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La importancia del desarrollo sustentable en el contexto del

cambio climático
Serie Minutas Nº 02-17, 04/01/2017

por Boris Lopicich

Resumen
La presente minuta tiene por objeto apoyar a los parlamentarios
con información para la discusión del “Proyecto de Resolución:
Promoviendo el crecimiento económico sustentable en la región
Asia-Pacífico”, que será discutida durante la 25a Reunión Anual
del Foro Parlamentario Asia Pacífico (APPF) en Fiji, entre los días
15 y 19 de enero de 2017. Se aborda el desarrollo sustentable
conceptualmente, su actualidad dentro de la agenda
internacional, y el rol que le cabe a Chile en cuanto a políticas
en sustentabilidad para lograr un desarrollo armónico.

Departamento de Estudios, Extensión y Publicaciones - Biblioteca del Congreso Nacional


eMail: blopicich@bcn.cl, Anexo: 1784
Biblioteca del Congreso Nacional, Departamento de Estudios, Extensión y Publicaciones

Tabla de contenido
1. Generalidades sobre el Desarrollo Sustentable.................................3

2. El desarrollo sustentable en el contexto global.................................4

3. El desarrollo sustentable dentro de la agenda nacional......................2

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Biblioteca del Congreso Nacional, Departamento de Estudios, Extensión y Publicaciones

1. Generalidades sobre el Desarrollo Sustentable


En un contexto en el que la calidad de vida de las personas se ha visto
severamente amenazada por el cambio climático, la contaminación ambiental, la
deforestación indiscriminada, largas sequías en algunas regiones y fuertes
inundaciones en otras, además de los más diversos desastres naturales de origen
antropogénico -esto es, causados por el hombre- , las naciones se han visto
obligadas a tomar acciones concretas contra estos fenómenos.

Es así como a partir de 1990, el apoyo para el “crecimiento sustentable” se ha


expandido y ha recibido el apoyo de numerosos sectores. Siendo el cambio
climático un fenómeno global, su lucha no ha distinguido nacionalidad ni raza,
sino que se ha transformado en una batalla global. Comenzando en la Cumbre de
la Tierra en Río de Janeiro, varios principios que establecen la importancia y
trascendencia del desarrollo sustentable quedaron consignados en el documento
resultante de dicha reunión, la “Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo”, cuyo Principio 1 establece que

“Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadas


con el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida saludable y productiva en
armonía con la naturaleza”

Este compromiso fue renovado en la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible


del año 2002 en Johannesburgo, y en la Cumbre de la Tierra del año 2012,
conocida como Rio+20. Comúnmente intercambiable con términos como
“crecimiento verde”, el desarrollo sustentable se ha instalado con fuerza en las
agendas gubernamentales, políticas, académicas y de la sociedad civil en
general, con un auge de activistas medioambientalistas defendiendo los derechos
de comunidades locales vulnerables que han sido pasadas a llevar por el modelo
económico actual, cosificador de la naturaleza como ya lo exponía el filósofo
alemán Max Horkheimer en su “Crítica de la Razón Instrumental” en la década de
1940, junto a toda una corriente de pensamiento proveniente de la Escuela de
Frankfurt.

De ahí en adelante, el desarrollo sustentable ha sido abordado por los más


diversos autores; evidentemente, no hay un concepto único y éste dependerá del
contexto en que se sitúe. Sin embargo, dentro de las distintas concepciones es
posible categorizar dos grandes escuelas, siguiente a Eric Neumayer 1: aquellas
que responden a una sustentabilidad débil -cuya escuela cuenta con ilustres
académicos y docentes como Robert Solow y John Hartwick, , y las que adhieren
a una sustentabilidad fuerte, como aquellos que practican el ecologismo profundo
y corrientes filosóficas como el ecofeminismo.

Estas escuelas se refieren al tipo de políticas públicas que deben


implementarse a la hora de defender la noción de desarrollo sustentable. ¿Se
debe ser casi totalmente prohibitivo con las industrias extractivas, como
1 Neumayer, Eric, “Weak and Strong sustainability”, 4ta edición, EE, Londres, 2013.

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propondría un modelo de sustentabilidad fuerte, o más bien se debe comprender


a la naturaleza como una herramienta al servicio del hombre y explotable por
éste, aún indiscriminadamente, como apuntarían los defensores de un modelo de
sustentabilidad débil?

De todas formas, un concepto de “desarrollo sustentable” que ha generado


consenso a nivel internacional, podría ser el propuesto por Neumayer 2 cuando
señala que es sustentable el desarrollo que no disminuye la capacidad de
proveer utilidades no declinables hasta el infinito. Es decir, la concepción de
desarrollo sustentable importa aspectos éticos de consideración con las futuras
generaciones, de respeto hacia los más diversos ecosistemas y de cuidado de los
recursos renovables, respetando sus tiempos de renovación, como por ejemplo
estableciendo la veda en la explotación de ciertas especies marinas, entre otras
medidas.

2. El desarrollo sustentable en el contexto global


En este contexto, la comunidad internacional ha identificado varios temas que
tienen que ver con el desarrollo sustentable y respecto de los cuales se requieren
medidas urgentes.

Un caso paradigmático es el acceso a la energía. El año 2011, la Organización


de Naciones Unidas (ONU) lanzó la iniciativa de Sustainable Energy for All
(SE4ALL, “Energía sustentable para todos”) para solucionar la pobreza energǵ etica
de más de 1.200 millones de personas que carecen en su totalidad de suministro
eléctrico; en total, son 2.900 millones de personas, especialmente en el Sudeste
Asiático y África Subsahariana las que carecen de acceso a facilidades para
cocinar y calefaccionar sus hogares. Esta iniciativa se re-lanzó el año 2014, en
Chile, enfocada en América Latina, bautizada como Sustainable Energy for All
Americas.

Luego, el día 25 de septiembre de 2015 la Asamblea General de Naciones


Unidas adoptó la resolución A/RES/70/1 por la cual aprobó la Agenda 2030
para el Desarrollo Sostenible, compuesta por 17 Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) y 169 metas a alcanzar por los países signatarios durante
los próximos 15 años.

La Agenda 2030 pone a las personas en el centro de la contingencia y se


ocupa del planeta y las diversas crisis socio-ambientales que éste ha debido
enfrentar y que tienen su origen en una desigual e indiscriminada explotación de
los recursos naturales. Pero no sólo eso, además, es una agenda universal,
indivisible e integral, que apunta a los problemas de manera integral,
entendiendo el mundo como un complejo ecosistema.

2 Op. Cit., p.10.

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Así, los 17 ODS son:


1. Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.

2. Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor


nutrición, y promover la agricultura sostenible.

3. Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos para


todas las edades.

4. Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover


las oportunidades de aprendizaje permanente para todos.

5. Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres


y niñas.

6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el


saneamiento para todos.

7. Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y


modernas para todos.

8. Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el


empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos.

9. Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización


inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación.

10. Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos.

11. Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean


inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

12. Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenibles.

13. Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos
(tomando nota de los acuerdos adoptados en el foro de la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).

14. Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos


marinos para lograr el desarrollo sostenible.

15. Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los


ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques,
combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la
tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica.

16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible,


facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces,
responsables e inclusivas a todos los niveles.

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17. Fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el


desarrollo sostenible.

3. El desarrollo sustentable dentro de la agenda nacional


Como se ha visto, el desarrollo sustentable responde a más que simples
principios medioambientales. Tiene que ver con calidad de vida, con igualdad de
oportunidades, con acceso a los servicios básicos de manera igualitaria, para los
más vulnerables. Además, está relacionado con un cambio de paradigma que
empodera a las comunidades locales, a los pequeños agricultores, a los
pescadores artesanales y a quienes viven cerca de zonas donde se extraen
recursos naturales. Sin embargo, el respeto por el medio ambiente y la acción
contra el calentamiento global constituyen motores importantes para lograr
implementar políticas públicas que vayan en una dirección de sustentabilidad y
respeto por las generaciones futuras.

En este sentido, la institucionalidad socio-ambiental ha venido desarrollándose


con fuerza en Chile hace ya más de un lustro. Sin lugar a dudas, pasar de la
Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA) a tener un Ministerio del Medio
Ambiente fue un paso que implicó un enorme rediseño de la institucionalidad
ambiental como era conocida, en un cambio que se venía intentando con fuera
desde el año 1998, cuando la “Comisión Jadresic”, en el marco del Informe de
Modernización del Estado criticó de manera “particularmente severa” 3 a los
modelos de coordinación institucional imperantes en aquella época en materia
ambiental.

Por lo mismo, la Ley N°19.300 de Bases Generales del Medio Ambiente


requirió de diversas reformas antes de llegar a su estado actual. Otras reformas
las han sufrido los Sistemas de Evaluación de Impacto Ambiental; sin olvidar que
a partir del año 2013 entraron en funcionamiento los Tribunales Ambientales que
permiten que la competencia de asuntos que afectan a diversas industrias
pertenezca a órganos jurisdiccionales con un mayor conocimiento técnico que
antaño.

En línea con los esfuerzos desplegados por otros países latinoamericanos, y


comprendiendo la fragilidad de su geografía y ecosistemas, Chile ha dado
énfasis a las políticas de adaptación en cambio climático, partiendo por adecuar
las legislaciones obsoletas a los desafíos actuales. En la Conference of Parties
número 21 (COP21) en París, el año 2015, el país presentó sus Contribuciones
Nacionales Determinadas (CNDs)4 ante la Asamblea General de las Naciones
Unidas, estableciendo la postura nacional previo a la COP21 y al Acuerdo Global
Climático. En ésta, los compromisos abordados por el país fueron:

 La reducción de un 30% en las emisiones de GEI por unidad del PIB al

3 Cordero, Luis, en “Reforma a la Institucionalidad Ambiental”: Antecedentes y Fundamentos”,


Universidad Diego Portales, 2010, p.58.
4 Información editada de nota del Observatorio Parlamentario de la Biblioteca del Congreso
Nacional, disponible en: http://www.bcn.cl/observatorio/bioetica/noticias/el-acuerdo-de-
cooperacion-de-la-cop21-bases-para-una-nueva-etica-ambiental-global. Fecha de consulta: 04-
01-2017.

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año 2030 respecto al año 2007, ampliable hasta un 45% dependiendo del
apoyo monetario internacional.
 La recuperación y manejo sustentable de 100.000 hectáreas de bosques
degradados y la forestación de 100.000 hectáreas adicionales
mayoritariamente con especies nativas, compromisos que están
condicionados a modificaciones en la Ley 20.283 sobre Recuperación del
Bosque Nativo y Fomento Forestal y a la aprobación de una Ley de
Fomento Forestal, alineada con los objetivos de la Ley de Cambio
Climático propuesta.
 Acciones contra los Contaminantes Climáticos de Vida Corta que
representen un aporte sustancial en la mitigación de las causas del
cambio climático, y que reduzcan los niveles de contaminación
atmosférica local en centros urbanos.
 En cuanto a políticas de adaptación, se estableció que para incrementar la
resiliencia del país es importante tener una perspectiva descentralizada,
que integre estamentos desde múltiples niveles, incluyendo desde luego
un punto de vista de ética ambiental que considere a las generaciones
futuras.

Todas estas medidas, sin duda, contribuyen a crear un desarrollo sustentable


y complementadas con políticas que fortalezcan los ODS de Naciones Unidas en
Chile podrían significar una mejor calidad de vida para todos y cada uno de los
habitantes del territorio nacional.

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