-l
D = profundidad, pies.
Q = rango de carga hidráulica, mgd/ac
n = Constante, característico del medio de soporte.
15
4.3 La fórmula de Germain

En 1966, Germain aplicó la formulación de Schulze a las biotorres con medios de soporte
sintético de la siguiente manera:

Le/L0 = e-kD/qn
Donde:

L0 = DBO del efluente alimentado a la biotorre, sin recirculación mg/L.


Le =DBO del efluente, mg/L.
D = Profundidad, pies.
q = Rango Hidráulico del efluente primario, sin recirculación, gpm/pie2.
n = Exponente característico del medio de soporte.
k = Coeficiente de tratabilidad y del medio de soporte, gpm0.5/pie2.

Los valores de k y n son relacionados a la configuración del medio de soporte, eficiencia en


la proceso de clarificación, ciclo de dosificado y rangos hidráulicos; k es una función de las
características del agua residual, profundidad del medio de soporte, área superficial del medio
de soporte y de la configuración del medio de soporte. Por lo tanto, por el alto grado de
interdependencia entre la k y n, se debe de considerar la comparación en los resultados
(ASCE, 1991).

4.4 La fórmula de Eckenfelder

La ecuación de Eckenfelder es el resultado de numerosos estudios de laboratorio y de analisis


de informacion de plantas de operación. Tiene como punto de partida los estudios de
Howland, Schulze, y los propios estudios de Eckenfelder, McCabe y O’connor. Dicha
ecuación tiene la gran ventaja que permite obtener en el laboratorio los valores de los
parámetros K y n, con los cuales es factible modelar más fácilmente las condiciones
particulares del medio filtrante y de aguas residuales que se deben tratar en la unidad
prototipo. La siguiente ecuación fue la modelada por Eckenfelder

Donde:

So = DBO del influente, mg/L.


Se = DBO del efluente, mg/L.
Ks = Coeficiente de tratabilidad basado en DBO, gpm0.5 /pie2
As = Área superficial limpia, pie2 / pie3
D = Profundidad del medio del soporte, pies
q = Rango hidráulico del influente, gpm/pie2
n = Coeficiente hidráulico.
m = Coeficiente para corregir el área superficial.

Por efectos de la recirculación, la ecuación se modifica de la siguiente manera:

16
Donde:

ks=AsKs
R = Radio de recirculación, R/Q, donde Q = flujo del influente sin recirculación.

De esta fórmula se conoce la fórmula de Velz modificada.

En general el procedimiento correcto para el diseño de una planta de filtros biológicos es


realizar un estudio de tratabilidad de las aguas residuales con unidades pilotos y obtener en el
estudio los valores de los parámetros que se deben usar para el dimensionamiento de la planta
prototipo.

4.5 El modelo de Kincannon y Stover

Kincannon y Stover (1982) desarrollaron un modelo matemático basado en la relación entre


el rango de utilización del sustrato y la carga orgánica total, el cual sigue una gráfica de
Monod. La relación es la siguiente:

Donde:

As = Área superficial total del medio soporte, 1000 pie2


Q = Rango del flujo del influente, mgd.
So = DBO del afluente, mg/L.
Se = DBO del efluente, mg/L.
Umax = Rango máximo de utilización de sustrato de As, lbDBO/d/1000pie2
Kb = Constante de proporcionalidad de As, lbDBO/d/1000pie2

Las constantes biocinéticas Umax y Kb deben de ser determinadas por pruebas a plantas piloto,
resultados a escala real, o por resultados ya conocidos. Se debe de determinar gráficamente,
mediante el graficado de la carga de DBO contra el inverso de la remoción de DBO. La
intercepción en el eje y será ,Umax-1 y la pendiente será Kb (ASCE, 1991).

17
4.6 El modelo de Logan

Los autores del modelo de Logan proponen que la geometría de un módulo sencillo puede ser
medido y usado en el modelo sin la necesidad de recalibración o desempeño de estudios
pilotos para diferentes tipos de medios de soporte sintéticos. El modelo de Logan está basado
en la caracterización de los módulos sintéticos como una serie de platos inclinados cubiertos
de una capa gruesa de biopelícula. El rango de remoción de la DBO es determinado usando
un modelo numérico para resolver ecuaciones de transporte que describen el rango de
transferencia de masa de los componentes de la DBO a través del líquido en la biopelícula.

Aunque el modelo fue calibrado para un solo tipo de medio de soporte sintético, está
comprobado que puede predecir la remoción de la DBO para una gran variedad de estudios
para plantas piloto, de laboratorio, hasta de escala real. Las ecuaciones en que está basado el
modelo de Logan no pueden ser resueltas de manera directa, pero el modelo está disponible
como un programa de cómputo. El modelo indica que existe un incremento en la remoción de
la DBO proporcional al incremento de la temperatura del agua residual como resultado de un
cambio en parámetros físicos tales como, viscosidad, grosor de la biopelícula y solubilidad
del oxígeno. Este modelo también predice que, para un volumen dado de un medio de
soporte, la altura de la biotorre tiene un efecto mínimo sobre la eficiencia del tratamiento,
estando de acuerdo con conclusiones antes hechas por Velz, Schulze, donde las ecuaciones
debían ser modificadas o normalizadas con la profundidad de la misma (ASCE, 1991).

5. EXPERIENCIAS

5.1 Influencia de la recirculación en un sistema de filtro percolador


(Rivera, A., Valdés, P., Castro, R., Nieves, G., & de La Torre, V. 1998)

5.1.1 Introducción

Debido a las obstrucciones que se generaban en el empaque de los filtros percoladores en el


el tratamiento de aguas residuales al crecer demasiada biopelícula adherida al mismo, se
propuso el uso de la recirculación que al realizar de forma adecuada puede traer diferentes
beneficios que contribuyen a la eficiencia de operación del filtro como contribuir a la
limpieza del lecho bacteriano, suministrar un inóculo de organismos al sistema y diluir la
concentración de DQO de la aguas residuales a tratar.

El objetivo de este trabajo fue estudiar la eficiencia de remoción de la DQO de un residual


lácteo en un sistema de filtro percolador con lecho de zeolita natural a escala piloto, esto se
evaluó ante diferentes variantes de recirculación. Además fueron evaluados otros parámetros
de interés como la remoción de sólidos (ST) y nitrógenos totales (NT).

5.1.2 Materiales y métodos

La experiencia se llevó a cabo en la planta piloto de aguas Industriales del Instituto de


investigaciones para la Industria Alimenticia (IIIA), que posee una línea de filtración
biológica con los siguientes pasos:

1. Estación de bombeo de residual crudo, (volumen efectivo de 6,8m3).


2. Medidor de caudales del tipo vertedero aforado con escotadura de 30º.

18
3. Sedimentador primario, tipo cónico (capacidad efectiva 7,03m3)
4. Estación de bombeo del residual para alimentación del filtro (volumen efectivo 3,3m3)
5. Filtro biológico, que consiste en una torre de sección cuadrada rellena con piedras de
zeolita natural de diámetro promedio 6,41cm. La altura del tanque es de 1,8m y el
área de sección es 1,55m2. Área superficial específica del medio de soporte se calculó
en 45,8m2/m3 y oquedad en 50,8%. El sistema de distribución en la parte superior del
filtro se realizó mediante tuberías inatascables, que garantizan la uniformidad del flujo
sobre toda el área transversal.
6. Estación de bombeo del fluido tratado, con volumen de 2,9m3.
7. Sedimentador secundario con configuraciones similares a las del primario.

19
20
La experiencia completa tuvo duración de un año. El muestreo fue realizado de manera
integral, tomándose las muestras de un periodo de 6 horas diarias, en los puntos indicados en
los esquemas tecnológicos de la planta piloto anteriormente mostrados. A las muestras
integradas se les efectuó el análisis de DQO, ST y NT. Con estos resultados se evaluaron los
siguientes parámetros:

Bv: Carga orgánica volumétrica aplicada al sistema (kg DQO/m3-día)


E: eficiencia total del sistema en la remoción de DQO (%)
R: razón de circulación (adimensional)
STr: sólidos totales removidos en el sistema (%)
NTr: nitrógeno total removido en el sistema (%)

La mantiene una carga hidráulica igual a 1m3/m2.h como valor constante para toda la
experiencia, puesto que en trabajos precedentes fue considerado como el óptimo. Dicho valor
correspondió a filtros que operaron a tasa elevada.

5.1.3 Análisis de resultados

(Los resultados se expresan como valores promedio y su coeficiente de variación (CV)


respectivo, donde n=10 para todos los grupos, con nivel de confianza >95%. Las diversas
letras se refieren a diferencias significativas entres las medias)

Los resultados del análisis de varianza de clasificación doble indicó como significativo el
efecto de la forma de recirculación empleada (A, B, C) sobre la eficiencia de proceso. Las
eficiencias de remoción de la DQO fueron mayores en los arreglos B y C con valores
cercanos al 60%. Se observa que no existieron diferencias significativas atribuibles a los
efectos de la magnitud de la recirculación sobre los arreglos A y C. En el nivel B, R=3, se
obtuvo la eficiencia más alta de remoción de materia orgánica (87,4%), constituyendo la
mejor manera en que fue empleada la recirculación para la experiencia.

Es conveniente aclarar que las concentraciones de sustrato So constituye una variable


independiente que varía en forma aleatoria en correspondencia con las fluctuaciones propias
de la una planta piloto de productos lácteos, donde se presenta un amplio intervalo en las
concentraciones de DQO y otros parámetros. Durante el ensayo del nivel A las
concentraciones de sustrato fueron bajas (50-109 mg/L) por ello el efecto de la recirculación
se hizo poco apreciable. En cambio, en el arreglo B para R=1 y R=2 ocurrió el efecto

21
opuesto, donde las concentraciones de So fueron de 232 y 363 mg DQO/L, respectivamente.
En estos casos el efecto de la dilución por la recirculación fue más marcado.

Al no existir variaciones sustanciales en los valores de carga orgánica aplicados al sistema, se


justificó la no existencia de diferencias significativas entre los valores de E encontrados para
las razones de recirculación probadas en los arreglos A y C.

Durante la experiencia con los valores de carga ensayados, en ningún caso se notaron
obstrucciones ni canalizaciones en el filtro.

Las remoción de sólidos totales fue significativamente mayor en los arreglos tipo B y C,
oscilando entre 42,0 y 58,7% en las últimas dos formas de recirculación, con excepción del
nivel B, R=2. No se encontraron diferencia entre las razones de recirculación probadas para
un mismo tipo de arreglo.

Estos valores demuestran que las mayores eficiencias de remoción de la DQO obtenidas en
los tratamientos B y C, estuvieron muy influenciadas por el paso del efluente a través de un
sistemas de separación de sólidos, correspondiendose con los mayores valores de remoción
de sólidos totales obtenidos en esas dos últimas formas.

22
Se aprecia que en cuanto a la remoción de nitrógeno total los mejores tratamientos fueron A y
B, para R=3 solamente y el arreglo C para todas las razones de recirculación. Aunque no se
mostraron diferencias significativas entre sí, se puede señalar a las variante C, R=3, como la
que permitió la mayor remoción de nitrógeno total del sistema. Esto ocurrió solamente
cuando existieron los procesos de nitrificación primero y desnitrificación después.

Se presume que al emplear mayor recirculación (R=3) se proporcionó un efluente más rico en
NO2- y NO3- que fue puesto en contacto con la biopelícula simultáneamente con una
concentración alta de materia orgánica soluble en la porción superior del percolador, lo que
garantizó la penetración de los nitritos y nitratos más allá del punto máximo de penetración
de oxígeno en la biopelícula, favoreciendo por tanto la desnitrificación y, en su conjunto, la
remoción global del nitrógeno en el sistema.

Se presume que el arreglo C tuvo mejores remociones de nitrógeno debido a que se favoreció
un mayor tiempo de estadía del NO2- y NO3- en condiciones anóxicas dentro del
sedimentador secundario y el pozo de alimentación al filtro, muy favorables para el proceso
de desnitrificación.

5.1.4 Conclusiones

Las formas de recirculación B y C produjeron los mejores resultados en cuanto a la remoción


de DQO, principalmente la variante B, R=3, donde se logró la mayor eficiencia de remoción
en el sistema (87,4%), por ello el efecto de dilución fue la función más importante entre los
objetivos que la recirculación ofreció a este proceso.

La presencia de sistemas de sedimentación en los arreglos B y C favorecieron la mayor


remoción de sólidos totales en comparación con la forma A. Y en cuanto a la remoción de
nitrógeno total mostró los mejores resultados en la variante C, para cualquier razón de
recirculación, mientras en los arreglos A y B, sucedió únicamente al emplear mayor razón de
recirculación, por lo tanto el incremento de la magnitud de recirculación estimuló la remoción
global de nitrógeno, en los sistemas convencionales de filtro percolador.

5.2 Estudio experimental de un sistema de tratamiento de aguas residuales en filtros


percoladores basado en mazorca: Diseño, desarrollo y evaluación del desempeño.

23
Ali, I., Khan, Z. M., Sultan, M., Mahmood, M. H., Farid, H. U., Ali, M., & Nasir, A. (2016)

5.2.1 Introducción

La presente experiencia explora el uso de mazorcas de maíz como medio filtrante en un filtro
percolador de bajo costo para países en desarrollo como Pakistán, India y Bangladesh. Se
diseñó y construyó usando este material para el crecimiento de la biopelícula, fue
continuamente operado y monitoreado durante 6 meses con una tasa de carga hidráulica de
aproximadamente 113 ± 2 m3/m2-día. Los datos experimentales cubren las temporadas de
invierno y verano en donde se presentaron variaciones desde los 23°C a los 43°C.

Se evaluó el rendimiento mediante varios parámetros, entre ellos DBO5, DQO, SST, Sólidos
Suspendido Disueltos, Turbiedad, Color. Todos estos ensayos antes y después del
tratamiento.
Los resultados experimentales mostraron que se eliminó aproximadamente un 79% de DBO y
un 75% de DQO en promedio.

5.2.2 Materiales y métodos

Agua residual:

Se tomaron muestras de aguas residuales de estaciones de recolección en la Universidad


Bahauddin Zakariya en Multan, Pakistán. Las muestras se analizaron para varios parámetros
antes y después del tratamiento. La DQO y la DBO se analizaron de acuerdo con los métodos
estándar descritos en APHA Standard Methods (2012). SST, la turbiedad y el color se
probaron usando un Spectroquant Multi (fabricado en Alemania, Sr. No. 11/4149). Las
temperaturas de las muestras se midieron usando DO + 6 EuTech (Sr. No. 662684) en ºC,
mientras que los Sólidos Suspendidos Disueltos se determinaron usando un Eco Tester TDS
bajo.

Medio de soporte:

Las mazorcas para el sistema se obtuvieron de un sitio agrícola en Multan. Éstas se secaban
inicialmente en un horno y se cortaban en trozos de igual tamaño con una longitud (h) y un
diámetro (d) de 7,97 cm ± 0,30 cm y 2,54 cm ± 0.20 cm, respectivamente. Las mazorcas de
preparadas se sumergían en agua destilada y se lavaban cuidadosamente. Las conchas de
mazorca limpias se secaban en un horno a 105ºC durante 5 horas. Después de eso, se
esterilizaron a 16 psi durante 30 minutos. El área superficial y el volumen de las mazorcas de
maíz se calcularon usando las siguientes ecuaciones:

Para el área, A = 2πr (r + h) y para el volumen, V = π r2h. Los parámetros r y h representan el


radio y la altura de las mazorcas. En la siguiente tabla se observa que el área promedio
específica y el volumen fueron 167.64 cm2 y 161.45 cm3, respectivamente. El área
superficial específica de la mazorca se determinó dividiendo el área superficial con el
volumen de la mazorca, obteniendo un resultado de 1,03 cm2/cm3.

Tabla 1. Parámetros promedio de las mazorcas.

24
Configuración del sistema y procedimiento

El cuerpo del sistema se fabricó en el taller de la universidad usando una lámina metálica de
aleación de zinc calibre 22 = 0,64 mm en forma circular con 76,2 cm de diámetro y 152,4 cm
de altura. La capa de drenaje que tiene una profundidad de 30,48 cm se colocó en la parte
inferior del cuerpo del reactor, se diseñó con rocas que tenían tapas ranuradas para permitir el
paso de agua residual y soportar el medio. Cumplió tres funciones: (i) transmitir las aguas
residuales que pasan a través del filtro, (ii) expulsar sólidos del filtro al tanque de decantación
y (iii) mantener las condiciones aeróbicas suministrando ventilación al filtro. La profundidad
del medio fue de 137,16 cm con un volumen efectivo de 0,62 m3.

Después del crecimiento de la biopelícula en las mazorcas de maíz, el sistema fue operado a
una tasa de carga hidráulica constante de 113 ± 2 m3/m2-día durante seis meses con una tasa
de carga orgánica variable de aproximadamente 9 a 20 kg DBO/m3-día.. La tasa de carga
hidráulica se aumentó dos veces por semana hasta 151,68 m3/m2-día para eliminar los
posibles sólidos acumulados en el medio.

5.2.3 Análisis de resultados

Un mes antes de los experimentos, las muestras de aguas residuales se recolectaron de las
ciudades de muestreo y se hicieron ensayos para varios parámetros con el fin de establecer las
condiciones del agua a tratar. Se determinó la composición del afluente y los resultados se
consignaron en la siguiente tabla:

Tabla 2. Parámetros promedio en el afluente.

25
Se estableció una relación DBO5/DQO de 0,80 por lo que no fue necesario ningún pre
tratamiento para aclimatar la biomasa a las condiciones del agua residual a tratar.

Se realizaron pruebas de DQO y DBO para la evaluación del desempeño del sistema. Los
resultados mostraron que la concentración de DQO en afluente y efluente varió de 124 mg / L
a 300 mg / L (promedio de 250 mg / L), y de 8 mg / L a 155 mg / L (promedio de 67 mg / L),
respectivamente. Sin embargo, la concentración de DBO en afluentes y efluentes varió de
103 mg / L a 276 mg / L (promedio de 214 mg / L) y de 5 mg / L a 129 mg / L (promedio de
49 mg / L), respectivamente. El sistema mostró una eficiencia de remoción de DQO de 52-
96% (promedio 75%) y una eficiencia de eliminación de DBO de 51-96% (promedio 79%).

Se observó que el sistema desarrollado reduce rápidamente la DQO y la fuerza contaminante


de DBO después de la formación de una capa en los medios filtrantes de mazorca. Esto
debido a que la superficie de la mazorca permite un rápido crecimiento de la capa
microbiológica y brinda una buena estabilidad para ella.

5.2.4 Conclusiones

De acuerdo con los resultados experimentales, el sistema eliminó con éxito aproximadamente
un 79% de DBO y un 75% de DQO en promedio. El factor clave para la remoción efectiva de
DBO y DQO fue el rápido desarrollo de la película microbiana (dentro de las dos primeras
semanas). Esto probablemente se deba a la estructura filamentosa, el área superficial
específica relativamente alta y los vacíos del material.

Vale la pena mencionar que el sistema desarrollado resuelve los problemas que enfrentan los
medios filtrantes convencionales, como el lento arranque de la biopelícula. Además de DQO /
DBO, el sistema eliminó 42-46% de SST, 28-30% de SS Disueltos, 43-46% de turbidez y 33-
37% de color en promedio. El estudio concluye que los filtros percoladores basados en
mazorcas de maíz podrían establecer sistemas de tratamiento eficientes y de bajo costo para
los países en desarrollo.

26
5.3 Efecto de las cargas hidráulica y orgánica sobre la remoción másica de un empaque
estructurado en un filtro percolador
S. Reyes-Lara y R. Reyes-Mazzoco. (2009)

5.3.1 Introducción

En la presente experiencia, se realizó un estudio a escala de banco para evaluar el


comportamiento de un nuevo empaque plástico estructurado para un filtro percolador que se
diseñó siguiendo el modelo del módulo de Thiele para aumentar su eficiencia de remoción de
contaminantes presentes en el agua. Para determinar la remoción másica de DQO del sistema
operando en estado estable se aplicaron distintas cargas orgánicas, (L, kg DQO/m3 s), e
hidráulicas, (Q, m3 /m2 d), de acuerdo a un diseño factorial de experimentos y dos tipos de
agua residual. Se probaron valores de L entre 5 y 72 kg DQO/m3 d, más de diez veces
mayores a los normalmente utilizados en filtros percoladores para depuración de aguas
sanitarias, para demostrar que el diseño del empaque es capaz de manejarlos.

5.3.2 Materiales y métodos

Equipo: Se utilizó un filtro a escala de laboratorio que se alimentó con dos tipos distintos de
agua residual sintética. El filtro percolador constaba de una carcasa de acrílico de diámetro
interno 0.14 m y altura de 0.74 m. Se fabricó el empaque estructurado con placas horizontales
con esferas de policloruro de vinilo de 0.008 m de diámetro sostenidas por varillas altura. El
espacio entre esferas, en el mismo plano y en planos contiguos, fue de 0.01 m. El área
específica del empaque fue de 48.6 m2 /m3 con una fracción vacía de 93.2%; se instalaron
0.55 m de altura de empaque, con volumen total de 0.00846 m3. El agua residual se alimentó
con una bomba peristáltica que la llevaba para distribuirla uniformemente. El efluente se
recolectaba en un recipiente que sirvió como sedimentador de la biopelícula desgajada y
acumulador.

Figura 1. Diagrama del montaje experimental empleado

Agua residual: Se utilizaron dos tipos de agua residual sintética para determinar la eficiencia
del sistema. La primera agua residual sintética (A) se preparó en el laboratorio con sales
grado reactivo para aportar fuentes de nitrógeno, fósforo, carbono y minerales y valores de
DQO de 2000 y 4000 ppm. La segunda agua residual sintética (B) se preparó con suero de
leche de vaca (concentración original de 80,000 ppm de DQO) disolviéndolo en agua para
obtener concentraciones de alimentación al filtro de 2000, 6000 y 10000 ppm de DQO,
aproximadamente.
Tabla 1. Composición agua residual sintética A

27
Métodos de análisis: El principal indicador del desempeño del filtro percolador fueron las
mediciones de DQO en alimentación y salida, que permitieron saber cuando el filtro había
alcanzado la operación en estado estable y entonces hacer las mediciones de remoción
másica. Estas mediciones se hicieron diariamente siguiendo los métodos estandarizados.
También se realizaron determinaciones de DBO5 con el equipo Hach BODtrak e incubadora
modelo QL-12-140 con el fin de encontrar la relación entre DQO y DBO. Con los valores de
DQO se calculó el cociente de remoción ( Se/S0 ) con el que se evaluó el desempeño del
filtro.

Diseño experimental: El diseño experimental fue de tipo factorial controlando los dos
factores, concentración de DQO (mg DQO /L) y flujo de alimentación (L/d), y teniendo como
respuesta el cociente de remoción. Para los experimentos realizados con el agua residual
sintética A se empleó un diseño factorial 22 con una modificación de los niveles para incluir
un mayor intervalo de caudal o carga hidráulica para exploración; para los realizados con el
agua residual sintética B se usó un diseño factorial 32 convencional.

Tabla 2. Diseños experimentales de las aguas residuales A y B.

28
Estabilización del proceso: Con los dos sustratos estudiados el filtro tuvo un periodo de
estabilización inicial de aproximadamente 3 semanas. El filtro percolador se sembró con un
inóculo procedente una planta de tratamiento aerobio depurando agua residual residencial. Se
preparó agua residual con 2000 ppm de DQO a la cual se le añadieron los lodos (inóculo); se
utilizó esta alimentación hasta obtener una capa de lodos visible. Se hicieron observaciones al
microscopio para comprobar que existían los protozoarios típicos de los filtros percoladores:
Vorticella, Opercularia, Epistylis, así como ciliados.

5.3.3 Análisis de resultados

El manejo estadístico de los datos obtenidos en el experimento 4 se presenta como ejemplo


de los resultados que se obtuvieron. Se midieron los valores de DQO de salida, Se,
manteniendo la DQO de entrada constante en 2120 mg/L. El valor promedio Se, fue de 863
mg/L con una desviación estándar de 17.7 mg/L. El valor promedio del cociente de remoción
fue 0.41 con una desviación estándar de 0.008. Estos valores son representativos de los
valores de desviación estándar obtenidos para el conjunto de experimentos y garantizan la
validez de los valores promedio empleados en los análisis de varianza y de regresión lineal.
La Tabla 3 reúne los resultados medidos del filtro al aplicársele los diferentes valores de
concentración, composición y flujo de alimentación que generaron distintas cargas orgánicas
e hidráulicas. Observando estos resultados, la eficiencia de remoción aumenta con la carga
orgánica pero el incremento disminuye al emplear cargas orgánicas más altas. En cambio es
casi constante ante los cambios de carga hidráulica.

Tabla 3. Mediciones de DQO de alimentación y salida estables; cargas orgánicas e


hidráulicas calculadas; remoción másica y cociente de remoción.

29
● Efecto de la carga orgánica y de la carga hidráulica

En la Figura 2 se muestra la relación entre la carga orgánica y el cociente de remoción


obtenidos con el agua residual B. El cociente de remoción se incrementó en todo el intervalo
probado, pero el cambio en este valor va disminuyendo al aumentar la carga orgánica con
tendencia a alcanzar un cociente de remoción máximo. Los datos de carga orgánica, L, contra
la remoción másica aparecen graficados en la Figura 3 con los doce resultados
experimentales obtenidos. El análisis de regresión lineal muestra que el comportamiento de la
remoción másica se explica a través de los valores de L aplicados al filtro percolador, con un
nivel de significancia y bondad del ajuste lineal altos (R2 = 0.926). La línea de tendencia
demuestra que en el rango de cargas orgánicas empleado se presentó un solo tipo de
comportamiento en el que el substrato puede ser el reactante limitante y no se alcanzó la
condición en que el oxígeno puede llegar a serlo.

Figura 2. Relación del cociente de remoción con la carga orgánica

30
Figura 3. Efecto de la carga orgánica en la eficiencia de remoción de DQO

La dependencia de la remoción másica de DQO sobre la carga hidráulica, Q, es analizada en


la Figura 4. El análisis de regresión lineal muestra que existe tal dependencia pero con un
nivel de significancia bajo; el valor del coeficiente de bondad del ajuste lineal fue únicamente
de 0.393. La dispersión de los datos experimentales alrededor de la línea de tendencia lineal
indica que el factor Q participa con una pequeña contribución para explicar la variación
observada en los resultados. El valor de R2 , sin embargo, indica que no hay dependencia
lineal.

Figura 4. Efecto de la carga hidráulica en la eficiencia de remoción de DQO

● Constante cinética

Los datos experimentales no se ajustaron adecuadamente a la ecuación modificada de Velz, y


el análisis se presenta en la Figura 5. Se comprueba que el comportamiento del sistema no
depende principalmente de la carga hidráulica. Se probaron diferentes valores de n en el
modelo de Eckenfelder, y la bondad del ajuste lineal fue más baja que cuando el valor de n se
tomó como uno. Este análisis se presenta en la Figura 6 con la evaluación de la constante
cinética, K, y demuestra que el comportamiento cinético del sistema probado en este trabajo
(empaque estructurado y combinaciones de L y Q) se puede representar adecuadamente por
el modelo descrito anteriormente.

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Figura 5. Evaluación de la constante cinética para el agua preparada con suero de leche y
modelo de Velz, n=1

Figura 6. Evaluación de la constante cinética para el agua preparada con suero de leche y
modelo de Eckenfelder, n=1

5.3.4 Conclusiones

De acuerdo a los resultados obtenidos experimentalmente se puede afirmar que el cociente de


remoción del filtro percolador aumenta con la carga orgánica que se le aplique, pero cuando
la carga fue más alta el incremento del cociente es más bajo, independientemente de la carga
hidráulica que se aplique. Además, la carga hidráulica no tuvo un efecto significativo en el
sistema, a pesar de que modifica el tiempo de residencia hidráulico, porque esta variable no
describe el cambio de concentración entre la alimentación y la salida del filtro, Se/So.

Aunque la carga hidráulica, Q, no influyó significativamente en el desempeño de la


depuración, se debe controlar para evitar el desgajamiento excesivo de los lodos. El valor
máximo de la Q que se considera como el límite es el que se tiene antes del desgajamiento y
se encontró con L de 15.4 kg DQO/m3 d y Q de 3.9 m3 /m2 d. El mismo límite no se observó
con valores de L más altos.

El empaque estructurado utilizado se probó con valores de carga orgánica hasta de 72.2 kg
DQO/m3 d que son más de diez veces mayores que las probadas en otros trabajos similares.
Este valor de carga orgánica no alcanzó el límite de remoción de carga orgánica debido a la
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limitación de la transferencia de oxígeno. Esta condición se da porque el diseño (fracción
vacía de 93.2 % y área específica de 48.6 m2/m3) del empaque permite el flujo libre de
mayores caudales de agua y aire aún con la presencia de biopelículas gruesas.

Finalmente de acuerdo a las evaluaciones realizadas de las constantes cinéticas, se puede


afirmar que el modelo cinético que mejor predijo el comportamiento del filtro fue el de
Eckenfelder basado en la carga orgánica, que maneja una cinética de primer orden (aún con
concentraciones de DQO de 10,000 ppm). Se obtuvieron valores de la constante cinética, K,
de 0.0423 kg DQO/m2 s para el agua residual sintética A, y 0.0867 kg DQO/m2 s para el agua
residual sintética B.

7. CONCLUSIONES

● Los filtros percoladores son un tipo de tratamiento biológico aerobio en donde los
organismos tiene un medio de soporte al cual adherirse y por el cual se percola el agua
residual de forma descendente.
● Su operación técnica es menos compleja que otros tipos de tratamiento biológico, y si
son operados adecuadamente pueden alcanzar rendimientos similares a aquellos
procesos con cultivo suspendido.
● Los filtro percoladores pueden clasificarse según la cantidad de carga orgánica
entrante en filtro de baja carga, media carga, alta carga y filtros de desbaste, con
intervalos de 0,05 a 0,4 kg DBO/m3.d, de 0,4 a 0,8 kg DBO/m3.d, de 0,8 a 1,6 kg
DBO/m3.d y con valores superiores a 1,6 kg DBO/m3.d respectivamente para cada
tipo.
● Existen principalmente dos tipos de material de soporte: piedras y materiales
plásticos. Este último es el más usado actualmente por su mayor rendimiento en el
filtro aunque presenta mayores costos de inversión.
● La recirculación es una práctica que puede traer varios beneficios al rendimiento del
filtro percolador, como el aumento de remoción de DQO, sólidos totales y nitrógeno
total.
● Existe un sinnúmero de factores que pueden afectar el diseño y rendimiento de los
filtros percoladores, entre los más destacados se encuentran las características del
agua a tratar, el tipo de medio filtrante y las características de diseño de la unidad.

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