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PASION O VENGANZA
Jayne Ann Krentz
Jayne Ann Krentz Página 2 Pasión o Venganza
CAPITULO 1
El peligro de enfrentarse a Drácula era que, de vino blanco. Se estaba dejando llevar por
por mucho que una mujer se protegiera de la imaginación.
sus encantos, siempre quedaba la duda de
Pero, demonios, ¿cómo podía Alison
cómo sería hacer el amor con él.
comportarse como si aquel hombre la
Cassie Bond estaba de pie junto a la tuviera medio hipnotizada? ¿No era capaz de
elegante multitud, con la vista fija en el intuir el peligro? ¿O acaso el peligro formaba
hombre de pelo negro, ojos negros y traje parte de la atracción?
negro que bailaba con su hermana.
Independientemente de la fascinación de su
Drácula. Todo en Justin Drake la hacía hermana, Cassie tendría que ponerle fin al
pensar en él como en una criatura de la cortejo de Drácula. El hombre era un
noche. Su pelo, oscuro como una noche sin cazador de fortuna; alguien astuto y
luna, mostraba unas vetas plateadas que despiadado que no dudaría en aprovecharse
insinuaban sus cuarenta años recién de la ingenuidad de Alison para llegar hasta
cumplidos. Sus ojos, protegidos por unas su dinero. Un Drácula moderno, si alguna
espesas pestañas y sensualmente alargados, vez existió uno.
eran de un color negro tan insondable como
Cassie Bond lo sabía todo sobre aquellos
un pozo sin fondo. Cuando miraba a su
sofisticados cazadores. Sus dedos apretaron
hermana Alisen, Cassie pensaba con ironía
con fuerza la copa. No iba dejar que su
que era imposible saber si iba a besarla o a
hermana se convirtiera en la próxima
clavarle un par de colmillos en el cuello.
víctima. Alison tenía veintitrés años, y
Los rasgos de Drake acentuaban su estaba comprometida con Mark Seaton, de
arrogancia natural, bien definidos por unos quien llevaba enamorada desde los dieciséis.
huesos fuertes y marcados. No había ni Si Justin Drake no hubiera aparecido dos
rastro de suavidad en la nariz aguileña ni en meses atrás, Alison y Mark estarían a esas
aquellos adustos labios que tanto turbaban a alturas haciendo planes de boda.
Cassie. Nunca había visto que Drake se
Cassie soltó una profunda exhalación y se
riera, ni siquiera que sonriese lo bastante
obligó a relajarse. Aquella noche debía
como para mostrar la dentadura.
intervenir. Las cosas habían ido demasiado
Seguramente ocultaba los dientes para no
lejos, y no tenía sentido esperar a que su
enseñar los restos de sangre, decidió ella.
hermana se aburriera. De hecho, se
Drake rara vez sonreía, pero
acercaban a un terreno mucho más
constantemente su boca parecía curvarse de
peligroso.
un modo inquietante y al mismo tiempo
sensual. Y cuando sonreía no era nunca de Cassie había empezado a preocuparse
un modo espontáneo, sino con una frialdad cuando Alison anunció su compromiso.
deliberadamente calculada.
No, aquella era la noche. Cassie había
Justin Drake no hacía movimientos descubierto un modo de protegerse contra
innecesarios, pero cuando se movía era Drácula y tenía intención de ponerlo en
como si su cuerpo despidiera una gracia práctica. Era muy arriesgado, pero el futuro
felina que sumía en la descoordinación a de Alison estaba en juego. Mientras antes se
todos los que lo rodeaban. solucionara, mejor sería para todos.
Era algo antinatural, pensó Cassie. Un No había nadie más para protegerla. Sus
hombre de cuarenta años no podía moverse padres habían muerto y su tío estaba de
así, ni tener un cuerpo tan esbelto y duro. vacaciones en un crucero.
Era antinatural que un hombre vistiera un
Bordeó la multitud que llenaba la sala del
traje de etiqueta con tanta autoridad y
hotel. La habían alquilado para celebrar el
seguridad en sí mismo. Y era antinatural que
vigésimo tercer cumpleaños de Alison, y casi
una mujer tan encantadora y amable como
todos los asistentes eran más jóvenes que
Alison se sintiera fascinada por un hombre
Cassie. Muchos veinteañeros y alguno que
tan seductoramente letal como Justin.
otro que se acercaba a la treintena, pero
Solo le faltaba una capa negra para ser el ninguno era tan mayor como Drake. No era
vivo retrato del Príncipe de las Tinieblas. extraño, ya que todos eran amigos de Alison
Cassie frunció el ceño y tomó un largo sorbo "Cassie se preguntó por qué su hermana no
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pero no parecía ser suficiente para que él se —Solo te he visto en dos ocasiones, pero soy
molestara en volverse. muy bueno en evaluar a las personas. Y no
pareces el tipo de mujer que se permita
—Llámame Justin, Cassie —dijo con excesiva
llegar a las manos con un admirador
amabilidad—. Parece más apropiado dadas
fanático. Con una sola mirada de esos ojos
las circunstancias, ¿no crees?
dorados derretirías a cualquier hombre que
—¿Qué circunstancias, señor Drake? traspasara la línea. Tienes una curiosa
manera de concentrar toda tu furia en la
Cassie tuvo que hacer un enorme esfuerzo
mirada, ¿sabes?
para superar la extraña desmotivación que
la había asaltado de repente. Dio un par de —No parece que usted se derrita —replicó
pasos hacia el interior. Estaban los dos ella.
solos, pero eso era lo que quería, ¿no?, se
—¿Quieres decir que llevas mirándome así
recordó ella misma. El chantaje funcionaba
toda la noche? Lo sé, pero yo no soy como la
mucho mejor en privado.
mayoría de los hombres que conoces.
—Vas a jugar a ser la hermana protectora,
—Soy consciente de eso. Esa es la razón por
¿no es cierto, Cassie? —siguió con la vista
la que quiero hablarle en privado.
lija en la ventana, como si lo que pasara en
la calle fuera más interesante que su —Sobre tu hermana.
interlocutora. Y seguro que así era, pensó
—Sobre mi hermana —confirmó ella.
Cassie. Pero eso iba a cambiar muy pronto.
Parecía que el pequeño cuarto se hubiera
—¿Qué le hace pensar eso, señor Drake? No
llenado de una corriente amenazadora que la
podía verle el rostro, pero tuvo la impresión
envolvía poco a poco. Enfrentarse a Justin
de que estaba sonriendo.
Drake estaba siendo tan desagradable como
—Ah, Cassie... ¿Creías que no me di cuenta había temido. ¡Lástima no haber llevado un
del modo en que me mirabas cuando nos manojo de ajos! ¿Eran los ajos lo que
presentaron la semana pasada? ¿O que no ahuyentaba a los vampiros? ¿O era a los
he notado la furia en tus ojos cuando has hombres—lobo? No estaba muy versada en
llegado esta noche? la materia—. Iré directa al grano, señor
Drake. Quiero que deje en paz a Alison.
Se dio la vuelta por fin, y Cassie vio
corroboradas sus sospechas. Justin lucía una —Comprendo —por el tono de voz parecía
maliciosa sonrisa en el rostro, bajo unos haber reflexionado sobre la orden—. Aunque
ojos brillantes e impenetrables. lo veo bastante flojo. ¿Tienes alguna razón
especial por la que quieras que me largue?
—Mis intenciones con tu hermana pequeña
son del todo nobles. —Está enamorada de otro hombre. Un
hombre al que conoce desde los dieciséis
—Eso es exactamente lo que me preocupa —
años. Si usted no hubiera aparecido y no la
dijo ella.
hubiera hecho caer a sus pies, ahora estaría
Él la miró en silencio durante unos casada con Mark.
segundos. Aquel hombre tenía el don de
—¿En serio? —Justin esbozó una sosa
hacer que sus silencios parecieran
sonrisa—. No parecía que hubiera otro
amenazas.
hombre en su vida cuando yo llegué.
—Eres una extraña criatura, ¿lo sabías?—
—Eso fue porque Mark y ella habían
avanzó un paso y la observó con interés,
discutido. Llevan años discutiendo, pero eso
mientras ella le fruncía el ceño—. Si no te
no significa nada. Sin embargo, usted entró
conociera tan bien diría que has estado
en escena cuando ella estaba decidida a
forcejeando con un hombre en algún rincón
demostrarle a Mark que no era su dueño. Y
a oscuras. Tu aspecto es el de habérselo
de algún modo... —a Cassie se le rasgó la
pasado bien.
voz al darse cuenta de que no sabía cómo
—No me conoce en absoluto, así que no explicar el sucesivo interés de su hermana
puede imaginar cómo aprovecho mi tiempo por Justin Drake. Alison tendría que haber
en las fiestas —espetó ella con furia. No vuelto con Mark semanas atrás. Era como si
tenía derecho a burlarse así, enfundado en estuviera hipnotizada.
su elegante traje de etiqueta.
—La deseo, Cassie —la declaración fue
Él negó con la cabeza en un gesto divertido. tajante y concluyente.
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como si sintiera curiosidad por la reacción de —Estoy desolado, Cassie. ¿No crees que
Cassie. sería un buen marido?
Ella dudó e intentó distinguir algún signo de —Tan bueno como Drácula! Va detrás del
debilidad en la expresión de Justin. Pero él dinero en vez de la sangre, pero es igual de
se limitaba a observarla, sin la menor peligroso en sus métodos.
muestra de preocupación o enojo.
Él la miró con ojos muy abiertos y una
Aquello la enfureció mucho. Tuvo el salvaje maliciosa sonrisa.
deseo de agarrarlo por el cuello y apretar
—Menuda imaginación tienes. Dime, ¿qué
con sus dedos hasta conseguir alguna
tipo de hombre te gustaría como marido?
respuesta.
—Ninguno, señor Drake —respondió ella, sin
—No me deja otra elección —dijo ella
saber por qué estaban hablando de eso—.
finalmente.
Ya probé el matrimonio una vez, y fue con
Él siguió observándola, y entonces bajó la alguien que tenía bastante en común con
mirada a lo largo de su cuello, sobre la curva usted. No volveré a cometer el mismo error.
de sus pequeños pechos, por sus caderas y
—¿Nunca volverás a casarte con un hombre
hasta sus pies. Cassie se alegró de que el
como yo?
vestido le llegase hasta los tobillos, porque
recordó que tenía una carrera en la media —Nunca volveré a casarme. Punto. ¿Lo
derecha. Sería un golpe muy duro para su entiende, señor Drake, o es incapaz de
dignidad enfrentarse con Drácula de esa meterse esa idea en la cabeza?
manera.
—¿Has escarmentado, ¿eh?
—No irás a decirme, Cassie, que vas a hacer
—¡Y tanto que sí! Además, los cazadores de
el sacrificio supremo por tu hermana. Ella
fortuna encabezan mi lista negra. Ahora, si
pestañeó de asombro.
no le importa, me gustaría seguir con el
—¿Sacrificio? ¿De qué está hablando? tema que nos preocupaba. No quiero
pasarme toda la noche discutiendo con
—¿No vas a ofrecerte para sustituir a tu
usted.
hermana? —preguntó en tono suave y
pausado. Él se acercó a la ventana y se apoyó contra
la pared. Mantuvo la vista fija en la ciudad.
—Para ser sincera, señor Drake, jamás he
pensado en eso —espetó con indignación. —No vas a conseguir nada con el soborno, y
¿Reemplazar a Alison como novia suya? tampoco vas a ocupar el lugar de tu
¡Qué idea tan estúpida!—. Y, de todos hermana. De modo que ¿qué nos queda por
modos, no creo que yo fuera una sustituta discutir, Cassie?
de su agrado.
Su voz era tan oscura e insondable como el
—Si con eso quieres decir que no te profundo océano, y no había modo de
consideras lo bastante dulce, sumisa, y vislumbrar sus secretos.
capaz de hacer todo lo que se te diga, no te
—¿Qué me dice de su pasado?
preocupes. Estoy seguro de que con un poco
de práctica podríamos llegar a un acuerdo Justin se volvió lentamente y la miró, y
justo. Soy un hombre paciente, y estaría Cassie sintió que una amenaza latente
encantado de ayudarte a ser la esposa llenaba la salita. Si no hubiera sido por
perfecta. Alison, habría huido de allí a toda prisa. Le
sudaban las palmas de las manos, respiraba
Cassie se quedó boquiabierta de perplejidad.
con dificultad y un agudo dolor le traspasaba
Entonces se dio cuenta de lo que estaba
le pecho. Tal vez estuviera sufriendo un
pasando.
ataque de ansiedad, pensó. Cualquiera que
—Está intentando cebarse conmigo, señor se enfrentara a Drácula se exponía a ello.
Drake pero está perdiendo el tiempo. Si
—Si no recuerdo mal, la leyenda de Drácula
encuentra todo esto divertido adelante. Pero
abarca un pasado muy extenso —dijo él en
lo prevengo... En pocos minutos se le habrá
tono tranquilo—. ¿Por qué no profundizas
acabado la diversión.
más en los detalles?
Justin entrecerró los ojos, ocultando la
—Me refiero a su pasado inmediato, señor
mirada que ella intentaba analizar.
Drake. Sé todo lo concerniente al casino que
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dirigía hasta el año pasado. Sé quiénes son —En ese caso, señor Drake, me obligará a
sus amigos y colegas, y sé que mientras jugar mi última carta. ¿No le ha contado
más profundizo más turbio se vuelve todo. Alison que soy la responsable de su dinero
Para mí no es usted mejor que un criminal, y hasta que cumpla los veinticinco? Cuando yo
si insiste en casarse con mi hermana me cumplí esa edad heredé la responsabilidad
ocuparé de que sepa toda la verdad. de mi herencia y de la suya. Dentro dos
años tendrá pleno control de su fortuna,
Tras soltar su única bomba se mordió el
pero hasta entonces no puede hacer nada
labio y esperó el resultado. El chantaje era
sin mi autorización.
algo nuevo para ella, y no sabía cómo
continuar después de haber lanzado su Y supongo que usarás tu poder para impedir
ultimátum. que yo consiga ni un centavo, ¿verdad?
Justin se quedó observándola en silencio —Me alegra que nos vayamos entendiendo,
durante un largo rato. señor Drake.
Parece que has hecho algunas indagaciones —Oh, te entiendo muy bien, Cassie, pero
—dijo finalmente. tengo otra pregunta.
—Contraté a un detective privado. No fue —¿De qué se trata? —una sensación de
difícil averiguar que dirigió un casino en triunfo empezaba a recorrerla por dentro.
Nevada. Cuando nos enteramos de eso... — ¡ Estaba ganando! Tenía a Justin Drake
dejó la frase inacabada a propósito. contra las cuerdas, y algo le decía que
pronto abandonaría el combate. Era
—Cuando te enteraste de eso sacaste todo
increíble, pero su plan parecía estar
tipo de conclusiones, ¿no es así, Cassie?
funcionando.
—Yo no saqué conclusiones. Casi todas
—¿Por qué no le cuentas directamente a tu
estaban basadas en hechos evidentes, como
hermana todas esas conclusiones y «hechos
por ejemplo no tener ingresos justificados
evidentes»? —le preguntó con calma—. ¿Por
durante un año. Con razón no ha querido
qué no dejas que sea ella quien me eche de
presentar a Alison a sus amigos. Se quedaría
su vida?
perpleja, sin duda. Y usted es un hombre al
que le gusta gastar el dinero en grandes —Porque Alison jamás me lo perdonaría,
cantidades. Viste trajes a medida, conduce aunque decidiera abandonarlo.
un Ferrari... Su estilo de vida es muy caro,
—Hablas como si conocieras las reacciones
señor Drake. Creo que quiere utilizar a mi
de los demás en determinadas
hermana para incrementar su fortuna, y yo
circunstancias —repuso él. Los ojos le
no voy a permitir eso.
brillaban en la oscuridad, y Cassie se
—Le contará la verdad sobre mi pasado si preguntó hasta que punto era ella la dueña
me acerco más a ella, ¿no es eso? de la situación Sin darse cuenta se secó las
palmas en la falda del vestido, dejando una
—Eso mismo. Preferiría resolverlo entre los
mancha de humedad en los pliegues de la
dos, y así evitar el jaleo que se produciría
costosa tela. Justin, observó el movimiento y
por los cotilleos y las especulaciones. Pero
se intensifico el brillo de su mirada.
será eso lo que encuentra si no deja a
Alison. —Las conozco —dijo ella encogiéndose de
hombros—. Ya me advirtieron que mi marido
—¿Serías capaz de meternos a todos en eso
solo iba detrás de mi dinero.
si me niego?
—¿ Y aun así acabaste casándote con él?
—Si no la deja en paz montaré la mayor
escena que haya visto en su vida — —Por suerte, mi hermana tiene más sentido
respondió ella con firmeza—. Cuando Alison común del que yo tenia a esa edad
sepa la verdad no tendrá más remedio que
—Lo que yo creo es que sois muy distintas la
abandonarlo. Es consciente del lugar que
una de la otra —dijo con un pequeño gruñido
ocupa en la sociedad, y sabe que casarse
—. Una de vosotras se atreve a correr los
con un criminal sería desastroso para ella.
riesgos que sean necesarios para conseguir
—Pero ¿y si puedo convencerla de que olvide su propósito.
esas habladurías y de que se arriesgue a
Mírate a ti misma, ahí de pie intentando
casarse conmigo...?
chantajearme. ¿Crees que Alison intentona
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Pero entonces hubo algo más. El beso le —Te dije que con tu mirada derretirías a
infundió una sensación más peligrosa y cualquier hombre que traspasara la línea,
escalofriante que la del pleno sometimiento ¿recuerdas? Pero parece que soy inmune a
a su control. Era el latido de la sensualidad tus armas, ya que yo no me he derretido.
en sus venas... ¿Qué se supone que significa eso, Cassie?
Gracias a la subida, de adrenalina que le —¡Significa que no es usted tan humano
produjo tan aterradora certeza pudo reunir como cualquier otro hombre! —replicó ella.
la fuerza suficiente para apartarse de él.
—Puede ser. O puede que no. En cualquier
Se quedó observándolo sin decir una caso, me tienes miedo.
palabra, mientas recuperaba la respiración
—¡No le tengo miedo! —gritó fuera de sí.
en sonoros jadeos y le clavaba las uñas en la
chaqueta para mantenerlo a distancia. Justin —Deberías —le dijo en tono despreocupado
bajó la vista y le clavó la mirada con —. De hecho, si tuvieras la mitad de sentido
intensidad. común del que tiene tu hermana, ya habrías
puesto pies en polvorosa.
—¿Me tienes miedo?
—¿Me está amenazando, señor Drake? —
—¡No! —mintió con furia—. ¡Pero no soporto
temblaba de pies a cabeza, y le resultaba
que me maltraten!
humillante su reacción. Jamás había sentido
—No me he derretido —dijo él con aparente tanto miedo con ningún otro hombre.
interés.
—Sí, Cassie —respondió él—. Te estoy
—¿Qué demonios está diciendo? amenazando. Más vale que eches a correr,
señorita. Y tan rápido como puedas.
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CAPITULO 2
Su retirada había sido, cuanto menos, una personalidad divertida y encantadora.
humillante.
—Me dijo que se había enterado del final de
Tres días después de su precipitada huida, y lo mío con Justin, y quería saber si para mí
mientras conducía desde San Francisco a la ya se habían acabado los juegos —dijo
costa norte de California, Cassie seguía Alison con una mueca.
recriminándose a sí misma. Había salido
—¿Y qué le dijiste tú?
corriendo de la salita en la que estaba Justin
Drake, y no paraba de decirse que estaba —Le dije que si él dejaba a un lado su ego,
haciendo lo correcto. podríamos vernos este sábado —respondió
ella con una sonrisa.
Se recordó otra vez que no había nada que
él pudiera hacerle. Sabía que había cumplido Cassie salió de San Francisco, satisfecha de
con su palabra, porque Alison se lo había que su hermana hubiera vuelto al buen
confirmado. camino. Con el problema resuelto, ya se
sentía libre para disfrutar de ese mes tan
—Me dijo que era demasiado mayor para mí
esperado junto al mar.
—dijo Alison con un profundo suspiro el día
después de su cumpleaños—. Y supongo que No estaba huyendo, se recordó otra vez
tiene razón —añadió en tono filosófico—. mientras conducía su Ferrari rojo por la
¡Pero era tan interesante...! Cassie la miró carretera de la costa. Había planeado ese
con atención. viaje mucho antes de conocer a Justin, y
además, ¡ no le tenía miedo! No había nada
—No parece que te haya roto el corazón.
que pudiera hacerle. Nada en absoluto.
—Bueno, es cierto que lo echaré de menos,
Estaba pensando en eso por centésima vez
pero no era el tipo de hombre que
cuando oyó un ruido metálico bajo el
congeniase bien con mis amigos. Siempre se
reluciente capó del coche. Frunció el ceño
mantenía frío y distante. Tal vez fuera
con impaciencia. Aquel maldito coche
porque se consideraba mayor que los
siempre le estaba dando problemas. ¿Por
demás.
qué Justin Drake conducía un Ferrari que iba
«Y mucho más cruel y despiadado que el como la seda mientras que ella tenía que
resto de tus amigos», pensó Cassie con soportar una y otra vez los exasperantes
alivio. El chantaje había funcionado. ruidos del motor?
—Creo que tienes razón, Alison. No creo que Era como todo lo demás en lo que se
Justin Drake pudiera llevarse bien con tus gastaba el dinero. Parecía que sus compras
amigos de toda la vida —¿y cómo podría ser se negaran a ser posesión suya.
de otra manera? ¿Acaso Drácula tenía Ciertamente, no había nacido para ser rica,
amigos?—. Me alegra que la ruptura no te pensó con un suspiro, y sus pertenencias se
haya afectado mucho. encargaban de demostrárselo. El lujoso
Swiss que llevaba en la muñeca no marcaba
—Esas cosas ocurren —dijo Alison con una
la hora correcta; el perfume de cien dólares
alegría que sorprendió a Cassie. ¿Cómo
el gramo ya se le había disipado; la
podía su hermana recuperarse tan pronto de
chaqueta de ante que se había puesto sobre
una relación con Justin Drake?—.
la blusa blanca empezaba a deshilacharse
Mark me llamó esta mañana. por el cuello, y encima el Ferrari hacía ruidos
extraños.
—¿Ah, sí? —tal vez fuera esa la causa de su
pronta recuperación—. ¿Qué quería? Bueno, pues que hiciera ruido, pensó
¿Disculparse por su mal humor de hace un enojada, y pisó con fuerza el acelerador. El
par de meses? coche aumentó de velocidad, pero el ruido
también se intensificó. Por suerte solo
Cassie sabía que Mark le había dado a Alison
quedaban cien kilómetros para llegar y el
un ultimátum. Quería ser el único hombre en
ruido no parecía importante aún.
su vida, no un eslabón más de la cadena. A
sus veintiséis años Mark empezaba a Al menos aquello le sirvió para no pensar en
desarrollar su fortaleza masculina, y esa Justin Drake durante el resto del camino.
madurez era lo que le faltaba para rematar Cuando llegó al pequeño pueblo en la
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frontera con Oregon el murmullo metálico ya retorcido. Los faros no alumbraban más que
era demasiado molesto para obviarlo. unos metros de carretera, y la lluvia
dificultaba la escasa visibilidad.
—Sabes muy bien que no vas a encontrar un
mecánico de Ferrari a doscientos kilómetros Tal vez lo mejor sería volver al pueblo y
a la redonda —protestó en voz alta mientras pasar la noche en un motel, pensó ella.
seguía la dirección que había marcado en el
La calefacción del Ferrari parecía estar
mapa—. Así que ya de quejarte con tus
estropeada. Cassie intentó aumentarla al
ruiditos.
máximo, en un intento por protegerse del
Aminoró la marcha y buscó la oficina de frío que dominaba el paisaje.
correos del pueblo, que sería su primer
—Maldito calentador —masculló—. Gastarse
punto de referencia. En la esquina giró a la
una fortuna en un coche para que luego el
derecha y encontró la carretera esperada,
calentador no funcione... ¡Aja! —la última
que seguía durante veinte kilómetros hasta
exclamación se debió al descubrimiento de
un imponente acantilado sobre el mar.
una estructura en forma de torre a su
Empezaba a oscurecer, y Cassie quería
izquierda. Desapareció tras la niebla
llegar a la casa que había alquilado antes de
enseguida, pero el breve vistazo ya era
que fuera noche cerrada.
suficiente para Cassie. Al fin había
Tan pronto como salió de la calle principal encontrado la casa de la fotografía. Solo le
del pueblo, las casas fueron cada vez más quedaba dar con el desvío que condujese
escasas y distanciadas las unas de las otras. hasta ella.
Todas parecían agazapadas bajo el viento,
Pasión o venganza
mirando hacia las espumosas olas que se
estrellaban contra las rocas a sus pies. El Casi se le pasó por alto, ya que los dos
lugar era idóneo para lo que Cassie tenía pilares de piedra que originariamente
planeado. Si una mujer no podía descubrir marcaron la entrada al camino estaban
su potencial creativo en medio de aquella cubiertos por una espesa mata de vides. El
desolación tan espléndida, ¿dónde iba a camino no estaba pavimentado, y si seguía
hacerlo? lloviendo a la mañana siguiente sería un
lodazal intransitable. Cassie se alegró de no
Cassie empezó a buscar la casa, cuya
haber pasado la noche en un motel.
fotografía llevaba en el regazo. Redujo más
la velocidad y escudriñó entre los árboles Por lo poco que pudo ver de la edificación de
que flanqueaban la carretera. En veinte tres plantas sobre el acantilado, la casa era
minutos habría oscurecido por completo. tal y como le habían prometido. Una enorme
y recargada mansión gótica provista de una
Algunas gotas de lluvia cayeron en el cristal,
torre, una cochera y rodeada de una
y Cassie accionó los limpiaparabrisas. Como
atmósfera densa y agobiante. Según las
era previsible, no funcionaron al momento, y
explicaciones de la agencia inmobiliaria, la
tuvo que accionar dos veces la palanca para
había construido un barón del siglo XIX para
que empezaran a moverse.
su esposa y su hija. El barón murió y su
Todo a su alrededor empezaba a cobrar un viuda vivió recluida en la casa hasta los
color gris oscuro. Las nubes que cubrían el primeros años del nuevo siglo. Tras su
cielo ya no reflejaban los destellos muerte la mansión había pasado por varios
anaranjados que el sol producía hasta unos propietarios, ninguno de los cuales llegó a
minutos antes. Tampoco los pinos podían ser quedarse mucho tiempo en ella. Los más
descritos como verdes, pues también eran recientes habían realizado algunas mejoras y
grises. Las pocas casas que aún se veían la habían dotado de instalación eléctrica.
formaban parte de ese esquema
—Cuesta mucho calentar un lugar tan viejo
monocromático. La lluvia pronto oscureció el
como ese —le había explicado el agente
escenario, y el capó rojo del Ferrari fue la
inmobiliario—. Y siempre hay algo que
única muestra de color que Cassie pudo
necesite una reparación urgente. La gente se
distinguir.
acaba cansando del trabajo que supone
Redujo aún más la velocidad, ansiosa por mantener una mansión victoriana. No está
descubrir la casa tan especial que le habían en muy buen estado, según tengo
descrito en la agencia inmobiliaria. Había entendido. La tercera planta fue diseñada
recorrido una buena distancia por la costa y como salón de baile y está sin amueblar.
el camino era cada vez más estrecho y
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heredado lo había perdido en manos de su Su voz resonó bajo los altos techos de la
primer marido. Fue después de eso cuando planta baja y se propagó por el silencio de la
se dio cuenta de que tenía un talento innato morada. Pero más siniestra aún fue la
para el mercado de valores. Con una astucia respuesta que sus palabras recibieron.
prodigiosa consiguió recuperar su fortuna y
De alguna parte llegó una especie de quejido
engrosarla aún más.
lastimero que le hizo dar un salto. Pero
Pero, por alguna razón, Cassie no podía enseguida identificó el sonido como un débil
disfrutar del dinero con la misma facilidad maullido. Había un gato en la casa, además
que su hermana. En las tres ocasiones que de ella. Cassie atravesó el pasillo y entró en
Justin la había visto llevaba el pelo el comedor. Iba vestida con unos vaqueros y
salvajemente alborotado. En una vestía una una camiseta blanca, y empezaba a tener
blusa de seda con una mancha bien visible; frío. Seguramente el gato también tendría
en otra llevaba zapatillas deportivas con un frío. Se apartó con cuidado el pelo y se
traje de diseño bastante arrugado... La agachó para mirar debajo del aparador
adusta expresión de Justin se iluminó un lujosamente tallado.
poco al recordar esa imagen.
—Hola, gatito. ¿Tienes frío? ¿Quieres venir
En las tres ocasiones lo había mirado con el conmigo a encender un fuego en la
ceño fruncido. Porque desde el primer chimenea de la biblioteca? No parece que los
instante en que lo vio, Cassie supo que radiadores vayan a dar mucho calor.
Justin Drake no iba tras Alison por amor.
El felino de ojos verdes la miró sin
Era más que humillante haber sido pestañear. Era un gato enorme, y su pelaje
manipulado por esa infeliz. Le había parecía ser de color negro.
planteado su chantaje con infalible rigor, y
—Eres perfecto para esta casa. ¿Estás
había conseguido su objetivo con una
seguro de que no quieres venir conmigo?
habilidad que hasta él tenía que admirar.
Soy inofensiva... y tengo mucha comida.
Pero Cassie tenía razón. Alison lo habría
rechazado si hubiera sabido la verdad sobre En ese momento se dio cuenta de que era
su pasado. No hacía falta la amenaza ella la que tenía hambre. Se puso en pie y se
adicional de privarlo del dinero de la dirigió hacia la cocina, donde había dejado
herencia. las bolsas con los víveres. Diez minutos más
tarde se había preparado dos grandes
Justin apretó con fuerza el volante. Era
sandwiches de atún. Se los llevó al salón y
imposible no apreciar el coraje que Cassie
se acomodó en el sillón que encabezaba la
Bond había demostrado. Pero le había
mesa señorial. Se comió uno de los
quitado más de lo que ella suponía, y no
sandwiches y dejó el otro frente al aparador.
podía quedar sin castigo.
Al poco rato el gato salió cautelosamente de
A pesar de lo mucho que deseaba un su escondrijo y empezó a dar cuenta de la
«ambiente» así, Cassie sintió un poco de comida.
escrúpulo mientras se paseaba por la vieja
—Me recuerdas a alguien a quien conocí
mansión y probaba suerte con las luces.
hace poco, gatote. Por suerte para ti las
Algunas lámparas funcionaban, y había sido
mascotas de Drácula eran hombres—lobo,
previsora y había llevado una buena
no gatos.
provisión de bombillas. Casi todas estaban
fundidas. El animal la ignoró y siguió concentrado en
el sandwich. No parecía salvaje, pensó
Los muebles del salón y de la biblioteca
Cassie, tan solo precavido con las personas.
estaban cubiertos con sábanas. Pero no
habían hecho lo mismo con los de la planta Después de cenar encontró una pila de
superior. En los tres dormitorios amueblados madera en el porche, junto a la puerta de la
había grandes alcobas, y cuando pasó la cocina. El viento empezaba a soplar con
mano por los colchones se levantó una fuerza y la lluvia arreciaba cada vez más.
espesa nube de polvo. Por lo visto, tendría Era imposible ver más allá de unos cuantos
que pasar su primer día haciendo habitables metros.
los cuartos. ¡Menuda labor creativa!
—Si no fuera por el sonido de las olas contra
—¡A ver si al final resulta que mi verdadero la base del acantilado, no sabría que estoy
talento está en las labores domésticas! — junto al mar —le dijo al gato, que estaba
exclamó mientras bajaba las escaleras. sentado en un sillón de la biblioteca. Seguía
Jayne Ann Krentz Página 14 Pasión o Venganza
sus movimientos con sus penetrantes ojos despierten —en parte era verdad. Por lo
verdes mientras ella se esforzaba en general no se asustaba con las tormentas,
encender la chimenea. pero nunca había presenciado una en una
mansión vacía junto a un mar embravecido.
Fue una tarea harto difícil. La madera estaba
seca, pero Cassie había encendido —Ambiente —se recordó en voz alta—.
poquísimos fuegos. En su casa de San Ambiente —nada podía estar más lejos de
Francisco tenía una chimenea muy San Francisco y de la Bolsa, y escapar de
acogedora, pero se encendía con gas, no con ambas cosas había sido su objetivo.
leña. Usó las bolsas que había traído para
En ese momento se apagaron las luces.
prender la llama, y tuvo que buscar mucho
entre la pila para encontrar trozos de Cassie dio un respingo frente a la chimenea.
astillas. El resultado no fue muy Probó a encender de nuevo las lámparas,
satisfactorio. pero los interruptores no sirvieron para
nada. La mansión se había sumido en la más
El rostro de Cassie reflejó los débiles colores
completa oscuridad.
del fuego. Se arrodilló e intentó avivarlo con
mucho cuidado, mientras el gato no le —¡Maldita sea!
quitaba ojo de encima. Era como si la
Aquello era llevar lo del «ambiente»
estuviese reprochando por su ineptitud.
demasiado lejos. Cassie se arrodilló junto al
—Puedes irte cuando quieras, gatote. Si no fuego y echó más madera. El gato negro
te gusta el fuego que voy a encenderte, vete permaneció echado en su silla, sin perder de
a cualquier otra habitación. ¡Nadie te lo vista sus movimientos.
impide!
—Velas, gatote. Nos hacen falta velas. Puede
El animal siguió sin hacerle el menor caso y que haya algunas en la cocina.
mantuvo la mirada fija en ella.
No fue fácil moverse a oscuras por el pasillo
—¿Seguro que no tienes ni una gota de hasta la parte trasera de la casa, pero al fin
sangre vampira? Un relámpago rasgó el cielo llegó a la cocina. Empezó a tantear los
de la noche, seguido por un poderoso trueno armarios, lamentándose por no haber
que retumbó en la casa entera. El viento llevado una linterna, pero entonces un
aullaba con más fuerza que nunca. relámpago iluminó brevemente la estancia,
justo en el momento en que Cassie abría un
—Compadezco a cualquiera que esté en la
cajón.
carretera esta noche —murmuró Cassie.
—¡Estamos de suerte, gatote! —exclamó—.
Se acercó un poco más a la chimenea y
¡Hay velas y cerillas!
observó el resto de los muebles. No la
seducía nada la idea de subir al dormitorio, Unos momentos más tarde había llenado de
donde hacía mucho más frío que abajo. No. velas los bonitos candelabros que había
Era mucho mejor dormir allí, sobre la sobre la repisa de la chimenea y sobre las
polvorienta alfombra que cubría el suelo de estanterías.
madera. Tras unos momentos de reflexión
—¿Qué te parece, gatote? ¿A qué es
se levantó y se puso a examinar de cerca los
romántico?
muebles.
El gato parpadeó una vez e hizo un ovillo
Lo único que podía servir como cama era un
con su cuerpo para dormirse.
sofá aterciopelado. Gracias al edredón que
había llevado y a los mullidos cojines —Eres una compañía muy divertida, ¿eh?
consiguió apañárselas para preparar una
No sabes lo agradable que resulta pasar la
cama aceptable. Crujiría un poco, pero por
velada con alguien tan locuaz como tú.
una noche no importaba.
Abrió la maleta y revolvió en su contenido.
Cuando otro relámpago iluminó la biblioteca
El camisón de manga larga y cuello alto no
Cassie corrió las pesadas cortinas. Estaban
era precisamente el conjunto de lencería
hechas jirones y deshilachadas, pero
más caro de su vestuario, pero sí era el más
sirvieron para ocultar los inquietantes
cómodo. Y, al igual que los vaqueros, le
efectos lumínicos de la tormenta.
sentaba muy bien. No le ocasionaba
—No es que me den miedo las tormentas, problemas, como el resto de sus caros
gatote, pero no quiero que los relámpagos te vestidos.
Jayne Ann Krentz Página 15 Pasión o Venganza
Se desnudó frente a la chimenea, deseando —No seas tonta, Cassie. Sabes muy bien
que aquel fuego tan débil diera un poco más que no voy a irme. Abre la puerta.
de calor. Iba a ser una noche muy larga,
—Jamás. Márchese de aquí, señor Drake.
pensó mientras se ponía el camisón sobre su
¡No tengo intención de volver a verlo, y
cabeza.
usted lo sabe!
En ese momento se oyó un golpe en la
—Cassie, es imposible que pueda volver esta
puerta de la cochera. El ruido le congeló la
noche al pueblo. La carretera está
sangre.
intransitable. ¡Abre la puerta!
Instintivamente miró al gato. El animal había
—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó ella.
abierto los ojos y miraba en dirección a la
Se sentía tan enfadada como incómoda.
puerta del pasillo. Se oyó otro golpe más
fuerte. El gato se mantuvo a la expectativa. —Déjame entrar y te lo diré.
Cassie también esperó. Un mal —No, gracias.
presentimiento la invadía, y ella no era
—Cassie, el viento sopla a ochenta
propensa a tener presentimientos.
kilómetros por hora aquí fuera. Hace frío y
—Tal vez sea un vecino; alguien que viene a no deja de llover. Y llevo recorrido un largo
conocernos. O tal vez sea el dueño de la camino.
casa. ¿No sería un gesto muy atento salir en
—Mala suerte.
medio de una tormenta para asegurarse de
que la nueva inquilina está bien? —Cassie, si no me dejas entrar enseguida,
voy a romper cualquier ventana y a entrar
El gato movió la cabeza y echó una mirada
por mí mismo —amenazó él.
de desaprobación. Por supuesto que no era
el dueño. El dueño vivía en el pueblo, y Ella estaba completamente segura de que lo
nadie en su sano juicio conduciría por el haría, y en una casa tan grande no había
borde de un acantilado en una noche como forma de asegurar todas las ventanas.
esa. Si se preocupaba tanto por la inquilina,
—Maldito seas, Justin Drake. ¡Si me pones
se habría preocupado también de limpiar a
un dedo encima llamaré al sheriff! —era una
fondo la casa.
amenaza inútil, ya que no había teléfono en
Se oyó un tercer golpe. Cassie no pudo la mansión.
seguir ignorando la llamada. Agarró una vela
—No he venido para estrangularte, Cassie,
con la mano izquierda y se dirigió hacia la
aunque la idea es tentadora. Ahora abre la
puerta. El camisón de algodón ondeaba a
puerta y deja de avergonzarte.
sus espaldas, mientras caminaba con pies
descalzos por el parqué. Se le deshecho la Fue esa última palabra lo que le hizo abrir la
coleta, y el pelo le caía como una cascada puerta, ciega de rabia. Se quedó mirándolo
sobre los hombros. enfurecida, mientras el viento apretaba el
camisón contra su cuerpo. La luz de la vela
Iba a mirar a través del cristal translúcido de
iluminó por un instante los brillantes ojos
la puerta cuando algo pasó rozándole los
oscuros de Drácula, antes de que el
tobillos.
vendaval apagase la llama.
—¿Qué haces aquí? —le susurró al gato, que
La súbita oscuridad hizo que Cassie ahogase
se sentó a su lado y esperó. De nuevo
un grito de terror. Dio un paso atrás,
llamaron a la puerta.
consciente de que la sombra de Justin
—¿Quién es? —preguntó con voz entraba en la casa. Un segundo más tarde
ligeramente temblorosa. Todo lo que podía oyó un fuerte portazo.
distinguir a través del cristal era la silueta de
—¿Qué demonios estás haciendo yendo por
un hombre.
la casa con una sola vela? ¿Se han ido las
—Justin Drake. Déjame entrar, Cassie. luces?
Ella se puso rígida al instante. ¿Justin —Eres muy observador. Pero ¿por qué te
Drake? ¿En la puerta de su cochera? No era preocupan las luces si puedes ver en la
extraño que hubiera tenido un mal oscuridad? —murmuró ella. Un maullido de
presentimiento. protesta se oyó por todo el pasillo.
—¡Largo! —¿Qué es eso?
Jayne Ann Krentz Página 16 Pasión o Venganza
—El gato —respondió Cassie con voz áspera. arrodillado junto a la chimenea. Llevaba un
El inesperado maullido la había asustado. jersey negro y unos vaqueros también
Tenía los nervios a punto de estallar. ¿Qué negros. Y negras eran también las botas de
estaba haciendo en el vestíbulo de una piel de becerro.
mansión a oscuras, hablando con Drácula?
Desesperada, intentó recomponer algo de su
—. Quería crear el ambiente adecuado —dijo
fortaleza. Pero era muy difícil aparentar
con un gruñido, y se dirigió hacia la
frialdad y determinación cuando se
biblioteca siguiendo el débil resplandor de la
contemplaba a un hombre que se movía por
chimenea. El gato se deslizó entre sus
una vieja mansión como por su casa.
piernas y corrió a su sillón.
—Te lo he advertido, Justin. Si intentas
—¿Llamas a esto un fuego? —preguntó
hacerme daño...
Justin cuando los dos entraron en la sala.
—Concédeme un voto de confianza, Cassie.
—Me fui de las Girl Scouts a la segunda
No voy a hacerte daño —se puso de pie y se
semana, así que no llegué a las clases
volvió para mirarla. Una extraña sonrisa
prácticas sobre cómo encender fuego —
curvaba sus labios.
espetó ella—. Pero si crees que puedes
hacerlo mejor, adelante. Cassie lo miró con preocupación. Aunque la
biblioteca ya se había caldeado, no podía
Sin dudarlo, Justin se agachó junto a la
dejar de sentir un frío inquietante.
pobre llama que aún ardía.
—Y exactamente, ¿qué clase de amenaza me
—¿Cómo se te ocurrió elegir una casa como
estás lanzando, Justin? —le preguntó en un
esta para esconderte, Cassie?
susurro.
—¡No me estoy escondiendo de ti, Justin
Él se acercó al sofá y se paró ante ella. Con
Drake! —pensó en atizarlo con un
un movimiento despreocupado alargó el
candelabro en la cabeza. Pero un asesinato
brazo y le agarró la barbilla con dos dedos.
premeditado era algo excesivo. Después de
Los ojos destellaban a la luz de la chimenea,
todo, él no le había hecho daño... todavía—,
brillantes y enigmáticos.
¿Cómo me has encontrado?
—Te dije que corrieras, ¿recuerdas? Bueno,
—Se lo pregunté a Alison —respondió él,
eso has hecho y ahora he dado contigo. No
concentrado en avivar el fuego.
tenías otra posibilidad, pero la persecución
—¿Por qué estás aquí, Justin? —le preguntó ha terminado. Voy a enseñarte a no mirarme
con calma mientras se dejaba caer en el como si no fuera digno de ti. Voy a hacerte
sofá. cambiar de actitud. Completamente.
—He venido a darte una lección, Cassie — —¿De qué estás hablando? —preguntó ella,
pronto consiguió que las llamas crepitaran inmovilizada por el poder que emanaba de
con más fuerza y que la habitación se llenara él. Era como si estuviese bajo un conjuro.
de calor.
—Voy a seducirte, Cassandra Bond. Vas a
Cassie se quedó inmóvil. Un escalofrío le compensarme en la cama por lo que perdí al
recorrió la columna mientras lo observaba aceptar tu chantaje.
Jayne Ann Krentz Página 17 Pasión o Venganza
CAPITULO 3
—Ni hablar —negó Cassie en un susurro Mientras lo miraba, otro relámpago iluminó
lleno de furia. Se soltó de su mano y, el cielo, tan brillante que fueron visibles
levantándose, puso el sofá entre ellos—. No hasta las rasgaduras de las viejas cortinas.
me acostaría contigo más que con... con... El trueno se oyó al instante. Desde su sillón
el gato contemplaba a Cassie con ojos tan
—¿Drácula? —preguntó él.
impenetrables como los de Justin,
—¡Sí, maldita sea! haciéndola sentirse atrapada entre dos
presencias amenazantes.
—Que yo recuerde, Drácula tenía a todas las
mujeres que quería —dijo con humor —Justin... —empezó a decir, pero la
malvado. horrorizó el tono suplicante que le salió con
su voz temblorosa. Luchó desesperada por
—Bueno, pero tú no tienes el mismo éxito,
recuperar el control y la razón del diálogo—.
¿verdad? ¡No conseguiste a mi hermana ni
Justin. Tuve que evitar que te casaras con
vas a conseguirme a mí! —gritó ella. De
mi hermana. ¿No lo entiendes? No le
repente se sintió muy vulnerable con el
hubieras hecho ningún bien. Ella es una
camisón—. Ahora bien, si es dinero lo que
criatura diurna, llena de risas y alegría. Está
quieres...
hecha para el mundo en el que vive. Es
—¿Todavía quieres compensarme con una hermosa, encantadora y resplandeciente de
indemnización? Es muy generoso por tu vitalidad. Merece a alguien como ella. Es
parte. Cassie lo miró con recelo. más, merece a alguien que la ame con el
corazón. Tú no la quieres. ¡Solo querías
—Márchate de aquí y te enviaré un cheque.
utilizarla!
Él negó con la cabeza.
—No creo que merezca la pena discutir
—No, Cassie. No quiero tu dinero.
sobre tu hermana —dijo él con voz cortante
—¡Entonces tampoco puedes quererme a mí! —. Sé que me ves como su opuesto en todos
los sentidos. Para ti soy una criatura de la
—Reconozco que eres distinta a tu hermana
noche, ¿verdad? Sin risas ni alegría. No soy
—comentó él, observando con interés la
guapo y no creo que me consideres
imagen de Cassie con un camisón pasado de
encantador. Es cierto, no la amaba. Pero el
moda.
amor es solo un mito al que no hay que
—Entonces, ¿por qué vas a molestarte en darle importancia. En cualquier caso,
violarme si no me encuentras atractiva? —le conozco a Alison lo suficiente para saber que
espetó. no se hubiera casado conmigo si le hubieras
hablado de mi pasado. Tampoco ella se
—No he dicho que vaya a violarte. He dicho
moría de pasión por mí, ¿sabes? De hecho,
que voy a seducirte.
creo que ella también estaba utilizándome.
—No veo qué diferencia hay —balbuceó ella.
—¡Eso es ridículo! Alison no utiliza a las
—Hay mucha diferencia —respondió él personas.
tranquilamente—. Una violación no
—¿No? —Justin se encogió de hombros—.
cambiaría el modo en que me miras,
Me guardaré mi opinión al respecto. Sea
¿verdad? Solo conseguiría que hubiera más
como sea, no es lo que nos preocupa esta
desprecio y odio en esos ojos dorados.
noche. El juego ha pasado a la siguiente
—¡Mucho más, si eso es posible! fase, Cassie Bond. Te entrometiste en mi
camino y me quitaste algo que yo quería, de
—Claro... —su boca se torció en un gesto
modo que ahora vas a darme algo a cambio.
irónico—. Pero no quiero que me odies,
Y de paso vas a aprender una lección por
Cassie. Quiero que me desees. Te quiero a
haberme tratado como si fuera escoria.
mis pies. Quiero que me mires con pasión y
necesidad. Quiero que te rindas por —Yo no... Yo no te traté así —balbuceó ella
completo a mí. ¿Entiendes? Ese va a ser tu —. ¡Solo trataba de proteger a Alison!
castigo por haberte entrometido en mi
—Tuviste éxito en salvarla de mis garras —
objetivo.
dijo él—. Pero no creo que puedas hacer
Cassie apenas podía respirar. Quiso salir mucho para salvarte a ti misma.
corriendo, pero era incapaz de moverse.
Jayne Ann Krentz Página 18 Pasión o Venganza
—¿Qué te hace pensar que puedes —Cómo no, él tenía que venir preparado.
seducirme? —le preguntó Cassie llena de Seguro que metió una linterna en el coche
furia. esta misma tarde, para poder sacarla en el
momento oportuno y hacerme parecer una
—El instinto.
completa imbécil —el gato no hizo el menor
—¡Instinto! movimiento. A Cassie le pareció la
personificación felina del mismo demonio—.
—Sí... Tiene algo que ver con el modo en
Empiezo a lamentarme por haberte dado un
que reaccionaste cuando te besé en el hotel,
sandwich de atún.
y...
—¿Qué sandwich de atún? —preguntó Justin
—Yo no respondí a ese beso —lo interrumpió
entrando en la biblioteca. Llevaba una
ella.
linterna en la mano.
—Y tiene algo que ver con el modo en que
—Me preparé un par de sandwiches hace un
me miras —continuó él sin hacerle caso—.
rato y le di uno a este maldito gato —le
Con tu mirada me desafías, Cassie, y cuando
explicó.
una mujer desafía a un hombre es porque se
siente vulnerable ante él. —¿No vas a ofrecerme uno? —la miró con
una ceja arqueada mientras se arrodillaba
—¡Ese es el pensamiento de un idiota!
para echar otro leño a la chimenea.
—Ya lo averiguaremos, ¿te parece? Ahora,
—Pensaba que seguías una dieta más...
¿dónde está la linterna? —parecía haberse
líquida —dijo ella con sarcasmo.
aburrido con la conversación, y pasó la vista
por la biblioteca. —Bueno, también me apetecería una copa
de vino, si tienes.
—No tengo linterna —respondió con
irritación. Por un lado se sentía aliviada de —No me refería a eso —murmuró ella. La
que hubiera cambiado de tema; por otro turbaba estar tan cerca de él, pero el calor
estaba molesta de que pudiera hablar de del fuego era demasiado agradable para
seducirla y al minuto siguiente olvidar el alejarse.
asunto.
—Entiendo. Tengo noticias para ti, Cassie.
Justin Drake no se parecía a ningún hombre Sea cual sea mi gusto por la bebida, también
que hubiera conocido. Las reglas que me gusta la comida sólida. ¿Puedes
normalmente seguía para tratar con los prepararme un sandwich?
hombres no servían para él.
Ella le echó una mirada salvaje.
—¿Que no tienes linterna? ¿No tienes una en
—¿Por qué demonios iba a prepararte un
el coche?
sandwich?
—No.
—Hiciste uno para el gato —respondió él en
—Has venido muy preparada, ¿eh? —se tono inocente.
acercó al enorme escritorio de caoba y abrió
—Y empiezo a arrepentirme de haberlo
unos cuantos cajones.
hecho. Mira a ese monstruo. ¡Seguro que es
—He venido para encontrarme a mí misma, pariente de alguna bruja!
no una linterna. Él la miró extrañado.
—Es solo un gato, Cassie —Justin suspiró y
—¿Para encontrarte a ti misma? esbozó un atisbo de sonrisa—. Y yo solo soy
un hombre.
—No importa —murmuró ella. Se apartó del
sofá y se aproximó al fuego. Extendió las —Claro.
manos junto a las llamas que Justin había
—Me tienes miedo, ¿verdad? —parecía
conseguido avivar con tanta facilidad—.
sentirse satisfecho de sí mismo.
Olvida la linterna. No tengo ninguna y va a
ser muy difícil buscar en la oscuridad. Tuve —¡No! No te tengo miedo. Estoy furiosa
suerte de encontrar las velas en la cocina. contigo, y muy indignada por tu
comportamiento, pero no estoy asustada —
—Tengo una en el coche. Voy por ella —
intentó decirlo con orgullo y resolución,
anunció, y salió sin mirar atrás.
diciéndose a sí misma que no era del todo
Cassie oyó que la puerta se abría y se mentira.
cerraba, y miró gruñona al gato.
Jayne Ann Krentz Página 19 Pasión o Venganza
—Bien —se puso en pie llevando la linterna largo plazo que el de «hermosa»
—. Entonces vamos a preparar un sandwich
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó
de atún para mí, ¿de acuerdo? Tengo
ella. Aplastó el pan contra el atún y se lo
hambre, y... ¿quién sabe de lo que sería
tendió.
capaz si no como algo? —bajó la mirada
deliberadamente hasta su cuello. Cassie Él aceptó el sandwich sin protestar y la
pensó que le hubiera dado una patada con siguió de vuelta a la biblioteca.
gusto si no hubiera estado descalza.
—Todavía no lo sé con seguridad, pero estoy
—La comida está en la cocina. El frigorífico trabajando en ello. Cuando lo descubra te lo
funcionaba antes de que se fuera la luz. haré saber.
Busca allí —se quedó con la vista en el
—No importa. Tenemos otro asunto más
fuego, temerosa del modo en que Justin
importante entre manos. Arriba hay tres
Drake tomaba el control de la situación.
dormitorios provistos de camas. Elige tú
Tenía que resistirse a las pequeñas
mismo.
agresiones, o sería incapaz de afrontar otras
peores, —¿Dónde vas a dormir tú?
«¡Dios mío! ¿Significa eso que soy —Aquí abajo —respondió con un
vulnerable?» estremecimiento—. En el sofá. Como puedes
ver, no hay sitio para los dos.
—Ven conmigo, Cassie —le ordenó él con
mucha suavidad—. Quiero que me prepares —¿Qué pasa con los dormitorios? ¿Son
un sandwich. demasiado fríos?
Aunque no la tocó, la implacable expresión —Entre otras cosas.
de sus rasgos era tan arrogante y tranquila
—¿Están encantados?
que Cassie sintió un estremecimiento. Luchó
en silencio con toda su voluntad, pero sabía —Claro que no. Las camas están llenas de
que era una batalla perdida. No estaba polvo y hay que ventilarlas. Por eso he
segura de por qué, pero así era. Lo único decidido dormir esta noche junto al fuego.
que podía hacer era intentar salvar un poco
—Parece una buena idea.
de dignidad.
—Ya me has oído. No hay sitio en el sofá
—Supongo... —intentó que el tono fuese
para los dos, y no voy a cedértelo de
altanero—, que puesto que tú has encendido
ninguna manera —replicó ella sin mirarlo.
un fuego decente, yo puedo prepararte un
sandwich. —Improvisaré una cama en el suelo. Seguro
que arriba hay cojines y mantas que puedo
Se puso en pie y, tras agarrar un candelabro
usar. Subiré a echar un vistazo.
de una estantería, se dirigió hacia la cocina.
Justin la siguió sin decir una palabra, pero Para angustia de Cassie, Justin Drake
Cassie podía sentir la satisfacción que parecía estar muy complacido con el modo
irradiaba de él. en que se desarrollaban los acontecimientos.
—Pareces una criatura sobrenatural con ese Cassie despertó a la mañana siguiente con la
camisón pasado de moda y con el pelo sensación de tener algo pesado sobre el
suelto por los hombros —dijo con voz estómago. Abrió los ojos y se encontró al
burlona mientras la veía preparar el gato dormido sobre ella, y a Justin de pie a
sandwich—. Cualquiera en mi lugar habría su lado con una taza humeante en la mano.
pensado que le abrió la puerta un fantasma. Parecía que lo divertía mirarla soñolienta y
confusa.
Tienes un aspecto muy... interesante a la luz
de las velas, Cassie. Ella le echó una fugaz —La tormenta ha pasado y la luz ha vuelto
mirada. —la informó—. He encontrado el café que
trajiste contigo.
—Si estás intentando seducirme, se supone
que debo parecerte hermosa a la luz de las Llevaba una camisa color caqui y los mismos
velas. No solo interesante. vaqueros de la noche anterior. Al menos ya
no iba enteramente de negro, pensó Cassie,
Él guardó un breve silencio.
aunque la emanación de su poder masculino
—Empiezo a pensar que el calificativo no se suavizaba con un simple cambio de
«interesante» es mucho más atractivo a vestuario.
Jayne Ann Krentz Página 20 Pasión o Venganza
—¿Te importaría quitarme a este gato de Tan solo parecerás una amante engreída que
encima? —preguntó mientras trataba de ha tenido una pelea. Te garantizo que serás
sentarse. El gato no se dio por aludido y se tú quien salga humillada ante el sheriff o
limitó a buscar una posición más cómoda en ante quien sea.
su regazo.
Cassie supo que lo decía en serio. Pero
—Creo que le gustas. entonces, ¿qué opción le quedaba?
—Imposible. Creo que a este gato no le —Puedes probar a salir corriendo otra vez —
puede gustar nadie. Solo utiliza a las sugirió él, como si pudiera leer sus
personas. Seguramente anoche tenía frío y pensamientos.
pensó que lo mejor era usarme para entrar
—¡Yo no salí corriendo la primera vez!
en calor.
¡Llevaba organizando este viaje desde hacía
—No es una idea tan disparatada —dijo él, y tres meses!
le tendió la taza de café—. A mí tampoco me
—Si eliges huir de nuevo te seguiré
importaría usarte para ese mismo propósito.
persiguiendo, Cassie. Tengo todo el tiempo
—Ni lo sueñes —Cassie tomó un pequeño del mundo.
sorbo con precaución—. De hecho, Justin, he
—¿Eso quiere decir que no tienes un
pensado seriamente en esto.
trabajo? —preguntó ella entre dientes.
—¿Ah, sí? —se sentó en una silla y la miró
—No más que tú.
con interés—. ¿Y a qué conclusión has
llegado? Exasperada por la rabia y la frustración,
Cassie apartó la manta y se levantó del sofá.
—Vas a tener que marcharte. Hoy, Justin. Lo
digo en serio. Esta casa es mía durante un —Uno de los dos va a irse hoy, Justin, y está
mes, y si no te vas por las buenas voy a claro que no voy a ser yo.
tener que llamar al sheriff para que te eche.
Salió de la biblioteca y subió al piso superior,
Supongo que sería muy embarazoso para ti.
donde había descubierto un cuarto de baño
Sea del modo que sea, quiero dejar claro
en buen estado. Fue consciente de que él la
que no vas a quedarte aquí a interpretar tus
seguía con la mirada, con aquellos ojos
dotes de seducción.
oscuros y letales...
—¿No sientes curiosidad por saber si puedo
¿Letales? La palabra le sonó como un golpe
seducirte por encima de tu voluntad?
en la cabeza mientras se ponía unos
—Ya sé la respuesta, y es: «¡no!» vaqueros y un jersey rojo, No, claro que no
eran letales. Letal significaba mortal, y ella
—Entonces, ¿por qué tienes tanta prisa en
no estaba dispuesta a usar esa palabra.
echarme?
Además, Justin estaba decidido a castigarla,
—¡Porque no te quiero aquí! —exclamó no a matarla. Su pasado era escabroso, pero
rebosante de rabia—. Y tampoco quiero a no iba a solucionar sus problemas
este condenado gato. ¡Me recuerda a ti! —se asesinando a nadie...
lo quitó de encima y lo dejó en el suelo. El
Tenía la imaginación desbocada en aquel
gato se sentó tranquilamente y empezó a
lugar, pensó seriamente. «Ambiente» Allí
lamerse, como si hubiera bajado por propia
había demasiado «ambiente»
voluntad.
Unos minutos más tarde entró en la cocina y
—Voy a quedarme, Cassie —no lo dijo como
encontró a Justin hurgando en las bolsas de
una amenaza, sino como una simple
comida. Se movía con tanta naturalidad
declaración. Por eso mismo parecía mucho
como si estuviera en su propia casa.
más amenazante.
—¿Qué has traído para desayunar? —le
Cassie lo miró durante unos momentos.
preguntó despreocupadamente.
—Entonces tendré que ir en busca del sheriff
—Solo lo suficiente para mí —respondió ella
—dijo finalmente.
con voz dulce.
—Eludiré cualquier responsabilidad de
—Estás de muy buen humor esta mañana —
cualquier historia que te inventes —
dijo él, y encontró una caja de cereales.
respondió él encogiéndose de hombros—. Ve
si quieres, pero no te servirá de nada.
Jayne Ann Krentz Página 21 Pasión o Venganza
—A mí me sorprende verte despierto — —¿Qué es lo que vas a probar este mes? —le
murmuró ella. preguntó él mientras se dirigían hacia el
comedor.
—Soy una especie muy evolucionada de
vampiro —repuso él—. He aprendido a —Un poco de esto y aquello —estaba
soportar la luz del día. Ya no tengo que ir demasiado concentrada pensando en cómo
por ahí arrastrando mi viejo ataúd lleno de librarse de él, y no prestó mucha atención a
polvo. la pregunta.
Cassie abrió el frigorífico y sacó un cartón de —Eso suena bastante misterioso —comentó
leche. Justin, sentándose en un extremo de la gran
mesa de roble.
—¿Qué clase de adaptación es esa,
abandonar la vida nocturna de un casino Cassie se sentó en el otro extremo. Quería
para convertirse en una persona del día? poner entre ellos tanta distancia como fuera
posible.
—Como te he dicho, he aprendido a soportar
la luz del día —se apoyó contra la encimera —¡No hay ningún misterio en ello! He venido
y cruzó los brazos al pecho—. Puestos a para descubrir mi potencial creativo... ¿De
pensar en ello... esta es la primera vez que qué te ríes? —le preguntó, entre irritada y
me ves a la luz del día, ¿verdad? Siempre sorprendida por ver una muestra de emoción
que nos hemos encontrado ha sido de semejante en él, aunque fuera una muestra
noche. Dime, ¿te parezco menos siniestro de burla.
ahora?
—De nada... Es solo que tienes un aspecto
—No. muy gracioso, sentada en esa enorme silla
con el pelo recogido de esa manera tan
—Bien. No me gustaría perder mi encanto
ridícula.
natural. ¿Quieres más café?
Cassie se llevó la mano a la cabeza y tocó el
—Sí, por favor. No he dormido muy bien.
recogido del pelo. Como era natural, ya se
—Lo sé. Has pasado casi toda la noche estaba soltando. Frunció el ceño y siguió
temiendo que te hiciera algo, ¿no es así? — comiendo sus cereales.
le preguntó mientras colocaba la cafetera en
—Me gustas más así que con el maquillaje
la hornilla—. ¿Por qué has escogido esta
que llevabas la otra noche —continuó él—.
vieja mansión como lugar de vacaciones?
Te sientan mucho mejor los vaqueros y el
Hay muchos lugares más modernos y
jersey.
acogedores que podrías haber alquilado.
¿Qué piensas hacer aquí, Cassie? —Mira, Justin, si esta es tu idea de una
conversación seductora, tengo que decirte
—Cualquier cosa que desee hacer. Cualquier
algo. Sé muy bien el aspecto que tengo
cosa que me sienta inspirada a hacer —
cuando me visto para una fiesta, y sé el
respondió con sinceridad—. Este mes de
aspecto que tengo con vaqueros. Créeme,
prueba es muy importante para mí, Justin, y
no me gusta el hecho— de no poder ir guapa
no quiero que me lo estropees.
con ropas caras. Así que decirme que los
¿Comprendes?
vaqueros «me sientan bien» no es forma de
—Una aventura con Drácula sería una ganar muchos puntos.
prueba muy interesante. ¿Por qué no
—De acuerdo, ¿qué tal si te alabo por lo que
intentarlo?
he oído sobre tus virtudes en la Bolsa? Tu
—No digas tonterías. hermana me dijo que eres como rey Midas.
Transformas en oro todo lo que tocas.
—¿Sabes? Aparté de tener una lengua
afilada, estás muy guapa por la mañana. —Ese tema me aburre mucho.
Fresca y dinámica. Una persona del día, ¿eh?
—¿Te aburre ganar dinero? —preguntó en
—Completamente —dejó la leche sobre la tono de sorpresa.
encimera y llenó de muesli dos tazones—.
—Me aburre ganarlo en la Bolsa. Tengo más
Vamos al comedor —dijo resignada. dinero del que pueda gastar, ¿y de qué me
Demonios... ¡Tendría que haber un modo de sirve? Mi Ferrari hace ruidos extraños, mi
evitar a Justin Drake! A la luz del día tendría reloj de cuatro mil dólares no marca bien la
que saber cómo. hora, y parezco ridícula con mis trajes de
Jayne Ann Krentz Página 22 Pasión o Venganza
diseño. A diferencia de Alison, no he nacido minutos más tarde, y ella pudo soltar un
para ser rica y llevar un estilo de vida suspiro de alivio. Durante un rato estaría
semejante. Tengo treinta años, Justin, y libre de su inquietante presencia.
quiero descubrir para lo que estoy hecha en
Empezó a inspeccionar a fondo la mansión.
este mundo —se ruborizó al darse cuenta de
Examinó sin descanso cada una de las
con qué facilidad había soltado un pequeño
habitaciones y rincones de la casa, pero no
discurso. Se encogió de hombros y lo miró—.
podía dejar de pensar en la venganza de
Ahora sabes qué estoy haciendo aquí.
Justin Drake. Ese hombre era peligroso, pero
—¿Y aquí es donde vas a encontrar tu... ¿qué podía hacer ella? Podía subirse al coche
potencial? —preguntó él con cuidado. y escapar, desde luego. A él le resultaría
muy difícil encontrarla si nadie sabía a donde
—Mi verdadero potencial creativo —la
había ido.
excitación al pensar en el mes que le
quedaba por delante le hizo mover la Pero no podía abandonar así el lugar que
cuchara con entusiasmo. Se inclinó hacia había elegido. Durante meses había
delante y miró a Justin con intensidad—. Voy estudiado cómo liberar el potencial del
a explorar mis habilidades artísticas. Quiero hemisferio derecho del cerebro, donde se
pintar, escribir, componer poesía... Estoy suponía que se almacenaba el talento
segura de que tengo un talento escondido en artístico. ¿Por qué tenía que esconderse de
alguno de esos campos. Todo lo que Justin?
necesito es tiempo libre para encontrarlo y
Con expresión atenta siguió abriendo y
un lugar con ambiente. Un trasfondo
cerrando puertas, examinando cajones y
romántico y apropiado que ayude a liberar
analizando el estado de los dormitorios.
esa capacidad escondida. Es algo que no se
Luego, volvió a la planta baja e hizo lo
puede hacer en una ciudad, ¿sabes?
mismo en las salas y salones. Cuando se
Leí un libro hace un par de meses según el dirigía hacia la cocina se fija en una puerta
cual hay que escapar de las agobiantes que se le había pasado desapercibida hasta
fuerzas que nos rodean y catapultarse hacia ese momento. Estaba situada en el pasillo, y
un entorno totalmente nuevo si se quiere quedaba oculta cuando la puerta de la cocina
liberar el interior de uno mismo —volvió a estaba abierta. Era una puerta fuerte y
recostarse en la silla con una expresión maciza.
desafiante en el rostro.
La abrió con curiosidad y vio una hilera de
Justin la miró fascinado. escalones que descendían en la oscuridad.
Justo cuando estaba pensando si bajar o no,
—Sorprendente —dijo con voz seca.
sintió que el gato le rozaba los tobillos.
Cassie hundió la cuchara en los cereales.
—Oh, ¿sigues aquí? —le preguntó—
—Ahora comprenderás por qué no quiero Esperaba que te hubieras marchado. Tal vez
perder el tiempo en una seducción —dijo cuando Justin se vaya te lleve con él.
mordazmente—. Tengo cosas mucho más
El gato la miró con su maléfica expresión,
importantes que hacer aquí. Vete, Justin.
pero no hizo el menor gesto.
Móntate en tu coche y déjame sola.
—No veo un interruptor por ninguna parte.
—¿Cómo puedo irme ahora? Quiero
Espera un segundo... No, solo es una astilla.
quedarme y explorar tu potencial creativo
¿Por qué no habrá puesto nadie una luz
contigo. Me muero de impaciencia por ver
aquí? Estos son los inconvenientes de las
los resultados —dijo con una sospechosa
mansiones viejas y decrépitas.
galantería—. Creo que iré a pasear por la
playa, bajo los acantilados. Es una Con mucho cuidado empezó a bajar los
experiencia interesante caminar por la playa escalones, palpando la pared con la mano en
después de una tormenta. ¿Quieres busca de un interruptor. Seguramente la
acompañarme? escalera condujese a un sótano, y... ¿qué se
podría encontrar en el sótano de una vieja
—No, gracias —respondió duramente. De
mansión? Excitada por la perspectiva del
hecho, le encantaría pasear por la playa,
descubrimiento Cassie siguió bajando. La
pero por nada del mundo iría con él.
débil luz que entraba por la puerta a sus
Para asombro de Cassie, Justin no insistió en espaldas no le permitía ver más allá que
el ofrecimiento. Salió de la casa unos unos pocos pasos.
Jayne Ann Krentz Página 23 Pasión o Venganza
—Si sirvieras para algo irías a buscar la Se quedó en el primer escalón, frotándose
linterna de Justin —le dijo al gato, que se los brazos vigorosamente. No podía ver
había quedado esperándola en el marco de nada, y no podía hacer otra cosa que
la puerta. Esa vez soltó un ligero maullido y esperar a que Justin volviera de la playa.
se sentó. Pero ¿podría oírla gritar a través de esa
puerta tan maciza?
—¿Por qué no has sido un buen perro o algo
parecido? —murmuró ella—. Me gustan los Esperaría unos minutos para ponerse a
perros. Algunos de mis mejores amigos son aporrear con fuerza.
perros y... ¡Oh, no!
Pero ¿y si no recibía respuesta?
La puerta se había cerrado de golpe, y
Pues claro que le respondería, se aseguró a
Cassie se vio envuelta en la más absoluta
sí misma. De todos modos, podría seguir
oscuridad.
buscando el interruptor. Una pequeña luz
—Maldición... —masculló. De repente se sería muy útil en aquella mazmorra.
sentía muy sola sin el gato. No lo había oído
Tanteó los escalones y volvió a bajar
maullar, de modo que no se había pillado el
apoyándose en la pared. Tal vez el
rabo con la puerta.
electricista hubiera puesto el interruptor en
Era curioso cómo un viejo sótano tenía un medio de la escalera.
olor tan característico. Hacía frío y humedad,
Estaba intentando convencerse de esa
y la escalera no tenía pasamanos.
posibilidad cuando el escalón que pisaba en
Cassie se dio la vuelta lentamente y subió ese momento cedió bajo sus pies.
hasta la puerta.
No oyó el crujido de la madera ni sintió el
Cuando la encontró se dio cuenta de que no peligro. Simplemente notó que la superficie
podía abrirse. se desplomaba bajo su peso.
—¿Por qué narices no me habré asegurado Cassie soltó un alarido al perder el equilibrio,
de comprobar la cerradura antes de entrar? y se precipitó hacia el lado abierto de la
—preguntó en voz alta. escalera.
Jayne Ann Krentz Página 24 Pasión o Venganza
CAPITULO 4
De lo siguiente que Cassie tomó conciencia encerrarla en el sótano? ¿Y cómo iba a saber
fue de estar suspendida en el aire. Sentía él que las escaleras estaban en un estado
una fuerte tensión en las manos, y le costó tan precario? La puerta debía de haberse
varios segundos darse cuenta de que se cerrado por sí sola.
había agarrado a un peldaño antes de caer
Pero las preguntas le cruzaban la cabeza
al vacío.
acompañadas de las pertinentes respuestas.
Se quedó colgada en la oscuridad, con las Allí abajo, en la oscuridad total, era fácil
piernas doloridas, y demasiado asustada dejarse llevar por la imaginación, y a Cassie
para ponerse a gritar. ¿Qué habría bajo sus se le ocurrió que quizá no fuera la seducción
pies? ¿Estaría cerca el suelo del sótano o el único objetivo de Justin. Tal vez quisiera
sería una caída mucho más larga? Si se apartarla de su camino para que nadie se
soltaba... ¿caería sobre una superficie dura o interpusiera entre él y Alison. Y si ella
sobre un montón de ratas hambrientas? desaparecía—, todo su dinero pasaría a
manos de su hermana...
«Ambiente»... Aquel maldito lugar tenía
«ambiente» Era absurdo, se repitió una y otra vez. No
podía dejar que el miedo y el dolor le
¿Cuándo regresaría Justin de su paseo por la
provocaran tales pensamientos. Lo primero
playa? Si hubiera tenido el sentido común de
era lo primero. Tenía que alcanzar la
acompañarlo no estaría en ese momento
escalera o arriesgarse a dar el salto.
colgando en un abismo. El dolor era cada
vez más intenso en los dedos, y se extendía Si no podía encaramarse a los escalones,
a las muñecas y a los antebrazos. Cassie entonces tendría que intentar bajar
sabía que no podría sujetarse mucho más valiéndose de las manos. Tomó una
tiempo. Tenía que reunir la fuerza necesaria profunda inspiración y llevó la mano
para auparse de nuevo a la escalera. Si tan izquierda hasta el siguiente peldaño inferior.
solo pudiera alcanzar con la pierna un
Era muy doloroso y arriesgado, pero no
peldaño inferior...
había otra alternativa. ¿A qué distancia
¿Por qué le dolía tanto la pierna izquierda? estaría el suelo? ¿Serían muy profundos los
Seguramente se habría herido con alguna sótanos antiguos? ¡Si tan solo pudiera ver
astilla. Desgraciadamente, nunca había sido algo!
buena para darse ánimos a sí misma, pero
El dolor en las manos pronto llegó a ser
cuando se estaba en el instituto no se sabía
insoportable, pero no había más remedio
qué habilidades iban a hacer falta en la vida.
que soportarlo. Muy lentamente se deslizó
En el instituto solo importaban las
hasta el otro peldaño. ¿Dónde estaba Justin?
habilidades para entrar en el equipo de
animadoras. Y tampoco había sido buena Dejó de descender cuando oyó débiles gritos
para eso"... al otro lado de la puerta. ¿Sería el gato?
Cassie no sentía mucha compasión por esa
Pero ¿qué demonios hacía recordando los
criatura. Después de todo, quizá hubiera
cuatro peores años de su vida? Enojada por
sido la responsable de que la puerta se
perder el tiempo en eso, Cassie intentó
cerrara.
balancear la pierna izquierda hacia un
escalón. El aire se le escapó de los pulmones Se mordió el labio al sentir cómo aumentaba
en un silencioso grito de agonía cuando la el dolor. Parecía agudizarse a cada escalón
sacudió una nueva ola de dolor. La herida que bajaba. Hizo un esfuerzo supremo y
debía de ser grave. descendió otro. Si la pierna izquierda no le
doliera tanto, podría arriesgarse a saltar y
Intentó recuperar la respiración y reprimir el
confiar en que las piernas aguantaran el
dolor para poder pensar con claridad. Aún no
impacto.
se oía ningún ruido en la casa. ¿Cuándo
volvería Justin? Había bajado otro peldaño cuando oyó otro
ruido tras la puerta. Levantó la cabeza
¿Y si ya había vuelto?
automáticamente, aunque no podía ver
¿Y si fue él quien cerró la puerta? nada. Un segundo después la puerta se abrió
y apareció la oscura silueta de Justin. Se
No, eso era absurdo. ¿Por qué iba a querer
quedó parado en la puerta, y por un
Jayne Ann Krentz Página 25 Pasión o Venganza
angustioso momento Cassie se preguntó si —Mi pierna, Justin. No creo que pueda
había vuelto para terminar el trabajo... apoyarla —le seguían doliendo los dedos de
haber soportado todo el peso de su cuerpo,
—¿Cassie? —preguntó al tiempo que
y no podía doblarlos.
iluminaba la oscuridad con la linterna. La
llamó otra vez, con una voz que expresaba Justin murmuró algo incomprensible y, sin
enojo y algo más que Cassie no supo dudarlo, la levantó en sus brazos y la apretó
identificar. contra su pecho. Subió hasta la puerta,
teniendo cuidado de evitar el hueco, y
—Estoy colgada de un peldaño, Justin —
cuando llegó arriba, el gato los siguió hasta
consiguió responder con suficiente
la biblioteca.
despreocupación, dadas las circunstancias.
Era imposible ver la expresión de su rostro —¿Pero qué...? Cassie, tu pierna está
en sombras. sangrando —hizo una mueca mientras
dejaba a Cassie en el sofá y le subía la
Pronto la localizó con la linterna y soltó una
pernera del pantalón—. Maldita sea, ¿qué
maldición.
estabas haciendo en esa escalera? Si el gato
—Maldita sea, Cassie, ¿qué demonios estás no hubiera estado esperando junto a la
haciendo? —preguntó mientras empezaba a puerta...
bajar.
—Solo quería ver lo que había en el sótano
—Exprimiendo los jugos creativos — —se defendió ella.
respondió ella—. No hay nada como el
Un profundo corte del que manaba
ambiente de un viejo sótano, ¿sabes? Ten
abundantemente la sangre se extendía
cuidado con el próximo escalón, Justin. Es
varios centímetros por su pantorrilla.
un poco traicionero.
—Presiona aquí tan fuerte como puedas—le
Él se paró de golpe e iluminó el hueco de la
tomó una mano y la puso sobre la herida—.
escalera. Soltó una retahíla de maldiciones y
Mientas iré a buscar el botiquín que tengo en
volvió a subir.
el coche —se levantó y miró enfadado a su
—Aguanta, Cassie. Enseguida llego hasta alrededor—. ¡Solo querías ver lo que hay en
ahí. el sótano! —exclamó con ironía—. Y ni
siquiera llevabas una linterna. ¡Menuda
—Te espero con impaciencia —murmuró ella.
estupidez! ¿No te das cuenta de que la
No parecía que Justin quisiera pisotearle los
madera de una vieja mansión está podrida?
dedos, pensó esperanzada. Un hombre como
Justin Drake no querría jugar a ser sádico —¿No podríamos dejar los sermones hasta
con una víctima indefensa. Si fuera así no le después de vendar mi herida?
habría ofrecido falsas esperanzas... ¿o sí?
Justin dudo un momento, y salió de la
Justin bajaba con cuidado, tanteando cada biblioteca sin decir palabra. Al poco rato
escalón. Con la linterna iluminaba la volvió con el botiquín y llevó a Cassie a la
escalera, y aunque entraba algo de luz por la cocina, la sentó sobre la encimera y le hizo
puerta Cassie no podía verle la cara. extender la pierna herida en el fregadero.
Ella aguantó estoicamente mientras él le
—¿Justin? —esa vez no había una falsa
lavaba el corte para administrarle un
bravuconería en su voz. Esperó impotente,
antiséptico.
sabiendo que estaba a su merced.
—Esto te va a escocer —le advirtió.
—Está bien, Cassie. Ya te tengo —se
arrodilló en el escalón y, tras dejar la —Déjame a mí, entonces. Podré controlarlo
linterna, la agarró por las muñecas y tiró de mejor —intentó quitarle el frasco, pero él lo
ella hacia arriba. Lo hizo con tanta facilidad apartó de su alcance.
como si estuviera levantando una muñeca
—Yo lo haré —dijo con firmeza, y empezó a
de trapo.
aplicarle el líquido.
Cassie sintió la seguridad de sus fuertes
—¡Demonios! ¡Sí que escuece! —gritó ella, e
brazos y supo que no iba a arrojarla al vacío.
intentó separar la pierna—. Justin, es mi
—Oh, Justin... —murmuró—. Duele mucho. pierna. ¡Puedo hacerlo yo!
—Tranquila, Cassie, ya estás a salvo —su —De eso nada —respondió él—. Créeme, es
voz era ronca y extrañamente reconfortante. más fácil hacerlo deprisa. Es como
Jayne Ann Krentz Página 26 Pasión o Venganza
arrancarte una tirita de la piel. Duele menos tienes excusa. Has sufrido un shock y vas a
si lo haces de golpe que si vas centímetro a tener molestias en la pierna durante un par
centímetro. de días.
Ella le lanzó una mirada fulminante. —Te puedo asegurar que tu llegada de
anoche fue un shock mucho más terrible que
—Tú tienes tus propias teorías, pero yo
haberme caído por las escaleras.
prefiero mis métodos.
—Vas a necesitar mi ayuda un par de días,
—¿Quieres decir que prefieres arrancarte
al menos —concluyó él sin hacer caso de su
una tirita poco a poco?
interrupción.
—Exacto. Y también prefiero aplicarme el
—No sé por qué, pero no te imagino en el
antiséptico más lentamente. En el futuro,
papel de enfermero o sirviente.
recuerda que prefiero hacer las cosas a mi
manera. —Sé perfectamente cómo me imaginas, pero
eso no importa ahora. La única verdad es
—Entonces tenemos un pequeño problema,
que estás encerrada conmigo.
¿no? —esbozó una breve sonrisa mientras le
vendaba la pierna—. Porque a mí también —¡Y un cuerno! Justin, no voy a permitir que
me gusta hacer las cosas a mi modo. abuses de mí, ni tampoco que me intimides.
Cassie lo dejó pasar, porque no se le ocurría —¿No estás ni siquiera agradecida por mi
un argumento convincente para rebatir algo operación de rescate?
tan trivial como lo de las tiritas. Permaneció
—Bueno, sí... claro que aprecio tu ayuda,
en silencio mientras él la llevaba de vuelta al
pero... —se calló de golpe, repentinamente
sofá.
confusa.
—Parece que no te molesta la visión de la
—Ni siquiera me has dado las gracias —
sangre —le dijo cuando la soltó.
señaló él.
—No puedo permitirme ser aprensivo,
Ella sintió cómo le subía el color a las
¿verdad? No iría bien con mi carrera.
mejillas y apartó la mirada.
¿Era un brillo de burla lo que vio en sus
—Te estoy muy... agradecida —dijo con
ojos? Seguramente no... Drácula no se
sinceridad—. Mientras estaba allí colgada...
caracterizaba por su sentido del humor.
—dejó que las palabras se apagaran en el
Contempló cómo se arrodillaba junto a la
aire. ¿Cómo decirle que había pensado en él
chimenea y avivaba el fuego que había
como en un asesino? La imaginación le había
encendido antes de irse a la playa. La
jugado una mala pasada en la oscuridad del
biblioteca estaba cálida y acogedora, y le
sótano. A la luz del día Justin Drake seguía
recordaba a Cassie el frío que había pasado
pareciendo temible, pero no peligroso. Había
en el sótano.
bastante diferencia.
—¿Cómo te sientes? —le preguntó él al
—Mientras estabas allí... ¿qué?
levantarse y apoyarse en la repisa.
—Nada. Gracias por sacarme del sótano,
Cassie soltó un pequeño gemido. Sabía que
Justin —dijo con voz débil, sin atreverse a
su aspecto debía de ser horrible después de
mirarlo.
su aventura en la escalera. No le hacía falta
palparse el pelo para saber que estaba Él se acercó a ella y le tomó la barbilla con la
completamente enmarañado, tenía los mano.
pantalones rasgados y el jersey sucio.
—Mientras estabas allí... ¿qué pensaste,
—No muy bien, ahora que lo preguntas. Cassie?
Justin asintió. Ella fue incapaz de seguir ocultándolo.
—Bueno, eso lo hace todo más fácil, ¿no? —Mientras estaba colgada, preguntándome a
Ella parpadeó sin comprender. qué profundidad estaría el suelo, se me
ocurrió pensar que si no salía jamás de allí...
—¿Cómo has dicho?
tu vida sería mucho más fácil.
—Lo hace todo más fácil para ti. De este
Durante unos segundos el silencio entre
modo no tendrás que lamentarte por no
ambos se llenó dé electricidad. Entonces
haber sido capaz de echarme. Ahora no
Justin masculló un juramento en voz baja y
Jayne Ann Krentz Página 27 Pasión o Venganza
Por un momento los dos se quedaron metiendo al alquilar esta casa —dijo en tono
inmóviles, como si pudieran conseguir que despectivo—. Tuvo que ser muy duro al abrir
con su silencio el coche se marchara. A la puerta. No quiero que te sientas obligada
Cassie le costó darse cuenta de que la a quedarte, y me alegrará que recuperes el
llegada de aquel coche era la llave para dinero.
escapar. Volvió de golpe a la realidad y
Mi padre insiste en que la mansión tiene un
empezó a luchar por desasirse del abrazo de
valor histórico y por eso la conserva. Tiene
Justin y de la nube de seducción que parecía
la esperanza de que algún día cualquier
envolverla.
sociedad histórica se la compre por una
—¿Quién demonios puede ser? —gruñó fortuna. En mi opinión, no creo que vaya a
Justin mientras se ponía en pie—. No, tú ocurrir nada semejante...
quédate aquí. No puedes mover aún esa
¿Estás bien? —preguntó bajando la mirada
pierna. Iré yo a ver quién es.
—. ¿Qué le ha pasado a tu pierna?
El gato saltó de su silla y se acercó a Cassie.
—Se calló por las escaleras del sótano
Se quedó mirándola fijamente mientras
Justin salía de la biblioteca. —dijo Justin con voz fría sin moverse de su
sitio.
—Ni se te ocurra subir a mi regazo. No me
gustas y no confío en ti. ¿Está claro? No me —¡Dios mío! ¿Te caíste hasta abajo?
parezco en nada a una gata —le espetó
—Reed parecía horrorizado.
Cassie. Pero, en un movimiento fugaz, el
animal dio un salto y se encaramó a su —No —respondió ella antes de que pudiera
regazo. Se acurrucó cómodamente y cerró hacerlo Justin—. Resbalé y pude agarrarme
los ojos. a tiempo. Estuve colgada de un peldaño
hasta que Justin me encontró. No llegué a
Desde el vestíbulo le llegó la respuesta que
caer al fondo —añadió con una sonrisa—.
una voz de hombre le daba a Justin, y poco
Pensaba que sería interesante explorar el
después los dos entraron en la sala. Cassie
sótano, pero supongo que será mejor
levantó la mirada y vio a un hombre
esperar un tiempo.
pelirrojo de rostro agradable y brillantes ojos
color avellana. —De todas formas, no hay mucho ahí abajo,
que yo recuerde —dijo Reed. Miró a Justin
—Reed Bailey, señorita Bond. Mi padre es el
con curiosidad y de nuevo a Cassie—.
dueño de este caserón. No supe hasta ayer
que lo había alquilado. Acabo de volver de Lo mejor sería evitar esas escaleras. No me
un viaje de negocios y me dijo que una gustaría meterme en ningún pleito judicial —
joven de San Francisco iba a ocuparla dijo sonriente.
durante un mes. No me podía imaginar
—Créeme, tendré cuidado. Esta casa es
quién querría quedarse tanto.
realmente fascinante —dijo ella—. Y no
Pero pensé que lo mejor era venir y quiero recuperar el dinero, Reed. En cuanto
comprobar cómo estaba tras la tormenta. Mi prepare uno de los dormitorios estaré muy
padre se va hoy a Hawai con mi madre, así bien.
que no podrá servir como casero, me temo.
—Bueno, si vas a quedarte, te sugiero que
—Gracias, señor Bailey —Cassie le indicó utilices el dormitorio que hay en el extremo
una silla, mientras Justin se quedaba de pie este. Es donde dormía el anterior
en las sombras de la puerta. Parecía más propietario. No parece que mi padre se haya
duro y frío que nunca—. La luz se fue molestado en limpiar —dijo en todo
anoche, pero ha vuelto esta mañana. desaprobatorio mientras miraba a su
alrededor.
—Llámame Reed —dijo el hombre con una
sonrisa. Tendría aproximadamente treinta y —Le dije al agente que no se preocupara por
cinco años, y poseía el encanto natural que eso. Ya me las arreglaré yo sola. Solo
algunas personas empiezan a desarrollar necesito un dormitorio y la cocina, además
desde la infancia. No se parecía en nada a la de la biblioteca.
peligrosa y oscura sensualidad de Justin—.
—¿Solo un dormitorio? —preguntó
No me extraña lo de la luz. Se fue en casi
cautelosamente Reed, sin mirar a Justin.
todas las casas del pueblo. Creo que no
sabías muy bien en qué sitio te estabas —El señor Drake volverá muy pronto a San
Jayne Ann Krentz Página 29 Pasión o Venganza
¿Por qué, en nombre del Cielo, se sentía tan Por más que lo intentaba, lo que más sentía
atraída por Justin Drake? era una inexplicable excitación y un
fascinante interés.
Y aunque le tenía miedo en algunas cosas,
no era precisamente terror lo que le El verdadero terror la invadió más tarde,
inspiraba. Eso era lo más difícil de entender. cuando estaba durmiendo en la habitación
No podía reunir el suficiente odio ni rechazo. del extremo este.
Jayne Ann Krentz Página 32 Pasión o Venganza
CAPITULO 5
Los ojos ardientes de la negra criatura que la su sentido común. «Estabas soñando,
observaba desde el balcón hicieron pensar a Cassie, ¡soñando!»
Cassie que estaba soñando. Ningún hombre
La lámpara iluminó de tenue luz rosada la
podía despedir ese demoníaco fuego con la
habitación. Cassie tenía la respiración
mirada.
entrecortada y las manos húmedas por el
¡Tenía que estar soñando! sudor. Volvió a la alcoba y se sentó. Había
sido un sueño... Era la única respuesta
En la horrible pesadilla las cuerdas vocales
posible.
no respondían, pero, aunque en los primeros
y agobiantes segundos el silencio le Nunca había creído en fantasmas, demonios
paralizaba los sentidos, Cassie se preguntó ni en Drácula.
si gritar hubiera servido para algo.
Oh, Dios... Drácula. La sombra de la ventana
Se había despertado somnolienta e era lo más parecido a la idea que tenía ella
incómoda, como si un sexto sentido le del vampiro. Aquellos brazos en alto, como
hubiera advertido contra una presencia si fueran las enormes alas de Un
extraña. La tormenta que había empezado murciélago...
por la tarde descargaba ya toda su furia. El
Sacudió la cabeza para apartar la idea de su
cielo nocturno se iluminaba por cegadores
mente. No creía en Drácula ni en nada
relámpagos, y el viento rodeaba la mansión
parecido. Pero había un hombre que en más
con su escalofriante aullido.
de una ocasión le había recordado a él. Un
Cassie miró hacia la ventana cuando un hombre que la odiaba y que había jurado
nuevo relámpago iluminó la habitación, y vengarse... Y que había querido que esa
entonces la vio. Aquella siniestra criatura de noche durmiera sola.
ojos llameantes, con sus enormes brazos en
A Cassie se le hizo un nudo en el pecho.
forma de alas que se extendían hasta...
Tenía que saber si Justin Drake era capaz de
El horror abrió el baúl de sus miedos más recurrir a semejantes métodos. Era posible,
primitivos. El miedo a la oscuridad, a ser pero una parte de ella rechazaba tal idea
atacada, a lo sobrenatural... Temores hasta que supiera la verdad. Sin detenerse a
reprimidos en el mundo moderno, pero que pensar se puso en pie y corrió descalza hacia
al salir devolvían al ser humano a su estado la puerta.
salvaje de la prehistoria.
¿Qué haría si no lo encontraba en su
Y ni siquiera podía gritar... habitación? ¿O si lo encontraba mojado por
la lluvia? Sería señal de que había estado
Se quedó tumbada, rígida, intentando
fuera, y solo había una razón para que
convencerse a la luz de los rayos de que solo
decidiera salir en una noche como esa.
era un sueño, de que estaba en medio de
una dantesca pesadilla. Tenía que saberlo.
Salvo la luz fugaz de los relámpagos todo Impulsada por el deseo de conocer la verdad
era oscuridad absoluta en la habitación. Las sobre Justin, Cassie avanzó por el pasillo
inescrutables sombras que rodeaban a hasta la habitación donde se suponía que
Cassie despertaron finalmente su instinto de estaba durmiendo. El largo camisón se
supervivencia y la hicieron levantarse para movía vaporosamente alrededor de los
encender la lámpara. No pensó en lo que tobillos y su despeinada melena le caía por
hacía, solo era consciente de que necesitaba los hombros, pero no la preocupaba en
una luz para protegerse de ese demonio de absoluto la tentadora imagen que pudiera
la noche. ofrecer.
Atravesó la habitación a tientas, y justo Cuando llegó a la puerta de Justin aún no
cuando encontró el interruptor de la había recuperado el ritmo normal de sus
lámpara, otro relámpago volvió a rasgar el latidos. ¿Y ahora qué?, pensó. ¿Debería
cielo. Entonces vio que el balcón estaba llamar y así darle tiempo a ponerse una
vacío. La sombra con ojos de fuego había bata, suponiendo que acabara de entrar del
desaparecido. exterior? No, no podía darle ninguna
advertencia. Abriría la puerta y comprobaría
«No estaba allí porque no existía», le gritaba
Jayne Ann Krentz Página 33 Pasión o Venganza
espalda, y se agarró a él con pasión, que —Cuando estés lista, cariño. Cuando estés
aumentaba a cada caricia. Él la deseaba, lista.
pero no iba a violarla. Ella había entrado en
—Ahora, Justin. Por favor... ¡Ahora!
su habitación sin ser invitada, y no había
escapado cuando tuvo la oportunidad de —Quiero saber que me necesitas tanto que
hacerlo. Porque, a pesar de todo, lo deseaba no podrías sobrevivir esta noche si no me
tanto como él la deseaba a ella. sientes dentro de ti —le dijo con la voz
cargada de deseo.
Finalmente aceptó la inevitable consecuencia
de esa atracción mutua, y se abandonó a sí —Oh, Justin. Nunca he sentido nada igual...
misma a la incomparable experiencia del —confesó ella. Movía la cabeza sin parar
sexo. Nunca había sentido un deseo tan sobre la almohada, mientras la tormenta
irracional e incontrolable, pero tampoco se seguía en el exterior y en el interior de la
había aferrado jamás así a un hombre. Le habitación.
clavaba las uñas en los hombros,
—Bien. Me alegra oír eso —dijo en un tono
provocándole gemidos de placer que la
de violenta satisfacción—. Sigue
incitaban a actuar de un modo más
diciéndomelo, Cassie. ¡Sigue diciéndome
primitivo.
cuánto me deseas!
El cuerpo se le estremeció por la necesidad
—Oh, Justin, no puedo soportarlo. ¡Tómame,
que la acuciaba. Era una necesidad
por favor! —levantó las caderas, y él
desconocida hasta entonces, y cuando él
presionó la mano contra ella, y le hizo sentir
deslizó el muslo entre sus piernas, se rindió
la fuerza de su erección.
por completo. Entrelazó las piernas con las
suyas y lo acercó a ella más y más... —Estás ardiendo...
—Eres tan suave y a la vez tan ardiente... —Sí... ¡Sí!
Eres todo lo que he soñado que serías —
—Te deseo, Cassie. ¿Sientes cómo te deseo?
murmuró él, sin dejar de besarla en los
—de nuevo la rozó con su miembro, y ella
hombros y en los pechos. Ella soltó un
respondió con un grito de súplica—
gemido cuando sintió que le mordía un
pezón, y cuando él sintió que se entregaba, Ábrete a mí, nena —le ordenó con voz ronca
empezó a usar la lengua para aliviar los —. Entrégate. Quiero que me demuestres
posibles temores. que eres mía por completo.
Cassie se relajó al instante, sin comprender Cassie obedeció sin pensar, impulsada por la
por qué se había puesto tensa. ¿Acaso una fuerza que le abrasaba las venas. Separó las
parte de ella seguía teniendo miedo? Tal piernas tentadoramente, y se presionó
vez. En cualquier caso, no era ese el contra su mano.
momento para analizar la situación. La
—Justin... por favor... hazme el amor.
lengua de Justin le estaba provocando
estragos en la piel, obligándola a arquearse Su ruego destruyó las últimas defensas.
y ofrecerle su cuerpo. Los débiles gemidos Justin la agarró por los hombros y se
que salían de su garganta clamaban por que abalanzó entre sus muslos.
la tomara de una vez, y Justin respondió a
Cassie sintió el movimiento que se acercaba,
ellos con furia salvaje.
y en su desesperada necesidad por
Le apretó las nalgas y fue deslizando las completar la unión alargó el brazo y lo
manos hasta el calor que emanaba de sus agarró por los oscuros cabellos.
piernas. Al sentir allí su tacto, Cassie se
Notó que tenía la cabeza húmeda.
abandonó por completo.
Se retorció frenéticamente, incapaz de
—Eso es, nena —murmuró él—. Entrégate a
comprender por qué importaba tanto un
mí. Dámelo todo. Lo quiero todo, Cassie.
hecho tan simple.
Quiero tomarlo todo —con los dedos le trazó
eróticos movimientos sobre la cara interna —Quieta, Cassie. Quieta, y te poseeré.
de los muslos, sin apenas rozarle la fuente
—¿Justin? —la voz era más fuerte que un
del deseo. Aquello iba más allá de toda
susurro. ¿Qué pasaba? ¿Por qué era tan
resistencia humana...
importante que su pelo estuviera mojado?
—¡Justin! ¡Justin, por favor...! En el remolino de la pasión Cassie no podía
pensar con coherencia—. Justin, espera.
Jayne Ann Krentz Página 36 Pasión o Venganza
—. Nena, no dices más que tonterías referías cuando murmuraste algo sobre un
sueño? —su mirada era oscura y salvaje,
—De pronto recordó cómo se había puesto
pero emitió las palabras con cuidado.
rígida, justo antes de que él la poseyera. Al
tocarle el pelo se había quedado paralizada —¡Sí! ¡Sabes muy bien que así es! ¿Por qué
un instante, antes de intentar sigues jugando conmigo, Justin? ¡Ya has
desembarazarse de él—. ¿Por qué te entró conseguido lo que querías!
ese repentino miedo en el último minuto?
Él la miró durante un rato, hasta que se
—Porque tenías el pelo mojado —repitió con levantó y tiró de ella.
resentimiento. ¿No le bastaba con seducirla
—Vamos, cuéntame exactamente lo que ha
que además tenía que jugar con ella?—. Vine
pasado.
a ver si estabas en la cama o si habías salido
bajo la tormenta. Te encontré junto a la —Justin, tengo frío y estoy rendida. No
ventana, y parecías estar seco. Pero ahora quiero... —no puedo acabar la frase. Él
pienso que seguramente te quitaste la agarró el camisón del suelo y se lo puso
camisa y los zapatos. Aún no te habías sobre su cabeza. Luego se puso los
secado el pelo, Justin. vaqueros, y a los pocos segundos la estaba
conduciendo a su dormitorio.
Seguía estando mojado por la lluvia.
La puerta estaba abierta, tal y como Cassie
Él entrecerró los ojos, en un gesto de pura
la había dejado al salir. La lámpara aún
rabia contenida. La agarró por las muñecas y
seguía encendida, iluminando la cama
la sujetó contra la cama.
deshecha. Cassie miró nerviosa a la
—¿Y qué importa si he estado o no bajo la ventana. La tormenta empezaba a remitir,
lluvia, Cassie? —le preguntó con dureza—. aunque el viento seguía aullando. Justin dio
¿Adonde demonios quieres llegar? unos pasos y salió al balcón. Al abrir el
ventanal un soplo helado entró en el cuarto.
—¡Sabes muy bien de lo que estoy
hablando! —¿Había alguien aquí? ¿En este balcón?
—Si no me lo dices con las menos palabras —Sí.
posibles, voy a tener que darte unos azotes
—¿Y tú pensaste que era yo?
—prometió él.
—Sí, o quizá fue un sueño. Por eso fui a
La ira se apoderó de ella y le hizo olvidar el
comprobarlo a tu habitación. Tenía que estar
miedo.
segura.
—¿Te divierte asustar a las mujeres que
—Y me encontraste con el pelo mojado —
duermen solas? ¿Te produce alguna especie
dijo él con una voz extraña.
de placer perverso actuar como si fueras
Drácula? Es muy efectivo, ¿sabes? Estaba —Sí, pero no me di cuenta hasta...
tan aterrorizada que no podía ni gritar. ¿Lo
—Hasta que fue demasiado tarde. Hasta que
sabías? ¿Te das cuenta de lo buen actor que
estuviste en mi cama, a punto de entregarte
eres? Y el papel te viene como anillo al
por completo.
dedo... Luego, cuando me hiciste el amor...
—Sí —le mantuvo la mirada con valentía,
¿o debería decir cuando tuviste sexo
pero no pudo leer nada en sus ojos. Se
conmigo?, me puse muy nerviosa cuando
produjo un silencio lleno de tensión.
me mordiste el cuello. No sabía qué esperar.
¿Hasta qué punto eres morboso, Justin? —Supongo que no me creerás si te digo que
lo tuyo ha sido un sueño y que si yo tenía el
Pudo sentir el férreo control de Justin sobre
pelo mojado era porque acababa de
su enojo. Nunca había estado tan cerca de
bañarme —dijo él finalmente.
esa furia puramente masculina, pero esa
noche estaba aprendiendo mucho... Aunque Lo más ridículo de todo era que ella deseaba
no estaba segura de cuál de las dos creerlo. Tal vez fuera algo innato en una
versiones de Justin era más terrorífica, si la mujer, creer al hombre que la había
del demonio de la ventana o la del amante seducido.
apasionado.
—Que yo sepa, eres la única persona que
—¿Estás diciendo que había alguien en tu quiere vengarse de mí —murmuró, y se dio
ventana? ¿Alguien con ojos rojos? ¿A eso re la vuelta para poner distancia entre ellos—.
Jayne Ann Krentz Página 39 Pasión o Venganza
Tu método fue eficaz, Justin, aunque un una pesadilla la que te trajo a mi habitación,
poco... infantil. pero no te quedaste para tomar leche y
galletas, creo. Te quedaste por otra razón...
—Cassie, no fui yo quien estuvo en este
¿Qué razón, Cassie? ¿Vas a negar que me
balcón —sentenció él. Alargó un brazo hasta
deseabas tanto como yo a ti?
su hombro y la hizo girarse—. Fue un sueño.
No es lo mío asustar a mujeres vestido de Ella mantuvo la mirada mientras reprimía su
Drácula. Puedo parecerte un montón de furia, pero se negó a responder. Justin
cosas horribles, pero no estoy loco. asintió una vez, como si quedara satisfecho,
y volvió a cerrar la ventana.
—Nunca he pensando que lo estuvieras —
replicó con sinceridad—. Los hombres que —Vuelve a la a cama, Cassie. Creo que los
triunfan dirigiendo casinos y que se fijan en dos necesitamos dormir. Hablaremos de esto
mujeres jóvenes y ricas como mi hermana por la mañana —pasó junto a ella en su
no pueden estar locos. Pero ¿vas a negarme camino a la puerta. Allí se detuvo y apoyó
que eres un hombre astuto y peligroso, una mano en el marco—. Sea lo que sea lo
Justin? —levantó el mentón y lo miró que haya ocurrido esta noche, hay algo que
desafiante. es indiscutible. Ahora me perteneces. Y no
voy a permitirte escapar hasta que yo lo
—Esa es una pregunta con doble sentido,
considere oportuno, Cassie Bond. Lo que dije
¿verdad? —murmuró él—. Te contestaré si
antes iba en serio. Soy yo quien decide
tú contestas a la mía. Puede que haya sido
cuándo se acaba.
Jayne Ann Krentz Página 40 Pasión o Venganza
CAPITULO 6
Justin se quedó oculto entre las sombras del indecisión la mantuvo pegada al asiento.
rellano superior, y observó cómo Cassie se
—Buenos días, Justin —consiguió decir con
sentaba en un sillón Victoriano, junto a la
un tono frío y burlón—. ¿Explorando la casa
ventana de la torre, un piso por debajo de
del aburrimiento? Si la ves así al cabo de un
él. Solo eran las ocho de la mañana, pero el
par de días, imagínate lo que te parecerá al
recogido en el pelo ya empezaba a
cabo de una semana.
deshacerse. Llevaba unos vaqueros
desteñidos, un jersey amarillo de algodón, y Él le echó una mirada sombría, mientras
tenía un bloc de notas en el regazo. entraba en la habitación de la torre que se
abría desde la escalera.
En la mesa de al lado tenía el libro Poesía
desde el corazón en diez lecciones. Justin la —¿Cómo puede ser aburrida contigo
vio mover la cabeza adelante y atrás, entrando en mi dormitorio cada noche?
comparando algo que había escrito con un
Ella parpadeó, desconcertada, y tuvo que
párrafo del libro.
hacer un esfuerzo de voluntad para
La forma tan serena que tenía de trabajar mantener la compostura.
era, en cierto modo, tranquilizadora. Al
—Tranquilo, no volverá a ocurrir.
menos no estaba haciendo las maletas para
marcharse, como él había temido. —¿No?
No, Cassie Bond tenía agallas, y no iba —No. No permitiré que ninguna pesadilla me
permitir que la echara de la mansión. Esbozó empuje a cometer algo tan estúpido —dijo
una media sonrisa y empezó a bajar con todo el desprecio que pudo—. Anoche
lentamente las escaleras. estaba aterrorizada, y cuando supe que no
habías sido tú el siniestro visitante me sentí
La noche anterior había sido tan placentera
tan aliviada que no pude pensar con
como inesperada, pero la paradoja en
claridad. Tantas emociones a la vez me
acostarse con una mujer era que un hombre
dejaron indefensa ante a ti, Justin. Y tú
se despertaba insatisfecho y deseando más.
sabías cómo controlar la situación en tu
No fue extraño comprobar que su cuerpo
propio beneficio, ¿verdad? Pero no voy a
reaccionaba con placentera anticipación al
dejar que ocurra de nuevo. La complació el
verla. Desde el principio Justin había sabido
tono firme y tranquilo que consiguió imprimir
que una sola noche no iba a ser suficiente
a sus palabras. Por suerte, Justin no podía
con ella.
saber cómo le estaba latiendo el pulso ni lo
Lo irritaba reconocer que no había sido el nerviosa que estaba de verlo por la mañana.
deseo lo que la había llevado a visitarlo.
—¿No piensas volver en la próxima
¡Solo había querido comprobar si estaba
pesadilla? —le preguntó él, acercándose al
mojado por la lluvia! Cierto, él había sido
radiador decorativo.
capaz de retenerla y de llevarla a la cama,
pero era desalentador que ella no lo El sistema de calefacción funcionaba
estuviera esperando. Hubiera sido mucho bastante bien desde que él había abierto las
más reconfortante saber que Cassie había válvulas de todos los radiadores. A Cassie se
sido incapaz de reprimirse. La quería le pasó por la cabeza darle las gracias por
cautivada, encadenada por los mismos lazos haberle enseñado cómo funcionaban, pero
de deseo que lo ataban a él. Tan fascinada no estaba de humor para agradecerle nada.
que no pudiera resistirse... como tampoco él
—Sería una pobre ingenua si acudiera a ti
podía.
cada vez que tenga una pesadilla, ¿no crees,
Consciente de que su cuerpo reaccionaba Justin?
como el de un adolescente y no el de un
—¿Significa eso que has decidido tomar lo de
hombre maduro, soltó una palabrota y siguió
anoche como una pesadilla y que no hubo
bajando.
nadie en tu balcón? —contempló la vista por
Cassie levantó la cabeza cuando él estaba a la ventana, de espaldas a ella.
solo unos pasos de ella. Por un segundo se
Cassie respiró profundamente y reconoció la
debatió entre la idea de correr a sus brazos
verdad.
o correr tan lejos como pudiera. La
Jayne Ann Krentz Página 41 Pasión o Venganza
asiento. Justin tenía razón, y los dos lo —Alguien de la facultad nos presentó.
sabían.
—¿Cómo se dio la atracción entre los dos?
—No tenía otra elección, Justin. Tenía que
—A él le interesaba mi dinero y a mí me
detenerte.
interesaba él como hombre. Así de simple —
—Lo sé —dijo él asintiendo—. Tienes tu su voz se debilitó al revivir los amargos
propio código de conducta. Te sientes recuerdos. ¿Por qué le estaba contando todo
responsable de tu hermana. Alison me lo eso a Justin?
dijo una vez.
—¿Estabas enamorada de él?
—¿Te lo dijo?
—Sí —reconoció ella con calma—. Era
—Sí. Me contó que tras la muerte de tus encantador, divertido, guapo... Cuando mis
padres las dos os fuisteis a vivir con tíos lo conocieron les causó muy mala
vuestros tíos. Alison solo tenía diez años, impresión. Me dijeron que solo era un
mientras que tú estabas a punto de oportunista. Yo me negué a creerlos y me
graduarte. Siempre has supuesto que fue casé con él. Mis tíos no quisieron retener mi
muy duro para ella, y te empeñaste en dinero hasta que cumpliera los veinticinco, y
prestarle mucha más atención. yo estaba demasiado enamorada para
impedir que mi marido se gastara la
—Mis tíos eran buenas personas, pero no
herencia. Era jugador, ¿sabes?
tenían hijos. No sabían nada de cómo educar
a una niña de diez años. Alison se quedó Se produjo un incómodo silencio.
muy sola cuando mis padres se mataron en
—Ya veo —dijo finalmente Justin—. No es
el accidente de avión. Se pasaba el tiempo
extraño que tengas tantos prejuicios a mi
llorando en su habitación. Yo me preocupé
profesión.
mucho por ella, sobre todo cuando oí hablar
a la gente sobre los niños que se suicidaban Los dos se quedaron mirando, y Cassie supo
por algún trauma. No podía soportar la idea que él comprendía. Y supo también que ni
de que mi hermana hiciera algo semejante, siquiera su comprensión lo apartaría de la
por lo que pasé mucho tiempo a su lado. venganza. Era muy difícil conocer a fondo los
Tanto, que la costumbre de cuidarla se motivos de una persona y darse cuenta
convirtió en una obligación inconsciente en después de lo que eso implicaba.
mí.
—Parece que estamos destinados a ser polos
—Ahora parece ser una persona feliz — opuestos para siempre —dijo ella.
comentó él.
—Anoche no fue así —replicó él
—Sí. Consiguió salir de la depresión y sosegadamente.
convertirse en una mujer normal y alegre.
—Saca toda la venganza que puedas de lo
—¿Qué te pasó a ti, Cassie? —le preguntó que pasó anoche, Justin. No volverá a pasar.
fríamente, sentándose en el alféizar de la
Él ignoró el comentario y alargó la mano
ventana.
hacia el cuaderno que tenía Cassie en su
Cassie dudó unos instantes. regazo.
—Yo también salí adelante, pero nunca me —Déjame ver lo que estás aprendiendo de
he sentido cómoda en el mundo de Alison. este ridículo libro.
No sabría decirte las veces que suspiré por
—¡No es un libro ridículo!
aprender a jugar al tenis. Hoy sigo sin
agarrar bien la raqueta. Me mareo en los —No puedes aprender poesía en diez
cruceros. No me relacionó con la gente... lecciones. ¿Alguna vez has escrito un poema
Cuando voy a una fiesta es porque Alison me de verdad?
ha invitado a una de las suyas —confesó con
—No, pero... —intentó impedirle que le
pesar—. No estoy hecha para esa clase de
quitara el cuaderno, pero él consiguió
vida.
quitárselo—. Eso no significa que no pueda
—¿Cómo lo conociste? —le preguntó él. —añadió, y contempló consternada cómo
—¿A quién? —aparentó sorpresa, pero sabía Justin leía las pocas líneas que había escrito.
a quién se estaba refiriendo.
Mi corazón es una flor ciega e imprudente,
—A tu ex marido.
Jayne Ann Krentz Página 44 Pasión o Venganza
Que abre su confianza y calor por la noche también me sirva a mí. Somos muy
parecidos en muchos aspectos, ¿no crees?
Y lo pierde en la fría verdad de la mañana.
—No lo creo.
Justin leyó los versos en voz alta y la miró
con una ceja arqueada. —¿No? ¿Acaso los dos no queremos algo que
no podemos tener? Yo quiero escapar de mi
—Un poco sensiblero, ¿no te parece? Cassie,
mundo y vivir disfrutando de la luz y de la
no creo que lo tuyo sea la poesía.
respetabilidad. Tú quieres volver la espalda
—Yo seré quien lo juzgue. a lo que mejor haces, que es ganar dinero, y
convertirte en una poetisa o en una pintora.
—Y yo también. Puesto que vas a escribir
Los dos luchamos por cambiar nuestras
poemas sobre mí, creo que tengo derecho a
vidas y dejar de hacer las cosas para las que
opinar sobre ellos.
estamos hechos.
—¡No es sobre ti!
Ella se puso rígida. No le gustaba el
—Claro que lo es. Esa tontería de que el paralelismo que planteaba Justin.
calor de la noche se pierde por la realidad
—¿Cuánto tiempo vas a seguir
está sacada de la experiencia de anoche. No
martirizándome, Justin? ¿Cuánto tiempo
intentes negarlo —le arrojó le cuaderno al
pasará hasta que te aburras y te marches?
regazo—. ¿De verdad te afectó al corazón,
Cassie? —le preguntó, casi esperanzado. —No tengo un hogar al que regresar —dijo
él.
—¡Por supuesto que no! Lo que pasó anoche
fue pura química sexual. Tengo treinta años, —¡Todo el mundo tiene un hogar!
Justin, ¡y sé que tal química existe! —agarró
—Yo no. Abandoné el mío cuando vendí el
el cuaderno y lo apoyó bocabajo.
casino hace un año. Ahora no tengo sitio
Él le sonrió con tanta arrogancia que ella se adonde ir.
sintió tentada de abofetearlo. Y tal vez lo
—¿Intentas que sienta pena por ti? Él sonrió.
hubiera hecho si en aquel momento no
hubiera aparecido el gato por las escaleras. —¿Podrías albergar compasión hacia el ex
Se acercó a ellos y se encaramó al alféizar propietario de un casino? ¿Hacia un hombre
de la ventana. que quería casarse con tu hermana para su
propio beneficio? ¿Un hombre que, según tú,
—¿Cómo entra y sale este animal de la casa?
va por ahí vestido de Drácula? ¿Un hombre
—preguntó Cassie con repentina curiosidad.
que se aprovecha de ti cuando entras en su
No podía menos que dar gracias por la
habitación?
interrupción. El enfrentamiento con Justin la
estaba llevando al límite de su paciencia. —No es probable, ¿verdad?
—¿Quién sabe? —Justin se encogió de —No. Bueno, en cualquier caso, no quiero
hombros—. En una vieja mansión tiene que que sientas pena por mí —declaró en tono
haber muchas vías de escape para un gato filosófico—. Si la víctima empieza a sentir
astuto. pena por el cazador, se acabó la venganza —
añadió burlonamente.
—Bueno, seguro que ha encontrado una
salida, porque sus modales son bastante —¿Sigues jugando conmigo? ¡Crees que
decentes —murmuró ella mirando de reojo al puedes hacerlo hasta volverme loca!
gato.
—Me conformaré con que vuelvas a mi
—¿Te refieres a que no está haciendo sus cama.
necesidades en el salón? Yo también lo he
—¡Jamás!
notado. ¿Te gustan los gatos?
—Es divertido cuando la gente como tú dice
—Prefiero los perros.
«jamás» Más adelante, cuando tengas que
—Quizá por eso esté siempre junto a ti. Los comerte esa palabra, me complacerá mucho
gatos, igual que los humanos, son criaturas recordarte la primera vez que la dijiste.
que siempre llevan la contraria.
Se puso en pie y alargó el brazo para tocarle
—¿Y esa pizca de sabiduría también sirve el recogido. Con ello consiguió que se
para ti? —preguntó ella desafiante, terminara de deshacer, y el pelo le cayó
suelto por los hombros. Entonces se dio la
—Pensaba más en ti, Cassie. Pero puede que
Jayne Ann Krentz Página 45 Pasión o Venganza
—No hasta abajo del todo. Me quedé en la me hubieras vendado tanto la pierna ya
escalera e iluminé el fondo. habría terminado de quitármela. ¿Por qué
tuviste que usar tantas vendas? —se quejó,
—¿Qué viste?
inclinándose sobre la pierna para observar la
—Algunas cajas y baúles. Poca cosa, por lo herida.
que pude ver.
—Quería que el vendaje fuera lo bastante
—Aun así, me sigue pareciendo fascinante — grueso y fuerte para que la herida no se
dijo ella. ensuciara.
—¿No has tenido ya bastante «ambiente» —Bueno, pues está claro que no se ha
por una temporada? No quiero que bajes al ensuciado. ¡Voy a tener que pasarme una
sótano, Cassie. hora arrancándome el maldito vendaje!
—Justin, odio tener que decirte esto — —Déjame ayudarte.
replicó ella con voz dulce—, pero solo porque
¡No! —gritó, pero con un pie en el lavabo era
hayas irrumpido en mi casa y en mi vida, y
un blanco fácil. Sin que pudiera ¡impedirlo,
porque aún no haya encontrado el modo de
Justin la agarró por la pantorrilla de un
echarte, no te da derecho a imponerme
fuerte tirón le arrancó el vendaje.
órdenes. ¡He pagado por estar aquí y puedo
explorar lo que me dé la gana! Cassie soltó un alarido y le dio un golpe en
el hombro.
—Si tengo que rescatarte otra vez, no lo
haré de un modo tan amable y caballeresco ¡Maldito seas, Justin Drake! Él la soltó y ella
le advirtió él. se miró con ansiedad la pierna.
—¡No me importan en exceso tus modales! —Cielo, te he ahorrado una hora de tortura
—le examinó la herida—. Parece que está
—Ya me lo imaginaba —dijo con un suspiro
mucho mejor. Anoche me olvidé por
—. A la primera oportunidad correrás hacia
completo de ella cuando entraste en mi
el sótano, ¿verdad? Solo para demostrarme
habitación. ¿Te hice daño?
que no estás dispuesta a obedecer.
—No —murmuró mientras se aplicaba el
Cassie alzó el mentón en un gesto orgulloso.
antiséptico. No quería hablar de lo ocurrido
—Tú lo has dicho. la noche anterior.
—Eso es propio de una niña, Cassie. —¿Quieres que te lo ponga yo? —sugirió en
tono inocente.
—Lo sé —replicó ella. De repente se sentía
más alegre. —¡Lárgate de aquí, Justin! —abrió el grifo
del agua fría y le salpicó con las manos.
—¿Al menos me lo harás saber para que
pueda ir contigo? Soy el único que tiene una —¡Eh! —dio un salto inconsciente hacia atrás
linterna, ¿recuerdas? No puedes hacerlo sin —. Será mejor que tengas cuidado. Estas
mí, Cassie. No podrías ver nada. tentando tu suerte —los ojos le brillaban de
burla.
—Ya me lo pensaré.
—Eres tú quien corre un riesgo al quedarte,
Media hora más tarde Justin entró en el
Justin —le avisó ella.
baño del piso superior y se encontró a
Cassie con un pie en el suelo y otro en el —¿Qué vas a hacerme? ¿Te disfrazarás de
lavabo. Se estaba quitando la venda de la vampiresa y vendrás a visitarme en mitad de
pierna, y tan concentrada estaba en la dolo la noche?
—rosa tarea que durante varios minutos no
—Nunca más volverás a verme en mitad de
advirtió su presencia. Finalmente sintió un
la noche —prometió con firmeza.
hormigueo en el cuello y levantó la mirada.
Pero se equivocaba. Fue él quien la visitó en
—¿Qué haces aquí? —le preguntó irritada. El
su habitación aquella noche... en respuesta
cambio de vendaje no iba muy bien.
a sus gritos de pánico.
—He venido a ofrecerte mi ayuda.
El terror había vuelto a aparecer en el
—Te dije que no quiero tu ayuda. Si ayer no dormitorio de Cassie.
Jayne Ann Krentz Página 47 Pasión o Venganza
CAPITULO 7
Era como despertar en un nido de telarañas. sujetó por los hombros y mantuvo firme—.
Al principio Cassie no comprendió por qué Cassie, ¿qué ha pasado? —la apremió con
era incapaz de liberarse de las mantas. dureza.
¿Cómo habían llegado a cubrirle el rostro?
—No lo sé —respondió ella con una voz tan
No podía respirar bien, y hacía un frío glacial
temblorosa como el resto de su cuerpo—.
en la habitación.
Justin, no lo sé... Me desperté y vi la
Sentía un peso sobre los pies, y notó que el ventana abierta y esa... esa cosa que me
peso se movía. Entonces la acabó de cubría la cara. No podía respirar bien.
despertar un débil bufido.
Justin la soltó y se acercó al balcón a
Tenía que ser el condenado gato. ¿Cómo grandes zancadas.
había entrado en su dormitorio? Antes de
—¿Por qué has abierto? ¡Hace un frío
irse a la cama se había asegurado de cerrar
terrible!
bien la puerta. Y además había echado el
cerrojo. —Yo no la he abierto —replicó ella un poco
irritada—. Estaba abierta cuando me
Hizo un esfuerzo por desperezarse y empujó
desperté hace unos minutos.
la sábana que parecía estar oprimiéndola.
Pero su mano no tocó una sábana de —Maldición —murmuró él. Miró en el
algodón, sino una especie de pliegue de exterior y luego se acercó a la cama para
satén y encaje. examinar el vestido. Cassie consiguió
encender la luz y los dos contemplaron los
El gato bufó de nuevo y Cassie sintió que la
vaporosos pliegues de satén y encaje.
invadía el espanto. Soltó un grito ahogado y
se incorporó a medias en la cama, luchando —Es muy viejo —susurró ella—. Mira el color
por recuperar el aire. El pliegue cayó a su amarillento de la tela. Diría que es de finales
lado, y entonces se fijo en que la puerta del del siglo XIX... Y mira, está rasgado en
balcón estaba abierta. varios sitios. Aun así es precioso.
—¡Oh, Dios mío! —estaba segura de haber Justin no estaba tan impresionado. Lo agarró
cerrado también las ventanas. El enorme con una mano y lo sacudió. No tenía nada
gato negro estaba acostado sobre sus escondido. Solo era un viejo vestido de
tobillos, y miraba fijamente hacia el balcón. novia que de algún modo había llegado a la
cama de Cassie.
La brisa nocturna hinchaba las cortinas e
impregnaba la habitación de un aire frío y —¿Crees que el gato lo ha arrastrado hasta
tenebroso. No había nubes en el cielo, y a la aquí? —preguntó ella. Sabía que era muy
luz de la luna podía verse el vestido de novia improbable, pero necesitaba oír una
que había sobre la cama... explicación cualquiera— O tal vez ligado en
uno de esos armarios y él tiró hasta sacarlo.
Al verlo, Cassie soltó un grito de terror.
¿Y pudo llevarlo hasta tu cama? —premió
El gato saltó de la cama. Cassie se levantó
Justin.
de un salto, sin dejar de chillar, y el camisón
se le enredó en los pies. Abrió —Es un gato muy grande, Justin.
desmesuradamente los ojos al contemplar
Los dos se volvieron para mirar al gato, que
un vestido de satén.
estaba ocupado en limpiarse las patas, era
Se llevó la mano a la boca y retrocedió hasta un gato enorme.
la puerta. No podía apartar la mirada del
—Puede que sea lo bastante fuerte, pero no
vestido. Entonces oyó la voz de Justin.
es probable que lo haya hecho, ¿verdad? , —
—¡Cassie, abre la puerta o la echo abajo! reconoció Cassie con un suspiro.
Cassie buscó a tientas el pomo, desesperada —Y aunque así fuera, ¿vamos a suponer que
por que alguien más contemplara la escena. pudo abrir las ventanas? —sugirió él. Dejó el
Justin irrumpió en la habitación, y con una vestido a los pies de la cama y se puso a
sola mirada vio al gato, el balcón abierto y el abrir armarios y cajones.
traje de novia.
—Justin, ¿qué crees que ha pasado?
—¿Qué demonios pasa aquí? ¿Estás bien? La
Jayne Ann Krentz Página 48 Pasión o Venganza
viejo vestido de novia y un gato que parece muy enfadado pero no era un asesino. Tal
ser el de una bruja? —la zarandeó un poco vez su imaginación hubiera vuelto a jugarle
más fuerte y se pasó una mano por el una mala pasada.
pelo. ¿Por qué querría asustarla? Si su intención
hubiera sido acabar con ella ya lo habría
—No tengo otra elección, a menos que baje
hecho... La noche anterior había quedado a
a dormir en la biblioteca.
su merced, y durante el día no le habían
Justin tenía razón. Cassie sabía muy bien faltado oportunidades para simular un
que no podría pegar ojo en toda la noche. Y accidente.
quizá nunca más...
En mitad de la noche era imposible razonar
—Puedes dormir en mi habitación. Ella lo con lógica. No era probable que Justin
miró boquiabierta. intentase nada violento, pero ella no iba a
poder dormir a tan solo unos metros de él.
—Debes de tener una consideración muy
Con mucho cuidado alargó el brazo para
pobre de mi nivel de inteligencia.
apagar la lámpara.
—¿Temes no ser capaz de resistirte a mí? —
El gato se acercó a los pies de la cama y se
replicó él con frialdad.
acurrucó para dormir. Cassie se estremeció
—No exactamente. Es solo que no quiero y miró hacia la ventana. La luna proyectaba
ponértelo tan fácil. Si me quedo aquí, curiosas formas y sombras en el balcón, lo
tendrás que escalar por la pared y romper bastante oscuras para esconder una criatura
una ventana antes de asfixiarme con un en las tinieblas. En cierto modo, era
viejo vestido. reconfortante estar acompañada por otro ser
humano. Cassie decidió que era mejor tener
Aquella era ir demasiado lejos, y Cassie lo
cerca de Justin que estar sola con un gato
supo en cuanto escupió las palabras. Intentó
diabólico y un viejo vestido de novia.
alejarse de él, pero no tuvo oportunidad.
Con un rápido movimiento Justin la agarró y ¿Qué le habría pasado a la novia?
la levantó en sus brazos.
Tal vez había huido, y tal vez la huida no
—¡Justin, no! ¡Espera! Él la llevó hasta la fuera una idea tan mala, pensó.
cama. Su expresión era adusta y siniestra.
Quizá no consiguiera esconderse para
—¿Quieres quedarte en esta habitación? Muy siempre de Justin, pero podía dificultarle la
bien, entonces los dos nos quedaremos —la caza.
arrojó sobre la cama y se quedó de pie a su
Se mordió el labio y miró la figura que
lado—. Prefiero dormir aquí y no en mi
dormía en la silla. No sabía qué más pensar.
cuarto.
Tenía que poner distancia entre Justin Drake
—¡Justin, no te atrevas! —gritó ella. Vio y ella.
cómo él apartaba una manta, y la idea de
Por la mañana pensaría el modo de escapar.
que la ahogara la llenó de terror.
Estaba claro que no podía tratar con él por
—Tranquila —dijo él con un gruñido, y llevó más tiempo. Fuera o no el responsable de
la manta a una silla almohadillada. Se sentó las macabras ocurrencias, le hacía perder el
y apoyó las piernas en un raído reposapiés control.
—. Si tuviera que hacerlo, preferiría hacerlo
Arrellanado en la silla acolchada, Justin
con mis propias manos alrededor de tu
pensaba en silencio cuál sería su próximo
cuello.
movimiento. Aquella tarde Cassie se había
Querría que me vieras durante el acto... mostrado razonablemente segura de sí
Apaga la luz, Cassie, e intentemos dormir un misma, y no permitiría que la echara. Se
poco. mostraba recelosa ante él, pero de ningún
modo iba a reconocer la derrota.
Se recostó en la silla, se cubrió con la manta
y cerró los ojos. En esos momentos barajaba las
posibilidades de que Cassie estuviera
Cassie se quedó sentada en la cama,
pensando en abandonar la casa por la
mirándolo con perplejidad. No tenía sentido
mañana. Eso no encajaba con los planes que
huir, porque la atraparía antes de llegar a la
él tenía. Esperaba que, tras los extraños
puerta. Pero tenía que reconocer que Justin
sucesos, ella se arrojara en sus brazos en
no parecía dispuesto a hacerle daño. Estaba
Jayne Ann Krentz Página 50 Pasión o Venganza
busca de seguridad. Pero en vez de eso lo tenía una mano para luchar, pues la otra
castigaba con su sospecha. estaba atrapada entre los dos cuerpos, y no
pudo hacer nada. En unos segundos Justin
No quería que sospechara de él ni que le
pudo contemplar la desnudez de sus pechos
tuviera miedo. Quería que se entregara en
y suspiró con pasión.
completa confianza y sumisión. ¿Cómo iba a
recuperar el terreno perdido? Tal vez se Muy lentamente empezó a acariciarla, como
había mostrado más agresivo de la cuenta, y si estuviera amansando a un gato. Cassie
Cassie Bond estaba resultando ser más difícil temblaba al recibir el tacto, consciente de la
de lo que pensaba. Tenía que encontrar un poderosa reacción que escapaba al control
modo de impedir que huyera por la mañana. de su cuerpo. ¿Qué clase de poder tenía
aquel hombre para reducirla al más
Solo se le ocurría una solución. Pensó en el
anhelante de los deseos? ¡Tenía que
vestido de boda y en cómo habría seducido
resistirse!
Drácula a su novia. Entonces sus
pensamientos volaron al blanco y delicado —¿Al fin te has decidido a violarme, Justin?
cuello de Cassie y una amarga sonrisa curvó —intentó que la pregunta fuera una
sus labios antes de quedarse dormido. provocación—. ¿Ya has abandonado la idea
de seducirme? ¿Te has convencido de que no
Cassie se despertó poco antes del amanecer
consigues nada con tus juegos de terror? —
y de nuevo sintió el peligro acechando.
él se puso rígido y murmuró algo
Parpadeó varias veces para terminar de
incomprensible, y ella supo que había
despejarse. Había estado convencida de que
conseguido algo—. ¿A qué viene eso de
no podría dormir después de lo ocurrido,
disfrazarse de Drácula? ¿Y entrar a
pero allí estaba, desorientada y vulnerable
escondidas en mi habitación? ¿Intentabas
por el reposo del sueño.
asustarme para que buscase tu protección?
Desesperada, intentó sentarse y encontrar la No ha funcionado, ¿verdad? ¡Así que ahora
lámpara de la mesita. ¿Qué era el peso que lo intentas a la fuerza!
sentía en las piernas? ¿Seguía siendo el
—Quieta, Cassie —ordenó con voz áspera.
gato? Era pesado, pero no tanto... Entonces
Le apretó el pezón de un modo excitante y
se dio cuenta de lo que era.
amenazante a la vez—. ¡Quieta y deja de
—¡Justin! —emitió un gritó ahogado. Estaba luchar conmigo!
tumbada bajo el peso de sus muslos y con la
—Eso es lo que quieres, ¿verdad? ¡Quieres
cabeza sobre su brazo. Estaba
que te lo ponga fácil! Pues no pienso
completamente desnudo y la miraba con sus
hacerlo, Justin. Eres más fuerte que yo y no
ojos oscuros—. ¡Justin, no!
podré detenerte, pero ¿qué satisfacción vas
Él le puso una mano sobre un pecho. a conseguir? No sabía que fueras esa clase
de hombre que encuentra el placer en una
—Ya sabes que puedo conseguir que me
violación. Eso es propio de los hombres que
desees —dijo él con un peligroso susurro—.
dudan de su masculinidad, ¿no es cierto?
No te resistas. Acabarás perdiendo.
Hombres que no tienen derecho a
Ella se estremeció al sentir los dedos en el considerarse como tales. Solo una mente
pezón, a través de la sábana. enferma encontraría placer en una violación
—siguió atacándolo con sus palabras, pues
—No me toques, Justin —exclamó, más
era la única arma que le quedaba.
asustada de lo que había estado al descubrir
el vestido—. ¡No me toques! —No es una violación y lo sabes muy bien.
—Quieta, Cassie. No hay por qué tener ¡Deja de gritarme! En pocos minutos...
miedo —se inclinó y la besó en el cuello—.
—¡En pocos minutos voy a odiarte como
Ibas a escaparte, ¿verdad? ¿Creías que no
nunca he odiado a nadie en toda mi vida!
iba a adivinar tus planes? Has perdido el
valor... Pero no tienes que tenerme miedo, —Te aseguro que no podrás odiarme
cariño, solo a ti misma. Y cuando te haya después de esto —prometió él, y acalló sus
hecho el amor unas cuantas veces ni gritos con un beso salvaje.
siquiera temerás tus propias reacciones. Te
Pero Cassie tenía miedo de Justin Drake y
abandonarás por completo.
del poder que ejercía sobre ella. Su única
Ella se retorció con violencia mientras él defensa era el rechazo total, y se había dado
desabrochaba los botones del camisón. Solo cuenta de ello. Sabía que si a Justin no le
Jayne Ann Krentz Página 51 Pasión o Venganza
quedaba otro remedio que poseerla por la Ibas a hacerlo, ¿verdad? —preguntó con la
fuerza, no habría vencido. Tenía que resistir. respiración entrecortada—. Ibas a golpearme
con la lámpara en la cabeza.
Por eso siguió luchando con violencia.
Cassie no dijo nada. Respiraba con dificultad
Sacudía la cabeza sin parar, intentando
y el corazón le latía desbocado. Tenía todos
librarse de sus besos. Las piernas le dolían
los músculos en tensión, y mantenía la mano
por el esfuerzo que estaba haciendo bajo el
en la base de la lámpara.
cuerpo de Justin. Era un hombre tan fuerte y
poderoso que ella se sentía pequeña e Poco a poco sintió que Justin se relajaba,
indefensa bajo sus músculos. hasta que tomó una profunda aspiración y se
apartó de ella. Se quedó tumbado de
Por su parte, Justin siguió obstinado en
costado, con un brazo protegiéndose los
conseguir su objetivo. Le quitó el camisón de
ojos, y permaneció así varios minutos.
algodón y lo arrojó al suelo. Le sujetó las
Cassie no se movió. No creía que fuera
manos y la besó repetidas veces en la boca
capaz de moverse.
y en el cuello. También empezó a acariciarle
los pechos y la cara interna de los muslos. —Está claro que no eres el tipo de mujer que
Cuando se separó brevemente de ella fue responda a la agresividad —dijo él
para hablarle en un tono tan calmado y finalmente, sin apartar el brazo de los ojos.
autoritario que la hizo pelear con más furia.
—¿Pensabas que lo sería? —susurró ella. Se
—Cassie, estás luchando contra lo inevitable. apartó unos centímetros de él. Había
Sabes que lo deseas tanto como yo. ganado. Justin se había retirado al
¿Recuerdas cómo te sentiste la última vez: convencerse de que no podría someterla.
¿Recuerdas la pasión que ardió en ti? Eras
—Valía la pena intentarlo —dijo él. El tono
puro fuego y energía, cariño. Podía ver el
despreocupado de su respuesta volvió a
deseo en tus ojos. Así es como te sentirás si
enfurecerla.
dejas de luchar.
—¿Que valía la pena intentarlo? —repitió en
—¡Maldito seas, Justin!
un chillido. Se incorporó a medias y lo miró
—Cálmate, Cassie, cálmate. Déjame furiosa—, ¿Qué demonios significa eso?
amarte...
—Pensé que sería la forma más fácil para
—¡Tú no me amas! —espetó ella—. No amas asegurarse de que no te fueras esta mañana
a nadie, ¿recuerdas? ¡No crees en el amor! —reconoció él.
—Creo en la pasión. Y puedo hacer que tú —De modo que solo ha sido un acto
también creas. ¡Estate quieta, Cassie! deliberadamente calculado, ¿no es así? ¡Otro
de tus ridículos juegos! ¿Se supone que es
¡Te dije que no me quedaría inmóvil como
otra forma de castigarme?
una gallina a la que van a cortar el
pescuezo! —consiguió liberar un brazo y le —No intentaba castigarte, Cassie —
clavó las uñas en el hombro. respondió él con un gruñido—. Solo
intentaba impedir que te fueras. La otra
Justin soltó una maldición. Cassie, te lo
noche me respondiste con toda tu pasión.
estás poniendo más difícil al final el
Pensé que si volvía a conseguir la misma
resultado va a ser el mismo.
respuesta, entonces aceptarías lo inevitable
El resultado será una violación, y si crees y dejarías de luchar conmigo.
que voy a aceptarlo gustosa es que has
Ella estaba perpleja. Se cubrió con la sábana
perdido la cabeza —alargó el brazo hacia la
y lo miró por encima del hombro.
mesita de noche y tanteó con los dedos
hasta encontrar la pequeña lámpara de —No te entiendo, Justin.
vidrio.
—Ya lo sé.
Justin levantó la mirada cuando se dio
—¿Qué quieres de mí? ¿Cuánto va a durar
cuenta de lo que pensaba hacer. Se quedó
maldita venganza? —le preguntó aturdida.
inmóvil y a Cassie la invadió un pavor
insoportable. Ninguno de los dos se movió. Él dudó un momento y retiró el brazo de los
ojos.
ÉL la miró fijamente y levantó una mano
para apartarle el pelo de la cara. —Anoche te dije que la venganza ya no me
interesaba.
Jayne Ann Krentz Página 52 Pasión o Venganza
CAPITULO 8
—¿Cuándo piensas hacer el equipaje para —¿Qué quieres decir? ¡Yo solo intento
marcharte, Cassie? —le preguntó Justin. sacarte de aquí por tu propio bien!
Bebía lentamente su café mientras esperaba
—Justin, hasta donde yo sé, eres el único
a que ella terminase sus cereales.
con razón suficiente para asustarme. Y me
—¿Marcharme? —preguntó alzando la gustaría destacar el hecho de que mi vida
mirada—. ¿Marcharme a donde? —llevaba marchaba sin preocupaciones hasta que
un rato pensando en lo tonta que era al entraste en ella. Los sucesos extraños han
seguir el juego de Justin, y la pregunta la empezado a partir de tu llegada.
pilló desprevenida.
Justin la contempló en silencio durante un
—De vuelta a San Francisco —respondió él rato.
con impaciencia.
—Entiendo —dijo finalmente—. Esto es una
—No voy a regresar todavía a San Francisco. especia de prueba, ¿no? Quieres ver si
No hasta final de mes. siguen pasando cosas ahora que has
decidido concederme una oportunidad. Eso
—No digas tonterías, Cassie. Ya has pasado
me deja en una situación sin salida, creo. Si
dos noches horribles aquí. Quién sabe si
continúan ocurriendo, pensarás que sigo
habrá sido algún idiota del pueblo o si fue
empeñado en la venganza. Pero si dejan de
una pesadilla una noche y la siguiente fue el
ocurrir supondrás que he abandonado la
gato. Sea como sea, lo mejor será
idea. Es un poco injusto para mí, ¿no crees,
marcharse. Cassie lo miró con expresión
Cassie?
testaruda.
—¡Ese no es el motivo que tengo para
—¿Quieres decir que algo está pasando
quedarme! —exclamó ella, pero se preguntó
aquí?
en silencio si Justin tenía razón—. Te he
—No lo sé, Cassie. Solo sé que no me gusta dicho que alquilé esta casa por su ambiente,
lo que pasó con las escaleras del sótano ni lo y tengo intención de aprovecharla. Si no te
del vestido en tu cama. Supongo que el gusta lo que hay, eres libre de volver a San
visitante nocturno del balcón bien pudiera Francisco. Nadie te lo impide.
ser una pesadilla, pero...
—Sabes muy bien que no voy a ir a ninguna
—Tú mismo dijiste que alguien serró los parte sin ti, Cassie. No me lo pongas difícil.
escalones hace tiempo en un acto de Soy mucho más fuerte que tú, y puedo
vandalismo. Y el gato es muy grande, Justin. llevarte al coche y conducirte a tu casa —
Podría arrastrar el vestido por toda la casa dijo en tono amenazante.
—le echó una mirada al animal, que estaba
—Ah —Cassie asintió con prudencia—. No
bebiendo leche en un cuenco—.
pensé que fueras a mantener tu palabra de
Sinceramente, no sé por qué me molesto en
honor. Nunca has tenido intención de
darle de comer.
demostrar nada, ¿verdad?
—¿Por qué lo haces?
—No sé cómo puedo demostrarte algo si nos
—Supongo que porque temo sus represalias quedamos aquí —espetó él—. Te repito que
si no lo hago —reconoció ella con una para mí es estar en un callejón sin salida.
sonrisa—. Míralo. ¿Te atreverías a no
—Justin, si me pones un solo dedo encima
alimentarlo?
sin mi permiso, consideraré que nuestro
—Cassie, nos estamos desviando del tema. trato es nulo y sin efecto —declaró ella.
La sonrisa se le borró de la cara al ver que Los dos se miraron desafiantes, cada uno
Justin estaba serio. calibrando las defensas del otro. Al final fue
Justin quien se rindió, aunque de mala gana.
—No, Justin, yo pienso quedarme. Quería un
Con una mueca adusta en el rostro, agarró
lugar con ambiente y es lo que he
la cafetera y llenó su taza sin decir una
encontrado.
palabra. Cassie supo que había ganado, y
—Cassie, estás siendo cabezota a propósito. eso la animó bastante.
—Igual que tú. —Ahora que todo está aclarado iré a
prepararme para bajar al pueblo. Quiero
Jayne Ann Krentz Página 56 Pasión o Venganza
y eso era lo más irritante. Desde que acabó sonriente. El ánimo le había subido al verlo
su matrimonio se había mantenido apartada bajar por el acantilado con el caballete.
de los hombres, y no quería que Justin
—Tal vez sea por esto por lo que tus
supiera que había sido el primero en
juguetes caros no te funcionan —sugirió él
seducirla de nuevo.
—. Los tratas con demasiada rudeza.
—Estoy completamente seguro. Alison y yo
—¿He de suponer que tú tratas mejor a los
hablamos del tema —dijo en un suave
tuyos?
murmullo.
—Mucho mejor —le lanzó una mirada
—¿Qué? —se quedó pasmada, observando
seductora.
su perfil—. ¿Hablaste con Alison de mi vida
amorosa? ¿Cuándo? ¿Cómo te atreves? ¿Qué Sí... ya he tenido ocasión de comprobar
te dijo? Solo mentiras, seguro. ¡Ella no tiene como los tratas, y me dio la sensación de
ni idea de cómo es mi vida! que no eras precisamente muy cuidadoso.
—Claro que sí. Es tu hermana, y las Los dos sabían que se estaba refiriendo a la
hermanas siempre se enteran de esas cosas. violenta escena que se había desarrollado
Lo sabes muy bien. aquella mañana en el dormitorio. Justin
endureció la expresión, pero no dijo nada.
—¡Pero no te lo contaría a ti! —exclamó en
protesta, pero la cruda realidad era lo Se sentó en una roca mientas Cassie
contrario. preparaba el material de acuerdo con las
instrucciones, y permaneció callado mientras
Sí lo hizo.
empezaba a aplicar las lecciones del libro.
¿Cuándo?
Aquella gaviota que está posada sobre un
El día que le dije que iba a romper con ella. saliente rocoso es perfecta —dijo con
Tuvimos una larga charla. entusiasmo—. Mira cómo la imagen captura
la esencia de la eternidad marina...
¡Oh, Dios mío! —cruzó los brazos al pecho y
se volvió hacia la ventanilla. Quería estar ¿De dónde has sacado esa frase? –le
seguro de lo que era capaz antes de ir en tu peguntó Justin.
busca —explicó él.
Capítulo tres de El zen y la pintura.
Cállate. No quiero seguir hablando de ello.
Está especialmente dedicado a los paisajes
Cassie, ¿por qué estás tan preocupada? Ella marinos —lo informó ella con cierta
se negó a contestar. De hecho, se negó abrir arrogancia.
la boca en todo el camino de regreso a la
Justín se recostó de espaldas sobre la
mansión. Cuando llegaron salió del coche y
superficie cálida de la piedra y arqueó una
corrió hacia la casa.
ceja.
¡ Cassie! —la llamó Justin—. ¿Adónde te
—Esto tiene que ser interesante.
crees que vas? —la siguió al vestíbulo y la
vio recoger unas pinturas y un caballete. En Media hora más tarde Cassie dejó el pincel y
una mano llevaba el libro de El zen y la observó la gaviota que había pintado
pintura. mediante la técnica del zen. Frunció el ceño
mientras se limpiaba las manos con un
—Me voy a la playa a pintar. ¿Es que no lo
trapo.
ves? —salió con la cabeza muy alta con todo
el material. —¿Qué opinas?
—Te ayudaré a bajar todo eso si de verdad —¿La verdad?
es lo que quieres hacer —Justin soltó un
—La verdad.
suspiro y le quitó el caballete sin estrenar.
—Parece que tu gaviota va a caer enferma
Cuando estaban bajando por el acantilado
de un momento a otro. Tal vez esté mareada
Cassie se volvió hacia él.
—dijo Justin, observando con atención la
—La verdad es que se te da bien —le pintura—. Y no creo haber visto nunca el
comentó dulcemente. agua de ese color. Quizá por eso la gaviota
esté mareada.
—¿El qué?
—¿Qué demonios sabes tú de pintura? —
—Cargar con las cosas por mí —respondió
Jayne Ann Krentz Página 60 Pasión o Venganza
casarme con una mujer rica. Debía de saber el riesgo que corría —Justin
levantó un hombro en un gesto filosófico.
—Solo con una que tenga un buen estatus
social y que sea la puerta para una clase Cassie se estremeció. La noche había
selecta —murmuró ella. descendido sobre la vieja mansión junto al
mar, y en las sombras era difícil no pensar
Él esbozó su media sonrisa característica
en la leyenda de los dos amantes vagando
siguió andando hasta la casa. El gato negro
por los rincones.
estaba sentado en el vestíbulo, esperando
para saludarlos cuando Justin abrió la —Justin, ¿y si de verdad aparece en una
puerta. noche de tormenta para reclamar a Adeline
y se la lleva con él?
Supongo que tiene hambre —dijo Cassie
agradecida por cambiar de tema. El asunto —Puedo decirte una cosa —declaró él—. Si
del matrimonio la estaba deprimiendo. aparece esta noche en tu dormitorio tendrá
que vérselas conmigo.
Creo que te tiene un poco intimidada—
observó Justin, viendo cómo el gato la Cassie deslizó los dedos por la copa de
seguía a la cocina. brandy y levantó la mirada hacia él.
—Todo el género masculino me tiene —Justin, ya te he dicho que lo haremos a mi
temporalmente intimidada —replicó ella. Por modo. ¡No voy a dormir contigo esta noche!
suerte, él no la oyó. Prometiste que no me apurarías para tener
una aventura.
El resto del día transcurrió en una apacible
tregua. Justin la ayudó con la cena, luego —No he dicho que el fantasma vaya a
sirvió brandy para los dos y se sentaron encontrarme en tu cama. He dicho que me
frente a la chimenea. encontraría en tu habitación. Dormiré en la
silla.
—Tuvo que ser un hogar muy acogedor en
algún tiempo, ¿verdad, Justin? —preguntó —Eso es ridículo —estaba segura de que no
Cassie mirando al techo. Estaba decorado quería tener cerca a Justin. Sería demasiado
con pinturas descoloridas de la mitología peligroso.
griega.
—Igual que tu insistencia en quedarte aquí.
—Sí —respondió él, y pasó un brazo Voy a cerciorarme de que no pasas más
alrededor de ella—. Pero a finales de siglo noches sola. Puede que lo que haya ocurrido
este lugar estaba casi desierto. Hoy apenas tenga una explicación muy simple, pero no
sigue siendo más que un pequeño pueblo. voy a correr ningún riesgo. Te lo repito,
Seguramente la población siempre haya Cassie. No soy un jugador.
estado compuesta por leñadores y
—Justin, si intentas...
pescadores.
Él se inclinó hacia ella y le acalló las
—Tal vez por eso querían el barón y su
protestas con un beso rápido y violento.
mujer que su hija se casara con un hombre
rico de fuera —decidió Cassie—. No querían Cuando se retiró, los ojos le brillaban.
que Adeline tuviera que vivir aquí. Querían
—Conmigo estarás tan a salvo como quieras,
para ella una vida segura y agradable en el
cariño.
Este
Cassie comparó la idea de dormir sola en
Una vida respetable y lujosa.
esa habitación que parecía encantada con la
Sí... imprudencia de permitir que Justin se
quedara con ella. Sabía que estaría más a
Pero la gente siempre quiere lo que no
salvo con Adeline y su jugador, pero,
puede tener, ¿verdad? —preguntó él con un
sorprendentemente, se encontró a sí misma
suspiro—. Adeline quería a su jugador,
rindiéndose ante la insistencia de su
cuando podría haber tenido fama y riqueza.
penetrante mirada. Sería reconfortante
—¡Estaba enamorada! —exclamó Cassie en tenerlo cerca, se dijo, en un intento por
defensa de Adeline. ponerle sentido a la falta de protesta
interior.
—Estaba encaprichada. Y eso le costó la
vida. Y aunque sabía que era mucho más
inquietante y peligroso que reconfortante, no
¡ Y también al jugador! Era un jugador.
Jayne Ann Krentz Página 62 Pasión o Venganza
CAPITULO 9
Tenía que salir de la mansión, pensó Justin espalda las marcas de la pasión, no de la
mientras trataba de buscar una posición resistencia. Quería que lo necesitara y que
cómoda. No estaba dispuesto a pasar el gritase su nombre en los límites del
resto del mes durmiendo en esa vieja silla deseo. .Quería que solo pensara en él.
acolchada. Ni estaba dispuesto a seguir
Justin puso una mueca al pensar en la
durmiendo solo.
trampa en la que se había metido. No se
Giró la cabeza y vio a Cassie tendida en la había ganado su confianza. ¿Y cómo podía
cama. Pudo distinguir entre las sombras la hacerlo? Cassie parecía capaz de mantenerlo
alborotada mata de su melena castaña. a raya el tiempo que hiciera falta. Llegaba el
Estaba durmiendo con uno de sus largos turno para que la pequeña bruja se cobrase
camisones de algodón, bajo los que parecía su propia venganza.
encontrarse segura. Seguramente pensaría
Maldición... ¡La deseaba esa noche! Soltó un
que esos camisones eran tan modestos
débil gemido y miró el techo.
como el albornoz que alguna vez llevaba. Él
no le había dicho todavía que cuando la Quería estar en su cuerpo y en su cabeza.
miraba contra el fuego de la chimenea o No podía permitir que tomase el control de
contra la luz de la lámpara podía ver la situación, como ella había exigido. Cassie
perfectamente las curvas de su figura al Bond tenía que compartir algo más que su
trasluz. fuerza de voluntad, y no dudaría en hacerlo
sufrir por sus planes de venganza si pensara
No quería alarmarla. Justin había esperado a
que podía hacerlo.
que la habitación estuviera a oscuras para
quitarse los vaqueros y acostarse en aquella Aquella idea lo divirtió a pesar de su
silla tan incómoda. Había tenido que discutir incomodidad. Cassie volvería loco a un
mucho menos de lo que esperaba para hombre si ese hombre se lo permitía.
quedarse en su habitación. Justin Necesitaba a un hombre tan fuerte como
sospechaba que Cassie estaba mucho más ella. Alguien a quien no pudiera olvidar
asustada por los inexplicables sucesos de lo cuando la aventura acabase y pasara al
que quería admitir. Bueno, al menos eso le siguiente.
daba una excusa para estar cerca de ella.
La imagen de Cassie en brazos de otro
Pero estar cerca no era suficiente. Justin hombre lo sacudió con fuerza. Lo último que
sintió el doloroso deseo que le recorría el quería pensar era en el fin del romance.
cuerpo. Tenía que encontrar un camino a
Algunas aventuras duraban años, se recordó
través de las barreras que ella había
a sí mismo, aunque ninguna de las suyas
levantado. Un medio para atravesar el velo
duró tanto. Pero Cassie creía en el amor y
de desconfianza y arrogancia femenina.
en todas esas complicaciones. ¿Qué pasaría
Sabía que podría haberla poseído aquella cuando encontrase a un hombre que le
mañana, con o sin lámpara. Cassie era declarase su amor? Justin frunció el ceño.
demasiado pequeña y frágil. Hubiera sido Cuando eso ocurriera tendría que hacer lo
muy fácil quitarle la lámpara de la mano, mejor para ella.
sujetarla contra la cama y tomar posesión de
Y eso significaba quitar de en medio al otro
su
pretendiente. Después de todo, mientras
cuerpo. Cassie estuviera bajo su protección, él tenía
que protegerla contra las mentiras y las
El pensamiento de envolverse otra vez con
falsas promesas.
su abrasadora sensualidad lo hizo ser más
consciente del dolor que sentía en la Satisfecho por la decisión tomada, Justin
entrepierna. Volvió a cambiar de postura, volvió a pensar en el problema más
intentando encontrar algo de comodidad. acuciante. ¿Cómo podía vencer las reservas
de Cassie? Ciertamente, la seducción no se
Sí, podría haberla dominado... pero ella
estaba desarrollando según lo previsto.
tenía razón. No había placer en hacerlo
contra su voluntad. Él quería que lo Y también quedaba otra cuestión. Cómo
abrazara, que le rodeara la cintura con las sacarla de aquella mansión en ruinas. Ya
piernas, que con las uñas le grabara en la fuera por gatos endemoniados o fantasmas
Jayne Ann Krentz Página 64 Pasión o Venganza
qué no podía contenerse lo suficiente para Tras unos momentos que parecieron
hacer las cosas bien? interminables, Justin la acercó a él. Le
extrañaba que estuviese tan callada, pero
—¿Justin? —el sonido del nombre en sus
estaba demasiado contento para
labios lo hizo gemir. Cassie no intentaba
preguntárselo. Lo haría por la mañana,
detenerlo, solo estaba un poco confusa.
decidió. Hablarían de todo por la mañana.
—Cassie, cariño, rodéame con tus brazos — Ella tenía que comprender que le pertenecía.
le ordenó con voz ronca—. Abrázame y
Pero por la mañana Cassie seguía en
sujétame con fuerza. Esta noche te necesito
silencio. No estaba malhumorada ni
más que nunca. Tengo que hacerte mía,
resentida, simplemente parecía sumida en
cariño. Tengo que hacerte mía de nuevo.
sus propios pensamientos.
Todo en su interior había estallado. Era
incapaz de retener el control, y la pasión que
le ardía en las venas iba más allá de Cuando Justin despertó no la encontró en la
cualquier razonamiento lógico. Cassie estaba cama. Se había levantado y estaba en el
con medio cuerpo bajo el suyo y no se baño, y cuando él se puso en pie ya estaba
resistía. Esos dos factores estaban liberando vestida.
cada una de las fantasías que había
Lo saludó amablemente, como si fueran
albergado desde que la vio por primera vez.
simples compañeros de habitación en vez de
El deseo más profundo lo empujaba a saciar amantes, y bajó a la cocina para preparar el
su anhelo. Agarró el borde inferior del desayuno. Cuando él acabó de vestirse y
camisón y lo subió hasta la cintura. bajó, la vio dando de comer al gato.
Todo iba mal, intentó decirse a sí mismo. —¿Tienes hambre, Justin? —le preguntó con
Tendría que haber desabrochado el camisón una sonrisa cortés y una mirada esquiva. Le
con lentitud y haberlo abierto con dulzura sirvió un vaso de zumo y llevó la bandeja a
sobre sus pechos. Tendría que estar la mesa del comedor—. Supongo que
preocupándose por despertar la sensualidad deberíamos usar la salita para desayunar,
que aguardaba bajo él. Demonios... ¿por pero es más impresionante tomarlo aquí,
qué no podía ir despacio esa noche? ¿no crees?
¿Lo odiaría por el ansia y las prisas que Justin se sentó en el otro extremo de la
estaba demostrando? Quería impresionarla mesa. Frunció al ceño al pensar en la
con sus habilidades, pero no podía parar. manera de sacar el tema de la noche
¡Tenía que hacerlo sin perder más tiempo! anterior. ¿ Por qué Cassie no lo estaba
recriminando ni acusando de haber violado
El calor de sus muslos lo rodeó cuando se
el acuerdo? ¿Por qué no se estaba quejando
inclinó entre sus piernas. Podía sentir las
de su egoísmo o de lo que fuera? ¿Por qué
uñas en sus hombros y los pezones contra
parecía ignorarlo todo?
su pecho, como bayas endurecidas a través
del algodón. —Cassie... —empezó a decir con firmeza.
—Cassie, Cassie... No puedo esperar. ¡Te —Creo que hoy empezaré con ese libro que
necesito! explica cómo sacar el talento de la escritura
del hemisferio derecho del cerebro —anunció
Ella no intentó resistirse, y a Justin le dio un
ella dando un mordisco a su tostada.
vuelco el corazón cuando vio que se abría a
él sin reservas. Con un gemido ronco se Justin apretó la mandíbula. Lo estaba
apretó contra su cuerpo y se perdió en la evitando a propósito. Parecía tan inocente
incomparable sensación de introducirse en allí sentada, con el recogido ligeramente
su interior. Ella lo recibió con un suave torcido a un lado y algunos mechones
quejido, y lo rodeó con los brazos y las sueltos por los hombros. Se había puesto
piernas. Justin se abandonó por completo a una camiseta a rayas y unos vaqueros
la pasión que ardía entre ellos. desgastados, como si su intención fuera irse
a jugar a la playa.
La escalada de placer acabó en una
explosión que los envolvió en una nube de —Cassie —intentó llamarle la atención de
delicia. Justin gritó la culminación del nuevo—, creo que tenemos que hablar.
orgasmo mientras sentía el estremecimiento
—Mmm... Luego, Justin. Quiero empezar a
de Cassie.
leerme el libro cuanto antes, a ver si por la
Jayne Ann Krentz Página 66 Pasión o Venganza
viento apagaban cualquier otro sonido—. Mira, voy a echarte mi cinturón —se desató
el ancho cinturón de cuero y se tumbó
¡Cassie!
bocabajo sobre el borde. Agarra el extremo
Aceleró el paso, agradecido por ver tan bien y tiraré de ti hacia arriba. Vamos, cariño, no
en la oscuridad. ¿Dónde demonios estaba? tengas miedo. Solo son un par de metros.
¿Hasta dónde habría ido con Bailey?! Hacía No te pasará nada.
bastante frío, y Cassie no llevaba ningún
¿Nada, Justin? —le preguntó con más
abrigo o chaqueta. Era la única invitada que
serenidad que nunca. A la luz de la luna
se había presentado en vaqueros.
Justin pudo ver el miedo en sus ojos.
—¡Cassie! ¡Respóndeme! —el viento solo
—Cassie, ¿qué pasa? ¡Agárrate al cinturón!
dejaba oír el ruido de las olas chocando
Estás congelada, y después de una caída así
contra el acantilado.
puedes estar traumatizada.
Entonces la oyó.
—No ha sido una caída, Justin. Me han
Era solo el débil eco de una voz pidiendo empujado —respondió ella. Rozó con los
auxilio, apenas audible entre el viento y las dedos el extremo del cinturón, pero no
olas, pero Justin solo tenía oídos para esa intentó agarrarlo.
voz.
Y de repente él lo comprendió todo. Alguien
—¡Socorro! ¡Aquí! había empujado a Cassie por el acantilado, y
el candidato más probable era él mismo.
Justin echó a correr por el borde rocoso en
la dirección del grito. Pronto descubrió que la Para Cassie nadie más tendría un motivo
voz proveía de abajo. para empujarla a la muerte. Y temía que si
agarraba el cinturón, Justin lo soltara y ella
—¡Oh, Dios mío! ¡Cassie! —masculló entre
cayese al vacío.
dientes al verla. Estaba tendida sobre una
roca, unos metros por debajo de él. En esos momentos le estaba pidiendo que le
confiara su vida, y nunca le había dado
Ella levantó la mirada y lo vio, al tiempo que
razón para creerlo.
las nubes se apartaban y la luz de la luna
iluminaba la escena. Tenía el rostro Justin sintió que ardía por dentro de furia.
congelado por el horror, y en ese momento ¿Quién demonios era Cassie Bond para
Justin sintió un temor desconocido para él. dudar de él?
Lentamente, Cassie se puso en pie, con
¡Ella le pertenecía!
piernas temblorosas, sin dejar de mirarlo. Se
apoyaba sobre el pie derecho, pero si solo se —¡Maldita sea, Cassie! —gritó con toda la
había torcido un tobillo podía considerarse fuerza que pudo para hacerse oír—. Agarra
afortunada. Había sido una caída el cinturón. Si quisiera matarte no me habría
milagrosamente corta. Medio metro más en molestado en empujarte por el borde. Me
cualquier dirección y se habría despeñado perteneces y yo me preocupo en cuidar de lo
entre las rocas. que es mío. ¡Agarra el cinturón ahora mismo
o tendré que estar gritando hasta el
Habría caído inconsciente en la playa, y la
amanecer! ¿Me oyes, cariño?
marea se la habría tragado... Justin se dio
cuenta de que también él estaba temblando. Se produjo un momento lleno de electricidad
Cassie había estado a punto de morir! sobre la piedra. Cassie seguía mirando el
Cassie, ¿estás bien? endurecido rostro de Justin, y entonces se
dio cuenta de una verdad absoluta. El amor
Estoy viva, si te refieres a eso —lo dijo con
suponía confianza. Te oigo, Justin —dijo en
tanta calma que él apenas pudo oírla.
su tono más sumiso.
Jayne Ann Krentz Página 69 Pasión o Venganza
CAPITULO 10
El Ferrari negro cruzaba la noche a toda despidiera de nuestros anfitriones! —Justin
velocidad en dirección a la casa de la colina. la había llevado directamente al coche, y
Cassie temblaba en el asiento del pasajero nadie de la fiesta supo que se marchaban.
mientras el interior del coche se caldeaba
—Te maltrataré todo lo que quiera —espetó
poco a poco.
él mientras sacaba la llave de la puerta de la
—Qué suerte —murmuró—. La calefacción cochera—. Estoy en mi derecho.
del coche funciona.
—¿Tu derecho? —preguntó llena de furia—.
Justin no pareció haberla oído. Tenía la vista ¿Qué quieres decir con “tu derecho»?
fija en la carretera, con una expresión dura y
¡Solo porque te quiera, Justin Drake, no
sombría.
significa que tengas ningún «derecho» sobre
—Cuando lleguemos te darás un baño, mí!
tomarás algo caliente y haremos las maletas
La puerta se abrió, y Justin se quedó en el
para marcharnos enseguida.
umbral al oír la voz de Reed Bailey que
—¿Esta noche? —preguntó ella sorprendida provenía de la oscuridad.
—. Estoy muy cansada, Justin. ¿No
—Qué conmovedor... —dijo Bailey, y se
podríamos esperar hasta mañana?
acercó a ellos para que pudieran ver la
—Ni hablar. Llamaremos a la policía desde pistola que llevaba en la mano—. Y qué
un motel y le contaremos lo que ha ocurrido. estúpido. De modo que conseguiste subir al
¿Llegaste a ver a quien te empujó? acantilado, ¿eh, Cassie? Es una lástima que
no te quedarás más tiempo en la fiesta,
—No —Cassie se estremeció al recordarlo—.
Drake. Ha sido un error volver aquí tan
Todo pasó muy deprisa. Iba caminando por
pronto. Un grave error.
el sendero del acantilado, contemplando la
vista, y de pronto algo o alguien me dio un Justin masculló una maldición en voz baja y
fuerte empujón por la espalda —el horror empezó a bajar a Cassie al suelo, sin dejar
que sintió en aquel momento tardaría mucho de mirar a Bailey. Cassie sintió la tensión
tiempo en olvidarlo. que lo recorría.
—Has tenido mucha suerte de caer sobre —No, no la sueltes, Drake. Prefiero que
aquella roca. tengas las manos ocupadas. Eso evitará que
hagas alguna tontería. No tengo mucho
—Sí... —Cassie esbozó una tímida sonrisa.
tiempo. Mi socio estará aquí en cualquier
—Maldita sea, Cassie. ¿Qué estabas momento. No quiero que se piense nada
haciendo ahí fuera? —preguntó él con raro. Se pone nervioso fácilmente. ¡Muévete!
enfado. Seguía enojado desde que la
Justin dudo un momento antes de obedecer.
rescató.
Sostuvo a Cassie en sus brazos y dejó que
—Ya te lo he dicho. Reed me sugirió que Bailey los condujera por el pasillo.
saliera a contemplar la vista.
Cassie se mordió el labio cuando supo
—¿Y tú te creíste ese viejo truco? adonde iban.
—¡Él no vino conmigo! ¡Fui yo sola! —Cassie —Espera. Yo abriré la puerta —dijo con
se dio cuenta de que también ella se estaba burlona cortesía mientras abría la puerta del
enfadando. sótano—. Bajad ahí, y os recomiendo que
estéis callados hasta que se haya ido mi
—Sí, claro... —dijo él con ironía mientras
visitante. Como ya he dicho, es muy
aparcaba junto al Ferrari rojo.
nervioso, y si sospecha que hay testigos
—¡Es la verdad, Justin! cerca querrá asegurarse de que son
eliminados antes de salir.
—Vamos, sal del coche. Quiero que te des
un baño caliente enseguida —le abrió la En ese momento se oyó el motor de un
puerta y la sacó en sus brazos. coche. La tormenta arreciaba con más
fuerza, y Cassie sintió que el corazón se le
—Justin, deja de maltratarme, ¿quieres?
desbocaba en cuanto Justin pisó el primer
Llevas así desde que me sacaste del
peldaño. La puerta se cerró tras ellos y
acantilado. ¡Ni siquiera dejaste que me
Jayne Ann Krentz Página 70 Pasión o Venganza
—Hablando del resto de nuestras vidas... — Bolsa? Piensa a cuánta gente podrías ayudar
empezó él. a hacer fortuna en el mercado de valores.
—¿Mmm? Cassie inclinó la cabeza hacia un lado, con
los ojos muy abiertos.
—Lo pasaremos juntos, desde luego.
—Nunca había pensando en eso...
—¿Eso haremos? —preguntó ella con voz
distraída. —Entre los dos podríamos ofrecer un buen
paquete de acciones. ¿Qué te parece,
—Cassie, vas a casarte conmigo —su tono
Cassie? ¿Quieres emprender un negocio
era inflexible.
conmigo?
—Justin, no puedo darte lo que quieres
—La idea es indudablemente atractiva... —
conseguir con el matrimonio. Nadie me
dijo con una sonrisa—. Igual que tú.
invita a fiestas lujosas. No me relaciono con
la clase alta y respetable a la que quieres Él la abrazó con más fuerza.
unirte. Mis amigos son gente normal —lo
—Es muy tarde. ¿Te importaría venir a la
miró ansiosa, pero él solo sonreía.
cama y seguir discutiendo allí?
—Hasta que te conocí no sabía lo que
—Eso depende. ¿Vas a dormir en la silla?
andaba buscando en la vida, Cassie.
Pensaba que el estatus y la respetabilidad Justin sonrió, pero no del modo
eran lo mejor, simplemente porque era algo acostumbrado, sino de una forma total,
que yo no tenía. No sabía qué más buscar. mostrando sus blancos dientes en una
Ahora sé que tú eres lo único que quiero. sonrisa llena de alegría y amor.
—¿Estás seguro, Justin? —¿Qué piensas? —le preguntó mientras la
levantaba en sus brazos.
—Nunca he estado más seguro en toda mi
vida —respondió él—. ¿Y qué me dices de ti, —En que tienes los dientes más bonitos del
Cassie? ¿Sabes lo que quieres? mundo —dijo ella riendo.
—Sé que te amo y que confío en ti, y que —Y tú tienes el cuello más delicioso. Creo,
quiero casarme contigo —le confesó con una mi dulce Cassie, que estamos hechos el uno
sonrisa radiante. para el otro.
—Creo que me gustará vivir a la luz del día El gato se quedó sentado al pie de las
—susurró Justin, y la besó en el pelo—. escaleras y los vio desaparecer por el pasillo
Cassie, te juro que de mí no tienes nada que superior. En otras circunstancias habría
temer. Soy tan bueno como inversor insistido más por su comida, pero la relación
inmobiliario como tú lo eres en la Bolsa. No con sus nuevos amos iba a ser muy larga, y
necesito tu dinero. por esa vez podía pasar.
—¿Inversor inmobiliario? —preguntó ella En el dormitorio del extremo este la luz del
sorprendida. amanecer empezaba a iluminar la alcoba.
—Por supuesto. ¿De verdad pensabas que no Justin dejó a Cassie sobre la cama y empezó
tenía ninguna carrera? Y hablando de a desnudarla con reverente sensualidad.
carreras... He estado pensando en la tuya y
—Solía pensar que eras una criatura de la
en tu talento para ganar dinero.
noche —susurró ella mientras sus ropas
—Es aburrido. caían al suelo.
—Pero ¿sería aburrido usar ese talento para —Y yo siempre he pensando en ti como en
ayudar a otras personas a ganar dinero? Ella una criatura del día —confesó él—. Pero he
levantó la cabeza y lo miró. aprendido que la luz y la oscuridad van
siempre de la mano, porque la una no puede
—¿De qué estás hablando?
existir sin la otra.
—¿Nunca has pensando en desarrollarte
Las dos almas que habían encontrado lo que
profesionalmente haciendo lo que sabes
buscaban se fundieron en una unión jubilosa
hacer mejor? ¿En ser una corredora de
que duraría toda una vida.