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Capa lı́mite

1. Introducción

En este capı́tulo estudiaremos la transferencia de calor entre la superficie de un cuerpo y un


fluido que fluye alrededor del cuerpo. Admitiremos que el flujo es laminar, salvo donde se indique
lo contrario. Empezaremos suponiendo que el fluido es incompresible y el flujo es estacionario
en un sistema de referencia ligado al cuerpo, y que la temperatura de la superficie del cuerpo
es conocida. Las distribuciones de velocidad, presión y temperatura del fluido vienen entonces
dadas por la solución del problema

∇ · v = 0, ρv · ∇v = −∇p + ∇ · τ 0 , ρcv · ∇T = −∇ · q, (1.1)


x ∈ Σ : v = 0, T = Tp , x → ∞ : v = U i, p = p∞ , T = T∞ , (1.2)
h T
i
donde τ 0 = µ ∇v + (∇v) es el tensor de esfuerzos viscosos y q = −k∇T es el vector flujo
de calor; ρ, c, µ y k son la densidad, el calor especı́fico, la viscosidad y la conductividad térmica
del fluido; Σ es la superficie del cuerpo, cuya temperatura Tp se supone conocida como función
de la posición; y U , p∞ y T∞ son la velocidad, presión y temperatura del fluido lejos del cuerpo,
donde la dirección de la corriente es la indicada por el vector unitario i. La solución de este
problema determina, en particular, el flujo de calor que pasa de la superficie del cuerpo al fluido
00 = −kn·∇T , donde n es un vector unitario normal a Σ
por unidad de área de la superficie Σ: qpf
00 fuera una función conocida sobre Σ, la solución
dirigido hacia el fluido. Alternativamente, si qpf
del problema determinarı́a la función Tp .

Supondremos que el número de Reynolds basado en la longitud caracterı́stica del cuerpo, L, la


velocidad U y la viscosidad cinemática del fluido, ν = µ/ρ, es grande: Re = U L/ν  1, mientras
que el número de Prandtl del fluido Pr = µ/(k/c) es de orden unidad. En estas condiciones los
efectos de las fuerzas de viscosidad y la conducción del calor son poco importantes en la mayor
parte del campo fluido, y solo juegan un papel relevante en una capa lı́mite delgada en torno a la
superficie del cuerpo y en capas de cortadura delgadas en el interior del fluido. Las ecuaciones de
Euler para un fluido ideal, que se obtienen suprimiendo los términos de viscosidad y conducción
del calor en las ecuaciones de Navier-Stokes anteriores, proporcionan una descripción aproximada
de la solución fuera de estas regiones, pero es necesario estudiar el flujo en el interior de las
mismas, con las simplificaciones a las que da lugar su pequeño espesor, para poder calcular el
flujo de calor y la fuerza que el fluido ejerce sobre el cuerpo.

1
No se les puede imponer las ecuaciones de Euler todas las condiciones de contorno (1.2)
del problema original, porque estas ecuaciones solo tiene derivadas primeras de las magnitudes
fluidas. Las ecuaciones de Euler deben resolverse con las condiciones de contorno
)
x ∈ Σ : n · v = 0,
(1.3)
x → ∞ : v = U i, p = p∞ , T = T∞ ,
pero la velocidad de deslizamiento del fluido sobre la superficie no es nula y vendrá determinada
por la solución, mientras que la temperatura del fluido en la superficie coincidirá con T∞ . La
ecuación de Bernoulli aplicada a una lı́nea de corriente que bañe la superficie del cuerpo liga el
módulo de la velocidad de deslizamiento, ue , con la presión local del fluido sobre el cuerpo:
1 1
p + ρu2e = p∞ + ρU 2 . (1.4)
2 2

Las ecuaciones de Euler con las condiciones de contorno (1.3) tienen infinitas soluciones
cuando se admite la posibilidad de superficies de discontinuidad tangencial en el interior del
fluido. Hay una solución para cada posición del punto donde la lı́nea de corriente divisoria,
posible asiento de la discontinuidad tangencial, se separa de la superficie del cuerpo, y esta
posición puede darse arbitrariamente en un cierto rango. No es posible saber a priori a cuál
de las infinitas soluciones tiende la solución de (1.1)–(1.2) cuando Re → ∞. Algunas de estas
soluciones tienen una zona de recirculación finita y dan lugar a una fuerza nula del fluido sobre
el cuerpo (paradoja de d’Alembert), y otras en cambio no. En resumen, las ecuaciones de Euler
con las condiciones de contorno (1.3) no determinan de manera unı́voca la solución del problema
(1.1)-(1.2) fuera de las delgadas regiones afectadas por la viscosidad en el lı́mite Re → ∞.

Como veremos, es la delgada capa lı́mite en torno a la superficie del cuerpo la que selecciona
la solución fı́sicamente correcta de entre las infinitas soluciones de las ecuaciones de Euler. Por
ello, el análisis de la capa lı́mite es esencial para el estudio de los flujos a altos números de
Reynolds.

2. Ecuaciones de capa lı́mite

Consideremos por simplicidad un flujo bidimensional. Dado que que la capa lı́mite es una
región delgada en torno a la superficie del cuerpo, conviene introducir para su análisis un sistema
de coordenadas curvilı́neas aproximadamente ortogonales, llamadas coordenadas de capa lı́mite,
basadas en una familia de curvas paralelas al contorno del cuerpo y sus trayectorias ortogonales.
En estas coordenadas, x es la distancia medida sobre la superficie del cuerpo desde su borde
de ataque o desde el punto de remanso delantero, e y es la distancia normal al cuerpo. Las
coordenadas (x, y) no son cartesianas excepto si la superficie del cuerpo es plana, pero se
comportan como tales para valores de y pequeños frente al inverso de la curvatura media de la
superficie, que se supondrá del orden de la longitud caracterı́stica del cuerpo, L. Llamaremos u
y v a las componentes x e y de la velocidad del fluido.

2
Los espesores de las capas lı́mite viscosa y térmica, donde son importantes los efectos de la
viscosidad y la conducción del calor, respectivamente, deben determinarse a partir de los balances
entre los órdenes de magnitud de los términos dominantes de las ecuaciones del movimiento.
Denotaremos por δ y δT los valores caracterı́sticos de estos espesores. La velocidad longitudinal
u variará a través de la capa lı́mite viscosa desde cero en la superficie del cuerpo a la velocidad
de deslizamiento ue (x) determinada por la solución de las ecuaciones de Euler, mientras que
la temperatura varı́ará desde Tp (x) a T∞ a través de la capa lı́mite térmica. La velocidad de
deslizamiento es del orden de la velocidad U de la corriente libre, y por tanto u ∼ U en la capa
lı́mite viscosa.

Consideremos en primer lugar la ecuación de la energı́a, ignorando por el momento el efecto


de la viscosidad. Una partı́cula fluida que fluya muy próxima a la superficie del cuerpo permanece
junto a ésta un tiempo de residencia de orden tr = L/U . Si esta partı́cula penetra en la capa
lı́mite térmica (y ∼ δT ), se verá efectada por la conducción de calor desde la superficie, y su
temperatura cambiará desde la temperatura T∞ de la corriente exterior hacia la temperatura
Tp de la superficie. En estas condiciones ρcDT /Dt = ρcv · ∇T ∼ ρc(Tpc − T∞ )/tr , donde
Tpc − T∞ es un valor caracterı́stico de Tp (x) − T∞ , mientras que ∇ · (k∇T ) ∼ k(Tpc − T∞ )/δT2 .
El balance de estos dos términos de la ecuación de la energı́a determina δT ∼ (α/tr )1/2 =
(αL/U )1/2 = L/ (Re Pr)1/2 , donde α = k/(ρc) es la difusividad térmica del fluido. Observese que
∂ 2 T /∂x2 / ∂ 2 T /∂y 2 ∼ δT2 /L2  1; únicamente las derivadas de la temperatura en dirección
 

normal a la superficie contribuyen apreciablemente a la conducción de calor en la capa lı́mite


térmica.

Del mismo modo, considerando ahora la ecuación de cantidad de movimiento, ρDv/Dt =


ρv · ∇v ∼ ρU/tr para la partı́cula fluida anterior, mientras que ∇ · τ 0 ∼ µU/δ 2 en la capa
lı́mite viscosa. La condición de que ambos términos sean del mismo orden para las partı́culas
fluidas afectadas por la viscosidad determina δ ∼ (νtr )1/2 = (νL/U )1/2 = L/Re1/2 . Al igual
que con la conducción de calor, únicamente las derivadas de u en la dirección y contribuyen
apreciablemente al término de viscosidad. Observese, además, que el valor caracterı́stico de la
componente de la velocidad normal a la superficie del cuerpo, que se obtiene de la ecuación de
continuidad ∂u/∂x + ∂v/∂y = 0, es vc ∼ (δ/L)U  U .

Como la superficie del cuerpo y las lı́neas de corriente en la capa lı́mite son en general curvas,
con un radio de curvatura de orden L, la componente de la aceleración del fluido perpendicular a
la superficie es de orden U 2 /L. La componente y de la fuerza de presión que causa esta aceleración
es por tanto −∂p/∂y ∼ ρU 2 /L, de modo que las variaciones de presión transversales a la capa
lı́mite viscosa son de orden ρU 2 (δ/L), mucho menores que las variaciones longitudinales, que
son de orden ρU 2 y están determinadas por la corriente exterior. Ası́ pues, la presión puede
considerarse uniforme en cada sección de la capa lı́mite, con un valor p(x) determinado por la
solución de las ecuaciones de Euler.

3
El cociente δ/δT ∼ Pr1/2 . Los espesores de ambas capas lı́mite son similares si el número de
Prandtl del fluido es de orden unidad, que es siempre el caso con los gases. Si el número de Prandtl
es pequeño, la capa lı́mite térmica es más gruesa que la viscosa, mientras que lo contrario ocurre
si el número de Prandtl es grande. Es este último caso la estimación de δT debe modificarse.
Puesto que la capa lı́mite térmica se extiende solo a la base de la capa lı́mite viscosa, la velocidad
caracterı́stica del fluido es solo de orden (δT /δ)U , el tiempo de residencia es de orden (δ/δT )L/U ,
y el balance de los términos convectivo y de conducción es [ρc(Tpc − T∞ )/(L/U )] (δT /δ) ∼ k(Tpc −
T∞ )/δT2 , que proporciona la estimación δT ∼ δ/Pr1/3 .

A la vista de estas estimaciones, el sistema de ecuaciones simplificadas que permite describir


el flujo y el transporte de calor en la capa lı́mite, supuesta laminar, es
∂u ∂v
+ = 0, (2.1)
∂x ∂y
∂u ∂u 1 dp ∂2u
u +v =− +ν 2, (2.2)
∂x ∂y ρ dx ∂y
∂T ∂T 2
∂ T
u +v =α 2, (2.3)
∂x ∂y ∂y
que deben resolverse con las condiciones de contorno

y = 0 : u = v = 0, T = Tp (x), (2.4)
y → ∞ : u = ue (x), T = T∞ , (2.5)
x = 0; u = ui (y), T = Ti (y). (2.6)

Estas ecuaciones contienen derivadas segundas de u y T respecto a la coordenada transversal y,


lo que permite imponer tanto las condiciones de no deslizamiento y continuidad de temperatura,
u = 0 y T = Tp en la superficie del cuerpo, como las condiciones de acoplamiento con la
solución exterior no viscosa, que formalmente son condiciones para y → ∞ y expresan que
cuando la distancia a la superficie se hace grande frente a los espesores δ o δT estimados antes,
manteniendose aún pequeña frente a L, la velocidad y la temperatura deben tender a los valores
que la solución de las ecuaciones de Euler da como valores sobre la superficie del cuerpo. Por
otra parte, las ecuaciones de capa lı́mite únicamente tienen derivadas primeras de la velocidad
transversal v respecto a y y derivadas primeras respecto a x de las variables u y T , por lo
que únicamente se pueden imponer la condición de impermeabilidad, v = 0 en la superficie del
cuerpo, y condiciones iniciales en el origen de la capa lı́mite (x = 0) que proporcionen los perfiles
iniciales de velocidad y temperatura.

La presión p(x) que actúa sobre la capa lı́mite está relacionada con la velocidad de desliza-
miento ue (x) de la solución exterior a través de la ecuación de Bernoulli (1.4), por lo que
1 dp due
− = ue . (2.7)
ρ dx dx

Para fluidos incompresibles de viscosidad constante, las ecuaciones de continuidad y cantidad


de movimiento con sus condiciones de contorno (problema mecánico) están desacopladas de la

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ecuación de la energı́a y se pueden resolver antes de abodar la solución de ésta última con sus
condiciones de contorno (problema térmico).

3. Propiedades de las ecuaciones de capa lı́mite

Los elementos más importantes de la solución del problema (2.1)–(2.6) son las distribuciones
de esfuerzo de fricción y flujo de calor sobre la superficie, el espesor de desplazamiento, que como
veremos es una medida del desplazamiento local de la corriente exterior debido a la presencia
de la capa limite, y la posición del punto de desprendimiento.

00 =
El esfuerzo de fricción y el flujo de calor están dados por τp (x) = µ ∂u/∂y|y=0 y qpf
−k ∂T /∂y|y=0 , respectivamente, y se pueden calcular una vez calculadas las distribuciones de
velocidad y temperatura. Habitualmente estas magnitudes se expresan en forma adimensional
mediante el coeficiente de fricción, cf , y el número de Nusselt, Nu:
00
qpf
τp
cf = 1 y Nu = , (3.1)
2 ρU
2 k (Tpc − T∞ ) /L
donde los valores precisos de Tpc y L dependerán del problema particular que se esté analizando.
También se emplea el número de Nusselt medio, que mide el flujo de calor integrado sobre la
superficie del cuerpo:
00
R
Σ qpf dσ
Nu = . (3.2)
k (Tpc − T∞ ) L

00 ∼ k(T − T )/δ , de modo


Usando las estimaciones anteriores se obtiene τp ∼ µU/δ y qpf pc ∞ T

que τp /ρU 2 ∼ Re−1/2  1 y qpf


00 / [k(T − T )/L] ∼ L/δ ∼ Re1/2 Prn con n = 1/2 si Pr  1
pc ∞ T

o de orden unidad y n = 1/3 si Pr  1. Ası́ pues, cuando Re  1, el esfuerzo de fricción es


mucho menor que el esfuerzo de presión y el flujo de calor es mucho mayor que el flujo de orden
k(Tpc − T∞ )/L que habrı́a si el fluido estuviese en reposo.

El espesor de la capa lı́mite viscosa se puede definir como la distancia a la superficie del
cuerpo a la que la velocidad alcanza un cierto porcentaje de la velocidad de deslizamiento; por
ejemplo como el valor δ(x) para el que u(x, y = δ(x)) = 0.99 ue (x). El espesor de desplazamiento
es una medida más útil. Es la diferencia entre la distancia a la superficie de una lı́nea de corriente
dada, próxima a la superficie pero fuera de la capa lı́mite, y la distancia a la superficie de esta
misma lı́nea de corriente en un fluido ideal que fluyera en torno al cuerpo. La expresión del
espesor de desplazamiento, δ ∗ (x), se puede obtener a partir de su definición. Elijamos una lı́nea
de corriente tal que, en una sección dada (por ejemplo el origen de la capa lı́mite), el flujo que
pasa entre ella y la superficie del cuerpo tenga un cierto valor grande frente U L/Re1/2 pero muy
pequeño frente a U L. Sea Y (x) la distancia de esta lı́nea de corriente a la superficie cuando el
fluido no tiene viscosidad, de modo que la velocidad entre la lı́nea de corriente considerada y la
superficie es aproximadamente ue (x), y sea Y (x) + δ ∗ (x) la distancia real de la lı́nea de corriente

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a la superficie, cuando entre ambas está la capa lı́mite. Como el flujo que pasa entre la lı́nea de
R Y (x) R Y (x)+δ∗ (x)
corriente y el cuerpo es el mismo en ambos casos, se tiene 0 ue (x) dy = 0 u(x, y) dy.
R Y (x)+δ∗ (x)
La primera integral se puede escribir como 0 ue (x) dy−ue (x)δ ∗ (x), de modo que δ ∗ (x) =
R Y (x)+δ∗ (x)
0 [1 − u(x, y)/ue (x)] dy. Como el integrando de esta integral tiende a cero rápidamente
al salirse de la capa lı́mite, la integral puede extenderse hasta el infinito, y el resultado
Z ∞ 
∗ u
δ (x) = 1− dy (3.3)
0 ue
es independiente de la lı́nea de corriente elegida. La definición puede extenderse al caso de un
fluido compresible, para el que la magnitud que se conserva es el gasto másico en lugar del
volumétrico. En este caso
Z ∞ 
∗ ρu
δ (x) = 1− dy, (3.4)
0 ρe ue

donde ρe (x) es la densidad del fluido en la superficie que se obtiene de la solución de las ecuaciones
de Euler.

Una definición alternativa del espesor de la capa lı́mite que es útil en algunos casos es el
espesor de cantidad de movimiento, que está dado por
Z ∞  
∗∗ ρu u
δ (x) = 1− dy (3.5)
0 ρe ue ue
y es, como puede comprobar el lector, la cantidad que hay que añadir al espesor de desplazamien-
to para que las consideraciones anteriores sean aplicables al flujo de cantidad de movimiento; es
RY R Y +δ∗ +δ∗∗ 2
decir para que se satisfaga la relación 0 ρe u2e dy = 0 ρu dy.

La distribución de presión (o velocidad de deslizamiento) viene determinada por la solución de


las ecuaciones de Euler fuera de la capa lı́mite, y es el único elemento a través del que se introduce
en el problema (2.1)–(2.6) información relativa a la forma del cuerpo sobre el que se desarrolla la
capa lı́mite. El problema (2.1)–(2.6) es parabólico, lo cual significa que la solución en una sección
x = constante depende de las condiciones de partida en x = 0 y de las distribuciones de presión
y temperatura de la superficie entre x = 0 y la sección considerada, pero es independiente de
la presión y la temperatura de la superficie aguas abajo de esta sección. La variable x juega
un papel análogo al del tiempo en la ecuación del calor; la solución del problema (2.1)–(2.6) se
puede calcular avanzando paso a paso en esta variable, en general numéricamente.

La fuerza de presión actúa uniformemente en cada sección de la capa lı́mite, acelerando al


fluido si dp/dx < 0 (gradiente favorable) o decelerandolo si dp/dx > 0 (gradiente adverso).
La ecuación de cantidad de movimiento particularizada en la superficie del cuerpo se reduce
a ∂ 2 u/∂y 2 |y=0 = µ−1 dp/dx, indicando que la curvatura del perfil de velocidad en la superficie
está determinada por el valor local del gradiente de presión. Si el gradiente de presión es favorable
o nulo desde el origen de la capa lı́mite a la sección considerada, el perfil de velocidad es cóncavo
(∂ 2 u/∂y 2 < 0). Cuando la capa lı́mite entra en una zona de gradiente adverso, el perfil pasa a

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ser convexo en la pared (∂ 2 u/∂y 2 |y=0 > 0), y debe haber al menos un punto de inflexión en el
interior del fluido donde ∂ 2 u/∂y 2 = 0 y el perfil pase a ser cóncavo.

Si el gradiente de presión adverso que tiende a frenar al fluido se mantiene de forma continuada
o es muy intenso, el fluido en la base de la capa lı́mite, que tiene poca cantidad de movimiento
por efecto de la viscosidad, acaba deteniendose, lo cual se refleja en la aparición de un esfuerzo
de fricción nulo, τp = µ∂u/∂y|y=0 = 0, en una sección de la capa lı́mite, y de corriente inversa
(u < 0) aguas abajo de esta sección. La condición τp = 0 define el punto de separación, que es un
punto singular de la solución de las ecuaciones de capa lı́mite, más allá del cual estas ecuaciones
dejan de tener solución. Cuando existe, el punto de separación es uno de los elementos más
importantes de la solución del problema de capa lı́mite, porque determina la posición donde la
lı́nea de corriente divisoria de la solución de las ecuaciones de Euler se separa de la superficie del
cuerpo, y por tanto permite identificar la solución lı́mite correcta de entre las infinitas soluciones
de estas ecuaciones. Expresado en otros términos, la imposibilidad de que la evolución del flujo
en la capa lı́mite sea suave en presencia de un gradiente de presión adverso demasiado intenso o
continuado [contrariamente a la suposición implı́cita en la derivación de las ecuaciones de capa
lı́mite (2.1)–(2.3)] lleva a que el fluido afectado por la viscosidad se separe de la superficie del
cuerpo en un cierto punto, y con ello altere drásticamente el flujo exterior y la distribución de
presión sobre la superficie del cuerpo.

Es posible reducir el problema mecánico bidimensional a una única ecuación empleando


como incógnita la función de corriente ψ(x, y), con lo que la ecuación de continuidad se satisface
automáticamente. Sustituyendo las expresiones de las componentes de la velocidad en términos
de la función de corriente, u = ∂ψ/∂y y v = −∂ψ/∂x, en la ecuación de conservación de la
cantidad de movimiento se obtiene la siguiente ecuación diferencial para la función de corriente:

∂ψ ∂ 2 ψ ∂ψ ∂ 2 ψ due ∂3ψ
− 2
= ue +ν 3, (3.6)
∂y ∂x∂y ∂x ∂y dx ∂y
que deberá resolverse con las condiciones de contorno
∂ψ ∂ψ ∂ψ
y=0: ψ= = 0, y→∞: = ue (x), x=0: = ui (y). (3.7)
∂y ∂y ∂y

Las ecuaciones y condiciones de contorno que permiten describir el flujo en la capa lı́mite
axilsimétrica alrededor de un cuerpo de revolución cuando la corriente incide en la dirección del

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eje de simetrı́a son
1 ∂ ∂v
(r0 u) + = 0, (3.8)
r0 ∂x ∂y
∂u ∂u due ∂2u
u +v = ue +ν 2, (3.9)
∂x ∂y dx ∂y
∂T ∂T ∂2T
u +v =α 2, (3.10)
∂x ∂y ∂y
y = 0 : u = v = 0, T = Tp (x), (3.11)
y → ∞ : u = ue (x), T = T∞ , (3.12)
x = 0 : u = ui (y), T = Ti (y). (3.13)

donde las coordenadas de capa lı́mite x e y son la distancia a lo largo del contorno de una sección
meridional del cuerpo, por un plano que contenga al eje de simetrı́a, y la distancia a la superficie
del cuerpo. La única diferencia con las ecuaciones (2.1)–(2.6) es la presencia del factor r0 (x) en
la ecuación de continuidad, que es el radio de la sección del cuerpo por un plano perpendicular
al eje de simetrı́a.

El lector puede comprobar que las ecuaciones (3.8)–(3.13) se reducen a (2.1)–(2.6) mediante
la transformación de Mangler, que consiste en usar las nuevas variables
Z x 
0 1 2 0 r0
x = 2 r0 dx, y = y, 

L 0 L




 
0 0 L yu dr0 0 0 (3.14)
u = u, v = v+ , ue (x ) = ue (x),
r0 r0 dx 


0 0 0

T = T, Tp (x ) = Tp (x).

Una propiedad de interés de las ecuaciones de capa lı́mite es que sus soluciones no depen-
den del número de Reynolds del problema. Para ver esto basta adimensionalizar (2.1)–(2.6)
empleando las variables
x y u v p T − T∞
x
e= , ye = 1/2
, u
e = , ve = 1/2
, pe = 2
, θ= . (3.15)
L L/Re U U/Re ρU Tpc − T∞
Las ecuaciones y condiciones de contorno adimensionales son
∂u
e ∂ ve
+ = 0, (3.16)
∂x
e ∂ ye
∂u
e ∂ue ee ∂ 2 u
du e
u
e + ve =u ee + 2, (3.17)
∂x
e ∂ ye dx
e ∂ ye
∂θ ∂θ 1 ∂2θ
u + ve = , (3.18)
∂ ye Pr ∂ ye2
e
∂xe
ye = 0 : u
e = ve = 0, θ = θp (x e), (3.19)
ye → ∞ : u
e=u
ee (x
e), θ = 0, (3.20)
x
e=0: u
e=u
ei (ye), θ = θi (ye), (3.21)

donde u ei = ui /U , θp = (Tp − T∞ )/(Tpc − T∞ ) y θi = (Ti − T∞ )/(Tpc − T∞ ). Se puede


ee = ue /U , u
ver que este problema no depende de la viscosidad del fluido, sino únicamente de la forma del

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cuerpo en torno al cual se forma la capa lı́mite, que se manifiesta a través de la velocidad de
deslizamiento u
ee (x
e) y, para el problema térmico, de la distribución de θp (x
e) y del número de
Prandtl del fluido.

En particular, el punto de desprendimiento no depende del número de Reynolds, en tanto la


capa lı́mite se mantenga laminar. Esta propiedad da cuenta del valor casi constante del coeficiente
de resistencia de un cuerpo romo para valores del número de Reynolds altos pero menores que
el de transición de la capa lı́mite sobre su superficie.

4. Capa lı́mite sobre una placa plana

La solución más simple de las ecuaciones de capa lı́mite corresponde a un cuerpo que sea
una placa plana alineada con la corriente. Esta solución fue calculada por Blasius en 1908. La
presencia de la placa no perturba la corriente de un fluido ideal, de modo que la solución de las
ecuaciones de Euler es v = U i, p = p∞ , T = T∞ . La velocidad de deslizamiento es constante, y
el gradiente de presión es nulo en (2.2).

En estas condiciones, no hay ninguna longitud caracterı́stica de la que pueda depender la


solución del problema mecánico, y esto independientemente de cuál sea la longitud de la placa,
porque, dado el carácter parabólico del problema, la solución en cualquier punto aguas arriba
del borde de salida es independiente de dónde se acabe la placa.

El orden del espesor de la capa lı́mite a una distancia x del borde de ataque se obtiene
del balance de los términos de aceleración y viscosidad en (2.2). En ausencia de una longitud
caracterı́stica, el primero de estos términos ha de ser de orden U 2 /x, mientras que término viscoso
p
es de orden νU/δ 2 . Ası́ pues, δ(x) = νx/U , lo que sugiere buscar una solución autosemejante en
la que u dependa únicamente de la combinación y/δ(x). En términos de la función de corriente,
esto equivale a buscar una solución de la forma
√ y
ψ= 2νU xf (η) con η=p (4.1)
2νx/U

y f (η) a determinar. Los factores 2 se han introducido aquı́ por conveniencia. Las componentes
de la velocidad serán u = ∂ψ/∂y = U f 0 y v = −∂ψ/∂x = νU/2x (ηf 0 − f ), donde las primas
p

indican derivadas con respecto a η. Llevando esta forma de la función de corriente a (3.6) y sus
condiciones de contorno (3.7), el problema a resolver se reduce a

f 000 + f f 00 = 0, f (0) = f 0 (0) = 0, f 0 (∞) = 1, (4.2)

que es el llamado problema de Blasius, cuya solución se muestra en la figura 1.1


1 Esta solución debe calcularse numéricamente, pero el problema de condiciones de contorno (4.2) puede reducirse a uno

de condiciones iniciales haciendo uso de su invariancia ante un grupo contı́nuo de transformaciones. El cambio de variables

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Figura 1: Solución autosemejante de Blasius. Se muestran las distribuciones escaladas de función de
corriente [f (η)], velocidad [f 0 (η)] y esfuerzo [f 00 (η)].

El esfuerzo de fricción y los espesores de desplazamiento y cantidad de movimiento de la


solución de Blasius son
r
ρU 2

∂u U 00
τp = µ = µU f (0) = 0.332 1/2
,
∂y y=0 2νx Rex
Z ∞
2νx ∞
r Z
∗ u 1.721 x
δ = 1− dy = (1 − f 0 ) dη = , (4.3)
0 U U 0 Re1/2
Z ∞ 
2νx ∞ 0
r Z
∗∗ u u 0.664 x
δ = 1− dy = f (1 − f 0 ) dη = ,
0 U U U 0 Re1/2
donde Rex = U x/ν.

Consideremos ahora el problema térmico, consistente en la ecuación de la energı́a (2.3) con


sus condiciones de contorno. Se trata de un problema lineal cuya solución se puede abordar
una vez conocida la distribución de velocidad. En general, el problema debe resolverse numéri-
camente para una distribución dada de temperatura de la placa, Tp (x), o de flujo de calor,
00 (x). Sin embargo, la solución es autosemejante en un cierto número de casos, y las soluciones
qpf
autosemejantes pueden combinarse linealmente para obtener muchas otras.

En particular, la solución es autosemejante cuando la temperatura de la placa es uniforme.


η = αe
η , f = β fe, con α y β constantes, transforma el problema en
fe000 + αβ fefe00 = 0, fe(0) = fe0 (0) = 0, fe0 (∞) = α/β,
donde las primas indican ahora derivadas respecto a ηe. La ecuación y las dos primeras condiciones de contorno coinciden
con las del problema original (4.2) si αβ = 1, mientras que la tercera condición de contorno se transforma en fe0 (∞) = α2 .
Por otra parte, fe00 (0) = α3 d2 f /dη 2 (0). Aunque d2 f /dη 2 (0) es aún desconocida, puede suponerse que se ha elegido α =
1/3
1/ d2 f /dη 2 (0) , de modo que fe00 (0) = 1. La ecuación difencial para fe se puede integrar con las tres condiciones iniciales
fe = fe = 0 y fe = 1 en ηe = 0. Un cálculo simple muestra que fe0 → 1.6655... cuando ηe → ∞, pero como fe0 (∞) = α2 esta
0 00

condición determina α ≈ 1.2865, y con ello d2 f /dη 2 (0) ≈ 0.4696, que completa la solución del problema.

10
(a) (b)
θ(η)

g(η)
η η

Figura 2: Soluciones autosemejantes para la temperatura en la capa lı́mite sobre una placa plana. (a):
Temperatura de la placa uniforme. Se muestra θ = (T − T∞ )/(Tp − T∞ ) como función de η para varios
valores del número de Prandtl. (b): Temperatura de la placa de la forma Tp = T∞ + Axγ . Se muestra
g = (T − T∞ )/(Axγ ) como función de η para Pr = 0.7 y varios valores de γ.

En este caso, escribiendo (T − T∞ )/(Tp − T∞ ) = θ(η), la ecuación de la energı́a y sus condiciones


de contorno se reducen a

θ00 + Prf θ0 = 0, θ(0) = 1, θ(∞) = 0, (4.4)

cuya solución es  
R∞ R η0 00 ) dη 00 dη 0
η exp −Pr 0 f (η
θ(η) = R   , (4.5)
∞ R η0 00 ) dη 00 dη 0
0 exp −Pr 0 f (η
que se muestra en la figura 2(a) para varios valores del número de Prandtl del fluido. El flujo de
calor que pasa de la placa al fluido es
r
00 ∂T U 0
qpf = −k = −k (Tp − T∞ ) θ (0), (4.6)
∂y y=0
2νx
con
1
θ0 (0) = − R  R η0  . (4.7)

0 exp −Pr 0 f (η 00 ) dη 00 dη 0

√ √
Pr −θ0 (0)/ 2 Pr −θ0 (0)/ 2
0.001 0.0173 10 0.7281
0.01 0.0516 100 1.572
0.1 0.1400 1000 3.387
1.0 0.3321 10000 7.297


Cuadro 1: −θ0 (0)/ 2 para varios valores del número de Prandtl.

Este resultado se expresa a menudo en forma adimensional mediante el número de Nusselt


local 00
qpf θ0 (0) 1/2
Nux = =− Re , (4.8)
k (Tp − T∞ ) /x 21/2 x

11
Figura 3: Número de Nusselt local para una placa plana con temperatura uniforme.

que se muestra en la figura 3 en función del número de Prandtl. También se muestran en


esta figura aproximaciones válidas para valores grandes y pequeños del número de Prandtl.2
En particular, la approximación Nux ≈ 0.332 Re1/2 Pr1/3 da buenos resultados para cualquier
Pr > 0.1.

También es autosemejante la temperatura cuando Tp − T∞ = Axγ , con A y γ constantes,


como puede comprobar el lector buscando una solución de la forma T − T∞ = Axγ g(η). La
función g(η) se muestra en la figura 2(b) para Pr = 0.7 y varios valores de γ. La solución para
γ = 1/2 es de especial interés porque corresponde a un valor uniforme del flujo de calor que
00 = kAg 0 (0) U/2ν.
p
pasa de la placa al fluido, qpf

Por otra parte, como la ecuación de la energı́a es lineal, se pueden superponer soluciones
autosemejantes (con una distribución de velocidad dada de antemano) para obtener nuevas
soluciones con distintas distribuciones de Tp (x).

5. Soluciones de Falkner-Skan

La solución de Blasius para una placa plana es un miembro de una familia de soluciones
autosemejantes encontradas por Falkner y Skan para velocidades de deslizamiento de la forma
ue (x) = Cxm con C y m constantes. Estas velocidades de deslizamiento, con m > 0, se dan
2 Estas aproximaciones tienen su origen en la evaluación de θ 0 (0) en (4.7) para valores grandes y pequeños de Pr. La

integral en el exponente de (4.7) es una función creciente de η. Cuando Pr  1, la exponencial es muy pequeña salvo
para valores pequeños de η, para los que se puede usar la aproximación f (η) ≈ f 00 (0)η 2 /2, que conduce a los resultados
3
exp −Pr 0η f (η 0 ) dη 0 ≈ exp −Prf 00 (0)η 3 /6 y θ0 (0) ≈ − (Prf 00 (0)/6)1/3 /I1 = −0.479 Pr1/3 , con I1 = 0∞ e−v dv =
R   R
0.893.
Por otra parte, cuando Pr  1 la mayor contribución a la integral en el exponente de (4.7) procede de valores grandes
de η, para los que f (η) ≈ η, exp −Pr 0η f (η 0 ) dη 0 ≈ exp −Prη 2 /2 y θ0 (0) ≈ − (Pr/2)1/2 /I2 = −0.798 Pr1/2 , con
R  
R ∞ −v2 √
I2 = 0 e dv = π/2.

12
en el flujo irrotacional de un fluido ideal alrededor de una cuña, cuando la corriente incide
simétricamente sobre la cuña, de modo que la velocidad es nula en su arista. Si el ángulo de la
cuña es πβ, el valor de m resulta ser m = β/(2 − β), o bien
2m
β= . (5.1)
m+1
Casos de particular interés son m = β = 0, que corresponde a la placa plana, y m = β =
1, que proporciona la velocidad cerca de un punto de remanso que coincida con un punto
regular de la superficie cualquier sólido. Valores negativos de m, que representan capas lı́mite
sometidas a un gradiente de presión adverso, son también de interés y pueden obtenerse con
otras configuraciones.

Para mostrar que la solución del problema mecánico es autosemejante basta formular este
problema en términos de la función de corriente, como en (3.6) y (3.7), y usar las variables
√ √
escaladas ye = y/ ν y ψe = ψ/ ν. Se obtiene ası́

∂ ψe ∂ 2 ψe ∂ ψe ∂ 2 ψe ∂ 3 ψe
− 2
= mC 2 x2m−1 + , (5.2)
∂ ye ∂x∂ ye ∂x ∂ ye ∂ ye3
∂ ψe ∂ ψe
ye = 0 : ψe = = 0, ye → ∞ : = Cxm . (5.3)
∂ ye ∂ ye
Este problema contiene las variables ψ,
e x, ye, C y m. El teorema Π muestra que la combinación
e C 1/2 x(m+1)/2 depende únicamente de las variables adimensionales C 1/2 x(m−1)/2 ye y m. A

ψ/
la vista de este resultado, se puede buscar una solución de la forma
r r
2 m + 1 Cxm−1
ψ= νCxm+1 f (η) con η = y , (5.4)
m+1 2 ν
donde la constante 2/(m+1) se introduce por conveniencia. Llevando (5.4) a (5.2) y (5.3) resulta
 2

f 000 + f f 00 + β 1 − f 0 = 0, f (0) = f 0 (0) = 0, f 0 (∞) = 1, (5.5)

cuya solución se muestra en la figura 4 para varios valores de β. El esfuerzo de fricción y el espesor
−1/2 R∞
de desplazamiento son τp = (m + 1)/2ρu2e Rex f 00 (0) y δ ∗ = 2/(m + 1)xRe−1/2 0 (1 −
p p

f 0 ) dη, con Rex = xue (x)/ν. El esfuerzo de fricción se anula para β ≈ −0.19884 (m ≈ −0.09043),
y la solución deja de ser realista para valores de β más pequeños.

Como en el caso de la placa plana, la solución del problema térmico es autosemejante cuando
Tp −T∞ es proporcional a una potencia de x. En el caso de Tp uniforme, el problema térmico toma
la forma (4.4), si bien f es ahora la solución de (5.5). La solución se muestra en la figura 5(a)
p 1/2
para varios valores de β y Pr. El número de Nusselt local es Nux = (m + 1)/2G(Pr, β)Rex
con
1
G(Pr, β) = R  R η0  .

0 exp −Pr 0 f (η 00 ) dη 00 dη 0

El cociente entre este número de Nusselt y el correspondiente a la placa plana (β = 0) se muestra


en la figura 5(b).

13
Figura 4: Soluciones de Falker-Skan. Distribuciones escaladas de velocidad y esfuerzo para varios valores
de β.

(a) (b)
N ux/N ux0
θ(η)

η β

Figura 5: Soluciones de Falker-Skan. Temperatura de la superficie uniforme. (a): θ = (T − T∞ )/(Tp − T∞ )


como función de η para Pr = 0.7 y 10 y varios valores de β. (b): Número de Nusselt local escalado con su
valor para β = 0 (placa plana) como función de β para varios valores del número de Prandtl.

14
6. Transición y capa lı́mite turbulenta

Las soluciones de capa lı́mite consideradas hasta ahora son flujos laminares, con una estruc-
tura bien ordenada, a menudo estacionaria, y una variación suave en la dirección de la corriente,
x. Estas soluciones pueden existir para cualquier valor de x, por ejemplo para una placa pla-
na alineada con la corriente, para la que no hay gradiente de presión que desprenda la capa
lı́mite, pero no son siempre las soluciones que se observan en la realidad. Aunque el transporte
de calor en flujos turbulentos se estudiará en un capı́tulo posterior, conviene indicar aquı́ que,
normalmente, el flujo en una capa lı́mite es laminar desde su origen hasta una cierta región de
transición, mientras que es turbulento aguas abajo de esta región. El flujo turbulento se carac-
teriza por la existencia de fluctuaciones irregulares, tridimensionales y no estacionarias, de las
variables fluidas. Estas fluctuaciones transportan paquetes de fluido rápido desde las regiones
más exteriores de la capa lı́mite hasta su base, y paquetes de fluido lento desde la base de la
capa lı́mite hasta las regiones más exteriores de la misma. El proceso se conoce como mezcla tur-
bulenta y se debe principalmente a la acción de torbellinos grandes aproximadamente alineados
con la corriente (streaks) que se generan intermitentemente cerca de la base de la capa lı́mite y
tienen un tamaño y una evolución caracterı́sticos. Estos torbellinos son estructuras coherentes,
en el sentido de que mantienen su identidad durante un tiempo mayor que el esperable para su
tamaño en un flujo turbulento, y juegan un papel importante en la descripción estadı́stica de la
turbulencia.

Como resultado de la mezcla turbulenta, las variables fluidas experimentan variaciones caóti-
cas en cualquier punto de una capa lı́mite turbulenta. Estas capas lı́mite tienen una estructura
de dos regiones. En la llamada región de la pared, cuyo espesor es pequeño comparado con el
espesor total de la capa lı́mite, el efecto del transporte molecular (viscosidad, conducción de
calor y difusión de las especies, si el fluido se compone de varias especies) sobre la evolución de
las variables fluidas promediadas sobre las fluctuaciones turbulentas es comparable al efecto de
la mezcla turbulenta, mientras que en el resto de la capa lı́mite predomina el efecto de la mezcla
turbulenta. Un perfil de velocidad tı́pico de una capa lı́mite turbulenta es más uniforme que el
de una capa lı́mite laminar, y presenta una caida abrupta cerca de la pared, que da lugar a un
esfuerzo tangencial mayor que el de una capa lı́mite laminar. Lo mismo ocurre con el perfil de
temperatura, si la temperatura de la pared es distinta de la temperatura de la corriente exterior,
y con los perfiles de concentración de las especies que forman el fluido, si sus valores son distintos
en la pared y en la corriente exterior. Esto hace que el flujo de calor que pasa de la pared al
fluido y los flujos por difusión de las especies sean más grandes en una capa lı́mite turbulenta
que en una laminar.

Como la mezcla turbulenta, que predomina sobre el transporte molecular en la mayor parte de
la capa lı́mite, se debe a los torbellinos grandes de la turbulencia y no depende de los coeficientes
de transporte del fluido (viscosidad, conductividad y difusividad), los espesores de las capas

15
lı́mite viscosa, térmica y de concentraciones son comparables cuando el flujo es turbulento.
El cálculo de las distribuciones de velocidad, presión, temperatura y concentraciones de las
especies es mucho más complejo en un flujo turbulento que en uno laminar. Sin embargo las
consideraciones cualitativas anteriores justifican el uso de la analogı́a de Reynolds, que consiste
en admitir la igualdad de los parámetros adimensionales que miden los efectos del transporte
turbulento de cantidad de movimiento y de calor a través de la superficie sobre la que se forma
la capa lı́mite, independientemente de los valores de la viscosidad y la conductividad térmica
del fluido. Concretamente,
00
qpf
τp cf
= o bien = St,
ρu2e ρue c(Tp − T∞ ) 2
00 /[ρu c(T − T )] es el número de
donde cf = τp / 12 ρu2e es el coeficiente de fricción y St = qpf e p ∞
Stanton.

Del mismo modo, cuando el fluido es una mezcla no homogénea de dos especies, A y B,
τp φA cf
= o bien = Stm ,
ρu2e ρue (Yp − Y∞ ) 2
donde φA es el flujo másico de la especie A que entra al fluido a través de la superficie sobre la
que se forma la capa lı́mite, que está dado por la ley de Fick, φA = −ρDAB ∂Y /∂y|y=0 . Aquı́ Y
es la fracción másica de la especie A (masa de esta especie por unidad de masa de la mezcla),
cuyos valores en la superficie y en la corriente exterior son Yp y Y∞ , DAB es el coeficiente de
difusión de la especie A en la B, y Stm = φA /[ρue (Yp − Y∞ )] es el número de Stanton para la
transferencia de masa.

Estas relaciones se pueden re-escribir como


cf Nu cf Sh
= y = ,
2 Re Pr 2 Re Sc
00 /[k(T −T )/L] y el número de Sherwood
en términos del número de Nusselt Nu = Re Pr St = qpf p ∞
Sh = Re Sc Stm = φA /[ρDAB (Yp − Y∞ )/L], donde Sc = ν/DAB es el número de Schmidt.

Una forma extendida de la analogı́a de Reynolds, llamada de Chilton-Colburn, que da resul-


tados más precisos, es
cf cf
= St Pr2/3 y = Stm Sc2/3 . (6.1)
2 2

La transición de la capa lı́mite de laminar a turbulenta se debe a la amplificación de pequeñas


perturbaciones, que pueden originarse en la capa lı́mite o en el flujo exterior, o ser consecuencia
de irregularidades de la superficie del cuerpo. En general, estas perturbaciones crecen en la
dirección de la corriente, dando lugar a la transición, cuando el número de Reynolds Rex = ue x/ν
es suficientemente alto. Frecuentemente la transición comienza a una distancia xc del origen de
la capa lı́mite donde el número de Reynols alcanza un cierto valor crı́tico Rexc . En la capa lı́mite
sobre una placa plana, este valor crı́tico varı́a entre 105 y 3 × 106 , dependiendo de la rugosidad

16
Figura 6: Número de Nusselt local en función de la posición sobre la superficie de un cilindro para Pr = 0.7
y varios valores del número de Reynolds.

de la superficie y del nivel de turbulencia en la corriente exterior. Un valor representativo del


número de Reynolds crı́tico para muchos flujos de capa lı́mite es Rexc = 5 × 105 .

7. Otras soluciones y correlaciones

En general, la solución de las ecuaciones de capa lı́mite no es autosemejante y debe calcu-


larse numéricamente, incluyendo el cálculo de la posición del punto de desprendimiento, si lo
hay (a menos que la superficie presente una arista viva donde a priori se sepa que ocurrirá el
desprendimiento). Hay disponibles multitud de resultados numéricos y experimentales, ası́ co-
mo correlaciones empı́ricas, que a menudo evitan estos cálculos. Pero es esencial comprender la
naturaleza del problema y las condiciones de validez de cada resultado para interpretar y usar
juiciosamente la información disponible.

00 / [k (T − T ) /D],
Como ejemplo, la figura 6 muestra el número de Nusselt local, Nu(θ) = qpf p ∞
para un cilindro circular de diámetro D a temperatura Tp uniforme sobre el que incide perpendi-
cularme una corriente de velocidad U y temperatura T∞ de un fluido de viscosidad cinemática ν
y conductividad térmica k. En esta figura θ es el ángulo de un radio del cilindro con la dirección
de la corriente incidente, con θ = 0 en el punto de remanso delantero. Los resultados son para
Pr = 0.7 (aire) y varios valores del número de Reynolds ReD = U D/ν.

El número de Nusselt decrece desde su valor en el punto de remanso delantero debido a


que el espesor de la capa lı́mite aumenta con θ. Para los dos valores más bajos del número
de Reynolds en la figura 6, el mı́nimo de Nu(θ) se alcanza aproximadamente en el punto de
desprendimiento, y el posterior crecimiento en la zona desprendida cuando ReD = 104 se debe a

17
la intensa recirculación en la mitad posterior del cilindro. Para los dos valores más altos de ReD ,
el primer mı́nimo de Nu(θ) corresponde a la transición de la capa lı́mite a la turbulencia, que
retarda el desprendimiento e intensifica la transferencia de calor. El número de Nusselt alcanza
un máximo y vuelve a decrecer cuando crece el espesor de la capa lı́mite turbulenta, hasta un
segundo mı́nimo en torno al nuevo punto de desprendimiento.

La siguiente correlación empı́rica (Hilpert 1933) para el número de Nusselt medio da resul-
tados aceptables para Pr > 0.7 cuando se usan los valores de las constantes C y m de la tabla
adjunta Rπ
D 00 dθ
qpf
0
Nu = = CRem Pr1/3 . (7.1)
k (Tp − T∞ ) D

Observese que los valores de m difieren del valor m = 1/2 que da la teorı́a de la capa lı́mite

ReD C m
0.4–4 0.989 0.330
4–40 0.911 0.385
40–4 × 103 0.683 0.466
4 × 103 –4 × 104 0.193 0.618
4 × 104 –4 × 105 0.027 0.805

laminar para ReD → ∞. Esta correlación se puede emplear también para algunos cilindros de
sección no circular con los valores de D, C y m de la tabla del principio de esta hoja.

Una correlación debida a Ranz y Marshall para el número de Nusselt medio en el flujo laminar
R 00 1/2
en torno a una esfera de diámetro D es Nu = Σ qpf dσ/ [πDk (Tp − T∞ )] = 2 + 0.6 ReD Pr1/3 .

Un banco de tubos es una configuración más complicada, de interés por su uso en cambiadores
de calor. Consiste en un conjunto de tubos paralelos por los que circula un fluido, mientras que
alrededor de los tubos y perpendicularmente a su eje fluye otro fluido, que incide sobre el banco

18
Figura 7: Bancos de tubos alineados y desplazados.

con una velocidad V y una temperatura T∞ . Los dos fluidos intercambian calor a través de las
paredes de los tubos. Para analizar la transferencia de calor entre el fluido exterior y las paredes
de los tubos, supondremos que éstas se encuentran a una temperatura constante Tp , si bien en
la realidad Tp variará a lo largo de los tubos. Hay dos disposiciones posibles de los tubos del
banco, alineados en la dirección de la corriente incidente o desplazados, como se muestra en la
figura 7. Cada disposición queda caracterizada por el diámetro D de los tubos y los espaciados
longitudinal y transversal, SL y ST . El desprendimiento de la capa lı́mite que se forma sobre cada
tubo y la interacción de los tubos de las filas posteriores con las estelas resultantes juegan un
papel importante en la transferencia de calor. La transferencia entre el fluido exterior y los tubos
de la primera fila es parecida a la transferencia entre este fluido y un cilindro único, estudiada
antes. Sin embargo, estos primeros tubos actúan como generadores de turbulencia, y el flujo
turbulento que incide sobre las siguientes filas de tubos intensifica la transferencia de calor. El
ritmo de transferencia de calor alcanza un valor constante a partir de la cuarta o quinta fila de
tubos, que es mayor que el valor correspondiente a un tubo único e independiente del número
de filas de tubos del banco para los valores de este número usados normalmente.

Si el número de filas de tubos es NL ≥ 20, el número de Nusselt medio para todo el banco
es NuD = q/(k∆Tlm ), donde q es el valor medio del flujo de calor que pasa de un tubo al fluido
exterior (por unidad de longitud del tubo) y ∆Tlm es un valor medio de la diferencia entre la
temperatura Tp de las paredes de los tubos y la temperatura del fluido que fluye en torno a
ellos. Ésta última no es T∞ porque la temperatura del fluido exterior se va aproximando a Tp
al avanzar a través del banco. Un valor de ∆Tlm que tiene en cuenta este efecto de manera
aproximada es
(Tp − T∞ ) − (Tp − To )
∆Tlm = ,
ln(Tp − T∞ )/(Tp − To )
donde To es la temperatura con la que el fluido exterior sale del banco. Como este valor no es
conocido de antemano, el cálculo debe ser iterativo.

19
El número de Nusselt medio se puede calcular mediante la siguiente correlación (Zukauskas)

Pr 1/4
 
m 0.36
NuD = C ReDmax Pr para 0.7 ≤ Pr ≤ 500, (7.2)
Prp
donde C y m están dados en la tabla anterior; ReDmax = ρVmax D/µ, siendo Vmax una medida
de la velocidad máxima del fluido exterior; Pr es el número de Prandtl del fluido exterior; y Prp
es el valor de este número a la temperatura de la pared de los tubos. La propiedades del fluido
exterior que intervienen en NuD , ReDmax y Pr deben evaluarse a la temperatura (T∞ + To )/2.

En el caso de tubos alineados en la dirección de la corriente incidente debe usarse


ST
Vmax = V, (7.3)
ST − D
mientras que en el caso de tubos desplazados
ST

 S − D V si 2(SD − D) > ST − D


T
Vmax = (7.4)
ST
V si 2(SD − D) < ST − D



2(SD − D)
donde SD2 = SL2 + (SL /2)2 (ver figura 7).

Si el número de filas de tubos es NL < 20, el número de Nusselt medio dado por la correlación
anterior debe multiplicarse por un factor de corrección C2 dado en la tabla siguiente.

20
8. Capa lı́mite térmica para Pr  1 o Pr  1

El análisis de la capa lı́mite térmica laminar se puede simplificar cuando el número de Prandtl
del fluido es grande o pequeño. En el primer caso, la capa lı́mite térmica es mucho más delgada
que la viscosa. La velocidad del fluido en la capa lı́mite térmica se puede aproximar por el primer
término de su desarrollo en serie de Taylor en torno a la superficie del cuerpo: u ≈ (τp /µ)y, donde
τp (x) es el esfuerzo de fricción, que debe calcularse previamente y es el único elemento de la
solución del problema mecánico que interviene en el problema térmico. Por otra parte, de la
Ry
ecuación de continuidad se obtiene v = − 0 ∂u/∂x dy ≈ −(τp0 /2µ)y 2 , donde la prima indica
derivada respecto a x. Llevando estas expresiones de la velocidad al término convectivo de la
ecuación de la energı́a y rescribiendo esta ecuación en términos de las variables

α x τp 1/2
Z    1/2
τp
x̂ = dx e ŷ = y, (8.1)
2 0 2µ 2µ

(donde ŷ es la raiz cuadrada de la función de corriente) se obtiene

∂T ∂2T
ŷ = ,
∂ x̂ ∂ ŷ 2
a resolver con las condiciones

T = Tp (x̂) en ŷ = 0 y T = T∞ en x̂ = 0 y para ŷ → ∞,

donde Tp (x̂) es la temperatura de la superficie del cuerpo rescrita en términos de la variable x̂.

Como se ha visto en el capı́tulo anterior, la solución de este problema es autosemejante


00 (x̂) =
cuando Tp (x̂) − T∞ = (T1 − T∞ ) H(x̂) con T1 constante, y proporciona el flujo de calor qpf

k (T1 − T∞ ) (τp (x̂)/2µ)1/2 F/x̂1/3 (para x̂ > 0), con F = 1/ 0 exp(−η 3 /9) dη ≈ 0.538. Usando
R

el principio de superposición se obtiene el flujo de calor para cualquier Tp (x̂) en la forma


1/2 Z x̂
dx̂0

00 τp (x̂) dTp 0
qpf (x̂) = Fk (x̂ ) . (8.2)
2µ 0 dx̂ (x̂ − x̂0 )1/3
En estas condiciones, para una distribución de esfuerzo de fricción dada, el problema térmico
se reduce al cálculo de la integral que relaciona x con x̂ en (8.1) y al de la integral (8.2) que
da el flujo de calor sobre la superficie del cuerpo. Aunque las aproximaciones usadas solo están
justificadas cuando Pr  1, el método suele dar buenos resultados incluso cuando el número de
Prandtl es de orden unidad.

Cuando Pr  1, la capa lı́mite térmica es mucho más gruesa que la viscosa. En este caso
se pueden usar las aproximaciones u ≈ ue (x) y v ≈ −y due /dx, y la ecuación de la energı́a se
reduce a ∂T /∂ x̂ = ∂ 2 T /∂ ŷ 2 en términos de las variables
Z x
x̂ = α ue dx e ŷ = y ue . (8.3)
0

21
La solución de esta ecuación con las condiciones de contorno T = Tp (x̂) en ŷ = 0 y T = T∞ en
x̂ = 0 y para ŷ → ∞ proporciona

dx̂0
Z
00 1 dTp 0
qpf (x̂) = √ kue (x̂) (x̂ ) . (8.4)
π 0 dx̂ (x̂ − x̂0 )1/2
Observese que en este caso se puede resolver el problema térmico sin conocer la solución del
problema mecánico.

9. Efecto de la succión y del soplado

La succión de fluido a través de la superficie del cuerpo en un procedimiento empleado a


veces para suprimir o retrasar el desprendimiento de la capa lı́mite, ya que con ello se elimina el
fluido de la base de la capa lı́mite, que tiene poca cantidad de movimiento y mayores dificultades
para soportar un gradiente de presión adverso. Una velocidad de succión de orden U/Re1/2 es
suficiente para afectar a la capa lı́mite, aumentando tanto el esfuerzo de fricción como el flujo
de calor. Por otra parte, ambas magnitudes pueden disminuirse inyectando fluido a través de
la superficie con una velocidad de este orden, que es un procedimiento empleado para reducir
el flujo de calor que recibe un cuerpo inmerso en una corriente de un fluido caliente (un álabe
de una turbina). La velocidad de soplado debe limitarse para evitar el desprendimiento de la
capa lı́mite. Para analizar los efectos de la succión y el soplado hay que sustituir la condición de
contorno v = 0 en la superficie del cuerpo por v = vp (x), donde vp es la velocidad de soplado (si
es positiva) o de succión (si es negativa).

Como ejemplo simple de estos efectos, consideremos la capa lı́mite sobre una placa plana
1/2
alineada con la corriente. Supongamos que la velocidad de soplado es vp (x) = v ∗ U/Rex , con
v ∗ constante. La solución sigue siendo autosemejante de la forma (4.1), y la función f (η) es la
solución del problema

f 000 + f f 00 = 0, f (0) = −21/2 v ∗ , f 0 (0) = 0, f 0 (∞) = 1. (9.1)

La distribución de velocidad resultante se muestra en la figura 8(a) para varios valores de v ∗ . El


espesor de la capa lı́mite disminuye, y el esfuerzo de fricción aumenta, cuando v ∗ < 0 (succión)
y lo contario ocurre cuando v ∗ > 0 (soplado). La capa lı́mite se desprende (τp = 0) cuando
v ∗ ≈ 0.619.

La variación del flujo de calor con la intensidad de la succión/soplado puede calcularse para
el caso de una placa a temperatura constante llevando la solución de (9.1) a la ecuación de la
energı́a (4.4). El resultado se muestra en la figura 8(b) en términos del número de Nusselt local
1/2
escalado son Rex .

22
(a) (b)

Figura 8: Capa lı́mite autosemejante sobre una placa plana con soplado/succión. (a) Distribuciones de
velocidad para varias intensidades de soplado/succión. (b) Variación del número de Nusselt local con la
intensidad del soplado/succión.

10. Métodos integrales. Ecuación de Karman

Los métodos integrales son métodos aproximados de resolver las ecuaciones de capa lı́mite.
Se basan en usar estas ecuaciones en forma integral y complementarlas con hipótesis sobre la
forma de los perfiles de velocidad y temperatura o correlaciones empı́ricas entre las magnitudes
que aparecen en ellas. No es posible estimar el error cometido por estos métodos sin tener
información adicional sobre la solución, pero a menudo proporcionan buenos resultados con un
coste numérico muy pequeño.

La ecuación de Karman es una forma semiintegral de la ecuación de cantidad de movimiento


(2.2). Para obtenerla conviene empezar escribiendo esta ecuación en forma conservativa haciendo
∂u ∂u due ∂(u − ue ) ∂(u − ue ) due
u +v − ue =u +v + (u − ue ) =
∂x ∂y dx ∂x ∂y dx
∂ ∂ due
[u(u − ue )] + [v(u − ue )] + (u − ue ) ,
∂x ∂y dx
donde la última igualdad se obtiene usando la ecuación de continuidad (2.1) multiplicada por
u − ue . Llevando esto a (2.2), integrando esta ecuación a través de la capa lı́mite (desde y = 0
a infinito) y haciendo uso de las condiciones de contorno, se obtiene la ecuación de Karman
d due τp
u2e δ ∗∗ + ue δ ∗

− ue vp = , (10.1)
dx dx ρ
donde τp = µ∂u/∂y|y=0 es el esfuerzo de fricción, vp es la velocidad de soplado, y se han usado
las definiciones de los espesores de desplazamiento y cantidad de movimiento (3.3) y (3.5).

Del mismo modo, el primer miembro de la ecuación de la energı́a (2.3) se puede escribir en la
forma ∂[u(T − T∞ )]/∂x + ∂[v(T − T∞ )]/∂y, y la ecuación resultante se puede integrar a través
de la capa lı́mite para obtener
Z ∞ 00
qpf
d
u (T − T∞ ) dy − (Tp − T∞ ) vp = , (10.2)
dx 0 ρc

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00 = −k∂T /∂y|
donde qpf y=0 .

Para ilustrar el uso de estas ecuaciones sobre un ejemplo sencillo, consideremos una placa
plana alineada con la corriente sin succión ni soplado (ue = U , vp = 0) y con temperatura
Tp (x) dada. Los distintos términos de la ecuación de Karman se pueden evaluar si se aproxima
el perfil de velocidad mediante una expresión analı́tica con coeficientes indeterminados que sean
funciones de x. Una posibilidad simple es imponer que

Aη + Bη 2 + Cη 3 + Dη 4
(
u(x, y) si η ≤ 1
= (10.3)
U 1 si η>1

con η = y/δ(x) y δ(x) a determinar. Los cuatro coeficientes A, B, C y D se determinan impo-


niendo las cuatro condiciones ∂ 2 u/∂y 2 = 0 en x = 0 y u − U = ∂u/∂y = ∂ 2 u/∂y 2 = 0 en y = δ,
con lo que se obtiene A = 2, B = 0, C = −2 y D = 1 y únicamente queda por calcular δ(x).
Usando (10.3) para evaluar δ ∗∗ y τp en (10.1) se obtiene
 
d 2 37 2U
U δ =µ ,
dx 315 ρδ
que se puede resolver con la condición δ = 0 en x = 0 para obtener

1260 µx 1/2
 
x
δ= = 5.84 1/2 .
37 ρU Rex
1/2
Usando esta δ(x), el coeficiente de fricción es cf = τp /(ρU 2 /2) = 0.685/Rex , que como se ve
difiere poco del valor correcto dado por la solución de Blasius.

De forma análoga, se puede imponer que

2ξ − 2ξ 3 + ξ 4
(
T − Tp si ξ ≤ 1
=
T∞ − Tp 1 si ξ>1

con ξ = y/∆(x) y ∆(x) indeterminado (se han impuesto las condiciones T − Tp = ∂ 2 T /∂y 2 = 0
en y = 0 y T − T∞ = ∂T /∂y = ∂ 2 T /∂y 2 = 0 en y = ∆ para determinar los coeficientes del
polinomio). Si se usa este perfil de temperatura junto con el perfil de velocidad anterior para
evaluar los términos de (10.2) se obtiene una ecuación diferencial para ∆(x) [o para r(x) =
∆(x)/δ(x)]. El resultado depende de si r es menor o mayor que la unidad. Admitiendo que
estamos en el primer caso, resulta
9 r4 r5
  
d 2δ 2 2α (Tp − T∞ )
U (Tp − T∞ ) r − + = . (10.4)
dx 15 56 24 rδ

Si la temperatura Tp de la placa es uniforme, la solución de esta ecuación es r = constante,


dependiente únicamente del número de Prandtl e igual a la única raiz positiva de la ecuación r3 −
00 = 2k (T − T ) /[r(Pr)δ] y Nu = 0.342 Re 1/2
9r5 /56 + r6 /24 = 37/(42Pr). Con ello qpf p ∞ x x /r(Pr).
1/2
Para valores grandes del número de Prandtl, r ≈ [37/(42Pr)]1/3 y Nux = 0.332 Rex Pr1/3 , que
prácticamente coincide con el resultado exacto y es una buena aproximación para Pr > 0.7.

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La solución para una distribución cualquiera de Tp se puede obtener resolviendo primero el
caso Tp (x) = T∞ + (T1 − T∞ ) H(x − x1 ) con x1 y T1 constantes, que corresponde a un escalón
de temperatura a una cierta distancia del borde de ataque de la placa, a la que empieza a
desarrollarse la capa lı́mite térmica. Admitiendo que el número de Prandtl del fluido es alto, con
lo que r será pequeño, el factor r2 − 9r4 /56 + r5 /24 en (10.4) se puede aproximar por r2 y esta
ecuación se reduce a d r2 δ /dx = 15(α/U )/(rδ) para x > x1 , con la condición inicial r = 0 en


x = x1 . La solución es
h i1/3
1 − (x1 /x)3/4 2.086 k (T1 − T∞ ) Pr1/3
00
r= , que proporciona qpf (x) = h ,
1.043 Pr1/3
i1/3
1 − (x1 /x)3/4 δ(x)

para x > x1 . Superponiendo soluciones de este tipo se obtiene


2.086 kPr1/3 x
Z
00 dTp /dx1
qpf (x) = i1/3 dx1
δ(x) 0
h
3/4
1 − (x1 /x)

para una distribución cualquiera de temperatura de la placa.

11. Capa lı́mite compresible

Si el fluido es un gas, su densidad cambiará cuando lo hagan la presión y la temperatura. Si


las variaciones de densidad no son despreciables, las ecuaciones de capa lı́mite toman la forma
más general
∂ρu ∂ρv
+ = 0, (11.1)
∂x ∂y
 
∂u ∂u dp ∂ ∂u
ρu + ρv =− + µ , (11.2)
∂x ∂y dx ∂y ∂y
   2
∂h ∂h dp ∂ ∂T ∂u
ρu + ρv =u + k +µ , (11.3)
∂x ∂y dx ∂y ∂y ∂y
donde h es la entalpı́a por unidad de masa del gas. Estas ecuaciones deben resolverse junto con
las ecuaciones de estado Z T
p
= Rg T y h = cp dT (11.4)
ρ
(para un gas perfecto), las ecuaciones que dan los coeficientes de viscosidad y conductividad
térmica como funciones de la temperatura, y las condiciones de contorno
∂T 00
y=0: u=v=0 y T = Tp (x) ó −k = qpf (x), (11.5)
∂y
1
y → ∞ : u = ue (x), h + u2 = h0 , S = S0 (11.6)
2
x = 0 : u = ui (y), T = Ti (y). (11.7)

donde S(p, T ) es la entropı́a por unidad de masa del gas y h0 y S0 son la entalpı́a de remanso y
la entropı́a determinadas por la solución de las ecuaciones de Euler sobre la lı́nea de corriente del

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flujo exterior que coincide con la superficie del cuerpo. Ambos valores son constantes sobre esta
lı́nea de corriente si el flujo exterior es estacionario sin radiación ni reacciones quı́micas. Aquı́ y
en lo que sigue se aproxima la entalpı́a de remanso por h + 12 u2 , despreciando la contribución de
la pequeña componente y de la velocidad. En la condición de contorno para la temperatura sobre
la superficie se consideran dos posibilidades: o bien se conoce la temperatura de la superficie,
00 (x), o por el contrario se conoce
Tp (x), y entonces la solución debe determinar el flujo de calor qpf
00 (x) y hay que calcular T (x). En general, la solución de (11.1)–(11.7) proporciona una relación
qpf p
entre estas dos variables. Las ecuaciones (11.1)–(11.7) están acopladas, por lo que no se pueden
separar los problemas mecánico y térmico.

El problema se simplifica en dos casos especiales, que dan lugar a las llamadas relaciones de
Crocco-Busemann.

El primero de estos casos es el de un gas con Pr = µ/(k/cp ) = 1 moviendose alrededor


de una superficie adiabática (∂T /∂y = 0 en y = 0). Sumando a la ecuación de la energı́a
(11.3) la ecuación de cantidad de movimiento (11.2) multiplicada por u se obtiene
      
∂ 1 ∂ 1 ∂ ∂ 1
ρu h + u2 + ρv h + u2 = µ h + u2 (11.8)
∂x 2 ∂y 2 ∂y ∂y 2

donde se ha escrito ∂ (k∂T /∂y) /∂y = ∂ ((k/cp )∂h/∂y) /∂y = ∂ (µ∂h/∂y) /∂y y µ (∂u/∂y)2 +
u∂(µ∂u/∂y)/∂y = ∂(µu∂u/∂y)/∂y. La solución de esta ecuación debe satisfacer las condi-
ciones de contorno ∂(h + u2 /2)/∂y = cp ∂T /∂y + u∂u/∂y = 0 en y = 0 y h + u2 /2 → h0
para y → ∞. Si, además, h + u2 /2 = h0 en el origen de la capa lı́mite (x = 0), la solución
será h + u2 /2 = h0 en toda la capa lı́mite. Es decir, la entalpı́a de remanso se mantiene
igual a la de la corriente exterior a pesar de ser importantes los efectos de la viscosidad y
la conducción de calor. En particular, la temperatura del gas en la superficie del cuerpo,
Tpa , donde u = 0, coincide con la temperatura de remanso de la corriente exterior:
 
γ−1 2
Tpa = Te 1 + Me (11.9)
2
para un gas calorı́ficamente perfecto, donde Te (x) y Me (x) son la temperatura y el número
de Mach de la corriente exterior (que no son independientes sino que están ligados con la
velocidad de deslizamiento ue (x) mediante las condiciones de conservación de la entalpı́a
de remanso y la entropı́a en la corriente exterior).

El segundo caso es el de un flujo de gas con Pr = 1 sobre una placa plana alineada con
la corriente (∂p/∂x = 0) a temperatura Tp uniforme. En estas condiciones las ecuaciones
(11.2) y (11.8) tienen la misma forma y, a la vista de sus condiciones de contorno,
h + u2 /2 − hp u
= ,
h0 − hp U
donde hp es la entalpı́a del gas a la temperatura de la pared. Derivando los dos miembros de
esta igualdad respecto a y y particularizando el resultado en y = 0 se obtiene la “analogı́a

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de Reynolds”
cf
St = ,
2
donde St = k∂T /∂y|y=0 /[ρe U (h0 − hp )] es el número de Stanton y cf = τp /(ρe U 2 /2) es el
coeficiente de fricción.

El resultado (11.9) solo es válido si Pr = 1. Una extensión que carece de justificación teórica
pero suele ser razonablemente precisa por ser el número de Prandtl de cualquier gas próximo a
la unidad consiste en escribir la temperatura del gas sobre una pared adiabática como
 
γ−1 2
Tpa = Te 1 + R Me ,
2
donde R es una función del número de Prandtl conocida como factor de recuperación.

La siguiente aproximación, que tampoco tiene justificación teórica, permite aplicar muchos
resultados y correlaciones existentes para fluidos de propiedades constantes a los flujos de gases.
00 = h (T − T ) =
Estos resultados suelen proporcionar h (o Nu) en una relación de la forma qpf p ∞
(Nuk/L) (Tp − T∞ ), y la aproximación consiste en reemplazar Tp − T∞ por Tp − Tpa , donde Tp es
la temperatura de la pared y Tpa es la temperatura que alcanzarı́a el gas sobre la pared si ésta
fuera adiabática. Las propiedades del fluido que intervienen en la expresión de h o Nu deben
evaluarse a la temperatura T ∗ = 12 + 0.039 M∞ T∞ + 21 Tp , que coincide con la “temperatura


de pelı́cula” (Tp + T∞ )/2 cuando el número de Mach de la corriente libre es pequeño, M∞  1.

Las ecuaciones de la capa lı́mite compresible se simplifican en el lı́mite de baja velocidad


U2  cp (Tpc − T∞ ), que es de interés en diversas aplicaciones, incluyendo muchos problemas
de combustión. Por una parte, la variaciones de presión, de orden ∆P ∼ ρ∞ U 2 (donde ρ∞ es la
densidad de la corriente libre), son pequeñas frente a la propia presión: ∆p/p∞ ∼ ρ∞ U 2 /p∞ ∼
U 2 /cp T∞  1 (donde p∞ es la presión de la corriente libre), de modo que se puede despreciar
la influencia de la presión sobre la densidad y la ecuación de estado se puede aproximar por
ρT ≈ ρ∞ T∞ . Además,
µ(∂u/∂y)2 µU 2 /δ 2 U2
∼ ∼  1,
∂(k∂T /∂y)/∂y k(Tpc − T∞ )/δ 2 cp (Tpc − T∞ )
udp/dx uρU 2 /L U2
∼ ∼  1,
ρv · ∇h ρU cp (Tpc − T∞ )/L cp (Tpc − T∞ )
de modo que la ecuación de la energı́a se reduce a
 
∂h ∂h ∂ ∂T
ρu + ρv = k .
∂x ∂y ∂y ∂y
Si, además, (Tpc − T∞ )  T∞ , las variaciones de densidad también serán pequeñas: ∆ρ/ρ∞ ≈
−∆T /T∞  1, y los coeficientes de viscosidad y conductividad térmica serán aproximadamente
constantes, con lo que las ecuaciones (11.1)–(11.3) se reducen a las ecuaciones (2.1)–(2.3) de un
fluido incompresible.

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