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LA INDEPENDENCIA DEL CONGO

INTRODUCCIÓN:

“El mar baña nuestras costas, el mundo se extiende ante


nosotros. El vapor y la electricidad han acabado con las
distancias. Todas las tierras sin dueño existentes en el globo,
pueden convertirse en el campo de nuestras operaciones y de
nuestros éxitos” (Rey Leopoldo II)

La expansión colonial suele aparecer asociada a la revolución industrial y al


espectacular desarrollo económico que experimenta Europa durante el siglo
XIX, al punto que se suele considerar como una consecuencia casi inevitable
de las nuevas necesidades de materias primas y de la ampliación de los
mercados para unas manufacturas producidas en una escala inédita hasta
entonces.
Es posible que el proyecto colonial no hubiera podido llevarse a cabo, si
Europa no hubiese dispuesto por aquellas fechas de las técnicas y los recursos
económicos que permitieron emprender la ocupación y la explotación en su
propio beneficio de un continente varias veces superior en extensión. La
colonización constituyó, a este respecto, un objetivo capaz de movilizar todos
los intereses, tanto públicos como privados, de las sociedades que lo
adoptaron.
En el trabajo del Profesor Kabengele Munanga que presentamos a
continuación queda claro que la primera desgracia de su tierra, el Congo, es la
riqueza de sus entrañas. Con minas de oro, plata, titanio, diamantes,
recientemente el coltan, bosques frondosos y ríos caudalosos, este país no
podía quedar al margen de la mirada ambiciosa, codiciosa y expropiatoria de
los diferentes imperios europeos que, desde hace tiempo, la expolian
sumergiéndola en internas guerras cruentas, dictaduras afines y divisiones
forzosas.

1
Desde siempre, los variados recursos africanos han despertado el interés, sino
la avidez, de vecinos y foráneos. A partir del siglo XVI el avance expansionista
de los musulmanes, antiguos intermediarios con Europa y de los mismos
europeos –de la mano de los portugueses- iniciará una redituable y desigual
relación que se extiende hasta nuestros días.

Para principios del siglo XIX, luego de cuatro siglos de una trata de esclavos
que desangra al continente, los nuevos intereses económicos promueven su
abolición. La revolución industrial necesita ahora consumidores, dados los
avances tecnológicos. No hacen falta tantos brazos en las plantaciones y los
hombres siempre pueden trabajar en sus lugares de origen, produciendo
materia prima.

África es una promesa económica. El algodón de Egipto corrige con éxito la


baja producción de Estados Unidos, afectada por la guerra civil. Las minas de
oro y diamantes del sur tientan con sus brillos a los capitalistas europeos. A
partir de la Conferencia de Berlín (1884-1885), los países más industrializados
dominan las colonias y en el corto lapso de veinte años se reparten el
continente.
Fue un 26 de Febrero de 1885 cuando el Congreso de Berlín proclamó el
nacimiento del Estado Libre del Congo, bajo la autoridad soberana del rey
Leopoldo II de Bélgica.

Para apropiarse de un territorio varias veces mayor que Europa, los


colonizadores desarrollaron una teoría que veía en el africano a un
irresponsable al que no se podía aplicar el mismo derecho que al civilizado, e
incapaz por tanto de poseer la titularidad de su tierra.
La modalidad de la ocupación era más o menos la misma en todos los casos,
"tratados forzosos” se combinaban con el aplastamiento de toda oposición.

Los antecedentes políticos de los acontecimientos que sacudieron al Congo a


poco de alcanzada la independencia en 1960, se remontan al siglo XIX, más
exactamente al 2 de Junio de 1878, cuando el rey Leopoldo II de Bélgica

2
encomendó al explorador inglés Henry Stanley la misión de atravesar el
continente africano en toda su extensión 1.

El discurso legitimante de Leopoldo, común al imperialismo, pretendía "civilizar"


la región, transformar una cultura tradicional estática y poco productiva en una
moderna y dinámica. Así la presencia europea se definió en términos de
responsabilidad o deber de una civilización superior que, con actitud
paternalista, asumía "la tutela de tales pueblos... confiada a naciones
avanzadas" (Rey Leopoldo II).

La mayor de las inversiones provenía de la Compañía Ferrocarril del Congo


que fue asistida por el gobierno belga.
El proceso de saqueo del Congo fue llevado a cabo de manera rotunda. En la
Conferencia de Berlín Leopoldo, para obtener el apoyo de las demás potencias,
había aceptado la internacionalización de la cuenca del Congo, que
comprendía libertad de establecimiento y comercio para todos. Sin embargo en
1889 el rey decretó que las tierras vacantes debían pertenecer al Estado.
El rey Leopoldo y la sociedad de la que era el principal accionista poseían el
suelo, el producto de este suelo y por el monopolio de reclutamiento también
los indígenas que vivían en él.

Dice nuestro autor al respecto: “… el Estado Independiente del Congo no era


independiente. Era una porción del imperio leopoldiano en el centro de África,
un inmenso latifundio con una superficie ochenta veces mayor que el territorio
belga y cuatro veces el territorio de Francia…”

En 1906, el rey legó el Congo como bien inalienable a los belgas. Pero la
presión fue tal, que debió convertir este acto en incondicional y en 1908 el
Parlamento belga procedía a la anexión del territorio. Sin embargo, el sistema
leopoldiano, con sus tarifas ferroviarias exageradas y su destrucción de los

1
Bertaux Pierre. “África, desde la prehistoria hasta los Estados actuales”, capítulo 14 “La
colonización Belga, página 230. Historia Universal Siglo XXI, Siglo Veintiuno Editores, México
1972.

3
recursos naturales en las inmensas concesiones, ponía trabas al desarrollo
colonial2.

El régimen de Leopoldo fue uno de los más atroces que se impusieron en


África. La explotación del caucho originaría crímenes inenarrables y una
expoliación tremenda de recursos que permitirían al rey de los belgas recuperar
sus inversiones y créditos en poco tiempo.
Las numerosas estructuras económicas autosuficientes fueron destruidas o
transformadas y subordinadas. Sus interconexiones se rompieron, como en el
caso del comercio transahariano y el de la zona entre lagos del África oriental y
central. Vínculos previamente existentes entre África y el resto del mundo
también fueron afectados negativamente, en especial la relación con India y
Arabia3.

En la medida en que la economía colonial empezó a madurar, prácticamente


ningún sector de la sociedad africana pudo quedar al margen de los
parámetros que impuso. Las formas no disimuladas de trabajo forzado y las
situaciones apenas encubiertas de esclavitud fueron otros tantos aspectos de
su afianzamiento.

Los estados metropolitanos se aliaron a los capitales privados en la coacción y


explotación de los recursos. Así, la desigualdad del intercambio se amplió en lo
macroeconómico. Alto costo de las mercaderías importadas y crecimiento del
sector exportador a expensas de las comunidades africanas, quienes pagaban
la diferencia en tierras, trabajo, impuestos y capital. Se creó así una
dependencia externa manifestada en términos de capital, mercados,
tecnología, servicios y proceso de toma de decisiones. La economía colonial
pasó a ser una prolongación de la de la potencia colonizadora, sin que ninguno
de los elementos económicos como ahorro, inversión, precios, ingresos y
producción, fueran puestos al servicio de las necesidades locales. Los objetivos

2
Ki-Zerbo Joseph. Historia del África negra, página 325. Colección Alianza Universidad,
Alianza Editorial, 1980.
3
Betts, R.F. "Métodos e instituciones de la dominación europea" en Historia General del África.
África bajo el dominio colonial (1880-1935), Unesco, 1987, Vol. VII, cap. 13, p.341

4
de la colonización fueron, en su forma más pura, mantener el orden, evitar
grandes gastos financieros y organizar una mano de obra productiva.
La dependencia económica, el desequilibrio y el subdesarrollo del Congo
fueron las consecuencias4.
Al fallecer el rey Leopoldo II de Bélgica, el parlamento Belga decidió la anexión
del país africano en Agosto de 1908.

Solo después de la Primera Guerra Mundial pudo iniciarse una explotación más
racional. En ese momento, las sociedades nuevas llevaron al Congo, sin
transición, de la economía de recolección a la capitalista basada en las minas,
plantaciones y trusts.
La crisis económica mundial iniciada en 1929 demoró diez años en superarse.
Fue en ese momento cuando los cultivos obligatorios llamados educativos,
constriñeron a un millón de familias a proporcionar algodón, maní, etc. La
Segunda Guerra Mundial aceleró el boom económico gracias a la valorización
de metales necesarios a la electrónica además de otros de valor estratégico,
como el cobalto, cobre, uranio, estaño y el lanzamiento de industrias de
transformación. La explotación del Congo trajo consigo un claro
despoblamiento de país5.
El Congo, luego de medio siglo de aletargamiento sirviendo con todos sus
recursos minerales y humanos a sus dominadores europeos, despertaría hacia
1959. Muchos de sus hijos dilectos concebían ideas emancipadoras desde
mucho tiempo atrás como consecuencia de sus estudios sobre la realidad
africana, viajes y conceptos de libertad que se alzaron fervorosamente en la
posguerra del segundo conflicto mundial 1939-1945.

“En el marco de una lucha de características mundiales, la estrategia para el


África es impedir que las bases de reserva del imperialismo permanezcan
quietas, y por eso cada pueblo debe impulsar al máximo su lucha por la
liberación auténtica, como parte de su obligación dentro de la gran lucha de los
pueblos del mundo, y es nuestra obligación apoyar consecuentemente a los
4
Bertaux Pierre. “África, desde la prehistoria hasta los Estados actuales”, capítulo 14 “La
colonización Belga, página 231-232. Historia Universal Siglo XXI, Siglo Veintiuno Editores,
México 1972.
5
Ki-Zerbo Joseph. Historia del África negra, página 330. Colección Alianza Universidad,
Alianza Editorial, 1980.

5
movimientos que ofrezcan esperanzas de una real y seria movilización hacia la
victoria”. (Che Guevara-Pasajes de la guerra Revolucionaria: Congo) 6

El Movimiento nacional Congoleño (MNC) liderado por Patrice Lumumba,


propugnaba la igualdad racial con los belgas, la superación de las divisiones
artificiales y de los compartimientos estancos de las etnias congoleñas. El Rey
Balduino prometió la reunión de un parlamento congoleño, elegido por sufragio
indirecto e integración racial. Los dos problemas principales en el Congo eran
el calendario de la descolonización y el de la constitución de un Estado
independiente. Sobre el primer punto, tras un giro sorprendente, los belgas
decidieron favorecer el proceso de independencia, la cual quedó fijada para el
30 de junio de 1960. Sobre el segundo punto, el Congo se convertiría en una
república parlamentaria, con un gobierno central fuerte y 6 gobiernos
provinciales. Pero el banco Central del Congo seguiría bajo control belga. Las
elecciones de 1960 confirmaron la preponderancia a escala nacional del MNC
de Lumumba, quien se convirtió en el Jefe de Gobierno 7.

Los líderes políticos congoleses y las autoridades belgas, reunidos en la Mesa


redonda en Bruselas, fijan las elecciones parlamentarias y provinciales para
mayo de 1960. El Movimiento Nacional Congolés, de Lumumba, obtiene la
mayoría relativa, con 35 escaños sobre 137, seguido por partidos regionales,
cada cual influyente en su provincia. Tras una negociación entre los dos
primeros bloques parlamentarios, el líder de la ABAKO, Kasavubu, es
designado Presidente, función comparable a la del rey belga, mientras que
Lumumba es investido Primer Ministro. Este consigue la mayoría en la Cámara
y designa al primer Gobierno del Congo independiente.
El 30 de junio de 1960 fue un día lleno de esperanza para millones de personas
en la lucha mundial contra el colonialismo. Los imperialistas belgas, que
llevaban décadas explotando al pueblo del "Congo Belga", finalmente le dieron
la independencia. En un territorio enorme y rico en recursos naturales nació la

6
Guevara, Ernesto. “Pasajes de la guerra Revolucionaria: Congo”, página 153. Editorial
Mondadori, digitalizado por el PC Mexicano, 2005.
7
Ki-Zerbo Joseph. Historia del África negra, página 335. Colección Alianza Universidad,
Alianza Editorial, 1980.

6
República del Congo. Uno de sus líderes era Patricio Lumumba, joven y
apasionado enemigo del colonialismo.

El rey belga Balduino I fue a Leopoldville a proclamar la independencia


personalmente. Esperaba que los colonos y sus súbditos se felicitaran y
forjaran una nueva relación con pocos cambios genuinos. Pero Lumumba, el
nuevo primer ministro, tomó el micrófono y le habló al pueblo congoleño sobre
la terrible vida colonial y las nuevas esperanzas para el futuro. El discurso
escandalizó al nuevo gobierno de coalición y dejó horrorizado al rey. Lumumba
dijo:

“…De esta lucha de lágrimas, fuego y sangre estamos orgullosos hasta las
raíces más profundas de nuestro ser porque fue una lucha noble y justa,
absolutamente necesaria para acabar con la infamante esclavitud que nos fue
impuesta por la fuerza.
Este fue nuestro destino durante los ochenta años de gobierno colonial;
nuestras heridas están aún demasiado frescas y son todavía muy dolorosas
para permitirnos borrarlas de nuestra memoria.
Conocimos el trabajo deslomador que se nos exigía la cambio de salarios que
no nos permitían satisfacer nuestro hambre, vestirnos o alojamos
decentemente, ni criar a nuestros niños como las amadas criaturas que son.
Conocimos la burla, los insultos, los golpes, sometidos mañana, tarde y noche,
porque éramos negros. ¿Quién olvidará que a un negro se le dirigía la palabra
con términos familiares no por cierto como a un amigo, sino porque las formas
más corteses estaban reservadas a los blancos?
Conocimos la expoliación de nuestras tierras en nombre de supuestos textos
legales que en realidad solo reconocían el derecho del más fuerte.
Conocimos que la ley no era nunca la misma, se tratase de un blanco o de un
negro; que era benévola con uno, cruel e inhumana con el otro 8…”

Patrice Émery Lumumba nació en el territorio de Katako-Kombe en el Sankuru,


en el Congo Belga. Trabajó como empleado de oficina en una sociedad minera

8
Discurso de independencia del Congo - Patrice Lumumba. Pronunciado en la ceremonia de
independencia del Congo, el 30 de junio de 1960, en presencia del rey de Bélgica.

7
de la provincia de Kivu del Sur hasta 1945, después como periodista en
Léopoldville (hoy Kinshasa) y Stanleyville (Kisangani), etapa durante la cual
escribió en varios periódicos.  De origen humilde, Patricio Lumumba había
cursado solo algunos años de escuela primaria –la única posible para los
colonizados– en escuelas católicas y protestantes. Prosiguió su instrucción
como autodidacta, combinando trabajos con estudio. Un puesto de bibliotecario
le permitió estudiar francés, llegando a alcanzar un muy buen nivel general de
instrucción. Aprobó los exámenes para acceder al estatuto de “evolucionado”.
Luego consiguió un trabajo como empleado de correos en Stanleyville (actual
Kisangani) como contador de cheques. Pasará unos meses en prisión a causa
de un asunto de sustracción de correspondencia.
Lumumba creó el Movimiento Nacional Congolés (MNC), en Leopoldville
(actual Kinshasa), el 5 de octubre de 1958, y con tal nombre participó en la
Conferencia Panafricana de Accra. Consiguió organizar una reunión para dar
cuenta de dicha conferencia, durante la cual reivindicó la independencia
delante de más de 10.000 personas.  Después de dos años de lucha política,
Bélgica le concedió de modo sorpresivo la independencia al Congo el 30 de
Junio de 1960.
 
INDEPENDENCIA, DISTURBIOS Y CONFLICTOS MILITARES

El 30 de Junio, la bandera del Congo fue izada en los mástiles de edificios


públicos, puestos militares, policiales y destacamentos fronterizos. El Congo ya
era libre, sin embargo, las rivalidades tribales que habían ocasionado tanto mal
en el pasado seguían siendo una realidad innegable, que pronto se traduciría
en choques despiadados.
Los primeros incidentes se dieron a horas de alcanzada la independencia. Los
días 2, 3, 4 y 5 de Julio, dos tribus rivales, Bakongos y Bayakos se enfrentaron
con ferocidad exterminándose unos a otros en la capital y en los pueblos del
interior. El ejército resultaba impotente, registrándose noticias de la propia
participación de sus efectivos para uno u otro bando.

Además de estos graves conflictos, el 6 de Julio, los ejércitos congolenses a


cargo de oficiales blancos se sublevaron. Tras desarmar y apresar a sus

8
oficiales, pidieron su remoción y reemplazo por oficiales propios. Agregaron a
estas peticiones mejoras tales como suba de salario y condiciones de vida
dignas de su actividad.

En los días venideros el tono del conflicto subió abruptamente y se extendió a


numerosas regiones del país. Siguieron a las protestas violentos ataques
contra la integridad física y material de los blancos, con secuestros, saqueos y
asesinatos.

Aprovechando el momento de caos, el imperialismo belga y norteamericano,


interesados en mantener su acceso a la riqueza mineral del país, promovieron
la separación de las provincias de Katanga y Kasai del Sur.  Lumumba
respondió recurriendo al apoyo URSS.  La ONU envió tropas en un intento de
apaciguar la crisis.  
En septiembre, el presidente congoleño, J. Kasavubu, buscó destituir
ilegalmente a Lumumba del puesto de Primer Ministro. Lumumba recibió el
apoyo del parlamento, quien ordenó la dimisión de Kasavubu, pero el ejército
lanzó un golpe militar el 14 de septiembre y Lumumba fue puesto bajo arresto
domiciliario en custodia de tropas de la ONU, del que logró huir al poco tiempo.
Perseguidos por los militares locales, belgas y la CIA (que había ordenado su
asesinato), Lumumba y sus ministros fueron detenidos en la localidad de
Mweka el 1 de diciembre de 1960.  El 17 de enero de 1961 fue transferido,
maniatado, amordazado y sangrando por las golpizas sufridas, a la provincia de
Katanga, entonces indirectamente bajo control belga.  Esa noche, Lumumba y
sus compañeros fueron  fusilados en presencia de autoridades militares
congoleñas, sus asesores belgas y norteamericanos. Sus restos fueron
supuestamente despedazados y disueltos en ácido sulfúrico 9.
En Julio de 1960 Katanga se independizó del Congo, privando a este último de
lo esencial de sus recursos mineros; y la provincia de Kasai iba a seguir pronto
el mismo camino.

9
“Muerto, Lumumba deja de ser una persona para convertirse en África entera, con su voluntad
unitaria, la multiplicidad de sus regímenes sociales y políticos, sus divisiones, sus discordias, su
fuerza y su impotencia: no fue ni podía ser el héroe del panafricanismo, fue su mártir. Su
historia ha revelado, para todos, el nexo profundo de la independencia, de la unidad y de la
lucha contra los trusts”. (en Sartre, Jean Paul; El pensamiento político de Patrice Lumumba;
Pensamiento Crítico; La Habana, nº 2-3, marzo-abril de 1967. www.filosofia.org)

9
Patrice Émery Lumumba fue el único jefe de estado libremente elegido en la
RDC hasta el año 2006.

“Después del asesinato de Patricio Lumumba, primer ministro del Congo, el


Consejo Supremo de la Revolución, dirigido por Gastón Soumialot, solicita el
apoyo de los cubanos contra el general Mobutu, quien, aprovechando la guerra
civil, ha tomado el poder con el beneplácito de Bélgica y de Francia. Ernesto
Guevara, que ve en esta operación una ocasión histórica para atacar las raíces
del imperialismo acepta, en los primeros meses de 1965, la propuesta de Fidel
Castro de guiar un centenar de combatientes cubanos para instruir y coordinar
las tropas de la resistencia organizadas por Kabila, Mulele y Gizenga” 10.

Kabengele Munanga es muy acertado en el análisis que hace de esta primera


etapa de la independencia “formal” del Congo, al ponerla dentro de la lucha
establecida por los contendientes de la denominada Guerra Fría. Bélgica,
aliada de los Estados Unidos, no terminó nunca de soltarle la mano a la
flamante república, mientras pudiera seguir siendo explotada para su beneficio.
Clásico accionar el de promover divisiones internas y apoyar al bando más afín,
situación que a veces recae en la necesidad de solicitar la ayuda del enemigo
ideológico (en este caso los comunistas de la Unión Soviética). En el marco de
esta guerra no declarada fuera de las zonas de influencia, esta acción fue letal
para Lumbumba y así lo destaca exhaustivamente el autor.

Luego de unos años de conflicto y choques directos, en enero de 1963 la ONU


intervino militarmente y le puso fin a la secesión katangueña. En 1964 la
intervención militar belga-estadounidense permitió reducir el peligro
representado por la rebelión armada. En 1965 fue derrocado Kasavubu.
Las elecciones presidenciales estaban por realizarse pero el ejército, para
arbitrar el antagonismo entre Gizenga y Tshombe, instaló a Mobutu a la cabeza
de la nación y como presidente de la República, asumió todos los poderes e
hizo ahorcar públicamente al primer ministro Kimba. En 1967 un motín de
mercenarios blancos fue ahogado en sangre.

10
Guevara, Ernesto. “Pasajes de la guerra Revolucionaria: Congo”, página 3. Editorial
Mondadori, digitalizado por el PC Mexicano, 2005.

10
La República de Zaire fue fundada en 1971 durante el gobierno de Mobutu
quien estuvo al frente del Estado en una larga dictadura hasta su destitución en
199711.

De igual modo, al colapsarse el Estado, las empresas transnacionales que


habían sido beneficiarias o afectadas en la etapa de nacionalización de
empresas hecha por Mobutu se reconfiguraron o fueron reemplazadas por
otras para integrarse en un nuevo esquema de saqueo que no era respaldado
institucionalmente por el Estado congolés, pero seguía brindando iguales o
mayores beneficios económicos tanto para los actores internacionales como
para las élites locales: gobernantes centrales de turno, grandes hombres y/o
señores de la guerra.

INDEPENDENCIA Y NEOCOLONIALISMO

La independencia de los estados africanos, en los años sesenta no trajo


demasiados cambios en las desiguales relaciones con Occidente. De hecho, el
dominio económico ha tergiversado esa independencia. Los dirigentes
africanos que trataron de poner un freno a la situación, como Patricio Lumumba
o Thomas Sankara, fueron físicamente eliminados con la complicidad activa o
pasiva de las potencias extranjeras y políticos locales venales.

Como en los Siglos XVI ó XIX, África atrae hoy al mundo con una serie de
recursos, esencialmente mineros, que se califican como “estratégicos”. La
República Democrática del Congo aseguró durante mucho tiempo el suministro
de uranio, sus reservas de cobalto y cobre son de las mayores del mundo,
mientras que las de manganeso, cinc, oro y diamantes tienen un significativo
potencial. Hasta comienzos de los 80, estas fuentes minerales fueron un
elemento clave en la política americana y europea en relación al África. Los
estados extranjeros se permitieron tanto intervenciones militares directas como
tratos menos claros (apoyo al apartheid sudafricano, por ejemplo), para
sostener su abastecimiento.

11
Ki-Zerbo Joseph. Historia del África negra, página 350. Colección Alianza Universidad,
Alianza Editorial, 1980

11
Si bien el mercado de minerales no energéticos ha ido perdiendo valor en
relación con los hidrocarburos, esto no ha frenado la voracidad de los capitales,
que ahora avanzan sobre las reservas de petróleo africano.

Vamos a recorrer en este trabajo presentado, una semblanza del Congo


histórico, un recorrido político y cultural de este territorio caído en desgracia por
ser una tierra beneficiada por su abundancia. Nos introduciremos en el mundo
de la política imperial con todas sus miserias y egoísmo. Reconoceremos hasta
dónde es capaz de caer la condición humana solo para mantener la
desigualdad en pos de unos pocos “civilizados” blancos, humillando,
sometiendo a una vida de pobreza y precariedad a un pueblo.

Podremos repasar también que aún, hoy día, la explotación y el sometimiento


continúa con otras caras pero con el mismo mandato. La explotación ilegal del
coltan sigue un modelo similar. La demanda se ha ampliado y las grandes
compañías como Nokia, Sony o IBM se disputan la producción. La extracción
del mineral es llevada a cabo por una población que, empujada por la pobreza,
se emplea en las minas por unas pocas monedas y en condiciones de
esclavitud. Los trabajadores más codiciados son los niños, que abandonando
en masa la escuela, se constituyen en una mano de obra barata, dócil y de
pequeño tamaño, condición esta última más que conveniente, pues las minas
están a ras de la tierra y les es más fácil penetrar en ellas. Se calcula que más
de cuatro millones de personas han muerto en los últimos años producto de las
condiciones de trabajo imperantes en las minas y de los conflictos bélicos
relacionados con la explotación.

Lejos de haberse extinguido, la mirada que Europa arrojó sobre África en la


empresa colonial suele reaparecer con diversos ropajes. Buena parte de los
razonamientos que se emplean para fundamentar la cooperación al desarrollo y
la ayuda humanitaria parecen tomados del discurso colonial; en concreto, de la
convicción de haber hallado un procedimiento sorprendente, un auténtico
prodigio por el que los dividendos del colonizador parecen crecer al mismo
ritmo que los beneficios para el colonizado.

12
Es claro que los métodos del humanitarismo nada tienen que ver con los del
colonialismo, pero la coincidencia en algunos de sus presupuestos favorece la
concurrencia en uno de sus más penosos resultados: la consideración de los
africanos como permanentes menores de edad. Como objetos, no sujetos
capaces de hacer frente a sus propios problemas.

El autor

Nació en 1942 en la República Democrática del Congo, antiguo Zaire. Fue el


primer antropólogo de su país. Graduado en Antropología Cultural en la
Universidad Oficial del Congo Lubumbashi (1969) y Doctor en Ciencias
Sociales (Antropología Social) de la Universidad de San Pablo (1977). En la
actualidad es profesor en la Universidad de San Pablo. Tiene experiencia en el
área de Antropología, con énfasis en Antropología de las poblaciones afro-
brasileñas, principalmente en los siguientes temas: racismo, identidad,
identidad negra, África y Brasil.
Su mirada de intelectual comprometido con la problemática racial, el rescate de
las raíces culturales a través  de la historia oral, y los estudios culturales en
general, nos ofrece un material extremadamente valioso para acceder a una
reflexión de primera mano sobre la historia del proceso de independencia de la
República Democrática del Congo.

Dirección http://www.capoeiravadiacao.com/attachments/287_A%20Rep%C3%BAblica
%20Democr%C3%A1tica%20do%20Congo%20-Dr.%20Kabengele%20Munanga.pdf

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BIBLIOGRAFÍA

Bertaux, Pierre; África, desde la prehistoria hasta los Estados actuales; Siglo
Veintiuno Editores, México 1972.

Betts, R.F.; Métodos e instituciones de la dominación europea en Historia


General del África. África bajo el dominio colonial (1880-1935), Unesco, 1987.

Delicado, Ana, La verdadera importancia de la guerra en el Congo;

Guevara, Ernesto; Pasajes de la guerra Revolucionaria: Congo; Editorial


Mondadori, digitalizado por el PC Mexicano, 2005.

Ki-Zerbo, Joseph. Historia del África negra; Colección Alianza Universidad,


Alianza Editorial, 1980.

Sartre, Jean-Paul; El pensamiento político de Patrice Lumumba; Pensamiento


Crítico, Habana, nº 2-3, marzo-abril de 1967. www.filosofia.org

Biografías de Kabengele Munanga

http://selito-sd.blogspot.com.ar/2008/06/kabengele-munanga.html verificada el 12-7-


2013
http://www.skoob.com.br/autor/4428-kabengele-munanga verificada el 12-7-2013

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