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Jayne Ann Krentz Página 1 Pasión o Venganza

PASION O VENGANZA
Jayne Ann Krentz
Jayne Ann Krentz Página 2 Pasión o Venganza

CAPITULO 1
El peligro de enfrentarse a Drácula era que, de vino blanco. Se estaba dejando llevar por
por mucho que una mujer se protegiera de la imaginación.
sus encantos, siempre quedaba la duda de
Pero, demonios, ¿cómo podía Alison
cómo sería hacer el amor con él.
comportarse como si aquel hombre la
Cassie Bond estaba de pie junto a la tuviera medio hipnotizada? ¿No era capaz de
elegante multitud, con la vista fija en el intuir el peligro? ¿O acaso el peligro formaba
hombre de pelo negro, ojos negros y traje parte de la atracción?
negro que bailaba con su hermana.
Independientemente de la fascinación de su
Drácula. Todo en Justin Drake la hacía hermana, Cassie tendría que ponerle fin al
pensar en él como en una criatura de la cortejo de Drácula. El hombre era un
noche. Su pelo, oscuro como una noche sin cazador de fortuna; alguien astuto y
luna, mostraba unas vetas plateadas que despiadado que no dudaría en aprovecharse
insinuaban sus cuarenta años recién de la ingenuidad de Alison para llegar hasta
cumplidos. Sus ojos, protegidos por unas su dinero. Un Drácula moderno, si alguna
espesas pestañas y sensualmente alargados, vez existió uno.
eran de un color negro tan insondable como
Cassie Bond lo sabía todo sobre aquellos
un pozo sin fondo. Cuando miraba a su
sofisticados cazadores. Sus dedos apretaron
hermana Alisen, Cassie pensaba con ironía
con fuerza la copa. No iba dejar que su
que era imposible saber si iba a besarla o a
hermana se convirtiera en la próxima
clavarle un par de colmillos en el cuello.
víctima. Alison tenía veintitrés años, y
Los rasgos de Drake acentuaban su estaba comprometida con Mark Seaton, de
arrogancia natural, bien definidos por unos quien llevaba enamorada desde los dieciséis.
huesos fuertes y marcados. No había ni Si Justin Drake no hubiera aparecido dos
rastro de suavidad en la nariz aguileña ni en meses atrás, Alison y Mark estarían a esas
aquellos adustos labios que tanto turbaban a alturas haciendo planes de boda.
Cassie. Nunca había visto que Drake se
Cassie soltó una profunda exhalación y se
riera, ni siquiera que sonriese lo bastante
obligó a relajarse. Aquella noche debía
como para mostrar la dentadura.
intervenir. Las cosas habían ido demasiado
Seguramente ocultaba los dientes para no
lejos, y no tenía sentido esperar a que su
enseñar los restos de sangre, decidió ella.
hermana se aburriera. De hecho, se
Drake rara vez sonreía, pero
acercaban a un terreno mucho más
constantemente su boca parecía curvarse de
peligroso.
un modo inquietante y al mismo tiempo
sensual. Y cuando sonreía no era nunca de Cassie había empezado a preocuparse
un modo espontáneo, sino con una frialdad cuando Alison anunció su compromiso.
deliberadamente calculada.
No, aquella era la noche. Cassie había
Justin Drake no hacía movimientos descubierto un modo de protegerse contra
innecesarios, pero cuando se movía era Drácula y tenía intención de ponerlo en
como si su cuerpo despidiera una gracia práctica. Era muy arriesgado, pero el futuro
felina que sumía en la descoordinación a de Alison estaba en juego. Mientras antes se
todos los que lo rodeaban. solucionara, mejor sería para todos.
Era algo antinatural, pensó Cassie. Un No había nadie más para protegerla. Sus
hombre de cuarenta años no podía moverse padres habían muerto y su tío estaba de
así, ni tener un cuerpo tan esbelto y duro. vacaciones en un crucero.
Era antinatural que un hombre vistiera un
Bordeó la multitud que llenaba la sala del
traje de etiqueta con tanta autoridad y
hotel. La habían alquilado para celebrar el
seguridad en sí mismo. Y era antinatural que
vigésimo tercer cumpleaños de Alison, y casi
una mujer tan encantadora y amable como
todos los asistentes eran más jóvenes que
Alison se sintiera fascinada por un hombre
Cassie. Muchos veinteañeros y alguno que
tan seductoramente letal como Justin.
otro que se acercaba a la treintena, pero
Solo le faltaba una capa negra para ser el ninguno era tan mayor como Drake. No era
vivo retrato del Príncipe de las Tinieblas. extraño, ya que todos eran amigos de Alison
Cassie frunció el ceño y tomó un largo sorbo "Cassie se preguntó por qué su hermana no
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se interesaba por la falta de relaciones ojos de Cassie eran lo más atractivo y


sociales de Justin. Él nunca le presentaba a llamativo de su rostro.
nadie de su círculo social.
Su cara irradiaba tanto vitalismo e interés
Los labios se le torcieron en un gesto que a la gente se le olvidaba la ausencia de
despectivo. Sabía muy bien por qué Drake belleza. Sus labios sonreían con frescura y
no presentaba a su posible novia a sus sencillez, aunque los llevase cubiertos de
amistades. Las compañías de Justin Drake pintura como en esa tarde. Claro que el
no soportaban la luz del sol mejor que él pintalabios desaparecía tan rápido como el
mismo. resto de maquillaje, por lo que la boca
pronto volvería a su color sonrosado natural.
Mientras atravesaba el mar de trajes Cassie
se sintió parte de aquel grupo elitista, a Cassie tenía un cuerpo esbelto y flexible que
diferencia de Justin. Llevaba un vestido le permitía llevar el vestido plisado, pero,
blanco, largo y con pliegues, atado con un por alguna razón, aquel atuendo no le
fino cordón en la cintura. Era de diseño, y lo favorecía del todo. Los vestidos de diseño
combinaba con un par de sandalias blancas como aquel tenían que ser usados con un
importadas de Italia. El collar y las pulseras aire de sofisticación y una pizca de
eran de oro puro. El coste del conjunto arrogancia, y Cassie daba la impresión de
completo había sido exorbitante, pero Cassie añorar unos vaqueros.
podía permitírselo.
Fuera como fuera, en aquellos momentos no
Por desgracia, el efecto que producía el lujo pensaba en su vestuario ni en su aspecto.
y el glamour no alcanzaba a la sencilla mujer Su única obsesión era arrinconar al peligroso
que se escondía bajo la ropa. Como Alison seductor de su hermana. El enfrentamiento
había señalado varias veces, si había una no podía posponerse más.
mujer que hubiera nacido para llevar
Cuando la música acabó, un hombre se
vaqueros y camisetas, esa mujer era Cassie
aproximó a la pareja y le pidió a Alison el
Bond.
siguiente baile. Justin Drake la soltó de una
Incluso aquella noche, después de una ardua manera reacia, mostrando su desagrado por
y carísima sesión de peluquería, Cassie semejante intromisión. Pero parecía lo
llevaba el pelo suelto por los hombros. A bastante listo para saber que no podía
esas horas poco quedaba del sofisticado negarse. Su pareja era el centro de la fiesta,
peinado que Gerard le había hecho en su por lo que no podía acapararla él solo, de
bonita melena color marrón dorado. La cola modo que salió de la pista con su ligera
que llevaba a la espalda se había deshecho, zancada característica.
y algunos rizos le colgaban a ambos lados
Cassie lo observó con preocupación. No
del cuello. A Gerard le daría un ataque al
quería perderlo de vista. Justin se dirigió
corazón si viera destrozada su magnifica
hacia un rincón acristalado, diseñado para
obra de arte, pero Cassie no podía evitarlo.
servir como área de descanso lejos de la
Su pelo tenía un mecanismo natural para
sala de baile. Cassie agarró en una mano los
destruir cualquier modelación que se le
largos faldones del vestido mientras con la
aplicara.
otra sostenía la copa, y fue tras él.
Lo mismo pasaba con el maquillaje. Los
El rincón solo estaba iluminado con una
delicados toques cobrizos que le había
lámpara, cuya tenue luz recordaba el
aplicado el ayudante de Gerard, y que le
resplandor de las velas. Al entrar, a Cassie le
había garantizado que le durarían
costó unos momentos acostumbrarse a la
veinticuatro horas, apenas eran ya visibles.
penumbra. Lo primero que distinguió fue la
Cassie aceptó con resignación filosófica que
silueta de Justin Drake, recortada contra las
el maquillaje no solo no duraría el tiempo
luces del exterior que entraban por la
prometido, sino que le habría desaparecido
ventana. Una criatura de la noche, pensó
por completo antes del final de la velada.
otra vez.
Era como si su cuerpo no aceptara otro color
que no fuera natural. —¿Señor Drake? —algo en su estremecedora
quietud la incomodó más que nunca. Justin
Pero mientras durase, la sutil capa de
permaneció de espaldas a ella,
maquillaje hacía resaltar un par de ojos
aparentemente concentrado en la vista de la
ambarinos. Grandes y vivaces, con un
ciudad. Cassie solo lo había visto
hermoso brillo de inteligencia y vitalidad, los
brevemente en dos ocasiones anteriores,
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pero no parecía ser suficiente para que él se —Solo te he visto en dos ocasiones, pero soy
molestara en volverse. muy bueno en evaluar a las personas. Y no
pareces el tipo de mujer que se permita
—Llámame Justin, Cassie —dijo con excesiva
llegar a las manos con un admirador
amabilidad—. Parece más apropiado dadas
fanático. Con una sola mirada de esos ojos
las circunstancias, ¿no crees?
dorados derretirías a cualquier hombre que
—¿Qué circunstancias, señor Drake? traspasara la línea. Tienes una curiosa
manera de concentrar toda tu furia en la
Cassie tuvo que hacer un enorme esfuerzo
mirada, ¿sabes?
para superar la extraña desmotivación que
la había asaltado de repente. Dio un par de —No parece que usted se derrita —replicó
pasos hacia el interior. Estaban los dos ella.
solos, pero eso era lo que quería, ¿no?, se
—¿Quieres decir que llevas mirándome así
recordó ella misma. El chantaje funcionaba
toda la noche? Lo sé, pero yo no soy como la
mucho mejor en privado.
mayoría de los hombres que conoces.
—Vas a jugar a ser la hermana protectora,
—Soy consciente de eso. Esa es la razón por
¿no es cierto, Cassie? —siguió con la vista
la que quiero hablarle en privado.
lija en la ventana, como si lo que pasara en
la calle fuera más interesante que su —Sobre tu hermana.
interlocutora. Y seguro que así era, pensó
—Sobre mi hermana —confirmó ella.
Cassie. Pero eso iba a cambiar muy pronto.
Parecía que el pequeño cuarto se hubiera
—¿Qué le hace pensar eso, señor Drake? No
llenado de una corriente amenazadora que la
podía verle el rostro, pero tuvo la impresión
envolvía poco a poco. Enfrentarse a Justin
de que estaba sonriendo.
Drake estaba siendo tan desagradable como
—Ah, Cassie... ¿Creías que no me di cuenta había temido. ¡Lástima no haber llevado un
del modo en que me mirabas cuando nos manojo de ajos! ¿Eran los ajos lo que
presentaron la semana pasada? ¿O que no ahuyentaba a los vampiros? ¿O era a los
he notado la furia en tus ojos cuando has hombres—lobo? No estaba muy versada en
llegado esta noche? la materia—. Iré directa al grano, señor
Drake. Quiero que deje en paz a Alison.
Se dio la vuelta por fin, y Cassie vio
corroboradas sus sospechas. Justin lucía una —Comprendo —por el tono de voz parecía
maliciosa sonrisa en el rostro, bajo unos haber reflexionado sobre la orden—. Aunque
ojos brillantes e impenetrables. lo veo bastante flojo. ¿Tienes alguna razón
especial por la que quieras que me largue?
—Mis intenciones con tu hermana pequeña
son del todo nobles. —Está enamorada de otro hombre. Un
hombre al que conoce desde los dieciséis
—Eso es exactamente lo que me preocupa —
años. Si usted no hubiera aparecido y no la
dijo ella.
hubiera hecho caer a sus pies, ahora estaría
Él la miró en silencio durante unos casada con Mark.
segundos. Aquel hombre tenía el don de
—¿En serio? —Justin esbozó una sosa
hacer que sus silencios parecieran
sonrisa—. No parecía que hubiera otro
amenazas.
hombre en su vida cuando yo llegué.
—Eres una extraña criatura, ¿lo sabías?—
—Eso fue porque Mark y ella habían
avanzó un paso y la observó con interés,
discutido. Llevan años discutiendo, pero eso
mientras ella le fruncía el ceño—. Si no te
no significa nada. Sin embargo, usted entró
conociera tan bien diría que has estado
en escena cuando ella estaba decidida a
forcejeando con un hombre en algún rincón
demostrarle a Mark que no era su dueño. Y
a oscuras. Tu aspecto es el de habérselo
de algún modo... —a Cassie se le rasgó la
pasado bien.
voz al darse cuenta de que no sabía cómo
—No me conoce en absoluto, así que no explicar el sucesivo interés de su hermana
puede imaginar cómo aprovecho mi tiempo por Justin Drake. Alison tendría que haber
en las fiestas —espetó ella con furia. No vuelto con Mark semanas atrás. Era como si
tenía derecho a burlarse así, enfundado en estuviera hipnotizada.
su elegante traje de etiqueta.
—La deseo, Cassie —la declaración fue
Él negó con la cabeza en un gesto divertido. tajante y concluyente.
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Cassie se estremeció. Se preguntó cómo —¡Nunca creería que está enamorado de


sería que un hombre sentenciara de ese ella!
modo sus deseos por ella. Seguro que habría
—Entonces no tiene sentido discutir esa
salido huyendo de la habitación. Se alegró
posibilidad, ¿no crees?
de que aquella orden implícita estuviese
dirigida a otra persona, aunque esa persona Cassie respiró profundamente e hizo acopio
fuera su hermana. de paciencia y fortaleza.
—No va a conseguirla, señor Drake —intentó —Señor Drake, no tengo intención de seguir
que su voz fuera igualmente tajante y discutiendo con usted. Le he pedido que deje
concluyente. en paz a mi hermana, y ya que el dinero es
su mayor interés, enfoquémoslo desde esa
Él la observó unos segundos, y se giró hacia
perspectiva. ¿Cuánto quiere?
la ventana.
Él parpadeó. Era como ver a un depredador
—Vas a ser una cuñada muy interesante,
pestañeando ante su presa.
Cassie —era un claro desafío, y ambos lo
sabían. «Yo no, Justin Drake», pensó ella. «A mí no
vas a hipnotizarme»
—No voy a permitir que se case con ella.
—¿Soborno, Cassie? ¿No te parece un
—Esa es precisamente mi intención. Tu
poco... vulgar?
hermana tiene algo que yo quiero.
—No intente jugar conmigo. ¿Cuánto quiere
—Ya lo sé. No es usted el primer hombre
por dejar en paz a mi hermana?
que se fija en su dinero. Hubo un breve
silencio entre los dos. —No creo que pudieras compensarme lo
suficiente por la pérdida que sufriría al no
—También es una mujer muy guapa —dijo él
casarme con tu hermana.
finalmente.
—Merece la pena intentarlo —dijo ella
—También soy consciente de eso, y usted
alzando el mentón en un gesto agresivo.
tampoco es el primer hombre que se fija en
Unos mechones de pelo se le soltaron de lo
su aspecto. Una bonita combinación,
que aún quedaba del recogido.
¿verdad? Belleza y dinero.
—Tal vez —él sonrió sin humor—. Pero me
—Y juventud. ¿No vas a señalar ese otro
temo que dejaré pasar esta oferta.
detalle? No creo que dejes de mencionarlo a
propósito. —Es su última oportunidad, señor Drake. Si
no acepta mi oferta esta noche, no volveré a
—Me alegra que se dé cuenta de que es
hacérsela —sabía que iba a rechazarla, y
demasiado mayor para ella —replicó Cassie.
tenía razón en hacerlo. Ella no podría
—Tengo intención de casarme con ella, compensarlo por renunciar a Alison. Pero
Cassie —susurró. guardaba la esperanza de que lo sedujese la
posibilidad de ganar una buena cantidad y al
—¿Va a decir que está enamorado de ella?
mismo tiempo evitar el matrimonio—. Piense
—lo retó. Cassie se sentía más nerviosa a
en ello, señor Drake. Si acepta el soborno
cada segundo. Nunca había desafiado a
ganará una buena suma y no tendrá que
nadie como Justin Drake, y sabía que pisaba
atarse a un matrimonio. Por alguna razón no
un terreno peligroso. En cualquier momento
puedo imaginarlo como un hombre casado.
él podía darse la vuelta y lanzarse a su
yugular. Una escalofriante imagen de —¿No crees que puedo ser un buen marido?
brillantes y afilados colmillos se le pasó por —preguntó arqueando una ceja.
la cabeza. Desesperada, intentó apartarla de
—Sinceramente, no. ¿Lo sería?
su mente—. No creo que sea tan hipócrita.
—Estoy preparado para cumplir con mis
—¿Por qué no?
obligaciones.
—¿Está diciendo que la ama de verdad? —lo
—Seguro que sí. Señor Drake, le agradecería
presionó ella.
que se limitara a responderme con un «sí» o
—¿Importa eso? ¿Dejarías de intentar un «no»
ahuyentarme si pensaras que estoy
—Por supuesto. La respuesta es «no» —
profundamente enamorado de tu hermanita?
pareció que se quedaba a la expectativa,
—le preguntó con curiosidad.
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como si sintiera curiosidad por la reacción de —Estoy desolado, Cassie. ¿No crees que
Cassie. sería un buen marido?
Ella dudó e intentó distinguir algún signo de —Tan bueno como Drácula! Va detrás del
debilidad en la expresión de Justin. Pero él dinero en vez de la sangre, pero es igual de
se limitaba a observarla, sin la menor peligroso en sus métodos.
muestra de preocupación o enojo.
Él la miró con ojos muy abiertos y una
Aquello la enfureció mucho. Tuvo el salvaje maliciosa sonrisa.
deseo de agarrarlo por el cuello y apretar
—Menuda imaginación tienes. Dime, ¿qué
con sus dedos hasta conseguir alguna
tipo de hombre te gustaría como marido?
respuesta.
—Ninguno, señor Drake —respondió ella, sin
—No me deja otra elección —dijo ella
saber por qué estaban hablando de eso—.
finalmente.
Ya probé el matrimonio una vez, y fue con
Él siguió observándola, y entonces bajó la alguien que tenía bastante en común con
mirada a lo largo de su cuello, sobre la curva usted. No volveré a cometer el mismo error.
de sus pequeños pechos, por sus caderas y
—¿Nunca volverás a casarte con un hombre
hasta sus pies. Cassie se alegró de que el
como yo?
vestido le llegase hasta los tobillos, porque
recordó que tenía una carrera en la media —Nunca volveré a casarme. Punto. ¿Lo
derecha. Sería un golpe muy duro para su entiende, señor Drake, o es incapaz de
dignidad enfrentarse con Drácula de esa meterse esa idea en la cabeza?
manera.
—¿Has escarmentado, ¿eh?
—No irás a decirme, Cassie, que vas a hacer
—¡Y tanto que sí! Además, los cazadores de
el sacrificio supremo por tu hermana. Ella
fortuna encabezan mi lista negra. Ahora, si
pestañeó de asombro.
no le importa, me gustaría seguir con el
—¿Sacrificio? ¿De qué está hablando? tema que nos preocupaba. No quiero
pasarme toda la noche discutiendo con
—¿No vas a ofrecerte para sustituir a tu
usted.
hermana? —preguntó en tono suave y
pausado. Él se acercó a la ventana y se apoyó contra
la pared. Mantuvo la vista fija en la ciudad.
—Para ser sincera, señor Drake, jamás he
pensado en eso —espetó con indignación. —No vas a conseguir nada con el soborno, y
¿Reemplazar a Alison como novia suya? tampoco vas a ocupar el lugar de tu
¡Qué idea tan estúpida!—. Y, de todos hermana. De modo que ¿qué nos queda por
modos, no creo que yo fuera una sustituta discutir, Cassie?
de su agrado.
Su voz era tan oscura e insondable como el
—Si con eso quieres decir que no te profundo océano, y no había modo de
consideras lo bastante dulce, sumisa, y vislumbrar sus secretos.
capaz de hacer todo lo que se te diga, no te
—¿Qué me dice de su pasado?
preocupes. Estoy seguro de que con un poco
de práctica podríamos llegar a un acuerdo Justin se volvió lentamente y la miró, y
justo. Soy un hombre paciente, y estaría Cassie sintió que una amenaza latente
encantado de ayudarte a ser la esposa llenaba la salita. Si no hubiera sido por
perfecta. Alison, habría huido de allí a toda prisa. Le
sudaban las palmas de las manos, respiraba
Cassie se quedó boquiabierta de perplejidad.
con dificultad y un agudo dolor le traspasaba
Entonces se dio cuenta de lo que estaba
le pecho. Tal vez estuviera sufriendo un
pasando.
ataque de ansiedad, pensó. Cualquiera que
—Está intentando cebarse conmigo, señor se enfrentara a Drácula se exponía a ello.
Drake pero está perdiendo el tiempo. Si
—Si no recuerdo mal, la leyenda de Drácula
encuentra todo esto divertido adelante. Pero
abarca un pasado muy extenso —dijo él en
lo prevengo... En pocos minutos se le habrá
tono tranquilo—. ¿Por qué no profundizas
acabado la diversión.
más en los detalles?
Justin entrecerró los ojos, ocultando la
—Me refiero a su pasado inmediato, señor
mirada que ella intentaba analizar.
Drake. Sé todo lo concerniente al casino que
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dirigía hasta el año pasado. Sé quiénes son —En ese caso, señor Drake, me obligará a
sus amigos y colegas, y sé que mientras jugar mi última carta. ¿No le ha contado
más profundizo más turbio se vuelve todo. Alison que soy la responsable de su dinero
Para mí no es usted mejor que un criminal, y hasta que cumpla los veinticinco? Cuando yo
si insiste en casarse con mi hermana me cumplí esa edad heredé la responsabilidad
ocuparé de que sepa toda la verdad. de mi herencia y de la suya. Dentro dos
años tendrá pleno control de su fortuna,
Tras soltar su única bomba se mordió el
pero hasta entonces no puede hacer nada
labio y esperó el resultado. El chantaje era
sin mi autorización.
algo nuevo para ella, y no sabía cómo
continuar después de haber lanzado su Y supongo que usarás tu poder para impedir
ultimátum. que yo consiga ni un centavo, ¿verdad?
Justin se quedó observándola en silencio —Me alegra que nos vayamos entendiendo,
durante un largo rato. señor Drake.
Parece que has hecho algunas indagaciones —Oh, te entiendo muy bien, Cassie, pero
—dijo finalmente. tengo otra pregunta.
—Contraté a un detective privado. No fue —¿De qué se trata? —una sensación de
difícil averiguar que dirigió un casino en triunfo empezaba a recorrerla por dentro.
Nevada. Cuando nos enteramos de eso... — ¡ Estaba ganando! Tenía a Justin Drake
dejó la frase inacabada a propósito. contra las cuerdas, y algo le decía que
pronto abandonaría el combate. Era
—Cuando te enteraste de eso sacaste todo
increíble, pero su plan parecía estar
tipo de conclusiones, ¿no es así, Cassie?
funcionando.
—Yo no saqué conclusiones. Casi todas
—¿Por qué no le cuentas directamente a tu
estaban basadas en hechos evidentes, como
hermana todas esas conclusiones y «hechos
por ejemplo no tener ingresos justificados
evidentes»? —le preguntó con calma—. ¿Por
durante un año. Con razón no ha querido
qué no dejas que sea ella quien me eche de
presentar a Alison a sus amigos. Se quedaría
su vida?
perpleja, sin duda. Y usted es un hombre al
que le gusta gastar el dinero en grandes —Porque Alison jamás me lo perdonaría,
cantidades. Viste trajes a medida, conduce aunque decidiera abandonarlo.
un Ferrari... Su estilo de vida es muy caro,
—Hablas como si conocieras las reacciones
señor Drake. Creo que quiere utilizar a mi
de los demás en determinadas
hermana para incrementar su fortuna, y yo
circunstancias —repuso él. Los ojos le
no voy a permitir eso.
brillaban en la oscuridad, y Cassie se
—Le contará la verdad sobre mi pasado si preguntó hasta que punto era ella la dueña
me acerco más a ella, ¿no es eso? de la situación Sin darse cuenta se secó las
palmas en la falda del vestido, dejando una
—Eso mismo. Preferiría resolverlo entre los
mancha de humedad en los pliegues de la
dos, y así evitar el jaleo que se produciría
costosa tela. Justin, observó el movimiento y
por los cotilleos y las especulaciones. Pero
se intensifico el brillo de su mirada.
será eso lo que encuentra si no deja a
Alison. —Las conozco —dijo ella encogiéndose de
hombros—. Ya me advirtieron que mi marido
—¿Serías capaz de meternos a todos en eso
solo iba detrás de mi dinero.
si me niego?
—¿ Y aun así acabaste casándote con él?
—Si no la deja en paz montaré la mayor
escena que haya visto en su vida — —Por suerte, mi hermana tiene más sentido
respondió ella con firmeza—. Cuando Alison común del que yo tenia a esa edad
sepa la verdad no tendrá más remedio que
—Lo que yo creo es que sois muy distintas la
abandonarlo. Es consciente del lugar que
una de la otra —dijo con un pequeño gruñido
ocupa en la sociedad, y sabe que casarse
—. Una de vosotras se atreve a correr los
con un criminal sería desastroso para ella.
riesgos que sean necesarios para conseguir
—Pero ¿y si puedo convencerla de que olvide su propósito.
esas habladurías y de que se arriesgue a
Mírate a ti misma, ahí de pie intentando
casarse conmigo...?
chantajearme. ¿Crees que Alison intentona
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hacer algo tan peligroso? sería la de un hombre así?


Tenía razón. Alison era mucho más simple y Ella lo miró con frustración.
necesitada de protección. Por eso mismo
—Tan solo dígame que la dejará en paz. Él
necesitaba a un hombre como Seaton, no
se encogió elegantemente de hombros.
como Justin Drake.
—La dejaré en paz.
—No veo por qué tenemos que hablar de
Alison. Pero si la conoce tan bien, sabrá que Cassie frunció el ceño. Se dio cuenta de que
no querrá volver a verlo si su vida social estaba esperando algo más de él. Drácula no
está en peligro. era de los que se escabullían dócilmente a la
sombra. No con tanta facilidad. Aquella
Y aunque consiguiera seducirla para que
aparente victoria era más que preocupante,
olvidase mi pasado, retendrías su dinero
por lo que no podía quedarse de brazos
durante dos años, ¿verdad? –preguntó con
cruzados mientras él la observaba
desdén.
implacablemente.
—Efectivamente —Cassie no soportaba el
—Bueno, puesto ya que hemos solucionado
modo en que la observaba—. Busque a
el problema, creo que puedo irme—dijo con
alguien que pueda darle lo que quiere, señor
toda la serenidad que pudo.
Drake, pero aléjese de mi hermana. Sabe
muy bien que no podría con usted. Acabaría ¿Después de haber liberado a la presa de
engulléndosela para el desayuno. mis garras vas a escaparte tú también? —le
preguntó con voz afectada.
—Drácula no engulle, Cassie. Solo chupa con
educación y cortesía. ¿Por qué seguía tentando a su suerte?,
pensó Cassie. Se agarró la falda e inclinó la
—Del cuello —añadió ella.
cabeza en un gesto de despedida. Pero no
—Del cuello. llegó hasta la puerta, porque Justin le puso
una mano en el hombro.
—¿Nos entendemos, sí o no? —lo presionó.
Tenía el cuerpo rígido y los nervios a flor de —No tan aprisa —dijo mientras la hacía
piel. Se prometió a sí misma que si todo volverse—. Si te arriesgas a arrebatarme mi
acababa esa noche se tomaría el mes presa tendrás que afrontar las
siguiente libre. ¡Realmente iba a necesitarlo! consecuencias, ¿no crees?
—Nos entendemos, Cassie —respondió él, en —¿Qué quiere decir? —balbuceó ella,
un tono que la hizo estremecerse. De asustada por la expresión de su rostro.
repente se dio cuenta de que Justin Drake Levantó una mano y lo empujó en el pecho,
estaba furioso. pero fue como intentar mover un muro de
granito. Cassie sacudió la cabeza, lo que
No era fácil saberlo, porque apenas dejaba
hizo que se soltaran más mechones.
ver sus emociones. Pero el siniestro brillo de
sus ojos y la tensa postura que mantenía no Entonces, y antes de que adivinara su
dejaban lugar a dudas. Cassie tragó saliva intención, Justin se inclinó sobre ella y la
con dificultad y se forzó a no moverse del besó en la boca. La sorpresa la dejó sin
sitio. La vida de Alison estaba en juego. respiración y sin capacidad de reaccionar,
aunque de nada le hubiera servido luchar.
—Voy a hacerlo, señor Drake —dijo con
Justin la sujetaba con fuerza, y con su beso
suavidad—. Voy a hacer todo lo que le he
le demostraba que estaba indefensa ante él.
dicho si sigue seduciendo a mi hermana.
La besó con fuerza y resolución abrumadora,
—Te creo —reconoció él con frialdad.
como si le exigiera su rendición absoluta. Le
—Entonces, ¿está de acuerdo en dejarla? apretaba los dedos contra el vestido; los
deslizaba bajo los pliegues buscando el
—No parece que me dejes otra elección.
contacto de la piel suave, y ella lo sentía en
—Quiero que me dé su palabra –espetó ella, cada centímetro de su cuerpo. Sentía su
enfurecida por sus lacónicas respuestas. deseo de dominación, y sentía su propia
impotencia física ante aquel asalto. Lo único
—¿La palabra de un vampiro, Cassie? —le
que podía hacer era aceptarlo y rendirse
preguntó con una sonrisa—. ¿La palabra del
ante el férreo abrazo de su incuestionable
ex propietario de un casino? ¿La de un
autoridad.
cazador de fortuna? ¿Qué clase de promesa
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Pero entonces hubo algo más. El beso le —Te dije que con tu mirada derretirías a
infundió una sensación más peligrosa y cualquier hombre que traspasara la línea,
escalofriante que la del pleno sometimiento ¿recuerdas? Pero parece que soy inmune a
a su control. Era el latido de la sensualidad tus armas, ya que yo no me he derretido.
en sus venas... ¿Qué se supone que significa eso, Cassie?
Gracias a la subida, de adrenalina que le —¡Significa que no es usted tan humano
produjo tan aterradora certeza pudo reunir como cualquier otro hombre! —replicó ella.
la fuerza suficiente para apartarse de él.
—Puede ser. O puede que no. En cualquier
Se quedó observándolo sin decir una caso, me tienes miedo.
palabra, mientas recuperaba la respiración
—¡No le tengo miedo! —gritó fuera de sí.
en sonoros jadeos y le clavaba las uñas en la
chaqueta para mantenerlo a distancia. Justin —Deberías —le dijo en tono despreocupado
bajó la vista y le clavó la mirada con —. De hecho, si tuvieras la mitad de sentido
intensidad. común del que tiene tu hermana, ya habrías
puesto pies en polvorosa.
—¿Me tienes miedo?
—¿Me está amenazando, señor Drake? —
—¡No! —mintió con furia—. ¡Pero no soporto
temblaba de pies a cabeza, y le resultaba
que me maltraten!
humillante su reacción. Jamás había sentido
—No me he derretido —dijo él con aparente tanto miedo con ningún otro hombre.
interés.
—Sí, Cassie —respondió él—. Te estoy
—¿Qué demonios está diciendo? amenazando. Más vale que eches a correr,
señorita. Y tan rápido como puedas.
Jayne Ann Krentz Página 10 Pasión o Venganza

CAPITULO 2
Su retirada había sido, cuanto menos, una personalidad divertida y encantadora.
humillante.
—Me dijo que se había enterado del final de
Tres días después de su precipitada huida, y lo mío con Justin, y quería saber si para mí
mientras conducía desde San Francisco a la ya se habían acabado los juegos —dijo
costa norte de California, Cassie seguía Alison con una mueca.
recriminándose a sí misma. Había salido
—¿Y qué le dijiste tú?
corriendo de la salita en la que estaba Justin
Drake, y no paraba de decirse que estaba —Le dije que si él dejaba a un lado su ego,
haciendo lo correcto. podríamos vernos este sábado —respondió
ella con una sonrisa.
Se recordó otra vez que no había nada que
él pudiera hacerle. Sabía que había cumplido Cassie salió de San Francisco, satisfecha de
con su palabra, porque Alison se lo había que su hermana hubiera vuelto al buen
confirmado. camino. Con el problema resuelto, ya se
sentía libre para disfrutar de ese mes tan
—Me dijo que era demasiado mayor para mí
esperado junto al mar.
—dijo Alison con un profundo suspiro el día
después de su cumpleaños—. Y supongo que No estaba huyendo, se recordó otra vez
tiene razón —añadió en tono filosófico—. mientras conducía su Ferrari rojo por la
¡Pero era tan interesante...! Cassie la miró carretera de la costa. Había planeado ese
con atención. viaje mucho antes de conocer a Justin, y
además, ¡ no le tenía miedo! No había nada
—No parece que te haya roto el corazón.
que pudiera hacerle. Nada en absoluto.
—Bueno, es cierto que lo echaré de menos,
Estaba pensando en eso por centésima vez
pero no era el tipo de hombre que
cuando oyó un ruido metálico bajo el
congeniase bien con mis amigos. Siempre se
reluciente capó del coche. Frunció el ceño
mantenía frío y distante. Tal vez fuera
con impaciencia. Aquel maldito coche
porque se consideraba mayor que los
siempre le estaba dando problemas. ¿Por
demás.
qué Justin Drake conducía un Ferrari que iba
«Y mucho más cruel y despiadado que el como la seda mientras que ella tenía que
resto de tus amigos», pensó Cassie con soportar una y otra vez los exasperantes
alivio. El chantaje había funcionado. ruidos del motor?
—Creo que tienes razón, Alison. No creo que Era como todo lo demás en lo que se
Justin Drake pudiera llevarse bien con tus gastaba el dinero. Parecía que sus compras
amigos de toda la vida —¿y cómo podría ser se negaran a ser posesión suya.
de otra manera? ¿Acaso Drácula tenía Ciertamente, no había nacido para ser rica,
amigos?—. Me alegra que la ruptura no te pensó con un suspiro, y sus pertenencias se
haya afectado mucho. encargaban de demostrárselo. El lujoso
Swiss que llevaba en la muñeca no marcaba
—Esas cosas ocurren —dijo Alison con una
la hora correcta; el perfume de cien dólares
alegría que sorprendió a Cassie. ¿Cómo
el gramo ya se le había disipado; la
podía su hermana recuperarse tan pronto de
chaqueta de ante que se había puesto sobre
una relación con Justin Drake?—.
la blusa blanca empezaba a deshilacharse
Mark me llamó esta mañana. por el cuello, y encima el Ferrari hacía ruidos
extraños.
—¿Ah, sí? —tal vez fuera esa la causa de su
pronta recuperación—. ¿Qué quería? Bueno, pues que hiciera ruido, pensó
¿Disculparse por su mal humor de hace un enojada, y pisó con fuerza el acelerador. El
par de meses? coche aumentó de velocidad, pero el ruido
también se intensificó. Por suerte solo
Cassie sabía que Mark le había dado a Alison
quedaban cien kilómetros para llegar y el
un ultimátum. Quería ser el único hombre en
ruido no parecía importante aún.
su vida, no un eslabón más de la cadena. A
sus veintiséis años Mark empezaba a Al menos aquello le sirvió para no pensar en
desarrollar su fortaleza masculina, y esa Justin Drake durante el resto del camino.
madurez era lo que le faltaba para rematar Cuando llegó al pequeño pueblo en la
Jayne Ann Krentz Página 11 Pasión o Venganza

frontera con Oregon el murmullo metálico ya retorcido. Los faros no alumbraban más que
era demasiado molesto para obviarlo. unos metros de carretera, y la lluvia
dificultaba la escasa visibilidad.
—Sabes muy bien que no vas a encontrar un
mecánico de Ferrari a doscientos kilómetros Tal vez lo mejor sería volver al pueblo y
a la redonda —protestó en voz alta mientras pasar la noche en un motel, pensó ella.
seguía la dirección que había marcado en el
La calefacción del Ferrari parecía estar
mapa—. Así que ya de quejarte con tus
estropeada. Cassie intentó aumentarla al
ruiditos.
máximo, en un intento por protegerse del
Aminoró la marcha y buscó la oficina de frío que dominaba el paisaje.
correos del pueblo, que sería su primer
—Maldito calentador —masculló—. Gastarse
punto de referencia. En la esquina giró a la
una fortuna en un coche para que luego el
derecha y encontró la carretera esperada,
calentador no funcione... ¡Aja! —la última
que seguía durante veinte kilómetros hasta
exclamación se debió al descubrimiento de
un imponente acantilado sobre el mar.
una estructura en forma de torre a su
Empezaba a oscurecer, y Cassie quería
izquierda. Desapareció tras la niebla
llegar a la casa que había alquilado antes de
enseguida, pero el breve vistazo ya era
que fuera noche cerrada.
suficiente para Cassie. Al fin había
Tan pronto como salió de la calle principal encontrado la casa de la fotografía. Solo le
del pueblo, las casas fueron cada vez más quedaba dar con el desvío que condujese
escasas y distanciadas las unas de las otras. hasta ella.
Todas parecían agazapadas bajo el viento,
Pasión o venganza
mirando hacia las espumosas olas que se
estrellaban contra las rocas a sus pies. El Casi se le pasó por alto, ya que los dos
lugar era idóneo para lo que Cassie tenía pilares de piedra que originariamente
planeado. Si una mujer no podía descubrir marcaron la entrada al camino estaban
su potencial creativo en medio de aquella cubiertos por una espesa mata de vides. El
desolación tan espléndida, ¿dónde iba a camino no estaba pavimentado, y si seguía
hacerlo? lloviendo a la mañana siguiente sería un
lodazal intransitable. Cassie se alegró de no
Cassie empezó a buscar la casa, cuya
haber pasado la noche en un motel.
fotografía llevaba en el regazo. Redujo más
la velocidad y escudriñó entre los árboles Por lo poco que pudo ver de la edificación de
que flanqueaban la carretera. En veinte tres plantas sobre el acantilado, la casa era
minutos habría oscurecido por completo. tal y como le habían prometido. Una enorme
y recargada mansión gótica provista de una
Algunas gotas de lluvia cayeron en el cristal,
torre, una cochera y rodeada de una
y Cassie accionó los limpiaparabrisas. Como
atmósfera densa y agobiante. Según las
era previsible, no funcionaron al momento, y
explicaciones de la agencia inmobiliaria, la
tuvo que accionar dos veces la palanca para
había construido un barón del siglo XIX para
que empezaran a moverse.
su esposa y su hija. El barón murió y su
Todo a su alrededor empezaba a cobrar un viuda vivió recluida en la casa hasta los
color gris oscuro. Las nubes que cubrían el primeros años del nuevo siglo. Tras su
cielo ya no reflejaban los destellos muerte la mansión había pasado por varios
anaranjados que el sol producía hasta unos propietarios, ninguno de los cuales llegó a
minutos antes. Tampoco los pinos podían ser quedarse mucho tiempo en ella. Los más
descritos como verdes, pues también eran recientes habían realizado algunas mejoras y
grises. Las pocas casas que aún se veían la habían dotado de instalación eléctrica.
formaban parte de ese esquema
—Cuesta mucho calentar un lugar tan viejo
monocromático. La lluvia pronto oscureció el
como ese —le había explicado el agente
escenario, y el capó rojo del Ferrari fue la
inmobiliario—. Y siempre hay algo que
única muestra de color que Cassie pudo
necesite una reparación urgente. La gente se
distinguir.
acaba cansando del trabajo que supone
Redujo aún más la velocidad, ansiosa por mantener una mansión victoriana. No está
descubrir la casa tan especial que le habían en muy buen estado, según tengo
descrito en la agencia inmobiliaria. Había entendido. La tercera planta fue diseñada
recorrido una buena distancia por la costa y como salón de baile y está sin amueblar.
el camino era cada vez más estrecho y
Jayne Ann Krentz Página 12 Pasión o Venganza

—Entonces es el sitio perfecto para pintar — firmó sin la menor duda.


había respondió Cassie, feliz de imaginarse
En esos momentos, a pesar de la niebla y de
un estudio amplio e iluminado.
la lluvia, se alegraba de haber tomado esa
—Oh, ¿es usted pintora? decisión. Aparcó el coche en la elegante
cochera y sacó la llave del bolso. Subió los
—Es posible.
escalones de la entrada y observó la puerta
El agente no supo cómo responder a eso, frente a ella.
por lo que siguió enumerando los demás
—¿Qué te parece? —preguntó mirando el
detalles de la mansión.
Ferrari—. Lo único que le falta a este lugar
—El mobiliario de la planta baja y de la es a Drácula abriendo la puerta principal.
segunda es muy viejo y no ha sido bien
Frunció al ceño al imaginar a Justin Drake en
conservado. Los muebles estarán
el camino de entrada. Pensar en él era tan
desvencijados y llenos de polvo —al decir
inquietante como la noche. ¿Por qué
eso levantó la vista de las notas, temeroso
demonios lo hacía?
de que pudiera desanimar a su posible
clienta—. Estoy seguro de que podría El hombre que para Cassie era Drácula no
encontrarle un lugar mucho más acogedor tenía el menor problema con su Ferrari.
en la costa, señorita Bond. Teniendo en Justin Drake lo conducía bajo la tormenta
cuenta la suma que piensa gastarse en una con la misma facilidad con la que hacía todo
residencia para un mes, cualquier lo demás. Sus excelentes reflejos respondían
propietario estaría encantado de alquilarle su con rapidez y eficacia a los bruscos cambios
casa. de la carretera, dejándole la mente libre
para pensar en la decisión que había
—No, no, este sitio es perfecto. Quiero algo
tomado.
con ambiente. Hábleme de la torre.
Cassandra Bond merecía lo que estaba a
El agente se aclaró la garganta y volvió a
punto de pasarle, se dijo a sí mismo. ¿De
sus notas.
verdad pensaba que podía salir impune de
—No puedo decirle mucho, ya que nunca he ese chantaje? Tenía carácter, de eso no
estado allí en persona. Todo lo que tengo es cabía duda, pero necesitaba una lección.
la información que me transmitió por Nadie arrinconaba a Justin Drake, ni le
teléfono el actual propietario. Recuerdo que espetaban órdenes con tanta autoridad. No
me dijo que la torre tenía ventanas en forma sin pagar un precio a cambio.
de arco y que en la segunda planta alberga
Pensó en ella, cuando apareció en la fiesta
una agradable habitación.
de Alison con el cabello despeinado y el
—Suena perfecto como lugar de escritura. maquillaje deshecho. El vestido que lucía era
muy caro, pero lo llevaba como si fuera un
—¿Es usted escritora? —le preguntó el
pantalón vaquero. El recuerdo casi lo hizo
agente, frunciendo el ceño en confusión.
sonreír y entrecerró ligeramente los ojos.
—Quizá.
Hasta que le presentaron a Cassie, Justin no
—Entiendo. Bueno, hay varios dormitorios había pensando que ella y Alison fueran
en la segunda planta. Abajo están la cocina, parientes. La rubia melena de Alison rodeaba
la biblioteca y los salones. Es una casa muy como un perfecto halo su hermosa cara, en
grande, señorita Bond. De hecho, es la que destacaban unos inocentes ojos
enorme. ¿Está segura de que quiere tanto azules y una encantadora nariz. Hacía gala
espacio? de su vestuario y de su educación con
elegancia y naturalidad. Era una mujercita
—Sí.
adorable que encajaba a la perfección con el
—El propietario no quiso correr con los ambiente selecto de los ricos. Alison era lo
gastos que suponía limpiarla y... que Justin había decidido tener.
—No importa. Era intolerable que alguien como Cassie se la
hubiera arrebatado. Cassie era mucho más
El agente abandonó el intento por
rica que Alison, y, a diferencia de su
convencerla de lo contrario.
hermana, su fortuna no era fruto de la
—Muy bien, pues aquí tiene el contrato de herencia, sino de su trabajo. Justin sabía por
alquiler —le tendió una hoja que Cassie Alison que todo el dinero que Cassie había
Jayne Ann Krentz Página 13 Pasión o Venganza

heredado lo había perdido en manos de su Su voz resonó bajo los altos techos de la
primer marido. Fue después de eso cuando planta baja y se propagó por el silencio de la
se dio cuenta de que tenía un talento innato morada. Pero más siniestra aún fue la
para el mercado de valores. Con una astucia respuesta que sus palabras recibieron.
prodigiosa consiguió recuperar su fortuna y
De alguna parte llegó una especie de quejido
engrosarla aún más.
lastimero que le hizo dar un salto. Pero
Pero, por alguna razón, Cassie no podía enseguida identificó el sonido como un débil
disfrutar del dinero con la misma facilidad maullido. Había un gato en la casa, además
que su hermana. En las tres ocasiones que de ella. Cassie atravesó el pasillo y entró en
Justin la había visto llevaba el pelo el comedor. Iba vestida con unos vaqueros y
salvajemente alborotado. En una vestía una una camiseta blanca, y empezaba a tener
blusa de seda con una mancha bien visible; frío. Seguramente el gato también tendría
en otra llevaba zapatillas deportivas con un frío. Se apartó con cuidado el pelo y se
traje de diseño bastante arrugado... La agachó para mirar debajo del aparador
adusta expresión de Justin se iluminó un lujosamente tallado.
poco al recordar esa imagen.
—Hola, gatito. ¿Tienes frío? ¿Quieres venir
En las tres ocasiones lo había mirado con el conmigo a encender un fuego en la
ceño fruncido. Porque desde el primer chimenea de la biblioteca? No parece que los
instante en que lo vio, Cassie supo que radiadores vayan a dar mucho calor.
Justin Drake no iba tras Alison por amor.
El felino de ojos verdes la miró sin
Era más que humillante haber sido pestañear. Era un gato enorme, y su pelaje
manipulado por esa infeliz. Le había parecía ser de color negro.
planteado su chantaje con infalible rigor, y
—Eres perfecto para esta casa. ¿Estás
había conseguido su objetivo con una
seguro de que no quieres venir conmigo?
habilidad que hasta él tenía que admirar.
Soy inofensiva... y tengo mucha comida.
Pero Cassie tenía razón. Alison lo habría
rechazado si hubiera sabido la verdad sobre En ese momento se dio cuenta de que era
su pasado. No hacía falta la amenaza ella la que tenía hambre. Se puso en pie y se
adicional de privarlo del dinero de la dirigió hacia la cocina, donde había dejado
herencia. las bolsas con los víveres. Diez minutos más
tarde se había preparado dos grandes
Justin apretó con fuerza el volante. Era
sandwiches de atún. Se los llevó al salón y
imposible no apreciar el coraje que Cassie
se acomodó en el sillón que encabezaba la
Bond había demostrado. Pero le había
mesa señorial. Se comió uno de los
quitado más de lo que ella suponía, y no
sandwiches y dejó el otro frente al aparador.
podía quedar sin castigo.
Al poco rato el gato salió cautelosamente de
A pesar de lo mucho que deseaba un su escondrijo y empezó a dar cuenta de la
«ambiente» así, Cassie sintió un poco de comida.
escrúpulo mientras se paseaba por la vieja
—Me recuerdas a alguien a quien conocí
mansión y probaba suerte con las luces.
hace poco, gatote. Por suerte para ti las
Algunas lámparas funcionaban, y había sido
mascotas de Drácula eran hombres—lobo,
previsora y había llevado una buena
no gatos.
provisión de bombillas. Casi todas estaban
fundidas. El animal la ignoró y siguió concentrado en
el sandwich. No parecía salvaje, pensó
Los muebles del salón y de la biblioteca
Cassie, tan solo precavido con las personas.
estaban cubiertos con sábanas. Pero no
habían hecho lo mismo con los de la planta Después de cenar encontró una pila de
superior. En los tres dormitorios amueblados madera en el porche, junto a la puerta de la
había grandes alcobas, y cuando pasó la cocina. El viento empezaba a soplar con
mano por los colchones se levantó una fuerza y la lluvia arreciaba cada vez más.
espesa nube de polvo. Por lo visto, tendría Era imposible ver más allá de unos cuantos
que pasar su primer día haciendo habitables metros.
los cuartos. ¡Menuda labor creativa!
—Si no fuera por el sonido de las olas contra
—¡A ver si al final resulta que mi verdadero la base del acantilado, no sabría que estoy
talento está en las labores domésticas! — junto al mar —le dijo al gato, que estaba
exclamó mientras bajaba las escaleras. sentado en un sillón de la biblioteca. Seguía
Jayne Ann Krentz Página 14 Pasión o Venganza

sus movimientos con sus penetrantes ojos despierten —en parte era verdad. Por lo
verdes mientras ella se esforzaba en general no se asustaba con las tormentas,
encender la chimenea. pero nunca había presenciado una en una
mansión vacía junto a un mar embravecido.
Fue una tarea harto difícil. La madera estaba
seca, pero Cassie había encendido —Ambiente —se recordó en voz alta—.
poquísimos fuegos. En su casa de San Ambiente —nada podía estar más lejos de
Francisco tenía una chimenea muy San Francisco y de la Bolsa, y escapar de
acogedora, pero se encendía con gas, no con ambas cosas había sido su objetivo.
leña. Usó las bolsas que había traído para
En ese momento se apagaron las luces.
prender la llama, y tuvo que buscar mucho
entre la pila para encontrar trozos de Cassie dio un respingo frente a la chimenea.
astillas. El resultado no fue muy Probó a encender de nuevo las lámparas,
satisfactorio. pero los interruptores no sirvieron para
nada. La mansión se había sumido en la más
El rostro de Cassie reflejó los débiles colores
completa oscuridad.
del fuego. Se arrodilló e intentó avivarlo con
mucho cuidado, mientras el gato no le —¡Maldita sea!
quitaba ojo de encima. Era como si la
Aquello era llevar lo del «ambiente»
estuviese reprochando por su ineptitud.
demasiado lejos. Cassie se arrodilló junto al
—Puedes irte cuando quieras, gatote. Si no fuego y echó más madera. El gato negro
te gusta el fuego que voy a encenderte, vete permaneció echado en su silla, sin perder de
a cualquier otra habitación. ¡Nadie te lo vista sus movimientos.
impide!
—Velas, gatote. Nos hacen falta velas. Puede
El animal siguió sin hacerle el menor caso y que haya algunas en la cocina.
mantuvo la mirada fija en ella.
No fue fácil moverse a oscuras por el pasillo
—¿Seguro que no tienes ni una gota de hasta la parte trasera de la casa, pero al fin
sangre vampira? Un relámpago rasgó el cielo llegó a la cocina. Empezó a tantear los
de la noche, seguido por un poderoso trueno armarios, lamentándose por no haber
que retumbó en la casa entera. El viento llevado una linterna, pero entonces un
aullaba con más fuerza que nunca. relámpago iluminó brevemente la estancia,
justo en el momento en que Cassie abría un
—Compadezco a cualquiera que esté en la
cajón.
carretera esta noche —murmuró Cassie.
—¡Estamos de suerte, gatote! —exclamó—.
Se acercó un poco más a la chimenea y
¡Hay velas y cerillas!
observó el resto de los muebles. No la
seducía nada la idea de subir al dormitorio, Unos momentos más tarde había llenado de
donde hacía mucho más frío que abajo. No. velas los bonitos candelabros que había
Era mucho mejor dormir allí, sobre la sobre la repisa de la chimenea y sobre las
polvorienta alfombra que cubría el suelo de estanterías.
madera. Tras unos momentos de reflexión
—¿Qué te parece, gatote? ¿A qué es
se levantó y se puso a examinar de cerca los
romántico?
muebles.
El gato parpadeó una vez e hizo un ovillo
Lo único que podía servir como cama era un
con su cuerpo para dormirse.
sofá aterciopelado. Gracias al edredón que
había llevado y a los mullidos cojines —Eres una compañía muy divertida, ¿eh?
consiguió apañárselas para preparar una
No sabes lo agradable que resulta pasar la
cama aceptable. Crujiría un poco, pero por
velada con alguien tan locuaz como tú.
una noche no importaba.
Abrió la maleta y revolvió en su contenido.
Cuando otro relámpago iluminó la biblioteca
El camisón de manga larga y cuello alto no
Cassie corrió las pesadas cortinas. Estaban
era precisamente el conjunto de lencería
hechas jirones y deshilachadas, pero
más caro de su vestuario, pero sí era el más
sirvieron para ocultar los inquietantes
cómodo. Y, al igual que los vaqueros, le
efectos lumínicos de la tormenta.
sentaba muy bien. No le ocasionaba
—No es que me den miedo las tormentas, problemas, como el resto de sus caros
gatote, pero no quiero que los relámpagos te vestidos.
Jayne Ann Krentz Página 15 Pasión o Venganza

Se desnudó frente a la chimenea, deseando —No seas tonta, Cassie. Sabes muy bien
que aquel fuego tan débil diera un poco más que no voy a irme. Abre la puerta.
de calor. Iba a ser una noche muy larga,
—Jamás. Márchese de aquí, señor Drake.
pensó mientras se ponía el camisón sobre su
¡No tengo intención de volver a verlo, y
cabeza.
usted lo sabe!
En ese momento se oyó un golpe en la
—Cassie, es imposible que pueda volver esta
puerta de la cochera. El ruido le congeló la
noche al pueblo. La carretera está
sangre.
intransitable. ¡Abre la puerta!
Instintivamente miró al gato. El animal había
—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó ella.
abierto los ojos y miraba en dirección a la
Se sentía tan enfadada como incómoda.
puerta del pasillo. Se oyó otro golpe más
fuerte. El gato se mantuvo a la expectativa. —Déjame entrar y te lo diré.
Cassie también esperó. Un mal —No, gracias.
presentimiento la invadía, y ella no era
—Cassie, el viento sopla a ochenta
propensa a tener presentimientos.
kilómetros por hora aquí fuera. Hace frío y
—Tal vez sea un vecino; alguien que viene a no deja de llover. Y llevo recorrido un largo
conocernos. O tal vez sea el dueño de la camino.
casa. ¿No sería un gesto muy atento salir en
—Mala suerte.
medio de una tormenta para asegurarse de
que la nueva inquilina está bien? —Cassie, si no me dejas entrar enseguida,
voy a romper cualquier ventana y a entrar
El gato movió la cabeza y echó una mirada
por mí mismo —amenazó él.
de desaprobación. Por supuesto que no era
el dueño. El dueño vivía en el pueblo, y Ella estaba completamente segura de que lo
nadie en su sano juicio conduciría por el haría, y en una casa tan grande no había
borde de un acantilado en una noche como forma de asegurar todas las ventanas.
esa. Si se preocupaba tanto por la inquilina,
—Maldito seas, Justin Drake. ¡Si me pones
se habría preocupado también de limpiar a
un dedo encima llamaré al sheriff! —era una
fondo la casa.
amenaza inútil, ya que no había teléfono en
Se oyó un tercer golpe. Cassie no pudo la mansión.
seguir ignorando la llamada. Agarró una vela
—No he venido para estrangularte, Cassie,
con la mano izquierda y se dirigió hacia la
aunque la idea es tentadora. Ahora abre la
puerta. El camisón de algodón ondeaba a
puerta y deja de avergonzarte.
sus espaldas, mientras caminaba con pies
descalzos por el parqué. Se le deshecho la Fue esa última palabra lo que le hizo abrir la
coleta, y el pelo le caía como una cascada puerta, ciega de rabia. Se quedó mirándolo
sobre los hombros. enfurecida, mientras el viento apretaba el
camisón contra su cuerpo. La luz de la vela
Iba a mirar a través del cristal translúcido de
iluminó por un instante los brillantes ojos
la puerta cuando algo pasó rozándole los
oscuros de Drácula, antes de que el
tobillos.
vendaval apagase la llama.
—¿Qué haces aquí? —le susurró al gato, que
La súbita oscuridad hizo que Cassie ahogase
se sentó a su lado y esperó. De nuevo
un grito de terror. Dio un paso atrás,
llamaron a la puerta.
consciente de que la sombra de Justin
—¿Quién es? —preguntó con voz entraba en la casa. Un segundo más tarde
ligeramente temblorosa. Todo lo que podía oyó un fuerte portazo.
distinguir a través del cristal era la silueta de
—¿Qué demonios estás haciendo yendo por
un hombre.
la casa con una sola vela? ¿Se han ido las
—Justin Drake. Déjame entrar, Cassie. luces?
Ella se puso rígida al instante. ¿Justin —Eres muy observador. Pero ¿por qué te
Drake? ¿En la puerta de su cochera? No era preocupan las luces si puedes ver en la
extraño que hubiera tenido un mal oscuridad? —murmuró ella. Un maullido de
presentimiento. protesta se oyó por todo el pasillo.
—¡Largo! —¿Qué es eso?
Jayne Ann Krentz Página 16 Pasión o Venganza

—El gato —respondió Cassie con voz áspera. arrodillado junto a la chimenea. Llevaba un
El inesperado maullido la había asustado. jersey negro y unos vaqueros también
Tenía los nervios a punto de estallar. ¿Qué negros. Y negras eran también las botas de
estaba haciendo en el vestíbulo de una piel de becerro.
mansión a oscuras, hablando con Drácula?
Desesperada, intentó recomponer algo de su
—. Quería crear el ambiente adecuado —dijo
fortaleza. Pero era muy difícil aparentar
con un gruñido, y se dirigió hacia la
frialdad y determinación cuando se
biblioteca siguiendo el débil resplandor de la
contemplaba a un hombre que se movía por
chimenea. El gato se deslizó entre sus
una vieja mansión como por su casa.
piernas y corrió a su sillón.
—Te lo he advertido, Justin. Si intentas
—¿Llamas a esto un fuego? —preguntó
hacerme daño...
Justin cuando los dos entraron en la sala.
—Concédeme un voto de confianza, Cassie.
—Me fui de las Girl Scouts a la segunda
No voy a hacerte daño —se puso de pie y se
semana, así que no llegué a las clases
volvió para mirarla. Una extraña sonrisa
prácticas sobre cómo encender fuego —
curvaba sus labios.
espetó ella—. Pero si crees que puedes
hacerlo mejor, adelante. Cassie lo miró con preocupación. Aunque la
biblioteca ya se había caldeado, no podía
Sin dudarlo, Justin se agachó junto a la
dejar de sentir un frío inquietante.
pobre llama que aún ardía.
—Y exactamente, ¿qué clase de amenaza me
—¿Cómo se te ocurrió elegir una casa como
estás lanzando, Justin? —le preguntó en un
esta para esconderte, Cassie?
susurro.
—¡No me estoy escondiendo de ti, Justin
Él se acercó al sofá y se paró ante ella. Con
Drake! —pensó en atizarlo con un
un movimiento despreocupado alargó el
candelabro en la cabeza. Pero un asesinato
brazo y le agarró la barbilla con dos dedos.
premeditado era algo excesivo. Después de
Los ojos destellaban a la luz de la chimenea,
todo, él no le había hecho daño... todavía—,
brillantes y enigmáticos.
¿Cómo me has encontrado?
—Te dije que corrieras, ¿recuerdas? Bueno,
—Se lo pregunté a Alison —respondió él,
eso has hecho y ahora he dado contigo. No
concentrado en avivar el fuego.
tenías otra posibilidad, pero la persecución
—¿Por qué estás aquí, Justin? —le preguntó ha terminado. Voy a enseñarte a no mirarme
con calma mientras se dejaba caer en el como si no fuera digno de ti. Voy a hacerte
sofá. cambiar de actitud. Completamente.
—He venido a darte una lección, Cassie — —¿De qué estás hablando? —preguntó ella,
pronto consiguió que las llamas crepitaran inmovilizada por el poder que emanaba de
con más fuerza y que la habitación se llenara él. Era como si estuviese bajo un conjuro.
de calor.
—Voy a seducirte, Cassandra Bond. Vas a
Cassie se quedó inmóvil. Un escalofrío le compensarme en la cama por lo que perdí al
recorrió la columna mientras lo observaba aceptar tu chantaje.
Jayne Ann Krentz Página 17 Pasión o Venganza

CAPITULO 3
—Ni hablar —negó Cassie en un susurro Mientras lo miraba, otro relámpago iluminó
lleno de furia. Se soltó de su mano y, el cielo, tan brillante que fueron visibles
levantándose, puso el sofá entre ellos—. No hasta las rasgaduras de las viejas cortinas.
me acostaría contigo más que con... con... El trueno se oyó al instante. Desde su sillón
el gato contemplaba a Cassie con ojos tan
—¿Drácula? —preguntó él.
impenetrables como los de Justin,
—¡Sí, maldita sea! haciéndola sentirse atrapada entre dos
presencias amenazantes.
—Que yo recuerde, Drácula tenía a todas las
mujeres que quería —dijo con humor —Justin... —empezó a decir, pero la
malvado. horrorizó el tono suplicante que le salió con
su voz temblorosa. Luchó desesperada por
—Bueno, pero tú no tienes el mismo éxito,
recuperar el control y la razón del diálogo—.
¿verdad? ¡No conseguiste a mi hermana ni
Justin. Tuve que evitar que te casaras con
vas a conseguirme a mí! —gritó ella. De
mi hermana. ¿No lo entiendes? No le
repente se sintió muy vulnerable con el
hubieras hecho ningún bien. Ella es una
camisón—. Ahora bien, si es dinero lo que
criatura diurna, llena de risas y alegría. Está
quieres...
hecha para el mundo en el que vive. Es
—¿Todavía quieres compensarme con una hermosa, encantadora y resplandeciente de
indemnización? Es muy generoso por tu vitalidad. Merece a alguien como ella. Es
parte. Cassie lo miró con recelo. más, merece a alguien que la ame con el
corazón. Tú no la quieres. ¡Solo querías
—Márchate de aquí y te enviaré un cheque.
utilizarla!
Él negó con la cabeza.
—No creo que merezca la pena discutir
—No, Cassie. No quiero tu dinero.
sobre tu hermana —dijo él con voz cortante
—¡Entonces tampoco puedes quererme a mí! —. Sé que me ves como su opuesto en todos
los sentidos. Para ti soy una criatura de la
—Reconozco que eres distinta a tu hermana
noche, ¿verdad? Sin risas ni alegría. No soy
—comentó él, observando con interés la
guapo y no creo que me consideres
imagen de Cassie con un camisón pasado de
encantador. Es cierto, no la amaba. Pero el
moda.
amor es solo un mito al que no hay que
—Entonces, ¿por qué vas a molestarte en darle importancia. En cualquier caso,
violarme si no me encuentras atractiva? —le conozco a Alison lo suficiente para saber que
espetó. no se hubiera casado conmigo si le hubieras
hablado de mi pasado. Tampoco ella se
—No he dicho que vaya a violarte. He dicho
moría de pasión por mí, ¿sabes? De hecho,
que voy a seducirte.
creo que ella también estaba utilizándome.
—No veo qué diferencia hay —balbuceó ella.
—¡Eso es ridículo! Alison no utiliza a las
—Hay mucha diferencia —respondió él personas.
tranquilamente—. Una violación no
—¿No? —Justin se encogió de hombros—.
cambiaría el modo en que me miras,
Me guardaré mi opinión al respecto. Sea
¿verdad? Solo conseguiría que hubiera más
como sea, no es lo que nos preocupa esta
desprecio y odio en esos ojos dorados.
noche. El juego ha pasado a la siguiente
—¡Mucho más, si eso es posible! fase, Cassie Bond. Te entrometiste en mi
camino y me quitaste algo que yo quería, de
—Claro... —su boca se torció en un gesto
modo que ahora vas a darme algo a cambio.
irónico—. Pero no quiero que me odies,
Y de paso vas a aprender una lección por
Cassie. Quiero que me desees. Te quiero a
haberme tratado como si fuera escoria.
mis pies. Quiero que me mires con pasión y
necesidad. Quiero que te rindas por —Yo no... Yo no te traté así —balbuceó ella
completo a mí. ¿Entiendes? Ese va a ser tu —. ¡Solo trataba de proteger a Alison!
castigo por haberte entrometido en mi
—Tuviste éxito en salvarla de mis garras —
objetivo.
dijo él—. Pero no creo que puedas hacer
Cassie apenas podía respirar. Quiso salir mucho para salvarte a ti misma.
corriendo, pero era incapaz de moverse.
Jayne Ann Krentz Página 18 Pasión o Venganza

—¿Qué te hace pensar que puedes —Cómo no, él tenía que venir preparado.
seducirme? —le preguntó Cassie llena de Seguro que metió una linterna en el coche
furia. esta misma tarde, para poder sacarla en el
momento oportuno y hacerme parecer una
—El instinto.
completa imbécil —el gato no hizo el menor
—¡Instinto! movimiento. A Cassie le pareció la
personificación felina del mismo demonio—.
—Sí... Tiene algo que ver con el modo en
Empiezo a lamentarme por haberte dado un
que reaccionaste cuando te besé en el hotel,
sandwich de atún.
y...
—¿Qué sandwich de atún? —preguntó Justin
—Yo no respondí a ese beso —lo interrumpió
entrando en la biblioteca. Llevaba una
ella.
linterna en la mano.
—Y tiene algo que ver con el modo en que
—Me preparé un par de sandwiches hace un
me miras —continuó él sin hacerle caso—.
rato y le di uno a este maldito gato —le
Con tu mirada me desafías, Cassie, y cuando
explicó.
una mujer desafía a un hombre es porque se
siente vulnerable ante él. —¿No vas a ofrecerme uno? —la miró con
una ceja arqueada mientras se arrodillaba
—¡Ese es el pensamiento de un idiota!
para echar otro leño a la chimenea.
—Ya lo averiguaremos, ¿te parece? Ahora,
—Pensaba que seguías una dieta más...
¿dónde está la linterna? —parecía haberse
líquida —dijo ella con sarcasmo.
aburrido con la conversación, y pasó la vista
por la biblioteca. —Bueno, también me apetecería una copa
de vino, si tienes.
—No tengo linterna —respondió con
irritación. Por un lado se sentía aliviada de —No me refería a eso —murmuró ella. La
que hubiera cambiado de tema; por otro turbaba estar tan cerca de él, pero el calor
estaba molesta de que pudiera hablar de del fuego era demasiado agradable para
seducirla y al minuto siguiente olvidar el alejarse.
asunto.
—Entiendo. Tengo noticias para ti, Cassie.
Justin Drake no se parecía a ningún hombre Sea cual sea mi gusto por la bebida, también
que hubiera conocido. Las reglas que me gusta la comida sólida. ¿Puedes
normalmente seguía para tratar con los prepararme un sandwich?
hombres no servían para él.
Ella le echó una mirada salvaje.
—¿Que no tienes linterna? ¿No tienes una en
—¿Por qué demonios iba a prepararte un
el coche?
sandwich?
—No.
—Hiciste uno para el gato —respondió él en
—Has venido muy preparada, ¿eh? —se tono inocente.
acercó al enorme escritorio de caoba y abrió
—Y empiezo a arrepentirme de haberlo
unos cuantos cajones.
hecho. Mira a ese monstruo. ¡Seguro que es
—He venido para encontrarme a mí misma, pariente de alguna bruja!
no una linterna. Él la miró extrañado.
—Es solo un gato, Cassie —Justin suspiró y
—¿Para encontrarte a ti misma? esbozó un atisbo de sonrisa—. Y yo solo soy
un hombre.
—No importa —murmuró ella. Se apartó del
sofá y se aproximó al fuego. Extendió las —Claro.
manos junto a las llamas que Justin había
—Me tienes miedo, ¿verdad? —parecía
conseguido avivar con tanta facilidad—.
sentirse satisfecho de sí mismo.
Olvida la linterna. No tengo ninguna y va a
ser muy difícil buscar en la oscuridad. Tuve —¡No! No te tengo miedo. Estoy furiosa
suerte de encontrar las velas en la cocina. contigo, y muy indignada por tu
comportamiento, pero no estoy asustada —
—Tengo una en el coche. Voy por ella —
intentó decirlo con orgullo y resolución,
anunció, y salió sin mirar atrás.
diciéndose a sí misma que no era del todo
Cassie oyó que la puerta se abría y se mentira.
cerraba, y miró gruñona al gato.
Jayne Ann Krentz Página 19 Pasión o Venganza

—Bien —se puso en pie llevando la linterna largo plazo que el de «hermosa»
—. Entonces vamos a preparar un sandwich
—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó
de atún para mí, ¿de acuerdo? Tengo
ella. Aplastó el pan contra el atún y se lo
hambre, y... ¿quién sabe de lo que sería
tendió.
capaz si no como algo? —bajó la mirada
deliberadamente hasta su cuello. Cassie Él aceptó el sandwich sin protestar y la
pensó que le hubiera dado una patada con siguió de vuelta a la biblioteca.
gusto si no hubiera estado descalza.
—Todavía no lo sé con seguridad, pero estoy
—La comida está en la cocina. El frigorífico trabajando en ello. Cuando lo descubra te lo
funcionaba antes de que se fuera la luz. haré saber.
Busca allí —se quedó con la vista en el
—No importa. Tenemos otro asunto más
fuego, temerosa del modo en que Justin
importante entre manos. Arriba hay tres
Drake tomaba el control de la situación.
dormitorios provistos de camas. Elige tú
Tenía que resistirse a las pequeñas
mismo.
agresiones, o sería incapaz de afrontar otras
peores, —¿Dónde vas a dormir tú?
«¡Dios mío! ¿Significa eso que soy —Aquí abajo —respondió con un
vulnerable?» estremecimiento—. En el sofá. Como puedes
ver, no hay sitio para los dos.
—Ven conmigo, Cassie —le ordenó él con
mucha suavidad—. Quiero que me prepares —¿Qué pasa con los dormitorios? ¿Son
un sandwich. demasiado fríos?
Aunque no la tocó, la implacable expresión —Entre otras cosas.
de sus rasgos era tan arrogante y tranquila
—¿Están encantados?
que Cassie sintió un estremecimiento. Luchó
en silencio con toda su voluntad, pero sabía —Claro que no. Las camas están llenas de
que era una batalla perdida. No estaba polvo y hay que ventilarlas. Por eso he
segura de por qué, pero así era. Lo único decidido dormir esta noche junto al fuego.
que podía hacer era intentar salvar un poco
—Parece una buena idea.
de dignidad.
—Ya me has oído. No hay sitio en el sofá
—Supongo... —intentó que el tono fuese
para los dos, y no voy a cedértelo de
altanero—, que puesto que tú has encendido
ninguna manera —replicó ella sin mirarlo.
un fuego decente, yo puedo prepararte un
sandwich. —Improvisaré una cama en el suelo. Seguro
que arriba hay cojines y mantas que puedo
Se puso en pie y, tras agarrar un candelabro
usar. Subiré a echar un vistazo.
de una estantería, se dirigió hacia la cocina.
Justin la siguió sin decir una palabra, pero Para angustia de Cassie, Justin Drake
Cassie podía sentir la satisfacción que parecía estar muy complacido con el modo
irradiaba de él. en que se desarrollaban los acontecimientos.
—Pareces una criatura sobrenatural con ese Cassie despertó a la mañana siguiente con la
camisón pasado de moda y con el pelo sensación de tener algo pesado sobre el
suelto por los hombros —dijo con voz estómago. Abrió los ojos y se encontró al
burlona mientras la veía preparar el gato dormido sobre ella, y a Justin de pie a
sandwich—. Cualquiera en mi lugar habría su lado con una taza humeante en la mano.
pensado que le abrió la puerta un fantasma. Parecía que lo divertía mirarla soñolienta y
confusa.
Tienes un aspecto muy... interesante a la luz
de las velas, Cassie. Ella le echó una fugaz —La tormenta ha pasado y la luz ha vuelto
mirada. —la informó—. He encontrado el café que
trajiste contigo.
—Si estás intentando seducirme, se supone
que debo parecerte hermosa a la luz de las Llevaba una camisa color caqui y los mismos
velas. No solo interesante. vaqueros de la noche anterior. Al menos ya
no iba enteramente de negro, pensó Cassie,
Él guardó un breve silencio.
aunque la emanación de su poder masculino
—Empiezo a pensar que el calificativo no se suavizaba con un simple cambio de
«interesante» es mucho más atractivo a vestuario.
Jayne Ann Krentz Página 20 Pasión o Venganza

—¿Te importaría quitarme a este gato de Tan solo parecerás una amante engreída que
encima? —preguntó mientras trataba de ha tenido una pelea. Te garantizo que serás
sentarse. El gato no se dio por aludido y se tú quien salga humillada ante el sheriff o
limitó a buscar una posición más cómoda en ante quien sea.
su regazo.
Cassie supo que lo decía en serio. Pero
—Creo que le gustas. entonces, ¿qué opción le quedaba?
—Imposible. Creo que a este gato no le —Puedes probar a salir corriendo otra vez —
puede gustar nadie. Solo utiliza a las sugirió él, como si pudiera leer sus
personas. Seguramente anoche tenía frío y pensamientos.
pensó que lo mejor era usarme para entrar
—¡Yo no salí corriendo la primera vez!
en calor.
¡Llevaba organizando este viaje desde hacía
—No es una idea tan disparatada —dijo él, y tres meses!
le tendió la taza de café—. A mí tampoco me
—Si eliges huir de nuevo te seguiré
importaría usarte para ese mismo propósito.
persiguiendo, Cassie. Tengo todo el tiempo
—Ni lo sueñes —Cassie tomó un pequeño del mundo.
sorbo con precaución—. De hecho, Justin, he
—¿Eso quiere decir que no tienes un
pensado seriamente en esto.
trabajo? —preguntó ella entre dientes.
—¿Ah, sí? —se sentó en una silla y la miró
—No más que tú.
con interés—. ¿Y a qué conclusión has
llegado? Exasperada por la rabia y la frustración,
Cassie apartó la manta y se levantó del sofá.
—Vas a tener que marcharte. Hoy, Justin. Lo
digo en serio. Esta casa es mía durante un —Uno de los dos va a irse hoy, Justin, y está
mes, y si no te vas por las buenas voy a claro que no voy a ser yo.
tener que llamar al sheriff para que te eche.
Salió de la biblioteca y subió al piso superior,
Supongo que sería muy embarazoso para ti.
donde había descubierto un cuarto de baño
Sea del modo que sea, quiero dejar claro
en buen estado. Fue consciente de que él la
que no vas a quedarte aquí a interpretar tus
seguía con la mirada, con aquellos ojos
dotes de seducción.
oscuros y letales...
—¿No sientes curiosidad por saber si puedo
¿Letales? La palabra le sonó como un golpe
seducirte por encima de tu voluntad?
en la cabeza mientras se ponía unos
—Ya sé la respuesta, y es: «¡no!» vaqueros y un jersey rojo, No, claro que no
eran letales. Letal significaba mortal, y ella
—Entonces, ¿por qué tienes tanta prisa en
no estaba dispuesta a usar esa palabra.
echarme?
Además, Justin estaba decidido a castigarla,
—¡Porque no te quiero aquí! —exclamó no a matarla. Su pasado era escabroso, pero
rebosante de rabia—. Y tampoco quiero a no iba a solucionar sus problemas
este condenado gato. ¡Me recuerda a ti! —se asesinando a nadie...
lo quitó de encima y lo dejó en el suelo. El
Tenía la imaginación desbocada en aquel
gato se sentó tranquilamente y empezó a
lugar, pensó seriamente. «Ambiente» Allí
lamerse, como si hubiera bajado por propia
había demasiado «ambiente»
voluntad.
Unos minutos más tarde entró en la cocina y
—Voy a quedarme, Cassie —no lo dijo como
encontró a Justin hurgando en las bolsas de
una amenaza, sino como una simple
comida. Se movía con tanta naturalidad
declaración. Por eso mismo parecía mucho
como si estuviera en su propia casa.
más amenazante.
—¿Qué has traído para desayunar? —le
Cassie lo miró durante unos momentos.
preguntó despreocupadamente.
—Entonces tendré que ir en busca del sheriff
—Solo lo suficiente para mí —respondió ella
—dijo finalmente.
con voz dulce.
—Eludiré cualquier responsabilidad de
—Estás de muy buen humor esta mañana —
cualquier historia que te inventes —
dijo él, y encontró una caja de cereales.
respondió él encogiéndose de hombros—. Ve
si quieres, pero no te servirá de nada.
Jayne Ann Krentz Página 21 Pasión o Venganza

—A mí me sorprende verte despierto — —¿Qué es lo que vas a probar este mes? —le
murmuró ella. preguntó él mientras se dirigían hacia el
comedor.
—Soy una especie muy evolucionada de
vampiro —repuso él—. He aprendido a —Un poco de esto y aquello —estaba
soportar la luz del día. Ya no tengo que ir demasiado concentrada pensando en cómo
por ahí arrastrando mi viejo ataúd lleno de librarse de él, y no prestó mucha atención a
polvo. la pregunta.
Cassie abrió el frigorífico y sacó un cartón de —Eso suena bastante misterioso —comentó
leche. Justin, sentándose en un extremo de la gran
mesa de roble.
—¿Qué clase de adaptación es esa,
abandonar la vida nocturna de un casino Cassie se sentó en el otro extremo. Quería
para convertirse en una persona del día? poner entre ellos tanta distancia como fuera
posible.
—Como te he dicho, he aprendido a soportar
la luz del día —se apoyó contra la encimera —¡No hay ningún misterio en ello! He venido
y cruzó los brazos al pecho—. Puestos a para descubrir mi potencial creativo... ¿De
pensar en ello... esta es la primera vez que qué te ríes? —le preguntó, entre irritada y
me ves a la luz del día, ¿verdad? Siempre sorprendida por ver una muestra de emoción
que nos hemos encontrado ha sido de semejante en él, aunque fuera una muestra
noche. Dime, ¿te parezco menos siniestro de burla.
ahora?
—De nada... Es solo que tienes un aspecto
—No. muy gracioso, sentada en esa enorme silla
con el pelo recogido de esa manera tan
—Bien. No me gustaría perder mi encanto
ridícula.
natural. ¿Quieres más café?
Cassie se llevó la mano a la cabeza y tocó el
—Sí, por favor. No he dormido muy bien.
recogido del pelo. Como era natural, ya se
—Lo sé. Has pasado casi toda la noche estaba soltando. Frunció el ceño y siguió
temiendo que te hiciera algo, ¿no es así? — comiendo sus cereales.
le preguntó mientras colocaba la cafetera en
—Me gustas más así que con el maquillaje
la hornilla—. ¿Por qué has escogido esta
que llevabas la otra noche —continuó él—.
vieja mansión como lugar de vacaciones?
Te sientan mucho mejor los vaqueros y el
Hay muchos lugares más modernos y
jersey.
acogedores que podrías haber alquilado.
¿Qué piensas hacer aquí, Cassie? —Mira, Justin, si esta es tu idea de una
conversación seductora, tengo que decirte
—Cualquier cosa que desee hacer. Cualquier
algo. Sé muy bien el aspecto que tengo
cosa que me sienta inspirada a hacer —
cuando me visto para una fiesta, y sé el
respondió con sinceridad—. Este mes de
aspecto que tengo con vaqueros. Créeme,
prueba es muy importante para mí, Justin, y
no me gusta el hecho— de no poder ir guapa
no quiero que me lo estropees.
con ropas caras. Así que decirme que los
¿Comprendes?
vaqueros «me sientan bien» no es forma de
—Una aventura con Drácula sería una ganar muchos puntos.
prueba muy interesante. ¿Por qué no
—De acuerdo, ¿qué tal si te alabo por lo que
intentarlo?
he oído sobre tus virtudes en la Bolsa? Tu
—No digas tonterías. hermana me dijo que eres como rey Midas.
Transformas en oro todo lo que tocas.
—¿Sabes? Aparté de tener una lengua
afilada, estás muy guapa por la mañana. —Ese tema me aburre mucho.
Fresca y dinámica. Una persona del día, ¿eh?
—¿Te aburre ganar dinero? —preguntó en
—Completamente —dejó la leche sobre la tono de sorpresa.
encimera y llenó de muesli dos tazones—.
—Me aburre ganarlo en la Bolsa. Tengo más
Vamos al comedor —dijo resignada. dinero del que pueda gastar, ¿y de qué me
Demonios... ¡Tendría que haber un modo de sirve? Mi Ferrari hace ruidos extraños, mi
evitar a Justin Drake! A la luz del día tendría reloj de cuatro mil dólares no marca bien la
que saber cómo. hora, y parezco ridícula con mis trajes de
Jayne Ann Krentz Página 22 Pasión o Venganza

diseño. A diferencia de Alison, no he nacido minutos más tarde, y ella pudo soltar un
para ser rica y llevar un estilo de vida suspiro de alivio. Durante un rato estaría
semejante. Tengo treinta años, Justin, y libre de su inquietante presencia.
quiero descubrir para lo que estoy hecha en
Empezó a inspeccionar a fondo la mansión.
este mundo —se ruborizó al darse cuenta de
Examinó sin descanso cada una de las
con qué facilidad había soltado un pequeño
habitaciones y rincones de la casa, pero no
discurso. Se encogió de hombros y lo miró—.
podía dejar de pensar en la venganza de
Ahora sabes qué estoy haciendo aquí.
Justin Drake. Ese hombre era peligroso, pero
—¿Y aquí es donde vas a encontrar tu... ¿qué podía hacer ella? Podía subirse al coche
potencial? —preguntó él con cuidado. y escapar, desde luego. A él le resultaría
muy difícil encontrarla si nadie sabía a donde
—Mi verdadero potencial creativo —la
había ido.
excitación al pensar en el mes que le
quedaba por delante le hizo mover la Pero no podía abandonar así el lugar que
cuchara con entusiasmo. Se inclinó hacia había elegido. Durante meses había
delante y miró a Justin con intensidad—. Voy estudiado cómo liberar el potencial del
a explorar mis habilidades artísticas. Quiero hemisferio derecho del cerebro, donde se
pintar, escribir, componer poesía... Estoy suponía que se almacenaba el talento
segura de que tengo un talento escondido en artístico. ¿Por qué tenía que esconderse de
alguno de esos campos. Todo lo que Justin?
necesito es tiempo libre para encontrarlo y
Con expresión atenta siguió abriendo y
un lugar con ambiente. Un trasfondo
cerrando puertas, examinando cajones y
romántico y apropiado que ayude a liberar
analizando el estado de los dormitorios.
esa capacidad escondida. Es algo que no se
Luego, volvió a la planta baja e hizo lo
puede hacer en una ciudad, ¿sabes?
mismo en las salas y salones. Cuando se
Leí un libro hace un par de meses según el dirigía hacia la cocina se fija en una puerta
cual hay que escapar de las agobiantes que se le había pasado desapercibida hasta
fuerzas que nos rodean y catapultarse hacia ese momento. Estaba situada en el pasillo, y
un entorno totalmente nuevo si se quiere quedaba oculta cuando la puerta de la cocina
liberar el interior de uno mismo —volvió a estaba abierta. Era una puerta fuerte y
recostarse en la silla con una expresión maciza.
desafiante en el rostro.
La abrió con curiosidad y vio una hilera de
Justin la miró fascinado. escalones que descendían en la oscuridad.
Justo cuando estaba pensando si bajar o no,
—Sorprendente —dijo con voz seca.
sintió que el gato le rozaba los tobillos.
Cassie hundió la cuchara en los cereales.
—Oh, ¿sigues aquí? —le preguntó—
—Ahora comprenderás por qué no quiero Esperaba que te hubieras marchado. Tal vez
perder el tiempo en una seducción —dijo cuando Justin se vaya te lleve con él.
mordazmente—. Tengo cosas mucho más
El gato la miró con su maléfica expresión,
importantes que hacer aquí. Vete, Justin.
pero no hizo el menor gesto.
Móntate en tu coche y déjame sola.
—No veo un interruptor por ninguna parte.
—¿Cómo puedo irme ahora? Quiero
Espera un segundo... No, solo es una astilla.
quedarme y explorar tu potencial creativo
¿Por qué no habrá puesto nadie una luz
contigo. Me muero de impaciencia por ver
aquí? Estos son los inconvenientes de las
los resultados —dijo con una sospechosa
mansiones viejas y decrépitas.
galantería—. Creo que iré a pasear por la
playa, bajo los acantilados. Es una Con mucho cuidado empezó a bajar los
experiencia interesante caminar por la playa escalones, palpando la pared con la mano en
después de una tormenta. ¿Quieres busca de un interruptor. Seguramente la
acompañarme? escalera condujese a un sótano, y... ¿qué se
podría encontrar en el sótano de una vieja
—No, gracias —respondió duramente. De
mansión? Excitada por la perspectiva del
hecho, le encantaría pasear por la playa,
descubrimiento Cassie siguió bajando. La
pero por nada del mundo iría con él.
débil luz que entraba por la puerta a sus
Para asombro de Cassie, Justin no insistió en espaldas no le permitía ver más allá que
el ofrecimiento. Salió de la casa unos unos pocos pasos.
Jayne Ann Krentz Página 23 Pasión o Venganza

—Si sirvieras para algo irías a buscar la Se quedó en el primer escalón, frotándose
linterna de Justin —le dijo al gato, que se los brazos vigorosamente. No podía ver
había quedado esperándola en el marco de nada, y no podía hacer otra cosa que
la puerta. Esa vez soltó un ligero maullido y esperar a que Justin volviera de la playa.
se sentó. Pero ¿podría oírla gritar a través de esa
puerta tan maciza?
—¿Por qué no has sido un buen perro o algo
parecido? —murmuró ella—. Me gustan los Esperaría unos minutos para ponerse a
perros. Algunos de mis mejores amigos son aporrear con fuerza.
perros y... ¡Oh, no!
Pero ¿y si no recibía respuesta?
La puerta se había cerrado de golpe, y
Pues claro que le respondería, se aseguró a
Cassie se vio envuelta en la más absoluta
sí misma. De todos modos, podría seguir
oscuridad.
buscando el interruptor. Una pequeña luz
—Maldición... —masculló. De repente se sería muy útil en aquella mazmorra.
sentía muy sola sin el gato. No lo había oído
Tanteó los escalones y volvió a bajar
maullar, de modo que no se había pillado el
apoyándose en la pared. Tal vez el
rabo con la puerta.
electricista hubiera puesto el interruptor en
Era curioso cómo un viejo sótano tenía un medio de la escalera.
olor tan característico. Hacía frío y humedad,
Estaba intentando convencerse de esa
y la escalera no tenía pasamanos.
posibilidad cuando el escalón que pisaba en
Cassie se dio la vuelta lentamente y subió ese momento cedió bajo sus pies.
hasta la puerta.
No oyó el crujido de la madera ni sintió el
Cuando la encontró se dio cuenta de que no peligro. Simplemente notó que la superficie
podía abrirse. se desplomaba bajo su peso.
—¿Por qué narices no me habré asegurado Cassie soltó un alarido al perder el equilibrio,
de comprobar la cerradura antes de entrar? y se precipitó hacia el lado abierto de la
—preguntó en voz alta. escalera.
Jayne Ann Krentz Página 24 Pasión o Venganza

CAPITULO 4
De lo siguiente que Cassie tomó conciencia encerrarla en el sótano? ¿Y cómo iba a saber
fue de estar suspendida en el aire. Sentía él que las escaleras estaban en un estado
una fuerte tensión en las manos, y le costó tan precario? La puerta debía de haberse
varios segundos darse cuenta de que se cerrado por sí sola.
había agarrado a un peldaño antes de caer
Pero las preguntas le cruzaban la cabeza
al vacío.
acompañadas de las pertinentes respuestas.
Se quedó colgada en la oscuridad, con las Allí abajo, en la oscuridad total, era fácil
piernas doloridas, y demasiado asustada dejarse llevar por la imaginación, y a Cassie
para ponerse a gritar. ¿Qué habría bajo sus se le ocurrió que quizá no fuera la seducción
pies? ¿Estaría cerca el suelo del sótano o el único objetivo de Justin. Tal vez quisiera
sería una caída mucho más larga? Si se apartarla de su camino para que nadie se
soltaba... ¿caería sobre una superficie dura o interpusiera entre él y Alison. Y si ella
sobre un montón de ratas hambrientas? desaparecía—, todo su dinero pasaría a
manos de su hermana...
«Ambiente»... Aquel maldito lugar tenía
«ambiente» Era absurdo, se repitió una y otra vez. No
podía dejar que el miedo y el dolor le
¿Cuándo regresaría Justin de su paseo por la
provocaran tales pensamientos. Lo primero
playa? Si hubiera tenido el sentido común de
era lo primero. Tenía que alcanzar la
acompañarlo no estaría en ese momento
escalera o arriesgarse a dar el salto.
colgando en un abismo. El dolor era cada
vez más intenso en los dedos, y se extendía Si no podía encaramarse a los escalones,
a las muñecas y a los antebrazos. Cassie entonces tendría que intentar bajar
sabía que no podría sujetarse mucho más valiéndose de las manos. Tomó una
tiempo. Tenía que reunir la fuerza necesaria profunda inspiración y llevó la mano
para auparse de nuevo a la escalera. Si tan izquierda hasta el siguiente peldaño inferior.
solo pudiera alcanzar con la pierna un
Era muy doloroso y arriesgado, pero no
peldaño inferior...
había otra alternativa. ¿A qué distancia
¿Por qué le dolía tanto la pierna izquierda? estaría el suelo? ¿Serían muy profundos los
Seguramente se habría herido con alguna sótanos antiguos? ¡Si tan solo pudiera ver
astilla. Desgraciadamente, nunca había sido algo!
buena para darse ánimos a sí misma, pero
El dolor en las manos pronto llegó a ser
cuando se estaba en el instituto no se sabía
insoportable, pero no había más remedio
qué habilidades iban a hacer falta en la vida.
que soportarlo. Muy lentamente se deslizó
En el instituto solo importaban las
hasta el otro peldaño. ¿Dónde estaba Justin?
habilidades para entrar en el equipo de
animadoras. Y tampoco había sido buena Dejó de descender cuando oyó débiles gritos
para eso"... al otro lado de la puerta. ¿Sería el gato?
Cassie no sentía mucha compasión por esa
Pero ¿qué demonios hacía recordando los
criatura. Después de todo, quizá hubiera
cuatro peores años de su vida? Enojada por
sido la responsable de que la puerta se
perder el tiempo en eso, Cassie intentó
cerrara.
balancear la pierna izquierda hacia un
escalón. El aire se le escapó de los pulmones Se mordió el labio al sentir cómo aumentaba
en un silencioso grito de agonía cuando la el dolor. Parecía agudizarse a cada escalón
sacudió una nueva ola de dolor. La herida que bajaba. Hizo un esfuerzo supremo y
debía de ser grave. descendió otro. Si la pierna izquierda no le
doliera tanto, podría arriesgarse a saltar y
Intentó recuperar la respiración y reprimir el
confiar en que las piernas aguantaran el
dolor para poder pensar con claridad. Aún no
impacto.
se oía ningún ruido en la casa. ¿Cuándo
volvería Justin? Había bajado otro peldaño cuando oyó otro
ruido tras la puerta. Levantó la cabeza
¿Y si ya había vuelto?
automáticamente, aunque no podía ver
¿Y si fue él quien cerró la puerta? nada. Un segundo después la puerta se abrió
y apareció la oscura silueta de Justin. Se
No, eso era absurdo. ¿Por qué iba a querer
quedó parado en la puerta, y por un
Jayne Ann Krentz Página 25 Pasión o Venganza

angustioso momento Cassie se preguntó si —Mi pierna, Justin. No creo que pueda
había vuelto para terminar el trabajo... apoyarla —le seguían doliendo los dedos de
haber soportado todo el peso de su cuerpo,
—¿Cassie? —preguntó al tiempo que
y no podía doblarlos.
iluminaba la oscuridad con la linterna. La
llamó otra vez, con una voz que expresaba Justin murmuró algo incomprensible y, sin
enojo y algo más que Cassie no supo dudarlo, la levantó en sus brazos y la apretó
identificar. contra su pecho. Subió hasta la puerta,
teniendo cuidado de evitar el hueco, y
—Estoy colgada de un peldaño, Justin —
cuando llegó arriba, el gato los siguió hasta
consiguió responder con suficiente
la biblioteca.
despreocupación, dadas las circunstancias.
Era imposible ver la expresión de su rostro —¿Pero qué...? Cassie, tu pierna está
en sombras. sangrando —hizo una mueca mientras
dejaba a Cassie en el sofá y le subía la
Pronto la localizó con la linterna y soltó una
pernera del pantalón—. Maldita sea, ¿qué
maldición.
estabas haciendo en esa escalera? Si el gato
—Maldita sea, Cassie, ¿qué demonios estás no hubiera estado esperando junto a la
haciendo? —preguntó mientras empezaba a puerta...
bajar.
—Solo quería ver lo que había en el sótano
—Exprimiendo los jugos creativos — —se defendió ella.
respondió ella—. No hay nada como el
Un profundo corte del que manaba
ambiente de un viejo sótano, ¿sabes? Ten
abundantemente la sangre se extendía
cuidado con el próximo escalón, Justin. Es
varios centímetros por su pantorrilla.
un poco traicionero.
—Presiona aquí tan fuerte como puedas—le
Él se paró de golpe e iluminó el hueco de la
tomó una mano y la puso sobre la herida—.
escalera. Soltó una retahíla de maldiciones y
Mientas iré a buscar el botiquín que tengo en
volvió a subir.
el coche —se levantó y miró enfadado a su
—Aguanta, Cassie. Enseguida llego hasta alrededor—. ¡Solo querías ver lo que hay en
ahí. el sótano! —exclamó con ironía—. Y ni
siquiera llevabas una linterna. ¡Menuda
—Te espero con impaciencia —murmuró ella.
estupidez! ¿No te das cuenta de que la
No parecía que Justin quisiera pisotearle los
madera de una vieja mansión está podrida?
dedos, pensó esperanzada. Un hombre como
Justin Drake no querría jugar a ser sádico —¿No podríamos dejar los sermones hasta
con una víctima indefensa. Si fuera así no le después de vendar mi herida?
habría ofrecido falsas esperanzas... ¿o sí?
Justin dudo un momento, y salió de la
Justin bajaba con cuidado, tanteando cada biblioteca sin decir palabra. Al poco rato
escalón. Con la linterna iluminaba la volvió con el botiquín y llevó a Cassie a la
escalera, y aunque entraba algo de luz por la cocina, la sentó sobre la encimera y le hizo
puerta Cassie no podía verle la cara. extender la pierna herida en el fregadero.
Ella aguantó estoicamente mientras él le
—¿Justin? —esa vez no había una falsa
lavaba el corte para administrarle un
bravuconería en su voz. Esperó impotente,
antiséptico.
sabiendo que estaba a su merced.
—Esto te va a escocer —le advirtió.
—Está bien, Cassie. Ya te tengo —se
arrodilló en el escalón y, tras dejar la —Déjame a mí, entonces. Podré controlarlo
linterna, la agarró por las muñecas y tiró de mejor —intentó quitarle el frasco, pero él lo
ella hacia arriba. Lo hizo con tanta facilidad apartó de su alcance.
como si estuviera levantando una muñeca
—Yo lo haré —dijo con firmeza, y empezó a
de trapo.
aplicarle el líquido.
Cassie sintió la seguridad de sus fuertes
—¡Demonios! ¡Sí que escuece! —gritó ella, e
brazos y supo que no iba a arrojarla al vacío.
intentó separar la pierna—. Justin, es mi
—Oh, Justin... —murmuró—. Duele mucho. pierna. ¡Puedo hacerlo yo!
—Tranquila, Cassie, ya estás a salvo —su —De eso nada —respondió él—. Créeme, es
voz era ronca y extrañamente reconfortante. más fácil hacerlo deprisa. Es como
Jayne Ann Krentz Página 26 Pasión o Venganza

arrancarte una tirita de la piel. Duele menos tienes excusa. Has sufrido un shock y vas a
si lo haces de golpe que si vas centímetro a tener molestias en la pierna durante un par
centímetro. de días.
Ella le lanzó una mirada fulminante. —Te puedo asegurar que tu llegada de
anoche fue un shock mucho más terrible que
—Tú tienes tus propias teorías, pero yo
haberme caído por las escaleras.
prefiero mis métodos.
—Vas a necesitar mi ayuda un par de días,
—¿Quieres decir que prefieres arrancarte
al menos —concluyó él sin hacer caso de su
una tirita poco a poco?
interrupción.
—Exacto. Y también prefiero aplicarme el
—No sé por qué, pero no te imagino en el
antiséptico más lentamente. En el futuro,
papel de enfermero o sirviente.
recuerda que prefiero hacer las cosas a mi
manera. —Sé perfectamente cómo me imaginas, pero
eso no importa ahora. La única verdad es
—Entonces tenemos un pequeño problema,
que estás encerrada conmigo.
¿no? —esbozó una breve sonrisa mientras le
vendaba la pierna—. Porque a mí también —¡Y un cuerno! Justin, no voy a permitir que
me gusta hacer las cosas a mi modo. abuses de mí, ni tampoco que me intimides.
Cassie lo dejó pasar, porque no se le ocurría —¿No estás ni siquiera agradecida por mi
un argumento convincente para rebatir algo operación de rescate?
tan trivial como lo de las tiritas. Permaneció
—Bueno, sí... claro que aprecio tu ayuda,
en silencio mientras él la llevaba de vuelta al
pero... —se calló de golpe, repentinamente
sofá.
confusa.
—Parece que no te molesta la visión de la
—Ni siquiera me has dado las gracias —
sangre —le dijo cuando la soltó.
señaló él.
—No puedo permitirme ser aprensivo,
Ella sintió cómo le subía el color a las
¿verdad? No iría bien con mi carrera.
mejillas y apartó la mirada.
¿Era un brillo de burla lo que vio en sus
—Te estoy muy... agradecida —dijo con
ojos? Seguramente no... Drácula no se
sinceridad—. Mientras estaba allí colgada...
caracterizaba por su sentido del humor.
—dejó que las palabras se apagaran en el
Contempló cómo se arrodillaba junto a la
aire. ¿Cómo decirle que había pensado en él
chimenea y avivaba el fuego que había
como en un asesino? La imaginación le había
encendido antes de irse a la playa. La
jugado una mala pasada en la oscuridad del
biblioteca estaba cálida y acogedora, y le
sótano. A la luz del día Justin Drake seguía
recordaba a Cassie el frío que había pasado
pareciendo temible, pero no peligroso. Había
en el sótano.
bastante diferencia.
—¿Cómo te sientes? —le preguntó él al
—Mientras estabas allí... ¿qué?
levantarse y apoyarse en la repisa.
—Nada. Gracias por sacarme del sótano,
Cassie soltó un pequeño gemido. Sabía que
Justin —dijo con voz débil, sin atreverse a
su aspecto debía de ser horrible después de
mirarlo.
su aventura en la escalera. No le hacía falta
palparse el pelo para saber que estaba Él se acercó a ella y le tomó la barbilla con la
completamente enmarañado, tenía los mano.
pantalones rasgados y el jersey sucio.
—Mientras estabas allí... ¿qué pensaste,
—No muy bien, ahora que lo preguntas. Cassie?
Justin asintió. Ella fue incapaz de seguir ocultándolo.
—Bueno, eso lo hace todo más fácil, ¿no? —Mientras estaba colgada, preguntándome a
Ella parpadeó sin comprender. qué profundidad estaría el suelo, se me
ocurrió pensar que si no salía jamás de allí...
—¿Cómo has dicho?
tu vida sería mucho más fácil.
—Lo hace todo más fácil para ti. De este
Durante unos segundos el silencio entre
modo no tendrás que lamentarte por no
ambos se llenó dé electricidad. Entonces
haber sido capaz de echarme. Ahora no
Justin masculló un juramento en voz baja y
Jayne Ann Krentz Página 27 Pasión o Venganza

furiosa. respiración, y que la tensión que la recorría


estaba encendiendo todos sus sentidos.
—Eres una estúpida, ¿lo sabías? Mi intención
es disfrutar de ti todo lo que pueda, pero de Oh, Dios... Tendría que haberlo detenido
una manera mucho más interesante. Si te antes de que fuera más lejos. Pero ¿cómo se
quisiera apartar de la circulación, créeme, ya podía detener lo inevitable? Porque todo en
lo habría hecho. Justin Drake parecía ser inevitable. La
cabeza empezó a darle vueltas... ¡La estaba
—Puede que sí, o puede que no —replicó
hipnotizando!
ella. Un estremecimiento le recorrió la
columna, pero se esforzó por aparentar Soltó otro profundo gemido con la garganta
serenidad—. Si hubieras querido que cuando le agarró el pecho con la mano. Él
pareciera un accidente, habrías tenido que ahogó el ruido con la avidez del beso y
prepararlo todo con mucho cuidado, siguió deslizando la mano hacia abajo.
¿verdad? Cuando llegó al borde del jersey metió los
dedos por debajo y le rozó la piel desnuda.
—Cassie, nada de lo que pase entre tú y yo
podrá ser jamás por accidente —se agachó Su mano volvió a ascender, esta vez por
junto al sofá y le puso una mano en el pelo. dentro, y Cassie lo oyó gemir débilmente
Entonces, antes de que ella pudiera cuando llegó al cierre frontal del sujetador.
reaccionar, acercó el rostro y la besó en los Lo abrió sin dudarlo y empezó a acariciarle
labios. Fue un beso duro y violento, con el pecho desnudo.
intención de castigar más que de excitar.
—¡Justin! —balbuceó ella con dificultad,
Cassie estaba demasiado débil para oponer consciente de la ola de excitación que la
resistencia y, por otro lado, él quería la sacudía de arriba abajo—. Justin, por favor.
sumisión absoluta en pago por las No me hagas esto —odiaba el tono
acusaciones infundadas. De modo que la suplicante de su voz, pero no podía hablar
mejor solución era sucumbir a sus con más fuerza.
exigencias y permanecer dócil y manejable.
—No puedes detenerme, cariño —dijo él con
voz áspera mientras le apretaba el pezón
con los dedos y sentía su respuesta
Justin sintió la rendición al momento, pero
inmediata—. Cuando te besé aquella noche
en vez de apartarse aumentó la intensidad
en la fiesta de Alison supe que esto sería así.
del beso. La besó con abierta sensualidad y
con los dedos empezó a masajearle la nuca. Dime que lo sientes. Dime que sabes que
entre nosotros hay algo único. No puedes
Cassie tembló al sentir las caricias. Se dijo a
irte sin haberlo explorado. No te lo
sí misma que no tenía fuerzas para luchar, y
permitiré, porque puedo conseguir que me
que era mucho más fácil esperar a que
desees y es lo que voy a hacer. No hay nada
Justin saciara su avidez. Cuando él le exigió
que puedas hacer para detenerme.
en silencio que separara los labios ella
obedeció, y ahogó un grito cuando le Le humedeció los labios con la punta de la
introdujo la lengua en la boca. lengua y empezó a besarla suavemente por
el cuello. Por eso las mujeres se rendían a la
Inconscientemente, rodeó sus anchos
seducción de Drácula, pensó ella medio
hombros con los brazos. Entonces se dio
aturdida. La sensación que producían sus
cuenta de que le estaba clavando los dedos
besos era tan tentadora y llena de
en los músculos, e intentó parar al sentir
promesas...
dolor en las entumecidas manos.
Todo su cuerpo respondía a él tan
¿ Cassie? – era más una pregunta que una
intensamente que no podía ignorarlo. Podía
orden.
sentir su fuerza, inhalar su esencia
Su lengua se movía en círculos, saboreando masculina, ver la negrura de sus cabellos,
y atormentando el interior de la boca. oír el deseo en sus roncos gemidos, y
saborear su piel cuando se arrimó a su
Se oyó un débil gemido, y Cassie supo que
cuello.
era ella la que lo había emitido. Entonces
sintió la mano de Justin en el hombro, y Justo cuando sintió el borde de sus dientes
cómo la bajaba lentamente por el jersey en el pescuezo oyó el ruido de un motor que
hasta llegar a la curva de su pecho. se acercaba por el camino.
Descubrió que estaba conteniendo la
Jayne Ann Krentz Página 28 Pasión o Venganza

Por un momento los dos se quedaron metiendo al alquilar esta casa —dijo en tono
inmóviles, como si pudieran conseguir que despectivo—. Tuvo que ser muy duro al abrir
con su silencio el coche se marchara. A la puerta. No quiero que te sientas obligada
Cassie le costó darse cuenta de que la a quedarte, y me alegrará que recuperes el
llegada de aquel coche era la llave para dinero.
escapar. Volvió de golpe a la realidad y
Mi padre insiste en que la mansión tiene un
empezó a luchar por desasirse del abrazo de
valor histórico y por eso la conserva. Tiene
Justin y de la nube de seducción que parecía
la esperanza de que algún día cualquier
envolverla.
sociedad histórica se la compre por una
—¿Quién demonios puede ser? —gruñó fortuna. En mi opinión, no creo que vaya a
Justin mientras se ponía en pie—. No, tú ocurrir nada semejante...
quédate aquí. No puedes mover aún esa
¿Estás bien? —preguntó bajando la mirada
pierna. Iré yo a ver quién es.
—. ¿Qué le ha pasado a tu pierna?
El gato saltó de su silla y se acercó a Cassie.
—Se calló por las escaleras del sótano
Se quedó mirándola fijamente mientras
Justin salía de la biblioteca. —dijo Justin con voz fría sin moverse de su
sitio.
—Ni se te ocurra subir a mi regazo. No me
gustas y no confío en ti. ¿Está claro? No me —¡Dios mío! ¿Te caíste hasta abajo?
parezco en nada a una gata —le espetó
—Reed parecía horrorizado.
Cassie. Pero, en un movimiento fugaz, el
animal dio un salto y se encaramó a su —No —respondió ella antes de que pudiera
regazo. Se acurrucó cómodamente y cerró hacerlo Justin—. Resbalé y pude agarrarme
los ojos. a tiempo. Estuve colgada de un peldaño
hasta que Justin me encontró. No llegué a
Desde el vestíbulo le llegó la respuesta que
caer al fondo —añadió con una sonrisa—.
una voz de hombre le daba a Justin, y poco
Pensaba que sería interesante explorar el
después los dos entraron en la sala. Cassie
sótano, pero supongo que será mejor
levantó la mirada y vio a un hombre
esperar un tiempo.
pelirrojo de rostro agradable y brillantes ojos
color avellana. —De todas formas, no hay mucho ahí abajo,
que yo recuerde —dijo Reed. Miró a Justin
—Reed Bailey, señorita Bond. Mi padre es el
con curiosidad y de nuevo a Cassie—.
dueño de este caserón. No supe hasta ayer
que lo había alquilado. Acabo de volver de Lo mejor sería evitar esas escaleras. No me
un viaje de negocios y me dijo que una gustaría meterme en ningún pleito judicial —
joven de San Francisco iba a ocuparla dijo sonriente.
durante un mes. No me podía imaginar
—Créeme, tendré cuidado. Esta casa es
quién querría quedarse tanto.
realmente fascinante —dijo ella—. Y no
Pero pensé que lo mejor era venir y quiero recuperar el dinero, Reed. En cuanto
comprobar cómo estaba tras la tormenta. Mi prepare uno de los dormitorios estaré muy
padre se va hoy a Hawai con mi madre, así bien.
que no podrá servir como casero, me temo.
—Bueno, si vas a quedarte, te sugiero que
—Gracias, señor Bailey —Cassie le indicó utilices el dormitorio que hay en el extremo
una silla, mientras Justin se quedaba de pie este. Es donde dormía el anterior
en las sombras de la puerta. Parecía más propietario. No parece que mi padre se haya
duro y frío que nunca—. La luz se fue molestado en limpiar —dijo en todo
anoche, pero ha vuelto esta mañana. desaprobatorio mientras miraba a su
alrededor.
—Llámame Reed —dijo el hombre con una
sonrisa. Tendría aproximadamente treinta y —Le dije al agente que no se preocupara por
cinco años, y poseía el encanto natural que eso. Ya me las arreglaré yo sola. Solo
algunas personas empiezan a desarrollar necesito un dormitorio y la cocina, además
desde la infancia. No se parecía en nada a la de la biblioteca.
peligrosa y oscura sensualidad de Justin—.
—¿Solo un dormitorio? —preguntó
No me extraña lo de la luz. Se fue en casi
cautelosamente Reed, sin mirar a Justin.
todas las casas del pueblo. Creo que no
sabías muy bien en qué sitio te estabas —El señor Drake volverá muy pronto a San
Jayne Ann Krentz Página 29 Pasión o Venganza

Francisco —explicó ella con suavidad. discusión o algo así.


Justin no dijo nada pero podía sentir su —No es culpa tuya —le aseguró Cassie—. Es
mirada. un hombre muy difícil.
—Entiendo —Reed se movió un poco —¿Vosotros dos estáis... eh... juntos? —
incómodo, como si sintiera la tensión que preguntó con voz débil e insegura.
había entre las otras dos personas—. Bueno,
—¡De ningún modo! —se apresuró a negar
si de verdad estás segura de quedarte, solo
ella con ceño fruncido.
puedo estar agradecido. ¡Fue el dinero del
alquiler el que permitió el viaje de mis —Oh, entiendo —en realidad no entendía
padres a Hawai! Nunca los había visto tan nada—. Bueno, supongo que será mejor que
entusiasmados. me marche. No quería estropearos la
comida.
—Me alegro —dijo ella con una sonrisa
sincera—. ¿Están jubilados tus padres? —Te pido disculpas por el comportamiento
de Justin —le dijo ella con una sonrisa—.
—Sí. Mi padre trabajaba en el negocio de la
Pero ya te he dicho que se irá pronto.
madera. Yo llevo en él algunos años, y
Olvídalo.
siempre estoy viajando. A veces me gusta
estar en una gran ciudad, pero prefiero la —Claro. Bueno, ¿seguro que no necesitas
costa. nada? Puedo hacer que una mujer del
pueblo venga a limpiar.
—La costa es muy bonita en esta parte del
estado —corroboró Cassie—. Aislada y —No, de verdad que estaré bien. Me gusta el
semisalvaje. Por eso he venido. Necesito un ambiente.
lugar tranquilo para encontrarme a mí
—¿El ambiente?
misma.
—Es un cambio muy agradable, comparado
—¿Encontrarte a ti misma? —repitió él un
con la aburrida rutina de la Bolsa —señaló el
poco perplejo.
montón de libros que había sacado de la
—Voy a aprovechar la estancia para pintar y maleta la noche anterior—. Mientras esté
escribir. aquí, pienso estudiar algo completamente
nuevo.
—No es muy feliz haciendo lo que mejor
hace —añadió Justin. Reed se acercó a los libros y leyó algunos
títulos: El hemisferio derecho del cerebro.
—No lo escuches —replicó ella—. Él es un...
Cómo influye en la creatividad; El zen y la
eh... amigo de mi hermana.
pintura; Manual de yoga para la creatividad;
—Ya no —corrigió Justin. El método natural para escribir; Poesía
desde el corazón en diez lecciones; Ejercicios
—No, ya no —admitió Cassie—. Ahora está
para liberar tu potencial creativo...
siendo un poco difícil para la otra mitad de la
familia. —Eh... una colección interesante.
—Temo que no entiendo nada —dijo Reed. Parecía estar muy incómodo. No debía de
Era obvio que deseaba salir de aquella ser una persona muy creativa, pensó Cassie.
conversación.
—Es una basura —dijo Justin. Estaba en la
—No importa —dijo Cassie rápidamente—. puerta, con un plato de sandwiches en la
Como ya he dicho, Justin se irá tan pronto mano.
como sea posible.
—¡No es basura! —exclamó Cassie indignada
—Yo no confiaría en que Justin vaya a hacer —. Solo porque no valores las nuevas ideas
algo que se le ordene —murmuró Justin sobre los secretos de la creatividad interior,
desde la puerta—. Lo que sí va a hacer es ir no es razón para criticarlo de esa manera.
a comer algo. Ya es mediodía —echó una
—Toma, cómete tu sandwich —Justin le puso
mirada a su reloj y desapareció por el
el plato en las manos y miró a Reed, quien
pasillo.
captó el mensaje enseguida.
Reed se quedó desconcertado, y sonrió
—Yo ya me iba. Tranquilo, sé el camino a la
avergonzado a Cassie.
puerta —se dirigió con rapidez a la salida, y
—Siento si he venido en medio de una unos segundos más tarde se oyó el motor de
Jayne Ann Krentz Página 30 Pasión o Venganza

su coche. impresionada y asustada por semejante


muestra de atención. Estaba dejando muy
Justin se sentó en una silla frente al sofá y
claro que no tenía intención de irse esa
empezó a comerse su sandwich de queso. El
noche, y cuando le llevó un vaso de vino
gato, que seguía en el regazo de Cassie,
antes de la cena y avivó el fuego, Cassie
abrió los ojos y examinó la comida que tenía
supo que tendría que idear un plan defensivo
en las manos. Ella cortó un pedazo y se lo
para las horas siguientes.
dio, temerosa de no hacerlo. Luego dio ella
misma un bocado, sin molestarse en hablar —No vas a ponérmelo fácil, ¿verdad, Justin?
con Justin. —le preguntó tras sorber un poco de vino.
—Bailey no ha notado la presencia del gato Al contemplarlo junto a la chimenea,
—comentó él a los pocos segundos. iluminado por las llamas, Cassie pensó que
Justin Drake no vivía en el siglo adecuado.
—Posiblemente pensó que me pertenecía —
Pertenecía a una época mucho más antigua.
replicó ella—. Justin, lo que he dicho antes
Al verlo a la luz del día se había relajado un
iba en serio. Quiero que te vayas.
poco, y también gracias a que la hubiera
—¿Por qué no le pediste a Bailey que me rescatado del sótano. Pero la noche se
echara? acercaba, y su aspecto volvía a ser temible.
Realmente era una criatura nocturna.
—Porque habrías montado una escena
terrible, y habrías hecho papilla al pobre —Cassie, sé sincera. No querrías pasar la
hombre. ¡Por eso! noche sola, y lo sabes muy bien. Ni siquiera
podrías subir al dormitorio por ti misma.
—Seguramente —Justin se encogió de
hombros—. ¿Cómo tienes la pierna? —Mi pierna está mucho mejor —lo contradijo
ella.
—Duele.
—Voy a quedarme, Cassie.
—Sí, y te dolerá durante un día o dos.
Después de comer subiré a comprobar si ese —No voy a dormir contigo, Justin. ¡Lo juro!
dormitorio al Este está de verdad habitable. Si intentas forzarme, yo...
—No tienes por qué molestarte. —Tranquilízate. He preparado dos
dormitorios —dijo él fríamente.
—No estás en condiciones para hacerlo tú
misma. —¿En serio?
En eso tenía razón, pensó Cassie desolada. —Sé cuándo debo presionar y cuándo no —
La pierna le dolía demasiado, y no podría le aseguró con ironía—. Y esta noche,
apoyarse en ella. después de haber sufrido un accidente, no
es momento para ello. Podrás acostarte en
—Dame algún libro de esos. Me quedaré
la enorme alcoba y preguntarte qué pasaría
leyendo mientras tú haces el trabajo
si yo entrase en la habitación.
doméstico. Asegúrate de que no hay ratones
ni otros roedores. —Te puedo asegurar que no voy a perder el
tiempo preguntándome eso —espetó ella a la
—Puede que el gato haya cumplido con su
defensiva—. Además, mañana por la
trabajo —dijo él. Le tendió unos cuantos
mañana tendré la pierna mucho mejor, y
libros, dejando claro con su expresión lo que
quiero que te vayas antes del mediodía.
pensaba de ellos, y subió a cumplir con la
tarea que él mismo se había impuesto. —Hablaremos de eso en su momento. ¿Estás
lista para cenar? —esbozó una media sonrisa
Cassie abrió el volumen titulado Poesía
y le quitó el vaso vacío de la mano.
desde el corazón en diez lecciones y empezó
a leer sin mucha atención la primera lección. Cassie miró al gato con un estremecimiento.
Solo podía pensar en cómo iba a librarse de
—¿Qué voy a hacer, gatote? —le preguntó
Justin Drake.
después de que Justin saliera—. Me da
Durante toda la tarde mientras intentaba miedo —pero también tenía que reconocer
concentrarse en la lectura, él apareció varias que la excitaba. Recordó el beso y se
veces en la biblioteca para llevarle una taza reprendió por la reacción que ella había
de té, para preguntarle qué le apetecía tenido.
cenar, y pare decirle que había ordenando
¿Por qué no podía odiarlo como se merecía?
un poco el dormitorio. Cassie se quedó entre
Jayne Ann Krentz Página 31 Pasión o Venganza

¿Por qué, en nombre del Cielo, se sentía tan Por más que lo intentaba, lo que más sentía
atraída por Justin Drake? era una inexplicable excitación y un
fascinante interés.
Y aunque le tenía miedo en algunas cosas,
no era precisamente terror lo que le El verdadero terror la invadió más tarde,
inspiraba. Eso era lo más difícil de entender. cuando estaba durmiendo en la habitación
No podía reunir el suficiente odio ni rechazo. del extremo este.
Jayne Ann Krentz Página 32 Pasión o Venganza

CAPITULO 5
Los ojos ardientes de la negra criatura que la su sentido común. «Estabas soñando,
observaba desde el balcón hicieron pensar a Cassie, ¡soñando!»
Cassie que estaba soñando. Ningún hombre
La lámpara iluminó de tenue luz rosada la
podía despedir ese demoníaco fuego con la
habitación. Cassie tenía la respiración
mirada.
entrecortada y las manos húmedas por el
¡Tenía que estar soñando! sudor. Volvió a la alcoba y se sentó. Había
sido un sueño... Era la única respuesta
En la horrible pesadilla las cuerdas vocales
posible.
no respondían, pero, aunque en los primeros
y agobiantes segundos el silencio le Nunca había creído en fantasmas, demonios
paralizaba los sentidos, Cassie se preguntó ni en Drácula.
si gritar hubiera servido para algo.
Oh, Dios... Drácula. La sombra de la ventana
Se había despertado somnolienta e era lo más parecido a la idea que tenía ella
incómoda, como si un sexto sentido le del vampiro. Aquellos brazos en alto, como
hubiera advertido contra una presencia si fueran las enormes alas de Un
extraña. La tormenta que había empezado murciélago...
por la tarde descargaba ya toda su furia. El
Sacudió la cabeza para apartar la idea de su
cielo nocturno se iluminaba por cegadores
mente. No creía en Drácula ni en nada
relámpagos, y el viento rodeaba la mansión
parecido. Pero había un hombre que en más
con su escalofriante aullido.
de una ocasión le había recordado a él. Un
Cassie miró hacia la ventana cuando un hombre que la odiaba y que había jurado
nuevo relámpago iluminó la habitación, y vengarse... Y que había querido que esa
entonces la vio. Aquella siniestra criatura de noche durmiera sola.
ojos llameantes, con sus enormes brazos en
A Cassie se le hizo un nudo en el pecho.
forma de alas que se extendían hasta...
Tenía que saber si Justin Drake era capaz de
El horror abrió el baúl de sus miedos más recurrir a semejantes métodos. Era posible,
primitivos. El miedo a la oscuridad, a ser pero una parte de ella rechazaba tal idea
atacada, a lo sobrenatural... Temores hasta que supiera la verdad. Sin detenerse a
reprimidos en el mundo moderno, pero que pensar se puso en pie y corrió descalza hacia
al salir devolvían al ser humano a su estado la puerta.
salvaje de la prehistoria.
¿Qué haría si no lo encontraba en su
Y ni siquiera podía gritar... habitación? ¿O si lo encontraba mojado por
la lluvia? Sería señal de que había estado
Se quedó tumbada, rígida, intentando
fuera, y solo había una razón para que
convencerse a la luz de los rayos de que solo
decidiera salir en una noche como esa.
era un sueño, de que estaba en medio de
una dantesca pesadilla. Tenía que saberlo.
Salvo la luz fugaz de los relámpagos todo Impulsada por el deseo de conocer la verdad
era oscuridad absoluta en la habitación. Las sobre Justin, Cassie avanzó por el pasillo
inescrutables sombras que rodeaban a hasta la habitación donde se suponía que
Cassie despertaron finalmente su instinto de estaba durmiendo. El largo camisón se
supervivencia y la hicieron levantarse para movía vaporosamente alrededor de los
encender la lámpara. No pensó en lo que tobillos y su despeinada melena le caía por
hacía, solo era consciente de que necesitaba los hombros, pero no la preocupaba en
una luz para protegerse de ese demonio de absoluto la tentadora imagen que pudiera
la noche. ofrecer.
Atravesó la habitación a tientas, y justo Cuando llegó a la puerta de Justin aún no
cuando encontró el interruptor de la había recuperado el ritmo normal de sus
lámpara, otro relámpago volvió a rasgar el latidos. ¿Y ahora qué?, pensó. ¿Debería
cielo. Entonces vio que el balcón estaba llamar y así darle tiempo a ponerse una
vacío. La sombra con ojos de fuego había bata, suponiendo que acabara de entrar del
desaparecido. exterior? No, no podía darle ninguna
advertencia. Abriría la puerta y comprobaría
«No estaba allí porque no existía», le gritaba
Jayne Ann Krentz Página 33 Pasión o Venganza

en silencio si estaba acostado en la cama. Si por la cama deshecha, había estado


así era, volvería a salir sin hacer ruido y él intentando dormir.
nunca se enteraría
Pero mientras se aseguraba con todos esos
Pero ¿y si no estaba en la cama? ¿Se argumentos, un nuevo e inquietante factor
atrevería a enfrentarse con él si se lo se incluía en la ecuación. Estaba en el
encontraba de pie, vestido con la capa negra dormitorio de Justin, y solo tenía puesto el
empapada por la lluvia? ¿Qué mujer en su camisón. Él podría suponer que había ido a
sano juicio se atrevería a desafiar a Drácula? visitarlo por una razón. Una sola razón. ¿Por
qué no salía huyendo a toda prisa? ¿Por qué
El pánico la invadió mientras agarraba el
en esos momentos estaba paralizada, igual
pomo de la puerta. El miedo a lo que la
que lo había estado al contemplar el terror
esperaba al otro lado, fuera lo que fuera, era
en su ventana?
tan terrible como el horror que la había
ahogado al despertarse. ¡Pero tenía que —No te esperaba esta noche, Cassie —dijo él
saberlo! con suavidad. Empezó a caminar hacia ella,
mientras la tormenta a sus espaldas creaba
El pomo giró con facilidad. ¿Acaso esperaba
un fascinante telón de fondo. Justin se
que la puerta estuviera cerrada con llave, y
movía con la misma elegancia felina que un
así tener una excusa para volver a su
gato en la noche. Y a medida que se
habitación? Lo único que podía hacer ya era
acercaba, Cassie se sentía más y más
mirar en el interior y rogar por que todo
indefensa.
hubiera sido un sueño y Justin estuviera
dormido en la cama. —Justin, yo... —la voz se le quebró al
mirarlo a la cara. Incluso en las sombras,
Muy lentamente, llena de pavor, Cassie
podía apreciar el deseo que le ardía en los
empujó la puerta. La habitación estaba a
ojos.
oscuras, tan solo iluminada por los
ocasionales relámpagos que seguían —No tienes que decir nada, Cassie —susurró
cruzando la noche. Al cabo de varios él. Levantó la mano para tocarle el pelo y
segundos distinguió el contorno de una ella alcanzó a ver el esbozo de una pequeña
cama. sonrisa. ¿Era una sonrisa de satisfacción,
afecto o anticipación? Imposible saberlo.
Pocos segundos después la sangre se le heló
Estás aquí, y eso lo dice todo. No pensaba
en las venas al descubrir que estaba vacía.
que vinieras tan pronto, pero tampoco
—Hola, Cassie. pensaba que pudieras ignorarme. No más de
lo que yo puedo ignorarte a ti.
La profunda voz llegó desde la ventana.
Cassie miró en esa dirección y lo vio. Al —Justin, por favor, escucha... —suplicó ella,
principio no supo si suspirar de alivio o temblando al sentir el sensual tacto de
escapar aterrorizada. aquellos dedos—. Tuve un sueño y quería
saber...
Justin no llevaba ninguna capa mojada.
Estaba desnudo de cintura para arriba, y —¿Si era real? ¿Has soñado conmigo,
tenía puestos los vaqueros negros y Cassie? —murmuró él, e inclinó la cabeza
ajustados que había llevado durante el día. para besarla en los labios.
Tenía el pelo alborotado y los ojos tan
Ella lo sintió con cada fibra de su ser. Un
oscuros como siempre, no ardiendo en
fuego se encendió en su interior, como
llamas.
respuesta a la exquisita suavidad del beso, y
Se dio la vuelta lentamente, y fue como si todos sus sentidos quedaron cautivados por
atrapara a Cassie con la fuerza de su una pasión desconocida hasta entonces.
voluntad.
—Justin, yo... quería ver si... He tenido una
pesadilla y pensaba que... —no tenía control
sobre sus palabras. Se dio cuenta de que
debía salir enseguida y regresar a su
habitación. Ya había descubierto lo que
quería descubrir. Justin no estaba empapado
ni llevaba una capa. Estaba completamente
seco, contemplando la tormenta, y a juzgar
Jayne Ann Krentz Página 34 Pasión o Venganza

Allí, en el anonimato de las sombras, figura.


ocasionalmente iluminados por el resplandor
Justin alargó una mano y se lo impidió.
de la tormenta, era fácil rendirse al deseo. A
la luz del día tal vez pudiera haberse —No, yo te haré entrar pronto en calor.
resistido, pero aquella noche, con el cuerpo Ahora quiero mirarte. Quiero memorizar esta
todavía débil por la pesadilla, y a la vez imagen de ti esperándome en mi cama.
aliviada por saber que no había sido Justin la
—¿De verdad me deseas, Justin? —susurró
causa del miedo, Cassie no podía luchar
ella mientras recordaba sus amenazas de
contra él. Simplemente, porque no quería
venganza. Quería convencerse de que el
hacerlo.
deseo de Justin iba más allá de la necesidad
Justin irradiaba tanta fuerza que Cassie salvaje de someterla. Quería oírselo decir,
sintió en él la seguridad que necesitaba. Era aun sabiendo que no estaba en posición de
peligroso buscarla en un hombre así, pero pedir nada, pues había perdido toda
era exactamente lo que estaba haciendo. posibilidad de controlar la situación en el
Mientras su boca caldeaba su cuerpo, ella momento en que él la tomó en brazos.
gimió débilmente y le rodeó el cuello con los
—Te deseo, Cassie. Te he deseado desde
brazos.
que te besé por primera vez —lo dijo de un
—Cassie, voy a hacerte el amor esta noche modo brusco, como si le costara reconocerlo
hasta que no puedas pensar en nada más —. Esta noche voy a satisfacer ese deseo.
que en mí —dijo él con una voz que ponía
Ella observó temblando cómo él se
los pelos de punta—. Entrégate a mí, dulce
desabrochaba los vaqueros y se los quitaba
fantasma, y demuéstrame lo real que eres.
con impaciencia. Otro relámpago iluminó su
Ella no pudo decir nada. El creciente deseo cuerpo, esbelto y musculoso, que revelaba la
la sacudía por dentro. Justin era todo lo que evidencia de su deseo.
necesitaba. Era fuerte, real y seguro. No
Cassie agarró de nuevo el edredón. Justin
podía explicar por qué. Tal vez fuera el
era tan fuerte, tan duro y peligroso... ¿Por
hecho de no haber estado en su balcón lo
qué unos minutos antes no había podido
que lo hiciera parecer tan bueno. Con él se
salir corriendo? En esos momentos estaba a
encontraba a salvo.
merced de un hombre al que apenas
Apretó el rostro contra su hombro desnudo, conocía; un hombre que tenía razones de
duro como el granito, y dejó que él la sobra para estar enfurecido con ella por lo
sostuviera. Justin le recorrió el cuerpo con que le había hecho.
los dedos, deslizándose sobre las curvas
—¿Te sientes indefensa, Cassie? —le
hasta llegar al broche del camisón. Un
preguntó él con suavidad mientras se
segundo después había caído al suelo.
tumbaba a su lado y le ponía una mano
Con los dedos le acarició los pezones, sobre el pecho—. ¿Estás asustada de lo que
endureciéndolos al instante. El olor pasa entre los dos? Puedo verlo en tus ojos
masculino la embriagó por completo, y en y en el temblor de tus labios.
ese momento supo que nunca podría
Pues ahora no puedes detenerlo, Cassie. Ha
olvidarlo.
ido demasiado lejos. Si no estuvieras
—No sé qué te ha hecho venir esta noche — preparada para esto, jamás habrías venido a
susurró él mientras la levantaba en sus mi habitación.
brazos—. Pero no voy a preguntártelo ahora.
Ella intentó encontrar las palabras
Me basta con que estés aquí.
adecuadas para explicarle el motivo de su
Ella percibió la satisfacción en su voz. Inclinó visita, pero no había tiempo para hablar. Él
la cabeza hacia atrás y el pelo le cayó como volvió a tomar posesión de su boca, con la
una cascada por el fibroso brazo que la lengua saboreando el interior de sus labios.
sujetaba. No podía escapar ni resistirse, solo El vello del pecho le rozaba los senos y sus
abandonarse a la fuerza que la guiaba. poderosos músculos la aprisionaban contra
la cama.
Él la llevó hasta la cama y la posó con
cuidado sobre las sábanas arrugadas. Hacía No había posibilidad de escapar, pero el
frío en la habitación, y Cassie tiró del deseo más profundo de Cassie no era
edredón para cubrirse, tanto del frío como precisamente la huida. Con dedos
de la penetrante mirada que escrutaba su temblorosos siguió el contorno de su
Jayne Ann Krentz Página 35 Pasión o Venganza

espalda, y se agarró a él con pasión, que —Cuando estés lista, cariño. Cuando estés
aumentaba a cada caricia. Él la deseaba, lista.
pero no iba a violarla. Ella había entrado en
—Ahora, Justin. Por favor... ¡Ahora!
su habitación sin ser invitada, y no había
escapado cuando tuvo la oportunidad de —Quiero saber que me necesitas tanto que
hacerlo. Porque, a pesar de todo, lo deseaba no podrías sobrevivir esta noche si no me
tanto como él la deseaba a ella. sientes dentro de ti —le dijo con la voz
cargada de deseo.
Finalmente aceptó la inevitable consecuencia
de esa atracción mutua, y se abandonó a sí —Oh, Justin. Nunca he sentido nada igual...
misma a la incomparable experiencia del —confesó ella. Movía la cabeza sin parar
sexo. Nunca había sentido un deseo tan sobre la almohada, mientras la tormenta
irracional e incontrolable, pero tampoco se seguía en el exterior y en el interior de la
había aferrado jamás así a un hombre. Le habitación.
clavaba las uñas en los hombros,
—Bien. Me alegra oír eso —dijo en un tono
provocándole gemidos de placer que la
de violenta satisfacción—. Sigue
incitaban a actuar de un modo más
diciéndomelo, Cassie. ¡Sigue diciéndome
primitivo.
cuánto me deseas!
El cuerpo se le estremeció por la necesidad
—Oh, Justin, no puedo soportarlo. ¡Tómame,
que la acuciaba. Era una necesidad
por favor! —levantó las caderas, y él
desconocida hasta entonces, y cuando él
presionó la mano contra ella, y le hizo sentir
deslizó el muslo entre sus piernas, se rindió
la fuerza de su erección.
por completo. Entrelazó las piernas con las
suyas y lo acercó a ella más y más... —Estás ardiendo...
—Eres tan suave y a la vez tan ardiente... —Sí... ¡Sí!
Eres todo lo que he soñado que serías —
—Te deseo, Cassie. ¿Sientes cómo te deseo?
murmuró él, sin dejar de besarla en los
—de nuevo la rozó con su miembro, y ella
hombros y en los pechos. Ella soltó un
respondió con un grito de súplica—
gemido cuando sintió que le mordía un
pezón, y cuando él sintió que se entregaba, Ábrete a mí, nena —le ordenó con voz ronca
empezó a usar la lengua para aliviar los —. Entrégate. Quiero que me demuestres
posibles temores. que eres mía por completo.
Cassie se relajó al instante, sin comprender Cassie obedeció sin pensar, impulsada por la
por qué se había puesto tensa. ¿Acaso una fuerza que le abrasaba las venas. Separó las
parte de ella seguía teniendo miedo? Tal piernas tentadoramente, y se presionó
vez. En cualquier caso, no era ese el contra su mano.
momento para analizar la situación. La
—Justin... por favor... hazme el amor.
lengua de Justin le estaba provocando
estragos en la piel, obligándola a arquearse Su ruego destruyó las últimas defensas.
y ofrecerle su cuerpo. Los débiles gemidos Justin la agarró por los hombros y se
que salían de su garganta clamaban por que abalanzó entre sus muslos.
la tomara de una vez, y Justin respondió a
Cassie sintió el movimiento que se acercaba,
ellos con furia salvaje.
y en su desesperada necesidad por
Le apretó las nalgas y fue deslizando las completar la unión alargó el brazo y lo
manos hasta el calor que emanaba de sus agarró por los oscuros cabellos.
piernas. Al sentir allí su tacto, Cassie se
Notó que tenía la cabeza húmeda.
abandonó por completo.
Se retorció frenéticamente, incapaz de
—Eso es, nena —murmuró él—. Entrégate a
comprender por qué importaba tanto un
mí. Dámelo todo. Lo quiero todo, Cassie.
hecho tan simple.
Quiero tomarlo todo —con los dedos le trazó
eróticos movimientos sobre la cara interna —Quieta, Cassie. Quieta, y te poseeré.
de los muslos, sin apenas rozarle la fuente
—¿Justin? —la voz era más fuerte que un
del deseo. Aquello iba más allá de toda
susurro. ¿Qué pasaba? ¿Por qué era tan
resistencia humana...
importante que su pelo estuviera mojado?
—¡Justin! ¡Justin, por favor...! En el remolino de la pasión Cassie no podía
pensar con coherencia—. Justin, espera.
Jayne Ann Krentz Página 36 Pasión o Venganza

Yo... encontrar la salvación en su fuerza


masculina.
—Silencio, Cassie... Ya es demasiado tarde.
—¡Sí, Cassie, sí! —la apremió cuando ella
Su pelo estaba mojado, como si acabara de
empezó a ponerse tensa y se aferró a él
estar bajo la lluvia. El pánico empezó a
como una enredadera—. Deja que ocurra,
desplazar el deseo que ardía en ella, y se
nena, déjate llevar por el placer. Yo te
incrementó con el sentimiento de impotencia
sujetaré... Porque me perteneces, Cassie.
que le daba la posición en la que se
¡Me perteneces!
encontraba. Un hombre la tenía bajo su
dominio... un hombre con el pelo mojado por —¡Justin! —gritó ella, pero no pudo decir
la lluvia. nada más, porque una violenta sacudida la
estremeció hasta lo más profundo de su ser.
Por la cabeza le cruzaron las imágenes de la
Sintió una liberación absoluta, al mismo
criatura nocturna que la había acechado
tiempo que él se arqueaba sobre ella y
desde el balcón.
gritaba su nombre en un torrente de placer
—¡No! —gritó angustiada, e intentó salvaje.
empujarlo. Quería apartar la imagen de su
Luego, los dos se quedaron abrazados, como
cabeza así como al hombre que yacía sobre
si estuvieran suspendidos en el aire, ajenos
ella.
a todo salvo a la batalla de pasión que
—¡Cassie, detente! —rugió Justin—. ¡Es habían librado.
demasiado tarde!
Justin sintió que Cassie se relajaba, y se
Le cubrió la boca con la suya, ahogando sus apartó para tumbarse a su lado. Ella tenía
protestas, y al mismo tiempo la penetró con los ojos cerrados y el pecho le subía y
fuerza. bajaba mientras recuperaba la respiración
normal. Una brillante capa de sudor le cubría
Cassie se quedó rígida al sufrir la invasión.
los senos, y más abajo estaba empapada por
Pero, lentamente, retiró las manos de su
otra clase de humedad. El olor femenino era
pelo y las fue bajando hasta los hombros.
profundamente embriagador, y Justin se
Sentía que la había tomado, la había
preguntó si podría saciarse con aquella
poseído, la había hecho suya... Abrió los ojos
fragancia.
y se encontró con el rostro del hombre que
le había prometido venganza. Ninguno de los Se estiró boca arriba, con un brazo bajo la
dos se movió. La mirada de Justin despedía cabeza y el otro abrazando a Cassie. Pensó
un fuego cegador. satisfecho que había sido ella la que había
ido a verlo por voluntad propia. Apenas
—Ahora me perteneces, Cassie. Eres mía, y
podía creerlo. Había cruzado el pasillo
no hay vuelta atrás.
descalza, con su camisón anticuado y el pelo
Inclinó muy despacio la cabeza y la besó en suelto y seductor sobre los hombros. Había
el cuello. Cassie tembló al sentir el ligero abierto la puerta y lo había mirado...
mordisco en la piel. Era increíblemente
Tan pronto como él se dio cuenta de que
erótico a la vez que amenazante, y un
había entrado en su habitación supo que no
aluvión de sensaciones la sacudió cuando
iba a permitir que se marchara. Esa noche
sus cuerpos empezaron a moverse al mismo
no.
ritmo.
Así se la había imaginado. Mansa y suave
después de hacer el amor. Era lo que había
Justin le hizo el amor como si quisiera querido. Había conseguido lo que se
poseer su cuerpo y también su alma. La prometió que conseguiría. En los ojos de
sujetaba con tanta fuerza que ella no podía Cassie había visto el deseo y el miedo. Había
hacer otra cosa que responder a sus sucumbido a él.
movimientos, aunque tampoco quería hacer
Pero la rendición no lo satisfacía del todo, y
otra cosa. Una parte de su mente le decía lo
al pensar en eso se sintió repentinamente
peligroso que era dejarse seducir por su
incómodo. Deseaba mucho más, y no iba a
enemigo, pero nada podía hacer contra ello.
ser capaz de alejarse de ella desde ese
Él le susurró palabras que la asustaban tanto momento en adelante. Y también se dio
como la excitaban, llevándola al límite del cuenta de otra cosa. Tampoco iba a permitir
deseo y haciéndole creer que podía que ella se alejara. Le pertenecía a él.
Jayne Ann Krentz Página 37 Pasión o Venganza

Después de esa noche tendría que aquí.


asegurarse de que aquella verdad quedaba
Él soltó un juramento y cambió de postura
clara.
en la cama.
Maldición... pensó mientras se quedaba
—No juegues conmigo, Cassie. No estás en
dormido. Había sido algo increíble.
posición de ganar.
Había esperado recibir placer de ella, pero
—No, no lo estoy, ¿verdad? —le dedicó una
jamás se hubiera esperado perderse a sí
sonrisa triste y enigmática—. Por eso te
mismo en ella. Iba a tener que quedarse con
pregunto si la venganza ha acabado. Parece
él aquella noche, de eso no había duda. Lo
que he perdido, y me preguntaba
decidió justo cuando Cassie abrió los ojos y
simplemente si te irías o no.
lo miró fijamente.
¡Demonios! Era ella la que estaba jugando...
Durante largo rato los dos se miraron en
silencio, y Justin se preguntó irritado en qué —Cassie, ¿crees que porque te hayas
estaría pensando. Ya no veía la sumisión en rendido y te hayas acostado conmigo yo me
sus ojos, sino el recelo y la cautela. quedaré satisfecho y me iré?
Entonces se dio cuenta de que él mismo
—Esto es lo que querías, ¿no?
prefería la confianza y la aceptación que
había alcanzado a vislumbrar minutos antes. —¡No, esto no es lo que quería! —exclamó
Quería mucho más que la rendición física de con violencia.
esa mujer. De repente supo que ya no le
—Dijiste que ibas a seducirme —le recordó
interesaba la venganza, sino algo muy
ella tranquilamente—. Y has cumplido con tu
distinto.
objetivo.
Cassie respiró profundamente.
—¿Crees que la seducción se reduce a una
—¿Ya se ha acabado? sola noche?
—Eso no es precisamente el mejor halago —Sí, bueno... —le echó una mirada
que pueda decir una mujer en un momento inquisidora—. ¿No es así?
como este —dijo él. Se acarició un pezón
Él no podía creer que estuviera hablando así,
con el dedo y sonrió—. ¿Quieres repetir tan
como si estuviera convencida de que su
pronto? Eres una mujer insaciable, ¿eh?
única razón para seducirla era la venganza.
Ella negó con la cabeza. No había ni rastro Él mismo acababa de darse cuenta de que
de humor en sus ojos ni en sus labios. había mucho más, pero aún no había tenido
tiempo para profundizar en sus
—No me refería a eso. Te he preguntando si
sentimientos. Solo sabía que aquel tono tan
tu venganza ha terminado. ¿Te has quedado
frío e impersonal lo enfurecía mucho.
satisfecho? ¿Te marcharás ahora?
—Por supuesto que no. Desde el momento
—¿De qué demonios estás hablando?
que te tuve entre mis brazos supe que tú
preguntó él con el ceño fruncido.
también me deseabas. No has venido solo
—Te he hecho una simple pregunta. para sobornarme con una noche en la cama.
Has venido porque te sientes atraída por mí.
—Eres tú quien ha venido a verme —gruñó.
Y ahora que te he hecho mía, seré yo quien
—Sí, pero no para esto. decida cuándo se acaba. ¿Está claro?
—¡Cómo que no! —espetó él cada vez más —¡No sabes por qué he venido! —replicó
enfadado—. ¡Sabes muy bien que si has ella. No tienes ni idea de cuál ha sido la
venido a mi habitación ha sido por una cosa, verdadera razón. No me has dejado ni
y solo por una! ¿Por qué lo niegas ahora? explicártelo. Empezaste a seducirme antes
¿Te arrepientes acaso? Es un poco tarde de que me diera cuenta...
para ello, Cassie Bond.
—¿Antes de que te dieras cuenta de qué?
—Lo sé.
—le preguntó de mala manera. La confusión
—Entonces, ¿por qué niegas que me lo enfurecía aún más.
deseabas?
—De que tenías el pelo mojado —concluye
—No lo niego —respondió ella con suavidad ella.
—. Pero no fue esa la razón que me trajo
—¿El pelo mojado? —él la miró sorprendido
Jayne Ann Krentz Página 38 Pasión o Venganza

—. Nena, no dices más que tonterías referías cuando murmuraste algo sobre un
sueño? —su mirada era oscura y salvaje,
—De pronto recordó cómo se había puesto
pero emitió las palabras con cuidado.
rígida, justo antes de que él la poseyera. Al
tocarle el pelo se había quedado paralizada —¡Sí! ¡Sabes muy bien que así es! ¿Por qué
un instante, antes de intentar sigues jugando conmigo, Justin? ¡Ya has
desembarazarse de él—. ¿Por qué te entró conseguido lo que querías!
ese repentino miedo en el último minuto?
Él la miró durante un rato, hasta que se
—Porque tenías el pelo mojado —repitió con levantó y tiró de ella.
resentimiento. ¿No le bastaba con seducirla
—Vamos, cuéntame exactamente lo que ha
que además tenía que jugar con ella?—. Vine
pasado.
a ver si estabas en la cama o si habías salido
bajo la tormenta. Te encontré junto a la —Justin, tengo frío y estoy rendida. No
ventana, y parecías estar seco. Pero ahora quiero... —no puedo acabar la frase. Él
pienso que seguramente te quitaste la agarró el camisón del suelo y se lo puso
camisa y los zapatos. Aún no te habías sobre su cabeza. Luego se puso los
secado el pelo, Justin. vaqueros, y a los pocos segundos la estaba
conduciendo a su dormitorio.
Seguía estando mojado por la lluvia.
La puerta estaba abierta, tal y como Cassie
Él entrecerró los ojos, en un gesto de pura
la había dejado al salir. La lámpara aún
rabia contenida. La agarró por las muñecas y
seguía encendida, iluminando la cama
la sujetó contra la cama.
deshecha. Cassie miró nerviosa a la
—¿Y qué importa si he estado o no bajo la ventana. La tormenta empezaba a remitir,
lluvia, Cassie? —le preguntó con dureza—. aunque el viento seguía aullando. Justin dio
¿Adonde demonios quieres llegar? unos pasos y salió al balcón. Al abrir el
ventanal un soplo helado entró en el cuarto.
—¡Sabes muy bien de lo que estoy
hablando! —¿Había alguien aquí? ¿En este balcón?
—Si no me lo dices con las menos palabras —Sí.
posibles, voy a tener que darte unos azotes
—¿Y tú pensaste que era yo?
—prometió él.
—Sí, o quizá fue un sueño. Por eso fui a
La ira se apoderó de ella y le hizo olvidar el
comprobarlo a tu habitación. Tenía que estar
miedo.
segura.
—¿Te divierte asustar a las mujeres que
—Y me encontraste con el pelo mojado —
duermen solas? ¿Te produce alguna especie
dijo él con una voz extraña.
de placer perverso actuar como si fueras
Drácula? Es muy efectivo, ¿sabes? Estaba —Sí, pero no me di cuenta hasta...
tan aterrorizada que no podía ni gritar. ¿Lo
—Hasta que fue demasiado tarde. Hasta que
sabías? ¿Te das cuenta de lo buen actor que
estuviste en mi cama, a punto de entregarte
eres? Y el papel te viene como anillo al
por completo.
dedo... Luego, cuando me hiciste el amor...
—Sí —le mantuvo la mirada con valentía,
¿o debería decir cuando tuviste sexo
pero no pudo leer nada en sus ojos. Se
conmigo?, me puse muy nerviosa cuando
produjo un silencio lleno de tensión.
me mordiste el cuello. No sabía qué esperar.
¿Hasta qué punto eres morboso, Justin? —Supongo que no me creerás si te digo que
lo tuyo ha sido un sueño y que si yo tenía el
Pudo sentir el férreo control de Justin sobre
pelo mojado era porque acababa de
su enojo. Nunca había estado tan cerca de
bañarme —dijo él finalmente.
esa furia puramente masculina, pero esa
noche estaba aprendiendo mucho... Aunque Lo más ridículo de todo era que ella deseaba
no estaba segura de cuál de las dos creerlo. Tal vez fuera algo innato en una
versiones de Justin era más terrorífica, si la mujer, creer al hombre que la había
del demonio de la ventana o la del amante seducido.
apasionado.
—Que yo sepa, eres la única persona que
—¿Estás diciendo que había alguien en tu quiere vengarse de mí —murmuró, y se dio
ventana? ¿Alguien con ojos rojos? ¿A eso re la vuelta para poner distancia entre ellos—.
Jayne Ann Krentz Página 39 Pasión o Venganza

Tu método fue eficaz, Justin, aunque un una pesadilla la que te trajo a mi habitación,
poco... infantil. pero no te quedaste para tomar leche y
galletas, creo. Te quedaste por otra razón...
—Cassie, no fui yo quien estuvo en este
¿Qué razón, Cassie? ¿Vas a negar que me
balcón —sentenció él. Alargó un brazo hasta
deseabas tanto como yo a ti?
su hombro y la hizo girarse—. Fue un sueño.
No es lo mío asustar a mujeres vestido de Ella mantuvo la mirada mientras reprimía su
Drácula. Puedo parecerte un montón de furia, pero se negó a responder. Justin
cosas horribles, pero no estoy loco. asintió una vez, como si quedara satisfecho,
y volvió a cerrar la ventana.
—Nunca he pensando que lo estuvieras —
replicó con sinceridad—. Los hombres que —Vuelve a la a cama, Cassie. Creo que los
triunfan dirigiendo casinos y que se fijan en dos necesitamos dormir. Hablaremos de esto
mujeres jóvenes y ricas como mi hermana por la mañana —pasó junto a ella en su
no pueden estar locos. Pero ¿vas a negarme camino a la puerta. Allí se detuvo y apoyó
que eres un hombre astuto y peligroso, una mano en el marco—. Sea lo que sea lo
Justin? —levantó el mentón y lo miró que haya ocurrido esta noche, hay algo que
desafiante. es indiscutible. Ahora me perteneces. Y no
voy a permitirte escapar hasta que yo lo
—Esa es una pregunta con doble sentido,
considere oportuno, Cassie Bond. Lo que dije
¿verdad? —murmuró él—. Te contestaré si
antes iba en serio. Soy yo quien decide
tú contestas a la mía. Puede que haya sido
cuándo se acaba.
Jayne Ann Krentz Página 40 Pasión o Venganza

CAPITULO 6
Justin se quedó oculto entre las sombras del indecisión la mantuvo pegada al asiento.
rellano superior, y observó cómo Cassie se
—Buenos días, Justin —consiguió decir con
sentaba en un sillón Victoriano, junto a la
un tono frío y burlón—. ¿Explorando la casa
ventana de la torre, un piso por debajo de
del aburrimiento? Si la ves así al cabo de un
él. Solo eran las ocho de la mañana, pero el
par de días, imagínate lo que te parecerá al
recogido en el pelo ya empezaba a
cabo de una semana.
deshacerse. Llevaba unos vaqueros
desteñidos, un jersey amarillo de algodón, y Él le echó una mirada sombría, mientras
tenía un bloc de notas en el regazo. entraba en la habitación de la torre que se
abría desde la escalera.
En la mesa de al lado tenía el libro Poesía
desde el corazón en diez lecciones. Justin la —¿Cómo puede ser aburrida contigo
vio mover la cabeza adelante y atrás, entrando en mi dormitorio cada noche?
comparando algo que había escrito con un
Ella parpadeó, desconcertada, y tuvo que
párrafo del libro.
hacer un esfuerzo de voluntad para
La forma tan serena que tenía de trabajar mantener la compostura.
era, en cierto modo, tranquilizadora. Al
—Tranquilo, no volverá a ocurrir.
menos no estaba haciendo las maletas para
marcharse, como él había temido. —¿No?
No, Cassie Bond tenía agallas, y no iba —No. No permitiré que ninguna pesadilla me
permitir que la echara de la mansión. Esbozó empuje a cometer algo tan estúpido —dijo
una media sonrisa y empezó a bajar con todo el desprecio que pudo—. Anoche
lentamente las escaleras. estaba aterrorizada, y cuando supe que no
habías sido tú el siniestro visitante me sentí
La noche anterior había sido tan placentera
tan aliviada que no pude pensar con
como inesperada, pero la paradoja en
claridad. Tantas emociones a la vez me
acostarse con una mujer era que un hombre
dejaron indefensa ante a ti, Justin. Y tú
se despertaba insatisfecho y deseando más.
sabías cómo controlar la situación en tu
No fue extraño comprobar que su cuerpo
propio beneficio, ¿verdad? Pero no voy a
reaccionaba con placentera anticipación al
dejar que ocurra de nuevo. La complació el
verla. Desde el principio Justin había sabido
tono firme y tranquilo que consiguió imprimir
que una sola noche no iba a ser suficiente
a sus palabras. Por suerte, Justin no podía
con ella.
saber cómo le estaba latiendo el pulso ni lo
Lo irritaba reconocer que no había sido el nerviosa que estaba de verlo por la mañana.
deseo lo que la había llevado a visitarlo.
—¿No piensas volver en la próxima
¡Solo había querido comprobar si estaba
pesadilla? —le preguntó él, acercándose al
mojado por la lluvia! Cierto, él había sido
radiador decorativo.
capaz de retenerla y de llevarla a la cama,
pero era desalentador que ella no lo El sistema de calefacción funcionaba
estuviera esperando. Hubiera sido mucho bastante bien desde que él había abierto las
más reconfortante saber que Cassie había válvulas de todos los radiadores. A Cassie se
sido incapaz de reprimirse. La quería le pasó por la cabeza darle las gracias por
cautivada, encadenada por los mismos lazos haberle enseñado cómo funcionaban, pero
de deseo que lo ataban a él. Tan fascinada no estaba de humor para agradecerle nada.
que no pudiera resistirse... como tampoco él
—Sería una pobre ingenua si acudiera a ti
podía.
cada vez que tenga una pesadilla, ¿no crees,
Consciente de que su cuerpo reaccionaba Justin?
como el de un adolescente y no el de un
—¿Significa eso que has decidido tomar lo de
hombre maduro, soltó una palabrota y siguió
anoche como una pesadilla y que no hubo
bajando.
nadie en tu balcón? —contempló la vista por
Cassie levantó la cabeza cuando él estaba a la ventana, de espaldas a ella.
solo unos pasos de ella. Por un segundo se
Cassie respiró profundamente y reconoció la
debatió entre la idea de correr a sus brazos
verdad.
o correr tan lejos como pudiera. La
Jayne Ann Krentz Página 41 Pasión o Venganza

—Sí. Estaba enfadada y asustada, y era de —No lo sé —susurró ella.


noche. A esas horas uno puede creerlo todo.
Él levantó ceñudo la mirada.
Cuando toqué tu pelo mojado estuve
convencida de que habías sido tú el —Vamos, seguro que tienes algún motivo.
visitante. Pero esta mañana he comprendido Ella levantó una mano en un gesto de
y aceptado que solo fue un sueño. impotencia.
—¿Por qué? —Tal vez sea porque el detective privado al
que contraté no dijo nada sobre violaciones
—¿Por qué qué? —preguntó ella con el ceño
ni capas negras.
fruncido.
—Vaya... gracias por las referencias.
—¿Por qué has comprendido que fue un
sueño? —le preguntó él pacientemente. —Pero sí eres capaz de otras cosas, ¿no es
cierto, Justin? ¡Eres capaz de mentir a una
—Porque, a pesar de saber tus intenciones,
joven ingenua como Alison!
no puedo creer que vestirte de Drácula y
acechar a las mujeres desde la ventana sea —Yo nunca le mentí a Alison —dijo él con
tu estilo —dijo ella con un suspiro. calma.
—¿No me ves interpretando a Drácula? — —¡Le dijiste que la amabas! ¡Dejaste claro
había un ligero toque de humor en su voz. que querías casarte con ella!
Se volvió para mirarla.
—Es cierto, quería casarme con ella, pero
—La verdad es que no. Creo que eres más nunca le dije que la amara. Pregúntale a ella
inteligente cuando se trata de vengarse de si no me crees. Alison no es tan ingenua
alguien —dudó un momento—. Ya te has como pareces creer —añadió secamente.
vengado, Justin. ¿Por qué no te marchas?
—¡La estuviste seduciendo sin descanso!
Él se encogió de hombros.
—A ella le encantaba que la sedujeran —un
—Me iré cuando esté listo para marcharme. atisbo de sonrisa curvó sus labios por un
segundo—. Alison me utilizaba para
—No conseguirás nada quedándote.
presumir ante sus amigos, Cassie. Era como
—¿No? —su tono era irritantemente jocoso. un nuevo juguete... Un hombre interesante
con el que dejarse ver.
—No —replicó ella—. Anoche cometí una
equivocación. No me permitiré ser tan débil —¿Y tú pensabas casarte con ella sabiendo
la próxima vez. que te consideraba tan solo «un hombre
interesante»? —preguntó Cassie con un
—¿Estás segura?
bufido.
—Claro que lo estoy. No iré más a tu
—En cuanto nos hubiéramos casado, le
habitación, Justin. ¡Puedes creerme!
habría enseñado cómo comportarse.
—¿Y si soy yo el que va a la tuya? —le
—¿Lo bastante como para llegar hasta su
pregunto en tono distraído mientras
dinero?
agarraba el libro de poesía.
—No era su dinero lo que quería Cassie—
—¡No podrás pasar!
respondió él—. Ya tengo bastante.
—¿Crees que podrás impedírmelo?
—No te creo. ¡Los hombres como tú nunca
—No vas a violarme, Justin. Los dos tenéis bastante dinero! Además, si no
sabemos que no te gustaría. Quieres verme amabas a mi hermana y no codiciabas su
débil y entregada, suplicándote que me dinero, ¿por qué querías casarte con ella?—
poseas de nuevo, y no podrías conseguir eso le preguntó desafiante.
con una violación.
—Ya te lo he dicho, Alison tenía algo que yo
—Parece que has desarrollado algunas quería.
teorías interesantes sobre mis esquemas de
—¿Un cuerpo bonito? —¿por qué era tan
comportamiento —repuso él—. ¿Cómo estás
doloroso decir eso? ¡No podía sentir celos de
tan segura de que no recurriré a una
su hermana!
violación ni al traje de Drácula? —empezó a
hojear el libro, como si apenas estuviese —No. Es verdad que es preciosa, pero hay
interesado en la respuesta. muchas mujeres guapas en el mundo,
Jayne Ann Krentz Página 42 Pasión o Venganza

Cassie. Muchas de las cuales ni siquiera se La expresión de Justin se tornó distante e


plantean el matrimonio. No, lo que Alison inexpresiva.
tenía era algo que yo siempre he querido y
—Se demoraba mucho en pagar sus deudas.
que nunca he tenido.
Los tipos que iban tras él solo tenían
Estatus social y respetabilidad. intención de darle una paliza, ya que no
tiene sentido matar a un cliente. Si se
—¿Estatus social y respetabilidad? —repitió
muere, no paga. Pero mi amigo pensó que
ella. Se quedó boquiabierta por el asombro
podría librarse si iba armado. Por desgracia,
—. ¿Querías casarte con ella por su estatus
los otros también llevaban armas, y le
social y respetabilidad?
dispararon primero.
—¿Tan difícil es de entender? —cerró el libro
—¡Oh, Dios mío!
y la miró fijamente—. Tienes razón sobre mi
pasado. Conseguí mi fortuna dirigiendo un —Consiguió llegar a mi casa antes de morir.
casino. Muchos de mis conocidos.. . digamos
Cassie se puso pálida.
que iban por el mal camino. He tratado con
tiburones, prestamistas, jugadores, y con —¿Qué hiciste? ¿Llamaste a la policía?
muchos otros a quienes no les gusta la luz
—La policía está muy ocupada protegiendo a
del día. Estaba cansado de vivir en la noche,
la gente que vive en el mundo de Alison de
Cassie. Quería escapar de ese mundo que
la gente que vive en el mío —respondió él—.
me engendró y que me hizo millonario.
No se preocupan mucho cuando quitan de en
Tenía dinero, pero descubrí que no podía
medio a alguien.
comprar el respeto de los demás.
—Pero esos hombres que le dispararon a tu
Al final decidí que el modo más fácil de
amigo ¿salieron impunes?
conseguir que ese otro mundo me abriera
las puertas era casándome. —No.
Cassie lo miró recelosa, y entonces se dio —Justin, ¿qué ocurrió?
cuenta de que empezaba a creerlo. El
Él cerró los ojos por un instante, y cuando
detective no había encontrado indicios de
volvió a abrirlos tenía la mirada perdida en
que Justin Drake estuviera arruinado
sombras.
económicamente. Cassie había asumido que
deseaba a Alison por su dinero basándose en —Cassie —dijo con suavidad—, no es algo de
el simple hecho de que Justin no parecía lo que me guste hablar. Pasó hace mucho
tener medio de subsistencia. tiempo y en otro mundo. No tendría que
haberlo mencionado.
—¿Qué te hace pensar que te habría gustado
el mundo de Alison? —le preguntó —Te vengaste por tu amigo, ¿verdad? —
finalmente. preguntó en un susurro.
—Su mundo es todo lo que el mío nunca fue. —A veces no hay otra opción. Un hombre
Todos aceptan a Alison y no especulan sobre tiene que actuar.
sus relaciones turbias. Nadie se pregunta de
—Porque si no, ¿no podría llamarse a sí
dónde saca el dinero ni sospecha de que
mismo «hombre»? Maldita bazofia machista
ande metida, en asuntos ilegales. La gente
—masculló—. Pero tú vives para esa especie
de su mundo juega al tenis, patrocina a
de código, ¿verdad? Y yo tendría que estar
artistas y viaja en cruceros. No conocen el
agradecida de seguir viva... Si hubiera
lado oscuro de la vida. Están aislados en su
sabido hasta dónde llega tu sed de
burbuja dorada. Viven a la luz del sol y todos
venganza, ¡me lo habría pensado dos veces
los demás los envidian. A la gente de su
antes de hacerte chantaje!
mundo no se les ha muerto un amigo en
brazos por herida de bala. No se relacionan —¿De verdad te lo habrías pensado dos
con personas que tienen deudas de juego, ni veces? —le preguntó con curiosidad.
con aquellos que sobornan a los políticos.
—¡Desde luego que sí!
¿Sigo? Todo son diferencias entre el mundo
de Alison y el mío. —Y después de habértelo pensado dos veces
habrías seguido adelante con el chantaje sin
—¿Un amigo tuyo murió en tus brazos? —
importarte las consecuencias, ¿verdad?
consiguió preguntar ella cuando al fin
recuperó la voz. Ella pestañeó de asombro y se removió en el
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asiento. Justin tenía razón, y los dos lo —Alguien de la facultad nos presentó.
sabían.
—¿Cómo se dio la atracción entre los dos?
—No tenía otra elección, Justin. Tenía que
—A él le interesaba mi dinero y a mí me
detenerte.
interesaba él como hombre. Así de simple —
—Lo sé —dijo él asintiendo—. Tienes tu su voz se debilitó al revivir los amargos
propio código de conducta. Te sientes recuerdos. ¿Por qué le estaba contando todo
responsable de tu hermana. Alison me lo eso a Justin?
dijo una vez.
—¿Estabas enamorada de él?
—¿Te lo dijo?
—Sí —reconoció ella con calma—. Era
—Sí. Me contó que tras la muerte de tus encantador, divertido, guapo... Cuando mis
padres las dos os fuisteis a vivir con tíos lo conocieron les causó muy mala
vuestros tíos. Alison solo tenía diez años, impresión. Me dijeron que solo era un
mientras que tú estabas a punto de oportunista. Yo me negué a creerlos y me
graduarte. Siempre has supuesto que fue casé con él. Mis tíos no quisieron retener mi
muy duro para ella, y te empeñaste en dinero hasta que cumpliera los veinticinco, y
prestarle mucha más atención. yo estaba demasiado enamorada para
impedir que mi marido se gastara la
—Mis tíos eran buenas personas, pero no
herencia. Era jugador, ¿sabes?
tenían hijos. No sabían nada de cómo educar
a una niña de diez años. Alison se quedó Se produjo un incómodo silencio.
muy sola cuando mis padres se mataron en
—Ya veo —dijo finalmente Justin—. No es
el accidente de avión. Se pasaba el tiempo
extraño que tengas tantos prejuicios a mi
llorando en su habitación. Yo me preocupé
profesión.
mucho por ella, sobre todo cuando oí hablar
a la gente sobre los niños que se suicidaban Los dos se quedaron mirando, y Cassie supo
por algún trauma. No podía soportar la idea que él comprendía. Y supo también que ni
de que mi hermana hiciera algo semejante, siquiera su comprensión lo apartaría de la
por lo que pasé mucho tiempo a su lado. venganza. Era muy difícil conocer a fondo los
Tanto, que la costumbre de cuidarla se motivos de una persona y darse cuenta
convirtió en una obligación inconsciente en después de lo que eso implicaba.
mí.
—Parece que estamos destinados a ser polos
—Ahora parece ser una persona feliz — opuestos para siempre —dijo ella.
comentó él.
—Anoche no fue así —replicó él
—Sí. Consiguió salir de la depresión y sosegadamente.
convertirse en una mujer normal y alegre.
—Saca toda la venganza que puedas de lo
—¿Qué te pasó a ti, Cassie? —le preguntó que pasó anoche, Justin. No volverá a pasar.
fríamente, sentándose en el alféizar de la
Él ignoró el comentario y alargó la mano
ventana.
hacia el cuaderno que tenía Cassie en su
Cassie dudó unos instantes. regazo.
—Yo también salí adelante, pero nunca me —Déjame ver lo que estás aprendiendo de
he sentido cómoda en el mundo de Alison. este ridículo libro.
No sabría decirte las veces que suspiré por
—¡No es un libro ridículo!
aprender a jugar al tenis. Hoy sigo sin
agarrar bien la raqueta. Me mareo en los —No puedes aprender poesía en diez
cruceros. No me relacionó con la gente... lecciones. ¿Alguna vez has escrito un poema
Cuando voy a una fiesta es porque Alison me de verdad?
ha invitado a una de las suyas —confesó con
—No, pero... —intentó impedirle que le
pesar—. No estoy hecha para esa clase de
quitara el cuaderno, pero él consiguió
vida.
quitárselo—. Eso no significa que no pueda
—¿Cómo lo conociste? —le preguntó él. —añadió, y contempló consternada cómo
—¿A quién? —aparentó sorpresa, pero sabía Justin leía las pocas líneas que había escrito.
a quién se estaba refiriendo.
Mi corazón es una flor ciega e imprudente,
—A tu ex marido.
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Que abre su confianza y calor por la noche también me sirva a mí. Somos muy
parecidos en muchos aspectos, ¿no crees?
Y lo pierde en la fría verdad de la mañana.
—No lo creo.
Justin leyó los versos en voz alta y la miró
con una ceja arqueada. —¿No? ¿Acaso los dos no queremos algo que
no podemos tener? Yo quiero escapar de mi
—Un poco sensiblero, ¿no te parece? Cassie,
mundo y vivir disfrutando de la luz y de la
no creo que lo tuyo sea la poesía.
respetabilidad. Tú quieres volver la espalda
—Yo seré quien lo juzgue. a lo que mejor haces, que es ganar dinero, y
convertirte en una poetisa o en una pintora.
—Y yo también. Puesto que vas a escribir
Los dos luchamos por cambiar nuestras
poemas sobre mí, creo que tengo derecho a
vidas y dejar de hacer las cosas para las que
opinar sobre ellos.
estamos hechos.
—¡No es sobre ti!
Ella se puso rígida. No le gustaba el
—Claro que lo es. Esa tontería de que el paralelismo que planteaba Justin.
calor de la noche se pierde por la realidad
—¿Cuánto tiempo vas a seguir
está sacada de la experiencia de anoche. No
martirizándome, Justin? ¿Cuánto tiempo
intentes negarlo —le arrojó le cuaderno al
pasará hasta que te aburras y te marches?
regazo—. ¿De verdad te afectó al corazón,
Cassie? —le preguntó, casi esperanzado. —No tengo un hogar al que regresar —dijo
él.
—¡Por supuesto que no! Lo que pasó anoche
fue pura química sexual. Tengo treinta años, —¡Todo el mundo tiene un hogar!
Justin, ¡y sé que tal química existe! —agarró
—Yo no. Abandoné el mío cuando vendí el
el cuaderno y lo apoyó bocabajo.
casino hace un año. Ahora no tengo sitio
Él le sonrió con tanta arrogancia que ella se adonde ir.
sintió tentada de abofetearlo. Y tal vez lo
—¿Intentas que sienta pena por ti? Él sonrió.
hubiera hecho si en aquel momento no
hubiera aparecido el gato por las escaleras. —¿Podrías albergar compasión hacia el ex
Se acercó a ellos y se encaramó al alféizar propietario de un casino? ¿Hacia un hombre
de la ventana. que quería casarse con tu hermana para su
propio beneficio? ¿Un hombre que, según tú,
—¿Cómo entra y sale este animal de la casa?
va por ahí vestido de Drácula? ¿Un hombre
—preguntó Cassie con repentina curiosidad.
que se aprovecha de ti cuando entras en su
No podía menos que dar gracias por la
habitación?
interrupción. El enfrentamiento con Justin la
estaba llevando al límite de su paciencia. —No es probable, ¿verdad?
—¿Quién sabe? —Justin se encogió de —No. Bueno, en cualquier caso, no quiero
hombros—. En una vieja mansión tiene que que sientas pena por mí —declaró en tono
haber muchas vías de escape para un gato filosófico—. Si la víctima empieza a sentir
astuto. pena por el cazador, se acabó la venganza —
añadió burlonamente.
—Bueno, seguro que ha encontrado una
salida, porque sus modales son bastante —¿Sigues jugando conmigo? ¡Crees que
decentes —murmuró ella mirando de reojo al puedes hacerlo hasta volverme loca!
gato.
—Me conformaré con que vuelvas a mi
—¿Te refieres a que no está haciendo sus cama.
necesidades en el salón? Yo también lo he
—¡Jamás!
notado. ¿Te gustan los gatos?
—Es divertido cuando la gente como tú dice
—Prefiero los perros.
«jamás» Más adelante, cuando tengas que
—Quizá por eso esté siempre junto a ti. Los comerte esa palabra, me complacerá mucho
gatos, igual que los humanos, son criaturas recordarte la primera vez que la dijiste.
que siempre llevan la contraria.
Se puso en pie y alargó el brazo para tocarle
—¿Y esa pizca de sabiduría también sirve el recogido. Con ello consiguió que se
para ti? —preguntó ella desafiante, terminara de deshacer, y el pelo le cayó
suelto por los hombros. Entonces se dio la
—Pensaba más en ti, Cassie. Pero puede que
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vuelta y se dirigió hacia las escaleras, preparándose el almuerzo cuando Justin


mientras ella maldecía furiosamente y apareció de nuevo. Durante varios minutos
trataba de recomponerse el peinado. había dudado entre hacer o no un sandwich
para su hostigador. Al final decidió que
—¡Maldita sea! —gritó mirando al gato—.
aquello no suponía un acto de sumisión.
¿Qué voy a hacer? Si huyo me perseguirá y Después de todo, él le había preparado la
me encontrará. Seguro que tiene contactos cena la otra noche.
de todo tipo para localizarme siempre que
—¿Cómo está la pierna? Le preguntó él
quiera. Y además tiene todo el tiempo del
agarrando su plato.
mundo para llevar a cabo su venganza...
Pero ¿por qué tendría que huir, en primer —Muy bien —ella lo siguió hasta el comedor,
lugar? ¡Esta casa es mía durante un mes! y se volvieron a sentar en los extremos
¡No permitiré que me eche! opuestos de la mesa—. Un poco agarrotada
pero ya casi no duele.
Sería como caminar por la cuerda floja,
pensó mientras intentaba recuperar la —Le pondré un vendaje limpio después de
concentración en las diez lecciones de comer.
poesía. Era una situación de lo más extraña,
—No, no lo harás. Puedo cambiarme la
estar confinada en una vieja mansión con un
venda yo misma.
hombre en quien nunca podría confiar. Una
situación extraña y peligrosa. —Cobarde.
Pero, por alguna razón desconocida, —Yo lo considero más bien una cuestión de
confiaba en Justin Drake. Se había dado supervivencia.
cuenta esa mañana, cuando decidió que lo
—Si lo dices en serio, no podrás explorar el
sufrido la noche anterior había sido una
sótano.
pesadilla. Un hombre como Justin planearía
una venganza mucho más ingeniosa, no una Ella levantó la mirada, asustada.
broma tan absurda. Lo creyó cuando le dijo
—¿Por qué? ¿Por culpa de un escalón?
que iba a seducirla, no a hacerle daño. Y si
él mantenía su palabra, ella podría —Fui a echar un vistazo mientras tú
defenderse. escuchabas la voz de la inspiración.
Nunca más volvería a provocar una situación —¿Ah, sí? ¿Por qué?
como la de la noche anterior. Desde ese
—Quería ver si los demás escalones estaban
momento se enfrentaría a sus pesadillas, y
también podridos.
no saldría a buscar más problemas.
—¿Y? —lo apremió ella, disgustada por el
Lo que pasó entre los dos fue tan solo pura
modo que tenía de dar explicaciones.
atracción sexual, se recordó a sí misma.
Justin no tenía pretensión alguna de —Y descubrí que el peldaño que se desplomó
enamorarse, y ella era lo bastante mayor bajo tu peso no parecía estar tan dañado.
para saber reconocer el amor de lo que no lo
—¿De qué estás hablando?
era.
—Parece como si alguien lo hubiera serrado
El amor era magia, calor, dulzura... Era algo
aposta.
que surgía entre dos personas que se
preocupaban la una por la otra, que Cassie dejó el sandwich en el plato. Tenía los
compartían intereses comunes y ojos muy abiertos.
experiencias similares. Por eso tanto ella
—¿Cómo que alguien lo serró?
como Justin estaban muy lejos de sentirlo.
¿Deliberadamente?
Ninguno de los dos encajaba bien en los
mundos que querían habitar. —Esa es la impresión que tuve.
Seguramente lo hicieron hace años. Puede
Cassie bajó la mirada hasta las líneas que
que algunos chavales en un acto de
había escrito. Justin tenía razón. Era
vandalismo. ¿Quién sabe? En cualquier caso,
sensiblera y seguramente la métrica era un
será mejor que no vuelvas a entrar.
desastre. No sabía nada de poesía y no iba a
Tampoco parece que haya luz ahí abajo. No
aprender nada útil de un libro así. Al día
se puede ver nada sin una linterna.
siguiente empezaría a pintar.
—¿Bajaste?
Cassie se encontraba en la cocina
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—No hasta abajo del todo. Me quedé en la me hubieras vendado tanto la pierna ya
escalera e iluminé el fondo. habría terminado de quitármela. ¿Por qué
tuviste que usar tantas vendas? —se quejó,
—¿Qué viste?
inclinándose sobre la pierna para observar la
—Algunas cajas y baúles. Poca cosa, por lo herida.
que pude ver.
—Quería que el vendaje fuera lo bastante
—Aun así, me sigue pareciendo fascinante — grueso y fuerte para que la herida no se
dijo ella. ensuciara.
—¿No has tenido ya bastante «ambiente» —Bueno, pues está claro que no se ha
por una temporada? No quiero que bajes al ensuciado. ¡Voy a tener que pasarme una
sótano, Cassie. hora arrancándome el maldito vendaje!
—Justin, odio tener que decirte esto — —Déjame ayudarte.
replicó ella con voz dulce—, pero solo porque
¡No! —gritó, pero con un pie en el lavabo era
hayas irrumpido en mi casa y en mi vida, y
un blanco fácil. Sin que pudiera ¡impedirlo,
porque aún no haya encontrado el modo de
Justin la agarró por la pantorrilla de un
echarte, no te da derecho a imponerme
fuerte tirón le arrancó el vendaje.
órdenes. ¡He pagado por estar aquí y puedo
explorar lo que me dé la gana! Cassie soltó un alarido y le dio un golpe en
el hombro.
—Si tengo que rescatarte otra vez, no lo
haré de un modo tan amable y caballeresco ¡Maldito seas, Justin Drake! Él la soltó y ella
le advirtió él. se miró con ansiedad la pierna.
—¡No me importan en exceso tus modales! —Cielo, te he ahorrado una hora de tortura
—le examinó la herida—. Parece que está
—Ya me lo imaginaba —dijo con un suspiro
mucho mejor. Anoche me olvidé por
—. A la primera oportunidad correrás hacia
completo de ella cuando entraste en mi
el sótano, ¿verdad? Solo para demostrarme
habitación. ¿Te hice daño?
que no estás dispuesta a obedecer.
—No —murmuró mientras se aplicaba el
Cassie alzó el mentón en un gesto orgulloso.
antiséptico. No quería hablar de lo ocurrido
—Tú lo has dicho. la noche anterior.
—Eso es propio de una niña, Cassie. —¿Quieres que te lo ponga yo? —sugirió en
tono inocente.
—Lo sé —replicó ella. De repente se sentía
más alegre. —¡Lárgate de aquí, Justin! —abrió el grifo
del agua fría y le salpicó con las manos.
—¿Al menos me lo harás saber para que
pueda ir contigo? Soy el único que tiene una —¡Eh! —dio un salto inconsciente hacia atrás
linterna, ¿recuerdas? No puedes hacerlo sin —. Será mejor que tengas cuidado. Estas
mí, Cassie. No podrías ver nada. tentando tu suerte —los ojos le brillaban de
burla.
—Ya me lo pensaré.
—Eres tú quien corre un riesgo al quedarte,
Media hora más tarde Justin entró en el
Justin —le avisó ella.
baño del piso superior y se encontró a
Cassie con un pie en el suelo y otro en el —¿Qué vas a hacerme? ¿Te disfrazarás de
lavabo. Se estaba quitando la venda de la vampiresa y vendrás a visitarme en mitad de
pierna, y tan concentrada estaba en la dolo la noche?
—rosa tarea que durante varios minutos no
—Nunca más volverás a verme en mitad de
advirtió su presencia. Finalmente sintió un
la noche —prometió con firmeza.
hormigueo en el cuello y levantó la mirada.
Pero se equivocaba. Fue él quien la visitó en
—¿Qué haces aquí? —le preguntó irritada. El
su habitación aquella noche... en respuesta
cambio de vendaje no iba muy bien.
a sus gritos de pánico.
—He venido a ofrecerte mi ayuda.
El terror había vuelto a aparecer en el
—Te dije que no quiero tu ayuda. Si ayer no dormitorio de Cassie.
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CAPITULO 7
Era como despertar en un nido de telarañas. sujetó por los hombros y mantuvo firme—.
Al principio Cassie no comprendió por qué Cassie, ¿qué ha pasado? —la apremió con
era incapaz de liberarse de las mantas. dureza.
¿Cómo habían llegado a cubrirle el rostro?
—No lo sé —respondió ella con una voz tan
No podía respirar bien, y hacía un frío glacial
temblorosa como el resto de su cuerpo—.
en la habitación.
Justin, no lo sé... Me desperté y vi la
Sentía un peso sobre los pies, y notó que el ventana abierta y esa... esa cosa que me
peso se movía. Entonces la acabó de cubría la cara. No podía respirar bien.
despertar un débil bufido.
Justin la soltó y se acercó al balcón a
Tenía que ser el condenado gato. ¿Cómo grandes zancadas.
había entrado en su dormitorio? Antes de
—¿Por qué has abierto? ¡Hace un frío
irse a la cama se había asegurado de cerrar
terrible!
bien la puerta. Y además había echado el
cerrojo. —Yo no la he abierto —replicó ella un poco
irritada—. Estaba abierta cuando me
Hizo un esfuerzo por desperezarse y empujó
desperté hace unos minutos.
la sábana que parecía estar oprimiéndola.
Pero su mano no tocó una sábana de —Maldición —murmuró él. Miró en el
algodón, sino una especie de pliegue de exterior y luego se acercó a la cama para
satén y encaje. examinar el vestido. Cassie consiguió
encender la luz y los dos contemplaron los
El gato bufó de nuevo y Cassie sintió que la
vaporosos pliegues de satén y encaje.
invadía el espanto. Soltó un grito ahogado y
se incorporó a medias en la cama, luchando —Es muy viejo —susurró ella—. Mira el color
por recuperar el aire. El pliegue cayó a su amarillento de la tela. Diría que es de finales
lado, y entonces se fijo en que la puerta del del siglo XIX... Y mira, está rasgado en
balcón estaba abierta. varios sitios. Aun así es precioso.
—¡Oh, Dios mío! —estaba segura de haber Justin no estaba tan impresionado. Lo agarró
cerrado también las ventanas. El enorme con una mano y lo sacudió. No tenía nada
gato negro estaba acostado sobre sus escondido. Solo era un viejo vestido de
tobillos, y miraba fijamente hacia el balcón. novia que de algún modo había llegado a la
cama de Cassie.
La brisa nocturna hinchaba las cortinas e
impregnaba la habitación de un aire frío y —¿Crees que el gato lo ha arrastrado hasta
tenebroso. No había nubes en el cielo, y a la aquí? —preguntó ella. Sabía que era muy
luz de la luna podía verse el vestido de novia improbable, pero necesitaba oír una
que había sobre la cama... explicación cualquiera— O tal vez ligado en
uno de esos armarios y él tiró hasta sacarlo.
Al verlo, Cassie soltó un grito de terror.
¿Y pudo llevarlo hasta tu cama? —premió
El gato saltó de la cama. Cassie se levantó
Justin.
de un salto, sin dejar de chillar, y el camisón
se le enredó en los pies. Abrió —Es un gato muy grande, Justin.
desmesuradamente los ojos al contemplar
Los dos se volvieron para mirar al gato, que
un vestido de satén.
estaba ocupado en limpiarse las patas, era
Se llevó la mano a la boca y retrocedió hasta un gato enorme.
la puerta. No podía apartar la mirada del
—Puede que sea lo bastante fuerte, pero no
vestido. Entonces oyó la voz de Justin.
es probable que lo haya hecho, ¿verdad? , —
—¡Cassie, abre la puerta o la echo abajo! reconoció Cassie con un suspiro.
Cassie buscó a tientas el pomo, desesperada —Y aunque así fuera, ¿vamos a suponer que
por que alguien más contemplara la escena. pudo abrir las ventanas? —sugirió él. Dejó el
Justin irrumpió en la habitación, y con una vestido a los pies de la cama y se puso a
sola mirada vio al gato, el balcón abierto y el abrir armarios y cajones.
traje de novia.
—Justin, ¿qué crees que ha pasado?
—¿Qué demonios pasa aquí? ¿Estás bien? La
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—No lo sé, Cassie. Realmente no lo sé. Él se quedó de pie, observándola con


¿Llegaste a ver o a oír algo? atención.
—Solo los bufidos del gato. —¿Y si te dijera que ya no me interesa la
venganza?
Le temblaban tanto las rodillas que tuvo que
sentarse. El corazón seguía latiéndole a un —Entonces, ¿por qué sigues aquí?
ritmo frenético. Se miró en el espejo de la
—Maldita sea, Cassie, no dejes que tu
habitación y su boca se torció en un gesto
imaginación te vuelva loca —cruzó la
de asco. No tenía el aspecto de una hermosa
habitación y la hizo levantarse de la cama.
heroína. Su pelo estaba hecho un desastre,
La miró con el ceño fruncido mientras la
su camisón carecía del menor atractivo y la
agarraba con fuerza por los hombros—. ¡Yo
expresión de su rostro no mejoraba nada.
no encontré este vestido de novia ni escalé
—Me pregunto si alguien del pueblo está dos pisos para dejarlo en tu cuarto!
jugando con la nueva inquilina de la mansión
Ella contuvo la respiración. Era tan difícil
del acantilado —dijo Justin mirando por la
controlar el miedo como la reacción de su
ventana.
cuerpo al sentir el tacto de sus dedos. Se
—Creo que esto va más allá de las bromas veía demasiado vulnerable con el camisón.
habituales —replicó ella fijándose en su
—Esta mañana bajaste al sótano —le
espalda. Llevaba tan solo unos vaqueros, y
recordó—. Tal vez encontraste ese vestido
la silueta de sus musculosos hombros se
en uno de los baúles.
recortaba contra la luz exterior.
—¡Cállate! —ordenó con ojos brillantes de
Él era el único que tenía razones para
furia.
aterrorizarla de aquel modo.
—Y puestos a pensar en ello, el modo más
No, se dijo a sí misma. ¿No había decidido
fácil de llegar hasta mi balcón es a través
que Justin no hacía ese tipo de cosas? Su
tuyo, ¿no?
venganza era mucho más meticulosa y sutil.
Le había dicho que la seduciría y ella lo —Cassie, te lo advierto...
había creído.
—Pero lo que no entiendo es lo del gato.
Pero esos pensamientos parecían seguros a
—¿ Cómo pudiste meterlo? ¿Lo trajiste por el
la luz del día. En mitad de la fría noche la
balcón también? Se dio cuenta de que lo
razón se debatía entre otras explicaciones
estaba presionando por razones que no tenía
para su comportamiento.
claras. Si de verdad Justin era el culpable, lo
Justin se volvió en ese instante y la menos inteligente era enfrentarse con él; y
sorprendió mirándolo. aunque fuera inocente seguía siendo
peligroso. En cualquier caso, era imprudente
—¿De nuevo estás dando rienda suelta a tu
provocarlo con acusaciones. Pero Cassie
imaginación, Cassie?
estaba demasiado nerviosa para pensar con
—No es mi imaginación la que ha traído el claridad.
vestido ni la que ha abierto la puerta —
—¿De verdad te crees todas esas tonterías?
susurro ella.
—preguntó él zarandeándola ligeramente—.
—¿Quieres comprobar si tengo el pelo ¿De verdad, Cassie?
mojado? —sugirió. De repente parecía
¡No sé qué creer! ¡Solo sé que eres la única
haberse enfadado.
persona que tiene un motivo para
—No serviría de mucho, ¿no crees? No está atormentarme! —espetó ella.
lloviendo.
Lo empujó en el pecho para soltarse—. ¡Si
—No eres muy confiada, ¿verdad? no has sido tú quien ha hecho esto dime
quién ha sido!
—Una mujer sería estúpida si confiara en un
hombre que ha jurado vengarse de ella, ¿o —Maldita sea, Cassie. ¡Yo no lo he hecho!
no? —intentó preguntar en un tono
—Oh, márchate, Justin —gimió—. Márchate.
despreocupado. No sabía qué creer. La
Ahora no puedo pensar en nada.
tensión y el miedo le impedían pensar con
claridad. Tuvo que juntar las manos en su —¿Me estás diciendo que quieres quedarte
regazo para que no le temblaran los dedos. sola? ¿De noche en esta habitación con un
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viejo vestido de novia y un gato que parece muy enfadado pero no era un asesino. Tal
ser el de una bruja? —la zarandeó un poco vez su imaginación hubiera vuelto a jugarle
más fuerte y se pasó una mano por el una mala pasada.
pelo. ¿Por qué querría asustarla? Si su intención
hubiera sido acabar con ella ya lo habría
—No tengo otra elección, a menos que baje
hecho... La noche anterior había quedado a
a dormir en la biblioteca.
su merced, y durante el día no le habían
Justin tenía razón. Cassie sabía muy bien faltado oportunidades para simular un
que no podría pegar ojo en toda la noche. Y accidente.
quizá nunca más...
En mitad de la noche era imposible razonar
—Puedes dormir en mi habitación. Ella lo con lógica. No era probable que Justin
miró boquiabierta. intentase nada violento, pero ella no iba a
poder dormir a tan solo unos metros de él.
—Debes de tener una consideración muy
Con mucho cuidado alargó el brazo para
pobre de mi nivel de inteligencia.
apagar la lámpara.
—¿Temes no ser capaz de resistirte a mí? —
El gato se acercó a los pies de la cama y se
replicó él con frialdad.
acurrucó para dormir. Cassie se estremeció
—No exactamente. Es solo que no quiero y miró hacia la ventana. La luna proyectaba
ponértelo tan fácil. Si me quedo aquí, curiosas formas y sombras en el balcón, lo
tendrás que escalar por la pared y romper bastante oscuras para esconder una criatura
una ventana antes de asfixiarme con un en las tinieblas. En cierto modo, era
viejo vestido. reconfortante estar acompañada por otro ser
humano. Cassie decidió que era mejor tener
Aquella era ir demasiado lejos, y Cassie lo
cerca de Justin que estar sola con un gato
supo en cuanto escupió las palabras. Intentó
diabólico y un viejo vestido de novia.
alejarse de él, pero no tuvo oportunidad.
Con un rápido movimiento Justin la agarró y ¿Qué le habría pasado a la novia?
la levantó en sus brazos.
Tal vez había huido, y tal vez la huida no
—¡Justin, no! ¡Espera! Él la llevó hasta la fuera una idea tan mala, pensó.
cama. Su expresión era adusta y siniestra.
Quizá no consiguiera esconderse para
—¿Quieres quedarte en esta habitación? Muy siempre de Justin, pero podía dificultarle la
bien, entonces los dos nos quedaremos —la caza.
arrojó sobre la cama y se quedó de pie a su
Se mordió el labio y miró la figura que
lado—. Prefiero dormir aquí y no en mi
dormía en la silla. No sabía qué más pensar.
cuarto.
Tenía que poner distancia entre Justin Drake
—¡Justin, no te atrevas! —gritó ella. Vio y ella.
cómo él apartaba una manta, y la idea de
Por la mañana pensaría el modo de escapar.
que la ahogara la llenó de terror.
Estaba claro que no podía tratar con él por
—Tranquila —dijo él con un gruñido, y llevó más tiempo. Fuera o no el responsable de
la manta a una silla almohadillada. Se sentó las macabras ocurrencias, le hacía perder el
y apoyó las piernas en un raído reposapiés control.
—. Si tuviera que hacerlo, preferiría hacerlo
Arrellanado en la silla acolchada, Justin
con mis propias manos alrededor de tu
pensaba en silencio cuál sería su próximo
cuello.
movimiento. Aquella tarde Cassie se había
Querría que me vieras durante el acto... mostrado razonablemente segura de sí
Apaga la luz, Cassie, e intentemos dormir un misma, y no permitiría que la echara. Se
poco. mostraba recelosa ante él, pero de ningún
modo iba a reconocer la derrota.
Se recostó en la silla, se cubrió con la manta
y cerró los ojos. En esos momentos barajaba las
posibilidades de que Cassie estuviera
Cassie se quedó sentada en la cama,
pensando en abandonar la casa por la
mirándolo con perplejidad. No tenía sentido
mañana. Eso no encajaba con los planes que
huir, porque la atraparía antes de llegar a la
él tenía. Esperaba que, tras los extraños
puerta. Pero tenía que reconocer que Justin
sucesos, ella se arrojara en sus brazos en
no parecía dispuesto a hacerle daño. Estaba
Jayne Ann Krentz Página 50 Pasión o Venganza

busca de seguridad. Pero en vez de eso lo tenía una mano para luchar, pues la otra
castigaba con su sospecha. estaba atrapada entre los dos cuerpos, y no
pudo hacer nada. En unos segundos Justin
No quería que sospechara de él ni que le
pudo contemplar la desnudez de sus pechos
tuviera miedo. Quería que se entregara en
y suspiró con pasión.
completa confianza y sumisión. ¿Cómo iba a
recuperar el terreno perdido? Tal vez se Muy lentamente empezó a acariciarla, como
había mostrado más agresivo de la cuenta, y si estuviera amansando a un gato. Cassie
Cassie Bond estaba resultando ser más difícil temblaba al recibir el tacto, consciente de la
de lo que pensaba. Tenía que encontrar un poderosa reacción que escapaba al control
modo de impedir que huyera por la mañana. de su cuerpo. ¿Qué clase de poder tenía
aquel hombre para reducirla al más
Solo se le ocurría una solución. Pensó en el
anhelante de los deseos? ¡Tenía que
vestido de boda y en cómo habría seducido
resistirse!
Drácula a su novia. Entonces sus
pensamientos volaron al blanco y delicado —¿Al fin te has decidido a violarme, Justin?
cuello de Cassie y una amarga sonrisa curvó —intentó que la pregunta fuera una
sus labios antes de quedarse dormido. provocación—. ¿Ya has abandonado la idea
de seducirme? ¿Te has convencido de que no
Cassie se despertó poco antes del amanecer
consigues nada con tus juegos de terror? —
y de nuevo sintió el peligro acechando.
él se puso rígido y murmuró algo
Parpadeó varias veces para terminar de
incomprensible, y ella supo que había
despejarse. Había estado convencida de que
conseguido algo—. ¿A qué viene eso de
no podría dormir después de lo ocurrido,
disfrazarse de Drácula? ¿Y entrar a
pero allí estaba, desorientada y vulnerable
escondidas en mi habitación? ¿Intentabas
por el reposo del sueño.
asustarme para que buscase tu protección?
Desesperada, intentó sentarse y encontrar la No ha funcionado, ¿verdad? ¡Así que ahora
lámpara de la mesita. ¿Qué era el peso que lo intentas a la fuerza!
sentía en las piernas? ¿Seguía siendo el
—Quieta, Cassie —ordenó con voz áspera.
gato? Era pesado, pero no tanto... Entonces
Le apretó el pezón de un modo excitante y
se dio cuenta de lo que era.
amenazante a la vez—. ¡Quieta y deja de
—¡Justin! —emitió un gritó ahogado. Estaba luchar conmigo!
tumbada bajo el peso de sus muslos y con la
—Eso es lo que quieres, ¿verdad? ¡Quieres
cabeza sobre su brazo. Estaba
que te lo ponga fácil! Pues no pienso
completamente desnudo y la miraba con sus
hacerlo, Justin. Eres más fuerte que yo y no
ojos oscuros—. ¡Justin, no!
podré detenerte, pero ¿qué satisfacción vas
Él le puso una mano sobre un pecho. a conseguir? No sabía que fueras esa clase
de hombre que encuentra el placer en una
—Ya sabes que puedo conseguir que me
violación. Eso es propio de los hombres que
desees —dijo él con un peligroso susurro—.
dudan de su masculinidad, ¿no es cierto?
No te resistas. Acabarás perdiendo.
Hombres que no tienen derecho a
Ella se estremeció al sentir los dedos en el considerarse como tales. Solo una mente
pezón, a través de la sábana. enferma encontraría placer en una violación
—siguió atacándolo con sus palabras, pues
—No me toques, Justin —exclamó, más
era la única arma que le quedaba.
asustada de lo que había estado al descubrir
el vestido—. ¡No me toques! —No es una violación y lo sabes muy bien.
—Quieta, Cassie. No hay por qué tener ¡Deja de gritarme! En pocos minutos...
miedo —se inclinó y la besó en el cuello—.
—¡En pocos minutos voy a odiarte como
Ibas a escaparte, ¿verdad? ¿Creías que no
nunca he odiado a nadie en toda mi vida!
iba a adivinar tus planes? Has perdido el
valor... Pero no tienes que tenerme miedo, —Te aseguro que no podrás odiarme
cariño, solo a ti misma. Y cuando te haya después de esto —prometió él, y acalló sus
hecho el amor unas cuantas veces ni gritos con un beso salvaje.
siquiera temerás tus propias reacciones. Te
Pero Cassie tenía miedo de Justin Drake y
abandonarás por completo.
del poder que ejercía sobre ella. Su única
Ella se retorció con violencia mientras él defensa era el rechazo total, y se había dado
desabrochaba los botones del camisón. Solo cuenta de ello. Sabía que si a Justin no le
Jayne Ann Krentz Página 51 Pasión o Venganza

quedaba otro remedio que poseerla por la Ibas a hacerlo, ¿verdad? —preguntó con la
fuerza, no habría vencido. Tenía que resistir. respiración entrecortada—. Ibas a golpearme
con la lámpara en la cabeza.
Por eso siguió luchando con violencia.
Cassie no dijo nada. Respiraba con dificultad
Sacudía la cabeza sin parar, intentando
y el corazón le latía desbocado. Tenía todos
librarse de sus besos. Las piernas le dolían
los músculos en tensión, y mantenía la mano
por el esfuerzo que estaba haciendo bajo el
en la base de la lámpara.
cuerpo de Justin. Era un hombre tan fuerte y
poderoso que ella se sentía pequeña e Poco a poco sintió que Justin se relajaba,
indefensa bajo sus músculos. hasta que tomó una profunda aspiración y se
apartó de ella. Se quedó tumbado de
Por su parte, Justin siguió obstinado en
costado, con un brazo protegiéndose los
conseguir su objetivo. Le quitó el camisón de
ojos, y permaneció así varios minutos.
algodón y lo arrojó al suelo. Le sujetó las
Cassie no se movió. No creía que fuera
manos y la besó repetidas veces en la boca
capaz de moverse.
y en el cuello. También empezó a acariciarle
los pechos y la cara interna de los muslos. —Está claro que no eres el tipo de mujer que
Cuando se separó brevemente de ella fue responda a la agresividad —dijo él
para hablarle en un tono tan calmado y finalmente, sin apartar el brazo de los ojos.
autoritario que la hizo pelear con más furia.
—¿Pensabas que lo sería? —susurró ella. Se
—Cassie, estás luchando contra lo inevitable. apartó unos centímetros de él. Había
Sabes que lo deseas tanto como yo. ganado. Justin se había retirado al
¿Recuerdas cómo te sentiste la última vez: convencerse de que no podría someterla.
¿Recuerdas la pasión que ardió en ti? Eras
—Valía la pena intentarlo —dijo él. El tono
puro fuego y energía, cariño. Podía ver el
despreocupado de su respuesta volvió a
deseo en tus ojos. Así es como te sentirás si
enfurecerla.
dejas de luchar.
—¿Que valía la pena intentarlo? —repitió en
—¡Maldito seas, Justin!
un chillido. Se incorporó a medias y lo miró
—Cálmate, Cassie, cálmate. Déjame furiosa—, ¿Qué demonios significa eso?
amarte...
—Pensé que sería la forma más fácil para
—¡Tú no me amas! —espetó ella—. No amas asegurarse de que no te fueras esta mañana
a nadie, ¿recuerdas? ¡No crees en el amor! —reconoció él.
—Creo en la pasión. Y puedo hacer que tú —De modo que solo ha sido un acto
también creas. ¡Estate quieta, Cassie! deliberadamente calculado, ¿no es así? ¡Otro
de tus ridículos juegos! ¿Se supone que es
¡Te dije que no me quedaría inmóvil como
otra forma de castigarme?
una gallina a la que van a cortar el
pescuezo! —consiguió liberar un brazo y le —No intentaba castigarte, Cassie —
clavó las uñas en el hombro. respondió él con un gruñido—. Solo
intentaba impedir que te fueras. La otra
Justin soltó una maldición. Cassie, te lo
noche me respondiste con toda tu pasión.
estás poniendo más difícil al final el
Pensé que si volvía a conseguir la misma
resultado va a ser el mismo.
respuesta, entonces aceptarías lo inevitable
El resultado será una violación, y si crees y dejarías de luchar conmigo.
que voy a aceptarlo gustosa es que has
Ella estaba perpleja. Se cubrió con la sábana
perdido la cabeza —alargó el brazo hacia la
y lo miró por encima del hombro.
mesita de noche y tanteó con los dedos
hasta encontrar la pequeña lámpara de —No te entiendo, Justin.
vidrio.
—Ya lo sé.
Justin levantó la mirada cuando se dio
—¿Qué quieres de mí? ¿Cuánto va a durar
cuenta de lo que pensaba hacer. Se quedó
maldita venganza? —le preguntó aturdida.
inmóvil y a Cassie la invadió un pavor
insoportable. Ninguno de los dos se movió. Él dudó un momento y retiró el brazo de los
ojos.
ÉL la miró fijamente y levantó una mano
para apartarle el pelo de la cara. —Anoche te dije que la venganza ya no me
interesaba.
Jayne Ann Krentz Página 52 Pasión o Venganza

Ella pestañeó con incredulidad. convencerme de que Drácula estuvo aquí


anoche!
—¿Es verdad lo que dices?
—¿Buscando a su novia?
—Sí.
—Es fácil hacer bromas cuando el sol está en
—¿Por qué? Dame una buena razón por la
lo alto —lo reprendió ella. Se levantó de la
cual un hombre tan aficionado a la venganza
cama y atravesó la habitación para ponerse
perdiera de repente el interés.
la bata—. Pero no todo parece igual de
—Porque he decidido que quiero algo más. gracioso a medianoche.
—¿El qué? —A la luz de la mañana quedan muchas
preguntas sin responder —dijo Justin en frío
—A ti.
tono mientras se levantaba. Sonrió
Cassie sintió un profundo estremecimiento. ligeramente cuando Cassie apartó la vista de
su cuerpo—. Muchas preguntas —repitió—.
—Justin, no... ¡no te entiendo!
Incluyendo la que te acabo de preguntar.
—Lo sé. Me entenderías si dejaras de luchar
—Justin —dijo ella en su camino hacia la
contra mí —se apoyó en el codo, sin dejar de
puerta del baño—, no quiero tener ninguna
mirarla—. No es tan difícil de comprender,
aventura.
Cassie. Sabes que te deseo, y que, bajo
determinadas circunstancias, puedo hacer —Y menos con el ex propietario de un
que tú también me desees. No quiero casino, ¿eh? Un hombre en el que no puedes
vengarme. Solo te quiero a ti. Así de confiar... —la siguió al baño, recogiendo de
sencillo. paso sus vaqueros del suelo. No me has
dado muchos motivos para que confíe en ti
—¿Quieres tener una aventura conmigo?
—señaló mientras se preparaba para curarle
Preguntó ella con cuidado—. ¿Ya no quieres
el hombro—. ¿Serías tan amable de ponerte
vengarte porque te sientes atraído por mí?
los vaqueros? –añadió con tono mordaz.
—su mirada expresaba su escepticismo.
Sí, señora —obedeció al instante y mantuvo
Él frunció el ceño y se abrazó las rodillas.
inmóvil para que Cassie le limpiara la herida
¿Qué tiene de raro? —
Es un poco extraño desear una aventura con Cassie, sé que no confías en mí –dijo tras un
una mujer a la que odias. corto silencio—, pero si me das la
oportunidad... ¡Ay!
Yo no te odio, Cassie. Nunca te he odiado.
Te entrometiste en mis planes y me ¿Qué le ha pasado al hombre de acero que
enfureciste mucho, pero nunca llegué a se aplicaba el antiséptico de golpe? ¿Por qué
odiarte. Solo quería darte una lección, pero creo que te divierte hacerlo?
desgracia no parece que haya servido gran
Lo realmente divertido será quitarte los
cosa. Tendría que haber supuesto que una
vendajes muy, muy despacio —confesó ella
mujer lo bastante tonta para chantajearme
mientras le pegaba varias tiritas
sería una mujer que pudiera salir impune...
—un brillo de humor resplandecía en sus —¿Por eso me estás curando?
ojos durante un segundo, mientras se
—¿Cómo lo has adivinado? Él soltó un
llevaba una mano al hombro.
suspiro.
Cassie siguió el movimiento y se mordió el
—Cassie, estás evitando el tema.
labio al ver las marcas que le había hecho en
la piel. —Aún no me he recuperado del trauma que
casi me supone una violación. ¡Y es muy
—Hay que curar esas heridas —sugirió—.
difícil plantearse una aventura con el hombre
Están sangrando —vendarle el hombro sería
que ha estado a punto de cometerla!
un método efectivo para evitar la
conversación, se dijo a sí misma. —Maldita sea, Cassie, sabes muy bien que
no te hubiera violado. ¡Deja de hablar así!
—Pensaba que era yo quien interpretaba el
papel de vampiro —dijo él suavemente. —¿Y cómo puedo estar segura, Justin? Lo
único que pareció detenerte fue verme con
—No digas eso —un escalofrió la recorrió al
la lámpara en la mano —se dispuso a salir
mirar el vestido de novia—. ¡No quiero
del baño, pero él la agarró por el hombro y
Jayne Ann Krentz Página 53 Pasión o Venganza

la hizo girarse. controlarse.


—Cassie, sé que estás preocupada. Sé que —Por favor, Cassie, te doy mi palabra de
no confías en mí y que crees que pude ser honor de que si me das una oportunidad, me
yo el que dejó el vestido en tu cama. Sé que retiraré y no te empujaré a una aventura.
no te he dado ningún motivo para
Tal vez lo más prudente fuera aceptar,
demostrarte que ya no me interesa la
pensó Cassie. No había modo de saber si era
venganza, y sé que siempre quedaría la
o no digno de confianza, pero si permitírselo
carga de mi pasado. Pero te advierto que
demostrarlo la iba a librar de todas sus
voy a tenerte y que está en tu mano
artimañas...
facilitarlo lo antes posible.
—¿No más amenazas, ni más tácticas de
Podemos hacerlo del modo difícil y que yo
fuerza ni hacer que me despierte temiendo
vaya persiguiéndote por todo el país hasta
una violación?
que te rindas, o podemos hacerlo de un
modo civilizado. ¡Civilizado! Las mejillas de Justin se enrojecieron
levemente, pero su mirada permaneció
Sí, civilizado. Eso significa que me des la
serena.
oportunidad y que me veas desde otra
perspectiva más abierta. Solo te pido una —No voy a apremiarte, Cassie.
oportunidad para demostrarte que mi deseo
Eso sería ganar tiempo, pensó ella. Y el
no es la venganza. Y significa también que
tiempo era algo muy valioso en su situación.
empieces a confiar en mí.
Si esperaba lo suficiente, Justin podría
¡ Pides mucho, dadas las circunstancias! aburrirse de lo que tuviera entre manos.
Espetó en un estallido de indignación, en el
Pero también era arriesgado. Y el instinto le
fondo estaba dudosa. Si cualquier otro
advirtió contra algo que rondaba en su
hombre la hubiera amenazado no lo habría
cabeza. Lo que estaba a punto de hacer era
pensado dos veces antes de contratar a un
una locura. Tendría que estar corriendo tan
guardaespaldas. Y sin embargo permitía que
rápido como pudiera, tal y como él le dijo
Justin estuviera peligrosamente cerca de
una vez. Tendría que estar buscando a un
ella... e incluso que le hiciera el amor. ¿Qué
equipo de guardaespaldas, redactando
demonios le estaba pasando? ¿Acaso se
denuncias por acoso o tomando cualquier
había vuelto loca?
otra medida para protegerse.
¿ Por qué se molestaba en escucharlo?
Porque la verdadera amenaza era saber que
Seguramente tan solo se trataba de otra de se estaba enamorando de aquel hombre.
sus tácticas. No había conseguido su
Durante las últimas veinticuatro horas había
objetivo por medio de la fuerza, de modo
estado dándose cuenta de ello. Era la única
que iba a emplear otra forma de seducción.
explicación posible para su extraño
«Recuerda quién es», pensó. Era el hombre comportamiento.
que iba a casarse con Alison para conseguir
Solo una mujer enamorada estaría lo
algo.
bastante loca para darle una oportunidad a
Un hombre que había salido del mundo del un hombre como Justin Drake.
juego. ¿Cómo se le podía dar ni tan siquiera
—¿Tu palabra de honor? —le preguntó
una oportunidad?
finalmente.
—Cassie, no voy a meterte prisa —le
Él asintió, como si no confiara en sí mismo
aseguró él—. Pero tampoco voy a permitir
para hablar.
que huyas. Acéptalo y dame algo de tiempo.
Sé que hemos tenido un mal comienzo y... —De acuerdo, Justin. Por poco tiempo. Pero
que quede claro que soy yo la que está al
—¿De quién fue la culpa? —lo interrumpió
mando de la situación —lo dijo lenta y
llena de cólera.
pensativamente.
—¡Tuya! —respondió fríamente—. Fuiste tú
—Cassie...
quien trató de chantajearme, ¿recuerdas?
Ella negó con la cabeza. La decisión estaba
—Culpándome por lo ocurrido no va a hacer
tomada.
que congeniemos —advirtió ella.
—No me interrumpas. He decidido darte una
Él cerró los ojos en un esfuerzo evidente por
Jayne Ann Krentz Página 54 Pasión o Venganza

oportunidad, pero solo bajo mis condiciones. momentos.


¿Está claro, Justin?
Está claro —dijo al fin.
Él la miró en silencio durante unos
Jayne Ann Krentz Página 55 Pasión o Venganza

CAPITULO 8
—¿Cuándo piensas hacer el equipaje para —¿Qué quieres decir? ¡Yo solo intento
marcharte, Cassie? —le preguntó Justin. sacarte de aquí por tu propio bien!
Bebía lentamente su café mientras esperaba
—Justin, hasta donde yo sé, eres el único
a que ella terminase sus cereales.
con razón suficiente para asustarme. Y me
—¿Marcharme? —preguntó alzando la gustaría destacar el hecho de que mi vida
mirada—. ¿Marcharme a donde? —llevaba marchaba sin preocupaciones hasta que
un rato pensando en lo tonta que era al entraste en ella. Los sucesos extraños han
seguir el juego de Justin, y la pregunta la empezado a partir de tu llegada.
pilló desprevenida.
Justin la contempló en silencio durante un
—De vuelta a San Francisco —respondió él rato.
con impaciencia.
—Entiendo —dijo finalmente—. Esto es una
—No voy a regresar todavía a San Francisco. especia de prueba, ¿no? Quieres ver si
No hasta final de mes. siguen pasando cosas ahora que has
decidido concederme una oportunidad. Eso
—No digas tonterías, Cassie. Ya has pasado
me deja en una situación sin salida, creo. Si
dos noches horribles aquí. Quién sabe si
continúan ocurriendo, pensarás que sigo
habrá sido algún idiota del pueblo o si fue
empeñado en la venganza. Pero si dejan de
una pesadilla una noche y la siguiente fue el
ocurrir supondrás que he abandonado la
gato. Sea como sea, lo mejor será
idea. Es un poco injusto para mí, ¿no crees,
marcharse. Cassie lo miró con expresión
Cassie?
testaruda.
—¡Ese no es el motivo que tengo para
—¿Quieres decir que algo está pasando
quedarme! —exclamó ella, pero se preguntó
aquí?
en silencio si Justin tenía razón—. Te he
—No lo sé, Cassie. Solo sé que no me gusta dicho que alquilé esta casa por su ambiente,
lo que pasó con las escaleras del sótano ni lo y tengo intención de aprovecharla. Si no te
del vestido en tu cama. Supongo que el gusta lo que hay, eres libre de volver a San
visitante nocturno del balcón bien pudiera Francisco. Nadie te lo impide.
ser una pesadilla, pero...
—Sabes muy bien que no voy a ir a ninguna
—Tú mismo dijiste que alguien serró los parte sin ti, Cassie. No me lo pongas difícil.
escalones hace tiempo en un acto de Soy mucho más fuerte que tú, y puedo
vandalismo. Y el gato es muy grande, Justin. llevarte al coche y conducirte a tu casa —
Podría arrastrar el vestido por toda la casa dijo en tono amenazante.
—le echó una mirada al animal, que estaba
—Ah —Cassie asintió con prudencia—. No
bebiendo leche en un cuenco—.
pensé que fueras a mantener tu palabra de
Sinceramente, no sé por qué me molesto en
honor. Nunca has tenido intención de
darle de comer.
demostrar nada, ¿verdad?
—¿Por qué lo haces?
—No sé cómo puedo demostrarte algo si nos
—Supongo que porque temo sus represalias quedamos aquí —espetó él—. Te repito que
si no lo hago —reconoció ella con una para mí es estar en un callejón sin salida.
sonrisa—. Míralo. ¿Te atreverías a no
—Justin, si me pones un solo dedo encima
alimentarlo?
sin mi permiso, consideraré que nuestro
—Cassie, nos estamos desviando del tema. trato es nulo y sin efecto —declaró ella.
La sonrisa se le borró de la cara al ver que Los dos se miraron desafiantes, cada uno
Justin estaba serio. calibrando las defensas del otro. Al final fue
Justin quien se rindió, aunque de mala gana.
—No, Justin, yo pienso quedarme. Quería un
Con una mueca adusta en el rostro, agarró
lugar con ambiente y es lo que he
la cafetera y llenó su taza sin decir una
encontrado.
palabra. Cassie supo que había ganado, y
—Cassie, estás siendo cabezota a propósito. eso la animó bastante.
—Igual que tú. —Ahora que todo está aclarado iré a
prepararme para bajar al pueblo. Quiero
Jayne Ann Krentz Página 56 Pasión o Venganza

recoger el correo —anunció en tono indirecto.


grandilocuente. Se sentía satisfecha consigo
¿Un futuro con Justin? ¿Con un hombre que
misma, y se levantó para salir del comedor
había sido dueño de un casino y que una vez
con pose regia. Ni siquiera su recogido
juró vengarse de ella? ¿Cómo podía estar
medio deshecho le restó arrogancia a su
pensando en algo así? La confusión y la
orgullosa feminidad.
inseguridad la mantuvieron callada todo el
Justin la vio marcharse con sus oscuros e trayecto, mientras que Justin también
impenetrables ojos. parecía sumido en sus propios
pensamientos. No fue hasta que entraron en
Veinte minutos después Cassie bajó las
la oficina de correos cuando de nuevo se
escaleras. Llevaba unos vaqueros y una
rompió el silencio.
camisa blanca de mangas anchas.
—Oh, oh... Una carta de mi agente —dijo
—¿Quieres venir conmigo? —le preguntó con
Cassie con el ceño fruncido cuando examinó
una sonrisa radiante a Justin, quien estaba
la correspondencia—. ¿Qué habrá pasado? —
vagando por la casa.
abrió el sobre y leyó el breve contenido—.
Él asintió bruscamente y le quitó las llaves Quiere que compre unas acciones que salen
de la mano. a la venta la semana que viene dobló la hoja
y la golpeó contra la palma de la mano
—Yo conduciré.
mientras pensaba en la cuestión.
Cassie dudó, y entonces recordó los ruidos
¿Has conseguido tu fortuna siguiendo los
de su Ferrari.
consejos de tu agente? Creía que tomabas
—Eh... tal vez debamos ir en el tuyo — tus propias decisiones.
sugirió en tono inocente. Sería muy
—Lo hago, pero a veces sigo sus consejos.
embarazoso que Justin viera el lamentable
Le debo muchísimo, y me gusta que crea
estado de su coche.
que aún me sirve de ayuda.
—Me gustaría probar el tuyo —replicó él—.
—¿En qué te ayudó tanto?
Será interesante compararlo con el mío.
—Fue la única corredora de Bolsa que me
—No hay mucho que comparar —murmuró
atendió cuando fui a verla con tan solo
ella. Lo condujo al aparcamiento de su
quinientos dólares para invertir. Después de
Ferrari rojo y, antes de subirse en el asiento
mi divorcio no tenía casi nada.
de pasajero, le dio una patada a un
neumático—. Cuando quieras —le dijo en Dañe se había gastado en el juego toda mi
voz baja a Justin. herencia. Cuando me di cuenta de la
situación también vi que tenía muy poco
Naturalmente, el motor empezó a hacer
para empezar de nuevo. Vendí mi coche por
ruidos en cuando se puso en marcha, y
quinientos dólares y ese dinero supuso la
además podía oírse un nuevo chirrido cerca
primera semilla que planté en el mercado. Mi
de la rueda izquierda.
corredora fue la única que se molestó en
—¿Qué demonios le has hecho a este coche? atender a un posible cliente con una
—preguntó Justin, perplejo. cantidad tan pequeña en mano.
—¿Qué le hecho yo? ¡Querrás decir que me —De modo que has negociado con ella todos
ha hecho él a mí! Yo soy la víctima. Pagué estos años. ¿Nunca has usado uno de esos
una fortuna por este maldito coche, y ¿qué corredores para principiantes?
recibo a cambio? Problemas y problemas
—Por supuesto que no. Como te he dicho, se
desde el primer día. Parece que me odia,
lo debo a Beth.
igual que todo lo que me cuesta más de un
dólar y medio. —Pero la gente que toma sus propias
decisiones en la Bolsa y que no quieren
—Está bien, tranquila —intentó calmarla él
pagar un consejero siempre utilizan los
mientras tomaba el camino en dirección al
servicios de esos corredores. Te debes de
pueblo—. Lo llevaré a mi mecánico cuando
haber gastado una fortuna en comisiones
volvamos a San Francisco.
para esa Beth.
—No servirá de nada —predijo ella. Le
Es mi amiga. Si no hubiera confiado en mi
resultaba extraño oír hablar a Justin de un
tras el divorcio, no habría conseguido estar
futuro en común, aunque fuera de modo
donde estoy.
Jayne Ann Krentz Página 57 Pasión o Venganza

¿Me estás diciendo que te has mantenido ¿Adeline?


con ella y con su comisión tan solo por un
Adeline Montgomery. Es la fantasma del
sentimiento de lealtad? —le preguntó con
pueblo, ¿sabes?
interés.
No, no lo sabía —Cassie se acordó del
Cassie se encogió de hombros mientras
vestido de novia y sintió un escalofrío—.
salían de la oficina.
¿ Qué le pasó?
Algo así. Supongo que a ti te parecerá algo
estúpido. Él negó con la cabeza. Adeline era la hija única del barón que
construyó la casa. Sus padres querían que
No, lo entiendo muy bien. En el mundo del
se casara con un hombre rico de una familia
que vengo se aprende a valorar la lealtad, la
del Este, pero, según la leyenda, Adeline
amistad. Son bienes muy escasos –dudó un
estaba enamorada de un jugador de mala
momento y se paró junto al Ferrari de
fama —hizo una pausa y sonrió—. ¿Seguro
Cassie, me gustaría que confiaras en mí lo
que quieres oír el resto?
suficiente para ofrecerme tu lealtad y
amistad —le dijo con voz muy seria. —Oh, sí —respondió ella con interés. No le
hizo caso a Justin, que esperaba a su lado
Ella lo miró a la luz de mañana.
con una mueca de desaprobación.
—La confianza es algo que tiene que
—Bien... —aceptó burlonamente Reed—.
ganarse, ¿no es así, Justin? La expresión de
Vamos a ver si recuerdo la historia, tal y
Justin se endureció.
como la oí cuando era un chiquillo. Adeline
—Dijiste que me darías una oportunidad. se mostró tan reacia a casarse con el
hombre rico que su padre la encerró en su
—Y lo he hecho —respondió ella.
habitación hasta que cambiara de parecer.
—Entonces vuelve a San Francisco, donde no Pero, con la ayuda de su criada, consiguió
tenga que preocuparme por ti —la apremió. enviarle un mensaje al jugador, quien le
respondió diciéndole que iría a buscarla la
—Ya hablamos de eso esta mañana —Cassie
víspera de su boda. Por desgracia el padre
empezaba a irritarse. ¿Por qué insistía tanto
de Adeline atrapó a la criada con el mensaje
en que abandonara la mansión? Antes de
de vuelta.
que pudiera replicar, una voz familiar la
llamó desde la acera. —¡Oh, no!
—¡Cassie! ¿Cómo estás esta mañana? — —Me temo que fue así... El barón contrató a
Reed Bailey salía de la oficina de correos con un par de matones para que le dieran una
una alegre sonrisa—. ¿Cómo van las cosas lección, pero los matones se pasaron un
en la colina? Buenos días, señor Drake. Ya poco con el escarmiento y lo mataron
veo que ha decidido quedarse un tiempo. «accidentalmente»
Pensé que iba a regresar a San Francisco —
Adeline no descubrió lo que había pasado
miró a Cassie con una ceja arqueada.
hasta la noche antes de su boda. Se quedó
—Regresaré en cuanto convenza a Cassie de tan destrozada que se tragó un frasco entero
que venga conmigo. La casa necesita unas de pastillas. A la mañana siguiente la
reformas urgentes, Bailey. encontraron muerta y vestida de novia. Hoy
en día se dice que sigue vagando por su
Justin... —interrumpió Cassie antes de que
habitación, esperando a que su jugador vaya
Justin enumerara una lista de quejas
a buscarla. Los que tienen más imaginación
—Ya sabía que era una mansión antigua dicen que en las noches de tormenta él
cuando la alquilé, y las casas viejas siempre regresa para reclamar a su novia.
presentan problemas.
Cassie, vámonos —Justin la agarró del brazo
¿Algo serio? —Reed pareció repentinamente y abrió la puerta del coche.
preocupado.
Justin, espera, quiero preguntarle...
No, no, en absoluto —aseguró ella antes de
¡He dicho que nos vayamos! —había tal
que Justin pudiera responder.
autoridad en su voz que Cassie obedeció
Bien —Reed soltó una breve carcajada—. contra su voluntad.
Pensé que habías recibido la visita de
Cuando estaba en el coche—, Reed se
Adeline.
acercó y se inclinó sobre la ventanilla
Jayne Ann Krentz Página 58 Pasión o Venganza

abierta. aconsejó ella, divertida al ver su expresión


adusta.
Lo siento si te he asustado —dijo en tono de
disculpa—. Todo el mundo conoce la historia —Yo no soy un jugador, Cassie. Una vez
y nadie se la toma en serio. Solo es un tuve un casino, pero yo no jugaba.
cuento.
—¿Y?
—Claro —dijo ella mientas Justin arrancaba
—Y quiero dejarlo claro: no voy a fugarme
el motor. El Ferrari empezó a hacer ruidos.
con la nueva fortuna que has conseguido.
—Una cosa más —se apresuró a añadir Reed
—Sé que no lo harás. Después de todo, no
cuando vio que Justin estaba a punto de
voy a casarme contigo, así que no podrás
meter la marcha—. Mañana por la noche doy
tocar mi dinero.
una fiesta en mi casa. Me gustaría que
vinieras, y usted también, Drake, si aún Él le echó una fría mirada.
sigue por aquí.
—¿Te has cerrado por completo a la
—No creo que nos sea posible... —empezó a posibilidad de volver a casarte?
decir él, pero se vio interrumpido por Cassie.
—El matrimonio no me causó más que
—Me encantará acudir. ¿A qué hora? problemas. ¿Qué necesidad tengo de pasar
otra vez por ello? Dada mi situación, son
—A las seis en punto. Aquí tienes la
mucho más ventajosas las aventuras.
dirección —la garabateó en el dorso de una
tarjeta y se la tendió—. Te estaré Cassie notó que tenía las manos apretadas
esperando. Hasta mañana —se retiró al en su regazo. Se sentía furiosa consigo
tiempo que Justin empezaba a maniobrar el misma por la tensión que recorría su cuerpo.
volante para salir del aparcamiento. ¡No podía estar considerando algo tan serio
como casarse con el hombre que conducía a
—No tienes por qué ser tan grosero, Justin.
su lado! Una aventura era todo lo que quería
Reed solo estaba siendo amable. ¿Por qué
y lo que podía tener de Justin Drake.
has montado esa escenita? —le preguntó
con disgusto Cassie. ¿Has tenido muchas desde el divorcio?
—No me gusta la gente que cuenta historia —¡Docenas!
de fantasmas.
¿Por qué habría dicho eso? La respuesta era
—¡Qué ridiculez! Su historia al menos explica muy fácil. Intentaba demostrarle a Justin
algunas cosas, ¿no? Justin, ¿crees...? que para ella él no era nada fuera de lo
común
No, no creo —la cortó él con dureza—,
Adeline no dejó su vestido de novia sobre tu Era solo otro hombre con el que compartir
cara, pero alguien sí lo hizo. un romance, y no debía saber que estaba
desesperadamente enamorada de él. Su
Puede que el gato. ¿Y la figura de Drácula
única protección consistía en mantenerlo en
en tu balcón? Desde luego, no era el
la duda. Un hombre como un Drake
espíritu atormentado jugador.
aprovecharía cualquier debilidad que
Pero en una noche con tormenta se parecía encontrara en su propio beneficio.
a un jugador... Siempre me he imaginado a
No te creo, Cassie —dijo con voz amable la
los jugadores del siglo XIX como figuras
vez que esbozaba una sonrisa.
oscuras con capas...
Cree lo que quieras.
Fue un sueño, Cassie.
—Ya lo hago. ¿No te intensa saber lo que
Lo sé, pero es fascinante pensar en las
creo?
relaciones ¡Señor! Eso sí que es ambiente
miró por la ventanilla con la mirada perdida. —No me interesa en absoluto.
En mi opinión, tan solo son coincidencias —Lástima... Pero aun así voy a decírtelo. No
creo que hayas tenido muchas aventuras
—¿El qué?
desde tu divorcio. Incluso puede que
—El hecho de que el hombre del cuento ninguna.
fuese un jugador de mala fama.
—¿Cómo puedes estar tan seguro? —
—No te lo tomes como algo personal —le preguntó de mala manera. Justin tenía razón
Jayne Ann Krentz Página 59 Pasión o Venganza

y eso era lo más irritante. Desde que acabó sonriente. El ánimo le había subido al verlo
su matrimonio se había mantenido apartada bajar por el acantilado con el caballete.
de los hombres, y no quería que Justin
—Tal vez sea por esto por lo que tus
supiera que había sido el primero en
juguetes caros no te funcionan —sugirió él
seducirla de nuevo.
—. Los tratas con demasiada rudeza.
—Estoy completamente seguro. Alison y yo
—¿He de suponer que tú tratas mejor a los
hablamos del tema —dijo en un suave
tuyos?
murmullo.
—Mucho mejor —le lanzó una mirada
—¿Qué? —se quedó pasmada, observando
seductora.
su perfil—. ¿Hablaste con Alison de mi vida
amorosa? ¿Cuándo? ¿Cómo te atreves? ¿Qué Sí... ya he tenido ocasión de comprobar
te dijo? Solo mentiras, seguro. ¡Ella no tiene como los tratas, y me dio la sensación de
ni idea de cómo es mi vida! que no eras precisamente muy cuidadoso.
—Claro que sí. Es tu hermana, y las Los dos sabían que se estaba refiriendo a la
hermanas siempre se enteran de esas cosas. violenta escena que se había desarrollado
Lo sabes muy bien. aquella mañana en el dormitorio. Justin
endureció la expresión, pero no dijo nada.
—¡Pero no te lo contaría a ti! —exclamó en
protesta, pero la cruda realidad era lo Se sentó en una roca mientas Cassie
contrario. preparaba el material de acuerdo con las
instrucciones, y permaneció callado mientras
Sí lo hizo.
empezaba a aplicar las lecciones del libro.
¿Cuándo?
Aquella gaviota que está posada sobre un
El día que le dije que iba a romper con ella. saliente rocoso es perfecta —dijo con
Tuvimos una larga charla. entusiasmo—. Mira cómo la imagen captura
la esencia de la eternidad marina...
¡Oh, Dios mío! —cruzó los brazos al pecho y
se volvió hacia la ventanilla. Quería estar ¿De dónde has sacado esa frase? –le
seguro de lo que era capaz antes de ir en tu peguntó Justin.
busca —explicó él.
Capítulo tres de El zen y la pintura.
Cállate. No quiero seguir hablando de ello.
Está especialmente dedicado a los paisajes
Cassie, ¿por qué estás tan preocupada? Ella marinos —lo informó ella con cierta
se negó a contestar. De hecho, se negó abrir arrogancia.
la boca en todo el camino de regreso a la
Justín se recostó de espaldas sobre la
mansión. Cuando llegaron salió del coche y
superficie cálida de la piedra y arqueó una
corrió hacia la casa.
ceja.
¡ Cassie! —la llamó Justin—. ¿Adónde te
—Esto tiene que ser interesante.
crees que vas? —la siguió al vestíbulo y la
vio recoger unas pinturas y un caballete. En Media hora más tarde Cassie dejó el pincel y
una mano llevaba el libro de El zen y la observó la gaviota que había pintado
pintura. mediante la técnica del zen. Frunció el ceño
mientras se limpiaba las manos con un
—Me voy a la playa a pintar. ¿Es que no lo
trapo.
ves? —salió con la cabeza muy alta con todo
el material. —¿Qué opinas?
—Te ayudaré a bajar todo eso si de verdad —¿La verdad?
es lo que quieres hacer —Justin soltó un
—La verdad.
suspiro y le quitó el caballete sin estrenar.
—Parece que tu gaviota va a caer enferma
Cuando estaban bajando por el acantilado
de un momento a otro. Tal vez esté mareada
Cassie se volvió hacia él.
—dijo Justin, observando con atención la
—La verdad es que se te da bien —le pintura—. Y no creo haber visto nunca el
comentó dulcemente. agua de ese color. Quizá por eso la gaviota
esté mareada.
—¿El qué?
—¿Qué demonios sabes tú de pintura? —
—Cargar con las cosas por mí —respondió
Jayne Ann Krentz Página 60 Pasión o Venganza

preguntó ella, enfurecida. comer? Me está entrando hambre.


—Hice una cuantiosa inversión en paisajes Cassie deseó no haber dicho nada. No quería
marinos de la Costa Oeste —respondió con sacar de nuevo el tema de su hermana. ¿Por
frialdad. qué se lo había arrojado así a la cara? De
repente se sintió obligada a hacer algo.
—¿En serio?
Justin.
Así es. Empecé a coleccionar los cuadros
hace unos años, porque pensé que era lo ¿Mmm? —ya estaba subiendo por el sendero
que hacía la gente respetable de clase alta del acantilado, pero ella se quedó parada.
—confesó él—. De tanto comprar me acabó
Justin, una vez dijiste algo sobre que yo era
gustando bastante. Tengo que enseñarte mi
la sustituta de mi hermana.
colección cuando volvamos a la ciudad.
Él se detuvo y se volvió para mirarla. Ella le
¿Empezaste a coleccionar cuadros porque
mantuvo la mirada, con las manos en las
pensaste que era lo más apropiado? —le
caderas, en posición desafiante.
preguntó, olvidándose de su gaviota. Pobre
Justin... Se había pasado los años Sí, ¿y qué?
intentando comprar el respeto social.
¡Pues que no lo soy!
No sirvió de nada. Me convertí en el dueño
Ya lo sé —respondió tranquilamente.
de un casino en el que exponía obras de arte
—se encogió de hombros—. La gente lo Quiero decir que casándote conmigo no
tomó como un intento para impresionar a tendrías lo que buscas. No en términos de
todo el mundo a través de mis ganancias respeto social. Yo no me relaciono con la
ilícitas. En parte tenían razón, salvo que el clase de gente a la que dices querer unirte,
dinero era legítimo. Justin. Mis amigos no juegan al tenis ni van
a cruceros todos los años. Y las únicas
Cassie no supo qué decir. Se dio cuenta de
fiestas a las que voy son las que organiza
que sentía compasión por él, y se esforzó
Alison. Justin, ¿entiendes lo que estoy
por abandonar semejante credulidad. Pero
diciendo?
las mujeres enamoradas tendían a ser
compasivas e ingenuas, entre otras muchas Él permaneció en silencio unos pasos por
cosas... encima de ella. El viento azotaba sus negros
cabellos y los ojos la miraban
—Bueno, si eres—tan... experto, dime, ¿qué
profundamente.
opinas de mi pintura?
—Me estás diciendo que casándome contigo
—La enmarcaré para mi colección particular
no conseguiré respeto ni estatus social.
—prometió él. Los ojos le brillaban de
regocijo. —¡Eso es, maldita sea!
—Puedo hacerlo mejor —Pero eso no importa, pues ya me has dicho
que no piensas volver a casarte. De modo
—Puede.
que lo que ganara o no con eso está fuera
—¿Lo dudas? de toda discusión. Vamos a ser amantes, no
marido y mujer —sentenció, y se dio la
—No creo que sea el trabajo de tu vida,
vuelta para seguir subiendo.
nena. Creo que debes afrontar el hecho de
que tu carrera está en el mundo bursátil. Cassie sintió una repentina humedad en los
Sigue pintando si te gusta, pero que sea una ojos que no se debía precisamente a la
mera afición, igual que la poesía. Hazlo si te espuma de las olas. Se pasó la mano por los
brinda satisfacción, pero no intentes forzar párpados y recogió el libro del zen. ¿Por qué
un camino para el que ni estás hecha. había sacado el tema del matrimonio? Era lo
último que ella quería. Pero tenía que
—¡Un buen consejo de alguien que intenta
asegurarse de que Justin no hiciera planes al
hacer exactamente lo mismo! —espetó con
respecto.
enfado—. Por eso querías casarte con mi
hermana... ¿Para forzar un camino de —Creo que estamos progresando —comentó
respetabilidad social? Justin cuando ella lo alcanzó en el sendero.
—Otro punto para ti —dijo él, y agarró el —¿A qué te refieres?
caballete—. ¿Lista para volver a casa a
—Pareces creer que ya no estoy decidido
Jayne Ann Krentz Página 61 Pasión o Venganza

casarme con una mujer rica. Debía de saber el riesgo que corría —Justin
levantó un hombro en un gesto filosófico.
—Solo con una que tenga un buen estatus
social y que sea la puerta para una clase Cassie se estremeció. La noche había
selecta —murmuró ella. descendido sobre la vieja mansión junto al
mar, y en las sombras era difícil no pensar
Él esbozó su media sonrisa característica
en la leyenda de los dos amantes vagando
siguió andando hasta la casa. El gato negro
por los rincones.
estaba sentado en el vestíbulo, esperando
para saludarlos cuando Justin abrió la —Justin, ¿y si de verdad aparece en una
puerta. noche de tormenta para reclamar a Adeline
y se la lleva con él?
Supongo que tiene hambre —dijo Cassie
agradecida por cambiar de tema. El asunto —Puedo decirte una cosa —declaró él—. Si
del matrimonio la estaba deprimiendo. aparece esta noche en tu dormitorio tendrá
que vérselas conmigo.
Creo que te tiene un poco intimidada—
observó Justin, viendo cómo el gato la Cassie deslizó los dedos por la copa de
seguía a la cocina. brandy y levantó la mirada hacia él.
—Todo el género masculino me tiene —Justin, ya te he dicho que lo haremos a mi
temporalmente intimidada —replicó ella. Por modo. ¡No voy a dormir contigo esta noche!
suerte, él no la oyó. Prometiste que no me apurarías para tener
una aventura.
El resto del día transcurrió en una apacible
tregua. Justin la ayudó con la cena, luego —No he dicho que el fantasma vaya a
sirvió brandy para los dos y se sentaron encontrarme en tu cama. He dicho que me
frente a la chimenea. encontraría en tu habitación. Dormiré en la
silla.
—Tuvo que ser un hogar muy acogedor en
algún tiempo, ¿verdad, Justin? —preguntó —Eso es ridículo —estaba segura de que no
Cassie mirando al techo. Estaba decorado quería tener cerca a Justin. Sería demasiado
con pinturas descoloridas de la mitología peligroso.
griega.
—Igual que tu insistencia en quedarte aquí.
—Sí —respondió él, y pasó un brazo Voy a cerciorarme de que no pasas más
alrededor de ella—. Pero a finales de siglo noches sola. Puede que lo que haya ocurrido
este lugar estaba casi desierto. Hoy apenas tenga una explicación muy simple, pero no
sigue siendo más que un pequeño pueblo. voy a correr ningún riesgo. Te lo repito,
Seguramente la población siempre haya Cassie. No soy un jugador.
estado compuesta por leñadores y
—Justin, si intentas...
pescadores.
Él se inclinó hacia ella y le acalló las
—Tal vez por eso querían el barón y su
protestas con un beso rápido y violento.
mujer que su hija se casara con un hombre
rico de fuera —decidió Cassie—. No querían Cuando se retiró, los ojos le brillaban.
que Adeline tuviera que vivir aquí. Querían
—Conmigo estarás tan a salvo como quieras,
para ella una vida segura y agradable en el
cariño.
Este
Cassie comparó la idea de dormir sola en
Una vida respetable y lujosa.
esa habitación que parecía encantada con la
Sí... imprudencia de permitir que Justin se
quedara con ella. Sabía que estaría más a
Pero la gente siempre quiere lo que no
salvo con Adeline y su jugador, pero,
puede tener, ¿verdad? —preguntó él con un
sorprendentemente, se encontró a sí misma
suspiro—. Adeline quería a su jugador,
rindiéndose ante la insistencia de su
cuando podría haber tenido fama y riqueza.
penetrante mirada. Sería reconfortante
—¡Estaba enamorada! —exclamó Cassie en tenerlo cerca, se dijo, en un intento por
defensa de Adeline. ponerle sentido a la falta de protesta
interior.
—Estaba encaprichada. Y eso le costó la
vida. Y aunque sabía que era mucho más
inquietante y peligroso que reconfortante, no
¡ Y también al jugador! Era un jugador.
Jayne Ann Krentz Página 62 Pasión o Venganza

pudo resistirse a la orden que emanaba de —¡Claro que lo es!


sus ojos.
—De acuerdo. Pero me reservo el derecho a
—¿Me prometes que te comportarás como es revocar mi promesa si tú cambias de
debido? opinión.
—Si de verdad es eso lo que quieres... —Eso no va a suceder.
Jayne Ann Krentz Página 63 Pasión o Venganza

CAPITULO 9
Tenía que salir de la mansión, pensó Justin espalda las marcas de la pasión, no de la
mientras trataba de buscar una posición resistencia. Quería que lo necesitara y que
cómoda. No estaba dispuesto a pasar el gritase su nombre en los límites del
resto del mes durmiendo en esa vieja silla deseo. .Quería que solo pensara en él.
acolchada. Ni estaba dispuesto a seguir
Justin puso una mueca al pensar en la
durmiendo solo.
trampa en la que se había metido. No se
Giró la cabeza y vio a Cassie tendida en la había ganado su confianza. ¿Y cómo podía
cama. Pudo distinguir entre las sombras la hacerlo? Cassie parecía capaz de mantenerlo
alborotada mata de su melena castaña. a raya el tiempo que hiciera falta. Llegaba el
Estaba durmiendo con uno de sus largos turno para que la pequeña bruja se cobrase
camisones de algodón, bajo los que parecía su propia venganza.
encontrarse segura. Seguramente pensaría
Maldición... ¡La deseaba esa noche! Soltó un
que esos camisones eran tan modestos
débil gemido y miró el techo.
como el albornoz que alguna vez llevaba. Él
no le había dicho todavía que cuando la Quería estar en su cuerpo y en su cabeza.
miraba contra el fuego de la chimenea o No podía permitir que tomase el control de
contra la luz de la lámpara podía ver la situación, como ella había exigido. Cassie
perfectamente las curvas de su figura al Bond tenía que compartir algo más que su
trasluz. fuerza de voluntad, y no dudaría en hacerlo
sufrir por sus planes de venganza si pensara
No quería alarmarla. Justin había esperado a
que podía hacerlo.
que la habitación estuviera a oscuras para
quitarse los vaqueros y acostarse en aquella Aquella idea lo divirtió a pesar de su
silla tan incómoda. Había tenido que discutir incomodidad. Cassie volvería loco a un
mucho menos de lo que esperaba para hombre si ese hombre se lo permitía.
quedarse en su habitación. Justin Necesitaba a un hombre tan fuerte como
sospechaba que Cassie estaba mucho más ella. Alguien a quien no pudiera olvidar
asustada por los inexplicables sucesos de lo cuando la aventura acabase y pasara al
que quería admitir. Bueno, al menos eso le siguiente.
daba una excusa para estar cerca de ella.
La imagen de Cassie en brazos de otro
Pero estar cerca no era suficiente. Justin hombre lo sacudió con fuerza. Lo último que
sintió el doloroso deseo que le recorría el quería pensar era en el fin del romance.
cuerpo. Tenía que encontrar un camino a
Algunas aventuras duraban años, se recordó
través de las barreras que ella había
a sí mismo, aunque ninguna de las suyas
levantado. Un medio para atravesar el velo
duró tanto. Pero Cassie creía en el amor y
de desconfianza y arrogancia femenina.
en todas esas complicaciones. ¿Qué pasaría
Sabía que podría haberla poseído aquella cuando encontrase a un hombre que le
mañana, con o sin lámpara. Cassie era declarase su amor? Justin frunció el ceño.
demasiado pequeña y frágil. Hubiera sido Cuando eso ocurriera tendría que hacer lo
muy fácil quitarle la lámpara de la mano, mejor para ella.
sujetarla contra la cama y tomar posesión de
Y eso significaba quitar de en medio al otro
su
pretendiente. Después de todo, mientras
cuerpo. Cassie estuviera bajo su protección, él tenía
que protegerla contra las mentiras y las
El pensamiento de envolverse otra vez con
falsas promesas.
su abrasadora sensualidad lo hizo ser más
consciente del dolor que sentía en la Satisfecho por la decisión tomada, Justin
entrepierna. Volvió a cambiar de postura, volvió a pensar en el problema más
intentando encontrar algo de comodidad. acuciante. ¿Cómo podía vencer las reservas
de Cassie? Ciertamente, la seducción no se
Sí, podría haberla dominado... pero ella
estaba desarrollando según lo previsto.
tenía razón. No había placer en hacerlo
contra su voluntad. Él quería que lo Y también quedaba otra cuestión. Cómo
abrazara, que le rodeara la cintura con las sacarla de aquella mansión en ruinas. Ya
piernas, que con las uñas le grabara en la fuera por gatos endemoniados o fantasmas
Jayne Ann Krentz Página 64 Pasión o Venganza

juguetones, el instinto lo apremiaba a que la deseo.


llevase de vuelta a San Francisco.
Sus dedos descendieron por el muslo, y sin
Cassie podría encontrar su «potencial que pudiera evitarlo le dio un pequeño
artístico» en cualquier otro lugar. Menuda apretón. Estaba llegando demasiado lejos. Si
ingenua... Con un talento como el que ella se despertaba, todas las promesas y todo el
poseía para las operaciones bursátiles, autocontrol que había conseguido hasta el
¿quién se preocuparía de buscar otras momento no habrían servido de nada.
habilidades?
Cassie parecía seguir durmiendo. ¿Notaría si
Por lo que Alison le había contado, Cassie él se tumbaba a su lado? Justin hubiera
podría ganar tanto dinero como quisiera. entregado su alma a cambio de sentir sus
piernas contra las suyas. ¿Cuánto valdría el
El problema estaba en que a ella no le
alma del ex propietario de un casino?
interesaba el dinero. Sí..., definitivamente,
¿Cuánto pagaría el diablo por un hombre con
necesitaba que alguien la guiase. Alguien en
un pasado de sombras y violencia?
quien pudiera confiar, y él no se lo había
facilitado mucho. Cassie se movió cuando él empezó a
acostarse junto a ella. Maldición, no tendría
Y en esos momentos la deseaba con tanta
que haber iniciado semejante tortura. Si
fuerza que no soportaba la idea de pasarse
abría los ojos...
meses esperando su confianza. Apartó la
manta y se puso de pie, desnudo a la luz de Cassie abrió los ojos y giró lentamente la
la luna. Se acercó lentamente a la cama y cabeza. Estaba medio dormida, pero podía
contempló su dulce y tentadora figura sentir su presencia. Justin se quedó helado,
acurrucada. Sus largas y espesas pestañas con la mano sobre su muslo, esperando la
le cubrían sus fascinantes ojos dorados. inevitable explosión.
Unos ojos que revelaban la fuerza que ardía
—¿Justin? —su voz expresaba somnolencia,
en su interior.
pero no terror—. Justin, ¿qué estás
La curva de su cadera atrajo su mano con un haciendo?
poder mágico. Se sentó con cuidado en el
Él se humedeció los labios y buscó
borde de la cama y le acarició el muslo con
desesperado una respuesta que lo sacara de
los dedos. Si se despertara en ese momento
aquel embrollo.
y lo encontrase tan cerca de ella le entraría
el pánico. Tenía que ser muy cuidadoso, y —Cariño, solo quería estar cerca de ti unos
no dejarse llevar por el irrefrenable deseo minutos, para tocarte. Yo... Cassie, no
que aquella mañana lo había empujado a quiero vender mi alma al diablo esta noche
tomarla entre sus brazos. dijo sin pensar—. Antes prefiero entregártela
a ti —entonces, incapaz de contenerse por
Había estado convencido de que Cassie
más tiempo, acercó la cabeza en busca de
sucumbiría cuando se viera atrapada. Pero la
su boca.
realidad había sido muy distinta, y Justin
sabía que la rendición iba a costarle algo Esperaba encontrarse con una resistencia
más que un ataque sorpresa. Había sido feroz; pero, para su asombro y agrado,
mucho más fácil la primera noche, cuando encontró una aceptación que estuvo a punto
fue ella quien acudió a su habitación para de volverlo loco.
protegerse de una pesadilla.
—¡Oh, Dios! ¡Cassie!
Deslizó suavemente la mano por la cadera,
No iba a luchar contra él, tal vez porque sus
y, poco a poco, fue aumentando la presión.
defensas estuvieran aún dormidas. O tal vez
Justin intentó contenerse, sabiendo que si se
porque había sabido cómo tratarla. Fuera
despertaba de golpe no habría nada que
como fuera, Justin no iba a perder el tiempo
hacer.
en cuestionarse su suerte. La acercó a su
Solo la tocaría un poco más y luego volvería cuerpo, entrelazando los dedos en sus
a la silla incómoda y dura... cabellos, y deslizó una pierna entre las
Desgraciadamente, la silla no era lo único suyas.
duro esa noche.
Tendría que ir despacio, pensó, y permitir
Era un imbécil por estar torturándose así. que se excitara. ¿Qué le estaba ocurriendo?
Sabía que no podría volver á dormirse y que Tenía demasiada experiencia para
se pasaría la noche luchando contra el comportarse con tanta desesperación. ¿Por
Jayne Ann Krentz Página 65 Pasión o Venganza

qué no podía contenerse lo suficiente para Tras unos momentos que parecieron
hacer las cosas bien? interminables, Justin la acercó a él. Le
extrañaba que estuviese tan callada, pero
—¿Justin? —el sonido del nombre en sus
estaba demasiado contento para
labios lo hizo gemir. Cassie no intentaba
preguntárselo. Lo haría por la mañana,
detenerlo, solo estaba un poco confusa.
decidió. Hablarían de todo por la mañana.
—Cassie, cariño, rodéame con tus brazos — Ella tenía que comprender que le pertenecía.
le ordenó con voz ronca—. Abrázame y
Pero por la mañana Cassie seguía en
sujétame con fuerza. Esta noche te necesito
silencio. No estaba malhumorada ni
más que nunca. Tengo que hacerte mía,
resentida, simplemente parecía sumida en
cariño. Tengo que hacerte mía de nuevo.
sus propios pensamientos.
Todo en su interior había estallado. Era
incapaz de retener el control, y la pasión que
le ardía en las venas iba más allá de Cuando Justin despertó no la encontró en la
cualquier razonamiento lógico. Cassie estaba cama. Se había levantado y estaba en el
con medio cuerpo bajo el suyo y no se baño, y cuando él se puso en pie ya estaba
resistía. Esos dos factores estaban liberando vestida.
cada una de las fantasías que había
Lo saludó amablemente, como si fueran
albergado desde que la vio por primera vez.
simples compañeros de habitación en vez de
El deseo más profundo lo empujaba a saciar amantes, y bajó a la cocina para preparar el
su anhelo. Agarró el borde inferior del desayuno. Cuando él acabó de vestirse y
camisón y lo subió hasta la cintura. bajó, la vio dando de comer al gato.
Todo iba mal, intentó decirse a sí mismo. —¿Tienes hambre, Justin? —le preguntó con
Tendría que haber desabrochado el camisón una sonrisa cortés y una mirada esquiva. Le
con lentitud y haberlo abierto con dulzura sirvió un vaso de zumo y llevó la bandeja a
sobre sus pechos. Tendría que estar la mesa del comedor—. Supongo que
preocupándose por despertar la sensualidad deberíamos usar la salita para desayunar,
que aguardaba bajo él. Demonios... ¿por pero es más impresionante tomarlo aquí,
qué no podía ir despacio esa noche? ¿no crees?
¿Lo odiaría por el ansia y las prisas que Justin se sentó en el otro extremo de la
estaba demostrando? Quería impresionarla mesa. Frunció al ceño al pensar en la
con sus habilidades, pero no podía parar. manera de sacar el tema de la noche
¡Tenía que hacerlo sin perder más tiempo! anterior. ¿ Por qué Cassie no lo estaba
recriminando ni acusando de haber violado
El calor de sus muslos lo rodeó cuando se
el acuerdo? ¿Por qué no se estaba quejando
inclinó entre sus piernas. Podía sentir las
de su egoísmo o de lo que fuera? ¿Por qué
uñas en sus hombros y los pezones contra
parecía ignorarlo todo?
su pecho, como bayas endurecidas a través
del algodón. —Cassie... —empezó a decir con firmeza.
—Cassie, Cassie... No puedo esperar. ¡Te —Creo que hoy empezaré con ese libro que
necesito! explica cómo sacar el talento de la escritura
del hemisferio derecho del cerebro —anunció
Ella no intentó resistirse, y a Justin le dio un
ella dando un mordisco a su tostada.
vuelco el corazón cuando vio que se abría a
él sin reservas. Con un gemido ronco se Justin apretó la mandíbula. Lo estaba
apretó contra su cuerpo y se perdió en la evitando a propósito. Parecía tan inocente
incomparable sensación de introducirse en allí sentada, con el recogido ligeramente
su interior. Ella lo recibió con un suave torcido a un lado y algunos mechones
quejido, y lo rodeó con los brazos y las sueltos por los hombros. Se había puesto
piernas. Justin se abandonó por completo a una camiseta a rayas y unos vaqueros
la pasión que ardía entre ellos. desgastados, como si su intención fuera irse
a jugar a la playa.
La escalada de placer acabó en una
explosión que los envolvió en una nube de —Cassie —intentó llamarle la atención de
delicia. Justin gritó la culminación del nuevo—, creo que tenemos que hablar.
orgasmo mientras sentía el estremecimiento
—Mmm... Luego, Justin. Quiero empezar a
de Cassie.
leerme el libro cuanto antes, a ver si por la
Jayne Ann Krentz Página 66 Pasión o Venganza

tarde ya puedo escribir algo. ¿Qué se le estaría pasando por la cabeza?


¿Estaría planeando algo? ¿Pensaría en lo
—Maldita sea, Cassie, ¡no vas a aprender a
sucedido la noche anterior? Volvió a recordar
escribir leyendo un libro! ¡Esa clase de libros
que no le había dado razón para que
es una patraña!
confiara en él. Tal vez había decidido que lo
—¿Y tú cómo lo sabes? —preguntó ella mejor era ignorarlo hasta se le ocurriera una
dulcemente. forma de escapar. Justin desistió de hacerla
hablar y se concentró en averiguar los
—¡Porque está claro! —estaba perdiendo el
pensamientos de Cassie
control, y eso era lo último que quería hacer.
Seguro que planeaba su huida. No podía
—Oh, está bien, pero si no te importa, creo
tratarse de otra cosa. No confiaba en él y
que lo decidiré por mí misma. Hoy te toca a
sabía que no podía resistirse por la fuerza,
ti lavar los platos —concluyó, se levantó con
de modo que iba a comportarse de una
rapidez y salió del comedor.
manera fría y despreocupada hasta que
Justin miró los platos que había dejado encontrase una salida.
sobre la mesa. Los dos días anteriores
¿No se había dado cuenta de que él la
habían fregado juntos. ¿Cómo podía ser su
seguiría, sin importar adonde fuera? Ella le
obligación?
pertenecía.
De algún modo había conseguido mantenerlo
Más tarde, mientras ella se afanaba en
desconcertado para el resto del día. Justin
escribir algo sobre la mesa de la biblioteca.
no sabía lo que estaba pasando, pero
Justin pensó en enumerar las razones por
empezaba a sospechar que estaba siendo
que deberían volver a San Francisco.
manipulado.
Pero algo le dijo que Cassie no haría caso de
Al menos fue eso lo que pensó en ese
sus comentarios.
momento. Al siguiente se preguntó si habría
traspasado la raya. Fue a buscarla a la Llevaba un rato mirándola de reojo,
biblioteca, donde la encontró concentrada ni mientras fingía leer un viejo libro de
el libro. Historia. Si intentaba huir él se lo impediría,
y entonces tendrían una larga charla.
Cassie, quiero hablar contigo sobre lo
ocurrido anoche. Satisfecho con la solución tomada, se pasó
el resto de la tarde intentando concentrarse
Ella levantó la cabeza y lo miró.
en el libro. Cada vez que Cassie salía de la
—Eso me recuerda que esta noche tenemos biblioteca para tomar una taza de té o
que ir a esa fiesta. estirar las piernas, él escuchaba con
atención para asegurarse de que no subía
—No sé lo que tiene que ver la noche de hoy
las escaleras a por las llaves del Ferrari.
con la de ayer.
Seguramente lo intentaría esa noche, por lo
—Las noches suelen venir una detrás de
que tendría que tener especial cuidado.
otra, ¿no lo sabías? —cerró el libro—. Vamos
Justin puso una mueca de desagrado. No iba
a pasear por la playa.
a poder dormir mucho hasta que ella
Él dudó, preguntándose si lo estaría evitando aceptara la situación.
de nuevo. Finalmente asintió. Si paseaban
—Creo que deberíamos irnos sobre las siete
juntos tendría una buena oportunidad para
—dijo Cassie mientras estaban cenando.
sacar el tema.
—¿Ir a donde? —preguntó él.
Pero no le resultó tan fácil. En primer lugar
una fuerte brisa soplaba sobre el mar, —¡A la fiesta de Reed!
haciendo que las olas se estrellasen
—Oh... Está bien. A las siete —volvió a su
impetuosas contra las rocas. Así era casi
comida. No tenía ningún interés en acudir a
imposible llevar una discusión. Cada vez que
la fiesta de Reed Bailey.
él lo intentaba, Cassie se volvía para
examinar las algas, los cangrejos o cualquier Y seguía sin tenerlo cuando llegaron a la
otra cosa que saliera del mar. Tras veinte casa de Reed, sobre los acantilados al otro
minutos de infructuosos intentos, Justin se lado del pueblo. No le gustaba ese hombre
dio cuenta de que no quería hablar. ni el modo en que se comportaba con
Cassie.
Entonces empezó a preguntarse por qué
Jayne Ann Krentz Página 67 Pasión o Venganza

Si Reed conociera la habilidad de Cassie para de Justin y se aproximó mas aún—. Me


ganar dinero, seguramente revelaría mi aburro tanto aquí que he pensando en volver
cambio de actitud. Había algo demasiado a Los Ángeles por la mañana. Si tú también
amistoso en él... No, a Justin no le gustaba estás aburrido, tal vez podríamos divertirnos
nada. juntos.
Por otro lado, ¿qué le pasaba a Cassie? —Disculpa —repitió él—, pero no estoy
Apenas le había dirigido la palabra en todo el precisamente aburrido. ¿Serías tan amable
día, y allí estaba, charlando amigablemente de — soltarme el brazo?
con Bailey. Justin se sirvió otra copa de vino
—Pero si no te aburro, ¿por qué quieres que
y se preguntó cuánto tiempo le permitiría
te suelte? —preguntó ella sin perder la
quedarse a Cassie antes de llevarla de
sonrisa.
vuelta a la mansión.
—No me has entendido. Es la mujer a la que
La casa estaba abarrotada de gente. Parecía
estoy buscando la que hace que no me
que todo el pueblo hubiera sido invitado, lo
aburra. Ahora, si no te importa, tengo que
que no era nada extraño en una pequeña
irme.
aldea. Cualquiera que se quedara fuera se
sentiría muy ofendido, pensó Jus—tin. Evelyn puso un provocativo gesto de
Entonces alzó la mirada y vio a una mujer decepción con los labios.
alta y pelirroja que se acercaba a él. Le
—¿Sabes que me recuerdas a alguien?
recordó un poco a Alison, aunque la
hermana de Cassie era rubia. Las dos tenían —Lo sé. Al conde Drácula. Suele pasarme.
el mismo aire sofisticado y las dos eran muy Perdona —se soltó del brazo y se perdió
guapas. entre la multitud. Era más alto que la
mayoría de los asistentes, por lo que tendría
—Hola, soy Evelyn Anderson. Supongo que
que haber visto sin problemas el
eres otro de los que viene a pasar una
desmelenado cabello de Cassie. Pero no la
temporada al pueblo. ¿Qué casa has
vio por ninguna parte.
alquilado? La mía esta bajando por la
carretera, a un kilómetro de aquí. Si Reed Bailey se había atrevido a sacarla
para tomar el aire y un rápido coqueteo, iba
—Estoy en la vieja mansión de la colina —
a arrepentirse muy pronto. Justin no dudaría
respondió él. Miró a su alrededor buscando a
en machacarlo si lo encontraba a solas con
Cassie. Unos minutos antes había estado con
Cassie.
Bailey junto a las puertas correderas de
cristal. Pero no estaban en el salón ni tampoco en el
porche. Justin se aproximó a la barandilla y
—¿La vieja mansión? ¡Qué interesante! He
escudriñó entre las sombras. Se aproximaba
oído que quieren declararla sitio de interés
otra tormenta. El viento soplaba con fuerza y
histórico. ¿Qué estás haciendo en un lugar
las nubes cubrían la luna. Desde el porche
como este, tan apartado de la mano de
era muy difícil ver a alguien en el sendero
Dios? Yo he venido porque pensé que sería
que bajaba por el acantilado. Maldición...
un buen lugar para recuperarme del
¿dónde se habría metido Cassie?
divorcio. Imagínate qué trauma. Richard se
comportó como un bastardo en el acuerdo. Tal vez hubiera sido lo bastante tonta para
No fue ni la mitad de generoso que Henry. permitir que Bailey se la llevara a dar un
La próxima vez que me case firmaré antes paseo por el camino. ¿No sabía que él jamás
un contrato. Es lo mejor hoy en día, ¿no te le permitiría que hiciera tales cosas con
parece? otros hombres? ¿Lo había hecho para
enfurecerlo? Quizá intentase ponerlo celoso,
—Eh... discúlpame —murmuró Justin—. He
pensó mientras bajaba los escalones que
perdido de vista a alguien.
conducían al sendero. ¿Podría hacer Cassie
—Oh, ¿a quién? algo así?
A la mujer a quien intento seducir. No, eso no tenía sentido. Cassie no podía
ponerse a jugar cuando estaba planeando
Evelyn Anderson esbozó una sonrisa
una fuga. Pequeña idiota... Empezó a bajar
encantadora.
por el sendero en sombras, mirando a su
—No busques más. Mi divorcio habrá alrededor.
acabado en pocas semanas —agarró el brazo
—¡Cassie! —gritó, pero los aullidos del
Jayne Ann Krentz Página 68 Pasión o Venganza

viento apagaban cualquier otro sonido—. Mira, voy a echarte mi cinturón —se desató
el ancho cinturón de cuero y se tumbó
¡Cassie!
bocabajo sobre el borde. Agarra el extremo
Aceleró el paso, agradecido por ver tan bien y tiraré de ti hacia arriba. Vamos, cariño, no
en la oscuridad. ¿Dónde demonios estaba? tengas miedo. Solo son un par de metros.
¿Hasta dónde habría ido con Bailey?! Hacía No te pasará nada.
bastante frío, y Cassie no llevaba ningún
¿Nada, Justin? —le preguntó con más
abrigo o chaqueta. Era la única invitada que
serenidad que nunca. A la luz de la luna
se había presentado en vaqueros.
Justin pudo ver el miedo en sus ojos.
—¡Cassie! ¡Respóndeme! —el viento solo
—Cassie, ¿qué pasa? ¡Agárrate al cinturón!
dejaba oír el ruido de las olas chocando
Estás congelada, y después de una caída así
contra el acantilado.
puedes estar traumatizada.
Entonces la oyó.
—No ha sido una caída, Justin. Me han
Era solo el débil eco de una voz pidiendo empujado —respondió ella. Rozó con los
auxilio, apenas audible entre el viento y las dedos el extremo del cinturón, pero no
olas, pero Justin solo tenía oídos para esa intentó agarrarlo.
voz.
Y de repente él lo comprendió todo. Alguien
—¡Socorro! ¡Aquí! había empujado a Cassie por el acantilado, y
el candidato más probable era él mismo.
Justin echó a correr por el borde rocoso en
la dirección del grito. Pronto descubrió que la Para Cassie nadie más tendría un motivo
voz proveía de abajo. para empujarla a la muerte. Y temía que si
agarraba el cinturón, Justin lo soltara y ella
—¡Oh, Dios mío! ¡Cassie! —masculló entre
cayese al vacío.
dientes al verla. Estaba tendida sobre una
roca, unos metros por debajo de él. En esos momentos le estaba pidiendo que le
confiara su vida, y nunca le había dado
Ella levantó la mirada y lo vio, al tiempo que
razón para creerlo.
las nubes se apartaban y la luz de la luna
iluminaba la escena. Tenía el rostro Justin sintió que ardía por dentro de furia.
congelado por el horror, y en ese momento ¿Quién demonios era Cassie Bond para
Justin sintió un temor desconocido para él. dudar de él?
Lentamente, Cassie se puso en pie, con
¡Ella le pertenecía!
piernas temblorosas, sin dejar de mirarlo. Se
apoyaba sobre el pie derecho, pero si solo se —¡Maldita sea, Cassie! —gritó con toda la
había torcido un tobillo podía considerarse fuerza que pudo para hacerse oír—. Agarra
afortunada. Había sido una caída el cinturón. Si quisiera matarte no me habría
milagrosamente corta. Medio metro más en molestado en empujarte por el borde. Me
cualquier dirección y se habría despeñado perteneces y yo me preocupo en cuidar de lo
entre las rocas. que es mío. ¡Agarra el cinturón ahora mismo
o tendré que estar gritando hasta el
Habría caído inconsciente en la playa, y la
amanecer! ¿Me oyes, cariño?
marea se la habría tragado... Justin se dio
cuenta de que también él estaba temblando. Se produjo un momento lleno de electricidad
Cassie había estado a punto de morir! sobre la piedra. Cassie seguía mirando el
Cassie, ¿estás bien? endurecido rostro de Justin, y entonces se
dio cuenta de una verdad absoluta. El amor
Estoy viva, si te refieres a eso —lo dijo con
suponía confianza. Te oigo, Justin —dijo en
tanta calma que él apenas pudo oírla.
su tono más sumiso.
Jayne Ann Krentz Página 69 Pasión o Venganza

CAPITULO 10
El Ferrari negro cruzaba la noche a toda despidiera de nuestros anfitriones! —Justin
velocidad en dirección a la casa de la colina. la había llevado directamente al coche, y
Cassie temblaba en el asiento del pasajero nadie de la fiesta supo que se marchaban.
mientras el interior del coche se caldeaba
—Te maltrataré todo lo que quiera —espetó
poco a poco.
él mientras sacaba la llave de la puerta de la
—Qué suerte —murmuró—. La calefacción cochera—. Estoy en mi derecho.
del coche funciona.
—¿Tu derecho? —preguntó llena de furia—.
Justin no pareció haberla oído. Tenía la vista ¿Qué quieres decir con “tu derecho»?
fija en la carretera, con una expresión dura y
¡Solo porque te quiera, Justin Drake, no
sombría.
significa que tengas ningún «derecho» sobre
—Cuando lleguemos te darás un baño, mí!
tomarás algo caliente y haremos las maletas
La puerta se abrió, y Justin se quedó en el
para marcharnos enseguida.
umbral al oír la voz de Reed Bailey que
—¿Esta noche? —preguntó ella sorprendida provenía de la oscuridad.
—. Estoy muy cansada, Justin. ¿No
—Qué conmovedor... —dijo Bailey, y se
podríamos esperar hasta mañana?
acercó a ellos para que pudieran ver la
—Ni hablar. Llamaremos a la policía desde pistola que llevaba en la mano—. Y qué
un motel y le contaremos lo que ha ocurrido. estúpido. De modo que conseguiste subir al
¿Llegaste a ver a quien te empujó? acantilado, ¿eh, Cassie? Es una lástima que
no te quedarás más tiempo en la fiesta,
—No —Cassie se estremeció al recordarlo—.
Drake. Ha sido un error volver aquí tan
Todo pasó muy deprisa. Iba caminando por
pronto. Un grave error.
el sendero del acantilado, contemplando la
vista, y de pronto algo o alguien me dio un Justin masculló una maldición en voz baja y
fuerte empujón por la espalda —el horror empezó a bajar a Cassie al suelo, sin dejar
que sintió en aquel momento tardaría mucho de mirar a Bailey. Cassie sintió la tensión
tiempo en olvidarlo. que lo recorría.
—Has tenido mucha suerte de caer sobre —No, no la sueltes, Drake. Prefiero que
aquella roca. tengas las manos ocupadas. Eso evitará que
hagas alguna tontería. No tengo mucho
—Sí... —Cassie esbozó una tímida sonrisa.
tiempo. Mi socio estará aquí en cualquier
—Maldita sea, Cassie. ¿Qué estabas momento. No quiero que se piense nada
haciendo ahí fuera? —preguntó él con raro. Se pone nervioso fácilmente. ¡Muévete!
enfado. Seguía enojado desde que la
Justin dudo un momento antes de obedecer.
rescató.
Sostuvo a Cassie en sus brazos y dejó que
—Ya te lo he dicho. Reed me sugirió que Bailey los condujera por el pasillo.
saliera a contemplar la vista.
Cassie se mordió el labio cuando supo
—¿Y tú te creíste ese viejo truco? adonde iban.
—¡Él no vino conmigo! ¡Fui yo sola! —Cassie —Espera. Yo abriré la puerta —dijo con
se dio cuenta de que también ella se estaba burlona cortesía mientras abría la puerta del
enfadando. sótano—. Bajad ahí, y os recomiendo que
estéis callados hasta que se haya ido mi
—Sí, claro... —dijo él con ironía mientras
visitante. Como ya he dicho, es muy
aparcaba junto al Ferrari rojo.
nervioso, y si sospecha que hay testigos
—¡Es la verdad, Justin! cerca querrá asegurarse de que son
eliminados antes de salir.
—Vamos, sal del coche. Quiero que te des
un baño caliente enseguida —le abrió la En ese momento se oyó el motor de un
puerta y la sacó en sus brazos. coche. La tormenta arreciaba con más
fuerza, y Cassie sintió que el corazón se le
—Justin, deja de maltratarme, ¿quieres?
desbocaba en cuanto Justin pisó el primer
Llevas así desde que me sacaste del
peldaño. La puerta se cerró tras ellos y
acantilado. ¡Ni siquiera dejaste que me
Jayne Ann Krentz Página 70 Pasión o Venganza

quedaron sumidos en la oscuridad. —¿Lo de que no mataras a Reed? Pues claro.


Además...
—Voy a dejarte en el escalón, Cassie. Ten
cuidado. ¿Puedes apoyarte en el tobillo? —Eso no. Dijiste que me querías.
—Sí. Duele un poco, pero la torcedura no es —Ah, eso... —¿dónde estaba? ¿En las
grave. No puedo ver nada. ¿Dónde está tu escaleras?
famosa linterna?
—Sí, eso. Respóndeme, Cassie. Ella respiró
—Arriba, en tu habitación —respondió él con profundamente antes de contestar.
un gruñido. La agarró por la mano y empezó
—Lo dije en serio, Justin.
a bajar lentamente las escaleras—. Atención.
Recuerda el peldaño que falta. —En ese caso tendremos que discutir
muchas cosas cuando salgamos de aquí, ¿no
Con mucho cuidado la guió hasta que
te parece?
llegaron al húmedo suelo de piedra. No se
veía nada, pero el frío de las sombras no Cassie no dijo nada. ¿Eso era todo lo que iba
necesitaba ser visto. a conseguir a cambio de una declaración de
amor? ¿Una «discusión»? Pero claro, Justin
Cassie suspiró y buscó el calor en los brazos
no creía en el amor. De él podía recibir
de Justin.
protección, fidelidad, una implacable crítica
—Supongo que fue Reed quien me empujó. de sus esfuerzos artísticos...
Justin la abrazó con fuerza por el hombro. — ¡Oh, Dios mío! —exclamó de repente
poniéndose en pie.
—Lo mataré.
—¿Qué ocurre, Cassie? —preguntó él desde
Ella se estremeció por algo más que por el
la oscuridad.
frío. Justin había pronunciado sus palabras
como una inquebrantable ley natural. —Es ese maldito gato —dijo ella suspirando
de alivio cuando reconoció a la criatura que
—Si salimos de esta lo denunciaremos a la
le rozaba la pierna—. Me ha dado un susto
policía.
de muerte. Pensé que era una rata o algo
—Pueden quedarse con el cuerpo. peor —se inclinó y tocó con la mano la
cabeza del animal.
—Justin, sé que se te dan bien cosas como
la venganza y dar lecciones a la gente, pero —¿Cómo habrá entrado aquí? —preguntó
no quiero llevar sobre mis espaldas la carga Justin acercándose a ella—. Parece que se
de un asesinato —sintió que él se movía conoce bien esta casa.
hacia donde suponía que estaba la pared—.
—Puede que sepa algunas cosas que
¿Justin?
desconozcamos... como atravesar las
—Estoy aquí. Recuerdo que uno de los paredes.
baúles estaba contra esta pared. Siéntate,
—Puede —repuso él pensativo—. Lástima
Cassie, mientras yo exploro esto.
que no pueda hablar —añadió en tono
—¡No puedes ver nada en la oscuridad! — pesaroso, y volvió a alejarse.
protestó ella, pero obedeció y se sentó en el
—¿Qué haces? —le preguntó Cassie mientras
baúl, que crujió un poco bajo su peso.
acariciaba al gato. Parecía reclamar
—Entra algo de luz por la rendija de la atención, y no era un animal al que se le
puerta. pudieran negar sus exigencias.
—¡Solo un gato podría ver algo en un sitio —Preparar una sorpresa para nuestro amigo
como este! Bailey. Tenemos que hacer que baje y que
deje la puerta abierta. No conseguiríamos
—Un gato u otras criaturas de la noche, ¿eh?
nada si se volviera a cerrar sola mientras
—Justin, este no es el momento para chistes nos ocupamos de él. Podríamos estar
de vampiros. golpeándola durante horas y no hacerle
ningún rasguño.
—Lo siento, cariño. Pero no es exactamente
un chiste. Tú me ves como una especie de Cassie puso una mueca y siguió acariciando
Drácula, ¿no? ¿Lo que me dijiste antes iba al gato, que maullaba sin parar.
en serio?
—Es muy alentador oírte hablar como si
Jayne Ann Krentz Página 71 Pasión o Venganza

pudiéramos ocuparnos de Bailey. facilidad—. ¡Justin! ¡Aquí! Él estuvo junto a


ella en un instante.
—Podremos hacerlo si tengo el tiempo
suficiente para sabotear la escalera. —Es una pequeña puerta. Parece estar
hecha de madera. Pero no la vi cuando
—Me preguntó por qué este estúpido gato se
estuve examinado esto con la linterna...
ha vuelto de repente tan afectuoso.
Vamos, Cassie. No es seguro que funcione la
—Seguramente tiene hambre y quiere saber trampa de la escalera. Esta es una opción
cuándo vas a darle de comer —dijo Justin mejor.
mientras divagaba en la escalera—. Al pisar
—¿Qué? No lo entiendo... empezó a decir,
oí el ruido de una astilla...
pero él ya la estaba empujando a través de
—Justin, yo... ¡Maldito gato! ¿No ves que la puerta. Tuvo que agacharse para entrar.
ahora no puedo darte de comer? Al otro lado sus dedos tocaron una escalera
que ascendía en las sombras.
El animal se separó de su lado y maulló con
más fuerza. A los pocos segundos volvió y le —Sube con mucho cuidado. No sabemos en
restregó el rabo contra las piernas. Hizo lo qué estado se encontrará. Iré detrás de ti
mismo varias veces, y cada vez que volvía por si resbalas. Y vigila la cabeza.
parecía estar más impaciente.
—Justin, se ve un poco de luz arriba. Creo
Igual que un gato que quisiera salir..., pensó que hay una puerta.
Cassie. Iba de la puerta a la persona que se
—Sigue subiendo. Quiero llegar hasta el
suponía que tenía que abrirla.
segundo piso. Eso nos daría una buena
—¿Cómo has entrado aquí? —le preguntó en oportunidad para sorprenderlo. Procura no
un susurro. Era imposible verlo, pero podía hacer ruido ahora.
sentir que estaba a sus pies.
Cassie obedeció, porque podía oír el
El gato soltó otro maullido y volvió a murmullo de unas voces. Intentó orientarse,
alejarse. Esa vez Cassie le tocó el rabo y se y finalmente decidió que la puerta que
levantó para seguirlo. El animal se paró ante acababan de pasar estaba a la altura de la
lo que parecía ser una sólida pared de despensa. Tal vez en el interior de la
ladrillo. despensa. Siguió subiendo, palpando la
pared con las manos, y pronto se encontró
—¿Cassie? —la llamó Justin desde la
en una estrecha escalera de caracol.
escalera—. ¿Qué estás haciendo?
Cuando vislumbró otra rendija de luz se paró
—No lo sé. Parece que el gato quiere salir y
frente a lo que tendría que ser otra puerta.
se ha parado frente a una pared, como si
esperase que yo le abra. —¿Aquí? —preguntó en voz baja.
Justin llegó a su lado y se puso a palpar la —Aquí —respondió Justin. Pasó a su lado y
pared. empujó la puerta. Se abrió con la misma
facilidad que la del sótano. No era extraño
¿Qué será lo que él sabe y nosotros no?
que el gato pudiera haber entrado.
—¿Puedes ver algo?
Cuando emergieron de las sombras se
—No. Aquí no llega suficiente luz desde la encontraron en una pequeña habitación
puerta. donde el gato estaba esperándolos.
El gato soltó un último maullido y —¡Es mi vestidor! —dijo Cassie sorprendida.
desapareció. La puerta oculta se abría en un panel de
madera, invisible a menos que se supiera
—¡Justin!
dónde presionar.
—Lo sé. Como decías, el gato sabe cómo
Justin la hizo callar y salió al dormitorio con
atravesar las paredes. Y lo que una criatura
el gato pegado a sus talones. Formaban la
de la noche sepa hacer... debería saber
pareja perfecta.
hacerlo otra.
—¿Justin?
Cassie se puso también a tocar la pared.
—Quédate aquí, Cassie. No tenemos mucho
—Es sólida... —apenas lo había dicho cuando
tiempo.
su mano tocó una superficie que se
deslizaba hacia dentro con sorprendente En ese momento se oyó el ruido de un coche
Jayne Ann Krentz Página 72 Pasión o Venganza

que se alejaba. El «socio» de Reed Bailey, tarde.


sin duda, lo que significaba que Bailey iría
—Justin, si me quieres la mitad de lo que yo
rápidamente al sótano para acabar con sus
te quiero, ¡no lo mates! –
testigos. Aunque ni Justin ni Cassie
entendían muy bien la razón de todo Le suplicó ella. Se quedó de pie a su lado,
aquello, sabían demasiado. Y habían visto su llena de miedo y desesperación. Sabía que
arma. no tenía la suficiente fuerza para detenerlo,
y que tendría que ver cómo su amado
Cassie corrió hacia la puerta cuando Justin la
cometía un crimen tan horrible.
cerró a su paso. Comprendía que había que
detener a Bailey, pero no podía dejar que Entonces Justin levantó la cabeza y la miró
Justin lo matara. Hasta la venganza tenía con ojos ardiendo de furia salvaje.
sus límites.
—¡Ha intentado matarte!
Abrió la puerta de la habitación y salió con
—Pero tú me has salvado. Déjalo ya, Justin.
cuidado al pasillo. Casi toda la casa estaba a
oscuras, salvo algunas luces del piso inferior. Te quiero. No quiero que lo mates por mí.
Oyó los pasos de Bailey que se dirigían hacia No hay por qué hacerlo. Ya no. Lo has
el sótano. Un momento después oyó que la detenido a tiempo. No necesitas vengarte.
puerta se abría. Por favor, Justin. No necesitas vengarte. Me
tienes a mí...
—Está bien, Drake. Tengo una linterna. No
podréis esconderos en este sótano. Créeme, Por un instante los ojos de Justin ardieron
lo conozco palmo a palmo. Salid enseguida y con más fuerza y miró a Bailey. Lentamente,
acabemos cuanto antes. Si no lo hacéis como si le costara mucho trabajo, fue
atrancaré la puerta y moriréis de hambre apartando las manos del cuello de su
aquí encerrados. Lo dejo a vuestra elección. víctima.
A mí me da igual... ¿Qué... ?
A Reed casi se le salieron los ojos de las
Las palabras de Bailey terminaron en un órbitas mientras luchaba por recuperar la
grito ahogado, seguido por el impacto de dos respiración.
cuerpos en el suelo. Se oyó un disparo y
Justin se incorporó y volvió la cara hacia
Cassie se quedó paralizada de horror,
Cassie. El odio abandonaba poco a poco su
mientras espantosas imágenes de Justin
expresión, y aunque los ojos le brillaban con
tendido en el suelo le cruzaban por la
una intensidad escalofriante, el brillo no era
cabeza. Hizo un enorme esfuerzo por
mortal.
moverse y se inclinó sobre la barandilla.
—Te quiero —susurró.
No era Justin quien estaba tendido en el
suelo de madera. Era Reed Bailey. Y no Cassie esbozó una sonrisa temblorosa.
podía gritar porque Justin lo estaba
—Sí, lo sé.
estrangulando con manos salvajes alrededor
de su cuello. —No me había dado cuenta... Pensaba que
solo se trataba de un mito —negó con la
—¡Justin, no! ¡Espera! ¡No lo mates!
cabeza—. Sabía que te deseaba más de lo
Bajó corriendo las escaleras, con el corazón que jamás había deseado a una mujer. Pero
desbocado al contemplar la dramática no sabía que se trataba de amor. No hasta
escena. Justin ni siquiera la miró. Su rostro que has usado ese amor para impedirme
era más duro e implacable de lo que ella hacer lo que creía tener que hacer.
hubiera visto jamás.
—No estaba segura de lo que sentías —
—Justin, no vale la pena. ¿No lo mates! Lo susurró ella—. Pero ahora sí lo estoy.
entregaremos a la policía. ¡Ya basta!
—Sí —frunció el ceño cuando Bailey se
—Ha intentado matarte —espetó él movió a sus pies—.
hundiendo con más fuerza las manos en el
Vamos. Hay que llevar a este bastardo ante
cuello de Bailey.
el sheriff. Todavía hay que detener a otro
Era la única razón que necesitaba para hombre y responder a muchas preguntas.
acabar con él.
Varias horas más tarde Bailey estaba en
El rostro de Bailey se estaba poniendo prisión y se había dado una orden de busca
morado. En pocos segundos sería demasiado y captura del otro hombre. Justin llevó a
Jayne Ann Krentz Página 73 Pasión o Venganza

Cassie de vuelta a la mansión. con nosotros cuando nos marchemos?


—Esmeraldas —dijo ella con un aire —Tenía la esperanza de que pudiéramos
pensativo—. ¿Te das cuenta? Si hubiéramos dejarlo aquí y olvidarnos de él —dijo Cassie
registrado más a fondo el sótano las secamente, mirando con recelo al animal.
habríamos encontrado en el baúl donde
—¿Estás de broma? Este es el tipo de gato
Bailey las escondía... Es culpa tuya, Justin.
que te perseguiría toda tu vida si te atreves
¡Fuiste tú quien me impidió volver al sótano!
a hacerle algo así.
Él le dedicó una sonrisa irónica.
—Conoces bien esa clase de venganza, ¿eh?
—Mi culpa, ¿eh?
—Cassie le sonrió y se abrazó a su cuello.
—Sí, pero lo dejaré pasar —decidió ella—.
Justin endureció la expresión.
Después de todo, ¿cómo ibas a saber que
Bailey y su compinche eran ladrones de —Sí, supongo que entiendo bastante de
joyas? venganzas —la rodeó por la cintura y la
estrechó fuertemente—. ¿Te das cuenta de
—El sheriff se ha quedado muy impresionado
que eres la única persona en el mundo que
—dijo él—. Casi todos los ladrones de joyas
podía impedir que matara a Bailey?
se las venden a prestamistas por un valor
muy reducido. Bailey y su amigo tenían un —No quería que mataras a nadie por mí,
sistema bastante ingenioso. Su socio robaba Justin.
las joyas y Bailey las escondía hasta que se
—Se lo merecía. Al no conseguir que
apagaran las sospechas. Luego, las llevaban
abandonaras la casa nos invitó a su fiesta la
a Canadá donde se las vendían a un joyero
noche en la que su socio iba por las gemas.
legal, que pensaba estar comprando
Tendría que haberse quedado en eso, pero
material importado y legítimo. De ese modo
intentó quitarte de en medio.
obtenían muchos más beneficios.
Bailey no se había molestado en comprobar
—Podrían haber conseguido una fortuna.
si Cassie caía o no hasta la playa.
Apuesto a que Reed casi sufrió un ataque al
Simplemente decidió que con esa acción se
volver de su «viaje de negocios» y descubrir
armaría el revuelo necesario para que ni su
que su padre había alquilado la mansión.
socio ni él fueran molestados durante la
¡Especialmente cuando esperaba la
breve operación. Si la caída no la mataba, al
inmediata visita de su socio!
menos la obligaría a volver de una vez a San
—Por eso intentó asustarte apareciendo en Francisco. Y Bailey sabía que Justin se iría
el balcón y dejando el vestido de novia. Para con ella.
conseguir que huyeras despavorida.
La operación con las joyas solo estaba
Cassie se estremeció. Reed había confesado previsto que durase unos minutos. Bailey
no saber nada del pasadizo secreto del pensó que podría ausentarse de la fiesta y
armario, pero sí haber escalado el balcón de volver sin que nadie se diera cuenta. Y por si
Cassie. Cuando la vio por segunda vez se acaso, pensaba volver con una bolsa de hielo
preocupó de contarle la leyenda de Adeline y que supuestamente había ido a comprar. El
de su amante. Y en cuanto al escalón anfitrión perfecto, preocupándose de que a
serrado, fue una medida de precaución que sus invitados no les faltara hielo. Nadie
había tomado tiempo atrás para impedir que sospecharía de él.
ningún curioso bajara hasta el sótano.
Pero Justin se había llevado a Cassie a la
Justin aparcó el Ferrari negro y apagó el mansión después de rescatarla, y con eso se
motor. El gato los estaba esperando desbarataban todos los planes de Bailey.
sentando en la puerta de la cochera. Se Temeroso de la reacción de su socio, quien
acercó a ellos en cuanto bajaron del coche. tenía fama de no tolerar ningún error, Bailey
no tuvo apenas tiempo de pensar en qué
—Seguro que está hambriento. Nadie le ha
hacer con ellos. Los encerró en el sótano y
dado de comer —dijo Cassie.
decidió matarlos después.
Justin abrió la puerta y encendió la luz del
—Todo ha acabado, Justin —Cassie se puso
pasillo. El gato lo siguió trotando.
de puntillas y lo besó en los labios—. Y creo
—Se merece su recompensa —dijo él, y se que tienes razón. Le debemos algo a este
agachó para acariciarle las orejas—. ¿Te das gato, si no queremos que nos persiga el
cuenta de que tendremos que llevárnoslo resto de nuestras vidas.
Jayne Ann Krentz Página 74 Pasión o Venganza

—Hablando del resto de nuestras vidas... — Bolsa? Piensa a cuánta gente podrías ayudar
empezó él. a hacer fortuna en el mercado de valores.
—¿Mmm? Cassie inclinó la cabeza hacia un lado, con
los ojos muy abiertos.
—Lo pasaremos juntos, desde luego.
—Nunca había pensando en eso...
—¿Eso haremos? —preguntó ella con voz
distraída. —Entre los dos podríamos ofrecer un buen
paquete de acciones. ¿Qué te parece,
—Cassie, vas a casarte conmigo —su tono
Cassie? ¿Quieres emprender un negocio
era inflexible.
conmigo?
—Justin, no puedo darte lo que quieres
—La idea es indudablemente atractiva... —
conseguir con el matrimonio. Nadie me
dijo con una sonrisa—. Igual que tú.
invita a fiestas lujosas. No me relaciono con
la clase alta y respetable a la que quieres Él la abrazó con más fuerza.
unirte. Mis amigos son gente normal —lo
—Es muy tarde. ¿Te importaría venir a la
miró ansiosa, pero él solo sonreía.
cama y seguir discutiendo allí?
—Hasta que te conocí no sabía lo que
—Eso depende. ¿Vas a dormir en la silla?
andaba buscando en la vida, Cassie.
Pensaba que el estatus y la respetabilidad Justin sonrió, pero no del modo
eran lo mejor, simplemente porque era algo acostumbrado, sino de una forma total,
que yo no tenía. No sabía qué más buscar. mostrando sus blancos dientes en una
Ahora sé que tú eres lo único que quiero. sonrisa llena de alegría y amor.
—¿Estás seguro, Justin? —¿Qué piensas? —le preguntó mientras la
levantaba en sus brazos.
—Nunca he estado más seguro en toda mi
vida —respondió él—. ¿Y qué me dices de ti, —En que tienes los dientes más bonitos del
Cassie? ¿Sabes lo que quieres? mundo —dijo ella riendo.
—Sé que te amo y que confío en ti, y que —Y tú tienes el cuello más delicioso. Creo,
quiero casarme contigo —le confesó con una mi dulce Cassie, que estamos hechos el uno
sonrisa radiante. para el otro.
—Creo que me gustará vivir a la luz del día El gato se quedó sentado al pie de las
—susurró Justin, y la besó en el pelo—. escaleras y los vio desaparecer por el pasillo
Cassie, te juro que de mí no tienes nada que superior. En otras circunstancias habría
temer. Soy tan bueno como inversor insistido más por su comida, pero la relación
inmobiliario como tú lo eres en la Bolsa. No con sus nuevos amos iba a ser muy larga, y
necesito tu dinero. por esa vez podía pasar.
—¿Inversor inmobiliario? —preguntó ella En el dormitorio del extremo este la luz del
sorprendida. amanecer empezaba a iluminar la alcoba.
—Por supuesto. ¿De verdad pensabas que no Justin dejó a Cassie sobre la cama y empezó
tenía ninguna carrera? Y hablando de a desnudarla con reverente sensualidad.
carreras... He estado pensando en la tuya y
—Solía pensar que eras una criatura de la
en tu talento para ganar dinero.
noche —susurró ella mientras sus ropas
—Es aburrido. caían al suelo.
—Pero ¿sería aburrido usar ese talento para —Y yo siempre he pensando en ti como en
ayudar a otras personas a ganar dinero? Ella una criatura del día —confesó él—. Pero he
levantó la cabeza y lo miró. aprendido que la luz y la oscuridad van
siempre de la mano, porque la una no puede
—¿De qué estás hablando?
existir sin la otra.
—¿Nunca has pensando en desarrollarte
Las dos almas que habían encontrado lo que
profesionalmente haciendo lo que sabes
buscaban se fundieron en una unión jubilosa
hacer mejor? ¿En ser una corredora de
que duraría toda una vida.

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